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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas


Escuela Profesional de Derecho

PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA


INTEGRANTES:

AGUILAR FLORES, Devora Mishel


CÓRDOVA PONCE, Arletty Cristhina
GAMARRA COPA, Berpia Sujey
OLIVARES MEDINA, Irenne Alessandra
PEREZ MENDOZA, Naomi
RIVERA COLQUE, Sharon

DOCENTE :
ELOY ORDOÑO MAMANI

CURSO:
DERECHO PROCESAL PENAL I

CICLO:
VI - D

Tacna - Perú
2022

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN Pág. 1

I. ASPECTOS GENERALES Pág. 2


1.1. Funcionario Público Pág. 2
1.2. Antejuicio Político Pág. 3
1.3. El proceso por razón de la función pública Pág. 3

II. ASPECTOS ESENCIALES Pág. 4


2.1. Bien Jurídico Protegido Pág. 4
2.2. Delitos contra la Administración Pública Pág. 4
2.3. Clasificación Pág. 5
2.3.1. El proceso por delitos de función atribuidos a funcionarios públicos
Pág. 5
2.3.2. El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios Pág. 6
2.3.3. El proceso por delitos de función a otros funcionarios públicos
Pág. 7
2.4. Características del proceso penal especial por razón de la función pública
Pág. 10
2.5. Regulación del proceso penal especial por razón de la función pública
Pág. 13

III. CONCLUSIONES Pág. 16


IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Pág. 17
V. ANEXOS Pág. 18
INTRODUCCIÓN

Nuestro Código Penal Peruano nos presenta una lista de casos de funcionarios públicos, y
permite la integración de nuevos supuestos. Esta lista consta de una clasificación de
funcionarios, algunos incluidos por selección, otros por designación y otros por elección.

Además, corrobora el concepto penal autónomo de funcionario público al incluir supuestos


excluidos por normas administrativas y laborales (art. 425°). Así pues, nuestro país ha
incorporado a su ordenamiento interno todo instrumento internacional ratificado por este (art.
55° de la Constitución), pues de esta manera, tanto la Convención Interamericana contra la
Corrupción (CICC) como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción
(CNUC) son parte de esa normativa jurídica interna.

El artículo 1° y 2° de la CICC y el artículo 2° de la CNUCC otorgan al concepto de


funcionario público características necesarias para combatir la corrupción. Estas normas son
autoaplicativas o de aplicación inmediata, ya que son completas y despliegan sus efectos de
manera instantánea y sin necesidad de algún acto legal adicional.

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I. ASPECTOS GENERALES

1.1. Funcionario Público


Para el Derecho penal, se entiende por funcionario público a aquel que cumple con los
siguientes requisitos:
a) Incorporación heterónoma a la función pública: El sujeto es incorporado a la
administración pública por el pueblo, la norma o una tercera persona que
ostente el poder público a través de un título habilitante que puede ser:
● Designación
● Selección
● Elección
En cualquier de estos casos, desempeñe actividades o funciones al servicio del
Estado.

b) Posibilidad efectiva de desempeñar el cargo: Relación de dependencia entre


el correcto y normal funcionamiento de la administración pública y el
comportamiento del funcionario seleccionado, designado o elegido.

Según lo mencionado por la Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC)


como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUC) da las
siguientes características que han sido reconocidas:

➔ No importa la denominación o nomen Iuris


➔ El título habilitante puede ser selección, designación y/o elección
➔ Irrelevancia del nivel jerárquico Irrelevancia del carácter remunerado u
honorífico del cargo
➔ Irrelevancia del lugar donde se ejerza la función pública
➔ Irrelevancia del carácter permanente o temporal
➔ Irrelevancia de la antigüedad
➔ Todo aquel que desempeñe o tenga la posibilidad efectiva de desempeñar
función pública.

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1.2. Antejuicio Político
El antejuicio es una prerrogativa funcional de la que gozan determinados funcionarios
con el propósito de que no puedan ser procesados ante la judicatura penal por los
delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones, sin que medie un procedimiento
con las debidas garantías procesales ante el Congreso de la República y la
consecuente acusación del propio Legislativo.
El antejuicio político está reconocido en el artículo 99 de la Constitución peruana
(1993) en los siguientes términos:
Artículo 99,- Acusación por infracción de la Constitución
Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso: al presidente de la
república; a los representantes al Congreso; a los ministros de Estado; a los miembros
del Tribunal Constitucional; a los miembros de la Junta Nacional de Justicia; a los
vocales de la Corte Suprema; a los fiscales supremos; al defensor del pueblo y al
contralor general por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el
ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado en éstas.

