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Mengano, 2007). El tercer profesor se convirtió en un experto en ayudar a los alumnos con
graves problemas de aprendizaje con la guía de un asesor. El último ejemplo es de un profesor
de secundaria que fue el centro de un estudio de caso.
Un primer grado bilingüe. La clase de Viviana tiene 25 alumnos. La mayoría acaba de emigrar de
la República Dominicana; el resto proviene de Nicaragua, México, Puerto Rico y Honduras. A
pesar de que los niños no hablan inglés o lo hablaban muy poco al iniciar la escuela, cuando
salen en junio, ya dominan el currículo normal de primer grado de su distrito gracias a la ayuda
Vivían.
Lo logra al enseñar en español al inicio de! año para favorecer la comprensión; después,
introduce de manera gradual el inglés. Viviana no desea que a sus alumnos se les excluya o se
les señale como niños con carencias. Ella los anima a sentirse orgullosos de su herencia cultural
hispana y, al mismo tiempo, utiliza cualquier oportunidad para reforzar su desarrollo en el
dominio del idioma inglés.
Otros creen que implica el uso de las técnicas de la psicología para estudiar el salón de clases y
la vida escolar (Brophy, 2003; Wittrock, 1992). Una ojeada rápida a ia historia indica que la
psicología educativa y la enseñanza han estado estrechamente vinculadas desde el principio.
Que le impedían integrar la información auditiva y visual con la memoria visual de largo plazo.
Cuando trataba de escribir, todo resultaba confuso.
Una clase de matemáticas avanzadas. Hilda Borko y Carol Livingston (1989) describen la manera
en que Randy, un profesor de secundaria experto en matemáticas, trabajó con la confusión de
sus alumnos para construir una lección de repaso acerca de las estrategias para resolver las
integrales.
Cuando un estudiante manifestó que una sección específica en el libro le parecía "desordenada",
guió al grupo por un proceso de organización del material, ¿Qué es una buena enseñanza? ¿Una
Los profesores novatos. Los maestros novatos de cualquier lugar comparten muchas
preocupaciones, como mantener la disciplina. En el grupo, motivar a los alumnos, ajustarse a
las diferencias de éstos y evaluar su trabajo. Tratar con los padres de familia y relacionarse
con otros profesores, y muchos profesores también experimentan lo que se denomina "choque
contra la realidad" cuando consiguen su primer empleo, porque realmente no pueden cumplir
con todas sus responsabilidades.
La psicología educativa es muy antigua. Los temas que trataron Platón y Aristóteles el papel
del profesor, la relación entre el maestro y el discípulo, los métodos de enseñanza, la
naturaleza y orden del aprendizaje, el papel del afecto en el aprendizaje aún son objeto de
estudio de la psicología educativa en nuestros días es muy importante.
Para lograr la mayor comprensión posible acerca del aprendizaje y la enseñanza, los
psicólogos educativos examinan lo que sucede con los estudiantes. Como se señaló antes, el
principal objetivo de la psicología educativa es comprender qué ocurre cuando alguien le
enseña algo a otra persona en algún contexto (Berliner, 2006; Schwab, 1973).
Lograr dicho objetivo implica un proceso lento. Hay muy pocos estudios distintivos que
respondan una pregunta de una vez por todas. Existen muchos tipos diferentes de estudiantes,
profesores, tareas y contextos; además, los seres humanos somos demasiado complicados.
Como se observará varias veces en este libro, una manera de aprender y recordar información
compleja es organizándola. Por eso, he organizado ocho importantes teorías del desarrollo, del
Aprendizaje y la motivación en tres grupos o familias, teorías de etapas, teorías del aprendizaje
y teorías contextúales.
Etapas: Piaget, Freud y Erikson. Durante muchos años, algunos psicólogos han explicado los
cambios desde la infancia hasta la adultez como el paso por una serie de etapas. Jean. Piaget
(1896-1980) creó una de las teorías de etapas más conocidas, en la cual describe cuatro
etapas cualitativamente diferentes del desarrollo cognoscitivo.
De una etapa a la siguiente, el pensamiento del niño pasa por cambios que implican algo más
que la suma de conocimientos y habilidades. Según la teoría de etapas de Piaget, todas las
explicaciones y la práctica del mundo no servirían para que el niño que se encuentra en una
etapa entienda.
Las características de una etapa más avanzada Jean Piaget (1896-1980) creó una de las
teorías de etapas más conocidas. De una etapa a la siguiente, el pensamiento del niño pasa
por cambios que implican algo más que la suma de conocimientos y habilidades. Según la
teoría de etapas de Piaget, todas las explicaciones son las prácticas.
La idea fundamental que subyace en muchas de las teorías del aprendizaje es que la mayoría
de los cambios en el desarrollo cognoscitivo y emocional/social, en los conocimientos, la
motivación y las habilidades son consecuencia del aprendizaje. Por ejemplo, los niños
aprenden el lenguaje sin problemas, a adoptar la perspectiva de otros, y aprenden también
matemáticas, karate y formas de enfrentar el miedo.
Los teóricos del aprendizaje criticaron las ideas de Freud sobre las motivaciones inconscientes
y las fijaciones porque esos procesos no pueden demostrarse ni refutarse; consideraban que
sólo eran historias interesantes, pero las historias no pueden ponerse a prueba.
Las teorías del aprendizaje, son más sistemáticas y científicas. Conductismo. Un conjunto de
teorías del aprendizaje se enfoca en algo que puede observarse, las conductas, por lo que a
menudo se les clasifica en la categoría general de conductismo.
Una conducta está rodeada de dos conjuntos de influencias ambientales, aquellas que la
preceden (sus antecedentes) y aquellas que la siguen (sus consecuencias) (Skinner, 1950). De
manera muy sencilla, esta relación puede describirse como antecedente-conducta-
consecuencia las teorías conductuales analizan de manera cuidadosa las relaciones con una
atención especial en las consecuencias.
2.1. INTRODUCCIÓN
Los Procesos psicológicos básicos siempre resultan fascinante, ya que, en efecto, son todos
ellos indispensables (básicos) para la vida de un sujeto y su conexión con su entorno. Y aun
cuando pareciera que son procesos sencillos, encierran una enorme complejidad. De ahí que
existe todavía un fuerte debate en torno a la clasificación de los procesos psicológicos básicos,
pero aquí recobraremos una categorización que incluyen estos procesos.
Este libro está estructurado en cinco unidades, que corresponden a los cinco procesos
psicológicos que presentaremos. Cada una de las unidades es abordada de forma muy
específica; sin embargo, todas ellas guardan algunos puntos en común.
Esto es, en cada unidad encontrarás definiciones del proceso, así como las perspectivas de
algunas de las corrientes psicológicas que han retomado el tema; asimismo, hallarás una
explicación de la forma en que se lleva a cabo cada uno de los procesos desde una
perspectiva muy específica; otro punto es un breve análisis del proceso cuando existen
alteraciones en él. En la Unidad 1 se aborda el tema de la Percepción.
El proceso que en su relación ineludible con la sensación, es el primer paso para que un sujeto
haga contacto con el mundo. Mostraremos, a lo largo de esta unidad, que, contrario a !as
suposiciones generalizadas, la percepción es un proceso complejo que se lleva a cabo desde
los sentidos mismos y para cada uno de ellos, de una forma específica.
Es posible observar también en este proceso, no sólo su correcto funcionamiento, sino las
alteraciones que pueden presentarse dentro de éste. La Unidad 2 aborda el proceso de la
Atención. Podría decirse que es un segundo momento de la experiencia psicológica, ya que
para que éste se lleve a cabo, el sujeto deberá haber percibido los estímulos en el medio.
A lo largo de esta segunda unidad, mostraremos cómo, este proceso funciona como una
especie de pegamento de la información. Paso necesario para que la información continúe su
camino hacia el aprendizaje. En este apartado encontrarás definiciones, procesos cuando se
llevan a cabo adecuadamente, clasificaciones, así como alteraciones en el proceso.
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1.5,4. En el gusto
A lo largo de este capítulo podrá observarse cómo esta aparente sencillez del proceso de
percepción es tan sólo una idea arbitraria. El primer apartado de este capítulo nos introduce al
tema con algunas de las muchas y diversas definiciones que existen desde posturas teóricas
distintas.
(Enfoque empirista, enfoque de la Gestalt, enfoque conductista, los enfoques cognitivos como
el de procesamiento de la información y el computacional [específicamente la postura de David
Marr], el enfoque gibsoniano, así como la visión psicoanalítica), ilustrando con ello no sólo el
concepto mismo sino también la complejidad existente para llegar a una sola definición, ya que
ésta depende de la postura teórica que se tiene del ser humano.
Este primer apartado, termina con una breve discusión acerca de la simplicidad-complejidad
del proceso. Siguiendo esta misma línea, el segundo y tercer apartados corresponden a dos
tipos de procesamiento de la información el procesamiento dirigido. Los datos (abajo-arriba) y
el procesamiento dirigido por conceptos (arriba-abajo) en los que se muestran dos visiones
muy distintas, pero que incluso pueden complementarse una a otra si miramos el proceso de
cerca.
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abajo) una serie de estímulos externos que se reciben de diversas formas en cada sujeto
porque sí existe una intermediación del contexto, de la cognición e incluso de la subjetividad
misma.
El cuarto apartado ilustra las diversas modalidades de percepción, es decir, desde lo sensorial
(visual, auditivo, olfativo, del sabor y táctil), ya que cada una de estas modalidades, a pesar de
estar regidas desde un mismo sitio (el cerebro), pasan por etapas y/o fases de formas
diferenciadas, lo cual no elimina sus similitudes y su interacción.
Es decir, aunque se aborde cada una de forma aislada en este apartado, no puede
considerarse que en el proceso de percepción no exista una interacción constante entre todas
ellas. Entonces, esta separación se realiza únicamente para facilitar la comprensión y el
aprendizaje de cada uno.
El cuarto apartado ilustra las diversas modalidades de percepción, es decir, desde lo sensorial
(visual, auditivo, olfativo, del sabor y táctil), ya que cada una de estas modalidades, a pesar de
estar regidas desde un mismo sitio (el cerebro), pasan por etapas y/o fases de formas
diferenciadas, lo cual no elimina sus similitudes y su interacción.
Es decir, aunque se aborde cada una de forma aislada en este apartado, no puede
considerarse que en el proceso de percepción no exista una interacción constante entre todas
ellas. Entonces, esta separación se realiza únicamente para facilitar la comprensión y el
aprendizaje de cada uno.
Casi todas las experiencias perceptivas requieren de la interacción entre los diferentes
sistemas sensoriales. Pensemos, por ejemplo, en el acto de comer, en el encuentro sexual o
en la danza, en cada uno de estos ejemplos se presentan las percepciones visuales, auditivas,
olfativas, del gusto y táctiles entremezclándose unas con otras.
Pero, ¿qué es lo que sucede cuando hay problemáticas en la percepción?, el quinto y último
apartado habla de algunas de las alteraciones perceptuaies en los diferentes sistemas
sensoriales (en el sistema visual, auditivo, táctil y en los sistemas químicos).
Las mismas que se presentan en la mayoría de los casos por fallas orgánicas, pero también se
abordarán aquellas alteraciones perceptivas que se presentan en el ramo de las
psicopatologías (autismo y esquizofrenia, como principales psicosis), así como aquéllas en las
que no existe una falla orgánica.
Como se dijo, el tema de la percepción es reconocido como el primer paso para cualquier
experiencia psicológica, pero no por esto es un proceso sencillo, por lo contrario, éste es difícil
de abarcar y sobre todo si se toma en cuenta la diversidad de posturas teóricas que existen y
que cada una de ellas hace un estudio específico desde sus propias visiones.
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Sin embargo, a pesar de que parece muy ciara y sencilla esta definición, quedan dentro de ella
múltiples preguntas, porque es un hecho que un mismo estímulo puede ser interpretado de
muchas y diferentes maneras.
Tornay, al respecto afirma: "Así pues, toda percepción presenta cierto grado de ambigüedad.
El proceso perceptivo consiste en buena medida en decidir cuál de las diferentes
interpretaciones de cierto estímulo es la más adecuada en cada caso concreto.
Además, la anterior definición por sí misma no esclarece cómo se da este proceso. Las
diversas posturas que se mencionan a continuación, pueden resultar mucho más complicadas
que la definición anterior, pero dan cuenta de las complejidades del proceso perceptivo y su
inevitable relación con la sensación, vayamos a ellas.
Para el Enfoque Empirista, la sensación está ligada al primer contacto que tienen nuestros
sentidos con los estímulos exteriores. La percepción, sería un segundo paso por el cual se da
sentido (o interpretación) a estas sensaciones.
Por lo tanto, la percepción es una capacidad que se adquiere por aprendizaje. Para el Enfoque
Empirista, la sensación está ligada ai primer contacto que tienen nuestros sentidos con los
estímulos exteriores. La percepción, sería un segundo paso por el cual se da sentido (o
interpretación) a estas sensaciones.
Por lo tanto, la percepción es una capacidad que se adquiere por aprendizaje. Para este
enfoque, el niño no nace con una percepción desarrollada, tendrá que adquirirla. En este
sentido, uno de los primeros empiristas, estudiosos del tema (George Berkeley, en el siglo
XVII), interesado en conocer cómo es que se desarrolla el proceso de percepción de la
dimensión de profundidad en el ser humano, analiza el papel de la experiencia y el
aprendizaje, concluyendo que el niño tiene que aprender (esto ligado a la experiencia que va
adquiriendo con su entorno) esta percepción de profundidad, basándose en lo que éi denominó
claves monoculares (tamaño relativo, interposición, sombras y gradientes de luz).
Los (movimiento de los ojos para enfocar un determinado objetivo). Para Berkeley el
aprendizaje se da sobre la mente pasiva del niño. Y a pesar de que las teorías de Berkeley
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surgieron hace más de tres siglos, éstas han sido comprobadas científicamente y aún son base
para muchas teorías actuales.
Para este enfoque, el niño no nace con una percepción desarrollada, tendrá que adquirirla. En
este sentido, uno de los primeros empirístas, estudiosos del tema (George Berkeley, en el siglo
XVII), interesado en conocer cómo es que se desarrolla el proceso de percepción de la
dimensión de profundidad en el ser humano.
Analiza el papel de la experiencia y el aprendizaje, concluyendo que el niño tiene que aprender
(esto ligado a la experiencia que va adquiriendo con su entorno) esta percepción de
profundidad, basándose en lo que él denominó claves monoculares.
