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INTRODUCCIÓN AL MÓDULO
En este módulo se realizará un sintético recorrido histórico acerca de lo que se denomina el proceso
de institucionalización de la educación.
En este proceso se marca el contexto que justifica la organización del sistema educativo moderno en
nuestro país, cómo se pasó de diferentes propuestas educativas sin organización a concebir la
escuela como el único lugar habilitado para la educación.
Se avanza luego sobre cómo esta institución continúa con modalidades propias del momento en que
se organizó, a pesar de estar inmersa en un contexto totalmente diferente.
Introducción a la unidad
Cierre de la unidad
Introducción a la unidad
El desarrollo del presente escrito brinda un breve recorrido histórico por las problemáticas en torno
del Sistema Educativo Nacional. Se plantea su función política en su nacimiento, la construcción de
su naturalización y las interpelaciones que se realizan en la actualidad a partir de las modificaciones
en el contexto social – económico.
¿Ello indica que antes no existían las escuelas? No. Está indicando claramente que hubo que
reorganizar y unificar las diferentes propuestas que hasta el momento se realizaban de forma
desarticulada y sin horizontes ni modalidades de trabajo en común.
Pero para poder entender cómo se presentan esas necesidades de articulación, se abordará el
concepto: proceso de institucionalización de la educación. Este concepto refiere al recorrido de la
educación desde las primeras organizaciones hasta el momento en que se consolida como sistema.
El ser humano se educa desde que sus acciones se diferencian de la actividad animal. Como fue
mencionado en la unidad anterior, el humano es el único ser que educa, que realiza las acciones
necesarias para la incorporación de un nuevo ser al grupo social. Cada niño nace carente de las
herramientas para subsistir por sí mismo, requiere de un otro para poder seguir viviendo, al igual
que para ser incorporado a la sociedad que lo precede.
Según Alt (1975), en los primeros estadios del desarrollo humano, no se puede referir la existencia de la
escuela como instancia formadora; pero no por ello se puede afirmar que no se desarrollaban procesos
educativos. La educación era necesaria como una herramienta para la preservación de todo lo creado,
por ello era destacada por su articulación con el trabajo, ya que una vez que el ser humano deja de
ser nómade y se constituye como sedentario, requiere comenzar a intervenir y modificar su entorno
para su subsistencia.
Para ello el hombre hace uso del trabajo y requiere de la construcción de herramientas que lo
faciliten, herramientas y saberes que deben ser legados a las nuevas generaciones, de ello se encarga
la educación. En estas primeras tribus, sostiene el autor, la educación posee características que la
distinguen:
Educación igual para todos los niños Educación multilateral Corta duración de
Por lo que todos los integrantes Al transmitir todos los aspectos la educación
participaban de las diferentes desarrollados por la humanidad como La menor
acciones, sin distinción alguna. Todos un conjunto completo. Situación que no producción de
es posible en la sociedad actual, ya que,
debían aprender todo. La única saberes hace que la
disponiendo de mayor cantidad de
distinción se establecía entre niñas y producciones, se las separa por
transmisión
niños, en función del contenido de la categorías o materias para su abordaje y requiera de menos
propuesta, pues se entendía que las desarrollo. Además, hoy en día la tiempo para que
actividades de uso de fuerza, las división que sufre el trabajo requiere de sea efectiva,
actividades físicas, merecían una trabajadores que se especialicen en además de que se
distinción para su ejecución. Los determinadas acciones y actividades, requería la rápida
muchachos aprendían a cazar por lo que no se lo forma desde una inserción de cada
grandes animales, a manejar concepción integral – total. En las integrante en la
sociedades primitivas, todos los
trampas; mientras que las niñas vida productiva de
integrantes sabían desarrollar todas las
trabajaban en la recolección de frutos tareas.
la comunidad
o tareas de aseo.
Este tipo de educación se realizaba a través de lo que se denominaba modos de educación, entre los
que Alt (1975) resalta:
En una etapa posterior, y a medida que se va desarrollando la sociedad, complejizando los saberes y
al ser privados los medios de producción, se produce la formación especial para los oficios; ello en el
marco de familias que se van especializando en determinadas tareas, y la posibilidad de acumulación
de la producción por un mismo grupo social. Ello en forma paralela a la consolidación de un poder
aristocrático, con clara concentración de poder.
Tema 3: La organización del sistema educativo
Matriz eclesiástica – La escuela toma como modelo a la iglesia, las órdenes religiosas son su fuente de
inspiración, desde su forma de trabajo hasta la disposición y el rol que cada actor desarrolla, ocupa. Es un
espacio separado de lo mundano.