Conforme a lo dispuesto en el mencionado artículo, se comprende que:


 El antejuicio político solo será aplicable en aquellas situaciones donde el
funcionario premunido de esta prerrogativa haya cometido delitos ligados al
ejercicio de su función.
 El procedimiento por el que se efectiviza el antejuicio es la acusación
constitucional.
 Todos los funcionarios gozan de la prerrogativa del antejuicio, el cual,
además, permanece vigente hasta 5 años después de haber cesado en el cargo.

1.3. El proceso por razón de la función pública

En la configuración de nuestro sistema constitucional se ha optado por brindarle al


alto dignatario prerrogativas de carácter sustantivo (inviolabilidad) y procesal (el
antejuicio político, etc) de modo que el mayor nivel de protección que ostenta está en
función de la mayor envergadura de la función pública desempeñada por su condición
de alto dignatario.

No obstante, en este punto, es preciso resaltar que, el 6 de febrero del 2021 el


Congreso de la República aprobó la Ley 31118, Ley de Reforma Constitucional que

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elimina las prerrogativas de la inmunidad de arresto y de proceso para los(as)
congresistas, los(as) miembros del Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.

Por lo que, a continuación, señalaremos brevemente cuales son las prerrogativas


funcionales aún existentes:

De carácter sustantivo

 Inviolabilidad del recinto parlamentario: De acuerdo a lo dispuesto en el


artículo 98 de la Constitución, se establece que “Las Fuerzas Armadas y la
Policía Nacional no pueden ingresar en el recinto del Congreso sino con
autorización de su propio Presidente”.

De carácter Procesal

 El antejuicio político (antes mencionado), está reconocido en el artículo 99 de


la Constitución.
 El juicio político: Mediante el juicio político, denominado en nuestro país
como “Antejuicio constitucional” (Art. 100 de la Constitución), se permite
iniciar un procedimiento parlamentario a los funcionarios enumerados en el
artículo 99 de la Constitución, en razón de las infracciones constitucionales de
carácter político cometidas por éstos en el ejercicio de sus funciones; en este
sentido, de determinarse la responsabilidad del funcionario, se autoriza al
propio Congreso a sancionarlo e incluso inhabilitarlo para el ejercicio de la
función pública.

II. ASPECTOS ESENCIALES

2.1. Bien Jurídico Protegido


El correcto y regular funcionamiento de la administración pública. Esta se entiende
como la actividad que los funcionarios públicos desempeñan para que un Estado
Constitucional, Social, Democrático y de Derecho cumpla con su rol prestacional. Se
protege así la satisfacción plena de los derechos y libertades de los ciudadanos.

2.2. Delitos contra la Administración Pública

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A continuación, mencionados de manera breve y general los delitos contra la
administración pública
1. Los delitos de cohecho
1.1. Los cohechos pasivos
1.1.1. Cohecho pasivo propio
1.1.2. Cohecho pasivo impropio
1.2 Cohecho activo genérico
1.3 Elementos problemáticos de los delitos de cohecho
1.4 Problemas concursales
2. El delito de peculado
2.1. El bien jurídico específico
2.2. Elementos problemáticos
2.3. Problemas concursales
3. El delito de malversación de fondos
3.1. El bien jurídico específico
3.2. Elementos problemáticos
3.3. Problemas concursales
4. El delito de enriquecimiento ilícito
4.1. El bien jurídico específico
4.2. Elementos problemáticos
4.3. Problemas concursales
5. El delito de negociación incompatible
5.1. El bien jurídico específico
5.2. Elementos problemáticos
5.3. Problemas concursales
6. El delito de colusión desleal
6.1. El bien jurídico específico
6.2. Elementos problemáticos
6.3. Problemas concursales
7. El delito de tráfico de influencias
7.1. El bien jurídico específico
7.2. Elementos problemáticos
7.3. Problemas concursales

