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Nº de Sentencia: 359/2010
Nº de RECURSO: 538/2008
Jurisdicción: CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA
Texto
SENTENCIA Nº 359/2010
SECCION 3ª
ILUSTRÍSIMOS SEÑORES.
PRESIDENTE:
MAGISTRADOS:
Visto por el Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Málaga del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el
rollo número 538/08 del recurso de apelación interpuesto por la entidad HAVILAND PROYECTOS INMOBILIARIOS, S.L.,
representada por la Procuradora de los Tribunales Dª. Teresa Garrido Sánchez, contra la sentencia de fecha 24 de
enero de 2006 dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Málaga en el recurso contencioso-
administrativo nº 1455/06 interpuesto la expresada mercantil, primero, contra la desestimación presunta por parte del
Ayuntamiento de Marbella de la solicitud de la emisión de ortorgamiento de licencia de primera ocupación por silencio
positivo de la promoción de 60 viviendas y garajes en la Urbanización "Las Mimosas", UE-AN-8 "Las Mimosas Suroeste"
de Marbella y, segundo, contra el acuerdo de la Comisión Gestora del mismo Ayuntamiento de fecha 14 de Marzo de
2007 por la que se desestimó expresamente aquella petición. Es parte apelada el citado Ayuntamiento que comparece
Siendo Ponente el Magistrado Ilmo. Sr. D. JOSE BAENA DE TENA, quien expresa el parecer de la Sala.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo dictó sentencia desestimatoria del recurso contencioso-
administrativo interpuesto.
apelación contra dicha resolución formulando los motivos de impugnación frente a la resolución recurrida, y terminó
solicitando que en su día previos los trámites legales se dictara Sentencia por la que con estimación de este recurso de
TERCERO.- Teniendo por presentado el recurso y acordado su traslado a la recurrida, tras la presentación por ésta de
su escrito de oposición, se elevaron las actuaciones a esta Sala, en la que no habiéndose acordado el recibimiento a
prueba, la celebración de vista ni la presentación de conclusiones escritas, el recurso fue declarado concluso, quedando
las actuaciones pendientes de señalamiento para votación y fallo, que ha tenido lugar en el día fijado al efecto.
CUARTO.- En la tramitación de este recurso se han observado las prescripciones de los artículos 80.3 y 85 de la Ley
VISTOS los preceptos legales citados por las partes, concordantes y de general aplicación.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La entidad apelante obtuvo con fecha 2 de abril de 2003 del Ayuntamiento de Marbella licencia de obras para la
construcción de viviendas y garajes en la "Urbanización las Mimosas". Concluidas aquellas se solicitó licencia de primera
ocupación a la que la Administración no contestó. Solicitado el 4 de noviembre de 2006 el certificado de concesión por
silencio administrativo, le fue denegado por entender el Ayuntamiento de que las obras construidas eran contrarias al
planeamiento, por lo que no cabía hablar de silencio positivo en virtud de lo dispuesto en el art. 242.6 del RDL. 1/92 , por
el que se aprobó el texto refundido de la Ley sobre el régimen del Suelo y Ordenación Urbana. La pretensión de la
parte, en su día actora, es que, con la estimación de su recurso de apelación, se estime, a su vez, su impugnación
la licencia de primera ocupación, a tenor de lo prevenido, por una parte, en el art. 43 de la Ley 30/92 (LA LEY
3279/1992), de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas , y, por otra, en el art. 172 de la Ley 7/02 (LA LEY
SEGUNDO.- La cuestión consistente en determinar si es posible considerar el silencio positivo aun cuando lo construido
resultare contrario al Planeamiento. Esta Sala, sentencia de fecha 29 de marzo de 2007 , tiene dicho que la Ley 30/1992
(LA LEY 3279/1992), reformada por la Ley 4/99 , parte de una premisa muy clara en el art. 43.2 cuando se ha iniciado
un procedimiento por solicitud del interesado ".. Los interesados podrán entender estimadas por silencio administrativo
sus solicitudes en todos los casos, salvo que una norma con rango de Ley o norma de Derecho Comunitario Europeo
establezca lo contrario..." y esa estimación de las peticiones de los interesados se produce según el art. 43.5 "...desde
el vencimiento del plazo máximo en el que debe dictarse y notificarse la resolución expresa sin que esta se haya
producido. En nuestro caso, no se suscita cuestión alguna acerca del transcurso de ese plazo.
