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Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de Málaga, Sala de lo Contencioso-administrativo,


Sentencia de 29 Ene. 2010, rec. 538/2008

Ponente: Baena de Tena, José.

Nº de Sentencia: 359/2010

Nº de RECURSO: 538/2008

Jurisdicción: CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA

Texto

En la ciudad de Málaga, a veintinueve de enero de dos mil diez.

SENTENCIA Nº 359/2010

TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ANDALUCÍA

SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO DE MÁLAGA

SECCION 3ª

RECURSO DE APELACIÓN Nº 538/2008

ILUSTRÍSIMOS SEÑORES.

PRESIDENTE:

D. JOAQUIN GARCIA BERNALDO DE QUIROS

MAGISTRADOS:

D. FERNANDO DE LA TORRE DEZA

D. MANUEL LOPEZ AGULLO

Dª. ROSARIO CARDENAL GOMEZ

Dª. TERESA GOMEZ PASTOR

D. PABLO VARGAS CABRERA

D. JOSE BAENA DE TENA

Dª. EVA MARIA ALFAGEME ALMENA

Visto por el Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Málaga del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el

rollo número 538/08 del recurso de apelación interpuesto por la entidad HAVILAND PROYECTOS INMOBILIARIOS, S.L.,

representada por la Procuradora de los Tribunales Dª. Teresa Garrido Sánchez, contra la sentencia de fecha 24 de

enero de 2006 dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Málaga en el recurso contencioso-

administrativo nº 1455/06 interpuesto la expresada mercantil, primero, contra la desestimación presunta por parte del

Ayuntamiento de Marbella de la solicitud de la emisión de ortorgamiento de licencia de primera ocupación por silencio

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positivo de la promoción de 60 viviendas y garajes en la Urbanización "Las Mimosas", UE-AN-8 "Las Mimosas Suroeste"

de Marbella y, segundo, contra el acuerdo de la Comisión Gestora del mismo Ayuntamiento de fecha 14 de Marzo de

2007 por la que se desestimó expresamente aquella petición. Es parte apelada el citado Ayuntamiento que comparece

representado por la Procuradora Dª Amelia Chacón Aguilar.

Siendo Ponente el Magistrado Ilmo. Sr. D. JOSE BAENA DE TENA, quien expresa el parecer de la Sala.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo dictó sentencia desestimatoria del recurso contencioso-

administrativo interpuesto.

SEGUNDO.- La representación de la Corporación demandada y de la parte codemandada interpusieron recurso de

apelación contra dicha resolución formulando los motivos de impugnación frente a la resolución recurrida, y terminó

solicitando que en su día previos los trámites legales se dictara Sentencia por la que con estimación de este recurso de

apelación, se dejara sin efecto la apelada.

TERCERO.- Teniendo por presentado el recurso y acordado su traslado a la recurrida, tras la presentación por ésta de

su escrito de oposición, se elevaron las actuaciones a esta Sala, en la que no habiéndose acordado el recibimiento a

prueba, la celebración de vista ni la presentación de conclusiones escritas, el recurso fue declarado concluso, quedando

las actuaciones pendientes de señalamiento para votación y fallo, que ha tenido lugar en el día fijado al efecto.

CUARTO.- En la tramitación de este recurso se han observado las prescripciones de los artículos 80.3 y 85 de la Ley

reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa .

VISTOS los preceptos legales citados por las partes, concordantes y de general aplicación.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La entidad apelante obtuvo con fecha 2 de abril de 2003 del Ayuntamiento de Marbella licencia de obras para la

construcción de viviendas y garajes en la "Urbanización las Mimosas". Concluidas aquellas se solicitó licencia de primera

ocupación a la que la Administración no contestó. Solicitado el 4 de noviembre de 2006 el certificado de concesión por

silencio administrativo, le fue denegado por entender el Ayuntamiento de que las obras construidas eran contrarias al

planeamiento, por lo que no cabía hablar de silencio positivo en virtud de lo dispuesto en el art. 242.6 del RDL. 1/92 , por

el que se aprobó el texto refundido de la Ley sobre el régimen del Suelo y Ordenación Urbana. La pretensión de la

parte, en su día actora, es que, con la estimación de su recurso de apelación, se estime, a su vez, su impugnación

contencioso-administrativa y se condene al Ayuntamiento apelado a emitir el certificado acreditativo de la concesión de

la licencia de primera ocupación, a tenor de lo prevenido, por una parte, en el art. 43 de la Ley 30/92 (LA LEY

3279/1992), de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas , y, por otra, en el art. 172 de la Ley 7/02 (LA LEY

61/2003), de Ordenación Urbanística de Andalucía .

