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Tratamiento de las hernias


inguinales estranguladas
M. Beck, E. Pélissier, P. Ngo

La hernia estrangulada es una urgencia quirúrgica. El riesgo de estrangulación es 10


veces mayor para las hernias crurales que para las hernias inguinales. El tratamiento de
la hernia estrangulada consta de un primer tiempo visceral dirigido a liberar el intestino
herniado, un segundo tiempo que permite apreciar su viabilidad y, en ocasiones, realizar
su resección. El tercer tiempo consiste en la reconstrucción parietal. El lugar que ocupa
la laparoscopia y el interés de un refuerzo protésico son motivo de controversia y deben
plantearse de forma individualizada.
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Palabras clave: Laparoscopia; Hernia inguinal; Hernia estrangulada

Plan es de alrededor del 10-15% [1, 2] . La intervención urgente


aún es grave en la actualidad: según el registro sueco de
■ Introducción 1 hernias, la mortalidad del tratamiento programado de la
hernia inguinal es comparable a la de la población general,
■ Nociones estadísticas 1
mientras que se multiplica por 5 en caso de intervención
■ Fisiopatología y formas anatomoclínicas 2 urgente y por 15 en caso de resección intestinal [3] . Estas
Mecanismo de estrangulación y consecuencias cifras abogan por una práctica no restrictiva de la cirugía
anatómicas 2 programada («en frío»).
Consecuencias fisiopatológicas, bacteriológicas En el artículo previo de la EMC [4] , la laparoscopia
y su impacto en el postoperatorio 2 ocupaba un lugar muy reducido y el refuerzo protésico
Formas anatomoclínicas particulares 2 durante la reparación parietal solía desaconsejarse debido
■ Principios del tratamiento 3 al riesgo séptico. En la actualidad, la laparoscopia ocupa
Cuándo operar 3 un lugar incontestable en el tratamiento de las hernias
Elección de la técnica 3 estranguladas, y el uso de una prótesis está justificado en

la mayoría de las situaciones. Estos dos puntos represen-
Tratamiento 4
tan las principales modificaciones aportadas al artículo
Preparación 4
precedente.
Intervención 4
■ Conclusión 8

 Nociones estadísticas
 Introducción Conviene distinguir la incarceración (que corresponde
simplemente al carácter irreducible) de la estrangulación
El tratamiento de una hernia inguinal estrangulada (que se caracteriza por la presencia de signos de sufri-
consta necesariamente de tres etapas : miento visceral en grado variable). Alrededor del 30%
• una intervención urgente que comienza con la reduc- de las hernias incarceradas son hernias estranguladas [5] .
ción de la hernia; La intervención de urgencia es más frecuente en el sexo
• una verificación del estado de la víscera estrangulada y masculino que en el femenino, pero la tasa de resección
su resección si es preciso; intestinal es más elevada en las mujeres [1] , quizá debido
• un cierre del defecto herniario. a la mayor frecuencia de la hernia crural en este sexo. La
Cualquier hernia sospechosa de estrangulación debe tasa de resección intestinal es más elevada en mayores de
operarse sin demora; el riesgo de resección intestinal 65 años [1] . La intervención de urgencia es más frecuente
aumenta por encima de las 6 horas. En una cohorte de para la hernia crural (35-38%) que para la hernia inguinal
102 pacientes operados de urgencia, 14 (88%) de los 16 (5-8%) [1, 3] . La tasa de resección intestinal es mayor para
que necesitaron una resección intestinal se habían ope- la hernia inguinal indirecta que para la hernia inguinal
rado después de más de 6 horas, frente a sólo 22 (26%) de directa, pero no es nula para ésta: de 222 hernias inguina-
los 86 que no requirieron resección (p < 0,05%) [1] . les operadas de urgencia, 29 (13%) fueron hernias directas,
El porcentaje de resecciones intestinales en las interven- con un orificio estrecho en 21 casos y se requirió una
ciones urgentes por una hernia incarcerada o estrangulada resección intestinal en dos casos [5] .

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 1


Volume 32 > n◦ 1 > febrero 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1282-9129(16)76052-1
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en una extensa serie de 182 pacientes, la estrangulación se


complicaba con una peritonitis en el 3,8% de los casos [7] .

