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CIUDADANOS:

PRESIDENTES Y DEMAS MIEMBROS DE LA CORTE


DE APELACIONES DEL ESTADO GUARICO
SAN JUAN DE LOS MORROS
SU DESPACHO.

Nosotros, PEDRO ELIAS VILLALOBOS Y FRANCISCO JAVIER


POLANCO, Abogados en ejercicio, con domicilio procesal en la Ciudad de Calabozo
Estado Guárico, Urbanización Simón Rodríguez, calle 03, teléfono 0424-3322266,0412-
1135927 y 0246-8717642, inscritos en el Inpreabogado bajo los números 59.713 y
286.360, respectivamente, actuando en este acto en nuestra condición de Abogados
defensores de los Acusados: TOLEDO DANIEL C.I V-11.669.475, CEDEÑO
EULICES C.I. V-9.890.910, FIGUEROA LUIS C.I. V-19.027.926, CHIRINO
GREGORIO C.I V-24.307.264, FUENTES BRAYAN C.I V-27.640.009,
VELASQUEZ JOHAN C.I V-23.951.884 Y ERNESTO DANIEL LOPEZ OROZCO
C.I. V-11.925.372, plenamente identificados en autos en la causa signada con el Nº JP11-
P-2021-000114, de la nomenclatura del Tribunal Cuarto de Control del Circuito Judicial
Penal del Estado Guárico Extensión Calabozo, ante Usted, muy respetuosamente
ocurrimos por conducto de ese Juzgado, para ante la CORTE DE APELACIONES DEL
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO GUARICO, SAN JUAN DE LOS
MORROS, para interponer formalmente RECURSO DE APELACIÓN DE AUTOS, de
acuerdo a lo establecido en el ordinal 7° del contenido del Artículo 439 del Código
Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el contenido del último aparte del artículo
180 del Código Orgánico Procesal Penal.

PRIMERO: Es para conocimiento de esa Corte de Apelaciones honorables


Magistrados, que consta en autos que la anterior Defensa presidida por los profesionales
del derecho Abogados Shirley González y Andrés Pugar presentaron solicitud de
diligencias pertinentes y necesarias al caso ante la Fiscalía Decimo Octava del Ministerio
Publico, con sede en la ciudad de San Juan de los Morros Estado Guárico, a los fines de
lograr el esclarecimiento de los hechos, donde la misma le fue negada, cabe destacar los
vicios y la violación flagrante al debido proceso en el presente asunto.

SEGUNDO: El presente escrito de Apelación, lleva la fecha del mismo día de su


presentación, por lo cual se evidencia que ha sido interpuesto dentro del término de cinco
días contados a partir de la notificación.

PRECEPTOS LEGALES APLICABLES.


“Articulo 427. Agravio. Las partes sólo podrán impugnar las decisiones judiciales
que le sean desfavorables.
El imputado o imputada podrá siempre impugnar una decisión judicial en los casos
en que se lesionen disposiciones constitucionales o legales sobre su intervención, asistencia
y representación, aunque haya contribuido a provocar el vicio objeto del recurso.”
“Articulo 439. Decisiones recurribles. Son recurribles ante la Corte de
Apelaciones las siguientes decisiones:
7° Las señaladas expresamente por la ley.”
“Articulo 180. “… La apelación interpuesta contra el auto que declare sin lugar la
nulidad, sólo tendrá efecto devolutivo.”.

