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Autor y colaboradores I

HERNIAS DE LA PARED ABDOMINAL.


TRATAMIENTO ACTUAL

Tercera edición
2015
II Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)
Autor y colaboradores III

Hernias de la pared abdominal.


Tratamiento actual
Juan Carlos Mayagoitia González
Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General.
Miembro fundador y Expresidente de la Asociación Mexicana de Hernia.
Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía.
Miembro de la American Hernia Society.
Vicepresidente de la Sociedad Hispanoamericana de Hernia.
Hospital Médica Campestre, León, Gto.

Libro de texto de referencia de los cursos y diplomados


de la Asociación Mexicana de Hernia, A. C.

Tercera edición, 2015

Editorial
Alfil
IV Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)

Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual


Tercera edición
Todos los derechos reservados por:
E 2015 Editorial Alfil, S. A. de C. V.
Insurgentes Centro 51--A, Col. San Rafael
06470 México, D. F.
Tels. 55 66 96 76 / 57 05 48 45 / 55 46 93 57
e--mail: alfil@editalfil.com
www.editalfil.com

ISBN 978--607--741--126--0

Dirección editorial:
José Paiz Tejada

Revisión editorial:
Berenice Flores, Irene Paiz

Diseño de portada:
Arturo Delgado

Dibujos:
Alejandro Rentería

Impreso por:
Impresiones Editoriales FT, S. A. de C. V.
Calle 31 de Julio Manz. 102 Lote 1090, Col. Leyes de Reforma
09310 México, D. F.
Octubre de 2014

Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.

Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas terapéuticos sean correctos y compatibles
con los estándares de aceptación general de la fecha de la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguros de que toda la informa-
ción proporcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cuidadosamente el material de instruccio-
nes e información incluido en el inserto del empaque de cada agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial,
cuando se utilizan medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alteración, pérdida o daño que
pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y aplicación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Autor y colaboradores

AUTOR

Dr. Juan Carlos Mayagoitia González


Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Miembro fundador y Expresidente de la Asociación Mexica-
na de Hernia. Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía. Miembro de la American Hernia Society. Vicepresidente
de la Sociedad Hispanoamericana de Hernia. Hospital Médica Campestre, León, Gto.
Capítulos 2, 4, 7, 8, 13, 14, 17, 23, 33, 35, 38, 42, 43, 45, 48, 50, 52, 53, 52, 72

COEDITORES

Dr. Héctor Armando Cisneros Muñoz


Miembro de la American Hernia Society. Segundo Secretario de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Fundador
y Expresidente de la Asociación Mexicana de Hernia. Diplomado en Hernias de la Pared Abdominal, UDEM. Miembro
y vocal por México de la Sociedad Hispanoamericana de Hernia. Hospital Médica Campestre, León, Gto.
Capítulos 6, 11, 22, 24, 33, 41
Dr. Luis Roberto Ramírez Mancillas
Cirujano General, UNAM. Miembro y Expresidente de la Asociación Mexicana de Hernia. Miembro de la Asociación
Mexicana de Cirugía General y de la American Hernia Society. Cirujano Titular de la Clínica de Hernias de la Pared
Abdominal (CLIHPA) del Hospital ISSSTE y de Hernia Qx, Centro Especializado en Hernias, Ciudad Victoria. Profe-
sor del Curso de Cirugía de Pregrado, Escuela de Medicina de la UVB/UVM. Diplomado en Hernias de la Pared Abdo-
minal, UDEM.
Capítulos 5, 46, 75, 76, 77

COLABORADORES

Dr. Alberto Acevedo Fagalde rencia de Salud (CRS) Cordillera Oriente, MINSAL,
Profesor Asociado de Cirugía de la Facultad de Medici- Santiago de Chile.
na de la Universidad de Chile. Jefe del Programa de Ci- Capítulo 36
rugía Ambulatoria de las Hernias del Centro de Refe-

V
VI Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)

Dr. Óscar Álvarez Castillo Sanatorio Español, Torreón. Fellow del American Co-
Cirujano General Coloproctólogo. Miembro fundador de llege of Surgeons. Expresidente de la Asociación Mexi-
la Asociación Mexicana de Hernia. Hospital ABC Sur. cana de Cirugía General. Sanatorio Español, Torreón,
Capítulo 8 Coah.
Capítulos 25, 26
TR Francisco Javier Álvarez Quintero
Técnico en Radiología. Dr. Ricardo Blas Azotla
Capítulo 12 Cirujano General. Presidente del Consejo Mexicano de
Cirugía General. Miembro de la Asociación Mexicana
Dr. Rigoberto Álvarez Quintero de Cirugía Endoscópica. Miembro Fundador del Cole-
Cirujano General. Miembro de la American Hernia Soci- gio Mexicano de Cirugía Endoscópica y de la Asocia-
ety. Presidente de la Asociación Mexicana de Hernia. Di- ción Mexicana de Cirugía del Aparato Digestivo. Fun-
rector de Professional Benefits de México. Expresidente dador y Director de Grupo Blasmedic, Hospital
de la Asociación Mexicana de Hernia. Expresidente del Ángeles Mocel, México, D. F. Profesor Adjunto del
Colegio de Especialistas en Cirugía General de Jalisco. Curso de Posgrado de Cirugía General de la Universi-
Proben. Director de Clínica Especializada en Hernias. dad La Salle. Hospital Ángeles Mocel, México, D. F.
Capítulos 12, 20, 37, 51, 70, 79 Capítulo 10
Dr. Ignacio Gustavo Álvarez Valero Dr. Ricardo Blas Medina
Centro Médico ABC. Residente de Cirugía General. Médico Cirujano. Miembro del Grupo Blasmedic, Hos-
Capítulo 45 pital Ángeles Mocel, México, D. F.
Dr. Parviz K. Amid Capítulo 10
Lichtenstein Hernia Institute. Departamento de Cirugía Dr. Santiago Bonafé Diana
de la Harbor--UCLA y el Cedars--Sinai Medical Center, Médico Adjunto de la Unidad de Cirugía de Pared Ab-
Los Ángeles. dominal del Hospital Universitario La Fe, Valencia.
Capítulo 21 Capítulo 55
Dr. Humberto Arenas Márquez Dr. Claudio Darío Brandi
Expresidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Jefe del Sector de Paredes Abdominales y Microcirugía
General. Cirugía y Nutrición Especializada, Guadalaja- Reconstructiva del Servicio de Cirugía General del
ra. Líder de la Unidad de Práctica Integrada en Falla In- Hospital Italiano de Buenos Aires, Buenos Aires, Ar-
testinal SANVITE. Expresidente de la Asociación Me- gentina.
xicana de Cirugía General. Miembro Emérito de la Capítulo 74
Academia Mexicana de Cirugía. Miembro del Colegio
Americano de Cirujanos. Guadalajara Jalisco. Dr. Luis Bravo Cuéllar
Capítulo 58 Jefe del Servicio de Cirugía Medicina Legal. Hospital
Civil “Fray Antonio Alcalde”, Guadalajara, Jal.
Dr. Juan Carlos Arenas Reyes Capítulo 54
Cirujano General. Miembro de la Asociación Mexicana
de Hernia. Hospital Nº 21, IMSS, León, Gto. Dr. Fernando Carbonell Tatay
Capítulo 68 Jefe de la Unidad de Cirugía de Pared Abdominal del
Hospital Universitario La Fe, Valencia. Profesor Aso-
Dr. Octavio Ávila Mercado ciado de Cirugía de la Facultad de Medicina. Presidente
Grupo de Cirugía Laparoscópica, Hospital Ángeles, Ti- de la Sociedad Hispanoamericana de Hernias.
juana, B. C. Capítulos 16, 55
Capítulo 4
Dr. Erick Said Castelán Hernández
Dr. Robert Bendavid Residente del 4º año del curso de Posgrado en Cirugía
Laniado General Hospital, Israel. Clínica Shouldice, General de la Universidad La Salle en el Hospital Ánge-
Toronto, Canadá. les Mocel, México, D. F.
Capítulo 39 Capítulo 10
Dr. Roberto Bernal Gómez Dr. Jorge Cervantes Castro
Miembro del American College of Surgeons. Expresi- Profesor Titular de Cirugía de la UNAM. Expresidente
dente de la Asociación Mexicana de Cirugía General, de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Miem-
Autor y colaboradores VII

bro de la Academia Mexicana de Cirugía. The American Dr. Juan Francisco García Morales
British Cowdray Medical Center. Cirugía General e Invasión Mínima. Máster en Técnicas
Capítulo 32 Quirúrgicas Endoscópicas, UAB, Guadalajara, Jalisco.
Capítulo 58
Dr. José Alberto Carvajal Morones
Cirugía General. Subespecialidad en Coloproctología. Dr. Luis García Sancho
Posgrado en Urgencias Médico Quirúrgicas. Guadala- Médico Adjunto, Servicio de Cirugía General y del
jara, Jalisco. Aparato Digestivo del Hospital Universitario Príncipe
Capítulo 58 de Asturias, Madrid, España.
Dr. Roberto Armando Cerutti, FACS Capítulos 65, 66
Miembro Titular de la Asociación Argentina de Ciru- Dr. Denzil Garteiz Martínez
gía. Docente Autorizado de la Facultad de Medicina de Departamento de Cirugía, Hospital Ángeles de las Lo-
Buenos Aires. Miembro Académico Titular de la Aca- mas. Fellow del American College of Surgeons. Jefe de
demia Argentina de Cirugía. Fellow del American Co- Pregrado, Hospital Ángeles Lomas. Profesor de Ciru-
llege of Surgeons. Expresidente del Capítulo Argentino gía, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Aná-
de la American Hernia Society. huac.
Capítulo 56 Capítulo 30
Dr. Jorge Daes Daccarett Dr. Gerardo Gil Galindo
Director de la Unidad de Mínima Invasión. Clínica Bau- Miembro de la Asociación Mexicana de Hernia. Ciruja-
tista, Barranquilla, Colombia. no Adscrito al Departamento de Cirugía General del
Capítulo 27 Hospital Metropolitano. Profesor Titular del Curso de
Dr. Víctor de la Peña Carrizales Cirugía de Pregrado de la Universidad de Monterrey.
Director de la Clínica de Cirugía Bariátrica Sanatorio Profesor Adjunto del Curso de Cirugía de Posgrado,
Español, Torreón, Coah. UANL. Miembro de la Asociación de Especialistas en
Capítulo 25 Cirugía General del Estado de Nuevo León. Coordina-
dor de la Clínica de Hernias del Hospital Metropolitano
Dr. Antonio Martín Duce
en Monterrey, N. L. Presidente de la Asociación Mexi-
Profesor Asociado de Cirugía, Adjunto de Cirugía, Ser-
cana de Hernia, A. C. Profesor de Especialidad en Ciru-
vicio de Cirugía General, del Hospital Príncipe de Astu-
gía del Programa Multicéntrico TEC--SSNL. Profesor
rias, Alcalá de Henares, Madrid, España.
Titular de Cirugía de Pregrado de la UDEM.
Capítulos 65, 66
Capítulos 44, 71, 72, 73
Dr. Luis Alberto Fernández Vázquez Mellado
Residente de Cirugía General. Universidad Autónoma Dr. Arthur I. Gilbert
de Querétaro. Cirujano General. Hernia Institute of Florida, Miami,
Capítulo 19 FL, EUA.
Capítulo 23
Dr. Christian Eduardo Franco Vásquez
Residente de Cuarto Año de Cirugía General. Dr. José Miguel Goderich Lalán
Capítulo 29 Especialista de Segundo Grado en Cirugía General.
Profesor Titular, Hospital General “Santiago de Cuba”,
Dra. Clotilde Fuentes Orozco Cuba.
Especialista en Cirugía General. Miembro de la Asocia- Capítulos 64, 80
ción Mexicana de Cirugía General. Investigadora Aso-
ciada B, Unidad de Investigación en Epidemiología Clí- Dr. Ernesto Manuel Góngora Gómez
nica, Hospital de Especialidades del IMSS, Jal. Cirujano General. Miembro de la Asociación Mexicana
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel de Cirugía General y de la Asociación Mexicana de Ci-
Candidata. rugía Endoscópica.
Capítulo 6 Capítulo 28
Dr. Jorge García Andreu Dra. Beatriz González Meli
Anestesiólogo y Algiólogo. Servicio de Anestesiología, Adjunta de Cirugía Plástica del Hospital del Niño Jesús,
Hospital Ángeles de Querétaro. Madrid.
Capítulo 19 Capítulos 65, 66
VIII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)

Dr. Alejandro González Ojeda Dra. Adriana Hernández López


Especialista en Cirugía General. Miembro de la Asocia- Cirugía General y Laparoscópica. Endoscopia Gastro-
ción Mexicana de Cirugía General. Investigador Titular intestinal. Clínica de Hernias del Hospital General “Dr.
A, Unidad de Investigación en Epidemiología Clínica, Manuel Gea González”. Hospital ABC. Dirección de
Hospital de Especialidades del IMSS, Jal. Miembro del Cirugía. Centro Médico ABC. Presidente del Consejo
Sistema Nacional de Investigadores Nivel I. Académi- Mexicano de Cirugía. Vicepresidente de la Asociación
co Numerario de la Academia Nacional de Medicina de Mexicana de Hernia. Cirujano General. Centro Médico
México. Académico Titular de la Academia Mexicana ABC. Dirección de Cirugía.
de Cirugía. Miembro del American College of Sur- Capítulos 9, 45, 49
geons. Dr. Tomás R. Ibarra Hurtado
Capítulo 6 Cirujano Plástico. Médico Adscrito al Servicio de Ciru-
Dr. Alejandro González Padilla gía Medicina Legal, Hospital Civil “Fray Antonio Al-
Cirujano Pediatra. Hospital Médica Campestre, León, calde”, Guadalajara, Jal.
Gto. Capítulos 45, 54
Capítulo 69 Dr. Claudio Iribarren, FACS
Miembro Titular del Capítulo Argentino de la American
Dr. Eduardo González Puente Hernia Society. Miembro Académico Titular de la Aca-
Jefatura de Cirugía del Hospital Universitario, Saltillo. demia Argentina de Cirugía. Expresidente del Capítulo
Capítulo 26 Argentino de la American Hernia Society. Expresidente
Dr. José Manuel Guillén Contreras de la Asociación Argentina de Cirugía. Fellow del Ame-
Cirujano General. Miembro de la Asociación Mexicana rican College of Surgeons.
de Hernia, León. Capítulo 56
Capítulo 62 Dr. Eduardo Javier Jaramillo de la Torre
Cirugía General y Laparoscópica. Profesor de Cirugía
Dr. J. Ramón Gutiérrez Flores Laparoscópica. Centro de Entrenamiento de Cirugía de
Médico Adscrito al Servicio de Cirugía General, Hospi- Invasión Mínima, HGR Nº 1, IMSS, Tijuana.
tal Civil “Fray Antonio Alcalde”, Guadalajara, Jal. Capítulos 4, 15, 29
Capítulo 54
Dra. Elia Lara Lona
Dr. Fernando Guzmán Cordero Médica Epidemióloga. Hospital de Alta Especialidad
Cirugía General y Laparoscópica. Profesor de Cirugía del Bajío, Secretaría de Salud.
Laparoscópica, Centro de Entrenamiento de Cirugía de Capítulo 3
Invasión Mínima, HGR Nº 1, IMSS, Tijuana. Dra. Inmaculada Lasa Unzúe
Capítulos 4, 15, 29 Adjunta de Cirugía. Servicio de Cirugía del Hospital
Príncipe de Asturias, Madrid, España.
Dr. Raúl Guzmán Muñoz
Capítulos 65, 66
Miembro de la Asociación Mexicana de Hernia. Profesor
Titular de la materia de Anatomía Humana de la Facultad Dr. Karl A. LeBlanc
de Medicina de la UAC. Catedrático de Pregrado y Pos- Profesor Asistente de Cirugía de la Louisiana State Uni-
grado de la Facultad de Medicina de la UAC. Coordina- versity School of Medicine, New Orleans. Surgical Spe-
dor de la Residencia Médica en Cirugía del Hospital Uni- cialty Group.
versitario de la UAC. Cirujano Adscrito al Servicio de Capítulo 50
Cirugía del Hospital Universitario, Torreón, Coahuila. Dr. Juan Antonio López Corvalá
Capítulos 31, 61 Cirugía General y Laparoscópica. Expresidente de la
Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica. Direc-
Dr. Andrés Hanssen tor del Curso de Invasión Mínima, Hospital Ángeles,
Cirujano General. Caracas, Venezuela. Tijuana, B. C.
Capítulo 57 Capítulos 4, 15, 29
Dra. Pilar Hernández Juara Dra. Adela López García
Adjunta de Cirugía. Servicio de Cirugía del Hospital Adjunta de Cirugía. Servicio de Cirugía del Hospital
Príncipe de Asturias, Madrid, España. Príncipe de Asturias, Madrid, España.
Capítulos 65, 66 Capítulos 65, 66
Autor y colaboradores IX

Dr. Rafael Lozano Dr. Alfredo Moreno Egea


Profesor visitante de la Universidad de Washington, Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario
Institute for Health Metrics and Evaluation. “J. Ma. Morales Meseguer”, Murcia. Jefe, Unidad de
Capítulo 3 Pared Abdominal, Clínica Hernia, Hospital Mesa del
Castillo. Murcia, España.
Lic. Enf. Laides Luna Vázquez
Capítulos 59, 63, 67
Licenciada en Enfermería, Santiago de Cuba.
Capítulo 80 Dr. Enrico Nicolo
Dr. Sergio Damián Madeo Profesor Asistente de Cirugía de la Universidad de
Cirujano General. Buenos Aires, Argentina. Pittsburg, Pennsylvania, EUA.
Capítulo 5 Capítulo 34

Dr. Miguel Magdaleno García Dr. Fernando Noguerales Fraguas


Cirujano General. Diplomado en Hernias por la AMH Catedrático de Cirugía. Jefe Clínico de Cirugía, Servi-
y la Universidad de Monterrey. Coordinador del Comité cio de Cirugía General del Hospital “Príncipe de Astu-
de Cirugía Ambulatoria de la AMCG. Profesor Titular rias”, Madrid, España.
en Cirugía Mayor Ambulatoria en UMAA 55, IMSS. Capítulos 65, 66
Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Gene- Dr. Carlos M. Nuño Guzmán
ral, de la Asociación Mexicana de Hernia, de la Asocia- Médico Adscrito al Servicio de Cirugía General, Hospi-
ción Mexicana de Cirugía Endoscópica y de la Asocia- tal Civil “Fray Antonio Alcalde”, Guadalajara, Jal.
ción Española de Cirugía Mayor Ambulatoria. Clínica Capítulo 54
de Hernias en Unidad de Cirugía Endoscópica y Ambu-
latoria (UCMABAJIO) en Hospital Ángeles León. Ci- Dr. José de Jesús Ocampo Huerta
rujano General UMAA 55, IMSS, León, Gto. Grupo de Cirugía Laparoscópica, Hospital Ángeles, Ti-
Capítulo 78 juana, B. C.
Capítulo 4
Dra. Rosa Alicia Malacara Carpio
Cirujano General. Dr. Óscar Olivares Ontiveros
Capítulo 15 Miembro de la Asociación Mexicana de Hernia. Jefe de
Cirugía Endoscópica del Hospital General, SSA, To-
Dr. Renato Miranda de Melo rreón. Cirujano Adscrito al Hospital General del
Cirujano General y Doctor en Medicina. Miembro titu- ISSSTE, Torreón. Catedrático de la Materia de Cirugía
lar del Colegio Brasileiro de Cirujanos y de la American en la Facultad de Medicina de la UAC. Miembro de la
Hernia Society. Investigador de la Universidad Federal Asociación Mexicana de Hernia. Profesor del Diploma-
de Alfenas, Brasil. Profesor del Departamento de Ciru- do de Hernias de la AMH y U. de M. Jefe de Cirugía En-
gía de la Facultad de Medicina y Coorientador del Pro- doscópica del Hospital General de SSA en Torreón,
grama de Posgrado en Ciencias Animales de la Escuela Coahuila. Clínica de Hernias en la Unidad de Cirugía
de Veterinaria de la Universidad Federal de Goiás, Bra- Ambulatoria, ISSSTE. Torreón, Coahuila. Excatedráti-
sil. co de la materia de Cirugía en la Facultad de Medicina
Capítulos 40, 47 de la UAC.
Dr. Walter Erwin M. Mittelstaedt Capítulos 31, 61
Profesor de Cirugía de la Universidad de São Paulo. Dr. Elvis Prado Olivares
Miembro del American College of Surgeons. Máster en Ciencias, Santiago de Cuba.
Capítulo 18 Capítulo 80
Dr. José Antonio Mora Huerta
Francisco del S. Preciado Hernández
Cirujano General. Subdirector de Enseñanza e Investi-
Cirujano. Guadalajara, Jal.
gación, Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio
Capítulo 54
Alcalde”. Presidente del Colegio de Especialistas en Ci-
rugía General de Jalisco. Profesor de Asignatura, Cen- Dr. Manuel Rodrigo Prieto Aldape
tro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad Cirujano General. Centro Universitario de Ciencias de
de Guadalajara. Director del Curso ATLS, Colegio la Salud, Universidad de Guadalajara. Secretario del
Americano de Cirujanos. Colegio de Especialistas en Cirugía General de Jalisco.
Capítulos 6, 54 Capítulo 6
X Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)

Dr. Emilio Prieto Díaz--Chávez Abdominal. Departamento de Cirugía General, HGR


Doctor en Ciencias Médicas. Miembro de la Asociación 180, IMSS, Guadalajara, Jal.
Mexicana de Cirugía General, la Asociación Mexicana Capítulo 51
de Gastroenterología, el American College of Surgeons, Dr. Ezequiel Aníbal Silberman
la American Society for Parenteral and Enteral Nutri- Jefe de Residentes del Servicio de Cirugía del Hospital
tion y la American Hernia Society. Catedrático de Téc- Británico de Buenos Aires. Servicio de Cirugía Gene-
nica Quirúrgica en la Facultad de Medicina de la Uni- ral, Hospital Británico. Buenos Aires, Argentina.
versidad de Colima. Instituto Mexicano del Seguro Capítulo 56
Social, Hospital General de Zona Nº 1, Colima.
Capítulo 62 Dr. Luis Horacio Toledo Pereyra
Western Michigan University School of Medicine, Mi-
Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba chigan State University College of Human Medicine
Miembro del American College of Surgeons. Academia and Michigan State University College of Osteopathic
Mexicana de Cirugía. Expresidente de la Asociación Medicine, Kalamazoo, Michigan, EUA.
Mexicana de Cirugía General. Expresidente de la Co- Capítulo 1
misión de Salud de la Cámara de Diputados. Secretario
Dr. Javier Valdez González
de Desarrollo Social del Estado de Guanajuato.
Cirujano Pediatra. Hospital Médica Campestre, León,
Capítulos 3, 25
Gto., México.
Dra. Kenia Militzi Ramírez Campos Capítulo 38
Médico Pasante de Servicio Social. Unidad de Investi- Dr. Arturo Vázquez Mellado Díaz
gación Epidemiológica Clínica, UMAE Centro Médico Cirujano General. Miembro de la American Hernia So-
Nacional de Occidente, IMSS. Guadalajara, Jal. ciety. Hospital Ángeles de Querétaro. Laboratorio de
Capítulo 6 Cirugía Experimental de la Universidad del Valle de
México, Campus Querétaro.
Dr. Rodrigo Israel Rivera Islas Capítulos 13, 19
Residente de Tercer Año en Cirugía General. Hospital
General de Tampico “Dr. Carlos Canseco”. Tampico, Dra. Estefanía J. Villalobos Rubalcava
Tamaulipas. Médico Residente de Cuarto Año de Cirugía General,
Capítulo 58 Centro Médico ABC.
Capítulos 9, 45, 49
Dr. Guillermo A. Rojas
Dr. Alejandro Weber Sánchez
Profesor Adjunto de Cirugía de la UNAM. Cátedra de
Departamento de Cirugía, Hospital Ángeles Lomas. Di-
Cirugía “Carlos Peralta”. The American British Cow-
rector del Diplomado de Cirugía Laparoscópica Avan-
dray Medical Center.
zada. Coordinador de Cirugía Pregrado, Hospital Ánge-
Capítulo 32
les Lomas. Profesor de Pregrado y Posgrado de la
Dr. Felipe de J. Romo Pérez Universidad Anáhuac.
Médico Adscrito al Servicio de Cirugía Medicina Le- Capítulo 30
gal, Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, Guadalaja- Dr. Isaac Zaga Minian
ra, Jal. Cirujano General. Departamento de Cirugía del Hospi-
Capítulo 54 tal Ángeles de Las Lomas. Asociación Mexicana de Ci-
rugía General. Asociación Mexicana de Cirugía Endos-
Dra. Lucía Sagüi de la Fuente cópica. Asociación Mexicana de Hernia. American
Hospital Universitario, Torreón, Coah. Cirugía Gene- Hernia Society.
ral, Sanatorio Español, Torreón, Coah. Capítulo 60
Capítulo 26
Dr. Ricardo Zugaib Abdalla
Dr. Alejandro Germán Serrano Peña Profesor de Cirugía, Universidad de São Paulo, Brasil.
Cirujano General y Laparoscopia. Miembro de la Aso- Cirujano General del Hospital Sirio Libanés, São Paulo,
ciación Mexicana de Cirugía General y de la Asociación Brasil.
Mexicana de Hernia. Diplomado en Hernias de la Pared Capítulo 18
Contenido

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XVII
Rigoberto Álvarez Quintero
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XIX
Robert Bendavid

SECCIÓN I. GENERALIDADES
Capítulo 1. Antecedentes históricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Luis Horacio Toledo Pereyra
Capítulo 2. Historia de las reparaciones laparoscópicas de hernia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 3. Epidemiología de las hernias de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Éctor Jaime Ramírez Barba, Rafael Lozano, Elia Lara Lona
Capítulo 4. La enseñanza de la cirugía herniaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Juan Carlos Mayagoitia González, Juan Antonio López Corvalá,
Fernando Guzmán Cordero, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre,
Octavio Ávila Mercado, José de Jesús Ocampo Huerta
Capítulo 5. Anatomía de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Sergio Damián Madeo, Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 6. Metabolismo de la colágena y formación de las hernias de pared (herniosis) . . . . . . . . 61
Alejandro González Ojeda, Manuel Rodrigo Prieto Aldape, Clotilde Fuentes Orozco,
Kenia Militzi Ramírez Campos, José Antonio Mora Huerta,
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 7. Hernioplastia sin tensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 8. Materiales protésicos en hernioplastias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Juan Carlos Mayagoitia González, Óscar Álvarez Castillo
Capítulo 9. Implantes biológicos para el manejo de las hernias de pared abdominal . . . . . . . . . . . . 99
Adriana Hernández López, Estefanía J. Villalobos Rubalcava
Capítulo 10. Materiales de fijación en hernioplastias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Ricardo Blas Azotla, Erick Said Castelán Hernández, Ricardo Blas Medina

XI
XII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Contenido)

Capítulo 11. Reparación de hernias de la pared abdominal con malla reesterilizada . . . . . . . . . . . . . 115
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 12. Métodos diagnósticos paraclínicos en hernias de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . 119
Rigoberto Álvarez Quintero, Francisco Javier Álvarez Quintero
Capítulo 13. Adherencias intestinales a los materiales protésicos en las reparaciones herniarias . . . 125
Arturo Vázquez Mellado Díaz, Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 14. Equipos y tipos de energía en cirugía herniaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Juan Carlos Mayagoitia González

SECCIÓN II. HERNIAS INGUINALES


Capítulo 15. Anatomía posterior de la región inguinal. Visión laparoscópica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre,
Fernando Guzmán Cordero, Rosa Alicia Malacara Carpio
Capítulo 16. Exploración física de la región inguinal y crural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
Fernando Carbonell Tatay
Capítulo 17. Clasificación de las hernias inguinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 18. Etiopatogenia de las hernias inguinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Ricardo Zugaib Abdalla, Walter Erwin M. Mittelstaedt
Capítulo 19. Anestesia local en las hernias inguinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
Arturo Vázquez Mellado Díaz, Jorge García Andreu,
Luis Alberto Fernández Vázquez Mellado
Capítulo 20. Técnica preperitoneal de Stoppa para hernia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Rigoberto Álvarez Quintero
Capítulo 21. Técnica de hernioplastia inguinal libre de tensión Lichtenstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
Parviz K. Amid
Capítulo 22. Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 23. Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Arthur I. Gilbert, Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 24. Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 25. Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal TAPP . . . 209
Roberto Bernal Gómez, Víctor de la Peña Carrizales, Lucía Sagüi de la Fuente,
Éctor Jaime Ramírez Barba
Capítulo 26. Reparación de hernia inguinal con técnica totalmente extraperitoneal (TEP) . . . . . . . 221
Roberto Bernal Gómez, Lucía Sagüi de la Fuente, Eduardo González Puente
Capítulo 27. Técnica totalmente extraperitoneal de vista extendida (e--TEP) para la reparación
de la hernia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
Jorge Daes Daccarett
Capítulo 28. Hernia inguinal estrangulada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
Ernesto Manuel Góngora Gómez
Capítulo 29. Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre,
Fernando Guzmán Cordero, Christian Eduardo Franco Vásquez
(Contenido) XIII

Capítulo 30. Lecciones aprendidas en 20 años de experiencia con hernioplastia


laparoscópica TAPP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
Alejandro Weber Sánchez, Denzil Garteiz Martínez
Capítulo 31. Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta . . . . . . . . . . . . . . . 265
Óscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz
Capítulo 32. Complicaciones de la hernioplastia inguinal por laparoscopia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277
Jorge Cervantes Castro, Guillermo A. Rojas
Capítulo 33. Hernias inguinales recurrentes o recidivantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285
Juan Carlos Mayagoitia González, Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 34. Hernia inguinofemoral y embarazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297
Enrico Nicolo
Capítulo 35. Elección de la técnica ideal para hernioplastia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 36. Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305
Alberto Acevedo Fagalde
Capítulo 37. Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313
Rigoberto Álvarez Quintero
Capítulo 38. Hernia inguinal en pediatría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321
Javier Valdez González, Juan Carlos Mayagoitia González

SECCIÓN III. HERNIOPLASTIA INGUINAL CON TENSIÓN


Capítulo 39. Técnica Shouldice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333
Robert Bendavid
Capítulo 40. Técnica de Shouldice modificada en tres capas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
Renato Miranda de Melo
Capítulo 41. Técnicas de reparación inguinal con tensión de Bassini y McVay . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351
Héctor Armando Cisneros Muñoz

SECCIÓN IV. HERNIAS VENTRALES E INCISIONALES


Capítulo 42. Clasificación de las hernias ventrales e incisionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 43. Hernia umbilical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 44. Hernias epigástricas y diástasis de rectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 377
Gerardo Gil Galindo
Capítulo 45. Hernia incisional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 387
Adriana Hernández López, Juan Carlos Mayagoitia González,
Tomás R. Ibarra Hurtado, Estefanía J. Villalobos Rubalcava,
Ignacio Gustavo Álvarez Valero
Capítulo 46. Anestesia local en hernias ventrales e incisionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393
Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 47. Cierre de laparotomías de línea media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 403
Renato Miranda de Melo
XIV Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Contenido)

Capítulo 48. Técnica de Rives para hernia ventral e incisional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 409


Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 49. Técnica IPOM con abordaje abierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 421
Adriana Hernández López, Estefanía J. Villalobos Rubalcava
Capítulo 50. Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales . . . . . . . . . . . . . . . . 427
Karl A. LeBlanc, Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 51. Plastia ventral con técnica de sándwich . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439
Rigoberto Álvarez Quintero, Alejandro Germán Serrano Peña
Capítulo 52. Hernias con pérdida de dominio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 445
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 53. Neumoperitoneo progresivo preoperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 455
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 54. Uso de toxina botulínica en grandes defectos herniarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 463
Tomás R. Ibarra Hurtado, Carlos M. Nuño Guzmán, Luis Bravo Cuéllar,
J. Ramón Gutiérrez Flores, Francisco del S. Preciado Hernández,
Felipe de J. Romo Pérez, José Antonio Mora Huerta
Capítulo 55. Técnica de separación anatómica de componentes (TSC o SAC) con abordaje
abierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 475
Fernando Carbonell Tatay, Santiago Bonafé Diana
Capítulo 56. Separación de componentes videoscópica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 487
Roberto Armando Cerutti, Claudio Iribarren, Ezequiel Aníbal Silberman
Capítulo 57. Tratamiento de hernias ventrales complicadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 493
Andrés Hanssen
Capítulo 58. Manejo del abdomen abierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499
Humberto Arenas Márquez, Juan Francisco García Morales,
José Alberto Carvajal Morones, Rodrigo Israel Rivera Islas

SECCIÓN V. HERNIAS POCO COMUNES


Capítulo 59. Hernia femoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 517
Alfredo Moreno Egea
Capítulo 60. Hernia de Spiegel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 529
Isaac Zaga Minian
Capítulo 61. Hernia obturatriz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 535
Óscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz
Capítulo 62. Hernias lumbares de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 545
Juan Carlos Mayagoitia González, Emilio Prieto Díaz Chávez,
José Manuel Guillén Contreras
Capítulo 63. Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas
a futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 557
Alfredo Moreno Egea
Capítulo 64. Hernia incisional suprapúbica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 567
José Miguel Goderich Lalán
Capítulo 65. Hernia subcostal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 571
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García,
Pilar Hernández Juara, Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe,
Beatriz González Meli
(Contenido) XV

Capítulo 66. Hernias paraestomales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 575


Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García,
Pilar Hernández Juara, Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe,
Beatriz González Meli
Capítulo 67. Manejo laparoscópico de la hernia paraestomal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 579
Alfredo Moreno Egea
Capítulo 68. Hernias de puertos laparoscópicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 587
Juan Carlos Arenas Reyes
Capítulo 69. Gastrosquisis y onfalocele . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 595
Alejandro González Padilla

SECCIÓN VI. MISCELÁNEOS


Capítulo 70. Hernioplastia en el paciente anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 603
Rigoberto Álvarez Quintero
Capítulo 71. Hernias en el paciente obeso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 609
Gerardo Gil Galindo
Capítulo 72. Manejo de la infección en hernioplastias con malla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 615
Juan Carlos Mayagoitia González, Gerardo Gil Galindo
Capítulo 73. Tumores de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 631
Gerardo Gil Galindo
Capítulo 74. Manejo estético--funcional de la pared abdominal en eventroplastias . . . . . . . . . . . . . . 637
Claudio Darío Brandi
Capítulo 75. Manejo estético--funcional de la hernia umbilical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 647
Luis Roberto Ramírez Mancillas

SECCIÓN VII. CENTROS ESPECIALIZADOS EN HERNIAS


Capítulo 76. Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 657
Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 77. Concepto de cirugía ambulatoria integral en cirugía de hernias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 665
Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 78. Criterios para el manejo ambulatorio en hernioplastias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 671
Miguel Magdaleno García
Capítulo 79. Aspectos económicos y sociales en los procedimientos de reparación de los defectos
de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 681
Rigoberto Álvarez Quintero
Capítulo 80. Aspectos éticos en cirugía herniaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 685
José Miguel Goderich Lalán, Laides Luna Vázquez, Elvis Prado Olivares
Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 689
XVI Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Contenido)
Introducción
Dr. Rigoberto Álvarez Quintero
Secretario General, Federación Latinoamericana de Hernia

Al hacernos la pregunta sobre qué área de la cirugía gene- apasionados por la patología herniaria en prácticamente
ral ha tenido más avances científico--tecnológicos en los todos los países latinos, especialmente la Asociación
últimos 20 años, sin duda alguna que la cirugía herniaria, Mexicana de Hernia, la Sociedad Brasileña de Hernia y
con mucho, rebasa al resto, siendo tal vez la cirugía bariá- Pared Abdominal, así como la Sociedad Argentina y los
trica después de la herniaria la que más se le acerque. diferentes Capítulos que han aportado todos y cada uno
El advenimiento de la cirugía laparoscópica como de ellos en esta gran comunidad de cirujanos sus conoci-
aportación de los grupos anglosajones prácticamente se- mientos, experiencia y especialmente los lazos de amis-
ría la única contribución de relevancia en cirugía hernia- tad y fraternidad. Esto se ha conjuntado en forma espe-
ria en los últimos años, y ésta a la vez con un impacto cial gracias a la Federación Latinoamericana de Hernia.
hasta la fecha muy bajo aun en esos países. Por el contra- Todo ello habla de la gran organización, trabajo y dis-
rio, los cirujanos de las diferentes asociaciones latinoa- ciplina que hemos desarrollado en todos estos años. Es-
mericanas en general han aportado lo que al final del día tamos seguros después de esta autoevaluación de que el
en realidad ha marcado la gran diferencia entre el pasado hueco bibliográfico en nuestra comunidad es íntegra-
y el presente en cirugía herniaria, como es la separación mente llenado por el libro que tienen en sus manos, fruto
de componentes, el neumoperitoneo progresivo, método del esfuerzo de colegas de América y Europa, verdade-
de diagnóstico y clasificación del dolor posoperatorio y ras autoridades con tal peso académico y moral que pue-
la aplicación de toxina botulínica en pared abdominal, de confiarse en el inmenso valor académico--científico
así como adecuaciones de gran valor e impacto como la de la información que se ha puesto a su disposición.
técnica total extraperitoneal de visión extendida y los Siendo esta la tercera edición en español y estando
cambios de criterio en el manejo del abdomen catastrófi- disponible en portugués a partir de la 2ª edición, estamos
co, por mencionar sólo algunos. convencidos de que la presente obra cumple ampliamen-
Como podemos ver, la aportación no sólo se limita al te con las expectativas de cualquier institución forma-
aspecto técnico, sino además al académico, encontrando dora de cirujanos para ser integrado como principal libro
que ha sido en Latinoamérica donde en los últimos años de texto y fuente de información en este amplio e intere-
se han realizado el mayor número de cursos y talleres de sante campo de la cirugía en todos los países de habla
capacitación aun en las poblaciones más remotas. Agre- hispana y portuguesa.
guemos a esto los diversos congresos no tan sólo teóri- Obras académico--científicas como la presente invi-
cos, como se acostumbra en países anglosajones y euro- tan a la lectura por su vasta información actual y van-
peos, sino integrando práctica en pacientes y de tipo guardista, pero sobre todo conscientes de que ésta ha sido
experimental en la gran mayoría de ellos. Se cuenta ade- tamizada bajo estrictas revisiones tanto por el autor como
más en nuestro continente latino con un diplomado inter- por el editor. Su reedición periódica, así como la integra-
nacional, único en su tipo con aval universitario en la ca- ción de nuevos tópicos y autores, le garantizarán una
pacitación teórico--práctica en la cirugía herniaria. Todo fuente de conocimientos no tan sólo con valor cognosci-
esto se ha logrado gracias a las asociaciones de cirujanos, tivo, sino además acorde a nuestra realidad profesional.

XVII
XVIII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Introducción)
Prefacio
Robert Bendavid

La labor de edición de un libro de texto es siempre un bemos que los resultados reales han sido desalentadores.
reto complejo. No es una tarea sencilla hacer un balance Peor aún, se ha hecho evidente que ha surgido un nuevo
objetivo de las múltiples contribuciones innovadoras de problema... el del dolor. Esta complicación jamás fue tan
los últimos 30 años y ponerlas en perspectiva, reflejando importante o severa cuando se usaron las técnicas de re-
también la sabiduría del pasado. El reto es aún más des- paración con tejidos propios. Es obvio que el Dr. Maya-
alentador cuando uno se da cuenta de que el mundo del goitia, viendo hacia el futuro, afortunadamente sigue
cirujano de hernia es muy turbulento en la actualidad. conservando la descripción en este libro de algunas repa-
Hemos visto la comparativamente lenta introducción raciones clásicas sin el uso de mallas.
de las prótesis contra la rápida introducción de la lapa- Me alegra que el Dr. Mayagoitia haya incluido una
roscopia y sus diversos aditamentos. No es muy pronto amplia gama de técnicas para cubrir el tema de la repara-
para decirlo, puesto que su aceptación no ha sido unáni- ción herniaria. También ha incluido temas de carácter
me. Se percibe también, hoy más que nunca, que las académico, tocando ciencias básicas como anatomía,
grandes empresas multinacionales han hecho grandes síntesis de colágena en la herniosis, adherencias viscera-
esfuerzos para promover sus productos más allá de lo les a materiales protésicos, reesterilización de prótesis
que dicta el sentido común. Corresponde a los cirujanos costosas, implantes biológicos, etc.
mostrar la suficiente conciencia, congruencia e incluso El Dr. Mayagoitia ha estado en la escena quirúrgica el
sospecha de esta situación. Alexander Pope bien dijo tiempo suficiente para emitir opiniones responsables y
para todos nosotros: “No seas el primero para las cosas respetables. Lo anterior me hizo solicitarle hace 15 años
que aún se están probando, ni el último en dejar a un su autorización para utilizar sus estadísticas en uno de
lado lo antiguo”. mis proyectos. Él contribuyó con gusto, como sólo un
Mientras muchas formas de reemplazo de tejido con profesor generoso lo podría hacer. Esto se refleja en la
prótesis absorbibles o no absorbibles han inundado el filosofía de su actual libro de texto.
mercado, los resultados no han tenido en general el éxito Deseo transmitirle a él, a sus colegas colaboradores y
que había sido planteado por la industria y sus “colabora- a sus eventuales lectores que esta publicación les propor-
dores médicos”. Si bien el propósito de todas estas nove- cionará en forma abundante una experiencia intelectual
dades sintéticas ha sido eliminar las recidivas, todos sa- gratificante.

XIX
XX Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Prefacio)
Con cariño para Juddit, Paola, Cinthya y Danna;
motivadoras de mi pasión, mi talento y mi esfuerzo
en la cirugía y en la vida.

Ningún éxito en la vida justifica el fracaso en la familia.


Sección I
Generalidades

Sección I. Generalidades
Capítulo 1
Antecedentes históricos
Luis Horacio Toledo Pereyra

INTRODUCCIÓN do Bassini hizo su contribución genial en el manejo qui-


rúrgico de la hernia inguinal. Otras contribuciones más
recientes también son discutidas.

La historia de la hernia en general se remonta a los tiem-


pos más tempranos de la historia de la cirugía. Existen HISTORIA DE LA HERNIA
escritos médicos y caracterizaciones gráficas que pare- INGUINAL EN LA ANTIGÜEDAD
cen indicar que las hernias de la pared abdominal se
identificaron en la tumba de Ankhmahor en Saqqara,
Egipto (hacia 2500 a.C.).1 También se describieron en Egipto tuvo un papel preponderante en el diagnóstico y
el Papiro de Ebers, redactado y posiblemente copiado el manejo de la hernia de la pared abdominal, y especial-
de otro más antiguo hacia 1550 a.C.2 (figura 1--1). mente de la hernia inguinal. De acuerdo con Olch y Har-
El propósito de este escrito es presentar el avance a kins, en el primer libro de Nyhus2 los egipcios favore-
través de la historia de la hernia inguinal —con algunos cieron la dieta y la presión externa en el tratamiento de
vislumbres de las hernias de la pared abdominal— desde la hernia inguinal, tal como se indicaba en el ya mencio-
sus tiempos iniciales hasta la época moderna de la ciru- nado Papiro de Ebers.
gía, cuando en 18871 el maestro cirujano italiano Edoar- Los judíos de la antigüedad conocían las hernias de
la pared abdominal, como está descrito en el Talmud, y
en especial las hernias umbilicales y escrotales.2 Estas
hernias fueron siempre tratadas en forma conservadora,
igual que lo habían hecho anteriormente los egipcios.
La cirugía de hernia todavía no aparecía en el firmamen-
to terapéutico en esta etapa pasiva de la especialidad.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Por una parte, los hindús de la antigüedad trataban las


hernias de manera conservadora con presión externa,
enemas y una dieta de caldo de arroz, y por otra, de
acuerdo con el texto de Sushruta Samhita —del siglo VI
A B C a.C.—, parecen haber ofrecido el uso del bisturí y el
cauterio en el manejo de la hernia inguinal.2 No hay de-
Figura 1--1. El arqueólogo George Ebers encontró el papiro talles específicos de cómo lo hacían exactamente. En el
que lleva su nombre en la tumba del faraón Assasif, en las
ruinas de Luxor. El papiro había sido escrito en hierático, y
caso de la hernia inguinal estrangulada, ellos ofrecieron
es el primer documento que describe la patología herniaria. un pésimo pronóstico y la cirugía no era de ayuda.
Actualmente se conserva en la Biblioteca Universitaria de Los chinos de la antigüedad, así como otras culturas
Leipzig, Alemania. asiáticas (la japonesa, la coreana y otras más), carecían

3
4 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

de conceptos quirúrgicos en el tratamiento de las her-


nias abdominales y en especial las de localización ingui-
nal.3 Su tratamiento era conservador, aunque difícil de
ser delineado en esa remota época.
Los griegos de tiempos antiguos, desde Hipócrates
(460--377 a.C.) hasta Galeno (129--200 d.C.), no sobre-
salieron en el estudio de la hernia de la pared abdominal
(como la inguinal), excepto Heliodoro (siglo II d.C.),
quien era tan hábil que introdujo una operación para el
tratamiento de la hernia inguinal que se describirá más
adelante.1 Galeno, el genio cirujano de su época, no
ofreció adelantos de importancia terapéutica quirúrgica
diferentes a lo ya descrito en su tiempo. Galeno conocía
bien la anatomía, pero aquella basada en la disección y
el estudio de animales, ya que no había explorado la
Figura 1--2. Celso (25 a.C.--50 d.C.), reconocido enciclope-
anatomía humana en detalle excepto por lo observado dista de tiempos romanos, fue quien hizo la primera descrip-
durante su servicio a los gladiadores.1,4 ción del tratamiento de la hernia inguinal; por eso debe consi-
Cerca de un siglo antes de Heliodoro, en el Imperio derársele “el padre de la hernia inguinal”.
Romano, Celso (25 a.C.--50 d.C.), escritor y enciclope-
dista de su tiempo, introdujo principios de cirugía dirigi-
dos al manejo de la hernia inguinal. Celso es el primero la hernia inguinal. Sin embargo, con más frecuencia rea-
en la historia de la medicina que presentó un tratamiento lizaban orquiectomías por cualquier mínima razón en
quirúrgico significativo en el manejo de la hernia ingui- hernias inguinales con intestino o epiplón herniado.1,3
nal.1,2 Este tratamiento consistía en extirpar el saco her- Pablo de Egina representó a este grupo con mayor inte-
niario sin ligadura. El saco herniario era separado del rés en completar el tratamiento de la hernia inguinal con
cordón espermático y su contenido regresado a la cavi- extirpación del testículo.7
dad abdominal.1 Si era posible, el testículo era devuelto Prominentes cirujanos de ascendencia árabe, como
al escroto aunque parte de éste hubiera sido removida y Albucasis (936--1013), utilizaron la cauterización del
suturada.5 saco herniario o en el orificio inguinal externo asociada
Celso debe ser considerado “el padre del tratamiento con castración en el tratamiento quirúrgico de la hernia
quirúrgico de la hernia inguinal” por sus avances reali- inguinal1,2 (figura 1--3). La castración era fundamental
zados en el primer siglo de nuestra era, aunque no fuera en el manejo de la hernia inguinal. Aunque hoy se obser-
más que por haber escrito acerca de la operación y no va a través de la historia que los resultados eran pési-
por la cirugía propiamente dicha (figura 1--2). La des- mos, en la Edad Media temprana no existía ninguna otra
cripción clara y muy precisa de los pasos necesarios
para realizar una operación satisfactoria hasta ese tiem-
po de la hernia inguinal es más que suficiente para con-
cederle el título antes mencionado.
Heliodoro utilizó un procedimiento similar al de Cel-
so, pero el saco herniario era enredado en sí mismo antes
de dividirlo.1 También Heliodoro previno el uso de la
castración en el tratamiento de la hernia inguinal.6 En
forma contraria, cirujanos romanos posteriores al siglo
II d.C. favorecieron el uso de las castraciones en el ma-
nejo de la hernia inguinal, aunque continuaron con el
uso de la extirpación del saco herniario en su armamen-
tario quirúrgico terapéutico, como Celso lo había hecho
tan bien anteriormente.1,6
Notables cirujanos bizantinos, como Oribasus (400--
450), Aetius (502--575) y Pablo de Egina (625--690), Figura 1--3. Ilustraciones que muestran una cauterización
fueron seguidores de un gran número de los principios para el tratamiento de la hernia inguinal y los instrumentos
esbozados por Celso en sus contribuciones al manejo de utilizados con este fin.
Antecedentes históricos 5

forma de avanzar en los resultados de la época. No era miento para eliminar por completo la extirpación del
tan visible como hoy en día. testículo en la cirugía de la hernia inguinal avanzó con
lentitud.

HISTORIA DE LA HERNIA
INGUINAL EN LA EDAD MEDIA HISTORIA DE LA HERNIA
INGUINAL EN EL RENACIMIENTO

Grandes cirujanos de la Edad Media, como Guido Lan-


franc (1250--1315), su discípulo Henri de Mondeville El Renacimiento ofreció un gran número de oportunida-
(1260--1368) y Guy de Chauliac (1298--1368), el más des a aquellos médicos o cirujanos que estaban interesa-
famoso cirujano francés de la época, favorecieron el tra- dos en hacer avanzar el arte de su área de excelencia mé-
tamiento conservador de la hernia inguinal.1--3 Ellos dica. La anatomía avanzó más allá de lo augurado por
promovieron el uso de protectores mecánicos de las her- los maestros de la época. Los anatomistas del pasado
nias inguinales, como los bragueros, así como el uso de fueron sobrepasados y suplantados por los nuevos
vendajes y otras medidas no invasivas. De Chauliac col- maestros del Renacimiento.8 La época clásica de la me-
gaba de los pies a los pacientes para obtener una reduc- dicina griega fue expandida y hasta cierto punto modifi-
ción más completa de la hernia inguinal (figura 1--4).1 cada por la medicina del Renacimiento.
Guy de Chauliac todavía concebía que las hernias in- Andreas Vesalius (1514--1564), padre de la anatomía
guinales se pudieran tratar con seis diferentes métodos. moderna, tomó esta disciplina y la proyectó a niveles
Uno de ellos era el método de Galeno, en el cual se li- nunca antes alcanzados desde los tiempos de Galeno. Su
gaba el saco y se amputaba el testículo por la parte distal máxima creación, De Anatomia de Humani Corporis
del cordón espermático durante el procedimiento.6 Fabrica (1543) representó una anatomía más precisa,
Otros métodos incluían la cauterización del edema ex- una anatomía más exacta, una anatomía de expresión ar-
terno (método de Albucasis). Otro más era la introduc- tística y científica.8 Sin embargo, Vesalius contribuyó
ción del cauterio a través del cordón espermático (méto- en forma somera al conocimiento de la hernia de la pa-
do de Lanfranc). Otros métodos eran variaciones de los red abdominal; sus contribuciones se referían al liga-
últimos dos.6 mento inguinal.1
William de Salicet (1210--1277) fue el primero des- Gabriel Fallopius (1523--1562), discípulo de Vesa-
pués de Celso en oponerse a la extirpación del testículo lius en la Universidad de Padua, manejó la anatomía con
como parte del tratamiento de la hernia inguinal.7 Decía gran destreza y pudo así reconocer varios elementos de
que eso era para doctores “ignorantes y estúpidos” en el la pared inguinal, aunque es mejor conocido por su con-
manejo de la hernia inguinal. Sin embargo, el movi- firmación del hallazgo de Vesalius de la presencia del li-
gamento inguinal.1 Otro de sus hallazgos menciona el
reconocimiento del tipo de hernia inguinal asociada con
el mecanismo de producción; de esta forma describió la
hernia inguinal por ruptura del canal inguinal y aquella
debida a dilatación del canal inguinal, siendo éstas la
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hernia inguinal lateral o indirecta y la hernia medial o


directa, respectivamente.1 Tiempo después Poupart lo
definiría más específicamente.1
Hieronymus Fabricius (1537--1619), notable ciruja-
no y anatomista italiano y discípulo de Fallopius, apoyó
como su maestro el uso del braguero para el tratamiento
conservador de la hernia inguinal. No existe evidencia
de que Fabricius usara la cirugía para el tratamiento de
la hernia inguinal.1
Pierre Franco (1510--1561), cirujano barbero francés
Figura 1--4. La castración y el colgar de los pies a los con gran experiencia práctica, sobresalió en el manejo
pacientes por varios días formaban parte de las medidas de las hernias inguinales estranguladas.1 Utilizó la que-
destinadas a la curación de las hernias inguinales. lotomía de emergencia para este tipo de hernias. Sin em-
6 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

nis estaba en contra de extirpar los testículos y condena-


ba estas operaciones, que eran “contrarias a las leyes hu-
manas y divinas”.1 Estuvo en favor de las “puntadas de
oro”, al igual que Paré anteriormente.1
En seguida apareció Matthaus Gottfried Purmann
(1649--1711), cirujano silesiano alemán que estaba en
contra de los métodos de cauterización y favoreció el
uso de bragueros o el hacer reparaciones de hernias in-
guinales con el método de “puntadas de oro” ya antes
descrito.6 Purmann también tomaba precauciones espe-
ciales para no dañar los testículos y los vasos espermáti-
A B cos, y en este sentido ligaba el saco herniario en la parte
más distal posible alejado de los vasos sanguíneos.6 De
Figura 1--5. Ilustraciones clásicas de Stromayr sobre ciru- acuerdo con van Hee6 años más tarde, François Poupart
gía herniaria, de su atlas de cirugía herniaria y oftalmológica (1661--1709) hizo estudios anatómicos muy precisos
Practica copiosa. A. Cirujanos de hernia y sus instrumentos. que aumentaron el conocimiento de la región inguinal.
B. Cirugía de hernia inguinal. Debido a esto el ligamento inguinal lleva hoy el nombre
de ligamento de Poupart.
Lorenz Heister (1683--1758), cirujano alemán, dife-
bargo, Goderich3 mencionó a Moupasios como el pri- renció entre la hernia inguinal directa y la indirecta9 y
mer cirujano en hacer este tipo de operación, como estuvo, como muchos de sus contemporáneos, en favor
estaba descrita en la obra de Caspar Stromayr en 15593 de la ligadura del saco herniario y la protección de los
(figura 1--5). testículos.1 Nacido en el mismo siglo, René de Garen-
Ambroise Paré (1510--1590), connotado cirujano geot (1688--1759) fue un distinguido cirujano francés
barbero francés y figura clave del Renacimiento médico que trabajó asiduamente en la anatomía de la región in-
y quirúrgico, propuso un tratamiento conservador para guinal.1 Describió un caso interesante de la presencia
la hernia inguinal con vendajes, cataplasmas, dieta y del apéndice vermiforme en el saco herniario femoral,
purgantes.6 Sin embargo, Paré describió un tratamiento condición clínica que lleva su nombre.1
quirúrgico consistente en el uso de “puntadas de oro” a Ya nacidos en el siglo XVIII, aparecieron con más
través del saco herniario ya previamente disecado de va- frecuencia cirujanos anatomistas y, en consecuencia, la
sos sanguíneos y del testículo unido a él. La cauteriza- región inguinal fue mejor estudiada y el tratamiento
ción fue usada frecuentemente por Paré, quien estuvo en quirúrgico representó más claramente el conocimiento
contra de la orquiectomía y permaneció fiel al trata- anatómico referido hasta ese tiempo. Fue una antesala
miento conservador.1,3,6 perfecta para los adelantos del siglo XIX que estaban
por venir. En esta forma, Petrus Camper (1722--1789),
Antonio Gimbernat (1734--1790), Albrecht van Haller
HISTORIA DE LA HERNIA INGUINAL (1708--1777) y Percival Pott (1714--1788) ofrecieron
DESPUÉS DEL RENACIMIENTO descripciones de la región inguinal cimentadas en el
(SIGLOS XVII Y XVIII) mejor estudio de esta área anatómica.1,2,9
Unos años más tarde John Hunter (1728--1793), fa-
moso cirujano inglés, enfatizó la presencia del proceso
vaginalis y del gubernaculum testis.7,9 Astley Cooper
Es bien sabido que el Renacimiento había definido un (1768--1844), su discípulo, describió el ligamento púbi-
sinnúmero de hallazgos anatómicos que permitieron co superior que lleva su nombre, y también introdujo la
mejorar en algo el diagnóstico y el manejo de la hernia fascia transversalis, de gran importancia en la repara-
inguinal. A pesar de ello, todavía existían muchas defi- ción anatómica de la hernia inguinal.9
ciencias que necesitaban más tiempo y estudio antes de August Gottlieb Richter (1742--1812), Antonio Scar-
encontrarse un tratamiento apropiado para la hernia in- pa (1752--1832) y Franz Kaspar Hesselbach (1759--
guinal. 1816) fueron los representantes de mayor importancia
Pierre Dionis (1643--1718) fue un reconocido ciruja- nacidos en el siglo XVIII, aunque no fallecieron sino
no francés que discutió varios tópicos relacionados con hasta en el siglo XIX, como Astley Cooper, que vivió
las hernias de la pared abdominal y su tratamiento. Dio- hasta mediados de ese siglo.1,2,9 Richter, distinguido ci-
Antecedentes históricos 7

rujano académico alemán, llevó a cabo estudios impor- Antes de Bassini, en el siglo XIX, ya se tuvo las con-
tantes en la estrangulación de la hernia inguinal.1 tribuciones de Cooper, Hesselbach, Scarpa y Richter.
Scarpa, famoso anatomista italiano, describió la her- Otras figuras de importancia fueron Jules--Germain
nia por deslizamiento en 1821 y recomendó liberar la Cloquet (1780--1883), que describió el ligamento ilio-
estrangulación sin abrir el saco herniario.1,2,9 Hessel- púbico e indicó que el processus vaginalis raramente se
bach, reconocido anatomista alemán, ofreció avances cerraba después del nacimiento.5 Anders Adolph Ret-
en la anatomía de la región inguinal cuando introdujo en zius describió el espacio retropúbico.5 Thomas Morton
1814 el triángulo que lleva su nombre, constituido hoy (1813--1848), anatomista y cirujano inglés, señaló por
en día por los vasos epigástricos profundos, el músculo primera vez el tendón conjunto.5
recto y el ligamento inguinal, sitio de la hernia directa Todavía en el siglo XIX, Joseph Pancoast (1805--
y supravesical externa.5 1882) consideró una operación subcutánea para el trata-
miento de la hernia inguinal.
George Lotheissen (1868-- 1935) utilizó en Austria el
HISTORIA DE LA HERNIA ligamento de Cooper para la reparación de la hernia in-
guinal. Just Lucas--Championnière (1843--1913) utilizó
INGUINAL EN EL SIGLO XIX
en 1881 la ligadura del saco herniario al nivel del anillo
inguinal interno y recomendó la incisión de la aponeu-
rosis del oblicuo externo.5,10
El siglo XIX dio paso al reconocimiento de un gran nú-
mero de avances importantes tanto anatómicos como
terapéuticos, ya que propició el momento oportuno de Trabajo de Edoardo Bassini
determinar en forma definitiva la importancia de la ana- en el siglo XIX
tomía en el tratamiento de la hernia inguinal. Cirujanos
y anatomistas de siglos anteriores o de los primeros dos La operación de Bassini, publicada en 1887 (aunque
tercios del siglo XIX propiamente dicho hicieron descu- realizada en 1884 por primera vez), cambió totalmente
brimientos que en sí mismos eran importantes, aunque la dirección del tratamiento de la hernia inguinal.11 Esta
no se habían integrado en una operación bien definida técnica consistía en la ligadura alta con resección del
y exitosa para la hernia inguinal; entonces un genio ita- saco, reconstrucción de la pared posterior del conducto
liano, el cirujano Edoardo Bassini (1844--1924), desa- inguinal usando la sutura del tendón conjunto y la fascia
rrolló una operación extraordinaria, realizada por pri- transversalis con el ligamento de Poupart debajo del
mera vez en 1884. Por ello el autor está de acuerdo con cordón. El cordón espermático estaba cubierto por la su-
Skandalakis en que Bassini debe ser considerado “el pa- tura de la aponeurosis del oblicuo externo.9,11 Varios re-
dre moderno de la cirugía de la hernia inguinal”5 (figura portes de Bassini siguieron a su publicación inicial de
1--6). 38 pacientes y 42 reparaciones de hernias presentado en
la Sociedad Italiana de Cirugía en Génova.9,11 ¡Era evi-
dente que el valor de la operación de Bassini en el trata-
miento de la hernia inguinal estaba ya asegurado en el
mundo de la cirugía!
Aunque como no todo es perfecto en el mundo de las
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innovaciones de la cirugía, un ejemplo apareció inme-


diatamente después de los reportes de Bassini, ya que al-
gunos consideraban que quien merecía la prioridad en
la operación de Bassini no era el mismo Bassini, sino un
cirujano estadounidense de Boston, Henry Orlando
Marcy (1837--1934).12 Marcy había publicado en el
mismo año que Bassini (1887), pero ya había presenta-
do una técnica similar en 1881.7,12,13 La descripción de
Marcy consistía en el uso de la ligadura alta del saco her-
Figura 1--6. Edoardo Bassini (1844--1924), distinguido ciru-
niario combinada con el estrechamiento del anillo in-
jano italiano que por sus contribuciones al tratamiento de la guinal dilatado6,7,9,13 (figura 1--7). Raymond Read, ciru-
hernia inguinal debe ser apreciado como “el padre moderno jano estadounidense de Arkansas, pudo definir más
de la cirugía de la hernia inguinal”. claramente este dilema y determinó que Bassini era el
8 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

CONTINUACIÓN DE LA ÉPOCA
MODERNA DEL SIGLO XX EN LA
REPARACIÓN DE LA HERNIA INGUINAL

Paul LaRoque (1876--1939), cirujano académico de


Virginia, enfatizó en 1919 la reparación de la hernia in-
guinal por deslizamiento desde dentro de la pared abdo-
minal con un abordaje transperitoneal.17 Otros no si-
guieron este abordaje sino hasta tiempos posteriores a
LaRoque.1,6--9 Chester McVay (1911--1987), connotado
Figura 1--7. Henry Orlando Marcy, diseñador de una técnica
cirujano estadounidense de South Dakota y entrenado
para el tratamiento de la hernia inguinal que consistía en el en Michigan, popularizó el tratamiento de la hernia in-
cierre del anillo profundo posterior a la disección y la liga- guinal con el uso del ligamento de Cooper (ligamento
dura del saco herniario indirecto, también llamada cierre iliopectíneo) suturado a la aponeurosis transversalis y
anatómico. a la fascia del mismo nombre18 (figura 1--8).
Ya en 1898 Lotheissen había utilizado por primera
vez el ligamento de Cooper ante un caso en que era difí-
creador inicial de esta técnica, que en cierta forma no era cil reconocer el ligamento de Poupart en una hernia in-
exactamente la misma de Marcy.9,13--16 guinal recurrente, y en consecuencia utilizó el ligamen-
to de Cooper para suturar la aponeurosis y la fascia
transversalis.1 Esta operación, ampliamente difundida
DESPUÉS DE EDOARDO BASSINI por McVay, ocupó por varias décadas la atención de mi-
EN LA ÉPOCA MODERNA les de cirujanos dedicados al manejo de la hernia ingui-
nal.1,2 El autor recuerda que durante sus primeros años
de residente de cirugía en la Universidad de Minnesota,
y desde julio de 1970, el tratamiento de la hernia ingui-
William Halsted (1852--1922), maestro cirujano esta- nal consistía frecuentemente en el uso de la técnica de
dounidense de Maryland, Alexander Ferguson (1853-- McVay, aunque otros cirujanos preferían tratamientos
1911), cirujano canadiense de Ontario y después de Illi- mejor aceptados, como la operación de Bassini.
nois, y Edmund Andrews (1856--1927), cirujano esta- Edward Earl Shouldice (1890--1965), cirujano cana-
dounidense de Illinois, crearon operaciones con peque- diense de Ontario, propuso para el tratamiento de la her-
ñas modificaciones a la técnica de Marcy y a la de nia inguinal una técnica basada en la operación de Bas-
Bassini.6 sini, aunque con el uso de sutura continua de las cuatro
Como la técnica de Bassini estaba más orientada al
tratamiento de la hernia inguinal directa y la de Marcy
a la hernia inguinal indirecta, Halsted, Ferguson y An-
drews pensaron que posiblemente varios aspectos de las
técnicas se podrían utilizar con algunos cambios y así
ser útiles para los dos tipos de hernias.6
La técnica de Bassini y la de Halsted eran muy pare-
cidas excepto por la transposición del cordón espermá-
tico, localizado en la técnica de Halsted arriba de la apo-
neurosis del oblicuo externo (Halsted I).2 La técnica de
Ferguson es conocida por la ligadura del saco al nivel
del anillo inguinal interno y sin reparación de la pared
inguinal posterior o transposición del cordón espermá-
tico (también conocida como Halsted II).2 La operación
de Andrews se refería a la imbricación de la aponeurosis
del oblicuo externo con el cordón espermático dentro de Figura 1--8. Chester McVay, creador de la popular técnica
la imbricación.2 de hernioplastia inguinal.
Antecedentes históricos 9

Figura 1--9. Earl Shouldice en su famosa clínica de Toronto,


en 1945.

capas musculares de la pared posterior19 (figura 1--9);


hecho esto bajo anestesia local y con una recurrencia tan Figura 1--10. Lloyd Nyhus.
pequeña, otros prestaron mucha atención a sus hallaz-
gos.1,6 En 1984 Irving Lichtenstein (1920--2000), de
California,20 avanzó con el uso de material protésico En esta área varios cirujanos franceses, entre ellos Rig-
(con malla de MarlexR) en la reconstrucción del piso nault26 y Stoppa,27 recomendaron este tipo de abordaje
del canal inguinal con resultados excelentes (figura con el uso de una prótesis. Nyhus y su grupo28 también
1--5). Su publicación incluyó 1 000 casos con una recu- habían utilizado una malla sintética (Ivalon) en la pared
rrencia de 0.7%.1,10 Otra parte del tratamiento quirúrgi- posterior.
co estaba basada en una reparación sin tensión llamada
“hernioplastia sin tensión”, en la cual las mallas se utili-
zaban para la reconstrucción del piso del canal inguinal
LAPAROSCOPIA EN EL TRATAMIENTO
sin la sutura del tendón conjunto. La técnica atrajo a un DE LA HERNIA INGUINAL
gran número de cirujanos para utilizar esta forma de tra-
tamiento.3,6
Ralph Ger (1921--2013), cirujano originario de Sudáfri-
ca, asistió a la Universidad de Sudáfrica en Ciudad del
ABORDAJE PREPERITONEAL Y Cabo (figura 1--11). En 1966 se trasladó al estado de
Nueva York, donde se unió al Hospital Universitario de
POSTERIOR DE LA HERNIA INGUINAL
Winthrop en Minneola, N. Y., así como a la Escuela de

El abordaje preperitoneal se remonta hasta 1743 de


acuerdo con Meade.16 Posteriormente Bates en 191321
y Cheatle en 192022 continuaron con el tratamiento pre-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

peritoneal. Más tarde Henry en 1936,23 Jennings y An-


son,24 Read13--15 y McVay18 fueron asiduos representan-
tes de este abordaje. Sin embargo, no fue claramente
aceptado hasta que Nyhus (de la Universidad de Illi-
nois) y su grupo25 consistentemente definieron y publi-
caron este tipo de tratamiento. De acuerdo con Patiño,9
de la Universidad de Colombia, al grupo de Nyhus se
debe que este procedimiento esté en los anales de la te-
rapia ofrecida con frecuencia a pacientes con hernias de
la región inguinal, en especial aquellos con hernias de
complejidad mayor o con hernias recurrentes y femora-
les. De esta forma, Patiño cree que el procedimiento de-
bería llamarse “operación de Nyhus”7,9 (figura 1--10). Figura 1--11. Ralph Ger.
10 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

Medicina Albert Einstein, como profesor de anatomía. hernia inguinal. En ella nuevamente se pueden revisar
En 1982 publicó por primera vez un caso de tratamiento las consideraciones ofrecidas en este escrito, ya que
de una hernia inguinal en forma laparoscópica después desde la antigüedad la hernia inguinal y otras hernias de
de un abordaje transabdominal hecho por razones dife- origen abdominal se han manejado en forma progresiva
rentes.29 Ger continuó trabajando en el tratamiento la- aunque lenta, dependiendo de los avances anatómicos
paroscópico de la hernia inguinal por muchos años.30 existentes en la época de su tratamiento. La anatomía y
Más tarde, en 1989, Bogojavlensky3,6 cerró el defecto la hernia inguinal han estado íntimamente asociadas la
muscular con una malla de polipropileno por medio de una a la otra, ya que no podrían ofrecerse avances efica-
una laparoscopia intraabdominal. Estas aventuras lapa- ces en el tratamiento de la hernia inguinal si no hubieran
roscópicas ofrecieron nuevas rutas para el tratamiento existido los descubrimientos anatómicos reflejados a
quirúrgico de la hernia inguinal o las hernias intraabdo- través de este trabajo.
minales. De esta manera aparecía un nuevo abordaje en Con la anatomía mejor definida, en 1887 Bassini
el futuro del cirujano de hernia, ya que podía curar en ofreció una reparación única de la hernia inguinal con
forma eficaz las hernias de origen abdominal. El campo enorme valor terapéutico. Por esto el autor insiste en
del tratamiento herniario avanzó significativamente que Bassini sea considerado “el padre moderno de la ci-
gracias a esta innovación laparoscópica. rugía de la hernia inguinal”. Avances y modificaciones
En la década de 1990 varias técnicas aparecieron des- importantes han permitido llegar a otro punto crucial en
pués del tratamiento usado por Bogojavlensky, en espe- el manejo quirúrgico de la hernia inguinal: la reparación
cial aquellas que se referían a “tapar y parchar” el defecto de Shouldice o de Lichtenstein.
herniario. Otras, asociadas al uso de la “malla intraperi- Años más tarde aparecieron las técnicas laparoscópi-
toneal puesta por encima” (IPOM, por sus siglas en in- cas con sus innovaciones propias, que permitieron repa-
glés), a la técnica “transabdominal preperitoneal” rar el defecto abdominal en forma transabdominal o ex-
(TAPP, por sus siglas en inglés) o a la operación “total- traperitoneal. De esta manera, existen técnicas para
mente extraperitoneal” (TEP, por sus siglas en inglés), cada ocasión y cada circunstancia anatómica presente.
se ofrecieron como alternativas al tratamiento quirúrgi- Finalmente, ¿cuál es la mejor reparación de la hernia
co de la hernia inguinal efectuadas con laparoscopia. inguinal? Obviamente, aquella que ofrezca al paciente
una reparación sin recurrencia o complicaciones asocia-
das, y en cada caso va a depender en gran parte de la ex-
UN PENSAMIENTO FINAL periencia y de los resultados del grupo quirúrgico res-
ponsable de la operación. La aparición de nuevas
técnicas y los cambios en técnicas bien establecidas ten-
En un estudio reciente de 2011 van Hee6 ofrece una drán que valorarse con otros tratamientos bien estable-
apreciación acertada de la historia de la reparación de la cidos en el manejo de la hernia inguinal.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
12 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)
Capítulo 2
Historia de las reparaciones
laparoscópicas de hernia
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN motivo distinto en un paciente al cual incidentalmente


se le había detectado un defecto herniario. La literatura
no indica qué estructuras fueron utilizadas para la oclu-
sión del defecto. Durante algunos años se realizó este
La hernioplastia laparoscópica o videoendoscópica, procedimiento en forma esporádica, siempre concomi-
tanto inguinal como ventral, no tuvo un nacimiento tan tante con laparotomías para la resolución de otros pro-
brillante como la mayoría de las técnicas quirúrgicas la- blemas en los que coexistiera una hernia inguinal. Es
paroscópicas. Por el contrario, en sus inicios, a pesar de quizá por este motivo que se perdió el interés por esta
los avances en el campo de la cirugía de vías biliares y técnica, de cuyos resultados reales no se tiene evidencia,
cirugía antirreflujo, fue rudimentaria, con grandes fra- y se abandonó el procedimiento.
casos y un desarrollo lento, para finalmente consolidar-
se como una técnica confiable, aunque todavía con difi-
cultades técnico--anatómicas que han hecho que hoy en
día sea un procedimiento que practica sólo de 10 a 15%
de la población quirúrgica mundial.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Como antecedente del manejo de las hernias inguinales


por un abordaje posterior está un informe del Dr. Tait,
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quien a finales del siglo XIX señaló a la comunidad qui-


rúrgica que podría existir la posibilidad de traspolar el
procedimiento en boga en ese tiempo para reparación de
hernia inguinal, el de Henry Marcy (cierre anatómico
del defecto del anillo inguinal por vía anterior), a una vía
posterior abierta, pero sin comprobarlo en la práctica al
no haberse intentado ningún procedimiento de este tipo
(figura 2--1). Un año después de este informe fue el pro-
pio Marcy quien realizó la primera herniorrafia con cie- Figura 2--1. Henry Marcy y su técnica del cierre anatómico
rre anatómico del defecto inguinal con un abordaje pos- del defecto herniario. Las imágenes originales fueron la ins-
terior, ello en el transcurso de una laparotomía por un piración para sugerir la reparación por vía posterior.

13
14 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

HERNIA INGUINAL LAPAROSCÓPICA

Casi un siglo después, en 1977, el Dr. Ralph Ger, ciruja-


no sudafricano, decidió retomar este procedimiento y la
vía de abordaje abierta posterior; la inició en forma ex-
perimental para cerrar no precisamente el defecto her-
niario, sino el cuello del saco herniario en perros (al
mencionar el “cuello del saco herniario” se refería a sólo
la capa de peritoneo). Ese mismo año inició dicha técni-
ca por vía abierta en humanos con hernia inguinal, re-
portando el cierre del cuello del saco herniario (sólo pe-
ritoneo, dejando el saco herniario in situ y por lo tanto
sin ninguna disección del mismo) a través de una lapa-
Figura 2--3. Primeros pacientes operados por Ger. Se
rotomía y aplicación de grapas de Michel en 12 pacien- muestran el defecto herniario, la aplicación de las primeras
tes, 7 de ellos con hernia indirecta, 2 directas, 1 femoral grapas en el cuello del saco y la radiografía de control que
y 2 con hernia umbilical. Finalmente, el 24 de noviem- señala la hilera de grapas que se prolongaba hasta la zona
bre de 1979, en su paciente 13 con hernia inguinal indi- de la cresta iliaca.
recta decidió realizar el mismo procedimiento pero por
vía endoscópica, y tuvo éxito. Sus resultados con estos
13 pacientes los publicó en 1982 en la revista Annals of nejo de las hernias, se intuye que los resultados reporta-
the Royal College of Surgeons of England (figura 2--2), dos por Ger no deben ser del todo confiables, pues su
con un seguimiento de 44 meses y sólo una recidiva técnica correspondería sólo a una ligadura alta del saco
(8%), con lo que se inició la etapa de la hernioplastia en- herniario (como en los niños), pero sin la extirpación del
doscópica. A partir de esta fecha Ger publicó múltiples saco, procedimiento no adecuado para un adulto. Sin
trabajos sobre esta técnica posterior por vía endoscópica embargo, y dejando de lado la confiabilidad de sus re-
e incluso perfeccionó el aplicador de clips para el cierre sultados, Ger mencionó en esa época 10 ventajas de la
del cuello del saco herniario; denominó a su instrumento vía posterior endoscópica para hernia inguinal que aún
“herniostat” en 1991 (figuras 2--3 y 2--4). podrían estar vigentes, con algunas consideraciones,
En la actualidad, a la vista de avances posteriores y para la cirugía actual de la hernia inguinal por acceso la-
con mejores conocimientos de la fisiopatología y el ma- paroscópico:
1. Punciones en lugar de incisiones.
2. Mínima disección.

Figura 2--2. El Dr. Ralph Ger publicó en 1982 su primera se-


rie de pacientes operados por vía posterior abierta, uno de Figura 2--4. Herniostat de Ger para la aplicación de grapas
ellos por vía laparoscópica. en el cuello de la hernia.
Historia de las reparaciones laparoscópicas de hernia 15

3. Menor daño al deferente y menos orquitis isqué- Los resultados de todos estos esfuerzos por mejorar
micas. la técnica simple de cierre del cuello del defecto e intro-
4. Mínimo riesgo de lesión vesical. ducir técnicas con malla son catastróficos y desalenta-
5. Disminución de neuralgias. dores, pues muchos pacientes presentan edemas impor-
6. Posibilidad de cirugía ambulatoria. tantes de cordón espermático y testículo, hay muchas
7. Facilidad de ligadura alta del saco. recidivas tempranas con migración de parches y cigarri-
8. Mínimas molestias posoperatorias y recupera- llos de malla al saco herniario, y se tiene un promedio
ción rápida. de recidivas a largo plazo del orden de 15 a 20%, de
9. Posibilidad de laparoscopia diagnóstica. acuerdo con sus artículos, vs. cifras menores de 1% en
10. Posibilidad de hernioplastia bilateral. las técnicas abiertas de hernioplastia inguinal sin ten-
sión que se practicaban en ese tiempo (técnica de Lich-
Si algo más pudiera atribuírsele a Ger es el haber tenido tenstein). Lo anterior llevó al famoso comentario del Dr.
la mala fortuna de tener al primer complicado con una Ira Rutkow en 1990 de que la cirugía laparoscópica de
inguinodinia posoperatoria por laparoscopia en 1991, la hernia inguinal estaba plagada de complicaciones y
seguramente por atrapamiento de algún nervio con uno fracasos y se debería abandonar cualquier intento de re-
de los clips (que aplicaba no sólo en la región del cuello paración por esta vía.
del saco, sino que prolongaba plicando el peritoneo has- Según la comunidad quirúrgica de herniólogos de ese
ta la cresta iliaca). Después de solicitar una valoración tiempo, dichos malos resultados eran consecuencia de
por un neurólogo sobre el caso de su paciente con ingui- olvidar aplicar los principios básicos de la hernioplastia
nodinia, llegaron a la sorprendente conclusión de que no abierta en el abordaje posterior videoendoscópico.
había ningún problema técnico y que la inguinodinia Fue en 1991 cuando por primera vez el Dr. Dion efec-
probablemente había sido causada por el residente qui- tuó una disección del espacio preperitoneal, hizo una
rúrgico que asistió al cirujano, al haber estado tocando anuloplastia o cierre del anillo profundo con suturas y
repetidamente la ingle del paciente o recargando los colocó sobre este cierre una malla de polipropileno de
brazos en la región inguinal durante el procedimiento. 7 x 5 cm fijada con puntos separados de prolene, obte-
Con el éxito de las hernioplastias libres de tensión y niendo mejores resultados. Casi al mismo tiempo, en
su difusión mundial desde 1984 la gente dedicada a la 1992 Gazayerli realizó reparaciones laparoscópicas de
laparoscopia se aventuró a diseñar técnicas de repara- hernias inguinales disecando el espacio preperitoneal
ción libres de tensión, y así surgieron varios intentos por para identificar estructuras anatómicas, pero en lugar de
mejorar la “deficiente” técnica del Dr. Ger. En 1989 Bo- colocar mallas hizo un cierre del anillo con sutura y una
jojavlesky reparó algunas hernias introduciendo un ci- plastia con tensión utilizando el arco del transverso, su-
garrillo de malla de polipropileno en el saco herniario turado al tracto iliopúbico también con buenos resulta-
por vía endoscópica; posteriormente cerró lo que pensa- dos. Posterior a esto existen varios reportes de técnicas
ba que es el defecto herniario con sutura sin disecar el que usan la disección preperitoneal y diferentes combi-
espacio preperitoneal. naciones de mallas y puntos.
En 1990 Schultz, igualmente sin disecar el espacio Fue en 1992 cuando Maurice Arregui, cirujano de In-
preperitoneal, colocó un cigarrillo de polipropileno dianápolis, EUA, describió finalmente, en la revista
pero agregó dos o tres parches de 2.5 x 5 cm sobre el Surgical Laparoscopy and Endoscopy (figuras 2--5 y
cuello del saco y finalmente cerró el cuello al estilo de 2--6), la técnica conocida hasta hoy como transabdomi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Ger con grapas, plicando y ocultando la malla con el pe- nal preperitoneal (TAPP) en 61 hernioplastias, en las
ritoneo. que disecando el espacio preperitoneal aplicó fielmente
En el mismo año Popp colocó un parche de durama- los principios de las técnicas libres de tensión al dejar
dre en el defecto suturado con catgut y luego cerró el intacto el defecto o anillo herniario y sólo colocó una
cuello, también al estilo de Ger, pero entre sus conclu- malla de polipropileno de dimensiones mayores a las
siones mencionó que le parecía que una disección del usuales (11.5 x 6.5 cm), capaz de cubrir por completo
espacio preperitoneal y la extirpación del saco serían lo el orificio miopectíneo y con esto los sitios potenciales
deseable para saber qué estructuras estaban tomando y de hernia. En sus inicios la malla era fijada con sutura de
cerrando con las suturas; sin embargo, nunca lo llevó a poliglactina (VicrylR 3--0) con puntos separados y evo-
la práctica. En ese mismo año también Corbit decidió lucionó más tarde para sustituir estos puntos con grapas
que hay que invertir el saco hasta la cavidad abdominal de diferentes características. En su seguimiento a un año
y luego ligarlo sin hacer ninguna otra maniobra de cierre no se reporta ninguna recidiva. Con esta experiencia se
del defecto. inició finalmente el auge de las reparaciones laparoscó-
16 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

complicaciones técnicas ni posoperatorias, aunque sin


ofrecer referencias del seguimiento de los pacientes. En
sus inicios esta técnica realizaba la disección del espa-
cio preperitoneal en forma roma con ayuda del CO2 in-
suflado y con la colocación de segmentos de malla de
polipropileno grandes que cubrieran la totalidad del ori-
ficio miopectíneo. Con los avances tecnológicos se fue
sofisticando cada vez más hasta llegar a lo que se conoce
actualmente como balones disectores del espacio prepe-
ritoneal, trocares con globo que impiden la pérdida de
la insuflación y diferentes modalidades de grapado para
Figura 2--5. Artículo de Maurice Arregui con dibujo de la fijar la malla.
anatomía posterior y fotos del procedimiento donde inicial-
mente se fijaba la malla con suturas.
A pesar de los avances hasta aquí mencionados, se
pudo apreciar entre los cirujanos que tanto la técnica
TAPP como la TEP requerían una gran habilidad técni-
picas de hernias inguinales y se difundió su uso a todo ca y conocimientos de anatomía posterior de la región
el mundo. inguinal a los cuales no se estaba habituado, lo que limi-
Entre los inconvenientes que la comunidad quirúrgi- tó el número de cirujanos que realizaban estos procedi-
ca aprecia en esta técnica está el hecho de que la técnica mientos. Es por eso que en 1994, y tratando de simplifi-
TAPP invade la cavidad abdominal produciendo un in- car la técnica de reparación inguinal laparoscópica, los
cremento en los riesgos de lesión visceral e íleo posope- doctores Fitzgibbons, Filipi y col. publicaron en Annals
ratorio, en comparación con las técnicas abiertas, por lo of Surgery una nueva modalidad de reparación que de-
que se iniciaron las investigaciones para realizar el pro- nominan técnica Intra Peritoneal Onlay Mesh (IPOM)
cedimiento de hernioplastia sin entrar en la cavidad (figura 2--7), realizada inicialmente en cerdos, en los
abdominal, ya habiendo obtenido experiencia con el que a través de un abordaje transabdominal localizaban
abordaje extraabdominal endoscópico para otros proce-
dimientos de cirugía general. Existía ya desde 1991 el
antecedente de Popp, quien efectuaba primero una hi-
drodisección del espacio preperitoneal y luego realiza-
ba una técnica transabdominal con mayor facilidad para
la disección de los colgajos peritoneales, por lo que se
sugería desde entonces que podría ser factible un abor-
daje extraperitoneal.
En 1993 correspondió a los Drs. Barry McKernan y
Henry L. Laws (figura 2--6) la publicación en la revista
Surgical Endoscopy de una técnica denominada Total
Extra--Peritoneal (TEP) después de haber realizado 51
hernioplastias (algunas de ellas bilaterales) sin mayores

Figura 2--6. De izquierda a derecha: Dr. Maurice Arregui,


diseñador de la técnica TAPP, Barry McKernan y Henry L. Figura 2--7. Artículo que reporta la técnica IPOM inguinal
Laws, diseñadores de la técnica TEP. diseñada por los doctores Fitzgibbons y Filipi en 1994.
Historia de las reparaciones laparoscópicas de hernia 17

el área de la ingle con hernia, y sin realizar disección del de un acceso laparoscópico previo, sirvió de base para
espacio preperitoneal ni disección del saco herniario, que en 1993 se iniciara la etapa de reparación laparoscó-
simplemente colocaban una malla que cubra la totalidad pica de las hernias ventrales e incisionales.
del orificio miopectíneo y fijan la malla con grapas. Fue el Dr. Karl LeBlanc, de Baton Rouge, EUA,
Posteriormente traspolaron la técnica a humanos en los quien la utilizó para cubrir los defectos ventrales al per-
que se utiliza malla de polipropileno y una interfase de catarse de que en el resto del abdomen, a diferencia de
una hoja de interceed (antiadherente) para evitar el con- la ingle, existe menor espesor de la grasa preperitoneal,
tacto visceral con la malla de polipropileno. Después que los dispositivos de grapado pueden fijar mejor la
utilizaron exclusivamente mallas de PTFEe, que evita malla a las estructuras firmes de la pared abdominal, y
las adherencias de asas intestinales a la malla, pero en que al mismo tiempo se puede fijar la malla con puntos
sus seguimientos apreciaron múltiples complicaciones de sutura transmural, cosa imposible de realizar en la in-
tempranas y tardías, como migraciones de la malla al gle. Publicó su primera experiencia en Surgical Lapa-
saco herniario y desplazamientos laterales de la malla roscopy and Endoscopy con el uso de mallas de PTFEe
con recidivas, así como un caso con absceso severo de simples y posteriormente duales (las únicas mallas anti-
escroto en un paciente al cual se le encontró una apendi- adherentes disponibles en esa época) con buenos resulta-
citis aguda adherida a una malla de PTFEe migrada a es- dos, fijando la malla con múltiples suturas transfasciales
croto. Decidieron los autores abandonar dicha técnica al no absorbibles y una doble circunferencia de grapas tipo
hacer un análisis de sus complicaciones y concluir que Tacker. Al principio lo hizo en defectos de pequeños a
es necesario realizar la disección del saco herniario. En- moderados, incrementando paulatinamente el diámetro
contraron que la fijación de la malla es deficiente, ya de los defectos. Sus complicaciones estaban relaciona-
que ningún aditamento de fijación logra atravesar la das con la falta de disección del saco herniario, con la
malla y la grasa preperitoneal fijándose a estructuras fir- presencia de seromas frecuentes, y la más grave, que
mes por lo corto de su longitud, lo que permite las mi- consiste en enterotomías advertidas o inadvertidas du-
graciones y desplazamientos laterales de la malla. Ade- rante la disección de las adherencias viscerales a la pa-
más, las mallas de PTFEe no se integran adecuadamente red abdominal. Las modificaciones que esta técnica ha
al peritoneo, que por sí mismo es bastante móvil. tenido están relacionadas con las mejoras tecnológicas
A pesar de las conclusiones de estos autores, Toy y de las mallas y los aditamentos de fijación (figura 2--8).
Smoot persistieron en sus intentos por revivir la técnica
IPOM y la efectuaron utilizando mallas de PTFEe, fi-
jándola con un dispositivo de grapas más largas con un
aditamento que denominaron Nanticoke Hernia Sta-
pler, sin que haya reportes de una disminución en las
complicaciones. Al mismo tiempo Morris Franklin, en
Texas, retomó esta técnica efectuando el abordaje trans-
abdominal sin disección preperitoneal ni del saco. Utili-
zó malla de polipropileno protegiéndola con epiplón de
su contacto con las asas intestinales, con fijación de gra-
pas tipo Tacker, y reportó durante varios años excelen-
tes resultados y prácticamente nulas complicaciones o
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

adherencias intestinales a la malla. Aunque no hay re-


portes publicados por él, parece ser que en forma tardía
si se llegaron a observar algunas complicaciones rela-
cionadas no con recidivas, pero sí con adherencias y
erosiones intestinales.

HERNIA VENTRAL E INCISIONAL


Figura 2--8. Karl LeBlanc, diseñador de la técnica IPOM
para hernia incisional. Colocación de los trocares. Puntos
de fijación transmurales y fijación con doble corona de gra-
Si bien esta anterior técnica IPOM se reserva sólo para pas adicional, puesto que las mallas que se tenía en ese
ciertos casos especiales de hernia inguinal recidivante tiempo eran de PTFEe.
18 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

Figura 2--9. Sergio Roll y su técnica preperitoneal laparoscópica en una hernia lumbar, levantando colgajos peritoneales y colo-
cando la malla sobre el defecto herniario en el espacio preperitoneal. Fijación y cierre de peritoneo que semeja una técnica TAPP
para hernia inguinal.

En 1995 Barie utilizó la técnica con malla de poliéster material antiadherente con fijación de la misma con tac-
y una capa antiadherente de poliglactina. En 1996 Park kers y posteriormente cierra los colgajos peritoneales,
sólo utilizó suturas transfasciales sin grapas con mallas protegiendo las asas intestinales de un contacto con la
de PTFEe. Morales Conde, de Sevilla, España, utilizó malla.
también el PTFEe, pero describió que no utilizaba sutu- Esta técnica, aunque difícil y laboriosa en lo técnico,
ras transfasciales y sólo aplicaba tackers en dos circun- tiene su lugar en ciertos casos de hernias ventrales o in-
ferencias; la llama técnica “de la doble corona” con bue- cisionales (figura 2--9).
nos resultados, aunque con aumento de las adherencias Puede concluirse que las reparaciones herniarias por
de asas a las abundantes grapas colocadas. El adveni- abordaje laparoscópico han tenido una evolución difícil
miento de mallas ligeras y de la adición de materiales y lenta, y han ido mejorando al aplicar los mismos prin-
antiadherentes absorbibles ha vuelto más versátil esta cipios básicos que en la cirugía abierta y el mejor reco-
técnica. nocimiento de la anatomía por vía posterior de toda la
En 2001 Sergio Roll presentó una variación a esta pared abdominal, pero por algún motivo no han logrado
técnica con la que ha trabajado desde 1997, denominán- generalizarse como herramienta rutinaria para los ciru-
dola técnica de Rives laparoscópica o transabdominal; janos. Mientras que en Australia, en 2012, se reportó la
en ella, a semejanza de la técnica TAPP para hernia in- reparación laparoscópica de las hernias en 80% de los
guinal, levanta colgajos peritoneales alrededor del de- casos, en Alemania sólo se hace en 40%. EUA reporta
fecto y diseca el saco herniario, evitando así la forma- tan sólo de 10 a 15% de plastias por esta vía, y Latinoa-
ción de seromas. Coloca mallas de polipropileno sin mérica en conjunto sólo 7%.

REFERENCIAS
1. Ger R: The management of certain abdominal herniae by in- 6. McKernan JB, Laws HL: Laparoscopic repair of inguinal
tra--abdominal closure of the neck of the sac. Ann Royal Col hernias using a totally extraperitoneal prosthetic approach.
Surg Engl 1982;64. Surg Endosc 1993;7:26--28.
2. Ger R: The laparoscopic management of groin hernias. Con- 7. Fitzgibbons RJ, Salerno GM, Filipi CJ, Hunter WJ, Wat-
temp Surg 1991;39. son P: A laparoscopic intraperitoneal onlay mesh for the re-
3. Dion YM, Morin J: Laparoscopic inguinal herniorraphy. pair of an indirect inguinal hernia. Ann Surg 1994;2:144--
CJS 1992;35. 156.
4. Rutkow I: Surgical operations in the United States. Then 8. LeBlank KA, Booth WV: Laparoscopic repair of incisional
(1983) and now (1994). Arch Surg 1997;132:983--990. abdominal hernias using expanded polytetraflurethylene;
5. Arrregui ME, Davis CJ, Yucel O: Laparoscopic mesh re- preliminary findings. Surg Lap Endosc 1993;3:39--41.
pair of inguinal hernia using a preperitoneal approach; a pre-
liminary report. Surg Lap Endosc 1992;2:53--58.
Capítulo 3
Epidemiología de las hernias
de la pared abdominal
Éctor Jaime Ramírez Barba, Rafael Lozano, Elia Lara Lona

INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA Una manera consistente de recuperar información


A TRAVÉS DE PUBMED que puede utilizar diferente terminología para los mis-
mos conceptos consiste en usar el vocabulario controla-
do y elaborado por la NLM, llamado MeSH (Medical
Subject Headings). Los descriptores utilizados aquí sir-
Los Institutos Nacionales de Salud de EUA (www.nih. ven para indexar los artículos en la base de datos de
gov), a través de la National Library of Medicine (NLM) Medline, puesto que conocer los términos relacionados
(www.nlm.nih.gov) y el National Center for Biotechno- con las hernias constituye una competencia a cumplir
logy Information (NCBI) (www.ncbi.nlm. nih.gov), de- por los cirujanos y hernistas. Se describe a continua-
sarrollaron un proyecto de sistema de búsqueda conoci- ción, y en el cuadro 3--2 se muestra el número de artícu-
do como PubMed (www.pubmed.gov), que consiste en los existentes con dicho descriptor hasta el 2 de julio de
un archivo de la literatura de las ciencias biomédicas y las 2008.
ciencias de la vida que permite el acceso a más de 18 mi-
llones de citas provenientes de bases de datos bibliográfi-
HERNIA
cos compilados por la NLM, como Medline, que es la
más importante y abarca, entre muchos otros, los campos
de la medicina y la salud pública, y contiene artículos (al-
gunos datan de 1950, pero la mayoría son de 1966 a la Este concepto es utilizado en los artículos de los años
fecha) de más de 4 500 revistas y ligas a artículos com- 1966 a 2004. Una hernia se define como la protrusión
pletos y otros recursos relacionados. de un tejido, estructura o parte de un órgano a través del
En 1996 se creó PreMedline, una base de datos que tejido muscular o membrana en los cuales es contenida
suministra datos básicos y resúmenes antes de que se normalmente o a través de un orificio natural, anormal-
añadan todos los campos en los registros completos y mente dilatado. La hernia puede involucrar tejidos
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sean incorporados a Medline. Diariamente se introdu- como la pared abdominal o el diafragma respiratorio.
cen nuevos registros, cada uno de los cuales contiene Las hernias pueden ser internas, externas, congénitas o
varios criterios de indexación (cuadro 3--1). adquiridas. Los términos de búsqueda pueden ser her-
Para los cirujanos generales y para los especializados nias y enterocele. La sintaxis de búsqueda en PubMed
en curar hernias, definidos como “hernistas” según el es: hernia (MH).
Diccionario de la Real Academia Española, es impor-
tante saber cómo identificar en la literatura los artículos Hernia ventral
relacionados con su área de especialización, para leerlos
críticamente y en su caso incorporarlos en la práctica Término utilizado entre 1965 y 2004; consiste en una
cotidiana con la metodología propuesta por la medicina hernia causada por debilidad de la pared abdominal ante-
basada en evidencias. rior debida a defectos de la línea media, incisiones pre-

19
20 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

Cuadro 3--1. Campos o etiquetas de indexación de PubMed más utilizados por los cirujanos y clínicos
Abreviatura Nombre del campo
AD, AFFL Affiliation: dirección y filiación institucional del primer autor, y número de ayuda económica
ALL All Fields: todos los campos de búsqueda de PubMed
AU, AUTH Author Name: nombre de los autores. Hasta 1995 incluía los primeros 25 autores seguidos de la abreviatura et
al., pero a partir del año 2000 no hay límite para el número de autores
FAU Full Author Name: apellido y nombre completo del autor
FIR Full Investigator: apellido y nombre completo del investigador
IP, ISSUE Issue: número del volumen de la revista donde está publicado el artículo
TA, JOUR Journal Name: abreviatura del título de la revista, título completo o número ISSN (p. ej., Hernia: The Journal of
Hernias and Abdominal Wall Surgery 1265--4906 (print), 1248--9204 (electronic)
JT Full Journal Title: nombre completo de la revista procedente de la NLM
LA, LANG Language: idioma en que está publicado el artículo
MAJR MeSH Major Topic: término MeSH (Medical Subject Headings) que cubre los aspectos más relevantes de un
artículo
MH, MESH MeSH Terms: términos MeSH, vocabulario controlado de la NLM sobre los términos biomédicos que se usan
para describir cada artículo de una revista científica en Medline
SH SubHeading: subencabezado utilizado para calificar de forma más precisa la búsqueda con términos MeSH
PL Place of Publication: país de publicación de la revista
PT, PTYP Publication Type: tipo de publicación, descripción del tipo de material que el artículo representa; por ejemplo,
Review (revisión), Clinical Trials (ensayos clínicos), Randomized Controlled Trial (ensayos clínicos controla-
dos), Systematic Review (revisión sistemática) y Meta--Analysis (metaanálisis)
NM, SUBS Substance Name: nombre de la sustancia química tratada en el artículo
TW, WORD Text Word: palabras del texto. Todas las palabras de los campos del título, resumen (AB), términos MeSH,
subencabezamientos, nombres de sustancias químicas, etc.
TI, TITL Title Words: palabras que forman parte del título de un artículo
PMID, UI PubMed Identifier: número de identificación único para cada registro PubMed o Medline

vias o incremento de la presión intraabdominal. Las her- Gastrosquisis


nias ventrales incluyen la hernia umbilical y las hernias
incisional, epigástrica y de Spiegel. El término se intro- Término introducido en 1999, descrito como un defecto
dujo en 1980. congénito con una fisura mayor en la pared abdominal
Los términos de búsqueda pueden ser: hernias; ven- lateral, pero no en el ombligo, que resulta en la extrusión
tral; ventral hernias y ventral hernia, seguidas de de vísceras. A diferencia del onfalocele, las estructuras
(MH). herniadas en la gastrosquisis no están cubiertas por un
saco o peritoneo. Entre 1966 y 1998 los artículos fueron
indexados con los términos: abdominal muscles/abnor-
Hernia abdominal malities. Un término de búsqueda adicional puede ser
gastroschises (MH).
Término introducido en 2005. La hernia abdominal es
una protrusión de estructuras abdominales a través de la
pared abdominal continente. Cuadro 3--2. Artículos indexados en PubMed
Involucra dos partes: una apertura en la pared abdo- hasta el 2 de julio de 2008, que utilizan términos
minal y un saco herniario consistente en peritoneo y del MeSH (Medical Subject Headings)
contenido abdominal.
Número Descriptor utilizado para la búsqueda
Las hernias abdominales incluyen las hernias de la
ingle (hernia femoral, hernia inguinal) y la hernia ven- 34 517 “Hernia” (MH)
tral. 446 “Gastroschisis” (MH)
Los términos de búsqueda pueden ser abdominal 1 074 “Hernia, femoral” (MH)
hernia; abdominal hernias; y hernias, abdominal, se- 9 088 “Hernia, inguinal” (MH)
guidas de (MH) (figura 3--1). 2 685 “Hernia, umbilical” (MH)
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 21

Figura 3--1. Vista de la pantalla de búsqueda en PubMed del término MeSH (Medical Subject Headings) “Hernia, abdominal”.

Hernia femoral Hernia umbilical

Término introducido en 1980. Definida como una her- Término introducido en 1980. Esta hernia es debida a un
nia inguinal que ocurre inferior al ligamento inguinal y cierre imperfecto o debilidad del anillo umbilical. Apa-
medial a la vena y arteria femorales. rece como una protrusión cubierta de piel en el ombligo
El saco de la hernia femoral tiene un cuello pequeño durante el llanto, la tos o el esfuerzo. La hernia general-
pero puede crecer considerablemente cuando entra en el mente consiste en omento o intestino delgado. La mayo-
tejido subcutáneo del muslo. Es causada por defectos en ría de las hernias umbilicales son congénitas, pero pue-
la pared abdominal. den ser adquiridas, debido a una distensión abdominal
Los términos de búsqueda pueden ser también: femo- intensa. Los términos de búsqueda pueden ser: exom-
ral hernia; femoral hernias; y hernias, femoral; segui- phalos; umbilical hernia; hernias, umbilical; umbilical
das de (MH). hernias; omphalocele; y omphaloceles; seguidas de
(MH).
Se le recomienda al lector revisar las guías comple-
Hernia inguinal tas, pues lo ayudarán a realizar búsquedas exitosas en
PubMed, tanto en inglés como vínculos en español, en
Concepto introducido en 1980. La hernia inguinal con- la siguiente dirección electrónica: http://www.nlm.nih.
siste en una hernia abdominal con una tumoración ex- gov/bsd/disted/pubmed.html.
terna en la región inguinal.
Las hernias inguinales indirectas ocurren a través del
anillo inguinal interno, mientras que las hernias ingui- Búsqueda de hernias de la pared
nales directas ocurren a través de defectos en la pared abdominal según la Clasificación
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

del piso inguinal (fascia transversalis), en el triángulo Internacional de Enfermedades, 10ª ed.
de Hesselbach.
Las primeras son comunes en los niños y los adultos La Organización Mundial de la Salud (www.who.org)
jóvenes, mientras que las últimas son más frecuentes en ha publicado de manera convencional, junto con los Es-
los adultos mayores de 40 años. Los términos de bús- tados miembros, la Clasificación Internacional de En-
queda pueden ser: hernias, inguinal; inguinal hernias; fermedades (CIE--10), con el propósito de conocer el
inguinal hernia; inguinal hernia, indirect; hernia, indi- comportamiento de las enfermedades y las defunciones
rect inguinal; hernias, indirect inguinal; indirect ingui- de manera estandarizada en todo el mundo. El capítulo
nal hernia; indirect inguinal hernias; inguinal hernias, XI de la CIE--10 se titula “Enfermedades del aparato di-
indirect; inguinal hernia, direct; direct inguinal hernia; gestivo”, y contiene la clasificación de las “Hernias de
direct inguinal hernias; hernia, direct inguinal; her- la pared abdominal”. La taxonomía de las hernias de la
nias, direct inguinal; inguinal hernias, direct; seguidas pared abdominal tiene siete categorías (códigos K40--
de (MH). K46) (cuadro 3--3):
22 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

Cuadro 3--3. Clasificación de las hernias de la pared abdominal, según la CIE--10*


Código Literal
K40 Hernia inguinal
K40.0 Hernia inguinal bilateral con obstrucción, sin gangrena
K40.1 Hernia inguinal bilateral, con gangrena
K40.2 Hernia inguinal bilateral, sin obstrucción ni gangrena
K40.3 Hernia inguinal unilateral o no especificada, con obstrucción, sin gangrena
K40.4 Hernia inguinal unilateral o no especificada, con gangrena
K40.9 Hernia inguinal unilateral o no especificada, sin obstrucción ni gangrena
K41 Hernia femoral
K41.0 Hernia femoral bilateral, con obstrucción, sin gangrena
K41.1 Hernia femoral bilateral, con gangrena
K41.2 Hernia femoral bilateral, sin obstrucción ni gangrena
K41.3 Hernia femoral unilateral o no especificada, con obstrucción, sin gangrena
K41.4 Hernia femoral unilateral o no especificada, con gangrena
K41.9 Hernia femoral unilateral o no especificada, sin obstrucción ni gangrena
K42 Hernia umbilical
K42.0 Hernia umbilical con obstrucción, sin gangrena
K42.1 Hernia umbilical con gangrena
K42.9 Hernia umbilical sin obstrucción ni gangrena
K43 Hernia ventral
K43.0 Hernia ventral con obstrucción, sin gangrena
K43.1 Hernia ventral con gangrena
K43.9 Hernia ventral sin obstrucción ni gangrena
K44 Hernia diafragmática
K44.0 Hernia diafragmática con obstrucción, sin gangrena
K44.1 Hernia diafragmática con gangrena
K44.9 Hernia diafragmática sin obstrucción ni gangrena
K45 Otras hernias de la cavidad abdominal
K45.0 Otras hernias de la cavidad abdominal especificadas, con obstrucción, sin gangrena
K45.1 Otras hernias de la cavidad abdominal especificadas, con gangrena
K45.8 Otras hernias de la cavidad abdominal especificadas, sin obstrucción ni gangrena
K46 Hernia no especificada de la cavidad abdominal
K46.0 Hernia abdominal no especificada, con obstrucción, sin gangrena
K46.1 Hernia abdominal no especificada, con gangrena
K46.9 Hernia abdominal no especificada, sin obstrucción ni gangrena
*WHO: Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud. 10ª ed. Washington, Organización Mundial
de la Salud, 2003. http://www.who.int/whosis/icd10.

1. Hernia inguinal. Medicina. El CEMECE está adscrito a la Secretaría de


2. Hernia femoral. Salud y es un órgano colegiado que contribuye al mejo-
3. Hernia umbilical. ramiento de la calidad de las estadísticas de morbilidad,
4. Hernia ventral. mortalidad y procedimientos en medicina en el país. En
5. Hernia diafragmática. el CEMECE participan miembros representantes de las
6. Otras hernias de la cavidad abdominal. instituciones que conforman el Sistema Nacional de Sa-
7. Hernias no especificadas de la cavidad abdominal.1 lud y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI--www.inegi.gob.mx) para integrar
En México el Centro Colaborador de la Organización el Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS),
Mundial de la Salud (OMS), Centro Mexicano para la que puede ser consultado en www.sinais.salud.gob. mx.2
Clasificación de Enfermedades (CEMECE: www.ce- También existen el Comité Técnico Sectorial de Esta-
mece.salud.gob.mx), es el organismo encargado de pro- dística y de Información Geográfica del Sector Salud
mover y vigilar el uso correcto de las Clasificaciones In- (CTSEIGSS: www.ctseigss.salud.gob.mx) y el Grupo
ternacionales de la OMS, entre las que destacan la CIE, Interinstitucional de Información en Salud (GIIS: www.
la Clasificación del funcionamiento de la Discapacidad ctseigss.salud.gob.mx/giis), en respuesta a la Ley de In-
y de la Salud, y la Clasificación de Procedimientos en formación Estadística y Geográfica que establece que
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 23

Cuadro 3--4. Clasificación de los procedimientos quirúrgicos en las hernias de la pared abdominal,
según la Clasificación Internacional de Enfermedades, 9ª ed.*
Código Procedimiento
53 Reparación de hernia
530 Reparación unilateral de hernia inguinal
5300 Reparación unilateral de hernia inguinal, no especificada de otra manera
5301 Reparación de hernia inguinal directa
5302 Reparación de hernia inguinal indirecta
5303 Reparación de hernia inguinal directa con injerto o prótesis
5304 Reparación de hernia inguinal indirecta con injerto o prótesis
5305 Reparación de hernia inguinal con injerto o prótesis no especificada de otra manera
531 Reparación bilateral de hernia inguinal
5310 Reparación bilateral de hernia inguinal, no especificada de otra manera
5311 Reparación bilateral de hernia directa
5312 Reparación bilateral de hernia inguinal indirecta
5313 Reparación bilateral de hernia inguinal, una directa y otra indirecta
5314 Reparación bilateral de hernia inguinal directa con injerto o prótesis
5315 Reparación bilateral de hernia inguinal indirecta con injerto o prótesis
5316 Reparación bilateral de hernia inguinal, una directa y una indirecta, con injerto o prótesis
5317 Reparación bilateral de hernia inguinal con injerto o prótesis, no especificada de otra manera
532 Reparación unilateral de hernia crural (femoral)
5321 Reparación unilateral de hernia crural con injerto o prótesis
5329 Otra herniorrafia de hernia crural unilateral
533 Reparación bilateral de hernia crural
5331 Reparación bilateral de hernia crural con injerto o prótesis
5339 Otra herniorrafia crural bilateral
534 Reparación de hernia umbilical
5341 Reparación de hernia umbilical con prótesis
5349 Otra herniorrafia umbilical
535 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior (sin injerto ni prótesis)
5351 Reparación de hernia incisional (eventración)
5359 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior
536 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior con injerto o prótesis
5361 Reparación de hernia incisional (eventración) con prótesis
5369 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior con prótesis
*CDC: Coordination and Maintenance Committee. ICD--9--CM. Hyattsville, National Center for Health Statistics. Centers for Disease Control and
Prevention, 2007. http://www.cdc.gov/nchs/about/otheract/icd9/maint/maint.htm.

es de interés público la integración de los Sistemas Na- “enfermedades que afectan transitoriamente a muchas
cionales Estadístico y de Información Geográfica. personas en un sitio determinado”. Existen otras acep-
Otra fuente para la búsqueda de información relativa ciones de la epidemiología, como “el estudio de la dis-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a las estadísticas de las hernias de la pared abdominal la tribución y determinantes de enfermedades en pobla-
constituye el Código de Procedimientos de la Clasifica- ciones humanas” (http://es.wikipedia.org/wiki
ción Internacional de Enfermedades, 9ª ed., desarrollado /epidemiologia). En este capítulo también se considera
por el Centro de Control de Enfermedades de EUA y la como “una disciplina médica cuyo sujeto de estudio es
Organización Mundial de la Salud (OMS) (www.cdc. un grupo de individuos que comparten una característi-
gov/nchs/about/otheract/icd9/maint/ maint.htm) (cua- ca que los reúne: la hernia”, definida la hernia como la
dro 3--4).3 protrusión o salida de parte de un órgano, como el intes-
tino, de la estructura anatómica que normalmente lo
fija.
Importancia del concepto de “caso” La epidemiología se utiliza en las enfermedades hu-
manas para conocer la distribución de la enfermedad,
La epidemiología es el tratado de las epidemias, según los factores que las causan, y los atributos de la enferme-
la Real Academia Española de la Lengua, es decir, de las dad en poblaciones definidas, incluyendo su incidencia,
24 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

Cuadro 3--5. Egresos hospitalarios del Sistema Nacional de Salud


por hernias de la pared abdominal (2004 a 2006)
CIE--10: afección principal 2004 2005 2006 Total
K40: hernia inguinal 50 274 52 872 53 557 156 703
K41: hernia femoral 1 044 1 082 1 158 3 284
K42: hernia umbilical 21 328 22 989 23 999 68 316
K43: hernia ventral 12 506 12 958 13 126 38 590
K44: hernia diafragmática 4 984 4 894 5 000 14 878
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 326 354 277 957
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 3 103 3 426 3 657 10 186
Total 93 565 98 575 100 774 292 914
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

frecuencia, prevalencia, brotes endémicos o epidémi- definición de un “caso” no necesariamente es la defini-


cos, y también estudia y estima la morbilidad en áreas ción clínica común, por lo que es importante que los ci-
geográficas y en grupos específicos. rujanos y los hernistas se familiaricen con las clasifica-
En este sentido, es importante utilizar las “definicio- ciones citadas anteriormente, a fin de que su adecuado
nes de caso” (p. ej., hernia inguinal indirecta), ya que reporte mejore las estadísticas y la métrica en salud.4
permiten estandarizar los criterios con los cuales serán
clasificados los “casos”. Toda definición de caso debe
incluir las tres dimensiones clásicas de las variables epi-
Egresos hospitalarios
demiológicas: tiempo, lugar y persona.4
Es de vital importancia precisar lo que será definido
por hernias abdominales
como caso, a fin de monitorear adecuadamente las ten-
dencias de los padecimientos y la ocurrencia de enfer- Entre los principales motivos de egreso hospitalario,
medades inusuales, y evaluar la efectividad de cada in- ocupación de los especialistas en cirugía general o her-
tervención realizada. Así, la utilidad de los datos para la nistas, el segundo lugar lo ocupan las hernias de la pared
vigilancia en salud depende de su uniformidad, sim- abdominal en los hombres, después de la apendicitis. La
pleza y oportunidad. primera causa de egreso en las mujeres lo constituyen
Un “caso” lo constituye una persona identificada en la colelitiasis y la colecistitis, seguidas de la apendicitis
la población o en un grupo de estudio que tiene una en- y de las hernias, que se ubican en tercer lugar.
fermedad, una alteración en el estado de salud o una El Sistema Nacional de Información en Salud regis-
condición bajo investigación. Para identificar casos tró entre 2004 y 2006 un total de 292 914 egresos de los
puede utilizarse una gran variedad de procedimientos, hospitales públicos debidos a cirugías por hernias de la
como diagnósticos médicos individuales, registros y pared abdominal. Como se aprecia en el cuadro 3--5,
notificaciones, resúmenes de expedientes clínicos, en- más de la mitad corresponden a casos de hernia inguinal
cuestas y tamizaje en la población. Es importante men- (53%), seguidos de hernia umbilical (23%), hernia ven-
cionar que, desde el punto de vista epidemiológico, la tral (13%), hernia diafragmática (5%), hernias no espe-

Cuadro 3--6. Egresos hospitalarios del Sistema Nacional de Salud por hernias
de la pared abdominal según la institución de salud (2004 a 2006)
Institución 2004 2005 2006 Total
IMSS 38 372 39 277 38 360 116 009
Secretaría de Salud 34 760 39 083 41 509 115 352
ISSSTE 10 510 10 630 10 673 31 813
IMSS--Oportunidades 6 003 5 598 5 624 17 225
SEDENA 1 958 2 154 2 369 6 481
PEMEX 1 570 1 558 1 726 4 854
Secretaría de Marina 392 275 513 1 180
Total 93 565 98 575 100 774 292 914
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 25

Cuadro 3--7. Egresos hospitalarios por hernias de la pared abdominal en la Secretaría de Salud
y organismos públicos descentralizados estatales (2000 a 2007)
CIE--10: afección principal 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Total
K40: hernia inguinal 16 669 17 743 18 266 19 314 20 545 22 941 23 825 25 804 165 107
K41: hernia femoral 470 476 459 451 509 519 584 598 4 066
K42: hernia umbilical 6 831 7 139 7 266 7 577 8 098 9 494 10 515 11 595 68 515
K43: hernia ventral 2 939 3 028 3 173 3 493 3 518 3 965 4 269 4 496 28 881
K44: hernia diafragmática 633 625 714 728 945 933 1 043 1 245 6 866
K45: otras hernias 70 102 98 123 211 202 132 135 1 073
K46: hernia no especificada 719 818 790 857 933 1 027 1 141 1 312 7 597
Total 28 331 29 931 30 766 32 543 34 759 39 081 41 509 45 185 282 105
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

cificadas de la cavidad abdominal (3%), hernia femoral 17% en el de 60 a 74 años y 7% en los pacientes de 75
(1%) y otras hernias de la cavidad abdominal (0.4%). años de edad o más.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) La figura 3--2 muestra la diferencia según el sexo,
egresó 39.6% de los casos (cuadro 3--6), seguido por la donde se aprecia que las mujeres entre los 30 y los 59
Secretaría de Salud (39.4%), el Instituto de Seguridad años de edad tienen una frecuencia significativamente
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado más alta que los hombres, mientras que en los hombres
(ISSSTE) (10.9%), el IMSS--Oportunidades (5.9%), la la frecuencia es más marcada en otros grupos etarios.
Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) (2.2%), La distribución del sexo según el tipo de afección
Petróleos Mexicanos (PEMEX) (1.7%) y la Secretaría principal se muestra en el cuadro 3--8, donde se observa
de Marina (0.4%). una frecuencia de hernia inguinal de 7:3 con predomi-
Las tendencias acerca del número de egresos hospita- nio masculino y una proporción inversa en el resto de las
larios por tipo de hernia de la pared abdominal de la Se- hernias, que se presentan más en el sexo femenino, con
cretaría de Salud y los organismos públicos descentrali- excepción de la hernia diafragmática, donde la propor-
zados estatales de salud se han mantenido constantes en ción es casi de 1:1.
los últimos ocho años (cuadro 3--7). De 282 105 casos,
53% de las hernias ocurrieron en hombres y 47% en mu- Mortalidad por hernias
jeres. de la pared abdominal
Según el grupo etario, 9% ocurrieron en el grupo de
0 a 4 años de edad; 9% en el de 5 a 14 años de edad; 12% El lector de este capítulo debe identificar que los padeci-
en el de 15 a 29 años de edad; 23% en el de 30 a 49 años; mientos aparentemente “comunes” y “sencillos” son

30

25
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

20
Hombres
15
Mujeres
10

0
0a4 5 a 14 15 a 29 30 a 44 45 a 59 60 a 74 75 >

Figura 3--2. Distribución en porcentaje, por sexo y edad en quinquenios de 282 105 egresos por hernia de la pared abdominal
de la Secretaría de Salud y Organismos Públicos Descentralizados Estatales de Salud (2000 a 2007). Fuente: Sistema Nacional
de Información en Salud.
26 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

Cuadro 3--8. Distribución por sexo y tipo de afección principal en población atendida por la Secretaría de
Salud Federal y organismos públicos descentralizados estatales entre 2000 y 2007
CIE--10: afección principal Hombres (%) Mujeres (%) Total
K40: hernia inguinal 114 854 70 50 237 30 165 091
K41: hernia femoral 850 21 3 216 79 4 066
K42: hernia umbilical 20 088 29 48 421 71 68 509
K43: hernia ventral 7 707 27 21 173 73 28 880
K44: hernia diafragmática 3 136 46 3 727 54 6 863
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 283 26 790 74 1 073
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 2 313 30 5 283 70 7 596
Total 149 231 53 132 847 47 282 078
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

causa de mortalidad prematura en el Sistema Nacional la hernia femoral es ocho veces más mortal que la hernia
de Salud, y que las evidencias muestran además que hay inguinal. Asimismo, la mortalidad por hernias de la pa-
áreas de oportunidad para mejorar la calidad de la aten- red abdominal es dos veces mayor en los hospitales de
ción de las hernias de la pared abdominal. la Secretaría de Salud.
A partir de 1976 la mortalidad por hernias de la pared En los últimos ocho años murieron 1 143 mexicanos
abdominal mostró en México una tendencia decreciente por hernias de la pared abdominal.
en ambos sexos; sin embargo, el riesgo de muerte es ma- En el cuadro 3--10 se aprecia que 42% de los casos
yor en las mujeres, y esta brecha tiene una tendencia as- fallecieron por hernia inguinal, 7% por hernia femoral,
cendente (figuras 3--3 y 3--4). 19% por hernia umbilical, 13% por hernia ventral y 5%
La disminución en la mortalidad observada es válida por hernia diafragmática.
en todos los grupos etarios, aunque la principal contri- Es importante que el lector sepa que, además de ha-
bución proviene de los adultos de ambos sexos de 20 a ber una mayor mortalidad por hernias de la pared abdo-
59 años de edad (figuras 3--5 y 3--6). minal, existe una importante variación entre las diferen-
La tasa de mortalidad por cada 1 000 egresos hospi- tes entidades federativas.
talarios en el Sistema Nacional de Salud entre 2004 y El riesgo de que una mujer que radique en el estado
2006 se muestra en el cuadro 3--9, donde se observa que de Zacatecas muera a causa de una hernia abdominal es

1.8
Hombres
1.6
Mujeres
1.4
Lineal (hombres)
1.2 Lineal (mujeres)

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

0.0
1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000 2003 2006
Figura 3--3. Tasa de mortalidad por hernias de la pared abdominal por cada 100 000 habitantes de 1979 a 2006. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud. INEGI, CONAPO.
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 27

1.60

1.50

1.40

1.30

1.20

1.10

1.00
1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000 2003 2006

Figura 3--4. Tasa de mortalidad por hernias de la pared abdominal por cada 100 000 mujeres de 1979 a 2006. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud. INEGI, CONAPO.

nueve veces mayor que el de una mujer que viva en los siguientes indicadores por cada 10 000 usuarios: in-
Quintana Roo (figura 3--7). cidencia de 6.93 casos de hernioplastia inguinal, 0.18
casos de hernioplastia crural, 2.82 casos de hernioplas-
tia umbilical y 1.18 de hernioplastia ventral.5
Casos esperados por La prevalencia de hernia inguinal es de 11 casos por
hernias de la pared abdominal cada 1 000 nacidos vivos. Un bebé que nace antes de
término tiene una probabilidad de 17 a 37% de desarro-
La práctica profesional del cirujano general o hernista llar una hernia inguinal en los siguientes ocho años si
puede llevarse a cabo en los sectores público, social y pesa menos de 1 kg, de 11 a 19% si pesa menos de 2 kg
privado, y puede tener bajo su responsabilidad un por- y de hasta 31% si tiene parálisis cerebral infantil. La her-
centaje de población. Por ello se anotan a continuación nia inguinal predomina en el sexo masculino (91%) y
algunas cifras que pueden ser útiles para el diseño de su puede estar en el lado derecho (de 57 a 89%) o ser bilate-
práctica. ral (de 4 a 17%). Hasta 8% de los niños desarrollan her-
El Sistema de Protección Social, o Seguro Popular, nia o hidrocele contralateral en los siguientes 5 a 15
que inició sus operaciones el 1 de enero de 2004, tiene años.

100.0
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

1980--84
1985--89
10.0 1990--94
1995--99
2000--06
1.0

0.1

0.01
0 1 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85

Figura 3--5. Tendencia de mortalidad en tasa por hernias abdominales por cada 100 000 hombres de 1979 a 2006. Fuente: Sis-
tema Nacional de Información en Salud, INEGI, CONAPO.
28 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

100.0
1980--84
10.0 1985--89
1990--94
1995--99
1.0 2000--06

0.1

0.01

0.001
0 1 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85

Figura 3--6. Tendencia de mortalidad en tasa por hernias abdominales por cada 100 000 mujeres de 1979 a 2006. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud, INEGI, CONAPO.

Si una niña se somete a reparación de la hernia ingui- rada en 95% de los casos y requiere una intervención
nal y se le realiza una exploración contralateral, habrá quirúrgica a la brevedad, dado que, si hay incarceración,
persistencia del proceso vaginal en 39% de los casos al las complicaciones se presentan hasta en 10% de los
año de edad, la cual disminuye progresivamente hasta casos y hasta en 20% de los productos pretérmino, por
17% después de dos años y a 0% después de cinco años. lo que el principio de reparación temprana de la hernia
Es muy probable que un niño con criptorquidia pa- inguinal o femoral continúa vigente. Por otro lado, un
dezca hernia inguinal concurrente, la cual está incarce- tercio de los adultos mayores refieren la aparición de la

Zacatecas
San Luis Potosí
Veracruz
Distrito Federal
Yucatán
Jalisco
Coahuila
Puebla
Morelos
Nayarit
Aguascalientes
Hidalgo
Guanajuato
R. Mexicana
Nuevo León
Tlaxcala
Oaxaca
Durango
Baja California Sur
Campeche
Tabasco
Chihuahua
Tamaulipas
Michoacán
Querétaro
Sinaloa
Colima
México
Chiapas
Baja California
Sonora
Guerrero
Quintana Roo
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0

Figura 3--7. Tasa de mortalidad por hernias abdominales por cada 100 000 mujeres, según la entidad federativa. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud, INEGI, CONAPO.
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 29

Cuadro 3--9. Tasa de mortalidad por cada 1 000 egresos según el tipo de hernia de
la pared abdominal y la institución del Sistema Nacional de Salud (2004 a 2006)
Criterio Egresos Tasa
CIE--10: afección principal
K40: hernia inguinal 156 703 1.7
K41: hernia femoral 3 284 14.0
K42: hernia umbilical 68 316 2.1
K43: hernia ventral 38 590 2.4
K44: hernia diafragmática 14 878 2.8
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 957 12.5
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 10 186 10.0
Institución
IMSS 116 009 1.7
Secretaría de Salud 115 352 3.6
ISSSTE 31 813 1.6
IMSS--Oportunidades 17 225 1.5
SEDENA 6 481 --
PEMEX 4 854 1.6
Secretaría de Marina 1 180 --
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

hernia un año o más antes de acudir al médico. La hernia gía de urgencia se presenta en 22% de los pacientes de
inguinal tiene una recurrencia de 11 a 20% y se presenta 70 a 79 años de edad, en 53% de los casos de 80 a 89
irreducible entre 7 y 30% de los casos. Un paciente con años de edad y en 89% de los pacientes mayores de 90
cirrosis y obstrucción de la salida vesical por hiperplasia años de edad. La mortalidad es alta en esta población,
prostática tiene mayor probabilidad de desarrollar una por lo que la hernia de pared abdominal debe repararse
hernia inguinal. La hernia inguinal como causa de ciru- en cuanto sea detectada.

Cuadro 3--10. Mortalidad por sexo y tipo de afección principal en la población atendida por la Secretaría
de Salud Federal y organismos públicos descentralizados estatales entre 2000 y 2007
CIE--10: afección principal Hombres (%) Mujeres (%) Total
K40: hernia inguinal 269 55 216 45 485
K41: hernia femoral 19 23 62 77 81
K42: hernia umbilical 46 21 172 79 218
K43: hernia ventral 38 26 106 74 144
K44: hernia diafragmática 41 66 21 34 62
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 3 38 5 63 8
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 44 30 101 70 145
Total 460 40 683 60 1 143
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Fuente: SINAIS.

REFERENCIAS
1. WHO: Clasificación estadística internacional de enferme- 4. PAHO: Normas y estándares en epidemiología: definiciones
dades y problemas relacionados con la salud. 10ª ed. 2003. de caso. Organización Panamericana de la Salud. 2004. Bol
http://www.who.int/whosis/icd10. Epidemiol 1999;20(1):1--2. http://www.paho.org/Spanish/
2. CEMECE, Centro Mexicano para la Clasificación de En- SHA/bs991norms.htm.
fermedades: Secretaría de Salud. 2004. http://www.salud. 5. CNPSS: Catálogo de Servicios Esenciales en Salud: Comi-
gob.x/apps/htdocs/cemece/principal.html. sión Nacional de Protección Social en Salud. México, Direc-
3. CDC: ICD--9--CM. Coordination and Maintenance Commit- ción General de Gestión en Servicios de Salud, 2004:1--51.
tee. http://www.cdc.gov/nchs/about/otheract/icd9/maint/
maint.htm.
30 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)
Capítulo 4
La enseñanza de la cirugía herniaria
Juan Carlos Mayagoitia González, Juan Antonio López Corvalá, Fernando Guzmán Cordero,
Eduardo Javier Jaramillo de la Torre, Octavio Ávila Mercado, José de Jesús Ocampo Huerta

INTRODUCCIÓN La enseñanza de la cirugía en general y de la cirugía


herniaria en particular ha estado plagada de deficiencias
y desinterés por parte de los “cirujanos expertos”, a la
vez que por parte de los residentes y cirujanos recepto-
En 1948 Fairbank dijo: “No hay mejor forma de conocer res de estos conocimientos. El Dr. Ira Rutkow (ahora re-
la habilidad técnica de un cirujano que verlo operar una tirado de la cirugía, pero dedicado a la investigación y
hernioplastia.” Si bien esta afirmación es totalmente publicación de libros y artículos que tratan de la historia
cierta y hay muchos cirujanos con gran habilidad técni- de la cirugía general) confió a los autores, cuando lo
ca y conocimientos en el campo de las hernias de pared, cuestionaron en 2008, acerca de la información que
vale la pena preguntarse: ¿Cómo es que ellos han logra- existe respecto a la enseñanza de la cirugía herniaria:
do adquirir dichos conocimientos y habilidades?, y lo “La enseñanza de la hernia es un tema del cual los ciru-
más importante: ¿Cuál sería el proceso o la metodología janos habitualmente no hablan ni escriben. Hasta el mo-
para que estos cirujanos transmitieran sus conocimien- mento, les aseguro que no hay ningún artículo al res-
tos y experiencia a las nuevas generaciones de residen- pecto.”
tes y cirujanos, en aras de lograr que sus buenos resulta-
dos sean reproducibles?
ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Ante esta falta de información hay que recordar algunos


puntos de interés acerca de la historia de la enseñanza
de la medicina, en especial en el área de la cirugía.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En la antigua Grecia, al igual que se hacía en todas las


profesiones y oficios, se enseñaba lo que se conocía
como “medicina hipocrática”, en la cual el médico o tu-
tor se hacía responsable de su alumno o aprendiz por
uno a dos años, creando a un nuevo médico al final de
este tiempo, y si bien el refrán admite que en ocasiones
el alumno supera a su maestro, en la mayoría de los ca-
sos el alumno sólo era una mala copia de aquél (figura
Figura 4--1. En la Grecia antigua la enseñanza de la medi- 4--1). En el México prehispánico1 se describen las pri-
cina en general era de forma tutelar: el alumno servía de meras formas de transmitir el conocimiento médico, del
aprendiz por uno o dos años. temachtlani (maestro o tutor) al monachti (alumno o

31
32 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

Figura 4--4. Los cirujanos barberos eran hábiles en procedi-


mientos odontológicos y quirúrgicos menores.

Figura 4--2. Enseñanza de la medicina en forma oral por


parte del temachtlani (maestro o tutor) al monachti (alumno de que muchos cirujanos famosos con educación médi-
o aprendiz). ca formal adquirieron sus conocimientos y habilidades
quirúrgicas precisamente como aprendices en tiendas
aprendiz), básicamente en forma oral y desconociendo de barberos.2
cuánta práctica se llegaba a adquirir. Sin embargo, se Corresponde a Theodor Billroth (Viena, 1823--1910)
conoce y se encuentra documentada la habilidad de los ser el creador en Europa de los sistemas de educación
médicos mexicas o titici (voz náhuatl que indica el plu- médica y quirúrgica en las universidades. Además le co-
ral; ticitl es el singular) para practicar ciertos procedi- rresponde el honor de haber sido el iniciador de la pri-
mientos quirúrgicos (figura 4--2). mera residencia quirúrgica tutelar en el mundo, con su
En los siglos XIII y XIV, a finales de la Edad Media, famoso lema de “Ver, ayudar y hacer” (figura 4--5).
se cuenta ya con reportes de la enseñanza más formal de William Halsted (EUA, 1852--1922) trasladó la ex-
la medicina y los procedimientos quirúrgicos, aunque periencia inicial de Billroth en Europa al continente
por desgracia lo que predomina es la práctica quirúrgica americano y empezó con la residencia quirúrgica tutelar
informal y su enseñanza por parte de los cirujanos bar- en el Hospital Johns Hopkins con una variación del
beros o itinerantes, con conocimientos adquiridos de lema original: “Aprender viendo y haciendo.”
manera práctica y no formal2,3 (figura 4--3), aunque cu- En México el Dr. Eduardo Liceaga, Secretario de Sa-
riosamente más versados en la implementación de los lubridad, el 7 de diciembre de 1885 publicó su proyecto
procedimientos quirúrgicos menores y odontológicos de creación de un Hospital General en la ciudad de Mé-
(figura 4--4) que los cirujanos con una capacitación for- xico. En su discurso al presentar este proyecto refiere
mal no efectuaban. A pesar del desprestigio que se le dio aspectos interesantes como: “La medicina debe ser ob-
a la cirugía con este tipo de práctica, existen referencias jetiva y hacerse en los enfermos... Las naciones civiliza-
das han convenido que los enfermos que se asistan por
la beneficencia pública sirvan para este propósito y de

Figura 4--5. Billroth (izq.) y Halsted (der.), iniciadores de las


residencias quirúrgicas formales en Europa y en América,
Figura 4--3. Cirujano barbero y sus instrumentos. respectivamente.
La enseñanza de la cirugía herniaria 33

esta manera redunde en beneficio de los mismos enfer- rugía de la hernia debería ser lo que mejor sabe hacer el
mos al ser atendidos con mayor asiduidad por los médi- cirujano y los resultados de este procedimiento estar en-
cos que aprenden y más cuidadosamente observados tre los más efectivos. ¡Sin embargo, nada más alejado
por éstos... La experiencia ha demostrado que los mejo- de la verdad! La anatomía de la región inguinal y la pa-
res médicos son los que se han formado, con este siste- red abdominal es la que menos dominan el residente
ma...” quirúrgico y la mayoría de los cirujanos ya formados.
El Hospital General de México lo inauguró el 5 de fe- La anatomía posterior de la región inguinal es práctica-
brero de 1905 el general Porfirio Díaz. Precisamente en mente desconocida para algunos. Los resultados de las
este hospital se inician formalmente en 1942 las espe- hernioplastias son mediocres, con índices de recurren-
cialidades médicas, incluida la residencia en cirugía ge- cia entre 15 y 25% de las plastias inguinales y hasta de
neral, pero no es sino hasta 1967 que se convierten en 50% en las incisionales con técnicas tensionantes. Los
cursos universitarios reconocidos por la Universidad resultados en cuanto a recurrencias han mejorado con
Nacional Autónoma de México (UNAM), y en 1994 se las técnicas sin tensión y la aplicación de prótesis, aun-
inicia un Programa Único de Especialidades Médicas que sin llegar a suprimir las recidivas.
(PUEM),4 tal como sigue en la actualidad. A pesar de La enseñanza de la hernia ha sufrido por muchos
que este programa único tiene algunas deficiencias, años la indiferencia de la mayor parte de los cirujanos
como la de aplicarse casi por igual a todas las especiali- y tiene múltiples deficiencias; entre ellas las más fre-
dades,5 les da importancia a las especialidades quirúrgi- cuentes son:
cas al referir que los residentes deben participar como
observadores de los procedimientos quirúrgicos, ser S Nula tutoría del cirujano adscrito o tutor.
ayudantes después y finalmente cirujanos ayudados y S El cierre de la pared abdominal se delega al R1 o
supervisados para la realización de los procedimientos al interno de pregrado sin haber sido adiestrados
(tal como lo refirieron Billroth y Halsted). en la forma de hacerlo.
S Las “hernitas” son para el R1 o R2 muchas veces
sin tutoría.
Enseñanza de la cirugía herniaria S La enseñanza de la hernioplastia se imparte de re-
sidente a residente, dejando defectos agregados y
¿Por qué enseñar específicamente el tema de la patolo- aumentados en las técnicas de reparación.
gía herniaria? Se sabe que no es una subespecialidad S Nunca hay actualización sobre la patología her-
formal con residencia, pero a través de la historia ha ha- niaria por parte de los tutores.
bido cirujanos que han dedicado su vida a la cirugía, el S No es vistosa una tesis de residencia sobre patolo-
estudio y la enseñanza de esta patología tan común. gía herniaria.
Como antecedente podría citarse que la patología
herniaria es una de las más frecuentes y que el procedi- A continuación se analizarán algunos aspectos intere-
miento de hernioplastia es el que más realiza un cirujano santes que han hecho que la cirugía y la enseñanza de la
general en su práctica diaria. Se calcula que entre 15 y hernia no hayan logrado el mismo avance que otros pro-
20% de la población mundial tuvo, tiene o tendrá en el cedimientos quirúrgicos, y cómo en la actualidad se ha
transcurso de su vida una hernia de la pared abdominal tratado de revertir esta tendencia y convertirla, si no en
que requerirá cirugía de hernioplastia. Esto la hace un una verdadera subespecialidad, sí en un área de trabajo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

padecimiento con una prevalencia alta. La hernioplastia interesante con enseñanza formal de los principios bási-
se considera la cirugía que ocupa el segundo lugar en to- cos y avanzados.
dos los hospitales, y las cifras de hernioplastias realiza-
das en el mundo alcanzan cifras impresionantes;
700 000 plastias inguinales anuales en adultos en EUA, DESCONOCIMIENTO DE LA ANATOMÍA
más de un millón de plastias inguinales en niños en DE LA PARED ABDOMINAL
EUA y 400 000 en el Reino Unido, 580 000 plastias de
todos los tipos en América Latina en el año 2008 y en
ese mismo año más de 150 000 plastias en México.6
Ante los datos anteriores cabría inferir que al tener la Antonio de Gimbernat (España, 1742--1790) comentó
patología herniaria una frecuencia de presentación tan al cuestionársele sobre su libro y su autor anatomista
alta y al ser la hernioplastia uno de los procedimientos preferidos: “Mi autor favorito es el cadáver humano. El
que más realiza un cirujano general, precisamente la ci- cuerpo humano es el libro natural, del que no me aparta-
34 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

rentes de mallas y dispositivos para realizar hernioplas-


tias sin tensión.
Sir Astley Paston Cooper señaló en 1804: “Ninguna
enfermedad exige más imperiosamente conocimientos
anatómicos precisos que las diversas variedades de her-
nia, unidos a una gran capacidad quirúrgica.”
Ante esta afirmación y la cantidad de técnicas exis-
tentes es comprensible la dificultad para dominar cada
Figura 4--6. Talleres de reparación herniaria en su módulo de una de las técnicas y del mismo modo lograr transmitir
anatomía y disección de cadáver impartidos por la Asocia- su enseñanza.
ción Mexicana de Hernia. Ya se mencionó la dificultad de transmitir el conoci-
miento de una técnica quirúrgica por parte de un resi-
dente de tercer o cuarto año, el cual probablemente des-
ré ni un punto, y lo preferiré a cualquier otro.” Ante esto, conoce los datos finos de la anatomía inguinal y fue
resulta increíble el nivel de desconocimiento de la ana- adiestrado de manera deficiente en la técnica quirúrgica
tomía de la región inguinal y de la pared abdominal. En por sus residentes superiores cuando era residente de
los talleres teórico--prácticos de dos días de duración primer año. El resultado ha sido tener varias generacio-
que ha efectuado la Asociación Mexicana de Hernia a nes de cirujanos que realizan técnicas tensionantes, e in-
lo largo de los últimos 10 años, dirigidos a residentes y cluso libres de tensión, sin aplicar todos los fundamentos
cirujanos generales de todo nivel de experiencia (figura y pasos básicos en el momento de realizar las hernio-
4--6), el resultado de la preevaluación inicial apenas al- plastias.
canza los 4.2 puntos (sobre 10) y se eleva a 8 en la pose-
valuación.
En los cursos de diplomado de cirugía herniaria los
resultados de la preevaluación tienen en promedio 5.1 METODOLOGÍA
puntos, que se eleva a 8.9 en las posevaluaciones. Lo
anterior indica la poca importancia que se le ha dado por
mucho tiempo a esta región tanto en las universidades
No hay un consenso universal de cómo debe enseñarse
médicas como en los hospitales formadores de residen-
la patología herniaria; así, en los diferentes países de
tes quirúrgicos.
Latinoamérica y Europa no se especifica cómo y cuán-
do se debe tocar el tema de las hernias de pared abdomi-
nal en los programas de residencia. De igual forma, la
TÉCNICAS QUIRÚRGICAS cantidad de cirugías abiertas y laparoscópicas que un re-
sidente debería haber realizado como ayudante y ciruja-
no se considera escasa y sin explicar la metodología del
adiestramiento psicomotriz.
Siempre han existido diferentes técnicas quirúrgicas Parece difícil incidir en la mejora de la enseñanza a
para la resolución de una misma patología, y se conside- nivel de la residencia quirúrgica, ya que, de acuerdo con
ra como algo natural. Hay patologías que se operan los diferentes países, aquélla puede encontrarse regula-
exactamente igual tanto por vía abierta como por vía la- da por la universidad, los ministerios de salud, la socie-
paroscópica y resultan fáciles de aprender y de enseñar. dad quirúrgica o por el gobierno, lo que dificulta encon-
Sin embargo, la cirugía herniaria tiene características trar una estandarización de los procesos de enseñanza.
especiales. Ante esto, han sido las distintas Asociaciones de Hernia
Parecerá cosa de locos saber que en el momento ac- (estadounidense, europea, hispanoamericana, mexica-
tual existen para la misma patología más de 10 técnicas na, brasileña, argentina, etc.) las que han tomado la ba-
de reparación abierta para hernia inguinal de forma ten- tuta para mejorar y establecer esta estandarización de la
sionante, más de 17 técnicas abiertas con malla y 3 téc- enseñanza teórica y práctica de la cirugía herniaria. De-
nicas laparoscópicas. Al hablar de hernia incisional y safortunadamente, sólo se ha podido implementar este
hernia ventral existe una sola técnica de reparación adiestramiento luego del periodo de residencia a ciruja-
abierta con tensión, al menos cinco abiertas sin tensión nos ya formados, por medio de cursos, talleres, adiestra-
con malla y dos técnicas por vía laparoscópica. Por si mientos y diplomados universitarios, como en el caso
fuera poco, hay para elegir entre más de 120 tipos dife- de México.
La enseñanza de la cirugía herniaria 35

PERFIL DEL CIRUJANO 3. Diploma universitario en hernias de la pared abdo-


DE HERNIA Y DEL INSTRUCTOR minal. Esto garantiza que se ha cursado un progra-
ma universitario oficial donde se han adquirido
conocimientos y destrezas en el manejo de los es-
cenarios en que se presenta la patología herniaria.
Durante muchos años no se entendió la importancia de 4. Membresía en al menos una asociación académica
contar con un buen “profesor” para la enseñanza de en hernias de la pared abdominal (asociación de
cualquier área de la medicina. De esta forma, los profe- hernia del país respectivo, American Hernia Socie-
sores titulares de los cursos de residencia recayeron en ty o European Hernia Society, Federación Latinoa-
los jefes de departamento de cirugía general (más inte- mericana de Hernia, Sociedad Hispano--Americana
resados en los aspectos administrativos de su departa- de Hernia). Esto permite saber que el especialista
mento clínico que en la enseñanza), y sus adjuntos eran además pertenece a una institución cuyo principal
los cirujanos generales adscritos al servicio, sin ningún objetivo es proporcionar la actualización de cono-
conocimiento o adiestramiento en pedagogía o metodo- cimientos a través de educación médica continua
logía de la enseñanza. Estas deficiencias se minimiza- en el campo de las hernias.
ban un poco al tener el residente la oportunidad de rotar 5. Artículo publicado en una revista o libro relacio-
con diferentes cirujanos durante su periodo de forma- nado con la cirugía herniaria. Esto indica que el es-
ción, lo que le daba la oportunidad de encontrar a algún pecialista ha sometido su experiencia profesional
cirujano con conocimientos e interés en la enseñanza, en el campo de la cirugía herniaria a un escrutinio
otro con habilidades quirúrgicas sobresalientes, otro bajo criterios de metodología científica.
con interés en la investigación, etc., lo que permitía que 6. Ponente como profesor titular o invitado en con-
al final de su residencia el alumno amalgamara toda la gresos relacionados a la cirugía herniaria. Esto se-
información y creara su estilo de práctica quirúrgica. De ñala que el especialista ya es reconocido en el
aquí la importancia de rotar durante la residencia con la entorno profesional por sus colegas como un espe-
mayor cantidad de cirujanos posible para aprender y va- cialista con amplios conocimientos y destrezas en
lorar lo bueno y lo malo de cada uno y normar el propio el campo de la cirugía herniaria.
criterio. Rotar siempre con el mismo “buen cirujano” lo 7. Asistente a algún congreso relacionado con la ci-
que conseguirá a final de cuentas es una mala imitación rugía herniaria.
del maestro, como en la lejana época de los aprendices. 8. Asistente a cursos y diplomados de hernia. Esto
avala la actualización de conocimientos necesa-
rios para el ejercicio profesional y ético en la repa-
ración de los defectos herniarios a lo cual tiene de-
ESTADO ACTUAL DE LA ENSEÑANZA recho todo paciente.
DE LA CIRUGÍA HERNIARIA
Al cumplir con estos requisitos, el candidato ideal para
considerarse profesor o instructor de patología hernia-
ria deberá tener también conocimientos en técnicas de
microenseñanza y macroenseñanza, habilidad en comu-
Hoy se sabe que el cirujano que se considere un profesor
nicación verbal y corporal efectiva para la transmisión de
o un tutor debe cumplir cierto perfil o requisitos para ser
conocimientos, facilidad para inducir en el alumno la
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

no sólo un simple transmisor del conocimiento y de las


búsqueda del conocimiento y la capacidad de realizar en
habilidades quirúrgicas hacia los residentes, sino un ver-
el quirófano todo lo que enseñe o comunique (en la Aso-
dadero facilitador para la adquisición de estas experien-
ciación Mexicana de Hernia se llama congruencia oro-
cias y conocimientos. En el tema específico de la ense-
manual: “Lo que enseño lo reproduzco en el paciente”).
ñanza de la hernia se cuenta con un avance interesante
planteado por Álvarez Quintero, al establecer como
parte de los lineamientos de la Asociación Mexicana de ESTRATEGIAS EN LA ENSEÑANZA
Hernia el perfil que debe tener un médico que quiera DE LA CIRUGÍA ABIERTA DE
dedicarse de lleno a la cirugía de la patología herniaria: LA HERNIA

1. Título y cédula DE especialista en cirugía general.


2. Certificación vigente por el Consejo de Cirugía En el futuro el verdadero proceso de enseñanza deberá
General. realizarse desde la residencia, al estructurar y estandari-
36 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

Figura 4--7. Diplomados diseñados para 20 a 25 alumnos con conferencias, prácticas en simuladores, cirugía experimental en
animales y cirugía en vivo con pacientes.

zar la forma en que se deberá ir avanzando paulatina- de 92 h de duración (nueve días) en el que se imparten
mente en los conocimientos anatómicos, etiológicos y 50 h de enseñanza teórica con temas básicos, generali-
de técnicas quirúrgicas a lo largo de toda la especializa- dades, técnicas abiertas, laparoscópicas, complicacio-
ción en cirugía general. Mientras esto no ocurra se se- nes y sesiones de preguntas y respuestas. Hay 16 h de
guirá con las diferentes herramientas que se han imple- talleres y simuladores, 10 h de laboratorio con realiza-
mentado desde hace casi 20 años para la enseñanza de ción de técnicas (tanto abiertas como laparoscópicas) en
la cirugía abierta de la hernia de la pared abdominal. animales de laboratorio y finalmente 16 h de cirugía en
pacientes. Estas últimas son realizadas por los profeso-
res ayudados por los alumnos, los cuales tienen la opor-
Talleres teórico--prácticos tunidad de ver en pacientes reales la aplicación de la to-
talidad de las técnicas existentes (figura 4--7).
Si bien en estos talleres y diplomados es difícil que
Son ideales para grupos de 8 a 10 cirujanos ya formados
cada alumno realice la totalidad de los pasos de las téc-
o residentes quirúrgicos en su último año de especiali-
nicas sobre las cuales se le ha instruido, debe recordarse
dad. Se basan en actividades de uno o dos días en las que
que, a diferencia de la cirugía laparoscópica, la curva de
se imparten de cuatro a seis temas específicos e interacti-
aprendizaje de la cirugía abierta es mucho más corta y en
vos; se pasa después a la realización de cirugía en pacien-
la mayoría de los casos basta con observar al profesor du-
tes, realizada por uno o varios de los profesores con la
rante la realización de uno o dos procedimientos para que
ayudantía de los alumnos, los cuales realizan diferentes
dichas técnicas puedan ser reproducidas por el alumno.
pasos de las técnicas que se les han enseñado. Sobre la
marcha se comentan dudas, variaciones y recomendacio-
nes específicas para cada caso que pudiera presentarse.
ENSEÑANZA DE LA CIRUGÍA
HERNIARIA LAPAROSCÓPICA
Diplomado en cirugía de hernia

Lo realiza desde 2008 la Asociación Mexicana de Her- El abordaje laparoscópico en cirugía general ha sido
nia, con aval universitario. Se trata de un curso intensivo uno de los avances más importantes en las últimas déca-
La enseñanza de la cirugía herniaria 37

das por las grandes ventajas que ofrece a los pacientes, entre 30 y 300 procedimientos con tutoría. La curva de
producto de la mínima invasión a la pared y la cavidad aprendizaje en abordaje laparoscópico se refiere al nú-
abdominal. Aunque es el estándar de oro en la mayoría mero de procedimientos necesarios para obtener un
de los procedimientos abdominales, como colecistecto- tiempo quirúrgico adecuado y un porcentaje de compli-
mía, cirugía antirreflujo, apendicectomía, adrenalecto- caciones similar al abordaje convencional.
mía, entre otros, en el caso de la plastia inguinal no es En el centro de entrenamiento de los autores se rea-
el abordaje de elección. lizó un estudio en donde se establecen los siguientes pa-
El primer error del abordaje laparoscópico en la plas- rámetros para cumplir con la curva de aprendizaje:
tia inguinal fue que algunos cirujanos pioneros intenta-
ron cerrar el defecto herniario con sutura, grapas, malla 1. Cirujano con experiencia en laparoscopia.
enrollada o como parche, lo que provocó un gran núme- 2. Conocimiento anatómico de la región inguinal
ro de fracasos, manifestados por complicaciones y reci- posterior.
divas debido a que se ignoró el principio básico del 3. Realización de procedimientos con supervisión
abordaje laparoscópico, que es “imitar lo ya probado en tutorial.
cirugía abierta pero cambiando únicamente el abordaje”. 4. Estandarización de procedimientos.
No fue sino hasta 1992 que se imitó la plastia inguinal
Con lo anterior se logra estabilizar el tiempo quirúrgico
con abordaje posterior propuesta por Rives y Stoppa,
con mínimas complicaciones entre los procedimientos
surgiendo de esta manera la plastia inguinal transabdo-
20 y 30.
minal preperitoneal (TAPP) presentada por Corbitt, que
Estos resultados tan diferentes hacen pensar que la
busca evitar las complicaciones derivadas de la técnica
plastia inguinal con abordaje laparoscópico es un proce-
de colocación de malla intraperitoneal (IPOM) en con-
dimiento complejo con curva de aprendizaje larga, por
tacto con las asas intestinales, y la técnica totalmente ex-
lo que su enseñanza amerita una estrategia.
traperitoneal (TEP), descrita por Ferzly y posteriormen-
En los últimos años se ha incrementado la plastia in-
te por McKernan y Laws, que se caracteriza por ser una
guinal por vía laparoscópica, pero aún está lejos de
plastia endoscópica y no laparoscópica, ya que no abor-
practicarse en por lo menos 50% de los casos. En Lati-
da la cavidad peritoneal sino el espacio virtual creado
noamérica se calcula en menos de 8%, y en México se
entre las estructuras musculoaponeuróticas del orificio
menciona que su realización es por abajo de 5% (Mille-
miopectíneo y el peritoneo subyacente.
nium Research Group).
Para justificar el abordaje laparoscópico de la plastia
La Asociación Mexicana de Hernia ha sido la encar-
inguinal se debe cumplir con lo siguiente: tiempo qui-
gada de difundir el estudio y el manejo de las hernias.
rúrgico, morbilidad y recurrencias similares o menores
Dicha asociación empezó con retraso en la difusión del
al abordaje abierto, y ofrecer a la vez las ventajas del
abordaje laparoscópico, pues apenas en 2004 en sus di-
abordaje laparoscópico: menor dolor posoperatorio,
plomados se integraron ponencias y prácticas de labora-
menor dolor crónico, reincorporación rápida a las acti-
torio con animales con este abordaje en la plastia ingui-
vidades y resultado estético.
nal.
Los buenos resultados por cirujanos experimentados
han permitido que cada vez más cirujanos estén intere-
sados en este abordaje. Existen varios factores que han
ESTADO ACTUAL
impedido el cambio de la plastia inguinal de abordaje
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abierto a abordaje laparoscópico:

1. La técnica que imita el abordaje abierto (plastia


La pregunta para cumplir con los enunciados anteriores tipo Stoppa, abordaje posterior) es poco practica-
sería: ¿Qué curva de aprendizaje o qué parámetros debe da, por lo que existe un gran desconocimiento de
cumplir el cirujano? la anatomía de dicha región.
En la literatura se menciona que la plastia inguinal 2. La morbilidad, la recurrencia y los tiempos quirúr-
con abordaje laparoscópico requiere una curva de gicos se incrementan en los cirujanos que intentan
aprendizaje larga. Algunos reportes mencionan que se practicarla sin tener un entrenamiento adecuado.
requieren 250 casos para que el cirujano obtenga resul- 3. Son insuficientes los cursos de tres a siete días, ya
tados similares o superiores al abordaje abierto en cuan- que se necesita una estrategia especial de enseñan-
to a morbilidad y recurrencias. Otras publicaciones afir- za. Se ha llegado al abandono de esta técnica por
man que la curva de aprendizaje es larga, oscilando malos resultados.
38 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

4. El costo de la plastia inguinal por vía laparoscópi-


ca es muy superior en comparación al abordaje
abierto, aunque la compensación es clara cuando
se mide el número de días de incapacidad y la rein-
corporación a las actividades laborales.
5. En el abordaje laparoscópico es obligada la aneste-
sia general, lo cual es una desventaja, puesto que al-
gunos grupos pregonan las ventajas de realizar plas-
tia inguinal abierta con sedación y anestesia local.

Al analizar el sector salud gubernamental el retraso es


más notorio debido a los planes de presupuestos rezaga-
dos; se argumenta que la plastia inguinal abierta es más
barata. Por otro lado, son pocos los cirujanos de estas
instituciones que tienen suficiente experiencia para ob- Figura 4--8. Enseñanza de la cirugía laparoscópica en un
tener resultados positivos, lo que sería un factor impor- centro de entrenamiento especializado.
tante para el cambio.

3. Interés por el aprendizaje de esta técnica.


ESTRATEGIAS EN LA ENSEÑANZA Los antecedentes del cirujano y sus aptitudes quirúrgi-
DE LA CIRUGÍA LAPAROSCÓPICA cas serán importantes; no es recomendable tratar de
DE LA HERNIA aprender esta técnica si no se domina el abordaje lapa-
roscópico, y por ello es importante la selección del
alumno. El alumno debe auxiliarse de todas las herra-
mientas para mejorar habilidades técnicas (videotrai-
Al analizar los factores más importantes para el cambio ners, simuladores, etc.), pero sin sustituir la práctica
del abordaje abierto al laparoscópico en la plastia ingui- clínica con tutoría, que es donde se adquieren el conoci-
nal la pregunta sería: ¿Cuál debe ser la estrategia? miento y el juicio clinicoquirúrgico para la formación
Centros de entrenamiento en abordaje laparoscópico de un cirujano competente.
con los siguientes requisitos: La frecuencia, el número de procedimientos y el
tiempo de entrenamiento siguen en discusión, siendo la
1. Profesores con experiencia en abordaje laparoscó- recomendación la tutoría personalizada y la protocoli-
pico y con disposición a la enseñanza. zación de los procedimientos por pasos (figura 4--8).
2. Equipo e instrumental adecuados con acceso a los En el centro de entrenamiento de los autores, una vez
avances de la tecnología. que el alumno ha adquirido las habilidades técnicas para
3. Programación quirúrgica acorde al curso que se un procedimiento laparoscópico avanzado, sigue un
imparta para vencer la curva de aprendizaje. programa de tres fases: observación, ayudantía y parti-
4. Laboratorio con simuladores para adquirir o me- cipación del alumno como cirujano en todo el procedi-
jorar las habilidades técnicas. miento:
5. Procedimientos quirúrgicos estandarizados.
6. Archivo videográfico. 1. Durante la fase de observación el alumno aprende
7. Sesiones académicas. la instrumentación y el material necesario para la
8. Sistema de evaluación del cirujano. plastia inguinal, la posición del paciente y la posi-
ción de los trocares, y se familiariza con la anato-
Otra de las preguntas es: ¿Qué características bebe tener mía de la región inguinal posterior. Observa al ci-
el alumno y qué factores influirán en su curva de apren- rujano y al ayudante en cuanto a los movimientos
dizaje? y la manipulación de los tejidos y las estructuras
anatómicas en el campo laparoscópico, y aprende
1. Práctica de la cirugía laparoscópica avanzada. los pasos rutinarios de la plastia inguinal. Estos
2. Dominio de la anatomía de la región inguinal pos- pasos técnicos son explicados en detalle por el ci-
terior. rujano experto en repetidas ocasiones, con el obje-
La enseñanza de la cirugía herniaria 39

Figura 4--9. Métodos de ayuda para aprender la cirugía laparoscópica de hernia. Laboratorio de cirugía experimental con anima-
les, maniquíes y simuladores de cómputo con programas interactivos.

tivo de lograr una adecuada percepción del proce- mos años, con beneficios objetivos en la población qui-
dimiento quirúrgico. rúrgica mundial.
2. Posteriormente el alumno participa como ayudan- La cirugía con abordaje abierto, más fácil de enseñar
te hasta alcanzar una adecuada coordinación entre y de aprender al tener una curva de aprendizaje corta,
el cirujano y él. sigue teniendo un papel preponderante en la instrucción
3. Después el alumno empieza a realizar partes del de cirujanos ya formados y de residentes en entrena-
procedimiento en forma progresiva (pasos quirúr- miento. Se ha mejorado el conocimiento del perfil del
gicos) hasta que sea capaz de completar la cirugía, cirujano de hernias y del instructor de estos procedi-
logrando con esto la integración de la plastia in- mientos, así como la metodología de su enseñanza.
guinal laparoscópica. La plastia inguinal con abordaje laparoscópico no es
4. Por último, la automatización y los tiempos qui- una moda pasajera ni tiende a desaparecer. Esta técnica,
rúrgicos aceptables se logran con la práctica repe- en manos experimentadas y de quien haya cumplido con
tida y la instrucción de puntos finos (figura 4--9). su curva de aprendizaje, podría ser el estándar de oro por
sus buenos resultados. Para una práctica más común si-
gue pendiente la difusión de las estrategias para la ense-
CONCLUSIONES ñanza, ya que requiere una curva de aprendizaje larga,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a diferencia de los abordajes abiertos.


Todavía se está en deuda con los residentes quirúrgi-
La enseñanza de la cirugía de las hernias de pared abdo- cos por no poder estandarizar aún la enseñanza de estos
minal ha pasado de la improvisación a los cursos, talle- procedimientos durante su periodo de adiestramiento
res, diplomados y adiestramientos formales; para ello hospitalario, por los motivos que ya se han analizado. Es
las diferentes instituciones quirúrgicas, de hernia y ahí donde deberá seguir incidiéndose para lograr un
laparoscópicas han estandarizado su proceso en los últi- cambio radical.

REFERENCIAS
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Capítulo 5
Anatomía de la pared abdominal
Sergio Damián Madeo, Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN 1. La pared posterior, osteomuscular, está dada por


la columna vertebral, el sacro y el hueso coxal
como estructuras óseas, y los músculos iliopsoas
y cuadrado lumbar.
En 1844 Sir Astley Cooper, de Inglaterra, decía: “Nin- 2. La pared anterolateral está constituida por los
guna enfermedad del cuerpo humano requiere en su tra- músculos rectos abdominales y piramidales por
tamiento una mayor combinación del conocimiento delante, y por tres músculos anchos: oblicuo ex-
anatómico exacto y la habilidad quirúrgica que la hernia terno, oblicuo interno y transverso.
en todas sus variantes.” En 1954 el estadounidense 3. La pared superior está constituida por el músculo
Chester B. McVay afirmó: “...una hernia es un trastorno diafragma.
anatómico, y para comprender su reparación es absolu- 4. La pared inferior está constituida por el piso pel-
tamente indispensable un conocimiento detallado de la viano (figura 5--1).
anatomía”. Condon dijo en 1978: “La anatomía de la re-
gión inguinal es malentendida por muchos cirujanos de La pared anterolateral se divide a su vez en:
diferentes niveles de experiencia.” Por lo enunciado se
considera este capítulo de gran importancia para el ciru- a. Una región mediana (esternocostopubiana), en
jano general, para que se entiendan la estructura, la fun- donde se contiene la región epigástrica, la umbili-
ción, la patología y la terapéutica de las hernias. cal y la hipogástrica.

GENERALIDADES
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Se denomina abdomen a una porción anatómico--topo-


gráfica del tronco que tiene forma cilíndrica y cuyo
límite cefálico está determinado por la presencia de un
tabique horizontal, el músculo diafragma, que permite
dividir el tronco en dos cavidades: el tórax y el abdo-
men.
Mientras que la cavidad torácica tiene una pared pre-
dominantemente ósea, la pared de la cavidad abdominal
es predominantemente muscular, móvil y deformable.
Es posible reconocer cuatro paredes: Figura 5--1. Paredes del abdomen.

41
42 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Cuadro 5--1.
Pedículo Vasos
Medial Pudenda externa superior
Intermedio Epigástrica superficial (subcutánea abdomi-
nal)
Lateral Circunfleja iliaca superficial
A B
Figura 5--2. A. Líneas de tensión (de Langer). B. Líneas de
Kraissl. a. Capa superficial o fascia de Camper.
b. Capa profunda o fascia de Scarpa (figura 5--3).

b. Una región lateral, en donde se reconoce una re- Es importante mencionar que en la región inguinoabdo-
gión costoiliaca y la inguinoabdominal. minal estas capas de tejido graso son atravesadas por pe-
dículos vasculares importantes. Las arterias son ramas
colaterales de la arteria femoral común y las venas co-
rrespondientes drenan en el cayado de la vena safena
PIEL magna (vena safena interna) dentro del triángulo femo-
ral (de Scarpa) (cuadro 5--1).
Estos pedículos se encuentran durante la fase inicial
En la capa reticular de la dermis se encuentran fibras del abordaje para el tratamiento quirúrgico de una her-
colágenas dispuestas en forma paralela que dan a la piel nia inguinal en los extremos y en el medio de la incisión.
líneas divisorias, denominadas líneas de tensión (líneas Por ello hay que tenerlos en cuenta y efectuar una he-
de Langer), en sentido latero--lateral. Las líneas de mostasia con ligaduras, para disminuir los hematomas
Kraissl marcan la dirección en que se arruga la piel como complicación en el posoperatorio (figura 5--4).
cuando los músculos se contraen.
Este hecho es muy importante cuando el cirujano
efectúa las incisiones de piel para llevar a cabo las dife- PARED ANTEROLATERAL
rentes laparotomías, ya que si aquéllas cruzan las líneas
de Langer o las de Kraissl las cicatrices serán más noto-
rias, a diferencia de las incisiones en el mismo sentido, La pared abdominal anterolateral está formada por cin-
que determinarán una cicatriz más estética (figura 5--2). co músculos planos. Éstos se dividen en mediales (recto
Por debajo de la piel se encuentra el tejido graso sub-
cutáneo, que en general se organiza en dos capas:

Figura 5--4. Vasos superficiales de la región inguinal (Mu-


Figura 5--3. Fotografía transoperatoria: fascias del tejido seo). CIE: circunflejos iliacos externos; SA: subcutáneo ab-
graso. dominal; PES: pudendos externos superiores.
Anatomía de la pared abdominal 43

anterior del abdomen y piramidal) y laterales (oblicuo


externo, interno y transverso).

Músculo recto mayor del abdomen

Es un músculo largo, aplanado en sentido anteroposte-


rior (acintado), par, ubicado a cada lado de la línea me-
dia, que se extiende desde el esternón y los cartílagos
costoesternales hasta la región pubiana del hueso coxal.

Inserciones

a. Inferior: por un fuerte tendón aplanado cuadriláte- Figura 5--6. Fotografía transoperatoria. Véase la hoja pos-
ro (2 a 3 cm) se inserta en el borde superior del pu- terior con vaina de Albanese. Obsérvese que en la cara pos-
bis entre la sínfisis pubiana y el tubérculo o espina terior del músculo no hay intersecciones aponeuróticas.
del pubis.
b. Superior: más ancha que la inferior, se inserta en
Inervación
el borde inferior del 5º, 6º y 7º cartílagos costoes-
ternales. La inervación está otorgada por los seis últimos nervios
intercostales, y en la parte inferior por las ramas abdo-
Trayecto muscular minales de los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal.

En su trayecto podálico el músculo disminuye de tama- Vascularización


ño latero--lateral. Está interrumpido por intersecciones
aponeuróticas variables en número y ubicación (figura Está formada por la anastomosis de la arteria epigástrica
5--5). inferior, rama de la arteria iliaca externa, y la arteria epi-
Un hecho de relevancia es que estas intersecciones se gástrica superior, rama de la mamaria interna.
unen a la hoja aponeurótica anterior de la vaina de los
rectos, pero no lo hacen hacia la hoja posterior. Esto se Relaciones
demuestra en la disección intraoperatoria para la colo-
cación de una malla retrorrectal intravainal, en donde El músculo se encuentra encerrado en su porción supra-
este espacio es disecado fácilmente (figura 5--6). umbilical por la vaina aponeurótica del músculo recto,
formada por las aponeurosis de los tres músculos latera-
les. En el sector infraumbilical estas aponeurosis trans-
curren en su totalidad por delante del músculo. Por den-
tro de esta vaina, en su cara posterior, se encuentran los
vasos epigástricos inferiores y superiores. Hacia delan-
te, en su sector inferior, está el músculo piramidal.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hacia atrás están la fascia transversalis y el espacio


preperitoneal, que separan al músculo del peritoneo.
En el borde lateral se relaciona en la parte supraumbi-
lical con la división de la aponeurosis del músculo obli-
cuo menor y en la región infraumbilical con la fascia
transversalis adelgazada y el espacio preperitoneal. En
este sector se puede separar el espacio preperitoneal
para alojar las mallas por detrás de la fascia transversalis.
Medialmente en la porción supraumbilical se rela-
ciona con el músculo recto anterior contralateral en la
denominada línea alba, formada por el entrecruzamien-
to de las aponeurosis de los músculos laterales. En su
Figura 5--5. Disección cadavérica de los músculos rectos. trayecto infraumbilical la relación es directa.
44 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Músculo piramidal Músculos anchos laterales del abdomen

Es un músculo pequeño, aplanado, par, ubicado a cada Son músculos aplanados, anchos, con una porción mus-
lado de la línea media por delante del músculo recto ma- cular posterolateral y una aponeurótica anterolateral.
yor del abdomen. Tiene la forma de un triángulo de base Son tres músculos (oblicuo externo, interno y transver-
inferior. so) que se disponen en capas superpuestas de superficie
a profundidad.
Inserciones
Músculo oblicuo externo
El músculo se origina en el borde superior del pubis, con o mayor del abdomen
una dirección superomedial que termina en la línea me-
dia insertándose con el contralateral y formando la línea Es un músculo ancho, cuadrilátero, con fibras muscula-
alba (figura 5--7). res oblicuas en dirección podálica y medial. Se extiende
desde el tórax por arriba, la columna vertebral con su
Inervación masa muscular por detrás, el coxal por debajo y la línea
media por delante.
Está dada por el 12º nervio intercostal y los nervios ilio-
hipogástrico e ilioinguinal. Inserciones

Vascularización 1. Superiores: se inserta en la cara lateral y el borde


inferior de las siete u ocho últimas costillas. En el
El músculo está irrigado por ramas mediales de la arte- origen forma una línea dentada. Las cinco o seis
ria epigástrica inferior. digitaciones superiores se entrelazan con la inser-
ción costal del serrato mayor y las dos o tres infe-
Relaciones riores con la del dorsal ancho.
2. Inferiores: es una inserción compleja y se efectúa
El músculo está ubicado dentro de la seudovaina de los a través de una aponeurosis en la mayoría de su ex-
músculos rectos. tensión en la cresta iliaca y, a través de una forma-
ción tendinosa alargada, en las eminencias ante-
riores del hueso coxal.
S Cresta iliaca: en todo el trayecto del borde ex-
Peritoneo Fascia terno de la cresta iliaca, hasta la espina iliaca
transversalis anterosuperior.
M. recto
S A partir de ahí se inserta en un resistente cordón
M. piramidal
o arco crural que se extiende desde la espina
iliaca anterosuperior hasta la espina del pubis,
dejando un orificio entre este arco por delante y
el hueso por detrás, que forma parte del orificio
M. transverso miopectíneo de Fruchaud, por donde pasan del
abdomen al muslo elementos musculares, vas-
culares y nerviosos que se detallan en seguida.
M. oblicuo
Fascia de interno
Gallaudet En su trayecto este arco se adhiere firmemente, sellando
la cavidad abdominal, de afuera hacia adentro, a tres
Cordón Aponeurosis estructuras:
oblicuo
externo
1. Aponeurosis de envoltura del músculo iliaco o
Vasos femorales fascia iliaca.
2. Fascia perivascular en relación con la fascia trans-
versalis.
Figura 5--7. Músculos mediales y laterales en la región in- 3. Aponeurosis de inserción del músculo pectíneo
guinal. (figura 5--8).
Anatomía de la pared abdominal 45

Tracto iliopúbico de Thomson Aponeurosis


Anillo oblicuo
Pared crural externo
posterior
Septum Ligamento
crural lacunar o
Lig. iliopúbico
de Thomson Cintilla A V de Gimbernat
iliopectínea F F
Arcada
inguinal

Lig. Cooper Espina


Espina
del pubis pubis

Músculo pectíneo
Figura 5--8. Arcada inguinal. Visión intraoperatoria.

Figura 5--9. Ligamento de Gimbernat.

Cinta iliopectínea: la unión entre el arco crural y la emi-


nencia iliopectínea formada por la fascia iliaca se llama entrecruzarse en la denominada línea blanca con de las
cinta iliopectínea; separa en dos sectores todo el espacio fibras aponeuróticas de los tres músculos anchos (figu-
por debajo del arco crural (cuadro 5--2). ras 5--10 a 5--12).
Ligamento de Gimbernat: es una lámina fibrosa (im-
propiamente denominada ligamento, según Testut) que Inervación
une el arco crural con la línea pectínea. El borde lateral,
cóncavo, forma el borde libre del anillo crural (figura Ramas abdominales de los cuatro últimos nervios inter-
5--9). costales y por los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal
En el pubis se inserta mediante un fuerte tendón que (ramas del plexo lumbar).
se extiende desde la espina del pubis hasta la sínfisis
pubiana, pero se entrecruza con las fibras contralatera- Vascularización
les. En este sector las diferentes fibras forman el orificio
inguinal superficial como: Recibe afluentes de las cuatro últimas arterias intercos-
tales, de la primera y la cuarta arterias lumbares, y a ni-
S Pilar externo. vel de la inserción en la cresta iliaca recibe ramas super-
S Pilar interno. ficiales de la arteria circunfleja iliaca profunda.
S Fibras arciformes, intercolumnarias o en aspa.

Los haces superficiales y profundos delimitan el orifi-


cio inguinal superficial por el cual emerge el cordón
espermático en el hombre.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El sistema aponeurótico de inserción del músculo


oblicuo externo pasa por delante del músculo recto para Fascia de Gallaudet

Cordón

Cuadro 5--2.
Sectores Lateral Medial
Denomi- Pars musculonerviosa Pars vascular
nación
Contenido Músculo psoasiliaco Arteria femoral
Nervio femorocutáneo Vena femoral Figura 5--10. Fotografía transoperatoria. Fascia espermá-
Nervio crural Ramo crural del ner- tica externa o de Gallaudet que cubre el cordón espermático
vio genitocrural por fuera del orificio inguinal superficial.
46 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Vaina Aponeurosis Inserciones


músculo del músculo
recto oblicuo
externo
Músculo
oblicuo
Laterales inferiores: se inserta en un sector formado
Músculo
oblicuo
externo
reclinado por:
interno
reclinado
S El tercio externo del arco crural.
Músculo S En la línea media de trifurcación de la cresta iliaca
transverso
en los tres cuartos anteriores.
S A través de una aponeurosis posterior del oblicuo
menor que se une a la aponeurosis del dorsal ancho
y finaliza en la apófisis espinosa de la quinta vérte-
EIAS bra lumbar y la primera vértebra sacra (figura
5--13).

Anterosuperiores:

Aponeurosis
pararrectales
S Borde inferior de los tres a cinco cartílagos inter-
Pubis costales en relación a los músculos intercostales
internos.
Figura 5--11. Vista anterior cadavérica del músculo oblicuo S Al llegar al borde lateral del músculo recto ante-
externo. Observe la transición musculoaponeurótica lateral. rior del abdomen la aponeurosis de inserción se
comporta en forma diferente en el sector superior
que en el inferior.
Músculo oblicuo interno S Superior: se divide en dos hojas: la anterior se
fusiona con la aponeurosis del músculo oblicuo
o menor del abdomen
externo para continuar en la línea alba con la del
oblicuo externo contralateral; la posterior se fu-
Es un músculo ancho, cuadrilátero, con fibras muscula- siona con la aponeurosis del músculo transver-
res oblicuas en dirección cefálica y medial (contrario al so para terminar en la misma forma.
músculo oblicuo externo) en forma de abanico. Se ex- S Inferior: sigue una trayectoria por delante del
tiende desde la región lumboiliaca, el tórax por arriba, músculo recto fusionada con la aponeurosis del
la columna vertebral con su masa muscular por detrás oblicuo externo y con la del transverso.
hacia la línea media por delante y el pubis hacia abajo. S Finalmente, junto con el transverso forma el com-
plejo funcional, techo del trayecto inguinal, que en
escasas oportunidades se une en un tendón deno-
minado tendón conjunto, finalizando en el sector

F. supraumbilical
F. costoiliaco
Aponeurosis
oblicuo
externo

F. infraumbilical Complejo
funcional OIP Cordón
espermático

F. costoinguinal

Arcada
inguinal

Figura 5--13. Complejo funcional. Disección cadavérica.


Figura 5--12. Fascículos del músculo oblicuo externo. Cortesía del Dr. V. Mitidieri.
Anatomía de la pared abdominal 47

F. iliocostal
F. ilioabdominal

F. inguinoabdominal

F. inguinopubiano
Figura 5--15. Sinergia funcional entre músculos anchos del
abdomen.

Vascularización
Figura 5--14. Fascículos del músculo oblicuo interno.
Proviene de cuatro pedículos:

1. Ramos laterales de las arteria epigástricas inferior


superior del pubis desde la espina hasta la sínfisis y superior.
pubiana. 2. Ramos mediales de las arterias intercostales.
Parte de las fibras musculares del borde inferior 3. Ramos anteriores de las arterias lumbares.
forman el cremáster. En todas las exploraciones in 4. Ramos ascendentes de la arteria circunfleja iliaca
vivo durante las intervenciones del autor por her- interna o profunda.
nias inguinocrurales se ha observado que el cre-
máster, que forma la fascia espermática media o Fisiología
fibrocremasteriana, posee fibras más voluminosas
en la cara anterior y que luego de su apertura longi- Según Testut, es un antagonista del músculo oblicuo ex-
tudinal la porción cefálica carece de vasculariza- terno homolateral y agonista del contralateral (figura
ción importante, por lo que puede ser seccionada 5--15).
sin ligaduras, y la porción caudal se adhiere por
una fascia muscular a la transición que existe entre
la arcada crural (dependiente del músculo oblicuo Músculo transverso del abdomen
externo) por delante y el ligamento o tracto iliopu-
biano de Thomson (dependiente de la fascia trans- Es un músculo ancho, cuadrilátero, con fibras muscula-
versalis) por detrás. res transversas en dirección latero--lateral, de forma
Esta porción caudal posee vasos cremasteria- triangular con vértice en la columna vertebral y base en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nos y la rama genital del nervio genitocrural con la línea blanca. Se extiende desde la región lumboiliaca,
una trayectoria latero--lateral cerca de su inserción el tórax por arriba y la cresta iliaca por debajo por detrás,
en la transición mencionada. hacia la línea media por delante y el pubis hacia abajo. Es
el músculo más importante de la contención abdominal.
Gerard (citado por Koch Giménez) señaló en 1911 esta
fasciculación o digitación del músculo oblicuo interno, Inserciones
reconociendo cuatro sectores (figura 5--14):
Laterales posteriores: se inserta en un sector formado
por:
Inervación
S En la cara interna de la porción cartilaginosa de las
Ramas de los cuatro últimos nervios intercostales y por seis últimas costillas interdigitándose con la inser-
los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal. ción del músculo diafragma.
48 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

F. toracoabdominal

F. lumboabdominal
F. ilioabdominal

F. inguinopubiano

Figura 5--17. Fascículos del músculo transverso.


Figura 5--16. Músculo transverso. Obsérvese que los ner-
vios transcurren por encima de éste.
detrás del músculo recto (retromuscular) y en el tercio in-
ferior por delante (premuscular), finalizando en la línea
S A través de una aponeurosis posterior del trans- alba. Esta disposición con respecto al músculo recto de-
verso que finaliza en las apófisis transversas de la termina a 10 a 12 cm del pubis un repliegue aponeuróti-
columna lumbar. co formado por el músculo transverso y la hoja posterior
S En la línea interna de trifurcación de la cresta ilia- de la aponeurosis del músculo oblicuo interno horizon-
ca en los tres cuartos anteriores. tal, cóncavo hacia abajo, llamado “pliegue semilunar,
S En el tercio externo del arco crural junto con el repliegue o arco de Douglas”.
oblicuo menor (figura 5--16). Koch y Giménez señalaron que este músculo posee
una fasciculación o digitación en donde se reconocen
Anteriores: el músculo a través de una aponeurosis ter- cuatro sectores (figura 5--17).
mina: Hay que mencionar que por dentro de la transición
musculoaponeurótica entre los tres sectores o fascículos
S En la línea media forma la línea alba, interdigitán- inferiores suele observarse la hernia de Spiegel. Ade-
dose con los músculos contralaterales. más, al llegar a la línea alba se entrelaza con el contrala-
S En la región pubiana: junto con el músculo obli- teral formando dos capas de las cuatro que forman la
cuo interno que se encuentra por encima, forma el línea media posterior.
“complejo funcional”, techo del trayecto inguinal,
que en escasas oportunidades se une en un tendón Inervación
denominado “tendón conjunto”, finalizando en el
sector superior del pubis desde la espina hasta la Ramas de los cuatro últimos nervios intercostales y por
sínfisis pubiana. los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico.

