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DOCENTE :
ELOY ORDOÑO MAMANI
CURSO:
DERECHO PROCESAL PENAL I
CICLO:
VI - D
Tacna - Perú
2022
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN Pág. 1
Nuestro Código Penal Peruano nos presenta una lista de casos de funcionarios públicos, y
permite la integración de nuevos supuestos. Esta lista consta de una clasificación de
funcionarios, algunos incluidos por selección, otros por designación y otros por elección.
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I. ASPECTOS GENERALES
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El antejuicio es una prerrogativa funcional de los que gozan determinados
funcionarios con el propósito de que no puedan ser procesados ante la judicatura
penal por los delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones.
A través del antejuicio se busca levantar la inmunidad o prerrogativa funcional de un
alto funcionario por probables delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones.
El procedimiento por el que se efectiviza el antejuicio es la acusación constitucional.
Todos los funcionarios gozan de inmunidad, tal y como se menciona en los arts. 93,
161, 201 de la Constitución, a su vez, tienen la prerrogativa de antejuicio establecido
en el art. 99. A diferencia del Antejuicio, la Inmunidad es vigente desde que es
elegido en el cargo hasta un mes después de haber cesado (art. 93), sin embargo, el
Antejuicio permanece vigente hasta 5 años después de haber cesado en el cargo (art.
99).
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Los altos dignatarios son aquellas personas situadas en lo más alto de la dirección
estatal las que finalmente tienen la posibilidad de tomar decisiones que
indudablemente afectaran el desarrollo de la sociedad y de los diversos grupos al
interior de esta, por tales razones se ha implementado normas especiales de
procedimiento para los casos en que estén involucrados en un proceso penal.
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4. El delito de enriquecimiento ilícito
4.1. El bien jurídico específico
4.2. Elementos problemáticos
4.3. Problemas concursales
5. El delito de negociación incompatible
5.1. El bien jurídico específico
5.2. Elementos problemáticos
5.3. Problemas concursales
6. El delito de colusión desleal
6.1. El bien jurídico específico
6.2. Elementos problemáticos
6.3. Problemas concursales
7. El delito de tráfico de influencias
7.1. El bien jurídico específico
7.2. Elementos problemáticos
7.3. Problemas concursales
2.3. Clasificación
2.3.1. El proceso por delitos de función atribuidos a funcionarios públicos
El artículo 449° del NCPP establece las normas que regulan el procesamiento contra
los altos funcionarios públicos taxativamente designados en el artículo 99° de la
Constitución por los delitos que cometen en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco
años después de haber cesado en él. El artículo 99° de la Constitución establece que: “
Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso: al Presidente de la
República; a los representantes a Congreso; a los Ministros de Estado; a los miembros
del Tribunal Constitucional; a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura;
a los vocales de la Corte Suprema; a los fiscales supremos; al Defensor del Pueblo y
al Contralor General por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan
en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado en
éstas.” Hay que tomar en cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el artículo
93° de la Constitución “Los congresistas representan a la Nación. No están sujetos a
mandato imperativo ni a interpelación. No son responsables ante autoridad ni órgano
jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten en el ejercicio de sus
funciones. No pueden ser procesados ni presos sin previa autorización del Congreso o
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de la Comisión Permanente, desde que son elegidos hasta un mes después de haber
cesado en sus funciones, excepto por delito flagrante, caso en el cual son puestos a
disposición del Congreso o de la Comisión Permanente dentro de las veinticuatro
horas, a fin de que se autorice o no la privación de la libertad y el enjuiciamiento”. De
iguales prerrogativas gozan el Defensor del Pueblo y los integrantes del Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por los Artículos 161° y 201° de la
Ley Fundamental, que disponen: “El Defensor de Pueblo goza de la misma inmunidad
y de las mismas prerrogativas de los congresistas” y los miembros del Tribunal
Constitucional gozan de la misma inmunidad y de las mismas prerrogativas que los
congresistas.” Los funcionarios antes citados gozan de prerrogativas denominadas: la
inviolabilidad y la inmunidad, para que puedan ejercer su labor sin sufrir el riesgo de
una persecución penal irrazonada; se busca evitar con ello que mediante el abuso del
derecho de acceso a la justicia se pretenda paralizar ilegítimamente el discurrir normal
de las funciones estatales y el ejercicio del poder por parte que quienes han sido
elegidos democráticamente para regir los destinos de la nación. Por tales razones el
proceso se regirá por las reglas del proceso común y las que prevé el Código en este
Título.
