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Universidad de la Cuenca del Plata 2
Derecho Constitucional y Administrativo
Unidad I
Introducción al Derecho Constitucional
y Administrativo
Unidad II
Derechos y garantías
1. Constitución y Reforma.
1.1. Poder constituyente originario y derivado. Límites a su ejercicio. Reforma
constitucional: Procedimiento del artículo 30 de la Constitución Nacional. La
Convención Reformadora: competencia material y temporal.
2. Estado y gobierno.
2.1 Estado: concepto. Elementos: población, territorio, gobierno y poder.
2.2 Gastos y recursos públicos. Poder tributario del Estado. Límites constitucionales
al ejercicio del poder fiscal: Legalidad, capacidad contributiva, generalidad, igualdad,
proporcionalidad, no confiscatoriedad.
3. Funciones del Estado.
3.1. Funciones Jurídicas del Estado: Legislativa, Jurisdiccional, Administrativa.
Criterios de conceptualización.
3.2. La denominada actividad administrativa jurisdiccional.
4. Garantías individuales. Derechos y Garantías Constitucionales.
4.1. Nuevos Derechos y Garantías. La relación de consumo y el ambiente. La acción
de Amparo. Conceptos generales. El Habeas Corpus. Concepto. Hábeas data.
Concepto.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Unidad III
Unidad IV
Unidad V
Unidad VI
1. El Poder Judicial.
1.1 La organización de la Administración de Justicia. Jueces de primera instancia.
Cámara de Apelaciones. Corte Suprema de Justicia de la Nación. Jurisdicción
internacional.
1.2 Requisitos y nombramiento de los Jueces. Inamovilidad de cargo e intangibilidad
de sueldos.
2. Organización del Poder Judicial en el derecho público provincial. Obligación de las
provincias de asegurar la administración de justicia.
3. Los Nuevos órganos constitucionales.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Unidad VII
Acto Administrativo.
Concepto y elementos.
Unidad VIII
Unidad IX
y contratos en particular
Unidad IV
El ordenamiento jurídico, es decir las normas jurídicas que componen las reglas
que rigen la sociedad, le otorga una personalidad jurídica al Estado para que pueda
existir y relacionarse con los particulares y demás instituciones públicas y privadas
que funcionan dentro de la comunidad. Esta personalidad jurídica le permite
obligarse y adquirir derechos, tanto en su faz interna como en sus relaciones con los
individuos u otras personas jurídicas.
-Hace posible las distintas formas jurídicas del obrar administrativo, llámese:
actos administrativos, reglamentos, contratos y simples actos de la Administración.
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Derecho Constitucional y Administrativo
-Da lugar a las relaciones de “distintos Estados entre sí” (por ejemplo, entre
municipios y provincias o entre el Estado Nacional y las provincias).
-Asimismo posibilita que las distintas personas jurídicas públicas puedan estar
en juicio, como demandados o demandantes.
Y el artículo 141 define a las personas jurídicas como: “todos los entes a los
cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones para el cumplimiento y los fines de su creación”.
El artículo 143, por su parte, dispone que la persona jurídica tiene una
personalidad distinta de la de sus miembros, es decir, de las personas humanas que
la integran. De allí que el mismo artículo precisa que: “los miembros no responden por
las obligaciones de la persona jurídica, excepto en los supuestos que expresamente se
prevén en este Título y lo que disponga la ley especial”.
Jurídicas Públicas
Privadas
El artículo 148 enumera, a su vez, las personas jurídicas privadas, que son las
sociedades; asociaciones civiles; las simples asociaciones; las fundaciones; iglesias,
confesiones, comunidades o entidades religiosas; mutuales; cooperativas, consorcios
de propiedad horizontal y toda otra contemplada en las disposiciones del Código Civil
y Comercial o en otras leyes cuyo carácter de tal se establece o resulte de su finalidad
y normas de funcionamiento.
Cabe señalar que son varios los criterios elaborados por la doctrina nacional y
extranjera, cuya importancia práctica es indudable, en atención al diferente régimen,
predominantemente público o privado, aplicable a dichas categorías, según la
naturaleza jurídica que corresponde aplicar en cada caso.
Los principales criterios tienen en cuenta estos aspectos son los siguientes:
a) La creación estatal del ente: Se sostiene como principio, que los entes públicos
son creados por el Estado, en tanto que los privados lo son por los particulares, aun
cuando su voluntad requiera ser integrada por el reconocimiento estatal. La
excepción a esta regla la constituiría la Iglesia Católica.
b) El fin público: Según este criterio son personas jurídicas públicas las que
persiguen un fin público, de interés público o de utilidad general, en tanto que las
personas jurídicas privadas persiguen fines privados, de interés o utilidad particular.