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2.3. Clasificación
2.3.1. El proceso por delitos de función atribuidos a funcionarios públicos
El artículo 449° del NCPP establece las normas que regulan el procesamiento contra
los altos funcionarios públicos taxativamente designados en el artículo 99° de la
Constitución por los delitos que cometen en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco
años después de haber cesado en él. El artículo 99° de la Constitución establece que: “
Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso: al Presidente de la
República; a los representantes a Congreso; a los Ministros de Estado; a los miembros
del Tribunal Constitucional; a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura;
a los vocales de la Corte Suprema; a los fiscales supremos; al Defensor del Pueblo y
al Contralor General por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan
en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado en
éstas.” Hay que tomar en cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el artículo
93° de la Constitución “Los congresistas representan a la Nación. No están sujetos a
mandato imperativo ni a interpelación. No son responsables ante autoridad ni órgano
jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten en el ejercicio de sus
funciones. No pueden ser procesados ni presos sin previa autorización del Congreso o
de la Comisión Permanente, desde que son elegidos hasta un mes después de haber
cesado en sus funciones, excepto por delito flagrante, caso en el cual son puestos a
disposición del Congreso o de la Comisión Permanente dentro de las veinticuatro
horas, a fin de que se autorice o no la privación de la libertad y el enjuiciamiento”. De
iguales prerrogativas gozan el Defensor del Pueblo y los integrantes del Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por los Artículos 161° y 201° de la
Ley Fundamental, que disponen: “El Defensor de Pueblo goza de la misma inmunidad
y de las mismas prerrogativas de los congresistas” y los miembros del Tribunal
Constitucional gozan de la misma inmunidad y de las mismas prerrogativas que los
congresistas.” Los funcionarios antes citados gozan de prerrogativas denominadas: la
inviolabilidad y la inmunidad, para que puedan ejercer su labor sin sufrir el riesgo de
una persecución penal irrazonada; se busca evitar con ello que mediante el abuso del
derecho de acceso a la justicia se pretenda paralizar ilegítimamente el discurrir normal
de las funciones estatales y el ejercicio del poder por parte que quienes han sido
elegidos democráticamente para regir los destinos de la nación. Por tales razones el

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proceso se regirá por las reglas del proceso común y las que prevé el Código en este
Título.

2.3.2. El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos


funcionarios
1. El procesamiento por la comisión de delitos comunes imputados a los Congresistas
de la República, el Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional
durante el ejercicio de su mandato es de competencia de la Corte Suprema de Justicia
de la República y se rigen por las reglas del proceso común, así como por lo
establecido en el presente Título.
2. El procesamiento de los funcionarios señalados en el numeral anterior por la
comisión de delitos comunes antes de asumir el mandato será de competencia del
juzgado penal ordinario, según las reglas del proceso común.

Artículo 453. Reglas del proceso

1. La investigación y juzgamiento, en los supuestos del numeral 1 del artículo


anterior, están a cargo de la Fiscalía Suprema y la Corte Suprema de Justicia,
respectivamente.

2. Ante la disposición de formalización de la investigación preparatoria u otros


requerimientos fiscales a nivel de diligencias preliminares, la Sala Penal de la Corte
Suprema designará, entre sus miembros, al Juez Supremo de Investigación
Preparatoria y a los integrantes de la Sala Penal Especial Suprema, que se encargará
del juzgamiento; y, Fiscal de la Nación hará lo propio respecto a los Fiscales
Supremos que conocerán de las etapas de investigación preparatoria y de
enjuiciamiento.

3. Contra las decisiones emitidas por el Juzgado Supremo de Investigación


Preparatoria y la Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que
conocerá la Sala Suprema que prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial. Contra las
resoluciones de vista no procede recurso alguno.

