Está en la página 1de 11

FUNDAMENTACIÓN CONSTITUCIONAL DEL DERECHO ECONÓMICO EN MÉXICO

La organización económica del Estado mexicano y su regulación jurídica han evolucionado


conforme a los cambios de la sociedad mexicana y su interrelación con el contexto
internacional, de manera que el sistema de economía mixta vigente se ha conformado
gradualmente por acciones del gobierno federal, para dar respuesta a diversos problemas
que ha enfrentado el país y que dieron lugar a una serie de iniciativas ante el Congreso de
la Unión en materia económica y social, mismas que hicieron énfasis en la intervención del
Estado en la economía así como en la creación e impulso de empresas.

1. FUNDAMENTACIÓN CONSTITUCIONAL DEL DERECHO ECONÓMICO EN MÉXICO

Se sustenta en los artículos 25, 26, 27 y 28.


- Artículo 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.1 Asigna la
rectoría económica al Estado al disponer en su párrafo primero:

Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea
integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y
que, mediante el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución
del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos,
grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución…

Es pertinente destacar que el párrafo en comento no otorga la rectoría económica


de manera especial al Ejecutivo Federal, sino al Estado, a la comunidad política mexicana
a que aluden el artículo 40 y la primera parte del artículo 41 constitucionales, es decir a los
Poderes de la Unión, en el marco de su competencia, y a los Poderes de los Estados en lo
que toca a sus regímenes interiores. Ahora bien, como el Estado se manifiesta a través de
los Poderes de la Unión, la rectoría del Estado la lleva a cabo primordialmente el Poder
Ejecutivo, con base en el ejercicio de las atribuciones constitucionales y de la legislación
ordinaria que le competen, por ser éste el Poder que tiene a su cargo la administración
pública.
De manera similar, se debe resaltar que cuando se alude al régimen democrático se
hace referencia al concepto de democracia que sustenta nuestra Constitución, a propósito
del sistema educativo mexicano, en su artículo 3º, fracción II, a), en los siguientes términos:

1Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero
de 1917, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_150917.pdf
“... a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura
jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante
mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”.
Es de particular interés señalar que la finalidad de la rectoría estatal, consistente en
lograr un desarrollo integral, incluyente, que fomente el aspecto económico y el empleo,
que permita una justa distribución del ingreso y la riqueza, aspecto este último que ha
llegado a representar uno de los principales problemas ante la excesiva desigualdad del
ingreso existente entre los mexicanos, que limita y atenta contra su libertad, dignidad y
desarrollo integral.
Un aspecto de gran relevancia de este precepto constitucional es que el concepto
de rectoría económica del Estado se incorporó a la Constitución en 1982, con motivo de la
reforma al artículo 25 constitucional, durante el gobierno de Miguel de la Madrid y,
paradójicamente, en este gobierno inició el modelo económico neoliberal.
Este artículo puntualiza aspectos esenciales para este modelo económico al
autorizar la participación de los particulares en la industria eléctrica, así como en la
exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos, lo cual prácticamente elimina
la economía mixta al permitirles participar en las principales actividades estratégicas de la
economía nacional, anteriormente aprovechadas exclusivamente por el Estado.
También destaca: la importancia de la competitividad y la inversión para el
crecimiento económico; el impulso y protección de las actividades económicas de los
particulares; la generación de empleo; la participación de los sectores público, social y
privado en las actividades económicas; políticas de mejora regulatoria, etcétera.
- Artículo 26 constitucional. Establece la planeación económica por parte del Estado,
al facultarlo para organizar un “sistema de planeación democrática del desarrollo nacional
que imprima solidez, dinamismo y equidad al crecimiento de la economía para la
independencia y la democratización política, social y cultural de la nación”, donde se
destaca la importancia de que la planeación propicie un crecimiento económico equitativo,
es decir, dar más a quien más lo necesita.
Prevé la creación del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica,
cuyos datos serán considerados oficiales, y del Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social, que será un órgano autónomo, con personalidad jurídica y
patrimonio propios, y tendrá a su cargo la medición de la pobreza, la evaluación de la
política de desarrollo social y emitirá recomendaciones.
- Artículo 27 constitucional. Regula la propiedad, dividiéndola en pública, privada y
social. En su párrafo primero enuncia: “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas
dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual
ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo
la propiedad privada”, mismo que se relaciona con el párrafo tercero que dice: “La Nación
tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que
dicte el interés público...”, por lo cual la propiedad privada se encuentra condicionada en
atención al interés público.
En su fracción VII reconoce “la personalidad jurídica de los núcleos de población
ejidales y comunales y se protege su propiedad sobre la tierra, tanto para el asentamiento
humano como para actividades productivas”.
Asigna a la nación el dominio directo de todos los recursos naturales, y su
explotación por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes
mexicanas se realizará por medio de concesiones, excepto en radiodifusión y
telecomunicaciones, que serán otorgadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, y
en el caso de los minerales radiactivos no se otorgarán concesiones.
Otros casos de excepción lo constituyen: el control del sistema eléctrico nacional y
el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, que si bien no son
concesionables, sin embargo, el Estado podrá celebrar contratos con particulares en los
términos que establezcan las leyes; y el petróleo e hidrocarburos, que tampoco son
concesionables, no obstante, el Estado llevará a cabo las actividades de exploración y
extracción del petróleo y demás hidrocarburos mediante asignaciones a empresas
productivas del Estado o a través de contratos con éstas o con particulares, en los términos
de la Ley Reglamentaria. A su vez, para cumplir con el objeto de dichas asignaciones o
contratos las empresas productivas del Estado podrán contratar con particulares. Por
consiguiente, se reitera la participación de los particulares en actividades estratégicas de la
nación y se fortalece el modelo económico neoliberal
4. Actividades económicas reservadas al Estado. Son las actividades estratégicas
contempladas en el artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución: correos, telégrafos y
radiotelegrafía; minerales radiactivos y generación de energía nuclear; la planeación y el
control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y
distribución de energía eléctrica, y la exploración y extracción del petróleo, y de los demás
hidrocarburos, en los términos de los párrafos sexto y séptimo del artículo 27 constitucional.
Las actividades estratégicas se reservan al Estado de manera exclusiva por
cuestiones de interés público y seguridad nacional, y no se consideran monopolios. Es
pertinente señalar que para llevar a cabo estas actividades, el artículo 28constitucional,
párrafo quinto, dispone que “El Estado contará con los organismos y empresas que requiera
para el eficaz manejo de las áreas estratégicas a su cargo y en las actividades de carácter
prioritario donde, de acuerdo con las leyes, participe por sí o con los sectores social y
privado”, lo que constituye un fundamento constitucional de la participación estatal en las
actividades económicas como un agente económico más en el mercado, sólo que dicha
participación es actualmente mínima ante la abrumadora participación privada.
8. Artículo 28 constitucional. Prevé un mercado competitivo, por lo que prohíbe los
monopolios, las prácticas monopólicas y cualquier procedimiento que evite la libre
concurrencia o la competencia castigando:
… todo acuerdo, procedimiento o combinación de los productores, industriales, comerciantes
o empresarios de servicios, que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia
o la competencia entre sí y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en
general, todo lo que constituya una ventaja excesiva indebida a favor de una o varias
personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social
(artículo 28, párrafo segundo).

La protección del proceso de competencia y libre concurrencia deriva del principio


de libertad de comercio e industria prevista en el artículo 5º constitucional, que reconoce a
cada persona la libertad para ejercer el comercio o la industria que desee, siendo lícitos,
asimismo, que en el ejercicio de ese derecho respeten la libertad de las demás personas,
o sea, de sus competidores. Asimismo, prescribe evitar fenómenos de concentración que
contraríen el interés público y designa las actividades que no se consideran monopolios.
- Derechos de libertad económica. Se refieren a una serie de libertades particulares
indispensables para realizar actividades de índole económica, como son la libertad de
comercio, industria, tránsito, residencia y el derecho de propiedad.
Como se puede observar, las disposiciones constitucionales en materia económica
establecen los principios y finalidades de esta actividad, destacando la importancia del
desarrollo nacional, la justa distribución del ingreso y la riqueza pública, los derechos
humanos y la democracia, todos ellos en atención al interés general, y que si se aplicasen,
indudablemente serían decisivos para que la sociedad mexicana cuente con un buen nivel
de vida y un futuro mejor, no obstante, están muy lejos de materializarse, más aún, las
reformas constitucionales recientes en esta materia impulsan las actividades del sector
privado al igual que diversos tratados internacionales en materia económica, de manera
congruente con el modelo económico neoliberal existente en México que ha sustituido a la
economía mixta.

