Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTEGRANTES:
AREQUIPA - 2022
2
Introducción:
de los habitantes gracias a una irrupción fuera de control de los impulsos, todos los días son más
tiempo en que el entramado social parece descomponerse. Frente a dicha situación resulta ético
que los educadores nos preguntemos ¿Qué estamos realizando para atender tal situación? ¿En
qué medida la forma en que orientamos la enseñanza ayuda a ese estado de cosas? La enseñanza
enseñanza integral, en tanto que tienen que realizarse cada una de las magnitudes del sujeto. Ello
involucra que el desarrollo cognitivo debería complementarse con el desarrollo emocional. Sin
impregnada de componentes emocionales y ello pide que se le preste una atención particulara los
sentimientos por las diversas influencias que poseen en el proceso educativo. No obstante, como
asegura Tapia (1998), el desarrollo emocional de los chicos es extensamente ignorado por el
currículum estudiantil. Tal vez los inconvenientes de las pandillas juveniles, el crecimiento de las
tasas del suicidio juvenil, la depresión infantil y la conducta escandaloso de los alumnos, son
emocional que tiene la persona. A continuación, se expondrán los argumentos que respaldan esta
postura.
3
Según el catedrático Rafael Bisquerra, «la ira y sus «familiares» (rabia, enfado, cólera,
furia, odio, etc.) están en el origen de muchos conflictos y comportamientos violentos». Por ello,
la ira es uno de los temas frecuentemente trabajados en educación emocional. Y es que se trata
de una emoción básica con la que convivimos diariamente y que tiene un gran impacto en la
“conseguir que las personas sean capaces de regular su ira es un paso decisivo para la
De esta manera, resulta más sencillo dirigir nuestras emociones hacia un desenlace
diferente alde una «explosión nuclear» de furia y violencia. Pero la mayoría coincide en que para
ello se necesitan años de entrenamiento. Y es que la ira es tan poderosa que puede jugarnos una
mala pasada si no nos conocemos y estamos preparados para recibirla adecuadamente. Por ello,
todas las franjas de edad. Porque la ira y la violencia no entienden de razas ni edades.
Aunque en honor a la verdad hay que decir que la ira no es mala en sí misma. De hecho,
como toda pasión tiene su función y debe ser gobernada por la razón. Y es que la ira es una
emoción que sentimos para asegurar nuestra supervivencia. Por ello, puede que sintamos ira en
alguna ocasión si pensamos que se está cometiendo una injusticia hacia nosotros o hacia otras
personas. Así, es un auténtico signo de humanidad y no sería bueno avergonzarse por sentir ira
endeterminadas situaciones.
están suficientemente atendidas en las áreas académicas ordinarias. Entre estas necesidades
riesgo, etc. (Rafael Bisquerra Alzina Nº. 337, 2011, págs. 5-8)
4
En todas estas situaciones las emociones juegan un papel muy importante. Por
la conclusiónde que la gente consume drogas para cambiar sus estados emocionales. El reto que
se plantea es ¿cómo regular las emociones sin necesidad de consumir drogas? ¿es esto posible?,
definitiva, a través dela educación emocional que sea posible y que haya propuestas de cómo
hacerlo no significa que sea fácil. Se sabe que las competencias emocionales son las más
regulación de la ira en situación d e conflicto. Y, sin embargo, es probable que en la vida real
dispuestos a invertir esfuerzos y tiempo en ello. Solamente a partir de una convicción del
profesorado y de las familias se puede poner en práctica una educación emocional efectiva. Los
primeros destinatarios de la educación emocional son el profesorado y las familias. Cuando éstos
relacionarse con sus alumnos e hijos y contribuir al desarrollo de las competencias emocionales
suicidio, etc.), etc. En último término se trata de desarrollar la autoestima, con expectativas
realistas sobre sí mismo, así como la capacidad para adoptar una actitud positiva ante la vida.