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2.3.3. El proceso por delitos de función a otros funcionarios públicos
Es necesario recordar que la Ley Orgánica del Ministerio Público2 al regular las
atribuciones del Fiscal de la Nación, establece en los apartados 4 y 5 del artículo 66°
que le corresponde Decidir el ejercicio de la acción penal contra los jueces y fiscales
de segunda y primera instancia por los delitos cometidos en su actuación judicial o
fiscal, cuando media denuncia o queja del Ministro de Justicia, de una Junta de
Fiscales o del agraviado. Todo ello en virtud de la facultad exclusiva de persecución
penal conferida por el artículo 159° de la Constitución. Por lo demás la actuación de
los jueces y los fiscales está sujeta a la responsabilidad disciplinaria, civil y penal. La
responsabilidad de naturaleza disciplinaria se determina a través del procedimiento
administrativo sancionador conforme a los Reglamentos de Organización y Funciones
de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial y de la Fiscalía
Suprema de Control Interno, en concordancia con la Ley de Procedimiento
Administrativo General N° 27444. La responsabilidad civil se determina a través del
proceso abreviado de responsabilidad civil de los jueces, conforme a lo dispuesto en
el Código Procesal Civil; en estos casos el Estado responde solidariamente por los
daños y perjuicios causados por los magistrados al actuar con dolo o con culpa
inexcusable. Y la responsabilidad penal se determina conforme al procedimiento
preestablecido que está revestido de especiales garantías en la investigación y
juzgamiento. El Reglamento de Organización y Funciones de la Fiscalía Suprema de
Control Interno regula el procedimiento de investigación de denuncias por delitos
cometidos en el ejercicio de la función tanto por jueces como por fiscales de todas las
instancias, a excepción de los jueces y fiscales supremos que gozan de la prerrogativa
del antejuicio. En estos casos la investigación preliminar tiene por objeto reunir los
elementos de prueba que acrediten la comisión del hecho denunciado y la presunta
responsabilidad del investigado y sobre esa base el Fiscal de la Nación decidirá si se
debe ejercer o no la acción penal. “Esta investigación preliminar forma parte del
procedimiento con “garantías reforzadas” que corresponde a la persecución penal
contra jueces y fiscales”.
“Del artículo 58 del reglamento, concordante con el artículo 27 se desprende que las
investigaciones contra los Fiscales Adjuntos Supremos y los Fiscales Superiores y,
por equivalencia de grado, los Jueces Superiores de toda la República, serán de
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conocimiento de la Fiscalía Suprema de Control Interno; en tanto que las
investigaciones contra los Fiscales Provinciales, Fiscales Adjuntos Superiores y
Fiscales Adjuntos Provinciales, así como contra los Jueces Especializados o Mixtos y
Jueces de Paz Letrados, serán conocidas por las Oficinas Desconcentradas de Control
Interno de los correspondientes distritos fiscales, que están a cargo de un Fiscal
Superior”. En cuanto al trámite, se establece que presentada la denuncia y realizada la
calificación, el órgano de control puede alternativamente:
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atribuidos, en el ejercicio de sus funciones, a los jueces y fiscales superiores, a los
miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, al Procurador Público, y a
todos los magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público, esto es Jueces
Especializados y Mixtos, Jueces de Paz Letrados. Fiscales Adjuntos Supremos,
fiscales provinciales, Fiscales Adjuntos Superiores y Fiscales Adjuntos
Provinciales. En todos estos casos luego de la investigación preliminar, practicada
por la Fiscalía Suprema de Control Interno o por la Oficina Desconcentrada de
Control Interno se requiere que el Fiscal de la Nación emita una Disposición
declarando fundada la denuncia y ordenará al fiscal respectivo la formalización de
la investigación preparatoria correspondiente. La Disposición del Fiscal de la
Nación no será necesaria cuando el funcionario ha sido sorprendido en flagrante
delito. En este supuesto, en el plazo de veinticuatro horas el funcionario será
conducido al despacho del fiscal supremo o del fiscal superior correspondiente,
según el caso, para la formalización de la investigación preparatoria. Corresponde
a un Fiscal Supremo y a la Corte Suprema el conocimiento de los delitos de
función atribuidos a los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, a los
jueces y fiscales superiores, los fiscales adjuntos supremos y al procurador
público, así como a otros funcionarios que señale la Ley. En estos casos la Sala
Penal de la Corte Suprema designará, entre sus miembros, al juez que intervenga
en la investigación preparatoria y a los tres integrantes de la Sala Penal Especial,
que se encargará del juzgamiento y del conocimiento del recurso de apelación
contra las decisiones emitidas por el primero. El Fiscal de la Nación hará lo propio