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2.3.3. El proceso por delitos de función a otros funcionarios públicos
Es necesario recordar que la Ley Orgánica del Ministerio Público2 al regular las
atribuciones del Fiscal de la Nación, establece en los apartados 4 y 5 del artículo 66°
que le corresponde Decidir el ejercicio de la acción penal contra los jueces y fiscales
de segunda y primera instancia por los delitos cometidos en su actuación judicial o
fiscal, cuando media denuncia o queja del Ministro de Justicia, de una Junta de
Fiscales o del agraviado. Todo ello en virtud de la facultad exclusiva de persecución
penal conferida por el artículo 159° de la Constitución. Por lo demás la actuación de
los jueces y los fiscales está sujeta a la responsabilidad disciplinaria, civil y penal. La
responsabilidad de naturaleza disciplinaria se determina a través del procedimiento
administrativo sancionador conforme a los Reglamentos de Organización y Funciones
de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial y de la Fiscalía
Suprema de Control Interno, en concordancia con la Ley de Procedimiento
Administrativo General N° 27444. La responsabilidad civil se determina a través del
proceso abreviado de responsabilidad civil de los jueces, conforme a lo dispuesto en
el Código Procesal Civil; en estos casos el Estado responde solidariamente por los
daños y perjuicios causados por los magistrados al actuar con dolo o con culpa
inexcusable. Y la responsabilidad penal se determina conforme al procedimiento
preestablecido que está revestido de especiales garantías en la investigación y
juzgamiento. El Reglamento de Organización y Funciones de la Fiscalía Suprema de
Control Interno regula el procedimiento de investigación de denuncias por delitos
cometidos en el ejercicio de la función tanto por jueces como por fiscales de todas las
instancias, a excepción de los jueces y fiscales supremos que gozan de la prerrogativa
del antejuicio. En estos casos la investigación preliminar tiene por objeto reunir los
elementos de prueba que acrediten la comisión del hecho denunciado y la presunta
responsabilidad del investigado y sobre esa base el Fiscal de la Nación decidirá si se
debe ejercer o no la acción penal. “Esta investigación preliminar forma parte del
procedimiento con “garantías reforzadas” que corresponde a la persecución penal
contra jueces y fiscales”.

“Del artículo 58 del reglamento, concordante con el artículo 27 se desprende que las
investigaciones contra los Fiscales Adjuntos Supremos y los Fiscales Superiores y,
por equivalencia de grado, los Jueces Superiores de toda la República, serán de
conocimiento de la Fiscalía Suprema de Control Interno; en tanto que las

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investigaciones contra los Fiscales Provinciales, Fiscales Adjuntos Superiores y
Fiscales Adjuntos Provinciales, así como contra los Jueces Especializados o Mixtos y
Jueces de Paz Letrados, serán conocidas por las Oficinas Desconcentradas de Control
Interno de los correspondientes distritos fiscales, que están a cargo de un Fiscal
Superior”. En cuanto al trámite, se establece que presentada la denuncia y realizada la
calificación, el órgano de control puede alternativamente:

 Rechazar la denuncia y disponer su archivo, cuando los hechos denunciados no


constituyan delito o no sean justiciables penalmente o cuando la acción penal haya
prescrito. Esta decisión es apelable dentro del plazo de cinco días hábiles de
notificada y será de conocimiento del superior jerárquico, esto es, del Fiscal de la
Nación cuando la decisión ha sido adoptada por el Fiscal Supremo de Control
Interno; o por éste cuando la decisión ha sido adoptada por una Oficina
Desconcentrada de Control Interno.
 Abrir investigación preliminar para practicar las diligencias necesarias para reunir
los elementos de prueba que acrediten la comisión del hecho denunciado y la
presunta responsabilidad del investigado. Esta investigación es de naturaleza
netamente penal y los órganos de control harán uso de las atribuciones y
facultades que les confieren la Ley Orgánica del Ministerio Público, el Código
Penal y el Código Procesal Penal. La Fiscalía de Control Interno al concluir la
investigación preliminar, si considera que existen indicios razonables de la
comisión del delito y de la responsabilidad penal del denunciado, emitirá un
informe opinando se declare fundada la denuncia; dicho informe es inimpugnable,
sin embargo no es vinculante para la Fiscalía de la Nación, la que evaluando sus
argumentos puede acogerlos y declarar fundada la denuncia o, por el contrario
desestimarlo y declarar infundada la denuncia, disponiendo su archivo. En ambos
casos la decisión del Fiscal de la Nación es inimpugnable, porque cuando el Fiscal
de la Nación declara fundada la denuncia ejerce la facultad de imputar a una
persona, la presunta comisión de un delito y cuando declara infundada la
denuncia, la ley no ha previsto recurso, ni órgano competente para conocerlo.
Practicada la investigación preliminar por los órganos de control del Ministerio
Publico y decidido el ejercicio de la acción penal por el Fiscal de la Nación, el
NCPP en los artículos 454° y 455° regula el desarrollo del proceso por los delitos
atribuidos, en el ejercicio de sus funciones, a los jueces y fiscales superiores, a los

