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EL NIÑO DESDE BIEN PEQUEÑO EXPERIMENTA CON LOS OBJETOS QUE ESTÁN
EN SU ENTORNO MÁS INMEDIATO; CON SU MANIPULACIÓN VAN DESCUBRIENDO
ALGUNAS DE SUS CARACTERÍSTICAS. PODEMOS DEDUCIR QUE A DIARIO LOS
NIÑOS SE ENFRENTAN A DIFERENTES SITUACIONES DÓNDE ESTÁN PRESENTES
LAS NOCIONES MATEMÁTICAS Y VAN CONSTRUYENDO CONOCIMIENTOS
ACERCA DEL NÚMERO, ESPACIO, TIEMPO, FORMAS, MEDIDAS Y CONCEPTOS
BÁSICOS, (ARRIBA-ABAJO, GRANDE-PEQUEÑO,…), Y CUANDO INTENTAN
RESOLVER LOS DIFERENTES PROBLEMAS QUE SE LE VAN PRESENTANDO EN
SUS JUEGOS Y ACTIVIDADES DIARIAS.
Por lo tanto, la mejor guía que tenemos que plantearnos en nuestras clases sería darles a los
niños esa posibilidad de manipular y experimentar con diversos objetos para aprender. De esta
forma mantendremos activa su motivación al hacerlos participes de su propio aprendizaje, es
decir, aprender jugando. Se tiene que aprovechar esa intensa actividad y curiosidad que
caracteriza a los niños de edades tempranas y plantearles actividades que impliquen poner en
juego sus conocimientos matemáticos y que los construya a medida que resuelve los problemas
o intercambia puntos de vista con otros niños o adultos. Estas actividades deben de ser
significativas para los niños. Debemos orientar el aprendizaje hacia la comprensión y
resolución de problemas, basándonos en la interacción y en la cooperación entre los alumnos,
y ante todo, hay que ofrecerles oportunidades suficientes para comunicar sus propias
experiencias matemáticas.
Ahora es el momento de plantearse esta cuestión: ¿ los niños con TEA aprenden igual las
matemáticas que los demás niños? Su forma de aprender es diferente debido a sus dificultades
para la simbolización y la diferente forma que tienen de procesar la información.
Por eso os proponemos 6 claves para superar los retos a los que te enfrentas a la hora de
enseñar matemáticas a niños/as con TEA: