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¿Qué y Cuáles son las Corrientes Epistemológicas?

Entre las corrientes epistemológicas más importantes destacan el escepticismo, el


dogmatismo, el racionalismo, el relativismo o el empirismo. La epistemología es la rama de
la filosofía encargada de estudiar el conocimiento como fenómeno. A partir de esa
disciplina se generan teorías como el origen del conocimiento, su significado y su relación
con el sujeto.

Más allá del ámbito filosófico, la epistemología ha tenido un impacto importante en el


mundo científico y académico a partir del intento de definición de los límites y
posibilidades de creación y producción de nuevos conocimientos.

Así mismo, han sido aplicadas a disciplinas tales como la lógica matemática, estadística,
lingüística y otras áreas académicas. Como en muchas otras disciplinas filosóficas, las
teorías y discusiones sobre este tema han estado presente por miles de años.

La premisa base sobre el conocimiento es que proviene de la coincidencia de una creencia


con “la realidad”. Sin embargo, partiendo de este punto existen muchas variaciones y
cuestionamientos al respecto.

La epistemología pretende responder a un gran abanico de preguntas y determinar, entre


otras cosas, aquello que podemos saber (los hechos), la diferencia entre creer y saber y qué
es saber algo.

En base a esto, distintas teorías se ha formulado para atacar cada una de esas áreas,
partiendo desde lo más básico, la aproximación del sujeto al objeto de conocimiento.

Corrientes epistemológicas principales

Fenomenología del conocimiento

Esta corriente se propone describir el proceso mediante el cual llegamos a conocer,


entendiendo ese verbo como el acto mediante el cual un sujeto aprehende un objeto.

Sin embargo, a diferencia de otros planteamientos epistemológicos, la fenomenología del


conocimiento se preocupa únicamente en describir este proceso mediante el cual nos
acercamos a un objeto, sin establecer postulados en cuanto a las maneras de adquirirlo y de
interpretarlo.
Escepticismo

Es el cuestionamiento de que el humano sea capaz de acceder a la verdad. Partiendo de allí,


se han desarrollado distintos escenarios para ejemplificar y retar nuestra concepción de
realidad como la teoría del sueño.

Por ejemplo, se cuestiona sobre la posibilidad de que todo lo que vivimos sea realmente en
sueño, en cuyo caso “la realidad” no sería más que una invención de nuestro cerebro.

Uno de los más importantes cuestionamientos que giran alrededor de la epistemología es la


posibilidad de conocer. Si bien es cierto que “saber algo” proviene de la coincidencia de
una proposición con una realidad, es el término “realidad” el que puede crear un conflicto
en esta definición. ¿Es posible realmente saber algo? Es de allí de donde derivan teorías
como esta.

El escepticismo en su más sencilla definición podría dividirse en dos corrientes:

-Escepticismo académico, que alega que el conocimiento es imposible, ya que nuestras


impresiones pueden ser falsas y nuestros sentidos engañosos, y al ser estas las “bases” de
nuestro conocimiento del mundo, no podremos nunca saber que es real.

-El escepticismo periano, que alega que por esa misma razón, no hay manera de definir si
podemos o no conocer el mundo; se mantiene abierta a todas las posibilidades.

Solipsismo

El solipsismo es la idea filosófica de que solo es seguro que la propia mente existe. Como
posición epistemológica, el solipsismo sostiene que el conocimiento de cualquier cosa fuera
de la propia mente es inseguro; el mundo externo y otras mentes no pueden conocerse y
pueden no existir fuera de la mente.

Constructivismo

El constructivismo es una perspectiva relativamente reciente en epistemología que


considera todo nuestro conocimiento como “construido”, dependiendo de la convención, la
percepción humana y la experiencia social.

Por lo tanto, nuestro conocimiento no necesariamente refleja realidades externas o


“trascendentes”.
Dogmatismo

Es una postura completamente opuesta al escepticismo, que no solo asume que existe una
realidad que podemos conocer, sino que ésta es absoluta y tal cual como se presenta al
sujeto.

Poca gente se aventura a defender estos dos extremos, pero entre ellos se encuentra un
espectro de teorías con tendencias a una y otra.

Es a partir de esta diatriba que el filósofo René Descartes propone dos tipos de


pensamientos, unos claros y comprobables y otros abstractos e imposibles de comprobar.

