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APRENDIZAJE DE HABILIDADES
1. TEORÍAS DEL APRENDIZAJE MOTOR:
Diferentes escuelas de psicología han estudiado cómo se producen los
aprendizajes, teorizando sobre los mecanismos que lo hacen posible. Así han
surgido diferentes teorías del aprendizaje que pretenden hacernos entender cómo
se producen los aprendizajes para que desarrollemos estrategias educativas.
Las teorías que han adquirido más importancia por su aplicación al
aprendizaje de la práctica deportiva son las siguientes:
1) Aprendizaje por refuerzo o castigo (Skiner): Plantea que las conductas
son consecuencia de las reacciones frente a los estímulos, considerando
el aprendizaje como resultado del principio causa–efecto.
Esta estrategia educativa es un recurso muy utilizado para regular
conductas en nuestra vida, y plantea dos herramientas fundamentales
para lograr los aprendizajes deseados:
- LOS REFUERZOS: Consisten en premiar con consecuencias
positivas cuando a un estímulo se responde con la conducta
deseada: recompensas, halagos, etc.
- LOS CASTIGOS: Consisten en castigar cuando a un estímulo
se responde con una conducta no deseada: amonestación,
prohibición, etc.
La repetición constante de premios o castigos supondrá a medio
plazo el refuerzo de las conductas deseadas y la eliminación de las
conductas no deseadas, (adiestramiento).
Todas estas teorías nos aportan ideas útiles que nos pueden ayudar en los
procesos de enseñanza–aprendizaje, dándonos la posibilidad de poder escoger
diferentes estrategias en función del alumno.
El papel del entrenador es imprescindible en la adquisición de aprendizajes,
ya sea mediante instrucciones, consejos, ayudas o su papel como modelo. A su
vez, la motivación del deportista será clave para adquirir y progresar en los
aprendizajes deportivos.
2. EL APRENDIZAJE MOTOR:
El aprendizaje motor es el proceso con el cual se adquieren y perfeccionan
las habilidades y destrezas motrices y deportivas, esto se realiza mediante la
práctica.
Según esta definición, el aprendizaje motor sería una conquista permanente
basada en la práctica, el entrenamiento y la experiencia.
Así por ejemplo, en el aprendizaje del “surf”, que sería el proceso que va
desde subir a la tabla hasta cabalgar las olas, se deben superar varios retos:
• El primer reto será ser capaz de coger la ola y ponerse de pie sobre
la tabla.
• El segundo reto consistirá en mantenerse en equilibrio sobre la tabla.
• El tercer reto será adquirir la habilidad de trazar diversas trayectorias
mientras mantengo el equilibrio sobre la tabla.
• Finalmente, el último reto consistirá en aprender a realizar diferentes
acrobacias sobre la tabla, con ayuda de las olas.
Una vez se superan y dominan todos estos retos, se puede decir que he
aprendido a surfear, y seré capaz de hacerlo cuando quiera, aunque pase algunos
años sin practicar.
En este proceso, además de las facultades motoras de nuestro organismo,
intervienen también otros aspectos:
• El área cognitiva: capacidad de aprendizaje, de almacenaje en la
memoria, y el proceso de recuperación.
• El área sensorial: procesos de atención y percepción.
• El área socio–afectiva: factores de motivación, interacción grupal,
repercusión social, etc.
Para que el aprendizaje motor sea eficaz es necesario que estos aprendizajes
puedan transferirse a situaciones nuevas. Es decir, cuando una habilidad soy
capaz de realizarla de forma automática en diferentes situaciones.
Son múltiples los ejemplos de deportistas que son capaces de realizar una
técnica correctamente en solitario, pero son incapaces de realizarla en situación
de juego real. En estos casos veremos que no se produce la transferencia, y por
tanto los aprendizajes no son eficaces.
¿Qué es la transferencia?
Hablamos de transferencia cuando los movimientos utilizados para realizar
una actividad física son útiles para aprender nuevos gestos motores, o nuevas
habilidades técnicas. Esta transferencia puede ser de dos tipos:
TRANSFERENCIA POSITIVA: Cuando los movimientos ya aprendidos
ayudan en el aprendizaje de nuevas habilidades motoras.
Por ejemplo: una persona que domina las acrobacias con su
monopatín (skater), seguramente tendrá más facilidad para aprender
“snowboard”.
Las tareas motrices son el medio para alcanzar una habilidad motora. Son
actos sencillos, a través de los cuales ejecutamos una habilidad o destreza
motora. La secuenciación ordenada de diferentes tareas motrices dará lugar al
desarrollo de las destrezas y habilidades motoras.
Por tanto, podemos diferenciar:
• Habilidades motrices: Sería la capacidad de realizar movimientos
adquiridos mediante el aprendizaje motor.
Por ejemplo: desplazamientos, lanzamientos, recepciones,
saltos, giros, equilibrios, etc.
• Destrezas motrices: Son parte de la habilidad motriz, pero centradas
en actividades en las que se manipulan y manejan objetos.
Por ejemplo: desplazarse con zancos, realizar saltos con un
monopatín, etc.
• Tareas motrices: Son acciones específicas orientadas a desarrollar y
poner de manifiesto una determinada habilidad.