Está en la página 1de 10

Argumentación Jurídica

Clase 2
Unidad I
Temas:
1) La premisa Mayor, la premisa menor y la conclusión.
2) Las falacias.
3) La necesidad de comprobación del las premisas.
4) La argumentación en el estado social de derecho.

LA PREMISA MAYOR, LA PREMISA MENOR Y LA CONCLUSIÓN.


El silogismo es el método mediante el cual se realiza un razonamiento
deductivo. El razonamiento deductivo es el que se utiliza para determinar si
un hecho o idea es cierto al compararlo con una idea o conocimiento
universal.

El silogismo está compuesto de dos premisas y una conclusión. Las premisas son
la premisa mayor y la premisa menor. La premisa mayor o premisa universal, es
una idea universal, es decir, una idea que contiene un atributo esencial, una verdad
conocida o una afirmación que se considera verdadera y universalmente aceptada.

La premisa mayor puede ser Universal afirmativa: todos son…; universal


negativa: Ninguno es…; particular Afirmativa: Algunos son… Particular
negativa: Algunos no son…. La premisa menor o premisa particular, es el
hecho o idea sobre el que queremos saber si es cierto o no y que comparamos
con la premisa mayor. La conclusión es el resultado de la comparación entre
la premisa mayor y la premisa menor.

Prof.: Cristina Zabala M.A


La estructura de un silogismo es la siguiente:

Premisa
Premisa Mayor:
Menor: la Conclusión: La
Los planetas
tierra es un tierra es redonda.
son redondos.
planeta.

Reglas del silogismo: Para hacer un silogismo correcto es necesario seguir


ciertas reglas para evitar errores.

La premisa mayor siempre debe ser una premisa universal. Esto significa que
la premisa mayor, que será nuestro punto de comparación, debe ser una idea que
se sabe que es cierta y por ello tiene valor Universal.

La premisa mayor y la premisa menor deben tener relación. Esto es necesario,


ya que aunque tengamos una idea universal (Todos los mamíferos toman leche) si
la premisa menor no tiene una relación clara (me gusta el chocolate), no puede
existir una conclusión válida, incluso en ocasiones no puede existir una conclusión.

La conclusión no puede hablar de temas que no existen en las premisas. El


resultado de la comparación de las premisas sólo puede contener elementos que
están presentes en una o ambas premisas. Cualquier elemento ajeno, aunque sea
cierto, no forma parte del silogismo.

Las premisas tienen un término común. Esto es lo que permite establecer la


comparación. La premisa universal establece un atributo cierto para cierto sujeto u
objeto de pensamiento.

Prof.: Cristina Zabala M.A


La premisa menor establece una cualidad particular (accidente) del objeto
sobre el que estamos hablando. El término común, también llamado término medio
entre ambas premisas es el punto de comparación, y los extremos son la conclusión.

Esto lo podemos ver en el siguiente ejemplo.

Premisa Premisa
Mayor: Las Menor: Mi Conclusión: Mi pato
aves tienen pato tiene es un ave.
plumas plumas

Observemos que en estas premisas, tenemos en la mayor una afirmación universal:


que todas las aves tienen plumas. En la menor, el caso particular: mi pato tiene
plumas. En ambas oraciones tenemos el término común: tener plumas. Siendo éste
el punto de comparación, el resto es la conclusión, en la cual, el sujeto de la premisa
particular (el pato) entre en la característica de la Universal (es un ave). Además el
término medio no aparece en la conclusión.

Fijación semántica. Un error frecuente en los silogismos, es la ambigüedad


semántica, es decir, que una palabra o término puede tener uno o más sentidos, y
al prestarse a confusión o a error, pueden producir un error de lógica. Es por ello
que muchas veces es necesario hacer una aclaración sobre el sentido y alcance
que se le dará a algunos términos, o sea, para delimitar el alcance semántico de las
palabras.
Esto se puede Ilustrar con el siguiente ejemplo:

Premisa Mayor: Conclusión: Las


Premisa menor:
El hombre por mujeres por
Las mujeres no
naturaleza es naturaleza no son
son hombres.
inteligente. inteligentes.

Prof.: Cristina Zabala M.A


En este caso, el error semántico consiste en que en la premisa universal, “hombre”
se refiere al ser humano como especie, mientras que en la premisa particular,
“hombre” se utiliza en el sentido de género, es decir, el sexo complementario de la
mujer. Por ello es necesario fijar el sentido de algunas palabras que se prestan a
confusión o que pueden tener diversos significados, y revisar que siempre se utilicen
en el mismo sentido.