Vascularización
Trayecto muscular
Es escasa y proviene de cuatro pedículos:
Se dirige hacia delante y medial y al llegar al borde late-
ral del músculo recto anterior se continúa con una apo- S Ramos laterales de la arteria epigástrica inferior y
neurosis de inserción llamada aponeurosis anterior del superior.
transverso. La transición musculoaponeurótica del S Ramos mediales de las arterias intercostales.
transverso describe una media luna de concavidad me- S Ramos anteriores de las arterias lumbares.
dial denominada “línea semilunar de Spiegel”. Esta S Ramos ascendentes de la arteria circunfleja iliaca
aponeurosis se dispone en los tres cuartos superiores por interna o profunda.
Anatomía de la pared abdominal 49

Cuadro 5--3.
EIAS Anillo miopectíneo
Complejo funcional Músculo recto Aponeurosis Se entrelaza con
de un lado la contralateral
Oblicuo externo Lámina anterior del oblicuo interno
Arcada
inguinal Cordón Transverso Lámina posterior del oblicuo interno
Transverso Transverso
Músculo Pared
psoas iliaco posterior
Según Askar (1984), a medida que las aponeurosis se
Pubis
acercan a la línea media forman un sistema de tres capas
de fibras que se entrelazan. Al llegar a la línea media las
Lig. fibras de la aponeurosis del músculo oblicuo externo se
Cooper
Vasos dividen y se entrelazan con las provenientes del oblicuo
Lig.
femorales lacunar externo y el interno contralateral.
Asimismo, la hoja posterior de la aponeurosis del
músculo oblicuo interno y la del transverso constituyen
Figura 5--18. Músculo transverso que forma parte del com- la lámina posterior de la vaina del recto. Las fibras del
plejo funcional. Límite superior del anillo miopectíneo des- transverso también cruzan la línea media. Este entrecru-
crito por Fruchaud. zamiento es variable; Askar lo divide en la región su-
praumbilical, como se indica en el cuadro 5--4.
En la región infraumbilical es único. A nivel umbili-
Fisiología cal tiene forma de “8” (figura 5--19).

Es el verdadero músculo continente. La dehiscencia de


OMBLIGO
las incisiones sobre este músculo siempre causa even-
tración, dado que la dehiscencia de los planos muscula-
res de los oblicuos con continencia del transverso no de-
termina una eventración. Según Testut, es un músculo Se denomina así la cicatriz ubicada a nivel del orificio
espirador y compresor de la cavidad abdominal, por ello de la pared abdominal por donde atraviesan los vasos
es importante ante la necesidad de vomitar, defecar, etc. umbilicales en la vida intrauterina y que vincula al feto
(figura 5--18). con la placenta.

Situación
LÍNEA BLANCA
Se ubica en la región media de la línea blanca; es muy
variable en altura según cada individuo, la edad y la con-
textura física.
Se denomina línea blanca una lámina fibrosa formada
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

por la intersección de las inserciones de las aponeurosis Conformación exterior


de los músculos anchos del abdomen en la línea media.
Posee una dirección cefalopodálica que se extiende des- Se presenta como una depresión digitiforme rodeada
de el apéndice xifoideo hasta la sínfisis pubiana. por el rodete umbilical; en el centro de la depresión hay
Sus dimensiones son: largo, 35 cm aproximadamen-
te; grosor, de 1 a 3 mm. Ecográficamente se ha observa-
do que durante la contracción muscular es más gruesa Cuadro 5--4.
que en reposo y más ancha en la región supraumbilical. Tipo % Descripción
Su separación exagerada configura un cuadro patológi-
Vaina anterior Vaina posterior
co denominado “diastasis”. En la región infraumbilical
es una verdadera línea. Las aponeurosis de los músculos A 30 Simple Simple
al atravesar la línea media se continúan o se entrelazan B 10 Simple Triple
con otros (cuadro 5--3). C 60 Triple Triple
50 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Piel Grasa Línea Anillo Fascia Peritoneo


O. externo alba umbilical transversalis
O. interno

Transverso
1 30%

O. externo Ligamento Fascia Ligamentos


umbilical umbilical redondo y
O. interno medio falciforme

Transverso Figura 5--21. Corte sagital de los elementos de la línea me-


dia.
2 10%

cio umbilical. Entre la línea blanca y la fascia um-


O. externo
bilicalis se encuentra la vena umbilical fibrosada
O. interno con dirección vertical que formará el ligamento
redondo (figura 5--21).
Transverso
3 60% Orda y Nathan (1973) observaron que hay dos estructu-
Figura 5--19. Entrecruzamiento de las fibras en la línea me- ras que refuerzan el anillo umbilical: el ligamento re-
dia según Askar. dondo y la fascia umbilical (fascia transversalis) (figura
5--22).

una elevación denominada mamelón en cuyo ápice se


encuentra la cicatriz umbilical, separada del rodete por Vaina del músculo recto mayor
el surco umbilical (figura 5--20).
Está constituida por las aponeurosis de inserción ante-
rior de los músculos anchos. Según la dirección de sus
Constitución anatómica fibras adoptan un entrelazado romboidal fácilmente
maleable y elástico.
Comprende tres planos:
Descripción
1. Superficial: piel.
2. Medio: aponeurótico cicatrizal que posee un ani- Se distinguen una hoja anterior, otra posterior y dos bor-
llo fibroso periférico. des: el medial y el lateral.
3. Profundo o retroaponeurótico: tejido subperito-
neal. En dos tercios de los casos la fascia umbilica- 1. Hoja anterior: está formada por las aponeurosis
lis de Richet está ubicada detrás de la vena umbili- del músculo oblicuo externo y la porción anterior
cal y tiene dirección latero--lateral; uniéndose a la
hoja posterior del músculo recto, extendiéndose
por encima hasta 5 o 6 cm por encima del ombligo Ligamento
y hacia abajo, cubre hasta la parte media del orifi- redondo Fascia
umbilical
24%
74%
Anillo 36%
Rodete umbilical
Ombligo umbilical Rodete Surco
Surco Mamelón umbilical
umbilical Tejido graso Piel Ligamento
umbilical
subcutáneo
Recto
Mamelón Uraco
Peritoneo
Cicatriz
umbilical Figura 5--22. Estructuras que refuerzan el anillo umbi-
Figura 5--20. Elementos que conforman el ombligo. lical.
Anatomía de la pared abdominal 51

Abdomen supra Douglas


Aponeurosis Músculo
oblicuo externo recto
Línea
Aponeurosis alba
oblicuo interno
Fascia
Aponeurosis transversalis
transverso

Abdomen infra Douglas


Aponeurosis Músculo
oblicuo externo recto Línea
Aponeurosis alba
oblicuo interno Fascia
transversalis
A Aponeurosis B
transverso
Figura 5--23. A. Formación de la vaina de los rectos. Corte axial. B. Formación de la vaina de los rectos. Fotografía transoperatoria.

del oblicuo interno. En su cuarto inferior está re- 4. Borde interno: se corresponde con la línea alba.
forzada por todas las aponeurosis incluida la del
transverso. Por su cara anterior el músculo posee Aponeurosis pararrectales
adherencias firmes a la cara profunda del plano
aponeurótico, sobre todo porque a nivel de las in- Por fuera de los bordes laterales del músculo recto exis-
tersecciones musculares las adherencias son más te un sector aponeurótico de los músculos anchos del
firmes, lo que hace más difícil su separación; no abdomen que forman las “regiones pararrectales” (figu-
es recomendable para la colocación de mallas (fi- ra 5--26). Está constituida por las tres aponeurosis de in-
gura 5--23). serción superpuestas de los músculos anchos en la trans-
2. Hoja posterior: se forma por la unión de las apo- ición entre el músculo lateral y la zona aponeurótica
neurosis del oblicuo interno con el transverso en medial denominada “transición musculoaponeurótica”
sus tres cuartos superiores, pues en el cuarto infe- (figura 5--27). La zona pararrectal aponeurótica del
rior éstas se unen con el oblicuo externo para for- transverso se conoce como “zona aponeurótica de Spie-
mar una firme hoja anterior. En el sector inferior, gel” (figura 5--28). En este sector es donde suele obser-
al no haber aponeurosis, no queda desnudo el mús-
culo recto, sino que la fascia transversalis cierra
esta vaina (figura 5--24). Entre esta hoja posterior
y la cara retrorrectal existe un espacio virtual que
uno separa fácilmente para la colocación de una Vasos Arco de Douglas
epigástricos
malla intravainal retromuscular. El detalle es que Músculo
en este espacio, en una ubicación más medial, se recto
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

encuentran los vasos epigástricos inferiores y su


Orificio
anastomosis con los vasos epigástricos superiores inguinal
Línea alba

profundo
que siempre, en la generación del espacio, deben Triángulo de
Hesselbach Thomson
quedar adheridos a la cara profunda del músculo
Pared
recto (figura 5--25). posterior
Nervio
crural
3. Borde externo:
espermática

a. Los tres cuartos superiores: está formado por la Gimbernat

bifurcación de la aponeurosis del músculo obli- Cooper


Rienda

cuo interno. Anastomosis


b. El cuarto inferior: está formado por el ángulo con obturatriz
Rienda Triángulo de
diedro entre la aponeurosis del músculo trans- deferencial doom
verso por delante y la fascia transversalis por Figura 5--24. Vista posterior de la pared anterocaudal (es-
detrás. quemática).
52 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Músculo
oblicuo
Músculo interno
oblicuo
externo

Músculo
transverso

Figura 5--25. Vista posterior en preparación cadavérica de


Museo. Cortesía del Dr. Giacomotti.

Figura 5--27. Transición musculoaponeurótica.


varse la hernia de Spiegel. Esta hernia se origina en el
área semilunar de Spiegel (figura 5--29) ubicada en for-
2. Umbilical: hasta 5% de las hernias.
ma pararrectal (2); con el trazado de una línea espino-
3. Infraumbilical: 94% de las hernias (figura 5--30).
umbilical (1) desde la espina iliaca anterosuperior al
ombligo, una línea horizontal a nivel umbilical (4) y una
línea biespinal (3) entre las espinas iliacas anterosupe- FASCIA TRANSVERSALIS
riores se establece una distancia establecida por Stolic
en 6 a 7 cm entre la línea biespinal y la horizontal a nivel
del ombligo (5), que con la línea espinoumbilical se di- El término fue introducido por A. Cooper en 1804. En
vide en sectores por donde emergen las hernias antes su trabajo describe la fascia: “It is continued from Pou-
mencionadas. Se reconocen tres sectores: part’s ligament, and passed upwards to the inner side of
the transversalis (sic) muscle and its tendon, to which
1. Supraumbilical: menos de 1% de las hernias. it is united by a cellular membrane.”

Vaina Músculo oblicuo


músculo Aponeurosis externo reclinado
recto del músculo
Músculo oblicuo
oblicuo externo
Músculo externo
oblicuo reclinado
interno
reclinado

Ángulo
aponeurótico
Músculo del m. transverso
transverso

EIAS Músculo oblicuo


EIAS interno reclinado

Músculo
transverso

Aponeurosis
pararrectales
Pubis

Figura 5--26. Aponeurosis pararrectales en el recuadro en Figura 5--28. Transición musculoaponeurótica del músculo
verde. transverso.
Anatomía de la pared abdominal 53

Fascia
transversalis

Supraumbilical Fascia
4 fibrocremasteriana
Umbilical
5 6 cm
Aponeurosis
3 oblicuo externo
rebatida
Infraumbilical

1 2 Fascia de
Gallaudet
Fascia espermática externa
Fascia espermática media
Fascia espermática interna
Figura 5--29. División del área semilunar de Spiegel. Cordón espermático

Figura 5--31. Fascias espermáticas.


Según Mariano Egea, es la capa de tejido conectivo
que cubre toda la superficie interna de la musculatura
profunda del abdomen. No debe entenderse como una mando la llamada fascia espermática interna (FEI) (fi-
fascia aislada, sino como una única entidad que se ex- gura 5--31).
tiende desde la última costilla a la pelvis, en sentido ce- En el anillo inguinal profundo se condensa formando
falopodálico, y desde la fascia lumbar a la línea alba en un cabestrillo en forma de “U”, con el cordón en su con-
sentido latero--lateral. Forma una gran endofascia con cavidad y dos brazos que se extienden superior y lateral-
las propias de los músculos: recto anterior del abdomen, mente bajo el arco muscular del transverso. Esta dis-
cuadrado lumbar, iliopsoas, diafragma, obturador y ele- posición es la base funcional del “mecanismo de
vador del ano, que envuelve completamente el perito- cabestrillo”, en donde el orificio inguinal profundo se
neo y del que se puede separar por una delgada capa de eleva y queda oculto detrás del complejo funcional que
tejido graso (espacio extraperitoneal). Es un elemento desciende como mecanismo de compuerta. Durante las
importante de contención posterior de la pared abdomi- maniobras que aumentan la presión intraabdominal (p.
nal anterior. Desde la porción lateral se dirige en forma ej., la tos) la contracción del músculo transverso eleva
continua hacia la zona medial, siendo interrumpida por y cierra los pilares alrededor del anillo, aumentando la
la salida del cordón espermático, al que envuelve for- oblicuidad del trayecto de salida del cordón espermáti-
co y protegiéndolo a manera de una válvula de posibles
herniaciones. La fascia transversalis se vuelve a con-
densar en el borde inferior del anillo inguinal profundo
Ombligo
Sector pararrectal
formando el tracto iliopúbico o bandeleta iliopubiana de
Thomson, que se extiende lateralmente hasta la espina
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

iliaca anterosuperior y medialmente hasta la rama supe-


Músculo
recto rior del pubis, para alcanzar después la línea iliopectí-
nea y formar el ligamento de Cooper, y prolongándose
hacia abajo para formar la fascia endopélvica; se adhie-
re firmemente a la fascia perivascular de los vasos ilia-
cos externos con una continuidad con la vaina de los va-
sos femorales. Según Testut, esta fascia está formada
por la cara profunda de la aponeurosis del músculo
Pubis transverso, y es Cooper quien le otorgó este nombre.
EIAS
Según la descripción original, la pared posterior esta-
ría compuesta por tres estructuras laminares:

Figura 5--30. Sector pararrectal. 1. La aponeurosis del músculo oblicuo interno.


54 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Músculo
oblicuo Músculo oblicuo Vasos
interno interno epigástricos Músculo
Músculo EIAS recto
Músculo Arcada
transverso inguinal
oblicuo
externo Nervio
Fascia femorocutáneo Ligamento
transversalis Hesselbach
OIP
Cordón Orificio inguinal EIAI Músculo Pared Ligamento
espermático profundo psoas posterior Henle
Nervio
crural
AF Espina
Lig. pubis
inguinal VF
Anillo Eminencia Septum
Lig. pectínea crural
Ligamento
pectíneo Rama femoral Vasos iliacos
pubiana externos Ligamento de Gimbernat
(Cooper) de Cooper
Ligamento Sínfisis
Pubis lacunar pubiana
Figura 5--32. Estructura trilaminar de la pared posterior. Figura 5--33. Esquema de refuerzos de la fascia transversa-
lis en la región inguinal. Vista anterior.

2. La aponeurosis del músculo transverso.


3. La fascia transversalis (figura 5--32). 2. Espacio inguinolateral retroinguinal de Bogros.
3. Espacio retroperitoneal.
En caso de formarse un tendón conjunto (presente en
sólo de 3 a 7% de los pacientes) entre las aponeurosis de Espacio preperitoneal
los músculos oblicuo interno y transverso, sería una es-
tructura bilaminar, como lo propuso Read en 1992, y, si Es un espacio de la cavidad abdominal ubicado entre
se acepta que estos músculos no se encuentran presentes dos capas: en profundidad el peritoneo parietal anterior
en este sector, únicamente se encontraría la fascia trans- y superficialmente la cara posterior de la fascia trans-
versalis en esta zona. versalis (figura 5--35).
Forma la pared posterior del trayecto inguinal. Esta
fascia posee una estructura propia conformada por tejido Espacio retropúbico de Retzius
conjuntivo cuya integridad depende de la actividad del
colágeno, determinando una estructura más fuerte o más En 1858 Retzius describió un espacio delimitado ante-
débil y, en caso de debilidad, el surgimiento de una her- riormente por la fascia transversalis que cubre la cara
nia. posterior del músculo recto y el hueso púbico y dorsal-
En observaciones en pacientes quirúrgicos se ha de- mente por la vejiga, y que se extiende desde el ombligo
mostrado histológicamente la independencia que pre- al ligamento y el músculo pubovesical del suelo pélvi-
senta esta fascia con respecto a la cara posterior del
músculo transverso.
Vasos epigástricos
En observaciones anatómicas se demostró esta inde- Cintilla
pendencia, pero es innegable que esta fascia está en iliopúbica Pared
íntimo contacto con la cara profunda de la aponeurosis posterior Orificio inguinal profundo
del músculo transverso y se extiende por debajo for- Cintilla iliopúbica
Ligamento Orificio
mando el ligamento de Cooper (figuras 5--33 y 5--34). de Cooper femoral
Triángulo
del dolor
Conducto
ESPACIO EXTRAPERITONEAL deferente
Triángulo
de doom
Vasos
espermáticos

El espacio extraperitoneal en el abdomen se subdivide en: Vasos iliacos externos


Figura 5--34. Esquema de refuerzos de la fascia transversa-
1. Espacio preperitoneal retropúbico de Retzius. lis en la región inguinal. Vista posterior.
Anatomía de la pared abdominal 55

Peritoneo
Espacio de Retzius
Espacio de Bogros
Lámina posterior de FT Nuevo concepto

de Bogros
Espacio
original
Músculo recto
Espacio vascular
Lámina anterior de FT

Bolsa peritoneal
Músculo transverso

Figura 5--35. Esquema donde se observa la estructura bila-


Figura 5--37. Fotografía transoperatoria. Espacio retropú-
minar de la fascia transversalis (FT).
bico de Retzius.

co. Czerniuk delimitó este espacio entre la fascia trans-


nimiento de las técnicas laparoscópicas en la reparación
versalis por delante y la fascia vesicoumbilical y la ve-
de la hernia inguinocrural. Las mallas deben colocarse
jiga por detrás, y describió el espacio con forma de
lejos de los planos cutáneos y de los viscerales, para evi-
trébol (una hoja supravesical y dos laterovesicales con
tar la extrusión o intrusión, respectivamente. Es por ello
una región central prevesical) (figura 5--36). En este es-
que para evitar las adherencias viscerales y fístulas ente-
pacio entre los vasos epigástricos inferiores se extiende
rocutáneas las mallas deben colocarse por debajo, cu-
la fascia umbilicoprevesical (de forma triangular con
biertas por peritoneo y separadas de las vísceras. Este
base inferior y vértice umbilical), que junto con la cara
espacio es el ideal para colocar las mallas, pues la mis-
posterior del plano muscular de los rectos forma el ver-
ma presión intraabdominal aplica la malla contra la cara
dadero espacio de Retzius (figuras 5--37 y 5--38).
profunda de la pared abdominal, haciendo que ésta se
adhiera a este plano. Pero en la colocación de la malla
Espacio retroinguinal de Bogros
es importante distinguir los diferentes elementos anató-
En 1823, en París, Bogros describió un espacio triangu- micos, para respetarlos en su integridad y evitar compli-
lar ubicado entre la pared abdominal (fascia transversa- caciones inmediatas (hemorragias por lesión vascular)
lis) hacia adelante, la fascia iliaca lateralmente y la bol- o mediatas (dolor por atrapamiento nervioso). Es por
sa peritoneal. ello que se elaboró una lista de elementos y cómo ubi-
carlos en el espacio (cuadro 5--5).

Importancia quirúrgica ORIFICIO MIOPECTÍNEO


del espacio preperitoneal

La importancia de este espacio aumentó desde el adve- En 1978 Condon comentó que “la anatomía de la región
inguinal es malentendida por casi todos los cirujanos
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Piel
Tejido graso subcutáneo
Vasos
epigástricos Músculo recto
inferiores Espacio de Retzius
Lig. Orificio
inguinal
umbilical profundo Espacio prevesical Ligamento
1 lateral umbilico-
Uraco prevesical
2
3 Vejiga
1: fosa lateral Vejiga Orificio
2: fosa medial femoral
3: fosa supravesical

Figura 5--36. Esquema de los repliegues peritoneales y las


fosas. Figura 5--38. Espacio de Retzius.
56 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Cuadro 5--5.
Elemento anatómico Ubicación
Sínfisis pubiana Articulación ósea mediana
Complejo Pubis--Cooper Relieve óseo paramediano
Ligamento pectíneo de Cooper Relieve óseo blanco nacarado medial a los vasos iliacos (vena iliaca externa)
Ligamento de Gimbernat Ubicado entre el ligamento de Cooper y el ligamento inguinal por dentro de
los vasos
Septum crural Membrana que ocluye el espacio entre el ligamento lacunar de Gimbernat y
la vena iliaca externa
Vasos iliacos Ubicados dentro del triángulo de doom
Vasos anastomóticos epigastricoobturadores Transcurre por arriba del ligamento de Cooper
Vasos obturadores Ubicados por debajo de la rama iliopúbica
Nervio obturador Transcurre por el canal subpúbico
Tracto iliopúbico o ligamento de Thomson Extendido desde EIAS hasta la espina del pubis por encima de los vasos
iliacos
Cuadrilátero William Hessert Entre el ligamento inguinal y el complejo funcional y por dentro de los vasos
epigástricos
Triángulo de Hesselbach Entre los vasos epigástricos y el borde lateral del músculo recto y el liga-
mento inguinal
Vasos epigástricos inferiores Vasos interfoveolares
Conducto deferente Desde OIP hacia la cavidad pelviana
Vasos espermáticos Desde OIP hacia fuera
Triángulo de doom Espacio entre el conducto deferente, los vasos espermáticos y el repliegue
peritoneal
Orificio inguinal profundo (OIP) Por fuera de los vasos epigástricos
Ligamento interfoveolar de Hesselbach Alrededor de los vasos epigástricos
Complejo funcional Borde inferior de músculos oblicuo interno y transverso en la región inguinal
Triángulo del dolor Entre los vasos espermáticos, el ligamento inguinal y el repliegue peritoneal
Nervio genitofemoral o genitocrural Pincelada sobre el músculo psoas
Nervio crural Por fuera del músculo psoas
Nervio cutáneo femoral o femorocútaneo En medio de la fosa iliaca interna sobre la fascia iliaca

con cualquier nivel de experiencia”.8 Antes de la apari- atravesada por el cordón espermático (CE), el cual pasa
ción de la laparoscopia la mayoría de los cirujanos pen- por el anillo inguinal interno (AII); la porción medial al
saban en la anatomía inguinal a partir de este punto de cordón se conoce como triángulo de Hesselbach. La
vista. La magnificación de los elementos de la ingle por sección inferior es atravesada lateralmente por los vasos
vía posterior obtenida con la laparoscopia ha incremen- femorales y protegida medialmente por el ligamento la-
tado el entendimiento y los detalles de esta zona anató- cunar o de Gimbernat. Los defectos en esta sección se
mica. presentan como hernias femorales en varias posiciones
En Francia Fruchaud acuñó el término “orificio mio- en relación con los vasos femorales.
pectíneo”, mientras que Stoppa y Rives, también en La fascia endoabdominal, conocida en la pelvis
Francia, y Wants, en EUA, enfatizaron su importancia como fascia endopélvica y en la región inguinal como
(figura 5--18). fascia transversalis (FT), es la precursora de muchas es-
El OMP es una abertura plana en forma oval a cada tructuras anatómicas dentro del OMP o cercanas a él. La
lado de la pared anterior en su unión con la pelvis. Está fascia transversalis puede constituir dos capas que for-
limitado en la parte inferior por el periostio de la rama man una lámina a través de la cual pasan los vasos epi-
superior del pubis, en la parte superior por los músculos gástricos profundos.7
oblicuo menor y transverso del abdomen, en la parte Dentro de la sección superior esta doble lámina de
medial por el músculo recto y en la región lateral por el fascia transversalis forma los pilares anterior y poste-
músculo iliopsoas. rior del AII y es responsable del mecanismo de cabestri-
Lo dividen el ligamento inguinal en sentido anterior llo del anillo. Asimismo, forma el ligamento interfoveo-
y el tracto iliopúbico en dirección posterior en dos sec- lar, que es medial al margen del AII, y cubre el cordón
ciones: la superior y la inferior. La sección superior es espermático como fascia espermática interna, después
Anatomía de la pared abdominal 57

Vasos espermáticos Cuadro 5--6.


Vasos
epigástricos
Músculos Inervación
Vasos iliacos externos
Recto del abdomen Seis últimos nervios intercosta-
Nervio les
obturador Piramidal del abdomen 12º nervio intercostal e iliohipo-
Conducto gástrico
deferente Oblicuos externo, Seis últimos nervios intercosta-
uréter interno y transverso les y primero lumbar

Vasos subdérmico se dividen en una rama posterior y otra an-


Agujero iliacos
obturador internos terior, y dan inervación sensitiva a la cara lateral del ab-
domen. Es de mencionar que la rama del 12º NIC, la
Figura 5--39. Esquema del contenido vascular en la región rama perforante lateral, se ubica a nivel glúteo. Al llegar
lateral pelviana. a la región anterior del abdomen dan ramas perforantes
anterolaterales y anteromediales (figura 5--41).
Los nervios intercostales y el primer nervio lumbar
de que el testículo pasa a través de la pared abdominal dan inervación a los músculos toracoabdominales, a la
en su viaje hacia el escroto. Dentro de la sección inferior pleura costal y a una parte periférica de la pleura y el pe-
se condensa para formar el periostio de la rama superior ritoneo diafragmático y el peritoneo parietal; por sus ra-
del pubis, donde toma el nombre de ligamento iliopectí- mos perforantes, a la piel y el tejido celular subcutáneo
neo o ligamento de Cooper. También origina el tracto (figura 5--42).
iliopúbico, que posteriormente divide al OMP y se con- El primer nervio lumbar perfora el transverso a 5 cm
vierte en la porción anterior de la vaina femoral, donde por detrás de la espina iliaca anterosuperior, a 2 cm de
los vasos femorales atraviesan el muslo. la cresta iliaca. Da ramos perforantes glúteos y, único o
dividido, termina mediante los nervios iliohipogástrico
e ilioinguinal (figura 5--43).
INERVACIÓN DEL ABDOMEN El nervio iliohipogástrico perfora el oblicuo interno
a 2.5 cm por dentro de la espina iliaca anterosuperior y
transcurre entre el oblicuo interno y el oblicuo externo.
Medialmente perfora la aponeurosis del oblicuo externo
La inervación de las paredes abdominales es de tipo so- a 3.5 cm por arriba del pubis. El nervio ilioinguinal se
mático otorgada por nervios raquídeos del sector tora-
columbar. Es motora de los músculos constituyentes y
sensitiva. La inervación de los músculos de la pared
abdominal se muestra en el cuadro 5--6 (figura 5--40).
C2
C3
Nervios intercostales (NIC) C5
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

C4
T1
T2
T3
Son nervios mixtos (motores y sensitivos) que se origi- T4
C6
nan en el raquis y salen por los forámenes intervertebra- T5
T6
les o agujeros de conjunción. Desde allí transitan por el T7
T8 C8
espacio intercostal (excepto el 12º NIC, que discurre T9
por debajo de la 12ª costilla y por definición se ubica en T10 T1
la región lumbar). En su travesía estos nervios se aso- T11
cian a vasos formando un paquete vasculonervioso in- T12 L1 C6
S2 C8
tercostal en donde la vena se encuentra a cefálico, la ar- C7
S3
teria en medio y el nervio a podálico. Cuando el NIC se L2
encuentra a nivel de la línea medioaxilar emite ramas
sensitivas perforantes laterales que al llegar al territorio Figura 5--40. Dermatomas de los nervios raquídeos.
58 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Raíces dorsal Ganglio espinal


y ventral del
nervio espinal

Rama dorsal
del nervio
espinal

Ganglios del tronco


simpático
Rama
cutánea
lateral

Rama cutánea
anterior
Figura 5--41. Nervios intercostales. Ramos perforantes
sensitivos. Figura 5--42. Disección cadavérica del plano del músculo
transverso. Se muestran los nervios de la pared por encima
de él.
ubica por debajo del anterior, perfora el oblicuo interno
y transcurre por el conducto inguinal, saliendo por el
orificio inguinal superficia (figura 5--44). verdadero ejemplo de red anastomótica que permite, a
pesar de la ligadura de algún polo vascular, la continui-
dad de llegada de sangre arterial.
IRRIGACIÓN DE LA PARED
ABDOMINAL ANTEROLATERAL
Arteria epigástrica superior
o mamaria interna

Irrigación arterial Originada en la arteria subclavia como rama colateral


inferior, posee un trayecto en la cara profunda de la
La irrigación arterial de las paredes abdominales es un pared torácica anterior por fuera del esternón.

N. subcostal (T12)

T6 N. iliohipogástrico
T7 N. ilioinguinal
Ramos cutáneos laterales
Hoja posterior de vaina N. femoro-
de los rectos cutáneo
12ª costilla
Ramos cutáneos anteriores
T8
N. genitofemoral
T9
T10
T11 N. femoral
T12 o nervio subcostal Rama femoral
Rama genital
Ramos cutáneos de T12
e iliohipogástrico N. iliohipo-
N. obturador
gástrico
Tronco lumbosacro
Hoja anterior de vaina N. ilioinguinal
Plexo sacro
de los rectos
Ramo cutáneo
Nervio iliohipogástrico anterior de n.
Ramo cutáneo anterior de iliohipogástrico
nervio iliohipogástrico
Ramos escrotales Ramo genital del
Nervio ilioinguinal (labiales) de n. n. genitofemoral
Rama genital de nervio genitofemoral ilioinguinal

Figura 5--43. Nervios del plexo lumbar.


Anatomía de la pared abdominal 59

Nervio iliohipogástrico Músculo


oblicuo
externo
Nervio reclinado Arterias
ilioinguinal intercostales
Arteria
mamaria
Arterias interna
lumbares

Arteria
epigástrica
externa
Arteria
Arteria epigástrica
circunfleja

Cordón
Rama Vasos
genital femorales
del nervio
genitofemor

Figura 5--45. Irrigación de la pared abdominal.


Figura 5--44. Nervios de la región inguinal.

Sale del tórax a través de hiato, hendidura u orificio Arterias intercostales


de Larrey, que permite una comunicación entre el tejido
adiposo retroesternal torácico y el retrorrectal. Al pene-
Las últimas cinco intercostales se proyectan sobre la
trar en este espacio transcurre la mayoría de las veces
cara anterosuperior de la pared abdominal, ubicándose
como vaso único más cerca del borde lateral del músculo
las arterias entre los músculos oblicuo interno y trans-
recto hasta llegar a nivel del ombligo, en donde termina
verso.
uniéndose con los vasos epigástricos nacidos en la arte-
ria iliaca externa. Se debe mencionar que existen anas-
tomosis con la contralateral a nivel retroxifoideo y a ni-
vel periumbilical (figura 5--45).

Arteria epigástrica inferior

Se origina en la arteria iliaca externa, justo antes de atra-


vesar el anillo crural. Forma el límite medial del orificio
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

inguinal profundo y el límite lateral de la denominada


pared posterior.
También forma parte del límite superior del triángulo
de Hesselbach. Luego ingresa en la vaina del músculo
recto anterior y asciende por detrás de éste hasta nivel
del ombligo, donde se anastomosa con las ramas de la
arteria mamaria interna. Emite ramas anteriores o mus-
culares, perforantes, cutáneas y anastomóticas laterales.
De las arterias laterales suele observarse una arteria as-
cendente paralela al borde lateral de la vaina rectal; es
importante tenerla en cuenta en las ampliaciones de las
incisiones de McBurney o al fijar una malla pararrectal Figura 5--46. Arteriografía de vasos que irrigan la pared ab-
(figuras 5--46 a 5--48). dominal. Cortesía del Dr. Herszage.
60 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

Cefálico Músculo oblicuo


externo reclinado

Complejo funcional

Pared posterior
Arteria epigástrica
Orificio lateral de Stieda
inguinal
profundo

Vasos epigástricos EIAS

Vasos
Arcada inguinal verticales
laterales

Músculo transverso Músculo oblicuo


Figura 5--47. Fotografía transoperatoria: vasos epigástri- interno reclinado
cos en el límite del orificio inguinal profundo.

Pubis

Arterias lumbares
Figura 5--48. Vasos epigástricos laterales de Stieda.

Son cinco arterias lumbares por lado que nacen de la


cara posterolateral de la arteria aorta. Ramas colaterales de
Se dividen en ramos posteriores o dorsoespinales y la arteria femoral común
en ramos anteriores. Los ramos anteriores pasan entre
los músculos oblicuo interno y transverso, para termi- Se observan dos ramas: la arteria subcutánea abdominal
nar uniéndose a los vasos epigástricos. y la arteria pudenda externa superior.

REFERENCIAS
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Capítulo 6
Metabolismo de la colágena y formación
de las hernias de pared (herniosis)
Alejandro González Ojeda, Manuel Rodrigo Prieto Aldape, Clotilde Fuentes Orozco,
Kenia Militzi Ramírez Campos, José Antonio Mora Huerta, Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN sociedad, cambios en el estilo de vida de las personas,


ocupación hospitalaria y mala utilización de recursos.
El hecho de que las recurrencias aparezcan en un
tiempo prolongado —la mayoría de las veces después
Desde el punto de vista etimológico el origen del térmi- de años— a pesar de reforzamientos con materiales pro-
no “hernia” es poco certero. La raíz griega de la palabra tésicos, la predisposición herniaria del sexo masculino
significa “protruido hacia delante”. Durante la época la- y el porcentaje de recidivas a pesar de las nuevas técni-
tina este término adquirió un significado etimológico cas y materiales han sugerido que los aspectos técnicos,
más eficaz, señalándose como laceración, ruptura o ce- como el tipo de cirugía y los materiales utilizados en la
sión de una estructura.1 reparación de las hernias, tienen una importancia limi-
La hernia inguinal es el precio que el hombre paga tada.8
por adoptar una posición erecta, por lo que esta patolo- Por lo tanto, ¿qué sucede con la patología herniaria?
gía es tan antigua como el hombre mismo. Esta enfer- Está claro que no se está ganando la batalla. Esto ha lle-
medad tiene un gran impacto en la sociedad, pues 15% vado a los investigadores a buscar más a fondo, a través
de la población padecerá alguna hernia en el transcurso de un camino que los ha llevado a las bases moleculares
de su vida;2 más aún, entre 12 y 15% de las operaciones de la formación de las hernias, de las cuales derivan teo-
abdominales en las que se abre la aponeurosis existe la rías que sugieren factores múltiples como predisponen-
posibilidad de desarrollar una hernia incisional.3 En tes de la formación de hernias primarias y recurrentes.
México es la segunda causa de intervención quirúrgica El enfoque del problema herniario dejó de ser sim-
en los servicios de cirugía general, después de la resec- plemente anatómico para convertirse en un problema
ción de tumores benignos de la piel.2 complejo que involucra trastornos en aspectos mecáni-
Durante siglos la cirugía de hernias se ha enfocado cos como la señalización celular y la mecanotransduc-
básicamente en el aspecto técnico, de lo cual se deriva ción, y aspectos biológicos, como el metabolismo de la
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un sinfín de técnicas quirúrgicas. En las últimas tres dé- colágena y su regulación por parte de la matriz extrace-
cadas la cirugía herniaria ha evolucionado de manera lular.
espectacular, pasando de las tradicionales reparaciones Esta situación es un problema de salud difícil de con-
con “tensión” a las nuevas técnicas “libres de tensión” trolar que representa gastos de miles de millones de pe-
con la introducción de materiales protésicos. Sin em- sos con un grave impacto en la sociedad. Es de vital im-
bargo, los estudios demuestran que, a pesar de los avan- portancia reducir los índices de recurrencia mediante
ces técnicos y tecnológicos de las últimas décadas en una mejor comprensión de los factores implicados y la
materia de cirugía de hernias, no existe una clara reduc- incorporación en la práctica de la cirugía de los nuevos
ción en la recurrencia.4,5 métodos de reparación herniaria que permitan obtener
El impacto de la cirugía de hernia y su recurrencia es mejores resultados y disminuir los costos derivados de
enorme y se traduce en pérdidas millonarias para la las reintervenciones por recidivas.2

61
62 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

La investigación ha encontrado que los primeros res- relación entre la colágena madura y la inmadura depende
ponsables de la frustración ancestral del cirujano ante del tipo de tejido, la edad, de si el individuo se encuentra
las hernias son la matriz extracelular y la colágena. en etapa de crecimiento y del estado nutricional.10
Las aponeurosis y los tendones están compuestos por
colágena tipo I (madura) y tipo III (inmadura), que co-
rresponde a cerca de 80% de la masa total del tejido.
GENERALIDADES Estos dos tipos de colágena (I y III) guardan una rela-
ción constante de 4:1, que les confiere a la aponeurosis
y a los tendones propiedades específicas, que determi-
nan la resistencia a la tensión.11
¿Qué es la colágena? En su metabolismo la molécula de colágena puede
pasar por un proceso de maduración que incluye la for-
Es la proteína más abundante del cuerpo humano; hasta mación de enlaces cruzados y la formación de fibrillas.
el momento se han identificado 28 tipos. La síntesis de Para algunos tipos de colágena (III, IV y V) esto incluye
la colágena sucede dentro de la célula. Esta molécula se la formación de puentes de disulfato, mientras que para
caracteriza por contar con repeticiones de la secuencia los tipos I y II el paso clave es la oxidación de los resi-
Gly--X--Y, donde X suele ser prolina y Y a menudo es duos de hidroxilisina bajo la acción de la lisiloxidasa,
hidroxiprolina. La molécula pasa por ocho fases pos- que permite la formación de puentes cruzados covalen-
traslacionales hasta que la triple hélice es secretada en tes de piridinolona y desoxipiridinolona.12 Este proceso
forma de procolágena a la matriz extracelular, donde los extracelular de entrecruzamiento proporciona fuerza y
finales de propéptidos son divididos por la procoláge- estabilidad a la fibra de colágeno (figura 6--1).13
no--C--proteinasa y por la procolágeno--N--proteinasa.
Este proceso de división es el responsable directo de la
solubilidad de la molécula. Posteriormente inicia el pro- Degradación de la colágena
ceso de formación de fibrillas. La composición relativa
de la molécula determina su estructura (fibrilar o reticu- Las metaloproteinasas de la matriz extracelular depen-
lar) y, por lo tanto, su función. La mayoría de la coláge- dientes de zinc (MMP) son enzimas importantes en la
na que se encuentra en la matriz extracelular (MEC) es remodelación de la matriz extracelular. En los humanos
de tipo fibrilar, y comprende cuatro tipos principales (I, las 23 diferentes metaloproteinasas se dividen en cola-
II, III y V). Estos tipos de colágena corresponden a la genasas, gelatinasas, estromelisinas, matrilisinas,
mayor parte de la colágena en el hueso, los tendones, la MMP de tipo membrana y otras 18 MMP.14 Las colage-
piel y el músculo. nasas clásicas (MMP--1, MMP--8, MMP--13) están im-
La colágena fibrilar es la principal fuente de fuerza plicadas en la degradación de la colágena tipos I, II y III,
tensil; determina la figura y la forma de los tejidos y los mientras que las gelatinasas (MMP--2 y MMP--9) lo
órganos. Provee el marco o entretejido para soportar las están en la degradación de la colágena desnaturalizada,
fibras musculares, que son esenciales para la transmisión en la colágena tipo IV y en los proteoglicanos.15--17 Sin
de la fuerza a través de los tendones y los ligamentos.9 embargo, la MMP--2 también degrada colágena nativa
El entendimiento en profundidad del metabolismo de (tipos I, II y III). Además, la actividad colagenolítica se
la colágena en la salud y en la enfermedad es limitado, ha atribuido a la MMP de membrana tipo 14.14 Las cola-
pero las investigaciones avanzan con rapidez. Antes se genasas y las gelatinasas son probablemente las MMP
pensaba que la colágena era relativamente inerte en su más importantes en relación a la formación de una her-
metabolismo; sin embargo, el descubrimiento de mu- nia. Las colagenasas libres y la escisión de la triple hé-
chos isotipos de colágena, las modificaciones a la molé- lice del colágeno nativo en un cuarto y fragmentos de
cula y las enzimas proteolíticas involucradas en el pro- tres cuartos de longitud son posteriormente degradados
ceso de formación y degradación sugieren que el en fragmentos más pequeños por las gelatinasas.18,19
metabolismo de la colágena es muy activo y mucho más En general, las MMP se expresan en niveles muy ba-
complejo de lo que se suponía. jos en los tejidos quiescentes, pero son inducidas como
El metabolismo de la colágena se divide en dos gru- consecuencia de mecanismos patológicos. Siendo así,
pos: monómeros de procolágena, que es una colágena de las citocinas proinflamatorias, factores de crecimiento
recambio rápido (colágena soluble o inmadura), y colá- y hormonas importantes son reguladores en la expre-
gena fibrilar madura (insoluble), de recambio lento e in- sión de las metaloproteasas.18 La actividad proteolítica
dependiente de la primera. Es importante señalar que la de las metaloproteasas latentes secretadas es controlada
Metabolismo de la colágena y formación de las hernias de pared (herniosis) 63

Figura 6--1. Diversas alteraciones que se manifiestan en la región inguinal ocasionadas por deficiencia de colágena. A. Aponeuro-
sis de oblicuo mayor normal de aspecto uniforme. B. Aponeurosis con separación de sus fibras por zonas de adelgazamiento.
C. Zona de adelgazamiento triangular con base en el anillo externo. D. Separación o “rendijas” en el músculo oblicuo interno antes
de su unión en el área conjunta. E. Herniaciones entre fascículos musculares separados del arco del transverso. F. Desaparición
o atenuación del tendón o área conjunta.

a través de la activación extracelular, y por inhibidores 1. Hemostasia e inflamación.


endógenos tales como la α2--macroglobulina y el inhi- 2. Proliferación.
bidor tisular de metaloproteinasas (TIMP). Se conocen 3. Maduración y remodelación.
cuatro diferentes TIMP: TIMP--1, TIMP--2, TIMP--3 y
TIMP--4.14,20 El metabolismo de la colágena en pacien- Se ha descrito que la falla o la prolongación de alguna
tes con hernia se encuentra alterado en tres niveles: la de estas fases resulta en una cicatrización inadecuada o
proporción colágena tipos I:III está disminuida, hay una falta de cierre de la herida.
disminución en la calidad de la colágena y la degrada-
ción de la colágena está aumentada. La relación entre Hemostasia e inflamación
estos factores aún no ha sido totalmente establecida.13
La degradación de la colágena se encuentra mediada Se caracteriza por la agregación plaquetaria en los vasos
por metaloproteinasas, y existe la hipótesis de que la lesionados y la activación de la cascada de la coagula-
MMP--2 está local y sistémicamente incrementada en ción. El contacto entre la colágena y las plaquetas, así
pacientes con hernia. MMP--2 degrada la colágena na-
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como la presencia de trombina, fibronectina y sus frag-


tiva tipo I de diferente manera que la clásica colagenasa. mentos, resulta en la liberación de citocinas y diversos
MMP--2 primero se enlaza con las cadena a1(I) y desa- factores de crecimiento, como el factor de crecimiento
rrolla la triple hélice, y posteriormente se corta la cade- derivado de plaquetas (FCDP), el factor de crecimiento
na a2(I). Como MMP--2 preferencialmente escisiona la transformador beta (FCT--C), el factor activador de pla-
cadena a2(I), esto podría favorecer la hidrólisis del colá- quetas (FAP), fibronectina y serotonina. El coágulo for-
geno tipo I sobre la colágena tipo III.21 mado localmente sirve como andamiaje para las células
que responden al llamado de la lesión, como son los
neutrófilos, los monocitos, los fibroblastos y las células
Cicatrización normal endoteliales. Los neutrófilos son las primeras células en
llegar a la herida, lo cual está facilitado por el aumento
En términos generales, la cicatrización normal puede de la permeabilidad vascular y la liberación de prosta-
dividirse en tres fases que se traslapan: glandinas y sustancias quimiotácticas.13
64 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

Después de la quimiotaxis de las células a la herida y fibroblastos se reduce. Las fibras de colágena delga-
éstas son activadas, con lo cual se modifican sus propie- das se tornan más gruesas y el porcentaje de colágena
dades fenotípicas, bioquímicas y funcionales a través de tipo III disminuye a 20%, con lo cual la relación de colá-
mediadores locales, con el fin de llevar a cabo el resta- gena tipo I y tipo III se restablece. La contracción de la
blecimiento de la homeostasis. La activación de los ma- herida sucede cuando los fibroblastos empacan haces
crófagos es fundamental para la desbridación, la síntesis gruesos de colágena en unidades de contracción.
de la matriz extracelular, la fibroplasia y la angiogéne-
sis. Una respuesta inflamatoria reducida afecta de ma-
nera importante la cicatrización, como se ha demostrado Efectores del proceso de la cicatrización
clínicamente en los pacientes con diabetes (quimiotaxis
disminuida) y en los que están bajo tratamiento con es- Citocinas y factores de crecimiento tienen un factor im-
teroides (disminución en la migración celular, prolifera- portante en el rol de la comunicación intercelular. A di-
ción y angiogénesis). ferencia de las hormonas, las citocinas no son secreta-
das en glándulas como moléculas preformadas, pero
son rápidamente sintetizadas y secretadas por diferentes
Proliferación células, la mayoría posterior a una estimulación. Las ci-
tocinas actúan en diferentes células (efecto pleiotrópi-
Los principales actores de esta fase son los fibroblastos co) y con frecuencia afectan la acción de otras citocinas,
y las células endoteliales. Estas últimas proliferan de las en forma agonista, antagonista o sinérgica. Además de
vénulas que se encuentran en la cercanía de la herida y sus efectos pleiotrópicos, la acción de las citocinas suele
forman nuevos capilares a través de la angiogénesis. ser redundante, es decir, respuestas biológicas similares
Los fibroblastos migran desde los tejidos circundantes pueden ser realizadas por diferentes citocinas (cuadro
hacia la herida, convirtiéndose en la célula predominan- 6--1).25
te al cuarto día después de la lesión; reemplazan la ma-
triz provisional (establecida en la fase de inflamación)
con tejido de granulación rico en colágena. La dermis Interleucina 1
intacta, la fascia y la aponeurosis están compuestas pre-
dominantemente por colágena tipo I (80 a 90%) y colá- Descubierta en 1972 por Gery y col.26 como factor acti-
gena tipo III (10 a 20%). En contraste, el tejido de gra- vador de linfocitos (LAF), la interleucina 1 (IL--1) fue
nulación de una herida aguda contiene entre 30 y 40% la primera citocina detectada en la piel. IL--1 activa mu-
de colágena tipo III. La síntesis de colágena requiere la chos tipos de células y ejerce su función por medio de
hidroxilación de residuos de lisina y prolina. Durante dos ligandos agonistas (IL--1a e IL--1b) que se unen a su
esta fase proliferativa la colágena de la herida pasa por receptor, IL--1R (receptor de interleucina 1). Durante
lisis y síntesis, predominando la última en la cicatriza- las primeras etapas de la cicatrización de heridas la IL--1
ción normal. La colágena tipo I confiere predominante- se libera inmediatamente por los queratinocitos con el
mente fuerza tensil, mientras que la colágena tipo III fin de estimular el reclutamiento de leucocitos. IL--1
consiste en fibras más delgadas, las cuales son utiliza- también es capaz de inducir la migración y la prolifera-
das como una matriz temporal durante la remodelación ción de los queratinocitos, así como la activación de los
tisular. Por lo tanto, el cambio de la proporción de colá- fibroblastos. La falta de actividad de IL--1 conduce a
gena a favor de la “inmadura” tipo III puede resultar en una respuesta inflamatoria atenuada y a una mala cica-
una pérdida de la fuerza tensil. El adecuado balance en- trización. IL--1 está implicada en la remodelación del
tre la síntesis y la degradación de la colágena está dado colágeno y la producción de componentes de la matriz
por las metaloproteinasas de la matriz extracelular extracelular (ECM) a través de la regulación de las cola-
(MPME), una familia de proteasas dependientes de zinc genasas.27
que son secretadas como proenzimas latentes a la matriz
extracelular (ME).14
Interleucina 6

Remodelación (maduración) La interleucina 6 (IL--6) es una de las citocinas más co-


múnmente estudiadas, ya que parece tener propiedades
Con el tiempo el nuevo tejido de granulación pasa a un tanto antiinflamatorias como proinflamatorias.28,29 Tie-
proceso de remodelación y la densidad de macrófagos ne la capacidad de regular citocinas como el TNF--a y
Metabolismo de la colágena y formación de las hernias de pared (herniosis) 65

Cuadro 6--1. Citocinas y factores de crecimiento relacionados


con el proceso de cicatrización y sus respectivos roles
Factor Función Célula diana
IL--1 Inflamación Neutrófilos, monocitos, macrófagos, queratinocitos
Remodelación
Reepitelización
IL--6 Inflamación Neutrófilos, macrófagos, queratinocitos
Remodelación
Angiogénesis
FGF 1, FGF 2 Proliferación celular Células endoteliales, fibroblastos, queratinocitos
Angiogénesis
Remodelación
FGF 7, FGF 10 Migración celular Queratinocitos
Reepitelización
TGF--β1 Inflamación Macrófagos, plaquetas, fibroblastos, leucocitos, queratinocitos
Formación del tejido de granulación
Remodelación
TGF--β3 Inflamación Leucocitos, macrófagos, fibroblastos, queratinocitos
Angiogénesis
Remodelación
Formación de cicatriz
VEGF Angiogénesis Células endoteliales, macrófagos
Inflamación

el IFN--c. IL--6 también tiene un papel importante en la Factor de crecimiento


inmunidad innata, controlando la actividad de los leu- de fibroblastos (FGF)
cocitos e influyendo en la respuesta celular mononu-
clear; guía la transición de inmunidad innata a inmuni- La familia del factor de crecimiento de fibroblastos
dad adquirida, lo que resulta esencial para el éxito en la (FGF) comprende 23 miembros que son expresados ex-
resolución de cualquier respuesta inflamatoria. Esta ci- tensamente en varias células y tejidos. El FGF ejerce sus
tocina ha sido implicada en la patogénesis de varias con- funciones a través de los receptores de factor de creci-
diciones inflamatorias (como artritis idiopática y enfer- miento de fibroblastos.
medad de Crohn), indicativo de su importante papel en Para la activación de este receptor el FGF debe ir li-
la inflamación. De la misma manera, el bloqueo del re- gado a un proteoglicano, como la heparina; esto subraya
ceptor de IL--6 por los anticuerpos se ha utilizado para la importancia de la interacción entre estos receptores y
el tratamiento de muchos trastornos inmunitarios y au- la matriz extracelular. El FGF--2 está involucrado en la
toinmunitarios.30 En la biología del proceso de cicatri- formación del tejido de granulación, la reepitelización
zación IL--6 tiene un papel crucial en todas las etapas. y la remodelación del tejido. Regula la síntesis y la de-
Esta citocina, junto con IL--1, es significativamente ma- posición de varios componentes de la matriz extracelu-
yor en los fluidos de las heridas posquirúrgicas. La defi- lar e incrementa la motilidad de los queratinocitos du-
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ciencia de la actividad de IL--6 disminuye la capacidad rante el proceso de epitelización.32


de generar la fase de respuesta aguda contra el daño o
la infección con una resultante inmunosupresión. Uno
de los objetivos más importantes de la actividad de IL--6 Factor de crecimiento transformante β
es la deposición de la colágena, la expresión genética de
la procolágena y la angiogénesis. La deficiencia de IL--6 El factor de crecimiento transformante β (TGF--β1) tie-
no se ha asociado con la disminución o la ausencia de ne un papel importante en la inflamación, la angiogéne-
neovascularización y deposición de la colágena durante sis, la reepitelización y la regeneración de tejido conec-
la cicatrización. Dadas todas las funciones involucra- tivo. Se encuentra involucrado en el reclutamiento de
das, la inmunomodulación sistémica del bloqueo o la re- células inflamatorias y en la regulación del factor de
gulación de los receptores de IL--6 es una vía potencial crecimiento del endotelio vascular (VEGF). El TGF--β1
para modular IL--6 en función de mejorar la respuesta también se halla relacionado en la producción de la co-
malla--huésped.31 lágena, en especial en la colágena tipos I y III; también
66 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

es un inhibidor de la regulación de la colágena al inhibir de pacientes con hernias. En los pacientes con hernias
metaloproteinasas y la síntesis de TIMP--1.33 inguinales directas se ha identificado que la aponeurosis
del músculo recto del abdomen es más delgada y de-
muestra un patrón de fibras de colágena alteradas (figu-
ra 6--2), secundario a una hidroxilación inadecuada de
FACTORES IMPLICADOS EN
la colágena.23 Con respecto a la fascia transversalis, en
LA GÉNESIS DE LAS HERNIAS estos pacientes se ha identificado una alteración en la
composición de la colágena que predispone a que el teji-
do sea más delgado y débil.4 En pacientes con hernia in-
guinal primaria se ha identificado un aumento de isofor-
Hernias primarias mas de colágena inmadura (colágena tipo III) y una
disminución en la relación de las colágenas tipos I y
Las causas por las que se produce una hernia inguinal III.24 Más aún, se ha documentado una sobreexpresión
primaria pueden atribuirse a múltiples factores. Existen de metaloproteinasas de la matriz extracelular, en espe-
varias teorías para explicar el origen de las hernias. Las cial de tipos 1, 2 y 13 en pacientes con hernia inguinal
teorías anatómicas y congénitas se describen en otro ca- primaria.25,26
pítulo, por lo que aquí se tratará la teoría biológica. La estabilidad de la pared abdominal depende de la
integridad de sus músculos y aponeurosis. Las propie-
dades mecánicas de la aponeurosis dependen básica-
Teoría biológica mente de la colágena y su tejido conectivo. Existen
pruebas sólidas de que la patología herniaria es una
A pesar de que la mayoría de los cirujanos siguen pen- enfermedad secundaria a una alteración en la regulación
sando que tanto la etiología como el tratamiento de las de la matriz extracelular y el metabolismo de la coláge-
hernias se basan en aspectos meramente mecánicos na. Más aún, se sugiere que el metabolismo alterado de
(como unir, suturar, parchar, reforzar, etc.), las investi- la colágena puede ser atribuido a un trastorno con base
gaciones señalan la patología herniaria como una enfer- genética.24
medad de la matriz extracelular,4 con el colágeno como
actor principal.9
En 1924 el anatomista Dr. Sir Arthur Keith cuestionó
por primera vez los dogmas existentes y estableció que HERNIAS SECUNDARIAS
las hernias eran una enfermedad del tejido conectivo: (INCISIONALES Y RECURRENTES)
“Estamos muy acostumbrados a mirar a los tendones,
las fascias, las aponeurosis y el tejido conectivo como
estructuras pasivas. Estas estructuras ciertamente están
vivas, y el hecho de que las hernias frecuentemente sean Una hernia incisional aparece cuando la estructura y la
múltiples en personas de edad mediana y edad avanzada función de los tejidos de la pared abdominal fallan; pue-
nos lleva a sospechar que existe un cambio patológico de ser consecuencia de cualquier incisión de la pared ab-
en el tejido conectivo de la pared abdominal y que hace dominal y resulta de una inadecuada cicatrización de los
particularmente susceptibles a algunos individuos a de- tejidos de sostén (aponeurosis, músculo y tendón). A
sarrollar hernias”.20 Recientemente se identificó que al- medida que los bordes de las aponeurosis se van sepa-
gunos trastornos del metabolismo en el tejido conectivo rando con el tiempo, dejan salir el contenido visceral en-
se asocian a la formación de hernias, en especial el sín- vuelto en un saco peritoneal. Los estudios prospectivos
drome de Ehler--Danlos,21 el de Marfan, el de Hunter han revelado que la frecuencia real de la falla en la cica-
(mucopolisacaridosis tipo II), el de Hurler o gargolismo trización de la herida quirúrgica después de laparotomía
(mucopolisacaridosis tipo I) y la enfermedad aneuris- oscila alrededor de 11%, contrastando con los reportes
mática de los grandes vasos.22 previos, que registraban una frecuencia de 0.1%. Estas
También existen pruebas de que la deficiencia de vi- fallas en la cicatrización de la herida quirúrgica se
tamina C (escorbuto), el latirismo y el tabaquismo se muestran con el paso de los años (entre 2 y 4) como her-
asocian con trastornos en el tejido conectivo y la forma- nias incisionales.27 Por lo tanto, existe gran número de
ción de hernias. dehiscencias ocultas en las cuales intervienen varios
Varios estudios han analizado los cambios en la sínte- factores para su formación, tanto técnicos como bioló-
sis y el metabolismo de la colágena en piezas de tejido gicos.
Metabolismo de la colágena y formación de las hernias de pared (herniosis) 67

Protocolágeno Lisil Protocolágeno


hidroxilasa Lisil
hidroxilasa
Genes OH OH OH
colágena Genes OH
colágena
N-- OH OH OH OH --COOH OH --COOH
Fibroblasto Protocolágeno Fibroblasto N--
Protocolágeno

a1 (I) a1 (I)
a1 (I) a1 (I)
a2 (I) a2 (I)
Protocolágeno tipo I Procolágeno tipo III Protocolágeno tipo I Procolágeno tipo III
Proteinasas Proteinasas
N-- y C-- N-- y C--

Tropocolágeno tipo I Tropocolágeno tipo III Tropocolágeno tipo I Tropocolágeno tipo III

Autoensamblaje
Autoensamblaje

MMP--2 Desnatu-
ralización

Fibrilla de Reticulación Fibrilla de Reticulación MMP--2 Escisión


colágeno lisil oxidasa colágeno lisil oxidasa

Fibra de colágeno Desenrro-


? MMP1--MMP--8 llado
Fibra de colágeno MMP--13

? MMP--2
MMP--9 Escisión

Haz de colágeno atenuado


A Haz de colágeno normal B
Figura 6--2. Formación y maduración de la colágena en: A. Tejido sano y B. Paciente con hernia. Los signos de interrogación
indican que el papel de las metaloproteasas aún es incierto.

Factores biológicos Se ha propuesto que la mecanotransducción es un


factor de importancia relevante en la reparación de los
La aponeurosis es la estructura responsable de “conte- tejidos de sostén. Esto se explica por la presencia de re-
ner” o “detener” la salida de los órganos a través de la ceptores en las células estructurales que responden a las
pared abdominal. Después de incidirla (lesionarla) se señales mecánicas, que de manera adecuada resultan en
establece el proceso de cicatrización. El cirujano contri- la proliferación de fibroblastos.30,31 Cuando no existen
buye aproximando los tejidos por medio de suturas; el las señales adecuadas se crean pequeños defectos tem-
cuerpo hace el resto. Durante las primeras dos semanas pranos, los cuales provocan un trastorno de señalización
la resistencia mecánica de la herida depende casi por y, en consecuencia, un trastorno en el proceso normal de
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completo del material y de la técnica empleados para el proliferación de fibroblastos y de formación de coláge-
cierre. En el transcurso de la cicatrización de la aponeu- na, que conlleva a una falla en la cicatrización.4
rosis pueden existir pequeños defectos, los cuales pue- El proceso de cicatrización normalmente se lleva a
den progresar rápidamente a un gran defecto y provocar cabo por un fino balance en el cual existe la creación, la
una eventración o, por el contrario, pasar inadvertidos y remodelación y la destrucción de la colágena formada
con el tiempo hacerse notar como una hernia incisional. por los fibroblastos.
Aunque su nombre sea “pared” abdominal, no debe Se ha encontrado una relación entre el desarrollo de
conceptuarse como una estructura rígida sin movimien- hernia incisional después de una laparotomía y la pre-
to, sino todo lo contrario, y entender que el tejido apro- sencia o el desarrollo de aneurisma aórtico.32 La inci-
ximado es sometido constantemente a cambios de pre- dencia de hernia incisional después de una laparotomía
sión y a fuerzas de compresión y distracción, a media en pacientes con aneurisma aórtico abdominal
diferencia de la cicatrización en otros tejidos, como el llega a ser de 31%.33,34 Hay evidencia de que el proble-
óseo. ma en estos pacientes se debe a un trastorno en el meta-
68 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

bolismo de la colágena, secundario a una expresión ina- en los genes que codifican para la colágena tipo I
decuada de las enzimas reguladoras de los componentes (COL1A1 y COL1A2)— y el síndrome de Ehler--Dan-
de la matriz extracelular: las metaloproteinasas (MMP). los —un grupo de trastornos hereditarios que afectan el
La evidencia apunta a una actividad proteolítica aumen- tejido conectivo, particularmente la piel, las articulacio-
tada por la elevación de MMP 2 y 13 en hernias inguina- nes y las paredes de los vasos sanguíneos; está caracteri-
les y hernias incisionales.4 zado por mutaciones genéticas que alteran la produc-
La infección de una herida prolonga el estado de in- ción de colágena, sobre todo en las modificaciones
flamación y, por consiguiente, la actividad de las protea- postraslacionales en la síntesis de colágena, dando
sas, en especial la actividad de la colagenasa; asimismo, como resultado una inadecuada cicatrización. Un estu-
se reducen los niveles circulantes de los inhibidores de dio realizado en Alemania en 1996 demostró una rela-
la colagenasa.35 Además, existe una rápida degradación ción entre el síndrome de Ehler--Danlos y un riesgo au-
de los factores de crecimiento, retrasando así el depósito mentado de padecer hernia inguinal.21 Los aneurismas
de colágena.36,37 aórticos abdominales representan una condición dege-
Una proteólisis aumentada resulta en una relación nerativa debida a una inflamación crónica con remode-
inadecuada de colágena tipo I y tipo III.38 El hecho de lación destructiva de la matriz extracelular de la pared
que se encuentren estas alteraciones tanto en el tejido de la aorta. Se ha identificado que las metaloproteinasas
herniario como en el tejido sano a distancia de la hernia de la matriz extracelular son las responsables de este
plantea una base genética de la patología herniaria más proceso. En esta enfermedad se supone una predisposi-
que un defecto local adquirido.39--41 Asimismo, existen ción genética, y se ha vinculado con la presencia de her-
evidencias de historia familiar en hernias incisiona- nias de la pared abdominal.22,45
les.8,42
Los datos epidemiológicos apuntan a que la penetra-
ción del fenotipo de hernia es el resultado de una inter- Otros factores
acción compleja entre el medio ambiente y múltiples
genes, apuntando principalmente a la colágena tipo I y Existen otros factores asociados con la formación de
tipo III y a las metaloproteinasas.4 hernias incisionales de la pared abdominal, pero entre
Las deficiencias nutricionales causan problemas en los más destacados están el tabaquismo, la anemia, la
la cicatrización, demostrándose un riesgo aumentado de presencia de ascitis, la edad avanzada, la diabetes melli-
dehiscencia aguda de la herida y la consiguiente forma- tus, la obesidad, la ictericia y el consumo de esteroides.
ción de hernia incisional, sobre todo en pacientes con Con toda la información anterior puede formularse la
hipoalbuminemia. Por otro lado, algunos nutrientes, siguiente pregunta: ¿Pueden las mallas contrarrestar
como la arginina y los ácidos grasos esenciales, han de- una enfermedad de la matriz extracelular?
mostrado mejorar la cicatrización en el cierre de la pa- De acuerdo con los metaanálisis, la colocación de
red abdominal.43 El escorbuto —o deficiencia de vita- una malla reduce la probabilidad de recurrencia entre 20
mina C— es una enfermedad que afecta de manera y 50%.46 Sin embargo, un análisis cuidadoso revela que
directa la cicatrización. La síntesis normal de la coláge- las reparaciones con malla, más que prevenir la recu-
na depende de la hidroxilación correcta de la lisina y la rrencia, retrasan su aparición.5 Zheng y col. encontraron
prolina; dicha hidroxilación la llevan a cabo la lisil hi- una disminución en la relación de colágena tipo I y tipo
droxilasa y la prolil hidroxilasa, enzimas que requieren III en los pacientes con hernias recurrentes con respecto
el ácido ascórbico como coenzima. Esta deficiencia im- al control, lo cual se atribuye a un aumento en la síntesis
pide la correcta hidroxilación, por lo que se obtienen ca- de colágena tipo III, así como a un aumento significati-
denas de procolágeno defectuosas. vo en las MMP tipo1y tipo 13 en pacientes con hernias
Los sangrados transquirúrgicos mayores de 1 000 recurrentes con respecto a los controles: por lo tanto, la
mL, según Lord y col., aumentan tres veces el riesgo de colocación de un material protésico aumenta la cicatri-
que el paciente desarrolle una hernia incisional.44 zación en cantidad mas no en calidad, pues la colágena
Por último, las alteraciones patológicas del tejido co- tipo III es más elástica y mecánicamente menos estable.
nectivo asociadas con hernias ya fueron descritas desde Por eso no contribuye significativamente a la fuerza
1924 por Keith;20 sin embargo, recientemente se docu- tensil del tejido.39 Es necesario trabajar en la reparación
mentó un aumento en la incidencia de patología hernia- del piso inguinal partiendo de la restitución del balance
ria en asociación con varios trastornos del tejido conec- en el metabolismo de la colágena, por ello es importante
tivo, como la osteogénesis imperfecta (OI), el trastorno que el cirujano entienda que al reparar una hernia no
congénito de fragilidad ósea —causado por mutaciones está uniendo un material roto (aponeurosis) ni reforzán-
Metabolismo de la colágena y formación de las hernias de pared (herniosis) 69

dolo con un material más fuerte (malla), sino que se está cas y alteraciones sistémicas en el metabolismo de la
enfrentando a un tejido (vivo) enfermo y lesionado que matriz extracelular.
se remodela a sí mismo de manera inadecuada, y que la Es muy posible que las hernias primarias sean el
base para lograr una adecuada reparación empieza con resultado de una predisposición genética y que las her-
sanar ese tejido. nias incisionales y las recurrentes resulten de una com-
binación entre una inadecuada mecanotransducción
(tensión en equilibrio/tensión adecuada) y una falla
CONCLUSIONES temprana de la herida, asociada con factores de riesgo
y alteraciones genéticas predisponentes.
Queda abierta la puerta a las investigaciones para el
desarrollo de nuevos abordajes diagnósticos, a fin de
Desde principios del siglo XX algunos anatomistas identificar a los sujetos en riesgo de desarrollar hernias
cuestionaron la visión simplista del origen de las her- o de sufrir una recurrencia, lo cual dará paso a nuevas
nias. Ya en la década de 1960 varios trabajos apuntaron clasificaciones y, por ende, a nuevas técnicas quirúrgi-
hacia una colágena débil como causa de las mismas. Las cas en las cuales seguramente se involucrarán materia-
investigaciones han crecido, y la evidencia ha demos- les con propiedades farmacológicas para modificar el
trado que ya no se puede ver a las hernias como tan sólo metabolismo de la matriz extracelular, crear colágena
un defecto anatómico, sino como una enfermedad mul- de mejor calidad y lograr así el objetivo de todo cirujano
tifactorial en la cual se involucran alteraciones genéti- con su paciente: curar la enfermedad.

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72 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)
Capítulo 7
Hernioplastia sin tensión
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN cual produce una zona de tensión. Los buenos resulta-


dos de estas reparaciones dependían de la resistencia de
las suturas aplicadas, así como de la buena calidad de los
tejidos del paciente sin deficiencias de colágena. Por
Hasta hace unas tres décadas estaba bien establecido este motivo, en la actualidad estas técnicas se conocen
que la era moderna de la cirugía de hernia inguinal se ha- como tensionantes o técnicas con tensión.
bía iniciado a partir de las descripciones de la reparación Debe recordarse que la frecuencia de hernias ingui-
inguinal hechas por Henry Marcy (EUA) en 1870 y por nales en la población general es de alrededor de 15%,
Edoardo Bassini (Italia) en 1890; este último fue el pri- mientras que la de hernias umbilicales es de 5%, y entre
mero en realizar un procedimiento plástico o de reforza- 12 y 15% de las cirugías abdominales donde se incide
miento del piso inguinal con tejidos adyacentes, los cua- aponeurosis tendrán la posibilidad de desarrollar una
les revolucionaron el concepto de hernioplastia que hernia incisional. Otros tipos de hernias, como las epi-
existía hasta entonces. Después vinieron los excelentes gástricas, las de Spiegel y las lumbares, entre otras, se
trabajos de Shouldice en 1945, de McVay en 1948 y de presentan en 3% de la población.1 En las instituciones
Zimmerman en 1952, quienes idearon sus propias técni- públicas la hernia representa la segunda causa de inter-
cas de reparación inguinal, las cuales se utilizaron en vención quirúrgica después de la cirugía de tumores be-
todo el mundo y continúan formando parte del arsenal nignos de piel (lipomas, quistes, etc.), y en las institu-
técnico de muchos cirujanos generales que operan her- ciones particulares constituye la cuarta causa de cirugía
nias inguinales. Por su parte, las hernias de pared siem- después de las colecistectomías, las funduplicaturas y
pre se consideraron candidatas al cierre primario y se hi- las apendicectomías. Por otro lado, los cirujanos gene-
cieron pocas variaciones para mejorar los resultados rales reportan índices mundiales de recurrencia mediante
mediocres que se tenían, en especial las de tipo incisio- técnicas con tensión de 15 a 20% en hernias inguinales
nal, cuyo porcentaje de recidivas era muy alto. primarias1--3 y de entre 25 y 30% en hernias recidivan-
El cirujano general contaba con un número aceptable tes.1,2 De acuerdo con nuevos estudios de seguimiento
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de procedimientos de hernioplastia inguinal abierta, en- bien sistematizados, para las hernias umbilicales se ma-
tre los que se cuentan las técnicas de Bassini, Marcy, neja un sorprendente índice de recurrencia de 20 a 30%,
McVay, Shouldice y Zimmerman, así como el abordaje sobre todo cuando se lleva a cabo el procedimiento de
preperitoneal de Nyhus. Las hernias de pared sólo se re- Mayo. El problema más importante se encuentra con las
paraban con cierres directos, a excepción de las umbili- hernias incisionales, que alcanzan cifras prohibitivas de
cales, donde se llevaba a cabo el procedimiento de 40 a 50% de recurrencia con la ejecución de técnicas
Mayo, aunque cada vez con menor frecuencia. Dichas tensionantes.4--6 Cuando se analiza la frecuencia de pre-
técnicas se basan en el mismo principio: el cierre del de- sentación de una hernia y se relaciona con los índices de
fecto herniario mediante tejido autólogo circundante al recidiva, se concluye que un número muy alto de pa-
anillo herniario del paciente por medio de suturas, lo cientes presentarán recidiva después de su primera ciru-

73
74 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

Cuadro 7--1. Comparativo de recidivas Cuadro 7--3. Objetivos generales


entre herniólogos y cirujanos generales ideales de las hernioplastias
Autor Año Casos % S Procedimiento sencillo de realizar
No herniólogos S Curva de aprendizaje corta
USA Dept. of Health 1979 550 000 10.0 S Aplicable en cualquier hospital
Herniólogos S Poca morbilidad posoperatoria
Lichtenstein 1987 6 321 0.9 S Bajo índice de recurrencias
Palumbo/Sharpe 1971 5 500 1.0 S Resultados reproducibles
Berlwer 1983 1 084 1.2
Alexander 1987 150 000 1.0
Rutledge 1988 1 142 2.0 pared y hacer que los cirujanos se dedicaran exclusiva-
Deysine 1991 2 534 1.5 mente al manejo de este tipo de padecimientos.7,8
Con la aparición de los materiales protésicos, que al
principio básicamente tenían aplicación en las hernias
incisionales o inguinales recidivantes, mejoró un poco
gía, lo cual repercute en incapacidad laboral y pérdidas la frecuencia de recidivas,9 aunque a cambio de múlti-
económicas tanto para el paciente que trabaja de manera ples problemas relacionados con las mallas utilizadas,
independiente, que tendrá que invertir nuevamente en debido a la falta de conocimiento de ellas, por utiliza-
otra cirugía, como para las instituciones de salud, que ción de materiales no adecuados y por el desconoci-
tienen que hacer los pagos de incapacidad y de un nuevo miento de la mejor manera de colocarlas y fijarlas. Fue
procedimiento quirúrgico. por esto que el uso de dichas prótesis pasó a convertirse
Algunos autores, entre los que destaca Deysine en el último recurso en los pacientes que habían sido
(Nueva York, EUA), encuentran incongruencia entre operados en múltiples ocasiones.
los resultados obtenidos por cirujanos generales con A principios de la década de 1970 se gestó un cambio
práctica quirúrgica variada (vías biliares, cuello, vascu- en la apreciación de lo que significaba una hernia, sus
lar, pared abdominal, etc.) y los resultados de los ciruja- causas predisponentes y la forma de manejarlas. Hasta
nos que se dedican exclusivamente al tratamiento de las ese momento no se cumplía con los objetivos de las her-
hernias de pared (herniólogos), en especial de las her- nioplastias en algunos de sus aspectos (cuadro 7--3),
nias inguinales. Los últimos presentaban consistente- pues las técnicas tenían una curva de aprendizaje larga
mente reportes con sólo 1 a 2% de recurrencias y fre- y no eran sencillas, ya que requerían habilidad especial,
cuencia de complicaciones tempranas de 1.6% en sus resultados no eran reproducibles, se menospreciaba
promedio vs. 8 a 10% de complicaciones tempranas y la cirugía de las hernias y, en consecuencia, los índices
de 11 a 20% de recidivas entre los cirujanos generales de recurrencia seguían siendo altos. Varios investigado-
(cuadros 7--1 y 7--2).7,8 Esto causaba frustración entre res en este campo, en especial Jean Rives y René Stoppa
los cirujanos no herniólogos al no poder reproducir los en Francia,10 e Irving Lichtenstein y su grupo (Parviz
mismos resultados a pesar de elaborar una técnica qui- Amid y Shulman)11 en EUA, iniciaron el cambio al
rúrgica muy parecida a la descrita por cada uno de los abordar las hernias no sólo como defectos anatómicos
creadores de estos métodos. Durante varios años Dey- simples de la pared abdominal. Estos autores iniciaron
sine sostuvo la tesis, congruente de acuerdo con estas sus trabajos en pacientes con hernias inguinales e inci-
observaciones, de que para obtener mejores resultados sionales recidivantes que nadie deseaba operar median-
en cualquier tipo de hernioplastia era necesario crear te el uso de material protésico (DacrónR en Francia y
centros especializados en el tratamiento de hernias de polipropileno en EUA), con excelentes resultados.
El origen de las recurrencias al usar técnicas tensio-
nantes es la gran tracción que se ejerce en los tejidos
para ocluir el defecto herniario con tejido circundante,
Cuadro 7--2. Diferencia de las complicaciones
tempranas entre herniólogos ya sea muscular, aponeurótico o tejido cicatricial, usan-
do suturas que deben ser anudadas con fuerza excesiva.
Complicaciones Herniólogos Cirujanos Esto produce, además de la tensión obvia en los tejidos,
generales
isquemia y necrosis en ellos. En el momento en que el
Infección de herida 0.45% 5.90% paciente inicia la movilización y la deambulación des-
Orquitis isquémica 0.70% 0.50% pués de la cirugía comienzan a gestarse las recurrencias,
Complicaciones sistémicas 0.45% 2.05% ya que los tejidos traccionados e hipóxicos tienden a
Hernioplastia sin tensión 75

desgarrarse y a dejar descubierto el defecto herniario Cierre del anillo herniario y/o plastia
(figura 7--1).
En la actualidad es difícil culpar a la falta de resisten-
cia de las suturas de una recurrencia, ya que la tecnolo- Tensión en los tejidos
gía usada en la fabricación de los nuevos materiales
obliga a una tracción importante para que sean fragmen-
Necrosis y desgarro de tejidos
tadas.
El principal problema de las hernias es la protrusión
visceral a través del anillo herniario y la dilatación pau-
Recidiva
latina de dicho anillo. Al protruir el contenido abdomi-
nal por el defecto herniario se produce un efecto mecá- Figura 7--1. Mecanismo de producción de recidiva posterior
nico de dilatación y crecimiento del anillo. Además, a una hernioplastia con tensión.
este proceso de entrada y salida de epiplón o vísceras
por un anillo estrecho produce inflamación de estos ele- 4. Redistribución de la presión intraabdominal (prin-
mentos, que continuamente rozan los bordes del defec- cipio de Pascal).
to, generando adherencias entre el saco, los intestinos, 5. Cierre opcional del defecto herniario.
el epiplón y el borde del anillo herniario. Cuando los
anillos herniarios se ensanchan en forma importante,
además de ocasionar un defecto anatómico se producen Reforzamiento con tejido fuerte
alteraciones en la fisiología de la cavidad y la pared ab-
dominal. Todo lo anterior ocurre debido a que el perito- Como no es conveniente utilizar tejidos del paciente
neo es distensible. Si no lo fuera, simplemente no se for- para ocluir y reforzar los defectos herniarios, es necesa-
maría un saco herniario, no habría protrusión herniaria rio contar con un tejido o material especial que haga esta
ni crecimiento del anillo. Por otro lado, se debe conside- función. El material protésico, o malla, refuerza los teji-
rar que estos pacientes no sólo son portadores de un de- dos deficientes del paciente. Siempre que se hable de
fecto anatómico simple, sino que conllevan un proble- hernioplastias sin tensión se dará por hecho el uso de
ma metabólico que afecta la estructura normal de los este tipo de material.
tejidos y su forma de cicatrizar. Por lo tanto, su manejo Una malla debe tener ciertas características especia-
no debe ser confiado únicamente a los propios tejidos les, como el poder integrarse a los tejidos del paciente,
del paciente, sino que deben reforzarse con algún mate- es decir, que tenga la posibilidad de ser infiltrada por los
rial que supla la deficiencia de ellos. Los pacientes con fibroblastos que producen colágena y estructuras vascu-
hernia deben ser considerados como enfermos crónicos, lares de neoformación para que quede fija de manera
en especial los que presenten hernias incisionales. permanente al área donde es aplicada y no forme espa-
cios muertos ni pueda moverse en el futuro, incluso con
los movimientos musculares. La permanencia de esta
malla debe ser constante y no absorberse ni fragmentar-
PRINCIPIOS DE LA HERNIOPLASTIA
se o degradarse con los fluidos orgánicos. Las malas ex-
SIN TENSIÓN periencias que se tuvieron en el pasado con el uso de ma-
llas fueron ocasionadas por el uso de materiales que no
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tenían la propiedad de integración a los tejidos y por el


desconocimiento de las propiedades biomecánicas, de
Rives, Stoppa y Lichtenstein concluyeron y publicaron la técnica adecuada de manejo y fijación de las mallas.
sus resultados a principios de la década de 1980, propor-
cionando los lineamientos para realizar el nuevo con-
cepto de hernioplastias libres de tensión (el término “li- Efecto de tapón
bre de tensión”, o tension--free, fue acuñado por I.
Lichtenstein),11 que aporta los siguientes mecanismos: La mayor parte de los fracasos con el uso de mallas en
hernioplastias se debía a que éstas se colocaban en el es-
1. Reforzamiento con “tejido fuerte” (la malla). pacio inadecuado, lo cual producía un efecto de parche,
2. Producción del efecto de “tapón” y no de “parche” ya que la malla quedaba siempre por encima del defec-
con la malla. to, es decir, arriba de la pared aponeurótica (técnica on-
3. Endurecimiento del peritoneo. lay). Esto hacía que la presión intraabdominal actuara
76 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

Efecto de parche Endurecimiento del peritoneo


Aponeurosis
Aponeurosis

Malla Peritoneo
Malla Peritoneo

Cavidad abdominal
Figura 7--2. La presión intraabdominal actúa contra la malla Cavidad abdominal
colocada a manera de parche, desprendiéndola y produ- Figura 7--4. Al contacto de la malla con el peritoneo, éste se
ciendo la recidiva herniaria. “endurece” como efecto de la fibroplasia y pierde sus propie-
dades de distensibilidad.

en contra del parche, tendiendo a desprenderla de la pa-


red abdominal (figura 7--2). Si este material se coloca en tinales y el epiplón, para que se forme un saco herniario
la parte posterior de la aponeurosis, en el espacio retro- que irá dilatando paulatinamente el defecto herniario.
muscular, preperitoneal o intraabdominal (técnica sub- Es obvio que si se endurece el peritoneo se evitará tal
lay), la presión actuará a favor de la malla, la presionará protrusión. Este endurecimiento se logra gracias a la
y la mantendrá fija a la pared abdominal sin desprender- reacción fibroplástica e inflamatoria que produce la ma-
la, haciendo lo que se conoce como “efecto de tapón” lla en contacto con los tejidos. Para esto la malla debe
(figura 7--3). Lo anterior se entiende mejor con el clásico estar en contacto con el peritoneo al colocarla en el es-
ejemplo del neumático que necesita ser reparado después pacio preperitoneal o intraperitoneal, cuando la malla
de una pinchadura. Resultaría absurdo pensar que se sea adecuada para ello (figura 7--4).
colocará un parche en la parte externa de la llanta, ya que
la presión del aire lo desprendería; si se coloca en la parte
interna, la presión del aire evitará que se desprenda. De- Redistribución de la presión
bido a que la mayoría de las mallas producen adherencias intraabdominal
y fistulizaciones en contacto con las asas intestinales, el
mejor espacio para su colocación es el preperitoneal y Si se toma el ejemplo del neumático, se podrá notar que
el retromuscular, para que el peritoneo quede como una el parche colocado es exageradamente grande en rela-
capa aislante. Actualmente se cuenta con varios mate- ción con las dimensiones del orificio. A esto se le llama
riales protésicos con material antiadherente que pueden redistribución de la presión, es decir, se aplica con toda
dejarse en contacto con las vísceras intraabdominales. intención el principio físico de Pascal, el cual reza: “A
menor área, mayor presión por unidad de área. A mayor
área, menor presión por unidad de área.” Si una persona
Endurecimiento del peritoneo de 80 kg toma un clavo puntiagudo y recarga todo su
peso sobre la espalda de otra persona, el clavo se intro-
Se sabe que la distensibilidad del peritoneo y la presión ducirá en la piel de la persona, ya que los 80 kg de pre-
intraabdominal ocasionan que protruyan las asas intes- sión estarán concentrados en la finísima punta del clavo;
si en lugar del clavo se utiliza la punta del dedo, es posi-
Efecto de tapón ble que la otra persona sienta dolor y gran molestia, pero
no se introducirá, ya que los 80 kg estarán distribuidos
en una superficie un poco más grande. Si se utiliza un
libro, la presión se redistribuirá aún más y sólo se sentirá
Malla Aponeurosis
presión sin dolor. Cuanto más grande sea el objeto sobre
el que se aplica la presión a la otra persona, menor mo-
lestia sentirá (figura 7--5).
Cavidad abdominal Stoppa12 fue el primero en comprender este fenóme-
Figura 7--3. Al colocar la malla en el espacio preperitoneal
no y lo aplicó a sus pacientes con hernias inguinales re-
o retromuscular se logra que la presión intraabdominal cidivantes e incisionales, exagerando al principio el ta-
actúe a favor de la misma, adhiriéndola a la pared musculoa- maño de las mallas utilizadas, pero logrando excelentes
poneurótica, sin tendencia a desprenderla. resultados al desviar parte de la presión intraabdominal
Hernioplastia sin tensión 77

Principio de Pascal En las hernias incisionales el cierre de aponeurosis y


afrontamiento de músculos se hace con el fin de lograr
10 kg 10 kg
10 kg un aumento en la superficie de contacto de la malla con
tejido resistente, y con la idea de no dejar mucha super-
ficie de la malla en contacto con el tejido celular subcu-
táneo (lo cual disminuye la frecuencia en la presenta-
ción de algunas complicaciones posoperatorias, como
“A mayor área, menor presión por unidad de área.
A menor área, mayor presión por unidad de área.” seromas, hematomas e infecciones).
Los conceptos anteriores dieron inicio a una nueva
Figura 7--5. Principio de Pascal de la redistribución de la era en el manejo de las hernioplastias: la era de las plas-
presión.
tias libres de tensión. Desde entonces se han ideado va-
rios métodos de reparación inguinal e incisional sin ten-
del área del defecto herniario. Los primeros intentos de sión mediante abordajes abiertos y laparoscópicos.
hernioplastia laparoscópica fracasaron por completo
debido a la ignorancia de este principio, ya que sólo se
aplicaban segmentos de malla del tamaño del anillo, con HERNIAS INGUINALES
el consiguiente desprendimiento de la malla en el poso-
peratorio y la recidiva subsecuente.
Cabe agregar que cuando se usa la técnica de repara-
ción inguinal con el empleo de cono o plug se utiliza Entre las técnicas abiertas más conocidas para plastia
otro principio físico para la redistribución de la presión. inguinal se pueden mencionar, en orden de antigüedad,
Las estructuras cónicas o en forma de arco desvían la las siguientes:
presión ejercida sobre ellas hacia la base. Con el uso de
un cono o plug la presión del contenido intraabdominal S Técnica de Stoppa (1973). Se llevó a cabo princi-
se desvía hacia las zonas de la base amplia del cono in- palmente en Francia y en algunas otras partes de
troducido en el espacio preperitoneal y detenido en su Europa. Su uso fue esporádico en América y se re-
sitio por la fascia transversalis normal, por lo que en el servó para reparar hernias recurrentes en varias
área del defecto habrá una presión mínima (figura 7--6). ocasiones y en algunas hernias bilaterales prima-
rias. Se basa en un abordaje a través de la línea me-
dia hasta el espacio preperitoneal, colocando un
Cierre opcional del defecto herniario gran segmento de malla (DacrónR), el cual cubre
un área grande y ocluye todo el orificio miopectí-
Una vez que se aplican los cuatro principios previos se neo. Cuando es bilateral se puede colocar un solo
comprende que resulta innecesario hacer el cierre del segmento grande de malla que cubra ambas regio-
defecto herniario. En las hernias inguinales jamás se in- nes o dos segmentos independientes, uno en cada
tenta el cierre del defecto por más grande que éste sea. región inguinal, lo cual se conoce también como
técnica de Wants.
S Técnica de Lichtenstein (1984). Es la más versá-
til, utilizada y difundida en todo el mundo. Su
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Desvía fuerza de presión abordaje es por vía anterior. La malla en forma de


Cono o tapón Aponeurosis
parche se coloca sobre la fascia transversalis para
reforzar el piso inguinal, suturada al ligamento in-
guinal y con dos puntos de anclaje sobre el área
conjunta, para luego crear un neoanillo con ella al
entrecruzar la parte superior de la malla. Al princi-
pio Lichtenstein colocaba antes un tapón o plug en
forma de cigarrillo dentro del defecto herniario, el
cual fijaba con suturas, y posteriormente el parche.
Cavidad abdominal Con el paso del tiempo, y anticipando que estos
Figura 7--6. Redistribución de la presión intraabdominal al plugs pudieran ocasionar algunos problemas, en
colocar un tapón o plug en el tratamiento de un defecto her- especial erosión a tejidos vecinos, se abandonó esta
niario. práctica y se limitó sólo al parche (onlay patch).
78 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

S Técnica sin suturas o sombrilla de Gilbert sin suturas en el espacio preperitoneal y cubre el
(1985). Arthur Gilbert retomó las ideas originales área del orificio miopectíneo.
de Lichtenstein del parche u onlay patch y el tapón S Técnica de grid- iron (1995). La diseñó Franz
o plug en forma de cigarrillo. Tiene la variante de Ugahary; utiliza el mismo abordaje preperitoneal
que no utiliza suturas para fijar la malla. Se intro- anterior de Nyhus, pero, a diferencia del procedi-
duce un segmento rectangular de malla, doblado miento de Kugel, se coloca un segmento de malla
a manera de cono o “cucurucho”, dentro del defec- plana en el mismo espacio preperitoneal para cu-
to herniario, en el espacio preperitoneal, con la brir el área del orificio miopectíneo. Esta malla se
idea de que se extienda a manera de sombrilla y fija con puntos para evitar su movilización.
quede como una malla plana en el preperitoneo, S Técnica de Gilbert con PHS y UHS (1997). La
con la misma función que en la técnica de Stoppa ideó Gilbert cuando abandonó su técnica inicial
para ocluir el defecto. Se agrega un parche sobre sin suturas. Se basa en un método que reúne las ca-
la fascia transversalis para reforzar el piso sin fi- racterísticas de tres de las principales técnicas
jarla con puntos, con la idea de que el cierre de la (Stoppa, Lichtenstein y mesh--plug) en un solo
aponeurosis del oblicuo mayor impida su movi- dispositivo de malla prefabricada, con la idea de
miento. Esta técnica ya no se usa en la actualidad, que actúen de manera sinérgica. Se introduce el
e incluso su autor sólo realizó 412 cirugías antes segmento circular del dispositivo (hoja interna)
de abandonarla, pero tiene relevancia porque fue por el defecto herniario en el espacio preperito-
la primera descripción de un método sin suturas neal, para que el segmento externo del dispositivo
para una hernioplastia y porque es la precursora de (hoja externa) quede sobre la fascia transversalis
la técnica del cono o plug. y el cilindro o conector (tapón o plug) que une am-
S Técnica del tapón cónico de malla o mesh- plug bos segmentos quede entre el defecto herniario e
(1989). Fue ideada por Ira Rutkow y Alan Robbins impida la movilización del mismo. El segmento
con base en los conceptos de la hernioplastia de superior se fija con puntos.
Lichtenstein con plug de cigarrillo y la técnica sin S Técnica de Cisneros (técnica híbrida o plugs-
suturas de Gilbert. En lugar de un cono expandible tein, 1998). Esta modalidad de hernioplastia sur-
a manera de sombrilla, estos autores prefabricaron gió de la combinación de las técnicas de Lichtens-
un cono que conserva su forma y es introducido to- tein y mesh plug, en un afán por eliminar al
talmente en el defecto herniario, en el espacio pre- máximo las zonas vulnerables de recurrencia de
peritoneal, y fijado con suturas a los bordes del de- ambas técnicas por separado, sin modificar en
fecto para prevenir su movilización o migración. esencia el principio libre de tensión. Las modifica-
Se completa con un reforzamiento del piso ingui- ciones consisten en colocar el tapón cónico en el
nal con el parche de malla u onlay patch colocado anillo herniario, pero poniendo un parche sobre la
sobre la fascia transversalis sin suturas. Se puede fascia transversalis de mayor dimensión y sutu-
decir que ocupa el segundo lugar en popularidad rando en la pared posterior del canal inguinal
después de la técnica de Lichtenstein. como se hace formalmente en la técnica de Lich-
S Técnica de Trabucco (1989). La diseñó Ermanno tenstein. Así se corrigen las deficiencias de ambas
Trabucco; tiene dos componentes: un segmento técnicas evitando las hernias subprotésicas en la
plano preperitoneal en forma circular (que Trabuc- técnica de Lichtenstein y las hernias recurrentes
co llama “plug plano”), que queda anclado entre el en el piso inguinal por contracción o por disloca-
cordón espermático y hace la función de una malla ción del parche libre en la técnica de mesh plug.
de Stoppa, y un parche libre u onlay patch sobre la
Estas técnicas conllevan el más bajo índice de recidivas:
fascia transversalis, sin suturas y un poco más
entre 0.2 y 1% para hernias primarias y aproximada-
grande que en la técnica del mesh--plug, que fue di-
mente el doble para las recurrentes. Las complicaciones
señado tomando en cuenta las dimensiones prome-
tempranas reportadas ascienden a 5% e incluyen sero-
dio del piso del canal inguinal, para que éste que-
mas, hematomas e infecciones de la herida.13 Entre las
dara “justo” y no tuviera posibilidades de moverse.
técnicas laparoscópicas para el tratamiento de la hernia
S Técnica de Kugel (1994). La diseñó Robert Ku-
inguinal están las siguientes:
gel; requiere un abordaje anterior de tipo preperi-
toneal de Nyhus en el que se utiliza, después de S Técnica transabdominal preperitoneal (TAPP)
disecar el saco herniario y reducirlo, un dispositi- (1992). La describió por primera vez Maurice
vo autoexpandible de polipropileno que queda fijo Arregui. Se utiliza un abordaje transabdominal
Hernioplastia sin tensión 79

clásico para alcanzar la cavidad abdominal y abrir contacto directo de la malla con las asas intestina-
el peritoneo en la región inguinal herniada, para les y debe colocarse un segmento de malla que
disecar el espacio preperitoneal y el saco herniario ocupe todo el espacio preperitoneal disecado; di-
por vía posterior; después se coloca una malla pla- cho segmento de malla se coloca y se estabiliza
na con los principios de la técnica de Stoppa y se con el sistema de fijación preferido.
fija con grapas a diferentes estructuras de la pared S Técnica intraperitoneal (IPOM). No fue diseña-
abdominal. da por un autor específico, sino que esta técnica
S Técnica totalmente extraperitoneal (TEP) surgió de la necesidad de contar con un método
(1993). La describieron McKernan y Laws; en ella que pudiera emular o imitar al de Rives en los ca-
no hay invasión de la cavidad abdominal, lo cual sos difíciles donde definitivamente no se pudiera
evita complicaciones y lesiones intestinales al disecar el espacio preperitoneal ni el retromuscu-
usar un acceso preperitoneal infraumbilical. Se di- lar, debido a fibrosis y adherencias de múltiples ci-
seca el espacio preperitoneal con un balón infla- rugías previas, lo cual impide aislar con peritoneo
ble; la disección del saco y la colocación de la ma- las asas intestinales del contacto directo con la
lla se llevan a cabo igual que en la técnica TAPP. malla. Para ello se necesita una malla antiadheren-
S Técnica intraperitoneal onlay mesh (IPOM) te que evite adherencias viscerales Se procede a
(1994). Robert Fitzgibbons y Charles Filipi dise- disecar el saco herniario sin levantar colgajos de
ñaron esta técnica, que utiliza un abordaje transab- piel y tejido celular subcutáneo tan grandes como
dominal. No se disecan el espacio preperitoneal ni en la técnica anterior. Se coloca la malla intraperi-
el saco herniario, sólo se localiza el defecto her- tonealmente sobrepasando 6 cm de sus bordes.
niario, se coloca una malla antiadherente intrape- Después se fija con puntos o grapas intraabdomi-
ritoneal y se fija con grapas. nales.
Las técnicas abiertas para hernias incisionales han lo-
De acuerdo con diferentes series, estas técnicas tienen
grado un índice de recidivas de 3 a 5% y complicaciones
un promedio de recidivas ligeramente más alto, que os-
tempranas de 20 a 25%, especialmente seromas, hema-
cila entre 0.6 y 1.5%.
tomas e infección de la herida, que están en relación
Las complicaciones tempranas van de 9 a 11%, aun-
directa con la cantidad de tejido disecado, colgajos de
que son más graves que en los abordajes abiertos. Esto
piel, celular subcutáneo y espacio preperitoneal.4,6 En la
se relaciona con el uso de anestesia general, invasión de
técnica intraperitoneal no se requiere disecar tanto los
la cavidad abdominal con agujas, trocares e instrumen-
colgajos de piel, por lo tanto la cantidad de complicacio-
tal que de alguna manera incrementan el riesgo de lesión
nes disminuye.
intestinal o vascular, íleo posoperatorio y adherencias
Sólo se dispone de dos técnicas laparoscópicas para
intestinales. Las principales complicaciones también
hernias incisionales:
incluyen los seromas y hematomas; sin embargo, el ín-
dice de infecciones de herida es mínimo.14,15 S Técnica laparoscópica (IPOM) (1993). Karl
LeBlank fue el primero en describir un método
efectivo de reparación laparoscópica para este
tipo de hernias, que consiste en un abordaje intra-
HERNIAS DE PARED abdominal por fuera de la zona herniada, para libe-
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rar adherencias e introducir una malla con mate-


rial antiadherente por uno de los trocares y ocluir
el defecto, sobrepasando al menos 5 cm en toda su
Las técnicas abiertas de hernioplastia para hernias de circunferencia para después fijarla en forma doble
pared e incisionales sólo incluyen dos: la preperitoneal con puntos transmurales; se refuerza con grapas
y la intraperitoneal: en toda la circunferencia del parche.
S Técnica preperitoneal laparoscópica (2001). Es
S Técnica de Rives (1973). Esta técnica se debe a una técnica descrita por Sergio Roll. A diferencia
Jean Rives; constituye el prototipo de plastia sin de la anterior, después de liberar el anillo herniario
tensión. Se lleva a cabo una incisión sobre el de las adherencias intestinales y de epiplón se abre
defecto herniario, disección del espacio preperito- el peritoneo parietal para disecar el espacio prepe-
neal o retromuscular, a entre 6 y 8 cm de los bordes ritoneal y el saco herniario a una distancia de 6 a
del anillo en todas sus direcciones. No debe haber 8 cm de los bordes del anillo, donde se coloca una
80 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

malla de polipropileno. Se cierra el peritoneo y Ante las evidencias de que el índice de recidivas de
cada uno de los orificios o desgarros que se hayan las hernias inguinales ha disminuido de 10 a menos de
producido. La malla queda colocada en el espacio 1% y el de las hernias incisionales de 45 a 3 o 5% utili-
preperitoneal, de igual manera que en la técnica de zando técnicas sin tensión, cabría suponer que los ciru-
Rives. janos abandonen las técnicas tensionantes y apliquen
únicamente plastias libres de tensión en todos sus pa-
cientes. Sin embargo, la realidad es otra hasta el mo-
Estas técnicas logran índices de recurrencia iguales a los
mento. Aun después de casi 40 años de que se describió
de las técnicas abiertas, que van de 5 a 6%. La gran dife-
la primera técnica sin tensión con uso de prótesis, en la
rencia se observa en las complicaciones tempranas al
actualidad muchos cirujanos en todo el mundo siguen
disminuir la frecuencia de hematomas e infecciones de
utilizando técnicas tensionantes, lo cual pone en entre-
la piel, puesto que no hay herida quirúrgica grande ni le-
dicho la lógica científica.
vantamiento de colgajos de piel.16,17 También se reporta
El interés por la cirugía de hernia renació en los últi-
una rehabilitación más rápida del paciente en sus activi-
mos 25 años debido a la utilización de técnicas sin ten-
dades habituales.
sión. En un estudio de metaanálisis y medicina basada
Como ya se sabe, los resultados en las hernioplastias
en evidencias el grupo EU Hernia Trialists Collabora-
cambiaron a partir del advenimiento de las técnicas sin
tion, publicado en la Cochrane Library en 2002, esta-
tensión. Son procedimientos que tienen una curva de
bleció que las plastias sin tensión son capaces de reducir
aprendizaje corta, se aplican en casi cualquier centro
entre 50 y 75% el riesgo de recidiva. La frase de Parviz
hospitalario, tienen bajo índice de recidivas y menor
Amid a este respecto indica:
frecuencia de complicaciones tempranas. Sus resulta-
dos son reproducibles por cualquier cirujano (siempre “En la actualidad hay suficiente evidencia bioquímica de
y cuando se apliquen tal como sus autores las descri- alteración de los tejidos en la génesis de las hernias. El uso
ben), hay menor dolor posoperatorio y la reintegración de estos tejidos defectuosos, especialmente en plastias con
a las actividades habituales es de la mitad del tiempo, en tensión, es una violación a los más básicos principios de la
comparación con las técnicas con tensión. cirugía”.18

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Capítulo 8
Materiales protésicos en hernioplastias
Juan Carlos Mayagoitia González, Óscar Álvarez Castillo

INTRODUCCIÓN dencia de la prótesis a la distensión y su alto índice de


infección.23
A partir de 1909 aparecieron reportes de uso de piel
total como material de refuerzo, pero se observaron
Las hernioplastias abiertas o laparoscópicas requieren complicaciones, como la aparición de quistes epidérmi-
en la actualidad el uso de biomateriales protésicos. Por cos de inclusión.24 En 1949 Gossec ya había modificado
ello es necesario conocer las características biomecáni- los parches de piel, eliminando los elementos cutáneos
cas de los diferentes tipos de mallas disponibles en el de la dermis para evitar los quistes de inclusión. En la
mercado para lograr eficacia y los máximos beneficios literatura médica actual hay reportes del uso de durama-
para el paciente que se somete a una hernioplastia. dre liofilizada como bioprótesis.25
El material protésico, o malla, puede ser utilizado en- En 1918 Handley planteó el uso de una malla de seda,
tre otras cosas para reemplazar la pérdida de tejido oca- la cual demostró tener una tasa de infección más alta que
sionada por trauma o infecciones. Su principal uso en la los metales y tejidos autólogos, además de que se degra-
actualidad es para remplazar tejido propio debilitado o daba por la acción de los macrófagos y favorecía la for-
simplemente reforzarlo, como en el caso de las hernio- mación de granulomas, por lo que dejó de usarse.
plastias. En 1928 Goeper diseñó una malla de acero inoxida-
Los primeros implantes de bioprótesis para reparar la ble que generaba una mínima respuesta inflamatoria,
pared abdominal se remontan a 1832, con los trabajos pero su extrema rigidez, su difícil manipulación y el alto
de Belams, quien usó vejigas natatorias de peces para costo pronto la hicieron caer en desuso.26
cerrar con éxito defectos herniarios en tres pacientes En 1948 Koontz publicó su experiencia inicial con
con hernia inguinal. Este autor es el primero en la histo- una malla de tantalio, pero él mismo encontró que sufrió
ria que empezó a hablar del efecto benéfico de la retrac- fragmentaciones a los 11 meses de implantada en su se-
ción y la fibrosis que se produce a raíz de la inflamación gundo paciente y pronto aparecieron reportes de fístulas
de los tejidos desencadenada por el material protésico.21
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intestinales y migración de fragmentos de malla hacia


En 1889 Witzel22 usó por primera vez para la repara- la piel, por lo que a partir de 1960 ya no se encontraron
ción de defectos de la pared abdominal un tejido en for- más prótesis con este material.27
ma de malla, confeccionado con hilos de plata. Este ma- La evolución de los materiales protésicos a partir de
terial producía una gran reacción inflamatoria que en este punto fue vertiginosa, pero puede decirse que la
algunos casos obligaba incluso al retiro de la prótesis. historia moderna de estos materiales se inició en 1958,
Se intentó el uso de otros metales considerados “iner- cuando Usher utilizó polietileno como material para re-
tes”, como el oro. forzar el tejido en las hernioplastias, el cual desplazó a
MacArthur publicó en 1901 sus primeros trabajos de los metales utilizados hasta entonces. En 1960 descu-
reparaciones con tejidos autólogos, como los injertos de brió el polipropileno, un material derivado del polietile-
fascia, pero éstas fueron desechadas por la marcada ten- no que indiscutiblemente revolucionó la cirugía hernia-

81
82 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

ria de las plastias. En 1985 Wool utilizó por primera vez A Efecto de parche
el politetrafluoroetileno expandido (PTFEe), un mate-
Aponeurosis
rial que permite que la laparoscopia incursione en la re-
paración de hernias incisionales.1
Malla Peritoneo

MECANISMO DE ACCIÓN Cavidad abdominal

B Efecto de tapón

La primera pregunta que se plantea el cirujano que se


inicia en la utilización de técnicas de hernioplastia sin
tensión es: ¿Cuál es el mecanismo por el cual una simple
Malla Aponeurosis
malla refuerza adecuadamente las hernioplastias, hace
opcional el cierre del defecto (anillo) herniario y obtie-
ne bajos índices de recurrencia? Cavidad abdominal
La respuesta a lo anterior la dieron por la misma época
Stoppa y Rives, en Francia, y Lichtenstein, en EUA.2,3 C Endurecimiento del peritoneo
Ambos llegaron a la conclusión de que el principal pro-
Aponeurosis
blema en las hernias era el crecimiento del anillo hernia-
rio, ya que el peritoneo, que es elástico y distensible,
protruye por el defecto y ejerce un efecto mecánico de
Malla Peritoneo
dilatación sobre el anillo. Constataron que se requiere
la comprensión y el manejo de los principios básicos de
física para que la malla actúe más eficientemente, y en- Cavidad abdominal
tendieron por qué con anterioridad el uso de mallas se
Figura 8--1. Mecanismos de acción de la malla. A. El efecto
relacionaba con fracasos y complicaciones frecuentes. de parche es vencido por la presión intraabdominal. B. Con
Los lineamientos de las plastias libres de tensión el efecto de tapón la presión intraabdominal actúa a favor de
(cuadro 8--1) se basan, primero, en el reforzamiento de la malla. C. Endurece el peritoneo y evita su distensibilidad.
tejidos debilitados con tejido “fuerte” (en este caso con
la malla), ayudado por la reacción fibroplástica que oca-
siona, con lo que también se endurece el peritoneo, pier-
de su capacidad de distensibilidad y deja de protruir. bre un área más grande. Lo anterior proporciona la op-
Esto sólo se consigue si la malla se coloca en el espacio ción de cerrar el defecto herniario cuando no origine
adecuado, con lo que al mismo tiempo se logra un efecto tensión sobre su línea de sutura.
de “tapón” en vez del efecto de “parche” que se utilizaba
en el pasado y que no era eficaz en la contención de las
CLASIFICACIÓN
vísceras abdominales (figura 8--1). Finalmente, se debe
colocar un segmento de malla mucho más grande que el
defecto herniario, para que se ejerza el principio de Pas-
cal (figura 8--2) al redistribuir la presión abdominal so- A pesar de los grandes avances en la elaboración de me-
jores mallas, continúa la búsqueda del material proté-
sico ideal para las hernioplastias. A raíz de la prolifera-
ción de nuevos materiales y los problemas encontrados
Cuadro 8--1. Objetivos de las plastias con su uso, en 1950 Cumberland y Scales plantearon los
sin tensión ocho criterios que debe cumplir el biomaterial ideal:
S Endurecer el peritoneo 1. Ser físicamente inalterable por los fluidos tisula-
S Brindar un efecto de tapón (no de parche) res.
S Redistribuir la presión intraabdominal 2. Ser químicamente inerte.
S Reforzar con tejido fuerte (malla) 3. Generar poca reacción como cuerpo extraño y
S Cierre opcional del defecto leve respuesta inflamatoria.
Materiales protésicos en hernioplastias 83

Cuadro 8--2. Material protésico ideal


10 kg 10 kg (criterios de Cumberland)
10 kg
1. Inerte
2. Monofilamento
3. Poros > 75 μ de diámetro
4. Resistente a la infección
A Principio de Pascal
5. Estimulante de la fibroplasia
“A mayor área, menor presión por unidad de área.
A menor área, mayor presión por unidad de área.” 6. Integración con rapidez
7. Tejido de integración a la malla de patrón “normal”
B Desvía fuerza de presión 8. Permanencia constante en la pared abdominal
9. Fácilmente moldeable y que pueda cortarse sin des-
Cono o tapón Aponeurosis hacerse
10. Adaptabilidad a la anatomía de la región
11. No ser modificado por los líquidos orgánicos
12. No ser alergénico ni carcinógeno
13. No producir adherencias intestinales
14. Barato

cardio bovino, duramadre de cadáver, etc., han


sido abandonados por su tendencia a ser modifica-
dos por los líquidos orgánicos, que los calcifican
Cavidad abdominal y los fragmentan a corto plazo).
Figura 8--2. A. Principio de Pascal. B. Redistribución de la b. Los sintéticos, que pueden ser absorbibles y no ab-
presión en las estructuras cónicas. sorbibles. Las ventajas de estos últimos incluyen
que el material sintético es permanente y efectivo,
su disponibilidad es casi ilimitada y se cuenta con
4. No ser carcinogénico. una variedad de opciones en cuanto a formas y ta-
5. No producir reacciones de alergia o hipersensibili- maños.
dad.
6. Tener alta resistencia mecánica. Existen varias formas de clasificar los materiales proté-
7. Poder ser fabricado y moldeado en las presenta- sicos sintéticos, de acuerdo a tres diferentes característi-
ciones y formas requeridas. cas.
8. Ser esterilizable (y reesterilizable).
Tamaño de los poros
Estos criterios permanecen vigentes después de más de
50 años de su planteamiento,28 y diversos autores han La clasificación de Parviz Amid4 se basa en el tamaño
elaborado listas de las características que debe tener el de los poros de la malla (cuadro 8--3), los cuales revisten
material ideal, enriqueciendo con ellas los iniciales cri- una importancia capital en la elección de la prótesis. El
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terios de Cumberland y Scales (cuadro 8--2), aunque en


la actualidad aún no se ha logrado un material óptimo.
Quizá el más utópico de todos los requerimientos sea el Cuadro 8--3. Clasificación de Parviz Amid
referente al bajo costo, ya que cuanto mejor sea la cali- de acuerdo con el tamaño del poro
dad del material y sus características más se encarecerá
Tipo I, macroporo (poros > 75 μ): polipropileno monofila-
el producto. mento
Los materiales protésicos se dividen en dos grandes Tipo II, microporo (poros < 75 μ): PTFEe
grupos: Tipo III, macroporo y microporo: TeflónR
Polipropileno multifilamento
a. Los no sintéticos o biológicos, como los autólogos Poliéster
de fascia y matriz acelular de algunas estructuras, Tipo IV, poros submicrones: no utilizables para hernio-
como la de submucosa intestinal porcina, la de piel plastias
de cadáver humano o porcino (los injertos de peri- SilasticR
84 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

A B C

Figura 8--3. Vista microscópica de diferentes materiales de acuerdo con el tamaño de su poro. A. Polipropileno macroporo monofi-
lamento. B. DacrónR macroporo y microporo multifilamento. C. Politetrafluoroetileno expandido microporo.

poro es la distancia promedio entre la unión de las fibras y que el tejido es el espacio entre las fibras que compo-
de la malla en su trenzado y no se aprecia a simple vista, nen la malla.
pues se trata de micras. Hay que recordar que el diáme- Así, existen mallas de tejido compacto cuando este
tro promedio de las bacterias es de 1 μ y el de los macró- espacio es menor de 2 mm, y mallas de tejido amplio
fagos es de 10 μ. Cuando se utiliza una malla microporo cuando estos espacios van de los 2.5 a los 5 mm.
las bacterias pueden anidarse en dichos poros sin que los Con el anterior concepto se comprende que puede ha-
macrófagos puedan infiltrarse a combatirlas, con el ber mallas pesadas o ligeras de tejido amplio y mallas
consecuente riesgo de una posible infección temprana pesadas o ligeras de tejido estrecho (a simple vista se
o tardía de la malla. También debe considerarse que los aprecia un menor tamaño del espacio, pero algunas de
fibroblastos necesarios para el crecimiento de tejido co- sus fibras son mucho más delgadas, lo que equilibra el
nectivo de colágena entre los poros miden cerca de 75 μ. peso bajo por metro cuadrado) (figura 8--4).
Los poros menores de este tamaño no permiten la inte-
gración adecuada de la malla al tejido al que se aplicó,
porque no permiten la formación de fibras de colágeno Peso de la malla
entre la malla y el tejido; tampoco es posible la migra-
De acuerdo con su peso, las mallas pueden ser densas
ción de células endoteliales para neovascularización, lo
(más de 100 g/m2), pesadas (entre 46 y 100 g/m2), lige-
cual favorece la creación de espacios muertos, infeccio-
nes, seromas, hematomas y recidivas (figura 8--3).4,5
Uno de los problemas de las mallas de poro grande
es su tendencia al encogimiento o contracción pasiva,
que en el caso del polipropileno alcanza hasta 30% de
su tamaño original. Esta contracción pasiva se origina
porque el tejido que infiltra la malla, como todo tejido
cicatrizal, tiende a contraerse y arrastrar en este proceso
a la malla, reduciendo el tamaño de su tejido y las di-
mensiones de la malla. Cuando se retira la malla de un
paciente y se elimina todo el tejido humano que contie-
ne la malla vuelve a sus dimensiones originales.

Tejido de la malla

El tejido de la malla se define como el espacio o intersti-


cio que se ve a simple vista entre las fibras y el trenzado Figura 8--4. El poro se mide en el trenzado de las fibras
como en las dos figuras de arriba, macroporo a la izquierda
de la malla; muchas veces es confundido con el poro o (> 75 micras) y macromicroporo a la derecha (menor de 75
erróneamente se le llama poro. Hay que recordar que el micras). En la parte inferior se aprecia una malla con tejido
tamaño del poro es microscópico y no apreciable a sim- estrecho y una con tejido amplio con intersticios mayores de
ple vista y corresponde al sitio de trenzado de la malla, 2.5 mm.
Materiales protésicos en hernioplastias 85

cantidad de polipropileno por metro cuadrado de tejido


consistió en cambiar la estructura del trenzado y la con-
fección de mallas con “tejido” (no confundir con poros)
más grande, lográndose reducir la densidad de polipro-
pileno por metro cuadrado. Los nuevos trenzados tienen
tejido o intersticio de 3 a 5 mm de diámetro, por lo que
Denso Ligero se logró reducir el índice de encogimiento a sólo 10 a
13%. El límite en la reducción del peso de polipropileno
por este método es de 50 g/m2, ya que una malla con un
tejido más espaciado tiene una maleabilidad inacepta-
ble, en especial para el manejo laparoscópico.
El otro método utilizado para lograr una disminución
aún mayor de la cantidad de polipropileno consiste en
trenzar el polipropileno con un material biodegradable
Regular Ultraligero
que le proporcione soporte estructural temporal a la ma-
Figura 8--5. De acuerdo con su peso en gramos por metro lla.
cuadrado las mallas se clasifican en densas, regulares o Una alternativa reciente para lograr una reducción
pesadas, ligeras y ultraligeras. importante en la concentración de polipropileno sin per-
der maleabilidad y sin adicionar materiales biodegrada-
bles en la estructura de la malla consiste en la incorpora-
ras (entre 29 y 45 g/m2) y ultraligeras cuando su peso es ción de metales altamente biocompatibles (como el
de 28 g/m2 o menos (figura 8--5).6 titanio) en la estructura molecular del polipropileno.
A continuación se describen las características de al-
Prótesis pesadas gunos de los materiales protésicos con los que se cuenta
en la actualidad para la reparación de hernias de la pared
Las mallas densas se utilizaron poco en cirugía. Las ma- abiertas o laparoscópicas.
llas tradicionales tienen un peso estructural que ronda
los 100 g de polipropileno por metro cuadrado. Sintéticos no absorbibles
Un trenzado cuadriculado “convencional” de una
malla de polipropileno con hilos de aproximadamente Nailon
0.8 mm de diámetro espaciados alrededor de 0.8 mm El nailon (nylon es el nombre comercial de la poliamida
tiene entre 64 y 81 “entrecruzamientos” por centímetro 6--6) fue la primera fibra puramente sintética; la creó
cuadrado. A dichos entrecruzamientos se les denomina Carothers en la década de 1930 y su producción comer-
usualmente como “poros”. Ahora bien, el trenzado cial empezó en 1939. Su primera aplicación médica fue
usual de las mallas de polipropileno no está confeccio- como material de sutura para sustituir a la seda, y en
nado con cruces o cuadrados, sino con un “tejido de 1944 Aquaviva y Bounet presentaron los primeros re-
punto”, como el de los bordados, que tiene más metros portes de hernioplastias con mallas de nailon. El nailon
lineales de polipropileno, con un peso promedio de produce una reacción inflamatoria menor que el poli-
108.5 g/m2. Las mallas con este tipo de trenzado se de- propileno, pero suficiente para lograr un proceso de ci-
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nominan “mallas pesadas”. catrización adecuado. La degradación de la poliamida


en el cuerpo humano se ha estudiado ampliamente en
Prótesis ligeras los dispositivos intrauterinos, y se ha encontrado que el
nailon que los conforma es degradado por la tripsina y
Puesto que el polipropileno genera una gran respuesta la quimiotripsina, y que pierde sus propiedades elásticas
inflamatoria con depósito de polimorfonucleares, fibro- hasta en 67% de los casos en un lapso mayor de dos
blastos y macrófagos (granuloma), y esta respuesta se años. En 1987 Hudson y Crugnola encontraron en estu-
mantiene durante largos periodos de tiempo, se conside- dios in vitro que es degradado por la papaína y las ligni-
ró que la cantidad excesiva de polipropileno en las ma- nas de hongos. La aparición de otros materiales sintéti-
llas tiene una relación directa con los efectos secunda- cos y permanentes, así como los intereses comerciales
rios reportados. De ahí es que surgieron mallas con 50 de las compañías que producen las prótesis, condujeron
a 70% menos cantidad de polipropileno que las mallas al desuso del nailon como malla. Sin embargo, el alto
“convencionales”. El primer método para reducir la costo de las mallas convencionales ha llevado a un re-
86 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

surgimiento de las mallas de nailon en el tercer mundo, yen un peso de 80 a 100 g/m2, un diámetro de sus fibras
y recientemente se publicaron varios estudios con el uso de 0.6 mm y una fuerza tensil (resistencia a la ruptura)
de mallas “caseras” de poliamida (mosquiteros conven- de entre 40 y 100 N (newton)/cm, lo cual excede con
cionales), donde se demuestran resultados clínicos si- mucho la fuerza tensil normal del abdomen, que es de
milares a los obtenidos con las mallas comerciales he- 16 N/cm promedio y de 10 N/cm en la región inguinal.
chas de otros materiales.16--18 La cantidad de polipropileno en un segmento de 10 x 11
cm contiene 75 m lineales de material y un segmento de
Polipropileno monofilamento 20 x 30 contiene 300 m lineales de fibra de polipropile-
Este material es el más usado, quizá porque es el que se no. Sus desventajas incluyen la tendencia a no permane-
acerca al ideal y en el que más avances se han logrado cer completamente plana, sobre todo cuando es empa-
(figura 8--6). Paul Hogan y Robert Banks descubrieron quetada con dobleces (memoria), y el inconveniente de
este material en 1951, pero fue hasta 1959 cuando Fran- moverse de su sitio original, arrugarse y enrollarse
cis Usher reportó los primeros casos de reparaciones cuando no se fija, debido a los movimientos musculares
exitosas de defectos de la pared con una malla de poli- de la región (característica olvidada o ignorada por mu-
propileno, la cual fue comercializada inicialmente con chos laparoscopistas que reparan hernias y dejan mallas
el nombre de MarlexR. sin fijación). La elasticidad de la malla es mínima en
Este polímero vinílico se deriva del polietileno, tiene sólo un sentido de la misma (anisotropía), lo cual ocasio-
un bajo costo de producción, es muy maleable y posee na restricción en la movilidad, distensibilidad o “adapta-
una gran resistencia mecánica, lo cual permite que sea bilidad” abdominal. Se encoge hasta 30% en el transcur-
trabajado como lámina y como fibra. Se puede prefor- so de los primeros cinco años por la contracción normal
mar con calor y, aunque se deforma al llegar a los 100 de la cicatriz (contracción pasiva de la malla). Depen-
_C, no se funde por debajo de los 160 _C, lo cual permi- diendo de la calidad de la malla, algunos autores han en-
te repetir su esterilización.32 En su presentación mono- contrado que las de baja calidad se contraen hasta 50%
filamento, que es la de mayor uso, se elabora con fibras de su tamaño; otros autores, como Trabucco, reportan
monofilamento y trenzado macroporo (poros mayores sólo 2% de encogimiento gracias a un tratamiento de
de 75 ), moderadamente moldeable, que puede cortar- horneado y estiramiento de la malla, que logra al mismo
se sin que se deshebre. No se modifica con los líquidos tiempo una mayor rigidez. Al final de la contracción de
orgánicos, por lo que no pierde su fuerza tensil. Tiene este tipo de material se calcula que quedan espacios de
un “efecto velcro” cuando se pone en contacto con las aproximadamente 0.8 mm entre cada dos fibras de poli-
superficies húmedas (autoadherencia). Existen cuatro propileno. Como no es un material totalmente inerte,
variedades de este tipo de malla: de polipropileno den- produce una reacción a cuerpo extraño con presencia
so, pesado, ligero y ultraligero. El polipropileno pesado crónica de macrófagos y polimorfonucleares, lo que crea
se usó durante muchos años; sus características inclu- un granuloma que rodea a cada fibra de polipropileno.
Esta reacción es la causante de lo que Schumpelick16
llama chronic wound o “inflamación crónica persisten-
te”, que en un determinado momento puede favorecer
las infecciones tardías, el aumento de grosor en las pare-
des de los deferentes con disminución de su luz y la po-
sibilidad de aparición de neoplasias (sarcomas) a largo
plazo. Se ha comprobado que se produce degradación
de sus fibras por oxidación en un porcentaje variable
con “cuarteaduras” de dichas fibras sin llegar a frag-
mentarse totalmente. El principal problema del polipro-
pileno está en las adherencias firmes y fistulizaciones
que produce al estar en contacto directo con las vísceras.
Si no hay tejido celular subcutáneo suficiente y queda
en contacto con la dermis puede erosionar la piel y que-
dar expuesta la prótesis, con lo que resulta difícil la gra-
nulación del defecto. Su uso se recomienda para la ma-
Figura 8--6. Polipropileno, material ampliamente usado que
yor parte de las hernioplastias abiertas y las inguinales
tiene diferentes características de trenzado de acuerdo con laparoscópicas, donde no existe contacto directo entre
el fabricante. las vísceras y la malla.1,4--7 Aunque los fabricantes no lo
Materiales protésicos en hernioplastias 87

recomiendan, se puede reesterilizar en gas o plasma


siempre y cuando no se haya contaminado con sangre
o fluidos corporales (la reesterilización con residuos
sanguíneos hace frágiles los filamentos). El uso clínico
de mallas reesterilizadas no se ha relacionado hasta el
momento con un aumento de riesgo de pérdida signifi-
cativa de la fuerza tensil del polipropileno (de 100 N/cm
disminuye a 58 a 66 N/cm),18 con aumento de recurren-
cias ni de infecciones de herida, como lo corroboran los
resultados de Cisneros19 y Cingi.18
El desarrollo del polipropileno monofilamento lige-
ro o reducido (light) representa uno de los avances más
importantes de la tecnología aplicada a las mallas para
reparación herniaria. Su peso es de sólo 29 g/m2, con un
diámetro de sus fibras de 0.5 mm. La fuerza tensil de
esta malla es de 20 N/cm, lo cual la acerca más a la fuer-
za normal del abdomen. Los poros siguen siendo de más Figura 8--7. El polipropileno ligero tiene entre sus propieda-
de 75 micras pero el tejido es más amplio que el del poli- des una mayor elasticidad en todas las direcciones (mayor
en un sentido que en el otro: anisotropía) en comparación
propileno pesado, por lo que se transparentan las estruc-
con el polipropileno pesado; su adaptabilidad a la anatomía
turas anatómicas al colocarla en el sitio implantado, per- de la región es útil en la cirugía. Las mallas deben colocarse
mitiendo la visibilidad para no lesionar nervios o vasos en situación correcta de acuerdo con la distensibilidad, tam-
sanguíneos al fijar la malla con suturas o grapas. Pre- bién diferente, de la pared abdominal, que es anisótropa.
senta una contracción pasiva de 13% en relación con su Cortesía de Ethicon.
versión pesada, por lo que al final de ésta quedan espa-
cios o intersticios de 0.5 mm, que aunado a su amplia
manejo cuando se utiliza en cirugías abiertas y por vía
elasticidad en todos los sentidos (más en un sentido que
laparoscópica. Esta desventaja se ha corregido al agre-
en otro, característica llamada anisotropía, la cual tam-
garle a la malla materiales no absorbibles (titanio) o ab-
bién la presenta la pared abdominal, que es más distensi-
sorbibles (poliglactina, poliglecaprone o polidioxano-
ble en una dirección que en otra) (figura 8--7) proporciona
na), que le dan firmeza para un adecuado manejo
una disminución notable de la restricción posoperato-
transoperatorio y al reabsorberse sólo dejan el polipro-
ria, de la distensibilidad y de la adaptabilidad abdominal
pileno. Una ventaja adicional de estas mallas compues-
si se coloca en el abdomen en el sentido correcto (figura
tas (que no se conocía cuando fueron ideadas) es que, al
8--8). Se produce un granuloma menor que en el mate-
rial pesado en cada fibra. La cantidad de polipropileno
es de 60 a 70% menor que la de tipo pesado, por lo que
un segmento de 10 x 11 cm contiene 26.3 m lineales de Espacio posfibrosis
polipropileno y uno de 20 x 30 contiene sólo 105 m. De
acuerdo con la observación clínica, se produce una me- Polipropileno (heavyweight) 0.8 mm
nor respuesta inflamatoria posoperatoria en los pacien-
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tes con implante de material protésico ligero, aunque los


estudios experimentales en animales son controversia-
les, pues algunos no presentan significancia estadística Tamaño del intersticio 0.8 mm
en la respuesta inflamatoria en la citología de las biop-
sias tomadas con ambos polipropilenos. Igual que ocu- ProleneR reducido (lightweight) 0.5 mm
rre con el polipropileno pesado, no puede quedar en
contacto con las vísceras ni con la piel desprotegida de
tejido celular subcutáneo, debido a que ocasiona ero-
sión y fistulizaciones. Tamaño del intersticio 0.5 mm
Uno de los problemas que se enfrentan al usar este Figura 8--8. Diámetro de la fibra de polipropileno pesado
tipo de mallas ligeras de polipropileno es la reducción (arriba) y ligero o reducido (abajo), así como espacio entre
del porcentaje de material, que hace que la prótesis sea las fibras que quedará después de que se haya producido
muy flexible y carezca de firmeza, lo cual dificulta su la contracción pasiva de la malla. Cortesía de Ethicon.
88 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

agregarle al polipropileno un material reabsorbible me-


diante hidrólisis, como los tres mencionados, disminu-
ye la respuesta inflamatoria celular local sin llegar a in-
hibirla y mejora la evolución clínica, favoreciendo la
integración de la malla.

Poliéster (MersileneR, ParietexR)

Es un polímero sintético derivado del tereftalato del po-


lietileno creado en 1938 y desarrollado por Whinfield
y Dickson en 1941, en el Reino Unido, como material
de sutura; fue comercializado hasta 1946 con el nombre
de MersileneR y en 1956 Wolstenholme presentó la pri-
mera publicación de su empleo en 19 pacientes. En sus
primeros ensayos clínicos resultó mucho más maneja-
ble y con menos reacción inflamatoria que las mallas
metálicas usadas hasta ese momento, además de que era
mucho más económico.33
Está elaborado con multifilamentos, por lo que se
considera macroporo y microporo, y es fácilmente mol- Figura 8--9. Poliéster. Material macroporo y microporo utili-
deable y adaptable a la anatomía de la región; es posible zado ampliamente en Europa para la reparación herniaria.
cortarlo sin que se deshebre, y se reesteriliza con los Abajo, el nuevo poliéster bidimensional y el tridimensional.
mismos cuidados que el polipropileno. Con la introduc-
ción del poliéster para suturas y mallas se pensó que por
fin se tenía el material ideal para la reparación de her- ser aún multifilamento, microporo y macroporo, dismi-
nias, pero pronto aparecieron reportes por todo el mun- nuyen mucho la frecuencia de infección al tener una es-
do de ruptura, formación de seromas y fístulas; además, tructura bidimensional o tridimensional. Este aspecto
al realizar pruebas de laboratorio en animales se descu- favorece también una mejor integración a los tejidos. El
brió que el poliéster sufría degradación por hidrólisis, bidimensional se recomienda para cirugías abiertas y la-
que el trenzado podía ser fácilmente colonizado por paroscópicas, y el tridimensional, al tener más grosor y
bacterias y que su desnaturalización se aceleraba ante la ser difícil su introducción por los trocares laparoscópi-
presencia de infección. Aun en el mejor de los casos su cos, es recomendado para cirugías abiertas, sin que esto
resistencia disminuía hasta 70% a 10 años. Es uno de los sea una regla.
materiales protésicos más económicos y de amplio uso El último avance (con el que se espera que repunte el
en Europa gracias a los trabajos de Rives, Stoppa y Che- uso de este material) es la creación de un poliéster mo-
vrel. Su principal desventaja es que presenta una fre- nofilamento, macroporo y ligero (figura 8--10), que de-
cuencia alta de infecciones por ser microporo y debe finitivamente iguala al polipropileno. Su uso se indica
procederse a retirarla. Al estar en contacto directo con para cirugías abiertas y laparoscópicas sin contacto con
los intestinos crea adherencias firmes y fistulizaciones, las asas intestinales. Queda pendiente verificar con el
además de que produce extrusión a la piel cuando no tiempo si con los años sufre el mismo grado de fragmen-
hay protección de tejido celular subcutáneo entre am- tación que el original poliéster unidimensional.
bos. Su uso se limita a plastias abiertas de la pared. Su
manejo y la colocación laparoscópica son difíciles debi- Politetrafluoroetileno expandido PTFEe
do a su exagerada suavidad.1,4,7 (Gore- TexR, DualmeshR, Bard Reconix)
La evolución tecnológica ha hecho que muchas de las El politetrafluoroetileno expandido es un producto polí-
características hasta ahora mencionadas del poliéster mero derivado del TeflónR que fue descubierto acci-
varíen notablemente. Al poliéster que se acaba de des- dentalmente por Roy Plunkett en 1938 y denominado
cribir se le conocía antes como unidimensional. Se han por Du Pont como TeflónR. La compañía Gore a cargo
creado dos nuevos conceptos del mismo material, y en de Bob Gore lo introdujo en el mercado de las prótesis
la actualidad se fabrica un poliéster bidimensional y en 1950 con un proceso de expansión en forma de próte-
otro tridimensional (figura 8--9), los cuales, a pesar de sis vasculares, y a partir de finales del decenio de1990
Materiales protésicos en hernioplastias 89

Figura 8--11. Malla de politetrafluoroetileno expandido Dual-


meshR con una capa lisa y otra de superficie rugosa. Foto
microscópica del PTFEe que muestra poros pequeños,
menores de 10 micras.

lisa (poros de 3 μ) para que continuara en contacto con


los intestinos (DualmeshR) (figura 8--11).
Algunos modelos contienen un antiséptico (con un
agente de carbonato de plata y diacetato de clorhexi-
dina) para que resista la colonización bacteriana durante
un periodo de cerca de 10 días (DualmeshR Plus) (fi-
Figura 8--10. Poliéster monofilamento. Detalles macroscó-
gura 8--12); otros modelos incluyen algunos orificios en
picos y microscópicos de sus monofilamentos y de su tren-
zado. su superficie para disminuir la posibilidad de formación
de seromas por ser una superficie prácticamente imper-
meable, aunque no se ha logrado por completo este ob-
jetivo.
como malla para hernioplastia con el nombre de Gore-- Su principal inconveniente es su elevado costo. Se
TexR. recomienda usarlo en plastias incisionales abiertas,
Es una malla multifilamento y microporo (tiene po- donde es imposible preservar peritoneo para evitar el
ros < 10 μ, aunque el promedio de sus poros es de 20 a contacto de los intestinos con la malla, y en las plastias
25 μ). Es moderadamente moldeable, se corta sin deshe- laparoscópicas con técnica de IPOM (intraperitoneal
brarse y se puede reesterilizar con los cuidados ya men- onlay mesh), donde la malla queda en contacto con los
cionados para todas las mallas. No se modifica con los
líquidos orgánicos, no produce adherencias cuando está
en contacto directo con las vísceras y con el tiempo se
encoge 40%. Sus desventajas incluyen su predisposi-
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ción a las infecciones, por ser microporo, y que tiene


que retirarse invariablemente al presentarse infección.
Los fibroblastos no penetran entre la malla por lo pe-
queño de sus poros ni se puede producir neovasculariza-
ción. Todo lo anterior impide que se integre y se fije ade-
cuadamente a la pared abdominal, lo cual predispone a
la creación de espacios muertos, seromas, hematomas e
infecciones tardías. Los fabricantes de esta malla trataron
de solucionar los inconvenientes mediante la modifica-
ción de su diseño inicial (Gore--TexR) e hicieron una de Figura 8--12. Malla de dos superficies (lisa y rugosa) con ori-
sus superficies rugosa y con poros de 17 a 22 μ, para que ficios que evitan la acumulación de seromas y antiséptico
estuviera en contacto con la pared abdominal y su inte- (carbonato de plata y diacetato de clorhexidina), para preve-
gración a ella fuera más fácil; la otra cara se conservó nir la colonización bacteriana.
90 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

intestinos.1,7 Existen reportes de degradación y deshila-


chamiento de sus bordes con el tiempo.
Las nuevas versiones del PTFE se presentan como
una malla con un proceso de aplanamiento o condensa-
ción que la lleva a dejar de ser una malla laminar para
ser reticular (monofilamento y macroporo PTFEc), con
presencia de intersticios o tejido amplio que semeja una Trenzado
malla de polipropileno. Se puede integrar tejido del
paciente entre sus intersticios. Tiene todas las caracte-
rísticas de las mallas de PTFEe. Sin embargo, su uso se
ha limitado a cirugías abiertas, ya que no se puede poner
en contacto con las vísceras, pues produce adherencias
a través de sus intersticios o tejido, lo que le resta una
Horneado
de sus propiedades principales.
Quizá este hecho sea el causante de que incluso se Figura 8--13. Malla de poliglactina (VicrylR, Ethicon) para
haya retirado del mercado por parte del laboratorio cierres temporales o para separar asas intestinales de otro
Gore (en varios países se comercializa un PTFEe reticu- material, como el polipropileno, y evitar así la adherencia
lar de otras casas comerciales) al ser un producto caro intestinal.
y sin las propiedades de poder ser usado en contacto con
las vísceras. ron inicialmente mallas con diferentes concentraciones
de material absorbible entrelazadas con fibras de poli-
Sintéticos absorbibles propileno ligero, con lo que mejoraron su consistencia
para el manejo quirúrgico inicial. Al desaparecer el ma-
Poliglactina (VicrylR, DexonR) terial absorbible queda implantado sólo el material li-
Se absorbe por completo a los 90 días; el tamaño prome- gero (figura 8--14). Como ventaja adicional se observó
dio de sus poros (13 ) no es un impedimento para utili- que los materiales absorbibles que se degradan por vía
zarlo en un área quirúrgica contaminada, al ser una ma- de la hidrólisis reducen la respuesta inflamatoria celular
lla temporal. Permite la formación de peritoneo por en el sitio donde se colocan. El primer material que se
debajo de la malla desde el momento de su implante, utilizó fue la poliglactina, que tenía el inconveniente de
que alcanza su totalidad a los 48 días. En teoría, no pro- ser un material multifilamento, por lo que salió del mer-
duce adherencias en contacto directo con los intestinos, cado. Ahora se les adiciona poliglecaprone entrelazado
pero algunos autores han encontrado adherencias no (50% de poliglecaprone), consiguiéndose las mismas
muy firmes. Su desventaja es que no debe ser utilizado ventajas que con la poliglactina: dar firmeza a la malla
como material definitivo para plastias, ya que desapa- y aún menor respuesta inflamatoria local. Tiene 75%
rece de su sitio de implantación. Se utiliza como mate- menos cantidad de polipropileno que una malla de poli-
rial temporal en alguna plastia donde existe contamina-
ción bacteriana (no en infección franca) para contener
las vísceras abdominales. Su mayor utilidad es como
parche cuando se tiene un segmento de saco herniario
sin poder cerrar el peritoneo para aislar la malla de poli-
propileno de las asas intestinales, al colocarla entre am-
bas.8,9 Está disponible en malla trenzada o en malla hor-
neada (VicrylR) (figura 8--13). En la actualidad está
prácticamente en desuso.

Sintéticos parcialmente
absorbibles (UltraproR)

Un inconveniente inicial de las mallas ligeras fue su


poca consistencia y su dificultad para ser manejado en Figura 8--14. Malla UltraproR (Ethicon) de polipropileno li-
forma abierta y aún más por vía laparoscópica. Se crea- gero y poliglecaprone (monocryl) trenzado.
Materiales protésicos en hernioplastias 91

propileno normal, y su tejido es más separado y elástico


en todas las direcciones (más en un sentido que en el
otro), por lo que brinda una menor restricción al movi-
miento de la pared abdominal durante el posoperatorio.
En comparación con el polipropileno pesado esta próte-
sis presenta una mejor transparencia que permite visua-
lizar los tejidos a la hora de ser colocada, lo cual pre-
viene la colocación de suturas o grapas de fijación que
lesionan estructuras nerviosas o vasculares. El poligle-
caprone desaparece y su absorción se completa en un
lapso de 90 días mediante un proceso de hidrólisis, lo
cual disminuye en gran medida la respuesta inflamato-
ria en la región implantada. Esta malla sólo puede ser
colocada en sitios donde no se tenga contacto con intes- Figura 8--15. Arriba, la malla ComposixR E/X (Bard); se
tinos o vísceras, por vía abierta o laparoscópica. Esta compone de una capa de polipropileno pesado y otra de
malla se produce en hojas planas y en forma de disposi- PTFEe. Abajo, su nueva versión con polipropileno ligero.
tivos (UltraproR Hernia System UHS). Pueden utilizarse en cirugías laparoscópicas o abiertas en
contacto con vísceras.

Sintéticos con capa antiadherente


bas están unidas con varias líneas de sutura. Es ideal
Existen materiales protésicos que se utilizan en combi- para plastias incisionales con técnica intraperitoneal.
nación, que por un lado ofrecen una malla con determi- Debe usarse sin cortarse, pues si se hace quedarán
nadas características y por el otro una malla diferente en descubiertas las fibras de polipropileno al desprenderse
cuanto a material. Algunos tienen tres o cuatro capas sus dos capas, ocasionando adherencias intestinales. Un
diferentes, pero todos tienen la finalidad de darle mayor inconveniente de esta malla es que puede “arrugarse”
firmeza a la malla y permitir la fácil integración a la pa- con relativa facilidad con el paso del tiempo, debido a
red abdominal por uno de sus lados, y de que no se la diferencia en el porcentaje y la velocidad de contrac-
adhiera a las vísceras o intestinos por el otro lado. ción de cada uno de sus dos componentes. En la actuali-
Después del uso de varias combinaciones de produc- dad se fabrica ya con la versión de polipropileno ligero,
tos la experiencia demuestra que el mejor material anti- lo que tiene las ventajas de un material ligero pero el in-
adherente debe ser aquel que sea reabsorbible (temporal) conveniente de su capa permanente y microporosa de
con el tiempo suficiente para que se forme neoperitoneo PTFEe.
entre el material y los intestinos o vísceras, para evitar
Poliéster o polipropileno más colágena
adherencias.
hidrofílica (ParietexR y ParieteneR
Por lo anterior, deben evitarse aquellos de permanen-
composite)
cia constante que favorezcan las infecciones por ser mi-
Igual que la malla de polipropileno más politetrafluoro-
croporo, como el PTFEe. Otra característica que se debe
etileno expandido, esta malla está compuesta de dos ele-
buscar en estos materiales es que se trate de un material
mentos: el poliéster o polipropileno, que se pone en con-
de tipo laminar y no reticular (con intersticios). Los de
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tacto con la pared abdominal, y la colágena, que se pone


tipo laminar promueven una neoperitonización unifor-
hacia la cavidad sin el riesgo de adherencias intestina-
me. Las reticulares permiten la formación de adheren-
les. Este último material se absorbe en su totalidad a los
cias en los intersticios, al promover una neoperitoniza-
28 días, que es cuando se forma peritoneo por debajo de
ción irregular. Entre los más usados actualmente están
ella. Se debe evitar cortarla, para que no se expongan las
los siguientes:
fibras de poliéster o polipropileno. Su empleo puede ser
útil en hernias incisionales abiertas o laparoscópicas (fi-
Polipropileno más politetrafluoroetileno gura 8--16).10,11
expandido (ComposixR E/X)
Tiene una cara con una capa de PTFEe que puede que- Polipropileno más celulosa en ácido
dar en contacto con los intestinos y evitar adherencias, hialurónico (SeprameshR)
y otra de polipropileno, que siempre debe quedar hacia La nueva versión de esta malla presenta polipropileno
la pared abdominal para favorecer la integración. Am- pesado con fibras delgadas entrecruzadas de ácido poli-
92 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

Figura 8--16. Material antiadherente de colágena hidrofílica Figura 8--18. Al hidratarse y expandirse la superficie de
más poliéster tridimensional en la primera imagen y polipro- ácido hialurónico puede cubrir la superficie de los materiales
pileno pesado en la segunda, ambas para uso abierto y de fijación para evitar su contacto con las asas intestinales
laparoscópico. y evitar la formación de adherencias.

glicólico absorbible que se coloca hacia la pared abdo- cubierto por ambos lados por una capa de ácidos grasos
minal y la capa de celulosa en ácido hialurónico hacia omega 3, para formar una capa laminar absorbible y con
las asas intestinales, la cual se absorbe por completo a propiedades antiadherentes que se absorbe en forma
los 28 días y permite la formación de peritoneo por de- más lenta que los demás antiadherentes (120 días). Per-
bajo de ella. Se ha usado en plastias incisionales abiertas mite, al igual que todas, la formación de neoperitoneo
y laparoscópicas. Es factible recortarla y es la única que para la prevención de adherencias al polipropileno
tiene la característica de que al hidratarse y expandirse (figura 8--19). Se diseñó un nuevo producto con polipro-
su superficie antiadherente es capaz de cubrir la superfi- pileno pesado pero con una capa mínima de ácidos gra-
cie de las suturas y grapas de fijación para proteger la sos que no alcanza a formar una lámina, por lo que no
formación de adherencias entre las asas intestinales y el puede ser usado en contacto con los intestinos, al dejar
material de fijación (figuras 8--17 y 8--18). Existen ver- segmentos de fibras de polipropileno descubiertas y una
siones con polipropileno pesado o ligero.12 superficie reticular (figura 8--20).

Polipropileno más ácidos Polipropileno reducido más polidioxanona


grasos omega 3 más celulosa oxidada
Otra combinación de un material con buena integración y regenerada (ProceedR)
a la pared abdominal es el polipropileno pesado; es re- Es uno de los materiales para las cirugías donde se
requiere que la malla quede en el espacio intraperitoneal
en contacto con las vísceras, ya sea por vía abierta o la-
paroscópica, puesto que combina tres diferentes mate-
riales en cuatro capas: una de polipropileno reducido,
con una capa superior y otra inferior de polidioxanona
(PDS). En una de las capas de polidioxanona se agrega
otra de celulosa oxidada y regenerada, que puede estar
en contacto con las vísceras y desaparece entre 15 y 21

Figura 8--17. Malla de polipropileno pesado entrelazado


con fibras delgadas de ácido poliglicólico con una capa anti- Figura 8--19. Malla de polipropileno pesado y una capa
adherente de ácido hialurónico. laminar de ácidos grasos omega--3.
Materiales protésicos en hernioplastias 93

Figura 8--20. Versión C--QurR con una capa mínima no lami-


nar de ácidos grasos omega--3, que dejan descubiertas las
fibras de polipropileno y el entramado reticular de aquélla. Figura 8--21. Malla compuesta ProceedR (Ethicon) con una
capa de polipropileno ligero, envuelto en dos capas de poli-
dioxanona (PDS) y con celulosa oxidada y regenerada en
días después. Las dos capas de polidioxanona le propor- una de sus caras (superficie blanca opaca).
cionan firmeza a la malla y reducen la respuesta infla-
matoria al hidrolizarse. Tiene las ventajas de una malla
de polipropileno reducido, que es la que queda de mane- de 35 g/m2, y una “extraligera”, con un peso de 16 g/m2.
ra permanente. Su uso se recomienda en la reparación Es la malla con mayor transparencia a los tejidos, lo cual
de hernias ventrales abiertas intraperitoneales o lapa- evita lesiones nerviosas y vasculares en el momento de
roscópicas (figuras 8--21 y 8--22). Tiene la desventaja de fijarla.
que la celulosa reacciona en contacto con la sangre y se La capa de titanio tiene presencia permanente y evita
torna de coloración rojiza oscura que dificulta la cirugía que se le adhieran los intestinos cuando éstos están en
laparoscópica por oscurecer el campo quirúrgico. Asi- contacto con la prótesis. Su respuesta inflamatoria,
mismo, se reporta íleo prolongado en el posoperatorio igual que las mallas ligeras, es menor, y brinda una dis-
por inflamación de asas intestinales causada por la reac- tensibilidad adecuada de la pared abdominal. Se usa en
ción de la celulosa oxigenada y regenerada en contacto hernias inguinales y ventrales, tanto abiertas como lapa-
con ellas. Otro de los problemas reportados es la presen- roscópicas (figura 8--24).
cia de adherencias mayores, comparada con otras ma-
llas debido a que la superficie de la celulosa es microrre-
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Polipropileno ligero más poliglecaprone


ticular (figura 8--23). y polidioxanona (PhysiomeshR)
Esta malla de aparición reciente está formada de poli-
propileno ligero, el cual está cubierto por una capa lami-
Polipropileno ligero más titanio (T- mesh) nar de polidioxanona. Tiene además una capa por arriba
y otra por debajo de poliglecaprone, que actúa como una
Es una malla de polipropileno con fibras recubiertas por capa antiadherente.
una capa de metal de titanio altamente biocompatible en Al tener la capa antiadherente absorbible por ambos
la estructura molecular del polipropileno. Es una alter- lados se puede colocar indistintamente contra la pared
nativa reciente para lograr una reducción importante en y las asas intestinales. Entre sus características se en-
la concentración de polipropileno sin perder maleabili- cuentra la de ser autoadherible en forma débil a la super-
dad y sin adicionar materiales biodegradables en la es- ficie de la pared abdominal, lo que ayuda mucho a su
tructura de la malla. Hay una malla “ligera”, con un peso adecuada colocación para ser fijada con suturas y gra-
94 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

A B

C D

Figura 8--22. A. Malla de ProceedR colocada intraperito-


nealmente. B. Inicia la desintegración de la celulosa oxi-
dada y regenerada y aparecen células mesoteliales por
debajo de ella para iniciar la reperitonización. C. Las dos
Figura 8--24. Malla T--mesh ultraligera con una transparen-
capas de polidioxanona casi se han reabsorbido y hay
cia mayor en relación al polipropileno.
franca reperitonización debajo de ellas. D. Ha quedado sólo
la capa de polipropileno ligero y la capa de peritoneo evita
su contacto con las asas intestinales.
PRESENTACIONES COMERCIALES

pas. Al reabsorberse ambas capas de poliglecaprone y


la laminar de polidioxanona quedará formado un neope-
ritoneo hacia su cara en dirección de la cavidad abdomi- Todas las mallas mencionadas se presentan en paquetes
nal y se iniciará la integración del polipropileno a la estériles como piezas planas de diferentes tamaños, con
pared abdominal. Su desventaja es precisamente la re- el fin de elegir el tamaño más adecuado durante la ciru-
absorción lenta de la polidioxanona, lo que retrasa su in- gía y abrir el paquete en el momento de su uso, para evi-
tegración a la pared hasta que esta capa desaparece. tar demasiado tiempo de exposición al medio ambiente
Por lo anterior su fijación, además de las grapas, de- y su potencial contaminación. Aunque no se recomien-
berá efectuarse obligatoriamente con suturas del mismo da su reesterilización, ésta puede llevarse a cabo con los
material (polidioxanona) o de tipo inabsorbible (poli- cuidados generales de cualquier implante quirúrgico.
propileno) (figura 8--25). Existen algunos dispositivos prefabricados y se co-
mercializan como piezas individuales. Entre los más
utilizados están los dispositivos para hernias inguinales
(figura 8--26), umbilicales (figura 8--27) e incisionales
o ventrales de pequeñas a medianas.12

COMPLICACIONES DE LAS MALLAS

A B

Figura 8--23. A. Superficie del polipropileno de una malla de El uso de materiales protésicos es la clave del éxito de
ProceedR. B. Superficie de la capa antiadherente de celu- las nuevas plastias, pero es innegable que existen ciertas
losa oxidada y regenerada de forma microrreticular. complicaciones relacionadas con su uso que, si bien se
Materiales protésicos en hernioplastias 95

Figura 8--27. Dispositivos para la reparación de hernias


umbilicales e incisionales de diámetro pequeño, incluidas
las de puerto laparoscópico.

tivo. Cuando se cuidan los principios de la técnica de


cada procedimiento, se vigila la asepsia y se elige ade-
Figura 8--25. Malla PhysiomeshR compuesta de polipropi- cuadamente el tipo de prótesis se tienen menos posibili-
leno ligero en una capa central cubierta por una capa de poli- dades de sufrir alguna complicación.14--16
dioxanona y, a cada lado, una capa de poliglecaprone que Las principales complicaciones observadas relacio-
la une a manera de sandwich para aplicar sus caras indistin- nadas directamente con la aplicación de prótesis son:
tamente en forma intraperitoneal.
1. Infecciones tempranas y tardías (hasta uno a cua-
tro años después de la cirugía) (figura 8--28).
presentan con una baja incidencia, su presencia en oca- 2. Adherencias intestinales (figura 8--29).
siones es difícil de manejar y algunas veces compro- 3. Fistulización a intestinos o extrusión a piel (figu-
mete la vida del paciente. ra 8--30).
Rutkow opina al respecto que “el uso apropiado del 4. Dolor crónico.
plug nos conduce a buenos resultados y su uso inapro- 5. Seromas y hematomas (figura 8--31).
piado casi siempre nos lleva a complicaciones”. Esto 6. Seromas quísticos (figura 8--32).
puede extrapolarse a cualquier tipo de malla o disposi- 7. Disminución de la distensibilidad abdominal.
8. Erosión de la malla a estructuras viscerales o vas-
culares.
9. Migración de la malla (figura 8--33).
10. Recidivas tempranas o tardías (figura 8--34).4,13--16
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B

Figura 8--28. A. Infección aguda profunda de la herida con


exposición de la malla de polipropileno, que en general no
requiere retirarse. B. Colonización crónica de una malla de
Figura 8--26. Diversos dispositivos preformados para la re- polipropileno expuesta que necesitará ser removida para su
paración de hernias inguinales. resolución.
96 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

A B A

Figura 8--29. A. Adherencias intestinales a la malla produci-


das experimentalmente en un animal de laboratorio (corte-
sía del Dr. Vázquez Mellado). B. Paciente con adherencia
severa del yeyuno a la malla de polipropileno. En ambas se
aprecia la similitud en la producción de adherencias.

11. Engrosamiento de los conductos deferentes y B


disminución de la espermatogénesis.
Figura 8--31. A. Paciente con 15 días de operado de hernia
Cada una de estas complicaciones será tratada en el ca- incisional suprapúbica que desarrolló un hematoma com-
probado por imagen de ultrasonido. B. Paciente operado de
pítulo correspondiente. A partir de 2001 los urólogos y
hernia incisional de ocho días de evolución que desarrolló
los angiólogos han observado los inconvenientes de la un seroma comprobado por TAC.
colocación de mallas a nivel inguinal en el espacio pre-
peritoneal, ya sea el de Retzius o el de Bogros.17
Los angiólogos han encontrado que cuando estas ma- CONSIDERACIONES ACERCA DE
llas son colocadas en el espacio preperitoneal es difícil LA RESPUESTA INFLAMATORIA
disecar la arteria iliacofemoral para procedimientos de
bypass por fibrosis intensa del espacio de Bogros.
Por su parte, los urólogos reportan que es complejo
efectuar la resección radical de próstata en pacientes Así como se requiere siempre un poco de tensión en la
con neoplasias debido a la fibrosis del espacio de Ret- línea de sutura para estimular la correcta cicatrización,
zius, sobre todo en los pacientes que fueron sometidos la respuesta inflamatoria es benéfica e importante para
a un procedimiento de plastia inguinal laparoscópica o la integración de las mallas a los tejidos, pero una res-
al procedimiento abierto con invasión del espacio pre-
peritoneal para hernias inguinales, incisionales o de am-
bos tipos. A los pacientes debería advertirles su cirujano
estas eventualidades futuras.

Figura 8--32. Paciente operada de hernia incisional con una


Figura 8--30. Fistulización intestinal después de haber malla supraaponeurótica (onlay). A los dos años desarrolla
dejado una malla de polipropileno intraperitoneal sin prote- una tumoración no reductible de crecimiento rápido que si-
ger las vísceras con epiplón. Se aprecia el orificio fistuloso mula una hernia. La TAC muestra tumoración quística en-
en la parte inferior de la herida. La fistulografía muestra el capsulada sobre la superficie de la malla sin presencia de
paso de contraste a una porción de intestino delgado; final- recidiva herniaria. Imagen del quiste disecado y finalmente
mente, en la cirugía se comprueba la adherencia con fistuli- la pieza quirúrgica consistente en el techo del quiste extir-
zación de un asa de yeyuno. pado.
Materiales protésicos en hernioplastias 97

A B

Figura 8--33. Erosión de la malla a la piel por contacto de Figura 8--34. Recidiva, a pesar del uso previo de prótesis,
ésta sin la suficiente cantidad de tejido celular subcutáneo. de hernia inguinal (A) y de hernia epigástrica (B).
Estas zonas son difíciles de cicatrizar espontáneamente.

llas para hernias, prótesis ortopédicas o injertos vascu-


puesta inflamatoria exagerada puede tener efectos inde- lares que se han estado usando de manera rutinaria
seables, como la formación de granulomas en los sitios desde hace más de 100 años.
de implantación y en algunos casos erosiones y necrosis El gran reto para los investigadores es saber lo que
de tejidos circundantes. pasará a más largo plazo (de 60 a 70 años) con los pa-
En otros experimentos en animales se ha demostrado cientes con implante de prótesis herniaria a una edad
la presencia de células proliferativas con DNA dañado, temprana.
células TÚNEL y PCNA positivo alrededor de las fibras Sin embargo, la respuesta vendrá con el tiempo, dado
de polipropileno. Esto significa que la respuesta infla- que hay cada vez más reportes de colocación de prótesis
matoria generó las condiciones adecuadas para un pro- en pacientes de menor edad e incluso en niños por reci-
ceso de carcinogénesis. divas múltiples.
Hay reportes de animales con sarcomas relacionados Los problemas que deben resolver las compañías
con implantes de materiales protésicos hasta en 30% de productoras de estos materiales incluyen la disminución
los casos, dependiendo del material usado, la especie de sus costos, para hacerlos más accesibles a todos los
animal y el tiempo de seguimiento. tipos de economías, y la optimización del tipo y las ca-
Algunos autores europeos han cuestionado el uso en racterísticas de sus materiales, para evitar las complica-
humanos en estudios que han demostrado incremento ciones mencionadas.
del infiltrado inflamatorio, aumento del tejido conecti- El papel del cirujano ante esto no debe ser de temor,
vo, disminución de HSP70, marcadores Ki67 positivos puesto que la experiencia ha probado la efectividad y las
y la presencia de células TÚNEL en los sitios de implan- bondades de los materiales protésicos cuando se efectúa
tación de mallas, los cuales se cree que son cambios que un uso racional de ellos, el cual incluye el conocimiento
pudieran resultar carcinogénicos después de 30 años de cabal de las características y el comportamiento bioló-
la implantación. Contrario a estas proyecciones, no hay gico de las mallas, las técnicas de reparación, la elección
reportes en humanos sobre la formación de sarcomas o adecuada de la prótesis, la individualización del tipo de
alguna otra forma de cáncer asociada con el uso rutina- hernioplastia empleado y el análisis de costo--beneficio
rio de mallas en personas jóvenes, puesto que hay ma- para ofrecerles los mejores resultados a los pacientes.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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Capítulo 9
Implantes biológicos para el manejo
de las hernias de pared abdominal
Adriana Hernández López, Estefanía J. Villalobos Rubalcava

ANTECEDENTES cas o implantes biológicos. Estos materiales represen-


tan la tercera generación de mallas. Existen en el merca-
do varios implantes biológicos (21 registros, de los
cuales sólo 12 habían sido aprobados por la FDA hasta
El uso de materiales protésicos para las reparaciones enero de 2010).
herniarias se ha incrementado y ya alcanza 95%. En los Estos biomateriales están indicados en pacientes con
últimos 30 años se introdujeron diversos tipos de mate- hernias incisionales, riesgo elevado de infección de sitio
riales protésicos para llevar a cabo la reparación de los quirúrgico y dehiscencia de herida quirúrgica.6--8 Repor-
defectos de la pared abdominal sin tensión; con ellos se tes de manejo oncológico con grandes defectos de pared
ha logrado disminuir hasta cifras de 5% la recidiva y con y cierre imposible del mismo han confirmado la utilidad
mejores resultados a largo plazo, ya que el material sin- del recurso de la malla biológica. Se señalan estos im-
tético utilizado es gradualmente infiltrado por fibro- plantes como una verdadera opción en el caso de gran-
blastos del huésped produciendo fibroplasia y poste- des defectos con ausencia de peritoneo y omento, en
riormente fibrosis, lo que resulta en una estructura donde se contraindican las mallas que no pueden tener
aponeurótica estable.3--5 contacto visceral.9
Aunque se ha demostrado que las hernioplastias con Las ventajas de estos productos son que pueden colo-
material protésico están asociadas a mejores resultados, carse en contacto con las vísceras y la baja probabilidad
se ha documentado una mayor incidencia de otras com- de infección, por las siguientes características:
plicaciones, entre ellas formación de seromas, hemato-
mas y necrosis de los tejidos en casos de disecciones 1. La naturaleza no sintética los hace más resistentes
extensas. Esto ha generado múltiples intentos por en- a infectarse por su alta biocompatibilidad.
contrar el material protésico ideal, lo cual ha favorecido 2. La baja respuesta de reacción a cuerpo extraño.
la disposición de varios tipos de mallas: sintéticas y bio- 3. El proceso de angiogénesis y la rápida revasculari-
lógicas (es decir, provenientes de una fuente tisular),
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

zación están involucrados en la misma remodela-


para la reparación de los defectos de la pared abdomi- ción de la malla, porque estas matrices regenerati-
nal. vas extracelulares sirven como un andamio no
antigénico que preserva canales vasculares, por lo
que se favorece el crecimiento del tejido; esto pro-
INTRODUCCIÓN tege al material protésico de la infección mientras
que mantiene su fuerza tensil.
4. No promueven la formación de biofilms en pre-
sencia de infección; en modelos animales ha sido
En la actualidad la propuesta real como alternativa al documentada y demostrada su tolerancia a la con-
uso de materiales sintéticos es el uso de prótesis orgáni- taminación con Staphylococcus aureus.10

99
100 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 9)

5. No se requiere su retiro si ocurriera exposición por inflamatoria intensa alrededor del implante con
dehiscencia de la herida. proliferación capilar, formación de tejido granular
y células gigantes.
Existen varios implantes biológicos disponibles en el 2. En la segunda semana aparecen los histiocitos.
mercado; se clasifican de acuerdo con: 3. Entre la tercera y la cuarta semanas disminuye la
respuesta inflamatoria aguda, existe reducción en
1. La especie de la cual se originan (alogénicos o xe- el número de capilares y hay incremento en el nú-
nogénicos). mero de histiocitos y células gigantes.
2. Tipo de colágena utilizada (dermis, pericardio o 4. Después de la cuarta semana las células gigantes
submucosa intestinal). se encuentran sobre la superficie del implante,
3. Proceso de descelularización. dentro de un tejido de fibrosis densa.
4. Presencia o ausencia de cross--link o enlaces cru-
zados. El concepto es simple: proveer de colágena como tem-
5. Requerimientos de preservación (necesidad de re- plete extracelular sobre el cual los fibroblastos del hués-
frigeración o no). ped puedan generar angiogénesis y depósito de nueva
6. Proceso de esterilización (óxido de etileno, gam- colágena; esta colágena puede quedar en su estado natu-
ma radiación, rayos “e” y alcohol líquido). ral o manipularse químicamente para que tenga una ma-
7. Necesidad de rehidratación antes de su uso inme- yor resistencia a la colagenasa de las heridas.
diato. Estos implantes biológicos se procesan para eliminar
los detritus celulares y reducir la respuesta a cuerpo ex-
Kaupp y col.11 han descrito cuatro estadios histológicos traño, lo cual dificulta mantener estable la matriz extra-
de reacción a cuerpo extraño por la implantación de ma- celular (figura 9--1). Además, se le puede añadir inten-
llas biológicas; los diferentes tejidos producen estimu- cionalmente uniones cruzadas al implante (cross--
lación de la matriz extracelular del huésped luego de ser linking, descrito por Oliver y col. en 1975); estabiliza-
implantados, que va desde la respuesta clásica a un cuer- ción de las uniones, efectuada mediante químicos,
po extraño (encapsulamiento) hasta la degradación y re- como glutaraldehído, hexametilendilsocianato (HMDI)
absorción del implante, la infiltración del implante por y etil--3--dimetilamino propil carbodimida (EDAC).12
fibroblastos, causando su vascularización y la genera- Estas uniones interfieren en la unión de la colagenasa
ción de tejido nuevo metabólicamente activo. Estas fa- con el colágeno, lo que retrasa la degradación del colá-
ses son: geno.
Esto es confirmado por el incremento en la expresión
1. Durante la primera semana existe una respuesta de citocinas.13

A B

A B

Figura 9--1. A. El implante biológico original se somete a un proceso de descelularización por medio de un proceso industrial espe-
cífico de cada casa productora de estos implantes (liofilización por congelación, uso de detergentes, ácidos, enzimas o raspado),
para convertirlo en una matriz colágena totalmente acelular (B).
Implantes biológicos para el manejo de las hernias de pared abdominal 101

Enzimas
A p. ej., colagenasa

Proteína/tejido
p. ej., colágeno C
Célula del B
paciente

D E F

Figura 9--2. La matriz colágena de los implantes biológicos se degrada por acción enzimática de la colagenasa (A, B, C, D, E).
La adición de colágena artificial (por lo general hexametil--endilsocianato HMDI o etil--3--dimetilamino propil carbodimida EDAC)
a manera de enlaces cruzados (proceso de cross--linking) (F) hace que la matriz sea más resistente a la acción enzimática y re-
trasa el proceso de degradación de los implantes biológicos.

Por ello estos materiales también pueden ser consi- tiene excelentes resultados y baja morbilidad. Se ha uti-
derados como “remodeladores”, pues se espera su re- lizado en combinación con la técnica de separación de
emplazo posterior en el tejido huésped. Esto es posible componentes, así como en reparaciones autólogas con
por la incorporación de tejido similar al del receptor. colgajos miofasciales.
Los materiales que son remodelados en su totalidad
serán completamente sustituidos por nuevo tejido en un S AllodermR Life Cell: este parche de donador ca-
tiempo aproximado de tres meses, y los que sean remo- davérico es desecado al vacío, no tiene cross--link
delados parcialmente, debido al proceso cross--link, no y requiere inmersión en agua durante 20 min antes
desaparecerán hasta después de varios años.14,15 Este de usarlo (figura 9--3).
proceso incrementa la densidad con encapsulación de S AllomaxR Tutogen: placa sin cross--link.
fibroblastos y la resistencia del implante a la degrada- S Flex HDR Ethicon: envasado en 70% de solución
ción enzimática, pero el nivel de infiltración celular dis- de alcohol, lo que mantiene hidratada la placa y
minuye, así que el óptimo patrón de cross--link con equi- por lo tanto no requiere inmersión en agua antes de
librio entre dureza y durabilidad y crecimiento y su uso.
remodelación permanece aún incierto. S CortivaR RTI Biologics: aloinjerto que ofrece rá-
pida repoblación celular; es tejido conectivo con
colágena, sin cross--link, esterilizado en gamma
radiación, requiere hidratación por 30 seg.
IMPLANTES BIOLÓGICOS DISPONIBLES

A continuación se presentan algunos ejemplos de im-


plantes biológicos.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Matriz dérmica acelular


de cadáver humano

Se utiliza para la restauración de la continuidad de la


pared abdominal y para refuerzo de reparaciones autó-
logas. Se obtiene de cadáveres y se procesa para remo-
ver tanto la epidermis como los componentes celulares
de la dermis.
Algunos estudios reportan que su uso en la recons- Figura 9--3. Material biológico AllodermR elaborado con
trucción de paredes abdominales con grandes defectos dermis humana cadavérica.
102 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 9)

Figura 9--4. Material biológico SurgisisR elaborado con submucosa intestinal porcina.

Submucosa intestinal porcina diación, almacenado a temperatura ambiente; re-


quiere rehidratación antes de su uso.
S SurgisisR Cook: uno de los primeros implantes S TutomeshR Tutogen Medical: pericardio bovino
con aprobación de la FDA (1999). Es un material fenestrado. Matriz de colágeno acelular sin cross--
bioabsorbible fabricado a partir de matriz extrace- link, esterilizado en gamma radiación, almacena-
lular de submucosa intestinal porcina. Es prepara- do a temperatura ambiente; requiere rehidratación
do con ácido paraacético, sin proceso de cross-- antes de su uso.
link, y finalmente esterilizado con óxido de S VeritasR Synovis: fue aprobado por la FDA en
etileno. Se le encuentra en placas de diferente gro- 2003; material sin cross--link, procesado con hi-
sor que incluyen cuatro u ocho capas. Es biodegra- dróxido de sodio, óxido de polipropileno y etanol.
dable, ya que es reemplazado completamente por No requiere hidratación y está listo para ser usado
tejido nativo a los seis meses. Ha mostrado ser de al sacarlo de su empaque.
uso seguro en heridas limpias, limpias contamina- S Peri--GuardR Synovis: tratado con glutaraldehído
das y contaminadas; sin embargo, se requieren es- para iniciar el proceso de cross--link, requiere ser
tudios para valorar si a largo plazo los resultados sumergido en agua 2 min antes de su uso.
en cuanto a recurrencia son similares a los obteni-
dos con materiales sintéticos (figura 9--4).
Colágena dérmica porcina
S FortagenR Organogenesis: placa con pocos cross--
links que no requiere hidratación antes de su uso.
Es de menor costo que el injerto de donador cadavérico
humano.
Dermis fetal bovina S StratticeR Life cell: malla sin cross--link, requiere
2 min en agua antes del uso.
S SurgiMendR TEI Biosciences: aprobado para su S CollamendR Bard & Davol: aprobado para su uso
uso en el año 2002, es un material sin cross--link, en 2006, secado al vacío, requiere 3 min de rehi-
secado en frío, esterilizado con óxido de etileno y dratación antes de su uso, con cross--link.
requiere 1 min de inmersión en agua antes de su S XenmatrixR Bard & Davol: aprobado por la FDA
uso. en 2003, sin cross--link, esterilizado con rayos “e”,
almacenado a temperatura ambiente; no requiere
rehidratación antes de su uso.
Pericardio de bovino S FortivaR RTI Biologics: placa sin cross--link, no
requiere rehidratación. Hasta el momento es el im-
Es de menor costo que el injerto de donador cadavérico plante biológico más grande disponible, 35 x 35
humano. cm, esterilizado con gamma radiación.
S PermacolR Covidien: procesado con cross--link,
S TutopatchR Tutogen Medical: aprobado por la esterilizado con gamma radiación y además no re-
FDA en 2000; está bañado en peróxido de hidró- quiere hidratación antes de su colocación; se ca-
geno y óxido de sodio, esterilizado en gamma ra- racteriza porque se dispone de grandes placas, de
Implantes biológicos para el manejo de las hernias de pared abdominal 103

altos de fibrinolíticos, menores de antifibrinolíti-


cos y mediadores inflamatorios.16--18
PermacolR y AllodermR también fueron com-
paradas con dos bioprótesis derivadas de pericar-
dio de bovino (una cruzada: Peri--GuardR y otra
no: VeritasR). Las cuatro prótesis se probaron en
modelos agudos y crónicos de hernias. Se coloca-
ron suturadas al margen del defecto (inlay) o sub-
aponeuróticas (underlay), fijadas con tackers. Se
valoraron a los tres y seis meses, demostrándose
que PermacolR y Peri--GuardR tienen la mayor
fuerza tensil. VeritasR y AllodermR presentaron
contracción importante. Las cuatro presentaron
neovascularización y crecimiento celular a los tres
meses.19
En relación al uso de implantes quirúrgicos, se han pu-
Figura 9--5. Implante biológico PermacolR elaborado con blicado las aplicaciones clínicas en múltiples áreas qui-
dermis porcina. rúrgicas tanto en modelos animales como en pacientes.
En modelos animales su uso se ha reportado con buenos
resultados en reparaciones de carótida común,20 de vís-
cera hueca21 y como sustitutos dérmicos,22,23 entre
hasta 20 x 30 cm, y está disponible en el mercado
otros. Hay reportes de casos de pacientes sometidos a
mexicano, por lo que se ofrece más información
reconstrucciones de pared abdominal y torácica,24 de
sobre este implante (figura 9--5).
piso pélvico (sacrotomías, resecciones abdominoperi-
Se origina de colágeno de dermis porcina. La
neales, colporrafias secundarias a cistoceles severos,
acelularización consiste en la remoción de los de-
reparación de rectoceles,25--28 cirugías de parótida,29 re-
pósitos de grasa, folículos pilosos y glándulas se-
paraciones de hernias diafragmáticas congénitas,30 fís-
báceas, dejando sólo una placa de colágeno y
tulas vesicocutáneas,31 dehiscencias de pared con evis-
fibras elásticas que mantienen su tridimensionali-
ceración,32 reparaciones de tendón (lesiones del
dad, con una fuerza tensil similar al polipropileno.
manguito rotador),33,34 cirugía oftalmológica35 y, cada
Es no alergénico y causa menor reacción inflama-
vez más frecuente, en el manejo de las hernias de pared
toria que las mallas sintéticas, posiblemente lle-
en plastias abiertas (figura 9--6) y laparoscópicas.36--40
vando a la formación de menos adherencias del in-
El hecho de que estos materiales estén indicados en
testino delgado, menos fístulas y rechazo al tejido.
campos quirúrgicos contaminados o potencialmente
Una vez implantado es colonizado por células
contaminados no se refleja claramente en la literatu-
huésped y resiste la degradación de las enzimas.
ra.42--44 En una revisión de Medline se encontraron cua-
Ha sido comparado con malla de polipropileno,
tro veces más reportes de casos de cirugías limpias al
SurgisisR Gold y AllodermR, valorando su capa-
utilizar prótesis biológicas, con una tasa de éxito prome-
cidad de adhesión en células mesoteliales humanas
dio de 93 vs. 87% en los casos de cirugías contaminadas.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

in vitro, así como la proliferación y la viabilidad de


las células sembradas. La producción de mediado-
res antiinflamatorios (IL--8, TPA, MMP--1, PAI--1 DESVENTAJAS
y TGF--beta), de fibrinolíticos y de antifibrinolíti-
cos también fue valorada a los ocho días. SurgisisR
Gold y PermacolR demostraron después de ocho Si bien es cierto que la literatura es optimista en cuanto
días soporte y proliferación de las células mesote- al uso de estos materiales por su adecuada respuesta con
liales humanas y su viabilidad. Las células meso- el huésped, su inocua incorporación y su tolerancia en
teliales recubrieron la superficie del implante con campos contaminados, también se reconocen las debili-
una monocapa. dades del producto:
La viabilidad de las células cultivadas en Per-
macolR fue mayor que con otros materiales y jun- 1. Su alto costo, casi 20 veces más que las mallas sin-
to con SurgisisR se demostraron los niveles más téticas, relacionado primero con las técnicas de
104 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 9)

Figura 9--6. Dos pacientes con defectos de pared de más de 30 cm. Colocación de implante biológico PermacolR suturado a los
bordes de los defectos a manera de andamiaje ante la imposibilidad de cerrar el defecto.

preparación para ofrecer un producto no alergéni- gicos al arsenal terapéutico para el manejo de la hernia
co, puesto que durante su proceso se le libera de en el medio mexicano.
todo material celular que pudiera producir una res- Surgen algunas preguntas: ¿Son los implantes bioló-
puesta antigénica. Este andamio extracelular per- gicos la solución al problema? ¿Es el implante biológi-
mitirá que las células del huésped se incorporen y co una alternativa en el manejo de los defectos de la
crezcan, generando un tejido con un comporta- pared abdominal, sin las complicaciones inherentes re-
miento a manera de injerto autólogo. Segundo, la portadas con el uso de materiales sintéticos?
manufactura de un cross--link adicional hace al De forma global, la experiencia quirúrgica para estos
implante más estable y menos susceptible a la de- implantes es tan minúscula comparada con el cúmulo de
gradación de las colagenasas. información en mallas sintéticas que prácticamente no
2. Su temporalidad. Por lo general a los dos años el existe evidencia nivel 1.47
material habrá sido completamente absorbido por La mayoría de la evidencia actual está basada en re-
el huésped y reemplazado por tejido propio, pero porte de casos y pequeñas series. De los doce productos
si el paciente es portador de un tejido con colágeno autorizados por la FDA sólo cuatro tienen publicacio-
defectuoso (herniosis) se condicionará un nuevo nes que evalúan el seguimiento en reconstrucción de pa-
defecto aponeurótico en este templete de tejido red abdominal en humano; incluso de algunos de ellos
con predisposición a hernia. ni siquiera se tiene documentación en modelos anima-
les.
De los efectos adversos reportados con el uso de mallas
La experiencia actual inicial en humanos no ofrece al
biológicas los más importantes son falla mecánica agu-
cirujano un argumento contundente para el amplio uso
da (42% de 150 efectos adversos documentados por la
de estos productos.
FDA en cinco años), desintegración de la malla (32%)
Habrá que analizar en forma objetiva los datos de
y pobre integración del implante (13%).45,46
más series clínicas, para que el análisis frío de estos re-
sultados permita identificar aquellos materiales que por
CONCLUSIONES su comportamiento confirmen que son de uso seguro,
que tienen los mejores resultados clínicos y que resuel-
ven el reto de una adecuada refuncionalización de la
Es una realidad la introducción de los materiales bioló- pared abdominal.
Implantes biológicos para el manejo de las hernias de pared abdominal 105

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Capítulo 10
Materiales de fijación en hernioplastias
Ricardo Blas Azotla, Erick Said Castelán Hernández, Ricardo Blas Medina

INTRODUCCIÓN migas gigantes para afrontar heridas de piel, emulando


así las actuales grapas para el mismo plano anatómico.
Los egipcios mencionan el uso de hilos de oro y de plata.
Ambrosio Paré también los describe como ligadura para
En el siglo XVI a.C., en el papiro de Edwin Smith, se vasos sanguíneos. Joseph Lister introduce el catgut para
describió el empleo de una sutura cuando se refiere al suturar tejidos. Actualmente la industria que se dedica
uso de cuerdas y tendones de animales para ligar y sutu- a la fabricación de estos materiales dispone de criaderos
rar. Hacia el año 900 d.C. el médico árabe Rhazes utili- de bovinos para este fin.
zaba el kitgut para suturar heridas abdominales. La raíz El padre de la cirugía en EUA, William Halsted, em-
arábiga kit-- se refiere al violín de un maestro de baile; pleó por primera vez y fomentó el uso de la seda. El Dr.
estas cuerdas de violines se producían a partir del intes- Whipple, en el decenio de 1930, aconseja que se utilice
tino de bovinos. Abulcasis utilizaba las quijadas de hor- el algodón como sutura quirúrgica. Posteriormente apa-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B

Figura 10--1. A. Hernioplastia inguinal con dispositivo doble de polipropileno y fijación con cuatro puntos equidistantes de polipro-
pileno. B. Hernioplastia ventral abierta supraaponeurótica, con malla de polipropileno ligero parcialmente absorbible y fijación con
sutura continua de polipropileno.

107
108 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

recieron los materiales de sutura metálicos, y después 7. No carcinogénica.


de un receso las diferentes compañías productoras de 8. No alergénica.
estas suturas empezaron a fabricar materiales sintéticos. 9. De bajo costo.
Aun así, a pesar de toda esta gama de materiales de su- 10. Que pueda esterilizarse.
tura de que se dispone en la actualidad, se sigue buscan-
do el material de sutura ideal. En relación a su absorción o degradación existen:

S Absorbibles naturales: se degradan por vía enzi-


mática, como el catgut simple y el adicionado con
SUTURAS cromo; dicho estado les permite una mayor dura-
ción en los tejidos, donde se utilizan retardando
con esto su proceso de absorción. Por su estructura
son monofilamento.
En 1958 Usher introdujo una malla de monofilamento, S Absorbibles sintéticos: con degradación por hi-
la cual se fijaba mediante suturas de polipropileno. Des-
drólisis, como el ácido poliglicólico (un polímero
de entonces a la fecha múltiples publicaciones científi-
del ácido glicólico), la poliglactina 910 (un copo-
cas lo colocan como uno de los mejores materiales de
límero del ácido láctico y glicólico), el poliglico-
sutura, sintético e inabsorbible, en cirugía abierta (figu-
nato (un copolímero del ácido glicólico) y el car-
ra 10--1) y laparoscópica (figura 10--2). bonato de crimetileno. Por su estructura todos los
Los cirujanos generales con interés por la patología anteriores son multifilamento. El poliglecaprone
herniaria de la pared abdominal, y utilizando cualquiera 25 (compuesto por caprolactona 25% y glicolida
de los abordajes (el abierto o tradicional o el laparoscó-
75%) y la polidioxanona (derivada del poliéster y
pico, o ambos), están obligados a conocer las caracterís-
del polímero dioxanona) son monofilamento por
ticas fundamentales de los diferentes materiales de su-
su estructura.
tura y sistemas de fijación que existen actualmente.
A continuación se describen las características idea- Si se clasifica a los no absorbibles por su origen, son de
les de las suturas, para poder elegir las adecuadas para origen animal, vegetal y mineral:
cada caso en especial, lo que ayudará a obtener mejores
resultados. S No absorbibles de origen natural: la seda obte-
nida del gusano de seda (de origen animal), el al-
1. Poder utilizarse en cualquier procedimiento qui- godón y el lino (de origen vegetal), por su estruc-
rúrgico. tura son multifilamento. Son de origen mineral el
2. Resistente a la retracción cicatricial. acero inoxidable, el alambre y el titanio (estos dos
3. Que no se deslice ni se corte. últimos monofilamento).
4. Reacción tisular mínima. S No absorbibles de origen sintético: el polipropi-
5. Fácil de manejar. leno (un polímero hidrocarbonado lineal monofila-
6. No ferromagnética. mento), el poliéster (un polímero del ácido tereftá-
lico y glicoetileno multifilamento), el polietileno
(resina termoplástica también monofilamento), el
polibutéster (un copolímero con dos segmentos: el
duro, tereftalato de polibutileno, y el blando, terefta-
lato de politetrametil eterglicol, también monofila-
mento), y el nylon poliamida, derivado de carbón,
aire y agua, que por su estructura es monofila-
mento.