2. FACULTADES DEL CONGRESO DE LA UNIÓN EN MATERIA ECONÓMICA

La Constitución otorga al Congreso de la Unión facultades de trascendencia en materia


económica al ordenar: Artículo 73. El Congreso tiene facultad:
“VII. Para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el presupuesto”. Esta
fracción se vincula con el artículo 31, referente a las obligaciones de los mexicanos de
contribuir al gasto público, tanto de la Federación como del Distrito Federal (hoy ciudad de
México), los estados y los municipios, lo que resulta justificado ante la necesidad de contar
con los recursos necesarios para satisfacer el gasto público; asimismo, se relaciona con la
elaboración de la Ley de ingresos y el Presupuesto de Egresos.
“VIII. En materia de deuda pública para: 1º Dar bases sobre las cuales el Ejecutivo
pueda celebrar empréstitos y otorgar garantías sobre el crédito de la Nación, para aprobar
esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional…”, con lo
que se pretende el control de la deuda pública al hacer partícipes a los poderes Legislativo
y Ejecutivo en su manejo; el primero autorizando y supervisando, en tanto que el segundo
llevando a cabo su ejercicio y control.
“IX. Para impedir que en el comercio de Estado a Estado se establezcan
restricciones”, lo que resulta indispensable para la libertad de comercio dentro del territorio
nacional.
“X. Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería, sustancias
químicas, explosivos, pirotecnia, industria cinematográfica, comercio, juegos con apuestas
y sorteos, intermediación y servicios financieros, energía eléctrica y nuclear, y para expedir
las leyes del trabajo reglamentarias del artículo 123”. Esta fracción es relevante para la
regulación de algunos recursos naturales, el comercio, el trabajo e importantes actividades
económicas.
“XI. Para crear y suprimir empleos públicos de la Federación y señalar, aumentar o
disminuir sus dotaciones”. Esta fracción se relaciona con el artículo 127 relativo a las
remuneraciones de los servidores públicos, mismas que no podrán ser superiores a las
establecidas para el Presidente de la República, o bien, iguales o mayores a las de su
superior jerárquico.
“XVIII. Para establecer casas de moneda, fijar las condiciones que ésta deba tener,
dictar reglas para determinar el valor relativo de la moneda extranjera y adoptar un sistema
general de pesas y medidas”. Esta fracción se relaciona con el artículo 28, párrafo séptimo
constitucional en lo referente a la acuñación de moneda como área estratégica, y a la
existencia de un sistema general de pesas y medidas, mismo que resulta indispensable en
la actividad económica.
“XXIV. Para expedir las leyes que regulen la organización y facultades de la
Auditoría Superior de la Federación y las demás que normen la gestión, control y evaluación
de los Poderes de la Unión y de los entes públicos federales; así como para expedir la ley
general que establezca las bases de coordinación del Sistema Nacional Anticorrupción a
que se refiere el artículo 113 de esta Constitución”; esta fracción se relaciona con el artículo
74, fracción VI, de la Constitución en cuanto a la revisión de la cuenta pública por parte de
la Auditoría Superior de la Federación.
“XXVIII. Para expedir leyes en materia de contabilidad gubernamental que regirán
la contabilidad pública y la presentación homogénea de información financiera, de ingresos
y egresos, así como patrimonial, para la Federación, los estados, los municipios, el Distrito
Federal (hoy ciudad de México) y los órganos político-administrativos de sus
demarcaciones territoriales, a fin de garantizar su armonización a nivel nacional”, aspectos
que fortalecen el control de las finanzas públicas.
XXIX. Para establecer contribuciones:

1º Sobre el comercio exterior.


2º Sobre el aprovechamiento y explotación de los recursos naturales comprendidos en los
párrafos 4º y 5º del artículo 27.
3º Sobre instituciones de crédito y sociedades de seguros.
4º Sobre servicios públicos concesionados o explotados directamente por la Federación, y
5º Especiales sobre:
a) Energía eléctrica.
b) Producción y consumo de tabacos labrados.
c) Gasolina y otros productos derivados del petróleo.
d) Cerillos y fósforos.
e) Aguamiel y productos de su fermentación.
f) Explotación forestal, y
g) Producción y consumo de cerveza.
Las entidades federativas participarán en el rendimiento de estas contribuciones especiales,
en la proporción que la ley secundaria federal determine. Las legislaturas locales fijarán el
porcentaje correspondiente a los Municipios en sus ingresos por concepto de impuestos
sobre energía eléctrica.