SEGUNDO.- La cuestión consistente en determinar si es posible considerar el silencio positivo aun cuando lo construido

resultare contrario al Planeamiento. Esta Sala, sentencia de fecha 29 de marzo de 2007 , tiene dicho que la Ley 30/1992

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(LA LEY 3279/1992), reformada por la Ley 4/99 , parte de una premisa muy clara en el art. 43.2 cuando se ha iniciado

un procedimiento por solicitud del interesado ".. Los interesados podrán entender estimadas por silencio administrativo

sus solicitudes en todos los casos, salvo que una norma con rango de Ley o norma de Derecho Comunitario Europeo

establezca lo contrario..." y esa estimación de las peticiones de los interesados se produce según el art. 43.5 "...desde

el vencimiento del plazo máximo en el que debe dictarse y notificarse la resolución expresa sin que esta se haya

producido. En nuestro caso, no se suscita cuestión alguna acerca del transcurso de ese plazo.

Así pues, se puede entender que la demandante había obtenido la licencia de primera ocupación solicitada por silencio

administrativo positivo y según el art. 43.3 "La estimación por silencio administrativo tiene a todos los efectos la

consideración de acto administrativo finalizador del procedimiento...y continúa el art. 43.5 ...Los actos administrativos

producidos por silencio administrativo se podrán hacer valer tanto ante la Administración como ante cualquier persona

física o jurídica, pública o privada. Los mismos producen efectos desde el vencimiento del plazo máximo en el que debe

dictarse y notificarse la resolución expresa sin que la misma se haya producido, y su existencia puede ser acreditada

por cualquier medio de prueba admitido en Derecho ..".

Ahora bien, podemos preguntarnos qué efectos tiene una resolución administrativa tardía que vaya contra el silencio

administrativo positivo, en teoría, no puede darse pues el art. 43.3 ya hemos visto que producido el silencio

administrativo positivo el "procedimiento administrativo ha finalizado". La Ley 4/99 , modificadora de la Ley 30/1992 (LA

LEY 3279/1992), lo que pretende es que se analice el silencio administrativo en abstracto, si por la existencia de una

resolución posterior a la que debe entenderse adquirida una autorización por silencio administrativo positivo dejase de

ser operativa sencillamente estaríamos haciendo una interpretación que derogaría y haría superflua la propia reforma

efectuada por Ley 4/99; si nos fijamos en la exposición de motivos veda esta posibilidad "...Se trata de regular esta

capital institución del procedimiento administrativo de forma equilibrada y razonable, por lo que se suprime la

certificación de actos presuntos que, como es sabido, permitía a la Administración, una vez finalizados los plazos para

resolver y antes de expedir la certificación o que transcurriera el plazo para expedirla, dictar un acto administrativo

expreso aun cuando resultara contrario a los efectos del silencio ya producido. Por todo ello, el silencio administrativo

positivo producirá un verdadero acto administrativo eficaz, que la Administración pública sólo podrá revisar de acuerdo

con los procedimientos de revisión establecidos en la Ley...." y, en consonancia con la exposición de motivos el art.

43.4 .a) sólo permite a la Administración resolver confirmando el silencio administrativo positivo, caso contrario, cuando

la Administración se percate que han pasado los plazos y que el ciudadano ha obtenido autorización o cualquier otro

derecho por silencio administrativo positivo debe acudir a los procedimientos de revisión previstos en la Ley, nunca se le

permite dictar resolución expresa contraria al silencio administrativo positivo (el procedimiento ha finalizado- art.43.3).