El calibre indica el diámetro de la sutura, que puede ide-


ntificarse con múltiplos y submúltiplos del cero: cuanto
mayor sea el número de ceros, menor será el grosor de
la sutura. Por ejemplo, el calibre 5--0 es más delgado que
Figura 10--2. Vista laparoscópica de hernioplastia ventral, el 3--0.
con nudos extracorpóreos con polipropileno en defecto her- Cualquiera que sea la naturaleza del material de sutu-
niario de 12 cm. ra, es un cuerpo extraño que se coloca entre los tejidos
Materiales de fijación en hernioplastias 109

músculo--aponeuróticos y las mallas; ambos son ele-


mentos ajenos al huésped y provocan reacciones que in-
terfieren en la cicatrización, formando granulomas in-
flamatorios como respuesta a la inclusión de dichos
materiales de sutura. La resistencia a la tracción del te-
jido que se pretende afrontar es una cualidad que se esti-
ma cuando se decide el calibre de sutura requerido, por
lo que el calibre y la resistencia del material de sutura
son proporcionales. Con el material absorbible, a menor
calibre mayor velocidad de absorción. También hay que
tener en cuenta que en la línea de sutura se produce un
fenómeno llamado colagenólisis, que es un área de 1 a
1.5 cm de cada borde de la herida y que debe considerar-
se en el momento de seleccionar las suturas.
Además de toda esta gama de suturas, que se han ana-
Figura 10--3. Dispositivo roticulado con grapas de titanio
lizado por sus características individuales, se cuenta
convencionales o de “oficina”.
también con sistemas sofisticados de suturas barbadas
o con escamas de ácido poliláctico para la fijación de
material protésico para hernioplastias abiertas o lapa- vencionales iniciales (parecidas a las grapas de oficina)
roscópicas, con los que se inmovilizan las mallas en generaron atrapamientos nerviosos ocasionando dolor
cualquier región anatómica del organismo. crónico en el posoperatorio, e incluso algunos inciden-
Con estos materiales se ayuda al proceso de cicatriza- tes vasculares. Sus resultados no fueron los esperados
ción, integración y reforzamiento de los tejidos donde como sistema de fijación en hernioplastias inguinales y
se colocan las suturas, obteniéndose una fijación perma- ventrales, por lo que fueron rediseñadas; actualmente
nente y con un objetivo agregado: disminuir el dolor las fabrican de tal forma que fijen las mallas con menos
crónico. amplitud en el momento de penetrar en los tejidos, y ya
Los materiales de sutura para la fijación de prótesis sin el efecto de atrapamiento entre sus extremos.
deberán ser elegidos más bien de acuerdo con el tipo de
malla utilizado que de la técnica quirúrgica empleada,
teniendo predilección por los de tipo monofilamento so- Helicoidales no absorbibles
bre los multifilamento, por ser estos últimos trenzados
con intersticios de tipo microporo y con el inconvenien- Son estructuras helicoidales de titanio, con una longitud
te de una mayor tendencia a la infección. total de 5.1 mm, de los cuales 4.1 mm se insertan en el
tejido, fijando la malla de manera permanente (figura
10--4). Por esta poca penetración es recomendable eli-
minar la mayor cantidad de tejido adiposo entre el peri-
GRAPAS INABSORBIBLES toneo parietal y la malla, y no tener un gran espesor que
pudiera favorecer un posicionamiento inadecuado de la
grapa helicoidal. No tienen el efecto de prensión, con lo
que disminuye considerablemente el dolor posoperato-
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Todos estos dispositivos de fijación en hernioplastias rio al no dejar tejido prensado y, por lo mismo, menor
inguinales o ventrales están indicados para aproximar
partes blandas y fijar la malla a los tejidos en cirugías
abiertas o laparoscópicas. Las grapas son de titanio; se
han usado desde hace muchos años en cirugía laparos-
cópica y, siguiendo la inercia de su uso, también en otras
estructuras, como la obliteración del conducto cístico y
la arteria cística en la colecistectomía laparoscópica. Se
fabricaban en dispositivos de aplicación rectos o roticu-
lados de la punta para poder angular la posición de ésta Figura 10--4. Estructuras helicoidales de titanio, con longitud
contra la zona por fijar (figura 10--3) y aplicarlas con fa- total de 5.1 mm, de los cuales 4.1 mm se insertan en el tejido,
cilidad a la malla y tejidos. Sin embargo, las grapas con- fijando la malla de manera permanente.
110 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

incidencia de atrapamientos de estructuras nerviosas. del dispositivo, de preferencia atacando los puentes quí-
La única posibilidad de lesionar un nervio es el hecho micos, convirtiendo las cadenas poliméricas largas en
de que sean introducidas justo sobre la estructura ner- fragmentos más cortos solubles en agua. En la segunda
viosa al colocarlas “a ciegas” a través de una malla con fase se producen el ataque enzimático y el metabolismo
poca transparencia, o al presionar excesivamente los de los fragmentos, lo que produce una pérdida rápida de
músculos con la mano que fija exteriormente la pared en la masa polimérica.
plastias laparoscópicas, penetrar todo el espesor de la Estudios in vitro indican que 100% de su resistencia
pared y atravesar sin querer algún nervio que pase por original permanece durante 60 días después de la im-
la cara anterior del complejo muscular. Sus desventajas plantación. La absorción es casi completa después de
se han centrado en la poca penetración (sólo 3 a 4 mm) 360 días.
en estructuras firmes que eviten la movilización de la
malla, en especial en las áreas inguinales o en hernias
ventrales primarias, donde falta el tejido fibrótico o ci- Helicoidales absorbibles
catricial que favorece la correcta fijación de la prótesis
con este tipo de dispositivos helicoidales. La profundidad de entrada en el tejido es de aproxima-
damente 5.9 mm y el diámetro de la cuerda de la punta
a la cabeza asegura la máxima fijación. El diseño en for-
ma de rosca y los que tienen núcleo hueco permiten la
GRAPAS ABSORBIBLES vascularización y el crecimiento de tejido en el interior
del fijador.
Se calcula que la fuerza de fijación es siete veces
mayor que la presión máxima abdominal. Su fuerza de
En la actualidad estas grapas son fabricadas a base de fijación inicial se calcula en 100% durante los dos pri-
copolímero de L láctido y glicólido, con un perfil de ab- meros meses siempre que estén bien colocados, y la me-
sorción de cinco meses. Existe una nueva generación de jor forma de colocarlos es haciendo una presión externa
estas grapas a las cuales además se les agrega polidioxa- en la pared abdominal para tener un punto de apoyo y
nona, con lo que su absorción se prolonga hasta por pe- posteriormente realizar el disparo contra la malla y esta
riodos de 16 a 24 meses (figura 10--5). oposición externa.
Su mecanismo de absorción es por hidrólisis en dos La reabsorción total se calcula en aproximadamente
fases. En la primera fase el agua entra en la mayor parte 12 meses. Sus polímeros son materiales no radioopacos.

A B

Figura 10--5. A. Sistema de fijación helicoidal de copolímero L láctido de 6.7 mm, absorbibles con punta con piloto, diámetro
externo de 5 mm; pueden utilizarse en procedimientos abiertos o con trocares de 5 mm en procedimientos laparoscópicos. B.
Dispositivo de fijación lineal absorbible de 5 mm de espesor fabricado con una aleación de polidioxanona y copolímero de L láctido
y glicólido.
Materiales de fijación en hernioplastias 111

Figura 10--6. Diferentes tipos de grapas usados actual- Figura 10--7. Presentación de 0.5 mL de cianoacrilato grado
mente. De izquierda a derecha, grapa helicoidal absorbible, médico.
grapa helicoidal de titanio, dos grapas helicoidales huecas
y finalmente grapa lineal con anclas. Todas tienen distintas
características, para mejorar la fijación de la malla y hacerla bre estructuras nerviosas y vasculares sin causar ningún
de forma más segura. tipo de problema, como tracción de la malla o atrapa-
miento nervioso o vascular.
La coloración del adhesivo lo hace visible en cirugía
Algunas pistolas de estos dispositivos tienen una parte laparoscópica aun con la refracción de la luz del lapa-
externa de conteo para saber el número de grapas heli- roscopio, contrastando adecuadamente a través de los
coidales útiles que quedan. intersticios de los diferentes dispositivos de mallas que
existen actualmente para las diferentes técnicas ingui-
nales y ventrales. Su característica de activarse hasta te-
Lineales ner contacto con superficies húmedas de los tejidos le
confiere un manejo más versátil, al no obstruirse la cá-
A los polímeros L láctido y glicólido de este tipo de gra- nula o aguja con que se aplica.
pas se les ha adicionado un material de absorción lenta, Se puede utilizar como único medio de fijación en
la polidioxanona, lo que les permite permanecer más hernias inguinales abiertas o laparoscópicas. En plastias
tiempo en el organismo (16 a 24 meses). Su estructura ventrales se recomienda agregar algunos puntos de fija-
es lineal con terminación en forma de ancla o anzuelo, ción con suturas o grapas, para asegurar la inmovilidad
lo que evita que puedan ser desprendidas con facilidad. a largo plazo de grandes segmentos de malla.
Su profundidad de penetración de 6.7 mm es la más Al ser un adhesivo sintético produce ligera inflama-
grande en este tipo de grapas absorbibles ción en los tejidos donde es aplicado, sin que esto sea un
Con la llegada de estos dispositivos de grapas absor- inconveniente de aplicación. No puede ser colocado en
bibles (figura 10--6) el dolor posoperatorio ha disminui- forma de espray, únicamente en forma de gotas, ya que
do de manera importante al fijar las mallas en los pa- los sitios donde es aplicado impedirán la integración de
cientes operados de cualquier tipo de hernioplastia, la malla por tejido hasta que este material sea degrada-
confirmándose en un seguimiento a 12 meses en un es- do.
tudio multicéntrico. No requiere conservarse en refrigeración, ya que
puede mantenerse a temperatura ambiente hasta la fe-
cha de su caducidad. Su costo es sumamente bajo en re-
ADHESIVOS SINTÉTICOS lación con los adhesivos biológicos (figura 10--7).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ADHESIVOS BIOLÓGICOS
Los adhesivos sintéticos, como el cianoacrilato grado
médico, se utilizan como sistemas de fijación en hernio-
plastias inguinales y ventrales. Con estos adhesivos se
inicia la etapa de las denominadas “suturas blandas”, Las complicaciones asociadas con suturas para la fija-
con algunos otros beneficios. Esta molécula es promi- ción de la malla en hernioplastias inguinales abiertas
soria, ya que también genera un efecto bacteriostático. llevaron a evaluar los métodos de la fijación atraumáti-
Este adhesivo sintético se puede utilizar en hernio- ca con sellador de fibrina humana.
plastias abiertas y laparoscópicas al colocarse en los La ventaja de un material biológico como la fibrina
mismos sitios donde se pondría otro sistema de fijación, es que produce una cicatrización o fibroplasia muy pa-
pero con la ventaja de que también se puede colocar so- recida a la normal, no produce inflamación en los pun-
112 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

Figura 10--8. Adhesivo biológico o sellante de fibrina. Se prepara en jeringas separadas con la fibrina y el activador o fraguante
que se activan al unirse, ya sea por goteo o en forma de espray activado por aire. La matriz fisiológica de fibrina favorece el creci-
miento de fibroblastos.

Figura 10--9. Malla con material de fijación integrado o autoadherible. Presenta prolongaciones o “podocitos” absorbibles que
generan una fijación instantánea a todas las estructuras sin lesionar vasos o estructuras nerviosas
Materiales de fijación en hernioplastias 113

tos colocados y no inhibe la integración de la malla en la necesidad de utilizar cualquier sistema de fijación, ya
los sitios de fijación, con lo que su aplicación puede ser que cuentan con unas prolongaciones o podocitos de
con gotas o en forma de espray con un dispositivo accio- ácido poliláctico con los que se fijan o autoadhieren a
nado con aire, lo que le confiere una distribución unifor- los tejidos, e inician un proceso de integración evitando
me en toda la malla y evita desperdicio del adhesivo al su desplazamiento y disminuyendo el atrapamiento ner-
hacerlo por goteo. vioso, con lo que también se piensa disminuir el dolor
Su presentación tiene la versatilidad de poder adicio- crónico (figura 10--9).
narse con un sistema de fraguado rápido o lento (ambos
reactivos vienen en la misma caja). Tiene la desventaja
de que se tiene que mantener almacenada a bajas tempe- CONCLUSIONES
raturas para que no se inactive. Al mezclarse la fibrina
con el componente para fraguado se inicia su activa-
ción, con lo que hay que aplicarlo rápidamente para evi-
tar que se tape la cánula o aguja de aplicación. Su costo Los sistemas tradicionales de fijación en las hernioplas-
es elevado, lo que ha limitado su uso amplio en todas las tias, como las suturas multifilamentosas de origen ani-
hernioplastias. Al igual que el adhesivo sintético, no se mal que se utilizaban en las plastias que generaban ni-
recomienda como único medio de fijación en plastias chos bacterianos y gran reacción inflamatoria, deben
incisionales (figura 10--8). ser sustituidos por monofilamento inabsorbible o lenta-
mente absorbible. Los materiales protésicos deben ser
fijados de preferencia con el mismo material del que es-
MALLAS AUTOADHERIBLES tén fabricados.
Con las nuevas suturas blandas de adhesivos sintéti-
cos y biológicos se disminuye el dolor crónico.
Hay que conocer todos los sistemas de fijación con
Recientemente se han diseñado nuevos dispositivos de que se cuente, para utilizarlos en la región anatómica
mallas autoadheribles, compuestas de polipropileno li- adecuada, con la técnica quirúrgica más efectiva y al
gero y ácido poliláctico, pretendiendo reducir al máximo mejor costo--beneficio para los pacientes.

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114 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)
Capítulo 11
Reparación de hernias de la pared
abdominal con malla reesterilizada
Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN están bien definidas, pero se calcula que hasta 20% de


la población mundial desarrollará algún defecto hernia-
rio en algún momento de su vida. Para calcular el costo
del tratamiento de las hernias a corto y largo plazo es ne-
La práctica de reesterilizar mallas de polipropileno o cesario tomar en cuenta numerosos factores; sin embar-
segmentos de las mismas para la reparación de hernias go, actualmente el factor principal es el método utiliza-
inguinales y de la pared abdominal se ha convertido en do para la reparación, con técnicas sin tensión mediante
una costumbre de uso corriente en muchos países, moti- implantes de material protésico.
vada por la necesidad de optimizar recursos financieros, Se sabe que la tensión sobre las líneas de sutura, su-
principalmente en las instituciones de salud pública. Di- mada a los desórdenes metabólicos del tejido conectivo
cha actividad, aunque desvirtuada y no recomendada tanto en su producción como en su degradación,8 es el
por los fabricantes de mallas, se ha extendido amplia- factor principal que origina los altos índices de recidi-
mente utilizando diversos métodos de reesteriliza- vas, incremento en costos hospitalarios, tiempos pro-
ción1,2 y ha empleado diferentes variedades de prótesis, longados de incapacidad y el aumento en el riesgo de
que van desde el polipropileno pesado convencional y complicaciones al reoperar en zonas anatómicas defor-
las mallas parcialmente absorbibles, como la de poli- madas por la fibrosis ocasionada por una intervención
propileno con poliglecaprone o poliglactina, hasta ma- quirúrgica previa.
terial plástico como mosquitero.3 La solución a estos problemas llegó con el adveni-
La reparación de hernias de la pared abdominal y de miento de los materiales protésicos9 y las hernioplastias
la región inguinal ocupa uno de los primeros lugares de libres de tensión,10,11 lo cual abatió las tasas de recurren-
la cirugía electiva en todo el mundo, y la mayoría de las cia y el costo de hospitalización al manejar a los pacien-
veces es ejecutada por cirujanos generales. tes como ambulatorios; asimismo, se redujo en gran me-
Está demostrado que la enfermedad herniaria es una dida el tiempo de incapacidad laboral y se mejoraron
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

patología sistémica que afecta no sólo la pared abdomi- notablemente el índice costo--beneficio--efectividad y
nal y la región inguinal, sino toda la economía corporal, la calidad de vida de los pacientes.
debido a defectos del tejido conectivo, con alteraciones En Latinoamérica el material protésico más utilizado
estructurales de las moléculas de colágeno. Por esta ra- en la práctica institucional y privada es la malla de poli-
zón siempre deben utilizarse implantes protésicos de propileno pesado, macroporo y monofilamento (tipo I
malla para su reparación y evitar la alta incidencia de re- de la clasificación de Amid),12 pues ha demostrado una
cidivas por utilizar los tejidos propios del paciente, cuya mayor resistencia a la infección. En la actualidad un
composición y fisiología están evidentemente altera- porcentaje aproximado de entre 10 y 15% de las hernio-
das. Sin embargo, se ha soslayado el aspecto socioeco- plastias se realizan sin material protésico, aduciendo
nómico de este tipo de cirugías.7 La incidencia y la pre- como principal motivo la falta de recursos financieros
valencia de las hernias en todas sus modalidades aún no para adquirir la malla. La malla plana de polipropileno

115
116 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 11)

(MicrocynR), el autoclave de vapor, etc. El método más


recomendado es el uso del autoclave de gas con óxido
de etileno a 100%. Los segmentos de malla que se van
a reesterilizar deben ser manejados bajo estrictas medi-
das de precaución, para evitar que se contaminen con al-
gún tipo de secreción o fluido corporal durante el proce-
so de segmentación a partir de la malla nueva. La malla
recién sacada de su empaque original debe cortarse con
instrumental limpio y estéril, y cambiarse de guantes en
caso de estar en el transcurso de una cirugía. Los seg-
mentos se deben empacar en doble bolsa y someterlos
al proceso de reesterilización en autoclave de gas, con
los siguientes tiempos: una hora de acondicionamiento,
3 h de exposición al gas (óxido de etileno a 100%) a 37
_C, tres horas de ventilación dentro del mismo autocla-
ve y 5 h de ventilación en una cámara con extractor, lo
cual suma en total 12 h. Cuando el proceso de exposi-
Figura 11--1. La malla se puede cortar durante el procedi- ción al gas se realiza a 55 _C basta con dejar el material
miento quirúrgico teniendo cuidado de cambiarse los guan- sólo 1 h. Mediante este proceso el tiempo de vigencia
tes y utilizando instrumental que no esté contaminado con para el uso de la malla reesterilizada es de cuatro a seis
sangre; una vez obtenido el segmento requerido el resto se meses.
guardará en su empaque para reesterilización.
En Cuba se dispone de un método denominado “tra-
bajo de banco para el diseño de las prótesis para hernio-
de 30 x 30 cm es la más disponible en las instituciones plastia” (figura 11--2), que consiste en implementar una
de salud pública, de la cual se consume sólo un segmen- mesa de Mayo donde se coloca un campo estéril, la ma-
to en la reparación de una hernia inguinal, independien- lla plana de polipropileno o poliéster que se va a fraccio-
temente de la técnica empleada (figura 11--1). Para opti- nar, tijera y guantes; los segmentos se cortan con extre-
mizar la pieza de malla de polipropileno pesado se ha mas medidas de seguridad y esterilidad, se utiliza lo
implementado el uso de los segmentos sobrantes some- necesario y el sobrante se coloca en una envoltura nue-
tidos a diferentes procesos de reesterilización, para fo-
mentar el ahorro y la economía de las instituciones y de
los pacientes de escasos recursos financieros.
La malla de polipropileno de 30 x 30 cm se fracciona
en segmentos, que se emplean para reparar entre cuatro
y ocho hernias inguinales.
Con base en lo anterior se han realizado estudios clí-
nicos comparativos que han demostrado que no existe
una diferencia estadísticamente significativa en cuanto
a las tasas de infección, recurrencia o inguinodinia con
el uso de mallas nuevas o mallas reesterilizadas,1,13 por
lo cual pueden ser utilizadas con seguridad sin sufrir al-
teraciones de consideración en sus propiedades físicas.
De esta manera se pueden reducir los costos a corto y
largo plazos.
Existen diversos métodos de esterilización para las
mallas de polipropileno, como el empleo de óxido de
etileno a 100%, el cual es un agente alquilante que susti-
tuye un átomo de H por un radical hidroxil que afecta la
capacidad metabólica y la reproducción celular, destruye
virus, hongos patógenos, mohos y la bacteria termophi- Figura 11--2. Mesa de trabajo estéril donde se puede frac-
lic, las radiaciones gamma, la solución de glutaralde- cionar una malla de 30 x 30 cm para optimizar su uso reeste-
hído a 2%, el agua electrolizada ionizada superoxidada rilizando los segmentos.
Reparación de hernias de la pared abdominal con malla reesterilizada 117

A B

Figura 11--3. A. Imagen de malla de polipropileno más fibras de poliglecaprone sin reesterilizar, con las fibras absorbibles más
claras perfectamente entrelazadas e íntegras. B. La misma malla con una reesterilización en óxido de etileno que muestra las
fibras de polipropileno intactas y las de poliglecaprone fragmentadas. Lo anterior no altera la fuerza tensil de la malla.

va, se rotula y se reesteriliza por los medios menciona- DISCUSIÓN


dos.
La observación macroscópica de las mallas reesteri-
lizadas en cuanto a sus dimensiones, textura, elastici-
dad, presencia de deshilachamiento, fragmentación de De una malla de 30 x 30 cm es posible obtener ocho seg-
los filamentos y apreciación subjetiva realizada ma- mentos de 7.5 x 12.5 cm, suficientes para realizar con
nualmente por el cirujano a través de maniobras de esti- uno de ellos una plastia inguinal tipo Lichtenstein (figu-
ramiento no muestra ninguna diferencia en relación con ra 11--4).
la malla nueva. Estos segmentos de prótesis también pueden em-
La observación con el microscopio convencional de plearse en la reparación de otros tipos de hernia, como
luz también corrobora la ausencia de deshilachamiento umbilicales, ventrales, incisionales, lumbares, perinea-
o fragmentación de los filamentos de polipropileno, no les, paraostomales, de Spiegel, etc., y para reparar alte-
así con los filamentos de material absorbible (poligleca- raciones de la estática del piso abdominopélvico, razón
prone), que sí sufren fragmentación con la primera rees- por la que los beneficios de su uso se multiplican. La
terilización (figura 11--3). fuerza tensil promedio de la pared abdominal es de 16
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 11--4. De un segmento de malla de 30 x 30 cm es posible obtener entre cuatro y ocho fragmentos para hernioplastias ingui-
nales, según la técnica que se emplee (Lichtenstein o tapón y parche).
118 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 11)

N/cm2 (N = newton) y en la región inguinal es de 10 N/ den sufrir daño grave al unirse algunas moléculas de
cm2. La fuerza tensil del polipropileno pesado es de 90 ácidos grasos, colesterol y sus ésteres con los filamentos
a 100 N/cm y la del polipropileno ligero es de 20 N/cm, de polipropileno, lo cual modifica sus propiedades físi-
lo cual excede las demandas de resistencia para la fuerza cas y mecánicas,16 pero sin equivalente clínico de infec-
de la pared abdominal y de la región inguinal.15 ción o recurrencia. Con respecto a la infección posope-
Si al utilizar un método de reesterilización la prótesis ratoria y recidivas con el uso de mallas reesterilizadas
sufriera alguna modificación en sus propiedades físicas en una, dos y hasta tres ocasiones con óxido de etileno
(disminución de la fuerza tensil), aún así conservaría re- a 100%, hay un estudio comparativo que demuestra
sistencia suficiente y sobrada para contener y soportar que, independientemente del uso o no de antibiótico o
la fuerza de la pared abdominal y los aumentos de la pre- del número de veces que sea reesterilizada, no se pre-
sión intraabdominal. El autor ha realizado pruebas de sentó ninguna infección ni recidiva atribuible a la rees-
reesterilización repetida hasta por seis sesiones de 30 terilización de la prótesis.17
min en autoclave de vapor a 121 _C sin observar cam-
bios objetivos en las propiedades físicas y mecánicas de
la malla de polipropileno. En los medios donde no se CONCLUSIONES
cuenta con autoclaves de gas o vapor se han hecho prue-
bas de reesterilización con sustancias como el glutaral-
dehído, el MicrocynR y las soluciones clorinadas, las
cuales tienen efectos bactericidas, virucidas, esporici- La malla de polipropileno, macroporo monofilamento-
das y fungicidas, con buenos resultados aparentes. Exis- sa fraccionada, empaquetada en doble bolsa y reesterili-
te un estudio de reesterilización de mallas de polipropi- zada con óxido de etileno a 100% o algún otro método
leno con óxido de etileno a 100% que incluye análisis alterno puede utilizarse de manera segura, ya que no au-
de microscopia electrónica y espectroscopia infrarroja menta la incidencia de complicaciones o recurrencias ni
para demostrar que después de que las mallas implanta- se observan diferencias clínicas en comparación con la
das en seres humanos se incorporan en los tejidos pue- aplicación de mallas nuevas.

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Capítulo 12
Métodos diagnósticos paraclínicos
en hernias de la pared abdominal
Rigoberto Álvarez Quintero, Francisco Javier Álvarez Quintero

INTRODUCCIÓN femoral de un ganglio a este nivel, así como en la eva-


luación testicular para la documentación de atrofia,
neoplasias o varicoceles.

La tomografía axial computarizada (TAC) y el ultraso-


nido (US) tienen un papel importante en la valoración ULTRASONIDO
integral del paciente, sustentada en métodos auxiliares
de diagnóstico, en especial en los portadores de hernias
ventrales, pérdida de dominio o hernias inguinales vo- Los equipos disponibles de ultrasonografía permiten
luminosas. Esto permitirá al especialista llegar al quiró- hacer una valoración dinámica en tiempo real, lo que es
fano con una idea lo más clara posible del escenario que útil para determinar no sólo las características estructu-
encontrará y evitar sorpresas en lo que respecta a los de- rales de los elementos sometidos a escrutinio ultrasono-
fectos herniarios. Además, le otorga el beneficio de que gráfico, sino que, aunado a esto, puede evaluarse su
en ocasiones encuentra patologías coexistentes que en comportamiento kinestésico. Permite medir distancias
ese momento estaban asintomáticas, como lesiones he- y ecogenicidad.2 La aplicación de este método en la re-
páticas, renales, litiasis vesicular, linfadenopatías o tu- gión inguinal proporciona datos valiosos a través del
moraciones pélvicas, por mencionar sólo algunas. Doppler para conocer la vascularidad testicular en pre-
La TAC es parte fundamental de la evaluación integral sencia de neoplasias (figura 12--1) o en los casos de vari-
del paciente con hernia, ya que ofrece una herramienta cocele. Es imprescindible como auxiliar en la evalua-
altamente sensible para evaluar todas las estructuras ción de atrofia testicular prequirúrgica y posquirúrgica,
musculosqueléticas que integran la pared abdominal, lo cual ayuda no sólo en el diagnóstico, sino que tam-
así como los defectos de ésta. La digitalización de estos bién sirve de soporte legal en caso de demanda por atro-
estudios permite el uso de herramientas que ofrecen la fia testicular y oligospermia posoperatoria. Por esa ra-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

posibilidad de medir los defectos en sus diferentes ejes zón tiene un gran valor en el preoperatorio de casos
y determinar su ubicación, pero sobre todo evaluar el potencialmente riesgosos para esta eventualidad, como
defecto y las estructuras que lo circundan (ya que son lo serían hernias recidivantes y pacientes jóvenes o
éstas las que darán soporte a las prótesis que se utiliza- adultos que no hayan procreado. En el caso de dolor in-
rán), así como para evaluar la posibilidad de efectuar guinal en mujeres, el US comprobó presencia de hernia
maniobras adicionales (como la separación de compo- en 47% de ellas, por lo que su evaluación con este méto-
nentes o la infiltración de toxina botulínica) en la pla- do es útil, teniendo en mente que un alto porcentaje que-
neación y la preparación óptima del paciente para el darán sin diagnóstico definitivo después de ser estudia-
evento quirúrgico. El ultrasonido, aunque con más limi- das4 y requerirían otro tipo de abordaje diagnóstico.
taciones que la TAC, tiene una utilidad innegable en la El US es también de gran utilidad en la región femo-
región inguinal en el momento de diferenciar una hernia ral para el diagnóstico diferencial entre hernia y adeno-

119
120 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 12)

Figura 12--1. Ultrasonido testicular donde se observa parénquima irregular por tumoración, con áreas hiperdensas en su interior,
así como distribución vascular atípica.

patía. La evaluación dinámica con Valsalva es de gran neación de manejo quirúrgico del paciente con defectos
utilidad en la diferenciación de estas entidades, así herniarios de la pared abdominal y la región inguinal.
como en la planeación de la estrategia terapéutica. De- Los equipos de tomografía actuales no sólo permiten el
berá tomarse en cuenta que, aunque su sensibilidad es estudio estructural monoplanar axial (generalmente li-
de 92.7%, por desgracia su especificidad en el diagnós- mitado con las generaciones anteriores), sino que ade-
tico de hernias es baja, 22%, probablemente debido a la más la digitalización de los mismos y la manipulación
frecuencia de multiplicidad de patologías potenciales por el cirujano de todas las proyecciones en un equipo
en esta región.3 de cómputo estándar ha permitido hacer un uso más am-
plio de esta valiosa herramienta. Así, pueden hacerse re-
construcciones digitales a color de todos los tejidos
TOMOGRAFÍA AXIAL COMPUTARIZADA blandos u óseos y de los planos sagitales y coronales, los
cuales rara vez se imprimen en las placas que entregan
a los especialistas (figuras 12--2 y 12--3). Es importante
solicitar estas reconstrucciones y que se entregue el es-
Los estudios tomográficos son con mucho la herra- tudio completo en un CD para poder revisar, diagnosti-
mienta más valiosa en el estudio, la evaluación y la pla- car y planear el procedimiento quirúrgico, evaluar los

Figura 12--2. Hernia de Spiegel izquierda; se observa defecto de la pared abdominal de 2 cm con una masa subaponeurótica de
características grasas en ambas proyecciones, axial y sagital.
Métodos diagnósticos paraclínicos en hernias de la pared abdominal 121

Figura 12--3. Hernia ventral epigástrica de línea media; se observa defecto de la pared abdominal de 3 cm con contenido visceral
que protruye a través del orificio herniario en proyecciones sagital y axial.

procedimientos previos a éste, valorar la aplicación de valor puesto que sobre éstas se tratará de soportar el ma-
toxina botulínica como preparación preoperatoria, neu- terial de contención que se use.
moperitoneo progresivo o la posibilidad de realizar se- Además, la serie axial permite seguir en toda su lon-
paración de componentes en caso de requerirse en el gitud la línea alba para la búsqueda de hernias de línea
transoperatorio. media, incluyendo las umbilicales. De igual manera,
El protocolo para el estudio de la pared abdominal pueden revisarse ambas líneas de Spiegel (figura 12--2)
propuesto por el grupo de los autores incluye una tomo- y las regiones lumbares y pélvicas para la búsqueda de
grafía axial computarizada multicorte, con contraste hernias poco frecuentes. Está comprobada una sensibi-
oral, y dos series axiales, una en reposo y la segunda en lidad de 100% como valor predictivo con el uso de TAC
Valsalva. Se realiza una reconstrucción digital a color en el paciente con sospecha de este tipo de hernias.1
sagital y coronal, lo que permite una evaluación com- En el caso de hernias con pérdida de dominio, la rela-
pleta e integral de la pared abdominal (figura 12--3). ción entre los ejes máximos de la cavidad abdominal y
los ejes máximos del defecto herniario sirven como pa-
rámetro para suponer esta eventualidad y tomar las pre-
Cortes axiales visiones preoperatorias adecuadas en su manejo (figura
12--4).
En general los CD que manda el radiólogo incluyen no Las hernias inguinales se valoran en forma adecuada
sólo los cortes, sino también una gran gama de herra- con estas series de imágenes al ubicar al especialista en
mientas de evaluación, entre ellas reglas para medir dis- el plano donde los acetábulos toman la forma de espícu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tancias, filtros para negativizar las imágenes y lupas la medial (figura 12--5). Es a este nivel en Valsalva don-
para magnificar defectos pequeños y sacos herniarios. de pueden valorarse las imágenes por delante del pubis
Se incluye por lo general de 120 a 250 cortes en reposo de los sacos herniarios en caso de estar presentes. Las
y otra cantidad similar en Valsalva, lo cual permite al es- hernias femorales se valoran mejor con US; sin embar-
pecialista navegar a través de toda la pared abdominal go, la TAC permite valorarlas siguiendo las venas ilia-
valorando las estructuras existentes y su condición cas, y una vez que rebasan el orificio femoral se compa-
(como los músculos rectos o el complejo medial, los ran contralateralmente para ver en Valsalva si la vena
músculos oblicuo mayor, oblicuo menor y transverso femoral estudiada es desplazada lateralmente por el
abdominal, o los complejos laterales) y evaluando su saco herniario femoral al perder su circunferencia y pre-
grosor y su integridad, ya que es entre sus fascias donde sentar la forma de luna en cuarto menguante.
suele planearse colocar las mallas en la reconstrucción. Es importante reconocer el beneficio adicional que
Más importante que valorar el defecto en sí es la visuali- otorga la TAC al proporcionar la oportunidad de encon-
zación de las estructuras que lo circundan, de mayor trar con frecuencia hallazgos no esperados y que suelen
122 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 12)

Figura 12--4. Paciente con gran defecto de la pared lateral derecha con pérdida del complejo lateral ipsilateral. Se miden los ejes
máximos del defecto y su contenido, así como el eje máximo de la cavidad abdominal, para considerar pérdida de dominio.

ser patologías de relevancia en el manejo del paciente permiten medir defectos en su diámetro lateral y el coro-
con defectos de la pared abdominal (figura 12--5); tal es nal permite la visualización longitudinal. Los cortes sa-
el caso de tumores, quistes renales, hepáticos, ováricos, gitales son de importancia sobre todo en aquellos gran-
hipertrofia prostática, hígado graso o cirrosis, presencia des defectos en los cuales la medición del contenido
de ascitis y, en algunos casos, invasión peritoneal neo- fuera de la cavidad sólo se podría lograr con este tipo de
plásica o bacteriana por TB. visualización y su reconstrucción.

Reconstrucción digital coronal y sagital ELECTROMIOGRAFÍA

Esta modalidad permite tener una idea tridimensional


de todas y cada una de las estructuras que conforman la
pared abdominal como continente, los órganos y estruc- Los estudios electromiográficos (figura 12--6) y poten-
turas del contenido o saco herniario y el soporte de la ciales evocados son de utilidad cuando se valora a pa-
pared abdominal en sus proyecciones multinivel y mul- cientes portadores de seudohernias o abultamientos por
tiplanar. De esta manera se podrá profundizar coronal- denervación, en aquellos casos en donde se hayan lesio-
mente desde la piel hasta las partes óseas que pudieran nado principalmente los nervios T--11 o T--12 (o ambos)
en un momento dado servir de anclaje para las prótesis al realizar lumbotomías en cirugía urológica, los cuales
de contención, en el entendido de que los cortes axiales se lesionan al incidir o al resecar en forma rutinaria la

Figura 12--5. Hernia inguinal derecha valorada en el corte donde el acetábulo toma forma de espícula medial. En el mismo
paciente con reversión de tonos se observa una hernia umbilical y como hallazgo un gran quiste renal derecho en la reconstrucción
coronal digital.
Métodos diagnósticos paraclínicos en hernias de la pared abdominal 123

Figura 12--7. Hernia por denervación: se observa abulta-


Figura 12--6. Electromiografía de paciente con denervación miento lateral izquierdo secundario a lumbotomía por ne-
de pared lateral de abdomen por fracturas costales múlti- frectomía, así como la 11ª costilla izquierda seccionada en
ples, secundaria a accidente automovilístico, donde se ob- su tercio medio.
serva fibrilación y nula contracción del músculo oblicuo me-
nor.

los en forma correcta. El US muestra una gran utilidad


11ª costilla (figura 12--7), con la consecuente denerva- en la patología de canal inguinal y femoral; sin embar-
ción muscular y atrofia de la pared lateral del abdomen. go, tiene muchas limitaciones en el resto de la pared ab-
Es útil también en hernias incisionales por incisiones dominal y su principal aportación la ofrece con la eva-
subcostales o paramedias en donde la denervación es un luación dinámica y el estudio Doppler. La TAC es la
hallazgo común. principal herramienta para el estudio de la pared abdo-
minal en el paciente con defectos ventrales o incisiona-
les; sin embargo, no debe limitarse su evaluación a las
CONCLUSIONES placas que envíe el radiólogo, las cuales incluyen un
número limitado de cortes y, sobre todo, no permiten ha-
cer uso de las herramientas de medición y evaluación
que ofrece el hacer la valoración del CD con todos los
Los estudios de gabinete son de gran utilidad si se cono- cortes del estudio para su correcta manipulación y análi-
cen sus bondades y limitaciones al solicitarlos y valorar- sis.

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124 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 12)
Capítulo 13
Adherencias intestinales a los materiales
protésicos en las reparaciones herniarias
Arturo Vázquez Mellado Díaz, Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN como respuesta normal al traumatismo quirúrgico y la


respuesta inflamatoria subsecuente. A mayor trauma y
proceso inflamatorio puede esperarse una mayor for-
mación de adherencias viscerales e intestinales entre sí
La etapa moderna del desarrollo de las prótesis para las y a la pared abdominal.
reparaciones herniarias comenzó en la década de 1950, Posterior al trauma se ocasiona inflamación del órga-
cuando Usher y otros comenzaron a ensayar experimen- no afectado, con exudación por parte del peritoneo vis-
talmente con materiales sintéticos, como el nailon, el ceral y parietal de la pared abdominal de un material
poliéster y el polivinilo. A partir de esas experiencias se fibrinoso que produce la adhesión entre estructuras ad-
desarrolló el marco teórico actual para la clínica y la tec- yacentes, constituyéndose la adherencia temporal de fi-
nología de las prótesis en las reparaciones herniarias. brina en las primeras 8 a 12 h del trauma.
Dos de esos materiales han superado con creces la prue- En la mayor parte de estas adherencias de fibrina se
ba del tiempo y poseen un uso clínico convencional en produce un activador plasminogénico para que el siste-
la actualidad: el poliéster y el polipropileno. Desde una ma fibrinolítico produzca una absorción y degradación
cautelosa utilización entre 1960 y 1986 hasta un uso ex- de esta adherencia de fibrina, resultando en una libera-
tendido y casi sistemático en la última década, este fe- ción de la mayor parte de las adherencias así formadas
nómeno ha sido más producto de la moda y la presión (lisis adherencial espontánea).
comercial que una decisión basada en la evidencia cien- La presencia en el área afectada de infección, isque-
tífica disponible. El cirujano de hernias abdominales mia o cuerpos extraños (en el caso de hernioplastias,
debe conocer el comportamiento biológico de los mate- mallas, suturas, grapas, etc.) retrasa la activación del
riales protésicos que pretende utilizar, para obtener el sistema fibrinolítico, con el consecuente retraso en la
mayor beneficio de ellos y evitar los riesgos inherentes, absorción de la adherencia de fibrina inicial.
entre los cuales se encuentran las adherencias viscerales Con el retraso de la absorción de la fibrina inicial se
da cabida a que esta adherencia de matriz fibrinosa sea
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a estas prótesis.
invadida en el término de 24 h por fibroblastos y poli-
morfonucleares. A las 72 h se agregan macrófagos,
fibroblastos, angioblastos y la formación de fibras ner-
MECANISMO PRODUCTOR viosas sensitivas. A los cinco días ya hay neovasculari-
DE ADHERENCIAS zación con aparición de células mesoteliales y depósitos
firmes de colágena. A los siete días posquirúrgicos la
adherencia está totalmente organizada, pasando de ser
una adherencia temporal a una adherencia que ya no po-
Las adherencias viscerales e intestinales se forman ha- drá lisarse espontáneamente, quedando una adherencia
bitualmente después de algún procedimiento quirúrgico permanente que madura completamente hasta los 30

125
126 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 13)

A B

C D

Figura 13--1. A. Formación inicial de la adherencia fibrinosa. B. A las 72 h hay infiltración de la adherencia por macrófagos, fibro-
blastos, angioblastos y formación de células nerviosas sensitivas. C. A los cinco días hay aparición de neovascularización, células
mesoteliales y fibras firmes de colágena. D. A los siete días la adherencia está totalmente organizada.

días (figuras 13--1 y 13--2). Es importante recordar que ADHERENCIAS HACIA LOS
todo el proceso formador de adherencias sólo se produ- MATERIALES PROTÉSICOS
ce durante los primeros siete días posteriores al trauma
quirúrgico en cualquier tipo de intervención. Después
de estos días ya no se forman más adherencias. Sus ma-
nifestaciones clínicas habituales (como las oclusiones o De los materiales usados en forma rutinaria para plas-
suboclusiones intestinales) se pueden presentar desde tias, el poliéster y el polipropileno producen en el hués-
este periodo o tardar 20 años o más en manifestarse, se- ped una fibroplasia que los hace potencialmente riesgo-
gún cómo hayan quedado organizadas. sos al colocarlos en la vecindad de las asas intestinales,

Figura 13--2. Sulaiman y col. demuestran la formación de fibras nerviosas sensitivas en las adherencias causantes de la sintoma-
tología de dolor al elongarse. Tomado de: Ann Surg 2001;234:256--261.
Adherencias intestinales a los materiales protésicos en las reparaciones herniarias 127

En 199923 Franconi probó con éxito la prevención de


adherencias al cubrir polipropileno con una capa de áci-
do hialurónico. La razón para el uso de material absorbi-
ble se deriva del hecho de que se ha demostrado que las
adherencias intestinales hacia los materiales implanta-
dos ocurren en 90% de los casos durante los primeros
siete días posteriores a la operación,24 por lo que no hay
razón para que la capa antiadherente de la prótesis se
mantenga durante más de tres semanas.

COMPARACIÓN ENTRE LOS


DIFERENTES MATERIALES

Figura 13--3. Adherencias intestinales a la malla de polipro-


pileno en una rata omentectomizada luego de un mes de Prevención de adherencias
posoperatorio.
La prevención de adherencias constituye el objetivo pri-
mordial de todas las prótesis separadoras de tejido dis-
debido a la posibilidad de que formen adherencias, lo ponibles en el mercado. Todas las mallas mencionadas
cual ha limitado su aplicación en las nuevas técnicas la- tienen un comportamiento similar al respecto. Varios es-
paroscópicas para hernias ventrales.5,6 tudios experimentales han mostrado que Dual MeshR,
La técnica laparoscópica para hernias ventrales, con ComposixR, SeprameshR y ParietexR muestran una
todas sus ventajas, implica el contacto de la prótesis con tendencia hacia la formación de adherencias sin varia-
las asas intestinales con los riesgos mencionados. Pare- ciones significativas (de 0 a 14%, medida como el área
ce ser que hasta ahora ésta era la mayor limitación de la de la prótesis cubierta por adherencias luego de 90 días
malla de polipropileno y poliéster (figura 13--3). Los re- de la operación) (figura 13--4). ProceedR ha mostrado
portes anecdóticos del empleo de MersileneR o Mar- una capacidad formadora de adherencias intermedia
lexR dentro de la cavidad peritoneal sin complicacio- (40%), pero el polipropileno convencional muestra el
nes hablan de lo inconstante de este fenómeno. Sin peor resultado en cuanto a adherencias se refiere (80%),
embargo, varios autores han recopilado pruebas impre- y su colocación dentro de la cavidad peritoneal está con-
sas de las complicaciones reportadas con los materiales traindicada.25--28
usados dentro de la cavidad peritoneal en las hernias Por otra parte, no existen pruebas clínicas, si acaso
ventrales.24,25 anecdóticas, de complicaciones como fístulas u oclusión
por adherencias con el uso de las prótesis separadoras de
tejido. Deben destacarse otras características, como el
comportamiento histopatológico, la afectación en la
PRÓTESIS SEPARADORAS DE TEJIDO
adaptabilidad de la pared abdominal, el encogimiento de
la prótesis y la infección potencial en el momento de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

elegir uno de estos materiales. Las prótesis separadoras


de tejido evaluadas por el autor de este capítulo y su
La reparación laparoscópica de las hernias incisionales grupo demuestran la formación de una capa neomesote-
implica la obliteración del defecto herniario y la coloca- lial en la cara visceral de la prótesis, que previene la for-
ción de una prótesis intraperitoneal. Esta innovadora mación de adherencias (figuras 13--5 y 13--6).
técnica ha sido adoptada progresivamente en todo el
mundo desde su aparición en 1993.
Como el tipo de prótesis empleada en esta técnica
también debe ser capaz de generar la fibroplasia hacia Comportamiento histopatológico
la pared abdominal sin involucrar en este fenómeno a y análisis textil a largo plazo
las asas intestinales, se crearon las llamadas prótesis an-
tiadherentes, separadoras de tejido, duales o de doble Todos los materiales producen una reacción inflamato-
capa. ria, aguda y granulomatosa, y las prótesis porosas origi-
128 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 13)

A B C

Figura 13--4. Adherencias a pesar de la utilización de una malla con superficie antiadherente. A. Adherencias laxas de asas y
epiplón. B. Adherencias moderadas de epiplón. C. Adherencias firmes en la misma paciente de útero a la malla.

nan la formación de tejido fibroso entre las fibras proté- rar inflamación aguda, con una granulomatosis casi
sicas. Finalmente, es esta fibroplasia la que garantiza la nula. Esto explica el elevado número de recurrencias
adhesión del material al tejido del huésped. Lo ideal es por falta de integración cuando esta prótesis no se fija
encontrar una mayor fibroplasia hacia la pared abdomi- con suficientes puntos.
nal, pues a mayor reacción inflamatoria aguda y granu- El PTFEe es tan inerte que no genera fibroplasia, por
lomatosa habrá mayor hipersensibilidad y rigidez en el lo que la prótesis no se adhiere al tejido más allá de lo
sitio de la aplicación para el paciente. La prótesis debe que el cirujano lo haga. Por otro lado, a pesar de que es
generar mínimas granulomatosis e inflamación aguda y el material más inerte, de todos los materiales estudia-
una fibroplasia razonable que adhiera la prótesis al te- dos hasta el momento es el que tiene una mayor tenden-
jido (el llamado índice de granulomatosis/fibroplasia). cia a la contracción (40%).
Por otro lado, una vez reparada, interesa saber cuáles se- La mayor cualidad del PTFEe, además de ser la me-
rán los cambios físicos de la pared abdominal en cuanto nor formadora de adherencias, es que junto con Pro-
a resistencia a la presión, adaptabilidad, grado de inte- ceedR es el que tiene mejor adaptabilidad de la pared
gración tisular de la prótesis y encogimiento eventual de abdominal normal.
la misma. Los recientes estudios experimentales del au- Las prótesis duales a base de poliéster (ParietexR
tor de este capítulo y otros investigadores28,29 han pro- composite) o polipropileno pesado (ComposixR, Se-
bado varias prótesis separadoras de tejido al explantar- prameshR) tienen un comportamiento equivalente en
las luego de cuatro meses de la operación. cuanto a su integración tisular y el índice de granuloma-
Dual MeshR (PTFEe) tiene la menor capacidad de tosis/fibroplasia, por lo que son las mayores generado-
generación de fibroplasia y la mayor propensión a gene- ras de inflamación granulomatosa. Esto explica su gran

A B

Figura 13--6. A. Una rata cuatro semanas después de la


colocación de una malla de polipropileno/PTFEe (Compo-
sixR, Bard). B. Rata con prótesis de polipropileno con una
capa absorbible de carboximetilcelulosa y hialuronato de
Figura 13--5. Microfotografía 40X: prótesis de polipropileno/ sodio (SeprameshR, Genzyme). En ambos casos se
PTFEe (ComposixR, Bard). Puede notarse el recubrimiento observa la ausencia de adherencias intestinales y la forma-
de células mesoteliales sobre la capa de PTFEe (color gris ción de una capa de aspecto mesotelial que cubre la totali-
oscuro en la parte inferior). dad de la malla.
Adherencias intestinales a los materiales protésicos en las reparaciones herniarias 129

Figura 13--8. Microfotografía 10X: prótesis separadora de


tejido parcialmente absorbible, ligera de polipropileno/PDS/
celulosa (ProceedR, Ethicon) a los 90 días de la operación.
Figura 13--7. Microfotografía 10X: prótesis de polipropileno/ Reacción de fibroplasia profusa y granulomatosis escasa
PTFEe (ComposixR, Bard). Granulomatosis profusa alre- alrededor del polipropileno. Ausencia del resto del material
dedor del polipropileno e indicios de fibroplasia. implantado.

poco la adaptabilidad de la pared abdominal, no sufre


integración a la pared abdominal a expensas de una ma- mayor encogimiento y su índice de fibroplasia/granulo-
yor rigidez y disminución de la adaptabilidad de la pa- matosis es el óptimo, desarrollando menos granulomas
red abdominal. Su tendencia a la contracción es escasa. y una mayor cantidad de tejido fibroso entre los poros
Finalmente, la prótesis ligera parcialmente absorbi- de la prótesis. Su integración tisular ocurre de manera
ble —ProceedR— es la de más reciente aparición. más fisiológica; sin embargo, todos estos hallazgos en
Dado su diseño absorbible, muestra una menor cantidad el escenario clínico aún están por demostrarse (figuras
de material residual a largo plazo, lo cual afecta muy 13--7 y 13--8).

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Capítulo 14
Equipos y tipos de energía
en cirugía herniaria
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN 1. Eléctrica.
2. Argón.
3. Láser.
4. Ultrasónica.
Cuando se piensa en el tema de electrocauterios y equi-
po de electrocirugía se infiere que se sabe todo, o que
por lo menos se tiene una amplia experiencia con su ma-
ENERGÍA ELÉCTRICA
nejo y funcionamiento con base en que siempre, desde
el internado de pregrado, pasando por la residencia y
hasta la práctica quirúrgica, se les ha utilizado, pues es-
tán disponibles en las salas quirúrgicas y los especialis- La electrocoagulación se utilizaba ya desde 1900 en su
tas los manejan ya con cierta familiaridad. Este mismo modalidad monopolar, y hasta el año 1966 se usó clíni-
fenómeno sucede cuando se habla de suturas, agujas de camente la energía bipolar, siendo las primeras fuentes
sutura y nudos quirúrgicos. de energía quirúrgica. Su modalidad más actualizada es
Sin embargo, pocos residentes y cirujanos han tenido la energía bipolar computarizada.
una capacitación real para saber las bases de su funcio- Al pasar por los tejidos orgánicos la corriente eléctri-
namiento, sus características, sus limitaciones y sus ca sufre un retraso en su conducción (resistencia a este
riesgos potenciales. flujo), lo cual se traduce en calor. A mayor resistencia
En una encuesta a este respecto, realizada al azar con mayor energía o calor. Este calor podrá variar entre los
algunos cirujanos durante el congreso del American Co- 50 y los 200 _C. El calor se aprovecha en cirugía para
llege of Surgeons en 2004, se encontraron los siguientes producir división de los tejidos por evaporación (corte),
resultados; 50% de ellos jamás recibieron ninguna ca- hemostasia por degradación de las proteínas (coagula-
pacitación o entrenamiento, 30% sólo dos horas de ca- ción) y coagulación profunda con desecación o carboni-
pacitación, 10% nada más 4 h y únicamente 10% reci-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

zación (cauterización). Para efectuar cada una de estas


bieron una capacitación o entrenamiento con una tres funciones se hace una combinación de las caracte-
duración mayor de cuatro horas. rísticas de la electricidad para producir mayor o menor
cantidad de calor (intensidad, voltaje y modulación).
El punto clave para que esta energía no produzca un
FUENTES DE ENERGÍA efecto indeseable o la electrocución, conocida como co-
rriente farádica, la cual penetra en todos los órganos,
músculos y nervios del cuerpo, es la frecuencia de la
energía eléctrica casera o industrial. El efecto farádico
Las fuentes de energía con que se cuenta en la actualidad o de electrocución ocurre con frecuencias de electrici-
para cirugía son, en orden de aparición: dad menores de 60 Hz, como las utilizadas para produ-

131
132 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)

A B
Figura 14--1. A. La corriente de baja frecuencia (< 50 Hz)
produce conducción de la electricidad a través de la piel, las
vísceras, los músculos y los nervios, produciendo estimula-
ción nerviosa y muscular con electrocución (corriente fará-
dica). B. La corriente eléctrica usada en cirugía es de alta
frecuencia (entre 100 kHz y 3.3 MHz), y viaja sólo a través
de la piel.

Figura 14--2. La energía monopolar necesita una salida de


cir energía de aparatos eléctricos o luz eléctrica. La fre- energía a través de una placa que conduce esta energía de
cuencia utilizada en electrocirugía se encuentra en vuelta al generador. La energía monopolar simple y la com-
rangos más altos, desde 100 kHz (punto en el cual cesa putarizada sólo conducen la energía a través de los dos
electrodos del lápiz o pinza, que la regresan al generador sin
la estimulación neuromuscular) hasta 3.3 MHz, con lo
necesidad de una placa distante.
cual la energía sólo se transmite por la piel (figura
14--1).
Al usar el corte se aplica una intensidad alta, conti- y dispersión de la quemadura de 2 a 3 mm, dependiendo
nua, y voltaje bajo para producir temperaturas de de muchos factores.
100 _C. Para la coagulación superficial o hemostasia Su principal problema radica en que la energía tiene
se aplica una intensidad baja, alto voltaje e intermitente que buscar un sitio de salida o retorno a través de una
o modulado, con producción de temperaturas de entre placa en contacto con la piel del paciente. Esto ocasionó
60 y 100 _C. Para la coagulación profunda o carboniza- múltiples accidentes cuando no se seguían ciertos linea-
ción se utiliza intensidad alta, voltaje alto e intermitente mientos importantes. La placa de salida debe estar lo
y se alcanzan temperaturas de más de 200 _C. Los apa- más cerca posible del sitio donde se estará trabajando,
ratos de electrocirugía proporcionan en la actualidad para que la distancia que tenga que recorrer la electrici-
funciones de tres tipos: corte, coagulación y mixto dad sea menor. La placa debe tener una amplia superfi-
(blend); sin embargo, la utilización incorrecta de la po- cie de contacto con la piel (por eso estas placas son de
tencia y del tiempo de aplicación hará que se produzca grandes dimensiones). La corriente que fluye hacia es-
carbonización en lugar de corte o coagulación superfi- tas grandes placas hace que el calor se disperse a lo largo
cial. de toda la placa. Cuando sólo una pequeña parte de la
Existen tres tipos básicos de energía eléctrica para ci- placa está en contacto con la piel la energía y el calor
rugía: monopolar, bipolar y bipolar computarizada (fi- subsecuente se concentran en una superficie más pe-
gura 14--2). queña, pudiendo producir quemadura dérmica a lo largo
de su trayecto, en especial en el sitio de contacto con la
piel del paciente. Se aumenta este riesgo de quemadura
Energía monopolar cuando accidentalmente se vierte algún líquido sobre la
placa (agua, antisépticos o sangre), pues estos líquidos
En ella el generador produce la energía que se envía a son buenos conductores de energía eléctrica. Otro pro-
un electrodo (lápiz de cauterio); se necesita otro electro- blema se presentaba anteriormente cuando los genera-
do (placa de cauterio) como punto de salida de dicha dores de energía utilizaban un sistema llamado “aterri-
energía, la cual recorre la piel desde un electrodo al otro, zado”, en el cual la energía de retorno pasaba de la placa
produciendo energía y calor en dicho trayecto o superfi- colocada en el paciente al generador que la había en-
cie. Utiliza frecuencias de 1 a 2 MHz. Ofrece funciones viado, y éste la “conducía a tierra” para eliminarla. Esto
de corte, coagulación y mixta. Sólo hace hemostasia en ocasionaba que cualquier objeto metálico que estuviera
vasos sanguíneos de hasta 1 mm. Produce mucho humo, en contacto con el paciente e hiciera tierra sirviera de si-
y su efectividad disminuye en campos húmedos o cuan- tio alterno de salida de la energía (p. ej., las partes metá-
do hay franca presencia de líquido. El tejido coagulado licas de la mesa de operaciones y los electrodos de los
tiende a pegarse a los electrodos. Hay una profundidad monitores cardiacos, principalmente). Al ser superfi-
Equipos y tipos de energía en cirugía herniaria 133

Figura 14--4. Los generadores actuales de energía mono-


polar son sistemas aislados en los que el circuito de flujo de
* energía no requiere regresar a tierra la corriente (sistema de
inducción), lo que los hace más seguros y evita la fuga o dis-
persión de la energía a otras estructuras “aterrizadas”. Al
mismo tiempo el flujo de corriente se suspende automática-
mente si se desprende accidentalmente la placa del caute-
rio de la piel del paciente.
Figura 14--3. El inconveniente de los generadores de ener-
gía monopolar antiguos “aterrizados” es que podían desviar
la corriente hacia otras estructuras metálicas conectadas a
liza una frecuencia alta entre los dos electrodos, y su
tierra, en especial cuando la placa se separaba accidental-
mente del paciente, lo que producía quemaduras dérmicas quemadura depende de la cantidad de tejido tomado en-
a distancia. * Quemaduras a distancia del área operada. tre ambos electrodos. Su penetración o dispersión late-
ral es igual que la monopolar, de 2 a 3 mm, y coagula
vasos sanguíneos de hasta 2 mm de diámetro. Si se apli-
cies muy pequeñas tanto los electrodos como el contac- ca por periodos prolongados a los vasos sanguíneos se
to con estructuras metálicas de la mesa, la salida de pasa de un estado de coagulación a uno de carboniza-
energía se concentra y por lo tanto también el calor, pro- ción, con gran riesgo de sangrado o resangrado. No tie-
duciendo quemaduras intensas en esos sitios. Esto se ne la función de corte. Los tejidos coagulados se pegan
agravaba sobre todo cuando, además, inadvertidamente a los electrodos con facilidad, lo que representa un in-
se movía o dejaba de tener contacto la placa del cauterio conveniente. Produce gran cantidad de humo y la coa-
con la piel del paciente (figura 14--3). En estas situacio- gulación es relativamente más lenta que la monopolar.
nes toda la energía fluía a través del pequeño punto de
contacto de la mesa de operaciones o los electrodos, ge-
nerando una gran cantidad de energía y calor a un punto
Energía bipolar computarizada
pequeño para lograr la “aterrización de la energía de sa-
Está sustentada en los mismos principios que la energía
lida”. En la actualidad los aparatos generadores de ener-
bipolar ya descrita, pero con mejoras tecnológicas que
gía han cambiado su sistema, y ahora usan un sistema
le confieren ventajas. Utiliza alta frecuencia con energía
aislado (sistema generador de energía por inducción)
controlable (computarizada) que limita el tiempo de ac-
que no necesita mandar la energía de retorno a tierra. Al
tivación del flujo de energía (emite un sonido mientras
mismo tiempo, esto hace que al perder el paciente el
está fluyendo la energía y se deja de escuchar al suspen-
contacto con la placa del cauterio (único sitio por donde
derse automáticamente el flujo). Hace hemostasia no
ahora puede regresar la corriente) se suspenda automá-
por coagulación sino por presión con la pinza y sellado
ticamente el flujo de energía por el lápiz de cauterio,
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de las paredes de los vasos al desnaturalizar sus proteí-


evitando que la energía viaje a los electrodos del moni-
nas, lo que le confiere un grado de seguridad y resisten-
tor cardiaco o hacia algún contacto accidental con la
cia a la oclusión de los vasos de hasta tres veces la pre-
mesa de operaciones (figura 14--4).
sión sistólica. Sella vasos de hasta 7 mm, y su
profundidad o dispersión de calor es de 2 a 3 mm (figura
14--5). Si se aplica de nuevo energía al vaso ya sellado
Energía bipolar (procedimiento frecuente usado por los cirujanos que
piensan que dar una doble dosis de energía al mismo
Se produce por el mismo generador que la energía mo- vaso producirá una mejor hemostasia) se pasa del sella-
nopolar, pero aquí se utilizan dos puntas en el lápiz o do a la carbonización de los tejidos, con riesgo de san-
pinza de cauterio y la energía sólo fluye entre estas dos grado o resangrado con bajas presiones sistólicas, por lo
puntas y el tejido tomado entre ambas, con lo que se eli- que el uso correcto es aplicar la corriente una sola vez
mina el riesgo de desviación del flujo de corriente. Uti- hasta que el aparato suspenda automáticamente el flujo
134 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)

Figura 14--5. Sellado de los vasos sanguíneos por corriente bipolar computarizada por desnaturalización de las proteínas de la
pared vascular, resistiendo tres veces la presión sistólica normal. Si se repite el paso de corriente por segunda ocasión se corre
el riesgo de carbonizar las paredes del vaso sanguíneo y producir sangrado con la presión diastólica normal.

de energía. Además de la presión inicial que ejercen, al- ENERGÍA LÁSER


gunas pinzas tienen dispositivos de corte para aplicarse
una vez que el flujo es suspendido.
El uso más difundido que se le ha dado a este tipo de
energía es con la cirugía laparoscópica (LigaSureR, Produce calor a través de un haz de luz generado por
PlasmaKineticR, UnsealR), aunque también tienen ver- cualquiera de estos cuatro elementos:
satilidad en cirugía abierta.
1. CO2.
2. Emisión infrarroja por neodymium yttrium--alu-
minum--garnet (Nd: YAG).
3. Emisión verde con titanyl fosfato (KTP).
ENERGÍA POR ARGÓN
4. Emisión azul con argón.

Todos producen temperaturas de hasta 400 _C y quema-


dura con alto grado de penetración de entre 4 y 5 mm,
Es producida al paso de gas argón a través de un elec- de difícil control, por lo que su uso se ha restringido a
trodo monopolar de alta frecuencia, con lo que el gas se oftalmología con la modalidad de CO2 e infrarroja y en
ioniza y produce energía. Su quemadura es de baja pro- urología con emisión verde. Su uso en las etapas inicia-
fundidad, ocasionando una hemostasia más homogénea les de la cirugía laparoscópica se acompañó en muchos
y con la ventaja de que deja de coagular en tejido ya de- casos de quemaduras severas y estenosis secundarias de
secado, lo que evita carbonización o penetración pro- vías biliares, al tenerse poca experiencia con esta moda-
funda del calor. lidad. Debido a este uso inicial simultáneo a procedi-
Este último efecto hace que no sea útil en cirugía y mientos de laparoscopia, los pacientes en la actualidad
se limite su utilización a cauterizaciones endoscópicas siguen denominando a la cirugía laparoscópica como
de esófago y estómago, para sangrados superficiales y “cirugía con láser”. El uso del láser para coagular en el
ablación de células de Barrett. tejido celular subcutáneo produce un olor muy desagra-
Equipos y tipos de energía en cirugía herniaria 135

dable, por lo que los cirujanos plásticos también han li- a. Disminución del tiempo quirúrgico al compararse
mitado su utilización. Se intentó su uso por otorrinola- con la hemostasia con suturas.
ringólogos, pero se produjeron accidentes fatales al b. Deja una menor cantidad de tejido extraño o is-
mezclarse con los gases anestésicos, altamente explosi- quémico.
vos junto con la energía láser. Uno de sus inconvenien- c. Disminuye la aparición de hematomas y seromas al
tes relativos es el alto costo de los equipos y de su man- ser usada para la disección de colgajos de piel, te-
tenimiento. jido celular subcutáneo y sacos herniarios.

Por el contrario, el uso de los cauterios con alta intensi-


dad, o tiempo de aplicación prolongado tendrá el efecto
ENERGÍA ULTRASÓNICA contrario, aumentando el tejido muerto o carbonizado
en el campo quirúrgico, profundizando en exceso la
quemadura y con riesgo de sangrado posoperatorio con
equimosis o hematomas, así como con la aparición de
La producción de calor se efectúa a través de la vibra- seromas por aumento del área inflamada por quemadu-
ción producida en un generador hacia la rama de una ra. El riesgo agregado será el de transmisión de calor a
pinza sobre su otra rama fija, a razón de 55 500 ciclos/ los conductos deferentes con estenosis posteriores y
seg. El tejido entre estas dos ramas de la pinza presen- trombosis venosas, en especial a nivel de los vasos testi-
tará dos efectos: el de corte por un mecanismo de cavita- culares y el plexo pampiniforme.
ción y el de coagulación sanguínea por un proceso de
sellado, al desnaturalizar las proteínas de los vasos san-
guíneos, similar al producido por la energía monopolar LESIONES VASCULARES
computarizada, con la diferencia de que la energía de vi-
bración no se detiene automáticamente.
El efecto de cavitación significa que el calor que se
produce entre las dos ramas en los tejidos sólidos produ- Rara vez es factible lesionar con el cauterio algún vaso
ce evaporación de agua con formación de burbujas den- iliaco o femoral durante una hernioplastia inguinal
tro de los tejidos, que implosionan y dejan una cavidad abierta no compleja. La cirugía laparoscópica de la re-
en dicho tejido. Al hacer este efecto a lo largo de las ra- gión inguinal, por el contrario, ha reportado en varias
mas de la pinza dichas implosiones separan segmentos series lesiones de vasos iliacos durante la disección del
de tejido, produciendo su corte. Estas implosiones son espacio de Bogros en una técnica TEP o TAPP, al utili-
las que ocasionan la salida de vapor y de gotitas de agua zar instrumentos con energía para coagulación o corte.
en lugar del humo de la energía eléctrica. La cirugía abierta o laparoscópica de plastia ventral o
La energía ultrasónica sella vasos de hasta 5 mm, no incisional rara vez ocasiona lesiones vasculares en va-
excede los 80 _C y su profundidad o dispersión es mí- sos de consideración. Se producen más bien sangrados
nima (0.5 a 1.5 mm), con lo que se ocasiona un menor no deseados por aplicación incorrecta de la fuente de
daño térmico periférico. energía a vasos de mesenterio, epiplón o pedículos. Re-
cuérdese que el cauterio monopolar hace hemostasia de
vasos sanguíneos de hasta 1 mm, el bipolar de hasta 2
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mm, el bisturí armónico de hasta 5 mm y el bipolar com-


ELECTROCIRUGÍA Y putarizado vasos de hasta 7 mm.
CIRUGÍA HERNIARIA

LESIONES VISCERALES
Cualquier tipo de energía mal utilizada por falta de co-
nocimiento de sus características o por descuido ocasio-
nará complicaciones severas en cirugía abierta o lapa- Las lesiones viscerales por energía se producen con baja
roscópica, en todas las especialidades. frecuencia en cirugía abierta tanto inguinal como inci-
La cirugía herniaria se ha beneficiado del uso de la sional, pues es más fácil lesionar la vejiga o las asas
energía; entre sus cualidades, al usarla con las precau- intestinales con el uso de tijera convencional o bisturí,
ciones necesarias, podrían citarse: que con el cauterio.1 Lo contrario ocurre al hablar de
136 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)

cirugía laparoscópica, donde el factor más temido que Cuadro 14--1. Características generales de los
compromete la realización de la plastia (implantación diferentes tipos de energía usados en cirugía
de la malla) es la lesión visceral, por lo común asas in- Energía Tempera- Sellado Penetración
testinales, y cuando estas lesiones no son reconocidas tura de vasos del calor
han sido la causa de cuadros peritoneales severos e in-
Monopolar 60 a 150 _C < 1 mm 2 a 3 mm
cluso de muertes no esperadas en un procedimiento que
Bipolar 60 a 150 _C < 2 mm 2 a 3 mm
en cirugía abierta rara vez se presenta. Bipolar compu- 100 _C 7 mm 2 a 3 mm
La mortalidad en una cirugía ventral o incisional en tarizada
cirugía abierta se reporta en promedio de 0.01%.2 Carl- Ultrasónico 80 _C 5 mm 0.5 a 1.5 mm
son, de la Universidad de Nebraska,3 al hacer un análisis Laser (YAG) 400 _C ? 1 a 5 mm
de 60 series publicadas con un total de 6 266 pacientes
reportó 2% de lesiones intestinales (enterotomías ad-
vertidas o inadvertidas) con un índice de mortalidad de
S Elegir potencias de trabajo bajas iniciales e ir su-
0.14%, lo que representa una posibilidad de muerte 13
biendo de acuerdo con los requerimientos (iniciar
veces mayor que en las cirugías abiertas. Por su parte,
en 20 a 25 vatios).
Moreno Egea, de Murcia,4 al hacer un análisis de series
S Tener controlado todo el campo visual donde se
de hernioplastias ventrales e incisionales laparoscópi-
aplique la punta metálica del cauterio.
cas donde hubo mortalidad, encontró que en 1 632 pa-
S Realizar evacuación periódica del humo que difi-
cientes hubo 90 fallecimientos, lo que representa morta-
culte la visión.
lidad en las diferentes series con rangos de 0.6 a 3.4%,
S Utilizar hemostasia con sutura si la fuente no hace
con un promedio de 1% (100 veces más alto que en la
hemostasia de un vaso sanguíneo de diámetro ma-
cirugía abierta). Las lesiones intestinales o enteroto-
yor que el adecuado.
mías estuvieron presentes en 3.4% de los casos de muer-
te, y lo preocupante es que 0.7% de éstas no fueron de-
tectadas durante el transoperatorio. Concluyó que la
Precauciones en cirugía
frecuencia de lesiones intestinales mejora a menos de
laparoscópica de hernias
1% al superarse la curva de aprendizaje de 50 casos.
S Preferir el corte frío (sin corriente de energía) para
liberar adherencias mientras no se tenga una vi-
CONCLUSIONES sualización adecuada de la presencia (o no) de asas
intestinales cercanas.
S Utilizar potencias bajas al hacer disecciones o he-
mostasia cercanas a asas intestinales.
Son muchos los beneficios de la utilización correcta de S Verificar el estado de aislamiento de los instru-
la energía para cirugía, independientemente de su fuen- mentos con que se aplicará energía (ganchos y pin-
te de origen, tanto en la cirugía abierta como en la lapa- zas).
roscópica. El reconocimiento de diversas complicacio- S Evitar tocar el lente metálico del laparoscopio con
nes e inconvenientes de la misma ha llevado a los el gancho o la pinza, para evitar transmitir energía
autores a elaborar los puntos de precauciones generales a lo largo del trayecto del lente.
y específicas para cirugía herniaria laparoscópica que se S Evacuación periódica del humo y limpieza fre-
presentan en el cuadro 14--1. cuente del lente de laparoscopia, sobre todo en
procedimientos tipo TEP.
S Evitar tocar o disecar asas intestinales con el gan-
Precauciones generales cho o la pinza inmediatamente después de utilizar
energía, pues las partes metálicas se conservan a
S Entender los mecanismos de acción de la energía temperatura alta por algunos segundos y podrían
sobre los tejidos. ocasionar quemaduras superficiales o profundas
S Conocer los dispositivos de las fuentes de energía. en contacto inmediato con las vísceras.
Equipos y tipos de energía en cirugía herniaria 137

REFERENCIAS
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
138 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)
Sección II
Hernias inguinales

Sección II. Hernias inguinales


Capítulo 15
Anatomía posterior de la región inguinal.
Visión laparoscópica
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre,
Fernando Guzmán Cordero, Rosa Alicia Malacara Carpio

INTRODUCCIÓN El abordaje laparoscópico de la región inguinal se


puede llevar a cabo mediante dos técnicas: la transabdo-
minal preperitoneal (TAPP) y la totalmente extraperito-
neal (TEP). Cualquiera de las dos técnicas demanda el
Uno de los aspectos más importantes para el éxito de la dominio de la misma región anatómica.
plastia inguinal, ya sea con abordaje abierto o laparos-
cópico, es el dominio de la anatomía. La región inguinal
constituye un área difícil de comprender debido al nú-
ESPACIOS DE LA REGIÓN
mero y la complejidad de las estructuras anatómicas que INGUINAL POSTERIOR
en ella se encuentran.
Se requiere una curva de aprendizaje larga que con-
duzca al dominio de la plastia inguinal abierta y sobre La exploración de la región inguinal a partir del interior
todo al abordaje por vía laparoscópica. de la cavidad abdominal revela pliegues peritoneales,
La plastia inguinal con abordaje posterior por vía que constituyen referencias anatómicas importantes. El
abierta ha demostrado buenos resultados, pero se realiza ligamento umbilical mediano se encuentra en la línea
con poca frecuencia debido al escaso conocimiento de media, se extiende desde el fondo vesical hasta la cica-
la región inguinal en su visión anatómica posterior. triz umbilical y no siempre se observa como un pliegue
En el caso de la cirugía laparoscópica, la única op- peritoneal prominente. Este ligamento corresponde al
ción es el abordaje posterior, aunque se practica con remanente del uraco obliterado.
poca frecuencia. En la década anterior en EUA la reali- El ligamento umbilical lateral es un pliegue perito-
zaban por vía laparoscópica sólo 14% de los cirujanos, neal que cubre los vasos epigástricos inferiores. Entre
aunque ha aumentado en los últimos años en algunos es- los ligamentos umbilical mediano y umbilical lateral se
tados, como Minnesota, hasta en 40%. encuentra el ligamento umbilical medial, que consiste
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En Latinoamérica se estima que menos de 8% de los en un pliegue peritoneal que cubre la arteria umbilical
cirujanos la llevan a cabo. La razón de esta situación se obliterada. En sentido lateral a los vasos epigástricos se
debe a la larga curva de aprendizaje, documentada en re- encuentra el orificio inguinal interno o profundo, el cual
portes que indican que se requieren hasta 300 procedi- se marca por la convergencia del conducto deferente (en
mientos para dominarla. sentido medial) y los vasos espermáticos (en dirección
El éxito de la plastia inguinal se mide por los resulta- lateral) cuando penetran en la fascia transversalis (figu-
dos, es decir, por las complicaciones y recurrencias que ra 15--1).
se presentan. Los vasos sanguíneos que irrigan el peritoneo y el es-
Los cirujanos que deseen realizar este procedimiento pacio preperitoneal se originan en la pelvis a partir de
con éxito deberán primero dominar la anatomía poste- las arterias vesicales que provienen de la arteria iliaca
rior de la ingle. interna y corren en dirección a la cicatriz umbilical.

141
142 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)

Figura 15--1. Vista posterior de la región inguinal, lado dere- Figura 15--3. Hernia inguinal indirecta derecha: 1. Anillo in-
cho (vista intraperitoneal): 1. Ligamento umbilical medial. 2. guinal interno dilatado. 2. Vasos espermáticos. 3. Conducto
Vasos espermáticos. 3. Conducto deferente. 4. Orificio in- deferente. 4. Ligamento umbilical medial.
guinal profundo.

a través de la fosa supravesical y la fosa medial es una


Los ligamentos umbilicales delimitan tres espacios o hernia inguinal directa (figuras 15--2 y 15--3).
fosas que son de importancia durante la exploración la- En 1814 Hesselbach describió el triángulo que lleva
paroscópica. La fosa medial es el espacio entre el liga- su nombre de manera similar a la forma en que se deli-
mento umbilical medial y el ligamento umbilical late- mita actualmente por laparoscopia: los vasos epigástri-
ral, y es el sitio donde se originan las hernias inguinales cos se encuentran en sentido superolateral, el borde
directas. La fosa lateral es externa al ligamento umbili- externo de la vaina del músculo recto abdominal se lo-
cal lateral (vasos epigástricos inferiores) y es el sitio caliza en dirección medial y el ligamento inguinal está
donde las hernias inguinales indirectas pasan a través en sentido inferior. Este triángulo es un área de debili-
del orificio inguinal profundo. La fosa supravesical se dad de la región inguinal donde se originan las hernias
encuentra entre el ligamento umbilical medial y el liga- inguinales directas.
mento umbilical mediano, y es donde se originan las En el tercio inferior de la cara posterior del músculo
hernias supravesicales. Para fines prácticos, una hernia recto anterior del abdomen existe una estructura conoci-
da como línea arcuata o arco de Douglas, la cual consti-
tuye el límite inferior de la vaina posterior del músculo
recto. A partir de este arco sólo hay peritoneo recubrien-

Figura 15--2. Ingle derecha. Círculo rojo: fosa inguinal late-


ral (hernias indirectas); circulo amarillo: fosa inguinal medial
(hernias directas y femorales). Figura 15--4. Triángulo de Hesselbach.
Anatomía posterior de la región inguinal. Visión laparoscópica 143

Figura 15--5. Zonas de debilidad de la región inguinal dere-


cha (dentro del orificio miopectíneo de Fruchaud). Círculo Figura 15--6. Espacio de Retzius. 1. Vejiga. 2. Ligamento de
amarillo: hernias inguinales directas; círculo verde: hernias Cooper. 3. Pubis.
inguinales indirectas; círculo rojo: hernias femorales.

corren a partir del orificio inguinal profundo en direc-


ción inferomedial. El tracto iliopúbico es una condensa-
do las estructuras de la región inguinal posterior, lo cual ción de las fibras transversales de la fascia transversa-
permite distender y crear un espacio de trabajo preperi- lis, y corre de la espina iliaca anterosuperior a la espina
toneal para la realización de las técnicas TAPP y TEP. del pubis (figura 15--4).
Es necesario delimitar el orificio miopectíneo de
Fruchaud, ya que es un área de la pared abdominal infe-
rior que sólo tiene la fascia transversalis como capa ESTRUCTURAS VASCULARES
musculofascial mayor, en contraste con el resto de la pa-
red abdominal, que tiene varias capas de músculo y apo-
neurosis recubriéndola. Esto le confiere debilidad al Las estructuras vasculares en el espacio preperitoneal
orificio miopectíneo, que es donde potencialmente se son susceptibles de sufrir lesiones durante la disección
pueden originar todos los defectos herniarios de la re- de las estructuras anatómicas o durante la colocación de
gión inguinal. Debido a esto, dicho orificio debe ser cu- suturas o grapas, por lo que es necesario comprender su
bierto en su totalidad por material protésico durante la localización.
reparación preperitoneal laparoscópica. El orificio mio- Los vasos iliacos externos se convierten en vasos fe-
pectíneo está limitado medialmente por el músculo rec- morales al pasar por detrás del ligamento inguinal. An-
to abdominal, por los músculos oblicuo interno y trans-
verso del abdomen en dirección superior, por el
músculo psoas iliaco en sentido lateral y por el ligamen-
to de Cooper y la sínfisis del pubis en la región inferior
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(figura 15--5).
Además de los espacios descritos, en la región ingui-
nal posterior se localizan los espacios de Retzius y de
Bogros. Una vez disecado el espacio preperitoneal se
localiza la sínfisis del pubis en la línea media, se diseca
inferiormente la vejiga y se expone el espacio de Ret-
zius, también llamado retropúbico o prevesical (figura
15--6), y en sentido más lateral se diseca el espacio de
Bogros o espacio retroinguinal (figura 15--7).
El conducto deferente (en los hombres) y el ligamen-
to redondo (en las mujeres) son otras estructuras anató-
micas importantes que se localizan en la región inguinal Figura 15--7. Ingle derecha. 1. Ligamento de Cooper. 2. Es-
posterior, y a través de una laparoscopia se observa que pacio de Bogros. 3. Espina iliaca anterosuperior.
144 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)

Figura 15--8. “Triángulo de la muerte o de las desgracias”.


El número “1” señala la localización de los vasos iliacos
externos, dentro de los límites del triángulo de “doom”.
Figura 15--10. Vista laparoscópica de los nervios dentro del
área de disección o “triángulo del dolor” (lado derecho): 1.
tes de convertirse en vasos femorales los vasos iliacos Nervio femoral, rama femoral del nervio genitofemoral. 2.
externos dan origen a los vasos epigástricos inferiores, Nervio femorocutáneo medial. 3. Nervio femorocutáneo
lateral.
los cuales van en dirección superomedial hacia la vaina
del recto, dando lugar al margen medial del orificio in-
guinal profundo o interno. Dichos vasos sanguíneos Los vasos iliacos se localizan en el llamado “triángu-
pueden lesionarse durante la colocación de trocares, por lo de la muerte” o “de las desgracias” (triángulo de
lo que se recomienda transiluminar la pared abdominal doom). Este triángulo está formado por los vasos esper-
con el laparoscopio antes de colocarlos. La arteria epi- máticos en la región lateral, por el conducto deferente
gástrica inferior, a su vez, da origen a la arteria espermá- en la parte medial y por el borde inferior del peritoneo
tica externa o cremasteriana y a la arteria accesoria o disecado en la zona inferior, siendo su vértice el orificio
rama púbica, la cual se anastomosa con la arteria obtura- inguinal profundo. En medio de este triángulo se locali-
triz para formar la corona mortis o corona de la muerte, zan la arteria y la vena iliacas externas, la vena iliaca cir-
llamada así por el sangrado que podría generarse al co- cunfleja profunda, el nervio femoral y la rama genital
locar grapas o suturas en el ligamento de Cooper (figura del nervio genitofemoral, por lo que se recomienda que
15--4). las grapas para fijar el material protésico se coloquen en
dirección medial al conducto deferente y nunca por den-
tro del triángulo de la muerte, ya que podría originarse
un gran sangrado.

ESTRUCTURAS NERVIOSAS

Los nervios que se encuentran en el área de disección


durante una plastia inguinal laparoscópica son el geni-
tofemoral con su división en genital y femoral, el femo-
rocutáneo medial y el lateral. Estos nervios se localizan
en el llamado “triángulo del dolor”, el cual está limitado
por los vasos espermáticos en la parte media, por el tracto
Figura 15--9. Flecha: arteria iliaca externa izquierda durante iliopúbico en la parte superior y por la pared pélvica en
la disección. la región lateral, con su vértice constituido por el orificio
Anatomía posterior de la región inguinal. Visión laparoscópica 145

inguinal profundo. El triángulo del dolor se localiza late- te. El nervio femorocutáneo lateral emerge de la cara la-
ral al triángulo de la muerte y contiene los nervios men- teral del músculo psoas en su porción media y corre a
cionados en el siguiente orden: de la parte medial a la través del iliaco hacia la espina iliaca anterosuperior,
lateral están el nervio genital, el femoral —ambos ra- pasando por debajo de la porción lateral del tracto ilio-
mas del nervio genitofemoral—, el nervio femorocutá- púbico. Este nervio le brinda sensibilidad a la cara late-
neo medial y el nervio femorocutáneo lateral. ral del muslo, y si llegara a lesionarse produciría el sín-
El nervio genitofemoral se origina de las raíces ner- drome de meralgia parestésica.
viosas L1 y L2, corre por el músculo psoas y se divide Tener presentes e identificar los triángulos de la
en las ramas genital y femoral antes de llegar al orificio muerte y del dolor es muy importante para evitar lesio-
inguinal profundo. La rama genital continúa a lo largo nes vasculares y nerviosas. Por lo tanto, nunca se colo-
del músculo psoas, penetra en el tracto iliopúbico y se carán grapas, no se darán puntos y no se utilizará caute-
une al cordón espermático a nivel del orificio inguinal rio por debajo del tracto iliopúbico. Si es necesario
profundo. Esta rama genital proporciona inervación colocar una grapa o dar un punto de fijación se tendrá
sensitiva a la piel del escroto y a la cara medial del mus- que hacer por arriba del tracto iliopúbico, es decir, sobre
lo, y le brinda inervación motora al músculo cremáster. el músculo transverso del abdomen. La lesión de estruc-
La rama femoral del nervio genitofemoral sigue al mús- turas nerviosas en el triángulo del dolor puede ocasionar
culo psoas más lateralmente y corre por debajo del trac- paresias, parestesias o neuralgias posoperatorias, que en
to iliopúbico, brindando sensibilidad a la cara anterior ocasiones son causa de incapacidad severa.
proximal del muslo. Otros nervios importantes de la región inguinal son
El nervio femoral corre entre el músculo psoas y el el nervio ilioinguinal y el nervio iliohipogástrico. Estos
iliaco, en dirección lateral y profunda a la arteria iliaca nervios emergen de la cavidad abdominal, arriba de la
externa, pasando por debajo del tracto iliopúbico. Al lle- cresta iliaca, y se pueden lesionar durante una plastia la-
gar a la parte superior del muslo se divide en dos ramas: paroscópica en el momento de colocar profundamente
el nervio femorocutáneo intermedio o anterior y el ner- las grapas o tackers para fijar la malla, especialmente si
vio femorocutáneo medial, los cuales dan sensibilidad se realiza una maniobra bimanual vigorosa durante el
a las caras anterior y medial del muslo, respectivamen- engrapado.

REFERENCIAS
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
146 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)
Capítulo 16
Exploración física de la región
inguinal y crural
Fernando Carbonell Tatay

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA UNA HERNIA? SITUACIONES QUE PUEDEN


ENFRENTARSE

La hernia inguinocrural continúa siendo, incluso a co-


mienzos del siglo XXI, una patología que en la mayoría Una hernia reductible es la que permite que su saco o su
de los casos puede diagnosticarse de manera simple con contenido puedan devolverse a la cavidad abdominal; la
la exploración clínica, que constituye el examen directo hernia puede entrar y salir, y casi siempre sale con la hi-
del paciente. perpresión del abdomen.
Muchos dolores inespecíficos en esa región, o inclu- Una hernia irreductible o incarcerada no puede de-
so alguna más alta, se deben al inicio de la aparición volverse al interior de la cavidad, pero no hay inflama-
posterior de una hernia, por lo que es muy importante ción del saco o su contenido ni dificultad en su riego
explorar bien los orificios de la ingle. sanguíneo; generalmente está siempre fuera y sólo cau-
sa molestia por el bulto que aparece en la región, porque
no hay compromiso del tránsito intestinal y su evolu-
ción es larga.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Una hernia estrangulada es una hernia irreductible
que suele presentarse de forma aguda y causar dolor por
la falta de riego sanguíneo; es el dolor agudo de la isque-
mia que puede acompañarse de oclusión intestinal si
Una buena exploración permite diferenciar otras pato- compromete un asa, lo cual crea una situación de urgen-
logías de la región, como la presencia de ganglios linfá- cia quirúrgica que se debe resolver de inmediato. La
ticos aumentados de tamaño que pueden aparecer en hernia de Richter es una hernia estrangulada donde el
afecciones hematológicas graves, enfermedad de Hodg- anillo constrictor atrapa una parte de la pared de un asa
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

kin, metástasis, algunas enfermedades venéreas y reac- intestinal, que puede ocasionar gangrena sin signos de
ciones a infecciones de la piel o heridas tórpidas del obstrucción intestinal. El contenido del saco herniario
miembro inferior. puede sospecharse luego de hacer el examen físico. El
Si existe sospecha de hidrocele y dudas de hernia in- epiplón proporciona un tacto plástico y nodular, y la
guinoescrotal la transiluminación de la región con una presencia de un asa intestinal se sospecha al palpar el
linterna potente es positiva para el primero, pero la luz saco o al reducirse su contenido, debido al gas y al ruido
no traspasa la hernia, aunque algunas veces los dos pro- peristáltico característico de la misma.
cesos coexistan.

147
148 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 16)

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Figura 16--2. Puntos anatómicos y de proyección hacia la


piel de una hernia inguinal indirecta, directa y crural. 1. Espi-
na iliaca anterosuperior. 2. Hernia indirecta. 3. Hernia direc-
ta. 4. Orificio inguinal interno. 5. Línea, ligamento inguinal.
6. Hernia crural. 7. Vasos femorales. 8. Pubis.
Figura 16--1. 1. En la ingle derecha se observa una protube-
rancia elíptica de una hernia inguinal indirecta que des-
ciende al escroto. 2. En la izquierda se observa una protru-
sión globular que corresponde a una hernia inguinal directa. ciendo que el paciente ejerza fuerza con el vientre (figu-
ra 16--3); se notará cómo sobre la punta del dedo se pro-
pulsan el saco y su contenido en forma de una masa
EXAMEN DEL CONDUCTO
alargada y elíptica si se trata de una hernia indirecta. La
INGUINAL EN EL HOMBRE hernia inguinal directa casi nunca desciende al escroto,
no se propulsa a través del orificio inguinal interno y la

Muchas veces la simple inspección de la zona es sufi-


ciente para hacer el diagnóstico, gracias a los relieves en
la piel o asimetrías que aparecen cuando el paciente está 1
en reposo y cuando tose (figuras 16--1 y 16--2). Convie-
ne llevar a cabo la exploración con el paciente de pie.
2

Exploración del paciente y diferenciación


de una hernia inguinal directa de una 3
hernia indirecta

En primer lugar hay que ocuparse del examen físico del


hombre, que con mayor frecuencia padece una hernia y
cuya exploración es más sencilla por la constitución
anatómica de la región. Esta maniobra resulta siempre
molesta para el paciente que se va a explorar, por lo que
debe hacerse con cuidado y delicadeza. El dedo del exa-
minador (de preferencia con el paciente de pie, aunque
puede hacerse en decúbito supino) se dirige a la parte
más baja del escroto y se invagina hacia el conducto in- Figura 16--3. Técnica para invaginar el escroto y palpar el
guinal. Si se invagina lo suficiente se puede palpar el conducto inguinal. 1. Espina iliaca anterosuperior. 2. Liga-
anillo interno a través del anillo inguinal externo, ha- mento inguinal. 3. Anillo inguinal externo.
Exploración física de la región inguinal y crural 149

sensación de choque con el dedo proviene de la pared por debajo de éste e inmediatamente después de la arte-
posterior. Si no se tiene demasiada experiencia muchas ria hacia el escroto en el hombre, o hacia los labios ma-
veces es difícil diferenciar los dos tipos de hernia, y se yores en la mujer. Para explorar bien la región primero
han descrito errores de apreciación en más de 50% de hay que delimitar el ligamento inguinal e identificar la
los cirujanos que las exploran (Ralphs, 1980). La reduc- espina iliaca anterosuperior y la espina del pubis. A me-
tibilidad de una hernia debe comprobarse siempre con dio camino, alrededor de estos dos puntos se perciben
el paciente en posición de decúbito. las pulsaciones de la arteria femoral inmediatamente
por debajo del ligamento. Si se coloca el dedo índice de
la mano derecha encima de la arteria femoral derecha
EXPLORACIÓN DE LA REGIÓN CRURAL del paciente el dedo medio quedará encima de la vena
femoral y el anular a nivel del conducto crural, encima
de la salida de la hernia. Debe distinguirse una posible
varice de la vena safena, que aparecería en la explora-
La inspección de la región en los pacientes delgados ción por debajo del anillo crural, y también una adeno-
puede orientar hacia el diagnóstico de hernia crural de- patía crural (ganglio de Cloquet), en ocasiones inflama-
bido al relieve que aparecerá en dicha zona tras hacer to- do por procesos en el miembro inferior o en la vecindad;
ser al paciente. Las relaciones anatómicas y referencias estas dos situaciones se reconocen con facilidad y no de-
de interés se muestran en la figura 16--4. La región cru- ben confundirse con una hernia crural.
ral no puede palparse tan bien como la inguinal. El ani-
llo del conducto crural difícilmente puede percibirse
por palpación en ausencia de hernia, pero debe notarse REGIÓN INGUINOCRURAL EN LA MUJER
la propulsión del saco en los dedos con la hiperpresión
abdominal provocada. Es más clara la situación cuando
se trata de hernias incarceradas o estranguladas, ya que
se palpan con más facilidad. La localización exacta se La posible hernia crural se puede explorar en la mujer
relaciona con la arteria femoral y el ligamento inguinal, de la misma manera que en el hombre, no así la explora-
ción de la región inguinal, porque no resulta posible in-
vaginar los labios, aunque por palpación del ligamento
inguinal y del pubis puede localizarse exactamente el ori-
ficio inguinal externo con el dedo índice. Cuando la pa-
ciente tose y tiene una hernia se puede percibir el saco y
1 a veces seguirse hacia dentro del conducto. Las situacio-
nes de incarceración o estrangulación no deben ofrecer
ninguna duda. En la mujer una hernia indirecta incipien-
te resulta muy difícil de descubrir, por lo que a veces es
2 útil colocar la mano abierta a nivel del anillo interno;
3
cuando la paciente tose se puede percibir en la palma de
4 la mano un impulso al descender el saco herniario a tra-
5 vés del extremo superior del conducto. Esta maniobra
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

resulta útil en el varón cuando un anillo externo muy pe-


queño impide introducir el dedo en el conducto.

HERNIAS PEQUEÑAS NO
DIAGNOSTICABLES POR
EXPLORACIÓN CLÍNICA
Figura 16--4. Palpación de la región crural. El conducto cru-
ral está situado a dos traveses de dedo por dentro de la arte-
ria femoral e inmediatamente por debajo del ligamento in-
guinal. 1. Espina iliaca anterosuperior. 2. Arteria y vena fe- Tanto en hombres como en mujeres las hernias inguina-
morales. 3. Conducto crural. 4. Anillo inguinal externo. 5. Va- les muy pequeñas o incipientes muchas veces no pueden
rice safena. percibirse como masas prominentes que aparecen al to-
150 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 16)

ser. Por este motivo se lleva a cabo una herniografía (so- debe pensarse en la posibilidad de que se trate de una
bre todo en EUA) que sirve para diagnosticarlas en pa- hernia “que aparecerá”, por lo que se deben explorar
cientes que presentan dolor persistente en la región. muy bien los orificios herniarios, además de solicitar
Hasta donde se sabe, con los medios con que cuentan los pruebas radiológicas. En ocasiones los cirujanos son re-
cirujanos preocupados por las hernias, en el resto del queridos por los traumatólogos para operar osteopatías
mundo no es habitual practicar una herniografía ante es- del pubis en deportistas y futbolistas jóvenes, las cuales
tas situaciones. En la actualidad no se practican ni se ha- se resuelven con una plastia de abductores, que es en
bla de ellas en ningún foro, por lo que son sustituidas por realidad una hernioplastia al estilo McVay. Durante la
exploraciones menos invasivas, como la tomografía, el exploración en la intervención se han encontrado mu-
ultrasonido y la resonancia magnética nuclear, como se chas veces pequeños sacos directos o debilidades de la
verá en el capítulo correspondiente. Ante un dolor per- pared posterior. El cuadro doloroso inguinal de estos pa-
sistente en la región inguinocrural sin otros hallazgos cientes mejora después de la intervención.

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Capítulo 17
Clasificación de las hernias inguinales
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN Hay que reconocer que esta clasificación es acertada


y simple, e implica una ventaja para los cirujanos, pues
es fácil de recordar y define claramente el sitio del de-
fecto herniario. Sin embargo, para fines de estandarizar
Durante muchos años la forma de identificar los dife- los resultados de las diferentes técnicas existentes se te-
rentes tipos de hernias que pueden presentarse en la in- nía el problema de que era lo mismo una hernia indirecta
gle no cambió, ni se la consideró tan trascendente como con un saco herniario pequeño y un anillo interno nor-
para dedicarle un capítulo de un libro o un artículo de mal o ligeramente dilatado que una hernia indirecta en
una revista médica. la que el saco llegaba hasta el escroto con destrucción
Cuando se clasifica cualquier situación o enferme- de todo el piso inguinal. Se sabe que desde antes de las
dad en medicina hay que hacerse las siguientes pregun- plastias sin tensión había diferentes índices de recidivas
tas: ¿para qué debe hacerse una clasificación?, ¿la clasifi- de acuerdo con el tipo de hernia y que el tratamiento de-
cación tiene utilidad práctica?, ¿cuál clasificación debe bía ser individualizado con base en tal clasificación.
usarse? y la más importante: ¿modifica la clasificación Esto originó que, sin cambiar la esencia de la clasifica-
el plan terapéutico? En el presente capítulo se intentará ción tradicional que se sigue utilizando como referen-
proporcionar respuesta a todas estas interrogantes. cia, se propusieran varias clasificaciones para identifi-
El primer intento serio para clasificar las hernias se car el grado de afectación del orificio herniario y del
debe a Kaspar Stromayr, quien en 1559 publicó un atlas tamaño del saco, para hacer grupos más homogéneos a
de cirugía herniaria y oftalmológica intitulado Práctica la hora de efectuar un estudio comparativo.1
copiosa, el cual consta de 500 páginas y 186 ilustracio- Los intentos por mejorar la clasificación tradicional
nes que en la actualidad se consideran clásicas en la his- los iniciaron Harkins en 1958 (grado I: indirectas en in-
toria de la cirugía herniaria. Stromayr clasificó las her- fantes; grado II: indirectas simples; grado III: interme-
nias de acuerdo con el sitio donde se originaba el dias directas o indirectas, y grado IV: avanzadas femo-
defecto y, de acuerdo con su descripción, existen las
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ral y recurrentes) y Casten en 1967. Más tarde, en 1970,


hernias indirectas, cuyo defecto se origina en el anillo Halverson y McVay intentaron efectuar una diferencia-
inguinal interno, y las hernias directas, donde el defecto ción anatómica y funcional de los distintos grados de
se encuentra en el piso de la ingle, por una debilidad o afectación en cada una de las variedades de hernias in-
laxitud de la fascia transversalis. Un saco indirecto y un guinales1,2 (pequeña indirecta, mediana indirecta, gran-
defecto directo en la misma ingle constituyen una her- de directa o indirecta, femoral y combinada); sin embar-
nia mixta o en pantalón. En las hernias femorales el saco go, dichos autores no lograron la aceptación universal
herniario protruye por el anillo femoral y en las hernias que esperaban. Lichtenstein propuso su propia clasifi-
crurales el defecto herniario se localiza a través del liga- cación en 1987, pero también fue intrascendente (indi-
mento lacunar o de Gimbernat, en un sitio diferente al recta, directa, piso completo, medio piso lateral, medio
anillo femoral. piso medial, diverticular, femoral, combinadas y otras).

151
152 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 17)

Puede mencionarse que la primera clasificación con- fería L para las hernias laterales o indirectas, M para las
temporánea y trascendente de las hernias inguinales fue mediales o directas, y F para las femorales. A cada una
la propuesta en 1986 por Gilbert, quien estableció una de ellas se le agrega un grado de acuerdo con el tamaño
de las clasificaciones de más fácil aplicación con base del defecto herniario: grado I para las menores de 1.5 cm
en los hallazgos transoperatorios del defecto herniario, de diámetro, grado II para las de 1.5 a 3 cm y grado III
la competencia del anillo interno y la integridad de la para las de más de 3 cm. Esta clasificación es simple,
fascia transversalis. Mencionó cinco tipos, de los cua- pero no menciona el tamaño del saco herniario ni de las
les tres eran de tipo indirecto y dos de tipo directo. hernias combinadas ni recurrentes, por lo que práctica-
Como se ve, es fácil de recordar, se guía por la anatomía mente se utiliza muy poco.
y hace una diferenciación de acuerdo con el tamaño del En 1998 el grupo europeo encabezado por Stoppa y
defecto herniario. El defecto o la desventaja de esta cla- Chevrel propuso una clasificación basada en la ya exis-
sificación consisten en que no incluye la clasificación tente de Nyhus, a la que se le agregan factores “agravan-
de las hernias mixtas, femorales ni recidivantes.1--3 tes”. Las hernias de tipo 1 y 2 son indirectas, las de tipo
En 1991 Nyhus introdujo una clasificación con base 3 son directas, femorales e indirectas con destrucción
en hallazgos transoperatorios, igual que Gilbert. Refirió del piso inguinal, y las de tipo 4 corresponden a las her-
cuatro tipos: I y II para hernias indirectas, III para los de- nias recurrentes. Los factores agravantes corresponden
fectos del piso inguinal — subclasificados en a para las a la edad, la actividad, las deficiencias de colágena, el
hernias directas, b para las indirectas grandes con des- estreñimiento, la obesidad y la enfermedad prostática,
trucción del piso inguinal y c para las femorales— y IV pulmonar o vesical.3 Igual que ocurrió con las ventajas
para todas las hernias recurrentes —subclasificadas en a, y desventajas de la clasificación de Nyhus, el agregar
b, c y d para las hernias directas, indirectas, femorales y dichos factores de riesgo no demostró su aplicación
mixtas, respectivamente.1,3 Esta clasificación diferencia práctica.
bien entre los tipos de hernia, el tamaño del defecto her- En 1999 Robert Zollinger Jr.4 presentó su “Clasifica-
niario y las condiciones del piso inguinal. Su desventaja ción unificada” ante la Sociedad Americana de Hernias
se centra en el hecho de que es un poco compleja, porque (AHS) para su uso universal. Tiene siete tipos: I para in-
incluye subtipos y utiliza términos subjetivos como nor- directas pequeñas, II para indirectas grandes, III para di-
mal, grande, pequeño, dilatado y desplazado, que cada rectas pequeñas, IV para directas grandes, V para com-
cirujano interpreta de diferente manera, lo que hace que binadas —a para las de predominio indirecto, b para las
no sea totalmente similar en cada serie. de predominio similar en ambas y c para las de predomi-
En 1993 Rutkow y Robbins modificaron y mejoraron nio directo—, VI para femorales y 0 para cualquier otro
la clasificación de Gilbert al agregar el tipo VI para defi- tipo. No obstante, hasta el momento no se ha logrado su
nir las hernias mixtas o en pantalón, y el tipo VII para uso y unificación.
las hernias femorales. Cuando se trata de hernias recu- El último intento de clasificación se debe a la Socie-
rrentes se utiliza la misma clasificación, pero se agrega dad Europea de Hernia (EHS)5 en 2007, donde los prin-
el hecho de que es recurrente.2 Es fácil de recordar y ob- cipales cirujanos dedicados al manejo de las hernias
jetiva, aunque le faltaría hacer una diferenciación entre describieron la clasificación de la EHS para hernias in-
los diferentes tipos de hernias recidivantes. Ésta y la de guinales, refiriéndola como simple y fácil de recordar.
Nyhus son las de más aceptación en la actualidad. Se basa en tres variables: localización (L: lateral, M:
En 1993 Bendavid propuso una clasificación de medial y F: femoral), cirugía previa (P: primarias y R:
acuerdo con tres criterios: tipo (type), etapa (staging) y recurrentes) y el tamaño del defecto herniario tomando
dimensiones (dimension), o TSD. En ella refiere cinco como referencia el grosor de la punta de un dedo índice
tipos, cada uno con tres etapas, y la dimensión del defec- (1.5 cm). Además, por vía laparoscópica esta medida es
to se expresa en centímetros. Pueden agregarse las letras la misma de las ramas de casi todos los graspers o pin-
m, l, c o e si su localización es medial, lateral, central o zas laparoscópicas, que indica las veces que cabría di-
si ocupa la totalidad de la región inguinal, respectiva-- cho dedo índice en el defecto. Es una clasificación
mente.3 Esta clasificación es muy completa en cuanto a recién publicada y falta saber cuál será el grado de acep-
las diferentes modalidades y variedades de hernia ingui- tación y las desventajas que tendrá.
nal, pero es compleja, poco práctica, difícil de recordar Los intentos por tener una clasificación universal-
y ha demostrado diferencias significativas en la aprecia- mente aceptada se tornan difíciles debido en parte a los
ción de cada cirujano al tratar de utilizarla. intereses de tipo personal y comercial. Los consensos
Schumpelick y su grupo, en Aachen, Alemania, pro- entre la Sociedad Americana de Hernias y la Sociedad
pusieron la clasificación Aachen--Schumpelick, que re- Europea de Hernias (AHS y EHS) iniciados en Toronto,
Clasificación de las hernias inguinales 153

Canadá, en el año 2000, aún no han conducido a la unifi- S IIIb: hernia indirecta con dilatación importante
cación deseada, y sólo han logrado confundir acerca del del anillo inguinal interno.
criterio que debe aplicarse. Hasta ahora la clasificación S Pared posterior involucrada.
de Nyhus y la de Gilbert modificada por Rutkow y Rob- S Hernia inguinoescrotal y hernia en pantalón.
bins parecen ser las más recomendadas, y son las que se S IIIc: hernia femoral.
refieren en la mayoría de las citas bibliográficas. S Tipo IV: hernias recurrentes.
S IVa: hernia directa.
S IVb: hernia indirecta.
S IVc: hernia femoral.
CORRIENTE DE ESTANDARIZACIÓN S IVd: combinación de cualquiera de ellas.
E INDIVIDUALIZACIÓN
CLASIFICACIÓN DE GILBERT
(FIGURA 17--1)
Una vez que se entiende la utilidad de clasificar las her-
nias inguinales hay que enfrentarse a una controversia,
entendible en cierta forma, creada por los diseñadores S Tipo I: indirecta, anillo interno apretado con saco
de cada una de las técnicas de reparación de hernias in- peritoneal de cualquier tamaño.
guinales (encabezados por Rutkow, Gilbert, Kugel, S Tipo II: indirecta, anillo interno menor de 4 cm.
etc.), quienes se apegan a la corriente de la estandariza- S Tipo III: indirecta, anillo interno mayor de 4 cm,
ción que menciona que, independientemente del tipo de saco peritoneal con componente de deslizamiento
hernia que se presente, el manejo será siempre con la o escrotal, desplazamiento de vasos epigástricos.
misma técnica (Rutkow propone la técnica del mesh-- S Tipo IV: directa, defecto del piso inguinal.
plug para todas, sin importar el tipo, lo mismo que Gil- S Tipo V: directa, defecto diverticular del piso no
bert el PHS o UHS, Amid la Lichtenstein, etc.), y adu- mayor de 2 cm de diámetro.
cen que estas clasificaciones sólo deben ser usadas para
comparar los resultados de cada tipo de hernia con las CLASIFICACIÓN DE GILBERT
diferentes técnicas.3 MODIFICADA POR RUTKOW Y ROBBINS
Por otro lado se encuentran los cirujanos o herniólo- (FIGURA 17--2)
gos que no han diseñado ninguna técnica específica (in-
cluidos Nyhus, Bendavid, etc.), quienes recomiendan
que las clasificaciones se utilicen para individualizar la S Tipos I a V: sin modificaciones a la clasificación
técnica de reparación (corriente de individualización), de anterior.
acuerdo con el tipo específico de hernia que presente cada
paciente,3 lo cual parece ser una conducta más mesurada.
A continuación se describen de manera detallada las
principales clasificaciones de las hernias inguinales.
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CLASIFICACIÓN DE NYHUS

Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3


S Tipo I: hernias inguinales indirectas, anillo ingui-
nal interno de diámetro normal, pared posterior
normal, saco herniario que alcanza la porción me-
dia del canal inguinal.
S Tipo II: hernias inguinales indirectas, anillo ingui-
nal interno dilatado, pared posterior normal, vasos
epigástricos no desplazados.
Tipo 4 Tipo 5
S Tipo III: defectos de la pared posterior.
S IIIa: hernia inguinal directa pequeña o grande. Figura 17--1. Clasificación de Gilbert.
154 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 17)

Tipo Etapa 1 Etapa 2 Etapa 3

Anterolateral
Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3
II

Anteromedial

Tipo 4 Tipo 5
III

Posteromedial

IV
Tipo 6 Tipo 7
Figura 17--2. Clasificación de Gilbert modificada por Rut-
kow y Robbins.
Posterolateral

V
S Tipo VI: hernia mixta, directa e indirecta (en pan-
talón).
S Tipo VII: hernias femorales.

Anteroposterior

CLASIFICACIÓN DE BENDAVID Figura 17--3. Clasificación de Bendavid.


(FIGURA 17--3)

S Etapa 3: se extiende desde la vena femoral hasta


el tubérculo púbico (recurrencias, destrucción
S Tipo I: anterolaterales (indirectas). del ligamento lacunar).
S Etapa 1: se extiende desde el anillo inguinal S Tipo IV: posterolateral (prevascular).
profundo hasta el anillo inguinal superficial. S Etapa 1: medial a la vena femoral (hernias de
S Etapa 2: va más allá del anillo inguinal superfi- Cloquet y Laugier).
cial, pero no hacia el escroto. S Etapa 2: localizada a nivel de los vasos femora-
S Etapa 3: alcanza el escroto. les (hernias de Velpeau y Serafín).
S Tipo II: anteromediales (directas). S Etapa 3: lateral a los vasos femorales (hernias
S Etapa 1: permanece dentro de los confines del de Hesselbach y Partridge).
conducto inguinal. S Tipo V: anteroposterior (inguinofemoral).
S Etapa 2: va más allá del anillo inguinal superfi- S Etapa 1: levanta o destruye una porción del li-
cial pero no al escroto. gamento inguinal, entre la cresta púbica y la
S Etapa 3: alcanza el escroto. vena femoral.
S Tipo III: posteromediales (femoral). S Etapa 2: levanta o destruye el ligamento ingui-
S Etapa 1: ocupa una porción del trayecto que hay nal, desde la cresta púbica hasta la vena femoral.
entre la vena femoral y el ligamento lacunar. S Etapa 3: destruye el ligamento inguinal, desde
S Etapa 2: corre en todo el trayecto que hay entre la cresta púbica hasta un punto lateral a la vena
la vena femoral y el ligamento lacunar. femoral.
Clasificación de las hernias inguinales 155

Cuadro 17--1. Clasificación de hernias


inguinales de la European Hernia Society
(cortesía de la EHS)
Primaria Recurrente
0 1 2 3 X
I. Indirecta pequeña
L
II. Indirecta grande
M
F

CLASIFICACIÓN UNIFICADA DE
III. Directa pequeña ZOLLINGER JR. (FIGURA 17--4)
IV. Directa grande

I. Indirecta pequeña.
II. Indirecta grande.
III. Directa pequeña.
IV. Directa grande.
A B C V. Combinada.
V. Combinada a. Predomina la indirecta.
b. La hernia directa y la hernia indirecta son si-
0 milares.
Otras c. Predomina la directa.
Cualquiera no clasificada arriba por número
Femoral--indirecta o directa VI. Femoral.
Femoral--indirecta más directa
Masiva > 8 cm (4 dedos) de defecto inguinal S Otras.
Prevascular

VI. Femoral
Figura 17--4. Clasificación de Robert Zollinger Jr.
CLASIFICACIÓN DE LA EUROPEAN
HERNIA SOCIETY (CUADRO 17--1)
Se agrega el diámetro (D) mayor del defecto en centí-
metros. Se agregan las letras m, l, c o e (S) de acuerdo
con su localización medial, lateral, central o toda la lon-
gitud de la pared posterior, respectivamente. L: lateral--indirecta.
M: medial--directa.
F: femorales.
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CLASIFICACIÓN DE P: primarias.
R: recurrentes.
AACHEN--SCHUMPELICK
0. No caben la punta del dedo índice o la rama del
grasper por el defecto herniario.
S L: lateral (indirecta). 1. La punta del dedo índice o la rama del grasper
S M: medial (directa). caben una vez en el defecto.
S F: femoral. 2. La punta del dedo índice o la rama del grasper
S Grado I: anillo < 1.5 cm. caben dos veces en el defecto.
S Grado II: anillo entre 1.5 y 3 cm. 3. La punta del dedo índice o la rama del grasper
S Grado III: anillo > 3 cm. caben tres veces en el defecto.
156 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 17)

REFERENCIAS
1. Rutkow IM, Robbins AW: Aspectos demográficos de clasi- sificación anatómica de las hernias inguinales. Cir Gral
ficación y socioeconómicos en la reparación de hernia en Es- 1998;1(Supl 1):9--11.
tados Unidos. Clin Quir N Am 1993;3:443--458. 4. Zollinger RM Jr: A unified classification for inguinal her-
2. Rutkow IM, Robbins AW: Sistema de clasificación y her- nia. Hernia 1999;3:195--200.
nias inguinales. Clin Quir N Am 1998;6:1051--1060. 5. Mizerez M et al.: The European Hernia Society groin hernia
3. González OA, Lancaster JB, Robles PP, Álvarez QR: Cla- classification. Hernia 2007;11:113--116.
Capítulo 18
Etiopatogenia de las hernias inguinales
Ricardo Zugaib Abdalla, Walter Erwin M. Mittelstaedt

INTRODUCCIÓN compleja y variable, posee actividades muy diversas


desde su formación. La enfermedad o falla funcional de
una de sus capas es suplida por la capa inmediata, que
evita que surja una hernia.
La presencia de hernias inguinales primarias con persis- En esta pared están las áreas de mayor incidencia de
tencia del conducto peritoneovaginal y, por lo tanto, con hernias descritas por Hesselbach y Hessert; constituyen
una comunicación entre el abdomen y el perineo, es fá- un trígono inguinal que resalta los aspectos anatómicos
cil de entender y de explicar. propios, junto con la dinámica de sus acciones. Por el
Las hernias inguinales sin saco herniario peritoneal, trígono inguinal (Hessert) pasan todas las hernias ingui-
las presentes en las mujeres, las de contenido graso o li- nales (figura 18--1).
pomatoso, las no reconocidas clínicamente y las de
comportamiento difícil tienen una etiología difícil de
explicar y de diagnosticar.
Los diversos niveles anatómicos de la pared abdomi-
nal, formada por varios y diferentes tejidos de distintas
estructuras anatómicas, muestran la complejidad de los
posibles factores implicados en la falta de integridad de
la caja abdominal y de su capacidad para mantener su
contenido. Esta capacidad puede estar comprometida
por vicios posturales, pérdida del tono muscular, obesi-
dad, desnutrición, aumento de la presión intraabdomi-
nal, enfermedades concomitantes y envejecimiento.
Los factores etiopatogénicos responsables de la apa-
rición de las hernias inguinales primarias, sean congéni-
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tas o adquiridas, son de origen múltiple. Algunos auto- Hessert


res sugieren alteraciones bioquímicas (metabólicas) o
mecánicas en la región inguinal que predisponen a la
aparición de este tipo de enfermedad. El hábito tabáqui-
Hesselbach
co, tratamientos que comprometen el metabolismo,
procesos inflamatorios debilitantes y cambios estructu-
rales de la matriz extracelular por causas externas fue-
ron asociados como causas metabólicas que predispo- Figura 18--1. Trígono inguinal de Hessert, por donde pasan
nen a la patología herniaria. todas las hernias inguinales, y su relación con la descripción
La pared posterior del canal inguinal, de estructura del triángulo de Hesselbach.

157
158 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

FISIOLOGÍA DE LOS TRÍGONOS


DE HESSERT Y HESSELBACH

En un individuo sano actúan dos mecanismos para pre-


servar la integridad del canal inguinal y prevenir la pro-
trusión o herniación del contenido abdominal a través
de su piso (Nyhus y col., 1991). El primero de ellos se
encuentra a nivel del anillo profundo, y resulta de la ac-
ción de dos músculos: el transverso abdominal y el obli-
cuo interno. Gracias a una cinta de la fascia transversa-
lis, adherida alrededor de este anillo, existe un refuerzo Figura 18--3. Mecanismo de protección del piso y triángulo
de sus márgenes medial e inferior. Macleod (1945) des- de Hessert por la contracción de los músculos transverso y
cribió una capa doble de fascias alrededor del cordón, oblicuo interno.
parecida a un suspensorio, a la que llamó “ligamento
suspensorio del cordón inferior y medio” del anillo pro-
fundo. Cuando el músculo transverso abdominal se fibras del músculo oblicuo interno, pero otros autores,
contrae origina tracción en la fascia transversalis en como Blunt, en 1951, cuestionan la individualidad de
sentido craneal y lateral, cerrando el anillo profundo al- esta estructura. Sobre el cierre del anillo profundo este
rededor de los elementos del cordón, sustentado por el autor defiende que la función del músculo transverso
músculo oblicuo interno (figura 18--2). Para que dicha abdominal es más importante que la del oblicuo interno
acción tenga el efecto deseado es necesario que la fascia porque, además de dislocarlo lateralmente, ejerce trac-
transversalis y sus estructuras estén libres y movibles ción en toda la pared posterior del canal inguinal, gra-
debajo de la musculatura del oblicuo interno y del trans- cias a las inserciones en su fascia.
verso abdominal. El segundo mecanismo de protección del canal in-
En 1929 McGregor describió un esfínter muscular guinal es el mecanismo de cierre de los músculos trans-
completo alrededor del anillo profundo, compuesto por verso y oblicuo interno (figura 18--3). Esta área, locali-
zada en la ingle, fue descrita por Hessert en 1913, y está
limitada por el borde libre de los músculos oblicuo in-
terno y transverso del abdomen (superior), el ligamento
inguinal (inferior) y el borde lateral del músculo recto
del abdomen (medial y base del triángulo). En su ángulo
superior está incluido el anillo inguinal profundo. En
condiciones anatómicas normales el borde inferior de
los músculos oblicuo menor y transverso en su inserción
en la vaina del músculo recto abdominal es bajo y próxi-
mo al pubis. Cuando estos dos músculos se contraen
aproximan su borde inferior (libre) al ligamento ingui-
nal y al tracto iliopúbico (Thomson), cerrando el trígono
de Hessert o trígono inguinal. La intención del autor era
describir la estructura combinada de los músculos obli-
cuo y transverso de la ingle, llamada tendón conjunto.
En 1923 Keith describió este cierre como el del diafrag-
ma de una cámara fotográfica. Como él, Zimmerman,
Cherner, Anson y col. defendieron ese efecto de barrera
en la actividad de dichas capas musculoaponeuróticas.
Bassini también escribió sobre la importancia que tiene
el mecanismo de válvula de los músculos formadores
Figura 18--2. Mecanismo de protección del anillo inguinal del anillo inguinal.
profundo mediante un ligamento suspensorio del cordón A pesar de eso, cuando la inserción de los músculos
(área de la flecha). es más alta y ocurre a una distancia variable del pubis,
Etiopatogenia de las hernias inguinales 159

en el triángulo descrito por Hesselbach un año después,


que sólo incluye las hernias directas.

PERSISTENCIA DEL CONDUCTO


PERITONEO VAGINAL, O DUCTO
DE NUCK, EN EL SEXO FEMENINO

Hessert, apegado al pensamiento de Coley y otros auto-


res de su época, consideraba el hecho de que una de las
causas más importantes de predisposición en todas las
Figura 18--4. Región inguinal disecada de un cadáver para hernias inguinales y en prácticamente la mayoría de las
realizar las mediciones del triángulo de Hessert. hernias femorales era la existencia de una bolsa congé-
nita o preformada.
Con base en esto, el primer principio quirúrgico y
el mecanismo de cierre puede ser incompleto (el área esencial para una cura radical de la hernia era la remo-
del trígono se hace más grande) e insuficiente para con- ción de dicha bolsa.
tener la presión de las vísceras. La persistencia del conducto peritoneovaginal (o
En un estudio anatómico se midió y comparó el área proceso vaginal) abierto puede observarse hasta en 80%
del trígono inguinal (Hessert) en cadáveres frescos sin de los recién nacidos a término, y puede permanecer así
hernia (figura 18--4) con la misma región de pacientes en la mitad de los niños hasta el primer año de vida. Su
sometidos a hernioplastia inguinal. Se examinaron 73 cierre espontáneo se completa en el segundo año de
cadáveres por muerte violenta, sin preparación con for- vida, pero se mantiene abierto hasta en 20% de la pobla-
mol y con menos de 15 h post mortem sin rigidez cada- ción adulta, sin indicios de desarrollo de hernia ingui-
vérica, con un total de 132 áreas medidas. Estas medidas nal. La hernia indirecta en los adultos no puede relacio-
fueron comparadas. En el otro grupo de 115 pacientes narse con la abertura del proceso vaginal cuando
operados de hernia inguinal se midió la misma región, presenta estructuras musculoligamentosas de la región
con un total de 130 mediciones. La media de edad fue inguinal íntegras y con buen funcionamiento.
de 33 años en los cadáveres y de 44 años en los pacientes En los niños, adolescentes y adultos jóvenes con el
con hernia. La media de peso/talla fue de 70 kg/1.68 m conducto abierto puede entenderse que la comunicación
en ambos grupos. entre la cavidad abdominal y la región inguinal facilita-
El promedio del área correspondiente al trígono fue rá la protrusión de las vísceras cuando los mecanismos
de 2.95 cm2 (1.37 a 5.92 cm2) en los cadáveres y de 8.97 de protección citados funcionen inadecuadamente, so-
cm2 (2.28 a 29.62 cm2) en los pacientes, con una dife- bre todo durante la actividad física intensa.
rencia estadísticamente significativa (p < 0.001). Eso
comprueba que el área es tres veces mayor en los pa-
cientes con enfermedad herniaria inguinal, sobre todo
BIOLOGÍA DE LOS MECANISMOS
directa (clasificación de Nyhus IIIa), lo cual proporcio- DE CONTENCIÓN A NIVEL
DEL ANILLO INGUINAL PROFUNDO
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na un factor de origen para el desarrollo de una hernia


directa y para el avance de las hernias indirectas ya for-
madas, cuyo inicio ocurre a nivel del anillo inguinal
profundo. El alargamiento o la disfunción del anillo Los músculos oblicuo interno y transverso abdominal,
profundo a partir de la ineficacia del mecanismo de cie- y sus aponeurosis y estructuras ligamentosas, incluido
rre de las fibras de los músculos oblicuo interno y trans- el ligamento interfoveolar (Hesselbach) adherido a la
verso que lo rodean puede constituir otro factor de pre- fascia transversalis, ejercen en conjunto una acción de
disposición para la formación de hernias indirectas. esfínter a nivel del anillo inguinal profundo que impide
Se concluyó que el tamaño del trígono inguinal, con- la salida de vísceras o grasa preperitoneal (lipoma her-
forme a lo descrito por Hessert, es un factor importante niario).
en la etiología de las hernias inguinales. El triángulo, tal Algunas veces la hernia indirecta está determinada
como lo describió Hessert, incluye en presencia de pato- por la salida del lipoma herniario a nivel del anillo in-
logía a las hernias directas e indirectas, lo cual no ocurre guinal profundo.
160 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

Esta acción de esfínter puede volverse insuficiente Las causas incluyen envejecimiento, inflamación
por las causas anatómicas mencionadas o por alteracio- continua, tabaquismo (enfisema metastásico), deficien-
nes estructurales en las fibras colágenas y elásticas, ce- cias proteicas específicas (alfa1--antitripsina), deficien-
diendo a las presiones, alargando el anillo profundo y cias enzimáticas (lisil oxidasa y lisil hidroxilasa) y cola-
dando inicio a una hernia indirecta. La simple presencia genosis (síndromes de Marfan y de Ehlers--Danlos,
de un cordón espermático que atraviese esa región de- osteogénesis imperfecta y cutis laxa).
termina una mayor debilidad y un menor poder de con- Lo anterior permite deducir que la patología hernia-
tención. Esto explica por qué las hernias inguinales son ria inguinal en los adultos se comporta como una verda-
mucho más frecuentes en los hombres que en las muje- dera fibropatía y una enfermedad del tejido conjuntivo
res (Ponka y col.). (colagenosis), o más bien de los fibroblastos, responsa-
Esto también explica la aparición de hernias inguina- bles de la deficiencia de matriz en el tejido.
les indirectas en los ancianos en quienes el conducto pe-
ritoneovaginal se mantuvo abierto, aunque sin manifes-
tarse como hernia en un periodo más temprano de la ALTERACIONES MECÁNICAS
vida. Peacock y Madden asocian la aparición de hernias
indirectas en los ancianos con un defecto metabólico de
la colágena, y a dicha hernia la llaman adquirida debido
a que es resultado de más de un factor de predisposición. Los esfuerzos físicos con aumentos repetidos de la pre-
A pesar de que se desconocen las causas, el resultado sión intraabdominal sobre la región inguinal, casi siem-
final es la atenuación y hasta la ausencia de la fascia pre desencadenados por tos crónica, constipación intes-
transversalis donde se encuentra el defecto herniario, tinal, obesidad, prostatismo o múltiples partos, pueden
que se limita al lado afectado. constituir factores desencadenantes de la enfermedad
Peacock hizo un llamado de atención acerca de la herniaria en personas con predisposición, en sujetos con
inutilidad de aproximar las estructuras musculotendi- una fascia transversalis débil o en individuos con un
nosas debilitadas y biológicamente alteradas atacadas piso inguinal desprotegido.
por la enfermedad herniaria. En eso residiría la causa Al parecer, el estímulo crónico e intermitente sobre
principal de recidiva. la musculatura inguinal ejerce una influencia significa-
Una alteración del colágeno, su degradación por la tiva para el desarrollo espontáneo de la hernia.
acción descontrolada de proteasa y metaloproteasa, Por otra parte, muchos pacientes relatan un episodio
constituye el factor más complicado en la etiología de específico de esfuerzo muscular repentino durante el
la enfermedad herniaria y justifica la utilización de ma- cual surge una incomodidad (dolor) en la ingle que coin-
terial protésico (mallas), colocado sin tensión, para res- cide con la aparición de señales y síntomas de la enfer-
guardar el trígono inguinal (de Hessert) mediante la téc- medad.
nica de Lichtenstein. Existe una asincronía entre la contracción de la mus-
Rodrigues y col. demostraron que una hernia indirec- culatura del abdomen, que aumenta la presión intraab-
ta está acompañada de un defecto adquirido en la sínte- dominal al mismo tiempo que descienden tardíamente
sis o en la degradación de colágeno, y sobre todo de alte- los músculos oblicuo interno y transverso en dirección
raciones degenerativas en el sistema de fibras elásticas al ligamento inguinal, desprotegiendo momentánea-
de la fascia transversalis. mente el piso del canal, que queda contenido en la fascia
En los adultos la vaina del músculo recto abdominal, transversalis.
próximo a la hernia, es más fina de lo normal, lo cual se Por otro lado, la incidencia de hernia inguinal en las
relaciona con la disminución de hidroxiprolina y, por lo personas que se dedican al fisicoculturismo no es mayor
tanto, con el contenido de colágeno. que en la población normal, ya que están condicionadas
Los índices proliferativos de fibroblastos en esa vai- físicamente para ejecutar dichos esfuerzos de manera
na están reducidos hasta 50% en los pacientes con her- progresiva (sincrónica). En estos casos el aumento de la
nia. presión intraabdominal es secundario a la contracción
Todo esto indica que cualquier alteración en el tejido muscular, por lo que el piso inguinal queda protegido de
conjuntivo, sobre todo en su contingente fibroso, que manera adecuada.
termine con una síntesis disminuida o una destrucción Por otro lado, cuando existe un aumento primario de
aumentada, estará relacionada con el debilitamiento pa- la presión intraabdominal, derivado de la elevación in-
rietal y creará una predisposición a la enfermedad her- sidiosa de la presión hidrostática del líquido peritoneal
niaria. (como ocurre en las ascitis por cirrosis hepática, en la
Etiopatogenia de las hernias inguinales 161

insuficiencia renal crónica y en los procedimientos dia- men en la vaina del músculo recto —en individuos con
líticos, CAPD), dicha presión va a encontrar una pared hernia indirecta— y una inserción de nivel más alto en
abdominal relajada y, en consecuencia, un piso inguinal los individuos con hernia directa.
desprotegido de musculatura. Al comparar sus resultados con algunos datos conte-
Durante el embarazo también pueden aparecer her- nidos en la literatura médica verificaron que en los por-
nias; sin embargo, desaparecen después del parto. Aun- tadores de hernia inguinal el margen inferior del múscu-
que el volumen uterino aumente no habrá un aumento lo oblicuo interno alcanzaba el borde del músculo recto
proporcional de la presión intraabdominal, porque la abdominal en un nivel más alto que en los individuos
pared abdominal acompaña al crecimiento uterino y se sanos.
amplía en todos sus diámetros, igual que los anillos Los autores concluyeron que ésta sería la causa de
(umbilical, inguinal, etc.). predisposición más importante para la formación de
Con la reducción del volumen uterino y del abdomen hernias inguinales.
esas grietas o defectos tienden a cerrarse nuevamente.
Por eso la corrección de hernias durante la gravidez es-
taría indicada sólo en presencia de una obstrucción, lo ANTROPOMETRÍA
cual es poco frecuente, ya que el útero grávido se inter-
pone entre la pared abdominal y los intestinos, y cubre
los puntos vulnerables, evitando complicaciones.
En resumen, es posible que la etiopatogenia mecáni- En un intento por definir una relación entre hernia ingui-
ca de la hernia inguinal, al menos en los adultos, pueda nal y medidas antropométricas, Harris y White (1937),
ejemplificarse con la siguiente ecuación: Robustello (1938), Piana (1947) y Radojevic (1958,
1961 y 1962) llegaron a la conclusión de que existía una
Hernia = presión/fibras correlación definitiva entre las medidas pélvicas y la
aparición de hernias inguinales, mientras que Goffi,
Donde presión significa la fuerza intraabdominal (pri- Carvalho, Melo y Prates no encontraron ninguna corre-
maria o secundaria) y fibras el sistema múltiple de sus- lación entre estos parámetros antropométricos y las di-
tentación sin músculo formado por colágeno o fibras ferentes hernias de la región inguinal.
elásticas del tejido conjuntivo, o ambos. Las primeras Algunos autores, como Viola, Piana, Donati y Zisa,
se disponen en haces atados y mantenidos por las fibras relacionaron la presencia de hernia con las característi-
elásticas, además de las propias fuerzas (puentes) inter- cas constitucionales de cada individuo; así, los portado-
moleculares de matriz extracelular. res de hernia eran personas longilíneas, con predominio
del tórax sobre el abdomen. En 1937 Harris y White
concluyeron que la longitud del ligamento inguinal te-
nía una clara relación con el tipo de hernia. En 1938 Ro-
ALTERACIONES ANATÓMICAS bustello incluyó otras medidas de la pelvis; sin embar-
go, no consiguió confirmar las conclusiones del trabajo
de Harris y White. De cualquier forma, estableció que
los individuos con hernia tenían una estatura más baja
Según Askar, la ausencia de fibras aponeuróticas del y una pelvis más alta y ancha de lo normal.
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músculo transverso abdominal en su porción lateral o en Piana (1947) estudió 500 casos con hernia inguinal
todo el piso inguinal puede predisponer a la formación en el Instituto Bassini de Milán, comparó diversas me-
de hernias. didas pélvicas de individuos de ambos sexos y diferen-
En la parte medial del anillo inguinal profundo el tes tipos de hernias, y llegó a la conclusión de que existen
músculo recto abdominal tiene un importante papel de estructuras mayores o menores de lo que se considera un
contención, debido a su presencia constante y a la exis- tamaño normal.
tencia en 46% de las disecciones de Condon del liga- Las estructuras medidas son las que forman las pare-
mento de Henle, que es una fascia que corre a lo largo des del canal inguinal y la variación de sus medidas pue-
de la rama superior del pubis y lateral a la vaina del ten- de significar una predisposición a la formación de her-
dón del recto abdominal. nias. Piana llamó “dismorfismo pélvico” a lo que se
En 1953 Goffi y col. observaron una clara diferencia aleja de los parámetros normales.
entre los niveles de inserción de la porción más caudal Andrews, Turck, Halsted, Ferguson, Hessert y Zim-
de los músculos oblicuo interno y transverso del abdo- merman, entre muchos otros autores, también relacio-
162 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

naron el dismorfismo del trayecto inguinal con el desa- siones del área pélvica con hernia inguinal directa o in-
rrollo de la hernia, mientras que Radojevic (1958, 1961 directa cuando se evaluaron los diámetros transverso,
y 1962) observó que la posición anatómica del tubércu- transverso máximo y conjugado externo, y la longitud
lo del pubis influye en la disposición de las fibras mus- del ligamento inguinal.
culares de la región inguinal. Considerando estos datos, aparentemente no se les
En estudios realizados a partir de 1953 Goffi y col. puede atribuir a las modificaciones de inserción de los
verificaron que no había diferencia en lo referente al haces inferiores del músculo oblicuo interno, en porta-
tipo morfológico (alto o bajo, gordo o delgado) entre los dores de hernia, ni a las modificaciones de la conforma-
individuos portadores de hernia indirecta cuando se ción pélvica.
compararon con los portadores de hernia directa. Del Además de las comparaciones morfológicas entre los
mismo modo, los individuos sanos no tienen un tipo portadores de hernia indirecta o directa y los individuos
morfológico comparable al de los que padecen hernia sin hernia, Carvalho y col. consideraron relaciones an-
inguinal. La conformación del área pélvica y las demás tropométricas para comparar las medidas de la región
medidas no presentan diferencias entre los que padecen inguinal. Estos autores examinaron principalmente las
hernia inguinal y los que no la padecen. Estos resultados medidas del triángulo de Hesselbach en adultos del sexo
no coinciden con los de Harris y White, ni con los de Ro- masculino, para compararlas con 14 parámetros antro-
bustello y Piana, cuyos diámetros pélvicos fueron ma- pométricos —considerando los lados izquierdo y dere-
yores entre los pacientes con hernias. Goffi y col. cho—, y llegaron a la conclusión de que no hay correla-
demostraron que no hubo diferencias entre las dimen- ción de esas medidas entre sí.

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164 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)
Capítulo 19
Anestesia local en las hernias inguinales
Arturo Vázquez Mellado Díaz, Jorge García Andreu, Luis Alberto Fernández Vázquez Mellado

INTRODUCCIÓN rama cutánea medial emerge antes de que la apo-


neurosis del oblicuo externo entre en contacto con
el recto abdominal. La raíz subcostal inerva todas
las estructuras musculares en la región inguinal,
Las plastias inguinales y abdominales pueden realizarse además del recto abdominal y el músculo pirami-
mediante la combinación de anestésicos locales y seda- dal. Sus ramas cutáneas recogen la sensibilidad
ción intravenosa. Esta técnica ha demostrado su supe- del tercio superior de la ingle y la piel suprapúbica.
rioridad frente a los métodos anestésicos convenciona- 2. Nervio iliohipogástrico: es la rama superior de
les debido a que ocasiona menor dolor posoperatorio, L1; discurre sobre el psoas y el cuadrado lumbar.
menos efectos colaterales y tiene bajo costo, además de A nivel de la cresta iliaca perfora el transverso ab-
que es la única que permite el alta casi inmediata del pa- dominal; se divide en una rama lateral que inerva
ciente ambulatorio. Asimismo, de acuerdo con su fun-
damento anatómico y farmacológico, puede ser alta-
mente reproducible en cualquier medio.1--6
NIH

BASES ANATÓMICAS NII

Las regiones inguinal y crural están inervadas por ramas


del plexo lumbar que incluyen componentes nerviosos
de T12, L1, L2 y L3. El plexo lumbar se ubica entre el
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psoas y la grasa preperitoneal. Las ramas del plexo lum-


bar que deben tenerse en mente durante la aplicación de
la anestesia local para una plastia inguinal son las si-
guientes (figura 19--1):

1. Nervio subcostal (T12): se localiza en sentido me-


dial al oblicuo interno siguiendo un curso de arriba
hacia abajo y de atrás hacia adelante. En su trayec- Figura 19--1. Ubicación de los nervios iliohipogástrico (NIH)
to emite dos ramas cutáneas que atraviesan al obli- e ilioinguinal (NII). La aguja muestra el punto de referencia
cuo interno y la aponeurosis del oblicuo externo; para el bloqueo inguinal en relación con la espina iliaca ante-
una lateral emerge a nivel de la cresta iliaca y una rosuperior.

165
166 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)

la piel posterolateral de la nalga y en una rama cu- nales y abdominales, requiere la aplicación de una pró-
tánea anterior que atraviesa el oblicuo interno cerca tesis; ésta no deja de ser un cuerpo extraño de tamaño
de 2 cm por dentro de la espina iliaca anterosupe- considerable, por lo que se debe insistir al paciente que
rior, para ubicarse en la región inguinal, supero- no se rasure el área quirúrgica en su casa un día antes de
medial al orificio inguinal profundo entre el obli- la cirugía. Para entonces cada folículo rasurado consti-
cuo menor y la aponeurosis del oblicuo externo, tuirá un foco de infección.
perforando esta última por arriba del orificio in-
guinal superficial. Inerva la piel púbica y tiene ra-
mas hacia los nervios subcostal e ilioinguinal. Sedación
Puede infiltrarse durante el bloqueo de campo a
través de la piel 3 cm mediales hacia la espina ilia- Las plastias inguinales bajo anestesia local deben contar
ca anterosuperior, o en forma directa durante la di- siempre con la presencia de un anestesiólogo, cuya fun-
sección inguinal, por lo que se identifica fácilmen- ción es el monitoreo general y cardiorrespiratorio, así
te al incidir la aponeurosis del oblicuo externo. como la sedación del paciente. El frío ambiente del qui-
3. Nervio ilioinguinal: es la rama inferior de L1 y rófano resulta intimidante para la mayoría de los enfer-
tiene un curso paralelo al iliohipogástrico, aproxi- mos, por lo que la mejor de las anestesias locales suele
madamente 3 cm por debajo de él. En la espina no bastar para evitar que el paciente se torne hipersensi-
iliaca perfora sucesivamente el transverso abdo- ble e incluso imposibilite el procedimiento; por eso la
minal y el oblicuo interno, para ubicarse en el ca- sedación se torna imprescindible. Los autores acostum-
nal inguinal sobre el cordón espermático, al cual bran combinar midazolam y fentanilo intravenosos. Las
acompaña hasta su emergencia a través del orifi- dosis las individualiza el anestesiólogo de acuerdo con
cio inguinal superficial. Provee la inervación mo- las características de cada paciente, pero en términos
tora del oblicuo interno y la inervación sensitiva generales se utilizan entre 30 y 50 mg/kg de midazolam
de la cara medial del muslo, el tercio superior del y de 1 a 2 mg/kg de fentanilo. El anestesiólogo y el ciru-
escroto y el pubis, o el monte de Venus y los labios jano deben coordinarse para que el mayor efecto sedan-
mayores. Puede infiltrarse de la misma manera te coincida con la aplicación del bloqueo inguinal y el
que el nervio iliohipogástrico. menor efecto se ejerza cuando se le solicite al paciente
4. Nervio genitofemoral: proviene de L2, emerge que puje para probar la reparación, casi al final de la
medial al psoas a nivel de L4 y mantiene una direc- plastia. El propofol es un fármaco útil en bolo y en infu-
ción caudal, para pasar detrás del uretero, cruzar sión siempre y cuando se tenga el cuidado necesario de
el psoas y dividirse en sus ramas genital y femoral. no profundizar mucho el plano anestésico, para que el
La rama genital acompaña la arteria iliaca externa paciente pueda pujar. La vida media de este medica-
y pasa a través del orificio inguinal profundo. Se mento es corta, carece de metabolitos activos y tiene un
adosa a la cara posterolateral del cordón espermá- efecto antiemético adicional, lo cual facilita el egreso
tico e inerva el músculo cremáster y la piel escro- temprano del paciente.
tal, el monte de Venus y los labios mayores. Puede
infiltrarse al retraer el cordón en sentido medial,
observándose como referencia las venas espermá- Bloqueo inguinal
ticas externas, lo que se conoce como “línea azul”.
Esta rama suele seccionarse durante la técnica de Se considera que el bloqueo inguinal de campo o regio-
Shouldice, en las plastias inguinales en la mujer y nal es un complemento de la infiltración local. Si no se
en cualquier técnica que involucre una esqueleti- alcanza a bloquear el nervio genitofemoral, es insufi-
zación del cordón espermático.6--8 ciente como única técnica para lograr una adecuada
anestesia, por lo que se utilizan 20 mL de bupivacaína
a 0.25% o ropivacaína de 7.5 mg/mL. Debido a la laten-
cia de la bupivacaína (de 5 a 20 min), el mejor momento
TÉCNICA para su aplicación es justo antes del lavado quirúrgico.
Cuando el cirujano esté vestido y se encuentre colocan-
do los campos estériles sobre el paciente habrán pasado
los minutos necesarios para que el bloqueo esté listo. El
El paciente debe conocer la naturaleza del procedimien- efecto de la bupivacaína es de 4 a 12 h, lo cual le confiere
to anestésico local. Como casi todas las plastias ingui- una ventaja analgésica posoperatoria. El bloqueo se
Anestesia local en las hernias inguinales 167

terminada de siete pasos conforme se va progresando en


el abordaje del canal inguinal. El apego a estos puntos
de infiltración y el manejo cuidadoso de los tejidos gar-
antizan un mínimo malestar para el paciente.15

1. Primera punción en coordinación con el mayor


efecto sedante IV.
2. Infiltrar la dermis para marcar así la incisión.
3. Tejido graso y fascias subcutáneas.
4. “Inundar” el canal inguinal con punción de la apo-
neurosis del oblicuo externo.
5. Infiltración directa de los nervios ilioinguinal e
iliohipogástrico.
6. Infiltración del cremáster y el saco herniario.
Figura 19--2. Bloqueo de campo o regional: aplicación de 7. Infiltración directa de la rama genital del nervio
bupivacaína o ropivacaína para bloquear en sentido proxi-
mal los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal, tomando como
genitofemoral.
referencia la espina iliaca anterosuperior 2 cm por dentro y
2 cm por abajo. Antes de hacer la infiltración se prueba en la piel inguinal
con una pinza de disección, para saber si el bloqueo de
campo ya inició su efecto. Si no es así, se le debe pedir
aplica tomando como referencia anatómica para el paso al anestesiólogo que profundice momentáneamente la
de los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico 2 cm por sedación y en el momento indicado infiltrar de manera
dentro y 2 cm por debajo de la espina iliaca anterosupe- muy superficial la dermis con una aguja calibre 21 o 22
rior (figura 19--2). Puede utilizarse una aguja de 21 o 22 G, de tal modo que se marque la incisión que se va a rea-
G x 32 mm. El bloqueo se aplica con una punción única lizar. Sin retirar la aguja se inclina su punta para infiltrar
en el sitio referido dirigiendo la aguja en sentido perpen- el plano subcutáneo (figura 19--3). En estos dos pasos
dicular al paso de los nervios ilioinguinal e iliohipogás- se consumen entre 8 y 10 mL de anestésico. Se prueba
trico. Mientras se infiltra la solución se realizan movi- nuevamente la sensibilidad cutánea y se incide en la
mientos hacia atrás y hacia adelante con la punta de la forma convencional hasta identificar la aponeurosis del
aguja dirigida hacia ambos lados, hacia arriba y hacia oblicuo externo. En este paso hay que evitar el desgarro
abajo, para lograr una mejor difusión del anestésico y de las fascias subcutáneas mediante tracción con los se-
evitar su inyección intravascular. paradores; este estímulo es demasiado agresivo como
para que el paciente no lo perciba, además de que pue-
den desgarrarse las venas superficiales, que habitual-
Infiltración local inguinal

Para algunos autores esta técnica es suficiente, aunque


por las razones descritas anteriormente se considera
adecuada su combinación con el bloqueo de campo o re-
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gional.
La infiltración local se lleva a cabo antes de incidir
la piel, por lo que se requiere un anestésico de rápido ini-
cio, como la lidocaína a 1% (10 mL de lidocaína a 2%
en 10 mL de agua inyectable). Los autores de este capí-
tulo nunca han utilizado más de 30 mL de dicha dilu-
ción, que equivale a 300 mg de lidocaína. Cuando las
condiciones del paciente lo permiten se utiliza lidocaína
con epinefrina, para aumentar la dosis máxima a 7
mg/kg. Una ventaja adicional de que el bloqueo de cam-
po preceda a la infiltración local consiste en que ésta
requerirá una cantidad sustancialmente menor de lido- Figura 19--3. Infiltración local de la piel en el sitio de la inci-
caína. La infiltración local sigue una secuencia prede- sión.
168 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)

NII

Figura 19--5. Infiltración alrededor del orificio inguinal pro-


fundo. NII: nervio ilioinguinal.

plastia inguinal. Se puede hacer una infiltración adicio-


Figura 19--4. Punción de la aponeurosis del oblicuo externo nal cuando el paciente refiera dolor en algún momento
para “inundar” de lidocaína el canal inguinal. de la intervención, tomando en cuenta que aun combi-
nando el bloqueo inguinal y la infiltración local se está
lejos de alcanzar la dosis máxima de anestésico (cuadro
mente deben identificarse y seccionarse entre ligaduras
19--1). Los autores de este capítulo han utilizado esta
para evitar un hematoma posoperatorio. Antes de inci-
técnica y las mismas dosis recomendadas en reparacio-
dir la aponeurosis del oblicuo externo se punciona a tra-
nes inguinales bilaterales sin haber alcanzado la dosis
vés de la misma y se procede a “inundar” el canal ingui-
máxima recomendada.
nal con la lidocaína. Se sabrá que se infiltró suficiente
cantidad cuando se observe a través de la aponeurosis
que la solución anestésica baña por completo el conduc-
to (figura 19--4). Esto ocurre casi siempre con 5 a 7 mL. NUEVOS ANESTÉSICOS LOCALES
Se aconseja infiltrar con 1 o 2 mL los pilares del orificio
inguinal superficial, inervados por las últimas ramas del
nervio subcostal. Se incide la aponeurosis del oblicuo
externo y se desarrollan los colgajos medial hasta iden- Además de la lidocaína y la bupivacaína se cuenta con
tificar el área conjunta, y se corre en sentido lateral hasta dos nuevos anestésicos locales. La ropivacaína es un
identificar el ligamento inguinal. Esto se puede realizar
mediante una disección roma con una gasa húmeda. En
este momento es posible identificar los nervios iliohipo-
gástrico e ilioinguinal, el primero sobre el oblicuo inter-
no y el segundo sobre el cordón espermático. Se infil-
tran entre 2 y 3 mL de anestésico alrededor de cada uno
de ellos en la ubicación más proximal posible, evitando
siempre la inyección intraneural. Se infiltran entre 3 y
5 mL a nivel del orificio inguinal profundo para aneste-
siar las fibras sensitivas del plexo espermático y el saco
herniario (figura 19--5). Finalmente, se hace tracción en
sentido medial y se lleva hacia arriba el cordón esper-
CE
mático, para ver en su cara posteroexterna las venas es-
permáticas externas. Este punto es conocido como “lí- LA
nea azul”, y constituye la referencia anatómica para
identificar el trayecto de la rama genital del nervio geni-
tofemoral. Entonces se aplica entre 1 y 2 mL de anesté-
sico local con cuidado de no puncionar ningún vaso (fi- Figura 19--6. Retracción del cordón espermático (CE) para
gura 19--6). Esto suele ser suficiente para completar la infiltrar el nervio genitocrural en la línea azul (LA).
Anestesia local en las hernias inguinales 169

Cuadro 19--1. Anestésicos locales comúnmente usados en las plastias inguinales y abdominales
Lidocaína Lidocaína Bupivacaína simple Bupivacaína
simple con epinefrina con epinefrina
Concentración (%) 0.5a 1% 0.5 a 1% 0.125 a 0.25% 0.125 a 0.25%
Concentración (mg/mL) 10 mg/mL (a 1%) 10 mg/mL (a 1%) 2.5 mg/mL (a 0.25%) 2.5 mg/mL (a 0.25%)
Dosis máxima 3 a 5 mg/kg 7 mg/kg 2 mg/kg 3 mg/kg
Inicio 1 a 5 min 1 a 5 min 5 a 20 min 5 a 20 min
Duración 90 min 120 min 4 a 12 h 4 a12 h
Usos Infiltración local Infiltración local/bloqueo de campo Bloqueo de campo Bloqueo de campo

anestésico local de larga duración (similar a la bupiva- plastia inguinal bajo anestesia local es una técnica re-
caína), pero con menos cardiotoxicidad y menor efecto producible a gran escala,11,23,24 que ofrece la gran ven-
sobre el tono muscular. Se recomienda su uso en pacien- taja de producir menos dolor posoperatorio.19,21,25,27 La
tes con mayor riesgo de depresión cardiaca a una con- recuperación posanestésica es más rápida y con míni-
centración de 7.5%. No requiere mezclarse con epine- mos efectos colaterales, como náusea o sedación, lo
frina, ya que posee un efecto vasoconstrictor per se. Con cual permite el alta casi inmediata del paciente ambula-
la levobupivacaína se persiguen los mismos objetivos torio. Asimismo, tiene menor repercusión respiratoria
que con la ropivacaína, ya que la cardiotoxicidad de la y el más bajo costo, y suele ser la técnica mejor aceptada
bupivacaína racémica está dada por la dextrobupivacaí- por el paciente.14,16,18 Otras ventajas son su reproducti-
na, por lo que al utilizar sólo su levoisómero disminuye bilidad en cualquier medio hospitalario, puesto que no
la toxicidad y mantiene su eficacia. Cabe mencionar que requiere equipo especial, y su facilidad de aplicación no
todos son aminoamidas y no ésteres, y están relaciona- suele ser un procedimiento que dependa del operador,
dos con la mayoría de las reacciones alérgicas a los por lo que cuenta con una curva de aprendizaje mínima.
anestésicos locales. En ocasiones se ha malinterpretado Se considera un beneficio adicional el hecho de que el
como reacción alérgica el efecto del vasoconstrictor en paciente coopere durante el transoperatorio, ya que si no
procedimientos dentales, pero es extremadamente raro. hay relajación muscular puede contraer el abdomen y
Existen pruebas de que infiltrar la zona quirúrgica mostrar una anatomía dinámica de la región inguinal
antes de la incisión tiene un efecto de analgesia anticipa- antes y después de la reparación. Sus desventajas inclu-
torio, ya que disminuye la sensibilización de las termi- yen que es una técnica donde el tiempo disponible para
nales nerviosas libres y a nivel central, disminuyendo la completar la plastia y la dosis de medicamento son limi-
zona de hiperalgesia primaria en el posoperatorio, pero tados y carece de analgesia visceral, por lo que no es
esto es más evidente con los anestésicos de larga dura- aplicable cuando se requiere manipulación de los órga-
ción (teoría del asta posterior). Este fenómeno explica nos intraabdominales. Para algunos cirujanos puede ser
en parte por qué la plastia inguinal bajo anestesia local una desventaja el imperativo adicional de un manejo
es el procedimiento con menos dolor posoperato- más delicado de los tejidos, ya que las manipulaciones
rio.17,20,22 Cabe resaltar que, aunque la curva de aprendi- vigorosas pueden resultar molestas para el paciente, aun
zaje con la anestesia local es mínima, el mayor reto que bajo sedación. Por otro lado, suele consumir más tiem-
se observa consiste en lograr la necesaria coordinación po transoperatorio. El riesgo de toxicidad cardiovascu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

entre el cirujano y el anestesiólogo. La obligada delica- lar por los anestésicos locales no debe ser un inconve-
deza en el manejo de los tejidos que impone la técnica niente si se acostumbra un cálculo cuidadoso de la dosis
con anestesia local se considera más una ventaja que un máxima para cada paciente. Además, la anestesia local
defecto del método. modifica las funciones tradicionales del equipo quirúr-
gico, ya que el cirujano adopta parte de la responsabili-
dad del anestesiólogo y ambos deben coordinarse para
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA que la sedación sea tan superficial o profunda como el
ANESTESIA LOCAL EN LAS PLASTIAS momento quirúrgico lo requiera. Sin embargo, la anes-
INGUINALES tesia local ha demostrado ser un procedimiento útil en
cualquier medio y de gran aceptación por el paciente,
por lo que debe ocupar su propio lugar entre las opcio-
nes de manejo actual de las plastias inguinales. Desde
Desde hace más de 40 años se ha demostrado que la 1996 Amid, Shulman y Lichtenstein reportaron que el
170 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)

uso de anestesia local en las plastias libres de tensión se operados bajo anestesia local (calificación de 3 en
asocia a un periodo posoperatorio menos doloroso, que EVA). Además, se ha observado una menor incidencia
podría compararse con la intensidad del dolor en la her- de complicaciones y menos tiempo de utilización del
nioplastia laparoscópica; sin embargo, la plastia libre de quirófano y la sala de recuperación. Esto demuestra que
tensión bajo anestesia local es técnicamente menos de- la plastia inguinal libre de tensión bajo anestesia local
mandante, más barata, con menor estancia y menos es una técnica que puede realizarse en cualquier medio
morbilidad que la plastia inguinal laparoscópica. hospitalario con una menor duración e intensidad del
En una encuesta realizada entre cirujanos galeses so- dolor posoperatorio, en comparación con la técnica de
bre hernioplastia laparoscópica Sanjay y Woodward re- BPD que se usa de manera tradicional. Asimismo, es la
portaron en 2007 que el uso de anestesia local en las alternativa anestésica más compatible con el manejo
plastias inguinales aumenta la productividad quirúrgica ambulatorio, ya que no existen el bloqueo motor y los
diaria en los pacientes ASA 3 y 4, y concluyeron que la efectos viscerales secundarios que se observan en el
anestesia local muestra el mejor resultado final en los BPD.
pacientes con hernia inguinal. La plastia inguinal libre de tensión bajo anestesia local
De acuerdo con la experiencia obtenida en México, es una técnica fácilmente reproducible y de uso creciente
Hernández Ibar demostró que existe una mayor intensi- en la Unión Europea y EUA. Sin embargo, aunque ya
dad del dolor en los pacientes operados bajo anestesia existen reportes publicados,28 esta técnica requiere una
regional (calificación de 6 en EVA) que en los pacientes mayor difusión debido a las ventajas mencionadas.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
172 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)
Capítulo 20
Técnica preperitoneal de
Stoppa para hernia inguinal
Rigoberto Álvarez Quintero

A través de los siglos la búsqueda de la técnica ideal excelente relajación que permita la manipulación y la
para la reparación de los defectos de la pared abdominal disección del espacio preperitoneal. Este tipo de proce-
ha sido tema de investigación, discusión y varias veces dimientos demanda en ocasiones tiempos quirúrgicos
de verdaderos altercados técnico--científicos. Sin em- que pueden fluctuar entre 1.5 h y 3 o 4 h, lo cual determi-
bargo, pocas técnicas han sido tan contundentes en el na que la opción anestésica dependerá de evaluación y
manejo de los “defectos masivos” y “difíciles” de la pa- planeación preoperatorias adecuadas.
red abdominal como las técnicas preperitoneales abier- Los beneficios del bloqueo peridural son principal-
tas o laparoscópicas. mente el costo y el manejo del dolor posoperatorio con
Una de las técnicas protagonistas de este tipo de bombas de infusión continua; esta técnica debe acom-
abordaje y reparación es el procedimiento descrito por pañarse de la colocación del paciente sobre una superfi-
el Dr. René E. Stoppa en 1965, el cual fue resultado de cie operatoria cómoda.
una serie de eventos, como la disección y el abordaje del La anestesia general con intubación deberá conside-
espacio preperitoneal por parte de Cheatle, Rives9 y rarse en los pacientes con alguna contraindicación para
Nyhus,6 y la descripción del orificio miopectíneo hecha la anestesia regional o que requieran un tiempo operato-
por Fruchaud en la década de 1950, pero sobre todo del rio prolongado, sobre todo si son portadores de grandes
advenimiento de los materiales protésicos de soporte, hernias incisionales secundarias a cirugías contamina-
principalmente en Francia, desde finales de la década de das o sépticas.
1940.
El procedimiento de Stoppa sigue vigente y cumple Anatomía y disección
con el objetivo de reparación integral de los defectos de
la pared abdominal al dar soporte a los tres triángulos de La región inguinal se caracteriza por demandar un gran
la región inguinal descritos por Gilbert5 a través de los conocimiento anatómico; sin embargo, hablar del espa-
espacios de Retzius y Bogros. cio preperitoneal lleva a un margen de error anatómico,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ya que no sólo existe un mayor número de estructuras,


sino que se está poco familiarizado con ellas.
Además, la reparación de hernias por vía posterior3
PROCEDIMIENTO
requiere una disección y una reparación completamente
diferentes a las del abordaje anterior.
La lesión nerviosa, aunque menos frecuente por esta
vía, debe tomarse en cuenta, puesto que la inguinodinia
Anestesia ha sustituido a la recurrencia como principal complica-
ción posterior a la hernioplastia.2
La técnica anestésica depende principalmente de las ca- Desde el punto de vista anatómico, es necesario dise-
racterísticas del paciente, debido a la necesidad de una car los espacios de Bogros y Retzius, y avanzar hasta la

173
174 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 20)

cicatriz umbilical en forma preperitoneal de manera


amplia a través de una incisión media infraumbilical1 o
abordaje de Cheattle. Hay que extender la disección has-
ta las crestas iliacas anterosuperiores en sentido lateral.
La disección preperitoneal no es difícil técnicamen-
te; sin embargo, debe considerarse que la mayoría de los A B
pacientes candidatos para este procedimiento son porta- O CU
dores de grandes defectos herniarios recurrentes, y la fi- AD
brosis7 constituye el principal enemigo del cirujano en IMI
este campo de batalla. OMP
Es importante disecar perfectamente a lo largo del li-
gamento de Cooper e identificar los vasos iliacos exter- Malla
nos; hay que tener en cuenta que los sacos herniarios C D SP
con componente indirecto (Nyhus I, II, IIIb y IVb) pro- Figura 20--1. A. Incisión en línea media infraumbilical (IMI)
truyen en sentido medial, por lo que es necesario dise- para tratamiento de hernia inguinal bilateral. B. Disección
carlos y reducirlos. del espacio de Bogros y del cordón espermático. C. Disec-
Muchas veces se encuentran grandes sacos hernia- ción y retracción del saco herniario. D. Colocación de la ma-
rios inguinoescrotales que es necesario cortar circunfe- lla con cobertura de la incisión (IMI) y ambos orificios mio-
rencialmente con cuidado de no lesionar, pero sobre todo pectíneos (OMP), y sobrepasando la sínfisis púbica (SP)
por debajo y a nivel del arco de Douglas (AD) por arriba. Mo-
de no involucrar estructuras nerviosas; las ramas genital dificado del Dr. Stoppa. Amiens, Francia.
y femoral del nervio genitofemoral son las de mayor
riesgo, ya que se encuentran en la emergencia del anillo
inguinal profundo y femoral. En estos casos la separa- 5. Se haya disecado el conducto deferente de ambos
ción de las estructuras del cordón espermático del saco lados (dirección medial).
herniario en presencia de fibrosis constituye el principal 6. Se hayan disecado los vasos gonadales (dirección
reto, puesto que de ello depende evitar las complicacio- lateral).
nes inherentes al procedimiento quirúrgico, como son 7. Se localicen y se disequen por completo ambos li-
atrofia testicular, hematomas e inguinodinia. gamentos de Cooper a partir de 1 cm por debajo de
En los casos de hernia directa (Nyhus IIIa) general- la vena iliaca hasta la tuberosidad anterior del pu-
mente se observan sacos pequeños adheridos a la fascia bis.
transversalis, por lo que deben disecarse con cuidado 8. Se haya hecho una disección abdominal preperito-
para no lesionar la vejiga, ya que se tratará de defectos neal lateral hasta las crestas iliacas anterosuperio-
mediales al orificio de Fruchaud. Es por esto que siem- res.
pre se justifica la colocación de una sonda vesical en 9. Se haya hecho una disección superior hasta la ci-
todo paciente sometido a un abordaje preperitoneal (fi- catriz umbilical, siguiendo en sentido lateral el
gura 20--1). arco de Douglas.
La disección de los vasos iliacos externos debe ser
completa, sin olvidar que las hernias femorales (Nyhus
IIIc) protruyen medialmente y desplazan el ligamento Confección protésica
lacunar o de Gimbernat, por lo que es importante la lo-
calización de este ligamento y verificar que no existan Aunque originalmente se utilizó poliéster (DacrónR),10
elementos de transición entre él y la vena iliaca. Se con- en la actualidad los estudios apoyan el uso de material
sidera que una disección está completa cuando: macroporo y monofilamento,1,2 lo cual conduce a que la
utilización de polipropileno sea factible sin faltar a los
1. Se verifica que no existen sacos herniarios a través principios básicos de la técnica. El empleo de otros ma-
del orificio miopectíneo. teriales dependerá de la justificación específica en cada
2. Se encuentre disecado el espacio retropúbico de paciente.
Retzius. La confección de la prótesis de contención tiene for-
3. Se encuentren disecados por completo los espa- ma de “barras militares”, y las dimensiones varían de
cios de Bogros. acuerdo con la talla del paciente; sin embargo, la pro-
4. Se tenga una visualización completa de los vasos porción transversal/longitudinal es de 3:2 con un pro-
iliacos externos. medio de 26 cm de anchura por 15 cm de longitud, lo
Técnica preperitoneal de Stoppa para hernia inguinal 175

26 cm

15 cm

Figura 20--2. El diseño de la prótesis guarda la forma de


“barras militares”, y se coloca preperitonealmente en la Figura 20--3. Vista posterior de la colocación de la malla,
forma presentada. que cubre los orificios miopectíneos, la incisión en la línea
media y la diastasis de rectos si ésta existiera.

cual se obtiene si se cuenta con una prótesis de 30 x 30 Dada la gran disección implícita en el procedimiento,
cm (12 x 12”) (figura 20--2). Dada la gran disección re- será importante colocar drenajes cerrados y valorar su
querida, la hemostasia es primordial para evitar en lo retiro de acuerdo con el gasto y la evolución de cada pa-
posible la formación de hematomas y seromas, que son ciente. Respecto al uso de antibióticos, se acepta que los
causa de molestia posoperatoria, aumentan el riesgo de criterios para su administración se justifican en los ca-
infección y, sobre todo, participan directamente en el re- sos intervenidos en hospitales con un índice de infeccio-
tardo o la falta de integración del material protésico. nes mayor de 4% y que no sigan manuales de procedi-
mientos en forma rigurosa, o en los pacientes de alto
riesgo, como los que padecen diabetes mellitus o esta-
Colocación de la malla dos de inmunocompromiso.

Una vez que está preparado el campo quirúrgico, con-


feccionada la malla y el paciente se encuentra en posi- CONTROL POSOPERATORIO
ción de Trendelenburg, se procede a introducir el vértice
lateral con pinzas de Rochester hasta rebasar los vasos
iliacos en dirección inferolateral. Se hace lo mismo del
lado contralateral, para colocar el borde inferior de la La colocación de un catéter peridural permite un mejor
malla 1 o 2 cm por debajo del ligamento de Cooper en control posoperatorio del dolor con la aplicación de
toda su extensión, sin dejar de verificar que la línea me- analgésicos mediante bomba de infusión continua; con
dia protésica corresponda a la línea media abdominal el uso de una sonda vesical durante las primeras 12 h se
retropúbica. Para evitar la movilización de la prótesis evitará la retención urinaria que suele acompañar a este
durante la manipulación se recomienda dejar las pinzas tipo de procedimientos. No existe otra recomendación
de referencia y retirarlas posteriormente. que no sea la deambulación temprana para cubrir los
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Se continúa con la colocación preperitoneal de la ma- cuidados básicos posquirúrgicos.


lla en forma lateral y se verifica que quede colocada a
una distancia no mayor de 1 cm de la cresta iliaca ante-
rosuperior; entonces se dirige hacia la línea media supe- TÉCNICA PREPERITONEAL DE WANTZ
rior para colocar el vértice medio de la “barra militar”10
y en este sitio fijarla a la fascia umbilical con un solo
punto de material absorbible. Se retiran todas las pinzas
de sujeción y se inspecciona cuidadosamente que la ma- Una modificación a la técnica descrita por Stoppa es la
lla no se haya enrollado o retraído y que todos los orifi- diseñada por Wantz para operar hernias inguinales uni-
cios naturales por donde se puedan formar hernias que- laterales. Se utiliza la misma vía de acceso por incisión
den cubiertos (figura 20--3). Para evitar la lesión media, pero disecando sólo el lado afectado y colocando
nerviosa o visceral es importante evitar el uso de más un segmento de prótesis que cubra únicamente el orifi-
puntos de sujeción, ya sea suturas o tackers. cio miopectíneo con sus sitios potenciales de hernia,
176 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 20)

Figura 20--4. Modificación de Wantz a la operación original


de Stoppa para hernias unilaterales o bilaterales. Figura 20--5. Paciente con hernia inguinal bilateral operado
en dos ocasiones por vía anterior. Hernia incisional por
apendicectomía con plastia previa. Candidato ideal para la
técnica de Stoppa.
evitando la disección innecesaria del lado contralateral
y la colocación de grandes segmentos protésicos. Esta
modalidad es la más parecida a los segmentos de malla
colocados ahora por vía laparoscópica. Para hernias bi- celente opción para el tratamiento de los defectos com-
laterales Wantz sugirió colocar segmentos individuales plejos de la pared abdominal (figura 20--5). Sin embar-
en cada región inguinal (figura 20--4). go, requieren experiencia quirúrgica para la adecuada
disección y colocación del material de contención, pero
sobre todo para evitar las potenciales complicaciones
CONCLUSIONES inherentes a una gran disección en una zona poco cono-
cida y con muchas estructuras.
Se requiere experiencia o asesoría, en caso de carecer
de ella, cuando se piense en realizar este tipo de procedi-
Los abordajes preperitoneales casi siempre son una ex- mientos.

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Capítulo 21
Técnica de hernioplastia inguinal
libre de tensión Lichtenstein
Parviz K. Amid

INTRODUCCIÓN tacto, sino que se refuerza la totalidad del piso inguinal


con la colocación de una hoja de malla. La prótesis se
coloca entre el piso inguinal y la aponeurosis del obli-
cuo mayor, extendiéndose más allá del triángulo de
Desde hace más de un siglo el éxito de una reparación Hesselbach para proveer un adecuado recubrimiento de
de hernia se ha medido por su índice de recidivas. En malla sobre las estructuras de la ingle. A causa del au-
1966 Lichtenstein atrajo por primera vez la atención de mento de presión intraabdominal originado por el es-
los cirujanos sobre la importancia del periodo de inca- fuerzo la contracción del oblicuo mayor aplica una con-
pacidad después de una hernioplastia. Con el objetivo trapresión sobre la malla que se utiliza en favor de la
de disminuir el dolor posoperatorio, el periodo de recu- reparación. El procedimiento es terapéutico y profilác-
peración y los índices de recurrencias, en junio de 1984 tico, pues protege por completo las zonas susceptibles
se creó, en el Instituto Lichtenstein, el proyecto de her- de herniación en la ingle de futuros efectos adversos
nioplastia libre de tensión. En EUA y Europa la hernio- metabólicos y mecánicos. Se prefiere la anestesia local
plastia libre de tensión es sinónimo de plastia de Lich- para las hernias inguinales reductibles en adultos.1 Es
tenstein, por lo que en este capítulo el término se usa simple, segura, efectiva, económica y sin efectos secun-
indistintamente para referirse a la misma plastia. El con- darios como náuseas, vómitos o retención urinaria.
cepto se basa en el origen degenerativo de las hernias in- Además, la anestesia local administrada antes de hacer
guinales, el cual resulta en destrucción del piso inguinal la incisión produce un efecto analgésico prolongado por
y en el hecho de que las reparaciones tradicionales con vía de la inhibición en la formación de moléculas noci-
tejidos propios se relacionan con una excesiva tensión ceptivas locales.1 Actualmente se encuentran disponi-
en la línea de sutura. bles varios agentes anestésicos. Sin embargo, el autor de
En la actualidad la comprensión del desequilibrio de este capítulo y su grupo eligen una mezcla de 50:50%
la proteasa--antiproteasa en la patogénesis de las hernias de lidocaína (XylocaínaR) a 1% y bupivacaína (Mar-
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inguinales conduce a un nuevo concepto en la patología caínaR) a 0.5% con epinefrina a 1/200 000.
de las hernias de la región inguinal y las causas de los
fracasos en su tratamiento quirúrgico.17
El uso de tejidos deficientes, especialmente bajo ten- TÉCNICA ANESTÉSICA
sión, es una violación a los más básicos principios de la
cirugía. Incluso la aproximación del tendón conjunto a
estructuras como el ligamento inguinal o el tracto ilio-
púbico resulta en un ensanchamiento del anillo femoral Casi siempre es suficiente un promedio de 45 mL de
y en el desarrollo de una hernia femoral iatrogénica. mezcla anestésica de lidocaína y bupivacaína para una
En la hernioplastia libre de tensión no se suturan es- hernioplastia unilateral, la cual se administra de la si-
tructuras anatómicas que normalmente no están en con- guiente manera:

177
178 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)

Infiltración subdérmica inguinal antes de cerrar la aponeurosis del oblicuo ma-


yor, y con otra infiltración del espacio subcutáneo antes
Se infiltran aproximadamente 5 mL de la mezcla a lo de cerrar la piel.6
largo de la línea de incisión con una aguja del Nº 25 de La anestesia epidural se prefiere para la reparación de
5 cm de longitud, insertada dentro del tejido subdérmico hernias inguinales irreductibles. Los medicamentos ad-
y paralela a la superficie de la piel. La infiltración conti- ministrados por el cirujano o por el anestesiólogo, como
núa conforme la aguja avanza. El movimiento de la agu- “sedación consciente” de acción rápida intravenosa,
ja mientras se infiltra reduce la probabilidad de inyec- agentes ansiolíticos y agentes amnésicos, como el pro-
ción intravascular del medicamento, porque incluso si pofol (DiprivanR), reducen la ansiedad del paciente.
la aguja penetrara en un vaso sanguíneo la punta no per- Esto disminuye también la cantidad del agente anestési-
manece suficiente tiempo como para pasar una conside- co local requerido, sobre todo en la reparación de her-
rable cantidad de anestésico. Este paso bloquea las ter- nias inguinales bilaterales.
minaciones nerviosas subdérmicas y reduce la molestia
de la infiltración intradérmica, lo cual constituye el paso
TÉCNICA DE LA OPERACIÓN
más molesto en la anestesia local.

Infiltración intradérmica Se hace una incisión de 5 cm a partir del tubérculo púbi-


co y se extiende lateralmente sobre una línea de Lan-
La aguja colocada en el espacio subdérmico es retirada gers, para proporcionar una excelente exposición del
lentamente hasta que la punta alcanza el nivel intradér- tubérculo púbico y del anillo interno. Después de la in-
mico. Sin extraer la aguja por completo se infiltra la der- cisión en la piel la aponeurosis del oblicuo mayor se
mis, inyectando lentamente cerca de 3 mL de la mezcla abre y su hoja inferior se libera del cordón espermático.
a lo largo de la línea de incisión. Entonces la hoja superior es liberada del músculo obli-
cuo menor subyacente hasta que se aprecia su aponeuro-
sis color plata.
El espacio de disección entre estas dos capas es avas-
Infiltración subcutánea profunda
cular y su liberación puede hacerse rápidamente sin oca-
sionar trauma. La separación alta de estas capas tiene un
Un total de 10 mL de la mezcla se inyecta profunda- doble beneficio, pues mejora la visualización del nervio
mente en el tejido adiposo subcutáneo a través de la agu- iliohipogástrico (figuras 21--1 y 21--2) y crea un amplio
ja insertada verticalmente (perpendicular a la superficie espacio para la inserción de una gran hoja de malla que
de la piel). Se continúa con la infiltración mientras la pueda sobrepasar el oblicuo menor arriba del piso ingui-
aguja se mantiene en movimiento para reducir la proba- nal. El cordón y su cubierta de cremáster son separados
bilidad de infiltración intravascular. del piso del canal inguinal y del hueso púbico a una dis-
tancia de hasta 2 cm distales del tubérculo púbico.
El plano anatómico entre el tejido cremastérico adhe-
Infiltración subaponeurótica rido al hueso del pubis es avascular, por lo que no hay
riesgo de dañar el flujo sanguíneo testicular. Durante la
Alrededor de 10 mL de la mezcla del anestésico se infil- disección del cordón debe tenerse cuidado de incluir el
tran inmediatamente debajo de la aponeurosis del obli- nervio ilioinguinal, los vasos espermáticos externos y el
cuo mayor a través de una ventana creada en el tejido nervio genital, con el fin de asegurar que se preserve
subcutáneo en la esquina lateral de la incisión. Esta in- este último, el cual siempre está en yuxtaposición a los
filtración expande el cerrado canal inguinal y anestesia vasos espermáticos externos (figura 21--1). El autor ha
los tres nervios mayores de la región mientras el tejido encontrado que este método para preservar el nervio ge-
subcutáneo se termina de incidir. nital es simple y seguro en comparación con el método
A veces es necesario infiltrar algunos mililitros de de disección del cordón menor (método en el cual el ner-
anestésico en el tubérculo púbico, alrededor del cuello vio genital y los vasos espermáticos externos son sepa-
de la hernia y dentro de los sacos indirectos, para lograr rados del cordón en forma conjunta, llamándolo cordón
una anestesia local completa. menor, y es pasado a través de una abertura entre la línea
La anestesia local se puede prolongar con la irriga- de sutura de la malla al ligamento inguinal). El nervio
ción de 10 mL de la mezcla anestésica dentro del canal iliohipogástrico también debe preservarse.
Técnica de hernioplastia inguinal libre de tensión Lichtenstein 179

Nervio iliohipogástrico una causa importante de dolor posoperatorio.18 Está de-


mostrado que si no se liga un saco herniario indirecto no
Aponeurosis del se incrementa el riesgo de recidivas.18 Con el fin de mi-
oblicuo mayor
nimizar el riesgo de orquitis isquémica los sacos hernia-
rios escrotales no deslizantes se resecan en un punto me-
dio del canal inguinal, dejando in situ la porción distal
del mismo. Sin embargo, hay que incidir la pared ante-
Nervio rior del saco distal para prevenir la formación de hidro-
ilioinguinal
cele posoperatorio.
En caso de que las hernias directas sean grandes se
Rama genital debe invaginar o aplanar el saco con una sutura absorbi-
del nervio ble. Se requiere una exploración de la ingle para descar-
genitofemoral
tar la coexistencia de hernias intraparietales (intersticia-
Vasos espermáticos externos les), hernias bajas de Spiegel o hernias femorales. El
anillo femoral se evalúa rutinariamente pasando el dedo
Figura 21--1. El cordón espermático y su cubierta cremasté- a través del anillo inguinal profundo al espacio de Bo-
rica, el nervio ilioinguinal, los vasos espermáticos externos
gros. Se usa un segmento de malla de 7.5 x 15 cm. El au-
y el nervio genital se levantan, y las fibras cremastéricas se
separan longitudinalmente hasta el nivel del anillo interno. tor prefiere las mallas de polipropileno monofilamento,
porque la textura de su superficie promueve la fibropla-
sia y su estructura monofilamentosa no alberga o perpe-
Para poder explorar el anillo interno en los sacos her- túa las infecciones.3 La parte medial de la malla se corta
niarios indirectos se incide la vaina cremastérica longi- de acuerdo con la forma de la esquina medial del canal
tudinalmente hasta el anillo profundo. La disección inguinal. Con el cordón separado medialmente se sutura
completa con el corte de todas las fibras cremastéricas la esquina redondeada con material de sutura monofila-
alrededor del cuello del saco herniario es innecesaria y mento no absorbible al tejido aponeurótico del arco del
puede lesionar los nervios, los pequeños vasos sanguí- transverso sobre el hueso púbico, sobrepasando la vaina
neos y el conducto deferente; además, puede ocasionar del recto anterior 1 o 1.5 cm en sentido medial (figura
que el testículo descienda más y quede colgante en el es- 21--2). Este paso es crucial en la reparación, ya que si se
croto. omite cubrir este hueso con la malla es muy probable
Los sacos herniarios indirectos son liberados del cor- que se presenten recurrencias. Se debe evitar tomar el
dón más allá del cuello del saco e invertidos dentro del periostio del hueso. La sutura es continua (con no más
espacio preperitoneal sin ligarlos. Debido a la presión de cuatro pases) y fija el borde inferior de la malla al li-
mecánica y a los cambios isquémicos se ha indicado que gamento inguinal hasta un punto exactamente lateral al
la ligadura de un saco peritoneal altamente inervado es anillo interno. Suturar la malla más allá de este punto es
innecesario y podría dañar el nervio femoral. Si se en-
cuentra una hernia femoral concurrente se debe agregar
una extensión triangular a la malla y fijarla al ligamento
de Cooper 1 o 2 cm debajo de la línea de sutura con el
ligamento inguinal, a fin de cerrar el anillo femoral (fi-
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gura 21--3).
Se hace un corte en la parte lateral de la malla y se
crean dos colas: una amplia (dos tercios) medial y otra
angosta (un tercio) lateral.
La cola amplia superior se toma con una pinza he-
mostática y se pasa hacia la cabeza del paciente debajo
del cordón espermático, para colocar el cordón entre las
dos colas de la malla (figura 21--4).
La cola amplia es cruzada y colocada sobre la cola
angosta, y ambas se detienen con la pinza hemostática
(figura 21--5). Con el cordón retraído hacia abajo y la
Figura 21--2. La esquina medial del parche sobrepasa el hoja superior del oblicuo mayor retraída hacia arriba el
tubérculo púbico entre 1 y 1.5 cm en sentido medial. borde superior del parche es fijado en su lugar con dos
180 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)

CE
M D
OM

LI
OMe TA
PM FT Pe
ER
LC

M
P
Figura 21--5. Cruzamiento de las dos colas.
PM

Figura 21--3. OM: aponeurosis del oblicuo mayor; OMe: muy importante, puesto que produce una apropiada
músculo oblicuo menor; TA: aponeurosis del transverso; FT: laxitud (configuración de domo) en el parche de malla
fascia transversalis; Pe: peritoneo; ER: espacio de Retzius; cuando dicha tracción es suspendida.
LC: ligamento de Cooper; P: pubis; LI: ligamento inguinal; La laxitud asegura una verdadera reparación libre de
CE: cordón espermático; M: malla; PM: pestaña triangular
de la malla (en caso de hernia femoral); D: abultamiento en
tensión y se ocupa cuando al paciente se le hace pujar
forma de domo de la malla (en línea punteada). o toser durante la operación, o asume la posición erecta.
Algo más importante es que esta laxitud compensa el
encogimiento o contracción futura de la malla, que es de
suturas simples: una en la vaina del recto y otra en la aproximadamente 20%, según estudios clínicos y de la-
aponeurosis del oblicuo menor, a nivel del anillo in- boratorio.3
terno. En ocasiones el nervio iliohipogástrico tiene un Con una sutura monofilamento no absorbible se fijan
curso anormal y se sitúa contra el borde superior de la los bordes inferiores de cada una de las dos colas al liga-
malla, por lo que una apertura en la malla acomodará mento inguinal, justo en seguida del nudo dejado por la
adecuadamente el nervio. Es importante evitar suturas sutura continua de la malla al ligamento inguinal. El
del borde superior de la malla al borde interno del obli- cruzamiento de las dos colas forma una configuración
cuo menor (arco del transverso), debido a que el nervio similar a la del cabestrillo normal de la fascia transver-
iliohipogástrico puede cruzar de manera intramuscular salis, responsable de la integridad normal del anillo in-
y ser lesionado por la aguja o atrapado por la sutura.20 terno. Además, este cruzamiento crea el abombamiento
La retracción hacia arriba de la hoja superior de la o domo de la malla que asegura una reparación libre de
aponeurosis del oblicuo mayor durante la reparación es tensión en el área del anillo interno.
El exceso de malla en la parte lateral se corta y se
Nervio iliohipogástrico dejan al menos 5 cm más allá del anillo interno. Esta
parte se introduce debajo de la aponeurosis del oblicuo
mayor (figura 21--6), que entonces se cierra sobre el cor-
dón con sutura absorbible. La fijación de estas colas de
la malla al músculo oblicuo menor y al anillo interno en
dirección lateral es innecesaria y podría resultar en atra-
pamiento del nervio ilioinguinal con el punto de sutura.