Por otra parte, se hace necesario resaltar que nuestro Legislador


dejó sentado en el contenido del último aparte del artículo 314 del Código
Orgánico Procesal Penal, que el Auto de Apertura a Juicio será
inapelable; pero es importante traer a colación la Sentencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con Ponencia del
Magistrado Marcos Tulio Dugarte Padrón, de fecha 20 de Mayo de dos mil
cinco. Donde entre otras cosas dejó sentado lo siguiente:
“No obstante, respecto de la admisión de la acusación fiscal o,
como ocurre en el presente caso, de admisión de la acusación
particular presentada por la supuesta víctima, así como en
relación a las pruebas, o cualquier otro hecho concerniente a la
celebración de la audiencia preliminar, constituyen una materia
que sí puede causar un perjuicio a las partes, por lo tanto, si son
susceptibles de ser atacados mediante el recurso de apelación.
Así las cosas, tenemos que la decisión accionada tiene dos
finalidades diferentes y por ello, la imposibilidad de apelar
contenida en el artículo 331 del Código Orgánico Procesal Penal
antes mencionado, se refiere a la orden de apertura a juicio y no a
la totalidad del fallo, en consecuencia, el accionante pudo hacer
valer las pretensiones aquí expuestas en el respectivo recurso de
apelación.
En este orden de ideas se ha pronunciado la Sala en reiteradas
oportunidades y ha establecido, entre otras, en decisión del 7 de
diciembre de 2004, caso: Jaime Millor, que:
“... esta Sala en sentencia N° 746, del 8 de abril de 2002 (caso: Luis
Vallenilla Meneses), asentó que la decisión mediante la cual se
admite la acusación fiscal propuesta por el Ministerio Público, que
se encontraba referida en la primera parte del artículo 334 (ahora
artículo 331) del Código Orgánico Procesal Penal, puede ser
impugnada a través de recurso de apelación. Dicha afirmación se
hizo en los siguientes términos:
‘...Del análisis de contenido del antiguo artículo 334 del Código
Orgánico Procesal Penal (actual 331), se concluye que en la misma
actuación procesal están previstos dos autos o providencias
judiciales con contenido y efectos jurídicos manifiestamente
distintos. En efecto: ...
Hay una primera providencia que describe el encabezamiento de
la preindicada disposición legal, la cual contiene materia de fondo
que, de ninguna manera, puede ser calificada como de mero
trámite o mera sustanciación, razón por la cual debe estar
sometida, necesariamente, al enunciado general de la garantía
constitucional de la apelabilidad de las decisiones jurisdiccionales,
con base en lo dispuesto en el artículo 49.1 de la Constitución, así
como en instrumentos normativos de Derecho Internacional
suscritos y ratificados por la República, como es el caso de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San
José (artículo 8.2.h.). La conclusión de que el dispositivo que se
comenta forma parte de un pronunciamiento jurisdiccional
inapelable, significaría la existencia de una disposición legal que
impone un evidente y grave menoscabo del derecho constitucional
a la defensa’.
La audiencia preliminar tiene como objetivo, entre otros, resolver
si existen motivos para admitir la acusación presentada por el
Ministerio Público y la de la víctima, si fuere el caso. Esa
resolución es consecuencia del estudio de los fundamentos que
tomó en cuenta el fiscal del Ministerio Público para estimar que
existen motivos para que se inicie un juicio oral y público contra
los acusados, y lo hace el juez una vez que presencie las
exposiciones orales de las partes involucradas en el proceso penal.
Igualmente, se debe analizar en dicha audiencia, entre otros
aspectos, la pertinencia y necesidad de los medios de prueba que
ofrecen las partes para que sean practicadas en la etapa del juicio
oral y público, así como las excepciones opuestas por el defensor
conforme lo señalado en el artículo 328 del Código Orgánico
Procesal Penal.
En fin, en esa audiencia se resuelven todos aquellos obstáculos que
puedan existir antes de que se ordene, en caso de ser procedente,
la apertura del juicio oral y público, por lo que se precisa que ante
la posibilidad de interponer recurso de apelación contra la
decisión que admite la acusación, se debe incluir, además, la
impugnación de todo lo resuelto en la audiencia preliminar (vid.
sentencia N° 2562, del 24 de septiembre de 2003, caso: Ovidio
Tocuyo Ford).
Así pues, si en la celebración de la audiencia preliminar se decide
admitir unos medios probatorios de los cuales no se señaló su
pertinencia y necesidad -obligación que afirmó esta Sala en la
decisión N° 2.941/2002-, y se admitió, además la acusación fiscal,
la parte afectada puede interponer, contra todo lo resuelto en esa
oportunidad, el recurso de apelación de conformidad con lo
señalado en el numeral 5 del artículo 449 del Código Orgánico
Procesal Penal, y no acudir, sin haber agotado ese medio
ordinario, a la vía del amparo”.
De conformidad con los criterios anteriores, así como de la
jurisprudencia parcialmente transcrita, se desprende que la parte
accionante contaba con un medio de impugnación ordinario capaz
de restablecer la situación jurídica que consideraba le había sido
infringida, cual era, el recurso de apelación; motivo por el cual en
el presente caso operó la causal de inadmisibilidad antes
mencionada, y así se declara.
Una vez establecido lo anterior es evidente que la decisión objeto
del presente recurso de apelación debe ser confirmada en los
términos expuestos en el presente fallo. Así finalmente se decide.”.
Punto Previo.
Solicitud de Nulidad Absoluta del Acta de la Audiencia Preliminar
y del Auto de Apertura de Juicio.
Es el caso Honorables Magistrados que habrán de conocer de este Recurso de
Apelación de autos, que el día y hora fijada para la celebración de la audiencia preliminar,
el Ministerio Público en su exposición oral, solicito el sobreseimiento de la causa de la
ciudadana YANEZ CHIRINO LENNYS CHIRINOS TEODORA, de conformidad con
lo establecido en el articulo 300 ordinal 1 del Código Orgánico Procesal Penal, en relacion
a los ciudadanos TOLEDO DANIEL, CEDEÑO EULICES, FIGUEROA LUIS Y
VELASQUEZ JOHAN, como cómplices no necesarios en la presunta comisión del delito
de TRATO CRUEL, previsto y sancionado en el Articulo 18 de la Ley Especial para
Prevenir y Sancionar la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes en
concordancia con lo establecido en el Articulo 84 numeral 3 en su primer supuesto del
Código Penal, solicitando la desestimación del delito de SIMULACIÓN DE HECHO
PUNIBLE previsto y sancionado en el Artículo 239 del Código Penal, en cuanto a los
ciudadanos CHIRINO GREGORIO Y FUENTES BRAYAN, fueron acusados por la
presunta comisión de los delitos de TRATO CRUEL, previsto y sancionado en el Articulo
18 de la Ley Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y otros Tratos crueles,
Inhumanos y Degradantes en concordancia con lo establecido en el Articulo 84 numeral 3
en su primer supuesto del Código Penal, QUEBRANTAMIENTOS DE PACTOS
PREVISTOS POR LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, previsto y
sancionado en el Artículo 155.3 del Código Penal, en concordancia con la declaración
Universal de los Derechos Humanos (Adoptada por la Asamblea General de Las Naciones
Unidas) en Ginebra Suiza el 10 de Septiembre del 2006 y el delito de SIMULACIÓN DE
HECHO PUNIBLE previsto y sancionado en el Articulo 239 del Código Penal y por
último el Ciudadano ERNESTO DANIEL LOPEZ OROZCO, fue acusado por la
presunta comisión del delito de FALSEDAD DE INFORME MEDICO, previsto y
sancionado en el Articulo 27 de la Ley Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y
otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes.
Ahora bien, si comparamos lo alegado por el Ministerio Público en acto de la
Audiencia Preliminar y lo plasmado por el Tribunal A quo, ( De los Hechos Objeto del
Proceso), nos damos cuenta de inmediato de los vicios e irregularidades ocurridos en el
proceso, en ese sentido son totalmente contradictorias con lo alegado por la victima, toda
vez que no existen suficientes elementos de convicción para la celebración de un Juicio
Oral y Público, por lo tanto es objeto de nulidad absoluta, de acuerdo a lo establecido en el
contenido de los artículos 174 y 175 del código Orgánico Procesal Penal, el Profesional del
derecho Abg Pedro Villalobos, solicitó por ante el Tribunal A quo, la nulidad absoluta del
acto conclusivo y de las actuaciones en los siguientes términos:
Oída la exposición Fiscal, esta defensa se opone tanto en los
hechos que se le atribuyen a nuestros Defendidos como en el Derecho,
en relación a calificación Jurídica, toda vez, que el Ministerio Publico,
no demostró que nuestros Defendidos sean Autores o Participes en los
delitos que se les acusa, esto es, no quedó demostrado que nuestros
Defendidos le hayan causado a la victima ese tipo de lesiones, toda vez,
que de la intervención que tuvo el denunciante en la audiencia de
presentación de imputado, donde el mismo fue interrogado por las
partes e inclusive por el Tribunal A quo la misma nunca señalo a
nuestros Defendidos como Autores o Participes en este tipo penal.
Es importante señalar que el Ministerio Público, no promovió
testigos presenciales ni referenciales que hayan señalado ante el órgano
policial haber observado a nuestros Defendidos que le hayan quemado
el brazo a la victima de autos, además el acta que vincula a nuestros
defendidos como las personas autores de este delito, lo denunciamos ya
que dicha acta está viciada ya que la misma violenta los Principios de
Licitud y Legalidad de la Prueba, tal como quedo asentado en el
contenido de los artículos 181, encabezamiento y parte in fine del
articulo 186 y el artículo 187 de la Norma adjetiva Penal, toda vez, que
consideramos que el procedimiento realizado por la comisión policial,
no era el idóneo en el caso concreto, ya que el mismo fue realizado en
contravención o con inobservancia de las formas y condiciones previstas
en el Código Orgánico Procesal Penal, siendo el procedimiento
ejecutado por los funcionarios aprehensores, no siendo ese el motivo en
el caso concreto, y por ende, se violentó flagrantemente al Debido
Proceso, al Derecho de la Defensa e Igualdad entre las
Partes y a la Presunción de Inocencia consagrado en el
artículo 49 numerales 1º y 2º de la norma Constitucional, y
lo preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del Código
Adjetivo Penal, toda vez, que tal procedimiento no se ejecutó con
observancia a lo establecido en el encabezamiento y parte in fine del
artículo 186 de la Norma Adjetiva Penal, refiriéndose en el primer
término, que es a través de este procedimiento que se le permite al
órgano policial o al Ministerio Público, comprobar el estado de los
lugares, cosas, los rastros y efectos materiales que existan en un objeto
colectado en una investigación y sean de utilidad para la misma, o la
individualización de los partícipes en él, durante la práctica de las
experticia el Ministerio Público como la Defensa consideraran
necesarias para recabar información que pudieran ser útiles, necesarias
y pertinentes para el descubrimiento de la verdad, bien sean estas para
inculpar como para exculpar y que al no cumplir con tal mandato este
procedimiento es ilícito e ilegal, más no fue promovida alguna experticia
evidencia que se le haya practicado a la victima que fuesen sido útil para
el proceso al provenir de un medio licito, necesario para desvirtuar la
inocencia de los imputados y pertinente para el proceso ya que fuese
guardado relación directa con tales hechos y así lograr su
individualización, permitiéndole al proceso establecer una relación
clara, precisa y circunstanciada de cómo se produjeron los hechos, tal
como lo establece el contenido del numeral 2° del artículo 308 del
Código Orgánico Procesal Penal, además le fuese permitido al Titular
de la acción Penal, subsumir la conducta desplegada por los imputados
en tales hechos permitiéndole realizar la adecuación del precepto
jurídico aplicable de manera inequívoca, según lo establecido en el
contenido del numeral 4° del artículo 308 de la Norma Adjetiva Penal,
en virtud de lo antes señalado denunciamos por ante el Tribunal A quo,
que la acusación presentada por el Ministerio Publico no cumple con los
requisitos establecidos en el artículo 308 del Código Orgánico Procesal
Penal.
En segundo término relacionado con la parte in fine del artículo
186, se hace necesario manifestar que a pesar que tal procedimiento era
realizado por funcionarios policiales, es necesario que dichos
funcionarios se hagan acompañar de una persona distinta a los
funcionarios, es decir, cualquier persona mayor de edad, si la persona
que presencia el acto es el imputado y no está presente su defensor, se le
debía pedir otra persona que asista, es por lo que esta Defensa denuncia
la violación a los Principios de Licitud y Legalidad de la Prueba, tal
como lo dejó sentado Nuestro Legislador Patrio, en los artículos 181,
encabezamiento y parte in fine del articulo 186 y el artículo 187 de la
Norma adjetiva Penal, ya que en el acta donde presuntamente
resultaron aprehendidos nuestros Defendidos, no existen testigos
imparciales presenciales o referenciales hayan afirmado ante el órgano
policial haber observado a nuestros Defendidos ser participes o autores
de los delitos mencionados, considerando esta Defensa que el acta
policial, no arrojan elementos de convicción por sí sola, sobre cómo fue
ocurrido el hecho ilícito, siendo insuficiente para estimar que nuestros
defendidos estén incursos en el delito por los cuales el Ministerio
Público los Acusó.
Denunciamos que el Ministerio Público violentó el
Derecho a la Defensa e Igualdad entre las Partes , al negarle a
la defensa técnica la práctica de diligencias solicitadas por la anterior
defensa, el cual consta en autos del presente asunto.
Denunciamos que no consta en el expediente ni mucho menos el
Ministerio Publico había promovido alguna experticia que identificara a
nuestros defendidos como ser las personas que fueron detenidas por los
funcionarios aprehensores, es evidente que el Ministerio Público
durante la investigación no ordenó ningún acto tendiente a corroborar
la versión de los funcionarios aprehensores y lo manifestado por la
víctima en la audiencia de presentación del imputado, ya que existen
una serie de incongruencias en tales hechos que se hacía imposible
determinar que nuestros Defendidos eran autores o participes en los
hechos por los cuales lo acusó, no existiendo en la acusación una
relación clara, precisa y circunstanciada que pudiera determinar la
responsabilidad de nuestros Defendidos en tales hechos, transgrediendo
lo preceptuado en el numeral 2° del artículo 308 del Código Orgánico
Procesal Penal, donde los hechos alegados y las pruebas presentadas,
violentaba el contenido del numeral 4° del artículo 308 de la Norma
Adjetiva Penal, toda vez, que no quedó demostrado que nuestros hoy
Defendidos hayan hecho uso de violencia o amenazas de graves daños
inminentes a la víctima.
Debemos señalar que el Ministerio Público durante la
investigación no ordenó ningún acto tendiente a corroborar la versión
de los funcionarios aprehensores, ya que lo manifestado por la víctima
en la audiencia de presentación del imputado, era evidente que existen
una serie de incongruencias en tales hechos que se hace imposible
determinar que nuestros Defendidos son autores o participes en los
hechos por los cuales el Ministerio Público los acusó, no existiendo en
la acusación una relación clara, precisa y circunstanciada que pudiera
determinar la responsabilidad de nuestros Defendidos en tales hechos.
Solicitamos al Tribunal que de acuerdo a lo dispuesto por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con Ponencia del
Magistrado FRANCISCO CARRASQUERO en el expediente N° 04-
2599 de fecha 20-06.05, ejerza el control materia de la acusación
presentada por el Ministerio Público, con el objeto de depurarar los
vicios denunciados por esta Defensa que vulneran el Principio de
Congruencia, que se extiende a la relación que debe existir entre los
hechos alegados y las pruebas presentadas, en derecho fundamental al
Debido Proceso, al Derecho de la Defensa e Igualdad entre las Partes y
a la Presunción de Inocencia consagrado en el artículo 49 numerales 1º
y 2º de la norma Constitucional, y lo preceptuado en el artículo 308
numeral 2º del Código Adjetivo Penal.
Solicitamos la nulidad absoluta de conformidad con el artículo
174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez, que las actas
policiales recabadas durante la investigación fueron obtenidas en
contravención o con inobservancia de las formas y condiciones previstas
en el Código Orgánico Procesal Penal, así mismo solicitamos el
sobreseimiento de la causa de acuerdo a lo establecido en el contenido
del numeral 4° del artículo 300 del Código Orgánico Procesal Penal.