Por ello, al enjuiciar el fondo del proceso el prisma que debe adoptarse es ignorar la resolución expresa, si el actor tiene

razón en su pretensión el Tribunal condenará a la Administración a entregarle el certificado, caso contrario puede y

debe analizar al resolución expresa de la Administración dependiendo de los motivos de impugnación y planteamiento

que haga el recurrente. Por tanto, el art. 242.6 del RDL. 1/1992 , como otros que le precedieron a nivel estatal y que

con mimético contenido puede leerse en las diferentes leyes del suelo de las comunidades autónomas, debe ser

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interpretado con los expuesto sobre la Ley 30/1992 (LA LEY 3279/1992) y, así, se puede reiterar que el procedimiento

de otorgamiento de licencia ha finalizado una vez producido el silencio administrativo positivo y que la persona

interesada puede hacer valer su licencia ante cualquier administración o particular. En consecuencia, desde estas dos

premisas, la Administración "..no puede dictar ninguna resolución denegando la licencia..", sin que nos pueda llevar a

engaño el art. 43.4 .a) "...En los casos de estimación por silencio administrativo, la resolución expresa posterior a la

producción del acto sólo podrá dictarse de ser confirmatoria del mismo...", la Administración en este caso no reabre el

procedimiento administrativo terminado por silencio administrativo positivo ni concede ningún derecho al particular ni

facultad que no tenga con el silencio administrativo positivo simplemente le certifica lo que la Ley le ha concedido, que

puede tener trascendencia para el particular en ámbitos como solicitar créditos bancarios para instalaciones etc. pero

son efectos de índole práctico y operativo para una empresa o particular no jurídicos.

Por tanto, si un particular cuanta con una licencia obtenida por "silencio administrativo positivo" que la Administración no

puede desconocer ni resolver en contra dentro del concreto procedimiento al haber finalizado, caso de entender que es

perjudicial para el interés público, no le queda otra opción que acudir a los procedimientos de revisión de oficio y adoptar como

medida cautelar la suspensión de la licencia obtenida por silencio administrativo positivo.

TERCERO.- Pero, además, la Ley 7/02 fue publicada el 14 de enero de 2003 y ya era aplicable la Ley de Ordenación

Urbanística de Andalucía, Ley 7/2002, cuyo art. 172 , que regula el procedimiento de otorgamiento de las licencias

urbanísticas, dice literalmente lo siguiente:

"La ordenación del procedimiento para el otorgamiento de las licencias urbanísticas municipales deberá ajustarse a las

siguientes reglas:

1ª) La solicitud definirá suficientemente los actos de construcción o edificación, instalación y uso del suelo y del

subsuelo que se pretenden realizar, mediante el documento oportuno que, cuando corresponda, será un proyecto

técnico.

2ª) Junto a la solicitud se aportarán las autorizaciones o informes que la legislación aplicable exija con carácter previo a

la licencia. Asimismo, cuando el acto suponga la ocupación o utilización del dominio público, se aportará la autorización o

concesión de la Administración titular de éste.

3ª) Cuando los actos se pretendan realizar en terrenos con el régimen del suelo no urbanizable y tengan por objeto las

viviendas unifamiliares aisladas a que se refiere el artículo 52.1.B b) o las Actuaciones de Interés Público sobre estos

terrenos previstas en el artículo 52.1 C) ambos de esta Ley, se requerirá la previa aprobación del Plan Especial o

Proyecto de Actuación, según corresponda. La licencia deberá solicitarse en el plazo máximo de un año a partir de dicha

aprobación.

4ª) Las licencias se otorgarán de acuerdo con las previsiones de la legislación y de la ordenación urbanística de

aplicación, debiendo constar en el procedimiento informe técnico y jurídico sobre la adecuación del acto pretendido a

dichas previsiones.

5ª) La resolución expresa deberá notificarse en el plazo máximo de tres meses. Transcurrido este plazo podrá

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entenderse, en los términos prescritos por la legislación reguladora del procedimiento administrativo común, otorgada

la licencia interesada. El comienzo de cualquier obra o uso al amparo de ésta requerirá, en todo caso, comunicación

previa al municipio con al menos diez días de antelación.

6ª) La resolución expresa denegatoria deberá ser motivada."

Es muy importante el número 5 de este precepto, pues confiere la autorización por silencio positivo cuando no se

notifique, dentro del plazo de tres meses, la resolución desestimatoria. Plazo que es común para resolver y notificar, no

lo olvidemos, pues la ley sigue la reforma operada por Ley 4/99 en el artículo 43 de la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) .

Por tanto, la norma autonómica establece la solución de carácter práctico sobre el debate de las facultades obtenidas

por silencio que sean contrarias a ordenamiento jurídico. El inciso final del número 5 de este precepto advierte que: "El

comienzo de cualquier obra o uso al amparo de ésta requerirá, en todo caso, comunicación previa al municipio con al

menos diez días de antelación." Es decir, la ley autonómica contempla la posibilidad de obtener una facultad por el

juego de silencio positivo, pero exige "en todo caso", es decir siempre, que en estos supuestos se comunique al

municipio el comienzo de cualquier obra con un plazo de diez días de antelación.

