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“INAUDITO MINISTERIO
DEL SACERDOCIO CRISTIANO:
EL HOMBRE ES A LA VEZ VICTIMA Y SACERDOTE”
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PRESENTACION
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1. JUSTIFICACION.
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necesario que Cristo sufriera todo eso, para entrar en su gloria?” (
Lc 24, 26 ), les dice Jesús a sus discípulos camino de Emaús.
¡Encontrar la Vida, será la gloria del discípulo.
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¡Cuanta gratitud! El Señor ha tomado la iniciativa al llamar al
discípulo. Ser discípulo es llegar a ser pertenencia o propiedad
de Dios. Ello implica una singular proximidad a Dios. Esta
cercanía divina es, en otros términos, una toma de posesión por
parte de Dios, de aquello que le pertenece por gratuita elección de
Dios: “Yo los elegí a ustedes”. Entonces sucede para el
discípulo una transformación real, la santificación. No entendida
como algo puramente moral, sino ontológico; es decir, que afecta
al ser mismo de la persona.
Para Jesús, solo hay un amor, el del Padre; en Jesús, solo hay
una confianza, en el Padre. Los dos son Uno. Solo una misión
en su corazón: hacer la voluntad del Padre. Desde la
adolescencia lo sabía y lo manifestaba abiertamente: “¿Por qué
me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos
de mi Padre?” ( Lc 2, 49).
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vida, obras, palabras, pasión, muerte, resurrección y ascensión,
son la respuesta del Hijo a la voluntad del Padre.
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“TE DOY GRACIAS, PADRE, PORQUE HAS
ESCUCHADO MI ORACIÓN” ( Jn 11, 41 ). “YO TE BENDIGO,
PADRE, PORQUE HAS OCULTADO ESTAS COSAS A LOS
SABIOS E INTELIGENTES Y SE LAS HAS MOSTRADO A LOS
PEQUEÑITOS. SI, PADRE, ASÍ TE PARECIÓ BIEN” ( Lc 10, 21)
“YO RUEGO POR ELLOS…POR LOS QUE TÚ ME DISTE” (Jn
17, 9 ).
1. 3 EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
CONCILIO VATICANO II
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por los doctores y pastores de la Iglesia, son un don divino que la
Iglesia recibió de su Señor y que con su gracia conserva siempre.
La autoridad de la Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, se
preocupó de interpretar estos consejos, de regular su práctica e
incluso de fijar formas estables de vivirlos. Esta es la causa de
que, como en árbol que se ramifica espléndido y pujante en el
campo del Señor partiendo de una semilla puesta por Dios, se
haya desarrollado formas diversas de vida solitaria o comunitaria
y variedad de familias que acrecientan los recursos ya para
provecho de los propios miembros, ya para bien de todo el
Cuerpo de Cristo” ( L G 43 ).
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Tengan todos bien entendido que la profesión de los consejos
evangélicos, aunque implica la renuncia de bienes que
indudablemente han de ser estimados en mucho, no es sin
embargo, un impedimento para el verdadero desarrollo de la
persona humana, antes por su propia naturaleza lo favorece en
gran medida “ ( L G 46 ).
N. 573
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N. 574
N. 575
N. 576
N.577
N. 603
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dedican su vida a la alabanza de Dios y salvación del
mundo.
MAGISTERIO LATINOAMERICANO
Santo Domingo N. 37
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N. 856: “La Vida Consagrada, en todas sus
modalidades, con mención explícita de la Contemplativa, es en sí
misma, por la radicalidad de su testimonio, “un medio privilegiado
de evangelización eficaz” ( EN 69).
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Para librarle de las influencias cristianas, su padre le hace
soldado contra su voluntad y le incorpora al arma de caballería, y
nos dice su historiador, Sulpicio Severo, que supo conciliar sus
nuevos deberes con las aspiraciones de su alma, haciendo una
vida de monje y soldado, casta y sobria, amable y valerosa,
caritativo con todos. En el año 339, recibe el bautismo y se
entrega exclusivamente el servicio de Dios.