Alegatos estos que no fueron debidamente plasmados en el acta de la audiencia


preliminar ni en el en auto de Apertura del pase a juicio.

Para finalizar debo manifestar que el Tribunal A quo, admitió totalmente la


Acusación presentada por el Ministerio Público, sin aplicar las finalidades esenciales de la
Audiencia Preliminar para lograr la depuración del procedimiento, la cual implica la
realización de un análisis de los fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan el escrito
acusatorio, fungiendo esta fase procesal según lo ha dejado sentado la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, como un filtro, a los fines de evitar la interposición de
acusaciones infundadas y arbitrarias, omitiendo el Juez A quo, el examen de los requisitos
de fondo en los cuales se fundamenta el Ministerio Público para presentar la acusación, en
otras palabras, debiendo dejar sentado el Tribunal de Control, si dicho pedimento fiscal
tiene basamentos serios que permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto al
imputado, es decir, debió el Tribunal dejar sentado si en la presente causa existe una alta
probabilidad de que en la fase de juicio se dicte una sentencia condenatoria; y en el caso de
nuestros Defendidos, no se evidenció ese pronóstico de condena, por el delito por los
cuales fue acusado por el Ministerio Público, motivo por el cual la Juez de Control debió
analizar los argumentos de la defensa, para depurar el contenido de la acusación, y atribuir
la calificación jurídica apropiada y ajustada al contenido de la investigación policial y
contenido del referido acto conclusivo; el cual como ya dijimos incurrió en graves errores
en cuanto a la apreciación de las circunstancias en que pudieron haber ocurrido los hechos,
por no individualizar la conducta típicamente antijurídica de los imputados de autos, al
asimilar la actuación de nuestros Defendidos en forma genérica a lo presuntamente
ocurrido, cuya inacción judicial vulneró la finalidad de dicho acto judicial, al no analizar
dicha acusación y en consecuencia de ello no depurar los vicios que presenta la misma, al
admitirla en todas y cada una de sus partes, sin oír los alegatos de la defensa.

Al finalizar la intervención de las partes el Tribunal A quo, emitió los siguientes


pronunciamientos:

“…Del escrito acusatorio y del discurso efectuado por la


representante del Ministerio Público, quedaron establecidos hechos
objeto del proceso, los denunciados en data por los ciudadanos
identificados en autos como víctimas; quienes actuando de mala fe
hacen referencias a nuestros representados con el objeto de dañar
sus imágenes.

De lo antes transcrito, debemos dejar asentado, que no entendemos de donde


erróneamente el Tribual A quo da por probado la participación de nuestros Defendidos en
tales hechos, al referirse que los hechos quedaron establecidos por lo denunciado en data
por las ciudadanas identificada en autos como víctimas, donde hemos dejado asentado en
el presente escrito los diversos análisis, comparaciones y concatenaciones de la referida
acta de denuncia y lo manifestado e interrogado por la víctima en la Audiencia de
Presentación del Imputado, donde en ningún momento la misma señaló a los imputados de
autos ser los autores o participes en los hechos por los cuales el Ministerio público los
acusó.

Tampoco entendemos de donde el Tribunal A quo, trae a colación la descripción


física de uno de los sujetos que supuestamente describió la víctima al momento que realizó
la denuncia, refiriéndose el Tribunal, desconociendo esta Defensa, de donde el Tribunal A
quo, hace tal descripción, toda vez, que la única descripción realizada por la víctima, según
el Acta de Denuncia, donde la misma describe a uno de los sujetos que participó en los
hechos objeto de este proceso, donde es evidente que el Tribunal A quo erróneamente da
por probado la participación de nuestros Defendidos fundamentando su decisión judicial
con unas descripciones físicas de una persona, que esta Defensa técnica desconoce de
donde el mismo tomó tal descripción para acreditarle la responsabilidad de nuestros
Defendidos en tales hechos, toda vez, que al analizar todas y cada una de sus partes las
actas que forman parte del expediente así como del texto de la acusación, nos damos
cuenta que tales descripciones físicas señaladas por el Tribunal A quo, no existen en la
presente causa, es por lo que el Tribunal cae en error al asumir que tales descripciones
guardan relación con las características físicas de nuestros Defendidos considerando las
suficientes para acreditarle la responsabilidad de los imputados de autos en tales hechos, ya
que si bien es cierto que la víctima dejó sentado en el acta de denuncia sobre las
características físicas de uno de las sujetos, tales características no guardan relación con las
características físicas de nuestros Defendidos, mal podría el Tribunal A quo valorar el acta
de denuncia de la víctima por considerar que la descripción plasmada en la referida acta se
deben a las características físicas de nuestros Defendidos, obviando el Tribunal lo
señalado por la misma víctima en la Audiencia de Presentación de Imputado, lo que trae
como consecuencia que el Tribunal A quo, no realizó una revisión exhaustiva del acta de
aprehensión y las demás actas que forman parte de la presente causa, ya que al comparar el
acta de denuncia con lo manifestado por la víctima en la audiencia de presentación del
imputado así como del texto de la acusación, es evidente una serie de incongruencias que
existen entre la información suministrada por la víctima y la versión de los funcionarios
aprehensores, siendo este uno de los motivos que llevo a esta Defensa a solicitar ante el
Tribunal A quo, la nulidad absoluta de las actuaciones y de la acusación presentada por el
Ministerio Público, ya que al ser admitidas dichas actas y la acusación presentada por la
vindicta pública en contra de nuestros Defendidos, se violenta al Debido Proceso, al