Consecuencias fisiopatológicas,
bacteriológicas y su impacto
en el postoperatorio
1 2 • La sucesión de las lesiones descritas en el apartado pre-
3 vio correlaciona directamente con el plazo transcurrido
entre el inicio de los síntomas y el tratamiento quirúr-
gico, que es la principal variable independiente que per-
mite predecir un aumento de la morbilidad y de la mor-
talidad postoperatorias. Esta conclusión se deriva clara-
mente de todos los estudios dedicados a este tema [7–9] .
• La resección intestinal es el segundo factor indepen-
Figura 1. Hernia estrangulada 1. Cuello del saco; 2. perímetro diente responsable de complicaciones en un análisis
del orificio inguinal profundo; 3. surco de estrangulación. multifactorial en varias series extensas recientes de 121
a 195 pacientes [8, 9] .
• La presencia de líquido turbio en el saco herniario con
bacteriograma positivo (Escherichia coli en la mayoría
 Fisiopatología y formas de los casos) es el tercer factor [8] .
• Otros estudios sugieren que las enfermedades con-
anatomoclínicas currentes, como la diabetes [8] , un tratamiento
anticoagulante [10] y la localización femoral de la
Mecanismo de estrangulación hernia [7, 10] también son factores que aumentan la tasa
y consecuencias anatómicas de complicaciones.
En resumen, parece claro que el retraso de la inter-
• El factor desencadenante de la estrangulación es una vención puede dar lugar a una resección intestinal que
hiperpresión abdominal intensa, asociada a menudo al provoque complicaciones sépticas, en ocasiones incluso
esfuerzo: tos, pujo abdominal intenso, levantamiento mortales, en pacientes debilitados. También se verá que
de un gran peso. En tal caso, el intestino o el epiplón se las propias modalidades del tratamiento (uso o no de una
introduce a través del cuello herniario. prótesis, por ejemplo) pueden ser distintas dependiendo
• El agente estrangulante en las hernias inguinales es, en de la gravedad de las lesiones.
la mayoría de los casos, el cuello del saco peritoneal
(Fig. 1), lo que explica que la estrangulación complique
sobre todo las hernias inguinales indirectas. El cuello
del saco está más cerrado y es más rígido que el anillo
del orificio inguinal profundo. En las hernias crurales
“ Punto importante
interviene tanto el cuello del saco como el propio anillo
crural, que suele ser de pequeño calibre. Secuencia nefasta
• El elemento estrangulado es en la mayoría de los casos • Retraso excesivo de la cirugía
el epiplón o el intestino delgado y, en menos ocasiones, • Isquemia y proliferación bacteriana
el colon. • Resección intestinal
El epiplocele estrangulado evoluciona en tres estadios: • Complicaciones infecciosas
congestión, infarto y después necrosis aséptica, que da • Morbimortalidad más elevada
lugar a la formación de una brida fibrosa si no se realiza
una intervención.
Evidentemente, las consecuencias del enterocele estran-
gulado son más graves. La constricción del intestino por Formas anatomoclínicas particulares
el cuello herniario provoca al mismo tiempo una oclusión
intestinal por estrangulación y una oclusión vascular: la En función del mecanismo
compresión causa inicialmente el bloqueo de la circula- de la estrangulación
ción venosa y linfática, lo que ocasiona edema, y después Pinzamiento lateral de Richter [11] (Fig. 2)
el bloqueo de la circulación arterial y la isquemia. Las
Esta forma de estrangulación se produce en hernias que
lesiones intestinales evolucionan en tres fases: en el esta-
presentan un pequeño orificio: hernia crural en la mayo-
dio de congestión, la pared intestinal está edematizada,
ría de los casos o hernia obturatriz, pero también en la
roja, congestiva y engrosada. El surco de estrangulación
hernia inguinal indirecta. El borde antimesentérico del
aparece blanquecino, lívido. El saco contiene un líquido
intestino delgado se introduce en el orificio herniario, lo
seroso inodoro, que puede estar ausente en la variedad
que provoca una oclusión incompleta, pero una constric-
de hernia estrangulada denominada «seca». Después de
ción intensa de la pared intestinal, que puede causar con
su liberación, el intestino recupera su color y sus movi-
rapidez necrosis y perforación (Fig. 2).
mientos peristálticos, y las lesiones son reversibles. En el
estadio de infarto, el intestino tiene un color negruzco, es Hernia en W de Maydl (Fig. 3)
inmóvil, con un surco de estrangulación delgado y grisá- Suele tratarse de grandes hernias indirectas que con-
ceo. El saco contiene un líquido amarillento, maloliente. tienen un asa intestinal en W. Esta hernia es engañosa,
En el estadio de gangrena, el saco contiene un líquido porque las dos asas laterales contenidas en el saco her-
purulento y, en ocasiones, líquido intestinal en caso de niario pueden ser viables, mientras que el asa intermedia
perforación. El intestino presenta placas de esfacelos ver- incarcerada por encima del cuello, no visible al abrir el
dosas, e incluso zonas de perforación, sobre todo en el saco, puede estar necrosada (Fig. 3). Si no se tiene cuidado
surco de estrangulación. El flemón herniario se caracte- de desenrollar por completo el intestino delgado, se corre
riza por la presencia de pus y de contenido intestinal en el el riesgo de dejar evolucionar en la cavidad peritoneal una
saco. Es excepcional en la actualidad: 0,6% en la serie de la necrosis intestinal inadvertida. En lado derecho, una de
Association Française de Chirurgie en 1988 [6] . En cambio, las asas puede corresponder al ciego [12] o al apéndice [13] .