Aparición del espacio cerrado como dispositivo institucional - Se toma como espacio por excelencia para la
transmisión a la escuela, lo que allí sucede es sagrado y no se conecta con el exterior, lo de afuera es mundano y
a ser combatido.
Homología entre educación y escuela, y entre alfabetización y escuela – Se asocia a la escuela con el único lugar
encargado y oficial para impartir educación, y en espacial para la enseñanza de las primeras letras y
operaciones, de tal modo que sólo se piensa en ella como espacio educador, aun reemplazando la familia.
Ubicación en un espacio y tiempo específico – La escuela posee un espacio establecido para el desarrollo de la
acción pedagógica, que es su edificio, al igual que un espacio para cada tipo de actividad (juegos, actos
escolares, clases especiales) Del mismo modo se desarrollan tiempos en la escuela (de estudio, de recreo) al igual
que tiempo de clases y receso, de los cuales se evidencia el impacto en el resto de las organizaciones de la
comunidad, el ritmo de la escuela marca el ritmo de los negocios, vacaciones, tráfico.
Pertenencia a un sistema mayor – Cada escuela es un nudo en la red aún mayor del sistema educativo, en el que
la organización y las formas de trabajo son similares, establecidas por decretos, reglamentos, circulares y hasta
por reglamentos internos.
Constitución del colectivo docente como “sacerdote laico” – El docente como quien iba a llevar adelante su tarea
independientemente de las condiciones deficientes para la misma y aceptando retribuciones superiores a los
materiales como pago, por ejemplo, el amor de los niños. A esta situación de suma la precarización de su tarea
asociada a una alta feminización de sus integrantes.
Generación de dispositivos específicos de control de los “cuerpos dóciles” – Además de delimitar un momento de
la vida para ser educado, se incide sobre los cuerpos de quienes participan de la acción, sumiéndolos a la
disciplina, gestos, expresiones, ya establecidos, medidos con test, domesticados con los pupitres y órdenes del
docente.
Realidad colectiva – La escuela trabaja enseñando a muchos a la vez, economizando los gastos para educación y
la preparación para la realidad futura.
Establecimiento de los saberes elementales – Es en este punto donde comienza a hacerse hincapié en las
materias relacionadas con la lectura y escritura, al igual que el cálculo, pudiendo incorporarse ciudadanía como
un saber neutral. Todos ellos saberes necesarios como punto de partida para todo aprendizaje posterior.
Prácticas y currículos altamente uniformes – En todas las escuelas se continuaba con el mismo método y orden
de trabajo. Destacando la propiedad de sistema.
Descontextualización del contenido académico y creación del contenido escolar – La escuela genera su currículo
como selección de conocimientos, descontextualizándolos del marco en el que fueron concebidos y de la
intención con la que fueron desarrollados; dando así lugar a la creación del contenido escolar.
Generación de una oferta y demanda letrada específica – Se desarrolla un cúmulo de recursos únicamente
diseñados para el ámbito escolar: manuales, mobiliarios, textos, elementos (mapas, materiales de geometría para
el trabajo en la escuela…)
Las referidas, son características propias de la escuela al momento de su origen, pero como puede evidenciarse,
dentro de estas particularidades, hay varias de ellas que se han cristalizado y sostenido a lo largo de la historia
escolar; unas con características más constantes y otras con ciertas modificaciones, pero que en su esencia se
mantienen. Como se expresó, la organización de esta institución, respondió a necesidades del contexto; por ello
puede evidenciarse que los pilares de la escuela en la Modernidad son:
Se desarrolla un cúmulo de recursos únicamente diseñados para el ámbito escolar: manuales, mobiliarios,
textos, elementos (mapas, materiales de geometría para el trabajo en la escuela…) 5
Liberalismo, pues en un contexto donde se organiza un Estado que requiere de ciudadanos, la escuela
cumple un rol fundamental en la formación de los individuos, libres, en tanto tengan la capacidad de
tomar decisiones y elegir su propio gobierno; además de formar el trabajador que de curso al desarrollo
del sistema capitalista de incipiente formación. En este marco se reconocen dos sentidos educativos del
liberalismo, el nacionalismo y la meritocracia, el primero para la homogeneización de la población, en
tanto cultura compartida, y el segundo con el objeto de crear la fantasía de igualdad de oportunidades
anudada a la idea de una carrera abierta al talento.
