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Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Teología
Asignatura: Moral fundamental
Docente: Alberto Munera Duque, SJ y Maria Isabel Gil Espinoza
Estudiante: Juan Diego Hernández Gaviria

SÍNTESIS ANALÍTICA Y CRITICA DE TEMA 6: EL PLAN DE DIOS EN CRISTO


LA MORAL CRISTIANA: NO SISTEMA NORMATIVO SINO ANTROPOLOGÍA
TEOLÓGICA:
Lo primero que debo iniciar indicando, es que la moral cristiana no consiste en leyes y
adoctrinamientos, sino que es una comprensión del ser humano en Cristo. Para ello ha sido
importante seguir ahondando en la moral como sistema normativo y así poco a poco ir
verificando como la vida cristiana, el proyecto propuesto por el Padre en su Hijo Jesús, es
más un sistema normativo, que dice lo que es bueno, designa lo mala y castiga, pues seguir
acogiendo una moral cristiana normativa es alimentar el morbo y seguir rechazando la
revelación plena hecha en la persona de Jesús.
Es así, como podemos encontrar en documentos como, por ejemplo, el catecismo de Juan
Pablo II, que el esquema fundamental de la moral son los hechos, esquema tomado de
Santo Tomás, en la “Summa Theologica”. Y es así como la importancia de dicha moral,
radicará en los actos humanos y entonces se resumirá de manera abrupta y caprichosa que
si cumplimos la ley (mandamientos), estamos en gracia de Dios y si incumplo la ley
(mandamientos) me alejo de Dios. Como si la gracia o nuestra relación con Dios, estuviera
mediadas por nuestro comportamiento o peor aún estuviera constituida en cosas que
hacemos y dejamos de hacer.
Un ejemplo y recurrente, de esta moral va a ser en contra de la sexualidad humana,
restringiendo y castigando dicha sexualidad, como si fuera un castigo divino, cuando en
verdad en una fuerza vital que habita en cada ser humano. Bajo la perspectiva normativa de
la moral cristiana que venimos estudiando, el concepto de pecado, quedará limitado a una
interpretación moralizante de los pecados y a una interpretación de la conciencia y de la
libertad humana.
Es así, como podemos ver que dicha moral, que lastimosamente sigue predominando en
algunos sectores de la Iglesia, no va conecta a lo indicado en el Concilio Vaticano II. Pues
pareciera, que muchas veces se prefiere cuidar y defender estructuras obsoletas y antiguas
que abrirse a la novedad y renovación que regala el Espíritu Santo. Por otro lado, vemos,
como el plan de Dios en cristo, se basa en una antropología, donde descubrimos como Jesús
es la versión humana de Dios mismo y por ende las características de Jesús, son las
características de Dios.
Por lo tanto, la humanidad es divinizada en Cristo Jesús, y esto trae como consecuencia que
todo lo que le acontece a Jesús, le acontece al Padre, nuestra moral cristiana, tiene una
característica preciosa y es que no hay realidad humana que no sea intrínseca a Dios, es
decir, nada de lo que vivamos es ajeno a Dios y, por lo tanto, Dios no está fuera de la
realidad bella o dolorosa que vivenciemos, sino que está en la realidad por más alegre o
dolorosa que pueda ser.
La antropología teológica tiene tres preguntas y respuestas claves: ¿De dónde venimos? De
una creación hecha por Dios ¿Quiénes somos? Capax Dei Y ¿A dónde vamos? A
incorporarnos a la plenitud de la humanidad. Esas preguntas nos traen como consecuencia
que la divinización humana ya no es algo absurdo, pues se nos da de una filiación adoptiva,
pues, Dios actúa en nuestro ser y nos transforma y nosotros cooperamos con dicho proceso.
Es así como la moral cristiana, es una moral de seguimiento, donde estamos llamados a
obrar como Cristo y a ser progresivamente transformados en otros Cristos.

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