Al lado de San Hilario, en Poitiers, es formado por el santo Obispo
en la disciplina religiosa. Vuelve a Panonia para trabajar en la
conversión de sus padres. Su celo por la ortodoxia le acarrea el
odio de los herejes. Le persiguen, le maltratan y lo dejan medio
muerto. En Milán, el obispo arriano Maxencio le expulsa de la
ciudad después de haberlo azotado; despojado y malherido por
los hombres, se retira a un islote salvaje, la ínsula Gallinaria, una
roca que se halla en la costa de Génova, allí medita y hace
penitencia.
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La Regla Benedictina es uno de los documentos más importantes
de la historia de la espiritualidad. Consta de setenta y tres
capítulos: Ascética general, código litúrgico, código penitencial,
ordenamiento interno. Recoge toda la tradición clásica monástica,
con referencias a San Agustín, Casiano, San Jerónimo, San
basilio y otros.
Le da un tono personal, lleno de sentido común y sobrenatural,
más practico y eficaz, lo que explica su éxito.
Expone doce grados en la virtud de la humildad: Temor de Dios
siempre ante los ojos. No amar los propios deseos ni buscar
placer en ellos. Obediencia en todo al superior por amor a Dios.
Obediencia serena y sin escaparse ante las dificultades e
injusticias. Confesar con sencillez todas las faltas, aún secretas, al
Abad. Estar alegre ante malos tratos, trabajos miserables y
duros. Considerarse menor a todos, no solo con la lengua, sino
también de corazón. Hacer sólo lo que manda la Regla y el
ejemplo de sus superiores. Silencio: controlar la lengua y no
hablar si no se le pregunta. No reír con estrépito. Hablar con
gravedad, gentileza, modestia, breve y razonablemente, sin alzar
la voz. Manifestar no menos humildad en la conducta que el
corazón.
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El “alma victima”, imitando a Jesucristo, se despoja de todo: sin
multitudes a su lado, sin aclamaciones ruidosas, sin
manifestaciones de apoyo, sin ostentaciones, en la soledad, en la
marginación y el desprecio.
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La libertad es el gran anhelo del discípulo. Por eso, su gran lucha,
su tarea, será conocer al que es la Verdad: Jesús de Nazaret. La
libertad nace en el corazón del discípulo, pues se es libre en el
interior. Esa libertad es lo que ofrece el consejo evangélico de la
OBEDIENCIA. Una libertad experimentada por Jesús en plenitud
sometiéndose libre y gozosamente a la voluntad del Padre. El
discípulo entenderá que el espacio infinito de la libertad está en el
querer de Dios.
2. 2. VOCACION A LA SANTIDAD.
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Y también comprenderá que aceptando su debilidad sentirá la
necesidad de mirar y acudir al “Amor de los amores”, porque Él
está pronto a ayudar a su consagrado. Solamente se requiere
pedir misericordia, pedir apoyo.
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“El que como mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo
en él” ( Jn 6, 56 ).
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delante de Cristo Eucaristía. Entremos, de algún modo, “en la
escuela” de la Eucaristía. Muchos sacerdotes, a través de los
siglos, han encontrado en ella el consuelo prometido por Jesús la
noche de la Última Cena, el secreto para vencer la soledad, el
apoyo para soportar sus sufrimientos, el aliento para retomar el
camino después de cada desaliento, la luz interior para confirmar
la propia elección de fidelidad.
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Vivir en la Eucaristía el memorial de la muerte de Cristo implica
también recibir continuamente este don. Significa tomar con
nosotros a ejemplo de Juan a quien una vez nos fue entregada
como Madre. Significa asumir, al mismo tiempo, el compromiso
de conformarnos a Cristo, aprendiendo de su Madre y dejándonos
acompañar por ella. María está presente con la Iglesia, y como
Madre de la Iglesia, en todas nuestras celebraciones eucarísticas.