Esta postura, si bien resulta también insuficiente dado que hay personas
privadas -como las fundaciones- que persiguen fines de interés público, proporciona
una pauta importante a los efectos de decidir el encuadramiento del ente. No
obstante, según las épocas y los lugares, varían los fines que pueden considerarse de
interés público pero, en el caso concreto, no es tan difícil su distinción con los fines o
intereses puramente particulares, presentes en las entidades privadas.
Luego del análisis realizado cabe concluir que los distintos criterios expuestos,
resultan insuficientes de por sí solos, pero suministran en conjunto importantes
elementos de valoración para llegar a caracterizar a una persona jurídica como
pública o privada. No obstante, en primer término siempre habrá que atenerse al
texto del Código Civil y Comercial.
1 Cassagne, Juan Carlos, Derecho Administrativo, T I, Lexis Nexis, 7ª ed., pág. 262/263.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Siguiendo con nuestro análisis, el Código precisa en su artículo 147 que las
personas jurídicas públicas se rigen en cuanto a su reconocimiento, comienzo,
capacidad y funcionamiento, organización y fin de su existencia por las leyes y
ordenamientos de su constitución.
El Estado tiene, por ende, una única personalidad, que es de derecho público.
Ahora bien, admitida la personalidad única del Estado, hay que decir también
que éste se desenvuelve en el orden existencial, en el mundo de la realidad, por medio
de una estructura de órganos desempeñados por sujetos físicos, cuyos actos se
imputan y atribuyen al Estado.
Tanto el Estado como las demás personas jurídicas expresan su voluntad por
medio de personas físicas que las integran, y estas personas físicas constituyen los
llamados “órganos individuos” del Estado. La voluntad expresada por dichas
personas físicas es imputable o atribuible a la persona jurídica de que forma parte.
Estas dos teorías han sufrido serias objeciones, siendo la principal que al
basarse ambas en principios de derecho civil contienen un errado razonamiento,
puesto que sostienen que existe una voluntad estatal distinta a la del representante
(funcionario público).
3) Teoría del órgano: Esta teoría señala que los servidores del Estado (personas
físicas que cumplen funciones públicas) no deben considerarse personas ajenas a la
persona jurídica (Estado); antes bien, se incrustan en la organización estatal como
una parte integrante o constitutiva de la misma. Gráficamente, Gierke –autor de
la teoría- afirma que cada uno de los órganos forma parte de la persona jurídica
Estado. El funcionario público, pues, no es un representante que quiere para el
Estado; sino que quiere y actúa por el Estado, en cuanto que forma parte de él,
constituyendo una y la misma persona, a la que presta su voluntad psicológica.
Puesto que a los hombres se les imputan las acciones porque se las considera
"propias" de éstos, porque las ha querido, también las acciones imputadas al Estado
se las considera "propias" de éste y se dice que han sido "queridas" por él. Sin
embargo, y a diferencia de lo que ocurre con la persona humana, una acción no es
imputada al Estado porque éste la "quiso", sino a la inversa: el Estado "quiere" una
acción porque y en tanto le es imputada. El Estado es, por tanto, un centro de
imputación al que se atribuyen las consecuencias del obrar jurídico de sus
órganos3.
La teoría del órgano pretendió dar respuesta a la insuficiencia de las teorías del
mandato y representación, señalando que existen dos órganos que se complementan
e integran: el órgano persona o individuo y el órgano institución.
2 Ver Santamaría Pastor Juan Alfonso, La teoría del órgano en el Derecho Administrativo, Revista Española de
Derecho Administrativo, Civitas, 040-041, Sección Estudios, pág. 43.
3 Ver Santamaría Pastor Juan Alfonso, La teoría del órgano…,op. cit.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Esta idea unitaria sobre el órgano –comprensiva de sus dos elementos (objetivo y
subjetivo)- es sostenida, aun cuando con distinta terminología, afirmándose la
existencia de dos órganos (órgano institución y órgano persona física), por cuanto
ninguno de éstos tiene existencia autónoma, no pudiendo concebirse su actuación
separada, sin referencia a la unidad requerida para que pueda configurarse el órgano
como tampoco es posible circunscribir el concepto sólo al llamado “órgano
institución”.
Pensemos, por ejemplo, en las relaciones que pueden establecerse entre dos
ministerios del Estado Nacional para llevar a cabo un proyecto de forma conjunta.
La juridicidad que poseen este tipo de relaciones hace que se les apliquen, en
principio, en forma supletoria o analógica, según sea el caso, los principios y normas
que rigen para el acto administrativo, aun cuando ostentan un régimen jurídico
peculiar que justifica su encuadre diferenciado.
4) tutela o control del Estado sobre el ente, a efectos de asegurar que éste cumpla sus
fines y; 5) satisfacción de fines específicos del Estado, y no de fines comerciales o
industriales.