Derecho de la Defensa y a la Presunción de Inocencia consagrado en el


artículo 49 numerales 1º y 2º de la Norma Constitucional, y lo
preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del Código Orgánico Procesal
Penal, al no existir una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se
atribuye a los imputados, dejando en estado de indefensión a nuestros Defendidos, sin que
puede existir una razón fundada en lo que corresponde a un futuro pronóstico de condena,
causándole el mismo un gravamen irreparable, sometiéndolo a la pena del banquillo al
estar privados de su libertad sin que el Misterio Público haya dejado explanado en su
acusación suficientes elementos de convicción para poder estimar que nuestros Defendidos
son presuntamente responsables de los hechos por los cuales lo Acusó.
En lo que corresponde a la Solicitada de Nulidad propuesta por esta Defensa, el
Tribunal A quo, solo se limitó a señalar lo siguiente:

“En consonancia con el criterio jurisprudencial anteriormente


citado, en armonía con la norma adjetiva penal contenida en los
artículos 174 y siguientes, este órgano jurisdiccional realizó
revisión exhaustiva al acta policial de aprehensión, no constatando
vicio alguno que haga considerar la nulidad del acta en referencia,
que la misma cumple con los requisitos procesales, constitucionales
y normativos para su plena vigencia y poder ser tomada en
consideración para sustentar la presente decisión judicial, mal
podría pretender los defensores privados la nulidad de la misma,
por lo que considera este Tribunal que lo procedente y ajustado a
derecho es declarar SIN LUGAR la solicitud de nulidad formulada
por los ABG. PEDRO VILLALOBOS Y FRANCISCO
POLANCO en su carácter de defensores técnicos de los
ciudadanos hoy acusados. Y ASÍ SE DECIDE.”…

En lo que corresponde a lo alegado por el Tribunal A quo, no entiende esta Defensa


como el Tribunal, va a señalar que no constato vicio alguno que le haga considerar la
nulidad de la referida acta solicitada por esta Defensa, que la misma cumple con los
requisitos procesales, constitucionales y normativos para su plena vigencia y poder ser
tomada en consideración para sustentar la presente decisión judicial, donde es evidente que
los funcionarios actuantes no se hicieron acompañar de testigos presenciales ni
referenciales que puedan aseverar que nuestros Defendidos fueron aprehendidos, cabe
destacar que no consta en autos que a nuestros Defendidos se les haya identificado
plenamente en delito que se les atribuye, existiendo en la misma, una serie de
incongruencias que no pueden ser corroboradas con otras probanzas, violentándose así, los
Principios de Licitud y Legalidad de la Prueba, tal como lo estableció Nuestro Legislador
Patrio, en los artículos 181, parte in fine del articulo 186 y el artículo 187 de la Norma
adjetiva Penal, y además, en ningún caso los hoy acusados han sido señalados por la
víctima como autores responsables de esos hechos, obviando el Tribunal lo señalado por
la misma víctima en la Audiencia de Presentación de Imputado, lo que trae como
consecuencia que el Tribunal A quo, no analizado detalladamente el acta de aprehensión,
ya que al compararla con el acta de Denuncia y con lo manifestado por la víctima en la
audiencia de presentación del imputado así como del texto de la acusación, es evidente una
serie de incongruencias que existen entre la información suministrada por la víctima y la
versión de los funcionarios aprehensores, siendo el acta de aprehensión el único elemento
de convicción donde los funcionarios actuantes dejaron sentado que nuestros Defendidos
fueron autores o participes del delito que se les acusa, es por ello, que teniendo el
contenido de dicha acta un valor insuficiente, dudoso y contradictorio, no debió el Tribunal
acreditarle a los hoy acusados ninguna responsabilidad en tales hechos.
Visto a esta situación y al concatenar el dicho de la víctima al término de la
Audiencia de Presentación del Imputado con el contenido del acta antes señalada, donde se
desprenden una serie de incongruencias que existen entre la información suministrada por
la víctima y la versión de los funcionarios aprehensores, fue lo que llevo a esta Defensa a
solicitar ante el Tribunal A quo, la nulidad absoluta de las actuaciones y de la acusación
presentada por el Ministerio Público, toda vez, que según el contenido del artículo 174 de
la Norma Adjetiva Penal, no debiendo ser apreciada dicha acta policial por el Tribunal para
fundar una decisión judicial, ni utilizada como presupuesto de ella, los actos realizados en
contravención o con inobservancia de las formas y condiciones previstas en el Código
Orgánico Procesal Penal, visto que en primer lugar los funcionarios aprehensores
violentaron flagrantemente el contenido del artículo 186 del Código Orgánico Procesal
Penal, y que además, el Ministerio Público avaló de manera errónea un acto que fue
realizado en contravención o con inobservancia de las formas y condiciones previstas en el
Código Orgánico Procesal Penal, violó la garantía legal establecida en el contenido del
artículo 187 conjuntamente violentó el Derecho a la Defensa e Igualdad entre las Partes,
establecidas en el contenido del numeral 1° del artículo 49 Constitucional, tal como lo
denunció esta Defensa, siendo una obligación para el Tribunal A quo, velar y garantizar de
hecho y de derecho las garantías Constitucionales y Procesales, así como los instrumentos
Normativos de Derecho Internacional suscritos y ratificados por la República, como es el
caso de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, en aras
de evitar una disposición legal que impone un evidente y grave menoscabo del derecho
constitucional a la defensa, no siendo el Tribunal A quo garantista a tales normativas al
admitir una acusación Fiscal, avalando la violación de los Principios de Licitud y
Legalidad de la Prueba, tal como lo dejo sentado Nuestro Legislador Patrio, en los artículos
181 y parte in fine del artículo 186 de la Norma adjetiva Penal y lo establecido en el
contenido del numeral 9° del artículo 313 del Codigo Orgánico Procesal Penal,
violentándose flagrantemente al Debido Proceso, al Derecho de la Defensa e Igualdad
entre las Partes y a la Presunción de Inocencia consagrado en el artículo 49 numerales 1º y
2º de la norma Constitucional, y lo preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del Código
Adjetivo Penal, existiendo un desorden material entre los elementos de convicción
promovidos por la parte Fiscal, siendo los mismos INSUFICIENTES, DUDOSOS y
CONTRADICTORIOS, para acreditarle la responsabilidad de tales hechos a nuestros
Defendidos. Lo que trae como consecuencia y así lo dejamos asentado en nuestra
intervención que dicha acusación no tiene fundamentos serios para el enjuiciamiento de
nuestros Defendidos, no cumpliendo dicho acto conclusivo, con los requisitos esenciales
previstos en el contenido del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal y muy
especialmente con lo establecido en el numeral 2° del artículo 308 del Código Orgíaco
Procesal Penal, en lo que respecta a una relación clara precisa y circunstanciada del hecho
punible que se le atribuye a nuestros Defendidos, y en lo que respecta a lo explanado por el
Tribunal A quo, se puede deducir que en los mismos no existe una correcta adecuación
entre dichos hechos y el delito que le fue imputado a nuestros Defendidos.
Asimismo, es importante destacar que el tribunal A quo, dejo asentado, del Auto de
apertura a Juicio que esta Defensa había opuesto de manera oral las excepciones
establecidas por Nuestro Legislador, al momento de la Celebración de la Audiencia
Preliminar, poniendo en tela de juicio el Profesionalismo y el conocimiento de la defensa.
Del mismo modo, se hace necesario resaltar que el tribunal A quo, deja sentando
tanto en el acto de la Audiencia Preliminar como en el Auto de Apertura y del Pase a Juicio
que las pruebas promovidas (Deben ser ofrecidas) por el Ministerio Público son licitas,
necesarias y pertinentes, sin dejar sentado, cuál de ellas es útil, necesaria o pertinente,
violentando el numeral 5° del artículo 308, toda vez, que existen pruebas que pueden ser
pertinentes pero no necesarias ni útiles.
Por todo lo antes expuesto recurro ante esa Sala de Corte de Apelaciones de este
Circuito Judicial Penal, a los fines que anule de pleno derecho el acta de la audiencia
preliminar y del auto de apertura a juicio y en supuesto negado que esa Sala declare sin
lugar la solicitud antes expuestas pasare a exponer brevemente los motivos, las razones y
las circunstancias del recurso apelación de autos que interpongo en este mismo de acuerdo
a lo establecido en el contenido del artículo 439, numeral 7° en concordancia con el
artículo 180, ambos del Código Orgánico procesal Penal.

LOS HECHOS RELACIONADOS CON LA CELEBRACION DE LA AUDIENCIA


PRELIMINAR CELEBRADA EL 12 DE MAYO DE 2021.

