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Calidad y productividad

- Calidad

La calidad se refiere a la capacidad de un objeto para satisfacer necesidades


implícitas o explícitas según un parámetro, un cumplimiento de requisitos de
cualidad. La calidad es un concepto subjetivo. La calidad está relacionada con la
percepción de cada individuo sobre cómo se compara un producto con cualquier
otro del mismo tipo, y diversos factores como la cultura, el producto o el servicio,
las necesidades y las expectativas influyen directamente en esta definición.

- Conceptos de la calidad que son fundamentales:

1 – Garantía de calidad

La garantía de calidad es una forma de asegurar que los estándares y requisitos


de calidad operativos ya establecidos se utilicen en todos los procesos futuros de
desarrollo, sea de un producto o servicio.

2 – Control de calidad

Ese concepto está dirigido al cumplimiento del requisito de calidad y es realizado,


principalmente, a través de una inspección. La inspección de calidad es un
procedimiento que analiza y avalúa si los atributos de un producto o servicio están
de acuerdo con los requisitos especificados para definir si existe alguna no
conformidad.

En la administración de empresas, el control de calidad es uno de los mecanismos


de control utilizados para establecer normas de calidad en los procesos con el fin
de optimizarlos posteriormente.

En una empresa, el control de calidad debe estar presente en todas las etapas del
ciclo del producto o servicio. La calidad controlada se caracteriza por los
siguientes puntos:

- Se define pensando en el cliente,


- Se lleva a cabo de acuerdo con las especificaciones de la dirección de la
empresa,

- Debe ser capaz de ser continua,

- La mejora se mide por la percepción del usuario.

3 – Gestión de la calidad

La Gestión de la Calidad es la coordinación de las actividades de los procesos de


producción y servicios para que se desempeñen con calidad. Esta gestión tiene el
objetivo de obtener excelencia en la ejecución de todas las tareas y
procedimientos, teniendo en mente que las dimensiones de la calidad pueden
comprenderse como desempeño, confiabilidad, percepción, durabilidad,
características, conformidad y atención.

- Sistema de gestión de calidad

Un sistema de gestión de calidad es una especie de guía en la que se detallan los


procesos, procedimientos, estructura, recursos económicos, técnicos y humanos
con los que cuenta la organización.

El sistema de gestión de calidad cumple dos funciones esenciales:

- Garantiza que los procesos se ejecuten de forma sistemática, puesto que ya


están debidamente detallados.

- Permite la mejora continua, ya que según los resultados obtenidos se pueden


sustituir o incorporar nuevos procesos que aseguren la calidad.

Además, la implementación de un sistema de gestión de calidad puede ofrecer


múltiples ventajas a la organización, tales como:

- Diferenciación de la competencia, al ofrecer productos y servicios que

- Sistematización de procesos, lo que se traduce en mayor productividad y ahorro


de recursos.
- Expansión de la organización, bien sea en términos de aumento de la
producción, nuevos proveedores o clientes.

- Gestión de calidad total

La gestión de calidad total es un método japonés desarrollado a mediados del


siglo XX y que se basa en la mejora continua para lograr los mayores niveles de
eficiencia posible.

Este método, llamado Kaizen en su idioma original y creado por el japonés


Masaaki Imai, implica una interpretación de la calidad no solo como una meta de
los procesos, sino como cultura que atraviese todas las áreas de la organización.

En la gestión de calidad total, los empleados pueden contribuir con el logro de los
objetivos de la empresa con pequeñas acciones cotidianas, tales como:

- Evitar el despilfarro de recursos.

- Respetar los tiempos de cada proceso.

- Procurar la organización detallada.

- Producir productos o servicios solo bajo pedido, para evitar pérdidas.

- Estándares de gestión de calidad (norma ISO).

Aunque cada organización tiene sus propias políticas y sistemas de gestión de la


calidad, existen normas internacionales que sirven para estandarizar los sistemas
y procesos independientemente del país en el que se utilicen.

Esto aumenta la productividad y dinamiza los procesos empresariales internos e


internacionales, basados en elementos comunes (tipos de materias primas,
máquinas, medidas, procedimientos, etc.).