Este criterio resulta, con relación a las personas jurídicas públicas, cuando
menos impreciso, teniendo en cuenta la dificultad para caracterizar como estatal el
capital de la entidad y las posibles transferencia de accionarias que puedan realizarse
durante la vida de la entidad, cuando se trata de una sociedad anónima, lo cual
supone la configuración de un régimen cambiante inorgánico. Por lo demás, no es un
criterio suficiente de distinción, si se advierte que un mismo procedimiento de
integración de capital o de provisión de los recursos puede darse en entidades
públicas y privadas.
g) Por idéntica razón, las decisiones que dictan sus órganos no constituyen
actos administrativos en tanto no cumplan las funciones que el estado le ha delegado
como fines de interés general (como por ejemplo el gobierno de la matrícula por parte
de los Colegios Profesionales), lo cual no excluye la aplicación de las normas y
principios del Derecho Público para reglar determinados aspectos de la actividad de
estos entes.
Los Consejos y Colegios Profesionales realizan una doble actividad: por un lado,
la defensa y representación de los intereses profesionales de sus miembros, y
por otro la ordenación, control y disciplina del ejercicio de la profesión.
Así, se considera que son actos administrativos dictados por los Colegios
Profesionales los vinculados con la administración a la matrícula como colegiado, la
aplicación de sanciones disciplinarias a un matriculado, la aplicación de multas
por la falta de pago en término de la cuota profesional y la determinación de dicha
cuota.
http://www.cpcecorrientes.org.ar
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Derecho Constitucional y Administrativo
http://cpcechaco.org.ar
http://www.cpcemnes.org.ar
5Segretti Carlos, Federalismo rioplatense y federalismo argentino, órdoba, Centro de Estudios Históricos, 1995,
Cuadernos 7 y 8; citado por María Celia Castorina de Tarquini, Federalismo e integración, Ediar, Bs.As., 1997, pág.
59/60.
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Derecho Constitucional y Administrativo
ello es que luego de la reforma vemos más débiles a las autonomías provinciales, ya
que se ha fortalecido el poder central, eliminándose los controles verticales que
implicarían un verdadero régimen de descentralización territorial del poder. Además
de ello, en lo que hace a la atribución de facultades a la Nación y a las Provincias, se
han aumentado las relaciones de concurrencia “pura”, las que en el punto de
conflicto siempre serán resueltas a favor de la supremacía del orden federal, lo que
implica un nuevo paso en detrimento de las autonomías provinciales.
Ahora bien nuestro sistema federal presenta tres principios, que serán reflejo de
tres tipos de relaciones que se generan entre los elementos que lo integran: a)
Subordinación; b) Participación; y c) Coordinación.
Existen dos métodos para la delimitación formal de competencias. Uno, tal vez
más general, consiste en enumerar las materias de competencia del Estado federal,
quedando reservadas todas las restantes a los Estados miembros. El otro, a la
inversa, enumera los poderes de los Estados parte, quedando el resto reservados a la
Federación. La Constitución Nacional ha seguido la primera opción.
En tal sentido, por expresa disposición del constituyente federal, las provincias,
para gozar de autonomía institucional y que la misma le sea garantizada por el
gobierno nacional, deben observar cinco directrices emergentes del art. 5 de la
Constitución Nacional, una de las cuales se ha visto especificada por la modificación
6 Entre otros: Sagües, Néstor Pedro, “Elementos de derecho constitucional”, Astrea, Buenos Aires, 1997, T. II, pág. 6;
Bidart Campos, Germán, “Manual de la constitución reformada”, Ediar, Buenos Aires, 1996, T. I, pág. 386 y Quiroga
Lavié, Humberto – Benedetti, Miguel Ángel y Cenicacelaya, María de las Nieves, “Derecho Constitucional Argentino”,
Rubinzal Culzoni, Santa Fé, 2001, T. II, pág. 872. Los autores mencionados reconocen que este poder constituyente
secundario que titulariza cada Estado provincial debe ser caracterizado necesariamente como derivado o constituido,
pues se encuentra jurídicamente limitado por las condiciones impuestas por el texto constitucional federal.
7 Idem nota anterior.
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Derecho Constitucional y Administrativo
8Conforme Gabino Ziulu, Adolfo, “Derecho Constitucional”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1996, T. I, pág. 252 y Midón,
Mario, “Manual de Derecho Constitucional Argentino”, La Ley, Buenos Aires, 2005, pág. 212.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Más allá del silencio del constituyente federal, cabe enfatizar que también deben
asegurar los “derechos” consagrados en la Ley Fundamental. Entendemos que no
corresponde efectuar una interpretación literal de la norma, sino que el término
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Derecho Constitucional y Administrativo
“declaraciones” debe ser reinterpretado como “derechos”, pues las provincias no están
obligadas a dictar su Constitución local adoptando las “declaraciones federales” sino
respetando los “derechos fundamentales” contenidos en la Carta Magna Federal.