Es el caso Honorables Magistrados que habrán de conocer de este Recurso de


Apelación de autos, que en fecha 12 de mayo de 2021, día y hora fijada por el Tribunal A
quo, para la celebración de la audiencia preliminar, se llevó a cabo dicha audiencia, donde
el Tribunal cedió la palabra al Ministerio Público, quién entre otras cosas, expuso lo
siguiente

“...Esta representación pasa a ratificar y solicitar sea Admitido escrito


acusatorio presentado ante este Tribunal en fecha 15-04-2021, de conformidad con el
artículo 285 numeral 4 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
numeral 4, del artículo 111 del Código Orgánico Procesal Penal y encabezamiento del
308 Ejusdem, en contra de los ciudadanos YANEZ CHIRINO LENNYS CHIRINOS
TEODORA, se decrete el sobreseimiento de la causa, de conformidad con lo establecido
en el articulo 300 ordinal 1 del Código Orgánico Procesal Penal, en relacion a los
ciudadanos TOLEDO DANIEL, CEDEÑO EULICES, FIGUEROA LUIS Y
VELASQUEZ JOHAN, como cómplices no necesarios en la presunta comisión del delito
de TRATO CRUEL, previsto y sancionado en el Articulo 18 de la Ley Especial para
Prevenir y Sancionar la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes en
concordancia con lo establecido en el Articulo 84 numeral 3 en su primer supuesto del
Código Penal, solicitando la desestimación del delito de SIMULACIÓN DE HECHO
PUNIBLE previsto y sancionado en el Artículo 239 del Código Penal, en cuanto a los
ciudadanos CHIRINO GREGORIO Y FUENTES BRAYAN, fueron acusados por la
presunta comisión de los delitos de TRATO CRUEL, previsto y sancionado en el Articulo
18 de la Ley Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y otros Tratos crueles,
Inhumanos y Degradantes en concordancia con lo establecido en el Articulo 84 numeral 3
en su primer supuesto del Código Penal, QUEBRANTAMIENTOS DE PACTOS
PREVISTOS POR LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, previsto y
sancionado en el Artículo 155.3 del Código Penal, en concordancia con la declaración
Universal de los Derechos Humanos (Adoptada por la Asamblea General de Las Naciones
Unidas) en Ginebra Suiza el 10 de Septiembre del 2006 y el delito de SIMULACIÓN DE
HECHO PUNIBLE previsto y sancionado en el Articulo 239 del Código Penal y por
último el Ciudadano ERNESTO DANIEL LOPEZ OROZCO, fue acusado por la
presunta comisión del delito de FALSEDAD DE DOCUMENTO PÚBLICO, previsto y
sancionado en el Articulo 27 de la Ley Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y
otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes.

visto lo expuesto por el Ministerio Público en el acto de la ADUENCIA


PRELIMINAR y lo explanado en el Escrito Acusatorio, es evidente observar que el mismo
omitió señalar, cuál fue la conducta típicamente antijurídica, culpable e imputable a
intención o culpa, realizada por los acusados de autos, sin señalar fundamentos serios que
pudieran vislumbrar un pronóstico de condena, como va a señalar el accionante que tal
acusación se fundamenta en virtud de la denuncia formulada en data por la ciudadana
identificada en autos como víctima; quien manifestó que había sido objeto de maltrato por
funcionarios del FAES, totalmente contradictorio lo explanado por la parte Fiscal, con lo
señalado por la víctima en la Audiencia de Presentación de Imputado, donde en su
intervención señaló que ciertamente los autores del hecho eran cuatro personas.
Igualmente, el Ministerio Público, no promovió testigos presenciales ni
referenciales que pudieran dar fe que la aprehensión de nuestros Defendidos, se produjo en
las formas señaladas por los Funcionarios aprehensores, según el Acta Policial, para que
exista en un futuro Juico Oral y Público un pronóstico de condena que nuestros defendidos
es responsable de tales hechos, tampoco fue presentado por el Ministerio Publico.
Acta esta que no debió ser valorada por el Tribunal A quo, toda vez, que esta acta,
no arroja elemento de convicción por sí sola, que responsabilice a nuestros Defendidos
como autores o participes en los hechos denunciados, toda vez, que de la intervención que
tuvo la denunciante durante la Audiencia de Presentación del Imputado quedo demostrado
que nuestros Defendidos no forman parte en el ilícito penal objeto de este proceso.
Posteriormente se le cedió el derecho de palabra a la Defensa, donde el Tribunal A
quo, dejó sentado lo siguiente:
“...Buenas tardes a los presentes en sala de audiencias, esta
Defensa técnica es emergente toda vez que nos juramentamos hoy,
no siendo este un pretexto alegado, por el contrario queremos
hacer de su conocimiento ciudadana jueza que a nuestros
patrocinados los vinculan con el hecho delictivo por la simple
razón de encontrarse ese día en el lugar donde ocurrió el mismo; a
mis patrocinados no lo vincula ningún elemento de convicción de
la acusación fiscal; por su parre ciudadana jueza respetuosamente
solicito de usted se sirva declarar la nulidad del acta de
aprehensión que ríela inserta en el expediente, la misma está
viciada de nulidad absoluta, no siendo procedente sanear ningún
vicio allí encontrado; por lo que pedimos de usted también tome
en cuenta el acta de entrevista realizada a la ciudadana
identificada en autos como testigo y víctima, quien de manera
contradictoria asegura que nuestros patrocinados no se
encontraban incursos en el hecho delictivo, en celebración de la
audiencia oral de presentación; de igual forma consideramos que
no existen elementos suficientes para un eventual juicio oral, por
lo que rogamos de usted el sobreseimiento de la causa penal, por
ultimo solicitamos copias del acta...".

Solicitamos al Tribunal que de acuerdo a lo dispuesto por la


Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con
Ponencia del Magistrado FRANCISCO CARRASQUERO en el
expediente N° 04-2599 de fecha 20-06.05, ejerza el control materia
de la acusación presentada por el Ministerio Público, con el objeto
de depurara los vicios denunciados por esta Defensa que vulneran
el Principio de Congruencia, que se extiende a la relación que
debe existir entre los hechos alegados y las pruebas presentadas,
en derecho fundamental al Debido Proceso, al Derecho de la
Defensa e Igualdad entre las Partes y a la Presunción de Inocencia
consagrado en el artículo 49 numerales 1º y 2º de la norma
Constitucional, y lo preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del
Código Adjetivo Penal.
Solicitamos la nulidad absoluta de conformidad con el artículo
174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez, que las
actas policiales recabadas durante la investigación fueron
obtenidas en contravención o con inobservancia de las formas y
condiciones previstas en el Código Orgánico Procesal Penal, así
mismo solicitamos el sobreseimiento de la causa de acuerdo a lo
establecido en el contenido del numeral 4° del artículo 300 del
Codigo Orgánico Procesal Penal.
“ UNA VEZ OIDAS LAS EXPOSICIONES DE LAS PARTES,
ESTE TRIBUNAL CUARTO (4°) DE PRIMERA INSTANCIA
ESTADAL Y MUNICIPAL E FUNCIONES DE CONTROL DEL
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO BOLIVARIANO
DE GUARICO, CON SEDE EN LA CIUDAD DE CALABOZO,
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA Y POR
AUTORIDAD DE LA LEY, EMITE EL SIGUIENTE
PRONUNCIAMIENTO: PUNTO PREVIO: Se declara SIN LUGAR
la solicitud de nulidad formulada el esta acto oralmente por la
defensa privada, por cuanto a criterio de esta Juzgadora, no existe
vicio alguno que haga anulable las actuaciones penales insertas en
autos suscrita y realizadas por los funcionarios adscritos al Cuerpo
de Investigaciones Cientificas, Penales y Criminalisticas, pues de la
revisión exhaustiva efectuada a las mismas constató el Tribunal que
cumplen a cabalidad con las exigencias constitucionales y procesales
requeridas para su presentación, por lo que mal podría la defensa
técnica pretender la nulidad de las mentadas actas. PRIMERO: De
conformidad con el artículo 308, 309 y 310 del Codigo Orgánico
Procesal Penal SE ADMITE TOTALMENTE la acusación
presentada por la Fiscalía 18 del MP”…

De lo antes, transcrito podemos observar que el Tribunal A quo, no emitió ningún


pronunciamiento fundado, a las diversas denuncias realizadas por esta Defensa en lo que
corresponde a:
1.- LA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA, establecido en
Nuestra Norma Adjetiva Penal, al admitir totalmente la acusación en contra de nuestros
Defendidos.

2.- LA VIOLACIÓN A LOS PRINCIPIOS DE LICITUD Y LEGALIDAD DE


LA PRUEBA, tal como lo dejo sentado Nuestro Legislador Patrio, en los artículos 181,
encabezamiento y parte in fine del artículo 186 y el artículo 187 de la Norma adjetiva
Penal.