“Yo les declaro que de igual modo habrá más alegría en el cielo
por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve
justos que no tienen necesidad de convertirse” ( Lc 15, 7 ).
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porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34). “Hoy mismo estarás
conmigo en el paraíso” (Lc 23, 43).
El discípulo, al igual que S.S. Juan Pablo II, tendrá que decir y
vivir con el Papa: “En todos los sacerdotes quiero venerar la
imagen de Cristo que habéis recibido con la consagración, el
“carácter” que marca indeleblemente a cada uno de vosotros”
(Carta Jueves Santo. Año 2000).
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vuestra sangre y si teméis lo que es de Dios, ¿por qué no amáis
lo que es también vuestro?. Si rehuís al que es Señor, ¿por qué
no recurrís al que es padre?.
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PRINCIPIO; AL MATARLOS SE LES DIO LA VIDA, Y AHORA
BRILLAN EN EL CIELO, CUANDO SE PENSABA HABERLOS
SUPRIMIDO EN LA TIERRA.
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El discípulo orante, sabe que todo lo puede en Aquel que lo
conforta, porque está crucificado con Cristo; entonces, la oración
es el guardián de la CASTIDAD, la pureza le llenará de Dios y el
poder de lo Alto se mostrará en la fidelidad y en la certeza en las
promesas divinas. Fluirá en el discípulo el poder de Dios porque
en la oración constante le ha permito a Dios actuar en él y
llenarse del que lo puede todo.
2. 7 EN LA ESCUELA DE MARIA.
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“Cuando celebrando la Eucaristía nos encontramos cada día en el
Gólgota, conviene que esté a nuestro lado Aquella que, mediante
una fe heroica, realizó al máximo su unión con el Hijo,
precisamente allí en el Gólgota” (JUAN PABLO II, carta Jueves
Santo 1988).
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prolongado en los acontecimientos del día, es la contemplación de
las bondades de Dios Padre al ritmo del Ave María.
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3. DESARROLLO DEL DISCIPULO.
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“Pensemos en la escena de la pesca milagrosa, tal como la
describe el Evangelio de Lucas (5, 1-11). Jesús pide a Pedro
un acto de confianza en su palabra, invitándole a remar mar
adentro para pescar. Una petición humanamente
desconcertante: ¿Cómo hacerle caso tras una noche sin
dormir y agotadora, pasada echando las redes sin resultado
alguno? Pero intentarlo de nuevo, basado “en la palabra de
Jesús”, cambia todo. Se recogen tantos peces, que se
rompen las redes. La Palabra revela su poder. Surge la
sorpresa, pero también el susto y el temor, como cuando nos
llega de repente un intenso haz de luz, que pone al
descubierto los propios límites. Pedro exclama: “Aléjate de
mi, Señor, que soy un hombre pecador” (Lc 5, 8). Pero apenas
ha terminado su confesión, la misericordia del Maestro se
convierte para él en comienzo de una vida nueva: “No temas.
Desde ahora serás pescador de hombres” (Lc 5, 10). El
pecador se convierte en ministro de misericordia; de pescador
de peces, a pescador de hombres.
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“Estén despiertos y oren, para que no caigan en tentación; el
espíritu es animoso, pero la carne es débil” (Mc 14, 38).
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El discípulo comprenderá día tras día, que el centro de la vida
comunitaria es la persona adorable de JESUS y su Evangelio.
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“Quien no haya aprendido a adorar la voluntad del Padre en el
silencio de la oración, difícilmente logrará hacerlo cuando su
condición de hermano le exija renuncia, dolor, humillación”
(Puebla 251).
