Está en la página 1de 2

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Teología
Asignatura: Moral fundamental
Docente: Alberto Munera Duque, SJ y Maria Isabel Gil Espinoza
Estudiante: Juan Diego Hernández Gaviria

SÍNTESIS ANALÍTICA Y CRITICA DE TEMA 9: ANTROPOLOGÍA


TEOLÓGICA CRISTIANA: LA CONCIENCI MORAL CRISTIANA – LOS
VALORES:
Es importante iniciar está síntesis, recordando que hemos reconocido la gracia como la
trasformación constitutiva del sujeto y es por ello que abordaremos la conciencia moral
cristiana no como una conciencia psicológica sino desde una piscología teológica. Es decir,
partiendo de la acción, del contacto del Espíritu Santo con nuestra conciencia, pues
afirmamos que el E.S es derramado en nuestros corazones y por lo tanto podemos elegir
actuar desde su acción.
Es por eso que si estamos conectado a la acción del Espíritu Santo en nosotros, podemos
afirmar que lo que nosotros como cristianos operamos y obramos es obra nuestra, pero al
mismo tiempo es obra de Dios, a esa realidad la solemos llamar “mociones espirituales” o
“toquecitos del espíritu”, los cuales son impulsos o movimientos internos que el cristiano
siente, claro está que frente a dichas mociones o toquecitos del Espíritu, debemos estar muy
atentos, para escucharlos, acogerlos y saberlos discernir para así tener mayor claridad que
vienen del Espíritu Santo.
Teniendo en cuenta, lo que hemos desarrollado anteriormente es importante reconocer así
mismo las tres funciones de la conciencia, pues esta tiene una función cognoscitiva, crítica
y selectiva. En la función cognoscitiva, como la misma palabra lo refiere nos habla de la
capacidad que tiene todo cristiano de conocer y conocerse con su conciencia. El cristiano se
sumerge en una “meta-noia”, es decir, surge una transformación y el cristiano percibe y
puede entender la realidad como Cristo las entiende y las ve.
En otras palabras, cuando el cristiano logra “bañarse”, sumergirse en su conciencia, puede
optar por entender y acoger la realidad como Cristo la entiende y la acoge. La función
critica de la conciencia, parte de un juzgar los criterios para obrar, es decir, es la opción que
hace la conciencia de revisar lo que ya conoce (valores y criterios) y confrontarlo con la
novedad, para así convertirlo en un criterio o valor de actuación.
Los valores cristianos, ya se nos han dado, debemos estar muy atentos para acompañar su
emergimiento en nosotros y así ir haciendo explícitos esos valores en nuestros
comportamientos. Finalmente, la función selectiva de la conciencia, la podríamos
identificar como una membrana espiritual, la cual va muy conectada al discernimiento que
es el último paso en la conciencia cristiana y es el que nos lleva al actuar, es por eso muy
importante discernir constantemente nuestros comportamientos para verificar si estamos
viviendo conectados a la acción, al modo de “SER” de Dios en nosotros.
Porque sino estamos atentos a esas mociones o toquecitos del espíritu, será muy difícil
discernir nuestros impulsos teniendo la mente y el corazón embotados y terminaremos
viviendo en razón de las leyes exteriores y no de los valores y acciones que emergen desde
la conciencia profunda.
Es así, como dichos criterios reflexionados anteriormente los podamos vivir en clave de
discernimientos para no vivir en razón de leyes pues si estamos conectados a la acción viva
del Espíritu en nosotros, podremos actuar desde, en y por el amor. En el constante ejercicio
del discernimiento podremos revisar los artes y engaños de nuestras acciones.
Finalmente podemos ver como el Concilio Vaticano II, ubica lo conciencia no desde el
cumplimiento de normas, sino que se ubica en el seguimiento de la propia conciencia, que
como ya lo hemos mencionado anteriormente con insistencia deber estar acompañado y
mediado por el discernimiento cristiano, el cual marca el comportamiento humano a través
del pensar, juzgar y discernir.

También podría gustarte