5
Todo ello de cara a posibilitar un mayor bienestar subjetivo, que redunda en un mayor bienestar
social
necesario que los alumnos cuenten con una buena formación emocional que los haga capaces de
afrontar de la mejor manera posible las distintas contrariedades que originan y traen consigo la
inseguridad ciudadana. El tener una buena educación emocional nos lleva directamente a tener
una apta inteligencia emocional, capaz de predisponernos a realizar la mejor toma de decisiones
respecto a lo que se nos interponga, para que de este modo poder alcanzar los distintos objetivos
1999).
demostrado que los alumnos con una buena educación emocional sin tener un coeficiente
intelectual alto se encuentran mucho más predispuestos al triunfo académico y laboral. Además,
Junto a ello también se puede afirmar y decir que es innegable que las escuelas han
avanzado mucho en los aspectos emocionales de la educación y se han alejado de la idea de los
6
centros educativos como simples lugares de traspaso de conocimientos. Sin embargo, también
queda mucho trabajo por hacer para que la sociedad y la propia comunidad educativa,
emocional.
perfeccionar la educación emocional en los estudiantes para que logren tener un buen desarrollo
en su presente y futura vida educativa. Pero es innegable que siempre aparecen los problemas y
barreras que dificultan el avance en la mejora educativa emocional de los estudiantes, esto lleva a
pensar que no solamente se trata de echar todo tipo de responsabilidad al docente o escuela, sino
generar un trabajo colectivo que impulse el trabajo de la mejora en la educación emocional, para
lograr ello, es necesario la participación de toda sociedad y más no solamente de los centros
educativos.
Por eso hay una conciencia social, cada vez más en aumento, de que es importante que
logremos las competencias emocionales que está compone. Y para ello, qué mejor que tener una
buena educación emocional, una educación para la vida (personal, social, familiar, profesional,
etc.) que nos proporcione mayor bienestar subjetivo, salud física y mental, mayores dosis de
felicidad, y con ello, mayor bienestar social y calidad de vida (Bisquerra, 2001).
Tener a la educación emocional en las escuelas como base para su desarrollo educativo es
primordial puesto que esto es un aspecto que le será de mucha más utilidad a futuro en su vida
personal y laboral. Años atrás se pensaba que al tener una excelente preparación académica y un
alto coeficiente intelectual se podía asegurar el éxito en la vida. Hoy en día, estas habilidades
casos cuando se trata de trabajar, pues los perfiles buscados por diferentes entes y empresas
7
específicas que son todas relacionadas con la educación e inteligencia emocional frente a
situaciones de conflicto, confianza en uno mismo, motivación para trabajar por objetivos,
decidido a invertir esfuerzos y tiempo en ello. Las aplicaciones de la enseñanza emocional tienen
emocional, resolución de conflictos, toma de decisiones, etc. Con ello además se puede asegurar
y mencionar que las instituciones educativas han avanzado mucho en los puntos emocionales de
la enseñanza y se han alejado de la iniciativa de los centros educativos como básicos sitios de
traspaso de conocimientos. Sin embargo tampoco se puede negar que constantemente aparecen
de los alumnos tal es el caso de la inseguridad ciudadana que presenta nuestra actual sociedad,
esto lleva a pensar que no únicamente hablamos de echar toda clase de responsabilidad al
profesor o institución de enseñanza, sino producir un trabajo colectivo que impulse el trabajo de
Bibliografía:
https://doi.org/10.6018/analesps.36.1.345901
educacion-emocional/
https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/35429
http://www.ub.edu/grop/wp-content/uploads/2014/03/-emocional/
https://www.educaweb.com/noticia/2007/11/05/educacion-emocional-beneficio-escuela-persona-
sociedad-2615/
9
Mendoza, R., & Luz, A. (2014). Miedo en las calles: principal emoción de la inseguridad
Puertas-Molero, P., Zurita-Ortega, F.,Chacón-Cuberos, R. ,Román, L., 3., E., Velasco, S.,
López, L. G., & Ramiro, S. (s/f). Educación Emocional. EDUCACIÓN 3.0; EDUCACION 3.0.
https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-21472014000200006
https://doi.org/10.18259/acs.2016009