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2 Parcial Psicologia Del Desarrollo
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2 Parcial Psicologia Del Desarrollo
Consignas:
1.Leer el siguiente material bibliográfico:
a. Primera infancia: desde los 18 meses a los 3 años
b.Segunda infancia: desde los 3 a los 6 años
c. Niñez escolar: desde los 6 a los 12 años
2. Teniendo como punto de referencia el desarrollo cognitivo, emocional y social de los
niños en cada momento evolutivo, realizar un nuevo texto (que no supere las 8 carillas)
Por ejemplo: Desarrollo cognitivo del niño: explicar la evolución desde los 18 meses a los
12 años. Lo mismo realizamos con los demás. Queda a elección de los integrantes del
grupo que títulos o como agrupan.
3. Cada integrante del grupo solicitara a un niño o niña de una edad cronológica entre 3 y
8 años la realización de la figura humana, en una hoja A4 blanca, solo con lápiz (no pintar).
También se puede entregar goma de borrar.
La consigna que darán es: “necesito que en esta hoja dibujes una persona completa,
cualquier persona que te imagines… solo tiene que estar completa y no vale hacerla con
palitos”
Una vez realizado el dibujo, que el niño o niña le asignen un nombre y edad.
Realizar una síntesis que indique en qué momento evolutivo del dibujo se encuentra el
grafismo del niño o niña y si es lo esperado para su edad (el niño puede ser hijo, sobrino,
vecino…puede ser conocido. En caso de entrega digital, enviar foto del dibujo)
Capitulo III “ Primera infancia: desde los 18 meses a los 3 años
Características generales de la primera infancia
A los doce meses de vida post-natal comienza un período que se caracteriza
fundamentalmente por la marcha en posición erguida y el habla.
El niño llamado “deambulador”, a diferencia del bebé que dependía de los demás para
desplazarse, va y viene según sus impulsos, se libera de los otros para desplazarse y
explorar el mundo por sí mismo. Con el desarrollo motor, particularmente con el logro de
la marcha erguida, se amplía el espacio que pueda conocer y dominar.
El niño deambulador despliega una superabundante actividad motora y de exploración del
mundo material, y por lo tanto se encuentra absorbido por todo lo nuevo que descubre.
MARGARET MAHLER llama este momento “crisis de acercamiento” y lo sitúa entre los 12 y
15 meses.
Por un lado, es un periodo de activa maduración del sistema nervioso, por otro, de
enlentecimiento del crecimiento físico.
Con respecto al sistema nervioso es un periodo de especialización. Se conforman los
centros motores, del lenguaje, de habilidades especiales, entre otros.
La maduración física descripta y el desarrollo psíquico logrado permiten que comience la
educación para la formación de hábitos de limpieza, orden e higiene personal.
Realidad psíquica y realidad material
Supone el abandono del mundo infantil con un fuerte predominio de lo interno, lo
subjetivo y lo egocéntrico para adaptarse al mundo externo, objetivo y real. La inteligencia
racional orienta la conducta, el orden reemplaza a las turbulencias propias de la
afectividad y de las pulsiones, de este modo el sujeto va internalizando las pautas
culturales e incorporándose a la sociedad de la que forma parte.
Desarrollo de la conciencia de realidad
El lactante no percibe el mundo como un algo ante lo cual se ve enfrentado, sino que
forma forma con él una totalidad, una identidad vivida. El desarrollo de la conciencia
objetiva, que supone la objetivación como separación yo-mundo o sujeto-objeto, es un
proceso gradual.
Durante el primer año de vida se despiertan tanto la conciencia del yo como la del objeto,
en relación con la madre y mediante el manipuleo del mundo circundante objetivo. En el
segundo año de vida se caracteriza por la aparición del habla y las funciones de
representación en general, sufre un “cambio cualitativo”.
Etapa del realismo fantástico o edad del cuento de hadas
La edad del cuento de hadas culmina a los 5 años. A pesar de que el niño está inmerso en
un mundo de fantasía, aparecen rudimentos de la prueba o examen de la realidad proceso
por el cual el sujeto distingue los estímulos procedentes del mundo exterior de los
internos.
Aun después de su nacimiento y por un cierto tiempo, la madre sigue siendo el único objeto con
quien el bebé se relaciona. Pero en un cierto momento la mirada de la madre gira desde el bebe
hacia el hombre. Cuando éste es mirado es como si la línea madre-hijo adquiriere la solidez de la
figura triangular. Para comprender la situación triangular edípica es necesario entender el vinculo
narcisista madre-hijo. Se define narcisismo al amor de la persona por si misma. El hombre nace en
un estado de inmadurez por el cual es incapaz del cuidado de si mismo, lo que promueve en la
madre una actitud complementaria. Existe una relación total de completitud entre la madre que
satisface las demandas del hijo y el niño que desea serlo todo para su madre. Por lo tanto, el
vinculo narcisista implica una relación de dos personas en la que el “otro” es fantaseado como el
que satisface todos los deseos. Sin embargo, en el periodo de amor narcisista no todo es placer. El
vinculo narcisista es vivido por el niño como un dilema de muerte, de encierro o separación, cuya
fantasía se podría expresar así: “Si yo soy como mi mamá, dejo de ser yo, me confundo con ella y
me muero” (encierro narcisista) o “Si yo no soy ella, ella me va a odiar y me va a matar”
(separación como aniquilamiento).
