medicina
Hiponatremia asociada
Individualizar la hidratación
De acuerdo con las recomendaciones de la USA Track
and Field (Asociación Norteamericana de Atletismo)
acerca de la correcta reposición hídrica durante el ejer-
cicio físico, el procedimiento para conocer qué cantidad
de líquido hay que beber es el siguiente:
a. Debe pesarse antes de iniciar el ejercicio (Peso
inicial=PI), con la vejiga de la orina vacía.
b. En condiciones similares a las de sus entrena-
mientos (o competiciones), practique ejercicio
durante un período de tiempo medido
(60 minutos, por ejemplo). Puede beber
durante la actividad, pero debe conocer
exactamente la cantidad ingerida (I).
c. Al terminar el ejercicio, y an-
tes de orinar, debe pesarse de
nuevo en la misma báscula (Peso
final=PF).
d. Para calcular qué cantidad
ha de ingerir durante cada
hora de ejercicio, reste el
peso final del peso ini-
cial, sume la cantidad
de líquido que ha inge-
rido, y divida el resul-
tado entre los minutos
totales de la actividad,
es decir (PI-PF+I)/min. Así
conocerá los ml. que debe tomar
cada minuto, y multiplicando por
60, los ml/hora.
e. De esta forma conocerá
su necesidad real de líquidos,
y conseguirá una buena hi-
dratación.
Ejemplo: el peso inicial
(PI) es 80,3 kg., tras dos
horas de ejercicio el peso
final (PF) es 78,7 kg, y
la cantidad ingerida (I)
durante el ejercicio es 0,5
litros. En este caso, 80,3
– 78,7 + 0,5 dividido entre
120 minutos supone un gasto
de 17,5 ml. por min., por lo que
la reposición ideal debería ser de
1.050 ml. por hora.
Bebidas deportivas
La bebida ideal para la reposición durante el ejercicio
de más de una hora de duración debe cumplir los
siguientes requisitos:
Entre 15 y 22ºC.
Sabor agradable.
4-8% de hidratos de carbono complejos (para reponer
a un ritmo ideal de 30-60 gramos por hora debería
ingerirse entre 600-1200 ml/h de la solución).
Sodio entre 0,5 y 0,7 gramos por litro.
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Hidratación antes
del ejercicio
La mayoría de los autores reco-
miendan un aporte de líquidos antes
del ejercicio de 500-600 ml. entre 2 y
3 horas antes, y 300-360 ml. entre 0 y
10 minutos antes del mismo.
Hidratación después
del ejercicio
El objetivo es ayudar a restaurar los
niveles de hidratación, de glucógeno
y de electrolitos. Para ello debe com-
pletarse en las 2-4 horas siguientes
al momento de finalizar el ejercicio,
basándose en el peso corporal previo
a la actividad.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo que pueden
relacionarse con la aparición de hipo-
natremia asociada al ejercicio incluyen
los siguientes:
Índice de masa corporal bajo.
Sexo femenino.
Ejercicios de más de 4 horas de
duración.
Ritmos bajos de ejercicio.
Falta de entrenamiento.
Ingesta de líquidos excesiva.
Excreción renal alterada.
Condiciones ambientales extremas
(de frío o de calor).
Ganancia de peso durante el
ejercicio.
Exceso
E
n condiciones óptimas el peso corporal
debería mantenerse constante al me-
dirlo antes y después de la actividad:
Si se pierde peso, se ha perdido más
líquido del debido. El riesgo más grave (por
mala regulación de la temperatura corporal) es
el golpe de calor. Y si se ha ganado peso, se ha
ingerido más de lo necesario. El riesgo principal
es la hiponatremia asociada al ejercicio.
La hiponatremia asociada al ejercicio es la
aparición de hiponatremia en sujetos que realizan
ejercicio de resistencia prolongado, y se define
como una concentración de sodio por debajo de
los límites normales (hiponatremia), es decir, por
debajo de 135 milimoles por litro.
Causas
La hiponatremia asociada al ejercicio puede
presentarse durante la actividad física o des-
pués de la misma, y generalmente se ha des-
crito en ejercicios de más de cuatro horas de
duración. Ocurre cuando la reposición de líqui-
dos (agua o bebidas comerciales) es excesiva
y muy superior a las pérdidas que se producen
en el aparato digestivo, el aparato respiratorio,
la orina y fundamentalmente el sudor.
Las cifras de pérdida de líquidos por el sudor
son muy variables de unas personas a otras,
y están muy influidas por las condiciones
ambientales (principalmente temperatura,
humedad y velocidad del viento): los valores
registrados oscilan entre 250 ml/h y 2000
ml/h. La concentración de sodio en el sudor
también es muy variable, y oscila entre 20 y
100 mmol/L.
La ADH (hormona antidiurética o vasopresi-
na) es una hormona “ahorradora” de agua que
al detectar el aumento en la concentración de
sales en el plasma actúa sobre el riñón, dismi-
nuyendo la eliminación de agua y aumentando
la de las sales, con objeto de diluir la alta
concentración de sales en el plasma.
En caso de que la secrección de ADH sea
más elevada de lo normal, se retendrá más
agua y se eliminarán más sales de lo normal,
lo que puede acabar provocando una hipona-
tremia dilucional (concentración baja de sodio
en la sangre por exceso de agua).
Los datos actuales acerca de la hiponatremia
asociada al ejercicio no han confirmado que la
pérdida excesiva de sodio (o la falta de aporte)
sea la causa del problema, sino fundamental-
mente la excesiva retención de agua. Además,
ingerir durante el ejercicio bebidas comerciales
no impide la aparición del problema, ya que al
ser bebidas hipotónicas (es decir, con una con-
 medicina
al ejercicio

de hidratación
En la última década se ha debatido mucho acerca del exceso
de hidratación en el deporte, a consecuencia de la descripción
de algunos casos de hiponatremia asociada al ejercicio (HAE).
Si bien el exceso de hidratación puede ser peligroso, habrá
que valorar adecuadamente la necesidad individual
de cada deportista para evitar, asimismo, una
situación mucho más frecuente e igualmente
peligrosa: la deshidratación. www.centrooberon.com
Dr. San Miguel Bruck
Centro de Medicina Deportiva y Fisioterapia Oberón -Madrid-

www.centrooberon.com

centración de sodio de menos de 135 mmol/L)
no pueden compensar el exceso de dilución de
este elemento en el plasma.
Síntomas
Los corredores con cifras ligeramente des-
cendidas de sodio (entre 130 y 135 mmol/L)
generalmente no tienen síntomas, y se recu-
peran espontáneamente.
Sin embargo, cuando las cifras de sodio
descienden por debajo de 130 mmol/L gene-
ralmente aparecen síntomas de hiponatremia:
inicialmente náuseas, vómitos y dolor de cabe-
za, síntomas leves e inespecíficos.
Si la hiponatremia es más severa, a los
síntomas anteriores pueden añadirse otros
derivados de la afectación del sistema nervioso
central: confusión, desorientación, agitación,
convulsiones, y en casos extremos, pérdida
de consciencia y coma.
Tratamiento
El tratamiento de la hiponatremia asociada
al ejercicio debe instaurarse lo antes posible,
mediante la infusión intravenosa de líquidos
con alta concentración de sodio. Por ello es
importante que el personal sanitario esté
bien entrenado para reconocer el problema
precozmente, y que las instalaciones sanita-
rias de las competiciones deportivas cuenten
con los (sencillos) medios necesarios para el
tratamiento.

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