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INTRODUCCIÓN
En los últimos años, después de la divulgación y popularización de la expresión
Inteligencia Emocional (IE) por parte de Daniel Goleman (1995), se está produciendo una
notable producción literaria en torno a una nueva manera de concebir la inteligencia
que se necesita para ser feliz en la vida, habida cuenta que la inteligencia académica, la
del factor “g”, la abstracta no es un predictor de ajuste personal ni refleja la capacidad
para aprender de la experiencia y adaptarse al medio (Stenberg, 1997). Sin embargo, tan
ingente desarrollo conceptual del constructo IE, lejos de unificar las bases teóricas están
diversificándose hasta tal punto, que se han propuesto diferentes modelos explicativos.
Tal es el caso del modelo de procesamiento emocional de la información de Salovey y
Mayer (1997); Salovey, Mayer y Caruso (2000) autores primigenios del constructo. O los
llamados modelos mixtos de Goleman (1995) y Bar-On (1997) que se centran en rasgos
comportamentales estables y variables de personalidad como son la empatía, la asertividad,
la motivación, el manejo del estrés, habilidades sociales, entre otros.
Otros modelos los encontramos en la producción literaria denominada “Libros de
autoayuda” en la que predomina, fundamentalmente, una amplia miscelánea de habilidades
sociales y emocionales, de comportamientos generales, de rasgos de personalidad o de
estados psicofisiológicos como la ansiedad, el estrés y otros constructos de mayor nivel como
la autoestima, el autoconcepto, el autocontrol, etc. (Extremera y Fernández-Berrocal, 2001).
Por otra parte, e independientemente por el modelo de IE por el que se opte, existen
poderosas razones por las que deben desarrollarse programas de alfabetización emocional
en la escuela, entre ellas, el elevado grado de conflictividad que caracterizan a los centros
2.1. JUSTIFICACIÓN.
En la que se expongan los motivos por los cuales la escuela pretende desarrollar un
programa de IE. Las razones generales han quedado ya expuestas en el apartado anterior.
Además de las razones justificativas generales sobre el afrontamiento de la conflictividad
y el facilitar al alumnado estrategias de desarrollo emocional, deben detectarse las
necesidades específicas que tiene planteadas el propio centro escolar con respecto a qué
tipo de conflictos presenta y qué tipo de carencias emocionales y sociales son las que
caracterizan al alumnado, habida cuenta de las diferentes modalidades de conflictividad
existentes, tales como el maltrato entre iguales, disruptividad, indisciplina, delincuencia,
absentismo, los trastornos de conducta, etc.
2.7. LA EVALUACIÓN.
La aplicación de un programa de IE necesita también la evaluación. No solamente
de la eficacia conseguida en forma de mejoras en los alumnos de un cociente emocional
que hayamos medido, sino también de otros aspectos eminentemente pedagógicos (Pérez
Juste, 1992) tales como:
a) El programa en sí mismo.
Teniendo en cuenta las siguientes dimensiones:
- Calidad intrínseca (técnica) del programa.
- Adecuación a los destinatarios.
b) El programa en su desarrollo.
Teniendo en cuenta:
- Las actividades.
MÓDULOS Y CONTENIDOS:
Módulo 1. Mejorar el clima de clase.
1. Comunicación y conocimiento interpersonal.
2. La clase como grupo humano en desarrollo.
3. Autogestión en la marcha de la clase.
Objetivos:
1. Favorecer el conocimiento recíproco y las amistades.
2. Fomentar el sentimiento de pertenencia a grupos. Responsabilidad social.
3. Establecimiento de normas de grupo. Autonomía y autogestión.
Procedimientos:
1. Juegos de comunicación y expresión emocional.
II. OBJETIVO.
El programa SICLE (Siendo Inteligentes Con Las Emociones) tiene como objetivo
principal el enseñar a los alumnos habilidades emocionales, que les permitan enfrentarse
a las dificultades de la vida diaria que se dan en el ámbito escolar.
II. CONTENIDOS.
a) ¿Qué significa crecer?
b) Cambios propios de la adolescencia: físicos, psíquicos y sociales.
c) Dinámica del grupo familiar, lugar del adolescente, lugar de cada uno de los
miembros. Conflictos y contradicciones.
d) Roles masculinos y femeninos. Ser chico y ser chica en el siglo XXI.
e) Relaciones interpersonales, amistad, estilos de relación, el amor.
f) La sexualidad, el deseo, las necesidades.
g) Identificación de emociones: miedo, ansiedad, amor, odio.
h) El autoconcepto: el cuerpo y la preocupación por la imagen. ¿Cómo me ven
los demás?
i) Representación de uno mismo. ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿De qué soy capaz?
j) Proyecto de vida.
k) Hábitos de vida saludables.