Racionalismo

La hipótesis de Descartes estaba íntimamente ligada a la rama de la epistemología conocida


como racionalismo, cuyos postulados ubican a la razón por encima de la experiencia y a las
ideas como el objeto más cercano a la verdad.

Para los racionalistas la mente racional es la fuente de nuevo conocimiento; a través de


nuestra mente y de la reflexión podemos alcanzar la verdad.

No obstante, otros filósofos responden a esta teoría con el postulado de que solo pensar no
es suficiente y que los pensamientos no necesariamente correspondían con el mundo
material.

Relativismo

Según el relativismo no hay una verdad objetiva universal; más bien cada punto de vista
tiene su propia verdad. 

El relativismo es la idea de que los puntos de vista son relativos a las diferencias en
percepción y consideración.

El relativismo moral abarca las diferencias en los juicios morales entre personas y culturas.
El relativismo de la verdad es la doctrina de que no hay verdades absolutas, es decir, que la
verdad es siempre relativa a un marco de referencia particular, como un idioma o una
cultura (relativismo cultural).

El relativismo descriptivo, como su nombre lo indica, busca describir las diferencias entre
culturas y personas, mientras que el relativismo normativo evalúa la moralidad o veracidad
de las opiniones dentro de un marco dado.
Empirismo 

Esta teoría se basa en los sentidos como fuente del conocimiento. El conocimiento real se
forma a partir de aquello que podemos percibir. Es nuestra experiencia interna (reflexión) y
externa (sensaciones) las que nos permite formar nuestros conocimientos y nuestro criterio.

Por este motivo, el empirismo niega la existencia de una verdad absoluta, ya que cada
experiencia es personal y subjetiva.  

Teoría JTB

Si creer en algo no lo hace real ¿Cómo podemos definir si sabemos algo? Más
recientemente el filósofo Edmund Gettier propuso la teoría JTB.

En ella se plantea que un sujeto sabe una proposición si: es cierta (lo que se sabe es un
hecho real), cree en ella (no hay duda con respecto a la verdad) y está justificada (hay
buenas razones para creer que es cierta).

Otras corrientes como el evidencialismo sugieren que la evidencia justifica la creencia y


otras como el reliabilismo sostienen que la justificación no es necesaria para producir una
creencia real o que cualquier proceso cognitivo como la visión es suficiente justificación.

Como cualquier otra disciplina filosófica, la epistemología está en constante evolución y


reconsideración y a pesar de que las listas de teorías parecen ser infinitas, su desarrollo es
un pilar en la obtención de nuevos conocimientos y reflexiones sobre nuestra realidad.

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Racionalismo

(Del latín: “ratio”, razón.) En la teoría del conocimiento, el racionalismo es la tendencia


que reconoce la razón como única fuente del auténtico conocimiento, por oposición
al empirismo (ver), que considera que la única fuente del conocimiento es la experiencia
sensorial. Notables representantes del racionalismo fueron Descartes, Spinoza, Leibnitz;
todos ellos lucharon contra la concepción religioso-dogmática del mundo del feudalismo,
por el afianzamiento de la razón y de sus derechos. El progenitor del racionalismo de los
tiempos modernos fue Descartes, que fundamentó la omnipotencia de la razón,
considerándola verídica en sí misma. Los racionalistas veían el ideal de la ciencia en las
matemáticas que consideraban como una ciencia “pura”, ajena a la experiencia. Descartes
entendía que, así como el matemático con la fuerza de la inteligencia, resuelve los
problemas matemáticos, el filósofo puede concebir la verdad por la pura fuerza de la
inteligencia. Los datos sensibles nos engañan; sólo por la razón podemos concebir lo
existente. También Spinoza consideraba que los conocimientos obtenidos de la experiencia
son conocimientos casuales, no veraces, mientras que la razón nos da el conocimiento
necesario y veraz. En ello se revela la inconsecuencia del materialismo de Spinoza. Si el
empirismo convierte la experiencia en algo absoluto y menosprecia el papel de la razón en
el conocimiento, el racionalismo establece una separación entre la razón y la experiencia
sensible y las sensaciones, y convierte en absolutos los conceptos, el raciocinio. La
separación entre lo lógico y lo sensible conduce inevitablemente al idealismo, ya que los
conceptos son convertidos en meras abstracciones, carentes de un contenido concreto. “El
racionalista se limita al raciocinio, y abstracto además” (Lenin). “La razón (el
entendimiento), el pensamiento, la conciencia sin la Naturaleza, sin la correspondencia con
ella, es una mentira” (Lenin). El materialismo dialéctico ha superado la unilateralidad del
racionalismo y del empirismo, resolviendo científicamente el problema de los momentos,
en el conocimiento, el sensorial y el lógico, examinándolos en su unidad y conexión
orgánicas. La experiencia sensible es el momento de partida del conocimiento. El auténtico
conocimiento comienza en las sensaciones humanas, de aquello que prueban los órganos de
los sentidos. Pero la percepción sensorial directa no nos da todavía un conocimiento
completo y profundo. El conocimiento de las conexiones y relaciones universales es posible
obtenerlo con la ayuda de la razón, del raciocinio teórico. Los conceptos lógicos, es decir,
el momento racional en el conocimiento, son la reelaboración de los datos sensoriales en el
raciocinio. Así,  pues, en el materialismo dialéctico, lo sensible y lo lógico están
recíprocamente relacionados y sólo en su unidad expresan el proceso del conocimiento.
“Desde la observación viva hacia el raciocinio abstracto y de él hacia la práctica, tal es el
camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva”
(Lenin).

