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Durante la recesión de finales de los 1970 y principios de los 1980, Estados Unidos sufrió una fuerte competencia con Japón en los mercados automotrices y de electrónica. Como resultado, las compañías estadounidenses observaron más de cerca la calidad de los productos japoneses para mejorar su producción. Su solución fue adoptar la Administración de la Calidad Total (TQM), un enfoque de gestión basado en la mejora continua de la capacidad de satisfacer las demandas de los clientes. La TQM implica que todos los emple
Durante la recesión de finales de los 1970 y principios de los 1980, Estados Unidos sufrió una fuerte competencia con Japón en los mercados automotrices y de electrónica. Como resultado, las compañías estadounidenses observaron más de cerca la calidad de los productos japoneses para mejorar su producción. Su solución fue adoptar la Administración de la Calidad Total (TQM), un enfoque de gestión basado en la mejora continua de la capacidad de satisfacer las demandas de los clientes. La TQM implica que todos los emple
Durante la recesión de finales de los 1970 y principios de los 1980, Estados Unidos sufrió una fuerte competencia con Japón en los mercados automotrices y de electrónica. Como resultado, las compañías estadounidenses observaron más de cerca la calidad de los productos japoneses para mejorar su producción. Su solución fue adoptar la Administración de la Calidad Total (TQM), un enfoque de gestión basado en la mejora continua de la capacidad de satisfacer las demandas de los clientes. La TQM implica que todos los emple
Durante la recesión mundial a finales de la década de 1970 y principios de la década
de 1980, Estados Unidos (y el resto del mundo) sufrieron una fuerte competencia con Japón. Los japoneses habían captado los mercados automotrices y de productos electrónicos del mundo porque encontraron una manera de fabricar productos de buena calidad por precios más bajos. Como resultado de ello, las compañías de EE. UU. observaron más atentamente la calidad de los productos y servicios japoneses para encontrar formas de mejorar la producción y volver a captar participación del mercado. Su solución fue la Administración de la calidad total. Si tu organización acaba de decidir incorporar la TQM o si solo quieres ver si esta metodología de mejora de procesos puede ayudarte a favorecer la producción, obtén más información sobre los principios de la Administración de la calidad total, además de técnicas de TQM que puedes empezar a usar ya mismo.
¿Qué es la Administración de la calidad total?
Según el texto fundamental Total Quality: A User's Guide for Implementation, la
Administración de la calidad total (TQM) es una técnica de administración basada en la idea de que todos "los empleados continuamente mejoran su capacidad de proveer productos y servicios a demanda que los clientes consideran de valor particular". El concepto de Administración de calidad total puede encontrarse en su mismo nombre: la palabra "total" implica que todos los empleados de la organización, desde desarrollo hasta producción y logística, tienen la obligación de mejorar las operaciones. Y "administración" insinúa que esta metodología debería ser un esfuerzo concentrado. El liderazgo debe proveer la financiación, la capacitación, la mano de obra y metas claramente definidas para administrar activamente la calidad de los productos y los servicios de manera continuada.
8 principios de la Administración de la calidad total
Al igual que la mayoría de los métodos y las técnicas de administración, la implementación y el éxito varían entre las distintas compañías. Aunque no hay un enfoque acordado unánimemente, la definición más común de TQM incluye los ocho principios que siguen.
1. Enfoque en el cliente
2. Compromiso total de los empleados
3. Enfoque de procesos
4. Sistema integrado
5. Enfoque estratégico y sistemático
6. Mejora continua
7. Toma de decisiones basada en información
8. Comunicaciones
Describir la Importancia en la Administración de la Calidad Total LA
SATISFACCION DEL CLIENTE
El primero de los principios de la Administración de la calidad total vuelve a poner
el enfoque en las personas que compran tu producto o servicio. Tus clientes determinan la calidad de tu producto. Si tu producto satisface una necesidad y dura el tiempo previsto, o más, los clientes saben que han invertido su dinero en un producto de buena calidad. Cuando comprendes qué quiere o necesita tu cliente, tienes una mejor oportunidad de determinar cómo obtener los materiales, las personas y los procesos adecuados para satisfacer y superar sus expectativas. Referencias
Roverto, C. (2009) Administración de las operaciones Edit. Universidad Nacional del