Así pues, se puede entender que la demandante había obtenido la licencia de primera ocupación solicitada por silencio
administrativo positivo y según el art. 43.3 "La estimación por silencio administrativo tiene a todos los efectos la
consideración de acto administrativo finalizador del procedimiento...y continúa el art. 43.5 ...Los actos administrativos
producidos por silencio administrativo se podrán hacer valer tanto ante la Administración como ante cualquier persona
física o jurídica, pública o privada. Los mismos producen efectos desde el vencimiento del plazo máximo en el que debe
dictarse y notificarse la resolución expresa sin que la misma se haya producido, y su existencia puede ser acreditada
Ahora bien, podemos preguntarnos qué efectos tiene una resolución administrativa tardía que vaya contra el silencio
administrativo positivo, en teoría, no puede darse pues el art. 43.3 ya hemos visto que producido el silencio
administrativo positivo el "procedimiento administrativo ha finalizado". La Ley 4/99 , modificadora de la Ley 30/1992 (LA
LEY 3279/1992), lo que pretende es que se analice el silencio administrativo en abstracto, si por la existencia de una
resolución posterior a la que debe entenderse adquirida una autorización por silencio administrativo positivo dejase de
ser operativa sencillamente estaríamos haciendo una interpretación que derogaría y haría superflua la propia reforma
efectuada por Ley 4/99; si nos fijamos en la exposición de motivos veda esta posibilidad "...Se trata de regular esta
capital institución del procedimiento administrativo de forma equilibrada y razonable, por lo que se suprime la
certificación de actos presuntos que, como es sabido, permitía a la Administración, una vez finalizados los plazos para
resolver y antes de expedir la certificación o que transcurriera el plazo para expedirla, dictar un acto administrativo
expreso aun cuando resultara contrario a los efectos del silencio ya producido. Por todo ello, el silencio administrativo
positivo producirá un verdadero acto administrativo eficaz, que la Administración pública sólo podrá revisar de acuerdo
con los procedimientos de revisión establecidos en la Ley...." y, en consonancia con la exposición de motivos el art.
43.4 .a) sólo permite a la Administración resolver confirmando el silencio administrativo positivo, caso contrario, cuando
la Administración se percate que han pasado los plazos y que el ciudadano ha obtenido autorización o cualquier otro
derecho por silencio administrativo positivo debe acudir a los procedimientos de revisión previstos en la Ley, nunca se le
permite dictar resolución expresa contraria al silencio administrativo positivo (el procedimiento ha finalizado- art.43.3).
Por ello, al enjuiciar el fondo del proceso el prisma que debe adoptarse es ignorar la resolución expresa, si el actor tiene
razón en su pretensión el Tribunal condenará a la Administración a entregarle el certificado, caso contrario puede y
debe analizar al resolución expresa de la Administración dependiendo de los motivos de impugnación y planteamiento
que haga el recurrente. Por tanto, el art. 242.6 del RDL. 1/1992 , como otros que le precedieron a nivel estatal y que
con mimético contenido puede leerse en las diferentes leyes del suelo de las comunidades autónomas, debe ser
interpretado con los expuesto sobre la Ley 30/1992 (LA LEY 3279/1992) y, así, se puede reiterar que el procedimiento
de otorgamiento de licencia ha finalizado una vez producido el silencio administrativo positivo y que la persona
interesada puede hacer valer su licencia ante cualquier administración o particular. En consecuencia, desde estas dos
premisas, la Administración "..no puede dictar ninguna resolución denegando la licencia..", sin que nos pueda llevar a
engaño el art. 43.4 .a) "...En los casos de estimación por silencio administrativo, la resolución expresa posterior a la
producción del acto sólo podrá dictarse de ser confirmatoria del mismo...", la Administración en este caso no reabre el
procedimiento administrativo terminado por silencio administrativo positivo ni concede ningún derecho al particular ni
facultad que no tenga con el silencio administrativo positivo simplemente le certifica lo que la Ley le ha concedido, que
puede tener trascendencia para el particular en ámbitos como solicitar créditos bancarios para instalaciones etc. pero
son efectos de índole práctico y operativo para una empresa o particular no jurídicos.