Esta norma no ha sido dada a favor de la Nación por oposición a las provincias,
sino a favor de la conciliación de ambos intereses. La que ha operado la delegación es
la Constitución y su texto es un llamado a armonizar las posiciones que
históricamente fueron antagónicas.
Conforme esta norma, sabemos que las provincias reservan el poder no delegado
al gobierno federal en la Constitución. Esto quiere decir que a partir de esta cláusula
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Derecho Constitucional y Administrativo
Competencias o Poderes delegados: Son aquellos poderes que las provincias han
conferido al gobierno nacional al momento de sancionarse la Constitución o al
momento de su incorporación a la confederación. Se encuentran establecidos, entre
otros, en los artículos 2°, 4°, 6°, 7°, 9°, 23, 26, 75, 99, 100 y 116. El artículo 75
inciso 32 se refiere a los poderes delegados implícitos.
En efecto, tal como señala Villegas, en los países federales pueden surgir
conflictos en razón de la doble o múltiple imposición entre el Estado Nacional y las
Provincias o entre las Provincias entre sí. Este fenómeno es perjudicial porque
significa multiplicidad administrativa, recaudación onerosa, fomento de la
burocracia, inconvenientes y molestias al contribuyente, además de aumentar la
presión fiscal.
9 Seguimos en este punto a Villegas, conforme expone el tema en Villegas, Héctor B, Curso de Finanzas, Derecho
Financiero y Tributario, 7ª ed., Buenos Aires, Depalma, 2001, pág. 215/221.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Los impuestos directos, por su lado, son exclusivamente provinciales, pero son
fuente de recursos utilizables por la Nación durante un tiempo limitado y siempre
que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan.
Esa exteriorización puede ser inmediata, cuando existen circunstancias o situaciones objetivas
que revelen en forma bastante aproximada un determinado nivel de riqueza (por ejemplo, los
incrementos patrimoniales debidamente comprobados). Los impuestos que toman como hechos
imponibles estas circunstancias son impuestos directos.
“La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser
sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara,
no podrá ser modificada unilateralmente, ni reglamentada, y será aprobada por las
provincias.
10Conf. Aguirre Astigueta, Sebastián F., Régimen de coparticipación federal: realidad actual y alternativas posibles”,
SAIJ DACC030081, 2003.
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Derecho Constitucional y Administrativo
http://www2.mecon.gov.ar/hacienda/dncfp/provincial/normativa.html
Puesto que tanto la Nación como las provincias y los municipios deben afrontar
gastos, necesitan contar con recursos. Los órganos administrativos encargados de la
percepción de recursos fiscales son denominados órganos recaudadores. Cada
jurisdicción (Nación, provincia, municipio) tendrá su propio órgano recaudador con
facultades propias y definidas.
La Dirección General
de Rentas de la
Provincia de Corrientes
(DGR). Fue creada por
la Ley provincial Nº 1.757, como órgano encargado de la recaudación y “estricta
vigilancia” de toda la renta pública de la Provincia. Depende del Ministerio de
Hacienda y Finanzas de la Provincia.
10. Hacer constar en las boletas que remita a los Contribuyentes para el pago de
los tributos, la existencia de deudas por el tributo respectivo.
Autonomía significa, en cambio, que un ente tiene capacidad para administrarse a sí mismo y,
además, tiene capacidad de dictarse sus propias normas, dentro del marco normativo general dado por
un ente superior. Tradicionalmente se reconoce que las provincias argentinas son entidades
autónomas preexistentes al Estado Nacional. Y la Constitución, tras la reforma de 1994, afirma
asimismo la autonomía municipal (artículo 123) y de las Universidades Nacionales (artículo 75, inciso
19).
11 Entre los exponentes de esta postura cabe mencionar a Germán Bidart Campos (“Tratado elemental de derecho
constitucional argentino”, Ediar, Buenos Aires, 1995, T. I. pág. 258), Jorge Vanossi (“Teoría Constitucional”,
Depalma, Buenos Aires, 2000, T. I, pág. 474), Néstor Pedro Sagüés (“El régimen municipal de la Constitución”, LL
1985-C-997), Pedro Frías (“Las nuevas constituciones provinciales”, Depalma, Buenos Aires, 1989, pág. 209), Carlos
Sánchez Viamonte (“Manual de Derecho Constitucional”, Kapeluz, Buenos Aires, 1958, pág. 331), Antonio Hernández
(“Derecho Municipal”, Depalma, Buenos Aires, 1997, T. I, pág. 401), José Dromi (“Federalismo y municipio”, Ciudad
Argentina, Buenos Aires, 1983, pág. 161), Néstor Losa (“Justicia Municipal y Autonomía Comunal”, Ad-Hoc, Buenos
Aires, 1991, pág. 73), Ricardo Zuccherino, (“Derecho público provincial y municipal”, Lex, La Plata, 1977, T. II, pág.
