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Catequesis de confirmación

Tema: La acción del Espíritu en la vida del cristiano.

Expositor: Oswaldo Yanguma Capera.

Objetivo: Concientizar a los jóvenes, sobre la acción del Espíritu Santo, es siempre viva y eficaz,
pues el Espíritu lo abarca todo lo transciende todo y esta todo en todo.

Hecho de vida: Animar a los jóvenes para que dibujen una paloma y escriban dentro de ella que
acciones ilumina en su vida el Espíritu Santo y como los ayudan a ser mejores.

El catequista ayudara diciendo como actúa el Espíritu en la vida del cristiano y como busca siempre
lo mejor para cada uno de los jóvenes. Lo podrá hacer por medio de preguntas o con acciones que
vienen del Espíritu.

Breve dialogo

¿Cómo reconozco el Espíritu en mis acciones buenas?

¿Soy consciente de que soy puente entre el Espíritu Santo y la vida de los demás hombres, por
medio de mis acciones?

Iluminación bíblica:

Texto: Ef 2,19

El catequista invita a leer este texto y luego hará una breve reflexión sobre “ser conciudadanos de
los santos y familiares de Dios”.

Dialogo:

¿Qué significa ser conciudadano de los santos?

¿Es importante reconocer mi familiaridad con Dios?

¿Crees que es un privilegio tener al Espíritu como guía y dador de esa vida en santidad?

Enseñanza.

1. El Espíritu hace participes de la vida divina: por el poder de espíritu santo participamos
en la pasión de Cristo, somos miembros de su cuerpo que es Iglesia, sarmientos unidos a
una vid que es Él mismo.
La presencia de Espíritu en el hombre se puede llamar también “gracia santificante”,
porque somos participes en la vida divina. Es un proceso de cristificación en el Espíritu
que tiene un inicio una finalidad y unos medios.
El espíritu dispone la acogida de la vida divina con la fe, es decir gracias a la fe que es un
don amoroso de Dios, el hombre se puede acercar mas a Dios, devolviendo esa amistad
que se pierde cuando solo se llaga al raciocinio.
Por eso gracias al Espíritu se llegara a ser hijos en el Hijo, es decir el hombre Cristo gracias
a su pasión y muerte comprende que el nos da ese vinculo filial que es muy importante si
se tiene la consciencia que es guiada y pulida por el Espíritu Santo, reconociendo que la
“vida en Cristo”, en el Espíritu, se expresa en una vida filial; lo anterior lo podríamos
reconocer teniendo al Espíritu como maestro de oración, ya que esta es símbolo de plena
confianza en Dios y de allí que actúe como hijo que ama a su padre.
2. Testigos en el Espíritu: la misión del Espíritu es transformar al hombre en testigo del
amor de Padre y de Cristo, reconociendo que cada cristiano es testigo del evangelio con
su propia vida. la acción del Espíritu no es, sin embargo, automática, porque él no
pertenece a una acción pasiva del hombre, sino que a contrario lo que hace es colaborar
eliminando todo lo que impide ese obrar de Dios.
Para que se elimine todo lo que hay de malo de debe luchar contra la “carne”, es decir lo
que esta inserto en el hombre que lo conduce al mal y a las pasiones desenfrenadas;
buscando que esa lucha lo lleva a “conseguir” el fruto del Espíritu que es la santidad que s
todo lo contrario a la carne y sus inclinaciones.
Para que se de una verdadera lucha, el hombre debe arrepentirse en el Espíritu es decir
reconocer que sin Él no se da nada y con Él se gana todo. dada esa conversión se llega a
una renovación donde el principal, actor es el Espíritu que guía al hombre con amor y
servicio, a su encuentro vivo y eficaz con Dios.

Conclusión:

El Espíritu santo es verdaderamente el corazón en la vida cristiana. La salvación no es fruto del


hombre sino el acontecimiento de una relación intima con Dios que se inscribe en la experiencia
filial del hombre. Descubrir la importancia de la vida en el Espíritu, significara dar nervatura en la
historia con la fecundidad del evangelio y de la eficacia de su evangelio. Dirigirse al Espíritu,
entonces, significa invocar el don de la docilidad a su acción; actuando así la vida del creyente
estará puesta bajo la acción constante, vivificante y sanadora del Paráclito.

Compromiso:

La paloma que se hizo al principio, se pedirá a los jóvenes que la pongan en un lugar visible y todos
los días pidan a Dios, mediante una oración, que esa acción la puedan cumplir con amor y
diligencia.

Tarea:

Con sus padres, buscarán en las Sagradas Escrituras la cita Mt 3,11. Y harán una oración pidiendo
al Espíritu Santo la acción de ser mas santos y sabios.

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