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El empleo de la laparoscopia requiere a priori la utili-


zación de una prótesis. En realidad, las opciones que se
presentan en este artículo pueden plantearse de forma
independiente: es posible, por ejemplo, proponer una
laparoscopia únicamente para verificar el estado de un
asa incarcerada o estrangulada, así como colocar una pró-
tesis por vía abierta. Se debe señalar que en todas las
series de la literatura que se citarán a continuación, en
las que se emplea la laparoscopia y/o material protésico,
las situaciones sépticas extremas (gangrena con absceso,
peritonitis) no se tienen en cuenta. En estos casos, la
única opción válida es una cirugía abierta adaptada a las
Figura 2. Pinzamiento lateral de Richter. condiciones técnicas y al estado del paciente. Los análi-
sis y recomendaciones que se detallarán a continuación
siguen las recomendaciones de la European Hernia Society
(EHS) de 2011 actualizadas en 2015 respecto a las vías
totalmente extraperitoneales (TEP) y transabdominopre-
peritoneal (TAPP) [17, 18] .

Vía abierta o laparoscopia


Desde hace muchos años, se ha demostrado la posi-
bilidad de realizar la laparoscopia en esta patología. Es
esencial analizar las ventajas que puede ofrecer.
En cirugía abierta, la exteriorización y la verificación
de un asa de intestino delgado pueden ser laboriosas y
traumáticas, lo que no sucede en laparoscopia. Hay que
señalar además que, en muchos casos, se logra la reduc-
ción durante la inducción. En este caso, algunos autores
proponen verificar incluso el estado del intestino del-
gado introduciendo el laparoscopio por la herniotomía
(hernioscopia) [19–22] . Si no se logra la reducción, la laparo-
scopia permite seccionar con facilidad el cuello para lograr
la reducción de la hernia (cf infra).
Se han publicado relativamente pocos estudios dedi-
Figura 3. Hernia en W de Maydl. cados al tratamiento laparoscópico de las hernias
estranguladas, y no superan un número de varias dece-
Reducción en masa nas de casos [23–31] . El más extenso incluye 57 pacientes de
Esta situación es excepcional en la actualidad; se debe a una serie total de 188, con 12 supuraciones en el grupo
una reducción por la taxis, durante la cual todo el saco y de cirugía abierta frente a ninguna en el grupo de laparo-
su contenido se ha reducido en el espacio subperitoneal, scopia. La tasa de recidiva era menos elevada en el grupo
dejando que persista la estrangulación por el cuello. de laparoscopia [27] . En las cuatro series publicadas desde
2006, dos prospectivas [27, 28] y dos retrospectivas [29, 30] , se
En función de la víscera afectada operaron 106 pacientes por vía laparoscópica sin que se
Puede tratarse del apéndice en una hernia inguinal (her- describieran complicaciones sépticas, con una tasa de reci-
nia de Amyand) [13] , en una hernia crural (hernia de De diva del orden del 1% y una tasa de conversión que sólo
Garengeot) [11, 14, 15] , del divertículo de Meckel en uno u en una serie llegaba al 10% [28] .
otro de los orificios (hernia de Littré) y, en ocasiones, del En resumen, la laparoscopia puede permitir reducir la
ovario en mujeres jóvenes. hernia, explorar la cavidad peritoneal y examinar la vís-
cera estrangulada en su ambiente natural, de forma menos
traumática que en cirugía abierta y, por último, reparar la
 Principios del tratamiento pared con un refuerzo protésico como se habría hecho
en cirugía programada. Cuando se requiere una resección
intestinal, también puede realizarse por laparoscopia, apa-
Cuándo operar rentemente sin provocar las complicaciones sépticas que
La respuesta es siempre la misma: en cuanto sea posible. podrían temerse (cf infra).
Como ya se ha comentado (cf supra), la necesidad de una Sin embargo, hay que insistir particularmente en la
resección visceral y las complicaciones sépticas secunda- necesidad de contar con una buena experiencia en cirugía
rias se deben al retraso de la intervención. Sólo en una laparoscópica en general y parietal en particular, pues este
única serie no se observaron diferencias significativas de procedimiento es técnicamente más difícil que en la ciru-
morbilidad entre los dos grupos de pacientes con o sin gía programada. Por tanto, la elección entre laparoscopia
resección [16] . y vía abierta depende en gran medida de la experiencia del
Las pruebas complementarias, en particular radiológi- cirujano y requiere un buen sentido común. No sería razo-
cas, no son indispensables y sólo deben solicitarse si no nable recomendar la laparoscopia a un cirujano inexperto,
conllevan un retraso del tratamiento. en las condiciones habituales de la urgencia, en ocasiones
durante la noche. A la inversa, también carecería de lógica
prohibir la laparoscopia a un cirujano particularmente
Elección de la técnica experto en esta técnica.
El objetivo principal a la hora de escoger la técnica
consiste en ofrecer al paciente, en la medida de las posibi-
Herniorrafia o refuerzo protésico
lidades y de lo razonable, un tratamiento ideal análogo al Tradicionalmente, el uso del material protésico estaba
propuesto en la cirugía programada, sin que conlleve un contraindicado en un medio séptico. En realidad, la idea
riesgo mayor de infección protésica, que es un desastre de colocar una prótesis parietal en el tratamiento de una
desde el punto de vista terapéutico. hernia estrangulada no es nueva, sobre todo en Francia,