EVALUACIÓN DE RESULTADOS

De acuerdo con lo reportado por más de 200 autores de


Figura 21--4. El cordón espermático se sitúa entre las dos Europa y EUA, los resultados de la hernioplastia libre
colas de la malla. de tensión (técnica de Lichtenstein) son los siguientes.
Técnica de hernioplastia inguinal libre de tensión Lichtenstein 181

motivación. En general, el retorno a sus actividades la-


borales después de una hernioplastia libre de tensión
(sin importar su abordaje) es de 2 a 14 días, dependiendo
de la ocupación del paciente. Como se ha publicado en
diferentes series, el retorno a las actividades laborales
después de una reparación abierta libre de tensión en
hernias inguinales bilaterales es como máximo de dos
días más que la reparación unilateral.13,19 Esto es igual-
mente comparable con el retorno al trabajo después de la
reparación laparoscópica de hernias inguinales bilatera-
les.

Figura 21--6. Los bordes inferiores de las dos colas son sutu-
rados al ligamento inguinal para crear un nuevo anillo interno Índice de recurrencias
hecho de malla.
El índice de recurrencias reportado para este procedi-
miento es menor de 1%. Durante el desarrollo de la her-
Dolor posoperatorio nioplastia libre de tensión (Lichtenstein) muchos
pacientes del Lichtenstein Hernia Institute tuvieron re-
cidivas como resultado de algunos errores técnicos.
Sin importar que el abordaje sea abierto o laparoscó-
Tres hernias recurrieron a nivel del tubérculo púbico
pico, la reparación libre de tensión produce un mínimo
porque no se cubrió con la malla una porción más allá
dolor posoperatorio y requiere la administración de una
del tubérculo púbico. Otra fue consecuencia de la dis-
moderada cantidad de analgésicos durante un periodo
rupción total de la sutura de la malla al ligamento ingui-
de uno a cuatro días. Muchos estudios aleatorizados, in-
nal, ya que la malla era muy angosta. Las lecciones
cluidos los de Horeyseck11 y Filipi,10 no muestran dife-
aprendidas de estas recurrencias condujeron a dejar un
rencias estadísticas en el dolor posoperatorio después
excedente de malla que sobrepasara el tubérculo púbi-
de una operación libre de tensión abierta, en compara-
co, a incrementar la amplitud de la malla a cerca de 7.5
ción con la técnica laparoscópica. De hecho, en un estu-
cm y a mantener la malla ligeramente arrugada (abom-
dio de Kawji14 con cinco muestras se compararon las re-
bada) en el piso inguinal. Estos refinamientos, adopta-
paraciones de Lichtenstein bajo anestesia local, la de
dos por dicho autor a finales de la década de 1980,
Lichtenstein bajo anestesia general, la laparoscópica, la
sirvieron para disminuir el dolor posoperatorio y com-
de Shouldice y la reparación con abordaje preperito-
pensar el encogimiento futuro de la malla, con el fin de
neal, y se demostró que el dolor posoperatorio y los re-
evitar recurrencias.2,3
querimientos de analgésicos fueron menores después de
las reparaciones de Lichtenstein efectuadas con aneste-
sia local, seguidas por las de Lichtenstein bajo anestesia
Complicaciones
general, la reparación laparoscópica, el procedimiento
de Shouldice y la reparación preperitoneal. Esto no sig-
nifica que un procedimiento sea menos doloroso que Las infecciones, los hematomas y los seromas ocurren
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

otro, sino que tan sólo concluye que las reparaciones li- en aproximadamente 1% de los casos. Las más graves
bres de tensión (independientemente del abordaje) se complicaciones asociadas con la técnica son la neural-
asocian con una mínima molestia posoperatoria y con gia crónica y la atrofia testicular, que ocurren en un por-
rápidos recuperación y regreso a las actividades habi- centaje menor de 1%.
tuales.

CONSIDERACIONES TÉCNICAS
Retorno a las actividades laborales

El retorno al trabajo después de una operación de hernia Como su nombre lo indica, la principal meta de la her-
constituye un tema socioeconómico complejo que de- nioplastia libre de tensión es conseguir una reparación
pende en gran medida de la cultura del paciente y de su libre de tensión, no únicamente en la mesa de operacio-
182 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)

nes donde el paciente está acostado, sino también en el Nervio iliohipogástrico


posoperatorio, a pesar de los efectos adversos, como son
el gradiente de presión intraabdominal y la contracción
de la malla.

Gradiente de presión intraabdominal


Nervio
El estudio de Drye acerca de la presión intraabdominal ilioinguinal
demostró una presión media de 8 cmH2O con el pacien-
te acostado. Cuando éste estuvo de pie la presión intra- Rama genital
abdominal en el área pélvica se incrementó a 11 cmH2O.
Las diferentes actividades, como el esfuerzo y el vómi- Figura 21--7. Dispositivo preformado para la plastia con do-
to, incrementan la presión a más de 80 cmH2O. El au- mo. Extensión de la malla más allá de los límites del piso
mento de la presión intraabdominal ocasiona una pro- inguinal, como se aprecia en la línea punteada.
trusión hacia delante de la pared abdominal inferior,
sobre todo en la fascia transversalis. Cuando la repara-
ción es libre de tensión la protrusión de la fascia trans- conocida de recurrencia en el área del anillo in-
versalis queda protegida. terno.
3. Asegurar la malla con dos suturas interrumpidas
en su borde superior y una sutura continua con no
más de cuatro pasadas en el borde inferior de la
Contracción de la malla malla (figura 21--7). La fijación de la malla previe-
ne movimientos y dobleces que pudieran originar
La contracción o el encogimiento de la malla también recurrencia.
se consideran durante la reparación libre de tensión. De 4. Dejar la malla con una pequeña laxitud en forma
acuerdo con estudios clínicos y de laboratorio que el au- de domo (figuras 21--3 y 21--7) para contrarrestar
tor de este capítulo y su grupo reportaron en 1996, el en- la protrusión frontal de la fascia transversalis
cogimiento de la malla es de 20% en ambas direcciones cuando el paciente se pone de pie y, aún más im-
después de ser implantada, lo cual confirmaron Klinge portante, para compensar la contracción de la ma-
y col. en 1998 y Ureña y col. en el año 2000. Sin embar- lla. El excedente de malla que forma el domo tiene
go, esta pérdida es secundaria a la escarificación del te- dos funciones:
jido del receptor, la cual ocasiona que la malla se con- a. Antes de que la malla sea infiltrada por los teji-
traiga conforme se desarrolla tejido cicatrizal. En los dos del paciente la presión intraabdominal es
inicios de las operaciones de hernioplastias libres de aplicada únicamente en la línea de sutura ma-
tensión se encontraron muchas recurrencias. A finales lla--tejido. Durante esta fase del curso posope-
del decenio de 1980 estos fracasos, junto con la conside- ratorio la malla extra del domo protege la repa-
ración del gradiente de presión intraabdominal y la con- ración y contrarresta la presión frontal de la
tracción de la malla, llevaron al establecimiento de los fascia transversalis causada por el incremento
siguientes principios:2 de la presión intraabdominal.
b. Alrededor de un mes después de la cirugía,
1. Usar un segmento de malla grande que se extienda cuando los tejidos infiltran la malla y ésta se
2 cm mediales al tubérculo púbico, entre 3 y 4 cm contrae por efecto del proceso de cicatrización,
arriba del triángulo de Hesselbach y entre 5 y 6 cm el excedente de malla del domo compensa este
en sentido lateral al anillo interno (figura 21--7). encogimiento.
Se sugiere usar una hoja de malla de 7.5 x 15 cm 5. Identificar y proteger los nervios ilioinguinal, ilio-
para facilitar el manejo y entonces cortar 3 o 4 cm hipogástrico y genital. El nervio iliohipogástrico
de su lado lateral. puede ser identificado fácilmente cuando se inicia
2. Cruzar las colas de la malla detrás del cordón es- la separación de la aponeurosis del oblicuo mayor
permático para evitar recurrencia lateral en el ani- para hacer el espacio adecuado donde se alojará la
llo interno (figura 21--7). Suturar las colas juntas malla de 7.5 cm de anchura (figura 21--1). La sepa-
en posición paralela, sin que se crucen, es una causa ración de estas dos capas es fácil, rápida y avascu-
Técnica de hernioplastia inguinal libre de tensión Lichtenstein 183

lar, porque normalmente hay un plano de clivaje en sus resultados, lo cual incrementa la validación de los
entre las capas del oblicuo mayor y el menor. El estudios individuales.
nervio genital se protege con la preservación de la Las series publicadas por varias universidades euro-
fácilmente visible vena espermática externa azul peas demuestran que la hernioplastia libre de tensión
(línea azul) y del cordón espermático, mientras es Lichtenstein puede ejecutarse con seguridad bajo anes-
disecado del piso inguinal (figura 21--1). La pre- tesia local y permite la inmediata movilización del pa-
servación de la vena espermática externa protege ciente, menores costos y molestias. Además, los índices
el nervio genital, que siempre va junto a la línea de recurrencia publicados son uniformemente bajos (1%
azul. o menos). Muchos metaanálisis de estudios aleatoriza-
dos bien controlados de plastias inguinales laparoscópi-
Recientemente se desarrolló un dispositivo de malla cas vs. reparaciones abiertas no demuestran diferencias
(Davol, Cranston, Rl) con las mismas forma y dimen- cuando la reparación laparoscópica es comparada con
siones del área del piso inguinal que deberá ser cubierta la plastia Lichtenstein libre de tensión.8,9 De manera
y tiene un segmento en forma de domo (figura 21--7) similar, los estudios prospectivos aleatorizados analiza-
que llena todos los principios de la reparación abierta ron la reparación de Lichtenstein con malla detrás de la
libre de tensión, facilita el procedimiento y ayuda a evi- fascia transversalis e indicaron que no hay diferencia en
tar recurrencias. los índices de recurrencia.7 Estos estudios también con-
Dado que ya tiene elaborado un domo con la laxitud cluyeron que la reparación de Lichtenstein fue más fácil
requerida, no hay necesidad de suturar las colas de la de efectuar, de enseñar y de aprender.
malla al ligamento inguinal (como debe hacerse cuando Más de 30 años después de iniciada la hernioplastia
se usa una malla plana normal). En lugar de esto, las dos libre de tensión, en 1984, y 20 años después de la publi-
colas simplemente se suturan juntas al traslaparlas de cación de la primera serie de hernioplastia abierta libre
0.5 a 1 cm, lo cual simplifica la operación. de tensión, en 1989, la operación ha sido evaluada en
grandes series y ha ganado aceptación entre los ciruja-
nos de todo el mundo. En efecto, una encuesta en Ingla-
CONCLUSIONES terra mostró que 70% de los cirujanos británicos están
empleando la técnica de Lichtenstein como método de
hernioplastia inguinal.16 Asimismo, el American College
Desde la introducción de la hernioplastia libre de ten- of Surgeons ha seleccionado el procedimiento como el
sión (Lichtenstein), en 1984, una gran cantidad de estu- estándar de oro en la reparación herniaria inguinal.
dios han evaluado y comparado esta técnica con otros Las grandes series y estudios aleatorizados indican
tipos de reparación herniaria en relación con el dolor que los excelentes resultados de la operación abierta
posoperatorio, el tiempo de incapacidad posoperatoria, libre de tensión dependen en menor medida de la expe-
las complicaciones, los costos y los índices de recurren- riencia del cirujano que los resultados de las reparacio-
cia. Los estudios comparativos de diferentes institucio- nes convencionales con tensión y las reparaciones lapa-
nes evaluaron las mismas hernioplastias convencionales roscópicas, lo cual avala la simplicidad de la operación
(con tensión) y se caracterizan por tener considerables y su corta curva de aprendizaje.11,16 La misma técnica
variaciones en los resultados entre una institución y puede ser aplicada con seguridad en todas las hernias in-
otra, mientras que los estudios de la hernioplastia abier- guinales, indirectas, directas y femorales, así como en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ta libre de tensión reportan una constante uniformidad las hernias recurrentes.

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Capítulo 22
Reparación de hernia inguinal
con la técnica mesh plug
Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN realizadas con tejidos del paciente tenían como defecto


común la aplicación de tensión sobre las líneas de sutu-
ra3 (Bassini, Halsted, Marcy, McVay, Shouldice, etc.).4
Uno de los avances históricos más importantes para
La hernia inguinal sigue siendo una de las causas más eliminar la tensión sobre las líneas de sutura se le atribu-
frecuentes de cirugía en el mundo; se considera un pro- ye a Francis Usher, que en 1956 publicó el uso de una
blema de salud pública y su reparación constituye un malla protésica de polipropileno (MarlexR) para la re-
reto al conocimiento y la destreza de los cirujanos. Por paración de hernias inguinales e incisionales.
ello es obligado el conocimiento exhaustivo de la anato- Disponiendo de este material protésico, Irving Lich-
mía y la fisiología de la región inguinal, así como domi- tenstein retomó en 1968 el concepto de “taponamiento”
nar una o varias técnicas quirúrgicas de reparación que y confeccionó un tapón de malla cilíndrico, enrollado a
brinden un tratamiento óptimo para todos los tipos de manera de cigarrillo, para tratar hernias femorales e in-
hernia inguinal, con lo que se obtendrán resultados ópti- guinales recurrentes, cuya eficacia publicó en 1974.4,5
mos en cuanto al índice de recidivas, dolor posoperato- Después de tres décadas de evaluación y seguimiento
rio, periodo de incapacidad laboral y calidad de vida. este procedimiento ha demostrado fehacientemente su
Actualmente 90% de las reparaciones de hernia ingui- eficacia.6,10 Lichtenstein y col. explicaron las razones
nal se realizan con prótesis de malla. Entre las múltiples para preferir un tapón en lugar de un parche: ocluye por
reparaciones libres de tensión destaca la técnica de ta- completo un defecto sin tensión y su ligera extensión en
pón de malla, o mesh plug, la cual se ha convertido en el espacio preperitoneal impide la protrusión de epiplón
la preferida de un gran sector de los cirujanos generales, o intestino a través del anillo, además de que un tapón
con una gran aceptación por su ejecución sencilla, bue- ofrece una barrera más firme que redistribuye las pre-
nos resultados y costo accesible. siones y puede fijarse a un borde pequeño de tejido cica-
Históricamente el uso de tapones para la reparación trizal. Por el contrario, una adecuada colocación del
de hernia inguinal se remonta a 1830 con Nicholas Ger-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

parche requiere una disección más amplia de los tejidos,


dy (1797--1856), en París, quien utilizó un pliegue in- lo cual incrementa la morbilidad.
vertido con la piel del escroto mantenido en su sitio con Un nuevo avance en la evolución de los tapones con
suturas para ocluir un defecto herniario en el conducto malla ocurre a finales de la década de 1980 con la idea
inguinal.1 de Arthur Gilbert, que mejoraba el diseño del dispositi-
Después, en 1870 en Glasgow,3 Macewen intentó vo a partir de una pieza de malla plana de polipropileno
contener una hernia con un tapón hecho con múltiples en forma de cono o sombrilla.8,10 Gilbert observó que al
pliegues del saco herniario, fijando el tapón con puntos desplegarse dicha configuración se adhería y se fijaba
de sutura circunferenciales en el anillo interno.2 por sí misma al lado profundo de la pared abdominal en
Al iniciarse la cirugía herniaria en la era “moderna”, una superficie circunferencial mayor que la del tapón
hace unos 120 años, todas las herniorrafias inguinales enrollado como cigarrillo.11,13

185
186 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)

Figura 22--1. Cono y parche manufacturados a partir de una malla plana.

Los resultados obtenidos por Gilbert con los tapones pieza de malla plana, llamada parche libre u onlay
en forma de sombrilla y la manera como satisfacían los patch, como complemento del tapón, la cual se emplea
criterios de una hernioplastia sin tensión de acuerdo con como refuerzo del piso inguinal en todas las hernioplas-
lo descrito por Lichtenstein y Shulman16 inspiraron a tias primarias; esta pieza se aplica libremente sin nin-
Rutkow y Robbins a utilizar en 1989 tapones de malla guna sutura de fijación, y posee una muesca que permite
cónicos, confeccionados manualmente y aplicados en la colocación abrazando el cordón espermático, en los
hernias indirectas tipos I y II; después, al observar los hombres, y el ligamento redondo, en las mujeres.
magníficos resultados con los tipos I y II, ampliaron el
espectro de aplicación para reparar las hernias tipo III,
coincidiendo en que la única diferencia en la reparación TÉCNICA QUIRÚRGICA MESH PLUG
entre los tipos I, II y III radicaba en la fijación adecuada
del tapón de malla a los márgenes del anillo interno de-
bilitado con puntos de sutura circunferenciales separa-
dos para mantener la prótesis en su lugar. Procedimiento preoperatorio
A medida que aumentaban la experiencia y la con-
En individuos mayores de 40 años de edad se solicitan
fianza de Rutkow y Robbins con los dispositivos de tipo
electrocardiograma, pruebas de coagulación, biometría
cónico, extendieron su campo de aplicación para el tra-
tamiento de todos los tipos de hernias inguinales, prima-
rias y recurrentes.
A finales de 1991 Rutkow y Robbins utilizaban tapo-
nes cónicos de malla para tratar cualquier tipo de hernia
inguinal; en 1993 publicaron los resultados de 1 700
hernioplastias con tapones de malla fabricados manual-
mente (figura 22--1). A finales del mismo año, auspicia-
dos por una casa comercial, Rutkow y Robbins contri-
buyeron al desarrollo de un tapón preformado para
hernioplastia inguinal en forma de cono, fabricado con
malla de polipropileno (figura 22--2). Este dispositivo
se conformaba de una capa externa plegada y un conjun-
to interno de ocho “pétalos”, que era más sencillo de co-
locar y reducía los tiempos quirúrgicos empleados com-
parado con el modelo hecho a mano en la sala de
operaciones. En 1998 resultó evidente la aceptación in-
ternacional de este dispositivo, así como el término “li- Figura 22--2. Cono y parche de malla prefabricados tipo
bre de tensión”. Simultáneamente se creó una segunda PerFixR plug (BardR).
Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug 187

hemática completa, pruebas de coagulación y tipifica-


ción sanguínea. Los casos con patologías cardiacas,
pulmonares o metabólicas se remiten al médico inter-
nista para su control y aprobación para realizar el proce-
dimiento de manera ambulatoria. También se envían al
servicio de anestesiología para determinar el riesgo
anestésico quirúrgico.
Otra de las ventajas de esta técnica es que se puede
ejecutar con anestesia local y sedación intravenosa,
anestesia regional (epidural) o anestesia general. El au-
tor de este capítulo prefiere la anestesia local, que per-
mite al paciente realizar esfuerzos que incrementen la
presión intraabdominal, como toser o pujar, para probar
la eficacia de la reparación. Figura 22--3. Colocación de un tapón de malla en el anillo
Justo antes de ingresar en la sala de operaciones se interno. Modificado del Dr. Rutkow. Freehold, New Jersey.
afeita el vello púbico y se realizan asepsia y antisepsia
con espuma de yodopovidona. No se administran anti-
bióticos en forma rutinaria. dón mediante disección roma y cortante; una vez ais-
lado el saco herniario el detalle más importante de esta
técnica es la disección alta y la invaginación, y no la
Técnica de la hernioplastia ligadura y el corte del saco. Se considera una disección
alta completa una vez que es visualizada la grasa prepe-
Se aborda con una incisión oblicua o transversal de 4 a ritoneal a nivel del anillo interno en la base del saco indi-
6 cm de longitud siguiendo las líneas de Langers, sobre recto (espacio de Bogros). Entonces se inserta el cono
el anillo inguinal interno, y tomando como referencias o tapón de malla en el anillo interno, con su vértice hacia
anatómicas la cresta iliaca anterosuperior y la espina del el saco invaginado, y se coloca en su posición justo por
pubis. Se continúa la disección de planos anatómicos detrás del anillo interno (figura 22--3). En las hernias de
con electrocauterio, para prevenir la formación de he- tipo I el tapón se mantiene en su sitio gracias al “efecto
matomas o seromas posquirúrgicos, además de reducir velcro” del polipropileno y a que el anillo interno no
al máximo el sangrado total. La aponeurosis del oblicuo está dilatado, aunque es conveniente fijarlo mediante
externo se abre siguiendo la dirección del conducto in- una o dos suturas de material absorbible calibre tres ce-
guinal hacia el anillo inguinal externo, que se secciona ros, las cuales pasarán a través de la capa externa plega-
sobre el plano avascular. Entre los oblicuos mayor y me- da del tapón cónico y de los bordes del anillo interno. No
nor se crea por disección roma un espacio cuyos límites tienen importancia el calibre de la sutura ni el grosor de
son el ligamento inguinal y el borde lateral del recto ab- los tejidos, ya que dicha sutura no soportará ninguna re-
dominal, para la colocación ulterior de las colas del on- sistencia. En las hernias indirectas más grandes de tipos
lay patch. Se coloca un separador automático de II y III el tapón debe ser fijado a los márgenes del anillo
Adson--Beckmann para proporcionar una adecuada ex- interno con puntos separados, para mantenerlo en su po-
posición del canal inguinal desde la espina del pubis sición y evitar la migración o el deslizamiento (expul-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

hasta por arriba del anillo interno. Los ramos nerviosos sión). Es obligado evitar la inclusión de la rama genital
ilioinguinal, iliohipogástrico y genital se preservan cui- del nervio genitofemoral en la fijación del tapón a los
dadosamente. Se moviliza el cordón espermático a ni- márgenes del anillo profundo.
vel del tubérculo púbico (incluida la rama genital del En hernias directas fusiformes y saculares o diverti-
nervio genitofemoral), rodeándolo con un tubo blando culares el tejido de la fascia transversalis debilitado que
de Penrose para ejercer tracción sobre él y permitir su forma el saco herniario se eleva mediante una pinza, se
liberación del saco herniario. libera de las fibras adyacentes y se realiza una incisión
En las hernias indirectas, incluidas las hernias ingui- circunferencial en la porción media del saco, con elec-
noescrotales grandes, se aborda el saco herniario inci- trocauterio, hasta observar la protrusión de la grasa pre-
diendo la vaina cremastérica separando longitudinal- peritoneal (figura 22--4). Esto crea un espacio en el pla-
mente las fibras del músculo cremáster hasta el anillo no preperitoneal donde se colocará el tapón de malla
inguinal profundo, lo cual evita la destrucción del refle- una vez que éste haya sido invaginado. Se fija con sutu-
jo cremastérico. Se disecan individualmente saco y cor- ras múltiples de material absorbible, calibre tres ceros,
188 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)

Figura 22--4. Corte de la fascia transversalis en saco herniario directo (modificado del Dr. Rutkow. Freehold, New Jersey). La foto-
grafía de la derecha muestra la forma de seccionar la fascia transversalis con el uso del electrocauterio hasta exponer la grasa
preperitoneal.

en forma circunferencial en los tejidos circundantes in- Todas las hernioplastias primarias directas e indirec-
demnes (figura 22--5). tas son reforzadas con una segunda pieza de malla de
En una hernia mixta en pantalón, con dos defectos polipropileno plana (figura 22--6). Este parche de re-
separados y distintos, es apropiada la colocación de un fuerzo se coloca sin ninguna sutura sobre el piso del ca-
tapón en cada uno de los defectos. nal inguinal desde el tubérculo púbico hasta por arriba
del anillo interno, pasando por la muesca de la malla al
cordón espermático o al ligamento redondo, los cuales
quedan “abrazados”; se coloca una sola sutura para fijar
el parche alrededor del cordón espermático o del liga-
mento redondo, cerrando la abertura de la muesca y
creando un neoanillo protésico.
Este parche de recubrimiento sirve como refuerzo
profiláctico del piso inguinal en el caso de una repara-
ción de hernia indirecta, y para crear un nuevo anillo
protésico en el caso de la reparación de defectos direc-
tos.
Previene nuevos defectos mediante la reacción infla-
matoria, la fibroplasia y la fibrosis resultantes.
El cordón espermático o el ligamento redondo se co-
locan sobre la superficie anterior del parche de recubri-
miento. La aponeurosis del oblicuo mayor se cierra con
sutura absorbible continua. La fascia de Scarpa y los te-
jidos subcutáneos se suturan en bloque con puntos in-
vertidos de sutura absorbible, y finalmente se cierra la
incisión de la piel con sutura intradérmica.
La reparación tipo mesh plug también es aplicable en
hernias femorales. Mediante un abordaje infrainguinal
puede observarse la “cabeza” de la hernia femoral que
protruye a través del orificio femoral; se liberan las
adherencias entre el saco herniario y los tejidos adya-
centes.
Figura 22--5. Colocación de un tapón de malla en el defecto
directo, que amerita más puntos de fijación que los defectos
Si la abertura femoral es muy pequeña y el saco de-
indirectos. Modificado del Dr. Rutkow. Freehold, New Jer- masiado voluminoso para reducirse se intenta ampliar
sey. el orificio femoral incidiendo medialmente sobre el
Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug 189

Figura 22--6. Recubrimiento del piso inguinal con parche de malla libre onlay patch. Cortesía del Dr. Rutkow. Freehold, New Jer-
sey.

ligamento lacunar (Gimbernat) para invaginarlo o bien PROCEDIMIENTO POSOPERATORIO


cortarlo, ligarlo y reducirlo desde afuera en el canal fe-
moral.
Al tapón se le retiran todos sus pétalos interiores, se
coloca únicamente su capa plegada externa, se ocluye En general los pacientes son dados de alta entre 2 y 4 h
el orificio femoral y se asegura con suturas interrumpi- después de concluir el acto quirúrgico. Se sugiere la ad-
das a los tejidos circundantes. No se requiere parche de ministración de una dosis única de analgésico, como el
recubrimiento. ketorolaco, ya en la sala de recuperación. Para el egreso
Al operar hernias recurrentes se recomienda disecar se prescribe un analgésico en caso de dolor. Debe inci-
lo mínimo posible, sin intentar identificar planos anató- tarse al paciente a permanecer activo, deambular y le-
micos distorsionados o inexistentes por el tejido cicatri- vantar objetos de hasta 10 kg si así lo desea, y se sugiere
zal del procedimiento previo. que no conduzca automóvil en un lapso de 48 h, para
En contraste con las reparaciones de hernias prima- evitar accidentes secundarios a la limitación natural de
rias, en las hernias recurrentes el cordón espermático no los movimientos. A todos los pacientes se les indica rea-
se moviliza en forma habitual, ya que ello implica daño nudar sus actividades cotidianas, como preparar ali-
potencial a un cordón espermático manipulado previa- mentos, caminar o hacer ejercicio ligero desde el día
mente, lo cual causaría sangrado, desvascularización siguiente si lo toleran. La reincorporación a la vida labo-
innecesaria, alta probabilidad de orquitis isquémica y ral es una decisión personal. El trabajo pesado y otras
atrofia testicular. actividades intensas, como trotar, andar en bicicleta o
En los casos de hernias recurrentes, que en su mayo- jugar tenis pueden reanudarse en un lapso aproximado
ría son defectos directos, se sugiere disecar el saco hasta de dos semanas. Cualquier actividad razonable puede
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

su base en el piso inguinal. Aunque en ocasiones pueden permitirse con prudencia después de dos o tres semanas
identificarse estructuras del cordón espermático adheri- de la operación.
das al saco herniario, todo lo que se requiere es separar
dichas estructuras del saco. Se circunda entonces la base
del saco para facilitar la liberación de las cicatrices ad- RESULTADOS
juntas. En las hernias indirectas recurrentes el procedi-
miento es el mismo, excepto que se realiza en el anillo
interno. El saco se invagina sin cortes ni ligaduras hacia
el espacio de Bogros, se inserta el tapón en el defecto y De noviembre de 1996 a noviembre de 2007 el autor de
se colocan suturas de sujeción en los bordes vecinos de este capítulo y su grupo realizaron 879 hernioplastias
tejido cicatrizal en la forma descrita. Cuando hay espa- inguinales con la técnica de mesh plug.
cio suficiente se puede aplicar el parche de recubrimien- Las recurrencias documentadas fueron siete (0.79%).
to de refuerzo. El tiempo de seguimiento fue de 132 meses, con una
190 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)

media de 76. A diferencia de lo que sucede en las repara- Aunque en fechas recientes se le ha concedido gran
ciones con tejidos del paciente, donde las recurrencias importancia a las neuralgias ilioinguinal y genitofemo-
ocurren en más de la mitad de los casos después de cinco ral (inguinodinia) secundarias a la hernioplastia ingui-
años, en la técnica con tapón de parche las recurrencias nal, la técnica del tapón minimiza las posibilidades de
suelen presentarse en su mayor parte durante los tres atrapar o lesionar ramas nerviosas.
primeros años. Entre las complicaciones posoperatorias más temi-
bles se encuentra la orquitis isquémica con atrofia testi-
cular secundaria. La incidencia de este problema au-
CONCLUSIONES menta cuando se intenta reparar una hernia escrotal
grande o recurrente en la cual el saco está firmemente
adherido a las estructuras del cordón espermático y ro-
La experiencia de 13 años del autor con 879 pacientes deado por tejido inflamatorio o fibroso. En estos casos
operados en el centro especializado en el tratamiento de se recomienda prescindir de la disección e identifica-
hernias, así como un número creciente de artículos en ción de planos anatómicos irreconocibles. En las her-
la bibliografía mundial, sirven como marco de referen- nias escrotales difíciles de disecar el saco se secciona en
cia para subrayar la eficacia y las ventajas desde el pun- su porción media, se liga el segmento proximal y se
to de vista económico, en particular el costo--beneficio completa la disección alta. El segmento distal se deja en
de la hernioplastia con tapón de malla.3,8 su sitio después de extenderlo y abrirlo con electrocau-
En relación con el aspecto técnico, esta intervención terio, para prevenir la formación de hidrocele.
quirúrgica es sencilla, se ha estandarizado y puede ser Es preciso ser cautos en pacientes con múltiples reci-
aplicada para reparar cualquier tipo de hernia inguinal. divas o con herniosis o enfermedades del tejido conecti-
Su práctico diseño cónico facilita su manejo y provee vo,18 y colocarles un tapón de malla, puesto que la tasa
una oclusión completa del defecto herniario. Los poros de recurrencia en esta situación aumentaría hasta 9%.
y espacios del tapón de malla permiten la entrada de fi- La creciente experiencia nacional e internacional en la
broblastos, lo cual permite la integración adecuada del reparación de casi todas las hernias inguinales con tapón
dispositivo. de malla ha originado una tasa de recurrencias muy
La malla no está sujeta a deterioro o rechazo, aunque baja, disminución de las complicaciones posoperatorias
se han reportado algunos casos de encogimiento o con- y menores requerimientos de insumos y equipos. El pro-
tracción del material (polipropileno) de hasta 20% en cedimiento puede reproducirse con facilidad en cual-
cinco años. quier centro hospitalario por su sencillez técnica y la rá-
De acuerdo con la experiencia del autor y con los re- pida rehabilitación, pues permite un retorno temprano
portes del Free Hold Center de New Jersey, cuando el ta- a las labores y tiene grandes ventajas en su relación cos-
pón se coloca adecuadamente los pacientes no lo perci- to--beneficio.
ben, sin importar cuál sea su constitución física. Existen La simplicidad de la técnica con tapón de malla, sus-
pocas publicaciones relacionadas con casos anecdóti- tentada en su seguridad, ha permitido cambiar el am-
cos de tapones que han erosionado estructuras viscera- biente hostil de un quirófano por la tranquilidad de una
les o vasculares, aunque hay que tenerlas en cuenta sala de cirugía ambulatoria, más reconfortante y menos
como complicaciones potenciales. onerosa para el paciente.

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192 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)
Capítulo 23
Hernioplastia inguinal con
técnica de Gilbert (PHS y UHS)
Arthur I. Gilbert, Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN doble, diseñado específicamente para hernias inguina-


les primarias o recurrentes, que protege permanente-
mente la totalidad del OMP y evita la aparición de algu-
na hernia, incluidas las femorales. Se ha observado que
El interés mostrado por los cirujanos en la reparación de los cirujanos que limitan su campo de acción al de las
hernias de la pared abdominal se ha extendido al máxi- hernias obtienen mejores resultados que los cirujanos
mo durante las últimas dos décadas. La reparación de generales, cuyo trabajo es más variado, por lo que es
una hernia inguinal primaria, tradicionalmente conside- conveniente mencionar que este dispositivo doble tiene
rada como un procedimiento de inicio para el residente características que pretenden elevar los resultados de la
quirúrgico de primer año, constituye ahora uno de los cirugía de hernia hecha por cualquier cirujano general
procedimientos más exigentes. En la actualidad lo reali- y acercarlos a los niveles obtenidos por los cirujanos es-
zan cada vez más cirujanos experimentados. El respeto pecializados en el área de las hernias.
hacia los detalles de la hernioplastia por parte de todos
los cirujanos predice sus buenos resultados. La mayoría
de los cirujanos generales han cambiado sus reparacio- IMPORTANCIA CLÍNICA
nes clásicas con tejidos propios, cuyos resultados son
menores a los ideales, por plastias anteriores libres de
tensión con materiales protésicos.1
Los abordajes anteriores incluyen varias técnicas de En la reparación de una hernia inguinal es esencial que
cono o tapón cónico (plug) y parches (onlay). Las técni- el cirujano considere el efecto deformante en los tejidos
cas de cono fijan un cono manufacturado o uno ya prefa- vulnerables alrededor de su reparación. Esto es muy im-
bricado, como un corcho, dentro del anillo inguinal in- portante cuando se usa algún material protésico. Por
terno o del defecto herniario.2 Las técnicas de parche ejemplo, el problema creado por la reparación con co-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

anterior fijan una malla plana como una cubierta, ante- nos en hernias primarias consiste en que el resto del piso
rior al defecto herniario.3 Los abordajes posteriores, in- inguinal no queda protegido en sentidos medial ni late-
cluida la laparoscopia, emplean un parche de malla pla- ral al anillo interno o profundo, lo cual conlleva un gran
na entre el contenido herniario y el defecto de la pared riesgo de herniación en esta región. Los autores de este
abdominal.4--6 Cada una de estas técnicas tiene su méri- capítulo han observado que las recurrencias laterales
to, pero sólo los accesos posteriores dan la oportunidad casi siempre son intersticiales y la mayoría aparecen
de establecer una protección duradera de la totalidad del unos años después de la última reparación. Dichas recu-
orificio miopectíneo (OMP). Aquí se describen el OMP rrencias usualmente no son el resultado de un desgarro
y algunas técnicas con malla de las más populares y que de los tejidos suturados ni de la ruptura del injerto de
pueden promover el desarrollo de hernias adicionales.7 malla, sino que se desarrollan porque las áreas vulnera-
Asimismo, se incluyen los resultados de un dispositivo bles y desprotegidas adyacentes de la pared posterior se

193
194 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

ducido, más poliglecaprone (MonocrylR), que brinda


diferentes ventajas. Está construido como un modelo de
3 en 1 (dispositivo con tres componentes y tres mecanis-
mos de acción)9 (figura 23--2). Su componente interno
(underlay) está diseñado para proteger la pared poste-
rior del piso inguinal por la parte trasera. En la parte in-
ferior llega más allá del ligamento de Cooper; en la parte
superior sobrepasa el arco del transverso, en sentido
A medial llega detrás del músculo recto y en sentido late-
ral sobrepasa el anillo interno. Esta sola capa cubre la
totalidad del OMP dentro del espacio preperitoneal, se-
mejando una reparación de Stoppa, y es colocada a más
profundidad que los vasos epigástricos, los cuales que-
dan intactos a menos que exista una hernia en pantalón.
El conector tiene un diámetro de 2 cm y se sitúa entre
el defecto herniario; es cilíndrico, carece de puntas —
como muchos dispositivos de cono (plug)—, está unido
a la mitad del componente interno (underlay), ocupa el
espacio del defecto herniario y se conecta con el compo-
B nente externo. El componente externo es lo suficiente-
mente amplio y largo para cubrir a lo ancho y a lo largo
Figura 23--1. Áreas vulnerables entre las colas del parche la totalidad del piso inguinal; se fija con algunas suturas
(A) y la región lateral de las colas muy cortas, triángulo lateral a la pared posterior, semejando la protección que brinda
(B). la técnica de Lichtenstein (figura 23--3).

debilitan de manera progresiva, hasta que la hernia se TÉCNICA QUIRÚRGICA


hace clínicamente evidente. Los parches anteriores, fi-
jados con suficiente espacio en sentido lateral y sobre el
tubérculo púbico en sentido medial, previenen las recu-
rrencias a través de la sección superior del OMP. Se han Casi siempre se administra anestesia local (ocasional-
reportado recidivas cuando las colas de la malla que se mente anestesia regional y rara vez anestesia general) y
acomodan entre el cordón espermático se dejaron de- se hace una incisión transversal de 5 cm sobre la ingle.
masiado cortas o no fueron entrecruzadas, permitiendo La aponeurosis del oblicuo mayor o externo (AOM) es
así que la pared posterior descubierta protruyera entre abierta. El primer espacio importante se crea con una
ellas (figura 23--1). También se han citado casos de re- disección debajo de los colgajos lateral y medial de la
currencias de hernias indirectas después de colocar un AOM, que se amplía hasta donde el ligamento inguinal
parche (onlay), donde se ha encontrado que el saco peri- se une con el tubérculo púbico. Este espacio alojará el
toneal protruye a través del anillo inguinal interno, entre componente externo del dispositivo. En las hernias in-
la pared posterior y el parche de malla. Queda claro que directas se usa disección roma para separar el saco her-
un parche anterior actúa como una lámina y no como niario del cordón y de las fibras de la fascia transversa-
una retención. Ni los conos ni los parches ofrecen pro- lis en el cuello del mismo. Para crear un espacio
tección contra las hernias femorales a través de la sec- preperitoneal adecuado que aloje el componente interno
ción inferior del OMP. del dispositivo el peritoneo es liberado de sus adheren-
Los requerimientos para la reparación ideal se han cias a la pared posterior de la fascia transversalis en las
encontrado estratégicamente en un dispositivo doble de hernias de tipo indirecto mediante la inserción de una
polipropileno, conocido como ProleneR Hernia Sys- gasa húmeda de 10 x 10 cm a través del anillo interno.
tem (PHS), fabricado de polipropileno pesado, y una Para las hernias de tipo directo se abre la fascia trans-
versión más reciente, el UltraproR Hernia System versalis sobre el saco herniario y se diseca la grasa pre-
(UHS), que cuenta con las mismas características de peritoneal de igual forma con una gasa de las mismas
construcción, pero está elaborado con una nueva gene- características para crear el espacio preperitoneal ade-
ración de materiales, como el polipropileno ligero o re- cuado. El ligamento de Cooper y los vasos epigástricos
Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) 195

A B

Figura 23--2. Dispositivo doble, ProleneR (polipropileno) Hernia System. A. Tamaño grande: el componente interno tiene 10 cm
de diámetro y el externo 10 x 5.8 cm. B. Tamaño del PHS en relación con la zona inguinal.

pueden visualizarse a través de la disección efectuada. gasa ejerce suficiente presión para desplazar la grasa
Los vasos epigástricos no son movilizados a menos que preperitoneal y ha probado ser una buena herramienta.
exista una hernia en pantalón, en la cual se preservan si Posteriormente se efectúa la maniobra de inserción del
se pueden disecar los sacos directo e indirecto por deba- dispositivo con un dedo dentro del anillo herniario en
jo de ellos, o se seccionan y ligan para convertirlos en las hernias directas o dentro del anillo interno en las her-
un solo defecto cuando la disección no sea posible. Los nias indirectas (el latido de la arteria iliaca puede perci-
intentos por crear el espacio preperitoneal con el dispo- birse con facilidad).11 El dispositivo puede ser introdu-
sitivo o con el dedo del cirujano pueden ser frustrantes cido por completo a través del lado medial de dicho
e ineficaces, a la vez que producir sangrados en el espa- dedo, hasta el espacio preperitoneal, tomándolo con una
cio preperitoneal al lesionar algunos plexos venosos de pinza de anillos por su parte externa cerca del conector,
dicho espacio. En todos los casos, directos o indirectos, como lo muestra la figura 23--5, lo cual le confiere a la
se usará la técnica de la gasa para crear el espacio y al parte interna la forma de un sombrero de cowboy. Un de-
mismo tiempo efectuar hemostasia por compresión de talle técnico importante en el momento de la introduc-
cualquier pequeño vaso que se pudiera desgarrar con las ción consiste en verificar que la dirección del compo-
maniobras (figura 23--4).10 Esto constituye un elemento nente externo siga la dirección del piso de la ingle, de
clave para la facilidad y el éxito de la operación. Una lo contrario será difícil su movilización o giro debido al
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 23--3. Dispositivo doble suturado en la pared abdominal.


196 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

Figura 23--4. Disección del espacio preperitoneal con gasa.

“efecto velcro” del polipropileno, y será necesario ex- cunferencialmente al máximo. El conector permanece
traerlo y reposicionarlo en el espacio preperitoneal en en el anillo interno o el orificio herniario. En seguida se
la dirección correcta. La hoja del componente externo extiende el componente externo sobre el piso de la in-
se extrae al colocar un dedo dentro del conector en los gle, debajo de la aponeurosis del oblicuo mayor, para
primeros procedimientos, para evitar que se salga el mantenerlo plano y facilitar el resto del procedimiento.
componente interno de su sitio preperitoneal. Después La parte medial del componente externo es aplanada
de que se extrae el componente externo se verifica la po- contra el arco del transverso, y su parte final o medial
sición del componente interno. Es irreal pensar que este debe sobrepasar 2 cm el tubérculo púbico.
componente interno permanezca completamente plano. El componente interno es empujado y fijado contra
A diferencia del abordaje laparoscópico, donde la malla la pared abdominal mediante la presión intraabdominal
se coloca plana contra la parte interna de la pared abdo- del paciente. La efectividad de dicho componente sólo
minal, el PHS o UHS se coloca en un espacio que con- puede ser evaluada si se le pide al paciente que tosa y
tiene grasa. El objetivo técnico de desplazar hacia abajo efectúe una maniobra de Valsalva antes de colocar las
el componente interno del dispositivo es extenderlo cir- suturas en el componente externo. Se recomienda sutu-

Figura 23--5. Forma de tomar el dispositivo para facilitar su introducción y la extracción segura del componente externo que que-
dará sobre el piso de la ingle.
Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) 197

Figura 23--6. Nuevo dispositivo UltraproR Hernia System (UHS) fabricado con polipropileno ligero, poliglecaprone (MonocrylR)
entrelazado y una capa o lámina de poliglecaprone en la parte inferior del dispositivo interno, que facilita su extensión al disminuir
el “efecto velcro” normal del polipropileno.

rar el componente externo sobre el tubérculo púbico sin grado de elasticidad, etc., se comentan en otros capítu-
llegar a tomar el periostio ni el hueso, para evitar ingui- los de este libro. Al igual que la malla UltraproR plana,
nodinia posoperatoria por pubitis, con material 2--0 mo- es polipropileno ligero más fibras monofilamentosas de
nofilamento absorbible. En la línea media del arco del poliglecaprone entretejidas que le dan firmeza a la ma-
transverso se fija con otro punto la parte medial de la lla y son reabsorbidas mediante un proceso de hidrólisis
malla y a la mitad del ligamento inguinal se hace la úl- (que produce menor respuesta inflamatoria); al final
tima fijación. Para acomodar el cordón espermático a sólo queda el polipropileno ligero. Como innovación
través del componente externo se crea una abertura en adicional, en la cara inferior del componente interno
la malla por donde se pasa el cordón y se cierra con una (que queda en contacto con el peritoneo) se agregó una
sutura, traslapando sus bordes para evitar una recurren- fina capa o lámina del mismo poliglecaprone, que evita
cia por dicha abertura. Se ponen al menos tres puntos de el “efecto velcro” del polipropileno y permite que la
sutura en las hernias indirectas y cuatro en las hernias parte interna pueda extenderse en el espacio preperito-
directas. Se puede colocar una sutura adicional donde se neal con más facilidad que lo que se lograba con el PHS.
necesite. Cualquier exceso de malla del componente ex- Esta capa o lámina se reabsorbe en un periodo de 4 a 8
terno en su parte lateral hacia el ligamento inguinal de- h (figura 23--6). Hay diferentes tamaños tanto de su par-
berá ser cortado antes de cerrar la aponeurosis del obli- te interna (que no siempre es redonda sino también ova-
cuo mayor. La fijación de este componente asegura la lada) como de su parte externa, que es rectangular, lo
inmovilidad de todo el dispositivo. Antes de cerrar la cual le confiere versatilidad para ser colocada en hernias
pared el cordón y los nervios deben colocarse sobre el inguinales, umbilicales e incisionales o ventrales con
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componente externo; las hojas de la aponeurosis del defectos herniarios no muy grandes.
oblicuo mayor son aproximadas. El tejido celular sub-
cutáneo se aproxima y la piel se cierra con una sutura
subdérmica absorbible y adhesivo cutáneo. RESULTADOS PRELIMINARES
Este PHS no ha escapado a la tendencia natural de
mejorar los materiales protésicos, por lo que en la actua-
lidad se dispone de un nuevo dispositivo denominado Hasta el momento sólo se han presentado tres recurren-
UltraproR Hernia System (UHS), el cual no cambia la cias en 4 453 plastias, debidas a defectos técnicos bien
estructura básica y el mecanismo del dispositivo origi- reconocidos en el momento de aplicar el dispositivo. Se
nal, sino que cuenta con las ventajas de las mallas par- han presentado complicaciones menores, como sero-
cialmente absorbibles y de los materiales ligeros o redu- mas, infección y hematomas, en 2.7% de los casos.
cidos. El UHS es de polipropileno ligero, y sus En los casos de infección o hematoma las heridas se
características de menor contenido de material, mayor abrieron para irrigarlas, pero las mallas se dejaron en su
198 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

lugar excepto en un caso, en el que se retiró. Todas las Es inevitable crear áreas de trauma quirúrgico en las
heridas sanaron sin problemas. Hasta ahora no se ha re- regiones aledañas y laterales del anillo interno cuando
portado dolor posoperatorio importante. La mayoría de se localizan hernias indirectas durante la cirugía. Estas
las molestias posoperatorias se controlaron fácilmente áreas tienen que reforzarse para protegerlas de recurren-
con dosis pequeñas de acetaminofén o dextropropoxife- cias laterales. La completa protección del orificio mio-
no. Unos cuantos pacientes experimentaron dolor testi- pectíneo puede brindar resistencia y evitar la deforma-
cular, que desapareció gradualmente en el transcurso de ción de la pared posterior, previniendo la recurrencia de
tres a ocho semanas. No se ha presentado ningún caso hernias inguinales, intersticiales y femorales.
de atrofia testicular. El dispositivo doble es la respuesta a estas necesida-
des y se ha usado con éxito. Es fácil de aplicar con anes-
tesia local y en forma ambulatoria. Las actividades pos-
DISCUSIÓN operatorias, incluidos los esfuerzos extenuantes, no son
limitadas. Las molestias posoperatorias han sido míni-
mas.
Las ventajas del dispositivo y sus resultados alenta-
Una hernioplastia inguinal duradera, especialmente con dores en su uso clínico parecen indicar que las fallas
técnica libre de tensión y aplicación de malla, requiere pueden ser raras. El cuidado de los pasos técnicos pro-
un cirujano con una gran apreciación del concepto de puestos por el autor del presente escrito minimizarán el
“plasticidad” de la totalidad de las zonas vulnerables de tiempo de aprendizaje de los cirujanos que usen el dis-
la ingle. positivo.

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6. Wantz GE: Giant prosthetic reinforcement of the visceral 40:209--212.
Capítulo 24
Reparación de hernia inguinal
con la técnica Cisneros
Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN e inició el uso de material protésico (polipropileno)


como sustituto de los tejidos debilitados, se abrió una
brecha histórica que dejó una huella indeleble por sus
excelentes resultados con respecto a la recurrencia.
La hernioplastia inguinal sigue representando un reto al Así, lo que más ha motivado la innovación y la modi-
conocimiento anatomofisiológico de la región inguinal, ficación de algunas técnicas quirúrgicas de reparación
así como a la destreza, habilidad y creatividad del ciru- inguinal es el temor a la recurrencia, que también ha
jano general. sido considerada un parámetro para medir el éxito o el
Esto exige a su vez dominar una gama de técnicas fracaso de una hernioplastia inguinal.
quirúrgicas libres de tensión que debe ejecutar correcta- A la par de la creación del concepto “libre de tensión”
mente para brindar el tratamiento óptimo, con la menor surgieron múltiples estudios sobre la etiología de la her-
tasa de complicaciones y la mejor calidad de vida para nia y las causas de recurrencia; las principales incluyen
el paciente con hernia inguinal.1 tensión sobre las líneas de sutura y el uso de los tejidos
Desde la aparición de las técnicas quirúrgicas más debilitados propios del paciente para reparar el defecto
antiguas para la reparación de la hernia inguinal, hace anatómico y la herniosis, que incluye trastornos anató-
más de 120 años, con Marcy (1871) y Bassini (1884), micos, genéticos, bioquímicos, metabólicos y ambien-
basadas en la sutura de estructuras musculoaponeuróti- tales del tejido conectivo, así como el estilo de vida del
cas,2,3 hasta las actuales técnicas “libres de tensión”, los paciente.
más sobresalientes cirujanos han luchado denodada- Con el advenimiento de las reparaciones libres de
mente contra el evento más desagradable e indeseado tensión y el empleo de materiales protésicos cada vez
después de una reparación de hernia: la recurrencia. Sin más evolucionados en cuanto a resistencia y nula capa-
embargo, ésta aún constituye la “complicación” más te- cidad de originar rechazo, en los últimos 30 años se ha
mida a corto y largo plazos, por encima de otras como desarrollado una gran variedad de técnicas sustentadas
en el mismo principio, entre las que pueden mencionar-
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el dolor o la incapacidad posoperatoria. La principal


preocupación de cirujano y paciente continúa siendo el se la de Kugel, Trabucco, grid iron, Stoppa, Wantz, Pro-
temor de la recurrencia, lo cual implica un nuevo evento leneR Hernia System (PHS), mesh plug (tapón y parche
quirúrgico obligado. de malla), Lichtenstein, etc.7,9,11 Las dos últimas son las
Las diferentes casuísticas publicadas con herniorra- más representativas y de mayor aceptación internacio-
fias tensionadas reportan índices de recidivas que va- nalmente y constituyen los paradigmas para la repara-
rían de 2 a 23%. ción de la hernia inguinal. En todas las técnicas la aten-
Tales índices de recurrencia no sólo son escandalosos ción se centra en evitar la recurrencia, disminuir el dolor
en la actualidad, sino que resultan inaceptables. posoperatorio inmediato, impedir la inguinodinia cró-
A partir de 1974, cuando el Dr. Irving Lichtenstein nica y reducir al mínimo el tiempo de incapacidad poso-
introdujo el concepto de hernioplastia libre de tensión peratoria.

199
200 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

Los resultados obtenidos con estas técnicas son los sorbible monofilamento de lenta absorción (poligleca-
mejores históricamente en cuanto a recurrencias, que se prone o polidioxanona) calibre dos ceros para fijar el ta-
sitúan entre 0.2 y 1%.7,9--11 Sin embargo, la recurrencia, pón y el parche al ligamento inguinal y al piso del canal
aunque muy baja, continúa vigente y motiva la búsque- inguinal. En fechas recientes se ha ensayado la fijación
da de un procedimiento que elimine por completo este del parche mediante adhesivos, como el cianacrilato de
inconveniente. El doctor Ira Rutkow, con una visión fu- grado médico o el sellante de fibrina, con el fin de redu-
turista, expresó: “El futuro de las hernioplastias ingui- cir el dolor neuropático posoperatorio.
nales libres de tensión está en la hibridación de técnicas Esta técnica híbrida se diseñó con base en la observa-
quirúrgicas”.12 ción de los sitios en los que se presentan las recurren-
Con base en la combinación de las técnicas de Lich- cias, en los procedimientos de Lichtenstein y mesh plug,
tenstein7 y mesh plug,8,9 en 1998 los cirujanos Cisneros, denominados zonas vulnerables o de riesgo, y en la de-
Mayagoitia y Suárez desarrollaron una técnica híbrida tección de las causas que originan la recurrencia en di-
libre de tensión que elimina virtualmente todas las zo- chas zonas vulnerables.
nas vulnerables o de riesgo identificadas en las otras Las zonas vulnerables detectadas en la técnica mesh
plastias. Se denomina técnica Cisneros, y pretende erra- plug son tres: el anillo inguinal interno, el piso del canal
dicar de manera definitiva y total las recurrencias, sin inguinal y el ligamento inguinal, cada una con sus res-
incrementar la morbilidad, con una curva de aprendiza- pectivas causas (cuadro 24--1 y figura 24--1). Las zonas
je corta y reproducible que asegura mínimas molestias vulnerables identificadas en la técnica Lichtenstein
posoperatorias y la pronta reintegración del paciente a también son tres: el ligamento inguinal, el tubérculo pú-
sus actividades laborales. También le proporciona co- bico y el anillo inguinal interno,14,15 cada una con sus
modidad al paciente, accesibilidad por su costo y una propias causas (cuadro 24--2 y figura 24--1).
sensación de seguridad al cirujano que la ejecuta. Las causas más frecuentes de recurrencia informadas
Es importante conocer los componentes protésicos por varios autores con la técnica mesh plug se relacio-
de cada una de las técnicas implicadas en la creación de nan con el tapón, que puede ser pequeño en relación con
esta técnica híbrida. La técnica de mesh plug tiene dos el defecto herniario, no estar fijado a los márgenes del
componentes: el tapón, también llamado cono o plug, y defecto y sufrir contracción, migración o expulsión. Si
el onlay patch o parche sobrepuesto sin ninguna sutura el parche (onlay patch) no se coloca ocasionará que que-
o medio de fijación al piso del canal inguinal. Por el con- den áreas débiles sin cubrir en la pared posterior del ca-
trario, la técnica de Lichtenstein sólo incluye una pieza nal y que no se cree un nuevo anillo inguinal interno pro-
de malla plana suturada y fijada al ligamento inguinal tésico con las colas de la malla; lo mismo ocurre si el
desde el arco del transverso, que sobrepasa 2 cm me- parche tiene un tamaño menor que el piso del canal in-
dialmente al tubérculo púbico y cefálicamente por enci- guinal y si éste no se fija, porque se puede arrugar, do-
ma del anillo inguinal profundo, cubriendo el triángulo blar, moverse o contraerse (cuadro 24--1).
lateral de la ingle. Los motivos de fracaso en las zonas vulnerables de
La técnica híbrida Cisneros incluye los siguientes la técnica Lichtenstein son la disrupción de la sutura de
componentes: el tapón o cono (de polipropileno o bio- la malla al ligamento inguinal y la sutura insuficiente en
absorbible 100%), un parche de malla plana (polipropi- su inicio y su término (medial al tubérculo púbico y has-
leno pesado, parcialmente absorbible o polipropileno ta el anillo profundo o al nivel de los vasos epigástricos).
ligero) y una sutura no absorbible (polipropileno) o ab- También ocurren fracasos cuando las colas de la malla

Cuadro 24--1. Zonas vulnerables de la técnica mesh plug


Lugar Causa
Anillo inguinal profundo Tapón pequeño en relación con el defecto herniario
Falta de fijación del tapón
Encogimiento, migración o expulsión del tapón
Parche mal colocado o de menor tamaño que el piso inguinal
Piso inguinal No se colocó el parche en el piso inguinal
No se cubrió adecuadamente el piso inguinal
Parche arrugado, encogido, movido o enrollado
Ligamento inguinal Parche de dimensiones menores que las del piso inguinal
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 201

5 5

3 3

2 CE 1 TC 2 CE 1 TC

4 4

Figura 24--1. Zonas vulnerables en la hernioplastia y su relación con los triángulos de la ingle. 1. Piso inguinal. 2. Ligamento ingui-
nal. 3. Anillo inguinal interno. 4. Tubérculo púbico. 5. Triángulo lateral. CE: cordón espermático; TC: tendón conjunto.

no se entrecruzan de manera adecuada y no se fijan al pone a mayor morbilidad, como lesión nerviosa, forma-
ligamento inguinal, lo cual origina que no se cree un ción de hematomas, seromas y desvascularización del
nuevo anillo profundo con la prótesis y por carecer de cordón espermático, que pudiera ocasionar edema o
oclusión en el anillo interno permitirá que el saco her- atrofia testicular. Su ejecución es posible con diferentes
niario se deslice bajo el parche para dar lugar a una her- métodos anestésicos —local y sedación, epidural o ge-
nia subprotésica; asimismo, cuando las dimensiones de neral—, pero ello depende de la preferencia del cirujano
la malla hacia el segmento medial no son suficientes y de las condiciones del paciente.
para sobrepasar el tubérculo púbico y compensar el en-
cogimiento pasivo natural que la malla experimenta con
el tiempo (cuadro 24--2). La combinación de ambas téc- ANESTESIA
nicas con todos sus componentes y su modificación da
como resultado la técnica híbrida Cisneros, que teórica-
mente cubre todos los puntos de falla de ambos procedi-
mientos y previene las recidivas. El autor considera como primera elección la anestesia
La técnica Cisneros puede aplicarse con éxito para local para las hernias primarias, ya que permite al pa-
reparar todos los tipos de hernias inguinales: indirectas, ciente realizar esfuerzos para constatar la integridad de
directas, mixtas y femorales, tanto primarias como re- la plastia en el transoperatorio y dejar analgesia residual
currentes. Sin embargo, en las hernias recurrentes existe en el posoperatorio inmediato. Para los casos de hernias
el inconveniente de la disección sobre tejidos deforma- recurrentes o grandes hernias inguinoescrotales se pre-
dos por la fibrosis y cicatrización previa, lo cual predis- fiere la anestesia peridural o general.
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Cuadro 24--2. Zonas vulnerables de la técnica Lichtenstein


Lugar Causa
Ligamento inguinal Parche con menores dimensiones que las del piso inguinal
Disrupción de la sutura
Sutura de límites inadecuados
No se fijaron o no se cruzaron las colas de la malla
Tubérculo púbico No se dejó excedente de malla sobre el pubis
Inicio de la sutura en un sitio inadecuado
Encogimiento del parche
Anillo inguinal profundo No se cerraron o no se cruzaron adecuadamente las colas
No se creó un neoanillo protésico
Fenestrar la malla circularmente
202 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

PREPARACIÓN PREOPERATORIA área conjunta, y otro lateral, hasta que se aprecie el liga-
mento inguinal.
En dirección cefálica se disecan entre 2 y 3 cm (hasta
5 cm en los pacientes con herniosis, para evitar hernias
Para realizar el procedimiento quirúrgico se solicitan intersticiales),16 para crear un espacio que permita la
exámenes preoperatorios, que incluyen biometría he- colocación ulterior de las colas del parche sobre el trián-
mática, pruebas de coagulación (TP y TPT) y grupo san- gulo lateral de la ingle.
guíneo. En los pacientes mayores de 45 años de edad se Los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico se visuali-
solicita también electrocardiograma y valoración car- zan para evitar su lesión.
diológica y de riesgo anestésico. Los pacientes ingresan El cordón espermático o el ligamento redondo se mo-
al hospital tres horas antes de la intervención quirúrgica vilizan a nivel del tubérculo púbico y se coloca un tubo
con ayuno de ocho horas. Antes de pasar al quirófano se de Penrose o una cinta umbilical para ejercer tracción
lleva a cabo la tricotomía del vello púbico. La profilaxis sobre él. El cordón espermático debe movilizarse por
con antibióticos no se instituye de manera rutinaria, ex- completo desde el piso del canal inguinal incluyendo el
cepto en los pacientes con factores de alto riesgo de in- nervio ilioinguinal, los vasos espermáticos externos (lí-
fección. nea azul) y la rama genital del nervio genitofemoral.
Para las hernias indirectas,17 sin importar su tamaño
y clasificación, el abordaje del saco herniario debe ha-
cerse mediante la separación longitudinal de las fibras
TÉCNICA QUIRÚRGICA del músculo cremáster a lo largo del cordón espermáti-
co, para no dañar las ramas nerviosas ni el reflejo cre-
mastérico. Se abre la fascia espermática interna y se
identifican el saco herniario y sus límites con respecto
La plastia de Cisneros se inicia con una incisión trans- al cordón espermático; se separan uno del otro con di-
versal de 5 cm de longitud. Con este abordaje se obtiene sección roma hasta aislarlos, evitando lesionar los ele-
una adecuada exposición del canal inguinal desde el tu- mentos del cordón. Es primordial la disección alta hasta
bérculo del pubis hasta el anillo inguinal interno. El teji- la base del saco herniario a nivel del anillo inguinal in-
do subcutáneo se diseca con electrocauterio, para lograr terno o hasta que se visualice el cojín de grasa preperito-
una buena hemostasia y prevenir la formación de sero- neal, sin abrirlo ni ligarlo. El saco se invagina con sólo
mas y hematomas posoperatorios. empujarlo hacia atrás y se introduce el dedo índice para
Se exponen la aponeurosis del músculo oblicuo ma- explorar el orificio miopectíneo en su totalidad a través
yor y el anillo inguinal externo: la aponeurosis se abre del espacio de Bogros. Se inserta un tapón o cono de ma-
y el anillo inguinal externo se secciona sin dejar de vi- lla de polipropileno o bioabsorbible (opcional) a través
sualizar y proteger el nervio ilioinguinal; se disecan dos del anillo inguinal interno con el vértice del cono diri-
colgajos de aponeurosis: uno medial, hasta visualizar el gido hacia la cavidad abdominal, mientras que la super-

A B

Figura 24--2. Técnica Cisneros. A. Paso 1: colocación del plug en el defecto herniario. B. Paso 2: colocación del parche suturado,
entrecruzando las colas de la malla.
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 203

Figura 24--3. Colocación del tapón en el defecto herniario y Figura 24--5. Parche suturado al ligamento inguinal, colas
fijación con puntos cardinales. cruzadas y puntos de fijación al tendón conjunto.

ficie circunferencial y sus pétalos quedan justo por de- nofilamento de 7 x 15 cm (pesado, ligero o ultraligero),
trás de las estructuras fasciales que conforman el anillo porque promueve la fibroplasia y tiene menos problema
interno. Luego de situar el tapón se colocan cuatro pun- de hospedar bacterias. La parte que se dirige hacia el pu-
tos cardinales de sutura separados, de material absorbi- bis se moldea a la esquina medial del canal inguinal (re-
ble monofilamento (monocryl--polidioxanona) o no ab- dondeada). Se ejerce tracción del cordón espermático o
sorbible (polipropileno) tres ceros (figura 24--2 A), que del ligamento redondo hacia la línea media para expo-
incluyen el músculo y los pétalos del cono (evitando in- ner en su totalidad el piso del canal inguinal, y se inicia
cluir la rama genital en su emergencia por el anillo pro- la sutura de la punta redondeada con material absorbible
fundo); estos puntos de sutura no soportarán ningún tipo o no absorbible monofilamento dos ceros en el tejido
de tensión o resistencia, puesto que sólo sirven para aponeurótico del arco del transverso sobre el pubis (sin
mantener el cono en su sitio y evitar su migración o ex- incluir periostio), donde se unen la vaina del recto ante-
pulsión. Cuando el saco herniario es muy grande y al- rior con el transverso (medial al tubérculo púbico); en
canza el escroto se prefiere dividir el saco en un punto este sitio se deja un excedente de malla de 2 cm que so-
medio del canal inguinal y conservar en su sitio la por- brepase medialmente el tubérculo púbico y la vaina del
ción distal del saco, para evitar hemorragias, daño vas- recto anterior, para compensar el encogimiento pasivo
cular del cordón y orquitis isquémica. del polipropileno con el tiempo.8 La sutura es continua,
El siguiente paso de la técnica Cisneros consiste en con un máximo de cinco pases de la aguja, para fijar el
colocar una pieza de malla plana de polipropileno mo- borde inferior de la malla al ligamento inguinal hasta un
punto límite justo al lado del orificio inguinal interno
(figura 24--2 B) o por debajo de los vasos epigástricos,
ya que sobrepasar este límite resulta innecesario y po-
dría lesionarse el nervio femoral.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El paso siguiente consiste en efectuar un corte en la


porción lateral del parche de malla para formar dos co-
las o brazos: la superior o medial amplia (dos tercios),
y la inferior o lateral angosta (un tercio), que abrazarán
el cordón espermático (o el ligamento redondo en la mu-
jer), para que quede entre ellas. Se colocan dos puntos
adicionales de fijación del borde superior o medial del
parche para extenderlo y dejarlo en su lugar: uno sobre
la vaina del recto anterior y otro en el músculo oblicuo
menor o su aponeurosis (zona plateada) a nivel del ani-
llo interno (se recomienda material absorbible y nudos
Figura 24--4. Colocación de sutura del parche en el piso de flojos para evitar un atrapamiento nervioso); lo anterior
la ingle con el método de Lichtenstein. evita que el parche se arrugue, se doble o se mueva de
204 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

su sitio. En ambos casos debe tenerse cuidado de no in- hasta que emerja la grasa preperitoneal; con ello se crea
cluir en la sutura ramas nerviosas (iliohipogástrico), un hueco en el espacio preperitoneal donde se colocará
porque ello ocasionaría dolor neurítico, que en muchos el tapón o cono de malla. El tapón se asegura en su posi-
casos puede causar incapacidad. En seguida se toman ción mediante múltiples puntos de sutura separados so-
las colas de la malla y la cola amplia se cruza y se coloca bre los márgenes del defecto y sobre tejido sano. En el
sobre la cola angosta, se hacen coincidir los bordes infe- caso de defectos muy grandes, como hernias mixtas (en
riores de ambas, que se sujetan con una pinza hemostáti- pantalón), se pueden colocar de la misma manera dos o
ca, y se coloca un punto de sutura no absorbible para ce- más tapones. En estos casos los tapones quedan doble-
rrar las dos colas y crear el neoanillo inguinal interno mente asegurados en su sitio, puesto que se localizan de-
protésico.8 Con la misma sutura se fijan las colas entre- bajo de la pieza de malla plana. La secuencia ulterior
cruzadas en el ligamento inguinal al lado del nudo de la para colocar el parche sobre el piso inguinal en estas
sutura continua. La omisión de este paso conlleva el hernias directas es igual a la descrita para las hernias in-
riesgo de recurrencia a través de un defecto conocido directas.
como “hoyo de cerradura”.14 El exceso de malla en la La técnica Cisneros también puede aplicarse en las
parte lateral (colas de la malla) se corta hasta que quede hernias femorales mediante el abordaje descrito. Se lle-
un mínimo de 6 cm más allá del anillo interno: éstos se ga hasta el orificio femoral a través de la apertura del
introducen en el hueco creado debajo de la aponeurosis piso del canal inguinal (fascia transversalis), para redu-
del oblicuo mayor sin puntos de sutura. El parche debe cir o inguinalizar el saco herniario, liberarlo de adheren-
presentar la suficiente laxitud para crear el efecto de cú- cias e invaginarlo, y colocar un tapón pequeño que se
pula o domo que garantice la ausencia de tensión en la fija mediante puntos separados en sus márgenes; cuan-
reparación y asegure una cobertura total del piso del ca- do el orificio es muy pequeño se puede ampliar median-
nal inguinal cuando ocurra la contracción pasiva del po- te la sección del ligamento de Gimbernat en dirección
lipropileno (figura 24--6). Se libera el cordón espermá- medial; después se coloca el parche de recubrimiento
tico (o el ligamento redondo) de la tracción y se coloca sobre el piso del canal inguinal de la manera descrita
sobre la superficie anterior del parche de recubrimiento; para los defectos indirectos y directos.
luego se cierra la aponeurosis del oblicuo mayor con Aunque esta técnica también puede ejecutarse en los
una sutura absorbible monofilamento sobre el cordón casos de hernias recurrentes, la disección de tejidos de-
espermático o el ligamento redondo. La fascia de Scar- formados por la fibrosis y cicatrices implica hemorra-
pa y los tejidos subcutáneos se suturan en bloque y los gias innecesarias, lesión de estructuras vasculares y ner-
bordes de la piel se coaptan mediante una sutura absor- viosas, cuyas secuelas pueden ser hematomas, seromas
bible (de preferencia) intradérmica continua. u orquitis isquémica con atrofia testicular e inguinodi-
En las hernias directas17 el procedimiento es igual en nia posoperatoria. Por ello se prefiere la colocación úni-
cuanto a su abordaje; tras exponer el piso del canal se ca del tapón en el defecto en los casos donde la anatomía
elevan con una pinza el tejido debilitado (fascia trans- esté alterada por completo.
versalis) y el saco herniario; éste se libera de restos de
fibras musculares y se “circuncida” con electrocauterio
PROCESO POSOPERATORIO

Los pacientes egresan entre dos y cuatro horas después


de la operación ya recuperados del efecto anestésico. Se
egresan caminando con la administración de una sola
dosis intravenosa de algún analgésico. Se prescriben
500 mg de paracetamol por vía oral cada seis horas. Se
les motiva para permanecer activos durante el posope-
ratorio inmediato y se les indica baño corporal cada 24
h con cambio de gasa en la herida quirúrgica. No hay
restricciones para el levantamiento de objetos, pero la
conducción de automóviles se pospone 72 h, para evitar
accidentes por dolor inguinal causado por movimientos
Figura 24--6. Plastia concluida. Vista final. imprevistos. Los pacientes pueden reanudar sus activi-
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 205

dades cotidianas, como atarse los zapatos, vestirse, etc., observaron casos de retención aguda de orina por atonía
el día posterior a la operación, a menos que perciban do- vesical secundaria a la anestesia epidural.
lor. Las labores de oficina, administrativas, ejecutivas Algunos pacientes tenían trastornos concomitantes
o de supervisión pueden reasumirse en tres días sin pro- como hiperplasia benigna de próstata (seis), hidrocele
blema alguno. El resto de las labores pueden reanudarse (dos) y obesidad mórbida (uno).
entre 10 y 14 días después de la intervención quirúrgica.
El control de los pacientes se lleva a cabo mediante
cita y revisión personal en 72 h, para detectar probables Dolor posoperatorio
complicaciones tempranas (hematomas y seromas), ob-
servar el tipo de marcha o posiciones antálgicas y anali- Independientemente de la técnica empleada, siempre
zar la libertad de movimientos y restricciones. La si- que sea libre de tensión, está demostrado que producen
guiente cita es a la semana para revisar la herida mínimo dolor posoperatorio y requieren dosis mínimas
quirúrgica (infección y hematomas) e identificar la pre- de analgésicos.
sencia de edema testicular o de cordón espermático y de En estos pacientes se utilizó una escala análoga nu-
dolor neurítico, así como para retirar la sutura de la piel mérica de 0 a 10 para cuantificar el dolor, que se aplicó
cuando es material no absorbible. El seguimiento se a las 72 h y mostró un comportamiento que varió de 1
efectúa al mes, a los 3, 6 y 12 meses; posteriormente se a 4. A una semana de la intervención 95% de los pacien-
hace una entrevista vía telefónica cada año hasta com- tes refirieron dolor entre 1 y 2. En lo referente al dolor
pletar los cinco años. a largo plazo, hasta 20% de los pacientes manifestaron
dolor tipo punzante ocasional, leve y de duración fugaz,
no incapacitante. Actualmente se han implementado al-
gunas modificaciones en las hernioplastias libres de
EVALUACIÓN DE RESULTADOS
tensión tendientes a disminuir o eliminar el dolor neuro-
pático crónico, como el uso y la combinación de mate-
riales ligeros o ultraligeros, el empleo de tapones 100%
bioabsorbibles, las suturas de absorción lenta, el uso de
De julio de 1998 a noviembre de 2012 el autor de este
adhesivos como sustitutos de las suturas, etc. En la téc-
texto y su grupo han reparado 917 hernias inguinales en
nica Cisneros se inició la combinación de sus compo-
832 pacientes con la técnica abierta libre de tensión Cis-
nentes, como parche de malla de polipropileno ligero o
neros; 96.5% (885) correspondieron a hernias primarias
ultraligero, combinada con tapón bioabsorbible, o susti-
y 3.75% (32) a hernias recurrentes; 85 pacientes presen-
tución de la sutura por adhesivo biológico o sintético.
taron hernia bilateral (cuadro 24--3). El tiempo quirúr-
gico promedio fue de 40 min desde la incisión en la piel
y hasta el cierre de la misma para las hernias primarias;
Regreso a las actividades laborales
este tiempo se incrementó un promedio de 15 min en las
hernias recurrentes. El tiempo de estancia hospitalaria
promedio fue de cuatro horas en 98.5% de los casos y El retorno de los pacientes a su trabajo después de la
1.5% (12) requirieron un día de hospitalización. No se operación varió de acuerdo con el tipo de empleo y el
otorgamiento de incapacidad cuando la intervención se
hizo en hospitales de seguridad social. En general, el re-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

torno a la actividad laboral ocurrió entre los 3 y los 14


Cuadro 24--3. Tipo de hernias reparadas días (promedio 10), de acuerdo con los intereses del pa-
ciente.19
Primarias Recurrentes
Tipo Casos Casos
I 37 ---- Complicaciones tempranas y tardías
II 448 4
III 249 4 Las complicaciones tempranas observadas con esta téc-
IV 97 19 nica no son diferentes ni mayores que las de otras técni-
V 1 -- cas libres de tensión. En esta serie ocurrió una infección
VI 57 5 profunda de la malla que requirió drenaje, curaciones y
VII 6 -- lavados, así como el uso de antibióticos; sin embargo,
Total 917 22 no fue necesario retirarla. Se presentaron un seroma (re-
206 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

Cuadro 24--4. Complicaciones posoperatorias cas, se han ensayado modificaciones a las técnicas li-
bres de tensión tendientes a disminuir o eliminar el do-
Complicaciones Casos
lor neuropático crónico y la reacción inflamatoria
Infección profunda 1 0.11% excesiva, tales como el uso de materiales ligeros y ultra-
Edema de cordón (transitorio) 1 0.11% ligeros parcialmente absorbibles, como la malla de poli-
Seroma 1 0.11% propileno, polipropileno ligero, tapones bioabsorbibles
Orquitis isquémica 1 0.11% o biodegradables (GoreR), suturas absorbibles, adhesi-
Recurrencias 0 0%
vos como sustitutos de las suturas (sellante de fibrina,
Mortalidad 0 0%
cianacrilatos),20 etc.; todo en conjunto redunda en una
Total 0.46%
menor morbilidad, menor dolor posoperatorio y una
mejor calidad de vida.21
Se sugieren algunas modificaciones a la técnica qui-
suelto en forma conservadora), un caso de edema de rúrgica para evitar el dolor crónico por atrapamiento
cordón espermático y testículo (ambos en hernias recu- nervioso; una de ellas consiste en utilizar material ab-
rrentes) y una sección de rama del nervio ilioinguinal. sorbible y dejar los nudos flojos (nudos al viento o flo-
En relación con las complicaciones tardías (último corte tantes) al fijar el parche de malla sobre el área conjunta
de variables a 144 meses), se observaron tres pacientes y el oblicuo menor, ya que su situación anatómica es
con disestesia cutánea en la cara anterointerna del muslo muy variable, o bien fijar la malla con un punto en la
y uno con atrofia isquémica de testículo (hernia recu- cara interna de la aponeurosis del oblicuo mayor.
rrente) (cuadro 24--4). En ningún caso se identificó do- Si el tapón es manufacturado en el quirófano se su-
lor neuropático crónico incapacitante, migración de los giere hacerlo cónico y hueco (sin pétalos expandidos en
tapones o erosión de estructuras vasculares o viscerales su interior); también puede usarse un tapón biodegrada-
adyacentes. ble, el cual desaparece en un lapso de aproximadamente
seis meses.

Recurrencias

Si se toman en cuenta los informes de otros autores, que


CONCLUSIONES
señalan que 64% de las recurrencias ocurren durante el
primer año, 29% durante el segundo y sólo 7% en el ter-
cer año o más,18 hasta el momento ninguno de los pa- La experiencia adquirida a través del tiempo por los au-
cientes del autor ha presentado recurrencia (la media de tores de las dos técnicas libres de tensión que en la ac-
seguimiento fue de 85.7 meses en un rango de 7 a 144 tualidad constituyen la regla de oro, mesh plug y Lich-
meses), lo cual se determinó mediante exploración fí- tenstein (Rutkow y Robbins, y Amid, respectivamente),
sica en 89% de los casos y llamada telefónica en 4% de colocó los índices de recurrencia en niveles histórica-
ellos, en especial cuando los primeros pacientes opera- mente mínimos, dio a conocer las causas y sitios de re-
dos rebasaron el cuarto año (en 7% de los pacientes se currencias en sus respectivos procedimientos y motivó
perdió el seguimiento). No se ha documentado ninguna el desarrollo de esta técnica híbrida sustentada en la
recurrencia, ya que, como se mencionó, esta técnica está combinación de ambos procedimientos sin perder ni
encaminada a eliminar, por lo menos virtualmente, to- modificar su esencia. La técnica Cisneros ofrece la posi-
das las zonas vulnerables de la región inguinal, y está bilidad de erradicar las recurrencias, conservando todas
basada en las experiencias y observaciones de otros ci- las ventajas que ofrece: dolor posoperatorio mínimo,
rujanos respecto a los sitios de recurrencia en los proce- pocas complicaciones a corto y largo plazos, estancia
dimientos libres de tensión. hospitalaria corta, mínima medicación analgésica, re-
productibilidad en cualquier tipo de unidad médica,
curva de aprendizaje corta, fácil de enseñar, periodos de
CONSIDERACIONES TÉCNICAS incapacidad laboral cortos con pronta reintegración a
las labores, bajo costo y alta eficacia, no requiere instru-
mental o insumos sofisticados, es aplicable a cualquier
tipo de hernia inguinal y, sobre todo, es técnicamente
Con base en la evolución y la mejora de los materiales sencilla y brinda la sensación de comodidad19 y ausen-
protésicos y la depuración en cuanto a técnicas quirúrgi- cia de dolor al paciente, además de que le proporciona
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 207

al cirujano la satisfacción de que llevó a cabo una repa- Por todo lo anterior, ya no es aplicable el pensamien-
ración óptima. to de que “la mejor técnica para reparar hernias inguina-
La técnica Cisneros ya ha superado la prueba del les es la que el cirujano domina”, sino que el cirujano
tiempo (10 años); asimismo, se han hecho estudios debe dominar una gran variedad de técnicas libres de
comparativos con otras técnicas en todas sus variables, tensión y aplicar la que ofrezca los mejores resultados
demostrándose que la técnica Cisneros es igual o supe- al menor costo y con la mejor calidad de vida. La técnica
rior a otras, lo que podría constituir un hito histórico en Cisneros será la que en el futuro posea todas las bonda-
la búsqueda de la técnica ideal para reparar hernias des de la “técnica ideal”, que seguramente consistirá en
inguinales. un procedimiento híbrido.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
208 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)
Capítulo 25
Reparación de la hernia inguinal con
técnica transabdominal preperitoneal TAPP
Roberto Bernal Gómez, Víctor de la Peña Carrizales, Lucía Sagüi de la Fuente,
Éctor Jaime Ramírez Barba

INTRODUCCIÓN puede ser candidato a reparación laparoscópica; ade-


más, se incluye a:

1. Pacientes con hernia unilateral primaria que sean


Desde la primera descripción hecha por el Dr. Ger1 en trabajadores manuales o atletas, o pacientes que
1979 la hernioplastia inguinal laparoscópica mostró ser deseen un rápido regreso a las actividades físicas.
una promesa quirúrgica; sin embargo, el desarrollo pa- 2. Pacientes con hernia recurrente posterior a una re-
ralelo de la plastia inguinal abierta libre de tensión a par- paración anterior previa.
tir de 19742 no le permitió destacar por algún tiempo, ya 3. Pacientes con hernias bilaterales o con una hernia
que el procedimiento endoscópico amerita anestesia ge- unilateral en quienes se sospeche la presencia de
neral, es aparentemente más caro y exige una curva de una hernia contralateral.
aprendizaje amplia.2 Arregui,3 pionero de la hernioplas- 4. Reparación de una hernia inguinal en concurren-
tia laparoscópica libre de tensión, propuso la técnica cia con algún otro procedimiento laparoscópico
transabdominal preperitoneal (TAPP) con la aplicación abdominal adicional.4
de mallas para reparar hernias inguinales. Para la repa- 5. Es la técnica más recomendada en mujeres, ya que
ración de una hernia inguinal unilateral la evidencia ac- tienen un mayor índice de recurrencia después de
tual demuestra que la técnica de Lichtenstein y la endos- una reparación abierta y, además, se puede detec-
cópica son las más recomendadas, siempre y cuando el tar en ellas la presencia de una hernia femoral
cirujano tenga suficiente experiencia en el procedi- oculta.6
miento específico.4 En un estudio publicado por Bern- 6. En las hernias incarceradas o estranguladas que no
hardt (2009),5 donde se abarcaron varios hospitales y se tengan mucha contaminación se favorece TAPP,
tomaron en cuenta todas las técnicas para la reparación ya que tiene la ventaja de que durante el procedi-
de hernia inguinal, se mostró que la técnica endoscópica miento se puede observar la viabilidad del intes-
fue la más utilizada y la preferida por los cirujanos. tino.7
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SELECCIÓN DE PACIENTES PARA Contraindicaciones absolutas


PLASTIA INGUINAL LAPAROSCÓPICA
1. Pacientes con hernias estranguladas y contamina-
ción severa.
2. Pacientes con alto riesgo anestésico.
Indicaciones 3. Infecciones intraabdominales, peritonitis.
4. Ascitis de difícil control.
Cualquier paciente adulto que tolere anestesia general 5. Coagulopatías no corregidas.

209
210 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

6. Niños o jóvenes con hernias indirectas en los que EQUIPO


la reparación de la pared y el canal posterior es in-
necesaria.
7. Falta de adiestramiento en plastia inguinal lapa-
roscópica. Se requiere un telescopio de visión lateral de 30 a 45_,
6. Equipo laparoscópico deficiente. y trocares disponibles en medidas de 10, 5 y 3 mm.
El equipo básico de instrumentos incluye pinzas de
agarre, pinzas disectoras, tijeras curvas y electrocaute-
rio, aunque algunos cirujanos utilizan el disector de
Contraindicaciones relativas
gancho, portaagujas, el bajanudos y en ocasiones el dis-
positivo para irrigar y succionar. Además, se debe con-
1. Cirugía abdominal baja previa y cirugía previa en tar con grapadora (grapas absorbibles SorbafixR de
el espacio retropúbico de Retzius, como la cirugía Bard, SecurestrapR de Ethicon, etc.), cuyas grapas es-
prostática. tán disponibles en instrumentos de 5 mm. También pue-
2. Pacientes que hayan sido sometidos a radiación en de incluirse algún tipo de pegamento (HistoacrylR,
el abdomen bajo. Braun Sharing Expertise).
3. En el caso de pacientes con recurrencia en técnica
laparoscópica se sugiere que sean sometidos a
procedimiento abierto.2 ANATOMÍA

DISTRIBUCIÓN EN LA SALA Las primeras estructuras por identificar en la técnica


DE OPERACIONES transabdominal preperitoneal (TAPP) son el ligamento
umbilical medio, el medial y el lateral, los vasos epigás-
tricos inferiores, el conducto deferente o el ligamento
redondo, los vasos iliacos externos, el anillo inguinal in-
El paciente debe ser colocado en posición supina con los terno, el tracto iliopúbico y el ligamento de Cooper (fi-
brazos fijados en los costados del cuerpo y debidamente gura 25--1).
ajustado a la mesa de operaciones; la asepsia debe ha- El ligamento umbilical medio corresponde al uraco
cerse en todo el abdomen, los genitales y los muslos, obliterado en la línea media, de la vejiga al ombligo. El
pues durante la operación es frecuente la manipulación ligamento umbilical medial se encuentra lateral a la lí-
de la hernia. nea media, y corresponde a la arteria umbilical oblitera-
Una vez que el laparoscopio se introduce, el paciente da que se extiende de la arteria iliaca interna hacia el
es puesto en posición de Trendelenburg y se le gira al
lado opuesto a la hernia, a fin de que las asas intestinales
se desplacen y dejen espacio para la reparación. Debe Arco del transverso Anillo inguinal
profundo
colocarse un monitor (único) del lado de la hernia cerca V. epigástricos
de los pies del paciente.
El cirujano trabaja en el lado contralateral del defecto Tracto iliopúbico
herniario, el asistente al lado proximal al cirujano o en
la cabecera del paciente (aunque también puede trabajar M. recto
enfrente, al lado del cirujano y con un segundo monitor
frente a él).
La enfermera se colocará al lado del cirujano cerca
de los pies del paciente. Con el objeto de tener una mejor Lig. lacunar V. gonadales
(Gimbernat)
visualización y un mejor ángulo debe contarse con sufi-
ciente versatilidad de movimientos y cambio de posi- Lig. Cooper
ción con respecto al paciente; el cirujano deberá trabajar Corona mortis M. psoas
con las dos manos. En caso de hernia bilateral el equipo Orificio
Deferente
obturatriz
quirúrgico podrá cambiarse y deberá estar colocado
Orificio femoral V. obturatrices
siempre en el lado opuesto a la hernia que se vaya a repa-
rar. Figura 25--1. Anatomía posterior de la ingle.
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal TAPP 211

ombligo. El ligamento umbilical lateral se extiende del desastre” (triángulo del dolor), lateral al triángulo de
orificio inguinal interno hacia el ombligo y los vasos doom e inferior a la cintilla iliopectínea, el cual contiene
epigástricos inferiores. El espacio entre el ligamento los nervios femoral, femorocutáneo medial y lateral,
umbilical medial y el lateral corresponde al triángulo de que inervan el cordón espermático, el testículo, el escroto
Hesselbach, lugar de origen de las hernias directas. y la parte superior o lateral del muslo, respectivamente.
Por el anillo interno protruyen las hernias indirectas, Son importantes el conocimiento detallado de su curso
y está formado en su borde inferior por el ligamento ilio- anatómico y un cuidado esencial para no lesionarlos.
púbico, en su cara inferomedial por los vasos gonadales
y el deferente en los hombres, y en las mujeres por el li-
gamento redondo; en su cara superomedial por la arteria TÉCNICA TRANSABDOMINAL
epigástrica inferior, y su borde lateral por el músculo PREPERITONEAL (TAPP)
transverso. Por el anillo inguinal profundo u orificio
inguinal interno penetra en los hombres el conducto
deferente con un trayecto medial e inferior, y los vasos
gonadales (espermáticos) en un trayecto inferior y late- Técnica quirúrgica
ral. En las mujeres lo hace el ligamento redondo.
Hay que asegurarse de que el paciente orine antes de la
El tracto iliopúbico es un engrosamiento de la fascia
cirugía y prescindir de la sonda de Foley.
transversalis formada en la zona de transición entre las
La anestesia puede ser general o raquídea con seda-
superficies profundas de los músculos iliaco y transver-
ción. En cuanto a la profilaxis antibiótica para reparación
so del abdomen. Se inserta lateralmente a la cresta iliaca
inguinal laparoscópica electiva, no está universalmente
y medialmente al tubérculo púbico.8 Su curso es para-
recomendada; debería ser considerada en presencia de
lelo al ligamento inguinal, el cual se localiza más super-
factores de riesgo para infección de herida, como son el
ficialmente. El ligamento de Cooper se encuentra en la
material de la malla y el tipo de paciente (edad avanzada,
parte inferior interna de la prominencia pectínea del
uso de corticosteroides, inmunosupresores, obesidad,
ramo púbico superior, el cual se identifica como una es-
diabetes, malignidad o alguna complicación quirúrgica
tructura nacarada; por arriba del mismo se encuentra el
como contaminación, tiempo quirúrgico prolongado,
ligamento iliopúbico.
drenaje, etc.). La tromboprofilaxis sólo se efectuará en
La arteria epigástrica inferior nace de los vasos ilia-
caso de pacientes con factores de riesgo.7
cos externos y corre superiormente formando el borde
El neumoperitoneo se establece a través de la cicatriz
interno del orificio inguinal interno; en la región ingui-
umbilical mediante una aguja de Veress o bien a través
nal emergen de la arteria dos ramas, la espermática ex-
del abordaje abierto de Hasson. Se prefieren en la actua-
terna (cremasteriana) y el ramo púbico, el cual se anas-
lidad trocares no cortantes y minitrocares (5 y 3 mm)
tomosa con la arteria obturatriz formando la corona
por causar menor sangrado, menor dolor y tener un me-
mortis a nivel del ligamento de Cooper.
jor resultado cosmético.9 Se infiltran los puertos, lo cual
Las estructuras mencionadas son los soportes bási-
mejora el control del dolor posoperatorio, y se hace con
cos del área inguinal. El orificio miopectíneo de Fru-
una dilución de anestesia local, ropivacaína a 7.5% 5
chaud limita por abajo y medial la rama superior del pu-
mL, citrato de fentanilo 100 μg 2 mL, lidocaína con epi-
bis o ligamento de Cooper por abajo, y lateralmente la
nefrina a 2% 5 mL. Se realiza neumoperitoneo hasta a
fascia iliopectínea por delante, y lateralmente el múscu-
12 mmHg, se coloca el primer trocar de 10 mm a nivel
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

lo transverso, por arriba la aponeurosis del músculo


de la cicatriz umbilical, se introduce el laparoscopio de
transverso del abdomen y en dirección medial el recto
visión lateral, inspeccionando ambas regiones inguina-
abdominal. Esta área es la que deberá reforzarse con la
les (figura 25--2), después se colocan dos trocares adi-
malla en el procedimiento laparoscópico, ya que cubrirá
cionales de 5 mm en sentido lateral al músculo recto a
el defecto y los sitios potenciales de hernias directa, in-
nivel de la cicatriz umbilical.
directa y femoral.
Un punto crítico del área en que se debe trabajar en
la cirugía inguinal laparoscópica es el llamado “triángu- Identificación de las marcas
lo de la muerte” o de doom, que está limitado por el con- anatómicas esenciales
ducto deferente en la parte interna y los vasos espermá-
ticos en sentido lateral, donde se encuentran los vasos Se requiere forzosamente localizar los elementos anató-
iliacos externos y los nervios genital y femoral. Otra micos importantes (ya mencionados) antes de iniciar la
área que requiere mucha atención es el “trapezoide del disección (figura 25--3).
212 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

Figura 25--2. Hernia indirecta con peritoneo intacto.


Figura 25--4. Colgajo peritoneal con tijera.

Una hernia indirecta se identifica con facilidad por la


presencia de un orificio en la unión del deferente con los 4 cm por encima del defecto herniario, y se extiende me-
vasos gonadales. La identificación de una hernia directa dialmente desde el ligamento umbilical medial hasta la
pudiera ser más difícil, ya que algunas veces aparece espina iliaca anterior y superior. Lateralmente esta di-
como un círculo o un orificio y otras puede estar oculta sección se lleva hacia abajo, medialmente también se
con la grasa preperitoneal, la vejiga o el ligamento um- diseca hacia abajo en el espacio preperitoneal separán-
bilical medial; su visualización podría ser particular- dolo de la fascia transversalis, hasta encontrar el liga-
mente complicada en los pacientes obesos, y muchas mento de Cooper. Debe tenerse cuidado de no dañar los
veces se requiere abrir el peritoneo para realizar un col- vasos epigástricos inferiores, pero si esto ocurre hay que
gajo peritoneal para su adecuada definición. Las hernias manejarlos con cauterio o con aplicación de clips. Algu-
directas están situadas en dirección medial al ligamento nas veces debe dividirse el ligamento umbilical medial;
umbilical lateral. Las hernias femorales se encuentran esto puede realizarse sin secuelas negativas, pero debe
entre la cintilla iliopectínea y el ligamento de Cooper. considerarse que en ocasiones la arteria umbilical su-
puestamente obliterada puede estar permeable, por lo
que se requerirá alguna forma de control. El sangrado
Creación del colgajo peritoneal es mínimo cuando se entra en el espacio preperitoneal
adecuado. También se crea un pequeño colgajo supe-
Con las tijeras curvas o el gancho se realiza una incisión rior, para exponer la parte posterior del músculo recto
transversa a lo largo del peritoneo, empezando por 2 a y el transverso del abdomen (figura 25--4).
Los límites del colgajo son: medial, 2 cm más allá de
la sínfisis del pubis; lateral, la espina iliaca anterior y su-
perior; craneal, 3 a 4 cm por encima del arco del trans-
verso, y caudal, 4 a 5 cm distal al tracto iliopúbico.9
La disección preperitoneal insuficiente es la causa
más común de enrollamiento de la malla, lo cual es la
causa principal de recurrencia.7

Disección del saco herniario

El saco herniario se remueve del triángulo de Hessel-


bach cuando se trata de una hernia directa. El saco y la
grasa preperitoneal se reducen del orificio herniario y se
separan de la fascia transversalis que cubre el saco. Los
autores de este capítulo, al igual que otros autores, tratan
Figura 25--3. Identificación de la anatomía esencial. la fascia transversalis del saco de la hernia, el cual
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal TAPP 213

Figura 25--7. Separar estructuras del cordón espermático.


Figura 25--5. Fijación de la fascia al ligamento de Cooper.

mente y dejar la parte distal in situ, para luego liberar el


deberá evertirse y fijarse al músculo transverso o al liga- saco proximal de las estructuras del cordón; la división
mento de Cooper para evitar la formación de seromas del saco se realiza más fácilmente en el lado opuesto a
(figura 25--5). En las hernias indirectas existen dos op- las estructuras del cordón (figura 25--7).
ciones: El lipoma del cordón espermático, usualmente en si-
tuación posterolateral, deberá disecarse del cordón con
a. En las hernias pequeñas se ejerce tracción y con- el colgajo peritoneal, ya que los lipomas del cordón o
tratracción, disección roma y cortante hasta lograr del canal femoral pueden imitar una hernia primaria,
la separación del saco de las estructuras del cordón causar recurrencia o síntomas posteriormente.7
y reducción a la cavidad abdominal (figura 25--6). La disección del peritoneo debe esqueletizar las es-
b. El saco puede ser difícil de movilizar en las her- tructuras del cordón lo suficientemente distal para apli-
nias grandes debido a fuertes adherencias entre el car una malla de 13 x 15 cm.
saco y las estructuras del cordón, por lo que puede
lesionarse el deferente o comprometer la vascula-
ridad del testículo. Identificación y exposición
de estructuras antes de
En estas circunstancias se aconseja dividir el saco dis- la aplicación de malla
talmente al anillo inguinal interno, ligarse proximal-
Una vez que se remueve el peritoneo junto con el saco
herniario es muy importante volver a identificar las es-
tructuras anatómicas y planear la aplicación y fijación
de la malla (figura 25--8).
Muchas veces es más fácil sentir el tubérculo púbico
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que verlo. El ligamento de Cooper se puede limpiar de


grasa e identificar como una estructura nacarada, con
cuidado de no lesionar una arteria obturatriz aberrante.
El tracto iliopúbico se localiza en el margen inferior del
anillo inguinal interno con el cordón espermático por
encima.
Al separar el colgajo peritoneal se aprecian los vasos
espermáticos y el conducto deferente. Asimismo, se lo-
calizan los vasos iliacos externos que están en el trián-
gulo de doom, las ramas genital y femoral del nervio
genitofemoral y la rama medial y lateral del nervio fe-
morocutáneo, que emergen por debajo del tracto iliopú-
Figura 25--6. Disección del saco herniario. bico.
214 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

Figura 25--10. Fijación de la malla al ligamento de Cooper.


Figura 25--8. Revisar estructuras antes de la colocación de
la malla.
Reinhard9 propone que en las hernias con defecto de
1.5 a 3 cm la fijación sea con pegamento; en defectos de
Aplicación de la malla 3 a 4 cm utilizar grapas absorbibles mediales al liga-
mento de Cooper y en la parte superior a nivel del mús-
Se recomienda que el tamaño de la malla sea por lo me- culo recto más pegamento lateral, y en las de más de 4
nos de 10 x 15 cm, de bajo peso y con poro grande, ya a 5 cm utilizar malla grande (12 x 17 cm) y fijarla tam-
que mejora significativamente la convalecencia poso- bién con grapas absorbibles al ligamento de Cooper (fi-
peratoria reduciendo la sensación de cuerpo extraño.7 gura 25--10) y al músculo recto (figura 25--11).
La malla sin enrollarse se toma de la parte central con Cuando la fijación es con pegamento de fibrina, éste
la pinza grasper, ya que esto facilita más su ubicación; es aplicado sobre el ligamento de Cooper, en la esquina
se introduce por el puerto de 10 mm y se extiende sobre superior medial y lateral de la malla, dejando ésta en po-
la superficie disecada (figura 25--9). sición con una pinza grasper; queda fija en pocos minu-
Algunos autores seccionan la malla para albergar al tos. La malla debe cubrir todos los defectos de la ingle,
cordón espermático; sin embargo, esto podría ser un incluyendo triángulo de Hesselbach, anillo indirecto,
factor de recurrencia. anillo femoral y anillo obturador.7
Las recomendaciones actuales de fijación en hernias La fijación con grapas está asociada a un mayor ries-
con defecto de menos de 1.5 cm son: no fijarlas, o bien go de dolor agudo o crónico comparado con cuando no
utilizar pegamento de fibrina.7

Figura 25--9. Aplicación de malla. Figura 25--11. Fijación de la malla con grapas absorbibles.
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal TAPP 215

Se cierra la incisión del puerto mayor y finalmente se


cierra la piel con poliglecaprone plástico subcutáneo de
cuatro ceros.

MANEJO POSOPERATORIO

El paciente es vigilado hasta que pueda deambular sin


asistencia y sea capaz de orinar. Es importante tener en
cuenta que la micción puede retrasarse en los pacientes
ancianos o en quienes se utilizó atropina durante la
anestesia. También es importante restringir el líquido
Figura 25--12. Sutura continua del peritoneo PDS 00. intravenoso transoperatorio para disminuir el riesgo de
retención urinaria.13 Asimismo, se da de alta al paciente
se fija; el pegamento de cianocrilato (HistoacrylR) está con una actividad física restringida a grandes esfuerzos,
relacionado con una recurrencia igual o menor que la fi- aunque puede ser compatible con una vida casi normal.
jación con grapadora, pero ocasiona menos dolor.11 Se le permite caminar y manejar automóvil, se le pres-
La disección del colgajo peritoneal inferior deberá criben analgésicos como el ketorolaco, a demanda, y
quedar por lo menos 1 a 2 cm distal al borde inferior de acude a cita siete días después de la operación. Hay ca-
la malla, para evitar que ésta se enrolle y pueda recidivar sos particulares que deberán permanecer una noche en
la hernia. El cierre del peritoneo causa menos dolor en el hospital.
sutura continua que con grapas, debiendo ser completo,
ya que al quedar espacios podría incrementarse el riesgo
de obstrucción intestinal por adherencias12 (figura DESVENTAJAS
25--9).
El colgajo peritoneal se cierra con una sutura conti-
nua que puede ser de VicrylR, MonocrylR o PDS dos
ceros (figuras 25--12 y 25--13). La principal desventaja es la necesidad de administrar
En las hernias bilaterales se prefieren dos incisiones anestesia general; sin embargo, algunos estudios han
peritoneales y dos piezas de malla en lugar de una, ya demostrado que la anestesia regional o local no es nece-
que así es más fácil de manipular. sariamente más segura que la anestesia general.13,14
Aun cuando la mayoría de los reportes refieren que
el costo de las reparaciones laparoscópicas es mayor
que el de las reparaciones abiertas,14,15 un estudio alea-
torizado indica que los costos totales de las reparaciones
laparoscópicas fueron menores que los de las reparacio-
nes de Lichtenstein cuando se tomaron en cuenta los
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días de trabajo perdidos.16

COMPLICACIONES EN GENERAL

La recurrencia herniaria con la técnica laparoscópica se


debe a defectos herniarios no detectados, al uso de una
malla pequeña, a la migración de la prótesis, a la con-
tracción de la malla, a la inadecuada fijación y a los de-
fectos a través de la malla cuando se realizan orificios
Figura 25--13. Cierre del peritoneo. o cortes para que pasen los vasos gonadales y el conduc-
216 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

to deferente. Se recomienda utilizar mallas que no sean La infección de la malla responde casi siempre a me-
menores de 10 x 15 cm; la dificultad para colocar la ma- didas conservadoras, antibióticos y drenaje. En raras
lla en el espacio creado es signo inequívoco de que la ocasiones tiene que ser removida, y la remoción siem-
disección fue insuficiente. pre ocasiona hernia recurrente.25,26
La contracción de la malla es más importante en las La disección excesiva del cordón y el cremáster para
mallas pesadas, donde se han reportado contracciones remover el saco herniario daña el plexo venoso y el flujo
de 30 a 50%. Por ello siempre es mejor utilizar prótesis arterial, precipitando una orquitis isquémica y atrofia
de bajo peso, poro grande o de poliéster, ya que éste es testicular. Menos de 50% de los pacientes que presentan
más hidrofílico e induce una menor reacción inflamato- orquitis isquémica presentarán atrofia testicular, lo cual
ria y su contracción pasiva es de sólo 10%.17,18 indica que el flujo colateral es importante.27,28
Las consecuencias de la fijación de las mallas (dolor) La mayoría de las complicaciones de orquitis y epidi-
han llevado al empleo de grapas absorbibles, pegamen- dimitis son autolimitantes y 1% de los pacientes presen-
tos y prótesis tridimensionales, con el fin de disminuir tan atrofia testicular, similar a lo que ocurre en las her-
el dolor en el posquirúrgico, así como los riesgos de le- nioplastias abiertas. No hay tratamiento específico para
sión nerviosa que conllevan estos materiales. esto.28
El prolongado periodo de adiestramiento de los ciru- La transección del conducto deferente ocurre cuando
janos en las plastias laparoscópicas (curva de aprendi- el saco es movilizado en el cordón o a la hora de exten-
zaje) ha desencadenado un rechazo de este procedi- der el colgajo peritoneal en sentido inferior. El riesgo de
miento, contrario a lo que aconteció en el desarrollo de lesión parece ser el mismo que en las reparaciones
la cirugía vesicular laparoscópica, donde los cursos de abiertas, y su tratamiento consiste en anastomosis tér-
dos días eran suficientes para entrenarse a la perfección. mino--terminal.29
Existen estudios que indican que deben efectuarse entre Entre las complicaciones neurológicas están: pares-
50 y 250 procedimientos para superar la curva de apren- tesia inguinal (3.9%), dolor crónico (7.6%) por daño o
dizaje.19,20 manipulación al nervio femorocutáneo medial, lateral y
Existen varios riesgos potenciales relacionados con genitofemoral. El daño al nervio femoral es raro. Para
este tipo de reparaciones, como las complicaciones en evitar las complicaciones se debe conocer la anatomía
el acceso a la cavidad peritoneal y lesiones intestinales, del triángulo del dolor, no colocar grapas por debajo del
vesicales y vasculares, sobre todo durante la inserción tracto iliopúbico, preferentemente no fijar la malla o ha-
del trocar inicial. Aunque son poco frecuentes, se han cerlo con pegamento.21
referido hernias incisionales en el sitio de inserción de En un metaanálisis que compara la fijación con en-
los trocares, las cuales se evitan si siempre se cierran las grapadora vs. pegamento de fibrina para la reparación
incisiones de 10 cm o mayores.11,12 de hernia inguinal por TAPP se observa que no hubo
Las lesiones vasculares mayores son raras, probable- ventaja del pegamento en el índice de recurrencia, pero
mente 1/1 000 en la curva de aprendizaje; sin embargo, sí disminuyó la incidencia de dolor crónico, por lo cual
se ha reportado daño a vasos iliacos. Las lesiones meno- éste puede ser preferido.30
res incluyen vasos epigástricos inferiores, vasos gona- El riesgo de dolor agudo o crónico es bajo después de
dales y corona mortis; para evitarlos se debe conocer una reparación inguinal endoscópica vs. cirugía abierta
bien la anatomía y ser meticuloso en la hemostasia y la con o sin malla. No hay diferencias de dolor agudo o
disección.21 crónico en TEP y TAPP.7
Las lesiones viscerales llegan a ocurrir entre 0.05 y El paciente que se queja de dolor intenso después del
0.4% de los casos y tienen una mortalidad de 5%.22 La procedimiento deberá ser reexplorado inmediatamente.
lesión vesical que se detecta en el transoperatorio debe En el caso de molestias leves y posoperatorias tardías se
repararse inmediatamente. Muchas lesiones leves pue- recomienda la administración de antiinflamatorios y
den manejarse con drenaje vesical.23 Las complicaciones bloqueos nerviosos locales, que conlleva la resolución
comunes del área urinaria son la hematuria, la retención espontánea de la mayoría de los casos. Debido a la pro-
urinaria y la infección urinaria, las cuales responden a ximidad de los nervios muchas veces es difícil diagnos-
medidas conservadoras. Esto puede ocurrir en 1.5 a 3% ticar el nervio dañado, por lo que se evita la reexplora-
de los pacientes.24 ción hasta en seis meses, con el fin de permitir la
Las complicaciones de la malla incluyen infección, resolución espontánea. En caso de que la sintomatolo-
migración, formación de adherencias, erosión, obstruc- gía afecte la calidad de vida, deberá realizarse una neu-
ción y fístulas, y algunas de ellas pueden presentarse rectomía y una excisión del neuroma cuando éste sea lo-
tardíamente. calizado.22,31 En un estudio donde se compara la técnica
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal TAPP 217

TAPP vs. la abierta se encontró 9.8% de incidencia de vorecen el uso de la laparoscopia en hernias no compli-
neuralgia u otro dolor después de dos años de la opera- cadas.21--30
ción vs. 14.3% en las plastias abiertas libres de ten- Catorce de estos estudios mostraron ventajas signifi-
sión.24 Las osteítis de pubis se evitan si no se engrapa o cativas de la técnica laparoscópica sobre las técnicas
sutura a nivel del hueso púbico o el periostio. abiertas, con tensión o sin ella, en uno o varios de los pa-
Para minimizar los hematomas (1 a 8%) y los sero- rámetros estudiados, y mostraron disminución de anal-
mas (1 a 12%), sobre todo en sacos herniarios indirectos gésicos en el posoperatorio inmediato, regreso tempra-
grandes, evitar daño a los vasos menores (epigástricos no a las actividades normales y mejoría en la calidad de
inferiores, testiculares y corona mortis), hay que evitar vida.32
disección extensa, invertir el saco y anclarlo o ligarlo La pregunta cardinal es: ¿Se justifican estos benefi-
con endoloop.21 Sin embargo, la incidencia de hemato- cios ante un incremento en el riesgo y en el costo?33 Al-
mas y seromas es menor que en la técnica abierta. gunos estudios se han dado a la tarea de responder esta
La mayoría de los seromas y hematomas del escroto pregunta.34 En cuanto a la comparación de la diferencia
se resuelven espontáneamente en el transcurso de pocas entre las complicaciones y la recurrencia antes y des-
semanas, por lo que no es necesario apresurarse a dre- pués del entrenamiento básico de la técnica, algunos au-
narlos con punciones repetidas o mediante incisiones, tores han indicado que estos procedimientos deberán
debido al riesgo de ocasionar infecciones por manipula- realizarse en centros especializados en hernias o por ci-
ción. rujanos que cubran el número de procedimientos nece-
Existen complicaciones por defecto en el cierre peri- sario para capacitarse en técnicas laparoscópicas de re-
toneal, como obstrucción intestinal (2.7 TAPP vs. 57 paración herniaria.35
TEP), hernias internas y exposición de la malla; para La cirugía de la hernia inguinal exige un conocimien-
evitar esto se debe realizar el cierre meticuloso del peri- to preciso de la anatomía de la región. Los años de eje-
toneo.21 cución de la plastia laparoscópica han llevado al recono-
cimiento de estructuras anatómicas que el cirujano no
estaba acostumbrado a manejar, lo cual originó nuevas
complicaciones, debidas sobre todo a la falta de conoci-
DISCUSIÓN miento en anatomía. Por otro lado, la mejoría de las des-
trezas quirúrgicas, el conocimiento de las diferentes
mallas utilizadas, la colocación de grapas en sitios que
no son de riesgo, el advenimiento de sustancias adhesi-
Las indicaciones precisas para TAPP son: vas, las grapas absorbibles, la inserción de mallas de
tamaño adecuado y el hecho de cubrir los sitios poten-
a. La reparación de una hernia inguinal en un pacien- ciales de recidiva repercutirán en mejores resultados
te que requiere otro procedimiento quirúrgico in- posquirúrgicos para los pacientes.
traabdominal y que se puede realizar por laparos- Una vez que se domina la técnica las ventajas de la
copia. hernioplastia laparoscópica en relación con las técnicas
b. La reparación de una hernia inguinal incarcerada abiertas son menores complicaciones posoperatorias
sin mucha contaminación para revisar la viabili- que en cirugía abierta, como en infección de herida, he-
dad del intestino. matomas, parestesia inguinal, dolor crónico, así como
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en la recurrencia.12 Por otro lado, hay una mayor facili-


Las demás indicaciones, como la reoperación de una dad de reconocer hernias femorales o hernias contrala-
hernia inguinal previamente reparada por vida anterior terales ocultas; se ha encontrado una incidencia de 13%
o la reparación de una hernia inguinal bilateral, también de hernias contralaterales ocultas durante las reparacio-
se pueden realizar por TEP. nes TAPP, lo que ofrece la ventaja de poderlas reparar
Una parte importante de la discusión se centra en el por el mismo abordaje y en el mismo tiempo quirúrgi-
uso de la hernioplastia laparoscópica en pacientes con co,9 así que se deberá solicitar al paciente su consenti-
hernia unilateral no complicada. Los riesgos potencia- miento para reparar simultáneamente una hernia oculta
les por la anestesia general, la penetración en la cavidad contralateral si se llegara a encontrar durante la cirugía.
abdominal y el costo incrementado han cuestionado la De esta forma se evitarán exploraciones contralaterales
indicación de la laparoscopia en el tratamiento de las innecesarias o nuevas cirugías.7
hernias inguinales unilaterales. Un número importante En un metaanálisis comparativo de técnicas para el
de estudios prospectivos aleatorizados y controlados fa- tratamiento de hernia inguinal, tanto TAPP como TEP
218 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

mejoran los resultados comparados con la técnica abier- reparación de hernias inguinales bilaterales; el índice de
ta, y la eficacia de ambas es equivalente; sólo TAPP está recurrencia es similar, así como su efectividad y el por-
asociada con una estancia hospitalaria ligeramente ma- centaje de complicaciones.7 Ambas técnicas son opcio-
yor comparada con TEP.36 Sin embargo, en otra publica- nes aceptables, y no hay evidencia suficiente que mues-
ción basada en 4 552 pacientes sometidos a TEP y tre la superioridad de una técnica sobre la otra.
TAPP, en TEP las complicaciones posoperatorias fue- La experiencia de los autores confirma la seguridad
ron significativamente más altas, así como un mayor y la efectividad de TAPP como abordaje para hernia in-
tiempo quirúrgico e índice de conversión, dejando a la guinal unilateral como una excelente alternativa a la
técnica TAPP como superior para la reparación de pa- cirugía convencional. La reducción en el tiempo opera-
cientes con hernia inguinal unilateral.37 torio, las complicaciones y la recurrencia están relacio-
Tanto TAPP como TEP son recomendadas en hernias nadas con la experiencia y la curva de aprendizaje del
recidivantes después de un abordaje anterior y para la cirujano.38

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220 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)
Capítulo 26
Reparación de hernia inguinal con técnica
totalmente extraperitoneal (TEP)
Roberto Bernal Gómez, Lucía Sagüi de la Fuente, Eduardo González Puente

INTRODUCCIÓN 2. Pacientes que deseen un rápido regreso a sus acti-


vidades físicas.
3. Hernia recurrente posterior a una reparación por
vía anterior.
Preparación preoperatoria 4. Hernia bilateral o unilateral en donde se sospeche
la presencia de una hernia contralateral.
5. Mujeres, pues tienen un mayor índice de recurren-
La técnica totalmente extraperitoneal (TEP) se define cia después de una operación abierta, y donde ade-
como la reparación del defecto herniario realizada en el más se pueda detectar la presencia de una hernia
espacio preperitoneal, sin penetrar en la cavidad abdo- femoral oculta.
minal, mediante cánulas e instrumentos laparoscópi-
cos.1,2 Fue descrita por primera vez por Ferzli y col. en
1992, y en 1994 McKernan y Law publicaron impresio- CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
nantes resultados con su aplicación.3,4
El éxito en las reparaciones laparoscópicas depende
del conocimiento preciso de la anatomía de la región in-
1. Hernias estranguladas en donde exista contamina-
guinal desde la perspectiva endoscópica, como se men-
ción o se tenga que revisar la viabilidad de las asas
ciona con detalle en el capítulo de la técnica transabdo-
intestinales en la cavidad peritoneal.
minal preperitoneal (TAPP). Las estructuras esenciales
2. Alto riesgo anestésico.
que el cirujano necesita tener en mente son el ligamento
3. Infecciones intraabdominales, peritonitis.
de Cooper, los vasos epigástricos inferiores, la arteria y
4. Coagulopatías no corregidas.
la vena iliacas externas, y el tracto iliopúbico, además
5. Niños con hernias indirectas en los que la repara-
de la orientación en un espacio limitado de trabajo,
ción de la pared posterior sea innecesaria.
como es el espacio preperitoneal. Las indicaciones y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

6. Falta de adiestramiento en plastia inguinal lapa-


contraindicaciones para realizar este tipo de plastia la-
roscópica.
paroscópica son similares a las de la TAPP.
7. Equipo laparoscópico deficiente.

INDICACIONES CONTRAINDICACIONES RELATIVAS

1. Antecedente de cirugía abdominal baja y en espa-


1. Hernia unilateral primaria en pacientes que sean cios de Retzius y Bogros (cirugía prostática o vas-
trabajadores manuales o atletas. cular).

221
222 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 26)

2. Antecedente de radiación en el abdomen bajo. Músculo recto


3. Recurrencia por técnica previa laparoscópica, anterior
Pubis
donde la sugerencia es hacerlo por vía abierta.
Peritoneo
4. Hernias gigantes cuya dificultad técnica impida el Espacio preperitoneal
manejo adecuado de asas herniadas.
5. Pacientes que requieran exploración de la cavidad
abdominal por alguna otra causa.

PREPARACIÓN PREOPERATORIA
Figura 26--1. Disección del espacio preperitoneal.

El espacio inicial se ubica por atrás del músculo recto


La anestesia, al igual que en la TAPP, puede ser general y por delante del peritoneo (figura 26--1).
o raquídea con sedación. En cuanto a la profilaxis anti- Posteriormente se introduce el trocar y se inicia la in-
biótica electiva, no está universalmente aceptada, sino suflación del espacio preperitoneal con una presión má-
tan sólo en presencia de factores de riesgo para infec- xima de 10 mmHg (para prevenir la disrupción perito-
ción. La tromboprofilaxis se hace únicamente en pa- neal) para deprimir el peritoneo y crear dicho espacio
cientes de riesgo. bajo visión directa con el telescopio.
Se recomienda utilizar al inicio de la curva de apren- La técnica se facilita con la aplicación de un trocar
dizaje una sonda de Foley, sobre todo si la reparación es con balón (figura 26--2), el cual se infla en su punta para
bilateral. El paciente es asegurado a la mesa quirúrgica crear un espacio preperitoneal que separe el peritoneo
para poder efectuar los movimientos necesarios sin que de la pared abdominal de manera atraumática. Un estu-
se deslice, con los brazos sujetos a cada lado del tronco. dio multicéntrico demostró que la disección del espacio
El monitor se coloca a los pies del paciente, el cirujano preperitoneal hecha con balón es más fácil y segura, al
se coloca al lado contralateral de la hernia y el ayudante reducir el tiempo operatorio y el porcentaje de conver-
se coloca enfrente, o bien a un lado del cirujano a la ca- siones, así como el número de complicaciones. El acceso
becera del paciente. El equipo y el instrumental incluyen del balón se hace mediante la técnica de Hasson, donde
pinzas de agarre, disectoras, tijeras curvas con electro- el balón se infla bajo visión directa y se mantiene in-
cauterio, dispositivo de irrigación succión, trocar con flado durante 3 min, para lograr la hemostasia de los pe-
balón disector de espacio preperitoneal y trocares para queños vasos que pudieran sangrar; después se retira el
mantener el espacio libre de fuga, así como dispositivos trocar de balón y se introduce otro para evitar fugas de
para aplicar grapas y adhesivos biológicos o sintéticos. aire. En seguida se introducen dos trocares de 5 mm bajo
visión directa: uno del lado contralateral a la hernia, a
una distancia media entre el ombligo y la sínfisis de pu-
TÉCNICA bis, y otro en la línea media a unos 2 o 3 cm por encima
de la sínfisis del pubis (figura 26--3). Otra opción es un

Se realiza una incisión de 1.5 a 2 cm en la región infra- Músculo recto


anterior
umbilical del lado de la hernia; se profundiza la herida,
se incide la aponeurosis del recto anterior de preferencia
de forma transversal, y se puede aplicar sutura en los Pubis
bordes seccionados de la aponeurosis para facilitar el
procedimiento posterior; se identifica el músculo recto, Peritoneo
el cual se retrae lateralmente.
Después se introduce el dedo cubierto con vaselina
con el objeto de crear un túnel por detrás del recto, entre
el músculo recto y la aponeurosis posterior por arriba
del arco de Douglas y del peritoneo por debajo de este
arco, hasta llegar al pubis. Figura 26--2. Introducción del lente de laparoscopia.
Reparación de hernia inguinal con técnica totalmente extraperitoneal (TEP) 223

inguinal. Hay que buscar y reducir el lipoma. Muchas


veces al reducirlo se reduce también el saco herniario.
Los sacos indirectos pequeños se disecan y se reducen;
también puede amputarse un saco indirecto grande si se
cierra su extremo proximal y se mantiene el distal in
situ, sin ligarlo nunca.
Si se encuentra una hernia directa el saco y su conte-
nido preperitoneal se disecan del defecto. Es conve-
niente reducir el saco de la fascia transversalis en las
hernias directas y fijarlo al ligamento de Cooper o a la
pared posterior del músculo transverso. Es muy impor-
tante disecar por completo el orificio miopectíneo e
identificar la presencia de hernias asociadas; el perito-
neo debe disecarse posteriormente de la parte de arriba,
Figura 26--3. Colocación de puertos en la técnica TEP. hasta nivel de la cicatriz umbilical, y por abajo hasta los
músculos psoas, la sínfisis del pubis y a nivel de la es-
puerto intermedio debajo de la cámara y otro lateral cer- pina iliaca anterior y superior, de tal forma que la malla
ca de la espina iliaca anterosuperior. Esta posición ofre- quede completamente plana, adherida y no exista posi-
ce una mejor triangulación de los trocares, permitiendo bilidad de que el peritoneo se deslice por debajo de ella.
una completa disección y facilitando el abordaje de Con frecuencia los lipomas funiculares o la grasa
grandes sacos herniarios. Se introduce un telescopio de preperitoneal o retroperitoneal se prolapsan en los gran-
visión lateral para facilitar la exposición y la visualiza- des orificios herniarios; deben ser retirados y eventual-
ción de la región (figura 26--4). Se realiza una disección mente resecados, porque podrían volverse sintomáticos
amplia del espacio preperitoneal y se identifican el pu- o simular una hernia recurrente. Por otro lado, un lipo-
bis, el ligamento de Cooper y los vasos epigástricos; ma no detectado es una de las causas conocidas de recu-
después se procede a la disección del espacio lateral a rrencia herniaria, por lo que la búsqueda y exclusión de
los vasos epigástricos inferiores. dichas masas deberá ser parte integral de la reparación
En las hernias indirectas se identifica el saco a la en- endoscópica de la hernia.9,10
trada del orificio inguinal interno, se separa y se identi- La extensión de la disección deberá alcanzar lo si-
fica el conducto deferente y los vasos espermáticos, o guiente: medialmente 1 a 2 cm mas allá de la sínfisis del
bien el ligamento redondo en las mujeres. Idealmente la pubis; cranealmente 3 a 4 cm por encima del arco del
disección de estas estructuras es perpendicular, creando transverso o de cualquier defecto directo; lateralmente
una ventana entre el saco y los vasos. Posteriormente la espina iliaca anterior y superior, y caudalmente 4 a 5
con disección roma se reduce el saco herniario del canal cm por abajo del tracto iliopúbico a nivel del músculo
psoas y 2 a 3 cm por abajo del ligamento de Cooper a
nivel del arco superior del hueso púbico. El espacio pre-
peritoneal resultante deberá ser suficiente para acomo-
dar una malla de tamaño mínimo de 10 x 15 cm. A través
del trocar de 10 mm se introduce la malla de polipropi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

leno de 10 x 15 cm, cuyo diámetro mayor se extiende


transversalmente y se aplica de tal forma que cubra los
triángulos medial, lateral y femoral de la ingle. De
acuerdo al tamaño de la hernia las mallas se pueden fijar
o no. Se recomienda no fijar la malla para defectos de
menos de 1.5 cm. Para defectos entre 1.5 y 3 cm se podrá
usar un adhesivo biológico o sintético, y para defectos
mayores se recomienda el uso de grapas a nivel del liga-
mento de Cooper, en la superficie posterior del músculo
recto anterior y lateralmente por encima del tracto ilio-
púbico. Para orificios mayores de 4 cm se aconseja usar
Figura 26--4. Visualización a través del telescopio por el tro- mallas de 13 x 17 cm y fijar con grapas medial y lateral-
car del balón disector en la técnica TEP. mente. Es muy importante que la malla sobrepase un
224 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 26)

mínimo de 3 cm el defecto herniario; cuanto más grande 2. Menor periodo de recuperación.


la hernia mayor deberá ser la cobertura, en caso contra- 3. Regreso temprano al trabajo.
rio la malla podría desplazarse dentro del defecto her- 4. Menos lesiones nerviosas.
niario. La malla debe cubrir más allá de la línea media 5. Diagnóstico y tratamiento de hernias contralatera-
para incluir todos los sitios potenciales de hernia. Es les.
muy recomendable revisar el lado contralateral, para 6. Adecuada desde el punto de vista cosmético.
identificar alguna hernia y repararla en caso positivo. 7. Ideal para hernias bilaterales o recurrentes.7
En caso de que la hernia sea bilateral (aunque en un
estudio retrospectivo no hubo diferencia entre usar una
sola malla grande o dos individuales), la mayoría de los Desventajas
autores proponen que se cuente con dos mallas de poli-
propileno en imagen de espejo para extenderlas bilate- 1. Requiere anestesia general.
ralmente y fijarlas de preferencia en la parte central con 2. Es técnicamente más difícil.
tackers y evitar así evitar la protrusión de la malla a tra- 3. Es más costosa (controversial).
vés de los defectos, sobre todo cuando es directa y de 4. Requiere mayor tiempo quirúrgico.
gran tamaño. Se corrobora la hemostasia en los orificios 5. Necesita el uso de equipo especial.
de punción de los trocares y el área de disección. 6. Tiene una curva de aprendizaje larga.8
El espacio se desinfla lentamente, con cuidado de
que el borde inferior de la malla no se enrolle sobre sí Las diferencias, las ventajas y las desventajas entre la
mismo; los trocares se retiran bajo visión directa y se técnica TAPP y la técnica TEP se describen en el cuadro
cierra la incisión umbilical con VicrylR de dos ceros y 26--1.
las heridas de piel con MonocrylR plástico de cuatro ce-
ros en suturas subcuticulares.5,6
COSTOS

MANEJO POSOPERATORIO
Los costos de las reparaciones laparoscópicas son más
altos que los de los procedimientos abiertos debido al
El manejo y el seguimiento de los pacientes operados con mayor tiempo quirúrgico, la anestesia y la instrumenta-
la técnica total extraperitoneal son esencialmente simila- ción; sin embargo, ha sido controversial el hecho de que
res a los comentados en el capítulo referente a la técnica este costo pueda compensarse con el periodo de recupe-
transabdominal preperitoneal. El paciente es vigilado ración más corto y el regreso temprano a las actividades
hasta que pueda deambular sin asistencia y sea capaz de laborales.
orinar, especialmente después de retirar la sonda si es En un estudio se reportó que los costos operatorios
que se utilizó. Es importante tener en cuenta que la mic- basados en la cuenta hospitalaria del paciente fueron
ción puede retrasarse en los pacientes ancianos o en más altos en el grupo unilateral laparoscópico y en el bi-
quienes se administró atropina durante la anestesia. Se lateral en comparación con el grupo sometido a procedi-
da de alta al paciente con una actividad física casi nor- miento abierto.
mal, sólo restringiendo los grandes esfuerzos, aunque Cuando se utilizó equipo reusable la reparación TEP
puede ser compatible con una vida casi normal. Se le per- resultó ser menos costosa que la abierta unilateral y la
mite caminar y manejar automóvil, se le prescriben anal- bilateral. Conforme los cirujanos adquirieron experien-
gésicos, como el ketorolaco, a demanda, y acude a cita cia el ahorro con la técnica laparoscópica fue aún ma-
siete días después de la operación. Hay casos particulares yor.9
que deberán permanecer una noche en el hospital.
En la comparación de la técnica TEP con la cirugía
convencional abierta por vía anterior destacan: INCAPACIDAD POSOPERATORIA

Ventajas
Varios estudios estadounidenses de hernia inguinal
1. Menos dolor posoperatorio. revisaron 41 reportes con un total de 7 161 pacientes, y
Reparación de hernia inguinal con técnica totalmente extraperitoneal (TEP) 225

Cuadro 26--1. Diferencias entre la técnica TAPP y la TEP


TAPP TEP
Ventajas Desventajas Ventajas Desventajas
Espacio grande Invade la cavidad No invade la cavidad Espacio pequeño
Anatomía clara Dificulta el uso de malla grande Es fácil colocar una malla grande Poca iluminación
Diagnostica duda o bilate- Dificultad con el cierre del peri- No hay que cerrar el peritoneo Difícil manejo de la cámara
ralidad toneo
Permite diagnóstico y trata- Íleo posoperatorio Menor íleo posoperatorio Curva de aprendizaje larga
miento concomitante
Para hernias incarceradas Requiere más insumos
o estranguladas

encontraron que las reparaciones laparoscópicas TEP y LESIÓN NERVIOSA E INGUINODINIA


TAPP tuvieron un periodo de recuperación siete días
menor que las reparaciones abiertas.10

El Grupo de Estudio de la Hernia hizo un seguimiento


de más de 800 pacientes operados de hernia inguinal a
ANÁLISIS DEL COSTO SOCIAL quienes vigilaron durante un año, y encontraron dolor
presente en 28.7% de los casos reparados con laparos-
copia y en 36% de los pacientes sometidos a cirugía
abierta.13 McCormack encontró dolor persistente des-
Varios autores demostraron que los costos sociales fue- pués de un año en 290 de 2 101 (14%) del grupo de her-
ron menores para la reparación laparoscópica; si bien nia inguinal operado por laparoscopia y en 459 de 2 399
los costos directos por la reparación laparoscópica se (19%) para el reparado en forma abierta.14
incrementaron, los ahorros en costos indirectos, resul-
tado de un rápido regreso al trabajo, fueron importan-
tes.11
HERNIA FEMORAL

RECURRENCIA
El diagnóstico de hernia en la mujer es mejor realizado
con técnicas laparoscópicas, ya que las hernias femora-
les son más comunes en ellas y su recurrencia general-
La recurrencia con las reparaciones abiertas y las lapa- mente es debida a que se pasa por alto. La reparación
roscópicas TAPP y TEP en la mayoría de los reportes laparoscópica provee de una forma ideal para el diag-
ofrecen excelentes y muy similares resultados, incluso nóstico y el tratamiento de todos los defectos, y en parti-
menores de 2%.12 cular de la hernia femoral.9
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Diferencias entre TAPP y TEP CONCLUSIONES

La diferencia más importante es que en la TEP no se pe-


netra a la cavidad abdominal; sin embargo, no se ha de-
mostrado que existan diferencias significativas en rela- Con base en lo expuesto anteriormente se puede con-
ción con las complicaciones posoperatorias, así como cluir lo siguiente en relación con la plastia TEP:
tampoco con el porcentaje de recurrencia ni el dolor in-
guinal crónico. Existe el consenso que la TAPP es más 1. La reparación laparoscópica TEP ocasiona menos
fácil de hacer y de aprender, aunque no existe un nivel dolor que las técnicas abiertas.
de evidencia en la literatura que respalde este concep- 2. Disminuyen la incapacidad posoperatoria y la
to.11 convalecencia.
226 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 26)

3. Ideal para hernias recurrentes y bilaterales. evitan algunas complicaciones de la técnica trans-
4. Ideal para hernias femorales. abdominal preperitoneal.
5. No penetra en el espacio peritoneal, por lo que se

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mesh versus laparoscopic mesh repair of inguinal hernia. N
Capítulo 27
Técnica totalmente extraperitoneal
de vista extendida (e--TEP) para la
reparación de la hernia inguinal
Jorge Daes Daccarett

INTRODUCCIÓN 5. La natural resistencia del cirujano al cambio. A


pesar de ser innovadores por naturaleza, los ciru-
janos se sienten incómodos con los cambios de
técnicas ya “probadas” por ellos.
La implementación de la reparación laparoscópica de la 6. La migración de los cirujanos entrenados en técni-
hernia inguinal ha sido lenta hasta hace poco tiempo por cas laparoscópicas avanzadas hacia el campo ba-
las siguientes razones: riátrico, para atender una demanda en alza, ha dis-
minuido la disponibilidad de potenciales
1. Es una técnica laparoscópica avanzada, y como tal proctores o instructores.
su uso ha sido limitado en todo el mundo por la fal-
ta de entrenamiento. Todo esto ha cambiado en los últimos años. Las técnicas
2. Tiene una curva de aprendizaje prolongada. El me- laparoscópicas de la reparación de la hernia inguinal
jor estudio de curvas de aprendizaje es el de New- han sido progresivamente aceptadas por reconocidas
mayer y col., quienes en un estudio prospectivo, asociaciones científicas como la SSAT (Sociedad de Ci-
aleatorizado y multicéntrico demostraron cómo, rugía del Tracto Alimentario), el NICE (Instituto Nacio-
entre cirujanos con poca experiencia, la tasa de re- nal de la Excelencia Clínica) y más recientemente por
cidiva de la reparación laparoscópica es 20 veces el Consenso Europeo para la Hernia Inguinal.
mayor que la informada por expertos. En el mismo De ser de elección sólo en las hernias inguinales reci-
estudio la tasa de recidiva para la técnica abierta divantes por vía anterior y en las bilaterales, hoy en día
(Lichtenstein) fue 10 veces superior a la informa- se consideran de primera línea, junto a la técnica Lich-
da por expertos en esta técnica. tenstein, para la hernia unilateral primaria, siempre y
3. No hay buenos modelos inanimados o virtuales cuando se posea una experiencia adecuada.
para el entrenamiento en la técnica laparoscópica. Cada vez hay más entrenamiento de los residentes de
El modelo animal (cerdo) es útil para el entrena- cirugía; de hecho, 37% de todas las reparaciones de las
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

miento en la técnica TAPP y, si su peso es mayor hernias inguinales realizadas por residentes de cirugía
de 30 kg, para la TEP. Sin embargo, cada vez es en EUA en 2011 y 2012 fueron laparoscópicas (Accred-
más difícil y costoso el uso de animales de experi- itation Council for Graduate Medical Education).
mentación. En el medio quirúrgico cada vez son más frecuentes
4. El ambiente socioeconómico actual que enfatiza los cursos de inmersión clínica. En consecuencia, hay
el costo médico directo, el aumento del riesgo de más cirujanos que están más allá de la curva de aprendi-
mala práctica y la limitación del tiempo de activi- zaje. Las técnicas laparoscópicas de la reparación de la
dad del residente y su inversión en labores asisten- hernia inguinal están estandarizadas, por lo que no es
ciales no propician la introducción de procedi- necesario realizar los tipos de curva de aprendizaje que
mientos nuevos. hicieron los pioneros en este campo. Finalmente, en este

227
228 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)

medio las técnicas de la reparación laparoscópica de las 3. TAPP (transabdominal preperitoneal).


hernias inguinales han sido introducidas en el plan obli- 4. IPOM (colocación de malla compuesta sobre la
gatorio de salud. región inguinal).
5. Cierre primario del defecto o reducción del saco.

Ha sido la filosofía de la unidad del autor que el cirujano


INDICACIONES
domine todas ellas y así esté capacitado para ofrecer a
sus pacientes la que mejor sea la indicada para el caso,
y que pueda pasar de unas a otras cuando se necesite,
Las indicaciones de las técnicas laparoscópicas para la quizá con más frecuencia de TEP a TAPP.
reparación de la hernia inguinal son las siguientes: El abordaje laparoscópico totalmente extraperito-
neal para la reparación de la hernia inguinal (TEP) es el
S Hernia unilateral primaria. preferido, ya que al no penetrar en la cavidad abdominal
S Hernias bilaterales. reduce la posibilidad de lesiones intraperitoneales, de
S Hernias recidivadas por vía anterior. obstrucción intestinal por adherencias a las mallas y de
S Hernias en mujeres debido a la posibilidad de her- hernias de los puertos.1,2 La técnica TEP permite en pa-
nia femoral. cientes de alto riesgo la utilización de anestesia local o
S Hernias en pacientes que deseen una pronta recu- regional con sedación,3--6 provee una vista excepcional
peración. de las estructuras de la pared posterior y de las hernias
y reproduce una técnica probada, como la de Stoppa.
La desventaja de la técnica TEP es que provee un
Con el aumento de la experiencia pueden extenderse sus
campo quirúrgico reducido, el cual dificulta la ejecución
indicaciones a hernias recidivadas por vía posterior uti-
del procedimiento en casos de grandes hernias inguino-
lizando la técnica IPOM (malla compuesta colocada so-
escrotales, incarceradas, estranguladas, en hernias en pa-
bre la región inguinal) y, finalmente, a hernias de niños
cientes obesos y cuando la distancia entre el ombligo y
con la técnica de reducción del saco.
el pubis es corta. El cirujano en entrenamiento encuen-
tra dificultades para disecar y manipular mallas en este
espacio reducido. Por todo esto la reparación extraperi-
CONTRAINDICACIONES toneal de la hernia inguinal ha permanecido en el círculo
de expertos.

Las contraindicaciones absolutas son la falta de expe-


riencia del cirujano en la reparación laparoscópica y pa-
DESARROLLO DE LA TÉCNICA e--TEP
cientes en condiciones médicas que contraindiquen una
intervención quirúrgica. Las contraindicaciones relati-
vas son los pacientes con ASA III o IV (los cuales, sin El grupo del autor ha utilizado la reparación laparoscó-
embargo, podrían ser intervenidos con anestesia local y pica para casi todas las hernias inguinales desde 1996 y
sedación) y pacientes con cirugía previa en el abdomen en la última década, más de 95% de ellas por técnica ex-
inferior que haga difícil crear un espacio quirúrgico. traperitoneal. En el papel de docentes en los cursos de
inmersión clínica de su servicio, y como cirujano visi-
tante a diferentes centros, el autor y su grupo han notado
ELECCIÓN DE LA TÉCNICA QUIRÚRGICA cómo la mayoría de los cirujanos no implementan la téc-
nica TEP, sobre todo por la dificultad técnica. Esto los
impulsó a modificar la técnica para ampliar el espacio
de trabajo, basados en la disposición anatómica, por
Hoy existen cinco técnicas laparoscópicas para la repa- medio de la cual cualquier abordaje en la pared anterior
ración de la hernia inguinal: del abdomen, excepto en el ombligo, permite acceder a
la aponeurosis posterior, y al deslizarse por encima de
1. TEP (totalmente extraperitoneal). ella inferiormente se alcanza el espacio preperitoneal.
2. e--TEP (totalmente extraperitoneal de vista exten- De ahí surgió la idea de la técnica e--TEP (la “e” minús-
dida). cula se refiere a vista extendida). Su principal ventaja es
Técnica totalmente extraperitoneal de vista extendida (e--TEP) para la reparación de la hernia inguinal 229

crear un espacio quirúrgico más grande. Esta técnica ha 1. Colocación alta del puerto de la cámara.
sido progresivamente estandarizada desde su primera 2. Distribución flexible de los puertos.
publicación en Surgical Endoscopy.6 3. División de la aponeurosis posterior del recto a ni-
Las ventajas de la técnica e--TEP han sido: vel de la línea de Douglas.

1. Facilitar el entrenamiento de los residentes y ciru-


janos noveles, como se ha demostrado amplia- COLOCACIÓN ALTA DEL PUERTO
mente en los cursos de inmersión, en los cuales la DE LA CÁMARA
mayoría de los cirujanos asistentes previamente
seleccionados han adoptado el abordaje en mayor
o menor grado en su práctica.
2. Ha permitido extender las indicaciones de la repa- El primer puerto, o puerto de la cámara, es de 10 a 12
ración extraperitoneal a las grandes hernias ingui- mm para permitir el paso de la malla. En casos de hernia
noescrotales, las hernias deslizantes, las hernias unilateral no complicada se prefiere su colocación alta
incarceradas y a pacientes con cirugía pélvica pre- en el hipocondrio del mismo lado de la hernia (figura
via (incluida la prostatectomía), y ha facilitado la 27--1). En el caso de una gran hernia inguinoescrotal,
reparación extraperitoneal en el paciente obeso o deslizada o incarcerada crónicamente, se coloca el puer-
que tiene una corta distancia entre el ombligo y el to en el flanco del lado opuesto a la hernia, y no se coloca
pubis. tan alto, para evitar la interferencia del ombligo. Para las
hernias bilaterales hay varias alternativas, pero el puer-
to óptico generalmente se coloca en el flanco opuesto a
PREPARACIÓN PREOPERATORIA la hernia de mayor tamaño. El cirujano y su asistente se
colocan siempre en el lado opuesto a la hernia.
Después de infiltrar anestésico local se practica una
incisión de 10 a 12 mm que compromete piel y tejido ce-
En la preparación para cirugía no se coloca sonda vesi- lular subcutáneo; se identifica la aponeurosis anterior y
cal, excepto en hernias complejas en las que se sospeche se la incide con un bisturí de hoja 11 con la punta inver-
que está involucrada la vejiga. El paciente vacía la ve- tida para evitar cortar músculo y un posible sangrado
jiga antes de entrar a la sala de cirugía. Se le administra (figura 27--2). Con el dedo índice el cirujano penetra el
una cefalosporina de primera generación como profila- músculo hasta tocar la aponeurosis posterior, la cual es
xis. No se utiliza anticoagulación profiláctica más que gruesa a este nivel; el dedo se desliza hacia abajo sobre
cuando el riesgo de tromboembolismo es alto. ésta para preparar el campo para la colocación del balón
Se insiste en el examen del paciente de pie justo antes (figura 27--3). No es necesario utilizar retractores. El
de acostarse en la mesa de operaciones, para determinar trocar de balón se introduce en forma ciega atravesando
nuevamente en ese momento el tipo y la magnitud de la el músculo y alcanzando la aponeurosis posterior, para
hernia. Esto es una guía invaluable para correlacionar luego deslizarse hacia la espina del pubis del lado de la
con los hallazgos operatorios y evitar algunos casos de hernia (figura 27--4). Esta maniobra se facilita porque la
hernias olvidadas.
El paciente se coloca con los brazos alineados al
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cuerpo. Se ha adoptado la rutina de preparar al paciente,


vestirlo y tener todos los elementos de la cirugía dis-
puestos en el campo quirúrgico antes de proceder a
anestesiarlo, ya que esto disminuye el tiempo anestési-
co, los costos y los efectos secundarios.

PRINCIPIOS DE LA TÉCNICA e--TEP

Figura 27--1. Sitio de colocación del puerto inicial para la


Hay tres principios básicos de la técnica e--TEP: cámara a nivel de hipocondrio.
230 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)

Figura 27--4. Introducción del trocar de balón a través del


músculo y deslizamiento de éste sobre la aponeurosis pos-
terior hacia la espina del pubis.

Figura 27--2. Incisión de aponeurosis anterior y exposición


del músculo. condrio del mismo lado de la hernia, se coloca (siempre
bajo visión directa) un puerto de 5 mm a nivel del plie-
gue umbilical inferior. Éste puede colocarse por fuera y
aponeurosis posterior es gruesa a este nivel, a diferencia
por debajo del ombligo en los casos en que hubiera ries-
de lo que sucede con el abordaje clásico infraumbilical,
go de penetrar el peritoneo o por preferencia del ciruja-
en el que ésta puede ser penetrada fácilmente. El uso del
no. El segundo puerto de trabajo se coloca inferior y
balón para disecar el espacio extraperitoneal facilita el
algo lateral al primero, hacia el lado contrario de la her-
procedimiento, reduce el tiempo quirúrgico y el sangra-
nia (figura 27--5).
do y otras complicaciones, como se ha demostrado en un
En el caso de hernias complejas el puerto de la cáma-
estudio prospectivo aleatorizado.7
ra estará en el flanco opuesto a la hernia, como se descri-
bió arriba (figura 27--6) y los puertos de trabajo estarán
a nivel umbilical y alto en la fosa iliaca lateral a la cá-
DISTRIBUCIÓN FLEXIBLE mara y en perfecta triangulación.
DE LOS TROCARES

Una de las grandes ventajas de la técnica e--TEP es la


distribución flexible de los trocares. En la técnica clási-
ca TEP ésta es restrictiva. En caso de hernias unilatera-
les en que se dispuso el puerto de la cámara en el hipo-

Figura 27--5. Disposición de la técnica e--TEP para una her-


nia inguinal derecha. El blunt tip trocar para la cámara está
en el hipocondrio derecho, el puerto para la mano derecha
del cirujano a nivel umbilical y en la izquierda más inferior y
Figura 27--3. Penetración de músculo con el dedo índice e lateral. El cirujano y su asistente estarán en el lado opuesto
identificación por palpación de la fascia posterior. a la hernia.
Técnica totalmente extraperitoneal de vista extendida (e--TEP) para la reparación de la hernia inguinal 231

Figura 27--6. Disposición de puertos para una gran hernia


inguinoescrotal izquierda. La cámara está en el flanco dere-
cho (opuesta al defecto herniario), el puerto de la mano
izquierda del cirujano a nivel umbilical y el de la derecha en
la fosa iliaca derecha.
Figura 27--8. Vista de aponeurosis posterior y de la línea de
Douglas (su borde inferior) desde el puerto de la cámara.
En casos de hernias bilaterales el puerto de la cámara
se coloca como se describió para las hernias complejas;
DIVISIÓN DE LA APONEUROSIS
esto evita que la zona umbilical impida la visión de la
hernia opuesta a la cámara. Los otros dos puertos adi-
POSTERIOR A NIVEL DE LA LÍNEA
cionales de 5 mm pueden colocarse en la misma disposi- DE DOUGLAS
ción de la figura 27--6. Uno de ellos puede introducirse
a través del pliegue inferior del ombligo. Con frecuen-
cia es necesario colocar un trocar adicional (figura En muchas ocasiones, y especialmente porque el abor-
27--7). daje para la cámara es alto, la aponeurosis posterior del
Un video de la distribución de trocares para una her- recto desciende lo suficiente para disminuir el campo
nia bilateral se encuentra en el video 1 de http://www. visual (figuras 27--8 y 27--9). En estos casos puede ser
youtube.com/watch?v=9EDVbkOBGXU>. dividida con impunidad a nivel de la línea de Douglas
o ligamento arcuato. Esta maniobra puede realizarse en
forma ciega introduciendo una tijera por el puerto de
trabajo más inferior. Esto conlleva el riesgo de cortar el
peritoneo. El autor y su grupo prefieren hacerla bajo vi-

T T T
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S2

Figura 27--7. En amarillo la disposición de puertos para el Figura 27--9. La misma visión desde el interior del espacio
primer lado (derecho) y en azul para el segundo lado (izquier- extraperitoneal con una cámara de 5 mm introducida a tra-
do) en una hernia bilateral. S: cirujano; C: cámara; T: trocar. vés del trocar más inferior.
232 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)

Figura 27--10. Dos ejemplos de división de la aponeurosis posterior a nivel de la línea de Douglas.

sión directa, para lo cual introducen el lente de 5 mm a El primer paso es la disección e identificación del li-
través del trocar más inferior, separan en caso necesario gamento de Cooper, la cual en caso de hernias directas
el peritoneo y la fascia preperitoneal de la superficie in- se prefiere hacerla bilateralmente. En caso de haber una
ferior de la aponeurosis posterior y cortan verticalmente hernia directa se separa la fascia transversalis flácida
esta última desde la línea de Douglas hacia arriba. Esta del contenido herniario, el cual corresponde en general
maniobra es posible lateralmente, ya que en la línea me- a grasa preperitoneal. La fascia se desplazará dentro del
dia las tres capas tienden a fusionarse (figura 27--10). saco haciendo evidente el defecto. Una hernia femoral
El peritoneo es a menudo abierto durante la cirugía, presente en casos no agudos ha sido en muchos casos re-
pero en la inmensa mayoría de casos el consecuente ducida con el balón de disección (video 2 de http://
neumoperitoneo no interfiere con la ejecución cómoda www.youtube.com/watch?v=Ek7zAiii03w>).
del procedimiento. Posteriormente se diseca el espacio de Bogros. Para
Al cortar la aponeurosis posterior se obtiene una vi- ello se identifican los vasos epigástricos y el borde late-
sión amplia del campo operatorio, en algunos casos más ral del peritoneo (o del saco indirecto en caso de hernia)
amplia que con la técnica TAPP, y sin interferencia del y con movimientos divergentes y suaves de dos disecto-
intestino o el epiplón. La anatomía de la relación de la res romos (endograsp) se expone este plano, que en ge-
aponeurosis posterior con la fascia preperitoneal y el neral es avascular (video 3 de http://www.youtube.com/
peritoneo no se había detallado con tanta claridad en la watch?v=2d5SviAgaHw).
época que precedió a la reparación laparoscópica. En caso de una hernia indirecta se debe dividir el teji-
Los principios de la técnica e--TEP y sus ventajas do laxo que rodea el saco y los elementos, y que corres-
comparativas con la técnica TEP pueden ser observados ponde a la fascia transversalis posterior (algunos ha-
en detalle en el siguiente video: http://www.youtube. blan de fascia preperitoneal), para así identificar con
com/watch?v=BtNVkIPnhKE. claridad el saco indirecto. El saco se debe asir con el en-
dograsp y ejercer tracción medialmente, mientras que
con la otra mano y utilizando un disector de punta suave
se diseca el tejido laxo que está por encima del saco, con
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA movimientos suaves hacia fuera. En la medida en que
DE LA REPARACIÓN HERNIARIA se progresa en esa disección el saco quedará cada vez
más expuesto lateralmente, es secuencialmente retraído
medialmente y se repite la acción hasta disecar por com-
pleto los elementos del cordón libres del saco. El punto
La técnica de la reparación de la hernia inguinal con la final de la disección de un saco inguinoescrotal se anun-
técnica extraperitoneal ha sido estandarizada, lo cual fa- cia con la presencia del cordón espermático lateral, el
cilita su implementación y reduce la curva de aprendi- saco completamente disecado medial y un espacio
zaje. Una vez que se crea el espacio extraperitoneal transparente violáceo en la mitad. Por ese espacio se
(como se ha descrito arriba y se observó en el video), se puede pasar un disector para ligar proximalmente el
procede a la reparación por pasos técnicos. saco y dividirlo distalmente (videos 4 y 5 de http://
Técnica totalmente extraperitoneal de vista extendida (e--TEP) para la reparación de la hernia inguinal 233

www.youtube.com/watch?v=Sam3XbYheDk y http:// cia de un espacio muerto distal es poco probable un se-


www.youtube.com/watch?v=_xsV2cDmyXU). roma, como lo demuestra un trabajo publicado reciente-
En caso de sacos indirectos reductibles, se deben di- mente8 (video 9 de http://www.youtube.com/watch?v=
secar proximalmente, libres de los elementos del cor- Ez19D KCcYdU).
dón. El autor y su grupo utilizan una malla de poliéster de
El siguiente paso es la parietalización de los elemen- densidad mediana y grandes poros, la cual es de fácil
tos del cordón, que consiste en disecar el saco herniario manejo en el espacio, tiene poca memoria, es muy bien
y el peritoneo libres del retroperitoneo y tan proximal- tolerada por el paciente y su costo es razonable (Parie-
mente como sea posible, de tal forma que los elementos texR 3D). Generalmente utilizan el tamaño de 15 x 10
del cordón reposen sin adherencias a éstos. Esto incluye cm. Enrollan la malla dejando un borde libre superior.
una disección lateral suficiente. Así la malla cubrirá la Introducen la malla asida en un extremo por el endo-
pared posterior y los elementos del cordón en forma uni- grasp y la dirigen hacia la espina iliaca anterosuperior,
forme, descendiendo profundo en la pelvis por delante la liberan, extraen el endograsp y la porción que perma-
del peritoneo (video 6 de http://www.youtube.com/ nece en el puerto de 10 mm es empujada por el laparos-
watch?v=5mQc2F_PCOc). copio mientras el trocar es redirigido hacia el pubis. Con
No se debe disecar ni cauterizar en el área delimitada esta maniobra esperan que la malla quede alineada so-
por arriba por la cintilla iliopubiana y por dentro por los bre la pared posterior con el borde superior libre. Un en-
vasos espermáticos. Éste es el sitio llamado triángulo dograsp tira de ese borde hacia arriba en el centro de la
del dolor por encontrarse allí importantes nervios, como malla mientras que con el otro endograsp desenrollan la
el femoral, el genitofemoral y el femoral lateral. malla hacia abajo. El uso de disectores en esta maniobra
El siguiente paso es descartar la presencia de un lipo- puede llevar, por su punta fina, a que su extremo quede
ma preherniario. En caso de no ser reducido podría ser atrapado en el tejido de la malla. La posición final de la
sintomático y comportarse como una hernia olvidada. malla se logra con movimientos coordinados con los
El lipoma preherniario se encuentra anterolateral al dos instrumentos, siempre cerca uno del otro y bajo vi-
saco indirecto o a los elementos del cordón en ausencia sión directa de ambos (video 10 de http://www.youtube.
de hernia. Se debe reducir y disecar libre de las estructu- com/watch? v=1klpMd7Modg).
ras vecinas. No se debe confundir con un cordón con La malla debe cubrir ampliamente la región inguinal
abundante grasa en un paciente obeso. Tampoco debe posterior, medialmente alcanzar el pubis o el ligamento
confundirse con las adenopatías que con frecuencia se de Cooper contralateral; debe descender 1 o 2 cm por
encuentran más mediales al saco y a los elementos de debajo del ligamento de Cooper, ascender por encima
cordón. Las adenopatías son más firmes y se mueven de los defectos y extenderse lateralmente de 3 a 4 cm.
bajo la presión del disector. Intentar disecar estos gan- La fijación es opcional pero recomendable en caso de
glios produce sangrado y pone en riesgo los nervios que grandes hernias, cuando se utilizan mallas de bajo peso,
por lo general son posteriores a ellos (video 7 de http:// cuando no se es un experto y de acuerdo con la preferen-
www.youtube.com/watch?v=C918RELJQ). cia individual. El autor y su grupo fijan con pocas grapas
La siguiente maniobra es la prevención de seromas al ligamento de Cooper y en el borde superior de la
posoperatorios. En una hernia directa esto se logra me- malla en ambos extremos y en el centro. Instilan bupiva-
diante la reducción de la fascia transversalis debilitada caína diluida en el espacio, lo cual facilita la deambula-
hacia el espacio preperitoneal y su fijación con grapas ción temprana. Se aseguran de que el saco herniario y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

al ligamento de Cooper (video 8 de http://www.youtu- el peritoneo permanezcan por detrás de la malla y, mien-
be.com/watch?v=VHVRtd6Ox8E). tras mantienen el endograsp presionado sobre el borde
En caso de una hernia indirecta con un saco inguino- inferior y externo de la malla, liberan el CO2 en forma
escrotal que haya sido seccionado y su extremo proxi- controlada (video 11 de http://www.youtube.com/
mal ligado, se debe reducir el saco distal con ayuda de watch?v =3n1FlEzq4fA).
presión ejercida con el dedo índice sobre el escroto (los Colocan un punto de sutura aponiendo la aponeuro-
genitales se han incluido en la preparación preoperato- sis anterior en la incisión mayor y cierran la piel con
ria y se recomienda el cambio de guantes). Su borde li- puntos subdérmicos de material monofilamentosa ab-
bre es entonces retraído y fijado alto y lateral en la pared sorbible.
posterior. El autor y su grupo recomiendan que esta fija- Entregan un instructivo posoperatorio en el que de-
ción se realice al menos de 5 a 7 cm por encima de la cin- jan a juicio del paciente el grado de actividad diaria y
tilla iliopubiana, lejos del área de alta tensión o del detallan los signos y síntomas esperados, cuándo con-
dolor. Se verá desaparecer el neumoescroto. En ausen- sultar y las citas de control.
234 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)

TÉCNICA e--TEP EN VIDEO antecedentes de prostatectomía radical y en pacientes


obesos. Hubo dos conversiones a la técnica TAPP. El
tiempo quirúrgico fue en promedio de 35 min. No hubo
complicaciones mayores. Tuvieron dos seromas autoli-
La técnica e--TEP es mejor apreciada en video, por lo mitados, dos hematomas en la incisión mayor que requi-
que el autor y sus colaboradores han colocado algunos rieron drenaje, un esfacele de piel en un caso de hernias
en la red: bilaterales y umbilical y una recurrencia en un caso de
una hernia pasada por alto.
S Una reparación e--TEP de una hernia femoral y di- Muchos de los casos fueron intervenidos por ciruja-
recta en: http://www.youtube.com/watch?v= nos en entrenamiento en los cursos de inmersión clínica
WDhpPZqSCrw. que se realizan regularmente en la institución donde la-
S Una hernia incarcerada en: http: //www.youtube. boran el autor y su grupo.
com/watch?v=Ao8Drf0jK--4.
S Una hernia inguinoescrotal en: http://www.youtu-
be.com/watch?v=RIk5a8Zes_U.
S Una hernia indirecta con previa prostatectomía
CONCLUSIONES
abierta en: http://www.youtube.com/watch?v=
XUyB_WKWV_k.
S Un video que muestra cómo evitar seromas en las
grandes hernias inguinoescrotales en: http://www. La experiencia inicial con la técnica e--TEP ha sido muy
youtube.com/watch?v=6ubJ6klH--zE. satisfactoria. A pesar de haberse practicado en casos
S Anatomía y división del ligamento arcuato (Dou- complejos, los resultados funcionales fueron los espera-
glas) en: http://www.youtube.com/watch?v= dos, las complicaciones mínimas y el grado de satisfac-
6e2Y9s0MiMQ. ción de los pacientes y de los cirujanos en entrenamien-
to fue alto.
El autor piensa que esta técnica tiene un lugar impor-
tante en el arsenal médico (armamentario) para la repa-
RESULTADOS ración laparoscópica de la hernia inguinal. Es útil sobre
todo en las grandes hernias inguinales, incarceradas,
hernias en pacientes obesos, en pacientes con corta dis-
tancia entre el ombligo y el pubis o con antecedentes de
En un periodo de dos años y medio el autor y su grupo cirugías pélvicas. El cirujano que inicia su experiencia
han realizado en forma secuencial y no selectiva 160 re- puede encontrar esta técnica más fácil de realizar que la
paraciones de hernias inguinales con la técnica e--TEP, clásica TEP debido a un campo quirúrgico mayor, simi-
muchas de ellas en casos de hernias inguinoescrotales lar al de la técnica TAPP, sin interferencia del contenido
grandes, hernias incarceradas, hernias en pacientes con abdominal.

REFERENCIAS
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groin hernia repair: systematic review of randomized con- tendida. Rev Colomb Cir 2011;26(2).
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2. Sayad P, Hallak A, Ferzli G: Laparoscopic herniorrhaphy: repair of inguinal hernia. Surg Endosc 2012;26:1187--1189.
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extraperitoneal hernia repair under local anesthesia. Surg En- multicentre study. Surg Endosc 2001;15:266--270.
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lla. Rev Colomb Cir 1999;14:97--103. 2012.
5. Daes, J: Reparo laparoscópico de la hernia inguinal: presen-
Capítulo 28
Hernia inguinal estrangulada
Ernesto Manuel Góngora Gómez

INTRODUCCIÓN Las hernias complicadas estranguladas difieren am-


pliamente de las anteriores, pues son consecuencia de
un evento agudo. El contenido intraabdominal queda
atrapado de manera más o menos repentina fuera de la
La hernia inguinal estrangulada es un defecto o la ruptura cavidad y provoca dolor local entre moderado e intenso.
de cualquier orificio natural de la ingle que ha permitido Se identifica como una tumoración dura, tensa, de volu-
la protrusión y el atrapamiento del contenido intraabdo- men variable e irreductible, que provoca obstrucción
minal ocasionando compromiso vascular de mayor o parcial o total del tránsito intestinal. Dicho atrapamien-
menor grado. to ocasiona trastornos venoarteriales que se acentúan
De acuerdo con este concepto, y para fines de com- conforme pasa el tiempo, determinando isquemia, ede-
prensión, se propone una clasificación que identifique ma, hemorragia, necrosis, gangrena y perforación si se
el grado de complicación de las hernias inguinales: trata de un asa intestinal, con la consecuente repercu-
sión sistémica secundaria a respuesta inflamatoria agu-
1. Hernias no complicadas o reductibles. da, progresiva e intensa. Estas hernias, consideradas
2. Hernias complicadas. como agudas, deben someterse a cirugía inmediata,
a. Incarceradas. pues imponen una serie de situaciones anatomofisiopa-
b. Estranguladas (agudas). tológicas que obligan a enfrentar no sólo el reto de la
plastia, sino también otros graves problemas, como la
Las hernias no complicadas o reductibles tienen un saco contaminación o una infección, la necesidad de resecar
y contenido herniarios que “entran y salen” espontánea- uno o más órganos afectados y la urgencia de resolver
mente a través del orificio herniario y son reductibles estos problemas de inmediato y en conjunto.
mediante manipulación externa. No ocasionan dolor Esta clasificación pretende definir un manejo quirúr-
(aunque éste pudiera ser de mínima intensidad), no alte- gico inmediato y oportuno en función del grado de com-
ran la actividad rutinaria del individuo —y en ocasiones plicación, así como evitar la ocasional confusión al in-
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éste se ha acostumbrado a “convivir” con ellas— y no terpretar en forma indistinta los términos “incarcerada”
interfieren con el tránsito intestinal. Las hernias compli- y “estrangulada”.
cadas incarceradas tienen un saco y un contenido her- Se estima que la hernia inguinal estrangulada (HIE)
niarios establecidos permanentemente protruidos y no tiene una frecuencia de 3 a 15%.1--3 Se ha documentado
se reintroducen en forma espontánea ni con la manipu- que las hernias primarias y pequeñas se estrangulan más
lación; no provocan dolor (puede ser mínimo u ocasio- que las recurrentes y las grandes con una relación de 5:1.
nal), no interfieren en forma importante con las activi- En relación con el tiempo de aparición de una hernia in-
dades rutinarias ni obstruyen el tránsito intestinal. Estas guinal, el riesgo de estrangulamiento es mayor durante
hernias pueden llegar a tener grandes dimensiones hasta los primeros tres meses.5 El promedio de edad de apari-
convertirse en hernias con “pérdida de domicilio”. ción es de 69 años, con una relación de sexo de 1:1. El

235
236 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

lado derecho es el más afectado en una proporción de ción de 20:1), manifestados por dolor local, aumento de
2:1. Las hernias indirectas se estrangulan más que las volumen inguinal, taquicardia temprana y síndrome
directas, las femorales y las obturatrices; sin embargo, oclusivo intestinal con vómitos, distensión, timpanis-
las femorales son más frecuentes en las mujeres.1,4,6 Los mo, peristaltismo aumentado, ausencia de evacuacio-
pocos reportes existentes sobre morbilidad de la HIE in- nes, cólicos intestinales, resistencia muscular y deshi-
forman un índice que va de 17 a 64%, destacando recu- dratación. Hay elevación de leucocitos en sangre. Las
rrencia herniaria, infección de herida quirúrgica y rein- imágenes de rayos X muestran dilatación de las asas in-
tervención temprana como las complicaciones más testinales y quizá algunos niveles hidroaéreos.
frecuentes.4,7 Los reportes de mortalidad son más nume- Entre las 12 y las 24 h de evolución se acentúa la sin-
rosos: en 1959 Rogers8 reportó 26% de mortalidad, en tomatología: el dolor es más intenso en la hernia y se ge-
1960 Nyhus9 reportó 33%, en 1975 Read10 informó de neraliza en el resto del abdomen, la frecuencia cardiaca
25%, en 1994 Pans11 observó 17%, en 1988 Steinke12 es mayor de 100 y los vómitos pueden ser yeyunoileales
reportó 25%, en 2 000 Harouna13 informó de 40% y Le- o francamente fecaloides y abundantes. La distensión y
beau7 en 2011 reportó 10%. Después del advenimiento el timpanismo son notables, y la peristalsis se presenta
de las mallas se redujo el índice de mortalidad hasta 1%. con “ruidos metálicos”. Pueden aparecer datos abdomi-
De igual forma, la morbilidad también disminuyó, con nales de resistencia y rebote, y se asocian oliguria y tras-
una recurrencia de 0 a 4%, presencia de infección en la tornos electrolíticos. El recuento de leucocitos es mayor
herida quirúrgica de 5 a 21% y reintervención de 1 a 5%, de 12 000 y se acompaña de neutrofilia. Puede haber
mientras que aumentó el índice de seromas de 3 a una elevación de la amilasa sérica. Los rayos X mues-
15%.2,4,14,15 tran una gran dilatación de asas intestinales y niveles hi-
droaéreos generalizados.
Después de 24 h es probable que exista una grave le-
sión isquémica del órgano atrapado, por lo que el sín-
CUADRO CLÍNICO drome oclusivo intestinal se observará muy florido y
francamente sugestivo de necrosis (el saco herniario
también suele sufrir necrosis, y es más común observar-
lo cuando el intestino está involucrado). Desde el punto
La presencia repentina de una tumoración tensa y dolo- de vista clínico, la distensión es mayor y la peristalsis es
rosa en la región inguinal, durante o después de un es- de lucha con intensos ruidos metálicos. Se incrementa
fuerzo mínimo o intenso, que no se reduce en reposo ni la leucocitosis con bandemia. En las placas de rayos X
con maniobras externas, debe alertar sobre la existencia se observan edema de asas intestinales y líquido libre en
de una complicación aguda de una hernia previamente la cavidad. La amilasemia puede elevarse aún más.
identificada o de reciente aparición. La mayoría de las Existe una gran dificultad para rehidratar al paciente y
veces el saco protruido es pequeño, de tal forma que su estado general se deteriora. En esos momentos debe
puede pasar inadvertido durante la exploración, sobre sospecharse que el órgano atrapado tiene un daño grave
todo en los pacientes obesos. Algunas hernias femorales e irreversible. Después de 48 h la mayoría de los casos
y principalmente las obturatrices son indoloras, se requieren resección, pues si pasa más tiempo la probabi-
“atrapan” esporádicamente en forma crónica (en espe- lidad de peritonitis regional o generalizada y sepsis sis-
cial en las mujeres) y provocan cuadros temporales y re- témica es absoluta. Los trastornos hidroelectrolíticos
petidos de oclusión intestinal que ocasionan pérdida de son notables, secundarios a vómitos profusos o a alto
peso. Se han reportado casos de mujeres de la tercera gasto por la sonda nasogástrica. Hay ausencia de peris-
edad con desnutrición y vómitos recurrentes, que son talsis, los datos de irritación peritoneal son aparatosos,
estudiadas por diversos especialistas para el tratamiento tiende a bajar el hematócrito y aparecen los datos de
de aparentes enfermedades crónicas; sin embargo, sus choque mixto.
problemas se resuelven al identificar y manejar adecua- Entre 15 y 30% de los casos padecen atrapamiento:
damente un cuadro de obstrucción intestinal cíclica se- el epiplón o sus apéndices, el lipoma herniario, el apén-
cundaria al atrapamiento de estas raras hernias. dice cecal, la vejiga, etc. En estos pacientes no suele ob-
El tiempo de evolución en la HIE marcará el tipo de servarse el síndrome oclusivo intestinal (o aparece tar-
complicaciones y manifestaciones clínicas en función díamente); sin embargo, sí se hacen evidentes los
del órgano atrapado. trastornos asociados con afección isquémico--gangre-
Entre 70 y 85% de los casos presentan involucro del nosa del órgano comprometido: dolor local progresivo,
intestino (el delgado más que el grueso en una propor- taquicardia, leucocitosis e hiperamilasemia. La evolu-
Hernia inguinal estrangulada 237

Figura 28--1. Hernia inguinal estrangulada con gangrena es- Figura 28--3. Hernia inguinal estrangulada con escroto a ten-
crotal y flictenas con 72 h de evolución. sión con 18 h de evolución.

ción es más larga y es común observar que la respuesta En ocasiones, ya sea por la manipulación externa, por
inflamatoria sistémica es discreta o moderada, aun pa- el uso de analgésicos y de anestésicos o por espontanei-
sados tres días del estrangulamiento. dad, se reduce la hernia; en este caso es preciso evaluar
Las hernias de Richter12 (de 5 a 10% de las hernias íntegramente el caso, pues dependiendo del tiempo de
estranguladas con contenido intestinal) tienen también evolución y de los hallazgos clínicos habrá que actuar
un comportamiento singular, ya que el pellizcamiento de igual manera que si la hernia no se hubiera reducido.
antimesentérico no provoca un síndrome oclusivo típi-
co temprano ni alarmante. Se identifican sólo en el
transoperatorio, y la mayoría de ellas presentan isque- TRATAMIENTO
mia y necrosis “en moneda”, que exigen una reparación
quirúrgica. El cuadro sindromático en estos pacientes se
hace ostensible en mayor tiempo que cuando se atrapa
toda la luz intestinal. Se han propuesto diversas técnicas para el manejo de la
El edema, la tumefacción y los cambios violáceos y hernia inguinal estrangulada (HIE) que pueden ser con-
necróticos en los tejidos blandos del sitio de la hernia troversiales en distintos aspectos, y es probable que la
sólo ratifican lo avanzado del proceso (figuras 28--1 a mayoría de ellas hayan probado su aplicación y utilidad.
28--4). No obstante, al analizar la factibilidad de cualquiera de
ellas es obligado confirmar que propongan soluciones
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Figura 28--2. Hernia inguinal estrangulada con edema es- Figura 28--4. Hernia inguinal estrangulada con equimosis en
crotal derecho moderado con 24 h de evolución. el labio mayor derecho.
238 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

para la hernia y para sus complicaciones. Por lo tanto, domen por línea media mediante la técnica de
cualquier propuesta quirúrgica debe analizar los si- Cheatle--Henry.
guientes puntos:
Los cirujanos pueden elegir alguna de estas técnicas se-
gún sus ventajas y en función de su experiencia. No obs-
a. Decidir la vía de abordaje (si se realiza una o dos
tante, esta decisión debe supeditarse al análisis de los
incisiones).
siguientes aspectos relevantes:
b. Explorar ampliamente la cavidad abdominal para
evaluar los daños. 1. La reparación herniaria con técnicas bajo tensión
c. Elegir el sitio donde se vaya a realizar la enteroto- tiene mayor probabilidad de recurrencias.
mía y su anastomosis. 2. El abordaje por línea media del abdomen permite
d. Seleccionar si la técnica de reparación herniaria la exploración amplia y completa de la cavidad.
será bajo tensión o con prótesis; si se usa ésta, hay 3. Esta ruta (línea media) facilita la resección y anas-
que decidir por cuál vía realizarla. tomosis intestinal (manual o mecánica), así como
e. Elegir el material protésico idóneo que brinde so-- el lavado y el drenaje abdominal (la enterotomía
porte y seguridad ante la infección. a través del orificio herniario incrementa la conta-
minación inguinal y compromete la plastia).
A continuación se enumeran algunas de las técnicas que 4. Una sola incisión sobre la línea media permite ex-
se han venido aplicando para este manejo: plorar ambas regiones preperitoneales e identifi-
car y reparar hernias contralaterales no sospecha-
1. En 1995 Enquist16 propuso para la hernia femoral das, además de que facilita la aplicación de
estrangulada una incisión inguinal con extensión prótesis.
en “T” hacia la región pectínea, para resecar en 5. Realizar dos incisiones en la pared abdominal in-
bloque el intestino afectado y hacer la reconstruc- crementa la morbilidad.
ción bajo tensión del piso inguinal. 6. Es inherente el riesgo de infección por el uso de
2. Incisión inguinal, enterotomía por esta ruta y repa- material sintético, que puede incrementarse al
ración herniaria bajo tensión. aplicarlo en una zona potencialmente contamina-
3. Incisión en la ingle, reducción del saco y su conte- da.31,32
nido, plastia bajo tensión, segunda incisión en la 7. La estructura macroporosa de la malla de PPL ha
línea media abdominal y enterotomía. demostrado su fortaleza contra la infección, pero
4. Incisión inguinal, reducción del saco y su conteni- existen estudios que proponen que las mallas de
do, reparación protésica de la hernia, segunda in- material biológico son más resistentes a las infec-
cisión media abdominal y enterotomía.17 ciones.32--35
5. Incisión transversa suprainguinal18 o incisión en la 8. Hasta ahora no hay informes de estudios compara-
línea media del abdomen, reparación fascial pre- tivos aleatorizados entre las diferentes técnicas
peritoneal tipo Nyhus9,19,20 y resección intestinal que permitan afirmar cuál es la mejor de ellas, si
(operación de Cheatle--Henry).21,22 bien siguen las investigaciones sobre el manejo de
6. Abordaje por la línea media, resección intestinal la HIE.
y sutura transperitoneal del orificio herniario.
Para el manejo actual de la HIE se propone la reparación
7. Con las técnicas laparoscópicas transabdominal
preperitoneal con malla y laparotomía (RPP con malla
preperitoneal (TAPP) o totalmente extraperito-
y LAPE).4 Con esta técnica se logran los objetivos ana-
neal (TEP) han sido publicados cada vez más tra-
lizados anteriormente realizando una sola incisión, que
bajos con resección intestinal intraperitoneal o
permite:
asistida con anastomosis manual o con grapado-
ras.23--28 1. Acceso a ambas regiones preperitoneales median-
8. Skandalakis29 propuso la ejecución de su técnica te la técnica de Cheatle--Henry.
para la hernia femoral estrangulada mediante dos 2. Reducción del saco y su contenido.
incisiones: una en la región pectínea, directamente 3. Aplicación del material protésico y el sistema de
sobre la fosa oval, para reducir la hernia y reparar drenaje.
el defecto por vía anterior, y la otra sobre la línea 4. El abordaje amplio de la cavidad abdominal para:
media, para la enterotomía. S Evaluar los daños, pudiendo identificar la exis-
9. Pans30 propuso el uso de prótesis de polipropileno tencia de hernias homolaterales y contralatera-
(PPL) en la región preperitoneal y abordar el ab- les no identificadas.36
Hernia inguinal estrangulada 239

S Identificar lesiones y su gravedad en los órga- do ipsilateral sobre la pared muscular para exponer, me-
nos internos. diante una disección roma, la pared posterior de la ingle
S Facilitar la descompresión intestinal. afectada (el cirujano tiene la opción de explorar prime-
S Realizar la enterotomía y anastomosis perti- ramente la ingle contralateral en busca de hernias), y se
nentes o desfuncionalización intestinal si se re- localiza el sitio de estrangulamiento herniario para re-
quiere. ducirlo en forma manual con tracción y contratracción
S Lavar y drenar la cavidad en caso de fuga intes- interna y externa, en forma gentil. Si no es posible tal re-
tinal y peritonitis generalizada. ducción deberán realizarse incisiones relajantes que
5. Una sola técnica de reparación para todo tipo de amplíen el cuello herniario.
hernias inguinales mediante la aplicación de una En caso de hernia indirecta deben seccionarse y li-
malla de PPL en el espacio preperitoneal, lo cual garse los vasos epigástricos inferiores; con esto, prote-
permite corregir todos los defectos herniarios de giendo el saco y su contenido para no abrirlo, se realiza
la región inguinocrural, obviando la necesidad de el corte en el anillo interno entre las 11 y las 12 de acuer-
aplicar una técnica diferente para cada tipo de her- do con la carátula del reloj en dirección oblicua supero-
nias. medial, seccionando las fibras del ligamento de Hessel-
6. No requiere adiestramiento especializado, puesto bach y del tendón conjunto (figura 28--5).
que todo cirujano puede aplicarla. No implica el En la hernia directa el corte se realiza entre las 10 y
uso de instrumental sofisticado (como el laparos- las 11 de acuerdo con la carátula del reloj y sobre la fas-
cópico) ni una larga curva de aprendizaje. cia posterior de la unión de los músculos recto y trans-
7. Realizarla en casos avanzados: verso (cara posterior del tendón conjunto o ligamento
a. Cuando la distensión de las asas intestinales es de Henle) (figura 28--6).
acentuada también es mayor el efecto de estran- Si la hernia es femoral el corte será oblicuo en el trac-
gulamiento, lo cual dificulta la reducción del to iliopúbico al insertarse en el ligamento de Cooper (li-
saco y muchas veces exige la práctica de inci- gamento de Gimbernat), en dirección medial. Hay que
siones auxiliares relajantes para ampliar el ori- recordar que en sentido lateral externo se encuentran
ficio y liberar el órgano atrapado. adyacentes los vasos femorales y en dirección laterosu-
b. En casos de isquemia--gangrena de tejidos perior emergen los vasos epigástricos, por lo que las ma-
blandos que exija dermofasciotomías o desbri- niobras de exposición y corte deben realizarse con pre-
dación del tejido necrótico además de la proba- cisión y gentileza (figura 28--7).
ble aplicación de mallas biológicas para cerrar Si se encuentra una hernia obturatriz el corte deberá
el defecto herniario. hacerse en la fascia endopélvica, por abajo del ligamen-
to de Cooper en sentido medial e inferior, para evitar los
El diagnóstico temprano, la evaluación global del esta- vasos y el nervio obturadores (figura 28--8).
do del paciente y el tratamiento oportuno son clave en
el pronóstico, por lo que son necesarios la reposición hi-
droelectrolítica intensiva, la impregnación antibiótica
adecuada,31,37,38 la descompresión nasogástrica del tubo
digestivo, el monitoreo nefrológico y la corrección de
tiempos de coagulación y de otras descompensaciones
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

existentes por la multipatología de estos pacientes. Es-


tos objetivos deberán conseguirse entre las primeras 4 Orificio interno
a 8 h del manejo del paciente antes de decidir el mo-
mento quirúrgico de manera expedita.
Incisión relajante

DETALLES DE LA TÉCNICA

Figura 28--5. En caso de hernia inguinal estrangulada indi-


recta irreductible se efectuará un corte del anillo en dirección
Se realiza una incisión media infraumbilical hasta abor- superomedial (en el horario de las 11 o las 12) para liberar el
dar el espacio preperitoneal; se ejerce tracción en senti- saco y su contenido.
240 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

Incisión relajante
Espacio directo

Incisión relajante
Orificio obturador

Figura 28--6. Corte medial (en dirección de las 10) sobre el Figura 28--8. En presencia de hernia obturatriz irreductible
tendón conjunto y el músculo recto para liberar un saco di- el corte se efectúa en dirección inferomedial.
recto irreductible.

instala un drenaje cerrado, que se exterioriza por abajo


Una vez liberado el saco y su contenido se retrae y por dentro de la espina iliaca anterosuperior (el ciru-
hacia el abdomen sin abrirlo, para evitar la contamina- jano decide el sitio de salida según el caso). Este tipo de
ción. Si es imposible la reducción del saco (porque está drenaje ha disminuido el número de serohematomas
íntimamente adherido) puede ligarse y seccionarse a informados en otros reportes.
nivel del cuello, evitando en lo posible fuga del conte- Hasta este momento (no antes) se procede a abrir el
nido al espacio preperitoneal, para dejar alojado el peritoneo por la línea media, para completar el abordaje
remanente inguinoescrotal del saco, el cual se lavará mediante laparotomía. Por esta ruta se explora la cavi-
exhaustivamente y permitirá exteriorizar uno de los dad, para evaluar los daños y su reparación. Se realizará
tubos de drenaje del sistema cerrado de succión (en caso la resección de los órganos afectados y la anastomosis
de encontrar un saco perforado con evidente contamina- si el daño es intestinal. Esta exposición permitirá lavar
ción por la presencia de absceso y fuga intestinal no se la cavidad y drenarla si lo amerita. Algunos casos obli-
aplicará malla y se procederá a la reparación fascial tipo gan a descomprimir la gran dilatación de las asas intesti-
Nyhus). Se debe parietalizar el cordón espermático para nales, ya que no hacerlo impone un cierre a tensión de
luego instalar un fragmento de malla de PPL de aproxi- la cavidad. El cirujano elegirá ejecutar esta acción de
madamente 12 x 16 cm y fijarlo con puntos de monofila- manera manual en sentido retrógrado o por aspiración
mento inabsorbible o grapas circulares al ligamento de a través de enteropunción. El cierre de la pared debe
Cooper y a la fascia posterior del transverso. Después se completarse con técnica aséptica. Asimismo, se dejarán
los bordes de piel y tejido celular abiertos a criterio del
cirujano. Se hace hincapié en los beneficios que se le su-
man al procedimiento: el manejo cuidadoso de los teji-
dos, el uso juicioso del cauterio y los materiales de su-
tura, el acortamiento de los tiempos quirúrgicos, la
eliminación de tejido desvitalizado, el empleo de drena-
jes eficientes y el cierre aséptico de la cavidad (algorit-
mo de la figura 28--9). La anestesia general balanceada
es la técnica ideal para realizar la cirugía, ya que propor-
Orificio
ciona una adecuada relajación transoperatoria.
femoral
Incisión
relajante
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Figura 28--7. Dirección del corte en sentido medial por el


ligamento lacunar o de Gimbernat para reducir un saco Durante la última década se publicaron varios trabajos
estrangulado de hernia femoral. con materiales protésicos para el manejo de la HIE, con
Hernia inguinal estrangulada 241

Algoritmo de la técnica operatoria

Incisión Exploración preperitoneal Presencia de hernia Prótesis unilateral


medioabdominal contralateral

Ausencia de hernia

Exploración preperitoneal
de ingle patológica

Reducción del saco. No abrirlo

Saco perforado Saco íntegro Gran saco adherido


Absceso y fuga intestinal en la Seccionado a nivel del
región inguinal. No aplicar malla cuello, evitar fugas
Aplicar malla PPL
Parietalizar cordón

Reparación fascial tipo Nyhus Instalación de drenaje cerrado Dejar saco residual in situ

Abordar la cavidad abdominal


por la línea media, no antes

Exploración y evaluación
de daños

Resección y anastomosis
intestinal, técnica cerrada

Solución de otros daños


¿lavado/drenaje de cavidad?
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Cierre de pared con técnica


aséptica

Figura 28--9. Planeación quirúrgica del manejo de pacientes con HIE.

resultados a corto y largo plazos; sin embargo, algunos confronten individualmente una técnica con las otras, si
de ellos no distinguieron con exactitud las hernias in- bien los resultados de las técnicas abiertas que usan ma-
guinales incarceradas de las estranguladas o agudas, y lla y las técnicas laparoscópicas informaron una dismi-
se manejaron ambos conceptos de manera indistinta. nución de la morbimortalidad.
Algunos son reportes de casos individuales y otros in- En 1994 Henry39 propuso el uso de prótesis en emer-
forman sobre series más numerosas de pacientes. Hasta gencias quirúrgicas. Aplicó 15 tapones de malla, 32 ma-
ahora no hay trabajos comparativos y aleatorizados que llas de MersileneR y 7 de VicrylR, principalmente a
242 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

través de abordaje inguinal. Realizó resección en cinco dominal, problemas cardiopulmonares severos, signos
casos e informó un solo absceso de pared como compli- evidentes de gangrena intestinal, severa infección de la
cación. pared inguinal y una TAPP previa en forma electiva.
En 1997 Pans30 publicó un trabajo retrospectivo en el Existen otros reportes de manejo laparoscópico de
que indicó el uso de prótesis preperitoneal en la HIE hernias femorales y obturatrices que proporcionan in-
mediante el abordaje por línea medioabdominal. Pre- formación de casos aislados con buenos resulta-
sentó una serie de 35 casos en los que realizó 13 resec- dos.26,43--45
ciones, y no precisó el grado de afectación vascular de En 2005 Papaziogas46 realizó un estudio retrospecti-
los casos no resecados. Las complicaciones incluyeron vo donde comparó la reparación libre de tensión frente
dos infecciones de herida quirúrgica que no requirieron a la técnica de Bassini modificada (Andrews) en 78 ca-
retiro de la malla, seis hematomas, un seroma, una recu- sos (33 y 45, respectivamente). Realizó resección intes-
rrencia 46 meses después y una defunción no relaciona- tinal en 14 casos, distinguió los términos de hernia com-
da con la cirugía. No dejó drenajes, y el seguimiento fue plicada que requiere resección y la que no la necesita.
de 4.2 años. Concluyó que la presencia de HIE no contraindica el
En el año 2000 Mauch40 estudió a 44 pacientes: 32 uso de mallas.
con hernia inguinal incarcerada y 12 con HIE. Propuso En 2006 Wysocki15 reportó en un trabajo retrospec-
el abordaje posterior por línea media y la reparación con tivo los resultados de comparar en 77 pacientes la técni-
malla en todos los casos. Realizó resección en 12 casos, ca de Lichtenstein con la de Bassini (56 y 21, respectiva-
y los resultados incluyeron 8 casos con infección de he- mente). Realizó ocho resecciones en los pacientes
rida, 2 recidivas y ninguna muerte. sometidos al procedimiento de Lichtenstein y cinco en
Los primeros reportes del manejo laparoscópico los que se llevó a cabo la técnica de Bassini. No encon-
TAPP combinado con resección intestinal asistida fue- tró diferencias significativas entre los dos procedimien-
ron los de Tschudi41 y Scott42 en 1993 (informes de ca- tos, y concluyó que el uso de malla de PPL para la HIE
sos aislados). Desde entonces surgieron otros reportes, es seguro y el riesgo de infección local es bajo.
como el de Leibl28 en 2001, que consistió en un estudio En 2007 Bessa,47 en un estudio prospectivo, reportó
retrospectivo de 194 casos de hernias inguinales incar- los resultados de realizar la reparación Lichtenstein en
ceradas. Este autor introdujo los términos “incarceradas la HIE. Integró dos grupos, uno con 25 pacientes con
crónicas” e “incarceradas agudas”, realizó resecciones HIE operados en forma urgente y otros 25 con hernia in-
en sólo seis casos y reportó una morbilidad de 6.6%, sin guinal no estrangulada operados en forma electiva. En
muertes ni recurrencias en 26 meses de seguimiento. el primer grupo resecó intestino en sólo cuatro pacien-
En 2004 Fersli27 propuso la TEP laparoscópica en un tes. Dio seguimiento máximo de 20 meses. Reportó un
estudio retrospectivo de 16 pacientes, de los cuales 5 se hematoma escrotal, cero recidivas, sin infecciones ni re-
manejaron mediante abordaje convencional anterior tiro de mallas. Concluyó que la técnica puede aplicarse
(no se detalló la técnica) por datos de gangrena intesti- con éxito en la HIE.
nal e inflamación de la pared inguinal. Once pacientes En 2008 Dieng,48 en un estudio retrospectivo de 1997
iniciaron con TEP, 3 se convirtieron (a uno de ellos se a 2002, incluyó a 228 pacientes diagnosticados con
le realizó omentectomía segmentaria, por necrosis, a HIE. Se operaron 158 con la técnica de Bassini y 70 con
través del ombligo) y sólo 8 se resolvieron mediante la de McVay. Efectuó sólo 16 resecciones intestinales.
TEP. Se reportó una morbilidad de 25%, que incluyó Reportó una muerte, ocho recidivas, cinco infecciones
una infección de malla resuelta con aseo local y una in- de herida y tres hematomas escrotales. Dio seguimiento
fección de herida. Este autor introdujo el término “agu- de 42 meses a 108 pacientes. Concluyó que los procedi-
damente incarcerada”. mientos tradicionales, en particular el de Bassini, ofre-
En 2006 Rebuffat6 presentó un trabajo retrospectivo cen buenos resultados con aceptables índices de recu-
con reparación laparoscópica de hernias estranguladas rrencia a mediano plazo.
en 43 emergencias herniarias. Quince se operaron con También en 2008 Legnani,49 en su artículo “Plastia
técnicas convencionales por vía anterior (no se detalló TAPP laparoscópica para el tratamiento agudo de las
el tipo de técnica), 28 se operaron mediante TAPP, 3 se hernias inguinocrurales estranguladas”, reportó nueve
convirtieron, 9 se sometieron a resección intestinal y 16 casos (excluyó cuatro por contraindicaciones anestési-
no tuvieron resección. La morbilidad presentó un caso cas o por grandes dimensiones herniarias). Dos casos
de hematoma de herida. Cabe resaltar que este autor de- requirieron resección y en uno realizó plastia de hernia
talló las contraindicaciones de TAPP para la HIE: her- posincisional. No hubo recurrencia después de un se-
nias escrotales, cirugía pélvica o extensiva, cirugía ab- guimiento de 18 meses. Concluyó que la técnica TAPP
Hernia inguinal estrangulada 243

puede aplicarse para el tratamiento de la HIE, ya que Cuadro 28--1. Resultados


permite la corrección de la hernia y la resolución de los
Edad 71 años
daños, así como el control visual del tipo de daño vascu-
Sexo Masculino 25
lar que tenga el órgano atrapado y su posible recupera-
Femenino 18
ción. Tipo de hernia Primaria 33
En 2009 Deeba50 dio a conocer un trabajo de revisión Recurrente 16
de siete referencias captadas de Medline, Ovid, Coch- Dimensión < 8 cm 34
rane, Embase y Google acerca del tratamiento laparos- > 8 cm 9
cópico de la HIE. Analizó 328 casos que reportaban 6 Lado afectado Derecho 24
conversiones, 17 resecciones intestinales resueltas por Izquierdo 19
vía laparoscópica o por minilaparotomía y 34 complica- Horas de evolución 46.2
ciones (25 catalogadas menores). No mencionó recu-
Afección Pacientes
rrencias ni mortalidad.
Con base en la experiencia del autor de este capítulo Hipertensión 19
se propone la reparación preperitoneal con malla de Obesidad 16
Comorbilidades Diabetes 8
PPL y laparotomía (RPPM y LAPE) para el manejo de
en 33 pacientes
i Prostatismo 6
la HIE.
Neumopatía 6
Cardiopatía 5
Nefropatía 3

RESULTADOS
nales. Se identificaron 4 hernias de Richter y 1 de Am-
yand.51
Se realizó resección de los órganos estrangulados por
En un estudio publicado por el autor fueron operados 43
necrosis en 34 pacientes, aunque en algunos casos se
pacientes con HIE en un periodo de 10 años: 18 mujeres
afectó más de un órgano a la vez: intestino delgado 18
y 25 varones. Se apreciaron comorbilidades en 33 ca-
(todos con afectación de algún segmento de íleon y que
sos. En 33 pacientes se encontró hernia primaria y en 10
fue resuelta con anastomosis término--terminal en dos
recurrente (3 de ellos con más de dos recidivas). Las
planos), lipoma herniario 13, saco herniario 19, epiplón
hernias pequeñas, menores de 8 cm, se estrangularon
8, apéndice epiploico 4, testículo 3, colon 2 (el ciego en
más (34 casos) que las mayores de 8 cm (9 casos). El
uno de los casos que terminó en ileostomía y el sigmoi-
lado derecho fue el más afectado con 24 casos y el iz-
des en el segundo caso que requirió colostomía descen-
quierdo con 19. El tiempo de evolución, desde que apa-
dente); se extirpó el apéndice cecal del caso de hernia de
recieron los primeros síntomas hasta el momento de la
Amyand a pesar de haber tenido recuperación vascular.
cirugía, fue de 46.2 h (de 9 a 90 h) (cuadro 28--1); 39 pa-
Sin resección nueve casos porque los órganos atrapados
cientes tenían signos de obstrucción intestinal y 24 de
irritación peritoneal. Diecinueve pacientes sufrían des-
hidratación. Se encontró leucocitosis mayor a 10 000 en
28 enfermos y bandemia en 12. Cinco pacientes presen- Cuadro 28--2. Resultados
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

taron cambios dermoepidérmicos en la región herniaria Pacientes


(uno con gangrena escrotal). En las radiografías de ab-
Signos de oclusión intestinal 39
domen se apreciaron niveles hidroaéreos en 36, dilata-
Signos de irritación peritoneal 24
ción de asas intestinales en 39, líquido libre en cavidad Deshidratación 19
en ocho y edema de pared intestinal en 28 casos (cuadro Leucocitos > 10 000 28
28--2). Todos los pacientes se operaron mediante RPPM Bandemia 12
y LAPE. Se eligió la clasificación de Gilbert--Rutkow Cambios dermoepidérmicos 5
para agrupar las hernias de los pacientes: del tipo II, 8
Cambios radiológicos
casos; del III, 14 casos; del IV, 6 casos; del V, 1 caso; del
VI, 5 casos, y del VII, 9 casos (este último tipo prevalece Dilatación de asas 39
en las mujeres en una proporción 7:2 con los hombres). Niveles hidroaéreos 36
También se encontraron hernias concomitantes: 6 con- Edema de pared intestinal 28
tralaterales, 1 ipsilateral, 2 umbilicales y 2 posincisio- Líquido libre 8
244 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

Cuadro 28--3. Resultados Cuadro 28--4. Resultados


Pacientes Pacientes
Resección por necrosis en 34 pacientes* Peritonitis* 4
Intestino delgado 18 Drenaje Inguinal 24
Saco herniario 19 Abdominal 10
Lipoma herniario 13 Incisión relajante
j (18)
( ) Hernia indirecta 10
Epiplón 8 Hernia directa 4
Apéndice epiploico 4 Hernia femoral 4
Testículo 3 Tipo de malla Polipropileno 37
Colon 2 Ligeras 3
DacrónR 2
Sin resección por recuperación vascular en 9 Bicapa 1
pacientes** Tipo de anestesia General 43
Intestino delgado 6 Tipo quirúrgico 142
Colon 5
* Fuga intestinal por perforación. ** Drenaje cerrado.
Epiplón 5
Apéndice cecal 1
* Varios casos con más de un órgano necrosado. ** Varios casos
con más de un órgano atrapado. sas enfermedades no relacionadas con la cirugía. No
hubo recidivas herniarias en el posoperatorio inmediato
ni durante el transcurso del seguimiento. Ningún caso
hubo de reoperarse en el posoperatorio inmediato; hubo
recuperaron su vitalidad. También se encontró más de un caso de granuloma infectado, resuelto con lavados
un órgano atrapado: intestino delgado seis, colon cinco locales y sin infección de la malla; uno de hernia incisio-
(dos de ciego y tres de sigmoides), epiplón cinco (cua- nal, identificada a los dos meses de la cirugía y corregi-
dro 28--3). da de inmediato; y tres de infección; los tres casos cursa-
Ocurrió peritonitis por fuga intestinal en cuatro casos ron con peritonitis y se decidió dejar los bordes cutáneos
que se trataron con lavado escrupuloso de la cavidad, abiertos para continuar lavados locales. Hubo seroma
aplicación de drenajes tipo Saratoga en ambas correde- en seis casos, de los cuales cuatro ocurrieron en los pri-
ras parietocólicas y antibióticos de doble o triple esque- meros 10 de la casuística debido a que no se instaló dre-
ma. Un caso tuvo fuga por perforación cecal (el caso que naje preperitoneal de rutina, y los otros dos ocurrieron
requirió ileostomía) y en los otros tres fue por el intes- en los casos de hernias inguinoescrotales gigantes; to-
tino delgado, mismos en quienes después de la resec- dos los casos de seroma se resolvieron con una y hasta
ción intestinal segmentaria se procedió a la anastomosis tres punciones evacuadoras52 (figura 28--10).
con técnica aséptica en dos planos. Se instaló drenaje in-
guinal--preperitoneal en 24 pacientes e intraperitoneal
en 10 (cuatro de ellos fueron los que sufrieron peritoni- ANÁLISIS
tis por fuga intestinal). Se realizó incisión relajante en
el anillo herniario constrictivo ante la imposibilidad de
liberar el saco herniario y su contenido con maniobras
simples en 18 casos: 10 en hernias indirectas, cuatro en El manejo de la hernia inguinal complicada obliga, pri-
directas y cuatro en femorales. Las características de las mero, a realizar un diagnóstico preciso, por lo que es im-
mallas instaladas: DacrónR (2), PPL (37), ligeras (3), portante definir el grado de afectación que sufre su con-
compuestas (PPL más teflón) (1). Se aplicó anestesia tenido. Si se trata de una HIE deben analizarse todos los
general en todos los casos, ya que se requiere una ade- factores agravantes que intervienen en ella. Aún resulta
cuada relajación intraabdominal. El tiempo quirúrgico controversial la elección de la técnica operatoria; sin
promedio fue de 142 min (de 75 a 260) (cuadro 28--4). embargo, cada vez hay más pruebas de los beneficios
El seguimiento duró de 1 a 118 meses en 21 pacien- que brinda la exploración de la cavidad abdominal en
tes; 13 fallecieron en el transcurso del estudio por causas forma amplia y la reparación de la hernia con prótesis
ajenas a la cirugía. Se perdió contacto con nueve pacien- preperitoneal.1,4,6,30,40 Otro motivo de controversia lo
tes. No ocurrió ninguna muerte durante el procedimien- constituye la aplicación de prótesis en áreas potencial-
to quirúrgico ni en el posoperatorio. Los fallecimien- mente contaminadas. No obstante, hay muchas pruebas
tos ocurridos fueron, a lo largo de 10 años, por diver- de que no se contraindica su instalación en estas cir-
Hernia inguinal estrangulada 245

que sufra el contenido del saco (grado de compli-


Seroma cación) tiene una gran utilidad terapéutica, por lo
Infección de HQx
que es de vital importancia la diferenciación de los
términos “incarceramiento” y “estrangulamiento
Hernia incisional herniario”.
Granuloma S Toda hernia inguinofemoral atrapada repentina-
mente durante ocho horas o más debe etiquetarse
Reintervención
como estrangulada y ser sometida a exploración
Mortalidad intraabdominal y a reparación herniaria (con apli-
Recidiva cación de prótesis en la región preperitoneal de
acuerdo con el criterio y la experiencia del ciru-
0 1 2 3 4 5 6
jano) de manera urgente. En casos seleccionados
Figura 28--10. Morbimortalidad. mediante TAPP, o bien para todos los casos, se
procede a la reparación preperitoneal con malla y
laparotomía exploradora (RPPM y LAPE).
cunstancias.53,54 La técnica laparoscópica TEP en la S Es temerario y arriesgado reducir en la cama del
HIE obliga a su conversión a TAPP para poder evaluar paciente una hernia “agudamente atrapada” con
los daños intraabdominales y realizar la resección del más de 8 h de evolución sin realizar una evalua-
órgano afectado (enterotomía y anastomosis). ción global y detallada, pues se corre el grave ries-
La técnica laparoscópica TAPP ofrece los mismos go de reintroducir un órgano gangrenado a la cavi-
beneficios que la reparación preperitoneal con malla y dad abdominal.
laparotomía, salvo las contraindicaciones enumeradas, S Proceder mediante reparación preperitoneal con
a las cuales se añade la presencia de una gran dilatación malla y laparotomía exploradora (RPPM y LAPE)
de las asas intestinales y la necesidad de realizar una permitirá resolver todos los casos de HIE sin im-
ileostomía o una colostomía. Enfrentar la HIE mediante portar las complicaciones que se presenten ni el
una incisión inguinal sin explorar la cavidad abdominal tipo de hernia existente, incluso los casos más
conlleva el grave riesgo de que pudieran pasar inadver- avanzados (figura 28--9).
tidas hernias insospechadas y lesiones intraabdomina- S RPPM y LAPE es una técnica accesible para todo
les no identificadas a través del limitado orificio hernia- cirujano, ya que no requiere mayor tecnología que
rio. Abordar sólo por la ingle dificulta la resección y la la existente en cualquier quirófano y ha logrado
anastomosis intestinal y pone en riesgo la plastia, y siem- abatir los índices de morbimortalidad.
pre obligará a realizar una segunda incisión en la línea S No debe considerarse una contraindicación abso-
medioabdominal. Postergar la plastia para un segundo luta el uso de prótesis en áreas potencialmente
tiempo quirúrgico, dándole prioridad a la resección, con- contaminadas; sin embargo, debe continuarse la
lleva el riesgo de un segundo estrangulamiento. investigación respecto a las prótesis ligeras y bio-
lógicas en estos casos.
CONCLUSIONES S Toda hernia inguinocrural complicada o no com-
plicada debe someterse a una plastia sin tensión en
el menor tiempo posible, sobre todo si se trata de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S La clasificación de las hernias en función del daño pacientes mayores de 60 años de edad.