Esta fracción es base de la regulación en materia impositiva tanto del mercado


interno como del externo, además de establecer la forma de distribuir las contribuciones
especiales, que en su mayoría hacen referencia a las actividades más importantes de la
economía nacional y que resultan de particular importancia en el gasto público de las
entidades federativas.
“XXIX-D. Para expedir leyes sobre planeación nacional del desarrollo económico y
social, así como en materia de información estadística y geográfica de interés nacional”,
con lo que se establece una de las bases de la rectoría estatal, ya que incorpora la
planeación como el instrumento o medio para lograr el desarrollo nacional y el bienestar de
la colectividad.
“XXIX-E. Para expedir leyes para la programación, promoción, concertación y
ejecución de acciones de orden económico, especialmente las referentes al abasto y otras
que tengan como fin la producción suficiente y oportuna de bienes y servicios, social y
nacionalmente necesarios”. Disposición que tiene una relevancia de primer orden, en virtud
de que faculta al Legislativo para emitir las leyes necesarias en materia económica, las
cuales, congruentes con el texto constitucional, deberán coadyuvar al logro de los objetivos
consignados en el artículo 25 del mismo ordenamiento.
“XXIX-F. Para expedir leyes tendientes a la promoción de la inversión mexicana, la
regulación de la inversión extranjera, la transferencia de tecnología y la generación, difusión
y aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos que requiere el desarrollo
nacional”, donde se destaca la importancia de la inversión de capital nacional, la necesidad
de regular la inversión extranjera, la conveniencia de la transferencia de tecnología y la
política de investigación científica.
“XXIX-G. Para expedir leyes que establezcan la concurrencia del Gobierno Federal,
de los gobiernos de los Estados y de los municipios, en el ámbito de sus respectivas
competencias, en materia de protección al ambiente y de preservación y restauración del
equilibrio ecológico”; aspectos todos ellos de gran importancia y trascendencia para el
desarrollo sustentable.
“XXIX-K. Para expedir leyes en materia de turismo, estableciendo las bases
generales de coordinación de las facultades concurrentes entre la Federación, las entidades
federativas, los Municipios y, en su caso, las demarcaciones de la Ciudad de México, en el
ámbito de sus respectivas competencias, así como la participación de los sectores social y
privado”, que implica el desarrollo de una de las actividades que puede contribuir de manera
determinante en el desarrollo del país.
“XXIX-L. Para expedir leyes que establezcan la concurrencia del gobierno federal,
de los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios, en el ámbito de sus
respectivas competencias, en materia de pesca y acuacultura, así como la participación de
los sectores social y privado”. Esta fracción es importante en el marco del federalismo y el
desarrollo nacional, al pretender acciones conjuntas para impulsar estas actividades y
lograr mayor eficacia.
“XXIX-N. Para expedir leyes en materia de constitución, organización,
funcionamiento y extinción de las sociedades cooperativas…”, las cuales representan
alternativas para la generación de empleo e impulsar la actividad económica.
“XXIX-W. Para expedir leyes en materia de responsabilidad hacendaria que tengan
por objeto el manejo sostenible de las finanzas públicas en la Federación, los Estados,
Municipios y el Distrito Federal (hoy ciudad de México), con base en el principio establecido
en el párrafo segundo del artículo 25”. Esta fracción es de gran relevancia para la estabilidad
de las finanzas públicas, así como para la determinación de responsabilidades en el
ejercicio del gasto público.

3. FACULTADES DEL EJECUTIVO FEDERAL EN MATERIA ECONÓMICA

El artículo 89 constitucional enuncia: “Las facultades y obligaciones del Presidente, son las
siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión, proveyendo
en la esfera administrativa a su exacta observancia”. Con base en la división de poderes,
corresponde al Ejecutivo establecer los mecanismos para el cumplimiento de las leyes,
entre las que se encuentran las de naturaleza económica, si bien conviene advertir que,
para lograr su cometido, el Ejecutivo emite a su vez reglamentos, circulares, etcétera, que
determinan las condiciones de aplicación de diversas leyes emitidas por el Legislativo, con
lo que se amplía significativamente su ámbito de influencia.
“II. Nombrar y remover libremente a los Secretarios de Despacho, remover a
embajadores, cónsules generales y empleados superiores de Hacienda, y nombrar y
remover libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción
no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes”. Esta fracción es de
gran interés para el Ejecutivo, ya que le faculta para remover a los secretarios de Estado,
es decir, a las personas que le auxilian a realizar su labor, entre las que se encuentran los
secretarios vinculados con funciones económicas.
“X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar,
denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones
interpretativas sobre los mismos sometiéndolas a la aprobación del Senado…”, y entre los
citados tratados se encuentran los de naturaleza económica, que en la actualidad son de
gran relevancia ante el fenómeno de la globalización y el neoliberalismo e inciden en la
normatividad nacional y en la economía.
“XIII. Habilitar toda clase de puertos, establecer aduanas marítimas y fronterizas y
designar su ubicación”, aspectos esenciales en relación con el comercio exterior y la
seguridad de la nación.
“XV. Conceder privilegios exclusivos por tiempo limitado con arreglo a la ley
respectiva, a los descubridores, inventores o perfeccionadores de algún ramo de la
industria”, con lo cual se protege la propiedad intelectual y se motiva la investigación
científica.
El artículo 89 constitucional hace del Ejecutivo el responsable directo de llevar a
cabo la política económica, en tanto le corresponde ejecutar las leyes que expide el
Congreso, lo cual le convierte en un personaje central de la rectoría económica y del logro
de mejores condiciones de vida para los mexicanos. En el desempeño de tan notable tarea,
el Ejecutivo cuenta con una estructura administrativa amplia y compleja, la Administración
Pública Federal, que se organiza en centralizada y paraestatal conforme al artículo 90
constitucional, y se encuentra reglamentada por la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal.2