199), Carlos Mouchet (“Las ideas de Echeverría, de Alberdi y de los constituyentes de 1853 sobre el régimen
municipal”, LL 84-640), Tomás Diego Bernard (“Régimen municipal argentino”, Depalma, Buenos Aires, 1976, pág.
10), Salvador Dana Montaño (“Las funciones municipales”, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 1963, pág.
167), Alcides Greca (“Derecho y Ciencia de la Administración Municipal”, Imprenta de la Universidad de Santa Fé,
Santa Fé, 1943, pág. 70) y Adolfo Korn Villafañe (“Derecho Público Político. La República representativa municipal”,
La Plata, 1941, pág. 50). Asimismo Antonio Hernández cita a José Manuel Estrada y Arturo Bas.
12 Entre los defensores de esta tesis cabe destacar a Rafael Bielsa (“Estudios de derecho público”, Depalma, Buenos
Aires, 1952, T. III, pág. 58 y “Principios de régimen municipal”, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1962, pág. 33), Miguel
Marienhoff (“Tratado de Derecho Administrativo”, Abeledo- Perrot, Buenos Aires, 1972, T. I, pág. 504 y “La supuesta
autonomía municipal”, LL 1990-B-1012), Pedro Altamira (“Curso de Derecho Administrativo”, Depalma, Buenos Aires,
1971, pág. 138), Bartolomé Fiorini (“Manual de Derecho Administrativo”, La Ley, Buenos Aires, 1968, T. I, pág. 146),
Segundo V. Linares Quintana (“Gobierno y Administración de la República Argentina”, Tea, Buenos Aires, 1959, T. II,
pág. 64), Benjamín Villegas Basavilbaso (“Derecho Administrativo”, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires,
1950, T. II, pág. 406), Juan Carlos Cassagne (“Derecho Administrativo”, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2002, T. I. pág.
461), José Canasi (“Derecho Administrativo”, Depalma, Buenos Aires, 1976, T. I, pág. 502) y César Romero (“Derecho
Constitucional”, Zavalía, Buenos Aires, 1975, T, I, pág. 103).
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Derecho Constitucional y Administrativo
Más allá de las dudas interpretativas que pueda generar el significado de los
términos utilizados por el nuevo artículo 123 de la Constitución Nacional, está claro
que la regla tiene la virtualidad de excluir cualquier tipificación autárquica que
pretenda otorgársele a los municipios.
13 CSJN Fallos 325:1249 “Recurso de hecho deducido por la Municipalidad de La Plata s/Inconstitucionalidad del
decreto-ley 9111/1978” (2002). Concretamente indicó que “…el artículo 123 de la Constitución Nacional -incorporado
por la reforma de 1994- no confiere a los municipios el poder de reglar las materias que le son propias sin sujeción a
límite alguno. La cláusula constitucional les reconoce autonomía en los órdenes institucional, político,
administrativo, económico y financiero e impone a las provincias la obligación de asegurarla, pero deja librado a la
reglamentación que éstas realicen la determinación del alcance y contenido. Se admite así un marco de autonomía
municipal cuyos contornos deben ser delineados por las provincias, con el fin de coordinar el ejercicio de los poderes
que éstas conservan (arts. 121, 122, 124 y 125, Constitución Nacional) con el mayor grado posible de atribuciones
municipales en los ámbitos de actuación mencionados por el artículo 123…”.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Unidad V
14Todo el punto 1 del programa de Derecho Constitucional y Administrativo referido al Congreso de la Nación,
Formación y sanción de leyes (1.2) y el Juicio Político, corresponde al muy buen trabajo presentado en el marco del
ICE N° 2 en la Comisión A: a cargo del Dr. Casaro Lodoli, en el primer cuatrimestre de ciclo lectivo año 2011, por el
Grupo integrado por los siguientes alumnos: Fiant, María Luz; De Domingo, Esteban; Simón, Mauro, Bojanich, María
Auxiliadora y Capeletti, Janet Evelin.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Sin embargo, cabe señalar que tanto el Honorable Senado como la Cámara de
Diputados han interpretado que el Congreso tiene facultades suficientes para
disponer la prórroga de las sesiones ordinarias.
Cámara de Diputados. La
Cámara de Diputados de la Nación
es una de las dos cámaras que
forman el Congreso de la Nación
Argentina. Los Diputados representan
al pueblo y son elegidos directamente
por éste, dependiendo su número de
la cantidad de habitantes. A los fines
electorales, el país se divide en
distritos, eligiendo cada uno de ellos
sus candidatos en forma proporcional
al número de habitantes (artículo 45
de la Constitución Nacional).
de Salta, tres; por la de Santiago, cuatro; por la de San Juan, dos; por la de Santa Fe,
dos; por la de San Luis, dos; y por la de Tucumán, tres.”