En este sentido, aunque existen normas para cada sector, la ISO-9001 es una de
las más conocidas porque es aplicable a cualquier empresa, ya que lo que certifica
es el cumplimiento de parámetros generales de satisfacción del cliente y
capacidad de producción.
Las normas ISO son directrices creadas por la Organización Internacional de
Normalización, una organización fundada en 1946 para la normalización de los
procesos industriales.

- los 7 principios de la calidad

* Enfoque en el cliente

El cliente es la parte más importante de la empresa, y desarrollar productos y


servicios pensando en él es una estrategia vital para el crecimiento de cualquier
empresa. La buena práctica de este principio de calidad es bastante sencilla:
acordar las necesidades del cliente durante la negociación, tratarlas como
requisitos básicos que hay que cumplir y realizar inspecciones de calidad
utilizando las hojas de información (normas establecidas durante la negociación).

* Liderazgo

El liderazgo es la capacidad de gestionar un equipo de forma táctica y centrada


para que el equipo realice sus tareas con alta calidad. Un buen liderazgo permite
la implicación y participación de los empleados y garantiza que todo el equipo esté
alineado con el objetivo de la organización.

* Compromiso de las personas

La implicación y el compromiso de cada individuo, incluidos los directivos,


contribuyen a la eficacia del sistema de gestión de la calidad. Los empleados
formados comprenden la importancia de la calidad en su trabajo y, por tanto, están
capacitados y preparados para alcanzar los objetivos fijados. Por tanto, la cultura
de la calidad debe formar parte de la rutina de la empresa.

* Abordaje por procesos

Este principio está directamente relacionado con el conocimiento de cómo una


empresa gestiona sus procesos y cómo consigue los resultados previstos. Este
enfoque es fundamental para el buen funcionamiento y la excelencia de un
sistema de gestión de la calidad, ya que el grado de perfección de un producto o
servicio depende de la calidad de la gestión de los procesos.
* Mejoría Continua

La mejora continua de los servicios y productos puede y debe utilizarse en la


cultura organizativa.

El objetivo de la mejora continua es aumentar la satisfacción de las partes


interesadas, porque cuanto más se esfuerce la organización por mejorar la calidad
de los procesos, productos y servicios, más valor creará para sus clientes.

* Gestión de relacionamiento

Construir una buena relación con las partes interesadas, como los proveedores, es
muy importante para identificar necesidades y evitar riesgos que afecten a las
estrategias empresariales. Construir una relación con las partes interesadas
fomenta un sentido de propiedad para el crecimiento de la organización.

* Toma de decisión basada en hechos

La toma de decisiones basada en la información garantiza la certeza y la eficacia


de las medidas adoptadas, ya que los indicadores de rendimiento pueden
utilizarse para analizar qué factores contribuyen a los buenos resultados y cuáles
requieren más atención y oportunidades de mejora.

Los conceptos de calidad son fundamentales y deben considerarse como una


estrategia empresarial. No tiene sentido tener certificaciones y no aplicar estos
conceptos en el trabajo diario de la empresa.

Conectados a los objetivos de la empresa, los conceptos de calidad aportan


beneficios como una mayor competitividad, organización y excelencia en los
procesos de producción, lo que conduce a mejores resultados.

- Calidad de servicios

Es un conjunto de estrategias y acciones destinadas a mejorar el servicio al cliente


y la relación entre el consumidor y la marca. La clave de este apoyo es la creación
de buenas relaciones y de un entorno positivo, servicial y amistoso que transmita a
los clientes una buena sensación.
Las empresas no se limitan a vender un producto o servicio, sino que venden las
expectativas y necesidades de experiencia de su público. Para conseguirlo, es
importante vender confianza y un buen servicio al cliente.

El servicio al cliente se convierte en una cuestión que afecta indirecta o


directamente a todas las áreas de la empresa y es fundamental para el éxito del
negocio.

* Componentes de la calidad de servicio

La calidad de servicio es un concepto multidimensional, en el sentido de que el


cliente expresa su opinión teniendo en cuenta varias características o aspectos,
entre ellos:

- Fiabilidad. Es la confianza que percibe el cliente en que el servicio se prestará


de acuerdo con lo pactado y las condiciones establecidas.

- Accesibilidad. El servicio debe ser fácilmente accesible. Distancia o proximidad


al lugar de residencia habitual del cliente.