Por tanto, si un particular cuanta con una licencia obtenida por "silencio administrativo positivo" que la Administración no
puede desconocer ni resolver en contra dentro del concreto procedimiento al haber finalizado, caso de entender que es
perjudicial para el interés público, no le queda otra opción que acudir a los procedimientos de revisión de oficio y adoptar como
TERCERO.- Pero, además, la Ley 7/02 fue publicada el 14 de enero de 2003 y ya era aplicable la Ley de Ordenación
Urbanística de Andalucía, Ley 7/2002, cuyo art. 172 , que regula el procedimiento de otorgamiento de las licencias
"La ordenación del procedimiento para el otorgamiento de las licencias urbanísticas municipales deberá ajustarse a las
siguientes reglas:
1ª) La solicitud definirá suficientemente los actos de construcción o edificación, instalación y uso del suelo y del
subsuelo que se pretenden realizar, mediante el documento oportuno que, cuando corresponda, será un proyecto
técnico.
2ª) Junto a la solicitud se aportarán las autorizaciones o informes que la legislación aplicable exija con carácter previo a
la licencia. Asimismo, cuando el acto suponga la ocupación o utilización del dominio público, se aportará la autorización o
3ª) Cuando los actos se pretendan realizar en terrenos con el régimen del suelo no urbanizable y tengan por objeto las
viviendas unifamiliares aisladas a que se refiere el artículo 52.1.B b) o las Actuaciones de Interés Público sobre estos
terrenos previstas en el artículo 52.1 C) ambos de esta Ley, se requerirá la previa aprobación del Plan Especial o
Proyecto de Actuación, según corresponda. La licencia deberá solicitarse en el plazo máximo de un año a partir de dicha
aprobación.
4ª) Las licencias se otorgarán de acuerdo con las previsiones de la legislación y de la ordenación urbanística de
aplicación, debiendo constar en el procedimiento informe técnico y jurídico sobre la adecuación del acto pretendido a
dichas previsiones.
5ª) La resolución expresa deberá notificarse en el plazo máximo de tres meses. Transcurrido este plazo podrá
entenderse, en los términos prescritos por la legislación reguladora del procedimiento administrativo común, otorgada
la licencia interesada. El comienzo de cualquier obra o uso al amparo de ésta requerirá, en todo caso, comunicación
Es muy importante el número 5 de este precepto, pues confiere la autorización por silencio positivo cuando no se
notifique, dentro del plazo de tres meses, la resolución desestimatoria. Plazo que es común para resolver y notificar, no
lo olvidemos, pues la ley sigue la reforma operada por Ley 4/99 en el artículo 43 de la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) .