Positivismo, desde esta corriente se sustenta la tarea educativa con una visión de cientificidad, se apela
al logro de una propuesta educativa que se construya desde la neutralidad y rigurosidad que la
cientificidad exige. En este marco se realizan diferentes reducciones; una de ellas marca la reducción de
la Pedagogía a la Psicología, de esta última a la Biología, en un entendimiento puramente fisiológico; en
este marco se explicaron el fracaso escolar y las dificultades de aprendizaje desde una mirada centrada
en el sujeto y su patología, como producto de una enfermedad social o por deficiencias provenientes de
su raza, es en esta postura que toma significado el discurso médico para explicar el significado del no
aprender.
La otra reducción es el detallismo metodológico, que afirma la existencia de un método único y universal
para la enseñanza, por ello si el sujeto expuesto al método correcto y bien aplicado no aprende, entonces
la dificultad radica en él.
En ese marco es que Pineau (1996) ubica el surgimiento del sistema educativo, y es lo que le permite
indicar su surgimiento no como el resultado de un proceso gradual y de necesariedad desde la sociedad,
atendiendo a sus repuestas, sino como una construcción de un momento dado, que puede y requiere sr
revisada en la actualidad para no aceptar ingenuamente su naturalidad. Se avanzará sobre la hipótesis
planteada. Escuela tradicional, en la que se consolida el triángulo didáctico tradicional, en el cual los
participantes toman características que hasta el día de hoy son difíciles de modificar o replantear; el
alumno como hoja en blanco, espacio de “llenado” de conocimiento, el docente como el técnico que
aplica el método ya delimitado, y el saber cómo a deológico, neutral, aséptico.
En ese marco es que Pineau (1996) ubica el surgimiento del sistema educativo, y es lo que le permite indicar su
surgimiento no como el resultado de un proceso gradual y de necesariedad desde la sociedad, atendiendo a sus
repuestas, sino como una construcción de un momento dado, que puede y requiere sr revisada en la actualidad
para no aceptar ingenuamente su naturalidad. Se avanzará sobre la hipótesis planteada.
Como se analizó con anterioridad, la función del sistema educativo en su origen responde a una necesidad
política. Para analizar esa perspectiva, puede retomarse la justificación que realiza Tedesco (1993) quien
identifica dos fundamentos: se entiende que la formación brindada por la escuela apoya la construcción de la
política interna y los gobiernos locales, pues una población educada podría definir su gobierno y aceptar las
normativas que ordenan todo país. El otro fundamento es el que explica que desde los niveles superiores de la
educación se apuntó a la formación de un sujeto apto para cumplir los papeles políticos, una elite que será el
futuro del país.
Para sostener estos análisis el autor explica que en el momento en que se organiza el sistema educativo, es de
reciente sanción la Ley de educación común Nº 140 (1884) que indica la obligatoriedad de la escolarización,
asegurando la llegada de las normativas a un pueblo que cuenta con los rudimentos para analizarlas.
En relación al segundo, punto Tedesco (1993) señala que la fundamentación de la educación como dirigida a los
grupos para el ejercicio de gobierno se observa en la definición de la educación secundaria como un espacio para
pocos, con una perspectiva fuertemente enciclopedista, expresado en el predominio de materias humanistas,
preparatorias del ingreso a la universidad y con poca preparación en lo productivo y en la orientación práctica, el
autor lo presenta en un cuadro en el cual se indica la predominancia de las materias:
Horas dedicadas a cada tipo de materias en los planes de estudio de los Colegios Nacionales (1870-1893)
En el planteo y descripción cuantitativa de esta situación, el autor pone de manifiesto la función política en el
origen del sistema educativo nacional. 6
Un particular problema se planteó en este contexto, porque si la única oferta educativa tenía como función la
formación de las elites gobernantes, y al difundir esta propuesta en sectores amplios de la población (si bien no
era un nivel obligatorio, tampoco tenía restricciones ni era una propuesta arancelada) un gran grupo de
personas se formaba en esa concepción, entonces todo aquel que transitara por este espacio educativo iba a
reclamar participación en el poder.
Frente a esta situación las elites del momento, buscaron soluciones para disolver el reclamo, y definieron dos
posibles caminos: el freno del progreso educativo, lo que sería visto como una medida retrógrada frente a los
avances logrados en la educación del momento en nuestro país. Y por otro lado, la opción podía ser la
diversificación de la oferta educativa, al establecer carreras con salidas técnico profesionales.
Propuesta que fue desarrollada a través de la apertura de los diferentes bachilleratos en la escuela secundaria.
En su desarrollo, Tedesco (1996) expresa que otras posturas mencionan la necesidad económica como el motor
del desarrollo del sistema educativo nacional, expresando que los diferentes niveles educativos se correspondían
con la formación de un determinado grupo social que aportaba al desarrollo del país y su crecimiento como
potencia exportadora de materias primas; por ello liga el desarrollo educativo a la actividad portuaria. Pero se le
critica a esta postura que no tenía sustento empírico para sostener la afirmación realizada, y se realza la
posición de la necesidad política.