- Rentabilidad. El cliente suele calcular la relación calidad-precio en la que se


basa.

- Seguridad. Se evalúa en función del espacio físico y de la cualificación de los


prestadores de servicios, tanto en términos de competencias profesionales como
de conocimientos, basados en la experiencia en el sector.

- Tangibilidad. Se refiere a la preparación del espacio o a la utilización de los


recursos físicos necesarios para prestar el servicio.

* Estrategias para lograr la calidad del servicio

Para cualquier empresa dedicada al sector de los servicios, su principal objetivo


debe ser la satisfacción del cliente; para lograrlo puede:

- Realizar investigaciones

Una investigación le ayudará a identificar las necesidades reales de sus clientes


potenciales y a captar sus expectativas. En otras palabras, si realiza una
investigación, se podrá responder a las siguientes preguntas ¿Qué quieren los
clientes?, ¿cómo lo quieren?, ¿cuánto esperan pagar?, etc. La investigación es
una herramienta importante para aumentar la satisfacción de los clientes.

- Informar a los distintos departamentos.

Otra estrategia para lograr la calidad del servicio es informar a los distintos
departamentos sobre las expectativas de los clientes. De este modo, se pueden
realizar los cambios necesarios para que cada departamento trabaje en pro de
este objetivo.

- Recopilar las opiniones de los clientes.

Si es una empresa activa, la mejor manera de medir la calidad percibida y actuar


para mejorarla, si es necesario, es obtener la opinión de sus clientes. Existen
varios métodos de medición. Sin embargo, en la era digital, cada vez más
organizaciones cuentan con aplicaciones o plataformas web en las que los
usuarios pueden dejar comentarios y calificar los procesos.

En última instancia, un cliente calificará la calidad de un servicio de tres maneras:


alta, media o baja, o bien recurrirá a resumir su experiencia como buena, pasable
o mala. Esto se debe a que la intención de evaluar la calidad del servicio es aplicar
estrategias que aumenten la productividad de la empresa.

* Tipos de calidad de servicio

Calidad de excelencia.

Todas las empresas prestan un servicio al cliente (directa e indirectamente). Por


ello, su principal objetivo debe ser distinguirse por ser las mejores en su campo.

Alcanzar la cualidad de ser "el mejor" es complicado, si no inalcanzable. El


concepto de excelencia tiene un significado diferente para cada persona, porque
las exigencias y expectativas de los consumidores son diferentes según el servicio
o el producto que se ofrezca.

Calidad de ajuste según las especificaciones.


La calidad del servicio puede adaptarse a las necesidades de la empresa. El
objetivo es evaluar la calidad del servicio al cliente en las distintas fases del ciclo
de compra, comparar los resultados y buscar estrategias de mejora.

Calidad como valor.

Como su nombre indica, la calidad tiene un significado importante. Cada


consumidor tiene diferentes necesidades que satisfacer, y para cada una de ellas
se debe ofrecer un servicio excepcional que cumpla las expectativas del
consumidor.

Si algo tiene que estar presente en los procesos, en los servicios, en los productos
y en la vida diaria, es la calidad que ofrecerás al consumidor. Hay tener en cuenta
las opiniones que impone la calidad y las expectativas del cliente.

Calidad como satisfacción de las expectativas de los usuarios o


consumidores.

El éxito de una empresa depende de lo que los consumidores piensen de esa


marca y de lo satisfechos que estén tras recibir su servicio. Los clientes
expresarán sus opiniones personales y evaluarán la calidad del servicio ofrecido al
cliente: cómo se les trata y con qué eficacia la empresa satisface sus necesidades
o expectativas.

- Como medir la calidad

Criterios a tener en cuenta para medir la calidad de un producto o servicio.

1. Cobertura.

Se define como la relación entre el número de artículos disponibles en los


mercados y el número de personas que declaran una necesidad que espera ser
satisfecha. Este indicador es típico de los proyectos que aspiran a una penetración
masiva de los consumidores o que son a largo plazo. Sin embargo, no siempre es
así. A veces basta con que una empresa cubra los pocos frentes en los que opera
normalmente para obtener un indicador de cobertura positivo.
2. Eficiencia o rendimiento

La eficiencia o rendimiento define en qué medida el producto o servicio resuelve el


problema del cliente en menos tiempo o de forma sencilla. Si un producto ofrece
un mayor rendimiento (por ejemplo, en un dispositivo tecnológico, mayor velocidad
o capacidad de procesamiento), también tenderá a considerarse un indicador de
calidad.