Es decir, apunta a la solución práctica de control a posteriori de la facultad obtenida por silencio y posible inicio del

expediente de revisión de oficio al amparo de la causa de nulidad regulada en el artículo 62. "f" de la Ley 30/92 (LA LEY

3279/1992) . Es en este plazo de diez días donde la Administración puede remediar el defecto, y el vicio en que ha

incurrido, al permitir que una petición de licencia acabe obteniendo éxito por no haber tramitado en plazo el

procedimiento. En esos diez días debe comprobar y calificar la petición para, en su caso, instar la revisión de oficio de la

licencia obtenida por resolución presunta, acordando, si es necesario, la suspensión de la ejecutividad de dicho acto

presunto. La ley evita, en esta interpretación, la colisión frontal entre legalidad y seguridad jurídica que otras

interpretaciones implican. Pues choca contra la seguridad jurídica mantener que es nulo radicalmente lo que se obtiene

por silencio si lo obtenido son facultades contrarias al ordenamiento jurídico. Porque desde la perspectiva del

administrado la ley le otorga una facultad si la Administración, en el plazo marcado por la norma, no impide la concesión

de dicha facultad. Para el administrado el plazo es la garantía de legalidad de su petición. Transcurrido el plazo sin

recibir respuesta negativa, no puede dejarse, a un impreciso momento posterior, la posibilidad de que la Administración

invoque la nulidad de un acto administrativo, que sólo su indolencia ha provocado. Mantener esta interpretación puede

hacer inútil toda la reforma del procedimiento administrativo iniciada por la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) y culminada

con la Ley 4/99 . Por último debemos añadir para completar el razonamiento, que está solución es la más razonable si

observamos también el contenido del artículo 190 de la Ley.

En efecto, el artículo 190 , que trata de la revisión de licencias urbanísticas y de órdenes de ejecución, dice lo siguiente:

"1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, las licencias urbanísticas y las órdenes de ejecución, así como

cualquier otro acto administrativo previsto en esta Ley, cuyo contenido constituya o habilite de manera manifiesta

alguna de las infracciones urbanísticas graves o muy graves definidas en esta Ley, deberán ser objeto de revisión por

el órgano competente, de conformidad con lo establecido en legislación reguladora del régimen jurídico de las

Administraciones públicas y del procedimiento administrativo común.

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2. Los procedimientos de revisión, a los que se refiere el apartado anterior, o de declaración de lesividad serán

independientes a todos los efectos de los de carácter sancionador."

En definitiva, en relación al caso estamos enjuiciando, debemos resaltar, en pura interpretación sistemática, como la

Ley Andaluza confiere como única salida al supuesto de obtención de una licencia contra el ordenamiento jurídico

aplicable la revisión de oficio de la misma. Volvemos a insistir sobre la adaptación que hace legislador autonómico en

favor del principio de seguridad jurídica en los supuestos de facultades obtenidas por silencio administrativo positivo y

que resulten contrarias a las normas urbanísticas. El artículo 62 letra " f"" de la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) es

interpretado por la Ley Autonómica en el sentido de contemplar una causa de nulidad para iniciar la revisión de oficio, y

no como una invocación que hace la Administración en sede procesal, ante los Tribunales de Justicia, para negar la

existencia de una licencia concedida por silencio positivo.

CUARTO.- Claro que sobre esta cuestión planea la última jurisprudencia del Tribunal Supremo contraria a la obtención

de una licencia de obras por silencio positivo cuando la construcción proyectada fuera contraria al planeamiento. La

sentencia de ese Tribunal de fecha 28 de enero de 2009 (LA LEY 2692/2009) dice: "Vaya por delante que el artículo 8.1

b) del Texto Refundido de la Ley de suelo de 2008 ha incorporado lo que disponía el artículo 242.6 del Texto Refundido

de la Ley del Suelo de 1992 (LA LEY 1921/1992) con una redacción más general.

Este, declarado expresamente vigente en la Disposición derogatoria única de la Ley 6/1998, de 13 de abril (LA LEY

1489/1998), y no derogado por la Disposición derogatoria única de la Ley 8/2007, establecía que "en ningún caso se

entenderán adquiridas por silencio administrativo licencias en contra de la legislación o del planeamiento urbanístico".