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248 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)
Capítulo 29
Abordaje laparoscópico de las
hernias inguinales complejas
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre, Fernando Guzmán Cordero,
Christian Eduardo Franco Vásquez

INTRODUCCIÓN S Complejidad del procedimiento, ya que se consi-


dera un procedimiento laparoscópico avanzado.
S Requiere anestesia general.
S Dificultad para identificar la anatomía de la región
El abordaje laparoscópico es, sin duda, uno de los avan- inguinal posterior.
ces más importantes de los últimos años en el campo de S Curva de aprendizaje prolongada. Algunos auto-
la cirugía general, tanto que en algunos procedimientos res consideran que se necesitan entre 30 y 300 ca-
quirúrgicos constituye el abordaje de elección o el es- sos con tutoría para el dominio de esta técnica.7--9
tándar de oro (colecistectomía, cirugía antirreflujo o ci-
rugía bariátrica). En el caso de la plastia inguinal el Desde el punto de vista técnico--quirúrgico se justifica
abordaje laparoscópico no es un procedimiento realiza- el abordaje laparoscópico de la plastia inguinal cuando
do comúnmente a nivel mundial. Se ha incrementado en el cirujano iguale los resultados de la plastia inguinal
los últimos años, y se estima que se utiliza en Australia abierta libre de tensión con respecto a:
en más de 80%, en Francia en 34%, en Alemania en 30% S El tiempo quirúrgico.
y en algunos estados de EUA como Minnesota hasta en S La morbilidad.
40% de las plastias inguinales primarias.1,36,37 En Lati- S Las recurrencias.
noamérica se considera que se realiza en 8% y en Méxi- S La obtención de las ventajas propias del abordaje
co en menos de 5% de los casos. laparoscópico.
La plastia inguinal laparoscópica se empezó a reali-
zar en la década de 1980, aunque se tuvieron grandes El abordaje laparoscópico de la plastia inguinal se indi-
fracasos en su primera etapa2 por tratar de realizar una ca en las hernias inguinales bilaterales y recidivantes de
nueva cirugía sin tomar en cuenta el concepto básico del abordaje anterior, y en caso de duda diagnóstica y la
abordaje laparoscópico, que es imitar lo ya probado en existencia de patología intraabdominal concomitante.
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el abordaje abierto. Fue hasta que McKernan, Fitzgib- En estos casos se logra igualar o superar los resultados
bons y Ferzli3--5 realizaron el abordaje laparoscópico de la plastia inguinal convencional por vía anterior y se
transabdominal preperitoneal (TAPP) y el abordaje to- consiguen también las siguientes ventajas: menor dolor
talmente extraperitoneal (TEP), imitando el concepto posquirúrgico, rápida reincorporación laboral, menor
del abordaje posterior de Stoppa, cuando se obtuvieron dolor crónico y mejores resultados cosméticos.10
buenos resultados.6 La plastia inguinal primaria unilateral con abordaje
Las razones por las cuales la plastia inguinal laparos- laparoscópico se recomienda cuando se va a llevar a
cópica no constituye una práctica común son: cabo en centros especializados en cirugía laparoscópica
por cirujanos expertos. Es por eso que el Instituto Na-
S Mayor costo hospitalario que con el abordaje cional para la Excelencia Clínica, en Inglaterra, estable-
abierto. ció que la plastia inguinal laparoscópica sólo debe reali-

249
250 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

zarse en centros especializados de cirugía de mínima Se recomienda el abordaje TEP debido a que se pue-
invasión.11 de disecar y preparar todo el espacio inguinal preperito-
Las hernias inguinales complejas cuentan entre sus neal bilateralmente a través del mismo abordaje sin ne-
características con mayor dificultad técnica, demanda cesidad de abrir el peritoneo en las dos áreas inguinales
de mayor habilidad quirúrgica e incremento en la morbi- por separado y posteriormente cerrarlas, como lo re-
lidad y mortalidad perioperatorias. Las hernias inguina- quiere la TAPP. El hecho de no acceder a la cavidad ab-
les que reúnen estas características de complejidad son: dominal y de no abrir el peritoneo en dos áreas disminu-
ye el tiempo quirúrgico, la formación de adherencias y
S Las hernias inguinales bilaterales. el riesgo potencial de lesión visceral intraabdominal. La
S Las hernias inguinales gigantes. colocación del material protésico con técnica TEP es
S Las hernias inguinales recurrentes. más sencilla, ya que se tiene una amplia disección del
S Las hernias inguinales incarceradas o estrangula- espacio preperitoneal y la vejiga se encuentra debajo del
das. área de trabajo. Se sugiere utilizar una malla de 15 x 12
S Casos especiales. cm en cada lado y entrecruzarlas en la línea media; no
es buena idea usar una sola malla para los dos orificios
Es de suponer que en este tipo de hernias el abordaje la- miopectíneos, ya que la manipulación de una malla más
paroscópico estará indicado cuando el cirujano sea ex- grande es técnicamente más difícil (figura 29--1). En
perto en plastia inguinal laparoscópica y cumpla los re- relación a la fijación de la malla, no se ha encontrado su-
quisitos técnico--quirúrgicos del abordaje. perioridad contundente en cuanto a recurrencia, dolor
agudo o crónico si se fija o no, o si esta fijación es con

HERNIAS INGUINALES BILATERALES

Las plastias inguinales bilaterales se consideran com-


plejas cuando su reparación requiere mayor invasión y
mayor tiempo quirúrgico, y la dificultad técnica se in-
crementa al trabajar dos áreas con la misma posición de
los puertos, lo cual puede relacionarse con una mayor
morbilidad.
La hernia inguinal bilateral es una de las mejores in-
dicaciones para la plastia laparoscópica,10,11 ya que a
través de tres incisiones milimétricas se puede realizar
el procedimiento bilateral, con reducción del tiempo
quirúrgico (especialmente en hernias directas y femora-
les) y menor invasión de las regiones inguinales, lo cual
repercute en menor dolor posoperatorio y mejores resul-
tados cosméticos. Las complicaciones de heridas quirúr-
gicas (infección y sangrado) son menos frecuentes. La
estancia hospitalaria es menor. La rápida reintegración a
las actividades diarias y laborales en comparación con la
técnica anterior convencional representa una ventaja
principalmente en pacientes en edades productivas.
La reparación inguinal bilateral con técnica de Lich-
tenstein vs. TEP ha demostrado el triple de complicacio-
nes (16 vs. 5%) y el doble en la estancia hospitalaria (1.3
vs. 0.6 días), con recurrencias similares a tres años de se-
guimiento.14 Por otro lado, se ha demostrado que en la
mayoría de los casos la técnica TEP para hernias ingui-
nales bilaterales es más costo--efectiva.15,16 Figura 29--1. Hernia inguinal bilateral abordada por TEP.
Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas 251

tackers, grapas, pegamentos de fibrina o cianoacrilato.


La recomendación general es que en defectos directos
o indirectos menores de 3 cm pueden dejarse sin fijar,
mientras que en defectos mayores de 3 cm lo más reco-
mendable es fijarla.
A pesar de la complejidad de estos casos, empiezan
a surgir reportes de reparaciones laparoscópicas de her-
nias inguinales bilaterales a través de un solo puerto,
con el inconveniente de requerir mayor tiempo quirúr-
gico y exigir más experiencia y habilidad del cirujano.18

HERNIAS INGUINALES GIGANTES

Figura 29--2. Defecto herniario directo gigante.


Las hernias inguinales gigantes representan un reto es-
pecial para cualquier cirujano, puesto que su cronicidad
origina que las estructuras anatómicas se encuentren para las hernias inguinoescrotales,17 se recomienda que
distorsionadas y puede haber una distorsión importante los casos seleccionados para abordaje laparoscópico
de la anatomía de la ingle. sean realizados con técnica TAPP,7,21 ya que proporcio-
La verdadera hernia inguinoescrotal gigante se defi- na una mejor iluminación de la cavidad abdominal, ma-
ne como aquella que sobrepasa la mitad del muslo en su yor espacio de trabajo y menor dificultad para identifi-
cara interna en posición erguida.19 Las hernias de este car estructuras anatómicas (figura 29--2). Asimismo,
tipo tienen importantes implicaciones en la calidad de esta técnica facilita la reducción hacia la cavidad abdo-
vida del paciente, ya que alteran la movilidad, producen minal del contenido del saco herniario, como segmen-
problemas de retención urinaria, obstrucción intestinal tos grandes de intestino o epiplón. La disección y reduc-
y úlceras de la piel escrotal. La reducción de estas her- ción de los sacos herniarios grandes es difícil la mayoría
nias puede producir alteraciones en la presión intraab- de las veces, ya que por la cronicidad de la patología
dominal e intratorácica, lo que puede precipitar insufi- condiciona que el saco esté adherido a los elementos del
ciencia respiratoria o cardiaca. cordón espermático, y su disección completa es laborio-
El abordaje laparoscópico de estas hernias aún es sa. En estos casos se recomienda cortar el saco herniario
controversial por los grandes defectos a los que se aso- y dejar la parte distal, ya que la disección completa se
cia y por la complejidad de disecar sacos herniarios asocia a mayor morbilidad (lesión de estructuras anató-
grandes. La selección del paciente con hernias inguino- micas y seromas posquirúrgicos).
escrotales es fundamental para el éxito del abordaje la- Una vez preparado el espacio preperitoneal se coloca
paroscópico, ya que algunos pacientes no son candida- la malla extendida de manera habitual. En ocasiones se
tos para este abordaje por el incremento del tiempo requieren mallas más grandes a fin de cubrir en su totali-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

quirúrgico, la morbilidad y el riesgo de recurrencia. Con dad el orificio miopectíneo. Las recomendaciones gene-
el abordaje laparoscópico de este tipo de hernias se han rales en cuanto al tamaño de la malla y su fijación son:17
reportado complicaciones menores hasta de 12% y
complicaciones mayores con frecuencias de 1.6%, sien- 1. En defectos herniarios mayores de 3 a 4 cm se
do la complicación más común la presencia de serohe- debe utilizar una malla de mayores dimensiones
matomas (12.5%) y las recurrencias en 2.7%. La recu- (17 x 12 cm).
rrencia más elevada en este tipo de casos se puede deber 2. En defectos directos mayores de 3 a 4 cm se debe
a la colocación de mallas de tamaño inadecuado en rela- fijar la malla con grapas a la sínfisis del pubis, al
ción al tamaño del defecto herniario. ligamento de Cooper y al músculo recto.
El primer reporte de cirugía laparoscópica para her- 3. En defectos indirectos mayores de 4 a 5 cm la ma-
nias inguinoescrotales gigantes lo hizo Ferzli en 1966 lla debe sobrepasar lateralmente de 1 a 3 cm la es-
utilizando la técnica TEP.20 Aun cuando se ha estableci- pina iliaca anterosuperior, y puede fijarse la malla
do la utilidad y seguridad de las técnicas TAPP y TEP con adhesivo de fibrina al músculo psoas.
252 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

4. En defectos herniarios grandes es recomendable totalidad, es decir, todos los espacios potenciales de
utilizar mallas pesadas (con mayor rigidez flexu- aparición de hernia en la región inguinal, además de la
ral) o mallas ligeras con adecuada fijación, para facilidad para identificar estructuras anatómicas y dis-
evitar que la malla se prolapse a través del defecto. minución de recurrencias por abordar la vía posterior
5. Es importante realizar un adecuado control he- intacta.
mostático con la utilización cuidadosa del electro- La reparación laparoscópica de la hernia recurrente
cauterio, para disminuir el riesgo de seromas y he- puede hacerse con la técnica TAPP o con la técnica TEP,
matomas. dependiendo de la experiencia y la preferencia del ciru-
jano. El abordaje laparoscópico ha demostrado que las
Se debe cerrar la superficie peritoneal en su totalidad complicaciones posoperatorias, el tiempo de recupera-
para evitar exposición de la malla con las vísceras intra- ción y el dolor agudo y crónico son menores que con la
abdominales. En los casos en que no sea posible afron- técnica de Lichtenstein, con un retorno más rápido del
tar el peritoneo se pueden utilizar mallas con superficie paciente a sus actividades diarias y laborales y con una
antiadherente. recidiva que va de 0.5 a 3% para TAPP y de 0 a 1.3%
para TEP. Por lo anterior la reparación laparoscópica es
la cirugía de elección para las recurrencias de abordajes
previos por vía anterior, siempre y cuando el cirujano
HERNIAS INGUINALES RECURRENTES esté lo suficientemente experimentado en estas técnicas
y haya pasado la curva de aprendizaje.17
Recurrencia por abordaje laparoscópico previo: las
recurrencias de plastias inguinales laparoscópicas son
Recurrencia de abordaje anterior previo: la incidencia de hasta 2.3%.25 Las causas de recurrencias de plastias
de las hernias recurrentes de plastias inguinales abiertas laparoscópicas previas son por:9,26
depende de la técnica utilizada; varía de 1% en centros
1. Una inadecuada disección del espacio preperito-
especializados hasta 17%,17 y la recidiva de la hernia in-
neal que no permita colocar una malla de suficien-
guinal después de plastia por recurrencia es de hasta
te tamaño que cubra y sobrepase adecuadamente
33%.22 Las causas de recurrencia de las plastias conven-
todo el orificio miopectíneo.
cionales son utilización de técnicas con tensión, mala
2. Migración de la malla por una inadecuada fijación
técnica quirúrgica o falta de reconocimiento del defecto o elevación de la misma por un hematoma.
u otros defectos herniarios en la región inguinal.
3. Enrollamiento de la malla (principalmente del
Este tipo de hernias recurrentes por abordaje previo
borde inferolateral) que deja al descubierto los ori-
vía anterior es una de las indicaciones actuales e indis-
ficios de potencial aparición de hernia en la región
cutibles para el abordaje laparoscópico,10,11 ya que el
inguinal (figura 29--3).
procedimiento se realiza en el espacio posterior, donde
4. Lipomas no reducidos o hernias no identificadas.
no existe alteración anatómica que sea resultado de la
5. Colocar mallas con hendiduras.
cicatrización. El abordaje por vía anterior convencional 6. Encogimiento excesivo de la malla, lo cual se ob-
incrementa el tiempo quirúrgico, la morbilidad y la re-
serva principalmente con mallas pesadas (figura
currencia.7
29--3).
El abordaje laparoscópico de las hernias recurrentes
permite realizar una reparación posterior en un espacio Aunque las guías de la Sociedad Europea de Hernia re-
con elementos anatómicos conservados que ayudan al comiendan el abordaje anterior convencional como
cirujano a reconocer estructuras sin dificultad, lo cual procedimiento de elección después de una recurrencia
disminuye el riesgo de complicaciones vasculares y de abordaje laparoscópico previo,15 existen diferentes
nerviosas (4.4 vs. 12.2%) y recurrencias (2.2 vs. 5.7 a publicaciones que demuestran la efectividad del abor-
11.3%), comparando el abordaje laparoscópico vs. la daje laparoscópico para recurrencias de abordajes lapa-
plastia de Lichtenstein. Diversos estudios concluyen roscópicos previos, con una rerrecurrencia de 0.7% en
que la plastia inguinal laparoscópica en el manejo de la manos expertas.17 Cuando se aborda a pacientes con
hernia inguinal recurrente es superior a la plastia ingui- este tipo de hernias recurrentes la técnica indicada es la
nal convencional.24 TAPP (lo que se conoce como TAPP sobre TEP), ya que
Otra de las grandes ventajas del abordaje laparoscó- la malla colocada en la plastia laparoscópica previa se
pico en estos casos es que permite la colocación de una encuentra en el espacio preperitoneal y genera un proce-
malla grande que cubra el orificio miopectíneo en su so de fibrosis importante, que dificulta la disección por
Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas 253

tia inguinal abierta convencional con malla libre de ten-


sión.

HERNIAS INGUINALES COMPLICADAS


CON INCARCERAMIENTO O
ESTRANGULACIÓN

La incarceración de una hernia inguinal se reporta entre


0.29 a 2.9%, mientras que la estrangulación se presenta
entre 1.3 y 3% de los casos. La probabilidad acumulati-
va de la estrangulación para la hernia inguinal se estima
en 2.8% después de los tres meses, con un aumento a
4.5% al final de los dos años.29 Igual que ocurre en los
Figura 29--3. Hernia inguinal derecha recurrente de plastia
laparoscópica previa. Se observa el orificio inguinal pro-
casos de hernias inguinales gigantes, los pacientes a tra-
fundo descubierto por la migración o el encogimiento de la tar con plastia inguinal laparoscópica deben ser selec-
malla. cionados de forma cuidadosa, puesto que en algunas
ocasiones no es posible llevar a cabo el abordaje lapa-
roscópico, sobre todo en el caso de hernias inguinales
medio de TEP y aumenta el riesgo de complicaciones estranguladas, y tendrá que optarse por una plastia in-
(figura 29--3). guinal convencional.
Es recomendable dejar en su lugar las mallas previa- El abordaje laparoscópico deberá ser con técnica
mente colocadas de la plastia preperitoneal si están pla- TAPP, por la mayor facilidad de manejo del saco y su
nas, a fin de evitar lesiones vesicales, de vasos iliacos o contenido (figura 29--4). El trabajo en la cavidad abdo-
de estructuras del cordón. La nueva malla se coloca so- minal permite la revisión y reparación adecuada del
bre la malla previa. Si la malla previa protruye o si existe contenido del saco en caso de lesión (necrosis intestinal,
un tapón de malla que impida la colocación de una nue- sangrado del epiplón y lesión de víscera abdominal).
va malla plana o que impida el cierre del peritoneo es Con este abordaje se ha demostrado que el tiempo qui-
mejor cortar el tapón o la protrusión con tijeras o elec- rúrgico es mayor, pero las complicaciones y recurren-
trocauterio.17,23 cias son similares en comparación con el mismo aborda-
Para evitar rerrecurrencias es necesario fijar adecua- je, pero de hernias no complicadas.
damente la malla con dispositivos especiales. En todos Luego de abordar la cavidad abdominal el primer
los casos es necesario colocar la malla debidamente ex- paso es reducir el saco herniario y su contenido, que si
tendida y verificar que no quede doblada ninguna de sus no se logra con las maniobras convencionales de trac-
orillas.27 ción sí se puede lograr de forma segura y bajo visión di-
Estos abordajes se asocian a tiempos quirúrgicos ma- recta ampliando el anillo herniario con una incisión con
yores y a más complicaciones comparados con plastias tijera en dirección ventromedial, en el caso de hernias
laparoscópicas primarias, pero con tiempos de recupe- directas, y en dirección ventrolateral en el caso de her-
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ración y rerrecurrencias similares, siempre y cuando nias indirectas. Esto se hace con la finalidad de prevenir
sean realizados por cirujanos expertos en el abordaje la- lesión de los vasos femorales y epigástricos. En el caso
paroscópico. de hernias femorales no reductibles se debe seccionar el
En los casos de hernias inguinales recurrentes com- ligamento lacunar.
plejas, como son múltiples recurrencias o mallas pre- Se procede a realizar y completar una plastia TAPP
vias infectadas, se han descrito las técnicas que combi- de manera habitual. Este tiempo permite al intestino is-
nan el abordaje abierto con el laparoscópico con quémico o congestionado recuperarse o no, y al trabajar
colocación de material protésico en dos planos.17 En es- en la cavidad abdominal se puede realizar una adecuada
tos casos el abordaje laparoscópico inicial permite la re- revisión de la viabilidad del intestino y una revisión y
ducción del contenido del saco herniario y la colocación reparación del contenido del saco (lesión intestinal o
de una malla intraperitoneal, la cual se fija a la porción sangrado del epiplón).
posterior de la pared abdominal con engrapadora lapa- En estos casos el abordaje laparoscópico ha logrado
roscópica. Posteriormente se procede a realizar la plas- disminuir la frecuencia de resecciones intestinales por
254 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

A B

Figura 29--4. A. Hernia inguinal izquierda indirecta con gran segmento de epiplón incarcerado, abordaje TAPP con reducción de
epiplón. B. Hernia inguinal izquierda indirecta con segmento de colon incarcerado.

inviabilidad vs. la cirugía abierta en la era prelaparoscó- un gran proceso fibrótico en el espacio preperitoneal, lo
pica. que aumenta la complejidad del abordaje laparoscópi-
Si definitivamente se ha declarado la inviabilidad in- co. Por esta razón es generalmente aceptado el abordaje
testinal o epiploica se puede realizar la resección de es- anterior como la mejor opción de tratamiento. Los repor-
tas estructuras intracorpórea o extracorpóreamente de- tes de abordaje laparoscópico indican que tanto TAPP
pendiendo de las habilidades del cirujano, una vez que como TEP son opciones de tratamiento posibles, con
la plastia inguinal se haya realizado. tiempos quirúrgicos y complicaciones mayores, pero
En menor número de casos, existen autores que utili- con tiempos de recuperación y recurrencia similares a
zan el abordaje TEP para estas hernias complicadas, los abordajes laparoscópicos de hernias primarias.32
pero con la desventaja de no tener visión de la cavidad
abdominal y del contenido del saco herniario, lo que se
puede lograr convirtiendo el puerto umbilical de una Hernia obturatriz
posición preperitoneal a una posición intraperitoneal si
la viabilidad intestinal o epiploica está en duda.17 Es un tipo de hernia rara y de difícil diagnóstico. Repre-
En los casos en donde se encuentra necrosis intestinal senta 0.073% de todas las hernias, pero la mortalidad
con perforación o peritonitis, y en donde existe el riesgo puede ser hasta de 70%. La presentación típica es como
de infección de malla, es prudente optar por colocar una obstrucción intestinal, y el mejor estudio diagnóstico es
malla con mayor resistencia a la contaminación,31 o por la TAC. Es más común entre mujeres y del lado derecho.
una plastia sin malla (de las cuales la Shouldice es la El tratamiento quirúrgico es imperativo y tradicional-
más indicada),15,23 o por un retraso de la plastia inguinal mente se realiza con laparotomía exploradora. Existen
en un segundo tiempo quirúrgico. diversos reportes de reparaciones laparoscópicas electi-
vas, pero pocos en casos de urgencias por obstrucción
intestinal, en donde se recomienda la utilización de téc-
nica TAPP para la reducción del contenido del saco y su
CASOS ESPECIALES
revisión para valorar su viabilidad.33

Hernias inguinales con otros


Abordaje laparoscópico de hernias órganos en su saco herniario
inguinales después de cirugía pélvica
mayor abierta En la actualidad existen reportes de reparaciones lapa-
roscópicas de hernias poco comunes, como las hernias
Este tipo de casos, como después de una prostatectomía de Amyand, o de hernias vesicales a través del canal in-
radical transabdominal o radioterapia pélvica, genera guinal. Estas hernias se consideran complejas, ya que
Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas 255

Se recomienda abordar estas hernias con técnica


transabdominal para una adecuada reducción y visuali-
zación del órgano. La decisión de continuar con una re-
paración TAPP convencional dependerá de las caracte-
rísticas del órgano.
Si hay datos de apendicitis o perforación vesical la
utilización de una malla sintética no absorbible no se re-
comienda por el alto riesgo de infección de malla y sus
consecuencias (recurrencia o fístula entérica), y se pue-
de manejar como se describió en la parte de hernias es-
tranguladas con necrosis intestinal.

Figura 29--5. Hernia de Amyand (apéndice cecal incarce- CONCLUSIÓN


rado en orificio inguinal profundo).

por su rareza la mayoría de los cirujanos están poco ha- El abordaje laparoscópico se recomienda para el trata-
bituados y porque implican la manipulación y en oca- miento de las hernias bilaterales y recurrentes por las
siones la reparación de otros órganos. ventajas que presenta, que incluyen menor dolor poso-
Es el caso de las hernias de Amyand, las cuales se de- peratorio, rápida reincorporación del paciente a las acti-
finen como el apéndice cecal, ya sea inflamado o no, vidades, menor dolor crónico y mejores resultados cos-
que se encuentra en una hernia inguinal no reductible. méticos.
La incidencia de estas hernias es de 1% de las plastias En las hernias inguinoescrotales, incarceradas y es-
inguinales en adulto y de 0.8 a 0.13% con apendicitis en tranguladas deben seleccionarse los casos. El éxito de
el saco herniario (figura 29--5). este abordaje depende del conocimiento de la región
La hernia vesical a través del canal inguinal se pre- anatómica, de la experiencia y de las habilidades técni-
senta en de 1 a 3% de todas las hernias inguinales. cas y quirúrgicas del cirujano.

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Capítulo 30
Lecciones aprendidas en 20 años
de experiencia con hernioplastia
laparoscópica TAPP
Alejandro Weber Sánchez, Denzil Garteiz Martínez

“Habitualmente nos convencemos más fácilmente de las cosas por las razones
que hemos encontrado nosotros mismos que por aquellas que les han ocurrido a otros.”
Blas Pascal, 1670. Pensées.

INTRODUCCIÓN tía apreciarlos de un modo nuevo, completamente dis-


tinto y mejor que en el abordaje abierto al que estaban
acostumbrados hasta entonces, con el objetivo principal
de brindar a los pacientes las ventajas que conocieron
Aunque Ger reportó la primera hernioplastia laparoscó- con la colecistectomía laparoscópica y de replicar las
pica inguinal en 1982, no fue sino hasta la década de técnicas abiertas de una reparación preperitoneal pro-
1990 cuando la nueva tecnología de la cirugía miniinva- puesta por Nyhus y otros como efectivas, especialmente
siva la adoptó y se desarrollaron nuevas y mejores técni- para los casos complejos.3 Más adelante, guiados por la
cas para reparar las hernias.1 La técnica intraperitoneal importancia y la conveniencia de aplicar los conoci-
(IPOM) para la reparación de los defectos inguinales mientos epidemiológicos de la hernia inguinal en la deci-
fue impulsada principalmente por Morris Franklin, aun- sión del método quirúrgico ideal, tuvieron la oportunidad
que no tuvo nunca popularidad, pues, en efecto, colocar de recopilar información muy valiosa para fundamentar
un parche de malla sobre el orificio herniario sin reducir claramente las bases del método laparoscópico. Estos
el saco ni disecar el lipoma preherniario, fijándolo sobre conceptos fueron descritos en el libro Abdominal wall
el mismo peritoneo que se había deslizado a través de hernias y aquí sólo se hace referencia a ellos, ya que no
ese orificio, podría causar que este parche también se es el propósito de este capítulo el describirlos en exten-
deslizara al no fijarlo sobre una pared sana, y esta téc- so.4,5 El objetivo es resumir algunos de los aspectos más
nica no cumplía con los preceptos de una reparación ra- importantes que los autores han aprendido a lo largo de
cional y adecuada. Por otra parte, otras técnicas laparos- 20 años con esta técnica y que consideran fundamenta-
les para la reparación actual de las hernias por esta vía,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cópicas, como el uso del tapón y parche o el cierre


simple del orificio, fueron inefectivas, y así lo demos- para el conocimiento de los cirujanos que se inicien en
traron los primeros reportes de las series multiinstitu- este campo.
cionales publicadas.2 Por ello, desde el inicio y hasta la
actualidad, las dos técnicas laparoscópicas que conti-
núan realizándose con igual efectividad son la transab- PRIMERAS EXPERIENCIAS CON TAPP
dominal preperitoneal (TAPP) y la totalmente extrape-
ritoneal (TEP). Para los autores de este texto la razón
fundamental para haber elegido la técnica TAPP para
reparar las hernias inguinales desde 1991 fue que la vi- Cuando en el curso de una colecistectomía o de una
sión laparoscópica de los defectos herniarios les permi- plastia hiatal los autores observaban la región inguinal

257
258 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 30)

y notaban la forma y la magnitud de los defectos que se defectos, además de prevenir las recidivas.8,9 Por des-
producían con el neumoperitoneo les quedaba claro que gracia, aunque estas técnicas eran efectivas, nunca fue-
las hernias se apreciaban mejor desde un abordaje pos- ron populares, ya que la complejidad técnica del proce-
terior y que la reparación por esta vía, conservando los dimiento no era del agrado de la mayoría de los
principios básicos, podría equipararse a la técnica abier- cirujanos, que las consideraban excesivas. Con las téc-
ta, con las ventajas de la cirugía de mínima invasión. Se nicas laparoscópicas se brindó una nueva oportunidad
dieron cuenta de que era fundamental la comprensión a estos pacientes, primero al poder detectar con mayor
más integral de la anatomía desde la vista posterior, con certeza la presencia de hernias bilaterales y de defectos
la cual el cirujano no solía estar familiarizado. Permitía complejos y múltiples, y segundo por la posibilidad de
conjuntar los conocimientos del abordaje anterior a esta colocar estas mallas amplias para abarcar defectos bila-
visión posterior, no sólo para visualizar mejor la ubica- terales y múltiples a través del mismo abordaje miniin-
ción del o de los defectos herniarios que podían apre- vasivo.6 Tratando de imitar el procedimiento de Stoppa
ciarse desde otro ángulo y efectuar una disección ade- en los primeros años de la reparación en pacientes con
cuada de la región para la colocación de la malla, sino hernia inguinal bilateral, laparoscópicamente coloca-
también para evitar dañar estructuras vasculares impor- ban una sola malla que abarcaba ambas regiones ingui-
tantes, como los vasos iliacos y epigástricos, o estructu- nales.10 Sin embargo, su colocación era difícil y pronto
ras neurológicas, como daño al nervio femorocutáneo optaron por usar en estos casos una malla lo suficiente-
lateral. Y así fue como iniciaron en 1991 y por primera mente grande de cada lado, traslapada en la mayoría de
vez en México este procedimiento. las ocasiones en la línea media, obteniendo buenos re-
En esta experiencia inicial, pensando en que la malla sultados y mayor facilidad.
quedaría mejor apoyada sobre un defecto herniario ce-
rrado, reparaban sus casos efectuando primero un cierre
del defecto con sutura no absorbible, afrontando el arco ASPECTOS TÉCNICOS
del transverso al tracto iliopúbico. Consideraban, como
se hace actualmente para el cierre de algunos defectos
ventrales, que reforzar los tejidos y posteriormente co-
locar la prótesis sería mejor que el simple hecho de “ta- La colocación de los trocares en TAPP no ha variado en
par el defecto”. Sin embargo, pronto dejaron de hacer forma importante. Se sigue colocando un trocar de 10
esto, ya que los pacientes tenían más dolor posoperato- mm en la cicatriz umbilical, puerto por el cual se intro-
rio cuando se efectuaba esta sutura, y vieron que dejar duce la malla, y dos laterales de 5 mm cada uno. Los au-
sólo la malla como elemento de reparación no aumen- tores están conscientes de la ventaja que constituye que
taba la recidiva.6 Es posible que los mecanismos y las el cirujano trabaje no sólo del lado contralateral a la her-
presiones que soportan los defectos inguinales sean dis- nia por reparar, sino que utilice el puerto lateral y umbi-
tintos a los de los defectos ventrales y que, por lo tanto, lical para estar más cómodo y el puerto lateral del lado
en el caso de las hernias de la región inguinal no sea ne- de la hernia para el laparoscopio, obteniendo una mejor
cesario este doble reforzamiento. visión del defecto. Un punto importante en este aspecto
Una de las primeras lecciones aprendidas fue la con- es que cuando las hernias son de gran tamaño, aquéllos
firmación frecuente de la presencia de defectos comple- deben situarse cuando menos 1 o 2 cm por arriba de la
jos en la región inguinal. Aunque los conceptos etioló- línea umbilical, para tener una mejor visión, facilitar la
gicos de las hernias ya habían sido descritos muchos disección y el cierre de un colgajo peritoneal amplio.
años antes de la era laparoscópica por Reed y otros, Otro de los primeros aspectos técnicos que aprendie-
quienes sugerían causas como alteraciones metabólicas ron fue la utilidad de la visión del lente de 30_. Es cu-
de los tejidos, esta nueva visión les ayudó a comprender rioso que cuando se pregunta a cirujanos experimenta-
por qué las explicaciones más simples de teorías mecá- dos, o cirujanos en formación sobre su preferencia en
nicas en la etiología de las hernias no alcanzaban a dar cuanto a la angulación de los lentes de 0_ o de 30_, la
razón de la alta frecuencia de los defectos bilaterales, mayoría de ellos consideran que el lente de 30_ es más
múltiples, con alta incidencia familiar o de recidivas en difícil de manejar y por lo tanto no lo utilizan. A pesar
ciertos pacientes.7 Otros autores del pasado, como Stop- de que al inicio de su experiencia, al igual que todos los
pa y Nyhus, entendieron esto muy bien y por ello adop- demás, los autores utilizaban los de 0_, hoy saben y es-
taron técnicas abiertas más radicales, como el abordaje tán convencidos de que los lentes de 30_ son fundamen-
preperitoneal y la colocación en este espacio de mallas tales para poder realizar una buena hernioplastia lapa-
“muy amplias” para solucionar por completo todos los roscópica con facilidad. Si se considera que durante los
Lecciones aprendidas en 20 años de experiencia con hernioplastia laparoscópica TAPP 259

diferentes pasos del procedimiento se requiere disec- se fijaba firmemente. Este concepto se ha cuestionado
ción en los planos anterior, posterior, lateral derecho, la- con el tiempo, y hoy hay cirujanos (sobre todo los que
teral izquierdo, inferior y superior de la región inguinal, utilizan la técnica TEP) que no realizan ningún tipo de
y que se trabaja en un espacio reducido por los límites fijación. Para los autores la técnica de fijación es un fac-
del espacio preperitoneal, entonces es fácil entender la tor fundamental para evitar la recidiva y la inguinodinia.
gran utilidad de una visión dinámica y versátil como la Quizá una de las primeras lecciones “dolorosas” para
que ofrece un lente de 30_. El adecuado reconocimiento ellos y sus pacientes haya sido el atrapamiento nervioso
de todas las estructuras anatómicas antes de colocar y fi- con este tipo de grapas. Aprendieron que la fijación de
jar la malla se facilita cuando el ayudante que maneja la la malla tenía que ser efectuada con pocas grapas y fuera
cámara tiene la posibilidad de mostrarle al cirujano los del territorio que pudiera lesionar estas estructuras, evi-
distintos ángulos del campo quirúrgico. A pesar de que tando colocarlas por debajo de una línea imaginaria que
se siguen viendo las estructuras en dos dimensiones, va de espina a espina iliaca anterosuperior. En la actuali-
esta angulación permite una mejor percepción de pro- dad utilizan las grapas de titanio que tienen forma de
fundidad y dirección de la región. cola de cochino, y han empezado a probar las de tipo ab-
En cuanto a los instrumentos, la reparación de la her- sorbible, con buenos resultados. Consideran importante
nia se puede efectuar sin utilizar ningún instrumento so- colocar al menos una o dos grapas sobre el ligamento de
fisticado; basta una pinza de buen agarre, una tijera y un Cooper (justo arriba de éste para evitar el dolor de una
portaagujas si se prefiere, como en el grupo de los auto- pubitis) y otras dos o tres sobre el músculo transverso,
res, el cierre del peritoneo con sutura para realizarla. En evitando la línea de los vasos epigástricos. A pesar de
la actualidad, por las facilidades con las que se cuenta que se han publicado series de fijación de la malla con
en el hospital donde laboran los autores, se utiliza en lu- los pegamentos biológicos, la experiencia de los autores
gar de la tijera el bisturí armónico, pero se está conscien- con ellos es poca, y sólo los han utilizado en casos muy
te de que no es indispensable aunque sí conveniente. especiales junto con otros medios de fijación. Su pos-
Al día de hoy existe un sinnúmero de materiales pro- tura es que deben utilizarse al menos estos puntos de
tésicos disponibles para la reparación de las hernias. Las fijación con grapas y sobre todo asentar bien la malla y
mallas más populares en aquella época eran las de poli- evitar que al recolocar el peritoneo ésta quede enrollada
propileno y desde entonces se han incorporado a la repa- y el defecto herniario no se cubra en forma adecuada.11
ración de estos defectos adaptándolas a las necesidades En cuanto a defectos grandes, pensaron en un princi-
de cada caso. Los autores se han acostumbrado a este pio que era conveniente abrir una hendidura en la malla
material y se dieron cuenta de sus múltiples bondades: para abrazar los elementos del cordón y hacer una mejor
su capacidad de incorporación a los tejidos, su tejido reparación. Sin embargo, los reportes de esta práctica
amplio que permite ver a través de ella, su textura firme como causa de recidiva y la experiencia de referencias
pero al mismo tiempo maleable, y otras características de pacientes con inguinodinia y otros trastornos por el
que la hacen ser su primera elección.6 Reconocen las di- daño de un posible atrapamiento de estos elementos les
ferencias que ofrecen las nuevas prótesis, especialmen- hicieron abandonar esta técnica.12 Actualmente colocan
te en los casos de la reparación de hernias incisionales, una malla grande, generalmente de 10 a 12 x 15 cm, con
hiatales o en otros lugares de la cavidad abdominal, pero las esquinas redondeadas, y sólo cortan la malla cuando
para la región inguinal consideran que el polipropileno ha quedado muy grande o se forman pliegues al colocar-
sigue siendo una excelente opción. Aunque han utili- la sobre el piso inguinal. Las mallas de 3D que se ven-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

zado mallas similares de diferentes tipos (como las pre- den en la actualidad pretenden evitar que se tenga que
formadas) con buenos resultados, el grupo no ha obser- hacer estas “confecciones” en el momento de la cirugía
vado a lo largo de estos años la inguinodinia atribuida y que se facilite su colocación en el espacio preperito-
al uso de la malla de este material no ligero, y más bien neal; sin embargo, dar forma a la malla con longitud ver-
atribuyen esta complicación a la disección inadecuada tical mayor en la parte medial que en la lateral cubrirá
y sobre todo al uso de grapas para la fijación o el cierre el espacio de Retzius con sus sitios potenciales de hernia
del peritoneo cerca o sobre los nervios tanto femorocu- y la malla quedará mejor asentada sobre esta región, ha-
táneo lateral como iliohipogástrico (este último princi- ciendo fácil su colocación. Por supuesto que en defectos
palmente en pacientes delgados). muy grandes se deben tomar precauciones especiales.
La fijación de las mallas ha tenido cambios importan- La hernia inguinoescrotal grande representa un reto, in-
tes. En un principio los autores utilizaban grapadoras dependientemente de la vía que se utilice para su repara-
con grapa lineal, colocadas en varios puntos de fijación, ción. Aunque al principio se consideraba contraindica-
por el temor de que la malla pudiera desplazarse si no do abordarlas por vía laparoscópica, hoy se sabe que la
260 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 30)

gran mayoría se pueden resolver en forma segura. Las riodo posoperatorio inmediato, lo cual puede ayudar a
lecciones que han aprendido en el manejo de estos casos reducir su frecuencia y su magnitud. La mayoría de es-
son que: tos seromas se resuelven en forma espontánea y no se
recomienda el uso de drenajes, sólo seguimiento o eva-
1. Requieren mayor tiempo de disección por la difi- cuación por punción en caso de que sean masivos o que
cultad para la separación del saco y las estructuras no se resuelvan a largo plazo, lo cual es poco frecuente.
del cordón espermático.
2. Es preciso disecar y reducir completamente el
saco para garantizar que no haya recidiva. RECIDIVA
3. En sacos muy adheridos se puede optar por abrir-
los a la mitad o resecarlos, dejando su parte distal
hacia el escroto (aunque esto puede aumentar el Todo procedimiento nuevo para la reparación de la her-
riesgo de seroma e hidrocele). nia inguinal debe compararse o medirse respecto a su
4. Estos pacientes pueden presentar enfisema o he- capacidad de evitar las recidivas. Al principio de la re-
matoma escrotal con más frecuencia, lo cual se les paración laparoscópica éste fue quizá el obstáculo más
debe informar. difícil y el motivo por el cual muchos cirujanos la recha-
5. En ocasiones es útil que un asistente realice un tac- zaban. Para los autores, al igual que para otros grupos,
to a través del escroto, dirigiendo el dedo hacia el este aspecto estuvo a punto de provocar que en las pri-
anillo inguinal profundo durante el procedimien- meras etapas de la experiencia abandonaran el procedi-
to, para favorecer la reducción del saco, disminu- miento que estaba siendo visto con lupa tanto por adep-
yendo las fuerzas de tracción que se generan por tos a la laparoscopia como por sus detractores. Fue la
las adherencias del mismo y facilitando la disec- comprensión de los pacientes y su consejo lo que hizo
ción al cirujano. que continuaran con el esfuerzo. Un caso particular que
6. En casos de hernias gigantes habrá que considerar los motivó a seguir fue cuando le solicitaron a un pa-
técnicas conjuntas, como las del uso de neumope- ciente y a su familia que les permitieran iniciar la repa-
ritoneo progresivo preoperatorio, el abordaje ración de su recidiva por vía laparoscópica, para ver en
abierto y la reconstrucción con grandes mallas en qué había consistido el fallo. Aunque el plan era la repa-
el espacio preperitoneal. ración final por la vía anterior, fue su posterior comenta-
rio de que estaban conscientes no sólo de que las recidi-
Otro punto importante que en la actualidad aún no se ha vas podían ocurrir con cualquier modo de operarlas,
estandarizado es la forma de cierre del peritoneo. Desde sino que tenían conocimiento de esto de manera muy
el inicio de su experiencia los autores lo cierran con su- cercana, puesto que en el quirófano contiguo al que ope-
tura continua, procurando que no queden espacios raban los autores se había operado un conocido que ha-
abiertos y cuidando que no se doble la malla sobre sí bía presentado una recidiva con la técnica “tradicional
misma, como ya se comentó, al levantar el colgajo peri- abierta”, un alivio y una revelación acerca de varias co-
toneal. No usan grapadora para cerrar el peritoneo por sas. Primero, como en aquellos años no existía expe-
considerar que podrían quedar espacios abiertos (efecto riencia a largo plazo con el procedimiento ni mucha
de cortina de baño) y porque además aumenta el riesgo información al respecto, pasaban mucho tiempo expli-
de lesión nerviosa o vascular. Es probable que uno de los cando al paciente y a su familia los pormenores del nuevo
motivos por los cuales algunos cirujanos prefieren TEP procedimiento, sus riesgos, posibles complicaciones,
es para ahorrar tiempo y esfuerzo no cerrando el perito- ventajas y desventajas comparativas con el procedi-
neo con sutura, y aunque esto es un punto válido, en ex- miento abierto, lo que tanto a los médicos como al pa-
periencia de los autores éste es un paso relativamente ciente les daba tranquilidad. Por otro lado, comprobar
sencillo y rápido de la cirugía, el cual se ha facilitado en en este caso de recidiva lo que había sucedido y que en
gran modo con las nuevas suturas “barbadas” disponi- ese tiempo se empezaba a reportar por otros autores que
bles de varias casas comerciales, que no requieren nu- el tamaño de la malla era fundamental para evitar la re-
dos, ahorran tiempo y son fáciles de manejar.. cidiva, ya que el fenómeno de contracción, al no colocar
Es importante anticiparle al paciente que presenta mallas grandes que abarcaran varios centímetros más
hernias grandes que la posibilidad de formar seromas es allá del defecto, era causa frecuente de la reproducción
alta debido al gran despegamiento que se requiere del de la hernia.13,14
saco. En estos casos siempre recomiendan el uso de hie- Actualmente es popular la idea de que la recidiva de
lo sobre la región inguinal y suspensorios desde el pe- una plastia efectuada por la vía anterior es mejor repa-
Lecciones aprendidas en 20 años de experiencia con hernioplastia laparoscópica TAPP 261

rarla por la vía laparoscópica sobre una anatomía que laparoscopia se reporta la hernia bilateral con mucha
permanece intacta y, asimismo, que la recidiva de una más frecuencia que con la cirugía abierta, pudiendo lle-
plastia efectuada previamente con técnica laparoscópi- gar a ser de hasta 60%. La diferencia en los porcentajes
ca es mejor abordarla por una vía anterior, según el mis- de bilateralidad puede deberse a varias causas; la visión
mo principio. El grupo de los autores no está totalmente laparoscópica y el efecto del neumoperitoneo facilitan
en contra de este principio “aparentemente lógico”; sin la detección de los defectos contralaterales.
embargo, su experiencia y la de otros autores hace pen- Los defectos grandes con sacos herniarios bien defi-
sar que en la gran mayoría de los casos no sólo es posible nidos tanto de las hernias indirectas como las directas no
efectuar la reparación en ambos casos por la vía poste- presentan ningún problema y pueden ser apreciados por
rior, sino que en ocasiones ni siquiera es necesario reti- todos. La diferencia puede estar en los defectos peque-
rar la malla que fue colocada en la cirugía original, sino ños e incipientes y en la apreciación de la debilidad del
que se puede cubrir el defecto con una malla grande piso de la región inguinal. En el caso de las hernias di-
nueva, aunque la dificultad principal consiste en hacer rectas la presión del neumoperitoneo permite apreciar
una adecuada y amplia disección del peritoneo para cu- la debilidad de la pared mucho mejor de lo que es posi-
brir de manera adecuada la misma. En este y en otros ca- ble por cirugía abierta. En el grupo de los autores cada
sos de dificultad para cubrir la malla el excedente del vez se efectúan más reparaciones bilaterales porque son
peritoneo que se obtiene del saco herniario, así como la muy cuidadosos en explicar al paciente la posibilidad de
disección y la liberación del ligamento vesical medial, encontrar una hernia contralateral asintomática y repa-
suelen lograr adecuadamente este propósito. En general rarla si el paciente está de acuerdo. Además, en casos se-
la conducta de los autores es abordar las hernias recu- lectos han adoptado una conducta, que pudiera llamarse
rrentes por vía laparoscópica, independientemente del “profiláctica” siempre con el consentimiento del pa-
método utilizado en la cirugía primaria, considerando ciente, en el sentido de que si consideran que éste tiene
(como la literatura lo demuestra) que ésta es la mejor in- factores de riesgo por su historia familiar o personal de
dicación para el abordaje TAPP. Por supuesto que es im- hernia, exploran y refuerzan de rutina el lado contralate-
portante considerar las condiciones de la cirugía previa, ral aunque no aparente tener una hernia franca en la vi-
sobre todo tomar en cuenta si fue por vía anterior o pos- sión laparoscópica inicial. Para su grata sorpresa, en
terior, si fue abierta o laparoscópica y si se utilizó malla prácticamente todos estos casos han encontrado un de-
o no. Las causas principales de recidiva que han detec- fecto herniario relleno de tejido adiposo preperitoneal
tado son la malla pequeña o desplazada, la existencia de que es un defecto herniario que en ocasiones puede dar
una hernia previa no reconocida, la migración de conos grandes molestias.15
de malla defectuosamente fijados y el desgarro de teji- Un aspecto controvertido de la laparoscopia aplicada
dos reparados con técnicas previas al uso de mallas. Sin a las hernias inguinales ha sido la de los casos de hernias
embargo, también vale la pena mencionar que la lapa- complicadas por incarceramiento y, aún más, los de las
roscopia les ha permitido atestiguar que en algunos ca- hernias estranguladas que los autores han presentado en
sos tanto de cirugía abierta como laparoscópica no se ha varios cursos y congresos. Por supuesto, representa una
tratado de una recidiva, sino del desarrollo de una hernia complejidad mayor y no es algo que recomienden para
de novo cercana al defecto primariamente resuelto. todos los casos y a todos los cirujanos. Sin embargo, han
aprendido que el abordaje laparoscópico ofrece la posi-
bilidad de resolverlos de una manera adecuada y segura
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en su mayoría. La reducción de los elementos hernia-


OTROS PUNTOS APRENDIDOS dos, ya sea epiplón o intestino, se facilita al inducir el
neumoperitoneo utilizando una tracción gentil con los
instrumentos apropiados y cortando las adherencias que
los fijan al saco, e incluso abriendo (cortando) el anillo
Si los autores tuvieran que mencionar cuál es el concep- herniario para permitir su reintroducción en la cavidad
to más importante que han aprendido sobre la repara- abdominal. En caso de que la viabilidad del intestino
ción laparoscópica de las hernias, tendrían que mencio- esté en duda, mientras se hace la reparación se define la
nar la importancia de la bilateralidad de las hernias. necesidad o no de hacer una resección, misma que pue-
Antes de la era laparoscópica el diagnóstico de las her- de ser efectuada por vía laparoscópica o a través de la
nias bilaterales era difícil de establecer con certeza en incisión ampliada de la cicatriz umbilical que permite
la mayoría de los casos y, por lo tanto, la incidencia real extraer el intestino o epiplón.16 En estos casos la repara-
de este problema no se conocía. En la actualidad, en ción con malla aún está en controversia; sin embargo, el
262 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 30)

cierre con sutura o con malla biológica (o con ambas) Existen reportes y tendencias en la literatura reciente
es una alternativa atractiva. A lo largo de estos años han sobre la conducta expectante en pacientes con hernia in-
aprendido que la técnica laparoscópica es útil también guinal; sin embargo, este tema es aún controvertido y la
en aquellos casos en los que la hernia inguinal coexiste postura de los autores es analizar cada caso en forma
con otras patologías, en especial con la hernia hiatal y individual.19 A los pacientes con hernias de reciente
la enfermedad por reflujo gastroesofágico, que como ya aparición, dolorosas, con manifestaciones de multipli-
se ha reportado, tiene una frecuencia más alta que la es- cidad, o cuando el paciente es una persona activa o
perada en pacientes con hernia inguinal y que segura- deportista, se les recomienda someterse a tratamiento
mente tiene que ver con la misma etiología de defectos quirúrgico en forma electiva. Cuando existan manifes-
en los tejidos de sostén (herniosis). En estos casos la re- taciones de incarceramiento u obstrucción la cirugía de-
paración de ambas patologías puede llevarse a cabo sin berá ser inmediata y se deberá evaluar cuidadosamente
problemas en el mismo evento quirúrgico, aprovechan- si es factible realizarla por la vía laparoscópica. El pa-
do la posibilidad del mismo abordaje laparoscópico. ciente debe conocer las diferentes opciones quirúrgicas,
Otros casos, como los de colecistectomía y hernioplas- tanto abiertas como laparoscópicas, y los riesgos y bene-
tia conjuntas, se pueden hacer en forma segura, siempre ficios de cada procedimiento. En especial debe conocer
y cuando no sean casos de urgencia, con patología biliar las posibilidades de complicaciones transoperatorias,
aguda o con riesgo de contaminación de la malla.6 complicaciones relacionadas con la malla, inguinodinia
Por último, aunque también controversial y sin con- y recurrencia con cada método. Todos estos aspectos
senso en la actualidad, los autores han aprendido que la son explicados y consensados con el paciente, docu-
técnica laparoscópica puede emplearse en casos espe- mentados en el expediente clínico y firmados por él mis-
ciales para plastias inguinales en niños.17 Creen que a mo, sus testigos y el cirujano.
medida que aumente la experiencia de los cirujanos pe- Uno de los aspectos más criticados de la plastia in-
diatras con este abordaje en otros procedimientos la téc- guinal laparoscópica es que su costo es mayor que el de
nica laparoscópica se utilizará cada vez con mayor fre- su contraparte abierta.20 Cuando analizan este aspecto
cuencia de diversas maneras para tratar estos defectos la mayoría de los estudios comparativos de técnicas
en niños.18 abiertas vs. laparoscópicas llegan a esta conclusión. Los
Antes de concluir se mencionarán algunos aspectos factores que hacen más caro este procedimiento son la
de tipo administrativo, que también son resultado de las anestesia general, la necesidad de equipos especiales,
experiencias adquiridas y que consideran los autores que rara vez se efectúan en forma ambulatoria y que en
que son importantes para el cirujano que empieza a rea- ocasiones el tiempo quirúrgico es más largo. Todo esto
lizar esta cirugía. Es su rutina registrar cuidadosamente repercute en los gastos directos de la cirugía. Para los
en el expediente clínico todos los aspectos técnicos del autores, sin embargo, la noción de costo va más allá de
procedimiento y cualquier incidente que pudiera haber lo que se gasta durante el procedimiento, y consideran
ocurrido. Entre los aspectos importantes por registrar que la pronta recuperación, el dolor mínimo que genera
están los hallazgos de la hernia o hernias encontradas, menor necesidad de analgésicos y, sobre todo, la posibi-
el tipo de malla utilizada y el tamaño de la misma, el nú- lidad de reparar defectos bilaterales en un mismo tiem-
mero, tipo y localización de grapas de fijación y la reali- po quirúrgico son factores que representan un beneficio
zación de procedimientos concomitantes. Estos regis- difícil de contabilizar pero muy atractivo para los pa-
tros tienen el propósito principal de poder evaluar la cientes. El paciente debe conocer ambas opciones, con
experiencia acumulada, reportarla con fines académi- ventajas y desventajas, riesgos y beneficios objetivos y
cos y, en caso de complicaciones posoperatorias, discer- reales, para así poder tomar una decisión informada y
nir la posible causa de éstas. Además, en el remoto caso adecuada. En experiencia de los autores, la gran mayo-
de alguna queja o demanda legal, esta documentación, ría de los pacientes que acuden a consulta lo hacen bus-
junto con el consentimiento informado y el video de la cando la opción laparoscópica, ya sea por referencias
cirugía, son elementos de defensa muy importantes. personales o médicas, y además en casi todos los casos
Al igual que se hace hoy en día con todos los procedi- cuentan con un seguro de gastos médicos que cubre este
mientos quirúrgicos, los pacientes sometidos a hernio- procedimiento. De este modo, cuando no hay contrain-
plastia laparoscópica deben ser informados con amplio dicación formal y la preferencia del cirujano y la del pa-
detalle acerca de las características del procedimiento. ciente son la misma, no existe motivo alguno para negar
En primera instancia se les debe informar sobre la indi- la vía de mínima invasión.
cación quirúrgica y los riesgos y beneficios de optar por Los reportes de medicina basada en la evidencia
la observación clínica o la intervención quirúrgica. muestran que la reparación laparoscópica tanto tipo
Lecciones aprendidas en 20 años de experiencia con hernioplastia laparoscópica TAPP 263

TAPP como TEP es prácticamente igual de efectiva y recomendable para todos los casos y que el abordaje tra-
comparable en cuanto a recidivas que las técnicas abier- dicional por vía anterior sigue teniendo un lugar funda-
tas sin tensión, y efectuar una u otra depende de las pre- mental en el mundo.
ferencias del cirujano. La preferencia de los autores por La plastia inguinal laparoscópica dista de ser el méto-
la primera se basa en su efectividad y su seguridad, en do “estándar de oro” —como lo es en la actualidad la
que permite una visión mejor no sólo de la cavidad ab- colecistectomía, por ejemplo—, lo cual lo demuestra el
dominal sino de la apreciación de los defectos mismos, hecho de que a poco más de 20 años en la mayoría de los
que en ocasiones se pueden efectuar otros procedimien- países la reparación laparoscópica de las hernias no so-
tos laparoscópicos concomitantes, que no se requiere brepase 15% del total de casos y que en México sea po-
equipo especial como en el caso de TEP y por ello su sible que el porcentaje se encuentre menor a 5%, y se in-
costo tiende a ser menor, y por último, que no requiere cremente mucho el porcentaje, en especial en las áreas
conversión, como en ocasiones requiere conversión a la urbanas, donde se cuenta con todos los recursos y perso-
técnica TAPP la reparación extraperitoneal.21 nal entrenado, ya que en las rurales no es frecuente con-
Los casos en los que el grupo de los autores utiliza la tar con la infraestructura necesaria para llevarla a cabo.
técnica abierta son aquellos en los que las condiciones Sin embargo, la literatura médica ya ha demostrado que
del paciente no hacen recomendable practicar neumo- el método miniinvasivo es seguro, efectivo y compara-
peritoneo o entrar a la cavidad peritoneal, y en éstos ble a las técnicas abiertas con el uso de malla en térmi-
efectúan una reparación abierta, bajo anestesia local. nos de resultados, complicaciones y recidivas. Así
como los autores, muchos otros cirujanos consideran
que las enseñanzas de estos 20 años de práctica pueden
CONCLUSIÓN beneficiar a los pacientes y a los cirujanos en formación
que inician su experiencia, evitan las fallas de la curva
de aprendizaje y llevan a conseguir los resultados ópti-
Es evidente que la plastia inguinal laparoscópica no es mos con este abordaje.

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Capítulo 31
Complicaciones posoperatorias
de la hernioplastia inguinal abierta
Óscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz

INTRODUCCIÓN COMPLICACIONES INTRAOPERATORIAS

Algunas complicaciones intraoperatorias son muy co-


Las técnicas descritas para la reparación de las hernias
nocidas, pero otras no tanto, y ninguna de ellas se corre-
inguinales son muchas y su práctica puede ocasionar
laciona con una técnica quirúrgica específica. Es impor-
complicaciones que conlleven resultados no esperados
tante mencionar los efectos indeseables derivados del
que causen la protesta de los pacientes y los lleve a adu-
tipo de anestesia utilizada, como lo son las palpitacio-
cir negligencia médica y entablar un juicio legal, como
nes, la elevación de la presión arterial y la sensación de
lo informado en un estudio efectuado en Inglaterra, que
opresión retroesternal ocasionadas por el uso de adrena-
incluye 398 demandas de 1995 a 2009, de las cuales 104
lina en la anestesia local, las complicaciones urinarias
procedieron y fueron pagadas al demandante.1
y tromboembólicas derivadas de la anestesia raquídea
Es imposible evitar un resultado no deseable; sin em-
y las posibles complicaciones sistémicas derivadas de
bargo, el desarrollo de una técnica quirúrgica depurada
la anestesia general. En el cuadro 31--1 se incluye la fre-
y un conocimiento preciso de las estructuras anatómicas
cuencia de complicaciones específicas reportadas en
disminuirán al mínimo los resultados inesperados. Por
grandes series en la literatura médica.
todo ello, y tratando de darle una debida atención a una
patología tan común, se han creado grupos superespe-
cializados en hernias (herniología), integrantes de insti- Hemorragia
tutos que tratan exclusivamente la cirugía de la hernia, lo
cual ha disminuido considerablemente las complicacio- La hemorragia puede presentarse en cualquier tipo de
nes y recidivas en la reparación de hernias. intervención quirúrgica, por lo que las medidas de pre-
La tasa de recurrencia y el porcentaje de complicacio- vención son válidas para todas las intervenciones, gene-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nes son los dos criterios corrientemente utilizados para


valorar el éxito en la reparación de la hernia inguinal.
A menudo el seguimiento es a corto plazo y los ciru-
Cuadro 31--1. Principales complicaciones
janos pierden el contacto con muchos de los pacientes,
intraoperatorias de acuerdo con la técnica1
razón por la cual éstos no pueden ser incluidos en estu-
dios a largo plazo —mínimo cinco años— en busca de Complicación Cirugía Reparación Cirugía
abierta con malla por laparos-
recurrencias.
acceso anterior cópica
En este capítulo se analiza esta morbilidad con base
en la experiencia de más de 4 000 plastias inguinales Hemorragia(s) 0.5% 1%
llevadas a cabo por los autores de este capítulo y su Daño nervioso 0.5%
equipo. Daño a la vejiga 1%

265
266 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

ralmente no son profusas y dependerán más del tiempo La trombosis del abundante plexo venoso pampini-
quirúrgico o del tipo de plastia. forme causada también por la disección de grandes sa-
La hemorragia abundante durante el acto quirúrgico cos herniarios o por estenosis de anillo inguinal superfi-
puede derivarse de una lesión de vasos de diferente cali- cial o profundo durante la plastia puede desencadenar
bre localizados dentro del área de reparación quirúrgica una orquitis, la cual inicialmente es inflamatoria y sub-
al disecar o colocar suturas profundas sin tener una ade- secuentemente termina en atrofia testicular.
cuada visibilidad de las estructuras anatómicas.2 Toda maniobra para controlar el sangrado se debe lle-
A su paso por el anillo femoral los vasos iliacos exter- var a cabo bajo visión directa, sin recurrir al pinzamien-
nos se transforman en vasos femorales,4 y su lesión pue- to a ciegas, para evitar problemas posteriores.
de ocurrir durante las disecciones complejas, especial-
mente en los casos de hernia recurrente o cuando se hace
el anclaje de suturas o grapas muy laterales al ligamento Lesiones nerviosas
pectíneo o de Cooper.3
Los vasos obturadores se sitúan en el canal subpúbi- Casi todos los pacientes presentan entumecimiento y
co, donde se desprende la rama púbica, que se desliza parestesias a nivel inguinal después de una plastia ingui-
sobre la cresta pectínea para alcanzar los vasos epigás- nal, pero la mayoría de las veces se reducen a una peque-
tricos inferiores, con los que se anastomosa (corona ña área triangular inferior e interna según la incisión.
mortis).4 La lesión de la arteria obturatriz o de su rama Por suerte, estas manifestaciones son de carácter tempo-
púbica se origina durante la disección de la fascia trans- ral y la mayoría de las veces desaparecen en pocas sema-
versalis y del tracto iliopúbico. nas.
Los vasos epigástricos son mediales al anillo ingui- La sensibilidad del área genital depende de los ner-
nal profundo y pueden ser lesionados al seccionar el li- vios iliohipogástrico e ilioinguinal derivados del primer
gamento interfoveolar (borde medial del anillo inguinal nervio raquídeo lumbar. Estos nervios son muy vulnera-
profundo) y la fascia transversalis sobre el tracto iliopú- bles durante la apertura de la aponeurosis del oblicuo
bico. externo, y no es raro que se lesionen y se afecte la sensi-
La sección de estos vasos obliga a su ligadura, que bilidad del pubis, de la raíz del pene y de la parte antero-
puede dificultarse debido al trayecto corto y a su proxi- lateral del escroto.
midad a los vasos iliacos externos. La rama genital del nervio genitofemoral es la única
Puede presentarse sangrado de baja intensidad du- rama motora del canal inguinal, y es responsable del re-
rante la disección del saco herniario al liberarlo del cre- flejo cremastérico, por lo que, al ser lesionada durante
máster debido a una lesión de la arteria cremastérica, la disección del cremáster, puede ocasionar descenso
rama de la epigástrica inferior. Dicho sangrado puede testicular por abolición del reflejo cremastérico, así
ser controlado por compresión o cauterización. como disminución de la sensibilidad de la cara anterola-
La lesión inadvertida de los vasos testiculares duran- teral del escroto, o del labio mayor en las mujeres.
te la colocación de puntos para reducir el anillo inguinal El daño nervioso puede ocasionarse al aplicar coagu-
profundo, o en el espesor del cordón espermático duran- lación, al instalar una ligadura durante la sutura parietal
te la disección del saco herniario, no siempre provoca o al fijar la malla.
necrosis testicular, debido a la circulación colateral del Las complicaciones que afectan a los nervios son un
testículo derivada de las arterias deferencial y cremaste- poco más frecuentes cuando se ejecutan técnicas tradi-
riana, inmersas en el mismo cordón espermático, ade- cionales que cuando se llevan a cabo técnicas libres de
más de los vasos pudendos externos colaterales de la tensión con aplicación de malla: 4.4 vs. 1.4%.4
arteria femoral y pudendos internos, rama de la hipogás- Las lesiones de los plexos nerviosos originan com-
trica, fuentes secundarias de la circulación del testículo. plicaciones entre 0.4 y 3.4% de las hernias reparadas por
Cuando se aprecie que la vascularización del testícu- vía laparoscópica: TEP y TAPP.5
lo se afectó debe optarse por la orquiectomía para evitar Para disminuir al mínimo las posibilidades de una le-
una necrosis testicular en el posquirúrgico inmediato. sión nerviosa se recomienda efectuar una buena disec-
El daño de los vasos testiculares es más probable en ción, localizar los nervios, aplicar grapas sólo en zonas
una disección de hernia recurrente con acceso anterior, de seguridad y, de ser posible, usar pegamentos para re-
lo que desencadena una orquitis que conlleva a necrosis emplazar las grapas (figura 31--1). Utilizar mallas au-
o a atrofia testicular en 60% de los casos. El abordaje toadheribles, que evitan el uso de cualquier material de
posterior, de preferencia por vía laparoscópica, será el fijación, permite menos repercusión en la lesión de es-
acceso recomendado para las hernias recurrentes. tructuras nerviosas.
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 267

Figura 31--1. Grapa tipo tacker colocada por laparoscopia Figura 31--2. Lesión por sección completa del deferente
con atrapamiento del nervio ilioinguinal hasta la pared ante- durante una hernioplastia “de rutina”.
rior.

lidad se logran con la utilización de lupas y microscopio


Es preferible preservar todos los nervios, pero en al repararlo. El daño en uno de los conductos puede re-
caso de no poder evitar su sección es conveniente ligar- ducir la fertilidad debido a problemas mecánicos y cam-
los e incluirlos en la masa muscular, para evitar el dolor bios inmunitarios (generación de anticuerpos contra es-
posoperatorio y la formación de neuromas.6 permatozoides). Hasta 7% de los adultos que presentan
Un nervio atrapado en una sutura puede causar dolor azoospermia u oligospermia sin atrofia testicular fueron
agudo persistente. En caso de dolor agudo debido a sometidos a cirugía inguinal durante la infancia (figura
daño nervioso se debe reoperar de inmediato para remo- 31--2).10
ver la sutura y la grapa responsable de los nervios afec- El trauma del conducto por pinzamiento o por un
tados, para brindarle un alivio inmediato al paciente.8 exceso de manipulación genera fibrosis con la conse-
En caso de déficit motor el cirujano deberá reoperar cuente obstrucción de su luz. El simple acodamiento del
para liberar el nervio y efectuar neurorrafia si fuera ne- cordón dificulta el tránsito del esperma y provoca dise-
cesario. La ligadura del nervio femoral, situado en sen- yaculación por distensión brusca del deferente antes de
tido lateral a la cintilla iliopectínea y por fuera del anillo la eyaculación o durante ella.15
femoral, afectará la función de flexión del muslo y ex-
tensión de la pierna y, en consecuencia, la marcha.7

Lesiones de las vísceras


Lesiones del conducto deferente
Durante la reparación de una hernia es posible que se
La lesión del cordón espermático es excepcional y rara, presente una lesión en la vejiga, las asas de intestino del-
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pero puede ocurrir al cerrar el anillo inguinal profundo, gado o el colon. El reconocimiento de estas lesiones y
lo cual desvasculariza en gran medida el testículo, por su adecuada reparación durante el mismo acto quirúr-
lo que se opta por una orquiectomía para evitar una ne- gico evitan complicaciones graves.
crosis testicular. La vejiga o un divertículo en ella pueden formar parte
La lesión del conducto deferente es más frecuente de la pared de una hernia inguinal directa y sufrir daño
durante la disección del cordón espermático en el caso durante la disección o ligadura de grandes sacos hernia-
de hernias recurrentes con acceso anterior. La sección rios, que de pasar inadvertida durante el acto quirúrgico
del conducto obliga a su reparación, sobre todo en los producirá una fuga urinaria intraabdominal o inguinal
pacientes adultos jóvenes, a pesar de la integridad del con la formación de un urinoma o una fístula urinaria.
contralateral.3 La reconstrucción mediante microciru- Lo anterior puede evitarse si antes de la cirugía se va-
gía con sutura de polipropileno muy fina y un tutor in- cía la vejiga mediante una sonda urinaria o pidiendo al
traluminal facilita hasta 90% la reconstrucción y la paciente que orine antes de pasarlo a la sala de opera-
repermeabilidad. Los mejores resultados de permeabi- ción, además de efectuar la inversión del saco herniario
268 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

Cuadro 31--2. Complicaciones posoperatorias (de 0 a 8 semanas) de acuerdo con la técnica1,13


Complicaciones Acceso convencional Acceso anterior con prótesis Laparoscopia
Hematoma 15.0 15.0 9.5
Hidrocele y seroma 0.5 4.5 6.0
Retención urinaria 1.5 0.5 2.0
Infección urinaria 0.5 0.5 0.2 a 0.6
Infección de la herida 3.0 0.5 0.0
Infección profunda 0.5 -- --
Dolor -- 0.5 5.0
Edema mayor 0.5 -- 2.0
Hematuria -- -- 0.5
Alergias -- -- 0.5
Fiebre posoperatoria -- 0.5 0.5
Fístula crónica -- 0.5 --
Flebitis -- 0.5 --
(--) Frecuencia menor de 0.5%.

en vez de su ligadura alta y extirpación. La vejiga tam- ducido junto con el saco peritoneal sin disecar la adhe-
bién puede sufrir lesiones durante la disección retro- sión visceral. La causa de la lesión se relaciona más con
muscular en los procedimientos abiertos (Stoppa) y en la técnica quirúrgica que con la patología en sí.12
las disecciones laparoscópicas.1,11 Una lesión intestinal que no es identificada durante
El tratamiento de una lesión vesical consiste en el el transoperatorio puede causar peritonitis posoperato-
cierre de la lesión con sutura sintética absorbible en dos ria y la tasa de mortalidad podría ser de 50%. La detec-
planos, combinada con un drenaje urinario con catéter ción de la lesión intestinal exige una inmediata repara-
uretral durante cinco a ocho días. ción, incluso con una conversión a laparotomía en caso
Las lesiones intestinales se relacionan con la disec- necesario.
ción de segmentos de intestino delgado y colon localiza- La lesión del intestino delgado se repara con una su-
dos en el saco herniario, por lo general en las grandes tura en dos planos, mientras que la del colon requiere
hernias indirectas por deslizamiento. Las estructuras también una colostomía proximal de protección. Colo-
con mayor riesgo son el colon sigmoides, en el lado iz- car una prótesis durante estas complicaciones depende-
quierdo, y el intestino delgado, en el lado derecho. Para rá del tipo de malla con que se cuente en ese momento,
prevenir estas lesiones el tracto digestivo debe ser intro- el grado de lesión y de contaminación.
Es raro encontrar un apéndice cecal normal en un
saco herniario; sin embargo, en caso de que exista debe-
rá efectuarse la apendicectomía.

Cuadro 31--3. Complicaciones posoperatorias


(después de 1 año) de acuerdo con la técnica1,14
Complicaciones Acceso Acceso Laparos-
COMPLICACIONES POSOPERATORIAS
conven- anterior copia
cional con próte-
sis
Dolor 10.0% 1.0% 2.5% Las complicaciones posoperatorias no son específicas
Hidrocele y 2.8% -- 0.5 a 4.9% de una técnica y pueden presentarse en forma temprana
seroma en las primeras semanas, lo cual las distingue de las tar-
Punción con el -- 0.5% 0.5% días, que ocurren alrededor de un año después de la ciru-
trocar gía (cuadros 31--2 y 31--3).
Infección superfi- -- 0.5% 0.5%
cial
Cicatrización -- -- 0.5%
retardada Hematomas y equimosis
Embolia pulmo- 0.5% -- --
nar
Los hematomas o manchas equimóticas en la ingle o en
(--) Frecuencia menor de 0.5%. el escroto se presentan después de amplias disecciones
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 269

Figura 31--3. Equimosis posoperatoria donde se aprecia


una gran zona de coloración roja violácea.
A

sobre hernias voluminosas, a pesar de haber hecho una


hemostasia minuciosa; asimismo, se relacionan con la
administración de anticoagulantes (AspirinaR, cuma-
rina, etc.) antes de la cirugía, el empleo de adrenalina
durante la anestesia local (por su efecto vasoconstrictor
durante la cirugía que hace minimizar el sangrado du-
rante la disección) y el uso exagerado de electrocoagu-
lación en los vasos sangrantes que requieren ligadura.
La extravasación sanguínea se manifiesta por una co-
loración púrpura oscura en la ingle con disección hacia
el escroto. Esta mancha equimótica con hematomas pe-
queños o sin ellos provoca inquietud en el paciente por
el aumento de volumen y los cambios de coloración en
la piel.
Estas condiciones no alteran el proceso de cicatriza- B
ción y desaparecen sin secuelas en el transcurso de unas
semanas (figura 31--3). Figura 31--4. A. Paciente con aumento de volumen en la he-
rida quirúrgica por presencia de hematoma posoperatorio.
El uso de enzimas fibrinolíticas acorta el tiempo de B. Ultrasonido del paciente anterior donde se comprueba la
resolución. Los hematomas de gran tamaño o encapsu- presencia y las características de la colección.
lados pueden provocar alteraciones funcionales y recu-
rrencias tempranas, por lo que una vez diagnosticados
debe instalarse un drenaje a través de punción subcutá-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nea o mediante cirugía local.11 Hidrocele y seromas


La punción evacuadora en hematomas gigantes re-
presenta un riesgo de infección que altera el proceso de El hidrocele ocurre sobre todo en la plastia de grandes
cicatrización y expone al paciente a una recurrencia hernias indirectas en las que se deja la parte distal del
temprana, por lo que se prefiere la cirugía evacuadora saco herniario dentro del escroto, pero es más frecuente
en condiciones de asepsia más un esquema profiláctico en los abordajes laparoscópicos (4.9 vs. 2.8% en cirugía
de antimicrobianos.16 abierta).13
De acuerdo con Stoppa, no existen diferencias signi- Los hidroceles son consecuencia de la absorción dis-
ficativas en la formación de hematomas con las técnicas minuida de líquidos por la túnica vaginal y no el resulta-
convencionales de hernioplastia, cuyos reportes son los do de la producción aumentada de los mismos o de obs-
siguientes: Bassini 2.2%, McVay 2.8%, prótesis por vía trucción linfática. Implican un problema funcional y
inguinal 4% y prótesis por vía preperitoneal 3.2% (figu- estético, por lo que el paciente acude tempranamente al
ra 31--4). médico con la idea de que la hernia puede recurrir. Su
270 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

la disección quirúrgica. La gran mayoría no tienen re-


percusión clínica y no hay necesidad de abordarlos por
cirugía o punción. En caso de formarse un seroma quís-
tico se deberá optar por su resección.

Infección posoperatoria

Igual que ocurre en todas las intervenciones quirúrgi-


cas, la infección posoperatoria en las hernioplastias es
posible. El tiempo quirúrgico es un factor significativo
según los estudios de Simchen en 1990, que reportan
una tasa de 2.7% en intervenciones con una duración de
30 min y una tasa de 9.9% en las que tienen una duración
de 90 min. El estado nutricional del paciente, las enfer-
Figura 31--5. Paciente con hidrocele agudo poshernioplas-
tia de un mes de evolución en la que se dejó el saco distal
medades concomitantes y el tipo y manejo de la malla
in situ. en hernias estranguladas o incarceradas son otros facto-
res que predisponen a infección posoperatoria. Las
complicaciones infecciosas también se presentan en ca-
manejo es conservador, esperando que ceda en forma sos abordados por cirugía laparoscópica, e incluyen in-
espontánea en dos a tres meses, y de persistir, este pro- fección protésica y periostitis como resultado del engra-
blema se resuelve mediante una o dos punciones; rara pado o la colocación de puntos en el periostio.17
vez tiene que resecarse el saco herniario remanente (fi- De acuerdo con las series de casos reportados en her-
guras 31--5 y 31--6). nioplastias protésicas, el riesgo de infección oscila entre
En relación con los seromas, su presentación está ín- 0 y 6%.
timamente relacionada con la extensión y la calidad de El diagnóstico de una infección protésica se mani-
fiesta con un aumento de volumen por edema inflama-
torio, calor, rubor y dolor prolongado atípico.
Puede ocurrir drenaje espontáneo de material puru-
lento, y las pruebas de laboratorio pueden reportar leu-
cocitosis y la velocidad de sedimentación globular y la
proteína C reactiva elevadas. El estudio ecosonográfico
puede confirmar el diagnóstico por la presencia de co-
lecciones alrededor de la malla.
La presencia de infección predispone al paciente a
una recurrencia o a un drenaje crónico de material sero-
purulento a través de la herida (figura 31--7).
La infección superficial puede ser tratada con medi-
das locales y desbridación más el empleo de antimicro-
bianos sistémicos en caso de procesos sépticos profun-
dos.

Orquitis isquémica

La orquitis isquémica ocurre en 1 a 10% de los casos:20


es el resultado de la desvascularización testicular duran-
te la disección del saco herniario o bien de la congestión
venosa del testículo, seguida de una trombosis venosa
Figura 31--6. Ultrasonido del paciente de la figura 31--5 que en el plexo pampiniforme del cordón espermático. Se
confirma la presencia de líquido seroso en el escroto con al- manifiesta entre 24 y 72 h posteriores a la cirugía con
gunos tabicamientos y sin la presencia de asas intestinales. aumento de volumen, aumento de la sensibilidad y fie-
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 271

pero el proceso podría evolucionar a una atrofia indolo-


ra, aunque en caso de necrosis el dolor es intenso y el
testículo debe ser removido.

Tumefacción testicular

La tumefacción testicular ocurre cuando se cierra dema-


siado el orificio inguinal profundo sobre el cordón es-
permático, lo cual dificulta el retorno venoso y linfático.
El edema cede con la aparición de vías colaterales de
drenaje venoso y linfático. Se evita calibrando adecua-
damente el ajuste del anillo profundo, ya sea con la su-
A tura o con la malla, y de la misma forma evitando el cie-
rre forzado del anillo superficial. Para su manejo se
recomienda el uso temporal de un suspensorio.

Diseyaculación

Fue descrita por primera vez por Bendavid en 1995;


ocurre con una frecuencia de 1 a 2%. La diseyaculación
puede presentarse después de una disección amplia del
conducto deferente al liberar los grandes sacos hernia-
rios o por la fibrosis que se genera en los puntos de fija-
B ción de la malla. Lo anterior ocasiona una angulación en
el trayecto del conducto deferente provocando zonas
Figura 31--7. A. Paciente con infección profunda en la re- que dificultan el flujo seminal. La estasis y el reflujo
gión inguinal. B. Paciente con recidiva de hernia inguinal se- causan un dolor urente intenso que acompaña o sigue a
cundaria a un absceso profundo posoperatorio. la eyaculación.
No hay tratamiento específico para mejorar la tortuo-
sidad o la angulación del conducto deferente y aliviar el
bre. La intensidad del cuadro clínico y su duración son dolor.15
variables, y pueden conducir a una recuperación total o
a una atrofia testicular. La mejor forma de prevenir esta
complicación consiste en evitar la movilización del cor- Obstrucción intestinal posoperatoria
dón espermático distal a la espina púbica y la extracción
del testículo de la bolsa escrotal (hernias inguinoescro- Es el resultado de la protrusión de un asa intestinal por
tales), con el fin de preservar la circulación colateral de- un defecto peritoneal; constituye la complicación clási-
rivada de las arterias vesicales, prostáticas y pudendas
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ca de la plastia inguinal en 1 de cada 1 000 cirugías con-


encargadas de revascularizar el testículo. vencionales, según las estadísticas, por lo que no se rela-
ciona con ningún abordaje específico. Su presencia
debe sospecharse en caso de dolor espasmódico y vómi-
Atrofia testicular to posoperatorio intenso.16
El asa intestinal puede ser atrapada o suturada duran-
La atrofia testicular se presenta con una frecuencia de te el cierre del saco herniario, y también es posible la
0.46% en hernias recurrentes y de 0.03% en hernioplas- formación de una hernia deslizante por una dehiscencia
tias primarias.21 El testículo se vuelve duro y disminuye de la plastia en una técnica deficiente.
hasta un tercio de su tamaño original. A veces dicho pro- Ante cualquier manifestación clínica de obstrucción
ceso involucra un acortamiento del cordón espermático, intestinal se debe valorar la reintervención una vez des-
lo cual genera una malposición testicular. El tratamien- cartado el íleo funcional, con el fin de liberar el asa y re-
to con analgésicos y antipiréticos puede ser suficiente, construir la plastia.
272 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

Dolor en el posoperatorio los pacientes seniles con problemas prostáticos y en los


que se sometieron a anestesia raquídea, medicamentos
Es poco frecuente que el dolor persista después de la con acción atropínica o analgesia excesiva. En los pa-
etapa de recuperación normal, pero cuando se presenta cientes jóvenes se presenta como un espasmo reflejo del
motiva una gran alarma en el paciente, que lo relaciona trígono vesical asociado con el dolor de la herida, o con
con una posible recurrencia. En general el dolor desapa- el llenado importante de la vejiga en el transcurso de la
rece sin tratamiento médico. cirugía al no habérsele indicado al paciente que orinara
La etiología del dolor posterior a la plastia herniaria antes de ésta.
está relacionada principalmente con la tensión muscu- Ante la falta de respuesta a las medidas generales,
loaponeurótica abdominal (técnica de McVay y Shoul- como la bipedestación, se debe recurrir al sondeo vesi-
dice), ligadura del saco herniario,24 atrapamiento de un cal durante 24 h.23
nervio, formación de neuromas, periostitis de la espina
púbica y tendinitis del músculo pectíneo o del aductor
largo. Se reportan estudios en los que pacientes con pre- Complicaciones respiratorias
sencia de dolor inguinal preoperatorio tendrán más inci-
dencia de dolor posquirúrgico. Los pacientes seniles con patologías pulmonares res-
Es difícil determinar si la plastia herniaria causa el trictivas están más expuestos a estas complicaciones,
dolor, sobre todo cuando éste se presenta en forma tar- así como los pacientes con hernias grandes, que al rein-
día. La presentación del dolor durante la actividad física troducirlas en la cavidad abdominal limitan la movili-
indica que la distensión muscular puede ser la causa más dad diafragmática, con la consecuente repercusión en la
probable. El dolor debe desaparecer al suspender tem- mecánica respiratoria. Debe estudiarse a todo paciente
poralmente la actividad física. La persistencia del dolor que presente estas características, para prevenir las
intenso e incapacitante durante meses o años derivado complicaciones respiratorias durante el posoperatorio.
de la tendinitis del músculo pectíneo o del aductor largo,
o bien de una periostitis a nivel del tubérculo púbico,
obliga a tomar otras medidas, como la aplicación de Tromboembolismo
anestésico local y esteroides en el sitio de mayor dolor.
El dolor agudo de origen nervioso puede requerir una Las complicaciones por tromboembolismo reportan un
reintervención para retirar la sutura o la grapa que lo le- porcentaje de mortalidad que oscila entre 0.5 y 1%. Lo
siona y efectuar una neurectomía. El paciente debe co- anterior obliga a utilizar profilácticamente la heparina
nocer y asumir la presentación de secuelas, como la di- en todo paciente con factores de riesgo para esta patolo-
sestesia y la hipoestesia posoperatoria. gía. El tromboembolismo puede tener su origen en la
trombosis de la vena femoral generada por compresión
de la malla en el ligamento pectíneo.

COMPLICACIONES GENERALES
Mortalidad

La mortalidad relacionada con la hernioplastia es muy


Las complicaciones relacionadas con la hernioplastia baja. Un estudio multicéntrico con 4 005 pacientes re-
son las mismas que se presentan en otros procedimien- portó una mortalidad de 0%,4 mientras que en una serie
tos de la misma complejidad. La hernioplastia tiene una en un periodo de 23 años para hernias no complicadas,
morbilidad de 6.3%.7 Se han observado complicaciones llevada a cabo por la Clínica Shouldice, la mortalidad
pulmonares (atelectasia), tromboflebitis, tromboembo- fue de 0.19%, aunque se eleva a 7% en los grupos que
lia pulmonar, infarto masivo del miocardio31 y embolis- involucran cirugías de emergencia para hernias incarce-
mo arterial.21 radas y estranguladas.7
Se aduce que la mortalidad es consecuencia del retra-
so en el tratamiento de las hernias incarceradas o estran-
Retención urinaria guladas, por retraso en el acto quirúrgico, así como al no
explorar adecuadamente al paciente y pasar por alto una
Se manifiesta como la falta de micción entre las prime- hernia como causa del abdomen agudo (no se exploran
ras 6 y 8 h posteriores a la cirugía. Es más frecuente en las ingles en 32% de los pacientes), lo que incrementa
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 273

en 20 veces la mortalidad en comparación con los pa- Cuadro 31--4. Tasa de recurrencia observada
cientes a quienes se les efectuó una exploración adecua- en cirugía abierta sin colocación de malla4,33,39
da y no se retrasó su cirugía. Bassini 8.6 a 9.6%
McVay 8.8 a 11.5%
Shouldice 2.7 a 6.6%
Recuperación Inespecíficas 2.9 a 4.4%

El análisis del tiempo necesario para retomar las activi- Tasa de recurrencia observada en
dades personales y laborales tras una hernioplastia debe
cirugía abierta sin colocación de malla
tomar en cuenta la evolución posoperatoria y el nivel so-
cioeconómico y cultural del país donde se lleve a cabo
La interpretación de los estudios es difícil por la falta de
el estudio. Es por ello que los resultados de los diferen-
criterios para comparar una técnica con todos los tipos
tes estudios no son comparables.
de cirugía abierta. En este caso, la tasa de recurrencia de
Un estudio en Francia mostró que más de 10% de los
la cirugía abierta es mayor que la del abordaje laparos-
pacientes se negaban a dejar el hospital antes del segun-
cópico,13 y la mayoría de los estudios controlados repor-
do día de estancia intrahospitalaria y que después de la
tan menos recurrencias con la técnica de Shouldice
operación 20% de los pacientes prolongaron su estancia
(cuadro 31--4).29,33,39
por razones personales y no médicas.32
No obstante, en los países occidentales la cirugía am-
bulatoria se encuentra en auge, y hay reportes que indi- Tasa de recurrencias en técnicas libres
can un periodo de 14 días en promedio para que el pa- de tensión con colocación de malla
ciente se reintegre a sus actividades laborales.
Hay muchos estudios que incluyen un número impor-
tante de pacientes. Uno de ellos consiste en el análisis
Recurrencia del uso del cono de malla con 2% de tasa de recurrencia
en la primera cirugía y 9% de recurrencia en caso de reo-
peración.26,27 La técnica de Lichtenstein35 parece tener
La recurrencia tras una hernioplastia se debe a múltiples menor tasa de complicaciones que las técnicas con ten-
factores. La recidiva es la complicación más frecuente sión (5 vs. 15%),40 además de una tasa de recurrencia
en la hernioplastia inguinal, aunque la evaluación de la similar a la reportada con la técnica Shouldice (< 1%).29
tasa de recurrencia depende de la calidad del seguimien- No hay estudios controlados en la literatura médica
to posoperatorio y hasta 50% de los pacientes no se dan que comparen estas técnicas con los métodos que cons-
cuenta de una recurrencia. Es importante considerar el tituyen la regla de oro. Existen algunos estudios que re-
hecho de que ningún cirujano puede tener resultados portan las ventajas de estas técnicas.41 Dos estudios
perfectos y siempre habrá una recidiva, sin importar el compararon la técnica de Stoppa con las técnicas lapa-
método empleado. roscópicas, y demostraron que estas últimas disminu-
Los pacientes con hernia bilateral sometidos a plastia yen el dolor, la estancia intrahospitalaria y el tiempo de
con tensión tienen más posibilidades de presentar recu- recuperación, aunque incrementan en gran medida las
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rrencias, sobre todo si se operan ambas en un mismo complicaciones.


tiempo quirúrgico.
No ocurre lo mismo con las hernias operadas con téc-
nicas sin tensión, las cuales sí se recomienda operar en Cuadro 31--5. Tasa de recurrencia
forma bilateral. en técnicas libres de tensión con
Las hernias directas reaparecen con más frecuencia colocación de malla4,26,27,35
que las indirectas, y existe la posibilidad de que una her-
Estudios %
nia catalogada como recurrente sea en realidad una her-
nia que antes pasó inadvertida. Stoppa 1.00
La evaluación de la tasa de recurrencia depende de la Rives 10.00
calidad del seguimiento posoperatorio, tomando en Lichtenstein 0.1 a 0.6
cuenta la inexactitud de los estudios telefónicos y de los Plug 2.00
periodos de tiempo reportados (entre 5 y 10 años).24 Inespecíficas 1.38
274 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

Resultados basados en el tipo de hernia Cuadro 31--6. Tasa de recurrencia


en técnicas laparoscópicas25,45,48
Estudios %
La variabilidad en la tasa de recurrencia relacionada con
el tipo de hernia demuestra la dificultad para homoge- IPOM 6.0%
TAPP 2.0%
neizar los resultados de acuerdo con los pacientes y la
TEP 2.6%
técnica. Entre 7 y 25%33,34 de las hernioplastias corres-
ponden al tratamiento de hernias recurrentes. Es impo-
sible evaluar el tipo de hernia más recurrente. El trata-
miento quirúrgico de la hernia recurrente constituye, seleccionar la más indicada para cada paciente y atender
per se, un factor de recurrencia,44 y los cirujanos deben lo relativo a la curva de aprendizaje y los costos (cua-
estar familiarizados con todas las técnicas, para poder dros 31--5 y 31--6).42,43

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276 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)
Capítulo 32
Complicaciones de la hernioplastia
inguinal por laparoscopia
Jorge Cervantes Castro, Guillermo A. Rojas

INTRODUCCIÓN y de gas en la cavidad abdominal, y la segunda se lleva


a cabo por vía extraperitoneal con el empleo de un balón
disector que, al crear un espacio extraperitoneal, facilita
la identificación de la pared inguinal posterior sin entrar
A finales de 1989 se desató en el mundo quirúrgico la en la cavidad abdominal.
avasalladora revolución de la cirugía laparoscópica de Las complicaciones pueden presentarse en los perio-
vesícula. El auge que alcanzó esta técnica de mínima in- dos transoperatorio y posoperatorio. Entre las primeras
vasión pronto se extendió a otras aplicaciones terapéuti- destacan las ocasionadas por el acceso a la cavidad ab-
cas, incluidas la apendicectomía y la hernioplastia, que dominal con la aguja de Veress o los trocares. La intro-
hizo su aparición con el primer trabajo publicado en ducción ciega de la aguja de Veress para iniciar el neu-
1990. Durante los últimos 20 años se ha practicado la moperitoneo se ha asociado con lesiones viscerales en
corrección de hernia inguinal por laparoscopia en mu- 0.05% de los casos, con lesiones vasculares en 0.03% y
chos lugares, con numerosas publicaciones que resaltan con lesiones vesicales en 0.0058% de los pacientes, por
sus ventajas en la corrección de esta patología tan co- lo que debe destacarse la importancia de seguir todas las
mún, aunque poco se ha escrito sobre sus complicacio- maniobras de seguridad que se recomiendan para intro-
nes. ducir la aguja de Veress (figura 32--1).
El objetivo de este capítulo es analizar las complica- Una vez instalado el neumoperitoneo se introducen
ciones que ocurren como resultado de la aplicación de los trocares, que a su vez pueden ocasionar lesiones de
las técnicas laparoscópicas en el tratamiento de la hernia
inguinal, que constituye una de las intervenciones más
frecuentes en la práctica del cirujano general. Las com-
plicaciones analizadas se ilustran con imágenes obser-
vadas en la práctica cotidiana.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

COMPLICACIONES

Para la cirugía laparoscópica de la hernia inguinal se uti-


lizan dos técnicas: la transabdominal preperitoneal
(TAPP) y la totalmente extraperitoneal (TEP). La dife-
rencia entre ambas es que la primera utiliza el neumope- Figura 32--1. Mecanismo de introducción de la aguja de
ritoneo a través de la introducción de la aguja de Veress Veress.

277
278 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 32)

Figura 32--2. Mecanismo de lesión de los vasos de la pared Figura 32--4. Arteria iliaca interna dañada en sus caras an-
abdominal con los trocares. terior y posterior por un trocar de 10 mm.

los vasos de la pared abdominal (figura 32--2), del intes- Además de las lesiones producidas por la aguja de
tino delgado, del intestino grueso, de la vejiga y de los Veress o por los trocares, se han reportado numerosos
grandes vasos retroperitoneales, como la aorta, la vena casos de lesiones por daño térmico como consecuencia
cava y los vasos iliacos. La frecuencia de lesiones de los del uso de instrumentos que aplican corriente monopo-
vasos epigástricos es de 0.5% y la de los vasos retroperi- lar o bipolar, aunque con este último tipo de corriente
toneales es de 0.03% (figuras 32--3 a 32--5). eléctrica el daño es menor. El riesgo de estas lesiones es
Los trocares han producido lesiones severas en los grande, porque la mayoría de las veces el daño ocasio-
grandes vasos retroperitoneales y en los vasos pélvicos, nado por la corriente eléctrica en la pared intestinal no
en el llamado triángulo de la muerte (triángulo de doom) se reconoce durante el acto quirúrgico y con frecuencia
(figura 32--6), el cual debe ser reconocido por todo ciru- se manifiesta días más tarde con serias repercusiones,
jano que lleve a cabo este tipo de cirugía. como perforación con la consiguiente peritonitis o da-
Las lesiones vesicales han sido menos frecuentes y ños por fibrosis y estenosis de estructuras (figura 32--8).
muestran una tasa de 0.0058% de los casos reportados Se han presentado también lesiones nerviosas y vas-
en la literatura médica (figura 32--7). Las lesiones ner- culares debidas a la aplicación de grapas o suturas em-
viosas debidas al uso de trocares o de la aguja de Veress pleadas para fijar las mallas en su lugar. Una complica-
son aún más raras.

Figura 32--5. Reconstrucción de la arteria iliaca dañada, con


Figura 32--3. Mecanismo de lesión de los vasos retroperito- resección de un segmento y reconstrucción con un injerto de
neales durante una hernioplastia laparoscópica. PTFE.
Complicaciones de la hernioplastia inguinal por laparoscopia 279

Triángulo de la muerte

Anillo inguinal
profundo

Borde
medial Borde lateral
vasos gonadales

Arteria
iliaca

Vena
iliaca

Borde posterior Figura 32--8. Mecanismo de la lesión térmica del intestino


durante una cirugía laparoscópica.
Figura 32--6. El triángulo de la muerte, con las estructuras
vasculares más importantes de la parte interna de la pelvis.
triángulo del dolor (figura 32--10), para que el cirujano
conozca la localización de los nervios de la región y evi-
ción insólita, observada por los autores de este capítulo,
te la colocación de grapas o suturas que pudieran lesio-
fue la embolización de la arteria pulmonar por una grapa
narlos y causar dolor inguinal crónico, también conoci-
para fijar la malla en una reoperación laparoscópica de
do como inguinodinia.
hernia inguinal (figura 32--9).
Las lesiones secundarias al empleo de las mallas casi
Cuando se enseñan las técnicas de hernioplastia por
siempre se presentan durante el periodo posoperatorio
laparoscopia se hace mención de la importancia del
y, aunque son poco frecuentes, casi siempre requieren
una intervención quirúrgica para retirarlas. Se ha repor-
tado migración de la malla, erosión de la malla al intesti-
no o la vejiga (figuras 32--11 y 32--12), y casos de obs-
trucción intestinal por la malla adherida al intestino o
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Figura 32--7. Escape de medio de contraste de la vejiga


debido a una lesión por trocar durante una cirugía de hernia Figura 32--9. Radiografía de tórax que muestra una grapa
(flecha). en la arteria pulmonar izquierda.
280 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 32)

Triángulo del dolor


Vasos circunflejos

Nervio femoral
cutáneo

Rama femoral del


nervio genitofemoral
Figura 32--12. Malla que está erosionando el colon sigmoi-
Borde superomedial
vasos gonadales Nervio femoral des.

Figura 32--10. Dibujo del triángulo del dolor.


sido reportada en todo tipo de operaciones por laparos-
copia, como resultado de obviar el cierre de los orificios
de los trocares, lo cual ha favorecido el atrapamiento de
por el intestino atrapado entre la malla y la pared abdo- asas de intestino en dichos orificios, con oclusión me-
minal (figura 32--13). En relación con las complicacio- diante el mecanismo de la hernia de Richter (figuras
nes tardías, las más frecuentes son, sin duda, la recu- 32--15 a 32--19).
rrencia de la hernia y la aparición de hernias en los
orificios de los trocares (figura 32--14).
La frecuencia de las recurrencias tiene cifras varia- DISCUSIÓN
bles en la literatura, pero todos los autores coinciden en
que la recurrencia es mucho mayor en la cirugía laparos-
cópica que en la tradicional.
La aparición de hernias en los orificios de los trocares Sin duda, la hernioplastia inguinal por laparoscopia re-
no es exclusiva de la cirugía de la hernia, sino que ha volucionó el campo de la cirugía tradicional, que durante

Figura 32--11. Radiografía de colon que revela una fístula colovesical como resultado de erosión de la malla al sigmoides.
Complicaciones de la hernioplastia inguinal por laparoscopia 281

Pared abdominal

Intestino
dilatado

Intestino
atrapado
entre malla
y pared
Figura 32--13. Espécimen resecado durante la reoperación
que muestra el sigmoides firmemente adherido a la malla y
a la vejiga urinaria.

Intestino
más de 120 años, desde que Bassini inició la era moder- colapsado
na de la cirugía para el tratamiento de la hernia inguinal,
se había practicado en todo el mundo con una variedad
de técnicas abiertas; sin embargo, la modificación radi-
cal del abordaje propició la aparición de complicacio- Malla utilizada para la hernioplastia
nes nunca antes vistas en la corrección quirúrgica de Figura 32--15. Obstrucción intestinal ocasionada por un asa
esta patología tan común en la práctica del cirujano ge- de intestino atrapada entre la malla y la pared abdominal.
neral.
Es un hecho que las causas de las complicaciones se
deben a que las técnicas laparoscópicas requieren una
mayor destreza y capacidad del cirujano para visualizar
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 32--14. Radiografía de abdomen; se puede observar Figura 32--16. Placa de abdomen que muestra dilatación de
la dilatación de las asas del intestino delgado y los múltiples las asas del intestino delgado con múltiples niveles hidroaé-
niveles hidroaéreos, típicos de obstrucción intestinal, cuatro reos en un paciente operado de hernia inguinal por laparos-
días después de una hernioplastia laparoscópica. copia.
282 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 32)

Figura 32--19. Mecanismo de obstrucción, tipo hernia de


Richter, al producirse herniación del asa intestinal en el orifi-
Figura 32--17. Procedimiento laparoscópico con el asa del cio de un trocar de 10 mm.
intestino atrapada en el orificio del trocar.

y entender la anatomía de la región inguinal desde den-


tro, en lugar de hacerlo por vía anterior, como siempre Nadie discute que la cirugía de mínimo acceso ofrece
se había acostumbrado. Además de la dificultad para indudables ventajas para el paciente, como se ha demos-
entender la anatomía desde otro punto de vista, la ense- trado en numerosos estudios de medicina basada en evi-
ñanza de la técnica es difícil y se ha demostrado que para dencias, que incluyen la disminución de dolor posope-
evitar las complicaciones antes descritas se requiere una ratorio, una rápida recuperación, un regreso más rápido
curva de aprendizaje muy grande. En los centros de ex- al trabajo y una menor dimensión de las incisiones; sin
celencia los expertos han indicado que son necesarios embargo, todos los estudios de medicina basada en evi-
entre 80 y 250 casos con tutoría para convertirse en ex- dencias han demostrado que con la cirugía laparoscó-
pertos y lograr resultados comparables o aún mejores pica de la hernia inguinal hay más complicaciones vis-
que con la cirugía tradicional. cerales y vasculares que pueden poner en peligro la
vida, así como un mayor índice de recurrencias y un cos-
to mucho más elevado.
En conclusión, puede decirse que la hernioplastia por
laparoscopia ejecutada por cirujanos con una gran expe-
riencia en cirugía laparoscópica avanzada y con domi-
nio de una larga curva de aprendizaje es una buena op-
ción, especialmente en casos de hernias bilaterales o
recurrentes, pero para el cirujano general típico, que no
tiene las destrezas de la cirugía laparoscópica avanzada
ni ha dominado la pronunciada curva de aprendizaje, la
mejor opción es la cirugía tradicional en sus distintas
variedades de procedimientos, ya sea con tensión o sin
tensión. Éste es el tratamiento que debe ofrecerle el mé-
dico al paciente con hernia inguinal, ya que puede efec-
tuarla el cirujano general en cualquier quirófano, con
los instrumentos habituales, bajo anestesia regional o
Figura 32--18. Tomografía computarizada de abdomen con local, a un costo reducido, con un bajo índice de compli-
el asa del intestino atrapada en la pared abdominal de la fosa caciones y, sobre todo, con resultados comprobados a
iliaca izquierda (flecha). muy largo plazo.
Complicaciones de la hernioplastia inguinal por laparoscopia 283

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366.
Capítulo 33
Hernias inguinales recurrentes
o recidivantes
Juan Carlos Mayagoitia González, Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN provenir del piso y se considera como hernia directa, re-


presenta una recidiva, pues el objetivo al hacer la pri-
mera cirugía era ocluir el defecto herniario y reforzar los
potenciales sitios de aparición de otras hernias. Tam-
Una hernia recurre o recidiva cuando aparece una nueva bién se habla de recidiva de hernia incisional cuando
protuberancia herniaria en el mismo lugar donde ya se aparece un nuevo defecto a lo largo de la incisión previa
operó una hernia. Existen diferentes sinónimos para de- aunque no sea en el mismo sitio donde se encontraba la
nominar las recidivas de acuerdo con el país o región, hernia anterior. En ambos casos, inguinales e incisiona-
tales como hernias repetidas, recurrentes, recidivantes, les, debe entenderse que se fracasó en el intento por re-
reiteradas, reproducidas, secundarias o replicadas, pero solver definitivamente la posibilidad de una nueva her-
siempre se refieren al mismo problema: la reaparición nia en la totalidad de la región que se operó.
de una hernia que ya había sido operada.1,2 El problema de la recidiva sigue constituyendo el
Existe ahora una corriente “purista” descrita por al- punto álgido y de referencia para decidir si una técnica
gunos autores encabezados por Cisneros,2 que conside- determinada es útil o no lo es. Con el advenimiento de
ra que una hernia inguinal sólo debe denominarse como las técnicas sin tensión las recidivas tienden a disminuir
recidivante cuando aparezca en el mismo sitio anatómi- en forma drástica a cifras tan bajas (de 0.1 a 0.6%) que
co donde se encontraba anteriormente; es decir, si se tra- parece imposible reducirlas aún más. Por lo tanto, en la
taba de una hernia indirecta, el saco de la nueva hernia actualidad se les da más importancia a otras complica-
también tiene que ser indirecto para considerarlo como ciones posoperatorias, como el dolor posoperatorio cró-
una hernia que recurre. Por el contrario, si fue una her- nico, la disminución de la distensibilidad abdominal y
nia indirecta la inicial que salió por el anillo inguinal in- los probables efectos carcinogénicos y de alteración en
terno y ahora es una directa que protruye por el piso in- la fertilidad por inflamación crónica del deferente, las
guinal, en términos meramente semánticos no debe cuales se relacionan con el uso de mallas en la realiza-
ción de las hernioplastias.3 La verdad es que, pese a to-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

considerarse como recidiva, sino como hernia de nueva


aparición en una zona operada. Asimismo, dichos auto- dos los avances en las técnicas de reparación, aún no se
res mencionan que en las hernias incisionales la apari- encuentra la plastia ideal, o sea la que ofrezca una solu-
ción de un defecto herniario en un sitio diferente de la ción definitiva de 0% de posibilidades de recidiva.
incisión no debería denominarse como recidiva, sino
como hernia de nueva aparición. Sin embargo, y en tér-
minos prácticos, se habla de recidiva de hernia inguinal
FACTORES QUE INTERVIENEN
cuando aparece de nuevo un defecto herniario en la mis- EN LAS RECIDIVAS
ma ingle operada —independientemente del tipo de
hernia original—, lo cual quiere decir que si el paciente
presentaba un defecto indirecto y ahora el saco parece Las hernioplastias inguinales, cuando se utilizan técni-

285
286 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

cas con tensión, tienen un índice mundial promedio de S Defectos en el metabolismo de la colágena.
recidiva de 15 a 20%. Deysine4,5 ha publicado variacio- S Alteraciones en la calidad de los tejidos.
nes en los resultados obtenidos en series reportadas por S Enfermedades asociadas.
cirujanos generales con práctica diversa de procedi- S Factores locales.
mientos quirúrgicos (cirujanos que operan vías biliares, S Errores en la técnica quirúrgica.
colon, cuello, etc.), los cuales alcanzan los promedios S Experiencia del cirujano.
antes referidos, y por cirujanos que sólo se dedican a tra-
tar y operar a pacientes con hernias de la pared abdomi-
nal (herniólogos) y que reportan frecuencias de recidi- Excesiva tensión en la línea de sutura
vas de tan sólo 1 a 2%.
Los índices de recidivas que se obtienen al utilizar Al utilizar técnicas plásticas con refuerzo del piso ingui-
técnicas sin tensión, ya sea abiertas o laparoscópicas, en nal con tejidos propios, como en los métodos de McVay,
distintas series van de 0.1 a 1% cuando son realizadas Bassini, Shouldice, etc., en los que se suturan entre sí es-
por cirujanos considerados expertos en hernias y de 0.6 tructuras musculotendinosas de diferentes planos con el
a 3% cuando las realiza un cirujano que practica diver- objeto de obliterar y reforzar la zona del piso inguinal,
sos procedimientos. Esto confirma que, a pesar de que se produce una excesiva tensión en la línea de sutura al
la experiencia del cirujano sigue siendo un factor im- utilizar estructuras dinámicas, las cuales tienden a re-
portante en la reducción de las recurrencias, las técnicas gresar a su posición anatómica habitual al intentar reali-
sin tensión bien aplicadas ofrecen resultados casi simi- zar su función normal de contracción. Lo mismo sucede
lares a las de los herniólogos. cuando se intenta reparar un defecto herniario ventral o
De los pacientes que tendrán una recidiva de hernia incisional con el uso de suturas para aproximar los bor-
inguinal con técnicas tensionadas, en 80% de ellos ocu- des. El resultado de este exceso de tensión se aprecia
rrirá en los primeros cinco años, y hasta 20% de los pa- desde el momento en que se anudan los puntos de la
cientes la tendrán después de 15 años de la intervención plastia, al notar que existe dificultad en la aproximación
original,1 lo cual da lugar a que algunos piensen que las de las estructuras suturadas; incluso en ocasiones pue-
hernioplastias tienen una vida media de efectividad de den apreciarse desgarros pequeños o moderados en las
15 a 20 años, aunque no existen pruebas contundentes zonas musculoaponeuróticas en el momento de anudar
de que esto sea así. las suturas. Esta tensión produce de inmediato hipoxia
Con las técnicas sin tensión las recidivas ocurrirán en en los tejidos tomados con las suturas, con la subsi-
64% de los casos durante el primer año, 29% en el se- guiente necrosis. Se considera que la recidiva de las her-
gundo y 7% entre el tercero y el quinto años.1,6 nias reparadas de esta forma se gesta desde el momento
En 2007 Robert Bendavid sorprendió a la comunidad en que el paciente inicia la movilización desde la mesa
de herniólogos de la Sociedad Americana de Hernia al de operaciones a la camilla o se incorpora para deambu-
presentar los resultados obtenidos en diferentes series a lar, puesto que se produce el desgarro de los tejidos
nivel mundial sin incluir a expertos o herniólogos y de- aproximados y no tanto la ruptura de los puntos (lo cual
mostrar que, a pesar de todos los avances en la herniolo- en la actualidad es poco probable debido a la gran resis-
gía, las técnicas quirúrgicas, los materiales protésicos y tencia de las nuevas suturas). Las incisiones de “relaja-
los materiales de fijación, el índice de recurrencia de ción” no sólo no eliminan por completo dicha tensión,
hernia inguinal es de 14 a 17%, lo cual le indica que los sino que pueden originar la aparición de hernias a través
pacientes no han mejorado sus expectativas de curación de ellas al crear un defecto aponeurótico iatrogénico.
cuando son manejados en centros no especializados en Un efecto secundario de las plastias inguinales con
el tratamiento de hernia. tensión que utilizan el ligamento inguinal como ele-
mento de refuerzo del piso inguinal (como en las plas-
tias de Bassini y Shouldice) es la tracción medial de
Mecanismos que influyen en la recidiva dicho ligamento, que ocasiona la elongación del liga-
mento lacunar o de Gimbernat con el consecuente
Los factores que intervienen en la recidiva de una hernia agrandamiento de las dimensiones del anillo femoral;
pueden resumirse de la siguiente manera: esto condiciona que se pueda desarrollar una hernia fe-
moral, que si bien no debería considerarse como recidi-
S Excesiva tensión en la línea de sutura. va por no originarse en el piso inguinal donde se encon-
S Elevaciones repetidas o continuas de la presión in- traba el defecto primario, sí lo es en términos prácticos
traabdominal. porque aparece en la misma región inguinal operada y
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 287

es consecuencia de la intervención original. Es difícil Cuando el individuo está de pie la presión oscila entre
establecer, cuando se está ante una hernia femoral de 11 y 12 cmH2O y ante esfuerzos como toser, vomitar o
nueva creación posterior a una plastia por un defecto di- cargar objetos pesados aumenta hasta 80 cmH2O, aun-
recto o indirecto, si se trata de una hernia secundaria a que esto ocurre en forma súbita y momentánea. Esta
una tracción excesiva del ligamento inguinal o si se trata presión se aplica sobre toda la superficie de la muscula-
de una hernia femoral simultánea a la hernia directa o tura de la pared abdominal y tiende a crear tensión sobre
indirecta pasada por alto en la primera intervención la línea de sutura cuando se lleva a cabo la plastia con
(esto ocurre sólo en 0.08% de los casos, aunque algunos tensión o sobre las zonas donde se dieron los puntos de
autores reportan una frecuencia de hasta 11%).8 fijación de la malla en las plastias libres de tensión. El
En teoría, las técnicas libres de tensión no originan simple hecho de ponerse de pie después de haber sido
tanta tensión al utilizar material protésico para ocluir el operado eleva la presión abdominal y origina tensión en
anillo herniario y obviar el cierre de dicho defecto, pero la zona operada. El resultado de mantener presiones in-
pueden crear tensión mediante tres efectos: traabdominales elevadas en el posoperatorio de una her-
nioplastia —como en los pacientes que presentan dis-
1. A pesar de no ejercer tracción, los puntos de fija- tensión abdominal por íleo posoperatorio, vómitos
ción de las mallas son colocados en estructuras frecuentes, tos crónica, retención urinaria, prostatismo,
musculares dinámicas que al contraerse crean ten- constipación, o que realizan actividad física o laboral
sión por tracción, ya que las mallas tienen una intensa en el periodo temprano de recuperación— ten-
elasticidad mínima y limitada. derá en gran medida a favorecer la aparición de una reci-
2. Errores técnicos al tratar de dejar la malla total- diva herniaria.
mente “estirada” o plana, lo cual siempre crea ten-
sión en los puntos de fijación. La malla debe tener Defectos en el metabolismo de la colágena
siempre una laxitud a manera de domo o cúpula
sobre la estructura que cubre para compensar el Los defectos en el metabolismo de la colágena, ya sea
aumento de presión abdominal al adoptar el pa- congénitos, adquiridos, por deficiencia en su produc-
ciente la posición en bipedestación. ción o aceleración en su degradación, son bien conoci-
3. El encogimiento pasivo de algunas mallas, como dos en su génesis y en sus consecuencias en diferentes
las de polipropileno, llega a ser de hasta 30% al patologías. Sin embargo, apenas hasta hace un par de
término de los primeros cinco años, y ejerce trac- décadas se entendió el papel tan importante que desem-
ción en los tejidos a los que fueron fijadas, creando peña la colágena en la etiología de las hernias y en la
tensión en forma tardía. producción de recidivas en determinados individuos.
Desde el punto de vista quirúrgico, es necesario saber
Al igual que en las plastias con tensión que utilizan el que la colágena es la encargada de proveer la firmeza,
ligamento inguinal, las técnicas sin tensión que utilizan la resistencia y la elasticidad de todos los tejidos del or-
el ligamento inguinal como área de fijación (técnica de ganismo. Además, en el proceso de cicatrización poste-
Lichtenstein, Cisneros, etc.) tienden a favorecer la apa- rior a cualquier herida producida, traumática o quirúrgi-
rición de una hernia femoral, aunque con mucha menor ca, representa el sustrato mediante el cual los tejidos
frecuencia, porque es mínima la tracción mediante los volverán a unirse con la fuerza suficiente para evitar su
mecanismos mencionados. disrupción espontánea.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hay dos patologías con el porcentaje más alto en la


frecuencia de hernias incisionales después de las ciru-
Elevaciones repetidas o continuas gías abdominales que merecen una mención especial: el
de la presión intraabdominal aneurisma disecante de la aorta, donde el porcentaje es
de hasta 31%,9 y la enfermedad poliquística renal de
La presión intraabdominal se encuentra en constante tipo autosómico recesivo con 24%.10 Se ha documenta-
variación de acuerdo con la posición y la actividad que do una mayor frecuencia de hernias umbilicales e ingui-
desarrolle un individuo, y se puede medir por medios di- nales espontáneas en estos dos padecimientos.
rectos o indirectos. Parviz Amid estableció los rangos de Entre las deficiencias de colágena adquiridas están
esta presión de acuerdo con tres situaciones habituales. las causadas por disminución en la síntesis y las que ace-
leran la degradación de esta sustancia. Un ejemplo de la
Presión en decúbito primera se observa en los pacientes ancianos; cuanta
La presión en decúbito se encuentra entre 0 y 8 cmH2O. más edad se tenga, menor será la capacidad de sintetizar
288 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

colágena, lo que originará debilidad de la fascia trans- Factores locales


versalis y de los músculos en general, por lo que es más
frecuente la aparición de hernias inguinales directas. Entre los factores locales que aumentan la frecuencia de
El tabaquismo es el mejor ejemplo de la degradación recidivas está la presencia de una infección en la repara-
acelerada de colágena por inhibición en la producción ción primaria. Dependiendo de la gravedad de la infec-
de antiproteasas y un desequilibrio del sistema protea- ción, la colagenólisis originada por las bacterias causará
sa--antiproteasa. La gente que fuma tiende a tener con una destrucción en las capas musculoaponeuróticas que
mayor frecuencia hernias inguinales, umbilicales e inci- facilitará el desarrollo de una recidiva entre los defectos
sionales. tisulares residuales, tanto en la ingle como en una inci-
Durante muchos años se trató inútilmente de encon- sión previa.13 También constituye un factor predispo-
trar la causa de las recidivas tempranas en los pacientes nente todo lo que tiende a disminuir la circulación san-
sin colagenosis congénitas conocidas, menores de 60 guínea a nivel local, como las suturas muy apretadas
años de edad y sin el hábito del tabaquismo. Gracias a con una gran cantidad de tejido entre ellas, la disección
los estudios de biopsias musculares y de fascia transver- excesiva con desvascularización de músculo, la apo-
salis de estos pacientes ahora se sabe que tenían una dis- neurosis y el tejido celular subcutáneo. El abuso en el
minución en la cantidad de colágena o en la relación de uso del cauterio con áreas muy grandes de quemadura
colágena I:III. ocasiona detritus y áreas carbonizadas, y constituye un
factor local que favorece la aparición de recidivas.
Alteraciones en la calidad de los tejidos
Errores en la técnica quirúrgica
Se sabe bien que las pacientes con antecedentes quirúr-
La falta de conocimiento de la anatomía y la técnica qui-
gicos de cesárea tienen un mayor riesgo de padecer her-
rúrgica en la reparación de una hernia o en el cierre de
nias incisionales. Esto se debe, entre otros factores, a
una laparotomía conduce invariablemente a una recidi-
que los ginecoobstetras reparan tejidos distendidos en
va aunque se utilice material protésico. La elección ina-
exceso y muy adelgazados al efectuar el cierre de la pa-
decuada del material de sutura y del tipo de puntos incide
red abdominal durante una cesárea.
en la aparición de recidivas inguinales o en la aparición
Este factor, aunado a los errores de técnica y elección
de una hernia incisional. Siempre se recomienda utilizar
equivocada del material de sutura adecuado, trae consi-
material de lenta absorción o no absorbible, que de pre-
go la aparición de defectos herniarios incisionales pos-
ferencia sea monofilamento y no multifilamento, debi-
teriores.
do a que los primeros tienen resistencia a las infecciones
Otra causa de la alteración en la calidad y las caracte-
y los segundos tienen intersticios que anidan bacterias
rísticas de un tejido la constituye la reoperación una o
difíciles de atacar por los macrófagos.12
más veces a través de la misma incisión. Con cada ciru-
gía los tejidos son más una cicatriz fibrótica que una es-
tructura aponeurótica bien definida. Experiencia del cirujano
La posibilidad de una hernia recidivante es mayor en
función del número de intervenciones que se hagan so- Gracias a las pruebas de las series publicadas se sabe
bre la misma herida. que al comparar las plastias inguinales e incisionales
con las técnicas tensionantes llevadas a cabo por ciruja-
nos dedicados exclusivamente al manejo de problemas
Enfermedades relacionadas herniarios y por los que tienen una práctica en cirugía
general variada, los resultados favorecen a los que sólo
Entre las enfermedades que pueden favorecer la apari- operan hernias, ya que las recidivas en hernia inguinal
ción de una recidiva herniaria se encuentran las cirugías son de 1% con los expertos y de 15 a 20% con los que
urgentes, la anemia en el momento de la operación, la no lo son.4,5
hipoproteinemia, la desnutrición, la ictericia, la insufi- La brecha parece disminuir al comparar los resulta-
ciencia renal crónica, la enfermedad pulmonar obstruc- dos de plastias sin tensión entre uno y otro grupo. Sin
tiva crónica, la diabetes mellitus, los síndromes neoplá- embargo, no hay estudios que comparen dichos resulta-
sicos, el SIDA y la obesidad.11,12 Los pacientes que dos con el análisis de hernias complejas. Quizá sea aquí
reciben corticoterapia, radiaciones, inmunosupresión o donde el hecho de ser un operador habitual de hernias
quimioterapia también son proclives a desarrollar her- desempeñe un papel importante para obtener mejores
nias con mayor facilidad. resultados.
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 289

Es indudable que el hecho de efectuar rutinariamente Es fácil entender que el anillo interno, el piso de la ingle
cirugías de hernia hará que la habilidad para resolver y el orificio femoral sean los sitios por donde se originan
una hernia simple o compleja se incremente y que se ob- los sacos herniarios (directos, indirectos y femorales)
tengan mejores resultados en cuanto a complicaciones de las hernias que recurrirán, aunque no necesariamente
y recidivas se refiere. se exteriorizarán siempre por el mismo sitio que la her-
nia primaria. Lo importante es saber que, independien-
temente del sitio por donde resurjan, el lugar por donde
ZONAS VULNERABLES se manifestará clínicamente el saco es muy variable. El
motivo de esto es la alteración de la anatomía por la
DE LA REGIÓN INGUINAL
aproximación de tejidos sobre el piso inguinal en las
plastias con tensión o por la colocación de mallas, las
cuales se endurecen sobre el piso inguinal en las plastias
Se denominan zonas vulnerables los sitios de riesgo es- libres de tensión. En ambos casos el saco que provenga
pecíficos donde puede desarrollarse o exteriorizarse un del anillo inguinal interno, del orificio femoral o del
nuevo saco herniario en una ingle ya operada de hernio- piso de la ingle tenderá a buscar un sitio de debilidad
plastia. Sin importar que la cirugía anterior haya sido para exteriorizarse. Durante la fase inicial de la evolu-
con tensión o sin tensión, los puntos de riesgo o zonas ción del nuevo saco, éste permanecerá durante un tiem-
vulnerables son (figura 33--1): po variable debajo de la plastia (cuando se utilizan teji-
dos propios) o de la malla (cuando se utiliza técnica sin
1. Sitios por donde se origina la recidiva: tensión), y poco a poco migrará hacia alguna de las zo-
S Piso inguinal. nas vulnerables para producir una disrupción de la zona
S Anillo inguinal interno. y finalmente manifestarse.
S Orificio femoral. La zona más factible de manifestación del saco her-
2. Sitios por donde se exterioriza el saco herniario: niario (casi 60% de las veces) es sobre el tubérculo púbi-
S Orificio femoral. co, en el espacio donde se une al ligamento inguinal en
S Tubérculo púbico. sentido lateral y la unión del arco del transverso con el
S Emergencia del cordón espermático. pubis. Este pequeño espacio usualmente no se cubre
S Ligamento inguinal. adecuadamente en las plastias con tensión, sea que se
S Triángulo lateral. fije el área conjunta al ligamento de Cooper o al liga-
mento inguinal. También en las plastias libres de ten-
sión es en esta zona donde se manifiestan los sacos recu-
rrentes, independientemente de la técnica utilizada. La
siguiente zona vulnerable es el anillo inguinal profun-
5 2
do, sitio por donde emerge el cordón espermático, que
es una estructura musculoaponeurótica en las plastias
con tensión, o el “neoanillo” de malla en las plastias li-
A bres de tensión. En el primer caso hay que recordar que
se une el tendón conjunto al ligamento inguinal o al liga-
mento de Cooper dejando un espacio para que pase el
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4 cordón espermático, sin llegar a estrangularlo. Cuando


3 la holgura de este cierre es ligeramente mayor de la ne-
cesaria el saco proveniente del anillo interno o del piso
B inguinal en una hernia directa se exteriorizará por dicho
1
defecto. Cuando en las plastias con aplicación de malla,
abiertas o laparoscópicas, se hacen un corte y un orificio
circular para que pase el cordón, los sacos tienden a pro-
Figura 33--1. Zonas vulnerables de la ingle por donde emer- truir por dicho orificio, llamado defecto en agujero de
gen las hernias recurrentes: piso inguinal (A), piso inguinal cerradura (key--hole).
y orificio femoral (B). Zonas por donde pueden manifestarse El ligamento inguinal es un elemento a través del
los sacos herniarios recidivantes: tubérculo púbico (1),
emergencia del cordón espermático (2), ligamento inguinal
cual puede exteriorizarse un saco herniario recidivante,
(3), arco del transverso y tendón conjunto (4), y triángulo independientemente de su origen, ya que en las técnicas
lateral (5). que utilizan este ligamento como anclaje para la plastia
290 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

TL
TM

TF

A B
Figura 33--2. A. Se aprecia la posición del orificio miopectíneo (orificio de Fruchaud) en una región inguinal derecha. B. Se apre-
cian los trazos para la formación de los triángulos de la ingle. TF: triángulo femoral; TM: triángulo medial; TL: triángulo lateral.

(tendón conjunto a ligamento inguinal o de Cooper) los ABORDAJE DE LAS RECIDIVAS


puntos aplicados siempre son simples o interrumpidos, INGUINALES
lo cual ocasiona que cuando se colocan a mayor distan-
cia de la ideal se origine un espacio virtual no cubierto
y emerja el saco herniario.
Dicho ligamento puede desgarrarse por lesión en el Ante un paciente con una recidiva de hernia inguinal de-
momento de la disección del piso inguinal o por una ten- ben investigarse las posibles causas que intervinieron
sión excesiva. para el fracaso de la anterior cirugía. Es necesario saber
El triángulo lateral (triángulo de Hessert) es un área cuántas cirugías ha tenido dicha hernia, el tiempo que
que según Gilbert15 y Abdalla16 se ha menospreciado, tardó en reaparecer, el cirujano que la operó, el abordaje
porque no se ha tomado en cuenta para reforzarlo en las que se empleó (abierto o laparoscópico), las técnicas
plastias con tensión o libres de tensión. Este triángulo que se utilizaron (tensionantes o libres de tensión), el
es el más superior y lateral de la ingle, y está delimitado tipo de malla colocado, el antecedente de infección en
en la parte inferior por los vasos epigástricos y en la par- las cirugías previas, etc. Asimismo, hay que analizar las
te superior por el ligamento inguinal en sentido lateral patologías o estados agregados que puedan tener rela-
y una línea que va de la intersección de los epigástricos ción con el fracaso de la cirugía previa. Todo esto ser-
con el borde externo del recto a la mitad del ligamento virá para tratar de entender el mecanismo de la recidiva
inguinal. y tomar precauciones para evitar los mismos errores en
Cuando se hace una plastia con tejidos los puntos del el nuevo procedimiento que se le va a ofrecer al paciente.
tendón conjunto al ligamento de Cooper o ligamento A diferencia del paciente que presenta una hernia in-
inguinal sólo llegan a nivel del anillo interno; asimismo, guinal primaria, las hernias recidivantes ocasionan más
en las plastias libres de tensión la malla nunca se ex- molestias. El anillo o defecto herniario en las hernias
tiende lo suficiente para proteger esta zona. Por lo gene- primarias casi siempre es blando y distensible, y tiende
ral en esta área se exteriorizan hernias recurrentes que a crecer paulatinamente.
tienen que viajar una distancia más larga desde su sitio En las recidivas el defecto herniario es fibrótico,
de origen y son conocidas como hernias intersticiales duro, poco distensible y crece a menor velocidad que en
(figura 33--2). las hernias primarias. Lo anterior hace que el intestino
Finalmente, se sabe que el orificio femoral es un sitio o epiplón que protruye por el defecto lo haga con difi-
potencial para que aparezca una hernia en una ingle ya cultad y ocasione una sensación de molestia abdominal,
operada, cuando antes se llevó a cabo una plastia con el al mismo tiempo que tiende a quedar incarcerado con
ligamento inguinal como anclaje de la malla o del ten- facilidad, o bien su reducción manual es laboriosa y do-
dón conjunto, lo cual agranda las dimensiones de este lorosa. El continuo roce de las asas y del epiplón con
orificio y aumenta las posibilidades de que aparezca una este anillo fibroso ocasiona mayor inflamación de estas
hernia femoral. estructuras que en las hernias primarias, originando
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 291

adherencias mayores al saco herniario y al propio defec- una plastia por vía anterior.17,18 No obstante, existen al-
to herniario. gunos problemas para poder cumplir este postulado.
El paciente que se presenta en el consultorio con una No todos los cirujanos dominan por igual las técnicas
recidiva herniaria rara vez lo hace en fases tempranas, abiertas anteriores, abiertas preperitoneales y laparos-
ya que deja pasar meses o años antes de buscar un nuevo cópicas. Los cirujanos prefieren realizar la segunda
manejo quirúrgico. Jamás se recomienda reoperar una plastia, y en ocasiones la tercera, por la vía de acceso
recidiva en forma temprana, puesto que el proceso com- que más dominen y con la que se sientan seguros, con
pleto de cicatrización de las heridas es de aproximada- lo cual se acepta intentar una segunda y hasta una terce-
mente 180 días (6 meses) y lo ideal es operar de nuevo ra operación por la misma vía de acceso cuando se tiene
hasta después de 6 a 12 meses de la cirugía anterior, para experiencia con ella. La vía abierta anterior es la que
que ya estén consolidadas todas las fases cicatrizales, más se realiza. Pocos cirujanos dominan la vía abierta
que van de la inflamatoria a la remodelación. Si se pre- preperitoneal tipo Nyhus o Stoppa, pero representa la
sentó un cuadro infeccioso en la cirugía anterior se reco- mejor opción cuando no se domina ninguna técnica la-
mienda esperar el mismo periodo siempre y cuando no paroscópica. Raras veces se podrá hacer una segunda o
existan abscesos o granulomas infectados crónicos, una tercera intervención por vía abierta preperitoneal si
reacción al material de sutura o sinus infectados de teji- la primera fue de este tipo, pues la fibrosis dificultará la
do celular subcutáneo hacia la piel, ya que esto obligaría disección de este espacio en un segundo intento. Lo
a solucionar en forma definitiva el proceso infeccioso mismo puede decirse cuando la primera cirugía fue
o granulomatoso para no correr el riesgo de una nueva abierta anterior pero se utilizó un dispositivo de malla
infección en la siguiente cirugía. con componente preperitoneal, como en el caso de una
plastia con cono, ProleneR Hernia System (PHS), Tra-
bucco o Rives inguinal. La malla origina una intensa fi-
Tipo de plastia brosis que dificultará la disección del espacio preperito-
neal donde se colocó.
Si la primera cirugía fue laparoscopia transabdomi-
Hoy en día no hay duda de que se debe utilizar una técni- nal preperitoneal (TAPP) o total extraperitoneal (TEP),
ca libre de tensión en las plastias primarias en todos los debe recordarse que en ambas se invade el espacio pre-
pacientes con hernia, independientemente de su tipo y peritoneal y se coloca una malla que ocasiona una fibro-
su tamaño.14 Con mayor razón debe utilizarse ante una sis importante. Querer entrar en el mismo espacio por
recidiva, sobre todo si no se encuentran factores agrega- vía laparoscópica es sumamente laborioso y requiere
dos o técnicos que expliquen la falla de la cirugía previa. una habilidad extrema. En general, el cirujano que hace
Es necesario suponer en estos casos que el paciente ten- accesos laparoscópicos tiende a operar la recidiva en
ga una alteración de la colágena y los tejidos no sean ap- una segunda ocasión por la misma vía. El acceso por
tos para tolerar una nueva plastia con tensión, como lo TAPP se prefiere en el caso de una segunda o una tercera
subraya Parviz Amid: “En la actualidad hay suficiente cirugía, ya que se tiene visibilidad y un espacio de tra-
evidencia bioquímica de alteración de los tejidos en la bajo más amplio que en la TEP. Es indiscutible que la
génesis de las hernias. El uso de estos tejidos defectuo- preferencia de cada cirujano es la que al final decide la
sos, especialmente en las plastias con tensión, es una técnica y la vía de acceso que se utilizarán. Sin embargo,
violación a los más básicos principios de la cirugía”.14 esta elección siempre debe sustentarse en un buen adies-
Ante esto, cualquier cirugía de hernia recurrente
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tramiento en este tipo de reparaciones y en la experien-


debe efectuarse con alguna técnica libre de tensión y cia propia y la referida en la literatura médica.
con el consecuente uso de material protésico de prefe-
rencia de material ligero.
Plastia previa
Vía de acceso Se hablará un poco de las características especiales de
las plastias más usadas y de sus zonas vulnerables, aun-
La lógica indica que cuando falla una plastia operada que estén correctamente realizadas, y de las mejores op-
por vía anterior la opción para reparar la recidiva es una ciones para resolver las recidivas. Está por demás decir
vía de acceso posterior o preperitoneal, ya sea abierta o que, si la técnica se efectúa con deficiencias, las zonas
laparoscópica, y que cuando falla la vía laparoscópica vulnerables aumentarán y las posibilidades de recurren-
o preperitoneal abierta la recidiva debe resolverse con cia serán mayores.
292 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

Bassini planea igual que en la técnica de Bassini, con la ventaja


de que el ligamento inguinal debe encontrarse libre, lo
Incluye casi todas las zonas vulnerables mencionadas. cual facilita la realización de la técnica de Lichtenstein.
Sus recidivas pueden manifestarse en el tubérculo púbi-
co, la emergencia del cordón, el ligamento inguinal y el
piso de la ingle, además de que aumenta la incidencia de Shouldice
hernias femorales por tracción del ligamento inguinal y
de Gimbernat, agrandando el orificio femoral. Es facti- Deforma el piso y la anatomía de la ingle. La mayoría
ble hacer la reparación por vía anterior con la técnica de de las recidivas se presentan en la emergencia del cor-
cono y malla, ya que requiere una mínima disección de dón y en menor proporción en el tubérculo púbico. La
tejidos y disminuye la posibilidad de inflamación, des- reparación es planeada, igual que en las dos técnicas an-
vascularización y atrofia testicular, aunque tiene el in- teriores.
conveniente de una mayor frecuencia de recidivas que
el resto de las plastias. La técnica de Lichtenstein se difi- Lichtenstein
culta, ya que se trabajó el ligamento inguinal y requiere
disección amplia para realizarla. Cuando el anillo her-
Tiene varias zonas vulnerables cuando no se realiza co-
niario es muy amplio puede utilizarse la técnica Rives
rrectamente. Su punto débil es la zona que queda entre
inguinal. Las técnicas laparoscópicas y preperitoneales
el defecto herniario y la malla, y algunos autores refie-
abiertas deben ser las de más fácil acceso cuando se
ren que con mucha frecuencia se presentan hernias que
domina la técnica (figura 33--3).
se manifiestan hasta que el saco busca una salida, que
casi siempre es el tubérculo púbico o el triángulo lateral,
lo cual las convierte en hernias intersticiales (figura
McVay 33--4).19 Cuando la malla se deja muy tensa puede trac-
cionar el ligamento inguinal y favorecer la aparición de
Las zonas vulnerables son el tubérculo púbico, la emer- una hernia femoral. Es una de las plastias que no prote-
gencia del cordón y el piso de la ingle. La reparación se gen el ligamento de Gimbernat (triángulo femoral), por
lo que podrían presentarse hernias femorales secunda-
rias. Como no invade el espacio preperitoneal, la repa-
ración de la recidiva puede realizarse con técnicas pre-
peritoneales abiertas o laparoscópicas. Si no se dominan

A
B

Figura 33--3. Zonas vulnerables por donde puede manifes- Figura 33--4. Zonas vulnerables por donde se manifiestan
tarse un saco herniario posterior a una plastia con tensión. los sacos herniarios posteriores a una plastia tipo Lichtens-
A. Anillo profundo a través de la emergencia del cordón tein. A. A través de la emergencia del cordón espermático
espermático. B. Entre el ligamento inguinal y el tendón con- entre la malla. B. Por el espacio entre el tubérculo púbico y
junto usado para el reforzamiento del piso inguinal. C. A tra- el arco del transverso. C. Hernia intersticial que sale del ani-
vés del espacio existente entre el tubérculo púbico y el arco llo interno o el piso de la ingle y que se manifiesta a través
del transverso. de la parte superior de la malla por el triángulo lateral.
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 293

las técnicas mencionadas puede intentarse una nueva ja, pues los tres mecanismos mencionados protegen el
plastia Lichtenstein, que no produce alteración en la área inguinal pero a su vez invaden los espacios anterior
anatomía, o la técnica del cono, siempre y cuando se tra- y posterior, lo cual obliga a valorar la vía de acceso que
te de la primera recidiva. No se retira la malla si está bien se domine para efectuar la nueva plastia. La reparación
integrada. puede efectuarse con una nueva plastia abierta con la
técnica de cono o la de Lichtenstein como complemen-
to. Puede intentarse la nueva colocación de otro PHS,
Técnica de cono y parche (mesh plug) aunque el procedimiento será laborioso en cuanto a la
disección del espacio preperitoneal para la colocación
Presenta dos zonas vulnerables: el anillo inguinal pro- del segmento circular de la nueva malla, pues la malla
fundo y el piso de la ingle. No protege el ligamento de anterior ha ocasionado una fibrosis importante en este
Gimbernat y la reparación, cuando es la primera, puede espacio.
llevarse a cabo con la misma técnica de cono o Lichtens- Las técnicas preperitoneales abiertas y las laparoscó-
tein, retirando el cono y dejando el parche libre previo. picas, como la TEP, tienen la misma dificultad para di-
Las mejores opciones de reparación son las preperito- secar en un espacio preperitoneal ya trabajado y con fi-
neales abiertas o las laparoscópicas, con la salvedad de brosis.
que el cono invade el espacio preperitoneal y se dificulta
la disección de este espacio; el retiro del cono es obliga-
torio, pero el parche libre permanece si está bien inte- Técnicas laparoscópicas (TAPP y TEP)
grado (figura 33--5).
En estas técnicas el saco herniario de la recidiva siempre
se manifestará por el mismo sitio donde se encontraba
Técnica Gilbert (PHS y UHS) inicialmente, puesto que no se altera la parte anterior de
la anatomía de la ingle. Las zonas vulnerables se en-
Esta técnica utiliza un dispositivo que actúa mediante cuentran en la parte posterior, donde se coloca la malla,
tres mecanismos y disminuye la presencia de zonas vul- e incluyen la zona superior o inferior de la malla, por
nerables para la aparición de recidivas. Sin embargo, di- donde pueden deslizarse el peritoneo y las vísceras en
chas zonas surgen cuando se lleva a cabo en hernias con forma temprana, desplazar a la prótesis y dejar al descu-
defectos muy grandes y el dispositivo queda inestable, bierto el defecto herniario, con la consecuente recidiva.
por lo que la zona vulnerable es el propio defecto her- Cuando se realiza un corte de la malla para que pase el
niario previo. La reparación de una recidiva es comple- cordón espermático se ocasiona que un nuevo saco her-
niario pueda pasar por dicho defecto creado, lo cual se
conoce como defecto en ojo de cerradura (key--hole) (fi-
gura 33--6). Sólo un cirujano laparoscopista de hernia
experimentado puede volver a realizar un abordaje TEP
para una recidiva por plastia laparoscópica. La técnica
TAPP es la mejor vía para el que domina estas técnicas,
sin olvidar que la disección del peritoneo y del espacio
preperitoneal es laboriosa. Igual que ocurre en las técni-
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cas abiertas, no es necesario retirar la malla previa si


ésta se encuentra bien integrada a los tejidos. Es un he-
cho que la mejor decisión sería optar por la vía anterior,
que todo el mundo debe dominar, para acceder a una
región no trabajada y que prácticamente da la impresión
de estar ante una hernia primaria (el único indicio de que
el paciente fue operado es que no puede disecarse el
espacio preperitoneal con el dedo a través del defecto
herniario). La mejor opción es la plastia de Lichtens-
Figura 33--5. La recidiva posterior a la plastia tipo cono de
malla se presenta siempre a través del defecto herniario
tein.
previo, entre el margen de éste y el cono. Puede exteriori- El cono y el PHS tienen la dificultad de que no permi-
zarse por cualquier lugar donde el parche de malla, u onlay ten disecar adecuadamente el espacio preperitoneal de
patch, esté menos integrado. Bogros.
294 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

A Por otro lado, el hecho de contar con una patología


agregada y hernia incarcerada, y que el paciente hubiera
sido hospitalizado en lugar de ser operado de manera
ambulatoria, constituyen factores pronóstico de apari-
ción de complicaciones, con una significancia estadísti-
C ca p = 0.02. Asimismo, se encontraron como factores
pronóstico de recidivas las plastias previas en la misma
región operada el defecto herniario mayor de 4.5 cm y
las canalizaciones dejadas en el área quirúrgica, con una
significancia estadística de p = 0.01. Lo anterior indica
que los pacientes con hernias con defectos grandes y
hernias recidivantes tendrán mayores posibilidades de
recurrencia. El uso de drenajes significativamente esta-
B dísticos se traduce como el resultado de una cirugía difí-
cil con saco grande y sangrado importante, los cuales
Figura 33--6. Las recidivas en las técnicas laparoscópicas son hallazgos frecuentes en las hernias recidivantes.
o preperitoneales abiertas siempre se manifestarán por el
defecto herniario original, pero se originan al introducirse y
deslizarse por el espacio superior (A) o inferior de la malla
(B). Si se realizó un corte para el paso del cordón espermáti- CUIDADOS Y COMPLICACIONES
co, el saco herniario tenderá a introducirse por dicho corte
hacia el defecto herniario (C). Modificada del Dr. René Stop-
POSOPERATORIAS
pa; Amiens, Francia.

Ya se conocen las dificultades de la plastia para hernia


Técnicas preperitoneales abiertas recurrente. Son comunes un despegamiento y una di-
(Stoppa, Rives inguinal, Kugel, sección más traumática de la zona, que ocasionan ma-
yor sangrado —especialmente el llamado “en capa”—,
Ugahary y Nyhus)
mayor tendencia a desvascularizar o seccionar los ele-
mentos del cordón y a traumatizar o seccionar estructu-
Son parecidas a las laparoscópicas debido al espacio ras musculoaponeuróticas o nerviosas al hacer diseccio-
que invaden y al sitio por donde vuelve a protruir la her- nes “a ciegas” en tejidos infiltrados por fibrosis, suturas,
nia. Debe pensarse en las mismas opciones de repara- grapas y mallas de cirugías anteriores.
ción por vía anterior abierta de la recidiva que en las téc- Por ello es comprensible pensar que la mayoría de es-
nicas laparoscópicas. tas reoperaciones no pueden hacerse de manera ambula-
toria. Lo recomendable es un periodo de hospitalización
de 24 a 48 h en función del tamaño de la hernia, de la
FACTORES PRONÓSTICO DE RECIDIVA dificultad de la disección, del sangrado transoperatorio
EN HERNIOPLASTIA INGUINAL y de la decisión de dejar drenajes en la zona operada.

Equimosis y hematomas
Un estudio publicado por los autores de este capítulo y
su grupo20 intentó analizar los factores que pudieran es- Cuantas más reintervenciones se hagan, mayor será la
tar relacionados con la mayor incidencia de recidivas y posibilidad de equimosis importantes y de formación de
complicaciones cuando se lleva a cabo una plastia in- hematomas. En el momento de la cirugía es importante
guinal. Después de analizar retrospectivamente 551 realizar en la medida de lo posible la disección y la he-
hernioplastias con técnica de Lichtenstein, cono de ma- mostasia con el cauterio, a fin de que al término de la ci-
lla y PHS se apreció que el sexo, la edad, el tipo y la loca- rugía el sangrado residual sea menor. Ante la duda de un
lización de la hernia, la cirugía urgente o electiva, el uso sangrado mayor del permisible al final de la interven-
de antibióticos, la técnica utilizada y el cirujano que ción se recomienda la colocación de drenajes abiertos o
opera no constituyen una significancia estadística en la cerrados en el área operada y en la cavidad del escroto
aparición de complicaciones ni de recidivas. si el saco era muy grande, los cuales se podrán quitar de
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 295

acuerdo con el sangrado que ocurra entre 24 y 72 h des- preperitoneal; en forma opcional puede colocarse el
pués. Hay que recordar que los drenajes favorecen la parche libre a manera de refuerzo sobre lo que quede del
aparición de infecciones cuando no son cuidados de ma- piso, sin necesidad de movilizar el cordón espermático.
nera adecuada. También se recomienda la aplicación de
hielo local durante 24 a 48 h para disminuir la extensión
de la equimosis. Si se forma un hematoma se deberá te- Inguinodinia
ner precaución en la indicación de drenarlo. Es preferi-
ble dejarlo in situ y esperar que se reabsorba cuando no La inguinodinia es el dolor posoperatorio continuo que
sea muy grande. En caso de que sea necesario el drenaje, persiste entre tres y seis meses después de una hernio-
deberá realizarse en la forma más aséptica posible, ante plastia, de origen somático o neuropático, y depende de
la posibilidad de que se infecten la cavidad residual y la la causa que lo origine: atrapamiento por sutura o grapa
prótesis utilizada. Durante el drenaje quirúrgico y des- de un nervio de la región, formación de un neuroma por
pués de él se recomienda lavar sólo con solución fisioló- sección inadvertida de un nervio (neuropática). Puede
gica o con soluciones ionizadas o superoxigenadas. ocasionar incapacidad sin importar su origen. La fre-
cuencia de la inguinodinia no neuropática es de cerca de
5% en las plastias inguinales primarias manejadas con
Infección de herida quirúrgica técnicas libres de tensión y de 7 a 15% en las hernioplas-
tias recidivantes.3 Por suerte, la inguinodinia neuropáti-
ca tiene una incidencia menor de 1% en las plastias in-
No hay evidencias de que una reintervención de hernia
guinales por recidiva. La única forma de evitar esta
inguinal aumente la incidencia de infecciones, pero en
complicación durante las reintervenciones es la disec-
todo caso se manejarán con drenaje, igual que en las her-
ción cuidadosa y evitar la colocación de puntos o grapas
nias primarias; hay que evitar el uso de IsodineR u otra
en cualquier estructura que pueda parecer nervio. La
sustancia irritante que favorezca la persistencia de la in-
sección accidental de algún nervio deberá repararse con
fección. La malla macroporo deberá preservarse, pero
una ligadura, de preferencia con sutura absorbible me-
es posible que tenga que retirarse para permitir el con-
diante hidrólisis (poliglactina, polidioxanona y poligle-
trol del foco infeccioso y la granulación de la herida.
caprone), y con la inserción del cabo proximal en forma
intramuscular para la prevención de neuromas doloro-
sos.21
Orquitis y atrofia testicular

Esta complicación se incrementa a medida que se reope- Nueva recidiva


ra un paciente en la misma región inguinal. La orquitis
posoperatoria puede ser inflamatoria o congestiva, y de- Es evidente que cada nueva recidiva aumenta el riesgo
pende del traumatismo ocurrido en el cordón espermáti- de otra recurrencia, por lo que al enfrentarse a cualquier
co y el testículo a la hora de separar el saco herniario del paciente con hernia recidivante se debe elegir adecua-
cordón y éste de las estructuras fibrosas del piso ingui- damente la técnica que se adapte mejor a las condicio-
nal, así como de la cantidad de venas y linfáticos seccio- nes del paciente y de la hernia, y un médico que la domi-
nados y ligados en el transcurso de la hernioplastia. Por ne a la perfección. Se calcula que los índices de recidiva
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el contrario, si los vasos seccionados y ligados son arte- posoperatoria al efectuar plastias con tensión después
riales, puede desarrollarse una orquitis isquémica atró- de la primera recidiva van de 27 a 35%, lo cual resulta
fica paulatina, dependiendo del aporte arterial remanen- inaceptable. Cuando se usa una técnica libre de tensión
te. Para evitar lo anterior se recomienda no efectuar una tras una primera recidiva la frecuencia varía de 1 a 3%,
disección innecesaria del cordón espermático, en espe- sin importar la técnica utilizada, pero cuando el paciente
cial cuando se anticipe que ésta será laboriosa. Basta ya tuvo dos o más recidivas la frecuencia puede alcanzar
con disecar el saco herniario hasta su base, dejando in cifras de hasta 15%.
situ los elementos del cordón, para después realizar la Para la recuperación de los pacientes operados de
hernioplastia. Cuando existe mucha fibrosis y no se hernioplastia inguinal primaria, además de su manejo
identifica el cordón la técnica ideal para la reparación ambulatorio cuando se ejecutan técnicas libres de ten-
del defecto herniario, una vez disecado el saco hasta su sión, se les permite libertad en las actividades cotidianas
base, es la del cono de malla, el cual ocluye adecuada- y laborales de “escritorio”, de acuerdo con lo que el do-
mente el defecto cuando se puede colocar en el espacio lor en la región operada les permita realizar. Las activi-
296 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

dades de esfuerzo se recomiendan entre 10 y 14 días plastias realizadas con técnicas tensionantes. Cuando
después de la intervención. Un paciente operado de her- una plastia inguinal con técnicas libres de tensión se rea-
nia recurrente puede realizar las actividades cotidianas liza adecuadamente se disminuye en gran medida el
sin limitaciones, aunque el esfuerzo físico importante y riesgo de recidiva; sin embargo, no desaparece por com-
el ejercicio se reservan durante al menos 21 días. La re- pleto, puesto que existen factores de predisposición in-
integración del paciente a sus actividades habituales herentes al paciente y a las zonas vulnerables de cada
ante una complicación depende de la gravedad y de la técnica específica.
evolución de la misma. El manejo de un paciente con recidiva de hernia in-
guinal debe llevarse a cabo con base en el análisis de los
factores que contribuyeron a dicha recurrencia, de la
CONCLUSIONES técnica y del abordaje que mejor se adapte al paciente
y que mejor domine el cirujano.
Hasta el momento las evidencias indican que la eje-
cución de plastias libres de tensión se asocia con una
Las recidivas herniarias inguinales son frecuentes en las menor incidencia de recidivas.

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Capítulo 34
Hernia inguinofemoral y embarazo
Enrico Nicolo

INTRODUCCIÓN las complicaciones se presentan con cierta frecuencia.


A medida que el útero grávido aumenta de volumen
ocupa todo el espacio pélvico a manera de escudo pro-
tector, colocando el epiplón y el intestino delgado en el
La mujer presenta hernia inguinofemoral con menos abdomen superior y el intestino grueso en sentido late-
frecuencia de la que se piensa (1:19) en relación con el ral y superior, manteniéndolos alejados de las zonas her-
hombre. A pesar de que las hernias inguinales son poco niarias.
frecuentes en el sexo femenino, la incidencia de hernias Entre las observaciones reportadas por A. Cooper, la
femorales es notoriamente más elevada en las mujeres hernia femoral se hace evidente durante la segunda mi-
que en los hombres. tad del embarazo, por lo que debe repararse después del
La hernia inguinal en la mujer casi siempre es indi- parto.
recta y de origen congénito debido a la falta de oblitera- El útero grávido permanece en estrecha vecindad con
ción del proceso peritoneal, llamado canal de Nuck, que la hernia, por lo que puede entrar en el saco herniario in-
es el homólogo del proceso vaginal testicular en el sexo guinal o femoral, especialmente durante los primeros
masculino. meses del embarazo.
En la mayoría de los casos la hernia inguinofemoral
de la mujer en estado de gravidez no debe ser operada.
Pero en los casos en los que el evento quirúrgico sea ne-
HERNIA INGUINOFEMORAL cesario por urgencia es muy importante evaluar varios
EN EL EMBARAZO factores. Primero, decidir el tipo de anestesia que deba
usarse y los fármacos anestésicos que vayan a adminis-
trarse para salvaguardar el bienestar de la madre y del
niño.
Una mujer en edad fértil portadora de hernia inguinal
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Una de cada 3 000 mujeres embarazadas puede haber


padecido hernia inguinofemoral antes del embarazo y o femoral debe ser sometida a una adecuada anamnesis,
volverse asintomática durante el mismo, o puede apare- historia menstrual e indicar una prueba de embarazo en
cer (de novo) durante el transcurso del embarazo debido presencia de amenorrea. Si los resultados son negativos
al aumento de la presión intraabdominal ocasionada por se procederá a la intervención quirúrgica antes de que
el útero grávido. pueda presentarse un embarazo. Si la prueba de embara-
En general las complicaciones de la hernia son incar- zo es positiva la intervención quirúrgica deberá pospo-
ceración y estrangulamiento. En el caso de la hernia fe- nerse para después del parto (si no hay complicaciones
moral el riesgo es 10 veces mayor. durante el transcurso del embarazo). Si la mujer perma-
Aunque las mujeres embarazadas portadoras de her- nece sin síntomas durante el embarazo se recomienda
nia inguinofemoral pueden permanecer sin síntomas, llevar a cabo el evento quirúrgico al menos entre seis y

297
298 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 34)

siete semanas después del parto, cuando todos los órga- La hernia inguinal o femoral del útero grávido en gene-
nos vuelvan a su tamaño normal y cuando el riesgo qui- ral causa síntomas a partir del cuarto mes; en el saco her-
rúrgico y anestésico haya disminuido. niario se reportan cambios y en el útero latidos cardia-
Si por alguna razón la hernia inguinal o femoral debe cos fetales, palpación de partes fetales y movimientos
ser operada en condiciones semielectivas deberá evitarse del producto.
a toda costa hacerlo en el primer trimestre del embarazo Es típico encontrar en estos casos que la hernia era re-
y dejarlo para el segundo o el tercer trimestres, en cuyo ductible, hasta que el embarazo la transforma en irre-
caso la cirugía se hará con anestesia local o espinal. ductible.
La hernia inguinal o femoral durante el embarazo La hernia del útero grávido durante los primeros me-
puede complicarse con incarceración o estrangulamien- ses, cuando no se reduce espontáneamente, debe ser re-
to, oclusión y posibilidad de gangrena intestinal. En este ducida por taxis, con la aplicación de un vendaje o cintu-
caso la intervención quirúrgica debe ser urgente y sin rón para prevenir el regreso del útero al saco. En este
demora. punto deben hacerse esfuerzos para llevar a término el
Debe preferirse la anestesia local o espinal cuando embarazo y diferir el evento quirúrgico para después del
las condiciones de la madre lo permitan y cuando las parto.
condiciones de urgencia lo justifiquen, ya que este tipo Si el diagnóstico de hernia inguinal o femoral del úte-
de anestesia es la mejor tolerada por el feto. Cuando se ro grávido se hace por primera vez al término del emba-
deba proceder a laparotomía o laparoscopia por la posi- razo y la hernia es irreductible tendrá que hacerse una
bilidad de resección intestinal deberá aplicarse aneste- histerotomía para extraer al niño y vaciar el saco hernia-
sia general o regional, teniendo todas las precauciones rio (extraer el útero del saco). En caso de no poder redu-
para proteger a la madre y al niño. cirlo se esperará hasta que el útero retorne a su tamaño
normal y pueda reducirse a la cavidad abdominal. Sólo
hasta entonces la hernia podrá ser reparada.
En caso de hernia inguinal con incarceración de una
HERNIA DEL ÚTERO GRÁVIDO trompa uterina, embarazo y hemosalpinge se procederá
O HISTEROCELE GRAVÍDICO a reducir la trompa a la cavidad abdominal. Si hay un he-
matoma que diseque el ligamento ancho se realizará una
salpingooforectomía y de inmediato la reparación de la
hernia. El patólogo confirmará el diagnóstico de emba-
De los órganos genitales internos de la mujer los que razo ectópico tubario.
pueden entrar en el saco de la hernia inguinal o femoral,
en orden de frecuencia, son el ovario y la trompa, el ova-
rio solo, la trompa sola, el útero no grávido y el útero ANESTESIA DURANTE EL EMBARAZO
grávido durante el embarazo, aunque con menor fre-
cuencia. En 1610 Sennertus reportó por primera vez dos
casos de hernia inguinal con el útero grávido como parte
del contenido del saco. Es necesario tener conocimientos profundos de los
La hernia del útero no grávido es casi siempre ingui- cambios fisiológicos de la mujer embarazada y de la fi-
nal, mientras que la del útero grávido puede ser inguinal siología del desarrollo fetal para administrar eficaz-
o femoral, y a veces umbilical o ventral. El útero puede mente los medicamentos anestésicos con mínimo riesgo
descender en forma parcial o total. Lo hace de manera para la madre y el feto.
parcial cuando el cuerno uterino está presente en el saco El objetivo es evitar agentes teratogénicos, prevenir
y de manera total cuando todo el segmento superior del y tratar un eventual trabajo prematuro de parto, mante-
útero desciende dentro del saco, en cuyo caso la hernia ner una adecuada circulación uteroplacentaria, evitar la
alcanza un volumen notable con el progreso del emba- asfixia fetal y salvaguardar la salud de la madre.
razo. En la etiopatogenia están implicados dos mecanis-
mos principales:
Consideraciones maternas
1. El útero herniado sufre embarazo posteriormente
(mecanismo más común). Los cambios fisiológicos de los órganos y aparatos ma-
2. El útero embarazado (grávido) desciende al saco ternos que ocurren durante el embarazo deben conocer-
durante el primer mes de embarazo. se y tomarse en cuenta para la administración de fárma-
Hernia inguinofemoral y embarazo 299

cos anestésicos, debido a las enormes implicaciones que a la técnica anestésica y quirúrgica para someter a una
tienen en la madre y el feto. mujer embarazada a intervención quirúrgica por com-
plicaciones de la hernia inguinal o femoral.
El manejo multidisciplinario es lo más adecuado. El
CONCLUSIONES cirujano, el anestesiólogo, el obstetra y el pediatra de-
ben cooperar al unísono en la sala de operaciones y du-
rante el periodo perioperatorio para salvaguardar la sa-
Es importante valorar los riesgos y beneficios asociados lud y el bienestar de la madre y el niño.

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300 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 34)
Capítulo 35
Elección de la técnica ideal
para hernioplastia inguinal
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN TÉCNICAS LIBRES DE TENSIÓN


VS. TÉCNICAS CON TENSIÓN

En la actualidad, con el uso de técnicas libres de tensión Existe casi una total uniformidad en cuanto a este crite-
para la reparación de las hernias inguinales, se ha logra- rio; los consensos establecidos por la American Hernia
do obtener los índices más bajos de recidiva en la histo- Society (AHS) y la European Hernia Society (EHS)
ria de este procedimiento quirúrgico: 0.4% en promedio alientan el uso de técnicas libres de tensión con material
para hernias primarias y 3% en general para las recidi- protésico para cualquier tipo de hernia inguinal, debido
vantes, dependiendo del número de plastias previas.1--8 a su menor índice de recidivas (entre 50 y 75% menos
Quizá será muy difícil mejorar estos resultados, aunque de recurrencias con mallas que con las técnicas con ten-
se están haciendo esfuerzos por encontrar un procedi- sión) y al efecto preventivo de estas plastias en cuanto
miento que cubra todas las zonas vulnerables con que a la aparición de alguna otra hernia en las zonas vulnera-
cuenta cada una de las plastias conocidas y lograr 0% de bles del piso inguinal, al ser protegidos los diferentes
recidivas; esto parece casi imposible por la diversidad triángulos de la ingle por los grandes segmentos de ma-
de factores que intervienen en la génesis de las hernias lla que se colocan.
en esta región. Tras conocer cada una de las técnicas de También debe recordarse que las hernioplastias con
reparación de hernia inguinal que se describen en este tensión que utilizan el ligamento inguinal para reforzar
libro pueden plantearse las siguientes preguntas: el piso (como los procedimientos de Bassini y Shouldi-
ce) aumentan la frecuencia en la aparición de hernias fe-
S ¿Sólo deben utilizarse técnicas sin tensión y aban- morales al agrandarse el tamaño del anillo femoral por
donar los procedimientos anteriores? la tracción que sobre él se ejerce.10 De igual forma, se
S ¿Cuál técnica es la mejor? pone en tela de juicio al cirujano que continúa realizando
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S ¿Es posible utilizar una sola técnica para todos los los procedimientos con tensión, porque somete al pa-
tipos de hernia inguinal o tiene que individualizar- ciente a un procedimiento que tendrá un índice de recidi-
se el procedimiento? va mayor al obtenido con las técnicas libres de tensión.
S ¿Existe relación entre el tipo de plastia realizado
y las complicaciones tempranas o tardías?
S ¿Cuántas técnicas debe saber aplicar el cirujano ESTANDARIZACIÓN VS.
para que se le considere capaz de resolver cual- INDIVIDUALIZACIÓN
quier tipo de hernia inguinal que se le presente?