3. Seguridad

En el mundo de los servicios técnicos y tecnológicos, la seguridad es un valor


crítico para cualquier producto o servicio que implique un riesgo significativo.

Por ejemplo, las normas de seguridad establecidas en el proceso de producción y


el nivel de seguridad y confianza que el producto o servicio proporciona al cliente
tienen una gran influencia en la percepción del valor. La seguridad también está
vinculada a la durabilidad del producto, otro elemento clave para definir la calidad.

4. La satisfacción del cliente

De hecho, el siguiente paso tras la venta de un producto es la evaluación de la


satisfacción del comprador. La venta no es una garantía de satisfacción. Así lo
demuestran numerosos ejemplos. Cuando las empresas utilizan este indicador,
deben utilizar diferentes canales de retroalimentación para evaluar con precisión la
llamada fase de posventa, que es crucial para las nuevas líneas de producción.

5. Competitividad

Se trata de la capacidad de las empresas para explotar las cualidades que hacen
que sus productos sean diferentes. También está relacionada con el grado de
adaptación a la dinámica del mercado y la capacidad de innovar y cambiar. Un
producto que no puede ser competitivo suele ser un producto de baja calidad.

- Papel del marketing en la gestión de calidad

El marketing desempeña varias funciones cruciales para ayudar a una empresa a


definir y entregar productos y servicios de alta calidad. Estas son:
 Definir correctamente las necesidades y requisitos.

 Comunicar las expectativas de los clientes a los diseñadores de productos.

 Garantizar el correcto llenado de pedidos (de los clientes) y la entrega a


tiempo.

 Asegurar que el cliente haya recibido las instrucciones adecuadas,


capacitación y asistencia técnica en el uso del producto.

 Mantenerse en contacto con el cliente después de la venta.

 Obtener comentarios de los clientes, sugerencias, etc. para la mejora de


productos y servicios.

 Al realizar sus funciones, el marketing contribuye a la gestión de calidad y a


la final satisfacción del cliente.

- Implicaciones de la gestión de calidad

Las implicaciones de la gestión de calidad son que las personas de marketing no


solo tienen que hacer marketing externo sino también interno. Deben ser
defensores de los clientes en la empresa y constantemente deben asegurarse de
que los clientes obtengan siempre lo mejor.

El análisis de las relaciones entre gestión de calidad y marketing tiene


implicaciones importantes para los gerentes, ya que proporciona información
sobre cómo el marketing puede orientarse hacia la satisfacción del cliente, que es
el principio clave del paradigma de marketing moderno. Los gerentes de marketing
deberían esforzarse para:

 Tener la mente abierta de compartir su conocimiento de los clientes con


otros en la organización.

 Familiarizarse con los principios y métodos de la calidad total e


implementarlos en sus esfuerzos de comercialización.

 Participar en un diálogo continuo y mutuamente beneficioso con los


gerentes de calidad con el fin de “mantenerse en contacto” con los clientes.
 Interactuar con los clientes para ayudarlos a convertirse en coproductores
del valor para el cliente.

Finalmente, los gerentes de marketing deben entender que el marketing y la


gestión de calidad son incompletos en sí mismos y que una relación
complementaria y sinérgica entre los dos permitirá a la empresa crear valor para
los clientes y obtener una ventaja competitiva en el mercado.

- Productividad

La productividad es un indicador que define cuántos productos o servicios se han


producido por cada uno de los recursos utilizados para producirlos (incluyendo la
mano de obra, el tiempo y el capital) en un periodo de tiempo determinado.

Por tanto, el cálculo de la productividad permite determinar la eficiencia productiva


de una organización. En concreto, hay dos formas de medir este indicador:

1. Producir una mayor cantidad de productos con los mismos recursos disponibles.

2. Producir una cantidad similar, pero con menos gasto de recursos.

Que una empresa sea más productiva que otra está relacionada con varias
situaciones, entre las que se encuentran las siguientes

- Mayor experiencia y conocimiento de los empleados.