II. CONTENIDOS.
1. Los siete magníficos. La diversidad y la formación del grupo de trabajo y
aprendizaje.
2. ¡Mójate por tu futuro! La toma de decisiones.
3. Clases de emociones.
3.1. Clasificación de las emociones.
3.2. Intensidad, especificidad y polaridad.
3.3. Emociones positivas y negativas.
3.4.1. Ira.
3.4.2. Miedo.
3.4.3. Ansiedad.
3.4.4. Tristeza.
3.4.5. Vergüenza.
3.4.6. Aversión.
3.4.7. Alegría.
3.4.8. Humor.
3.4.9. Amor.
3.4.10. Felicidad.
3.4.11. Emociones ambiguas.
3.4.12. Emociones estéticas.
4. Conciencia emocional.
4.1. Conocer las propias emociones.
4.1.1. Autoobservación y reconocimiento de las emociones.
4.1.2. Reconocer la diferencia entre pensamientos, acciones y emociones.
4.1.3. Comprensión de las causas y consecuencias de las emociones.
4.1.4. Evaluación de la intensidad de las emociones.
5. Control emocional.
5.1. Manejar emociones.
5.2. Prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas.
5.3. Desarrollar las emociones positivas.
5.4. Tolerancia a la frustración.
5.5. Autocontrol de la impulsividad.
5.6. Manejo de la ira y del comportamiento agresivo.
5.7. Retrasar gratificaciones.
5.8. Emociones y consumo de drogas.
5.9. Resiliencia.
5.10. Habilidades de afrontamiento.
5.11. Automotivarse emocionalmente.
5.12. Adoptar una actitud positiva ante la vida.
8. Autoestima.
8.1. Autoconcepto, autoestima y autoconfianza.
8.2. Autoaceptación.
8.3. Desarrollo de expectativas realistas sobre sí mismo.
I. OBJETIVOS.
1. Tratar de adquirir las habilidades sociales más básicas que nos permiten
relacionarnos de manera asertiva con nosotros mismos y con los que nos rodean.
2. Tratar de adquirir las habilidades emocionales que nos posibiliten reconocer
nuestros sentimientos y emociones para poder controlarlos después.
3. Tratar de adquirir las habilidades emocionales que nos permitan reconocer
sentimientos y emociones en los demás en beneficio de nuestras relaciones
con ellos.
4. Manejar el estrés.
a) Aprender el valor de ejercicios tales como la inteligencia guiada y los métodos
de relajación.
5. Empatía.
a) Comprender los sentimientos y las preocupaciones de los demás y asumir su
perspectiva.
b) Darse cuenta de las diferentes formas en que la gente siente las cosas.
7. Apertura.
a) Valorar la apertura y la confianza en las relaciones.
b) Reconocer cuándo puede uno arriesgarse a hablar de los sentimientos más
profundos.
8. Intuición.
a) Identificar pautas en su vida y en sus reacciones emocionales.
b) Reconocer pautas similares en los demás.
9. Autoaceptación.
a) Sentirse bien consigo mismo y considerarse desde una perspectiva positiva.
b) Reconocer sus propias fortalezas y debilidades.
c) Ser capaz de reírse de sí mismo.
11. Asertividad.
a) Afirmar sus intereses y sentimientos sin ira ni pasividad.
RESUMEN
Como puede verse, en la actualidad se dispone de numerosos programas para
el desarrollo de la Inteligencia Emocional. Estos programas están fundamentados en
diferentes modelos de la IE. Algunos de ellos proceden de la educación socioafectiva,
otros de las habilidades sociales y otros del entrenamiento en la resolución de conflictos.
Los más recientes se han gestado a la luz de las aportaciones realizadas por autores
como Goleman, Salovey y Mayer, y Bar-On, entre otros, sobre el constructo de IE. Todos
ellos, independientemente del modelo teórico que los inspire (modelo de habilidades
emocionales de procesamiento de la información versus modelos mixtos –incluyendo
rasgos de personalidad-) poseen sobradas cualidades pedagógicas para ser aplicadas en
la escuela. Cada centro escolar debe optar por aquél que mejor satisfaga las necesidades
educativas que tienen planteadas sus alumnos. Para ello es necesario haber realizado una
evaluación general previa sobre la conflictividad general del centro y sobre las características
individuales de los alumnos.