Ahora tratarán de analizarse en lo posible algunos de es- Es lógico y comprensible que el diseñador de una técni-
tos puntos de interés. ca de reparación inguinal sostenga la tesis de la estanda-

301
302 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 35)

rización del método de plastia inguinal, o sea, que se uti- es considerablemente menor que con las técnicas lapa-
lice siempre y sistemáticamente la misma técnica sin roscópicas. El tiempo de retorno a las actividades coti-
importar las características del paciente y del tipo de dianas en estos procedimientos es de cuatro a siete días
hernia que presente. Así, cada uno de dichos diseñado- y el inicio de actividades de mucho esfuerzo físico osci-
res propone su propio método como la técnica estándar la entre 10 y 14 días.
(Rutkow la técnica mesh plug, Amid la técnica Lich- Los inconvenientes de las técnicas abiertas incluyen
tenstein, Gilbert la técnica PHS, Cisneros la hibridación el hecho de que requieren una incisión adicional en caso
de procedimientos, etc.). El principal promotor de esta de que la hernia sea bilateral, no es posible revisar la ingle
estandarización es Rutkow, quien mencionó que ante contralateral en busca de hernias no detectadas clínica-
los buenos resultados de cada una de las técnicas el ciru- mente y producen una inflamación regional en el poso-
jano sólo debe dominar una o dos técnicas y usarlas en peratorio inmediato que molesta al paciente en el mo-
forma sistemática en todos los pacientes.2 mento de movilizar la extremidad.
Por otro lado, Nyhus y la mayoría de los cirujanos Las ventajas del método laparoscópico son la oportu-
que se dedican al manejo de las hernias inguinales pre- nidad de diagnosticar una hernia contralateral no sospe-
fieren la individualización de cada paciente, de acuerdo chada durante el procedimiento y poder hacer la repara-
con el tipo de hernia, la edad del paciente, el trabajo que ción bilateral sin necesidad de una nueva incisión. Las
desempeña, las enfermedades concurrentes, el ser por- molestias posoperatorias son menores y el tiempo de in-
tador clínico de herniosis, las características del defecto capacidad para regresar a las actividades laborales, es-
herniario y del piso inguinal, etc. pecialmente las relacionadas con esfuerzos importan-
Este pensamiento parece ser el más razonable,11 ya tes, oscila entre 7 y 10 días.
que nunca será lo mismo reparar una hernia con un ani- La reparación laparoscópica es totalmente depen-
llo herniario pequeño y el piso inguinal íntegro, en la diente del operador, lo cual significa que los resultados
que cualquier técnica dará buenos resultados, que en- están claramente ligados a la habilidad y a la destreza
frentarse a la reparación de una hernia inguinal grande del cirujano. La curva de aprendizaje es más larga y los
con un anillo herniario de más de 5 cm y piso inguinal índices de complicaciones tempranas son similares en
totalmente destruido, donde tendrá que utilizarse un frecuencia a los de las técnicas abiertas, aunque más
procedimiento que incluya un mejor reforzamiento de graves cuando se presentan. La frecuencia de recurren-
todo el piso inguinal. cias es ligeramente mayor, aunque los resultados no son
totalmente reproducibles en todos los centros hospitala-
rios. El costo real de la cirugía es cerca de tres veces ma-
yor que con el método abierto, aunque existe controver-
TÉCNICA ABIERTA VS. sia en cuanto a que los días de incapacidad que se ahorra
TÉCNICA LAPAROSCÓPICA el paciente (cuatro a siete días) compensan los costos.

TIPO DE HERNIA
Sin tomar en cuenta los aspectos del costo--beneficio, de
lo cual se hablará en otro capítulo, puede comentarse
que las técnicas abiertas tienen más versatilidad en
cuanto a que pueden ser efectuadas en cualquier medio Uno de los principales criterios para elegir el método de
hospitalario, puesto que no requieren material sofistica- reparación de una hernia inguinal debe ser el tipo de her-
do para su ejecución, son más fáciles de aprender y de nia. En un estudio llevado a cabo por el autor de este ca-
enseñar (las curvas de aprendizaje y de obtención de re- pítulo y su grupo se encontró que en los pacientes con
sultados reproducibles son muy cortas), la decisión de hernias tipos I a VI (clasificación de Gilbert--Rutkow)
efectuar una u otra técnica puede hacerse durante el pe- de tipo primario puede realizarse cualquier tipo de plas-
riodo transoperatorio, de acuerdo con los hallazgos. tia libre de tensión y obtener buenos resultados.8 Sin
Puede realizarse con anestesia regional (bloqueo peri- embargo, cuando el piso de la ingle se encuentra en ma-
dural) e incluso con anestesia local cuando se domina las condiciones o destruido los procedimientos abiertos
adecuadamente la técnica de infiltración. Los índices de que basan su mecanismo de acción en un segmento de
complicaciones tempranas y recurrencias son más bajos malla preperitoneal que deba estar sujetado por la fascia
que con el método laparoscópico. Además, el costo real, transversalis (mesh plug, Trabucco o PHS) no serán
que es el que paga el paciente al abandonar el hospital, muy efectivos si cuentan sólo con un segmento mínimo
Elección de la técnica ideal para hernioplastia inguinal 303

de fascia que los sostenga. Lo anterior favorece que el TIPO DE ABORDAJE PREVIO
dispositivo protésico tienda a quedar inestable y sea ex-
pulsado el componente preperitoneal, con el conse-
cuente riesgo de recidiva. Parece fácil decir que una hernia abordada inicialmente
Las técnicas laparoscópicas que utilizan grandes seg- por vía anterior abierta debe ser reoperada en caso de re-
mentos de malla para ocluir todo el orificio miopectíneo cidiva, con una técnica abierta preperitoneal o una lapa-
y la técnica de Lichtenstein como método abierto son la roscópica, y que si la recidiva es posterior a un método
mejor opción en este tipo de pacientes.8 laparoscópico o abierto preperitoneal la elección deberá
Las hernias femorales tipo VII de Gilbert/Rutkow se ser un abordaje abierto anterior.
reparan con mayor facilidad técnica si se usa el método En general, se ha observado que la primera recidiva,
del mesh plug, la técnica de Gilbert o el procedimiento e incluso la segunda, en la mayoría de los casos pueden
de Lichtenstein modificado con pestaña. Todas las téc- ser reparadas por la misma vía de abordaje cuando se
nicas laparoscópicas bien realizadas cubren adecuada- tiene experiencia. En los pacientes con tres o más recidi-
mente el orificio femoral. vas se recomienda hacer el abordaje por una vía dife-
Las hernias recidivantes de cualquier tipo represen- rente. En este punto se tiene el inconveniente de que no
tan siempre un reto por la fibrosis y pérdida de la rela- todos los cirujanos dominan las técnicas laparoscópi-
ción anatómica normal, ocasionada por las cirugías pre- cas, y las técnicas abiertas preperitoneales tampoco son
vias. del dominio de la totalidad de los cirujanos. Por lo tanto,
La forma menos traumática y más sencilla de realizar la vía de acceso y la técnica en caso de hernias multiope-
su reparación si se trata de hernias pequeñas es mediante radas dependerán de la experiencia del cirujano que en-
la técnica mesh plug, porque requiere una disección mí- frenta el problema.
nima del área inguinal sólo a nivel del saco y del defecto
herniario.
Los métodos de reparación abierta preperitoneal en PREFERENCIAS DEL CIRUJANO
hernias recidivantes pueden utilizarse con relativa faci-
lidad si se domina el abordaje, y así se evita la zona cica-
tricial del abordaje previo. Si se intenta hacer la repara- Se cuenta en la actualidad con más de 20 diferentes téc-
ción de una hernia recidivante por la misma vía de nicas para la reparación de una hernia inguinal entre
acceso previa con los métodos que utilizan una hoja de abordajes abiertos y laparoscópicos. Es indiscutible que
malla o un parche habrá necesidad de efectuar una di- la preferencia y experiencia de cada cirujano es lo que
sección amplia y adecuada del piso inguinal con fibrosis al final decide la técnica que se va a utilizar. Sin em-
y prótesis previas para reconocer completamente las es- bargo, esta elección siempre debe estar sustentada en un
tructuras necesarias, como cordón espermático, liga- buen adiestramiento en este tipo de reparaciones, así
mento inguinal, pubis y arco del transverso, para poder como en la experiencia propia y en la referida en la lite-
fijar la malla. ratura médica.
Al mismo tiempo, deben preservarse las ramas ner- En el estudio del autor8 se encontró que 83% de los
viosas del iliohipogástrico y del ilioinguinal, lo cual es cirujanos dominan una sola técnica de reparación ingui-
difícil y en ocasiones imposible, con más posibilidades nal y que la utilizan de manera sistemática. El restante
de dañar las estructuras nerviosas y vasculares de la re- 17% saben efectuar dos o más técnicas y utilizan el cri-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

gión, con sus respectivas consecuencias en el periodo terio de individualización en el manejo de los pacientes.
posoperatorio (neuralgias, disestesias, seromas, hema- Se ha polemizado mucho acerca de que la mejor téc-
tomas, atrofias testiculares, etc.). Las técnicas laparos- nica es la que el cirujano domina o que la mejor técnica
cópicas también proporcionan una excelente exposi- es la que cada paciente necesita de acuerdo con las ca-
ción si las cirugías previas se hicieron por vía anterior racterísticas especiales e individuales de cada hernia.
al entrar en un área no trabajada, especialmente cuando Puede concluirse que la mejor técnica es la que se adap-
en el procedimiento previo no se utilizó malla en el es- te a las necesidades y características de cada paciente y
pacio preperitoneal. le brinde la mejor calidad de vida.8,11

REFERENCIAS
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304 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 35)

cación en la reparación de hernia en Estados Unidos. Clin 7. Gilbert AI, Graham, Voigt WJ: A bilayer patch device for
Quir Norteam 1993;73:443--458. inguinal hernia repair. Hernia 1999;3:161--166.
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5. Rutkow MI, Robbins AW: The mesh plug technique for re- lay mesh hernioplasty. Operative technique. General Surg
current groin herniorrhaphy: a year experience of 407 re- 1999;1:156--168.
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6. Amid PK: The Lichtenstein open tension--free hernioplasty. la ingle. Corrales, 44--46.
Cir Gen 1998;20(Suppl 1):17--20.
Capítulo 36
Síndrome de dolor inguinal
crónico preoperatorio
Alberto Acevedo Fagalde

INTRODUCCIÓN nofemoral con características que permiten diferenciar-


lo claramente de una hernia inguinal.
Este cuadro puede coexistir con una hernia inguino-
femoral (canal inguinal ocupado, o CIO) o hacerse pre-
De acuerdo a la afirmación de Deysine en 2002:1 “Los sente en un paciente previamente sometido a una her-
pacientes con dolor inguinal, sin una hernia palpable o nioplastia inguinal. El convencimiento de que este
que persiste después de una hernioplastia, se encuentran cuadro corresponde a un síndrome surgió tras años de
frente a un dilema diagnóstico y terapéutico. Una explo- haber orientado la exploración de la región inguinal
ración diagnóstica sin resultados agrega una carga adi- para demostrar la presencia de una hernia, hecho que no
cional a un paciente ya estresado.” Este autor vino a ilu- en todos los casos pudo demostrarse. Ello motivó al autor
minar en parte el dilema producido por la concurrencia y a su grupo a iniciar un estudio prospectivo diagnóstico
de un gran número de pacientes portadores de dolor in- y terapéutico en el que se fundamenta este capítulo.
guinal crónico al consultorio del cirujano de pared ab-
dominal.
El síndrome de dolor inguinal crónico (SDIC) es una ANTECEDENTES
manifestación relativamente frecuente en la consulta
por patología inguinal (14% de las consultas en la serie
del autor, pero habitualmente subestimado). Este sín- El síndrome de dolor inguinal fue descrito por Magee2
drome afecta a la población general adulta de ambos se- en 1942, refiriéndose al atrapamiento del nervio genito-
xos, y debe diferenciarse del dolor inguinal crónico que femoral en pacientes con apendicectomía o traumas se-
suele afectar a los atletas de alto rendimiento; de la in- veros de la región inguinal o de la región del abdomen
guinodinia aguda que se puede instalar en pacientes que inferior.
ejecutan un esfuerzo desmedido y del dolor que se ob- El dolor inguinal, denominado en general inguinodi-
serva en el posoperatorio de la cirugía de hernia ingui-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nia, se ha descrito en deportistas de alto rendimiento;


nal. Morelli y col.3 hacen una detallada descripción de estas
lesiones, de sus manifestaciones clínicas y de su enfo-
que terapéutico.
DEFINICIÓN Entre este grupo de lesiones descritas en atletas se
mencionan las hernias del deportista (sport hernias),
que consisten en una neuralgia de los nervios ilioingui-
nal o iliohipogástrico consecutiva al trauma del nervio,
El síndrome de dolor inguinal crónico constituye un producido por una pared posterior del canal inguinal dé-
cuadro clínico frecuente en la población general de am- bil y protruyente. Esta afección es frecuente en algunos
bos sexos que se caracteriza por dolor de la región ingui- y excepcional en otros.4,5

305
306 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)

Deysine1 fue el primero en destacar que el dolor ingui-


Nervio iliohipogástrico
nal crónico puede presentarse en la población general sin
la presencia de hernia, de antecedentes quirúrgicos o de
esfuerzos físicos desmedidos, deportivos o laborales.
En el consultorio externo del Programa de Cirugía
Mayor Ambulatoria de las Hernias del CRS Cordillera
Oriente de Santiago el síndrome de dolor inguinal cró-
nico en sujetos sedentarios se presentó en 14% de las
consultas por síntomas referidos a la región inguinal en
Nervio ilioinguinal
un periodo de 10 años.6

ETIOPATOGENIA Nervio genitofemoral

El SDIC tiene dos etiologías diferentes, en algunos de


origen neuropático ocasionado por una neuralgia de los Figura 36--2. Trayecto de los nervios del plexo lumbar en la
pared abdominal.
nervios de la región inguinofemoral y genital, cuyo ori-
gen se encuentra en las raíces nerviosas entre T12 y L2;
dichos nervios son el ilioinguinal, el iliohipogástrico y CUADRO CLÍNICO
el genitofemoral (figura 36--1). El compromiso de los
nervios puede ser la consecuencia de una lesión en cual-
quier punto de su trayecto, es decir, intramedular, en la
emergencia de la raíz nerviosa por el agujero de conjun- El SDIC estuvo presente en 14.6% de las consultas por
ción, en el trayecto del nervio por la pared abdominal o patología de la región inguinal llevadas a cabo entre
en el trayecto por el canal inguinal (figura 36--2 y cuadro 2008 y 2012, y un CIO se diagnosticó en 24.2% de ellas.
36--1). La edad promedio de los pacientes con CIO fue de 52
En otros el origen es somático, y corresponde a todas años (23 a 79) y la relación hombre:mujer fue de 2.5:1.
las patologías como hernias, tumores, adenopatías, pe- El cuadro clínico consiste en dolor inguinal con una
riostitis o pubitis, distensiones ligamentarias, tendino- duración mayor de tres meses, que puede ser nocicepti-
sas o musculares, etc. vo, neuropático o mixto, y que suele presentarse en rela-
ción con la actividad física, cediendo con el reposo la in-
tensidad y la consiguiente limitación funcional.
T12 Los síntomas del SDIC se diferencian claramente de
los de las hernias de la región inguinofemoral. En el cua-
L1

Iliohipogástrico
Cuadro 36--1. Etiología más frecuente del SDIC
L2
A nivel del orificio de conjunción
Ilioinguinal Artritis o artrosis interfacetarias
Plexo
Genitofemoral L3 lumbar Hernia del núcleo pulposo
Espondilolistesis
Femoral cutáneo Osteofitos
lateral L4 Tumores
A nivel del nervio
Femoral Neuritis
L5 Atrapamiento del nervio
Obturador
Obturador Neuroma
accesorio Tronco lumbosacro Hernia inguinal
Figura 36--1. Plexo lumbar. Otras (viral, diabetes mellitus, etc.)
Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio 307

Cuadro 36--2. Características que diferencian pujar o toser; luego se repite en decúbito dorsal, delimi-
las hernias inguinales del SDIC tando el anillo inguinal superficial, sus pilares medial y
Hernia SDIC
lateral y su comportamiento al toser o pujar el paciente.
Si la palpación de la masa no plantea dudas se procede
Relación hombre:mujer 7:1 3:2 a realizar la exploración quirúrgica. Si la palpación no
Edad 56.2 (de 15 43.4 (de 17 a
es categórica en el diagnóstico de una masa dentro del
a 88 años) 71 años)
Dolor Nociceptivo Neuropático
canal inguinal resulta útil complementarlo con ultraso-
Periodicidad Ausente Presente
nido, tomografía o ambos.3,4 En la serie del autor y su
Desaparece con el reposo Sí No (92%) grupo estos exámenes confirmaron la presencia de una
Dolor nocturno No Sí (89%) hernia en todos los casos.
Posición antálgica No Sí (90%) El examen físico debe orientarse a descartar la pre-
Meralgia parestésica Ausente Presente sencia de una hernia inguinal; sin embargo, ésta puede
(72%) coexistir con un SDIC, y es necesario que el cirujano
Patología de columna Ausente Presente distinga ambos cuadros y le informe esto al paciente,
(95%) puesto que si no lo hace se arriesga a que la persistencia
del dolor en el posoperatorio se atribuya a la acción qui-
rúrgica.
dro 36--2 se muestran los resultados de estudios efectua- También debe destacarse que el canal inguinal puede
dos en el Centro de Cirugía Ambulatoria de las Her- estar ocupado (CIO) por un bulto o por una masa que se
nias.6,7 hace evidente al comparar ambas regiones inguinales.
El dolor nociceptivo es la consecuencia de la activa- Esta circunstancia, que es poco frecuente, se denomina
ción de nociceptores mecánicos, químicos, térmicos, canal inguinal ocupado, y puede coexistir con un anillo
etc., mientras que el dolor neuropático se debe a una le- inguinal superficial normal. Sin ser una hernia, pone en
sión nerviosa central o periférica. El dolor neuropático evidencia una patología del canal inguinal que puede ser
tiene un componente basal, urente, continuo, de intensi- responsable del dolor inguinal.
dad variable y exacerbaciones agudas, paroxísticas y El cuadro 36--3 da cuenta de los hallazgos en 150 ca-
breves. Lo habitual es que la sensación urente continua sos de SDIC diagnosticados en el Centro de Cirugía
y las sensaciones lancinantes coexistan asociadas con Ambulatoria de las Hernias.
parestesias y disestesias.8,9 Deben examinarse la articulación coxofemoral y la
El dolor neuropático presenta una considerable difi- columna vertebral. El autor de este capítulo y su grupo
cultad diagnóstica y requiere experiencia y dedicación le dan una importancia especial a la percusión de los
para conseguir una adecuada y exhaustiva caracteriza- cuerpos vertebrales y de las masas musculares paraver-
ción. Este dolor ayuda a diagnosticar la presencia de tebrales con un golpe de puño. El dolor que originó la
otros estigmas de daño neurológico y síntomas de pato- percusión a nivel de los cuerpos vertebrales T10 a T12
logía de la columna vertebral, como síndrome ciático, y L--1 estuvo presente en 70% de los pacientes con
meralgia parestésica o claudicación intermitente del SDIC.
cuadríceps. La sensibilidad táctil en la región inguinal muchas
veces está alterada; sin embargo, proporciona informa-
ción subjetiva que con frecuencia es difícil de reprodu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cir y requiere una gran concentración por parte del pa-


EXAMEN FÍSICO ciente y del médico. Hoy en día esta acción se realiza
excepcionalmente.

El diagnóstico de un CIO requiere la concurrencia de un Cuadro 36--3. Clasificación del SDIC


cirujano experimentado en el examen de la región in- según sus características clínicas
guinal, el cual resulta particularmente complejo en pa- SDIC Sin hernia inguinal o femoral sin ocupa- 117
cientes obesos, con dolor a la palpación y poco coopera- ción del canal inguinal
dores. La palpación de la región inguinal se realiza con Con hernia inguinal o femoral o con canal 28
el paciente de pie, incluyendo ambas regiones inguina- inguinal ocupado
les, buscando reconocer un abultamiento en la zona co- Con hernioplastia previa, sin recidiva, con 5
rrespondiente al canal inguinal y su modificación al recidiva
308 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)

La palpación del pubis, de la sínfisis pubiana, del liga- Es más o menos común que estos pacientes presenten
mento inguinal, de los pilares del anillo inguinal superfi- dolencia durante meses y años, y que tengan en su haber
cial y de la inserción de los músculos aductores del pubis infructuosas consultas a médicos generales y a diversos
casi siempre es dolorosa en los pacientes con SDIC. especialistas tanto del área médica como de la quirúrgi-
ca sin encontrar una solución a su problema.
Una tomografía o un ultrasonido llevados a cabo en
un desesperado intento por encontrar una hernia ingui-
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS nal casi siempre son el motivo por el cual el paciente es
derivado a la consulta del cirujano, quien debe hacerse
cargo de este síndrome desde la perspectiva de un espe-
cialista en pared abdominal.
Los pacientes acuden con frecuencia a consulta con el Pasará a ser una actividad principal del cirujano el
cirujano enviados por el médico general con una tomo- aclarar al paciente su situación de tal manera que acepte
grafía o ultrasonido de la región inguinal que la mayoría que sus dolencias son consecuencia de diferentes pato-
de las veces muestra la presencia o ausencia de una her- logías de la zona, y que acepte iniciar un itinerario diag-
nia inguinal o femoral pequeña, lo cual se entiende por- nóstico y terapéutico complejo y frecuentemente costo-
que clínicamente estos pacientes no presentaron una so. En la serie que motiva este capítulo la exploración
hernia detectable de la región inguinofemoral durante el quirúrgica se consideró el estándar de oro del CIO. En
examen físico. En 1997 y 1998 estos pacientes se some- relación con el examen físico, la palpación neta y segura
tieron a una intervención con la finalidad de explorar la de un bulto en el canal inguinal tuvo una sensibilidad
región; sin embargo, no se comprobaron alteraciones diagnóstica de 100%. Cuando la palpación fue poco cla-
que explicaran el cuadro doloroso, lo cual contribuyó a ra o dudosa se recurrió a la ecografía y la tomografía de
confirmar que dichas personas padecían un nuevo sín- partes blandas para precisar el diagnóstico. Para este
drome. Una vez planteado el diagnóstico de una afec- examen la sensibilidad fue de 87%. Considerando en
ción neurológica radicular o de los nervios ilioinguinal, conjunto la palpación y los hallazgos ecotomográficos,
iliohipogástrico o genitofemoral en su trayecto por la la sensibilidad fue de 96%.
pared abdominal, se comprobó que los elementos dis- Se han distinguido tres formas de presentación del
ponibles para el adecuado diagnóstico de estas lesiones SDIC (cuadro 36--3). y en un porcentaje no despreciable
son escasos y poco específicos. (18%) se comprobó una hernia inguinal o la ocupación
Las radiografías simples de la columna dorsolumbar del canal inguinal por una masa palpable durante la cui-
y de la articulación coxofemoral ayudan en esta etapa dadosa comparación de ambas regiones inguinales. En
del diagnóstico, pero son poco específicas. estos casos es necesario informar al paciente que inclu-
La interconsulta con un neurólogo puede ayudar para so con la intervención de la hernia existe la posibilidad
diferenciar el dolor y entregar información sobre las al- de que el dolor inguinal persista y requiera un tratamien-
teraciones de la sensibilidad táctil. to orientado a corregir la neuritis o la radiculopatía sub-
A sugerencia del Dr. Deysine se efectuó el bloqueo yacente.
anestésico del nervio ilioinguinal a la altura de la espina Las figuras 36--3 a 36--5 muestran diagramas de flujo
iliaca anterosuperior, para descartar un atrapamiento o con la conducta actual a seguir en cada uno de los casos.
un traumatismo del nervio a nivel del canal inguinal, en Es necesario destacar la importancia que se les da al
cuyo caso el dolor desaparece o disminuye de manera bloqueo del nervio ilioinguinal y a la fisioterapia de la
consistente. Ante el bloqueo positivo se determinó la columna vertebral, los cuales son tratamientos que ad-
exploración del canal inguinal, la cual tiene también un quieren el carácter de pruebas diagnósticas y cuyo éxito
objeto diagnóstico. permite localizar el sitio de origen del daño neuroló-
gico.

DIAGNÓSTICO
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Como se sabe, la sintomatología se diferencia bien de la


de una hernia de la región inguinofemoral, y el examen Una vez que se examinaron las regiones inguinal y fe-
físico permite descartar su presencia. moral con el paciente de pie en posición de decúbito, y
Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio 309

Éxito
Medicina alta
Positivo física
Sin hernia Examen Fracaso
SDIC clínicamente neurológico
manifiesta y de columna
Negativo ECO

Canal
inguinal
alterado Canal
inguinal
sano
Exploración
quirúrgica

Interconsulta
Éxito Fracaso Neurólogo
Neurocirujano

Figura 36--3. Diagrama de flujo diagnóstico y terapéutico del SDIC en ausencia de una hernia.

que se estudiaron el testículo y el cordón espermático, El dolor inguinal en los atletas se presenta en los de-
para descartar la presencia de una hernia y el engrosa- portistas profesionales y de élite, y es más frecuente en-
miento del funículo o del testículo, la atención deberá tre los futbolistas, los tenistas y los jugadores de balon-
dirigirse a otras patologías capaces de producir dolor in- cesto. El dolor resume un desorden musculosquelético,
guinal crónico. Las contusiones graves y los procedi- producto de una acción muscular extrema.
mientos quirúrgicos llevados a cabo en el hemiabdomen El síndrome de los aductores se refiere al compromi-
inferior pueden ser responsables de la causalgia genito- so de estos músculos en su inserción en el pubis, pero
femoral descrita por Magee,2 y su diagnóstico se plantea- también se han descrito entesitis (inflamación del tejido
rá después de descartar otras causas de dolor inguinal. conectivo de las inserciones aponeuróticas o tendinosas
El diagnóstico diferencial de los pacientes con SDIC del hueso) de los pilares del anillo inguinal superficial
en ausencia de una hernia o de un CIO debe hacerse, en- en el pubis, desgarros musculares y fracturas por estrés
tre otros, con una afección de la articulación coxofemo- o por avulsión, entre muchas otras lesiones. La palpa-
ral y con afecciones de las raíces T12--L1 de la columna ción y la compresión de las prominencias óseas, así
vertebral dorsolumbar. como el estudio dinámico de la extensión o contracción

Éxito
Con hernia alta
inguinal o femoral Hernioplastia
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SDIC o y
con canal inguinal neurólisis Persistencia
ocupado del dolor

Éxito AINE y Examen


alta medicina física Alterado neurológico y de
la columna

Intersonsulta:
Persistencia Neurólogo Normal
del dolor Neurocirujano
Traumatólogo
Medicina del deporte

Figura 36--4. Diagrama de flujo del diagnóstico y el tratamiento del SDIC en presencia de una hernia inguinal o femoral.
310 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)

Exitosa
alta

Recidiva Hernioplastia
clínicamente y
manifiesta neurólisis

SDIC Hernioplastia
previa Fracaso

Sin recidiva
clínicamente No suprime
manifiesta el dolor

Anestesia del
nervio ilioinguinal
Interconsulta
Neurología
Neurocirugía
Traumatología
Suprime el Medicina del deporte
dolor
Exitosa
alta Fracaso

Neurólisis
del nervio
ilioinguinal

Figura 36--5. Diagrama de flujo diagnóstico y terapéutico del SDIC posquirúrgico.

musculares, ayudan al diagnóstico en el momento de TRATAMIENTO


producirse una exacerbación del dolor.3--5 El estudio ra-
diológico y ecotomográfico contribuye a establecer el
sitio y las características de la lesión. No siempre es po-
sible determinar la etiología del dolor que aflige a los Pacientes portadores de hernias
atletas. Gilmore10 presentó el concepto groin disrup- de la región inguinofemoral
tion, que puede traducirse como desgarro o ruptura in- o de canal inguinal ocupado
guinal, para entender el conjunto de alteraciones anato-
mopatológicas que se aprecian en la región. El autor es Se someten a una intervención de la hernia con disec-
categórico al señalar que las lesiones que él ha encontra- ción de los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico, y en
do en un gran número de pacientes no constituyen una ocasiones de la rama genital del genitofemoral. En la ac-
hernia inguinal. La mayoría de los pacientes se benefi- tualidad se prefiere extirpar los nervios (triple neurecto-
cian con la corrección quirúrgica de los desgarros. mía) en el mismo procedimiento de la herniorrafia. El ca-
El estudio radiológico con herniografía en pacientes nal inguinal ocupado merece una especial mención, pues
con dolor inguinal ha permitido reconocer las llamadas representa por lo general una hernia sacular en formación
hernias ocultas, que se dan principalmente en las muje- o una hernia lipomatosa. No es poco frecuente encontrar
res obesas, y ha evidenciado principalmente las hernias que el nervio está siendo rechazado por una hernia lipo-
femorales y obturatrices. La sensibilidad y la especifici- matosa o por la pared posterior, que es prominente.
dad del método son bajas, con falsos negativos de 20% En caso de persistir el SDIC en el posoperatorio el
y falsos positivos de 10%.11 paciente deberá ser manejado como paciente sin hernia.
La herniografía dio origen también a la sport her-
nia,12 para señalar las alteraciones de la pared posterior Pacientes no portadores de hernia o que
del canal inguinal detectadas en los pacientes con dolor no tienen el canal inguinal ocupado
inguinal. Estos hallazgos originaron el “síndrome de fosa
profunda y amplia” (syndrome of broad and deep fos- Cuando los pacientes no tienen una hernia inguinofe-
sae), que se contrapone con los hallazgos de Gilmore. moral y el canal inguinal aparece normal se procede a
Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio 311

infiltrar con anestesia local el nervio ilioinguinal a la al- fue explorar el canal inguinal, efectuar una triple neu-
tura de la espina iliaca anterosuperior, como lo ha reco- rectomía y corregir el defecto herniario subyacente. Los
mendado Deysine. Esto es posible sólo si el paciente pacientes se intervinieron en forma ambulatoria con
presenta dolor en el momento de la consulta. anestesia local. Abierto el canal inguinal se procedió a
Cuando el bloqueo hace desaparecer el dolor se supo- identificar los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico y
ne que se está frente a una neuralgia por un daño produ- a extirparlos ligando sus cabos con VicrylR. Se identifi-
cido en el trayecto del nervio en su trayecto inguinal, por có el paquete neurovascular testicular externo y se extir-
lo que se procede a la intervención, donde se efectúa una pó, y de esta manera, al extirpar la rama genital del ner-
cuidadosa disección que se asocia con una triple neurec- vio genitofemoral, se completó la trineurectomía. Se
tomía y reforzamiento de la pared posterior en caso ne- buscaron específicamente hernias indirectas saculares
cesario. Los demás pacientes se envían a consulta con o lipomatosas, hernias directas, debilidad de la pared
el fisiatra (medicina física) para una rehabilitación de la posterior del canal inguinal con procidencia de la mis-
columna vertebral. Esta terapia es muy efectiva en la ma con la maniobra de Valsalva. También se exploró el
mayoría de los enfermos, pues ayuda a desaparecer o músculo oblicuo interno para descartar una hernia in-
disminuir en gran medida los síntomas. tersticial (Spiegel baja) y la fosa oval para apreciar una
Sólo en ocasiones excepcionales, y ante el fracaso de hernia femoral. Una vez tratadas las alteraciones encon-
la rehabilitación, los pacientes son enviados al neuroci- tradas se efectuó una reparación del defecto herniario
rujano para un examen exhaustivo de la columna y su con malla (Lichtenstein) o mediante una técnica de her-
corrección quirúrgica. niorrafia fascial (Shouldice, Bassini, Madden). Final-
La totalidad de los pacientes de la serie del autor se mente, se suturaron la pared anterior del canal inguinal
sometieron a una intervención quirúrgica cuyo objeto y la piel.

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312 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)
Capítulo 37
Dolor inguinal crónico
posoperatorio o inguinodinia
Rigoberto Álvarez Quintero

INTRODUCCIÓN meshoma, término acuñado por el Dr. Amid para descri-


bir la formación fibrogranulomatosa en el área quirúrgi-
ca, aunada a la presencia de material protésico, general-
mente polipropileno pesado, arrugado o enrollado que
El dolor inguinal posoperatorio tomó importancia una actúa como un cuerpo extraño, cuya presencia puede
vez que las técnicas libres de tensión ofrecieron la posi- causar molestia, principalmente en los pacientes delga-
bilidad de reducir en forma considerable los índices de dos, cuando involucra alguna estructura nerviosa o el
recidiva, lo cual enfocó la atención en este padecimien- conducto deferente que fue esqueletizado, no se incluye
to de infrecuente presentación, pero detectado en un dentro del músculo cremáster en el cordón espermático
grupo de pacientes operados de hernioplastia inguinal. y su inervación queda expuesta al contacto con la malla,
Dada la trascendencia en el aspecto laboral y la mala ocasionando dolor y en ocasiones una eyaculación do-
práctica (malpraxis), las implicaciones derivadas del lorosa.
dolor incapacitante posterior a la hernioplastia pasaron Este dolor de tipo no neuropático se localiza en la re-
a ocupar el primer lugar de impacto laboral y legal en gión quirúrgica, pero no involucra directamente los
este rubro.1 Los grupos, sobre todo los europeos, pusie- troncos neurales y en general desaparece entre 30 y 90
ron su atención en el estudio controlado y aleatorizado días después; no ocurre lo mismo con el meshoma, que
de grandes series, con un índice de persistencia de hasta con frecuencia requiere la remoción del cuerpo extraño
12.3%2 a los tres meses en pacientes sometidas a cesárea y del tejido granulomatoso circundante, lo cual consti-
y de 1.9%3 en pacientes sometidos a hernioplastia abier- tuye un procedimiento por demás riesgoso cuando se
ta, donde los centros de enseñanza quirúrgica presenta- trata de material colocado en el espacio de Bogros conti-
ron la mayor incidencia. Se reportan series de hasta 11% guo a los vasos iliacos. Este tipo de dolor somático no
a largo plazo,4 lo cual puede interpretarse desde varias tiene ninguna relación con el tipo de técnica utilizada,
perspectivas, según la escala de valoración aplicada. con la colocación de mallas pesadas (> 80 g/m2) ni con
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La patología de la inguinodinia se presenta de dos el uso de técnicas que utilizan sólo sutura, pues su inci-
maneras principalmente. La primera es de origen noci- dencia es prácticamente la misma.5
ceptivo o somático, y es la forma más común de presen- La segunda forma de presentación de dolor posope-
tación, secundaria a la ruptura de tejidos y el proceso in- ratorio en la ingle es el dolor de tipo neuropático que, al
flamatorio propio de cualquier intervención quirúrgica, contrario del somático o no neuropático, se manifiesta
lo cual se manifiesta en los primeros días posoperato- generalmente desde el posoperatorio inmediato en la
rios. La molestia es de tipo inespecífico y puede variar mayoría de los casos e involucra una lesión del nervio
entre dolor, entumecimiento, malestar vago o un franco por sección al cortar en forma voluntaria o incidental el
cuadro de inflamación y tumoración secundario a un he- nervio, o por prensión al quedar atrapado dentro de una
matoma que pudiera requerir atención quirúrgica inme- sutura o grapa en el momento de fijar la malla o en el
diata; asimismo, puede presentar una masa denominada momento del cierre de la aponeurosis del músculo obli-

313
314 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

cuo mayor, de alguno de los troncos neurales del plexo La respuesta inflamatoria crónica involucra la for-
lumbar con el consiguiente dolor localizado en el der- mación e integración de fibrina en su fase inicial, así
matoma específico del nivel lesionado, con una inci- como la transformación del colágeno como respuesta
dencia de 3 a 5%. La sintomatología puede variar desde cicatrizal y la integración de los materiales de soporte
incomodidad por disestesia o anestesia hasta una verda- y contención. En los casos que involucran uno o varios
dera incapacidad por hiperestesia resistente a la admi- troncos neurales durante la disección (sección) o en el
nistración de analgésicos orales y parenterales, lo cual momento de la fijación (prensión) se lesiona la capa epi-
puede llegar a frustrar al paciente y al mismo cirujano, neural exponiendo el epitelio perineural, que es rico en
que no cuenta con un arsenal efectivo para el manejo mielina (figura 37--1).
conservador de estos eventos. Una vez expuesta la mielina se mezcla con los fibro-
blastos y éstos, al terminar su proceso de integración,
conforman una tumoración compuesta principalmente
de fibroblastos y mielina, denominada neurofibroma,
FISIOPATOLOGÍA que tiene la capacidad de producir neuropotenciales,
que son interpretados como dolor o disestesias a nivel
central.
Una entidad frecuente en las pacientes con inguino-
Los mecanismos de cicatrización involucran en su fase dinia posterior a una cesárea es el neuroendometrioma,9
aguda la producción de factores inflamatorios, como el cual es el resultado de una incisión de tipo Pfannestiel
TNF (factor de necrosis tumoral), interleucinas y citoci- baja, que involucra la mayoría de las veces la sección o
nas, para establecer la respuesta histoquímica al trauma prensión de los nervios ilioinguinales y su inclusión en
quirúrgico. Los materiales de fijación (sutura o grapas) la sutura de la pared muscular (figura 37--2).
y de soporte (malla) actúan como cuerpos extraños al
ser colocados entre los tejidos, cuya gran masa repre-
senta un factor predominante que modifica toda la res- ANATOMÍA
puesta inflamatoria. Esto ha llevado a la creación de ma-
teriales ligeros y ultraligeros (de menos de 28 g/m2) con
una disminución de la respuesta inflamatoria aguda y Los nervios involucrados en la génesis del dolor ingui-
menor producción de seromas y con una mayor fibro- nal crónico de origen neuropático corresponden al ple-
plasia y menor granulomatosis tardía, lo que ha condu- xo lumbar (figura 37--3). Los nervios que se lesionan en
cido a una disminución en el desarrollo de dolor cróni- la cirugía abierta, en orden de frecuencia, son el nervio
co.6--8 Sin embargo, es la fase tardía de la respuesta ilioinguinal, el iliohipogástrico y la rama genital del
inflamatoria, en lo que respecta a la integración de los nervio genitofemoral, mientras que en los abordajes la-
materiales de sostén, la que participa principalmente en paroscópicos10 los más frecuentes son la rama genital y
la génesis del dolor inguinal crónico posoperatorio de la femoral del genitofemoral y los nervios femorocutá-
origen neuropático. neos medial y lateral.

Tejido conectivo perineural


Fascículo nervioso

Axón

Hoja de mielina

Endoneuro
Epitelio perineural
Tronco nervioso Epineuro Fascículo nervioso

Figura 37--1. Tronco nervioso. Una vez lesionado y cortadas las diferentes capas del nervio se expone el epitelio perineural.
Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia 315

cularmente para emerger a 2 cm de la línea media y ter-


minar en dos o tres filetes nerviosos en el hipogastrio.
La rama genital del nervio genitofemoral emerge a tra-
vés del orificio inguinal interno, acompaña al cordón es-
permático en su cara externa y sigue las venas espermá-
ticas externas o “línea azul”. Muchas veces se requieren
lupas para su adecuada identificación. El nervio femo-
rocutáneo lateral emerge a través del tercio lateral del li-
gamento inguinal y rara vez es lesionado durante la ciru-
gía abierta o laparoscópica; en su proyección interna o
laparoscópica viaja por el triángulo lateral a los vasos
iliacos o triángulo del dolor, los cuales pueden ser lesio-
nados al fijar la malla con grapas o tackers en esta zona.

DIAGNÓSTICO
Figura 37--2. Paciente posoperada de cesárea con inclu-
sión (prensión) del nervio ilioinguinal derecho por sutura de
polipropileno con inguinodinia secundaria a neuroendome-
trioma. Los métodos diagnósticos para la determinación de do-
lor inguinal posoperatorio crónico o inguinodinia son
100% clínicos. Los estudios de electromiografía o po-
El nervio ilioinguinal emerge a 1 cm medial a la cres- tenciales evocados no muestran un nivel de sensibilidad
ta iliaca y se dirige en forma medial sobre las fibras del o especificidad confiable y son de difícil valoración. La
músculo oblicuo menor y transverso abdominal en for- tomografía axial computarizada (TAC) y la imagenolo-
ma paralela al cordón espermático, a lo largo de toda su gía por resonancia magnética (IMR) han demostrado su
extensión. El nervio iliohipogástrico emerge en el mis- utilidad en los casos de meshomas. El ultrasonido no
mo sitio que el nervio ilioinguinal, pero viaja intramus- tiene una función relevante en el diagnóstico de esta pa-
tología.
La valoración del dolor constituye el área donde más
T12 se ha trabajado; no obstante, las escalas de medición del
dolor son subjetivas, de poca trascendencia diagnóstica
y nula utilidad terapéutica. Entre ellas está la escala vi-
L1 sual análoga del dolor, o EVA, que valora la intensidad
del dolor del 1 al 10. Otra forma de valoración consiste
Iliohipogástrico
en el “coeficiente kappa”, que es el resultado de la mez-
L2
cla de evaluación con EVA y VRS (Verbal Rating
Ilioinguinal
Plexo
Scale), cuyos resultados incluyen respuestas sin dolor,
Genitofemoral L3 lumbar dolor leve, moderado y severo.11 Otros métodos para
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valorar el dolor crónico son la escala de SF--MPQ (for-


Femoral cutáneo mato corto del cuestionario para dolor de McGill), que
lateral L4 le permite al paciente describir en forma cualitativa las
características de su dolor,12 y las escalas SF 3613 y PDI
Femoral (Pain Disability Index), las cuales valoran la calidad de
L5 vida en cuanto a la incapacidad laboral y su relación con
Obturador
Accesorio el dolor.
lumbosacro Tronco Hay que recordar que la patología se manifiesta por
“dolor” y la presencia de este síntoma es más que sufi-
Figura 37--3. Anatomía del plexo lumbar. Los nervios lesio-
nados con más frecuencia son el ilioinguinal, el iliohipogás-
ciente para llegar al diagnóstico de dolor posoperatorio
trico y la rama genital del genitofemoral en la cirugía abierta; o inguinodinia. Las múltiples escalas de valoración para
el ilioinguinal, así como la rama femoral se dañan más en el el dolor crónico tienen un lugar limitado o nulo en la
abordaje laparoscópico. evaluación objetiva del dolor. Hay que determinar si se
316 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

trata de una manifestación neuropática o no neuropáti- grado de estimulación constante, independiente de la


ca, cuáles nervios están involucrados, si se trata de hipe- presión ejercida. Se demarca el área de estimulación,
restesia o hipoestesia, detectar pacientes simuladores y que va de la cresta iliaca anterosuperior a la línea media
sobre todo valorar la evolución clínica en los pacientes y hacia abajo, hacia el pubis, extendiéndose a los dos
tratados de manera conservadora (analgésicos y antiin- tercios proximales del pene o los labios mayores, la cara
flamatorios orales o parenterales) y quirúrgica (triple anterior del escroto y el tercio medio del muslo, en sen-
neurectomía o resección de meshoma). tido lateral. Los puntos de estimulación se realizan a una
Se considera que una herramienta de gran valor para distancia de 1 a 2 cm en forma comparativa contralate-
la valoración “objetiva” de los pacientes con inguinodi- ral, y en los casos de plastia inguinal bilateral se hace en
nia es el mapeo por dermatomas. Esta técnica diagnósti- forma comparativa con la región periumbilical contra-
ca permite valorar la intensidad del dolor, pero sobre lateral. Para la impresión del mapeo se utilizan marca-
todo discrimina el tipo de disestesia presente (hipereste- dores indelebles colores rojo (+) para hiperestesia, azul
sia, hipoestesia o isoestesia) y los ramos nerviosos invo- (--) para hipoestesia y negro (o) para isoestesia.
lucrados en una forma objetiva, ya que la valoración De la cresta iliaca anterosuperior a la línea media
incluye una fotografía clínica de los dermatomas eva- continúa radialmente hacia la parte inferior, hasta cubrir
luados. Dado que con frecuencia los pacientes recurren los límites descritos. Una vez terminado el mapeo se
a la simulación para obtener cobertura de incapacidad procede a fotografiar la zona para dar seguimiento a su
en el trabajo o buscar compensaciones por mala práctica evolución con manejo conservador o a comparar el pos-
médica, el mapeo permite evaluar al paciente, siendo operatorio de los pacientes denervados mediante una
prácticamente imposible que el paciente pueda manipu- neurectomía selectiva o triple.
lar el resultado, debido a que desconoce la neuroanato-
mía del plexo lumbar.
CLASIFICACIÓN DEL DOLOR
POSOPERATORIO CRÓNICO
MAPEO POR DERMATOMA

La evaluación de los resultados del mapeo se presenta


A los pacientes con inguinodinia persistente mayor de y se ordena de acuerdo con la clasificación del autor, que
tres meses se les somete a un mapeo por dermatomas toma en cuenta cuatro aspectos principales:
mediante un estimulador romo. Para este propósito se
recurre al marcador o indicador de las agendas electró- 1. Lado del dolor, el cual sólo puede ser izquierdo,
nicas de bolsillo tipo Palm, la punta de un termómetro que se reporta como L, o derecho, que se reporta
o de una pluma fuente (figura 37--4), el cual ofrece un como R.
2. Tipo de dolor o molestia, que puede ser de tres ti-
pos:
S Neuropático si sigue el patrón del dermatoma
de una rama nerviosa, el cual se reporta con la
letra N.
S No neuropático, que se refiere con las letras NN
si no sigue el patrón de la rama nerviosa o der-
matoma.
S Denervación secundaria a sección incidental o
neurectomía, manifestada por anestesia, hipo-
estesia o entumecimiento, marcada con la letra
D.
3. Fuente del dolor o molestia, para lo cual se asigna
para los tipos N y D los números 1: nervio ilioin-
Figura 37--4. Marcadores indelebles rojo (hiperestesia),
guinal, 2: nervio iliohipogástrico, 3: rama genital
azul (hipoestesia) y negro (isoestesia), y estimulador de der- del nervio genitofemoral, 4: rama femoral del ner-
matoma con apuntador tipo Palm, la punta de un termóme- vio genitofemoral y 5: femorocutáneo lateral. Para
tro o de un pluma fuente. reportar los nervios torácicos se utiliza la letra T
Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia 317

Cuadro 37--1. Clasificación del dolor


posoperatorio crónico: localización (D o I),
tipo de dolor (N, NN o D), así como fuente del
dolor (1--5 o T1--12 o PMGSTV)
e intensidad del dolor utilizando la escala visual
análoga del I al X (números romanos)
Localiza- Tipo Fuente Intensi-
A B C
ción dad EVA
D derecha N Neuro- 1 Nervio ilioinguinal I--X
I izquierda pático 2 Nervio iliohipogás- I--X
trico
3 Rama genital I--X
4 Rama femoral I--X
5 L Nervios femoro- I--X
cutáneos
D E F
T1--12 Nervios toráci- I--X
cos
D Dener- 1 Nervio ilioinguinal I--X
vación 2 Nervio iliohipogás- I--X
trico
3 Rama genital I--X
4 Rama femoral I--X
5 L Nervios femoro- I--X
cutáneos G H I
NN No P Dolor del pubis I--X
neuro- M Meshoma I--X Figura 37--5. Ejemplos clínicos: A. Normal. B. L--N--1--IX. C.
pático
á G Granuloma I--X R--N--2--VII. D. L--N--3--VI. E. R--N--1,3--IX. F. L--N/D--1--IX.
S Hernia del deportista I--X G. L--D--1--II. H. L--NN--V--IX. I. L--NN--P--V.
T Testicular I--X
V Vago I--X
Álvarez: Dermatome mapping postoperative chronic pain & dis-
comfort classification. anatómico de la región inguinal y abdominal. De igual
manera, se requiere habilidad y conocimiento en el uso
de los diferentes tipos de materiales protésicos y su indi-
cación de acuerdo con la individualización de los casos,
y el número de nervio involucrado (T1--T12). Para así como la gama de posibilidades para su fijación con
los tipos NN se asignan las letras P para pubalgia, suturas absorbibles monofilamento, tackers absorbi-
M para meshoma, G para granuloma, S para her- bles y adhesivos biológicos.16
nia del deportista, V para dolor vago o probable Las técnicas quirúrgicas disponibles para la repara-
paciente simulador y T para orquialgia (cuadro ción de los defectos herniarios pasan por un escrutinio
37--1 y figura 37--5). riguroso; sin embargo, la mayoría de los cirujanos mu-
4. Intensidad del dolor, que se reportará con la escala chas veces las modifican de una u otra manera sin una
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visual análoga, en los rangos de 1 a 10, utilizando justificación lógica y mucho menos con una evidencia
números romanos (I a X) (cuadro 37--1). sustentada,15,17 lo cual incrementa el riesgo de malos re-
sultados y complicaciones.
El manejo del paciente con dolor inguinal crónico de-
pende principalmente de un diagnóstico adecuado. Los
TRATAMIENTO casos de dolor de tipo somático en general tienden a
evolucionar con el tiempo hacia la disminución de la
sintomatología, ayudada con la administración de anal-
gésicos y antiinflamatorios orales.
Igual que ocurre en cualquier cirugía, la prevención Los casos secundarios a la presencia de un meshoma
siempre constituirá la piedra angular en el manejo del casi siempre requieren remoción, teniendo en cuenta
dolor crónico posoperatorio, y en este rubro no hay que los casos secundarios a la colocación de conos son
campo de mayor trascendencia que el conocimiento en general los más difíciles de extirpar, puesto que en
318 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

Figura 37--7. Triple neurectomía, resección completa del


nervio ilioinguinal, de los ramos del nervio iliohipogástrico y
de la rama genital del nervio genitofemoral con control trans-
operatorio.
Figura 37--6. Manejo con infiltración local de betametasona
y lidocaína a 2%; se administran 2 cm3 a 1 cm medial a la
cresta iliaca y el resto en el trigger point.
NEURECTOMÍA TRIPLE Y SELECTIVA

Este procedimiento18 se realiza con la reexploración de


ocasiones quedan adosados a los vasos iliacos externos, la región inguinal afectada y la disección de la rama ner-
con el consiguiente riesgo en el momento de su remo- viosa específica expresada en el mapeo por dermatomas
ción. o, en caso de considerarlo necesario, de los tres princi-
Cuando se trata de eventos neuropáticos los analgési- pales troncos nerviosos involucrados: el nervio ilioin-
cos y los antiinflamatorios orales tienen una función im- guinal desde su emergencia a 1 o 2 cm de la cresta iliaca
portante, aunque casi siempre de manera temporal (en- anterosuperior hasta su emergencia por el anillo ingui-
tre 30 y 60 días posoperatorios). nal superficial; los troncos del nervio iliohipogástrico,
Si el dolor persiste después de esto debe hacerse una que por lo general son dos o tres ramos de aproximada-
infiltración de las ramas involucradas y los puntos hi- mente 0.5 cm cada uno y emergen en la porción medial
perálgicos (trigger points) determinados en el mapeo del tendón conjunto con su unión a los músculos rectos;
por dermatomas con lidocaína a 2% más un esteroide, y la rama genital del nervio genitofemoral en toda su
como la betametasona de depósito (figura 37--6), cada longitud, desde su emergencia por el anillo inguinal
dos semanas durante tres sesiones. profundo hasta la parte más distal, siguiendo el cordón
Estas infiltraciones pueden eliminar la sintomatolo- espermático.
gía hasta en 30% de los casos, aunque después de los 90 Una vez disecados se procede a pinzar los extremos
días la mayoría de los casos persisten y deben manejarse y ligar con material absorbible, como poliglactina o po-
con neurectomía triple o selectiva. liglecaprone 25 (figura 37--8), y cortar los nervios te-
Cuando se valora en forma completa esta neurecto- niendo control histopatológico transoperatorio, para
mía y se realiza adecuadamente el éxito es de cerca de asegurarse de que se trata de material neural y no es teji-
100% (figura 37--7). do conectivo lo que se está resecando.
La valoración debe incluir una historia clínica com- El muñón ligado se invagina en la masa muscular con
pleta, el tiempo transcurrido desde la intervención, los el mismo material con que se realiza la ligadura para
hallazgos, la técnica operatoria, el tipo de plastia usada, evitar que quede en contacto con el polipropileno y cau-
el material de fijación (suturas, tackers y fibrina) y de se dolor posoperatorio.
sostén o contención (tipo de malla en la plastia libre de
tensión o tipo de sutura en los casos de plastias con ten-
sión), y sobre todo la evaluación física integral que in- CONCLUSIONES
cluya el mapeo por dermatomas (figuras 37--8 a 37--10),
así como fotografías del primer día de consulta, del mo-
mento previo a cada sesión de infiltración y el resultado El dolor inguinal posoperatorio crónico o inguinodinia
posterior a la neurectomía. constituye una entidad patológica bien definida en lo
Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia 319

A B

C D

Figura 37--8. Triple neurectomía. A. Localización del nervio ilioinguinal con una sutura de ProleneR que lo atrapaba. B. Resección
de todo su trayecto y ligadura con ácido poliglicólico. C. Cabo proximal del nervio ligado. D. Inmersión del tronco neural ligado
con material absorbible en la masa muscular del músculo oblicuo menor para evitar su contacto con la malla.

que respecta a su presentación clínica; sin embargo, no ciso. Las propuestas para su evaluación cualitativa son
existe un estudio paraclínico para su diagnóstico pre- diversas, y su manejo varía desde el tratamiento empíri-
co con analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos y
esteroides hasta la denervación del plexo lumbar o re-
moción de material protésico y tejido fibrogranuloma-
toso.
La prevención de su manifestación es la principal he-
rramienta para su tratamiento, y en este rubro el conoci-
miento anatómico de la región inguinal es la piedra
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angular, lo cual se suma a una destreza técnica en la ma-


nipulación de los tejidos y el uso y la elección adecua-
dos de los materiales de contención y fijación. Las téc-
nicas quirúrgicas por aplicar deben contar con un valor
de evidencia óptimo, para lo cual se cuenta con informa-
ción estadística suficiente como para que se sigan utili-
zando procedimientos cuya única justificación sea “Es
la que mejor sé hacer”.
Actualmente se cuenta con el mapeo por dermatomas
Figura 37--9. Paciente posoperada de cesárea con dolor
como una herramienta altamente sensible en la determi-
inguinal más intenso durante el periodo menstrual. Mapeo
por dermatomas e inguinodinia neuropática del nervio ilioin- nación del origen y su alta especificidad; ahora ayuda a
guinal derecho con resultado histopatológico de neuroendo- limitar la neurectomía a los ramos involucrados sin te-
metrioma. ner que dañar estructuras nerviosas sanas. Además, su
320 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

A B

Figura 37--10. Paciente posoperado de plastia inguinal izquierda tipo Lichtenstein con dolor claudicante e incapacitante. A. La
primera exploración por dermatomas muestra compromiso del nervio ilioinguinal y la rama genital izquierdos (marcas rojas de
hiperestesia). B. La exploración posterior a la triple neurectomía muestra denervación de la zona con desaparición del dolor y
presencia de hipoestesia (marcas azules de hipoestesia).

clasificación permite a los especialistas usar un lengua- específica en cada una de las diversas formas en que se
je común para comunicarse en forma objetiva, clara y presenta esta entidad tan subjetiva que es el dolor.

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Capítulo 38
Hernia inguinal en pediatría
Javier Valdez González, Juan Carlos Mayagoitia González

ANTECEDENTES HISTÓRICOS En 1925 Hughson encontró en 20% de autopsias sa-


cos indirectos en hombres que no habían manifestado
clínicamente una hernia en su vida. Keith encontró en
1924 un saco herniario explorando el lado opuesto a la
La hernia inguinal es la variedad más frecuente de her- hernia en 10 a 20% de pacientes pediátricos con hernia
nia de la pared abdominal en pediatría, correspondiendo unilateral, y comentó la existencia del conducto perito-
a más de 80% del total. Predomina en el sexo masculino, neo vaginal permeable que, además de darse en niños,
y se estima que 4% de la población masculina pediátrica también se presentaba en adultos, así como la asocia-
tiene o tendrá una hernia inguinal en el transcurso de su ción de hernia y ausencia de descenso testicular.
vida.1
La historia de la hernia inguinal en pediatría no se
separa de la historia de esta patología en general. Esto ASPECTOS EMBRIOLÓGICOS
obedece a que hasta finales del siglo XIX nunca se había
separado la cirugía por especialidades, y menos aún en
cirugías de adultos y de niños, como dos entidades dis-
tintas del mismo padecimiento. Sólo existen documentos El proceso vaginal, que da origen a la hernia inguinal
en los que se mencionan algunas cirugías practicadas en pediátrica común, está presente en el feto en desarrollo
niños para corregir la hernia inguinal. John Hunter afir- a las 12 semanas. El proceso es un divertículo peritoneal
mó la naturaleza congénita de algunas hernias inguina- que se extiende a través del anillo inguinal interno. Al
les indirectas y describió en 1785 que el proceso vaginal descender el testículo en el séptimo u octavo mes una
se continuaba con la túnica vaginal.1--10 En 1817 Jules porción del proceso se adhiere al testículo al nivel de su
German Cloquet describió el proceso vaginal y observó salida del abdomen y es traccionado hasta el escroto con
que rara vez estaba cerrado al nacer, hallazgo importan- el testículo. La porción del peritoneo (proceso) que en-
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te para explicar la patogenia de la hernia inguinal indi- vuelve al testículo se convierte en la túnica vaginal. El
recta.9 resto del proceso dentro del canal inguinal finalmente
Posterior a la descripción de Edoardo Bassini de su se oblitera eliminando la comunicación entre el escroto
procedimiento quirúrgico en 1884,4,5,13,14 en 1906 Ros- y la cavidad peritoneal. El momento exacto de la oblite-
sell, cirujano pediatra australiano, impulsó la teoría “sa- ración es un tanto controversial.
cular”, que abogaba en favor del origen congénito de las El proceso vaginal continúa asintomáticamente per-
hernias de la ingle, rechazando la teoría de que podrían meable durante toda la vida en alrededor de 20% de los
ser patológicamente adquiridas, y aceptó la presencia de adultos. El proceso permeable es sólo una hernia poten-
un divertículo peritoneal preformado desde la etapa fe- cial, y se convierte en una hernia real cuando intestino
tal como condición previa y necesaria en todos los ca- u otro contenido intraabdominal sale de la cavidad peri-
sos. toneal hacia el mismo. Si únicamente sale líquido de la

321
322 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

Normal Hidrocele Hidrocele Hidrocele tructuras del cordón espermático. El saco mismo puede
Cavidad no comunicante comunicante del cordón ser extremadamente delgado, o con una pared extrema-
abdominal espermático
damente gruesa, dependiendo de la edad o de la etapa
gestacional del paciente y del tiempo que la hernia haya
sido sintomática, y si se ha presentado incarceramiento.
En algunos casos el saco herniario puede ser tan delgado
que los vasos testiculares y el conducto deferente pare-
cen salir del anillo interno por dentro del saco, en lugar
Testículo de por detrás del mismo, pero embriológicamente esto
Escroto es una imposibilidad. Una búsqueda diligente siempre
revelará una membrana delgada de saco adherente, en
Figura 38--1. Persistencia del conducto peritoneo vaginal sentido anterior al cordón espermático.
manifestado como hidrocele de diferentes tipos. Con fre-
cuencia se acompañan de una hernia indirecta.

EPIDEMIOLOGÍA
cavidad peritoneal el defecto se denomina hidrocele co-
municante, refiriendo la madre del niño el antecedente
de aumento de volumen escrotal durante la actividad
que aumente la presión intraabdominal (llanto, esfuer- De los casos de hernia inguinal en edad pediátrica 60%
zo) y reducción durante el sueño y otros periodos de re- se presentan del lado derecho, 25% del izquierdo y la
lajación. Este patrón indica definitivamente un proceso hernia bilateral ocurre en 15% de los casos. Es más fre-
vaginal permeable (figura 38--1). La mayoría de los ci- cuente en el sexo masculino, variando desde 3:1 hasta
rujanos consideran el hidrocele comunicante como una 10:1 sobre el sexo femenino, y en los niños pretérmino
hernia y proceden a repararla. 20% de los procesos vagi- se observa con una frecuencia de dos a tres veces más
nales se cierran de las 36 a las 40 semanas de gestación. alta que en los niños nacidos a término, o sea 40% más
El recién nacido tiene presente el proceso vaginal en en forma unilateral o bilateral. Por razones que no están
80% de los casos, de los cuales 40% se cierran en el pri- muy claras, en pacientes prematuros del sexo femenino
mer mes, 20% después de los dos años y se ha observado son más frecuentes las hernias. En cambio, en el recién
patente en 12% de los adultos. De este porcentaje sólo nacido a término son nueve veces más frecuentes en los
de 8 a 15% de estos adultos tendrán hernia inguinal clí- niños que en las niñas. Por otro lado, ante prematurez y
nica, y es a este proceso vaginal al que se le atribuye la bajo peso al nacer, además de que presentan hernias con
hernia inguinal. mayor frecuencia, tienen más complicaciones, entre
ellas dependencia de un ventilador, las sepsis y la ente-
rocolitis necrosante que se acompañan de una mayor in-
cidencia de hernias. El riesgo más elevado de hernia in-
ASPECTOS ANATÓMICOS guinal con probabilidades de incarceramiento excede
60% durante los primeros seis meses de vida de estos ni-
ños. Esto hace que la mayoría de los neonatólogos y ci-
rujanos pediatras recomienden reparación de la hernia
La anatomía en realidad es igual en el adulto que en el antes del alta hospitalaria. Se ha encontrado que las
niño. Quizá la única diferencia estribe en la distancia enfermedades acompañantes adicionales sí pueden pro-
que existe entre ambos orificios inguinales (superficial piciar las recurrencias de las hernias después de la repa-
y profundo), que al nacimiento casi se superponen a una ración. Los pacientes con fibrosis quística del páncreas
distancia promedio de 10 a 15 mm, y conforme va cre- tienen hasta 15% de hernia inguinal, cifra hasta ocho ve-
ciendo el niño aumenta la distancia entre uno y otro, ces mayor que en la población general. En esta patolo-
siendo en promedio de 25 mm a los cinco años de edad, gía seguramente aumenta la presión intraabdominal,
hasta alcanzar después una distancia casi parecida a la aunque no lo explica totalmente, ya que los padres y los
del adulto, de entre 60 y 90 mm. hermanos de los niños con fibrosis quística del páncreas
Ya que los vasos testiculares y el conducto deferente también tienen mayor riesgo de desarrollar hernia, aun-
son estructuras retroperitoneales, salen del anillo inter- que en menor grado que el paciente. Se cree que estos
no por detrás del proceso vaginalis. Por lo tanto, el saco riesgos mayores se relacionan con una embriogénesis
de la hernia yace anterior y ligeramente medial a las es- alterada de las estructuras de los conductos de Wolff que
Hernia inguinal en pediatría 323

también ocasionan ausencia de conducto deferente en Es importante notar que estos aspectos no están bien
pacientes masculinos con fibrosis quística. estudiados en el niño, sólo existen estadísticas que men-
Se sabe que las hernias inguinales en niños varones cionan una mayor frecuencia en niños con antecedentes
son derechas en 65% de los casos debido a que el proce- familiares de hernia inguinal.
so vaginalis se cierra primero en el lado izquierdo; por
lo tanto, es posible que este retardo pueda terminar en
una hernia indirecta. Es muy importante distinguir que Persistencia del conducto
las hernias directas y femorales en niños son extremada- peritoneo vaginal
mente raras y constituyen un pequeño porcentaje de los
defectos herniarios en la mayor parte de las series. Rara La persistencia del conducto peritoneo vaginal en el
vez se establece el diagnóstico en el preoperatorio de es- hombre o conducto de Nuck en la mujer es la causa pri-
tos dos tipos de hernias. maria de la hernia inguinal indirecta en lactantes. Un
En los adultos las hernias directas y femorales se con- número significativo de procesos vaginales (20%) con-
sideran defectos adquiridos, pero su origen en los niños tinuarán permeables durante toda la vida sin presencia
aún es controversial. El factor de riesgo más importante de hernia.
para el desarrollo de estas anomalías poco comunes en Obviamente, un proceso permeable es sólo una her-
los niños parece ser una reparación inguinal indirecta nia potencial, y se convierte en una hernia real cuando
previa, y hasta un tercio de estos pacientes han tenido los aumentos de la presión intraabdominal desplazan al
una reparación previa. intestino u otra víscera al interior de este conducto.

Factores genéticos (enfermedades


ETIOLOGÍA genéticas del tejido conjuntivo)

Existen algunos padecimientos bien reconocidos que se


relacionan con herniosis, como la enfermedad de Eh-
En pediatría podría clasificarse las hernias inguinales ler--Danlos, que afecta a 1 de cada 5 000 individuos; se
como: caracteriza por hiperextensibilidad de la piel, hipermo-
vilidad de las articulaciones, dislocaciones frecuentes,
1. Congénitas: por trastornos del desarrollo (persis- atrofia de cicatrices y ruptura prematura de membranas
tencia del conducto peritoneo--vaginal o conducto en el embarazo. Es una anormalidad del metabolismo
de Nuck en la mujer). del colágeno que se expresa en alteraciones de la estruc-
2. Recidivantes: por debilidad de la pared abdomi- tura de la fibra colágena.
nal debido a cirugías previas. Se ha descrito una mayor frecuencia de hernias ingui-
nales en este grupo de pacientes debido probablemente
La hernia inguinal en el niño es congénita. La existencia a su alteración genética del colágeno, que afecta los teji-
de un saco vaginal abierto es el defecto embrionario bá- dos de sostén del organismo, entre ellos los de la región
sico en la patogenia de la hernia. Es un cuadro muy fre- inguinal.13
cuente en la práctica clínica del cirujano pediatra. Su La mucopolisacaridosis (síndromes de Hunter y Hür-
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etiopatogenia es un fenómeno complejo y multifacto- ler) también tiene mayor riesgo de desarrollar hernia in-
rial. Se describirán desde una perspectiva biológica los guinal, y las probabilidades de recurrencia con estas
distintos factores biomecánicos, metabólicos, genéticos enfermedades asociadas exceden 50%. Varios investi-
y otros relacionados con la herencia que se han involu- gadores coinciden en que la recurrencia de hernia en ni-
crado en la fisiopatología de la hernia inguinal primaria ños puede ser el primer signo de enfermedad del tejido
en pediatría, y cómo estos factores se relacionan directa conectivo.
o indirectamente con alteraciones de la estructura del Los niños con luxación congénita de cadera, los so-
colágeno y de la matriz extracelular. metidos a diálisis peritoneal crónica, los lactantes pre-
El proceso de formación de una hernia inguinal pri- término con hemorragias intraventriculares y los niños
maria es un fenómeno en que participan múltiples facto- con mielomeningoceles que requieren derivaciones
res. Entre otros se han descrito elementos relacionados ventriculoperitoneales tienen hernias inguinales con
con la biomecánica (anatómicos y evolutivos), factores más frecuencia que la población general y éstas se aso-
metabólicos y genéticos. cian a alteraciones del metabolismo de la colágena.
324 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

CUADRO CLÍNICO vemente de un lado a otro sobre los elementos del con-
ducto; es muy fácil sentir la presencia de contenido
inguinal engrosado, así como el roce que produce una
pared del saco herniario con otra. Si este dato explorato-
Las manifestaciones clínicas van desde una simple pro- rio es positivo es muy posible el diagnóstico de hernia
tuberancia asintomática en el conducto inguinal de inguinal, aunque no es patognomónico. Cuando se logra
tamaño variable hasta una que pueda extenderse hasta tener una buena experiencia clínica se logra identificar
el escroto o los labios mayores en una ingle, o ambas. este engrosamiento, y pudiera complementarse con el
Aumenta con esfuerzos, tos, llanto, al poner al niño de uso del ultrasonido de la región inguinal en caso de duda
pie, etc. Los padres relatan que frecuentemente es un diagnóstica. En lo personal los autores consideran que
niño irritable, y han notado la presencia de una protru- la simple exploración es suficiente para hacer un diag-
sión o asimetría en la región inguinal que disminuye o nóstico de certeza. La tomografía es muy útil y puede
desaparece con el decúbito y el reposo. ser un buen complemento en caso de dudas, pero hay
La hernia puede presentarse desde el nacimiento o que tomar en consideración el costo, y por tradición el
más tarde, lo cual es impredecible; también puede suce- diagnóstico de hernia inguinal en el niño se hace fácil-
der que la persona encargada de cuidar al niño no la note mente con un buen interrogatorio a la madre y explora-
por un buen tiempo a pesar de estar presente. ción clínica. Existe un procedimiento de herniografía
Puede haber trastornos del tránsito intestinal, dificul- complementario para el diagnóstico de hernia inguinal
tad para expulsar gases, llegando en ocasiones hasta la (la introducción de medio de contraste en la cavidad ab-
obstrucción total del intestino en el caso de hernias dominal) que se abandonó por ser invasivo y por los
grandes. Lo más importante es el relato de la madre o de riesgos que implicaba.
la persona encargada del cuidado del niño que manifies- Por otro lado, la diferencia al explorar a un niño o a
ta que nota irritabilidad, inquietud y llanto, y relaciona una niña es que en el niño el médico puede ayudarse ja-
estos datos con la presencia de aumento de volumen en lando suavemente el testículo hacia abajo e identifican-
la región inguinal. do el cordón espermático engrosado y sentir el saco her-
El diagnóstico clínico se hace al explorar cuidadosa- niario; en cambio, en la niña es muy frecuente observar
mente al niño cuando llora o hace algún esfuerzo. Esto sólo aumento de volumen en una o en ambas ingles, que
se puede lograr mejor si se explora al niño de pie. El sig- puede llegar en ocasiones hasta los labios mayores.
no del guante de seda es un excelente recurso clínico El signo del guante de seda es muy claro tanto en ni-
para hacer el diagnóstico de hernia inguinal en el niño ños como en niñas. A esto puede agregarse el poner de
(figura 38--2). Este signo consiste en explorar al niño en pie al niño, hacerlo llorar para identificar el saco hernia-
decúbito dorsal, colocar el dedo índice en la región in- rio con algún contenido o vacío. Difícilmente se puede
guinal dirigido de arriba hacia abajo desplazándolo sua- uno equivocar. Sin embargo, si hay duda con un niño en
quien en la primera consulta no se detecten fácilmente
los datos mencionados, aún se puede sugerir a los fami-
liares otra entrevista cuando aparezca la tumoración su-
gestiva de hernia inguinal. Es en estos casos donde se
hacen imperativos los estudios de gabinete, como el ul-
trasonido y la tomografía. Otros estudios, como la reso-
nancia, tienen poco o nulo uso en el diagnóstico de her-
nia inguinal en pediatría.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Adenopatías inguinales
Este tipo de tumoraciones inguinales se pueden presen-
Figura 38--2. Exploración de una hernia inguinal en un re- tar en múltiples patologías, como infecciones regiona-
cién nacido. Cortesía del Dr. Ricardo Frank Coelho, São les e incluso algunas adenopatías en padecimientos ma-
Paulo, Brasil. lignos.
Hernia inguinal en pediatría 325

Figura 38--3. Hidrocele y maniobra de transiluminación para diagnóstico diferencial de hernia e hidrocele. Cortesía del Dr. Ricardo
Frank Coelho, São Paulo, Brasil.

La criptorquidia con el testículo a nivel del conducto inguinal o del escroto, puede estar presente desde el na-
inguinal puede confundirse con una protuberancia pare- cimiento o bien aparecer posteriormente. Existe, por
cida a la hernia inguinal, con la diferencia de que ésta otro lado, una alta incidencia de hidroceles no comuni-
no se reduce. La criptorquidia se encuentra entre los cantes asociados a la hernia inguinal. Por tal motivo,
trastornos más comunes que manejan los pediatras y los debe tomarse en consideración que es frecuente diag-
cirujanos pediatras. La hernia inguinal que acompaña a nosticar el hidrocele como una hernia. El diagnóstico se
la criptorquidia es un hallazgo al hacer el descenso del hace con la exploración clínica. Una maniobra auxiliar
testículo; lo común es que se presente como una ligera de diagnóstico es la transiluminación con lámpara (fi-
protrusión del peritoneo sobre el cordón espermático gura 38--3). En este caso es muy útil el ultrasonido, que
que se debe separar y ligar al hacer el descenso del testí- da muy buena información en cuanto a las densidades
culo. El testículo retráctil o testículo migratorio requie- del contenido inguinal.
re una exploración más cuidadosa de la región inguinal,
ya que emigra al tocar la ingle y se retrae si es que se
aloja en el trayecto inguinal, o al tocar el testículo y con- TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
fundirlo con un ganglio. Por ello debe primero ocluirse
el canal inguinal presionando la región inguinal en su
parte más alta y con la otra mano esperar más abajo el
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testículo, en una maniobra de expresión del canal ingui- Hay que estar muy bien informados acerca de los crite-
nal. En caso de duda, o si el testículo se encuentra en la rios para el manejo de las hernias inguinales, hidrocele
cavidad abdominal, se debe practicar un rastreo con ul- (figura 38--4), criptorquidia y testículo retráctil. Estas
trasonido. cuatro entidades se encuentran entre los trastornos con-
Al explorar a una niña no es poco frecuente encontrar génitos más comunes en cirugía pediátrica.
en la región inguinal la presencia de un ovario herniado Una vez hecho el diagnóstico de hernia inguinal hay
que puede llegar a confundirse con un ganglio inguinal. que tomar como guía los siguientes razonamientos: la
hernia inguinal en pediatría se opera cuando se diagnos-
tica, y la técnica a seguir es casi siempre la misma, de
Hidrocele comunicante acuerdo con las preferencias del cirujano (Mitchell
Banks, Marcy, Bassini o Ferguson).
Es una forma de hernia inguinal indirecta pero sin con- Se procede a reparar la hernia si no existen otras con-
tenido visceral. Hay aumento de volumen en la región diciones que contraindiquen la cirugía. La hernia ingui-
326 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

Hernia inguinal

Neonato Hernia
ingresado incarcerada

Resto

Cirugía Intento de
antes del reducción
día Cirugía programada manual

Efectivo No efectivo

Cirugía en Cirugía
3 o 4 días urgente

Figura 38--4. Algoritmo de manejo recomendado para pacientes con hernia inguinal o hidrocele.

nal en pediatría se trata la mayoría de las veces con sólo fundo a través del superficial. A partir de esta edad se
el manejo del saco herniario, ya que no hay que reforzar debe realizar la técnica de Ferguson. Cualquiera que sea
la pared (se comenta entre cirujanos pediatras que la her- la técnica, una vez disecado el saco herniario se efectúa
nia inguinal es como un pantalón nuevo descosido: sólo en él una maniobra de torsión para rechazar al interior
hay que volverlo a coser, en cambio en el adulto se trata de la cavidad cualquier víscera o estructura que pudiera
de un pantalón viejo y raído que hay que remendar). quedar en dicho saco, y se efectuará la ligadura alta del
La anatomía del niño facilita la reparación de la her- mismo (figura 38--5). Hay que cambiar el punto de “pul-
nia, particularmente en el recién nacido y hasta los cinco
años de vida, con la técnica de Mitchell--Banks, que per-
mite ligar y seccionar el saco herniario en el anillo inter-
no o profundo, a través del anillo externo o superficial
aun en presencia de grandes sacos herniarios e hidroce-
les. Esta técnica permite una menor manipulación de los
tejidos, es más simple, menos traumática y rápida debi-
do a las pocas estructuras por disecar y al no tener que
abrir el conducto inguinal, ya que el anillo inguinal
superficial se puede colocar sobre el anillo profundo.
Basta colocar un anillo encima del otro haciendo algo
de tracción cefálica del superficial y disecar el saco lo
más alto posible a nivel del cuello del saco, es decir, a
nivel del anillo profundo. Cuando la distancia entre los
anillos inguinales se incrementa y no es posible sobre-
poner un anillo sobre el otro se hace necesario abrir el
conducto inguinal y exponer su contenido, lo que acon- Figura 38--5. Maniobra de torsión del saco herniario con la
tece cuando el niño sobrepasa los cinco años de edad y que se logra en los niños la reintroducción de cualquier vís-
ha aumentado su talla; con ello la distancia entre ambos cera o segmento de epiplón antes de realizar la ligadura alta
anillos aumenta y ya no se puede acceder al anillo pro- del saco.
Hernia inguinal en pediatría 327

sión” de la hernia fijando el muñón del saco ligado hacia para reparar las hernias en los niños, sobre todo tratán-
el transverso y oblicuo menor del abdomen por dentro dose de procedimientos de mínima invasión y que pro-
del anillo profundo (maniobra de Barker). Otras técni- porcionan una excelente visión y seguridad para las es-
cas han sido empleadas en niños, como la técnica de tructuras del cordón espermático.
Bassini.
Se han usado otras técnicas quirúrgicas, y algunos
sólo recomiendan cerrar el anillo inguinal profundo uti- RESULTADOS
lizando la técnica de Marcy.
Un aspecto importante es lo relacionado con el em-
pleo de mallas para la reparación inguinal abierta o lapa-
roscópica en pediatría. Se mencionan en la literatura La recurrencia de hernia en niños con la técnica mencio-
como experiencias anecdóticas y para casos de difícil nada es muy baja, y a menudo es el cirujano de adultos
manejo, como hernias femorales recurrentes. No hay re- quien se enfrenta a estas recidivas años más tarde, cuan-
comendación alguna para su empleo en niños debido al do el paciente ya deja de ser considerado pediátrico.
comportamiento incierto que pueda existir a futuro de- Existen también reportes con estadísticas bien funda-
bido a los cambios anatómicos y constitutivos, así como mentadas de las complicaciones, como atrofias testicu-
al riesgo de carcinogénesis o de daño a los conductos lares e infertilidad en pacientes con antecedentes de re-
deferentes por los materiales protésicos. paración de hernias en la infancia. Sólo se reconocen
Existen tres motivos relevantes para contraindicar mínimas complicaciones de la herida quirúrgica, como
las mallas en pediatría: la infección y la dehiscencia de la herida quirúrgica, que
se han manejado conservadoramente. También existen
1. Las mallas se encogen con el tiempo hasta en 30 estudios de seguimientos por 10 años sin recurrencias
a 40%. incluyendo a niños desnutridos de primero y segundo
2. El niño crece y el segmento protésico es insufi- grados, desde el nacimiento y hasta los 12 años de edad.
ciente para cubrir toda la región inguinal.
3. Hoy en día es incierto el comportamiento de las
mallas a muy largo plazo. Se puede agregar el ries- CRITERIOS PARA LA EXPLORACIÓN
go potencial de carcinogénesis al colocar una ma- QUIRÚRGICA DE LA INGLE
lla a una edad temprana y el engrosamiento de la CONTRALATERAL
pared de los deferentes cuando el material protési-
co queda en contacto directo con los deferentes sin
protección de cremáster que minimice la reacción
inflamatoria. Por más de 50 años ha existido el debate sobre realizar
en la edad pediátrica la exploración contralateral de ru-
En cuanto al abordaje laparoscópico de las hernias en tina en busca de una hernia del lado contrario. Muchos
pediatría, existen trabajos confiables con casuísticas es- estudios han intentado identificar factores predictores
tadísticamente significativas en donde se usaron técni- de riesgo para la presencia de defectos herniarios ingui-
cas laparoscópicas tipo TAPP a edades de seis meses a nales inadvertidos, argumentando que la persistencia
15 años, donde sólo se efectúa la ligadura alta del saco, del conducto vaginalis puede repararse durante el mis-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y en ocasiones cierre del defecto herniario (cierre del mo evento quirúrgico; sin embargo, también hay detrac-
cuello de la hernia dando una jareta en bolsa de tabaco, tores que mencionan que sólo 20% de las persistencias
tomando sólo el peritoneo y dejando el saco distal in si- del conducto vaginalis desarrollarán hernia inguinal en
tu) con puntos intracorpóreos, en los que además se pue- algún momento de la vida, por lo que lo consideran una
de hacer la detección de una hernia contralateral asinto- medida inapropiada o desmesurada (se ha reportado en
mática. Dichas hernias fueron reparadas o simplemente varias series un proceso vaginal permeable contralateral
se demostró la persistencia de conductos peritoneovagi- presente en 50 a 90% de los casos de hernia indirecta en
nales permeables. pediatría). En la década de 1980 se utilizaba neumoperi-
Los tiempos quirúrgicos en este tipo de reparación la- toneografía en el momento de la herniorrafia, encon-
paroscópica fueron alentadores, como 20.5 min para trándose una incidencia de permeabilidad contralateral
hernia unilateral y 42.5 min en casos de hernias bilatera- en 22 a 29% de los casos. La incidencia de bilateralidad
les. Seguramente habrá la oportunidad de comparar es mayor en el sexo femenino en todas las edades, con
ventajas y desventajas de las técnicas laparoscópicas un valor aceptado de 50%. El lado de la hernia también
328 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

se ha tomado en cuenta, y se ha encontrado un ligero au- juicio del cirujano. En años recientes se ha propuesto el
mento de bilateralidad cuando se trata de hernia ingui- abordaje laparoscópico para la identificación de defec-
nal primaria del lado izquierdo. Otros autores no han en- tos ocultos contralaterales con incidencias variables que
contrado diferencia significativa en este aspecto. La llegan hasta 38%, cifras que incluso coinciden con algu-
mayoría de los cirujanos pediatras prosiguen con la ex- nos estudios bien diseñados y realizados en la población
ploración contralateral basados únicamente en factores adulta; sin embargo, es cuestionable el papel que existe
como la edad. Los pacientes con trastornos acompañan- en la realización de hernioplastia laparoscópica, ya que
tes (derivaciones ventriculoperitoneales, ascitis, tras- aún no existe el nivel de evidencia necesario para que se
tornos del tejido conjuntivo y fibrosis quística) tienen recomiende de rutina, dado que aún no se ha demostra-
una incidencia suficientemente alta de bilateralidad, lo do que este abordaje permita tener un éxito mayor, así
que aunado al mayor riesgo de los procedimientos anes- como un índice de recurrencias menor o igual a la repa-
tésicos justifica la exploración bilateral de rutina. ración tradicional abierta.
Con base en los datos antes mencionados se hacen las Una técnica propuesta por Bathia consiste en la di-
siguientes recomendaciones para la exploración bilate- sección completa del saco herniario del lado sintomá-
ral de rutina en varones menores de dos años de edad, tico, para posteriormente introducir una aguja percutá-
pacientes femeninos de todas las edades, lactantes y ni- nea a través de la cual se insufla dióxido de carbono
ños con trastornos acompañantes, y todos los pacientes hasta obtener una presión de neumoperitoneo aceptable
con hernia clínica bilateral definida o con sospecha im- de acuerdo con la edad pediátrica (12 mmHg en meno-
portante. Con estos principios se evita un gran número res de 5 kg); posteriormente se introduce un puerto de
de exploraciones bilaterales “innecesarias” y los riesgos trabajo para laparoscopio de 1.2 mm a nivel de la línea
acompañantes de problemas técnicos, en tanto que se axilar anterior del lado contrario y a la altura de la cica-
asegura que la incidencia del desarrollo posterior de triz umbilical, para evaluar la región inguinal definiendo
hernia contralateral sea baja. Entre las ventajas argu- la presencia de un proceso vaginalis persistente cuando
mentadas para la exploración de rutina se menciona que exista una dilatación mayor de 1 cm, en cuyo caso se
el evento anestésico ligeramente más prolongado es aun procede a la reparación tradicional abierta.
menos riesgoso que un segundo evento anestésico, así En todo caso, la decisión de la exploración de rutina
como la eliminación del riesgo de presentar incarcera- contralateral deberá estar basada en el buen criterio del
miento a futuro del lado contrario y la disminución de cirujano y tomando en cuenta los factores de riesgo indi-
los costos de la cirugía en comparación con la realiza- viduales de cada paciente.
ción de dos eventos quirúrgicos separados.
Los argumentos en contra de la exploración contrala-
teral rutinaria incluyen aumento en la morbilidad opera- CONCLUSIONES
toria, riesgo de daño a las estructuras del cordón esper-
mático y el riesgo subsecuente de esterilidad, así como
el aumento en el costo del procedimiento de manera in-
justificada. Las hernias inguinales representan una patología co-
Evidentemente, se sabe que la presencia de una her- mún en la infancia, y la hernioplastia, al igual que en la
nia contralateral es más frecuente en pacientes masculi- cirugía de adultos, es el procedimiento que más realiza
nos, antecedente de hernia inguinal izquierda, menores el cirujano pediatra. La principal diferencia está en la
de 18 meses de edad o con antecedente de parto prema- forma de repararlas, ya que la etiopatogenia de la hernia
turo, así como en presencia de defectos genéticos de la inguinal en los niños es muy diferente a la del adulto,
síntesis de la colágena, por mencionar los más impor- por lo cual raras veces amerita la realización de una ver-
tantes, por lo que la decisión de someter a una explora- dadera plastia, ya que la ligadura alta del saco y el cierre
ción contralateral siempre deberá depender del buen anatómico del anillo profundo serán suficientes.

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330 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)
Sección III
Hernioplastia inguinal con tensión

Sección III. Hernioplastia inguinal con tensión


Capítulo 39
Técnica Shouldice
Robert Bendavid

INTRODUCCIÓN 2. La sutura continua en lugar de las suturas inte-


rrumpidas que Bassini aplicaba.
3. La exclusión del periostio de la primera sutura,
como lo sugería Bassini.
A pesar de los avances en cirugía herniaria, hay prue-
bas1 de que el índice de recurrencias sigue fluctuando Se ha dicho que el Hospital Shouldice es el heredero de
alrededor de 14% en todo el mundo, con rangos de 10 la técnica de Bassini, pues honra y respeta cada paso de
a 22%. Parece ser que en manos de cirujanos dedicados su legado, con un promedio de 7 000 operaciones al año
a la cirugía de las hernias los resultados son mejores, que son realizadas por un equipo de 10 a 12 cirujanos
pero la mayoría de las hernias son operadas por ciruja- dedicados al manejo de las hernias. Cincuenta años an-
nos que no sobrepasan los 50 casos al año.2 Las estadís- tes Halsted y Cushing5 establecieron la anestesia local
ticas del Hospital Shouldice apuntan al hecho de que como práctica común.
65% de las hernioplastias fallidas son el resultado de La movilidad temprana se lleva a cabo en cuanto se
una inadecuada investigación del padecimiento o sim- termina la cirugía, haciendo que el paciente camine ha-
plemente de un inadecuado conocimiento de la anato- cia el área de recuperación y deambule cuando los efec-
mía básica de la región.3 tos de la sedación hayan desaparecido. Esta tendencia

HISTORIA

El Hospital Shouldice fue establecido en 1945 por Earle


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Shouldice (figura 39--1),4 cuyos logros no son los de ha-


ber diseñado una nueva técnica; simplemente siguió
fielmente los pasos de la técnica de Bassini, introduci-
dos por Ernie Ryan. Existen tres pasos que marcan la di-
ferencia respecto a la técnica clásica de Bassini y son los
que se aplican hoy en el Hospital Shouldice:

1. El uso de alambre de acero inoxidable como mate-


rial de sutura en lugar de las suturas de algodón y
seda que estaban disponibles en la época de Bas-
sini. Figura 39--1. Dr. Earle Shouldice (1890--1965).

333
334 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

surgió cuando Earle Shouldice observó a un niño que no Astley Cooper nombró el músculo transverso, cuya
se pudo mantener en cama después de la hernioplastia continuación inferior se transforma en aponeurosis
y su actividad temprana no tuvo repercusiones ni efec- transversalis o fascia transversalis, que debió haber
tos colaterales en la evolución. sido llamada “aponeurosis transversa” o “fascia trans-
versa”, y contribuye a la formación de la pared posterior
del conducto inguinal.
La verdadera fascia transversalis es la fascia endoab-
ANATOMÍA dominal, que continúa con la fascia endopélvica y el
resto de la cavidad abdominal. Es una capa muy delgada
caracterizada por una profusa celularidad que la dife-
rencia del tejido aponeurótico e intercambia celularidad
La ingle es un área de la anatomía humana que durante con la extensión inferior de los músculos transverso ab-
mucho tiempo se ha considerado de difícil estudio, de- dominal y oblicuo interno. Estas últimas dos capas for-
bido quizá a su perspectiva en cuatro dimensiones que man la verdadera pared posterior del conducto inguinal.6
cambian oblicuamente de atrás hacia adelante y de la lí- Otra característica de la descripción de la región in-
nea media a la lateral, por lo que es importante tener en guinal de Fruchaud consiste en la eliminación del liga-
cuenta algunos conceptos para entender su compleji- mento inguinal, pues ¡no existe tal ligamento!, ya que
dad. Sin duda, el estudio más completo de la anatomía simplemente es una continuación o una reflexión de la
de la ingle lo hizo H. Fruchaud, cuyo libro, publicado en aponeurosis del oblicuo externo. Lo que Fruchaud re-
1956 en Francia, era difícil de conseguir hasta que su fiere como ligamento inguinal es el tracto iliopúbico (li-
contenido se tradujo al inglés en 2006.6 gamento de Thomson), una estructura en la superficie
Astley Cooper, Jules Cloquet y Fruchaud constitu- profunda del conducto inguinal que lo divide. Y no
yen la piedra angular en el entendimiento de la anatomía siempre es una estructura sólida, especialmente en su
de la región inguinal. Una revisión del texto de Fru- parte lateral. Por esta razón, la reflexión de la aponeuro-
chaud recuerda que la anatomía de la ingle debe ser refe- sis del oblicuo externo debe incluirse en las reparacio-
rida siempre en la honrosa y tradicional posición verti- nes de Bassini y Shouldice.
cal y no con el paciente en posición supina, como en la
camilla de la sala de disección de cadáveres, por lo que
el piso del conducto inguinal es la rama púbica (con el PRINCIPIOS GENERALES
paciente en posición erecta) y no la llamada fascia trans-
versalis, la cual constituye la pared posterior del conduc-
to inguinal cuando el paciente está de pie y en posición
supina. Otra desafortunada confusión y deformación en Obesidad
la enseñanza de la anatomía de la ingle es la definición
de “fascia transversalis”. El problema se inició cuando La obesidad siempre es un inconveniente en cualquier

Oblicuo externo
Aponeurosis Músculo
Ombligo
Espina iliaca anterosuperior
Vasos epigástricos
Anillo inguinal interno
Ligamento inguinal
Anillo inguinal externo

Tubérculo púbico Anillo inguinal interno


Cordón espermático Anillo inguinal externo
Arteria
Tubérculo púbico
Figura 39--2. Línea propuesta de infiltración e incisión a lo largo de la línea que une el tubérculo púbico y la espina iliaca anterosu-
perior. De esta forma se tiene una exposición adecuada para la cirugía y una mínima tensión en la piel.
Técnica Shouldice 335

cirugía. La evidencia, que es avasalladora como factor PRINCIPIOS QUIRÚRGICOS


de riesgo en las hernias incisionales, no debe dejar de
serlo en las hernias inguinales.7 El sobrepeso prolonga
las cirugías, pues requiere más anestesia y puede limitar
la deambulación posterior a la operación; asimismo, Incisión
puede ser un factor de riesgo para infección, aunque no
debe ser objeción para efectuar una reparación inguinal. La mayoría de los libros de texto describen una incisión
inguinal de 2 a 3 cm por arriba de la línea que une el tu-
bérculo púbico con la cresta iliaca anterosuperior. La
Sedación experiencia dicta que la incisión debe hacerse sobre esa
línea y no arriba, a una distancia de 10 cm en sentido la-
Se aplica una sedación preoperatoria consistente en dia- teral al tubérculo púbico. Esta incisión expone por com-
zepam (de 10 a 25 mg) 90 min antes de la cirugía y me- pleto el área inguinal sin causar molestias por la separa-
peridina (de 25 a 100 mg) 45 min antes de hacer la inci- ción o tracción durante la cirugía. La tracción origina
sión. Estos fármacos pueden variar de acuerdo con las una gran molestia al operar con anestesia local en las
condiciones y características del paciente, y con la ex- áreas que no cubre.
periencia del equipo quirúrgico.

Anestesia local
Anestesia local
La infiltración de la piel se lleva a cabo mediante un ám-
El Hospital Shouldice tiene una amplia experiencia con pula de 3 a 4 cm a lo largo de la línea de incisión. Se con-
el uso de hidroclorato de procaína (novocaína), que es sidera adecuado un volumen total de 60 a 90 cm3 de hi-
un medicamento seguro, efectivo y barato. Se usa en droclorato de procaína a 1%. Después de que se hace la
concentración de 1% con un volumen máximo de 200 incisión inicial se identifica la aponeurosis del oblicuo
cm3, aunque la elección del agente anestésico puede va- externo y se inyectan en su profundidad otros 20 cm3 del
riar de acuerdo con las costumbres del cirujano. La novo- anestésico, para bañar todo el espacio subaponeurótico.
caína nunca se ha relacionado con hipertermia maligna, La aponeurosis del oblicuo externo se incide desde el
aunque puede producir un temblor ligero (tremulación) anillo inguinal superficial, en sentido lateral a lo largo
que puede ser controlado durante la sedación preopera- de la dirección de sus fibras hasta 2 o 3 cm laterales al
toria. anillo inguinal profundo. Después de que se abre esta
No hay duda de que la sedación adecuada en térmi- aponeurosis todos los nervios de la región deben ser fá-
nos de cantidad y tiempo puede ser efectiva y satisfacto- cilmente identificables e infiltrados de manera indivi-
ria. Las ventajas de este método permiten aplicarlo en dual. Debe recordarse que existe una gran variabilidad
la mayoría de los pacientes, independientemente de la en su distribución. La rama genital del nervio genitofe-
edad y las condiciones de salud. El cuadro 39--1 muestra moral que emerge del anillo inguinal profundo aparece
las estadísticas establecidas en el Hospital Shouldice en muchas veces en sentido lateral al músculo cremastéri-
relación con las condiciones cardiológicas de su pobla- co, dentro del espesor de dicho músculo.
ción.8
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Disección

Cuadro 39--1. Condiciones cardiológicas Después de infiltrar los nervios de manera individual se
asociadas en pacientes mayores de 50 años inyectan 5 cm3 adicionales en el tejido areolar del cor-
de edad (52.1% de todos los pacientes) dón espermático, a nivel del anillo interno, para blo-
Arritmia cardiaca 50% quear las ramas simpáticas que producen dolor dentro
Hipertensión 20% del cordón. Los dos colgajos de la aponeurosis del obli-
Tratamiento para insuficiencia cardiaca 17% cuo externo se separan en sentidos lo más medial y late-
Historia de infarto del miocardio 15% ral posible, respectivamente. Todos los nervios deben
Historia de angina 15% respetarse y permanecer intactos en su sitio; sin embar-
Anticoagulación (AspirinaR, warfarina, sulfinpi- 12% go, si están en un sitio que estorbe la disección o la re-
razona) construcción, no debe dudarse en resecarlos. La resec-
336 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

Aponeurosis
oblicua externa

Espina iliaca
anterosuperior

Nervio ilioinguinal
Tubérculo púbico
Fascia
cribiforme
Figura 39--3. Después de la exposición de la aponeurosis
del oblicuo externo se inyecta anestésico en forma profunda Figura 39--5. Al jalar la mitad lateral de la aponeurosis del
para crear una alberca que baña todos los nervios debajo de oblicuo externo en forma anterior quedará descubierta la
esta aponeurosis. La subsecuente exposición de los ner- fascia cribiforme, que será incidida en toda su longitud para
vios permite la infiltración individual de cada uno. exponer la vena femoral con una disección suave y detectar
si existe la presencia de una hernia femoral debajo del liga-
mento inguinal.
ción de todos los nervios (ilioinguinal, iliohipogástrico
y la rama genital del genitofemoral) puede hacerse con
impunidad, según lo mencionó Fruchaud en 1956. La nervios ocurre en las mujeres, en quienes el nervio geni-
pérdida de sensibilidad en la piel ocurre en un área dis- tal debe respetarse, pues de lo contrario origina pérdida
coidal de 2 a 5 cm, cercana al tubérculo púbico. Con el de sensación en los labios mayores.
tiempo y el crecimiento de nuevas fibras nerviosas se re- El músculo cremáster, que ahora es muy evidente, se
inerva esta área. La única excepción a la división de los incide en sentido longitudinal en dirección de sus fibras
desde el tubérculo púbico hasta el nivel del anillo pro-
fundo. Después de separar sus fibras o colgajos se sec-
ciona; el colgajo medial casi siempre es tenue, pero a ni-
vel del anillo profundo su musculatura exhibe vasos
grandes (sin nombre) que deben ser ligados con todo
cuidado. El colgajo lateral se pinza por partida doble a
la mitad del camino, entre el tubérculo púbico y el anillo
profundo, se corta y se liga en forma doble en cada ex-
tremo; los extremos resultantes incluyen la rama genital
del nervio genitofemoral y los vasos cremastéricos.
Una vez que el cremáster se secciona y el resto del
cordón se retrae lateralmente puede apreciarse la pared
posterior del conducto inguinal. En esta etapa se inicia
la división de la pared posterior en el lado medial del
anillo profundo, donde se incide la pared posterior, con
cuidado de no lesionar los vasos epigástricos inferiores.
Bajo constante visión directa la incisión se extiende has-
ta el tubérculo púbico. Una hernia indirecta en el lado
medial del cordón espermático, en el anillo inguinal
profundo, debe ser disecada para que esté libre de cual-
Figura 39--4. La exposición de la aponeurosis del oblicuo
externo expone el cordón y el cremáster circundante. Este
quier tejido circundante. El saco se reseca si es largo y
último es incidido del anillo interno al tubérculo púbico bus- redundante, pero si es amplio y corto simplemente se li-
cando cuidadosamente un saco indirecto medial al cordón bera y se reduce al espacio de Bogros. Un saco indirecto
que se inicie cerca del anillo inguinal profundo. no necesita ser resecado, a menos que sea estrecho y
Técnica Shouldice 337

Vasos epigástricos inferiores

Fascia transversalis

Recto abdominal
Vena marginal
Fascia transversalis

Figura 39--7. Vista del espacio preperitoneal de Bogros. La


reconstrucción se inicia cerca del tubérculo púbico y se
toma el tracto iliopúbico (ligamento de Thomson), para lle-
varlo al borde lateral del músculo recto, la verdadera fascia
Figura 39--6. Un paso importante enfatizado por Bassini y
transversalis, el transverso del abdomen (músculo o apo-
luego por Shouldice es la incisión de la pared posterior del
neurosis) y el músculo oblicuo interno o su aponeurosis. El
conducto inguinal, que permitirá la entrada al espacio pre-
punto se anuda y no se corta el extremo corto, para anudar
peritoneal o de Bogros. Se efectúa una adecuada valora-
de él la sutura cuando retorne como segunda línea de
ción para ver la calidad de los tejidos, la ausencia de hernia
sutura. Al hacer la primera línea de sutura en su punto medio
femoral y la posibilidad de una aproximación adecuada de
ya no se toma el borde del vertical del recto, pues se origina-
los tejidos para la reconstrucción. La incisión se inicia en el
ría mucha tensión.
anillo interno en la parte superomedial con cuidado de no
lesionar los vasos epigástricos inferiores.

mina la posibilidad de una hernia femoral simultánea.


tenga tejido cicatrizal, o exista la posibilidad de sufrir Esta exploración se lleva a cabo digitalmente y con vi-
adherencias o incarceración visceral. La pared posterior sión directa del anillo femoral desde el espacio de Bo-
deberá abrirse en toda su longitud sin ninguna maniobra gros.
especial cuando se identifique una hernia directa.
Se está ahora en el espacio preperitoneal, particular-
mente en el espacio de Bogros. Uno de los colgajos re-
sultantes de la pared posterior está formado medialmen-
te por la triple capa descrita por Bassini, la verdadera
fascia transversalis, la aponeurosis del músculo trans-
verso y la aponeurosis del oblicuo interno, pero aun así
este colgajo es muy delgado. En dirección lateral el col-
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gajo está formado por las mismas capas que el anterior,


pero su capa más profunda está formada por el tracto
iliopúbico de Thomson, que a menudo es extremada-
mente delgado e indistinguible, sobre todo en su tercio
lateral. El tracto iliopúbico se engruesa conforme se
aproxima al pubis, donde a menudo puede ser identifi-
cado e incluido en la reparación. Se deberá tener cuida-
do de no lesionar una vena que se encuentra en la parte
profunda del tracto iliopúbico, llamada vena iliopúbica.
En este momento se incide la superficie descubierta
del área inguinal, la fascia cribiforme, a partir de los va- Figura 39--8. Continuación de la primera línea de sutura que
sos femorales hacia el pubis. Esta maniobra permite la toma el espesor de la pared posterior, pero deja un borde
exploración de la superficie baja del canal femoral y eli- libre que servirá para la siguiente línea de sutura.
338 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

Aponeurosis
oblicua externa

Muñón del
Tracto cremáster
iliopúbico

Figura 39--11. Se utiliza otra sutura para la tercera y cuarta


Figura 39--9. Al final de la primera línea de sutura se incluye líneas de sutura. La tercera línea se inicia cerca del anillo
el muñón del cremáster y se lleva a profundidad dentro del interno, toma las tres capas como en la anterior y se une al
espacio preperitoneal. La aguja pasa por este muñón de su engrosamiento de la aponeurosis del oblicuo externo para
parte lateral a la medial para que quede en esa posición. crear un nuevo “ligamento inguinal” artificial, paralelo al pre-
vio. El extremo anudado tampoco se corta, para anudarlo al
final de la siguiente línea de sutura.
Reconstrucción
bérculo púbico al aproximar el tracto iliopúbico lateral-
La reparación quirúrgica debe ser aprendida de algún mente a la posición medial de la triple capa mencionada:
experto. la verdadera fascia transversalis, el músculo transverso
El objetivo de la reconstrucción es hacer una repara- abdominal y la aponeurosis del oblicuo interno, así
ción sólida de la pared posterior del conducto inguinal como el borde lateral del músculo recto, el cual no for-
en todos los casos. La reparación se inicia cerca del tu-

Aponeurosis oblicua externa

Tracto iliopúbico

Ligamento
inguinal
Tendón
conjunto

Figura 39--12. La cuarta línea de sutura se hace al regresar


Figura 39--10. Al final de la segunda línea de sutura se al tubérculo púbico tomando el tendón conjunto y luego la
anuda con el extremo que se dejó al inicio de la primera parte interna de la hoja lateral del oblicuo externo; esta apo-
línea. Si hay excesiva tensión, en este momento debe efec- neurosis se usa para cubrir el tercio medio de la pared poste-
tuarse una incisión relajante para tener una reconstrucción rior del conducto inguinal. Al final se anuda con el cabo que
libre de tensión. se dejó al inicio.
Técnica Shouldice 339

ma parte de la triple capa. Por supuesto que en esta zona, Aponeurosis oblicua externa
sobre todo en los casos de hernia inguinal directa, la
musculatura será marcadamente ausente con un ligero
abultamiento hecho de las delgadas y degeneradas ca-
pas de la aponeurosis del transverso y del oblicuo in-
terno. El hecho de que los tejidos involucrados en la
reparación de una hernia directa no puedan ser identifi-
cados constituye una situación ideal para el uso de una
prótesis con un segmento plano de malla. De otra forma
la reparación quedará bajo mucha tensión con tejidos
inadecuados, pues para conseguir tejido sustancial se Figura 39--13. El cordón espermático es recolocado en su
deberá tomar la triple capa cerca de la línea media, lo espacio habitual y los bordes de la aponeurosis del oblicuo
externo son aproximados con sutura absorbible.
cual provocaría una reparación “no fisiológica” debido
a la extrema tensión. La sutura debe continuar hacia el
anillo interno y cerca de la mitad del camino, donde el los dibujos puede observarse que la aponeurosis del
borde lateral del recto que se encuentra casi vertical y, oblicuo externo se usa para cubrir y proteger el aspecto
por lo tanto, no paralelo al “ligamento inguinal”, se hace medial de la pared posterior del conducto inguinal. Esta
más distante para su inclusión en la línea de sutura. Al maniobra desplaza lateralmente el anillo superficial 2 o
llegar al anillo interno se toma con la sutura el extremo 3 cm. Esta porción medial del conducto inguinal es el
proximal o lateral del cremáster tomándolo de la parte área común de las recurrencias directas en manos inex-
lateral a la medial, para llevarlo en dirección medial ha- pertas. El cabo medial o distal del cremáster ligado es
cia la verdadera fascia transversalis, el músculo trans- anclado cerca del tubérculo púbico, para prevenir una
verso y el oblicuo interno. De esta forma se crea un caída del testículo y el escroto, o puede anclarse al final
nuevo anillo interno. de la tercera línea de sutura. Esta caída constituye una
Ahora la sutura se dirige en reversa, hacia el tubércu- complicación menor; sin embargo, causa inquietud en
lo púbico. Esta segunda línea aproxima los bordes del muchos pacientes.
músculo transverso y del oblicuo interno al borde en de- En este momento el cordón se localiza detrás en su
clive del “ligamento inguinal” o, más exactamente, del posición anatómica normal y la aponeurosis del oblicuo
engrosamiento de la aponeurosis del oblicuo externo, externo se cierra sobre él con una sutura absorbible con-
paralela a la primera línea de sutura, para crear un se- tinua. El tejido celular subcutáneo también es aproxi-
gundo “ligamento inguinal” artificial. La sutura termina mado de la misma manera. La piel se cierra con grapas,
cerca del tubérculo púbico y se anuda. la mitad de las cuales son retiradas en 24 h y el resto en
La primera sutura creó dos líneas de reparación, y el otras 24 h.
cirujano puede realizar una incisión de relajación si
considera que la reparación se encuentra bajo mucha
tensión. Esta incisión relajante debe ser extendida gene- PERIODO POSOPERATORIO
rosamente desde el pubis hasta el nivel del anillo ingui-
nal interno. El defecto resultante de la incisión relajante
se cubre una semana después con una nueva capa apo-
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neurótica, como lo confirmó Amos Koontz, profesor de Al final de la cirugía el paciente se levanta por sí mismo
cirugía del Johns Hopkins, en su libro Hernia (Apple- de la mesa de operaciones y camina a una silla de ruedas
ton, Century, Crofts, 1963). para ser llevado a su cuarto, donde deberá dormir entre
Una segunda sutura creará otras dos líneas de sutura cuatro y seis horas mientras pasa el efecto de los sedan-
y se iniciará cerca del anillo interno donde, medial a di- tes, después de lo cual se le anima a permanecer de pie.
cho anillo, la aguja se dirige del oblicuo interno y del La primera comida la hará en el cuarto, y posterior-
transverso abdominal hacia la parte interna de la hoja la- mente deberá acudir al comedor para tomar los alimen-
teral del oblicuo externo, justo arriba y en sentido para- tos.
lelo a la línea anterior de sutura (segunda línea de sutu- Al comienzo del siguiente día deberá hacer ejercicios
ra). Esta tercera línea de sutura llega hacia el tubérculo ligeros junto con un grupo de pacientes. Esto se repite
púbico y regresa hacia el anillo interno (cuarta línea de todos los días durante dos o tres días hasta que el pacien-
sutura), para anudarse en el extremo donde se inició la te es dado de alta a su domicilio entre 48 y 72 h después
tercera línea. Esto completa la cuarta línea de sutura. En de la cirugía.
340 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

Cuadro 39--2. hospital no se lleva a cabo ningún otro procedimiento.


Si alguno de los pacientes presenta infección, por míni-
Autor No. de Seguimiento Recurrencias
casos % Años ma que sea (infección de oído o furúnculos, infección
urinaria, etc.), se le reprograma la cirugía para otra fe-
Shearburn 1 550 100 13 0.2
Volpe 1 415 50 3 0.2
cha. No existen las infecciones nosocomiales y la mayor
Bocchi 1 640 84 5 0.6 parte de las cirugías toman menos de una hora en efec-
Devlin 1 350 -- 6 0.8 tuarse. Se han visto infecciones superficiales y abscesos
Flament 1 134 -- 6 0.9 subcutáneos, pero nunca una infección profunda que re-
Wantz 3 454 -- 1 a 20 1.0 quiera el desmantelamiento de la reparación para un
Moran 1 121 -- 6 2.0 drenaje apropiado. El índice de infección en base anual
Berliner* 1 591 -- 2a5 2.7 es menor de 0.5%.
* Berliner usa dos líneas de sutura en lugar de las cuatro usuales.

Hematomas

RESULTADOS Y DATOS Constituyen una complicación inusual que invariable-


DE SEGUIMIENTO mente se origina de los muñones cremastéricos. La inci-
dencia en una serie personal de cerca de 6 000 casos es
de sólo 0.3%. Se recomienda regresar al paciente a la
sala de operaciones en las primeras horas del hemato-
Recientemente se han reportado series sobre la técnica ma, para evitar que éste alcance dimensiones enormes
Shouldice que se tenían hace 10 años, comparándolas y requiera varios meses para su completa reabsorción.
con técnicas con malla. La razón de esta aberración es
la inexorable promoción y el empuje de las compañías
que manufacturan mallas hacia el uso de dispositivos de Hidroceles
malla, pues en la actualidad ninguna financia técnicas
de reparación sin malla, por cuestiones obvias. Sin em- N. Obney10 reportó una incidencia de 0.7% de hidroce-
bargo, no se piensa que la solución sea no usar mallas, les, por lo que sugiere minimizar las suturas anudadas
pero su empleo debe ser juicioso y razonable, y no es- a lo largo del cordón espermático, así como asegurar la
tandarizado para todos los pacientes. La última revisión reconstrucción de los anillos superficial y profundo.
de la técnica Shouldice fue presentada por el mismo Dr.
Byrnes Shouldice (International Hernia Congress,
Boston, EUA, 7 a 11 de junio de 2007), y trató sobre el Atrofia testicular
porcentaje de recurrencias de menos de 1% en todas las
plastias y de 0.5% en las plastias primarias. Sin embar- Ninguna técnica de reparación herniaria está libre de
go, otros cirujanos reportaron resultados comparables esta complicación, ya sea con tejidos propios, libre de
(cuadro 39--2)9 en las series de los últimos 20 años. tensión o laparoscópica. Una serie de 59 752 hernio-
A pesar de su éxito, es extraño ver que muchos auto- plastias en el Hospital Shouldice entre 1986 y 1993
res se han inclinado por el uso de mallas en la mayoría mostró 19 casos después de 52 583 reparaciones prima-
de las reparaciones. rias (0.036%) y 33 casos después de 7 169 reparaciones
recurrentes (0.46%). El paciente debe saber que la posi-
bilidad de esta complicación no es causada por negli-
gencia o impericia médicas, a fin de evitar alguna de-
COMPLICACIONES manda legal.

Diseyaculación
Infección
Es una complicación rara que causa preocupación a los
La infección es una complicación insignificante en el pacientes.12 Este síndrome no debe confundirse con el
Hospital Shouldice, debido a que el hospital se limita a dolor inguinal que ocurre durante el acto sexual y se re-
hacer una simple operación. Esto significa que en el laciona con el esfuerzo excesivo, jaloneo, empuje y tor-
Técnica Shouldice 341

cedura de los músculos de la región inguinal durante operatoria de los 100 casos mencionados indica que en
esta actividad. La diseyaculación se caracteriza por una 90% de los pacientes se preservaron los nervios, pero en
sensación quemante o ardorosa antes, durante o después el restante 10% fueron resecados todos los nervios. Esto
de la eyaculación durante el acto sexual. Se ha visto que justifica la práctica de dividir los nervios cuando así se
sucede incluso con la estimulación, antes de la eyacula- asegure una adecuada disección en el momento de la ci-
ción, cuando el acto sexual no se ha iniciado aún. Se ha rugía.
estimado que tiene una incidencia de 1 en cada 2 500 ca-
sos. Por suerte, esta complicación sólo requiere pacien-
cia, pues no hace falta ninguna intervención quirúrgica. Complicaciones mayores
El mecanismo aludido en esta afección es la obstrucción
del deferente por la formación de fibrosis después de Esta clase de complicaciones no son nada comunes, ya
una reparación inguinal, que le confiere una apariencia que la cirugía se lleva a cabo bajo anestesia local y la si-
tortuosa y anillada. La sensación de calor se debe a la gue una deambulación precoz. De otra manera, estas
distensión de este conducto hueco, mediado por nervios complicaciones no son más frecuentes de lo que serían
del sistema autonómico cuyas fibras viajan a lo largo de en cualquier individuo de la misma edad y condiciones
los nervios de la ingle. generales con cualquier cirugía ambulatoria.

Dolor crónico posoperatorio CONCLUSIÓN


(inguinodinia)

Se ha dicho y escrito mucho hasta ahora del dolor ingui-


nal posoperatorio. Algunos han reportado que la ingui- La reparación con tejidos propios, como en la técnica
nodinia posoperatoria ha superado a las recurrencias Shouldice (y la Bassini por extensión, ya que la Shoul-
como complicación posterior a una hernioplastia. La in- dice deriva todos sus pasos de ella), puede ofrecer exce-
cidencia de inguinodinia ha sido de hasta 50%. Otro he- lentes y duraderos resultados. La clave consiste en reali-
cho es que aparecen cifras apocalípticas cuando el análi- zar el procedimiento exactamente como fue descrito por
sis lo hace un estadístico que no es miembro del equipo el autor original de esta técnica. Este método sólo de-
quirúrgico. Sin embargo, el autor de este capítulo y el manda un imperativo estricto: el conocimiento preciso
Hospital Shouldice no reflejan esta preocupación, ya de la anatomía de la región inguinal. Cualquiera que sea
que en una serie personal de 100 casos la incidencia fue la técnica que se realice de manera rutinaria, siempre
de sólo 1% en 1995. Por dolor crónico se define cual- hay que recordar que la reparación con tejidos propios
quier dolor seguido de una cirugía de hernia con una du- es una más del arsenal del cirujano, porque llegará el día
ración de un año o más y que no está relacionado con un en que no se necesite nada, excepto los tejidos propios,
síndrome, como el de estiramiento del aductor, del pec- acompañados de una detallada y clara anatomía, para
tíneo y del recto, que puede echar a perder el posopera- salvar el día ante casos, por ejemplo, de infección en la
torio por una falta de balance muscular y continuar du- región inguinal o de recurrencia por una reparación la-
rante semanas o meses después de la cirugía. La nota paroscópica.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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11. Bendavid R, Andrews DF, Gilbert AI: Testicular atrophy: Verlag, 2001:757.
Capítulo 40
Técnica de Shouldice
modificada en tres capas
Renato Miranda de Melo

INTRODUCCIÓN TÉCNICA

La técnica de Shouldice se indica para tratar las hernias


El 24 de diciembre de 1884 Edoardo Bassini realizó en inguinales primarias del adulto joven.
Italia por primera vez una reparación inguinal con base Un abordaje previo del espacio preperitoneal cerca-
en su etiopatogenia, es decir, reconstruyó la pared pos- no a la ingle (prostatectomía retropúbica o revasculari-
terior del conducto inguinal después de abrirlo por com- zaciones con bypass de miembros inferiores, o ambas)
pleto. puede dificultar la disección y la identificación de la pa-
A partir de esa experiencia piloto operó a 262 pacien- red posterior del conducto inguinal, por lo que constitu-
tes y obtuvo 2.8% de recidivas en 4.5 años de segui- ye una contraindicación relativa para el procedimiento.
miento. En este método las propias estructuras de la ingle son
Con ello se inauguró una nueva era en el tratamiento utilizadas para la reparación, por lo que deben observar-
de la hernia inguinal y se estableció un modelo sobre el se algunos aspectos importantes para lograr mejores
cual 70 años después, en 1953, el canadiense Ernest resultados:
Ryan trabajó el método italiano con resultados aún me-
jores. 1. Investigar sistemáticamente hernias asociadas.
Sin hacer prácticamente ninguna modificación, esta 2. Abrir siempre la pared posterior, pues la fibropla-
técnica se ejecuta hoy en día en el Hospital Shouldice, sia es más importante cuando los tejidos son inci-
que acabó por darle su nombre a dicha técnica. didos y después aproximados.
Este procedimiento consiste en una reparación con 3. Identificar los elementos anatómicos de importan-
tejidos, sin tensión, con posibilidad de realizarla con cia para la reparación.
anestesia local y bajo el régimen ambulatorio, con me- 4. Usar suturas no absorbibles monofilamento y no
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nor repercusión sistémica. necesariamente acero.


Hay que enfatizar que este procedimiento exige un 5. Hacer suturas continuas no isquemiantes.
solo tiempo, conocimiento anatómico y habilidad, pre- 6. Estimular la marcha precoz e irrestricta.
rrogativas imprescindibles de un cirujano que desee tra- 7. Verificar la integridad de las suturas con una prue-
tar adecuadamente las hernias inguinales. ba de esfuerzo transoperatoria.
La propuesta del presente capítulo consiste en pre-
sentar la experiencia acumulada con la práctica de este Se desea que el paciente no tenga sobrepeso, aunque
método de forma simplificada y con resultados seme- esto no siempre es posible. Antes de la operación deben
jantes a los de la técnica original, una vez entendidos los indicarse medidas dietéticas y actividad física supervi-
principios técnicos que garanticen su efectividad y su sada siempre que sea posible. La suspensión del taba-
eficiencia. quismo dos meses antes de la operación es útil para evi-

343
344 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 40)

tar tos excesiva en el posoperatorio y la posibilidad de


una recidiva. La consulta preanestésica debe ser obliga-
toria aunque se administre anestesia local; el anestesió-
logo siempre debe estar presente durante la operación,
pues sus responsabilidades incluyen el monitoreo, la se-
dación y el alta del paciente de la sala de recuperación.
La medicación preanestésica se obtiene con ansiolíti-
cos de corta acción y efecto amnésico satisfactorio
(como el midazolam). El acceso venoso debe constituir
una garantía durante todo el procedimiento. La región
debe rasurarse en la sala de operaciones para después
aplicar una solución antiséptica. Los casos de hernias
irreductibles o los pacientes con riesgo de infección del
sitio quirúrgico (diabéticos e inmunosuprimidos) reci- Figura 40--1. Infiltración de 10 mL de anestesia local en el
birán de manera profiláctica una cefazolina (de 1 a 2 g trayecto de la incisión (línea punteada). Fotografía del Dr.
IV) en dosis única preoperatoria. El paciente debe per- Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
manecer en decúbito dorsal horizontal, pero si es nece-
sario durante la cirugía se adoptará la posición de Tren-
ligadura de los vasos más gruesos con material absorbi-
delenburg.
ble.
La aponeurosis del músculo oblicuo externo se abre
en el sentido de sus fibras para descubrir el anillo ingui-
Anestesia e incisión
nal superficial. Los nervios ilioinguinal e iliohipogástri-
co pueden ahora ser identificados, aislados y protegi-
El uso de anestesia local en este procedimiento se reco- dos. Se infiltra más solución anestésica de acuerdo con
mienda en los pacientes sin sobrepeso y con hernias pri- las necesidades, sobre todo en torno del anillo inguinal
marias, reductibles y no muy voluminosas. profundo (alcanzando la rama genital del nervio genito-
En los demás casos es mejor emplear el bloqueo peri- femoral), dentro del saco herniario, en la raíz del lipoma
dural o raquídeo. y junto al arco del transverso después de la apertura de
La técnica de infiltración incluye una solución de bu- la fascia transversalis.
pivacaína a 0.25%, que proporciona un efecto anestési- La sedación con medicamentos de corta acción,
co satisfactorio y analgesia prolongada, promueve la hi- como el fentanilo (asociado con droperidol) y el propo-
drodisección de los tejidos, facilitando el aislamiento de
las estructuras del conducto inguinal, y permite que el
paciente haga esfuerzo para probar la plastia y la deam-
bulación precoz (el paciente puede descender de la mesa
de operaciones y caminar hasta la sala de recuperación);
asimismo, el anestésico infiltrado tiene una acción bac-
tericida que reduce el riesgo de infección en el sitio
quirúrgico, expone al paciente a un menor riesgo de
complicaciones sistémicas, como inestabilidad hemo-
dinámica, retención urinaria, náuseas y vómitos, y los
costos son menores.
Se inicia la infiltración subcutánea y posteriormente
la subdérmica con 5 a 10 mL de solución anestésica en
el trayecto de la incisión, que parte de un punto medio
del pliegue inguinal en dirección al pubis y sigue las lí-
neas de menor tensión de la piel (figura 40--1). La herida
se profundiza hasta encontrar la aponeurosis del oblicuo
Figura 40--2. Abertura de la capa celular subcutánea en el
externo, a través del cual se inyectan 5 mL de solución borde lateral de la herida para la inyección del anestésico
anestésica en el conducto inguinal para inundar los ner- dentro del conducto inguinal a través de la aponeurosis del
vios ilioinguinal e iliohipogástrico (figura 40--2). La he- músculo oblicuo externo (5 mL). Fotografía del Dr. Raphael
mostasia se obtiene con electrocoagulación o con la Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
Técnica de Shouldice modificada en tres capas 345

fol, puede administrarse por vía endovenosa durante la


operación a criterio del anestesiólogo y del cirujano.

Identificación de las estructuras


del conducto inguinal

El cordón espermático o el ligamento redondo se aísla


de los planos vecinos mediante una disección con tijeras
y se refiere con un Penrose para poder movilizarlo. En
el caso de las mujeres se secciona el ligamento redondo
del útero junto al pubis y se liga.
En seguida se identifican el ligamento inguinal, el tu-
bérculo púbico y el borde inferior del músculo oblicuo
interno, que separado hacia arriba permite ver la pared
posterior del conducto inguinal, constituida por la fas- Figura 40--4. Sección del músculo cremáster y ligadura de
cia transversalis y por algunas fibras provenientes de la sus cabos proximal y distal. Fotografía del Dr. Raphael
aponeurosis del músculo transverso. Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
El anillo inguinal profundo es equidistante a la espina
iliaca anterosuperior y al tubérculo púbico, y por él
El músculo cremáster se secciona, mientras que los
emerge el cordón espermático o el ligamento redondo.
cabos proximal y distal se ligan y se refieren (figura
Aquí la fascia transversalis se proyecta, envolviendo
40--4). El cabo proximal se utilizará en la reconstruc-
dichas estructuras en todo su trayecto, dentro y fuera del
ción del anillo inguinal profundo, para su calibración
conducto inguinal, para constituir la fascia espermática
activa, y el cabo distal será nuevamente fijado al rehacer
interna. Los vasos epigástricos inferiores se encuentran
el anillo superficial, para evitar la ptosis testicular. Esto
subyacentes al borde medial de este anillo, entre las dos
también facilita el descubrimiento de un saco indirecto
hojas de la fascia transversalis e inmersos en la grasa
y de un lipoma preherniario (tipo IIIb de Nyhus), así
preperitoneal.
como la identificación de puntos de debilidad o de una
Cerca del tracto iliopúbico se identifican los vasos
hernia directa (IIIa) durante la inspección de la pared
cremastéricos y la rama genital del nervio genitofemo-
posterior (figura 40--5).
ral (figura 40--3). Estas estructuras pueden ser ligadas y
En las mujeres en edad fértil se desinserta el ligamen-
seccionadas ante la posibilidad de quedar atrapadas en
to redondo del útero y se diseca (junto con el saco indi-
las líneas de sutura durante la reconstrucción de la pared
recto si existe) hasta el espacio preperitoneal, para des-
posterior y causar dolor crónico posoperatorio.
pués suturarlo a la cara profunda del músculo transverso
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 40--3. Infiltración en torno a la rama genital del nervio Figura 40--5. Inspección de la foseta media en busca de
genitofemoral (1 mL). Fotografía del Dr. Raphael Korn-- puntos de debilidad o de una hernia directa. Fotografía del
Adler; Alfenas, Brasil. Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
346 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 40)

(maniobra de Barker). De cualquier manera, en las mu- men y el arco del transverso. Después se moviliza el col-
jeres debe cerrarse por completo el anillo inguinal pro- gajo lateral bajo visión directa del orificio femoral. En
fundo, para disminuir las posibilidades de una recurren- caso de una hernia femoral se procede a reducir su con-
cia a través de él. tenido y a cerrar su orificio con dos o tres puntos de su-
tura inabsorbible.
La pared posterior se reconstruye mediante una sutu-
Tratamiento del saco herniario ra continua simple, sin tensión excesiva y en todos los
planos, con un único hilo de polipropileno monofila-
El saco herniario, constituido por el peritoneo parietal, mento 2--0 en una aguja atraumática de medio círculo.
la fascia transversalis y fibras y células de tejido con-
juntivo, representa una consecuencia de las alteraciones S Primer plano o línea de sutura. Se inicia próxi-
de la ingle, así como de los lipomas originados en la gra- mo al tubérculo púbico en dirección al anillo in-
sa preperitoneal. Después de que se aísla de las estructu- guinal profundo, aproximando el borde del colgajo
ras adyacentes puede ser tratado por simple inversión o lateral de la fascia transversalis a la cara posterior
apertura, reducción, resección del contenido herniado y del colgajo medial, para englobar el borde lateral
ligadura del cuello, con la remoción completa de la del músculo recto del abdomen. En seguida la su-
parte distal, que si es muy larga puede cortarse longitu- tura envuelve el arco del transverso hasta la neo-
dinalmente para que quede ampliamente abierto. formación del anillo profundo. El cabo proximal
El saco herniario directo es tratado mediante la sec- del músculo cremáster se incorpora al final de esta
ción linear o elíptica de la fascia transversalis en su con- sutura para proteger en sentido inferior y medial,
torno. a manera de un pequeño gancho o cabestrillo para
calibrar este anillo. La finalidad de este tiempo es
recomponer el compartimento preperitoneal y tra-
Reconstrucción de la pared tar una hernia indirecta (IIIb) o prevenir la recidi-
posterior del conducto inguinal va en la fosa lateral (IVb), a través del anillo ingui-
nal profundo neoformado (figura 40--7 A y B).
El tiempo operatorio que requiere esta acción es el más S Segundo plano o línea de sutura. El mismo hilo,
importante, porque se corrige la etiopatogenia de las sin anudarlo, se regresa al tubérculo púbico, apro-
hernias inguinales del adulto. La fascia transversalis es ximando el borde inferior de los músculos oblicuo
seccionada desde el anillo inguinal profundo hasta el tu- interno y transverso más el colgajo medial de la
bérculo púbico, con cuidado de no lesionar los vasos fascia transversalis seccionada (estrato triple) al
epigástricos inferiores (figura 40--6). ligamento inguinal, incluyendo o no el tracto ilio-
El colgajo medial se separa en sentido medial y se li- púbico (figura 40--8). Con estas dos líneas de sutura
bera de la grasa preperitoneal al músculo recto del abdo- la pared posterior del conducto inguinal es recom-
puesta y reforzada por la interposición definitiva
de musculatura. Aquí se tratan las hernias directas
(IIIa) y se previenen las recidivas locales (IVa).
S Tercer plano o línea de sutura. Con el mismo
hilo de sutura se regresa hacia el anillo inguinal
profundo para suturar el músculo oblicuo interno
a la cara profunda (interna) del colgajo lateral de
la aponeurosis del músculo oblicuo externo, adya-
cente al ligamento inguinal. Siempre que sea posi-
ble debe cubrirse el músculo oblicuo interno con
la hoja libre de la aponeurosis cercana al pubis,
para reforzar el principal sitio de recidiva (figura
40--9 A y B). El objetivo de este último plano con-
siste en reforzar la fijación del estrato triple al liga-
mento inguinal, lo cual acentúa su forma de cana-
Figura 40--6. Apertura de la fascia transversalis desde el leta o canal. Así, los mecanismos fisiológicos de
anillo inguinal profundo hasta el pubis. Fotografía del Dr. protección de la ingle son accionados de manera
Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil. permanente.
Técnica de Shouldice modificada en tres capas 347

A B

Figura 40--7. A. Primer plano de sutura que une el borde libre del colgajo lateral de la fascia transversalis con la cara profunda
del colgajo medial. B. Primer plano de sutura completo y detalle de la calibración del anillo inguinal profundo por parte del cabo
proximal del músculo cremáster. Fotografías del Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil.

Revisión y cierre de la herida y se aplica sobre ella una gasa absorbente que deberá ser
mantenida durante las primeras 24 h. Pueden surgir
Cuando se completa el tercer plano se le solicita al pa- equimosis, las cuales son resultado de las punciones de
ciente que tosa o flexione el cuello sobre el tronco para la anestesia local y desaparecen de manera espontánea
validar la integridad de las suturas. El cordón espermá- en unos días.
tico, los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico y la rama La presencia de seromas o hematomas merece una
genital se recolocan en su posición original. La aponeu- conducta expectante, porque pueden ser reabsorbidos
rosis del músculo oblicuo externo se reconstruye, con la durante las primeras semanas del posoperatorio. En
incorporación del cabo distal del cremáster junto al ani- caso contrario, cuando ya estén coagulados, deberán ser
llo inguinal superficial (figura 40--10). evacuados en forma aséptica por punción aspiradora o
Se procede al cierre de la piel mediante una sutura drenaje abierto.
continua intradérmica, de preferencia con hilo absorbi- La analgesia posoperatoria tiene un modelo multi-
ble. La herida se cubre con una tela adhesiva permeable modal: un antiinflamatorio no esteroideo (diclofenaco)
asociado con un analgésico (dipirona) durante tres o
cinco días. Los opiáceos se reservan como medicación
de rescate (tramadol).
Se le indica al paciente que deambule sin restriccio-
nes, suba y baje escaleras, y retorne a sus actividades ha-
bituales en una a dos semanas, que es el lapso durante
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el cual el dolor posoperatorio se limita o desaparece. No


existen pruebas en la literatura médica que indiquen que
el reposo o cualquier limitación de actividad física favo-
rezcan los resultados.
El paciente debe retornar al consultorio una semana
después de la operación, para evaluar las condiciones de
la herida o las complicaciones, como infección, y des-
pués de un mes, para investigar la presencia de dolor
crónico.
Se programan reevaluaciones periódicas en los cinco
Figura 40--8. Segundo plano de sutura que une el borde li- años subsiguientes, para la investigación de recidivas.
bre del estrato triple con el ligamento inguinal. Fotografía del En estas visitas atendidas por el cirujano el paciente
Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil. debe realizar una maniobra de Valsalva estando de pie.
348 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 40)

A B

Figura 40--9. A. Tercer plano de sutura con el detalle de la cobertura completa de la porción medial del músculo oblicuo interno
por parte del colgajo aponeurótico del músculo oblicuo externo. B. Tercer plano de sutura que fija el músculo oblicuo interno a
la aponeurosis del músculo oblicuo externo, adyacente al ligamento inguinal. Fotografías del Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas,
Brasil.

TENSIÓN EN LA LÍNEA DE Hace 25 años Taylor y Dewar (1983) demostraron


SUTURA Y ACTIVIDAD FÍSICA que el retorno a las actividades plenas no aumentaba los
índices de recurrencia. Después de medir la fuerza re-
sultante en la segunda línea de sutura Peiper y col. (1998
y 2001) concluyeron que era 50% menor que la que se
Se considera que la tensión en la línea de sutura, atribui- consigue con la maniobra de Valsalva (8 N), considera-
da a las técnicas de reparación con tejidos sin prótesis, da como el esfuerzo máximo. En 2002 Junge y col. de-
constituye la principal causa de dolor y recurrencia, de- terminaron que el dolor y la recidiva no están relaciona-
bido a la necrosis isquémica que produce. En este caso dos con la tensión resultante de la aproximación de los
se retrasaría el retorno a las actividades, con las conse- tejidos, por lo que recomendaron el retorno inmediato
cuentes repercusiones socioeconómicas negativas. e irrestricto a las actividades habituales. En 2003 los
Quien afirma que la técnica de Shouldice produce ten- mismos autores se encontraban estudiando cadáveres
sión no la ha medido; quien la ha medido no afirma esto. frescos, después de realizar los dos primeros planos de
la técnica de Shouldice, y constataron que dicha fuerza
era apenas 6.5% de la necesaria para romper la pared
posterior del conducto inguinal (54 N) y que la ruptura
ocurre fuera de la zona operada (línea de sutura) en to-
dos los casos. Finalmente, Peiper y col. (2004) demos-
traron que durante la contracción del oblicuo interno y
del transverso el vector resultante de la fuerza apunta
hacia el ligamento inguinal, lo cual relaja la línea de ten-
sión del segundo plano o línea de sutura en la técnica de
Shouldice, que constituye una base fisiológica de pro-
tección de la ingle en esas circunstancias.
En resumen, la técnica de Shouldice puede tomarse
en cuenta en los procedimientos “sin tensión” para el
tratamiento de la hernia inguinal una vez que los índices
de dolor y recidiva no se relacionen con la tensión gene-
rada en la primera y la segunda líneas de sutura en esta
Figura 40--10. Cierre de la aponeurosis del músculo oblicuo
externo con incorporación del cabo distal del músculo cre-
técnica. Los pacientes deben permitirse una actividad
máster al reconstruir el anillo inguinal superficial. Fotografía física irrestricta conforme se sientan seguros de efec-
del Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil. tuarla.
Técnica de Shouldice modificada en tres capas 349

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
350 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 40)
Capítulo 41
Técnicas de reparación inguinal
con tensión de Bassini y McVay
Héctor Armando Cisneros Muñoz

TÉCNICA DE BASSINI manejo de la hernia inguinal lo dio Edoardo Bassini


(1844--1924), cirujano italiano nacido en Pavía, Italia,
y posteriormente radicado en Padua (figura 41--1), don-
de ejerció. En la noche de Navidad de 1890 presentó a
Introducción la comunidad quirúrgica su obra titulada Nuevo método
operativo para la cura de la hernia inguinal, el cual era
más sencillo y con menor disección que la propuesta de
Durante más de dos siglos se realizaron múltiples es- Marcy, con la conveniencia de utilizar seda en lugar del
fuerzos encauzados a resolver satisfactoriamente el pro- catgut carbolizado.2
blema de la hernia inguinal; sin embargo, la mayoría de
ellos fueron inútiles por estar sustentados en curas má-
gicas, suposiciones o experimentos empíricos, y sin un Principios de la hernioplastia
soporte científico basado en el conocimiento anatómico
y fisiológico de la región inguinal. Todos los procedi- El procedimiento propuesto se fundamentaba en incidir
mientos intentados hasta fines de 1860 habían sido de- la pared posterior del conducto inguinal abordando el
sechados por sus pésimos resultados y sus infinitas espacio preperitoneal y permitiendo una ligadura alta
complicaciones, incluidas las mutilaciones. del saco, labrando un colgajo medial constituido por un
triple estrato musculoaponeurótico (el oblicuo menor,
el músculo transverso del abdomen y la fascia transver-
Historia salis), y a la vez un plano lateral conformado por el trac-
to iliopúbico y el ligamento inguinal, afrontando en blo-
Los cambios con soporte científico se iniciaron en 1870
con Henry O. Marcy, cirujano londinense avecindado
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en Boston, quien recomendó la reparación electiva de


las hernias inguinales, y propuso la apertura del conducto
inguinal incidiendo la aponeurosis del oblicuo externo,
el manejo adecuado del cremáster para dejar al descu-
bierto la pared posterior del conducto inguinal, la disec-
ción del anillo inguinal profundo y la incisión circular
de la fascia transversalis para transformar el anillo de
virtual en real, la ligadura alta del saco y la reconstitu-
ción plástica del anillo inguinal profundo.1
Hay consenso unánime en que el primer y más tras-
cendente paso en la comprensión de la patogenia y el Figura 41--1. Dr. Edoardo Bassini (1844--1924).

351
352 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

que ambos colgajos con puntos separados de seda, Cremáster


Colgajo medial
consiguiendo así el refuerzo de la pared posterior y la re-
construcción anatómica del conducto inguinal y obte-
niendo a la vez el restablecimiento de su oblicuidad.
Recomendó también la resección del cremáster y la li-
gadura alta del saco. Con estos pasos Bassini realizó 262 Vasos
herniorrafias con un seguimiento a seis años y un índice testiculares
ext.
de recurrencias de 2.7%, lo que causó el asombro de los
cirujanos si se considera que en su tiempo la tasa de reci- Cremáster
divas superaba 50%. En aquella época Bassini realizaba Colgajo
lateral
sus procedimientos quirúrgicos anestesiando a sus pa-
cientes mediante la inhalación de cloroformo, y se em- Figura 41--2. Sección del cremáster en colgajos medial y la-
pezaba a introducir la asepsia y antisepsia del campo teral exponiendo la pared posterior del conducto inguinal y
operatorio. Los detalles de esta operación los publicó su el tracto iliopubiano.
discípulo Atilio Catterina.2,3
espermático (o ligamento redondo) y su músculo cre-
máster, el cual se eleva del piso del conducto inguinal;
Técnica quirúrgica de Bassini se incide el cremáster en sentido longitudinal en direc-
ción de sus fibras, desde el tubérculo púbico hasta el ni-
Originalmente esta técnica estaba indicada en cualquier vel del anillo profundo. Se forman dos colgajos cremas-
tipo de hernia de la ingle: directa, indirecta y femoral. téricos, uno medial y otro lateral; el colgajo medial casi
Con las modificaciones al procedimiento en épocas re- siempre es tenue, pero a nivel del anillo profundo su
cientes sólo se indicaba para las hernias indirectas.4 Esta musculatura exhibe vasos grandes que deben ser liga-
técnica puede realizarse con anestesia local más seda- dos con todo cuidado dejando al descubierto la pared
ción, bloqueo peridural o anestesia general. posterior del conducto inguinal (figura 41--2). Aquí se
El abordaje de la ingle se realiza de la manera clásica inicia la incisión del piso de la ingle o pared posterior
mediante una incisión oblicua o transversa de acuerdo desde la parte anteromedial del anillo inguinal profundo
con la preferencia del cirujano. Se incide piel, tejido ce- sin lesionar los vasos epigástricos inferiores, en direc-
lular subcutáneo y fascias hasta visualizar la aponeuro- ción al tubérculo púbico; una vez descubierto el saco
sis del músculo oblicuo mayor, la cual se incide para herniario se liga y se reseca, o bien se reduce al espacio
acceder al conducto inguinal, identificando el cordón de Bogros. Al término de la incisión de la pared poste-

Aponeurosis
del transverso
del abdomen

Fascia
transversalis

Músculo
abdominal
recto

Tubérculo
púbico
Tracto
iliopúbico
Ligamento Cordón
inguinal espermático
Figura 41--3. Sección de la fascia transversalis desde el anillo hasta el tubérculo púbico para exponer el espacio preperitoneal,
el triple estrato medial (oblicuo menor o interno, transverso del abdomen y fascia transversalis) y lateralmente la fascia transversa-
lis, el tracto iliopúbico y el ligamento inguinal.
Técnicas de reparación inguinal con tensión de Bassini y McVay 353

Figura 41--4. Apertura de la fascia transversalis exponiendo los vasos epigástricos. Reparación con seda, puntos separados en
“M” de la triple capa al borde lateral de la fascia transversalis y el ligamento inguinal.

rior se está en el plano preperitoneal (figura 41--3). El el tiempo a otros países, pero, debido a problemas de
colgajo medial resultante de esta división se conforma traducción y semántica, este procedimiento se fue ma-
ahora del triple estrato musculoaponeurótico descrito linterpretando y modificando, pasando de la corrupción
por Bassini (fascia transversalis verdadera, músculo a la perversión del procedimiento, de tal manera que a
transverso del abdomen y músculo oblicuo menor). En la postre las técnicas calificadas como “Bassinis” sólo
el lado opuesto el colgajo está formado por las mismas suturaban en bloque el plano medial formado por el ten-
estructuras, pero su capa más profunda corresponde al dón conjunto, con el ligamento inguinal sin incidir la
tracto iliopubiano o ligamento de Thomson, el cual se pared posterior y haciendo incisiones liberadoras de
engruesa conforme se acerca al pubis. Bassini afrontó tensión, dejando intacto el cremáster. Con ello vinieron
ambos colgajos con puntos separados de seda (puntos los fracasos, las altas tasas de recurrencia y la imposibi-
en el triple estrato medial en “M”, entrar, salir, entrar y lidad para enseñar y transmitir la técnica original en for-
volver a salir) (figura 41--4), reforzando y reparando así ma correcta. Desde entonces los buenos resultados re-
la pared posterior del conducto inguinal, al tiempo que
construía un nuevo anillo inguinal profundo mediante
un punto en “Z” (figura 41--5) y dejando luego el cordón
espermático en su sitio original.

Resultados
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Aunque en la actualidad no se realiza la operación origi-


nal,5 múltiples publicaciones reportan índices de recu-
rrencia de 3.8 a 20% y un índice de complicaciones de
entre 7 y 10%,6 con una estancia hospitalaria de tres días
promedio, tiempo de convalecencia de 22 días y tiempo
de retorno al trabajo de 27 días.7 Constituye la tercera
intervención en Italia, después de las técnicas de Tra- Fascia
bucco y Shouldice.8 Sus principales inconvenientes son transversalis
el excesivo dolor posoperatorio, su alto índice de recu- Ligamento
rrencia y la deformación de los planos anatómicos en inguinal
caso de reoperación. Bassini realizó 262 herniorrafias Figura 41--5. Punto final en “Z” a nivel del anillo externo o
con seguimiento a seis años e índice de recurrencias de superficial para ocluirlo sin estrangular el cordón espermá-
2.7%; obtuvo una rápida aceptación, exportándola con tico.
354 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

portados por Bassini han sido imposibles de reproducir.


Una de estas modificaciones de la técnica original de
Bassini fue la segunda más usada en México hasta hace
20 años, con tasas de recurrencia de entre 10 y 23% y
ejecutadas por cirujanos inexpertos. Al aparecer las téc-
nicas libres de tensión prácticamente dejó de realizarse.

Complicaciones

Las complicaciones de esta técnica (entre 5 y 10%) son


las inherentes a cualquier hernioplastia inguinal, tales
como infección, hematoma, seroma, hidrocele, atrofia
testicular y recurrencia, pero sobre todo el intenso y pro- Figura 41--6. Dr. Chester McVay.
longado dolor posoperatorio por la tensión ejercida so-
bre los tejidos, lo que otorga una mala calidad de vida,
además de la deformación de los planos anatómicos que
se ocasiona y que constituye otro problema para la reo- 1. La aponeurosis del transverso y el ligamento in-
peración. guinal se ubican en diferentes planos anatómicos
El tiempo promedio de hospitalización era de 48 a 72 de la pared abdominal, por lo que es erróneo sutu-
h, y el periodo de convalecencia era cercano a un mes rarlos entre sí porque se altera la anatomía.
antes de reintegrarse el paciente a sus labores normales. 2. El plano que realmente corresponde a la aponeu-
rosis del transverso y a la fascia transversalis (pa-
red posterior) no es el ligamento inguinal, sino el
ligamento pectíneo o de Cooper, sitio donde se in-
Conclusiones
sertan ambas11 (figura 41--7).
3. La aproximación del arco del transverso al liga-
El procedimiento de Bassini sigue siendo una alternati- mento de Cooper hace imperiosa una incisión de
va de plastia con sutura y tejidos propios del paciente; descarga de tensión sobre la vaina de los rectos.
aunado a la excesiva tensión de estructuras musculoa-
poneuróticas fijas y no dinámicas, más la presencia de Una de las técnicas fasciales y estrictamente tisulares de
factores de herniosis, hace que virtualmente ya no se reparación para la hernia inguinal que implica el uso de
realice este procedimiento por los malos resultados ob- suturas y tensión en los planos tisulares es la descrita por
tenidos en su contexto global. ambos autores.

TÉCNICA DE MCVAY--ANSON

Introducción

Chester McVay (figura 41--6), cirujano y jefe del Depar-


tamento de Cirugía de la Universidad de Dakota del Sur,
EUA, y el anatomista Barry J. Anson, realizaron una Lig. de
Cooper
majestuosa obra sobre anatomía humana en general,
pero con especial atención e interés en la región ingui- Lig.
lacunar
nofemoral,9,10 la cual les sirvió para acrecentar el cono- Vaina
cimiento y la experiencia en el quirófano para la repara- femoral Lig.
inguinal
ción de las hernias de la región inguinal. El doctor
McVay propuso un procedimiento nuevo que resaltaba Figura 41--7. Visión anatómica por McVay de la pared pos-
tres hechos principales: terior del conducto inguinal.
Técnicas de reparación inguinal con tensión de Bassini y McVay 355

Historia Puntos de
transición
Músculo
A raíz de los conocimientos anatómicos exhaustivos ad- oblicuo
interno Sutura del
quiridos y por su copiosa práctica quirúrgica, así como arco del
transverso
por las observaciones del daño tisular de la pared poste- al lig. de
rior del conducto inguinal, en 1939 McVay presentó su Cooper
tesis sobre hernias y estableció que la inserción de la
fascia transversalis y el transverso del abdomen es el li-
gamento de Cooper,12 y en 1942 utilizó el ligamento de
Cooper para la fijación a la pared medial, publicando
esta técnica inicialmente aplicada para la reparación de Ligamento Tubérculo
inguinal pubiano
hernias inguinales directas y más tarde aplicándola en Ligamento
todos los tipos de hernia inguinal y femoral. lacunar

Figura 41--9. Técnica McVay que sutura el arco del trans-


verso al ligamento de Cooper, emergiendo a puntos más
Principios de la hernioplastia superficiales o de transición al acercarse a la cresta iliaca
para evitar lesionar la vena iliaca y finalmente asociando
En los grandes defectos herniarios directos, así como en una incisión liberadora de tensión.
los indirectos donde ha ocurrido pérdida de la pared
posterior del conducto inguinal, lo indicado es incidir
dicha pared posterior, constituida por la fascia transver- Técnica quirúrgica McVay--Anson
salis, y extirpar el tejido debilitado; esto generará un
hueco constituido por el arco del transverso hacia su
porción medial y el tracto iliopubiano en dirección late- Esta técnica puede realizarse con anestesia local y seda-
ral. Para McVay este borde lateral está constituido por ción, bloqueo peridural o anestesia general. El abordaje
la vaina femoral y el ligamento pectíneo o de Cooper.13 quirúrgico se realiza mediante una incisión oblicua o
Obviamente, al realizar una aproximación entre estas transversal de acuerdo con la preferencia del cirujano.
dos estructuras fijas para cerrar el defecto existe el ries- Se incide por planos hasta visualizar la aponeurosis del
go de fracaso debido a la excesiva tensión que ejercen músculo oblicuo mayor, la cual se abre para acceder al
los músculos de la pared abdominal sobre la línea de su- conducto inguinal, identificando el cordón espermático
tura, con el consiguiente desgarro de los elementos y su músculo cremáster, el cual se eleva del piso del con-
musculares y aponeuróticos. Por esta razón McVay pre- ducto inguinal. Se incide el cremáster en sentido longi-
conizó la utilización de incisiones de relajación o de tudinal en dirección de sus fibras, desde el tubérculo pú-
descarga de tensión previamente propuestas por Hals- bico hasta el nivel del anillo profundo, para identificar
ted en 1903 para evitar la tensión en las líneas de sutura. el defecto herniario y su saco y visualizar la pared poste-
rior del conducto inguinal. En la descripción original de
esta técnica se incidía la pared posterior dividiendo la
fascia transversalis desde el anillo profundo hasta el tu-
bérculo púbico y exponiendo la vena femoral para evi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tar accidentes, para luego unir el arco aponeurótico del


transverso o el tendón conjunto con el ligamento de
Cooper (figura 41--8) con tres o cuatro puntos interrum-
pidos de material no absorbible,11 emergiendo de un
Lig.
inguinal plano profundo retropúbico a un plano superficial de
transición hacia la cresta iliaca (figa 41--9). Al paso del
Lig. de
tiempo se fue abandonando la práctica de dividir la fas-
Cooper cia transversalis por presentar complicaciones tales
Vena como lesiones vesicales, vasculares o trombosis de la
femoral
vena femoral, optándose por omitir este paso; en vez de
Figura 41--8. Técnica McVay: puntos del tendón conjunto al ello se cierra y se calibra el anillo profundo mediante
ligamento de Cooper, con sus puntos de transición tomando suturas no absorbibles, para luego unir el arco del trans-
ligamento inguinal. verso con el ligamento de Cooper.13,14
356 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

Arco del Vaina del Resultados


Músculo transverso recto
oblicuo
interno Ésta es quizá la técnica de hernioplastia inguinal más
Incisión de
relajación realizada en México hasta 1995, aunque con tasas de re-
currencia de entre 15 y 20% incluso en manos expertas
Vena debido a la tensión y a los problemas estructurales del
iliaca
ext. tejido conectivo (herniosis). Su índice de complicacio-
nes es de entre 7 y 15%; incluyen hematomas, infección,
Lig. de orquitis isquémicas, lesiones vesicales o vasculares, etc.
Vaina femoral Cooper

Figura 41--10. Exposición de las estructuras anatómicas en


la reparación de McVay. Se reconoce el arco del transverso,
la vaina femoral y se ha realizado una incisión de descarga CONCLUSIONES
en la vaina del recto.

Uno de los inconvenientes de esta técnica es el exce- Este procedimiento sigue siendo en la actualidad una
so de tensión causado sobre los tejidos al ejercer trac- opción en el acervo quirúrgico para las reparaciones de
ción de estructuras fijas no dinámicas, por lo que se em- hernia inguinal con tejidos propios del paciente y su-
plearon las incisiones relajantes liberadoras de tensión tura, por sus ventajas de ser fácil de reproducir, econó-
sobre la hoja aponeurótica anterior del oblicuo interno mico, de corta estancia y realizable en cualquier medio
justo antes de unirse a la aponeurosis del oblicuo exter- hospitalario. Es opcional también en los casos en los
no y formar la vaina del recto del abdomen (figura que por alguna razón no sea prudente colocar material
41--10), lo cual permite desplazar en dirección caudal la protésico, pero a la vez se reconoce que provoca dolor
aponeurosis del transverso para disminuir la tensión en posoperatorio intenso con incapacidad y convalecencia
la sutura al unirla con el ligamento de Cooper, disminu- prolongadas, la vida útil de la plastia es limitada, hay un
yendo también el dolor posoperatorio y las altas tasas de alto índice de recurrencias a largo plazo y deformación
recurrencia. de los planos anatómicos en caso de reoperación.

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Sección IV
Hernias ventrales e incisionales

Sección IV. Hernias ventrales e incisionales


Capítulo 42
Clasificación de las hernias
ventrales e incisionales
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN amplia variedad de localizaciones de dichas hernias (fi-


gura 42--1). Las clasificaciones conocidas hoy en día
datan de dos o tres décadas atrás. Sin que se tenga cer-
teza de quién o cuándo comenzó la clasificación, las
Durante siglos no se mostró interés en clasificar las her- hernias de la pared abdominal se clasifican inicialmente
nias ventrales e incisionales ni se hizo un intento por di- con bases topográficas, por lo que se habla de hernias
ferenciarlas o para establecer criterios objetivos a la inguinales, ventrales e incisionales.
hora de hacer estudios comparativos, debido quizá a la

Hernias ventrales

Son las hernias primarias de la pared abdominal, inde-


pendientes de las inguinales; pueden ser congénitas o
adquiridas, y se clasifican en:

a. Hernias de la pared anterior: línea media; umbili-


cales y epigástricas.
b. Hernias ventrolaterales: línea semilunar; hernia
de Spiegel.
c. Hernias de la pared lateral:
S Congénitas: Petit y Grynfeltt.
S Espontáneas: hernias lumbares.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hernias incisionales o eventraciones

Incluyen cualquier hernia que surja a través de una inci-


sión quirúrgica previa que involucre aponeurosis y
músculo, por lo que sus posibilidades de localización
son infinitas. Las más frecuentes son:

Figura 42--1. Las posibilidades de localización de una her- a. Hernias de la línea media:
nia ventral e incisional son múltiples, lo cual dificulta una cla- S Supraumbilicales o epigástricas.
sificación simple y práctica. S Infraumbilicales.

359
360 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

S Subxifoideas. localización. De acuerdo con esto, las hernias pueden


S Suprapúbicas. ser mediales (M) o laterales (L), y se les agrega un nú-
b. Ventrolaterales: mero según la localización exacta y la recurrencia (R0
S Subcostales. para hernias primarias y R más el número de recurren-
S De las fosas iliacas. cia), así como el tamaño del defecto herniario, sin que
c. Laterales: lumbares. este dato desempeñe una función muy importante; así,
d. De puertos laparoscópicos. la clasificación incluye la amplitud (width):
e. Por estomas.
Medial:
La literatura médica contiene propuestas actuales de M1: hernia supraumbilical.
clasificación basadas en: M2: hernia yuxtaumbilical.
M3: hernia subumbilical.
1. El tamaño del defecto herniario. M4: hernia xifopúbica.
2. La localización del defecto y su tamaño.
3. La relación entre el defecto herniario y la pared ab- Lateral:
dominal. L1: hernia subcostal.
4. El tamaño del saco herniario en relación con la ca- L2: hernia transversa.
pacidad de la cavidad abdominal. L3: hernia iliaca.
L4: hernia lumbar.

Amplitud (width):
CLASIFICACIÓN CON BASE EN EL W1: menor de 5 cm.
TAMAÑO DEL DEFECTO HERNIARIO W2: de 5 a 10 cm.
W3: de 10 a 15 cm.
W4: mayor de 15 cm.
Herszage1 clasifica las hernias ventrales e incisionales Recurrencia:
de acuerdo con el diámetro mayor del defecto herniario R0: sin recurrencia.
en: R1: primera recurrencia.
R2: segunda recurrencia.
S Pequeñas: de hasta 3 cm de diámetro. R3: tercera recurrencia, y así sucesivamente.
S Moderadas: de 3 a 6 cm de diámetro.
S Grandes: de 6 a 10 cm de diámetro. Como puede verse, esta clasificación sigue siendo fácil
S Gigantes: de 10 a 20 cm de diámetro. de recordar y orienta mejor en cuanto a la localización
S Monstruosas: mayores de 20 cm de diámetro. y el tamaño del defecto, aunque tampoco hace referen-
cia al tamaño del saco herniario y su contenido.
Cuando se encuentran dos o más defectos se suman las
dimensiones de cada uno de ellos.
Esta clasificación es sencilla, fácil de recordar y tam-
bién es objetiva, pero tiene la desventaja de que no hace CLASIFICACIÓN CON BASE EN LA
referencia a la localización ni a las dimensiones del saco RELACIÓN ENTRE EL DEFECTO
herniario. HERNIARIO Y LA PARED ABDOMINAL

CLASIFICACIÓN CON BASE EN En 2005 Ammaturo3 destacó la importancia que tiene


LA LOCALIZACIÓN DEL DEFECTO conocer la relación entre el tamaño o área del anillo her-
HERNIARIO Y SU TAMAÑO niario en relación con el área abdominal total, puesto
que un defecto de 6 o 7 cm puede comportarse como un
defecto pequeño en pacientes con un área de pared ab-
dominal grande (complexión robusta o de estatura alta)
Chevrel2 propuso en el año 2000 una clasificación de y comportarse como un defecto enorme en pacientes
hernias ventrales e incisionales tomando en cuenta su con un área de pared abdominal pequeña (paciente de
Clasificación de las hernias ventrales e incisionales 361

complexión delgada o baja estatura). Aunque el trabajo A/2 x L/2 x π = cm2


original de este autor se centró en la predicción de los Ancho 8 cm
pacientes que tendrán un aumento de la presión intraab- Largo 8 cm
dominal con la reparación cuando el índice es menor de
15, puede tomarse como referencia para complementar 8/2 x 8/2 x 3.14 = 50.24 cm2
cualquiera de las clasificaciones, tipificar la hernia y ha-
cer un plan de manejo adecuado para evitar un síndrome
compartimental posoperatorio.
Ancho 7 cm
Largo 18 cm

7/2 x 18/2 x 3.14 = 98.9 cm2


CLASIFICACIÓN CON BASE EN
EL TAMAÑO Y EL CONTENIDO
DEL SACO HERNIARIO
Figura 42--2. Fórmula propuesta por Jean Paul Chevrel para
calcular el área del defecto herniario con más precisión. Se
aplica la misma fórmula para el segmento de malla aplicado.
Independientemente del tamaño del defecto herniario,
el tamaño del saco herniario tiene una función impor-
tante tanto para clasificar las diferentes hernias como
para planear el tratamiento adecuado. Un defecto her- a domicilio”. Hasta el momento esta clasificación men-
niario de determinado tamaño puede coexistir con un ciona si la hernia tiene pérdida de dominio o no con ba-
saco herniario pequeño con poca capacidad o convertir- ses meramente subjetivas.
se en un saco de grandes dimensiones, capaz de albergar Finalmente, existe una propuesta de Jean Paul Che-
una gran parte de las vísceras. vrel (figura 42--2) para el cálculo del área del defecto y
Cuando el tamaño y el contenido del saco herniario de la malla que se aplicará durante la reparación, la cual
exceden la capacidad de la cavidad abdominal para reci- se ha adoptado de manera universal en la mayoría de los
bir de nuevo a las vísceras herniadas se convierte en una artículos bibliográficos con fines comparativos estan-
hernia con “pérdida de dominio” o “pérdida del derecho darizados.2

REFERENCIAS
1. Herszage L: Abordaje de las eventraciones de pared. En: of the abdominal wall. Hernia 2000;4:7--11.
Mayagoitia GJC: Hernias de la pared abdominal. Trata- 3. Ammaturo C, Bassi G: The ratio between anterior abdomi-
miento actual. 1ª ed. México, McGraw--Hill, 2003. nal wall surface/wall defect surface: a new parameter to clas-
2. Chevrel JP, Rath AM: Classification of incisional hernias sify abdominal incisional hernias. Hernia 2005;9:316--321.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
362 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)
Capítulo 43
Hernia umbilical
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN talón” (borde superior o chaleco sobre el borde in-


ferior o pantalón) con puntos en “U” o de colcho-
nero.

La hernia umbilical constituye entre 4 y 13% de las her- En la actualidad se han obviado tres de estos pasos y
nias de la pared abdominal y es una patología muy co- sólo se realiza la imbricación de la aponeurosis; ade-
mún a partir de la quinta década de la vida. más, esta técnica se encuentra en desuso por su alta inci-
Puede presentarse como un problema al nacer como dencia de recurrencias, que va de 13 a 54% en las dife-
hernia congénita (10%), pero la mayoría (90%) se pre- rentes series publicadas.
sentan en la vida adulta de manera adquirida a partir de
un cierre defectuoso de la cicatriz umbilical desde los
primeros días del nacimiento, y son más comunes en las
CLASIFICACIÓN
mujeres.

HISTORIA Hay un acuerdo general para la clasificación de las her-


nias umbilicales. Por su origen se clasifican en congéni-
tas y adquiridas, y por su localización se dividen en um-
bilicales, cuando surgen por el anillo umbilical, y en
Estas hernias son reconocidas desde los tiempos de Cel- paraumbilicales, cuando surgen en la periferia cercana
so, en el siglo I d.C., y siempre se manejaron con ligadu- al anillo umbilical, con excepción de la línea alba supra-
ras elásticas. En 1740 William Cheselden describió por umbilical, donde adquieren el nombre de hernias epi-
primera vez un tratamiento de hernia umbilical estran- gástricas.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

gulada. Las hernias congénitas son las que aparecen desde el


A William J. Mayo, en 1901, se le debe la descripción nacimiento; las padecen entre 30 y 40% de los recién na-
clásica de la técnica de reparación de las hernias umbili- cidos, aunque aumenta su frecuencia en los niños de
cales con sus cuatro pasos importantes (figura 43--1): bajo peso al nacer (hasta 84% de los prematuros las pre-
sentan) y pueden tender al cierre espontáneo en los pri-
1. Resección del saco herniario. meros dos a cuatro años de vida.
2. Cierre del peritoneo. El cierre puede ser deficiente y manifestarse poste-
3. Aproximación de los bordes del músculo recto ha- riormente en la vida adulta como una hernia adquirida
cia la línea media. del adulto.
4. Cierre del defecto herniario mediante imbricación De acuerdo con Jackson y Mawera, sólo 10% de las
de la aponeurosis en forma de “chaleco sobre pan- hernias del adulto se han detectado desde la niñez. A los

363
364 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

A C

B D

Figura 43--1. Procedimiento original de Mayo. A. Cierre del peritoneo después de resecar el saco. B. Aproximación de los múscu-
los rectos a la línea media. C y D. Imbricación del borde superior del defecto sobre el borde inferior.

dos años de edad la frecuencia de hernias umbilicales es ETIOPATOGENIA


de 15 a 30% y a los tres años es de sólo 10%.
De lo anterior se desprende la decisión de no operar
hernias umbilicales antes de los dos años de edad, que
es cuando puede haber un cierre espontáneo o al menos Los bordes del orificio umbilical se forman durante la
producirse una disminución en el diámetro del anillo tercera semana de la vida fetal y el cordón umbilical
(figura 43--2). toma su forma alrededor de la quinta semana. Al nacer

A B

Figura 43--2. A. Hernia umbilical en un recién nacido. B. Hernia umbilical en la etapa adulta.
Hernia umbilical 365

la obliteración del conducto determina su cicatrización saco herniario se hace muy aparente ante la carencia de
y su contracción entre los tres y los seis días de edad, tejido celular subcutáneo y no hay dificultad para hacer
pero si esto no ocurre entonces el recién nacido presenta el diagnóstico. Las hernias umbilicales adquiridas en la
una hernia umbilical, denominada congénita. Las varia- vida adulta se manifiestan únicamente como la apari-
ciones anatomoembriológicas dan origen a debilidad en ción de una tumoración reductible a nivel de la cicatriz
la zona orificial aparentemente bien cicatrizada, ocasio- umbilical; la mayor parte de las veces son asintomáticas
nando la aparición, a veces tardía, de la patología her- y más o menos visibles desde su inicio, dependiendo de
niaria umbilical en el adulto, relacionada con deficien- la complexión del paciente. En la mujer su aparición es
cias del entrecruzamiento de fibras, fenómeno descrito común durante el transcurso de un embarazo. Cuando
por Askar en 1978. Las variaciones del entrecruzamien- los orificios son pequeños puede existir malestar más
to de fibras en la línea alba más la aparición de algunos que dolor a nivel del saco cada vez que protruye su con-
factores condicionantes, como distensión abdominal tenido, que cede al reducirse espontánea o digitalmente.
importante debida a obesidad, embarazos y diálisis El crecimiento de esta hernia tiene una velocidad va-
peritoneal por insuficiencia renal o cirrosis, determina- riable y al hacerlo ceden las molestias descritas hasta
rán que el cierre de la cicatriz umbilical deficiente se que, por el aumento de su tamaño, se alojan asas intesti-
manifieste como una hernia umbilical del adulto o “ad- nales o epiplón que se adhieren al anillo y al saco, pro-
quirida”. Otro factor que se invoca en la aparición de duciendo molestias posprandiales en el menor de los ca-
hernia umbilical es la alteración en la disposición de la sos y cuadros seudooclusivos si el contenido visceral es
fascia umbilical, como lo describió Chevrel en 1996. abundante. Por lo común en las mujeres el anillo y el
La hernia umbilical está presente en 25% de los pa- saco herniario alcanzan tamaños mayores; en el hombre
cientes cirróticos, en los que también intervienen como casi siempre son menores y dan la apariencia de perma-
factores condicionantes la recanalización de la vena um- necer con esas dimensiones durante años.
bilical por inversión del flujo, la distensión, el aumento Cuando las hernias umbilicales crecen tienden a dis-
de la presión abdominal por ascitis y el estado de malnu- tender la piel del ombligo y causar atrofia dérmica con
trición secundaria. Las deficiencias de colágena, de cual- ulceraciones más frecuentes que en las de otra parte de
quier tipo, además de ser factor condicionante de hernia la pared abdominal, debido a que esta zona no cuenta
umbilical, determinan la velocidad de crecimiento de con una gran cantidad de tejido celular subcutáneo que
dicho anillo herniario, entre otros factores. retarde este evento. En los pacientes con cirrosis puede
Un paciente con hernia umbilical y deficiencia de co- presentarse un estallamiento de la delgada piel de la ci-
lágena tiene un riesgo de 42% de desarrollar otra hernia catriz umbilical y surgir una fuga de líquido ascítico. El
en algún sitio de la pared abdominal y 5% de padecer mayor tamaño de la hernia y el tiempo de evolución se
múltiples hernias, de acuerdo con lo publicado por Mit- asocian con deterioro de la pared abdominal, por lo que
telstaedt en 1988. es frecuente encontrar hernias umbilicales implantadas
En 1969 Bryant hizo una asociación curiosa de pa- en abdómenes flácidos y con diástasis de rectos que difi-
cientes multíparas con colelitiasis y hernia umbilical, cultan la reparación integral de la pared (figura 43--3).
donde al parecer la multiparidad constituyó un factor Por la rigidez, el diámetro pequeño y el contenido de
desencadenante de otras dos entidades: colestasis y dis- estas hernias, que casi siempre es grasa preperitoneal y
tensión y adelgazamiento de las estructuras de la pared epiplón, entre 17 y 40% de ellas se encuentran incarce-
abdominal. Hoy se sabe que esta relación entre hernias, radas (13% de las hernias catalogadas como incarcera-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

colelitiasis, enfermedad diverticular, varices, etc., está das son umbilicales). Sin embargo, tanto el intestino
relacionada y forma parte de lo que se conoce como her- delgado como el grueso pueden formar parte del conte-
niosis. En 75% de los pacientes la hernia umbilical tiene nido herniado, lo cual obliga en 20% de los casos a una
un diámetro menor de 3 cm y el diámetro horizontal cirugía de urgencia y a una resección intestinal; en 80%
siempre es ligeramente mayor que el vertical, lo cual le de los casos sólo se encuentra un epiplón hemorrágico
confiere un aspecto oval. o con necrosis.

AUXILIARES DE DIAGNÓSTICO
CUADRO CLÍNICO

Por su localización anatómica la mayoría de las hernias


En los niños que padecen hernia umbilical congénita el umbilicales son diagnosticadas mediante examen clí-
366 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

Figura 43--4. Las hernias umbilicales en los menores de dos


años de edad tienen un manejo expectante y no se recurre a
los dispositivos para contener la protrusión del saco herniario.

se recomienda la intervención quirúrgica porque el ín-


dice de recidivas al manejar tejidos muy delgados a esta
edad es alto y porque en algunos pacientes existe la ten-
Figura 43--3. Gran hernia umbilical primaria con 20 años de
dencia a un cierre espontáneo, o cuando menos a que el
evolución. El saco y el anillo herniario crecieron en gran diámetro del anillo disminuya sus dimensiones (figura
medida y dificultaron la reparación sobre una pared abdomi- 43--4).
nal en malas condiciones. La recomendación para la madre sólo incluye vigi-
lancia, sin ningún procedimiento de contención del saco
umbilical. Por desgracia, en los infantes pesan más las
nico, por lo que el ultrasonido y la tomografía se reser- tradiciones y costumbres ancestrales que sólo lastiman
van para pacientes con obesidad mórbida o con hernias la piel umbilical (colocación de tela adhesiva con adita-
umbilicales recurrentes asociadas con obesidad, donde mentos como algodón, canicas o monedas para conten-
los tejidos cicatricial y celular subcutáneo pueden difi- ción del saco, bragueros, vendajes abdominales, fajas
cultar la palpación adecuada. para hernias, etc.) y producen dolor, aunque no se ha
probado que alteren para bien o para mal la evolución
natural de la contracción del anillo umbilical. Cuando
TRATAMIENTO se utilizan aditamentos que presionan fuertemente la re-
gión, como el uso de fajas “especiales para hernias”,
puede surgir inflamación crónica del saco, del anillo y
del contenido herniario, dando paso a que se desarrolle
Ante una hernia umbilical de tipo congénito el manejo una complicación por incarceración o estrangulamien-
es expectante durante los dos primeros años de vida; no to.
Hernia umbilical 367

A B

Figura 43--5. A. Cicatriz umbilical redundante después de una plastia umbilical con saco grande con acceso transumbilical. B.
Abordaje subumbilical con resultados estéticos inadecuados.