Para Berkeley el aprendizaje se da sobre la mente pasiva del niño. Y a pesar de que las
teorías de Berkeley surgieron hace más de tres siglos, éstas han sido comprobadas
científicamente y aún son base para muchas teorías actuales. William James fue otro de los
empiristas, quien en el siglo XIX, retoma estas ideas y determina que el recién nacido nace en
un ambiente incomprensible para él.
Para James, al igual que para Barkeley, el niño tiene una mente pasiva y desordenada, por lo
que el orden perceptual se aprende con la experiencia. Matlin y Foley recogen las palabras de
William James al respecto de la percepción del recién nacido: "una confusión que zumba y
florece a su alrededor".
De esta forma, la mente del ser humano tiene un papel meramente funcional para su
organismo y es la mente misma, la cual a partir de las sensaciones inmediatas, asocia y busca
experiencias previas para dar significado a esos estímulos, todo esto en un continuo fluir.
Tiempo más tarde, el Enfoque Gestait se opuso a las teorías del empirismo, argumentando que
éste no consideraba la riqueza de los estímulos que se perciben (en cuanto a los componentes
diversos del mismo). Para este enfoque la percepción se da en un "todo", es decir, no se
perciben partes separadas, que posteriormente se unen, sino un complejo bien estructurado y
organizado de una forma específica.
En este sentido, es necesario mencionar que para la teoría Gestalt son muy importantes los
conceptos de figura y fondo. Definamos estos conceptos tan importantes para la Gestait, figura
es la forma de un objeto, que está definida por sus límites (por sus bordes). El fondo, por otro
lado, es lo que contrasta con la figura, aquello que está detrás de ella.
Para comprender la postura del enfoque Gestait, deben conocerse estas cinco leyes de
agrupación en la percepción, en este momento se mencionan sólo brevemente, pero se
retoman más adelante a profundidad.
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b. La ley de la similitud. La similitud de los objetos tiende a percibirse como una unidad.
c. La ley de la buena continuación. Objetos acomodados en una curva o línea recta son
d. La ley del cierre. Cuando existe un fallante en un objeto, se tiende a completar y cerrar
este
objeto.
e. La ley del destino común. El movimiento en una misma dirección tiende a percibirse
como
una unidad.
El área conductismo fue !a Psicofísica, quienes hacían estudios relacionados con las
reacciones de los sujetos frente a estímulos físicos. Había, en esta corriente, la intención de
cuantificar la relación del mundo físico y el mundo psíquico. Estos estudios se realizaron con
un cuidado riguroso de la metodología, y las medidas objetivas que se obtenían correspondían
a las respuestas que presentaban los sujetos frente a los estímulos a los que eran expuestos.
Los Enfoques Cognitivos reciben múltiples influencias, pero surgen principalmente como una
respuesta al Conductismo reinante a mediados del siglo pasado. Este enfoque da un especial
lugar a los procesos mentales (las cogniciones) como formadores del conocimiento y el
aprendizaje.
Desde las diversas posturas cognitivas el proceso de percepción es mucho más allá que la
mera recepción pasiva de estímulos; en este enfoque las cogniciones son parte importante del
proceso, ya que éstas mediarán y posibilitarán su interpretación (es decir el sujeto es activo en
este proceso).
Incluso desde esta corriente se han hecho interesantes analogías entre los procesadores y la
mente humana. Los Enfoques Cognitivos reciben múltiples influencias, pero surgen
principalmente como una respuesta al Conductismo reinante a mediados del siglo pasado.
Este enfoque da un especial lugar a los procesos mentales (las cogniciones) como formadores
del conocimiento y el aprendizaje. Desde las diversas posturas cognitivas el proceso de
percepción es mucho más allá que la mera recepción pasiva de estímulos.
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En este enfoque las cogniciones son parte importante del proceso, ya que éstas mediarán y
posibilitarán su interpretación (es decir el sujeto es activo en este proceso). Incluso desde esta
corriente se han hecho interesantes analogías entre los procesadores y la mente humana.
Una prueba de lo dicho es la dificultad de diseñar sistemas artificiales. Así, existen programas
de ordenador (como el denominado deep blue) que puede vencer a grandes campeones de
ajedrez [...] Sin embargo, esos programas indican sus movimientos mediante símbolos:
ninguna máquina puede mover las piezas guiada únicamente por estimulación visual.
No son capaces de reconocer las piezas, no pueden decidir cuál de las distintas formas de
combinar los estímulos es la más apropiada. ¡Es más fácil programar a una máquina para que
juegue al ajedrez que para que realice un simple acto de percepción.
Es decir, para el procesamiento de la información se pasa por diferentes etapas en las que
interviene la percepción, la atención y la memoria a corto y largo plazo (todo visto desde su
conjunto).
Existe también el Enfoque gibsoniano, nombre que se le da gracias a los estudios realizados
por James Gibson, quien atribuye mayor importancia a la riqueza de los estímulos sensoriales
por sí mismos, es decir, para Gibson los estímulos cuentan ya con una gran información que
se le provee al sujeto, así que éste no necesita de experiencia previa, ni de sus cogniciones, o
cualquier otro proceso superior para llevar a cabo la percepción (interpretaciones, cálculos,
etc.), para Gibson, la percepción es directa.
Uno de sus principales exponentes es David Marr, quien desarrolla un modelo matemático
enfocado a la visión humana (en tres niveles: teoría computacionai, representación y algoritmo,
e implementación de hardware), describiendo diferentes etapas por las que pasa la percepción
visual de un estímulo.
-.
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Para el Psicoanálisis la percepción es siempre subjetiva. Aquello que se capta como estímulos
sensoriales, no es para el Psicoanálisis interpretado por el sujeto de forma objetiva. Cabe
mencionar que Freud (el creador de esta teoría) fue.
El hombre de ciencia (médico neurólogo), y aunque nunca dejó de lado la ilusión de hacer del
Psicoanálisis y del estudio del inconsciente una ciencia, siempre en sus investigaciones se veía
forzado a tomar distancia.
Pues el Psicoanálisis la percepción siempre está permeada por el inconsciente, siempre resulta
una traducción del entorno, es decir, la singularidad en la percepción es inevitable. El aparato
de recepción de aquello percibido, para el Psicoanálisis es el lenguaje, única forma de dar cuenta
de las representaciones del mundo, pero lo inconsciente nunca puede aprehenderse todo, por
lo que la percepción es siempre incompleta.
Entre lo simple y lo complejo. Como pudimos observar en las definiciones revisadas, existe una
gran variedad de formas de abarcar la cuestión de la percepción. Cada uno de los autores, desde
sus marcos teóricos de referencia, da cuenta de este proceso. Este hecho enmarca la dificultad
del proceso mismo.
Estímulos que los sentidos captan para ser interpretados desde las experiencias y aprendizajes
previos (Enfoque Empirista); simple registro de estímulos externos por medio de nuestros
sentidos (Enfoque Conductual).
Riqueza de estímulos en conjunción con los sistemas sensoriales desde una visión física-orgánica
(Enfoque Computacional); o bien, un proceso de defensa subjetiva frente al entorno permeado
por el inconsciente (Psicoanálisis). Entonces, ¿cuál de todas las definiciones que se presentaron
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Sin embargo, pareciera que muchas de ellas son irreconciliables entre sí. Si
decidimos apegarnos a una escuela específica, ¿podría ser que dejemos puntos
importantes de lado? Así que podemos intentar evaluar cada una de ellas y
descubrir cuál de éstas es la que mejor abarca la temática de acuerdo con
nuestros intereses y tomar posición frente a ello.
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Según el Autor. Lev, S. Vygotsky (1978). Al comparar los principios que regulan
los reflejos condicionados e incondicionados, Pavlov utiliza el ejemplo de la
llamada telefónica. La llamada tiene la posibilidad de conectar directamente dos
puntos a través de una línea especial.
Esto corresponde a un reflejo incondicionado. Otra posibilidad de la llamada
telefónica es la de transmitir a través de una estación central especial con ayuda
de conexiones temporales y sin límites. Esto corresponde a un reflejo
condicionado. El córtex cerebral, órgano que cierra el circuito del reflejo
condicionado, desempeña un papel importante en esta estación central.
La conexión la efectuó la persona que hizo el nudo. Este rasgo distingue las
formas superiores de conducta de las inferiores. La creación y utilización de
signos como método auxiliar para resolver un problema psicológico
determinado (recordar, comparar algo, relatar cosas, elegir, etc.).
Aparte de los rasgos similares y comunes compartidos por estos dos tipos de actividad,
hallamos diferencias esenciales. -En este punto queremos ser lo más precisos posible.
Apoyándose en el significado figurativo del término, muchos psicólogos han utilizado la palabra
«herramienta» para referirse a la función indirecta de un objeto, como medio para realizar una
actividad.
Expresiones tales como «la lengua es la herramienta del pensamiento» o «aides de mémoire»
suelen estar despojadas de cualquier contenido concreto y difícilmente significan algo más de
lo que realmente son: simples metáforas y maneras distintas de expresar el hecho de que
ciertos objetos u operaciones desempeñen un papel auxiliar en la actividad psicológica.
Por otra parte, no han sido más que intentos de investir tales expresiones con un significado
literal, para igualar el signo con la herramienta. Al borrar la distinción fundamental entre ambos
términos, esta aproximación pierde las características específicas de cada tipo de actividad,
dejándonos con una forma psicológica general de determinación.
Esta es la posición adoptada por Dewey, uno de los principales representantes del
pragmatismo. Define la lengua como la herramienta de las herramientas, traspasando la
definición de Aristóteles de la mano humana al lenguaje.
Desearía poner de manifiesto que la analogía que propongo entre signo y herramienta es
totalmente distinta de las aproximaciones que acabo de comentar. El significado incierto y
confuso que suele acompañar al uso figurativo de la palabra «herramienta» no ayuda para
nada a simplificar la tarea del investigador.
¿De qué naturaleza es este apoyo? ¿Qué significa, en general, ser un «medio» del
pensamiento o de la memoria? Los psicólogos que gustan de emplear estas expresiones no
nos proporcionan respuesta alguna para dichas preguntas.
La posición de estos psicólogos que tratan tales expresiones de modo literal resulta ser todavía
más confusa. Hay conceptos que, aunque tengan aspecto psicológico, no pertenecen
realmente a la psicología—como «técnica»—, sino que han sido adoptados por ésta sin
fundamentos.
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Como punto de partida hemos adoptado, tres condiciones. La primera hace referencia a la
analogía y puntos comunes que existen en ambos tipos de actividad, la segunda clarifica las
diferencias básicas y la tercera trata de demostrar el vínculo psicológico real que hay entre una
y otra, o por lo menos dar a entender su existencia.
Este análisis proporciona una base firme para asignar el uso de signos a la categoría de
actividad mediata que la ausencia del signo consiste en modificar la conducta del Sombre a
través del mismo ambos casos la función indirecta (mediata) aparece en primer plano.
Una diferencia esencial entre signo y herramienta, y la base para la divergencia real de ambas
líneas, son los distintos modos en que orientan la actividad humana. La función de la
herramienta no es otra que la de servir de conductor de la influencia humana en el objeto de la
actividad; se halla externamente orientada y debe acarrear cambios en los objetos.
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Kor ummo punto nace rererencia ai (vinculo real existente entre estas actividades y, de ahí, al
lazo real de su desarrollo en ontogénesis y filogénesis. El dominio de la naturaleza y el de la
conducta están sumamente relacionados, puesto que la alteración de la naturaleza por parte
del hombre altera, a su vez, la propia naturaleza del hombre.
La primera utilización de los signos demuestra que no puede haber un único sistema de
actividad interno orgánicamente predeterminado para cada función psicológica. El uso de
medios artificiales, la transición a la actividad mediata, cambia fundamentalmente todas las
funciones psicológicas.
Las nuevas funciones psicológicas. En este contexto, podemos emplear el término de función
psicológica superior, o conducta superior, al referirnos a la combinación de herramienta y signo
en la actividad psicológica. Hasta ahora se han descrito varias fases de las operaciones que
requieren el uso de signos.
En la fase inicial, resulta de suma importancia para el esfuerzo del niño la confianza en los
signos externos. Sin embargo a lo largo del desarrollo de estas operaciones se producen
cambios radicales: la operación entera de actividad mediata (por ejemplo, el acto de
memorizar) empieza a asentarse como un proceso Duramente interno.
Los estadios tardíos de la conducta del niño parecen ser exactamente los mismos que los
estadios primitivos de la memorización, que se caracterizaban por un proceso directo. El niño
pequeño no confía en los medios externos; utiliza más bien una aproximación «natural»,
«eidética». Si juzgamos únicamente a partir de las apariencias externas.
El niño haya comenzado a memorizar más y mejor; que haya perfeccionado y desarrollado de
alguna manera sus viejos métodos de memorización. En los niveles superiores parece haber
abandonado toda confianza en los signos. No obstante, esta apariencia no es más que ilusoria.
El desarrollo, como suele ocurrir, avanza, no en círculo, sino en espiral, atravesando siempre el
mismo punto en cada revolución, mientras avanza hacia un estadio superior. Llamamos
internalización a la reconstrucción interna de una operación externa. Un buen de este proceso
podríamos hallarlo en el desarrollo del gesto de señalar.
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AI principio, este ademan no es mas que un intento taludo de alcanzar algo, un movimiento
dirigido hacia cierto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta alcanzar un objeto
situado fuera de su alcance; sus manos, tendidas hacia ese objeto, permanecen suspendidas en
el aire. Sus dedos se mueven como si quisieran agarrar algo.
En este estadio inicial, el acto de señalar está representado por los movimientos del pequeño,
que parece estar señalando un objeto: eso y nada más. Cuando acude la madre en ayuda del
pequeño y se da cuenta de que su movimiento está indicando algo, la situación cambia
radicalmente.
El hecho de señalar se convierte en un gesto para los demás. El fracasado intento del niño
engendra una reacción no del objeto que desea, sino de otra persona. Por consiguiente, el
significado primario de este fracasado movimiento de apoderarse de algo Queda establecido
por los demás. Únicamente más tarde, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido
movimiento de agarrar con la situación objetiva con un todo, comienza a interpretar dicho
movimiento como acto de señalar.
Su significado y funciones se crean, al principio, por una situación objetiva y luego por la gente
que rodea al niño. Tal como se deduce de la descripción del acto de señalar, realizada más arriba,
el proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones.
a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza
a suceder internamente. Es de especial importancia para el desarrollo de los procesos mentales
superiores la transformación de la actividad que se sirve de signos, cuya historia y característica
quedan ilustradas por el desarrollo de la inteligencia práctica, de la atención voluntaria y de la
memoria.
Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres humanos, c) La
transformación de un proceso interpersonal en un proceso intrapersonal es el resultado de una
prolongada serie de sucesos evolutivos.