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miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, al Procurador Público, y a
todos los magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público, esto es Jueces
Especializados y Mixtos, Jueces de Paz Letrados. Fiscales Adjuntos Supremos,
fiscales provinciales, Fiscales Adjuntos Superiores y Fiscales Adjuntos
Provinciales. En todos estos casos luego de la investigación preliminar, practicada
por la Fiscalía Suprema de Control Interno o por la Oficina Desconcentrada de
Control Interno se requiere que el Fiscal de la Nación emita una Disposición
declarando fundada la denuncia y ordenará al fiscal respectivo la formalización de
la investigación preparatoria correspondiente. La Disposición del Fiscal de la
Nación no será necesaria cuando el funcionario ha sido sorprendido en flagrante
delito. En este supuesto, en el plazo de veinticuatro horas el funcionario será
conducido al despacho del fiscal supremo o del fiscal superior correspondiente,
según el caso, para la formalización de la investigación preparatoria. Corresponde
a un Fiscal Supremo y a la Corte Suprema el conocimiento de los delitos de
función atribuidos a los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, a los
jueces y fiscales superiores, los fiscales adjuntos supremos y al procurador
público, así como a otros funcionarios que señale la Ley. En estos casos la Sala
Penal de la Corte Suprema designará, entre sus miembros, al juez que intervenga
en la investigación preparatoria y a los tres integrantes de la Sala Penal Especial,
que se encargará del juzgamiento y del conocimiento del recurso de apelación
contra las decisiones emitidas por el primero. El Fiscal de la Nación hará lo propio
respecto a los fiscales supremos que conocerán de la etapa de investigación
preparatoria y de la etapa de enjuiciamiento. Contra la sentencia emitida por la
Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que conocerá la Sala
Suprema prevista en la LOPJ. Contra la sentencia de vista no procede recurso
alguno. Por otro lado, corresponde a un Fiscal Superior y a la Corte Superior
competente el conocimiento de los delitos de función atribuidos al juez de primera
instancia, al juez de paz letrado, al fiscal provincial, al fiscal adjunto superior y al
fiscal adjunto provincial, así como a otros funcionarios que señale la ley. En estos
casos, la Presidencia de la Corte Superior designará, entre los – miembros de la
Sala Penal competente, al juez para la investigación preparatoria y a los tres
integrantes de la Sala Penal Especial que se encargará del juzgamiento y del
conocimiento del recurso de apelación contra las decisiones emitidas por el
primero. El presidente de la Junta de Fiscales Superiores hará lo propio respecto a

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los fiscales superiores que conocerán de las etapas de investigación preparatoria y
de enjuiciamiento respectivamente. Contra la sentencia emitida por la Sala Penal
Especial Superior procede recurso de apelación, que conocerá la Sala Penal de la
Corte Suprema. Contra esta última sentencia no procede recurso alguno. El
proceso penal en estos casos se regirá por las reglas del proceso común, con las
excepciones antes anotadas

2.4. Características del proceso penal especial por razón de la función pública
Si bien el Código Procesal Penal tiene regulado, como proceso base u ordinario el
proceso penal común; sin embargo, también se encuentran regulados procesos penales
especiales, como el denominado proceso penal especial por razón de la función
pública (artículos 449-455 del Código Procesal Penal). En particular este proceso, por
la gran cantidad de carpetas o expedientes al respecto que existen en la actualidad,
como parte de la casuística procesal nacional, ha generado notoriedad tanto en su
aplicación e interpretación.