El artículo 8.1 b), último párrafo, del nuevo Texto Refundido de la Ley de suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo

2/2008, de 20 de junio (LA LEY 8457/2008) , dispone que "en ningún caso podrán entenderse adquiridas por silencio

administrativo facultades o derechos que contravengan la ordenación territorial o urbanística".

Uno y otro son preceptos estatales básicos de raigambre en nuestro ordenamiento urbanístico (artículo 178.3 del Texto

Refundido de la Ley del Suelo , que rigen en todo el territorio español y que los ordenamientos urbanísticos

autonómicos no pueden contradecir (Disposición final primera 1 del Texto Refundido aprobado por el citado Real Decreto

Legislativo 2/2008, de 20 de junio (LA LEY 8457/2008)).

También es un precepto estatal básico el contenido en el artículo 43.2 de la Ley de Régimen Jurídico de las

Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común (LA LEY 3279/1992) 30/1992, de 26 de noviembre,

modificado por Ley 4/1999, de 13 de enero (LA LEY 156/1999), según el cual "los interesados podrán entender

estimadas por silencio administrativo sus solicitudes en todos los casos, salvo que una norma con rango de Ley o

norma de Derecho Comunitario Europeo establezca lo contrario".

Pues bien, la regla general es la del silencio positivo, aunque la propia norma contiene la salvedad de que otra norma

con rango de Ley o norma de Derecho Comunitario Europeo establezca lo contrario, y esto es lo que sucedía con la

vigencia antes, en todo el territorio español, del precepto contenido en el aludido artículo 242.6 del Texto Refundido de

la Ley del Suelo de 1992 (LA LEY 1921/1992) y ahora con lo dispuesto en el artículo 8.1 b), último párrafo, del Texto

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Refundido de la Ley de Suelo de 2008 , y, por consiguiente, conforme a ellos, no pueden entenderse adquiridas por

silencio administrativo licencias en contra de la ordenación territorial o urbanística, de manera que la resolución de la

Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia, al declarar lo contrario, es errónea y gravemente

dañosa para el interés general porque elimina una garantía encaminada a preservar la legalidad urbanística.

Mantenemos, por tanto, la misma doctrina jurisprudencial que existía con anterioridad a la Ley 4/1999, que modificó el

artículo 43.2 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas (LA LEY 3279/1992) y del

Procedimiento Administrativo Común , recogida, entre otras, en anteriores sentencias, lo que corrobora el error de la

Sala de instancia y la necesidad de que procedamos a declarar la doctrina legal que nos pide el Ayuntamiento

recurrente, y que debemos hacer extensiva al artículo 8.1. b), último párrafo, del Texto Refundido de la Ley de suelo

aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio (LA LEY 8457/2008) , con los efectos que establece el

artículo 100.7 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa (LA LEY 2689/1998) , de manera que, respetando

la situación jurídica particular derivada de la sentencia recurrida, a partir de la publicación de la parte dispositiva de esta

nuestra en el Boletín Oficial del Estado, vinculará a todos los jueces y tribunales por ser la Sala Tercera del Tribunal

Supremo, conforme a lo establecido en el artículo 123.1 de la Constitución (LA LEY 2500/1978) , el órgano jurisdiccional

superior en el orden contencioso-administrativo en toda España".

QUINTO.- Pero el caso es que en el supuesto que consideraba la anterior sentencia concurrían dos circunstancias: no

se contaba con licencia de obras y, estas, a su vez, eran contrarias al planeamiento. Por otra parte, lo que se pretende

por medio de este proceso es que se entienda otorgada, aun por silencio positivo, una licencia de primera ocupación y, aunque

la conformidad de la licencia con el planeamiento se hace general para todas ellas en los preceptos antes referidos, lo cierto es

que a través de la licencia de primera ocupación parece incierto que pueda contrastarse la anterior conformidad cuando no es

ese su objeto, sino de la de obras pues la de primera ocupación tiene por objeto la comprobación de si lo realizado se ajustó a

lo proyectado. Parece, pues, improbable que través de esta licencia se pueda contradecir o desvirtuar lo que, contrariamente

al planeamiento, se autorizó por medio del otorgamiento de una previa licencia de obras, consiguiéndose dejar sin efectos lo

que se disponía por medio de una acto administrativo firme al margen de los procedimientos revisorios con los que

cuenta la propia Administración para conseguir ese mismo efecto y sustrayendo la posibilidad de su control

jurisdiccional.