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como lo atestiguan los trabajos publicados entre 1995 y


1997 por los equipos de Amiens [32] y de Estrasburgo [33]
(47 casos cada uno) o el de Reims [34] (30 casos) sin
complicaciones sépticas notables. En la misma época, se
publicaron otros trabajos que llegaron a las mismas con-
clusiones [35, 36] .
Más recientemente, entre 2007 y 2014, se han publi-
1
cado 8 artículos [37–44] que englobaron un total de 355
prótesis. Dos de ellos eran estudios prospectivos aleato- 2
rizados. En uno se comparó la técnica de Bassini con la de
Lichtenstein, con una ventaja para esta última [37] . En el
otro se comparó la técnica de Lichtenstein con la prótesis
preperitoneal, con una superioridad de esta segunda [38] .
Los estudios siguientes eran prospectivos o retrospecti-
vos [39–44] , bastante heterogéneos, y en ellos se compararon
las reparaciones protésicas con o sin resección [39, 40] , o bien Figura 4. Hernia inguinal estrangulada, incisión del saco. 1.
la técnica de Lichtenstein de urgencia frente a la de Lich- Músculo oblicuo interno; 2. cremáster.
tenstein en frío [41] , etcétera.
De forma global, se puede concluir a partir del conjunto comenzar la reposición hidroelectrolítica por vía venosa,
de estos estudios que está justificado utilizar un material pero la intervención no debe diferirse. La anestesia es
protésico en la reparación de una hernia estrangulada, general en la mayoría de los casos, pero puede utilizarse
aunque se realice una resección visceral, sin aumentar el una anestesia locorregional, e incluso tópica en los pacien-
riesgo de supuración y disminuyendo a la vez la tasa de tes ancianos y muy debilitados. La profilaxis antibiótica
recidiva. Las consecuencias sépticas teóricas de la estran- no se incluye más en las recomendaciones de la Société
gulación, tanto directas debido a una resección como Française d’Anesthésie-Réanimation (SFAR) [46] en el tra-
indirectas por una hipotética translocación bacteriana, tamiento de las hernias, con independencia de cuál sea
están muy lejos de haberse demostrado. Si se opta por el procedimiento. En cambio, en caso de resección intes-
la colocación de una prótesis, es preciso poner en prác- tinal, se deben administrar antibióticos con intención
tica unas precauciones draconianas (cf infra). Además, se terapéutica.
deben tomar muestras bacteriológicas del líquido intrasa-
cular. Se debe instaurar una antibioticoterapia empírica, y
después dirigida tras la obtención del antibiograma.
Las condiciones sépticas extremas, relacionadas con
Intervención
una peritonitis o un flemón, secundarias a una historia Tratamiento de una hernia estrangulada
natural prolongada, siguen siendo una contraindicación
por vía abierta
para el uso de una prótesis.
En cuanto al lugar que ocupan las prótesis biológicas, Hernia inguinal
aún se debe evaluar. Se han publicado pocas series con un Vía de acceso. La incisión se traza en la protrusión
seguimiento lo bastante prolongado [45] . Plantean el pro- de la hernia, siguiendo la misma dirección inguinal obli-
blema del coste y del resultado a largo plazo, sobre todo cua que la incisión habitual, pero un poco más larga.
en una situación en la que la colocación de una prótesis Después de seccionar los planos subcutáneos, se incide
no sería una necesidad absoluta. la aponeurosis oblicua externa desde el orificio inguinal
superficial hasta sobrepasar el orificio profundo. A conti-
nuación, se descubre el saco, distendido por su contenido
y aún recubierto por las fibras del cremáster, que se sepa-
“ Punto importante ran longitudinalmente. Los bordes de la incisión parietal
se protegen con dos compresas abdominales impregnadas
con povidona yodada.
• El tratamiento laparoscópico de una hernia Quelotomía. Cuando el saco propiamente dicho se
estrangulada requiere una experiencia técnica descubre, se realiza una pequeña incisión con el bisturí
adecuada. manejado con gran suavidad. Los autores de este artículo
• Aunque la resección de un asa isquémica no es prefieren incidir directamente el peritoneo levemente,
una contraindicación absoluta en sí misma para el más que intentar realizar un pliegue entre dos pinzas,
que conlleva un riesgo de pinzar el intestino (Fig. 4). El
uso de una prótesis, las condiciones muy sépticas
intestino suele estar en contacto directo e íntimo con la
sí lo son hasta que se demuestre lo contrario.
cara profunda del saco. Tras la abertura del saco, suele
• La supuración en presencia de una prótesis es
salir un líquido que puede ser seroso e inodoro, o hemá-
una complicación muy difícil de manejar y debe tico y maloliente, dependiendo del grado de evolución
evitarse a toda costa. de las lesiones. En primer lugar, es preciso ampliar la
• El lugar de las prótesis biológicas no se ha eva- abertura del saco en dirección caudal, para exponer ade-
luado lo suficiente por el momento en las hernias cuadamente su contenido y poder mantenerlo en su sitio
estranguladas. durante la quelotomía. A continuación, se realiza exclu-
sivamente la quelotomía (Fig. 5). Con un separador de
Farabeuf, se rechaza y se elevan los músculos oblicuo
interno y transverso hasta el borde superolateral del ori-
 Tratamiento ficio inguinal profundo. El intestino se mantiene en su
sitio con la mano. Con la otra mano, se secciona progre-
Preparación sivamente el saco en dirección al orificio profundo, con
unas tijeras de Metzenbaum que se manejan con deli-
Cualquier hernia estrangulada debe operarse de urgen- cadeza. La sección del anillo fibroso, más resistente, se
cia. La preparación del paciente, que es necesaria sobre percibe a la vez que se relaja la tensión en el contenido
todo en los ancianos, debe realizarse en colaboración del saco. Hay que procurar no dejar que el contenido pase
con el anestesista y ser corta. Si existen signos de oclu- al abdomen. Si se produce esto, en lugar de realizar una
sión intestinal, se debe colocar una sonda nasogástrica y laparotomía, se puede intentar recuperar el intestino a