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“De la dimensión oblativa nace la fuerza para:
• Abandonar los apegos,
• La capacidad de dar sin esperar recompensa,
• La superación de naturales repugnancias,
• La apertura y la disponibilidad para todos,
• La prudencia para saber adaptarse a situaciones
cambiantes,
• La sensibilidad para acoger los valores de una cultura
diversa.
• La flexibilidad en los comportamientos.
• El esfuerzo para estar continuamente al día”
(REVISTA DE MISIONES N. 751)
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(JAIME MORENO, Psicología y consagración religiosa. Ed.
San Pablo).
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“Remar hacia el fondo de la vida de la Iglesia es situarse en el
clima de la Palabra. Esa Palabra de Vida que guarda la Iglesia y
que la lleva a ser PROFETA de la nueva evangelización. Por eso
que estos años de formación del discípulo el contacto de la
Palabra, ya en base de su estudio, de su lectura, de su
interiorización, de su oración. Son claves para que el Profeta surja
desde dentro y sea auténtico.
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4. “SOMOS SIERVOS INUTILES” (Lc 17, 10).
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Dios; el crecimiento, lo realiza Dios, y los frutos, son para la gloria
de Dios.
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Sentirse “siervo inútil” es una forma de fidelidad a Cristo pobre,
casto y obediente. A Cristo que se da en gratuidad. El discípulo
no puede olvidar que es Dios quien ha tomado la iniciativa de
configurarnos con Cristo, pues “solo Dios basta” (Santa Teresa de
Jesús).
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ENCONTRÓ como consecuencia de su obediencia al Padre (Cf.
Jn 12, 24).
Señor:
Cuando mi voz se apague
y mis oídos no retengan las notas,
cuando mis brazos no se levanten
y mis manos no aplaudan,
cuando los dedos no sean capaces
de rasguear un instrumento,
que no sea tarde,
que haya aprendido
a contemplarte en el silencio
y entonces los dos,
sólo los dos,
para enfrentar el presente
y volar al infinito.
“Jesús volvió de las orillas del Jordán lleno del Espíritu Santo y se
dejó guiar por el Espíritu a través del desierto” (Lc 4, 1).
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36); necesita hablar con su Abba (Cf. Mt 26, 42); necesita tomar
decisiones (Cf. Mc 3, 13).
La soledad para hacer intimidad con Dios, para estar con él, para
contemplarle y adorarle; soledad para ver el rostro de Cristo en
cada hombre y amarle y servirle en el hermano con sus dones y
carencias, su pobreza y riqueza, su gracia o pecado.
“Me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes; así completo en
mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, para bien de su
cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24).
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La Almas Victimas, ya sea porque han sido llamadas por Dios
para tal fin, ya sea porque en esta vida les toca sufrir dolores
espirituales o corporales, ya sea por largas y penosas
enfermedades (Cf. Catecismo Iglesia Católica N. 1502 ) o por
ser conscientes de la necesidad de ofrendarse con sacrificios y
horas de oración frente al Santísimo Sacramento del Altar. Los
discípulos ofrecerán por amor sus vidas a Dios a través del
Corazón Inmaculado de María, siempre tomados de su mano
santísima y maternal, acompañados por el Auxilio de los
cristianos, María, la Reina victoriosa del mundo.
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una vida tranquila y de paz, con toda piedad y dignidad. Estas
oraciones son buenas y agradan a Dios. Pues él quiere que todos
los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”
(1Tim 2, 1-4).
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para las pruebas. Sermón 46, 10-11, Oficio Divino Tomo IV,
página 248).
INDICE GENERAL
PORTADA……………………………………………………………..1
PRESENTACION……………………………………………………..2
1. JUSTIFICACION
1.1. LA PALABRA REVELADA………………………………..3
1.2. EL TESTIMONIO DE JESUS……………………………..5
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1.3. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA……………………….8
1.4. EL TESTIMONIO DE HOMBRES DE IGLESIA………..12
1.5. EL LLAMADO DE JESUS A SER ALMA VICTIMA……14
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