4. LEY ORGÁNICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL.

La administración pública centralizada se integra por la Oficina de la Presidencia de la


República, las Secretarías de Estado, la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y los
Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética a que hace referencia el artículo
28, párrafo octavo de la Constitución, que son la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la
Comisión Reguladora de Energía
Las Secretarías de Estado son las siguientes: Gobernación; Relaciones Exteriores;
Defensa Nacional; Marina; Seguridad y Protección Ciudadana, Hacienda y Crédito Público,
de Bienestar, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Energía, Economía, Agricultura y
Desarrollo Rural, Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Función Pública,
Educación Pública, Salud, Trabajo y Previsión Social, Desarrollo Agrario, Territorial y

2Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre
de 1976, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/153_240418.pdf
Urbano, Cultura y Turismo, mismas que de manera conjunta con la Consejería Jurídica del
Ejecutivo Federal, constituyen las dependencias con que cuenta el Ejecutivo Federal para
el despacho de los asuntos del orden administrativo.
La administración pública paraestatal se conforma por los organismos
descentralizados, las empresas de participación estatal, las instituciones nacionales de
crédito, las organizaciones auxiliares nacionales de crédito, las instituciones nacionales de
seguros y de fianzas y los fideicomisos (denominados entidades de la administración
pública paraestatal).
Los organismos descentralizados son creados por ley o decreto del Congreso de la
Unión o por decreto del Ejecutivo Federal, cuentan con personalidad jurídica y patrimonio
propios, cualquiera que sea la estructura legal que adopten. Tienen por objeto, según el
artículo 14 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales:3 “I. La realización de
actividades correspondientes a las áreas estratégicas o prioritarias; II. La prestación de un
servicio público o social; o III. La obtención o aplicación de recursos para fines de asistencia
o seguridad social”.
Las empresas de participación estatal mayoritaria son las siguientes:

I. Las sociedades nacionales de crédito constituidas en los términos de la legislación


específica.
II. Las sociedades de cualquier otra naturaleza incluyendo las organizaciones auxiliares
nacionales de crédito; así como las instituciones nacionales de seguros y fianzas, en que se
satisfaga alguno o varios de los siguientes requisitos:
A) Que el Gobierno Federal o una o más entidades paraestatales, conjunta o separadamente,
aporten o sean propietarios de más del 50% del capital social.
B) Que en la constitución de su capital se hagan figurar títulos representativos de capital social,
de serie especial que sólo puedan ser suscritas por el Gobierno Federal; o
C) Que al Gobierno Federal corresponda la facultad de nombrar a la mayoría de los miembros
del órgano de gobierno o su equivalente, o bien designar al presidente o director general, o
cuando tenga facultades para vetar los acuerdos del propio órgano de gobierno (artículo 46,
LOAPF).

Las empresas de participación estatal tienen por objeto las áreas prioritarias
establecidas en el artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución (comunicación vía satélite
y ferrocarriles).
En relación a los fideicomisos públicos:

… son aquellos que el gobierno federal o alguna de las demás entidades paraestatales
constituyen, con el propósito de auxiliar al Ejecutivo Federal en las atribuciones del Estado

3 Ley Federal de las Entidades Paraestatales, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 14 de mayo de 1986,
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/110_181215.pdf
para impulsar las áreas prioritarias del desarrollo, que cuenten con una estructura orgánica
análoga a las otras entidades y que tengan comités técnicos. En los fideicomisos constituidos
por el gobierno federal, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público fungirá como
fideicomitente único de la administración pública centralizada (artículo 47 de la LOAPF).

Las entidades de la administración pública se agrupan en sectores, de conformidad


a su objeto y actividades, y son coordinadas por una dependencia de la administración
pública centralizada, por ejemplo: el Sector Salud comprende instituciones de seguridad
social como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), etcétera, las cuales se
encuentran coordinadas por la Secretaría de Salud.
Las dependencias coordinadoras de sector coordinan la planeación, programación
y presupuestación de las entidades agrupadas en su sector, así como su operación y
evaluación de resultados.

También podría gustarte