El artículo 54 establece que: “El Senado se compone de tres senadores por cada
provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta,
correspondiendo a dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de
votos, y la restante al partido político que le siga en número de votos. Cada senador
tendrá un voto”.
Requisitos. En el artículo 55, se expresa que los requisitos para ser senador son:
tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la Nación, disfrutar
de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente, y ser
natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella.
Aunque la fórmula a través de la cual se sancionan las leyes dice que ambas
Cámaras “reunidas en Congreso…decretan o sancionan con fuerza de Ley” (conforme
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Derecho Constitucional y Administrativo
Otro caso previsto en la Constitución es el del inciso 21 del artículo 75, cuando
se reúne la Asamblea para “admitir o desechar los motivos de dimisión del
presidente o vicepresidente de la República; y declarar el caso de proceder a
nueva elección”. Este tipo de asamblea se ha producido en trece oportunidades a lo
largo de la historia constitucional argentina, siendo el último el del Dr. Rodríguez
Saá.
Según el artículo 68, “ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado,
interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita
desempeñando su mandato de legislador”.
Lo dijo…Benito Juárez
“Tengo la persuasión de que la respetabilidad
del gobernante le viene de la ley y de un recto
proceder y no de trajes ni de aparatos militares
propios sólo para los reyes de teatro”
1) Iniciativa o formulación del proyecto. Puede provenir del mismo Congreso, del
Poder Ejecutivo o del Cuerpo Electoral.
2) Etapa constitutiva. Consiste en la sanción del proyecto está a cargo del
Congreso, también puede insertarse el mecanismo de consulta popular.
3) La etapa de eficacia. Está a cargo del Poder Ejecutivo. En los casos en que la
Constitución dispone de promulgación automática, la ley no puede ser vetada. A su
vez, se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto en el
término de diez días útiles.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Una vez que una ley ingresó por la mesa de entrada de alguna de las dos
cámaras, el proyecto pasa a una o más comisiones de asesoramiento, que emiten
un dictamen. En ocasiones, frente a temas de gran urgencia o relevancia, un
proyecto puede ser tratado “sobre tablas” en el recinto, es decir, sin que haya pasado
previamente por las comisiones. Sin embargo para la aprobación, en este caso, se
requerirá de los votos afirmativos de una mayoría especial, es decir dos tercios.
Este punto se refiere al caso en que ambas cámaras aprueban por sí el proyecto
y constituye el procedimiento ordinario o simple.
S la cámara revisora aprueba las modificaciones con el voto de las dos terceras
partes de sus miembros presentes, la cámara iniciadora debe lograr igual mayoría
para insistir en la redacción originaria, caso contrario el proyecto queda sancionado
conforme las modificaciones introducidas por la cámara de revisión.
Para distinguir:
Mayoría especial o calificada: 2/3 de los votos.
Mayoría absoluta: El voto de la mitad más uno de los miembros.
Mayoría simple: Cuando en una votación un candidato o propuesta obtiene
mayor número de votos que cualquier otro, pero no alcanza la mayoría absoluta.
¿Qué sucede si una vez aprobado el proyecto por ambas Cámaras el Poder
Ejecutivo lo desecha en todo o en parte? Conforme el artículo 83, en estos casos
el proyecto vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen. Ésta lo discute de
nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la
Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el
proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación. Las votaciones de
ambas Cámaras serán en este caso nominales, por sí o por no. Si las Cámaras
difieren sobre las objeciones, el proyecto no puede repetirse en las sesiones de
aquel año.
Por otra parte, el artículo 77 establece que las leyes pueden tener principio en
cualquiera de las Cámaras, que actuará como Cámara de Origen, o en el Poder
Ejecutivo. Sin embargo existen excepciones.
La Cámara de Senadores
Ley-convenio entre el Estado federal y las provincias
Ley que promueve el crecimiento armónico de la Nación
Prestar acuerdo al presidente para que se nombre miembros de la Corte
Suprema, demás Jueces Federales, oficiales superiores de las Fuerzas Armadas
Por ello, el propio artículo 39, que establece el derecho de iniciativa ciudadana
para presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados, prohíbe expresamente –
sin embargo- que tales proyectos refieran a tributos.
Por ejemplo, la provincia de Río Negro –que opta por el sistema unicameral-
establece una doble votación para la aprobación de las leyes. Así, una vez aprobado
un proyecto en general y particular: “se difunde a la población de la Provincia por los
medios de comunicación a los efectos de conocer la opinión popular” (artículo 141 de la
Constitución provincial). Una vez transcurridos quince días desde la aprobación: “se
someterá a nueva votación en general y en particular; si obtiene la mayoría requerida
queda sancionada como ley” (artículo 142 de la Constitución provincial).