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Al principio, este ademán no es más que un intento fallido de alcanzar algo, un movimiento
dirigido hacia cierto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta alcanzar un objeto
situado fuera de su alcance; sus manos, tendidas hacia ese objeto, permanecen suspendidas
en el aire. Sus dedos se mueven como si quisieran agarrar algo.
En este estadio inicial, el acto de señalar está representado por los movimientos del pequeño,
que parece estar señalando un objeto: eso y nada más. Cuando acude la madre en ayuda del
pequeño y se da cuenta de que su movimiento está indicando algo, la situación cambia
radicalmente.
El hecho de señalar se convierte en un gesto para los demás. El fracasado intento del niño
engendra una reacción no del objeto que desea, sino de otra persona. Por consiguiente, el
significado primario de este fracasado movimiento de apoderarse de algo Queda establecido
por los demás. Únicamente más tarde, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido
movimiento de agarrar con la situación objetiva con un todo, comienza a interpretar dicho
movimiento como acto de señalar.
Su significado y funciones se crean, al principio, por una situación objetiva y luego por la gente
que rodea al niño. Tal como se deduce de la descripción del acto de señalar, realizada más
arriba, el proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones.
a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza
a suceder internamente. Es de especial importancia para el desarrollo de los procesos
mentales superiores la transformación de la actividad que se sirve de signos, cuya historia y
característica quedan ilustradas por el desarrollo de la inteligencia práctica, de la atención
voluntaria y de la memoria.
Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres humanos, c) La
transformación de un proceso interpersonal en un proceso intrapersonal es el resultado de una
prolongada serie de sucesos evolutivos.
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El proceso, aun siendo transformado, continúa existiendo y cambia como una forma externa de
actividad durante cierto tiempo antes de internalizarse definitivamente. Para muchas funciones,
el estadio de signos externos dura indefinidamente, es decir, es su estadio final de desarrollo.
Internalización está vinculada a cambios en las leyes que rigen su actividad y se incorporan en
un nuevo sistema con sus propias leyes. La internalización de las formas culturales de conducta
implica la reconstrucción de la actividad psicológica en base a las operaciones con signos.
Los procesos psicológicos, tal como aparecen en los animales, dejan de existir; se incorporan a
este sistema de conducta y se desarrollan y reconstruyen culturalmente para formar una nueva
entidad psicológica.
El uso de signos externos se reconstruye también radicalmente. Los cambios evolutivos en las
operaciones con signos son semejantes a aquellos que se producen en el lenguaje. Los aspectos
del lenguaje externo o comunicativo, así como los del lenguaje egocéntrico, se «internalizan»
para convertirse en la base del lenguaje interno.
Los problemas con los que nos encontramos en el análisis psicológico de la enseñanza no pueden
resolverse de modo correcto, ni siquiera formularse, sin situar la relación de aprendizaje y
desarrollo en niños de edad escolar.
No obstante, éste resulta ser el menos evidente de los aspectos básicos de los que depende la
aplicación de las teorías del desarrollo del niño a los procesos educacionales. No es necesario
insistir en que la falta de claridad teórica no significa que este aspecto se desplace de los
esfuerzos de la investigación corriente hacia el aprendizaje; ningún estudio puede evitar este
aspecto teórico crucial.
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Todas las concepciones corrientes de la relación entre desarrollo y aprendizaje en los niños
pueden reducirse esencialmente a tres posiciones teóricas importantes. La primera de ellas se
centra en la suposición de que los procesos del desarrollo del niño son independientes del
aprendizaje.
En investigaciones experimentales acerca del desarrollo del pensamiento en los niños de edad
escolar. Se ha partido de la suposición de que procesos tales como la deducción y la
comprensión, ia evolución de nociones acerca del mundo, la interpretación de la causalidad
física y el dominio de formas lógicas de pensamiento y lógica abstracta se producen por sí solos,
sin influencia alguna del aprendizaje escolar.
Cuando se le pregunta a un niño de cinco años «¿por qué no cae el sol?», se parte de la
suposición de que el pequeño no tiene ninguna respuesta preparada para este tipo de pregunta
ni posee la suficiente capacidad para elaborar ninguna.
Objetivo que se persigue al plantear preguntas que se hallan fuera del alcance de la estructura
intelectual del niño es el de eliminar la influencia de la experiencia. Previa y conocimientos
adquiridos anteriormente. El experimentador trata de obtener las tendencias del pensamiento
dei niño en su forma «pura», totalmente independientes del aprendizaje3 Del mismo modo, los
clásicos de la literatura psicológica.
Capacitado para ello. Todo esfuerzo se concentraba en hallar el umbral más bajo de la capacidad
de aprendizaje, la edad en que, por primera vez se hace posible un determinado tipo de
aprendizaje.
27
El desarrollo o maduración se considera como una condición previa del aprendizaje, pero nunca
como un resultado del mismo. Para resumir esta posición: el aprendizaje constituye una
superestructura por encima del desarrollo, dejando a este último esencialmente inalterado.
La segunda posición teórica más importante es que el aprendizaje es desarrollo. Esta identidad
es la esencia de un grupo de teorías de muy diverso origen. Una de dichas teorías se basa en el
concepto del reflejo, una noción esencialmente vieja que últimamente ha vuelto a resurgir.
Tanto si se trata de la lectura, la escritura o la aritmética, el desarrollo se considera como el
dominio de los reflejos condicionados.
Dicha noción fue elaborada por James, quien redujo el proceso de aprendizaje a la formación de
hábitos, identificándolo con el desarrollo. Las teorías de los reflejos tienen por lo menos una
cosa en común con las teorías como las de Piaget: todas ellas conciben el desarrollo como la
elaboración y sustitución de las respuestas innatas.
Como afirmó James: «La mejor descripción—que puede darse de la educación es definirla como
la organización de los hábitos adquiridos y tendencias del comportamiento».4 El desarrollo se
reduce básicamente a la acumulación de todas las respuestas posibles.
Cualquier respuesta adquirida se considera o bien un sustituto o una forma más compleja de la
respuesta innata. No obstante, a pesar de la similitud entre las dos primeras posiciones teóricas,
existe una diferencia sustancial en sus presupuestos acerca de la relación temporal entre los
procesos evolutivos y de aprendizaje.
Los teóricos que sostienen el primer punto de vista aseguran que los ciclos evolutivos preceden
a los ciclos de aprendizaje; que la maduración precede al aprendizaje y que la instrucción debe
ir a remolque del crecimiento mental.
La posición teórica respecto a la relación entre aprendizaje y desarrollo trata de anular los
extremos de las anteriores afirmaciones combinándolos entre sí. Un ejemplo claro de dicha
aproximación es la teoría de Koffka, según la cual el desarrollo se basa en dos procesos
inherentemente distintos pero relacionados entre sí, que se influyen mutuamente.
Por un lado está la maduración, que depende directamente del desarrollo del sistema nervioso;
por el otro, el aprendizaje, que, a su vez, es también un proceso evolutivo. En esta teoría
encontramos tres nuevos aspectos.
En primer lugar, como ya hemos señalado, está la combinación de dos puntos de vista
aparentemente opuestos, que han sido hallados por separado a lo largo de la historia de la
ciencia. El hecho de que dichos puntos de vista puedan conjugarse en una misma teoría indica
que no son tan dispares ni mutuamente excluyentes como se cree, sino que tienen algo
esencial en común.
También es nueva la idea de que los dos procesos que constituyen el desarrollo sean
mutuamente dependientes e interactivos. Evidentemente, la naturaleza de dicha interacción
queda sin investigar en la obra de Koffka, que se limita a unas pocas observaciones generales
relativas en relación entre los procesos. Resulta sumamente claro que para Koffka el proceso
de maduración prepara y posibilita un proceso específico de aprendizaje.
Los movimientos pedagógicos que han hecho hincapié en la disciplina formal y han insistido en
la enseñanza de las lenguas clásicas, de las antiguas civilizaciones y de las matemáticas, han
partido del presupuesto de que, prescindiendo de la irrelevancia de estas materias para la vida
actual, son de gran valor para el desarrollo mental del alumno.
Los adultos que, después de una serie de ejercicios especiales, habían logrado un éxito
considerable al ser capaz de determinar la longitud de las líneas cortas, no habían progresado
ni un ápice en su habilidad de determinar la longitud de las líneas largas.
Se supone que la capacidad mental funciona independientemente del material con el que
opera, y qué el desarrollo de una habilidad acarrea el desarrollo de otras. Thorndike se opuso a
este punto de vista. A través de una serie de estudios demostró que determinadas formas de
actividad como el deletrear, dependen del dominio de determinadas habilidades necesarias
para la realización de una tarea específica.
Por ejemplo, si de cien individuos elegimos diez que posean la habilidad de detectar los errores
de ortografía o de medir distancias y longitudes, es muy poco probable que estas mismas
personas ostenten, asimismo, una capacidad superior en lo que respecta, por ejemplo, a la
estimación del peso en los objetos.
Sino un conjunto de capacidades específicas independientes, en cierta medida, las unas de las
otras y cuyo desarrollo es también autónomo. El aprendizaje es más que la adquisición de la
capacidad de pensar; es la adquisición de numerosas aptitudes específicas para pensar en
una serie de cosas distintas.
El aprendizaje no altera nuestra -capacidad de centrar la atención, sino que más bien
desarrolla numerosas aptitudes para centrar la atención en una serie de cosas. Según este
punto de vista, un especial entrenamiento afecta a la totalidad del desarrollo únicamente si sus
elementos, materiales y procesos son impares en los distintos terrenos.
El hábito nos gobierna. Todo ello conduce a la conclusión de que, debido a que toda actividad
depende del material con el que opera, el desarrollo del conocimiento es, a su vez, el
desarrollo de un conjunto de capacidades independientes y particulares o de un conjunto de
hábitos particulares.
Desde este punto de vista, el pequeño, al aprender una determinada operación, adquiere la
habilidad de crear estructuras de un cierto tipo, sin reparar en los diversos materiales con los
que está trabajando y sin tener en cuenta los elementos implicados en ello.
Así pues, Koffka no concibe el aprendizaje como algo limitado a un proceso de adquisición de
hábitos y destrezas. La relación que éste propone entre el aprendizaje y el desarrollo no es la
de una identidad, sino la de una relación mucho más compleja.
Según Thorndike, el aprendizaje y el desarrollo coinciden en todos los puntos, pero para Koffka
el desarrollo 'es siempre mucho más amplio que el aprendizaje. Esquemáticamente, la relación
entre estos dos procesos podría describirse mediante dos círculos concéntricos.
31
Aunque rechacemos las tres posiciones teóricas discutidas, su análisis nos lleva a una visión
más exacta entre aprendizaje y desarrollo. La cuestión que ha de plantearse para llegar a una
solución del problema es harto compleja.
Consiste en dos salidas separadas: primero, la relación general entre aprendizaje y desarrollo;
segundo, los rasgos específicos de dicha relación cuando los niños alcanzan la edad escolar.
Este aprendizaje infantil que empieza mucho antes de que el niño llegue a la escuela, es el
punto de partida de este debate.
Todo tipo de aprendizaje que el niño encuentra en la escuela tiene siempre una historia previa.
Por ejemplo, los niños empiezan a estudiar aritmética en la escuela, pero mucho tiempo antes
han tenido ya alguna experiencia con cantidades; han tenido ocasión de tratar con operaciones
de división, suma, resta y determinación de tamaños.
Por consiguiente, los niños poseen su propia aritmética preescolar, que sólo los psicólogos
miopes podrían ignorar. Es inútil insistir en que el aprendizaje que se da en los años
preescolares difiere altamente del aprendizaje que se lleva a cabo en la escuela; este último se
basa en la asimilación de los fundamentos del conocimiento científico.
El aprendizaje y el desarrollo están interrelacionados desde los primeros días de vida del niño.
Koffka, al tratar de clarificar las leyes del aprendizaje del niño y su relación con el desarrollo
mental, concentra su atención en los procesos de aprendizaje más simples, aquellos que se
producen en la etapa preescolar.
Junto con otros teóricos, asegura que la diferencia entre el aprendizaje escolar y preescolar
consiste en que en el primer caso se da un aprendizaje sistemático y en el segundo no. Sin
embargo, no todo termina en la "sistematicidad", existe también el hecho de que el aprendizaje
escolar introduce algo fundamentalmente nuevo en el desarrollo del pequeño.
Para poder elaborar las dimensiones del aprendizaje escolar, describiremos a continuación un
nuevo concepto excepcionalmente importante, sin el cual no puede resolverse el problema: la
zona de desarrollo próximo.
Cuando determinamos la edad mental de un niño utilizando tests, tratamos casi siempre con el
nivel evolutivo real. En los estudios acerca del desarrollo mental de los niños, generalmente se
supone que únicamente aquellas actividades que los pequeños pueden realizar por sí solos
son indicativas de las capacidades mentales.
Presentamos a los niños una batería de tests o una serie de tareas de distintos niveles de
dificultad y juzgamos el alcance de su desarrollo mental basándonos en el modo en que
resuelven los problemas y a qué nivel de dificultad lo hacen.
Por otra parte, si ofrecemos ayuda o mostramos cómo hay que resolver el problema y el niño lo
soluciona, o si el profesor inicia la solución y el pequeño la completa, o si lo resuelve en
colaboración con otros compañeros—en pocas palabras, si el niño no logra una solución
independíente.
Aunque rechacemos las tres posiciones teóricas discutidas, su análisis nos lleva a una visión
más exacta entre aprendizaje y desarrollo. La cuestión que ha de plantearse para llegar a una
solución del problema es harto compleja. Consiste en dos salidas separadas: primero, la
relación general entre aprendizaje y desarrollo; segundo, los rasgos específicos de dicha
relación cuando los niños alcanzan la edad escolar.
Este aprendizaje infantil que empieza mucho antes de que el niño llegue a la escuela, es el
punto de partida de este debate. Todo tipo de aprendizaje que el niño encuentra en la escuela
tiene siempre una historia previa.
Por ejemplo, los niños empiezan a estudiar aritmética en la escuela, pero mucho tiempo antes
han tenido ya alguna experiencia con cantidades; han tenido ocasión de tratar con operaciones
de división, suma, resta y determinación de tamaños. Por consiguiente, los niños poseen su
propia aritmética preescolar, que sólo los psicólogos miopes podrían ignorar.
Es inútil insistir en que el aprendizaje que se da en los años preescolares difiere altamente del
aprendizaje que se lleva a cabo en la escuela; este último se basa en la asimilación de los
fundamentos del conocimiento científico.
No obstante, incluso cuando, en el período de sus primeras preguntas, el pequeño va
asimilando los nombres de los distintos objetos de su entorno, no hace otra cosa que aprender.
