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Presentado por: Yesenia Ospina Correa

Código: 1093229322

Cambiemos el chip

Es evidente que la enseñanza de las matemáticas es uno de los conocimientos más

antiguos que el ser humano ha estudiado e investigado y  se encuentra presente en nuestra

vida cotidiana; sin embargo, su enseñanza en la mayoría de los casos es inaccesible y

genera en la mayoría de niños ansiedad, temor, desconfianza e inseguridad, ya que se ha

creado en ellos una visión errónea de la manera de enseñarlas y aprenderlas, ya que se

generan vacíos de conocimientos en la adquisición de las nociones básicas  desde la

primaria. 

 Para analizar esta problemática es necesario ver sus causas y una de las principales

es la enseñanza tradicional, donde solo se da la transmisión de saberes, el docente solo tiene

la razón y no tiene en cuenta el ritmo de aprendizaje de los estudiantes y las diferentes

formas de aprender.  

 Nosotros como futuros docentes tenemos la obligación de cambiar este chip en los

estudiantes enseñando de una manera agradable, entendible y lúdica. 

Los lineamientos curriculares como orientaciones pedagógicas que apoyan al

proceso y planeación de las áreas obligatorias y fundamentales establecidas por la ley

general de educación, son una base para que los docentes puedan llevar a cabo cada

encuentro con sus estudiantes, donde deben buscar estrategias para la enseñanza de estas, el

juego puede ser un potente método para la enseñanza de las matemáticas, en cualquiera de

sus temas, ya sean fracciones, selección de datos, estadística (media, moda, promedio),
sumas, divisiones, entre otros, ya que por medio de este los niños y niñas fomentan la

creatividad, intelectualidad, autonomía en su aprendizaje, desarrollo inteligencia espacial y

seguridad ante los retos, ya que se presentan de una manera divertida y lúdica, buscando no

generar temor y pereza por las matemáticas.

En ese mismo orden de ideas, se debe tener en cuenta que para que haya un buen

aprendizaje los docentes tanto como los niños, deben desarrollar habilidades que los ayuden

a controlar sus emociones en cada encuentro, se aconseja que se utilicen los espacios

abiertos para que los estudiantes tenga interacción con el entorno, sacándolos de la rutina

de estar siempre en un salón.

Por otro lado, para que las clases de matemáticas no se vuelvan aburridas y

repetitivas es recomendado trabajar haciendo y jugando con materiales manipulativos,

sabemos cómo docentes que los niños, son curiosos por naturaleza, les gusta jugar al aire

libre, ensuciarse, entre otras, lo que hace que la manipulación a temprana edad sea

necesaria y fundamental para el aprendizaje, puedan desarmar, construir y crear,

potenciando el razonamiento lógico y fomentando el interés por aprender dicha materia,

asimismo posibilitan el trabajo individual, ya que se adaptan a las necesidades y ritmos de

aprendizaje de cada alumno, también ayuda al trabajo en equipo donde se da el intercambio

de ideas y conclusiones generadas de la experiencia con los materiales.

Con relación a la implementación del juego y materiales manipulativos podemos

destacar que, al momento de introducirlos en la enseñanza, podemos lograr que los niños

empiecen a tener una visión agradable de las matemáticas, aumentando el interés por

aprenderla e irán eliminando la imagen aburrida, difícil y poco interesante de la asignatura,

también ayudarán a que tengan experiencias tangibles, ejercitando la mente y creando


pensamiento estratégico, por otro lado, ayudarán a comprender los diferentes procesos y

podrán descubrir propiedades, así mismo, se pueden buscar diferentes juegos que se

amolden a los recursos y capacidades que tiene cada aprendiz, posibilita que se genere un

desequilibrio cognitivo, donde el niño o niña deba buscar diferentes alternativas para poder

llegar al resultado; por último, como el alumno se encuentra realizando algo que le gusta, se

disminuyen los bloqueos.

Sin embargo, no se puede dejar de lado algunos conceptos tradicionales de las

clases como la evaluación, tomándola no como un medidor de quién sabe más, si no como

un medidor de lo que se debe mejorar, como un proceso de retroalimentación que nos

muestra que fomentar y potenciar en los estudiantes, además en este proceso se debe tener

en cuenta la palabra de los niños y niñas por medio de la autoevaluación, donde ellos

identifiquen cuáles son sus dificultades y empiecen a crear transformaciones en ellos

mismos buscando superar cada reto u obstáculo.

Al momento que los estudiantes aceptan e identifican que tienen falencias o pocas

competencias en ciertos temas, el docente tiene la oportunidad de implementar cosas

innovadoras en su clase, que se adapten a las necesidades de cada alumno, donde ellos por

medio de la práctica demuestren que si aprendieron los diversos temas, como por ejemplo:

realizar representación de gráficas, explicación de gráficas, que sepan separar mentalmente

cualidades de un objeto para fijarse en una o diversas características comunes (abstracción),

la formulación de problemas y la facilidad de resolverlos, entre otros.

Para finalizar, es importante recordar realizar siempre un diagnóstico de los

estudiantes que tenemos, para identificar sus gustos, expectativas, ritmos de aprendizaje y

así poder dar una clase acorde a sus percepciones.

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