Errores en el silogismo. Cuando se comete un error en el silogismo el resultado


es una falacia. La falacia es un falso razonamiento, que puede darse por usar las
premisas equivocas, por cambiar el orden de las premisas, por tomar elementos de
juicio que son ajenos a las premisas o eliminar elementos necesarios para la
comparación.

Las falacias se clasifican en paralogismos y sofismas. El paralogismo es un


error en el razonamiento por un mal método, que generalmente pasa inadvertido
para quien lo elabora. Por su parte, el sofisma es un falso razonamiento
intencionalmente encaminado a engañar o confundir a otro, con la apariencia de un
razonamiento.

Ejemplo de una falacia es la llamada ignorancia del sujeto. En este caso, el sujeto
de una de las premisas, no corresponde con la naturaleza del sujeto de la otra
premisa, por consiguiente, aunque tengan el mismo término medio, la conclusión es
errónea:

Premisa
Premisa Mayor: Conclusión: Mi
Menor: Mi
Las aves tienen almohada es un
almohada
plumas. ave.
tiene plumas

Prof.: Cristina Zabala M.A


Como vemos, el sujeto de la premisa particular carece de algunos atributos
esenciales que lo relacionen con la premisa mayor. En este caso, las aves son seres
vivos, mientras que la almohada es un objeto inanimado. Al faltar esta coincidencia
esencial entre los sujetos de ambas premisas, la premisa que se obtiene es falsa.

LAS FALACIAS.

Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con apariencia de


razonamiento correcto. Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que
pretende ser convincente o persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que
vulneran alguna regla lógica. Así, por ejemplo, se argumenta de una manera falaz
cuando en vez de presentar razones adecuadas en contra de la posición que
defiende una persona, se la ataca y desacredita: se va contra la persona sin rebatir
lo que dice o afirma.

¿QUÉ SUCEDE CUANDO ESA COMPRENSIÓN DE UN HECHO O


UNA REGLA RESULTA NOTORIAMENTE INSUFICIENTE SIN QUE,
MUCHAS VECES, PERCIBAMOS DICHA SITUACIÓN?

Pues se produce una falacia, la cual puede ser definida, según García Damborena,
de la siguiente forma:
“A todas las formas de argumentación que encierran errores o persiguen fines
espurios, los llamamos falacias”.

El término procede del latín fallatia, que significa engaño, y lo


empleamos como sinónimo de sofisma, palabra que acuñaron los
griegos para designar el argumento engañoso.

Prof.: Cristina Zabala M.A


Tipos de falacias

Ad hominem: consiste en “atacar a la persona de la autoridad delegada, en vez


de atacar sus cualificaciones”. En efecto, no atacamos las ideas sino a quien las
expone. Por ejemplo, “Juan es fascista y por tanto sus argumentos no valen”.
Notoriamente atacamos la concepción política de Juan cuando correspondería
podamos oponer ideas democráticas y no un ataque a la filiación ideológica.

Petición de principio: Es usar de un modo implícito la conclusión como una


premisa.” Por ejemplo: ¿de qué color es el caballo blanco de Napoleón? La
referencia al color está implícita en la pregunta y ello es una grave contradicción.

Non sequitur: se refiere a la “Denominación genérica para todos los argumentos


en que la conclusión no se sigue de las premisas. (…) La forma más frecuente de
esta falacia la ofrecen las deducciones incorrectas. “Por ejemplo, “los lectores de
JURIDICA son abogados preocupados por su actualización; Juan y María leen
JURIDICA; por lo tanto, Juan y María leen solo libros de Derecho”. En esta idea,
hubiere sido natural que refiriéramos que Juan y María eran abogados preocupados
y sin embargo, hemos emitido una conclusión que no se obtiene de las premisas.

Ad ignorantiam: es “Ad ignorantiam (apelar a la ignorancia) (es) argüir que una


afirmación es verdadera solamente porque no se ha demostrado que es falsa.” Por
ejemplo, “A afirma: ha ocurrido hoy una grave caída de la Bolsa de Valores de Lima;
B replica: Eso no es cierto, no hay ningún reporte oficial al respecto; A reconviene:
¿Puede Ud. acaso demostrar que no ha habido caída?”. Notemos en este caso
que si B efectúa una aclaración de negación, evidentemente no podrá
demostrar algo que no existe.