3.- LA VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO, según lo establecido en el


contenido del numeral 3° del artículo 49 de la Constitución y el articulo 1 del Código
Orgánico Procesal Penal.
4.- LA VIOLACIÓN AL DERECHO A LA DEFENSA E IGUALDAD
ENTRE LAS PARTES, según lo establecido en el contenido de los numeral 1° de la
Constitución y el articulo 12 del Código Orgánico Procesal, al no permitirle a la Defensa
recurrir a las evidencias físicas recabas durante la investigación para demostrar la
inocencia de nuestros Defendidos en tales hechos.

5.- LA VIOLACIÓN A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, según lo


establecido en los numeral 3° de Nuestra Carta Magna y el articulo 8° del Código Orgánico
Procesal.

Además el Tribunal A quo no resolvió lo alegado por esta representación en cuanto


al contenido de lo establecido en los numerales 2° y 4° del artículo 308 del Código
Orgánico Procesal Penal
En lo que corresponde a la Acusación presentada por la parte Fiscal, debemos dejar
sentado, que el Tribunal A quo no dejó sentado en el texto del acta de la audiencia
preliminar, así como en el acta del pase a juicio, cual fue la conducta típicamente
antijurídica, culpable e imputable a intención o culpa realizada por los imputados de autos,
sin señalar fundamentos serios que pudieran vislumbrar un pronóstico de condena en la
presente causa; no entiende esta defensa de donde el Tribunal tomó elementos serios para
dejar sentado que quedó evidenciado que nuestro Defendido está incurso en la comisión
de los delitos antes descritos, ya que no consta en el Acta Policial, suscrita por los
Funcionarios Aprehensores, se hayan hecho acompañar de testigos presenciales ni
referenciales que puedan aseverar que nuestros Defendidos fueron aprehendidos,
existiendo en la misma, una serie de incongruencias que no pueden ser corroboradas con
otras probanzas, violentándose así, los Principios de Licitud y Legalidad de la Prueba, tal
como lo estableció Nuestro Legislador Patrio, en los artículos 181, parte in fine del articulo
186 y el artículo 187 de la Norma adjetiva Penal, y además, en ningún caso los hoy
acusados han sido señalados por la víctima como autores responsables de esos hechos,
obviando el Tribunal lo señalado por la misma víctima en la Audiencia de Presentación de
Imputado, es por ello, que teniendo el contenido de dicha acta un valor insuficiente,
dudoso y contradictorio, no debió el Tribunal acreditarle a los hoy acusados ninguna
responsabilidad en tales hechos.
Visto a esta situación y al concatenar el dicho de la víctima al término de la
Audiencia de Presentación del Imputado con el contenido del acta antes señalada, donde se
desprenden una serie de incongruencias que existen entre la información suministrada por
la víctima y la versión de los funcionarios aprehensores, fue lo que llevo a esta Defensa a
solicitar ante el Tribunal A quo, la nulidad absoluta de las actuaciones y de la acusación
presentada por el Ministerio Público, toda vez, que según el contenido del artículo 174 de
la Norma Adjetiva Penal, no puede ser apreciado por el Tribunal para fundar una decisión
judicial, ni utilizada como presupuesto de ella, los actos realizados en contravención o con
inobservancia de las formas y condiciones previstas en el Código Orgánico Procesal Penal,
visto que en primer lugar los funcionarios aprehensores violentaron flagrantemente el
contenido del artículo 186 del Código Orgánico Procesal Penal, al no hacerse acompañar
de testigos presenciales que avalaran la actuación policial, ya que según el testimonio de la
misma víctima, violentando el Tribunal A quo, los Principios de Licitud y Legalidad de la
Prueba, tal como quedo sentado a Razón y Espíritu de Nuestro Legislador Patrio, en los
artículos 181 y parte in fine del artículo 186 de la Norma adjetiva Penal, y por ende, se
violenta flagrantemente al Debido Proceso, al Derecho de la Defensa e Igualdad entre las
Partes y a la Presunción de Inocencia consagrado en el artículo 49 numerales 1º y 2º de la
norma Constitucional, y lo preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del Código Adjetivo
Penal, existiendo un desorden material entre los elementos de convicción promovidos por
la parte Fiscal, siendo los mismos INSUFICIENTES, DUDOSOS y
CONTRADICTORIOS, para acreditarle la responsabilidad de tales hechos a nuestros
Defendidos. Lo que trae como consecuencia y así lo dejamos sentado en nuestra
intervención que dicha acusación no tiene fundamentos serios para el enjuiciamiento de
nuestros Defendidos, no cumpliendo dicho acto conclusivo, con los requisitos esenciales
previstos en el contenido del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal y muy
especialmente con lo establecido en el numeral 2° del artículo 308 del Código Orgíaco
Procesal Penal, en lo que respecta a una relación clara precisa y circunstanciada del hecho
punible que se le atribuye a nuestros Defendidos, y en lo que respecta a lo explanado por el
Tribunal A quo, se puede deducir que en los mismos no existe una correcta adecuación
entre dichos hechos y el delito que le fue imputado a nuestros Defendidos.
Se hace necesario Honorables Magistrados, señalar que el Tribunal A quo, en el
acta levantada a tal efecto, en lo que se refiere a los FUNDAMENTOS DE LA
IMPUTACIÓN, describe todos y cada uno de los elementos que cursan en la acusación
presentada por el Ministerio Público en contra de los imputados de autos, sin que se pueda
estimar cuál es la relación de causalidad entre la conducta de nuestros Defendidos y tales
elementos; omitiendo el Tribunal, cual fue la conducta típicamente antijurídica, culpable e
imputable a intención o culpa realizada por los Acusados, sin la cual no se hubiera
configurado el delito; así las cosas, debió el Tribunal señalar en dicha acta, ¿Que
ocurrió?, ¿Cuando ocurrió?, ¿Como ocurrió?, ¿Donde ocurrió? ¿A qué hora
ocurrió?, cuál fue su participación en el hecho y lo más importante, cual es la relación de
causalidad que lo vincula al hecho que se le atribuye pero al analizar el texto del auto de
apertura a juicio nos damos cuenta de inmediato que la Parte Fiscal no promovió ningún
elemento de convicción para poder demostrar en un futuro Juico Oral y Público tal
situación, no fueron promovidos testigos presenciales ni referenciales que pudieran dar fe
que la aprehensión de nuestros Defendidos, se produjo en las formas señaladas por los
Funcionarios. Lo que trae como consecuencia que dicha acusación no tiene fundamentos
serios para el enjuiciamiento de nuestros Defendidos no cumpliendo dicho acto conclusivo
con los requisitos esenciales previstos en el contenido del artículo 308 del Código
Orgánico Procesal Penal, y además el Tribunal A quo omitió dejar sentado en el texto de
dicha acta el motivo por el cual declaro sin lugar las nulidades solicitadas por esta parte.
En lo que corresponde al contenido de esta acta de denuncia debemos dejar sentado,
que no consta en autos que testigos imparciales presenciales o referenciales hayan
afirmado ante el órgano policial haber observado a nuestros Defendidos hayan cometido
este hecho punible, no quedando demostrado que nuestros hoy Defendidos haciendo uso de
violencia o amenazas de graves daños inminentes a la víctima, la haya lesionado de
carácter grave.
Considerando esta Defensa que esta declaración, no arroja elemento de convicción
por sí sola, que responsabilice a nuestros Defendidos como autores o participes en los
hechos denunciados, toda vez, que para que sea valorado como elemento de convicción
debe guardar relación directa o indirecta con los hechos donde se señale o identifique a
nuestros Defendidos como una de las personas autores de los hechos objetos de este
proceso. Lo señalado por la victima en la Audiencia de Presentación de los Imputados, es
insuficiente, dudosa y contradictoria, para determinar que nuestros Defendidos sean
Autores o responsables del delito por los cuales el Ministerio Público los Acusó.
Sobre este particular debemos dejar asentado, que no consta en autos que testigos
imparciales presenciales o referenciales hayan afirmado ante el órgano policial haber
observado a nuestros Defendidos ocasionándoles lesiones a la victima de autos.
Siendo necesario para el Tribunal haber comparado y concatenada el dicho de la
víctima al término de la Audiencia de Presentación del Imputado con el contenido de dicha
acta antes señalada, donde se desprenden una serie de incongruencias que existen entre la
información suministrada por la víctima y la versión de los funcionarios aprehensores ya
que esta versión de los funcionarios aprehensores no puede ser corroborada con otras
probanzas, siendo el acta de aprehensión el único elemento de convicción que señala a
nuestros Defendidos como autores del hecho. En tal sentido se violenta flagrantemente al
Debido Proceso y a la Presunción de Inocencia consagrado en el artículo 49 numerales 1º y
2º de la norma Constitucional, y lo preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del Código
Adjetivo Penal, existiendo un desorden material entre los elementos de convicción
promovidos por la parte Fiscal que los hacen DUDOSOS y CONTRADICTORIOS, por
lo tanto es insuficiente para estimar que nuestros defendidos están incursos en el delito por
los cuales el Ministerio Público lo Acusó, donde lo ajustado a derecho era que el Tribunal
A quo, por lo menos decretara un sobreseimiento parcial de acuerdo a lo establecido en el
contenido del artículo 300 ordinal 4º del Código Orgánico Procesal Penal.
Asimismo, debemos manifestar que la Sala de Casación Penal del Tribunal
Supremo de Justicia en su doctrina jurisprudencial específicamente, en sentencia número
345 del 28 de septiembre de 2004, señalo expresamente lo siguiente:

“El solo dicho por los Funcionarios Policiales no es suficiente para


inculpar al procesado, pues ello, solo constituye un indicio de
culpabilidad”.

En el caso concreto, era necesario que el abordaje al delito perpetrado se debió


haber realizado con estricta observancia a las formas y condiciones previstas en el Código
Orgánico Procesal Penal, con plenas garantías a los Principios de Licitud y Legalidad,
establecidos por Nuestro Legislador Patrio, en los artículos 181, refiriéndose a la Licitud
de la Prueba, parte in fine del artículo 186.
A tal efecto se hace necesario resaltar el contenido de la norma antes acotada:
“Finalizada la audiencia [preliminar] el Juez o Jueza resolverá, en presencia de las
partes, sobre las cuestiones siguientes, según corresponda: (…) 9. Decidir sobre la
legalidad, licitud, pertinencia y necesidad de la prueba ofrecida para el juicio oral”.
Para finalizar debo manifestar que el Tribunal A quo, admitió totalmente la
Acusación presentada por el Ministerio Público, sin aplicar las finalidades esenciales de la
Audiencia Preliminar para lograr la depuración del procedimiento, la cual implica la
realización de un análisis de los fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan el escrito
acusatorio, fungiendo esta fase procesal según lo ha dejado sentado la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, como un filtro, a los fines de evitar la interposición de
acusaciones infundadas y arbitrarias, omitiendo el Juez A quo, el examen de los requisitos
de fondo en los cuales se fundamenta el Ministerio Público para presentar la acusación, en
otras palabras, debiendo dejar sentado el Tribunal de Control, si dicho pedimento fiscal
tiene basamentos serios que permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto a los
imputados, es decir, debió el Tribunal dejar asentado si en la presente causa existe una alta
probabilidad de que en la fase de juicio se dicte una sentencia condenatoria; y en el caso de
nuestros defendidos, no se evidenció ese pronóstico de condena, sometiéndolo a la pena
del banquillo por el delito por los cuales fueron acusados por el Ministerio Público, motivo
por el cual la Juez de Control debió analizar los argumentos de la defensa, para depurar el
contenido de la acusación, y atribuir la calificación jurídica apropiada y ajustada al
contenido de la investigación policial y contenido del referido acto conclusivo; el cual
como ya dijimos incurrió en graves errores en cuanto a la apreciación de las circunstancias
en que pudieron haber ocurrido los hechos, por no individualizar la conducta típicamente
antijurídica de los imputados de autos, al asimilar la actuación de nuestros Defendidos en
forma genérica a lo presuntamente ocurrido, cuya inacción judicial vulneró la finalidad de
dicho acto judicial, al no analizar dicha acusación y en consecuencia de ello no depurar los
vicios que presenta la misma, al admitirla en todas y cada una de sus partes, sin oír los
alegatos de la Defensa.
Además Honorables Magistrados que habrán de conocer de este Recurso de
Apelación los elementos de pruebas ofrecidos por la parte Fiscal y admitida por el Tribunal
de Control no se adecuan al delito imputado y que no se determinó criminalistamente, que
nuestros defendidos sean autores responsables de los hechos por los cuales lo acusó el
Ministerio Público.-
En consecuencia por vulnerar el Principio de Congruencia, que se extiende a la
relación que debe existir entre los hechos alegados y las pruebas presentadas, en el derecho
fundamental al Debido Proceso, al Derecho de la Defensa e Igualdad entre las Partes y a la
Presunción de Inocencia consagrado en el artículo 49 numerales 1º y 2º de la norma
Constitucional, y lo preceptuado en el artículo 308 numeral 2º del Código Adjetivo Penal,
solicitamos que esa Sala de Corte de Apelaciones anule la Audiencia Preliminar o en su
defecto le dé una calificación distinta al delito imputado por la Parte Fiscal por falta de una
idónea fundamentación jurídica y en consecuencia les sea acordado una Medida Cautelar
Sustitutiva de Libertad, de las contenidas en el artículo 242 del COPP..
Es el caso, Ciudadanos Magistrados, que habrán de conocer de este Recurso de
Apelación de Autos, que después haber analizado la decisión decretada por el Tribunal de
la causa, se observa que la decisión que admitió la acusación presentada por el Ministerio
Público y ordenó el enjuiciamiento de nuestros Defendidos, le causa un gravamen
irreparable a nuestros Defendidos, por falta de debida motivación Jurídica, al no emitir el
Tribunal A quo una decisión motivada en relación a las nulidades solicitadas por esta
defensa..
Por todo lo antes expuesto, solicitamos muy respetuosamente a esa Sala de Corte de
Apelaciones, declare con lugar el presente Recurso y declare la nulidad del acto de la
Audiencia Preliminar, y se decrete el sobreseimiento de la causa.