En realidad, ¿podemos dudar de que el niño aprende el lenguaje a partir de los adultos; de que
a través de sus preguntas y respuestas adquiere gran variedad de información.
Al imitar a los adultos y ser instruido acerca de cómo actuar, los niños desarrollan un verdadero
almacén de habilidades? El aprendizaje y el desarrollo están interrelacionados desde los
primeros días de vida del niño.
Koffka, al tratar de clarificar las leyes del aprendizaje del niño y su relación con el desarrollo
mental, concentra su atención en los procesos de aprendizaje más simples, aquellos que se
producen en la etapa preescoiar.
Él, junto con otros teóricos, asegura que la diferencia entre el aprendizaje escolar y preescoiar
consiste en que en el primer caso se da un aprendizaje sistemático y en el segundo no.
Para poder elaborar las dimensiones del aprendizaje escolar, describiremos a continuación un
nuevo concepto excepcionalmente importante, sin el cual no puede resolverse el problema: la
zona de desarrollo próximo.
El primero de ellos podría denominarse nivel evolutivo real, es decir, el nivel de desarrollo de
las funciones mentales de un niño, establecido como resultado de ciertos ciclos evolutivos
llevados a cabo.
Cuando determinamos la edad mental de un niño utilizando tests, tratamos casi siempre con el
nivel evolutivo real. En los estudios acerca del desarrollo mental de los niños, generalmente se
supone que únicamente aquellas actividades que los pequeños pueden realizar por sí solos
son indicativas de las capacidades mentales.
Presentamos a los niños una batería de tests o una serie de tareas de distintos niveles de
dificultad y juzgamos el alcance de su desarrollo mental basándonos en el modo en que
resuelven los problemas y a qué nivel de dificultad lo hacen.
Por otra parte, si ofrecemos ayuda o mostramos cómo hay que resolver el problema y el niño lo
soluciona, o si el profesor inicia la solución y el pequeño la completa, o si lo resuelve en
colaboración con otros compañeros—en pocas palabras, si el niño no logra una solución
independiente. Del problema, la solución no se considera indicativa de su desarrollo mental.
Esta «verdad» era conocida y estaba apoyada por el sentido común.
Durante una década, ni siquiera los pensadores más prestigiosos pusieron en entredicho este
presupuesto; nunca se plantearon la posibilidad de que lo que los niños pueden hacer con la
ayuda de otros pudiera ser, en cierto sentido, más indicativo de su desarrollo mental que lo que
pueden: hacer por sí solos. Tomemos un ejemplo sumamente sencillo.
Supongamos que estoy investigando a dos niños que entran en la escuela, ambos tienen
cronológicamente diez años y ocho en términos de su desarrollo mental. ¿Puedo decir que
tienen la misma edad mental?. Pero ¿qué es lo que significa esto? Significa que ambos son
capaces de resolver independientemente tareas cuyo grado de dificultad está situado en el
nivel correspondiente a los ocho años.
Si me detuviera en este punto, daría pie a suponer que el curso del desarrollo mental
subsiguiente y del aprendizaje escolar será el mismo para ambos niños, porque depende de su
intelecto.
Por supuesto, puede haber otros factores, por ejemplo, si uno de los niños cayera enfermo
durante medio año mientras que el otro no faltara a sus clases; pero, generalmente hablando,
el destino de estos niños sería esencialmente el mismo.
Ahora imaginemos que no doy por terminado mi estudio, sino que me considero todavía al
principio del mismo. Ambos niños parecen ser capaces de manejar un problema cuyo nivel se
sitúa en los ocho años, pero no más allá de dicho límite.
En pocas palabras, de un modo u otro, insto a los niños que resuelvan el problema con mi
ayuda. Bajo dichas circunstancias resulta que el primer niño es capaz de manejar problemas
cuyo nivel se sitúa en los doce años, mientras que el segundo únicamente llega a los nueve
años. ¿Y ahora, son estos niños mentalmente iguales? Cuando por primera vez se demostró
que la capacidad de los niños de idéntico nivel de desarrollo mental para aprender bajo la guía
de un maestro variaba en gran medida, se hizo evidente que ambos niños no poseían la misma
edad mental y que, evidentemente, el subsiguiente curso de su aprendizaje sería distinto.
Esta diferencia entre doce y ocho, o nueve y ocho, es lo que denominamos la zona de
desarrollo próximo. No es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo,
determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un
adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.
Si nos preguntamos ingenuamente qué es el nivel real de desarrollo, o, para decirlo de modo
más simple, que es lo que revela la resolución independiente de un problema, la respuesta
más común será que el nivel de desarrollo real del niño define funciones que ya han madurado,
es decir, los productos finales del desarrollo.
Si un niño es capaz de realizar esto o aquello de modo independiente, significa que las
funciones para tales cosas han madurado en él. Entonces, ¿qué es lo que define la zona de
desarrollo próximo, determinada por los problemas que los niños no pueden resolver por sí
solos, sino únicamente con la ayuda de alguien?
Dicha zona define aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan en
proceso de maduración, funciones que en un mañana próximo alcanzarán su madurez y que
ahora se encuentran en estado embrionario.
Estas funciones podrían denominarse «capullos» o «flores» del desarrollo, en lugar de «frutos»
del desarrollo. El nivel de desarrollo real caracteriza el desarrollo mental retrospectivamente,
mientras que la zona de desarrollo próximo caracteriza el desarrollo mental prospectivamente.
completado, sino también aquellos que se hallan en estado de formación, que están
comenzando a madurar y a desarrollarse.
Así pues, la zona de desarrollo próximo nos permite trazar el futuro inmediato del niño, así
como su estado evolutivo dinámico, señalando no sólo o que ya ha sido completado
evolutivamente, sino también aquello que está en curso de maduración.
Los dos niños de nuestro ejemplo ostentaban la misma edad mental desde el punto de vista de
los ciclos evolutivos ya realizados, sin embargo, en lo que a dinámica evolutiva se refiere,
ambos eran completamente distintos. El estado del desarrollo mental de un niño puede
determinarse únicamente si se lleva a cabo una clarificación de sus dos niveles: del nivel real
de desarrollo y de la zona de desarrollo próximo.
Según el Autor. Dolly Vargas García (2014). Este proyecto hace parte del programa de
Investigación que se viene realizando: "Construcción de ambientes innovadores e inclusivos
para el aprendizaje en escenarios virtuales (escenarios de educación a distancia"
(Convocatoria 578-2013).
Su objetivo es caracterizar las estrategias que para la enseñanza- aprendizaje son empleadas
en educación a distancia, el uso de las nuevas tecnologías y su papel en la inclusión digital. En
este caso el escenario es la maestría en educación desde la diversidad que desarrolla la
universidad Manizales.
Los protagonistas son los estudiantes de las regionales en los departamentos de Cauca,
Nariño, Huila y Caldas (Colombia) y los docentes de dicho programa. Los resultados permitirán
aportar elementos para los demás proyectos: "Construcción de interfaces web, orientadas a
estimular y controlar los procesos académicos de programas a distancia".
Giroux (2004), asume como contexto el espacio geográfico donde el individuo realiza sus
acciones, los significados propios de la cultura porque se aprende a través del proceso de
socialización.
Se trata de aprender con otros y de otros. Las estrategias, tercera referencia, involucra a
docentes y a estudiantes, son producto de la planeación, allí hay lugar para la creación, pone
en juego las capacidades, permite llevar a la práctica los conocimientos, facilitando
adquisiciones nuevas.
En ellas: "se decide deducir los dispositivos didácticos de la observación psicológica o bien se
afirma la autonomía de la inventiva didáctica y hacemosEs indudable que las NT, han afectado
la forma como el sujeto aprende.
tradicionales, presentan rigidez, la que impide soñar con una educación futura donde
prevalezca la capacidad de pensar y crear. Se requiere portante, centrarse en los ambientes
de aprendizaje, no como el análisis de la organización del espacio y el tiempo, sino
considerando nuevas formas de enseñar y aprender, con elementos de gran impacto como las
nuevas tecnologías, las que sugieren nuevos sistemas de distribución de los materiales,
nuevas estructuras de comunicación y en consecuencia, nuevas estrategias de aprendizaje.
Giroux (2004), asume como contexto el espacio geográfico donde el individuo realiza sus
acciones, los significados propios de la cultura porque se aprende a través del proceso de
socialización.
El primero, se caracteriza por la participación activa del sujeto así, el "aprender a aprender",
"aprender a pensar", son rutas que llevan a la concepción de auto aprendizaje, rescatando de
este modo, lo humano de lo humano. Hace presencia el autocontrol, otorga flexibilidad al
aprendizaje, facilita la reflexibilidad, como el volver sobre sí mismo y dar cuenta de sus
procesos.
41
Las estrategias de enseñanza son complejas por la multiplicidad de factores que intervienen.
En ellas: "se decide deducir los dispositivos didácticos de la observación psicológica o bien se
afirma la autonomía de la inventiva didáctica y hacemos. Informaciones psicológicas como
indicadores de pertinencia de esta inventiva" (Meirieu 1992,152).
En ese panorama, es relevante considerar que las explicaciones culturales se refieren a esta
mediación en la medida que sea parte de sistemas de comportamiento. Las interpretaciones
que se logren sobre ellas giran también alrededor de la transferencia y flexibilidad del
aprendizaje.
42
Dentro de estas preguntas existen otras que se derivan de las anteriores como: ¿qué es la
vida?, ¿qué es el bien?, ¿qué es el amor?, ¿qué es la felicidad?, donde hay lugar para la
diversidad, para el sujeto.
En coherencia con lo anterior se requiere una concepción de sujeto, capaz de aportar, no solo
al conocimiento sino a lo que acontece en su realidad social. Se hace referencia a hechos
simples como cuestionarse así mismo, proporcionar una actitud.
Crítica construida por el saber racional, vinculado al conocimiento con opciones de vida,
orientadas a mejores bases de convivencia, motivaciones e ideales: "la maestría hace que
tengamos una visión, un criterio mucho más amplio de concebir el hombre desde la diversidad,
desde su individualidad, como un ser multicultural".
Esto sumado a la investigación se convierte en elemento clave para afrontar problemas del
entorno, así lo expresan los estudiantes: "La perspectiva pedagógica de la U para mi es crítica,
obviamente.
Es critica desde el momento en que pretende crear conciencia y autonomía del maestro que a
la vez es sujeto, o sea, como parte de ese proceso de enseñanza-aprendizaje, que uno se
repiense, que uno tome conciencia, es emancipadora, es transformadora".
Para abordar las estrategias de enseñanza -aprendizaje, es importante reconocer que estas
constituyen dos caras de un único proceso. Igualmente es necesario destacar dos tipos de
aprendizaje que surgen con fuerza en la investigación y que se asumen como generadores de
estrategias: el aprendizaje autónomo y el coiaborativo.
El primero supone proyectar en la enseñanza una mirada singular, la cual implica transgresión
de lo establecido y mucho de libertad para que emerja la creatividad, que se encuentra
potencialmente en todos los sujetos.
Pozo y Monereo (1999), señalan que este puede referirse al conocimiento que tiene una
persona, lo que sabe sobre sus propias capacidades, sobre las estrategias y su aplicación, así
como de las variables del entorno.
Unido a este conocimiento la persona tiene capacidad de control sobre sus procesos
cognitivos, observables en la capacidad de autorregulación utilizada en situaciones de
aprendizaje lo que tiene que ver con la meta cognición: "mí me gusta mucho más el
aprendizaje autónomo, aprendo mucho más fácilmente de esta manera, sigo mi ritmo, me
autorregulo, mejor dicho, busco mis estrategias.
Los conceptos básicos los adquiero individualmente, cuando nos dejan los trabajos
individuales yo pienso que cada uno tiene que meterse en su cuento y responder por su
trabajo".
Aquí yo le puedo dar una interpretación, puedo expresar mis juicios y mis pre-saberes y con
todo este asunto yo puedo tener una mirada frente a ello, pero obviamente de pronto cuando
venimos aquí a clase presencial, entonces uno ve que lo había visto de otra manera, resulta
que de pronto no era así, con esto de la distancia y del aprendizaje autónomo podría
considerar que es como volverme competente, poner mis conocimientos en contexto y saber.
El segundo, el aprendizaje coiaborativo, es aprender del otro: "El hecho de conocer el punto de
vista del compañero, salirme de ese status en que estoy yo, es una manera de pensar propia y
ver que el otro puede pensar igual o puede pensar tan distinto me da elementos para enfrentar
44
esa diferencia y a partir de esa divergencia que hay, entonces, mirar en qué punto nos
ponemos de acuerdo.
La enseñanza hoy en día no es el profesor que se dedica prácticamente a relatar toda una
temática y el estudiante a escucharlo y a obsérvalo, sino que ahorita es recíproco el
aprendizaje, de lo que importa del profesor, del estudiante y a la vez con los mismos
compañeros.
Todos aportan, todos tienen diferentes puntos de vista, modos de pensar, de actuar, de ser y lo
que piense el uno es diferente a lo que piense el otro, que puede ser aporte tanto del uno como
del otro, entonces el aprendizaje colaborativo es muy importante sobre todo en este momento
donde estamos interactuando con las nuevas tecnologías.
Se trata de un aprendizaje a lo largo de toda la vida donde el sujeto necesita ser capaz de
apropiarse del conocimiento, de seleccionar lo que es apropiado para un contexto específico,
de aprender permanentemente, de entender lo que se aprende y todo ello de tal forma que
pueda adaptarlo a nuevas situaciones.
Retomando la enseñanza conviene destacar que los estudiantes reiteran la importancia del
docente en la educación a distancia, reconocen la necesidad de su acompañamiento
permanente:
"Es importante que el contacto con el docente sea o mejor dicho que no vaya a desaparecer
porque él dice mándeme cualquier duda, no hay una negación a eso ni nada.
Las desventajas considero es que uno necesita estar ahí, tener al otro muy cerca, estar palma
a palma para poderlo mirar, si hacemos ese análisis indiscutiblemente el aprendizaje autónomo
Dentro de cuatro salones de clases. Para iniciar nuestro análisis de la buena enseñanza,
entremos en los salones de clases de varios profesores destacados. Las cuatro situaciones
son reales. Los primeros dos trabajaron con mis alumnos de psicología. Educativa en escuelas
primarias locales, y fueron estudiados por mi colega.
Mengano, 2007). El tercer profesor se convirtió en un experto en ayudar a los alumnos con
graves problemas de aprendizaje con la guía de un asesor. El último ejemplo es de un profesor
de secundaria que fue el centro de un estudio de caso.
