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La nutrición es de vital importancia para obtener huertos vigorosos, rendimientos elevados y fruta de
calidad. La nutrición está en estrecha relación con las fases de desarrollo de las plantas. En general
los principales objetivos de la nutrición (fertilización y abonado) en frutales son:
• Obtener plantas vigorosas, con adecuado desarrollo radicular y foliar para contar
con capacidad productiva de elevados rendimientos.
• Producir de manera sostenida a través de los años con rendimientos económicos
• Producir fruta de calidad (tamaño, color, sabor, etc) y reducir los problemas en la
poscosecha
• Plantas fuertes y desarrolladas con buenas condiciones de resistencia o
respuesta a plagas, enfermedades y efectos climáticos.
• Nutrir a las plantas de acuerdo a sus necesidades, producción y antes de que
aparezcan deficiencias
Los nutrientes son alimentos que las plantas los utiliza para formar las raíces, ramas, brotes, hojas,
flores y frutos. En general, hay dos tipos de alimentos:
ALIMENTOS MAYORES: Son aquellos que la planta requiere en mayor cantidad como el nitrógeno,
fósforo, potasio, calcio y magnesio.
ALIMENTOS MENORES: Son aquellos que la planta requiere en bajas cantidades como el zinc,
hierro, manganeso y cobre.
Todos los alimentos mayores o menores tienen la misma importancia, ya que la carencia de
alguno de ellos limita o disminuye la producción y la calidad de la fruta.
La concentración de nutrientes en las hojas cambia con la edad. Algunos nutrientes disminuyen con
la edad (N, P, K), mientras que otros incrementan (Ca y Mg). Hay una cierta estabilidad en este
cambio entre los 110 y 125 días después de floración. En este periodo se puede medir el nivel
nutricional de las hojas. A través de varias temporadas de producción y con rendimientos óptimos se
han establecido niveles nutricionales de algunos elementos para varias especies frutales las cuales
pueden servir de comparación para otros análisis
Desde la plantación hasta el inicio de producción los frutales están en una fase juvenil, de
crecimiento o desarrollo. La nutrición en esta etapa es fundamental para disponer de plantas
vigorosas y con buena capacidad productiva. La importancia se resume a lo siguiente:
- En un huerto, durante los tres primeros años la nutrición condiciona el tamaño de las
plantas, el vigor y por consiguiente la capacidad productiva de los próximos años.
- En esta etapa, se debería formar la estructura básica de las plantas, cubriendo hasta el
85% de su volumen foliar total.
- En la etapa juvenil la tasa de crecimiento es mayor que en plantas adultas. Una vez
que las plantas con poco desarrollo entran en producción, es más difícil recuperar el
vigor.
- Las plantas jóvenes tienen un mayor período o tiempo de crecimiento que plantas en
producción (normalmente las plantas jóvenes crecen desde septiembre a abril,
mientras que las adultas desde septiembre a febrero)
- Una nutrición no adecuada puede reducir entre el 25-50% del vigor de las plantas
(dependiendo de la calidad del suelo). Por lo tanto, también reducirá la producción
cuando las plantas son adultas.
La nutrición equilibrada de las plantas en producción es importante por las siguientes razones:
El análisis químico del suelo sirve para conocer la cantidad de nutrientes presentes y que pueden
estar disponibles para la planta. Con este método, se puede identificar y predecir que elemento
puede estar en deficiencia, en concentraciones adecuadas o en exceso. Sin embargo, no es útil para
conocer el estado nutricional de la planta, ya que el hecho de que haya disponibilidad en el suelo no
asegura que haya sido absorbido por ella. Es posible que por falta o exceso de humedad, escaso
desarrollo radicular, deficiencia de otro elemento no permita la entrada a la raíz de un nutriente que
esté disponible en el suelo. El análisis del suelo es útil antes de establecer una plantación, para
conocer la calidad y hacer las enmiendas necesarias.
c) Análisis foliar
El análisis foliar o de tejidos es una técnica que permite medir la concentración de nutrientes
presentes en la hoja. Actualmente es el método más usado y de mayor precisión. Cuando la planta
se encuentra con un adecuado nivel nutricional, hay una determinada concentración de cada
elemento en las hojas. A través del análisis foliar se puede identificar que elemento está por debajo,
en exceso o en cantidades normales. Si cada año se hace el análisis foliar, se podrá ir ajustando
continuamente el plan de fertilización. El análisis foliar se realiza en febrero. Las hojas se toman de
brotes anuales de plantas normales y de diferentes puntos del huerto. Los resultados se comparan
con una tabla que estable los niveles adecuados, deficientes o en exceso por especie y nutriente.
El análisis foliar o de tejidos se realiza con hojas recolectadas en febrero, entre el primero y
el 15 del mes.
Es necesario un análisis por cada cuatro hectáreas o en casos individuales de menor
superficie.
Por cada muestra debe haber entre 50 y 100 hojas con su peciolo.
Las hojas deben provenir de la parte central del árbol tomando en cuenta la altura y de todas
todos los sectores del árbol (norte, sud, este y oeste).
Las hojas deben ser tomadas de la parte central de la ramilla anual, y preferentemente de la
primera o segunda hoja de la parte basal de parte central.
Las hojas se colocan en bolsas de papel madera y se envía inmediatamente al laboratorio.