Este proceso penal especial por razón de la función pública busca diferenciarse de la
estructura del proceso penal común porque tiene como sujeto procesal imputado, por
un lado, a los denominados como altos funcionarios públicos (artículos 93, 99, 161 y
201 de la Constitución), como, por otro, a otros funcionarios públicos que sin tener la
condición de altos funcionarios públicos han sido considerados personas que ejercen
cargos públicos de mucha importancia y se encuentran comprometidos con el correcto
funcionamiento de la administración pública, en especial, de la administración de
justicia.

Además, tiene como característica ser un proceso que se inicia y termina en la misma
Corte Suprema (proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios
públicos; proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos cometidos durante el ejercicio de su mandato; proceso por
delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos, como a los miembros del
Consejo Supremo de Justicia Militar, jueces y fiscales superiores, procurador público
y otros funcionarios que señale la ley) y se inicia en la Corte Superior y termina en la
Corte Suprema (proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios

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públicos, como al juez de primera instancia, juez de paz letrado, fiscal provincial,
fiscal adjunto provincial y otros funcionarios que señale la ley).

En cuanto al sujeto procesal imputado identificado como altos funcionarios públicos,


bajo las reglas del numerus clausus o lista tasada prevista en el artículo 99 de la
Constitución, se encuentran el presidente de la República, los congresistas, los
ministros de Estado, los miembros del Tribunal Constitucional, los miembros de la
Junta Nacional de Justicia, los jueces de la Corte Suprema, los fiscales supremos, el
defensor del Pueblo y el contralor general de la República.

El Tribunal Constitucional nacional, por medio del Fundamento Jurídico 27 del Exp.
0006-2003-AI/TC, Lima, del 1 de diciembre de 2003 (65 congresistas de la
República), resaltó que los miembros del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el jefe
de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el jefe del Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) no cuentan con la expresa
prerrogativa constitucional del antejuicio político como parte del procedimiento
parlamentario de acusación constitucional a pesar de ser funcionarios públicos de la
mayor importancia en un Estado democrático de derecho.

Por este motivo, el supremo intérprete de la Constitución exhortó al Congreso de la


República a reformar el artículo 99 de la Constitución, a fin de que se pueda incluir a
los mencionados funcionarios del sistema electoral entre aquellos dignatarios que
gozan de la prerrogativa constitucional del antejuicio político, o, en su caso, introducir
una disposición que permita ampliar este privilegio del antejuicio político a aquellos
funcionarios que la ley establezca, tal como lo hiciera el artículo 183 de la
Constitución de 1979.

Ahora bien, la importancia de esta prerrogativa constitucional del antejuicio político


se debe a que se encuentra vinculada a los delitos cometidos por el alto funcionario
público en el ejercicio de sus funciones y que se extiende hasta cinco años después de
haber cesados en estas. Este es un requisito de procedibilidad que se debe cumplir
para que exista un proceso penal válido, prerrogativa que es conforme con los
artículos 99 y 100 de la Constitución, la cual tiene que ver con una de las modalidades

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del proceso penal especial por razón de la función pública que es el proceso por
delitos de función atribuido a altos funcionarios públicos.

Debe recordarse que en el artículo 183 de la Constitución de 1979 se estableció, en


forma expresa, lo siguiente:

Artículo 183.- Corresponde a la cámara de diputados acusar ante el senado al


presidente de la república, a los miembros de ambas cámaras, a los ministros de
estado, a los miembros de la corte suprema de justicia y del tribunal de garantías
constitucionales y a los altos funcionarios de la república que señala la ley, por
infracción de la constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus
funciones, aunque hayan cesado en estas.

Esta última parte de la redacción (“y a los altos funcionarios de la república que
señala la ley”) permitió que, mediante el artículo 15 de la Ley 23903 del 24 de agosto
de 1984, se introdujera como alto funcionario público a los miembros del Jurado
Nacional de Elecciones.

Este proceso penal especial, por razón de la función pública, se encuentra dividido,
formalmente, en tres subprocesos:

· El proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos.


