Está en la página 1de 2

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Teología
Asignatura: Moral fundamental
Docente: Alberto Munera Duque, SJ y Maria Isabel Gil Espinoza
Estudiante: Juan Diego Hernández Gaviria

SÍNTESIS ANALÍTICA Y CRITICA DE TEMA 8: ANTROPOLOGÍA


TEOLÓGICA CRISTIANA: LA JUSTIFICACIÓN Y LA GRACIA
CONSTITUTIVA:
Es importante iniciar reafirmando, que el pecado original como mancha, es una falsa
concepción, no es algo genético; y es por eso que el ser humano no sólo esta constituido
para la realidad negativa (el pecado) sino de manera abundante por la gracia, dicha realidad
positiva, incluso tiene más fuerza que el mismo pecado. Entonces, ¿Qué es el pecado? Es la
ausencia o mejor dicho la desconexión de la gracia. Es así como la libertad humana está
constituida por la posibilidad trascendental de optar por el bien o por el mal.
Recordemos, entonces que el nivel trascendental, es la posibilidad de hacer una acción
(gracia o pecado) y el nivel categorial, es cuando realizamos la gracia o el pecado, es muy
importante tener claro la diferencia entre nivel trascendental y nivel categorial, porque
desde ahí podemos tomar conciencia que todos estamos constituidos en sujetos dotados de
una gracia inicial constitutiva, la cual no se da de manera meritoria sino gratuita por eso se
llama gracia, puesto que se nos otorga desde la creación.
Hacemos parte de una creación Crística, puesto que todo lo creado es salida de Dios, en
todo lo que vemos y existe aunque no lo podamos contemplar en su totalidad, podemos
entablar la relación con Dios, pues todo está convocado por la gracia, todos somos gracia y
dicha gracia es Crística, en cuanto se nos fue otorgada en la razón redentora de Cristo, es
decir, como lo llamará San Pablo, en la “justificación” por Cristo. En la salvación que
hemos recibido por y gracias a Él, según la Patrística Griega, encontramos en dicha
salvación la divinización del hombre y la mujer como finalidad de la encarnación del
Verbo.
Es importante, que no perdamos de vista que la “justificación en Cristo”, es procesual, no
es un acto mágico que se da en un sacramento especifico sino que se vive y se goza a lo
largo de la vida, es por eso que el bautismo, es una realidad que estamos llamados a vivir
día a día, es decir, en cada momento podemos elegir vivir desde la gracia y si nos
desconectamos, tomar conciencia de ello y volver. En ese camino de “justificación” vamos
poco a poco, eliminándonos de todo aquello que en el ser humano es “no ser Dios”. Es por
eso que, aunque existe la posibilidad de desconexión, también podamos tomar conciencia
de que estamos invitados a establecer dicha relación positiva con el otro.
En otras palabras, la “justificación por la fe”, en San Pablo, es acoger la fe, pero no como
una aceptación noética de Cristo, sino como opción vital y consciente, donde nos vamos
configurando y conformando a imagen de Cristo. La gracia tiene unos elementos
constitutivos, los cuales nos permiten comprender que la gracia no es que se nos de una
cosa, sino que se nos da a Dios mismo, por lo tanto, no es un acto jurídico, sino que es una
realidad que tiene como contenido la infusión de una nueva vida y es así como
participamos de la vida divina lograda en la unión con Dios.
Es así, como podemos contemplar la moral liberadora, que va emergiendo a partir de las
decisiones concretas que cada uno va tomando, sin olvidar que vamos degustando de la
libertad de dicha gracia de manera procesual.

También podría gustarte