respecto a los fiscales supremos que conocerán de la etapa de investigación
preparatoria y de la etapa de enjuiciamiento. Contra la sentencia emitida por la
Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que conocerá la Sala
Suprema prevista en la LOPJ. Contra la sentencia de vista no procede recurso
alguno. Por otro lado, corresponde a un Fiscal Superior y a la Corte Superior
competente el conocimiento de los delitos de función atribuidos al juez de primera
instancia, al juez de paz letrado, al fiscal provincial, al fiscal adjunto superior y al
fiscal adjunto provincial, así como a otros funcionarios que señale la ley. En estos
casos, la Presidencia de la Corte Superior designará, entre los – miembros de la
Sala Penal competente, al juez para la investigación preparatoria y a los tres
integrantes de la Sala Penal Especial que se encargará del juzgamiento y del
conocimiento del recurso de apelación contra las decisiones emitidas por el
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primero. El presidente de la Junta de Fiscales Superiores hará lo propio respecto a
los fiscales superiores que conocerán de las etapas de investigación preparatoria y
de enjuiciamiento respectivamente. Contra la sentencia emitida por la Sala Penal
Especial Superior procede recurso de apelación, que conocerá la Sala Penal de la
Corte Suprema. Contra esta última sentencia no procede recurso alguno. El
proceso penal en estos casos se regirá por las reglas del proceso común, con las
excepciones antes anotadas
2.4. Características del proceso penal especial por razón de la función pública
Si bien el Código Procesal Penal tiene regulado, como proceso base u ordinario el
proceso penal común; sin embargo, también se encuentran regulados procesos penales
especiales, como el denominado proceso penal especial por razón de la función
pública (artículos 449-455 del Código Procesal Penal). En particular este proceso, por
la gran cantidad de carpetas o expedientes al respecto que existen en la actualidad,
como parte de la casuística procesal nacional, ha generado notoriedad tanto en su
aplicación e interpretación.
Este proceso penal especial por razón de la función pública busca diferenciarse de la
estructura del proceso penal común porque tiene como sujeto procesal imputado, por
un lado, a los denominados como altos funcionarios públicos (artículos 93, 99, 161 y
201 de la Constitución), como, por otro, a otros funcionarios públicos que sin tener la
condición de altos funcionarios públicos han sido considerados personas que ejercen
cargos públicos de mucha importancia y se encuentran comprometidos con el correcto
funcionamiento de la administración pública, en especial, de la administración de
justicia.
Además, tiene como característica ser un proceso que se inicia y termina en la misma
Corte Suprema (proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios
públicos; proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos cometidos durante el ejercicio de su mandato; proceso por
delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos, como a los miembros del
Consejo Supremo de Justicia Militar, jueces y fiscales superiores, procurador público
y otros funcionarios que señale la ley) y se inicia en la Corte Superior y termina en la
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Corte Suprema (proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios
públicos, como al juez de primera instancia, juez de paz letrado, fiscal provincial,
fiscal adjunto provincial y otros funcionarios que señale la ley).
El Tribunal Constitucional nacional, por medio del Fundamento Jurídico 27 del Exp.
0006-2003-AI/TC, Lima, del 1 de diciembre de 2003 (65 congresistas de la
República), resaltó que los miembros del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el jefe
de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el jefe del Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) no cuentan con la expresa
prerrogativa constitucional del antejuicio político como parte del procedimiento
parlamentario de acusación constitucional a pesar de ser funcionarios públicos de la
mayor importancia en un Estado democrático de derecho.
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del proceso penal especial por razón de la función pública que es el proceso por
delitos de función atribuido a altos funcionarios públicos.
Esta última parte de la redacción (“y a los altos funcionarios de la república que
señala la ley”) permitió que, mediante el artículo 15 de la Ley 23903 del 24 de agosto
de 1984, se introdujera como alto funcionario público a los miembros del Jurado
Nacional de Elecciones.
Este proceso penal especial, por razón de la función pública, se encuentra dividido,
formalmente, en tres subprocesos:
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· El proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos
(artículos 449, 450 y 451 del Código Procesal Penal).
· El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos (Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo)
cometidos durante el ejercicio de su mandato (artículos 452 y 453 del
Código Procesal Penal).