Por tanto, la norma autonómica establece la solución de carácter práctico sobre el debate de las facultades obtenidas
por silencio que sean contrarias a ordenamiento jurídico. El inciso final del número 5 de este precepto advierte que: "El
comienzo de cualquier obra o uso al amparo de ésta requerirá, en todo caso, comunicación previa al municipio con al
menos diez días de antelación." Es decir, la ley autonómica contempla la posibilidad de obtener una facultad por el
juego de silencio positivo, pero exige "en todo caso", es decir siempre, que en estos supuestos se comunique al
Es decir, apunta a la solución práctica de control a posteriori de la facultad obtenida por silencio y posible inicio del
expediente de revisión de oficio al amparo de la causa de nulidad regulada en el artículo 62. "f" de la Ley 30/92 (LA LEY
3279/1992) . Es en este plazo de diez días donde la Administración puede remediar el defecto, y el vicio en que ha
incurrido, al permitir que una petición de licencia acabe obteniendo éxito por no haber tramitado en plazo el
procedimiento. En esos diez días debe comprobar y calificar la petición para, en su caso, instar la revisión de oficio de la
licencia obtenida por resolución presunta, acordando, si es necesario, la suspensión de la ejecutividad de dicho acto
presunto. La ley evita, en esta interpretación, la colisión frontal entre legalidad y seguridad jurídica que otras
interpretaciones implican. Pues choca contra la seguridad jurídica mantener que es nulo radicalmente lo que se obtiene
por silencio si lo obtenido son facultades contrarias al ordenamiento jurídico. Porque desde la perspectiva del
administrado la ley le otorga una facultad si la Administración, en el plazo marcado por la norma, no impide la concesión
de dicha facultad. Para el administrado el plazo es la garantía de legalidad de su petición. Transcurrido el plazo sin
recibir respuesta negativa, no puede dejarse, a un impreciso momento posterior, la posibilidad de que la Administración
invoque la nulidad de un acto administrativo, que sólo su indolencia ha provocado. Mantener esta interpretación puede
hacer inútil toda la reforma del procedimiento administrativo iniciada por la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) y culminada
con la Ley 4/99 . Por último debemos añadir para completar el razonamiento, que está solución es la más razonable si
En efecto, el artículo 190 , que trata de la revisión de licencias urbanísticas y de órdenes de ejecución, dice lo siguiente:
"1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, las licencias urbanísticas y las órdenes de ejecución, así como
cualquier otro acto administrativo previsto en esta Ley, cuyo contenido constituya o habilite de manera manifiesta
alguna de las infracciones urbanísticas graves o muy graves definidas en esta Ley, deberán ser objeto de revisión por
el órgano competente, de conformidad con lo establecido en legislación reguladora del régimen jurídico de las
2. Los procedimientos de revisión, a los que se refiere el apartado anterior, o de declaración de lesividad serán
En definitiva, en relación al caso estamos enjuiciando, debemos resaltar, en pura interpretación sistemática, como la
Ley Andaluza confiere como única salida al supuesto de obtención de una licencia contra el ordenamiento jurídico
aplicable la revisión de oficio de la misma. Volvemos a insistir sobre la adaptación que hace legislador autonómico en
favor del principio de seguridad jurídica en los supuestos de facultades obtenidas por silencio administrativo positivo y
que resulten contrarias a las normas urbanísticas. El artículo 62 letra " f"" de la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) es
interpretado por la Ley Autonómica en el sentido de contemplar una causa de nulidad para iniciar la revisión de oficio, y
no como una invocación que hace la Administración en sede procesal, ante los Tribunales de Justicia, para negar la
CUARTO.- Claro que sobre esta cuestión planea la última jurisprudencia del Tribunal Supremo contraria a la obtención
de una licencia de obras por silencio positivo cuando la construcción proyectada fuera contraria al planeamiento. La
sentencia de ese Tribunal de fecha 28 de enero de 2009 (LA LEY 2692/2009) dice: "Vaya por delante que el artículo 8.1
b) del Texto Refundido de la Ley de suelo de 2008 ha incorporado lo que disponía el artículo 242.6 del Texto Refundido
de la Ley del Suelo de 1992 (LA LEY 1921/1992) con una redacción más general.
Este, declarado expresamente vigente en la Disposición derogatoria única de la Ley 6/1998, de 13 de abril (LA LEY
1489/1998), y no derogado por la Disposición derogatoria única de la Ley 8/2007, establecía que "en ningún caso se
entenderán adquiridas por silencio administrativo licencias en contra de la legislación o del planeamiento urbanístico".