Prof.: Cristina Zabala M.A


De generalización precipitada: “Surge este sofisma cuando se generaliza a
partir de casos que son insuficientes o poco representativos.” Por ejemplo, “este
libro no analiza los temas de fondo en su introducción. Por lo tanto, ha de ser por
cierto incompleto”. No podemos juzgar el contenido total de un libro si solo
analizamos una parte del mismo.

Recuerda que: Si las falacias se insertan en nuestra argumentación,


corremos el riesgo de que el resto de la construcción se vea afectada y
adolezca la justificación externa- aporte de razones válidas en el ámbito
material de lo normativo, doctrinario y jurisprudencial- de fisuras en su
desarrollo. Imaginemos, por ejemplo, una sentencia que involuntariamente o
por falta de percepción acuciosa de la cuestión fáctica, introduzca hechos
falsos. Es casi seguro que el razonamiento resulte finalmente defectuoso. Por
tanto, la exigencia argumentativa apunta a evitar las falacias, sea cual fuere
su naturaleza.

LA NECESIDAD DE COMPROBACIÓN DEL LAS PREMISAS.


En conclusión debemos observar cuales son las ventajas y las desventajas

Ventajas:
Sirve de apoyo a la interpretación
y aplicación de hechos a la norma.
Nos permite realizar un esquema
lógico y formal, sobre unos
acontecimientos y su resultado.
Prof.: Cristina Zabala M.A
Desventajas:
Que aunque la lógica debe ser respetada,
su satisfacción no es condición suficiente
para que el razonamiento sea
jurídicamente correcto, sino que sólo es
una condición necesaria.

Entonces es necesario la comprobación por que: No admite equivocación,


simplemente postula que una conclusión es válida si se deriva de las premisas
de base. Podemos concluir, que este tipo de interpretación lógica y formal nos
da la clave para entender el valor y al mismo tiempo los límites del
razonamiento lógico en el campo jurídico.

Prof.: Cristina Zabala M.A


LA ARGUMENTACIÓN EN EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO.

La identificación del Estado contemporáneo está vinculado al modelo de Estado


constitucional de derecho y a los mecanismos procesales para hacer efectiva la
defensa y eficacia de dicho modelo, mecanismos que en su expresión resumida lo
encontramos en el Derecho Procesal Constitucional. El Estado Constitucional y el
Derecho Procesal Constitucional, en apariencia son temas que no se relacionan, sin
embargo, es todo lo contrario, son parte de una misma realidad.

El primero, visto como un sistema político y un modelo de Estado, que a pesar


de tener su origen en el Estado de Derecho, tiene sus propias reglas y
principios, por lo mismo es un sistema que es necesario estudiarlo y
difundirlo. El segundo, como un mecanismo e instrumento para hacer posible los
objetivos del primero, como tal, debemos sumarnos a su desarrollo y difusión.

Los fundamentos y orígenes de ambos no solo se encuentran en la teoría del Estado


y en la teoría del derecho, respectivamente; sino también en la necesidad de que
las sociedades contemporáneas se valgan de elementos organizativos, y que éstos
se legitimen como soportes institucionales para la convivencia pacífica y civilizada.

Las distintas concepciones clásicas del Derecho han sido, si se quiere,


complementadas con nuevas y diversas posturas, adquiriendo especial
atención las correspondientes a las posiciones provenientes del seno de la
hoy denominada y ampliamente difundida.

Lo anterior se debe, entre otras razones, a que el «constitucionalismo» ha dado


paso a un más acabado enfoque del Estado de Derecho, razón por la cual, la
argumentación jurídica ha pasado a tener en la cultura jurídica contemporánea un
lugar muy especial, como da cuenta de ello la importante producción bibliográfica
de la dogmática.

Prof.: Cristina Zabala M.A


.
En definitiva, luce evidente que si el Estado de Derecho tiene como finalidad última
garantizar la libertad de los individuos y la argumentación jurídica es condición
necesaria ―aunque no suficiente― para sentar las bases mínimas que deben
exigirse a los órganos estatales para la racional y razonable justificación de sus
actuaciones y decisiones, entonces, de una manera bastante ostensible, debe
concebirse y enseñarse la teoría de la argumentación jurídica como una herramienta
indispensable al servicio, práctica y garantía en serio de la Libertad.

Próxima clase:
Investigar el principio de legalidad y los poderes públicos.
Traer apuntes para debatir.

Prof.: Cristina Zabala M.A

También podría gustarte