· El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos (Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo).
· El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos.
·
Decimos que este proceso penal especial por razón de la función pública se encuentra
dividido en tres subprocesos porque partimos desde el punto de vista formal, es decir,
de acuerdo a lo que el propio Código Procesal Penal lo tiene así expresamente
regulado. Sin embargo, por la modificatoria que se le ha realizado a este proceso por
medio de la Ley 31308 del 24 de julio de 2021, teniendo como fuente previa la Ley
31118, del 6 de febrero de 2021, consideramos más bien que se encuentra dividido,
materialmente, en cinco subprocesos de la siguiente manera:

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· El proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos
(artículos 449, 450 y 451 del Código Procesal Penal).
· El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos (Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo)
cometidos durante el ejercicio de su mandato (artículos 452 y 453 del
Código Procesal Penal).
· El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios públicos (Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo)
cometidos antes de asumir su mandato (artículo 452.2 de Código Procesal
Penal).
· El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos,
como a los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, jueces y
fiscales superiores, procurador público y otros funcionarios que señale la ley
(artículo 454.3 del Código Procesal Penal).
· El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos,
como al juez de primera instancia, juez de paz letrado, fiscal provincial,
fiscal adjunto provincial y otros funcionarios que señale la ley (artículo
454.4 del Código Procesal Penal).

2.6. Regulación del proceso penal especial por razón de la función pública

Si bien el proceso por razón de la función pública es un proceso penal especial, sin
embargo, varios de sus acápites siguen las reglas generales del proceso penal común
pero no en forma absoluta. Además, siguen reglas excepcionales o específicas que son
de su propia estructura, por ser justamente un proceso diferente. Así, se puede
apreciar que en el proceso penal especial por razón de la función pública se le aplican
tanto las reglas del proceso penal común, como las reglas que son de su misma
naturaleza especial, siendo pertinente hacer mención de las siguientes:

Para el proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos, en el


que si bien se señala que este proceso penal “se regirá por las reglas del proceso
común”, se apunta a continuación “salvo las que se establezcan en este Título”
(artículo 449 Código Procesal Penal), como el caso de aquella que sostiene
posteriormente que “Contra las decisiones emitidas por (…) la Sala Penal Especial

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Suprema procede recurso de apelación, que conocerá la Sala Suprema que prevé la
Ley Orgánica del Poder Judicial. Contra la resolución de vista no procede recurso
alguno” (artículo 450.7 Código Procesal Penal). Aquí no procede interponer y
fundamentar el recurso de casación pena Para el proceso por delitos comunes
atribuidos a congresistas y otros altos funcionarios públicos (Tribunal Constitucional
y Defensoría del Pueblo) cometidos durante el ejercicio de su mandato, en el que si
bien se señala que en este proceso penal “se rigen por las reglas del proceso común”,
se apunta a continuación “así como por lo establecido en el presente Título” (artículo
452.1 Código Procesal Penal), como el caso de aquella que sostiene posteriormente
que “contra las decisiones emitidas por (…) la Sala Penal Especial Suprema procede
recurso de apelación, que conocerá la Sala Suprema que prevé la Ley Orgánica del
Poder Judicial. Contra las resoluciones de vista no procede recurso alguno” (artículo
453.3 Código Procesal Penal). Aquí no procede interponer y fundamentar el recurso
de casación penal.

Para el proceso por delitos comunes atribuidos a Congresistas y otros altos


funcionarios públicos (Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo) cometidos
antes de asumir su mandato, en el que se señala que “será de competencia del juzgado
penal ordinario, según las reglas del proceso común” (artículo 452.2 Código Procesal
Penal). Aquí procedería interponer y fundamentar el recurso de casación penal.

Para el proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos


(Consejo Supremo de Justicia Militar, jueces y fiscal superiores, Procurador Público y
otros funcionarios que señale la Ley), en el que se señala que “contra las decisiones
emitidas por (…) la Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que
conocerá la Sala Suprema que prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial. Contra las
resoluciones de vista no procede recurso alguno” (artículo 454.3 del Código Procesal
Penal). Esta normatividad debe ser necesariamente complementada con aquella otra
que sostiene que este proceso penal “se regirá por las reglas del proceso común”, y a
continuación: “con las excepciones previstas en el artículo anterior” (artículo 455 del
Código Procesal Penal). Para este tipo de proceso no procede interponer y
fundamentar el recurso de casación penal.