El artículo 8.1 b), último párrafo, del nuevo Texto Refundido de la Ley de suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo
2/2008, de 20 de junio (LA LEY 8457/2008) , dispone que "en ningún caso podrán entenderse adquiridas por silencio
Uno y otro son preceptos estatales básicos de raigambre en nuestro ordenamiento urbanístico (artículo 178.3 del Texto
Refundido de la Ley del Suelo , que rigen en todo el territorio español y que los ordenamientos urbanísticos
autonómicos no pueden contradecir (Disposición final primera 1 del Texto Refundido aprobado por el citado Real Decreto
También es un precepto estatal básico el contenido en el artículo 43.2 de la Ley de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común (LA LEY 3279/1992) 30/1992, de 26 de noviembre,
modificado por Ley 4/1999, de 13 de enero (LA LEY 156/1999), según el cual "los interesados podrán entender
estimadas por silencio administrativo sus solicitudes en todos los casos, salvo que una norma con rango de Ley o
Pues bien, la regla general es la del silencio positivo, aunque la propia norma contiene la salvedad de que otra norma
con rango de Ley o norma de Derecho Comunitario Europeo establezca lo contrario, y esto es lo que sucedía con la
vigencia antes, en todo el territorio español, del precepto contenido en el aludido artículo 242.6 del Texto Refundido de
la Ley del Suelo de 1992 (LA LEY 1921/1992) y ahora con lo dispuesto en el artículo 8.1 b), último párrafo, del Texto
Refundido de la Ley de Suelo de 2008 , y, por consiguiente, conforme a ellos, no pueden entenderse adquiridas por
silencio administrativo licencias en contra de la ordenación territorial o urbanística, de manera que la resolución de la
Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia, al declarar lo contrario, es errónea y gravemente
dañosa para el interés general porque elimina una garantía encaminada a preservar la legalidad urbanística.
Mantenemos, por tanto, la misma doctrina jurisprudencial que existía con anterioridad a la Ley 4/1999, que modificó el
artículo 43.2 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas (LA LEY 3279/1992) y del
Procedimiento Administrativo Común , recogida, entre otras, en anteriores sentencias, lo que corrobora el error de la
Sala de instancia y la necesidad de que procedamos a declarar la doctrina legal que nos pide el Ayuntamiento
recurrente, y que debemos hacer extensiva al artículo 8.1. b), último párrafo, del Texto Refundido de la Ley de suelo
aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio (LA LEY 8457/2008) , con los efectos que establece el
artículo 100.7 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa (LA LEY 2689/1998) , de manera que, respetando
la situación jurídica particular derivada de la sentencia recurrida, a partir de la publicación de la parte dispositiva de esta
nuestra en el Boletín Oficial del Estado, vinculará a todos los jueces y tribunales por ser la Sala Tercera del Tribunal
Supremo, conforme a lo establecido en el artículo 123.1 de la Constitución (LA LEY 2500/1978) , el órgano jurisdiccional
QUINTO.- Pero el caso es que en el supuesto que consideraba la anterior sentencia concurrían dos circunstancias: no
se contaba con licencia de obras y, estas, a su vez, eran contrarias al planeamiento. Por otra parte, lo que se pretende
por medio de este proceso es que se entienda otorgada, aun por silencio positivo, una licencia de primera ocupación y, aunque
la conformidad de la licencia con el planeamiento se hace general para todas ellas en los preceptos antes referidos, lo cierto es
que a través de la licencia de primera ocupación parece incierto que pueda contrastarse la anterior conformidad cuando no es
ese su objeto, sino de la de obras pues la de primera ocupación tiene por objeto la comprobación de si lo realizado se ajustó a
lo proyectado. Parece, pues, improbable que través de esta licencia se pueda contradecir o desvirtuar lo que, contrariamente
al planeamiento, se autorizó por medio del otorgamiento de una previa licencia de obras, consiguiéndose dejar sin efectos lo
que se disponía por medio de una acto administrativo firme al margen de los procedimientos revisorios con los que
cuenta la propia Administración para conseguir ese mismo efecto y sustrayendo la posibilidad de su control
jurisdiccional.
