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Requisitos de la pretensión

Para que la pretensión procesal satisfaga su finalidad debe reunir dos

clases de requisitos: 1) de admisibilidad y 2) de fundabilidad.

La pretensión es admisible cuando posibilita la averiguación de su

contenido y, por lo tanto, la emisión de un pronunciamiento sobre el fondo del

asunto sometido a la decisión del tribunal.

Es fundada, en cambio, cuando en razón de su contenido resulta

apropiada para obtener una decisión favorable a quien la ha planteado.

En consecuencia, el examen de los requisitos de admisibilidad es previo

al de la fundabilidad, pues la inexistencia de los primeros excluye la necesidad

de una sentencia sobre el mérito de la pretensión.

El siguiente cuadro, que será posteriormente desarrollado, ilustra acerca

de las subclasificaciones que corresponden a esos dos tipos de requisitos:


Los requisitos de admisibilidad de la pretensión se dividen, de acuerdo

con el cuadro precedente, en 1º) extrínsecos y 2º) intrínsecos. Los extrínsecos

se subdividen, a su vez en: A) procesales y B) fiscales. Los procesales se

relacionan, por un lado, con a) los sujetos; b) el objeto; c) la causa; d) los

sujetos, objeto y causa, conjuntamente. Coinciden, básicamente, con los

tradicionalmente denominados presupuestos procesales. Por otro lado se

vinculan con: e) la actividad que la pretensión involucra, en sus tres

dimensiones de lugar, tiempo y forma.

1º) Requisitos extrínsecos de admisibilidad.

A) Procesales. a) Con respecto a los sujetos, el órgano ante quien se

deduce la pretensión debe hallarse provisto de competencia para satisfacerla.

En este sentido debe distinguirse según se trate de la competencia por razón

de la materia, valor o grado, o de la competencia territorial, pues en el primer

supuesto los jueces se hallan habilitados para declararse incompetentes de

oficio, en tanto que en el segundo la incompetencia sólo puede ser declarada si

el demandado articula la correspondiente excepción.

En cuanto a los sujetos activo y pasivo de la pretensión, los requisitos

extrínsecos de admisibilidad se refieren a su capacidad para ser parte (aptitud

para ser titular de derechos y deberes procesales) y a su capacidad procesal

(aptitud para realizar personalmente, o por medio de un mandatario

convencional, actos procesales válidos). Cuando el actor o el demandado

actúan por medio de un representante necesario o voluntario se hallan


incluidos, entre estos requisitos, la presentación de los documentos que

justifiquen la personería, así como la validez y suficiencia de tales documentos.

Los defectos que mediaren acerca de la capacidad o de la

representación autorizan, tanto al actor como al demandado, a oponer la

excepción dilatoria de "falta de personería", si bien el juez está facultado para

hacerlos valer ex officio.

Dentro de esta misma categoría deben incluirse otros requisitos, tales

como la reclamación administrativa previa en el supuesto de demandarse a la

Nación (ley 19.549, art. 30), y la conformidad del respectivo gobierno cuando

se interpone una pretensión contra un Estado, embajador o ministro

plenipotenciario extranjero (decreto-ley 1285/58, art. 24, inc. 1º).

También constituye un requisito procesal de admisibilidad de la

pretensión, con referencia al sujeto activo, el "arraigo del juicio por las

responsabilidades inherentes a la demanda", en el supuesto de que aquél no

tenga domicilio ni bienes inmuebles en la República, el que sólo se puede

hacer valer mediante la correspondiente excepción previa (CPN, art. 348).

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