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Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea
integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y
que, mediante el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución
del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos,
grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución…
1Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero
de 1917, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_150917.pdf
“... a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura
jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante
mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”.
Es de particular interés señalar que la finalidad de la rectoría estatal, consistente en
lograr un desarrollo integral, incluyente, que fomente el aspecto económico y el empleo,
que permita una justa distribución del ingreso y la riqueza, aspecto este último que ha
llegado a representar uno de los principales problemas ante la excesiva desigualdad del
ingreso existente entre los mexicanos, que limita y atenta contra su libertad, dignidad y
desarrollo integral.
Un aspecto de gran relevancia de este precepto constitucional es que el concepto
de rectoría económica del Estado se incorporó a la Constitución en 1982, con motivo de la
reforma al artículo 25 constitucional, durante el gobierno de Miguel de la Madrid y,
paradójicamente, en este gobierno inició el modelo económico neoliberal.
Este artículo puntualiza aspectos esenciales para este modelo económico al
autorizar la participación de los particulares en la industria eléctrica, así como en la
exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos, lo cual prácticamente elimina
la economía mixta al permitirles participar en las principales actividades estratégicas de la
economía nacional, anteriormente aprovechadas exclusivamente por el Estado.
También destaca: la importancia de la competitividad y la inversión para el
crecimiento económico; el impulso y protección de las actividades económicas de los
particulares; la generación de empleo; la participación de los sectores público, social y
privado en las actividades económicas; políticas de mejora regulatoria, etcétera.
- Artículo 26 constitucional. Establece la planeación económica por parte del Estado,
al facultarlo para organizar un “sistema de planeación democrática del desarrollo nacional
que imprima solidez, dinamismo y equidad al crecimiento de la economía para la
independencia y la democratización política, social y cultural de la nación”, donde se
destaca la importancia de que la planeación propicie un crecimiento económico equitativo,
es decir, dar más a quien más lo necesita.
Prevé la creación del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica,
cuyos datos serán considerados oficiales, y del Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social, que será un órgano autónomo, con personalidad jurídica y
patrimonio propios, y tendrá a su cargo la medición de la pobreza, la evaluación de la
política de desarrollo social y emitirá recomendaciones.
- Artículo 27 constitucional. Regula la propiedad, dividiéndola en pública, privada y
social. En su párrafo primero enuncia: “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas
dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual
ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo
la propiedad privada”, mismo que se relaciona con el párrafo tercero que dice: “La Nación
tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que
dicte el interés público...”, por lo cual la propiedad privada se encuentra condicionada en
atención al interés público.
En su fracción VII reconoce “la personalidad jurídica de los núcleos de población
ejidales y comunales y se protege su propiedad sobre la tierra, tanto para el asentamiento
humano como para actividades productivas”.
Asigna a la nación el dominio directo de todos los recursos naturales, y su
explotación por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes
mexicanas se realizará por medio de concesiones, excepto en radiodifusión y
telecomunicaciones, que serán otorgadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, y
en el caso de los minerales radiactivos no se otorgarán concesiones.
Otros casos de excepción lo constituyen: el control del sistema eléctrico nacional y
el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, que si bien no son
concesionables, sin embargo, el Estado podrá celebrar contratos con particulares en los
términos que establezcan las leyes; y el petróleo e hidrocarburos, que tampoco son
concesionables, no obstante, el Estado llevará a cabo las actividades de exploración y
extracción del petróleo y demás hidrocarburos mediante asignaciones a empresas
productivas del Estado o a través de contratos con éstas o con particulares, en los términos
de la Ley Reglamentaria. A su vez, para cumplir con el objeto de dichas asignaciones o
contratos las empresas productivas del Estado podrán contratar con particulares. Por
consiguiente, se reitera la participación de los particulares en actividades estratégicas de la
nación y se fortalece el modelo económico neoliberal
4. Actividades económicas reservadas al Estado. Son las actividades estratégicas
contempladas en el artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución: correos, telégrafos y
radiotelegrafía; minerales radiactivos y generación de energía nuclear; la planeación y el
control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y
distribución de energía eléctrica, y la exploración y extracción del petróleo, y de los demás
hidrocarburos, en los términos de los párrafos sexto y séptimo del artículo 27 constitucional.
Las actividades estratégicas se reservan al Estado de manera exclusiva por
cuestiones de interés público y seguridad nacional, y no se consideran monopolios. Es
pertinente señalar que para llevar a cabo estas actividades, el artículo 28constitucional,
párrafo quinto, dispone que “El Estado contará con los organismos y empresas que requiera
para el eficaz manejo de las áreas estratégicas a su cargo y en las actividades de carácter
prioritario donde, de acuerdo con las leyes, participe por sí o con los sectores social y
privado”, lo que constituye un fundamento constitucional de la participación estatal en las
actividades económicas como un agente económico más en el mercado, sólo que dicha
participación es actualmente mínima ante la abrumadora participación privada.