En general, en una hernia umbilical que no se cerró pectos estéticos, el abordaje y el campo operatorio se
al pasar los dos años de edad debe considerarse la inter- han restringido, tornando más laboriosa la plastia para
vención quirúrgica, ya ante la presencia de tejidos más el cirujano.
firmes de la pared abdominal. No se indican las técnicas De igual forma, la dirección del cierre del defecto
con material protésico en la niñez, debido a las conside- umbilical despertó algunas controversias y considera-
raciones de contracción de los materiales protésicos, el ciones. El cierre horizontal parece lograr menor tensión
crecimiento del niño y el desconocimiento del compor- en la línea de sutura, aunque estudios controversiales,
tamiento de dichos materiales a muy largo plazo. Las incluidos los de Askar en 1984, sugieren el cierre obli-
técnicas deben ser con tensión y se cuenta con varias cuo de los defectos, porque parece más “fisiológico”
opciones que se detallan a continuación, además de que porque la línea de sutura semeja la dirección que llevan
pueden ser útiles para el manejo de adultos que no de- las fibras que se entrecruzan en la línea alba, además de
seen material protésico o en los que exista algún impedi- que crea menor tensión que el cierre horizontal.
mento para su uso.
La incisión de la piel para el abordaje abierto ha sido
objeto de controversia en distintos trabajos publicados, Técnicas con tensión
y aplica igual para las técnicas abiertas sin tensión. La
incisión clásica de media luna o transversa supraumbili- Se utiliza anestesia local más sedación o bloqueo peri-
cal o infraumbilical se usó durante muchos años sin im- dural de acuerdo con las características del paciente. En
portar el aspecto estético. En 1981 Criado propuso un función del tamaño del defecto y de la presión que debe-
abordaje transumbilical vertical con el fin de que la inci- rá soportar se repara el orificio con material no absorbi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sión quedara dentro de la cicatriz umbilical y se lograran ble (ProleneR 2--0 a 2--1), según la edad del paciente.
resultados estéticos satisfactorios. Más tarde Smith
Behn indicó que la incisión horizontal mejora aún más 1. Técnica de borde a borde o cierre simple. Cons-
el resultado. Del mismo modo, se retomó el problema tituye la mejor opción y tiene menores índices de
de la piel redundante por una hernia umbilical de saco recurrencia. Se prefiere que este cierre se haga con
grande en pacientes muy delgados, en quienes siempre surjete continuo sin anclar, ya que aplica la menor
quedaba una cicatriz umbilical con mucha piel gruesa y tensión a todo lo largo del defecto, más que con
mal aspecto (especialmente en niños), por lo que en puntos separados o en cruz, los cuales ocasionan
2004 El--Dessouki propuso una incisión transumbilical un aumento de la tensión en cada sitio del defecto
con resección de la piel redundante en forma de doble donde se aplican.
medio cono para obtener resultados estéticos satisfacto- 2. Técnica de Morestin. Se utiliza doble línea de su-
rios sin alterar los resultados de la plastia (figura 43--5). tura para el cierre. Se da un primer plano inicial y
Es importante señalar que, a cambio de mejorar los as- posteriormente un plano imbricante que protege la
368 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

primera línea de sutura. Si se advierte mucha ten- Técnicas libres de tensión


sión en los tejidos pueden agregarse incisiones de
descarga paraumbilicales verticales a 2 cm del ori- No hay un registro del inicio en el manejo de las hernias
ficio, sobre la vaina del recto en sentido bilateral, umbilicales con prótesis, pero es obvio que cambió el
sobrepasando con amplitud la longitud del defecto. concepto antiguo de que los anillos herniarios menores
3. Técnica de Rothschild. Se tallan dos colgajos de 3 cm pueden ser tratados con plastias tensionantes,
cuadrangulares de las vainas del recto y se super- puesto que 75% de las hernias umbilicales tienen un ani-
ponen para cubrir el orificio, mediante suturas en llo menor que estas dimensiones. Tampoco hay una idea
la línea media. Esta técnica sólo se indica en adul- clara del número de técnicas que se han propuesto para
tos, pues en los niños pocas veces se tiene un orifi- resolver esta patología, por lo que aquí se mencionarán
cio difícil de cerrar. las más usuales. En la actualidad se sugiere la coloca-
4. Técnica de Mayo. Técnica de reparación con el ción de prótesis de malla en todas las hernias umbilica-
llamado “chaleco sobre pantalón”; es decir, se su- les en pacientes adultos. El abordaje de la incisión en las
perpone con suturas el colgajo superior sobre el técnicas abiertas debe cumplir con los criterios mencio-
inferior unos 2 cm. Hay que destacar que al anudar nados, que incluyen la seguridad y el aspecto estético,
el primer plano quedan espacios que permiten el re- y puede efectuarse con anestesia local más sedación o
ingreso de contenido abdominal entre las dos sola- bloqueo peridural.
pas formadas, condicionando una pronta recidiva.
Técnica de Rives umbilical
Para evitarlos se puede cerrar minuciosamente el
ángulo formado con una sutura continua que oclu- Algunos cirujanos la denominan “mini Rives”. Tiene
ye totalmente la cavidad y luego suturar la solapa los mismos fundamentos y principios técnicos que un
sobre la cara anterior de la aponeurosis. Esta téc- procedimiento de Rives para hernia incisional grande.
nica es la de mayor porcentaje de recidivas. Se efectúa la disección del saco herniario y posterior-
5. Técnica de Zeno. Incluye las técnicas de Mayo mente la disección del espacio preperitoneal, lo cual re-
invertida, “pantalón sobre chaleco” o borde infe- sulta sencillo en las hernias primarias pero difícil en las
rior del defecto sobre el borde superior, y se utiliza recurrencias. La disección de este espacio debería ser de
cuando hay vísceras pegadas a este colgajo supe- al menos 6 cm, pero los autores de diferentes series
rior; se lleva a cabo con las mismas precauciones recomiendan una disección menor, al parecer con bue-
en los ángulos, para disminuir en la mayor medida nos resultados sin que haya evidencia al respecto, aun-
posible las recidivas tempranas. que se piensa que con el uso de mallas ligeras sí es sufi-
ciente una disección de 3 cm más allá de los bordes del
defecto.
Resultados La disección del espacio preperitoneal y la fijación
de la malla para realizar una técnica de Rives en orifi-
Durante mucho tiempo se pensó erróneamente que las cios menores de 3 cm son extremadamente complejas
recidivas de una herniorrafia umbilical eran mínimas y debido a lo limitado del campo. Cuando no es posible
no se les daba seguimiento ni se publicaba mucho al res- el paso de un dedo disector la disección se puede facili-
pecto, incluso en el inicio de la era de las plastias libres tar mediante la maniobra de disección con gasa húmeda,
de tensión, dando por hecho que las recurrencias se pre- como se recomienda en la técnica del PHS para hernia
sentaban de manera esporádica. Al consolidarse los tra- inguinal, donde se inserta paulatinamente la gasa y se
tamientos con prótesis en hernias inguinales e incisio- complementa con una disección roma con la pinza de
nales se desvió la mirada hacia las hernias umbilicales disección y tijera. La malla debe colocarse mediante la
y epigástricas, y se descubrió que al efectuar seguimien- técnica del “paracaídas” o de la sutura de las válvulas
tos sistematizados las recidivas con técnicas tensionan- cardiacas, donde se dan los puntos a la aponeurosis
tes para la reparación de la hernia umbilical se encuen- mientras el ayudante detiene exteriormente la malla, re-
tran en rangos de 10 a 30% en todas las series, e incluso gresando el punto en “U” en cada uno de los cuadrantes.
hay algunas con 54% de recidivas en grupos de pacien- Al tener los cuatro puntos cardinales se estiran y se in-
tes adultos. Para mayor sorpresa de los cirujanos, la téc- troduce la malla, anudando cada uno de los puntos al
nica de Mayo fue la que aportó el mayor índice de recu- mismo tiempo que se verifica que la malla entre cada
rrencias. Lo anterior obligó a introducir las técnicas sin dos puntos quede totalmente extendida.
tensión con prótesis, como si se tratara de una hernia in- Una vez fijada la malla no se requieren más puntos
cisional o ventral grande. (figura 43--6). El cierre del defecto es recomendable y
Hernia umbilical 369

Figura 43--6. Segmento circular de malla de acuerdo con el tamaño del defecto herniario. Colocación de cuatro puntos cardinales
mediante la técnica del “paracaídas”, donde se jalan y se anudan los hilos. Esquema de la técnica de Rives umbilical o mini Rives,
donde la malla de polipropileno ligero sobrepasa 3 cm del borde del defecto.

debe usarse un surjete continuo con material absorbible des del defecto. Se introduce la hoja interna en el espa-
o no absorbible. Cerrar el defecto tiene la ventaja de que cio preperitoneal y se corta, para reducir su diámetro si
se podrá fijar la cicatriz umbilical con un punto en la for- es necesario; posteriormente se extiende con el dedo o
ma tradicional. Si se decide no hacerlo por cuestiones con la pinza de disección en todas las direcciones. Al
de tensión deberá tenerse cuidado de que la fijación de principio la hoja interna se fijaba con cuatro puntos,
la cicatriz umbilical quede alejada del contacto con la igual que en la técnica de Rives, pero la experiencia ha
malla de polipropileno, ya que podría ocasionar erosión demostrado que la presencia del conector en medio del
y extrusión. Se fijará de preferencia en el borde inferior defecto herniario hace innecesario este paso, pues dicho
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del defecto, sobre la aponeurosis, para un mejor efecto conector impide la movilización de la hoja de malla. La
estético, en lugar de fijarla en el borde superior. ceja de la hoja externa se fija a la aponeurosis anterior
del recto con cuatro a ocho puntos de material reabsor-
Técnica del PHS y UHS umbilical bible monofilamento (poliglecaprone o polidioxanona)
(figura 43--7). No se cierra el defecto y la cicatriz umbi-
Un método de reparación versátil para hernias con de- lical se ancla sobre el borde inferior del defecto hernia-
fectos que van de pequeños a moderados consiste en el rio sin que quede en contacto con la malla, para evitar
empleo de un dispositivo de ProleneR Hernia System fistulizaciones a la piel.
(PHS) o de un UltraproR Hernia System (UHS) de poli-
propileno ligero. La disección del saco y del espacio Técnica del tapón o cigarrillo de malla
preperitoneal se hace igual que en la técnica de Rives.
Se toma el dispositivo y se secciona la hoja externa, de- Se recomienda para los defectos herniarios de 1.5 cm o
jando sólo una ceja de 1 cm para poder fijarla a los bor- menores, donde la disección del espacio preperitoneal
370 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

Figura 43--7. Reparación con técnica del PHS o UHS para hernia umbilical. Disección del saco herniario. Se corta la hoja externa
del PHS o UHS dejando una ceja de 1 cm para fijación. Se inserta la hoja circular o interna en el espacio preperitoneal y la ceja
se fija a la aponeurosis con puntos simples.

bajo visión directa es difícil. Esta técnica tiene su ante- recordar que se trata de una técnica inlay con sus des-
cedente en el tapón o cigarrillo de malla usado en la téc- ventajas de mayor índice de recurrencias.
nica de Lichtenstein inicial en hernias femorales. A di-
ferencia del cono, el tapón se elabora con una malla
rectangular de 4 x 13 cm de malla de polipropileno de Técnica del tapón cónico (técnica de Münich)
material ligero. Se enrolla y se le aplica una sutura cir-
cunferencial de material no absorbible (polipropileno) Esta técnica es muy similar a la de tapón o cigarrillo, con
en la parte central, para darle una especie de forma de la ventaja de que todo el cono o plug queda dentro del
reloj de arena, con una base amplia que se fije a los bor- espacio preperitoneal y se fija al anillo herniario con
des del anillo. Se diseca el espacio preperitoneal en la cuatro o seis puntos de sutura absorbible o no absorbible
mayor medida posible, pero si esto fuera imposible por y no estorbando la fijación de la cicatriz umbilical.
lo pequeño del defecto simplemente se invagina el saco Debe efectuarse con conos de malla fabricados a par-
y se inserta el tapón para que la sutura circunferencial tir de una malla plana si se trata de un defecto muy peque-
de dicho tapón quede justo en el defecto. El tapón se fija ño (menor de 1.5 cm). Si el defecto mide entre 2 y 4 cm
a los bordes del defecto con cuatro o seis puntos simples puede utilizarse el cono prefabricado (Perfix PlugR),
de material no absorbible 3/0 (figura 43--8). También se pero si son mayores de 4 cm no se recomienda su uso,
fija la cicatriz umbilical protegiendo antes el tapón con porque el cono quedaría inestable ante un defecto tan
tejido celular subcutáneo, para evitar que toque la piel grande.
de la cicatriz umbilical (ambas maniobras son laborio- Su inconveniente se ha centrado en la punta del cono
sas, ya que sobresalen hasta 2 cm del tapón). Hay que de aspecto puntiagudo que apunta a la cavidad perito-
Hernia umbilical 371

Figura 43--8. Técnica del tapón o cigarrillo para hernia umbilical. Cortesía del Dr. Ángel Celdrán; Madrid, España.

neal, en especial en los pacientes delgados, donde pu- sis del recto. Esta técnica tiene el inconveniente de que
diera ocasionar erosión intestinal posterior. las bandas centrales en el espacio preperitoneal crean el
efecto de tapón, pero dejan descubiertas las partes late-
Técnica en “H” (técnica de Celdrán) rales que sólo se cubren con la malla a manera de parche
(onlay), lo cual origina que las hernias recurran como
La describió Ángel Celdrán en 1994 para el tratamiento hernias intersticiales a través de dichos espacios. Ade-
de hernias umbilicales o epigástricas con defectos de más, la mayor parte de la malla quedará en contacto con
1.5 a 5 cm. El saco herniario y el espacio preperitoneal el tejido celular subcutáneo.
se disecan de la misma manera que en la técnica de Ri-
ves umbilical. Se toma un segmento de malla de poli- Parches ventrales
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

propileno ligero (pesado en su técnica original) de 9 x


13 cm y se corta para formar un dispositivo, como se En la actualidad se han popularizado algunos dispositi-
muestra en la figura 43--9, donde la banda central debe vos para la reparación de hernias umbilicales (aunque
tener una anchura igual o ligeramente superior al diá- pueden ser usados para hernias de puertos laparoscópi-
metro transversal del defecto herniario, y los puentes cos, hernias incisionales con anillo herniario pequeño y
que unen a dicha banda deben tener aproximadamente usarse en forma profiláctica en sitios donde una hernia
1 cm, para que cada banda tenga una longitud de 6 cm. de puerto laparoscópico pudiera tener un mayor riesgo
En seguida las bandas centrales se introducen en el de aparecer). Estos parches ventrales fueron diseñados
espacio preperitoneal por el defecto herniario, se ex- con la idea “teórica” de hacer más sencilla y rápida la
tienden y se fijan con puntos en “U”, que pueden sopor- reparación. Se basan en la confección de un segmento
tarse sobre un segmento de malla adicional si así se de malla circular que se coloca en el espacio intraperito-
desea (figura 43--9). El resto de la malla queda supraa- neal a través del orificio herniario. Por lo mismo, todas
poneurótica y se fija con puntos simples a la aponeuro- deben tener una superficie antiadherente en la cara que
372 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

A B

C D

Figura 43--9. Técnica en “H”. A y B. Confección de la malla. C. Malla colocada y fijada. D. Bandas centrales fijadas con apoyo
de un segmento cuadrado de malla del mismo material. Modificado del Dr. Ángel Celdrán; Madrid, España.

va hacia la cavidad abdominal. Cuentan con dos riendas adecuada, el movimiento muscular y la tendencia de las
que se traccionan para que la hoja circular quede en con- suturas a desgarrar un poco el tejido harán que el parche
tacto con la pared abdominal, y estas riendas se fijan con se afloje en unos días y se pueda separar de la pared ab-
suturas a los bordes de la aponeurosis del defecto her- dominal. Un problema adicional lo menciona como la
niario. De los dispositivos existentes en el mercado la tendencia natural de estos parches al enrollamiento al no
mayoría son de polipropileno ligero o pesado y la capa estar fijados en su periferia, y específicamente los de
antiadherente fabricada de PTFEe, celulosa oxigenada PTFEe con polipropileno a arrugarse completamente
y regenerada, ácidos grasos omega 3 y otros con coláge- por tener ambos materiales diferentes grados de encogi-
na hidrofílica (figura 43--10). miento (figura 43--11).
Si bien estos dispositivos realizan un proceso de re-
paración que podría considerarse una técnica IPOM
Resultados
abierta y existen reportes de resultados alentadores a
corto plazo, se cuenta también con reportes de varios in- Los reportes de series con las distintas técnicas libres de
convenientes en el momento de realizar la colocación de tensión dan cuenta de índices de recidivas de 0 a 2% en
estos parches que deben ser tomados en cuenta. Si se pacientes con hernias primarias y de 3 a 7% en hernias
tracciona en exceso las riendas del dispositivo para fi- umbilicales recurrentes (que deben ser catalogadas
jarlo a la pared abdominal, el parche tenderá a doblarse como hernias incisionales).
y despegarse de la pared abdominal en alguno de sus ex-
tremos, lo que hará que quede expuesto el polipropileno Técnica laparoscópica
para que se adhiera un asa intestinal. Si se tracciona
poco quedará flojo y la totalidad del parche se alejará de La decisión de operar una hernia umbilical por acceso
la pared abdominal, pudiendo permitir el atrapamiento laparoscópico sigue siendo polémica.
de un asa intestinal. Muysoms reporta además dos pro- A sabiendas de que la cirugía laparoscópica es una ci-
blemas agregados. A pesar de dejarlo con la tracción rugía de mínimo acceso pero de gran invasión, la con-
Hernia umbilical 373

A B

C D

Figura 43--10. Diversos tipos de parches ventrales para reparación de hernia umbilical con el mismo mecanismo de funciona-
miento. A. Parche de polipropileno pesado con ácidos grasos omega 3. B. Parche con polipropileno pesado y PTFEe. C. Parche
con polipropileno ligero y celulosa oxidada. D. Parche con polipropileno pesado y colágena hidrofílica.

troversia es la siguiente: ¿cuál es el tamaño adecuado anestesia general, la imposibilidad de fijación estética
del anillo herniario para que justifique el uso de una mo- de la cicatriz umbilical y los costos mayores.
dalidad técnica que ocasione mayor invasión que la ci-
rugía abierta? Técnica de Rives laparoscópica
Se sabe que sólo 25% de los pacientes con hernia um-
bilical tienen un defecto mayor de 3 cm, por lo que po- Dado que las hernias umbilicales primarias tienen un
cos pacientes tendrían una hernia con un anillo mayor orificio pequeño y el espacio preperitoneal práctica-
de 5 cm, lo cual justificaría este tipo de acceso (no existe mente está virgen, se puede intentar la ejecución de este
acuerdo al respecto). método. Se levanta un colgajo peritoneal que incluya el
saco herniario como en la técnica TAPP inguinal, el cie-
rre del defecto, la colocación de una malla de polipropi-
Técnica IPOM (Intra Peritoneal Onlay Mesh) leno ligero y la fijación con grapas y puntos transcutá-
neos. Se cierra el colgajo peritoneal con sutura o grapas
de modo que cubra la malla, para que no quede en con-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Es la técnica habitual para la reparación laparoscópica


tacto con las vísceras. Tiene las ventajas de que puede
de las hernias ventrales e incisionales. Se aplican los
utilizarse una malla menos costosa que las que tienen
mismos principios de liberación del contenido y adhe-
protección antiadherente y origina una menor forma-
rencias, se emplean mallas con material antiadherente
ción de seromas al extirpar el saco herniario; por el con-
y la fijación se hace con puntos transcutáneos y grapas.
trario, tiene la desventaja de que es un procedimiento
Las ventajas consisten en la posibilidad de reparar o
más laborioso. La disección del colgajo peritoneal es
reforzar la línea media cuando también existe diástasis
más difícil en las hernias recurrentes (figura 43--12).
de rectos con una malla de mayor tamaño; la recupera-
ción más rápida permite una reincorporación a las acti-
vidades habituales y laborales, y tiene una menor inci- Resultados
dencia de infección de herida; sin embargo, tiene una
incidencia mayor de seromas. Su inconveniente es la in- Los resultados de ambas técnicas no varían mucho en
vasión de la cavidad abdominal, el uso casi obligado de relación con lo reportado en las técnicas abiertas sin ten-
374 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

A B

C D

Figura 43--11. Diversos problemas encontrados con los dispositivos de parches ventrales. A. Adherencias firmes a todo el disposi-
tivo por parte de un asa intestinal. B. Dispositivo totalmente arrugado (meshoma) con exposición de las fibras de polipropileno.
C. Dispositivo de polipropileno ligero y celulosa oxigenada arrugado que permitió el contacto del PP con el asa, fistulizándola. D.
Otro dispositivo arrugado por la diferencia del grado de contracción de los materiales que la componen (PP y PTFEe). (A, B y C:
figuras tomadas de: Muysoms y col.: Hernia 2011;15:463--468.)

sión (entre 0 y 3%). Prácticamente no hay infecciones el saco. Estas hernias tienden a disminuir de tamaño y
de heridas de puertos y la incidencia de seromas es de en ocasiones la protrusión se manifiesta hasta un nuevo
5 a 7%. embarazo. Por tal motivo, rara vez se recomienda o se
requiere una plastia electiva o de urgencia durante el
transcurso de la gestación. De igual forma, es criticable
que los ginecólogos traten de hacer el cierre del defecto
CONSIDERACIONES ESPECIALES en el transcurso de la cesárea por vía intraabdominal.
Hay que recordar que el defecto es más grande en esos
momentos de lo que será en unas semanas más, los teji-
dos son muy delgados y difícilmente se toman adecua-
Se debe tener especial cuidado si la hernia umbilical se damente los bordes del defecto para hacer un cierre con
asocia con las siguientes condiciones: suturas, por lo que no deja de ser una plastia con tensión
realizada a ciegas. Un error más consiste en intentar una
reparación inmediatamente después del parto o durante
Embarazo el transcurso de la cesárea por vía de otra incisión in-
fraumbilical. De nuevo, el orificio está muy distendido,
En general, no hay reportes de estrangulación durante hay dificultad para localizar los bordes del defecto, por-
la etapa del embarazo, ya que la misma distensión que los tejidos son delgados, y se terminará colocando
agranda el orificio y durante el último trimestre el útero mallas más grandes de lo que se hubiera podido hacer
protege al defecto herniario, interponiéndose entre la si se hubiera diferido la cirugía. Se recomienda reparar
pared y las vísceras, por lo que rara vez tiene contenido la hernia después de tres meses del parto o la cesárea.
Hernia umbilical 375

Figura 43--12. A y B. Imagen laparoscópica de un defecto umbilical de 3 cm de diámetro. C. Reducción del saco herniario. D.
Levantamiento de un colgajo peritoneal para acceder al espacio preperitoneal a través de la cavidad. E. Colocación de malla de
polipropileno y fijación con grapas. F. Cierre del colgajo peritoneal para proteger las vísceras del contacto directo con la malla y
completar el Rives laparoscópico.

Cirrosis terior del líquido de diálisis. Cuando no se reparan di-


chas hernias la distensión causada por el líquido dialíti-
Los pacientes con cirrosis deben contar con un buen co agranda con rapidez dichos defectos, dificultando su
control metabólico y no presentar ascitis; con esto se reparación posterior. Por el contrario, si un paciente con
logran los mejores resultados y se evitan complicacio- un catéter de diálisis presenta una hernia incisional a tra-
nes, como la fuga de líquido ascítico cuando se abre el vés del sitio de inserción se procurará reparar dicha her-
peritoneo, que en ocasiones evoluciona a infección de nia a la brevedad posible, antes de que aumente significa-
herida o de cavidad peritoneal o a la formación de fístu- tivamente de tamaño. Lo ideal es reparar el defecto sin
las crónicas de ascitis, ya que la malla actúa como un movilizar el catéter (algo parecido a lo realizado en las
cuerpo extraño y dificulta el cierre de dichas fístulas. En hernias paraostomales), puesto que si se retira y recoloca
ocasiones se presentan hernias estranguladas que no el catéter se tienen muchas posibilidades de que surja una
permiten una preparación adecuada. En estos casos es nueva hernia por el sitio de nueva inserción.
necesario informarles al paciente y sus familiares las
posibilidades de sufrir las complicaciones menciona- Hernia umbilical estrangulada
das.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Entre 3 y 5% de las hernias umbilicales incarceradas


pueden evolucionar a una estrangulación con riesgo
Insuficiencia renal vascular para el epiplón y las asas intestinales. El estado
general del paciente se maneja preoperatoriamente con
Cuando existe la necesidad de colocar un catéter para hidratación y control de la sepsis. La antibioticoterapia
diálisis peritoneal y se presenta una hernia umbilical (o parenteral profiláctica se recomienda en caso de que no
de cualquier otro tipo) se debe llevar a cabo la repara- existan datos de sepsis y debe valorarse su retiro o conti-
ción con técnicas sin tensión y con el uso de prótesis de nuación en el posoperatorio. El abordaje de este proble-
malla (pacientes desnutridos y con una escasa respuesta ma se hace de preferencia por vía abierta, con disección
cicatricial) dentro del mismo acto quirúrgico, aunque del saco y exploración de su contenido. Si el contenido
debe diferirse el inicio de las diálisis entre 36 y 48 h para sólo incluye epiplón, éste puede resecarse a través del
dar tiempo a que selle el peritoneo y no exista fuga pos- defecto y continuar con una plastia umbilical con malla.
376 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

Figura 43--13. Hernia umbilical de gran tamaño con estrangulamiento clínico; aspecto violáceo y hemorrágico de la piel, e hiper-
sensibilidad a la palpación. Se muestra el asa de intestino delgado atrapado con recuperación de la coloración y la vascularidad,
por lo que no amerita resección intestinal.

En el caso de compromiso de intestino (necrosis, perfo- CONCLUSIONES


ración o abdomen agudo previo) se prefiere una laparo-
tomía que atraviese el defecto herniario (figura 43--13).
Se repara el intestino afectado y se decide un cierre sim-
ple de la herida de laparotomía o la colocación de una La hernia umbilical es un padecimiento frecuente a
malla si el defecto continúa siendo grande (con los cui- cualquier edad que hasta hace algunos años menospre-
dados mencionados en el capítulo de mallas en áreas ciaron aun los cirujanos dedicados al manejo de las her-
contaminadas y cirugía intestinal concomitante). La nias, por lo que su índice de recurrencias se mantiene
morbilidad, especialmente la relacionada con infeccio- alto. En la actualidad se recomienda realizar la plastia
nes, aumenta sus porcentajes, y la mortalidad de 0.2 a en cuanto se diagnostique la hernia y emplear de manera
3% de la plastia umbilical electiva se eleva a cifras de sistemática materiales protésicos en los pacientes ma-
hasta 25%. yores de 16 años de edad.

REFERENCIAS
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ward A: Retrospective comparison of mesh and sutured re- factors for recurrence after simple and mesh repair? Hernia
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herniorrhaphy in the adult patient? Hernia 2002;6:175--177. 6. Skandalakis LJ: Modern hernia repair. 2ª ed. Inglaterra,
3. Velasco M, García UMA, Hidalgo M, Vega V, Carnerol Parthenon, 1996.
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4:233--239 mesh devices for intraperitoneal umbilical hernia repair: a
4. Halm JA, Heisterkamp J, Veen HF, Weidema WF: Long-- word of caution. Hernia 2011;15:463--468.
Capítulo 44
Hernias epigástricas y diástasis de rectos
Gerardo Gil Galindo

INTRODUCCIÓN ANATOMÍA

Una hernia epigástrica es la protrusión de grasa preperi- La línea alba, también denominada línea media, se ex-
toneal a través de un defecto localizado en la línea alba, tiende desde el apéndice xifoides hasta la sínfisis del pu-
en la porción que se comprende entre el apéndice xifoi- bis. Es un rafe medio conformado por la unión de las ho-
des y el ombligo. jas aponeuróticas de los músculos anterolaterales del
Aunque usualmente contiene sólo grasa preperito- abdomen después de haber rodeado los músculos rectos
neal, en casos menos comunes puede encontrarse un anteriores del abdomen de cada lado y conformado la
saco peritoneal e incluso contenido visceral. vaina del recto; sin embargo, estas hojas aponeuróticas
Fue descrita por primera vez por Arnau de Villanova no se detienen en la línea media, sino que se decusan con
en 1295, pero J. B. F. Leveillé, en 1812, es quien intro- las del lado opuesto para formar dicho rafe medio o lí-
dujo por primera vez el término de hernia epigástrica. nea alba. Esta línea no es igual en toda su longitud: abajo
del ombligo es muy delgada y durante un procedimiento
quirúrgico se aborda a un lado u otro de ella, pero con-
forme va ascendiendo se va ensanchando y llega a ser
INCIDENCIA de hasta 2.5 cm cuando está cerca del apéndice xifoides,
por lo que puede identificarse fácilmente (figura 44--1).
En la porción supraumbilical de la línea alba las fibras
entrelazadas de las aponeurosis dejan pequeños orifi-
La incidencia de las hernias epigástricas es de 3 a 5%; cios elípticos a través de los cuales pasan los vasos y los
son más comunes entre los varones, con una relación nervios.
hombre--mujer de 3:1, y su mayor frecuencia es entre Hacia delante de la línea alba sólo hay tejido celular
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

los 20 y los 50 años de edad.1 subcutáneo y piel, pero hacia atrás, en la porción epigás-
En un estudio realizado por Herszage se reporta una trica, puede encontrarse de adelante hacia atrás la grasa
incidencia de 0.7%.2 preperitoneal del ligamento falciforme, el peritoneo y
De acuerdo con los registros de la unidad especiali- los órganos intraabdominales.
zada en el tratamiento de hernias en el Hospital Metro- En cuanto a la estructura de la línea alba, debe hacer-
politano “Dr. Bernardo Sepúlveda” de Monterrey, N. se una referencia obligada a Askar, quien en 1977 llevó
L., las hernias epigástricas representaron 4.9% del total a cabo un estudio anatómico de la pared anterior con el
de las cirugías de hernias realizadas durante 2011, con fin de establecer una relación entre la estructura y la fun-
una relación hombre--mujer de 2:1 y un promedio de ción de la aponeurosis. Este autor primero utilizó mues-
edad de 51 años. tras de cadáveres que después correlacionó con estudios

377
378 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)

Tipo A

Tipo B

Figura 44--1. Imagen laparoscópica de la línea alba de un


Tipo C
paciente sin patología de pared, que muestra en la parte in-
ferior la zona cercana a la cicatriz umbilical con un espacio
entre ambos bordes del músculo recto estrecho, que se va
ensanchando conforme asciende al apéndice xifoides (par-
te superior de la imagen).

Figura 44--2. Tipos comunes de decusación y entrecruza-


in vivo en pacientes sometidos a una intervención qui- miento de las fibras en la línea alba de acuerdo con Askar.
rúrgica abdominal.3
Askar observó tres tipos morfológicos de línea alba,
de acuerdo con la forma de decusación de las fibras: Los tipos morfológicos de línea alba pueden resumirse
de la siguiente manera:
1. Tipo A. En 30% de los casos la parte anterior de
la línea alba estaba constituida por tres estratos. S Tipo A: decusación anterior y posterior simple o
Las dos primeras capas correspondían a dos estra- única (30%).
tos que forman las aponeurosis de los músculos S Tipo B: decusación anterior simple y posterior tri-
oblicuos externos, cuyas fibras seguían un patrón ple (10%).
de entrecruzamiento o decusación simple. La par- S Tipo C: decusación anterior y posterior triple
te posterior de la línea media estaba formada por (60%).
la lámina posterior de los músculos oblicuos inter-
nos y por las dos capas de la aponeurosis de los Askar concluyó que las hernias epigástricas ocurrían
músculos transversos, cuyas fibras también se- con menor frecuencia en los pacientes que tenían una
guían un patrón de entrecruzamiento simple. Por triple decusación de las fibras (tipo C) (figura 44--2).
lo tanto, las decusaciones de las distintas fibras
aponeuróticas que convergían en la línea alba eran
simples. FISIOPATOLOGÍA
2. Tipo B. En 10% de los individuos se observó un
patrón de decusación de la línea alba simple en la
cara anterior y triple en la cara posterior.
3. Tipo C. En la cara anterior de la línea media de En general, las hernias primarias se presentan a través
60% de los casos el patrón de entrecruzamiento de de orificios naturales de la pared abdominal que por una
las fibras de la aponeurosis de los músculos obli- u otra razón se dilatan y permiten el paso del contenido
cuos externos era triple. La vertiente posterior de intraabdominal; sin embargo, las hernias epigástricas
la línea media estaba constituida por la lámina aparecen a través de la línea alba, que es un tejido apo-
posterior de la aponeurosis de los músculos obli- neurótico firme y resistente en la mayoría de las perso-
cuos internos y las dos capas correspondientes a la nas, por lo que una herniación a través de ella es un
aponeurosis de los músculos transversos, pero en evento raro que ha motivado a diversos autores a tratar
este caso el patrón de entrecruzamiento también de explicarla; sin embargo, aún no se llega a un consen-
era triple. so en lo relacionado con su etiología. Como si esta con-
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 379

dición no constituyera ya una interrogante, no se descri-


ben hernias primarias de la línea alba por debajo del
ombligo.
Durante muchos años se consideró que estas hernias
eran congénitas; no obstante, ahora se sabe que son le-
siones adquiridas por ciertos factores anatómicos es-
tructurales aunados a la presión excesiva intraabdomi-
nal dada por diversos motivos, como la obesidad, los
esfuerzos, la tos crónica, el prostatismo, etc.
Moscowitz afirmó que la herniación ocurría a través
de los puntos de penetración de los vasos sanguíneos en
la línea alba, más los aumentos de presión intraabdomi-
nal propios de la vida adulta, como son la obesidad, el
embarazo y los trabajos forzados.4 Según los trabajos de
Askar y su teoría sobre los tipos de decusación, las her-
Figura 44--3. Hernia epigástrica en un paciente delgado.
nias epigástricas ocurren con mayor frecuencia en per-
sonas que presentan decusación simple y son menos co-
munes en los pacientes que tienen decusación triple. Sin supraumbilical, en cualquier punto entre el xifoides y el
embargo, estudios europeos publicados en fechas re- ombligo. El autor de este capítulo nunca ha visto en sus
cientes resultan interesantes en la teoría de la formación pacientes ni en la literatura médica una hernia primaria
de las hernias epigástricas. En Alemania el equipo de de la línea media en situación infraumbilical.
Korenkov realizó investigaciones histológicas en 93 Esta protrusión puede manifestar un dolor que se
cuerpos para verificar la teoría de Askar en el laboratorio. exacerba con las maniobras de Valsalva y cede con el re-
Observaron las fibras aponeuróticas a través del micros- poso en posición de decúbito; casi nunca es reductible,
copio, midieron su tensión y encontraron que existe una debido a que durante las maniobras de Valsalva la línea
relación estrecha entre su grosor y su densidad y la fuerza alba se estrecha y cierra el anillo herniario, ocasionando
de tensión, por lo que propusieron una nueva clasifica- un “pellizcamiento” en la grasa preperitoneal, por lo
ción, que consiste en dividir la línea alba en tres tipos de que no es raro encontrar que son las hernias más peque-
acuerdo con el grosor: delgada, intermedia y compacta, ñas las que ocasionan más dolor cuando el contenido se
de las cuales las delgadas tienen riesgo de desarrollar encuentra irreductible.
hernia.5 Aunada a estas teorías, debe considerarse la po- Algunos pacientes pueden manifestar otros sínto-
sibilidad de que ciertos pacientes tengan un defecto en mas, que pueden ser variables e inespecíficos y no estar
la síntesis de colágena como factor de predisposición relacionados con la hernia en sí.6 Aunque es muy raro,
agregado, aunque rara vez se estudia este aspecto. puede encontrarse un paciente que además del dolor
En 2012 apareció una publicación donde los autores manifieste náuseas, intolerancia a los alimentos, inco-
examinan la aponeurosis de pacientes con hernia que modidad abdominal y distensión.7 En los pacientes del-
fueron intervenidos y la aponeurosis de cadáveres de in- gados no hay dificultad para identificar la protrusión
dividuos sin hernia. El tejido se sometió a análisis histo- (figura 44--3), pero en los pacientes obesos puede difi-
lógico mediante técnicas de orceína e inmunohistoquí- cultarse mucho su detección (figura 44--4).Como la ma-
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mica, y se concluye que la formación de las hernias yoría de las veces el material herniado es la grasa prepe-
ventrales puede estar dada por una disminución relativa ritoneal, es muy raro encontrar una hernia de este tipo
de fibras de colágeno y un aumento de fibras elásticas estrangulada, pero cuando esto ocurre los síntomas de-
fragmentadas y sinuosas.6 penden del órgano que esté en riesgo. En experiencia
personal no es raro que los pacientes con hernia epigás-
trica presenten trastornos digestivos inespecíficos.
CUADRO CLÍNICO
DIAGNÓSTICO

En general una hernia epigástrica no ocasiona síntomas En la mayoría de los casos de hernia epigástrica puede
mayores, sólo una protrusión situada en la línea media hacerse un diagnóstico clínico, sobre todo cuando la tu-
380 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)

Figura 44--5. Imagen de ultrasonido que muestra un defecto


epigástrico pequeño de la línea alba con su saco herniario
Figura 44--4. Hernia epigástrica en paciente obeso. Cuando (marcado con la letra D); comprueba la presencia de hernia
la hernia es pequeña puede dificultarse el diagnóstico. en un paciente obeso y hernia de difícil diagnóstico clínico.

defecto sobre la línea alba. Algunas de las presentacio-


moración es reductible y muestra protrusión con las ma-
nes raras de las hernias epigástricas incluyen úlceras
niobras de Valsalva, o se palpan los bordes del anillo,
gástricas perforadas por estrangulación,8 colecistitis
pero en los pacientes obesos esto es más difícil.
acalculosas9 y estrangulamiento de hígado.10
Desde el advenimiento de las imágenes radiológicas
por corte, como la ecografía y la tomografía computari-
zada (TAC), el diagnóstico de las lesiones de la pared DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
abdominal tiene una gran precisión anatómica. En los
casos de duda diagnóstica es válido hacer una ecografía
o una TAC, cuya información es de gran valor porque En virtud de que muchas de las hernias epigástricas no
incluye la identificación de los orificios que pudiera pueden reducirse en el momento de acudir al cirujano,
tener la línea alba. La ecografía de pared utiliza trans- cualquier tumoración localizada en el tejido blando
ductores de alta frecuencia (de 5 a 10 MHz), y tiene la debe ser considerada en el diagnóstico de hernia epigás-
ventaja de que puede llevarse a cabo de manera dinámi- trica, sobre todo si se encuentra en la línea media su-
ca, porque se le puede pedir al paciente que haga esfuer- praumbilical.
zos durante la exploración con el transductor (figura Otras causas incluyen:
44--5) y permite demostrar una solución de continuidad
en la aponeurosis, para establecer el diagnóstico. 1. Lipoma. Puede palparse como una tumoración no
La tomografía tiene el inconveniente de que es mu- reductible, blanda, indolora y bien limitada, que
cho más costosa y el defecto herniario puede pasar entre puede confundirse con una hernia epigástrica. La
corte y corte, sobre todo si se hace con intervalos de cor- diferencia está en que el lipoma no se encuentra
te amplios. fijo a la pared abdominal como lo hace la grasa que
En el paciente con panículo adiposo abundante se re- sale por el orificio de la aponeurosis de la línea
comienda efectuar una exploración ecográfica de la lí- alba.
nea alba en busca de otros defectos en ella, debido a que 2. Quistes de piel. Tumoración firme, bien limitada,
pudieran estar presentes más defectos pequeños que pa- inmóvil, no reductible y que puede ser dolorosa,
saran inadvertidos durante la exploración habitual. En pero que habitualmente se delimita en la capa su-
20% de los casos de hernia epigástrica existe más de un perficial y no está fija a la pared aponeurótica.
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 381

3. Desmoides. Tumoración neoplásica que depende precisa que tome en cuenta la ubicación y el diámetro
de los tejidos musculoaponeuróticos, cuya consis- de las hernias, para considerar o descartar el uso de ma-
tencia durante la palpación clínica puede ayudar a llas en su tratamiento.
diferenciarla de una hernia. Cuando se habla de una hernia epigástrica es impor-
tante describirla de acuerdo con el cuadro 44--1, para
Desde el punto de vista clínico, es difícil diferenciar estas poder hacer el planteamiento quirúrgico más apropiado.
entidades de una hernia epigástrica incarcerada cuando
se encuentran exactamente en la línea media y el único
dato clínico que pudiera ayudar a distinguir es que la tu-
moración sea reductible durante la exploración o en al-
TRATAMIENTO
gún momento de su evolución, referido por el paciente.

Es raro que las hernias epigástricas sufran estrangula-


CLASIFICACIÓN miento, pero sí pueden ocasionar más dolor que otros ti-
pos de hernia, que si bien no es incapacitante puede ser
molesto, por lo que deben programarse a cirugía electi-
va en cuanto se diagnostiquen. Esta intervención puede
Aun cuando las hernias epigástricas no tienen una clasi- llevarse a cabo mediante una cirugía convencional o una
ficación bien definida, ésta es necesaria para la propues- laparoscópica, con sus ventajas, desventajas, defenso-
ta de conductas terapéuticas de acuerdo con sus caracte- res y detractores respectivos.
rísticas y para la comparación de resultados.
En 1980 Ponka propuso una clasificación de estas
hernias considerando su contenido; sin embargo, no Técnica abierta convencional
contempló el tamaño ni la localización.
Una buena descripción de las hernias epigástricas
debe tomar en cuenta la ubicación, el tamaño del anillo Ventajas
y el contenido del saco independientemente de las com-
plicaciones, como estrangulamiento, puesto que estos Puede efectuarse con anestesia local mediante un blo-
datos pueden modificar la conducta terapéutica, sobre queo de los nervios intercostales, es más económica, tie-
todo en las variables de ubicación y tamaño del anillo. ne una curva de aprendizaje corta y no hay invasión de
Se considera que la ubicación es importante, ya que la cavidad peritoneal.
las hernias que se encuentran en situación subxifoidea,
aunque sean muy pequeñas, requieren malla debido a Incisión
que las inserciones costales tan próximas impiden un li-
bre desplazamiento de los tejidos y cualquier reparación Puede hacerse una incisión transversa en la piel, exacta-
sin prótesis quedaría sujeta a tensión. Las determinadas mente sobre el saco, para mejores resultados cosméti-
dimensiones de un anillo, sin importar su ubicación, cos, pero sólo se recomienda efectuarla cuando el defecto
pueden indicar si se requiere el uso de malla. aponeurótico sea pequeño y la exploración ecográfica
Tomando en cuenta estos aspectos, los protocolos de previa indique que no existen más defectos en el resto
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manejo de la unidad de hernias del Hospital Metropoli- de la línea alba, ya que hasta 20% de los casos pueden
tano “Dr. Bernardo Sepúlveda” establecen para el trata- presentar defectos múltiples. Si no se cuenta con una
miento de las hernias epigástricas los lineamientos que ecografía previa o el defecto es mayor de 3 cm se reco-
se indican en el cuadro 44--1. Ahora, con los nuevos ma- mienda efectuar una incisión vertical sobre el saco her-
teriales protésicos, es necesaria una clasificación más niario.

Cuadro 44--1. Clasificación usada en el Hospital Metropolitano “Dr. Bernardo Sepúlveda”


(Monterrey, N. L.) para determinar el manejo quirúrgico
Subxifoidea Tercio medio Supraumbilical
Pequeña: menor de 1.5 cm Malla Cierre primario Cierre primario
Mediana: entre 1.5 y 3 cm Malla Malla Malla
Grande: mayor de 3 cm Malla Malla Malla
382 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)

Cuando se aborda el saco se hace una disección hasta forma intraperitoneal, y las riendas se pasan a través del
el borde aponeurótico y con el electrocauterio se circun- anillo herniario para ser fijadas al mismo. Estos disposi-
cida dicho borde para acceder al espacio preperitoneal tivos no están exentos de complicaciones por su uso in-
y reducir el saco; en ocasiones es más fácil extirpar la traperitoneal debido a que pueden ocasionar adheren-
grasa preperitoneal que protruye que reducirla. Por lo cias cuando el polipropileno queda expuesto a las asas
general los anillos tienen fibras disociadas y no existe intestinales; sin embargo, el tamaño del disco y el ancho
un borde nítido. Si no se cuenta con una ecografía previa de las riendas lo hacen un dispositivo poco útil, ya que
debe ampliarse el anillo para permitir el paso de un dedo habitualmente no se encuentra un anillo herniario ma-
y disecar el espacio preperitoneal, y entonces llevar a yor que el ancho de las riendas. También existen repor-
cabo una exploración digital arriba y abajo de la línea tes de reparaciones con el uso de dispositivos PHS y
media en busca de otros defectos; en caso de que éstos UHS.13,14
existan habrá que unirlos en uno solo si no hay mucha
distancia entre ellos. Cuando la distancia entre ambos Técnica laparoscópica
defectos es mayor de 1.5 cm se prefiere no unir los de-
fectos y que este puente de aponeurosis sirva de soporte Es muy adecuada para reparar defectos grandes que re-
para la malla. quieran malla para evitar la tensión; otra ventaja de este
Cuando hay indicios de que algún órgano intraabdo- método consiste en que permite visualizar toda la línea
minal está comprometido se abre el saco para explorar alba por dentro en busca de otros defectos que pudieran
la cavidad y cerciorarse de la viabilidad de los elemen- pasar inadvertidos en la cirugía convencional, aunque
tos atrapados en la hernia. para esto hay que disecar todo el ligamento falciforme.
En los defectos menores de 1.5 cm se puede efectuar Sin embargo, los costos y la anestesia general son dos
un cierre primario simple con sutura no absorbible cali- inconvenientes que merecen ser tomados en cuenta.
bre 0 y tomar al menos 1.5 cm. de aponeurosis, de tal Se utiliza un puerto de 10 mm en la línea media
modo que la línea de sutura quede en forma transversal. infraumbilical a través del cual se introduce una lente de
En general no se recomienda la técnica de Mayo para el 30_, que permite tener una visión completa de la pared
cierre de estas hernias, ya que ocasiona demasiada ten- anterior del abdomen. Se colocan también dos puertos
sión en el cierre, sobre todo en las porciones altas de la de trabajo laterales de 5 mm, de acuerdo con las prefe-
línea alba, debido a las inserciones costales.11 rencias de cada cirujano. Una vez en la cavidad, se hace
Si bien no existe una medida estandarizada del anillo una revisión en ella y se reducen cuidadosamente las es-
herniario para indicar o descartar el uso de malla, en tructuras que se encuentren herniadas. También debe
defectos mayores de 1.5 cm se prefiere la colocación de realizarse una división del ligamento falciforme, para
una malla de polipropileno ligero o de tejido abierto, de- permitir que la malla quede en contacto directo con la
bido a que ocasiona una menor reacción inflamatoria en pared abdominal; una vez bien delimitado el anillo se
el espacio preperitoneal y hay que fijarla con puntos de desinsufla el abdomen y se mide entonces el anillo para
material no absorbible a una distancia no menor de 2 cm colocar una malla que sobrepase al menos 5 cm el borde
del borde del anillo. Siempre hay que asegurarse de que del defecto herniario. En estos casos es necesario utili-
el saco no haya sido abierto; en caso contrario tendrá zar mallas antiadherentes separadoras de tejido. Debe
que cerrarse antes de colocar la malla, para evitar el con- tenerse cuidado con la orientación de la malla, para evi-
tacto de las asas intestinales con el polipropileno. Se fija tar el contacto con los órganos intraabdominales.
la malla en el espacio preperitoneal con puntos de poli- La malla se enrolla y se pasa a través del puerto de 10
propileno 0 y luego se cierran los bordes del defecto con mm; una vez en la cavidad se extiende y se fija a la pared
el mismo material con una sutura continua de acuerdo con cuatro puntos de material monofilamento absorbi-
con los principios de un cierre primario de la aponeuro- ble que traspasan todas las capas mediante una aguja pa-
sis tomando el tejido a 1.5 cm del borde; de esta forma sahilos. Posteriormente se coloca un círculo de tackers
la malla queda en el espacio preperitoneal, cubierta por para terminar de fijar la malla (figura 44--6). No se reco-
aponeurosis. El TCS y la piel se cierran de manera con- mienda que los puntos de sutura pasen a través del dia-
vencional. fragma o de las costillas en las hernias cercanas al xifoi-
Recientemente se ha promovido sin mucho éxito el des.11 A pesar de que las hernias epigástricas poseen un
uso de dispositivos conformados por un disco con una defecto pequeño, sufren recurrencias debidas a falla en
cubierta antiadherente y riendas de sujeción. El material el tratamiento adecuado de este defecto o a la presencia
antiadherente del disco permite que el dispositivo pueda de varios defectos no reconocidos, con una frecuencia
ser colocado tanto en el espacio preperitoneal como en que varía de 3 a 10% (figura 44--7).
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 383

muy claro que en las hernias pequeñas (ya sea umbilica-


les o epigástricas) las complicaciones mayores y meno-
res ocurren con más frecuencia en el abordaje laparos-
cópico. Igualmente, las readmisiones, las reoperaciones
y los días de estancia son mayores en el abordaje lapa-
roscópico.15

DIÁSTASIS DE RECTOS

Figura 44--6. Reparación de una hernia epigástrica por vía


laparoscópica con la misma técnica (IPOM) que en cualquier
hernia ventral o incisional.
Es una afección poco atendida en los distintos textos;
consiste en una separación excesiva de los músculos
rectos del abdomen en su porción supraumbilical (figu-
Pronóstico ra 44--8). A veces es congénita, pero es más común su
forma adquirida en personas que sufrieron una disten-
No existen reportes de la recidiva después de plastia de sión importante del abdomen por diversas causas, como
hernia epigástrica; poco se escribe acerca de este tipo de el embarazo o un sobrepeso rápido y considerable.
hernia. Sin embargo, podría aceptarse que es igual que El diagnóstico es totalmente clínico, ya que durante
el resto, es decir, aproximadamente 5%. Hay un artículo el esfuerzo aparece una protrusión a todo lo largo de la
interesante basado en el registro nacional de Dinamarca línea alba supraumbilical (figura 44--9), sobre todo
sobre la morbilidad de las reparaciones de hernia umbi- cuando el paciente se incorpora de una posición de de-
lical y epigástrica en forma electiva; así, en dos años se cúbito, que permite identificar la línea alba a la palpa-
intervino a 3 338 pacientes con ambos diagnósticos, de ción como un surco entre ambos músculos rectos.
los cuales 730 fueron hernias epigástricas y el resto um- La separación entre los dos rectos puede llegar a ser
bilicales. El abordaje fue convencional en 92% de los mayor de 6 cm, como se aprecia en la figura 44--10. Du-
casos y laparoscópico en el 8% restante. En la gran ma- rante una maniobra de reincorporación los músculos
yoría de las epigástricas (97%) se optó por no colocar rectos anteriores tienden a cerrarse y el contenido intra-
malla, pero no se dice el número de recidivas, quedando abdominal puede sobrepasar el plano de la aponeurosis,
pero sin llegar a ocasionar un estrangulamiento. No es
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 44--7. Paciente con hernia epigástrica recurrente, Figura 44--8. Visión laparoscópica de un abdomen en su
ahora con un saco herniario mucho más voluminoso que la línea media supraumbilical con una diástasis o separación
primera vez. En realidad eran tres orificios herniarios (el de los bordes de los rectos de aproximadamente 3 a 4 cm
principal era grande y quizá los dos más superiores pasaron sin defecto herniario, que se manifiesta clínicamente como
inadvertidos en la primera cirugía). una protrusión abdominal.
384 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)

A B

Figura 44--9. A. Paciente joven con diástasis incipiente pero notoria. B. Paciente adulto con una gran diástasis de rectos asociada
con hernia umbilical, que protruye al realizar esfuerzos.

raro encontrar una hernia umbilical en pacientes con drá este tipo de complicaciones, la cirugía de corrección
diástasis. tiene indicaciones poco definidas y subjetivas, por lo
que el cirujano debe considerar el entorno del paciente
y los aspectos laborales, sociales y estéticos.
El tratamiento quirúrgico se indica más por razones
TRATAMIENTO cosméticas que funcionales, ya que no hay riesgo de es-
trangulamiento a menos que se acompañe de algún de-
fecto herniario en el ombligo o en la línea alba.
La cirugía abierta para reparar el defecto, que incluye
La corrección de cualquier hernia de la pared abdominal malla preperitoneal con técnica de Rives, afrontamiento
en forma electiva constituye una acción preventiva que de los músculos rectos y cierre de aponeurosis, conlleva
evita que el paciente sufra las molestias y riesgos pro- la necesidad de una gran incisión en la línea media casi
pios de una incarceración con obstrucción intestinal o desde el apéndice xifoides hasta la cicatriz umbilical, lo
estrangulamiento que pone en peligro la vida; por lo tan- cual le resta la estética aparentemente buscada. Hay dos
to, considerando que una diástasis de rectos nunca ten- alternativas laparoscópicas para la solución de este pro-

Figura 44--10. A. Tomografía de un paciente con diástasis de rectos. Durante el reposo se aprecia una separación de 6 cm de
ambos rectos. B. Con la maniobra de Valsalva los músculos se acercan a la línea media y protruye la línea alba, semejando un
saco herniario.
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 385

blema. Una es la vía laparoscópica habitual de las her- ventaja cosmética y al mismo tiempo evita la invasión
nias incisionales (IPOM), con aproximación de los de la cavidad peritoneal.
músculos rectos a la línea media mediante suturas, cuyo Cuando coexiste una hernia umbilical en diástasis de
inconveniente es la invasión de la cavidad peritoneal y rectos se indica la reparación del defecto herniario del
sus consecuencias para un problema meramente estéti- ombligo, y sólo si existen argumentos cosméticos se in-
co, aunque dejará sólo unas tres o cuatro miniincisiones dica la plastia de toda la línea alba de acuerdo a lo co-
que lograrán el efecto cosmético deseado. Otra es la ci- mentado anteriormente. y de lo cual debe estar enterado
rugía endoscópica descrita por Champault13 como pa- perfectamente el paciente en el momento de formar su
rietoscopia, que es un abordaje preperitoneal; es un pro- consentimiento informado.
cedimiento extremadamente complejo, pero ofrece la

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386 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)
Capítulo 45
Hernia incisional
Adriana Hernández López, Juan Carlos Mayagoitia González, Tomás R. Ibarra Hurtado,
Estefanía J. Villalobos Rubalcava, Ignacio Gustavo Álvarez Valero

INTRODUCCIÓN ETIOPATOGENIA

Entre las causas que predisponen a la aparición de una


Las hernias incisionales o eventraciones se originan a
hernia posterior a una laparorrafia se encuentran los fac-
partir de una incisión quirúrgica que por diferentes mo-
tores sistémicos, locales y técnicos.1
tivos cicatriza en forma deficiente, permitiendo la pro-
trusión de vísceras a través de estos defectos de cicatri-
zación con formación de un saco herniario compuesto
Factores sistémicos
por tejido fibrocicatricial y peritoneo la mayoría de las
veces, con crecimiento paulatino de los diámetros del
defecto (como en todas las hernias) ocasionado por el La frecuencia de hernias incisionales es mayor en pa-
efecto mecánico de dilatación de las vísceras al protruir cientes que cursan concomitantemente con anemia, hi-
por dicho defecto herniario. poproteinemia, desnutrición, ictericia, insuficiencia
renal crónica, cirrosis, ascitis, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, obesidad, edad avanzada y cirugías
urgentes por traumatismos o problemas sépticos. Asi-
mismo, los pacientes fumadores tienen hipoxia tisular
EPIDEMIOLOGÍA crónica con alteración del equilibrio proteasa--antipro-
teasa ocasionada por el tabaco, con aumento de la de-
gradación de colágena y el consecuente debilitamiento
de músculos y aponeurosis con un proceso de cicatriza-
El riesgo de una evisceración posterior a una laparoto- ción deficiente.1,8 Los pacientes que se encuentran reci-
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mía es de 0.24 a 5.8%,1,3 y la frecuencia en general de biendo corticoterapia, radiaciones o quimioterapia tam-
hernias incisionales se ha calculado entre 10 y 12% (con bién son proclives a desarrollar hernias con mayor
un rango de 3 a 19%) de los pacientes que son sometidos facilidad. Algunas enfermedades con alteración meta-
a cirugía abdominal en la cual se incide la aponeuro- bólica tienen un porcentaje más alto en la aparición de
sis.3--7 hernias incisionales después de una cirugía abdominal.
Si se analizan según el tipo de incisión, la hernia inci- En los pacientes con aneurisma de la aorta el porcentaje
sional se presenta con incisiones transversas en 1% de de aparición es de hasta 31%,6 y con enfermedad poli-
los casos, con incisiones oblicuas en 4% y de la línea quística renal de tipo autosómico recesivo la frecuencia
media en 14%. es de 24%;7 también se ha documentado una mayor fre-
Hasta 80% de estas hernias aparecen en el transcurso cuencia de hernias umbilicales e inguinales espontáneas
del primer año de la operación.1 en estos dos padecimientos. También hay una alta inci-

387
388 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

dencia de hernias incisionales en pacientes obesos mór-


bidos que fueron sometidos a operaciones para control
de peso, en especial con el procedimiento de bypass.

Factores locales

Incluyen todo lo relacionado con el procedimiento qui-


rúrgico y que se haya relacionado con la aparición de
hernia incisional, como son las incisiones mayores de
18 cm, las incisiones efectuadas con un uso irracional
del electrocauterio (altos voltajes), las infecciones de la
herida, los drenajes u ostomías a través de la incisión,
la mala calidad o adelgazamiento de los tejidos en los Figura 45--1. Al perder la integridad de la línea media por un
que se trabaja y el aumento de la presión intraabdominal defecto herniario los músculos laterales del abdomen se re-
(por tos, vómitos o síndrome compartimental).1 traen, agrandando paulatinamente el diámetro del defecto.

Factores técnicos ma paulatina, lo cual origina un gran defecto que au-


menta de tamaño ante la continua protrusión visceral
(figura 45--1). Lo anterior origina reducción en la capa-
Son los relacionados con los defectos o fallas en la téc-
cidad de la cavidad abdominal con la consecuente dis-
nica quirúrgica por parte del cirujano al realizar la inci-
minución de su volumen, un aumento secundario en el
sión y su cierre, y se asocian con el sitio y el tipo de inci-
espesor y una disminución en la longitud de los múscu-
sión, la elección del material de sutura y la técnica
los laterales de la pared abdominal. Esto ocurre de for-
empleada para el cierre de la herida.1,8
ma bilateral para los defectos de la línea media y en
forma unilateral (ipsilateral) para los defectos laterales
izquierdo o derecho.
FISIOPATOLOGÍA La tensión, desde el punto de vista de la física, se de-
fine como el estado de un cuerpo sometido a la acción
de fuerzas opuestas. Dicho de otra manera, y aplicado
a la pared abdominal con sus defectos herniarios, signi-
Es importante recordar algunos aspectos fisiopatológi- fica que tensión es la fuerza mecánica que los músculos
cos básicos de los defectos de la pared abdominal y de de la pared lateral abdominal ejercen, en sentido opues-
cómo éstos afectan a los músculos abdominales. to a la línea media de manera bilateral, sobre los defec-
Los músculos de la pared abdominal lateral (oblicuo tos herniarios propiamente dichos.
externo, oblicuo interno y transverso, de ambos lados) La presión se define desde el punto de vista de la fí-
entrecruzan sus fibras aponeuróticas en la línea media sica como la fuerza de empuje que se ejerce sobre un
abdominal y forman la línea media o línea alba, punto punto determinado. Aplicada a la pared abdominal y sus
de equilibrio que los mantiene unidos para que puedan defectos, presión es la fuerza que ejercen las vísceras,
desempeñar sus funciones fisiológicas en conjunto con que empujan desde el interior de la cavidad. El defecto
los músculos rectos abdominales anteriores. puede aumentar y formar un gran saco herniario debido
La línea media puede ser dividida quirúrgicamente a a la presión constante de las vísceras hacia el exterior
través de una celiotomía o laparotomía. Al cerrarse pue- del abdomen.
de formarse un defecto herniario debido a la tensión so- Por su parte, la cavidad abdominal que domina o con-
bre los puntos de sutura, lo que afecta al proceso cicatri- tiene a las vísceras en su interior también se afecta,
cial o reparador. Se origina isquemia, necrosis y puesto que la retracción muscular favorece la salida de
desgarro de los tejidos, lo cual predispone a la forma- las vísceras que pueden formar un saco herniario, y la
ción de una hernia incisional. De no cerrarse la línea cavidad abdominal puede perder la capacidad de domi-
media como en la secuela de manejo con el abdomen nar o contener en su interior a las vísceras; es decir, dis-
abierto los músculos se modifican, se retrae la pared minuye su volumen y se originan las hernias con “pérdi-
muscular abdominal lateral en forma bilateral y en for- da de domicilio”.
Hernia incisional 389

ciente antes de reconstruir la pared abdominal. Se debe-


rán revertir estos cambios musculares por medio de una
preparación preoperatoria adecuada, para realizar una
cirugía más exitosa. No hay que olvidar que el elemento
clave para prevenir o tratar la hernia es invalidar o mini-
mizar la tensión en cualquier sitio de coaptación y que
la tensión es producto de la fuerza mecánica muscular.

GENERALIDADES SOBRE
EL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Figura 45--2. TAC abdominal que muestra el defecto en la El tratamiento quirúrgico para la reparación de las her-
línea media secundario a manejo con abdomen abierto. Se nias ventrales sigue siendo un reto para el cirujano, y por
observa contracción de la musculatura abdominal lateral ello se han descrito múltiples técnicas con resultados
bilateral, aumento de espesor y disminución de la longitud
variables, sin poder determinarse hasta el momento cuál
con reducción del volumen de la cavidad abdominal.
es o si existe una técnica ideal. El objetivo de la hernio-
plastia de la pared abdominal es evitar la eventración de
Los cambios musculares antes descritos (para defec- las vísceras, restableciendo la funcionalidad sin tensión
tos de la línea media y defectos laterales respectivamen- excesiva con la incorporación del resto de la pared, per-
te) afectan el cierre simple de la laparotomía y predispo- mitiendo que mantenga sus características fisiológicas
nen a la formación de hernia incisional, así como a de distensibilidad y flexibilidad (éste es el concepto de
recidiva herniaria (figuras 45--2 y 45--3). plastia dinámica que implica un soporte muscular diná-
Actualmente el cirujano conocedor de estos cambios mico), situación que idealmente sucede con la aproxi-
fisiopatológicos debe preparar adecuadamente al pa- mación y el restablecimiento de la línea alba.11 La recu-
rrencia es una de las complicaciones frecuentes, y puede
presentarse posterior a cualquier tipo de reparación.
A lo largo de la historia se han descrito y utilizado di-
versas técnicas de plastia de pared para la reparación de
los defectos abdominales.12--14 Para fines prácticos las
plastias se dividen en:

S Plastias con tensión (plastias primarias o anató-


micas), en las cuales se utilizan sólo los tejidos
mismos y suturas diversas, con resultados varia-
bles dependiendo de la técnica, con recidiva entre
18 y 62% de los casos.15,16 En general se sabe que
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la plastia primaria o anatómica se asocia a un ina-


ceptable porcentaje de recidiva que puede ser tan
alto como 60%.
S Plastias sin tensión: en los últimos 50 años se han
introducido diversos tipos de materiales protési-
cos para la reparación de los defectos de la pared
abdominal sin tensión, con los cuales se ha logra-
do disminuir la recidiva a cifras entre 1 y 3%, de-
pendiendo de la serie consultada, y con mejores
Figura 45--3. TAC abdominal de paciente con hernia lateral
inferior derecha posapendicectomía. Se observa que sólo resultados a largo plazo,14,17--20 aunque con el in-
los músculos ipsilaterales al defecto herniario están afecta- cremento de otras complicaciones, como la for-
dos, su espesor es mayor y su longitud menor comparados mación de seromas, hematomas y necrosis de los
con el lado izquierdo; la línea media está integra. tejidos en casos de disecciones extensas.
390 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

Figura 45--5. Técnica de colocación de malla supraaponeu-


rótica sin cierre del defecto herniario.
Figura 45--4. Técnica con colocación supraaponeurótica de
la malla, con cierre del defecto herniario.
3. Malla con fijación al anillo del defecto (técnica
inlay): la prótesis se coloca cubriendo exclusiva-
Aceptando que los mejores resultados se obtienen cuan- mente el defecto, fijada a los bordes del mismo
do se utiliza material protésico, existen diversos tipos de (sin el cierre del anillo). La recurrencia es alta con
mallas que buscan cubrir los defectos aponeuróticos esta forma de reparación (35%), por lo que no es
con una adecuada integración a los tejidos de la pared. recomendada (figura 45--6).
Se han descrito diversos sitios o espacios donde colo-
car la malla: Las mallas de colocación subaponeurótica (sublay) son:

1. Técnica supraaponeurótica (técnica onlay):


cuando es posible llevar a cabo una aproximación
de los tejidos nativos del paciente con un cierre
aponeurótico se puede colocar de forma segura
una malla supraaponeurótica como la de polipro-
pileno o poliéster. La colocación de la prótesis cu-
bre el defecto que ha sido completamente cerrado,
más un perímetro de 3 a 5 cm de aponeurosis sana
alrededor de éste. La recidiva para esta técnica es
de 11% (figura 45--4).
2. Técnica supraaponeurótica bridging- onlay (sin
cierre del defecto o bridging- onlay): la coloca-
ción de la prótesis cubre el defecto sin cerrar, más
un perímetro de 3 a 5 cm de aponeurosis sana alre-
dedor de éste. Debe insistirse en que es necesario
evitar el contacto directo de la malla con las vísce-
ras, haciendo el cierre del peritoneo cuando sea
posible. El omento también sirve para evitar ese
contacto directo de la malla y provee una protec-
ción mecánica, biológica y antibacterial de los ór- Figura 45--6. Técnica de colocación de malla a los bordes
ganos intraabdominales24 (figura 45--5). del defecto herniario (inlay).
Hernia incisional 391

Figura 45--7. Técnica de Rives--Stoppa con colocación de


malla sublay en el espacio preperitoneal o retromuscular.
Figura 45--9. Técnica IPOM por vía abierta o laparoscópica
sin cierre del defecto herniario.
1. Técnica Rives--Stoppa: la colocación de la próte-
sis es en el espacio retromuscular o preperitoneal,
con cierre de la vaina posterior del recto o perito- es laboriosa e involucra una disección extensa re-
neo (o ambos), lo que impide el contacto visceral tromuscular con colocación de una malla de gran-
con el material protésico. Se ha reportado una re- des dimensiones.25 Este procedimiento tiene la
currencia acumulativa a 5 y 10 años de 4.2 y ventaja de tener una cobertura peritoneal fisioló-
12.5%, respectivamente. Esta técnica proporciona gica íntegra, y por lo tanto puede utilizarse una
resultados satisfactorios, con la desventaja de que prótesis convencional, sin cobertura antiadheren-
te (figura 45--7).
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Figura 45--10. Técnica “sandwich”, en la que una malla se


Figura 45--8. Técnica IPOM con colocación de malla intra- coloca en el espacio intraperitoneal, preperitoneal o retro-
peritoneal abierta o laparoscópica con cierre del defecto muscular, y una segunda malla en forma supraaponeurótica
herniario. para formar un solo bloque.
392 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

2. Técnica intraperitoneal onlay mesh (IPOM) en ella la colocación de la prótesis está por debajo
abierta: esta técnica con abordaje abierto implica del defecto herniario que no fue cerrado, con la
la colocación intraperitoneal de la prótesis por de- malla en posición intraperitoneal y con contacto
bajo del defecto que ha sido completamente cerra- visceral, más un perímetro de 5 cm de margen de
do, más un perímetro de 5 cm de margen fuera de los límites del anillo (figura 45--9).
este cierre. Al existir contacto visceral de la malla
es imprescindible que la prótesis cuente con una Las mallas colocadas en dos planos distintos con tejido
superficie antiadherente. Se ha documentado reci- nativo intermedio son:
diva de 3 a 6% para la técnica IPOM (figura 45--8).
3. Técnica IPOM laparoscópica: es una reparación 1. Técnica “sandwich”: consiste en la colocación de
de la hernia vía laparoscópica con una colocación una malla intraperitoneal o preperitoneal (nivel
de malla intraperitoneal con iguales característi- subaponeurótico) y una segunda capa protésica de
cas que la IPOM: con abordaje abierto, cierre del localización supraaponeurótica. Con esta técnica
defecto herniario y malla con superficie antiadhe- se consigue la integración de ambas placas coloca-
rente que sobrepase 5 cm los bordes del defecto. das en diferentes niveles. Algunas series se mues-
Se han reportado cifras de recidivas de 4% (figura tran optimistas en relación a la técnica de “sand-
45--8). wich”, aun sin estudios concluyentes, con una
4. Técnica IPOM laparoscópico bridging- sublay: recidiva de 1.9%26 (figura 45--10).

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Capítulo 46
Anestesia local en hernias
ventrales e incisionales
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN pliado su campo de aplicación en la mayor parte de los


procedimientos, especialmente de la pared abdominal,
en todo tipo de pacientes.
El procedimiento, con sedación o sin ella, se utilizó
El objetivo de este capítulo no es hablar de la cirugía, originalmente en pacientes de alto riesgo. Sin embargo,
sino de una técnica anestésica eficaz, segura y económi- debido a sus excelentes resultados, comenzó a utilizarse
ca para operar de manera ambulatoria hernias ventrales en pacientes convencionales, y en la actualidad consti-
o incisionales de la pared abdominal mediante el blo- tuye la modalidad anestésica de elección.
queo nervioso periférico, que permite efectuar procedi- Lo mejor de esta técnica es que su uso no está restrin-
mientos quirúrgicos que habitualmente requieren blo- gido, sino que puede ser utilizado en cualquier hospital,
queo peridural o subaracnoideo y muchas veces desde uno ubicado en el medio rural hasta uno de tercer
anestesia general. nivel.
La hernioplastia de pared abdominal siempre se ha Pero el cirujano no es anestesiólogo, por lo que resul-
llevado a cabo con anestesia regional o general.1 La ta obligada la presencia de este especialista durante el
anestesia local se empleó a partir de principios del siglo proceso de bloqueo y el acto quirúrgico, a fin de que le
XX2 en la reparación de hernias inguinales y umbilica- proporcione seguridad al paciente y tranquilidad al ciru-
les,3 pero rara vez se ha utilizado para el tratamiento de jano. Además, al margen de las razones señaladas, que
hernias incisionales, umbilicales grandes y otras menos debieran ser suficientes, la participación del anestesió-
comunes, debido a que las otras modalidades anestési- logo en todos los procedimientos de este tipo tiene un
cas parecen ser suficientes en la mayor parte de los ca- obvio fundamento legal, que no debe olvidarse.
sos. Por otro lado, si se va a ofrecer calidad, se considera
Los anestesiólogos manejan el bloqueo de los ner- que no hay nada mejor que evitar que el paciente sufra
vios periféricos casi siempre en los miembros y no en o recuerde dolor alguno entre la molesta infiltración del
anestésico y el final de la intervención, a la vez que pue-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el abdomen, pues para ello cuentan con el bloqueo peri-


dural o el subaracnoideo.4--6 Sin embargo, cada vez se da estar lo suficientemente lúcido como para deambular
someten a cirugía pacientes de mayor edad y riesgo qui- y tomar alimentos en el posoperatorio inmediato. Todo
rúrgico elevado por patología concomitante, por lo que esto sólo es posible mediante la coordinación entre am-
se han buscado y desarrollado técnicas anestésicas más bos especialistas, pues el manejo de los medicamentos
seguras que permitan hacer frente a estos retos.7,8 que permiten estos resultados es del dominio exclusivo
Durante años se han depurado y simplificado las téc- del anestesiólogo, como lo es el de las potenciales com-
nicas de bloqueo periférico,9--12 para que pueda reprodu- plicaciones que los anestésicos locales pudieran llegar
cirlas todo cirujano interesado (asistido por anestesiolo- a ocasionar.14
gía) en cualquier medio hospitalario, aun con escasos Es fundamental evitar el dolor en todo momento,
recursos.13 Gracias a esto, en los últimos años se ha am- puesto que una vez que el paciente lo experimenta du-

393
394 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)

Cuadro 46--1. Ramos cutáneos


de n. intercostales
Solución anestésica Composición
T6
Lidocaína a 2% con epinefrina 25%
Bupivacaína a 5% 25% T7
Agua 50%
Hoja posterior de
vaina de rectos
T8
rante la intervención quirúrgica se crea un estado de ten- T9
sión, donde él tiene temor a un nuevo episodio y el ciru- T10
jano pierde la confianza para seguir operando con co- T11
modidad. Ésta es la principal causa del rechazo a la
T12 o subcostal
técnica. Por eso se dice que la anestesia local es el mé-
todo menos invasor y satisfactorio, pero puede conver- Ramo cutáneo de T12
tirse en la peor experiencia para el paciente y para el Hoja anterior de
cirujano.6 vaina de rectos
La solución de este problema es la prevención y la Ramo cutáneo de
n. iliohipogástrico
base, como en todo, es la preparación. El conocimiento
neuroanatómico de la región es fundamental. El sistema N. iliohipogástrico
nervioso periférico es un auténtico cableado que tiene N. ilioinguinal
una distribución somática muy constante, donde el cur- Rama genital de
so de los nervios en el espesor de la pared abdominal se n. genitofemoral
asemeja a lo que ocurre en cualquier sistema eléctrico:
Figura 46--1. Esquema de neuroanatomía de la pared ab-
sigue trayectos lógicos determinados por el origen em- dominal.
briológico de éstos y las capas musculoaponeuróticas.
Su distribución cutánea final tiene también un patrón
predecible, conocido como dermatoma. Todos los nervios torácicos emiten una rama cutánea
La mezcla anestésica está compuesta por bupivacaí- a nivel de la línea axilar media, después pasan al abdo-
na a 5% o ropivacaína a 7.5%, lidocaína a 2% y agua, men debajo del margen costal y en la pared se ubican en-
donde la mitad corresponde a los anestésicos a partes tre el músculo transverso y el oblicuo menor (figura
iguales y la otra a agua, respetando las dosis máximas 46--1), por lo que son susceptibles de ser bloqueados en
recomendadas (cuadros 46--1 a 46--3). su emergencia por debajo del reborde costal y en el es-
pacio entre la undécima costilla y la espina iliaca antero-
superior (EIAS).15
Es importante tener en cuenta estos detalles para lo-
NEUROANATOMÍA BÁSICA grar un bloqueo completo. El territorio afectado por este
DE LA PARED ABDOMINAL bloqueo abarca la pared, desde el apéndice xifoides has-
ta el pubis y el espacio comprendido entre las líneas axi-
lares anteriores, en todo su espesor, y de la piel al perito-
neo parietal, por lo que permite operar la mayor parte de
La pared abdominal es una estructura dinámica com- las hernias de la pared abdominal.
puesta por varias capas, que se encuentra inervada por No hay que olvidar que las estructuras involucradas
ramas de los nervios T7 a T12 y el nervio L1. El nervio en una hernia comprenden también elementos viscera-
T12 se anastomosa con el L1 para formar los nervios les, de inervación vagal, como el epiplón, y a veces las
iliohipogástrico e ilioinguinal. asas intestinales mantenidas dentro del saco por adhe-

Cuadro 46--2. Dosis tóxicas


Anestésico local Sin adrenalina Con adrenalina
Lidocaína 200 mg (3 a 4 mg/kg) 500 mg (6 a 7 mg/kg)
Bupivacaína 150 mg (2 mg/kg) 200 mg (2.5 mg/kg)
Anestesia local en hernias ventrales e incisionales 395

Cuadro 46--3.
En la práctica: hasta 160 cm3 de la solución
40 cm3 de lidocaína a 2% con epinefrina
40 cm3 de bupivacaína a 5%
80 cm3 de agua

rencias a él o al margen del anillo herniario, que deben


ser liberadas y reducidas mediante la irrigación del con-
tenido y sedación complementaria, pero, sobre todo,
con delicadeza en el manejo de los tejidos, pues incluso
la anestesia regional por bloqueo peridural o subarac-
noideo puede ser insuficiente ante un trato brusco.

TÉCNICA DEL BLOQUEO


DE NERVIOS PERIFÉRICOS
DE LA PARED ABDOMINAL (BNP)

Figura 46--3. Referencias y puntos de infiltración en BNP.


Para el efecto hay varios abordajes. Los más conocidos
son el bloqueo a nivel del ángulo costal, en el dorso, y Se observó que el resultado era el mismo, pero sin el
el que utiliza la línea media axilar. Ambos están bien riesgo de neumotórax y con la ventaja adicional de que
descritos y se han usado con éxito durante muchos puede efectuarse con el paciente en posición de decúbi-
años.16 Sin embargo, requieren un especial cuidado por to dorsal, lo cual le facilita al anestesiólogo la sedación
el riesgo de producir neumotórax, además de que deben y la oxigenación en caso necesario. A partir de entonces
aplicarse en una posición diferente a la que se utilizará constituye el abordaje de elección para el manejo de las
para la cirugía (figura 46--2). Al principio se emplearon hernias de la pared abdominal no inguinales, el que se
estos métodos con resultados satisfactorios; no obstan- detalla a continuación. Los puntos de referencia impor-
te, considerando el trayecto de los nervios bajo el rebor- tantes son (figura 46--3):
de costal, se cambió el bloqueo a nivel subcostal y se
agregó infiltración subcutánea para incluir los ramos S El extremo anterior de la undécima costilla.
cutáneos, a lo cual se le llamó bloqueo de nervios perifé- S El margen costal.
ricos (BNP) de la pared abdominal.17 S La espina iliaca anterosuperior (EIAS).

PROCEDIMIENTO ANESTÉSICO
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EN ÁREAS ESPECÍFICAS

Hernia epigástrica e incisional


del hemiabdomen superior

1. Localización del extremo anterior de la undécima


costilla y del margen costal en ambos lados (figura
46--3).
2. Introducción de la aguja por debajo de estas es-
Figura 46--2. Bloqueo intercostal por abordaje posterior. tructuras en sentido craneal en un ángulo de 45_
396 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)

Oblicuo mayor
Oblicuo menor

Transverso

A B

Figura 46--4. A. Infiltración subcostal de los nervios intercostales. B. Infiltración subcutánea de los nervios intercostales.

sin puncionarlas, para evitar condritis, infiltrando 5. Una vez hecha la incisión se infiltra la base del
entre 3 y 5 mL de la solución en cada punto, en la saco, que se diseca y se reduce, de ser posible sin
proyección anterior de cada espacio intercostal abrirlo, y se aborda el espacio preperitoneal o re-
(aproximadamente cada 3 cm) a partir de la undé- tromuscular para iniciar la reconstrucción.
cima costilla hacia el apéndice xifoides, en plano 6. En este punto, cuando el saco no se reduce con fa-
subaponeurótico (figura 46--4). En cada uno de cilidad porque contiene el epiplón u otra víscera,
ellos se administran entre 1 y 2 mL más durante el se recomienda solicitar que el anestesiólogo pro-
retiro de la aguja para bloquear los ramos cutáneos porcione sedación para evitar que la maniobra re-
de cada intercostal (que no son bloqueados porque sulte molesta o se despierte un reflejo vagal.
transcurren en plano subcutáneo tras emerger en 7. Se efectúa la plastia de pared con la técnica que el
la línea medioclavicular) (figura 46--4). cirujano haya elegido, de preferencia una técnica
3. Se infiltran entre 3 y 5 mL a cada lado, a 5 cm por sin tensión.
fuera del límite palpable del anillo herniario (cuan-
do se identifica) para dejar anestésico en la vaina de La razón de bloquear todos los nervios del hemiabdo-
los rectos o en el plano subaponeurótico vecino a men superior en las hernias incisionales y epigástricas
la hernia (en las que no son de línea media). Este consiste en que, para que una reparación de estas últi-
es un paso complementario cuyo fin es asegurar el mas se considere satisfactoria, debe incluirse la inspec-
bloqueo completo (figuras 46--4 y 46--5). ción (al menos digital) de toda la línea media supraum-
4. Infiltración de la línea de incisión proyectada. bilical.

Ramos cutáneos de n. intercostales


Vaina de los rectos

N. intercostal Recto anterior


M. oblicuo mayor
M. oblicuo menor
M. transverso
A B

Figura 46--5. A. Infiltración de la vaina de los rectos. B. Infiltración subcutánea.


Anestesia local en hernias ventrales e incisionales 397

Saco herniario

Contenido

Anillo herniario

Figura 46--6. A. Infiltración del anillo herniario. B. Infiltración del espacio preperitoneal.

Hernia umbilical grande 2. Infiltración subcostal del décimo nervio intercos-


tal según la descripción previa.
1. Localización del extremo anterior de la undécima 3. Estimación de la profundidad de la undécima cos-
costilla y del margen costal a ambos lados. tilla y la EIAS como referencia para bloquear los
2. Infiltración de 3 a 5 mL debajo de cada uno de es- nervios T12, L1 y sus ramos iliohipogástrico e
tos puntos en la proyección anterior de los inter- ilioinguinal, que se localizan en el espacio entre
costales 9, 10 y 11 a ambos lados y entre 2 y 3 mL éstas y la vecindad de la EIAS (figura 46--6).
más al retirarla (figuras 46--3 y 46--6). 4. Infiltración de 3 a 5 mL de solución anestésica
3. Infiltración de 5 mL en sentido perpendicular a la cada 3 cm en sentido perpendicular a la piel al al-
piel a 5 cm en dirección lateral y 1 cm arriba de la canzar la capa muscular a la profundidad calcula-
línea de la cicatriz umbilical en plano subaponeu- da (y avanzar con la aguja 2 a 3 cm en el espesor
rótico (localizable al medir la profundidad de la ci- del músculo, en abanico) y entre 2 y 3 mL más al
catriz umbilical y el margen del anillo herniario) retirar la aguja (figura 46--6).
(figuras 46--4 y 46--5). 5. El resto del procedimiento se lleva a cabo con los
4. Infiltración de la línea de incisión planeada y del mismos pasos que para las hernias del hemiabdo-
saco herniario si está vacío. men superior.
5. Una vez hecha la incisión se infiltran la base del
Es importante señalar que en las hernias que afectan un
saco y el espacio preperitoneal.
solo lado o un cuadrante del abdomen (subcostales, pa-
6. Disección y reducción del saco, de preferencia sin
ramedias, de McBurney, etc.) se recomienda bloquear
abrirlo, y reconstrucción mediante la técnica que
ambos lados, pues es frecuente que la plastia rebase la
el cirujano elija, de preferencia sin tensión.
línea media.
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Hernia umbilical pequeña MANEJO PREOPERATORIO

1. Es suficiente seguir los pasos 3 a 6 de las instruc-


ciones anteriores.
Los pacientes se valoran inicialmente en la consulta ex-
terna. Se realizan estudios paraclínicos de laboratorio y
de gabinete preoperatorios, y una valoración por parte
Hernias del hemiabdomen inferior de medicina interna o cardiología cuando es necesario.
Se le explica al paciente el procedimiento anestésico y
1. Localización del extremo anterior de la undécima el plan de cirugía ambulatoria con egreso inmediato. Se
costilla, del margen costal y de la EIAS a ambos documentan los datos de identificación, tamaño y loca-
lados (figura 46--3). lización de la hernia, así como su carácter de primaria
398 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)

Margen costal
T10

B
11ª costilla

T11

T12

N. iliohipogástrico
L1
N. ilioinguinal

A C

Figura 46--7. A. Esquema de la técnica de infiltración de los nervios intercostales T10, T11, T12 y lumbares. B y C. Técnica de
infiltración de los nervios intercostales T10, T11, T12 y lumbares.

o recurrente, si es reductible y la presencia de enferme- cotomía se hacen en el quirófano, en el preoperatorio in-


dades generales crónicas. mediato, donde el paciente se somete a un monitoreo y
En el programa se aceptan todos los pacientes con a una entrevista por parte del anestesiólogo, quien deter-
hernias umbilicales, epigástricas, incisionales y otras mina la conveniencia y el tipo de medicación preanesté-
menos frecuentes, como las de Spiegel, incluso a los que sica. Todos los pacientes reciben algún tipo de analgesia
tienen riesgo anestésico quirúrgico elevado (ASA III-- preoperatoria.
IV), como los que padecen cardiopatía, neumopatía e
insuficiencia renal en diálisis peritoneal ambulatoria18
(en el programa se reparan de manera rutinaria las her- EXPERIENCIA
nias en los pacientes que son sometidos a instalación de
catéter tipo Tenckhoff en el mismo tiempo quirúrgico si
sus condiciones lo permiten, ya que la diálisis es un fac-
tor de incremento del tamaño de la hernia), y los ancia- Hasta hace algunos años más de 90% de los pacientes
nos sin límite de edad.19 del autor de este capítulo eran operados bajo anestesia
Casi siempre se excluyen los pacientes menores de local o locorregional. Esto se ha modificado debido a lo
10 años de edad y los que padecen una obesidad impor- que se comenta en la discusión.
tante (a juicio del cirujano) o un estado mental alterado, En todos los casos se cuenta con monitoreo EKG y
que representen riesgo de convertir el procedimiento a de signos vitales, oximetría y asistencia de anestesiolo-
anestesia general, ya que uno de los factores de mayor gía.
importancia en el éxito de esta modalidad anestésica es En el transoperatorio se administra sedación a solici-
precisamente la selección adecuada de los pacientes; no tud del cirujano antes de efectuar maniobras que pudie-
hay que olvidar que ninguna técnica (anestésica o qui- ran ocasionar molestias y reflejo vagal. La técnica anes-
rúrgica) es aplicable a todos los casos. tésica empleada fue descrita en detalle y las técnicas
El paciente ingresa y egresa caminando por el área de quirúrgicas para la hernioplastia son las habituales, ya
admisión la mayoría de las veces. La venoclisis y la tri- sea con malla o sin ella. El tiempo máximo de aplicación
Anestesia local en hernias ventrales e incisionales 399

de la anestesia es de 10 min, y el tiempo quirúrgico pue- diante una pregunta: de ser necesaria otra cirugía simi-
de variar entre 15 min y 3 h. lar, ¿elegiría usted este u otro tipo de anestesia? Casi
En todos los casos la anestesia local la administra el 95% de los pacientes eligieron la anestesia local. Cabe
cirujano. Cada vez se emplea más la sedación comple- hacer notar que la pregunta se plantea durante la consul-
mentaria; de hecho, salvo en ancianos y otros pacientes ta posoperatoria cuatro semanas después, a fin de evitar
a juicio del anestesiólogo, se recomienda una inducción un condicionamiento en la respuesta de cualquier índo-
anestésica general de muy breve acción (midazolam le. Un dato interesante al respecto es que en las pocas re-
más propofol) a fin de proporcionarles una agradable cidivas, reoperadas mediante el mismo programa, la
obnubilación y amnesia durante el proceso de infiltra- anestesia utilizada ha sido la misma.
ción. Esto es muy importante cuando se operan hernias El tiempo de retorno a las actividades habituales es
que requieren múltiples punciones, como es el caso de variable (de tres días a cuatro semanas), dependiendo de
las incisionales. la magnitud del procedimiento quirúrgico, pero sobre
El paciente está consciente durante todo el procedi- todo del tipo de paciente, aunque es sensiblemente me-
miento (a excepción de los ocasionales periodos de se- nor en el sector privado que en el institucional, como al
dación mencionados) y coopera con las maniobras de parecer ocurre en casi todo el mundo.
Valsalva a solicitud del cirujano al final de la operación.
Posteriormente se le ayuda al paciente a incorporarse y
a deambular hasta el área de recuperación. DISCUSIÓN
Hasta el momento de escribir estas líneas no se han
presentado complicaciones transoperatorias de impor-
tancia relacionadas con el método anestésico ni ha sido
necesario realizar conversiones a algún otro tipo de Se presenta la descripción de una técnica anestésica que
anestesia. no es totalmente nueva, pero la vía de abordaje es más
simple y segura, por lo que se ha convertido en el méto-
do de elección en más de 90% de las plastias de pared
abdominal en la práctica institucional y privada del au-
tor de este capítulo.17 Sin embargo, en la actualidad este
MANEJO POSOPERATORIO porcentaje tiende a disminuir, debido a tres factores:
El primero es que, a medida que la CLIHPA y el Cen-
tro Especializado en Hernias HerniaQx han incremen-
tado su actividad, el tipo de casos se ha modificado en
La estancia posoperatoria es mínima. Más de 95% de cuanto a complejidad.
los pacientes en quienes se utiliza este tipo de anestesia El segundo es la utilización cada vez más frecuente
abandonan las instalaciones en menos de dos horas, de métodos de analgesia ambulatoria, como el disposi-
pero 75% de ellos lo hacen en los primeros 30 min. tivo elastomérico conocido como HomePump, que per-
Las complicaciones posoperatorias son las habitua- mite suministrar analgesia continua a través del catéter
les e incluyen seromas y hematomas en menos de 5% de peridural por hasta cuatro días, lo que hace más conve-
los casos, y la tasa de infecciones se ha mantenido en niente este método anestésico a fin de aprovechar sus
menos de 1%. beneficios.
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Los analgésicos empleados con más frecuencia son El tercero, pero no menos importante, es lo que Al-
el dexketoprofeno (StadiumR) y la mezcla de tramadol fredo Moreno Egea ha dado en llamar “curva vital”, tér-
más ketorolaco (SinergixR). El dolor posoperatorio mino que alude al hecho de que todo lo que se hace tiende
aparece en promedio ocho horas después. El consumo a tomar finalmente su lugar, resultado de la experiencia.
de analgésicos es variable y la evaluación según la Así, hoy se puede establecer que, aun siendo el método
escala visual análoga19 (0 a 10) a las 24 h y al séptimo de elección del autor, las indicaciones precisas para este
día posteriores a la operación ha sido de tres a cuatro y procedimiento anestésico son menos que las que origi-
de una a dos para las plastias pequeñas (umbilical y epi- nalmente dio.
gástrica), y de cuatro a cinco y de dos a tres para las plas- En resumen, el BNP sigue siendo la opción principal
tias mayores, como las incisionales, que requieren una del autor, pero ha ampliado el abanico de recursos anes-
disección amplia. tésicos en cirugía mayor ambulatoria, con lo cual su fre-
Debido a la subjetividad con que se mira la técnica, cuencia relativa de uso ha disminuido a aproximada-
se recurrió a encuestar la aceptación del método me- mente 75%.
400 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)

Los procedimientos descritos se han empleado con 50%), al mismo tiempo que optimiza la utilización de
buenos resultados y de manera progresiva desde hace las cada vez más escasas camas de hospital, tanto en el
más de 20 años, por lo que la técnica se ha depurado con- medio privado como en el institucional.
forme se ha avanzado de casos simples a casos más Pero no todo es color de rosa, también hay obstácu-
complejos. En los últimos años se sistematizó la técnica, los, pues la técnica requiere una curva de aprendizaje y
y hoy se usa de manera rutinaria en la práctica diaria. un cambio en el ambiente quirúrgico que al principio no
Todos los pacientes fueron informados acerca del son fáciles. Además, obliga a un manejo cuidadoso de
método y estuvieron de acuerdo en someterse a él, por los tejidos y no permite actuar con brusquedad al manio-
lo que no se ha tenido un solo caso de negativa una vez brar el contenido visceral.24
aceptado. Tampoco se han presentado efectos secunda- No obstante, estos aparentes inconvenientes resultan
rios serios provocados por los anestésicos, y los pocos finalmente en ventajas, pues esta conducta se traduce en
casos de sintomatología vagal se han resuelto sin com- mejores resultados, no sólo en este tipo de cirugía, sino
plicaciones que ameritaran hospitalización. en todas las que llevan a cabo el autor de este capítulo
Una pregunta frecuente es: ¿por qué es el cirujano y y su grupo de trabajo.3
no el anestesiólogo quien administra este tipo de aneste-
sia? La respuesta es: porque el cirujano está familiari-
zado con la anatomía y porque el procedimiento es CONCLUSIONES
secuencial (el anestesiólogo difícilmente podría ir infil-
trando mientras se desarrolla la intervención a menos
que se convirtiera en ayudante quirúrgico).
El cirujano es el mejor preparado en cuanto a aneste- La hernioplastia ambulatoria de la pared abdominal
sia local. Debe recordarse que las primeras anestesias bajo anestesia local y locorregional es un procedimiento
locales fueron administradas por cirujanos2 y las actua- seguro, accesible y económico, que tiene especial utili-
les también. Por lo tanto, lo práctico es que el anestesió- dad en los pacientes con riesgo quirúrgico elevado, pero
logo permanezca vigilante a la cabecera de la mesa, que es aplicable a la mayoría de los casos en la práctica
pues esta acción representa el verdadero valor del tra- quirúrgica diaria, siempre y cuando sean adecuadamen-
bajo en equipo, que se traduce en una mejor calidad de te seleccionados.
atención. En general, puede considerarse una alternativa en los
Otra interrogante es: ¿debería usarse la anestesia lo- pacientes de alto riesgo, en caso de falla del bloqueo
cal o la locorregional como método de elección en la ci- peridural y como excelente método de analgesia poso-
rugía de hernias de la pared abdominal? La respuesta es peratoria (sin importar el procedimiento anestésico em-
no por el momento, debido a que, aunque ofrece grandes pleado), para lo cual es conveniente aplicarla antes de
ventajas, es difícil que ocupe el lugar que por tanto tiem- iniciar la intervención. Gracias a que es económica tiene
po han ocupado los métodos tradicionales en el quehacer la ventaja de que puede efectuarse en cualquier hospital,
diario del cirujano y con los cuales se siente suficiente- y debido a su bajo riesgo puede ser administrada por el
mente cómodo. Sin embargo, todos han enfrentado el propio cirujano ante la presencia y asistencia médica del
problema del paciente con cardiopatía, neumopatía, in- anestesiólogo.
suficiencia renal, etc., que tiene una hernia sintomática Debe recordarse que ningún método anestésico (ni
que ocasiona incapacidad y amerita una solución qui- quirúrgico) es aplicable a todos los casos, y este no es
rúrgica, pero que no es operado debido al alto riesgo y la excepción. Cada cirujano, de acuerdo con su criterio,
al ocasional bloqueo fallido que será convertido en podrá darle el lugar que le corresponda en su arsenal de
anestesia general. recursos: desde emplearla sólo en casos especiales hasta
En estos casos la técnica descrita tiene un lugar im- convertirla en su técnica de elección. La aceptación de
portante y, si se aprovecha, es posible que despierte la los pacientes y sus familiares es buena o excelente. El
inquietud de utilizarla en casos comunes, como ocurrió retorno a las actividades habituales es variable depen-
en la experiencia del autor y su grupo. diendo de la ocupación, las circunstancias personales
Sin duda, todo indica que la cirugía ambulatoria bajo del paciente y la magnitud del procedimiento, pero en
anestesia local y locorregional tendrá una importancia la mayoría de los casos es sensiblemente menor en los
cada vez mayor en el futuro21 debido a su mínimo riesgo pacientes del medio privado que de los institucionales.
y obvias ventajas en cuanto a costo--efectividad y costo-- Finalmente, es necesario enfatizar que el enfoque en
beneficio,22,23 pues no hay duda de que representa un la prestación de los servicios ha cambiado. Hoy la ciru-
gran ahorro económico (en algunos casos de más de gía se encuentra en una etapa en la que ya no es suficien-
Anestesia local en hernias ventrales e incisionales 401

te resolver los problemas, sino que se espera que se está en las manos del cirujano lograr y tomar como un
cuente con la capacidad para mejorar la calidad de vida placer y un privilegio. La hernioplastia de pared abdo-
de los pacientes a un nivel nunca antes visto. Ahora, minal ambulatoria bajo anestesia local y locorregional
como debió ser siempre, debe ponerse especial atención es un método que satisface adecuadamente estas expec-
en los detalles, como el mínimo riesgo, el control ópti- tativas, por lo que, si se analiza con cuidado, puede ser
mo del dolor, la pronta reintegración del paciente a su considerado desde casi cualquier punto de vista (del
vida cotidiana y el aspecto estético, entre otros. Y todo anestésico--quirúrgico al socioeconómico) como la ver-
esto es responsabilidad del cirujano. Éste es el reto que dadera “cirugía de mínima invasión”.

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402 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)
Capítulo 47
Cierre de laparotomías de línea media
Renato Miranda de Melo

INTRODUCCIÓN Sin embargo, desde 2009, con la publicación de tra-


bajos de Millbourn, Cengiz e Israelsson,18 se abre un
nuevo paradigma: la sutura de laparotomías con suturas
envolviendo sólo pequeñas cantidades de tejido aponeu-
El acceso por laparotomía a la cavidad abdominal es una rótico (apenas la línea alba) con puntos muy próximos
acción rutinaria, sobre todo en los casos de cirugía de ur- uno de otro, haciendo caer la incidencia de dehiscencias
gencia o trauma. La dehiscencia completa de estas heri- agudas y hernia incisional de modo significativo en
das ocurre en cerca de 3% de los pacientes, y la tasa de comparación con el cierre en masa (cuadro 47--1).
mortalidad puede alcanzar hasta 30%.4,8,12,23 Se han
descrito diversas técnicas de laparorrafia para tratar de
disminuir esta grave complicación, mediante sutura in- LAPAROTOMÍA MEDIA
terrumpida en diferentes modalidades. Sin embargo, a
pesar de que son eficaces para la prevención de dehis-
cencias, antaño eran antiestéticas, requerían mucho
tiempo y consumían una gran cantidad de material de Una incisión media es de fácil ejecución, rápida, no le-
sutura. siona nervios ni vasos de gran calibre y puede extender-
Cuando Abel y Hunt (1948)1 adoptaron el cierre de se desde el apéndice xifoides hasta el pubis, seccionan-
las heridas abdominales con una gran cantidad de tejido do o circundando la cicatriz umbilical, para permitir el
musculoaponeurótico en sutura continua nació el con- abordaje de cualquier órgano o estructura intraabdomi-
cepto de laparorrafia en masa, que vino a revolucionar nal (incisión universal).
la reconstrucción rápida, anatómica, funcional y estéti- La frecuencia con que ocurren complicaciones poso-
ca de la pared abdominal.15 peratorias relacionadas con incisiones longitudinales
Hasta hace poco tiempo esta técnica se consideraba no es mayor que con las transversas. Su cierre puede ser
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el estándar de oro para el cierre de la pared abdominal, también rápido y seguro.


eliminando casi por completo la dehiscencia aguda de La línea alba, a diferencia de lo que se imagina, no es
la herida y dejando aún una frecuencia de hernia incisio- una zona débil. Por el contrario, puede resistir más las
nal de 15%. fuerzas de ruptura que cualquier otro tipo de incisión ab-

Cuadro 47--1. Tasa de complicaciones con cierre de pared abdominal mediante


un surjete colocado más distante o más próximo a los márgenes de la herida18
Técnica de cierre Dehiscencias Infección Hernia incisional
> 1 cm PDS/1 (381) 1 10% 18%
< 1 cm PDS/2--0 (356) 0 5% 5%

403
404 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

dominal, en especial cuando la sutura sobrepasa sus lí- En estos casos debe hacerse una limpieza o lavado fre-
mites laterales, tomando el músculo recto o su vaina.5,10 cuente de la cavidad, con protección de las vísceras, y
Sin embargo, no obedece a la dirección de las líneas de el uso juicioso de antimicrobianos, además de las medi-
fuerza, que en el abdomen son transversales. La rapidez das de soporte nutricional y general. La mayoría de las
para el acceso a lesiones intraabdominales, que muchas veces la dehiscencia ocurre porque la sutura rasga el te-
veces son graves y requieren un abordaje rápido, justifi- jido donde está implantada. Este hecho se explica por la
ca la laparotomía por la línea media. Esta opción tam- formación de una zona de debilidad o de colagenólisis2
bién se indica en los casos en los que son necesarios eva- a lo largo de todo el borde de la herida como una res-
cuación y lavado de secreciones acumuladas en toda la puesta inflamatoria normal posterior al trauma quirúrgi-
cavidad peritoneal, como en la peritonitis difusa, la pan- co que busca eliminar las células dañadas, los coágulos,
creatitis grave y la perforación de vísceras huecas, sobre las bacterias contaminantes y los hilos de la sutura, con-
todo en fase tardía. También se indica en los casos de siderados como cuerpos extraños. El resultado de esta
poca certeza diagnóstica, sobre todo si no se dispone de inevitable reacción al traumatismo tisular y a la colage-
personal y equipo para llevar a cabo una laparoscopia. nólisis de los tejidos próximos a la herida alcanza su
punto máximo una semana después de la operación.
La presencia de infección amplifica la colagenólisis
y prolonga este efecto mientras exista actividad bacte-
riana. Por lo tanto, cualquier tensión en la línea de su-
CAUSAS DE DEHISCENCIA tura, por menor que sea, puede provocar la ruptura de
los tejidos involucrados una vez que el estroma de sus-
tento está parcialmente destruido.
Por otro lado, la hernia incisional (considerada una
En el abdomen la capa musculoaponeurótica es la princi- complicación tardía del cierre laparotómico) surge
pal responsable de la contención parietal, así como de cuando ocurre una separación de los bordes aponeuróti-
participar efectivamente en la dinámica postural, respira- cos en el primer mes posoperatorio. Aunque esta sepa-
toria, digestiva y genitourinaria, entre otras. El proceso ración no sea detectable clínicamente en ese periodo de
de reparación de tendones y aponeurosis implica mucho tiempo, 94% de los pacientes desarrollarán una hernia
tiempo, debido a que son pobremente vascularizados y incisional después de tres años.19 Tales fallas o separa-
compuestos principalmente de colágeno y fibras elásti- ciones aponeuróticas resultan de la necrosis tisular por
cas organizadas (tejido conectivo denso, modelado), por la sutura y también son explicadas por la aparición de
lo que presentan una gran resistencia a la tracción.7,21 infecciones. En resumen, una herida puede sufrir dis-
La dehiscencia (del latín dehiscere, “abrir”, “agrie- rupción cuando los puntos quedaron muy apretados y
tar”) consiste en la ruptura de la herida abdominal, pre- ocasionan isquemia, desgarro y necrosis tisular. Tam-
cedida por una descarga serosanguinolenta a través de bién ocurre cuando la sutura sufre fragmentación, cuan-
ella. En general ocurre al final de la primera semana del do es absorbida antes de que la herida tenga suficiente
posoperatorio en coincidencia con el apogeo de la fase resistencia para soportar la tracción abdominal normal
inflamatoria. Puede ocurrir sólo en las capas musculoa- o cuando se aflojan y se sueltan los nudos de la sutura.
poneuróticas responsables directas de la contención pa- Lo anterior se comprueba en los ensayos clínicos de
rietal o involucrar todas las capas de la pared abdominal. Millbourn y col. de que los resultados son dependientes
En el primer caso se desarrolla una hernia incisional, del cirujano al hacer mediciones directas de resistencia
cuya reparación debe efectuarse en el curso del primer a la tracción en heridas5 (figura 47--1) y demostrar que
año del posoperatorio. En el segundo caso ocurre una en algunos casos existen separaciones o grietas a lo lar-
evisceración, cuya reparación debe ser inmediata, pues go de la sutura aponeurótica que al final se convierten
la mortalidad asociada es elevada, sobre todo porque es- en hernias incisionales10 (figura 47--2).
tos pacientes casi siempre presentan enfermedades aso-
ciadas debilitantes.23
Esta acción se exceptúa cuando el paciente presente TÉCNICAS DE LAPARORRAFIAS
peritonitis grave, que se extiende a los tejidos de la pa-
red destruida y resulta en una laparostomía espontánea.
El proceso inflamatorio intenso que se establece con el
depósito de grandes cantidades de material fibrinoso El cierre de pared por planos, además de demorado, pro-
provoca fijación de las vísceras a la cavidad peritoneal. duce una reacción inflamatoria más intensa, ocasionada
Cierre de laparotomías de línea media 405

Figura 47--1. La resistencia a la tracción de la herida


decrece con suturas con puntos próximos a los bordes y Figura 47--2. Se producen separaciones o defectos apo-
muestra ser más resistente que otras modalidades. Estas neuróticos en la línea de sutura que favorecen la aparición
mismas características se observan al utilizar la proporción de hernias incisionales posteriores cuando los puntos
adecuada de 4:1 entre sutura y herida.5 toman grandes cantidades de tejido (> 1 cm), no así cuando
los puntos son aplicados próximos a los bordes (< 1 cm).10

por la gran cantidad de cuerpo extraño implantado en


ción necesaria para mantener afrontados los
los tejidos, representado por el material de sutura.16,23
bordes de la incisión. La inclusión del peritoneo
La principal desventaja de la técnica de Smead--Jones
debe evitarse, ya que no contribuye a aumentar la
(puntos en “8”) reside en el gran consumo de sutura y
fuerza de la herida, además de que al no hacerlo se
el mayor gasto de tiempo en su ejecución, pues se trata
reducen las adherencias y el dolor posoperatorio.6
de una sutura interrumpida con puntos redundantes.
S Segundo plano: consiste en la sutura intradérmi-
Los puntos totales engloban todas las capas de la pa-
ca de la piel con sutura absorbible sintética de cali-
red, desde la piel hasta el peritoneo, y se indican en ca-
bre fino, lo que da un resultado estético satisfacto-
sos de resutura por dehiscencia completa y eviscera-
rio, además de causar una menor posibilidad de
ción, por lo que deben permanecer entre 14 y 21 días. Se
contaminación bacteriana, comparada con los
colocan junto al borde lateral de los músculos rectos, a
puntos simples o de Donati (figura 47--3).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cada lado, con un espacio de 3 a 5 cm entre ellos; se usa


sutura no absorbible de grueso calibre. Las lesiones cau- El material de sutura utilizado para la laparorrafia debe
sadas en la piel por los puntos, a pesar de los artificios mantener su fuerza de tracción por alrededor de un mes,
usados para protegerla, aumentan la frecuencia de dolor cuando la cicatriz de laparotomía haya alcanzado 50%
e infección de la herida, además de las cicatrices anties- de su resistencia original, la cual aumentará a un máxi-
téticas en los sitios de sutura. mo de 80% después de un año.3,4,7 Sin embargo, en los
El cierre de las heridas abdominales medias debe seres humanos no se ha determinado aún el tiempo o la
comprender dos planos: cantidad de cicatriz requeridos para no necesitar el apo-
yo ofrecido por los puntos de sutura. Teóricamente, el
S Primer plano: sutura continua simple de la capa intervalo de tiempo para el logro de este objetivo es aún
aponeurótica, restringida a la línea alba, que abar- mayor en los pacientes con cicatrización deficiente se-
ca de 0.5 a 0.8 cm de los bordes, con la misma dis- cundaria a desnutrición, enfermedad maligna avanzada,
tancia entre un punto y otro, haciendo sólo la trac- enfermedades del colágeno (herniosis), diabetes no
406 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

En el metaanálisis, así como en revisiones y ensayos


aleatorios controlados sobre el cierre de incisiones ab-
dominales en la línea media, se evaluó la aparición de
dolor, infección o sinus, dehiscencia y la aparición de
hernia incisional. Demostraron que las suturas sintéti-
cas no absorbibles se asocian con una mayor incidencia
de dolor y sinus, y las absorbibles multifilamento con
una mayor frecuencia de hernia incisional. Se concluye
que la técnica de laparorrafia usando sutura sintética,
monofilamento y de degradación lenta (como la poli-
dioxanona o más recientemente el polibutirato) es la
forma más adecuada para el cierre de una incisión abdo-
minal media. El calibre de la sutura puede variar de 0 a
2--0, montado en la aguja cilíndrica, de medio círculo,
de 2.5 a 3.0 cm de longitud, y la punta ligeramente roma
para evitar accidentes con material de bordes afilados,
que se presenta con más frecuencia al final de la inter-
vención quirúrgica.3,9,12,18,20,22
La elección de hacer una sutura continua en lugar de
una interrumpida o de puntos separados se justifica no
sólo por el menor tiempo en su ejecución, sino también
Figura 47--3. Cierre de una incisión media con sutura conti- porque deja una cantidad cuatro veces inferior de cuer-
nua (surjete) tomando sólo la línea alba con sutura monofila-
po extraño en la herida, al evitar hacer un nudo en cada
mento, sintética, absorbible y de degradación lenta (calibre
2--0). La piel es suturada de forma independiente con sutura punto. Este hecho es de importancia, sobre todo cuando
continua intradérmica, utilizando hilo monofilamento absor- se utilizan suturas no absorbibles. Por otra parte, la sutu-
bible de degradación rápida (calibre 4--0). ra continua es menos isquemiante que los puntos inter-
rumpidos, garantizando también la igualdad de distri-
bución de tensión en toda la herida. Al ser más rápido
controlada o con uremia, en los usuarios crónicos de reduce el tiempo (y la cantidad) de la anestesia, el tiem-
corticoides y en pacientes con inmunodeficiencia ad- po de utilización de quirófano y personal, lo que se re-
quirida.3,4 El uso de un material de sutura permanente fleja en un menor costo global de la cirugía.13,14,16,20
(no absorbible) está indicado en estos casos, pero no hay También se ha demostrado que la reparación de estas
ninguna evidencia concluyente a este respecto, pues pa- heridas en forma multilaminar se convierte en un blo-
rece que la herida tiene la prioridad metabólica incluso que. De ello se desprende que, cualquiera que sea el
en tales circunstancias. modo de cierre, el resultado es estructural: la conver-
Las suturas monofilamento sintéticas son las más re- gencia del cierre de múltiples capas (del peritoneo a la
comendadas para una laparorrafia. A diferencia del piel) para formar un monobloque en la cicatrización de
multifilamento, con el uso de suturas monofilamento la heridas.17
las bacterias se vuelven más accesibles para ser capta- En 1976 Jenkins fue el primero en establecer la “do-
das por los leucocitos sobre la superficie de la sutura, re- sis de sutura” requerida para el cierre seguro de una la-
duciendo las posibilidades de infección.7 El uso de un parotomía (sutura), cuya proporción debe ser 4:1; es de-
hilo no absorbible (como nailon o polipropileno) re- cir, la longitud de la sutura debe ser cuatro veces mayor
quiere la confección de cuatro a seis nudos al inicio y al que la longitud de la herida.13
final de la sutura, para que no se desate el punto por el En conclusión, el cierre de incisiones de línea media
efecto de memoria de la sutura monofilamento. De esta usando una sutura continua simple y restringida a la lí-
forma, el nudo se convierte en una estructura de “multi- nea alba tiene a favor dos prerrogativas básicas: la velo-
filamento” favoreciendo la acumulación de bacterias, cidad y la seguridad. Esto incluye no sólo la protección
que son inaccesibles para los neutrófilos y los macrófa- contra la dehiscencia, sino también reducir la tasa de in-
gos, y por lo tanto para la aparición de una infección de fecciones y hernias incisionales. La piel se deberá sutu-
la herida. Además, puede causar molestias e incluso rar en forma adecuada a fin de promover un resultado
erosionar la piel en sujetos delgados (sinus).3 estéticamente agradable.
Cierre de laparotomías de línea media 407

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408 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)
Capítulo 48
Técnica de Rives para hernia
ventral e incisional
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN segmento de malla.15 Sin embargo, ante la evidencia de


pacientes con defectos de la colágena que recurrieron
con pequeñas hernias tratadas con cierre simple se pre-
fiere el uso de material protésico en todo paciente con
En 1973 Jean Rives y René Stoppa, en Francia, y Lich- defecto herniario de la pared abdominal, independiente-
tenstein, Amid y Shulman, en EUA, describieron los mente del tamaño y de su localización (umbilical, epi-
principios y lineamientos básicos de las plastias sin ten- gástrica, incisional, inguinal, etc.), lo cual les ofrece a
sión para las hernias de pared,11 con los cuales se logra- estos pacientes una seguridad de bajos índices de recidi-
ron índices de recurrencia sorprendentemente bajos en vas posteriores.
hernias inguinales (< 1%) y en hernias incisionales (de
2 a 5%). Estos principios se basan en la colocación de
grandes segmentos de material protésico en el espacio
1
preperitoneal o retromuscular (sublay) (figuras 48--1 y
48--2) para lograr un efecto de “tapón” en lugar de un
simple “parche” que endurece el peritoneo para que no
sea distensible, y con su gran tamaño se redistribuye la
presión abdominal sobre el anillo herniario (principio
de Pascal). 2
Los nombres con que se conoce este método de repa-
ración son: técnica de Stoppa cuando se efectúa en la
región inguinal, y técnica de Rives cuando se usa para
hernias incisionales.3,11--14 Esta última se describe a con-
tinuación. 3
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

MANEJO PREOPERATORIO

En sus inicios se consideró que esta técnica debía apli-


carse sólo a pacientes con defectos herniarios mayores Figura 48--1. Posición de la malla. 1. Supraaponeurótico
de 4 cm de diámetro ante algunas evidencias que indica- (onlay). 2. Bordes del defecto (inlay). 3. Retromuscular (sub-
ban una similitud de resultados entre el cierre simple de lay). 4. Preperitoneal (sublay). Modificada del Dr. Stoppa;
defectos menores de 4 cm y los que se les colocaba un Amiens, Francia.

409
410 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

mucolíticos y broncodilatadores) durante una o


dos semanas antes de la cirugía. En caso de pérdi-
da del dominio la aplicación de neumoperitoneo
preoperatorio o la infiltración de toxina botulínica
(descritas en otros capítulos) serán una condición
4 imprescindible.

Si no existe patología agregada el paciente deberá inter-


narse el mismo día de la cirugía. La tricotomía necesaria
3 deberá hacerse antes de la intervención. Aunque no hay
estudios de metaanálisis al respecto, algunas series
muestran beneficios con el uso de antibióticos profilác-
ticos.16,17 Otros autores han encontrado que cuando el
paciente padeció infección en alguna de las cirugías pre-
2 vias el porcentaje de posibilidades de infección en la
nueva cirugía se eleva entre tres y cuatro veces (de 12%
en pacientes sin infección alcanza 41% con antecedente
de infección).
1 Un antibiótico profiláctico en estos pacientes logra
reducir los índices de infección de herida a los niveles
de la población que nunca presentó un episodio de in-
fección en cirugías previas (de 12 a 14%).18
Se aconseja el uso de una dosis intravenosa de una
Figura 48--2. Sitios en los que puede colocarse la malla para cefalosporina de segunda o tercera generación de 30 a
el procedimiento de Rives. 1 y 2. Preperitoneal supraumbili- 60 min antes del inicio de la cirugía en todos los pacien-
cal e infraumbilical. 3. Retromuscular. 4. Preomental. Modifi-
cada del Dr. Stoppa; Amiens, Francia.
tes sometidos a reparación de hernia incisional o ven-
tral. El uso de un antibiótico local en la solución de irri-
gación de acuerdo con los criterios de Deysine19--21 (80
mg de gentamicina o 500 de amikacina por cada 250 mL
Los pacientes deben contar con una evaluación gene- de solución de irrigación) es seguido aún por muchos ci-
ral, como en cualquier cirugía, que incluya los siguien- rujanos, aunque no existen evidencias de su efectividad
tes aspectos importantes: real. En los pacientes con factores de riesgo (obesidad,
inmunodeficiencia, diabetes o desnutrición) se continúa
1. Edad del paciente. la administración de antibiótico intravenoso durante el
2. Hábito de tabaquismo. periodo de internamiento hospitalario.
3. Sitio de la hernia. La mayoría de los procedimientos pueden llevarse a
4. Cirugías previas, incluidos los intentos previos de cabo con facilidad mediante la administración de anes-
plastias. tesia peridural, excepto en los casos de hernias de locali-
5. Antecedentes de infección de herida en cualquiera zación muy alta, en regiones subcostales y subxifoi-
de las cirugías previas. deas, donde la anestesia general evita las molestias
6. Tamaño del anillo herniario. ocasionadas por la disección en los espacios costales y
7. Volumen de las vísceras contenidas en el saco de retroesternal. Algunos grupos han iniciado el empleo de
la hernia. anestesia local y bloqueo intercostal para operar a los
8. Patologías concurrentes. pacientes de alto riesgo con patología agregada que con-
9. Presencia de restricciones ventilatorias preopera- traindique el uso de bloqueo peridural o de anestesia ge-
torias o posibilidad de que se presenten en el poso- neral. Una vez anestesiado el paciente se le puede colocar
peratorio, especialmente en presencia de hernias una sonda vesical cuando los defectos estén localizados
gigantescas con pérdida de dominio (pérdida del en la región suprapúbica y se anticipe la disección del
derecho a domicilio). Los pacientes con anillos espacio retropúbico de Retzius, lo cual evitará una le-
grandes, un gran contenido de asas intestinales y sión de la vejiga que ponga en riesgo el uso de material
restricciones respiratorias se benefician con sesio- protésico, puesto que el área quedaría potencialmente
nes de terapia ventilatoria (nebulizaciones, PPI, contaminada.
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 411

TÉCNICA QUIRÚRGICA el material protésico en forma plana y sin cortes, lo cual


disminuye la posibilidad de recidivas. Esto se hace en
la aponeurosis de ambos lados tanto en la parte superior
del defecto como en la parte inferior.
Para la mayoría de las hernioplastias el paciente se co- Hay varias formas de continuar la disección del espa-
loca en decúbito supino, excepto para las hernias lum- cio preperitoneal, incluidas la forma roma, la manera di-
bares o en las que se originan de orificios de drenaje, las gital o con ayuda de una gasa húmeda (figura 48--3); en
cuales casi siempre surgen en sitios muy laterales, por algunos sitios debe ser en forma cortante con tijera o
lo que el paciente debe estar en posición de lumbotomía. cauterio. En los sitios donde el peritoneo es muy delga-
La incisión se hace igual o ligeramente mayor al diá- do y no hay forma de despegarlo se tendrá que disecar
metro del anillo o los anillos herniarios, resecando la ci- el espacio retromuscular, el cual en algunas zonas es
catriz anterior en caso necesario. El saco herniario se di- mucho más sencillo de disecar. Es necesario completar
seca con cuidado hasta llegar a la aponeurosis sana, la la disección hasta un mínimo de 6 a 8 cm de los bordes
cual se diseca a aproximadamente 1 o 2 cm de los bordes del anillo.14 Este margen se da por dos motivos: para
del anillo. Con bisturí o electrocauterio con baja intensi- compensar la contracción o encogimiento pasivo de la
dad se inicia la disección del anillo herniario hasta la malla de polipropileno, y para obtener espacio suficien-
transición a saco herniario. Se elige una zona que esté te para que la presión abdominal actúe sobre la malla
poco trabajada por cirugías anteriores o que se intuya fijando el excedente a la aponeurosis de la pared abdo-
que tendrá menor posibilidad de adherencias firmes del minal, para que la presión se redistribuya lo suficiente
peritoneo a la aponeurosis. En este punto se incide con (principio de Pascal) y no tienda a expulsarla al estar
cuidado para entrar en el espacio preperitoneal con di- muy cerca del borde del anillo. Cuando existen dos o
sección roma o cortante de acuerdo con las característi- más anillos herniarios se pueden unir cortando el puente
cas de esta área. Si se dificulta encontrar el espacio o si de aponeurosis por uno de los extremos, lo cual agranda
se penetra en la cavidad abdominal será mejor intentarlo el espacio donde se trabajará y facilita la visualización
en otra zona. Esto a veces es laborioso y difícil, pero una y las maniobras de disección. Al finalizar la disección
vez que se está en el espacio adecuado la cirugía tiende del área se tendrán unas zonas disecadas en el espacio
a facilitarse. En los pacientes con múltiples operaciones preperitoneal y otras en el retromuscular, sin que esto
es imposible acceder al espacio preperitoneal y lo mejor represente un inconveniente.
es localizar el espacio retromuscular, que casi siempre Durante la disección no se recomienda resecar antici-
es más fácil de disecar, evitando lesionar las ramas de padamente parte del saco herniario, aunque tenga varias
la epigástrica o los nervios que penetran la aponeurosis aperturas, puesto que el excedente de saco puede servir
a nivel de la parte más externa de la vaina del recto. Hay como colgajo en caso de tener un área grande con falta
que recordar que por debajo del arco de Douglas no de peritoneo. La disección del espacio preperitoneal se
existe aponeurosis posterior, por lo que el espacio retro- deja sin ningún manejo si no se hicieron perforaciones
muscular es el propio preperitoneo. De igual forma, en en él. Se puede abrir el saco herniario para revisar las
las hernias de localización lateral (lumbares o pararrec- asas intestinales y liberar adherencias de las mismas si
tales) no se encuentra fácilmente una aponeurosis pos- el paciente tiene antecedentes de cuadros suboclusivos;
terior tan firme como la vaina posterior del recto. de no ser así, no se recomienda abrirlo. Los orificios ais-
Un aspecto importante lo constituye la disección del lados en el peritoneo deberán cerrarse de manera indivi-
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espacio preperitoneal a nivel de la línea media. En esta dual con material absorbible 3--0. Si los orificios son
zona existe la fusión de las hojas anterior y posterior de múltiples y el saco excedente no es necesario para cubrir
la vaina del recto, que presentan variaciones anatómicas áreas sin peritoneo puede resecarse con cuidado de dejar
en todos los individuos. Muy rara vez las hojas de am- suficiente peritoneo para que el cierre se efectúe sin ten-
bos lados se unen exactamente en la línea alba; por lo sión.
general lo hacen antes y dejan un espacio que varía entre Cuando se deja una zona importante sin peritoneo y
2 y 6 cm, lo cual constituye una diástasis de rectos que no se tiene suficiente excedente de saco herniario para
puede manifestarse clínicamente o no hacerlo. Este es- utilizarlo como colgajo o para resecarlo y aplicarlo
pacio, en el cual sólo se tiene una aponeurosis con grasa como injerto libre se cuenta con dos opciones: la prime-
preperitoneal y peritoneo debajo, ha sido denominado ra consiste en suturar coronalmente el defecto del peri-
por Schumpelick22 como “triángulo graso”, en el cual se toneo al epiplón subyacente a manera de parche, cui-
tiene que cortar la aponeurosis posterior a nivel de su in- dando de no involucrar la pared de algún asa intestinal,
serción, para que continúe con dicho espacio y colocar para proteger las asas del contacto directo con la malla.
412 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

A B

C D

Figura 48--3. A. Corte inicial para acceder al espacio preperitoneal con bisturí a nivel del anillo herniario. B. Disección del espacio
retromuscular y preperitoneal en forma roma con ayuda de una gasa húmeda. C. Disección de toda la vaina del recto en las hernias
de línea media. D. Medición para obtener un espacio de 6 a 8 cm del borde del defecto. Modificada del Dr. Stoppa; Amiens, Francia.

Si no existe epiplón o no es factible movilizarlo por Existen cuatro modalidades de fijación de la malla
adherencias debidas a cirugías previas la segunda op- una vez que se coloca en el espacio creado con la disec-
ción consiste en colocar un parche de malla de material ción.
absorbible en la zona donde falte el peritoneo (poliglac-
tina) o utilizar para toda la reparación una malla com-
puesta con capa antiadherente del tamaño total del Original de Rives12
defecto, con precaución de colocar la superficie antia-
dherente en dirección a la cavidad abdominal y la capa Son puntos llamados transmurales que abarcan la totali-
de polipropileno o poliéster en contacto con la pared ab- dad de los planos desde el espacio preperitoneal a la
dominal. piel. Se colocan suturas en la periferia de la malla (no
La hemostasia se revisa minuciosamente para colo-
car la malla. Se miden los diámetros mayor y menor del
anillo herniario para calcular su área o superficie1 (fi- A/2 x L/2 x π = cm2
gura 48--4). Posteriormente se miden los diámetros ver- Ancho 8 cm
Largo 8 cm
tical y horizontal del espacio disecado con una regla o
con una cinta umbilical, que es más versátil. Se recorta 8/2 x 8/2 x 3.14 = 50.24 cm2
el segmento de malla de acuerdo con las dimensiones
del espacio creado, tendiendo a dejarla más al exceso
para que no falte malla al final de la fijación. El autor de
este capítulo prefiere el uso de una malla de polipropile- Ancho 7 cm
no ligero o reducido, gracias a sus ventajas en cuanto a Largo 18 cm
la disminución de la respuesta inflamatoria y menor res-
7/2 x 18/2 x 3.14 = 98.9 cm2
tricción a la movilidad, que utilizar polipropileno pesa-
do, aunque en los trabajos de Rives y Stoppa la elección
continúa siendo el poliéster, a pesar de los inconvenien-
tes bien conocidos de las mallas multifilamento.23 Figura 48--4. Cálculo del área del defecto herniario.
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 413

A
B

Figura 48--5. Forma de realizar los puntos transcutáneos con ayuda de una aguja de Reverdin. A. En cada punto se pasa inicial-
mente uno de los cabos del hilo. B. El otro cabo del hilo se pasa por la misma incisión, pero dejando un puente de aponeurosis
de aproximadamente 0.5 cm para poder fijarlo a la aponeurosis en el momento de anudarlo. C. Una vez pasados los dos cabos
de cada punto se anudan. Modificada del Dr. Stoppa; Amiens, Francia.

absorbibles o de absorción lenta, monofilamento cali- como “abdomen en carátula de reloj”10 (figura 48--8),
bre 0) a una distancia que varía de acuerdo con su tama- que algunos cirujanos evitan por pensar que es poco es-
ño (ocho puntos en promedio para hernias de mediano tético, aunque se tiene la ventaja de fijar la malla sin ne-
tamaño), se anudan y se dejan los cabos largos antes de cesidad de disecar grandes colgajos de piel y tejido celu-
introducir la malla en el espacio preperitoneal. Se intro- lar subcutáneo, con lo cual se reduce la posibilidad de
duce la malla y a través de pequeñas heridas en la piel seromas y hematomas. Por la misma razón, las moles-
se exterioriza la sutura, ya sea con una aguja de Rever-
din o con algún otro dispositivo que sirva para pasar los
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cabos de las suturas (aditamentos para el cierre de puer-


tos laparoscópicos o el pasahilos utilizado en la cirugía
laparoscópica para hernia incisional).
Cada cabo de una sutura se pasa de manera individual
por la misma incisión de piel y se deja un puente de apo-
neurosis al anudarlo. Se hace la misma maniobra con
todas las suturas que se colocan en la malla (figuras
48--5 y 48--6).
Las pequeñas incisiones cutáneas se traccionan con
una pinza hemostática después de anudar los hilos, para
que no queden umbilicadas; no es necesario suturar di-
chas incisiones (figura 48--7). Hacer la fijación en esta Figura 48--6. Esquema de la fijación de la malla con la técni-
forma deja el abdomen con cicatrices, lo que se conoce ca de Rives y puntos transcutáneos.
414 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

completo y se pasa una sutura de material no absorbible


calibre 0 con aguja grande curva de la aponeurosis al es-
pacio preperitoneal; se toma la malla en su borde y se
regresa la sutura en forma de punto en “U” al espacio
supraaponeurótico dejando un pequeño puente de apo-
neurosis para anudar el punto (figuras 48--9 y 48--10).
Se completa la maniobra en toda la periferia de la malla
(los mismos puntos que se dan con la fijación original
de Rives). La ventaja es que no se necesitan dispositivos
especiales para pasar los hilos y no deja cicatrices “ex-
tra” en el abdomen del paciente. Las desventajas obvias
son que tiene mayor frecuencia de seromas y hemato-
mas con probabilidad de infección al levantar colgajos
de piel y tejido celular subcutáneo a una distancia ma-
yor, ocasionando mayor molestia abdominal y drenaje
Figura 48--7. Colocación de los puntos de sujeción de la seroso por canalizaciones durante un mayor tiempo.
malla después de anudarlos y antes de cortarlos.

Fijación modificada por Amid25


tias posoperatorias ocasionadas por la movilización de
colgajos son menores.
Consiste en realizar la disección originalmente pro-
puesta por Rives sin levantamiento extra de colgajos de
piel y tejido celular subcutáneo, y la fijación de la malla
Fijación modificada en “U”24 se hace con grapas, lo cual abrevia el tiempo operatorio
al colocar con rapidez las grapas a la misma distancia
Cuando no se cuenta con ningún dispositivo para pasar que se ponen los puntos. El dispositivo para colocar las
suturas es prácticamente imposible pasar una aguja cur- grapas puede ser variado (grapas convencionales, heli-
va o recta desde la piel hasta el espacio preperitoneal. Lo coidales o tackers con grapadoras rectas o anguladas)
anterior obliga a modificar inicialmente la forma de fi- (figura 48--11), y se pasa por dentro del orificio hernia-
jación de la siguiente manera: deben levantarse colgajos rio, tomando la malla al mismo tiempo que se extiende
de piel y tejido celular subcutáneo a una distancia de 6 y se fija a la parte posterior de la pared abdominal (pue-
a 8 cm del borde del anillo herniario en todas sus direc- de ser a una aponeurosis posterior si se trata del espacio
ciones (la misma distancia en que se disecó el espacio preperitoneal o al músculo directamente si se trata del es-
preperitoneal). Se introduce la malla extendiéndola por pacio retromuscular) (figuras 48--12 y 48--13). Esta téc-

A B

Figura 48--8. Secuela conocida como abdomen en carátula de reloj, ocasionado por las incisiones para la fijación de la malla. A.
Un día después de la cirugía. B. Paciente con tres semanas de operado, cuyas cicatrices de los puntos transcutáneos son poco
notorias.
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 415

A B

C D
Figura 48--9. Modificación de la fijación de la malla preperitoneal. A. Disección del saco y del anillo herniario. B. Disección del
espacio preperitoneal o retromuscular de 6 a 8 cm de distancia. C. Colocación de puntos en “U” desde la aponeurosis hasta la
malla. D. Cierre de tejido celular subcutáneo y piel.

nica tiene la ventaja de que no se hacen colgajos, con lo con la idea de que no se necesitan fijaciones más segu-
que no aumentan las complicaciones (como seroma o ras, ya que la presión intraabdominal comprimirá la ma-
hematoma) y tampoco se dejan cicatrices “extra” en la lla contra la pared posterior y evitará su desplazamiento
piel del paciente. La desventaja de la engrapadora en re- (figura 48--14).
lación con las suturas es su costo varias veces superior Su inconveniente es que la malla tiende a desplazarse
y también el hecho de que varias publicaciones han re- por los movimientos musculares cuando no está fijada
portado desprendimiento de algunos segmentos de la a estructuras firmes.
malla cuando las grapas no son del tamaño adecuado y
sólo se anclan a segmentos musculares frágiles. Tanto Fijación con adhesivos
el Dr. Amid como el autor de este capítulo han apreciado
que la malla mal anclada o fijada sufre desplazamiento En la actualidad se puede fijar la malla con pegamentos
ocasionado por las contracciones musculares, produ- o adhesivos sintéticos (cianoacrilatos) o biológicos (se-
ciendo enrollamiento de segmentos o de la malla com- llantes de fibrina), que se aplican con dispositivos de je-
pleta, lo que se denomina como meshoma. ringa por goteo o en forma de espray, para cubrir una
mayor área de la malla. En teoría, los sellos de fibrina
tienen la ventaja de que evitan la posibilidad de incluir
Fijación modificada por Schumpelick y prensar un nervio o tejido que produzca dolor crónico
posoperatorio y favorecen un proceso de cicatrización
La fijación de la malla se hace con algunos puntos sim-
ples de la malla a la aponeurosis posterior o al peritoneo,
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Figura 48--11. Grapadoras para fijar la malla. Grapas con-


Figura 48--10. Aspecto de los puntos en “U” anudados so- vencionales (superior) y grapas helicoidales o tackers (infe-
bre la aponeurosis anterior. rior).
416 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

Figura 48--14. Fijación con puntos simples sobre la aponeu-


rosis posterior del recto y el peritoneo.

cos son más económicos, pero producen una reacción


inflamatoria aumentada y, por ende, un proceso cicatri-
cial más anormal. Los adhesivos sintéticos sólo deben
ser aplicados por goteo y nunca en forma de espray, ya
que en los sitios de aplicación se retrasa la integración
de la malla hasta que este material es reabsorbido.
Una vez que se fija la malla por cualquiera de los mé-
todos descritos se “prueba” la plastia, pidiéndole al pa-
ciente que aumente la presión abdominal, ya sea al pujar
o al toser. El defecto o anillo herniario puede tratarse de
varias maneras, teniendo en cuenta que los criterios ac-
tuales recomiendan su cierre siempre que sea posible,
para aumentar la efectividad de cualquier plastia al exis-
Figura 48--12. Modificación de Amid a la técnica de Rives. tir mayor superficie de contacto de la malla contra la
La fijación se efectúa con grapas en la circunferencia de la pared abdominal. Cuando no es posible cerrar comple-
malla hacia la pared abdominal, recortando posteriormente
el excedente de malla. Modificada del Dr. Parviz Amid; Insti-
tamente el anillo por cualquier situación sus bordes pue-
tuto Lichtenstein, Los Ángeles. den fijarse lo más que se pueda hacia el centro del
defecto con puntos de material no absorbible monofila-
mento, a la malla, con puntos separados. Lo anterior tie-
casi parecido al normal. Su desventaja radica en el alto
ne dos objetivos: evitar la retracción de dichos bordes
costo y que se necesita mantenerla constantemente en
para que el defecto “crezca” un poco y dejar la mínima
refrigeración antes de su uso. Los cianoacrilatos sintéti- cantidad de malla en contacto directo con el tejido celu-
lar subcutáneo, para disminuir la posibilidad de sero-
mas e infecciones (figura 48--15).
Aún existe la controversia entre algunos cirujanos
que refieren que cerrar el defecto herniario y restablecer
la línea media no asegura una “refuncionalización” de
la fisiología normal de la pared del abdomen, como lo
demuestran algunos estudios de resonancia magnética
dinámica. Aducen además que la mayor parte de los pa-
cientes con hernias incisionales no requerirán para sus
actividades habituales y laborales tener una refunciona-
lización a 100%, aunque sí están de acuerdo en que ce-
rrar el defecto aumenta la eficacia de cualquier tipo de
plastia.
Figura 48--13. Colocación de la malla con las grapas por Se deja un drenaje, a menos que se considere que
debajo de la aponeurosis. existió un sangrado mínimo y que el defecto no era muy
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 417

den llevarse a cabo entre los 30 y los 60 días. El tiempo


promedio en que los pacientes volvían al trabajo habi-
tual era de 30 a 35 días, pero ahora se le permite al pa-
ciente decidir el tiempo de reintegración a sus activida-
des de acuerdo con su sensación de bienestar, sin que
esto repercuta en la buena evolución del procedimiento
ni en recidivas tempranas.

COMPLICACIONES

Independientemente de las complicaciones generales


inherentes al procedimiento anestésico o quirúrgico, se
Figura 48--15. Fijación coronal de los bordes del anillo a la
malla cuando no es posible cerrar la aponeurosis sin tensión.
pueden enumerar y describir brevemente las principales
y más comunes complicaciones relacionadas con la téc-
nica de Rives.
grande. Lo habitual es que drene una cantidad conside-
rable de material serohemático durante uno o dos días
después de la operación. Se cierran el tejido celular sub- Seroma
cutáneo y la piel con puntos separados. Debe tenerse
cuidado de no dejar piel con poco o nada de tejido celu- Es la más frecuente de las complicaciones en el posope-
lar subcutáneo en contacto directo con la malla, debido ratorio temprano. Algunos autores, como Susmallian,26
al riesgo de erosión cutánea y extrusión de la malla a tra- encuentran 100% de seromas cuando se hace una explo-
vés de la piel, lo cual resulta en una complicación de di- ración mediante ecosonografía a los pacientes operados
fícil manejo. Se coloca un vendaje elástico abdominal de reparación herniaria con malla, aunque no todos se
para prevenir la aparición de espacios muertos con su manifiestan clínicamente. Se calcula que en promedio
seroma o hematoma consecutivo. tienen una frecuencia de aparición de 12%, aunque con
rangos muy amplios según las diferentes series, que van
de 5 a 20%. Es más factible su presencia cuando se le-
vantan grandes colgajos de piel y tejido celular subcutá-
CUIDADOS POSOPERATORIOS neo (TCS). Cuanto mayor sea la disección, mayor será
la posibilidad de aparición. El uso excesivo de cauterio
con voltajes altos también eleva la frecuencia de sero-
mas, pero, paradójicamente, no usar cauterio y hacer la
El paciente casi siempre requiere entre uno y tres días hemostasia manualmente con sutura también aumenta
de hospitalización, aunque se ha manejado a pacientes la frecuencia de seroma, por lo que se recomienda usar-
de manera ambulatoria. Todo depende del tamaño de la lo a voltajes bajos y sin excederse en la quemadura de
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hernia y del área disecada. Se maneja la analgesia de tejidos. Otro factor que contribuye a la aparición de se-
acuerdo con los requerimientos del paciente y los anti- romas es la cantidad de material protésico que se deja en
bióticos parenterales pueden continuar hasta el alta del contacto con el TCS; con esto se entiende que cuando
paciente, siempre que no haya factores de riesgo. La la superficie expuesta es menor habrá menos posibilida-
marcha se inicia en las primeras horas del posoperato- des de que se originen seromas. No se ha encontrado que
rio. Los drenajes se retiran antes del alta hospitalaria si el uso de drenajes modifique la presencia de esta com-
el drenaje es mínimo, y se recomienda continuar con plicación. La mayoría de las veces se diagnostica me-
vendaje elástico abdominal durante un periodo de apro- diante la exploración física, y el ultrasonido y la tomo-
ximadamente un mes, que es el tiempo en que la malla grafía se reservan para los pacientes obesos, en quienes
se integra por completo a los tejidos. la palpación adecuada del abdomen es compleja. Ante
Las actividades que puede desarrollar el paciente la presencia de seromas se aconseja un manejo conser-
después del alta no tienen restricciones, a menos que se vador, siempre y cuando no sea exagerado el tamaño de
trate de trabajos o esfuerzos extremos, los cuales pue- la colección o el paciente refiera molestias severas. La
418 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

mayoría tienden a desaparecer de manera espontánea en El paciente sentirá que se le estira en bloque todo el ab-
el transcurso de los tres primeros meses. La punción es domen al hacer movimientos forzados del tronco, que
poco recomendable, puesto que aumenta en gran medi- en ocasiones causan dolor. No hay forma de mejorar
da la posibilidad de una contaminación bacteriana con esta sintomatología. Las mallas ligeras con mayor elas-
absceso posterior y en algunos pacientes el seroma pue- ticidad, menor porcentaje de contracción pasiva y la for-
de hacerse crónico y requerir desbridaciones múltiples mación de menos tejido fibrótico han disminuido el por-
o drenaje amplio.27 Una variedad muy infrecuente es la centaje de restricción de la movilidad abdominal
formación de una pared fibrosa que cubre el líquido de (distensibilidad abdominal) y proporcionado una mejor
exudación con tabicaciones interiores, denominado se- calidad de vida para el paciente.
roma quístico, el cual requiere la extirpación total del
quiste para su resolución.27 Erosión cutánea y extrusión de la malla
Su frecuencia es menor de 0.5%, pero representa un pro-
Hematoma y equimosis blema complejo de tratar. Se presenta cuando se deja la
malla (usualmente de polipropileno) en contacto con un
Su frecuencia es baja, con rangos de 1 a 5%, y está rela- colgajo de piel adelgazado con poco o nada de TCS. La
cionada con una hemostasia deficiente, grandes disec- erosión de la piel crece de acuerdo con las condiciones
ciones de colgajos o trastornos hemorragíparos del pa- de ésta, dejando al descubierto un segmento de malla.
ciente, sobre todo los que toman AspirinaR de manera Por lo general hay una integración deficiente del seg-
rutinaria. Su diagnóstico es clínico, igual que el del se- mento de malla expuesto. La granulación de estos seg-
roma, y se recomienda evitar el drenaje o la punción mentos es siempre lenta y en ocasiones nunca se pro-
cuando no sea muy grande. Si es necesario, deberá des- duce. Es tentadora la idea de resecar el segmento visible
bridarse quirúrgicamente y colocarse un drenaje con para que la granulación ocurra, lo cual es cierto, pero si
todas las medidas de asepsia correspondientes, para evi- esto se hace en la fase en que la malla aún se encuentra
tar colonización bacteriana. en su periodo de encogimiento el defecto dejado por la
resección crecerá y podrá originar una hernia en el mis-
mo (figura 48--16).
Infección de herida quirúrgica
Fistulización intestinal
Al igual que en cualquier herida quirúrgica, puede pre-
Aunque la malla se encuentre colocada en el espacio re-
sentarse entre 5 y 12 días después de la operación. Tiene
tromuscular y preperitoneal, se reporta una frecuencia
una frecuencia aceptada de 8 a 14% en la mayoría de las
series publicadas. En su aparición intervienen como
factores de predisposición el antecedente de una infec-
ción previa en el área que se operará, disecciones am-
plias de colgajos, tiempos quirúrgicos prolongados y los
conocidos factores inherentes al paciente. (El manejo se
describe en otro capítulo.)

Restricción de la movilidad abdominal

Si bien el uso de material protésico disminuye en forma


considerable las recidivas, el precio que hay que pagar
por esto es la restricción de los rangos de movilidad ab-
dominal por el uso de segmentos muy grandes de malla
en la pared del abdomen. Se ha calculado una restric-
ción de 30% cuando se repara la región inguinal, sin que Figura 48--16. Erosión de la piel por una malla de polipropi-
esto sea muy notorio para el paciente. Se calcula que la leno en contacto con un colgajo de piel desprovista de sufi-
restricción será hasta de 50% cuando se repare una her- ciente TCS de protección. La malla no está integrada y la
nia ventral o incisional con material protésico pesado. granulación será lenta o imposible.
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 419

Figura 48--17. Fistulografía de un paciente operado de una gran hernia incisional con malla de polipropileno sin contacto aparente
con las asas intestinales en el momento de la cirugía, que desarrolló una fístula intestinal a los 6 meses de operado.

de 0.3 a 1.7%.28 Esto se debe a dos factores: a perfora- resultados, como los obtenidos por Rives, Wants, Amid
ciones del peritoneo no reconocidas durante el procedi- y otros, con el uso de la técnica de Rives, con promedios
miento quirúrgico o a un cierre con tensión del perito- de recidiva de 3 a 5%.
neo o aponeurosis posterior que se abrirá cuando el
paciente realice algún esfuerzo en el posoperatorio, de-
jando expuesta la malla al contacto con las asas intesti-
CONCLUSIONES
nales (figura 48--17). El diagnóstico es sencillo cuando
la fístula drena a través de la piel. Una fistulografía ayu-
da a determinar el segmento afectado, y el tratamiento
consiste en una resección intestinal simple o múltiple, La técnica de Rives para el manejo de hernias ventrales
dependiendo de la cantidad de asas involucradas. e incisionales es un procedimiento libre de tensión cuya
realización técnica es laboriosa en los primeros casos;
sin embargo, con la experiencia se logra reducir el tiem-
RESULTADOS po quirúrgico y hacer más fácil la disección del espacio
preperitoneal y retromuscular. Los buenos resultados
que se obtienen al bajar el porcentaje de recidivas de 45
a sólo 3 o 5% compensan y alientan su empleo para el
En las últimas tres décadas se han reportado excelentes tratamiento de las hernias de la pared abdominal.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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Capítulo 49
Técnica IPOM con abordaje abierto
Adriana Hernández López, Estefanía J. Villalobos Rubalcava

INTRODUCCIÓN dominal se distribuyen radialmente sobre la pared abdo-


minal y no directamente sobre los puntos de fijación de
la malla. La plastia dinámica con este tipo de mallas per-
mite la resolución de la patología en un solo tiempo qui-
Con el objetivo de minimizar las complicaciones y me- rúrgico.
jorar los resultados se ha iniciado la experiencia con la La técnica IPOM (intra peritoneal onlay mesh) (fi-
colocación de mallas que pueden ser situadas intraperi- gura 49--1) implica la colocación de la prótesis por de-
tonealmente. bajo del defecto que ha sido completamente cerrado,
Las mallas de posicionamiento intraperitoneal, ade- más un perímetro de 5 cm de margen fuera de este cie-
más de tener una cobertura temporal protectora para el rre, para evitar el efecto de la contracción de la malla
contacto visceral en lo que se integran adecuadamente, como factor contribuyente a la recurrencia de la hernia,
tienen la ventaja teórica de disminuir la recurrencia de puesto que se ha documentado hasta un encogimiento
la hernia, puesto que los vectores de la presión intraab- de 40% de estos materiales. Los fibroblastos en el tejido
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 49--1. Técnica IPOM (intra peritoneal onlay mesh). Su colocación es intraperitoneal sobre las asas intestinales, usando
material protésico con superficie antiadherente. Se procura siempre una cubierta aponeurótica superior haciendo cierre del
defecto herniario, o colgajos peritoneales en caso de no conseguir lo primero.

421
422 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

A B

C D

Figura 49--2. A. Colocación intraperitoneal de la malla con la superficie antiadherente en contacto con las asas intestinales. B.
Fijación con seis a ocho puntos de sutura cerca del borde de la malla, tomando peritoneo, músculo y fascias para una adecuada
estabilización. C. Puntos anudados y referidos de un lado del abdomen. D. Malla totalmente fijada con suturas.

nativo tienen un rol muy importante. El cuerpo extraño Para la colocación intraperitoneal existen diversas
genera una respuesta inflamatoria severa. La recidiva mallas, identificadas como antiadherentes o separado-
para la técnica IPOM es de 3 a 6%. ras de tejidos porque poseen una capa que tendrá con-
tacto visceral temporal y una capa permanente que será
integrada a la pared que la cubre. Algunos ejemplos de
ASPECTOS TÉCNICOS estas mallas son: e--PTFE (DualmeshR), polipropile-
DE LA TÉCNICA IPOM no--poliglecaprone (PhysiomeshR), polipropileno--tita-
nio (TImeshR), polipropileno con recubrimiento de car-
boximetilcelulosa y ácido hialurónico (SeprameshR),
poliéster con colágena--polietileno y recubrimiento de
Es obligado el uso de una malla con una cobertura anti- glicol--glicerol (Parietex CompositeR), polipropileno
adherente especial (celulosa oxidada regenerada, colá- con colágena--polietileno y recubrimiento de glicol--gli-
geno, ácido hialurónico, ácidos omega 3, etc.) que per- cerol (Parietene CompositeR), polipropileno--polidio-
mita el contacto con las vísceras y de alguna manera xanona con cubierta de celulosa oxidada (ProceedR),
sustituya temporalmente la capa peritoneal. Al permitir polipropileno con omega 3 (C--QurR).
la colocación de una malla subaponeurótica intraperito- Estas mallas deben ser adecuadamente fijadas en fas-
neal de grandes dimensiones que cubre la totalidad del cia y no en tejidos grasos. En términos de biocompatibi-
defecto se permite que la presión intraabdominal se dis- lidad estas coberturas tienen una implicación directa so-
tribuya de manera uniforme asegurando la fijación de bre las adherencias y el perfil de encogimiento o
material protésico. contractura del material. En los casos de grandes im-
Técnica IPOM con abordaje abierto 423

A B

C D

Figura 49--3. A. Malla intraperitoneal colocada y fijada. B. Se verifica que pueda cerrarse el defecto herniario. De lo contrario se
realizará una separación de componentes para lograrlo. C. Cierre del defecto con un surjete continuo para unir la línea media y
refuncionalizar la pared abdominal (plastia dinámica). D. Aspecto final de la plastia IPOM.

plantes el huésped reacciona con una continua actividad 2. Asepsia y antisepsia de la pared abdominal con
de células fagocíticas y generación de oxidantes. Los solución antiséptica de yodo y película autoadhe-
estudios histológicos han documentado reacción infla- rente bacteriostática.
matoria prolongada con macrófagos, polimorfonuclea- 3. Identificación de los márgenes del defecto her-
res y linfocitos en la interfase tejido--malla incluso ocho niario. Incisión de espesor total y a lo largo de
años después de la implantación. Esta respuesta fibrosa todo el defecto con resección de la cicatriz anti-
causa inflamación y un templete rígido alrededor de la gua.
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malla que podría condicionar dolor y reducción en la 4. Identificación del defecto herniario y disección
movilidad. El material es expuesto en forma crónica a más allá del tejido circundante, identificando los
oxidantes y se manifiesta a largo plazo con la produc- bordes sanos de la aponeurosis. Disección sufi-
ción de radicales libres y degradación del material, lo ciente que permita abordar la cavidad abdominal.
que es evidenciado por fractura del material, pérdida de 5. Apertura del saco herniario. Liberación de cual-
peso y cambios en las propiedades mecánicas, como quier víscera o adherencia a la pared peritoneal.
fragilidad y pérdida de distensibilidad. La adherenciólisis es esencialmente de toda la
Los pasos que se sugieren para la correcta elabora- pared anterior, que debe estar libre de adheren-
ción de esta técnica son: cias, sobre todo cuando ha tenido plastias previas
múltiples. Las regiones cubiertas de tejido graso
1. Anestesia regional o general de acuerdo con la (como el ligamento falciforme) deben ser remo-
valoración hecha por el Servicio de Anestesiolo- vidas para favorecer la fijación segura de la malla
gía. a estructuras fasciales.
424 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

6. Medición del tamaño del defecto y determina- rotación de colgajos, plicatura de saco peritoneal
ción del tamaño de la malla, dejando 5 cm más o separación de componentes. Se valorará de
allá del borde del defecto. acuerdo con la extensión de la disección.
7. Colocación intraperitoneal del material protésico 11. Colocación de un drenaje supraaponeurótico.
que queda en contacto directo con las vísceras. 12. Cierre de la piel con puntos de sutura o grapas
8. Corte de la malla a la medida y fijación con sutura metálicas.
absorbible poligliconato del número 2--0, con
seis riendas de tracción. El cierre total del defecto con aproximación de la línea
9. Colocación de la malla en forma de paracaídas media o plastia dinámica con colocación de malla intra-
invertido dentro de la cavidad abdominal, trac- peritoneal ha demostrado ser efectivo y seguro, con la
cionando las suturas y anudando (figura 49--2). ventaja de que puede efectuarse con técnica abierta o
Se corrobora que la malla quede completamente con técnica laparoscópica.
extendida para evitar que algún doblez condicio- Los estudios siguen tratando de identificar el proce-
ne contacto visceral con la cara de polipropileno dimiento ideal que permita la restauración de la integri-
o poliéster. dad de la pared abdominal con continuidad miofascial
10. La aponeurosis por arriba de la malla se cierra. y sin tensión, recuperando las características fisiológi-
Siempre debe dejarse un soporte aponeurótico a cas de la pared, y que permita al paciente la reincorpora-
la malla (figura 49--3). En los casos en que no sea ción a sus actividades y funcionalidad con una adecuada
posible el cierre primario aponeurótico se efectúa calidad de vida.

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426 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)
Capítulo 50
Técnica laparoscópica para hernioplastias
incisionales y ventrales
Karl A. LeBlanc, Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN dizaje, es óptima la participación de un ayudante experi-


mentado en técnicas laparoscópicas avanzadas en la
reparación de todas las hernias incisionales o ventrales,
excepto en los casos de defectos herniarios pequeños.
La hernioplastia laparoscópica de hernias incisionales
y ventrales (HLIV) fue descrita por primera vez en
1993.1 Los conceptos de esta técnica constituyen el EVALUACIÓN PREOPERATORIA
equivalente de la reparación libre de tensión para las
hernias inguinales, que ha ganado popularidad en las úl-
timas dos décadas. La reparación abierta con tensión,
con el uso de tejidos propios, tiene un índice de recu- Como en cualquier otro procedimiento operatorio, el ci-
rrencias de 25 a 52%. El uso de biomateriales protésicos rujano debe evaluar las condiciones del paciente antes
en la reparación de estos defectos fasciales disminuye de proceder a la reparación laparoscópica de una hernia
los índices de recurrencia a cifras que van de 11 a 21%. incisional. En general, si el paciente es un candidato
El índice de recurrencias con el acceso laparoscópico va apropiado para una hernioplastia abierta, lo es también
de 1 a 9% de acuerdo con las series reportadas en la ex- para el acceso laparoscópico. Es posible que los pacien-
periencia inicial.2--6 tes con cardiomiopatía severa o enfermedades pulmo-
La reparación de hernias incisionales y ventrales a nares no toleren la presión de insuflación necesaria para
través de este acceso debe considerarse como un avance cualquier procedimiento laparoscópico, por lo que deben
en la técnica laparoscópica. Es conveniente tener la evaluarse cuidadosamente antes de la operación. La hi-
asistencia de un cirujano experimentado en la elabora- pertensión portal casi siempre es una contraindicación.
ción de este procedimiento al menos en las primeras 10 El tamaño del defecto no es un factor limitante, aun-
o 15 ejecuciones, aunque Moreno Egea considera que que el autor indica el uso del procedimiento laparoscó-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la curva de aprendizaje para obtener un menor índice de pico para hernias mayores de 3 cm en alguna de sus di-
complicaciones y mortalidad es de 50 casos.12 Para fa- mensiones. La longitud de la incisión requerida en la
vorecer los resultados la conversión de la técnica lapa- reparación abierta de hernias con defectos pequeños es
roscópica a un método abierto será llevada a cabo al similar a la suma de las incisiones requeridas para la in-
menor indicio de dificultad; de acuerdo con la experien- serción de los trocares de trabajo laparoscópico. En la
cia del autor de este capítulo y su equipo de trabajo, esto realización de estos procedimientos sólo se utilizan tro-
es necesario en 3.5% de los pacientes (1% ocasionado cares de 5 mm.
por lesiones intestinales).5 Algunos autores reportaron Asimismo, los defectos muy pequeños pueden ser re-
que esta eventualidad de conversión fue necesaria en parados sin el uso de un material protésico. Esta última
7% de los casos, con 4% de incidencia de lesión intesti- recomendación se aplica únicamente en los pacientes
nal.6 Finalmente, una vez que se pasa la curva de apren- delgados, puesto que las personas obesas tendrán un al-

427
428 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

to riesgo de recidiva si no se usa prótesis, a causa de la ción en el tejido graso. La colocación de trocares nuevos
elevada presión intraabdominal que manejan.7 En los y más largos casi siempre resuelve este dilema.
defectos de los pacientes obesos se usa de manera ruti- La mayoría de las incisiones abdominales más comu-
naria la reparación laparoscópica, incluso de hernias nes se localizan en la línea media, cerca de 90% de las
umbilicales primarias. Además, el paciente obeso que hernias incisionales se presentan en esta región.5 En ge-
tiene una hernia recurrente debe ser reparado con esta neral, estas hernias se abordan con facilidad mediante
técnica aunque su tamaño sea menor de 3 cm, pues se ha esta técnica una vez que se adquiere experiencia. La
demostrado que estos individuos requieren la coloca- presencia de defectos fuera de esta línea media o los de-
ción de material protésico. La reparación laparoscópica fectos múltiples que no se encuentran cercanos uno de
de las hernias ventrales e incisionales es el método más otro no contraindican el uso de la laparoscopia. La ade-
fácil para estos tipos de hernias. cuada colocación del paciente y la apropiada inserción
En algunas ocasiones deberá reconsiderarse el acce- de los trocares permitirán un acceso correcto a la totali-
so laparoscópico para los defectos aponeuróticos muy dad de la cavidad abdominal en la mayoría de los casos.
grandes. En la actualidad se considera que defectos ma- El uso de lentes de laparoscopia angulados facilita tam-
yores de 15 cm de diámetro ya no son buenos candidatos bién este tipo de reparaciones.
por una frecuencia elevada de recidivas. El tiempo ope- El tipo y el número de reparaciones abiertas previas
ratorio requerido para la reparación de un defecto que deciden la elección de la posición del paciente, el mé-
ocupa casi la totalidad de la pared abdominal pone en todo de acceso abdominal, la colocación de los trocares
entredicho los beneficios del método laparoscópico. En y la localización del monitor. Es menos frecuente que
estas circunstancias los pacientes tienden a presentar un existan hernias o adherencias si los procedimientos pre-
íleo posoperatorio prolongado independientemente del vios fueron laparoscópicos. La decisión de los anteriores
tipo de reparación empleado. El cirujano podría llegar factores se planea en el preoperatorio, pero se comple-
a pensar que el aumento del tiempo de cirugía y el riesgo menta de acuerdo con los hallazgos cuando el paciente
operatorio no justifican el uso de la reparación laparos- está anestesiado en la mesa de operaciones. Hay una
cópica. Sin embargo, actualmente no hay reglas estric- gran posibilidad de adherencias significativas que re-
tas y rápidas acerca de este tópico. El autor de este capí- querirán lisis durante las fases iniciales de la operación
tulo prefiere iniciar la operación en forma laparoscópica si el paciente ya ha sido sometido a procedimientos in-
y convertirla en una reparación abierta si esto parece ser traabdominales previos. Se espera que los pacientes con
la mejor alternativa, aunque no es frecuente que ocurra. prótesis de polipropileno colocadas en cirugías anterio-
En los casos en los que existe una evidente pérdida de res tengan áreas con cicatrices densas, especialmente en
dominio de las asas intestinales es prácticamente impo- las zonas donde dicho material no fue cubierto con epi-
sible el acceso al abdomen, debido a la ausencia total de plón; sin embargo, esto no detendrá a un cirujano expe-
musculatura abdominal. En estos pacientes la conver- rimentado para completar el procedimiento laparoscó-
sión a un procedimiento abierto ocurrirá más temprano pico. Es importante anotar que la dificultad del
que tarde si se eligió el procedimiento laparoscópico procedimiento se magnifica de acuerdo con la compleji-
como primera opción. Si el paciente requiere neumope- dad de la disección de las adherencias de epiplón y de
ritoneo preoperatorio debido al tamaño de la hernia no las asas intestinales. El riesgo de perforación intestinal
se recomienda intentar la reparación en forma laparos- es significativamente elevado en estos casos, y a menu-
cópica. Una última contraindicación la representan los do es necesario dejar remanentes de malla sobre las asas
pacientes con denervación muscular agregada o prima- intestinales, para evitar lesionarlas.
ria, debido a que requerirán además una plicatura de los La hernioplastia incisional laparoscópica debe indi-
músculos denervados, procedimiento que sólo puede reali- vidualizarse en los pacientes portadores de ascitis, ya
zarse por un acceso abierto. que es prácticamente imposible hacer un cierre herméti-
La obesidad mórbida puede ser un factor limitante. co en los sitios de inserción de los trocares que evite fu-
Los trocares pueden ser insuficientemente largos como gas de líquido ascítico. Además, estos pacientes muchas
para mantener un adecuado acceso a la cavidad abdomi- veces tienen problemas metabólicos (insuficiencia re-
nal de un paciente obeso. Es factible que se requiera la nal crónica o enfermedad hepática) que pueden ocasio-
conversión a un procedimiento abierto, debido a que la nar una mala cicatrización y predisposición al desarro-
apertura del canal de trabajo es insuficiente o no puede llo de hernias múltiples en los sitios de los trocares. Sin
ser mantenida. La parte distal de los trocares se pierde embargo, son estos problemas metabólicos los que inci-
continuamente en el excesivo tejido celular subcutáneo, tan al uso del acceso laparoscópico para tratar a este tipo
lo cual elimina el canal de trabajo y se pierde la insufla- de pacientes. El uso de trocares de 5 mm o de trocares
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 429

autodilatables ha hecho menos problemático el manejo casos no es necesario usar sonda nasogástrica ni sonda
de estos pacientes. Finalmente, se puede hacer el esfuer- urinaria, a menos que el área operatoria esté próxima al
zo de cerrar los sitios de los trocares con los diferentes estómago o a la vejiga, o que se anticipe que el procedi-
dispositivos que se han diseñado para este fin. miento será prolongado. Generalmente, si se necesita
Los pacientes que se someterán a una reparación la- una sonda nasogástrica para descomprimir el estómago
paroscópica de hernia ventral o incisional son ingresa- intraoperativamente, el autor de este capítulo prefiere
dos al hospital el mismo día de la cirugía, puesto que se colocarla en forma orogástrica después de la inducción
estima darlos de alta en el curso de las primeras 24 h. De anestésica y retirarla al terminar la operación.
hecho, 85% de los pacientes permanecen en el hospital La mayoría de los pacientes se colocan en posición
23 h o menos.5 El tipo de hernia y la cantidad de disec- de decúbito supino. Las operaciones sobre defectos la-
ción requerida determinarán si el paciente debe perma- terales de la pared abdominal, como en las subcostales
necer sólo esa noche en el hospital o un poco más. Mu- o en los flancos, se facilitan si se coloca al paciente en
chos pacientes son sometidos a reparación de hernias una posición de semidecúbito o lateral total, la cual se
incisionales en centros de cirugía laparoscópica ambula- mantiene con el uso de una faja o banda. La capacidad
toria, y se requiere poca preparación preoperatoria. Los de inclinación de la mesa de operaciones (p. ej., posicio-
estudios preoperatorios adecuados son solicitados antes nes de Trendelenburg o de Fowler) ayuda en la manipu-
del ingreso al hospital o el mismo día de la cirugía. En lación del intestino durante la disección, pues lo dirige
forma rutinaria se les administra un antibiótico preopera- en dirección contraria a la de la disección en el abdo-
torio, que por lo general es una cefalosporina de primera men. Los brazos del paciente se fijan al cuerpo para per-
generación. Sin embargo, si el biomaterial que será im- mitir suficiente espacio para movilizarse en torno a él.
plantado contiene agente antibacteriano (Dual Mesh Esto es de crucial importancia, sobre todo si la hernia se
PlusR), la profilaxis antibiótica no es obligatoria. localiza en el abdomen inferior; sin embargo, en ocasio-
nes no es posible ejecutar esta acción debido a las di-
mensiones del abdomen del paciente, aunque en general
se trata de hacerlo (figura 50--1).
MATERIALES PROTÉSICOS

Entrada al abdomen

En la actualidad existen muchos productos disponibles Se entiende que el método de acceso al interior del abdo-
para la reparación de hernias incisionales. Hay algunos men siempre será lo más seguro posible. En el paciente
reportes que indican el uso de polipropileno como el con una hernia ventral primaria o un defecto simple pe-
biomaterial protésico de elección para este tipo de ciru- queño se utiliza una aguja de Veress para insuflación an-
gía.2,8 Este material tiene predisposición a formar adhe- tes de introducir el primer trocar. Un área “segura” para
rencias y a un alto riesgo de fistulización. la inserción de la aguja es el cuadrante superior derecho
Es indiscutible que el material protésico deberá estar o izquierdo (punto de Palmer), debido a que por lo gene-
fabricado con una capa antiadherente que minimice la ral están libres de adherencias intestinales o de epiplón,
posibilidad de adherencias intestinales a dicha malla. en especial en las hernias abdominales bajas.
Las opciones de elección de estos materiales se discuten Se prefiere el uso de trocares “ópticos” si la entrada
en el capítulo correspondiente. abierta (técnica de Hasson) no se intenta para el trocar
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

inicial. El autor prefiere el uso del trocar sin cuchilla; sin


embargo, existen otros dispositivos, como el VisiportR.
Estos trocares están diseñados para proveer la visualiza-
CONSIDERACIONES ción de cada una de las capas de la pared abdominal con-
INTRAOPERATORIAS forme el trocar pasa a través de ellas. El primero de ellos
está disponible en tamaños de 5, 10 y 12 mm, mientras
que el último sólo tiene una medida de 12 mm. Sin
importar el método exacto en el cual se inserta cada uno
Preparación del paciente y su posición de estos dispositivos, en ambos se usa el laparoscopio
dentro del trocar para observar el momento en que se
La hernioplastia laparoscópica de hernias incisionales pasa por las diferentes capas musculoaponeuróticas.
requiere el uso de anestesia general para lograr el grado En casi todos los pacientes con hernia incisional la
necesario de relajación y sedación. En la mayoría de los visión completa del abdomen es interferida por adhe-
430 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

A B

Figura 50--1. A. Posición del paciente con los brazos fijos al cuerpo y cirujano y ayudante camarógrafo del mismo lado. B. En
caso de ameritar otro trocar y otro ayudante, se coloca del lado contrario al cirujano, al igual que la instrumentista.

rencias. La principal meta del cirujano es la colocación técnico puede resolverse con el uso de trocares adicio-
de los trocares adicionales para que la operación pueda nales, para asegurar una adecuada evaluación del conte-
ejecutarse. A causa de las adherencias frecuentes el ci- nido intraabdominal. Algunos cirujanos prefieren colo-
rujano puede verse forzado a usar el laparoscopio para car todos los trocares en el mismo lado del abdomen.
disecarlas. Después de que cada nuevo trocar es intro- Esto evita la imagen en espejo, pero no permite la visión
ducido, el laparoscopio se coloca a través de uno de de las adherencias del lado opuesto del abdomen y difi-
ellos para visualizar el abdomen desde un punto de vista culta la fijación de la malla (figuras 50--3 y 50--4).
ventajoso e identificar el sitio óptimo para la colocación
de los otros trocares. Las diferentes vistas por los sitios
de todos los trocares ayudan a asegurarse de que el in-
testino no esté en riesgo con las maniobras quirúrgicas.
En otras palabras, la vista bidimensional que ofrece el
procedimiento laparoscópico puede impedir el reconoci-
miento de las estructuras intestinales y pueden ser daña-
das durante la disección de adherencias que se ven “sen-
cillas”. La visualización por diferentes trocares permite
evitar lesiones intestinales inadvertidas (figura 50--2).
Muchas veces es necesario colocar y manipular ins-
trumentos desde el lado opuesto al laparoscopio. Esto
produce una imagen en espejo de cualquier manipula-
ción que se efectúe por este puerto. En este caso, un mo-
vimiento del instrumental laparoscópico a la izquierda
se ve como un movimiento a la derecha, y viceversa. La
colocación del laparoscopio en la línea media previene
Figura 50--2. La colocación de los trocares debe dejar una
esta dificultad óptica. Otra opción consiste en insertar adecuada movilidad de los instrumentos, pues se trabaja
un trocar adicional en el lado ipsilateral del paciente, hacia la parte superior del abdomen. Las piernas y la parrilla
donde el cirujano está colocado, para que el laparosco- costal limitan mucho este movimiento si aquéllos son coloca-
pio esté siempre del lado del cirujano. Este problema dos inadecuadamente.
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 431

La mayor parte de los cirujanos prefieren usar el lapa-


roscopio de 30_, pero el autor de este capítulo prefiere
el instrumento de 0_. El ángulo o tamaño del laparosco-
pio por sí mismo no es tan importante como la obtención
de la mejor vista posible. Los lentes pequeños permiten
el uso de trocares delgados, los cuales disminuyen el do-
lor posoperatorio y minimizan el riesgo de herniaciones
por los sitios de inserción. Si la óptica de los lentes es
óptima el laparoscopio de 5 mm servirá tan bien como
el de 10 mm.
La parte más difícil y tediosa de la hernioplastia es la
disección de las adherencias del epiplón y los intestinos.
El método de disección es de crucial importancia a efec-
to de minimizar el daño al intestino. Si las adherencias
son pocas y algo firmes pueden utilizarse tijeras conec-
tadas al electrocauterio. Esto se hace únicamente si se
tiene la certeza absoluta de que no hay intestino adya-
Figura 50--3. Localización esquemática de los puertos cente al área afectada, debido a la extensión de la que-
(azul), la cicatriz umbilical (verde) y la hernia (negro) en po- madura que produce el electrocauterio. La disección de
sición media infraumbilical. adherencias se completa en forma segura con el uso del
bisturí armónico, que tiene unas tijeras que parecen
mandíbulas y disecan mediante ondas ultrasónicas. Con
Instrumentos esta fuente de energía sólo hay una mínima disemina-
ción lateral de calor. Este factor incrementa la seguridad
Existen muchas opciones de laparoscopios (0, 30 o 45_) en la disección del intestino. Sin embargo, no hay que
disponibles para la reparación de hernias incisionales. olvidar que el uso inapropiado de cualquiera de estos
Los pacientes delgados con buen tono muscular no per- dispositivos puede producir una lesión en los intestinos.
miten mucha distensión con el neumoperitoneo, pero en Una quemadura puede pasar inadvertida hasta que la pa-
los obesos con escaso tono muscular puede emplearse red intestinal se necrose varios días después del posope-
un laparoscopio de 30_, que proporciona una mejor vi- ratorio. Si se encuentra que el intestino está firmemente
sión. El laparoscopio de 45_ se usa en pocas ocasiones. adherido a la pared abdominal o al material de polipro-
pileno de cirugías previas se recomienda utilizar tijeras
(sin electrocauterio) para la disección.
En algunas ocasiones el contenido de la hernia no
puede ser reducido con disección y tracción porque se
encuentra incarcerado. En tales casos se recomienda la
ampliación del defecto aponeurótico, que permite la re-
ducción del órgano afectado. Esto puede hacerse con ti-
jeras con electrocauterio o con bisturí armónico. En ge-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

neral, se requiere una incisión de 2 a 3 cm en dicha


aponeurosis. El tamaño de esta incisión no es tan crítico
como el hecho de que el intestino no pueda ser reducido
con seguridad, ya que el defecto en su totalidad será cu-
bierto por la prótesis para reparar la hernia.

Adherenciólisis e identificación
del defecto aponeurótico

Figura 50--4. Localización esquemática de los puertos Antes de la inserción de la prótesis deben liberarse los
(azul), la cicatriz umbilical (verde) y la hernia (negro) en po- defectos aponeuróticos. Esto casi siempre requiere cor-
sición media supraumbilical. tar todas las adherencias dentro del abdomen, a menos
432 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

Figura 50--7. Marcas en la piel de los límites del defecto her-


niario.

Figura 50--5. Liberación de adherencias de preferencia con


corte “frío” sin uso de energía, para evitar lesiones térmicas presión previene el error o artefacto de insuflación (dis-
intestinales, liberando la totalidad de aquéllas y las estructu-
ras que impidan la colocación plana de la malla.
tensión de la pared abdominal), que puede incrementar
sustancialmente el aparente tamaño del defecto hernia-
rio. Si la medida se hace sobre la parte externa en lugar
que estén muy lejos del campo operatorio, como las de de hacerlo sobre la superficie interior del defecto her-
la pelvis, donde la hernia se localiza en el abdomen su- niario el defecto parecerá artificialmente más grande de
perior (figura 50--5). Es importante disecar de la cavi- lo que es en realidad. Después de quitar la insuflación
dad abdominal cualquier adherencia que pueda interfe- se dibuja el defecto sobre la piel con un lápiz marcador
rir con la colocación del material protésico. La prótesis (figura 50--7). La circunferencia total del defecto se
debe estar en contacto con la fascia sin interposición de identifica para conocer sus dimensiones máximas. Para
tejido graso, ya que interfiere con la integración de teji- asegurar una cobertura total del defecto herniario mu-
do dentro de la malla. No es necesario resecar el saco chos autores coinciden en que lo mejor es sobrepasarlo
herniario. al menos con 5 cm de malla (en todas direcciones).3--5,9
La forma más exacta para medir el defecto consiste En general, se requiere cubrir la totalidad de la incisión
en reducir la presión de la insuflación de trabajo de 14 original aunque el defecto de la hernia actual se localice
hasta casi 0 mmHg (figura 50--6). La reducción de la en un sitio corto de esa incisión. Esto permite una cober-
tura contra futuras hernias que pudieran desarrollarse en
áreas de la incisión no cubiertas y evitará, por lo tanto,
la aparición de una hernia recurrente.5
En los individuos obesos o en los que tienen defectos
muy grandes se recomienda un remanente de malla que
exceda los 5 cm.

CIERRE DEL DEFECTO HERNIARIO

En la actualidad se considera que la mayor parte de los


defectos herniarios deben ser cerrados o aproximados al
máximo previo a la colocación de la prótesis. Esto se
debe a que hacer un cierre de este orificio evita el pro-
Figura 50--6. La medición del defecto se realiza con el abdo-
lapso de la prótesis hacia el espacio de tejido celular
men desinsuflado justo para que puedan maniobrarse los subcutáneo, al estar desprovisto de aponeurosis (cono-
instrumentos, y se realiza con una cinta métrica o con un cido como hoyo negro) y formar una seudohernia, en es-
segmento de sutura. pecial si se utiliza material ligero que tiene mayor elasti-
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 433

A B

Figura 50--8. Cierre del defecto herniario. A. Con suturas transdérmicas con pasasuturas. B. Con sutura intracavitaria cuando
el defecto es muy pequeño.

cidad o compliance. En estos casos el paciente referirá COLOCACIÓN Y FIJACIÓN DE LA MALLA


que tiene una recidiva por el aspecto estético de su abdo-
men, aunque “técnicamente” no tenga tal recidiva. En
otros casos realmente se desprenderá la malla, cediendo
a la presión intraabdominal, y aparecerá una verdadera Existen muchas variaciones de la técnica para fijar el
recidiva. parche de malla una vez que se inserta dentro de la cavi-
Además de evitar lo anterior, el cierre del defecto au- dad abdominal. Para fijar la malla la mayoría de los ciru-
menta la efectividad de la plastia al tener la malla mayor janos utilizan suturas transfasciales más la fijación con
superficie de contacto y apoyo, favoreciendo la redistri- algún dispositivo de grapas, como las grapas de titanio,
bución de presión en la superficie de la prótesis (princi- los tackers helicoidales de titanio, los diversos disposi-
pio de Pascal). tivos de grapas absorbibles o las grapas convencionales
La forma de efectuar este cierre es a través de peque- de acero inoxidable, que casi se encuentran en desuso.
ñas incisiones en la piel sobre el saco herniario una vez El número de suturas aplicadas en el biomaterial antes
que se encuentre reducida la hernia y libre de adheren- de su inserción en el abdomen depende de la preferencia
cias, por las cuales se introduce una aguja pasasuturas, del cirujano. Uno de los métodos (el que prefiere el au-
colocando puntos a uno y otro lado del defecto con ma- tor de este capítulo) consiste en colocar dos suturas del
terial monofilamento, absorbible o inabsorbible de material de preferencia del cirujano del Nº 0 en los ex-
acuerdo con la preferencia del cirujano, y calibre 0 o 1. tremos de su diámetro más largo (figura 50--9). Otros ci-
Por cada pequeña incisión de la piel es posible colocar rujanos prefieren colocar cuatro o más suturas previas
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tres puntos a lo largo del defecto. Al final de la coloca- a la inserción de la malla en la cavidad. Se ha encontrado
ción de la totalidad de estos puntos se desinsufla el ab- que lo anterior crea una maraña de material de sutura
domen para facilitar el anudado de cada uno de ellos sin algo engorroso de trabajar en un espacio limitado dentro
tensión (figura 50--8). Los cabos de estos nudos se cor- de la cavidad. La colocación de sólo dos suturas inicia-
tan al ras de la piel y se desumbilica la piel para evitar les asegura que el centro del defecto herniario se locali-
retracciones antiestéticas. ce a la mitad del material protésico.
En general, si con este método no es posible cerrar un El parche de malla, con sus suturas de anclaje, se do-
defecto, deberá pensarse que el defecto es más grande bla en mitades hasta que pueda introducirse en la cavi-
que lo recomendado para una plastia por esta vía, aun- dad abdominal.10 Esto puede hacerse incluso cuando se
que en la actualidad el uso de maniobras endoscópicas usen trocares de 5 mm. Hasta 50% del volumen de este
para efectuar una técnica de separación de componentes material es aire, por lo que puede ser doblado como un
o el uso preoperatorio de la toxina botulínica facilitan el delgado rollo para reducir su volumen. En estos mo-
cierre de defectos de entre 10 y 15 cm sin dificultad. mentos la incisión de la piel en el sitio de la inserción del
434 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

A B

Figura 50--9. A. Colocación de suturas en los cuatro cuadrantes y un punto central para facilitar el centrado de la malla dentro
de la cavidad. B. Técnica del doble enrollamiento que facilita la manipulación de segmentos de malla muy grandes dentro de la
cavidad.

parche se amplía un poco si se utilizan trocares de 5 mm a cabo con trocares mayores. Una vez completada la in-
(en general de 7 a 8 mm). Con una pinza o grasper fuerte troducción del parche se desenrolla y se deja lo más pla-
se pasa a través de otro trocar y se avanza hasta el trocar no posible para facilitar su fijación a la pared abdominal.
por donde se introducirá la malla, exteriorizando su
punta. El trocar se retira para que la punta salga por la
piel, tomando el rollo de malla y jalándolo hacia la cavi- Colocación de la prótesis
dad abdominal (figura 50--10). El ayudante del cirujano
puede facilitar esta maniobra manteniendo enrollada y Una vez completada la introducción de la prótesis el
torcida la malla durante su introducción. La flexibilidad parche debe ser desdoblado. El cirujano y su asistente
de la musculatura de la pared abdominal se acomoda para deben ayudarse el uno al otro para manipular el bioma-
la inserción de parches de malla tan grandes como los terial y dejarlo completamente desdoblado. Las dos su-
disponibles de 26 x 34 cm. Esta maniobra puede llevarse turas colocadas inicialmente se jalan ahora a través de
la pared abdominal mediante un instrumento pasasutu-
ras, insertado en pequeñas incisiones que se hacen en la
piel (figura 50--11). Al jalar las dos suturas iniciales a

Figura 50--10. Cuando la malla sea tan grande que no pase


fácilmente por un trocar se puede retirar éste, exteriorizando
un grasper que tomará la malla y la introducirá en la cavidad.
De ser necesario se agrandará un poco la incisión. Figura 50--11. Suturas a través del abdomen.
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 435

través de la pared abdominal y observar el defecto her- grapas se colocan a lo largo de toda la periferia de la pró-
niario con el laparoscopio se puede confirmar que el tesis con 1.5 cm de distancia (figura 50--12).
parche esté centrado sobre el defecto. Puede cambiarse La fijación del parche en la posición correcta asegura
el laparoscopio a otro puerto para que la anterior manio- que el intestino no migre entre la pared abdominal y la
bra resulte más efectiva. Las suturas no se anudan en prótesis una vez que el procedimiento se complete. El
esta fase, sino que se jalan hacia arriba para mantener el componente más importante de la fijación es el uso
parche fijo contra la pared del abdomen. Esta maniobra transfascial de suturas no absorbibles del Nº 0. Estas
le permite al cirujano verificar que el parche sobrepase suturas se colocan a través de todas las capas de la pared
al menos 5 cm los bordes del defecto en todas sus direc- abdominal y se anudan arriba de la fascia de manera si-
ciones, y que el biomaterial esté tenso, una vez que se milar a como se hizo con las primeras dos suturas. Du-
anuden las suturas. Si no hay suficiente tensión las sutu- rante la inserción de todas las suturas es necesario evitar
ras deben recolocarse. Cuando se consigue una posición pinzarlas en cualquier punto que pueda quedar dentro
óptima se anudan las suturas. Es importante cerciorarse del paciente, ya que esto debilitaría la sutura de manera
de que estas y las suturas subsiguientes se anuden apre- permanente. Esta debilidad puede seccionarse después,
tadas, jalándolas con firmeza. Cuando las suturas que- dejando un punto posible de falla de fijación y de posi-
dan anudadas se forma una pequeña depresión en el sitio ble recurrencia de la hernia.5 Estas suturas se colocan en
de la incisión de la piel, puesto que el tejido celular sub- los cuatro puntos cardinales de la malla a través de pe-
cutáneo es jalado hacia abajo. Esta depresión puede co- queñas incisiones en la piel en esos puntos. Cada sutura
rregirse si se usa una pinza hemostática y se levanta el debe manejarse con el dispositivo pasasuturas a través
borde de piel, lo cual libera al tejido del nudo. de las incisiones hechas en la piel. Una vez que se colo-
El siguiente paso consiste en confirmar la correcta can y se anudan todas las suturas transfasciales el parche
orientación a lo ancho del parche (en las partes laterales obliterará todo el defecto herniario. Se hace una revi-
de la hernia). Con el grasper se toma la malla en los pun- sión final de la prótesis, para asegurarse de que todas las
tos previamente marcados a cada lado lateral, sobre la suturas estén apretadas y todos los bordes del parche es-
posición deseada. El cirujano o su asistente usa el dispo- tén asegurados.
sitivo pasasuturas para colocar las suturas en cada punto En este momento se retiran todos los trocares bajo vi-
lateral marcado. Se anudan las suturas. El uso de algu- sión directa. Antes de retirar los trocares mayores de 5
nos tackers o grapas en este momento permite retirarlas mm debe cerrarse el sitio de inserción con el mismo dis-
fácilmente en caso de que se requiera reacomodar la ma- positivo pasasuturas con material absorbible. Las inci-
lla. Una nueva inspección mediante diferentes trocares siones de la piel deben cerrarse, entonces, con o sin su-
con el laparoscopio ayudará a confirmar que el biomate- turas subcutáneas. El uso de una faja sobre el sitio de la
rial se centró correctamente sobre el defecto herniario hernia durante al menos 72 h ayuda a prevenir seromas
en todas sus direcciones. Después de esta inspección las posoperatorios en dicha región. Esto puede extenderse
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A B

Figura 50--12. A. Colocación de las grapas de fijación manteniendo bien extendida la malla. B. Distancia correcta entre las grapas
que evita la formación de holanes en el parche de malla.
436 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

a 7 o 14 días en el caso de hernias muy grandes. Parece 50--1. El número total de complicaciones varía entre 13
que la faja también mejora el dolor posoperatorio. y 38%, lo cual se compara favorablemente con las técni-
cas abiertas. El índice de recurrencias es bajo. El autor
CONSIDERACIONES POSOPERATORIAS de este capítulo y su equipo de trabajo hicieron una
comparación de sus 100 casos iniciales con sus segun-
dos 100 casos5 y encontraron que el índice de recurren-
cias disminuyó de 9.3 a 4% entre los dos grupos (el índi-
El paciente es llevado a la unidad de recuperación, don--
ce combinado fue de 6.5%). Hubo diferentes causas de
de habitualmente se le da una dosis única de ketorolaco
recurrencias en ambos grupos, pero la fijación inade-
intravenoso. Una vez recuperado de la anestesia es trans-
cuada y el tamaño insuficiente de la prótesis fueron las
ferido al área de cirugía ambulatoria. La mayoría de los
causas más frecuentes en las recurrencias del primer
pacientes son dados de alta el mismo día. El promedio
grupo. Estos casos fueron operados de acuerdo con la
de estancia hospitalaria es de un día. Los pacientes pue-
experiencia inicial y la técnica se modificó después de
den consumir la dieta de su preferencia el mismo día de
evaluar a esos pacientes y continuar su seguimiento. Por
la cirugía, así como sus medicamentos habituales. Los
lo tanto, en el segundo grupo la infección, la fractura de
analgésicos orales y parenterales se administran según
suturas y la recurrencia en un nuevo sitio de la incisión
los requerimientos del paciente. El dolor puede usarse
original de la línea media fueron causantes de recurren-
como una guía para determinar el momento en que el
cias. Muchas otras series confirman el éxito de este pro-
paciente puede retomar sus actividades normales. Se le
cedimiento. El autor y su grupo reportaron previamente
permite bañarse al día siguiente y volver a sus activida-
una recopilación de estos datos en cerca de 1 000 pa-
des diarias, incluido el trabajo, en cuanto el dolor se lo
cientes, donde se mostró que el índice de recurrencia
permita. La mayoría de los pacientes pueden conducir
varía entre 0 y 1% en un seguimiento de 7 a 51 meses.4
un automóvil a la primera semana y volver a las activi-
El íleo y el dolor son dos de los hallazgos más fre-
dades relacionadas con su trabajo de 7 a 14 días después.
cuentes en esta operación. El íleo significativo que re-
El dolor es una guía para la restricción de actividades.
quiere sonda nasogástrica con succión se presenta en
casi 8% de los casos. El dolor el primer día casi siempre
RESULTADOS es severo y se controla con analgésicos orales. El dolor
de larga duración no es frecuente, pero es muy impor-
tante cuando se presenta y puede manejarse con la in-
Las complicaciones más comunes reportadas en una se- yección de puntos de anestesia local o cortando la sutura
rie reciente de más de 100 casos se incluyen en el cuadro de fijación causante.

Cuadro 50--1. Complicaciones de la reparación de hernias ventrales e incisionales en 909 pacientes


Complicación Ben--Haim6 Chowbey7 Heniford3 LeBlanc5
Total 24 (24) 77 (38) 53 (13) 47 (18)
Recurrencia 2 (2) 2 (1) 14 (3.4) 13 (6.5)
Íleo prolongado 4 (4) -- 9 (2.2) 16 (8)
Serosa > 6 semanas 11 (11) 65 (32) 8 (1.97) 15 (7.5)
Dolor en el sitio de sutura > 8 semanas -- -- 8 (1.97) 2 (1)
Lesión intestinal importante 7 (7) -- 5 (1.23) 2 (1)
Obstrucción intestinal 3 (3) -- -- 2 (1)
Celulitis en el sitio del trocar -- 5 (2.5) 5 (1.23) -- --
Infección de la malla -- -- 4 (0.98) 4 (2)
Hematoma o sangrado 1 (1) 3 (1.5) 3 (0.74) 1 (0.5)
Retención urinaria -- 2 (1) 3 (0.74) -- --
FUO -- 3 (0.74) ---- ----
Insuficiencia respiratoria -- -- 2 (0.49) -- --
Absceso residual -- -- 1 (0.25) -- --
Hernia por el sitio del trocar -- -- 1 (0.25) 1 (0.5)
Conversión a cirugía abierta 7 (7) -- 8 (2) 7 (3.5)
Otros -- -- 3 (1.5)
Nota: el número entre paréntesis es el porcentaje. Quizá el total no se correlacione del todo, puesto que algunos pacientes tenían más de una
complicación.
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 437

La frecuencia de seromas es difícil de determinar en después de la operación, casi siempre asociado con una
las series reportadas en la literatura, ya que no se cuenta superficie firme pero ligeramente hipersensible, sin
con definiciones estandarizadas de su significado en presencia de fiebre, escalofríos o leucocitosis. Esta si-
cuanto al tamaño o la cantidad para ser considerado tuación puede persistir durante varias semanas o algu-
como seroma. Un estudio encontró que los seromas se nos meses; se piensa que es resultado de la reabsorción
desarrollan en todos los pacientes.11 La mayoría de ellos del tejido graso o del saco herniario que fue dejado en
se resuelven de manera espontánea en los primeros tres su lugar durante la operación. Esto es común después de
a seis meses. Debe evitarse la aspiración de seromas, reparar hernias que tenían una cantidad mínima de teji-
pero en caso de hacerse deberá ser bajo las más riguro- do entre la piel y el saco peritoneal, y una cantidad signi-
sas medidas de esterilidad y siempre que el paciente ex- ficativa de tejido incarcerado dentro. Como no hay in-
perimente un dolor significativo que no se alivie con fección no se procede a ningún tratamiento. Otras
otro método. Los drenajes deben evitarse debido a su complicaciones de este procedimiento son las mismas
elevado riesgo de infección. que surgen con otro tipo de cirugías abdominales y se
La más devastadora de las complicaciones es la le- enlistan en el cuadro 50--1. La mayoría de ellas pueden
sión intestinal. Una lesión reconocida debe ser reparada ser prevenidas, aunque podrían ocurrir a pesar de los
en cuanto se identifique, ya sea por laparoscopia o me- mejores esfuerzos por evitarlas. El tratamiento es el
diante una laparotomía por la línea media. Si existe una mismo que para cualquier paciente con dicho problema.
lesión que perfore la pared intestinal el uso de una malla
podría dificultar el manejo de una infección posterior.
Si esto ocurre deberán repararse la lesión intestinal y la CONCLUSIÓN
hernia, pero sin el uso de prótesis. Si el defecto herniario
no puede ser cerrado sin el uso de una malla el procedi-
miento debe terminarse y volver a operar algunos días
después para completar la reparación de la hernia. Una La reparación laparoscópica de las hernias incisionales
opción de tratamiento para la reparación intestinal in- y ventrales continúa ganando popularidad. Los ciruja-
cluye el uso de una malla de material biológico, como nos que efectúan este avanzado procedimiento tienen
las derivadas de tejido porcino o de cadáver, aunque no un total entendimiento de los factores específicos que
se cuenta con reportes de esta acción. aseguran que el procedimiento esté relacionado con una
La lesión intestinal no reconocida es una complica- evolución satisfactoria. La investigación continua y la
ción muy especial y puede ser muy difícil diferenciarla experiencia cambian constantemente algunos conceptos
de un íleo severo en progreso. Además, la necrosis retra- de esta operación, y los nuevos biomateriales protésicos
sada de una quemadura en la pared intestinal por energía están encaminados al desarrollo del material ideal. Con
puede presentarse varios días después de la operación. toda seguridad, vendrán refinamientos técnicos en cuan-
El retraso en el diagnóstico y el tratamiento conduce a to a los métodos con los que se cuenta en la actualidad
la muerte la mayoría de las veces. Si se sospecha de la para la fijación de la malla. La reparación laparoscópica
presencia de dichas lesiones debe realizarse una tomo- de hernias incisionales y ventrales puede convertirse en
grafía urgente para investigar la presencia de aire libre el estándar de oro en el futuro. Es necesario que los ciru-
o de ascitis. La laparoscopia o la laparotomía no deben janos adquieran las habilidades requeridas para la reali-
retrasarse si hay indicios de presencia de alguna lesión zación segura y efectiva de este procedimiento.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

intestinal, sobre todo si el paciente presenta un cuadro Cuando la mayoría de la población de cirujanos
abdominal agudo. En ocasiones la piel del abdomen que adopten esta metodología comenzarán a disminuir los
recubre la hernia sufre eritema entre cuatro y seis días índices de recurrencia asociados con este mal.