Un primer grado bilingüe. La clase de Viviana tiene 25 alumnos. La mayoría acaba de emigrar
de la República Dominicana; el resto proviene de Nicaragua, México, Puerto Rico y Honduras.
A pesar de que los niños no hablan inglés o lo hablaban muy poco al iniciar la escuela, cuando
salen en junio, ya dominan el currículo normal de primer grado de su distrito gracias a la ayuda
Vivían.
Lo logra al enseñar en español al inicio de! año para favorecer la comprensión; después,
introduce de manera gradual el inglés. Viviana no desea que a sus alumnos se les excluya o se
les señale como niños con carencias. Ella los anima a sentirse orgullosos de su herencia
cultural hispana y, al mismo tiempo, utiliza cualquier oportunidad para reforzar su desarrollo en
el dominio del idioma inglés.
Otros creen que implica el uso de las técnicas de la psicología para estudiar el salón de clases
y la vida escolar (Brophy, 2003; Wittrock, 1992). Una ojeada rápida a ia historia indica que la
psicología educativa y la enseñanza han estado estrechamente vinculadas desde el principio.
Que le impedían integrar la información auditiva y visual con la memoria visual de largo plazo.
Cuando trataba de escribir, todo resultaba confuso.
Una clase de matemáticas avanzadas. Hilda Borko y Carol Livingston (1989) describen la
manera en que Randy, un profesor de secundaria experto en matemáticas, trabajó con la
confusión de sus alumnos para construir una lección de repaso acerca de las estrategias para
resolver las integrales.
Los profesores novatos. Los maestros novatos de cualquier lugar comparten muchas
preocupaciones, como mantener la disciplina. En el grupo, motivar a los alumnos, ajustarse a
las diferencias de éstos y evaluar su trabajo. Tratar con los padres de familia y relacionarse
con otros profesores, y muchos profesores también experimentan lo que se denomina "choque
contra la realidad" cuando consiguen su primer empleo, porque realmente no pueden cumplir
con todas sus responsabilidades.
La psicología educativa es muy antigua. Los temas que trataron Platón y Aristóteles el papel
del profesor, la relación entre el maestro y el discípulo, los métodos de enseñanza, la
naturaleza y orden del aprendizaje, el papel del afecto en el aprendizaje aún son objeto de
estudio de la psicología educativa en nuestros días es muy importante.
Para lograr la mayor comprensión posible acerca del aprendizaje y la enseñanza, los
psicólogos educativos examinan lo que sucede con los estudiantes. Como se señaló antes, el
principal objetivo de la psicología educativa es comprender qué ocurre cuando alguien le
enseña algo a otra persona en algún contexto (Berliner, 2006; Schwab, 1973).
Lograr dicho objetivo implica un proceso lento. Hay muy pocos estudios distintivos que
respondan una pregunta de una vez por todas. Existen muchos tipos diferentes de estudiantes,
profesores, tareas y contextos; además, los seres humanos somos demasiado complicados.
Como se observará varias veces en este libro, una manera de aprender y recordar información
compleja es organizándola. Por eso, he organizado ocho importantes teorías del desarrollo, del
Aprendizaje y la motivación en tres grupos o familias, teorías de etapas, teorías del aprendizaje
y teorías contextúales.
Etapas: Piaget, Freud y Erikson. Durante muchos años, algunos psicólogos han explicado los
cambios desde la infancia hasta la adultez como el paso por una serie de etapas. Jean. Piaget
(1896-1980) creó una de las teorías de etapas más conocidas, en la cual describe cuatro
etapas cualitativamente diferentes del desarrollo cognoscitivo.
De una etapa a la siguiente, el pensamiento del niño pasa por cambios que implican algo más
que la suma de conocimientos y habilidades. Según la teoría de etapas de Piaget, todas las
explicaciones y la práctica del mundo no servirían para que el niño que se encuentra en una
etapa entienda.
Las características de una etapa más avanzada Jean Piaget (1896-1980) creó una de las
teorías de etapas más conocidas. De una etapa a la siguiente, el pensamiento del niño pasa
por cambios que implican algo más que la suma de conocimientos y habilidades. Según la
teoría de etapas de Piaget, todas las explicaciones son las prácticas.
La idea fundamental que subyace en muchas de las teorías del aprendizaje es que la mayoría
de los cambios en el desarrollo cognoscitivo y emocional/social, en los conocimientos, la
motivación y las habilidades son consecuencia del aprendizaje. Por ejemplo, los niños
aprenden el lenguaje sin problemas, a adoptar la perspectiva de otros, y aprenden también
matemáticas, karate y formas de enfrentar el miedo.
Los teóricos del aprendizaje criticaron las ideas de Freud sobre las motivaciones inconscientes
y las fijaciones porque esos procesos no pueden demostrarse ni refutarse; consideraban que
sólo eran historias interesantes, pero las historias no pueden ponerse a prueba.
Las teorías del aprendizaje, son más sistemáticas y científicas. Conductismo. Un conjunto de
teorías del aprendizaje se enfoca en algo que puede observarse, las conductas, por lo que a
menudo se les clasifica en la categoría general de conductismo.
Una conducta está rodeada de dos conjuntos de influencias ambientales, aquellas que la
preceden (sus antecedentes) y aquellas que la siguen (sus consecuencias) (Skinner, 1950). De
manera muy sencilla, esta relación puede describirse como antecedente-conducta-
consecuencia las teorías conductuales analizan de manera cuidadosa las relaciones con una
atención especial en las consecuencias.
Desarrollo adaptativos ordenados que vive el ser humano desde la concepción hasta su
muerte. Desarrollo físico Cambios en la estructura y las funciones corporales que se presentan
conforme transcurre el tiempo. Desarrollo personal Cambios en la personalidad que sucede
conforme el individuo. Desarrollo cognoscitivo Cambios ordenados graduales mediante los
cuales los procesos mentales se vuelven más complejos. Maduración Cambios programados
de manera genética y que ocurren de forma natural con el paso del tiempo.
UNIDAD 2. 2. PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS
2.1. INTRODUCCIÓN
Los Procesos psicológicos básicos siempre resultan fascinante, ya que, en efecto, son todos
ellos indispensables (básicos) para la vida de un sujeto y su conexión con su entorno. Y aun
cuando pareciera que son procesos sencillos, encierran una enorme complejidad. De ahí que
existe todavía un fuerte debate en torno a la clasificación de los procesos psicológicos básicos,
pero aquí recobraremos una categorización que incluyen estos procesos.
Este libro está estructurado en cinco unidades, que corresponden a los cinco procesos
psicológicos que presentaremos. Cada una de las unidades es abordada de forma muy
específica; sin embargo, todas ellas guardan algunos puntos en común.
Esto es, en cada unidad encontrarás definiciones del proceso, así como las perspectivas de
algunas de las corrientes psicológicas que han retomado el tema; asimismo, hallarás una
explicación de la forma en que se lleva a cabo cada uno de los procesos desde una
perspectiva muy específica; otro punto es un breve análisis del proceso cuando existen
alteraciones en él. En la Unidad 1 se aborda el tema de la Percepción.
El proceso que en su relación ineludible con la sensación, es el primer paso para que un sujeto
haga contacto con el mundo. Mostraremos, a lo largo de esta unidad, que, contrario a !as
suposiciones generalizadas, la percepción es un proceso complejo que se lleva a cabo desde
los sentidos mismos y para cada uno de ellos, de una forma específica.
Es posible observar también en este proceso, no sólo su correcto funcionamiento, sino las
alteraciones que pueden presentarse dentro de éste. La Unidad 2 aborda el proceso de la
Atención. Podría decirse que es un segundo momento de la experiencia psicológica, ya que
para que éste se lleve a cabo, el sujeto deberá haber percibido los estímulos en el medio.
A lo largo de esta segunda unidad, mostraremos cómo, este proceso funciona como una
especie de pegamento de la información. Paso necesario para que la información continúe su
camino hacia el aprendizaje. En este apartado encontrarás definiciones, procesos cuando se
llevan a cabo adecuadamente, clasificaciones, así como alteraciones en el proceso.
10
1.5,4. En el gusto
2.5. INTRODUCCIÓN
A lo largo de este capítulo podrá observarse cómo esta aparente sencillez del proceso de
percepción es tan sólo una idea arbitraria. El primer apartado de este capítulo nos introduce al
tema con algunas de las muchas y diversas definiciones que existen desde posturas teóricas
distintas.
(Enfoque empirista, enfoque de la Gestalt, enfoque conductista, los enfoques cognitivos como
el de procesamiento de la información y el computacional [específicamente la postura de David
Marr], el enfoque gibsoniano, así como la visión psicoanalítica), ilustrando con ello no sólo el
concepto mismo sino también la complejidad existente para llegar a una sola definición, ya que
ésta depende de la postura teórica que se tiene del ser humano.
Este primer apartado, termina con una breve discusión acerca de la simplicidad-complejidad
del proceso. Siguiendo esta misma línea, el segundo y tercer apartados corresponden a dos
tipos de procesamiento de la información el procesamiento dirigido. Los datos (abajo-arriba) y
el procesamiento dirigido por conceptos (arriba-abajo) en los que se muestran dos visiones
muy distintas, pero que incluso pueden complementarse una a otra si miramos el proceso de
cerca.
13
abajo) una serie de estímulos externos que se reciben de diversas formas en cada sujeto
porque sí existe una intermediación del contexto, de la cognición e incluso de la subjetividad
misma.
El cuarto apartado ilustra las diversas modalidades de percepción, es decir, desde lo sensorial
(visual, auditivo, olfativo, del sabor y táctil), ya que cada una de estas modalidades, a pesar de
estar regidas desde un mismo sitio (el cerebro), pasan por etapas y/o fases de formas
diferenciadas, lo cual no elimina sus similitudes y su interacción.
Es decir, aunque se aborde cada una de forma aislada en este apartado, no puede
considerarse que en el proceso de percepción no exista una interacción constante entre todas
ellas. Entonces, esta separación se realiza únicamente para facilitar la comprensión y el
aprendizaje de cada uno.
El cuarto apartado ilustra las diversas modalidades de percepción, es decir, desde lo sensorial
(visual, auditivo, olfativo, del sabor y táctil), ya que cada una de estas modalidades, a pesar de
estar regidas desde un mismo sitio (el cerebro), pasan por etapas y/o fases de formas
diferenciadas, lo cual no elimina sus similitudes y su interacción.
Es decir, aunque se aborde cada una de forma aislada en este apartado, no puede
considerarse que en el proceso de percepción no exista una interacción constante entre todas
ellas. Entonces, esta separación se realiza únicamente para facilitar la comprensión y el
aprendizaje de cada uno.
Casi todas las experiencias perceptivas requieren de la interacción entre los diferentes
sistemas sensoriales. Pensemos, por ejemplo, en el acto de comer, en el encuentro sexual o
en la danza, en cada uno de estos ejemplos se presentan las percepciones visuales, auditivas,
olfativas, del gusto y táctiles entremezclándose unas con otras.
Pero, ¿qué es lo que sucede cuando hay problemáticas en la percepción?, el quinto y último
apartado habla de algunas de las alteraciones perceptuaies en los diferentes sistemas
sensoriales (en el sistema visual, auditivo, táctil y en los sistemas químicos).
Las mismas que se presentan en la mayoría de los casos por fallas orgánicas, pero también se
abordarán aquellas alteraciones perceptivas que se presentan en el ramo de las
psicopatologías (autismo y esquizofrenia, como principales psicosis), así como aquéllas en las
que no existe una falla orgánica.
Como se dijo, el tema de la percepción es reconocido como el primer paso para cualquier
experiencia psicológica, pero no por esto es un proceso sencillo, por lo contrario, éste es difícil
de abarcar y sobre todo si se toma en cuenta la diversidad de posturas teóricas que existen y
que cada una de ellas hace un estudio específico desde sus propias visiones.
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Sin embargo, a pesar de que parece muy ciara y sencilla esta definición, quedan dentro de ella
múltiples preguntas, porque es un hecho que un mismo estímulo puede ser interpretado de
muchas y diferentes maneras.
Tornay, al respecto afirma: "Así pues, toda percepción presenta cierto grado de ambigüedad.
El proceso perceptivo consiste en buena medida en decidir cuál de las diferentes
interpretaciones de cierto estímulo es la más adecuada en cada caso concreto.
Además, la anterior definición por sí misma no esclarece cómo se da este proceso. Las
diversas posturas que se mencionan a continuación, pueden resultar mucho más complicadas
que la definición anterior, pero dan cuenta de las complejidades del proceso perceptivo y su
inevitable relación con la sensación, vayamos a ellas.
Para el Enfoque Empirista, la sensación está ligada al primer contacto que tienen nuestros
sentidos con los estímulos exteriores. La percepción, sería un segundo paso por el cual se da
sentido (o interpretación) a estas sensaciones.
Por lo tanto, la percepción es una capacidad que se adquiere por aprendizaje. Para el Enfoque
Empirista, la sensación está ligada ai primer contacto que tienen nuestros sentidos con los
estímulos exteriores. La percepción, sería un segundo paso por el cual se da sentido (o
interpretación) a estas sensaciones.
Por lo tanto, la percepción es una capacidad que se adquiere por aprendizaje. Para este
enfoque, el niño no nace con una percepción desarrollada, tendrá que adquirirla. En este
sentido, uno de los primeros empiristas, estudiosos del tema (George Berkeley, en el siglo
XVII), interesado en conocer cómo es que se desarrolla el proceso de percepción de la
dimensión de profundidad en el ser humano, analiza el papel de la experiencia y el
aprendizaje, concluyendo que el niño tiene que aprender (esto ligado a la experiencia que va
adquiriendo con su entorno) esta percepción de profundidad, basándose en lo que éi denominó
claves monoculares (tamaño relativo, interposición, sombras y gradientes de luz).
Los (movimiento de los ojos para enfocar un determinado objetivo). Para Berkeley el
aprendizaje se da sobre la mente pasiva del niño. Y a pesar de que las teorías de Berkeley
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surgieron hace más de tres siglos, éstas han sido comprobadas científicamente y aún son base
para muchas teorías actuales.
Para este enfoque, el niño no nace con una percepción desarrollada, tendrá que adquirirla. En
este sentido, uno de los primeros empirístas, estudiosos del tema (George Berkeley, en el siglo
XVII), interesado en conocer cómo es que se desarrolla el proceso de percepción de la
dimensión de profundidad en el ser humano.
Analiza el papel de la experiencia y el aprendizaje, concluyendo que el niño tiene que aprender
(esto ligado a la experiencia que va adquiriendo con su entorno) esta percepción de
profundidad, basándose en lo que él denominó claves monoculares.