Y es que en el caso de autos la parte apelada obtuvo del Ayuntamiento de Málaga licencia de obras para la construcción de
60 viviendas y garaje en la urbanización "Las Mimosas", UE-AN-8 "Las Mimosas Suroeste", estando calificada dicha
Unidad de Ejecución, según el informe del Servicio Técnico de Obras y Urbanismo como Plurifamiliar exenta tipo 10, B-10.
Se insiste en que dicha licencia de obras es firme al no constar que, en su día, hubiera sido impugnada.
No obstante, cuando con ocasión de la invocación por la parte demandada de la obtención de la licencia de primera
ocupación por silencio positivo, el Ayuntamiento de Marbella resolvió denegarlo, en base a la Ley del Suelo de 1998,
toda vez que las obras ejecutadas incumplían manifiestamente la ordenación y normativa del Plan General que
calificaba los terrenos como unifamiliar exenta (UE-5 y UE-6), siendo las obras ejecutadas la construcción de 60
viviendas y garajes en base a la calificación Plurifamiliar (B-10). Dicho de otra manera y a falta de mayores
explicaciones, lo hecho no es más que dejar sin efecto la licencia previamente obtenida, el margen de los
procedimientos revisorios de los actos administrativos, pues es ahora cuando se dice que las obras ejecutadas son
Es por ello que se está en el caso de considerar que la doctrina legal antes recogida en estos fundamentos no debe ser de
aplicación en aquellas licencias urbanísticas que no tienen como objetivo determinar la conformidad de la obra proyectada con
el Plan, sino de lo construido con lo autorizado, de forma que su denegación haya de ser siempre expresa, so pena que el
silencio tenga efectos positivos, y no convirtiendo este proceso de calificación en una revisión de una licencia de obras
anteriormente otorgada que ha llegado a ser inatacable ante la jurisdicción contencioso-administrativa y contra la que sólo
puede actuarse a través de la revisión administrativa de la autorización, es decir, por medio del procedimiento legalmente
establecido para ello en el art. 102 de la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) , si no se quiere que ese otro acto denegatorio
(aun por silencio administrativo) de la licencia de primera ocupación pueda producir los mismos efectos, lo cual, desde la
misma ótica legal, podría ser nulo al haberse conseguido ese efecto prescindiéndose total y absolutamente del
procedimiento legalmente establecido, de conformidad con lo establecido en el art. 62.1.e) de la Ley 30/92 (LA LEY
3279/1992) . Por otra parte, y de actuarse como se fundamenta, la seguridad jurídica no sufriría merma, pues la
Administración puede acometer el proceso revisorio y, en su tramitación, acordar la suspensión del otorgamiento de la licencia
de primera ocupación. Desde estas consideraciones, pues, procede la estimación del recurso de apelación y, con ella, la
SEXTO.- De conformidad con lo dispuesto en el art. 139 de la Ley 29/98 (LA LEY 2689/1998) , no debe haber condena
en costas.
Por las razones expuestas, en nombre de Su Majestad el Rey y por la potestad de juzgar que nos ha conferido el
FALLAMOS
PRIMERO.- Estimar el recurso interpuesto contra la sentencia identificada en esta resolución, que anulamos.
SEGUNDO.- Estimar el recurso contencioso interpuesto y declaramos el derecho de los recurrentes a obtener la licencia
al haberse producido silencio positivo con el alcance de escrito en el fundamento jurídico quinto de esta sentencia,
párrafo último, es decir sin que la Sala se pronuncie sobre la corrección jurídica urbanística de lo obtenido por silencio.
TERCERO.- Sin hacer especial pronunciamiento respecto del abono de las costas devengadas en este proceso.
Líbrese testimonio de esta Sentencia para su unión al rollo de apelación. Remítase testimonio de la presente resolución
Así, por esta nuestra Sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN .- Dada, leída y publicada fue la anterior sentencia por el Iltmo. Sr. Ponente que la ha dictado, estando
celebrando audiencia pública en el día de su fecha, ante mí, el Secretario. Doy fe.-