Ley 1420 Maky, B. (2014). Especial Ley 1420. Recuperado el 20 de marzo de 2016 de:
https://www.youtube.com/watch? v=7Pvk8K7Y6FY&t=20s
La escuela de hoy
Han pasado varias décadas desde la situación planteada, y la educación se ha mantenido como una institución constante
en el paisaje. Pero a pesar de ello hoy enfrenta una particular situación, pues si bien se la reconoce como una instancia
naturalizada, como parte de la cotidianeidad, por otro lado, se la cuestiona. En el replanteo del lugar de la escuela puede
tenerse en cuenta y como soporte para su comprensión el artículo de Deleuze, que se adjunta como bibliografía y también
el desarrollo de Galli, de quien también se deja artículo en la bibliografía para este módulo.
Sibilia (2010) reflexiona acerca de la posibilidad de desarrollo y continuidad de la escuela tal y como se la conoce, en el
marco de las sociedades de control (remitiéndose al análisis realizado por Deleuze), pues plantea que el surgimiento del
modelo escolar vigente se dio en el marco de la modernidad y la necesidad de generar cuerpos dóciles, respondientes a
los requisitos de la sociedad industrial del momento, trabajadores como piezas de una maquinaria, al mejor estilo
foucaultiano.
Pero expresa que las necesidades mutaron, al igual que las particularidades del contexto, explica que la sociedad actual
entroniza el presente, el día, el instante; en el cual la imagen y la obtención de la mirada del otro son el motor, como la
necesidad de exhibirse es la constante que se evidencia en cada pantalla. Ello lo ejemplifica en el pasaje de las sociedades
introdirigidas, donde la felicidad estaba en la mirada introspectiva y el cultivo personal; hacia las sociedades alterdirigidas,
donde la necesidad está satisfecha en la mirada del otro, en lo efímero de las situaciones.
En este marco se produce lo que la autora denomina: el derrumbe del sueño letrado, pues expresa que la escuela se
consolida y sostiene en la estructuración y desarrollo de la palabra, que hoy se ve destronada por lo audiovisual, que
estaría empujando a la escuela hacia su fracaso. Este fracaso se observa expresado en situaciones como la deserción
escolar (aún en niveles obligatorios), el fracaso escolar, los analfabetos funcionales; todos ellos ejemplos de la pérdida de
valor de la propuesta escolar.
Sibilia (2010) agrega que frente a esta situación la escuela ha diseñado e implementado estrategias para no perder
vigencia y continuar captando el deseo de aprender, y entre ellas señala:
Recompensas en dinero, pagos tanto a docentes como alumnos por algún logro, o por el cumplimiento de
aquellas tareas que le son propias.
Una computadora por alumno, medida que, si bien es menos polémica, también ha sido criticada dado a que se
lanzó la decisión sin prever los modos de desarrollo de la misma , 7
Instalación de cámaras de seguridad en las aulas, con el objeto de frenar las expresiones de violencia, pero que
termina consolidándose como un control o supervisión del día a día en el aula.
En lo expuesto se trata de reflexionar acerca de la pertinencia de la escuela en un contexto que no la ubica en un lugar
destacado, sino que aún pone en evidencia más fuertemente el debilitamiento de las instituciones y la pérdida del
tejido social que permitía el sostén de la escuela. Pero algo de ello debe continuar estando presente cuando a pesar
de todo, la escuela sigue siendo un baluarte al que se recurre aunque sea para quejarse.
Hoy en día su tarea e intervención en el desarrollo de la sociedad sufre de dos miradas opuestas pero
complementarias. Se la reconoce como institución requerida destacada en la socialización (hasta hacerse cargo
de la sostener la socialización primaria, en ciertos casos) pero también se la cuestiona como adusta y de métodos
anticuados, que no responden a las actuales demandas. ¿Debería hacerlo? Ésa es la reflexión.
Conclusión
En el desarrollo precedente, se ha realizado un recorrido que pone en evidencia a la institución escuela como un
espacio deliberadamente construido, con un claro objetivo e intervención en un contexto particular. Se deja
abierta a debate el contrapunto entre la necesidad de desmontar esta institución como consecuencia de los
cambios que se están operando en los últimos tiempos, y para los cuales la escuela ya no estaría ofreciendo
respuesta; o entender la importancia de la escuela y revisar la posibilidad de introducir en ella cambios y
revisiones que le permitan ser parte activa y necesaria de la sociedad actual