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Procedimiento Administrativo

Introduccion

El procedimiento administrativo es el conjunto de principios y reglas que

sigue el Poder Ejecutivo, por medio de actos preparatorios y actuaciones

materiales, con el objeto de expresar sus decisiones.

Asi, las decisiones del Estado se llevan a cabo formalmente por medio de

procedimientos reglados y obligatorios impuestos por el legislador (procedimientos

administrativos).

Es decir, el procedimiento es un modo de elaboración de las decisiones

estatales y constituye, a su vez, un límite al ejercicio del poder estatal.

Asi, pues, el sentido y finalidad que persigue el procedimiento

administrativo comprende dos aspectos distintos y sustanciales.

Por un lado, garantizar los derechos de las personas que interactúan con

el Estado, porque a través del procedimiento se controvierten y hacen valer los

derechos. Cabe recordar que el procedimiento administrativo se construyó con los

principios propios del proceso judicial (entre otros, los postulados de contradicción

y defensa de las partes).

Por el otro, el procedimiento persigue asegurar la legitimidad,

racionalidad, acierto y eficacia de las conductas y decisiones estatales

mediante el cumplimiento de ciertas reglas (por ejemplo, la intervención de las 4

áreas técnicas competentes), de modo de obtener el resultado legitimo y,

asimismo, más conveniente a los intereses del propio Estado.


El órgano competente para regular el procedimiento administrativo es el

Poder Legislativo. Es decir, el dictado de las reglas sobre el procedimiento

administrativo es competencia del órgano deliberativo en nuestro sistema

institucional.

Procedimiento y proceso

Antes que nada, es conveniente distinguir entre los conceptos de proceso y

procedimiento.

Por un lado, el procedimiento nace como sucedáneo del proceso judicial en

el ámbito del Poder Ejecutivo; de ahí sus similitudes entre los principios, reglas y

estructuras.

En particular, el procedimiento administrativo de impugnación de las

conductas estatales guarda cierta semejanza con el proceso judicial por medio del

cual cuestionamos las actividades del Poder Ejecutivo, pues ambos tienen por

objeto poner en tela de juicio las acciones u omisiones del Estado. Ademas, tanto

uno como otro, dan cauce y contención a las pretensiones de las personas contra

el Estado y se componen materialmente de una serie de actos concatenados, de

modo ordenado y lógico, según ciertas reglas preestablecidas.

Por el otro, existen diferencias profundas que debemos marcar,

fundamentalmente, cuál es el poder que resuelve el conflicto y (a su vez) el

carácter de sus decisiones. Asi, en el procedimiento administrativo el órgano que

resuelve el conflicto es el propio Ejecutivo. Por su parte, en el proceso judicial, el


conflicto es resuelto por un tercero imparcial e independiente (el juez). Ademas, la

decision judicial tiene fuerza de verdad legal (es decir, reviste carácter definitivo);

sin embargo, el decisorio dictado en el marco del procedimiento administrativo no

es definitivo, en el sentido de que puede ser revisado posteriormente por el juez.

El procedimiento general. La Ley 19.549 y el Decreto Reglamentario

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