Y es que en el caso de autos la parte apelada obtuvo del Ayuntamiento de Málaga licencia de obras para la construcción de

60 viviendas y garaje en la urbanización "Las Mimosas", UE-AN-8 "Las Mimosas Suroeste", estando calificada dicha

Unidad de Ejecución, según el informe del Servicio Técnico de Obras y Urbanismo como Plurifamiliar exenta tipo 10, B-10.

Se insiste en que dicha licencia de obras es firme al no constar que, en su día, hubiera sido impugnada.

No obstante, cuando con ocasión de la invocación por la parte demandada de la obtención de la licencia de primera

ocupación por silencio positivo, el Ayuntamiento de Marbella resolvió denegarlo, en base a la Ley del Suelo de 1998,

toda vez que las obras ejecutadas incumplían manifiestamente la ordenación y normativa del Plan General que

calificaba los terrenos como unifamiliar exenta (UE-5 y UE-6), siendo las obras ejecutadas la construcción de 60

viviendas y garajes en base a la calificación Plurifamiliar (B-10). Dicho de otra manera y a falta de mayores

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explicaciones, lo hecho no es más que dejar sin efecto la licencia previamente obtenida, el margen de los

procedimientos revisorios de los actos administrativos, pues es ahora cuando se dice que las obras ejecutadas son

contrarias al Planeamiento y no, precisamente, a las autorizadas en la licencia.

Es por ello que se está en el caso de considerar que la doctrina legal antes recogida en estos fundamentos no debe ser de

aplicación en aquellas licencias urbanísticas que no tienen como objetivo determinar la conformidad de la obra proyectada con

el Plan, sino de lo construido con lo autorizado, de forma que su denegación haya de ser siempre expresa, so pena que el

silencio tenga efectos positivos, y no convirtiendo este proceso de calificación en una revisión de una licencia de obras

anteriormente otorgada que ha llegado a ser inatacable ante la jurisdicción contencioso-administrativa y contra la que sólo

puede actuarse a través de la revisión administrativa de la autorización, es decir, por medio del procedimiento legalmente

establecido para ello en el art. 102 de la Ley 30/92 (LA LEY 3279/1992) , si no se quiere que ese otro acto denegatorio

(aun por silencio administrativo) de la licencia de primera ocupación pueda producir los mismos efectos, lo cual, desde la

misma ótica legal, podría ser nulo al haberse conseguido ese efecto prescindiéndose total y absolutamente del

procedimiento legalmente establecido, de conformidad con lo establecido en el art. 62.1.e) de la Ley 30/92 (LA LEY

3279/1992) . Por otra parte, y de actuarse como se fundamenta, la seguridad jurídica no sufriría merma, pues la

Administración puede acometer el proceso revisorio y, en su tramitación, acordar la suspensión del otorgamiento de la licencia

de primera ocupación. Desde estas consideraciones, pues, procede la estimación del recurso de apelación y, con ella, la

del recurso contencioso administrativo en su día interpuesto.

SEXTO.- De conformidad con lo dispuesto en el art. 139 de la Ley 29/98 (LA LEY 2689/1998) , no debe haber condena

en costas.

Por las razones expuestas, en nombre de Su Majestad el Rey y por la potestad de juzgar que nos ha conferido el

Pueblo español en la Constitución

FALLAMOS
PRIMERO.- Estimar el recurso interpuesto contra la sentencia identificada en esta resolución, que anulamos.

SEGUNDO.- Estimar el recurso contencioso interpuesto y declaramos el derecho de los recurrentes a obtener la licencia

al haberse producido silencio positivo con el alcance de escrito en el fundamento jurídico quinto de esta sentencia,

párrafo último, es decir sin que la Sala se pronuncie sobre la corrección jurídica urbanística de lo obtenido por silencio.

TERCERO.- Sin hacer especial pronunciamiento respecto del abono de las costas devengadas en este proceso.

Líbrese testimonio de esta Sentencia para su unión al rollo de apelación. Remítase testimonio de la presente resolución

al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de procedencia para su notificación y ejecución.

Así, por esta nuestra Sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

PUBLICACIÓN .- Dada, leída y publicada fue la anterior sentencia por el Iltmo. Sr. Ponente que la ha dictado, estando

celebrando audiencia pública en el día de su fecha, ante mí, el Secretario. Doy fe.-

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