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Por cada minuto que pasas enojado, pierdes 60 segundos de salud mental.–
Ralph Waldo Emerson
Es una de las emociones básicas que todos tenemos, es normal que nos
enojemos cuando las cosas no salen como queremos, o a veces, porque nos
frustramos con alguna injusticia, y podemos llegar a gritar o a agredir a otras
personas.
¿Qué es la ira?
La ira es vista por muchas personas como la emoción más negativa, realmente es
la emoción destructiva más básica, que puede causar la destrucción de
relaciones, debilita nuestros sistemas de protección del cuerpo, y nos causa
reacciones impulsivas extremas si no la sabemos manejar.
La ira es a la vez, una de las emociones más primitivas, y su función es ayudar
al organismo a defenderse de agresiones, y garantizar control del ambiente a la
persona, surge en injusticias y al sentir maltrato, y nos da energía para reaccionar
bruscamente y defendernos con gran energía.
Ejemplo: Elevar la voz para defendernos de críticas no reales que nos hagan.
La ira bien entrenada, sirve para poder ser asertivos(as), y así hacer esfuerzos
para que nuestras necesidades se cumplan, que nadie pase sobre nosotros.
¿Qué causa la ira descontrolada?
La ira es de esas emociones que, si se sale de control, tiene más que ver con
nuestra experiencia y forma de manejarla que por lo que nos pasa, las personas
con problemas para controlar la ira, tienen algunas de estas características:
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) para controlar la ira, se hace por medio de
atacar 3 frentes:
1. Pensamientos
Ideas como la Falacia de Justicia (creer que los demás tienen que ser justos
con nosotros),
Cuando los pensamientos negativos lleguen (y vendrán, ellos nos llegan a todos),
no es suficiente con no fijarse en ellos… Tienes que reemplazarlos con un
pensamiento positivo.
– Joel Osteen.
2. Parte Fisiológica
Siéntate en una silla, con la espalda recta y las manos sobre las piernas en una
posición relajada. Los dos pies apoyados en el suelo.
2. Cierra los puños. Aprieta los antebrazos, los biceps y los pectorales.
Mantén ese tensión durante 7 segundos y afloja. Nota cómo brazos y pecho
se relajan.
3. Arruga la frente y mantenla así durante 7 segundos. A la vez rota la cabeza
hacia un lado y luego hacia el otro. Afloja y siente la relajación en la zona.
4. Arruga la cara. Frunce el entrecejo, los ojos, los labios, aprieta la mandíbula
y encorva los hombros. Mantén la posición 7 segundos y afloja, centrándote
en las sensaciones que la relajación te produce.
7. Flexiona los pies y los dedos de los pies. Tensa los muslos, las pantorrillas
y los glúteos. Mantén la tensión durante 7 segundos y afloja.
8. Para terminar, estira los pies como una bailarina, a la vez que tensas
muslo, glúteos y pantorrillas de nuevo. Pasados 7 segundos suelta y siente
la relajación.
3. Comunicación
La ira es una respuesta que tenemos cuando sentimos que los demás nos están
violentando, a veces nosotros causamos eso, ya sea por que no somos
asertivos(as), o porque (en parejas, por ejemplo), no comunicamos a los
demás lo que nos molesta, causando que sigan haciendo cosas que no nos
gustan (ojo, no por su “culpa”, si no porque no pueden leer nuestra mente y al
no decirles, no nos entienden).
Se entrena a la persona para que pueda exigir sus derechos sin violentar los
de los demás, en tratamiento de ira, puede ser tanto porque la persona es muy
agresiva por su ira, y se le enseñan formas de pedir las cosas de forma amable y
positiva para evitar conflictos.
Por otro lado, puede ser que sea muy pasiva, y su frustración porque los demás se
aprovechan, se transforma en ira, en este caso se le enseña a defender sus
derechos, decir no, evitar conflictos sin ceder a los demás.
Tener relaciones sociales fuertes nos da redes de apoyo que nos ayudan a
controlar mejor nuestras emociones y relajarnos ante estrés, en lugar de usarlo
mal y estallar en ira.