- Uso más intensivo de la tecnología y la maquinaria.

- Mejor estructura organizativa.

La medición de la productividad es un indicador de valor que nos muestra si algo


se está haciendo correctamente o no. El uso de este indicador nos permite evaluar
el rendimiento de la organización.

Al mismo tiempo, nos ayuda a comprender dónde estamos en relación con los
objetivos fijados por la organización. También es una de las referencias más
importantes para evaluar el trabajo humano, el nivel de desarrollo económico y la
competitividad de las empresas.
- Objetivo de la productividad

La productividad nos permite medir lo que se produce en nuestra empresa en


relación con los recursos utilizados para hacerlo, por lo que su objetivo es
optimizar la cantidad de recursos utilizados para conseguir mejores resultados.
Esto nos permite determinar si somos eficientes en lo que hacemos o si debemos
ajustar, mejorar o adaptar los procesos que llevamos a cabo para evolucionar. Lo
ideal es conseguir el mayor número de resultados con el menor número de
recursos posible.

- Importancia de la productividad

La importancia de la productividad está ligada al crecimiento de una organización.


Al mejorar la eficiencia de los procesos productivos, las empresas tienen grandes
oportunidades de generar acciones y estrategias para lograr una mayor
rentabilidad, como colocar precios más atractivos en el mercado o tener la
capacidad de atender grandes volúmenes de pedidos.

Cuando las empresas entienden lo que es la productividad y su importancia,


pueden generar mayores beneficios atrayendo nuevos clientes y facilitando la
inversión en proyectos de innovación y planes de mejora.

- Claves para una mayor productividad laboral

Entre los aspectos más importantes para lograr una mayor productividad laboral
se encuentran los siguientes.

* Formación de los empleados. Es fundamental que los empleados de una


organización adquieran nuevas habilidades y conocimientos para realizar mejor su
trabajo. Hoy en día, este factor es especialmente relevante para la adquisición de
habilidades tecnológicas, ya que el éxito de las empresas depende cada vez más
de su nivel de digitalización.

* Invertir en maquinaria y equipos. El uso de equipos y maquinaria aumenta


significativamente la productividad de una empresa, ya que sus diversas
operaciones se vuelven más rápidas, más eficientes y más rentables.
* Recompensas. Un sistema de premios y recompensas es muy importante para
que los empleados estén más motivados y comprometidos con los buenos
resultados de la organización en la que trabajan.

* Espacios para el descanso y la relajación. Para mantener un buen


rendimiento a lo largo del tiempo, es fundamental que los trabajadores dispongan
de espacios para el descanso y la relajación donde puedan aliviar el estrés
asociado al desempeño de sus tareas. Por ejemplo, las actividades deportivas, el
baile o la meditación son buenas alternativas para aliviar la tensión.

* Flexibilidad. Uno de los legados más conocidos que dejará la pandemia en el


mundo laboral es la necesidad de ofrecer a los trabajadores una mayor flexibilidad
en el desarrollo de sus actividades. Así, la posibilidad de cambiar el horario de
trabajo o el teletrabajo son elementos que podrían aumentar la productividad de
los trabajadores, haciendo más cómodo su trabajo.

* Automatización. Apoyarse en herramientas digitales que permitan realizar


tareas repetitivas en diferentes áreas de una organización de forma más rápida y
eficiente permitirá ahorrar tiempo y agilizar los procesos. De este modo, la
empresa puede asignar tareas más valiosas a sus empleados, como el desarrollo
de proyectos de investigación e innovación o el diseño de estrategias para
aumentar el rendimiento del negocio.

- Tipos de productividad

En función de los factores a tener en cuenta en el proceso de producción, la


productividad puede dividirse en diferentes tipos:

* Productividad laboral: se refiere a la producción final y a la cantidad de mano


de obra utilizada para producirla. Puede medirse en términos de horas de trabajo
necesarias para producir una cantidad determinada de producto.

* Productividad total de los factores: la producción final está relacionada con la


suma de los factores utilizados en el proceso de producción. Estos factores son el
capital y la tierra.
* Productividad marginal: considera la producción adicional obtenida con una
unidad más de un factor de producción, mientras que todo lo demás permanece
constante.