15Seguiremos en este punto a la obra: AAVV, Introducción a la Administración Pública Argentina. Nación, Provincias
y Municipios, Horacio Cao (Coordinador), Buenos Aires, Biblios, 2007, pág. 93/94.
Universidad de la Cuenca del Plata 43
Derecho Constitucional y Administrativo
Con el transcurso del tiempo el liderazgo del Poder Ejecutivo fue acentuándose
como resultado de diversas causas. El Estado ha asumido nuevos cometidos,
tomando a su cargo asuntos librados a la actividad de los particulares, interviniendo,
incluso en la economía y fijando hasta la política en materia de población y
educativa. Como se ha afirmado, el Estado llegó a convertirse en el máximo
protagonista de la sociedad. Esta tendencia crece o disminuye en virtud de la
influencia que ejercen las entidades intermedias existentes entre el individuo y el
Estado, pese a que en la actualidad el Estado ha comenzado a reconocer esas
entidades, encomendándoles el desempeño de funciones públicas.
16 Cassagne, Juan Carlos, Derecho Administrativo, T I, Lexis-Nexis (Abeledo-Perrot), séptima edición, pág. 307/312.
17 Alberdi, Juan Bautista, Obras Completas, TIII, pág. 491.
Universidad de la Cuenca del Plata 44
Derecho Constitucional y Administrativo
3) Es el Comandante en Jefe de todas las fuerzas armadas (art. 99 inciso 12) sin
que ello excluya los poderes militares del Congreso (artículo 75 inc. 25, 26, 27 y 28).
Así:
De esta forma, la reforma constitucional del año 1994 incorporó la figura del
Jefe de Gabinete de Ministros en el Capítulo Cuarto de la Sección Segunda de la
Constitución Nacional.
La relación que vincula al Jefe de Gabinete con los Ministros también constituye
un problema interpretativo que plantea la Constitución reformada.
Algunos entienden que existe una relación jerárquica entre el Jefe de Gabinete y
los Ministros en razón de las siguientes facultades: 1) La presidencia de las reuniones
de Gabinete en caso de ausencia del Presidente (art. 100, inc. 5° de la Constitución
Nacional; 2) la de hacer recaudar las rentas de la Nación y de ejecutar la ley de
presupuesto (art. 100, inc. 7° de la Constitución Nacional; 3) la más genérica que es
la que atribuye al Jefe de Gabinete la de “ejercer la administración general del país”
(art. 100, inc. 1° de la Constitución Nacional).
En tanto que los que se oponen a una relación jerárquica entre el Jefe de
Gabinete y los demás Ministros, señalan que en el Capítulo IV, de la Sección II, se
equipara al Jefe de Gabinete con los Ministros al igual que los preceptos
concernientes al refrendo de los actos del Poder Ejecutivo (artículo 100, primera parte
de la Constitución Nacional), a lo que cabe añadir la atribución de coordinar las
reuniones de los Ministros.
-Nombra los empleados del Poder Ejecutivo, facultad que también tiene el
presidente.
-El Artículo 101 lo obliga a concurrir a las sesiones del Congreso, si bien esta es
una tarea de unificar la actividad política del Poder Ejecutivo con el poder legislativo
que le encomienda la constitución, en ésta no se establece ningún tipo de pena para
el caso que el jefe de gabinete no cumpla.
Recordemos que más allá del texto constitucional, la real entidad del Jefe de
gabinete es muy restringida en nuestro país ya que los presidentes han delegado
hasta ahora muy pocas atribuciones en ellos.
Por su parte el artículo 103 fija un límite muy preciso que afirma el carácter
unipersonal del Poder Ejecutivo cuando dispone que: “Los ministros no pueden por sí
solos en ningún caso, tomar resoluciones, a excepción de lo concerniente al régimen
económico y administrativo de sus respectivos departamentos”.
Los decretos del Poder Ejecutivo, además de la firma del presidente, necesitan la
firma o refrendo del o los ministros que correspondan según el tema de que trata el
decreto y del jefe de gabinete en muchos casos, exceptuándose de tal regla los actos
personales del presidente (renuncia, pedido de licencia, etc.).
19 Dalla Via, Alberto Ricardo, Manual de Derecho Constitucional, Abeledo Perrot, segunda edición, pág. 463 y ss.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Desde el punto de vista administrativo, sus atribuciones son similares a las del
Presidente de la República y, de igual manera, replican a escala provincial el
presidencialismo de nuestra Constitución.
20Seguiremos en este punto a la obra: AAVV, Introducción a la Administración Pública Argentina. Nación, Provincias
y Municipios, Horacio Cao (Coordinador), Buenos Aires, Biblios, 2007, pág. 68/69.