Si no es posible enviarlo inmediatamente, se puede conservar en refrigerador a 7 grados por
48 horas.
Nunca se debe guardar en bolsas plásticas.
8.- FUENTE DE LOS NUTRIENTES.- Los nutrientes pueden provenir de dos fuentes:
La fertilización y abonado es un conjunto de prácticas a través del cual se adiciona al suelo o vía
foliar los alimentos que las plantas requieren para tener una producción continua a través de los
años con fruta de buena calidad.
Como fertilización se entiende la aplicación de fertilizantes químicos sintéticos vía foliar y al suelo y
como abonado a la adición generalmente al suelo de compuestos orgánicos. Sin embargo, también
hay fertilizantes orgánicos que se pueden aplicar a las hojas. La fertilización y abonado son técnicas
importantes para mantener la producción en el tiempo con fruta de calidad.
Abonos y fertilizantes.-
Hay muchas clases de fertilizantes foliares y las concentraciones vienen indicados en su etiqueta.
En general, algunos agregan elementos menores como zinc, hierro y manganeso
Plantas en desarrollo
Es muy importante que las plantas desarrollen adecuadamente los primeros años (los primeros años
a la planta debe cuidarse como un niño pequeño, no debe faltar agua y alimento). En plantas
jóvenes es necesario aplicar un plan de nutrición continua y fraccionada para favorecer el desarrollo
vegetativo y la estructura productiva.
a) Fertilización de crecimiento
Cuando fertilizar?
La fertilización se inicia cuando los brotes tienen entre 10 y 15 cm de largo hasta mediados de
marzo o inicio de la caída de hojas.
Como fertilizar?
Las plantas frutales descansan en invierno o entran en reposo. A pesar que las plantas no tienen
hojas, continúan creciendo a menor velocidad, especialmente al interior de las yemas florales y las
raíces. Como las hojas no trabajan, es necesario alimentarlas antes de invierno y si ha sido
alimentada adecuadamente, brotarán mejor en la primavera. Para plantas jóvenes se deben hacer
como mínimo tres fertilizaciones foliares desde finales de marzo hasta mayo, antes de la caída de
hojas. El alimento que se aplica a las hojas, se traslada al tallo, ramas, brotes, yemas y raíces.
Plan general de fertilización para plantas jóvenes antes de caída de hojas (sólo fertilización foliar)
Epoca de aplicación Tipo Producto Dosis del fertilizante
25 marzo -12 de abril Foliar Urea 200 gramos de Urea en 20 litros de agua
24-26 abril Foliar Urea 400 gramos de Urea en 20 litros de agua
8-10 mayo * Foliar Urea 800 gramos de Urea en 20 litros de agua
* La última fertilización foliar se puede mezclar con Oxicloruro de cobre como tratamiento preventivo contra
hongos como el torque y la monilia
Algunos alimentos como el fósforo y el potasio se descomponen lentamente en el suelo y las plantas
los utilizan poco a poco durante todo el año. De la misma forma el abono orgánico ya sea guano,
tierra vegetal, gallinaza o cualquier otro, se descompone lentamente con la humedad del suelo. Por
esa razón, tanto el abono vegetal, el fósforo y potasio se aplican una vez por año al suelo entre
mayo y julio. El 18-46-0 podría aplicarse nuevamente en octubre si la planta lo necesita.
La cantidad de guano puede disminuir o aplicarse cada dos años si el suelo es de buena calidad. En
suelos con poca materia orgánica, es muy conveniente adicionar cada año guano o tierra vegetal.
Fertilización y abonado para plantas en producción
Las recomendaciones de nutrición se dan a continuación es una base para las plantas en
producción. Las cantidades pueden variar de acuerdo a la producción del anterior año. También
ayuda el análisis foliar para saber si las cantidades son adecuadas o no.
DURAZNERO
MANZANO
- Es necesario realizar aplicaciones foliares desde antes de la floración hasta 20 días después
del cuajado para favorecer el desarrollo del fruto. Con fertilizantes foliares se puede
aumentar el tamaño entre un 8 y 10% ya que favorece la división celular.
- La fertilización foliar en primavera debe realizarse con productos conocidos ya que algunos
pueden provocar manchas en los frutos.
- La Urea debe aplicarse desde octubre, una vez que los brotes son de 5 y 10 cm de longitud.
- No debe aplicarse urea 30 días antes de la cosecha ya que puede afectar el color del fruto al
favorecer el desarrollo de los brotes.
- Se debe revisar si hay problemas de corcho en el fruto. Esto es a causa de deficiencia de
calcio. Si esto sucede debe mezclarse el fertilizante foliar con otro rico en calcio.
El potasio puede ser aplicado al suelo de los frutales como nitrato de potasio y cloruro de potasio. El
Cloruro de potasio es el fertilizante más barato y más accesible en el mercado nacional. Por su
movilidad en el suelo, este fertilizante debe ser aplicado como abono de fondo antes de la
plantación. De esa manera sirve para el crecimiento durante los dos a tres primeros años. En
árboles en producción se puede fertilizar en mayo o junio como abono de fondo localizado en el
suelo. En suelos arenosos, los cuales no son muy frecuentes en nuestro medio, la aplicación
durante el tiempo de riego es más aprovechado que como abono de fondo en invierno.