Para Berkeley el aprendizaje se da sobre la mente pasiva del niño. Y a pesar de que las
teorías de Berkeley surgieron hace más de tres siglos, éstas han sido comprobadas
científicamente y aún son base para muchas teorías actuales. William James fue otro de los
empiristas, quien en el siglo XIX, retoma estas ideas y determina que el recién nacido nace en
un ambiente incomprensible para él.
Para James, al igual que para Barkeley, el niño tiene una mente pasiva y desordenada, por lo
que el orden perceptual se aprende con la experiencia. Matlin y Foley recogen las palabras de
William James al respecto de la percepción del recién nacido: "una confusión que zumba y
florece a su alrededor".
De esta forma, la mente del ser humano tiene un papel meramente funcional para su
organismo y es la mente misma, la cual a partir de las sensaciones inmediatas, asocia y busca
experiencias previas para dar significado a esos estímulos, todo esto en un continuo fluir.
Tiempo más tarde, el Enfoque Gestait se opuso a las teorías del empirismo, argumentando que
éste no consideraba la riqueza de los estímulos que se perciben (en cuanto a los componentes
diversos del mismo). Para este enfoque la percepción se da en un "todo", es decir, no se
perciben partes separadas, que posteriormente se unen, sino un complejo bien estructurado y
organizado de una forma específica.
En este sentido, es necesario mencionar que para la teoría Gestalt son muy importantes los
conceptos de figura y fondo. Definamos estos conceptos tan importantes para la Gestait, figura
es la forma de un objeto, que está definida por sus límites (por sus bordes). El fondo, por otro
lado, es lo que contrasta con la figura, aquello que está detrás de ella.
Para comprender la postura del enfoque Gestait, deben conocerse estas cinco leyes de
agrupación en la percepción, en este momento se mencionan sólo brevemente, pero se
retoman más adelante a profundidad.
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b. La ley de la similitud. La similitud de los objetos tiende a percibirse como una unidad.
c. La ley de la buena continuación. Objetos acomodados en una curva o línea recta son
d. La ley del cierre. Cuando existe un fallante en un objeto, se tiende a completar y cerrar
este
objeto.
e. La ley del destino común. El movimiento en una misma dirección tiende a percibirse
como
una unidad.
El área conductismo fue !a Psicofísica, quienes hacían estudios relacionados con las
reacciones de los sujetos frente a estímulos físicos. Había, en esta corriente, la intención de
cuantificar la relación del mundo físico y el mundo psíquico. Estos estudios se realizaron con
un cuidado riguroso de la metodología, y las medidas objetivas que se obtenían correspondían
a las respuestas que presentaban los sujetos frente a los estímulos a los que eran expuestos.
Los Enfoques Cognitivos reciben múltiples influencias, pero surgen principalmente como una
respuesta al Conductismo reinante a mediados del siglo pasado. Este enfoque da un especial
lugar a los procesos mentales (las cogniciones) como formadores del conocimiento y el
aprendizaje.
Desde las diversas posturas cognitivas el proceso de percepción es mucho más allá que la
mera recepción pasiva de estímulos; en este enfoque las cogniciones son parte importante del
proceso, ya que éstas mediarán y posibilitarán su interpretación (es decir el sujeto es activo en
este proceso).
Incluso desde esta corriente se han hecho interesantes analogías entre los procesadores y la
mente humana. Los Enfoques Cognitivos reciben múltiples influencias, pero surgen
principalmente como una respuesta al Conductismo reinante a mediados del siglo pasado.
Este enfoque da un especial lugar a los procesos mentales (las cogniciones) como formadores
del conocimiento y el aprendizaje. Desde las diversas posturas cognitivas el proceso de
percepción es mucho más allá que la mera recepción pasiva de estímulos.
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En este enfoque las cogniciones son parte importante del proceso, ya que éstas mediarán y
posibilitarán su interpretación (es decir el sujeto es activo en este proceso). Incluso desde esta
corriente se han hecho interesantes analogías entre los procesadores y la mente humana.
Una prueba de lo dicho es la dificultad de diseñar sistemas artificiales. Así, existen programas
de ordenador (como el denominado deep blue) que puede vencer a grandes campeones de
ajedrez [...] Sin embargo, esos programas indican sus movimientos mediante símbolos:
ninguna máquina puede mover las piezas guiada únicamente por estimulación visual.
No son capaces de reconocer las piezas, no pueden decidir cuál de las distintas formas de
combinar los estímulos es la más apropiada. ¡Es más fácil programar a una máquina para que
juegue al ajedrez que para que realice un simple acto de percepción.
Es decir, para el procesamiento de la información se pasa por diferentes etapas en las que
interviene la percepción, la atención y la memoria a corto y largo plazo (todo visto desde su
conjunto).
Existe también el Enfoque gibsoniano, nombre que se le da gracias a los estudios realizados
por James Gibson, quien atribuye mayor importancia a la riqueza de los estímulos sensoriales
por sí mismos, es decir, para Gibson los estímulos cuentan ya con una gran información que
se le provee al sujeto, así que éste no necesita de experiencia previa, ni de sus cogniciones, o
cualquier otro proceso superior para llevar a cabo la percepción (interpretaciones, cálculos,
etc.), para Gibson, la percepción es directa.
Uno de sus principales exponentes es David Marr, quien desarrolla un modelo matemático
enfocado a la visión humana (en tres niveles: teoría computacionai, representación y algoritmo,
e implementación de hardware), describiendo diferentes etapas por las que pasa la percepción
visual de un estímulo.
-.
18
Para el Psicoanálisis la percepción es siempre subjetiva. Aquello que se capta como estímulos
sensoriales, no es para el Psicoanálisis interpretado por el sujeto de forma objetiva. Cabe
mencionar que Freud (el creador de esta teoría) fue.
El hombre de ciencia (médico neurólogo), y aunque nunca dejó de lado la ilusión de hacer del
Psicoanálisis y del estudio del inconsciente una ciencia, siempre en sus investigaciones se
veía forzado a tomar distancia.
Entre lo simple y lo complejo. Como pudimos observar en las definiciones revisadas, existe una
gran variedad de formas de abarcar la cuestión de la percepción. Cada uno de los autores,
desde sus marcos teóricos de referencia, da cuenta de este proceso. Este hecho enmarca la
dificultad del proceso mismo.
Estímulos que los sentidos captan para ser interpretados desde las experiencias y
aprendizajes previos (Enfoque Empirista); simple registro de estímulos externos por medio de
nuestros sentidos (Enfoque Conductual).
Riqueza de estímulos en conjunción con los sistemas sensoriales desde una visión física-
orgánica (Enfoque Computacional); o bien, un proceso de defensa subjetiva frente al entorno
permeado por el inconsciente (Psicoanálisis). Entonces, ¿cuál de todas las definiciones que se
presentaron
19
es 1a correera í Ani radica justamente la dificultad. Sí adquirimos una visión ecléctica podemos
afirmar que cada una de ellas aporta un conocimiento importante.
Sin embargo, pareciera que muchas de ellas son irreconciliables entre sí. Si decidimos
apegarnos a una escuela específica, ¿podría ser que dejemos puntos importantes de lado? Así
que podemos intentar evaluar cada una de ellas y descubrir cuál de éstas es la que mejor
abarca la temática de acuerdo con nuestros intereses y tomar posición frente a ello.
Pero nos cuestionamos también si es el primer paso efectivamente, o si hay una vuelta a éste
al finalizar el proceso, o bien si percibimos a cada instante. Tornay al respecto afirma: "En
realidad la percepción es tanto una primera etapa que proporciona datos a otros procesos
como una etapa final en la que influyen procesos superiores como el aprendizaje o la
memoria."
20
Según el Autor. Lev, S. Vygotsky (1978). Al comparar los principios que regulan los reflejos
condicionados e incondicionados, Pavlov utiliza el ejemplo de la llamada telefónica. La llamada
tiene la posibilidad de conectar directamente dos puntos a través de una línea especial.
La conexión la efectuó la persona que hizo el nudo. Este rasgo distingue las formas superiores
de conducta de las inferiores. La creación y utilización de signos como método auxiliar para
resolver un problema psicológico determinado (recordar, comparar algo, relatar cosas, elegir,
etc.).
Dicha analogía, como cualquier otra, no implica la identificación de estos conceptos similares.
No deberíamos esperar encontrar demasiadas similitudes con las herramientas en esos
medios de adaptación que llamamos signos.
Aparte de los rasgos similares y comunes compartidos por estos dos tipos de actividad,
hallamos diferencias esenciales. -En este punto queremos ser lo más precisos posible.
Apoyándose en el significado figurativo del término, muchos psicólogos han utilizado la palabra
«herramienta» para referirse a la función indirecta de un objeto, como medio para realizar una
actividad.
Expresiones tales como «la lengua es la herramienta del pensamiento» o «aides de mémoire»
suelen estar despojadas de cualquier contenido concreto y difícilmente significan algo más de
lo que realmente son: simples metáforas y maneras distintas de expresar el hecho de que
ciertos objetos u operaciones desempeñen un papel auxiliar en la actividad psicológica.
Por otra parte, no han sido más que intentos de investir tales expresiones con un significado
literal, para igualar el signo con la herramienta. Al borrar la distinción fundamental entre ambos
términos, esta aproximación pierde las características específicas de cada tipo de actividad,
dejándonos con una forma psicológica general de determinación.
Esta es la posición adoptada por Dewey, uno de los principales representantes del
pragmatismo. Define la lengua como la herramienta de las herramientas, traspasando la
definición de Aristóteles de la mano humana al lenguaje.
Desearía poner de manifiesto que la analogía que propongo entre signo y herramienta es
totalmente distinta de las aproximaciones que acabo de comentar. El significado incierto y
confuso que suele acompañar al uso figurativo de la palabra «herramienta» no ayuda para
nada a simplificar la tarea del investigador.
¿De qué naturaleza es este apoyo? ¿Qué significa, en general, ser un «medio» del
pensamiento o de la memoria? Los psicólogos que gustan de emplear estas expresiones no
nos proporcionan respuesta alguna para dichas preguntas.
La posición de estos psicólogos que tratan tales expresiones de modo literal resulta ser todavía
más confusa. Hay conceptos que, aunque tengan aspecto psicológico, no pertenecen
realmente a la psicología—como «técnica»—, sino que han sido adoptados por ésta sin
fundamentos.
22
poaemos igualar los fenómenos psicológicos y no psicológicos si ignoramos la esencia de cata
tipo de actividad, así como las diferencias entre su papel histórico y Su naturaleza. Las
distinciones entre herramientas como medio para el trabajo, o para dominar la naturaleza, y
lenguaje como medio para el intercambio social.
Como punto de partida hemos adoptado, tres condiciones. La primera hace referencia a la
analogía y puntos comunes que existen en ambos tipos de actividad, la segunda clarifica las
diferencias básicas y la tercera trata de demostrar el vínculo psicológico real que hay entre una
y otra, o por lo menos dar a entender su existencia.
Este análisis proporciona una base firme para asignar el uso de signos a la categoría de
actividad mediata que la ausencia del signo consiste en modificar la conducta del Sombre a
través del mismo ambos casos la función indirecta (mediata) aparece en primer plano.
Una diferencia esencial entre signo y herramienta, y la base para la divergencia real de ambas
líneas, son los distintos modos en que orientan la actividad humana. La función de la
herramienta no es otra que la de servir de conductor de la influencia humana en el objeto de la
actividad; se halla externamente orientada y debe acarrear cambios en los objetos.
23
Kor ummo punto nace rererencia ai (vinculo real existente entre estas actividades y, de ahí, al
lazo real de su desarrollo en ontogénesis y filogénesis. El dominio de la naturaleza y el de la
conducta están sumamente relacionados, puesto que la alteración de la naturaleza por parte
del hombre altera, a su vez, la propia naturaleza del hombre.
La primera utilización de los signos demuestra que no puede haber un único sistema de
actividad interno orgánicamente predeterminado para cada función psicológica. El uso de
medios artificiales, la transición a la actividad mediata, cambia fundamentalmente todas las
funciones psicológicas.
Las nuevas funciones psicológicas. En este contexto, podemos emplear el término de función
psicológica superior, o conducta superior, al referirnos a la combinación de herramienta y signo
en la actividad psicológica. Hasta ahora se han descrito varias fases de las operaciones que
requieren el uso de signos.
En la fase inicial, resulta de suma importancia para el esfuerzo del niño la confianza en los
signos externos. Sin embargo a lo largo del desarrollo de estas operaciones se producen
cambios radicales: la operación entera de actividad mediata (por ejemplo, el acto de
memorizar) empieza a asentarse como un proceso Duramente interno.
Los estadios tardíos de la conducta del niño parecen ser exactamente los mismos que los
estadios primitivos de la memorización, que se caracterizaban por un proceso directo. El niño
pequeño no confía en los medios externos; utiliza más bien una aproximación «natural»,
«eidética». Si juzgamos únicamente a partir de las apariencias externas.
El niño haya comenzado a memorizar más y mejor; que haya perfeccionado y desarrollado de
alguna manera sus viejos métodos de memorización. En los niveles superiores parece haber
abandonado toda confianza en los signos. No obstante, esta apariencia no es más que ilusoria.
El desarrollo, como suele ocurrir, avanza, no en círculo, sino en espiral, atravesando siempre el
mismo punto en cada revolución, mientras avanza hacia un estadio superior. Llamamos
internalización a la reconstrucción interna de una operación externa. Un buen de este proceso
podríamos hallarlo en el desarrollo del gesto de señalar.
24
AI principio, este ademan no es mas que un intento taludo de alcanzar algo, un movimiento
dirigido hacia cierto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta alcanzar un objeto
situado fuera de su alcance; sus manos, tendidas hacia ese objeto, permanecen suspendidas
en el aire. Sus dedos se mueven como si quisieran agarrar algo.
En este estadio inicial, el acto de señalar está representado por los movimientos del pequeño,
que parece estar señalando un objeto: eso y nada más. Cuando acude la madre en ayuda del
pequeño y se da cuenta de que su movimiento está indicando algo, la situación cambia
radicalmente.
El hecho de señalar se convierte en un gesto para los demás. El fracasado intento del niño
engendra una reacción no del objeto que desea, sino de otra persona. Por consiguiente, el
significado primario de este fracasado movimiento de apoderarse de algo Queda establecido
por los demás. Únicamente más tarde, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido
movimiento de agarrar con la situación objetiva con un todo, comienza a interpretar dicho
movimiento como acto de señalar.
