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6 estrategias efectivas para enseñar

matemáticas a niños con autismo

EL NIÑO DESDE BIEN PEQUEÑO EXPERIMENTA CON LOS OBJETOS QUE ESTÁN
EN SU ENTORNO MÁS INMEDIATO; CON SU MANIPULACIÓN VAN DESCUBRIENDO
ALGUNAS DE SUS CARACTERÍSTICAS. PODEMOS DEDUCIR QUE A DIARIO LOS
NIÑOS SE ENFRENTAN A DIFERENTES SITUACIONES DÓNDE ESTÁN PRESENTES
LAS NOCIONES MATEMÁTICAS Y VAN CONSTRUYENDO CONOCIMIENTOS
ACERCA DEL NÚMERO, ESPACIO, TIEMPO, FORMAS, MEDIDAS Y CONCEPTOS
BÁSICOS, (ARRIBA-ABAJO, GRANDE-PEQUEÑO,…), Y CUANDO INTENTAN
RESOLVER LOS DIFERENTES PROBLEMAS QUE SE LE VAN PRESENTANDO EN
SUS JUEGOS Y ACTIVIDADES DIARIAS.

Cuando los niños manipulan, comparan, observan y expresan sus ideas, favorece la


adquisición de conocimientos. Por esto mismo en las clases de infantil hay que plantearles a
los niños problemas  donde se reten sus competencias. Cuando un niño trata de resolver un
problema se enfrenta a una tarea intelectual estimulante para él, ya que le permite evaluar sus
propios esfuerzos, descubrir nuevos conceptos y buscar diversas estrategias de solución.

Por lo tanto, la mejor guía que tenemos que plantearnos en nuestras clases sería darles a los
niños esa posibilidad de manipular y experimentar con diversos objetos para aprender. De esta
forma mantendremos activa su motivación al hacerlos participes de su propio aprendizaje, es
decir, aprender jugando. Se tiene que aprovechar esa intensa actividad y curiosidad que
caracteriza a los niños de edades tempranas y plantearles actividades que impliquen poner en
juego sus conocimientos matemáticos y que los construya a medida que resuelve los problemas
o intercambia puntos de vista con otros niños o adultos. Estas actividades deben de ser
significativas para los niños. Debemos orientar el aprendizaje hacia la comprensión y
resolución de problemas, basándonos en la interacción y en la cooperación entre los alumnos,
y ante todo, hay que ofrecerles oportunidades suficientes para comunicar sus propias
experiencias matemáticas.
Ahora es el momento de plantearse esta cuestión: ¿ los niños con TEA aprenden igual las
matemáticas que los demás niños? Su forma de aprender es diferente debido a sus dificultades
para la simbolización y la diferente forma que tienen de procesar la información.
Por eso os proponemos 6 claves para superar los retos a los que te enfrentas a la hora de
enseñar matemáticas a niños/as con TEA:

1. Considerar la comunicación como un desafío. Lo importante es adivinar cuáles son sus


preguntas, es decir, saber qué es lo que entiende y qué no y sobre todo no emitir reproches. Es
bueno felicitarlo, no les es indiferente lo que le digamos.
2. Ser conscientes de que pueden tener problemas con las habilidades del lenguaje. El lenguaje
es usado para comunicar ideas matemáticas, por lo que podemos mostrar estos conceptos
mediante apoyos visuales, es decir, instrucciones visuales. Aprenden mejor cuando se les
demuestran las cosas y mediante la imitación de las acciones.
3. Entender que muestren desinterés en lo que tratas de enseñarle, puesto que su campo de
interés es limitado y varía con el tiempo. Para captar su atención y que aprendan es
importante hacerlo interactivo y divertido. Es importante incluir los intereses de los niños/as en
los problemas matemáticos.
4. Afrontar problemas en las habilidades motoras, ya que muchas veces las habilidades motoras
finas están afectadas y este tipo de actividades se asocian a papel y lápiz, para ello se
pude hacer uso de las tecnologías. Sería bueno usar juegos constructivos enfocados a mejorar
las habilidades matemáticas.
5. Asumir sus dificultades que tienen para recordar secuencias. Darles más tiempo para procesar
la información y usar instrucciones cortas y concisas.
6. Prepárate para que todo tenga una estructura. Sus días suelen estar estructurados, por eso es
bueno mantener un orden y evitar distractores visuales y desorganización
La postura que debe adoptar el maestro ha de ser de guía que acompaña a los niños en la
construcción de los conceptos matemáticos, y su misión es la de alternar el papel de receptor
y de emisor, así al darle la oportunidad a los niños de participar en su propio aprendizaje y ver
que sus estrategias forman un conocimiento aprenden entendiendo las cosas mejor.

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