La unión de completitud con la madre es un vinculo tal que si no existiera un tercero que permite
la separación, el hijo pasaría a ser un objeto de su madre. Es un vínculo que a la larga “mata”,
ahoga al no poder dar lugar a ser alguien distinto de la madre. La posibilidad de superarlo reside
en la actitud de la madre; ella puede dejar o no el espacio para un tercero, el padre, abrir o cerrar
ese vinculo dual que hasta ese momento fue satisfactorio. La situación triangular comienza cuando
el hijo capta que él no tiene todo aquello que completa a su madre y la madre no logra toda su
satisfacción en el vinculo filial. La madre invierte la mirada, ya no la dirige al hijo, aparece el padre.
Paternidad
En este periodo irrumpe la figura del padre con cualidades diferentes al rol materno. El padre
representa la apertura a la sociedad y la autoridad familiar. El padre en tanto autor posee
autoridad, entendida esta como cierta aptitud, dominio o capacidad para influenciar o tener
predicamento en el seno familiar. La autoridad paterna se ejerce mediante la entrega, proveyendo
lo necesario para el desarrollo pleno de la familia. Así mismo, la autoridad en la familia es una
acción conjunta y una responsabilidad compartida el padre y de la madre. El rol del padre es
fundamental en la progresiva delegación de responsabilidades, de derechos y deberes del hijo.
Fraternidad
En la vida familiar tiene una gran significación para la crianza la presencia o la ausencia de
hermanos. De modo que ser hijo único, ser el mayor o el menor, tener muchos hermanos o un
hermano gemelo, entre otras experiencias, conllevan una educación y vínculos muy peculiares. El
crecimiento simultáneo de los hermanos en una misma familia posibilita un sólido vinculo entre
los miembros de la fratría. Pero en esta positiva experiencia se advierte la coexistencia de
sentimientos encontrados y disimiles, de amor y de rivalidad fraterna. El hermano despierta la
envidia, la rivalidad y el odio. Es vivido como el que acapara la atención y el amor de los padres.
Celos, agresión, emergen entre hermanos y depende de los padres el alcance de estos y el modo
de expresarlos. Así mismo, con los hermanos se comparten las ansiedades y temores del
desarrollo.
Los Juegos
El niño durante la segunda infancia pasa la mayor parte de su tiempo jugando. El juego es su
mundo, es el modo de descubrirlo y descubrirse. Es el lenguaje por excelencia del niño. Favorece
en esta etapa al desprendimiento respecto de la madre para orientarlo hacia el mundo exterior, la
conexión con otras personas y objetos y el incremento de su confianza en si mismo al permitirle
evaluar sus destrezas. El jugar es un modo de acercamiento a lo real que permanece a lo largo de
la vida. A los 3 años predominan los juegos solitarios y los juegos en paralelo, pero sin interacción
con pares. También, dramatiza la actividad de los adultos en los juegos de roles. A los 4 años
tiende a jugar mas con los otros niños, en grupos de a dos o tres con los que ya interactúa. Para los
5 años, ya los grupos crecen en cantidad de integrantes, donde hay activa participación y
comunicación. Diferencia los juegos según su propio sexo. Al niño de 3 a 6 años le gusta jugar con
sus padres, con adultos o niños mayores.
Con respecto a la preparación del niño para el cálculo, para construir la noción de numero el niño
debe previamente establecer toda clase de relaciones con todo tipo de materiales. El número es
una síntesis establecida entre los objetos mediante la abstracción constructiva de dos tipos de
relaciones, una es la de orden (seriación) y la otra de inclusión jerárquica (clasificación). La noción
de conservación del numero se adquiere cuando el sujeto logra darse cuenta de que la cantidad
permanece igual aun cuando varíe la distribución espacial del objeto.
En una edad en la que puede lanzarse a la conquista del exterior como consecuencia del
“sepultamiento del complejo de Edipo”, pues de ah liberado de la problemática familiar y sus
relaciones se centran fundamentalmente en los otros niños. Ahora su mundo social lo constituyen
el grupo de juegos y el grupo escolar.
Este nivel se caracteriza por las mayores responsabilidades que debe asumir y por las tareas
específicas que le son asignadas y posteriormente serán evaluadas.
1-El aprendizaje pasa a desempeñar el rol central del desarrollo, mientras que la maduración
orgánica ocupa ahora un papel secundario.
Son características de esta madurez infantil la vida interior, la posibilidad de guardar secretos, la
búsqueda de objetivos personales, cierto sentido de la responsabilidad, la aparición de
preocupaciones morales e incluso filosóficas, la admiración y la identificación con algunas
personas significativas del mundo cultural. Sin embargo, debemos remarcar que lo típico de la
niñez escolar es la referencia hacia el mundo exterior que revierte en se invierte en la
adolescencia.