- Factores que influyen en la productividad

La inversión en bienes de capital es uno de los medios más comunes para


aumentar la productividad, hacer más eficiente el trabajo y mantener o reducir el
empleo. Los factores más característicos que influyen en la productividad son los
siguientes:

* Calidad y disponibilidad de los recursos naturales: si una empresa o zona


está situada cerca de los recursos naturales, su productividad es mayor.

* Capital invertido en la industria: la cantidad de capital es un factor que influye


directamente en la productividad.

* Cantidad y calidad de los recursos humanos: Número de personas


empleadas en una industria, nivel de educación y experiencia laboral.

* Tecnología: Cuanto mayor sea el nivel de conocimientos y tecnología, mayor


será la productividad de una industria.

* Configuración de la industria: la naturaleza de la industria influye mucho en la


productividad de una organización. La estructura de la industria viene determinada
por la competencia, las barreras de entrada, el poder de negociación, los
competidores potenciales y los sustitutos.

* Entorno microeconómico: influye directamente en la capacidad de ofrecer un


producto o servicio al cliente final.

* Entorno macroeconómico: la demanda de productos y servicios y la necesidad


de las empresas de innovar y aumentar la eficiencia influyen en el entorno
económico. Las fuerzas externas a la empresa tienen un impacto indirecto en ella.

- Cómo se mide la productividad


El proceso básico de producción de cualquier empresa comienza con la inversión
de los factores de producción, es decir, el capital, la mano de obra, el tiempo
(horas-hombre) y las máquinas o equipos utilizados. Todo ello se utiliza para
conseguir un resultado que sea rentable para la empresa al final del proceso de
creación o transformación de bienes, servicios o productos. Calcular la
productividad de una empresa significa, matemáticamente, encontrar la relación
entre la inversión de todos estos insumos y el producto final obtenido.

Podemos ilustrar cómo se calcula la productividad con la siguiente fórmula


Productividad = Unidades producidas / Insumos invertidos.

Esta fórmula nos permite calcular el índice de productividad individualmente, para


cada empleado, cada máquina, cada unidad de tiempo, cada unidad de capital
invertido, o globalmente para toda la empresa. A partir de los resultados, podemos
identificar con claridad y precisión qué factores de inversión no están produciendo
los resultados deseados. Esto nos permite identificar los puntos débiles de la
empresa y tomar las medidas correctivas necesarias.

La fórmula de la productividad ilustra cómo una empresa puede producir más


unidades por hora y por empleado, máquina o material utilizado. Los resultados
muestran claramente lo que hay que mejorar en la empresa en el proceso de
producción. Si una empresa puede aumentar su producción manteniendo una
inversión estable de sus factores de producción (capital, material, mano de obra y
tiempo invertido). Si puede mantener su nivel de producción estable reduciendo la
inversión en estos factores de producción, podemos decir que tiene una mayor
productividad.

* Consejos para medir la productividad

La productividad también significa la cantidad de trabajo realizado en el menor


tiempo posible. Naturalmente, este trabajo debe ser de alta calidad. Por ello, otros
consejos para medir la productividad de una empresa son los siguientes:

1. Comparar los resultados actuales con los de periodos anteriores (turnos, día,
mes y año).
2. En el caso de una industria, es necesario saber cuántas horas y cuántos
hombres se han necesitado para producir una unidad. También sería útil saber
cuánto se utilizó, por ejemplo, en electricidad, agua o gas.

3. Saber cuántos materiales o materias primas se han desperdiciado.

4. Comprobar cuántos artículos se han desechado por control de calidad o no son


aptos para la venta.

5. Recalcular la productividad cada vez que se produzca un cambio en la


empresa.

- Indicadores de productividad.

Los indicadores de productividad son unidades de medida que permiten a la


empresa determinar la eficiencia de cada proceso. De este modo, identificamos
los errores y las mejoras que hay que introducir para sacar el máximo partido a las
tareas que realizamos.

Los indicadores nos ayudan a reconocer el rendimiento de nuestros trabajadores,


las máquinas y las herramientas que utilizamos para elaborar los productos o
servicios que ofrecemos. Podemos identificar tres indicadores comunes en todas
las industrias:

* Tiempo: es uno de los indicadores comunes más importantes que se aplica a


todos los sectores. La gestión del tiempo es muy importante para medir la
productividad. Nos mostrará cuánto tiempo es necesario para alcanzar los
objetivos que nos hemos propuesto.