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Figura 5. Tratamiento de la hernia inguinal estrangulada: que-


lotomía.

Figura 7. Tratamiento de la hernia crural estrangulada por vía


inguinal: quelotomía. 1. Vena femoral; 2. saco abierto; 3. asa
estrangulada; 4. ligamento de Gimbernat.

Cuidados postoperatorios. Las perfusiones y la anti-


bioticoterapia se continúan durante varios días. La
alimentación puede reanudarse de forma precoz. Está
indicado realizar la profilaxis de las trombosis mediante
heparina de bajo peso molecular.
Hernia crural
Vía inguinal.
Vía de acceso. Se realiza una incisión inguinal baja, para-
lela y un poco por encima del pliegue inguinal. Después
de la sección del plano subcutáneo, se expone la aponeu-
rosis del oblicuo externo, que se incide en el sentido de
Figura 6. Tratamiento de la hernia inguinal estrangulada: ins- sus fibras a partir del orificio inguinal superficial. A con-
pección del asa. 1. Surco de estrangulación. tinuación, hay que dirigirse a la protrusión de la hernia,
por debajo del ligamento inguinal. Se incide la fascia cribi-
forme para exponer el saco herniario, que se individualiza
través del orificio herniario, y después desenrollarlo hasta circunferencialmente mediante disección roma. A conti-
encontrar el asa afectada del modo más atraumático posi- nuación, se vuelve al plano inguinal. Después de rechazar
ble. Aquí es donde la hernioscopia puede tener su lugar, el cordón o el ligamento redondo, se expone la fascia
introduciendo el laparoscopio por el orificio herniario y transversal, que se incide desde el orificio inguinal pro-
utilizando uno o dos trocares para inspeccionar el asa y fundo a la espina del pubis. Mediante disección roma del
recuperarla si es preciso. tejido subperitoneal, se expone el ligamento de Cooper y
Tratamiento del contenido. En caso de que sea el epi- la cara abdominal del saco.
plón infartado, se reseca sin dudar. Si es el intestino, el Quelotomía. Se incide transversalmente la cara abdomi-
asa intestinal se exterioriza ampliamente hasta una zona nal del saco herniario por vía inguinal, para acceder al
sana y se observa detalladamente, al igual que su mesen- segmento de intestino o de epiplón no herniado. A con-
terio (Fig. 6). Si el asa está simplemente de color rojo, tinuación, hay que dirigirse al plano crural para abrir el
edematosa y congestiva, es probable que las lesiones sean saco. La abertura a este nivel debe realizarse progresiva-
reversibles. En tal caso, hay que lavarla con suero fisioló- mente y con prudencia. El saco es grueso; se incide con
gico caliente. La recuperación de una coloración normal o pequeños toques sucesivos con el bisturí, hasta observar
casi normal y, sobre todo, la reaparición de los movimien- la salida de un poco de líquido intrasacular. A continua-
tos peristálticos en el segmento herniado y de los latidos ción, se descubre el contenido herniado, que no siempre
en el meso permiten la reintroducción del intestino. Por es fácil de distinguir de las paredes del saco.
el contrario, cuando el líquido intrasacular es café oscuro La quelotomía propiamente dicha se realiza preferen-
y maloliente, y el intestino aparece negruzco e incluso temente en el ángulo interno del anillo crural: con una
esfacelado, la resección es obligatoria. La decisión es más mano se mantiene el saco apretándolo con un dedo, y
difícil de tomar en los casos intermedios, cuando el intes- con la otra mano se incide con prudencia el ligamento de
tino es rojo oscuro, de color vinoso, inmóvil, con el borde Gimbernat y el cuello del saco, con la punta de las tijeras