Su significado y funciones se crean, al principio, por una situación objetiva y luego por la gente
que rodea al niño. Tal como se deduce de la descripción del acto de señalar, realizada más
arriba, el proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones.
a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza
a suceder internamente. Es de especial importancia para el desarrollo de los procesos
mentales superiores la transformación de la actividad que se sirve de signos, cuya historia y
característica quedan ilustradas por el desarrollo de la inteligencia práctica, de la atención
voluntaria y de la memoria.
Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres humanos, c) La
transformación de un proceso interpersonal en un proceso intrapersonal es el resultado de una
prolongada serie de sucesos evolutivos.
25
Al principio, este ademán no es más que un intento fallido de alcanzar algo, un movimiento
dirigido hacia cierto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta alcanzar un objeto
situado fuera de su alcance; sus manos, tendidas hacia ese objeto, permanecen suspendidas
en el aire. Sus dedos se mueven como si quisieran agarrar algo.
En este estadio inicial, el acto de señalar está representado por los movimientos del pequeño,
que parece estar señalando un objeto: eso y nada más. Cuando acude la madre en ayuda del
pequeño y se da cuenta de que su movimiento está indicando algo, la situación cambia
radicalmente.
El hecho de señalar se convierte en un gesto para los demás. El fracasado intento del niño
engendra una reacción no del objeto que desea, sino de otra persona. Por consiguiente, el
significado primario de este fracasado movimiento de apoderarse de algo Queda establecido
por los demás. Únicamente más tarde, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido
movimiento de agarrar con la situación objetiva con un todo, comienza a interpretar dicho
movimiento como acto de señalar.
Su significado y funciones se crean, al principio, por una situación objetiva y luego por la gente
que rodea al niño. Tal como se deduce de la descripción del acto de señalar, realizada más
arriba, el proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones.
a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza
a suceder internamente. Es de especial importancia para el desarrollo de los procesos
mentales superiores la transformación de la actividad que se sirve de signos, cuya historia y
característica quedan ilustradas por el desarrollo de la inteligencia práctica, de la atención
voluntaria y de la memoria.
Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres humanos, c) La
transformación de un proceso interpersonal en un proceso intrapersonal es el resultado de una
prolongada serie de sucesos evolutivos.
25
El proceso, aun siendo transformado, continúa existiendo y cambia como una forma externa de
actividad durante cierto tiempo antes de internalizarse definitivamente. Para muchas funciones,
el estadio de signos externos dura indefinidamente, es decir, es su estadio final de desarrollo.
Internalización está vinculada a cambios en las leyes que rigen su actividad y se incorporan en
un nuevo sistema con sus propias leyes. La internalización de las formas culturales de
conducta implica la reconstrucción de la actividad psicológica en base a las operaciones con
signos.
Los procesos psicológicos, tal como aparecen en los animales, dejan de existir; se incorporan
a este sistema de conducta y se desarrollan y reconstruyen culturalmente para formar una
nueva entidad psicológica.
El uso de signos externos se reconstruye también radicalmente. Los cambios evolutivos en las
operaciones con signos son semejantes a aquellos que se producen en el lenguaje. Los
aspectos del lenguaje externo o comunicativo, así como los del lenguaje egocéntrico, se
«internalizan» para convertirse en la base del lenguaje interno.
Los problemas con los que nos encontramos en el análisis psicológico de la enseñanza no
pueden resolverse de modo correcto, ni siquiera formularse, sin situar la relación de
aprendizaje y desarrollo en niños de edad escolar.
No obstante, éste resulta ser el menos evidente de los aspectos básicos de los que depende la
aplicación de las teorías del desarrollo del niño a los procesos educacionales. No es necesario
insistir en que la falta de claridad teórica no significa que este aspecto se desplace de los
esfuerzos de la investigación corriente hacia el aprendizaje; ningún estudio puede evitar este
aspecto teórico crucial.
26
Todas las concepciones corrientes de la relación entre desarrollo y aprendizaje en los niños
pueden reducirse esencialmente a tres posiciones teóricas importantes. La primera de ellas se
centra en la suposición de que los procesos del desarrollo del niño son independientes del
aprendizaje.
En investigaciones experimentales acerca del desarrollo del pensamiento en los niños de edad
escolar. Se ha partido de la suposición de que procesos tales como la deducción y la
comprensión, ia evolución de nociones acerca del mundo, la interpretación de la causalidad
física y el dominio de formas lógicas de pensamiento y lógica abstracta se producen por sí
solos, sin influencia alguna del aprendizaje escolar.
Cuando se le pregunta a un niño de cinco años «¿por qué no cae el sol?», se parte de la
suposición de que el pequeño no tiene ninguna respuesta preparada para este tipo de
pregunta ni posee la suficiente capacidad para elaborar ninguna.
Objetivo que se persigue al plantear preguntas que se hallan fuera del alcance de la estructura
intelectual del niño es el de eliminar la influencia de la experiencia. Previa y conocimientos
adquiridos anteriormente. El experimentador trata de obtener las tendencias del pensamiento
dei niño en su forma «pura», totalmente independientes del aprendizaje3 Del mismo modo, los
clásicos de la literatura psicológica.
Capacitado para ello. Todo esfuerzo se concentraba en hallar el umbral más bajo de la
capacidad de aprendizaje, la edad en que, por primera vez se hace posible un determinado
tipo de aprendizaje.
27
El desarrollo o maduración se considera como una condición previa del aprendizaje, pero
nunca como un resultado del mismo. Para resumir esta posición: el aprendizaje constituye una
superestructura por encima del desarrollo, dejando a este último esencialmente inalterado.
La segunda posición teórica más importante es que el aprendizaje es desarrollo. Esta identidad
es la esencia de un grupo de teorías de muy diverso origen. Una de dichas teorías se basa en
el concepto del reflejo, una noción esencialmente vieja que últimamente ha vuelto a resurgir.
Tanto si se trata de la lectura, la escritura o la aritmética, el desarrollo se considera como el
dominio de los reflejos condicionados.
Dicha noción fue elaborada por James, quien redujo el proceso de aprendizaje a la formación
de hábitos, identificándolo con el desarrollo. Las teorías de los reflejos tienen por lo menos una
cosa en común con las teorías como las de Piaget: todas ellas conciben el desarrollo como la
elaboración y sustitución de las respuestas innatas.
Como afirmó James: «La mejor descripción—que puede darse de la educación es definirla
como la organización de los hábitos adquiridos y tendencias del comportamiento».4 El
desarrollo se reduce básicamente a la acumulación de todas las respuestas posibles.
Cualquier respuesta adquirida se considera o bien un sustituto o una forma más compleja de la
respuesta innata. No obstante, a pesar de la similitud entre las dos primeras posiciones
teóricas, existe una diferencia sustancial en sus presupuestos acerca de la relación temporal
entre los procesos evolutivos y de aprendizaje.
Los teóricos que sostienen el primer punto de vista aseguran que los ciclos evolutivos
preceden a los ciclos de aprendizaje; que la maduración precede al aprendizaje y que la
instrucción debe ir a remolque del crecimiento mental.
La posición teórica respecto a la relación entre aprendizaje y desarrollo trata de anular los
extremos de las anteriores afirmaciones combinándolos entre sí. Un ejemplo claro de dicha
aproximación es la teoría de Koffka, según la cual el desarrollo se basa en dos procesos
inherentemente distintos pero relacionados entre sí, que se influyen mutuamente.
Por un lado está la maduración, que depende directamente del desarrollo del sistema nervioso;
por el otro, el aprendizaje, que, a su vez, es también un proceso evolutivo. En esta teoría
encontramos tres nuevos aspectos.
En primer lugar, como ya hemos señalado, está la combinación de dos puntos de vista
aparentemente opuestos, que han sido hallados por separado a lo largo de la historia de la
ciencia. El hecho de que dichos puntos de vista puedan conjugarse en una misma teoría indica
que no son tan dispares ni mutuamente excluyentes como se cree, sino que tienen algo
esencial en común.
También es nueva la idea de que los dos procesos que constituyen el desarrollo sean
mutuamente dependientes e interactivos. Evidentemente, la naturaleza de dicha interacción
queda sin investigar en la obra de Koffka, que se limita a unas pocas observaciones generales
relativas en relación entre los procesos. Resulta sumamente claro que para Koffka el proceso
de maduración prepara y posibilita un proceso específico de aprendizaje.
Los adultos que, después de una serie de ejercicios especiales, habían logrado un éxito
considerable al ser capaz de determinar la longitud de las líneas cortas, no habían progresado
ni un ápice en su habilidad de determinar la longitud de las líneas largas.
De acuerdo con esta teoría, si el alumno aumenta su atención por la gramática latina,
incrementará su capacidad de concentrar la atención en cualquier tarea. Los términos
«precisión», «viveza de ingenio», «capacidad de razonamiento», «memoria», «poder de
observación», «atención», «concentración», y otros muchos, se utilizan para aludir a
capacidades fundamentales y reales que varfan de acuerdo con el material con el que operan.
Se supone que la capacidad mental funciona independientemente del material con el que
opera, y qué el desarrollo de una habilidad acarrea el desarrollo de otras. Thorndike se opuso a
este punto de vista. A través de una serie de estudios demostró que determinadas formas de
actividad como el deletrear, dependen del dominio de determinadas habilidades necesarias
para la realización de una tarea específica.
Por ejemplo, si de cien individuos elegimos diez que posean la habilidad de detectar los errores
de ortografía o de medir distancias y longitudes, es muy poco probable que estas mismas
personas ostenten, asimismo, una capacidad superior en lo que respecta, por ejemplo, a la
estimación del peso en los objetos.
Sino un conjunto de capacidades específicas independientes, en cierta medida, las unas de las
otras y cuyo desarrollo es también autónomo. El aprendizaje es más que la adquisición de la
capacidad de pensar; es la adquisición de numerosas aptitudes específicas para pensar en
una serie de cosas distintas.
El aprendizaje no altera nuestra -capacidad de centrar la atención, sino que más bien
desarrolla numerosas aptitudes para centrar la atención en una serie de cosas. Según este
punto de vista, un especial entrenamiento afecta a la totalidad del desarrollo únicamente si sus
elementos, materiales y procesos son impares en los distintos terrenos.
El hábito nos gobierna. Todo ello conduce a la conclusión de que, debido a que toda actividad
depende del material con el que opera, el desarrollo del conocimiento es, a su vez, el
desarrollo de un conjunto de capacidades independientes y particulares o de un conjunto de
hábitos particulares.
Desde este punto de vista, el pequeño, al aprender una determinada operación, adquiere la
habilidad de crear estructuras de un cierto tipo, sin reparar en los diversos materiales con los
que está trabajando y sin tener en cuenta los elementos implicados en ello.
Así pues, Koffka no concibe el aprendizaje como algo limitado a un proceso de adquisición de
hábitos y destrezas. La relación que éste propone entre el aprendizaje y el desarrollo no es la
de una identidad, sino la de una relación mucho más compleja.
Según Thorndike, el aprendizaje y el desarrollo coinciden en todos los puntos, pero para Koffka
el desarrollo 'es siempre mucho más amplio que el aprendizaje. Esquemáticamente, la relación
entre estos dos procesos podría describirse mediante dos círculos concéntricos.
31
Aunque rechacemos las tres posiciones teóricas discutidas, su análisis nos lleva a una visión
más exacta entre aprendizaje y desarrollo. La cuestión que ha de plantearse para llegar a una
solución del problema es harto compleja.
Consiste en dos salidas separadas: primero, la relación general entre aprendizaje y desarrollo;
segundo, los rasgos específicos de dicha relación cuando los niños alcanzan la edad escolar.
Este aprendizaje infantil que empieza mucho antes de que el niño llegue a la escuela, es el
punto de partida de este debate.
Todo tipo de aprendizaje que el niño encuentra en la escuela tiene siempre una historia previa.
Por ejemplo, los niños empiezan a estudiar aritmética en la escuela, pero mucho tiempo antes
han tenido ya alguna experiencia con cantidades; han tenido ocasión de tratar con operaciones
de división, suma, resta y determinación de tamaños.
Por consiguiente, los niños poseen su propia aritmética preescolar, que sólo los psicólogos
miopes podrían ignorar. Es inútil insistir en que el aprendizaje que se da en los años
preescolares difiere altamente del aprendizaje que se lleva a cabo en la escuela; este último se
basa en la asimilación de los fundamentos del conocimiento científico.
El aprendizaje y el desarrollo están interrelacionados desde los primeros días de vida del niño.
Koffka, al tratar de clarificar las leyes del aprendizaje del niño y su relación con el desarrollo
mental, concentra su atención en los procesos de aprendizaje más simples, aquellos que se
producen en la etapa preescolar.
Junto con otros teóricos, asegura que la diferencia entre el aprendizaje escolar y preescolar
consiste en que en el primer caso se da un aprendizaje sistemático y en el segundo no. Sin
embargo, no todo termina en la "sistematicidad", existe también el hecho de que el aprendizaje
escolar introduce algo fundamentalmente nuevo en el desarrollo del pequeño.
Para poder elaborar las dimensiones del aprendizaje escolar, describiremos a continuación un
nuevo concepto excepcionalmente importante, sin el cual no puede resolverse el problema: la
zona de desarrollo próximo.
Cuando determinamos la edad mental de un niño utilizando tests, tratamos casi siempre con el
nivel evolutivo real. En los estudios acerca del desarrollo mental de los niños, generalmente se
supone que únicamente aquellas actividades que los pequeños pueden realizar por sí solos
son indicativas de las capacidades mentales.
Presentamos a los niños una batería de tests o una serie de tareas de distintos niveles de
dificultad y juzgamos el alcance de su desarrollo mental basándonos en el modo en que
resuelven los problemas y a qué nivel de dificultad lo hacen.
Por otra parte, si ofrecemos ayuda o mostramos cómo hay que resolver el problema y el niño lo
soluciona, o si el profesor inicia la solución y el pequeño la completa, o si lo resuelve en
colaboración con otros compañeros—en pocas palabras, si el niño no logra una solución
independíente.
Aunque rechacemos las tres posiciones teóricas discutidas, su análisis nos lleva a una visión
más exacta entre aprendizaje y desarrollo. La cuestión que ha de plantearse para llegar a una
solución del problema es harto compleja. Consiste en dos salidas separadas: primero, la
relación general entre aprendizaje y desarrollo; segundo, los rasgos específicos de dicha
relación cuando los niños alcanzan la edad escolar.
Este aprendizaje infantil que empieza mucho antes de que el niño llegue a la escuela, es el
punto de partida de este debate. Todo tipo de aprendizaje que el niño encuentra en la escuela
tiene siempre una historia previa.
Por ejemplo, los niños empiezan a estudiar aritmética en la escuela, pero mucho tiempo antes
han tenido ya alguna experiencia con cantidades; han tenido ocasión de tratar con operaciones
de división, suma, resta y determinación de tamaños. Por consiguiente, los niños poseen su
propia aritmética preescolar, que sólo los psicólogos miopes podrían ignorar.