8. Artículo 28 constitucional. Prevé un mercado competitivo, por lo que prohíbe los
monopolios, las prácticas monopólicas y cualquier procedimiento que evite la libre
concurrencia o la competencia castigando:
… todo acuerdo, procedimiento o combinación de los productores, industriales, comerciantes
o empresarios de servicios, que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia
o la competencia entre sí y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en
general, todo lo que constituya una ventaja excesiva indebida a favor de una o varias
personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social
(artículo 28, párrafo segundo).
El artículo 89 constitucional enuncia: “Las facultades y obligaciones del Presidente, son las
siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión, proveyendo
en la esfera administrativa a su exacta observancia”. Con base en la división de poderes,
corresponde al Ejecutivo establecer los mecanismos para el cumplimiento de las leyes,
entre las que se encuentran las de naturaleza económica, si bien conviene advertir que,
para lograr su cometido, el Ejecutivo emite a su vez reglamentos, circulares, etcétera, que
determinan las condiciones de aplicación de diversas leyes emitidas por el Legislativo, con
lo que se amplía significativamente su ámbito de influencia.
“II. Nombrar y remover libremente a los Secretarios de Despacho, remover a
embajadores, cónsules generales y empleados superiores de Hacienda, y nombrar y
remover libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción
no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes”. Esta fracción es de
gran interés para el Ejecutivo, ya que le faculta para remover a los secretarios de Estado,
es decir, a las personas que le auxilian a realizar su labor, entre las que se encuentran los
secretarios vinculados con funciones económicas.
“X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar,
denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones
interpretativas sobre los mismos sometiéndolas a la aprobación del Senado…”, y entre los
citados tratados se encuentran los de naturaleza económica, que en la actualidad son de
gran relevancia ante el fenómeno de la globalización y el neoliberalismo e inciden en la
normatividad nacional y en la economía.
“XIII. Habilitar toda clase de puertos, establecer aduanas marítimas y fronterizas y
designar su ubicación”, aspectos esenciales en relación con el comercio exterior y la
seguridad de la nación.
“XV. Conceder privilegios exclusivos por tiempo limitado con arreglo a la ley
respectiva, a los descubridores, inventores o perfeccionadores de algún ramo de la
industria”, con lo cual se protege la propiedad intelectual y se motiva la investigación
científica.
El artículo 89 constitucional hace del Ejecutivo el responsable directo de llevar a
cabo la política económica, en tanto le corresponde ejecutar las leyes que expide el
Congreso, lo cual le convierte en un personaje central de la rectoría económica y del logro
de mejores condiciones de vida para los mexicanos. En el desempeño de tan notable tarea,
el Ejecutivo cuenta con una estructura administrativa amplia y compleja, la Administración
Pública Federal, que se organiza en centralizada y paraestatal conforme al artículo 90
constitucional, y se encuentra reglamentada por la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal.2
2Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre
de 1976, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/153_240418.pdf
Urbano, Cultura y Turismo, mismas que de manera conjunta con la Consejería Jurídica del
Ejecutivo Federal, constituyen las dependencias con que cuenta el Ejecutivo Federal para
el despacho de los asuntos del orden administrativo.
La administración pública paraestatal se conforma por los organismos
descentralizados, las empresas de participación estatal, las instituciones nacionales de
crédito, las organizaciones auxiliares nacionales de crédito, las instituciones nacionales de
seguros y de fianzas y los fideicomisos (denominados entidades de la administración
pública paraestatal).
Los organismos descentralizados son creados por ley o decreto del Congreso de la
Unión o por decreto del Ejecutivo Federal, cuentan con personalidad jurídica y patrimonio
propios, cualquiera que sea la estructura legal que adopten. Tienen por objeto, según el
artículo 14 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales:3 “I. La realización de
actividades correspondientes a las áreas estratégicas o prioritarias; II. La prestación de un
servicio público o social; o III. La obtención o aplicación de recursos para fines de asistencia
o seguridad social”.
Las empresas de participación estatal mayoritaria son las siguientes:
Las empresas de participación estatal tienen por objeto las áreas prioritarias
establecidas en el artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución (comunicación vía satélite
y ferrocarriles).
En relación a los fideicomisos públicos:
… son aquellos que el gobierno federal o alguna de las demás entidades paraestatales
constituyen, con el propósito de auxiliar al Ejecutivo Federal en las atribuciones del Estado
3 Ley Federal de las Entidades Paraestatales, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 14 de mayo de 1986,
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/110_181215.pdf
para impulsar las áreas prioritarias del desarrollo, que cuenten con una estructura orgánica
análoga a las otras entidades y que tengan comités técnicos. En los fideicomisos constituidos
por el gobierno federal, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público fungirá como
fideicomitente único de la administración pública centralizada (artículo 47 de la LOAPF).