de estrangulación grisáceo y con presencia de equimosis de Metzenbaum (Fig. 7). Es preferible evitar seccionar el
en el meso. Si los movimientos peristálticos no reapare- ligamento inguinal. Como es evidente, no se debe reali-
cen después de la aplicación de suero caliente, es preferible zar una incisión en sentido lateral en frente de la vena
resecarlo. femoral.
La resección intestinal debe realizarse al igual que para Tiempo visceral. Después de la quelotomía, es fácil redu-
cualquier oclusión por estrangulación. Debe efectuarse en cir el contenido al interior del abdomen y exteriorizarlo
una zona sana, en tejidos que sangren normalmente. El por la incisión realizada previamente al nivel del saco,
restablecimiento de la continuidad por anastomosis auto- es decir, al nivel inguinal, lo que permite ganar longi-
mática o manual se realiza inmediatamente. tud y ejercer menos tracción sobre el asa y su meso. A
Tiempo de reparación. Dependiendo del riesgo sép- continuación, el tratamiento es igual que el de la hernia
tico, la reparación parietal se realiza mediante herniorrafia inguinal.Tiempo de reparación
de tipo Shouldice con monofilamento no reabsorbible o, Para esta vía de acceso, el cirujano puede optar por su
en ocasiones, mediante un refuerzo protésico si las condi- procedimiento de reparación habitual. La técnica de Mac
ciones lo permiten. Vay es la preferida por algunos autores, pero cada vez se

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utiliza menos debido a las tensiones que ejerce sobre los


tejidos. También se puede descender el ligamento inguinal
al ligamento de Cooper con varios puntos de hilo mono-
filamento no reabsorbible y terminar la intervención con
el cierre de la incisión de la fascia transversal y de la pared
según la técnica de Shouldice.
Vía crural. La incisión inguinal baja es bastante pare-
cida a la precedente. La incisión vertical en la protrusión
de la hernia, perpendicular al pliegue de flexión, debe
evitarse, porque expone a la aparición de una brida cica-
tricial. Después de disecar la fascia cribiforme, se expone
el saco herniario. A continuación, se abre el saco y después
se realiza la quelotomía como previamente, tratando de
mantener el contenido en su lugar.
Si existe un epiplocele, la resección del epiplón y del
saco es fácil. La reparación puede realizarse mediante la
sutura del ligamento inguinal al ligamento de Cooper o
a la aponeurosis del pectíneo, según el procedimiento
de Bassini, o con un plug si el contenido del saco es
transparente (cf artículo 40-107 de la EMC: Tratamiento
quirúrgico de las hernias crurales).
Si existe un enterocele, aunque el desbridamiento del
ligamento de Gimbernat proporciona suficiente espacio
para exteriorizar el intestino sin una constricción exce-
siva, se realiza la inspección y el tratamiento de las Figura 8. Tratamiento del flemón herniario: laparotomía pri-
lesiones como en la técnica precedente. Si el orificio es maria.
demasiado estrecho para permitir una exteriorización sin
constricción del intestino, se puede desbridar el ligamento
inguinal hacia delante. En este caso, la reparación se efec-
túa uniendo el tendón del músculo transverso y/o del
oblicuo menor, el ligamento de Cooper y los dos colga-
jos del ligamento inguinal con tres o cuatro puntos de
hilo no reabsorbible. En esta técnica, hay que procurar
no comprimir la vena femoral con una sutura demasiado
lateralizada.
También es posible dirigirse al nivel inguinal, incidir la
fascia transversal y proceder como por vía inguinal.