* Dinero: El dinero es otro de los indicadores de productividad más comunes. Se


da en todos los sectores y es esencial para su funcionamiento. Midiendo la
cantidad de dinero necesaria para tal o cual proceso, podemos establecer un
presupuesto para todos nuestros procesos y objetivos.

* Recursos: es otro indicador muy importante a tener en cuenta. Los recursos


invertidos en nuestra empresa deben ser utilizados al máximo para poder hablar
de eficiencia y alta productividad. Si los recursos se utilizan de forma incorrecta,
también perderemos tiempo y dinero.

Los indicadores varían en función del tipo de empresa y de los bienes o servicios
que ofrece, así como de las áreas y departamentos de la empresa. Podemos decir
que cada empresa debe construir sus propios indicadores.

Si conocemos el funcionamiento de todos los departamentos y áreas de la


empresa y documentamos detalladamente los recursos y productos que se
encuentran en cada proceso, podremos crear una lista detallada y fundamentada
de indicadores a analizar.

- Causas de la baja productividad

Hemos visto que para conseguir una alta productividad es necesario conocer los
procesos y los diferentes factores que influyen en nuestra actividad. Hay algunas
causas de baja productividad a las que debemos prestar especial atención:

* Mala gestión.

* Software obsoleto.

*Insatisfacción de los empleados.

* Empleados no cualificados para un puesto de trabajo.

* Falta de comunicación entre empleados y supervisores.

Mención especial merecen las PYME, las pequeñas y medianas empresas que
constituyen una parte importante de la comunidad empresarial. Con el estallido de
la pandemia, muchas PYMES experimentaron un descenso de la productividad
debido a los cambios estructurales que tuvieron que aplicar a causa de los
protocolos de emergencia. Los trabajadores citaron problemas como la fatiga
mental, la falta de motivación, la hiperconectividad, la falta de automatización de
los procesos, entre otros, como principales factores que contribuyeron a la caída
de la productividad.
La productividad es una gran herramienta para que las empresas midan la
eficiencia de todos sus procesos, establezcan los objetivos que quieran mejorar y
propongan acciones para alcanzarlos. Es importante tener un conocimiento
detallado de todos los trabajadores, recursos y productos que funcionan y
constituyen a la empresa, de manera que se pueda elegir los indicadores
adecuados y apoyarse en la información para generar cambios efectivos para
crecer día a día.

- Relación entre calidad y productividad

Antes de las teorías de William Deming, se creía generalmente que la calidad y la


productividad tenían una relación negativa, ya que un aumento de la calidad se
consideraba una disminución de la productividad. Esta disminución de la
productividad se justificaba por el hecho de que el tiempo y los recursos dedicados
a las inspecciones reducían los esfuerzos directos de producción.

Sin embargo, se atribuye a Deming el mérito de ser el primero en demostrar una


relación positiva y directa entre calidad y productividad, demostrando que una
mayor calidad reduce los costes porque, entre otras cosas, hay menos defectos,
menos averías que reparar y menos quejas de los clientes.

¿Cómo pueden las organizaciones fusionar productividad con calidad?

Las organizaciones deben ver la productividad con calidad como una oportunidad
para integrar sistemas y modelos de mejora continua tanto en el esquema
organizativo como en los distintos circuitos y procesos, tomando medidas para
identificar sistemáticamente las carencias y las áreas de mejora.

La productividad con calidad es una filosofía de trabajo que requiere disciplina y


perseverancia para mejorar y mantener los resultados en el tiempo. Hay que tener
en cuenta muchos factores, todos ellos girando en torno a un eje central: la
satisfacción total del cliente.

Una de las mejores formas de vincular eficazmente la productividad y la calidad es


una acreditación de un Modelo de Excelencia, ya que la empresa no sólo recibe el
reconocimiento de los clientes, las partes interesadas y la sociedad en general,
sino que también entra en un ciclo de autoevaluación. Esto le permite identificar
sus carencias y necesidades de formación, desarrollo de capacidades y
transformación de procesos.

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