· El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos (Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo)
cometidos antes de asumir su mandato (artículo 452.2 de Código Procesal
Penal).
· El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos,
como a los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, jueces y
fiscales superiores, procurador público y otros funcionarios que señale la ley
(artículo 454.3 del Código Procesal Penal).
· El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos,
como al juez de primera instancia, juez de paz letrado, fiscal provincial,
fiscal adjunto provincial y otros funcionarios que señale la ley (artículo
454.4 del Código Procesal Penal).
2.6. Regulación del proceso penal especial por razón de la función pública
Si bien el proceso por razón de la función pública es un proceso penal especial, sin
embargo, varios de sus acápites siguen las reglas generales del proceso penal común
pero no en forma absoluta. Además, siguen reglas excepcionales o específicas que son
de su propia estructura, por ser justamente un proceso diferente. Así, se puede
apreciar que en el proceso penal especial por razón de la función pública se le aplican
tanto las reglas del proceso penal común, como las reglas que son de su misma
naturaleza especial, siendo pertinente hacer mención de las siguientes:
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Suprema procede recurso de apelación, que conocerá la Sala Suprema que prevé la
Ley Orgánica del Poder Judicial. Contra la resolución de vista no procede recurso
alguno” (artículo 450.7 Código Procesal Penal). Aquí no procede interponer y
fundamentar el recurso de casación pena Para el proceso por delitos comunes
atribuidos a congresistas y otros altos funcionarios públicos (Tribunal Constitucional
y Defensoría del Pueblo) cometidos durante el ejercicio de su mandato, en el que si
bien se señala que en este proceso penal “se rigen por las reglas del proceso común”,
se apunta a continuación “así como por lo establecido en el presente Título” (artículo
452.1 Código Procesal Penal), como el caso de aquella que sostiene posteriormente
que “contra las decisiones emitidas por (…) la Sala Penal Especial Suprema procede
recurso de apelación, que conocerá la Sala Suprema que prevé la Ley Orgánica del
Poder Judicial. Contra las resoluciones de vista no procede recurso alguno” (artículo
453.3 Código Procesal Penal). Aquí no procede interponer y fundamentar el recurso
de casación penal.
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Para el proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos (juez
de Primera Instancia, juez de Paz Letrado, fiscal Provincial, Fiscal Adjunto Provincial
y otros funcionarios que señale la Ley), en el que se señala que “contra las decisiones
emitidas por (…) la Sala Penal Especial Superior procede recurso de apelación, que
conocerá la Sala Penal de la Corte Suprema. Contra las resoluciones de vista no
procede recurso alguno” (artículo 454.4 del Código Procesal Penal). Esta
normatividad debe ser necesariamente complementada con aquella otra que sostiene
que este proceso penal “se regirá por las reglas del proceso común”, y a continuación:
“con las excepciones previstas en el artículo anterior” (artículo 455 del Código
Procesal Penal). Para este tipo de proceso no procede interponer y fundamentar el
recurso de casación penal.
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CONCLUSIONES
Asimismo, este proceso tiene como característica ser un proceso que, por un lado,
se inicia y termina en la Corte Suprema, y, por otro, se inicia en la Corte Superior
y termina en la Corte Suprema.
Si bien el proceso por razón de la función pública es un proceso penal especial, sin
embargo, varios de sus acápites siguen las reglas generales del proceso penal
común pero no en forma absoluta. Además, siguen reglas excepcionales o
específicas que son de su propia estructura, por ser justamente un proceso
diferente.
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especiales de este proceso es que en primer lugar pasa por la comisión
permanente, que no es muy distinto al proceso común puesto que se regirá bajo
las mismas reglas cuando haya pasado al juez de la investigación preparatoria
designado por la corte suprema. Cuando existe flagrancia delictiva ya no será
necesario la investigación de la comisión permanente debido a que se dará
cuenta al fiscal de la nación que este designe al fiscal supremo y al juez de la
investigación preparatoria (vocal de la corte suprema) para que inicie el proceso,
en este proceso no existe la etapa de investigación preliminar, ya que aquellas la
realizan la comisión permanente.
Para finalizar se debe resaltar que, para poder dar inicio, tanto al proceso por
delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos como al proceso por
delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos, se requerirá que el
Fiscal de la Nación emita una disposición que decida el ejercicio de la acción
penal. Sin embargo, cabe resaltar que, si se tratara de un delito flagrante, la
autorización del Fiscal no sería requerida.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ANEXOS
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