Caso particular: flemón herniario


Si el contenido pioestercoráceo del saco y el intestino
necrosado y perforado se descubren después del acceso
directo de la hernia, puede realizarse la resección intes-
tinal por esta vía y efectuar una limpieza exhaustiva
del campo quirúrgico con povidona yodada, evitando al
máximo cualquier paso de material a la cavidad perito-
neal.
Si el flemón herniario se sospecha clínicamente por el
tiempo de evolución de los primeros signos de estran-
gulación, la existencia de un síndrome infeccioso y el
aspecto inflamatorio, rojo, edematizado e infiltrado del
escroto o de los labios mayores, se puede optar por una
laparotomía primaria. Las asas aferente y eferente se expo- Figura 9. Tratamiento del flemón herniario. El asa estran-
nen a través de una laparotomía medial, sin tratar de gulada resecada aún está in situ. La continuidad intestinal se
liberar el asa herniada (Fig. 8). Se realiza una resección restablece mediante sutura terminoterminal.
intestinal en tejido sano, después de haber obliterado
cada extremo distal con una fila de grapas o una ligadura
Realización del neumoperitoneo e introducción
gruesa. Por último, se restablece la continuidad intestinal
del primer trocar
(Fig. 9).
Después del cierre de la laparotomía, se realiza la repa- El paciente se coloca con los brazos a lo largo del cuerpo.
ración de la hernia. A través de una incisión inguinal o Se debe insistir en la necesidad de una curarización ade-
crural, se abre el saco, se retira el asa esfacelada y se efec- cuada. La posición de Trendelenburg facilita la exposición
túa la resección del saco, seguida de un lavado cuidadoso de la región operada. Sin entrar en el debate referente
con povidona yodada antes de proceder a la reparación al neumoperitoneo, y con independencia de cuáles sean
parietal mediante sutura (Fig. 10). Está indicado dejar un las preferencias del cirujano, es importante adaptarse a la
drenaje en el plano subcutáneo. La reparación con próte- situación, sobre todo en función de la dilatación del intes-
sis está totalmente prohibida. tino delgado y dar prioridad al procedimiento más seguro,
que será en la mayoría de los casos una laparoscopia
abierta. A continuación, el trocar óptico puede intro-
Tratamiento laparoscópico de una hernia ducirse inmediatamente al nivel infraumbilical o unos
centímetros por encima para tener más perspectiva. Se
estrangulada colocan dos trocares de trabajo de 5 mm en una línea hori-
Se pondrá como ejemplo la reparación de una hernia zontal, a alrededor de 10 cm a cada lado del ombligo, bajo
inguinal que contiene un asa de intestino delgado. control visual, evitando los vasos epigástricos (Fig. 11).

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Tratamiento de las hernias inguinales estranguladas  E – 40-139