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Derecho Constitucional y Administrativo
Unidad VI
1. El Poder Judicial.
1.1 La organización de la Administración de Justicia. Jueces de primera instancia.
Cámara de Apelaciones. Corte Suprema de Justicia de la Nación. Jurisdicción
internacional.
1.2 Requisitos y nombramiento de los Jueces. Inamovilidad de cargo e intangibilidad
de sueldos.
2. Organización del Poder Judicial en el derecho público provincial. Obligación de las
provincias de asegurar la administración de justicia.
3. Los Nuevos órganos constitucionales.
3.1. La Auditoría General de la Nación. Independencia funcional. Organización.
Elección del presidente. Atribuciones en el texto constitucional. Naturaleza jurídica.
3.2. El Defensor del Pueblo. Función que debe cumplir. Naturaleza jurídica.
3.3. El Consejo de la Magistratura. Independencia funcional. Funciones
constitucionalmente reconocidas.
3.4. El Jurado de Enjuiciamiento. Independencia funcional. Función que debe
cumplir.
3.5. El Ministerio Público. Independencia funcional. Funciones a su cargo. Su
composición: el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de la Defensa.
1. El Poder Judicial.
Cámaras de Apelaciones
general, en razón de la materia. Así tenemos fuero civil, fuero comercial, fuero penal,
fuero laboral, contencioso-administrativo federal, etc. Dentro de cada fuero actúan
los Juzgados de Primera Instancia y las Cámaras de Apelaciones. Como hemos
mencionado estas Cámaras son Tribunales que revisan lo actuado en Primera
Instancia, se dividen en "Salas" y son tribunales pluripersonales.
21All, Paula María, Las normas de jurisdicción internacional en el sistema argentino de fuente interna, en “DeCITA
(Derecho del Comercio Internacional. Temas y actualidades), nº 4, 2006, Buenos Aires, Zavalía, 2005, pág. 422/444.
Universidad de la Cuenca del Plata 53
Derecho Constitucional y Administrativo
Ahora bien, hasta la reforma de 1994, los jueces eran nombrados por el Poder
Ejecutivo Nacional con acuerdo del Senado. De conformidad con el nuevo texto
constitucional y la Ley Nº 24.937, la designación se efectúa con base en la propuesta
en terna vinculante del Consejo de la Magistratura (art. 114). El Consejo de la
Magistratura se integra periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la
representación de los órganos políticos resultantes de la elección popular, de los
jueces de todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal, como
asimismo por otras personas del ámbito académico y científico, en el número y la
forma que indica la ley especial de su creación.
Lo dijo…Baltazar Garzón
“Soy juez, por tanto un hombre para el derecho y
esclavo de la ley”
La independencia del Poder Judicial no sólo debe ser resguardada por el propio
poder en su ámbito interno, sino también por los otros poderes del Estado y la
comunidad en su conjunto.
Ahora bien, estos órganos extrapoderes no configuran "poderes del Estado", sino
que al otorgarles efectiva independencia funcional se les da jerarquía constitucional a
fin de que sean respetados como tales y no puedan ser extinguidos por el legislador.
3.2. El Defensor del Pueblo. Función que debe cumplir. Naturaleza jurídica.
Es designado y removido por el voto de las dos terceras partes de los miembros
presentes de cada cámara. Goza de las mismas inmunidades de los legisladores y
dura en el cargo cinco años, pudiendo ser reelegido una sola vez.
Es decir que, el Defensor del Pueblo es una institución de la Nación que actúa
con plena independencia y autonomía funcional, cuya misión es la defensa y
protección de los derechos, garantías e intereses tutelados en la Constitución
Nacional y las leyes, ante hechos, actos u omisiones de la Administración y el control
del ejercicio de las funciones administrativas públicas.
Para atender su reclamo, el Defensor del Pueblo de la Nación está facultado para
realizar investigaciones, inspecciones, verificaciones, solicitar expedientes, informes,
documentos, antecedentes, determinar la producción de toda otra medida probatoria
o elemento que estime útil a los fines de la investigación.
2. Intervenir en el proceso de
designación de los magistrados
judiciales.
Consejo de la Magistratura
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Derecho Constitucional y Administrativo
Otra de las funciones que tiene asignada este órgano es la de ejercer facultades
disciplinarias sobre magistrados y decidir la apertura del jury de enjuiciamiento de
los magistrados.
Las causales de remoción son las mismas que las de los funcionarios que
pueden ser sometidos a juicio político. El Artículo 115 se remite al Artículo 53 que
solo menciona:
1. Mal desempeño
La ubicación del artículo dentro del texto constitucional, en una sección aparte,
intenta mostrar que no forma parte de ninguno de los tres poderes clásicos. Pero
además dicho artículo establece expresamente la independencia del Ministerio
Público.
Por autonomía funcional se entiende que este órgano no está sujeto a cumplir
las reglamentaciones de otros poderes y solo debe adecuar su actuación a la ley.