Es inútil insistir en que el aprendizaje que se da en los años preescolares difiere altamente del
aprendizaje que se lleva a cabo en la escuela; este último se basa en la asimilación de los
fundamentos del conocimiento científico.
Al imitar a los adultos y ser instruido acerca de cómo actuar, los niños desarrollan un verdadero
almacén de habilidades? El aprendizaje y el desarrollo están interrelacionados desde los
primeros días de vida del niño.
Koffka, al tratar de clarificar las leyes del aprendizaje del niño y su relación con el desarrollo
mental, concentra su atención en los procesos de aprendizaje más simples, aquellos que se
producen en la etapa preescoiar.
Él, junto con otros teóricos, asegura que la diferencia entre el aprendizaje escolar y preescoiar
consiste en que en el primer caso se da un aprendizaje sistemático y en el segundo no.
El primero de ellos podría denominarse nivel evolutivo real, es decir, el nivel de desarrollo de
las funciones mentales de un niño, establecido como resultado de ciertos ciclos evolutivos
llevados a cabo.
Cuando determinamos la edad mental de un niño utilizando tests, tratamos casi siempre con el
nivel evolutivo real. En los estudios acerca del desarrollo mental de los niños, generalmente se
supone que únicamente aquellas actividades que los pequeños pueden realizar por sí solos
son indicativas de las capacidades mentales.
Presentamos a los niños una batería de tests o una serie de tareas de distintos niveles de
dificultad y juzgamos el alcance de su desarrollo mental basándonos en el modo en que
resuelven los problemas y a qué nivel de dificultad lo hacen.
Por otra parte, si ofrecemos ayuda o mostramos cómo hay que resolver el problema y el niño lo
soluciona, o si el profesor inicia la solución y el pequeño la completa, o si lo resuelve en
colaboración con otros compañeros—en pocas palabras, si el niño no logra una solución
independiente. Del problema, la solución no se considera indicativa de su desarrollo mental.
Esta «verdad» era conocida y estaba apoyada por el sentido común.
Durante una década, ni siquiera los pensadores más prestigiosos pusieron en entredicho este
presupuesto; nunca se plantearon la posibilidad de que lo que los niños pueden hacer con la
ayuda de otros pudiera ser, en cierto sentido, más indicativo de su desarrollo mental que lo que
pueden: hacer por sí solos. Tomemos un ejemplo sumamente sencillo.
Supongamos que estoy investigando a dos niños que entran en la escuela, ambos tienen
cronológicamente diez años y ocho en términos de su desarrollo mental. ¿Puedo decir que
tienen la misma edad mental?. Pero ¿qué es lo que significa esto? Significa que ambos son
capaces de resolver independientemente tareas cuyo grado de dificultad está situado en el
nivel correspondiente a los ocho años.
Si me detuviera en este punto, daría pie a suponer que el curso del desarrollo mental
subsiguiente y del aprendizaje escolar será el mismo para ambos niños, porque depende de su
intelecto.
Por supuesto, puede haber otros factores, por ejemplo, si uno de los niños cayera enfermo
durante medio año mientras que el otro no faltara a sus clases; pero, generalmente hablando,
el destino de estos niños sería esencialmente el mismo.
Ahora imaginemos que no doy por terminado mi estudio, sino que me considero todavía al
principio del mismo. Ambos niños parecen ser capaces de manejar un problema cuyo nivel se
sitúa en los ocho años, pero no más allá de dicho límite.
En pocas palabras, de un modo u otro, insto a los niños que resuelvan el problema con mi
ayuda. Bajo dichas circunstancias resulta que el primer niño es capaz de manejar problemas
cuyo nivel se sitúa en los doce años, mientras que el segundo únicamente llega a los nueve
años. ¿Y ahora, son estos niños mentalmente iguales? Cuando por primera vez se demostró
que la capacidad de los niños de idéntico nivel de desarrollo mental para aprender bajo la guía
de un maestro variaba en gran medida, se hizo evidente que ambos niños no poseían la misma
edad mental y que, evidentemente, el subsiguiente curso de su aprendizaje sería distinto.
Esta diferencia entre doce y ocho, o nueve y ocho, es lo que denominamos la zona de
desarrollo próximo. No es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo,
determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un
adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.
Si nos preguntamos ingenuamente qué es el nivel real de desarrollo, o, para decirlo de modo
más simple, que es lo que revela la resolución independiente de un problema, la respuesta
más común será que el nivel de desarrollo real del niño define funciones que ya han madurado,
es decir, los productos finales del desarrollo.
Si un niño es capaz de realizar esto o aquello de modo independiente, significa que las
funciones para tales cosas han madurado en él. Entonces, ¿qué es lo que define la zona de
desarrollo próximo, determinada por los problemas que los niños no pueden resolver por sí
solos, sino únicamente con la ayuda de alguien?
Dicha zona define aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan en
proceso de maduración, funciones que en un mañana próximo alcanzarán su madurez y que
ahora se encuentran en estado embrionario.
Estas funciones podrían denominarse «capullos» o «flores» del desarrollo, en lugar de «frutos»
del desarrollo. El nivel de desarrollo real caracteriza el desarrollo mental retrospectivamente,
mientras que la zona de desarrollo próximo caracteriza el desarrollo mental prospectivamente.
completado, sino también aquellos que se hallan en estado de formación, que están
comenzando a madurar y a desarrollarse.
Así pues, la zona de desarrollo próximo nos permite trazar el futuro inmediato del niño, así
como su estado evolutivo dinámico, señalando no sólo o que ya ha sido completado
evolutivamente, sino también aquello que está en curso de maduración.
Los dos niños de nuestro ejemplo ostentaban la misma edad mental desde el punto de vista de
los ciclos evolutivos ya realizados, sin embargo, en lo que a dinámica evolutiva se refiere,
ambos eran completamente distintos. El estado del desarrollo mental de un niño puede
determinarse únicamente si se lleva a cabo una clarificación de sus dos niveles: del nivel real
de desarrollo y de la zona de desarrollo próximo.
UNIDAD 4. 4. ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
Según el Autor. Dolly Vargas García (2014). Este proyecto hace parte del programa de
Investigación que se viene realizando: "Construcción de ambientes innovadores e inclusivos
para el aprendizaje en escenarios virtuales (escenarios de educación a distancia"
(Convocatoria 578-2013).
Su objetivo es caracterizar las estrategias que para la enseñanza- aprendizaje son empleadas
en educación a distancia, el uso de las nuevas tecnologías y su papel en la inclusión digital. En
este caso el escenario es la maestría en educación desde la diversidad que desarrolla la
universidad Manizales.
Los protagonistas son los estudiantes de las regionales en los departamentos de Cauca,
Nariño, Huila y Caldas (Colombia) y los docentes de dicho programa. Los resultados permitirán
aportar elementos para los demás proyectos: "Construcción de interfaces web, orientadas a
estimular y controlar los procesos académicos de programas a distancia".
Giroux (2004), asume como contexto el espacio geográfico donde el individuo realiza sus
acciones, los significados propios de la cultura porque se aprende a través del proceso de
socialización.
El primero, se caracteriza por la participación activa del sujeto así, el "aprender a aprender",
"aprender a pensar", son rutas que llevan a la concepción de auto aprendizaje, rescatando de
este modo, lo humano de lo humano.
Se trata de aprender con otros y de otros. Las estrategias, tercera referencia, involucra a
docentes y a estudiantes, son producto de la planeación, allí hay lugar para la creación, pone
en juego las capacidades, permite llevar a la práctica los conocimientos, facilitando
adquisiciones nuevas.
En ellas: "se decide deducir los dispositivos didácticos de la observación psicológica o bien se
afirma la autonomía de la inventiva didáctica y hacemosEs indudable que las NT, han afectado
la forma como el sujeto aprende.
Sin embargo, estos desarrollos no se proyectan suficientemente en la educación porque los
procesos de enseñanza-aprendizaje que se desarrollan en las instituciones educativas
tradicionales, presentan rigidez, la que impide soñar con una educación futura donde
prevalezca la capacidad de pensar y crear. Se requiere portante, centrarse en los ambientes
de aprendizaje, no como el análisis de la organización del espacio y el tiempo, sino
considerando nuevas formas de enseñar y aprender, con elementos de gran impacto como las
nuevas tecnologías, las que sugieren nuevos sistemas de distribución de los materiales,
nuevas estructuras de comunicación y en consecuencia, nuevas estrategias de aprendizaje.
Giroux (2004), asume como contexto el espacio geográfico donde el individuo realiza sus
acciones, los significados propios de la cultura porque se aprende a través del proceso de
socialización.
El primero, se caracteriza por la participación activa del sujeto así, el "aprender a aprender",
"aprender a pensar", son rutas que llevan a la concepción de auto aprendizaje, rescatando de
este modo, lo humano de lo humano. Hace presencia el autocontrol, otorga flexibilidad al
aprendizaje, facilita la reflexibilidad, como el volver sobre sí mismo y dar cuenta de sus
procesos.
El segundo, el colaborativo, se concibe como un conjunto de métodos y estrategias para
propiciar el desarrollo de habilidades, donde cada sujeto es responsable tanto de su
aprendizaje como el de los demás; es decir tiene un componente social. Se trata de aprender
con otros y de otros.
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Las estrategias de enseñanza son complejas por la multiplicidad de factores que intervienen.
En ellas: "se decide deducir los dispositivos didácticos de la observación psicológica o bien se
afirma la autonomía de la inventiva didáctica y hacemos. Informaciones psicológicas como
indicadores de pertinencia de esta inventiva" (Meirieu 1992,152).
En ese panorama, es relevante considerar que las explicaciones culturales se refieren a esta
mediación en la medida que sea parte de sistemas de comportamiento. Las interpretaciones
que se logren sobre ellas giran también alrededor de la transferencia y flexibilidad del
aprendizaje.
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Dentro de estas preguntas existen otras que se derivan de las anteriores como: ¿qué es la
vida?, ¿qué es el bien?, ¿qué es el amor?, ¿qué es la felicidad?, donde hay lugar para la
diversidad, para el sujeto.
En coherencia con lo anterior se requiere una concepción de sujeto, capaz de aportar, no solo
al conocimiento sino a lo que acontece en su realidad social. Se hace referencia a hechos
simples como cuestionarse así mismo, proporcionar una actitud.
Crítica construida por el saber racional, vinculado al conocimiento con opciones de vida,
orientadas a mejores bases de convivencia, motivaciones e ideales: "la maestría hace que
tengamos una visión, un criterio mucho más amplio de concebir el hombre desde la diversidad,
desde su individualidad, como un ser multicultural".
Esto sumado a la investigación se convierte en elemento clave para afrontar problemas del
entorno, así lo expresan los estudiantes: "La perspectiva pedagógica de la U para mi es crítica,
obviamente.
Es critica desde el momento en que pretende crear conciencia y autonomía del maestro que a
la vez es sujeto, o sea, como parte de ese proceso de enseñanza-aprendizaje, que uno se
repiense, que uno tome conciencia, es emancipadora, es transformadora".
Para abordar las estrategias de enseñanza -aprendizaje, es importante reconocer que estas
constituyen dos caras de un único proceso. Igualmente es necesario destacar dos tipos de
aprendizaje que surgen con fuerza en la investigación y que se asumen como generadores de
estrategias: el aprendizaje autónomo y el coiaborativo.
El primero supone proyectar en la enseñanza una mirada singular, la cual implica transgresión
de lo establecido y mucho de libertad para que emerja la creatividad, que se encuentra
potencialmente en todos los sujetos.
Pozo y Monereo (1999), señalan que este puede referirse al conocimiento que tiene una
persona, lo que sabe sobre sus propias capacidades, sobre las estrategias y su aplicación, así
como de las variables del entorno.
Unido a este conocimiento la persona tiene capacidad de control sobre sus procesos
cognitivos, observables en la capacidad de autorregulación utilizada en situaciones de
aprendizaje lo que tiene que ver con la meta cognición: "mí me gusta mucho más el
aprendizaje autónomo, aprendo mucho más fácilmente de esta manera, sigo mi ritmo, me
autorregulo, mejor dicho, busco mis estrategias.
Los conceptos básicos los adquiero individualmente, cuando nos dejan los trabajos
individuales yo pienso que cada uno tiene que meterse en su cuento y responder por su
trabajo".
Aquí yo le puedo dar una interpretación, puedo expresar mis juicios y mis pre-saberes y con
todo este asunto yo puedo tener una mirada frente a ello, pero obviamente de pronto cuando
venimos aquí a clase presencial, entonces uno ve que lo había visto de otra manera, resulta
que de pronto no era así, con esto de la distancia y del aprendizaje autónomo podría
considerar que es como volverme competente, poner mis conocimientos en contexto y saber.
El segundo, el aprendizaje coiaborativo, es aprender del otro: "El hecho de conocer el punto de
vista del compañero, salirme de ese status en que estoy yo, es una manera de pensar propia y
ver que el otro puede pensar igual o puede pensar tan distinto me da elementos para enfrentar
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esa diferencia y a partir de esa divergencia que hay, entonces, mirar en qué punto nos
ponemos de acuerdo.
La enseñanza hoy en día no es el profesor que se dedica prácticamente a relatar toda una
temática y el estudiante a escucharlo y a obsérvalo, sino que ahorita es recíproco el
aprendizaje, de lo que importa del profesor, del estudiante y a la vez con los mismos
compañeros.
Todos aportan, todos tienen diferentes puntos de vista, modos de pensar, de actuar, de ser y lo
que piense el uno es diferente a lo que piense el otro, que puede ser aporte tanto del uno como
del otro, entonces el aprendizaje colaborativo es muy importante sobre todo en este momento
donde estamos interactuando con las nuevas tecnologías.
Se trata de un aprendizaje a lo largo de toda la vida donde el sujeto necesita ser capaz de
apropiarse del conocimiento, de seleccionar lo que es apropiado para un contexto específico,
de aprender permanentemente, de entender lo que se aprende y todo ello de tal forma que
pueda adaptarlo a nuevas situaciones.
Retomando la enseñanza conviene destacar que los estudiantes reiteran la importancia del
docente en la educación a distancia, reconocen la necesidad de su acompañamiento
permanente:
"Es importante que el contacto con el docente sea o mejor dicho que no vaya a desaparecer
porque él dice mándeme cualquier duda, no hay una negación a eso ni nada.
Las desventajas considero es que uno necesita estar ahí, tener al otro muy cerca, estar palma
a palma para poderlo mirar, si hacemos ese análisis indiscutiblemente el aprendizaje autónomo