1
2

Figura 12. Sección del cuello. En verde, las zonas donde se


permite la sección; en rojo, las zonas donde no debe realizarse la
sección. 1. Hernia oblicua externa: la sección se permite al nivel
lateral y superolateral, 2. hernia directa: la sección se permite al
nivel medial, a través de la fascia transversal; 3. hernia femoral:
la sección se recomienda al nivel medial a través del ligamento
Figura 10. Se cierra el abdomen. Resección del asa intestinal de Gimbernat o al nivel superomedial.
por vía inguinal.
minutos pueden dar tiempo para que el intestino delgado
recupere una vitalidad adecuada, lo que suele ser lo más
frecuente en la experiencia de los autores de este artículo.
Tiempo de reparación parietal
En este estadio, el cirujano se encuentra en la misma
situación que cuando realiza una reparación programada.
Dependiendo de cuál sea su intervención de referencia,
puede escoger tanto la TAPP como la TEP. Sin embargo,
4
en esta segunda situación, es necesario realizar una con-
1
versión de la TAPP a la TEP, que es muy sencilla en este
3 contexto. En un primer tiempo, se introduce un trocar
de 5 mm con llave de paso en la cavidad peritoneal bajo
5 cm 2 control visual, por ejemplo, mediante una ampliación de
2 cm la incisión del trocar óptico. La abertura de la llave de
paso permite la exuflación del neumoperitoneo. A conti-
nuación, el trocar se retira lentamente con el control de la
óptica hasta que aparezca el borde del peritoneo. Después,
se empuja con la óptica al espacio extraperitoneal. Una
vez disecado el espacio de Retzius con ayuda de la óptica,
los trocares de trabajo también se desplazan al espacio
extraperitoneal. A partir de este momento, el contexto de
estrangulación no conlleva ningún aspecto específico de
Figura 11. Colocación de los trocares para una hernia dere- la intervención que justifique una descripción detallada.
cha. Para una hernia izquierda, los trocares se colocan de forma Ésta puede consultarse en otros artículos de este tratado
simétrica. 1. Trocar óptico de 10 mm; 2, 3. trocares de trabajo dedicados al tratamiento laparoscópico programado de las
de 5 mm; 4. trocar óptico de 10 mm si se pasa por una vía hernias [47, 48] .
transabdominopreperitoneal. Observación: se ha descrito el tratamiento por vía total-
mente extraperitoneal, que implica una sección del cuello
Sección del cuello como se ha descrito previamente, la colocación de una
Éste es el primer tiempo de la intervención, salvo en malla protésica y, al final de la intervención, el paso de
los casos frecuentes en los que la inducción y la posición la óptica al nivel intraperitoneal para verificar sistemáti-
de Trendelenburg provocan la reducción espontánea de la camente la víscera estrangulada. Esta secuencia temporal
hernia. Esta sección puede realizarse mejor con un gancho tiene la ventaja de proporcionar tiempo para que se recu-
de coagulación, siempre que se pueda evitar el contacto pere de su isquemia.
entre el instrumento con el saco herniario y su conte- Caso particular: necesidad de resección
nido. De lo contrario, es más prudente utilizar unas tijeras
Si se trata del epiplón infartado, es obligatorio resecarlo,
frías. Se puede realizar una hemostasia complementaria
lo que no tiene ninguna consecuencia particular sobre
después de la reducción. La Figura 12 muestra las zonas
el resto de la intervención. En caso de que sea el intes-
donde está permitido realizar la sección y aquéllas donde
tino delgado, se deben aplicar varias reglas. El sitio de
está prohibida, para cada uno de los tres orificios, oblicuo
extracción o de exteriorización del asa debe ser perpen-
externo, directo o femoral.
dicular a ésta, y a distancia de la ingle en la medida de
Verificación de la vitalidad del asa lo posible. La abertura parietal debe protegerse con una
La verificación de la cavidad peritoneal debe ser siempre sábana específica. Los instrumentos se cambian entre el
cuidadosa y la manipulación del intestino muy prudente, tiempo visceral y el de la reparación parietal. La técnica
porque puede estar debilitado. La instilación de suero de la resección tiene poca importancia, y puede ser total-
caliente y una observación prolongada durante unos mente laparoscópica, con pinzas automáticas, o exterior

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 7


E – 40-139  Tratamiento de las hernias inguinales estranguladas

de forma manual, dependiendo de las preferencias del [18] Bittner R, Montgomery MA, Arregui E, Bansal V, Bingener J.
cirujano. Hay que insistir particularmente en la necesidad Update of guidelines on laparoscopic (TAPP) and endoscopic
de tomar precauciones rigurosas de asepsia, sobre todo (TEP) treatment of inguinal hernia (International Endohernia
con el lavado del campo quirúrgico con suero mezclado Society). Surg Endosc 2015;29:289–321.
con povidona yodada después de haber tomado muestras [19] Kneessy K, Weinbaum F. Hernioscopy retrieval of bowel for
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de material protésico está justificado si el medio no es 2012;16:405–10.
demasiado séptico. La laparoscopia puede ocupar un lugar [22] Piccolo G, Cavallaro A, Lo Menzo E, Zanghì A, Di Vita
interesante en estas afecciones, pero debe reservarse a ciru- M, Di Mattia P, et al. Hernioscopy: a simple application of
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M. Beck (beck.mathieu@wanadoo.fr).
Clinique Ambroise-Paré, 21, route de Guentrange, 57100 Thionville, France.
E. Pélissier.
Membre de l’Académie nationale de chirurgie.
Institut de chirurgie herniaire, 50, rue Nicolo, 75016 Paris, France.
P. Ngo.
Institut de chirurgie herniaire, 50, rue Nicolo, 75016 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Beck M, Pélissier E, Ngo P. Tratamiento de las hernias inguinales
estranguladas. EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 2016;32(1):1-9 [Artículo E – 40-139].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 9

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