PETITORIO FINAL.
Primeramente debo señalar que, tal como lo consagra el artículo 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “Venezuela se constituye en un
Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia,
la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la
preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.
De este precepto, resaltemos los “valores superiores de su ordenamiento
jurídico”, que propugna la Justicia. Entendemos esta Justicia como la caracterizó
Justiniano, “como el deseo constante y perenne de entregarle a cada uno de lo que le es
debido”.
Establece el numeral 1° del artículo 49 Constitucional, “…la defensa y la
asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación y
del proceso…”. El debido proceso está conceptualizado como un conjunto de garantías que
se traducen en una diversidad de derechos para el interesado, entre los que figuran, el ser
oído de la manera prevista en la Ley, el derecho a la articulación de un proceso debido, el
acceso a los recursos legalmente establecidos, a un tribunal competente, independiente e
imparcial, a obtener una resolución de fondo fundada en derecho, a un proceso sin
dilaciones indebidas, entre otros, que ajustados a derecho otorgan el tiempo y los medios
adecuados para imponer sus defensas; por lo que el debido proceso debe aplicarse y
respetarse en cualquier estado y grado en que se encuentre la causa, lo cual parte del
principio de igualdad frente a la ley, y que en materia procedimental representa igualdad de
oportunidades para las partes intervinientes en el proceso de que se trate, a objeto de
realizar en igualdad de condiciones todas aquellas actuaciones tendientes a la defensa de
los intereses.  El derecho al debido proceso se encuentra estrechamente vinculado al
derecho a la defensa; así cada vez que sea irrespetado el derecho a la defensa se producirá
necesariamente una violación al debido proceso y, por su parte, cada vez que sea
irrespetado el debido proceso se lesionará el derecho a la defensa.
Por su parte el artículo 26 del mismo texto invocado, señala: “Toda persona tiene
derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer velar sus
derechos e intereses (…). El estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial,
idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin
dilaciones indebidas, sin formalidades o reposiciones inútiles. De igual forma, expresa el
artículo 257 de la norma in comento que: “El proceso constituye un instrumento
fundamental para la realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptará un procedimiento breve
(.”.). (nuestro). (…). No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales…”.
Es importante destacar, que dentro del proceso penal que nos ocupa, nos
encontramos en la fase intermedia, es decir, la etapa intermedia del proceso penal, donde el
Juez de Control, previa solicitud del Ministerio Público, estimará o no la procedencia de
los tres supuestos que establece el artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal. De lo
señalado anteriormente, en esta fase inicial, se estima si los elementos de convicción
ventilados ante el Juzgador, despiertan suspicacia en la persuasión del Juez de Control a la
posible vinculación de los imputados con el caso bajo examen, y la cual bien pudiera ser
desvirtuada en posteriores fases “Intermedia o de Juicio oral y público”. Por ello, la
doctrina y la jurisprudencia patria habla de probables elementos de convicción y no de
certeza, lo cual se le confina, en una futura celebración de audiencia preliminar y un
posible pase a juicio, al Juez de Juicio, en la posible celebración de un debate oral y
público, de tal manera que, los indicios apreciados por el A Quo en la fase intermedia, en
el caso de marras, constituye “Elementos de Convicción para que el Juez de Control en
esta fase, decrete o no medida de privación judicial de libertad o la sustituya por una
menos gravosa, primordialmente en esta fase del proceso en la que se encuentra la presente
causa penal. Así, en el caso concreto se ha llevado efecto la audiencia preliminar de los
Imputados TOLEDO DANIEL, CEDEÑO EULICES, FIGUEROA LUIS, CHIRINO
GREGORIO, FUENTES BRAYAN, VELASQUEZ JOHAN Y ERNESTO DANIEL
LOPEZ OROZCO, plenamente identificados en autos en la causa signada con el Nº
JP11-P-2021-00011, de la nomenclatura del Tribunal Cuarto de Control de Calabozo
Estado Guarico, donde el acervo probatorio no está del todo definido y lo que conllevó a la
Jueza de Control Cuarto de Calabozo a mantener la MEDIDA CAUTELAR
SUSTITUTIVA A LA PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD,
aún cuando la misma señala que[ “…de las actas de investigación policial, existen
suficientes elementos de convicción para acreditar el hecho punible a los imputados, así
como, la presunta participación de los imputados de autos en el mismo, por cuanto de las
actuaciones se evidencia las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que ocurrieron los
hechos, y se produjo la aprehensión de los imputados de autos (sic). Por último, en cuanto
a la medida de coerción personal solicitada por la Vindicta Pública le solicitamos
honorables Jueces Superiores sea decretado El SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA,de
conformidad con lo establecido en el artículo 300 del COPP o en su defecto una
MEDIDA CAUTELAR SUSTITUTIVA A LA PRIVACIÓN JUDICIAL
PREVENTIVA DE LIBERTAD, conforme a las disposiciones contenidas en el artículo
242 del Código Orgánico Procesal Penal.
Se infiere a que la medida cautelar sustitutiva a la privación de libertad, es
proporcional con la situación fáctica que se procesa, y en armonía con el principio de
excepcionalidad de privación de libertad, consignado en nuestra Norma Constitucional en
su artículo 44, numeral 1 “in fine” que dispone: …Será juzgada en libertad, excepto por
las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso…”.
Así las cosas, e inspirado en la norma Constitucional antes señalada, el Código
Orgánico Procesal Penal, impone en su artículo 9, el principio de la afirmación de libertad,
enmarcado en la garantía de Seguridad Jurídica, a saber:

Artículo 9º. Las disposiciones de este Código que autorizan preventivamente la privación
o restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o imputada, o su ejercicio,
tienen carácter excepcional, sólo podrán ser interpretadas restrictivamente, y su
aplicación debe ser proporcional a la pena o medida de seguridad que pueda ser
impuesta.
Las únicas medidas preventivas en contra del imputado o imputada son las que este
Código autoriza conforme a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.’
La Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en cuanto a la
Seguridad Jurídica, ha reiterado:
‘…si la ley no otorga expresamente la facultad para recurrir a una de las partes
contra determinada decisión, no podríamos tampoco interpretar de manera extensiva y
en perjuicio del acusado, el espíritu propósito y razón del legislador, siendo que la
materia penal es de la reserva legal nacional y su interpretación debe ser restrictiva
cuando se trata de normas que representan desventaja para el enjuiciado y de manera
extensiva cuando le favorece, no así para el Fiscal o la víctima, puesto que si se
interpretase extensivamente la norma en favor de estos se violentaría el principio de
seguridad jurídica…’(Sentencia Nº 187, del 12 de abril de 2002, ponencia de la
Magistrada Blanca Rosa Mármol de León).
A tal efecto, es menester tener en consideración otras disposiciones del referido
Código Adjetivo Penal, tales como los artículos 229 (Estado de Libertad), 232
(Motivación) que exigen equidad para el momento de valorar la posibilidad de privar de
libertad al encartado, o en la oportunidad de revisar la medida de coerción personal
impuesta. Por ello, se hace necesario señalar el criterio de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia Nº 1.744, de fecha 09 de agosto de 2007, con
ponencia del Magistrado Emérito Francisco Carrasquera López, en la cual primeramente
estableció lo siguiente: ‘…La libertad es la regla, por tanto, las personas que sean
juzgadas por la comisión de delitos o faltas deben, en principio, serlo en libertad…’.
La misma Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº
136, de fecha 06 de febrero de 2007, con ponencia del Magistrado Pedro Rafael Rondón
Haaz, sentó:
‘…Aun cuando estén satisfechos los requisitos del artículo 250 del Código
Orgánico Procesal Penal, para el decreto judicial de la privación de libertad, el artículo
256 eiusdem (vigentes para esa fecha),otorga al juez la potestad para que, someta al
imputado a una situación más beneficiosa o favorable, en relación con su derecho
fundamental a la libertad …omissis… El juicio en libertad es un principio de naturaleza
Constitucional, y por tanto, si puede sustituirse la medida privativa de libertad por una
previsión menos gravosa, el juzgado debe actuar a dicho efecto…’
Es importante señalar que, las medidas cautelares son instrumentos procesales que
se imponen durante el curso de un proceso penal, con el objeto de restringir el ejercicio de
los derechos personales o patrimoniales del imputado. Tienen como finalidad la de
asegurar la presencia del justiciable en todos los eventos procesales, especialmente, el del
juicio oral; así como evitar la obstaculización de la averiguación de la verdad. En el
proceso penal el juez o jueza puede ordenar medidas cautelares con las que trata de
asegurar el correcto desarrollo del proceso.
Estas medidas son cautelares porque tienden a evitar los peligros de obstaculización
del proceso y buscan asegurar el efectivo cumplimiento de la posible condena. Si luego de
comprobada la culpabilidad del sujeto ajusticiable en juicio éstos pudieran sustraerse al
cumplimiento de la sanción, la justicia se vería burlada y la sociedad perdería la confianza
en el derecho. El juez o jueza sólo pueden adoptar estas medidas si existe algún riesgo o
circunstancia que pueda poner en peligro o frustrar el desarrollo gregario del proceso penal
y su consecuencia. Máxime que, en el presente procesamiento, se constata que la víctima
del presente caso, no está señalando que los imputados de marras, no fueron las personas
que cometieron el hecho punible.
se violó el debido proceso al que ampara a nuestros defendidos contemplados en el
artículo 49 y 257 Constitucional que establece: “El debido proceso se aplicará a todas las
actuaciones judiciales y administrativas y en consecuencia:

1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y


grado de la investigación y del proceso…”

8. Toda persona podrá solicitar al Estado el restablecimiento o reparación de la


situación jurídica lesionada por error judicial, retardo y omisión injustificada…”
 
Artículo 257: “…El proceso constituye un instrumento fundamental para la
realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación, uniformidad
y eficacia de los trámites y adoptará un procedimiento breve, oral y público. No se
sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales…

DEL PETITORIO
Por todas las razones expuestas en el presente asunto, solicitamos muy
respetuosamente al Tribunal de Alzada, admita el presente recurso de apelación y dicte una
decisión propia en el asunto, de conformidad con lo establecido en el artículo 442 del
Código Orgánico Procesal Penal, con arreglo a las denuncias invocadas, corroboradas la
violación de las mismas, alegados en este escrito de apelación, solicitamos a este Tribunal
Colegiado, DECRETE: con lugar el presente Recurso de Apelación de autos, y en
consecuencia ciudadanos jueces superiores, ADMITAN el presente Recurso de Apelación
de autos, revoque la decisión dictada por el Tribunal Cuarto de Control de Calabozo
Estado Gaurico de fecha 12/05/2021 en donde decretó y ordenó el pase a juicio Oral y
Publico de los acusados de autos, manteniéndose la Medida Cautelar Sustitutiva a la
Privación de libertad decretada en contra de los prenombrados ciudadanos.
Por último solicitamos a la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Guárico, admita la presente Apelación, y sea declarada con lugar con todos los
pronunciamientos de Ley.
.
Es justicia que esperamos en la Ciudad de San Juan de Los Morros Estado Guárico,
a la fecha de presentación de este escrito.

LOS DEFENSORES.

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