Materialismo dialéctico
El materialismo dialéctico es una corriente perteneciente a la corriente materialista. Esta fue
planteada por Engels y Marx, así como enriquecida por Lenin y la Academia de Ciencias
de la Unión Soviética.
El materialismo dialéctico es una corriente filosófica que define la materia como la base de
la realidad, independientemente de si esta es concreta o abstracta. De esta forma, elimina el
factor que concede una superioridad de la materia frente a la conciencia, declarando la
concepción del mundo por su naturaleza material, aplicando la dialéctica para interpretar,
en este sentido, dicho mundo. Todo ello, tratando de superar el materialismo mecanicista,
que atribuye esa primacía de la materia frente a la conciencia.

El materialismo dialéctico es uno de los tres componentes que establecen la base filosófica
del comunismo marxista-leninista.

El materialismo dialéctico se opone al materialismo mecánico y, como sistema filosófico, al


idealismo filosófico.

Cuestiones básicas del materialismo dialéctico

En la filosofía, el materialismo dialéctico establece lo que se conoce como la cuestión


básica de la filosofía. Es decir, una cuestión que trata de establecer la relación existente
entre lo material y lo espiritual. En este sentido, tratando de establecer cómo se conforma la
aparición de la conciencia, en base a la materia.

En primer lugar, una de las cuestiones básicas que establece el materialismo dialéctico es la
esencia del mundo, así como la base de este. Estableciendo que únicamente se puede
desarrollar la ciencia mediante la percepción de lo material, y no la presunción de lo
espiritual.

Por otro lado, en segundo lugar, la cuestión establece si los sucesos que se dan en el planeta
se suceden de forma aislada, o presentan dependencia. En este sentido, la cuestión establece
que, en base a la dialéctica, los fenómenos que se producen en el mundo no son aislados el
uno del otro. Para ello, Marx cuestiona si el mundo está desarrollándose cualitativamente,
así como de una forma conectada. O, simplemente, si lo hacemos de forma estática y sin
cambios cualitativos.

Estos fueron formulados por Lenin, y se resumen en tres:

1. Las cosas existen, pese a nuestra conciencia.


2. No hay diferencias entre un fenómeno y la materia. Solo entre lo conocido y lo
desconocido.
3. No se debe considerar el conocimiento como terminado e inalterable. Pero sí debe
considerarse como completo al emerger este de la ignorancia.

La Ley de la dialéctica

La ley de la dialéctica se compone de tres leyes fundamentales:

1. Unidad y lucha de contrarios.


2. Transformación de cambios cuantitativos en cualitativos.
3. La negación de la negación.

División entre materialismo dialéctico y materialismo histórico

El materialismo histórico y el materialismo dialéctico marcan una división que no ha sido


capaz de establecerse, dada la continua oposición a la división establecida por los
principales pensadores.

Así, Stalin consideró el materialismo dialéctico como la aplicación de las leyes dialécticas a
la naturaleza y el materialismo histórico como la extensión de las mismas leyes a la historia
y la sociedad.

Otros autores como León Trotski, fundador del Ejército Rojo, plantean que esta
consideración de Stalin es un error. En este sentido, Trotsky considera que el materialismo
dialéctico incluye, entre otros, al materialismo histórico. Considerando, de esta forma, que
no debe haber identidad entre ambos materialismos.

Racionalismo (filosofia.org)

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