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Para el proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos (juez
de Primera Instancia, juez de Paz Letrado, fiscal Provincial, Fiscal Adjunto Provincial
y otros funcionarios que señale la Ley), en el que se señala que “contra las decisiones
emitidas por (…) la Sala Penal Especial Superior procede recurso de apelación, que
conocerá la Sala Penal de la Corte Suprema. Contra las resoluciones de vista no
procede recurso alguno” (artículo 454.4 del Código Procesal Penal). Esta
normatividad debe ser necesariamente complementada con aquella otra que sostiene
que este proceso penal “se regirá por las reglas del proceso común”, y a continuación:
“con las excepciones previstas en el artículo anterior” (artículo 455 del Código
Procesal Penal). Para este tipo de proceso no procede interponer y fundamentar el
recurso de casación penal.

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CONCLUSIONES

 El proceso penal especial por razón de la función pública busca diferenciarse de la


estructura del proceso penal común porque tiene como sujeto procesal imputado a
los denominados como altos funcionarios públicos, como a otros funcionarios
públicos que, sin tener la condición de altos funcionarios públicos, han sido
considerados personas que ejercen cargos públicos de mucha importancia que se
encuentran comprometidos con el correcto funcionamiento de la administración de
justicia.

 Asimismo, este proceso tiene como característica ser un proceso que, por un lado,
se inicia y termina en la Corte Suprema, y, por otro, se inicia en la Corte Superior
y termina en la Corte Suprema.

 Se encuentra dividido, formalmente, en tres subprocesos: el proceso por delitos de


función atribuidos a altos funcionarios públicos, el proceso por delitos comunes
atribuidos a congresistas y otros altos funcionarios públicos (Tribunal
Constitucional y Defensoría del Pueblo) y el proceso por delitos de función
atribuidos a otros funcionarios públicos.

 Si bien el proceso por razón de la función pública es un proceso penal especial, sin
embargo, varios de sus acápites siguen las reglas generales del proceso penal
común pero no en forma absoluta. Además, siguen reglas excepcionales o
específicas que son de su propia estructura, por ser justamente un proceso
diferente.

 En este procedimiento se impone a las personas que gozan de investidura


especial, esto a cuanto la función que el estado les encarga. Las características

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especiales de este proceso es que en primer lugar pasa por la comisión
permanente, que no es muy distinto al proceso común puesto que se regirá bajo
las mismas reglas cuando haya pasado al juez de la investigación preparatoria
designado por la corte suprema. Cuando existe flagrancia delictiva ya no será
necesario la investigación de la comisión permanente debido a que se dará
cuenta al fiscal de la nación que este designe al fiscal supremo y al juez de la
investigación preparatoria (vocal de la corte suprema) para que inicie el proceso,
en este proceso no existe la etapa de investigación preliminar, ya que aquellas la
realizan la comisión permanente.

 Para finalizar se debe resaltar que, para poder dar inicio, tanto al proceso por
delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos como al proceso por
delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos, se requerirá que el
Fiscal de la Nación emita una disposición que decida el ejercicio de la acción
penal. Sin embargo, cabe resaltar que, si se tratara de un delito flagrante, la
autorización del Fiscal no sería requerida.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Víctor Cubas Villanueva. El nuevo proceso penal peruano – teoría y práctica de su


implementación. Segunda edición palestra editores.
 Guía de procedimientos para la actuación de magistrados en el tratamiento de delitos
contra la administración pública - PUCP
 Manual de delitos contra la función pública – Yvan Montoya Vivanco
 Sentencia de Casación – Poder Judicial del Perú
 Alvarado, P. (2021). El antejuicio político y su actual diseño constitucional: una
desnaturalización en favor de la impunidad | Paolo Alvarado. IUS 360.
https://ius360.com/el-antejuicio-politico-y-su-actual-diseno-constitucional-una-
desnaturalizacion-en-favor-de-la-impunidad-paolo-alvarado/#_ftn6
 Rodríguez, R. (2021). El caso vacunagate: Antejuicio y Juicio político. La Ley - El
Ángulo Legal de la Noticia. https://laley.pe/art/10728/el-caso-vacunagate-antejuicio-
y-juicio-politico

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ANEXOS

 Sentencia de Casación - CORTE SUPREMA PRIMERA SALA PENAL


TRANSITORIA DE JUSTICIA CASACIÓN N.° 131-2016 DE LA REPÚBLICA
CALLAO

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