REFERENCIAS

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Capítulo 51
Plastia ventral con técnica de sándwich
Rigoberto Álvarez Quintero, Alejandro Germán Serrano Peña

INTRODUCCIÓN comportarse e integrarse de manera independiente. No


obstante, esta técnica, con una fijación transfascial que
une las dos mallas con el mismo material de sutura, dará
un mecanismo de contención en bloque creando una
La complejidad de las hernias ventrales e incisionales sola unidad de contención; los espacios ideales para su
radica en su gran variedad de presentación, que va desde colocación son el preperitoneal y el supraaponeurótico,
sus diferentes localizaciones, el tamaño del defecto en aunque esto puede variar, al utilizarse prácticamente
sí, el tamaño del contenido que protruye por dichos de- dos de cualesquiera de los planos disponibles de la pa-
fectos (lo que determinará la pérdida o no de dominio), red abdominal. Se ha denominado esta última modali-
la cercanía a salientes óseas, la pérdida de tejido muscu- dad como técnica biplanar reforzada.
lar o fascias, y además de si se trata de una hernia ventral
primaria o recidivante con o sin material protésico invo-
lucrado. Puede concluirse con esto que todas las hernias JUSTIFICACIÓN
serán diferentes y por lo tanto requerirán un arsenal de
técnicas y materiales que se adecuen a cada escenario en
particular. Las hernias incisionales en general y las ven-
trales primarias muy grandes han demostrado tener el Diversos autores, entre ellos Jean Rives, René Stoppa,
índice de recurrencia más elevado, además de significar Amid y Schumpelick,4 describieron que en los defectos
un reto quirúrgico en muchos casos.1,2 de la pared abdominal mayores de 4 cm es necesario co-
En la actualidad, gracias a la gran diversidad de mate- locar una malla en el espacio preperitoneal o retromus-
riales protésicos12 y a los nuevos conceptos para la re- cular, lograr una disección de estos espacios hasta un
construcción de la pared abdominal, se ha logrado dismi- mínimo de 6 a 8 cm de los bordes del anillo, con el obje-
nuir los índices de recurrencia en forma importante.1,3 A tivo de compensar la contracción de los materiales pro-
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pesar de estos avances, en la práctica se presentan casos tésicos, así como lograr una adecuada distribución de la
especiales en los que no es posible seguir los principios presión.7 En algunos casos es imposible llevar a cabo
y lineamientos básicos de las plastias con baja tensión, una disección de un mínimo de 6 cm en el espacio prepe-
como por ejemplo la colocación de grandes segmentos ritoneal o retromuscular, ya sea porque el defecto se en-
de material protésico, así como respetar una distancia cuentre cerca de estructuras óseas como la parrilla cos-
mínima de 5 a 6 cm más allá del borde para asegurar una tal o la pelvis, o bien porque toda la zona contigua al
contención adecuada. La técnica de sándwich vino a mi- defecto herniario (en especial en los eventos recidivan-
tigar esta incertidumbre de contención al colocar dos tes) esté con daño tisular importante con pérdidas mio-
segmentos de material protésico en planos diferentes. fasciales o fibrosis por la presencia de material protésico
Sin embargo, tradicionalmente se fijan con puntos inde- previamente colocado; ello hace que la reconstrucción
pendientes en cada plano, lo que permite a cada malla con baja tensión de la pared abdominal no sea la óptima

439
440 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

y obliga a buscar maneras alternativas para reforzar en estos espacios hasta donde sea posible y seguro, evitando
forma segura las plastias. Esto se ha logrado colocando lesionar estructuras nerviosas, vasculares o viscerales.
en otro plano anatómico más material protésico, fijo en Se coloca la cantidad adecuada de material protésico
bloque uno con el otro, técnica que se describe con el según el tamaño del defecto y se fija en carátula de reloj
nombre de “contención biplanar” para diferenciarla de en todo el defecto, con puntos transmurales con material
la técnica de sándwich tradicional. El concepto de refor- monofilamento no absorbible del 0,16,17 con nudos “flo-
zar la plastia utilizando dos hojas de material protésico jos” para evitar la necrosis del músculo o la prensión de
fijos en bloque formando una sola unidad y colocados en estructuras nerviosas. La técnica tradicional de sánd-
dos diferentes planos anatómicos permite la versatilidad wich deja estos puntos independientes (figura 51--1). La
de buscar planos de disección más seguros, menos “fi- modificación biplanar se asegura de dejar los cabos de
bróticos o lesionados” y no limitarse a una sola opción. la sutura de fijación transfascial lo bastante largos como
Se puede hacer uso del plano preperitoneal, retromuscu- para utilizarlos en la fijación del segundo fragmento de
lar, intraperitoneal, supraaponeurótico,14,15 o bien de dos material protésico, que se colocará en un plano diferente
espacios retromusculares en caso de estar trabajando en al escogido inicialmente (figura 51--2).
un defecto de la pared que involucre el complejo muscu- Si es posible se cierra el defecto aponeurótico con
lar lateral de la pared abdominal. Esta técnica es ideal surjete continuo simple con material no absorbible del
cuando se desea dejar firmemente segura la plastia IPOM 0 (figura 51--3), asegurándose de que el cierre no esté
sin limitarse a fijar la malla separadora de tejidos toman- tenso. Una vez hecho esto se identifica y se diseca lo
do solamente una pequeña porción del peritoneo, como más amplio posible otro plano anatómico de la pared ab-
suele hacerse con frecuencia. dominal (habitualmente el supraaponeurótico) y se co-
loca un segmento de malla (por lo general del mismo ta-
maño que el utilizado previamente en el plano más
profundo) y se fija con los cabos largos de sutura que se
TÉCNICA QUIRÚRGICA dejaron de la fijación anterior, buscando con esto una
unidad de fijación de ambos materiales protésicos. Esto
se hace con el propósito de que las mallas no sólo pro-
porcionen contención sino también estabilidad de una
La preparación prequirúrgica del paciente se lleva a malla con la otra durante el proceso de integración y re-
cabo como si se planeara una cirugía para una hernia tracción de las mismas. Con lo anterior se logra una uni-
ventral primaria o incisional convencional, obteniendo dad de contención biplanar en bloque (figura 51--4). En
una adecuada evaluación del paciente, así como la esta- la técnica tradicional de sándwich la segunda malla se
bilización y el control de sus patologías agregadas, con- fija con puntos de sutura independientes sobre el plano
templando siempre la necesidad de realizar procedi- que se haya elegido para colocarla.
mientos preoperatorios en casos de pérdida de dominio.6 En caso de defectos laterales, en los que se realiza la
Este procedimiento se realiza bajo cualquier tipo de técnica haciendo uso de dos planos intermusculares,
anestesia que requiera el paciente específico y con los una vez colocados y fijos los dos segmentos de material
cuidados preoperatorios propios de este tipo de repara- protésico se debe buscar el cierre de los planos muscula-
ciones. La incisión planeada deberá siempre tener en res. Es importante considerar que al querer lograr el re-
mente no sólo los objetivos reconstructivos de la pared forzamiento en la reconstrucción de la pared abdominal
abdominal, sino también el estético, para darles una ma- con esta técnica se está utilizando doble cantidad de ma-
yor satisfacción a los pacientes. terial protésico, por lo que se sugiere utilizar de prefe-
La disección es la piedra angular de la buena recons- rencia mallas ligeras y parcialmente absorbibles.
trucción. Tal vez lo más tedioso y que consume mucho El cierre de la herida se realizará de forma conven-
tiempo será siempre la disección cuidadosa y selectiva cional, verificando la hemostasia y colocando drenajes
de todas las estructuras y los planos necesarios para po- cerrados exteriorizados por contraabertura en caso de
der iniciar la plastia. Es necesario identificar por com- disecciones muy amplias. Se cierra el tejido celular sub-
pleto los sacos herniarios, disecándolos hasta identifi- cutáneo y la piel con la técnica de elección de cada ciru-
car aponeurosis sana, la cual debe disecarse al menos a jano y se coloca un vendaje abdominal. Los cuidados
5 cm de los bordes del anillo herniario. Se identifica un posoperatorios serán los propios de una plastia, en don-
plano alrededor del anillo en donde se pueda ingresar de el manejo de la analgesia, los días de estancia hospi-
con seguridad al espacio preperitoneal, retromuscular o talaria, el tiempo en que se retirarán los drenajes y los
intraperitoneal, y se inicia una disección de cualquiera de días de reposo o incapacidad laboral del paciente depen-
Plastia ventral con técnica de sándwich 441

A B C

D E F

Figura 51--1. Técnica de sándwich tradicional. A. Defecto herniario. B. Colocación preperitoneal de la primera malla. C. Fijación
independiente de la malla con puntos transmurales. D. Malla preperitoneal fijada en el espacio preperitoneal. E. Cierre del defecto
herniario. F. Colocación de malla supraaponeurótica con fijación con puntos separados independientes a aponeurosis anterior.

derán de la magnitud y complejidad del procedimiento en mente.8 Al considerar la colocación de puntos trans-
realizado, así como de las patologías agregadas que sur- fasciales es importante la posibilidad de prensión ner-
jan de la técnica realizada. viosa con el consiguiente dolor posoperatorio, cuya in-
tensidad puede fluctuar de moderada a alta, y en algunos
casos es de difícil control si no se tiene la precaución de
dejar los nudos flojos, lo cual no sólo evita la potencial
COMPLICACIONES neuralgia, sino que también evita la isquemia y la necro-
sis del músculo. Cuando el defecto se encuentre conti-
guo a una saliente ósea, como es el caso de la cresta ilia-
ca, se utilizarán anclas óseas, que sujetan perfectamente
Estas eventualidades son similares a cualquier otro tipo ambos planos protésicos.
de técnica de plastia ventral e incisional. Sin embargo, Si el espacio supraaponeurótico (onlay) es uno de los
en estos casos deberá considerarse que el hecho de ha- planos elegidos para la colocación de uno de los frag-
ber realizado disecciones más amplias en al menos dos mentos de material protésico, es de esperarse que la can-
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planos diferentes aumenta el riesgo de sangrado, por lo tidad de material serohemático que drene sea mayor de-
que en general se verificará la hemostasia en forma ex- bido a la exposición de la malla al tejido celular
haustiva antes del cierre de la herida de todos y cada uno subcutáneo, por lo que en estos casos se debe considerar
de estos planos disecados, tomando en cuenta que al fi- dejar el sistema de drenaje por más tiempo,9 hasta que
jarse ambos materiales protésicos con puntos transmu- el gasto a través de él sea escaso, para evitar en lo posi-
rales el riesgo de sangrado durante la cirugía es mayor. ble la formación del seroma.10
Estos escenarios han llevado a integrar al manejo la co-
locación de drenajes cerrados para el monitoreo y el
control de esta eventualidad. CONCLUSIÓN
Podrá decirse con seguridad que los seromas, los he-
matomas y la infección del sitio quirúrgico son con mu-
cho las complicaciones más comunes, y aunque la lesión La técnica de contención “biplanar reforzada” y la téc-
intestinal es menos frecuente, siempre deberá tenérsela nica de “sándwich” difieren principalmente en los me-
442 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

A B

C D

Figura 51--2. Técnica de sándwich con modificación de contención biplanar reforzada. A. Gran defecto herniario. B. Disección
del espacio preperitoneal. C. Fijación transfascial de la primera malla dejando cabos de sutura largos para con ellos fijar la segunda
malla. No es posible cerrar el defecto, por sus dimensiones. D. Segunda malla en posición supraaponeurótica, la cual se fija con
los cabos largos de la primera malla.

canismos de fijación de las mallas; sin embargo, ambas de la pared abdominal y de sus diferentes planos anató-
son procedimientos ideales cuando se busca una mayor micos.11 Suele presentarse sangrado con mayor fre-
contención en las plastias de pared. cuencia, por lo que la hemostasia es de suma importan-
Deberá contemplarse que son más laboriosas y que cia, al igual que la colocación de drenajes cerrados para
además demandan un gran conocimiento de la anatomía la prevención de la formación de seromas. Ambas mo-

A B C

Figura 51--3. Técnica de sándwich con modificación de contención biplanar reforzada. A. Primera malla antiadherente en posición
intraperitoneal (IPOM) con puntos transfasciales. B. Cierre del defecto. C. Colocación de la segunda malla ligera supraaponeuró-
tica, la cual se fija con los cabos de fijación de la primera malla.
Plastia ventral con técnica de sándwich 443

Figura 51--4. Técnica de sándwich biplanar reforzada. La misma sutura fija la malla preperitoneal o retromuscular y la malla su-
praaponeurótica, formando un “bloque biplanar reforzado” que protege contra los desplazamientos de las mallas.

dificaciones siguen el principio de plastia con baja ten- tar con dos materiales protésicos que no están fijos de
sión,13,14 cuyo objetivo es proveer contención y buscar forma independiente, ya que al estar fijos en bloque con
restituir la pared abdominal, preservando su función. el mismo material de sutura a través de los músculos de
La técnica biplanar reforzada tiene la ventaja de con- la pared abdominal se comportan como una sola unidad.

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444 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)
Capítulo 52
Hernias con pérdida de dominio
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN mente no hay una relación directa entre el tamaño del


saco y el defecto de la pared abdominal (figuras 52--1 y
52--2).
Para entender las características de estas hernias hay
Cuando a un cirujano le interesa el área de las hernias que hacer algunas consideraciones importantes tanto de
de la pared abdominal y se dedica a ello deberá enfren- las hernias de sacos grandes como de las hernias con
tarse a hernias con sacos herniarios de dimensiones ex- grandes defectos herniarios.
traordinarias, catalogadas como hernias con pérdida de Ante hernias de tamaño desproporcionado e inusual
dominio o con pérdida del derecho a domicilio. aumenta el reto para el cirujano, quien además de las di-
Una definición apropiada para la hernia con pérdida ficultades propias de una hernia convencional, ya sea
de dominio indica que se trata de una hernia donde el inguinal o ventral, deberá contar con el conocimiento de
contenido del saco herniario excede la capacidad (volu- los cambios anatómicos, fisiológicos, sistémicos y loca-
men) de la cavidad abdominal, lo cual imposibilita la re- les que va desarrollando un paciente con defectos her-
ducción espontánea o manual de las vísceras. Es impor- niarios y sacos grandes, para resolverlos de la manera
tante aclarar que se está hablando del tamaño del saco más adecuada y evitar complicaciones transoperatorias
herniario y no del tamaño del defecto herniario. Usual- y posoperatorias, que en estos casos se presentan con
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Figura 52--1. Mujer con hernia incisional con pérdida de dominio y operaciones previas que acudió a consulta por un crecimiento
excesivo del saco herniario, el cual contiene la mayoría de las vísceras. Sería imposible operarla y reducir su contenido sin una
preparación previa.

445
446 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

Figura 52--2. Paciente masculino con hernia inguinal bilateral con pérdida de dominio y recurrencia en ambos lados. El cirujano
que intente operarlo sin preparación previa tendrá muchas dificultades en el transoperatorio al tratar de reducir las asas intestina-
les.

una frecuencia elevada, comprometiendo incluso la vida S No se preocupe, use una faja y esto le evitará la
del paciente. El éxito de una cirugía en tales situaciones cirugía.
depende de la integración de una buena metodología en
el diagnóstico, la planeación y el manejo preoperatorio, Es obvio que los puntos anteriores retrasan el manejo de
la técnica quirúrgica y los cuidados posoperatorios. una hernia, permitiendo que crezca y aumenten las posi-
Un primer aspecto que debe analizarse es el hecho de bilidades de complicaciones, como la incarceración o
preguntarse por qué se sigue atendiendo a pacientes que estrangulación, y finalmente obliguen al cirujano a uti-
dejan crecer sus hernias hasta dimensiones increíbles lizar todos sus conocimientos y habilidades para la reso-
antes de buscar atención médica. Sin duda, el primer lución adecuada de una hernia de grandes dimensiones.
factor lo constituye el nivel sociocultural de la pobla- Es necesario recalcar que las hernias no complicadas
ción que se atiende. Cuanto menor es el nivel, mayor es nunca van a presentar dolor y que operar una hernia pe-
la tendencia a no mostrar interés por la salud y postergar queña será siempre más fácil que una grande, además de
la atención médica, ya sea por ignorancia, por negligen- que el tiempo de recuperación y las posibilidades de re-
cia o por cuestiones económicas. Por otro lado, en la currencia se incrementan en proporción directa al tama-
mayoría de los países no existen medidas de informa- ño de la hernia.
ción a la población sobre este padecimiento y la manera
en que debe tratarse. Un factor más lo constituyen los
médicos de atención primaria y, por desgracia, también CLASIFICACIÓN
algunos cirujanos, quienes son responsables en muchas
ocasiones del retraso en el envío a cirugía de los pacien-
tes con una hernia, por falta de conocimiento de la pato- Es interesante constatar que no existe un consenso uni-
logía herniaria. versal en cuanto a la nomenclatura o clasificación que
Los errores más frecuentes detectados en el transcur- tome en cuenta las dimensiones del saco herniario, por
so de la práctica quirúrgica y la enseñanza de la cirugía lo que se cuenta con pocas referencias bibliográficas al
herniaria pueden resumirse en los siguientes comenta- respecto. Para tratar de hablar el mismo idioma en rela-
rios que se le hacen al paciente: ción al momento en que se debe considerar que una her-
nia rebasa los límites de un crecimiento moderado para
S Su hernia está muy pequeña, ¿para qué se la quiere convertirse en una hernia gigante, con “pérdida de do-
operar? minio” o “pérdida de derecho a domicilio”, es menester
S Si no le molesta espérese a que le duela y entonces considerar dos factores:
que se la operen.
S ¿Ya lo operaron y le volvió a salir...? Es mejor es- 1. El defecto o anillo herniario.
perarse a que crezca para que valga la pena otra 2. Las dimensiones y la magnitud del contenido del
cirugía. saco herniario.
Hernias con pérdida de dominio 447

Cuando se toma como referencia el tamaño del anillo o un gran saco herniario con abundante cantidad de asas
defecto herniario, Herszage1 las clasifica de acuerdo intestinales o verse defectos herniarios con anillos de
con el diámetro mayor del defecto herniario en: gran diámetro pero con sacos herniarios pequeños en
cuanto a su volumen y contenido.
S Pequeñas: hasta 3 cm en su diámetro mayor. Clínicamente es importante examinar al paciente en
S Moderadas: más de 3 hasta 6 cm. decúbito dorsal y pedirle que haga esfuerzo para valorar
S Grandes: más de 6 hasta 10 cm. totalmente su volumen. Posteriormente se le pide que se
S Gigantes: más de 10 hasta 20 cm. relaje al máximo y se verifica si el contenido se reduce
S Monstruosas: cuando el defecto es mayor de 20 espontáneamente o no. Si no lo hiciera y con las manio-
cm. bras palpatorias de presión gentil sobre el contenido no
se logra reducirlo en su totalidad, se estará ante una her-
Por su parte, Chevrel2 propuso una clasificación de her- nia con pérdida de dominio, al menos subjetivamente.
nias ventrales tomando en cuenta principalmente la lo- El inconveniente de clasificar subjetivamente las
calización (mediales, “M”, o laterales, “L”), la recu- hernias como con pérdida de dominio se ha subsanado
rrencia (R más el número de recurrencia) y el tamaño un poco a partir de los reportes de Rodríguez Jr. y col.,7
del defecto herniario, sin que éste desempeñara un papel quienes utilizan los cortes tomográficos para medir
muy importante; así, las clasificó en: áreas de la cavidad abdominal y el saco herniario en di-
ferentes niveles y posiciones, para decidir con bases
S W1: menores de 3 cm. más objetivas (ante la imposibilidad de que los estudios
S W2: de 5 a 10 cm. de TAC den volúmenes reales de cavidad y saco hernia-
S W3: de 10 a 15 cm. rio) y poder catalogar a los pacientes que verdadera-
S W4: mayores de 15 cm. mente presenten una pérdida de dominio.

Como se observa, podría decirse que anillos mayores de


15 a 20 cm pueden considerarse como más allá de lo ha- CAMBIOS SISTÉMICOS Y LOCALES
bitual; sin embargo, ninguna de las dos clasificaciones EN HERNIAS GIGANTES
mencionadas hace referencia al tamaño del saco hernia-
rio y su contenido.
El problema es mayor al referirse a hernias inguina-
les, puesto que las clasificaciones de Gilbert y la modifi- Tenemos que recordar algunos aspectos básicos de la
cación de Rutkow y Robbins sólo hacen referencia al ta- función de la pared abdominal.
maño del defecto herniario en las hernias indirectas: Entre las funciones que la pared abdominal realiza se
encuentran:
S Tipo I: anillo interno competente o de diámetro
normal. S Movimientos del tronco. Su estabilidad y su ade-
S Tipo II: anillo dilatado hasta 4 cm. cuado funcionamiento proveen y ayudan a los mo-
S Tipo III: cuando el anillo es mayor de 4 cm. vimientos de dicha región.
S Contención. Representa la barrera que mantiene
No se considera la magnitud del contenido intestinal en las vísceras dentro del espacio de la cavidad abdo-
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el saco herniario o su volumen. Lo mismo pasa con la minal a pesar de los cambios de presión abdominal
clasificación de Nyhus. y de los movimientos bruscos del cuerpo.
En cuanto al tamaño del saco herniario inguinal y su S Protección. Por medio de la contracción muscular
contenido, existen pocos intentos por estandarizar una evita que los traumatismos leves o moderados re-
clasificación; así, Sturniolo3 describió una clasificación percutan en contusión directa en los intestinos y el
de las hernias inguinales como gigantes cuando el con- resto de las vísceras abdominales.
tenido herniario alcanza la mitad del muslo del paciente S Compresión. La ejerce al aumentar la presión in-
o va más allá, sin que esto deje de ser algo meramente traabdominal por la contracción de la musculatura
subjetivo. abdominal y al actuar sobre la vejiga y el recto.
Es importante señalar que por lo general no existe Esta compresión es indispensable para micción y
una correlación en cuanto al tamaño del anillo o defecto defecación adecuadas.
herniario y el volumen del saco herniario. Así, pueden S Ventilación. Al haber integridad de la pared abdo-
encontrarse defectos pequeños por los cuales protruye minal se mantiene un equilibrio entre las presiones
448 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

1. Cateterización de la vena cava, que es un método


Inspiración invasivo, de difícil realización y poco práctico.
2. Cateterización del estómago con una sonda naso-
gástrica para vaciar su contenido e instilar 1 L de
solución fisiológica por la sonda, la cual se conec-
ta a una escala para medir la presión en cmH2O
(tiene la desventaja de que la sonda puede obs-
truirse total o parcialmente por moco y detritus
gástricos, lo cual altera la lectura de la presión).
3. Cateterización de la vejiga con una sonda de Fo-
ley, que sigue el mismo procedimiento de vaciado
e instilación de 1 L de solución fisiológica, conec-
tando posteriormente la sonda a una escala de me-
dición en cmH2O.

Este último es el método indirecto de elección, porque


Espiración es más rápido y de menor invasión, y las lecturas son las
más cercanas a la realidad, pues la orina no contiene de-
Figura 52--3. La presión intraabdominal adecuada y la pre- tritus ni moco.
sión intrapleural desempeñan una función importante en el El método directo de medición de la presión intraab-
mantenimiento del equilibrio, la estabilidad y el adecuado dominal consiste en colocar un catéter o una aguja, por
movimiento de los hemidiafragmas durante los movimientos
cualquier método, dentro de la cavidad abdominal para
de inspiración y espiración. Cualquier disminución de la pre-
sión intraabdominal, como en el caso de las hernias gran- su medición al conectarla directamente a un esfigmo-
des, altera el equilibrio diafragmático y, en consecuencia, la manómetro, a una escala de medición en centímetros de
ventilación adecuada. agua (de los usados para medir PVC) o a un insuflador
con transductor de presión (de los usados en laparosco-
pia), los cuales indican de manera más certera la presión
intrapleural e intraabdominal, estabilizando al que hay dentro de la cavidad en milímetros de mercurio
diafragma en su forma semiesférica y proporcio- (1 mmHg = 1.2 cmH2O).
nando una movilidad diafragmática suficiente en
la inspiración y la espiración para una función
ventilatoria adecuada (figura 52--3).
EFECTOS SISTÉMICOS

PRESIÓN INTRAABDOMINAL
Al crecer el saco herniario y albergar cantidades mayo-
res de asas y vísceras abdominales se presentan los si-
guientes trastornos sistémicos:
Parviz Amid estableció los rangos de esta presión de
acuerdo con tres situaciones habituales. Primero está la
presión en decúbito, que es de 0 a 8 cmH2O; cuando el Disfunción ventilatoria
individuo está de pie, dicha presión oscila entre 11 y 12
cmH2O; ante esfuerzos como toser, vomitar o cargar ob- Conforme las asas intestinales inician su migración a la
jetos pesados, la presión aumenta hasta 80 cmH2O; cavidad formada por el saco herniario, la presión intra-
finalmente, al brincar en el mismo nivel o de una altura abdominal tiende a disminuir; a mayor contenido en el
moderada la presión aumenta hasta a más de 100 saco, menor presión en la cavidad. Esto altera el equili-
cmH2O; estas últimas situaciones ocurren de manera brio normal entre las presiones intratorácica e intraab-
súbita y momentánea. dominal, modificando la forma normal del diafragma,
La presión intraabdominal puede medirse por me- el cual tiende al abatimiento y al aplanamiento de su
dios directos o indirectos. Los indirectos son los que concavidad normal, lo que trae consigo una restricción
usualmente se emplean en los servicios de las unidades inspiratoria al no poder descender más, y una restricción
de cuidados intensivos, y pueden ser tres: espiratoria al estar disminuida la capacidad para con-
Hernias con pérdida de dominio 449

Disfunción para la micción

La vejiga rara vez está dentro de un saco herniario que


cause disfunción obstructiva para orinar. La mayoría de
las ocasiones se debe a la disfunción del músculo detru-
sor de la vejiga ante la imposibilidad de elevar la presión
intraabdominal y favorecer la acción de este músculo
vesical para efectuar la micción.

EFECTOS LOCALES

Los efectos locales de las hernias están circunscritos a


la musculatura de la pared abdominal, el intestino y las
Figura 52--4. Cuando se inicia una hernia incisional el con- vísceras, el mesenterio, el tejido celular subcutáneo y la
tenido visceral tiende a migrar al saco herniario con disminu- piel involucrada en el recubrimiento del saco herniario.
ción de la presión intraabdominal de acuerdo con la cantidad
de vísceras que contenga el saco. Poco a poco los hemidia-
fragmas tienden a aplanarse al alterarse el equilibrio de pre-
Volumen de la cavidad abdominal
siones con la región intrapleural.

La cavidad abdominal disminuye paulatinamente su vo-


traer el abdomen y aumentar la presión que se ejerce en lumen mediante tres mecanismos:
el diafragma para este movimiento de elevación y com-
presión pulmonar. Por lo tanto, la ventilación en estos 1. Al ir quedando vacía la cavidad abdominal la mus-
pacientes depende en gran medida de la capacidad de culatura de la pared abdominal pierde el estímulo
los músculos torácicos (figura 52--4). Por fortuna, estos de distensión ocasionado por las vísceras, que
cambios ventilatorios no son súbitos sino paulatinos, y chocan constantemente con la pared abdominal, lo
son fácilmente compensados por el paciente desde el cual mantiene el tono muscular normal y la elon-
punto de vista de la clínica, aunque detectables durante gación de los músculos abdominales. La presión
un estudio de espirometría. intraabdominal se va perdiendo conforme las asas
intestinales migran al saco herniario, lo que origi-
na que poco a poco los músculos de la pared abdo-
minal tiendan a retraerse y acortarse de manera
Disfunción para la evacuación permanente, a separarse de la parte anterior del ab-
domen en sentido lateral a partir del defecto her-
Los pacientes con sacos herniarios de gran contenido niario y a sufrir disfunción, al no poder elevar la
desarrollan dificultad para evacuar mediante dos meca- presión intraabdominal como lo hacían antes con
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nismos: su contracción (figura 52--5).


2. Existe un efecto mecánico para la disminución del
a. Por la dificultad para elevar la presión intraabdo- volumen abdominal. La protrusión de un saco
minal en presencia de unos músculos abdominales grande empuja y desplaza lateralmente los múscu-
desplazados de la línea media, acortados y con di- los adyacentes en relación con el tamaño herniario
ficultad para contraerse. y el tiempo de evolución de este problema (figura
b. Por un efecto obstructivo cuando las asas intesti- 52--6).
nales se encuentran incluidas en el contenido del 3. Contractura, acortamiento y engrosamiento del
saco herniario y producen una dificultad mecánica complejo lateral del abdomen (músculos transver-
obstructiva del paso de material intestinal por el so, oblicuo mayor y menor). Al no estar fija la pa-
anillo herniario que obstruye el flujo, junto con la red abdominal en el sitio del defecto herniario la
compresión de las vísceras contra sí mismas den- contracción normal de estos músculos laterales
tro del saco herniario. jala a la musculatura anterior de la pared (rectos
450 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

y la distensibilidad de estos músculos vuelven a la nor-


malidad si la hernia se repara en forma temprana; por el
contrario, en los casos de larga evolución es difícil la
reintroducción del contenido visceral y la realización de
la plastia abdominal.

Mesenterio y asas intestinales

Existen dos efectos importantes en estas estructuras. El


primero es la inflamación crónica del mesenterio y las
asas intestinales, ocasionada por la irritación mecánica
Figura 52--5. Con el crecimiento del saco herniario, además
de la migración de asas intestinales hacia el saco herniario,
directa por el continuo roce de estas estructuras con el
la disminución de la presión intraabdominal hace que los borde del anillo. Es necesario recordar que los bordes
hemidiafragmas se abatan con hipomovilidad y el conse- del anillo casi siempre son blandos y distensibles en el
cuente trastorno ventilatorio. Los músculos de la pared caso de hernias primarias (inguinales, umbilicales, de
abdominal tienden a contracturarse, disminuyendo su longi- Spiegel, etc.) y fibrosos y rígidos en las hernias incisio-
tud y la de la cavidad abdominal. El mayor peso en el saco
nales, por lo que el efecto de inflamación mecánica es
herniario (segundo abdomen) tiende a compensarse con
una hiperlordosis de la columna lumbar. más importante en estas últimas. El resultado de esta in-
flamación será la aparición de depósitos de fibrina que
condicionan la formación de bridas o adherencias inter-
abdominales), con lo que aumenta el tamaño del asas, de asas, de mesenterio y de epiplón al anillo y saco
defecto y reduce el volumen de la cavidad abdo- herniario. Cuanto mayor tiempo de evolución, mayor
minal (figura 52--7). será la cantidad y firmeza de dichas adherencias. El se-
gundo efecto se relaciona con otros aspectos mecáni-
Estos tres mecanismos hacen que las dimensiones habi- cos:
tuales de dicha cavidad abdominal disminuyan en rela-
ción directa al tiempo con que se mantenga herniado su 1. La disminución del retorno venoso del flujo portal
contenido. y caval hacia el tórax por la disminución de la pre-
Cuando el abdomen pierde su capacidad de retención sión intraabdominal, lo cual congestiona todas las
pierde también la capacidad de protección y las vísceras vísceras abdominales.
contenidas en el saco herniario son vulnerables a trau- 2. La compresión de la circulación al retorno linfáti-
matismos moderados o leves. La restauración del tono co y venoso por parte del anillo fibroso contra unas

Figura 52--6. Otro mecanismo que disminuye el volumen de la cavidad abdominal es el efecto mecánico del saco herniario. Cada
vez que éste protruye empuja lateralmente los músculos, alejándolos de la línea media.
Hernias con pérdida de dominio 451

Figura 52--7. Contractura, acortamiento y engrosamiento de los músculos laterales del abdomen como lo muestra el dibujo y se
ejemplifica en el corte tomográfico, al no encontrarse fija la línea media a causa del defecto herniario.

asas que cuelgan y cabalgan sobre el borde del ani- pequeño y fibroso. Podría decirse que, en general, en los
llo y permanecen fuera de la cavidad. pacientes con hernias que pierden el derecho de domici-
3. El simple efecto de la gravedad sobre el retorno lio el tamaño del defecto herniario rara vez es tan grande
venoso y linfático ante unas asas intestinales que como el saco.
cuelgan literalmente fuera del abdomen. Durante la plastia se encuentra que las asas intestina-
les, el epiplón y el mesenterio están edematosos y grue-
Estos tres mecanismos ocasionan edema, engrosamien- sos, lo cual dificulta su manejo y su reintroducción en
to y aumento de volumen del intestino, el mesenterio, la cavidad abdominal (figura 52--8).
las vísceras y el epiplón por congestión venosa y linfáti- A menos que se trate de un anillo o defecto herniario
ca. Esto es más grave si el anillo o defecto herniario es muy pequeño y fibroso, y que el contenido de asas intes-
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Figura 52--8. El edema de asas intestinales y su mesenterio más la manipulación quirúrgica de los mismos imposibilita la reintro-
ducción del contenido herniario a través del defecto herniario en una hernia con pérdida de dominio y una cavidad abdominal
pequeña.
452 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

tinales sea masivo, rara vez se produce una obstrucción CONSECUENCIAS DE LA PÉRDIDA
arterial clínicamente significativa. DE DOMINIO PARA LA CIRUGÍA

Piel y tejido celular subcutáneo Si no se lleva a cabo un manejo preoperatorio adecuado


en estos pacientes pueden surgir las denominadas com-
Estas capas de la pared abdominal que envuelven el plicaciones por falta de planeación tanto en el transope-
saco herniario sufren alteraciones originadas por un ratorio como en el posoperatorio.
efecto mecánico de compresión. Al distenderse el saco Entre las posibles complicaciones por falta de pla-
herniario el contenido comprime inicialmente el tejido neación se encuentran:
celular subcutáneo y lo desplaza en sentido lateral, atro-
fiando el que queda adherido a la piel. S Imposibilidad para realizar una plastia.
Cuando la hernia tiene un mayor tiempo de evolución S Imposibilidad para reducir el contenido herniario
las vísceras contenidas en el saco herniario sólo conta- en el transoperatorio.
rán con la protección mínima de un saco peritoneal del- S Realización de una plastia inadecuada.
gado y piel. S Reducción forzada del contenido herniario.
Cuando persiste esta situación la piel corre con la S Síndrome compartimental abdominal.
misma suerte que el tejido celular subcutáneo, de modo
que poco a poco tiende a atrofiarse por compresión y Cuando no se cuenta con la preparación adecuada y en el
distensión severa, lo que disminuye el aporte de la cir- transoperatorio se observa que las asas intestinales y el
culación con su adelgazamiento consecutivo, ocasio- mesenterio están engrosados y en abundante cantidad,
nando en casos crónicos isquemia, necrosis y la presen- lo cual dificulta su manejo y la reintroducción en la
cia de úlceras tróficas en una o varias zonas de la cavidad abdominal, pueden presentarse tres escenarios:
cubierta cutánea que envuelve al saco herniario, las cua-
1. Imposibilidad para efectuar la plastia, que obliga
les curan con dificultad por su circulación disminuida
a cerrar el saco herniario sin reducción de su con-
y son sitios de crecimiento bacteriano o micótico que
tenido. Esta maniobra es difícil debido a que el in-
contamina el campo operatorio en caso de que se efec-
testino sufre más edema, ocasionado por el mane-
túe una hernioplastia si no cicatriza por completo algu-
jo operatorio de las asas, y a que en el transcurso
na de dichas úlceras. También pueden aparecer infec-
de la liberación de adherencias muchas veces hay
ciones, como intertrigo o micosis, en los pliegues
pérdidas de segmentos de saco peritoneal, que
cutáneos que quedan entre la piel del abdomen normal
complica aún más su cierre. Posteriormente debe
y el saco herniario gigante, los cuales difícilmente pue-
cerrarse la piel sobre el saco, o sobre las asas intes-
den asearse durante el baño, por lo que se mantienen
tinales si no fue posible cerrar el peritoneo, y pla-
continuamente húmedos y sucios, favoreciendo la pro-
near una plastia diferida.
liferación de dichas infecciones.
2. Realización de una plastia inadecuada. Cuando el
cirujano tiene el temor de una plastia diferida y de-
cide realizarla aun ante la falta de la reducción
Estática de la columna vertebral completa con mallas que cubran el contenido her-
niario a manera de un “saco de malla” protruido,
Se pierde la estática normal de la columna cuando crece ocasiona una recidiva temprana de la hernia y
el saco herniario y se origina un “segundo abdomen”, complica el procedimiento para el cirujano que
que pesa más que el propio abdomen. Para compensar opere de nuevo.
esto el paciente se obliga a efectuar una hiperlordosis de 3. La tercera y más grave posibilidad implica una re-
la columna lumbar con su consecuente síndrome dolo- ducción total forzada del contenido intestinal a la
roso lumbar o lumbalgia. cavidad abdominal pequeña. Aparentemente se
Una vez entendidos los conceptos anteriores, se com- lleva a cabo una plastia satisfactoria, pero el pa-
prende que un paciente con una hernia con pérdida de ciente se enfrenta a la posibilidad de desarrollar en
dominio no sólo presenta el problema de su defecto her- el posoperatorio inmediato un síndrome comparti-
niario, sino que hay un sinnúmero de trastornos agrega- mental abdominal, con sus complicaciones loca-
dos que deben tomarse en cuenta para una reparación les y sistémicas, bien conocidas por los cirujanos
efectiva y con el menor riesgo de complicaciones. y los intensivistas.
Hernias con pérdida de dominio 453

Síndrome compartimental abdominal minal severo, sepsis abdominal, oclusión vascular me-
sentérica o múltiples operaciones en un lapso corto. En
La presión intraabdominal normal oscila entre 5 y 10 todos los casos se incrementó la presión intraabdominal
mmHg o entre 6 y 12 cmH2O (1 mmHg = 1.2 cmH2O). a más de 20 mmHg. Dichos autores encontraron que el
Después de una cirugía electiva, como la colecistecto- comportamiento de ambos casos —hernioplastias con
mía abierta, se han encontrado promedios de presión in- reducción forzada y desarrollo de un síndrome compar-
traabdominal de 6.5 a 2.1 mmHg, mientras que en una timental y el producido por otras causas— era similar
cirugía donde se involucra una resección multivisceral después de una nueva operación para manejarlos con
se registra una presión promedio de 10.0 a 4 mmHg. abdomen abierto (laparostomía), con lo que invariable-
Schumpelick describió un aumento de la presión de 3 a mente evolucionaban hacia la mejoría de la falla orgá-
10 mmHg sobre la media normal en los pacientes some- nica múltiple.
tidos a hernioplastia de una hernia incisional grande, lo Los cambios fisiopatológicos de las hernias con de-
cual supone una presión final de 9 a 20 mmHg, que oca- fectos y sacos gigantes son complejos y responsables de
siona en el paciente una reducción de 58% de la circula- que los resultados no sean óptimos si no se lleva a cabo
ción de la pared abdominal y compromete la circulación una buena preparación preoperatoria en estos pacientes.
esplácnica y renal, quedando a un paso de lo que puede Es importante que en todos estos pacientes se cuente al
clasificarse como síndrome compartimental abdomi- menos con una tomografía de evaluación y se planee
nal.6 Diversos estudios, entre los que destaca el de Mu- adecuadamente cuál debe ser su manejo preoperatorio,
negato y col.,5 muestran una similitud de la evolución en aras de intervenir al paciente con la certeza de hacer
clínica entre los pacientes sometidos a una hernioplastia una reducción de vísceras y un cierre del defecto hernia-
ventral y reducción forzada de un gran contenido her- rio adecuados y sin posibilidad de un aumento severo de
niario, y los pacientes posoperados por un trauma abdo- la presión intraabdominal en el posoperatorio.

REFERENCIAS
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
454 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)
Capítulo 53
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN nientes de la punción diaria y la rápida absorción


del gas).
S 1996: Naslound usó un Port--a--CathR para el
neumoperitoneo.
En 1940 Iván Goñi Moreno, cirujano argentino, decidió S 1997: Bevawi usó un catéter de Tenckhoff para el
utilizar el neumoperitoneo preoperatorio progresivo neumoperitoneo.
para agrandar la cavidad abdominal en los pacientes con S 2001 Martínez Munive usó un catéter subclavio de
hernias con pérdida de dominio, para poder efectuar una doble lumen para el neumoperitoneo y aire am-
reducción adecuada del contenido herniario,1,2 utilizan- biente sin filtros, sin ninguna complicación infec-
do como base las experiencias de Banyai, quien en 1931 ciosa.1,3
usó el neumoperitoneo para producir un colapso pulmo- S 2006: Mayagoitia modificó la inserción del caté-
nar indirecto en pacientes con grandes cavernas tuber- ter de subclavia con la utilización más segura de
culosas,2 evitando así las complicaciones ocasionadas una aguja de Veress.4,5
por el neumotórax terapéutico.
En su técnica original Goñi Moreno colocó un catéter En la actualidad el procedimiento del neumoperitoneo
intraperitoneal y pasó aire ambiente “lavado” con yodo- preoperatorio parte de bases científicas pero, sin duda,
povidona para reducir el riesgo de infecciones, con un
sistema de sifón de dos frascos (figura 53--1). Esta intro-
ducción de aire se hacía durante varios días hasta conse-
guir los objetivos deseados.2 Sin duda es un buen siste-
ma, aunque muy laborioso.
Desde 1940 a la fecha se le han hecho innumerables
cambios y modificaciones a esta técnica para producir
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el neumoperitoneo, variando la forma de la punción, el


tipo de catéter o el gas utilizado. A continuación se men-
cionan algunas de esas modificaciones relevantes a tra-
vés de la historia:

S 1940: Iván Goñi Moreno diseñó la técnica del neu-


moperitoneo preoperatorio progresivo.
S 1954: Koontz y Graves introdujeron el procedi-
miento en EUA. Figura 53--1. Sistema original de neumoperitoneo con sifón
S 1990: Caldironi realizó punciones diarias con de dos frascos, uno con yodopovidona y otro con aire. Cor-
aguja de Veress y uso de CO2 (con los inconve- tesía del Dr. León Herszage; Buenos Aires, Argentina.

455
456 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

a. De uno a siete días para lisis de adherencias laxas.


b. No menos de 15 días para mejorar la respuesta in-
munitaria del paciente.
c. De 30 a 90 días, dependiendo del caso en particu-
lar, para lograr todos los objetivos y la distensión
franca de la pared y la cavidad abdominal. Se ne-
cesita al menos un periodo de 30 días para lograr un
verdadero aumento del volumen de la cavidad.4,6

Valoración preoperatoria

Todos los pacientes que se han catalogado como porta-


dores de hernias con pérdida de dominio deberán contar
Figura 53--2. Al final del neumoperitoneo los hemidiafrag- con una tomografía axial computarizada inicial para va-
mas habrán regresado a su posición habitual, los músculos lorar condiciones e integridad de grupos musculares,
de la pared abdominal se encontrarán elongados de nuevo, identificación y medición del defecto o defectos hernia-
la cavidad abdominal aumentada de tamaño y volumen, y
las vísceras tenderán a regresar a la cavidad, mejorando su
rios, contenido del saco herniario, medición de diámetros
circulación venosa y linfática con reducción del edema cró- de la cavidad abdominal y del saco herniario, caracterís-
nico y lisis de las adherencias laxas. ticas de algunos grupos musculares (grosor, longitud y
posición del complejo muscular lateral) y, por supuesto,
para valorar el resto de vísceras, estructuras óseas y le-
aún tiene algo de bases empíricas y subjetivas, lo cual ha siones asociadas. Esta tomografía servirá de base para
impedido su uso generalizado entre los cirujanos. Los compararla con tomografías subsecuentes en las que se
objetivos que se espera alcanzar con el uso del neumo- verifique el avance y el éxito del neumoperitoneo y el
peritoneo progresivo preoperatorio son (figura 53--2): porcentaje de agrandamiento de la cavidad abdominal.
Es recomendable que en los pacientes en quienes se
1. Elevar de nuevo la presión intraabdominal en for- sospeche la existencia de una denervación muscular
ma gradual. agregada (como en el caso de hernias lumbares, subcos-
2. Estabilizar la forma y la función diafragmática, tales o en hernias secundarias a incisiones paramedias)
con mejoría de la función ventilatoria. se agregue como estudio preoperatorio una electromio-
3. Alargar los músculos de la pared abdominal y, por grafía, ya que aportará datos importantes para anticipar
ende, el volumen de la cavidad abdominal (entre la estrategia quirúrgica.
30 y 35% de volumen). Se hará una espirometría en los pacientes en quienes
4. Producción de lisis neumática de las adherencias se sospeche que puedan tener restricción ventilatoria
laxas. con manifestaciones clínicas, ya que, si bien en los pri-
5. Mejorar la circulación portal, mesentérica e intes- meros días de iniciado el procedimiento de neumoperi-
tinal una vez que las vísceras regresan paulatina- toneo se produce una estabilización de los hemidiafrag-
mente a la cavidad. mas con mejoría de la ventilación, en las etapas finales
6. Disminuir el volumen visceral al mejorar el retor- del neumoperitoneo volverá a existir una restricción
no linfático y venoso, con lo que la reducción del ventilatoria por el aumento de la presión abdominal con
contenido herniario es más fácil. los volúmenes de aire insuflados.
7. Producir irritación peritoneal y vasodilatación lo- Además de lo anterior, todos los pacientes deberán
cal reactiva con aumento de las células blancas contar con estudios preoperatorios completos, valora-
sanguíneas (macrófagos), lo cual mejora la cali- ción cardiovascular y, en caso de factores de riesgo (in-
dad de la respuesta cicatrizal.6 munosupresión, obesidad, diabetes, edad avanzada,
etc.), una valoración por Medicina Interna.
El Dr. León Herszage,6 de Buenos Aires, quien después
de 30 años de realizarlo cuenta con la mayor serie de ca- Realización del neumoperitoneo
sos a nivel mundial manejados con neumoperitoneo
preoperatorio, recomienda mantenerlo durante lapsos Desde 2003 se han modificado algunos aspectos de la
variables, de acuerdo con el objetivo que se persiga: punción y el mantenimiento del neumoperitoneo, que
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio 457

han brindado mayor seguridad al realizar el procedi-


miento.
Después de seleccionar al paciente y confirmar que
es candidato al neumoperitoneo por ser portador de un
saco herniario y contenido mayor al volumen de la cavi-
dad abdominal, se le explica el procedimiento y los días
que se considera que es conveniente que se le haga insu-
flación. Los pacientes se presentan en el hospital en el
área de urgencias o de procedimientos menores con el
consentimiento informado firmado para el procedi-
miento de neumoperitoneo. El procedimiento será am-
bulatorio, excepto en los pacientes cuyas características
clínicas ameriten un monitoreo estrecho.

Técnica de punción Figura 53--4. La ventaja de usar una aguja de Veress en


lugar de la original del equipo subclavio radica en la protec-
ción que tiene en su punta, la cual disminuye las posibilida-
Para la punción se utiliza una aguja de Veress (en lugar des de lesión inadvertida de una víscera. Puede ser reusa-
de la aguja sin protección que incluye el equipo subcla- ble y poder desensamblarse, o desechable, para que pueda
vio),2,4,5 un catéter subclavio de doble o triple lumen que pasar la guía metálica del catéter.
permanecerá en la cavidad y una jeringa de vidrio de 50
mm3 para insuflar con aire ambiente (figuras 53--3 y
53--4). Con el paciente en decúbito dorsal, bajo el protocolo
Con el paciente en ayuno de al menos 6 h se decide de asepsia y antisepsia, se aplica la anestesia local con
el punto anatómico para realizar la punción de acuerdo lidocaína simple a 1 o 2% en el sitio elegido para la pun-
con la localización de incisiones previas y de posibles ción. Se realiza una pequeña incisión de 0.1 cm, para
espacios sin presencia de adherencias, de preferencia en permitir la inserción de preferencia de una aguja de Ve-
la línea medioclavicular izquierda, a nivel del hipocon- ress metálica reutilizable y desarmable. En caso de no
drio izquierdo, por debajo del reborde costal (punto de contar con aguja reusable se utiliza una desechable, te-
Palmer). En caso de incisiones previas en dicho sitio se niendo únicamente cuidado de que el orificio inferior de
elige un sitio alejado de cicatrices y del saco herniario la aguja quede apuntando hacia la cavidad abdominal,
con asas intestinales. Cuando se crea que el paciente pue- para que, al pasar la guía metálica, ésta pase sin dificul-
de tener adherencias en exceso por múltiples cirugías tad a la cavidad y no tope con la camisa de la aguja. La
previas, se le solicita al radiólogo que efectúe un ultraso- introducción de la aguja es similar a la realizada en cual-
nido abdominal para elegir el sitio que esté libre de adhe- quier procedimiento laparoscópico. Se corrobora su in-
rencias. El radiólogo debe tener experiencia en este tipo serción dentro de la cavidad abdominal mediante la as-
de exploración, para proporcionar resultados confiables. piración y el libre paso de solución fisiológica hacia
ésta. Se insufla aire ambiente por la aguja hacia la cavi-
dad abdominal mediante una jeringa de 50 cm3 en canti-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dad de 100 cm3, para lograr el despegamiento de cual-


quier tipo de adherencia o asa intestinal hacia la aguja
de Veress durante su introducción. Se desensambla la
parte interna de la aguja de Veress para lograr el paso de
la guía metálica flexible que acompaña a los catéteres
centrales (subclavios). Una vez insertada la guía metáli-
ca dentro de la cavidad, se retira por completo la aguja
y se continúa con la inserción del catéter con la técnica
habitual de Seldinger; se pasa un dilatador a través de
la guía metálica, después se inserta el catéter subclavio
hasta la bifurcación de sus lúmenes y cuando esté dentro
Figura 53--3. Equipo para la colocación de catéter subclavio de la cavidad se fija a la piel con dos a cuatro puntos (fi-
usado para la inserción del catéter intraabdominal. gura 53--5). En este momento se sienta al paciente, se
458 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

A B

C D

Figura 53--5. Pasos para la inserción del catéter. A. Introducción de la aguja de Veress metálica reusable. B. Se desensambla
la parte interna de la aguja. C. Se permite el paso de la guía metálica a través de la parte externa de la aguja de Veress aún en
la cavidad abdominal. D. Se retira la parte externa de la aguja de Veress y se pasa el catéter de doble o triple lumen completo
a la cavidad a través de la guía metálica. Al final se sujeta el catéter a la piel abdominal con dos o cuatro puntos.

prosigue con la colocación de una llave de tres vías en na de segunda o tercera generación, un procinético (me-
el lumen distal del catéter y se inicia la insuflación de la toclopramida en dosis de 10 mg/8 h) y un analgésico en
cavidad con aire ambiente en una cantidad de 1 000 caso de dolor.
cm3; se envía al paciente al departamento de radiología La experiencia ha indicado que es mejor insuflar al
para corroborar la presencia de neumoperitoneo ade- paciente cuando está en posición sedente (figura 53--8),
cuado (figura 53--6) mediante la toma de una telerradio- pues, cuando se realiza en decúbito, al incorporarse
grafía de tórax en posición sedente o bipedestación, con siempre aparece un dolor intenso en ambos hombros
el fin de descartar la introducción accidental del catéter con respuesta vasovagal importante, que puede llegar al
en un asa intestinal. Si la radiografía muestra aire libre desmayo y crear desconfianza en el momento en que el
en ambos hemidiafragmas se completa la insuflación de paciente se retire a su domicilio. Otro aspecto interesan-
aire con el paciente sentado hasta 2 000 a 4 000 cm3, de- te es que en la actualidad no se monitorea la presión in-
pendiendo del momento en que el paciente refiera sen- traabdominal, puesto que nunca se rebasan los 12
sación de plenitud abdominal o dolor en los hombros; mmHg sin que el paciente presente molestias que obli-
con un esfigmomanómetro conectado en el otro lumen guen a suspender la insuflación de aire.
del catéter debe monitorearse que la presión intraabdo-
minal no exceda los 15 mmHg (figura 53--7). Una vez
que se termina la insuflación inicial se envía al paciente Mantenimiento del neumoperitoneo
a su casa y se le recomienda realizar sus actividades ha-
bituales y que evite estar sólo en reposo. Se le prescribe El paciente recibe instrucciones para que acuda a revi-
antibioticoterapia oral con una cefalosporina o quinolo- sión diaria. En ella se documentan las molestias del pa-
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio 459

Figura 53--6. Telerradiografía de tórax que muestra aire Figura 53--8. Se recomienda efectuar las insuflaciones con
libre subdiafragmático bilateral (neumoperitoneo), lo cual el paciente sentado, para evitar el reflejo vasovagal por
indica que el catéter se colocó adecuadamente y que puede dolor súbito en los hombros cuando se hace en posición de
proseguirse con su mantenimiento. decúbito y el paciente se levanta.

ciente, con especial atención en cualquier dato de reac- Para tomar la decisión de cuándo dar por concluido
ción peritoneal que indique infección o lesión visceral; el procedimiento y efectuar la cirugía deberá realizarse
asimismo, se palpa el abdomen para verificar la tensión una tomografía de control y nuevamente medir diáme-
(la reabsorción del aire ambiente es lenta debido a su tros del anillo herniario y del área de la cavidad abdomi-
porcentaje de nitrógeno). Se realizan insuflaciones de nal y el saco herniario para determinar si ya se puede re-
mantenimiento de 1 000 a 2 000 cm3, de acuerdo con la introducir el contenido herniario en la cavidad.
tolerancia del paciente (no se lleva a cabo la insuflación En algunos casos es interesante observar que el con-
cuando se aprecia que la cavidad abdominal está aún tenido visceral del saco se ha reintroducido espontánea-
muy tensa, lo cual indica que por el momento no tolerará mente en la cavidad al agrandarse ésta. Si se considera
más aire). El tiempo establecido para el mantenimiento que la cavidad abdominal aún no alcanza el crecimiento
del neumoperitoneo es de 9 a 15 días en las hernias in- necesario se continuará con la insuflación diaria por el
guinales y de 21 a 30 días en las ventrales (figura 53--9). tiempo que haga falta.
Al término de este periodo de insuflaciones el pa-
ciente se somete al evento quirúrgico planeado, y antes
de iniciar la cirugía, con el paciente ya anestesiado, se
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Figura 53--7. Se conecta uno de los lúmenes del catéter


subclavio a un esfigmomanómetro de mercurio (éste es el
único que mide presiones menores de 20 mmHg) y se moni- Figura 53--9. Paciente 15 días después del mantenimiento
torea la presión. del neumoperitoneo.
460 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

retira el catéter de neumoperitoneo. Existe la tendencia última contingencia se relaciona con la cantidad de san-
a iniciar la cirugía tratando de preservar íntegro el peri- grado producido.
toneo insuflado hasta disecar totalmente el saco, pero la Otra complicación común e inconveniente ocurre
experiencia ha enseñado que lo mejor es abrir el perito- cuando en los pacientes con múltiples operaciones se in-
neo desde el inicio de la cirugía para que salga todo el troduce la aguja y no se logra crear un neumoperitoneo
neumoperitoneo y de esta forma se facilita la disección total; es decir, debido a los tabicamientos creados por
total del saco. Lo anterior también evita que se hagan in- adherencias firmes de epiplón y asas intestinales, sólo
cisiones más grandes de lo necesario. se consigue el neumoperitoneo parcial de un segmento
La técnica quirúrgica de reparación de la pared y el pequeño del abdomen, que no servirá para los objetivos
tipo de material protésico se establecen de acuerdo con deseados de agrandar la totalidad de la cavidad. La con-
el criterio del cirujano y las necesidades específicas de ducta a seguir en estos casos consiste en intentar una
la hernia y el paciente. nueva punción en un sitio diferente y esperar que se pro-
duzca el neumoperitoneo total de la cavidad. Por des-
gracia, en los pacientes con varias operaciones previas
en los que el primer intento es fallido, pocas veces se ha
COMPLICACIONES tenido éxito en las punciones posteriores. Como norma
general se hacen hasta cuatro punciones en dichos pa-
cientes, por lo que de no conseguirlo se abandona el in-
tento de llevar a cabo este procedimiento y se planea
Relacionadas con el otro tipo de resolución de la hernia con pérdida de domi-
procedimiento de punción nio.4,5

La principal complicación es la punción accidental de


una víscera hueca. Cuando se advierte la perforación Relacionadas con el mantenimiento
por aspiración de material intestinal o biliar (hay un del neumoperitoneo
caso donde se puncionó un hidrocolecisto gigante asin-
tomático) se recomienda retirar de inmediato la aguja y Algunas manifestaciones clínicas ocasionadas por la in-
someter al paciente a una laparotomía para solucionar suflación de aire en la cavidad son normales en la mayo-
esta eventualidad, y dejar el procedimiento del neumo- ría de los pacientes, como dolor continuo de hombros,
peritoneo y la plastia para un tiempo posterior. Herszage dolorimiento moderado de la pared abdominal ocasio-
reportó que en las punciones accidentales de intestino nado por la distensión, reflujo gastroesofágico inicial y
debe retirarse la aguja e intentar su introducción en otro plenitud posprandial precoz en los últimos días, así
sitio, sin que al parecer haya tenido fugas intestinales como cierta dificultad ventilatoria cuando se llega a los
posteriores (esta conducta quizá puede explicarse por el días finales del procedimiento.
diámetro menor de la aguja que se utiliza, en compara- Una de las complicaciones más frecuentes es la pre-
ción con el diámetro de la aguja de Veress). Si la pun- sencia de enfisema subcutáneo en la pared abdominal,
ción no se advierte se corre el riesgo de que el catéter ocasionado por la fuga de aire a presión por el orificio
también se introduzca en sentido intraluminal, lo cual del catéter en el peritoneo, la cual siempre es pequeña
hará que el aire insuflado produzca un dolor importante o moderada y no requiere manejo alguno. En ocasiones,
y se presente estallamiento visceral si no se tiene la pre- sobre todo cuando el neumoperitoneo dura más de 15
caución de tomar una radiografía de tórax al haber insu- días, se presenta enfisema subcutáneo en el cuello y los
flado los primeros 1 000 cm3, que pueden ser bien tole- hombros, lo cual se denomina cuello proconsular cuan-
rados en cualquier segmento intestinal. Si hubo punción do es moderado o severo. Éste se produce por el paso de
visceral con la aguja pero el catéter quedó colocado in- aire al mediastino, al igual que ocurre durante algunas
traperitonealmente podrá producirse un cuadro séptico intervenciones laparoscópicas a través del diafragma y
posterior con datos abdominales agudos. Ambas situa- del tejido celular subcutáneo. El manejo consiste en dis-
ciones requieren una laparotomía y la reparación del asa minuir la frecuencia y la cantidad de aire insuflado.4,5
intestinal afectada. El sangrado intracavitario por lesión Otra complicación frecuente es la que origina la lisis
de víscera maciza (hígado y rara vez el bazo) o por trau- forzada de adherencias que pudieran causar sangrados;
matismo de algún vaso mesentérico o epiploico también en algunos casos raros se ha reportado4--6 disección neu-
puede llevar a la necesidad de una laparotomía urgente, mática del lecho vesicular y desgarro de la cápsula es-
aunque no hay reportes al respecto. El manejo de esta plénica por distensión de sus ligamentos y fijaciones
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio 461

causadas por el aire intracavitario a presión. Ambas si- bién se reduce el tiempo necesario de neumoperitoneo
tuaciones requieren intervenciones quirúrgicas de ur- para producir aumento de la cavidad abdominal a sólo
gencia. La infección del sitio de punción en la piel y 8 a 10 días en hernias incisionales. Esto representa una
TCS se manejarán en forma conservadora con medidas ventaja para el paciente. Los resultados del autor de este
locales de aseo y desbridamiento. Si estos pacientes tie- capítulo y los de otros grupos que han estado haciendo
nen factores de riesgo como obesidad, diabetes melli- estos procedimientos en forma simultánea, aunque aún
tus, insuficiencia renal o alguna inmunodeficiencia, de- no se han publicado, ratifican el beneficio que se obtie-
berá valorarse el retiro del catéter aunque no haya ne en especial en hernias con pérdida de dominio.
indicios de infección peritoneal. Ante la presencia de
datos que indiquen infección peritoneal deberá iniciarse
la antibioticoterapia parenteral y el internamiento del CONCLUSIONES
paciente sin descontinuar el procedimiento, hasta que
haya un control clínico del cuadro. De lo contrario, el
retiro del catéter es obligatorio, lo cual suspende el neu-
moperitoneo. Hay reportes esporádicos de otras com- Operar a un paciente portador de una hernia catalogada
plicaciones, como los quistes aéreos interasa, el granu- como con pérdida de dominio sin una adecuada prepa-
loma peritoneal cicatricial por la presencia del catéter, ración preoperatoria conducirá al fracaso en la repara-
la embolia aérea y la muerte relacionada de manera di- ción y a exponer al paciente a complicaciones graves. El
recta o indirecta con el procedimiento durante los días uso del neumoperitoneo progresivo preoperatorio es
del mantenimiento del neumoperitoneo.4--6 una herramienta útil en la preparación de los pacientes.
Con el advenimiento de la técnica de infiltración de La utilización del neumoperitoneo progresivo preope-
toxina botulínica (descrita en otro capítulo) y de su ex- ratorio en forma simultánea con la infiltración de toxina
periencia favorable para hernias con defectos grandes botulínica potencializa los efectos de ambos procedi-
se ha planteado el uso simultáneo de ambos procedi- mientos. Hay que recordar que este procedimiento no
mientos para favorecer la evolución y disminuir los debe utilizarse de manera indiscriminada y que se trata
tiempos de preparación en pacientes con hernias con tan sólo de una medida adyuvante que tiene que comple-
pérdida de dominio. Inicialmente se infiltra toxina botu- mentarse con un procedimiento quirúrgico adecuado, lo
línica en los complejos musculares laterales de acuerdo cual conlleva el uso de técnicas sin tensión con material
con la técnica descrita por Tomás Ibarra,7 y al lograr la protésico y en ocasiones con ayuda de algunos otros
parálisis muscular y distensión muscular máxima a los procedimientos, como las maniobras de incisiones rela-
30 días se inicia el procedimiento de neumoperitoneo, jantes, las técnicas de separación de componentes, los
con la idea de producir una máxima distensión muscular colgajos cutáneos, etc., para complementar el manejo
en los complejos musculares paralizados; con ello tam- integral del paciente.

REFERENCIAS
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Gral 2005;27:280--285.
462 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)
Capítulo 54
Uso de toxina botulínica
en grandes defectos herniarios
Tomás R. Ibarra Hurtado, Carlos M. Nuño Guzmán, Luis Bravo Cuéllar, J. Ramón Gutiérrez Flores,
Francisco del S. Preciado Hernández, Felipe de J. Romo Pérez, José Antonio Mora Huerta

INTRODUCCIÓN Las incisiones de relajación o de descarga que se reali-


zaban sobre las fascias con el objetivo de disminuir la
tensión fueron muy utilizadas en la región inguinal. Una
de las más famosas fue, sin duda, la maniobra de Tanner.
La incorporación del uso de la toxina botulínica tipo Gibson describió en 19161 la incisión de relajación
“A” (TBA) infiltrada en los músculos abdominales es que lleva su nombre y una de las primeras que se utiliza-
un elemento coadyuvante en la preparación preoperato- ron para disminuir la tensión en hernias incisionales.
ria de la pared abdominal, y por sus efectos permitirá la Consistía en abrir la vaina anterior de los músculos rec-
parálisis muscular para lograr el cierre de grandes de- tos abdominales para poder cerrar la línea media, ma-
fectos musculoaponeuróticos y el aumento del volumen niobra limitada a casos leves. Sin embargo, esta cirugía
de la cavidad abdominal en hernias con pérdida de do- fue el antecedente, junto con la técnica de Young2 y la
minio. de Albanese, para las técnicas de separación de compo-
Al aplicarse en los músculos la TBA bloquea la libe- nentes de Ramírez,3 para la liberación miofascial de
ración de acetilcolina a nivel de la placa neuromuscular, Thomas,4 y para la liberación miofascial ampliada de
provoca parálisis de los mismos por cuatro a seis meses Levine;5 otros muchos autores han emulado y modifica-
y es totalmente reversible. Esto permite el cierre del de- do estas técnicas con el objetivo de disminuir la tensión
fecto sin tensión, nulificando la fuerza de los músculos o la fuerza (o ambas a la vez) de los músculos de la pared
contraídos en forma crónica en hernias de larga evolu- abdominal.
ción. En una segunda etapa se puede mencionar la técnica
Es importante comprender el papel de la TBA aplica- de neumoperitoneo preoperatorio progresivo (PPP)
da en los músculos abdominales antes de la reconstruc- descrita en 1940 por Goñi Moreno,6 cuyo objetivo al in-
ción abdominal de grandes eventraciones. suflar aire en la cavidad abdominal es distender y au-
mentar el volumen de ésta y disminuir el edema linfáti-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

co de las vísceras que se encuentran en el saco, lo cual


ANTECEDENTES HISTÓRICOS facilita su retorno a la cavidad abdominal y el cierre de
la pared, evitando el síndrome compartimental. Esta
técnica elonga los músculos abdominales,11 efecto que
puede ser útil para disminuir la tensión.
El cirujano ha desarrollado a través del tiempo alternati- La colocación de expansores de tejidos entre los
vas para disminuir la tensión en la reconstrucción de la músculos de la pared abdominal descrita por Jacobsen7
pared abdominal y, por ende, reducir los altos porcenta- con fines de reconstrucción de la pared abdominal tiene
jes de recurrencia. el objetivo de elongar los tejidos para poder cerrar sin
En una primera etapa utilizó técnicas de relajación tensión los grandes defectos abdominales, además de
fascial para disminuir la tensión en los puntos de sutura. disminuir la tensión y la fuerza muscular.

463
464 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

FARMACOLOGÍA DE Origen
LA TOXINA BOTULÍNICA
Se conocen siete tipos de toxina botulínica producidos
por diferentes cepas de Clostridium botulinum14 seroló-
gicamente distintos, clasificados de la A a la G. La tipo
A es el más estudiado para uso tanto funcional como
Historia cosmético, la tipo B está aprobada en algunos países
para distonía cervical y no para fines cosméticos, por-
La historia de la toxina botulínica se inició con el médi- que su inyección se acompaña de dolor importante, así
co alemán Justinus Kerner, quien en 1817 describió el como edema localizado, aunque su acción es más rápida
término botulismo (del latín botulus, salchicha) para re- pero de menor duración que la tipo A.15--17
ferirse a la muerte causada por el veneno encontrado en
salchichas ahumadas.
Composición
El botulismo es un tipo de intoxicación alimentaria
conocido desde el siglo XIX. Esta enfermedad se suele
Todos los serotipos se sintetizan como polipéptidos de
presentar tras la ingestión de la toxina que se encuentra
cadena simple con peso molecular de aproximadamente
en conservas procesadas de manera inadecuada. Los
150 kDa y comparten una organización estructural co-
signos clínicos incluyen parálisis flácida de las extremi-
mún, que consiste en una cadena polipeptídica pesada
dades, flacidez facial, oftalmoplejía, disartria, disfagia, (100 kDa) y una ligera (50 kDa) unidas por un enlace di-
disnea (hasta parálisis respiratoria), estreñimiento, íleo, sulfuro simple. La TBA unida a proteína se conoce
retención urinaria, etc. como sinaptosoma, y su peso molecular es de 25 kDa
Kerner concluyó que el veneno interfiere con la exci-
(SNAP--25). La SNAP--25 es esencial para el acopla-
tabilidad motora y con el sistema nervioso autónomo.
miento y la fusión de las vesículas sinápticas a la mem-
Propuso algunos usos potenciales de la toxina botulíni-
brana presináptica para la liberación de acetilcolina.
ca, especialmente en trastornos del sistema nervioso
Son dos formas las autorizadas por la FDA para la TBA:
central, lo cual se reportó mucho tiempo después.8 Nun- la onabotulinum toxina A (BotoxR de Allergan) y la
ca imaginó los alcances de la toxina botulínica. abobotulinum toxina A (DysportR de Ipsen), de 900 y
El profesor Emile van Ermengen descubrió en 1895 500 kDa, respectivamente. No se tiene curva dosis--res-
el agente bacteriano y el mecanismo de acción respon- puesta paralela, lo que significa que la razón de la dosis
sables de la toxicidad del botulismo y lo publicó en difiere entre las toxinas.18
1897.9 La toxina botulínica es una de las toxinas bacte-
Todas las toxinas botulínicas inhiben la liberación de
rianas más potentes que se conocen. Resulta de la fer-
acetilcolina en la unión neuromuscular.19 La TBA es un
mentación del Clostridium botulinum sp., organismo preparado obtenido en laboratorio para su uso comer-
anaeróbico gramnegativo en forma de esporas de distri- cial; se trata de un biológico estable, cristalino, una sus-
bución mundial.10 tancia liofilizada combinada con albúmina humana, y
El doctor Alan Scott, oftalmólogo de profesión, en se usa después de ser diluida en solución salina nor-
1973 llevó a cabo las primeras pruebas clínicas con la
mal.20
TBA en humanos para el tratamiento del estrabismo.
Posteriormente la toxina se indicó para el manejo de dis-
tonías, temblores y otros movimientos anormales.11 El Mecanismo de acción
primer tratamiento para la espasticidad muscular y otros
padecimientos neurológicos que comprometían el tono La inyección intramuscular de la TBA en dosis adecua-
y la contractilidad muscular fue publicado en 1989.12 A das causa denervación química parcial y reduce la con-
partir de esa década la toxina botulínica se convirtió en tractilidad muscular sin originar parálisis completa, al
uno de los productos farmacológicos más estudiados y inhibir la liberación de acetilcolina en las terminales
día a día se descubren nuevas aplicaciones. Es una sus- nerviosas.21 La unión proteolítica del complejo SNARE
tancia autorizada ya por la Food and Drug Administra- a la cadena ligera de TBA previene el anclaje de las vesí-
tion (FDA). Es la única neurotoxina que se utiliza am- culas sinápticas sobre la superficie interna de la mem-
pliamente en la clínica desde hace más de 30 años. brana celular; bloquea así la fusión vesicular y la libera-
Ibarra--Hurtado13 y col. publicaron en 2009 el primer ción de acetilcolina, que se traduce en denervación
estudio de la aplicación de la TBA en músculos abdomi- química con la consecuente afectación de las fibras
nales de pacientes con hernias de la pared abdominal. musculares y el desarrollo de parálisis muscular flácida.
Uso de toxina botulínica en grandes defectos herniarios 465

El efecto inicial sobre el músculo afecta la función de tornos de la unión neuromuscular (como la miastenia
la neurona motora alfa, responsable de la estimulación gravis o el síndrome de Lambert--Eaton) deben ser vigi-
de las fibras musculares; la toxina puede afectar además lados estrechamente si se les aplica la TBA.25 Este tipo
las neuronas motoras gamma que inervan el eje muscu- de pacientes pueden incrementar el riesgo de complica-
lar. Su inhibición resulta en reducción del tono muscular ciones clínicamente significativas, como disfagia seve-
secundario a la disminución de la retroalimentación afe- ra y compromiso respiratorio grave aunque las dosis uti-
rente sobre la neurona motora alfa del eje muscular.22 lizadas sean las más comunes y típicas.
Fisiológicamente la TBA produce denervación y en
consecuencia atrofia muscular sin causar fibrosis. No
obstante, con el paso del tiempo el axón se regenera y INFILTRACIÓN CON TOXINA BOTULÍNICA
emite nuevas prolongaciones que vuelven a inervar la TIPO A PREVIA A LA RECONSTRUCCIÓN
fibra muscular. Finalmente, la actividad vesicular se re- DE GRANDES DEFECTOS
instaura en las terminales nerviosas originales, las nue-
vas prolongaciones desaparecen y la placa neuromuscu-
lar original recupera su funcionalidad. El efecto clínico Antes y después de aplicar TBA en los músculos abdo-
de la TBA oscila entre tres y seis meses, tiempo necesa- minales de la pared lateral de pacientes con grandes de-
rio para la completa reinervación.23 fectos herniarios se debe realizar TAC abdominal basal
en reposo y en Valsalva, y TAC de control un mes des-
pués de aplicar la TBA, también en reposo y en Valsal-
Seguridad va. El objetivo es diagnosticar el estado basal de los
músculos abdominales, así como el control un mes des-
Los tratamientos cosméticos con aplicaciones de TBA pués de la aplicación de TBA, observar el resultado y
constituyen los procedimientos no quirúrgicos más co- comparar su efecto antes y después en los músculos ab-
munes realizados por los médicos hoy en día. Son segu- dominales.
ros y efectivos para el tratamiento de las líneas glabela- Se solicita al médico radiólogo tomar medidas en un
res y otras arrugas de la cara y el cuello. Sin embargo, solo corte, de preferencia entre la cresta iliaca y el rebor-
dada su gran seguridad y su uso en millones de pacien- de costal, tanto para medidas en reposo como en Valsal-
tes, el conocimiento de algún efecto adverso asociado va y en la TAC basal como en la de control. Son impor-
a TBA es esencial para los que realizan aplicaciones. tantes las siguientes medidas:
Las reacciones generalizadas que pudieran presentarse
por la aplicación de TBA, aunque muy raras, incluyen: S En la TAC basal en reposo, la distancia en centí-
metros de la piel al espesor muscular en un corte
S Náusea. entre la cresta iliaca y el reborde costal al nivel de
S Fatiga. la línea axilar media de forma bilateral.
S Malestar general. S Diámetro mayor en centímetros del defecto her-
S Síntomas parecidos al catarro común. niario.
S Rash cutáneo en sitios distantes a la inyección. S Diámetro mayor en centímetros de la cavidad ab-
dominal.
Las molestias locales en el sitio de aplicación (como S Espesor máximo en centímetros de la pared mus-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

roncha, edema, equimosis y rara vez un pequeño hema- cular lateral abdominal de manera bilateral, de
toma) constituyen las quejas más frecuentes. Los efec- preferencia en los cortes entre la cresta iliaca y el
tos de la TBA secundarios a la difusión por debajo del reborde costal.
sitio de inyección son infrecuentes, pero se pueden pre- S Longitud en centímetros de la pared muscular la-
sentar.24 Los síntomas en estos casos son acordes al me- teral abdominal de manera bilateral, de preferen-
canismo de acción de la TBA y pueden incluir astenia, cia tomarla del corte donde se tomó el espesor.
debilidad muscular, diplopía, visión borrosa, ptosis pal-
pebral y dificultad respiratoria. Estos síntomas se pue-
den presentar de horas a semanas después de la inyec- TÉCNICA DE APLICACIÓN
ción. A la fecha no existen reportes de efectos adversos
definitivos asociados al uso cosmético de la TBA.
Los pacientes con enfermedades neuropáticas perifé- El objetivo de la inyección es introducirla en el punto (o
ricas (como la esclerosis amiotrófica lateral) o con tras- los puntos) de mayor densidad de las uniones neuro-
466 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

A B

Figura 54--2. A. Se muestra el registro electromiográfico de


la actividad motora para en B. aplicar TBA a través de la
aguja electrodo mioject. Mismos puntos para el lado contra-
lateral.
Figura 54--1. Esquema con fotografía que muestra los pun-
tos de aplicación en el lado derecho y sus referencias anató-
micas. MAL: línea axilar media; AAL: línea axilar anterior;
MCL: línea medioclavicular; CM: reborde costal; ICL: nivel
cuo interno en los mismos puntos tomados de
de cresta iliaca. Dos puntos entre MAL y AAL, tres entre AAL acuerdo con la figura 54--1. En el momento opor-
y MCL, los mismos para el lado izquierdo. tuno indican aplicar TBA DysportR al interior de
los músculos, como se observa en la figura 54--3.

musculares (punto motor), región en la que con el míni-


mo de dosis se consigue el máximo efecto bloqueador
muscular, como se ha demostrado experimentalmente
en animales.26 En humanos no se ha observado o no se
ha podido comprobar ninguna diferencia clínicamente
significativa entre inyectar buscando el punto motor y
hacerlo en el vientre muscular; basta con inyectar en el
vientre muscular. En la mayor parte de los músculos
grandes y superficiales no es preciso usar técnicas espe-
ciales para localizar los músculos.27
La aplicación de TBA en los músculos abdominales
puede realizarse previo marcaje del paciente,28 como se
aprecia en la figura 54--1. Se recomiendan tres diferen-
tes formas de aplicación de la TBA en músculos abdo-
minales de pacientes con grandes hernias:

1. Aplicación de la TBA con guía electromiográfica.


El médico especialista y su equipo computarizado
para electromiografía con aguja electrodo mioject
localizan los cinco puntos (como se muestra en la
figura 54--1), y a la vez a través de ella se instila la
TBA hacia el vientre muscular, como se ilustra en Figura 54--3. Imagen de ultrasonido que muestra la aguja
la figura 54--2. entre los músculos de la pared lateral abdominal; la flecha
indica la solución de TBA aplicada a través de la aguja. La
2. Aplicación de la TBA con guía ecosonográfica. El acción se repite en cinco puntos (a cada lado) similares a los
médico especialista en radiología y su equipo de de la figura 54--3. Aguja = 25 Fr; EOM: músculo oblicuo
ultrasonido guían la aguja subdural 25 Fr hacia el externo; IOM: músculo oblicuo interno; TM: músculo trans-
espacio entre los músculos oblicuo externo y obli- verso.
Uso de toxina botulínica en grandes defectos herniarios 467

A B

Figura 54--5. A. Se muestra cómo medir la aguja subdural


Figura 54--4. Corte transversal de TAC con la distancia en calibre 25 Fr colocando una señal para no exceder la medida
centímetros de la piel al espesor muscular, misma que se y tener la certeza de aplicar la TBA en los músculos abdomi-
toma para medir la aguja de subdural 25 Fr, y será la distan- nales de la pared lateral. B. Aplicación de TBA previo mar-
cia que penetrará la aguja en la pared lateral abdominal de caje del paciente con las referencias anatómicas de los pun-
cada paciente para aplicar TBA en 10 puntos (figura 54--3), tos, cinco de cada lado. En el caso que se ilustra, la distancia
5 de cada lado. para introducir la aguja es de 2 cm. La distancia puede ser
diferente en cada lado del paciente.

3. Aplicación de la TBA con referencias anatómicas.


Se solicita al médico radiólogo que reporte en la es más apropiada la referencia de dosis/kg de peso. Pro-
TAC de cada paciente la distancia en centímetros porcionalmente, a menor edad y menor peso, así como
de la piel al espesor muscular de la pared abdomi- a mayor espasticidad, corresponde mayor dosis/kg por
nal lateral de forma bilateral, en un punto localiza- inyectar en el músculo. Por el contrario, en caso de gran
do entre la cresta iliaca y el reborde costal entre la peso corporal, baja espasticidad, debilidad excesiva tras
línea media axilar y la línea axilar anterior. De no dosis previas, se inyectarán los niveles más bajos de do-
haberlo reportado, este dato puede realizarlo el ci- sis/kg de peso corporal y músculo.
rujano tomando en cuenta la escala que aparece en Las limitaciones de la dosis están condicionadas por:
cada corte de la TAC, como se muestra en la figura
54--4. S La dosis letal media en el ratón está en 81.4 U/kg
de BotoxR (5 000 U) y 160.8 U/kg de DysportR
Es importante medir la aguja subdural de 25 Fr con los (10 000 U).29
centímetros reportados por el radiólogo, ya que esta me- S El escape de la TB fuera del músculo inyectado.30,31
dida será a la que se introducirá la aguja en los músculos S La probabilidad de desarrollar resistencia (anti-
del paciente. Se recomienda palpar el vientre muscular cuerpos neutralizantes)32 a la TBA es < 1%.
por inyectar y sentir su movimiento contra la resistencia
Actualmente las dosis máximas globales son:
(se le pide al paciente que realice una maniobra de Val-
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salva) para clavar la aguja. Si la aguja está en el músculo S Máxima dosis por sesión: 16 U/kg, sin superar 400
se desplaza el émbolo para aplicar la TBA. Hacer lo mis- U (BotoxR).
mo en cada lado y en los 10 puntos de 0.5 a 1 mL de 50 S Máxima dosis por músculo: 6 U/kg, sin superar
a 100 U DysportR como se muestra en la figura 54--5. 400 U totales (BotoxR).
S Máxima dosis por punto de inyección: 50 U (Bo-
toxR).
DOSIS S Salvo excepciones, no conviene reinyectar antes
de tres meses, para minimizar el riesgo de produc-
ción de anticuerpos. Se recomienda diluir 100 U
de BotoxR en 10 mL de solución salina a 0.9%. En
Se observa una correlación significativa en ciertos as- caso de DysportR, de 500 a 1 000 U; se reco-
pectos entre la dosis y el efecto. Por ello, en la infancia mienda diluir en 10 mL. La dosis que los autores
468 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

de este capítulo recomiendan para los músculos de A una parte de la toxina se le añade un diluyente que
la pared abdominal lateral crónicamente contraí- contiene albúmina sérica humana, adecuada para la po-
dos y retraídos, en pacientes con grandes defectos tencia. En los viales de comercialización la presenta-
de la pared abdominal, es de 500 a 1 000 U de Dys- ción es deshidratada, congelada y sellada. La presenta-
portR diluidas en 5 a 10 mL de solución salina a ción de BotoxR es en viales de 100 UR de exotoxina
0.9% para obtener 100 U/mL. El cirujano decide junto con 0.5 mg de albúmina y 0.9 mg de cloruro de so-
la dosis de acuerdo a la gravedad de problema; si dio, esterilizados, en polvo liofilizado y envasados al
elige 500 U (1 vial de DysportR) aplicará 0.5 mL/ vacío; debe ser almacenado a 5 _C. DysportR se distri-
50 U de DysportR/punto en 10 puntos. Si eligió buye en viales que contiene 500 unidades (no UR), tiene
1 000 U (dos viales de DysportR) aplicará 1 potencia 2:1 con BotoxR (es decir, dos viales de Dys-
mL/100 U de DysportR/punto en 10 puntos. (Los portR por uno de BotoxR).
puntos de aplicación ya se explicaron en la figura
54--3.)
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS
Existen tres poderosas razones por las cuales el grupo
de trabajo de los autores recomienda DysportR en vez
de BotoxR o XeomeenR (otras marcas de TBA). Aun-
que en todos los casos se trata de TBA, la economía, la La administración concomitante de TBA y aminoglucó-
duración y el volumen recomendado para la dilución sidos u otros agentes que interfieren con la transmisión
favorecen a DysportR. neuromuscular (p. ej., bloqueadores no despolarizantes
como el curare, lincosinamidas, aminoglucósidos, poli-
mixinas, quinidina, sulfato de magnesio, anticolineste-
rasas, succinilcolina, etc.) debe ser realizada con pre-
DURACIÓN DEL EFECTO caución, ya que el efecto de la toxina se puede potenciar
y resultar en excesiva debilidad muscular.35 Cabe desta-
car la baja incidencia de efectos secundarios de la TBA
y en especial de BotoxR, cuyo perfil de seguridad se ha
Una vez inyectada la TBA en el músculo esquelético su estudiado ampliamente. En el caso de producirse son de
acción se inicia entre dos y cinco días después; even- intensidad leve o moderada y siempre transitoria.36
tualmente tarda dos semanas en iniciar su efecto, que
tiene un pico máximo de un mes. Una vez establecido
el efecto se mantiene de seis semanas a seis meses (con EFECTOS ADVERSOS
un promedio de tres a cuatro meses). Después de dos a
tres meses la acción empieza a disminuir gradualmente.
Los exámenes histológicos en este lapso de tiempo re-
velan atrofia muscular reversible; es decir, el músculo En relación con la toxicidad aguda evaluada mediante
se recupera a 100% al ocurrir la reinervación al desapa- la DL50 en ratones, cuando se extrapola al organismo
recer totalmente el efecto.33 humano ésta se encuentra en orden de magnitud > 100
La evidencia histológica sugiere que la inyección de veces que la dosis utilizada en la práctica clínica habi-
TBA origina denervación química después de la cual se tual. La dosis más baja causante de toxicidad sistémica
presenta regeneración axonal. La medida de tiempo de en primates fue de 33 UR/kg, y la dosis letal más baja
esta regeneración es variable, y se observa por semanas fue de 38 UR/kg; ambas dosis están muy por encima de
a meses.34 las dosis clínicas habituales. La inyección de TBA se
La probabilidad de efectos sistémicos importantes asocia a sensación transitoria de ardor local, eritema en
por la TBA es remota; aunque existen evidencias expe- el sitio de la inyección y debilidad local. La administra-
rimentales de diseminación neuronal, las consecuencias ción profunda puede paralizar grupos musculares cerca-
clínicas sistémicas no son importantes. Se pueden pre- nos, efectos habitualmente bien tolerados y totalmente
sentar alteraciones en el tono muscular o fatiga, sínto- reversibles en el curso de las dos semanas del trata-
mas que desaparecen con el correcto ajuste de la dosis miento. La intoxicación por sobredosificación acciden-
y la técnica de administración. Entre la administración tal durante el tratamiento es improbable, ya que requeri-
de la toxina y la aparición del efecto clínico suelen ría la inyección de varios viales. En el caso extremo de
transcurrir entre 24 y 72 h. que se presentara se requerirá la administración de anti-
Uso de toxina botulínica en grandes defectos herniarios 469

toxina que contiene inmunoglobulinas equinas que pro- muscular y el aumento de volumen de la cavidad abdo-
ducen anafilaxia hasta en 9% de los pacientes tratados. minal ocurren en un mes, tiempo que se puede aprove-
La dosis máxima recomendada por sesión es de 400 UR char para la preparación preoperatoria del paciente, pla-
para BotoxR y 1 000 U para DysportR. near el tipo de cirugía a realizar, así como para la
elección oportuna y adecuada del material protésico.
Una vez que la TBA alcanza su máximo efecto se man-
CONTRAINDICACIONES tiene de dos a tres meses, para empezar a disminuir hasta
desaparecer por completo entre los cuatro y los seis me-
ses. Debe aprovecharse para realizar la reconstrucción
precisamente al mes de haber sido infiltrado el paciente,
El uso de la toxina botulínica se debe evitar durante el ya que los músculos laterales de la pared abdominal
embarazo y la lactancia; hay que tener cuidado con el estarán paralizados y, por lo tanto, su fuerza disminuida.
uso en niños, y se contraindica en pacientes con enfer- La sutura del cierre del defecto no sufre de tensión y se
medades del tipo de la miastenia gravis.37 disminuye el proceso de isquemia/necrosis, y en conse-
cuencia la presentación de recidiva.
La aplicación de TBA en los músculos laterales de la
pared abdominal en forma bilateral disminuye el diáme-
PRODUCTOS COMERCIALES tro máximo del defecto herniario, como se puede obser-
Y EQUIVALENCIAS var en las imágenes de la figura 54--6, que corresponden
a cortes transversales de TAC en reposo, antes y después
de la aplicación de TBA, respectivamente. Los múscu-
los rectos abdominales anteriores que conservan sus
Aunque existen siete tipos de TB, la A es la más utili- inserciones normales tratan de regresar a su posición
zada en la clínica por su disponibilidad, seguridad y efi- normal ante la parálisis de los músculos laterales de la
cacia. En México se conocen al menos tres preparados pared abdominal provocada por la TBA. Debido a lo an-
comerciales con TB tipo A: terior, se debe tener cuidado de no colocar la TBA en los
músculos rectos abdominales anteriores, pues de lo con-
S BotoxR (Allergan, Irvine, California, EUA). trario podría no modificarse el tamaño del defecto her-
S DysportR (Ipsen, Maidenhead, Inglaterra). niario. La TBA aplicada en los músculos de la pared
S XeomeenR (Merz, Alemania). abdominal lateral bilateral reduce el tamaño del defecto
en promedio 5.25 cm3 (p < 0.001).
Estos biológicos comparten el mismo tipo de toxina A, La aplicación de TBA fuera de los sitios que se reco-
así como su mecanismo de acción, aunque difieren en miendan no surtirá efecto alguno; es decir, si se coloca
la cantidad de proteína humana presente en cada vial, en en el tejido celular subcutáneo, en el peritoneo o hacia
sus equivalencias y en su duración. La proteína humana el interior de la cavidad abdominal no se observará nin-
(albúmina) presente en estos compuestos es variable: de gún efecto a nivel muscular.
0 para XeomeenR, la mayor cantidad es para BotoxR, La maniobra de Valsalva demuestra en parte la fuerza
con 500 μg, y para DysportR una cantidad intermedia de de los músculos de la pared lateral. En cortes transversa-
125 μg por vial. Cada unidad de BotoxR equivale a dos
de DysportR y a una de XeomeenR; la duración del
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efecto de la TBA en general va de cuatro a seis meses. A


DysportR se le reconoce la mayor duración del efecto.

EFECTO DE LA TOXINA BOTULÍNICA


TIPO A EN LOS MÚSCULOS
ABDOMINALES Y LA CAVIDAD
A B
ABDOMINAL
Figura 54--6. A. Corte transversal en TAC abdominal que
muestra el diámetro máximo del defecto herniario en reposo
antes de aplicar TBA y B. en reposo un mes después de la
El efecto o pico máximo de la TBA sobre la elongación infiltración.
470 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

A B A B

Figura 54--7. A. Corte transversal que muestra el diámetro Figura 54--9. A. Antes de aplicar TBA se muestra el diáme-
máximo del defecto herniario en Valsalva antes de aplicar tro transverso máximo de la cavidad abdominal con la
TBA. B. Un mes después de infiltrado. maniobra de Valsalva. Se observa el saco herniario con >
50% de las vísceras. B. Un mes después de infiltrar. A sim-
ple vista se aprecia que el contenido del saco herniario
les de TAC abdominal se puede observar cómo aumenta excede en 15 a 20% el contenido de la cavidad abdominal.
Se puede apreciar un aumento considerable en el diámetro
el diámetro máximo del defecto y cómo disminuye una
transverso máximo de la cavidad abdominal.
vez aplicada la TBA (figura 54--7), respectivamente. Si
se compara la TAC en reposo antes y después de aplicar
TBA con la TAC en Valsalva antes y después de aplicar cavidad abdominal. El efecto de la TBA aplicada en los
TBA se encontrarán cambios que favorecen más aún el músculos abdominales de la pared lateral reduce el
uso de TBA en estos casos. espesor muscular de forma bilateral en promedio 1 cm
El diámetro transverso máximo de la cavidad abdo- (p < 0.001),38 como se puede observar en la TAC en
minal también se modifica en reposo, antes y después de reposo de las imágenes de la figura 54--10.
aplicar TBA, como se puede observar en las imágenes El espesor máximo en centímetros de la pared mus-
de la figura 54--8, respectivamente. El efecto de la TBA cular lateral abdominal bilateral en Valsalva se puede
sobre el diámetro transverso de la cavidad abdominal observar en la TAC abdominal antes y después de apli-
aumenta el volumen de la misma tanto en reposo como car TBA en TAC abdominal (figura 54--11). En los cor-
en la maniobra de Valsalva. El efecto de la TBA en los tes en TAC abdominal se puede observar los importan-
músculos abdominales aumenta el diámetro transverso tes cambios debidos al efecto de la TBA tanto en reposo
máximo de la cavidad abdominal en promedio 4 cm (p como en Valsalva, antes y después de aplicar TBA.
< 0.001)38 en reposo y aumenta 1 cm más en la maniobra El efecto de la TBA modifica además la longitud en
de Valsalva (figura 54--9). El aumento del diámetro centímetros de la pared muscular lateral abdominal bi-
transverso máximo de la cavidad abdominal en Valsalva lateral en reposo, antes y después de aplicar TBA, como
antes y después de aplicar TBA no deja duda del exce- se observa en la TAC abdominal de la figura 54--12,
lente efecto de la TBA sobre los músculos de la pared donde se aprecia el aumento en su longitud de manera
abdominal lateral, que se reflejará en el volumen de la bilateral de en promedio 2.44 cm (p < 0.001).38
Al igual que en medidas anteriores, la longitud se
modifica en reposo y aún más en Valsalva, lo cual rea-

A B

Figura 54--8. A. Se muestra el diámetro transverso máximo A B


de la cavidad abdominal en reposo antes de aplicar la TBA.
A simple vista se aprecia que el contenido del saco herniario Figura 54--10. A. Espesor en centímetros de la pared mus-
excede en 15 a 20% el contenido de la cavidad abdominal. cular lateral abdominal bilateral en reposo antes de aplicar
B. Un mes después de infiltrado. Se puede apreciar un TBA. B. Un mes posterior a la infiltración. Se puede obser-
aumento considerable en el diámetro transverso máximo de var la disminución del espesor muscular de manera bilate-
la cavidad abdominal. ral.
Uso de toxina botulínica en grandes defectos herniarios 471

A B A B

Figura 54--11. A. Se muestra el espesor en centímetros de Figura 54--13. A. Longitud en centímetros de la pared mus-
la pared muscular lateral antes de aplicar TBA con la manio- cular lateral abdominal bilateral en Valsalva antes de aplicar
bra de Valsalva. B. Un mes posterior a la infiltración. TBA. B. Se puede observar el importante incremento de la
longitud muscular en Valsalva de manera bilateral un mes
después de infiltrarla.
firma el efecto de la TBA sobre los músculos abdomina-
les. Puede deberse también a la tracción ejercida por los
músculos rectos abdominales anteriores, que conservan se aprovecha para la reconstrucción de la pared abdomi-
su inserción normal y no están bajo el efecto de la toxi- nal.
na. Por su parte, la longitud en centímetros de la pared Una vez que se verifica el efecto de la TBA en los
muscular lateral abdominal bilateral, en Valsalva antes músculos de la pared abdominal lateral y en la cavidad
y después de aplicar TBA, respectivamente, se puede abdominal se prepara al paciente para la cirugía recons-
observar en la figura 54--13. tructora de la pared abdominal. El cirujano aplicará las
Por último, en la figura 54--14 se muestran imágenes técnicas de cierre que a su juicio estén indicadas en cada
de cortes transversales de TAC en reposo, antes y des- caso en particular y elegirá la malla adecuada para cada
pués de aplicar TBA, donde se observa la ganancia de caso.
volumen de la cavidad abdominal tomado de un solo
corte en TAC abdominal.
El volumen del saco herniario no sufre modificacio- TÉCNICAS QUIRÚRGICAS
nes, probablemente debido a las adherencias que fijan
las vísceras al interior del saco herniario.
En el mismo corte en Valsalva se obtiene ganancia de El grupo de trabajo de los autores recomienda la técnica
volumen en la cavidad abdominal de aproximadamente de separación de componentes aplicando el algoritmo
23%, lo cual brinda la oportunidad de tratar con seguri- de Girotto,39 y están de acuerdo en cerrar completamen-
dad la hernia con pérdida de domicilio, como se puede te el defecto recreando la línea media.
observar en TAC abdominal antes/después de aplicar Con la intención de reforzar la pared abdominal reco-
TBA (figura 54--15), respectivamente. Hay que tomar miendan la colocación de malla de polipropileno ligera
en cuenta además que los músculos están bajo el efecto para reforzar la pared abdominal de la manera que reco-
de la TBA (es decir, parcialmente paralizados), lo que mienda Carbonell40 de aplicación onlay, que reposicio-
na los músculos oblicuos externos sobre la misma próte-
sis.
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A B
A B
Figura 54--12. A. Se muestra la longitud en centímetros de
la pared muscular lateral abdominal bilateral en reposo Figura 54--14. A. Volumen del saco herniario y de la cavidad
antes de aplicar TBA. B. Se puede observar el importante abdominal en reposo antes de aplicar TBA. B. Un mes des-
incremento de la longitud muscular de manera bilateral un pués de infiltrar se aprecia el considerable incremento en el
mes después de la infiltración. volumen de la cavidad abdominal.
472 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

herniaria. 32 pacientes (15 con hernia con pérdida de


domicilio y 17 con secuela del manejo con el abdomen
abierto) se manejaron con 1 000 U DysportR, 500 U di-
vididas en cinco puntos para cada lado, todos ellos con
buena respuesta a la TBA y sin registro de recidiva hasta
el momento.

A B

Figura 54--15. A. Volumen del saco herniario y de la cavidad CONCLUSIONES


abdominal en un solo corte, en Valsalva, antes de aplicar
TBA. B. Un mes después de aplicar TBA se puede apreciar
en Valsalva el considerable incremento en el volumen de la
cavidad abdominal.
El registro en la TAC de los cambios musculares de la
pared abdominal es un ejemplo objetivo de lo que pasa
con los fenómenos físicos de la tensión (fuerza mecáni-
A elección del cirujano se puede aplicar la técnica de ca muscular) y la presión (fuerza ejercida por las vísce-
Rives41 combinada con separación de componentes ras en el defecto) aplicados a los defectos herniarios de
para recrear la línea media. la pared abdominal. Es evidente que son interdepen-
El grupo de trabajo de los autores inició en 2007 el dientes y que ahora se tiene una alternativa para atenuar-
uso de TBA previo a la reconstrucción por grandes de- los antes de la cirugía reconstructiva de la pared abdo-
fectos abdominales en 29 pacientes (12 en el primer tra- minal, que queda registrada también de manera objetiva
bajo y 17 en el segundo) con secuelas del manejo con el en la TAC después de aplicar TBA.
abdomen abierto; se manejaron con 500 U DysportR, La TBA se puede usar de manera segura antes de la
250 U divididas en cinco puntos para cada lado, todos reconstrucción de la pared abdominal por grandes de-
ellos con respuesta favorable y sin presentar recidiva fectos herniarios.

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474 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)
Capítulo 55
Técnica de separación anatómica
de componentes (TSC o SAC)
con abordaje abierto
Fernando Carbonell Tatay, Santiago Bonafé Diana

Jamás se descubriría nada si nos considerásemos satisfechos con las cosas descubiertas.
Séneca (4 a.C. a 65 d.C.; Córdoba, España).

INTRODUCCIÓN Hay un factor común durante la reparación de estas


grandes eventraciones (ya sea que existan antecedentes
clínicos de suboclusión previa o se carezca de ellos),
que es la apertura de la cavidad abdominal y, por lo tan-
La reparación de eventraciones grandes, con defectos to, del saco o los sacos herniarios, y el cierre de ese de-
mayores de 7 a 10 cm y otras de mayor tamaño o recu- fecto. Este cierre debe practicarse sin tensión en la línea
rrentes, se define como “compleja”. Se han utilizado di- de sutura, ya que desde trabajos como el de Lichtenstein
versas técnicas quirúrgicas, que incluyen desde el cierre se sabe la importancia de esta circunstancia en relación
simple con suturas hasta la utilización de mioplastias, con la recidiva por el fallo isquémico a ese nivel, debido
colgajos musculares o empleo de prótesis sintéticas; sin a la tirantez que debe soportar.
embargo, no existe en la actualidad un consenso entre Aunque fue Wolfer quien en 1892 utilizó una inci-
los cirujanos ni evidencias científicas suficientes, dada sión relajante en la aponeurosis para evitar tensión y que
la imposibilidad de comparar grupos de pacientes ho- el tendón conjunto llegara mejor al ligamento inguinal
mogéneos, para elegir la técnica adecuada para cada en la reparación de una hernia inguinal, y aunque mu-
proceso. Aun así, se sabe que las reparaciones con malla chos cirujanos han utilizado incisiones relajantes en las
de sustitución o de refuerzo van a condicionar un menor aponeurosis de la pared abdominal al reparar eventra-
índice de recidiva, aunque esto ha sido discutido por al- ciones, fue Ramírez quien en 1990 reportó su método
gunos autores (da Silva, Ramírez, Herszage, Albanese, para el cierre de los defectos de la cavidad abdominal,
etc.). que consistía en “la separación anatómica de compo-
Existe un grupo especial en estas eventraciones com- nentes”, y consiguió avances de 4 a 10 cm de cada lado
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plejas, constituido por pacientes obesos o con hepatopa- de los bordes del defecto de una eventración dependien-
tías, trasplantes de órganos, diabetes evolucionada, do del nivel del abdomen, cerrando así con menor ten-
broncopatías y cardiopatías crónicas, etc., con varias re- sión, aunque no utilizó prótesis en su reparación.
cidivas de la eventración, trastornos tróficos de la piel
y en muchas ocasiones pérdida del derecho a domicilio,
que plantean un verdadero reto para los cirujanos.
TÉCNICA DE SEPARACIÓN ANATÓMICA
Cuando la técnica que ahora se va a describir —que DE COMPONENTES O DE RAMÍREZ
en ocasiones se combina con neumoperitoneo o aplica-
ción de toxina botulínica previos— está bien indicada
y realizada puede ser una muy buena solución a esta es- En 1990 Óscar Ramírez, cirujano peruano, publicó su
pecial e importante patología de la pared abdominal. técnica para lograr la aproximación de la línea media en

475
476 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

defectos grandes utilizando incisiones de descarga en el


complejo muscular lateral del abdomen, con base en las 4.6 cm 8--12 cm
experiencias de Albanese en cuanto a incisiones de des-
carga, para lograr los objetivos que el mismo Ramírez 8--10 cm 16--20 cm
describe como un colgajo muscular complejo que con-
serva su inervación, constituido por los músculos trans- 3--5 cm 6--10 cm
verso del abdomen, oblicuo menor o interno y recto de
cada lado (el músculo oblicuo mayor o externo queda
desinsertado), para lograr el avance hacia la línea alba,
que es reconstruida. Figura 55--1. Centímetros de avance en las diferentes
Para lo anterior efectúa una incisión sobre la aponeu- zonas del abdomen de acuerdo a si se realiza una desinser-
rosis del oblicuo mayor 1 cm antes de su inserción con ción de los oblicuos y ganando 2 cm más si se agrega la des-
inserción de la vaina posterior del recto.
la vaina del recto abdominal, extendiéndola del reborde
costal al borde superior del pubis en ambos lados del ab-
domen. Se diseca esta hoja en forma roma hasta el nivel
de la línea axilar anterior. descrita. Si se efectúan ambas desinserciones (oblicuo
Con esto se logran avances hacia la línea media de 4 mayor y vaina posterior del recto) en forma bilateral se
cm de cada lado a nivel del epigastrio, de 8 cm a nivel lograrán avances finales de 12, 20 y 10 cm en epigastrio,
del mesogastrio y de 3 cm a nivel del hipogastrio. mesogastrio e hipogastrio, respectivamente (figuras
Se agrega una desinserción de la aponeurosis o vaina 55--1 y 55--2).
posterior del recto, también del reborde costal al arco de El principal problema planteado por el mismo Ramí-
Douglas donde termina, disecando el músculo recto rez fue que estos pacientes cursaban con excesivo dolor
hasta el nivel de los pedículos neurovasculares, con lo posoperatorio, alta frecuencia de hematomas y seromas,
que se logra agregar un avance de 2 cm en cada región y al ser una cirugía que realizaba sin colocación de ma-

Recto Recto
izq. der.
E E
I I
Hernia
T T

E E
I I
T T

E E
I I
T
T

Figura 55--2. Esquema y fotografías de los pasos completos de la técnica de separación de componentes de Ramírez en un
paciente con secuelas de manejo de abdomen abierto con un defecto de 17 cm. Levantamiento de colgajos de piel y TSC. Desin-
serción de hoja aponeurótica del oblicuo mayor desde el pubis hasta el reborde costal y disecándola en forma roma hasta el nivel
de la línea axilar anterior. Desinserción de la vaina posterior del recto. Mismo procedimiento del lado contralateral. Aproximación
de línea media.
Técnica de separación anatómica de componentes (TSC o SAC) con abordaje abierto 477

terial protésico de refuerzo en su seguimiento a cinco


años encuentra una recidiva de hasta 36%, por lo que
dicha técnica quedó en el olvido casi por 10 años.
Esta técnica fue retomada por Dibello en 1996 agre-
gando mallas de reforzamiento, pero sólo en 50% de los
pacientes, logrando una recidiva de 8.5% en los que no
utilizó malla y de 0% en los que sí la colocó. En 1999
Girotto colocó malla en todos sus pacientes y además
refiere que en algunos de ellos la desinserción del obli-
cuo mayor es suficiente (lo que evita lo amplio de la ci-
rugía) y sólo agrega la desinserción de la vaina posterior
del recto en casos en que no se logra un buen aproxima-
miento de la línea media.
En la actualidad existen diversas modificaciones a
este mismo procedimiento, como hacer disecciones mí-
nimas de los colgajos de piel y tejido subcutáneo para
evitar necrosis de colgajos, así como realizar la desin-
serción del oblicuo a través de tunelizaciones en el TCS,
la adición de asistencia endoscópica para dicha desin-
serción en cirugía abierta y, finalmente, la realización
total de la plastia y la técnica de separación de compo-
nentes por vía endoscópica, colocando en todas, de for-
ma rutinaria, una prótesis de refuerzo para mantener ba-
jos los índices de recurrencia.

MODIFICACIÓN DE LA TSC CON


NUEVA INSERCIÓN MUSCULAR Figura 55--3. Varón de 60 años de edad intervenido de ur-
gencia por diverticulitis aguda con colostomía terminal sig-
moidea (Hartmann), con una gran eventración media y her-
nia a nivel de la colostomía. Se le practicó una anastomosis
rectosignoidea terminoterminal con autosutura y una repa-
Los conocedores de esta ingeniosa técnica, así como los ración con separación anatómica de componentes (SAC)
autores de este capítulo, distinguieron dos niveles en este más prótesis de nivel II con doble malla. Sin recurrencia des-
tipo de reparación según los bordes del defecto y la me- pués de tres años.
nor o mayor separación existente entre ellos, que condi-
ciona tensión al suturarlos; también han utilizado próte-
sis grandes (llegan a ser hasta de 50 x 50 cm) de baja satisfactorios tanto para el médico como para el paciente
densidad de polipropileno con poros mayores de 75 mi- operado; se ha practicado desde el año 2003, por lo que
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cras en regiones submusculares, intercaladas en los pla- tras obtener una buena experiencia con casi 100 casos
nos de la separación para conseguir mejores resultados y los autores se animaron a darla a conocer a los cirujanos
poder operar así grandes defectos de la pared abdominal; interesados en la cirugía de la pared abdominal.
por último, también han reinsertado los colgajos de los
músculos separados en una nueva línea semilunar bilate-
ral más externa. INDICACIONES DE LA TÉCNICA.
Hasta donde se sabe, se trata de un nuevo método SELECCIÓN DE PACIENTES
apoyado en el de Ramírez. Esta nueva técnica ha permi-
tido reparar no sólo los defectos grandes de la pared de
la línea media, sino algunos laterales, además de even-
traciones complejas y otras acompañadas de hernias pa- Los autores y su grupo de trabajo elaboraron un proto-
raostomales antes y después de la reparación (figuras colo para incluir en la reparación los siguientes supues-
55--3 a 55--9). Con ella se han obtenido resultados muy tos:
478 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Figura 55--5. Varón de 65 años de edad con trasplante renal y


Figura 55--4. Mujer de 74 años de edad intervenida dos ción SAC nivel I con desinserción muscular del lado izquierd
años atrás por una perforación de sigma por tumor; se año después.
encontraba libre de enfermedad, pero se remitió por una
enorme eventración y una hernia a la altura de la colosto-
mía. Se le practicó anastomosis rectosigmoidea con auto- PREPARACIÓN PREOPERATORIA,
sutura y reparación al mismo tiempo en nivel I con malla de
50 x 50. Sin recidiva dos años después. ESTRATEGIA DE TRATAMIENTO
GLOBAL. COLABORACIÓN DE OTROS
ESPECIALISTAS. ESTUDIO PREVIO
1. Eventraciones de la línea media infraumbilical y
supraumbilical con un diámetro mayor de 10 cm.
2. Siempre que exista tensión en la línea de sutura de En muchas ocasiones, cuando los pacientes que se van
una eventración primaria. a someter a una intervención presentan cuadros de obe-
3. Eventraciones recurrentes en la línea media. sidad mórbida asociada, incluso si posteriormente fue-
4. Algunos casos de eventraciones laterales, con ron intervenidos por vía laparotómica con técnicas de
gran defecto y tensión de cierre, en las que en oca- cirugía bariátrica y presentaron eventración y colgajos
siones se separan los componentes del hemiabdo- de piel sobrante, trastornos crónicos tróficos isquémi-
men contralateral. cos de la piel (figuras 55--10 y 55--11), broncopatías
5. Eventraciones con pérdida de derecho a domicilio. evolucionadas, etc., en un tratamiento global se necesita
6. Eventraciones medias con hernias paraostomales la participación de distintos especialistas que colaboren
concomitantes (por ostomías temporales o defini- en la unidad de cirugía de pared abdominal, responsable
tivas). del caso a tratar, además de la aplicación de técnicas que
Técnica de separación anatómica de componentes (TSC o SAC) con abordaje abierto 479

Figura 55--6. Varón de 70 años de edad con eventración recurrente en dos ocasiones y defectos supraumbilicales e infraumbilica-
les. Reparación nivel I con malla de 30 x 30. Sin recidiva a los seis meses de la intervención.

consigan más espacio en la cavidad abdominal por repa- tervención, que luego continuará en el posoperatorio
rar, como puede ser el neumoperitoneo terapéutico o la inmediato y durante algunos meses después de la inter-
infiltración de toxina botulínica previos y la fisioterapia vención hasta conseguir una capacidad pulmonar den-
respiratoria contundente. tro de los límites de normalidad.
El conjunto de procedimientos puede resumirse en En las grandes eventraciones se produce una segunda
los siguientes procesos: cavidad abdominal y los músculos anchos del abdomen
se retraen progresivamente, ocasionando que con el
tiempo comiencen a atrofiarse, lo cual facilita la salida
Fisioterapia respiratoria del contenido abdominal hacia la segunda cavidad, que
no tiene capacidad de contención de las presiones que
Se necesita siempre la colaboración de neumólogos es- se ejercen durante los movimientos respiratorios, por lo
pecializados en fisioterapia respiratoria previa a la in- que la presión disminuye y el diafragma desciende a su
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 55--7. Mujer de 71 años de edad con hernia umbilical recurrente de varios años de evolución y pérdida del derecho a domici-
lio. Se hizo neumoperitoneo previo y reparación nivel I con abdominoplastia. Los resultados fueron excelentes al año. Presentó
una pequeña isquemia de piel en el tercio inferior de la cicatriz, que curó sin problemas.
480 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Figura 55--8. Mujer de 62 años de edad intervenida por obesidad mórbida un año atrás, que presentó una eventración media de
gran tamaño. Es la paciente ideal para el nivel I de la SAC más prótesis de malla de 30 x 30.

vez, atrofiándose también y pudiendo llegar a un seudo- de la intervención. La aceptación de la pauta y la colabo-
diafragma inestable parecido al que se puede producir ración del paciente en estos procedimientos de prepara-
en los traumas diafragmáticos y del tórax (figura ción son absolutamente imprescindibles para una ope-
55--12). En las grandes eventraciones se produce tam- ración exitosa.
bién una hiperlordosis, que debe corregirse con fisiote-
rapia muscular. Es por todo esto que se requiere por Preparación y cuidados
fuerza la protocolización —con la participación de los de la piel. Cirujanos plásticos
fisioterapeutas respiratorios— de una gimnasia respira-
toria eficaz que el paciente ejecute diariamente durante Debido a la cronicidad de la eventración los pacientes
un periodo variable, pero nunca menor de un mes antes con recidivas con cicatrices previas o con colgajos dér-

Figura 55--9. Mujer de 56 años de edad con una enorme eventración por hernia umbilical recurrente e importantes problemas
cutáneos con ulceraciones, con evolución de varios años. Se le practicó neumoperitoneo previo (30 L en un mes) y se reparó con
nivel I con una resección importante de piel. Se obtuvieron muy buenos resultados; sin recidiva tres meses después.
Técnica de separación anatómica de componentes (TSC o SAC) con abordaje abierto 481

Figura 55--10. Mujer de 53 años de edad con eventración de múltiples recidivas y cardiópata. Se hizo una reparación nivel I con
malla de 30 x 30 cm. Se obtuvieron buenos resultados sin recurrencia a los tres años. Posteriormente presentó un cuadro de cole-
cistitis y se intervino por incisión subcostal sin problemas, se seccionó la malla previa y se hizo cierre en bloque.

micos tras la cirugía bariátrica laparotómica necesitan infecta la prótesis alojada en el plano inmediato. Otras
un tratamiento en la piel antes de ser intervenidos, pues- veces, según el caso, se necesita la colaboración del ci-
to que presentan ulceraciones por isquemia, infecciones rujano plástico, para que en el mismo acto quirúrgico
por hongos de los pliegues, etc., además de que algunos practique las resecciones de piel necesarias y, si hace
requieren una resección de piel y una abdominoplastia. falta, prepare los colgajos para cubrir el defecto o ayude
Las lesiones observadas deben tratarse con cremas en la abdominoplastia.
hidratantes o pomadas fungicidas tópicas. El día ante-
rior a la intervención el enfermo debe ducharse con ja- Unidad de dietética y nutrición. Ejercicios
bón antiséptico y lavarse concienzudamente la piel con
aeróbicos. Fisioterapia muscular
un jabón del tipo povidona yodada (como los que se uti-
lizan para el lavado de manos del cirujano), que después Un gran número de los casos que se operan presentan
se cubrirá con un paño estéril para bajar al quirófano. sobrepeso u obesidad, por lo que se requiere la pérdida
Esta acción ayudará a evitar infecciones; un gran incon- de peso antes de la intervención. Aquí se solicita la cola-
veniente en el posoperatorio, puesto que siempre se boración de un dietista endocrinólogo que controle el
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A B

Figura 55--12. A. Se produce una segunda cavidad prote-


gida sólo con la piel, flexible y sin fuerza muscular para
Figura 55--11. Eventración con ulceraciones en piel y pér- soportar presiones intraabdominales. B. Mecanismo de
dida del derecho al domicilio. inestabilidad abdominal en las grandes eventraciones.
482 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

peso, con la respectiva reducción del índice de masa Profilaxis antibiótica y antitrombótica
corporal y el seguimiento periódico. Hay que tener en
cuenta que muchos pacientes fueron rechazados por los Cuando el paciente está hospitalizado hay que adminis-
cirujanos que practican técnicas de cirugía bariátrica y trarle desde el principio, de acuerdo con su peso, una
acuden con el herniólogo con índices de masa corporal dosis eficaz de heparina de bajo peso molecular como
mayores de 50. En ocasiones ha habido que ingresarlos profilaxis del tromboembolismo y continuar en el poso-
en el hospital para un control más directo y tratamientos peratorio inmediato y, según el caso, alargarla 30 días
estrictos con preparados farmacéuticos hipocalóricos más.
con nutrientes necesarios para no disminuir la inmuni- En todos los demás casos hay que administrar profi-
dad ni alterar el proceso de la cicatrización fisiológica, laxis antibiótica y antitrombótica. El antibiótico reco-
manteniendo una adecuada tasa de proteínas en sangre. mendado cuando el paciente no es alérgico consiste en
Se aconseja una reducción de 20% del peso corporal amoxicilina más ácido clavulánico; cuando el paciente
de los pacientes obesos. Como se sabe, el complemento es alérgico se recomienda ciprofloxacino o levofloxaci-
de las dietas con un ejercicio aeróbico, como la camina- no en dosis altas.
ta durante 1 h diaria, es suficiente para poder adelgazar.
Es muy importante que el enfermo tenga conciencia de
este procedimiento, para que lo cumpla y lo acepte, y se Colaboración preoperatoria
pueda fijar la fecha de intervención. del anestesiólogo
Obtener un buen tono muscular en todo el cuerpo y
sobre todo en el abdomen mediante la ejecución de ejer- Se requiere que el anestesiólogo le haga una visita preo-
cicios apropiados que se puedan practicar con una bue- peratoria al paciente, conozca el caso y maneje las me-
na faja ortopédica es fundamental y aconsejable para un diciones de la PIA, generalmente con sonda uretral y
mejor resultado posoperatorio. columna de agua o con manómetro si hay catéter de neu-
moperitoneo. La presión intraabdominal la mide el ciru-
jano durante la intervención, con simulación de cierre
y cierre definitivo si está dentro de los límites normales;
Aplicación de neumoperitoneo previo es muy recomendable que el anestesiólogo se ocupe de
todo el proceso y que decida el ingreso del paciente tras
De acuerdo con la experiencia de los autores de este ca- la intervención en la cama prevista en la unidad de vigi-
pítulo, en algunos casos se requiere el neumoperitoneo lancia intensiva o reanimación durante las primeras ho-
previo, tal y como lo describió en 1946 el cirujano ar- ras del despertar anestésico y si continuará en ella hasta
gentino Goñi Moreno, con el fin de conseguir más espa- la estabilización total con la ayuda de fisioterapia respi-
cio en la cavidad abdominal para realojar el contenido ratoria activa.
visceral sin hacer resección.

NIVELES DE LA REPARACIÓN.
Análisis, pruebas de imagen y otros DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA

Además de los estudios estandarizados, que incluyen


análisis completos con pruebas de coagulación, ECG, Existen dos niveles de reparación y disección de los
pruebas ventilatorias y radiografías de tórax, los autores componentes anatómicos de la cavidad abdominal:
siempre agregan una tomografía computarizada (TAC)
de abdomen y pared para medir los diámetros de los bor- S Nivel 1: defectos grandes de entre 10 y 15 cm,
des de la eventración (muy útil para ir hacia clasificacio- donde la desinserción y la liberación de los mús-
nes homogéneas y fiables), además de que en caso de culos oblicuos mayores de ambos lados es sufi-
neumoperitoneo es útil para el control y el cálculo teóri- ciente para conseguir el cierre del defecto sin ten-
co de espacios disponibles, puesto que permite ubicar sión (figura 55--12).
los sólidos con los espacios aéreos conseguidos, propor- S Nivel 2: defectos mayores de 15 cm, donde no
cionando una idea de las posibilidades de cabida de los basta el avance conseguido con la primera libera-
elementos contenidos en el saco. Durante las explora- ción del músculo oblicuo en ambos lados y se re-
ciones es importante la ayuda de un radiólogo interesa- quiere la liberación en la cara posterior de ambos
do en esta patología. músculos rectos (figura 55--13).
Técnica de separación anatómica de componentes (TSC o SAC) con abordaje abierto 483

Colgajo cutáneo Aponeurosis del oblicuo par con facilidad —incluso si son de polipropileno—,
mayor deinsertada
Saco herniario para dejar la aponeurosis limpia.
Una vez descubierta la aponeurosis sana se inicia la
disección del saco hasta su cuello; es importante no
abrirlo, dado que permite una mejor disección de las es-
tructuras y una limpieza de toda la aponeurosis anterior
del recto y del músculo oblicuo mayor. Es importante
dejar en los colgajos de la piel un buen tejido celular
Músculo recto Aponeurosis de subcutáneo, que asegure el “almohadillado” y la vascu-
oblicuo menor larización que llega a la piel.
Con el campo quirúrgico limpio, la hemostasia ade-
cuada y muchas veces pequeñas ligaduras o puntos
transfictivos, se procede a la apertura del saco herniario
en toda su extensión, donde se liberarán todas las adhe-
rencias del mismo a las asas o de éstas al peritoneo, de-
jando la cavidad libre y sin ninguna fuerza por fijación
Desinserción aponeurosis que impida el cierre. En seguida se comprueba que los
posterior del recto bordes carezcan de tensión para el cierre y, sólo en esas
Refuerzo
de malla circunstancias, se reseca el saco a nivel de los bordes de
la apertura de la pared.
Una vez abierto y liberado el abdomen, con el epi-
plón mayor en su sitio, se toma con la mano izquierda
el borde de la herida que se tiene enfrente, abarcando
toda la pared muscular; el colgajo de piel y el tejido ce-
lular subcutáneo están elevados por el ayudante; con la
mano derecha se tira de la pared hacia uno y con la iz-
quierda se palpa la línea de inserción del oblicuo mayor
Figura 55--13. Separación--desinserción de los dos colga- a la vaina del recto (se palpa muy bien si se practica esta
jos del oblicuo mayor y colocación de una prótesis de poli- maniobra de atracción al centro); cogiendo el bisturí
propileno en el nivel I y una segunda alojada en el nivel II, eléctrico, con la mano derecha tras soltar la presión, se
después de soltar los músculos rectos de su aponeurosis
posterior, donde se ubica.
marca la línea de sección. Cuando el sitio es el adecuado
no se observan fibras musculares y puede introducirse
el dedo índice a través de esa pequeña incisión en un es-
pacio avascular que se irá disecando con la misma punta
Se inicia la reparación resecando las cicatrices anterio- del índice de manera roma hacia arriba, hacia las costi-
res y los segmentos de piel afectados por úlceras isqué- llas y hacia abajo en el pubis; la sección con el bisturí
micas. Se continúa hasta conseguir dos colgajos de piel eléctrico sobre el dorso del dedo es fácil y tiene que ha-
y tejido celular subcutáneo hasta el nivel de la línea axi- cerse muy pegados a la inserción en la cara externa del
lar anterior, dejando disecada la aponeurosis sana en músculo recto.
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ambos lados. En este paso es importante conocer la vas- Así se diseca la línea semilunar en el punto donde se
cularización de la piel y el tejido celular subcutáneo, inserta el músculo oblicuo mayor a la aponeurosis del
procurando no ligar los vasos en el tronco para no pro- recto, incidiendo en ella y desinsertándolo, para conse-
ducir isquemias posteriores en la piel. Se hace alternan- guir un colgajo de dicho músculo desde las costillas has-
do el corte y la coagulación con el electrobisturí, que el ta la región inguinal y el pubis. Con esta maniobra, tal
cirujano desliza inmediatamente por encima de la apo- y como la describe Ramírez, se consigue un avance de
neurosis mientras los cirujanos ayudantes tiran de la piel los músculos rectos a la línea media de unos centíme-
en sentido perpendicular a la herida central, tomándola tros, que sumados a los contralaterales —haciendo la
con unas pinzas de Allis o con las manos y aplicando maniobra en las dos partes—, en la mayoría de los casos
compresas en los bordes; esta maniobra es sencilla y se consigue cerrar la brecha abdominal sin tensión (fi-
facilita la disección. gura 55--14).
Las prótesis previas, puesto que frecuentemente se En ese momento, con puntos provisionales o con pin-
trata de una eventración recurrente, se tienen que extir- zas de Kocher, se simula un cierre de la cavidad y el
484 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Modo de colocar la malla


en el espacio creado

Sutura primaria del Colgajo oblicuo


defecto herniario mayor liberado
Figura 55--14. Se cierra la cavidad abdominal, una vez resecado el saco y comprobada la presión intraabdominal (PIA) correcta,
con sutura continua de material reabsorbible. Los dos colgajos de los músculos oblicuos están disecados y la prótesis se coloca
por debajo de ellos, tal como lo indica el dibujo, ajustándola, dándole forma, seccionando la sobrante y fijándola con puntos en
sus ángulos; las grapadoras pueden facilitar la fijación.

anestesiólogo mide la presión intraabdominal PIA en la cara anterior de la pared, sin fijarla demasiado. La
condiciones basales y de inspiración anestésica forzada; prótesis de polipropileno quedará alojada por debajo de
si es adecuada, se cierra entonces con una o dos suturas los colgajos musculares en sus extremos laterales y apo-
continuas con material reabsorbible, de preferencia mo- yada sobre el cierre aponeurótico en su centro.
nofilamentoso. Es conveniente no dejarla muy ajustada, porque se
En caso de que continúe existiendo tensión o PIA ele- sabe —gracias a los trabajos de Amid— que después de
vada se diseca la aponeurosis posterior de ambos mús-
culos rectos, soltándolos y consiguiendo así el nivel II
del que se habló (figura 55--15). Si a pesar de ello existe
hiperpresión abdominal, antes de seccionar el saco se Oblicuo externo
plica sobre sí mismo, como si fuera un cierre tipo Mayo,
es decir, cruzándolo con dos líneas de sutura (como si
fuera la abotonadura de una chaqueta o un abrigo cruza- Tejido celular
do), para dejar una separación de los bordes y conseguir subcutáneo
una PIA normal. Posteriormente se coloca una malla
encima del peritoneo, alojada por debajo de los múscu-
los rectos, y otra encima, colocada por debajo de los dos
colgajos de oblicuo mayor (técnica de sándwich), para
lograr una reparación efectiva, sin tensión y sin síndro-
me de hiperpresión abdominal posoperatorio. Este últi-
mo recurso es muy útil, pero por suerte esta situación se
presenta muy pocas veces.
Si se trata de un caso de nivel I se recurre al recurso
más corriente y más utilizado: una vez cerrada la cavi- Músculo recto
dad, con los dos colgajos musculares del oblicuo mayor
disecados, se mide el espacio y se coloca una malla, casi
siempre de 30 x 30 cm (figura 55--14), a la que se le da
Figura 55--15. Se ve la disección de la pared abdominal
forma elíptica o romboidal con los extremos en la apófi- (que se ha abierto como un libro al que se le separan las ho-
sis xifoides y el pubis, y se fija con grapas helicoidales jas) de dentro hacia fuera, separación del peritoneo y la apo-
o puntos transfictivos al ángulo interno de dichos colga- neurosis posterior del músculo recto, el recto, colgajo del
jos, a los rebordes costales al pubis, con algún punto en oblicuo mayor y colgajo del celular subcutáneo con la piel.
Técnica de separación anatómica de componentes (TSC o SAC) con abordaje abierto 485

Músculo oblicuo mayor

Colgajo oblicuo
mayor liberado

Malla PPL
Malla PPL

Figura 55--16. Sutura de los colgajos de los oblicuos mayo-


Figura 55--17. Modo de aplicar la fibrina, antes de cerrar los
res, lo más externo que pueda hacerse con sutura continua
colgajos musculares. También se puede aplicar directamen-
de material reabsorbible (poliglicólico o monofilamento) de
te sobre la prótesis, muy porosa, tras cerrarlos.
dos ceros y aguja roma. Estos puntos abarcan el colgajo, la
prótesis y la aponeurosis del oblicuo menor. También puede
darse sólo dos o tres puntos y aplicar pegamento de fibrina
en espray. Conviene dejar la malla no muy justa ni tirante. según el criterio del anestesiólogo o las indicaciones del
protocolo de valoración previo.
La faja abdominal es imprescindible, por lo que los
la cicatrización se retrae 20%, lo cual puede ocasionar pacientes salen del quirófano bien fajados y con los dre-
problemas. najes aspirativos funcionantes. La venoclisis se retira al
Sólo queda reinsertar los músculos oblicuos mayo- día siguiente en presencia de peristaltismo abdominal.
res, que tienen vascularización de dentro hacia fuera y Se continúa con fisioterapia respiratoria y el paciente se
nunca se necrosarán, sobre la malla, el oblicuo menor y incorpora precozmente. Si todo va bien el vendaje com-
el transverso con una sutura continua o puntos sueltos; presivo se toca hasta el quinto día. La medición del dre-
esta nueva inserción se hace más hacia fuera o más late- nado es diaria y suele retirarse al quinto día. Se continúa
ral que en su posición original. Así se mantiene la fisio- con un tratamiento antibiótico hasta el alta hospitalaria,
logía de la pared abdominal y el paciente mantiene la y la profilaxis antitrombótica se prolonga en el domici-
respiración abdominal con movimientos fisiológicos. lio. Se retiran los puntos en consulta externa 10 o 12 días
La reparación está finalizada (figura 55--16). después y se hacen controles ambulatorios al mes, a los
El último paso consiste en colocar drenajes cerrados seis meses y una vez al año durante cinco años. Hasta
aspirativos y cerrar el tejido celular subcutáneo con ahora los autores han tenido un control de todos los pa-
puntos que incluyan la prótesis, para no dejar espacios cientes a los que han intervenido.
muertos; si se prefiere, puede rociarse previamente ae-
rosol con fibrina en toda la zona cruenta, para una mejor
EXPERIENCIA Y RESULTADOS
hemostasia con el adhesivo biológico que pegará la pró-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tesis a la aponeurosis y al tejido celular subcutáneo, evi-


tando seromas, hematomas y otras complicaciones in-
fecciosas. Se prefiere cerrar la piel con puntos sueltos, De enero de 2003 a diciembre de 2007 los autores de
o de colchonero, con material monofilamento y no colo- este capítulo operaron a 83 pacientes, de los cuales 37%
car grapas, pues abarcan poco tejido (figura 55--17). fueron varones y 63% mujeres. La mayoría de las even-
traciones fueron medias, supraumbilicales e infraumbi-
licales, y mayores siempre de 10 cm de diámetro. Las
eventraciones medias eran complejas (diámetros mayo-
CUIDADOS POSOPERATORIOS res de 15 cm), y 14 de ellas mostraron trastornos de la
piel, de las cuales 4 tuvieron pérdida del derecho a do-
micilio, y se llevó a cabo un neumoperitoneo previo.
En 50 de los casos se mostraron eventraciones prima-
El paciente ingresa en la unidad de vigilancia intensiva rias, 22 recidivadas, de las cuales 17 tenían una malla
486 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

supraaponeurótica, y 11 con más de una recidiva, todas tres meses en sanar y requirió antibioticoterapia especí-
ellas con prótesis supraaponeurótica. Se utilizó la téc- fica para gérmenes grampositivos. No hubo necesidad
nica nivel I, es decir, con cierre primario, y sólo una pró- de retirar la prótesis en ningún caso. Se tuvo el caso de
tesis en 85% de los casos, y también nivel II, con cierre un hematoma de pared en la primera serie, el cual requi-
de cavidad y dos prótesis: una por debajo de los múscu- rió punción y transfusión de dos unidades de concentra-
los rectos y otra por encima en 10% de los casos; sólo dos de hematíes. En tres casos se observaron molestias
en 5% se hizo plicatura del saco con la técnica Mayo. no definidas como dolor, sino como “pinchazos y tiro-
El tiempo medio operatorio ha ido disminuyendo por nes” a nivel de los flancos y las costillas, que cedieron
la curva de aprendizaje y por la utilización de fibrina en con el tiempo; en uno de los casos se utilizó una infiltra-
el último paso para fijar la prótesis, por lo que de 154 ción con corticosteroides de acción retardada y bupiva-
min ha disminuido a 120 min. El índice de masa corpo- caína en la parrilla costal, que curó sin más complica-
ral medio de los operados era de 32.13%, y tras la inter- ciones. En las revisiones se constató un índice de
vención, tres meses después, disminuyó a 30.61%. satisfacción muy bueno con una media de retorno al tra-
Entre todos los casos se atendió a una paciente mayor bajo o a las actividades rutinarias de tres meses después
con patología crónica pulmonar previa, una gran even- de la intervención. Hasta el momento no se han observa-
tración compleja con trastornos tróficos de la piel y pér- do recidivas en los pacientes intervenidos, aunque hay
dida del derecho a domicilio, que falleció en la unidad que dejar pasar un tiempo de seguimiento de cinco años.
de reanimación por una sobreinfección pulmonar con Es muy importante que los pacientes operados manten-
distrés respiratorio. En seis pacientes con piel muy fina gan un peso adecuado y practiquen ejercicio físico aeró-
y trastornos tróficos cutáneos previos se presentó infec- bico con regularidad. Se aconseja el uso de una faja ab-
ción de la herida quirúrgica, con ulceraciones que cura- dominal suave y de presión regulable durante los tres
ron bien durante los dos primeros meses, excepto en un primeros meses después de la intervención, que gradual-
caso que desarrolló una biopelícula (biofilm) que tardó mente se irá aflojando hasta retirarla definitivamente.

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Capítulo 56
Separación de componentes videoscópica
Roberto Armando Cerutti, Claudio Iribarren, Ezequiel Aníbal Silberman

INTRODUCCIÓN En los últimos años, con la confirmación de las ven-


tajas de la cirugía miniinvasiva, la eventroplastia lapa-
roscópica ha ganado un espacio importante.
Varias experiencias han demostrado que otorga una
La reconstrucción de la pared abdominal para reparar recuperación posoperatoria más rápida, beneficios esté-
hernias incisionales sigue planteando un desafío para ticos y menor tasa de complicaciones de herida, consti-
los cirujanos generales, sobre todo por la falta de una tuyendo hoy en día una técnica cada vez más utilizada
técnica universalmente aceptada con recurrencia y mor- para la reconstrucción de defectos de la pared abdomi-
bilidad posoperatoria bajas. En efecto, la reparación pri- nal.
maria de este tipo de hernias se ha asociado a una tasa En el año 2009 los autores de este capítulo publicaron
de recidivas de 18 a 62%.1 su experiencia con la técnica5 detallando los resultados
Actualmente está universalmente aceptado que la co- a mediano plazo con un seguimiento a seis años: anali-
locación de una malla protésica ha disminuido de mane- zaron a 78 pacientes en los cuales el tiempo operatorio
ra significativa las recurrencias, que se informan en la fue de 81 min en promedio, la hospitalización de 1.2
literatura de entre 2 y 32%2 dependiendo del tamaño del días en promedio, la morbilidad de 29% y la recidiva de
defecto. aproximadamente 15%.
Sin embargo, también se sabe que la colocación de Pero cuando analizaron la relación entre tamaño de
mallas eleva los riesgos de complicaciones de herida, anillo eventrógeno y recidiva observaron que en anillos
infección, seromas, fístulas y adherencias.3 menores de 11 cm la recidiva fue de 8.5%, y cuando el
En 1990 Ramírez y col.4 describieron la técnica de anillo era mayor de 11 cm la recidiva llegaba a 50%.
separación de componentes para la reconstrucción de Decidieron entonces cambiar la estrategia quirúrgica
defectos en la pared abdominal anterior, incidiendo la a grandes eventraciones de la línea media y pusieron
fascia del músculo oblicuo externo cerca de la línea se- como objetivo disminuir el tamaño del anillo herniario
acercando ambos rectos abdominales.
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milunar y posibilitando la medialización de los múscu-


los rectos abdominales con menor tensión para reparar En una primera etapa colocaron puntos transparieta-
la hernia ventral sin el uso de material protésico. Con les con ese fin, pero el exceso de tensión evitaba un buen
esta técnica es posible hacer avanzar cada recto abdomi- resultado final (se rompían los puntos, se desgarraban
nal retraído unos 6 a 8 cm hacia la línea media en cada los tejidos y se producía un importante dolor posopera-
lado, pero para lograrlo es necesario realizar una disec- torio).
ción extensa, creando un gran espacio muerto de piel y Para eliminar estos inconvenientes incorporaron la
tejido celular subcutáneo que puede causar seromas, he- técnica de separación de componentes videoscópica,
matomas, infecciones de heridas y necrosis de la piel. Es descrita con variaciones en varias experiencias, con el
así que la morbilidad reportada relacionada con la heri- objetivo de lograr en forma miniinvasiva la liberación
da es de aproximadamente 40%. de ambos rectos y su acercamiento sin tensión.

487
488 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

DESARROLLO DE LA
TÉCNICA VIDEOSCÓPICA

En 2007 Rosen y col.1 describieron una técnica de sepa-


ración de componentes videoendoscópica en un modelo
porcino. El trabajo reveló que el procedimiento era fac-
tible de ser realizado y proporcionaba un avance mio-
fascial de 86% comparado con el obtenido con la técnica
abierta. Concluyeron que probablemente se obtendría
un beneficio en la morbilidad de la herida comparada
con esta última, ya que se preservaban las arterias perfo-
rantes y no era necesario crear grandes disecciones.
En 2009 Bachman y col.6 realizaron una experiencia
inicial en cinco pacientes con eventraciones medianas. Figura 56--1. Paciente con eventración mediana grande.
Efectuaron la separación de componentes por vía video-
endoscópica y la plastia del defecto por vía abierta. Si los 30 días posoperatorios, transfusiones sanguíneas ni
bien concluyeron que los resultados obtenidos a seis recidivas luego de un promedio aproximado de ocho
meses eran buenos y con escasa morbilidad, leyendo la meses de seguimiento. Giurgius y col.9 efectuaron en
publicación se observa que un paciente recidivó, hubo 2012 un estudio comparativo de eventroplastias abier-
dos hematomas e infección de herida y dos casos necesi- tas con separación de componentes convencional (n =
taron transfusiones sanguíneas. Sin embargo, es de seña- 14) o videoscópico (n = 21). No encontraron diferencias
lar que muchas de estas complicaciones pudieron deber- significativas en el tiempo quirúrgico, estadía hospita-
se a la eventroplastia abierta y no haber tenido relación laria y recidiva, pero las complicaciones de herida fue-
con la separación de componentes miniinvasiva. ron significativamente menores en el grupo videoscópi-
En el mismo año Malik y col.7 publicaron una serie de co, lo cual atribuyeron a que mediante este abordaje se
cuatro pacientes portadores de eventraciones medianas evitaba crear grandes colgajos cutáneos y se conservaba
en los que, si bien realizaron separación de componen- la irrigación de las arterias perforantes, colaterales de
tes miniinvasiva de la misma forma que la experiencia las arterias epigástricas. Por último, Ghali10 publicó en
anterior, las eventroplastias fueron también efectuadas ese mismo año otro trabajo comparativo similar, pero
en forma videoscópica. A pesar de que el número de ca- con mayor número de pacientes (57 eventroplastias
sos es pequeño y con corto seguimiento, el trabajo mos- convencionales con separación de componentes vi-
tró que esta era una técnica factible de realizarse e inter- deoscópica vs. 50 eventroplastias convencionales con
esante para proseguir su desarrollo. separación de componentes abierta), comprobando que
A partir de entonces la separación de componentes las complicaciones de herida fueron significativamente
videoscópica fue evaluada en varias experiencias. En
2011 Parker y col.8 publicaron un trabajo comparativo
entre tres técnicas:

1. Eventroplastia abierta más separación de compo-


nentes abierta.
2. Eventroplastia abierta más separación de compo-
nentes videoscópica.
3. Eventroplastia laparoscópica más separación de
componentes videoscópica.

Si bien no obtuvieron resultados estadísticamente signi-


ficativos, probablemente debido a un número insufi-
ciente de la población en estudio, el grupo de pacientes
con la operación totalmente laparoscópica (n = 9) no Figura 56--2. Se delimitan puntos de referencia para reali-
presentó complicaciones de herida, reinternaciones en zar separación de componentes videoscópica.
Separación de componentes videoscópica 489

Figura 56--3. Sección de aponeurosis del oblicuo externo


para acceder al espacio interoblicuo. Figura 56--4. Disección roma en dirección a la cresta iliaca
en el espacio avascular entre los oblicuos.

menores en el grupo videoscópico y que no existieron


diferencias en el índice de recidivas luego de un segui- extensas adherenciólisis. Para ello se pone al paciente
miento promedio de 15 meses. en posición supina y se ubica el monitor en el flanco de-
recho. Se coloca el primer trocar de 12 mm en el flanco
izquierdo por técnica abierta y se establece el neumope-
ritoneo a 14 mmHg. Se sigue con la laparoscopia explo-
TÉCNICA QUIRÚRGICA radora y la colocación de dos trocares accesorios en el
mismo flanco para lograr una adecuada triangulación.
Se procede luego a la liberación del saco herniario y
eventual adherenciólisis.
Se realiza antibioticoterapia profiláctica y se coloca un A continuación se realiza exsuflación y se comienza
dispositivo de compresión neumática intermitente de con la separación de componentes por medio de una
miembros inferiores, sonda gástrica y vesical. nueva miniincisión de 15 mm subcostal izquierda, a 2
Si bien algunos autores aconsejan realizar primero la cm por debajo del reborde costal (figuras 56--1 y 56--2).
separación de componentes videoscópica, los autores Se efectúa disección por planos hasta la aponeurosis del
prefieren comenzar por la eventroplastia laparoscópica, oblicuo mayor y sección de la misma a 2 cm de la línea
ya que es el procedimiento más laborioso y prolongado semilunar en una extensión que permita la colocación
y en el cual la mayoría de las veces es necesario realizar de dispositivo tipo balón disector (en caso de no dispo-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 56--5. Sección de aponeurosis del oblicuo externo.


490 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

Figura 56--6. Anillo eventrógeno. Cierre con puntos transparietales.

ner de él se puede reemplazar utilizando un mandril lograr una disminución adecuada de la tensión parietal,
romo) en dirección a la espina iliaca anterosuperior ho- se realiza el mismo procedimiento del lado contralateral.
molateral (figuras 56--3 y 56--4). De este modo se crea A continuación se vuelve a establecer el neumoperi-
un espacio entre ambos oblicuos, señalando que, si bien toneo y se colocan puntos transparietales en “X” de po-
esta maniobra se realiza a ciegas, éste es un plano avas- lipropileno utilizando un dispositivo tipo Endo Closer,
cular y en experiencia de los autores no han tenido san- cerrando o reduciendo el anillo herniario y aproximan-
grado alguno. En esta maniobra es importante no avan- do ambos rectos retraídos (figura 56--6). Luego se colo-
zar demasiado en dirección a los músculos rectos, para ca una malla antiadherente de doble cara cubriendo toda
evitar lesionar arterias perforantes. Se coloca luego un la sutura, como se realiza habitualmente en las eventro-
trocar de 12 mm por la misma incisión subcostal y bajo plastias laparoscópicas clásicas (figura 56--7). Con res-
visión directa uno o dos trocares accesorios de 5 mm so- pecto a la colocación de drenajes, si se realiza adheren-
bre el flanco en el mismo espacio (el número de trocares ciólisis extensa se aconseja dejar uno en la cavidad para
accesorios varía según la anatomía de cada paciente). señalar posibles lesiones intestinales inadvertidas. Los
Por medio de los trocares accesorios se secciona con autores nunca han dejado drenajes en el espacio entre
tijeras la aponeurosis del oblicuo mayor, siempre a 2 cm los oblicuos y no han observado seromas o hematomas
de la línea semilunar, a lo largo del recto abdominal des- en el mismo (figura 56--8). Como no se ha disecado un
de el límite de la 9ª costilla hasta la proximidad de la colgajo subcutáneo supraaponeurótico, tampoco se deja
cresta iliaca homolateral (figura 56--5). Con esta sec-
ción se logra una medialización del recto de aproxima-
damente 6 a 8 cm, similar a la lograda mediante la técni-
ca abierta (figura 56--5). Si se considera necesario para

Figura 56--7. Colocación de malla de doble capa y fijación


por debajo del defecto. Figura 56--8. Resultado final.
Separación de componentes videoscópica 491

drenaje en el tejido celular subcutáneo. Con este proce- una herramienta de gran utilidad en la cirugía recons-
dimiento los autores han intervenido hasta el momento tructiva de pared por vía miniinvasiva, complementan-
a 14 pacientes con grandes hernias abdominales por vía do en forma efectiva la reparación laparoscópica en las
totalmente videoscópica, con resultados muy satisfac- grandes eventraciones abdominales y respetando los
torios en términos de complicaciones posoperatorias y principios de la cirugía por miniincisiones.
recidivas a corto plazo. Al permitir liberar ambos rectos abdominales hacia
la linea media en forma similar a la técnica abierta posi-
bilita cerrar o disminuir grandes anillos herniarios sin
CONCLUSIONES tensión, disminuyendo la incidencia de recidivas en es-
tas eventraciones y la morbilidad de la pared abdominal
que acarrea la separación de componentes cuando es
La separación de componentes videoscópica constituye realizada por cirugía abierta.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
492 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)
Capítulo 57
Tratamiento de hernias
ventrales complicadas
Andrés Hanssen

INTRODUCCIÓN pacientes puede ser la presencia de la masa en la pared


abdominal. La tasa de estrangulación en estos defectos
grandes es baja (2%) debido al tamaño del defecto, aun-
que usualmente son parcial o totalmente irreductibles
Si bien la nomenclatura puede lucir confusa, en general debido al desarrollo de adherencias dentro del saco o en-
se llama hernias ventrales a todas las hernias primarias tre su contenido y sus paredes (incarceración). La tasa
que aparecen en la pared del abdomen fuera de la región de incarceración es de 6 a 15%.1 En experiencia del au-
inguinal. Aquellas que se presentan en áreas que han tor, los defectos en cuyos márgenes se encuentra un re-
sido debilitadas por intervenciones quirúrgicas son lla- borde óseo que no es posible distender se estrangulan
madas incisionales. con mayor frecuencia; esto es común en las hernias su-
Aunque el término eventración es empleado común- prapúbicas (figuras 57--2 a 57--6).
mente para denominar a estas últimas, el autor de este Todo paciente con una hernia ventral o incisional que
capítulo lo considera incorrecto por implicar la presen- se presente con irreductibilidad aguda asociada o no a
cia de una hernia ventral que podría corresponder a dolor local, dolor abdominal tipo cólico o evidencia clí-
cualquiera de las diversas variedades y no necesaria- nica de obstrucción intestinal debe ser explorado cuida-
mente a una hernia incisional. Las hernias que se en- dosamente. Hay que evitar intentar maniobras de taxia;
cuentran con más frecuencia incluyen las hernias umbi- la masa debe examinarse en busca de sensibilidad local,
licales, las epigástricas y las incisionales.
La mayoría de estas hernias son asintomáticas; sin
embargo, las hernias de mayor tamaño tienen una alta
tasa de incarceración y estrangulación, con alta frecuen-
cia de compromiso, lo cual hace que las tasas de mortali-
dad superen a las de las hernias inguinales con estas
complicaciones.1
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Las hernias incisionales aparecen en la cicatriz de


una intervención previa, en la vecindad de la misma o
del sitio de emergencia de un drenaje; con frecuencia
existe antecedente de infección del sitio quirúrgico, de-
hiscencia de la herida, malnutrición, diabetes, obesidad
o tabaquismo. Son más frecuentes en incisiones vertica-
les que en transversas, y con frecuencia representan de-
fectos múltiples y varios anillos en una misma zona.1
Sorprendentemente, las hernias ventrales de gran ta-
maño pueden ser asintomáticas, y la única queja de estos Figura 57--1. Hernia incisional incarcerada

493
494 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 57)

Figura 57--4. Tratamiento laparoscópico de hernia incisio-


nal suprapúbica incarcerada.

Figura 57--2. Imagen tomográfica de hernia incisional su- El abordaje quirúrgico de estos pacientes ha requeri-
prapúbica con contenido intestinal.
do de manera tradicional laparotomías exploradoras a
fin de reducir el contenido herniado a través del defecto,
cambios de coloración, edema y signos obstructivos in- evaluar su viabilidad, resecar aquellas porciones con
testinales. La tomografía computarizada puede ser de daño o isquemia irreversible, restituir el tránsito intesti-
gran utilidad para establecer el diagnóstico, estimar me- nal y reparar el defecto herniario.
jor la localización y las dimensiones del defecto hernia-
rio, así como de su contenido (figuras 57--2, 57--7 y
57--8). ABORDAJE ABIERTO
La intervención quirúrgica de los pacientes con esta
presentación clínica y sospecha de estrangulación es
obligada. La cirugía de urgencia en patología herniaria Cuando este tratamiento quirúrgico es realizado me-
está asociada con tasas altas de complicaciones posope- diante cirugía a cielo abierto se recomienda resecar la
ratorias y resultados desfavorables, por lo que se reco- cicatriz preexistente, exponer los bordes retraídos de la
mienda el tratamiento quirúrgico electivo evitando lle- fascia y abrir el saco. Con frecuencia, si se encuentra
gar a la presentación de complicaciones agudas.2

Figura 57--5. Tratamiento de hernia suprapúbica. El instru-


Figura 57--3. Hernia incisional suprapúbica incarcerada. mento señala el ligamento de Cooper.
Tratamiento de hernias ventrales complicadas 495

Figura 57--6. Fijación de malla separadora de tejidos al


retropubis y a la hernia suprapúbica. Figura 57--8. Hernia de puerto laparoscópico con asa intesti-
nal estrangulada y obstrucción.

contenido intestinal incarcerado o estrangulado, debe


realizarse una queilotomía seccionando el anillo fibroso herniario. Si se decide colocar una prótesis o malla la
o la fascia de manera radial, hasta liberar el contenido posición ideal de la misma es en posición preperitoneal
visceral atrapado. Una vez logrado este propósito se y retromuscular, como describieron Rives y Stoppa.9
procederá a realizar adhesiólisis separando las adheren- Cuando existe contaminación extensa de la cavidad o de
cias entre la pared y las vísceras, así como entre las asas la pared abdominal podría existir contraindicación, al
intestinales. Debe evaluarse cuidadosamente el intesti- menos relativa, para la colocación de una prótesis sinté-
no en busca de compromiso intestinal, como despuli- tica, pero se considerará este tema un poco más adelante.
mientos, perforaciones o signos de isquemia irreversi-
ble en la pared intestinal que pudiesen ser susceptibles
de sutura, o resección y anastomosis intestinal. ABORDAJE LAPAROSCÓPICO
Una vez reducido el contenido de la hernia, liberadas
las adherencias y resueltas las potenciales complicacio-
nes del intestino se procederá a la reparación del defecto
En épocas más recientes se ha propuesto el abordaje la-
paroscópico de la cavidad abdominal, reportándose me-
jores resultados con este tipo de abordaje que con la rea-
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Figura 57--7. Hernia de puerto laparoscópico estrangulada


con obstrucción intestinal. La flecha señala el asa intestinal Figura 57--9. Intestino delgado herniado a través de defecto
estrangulada. de puerto laparoscópico.
496 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 57)

la posibilidad de ocasionar lesiones térmicas que po-


drían pasar inadvertidas o perforarse posteriormente.
Una vez reducido el contenido herniado debe inspec-
cionarse minuciosamente en busca de hemorragia y rea-
lizarse hemostasia cuidadosa; en caso de que hubiese in-
testino incluido en el contenido deberá evaluarse en
busca de signos de desvitalización o isquemia. Si el con-
tenido reducido es viable y no presenta lesiones relevan-
tes se procederá a liberar las adherencias que pudiese
haber de vísceras o epiplón a la pared, en el contorno de
la hernia en al menos 5 cm a la redonda de sus bordes.
Se completa la reparación laparoscópica del mismo rea-
lizando aproximación de los bordes mediante suturas
percutáneas transparietales si el tamaño de la hernia lo
Figura 57--10. Necrosis de intestino delgado herniado a tra-
vés de defecto de puerto laparoscópico. permite, y posteriormente colocando una malla separa-
dora de tejidos con una barrera antiadherente en la cara
que quedará expuesta al contacto con el contenido vis-
lización de laparotomías. La revisión realizada por ceral del abdomen.
Mason y col. revela que, si bien la laparoscopia es infre- En caso de que hubiese epiplón necrótico deberá ser
cuentemente empleada en estas situaciones, está aso- resecado. Si existe isquemia intestinal irreversible que
ciada con menor morbilidad, en especial cuando las her- requiera resección intestinal se cuenta con varias opcio-
nias están complicadas.3 nes de tratamiento; la más convencional es la conver-
La distensión de las asas intestinales consecutiva a la sión a laparotomía realizando una incisión de extensión
obstrucción intestinal puede dificultar considerable- limitada a las dimensiones necesarias para la resección
mente el procedimiento laparoscópico e incrementar el intestinal, la anastomosis y la reparación del defecto.
riesgo de lesionar el intestino durante su manipulación. Sin embargo, si se dispone de los recursos técnicos y de
Se recomienda el abordaje con colocación de un trocar la experiencia necesaria, puede realizarse una minilapa-
de 10 o 12 mm mediante minilaparotomía (técnica rotomía con resección y anastomosis extracorpórea ex-
abierta), en posición lejana al defecto herniario. En al- teriorizando el intestino a través de un dispositivo pro-
gunas situaciones en las cuales no existe distensión in- tector de la herida. Una vez realizada la anastomosis se
testinal importante, o no se espera encontrar demasiadas restituye el intestino a la cavidad, se reinstala el neumo-
adherencias, es aceptable el empleo de un trocar óptico peritoneo y se dirige la atención a la reparación del de-
sin cuchilla previa instalación de neumoperitoneo con fecto. Una opción más compleja desde el punto de vista
aguja de Veress insertada en el punto de Palmer (línea técnico es efectuar la resección y la anastomosis de for-
medioclavicular con reborde costal izquierdo). Se pro- ma totalmente intracorpórea empleando endoengrapa-
cede a introducir la óptica de 30_, que permite la visua- doras y retirando el espécimen en una bolsa protectora
lización apropiada de la pared anterior del abdomen y especial para tal fin. El autor ha empleado esta opción
es suficientemente versátil para obtener visión desde di- con éxito en varios casos.
ferentes ángulos y perspectivas. Debe inspeccionarse la Cuando existe contaminación de la cavidad o de la
cavidad e identificar el defecto herniario, así como su pared (o de ambas) por perforación intestinal existe
contenido, y colocar dos o tres trocares adicionales se- contraindicación, al menos relativa, para la colocación
gún sea necesario. Esto puede requerir adhesiólisis para de una prótesis (malla) sintética, y en estos casos puede
ubicar los puertos en áreas libres de adherencias. Las diferirse el tratamiento del defecto y realizarse en un se-
maniobras para la reducción del contenido deben reali- gundo tiempo una vez controlado el problema infeccioso
zarse combinando la tracción instrumental interna con (usualmente siete días después).
la presión desde fuera con la mano. Debe evitarse pren- De manera alternativa puede emplearse una prótesis
sión o tracción excesiva o vigorosa de la pared del intes- biológica en la reparación de la pared y, aunque es con-
tino si éste estuviera incluido en el defecto; de ser nece- troversial, algunas series reportan reparaciones con
sario, puede seccionarse parcialmente el borde del mallas sintéticas en estas condiciones, realizando repa-
anillo del defecto para facilitar la reducción del conteni- raciones en una sola etapa.4 Sin embargo, la recomenda-
do. Debe evitarse el uso de fuentes de energía durante ción general es el empleo de mallas biológicas en cir-
la disección en la vecindad de la pared del intestino, por cunstancias con campos contaminados, y para este
Tratamiento de hernias ventrales complicadas 497

propósito se han propuesto como potenciales alternati- cadavérica, submucosa de intestino porcino, etc.,5--8,10
vas las prótesis derivadas de intestino bovino, dermis con resultados variables.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
498 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 57)
Capítulo 58
Manejo del abdomen abierto
Humberto Arenas Márquez, Juan Francisco García Morales, José Alberto Carvajal Morones,
Rodrigo Israel Rivera Islas

INTRODUCCIÓN El objetivo de este capítulo es mostrar los procesos


biológicos integrados en la fisiopatología de la reacción
inflamatoria abdominal que puede condicionar un ab-
domen hostil, la presión intraabdominal y su monitoreo,
El abdomen abierto es una estrategia quirúrgica utili- la hipertensión intraabdominal y su consecuencia final:
zada para tratar situaciones en las cuales el cierre de la el síndrome compartimental abdominal.
pared abdominal condiciona un evento adverso, como Al entender estos procesos se establecerán argumen-
aumento de la presión intraabdominal, fugas anastomó- tos científicos que justifiquen la utilización razonada en
ticas o íleo paralítico prolongado, condiciones que afec- el manejo del abdomen abierto, sus implicaciones fisio-
tan sistémicamente al paciente, incrementan su morbi- lógicas, complicaciones y las diferentes técnicas de cie-
mortalidad y los costos de atención. rre temporal de la pared abdominal.
La primera descripción de la técnica de abdomen Por último, se mostrará la técnica utilizada por los au-
abierto se realizó a principios del siglo XX, durante la tores y sus resultados.
Segunda Guerra Mundial, en un escrito de Ogilvie; tra-
taba de heridos de guerra con lesiones abdominales y
utilizaba ropas de algodón vaselinadas para proteger los FISIOPATOLOGÍA DEL
órganos. Enfatizó el papel de esta prótesis en la preven- ABDOMEN HIPERTENSO
ción de la retracción de los bordes musculoaponeuróti-
cos de la herida.1,2
Los avances en la atención médica y el monitoreo de
las constantes vitales del paciente crítico han permitido La pared intestinal es una superficie mucosa luminal
en los últimos años un aumento en la utilización del ab- formada por enterocitos de rápida replicación, los cua-
domen abierto y las diferentes técnicas de cierre tempo- les se nutren en parte de fuentes intraluminales. Ro-
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ral abdominal.3,4 En la actualidad no hay consenso ni deando la superficie mucosa están el resto de las capas
guías clínicas que establezcan lineamientos estandari- de la pared intestinal: submucosa, muscular y serosa. El
zados, basados en protocolos de estudio con grados de intestino es una estructura altamente vascularizada y los
evidencia científica 1--2, en el manejo del abdomen vasos linfáticos, venosos y arteriales llegan al intestino
abierto y las diferentes técnicas de cierre temporal de la a través del mesenterio. Entre la pared intestinal existe
cavidad abdominal. A pesar de una gran inversión en in- una rica red de vasos capilares, linfáticos, venosos y ar-
vestigación de la industria médica, que ha ejercido pre- teriales.
sión para la utilización y seudoestandarización de algu- En estados patológicos una disminución en la depu-
nos dispositivos empleados en las técnicas de cierre ración del líquido del espacio extracelular puede resul-
temporal abdominal, no se ha logrado obtener evidencia tar en una inflamación de la pared intestinal, aumentan-
científica significativa de los beneficios esperados.5 do varias veces su tamaño normal; potencialmente esta

499
500 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

situación puede interferir en su perfusión. Además, la SÍNDROME COMPARTIMENTAL


superficie peritoneal está altamente vascularizada y co- ABDOMINAL
lonizada con células inflamatorias, lo cual resulta en
una marcada respuesta inflamatoria al trauma, con sín-
tesis de múltiples sustancias, incrementando la inflama- El resultado de todos los sucesos antes descritos es el de-
ción local, así como su absorción sistémica. Esto puede sarrollo de hipertensión abdominal: ésta puede derivar
provocar un síndrome de respuesta inflamatoria sisté- en un síndrome compartimental abdominal (SCA), si-
mica, la cual podría progresar a una falla orgánica múl- tuación en la cual se ve comprometida la perfusión de
tiple. todos los órganos abdominales llegando a provocar, si
El cierre prematuro de la cavidad abdominal puede no se resuelve, una falla orgánica múltiple (figura
exacerbar la respuesta inflamatoria y potencialmente 58--1). La presión intraabdominal puede elevarse de
acelerar el desarrollo del síndrome. La presión intraab- forma insidiosa y causar una disfunción orgánica de
dominal está dada por la relación entre el volumen del moderada a severa. Si no se mide constantemente la pre-
contenido de la cavidad abdominal, la distensibilidad de sión vesical puede establecerse el síndrome comparti-
la pared abdominal y el tono de los músculos de esta úl- mental abdominal y no darse cuenta el médico sino has-
tima y del diafragma. ta que existe un grave deterioro y alto riesgo de muerte.
Por otro lado, los arcos costales y la pelvis tienen una Por lo tanto, la medición de la presión intraabdominal
pobre habilidad para expandirse cuando la presión in- se ha denominado como el quinto signo vital en el moni-
traabdominal aumenta, lo que provoca que la región toreo del paciente grave.
central del abdomen se distienda al mismo tiempo que La presión intraabdominal se encuentra usualmente
se desplazan la vejiga urinaria y el diafragma, afectando entre 0 y 5 mmHg. Existen estados patológicos que pue-
los órganos abdominales y el retroperitoneo. den elevar de manera crónica la presión intraabdominal,
El sangrado, la fuga de cualquiera de los órganos ab- como la obesidad mórbida, la hepatopatía con ascitis,
dominales, el edema intestinal o ascitis en estados pato- tumores intraabdominales, etc. El SCA puede dividirse
lógicos pueden cubrir la cavidad peritoneal y causar un en tres categorías: primario, secundario y terciario. En
incremento de la presión intraabdominal (cuadro 58--1). el SCA primario existe una relación directa con un trau-
La fisiopatología del incremento de la presión intra- matismo o bien una enfermedad en la región abdomino-
abdominal está directamente ligada al trauma abdomi- pélvica. El SCA secundario se refiere al proceso origi-
nal o la sepsis abdominal. Por lo tanto, se han identifica- nado por alteraciones que no tuvieron su inicio en la
do factores de riesgo para predecir el incremento en la cavidad abdominal, tales como sepsis, quemaduras y
presión intraabdominal y el desarrollo de síndrome reanimación hidroelectrolítica exagerada posterior a
compartimental abdominal. traumatismos no abdominales. El SCA terciario es el
Los factores que contribuyen al desarrollo de la hi- que se desarrolla después de haber iniciado maniobras
pertensión abdominal son aquellos que provocan un para prevenir la hipertensión intraabdominal.8
aumento de volumen del contenido abdominal, inclu-
yendo sangre libre, coágulos, edema intestinal, conges-
tión vascular, reanimación hidroelectrolítica excesiva,
empaquetamiento y sangrado no quirúrgico.6,7
Otros factores contribuyentes son acidosis, hipoter-
mia, transfusiones de más de 10 unidades de concentra-
dos globulares en 24 h, coagulopatía e íleo posquirúr-
gico.

Cuadro 58--1. Grados de presión intraabdominal


Grado Presión intraabdominal
I 12 a 15 mmHg
II 16 a 20 mmHg
Figura 58--1. Paciente con distensión abdominal severa y
III 21 a 25 mmHg cambios en la perfusión tisular por síndrome compartimen-
IV > 25 mmHg tal abdominal.
Manejo del abdomen abierto 501

propósito. Otros parámetros que han demostrado efica-


cia para valorar el grado de perfusión tisular son lactato
sérico, déficit de base, saturación venosa de oxígeno y
el pH intracelular gástrico.

ARGUMENTACIÓN EN EL MANEJO
DEL ABDOMEN ABIERTO

El concepto del abdomen abierto no es nuevo; su uso se


ha incrementado en los últimos años, sobre todo en el
Figura 58--2. Esquema que muestra la técnica de medición área de trauma después del control de daños. Las razo-
de la presión intravesical. nes para no cerrar el abdomen son complejas y multifac-
toriales (cuadro 58--2). Al día de hoy a aproximadamen-
te entre 15 y 18% de los pacientes a los que se les realiza
MONITOREO DE LA PRESIÓN VESICAL
laparotomía exploradora se les deja el abdomen abierto
luego de su primera intervención.13
El manejo del abdomen abierto es un tema controver-
sial en la literatura médica. En el pasado los cirujanos
El diagnóstico de hipertensión abdominal se hace me-
se negaban a dejar el abdomen abierto dada la falta de
diante la medición directa de la presión vesical, método
métodos adecuados para el cierre temporal de la cavidad
que fue descrito por primera vez en 1984 por Krone y
abdominal. En la actualidad estos métodos han evolu-
col.9 La presión vesical se mide instilando de 10 a 40 cc
cionado, desde el cierre de piel abdominal con pinzas de
de agua en la vejiga urinaria y utilizando un transductor
piel y campo hasta los nuevos dispositivos de succión
a nivel del pubis con el paciente en posición supina; se
continua/intermitente controlados por computadora.14,15
debe observar fluctuación discreta con la respiración
El enfoque de estos métodos en controlar los proce-
(figura 58--2). El monitoreo de la presión intraabdomi-
sos fisiopatológicos que desarrollan hipertensión intra-
nal se debe realizar cada 1 a 6 h dependiendo del grado
abdominal en el paciente posquirúrgico y traumatizado
de riesgo en que se clasifique al paciente.10
es lo que ha permitido la mejor evolución de los pacien-
tes que requieren manejo del abdomen abierto. Los pa-
cientes con procesos sépticos y traumatismos severos a
REANIMACIÓN VOLUMÉTRICA/ nivel abdominal suelen elevar de forma rápida la pre-
HIDROELECTROLÍTICA sión intraabdominal, el traumatismo y la infección per
se, estimulan la secreción de sustancias proinflamato-
rias; además, el aumento de la presión intraabdominal
compromete la perfusión tisular. Este proceso produce
El objetivo de la reanimación volumétrica/hidroelectro- isquemia de todos los tejidos intraabdominales y esto
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

lítica es asegurar una adecuada perfusión tisular y man- exacerba la respuesta inflamatoria, aumentando el ede-
tener el metabolismo celular aeróbico. Existen diversas ma y poniendo en riesgo su viabilidad.16
técnicas de restitución hidroelectrolítica, y éstas varían
entre los cirujanos. Ante el paciente con traumatismo
severo se debe evitar la reanimación masiva basada en Cuadro 58--2. Estados fisiopatológicos que
soluciones cristaloides, ya que esto pone al paciente en se relacionan con hipertensión abdominal
un alto riesgo de desarrollo de síndrome compartimen-
Agudas Crónicas
tal abdominal; además, los protocolos de transfusión
masiva deben incluir plasma fresco congelado, a razón Trauma abdominal Hepatopatía c/ascitis
de 1:1 con los concentrados globulares.11,12 La medi- Pancreatitis Tumores abdominales
ción de constantes vitales no es suficiente para evaluar Sepsis abdominal Obesidad mórbida
de manera precisa el nivel de perfusión tisular. El índice Restitución masiva de líquidos
de salida de O2 (DO2I) ha demostrado eficacia con este Íleo
502 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

En el contexto de los pacientes a quienes se les realiza culación, presentan falla orgánica múltiple más tempra-
anastomosis primarias después de un traumatismo o namente.18 Otra complicación es la pérdida excesiva de
proceso séptico abdominal severo esto toma especial proteínas que condiciona mayor hipoalbuminemia y,
importancia, ya que los bordes de la anastomosis re- por ende, mayor riesgo de morbimortalidad para estos
quieren una perfusión tisular óptima para favorecer la pacientes.
adecuada cicatrización y así evitar fugas anastomóticas.
Si la presión intraabdominal aumenta estas anastomosis
corren mayor riesgo de dehiscencia y falla en la cicatri- Sangrado
zación.17
Las técnicas de cierre temporal abdominal que exis- Dado el elevado flujo sanguíneo del intestino y de los
ten en la actualidad ponen un énfasis especial en dismi- órganos sólidos abdominales, el sangrado es también
nuir, controlar y cuantificar la pérdida de líquidos, favo- una de las más temidas complicaciones, particularmen-
recer el cierre temprano de la fascia para evitar su te cuando la pared intestinal traumatizada e inflamada
contractura y mantener la cavidad abdominal drenada y está involucrada. Los pacientes traumatizados con le-
de fácil acceso para exploraciones posteriores. siones intraabdominales significativas que requieren
procedimientos de control de daños con frecuencia tie-
nen asociados problemas como coagulopatía por hipo-
termia, acidosis, hipotensión, dilución y consumo de
COMPLICACIONES factores de coagulación. El elevado flujo sanguíneo y la
DEL ABDOMEN ABIERTO coagulopatía pueden llevar a un sangrado difuso en capa
que únicamente pueda resolverse mediante apósitos de
presión y reanimación del paciente. Un incremento rá-
pido de la presión intraabdominal puede ser indicativo
Las complicaciones por el manejo del abdomen abierto de un sangrado activo, y será necesaria una reexplora-
se pueden dividir en tempranas y tardías (cuadro 58--3). ción abdominal urgente.19
Entre las complicaciones tempranas puede incluirse las
de origen ventilatorio; 30% de los pacientes con abdo-
Hipotermia
men abierto requieren ventilación asistida y esto es
secundario a la alteración en la mecánica ventilatoria
En el abdomen abierto está expuesta una gran superficie
que produce el abdomen abierto. Estos pacientes son
húmeda tanto del intestino como de otros tejidos, y esto
más susceptibles al desarrollo de atelectasias y, por con-
resulta en una gran pérdida de agua por evaporación, lo
siguiente, a neumonía posoperatoria, presentándose
que puede disminuir significativamente la temperatura
esta última en uno de cada tres pacientes. Otra compli-
central corporal. La hipotermia contribuye a una coagu-
cación temprana tiene que ver con el desequilibrio
lopatía, siendo ambas causa de muerte en los pacientes
hidroelectrolítico. La alteración en la homeostasis de
traumatizados. El manejo posoperatorio de estos pa-
los líquidos por la pérdida excesiva de éstos hace que
cientes debe incluir medidas intensivas de recalenta-
hasta 25% de los pacientes presenten insuficiencia renal
miento, como calentadores para los fluidos intraveno-
aguda de tipo prerrenal; si a esto se le suma que los
sos, frazadas térmicas, lavado gástrico con agua tibia y
pacientes con sepsis tienen problemas con la microcir-
lavado vesical con agua tibia. La pérdida de fluidos des-
de el abdomen también contribuye a una pérdida de ca-
lor por convección. Además, si la pérdida de líquidos no
se controla y el paciente es mantenido en un ambiente
Cuadro 58--3. Complicaciones en
los pacientes con abdomen abierto húmedo (cama), la pérdida de calor del paciente se ace-
lera. Por tal motivo, uno de los objetivos del cierre tem-
Tempranas Tardías poral de la pared abdominal es mantener al paciente en
Sangrado Fístulas un ambiente seco y minimizar las pérdidas de líquidos.
Ventilatorias (atelectasia/ Infección
neumonía) Hernia
Desequilibrio hidroelectrolí- Desnutrición (hipoproteine- Fístula
tico mia)
Hipotermia Pérdida de la capacidad Entre las complicaciones tardías la formación de una
Acidosis continente fístula es la más temida del abdomen abierto (figura
Manejo del abdomen abierto 503

motilidad intestinal y la incapacidad del paciente de


tolerar la vía oral. La nutrición enteral ha mostrado dis-
minuir la incidencia de infecciones en los pacientes crí-
ticamente enfermos, presuntamente por inmunoestimu-
lación.23,24 Sin embargo, la colocación de accesos
enterales por medio de una yeyunostomía en estos pa-
cientes aumenta el riesgo para la formación de una fístu-
la enteroatmosférica.25

Infección

El abdomen abierto tiene un alto potencial infeccioso


tanto por las fístulas como por la exposición al medio
Figura 58--3. Fístula enteroatmosférica posterior al manejo ambiente. El manejo tradicional con gasas húmedas re-
de cierre temporal abdominal. sultará casi universalmente en contaminación o infec-
ción de la herida quirúrgica. Para minimizar la exposi-
ción, y dada la naturaleza dolorosa de estas lesiones, la
58--3).20 Las fístulas se pueden desarrollar si el intestino mayoría de estos cambios de apósitos requieren reali-
es expuesto y se le permite desecarse, si se abrasiona zarse en quirófano y bajo sedación.
con gasas o materiales a los que se le exponga o si se le-
siona la serosa. Los autores sugieren (siempre que sea
factible) utilizar el epiplón mayor para cubrir el intes- Pérdida de capacidad
tino. La incidencia de fístulas en los pacientes con abdo- continente del abdomen
men abierto es directamente proporcional al tiempo que
se mantengan con esta condición y al manejo no estan- Los pacientes que permanecen con el abdomen abierto
darizado de esta estrategia.21 Las fístulas abdominales después de una herida vertical sobre la línea media tie-
a menudo provocan un derrame de grandes cantidades nen fuerzas opuestas de los músculos oblicuos que tiran
de material intestinal contaminado dentro de la herida, en sentido lateral de la pared abdominal. Como resulta-
lo que a su vez provoca infección local, abscesos intra- do, después de varios días de tener el abdomen abierto
abdominales o infecciones sistémicas que pueden pro- los tejidos blandos se contracturan haciendo más difícil
vocar desequilibrio hidroelectrolítico.22 Algunas fístu- la reaproximación de la fascia. Este proceso se conoce
las pueden cerrar de forma espontánea; sin embargo, como pérdida de la capacidad continente del abdo-
esto es raro en el contexto del abdomen abierto, ya que men.26,27
por lo general no hay tejido adecuado para cubrir la fís-
tula o el intestino expuesto dañado. Entre los factores
predisponentes para el desarrollo de fístulas en el pa- Hernia
ciente con abdomen abierto se encuentran los materia-
les utilizados (como suturas y mallas) o las situaciones
La lesión de la fascia abdominal provoca la formación
patológicas (como sepsis abdominal, abscesos residua-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de una hernia. La sutura de la pared abdominal con piel,


les e íleo). Reportes de pacientes con abdomen abierto
tejido celular subcutáneo, aponeurosis, músculo y peri-
han mostrado rangos de formación de fístulas de 2 a
toneo puede también resultar en una hernia después de
25%. Estos pacientes requieren procedimientos invasi-
un tiempo.28 Cuando se dejan granular los intestinos y
vos repetidos, incluyendo cambio de apósitos, drenaje
este tejido es cubierto con piel se está dejando una her-
de abscesos y resección intestinal tardía.
nia ventral planeada. Hasta 40% de los pacientes que se
manejaron con abdomen abierto quedan con una hernia
ventral a pesar del manejo utilizado en el cierre tempo-
Íleo ral.29 El cierre de las hernias planeadas usualmente es
complejo, y cuando se acompañan de fístulas enteroat-
Las heridas abdominales abiertas con intestino delgado mosféricas se sugiere una reparación abdominal por eta-
expuesto frecuentemente resultan en pobre nutrición, pas para el cierre completo.30 Las hernias que se forman
por las demandas metabólicas elevadas, la pérdida de la después del manejo del abdomen abierto suelen tener un
504 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

muy bajo riesgo de estrangulación de asas, pero causan Cuadro 58--4.


una deformidad estética e incomodidad importantes.
Cierre abdominal tem- Cierre abdominal temporal ac-
poral pasivo tivo
Cierre de piel con pin- Parche de WittmanR
zas de piel y campo Empaquetamiento con succión
CIERRE TEMPORAL Bolsa de Bogotá Terapia V. A. C.
DE LA PARED ABDOMINAL

cente. Éstas incluyen el empaquetamiento con aspira-


ción, el parche de WittmannR (StarSurgical, Inc., Bur-
Un abdomen abierto debe mantenerse continente me- lington, Wis.) y el sistema de cierre asistido por vacío
diante un dispositivo de cierre temporal de la pared ab- continuo (VAC TherapyR KCI, San Antonio, Texas).
dominal. El principal objetivo de estos dispositivos es Estos sistemas de cierre temporal permiten, además de
minimizar los efectos de la hipertensión abdominal, dis- la contención de las vísceras abdominales, evitar la con-
minuyendo así la incidencia de síndrome compartimen- tractura de la pared abdominal, mantener y cuantificar
tal abdominal en los pacientes de alto riesgo.31 Esto se las pérdidas de líquidos, favorecer la granulación por el
logra permitiendo la expansión de la pared abdominal proceso de aspiración, además de mantener la herida li-
en respuesta a la presión ejercida desde la cavidad peri- bre de secreciones.
toneal, equilibrando así las presiones y permitiendo la
adecuada perfusión de los tejidos intraabdominales.
Los pacientes con abdomen abierto requieren diversas MANEJO DE LOS PACIENTES
intervenciones quirúrgicas; habitualmente la primera es CON CIERRE TEMPORAL DE
entre 48 y 72 h después, y dependiendo el caso, por un LA PARED ABDOMINAL
tiempo aproximado de hasta dos semanas, para retirar
posteriormente el dispositivo de cierre temporal abdo-
minal. Además de la comodidad para las reintervencio-
nes, los dispositivos de cierre temporal de la pared ab- Dependiendo del estado hemodinámico del paciente en
dominal deben permitir el adecuado control, manejo y quien se indica el abdomen abierto, la mayoría de ellos
cuantificación de los fluidos que segrega la cavidad ab- requieren manejo en una unidad de cuidados intensivos.
dominal, impedir la evisceración, evitar la desecación Este tipo de pacientes están en riesgo de sangrado, hipo-
y laceración del intestino expuesto, evitar en la medida termia, pérdida significativa de líquidos y disfunción
de lo posible las adherencias de las asas intestinales a la respiratoria. Además, también están en riesgo de sín-
pared abdominal para favorecer el cierre primario y la drome de respuesta inflamatoria sistémica y falla orgá-
preservación de la fascia, así como evitar la contractura nica múltiple. Una reanimación hidroelectrolítica agre-
de la pared abdominal que pudiera provocar una pérdida siva puede derivar en un aumento súbito de la presión
de la capacidad continente de ésta. En los pacientes de intraabdominal y a su vez en síndrome compartimental
alto riesgo la presión intraabdominal puede aumentar de abdominal.33 Todos los pacientes con abdomen abierto
manera súbita; por esta razón los dispositivos utilizados deben someterse a un monitoreo constante de la presión
para el cierre temporal abdominal deben también poder intravesical al menos cada seis horas.
ser manipulados de forma rápida y sencilla.32 Los pacientes con abdomen abierto son susceptibles
Existen diferentes técnicas que permiten el cierre de hipermetabolismo significativo, que se caracteriza
temporal de la pared abdominal; se dividen en dos por la degradación de proteínas del músculo esquelético
grandes grupos: técnicas dinámicas y técnicas pasivas y la inhibición de la síntesis de proteínas. La desnutri-
(cuadro 58--4). Las técnicas pasivas son la aproxima- ción proteica puede conducir a disfunción multiorgáni-
ción de la piel con pinzas de piel y campo y la coloca- ca con efectos observados en el tracto gastrointestinal,
ción de la bolsa de Bogotá descrita en 1984 por el Dr. el sistema respiratorio y el sistema cardiovascular. El
Borráez. Estas técnicas tienen como objetivo cubrir las objetivo del tratamiento nutricional es mantener la masa
vísceras abdominales para evitar su desecación y dismi- muscular para minimizar estos efectos adversos.34 Di-
nuir pérdidas de líquidos por la pared abdominal. Las versos estudios han demostrado la superioridad de la
técnicas dinámicas son aquellas que actúan de forma ac- nutrición enteral vs. la nutrición parenteral en los pa-
tiva para propiciar y favorecer el cierre definitivo de la cientes quirúrgicos que tienen una función intestinal
pared abdominal una vez resuelta la patología subya- adecuada. Se ha observado que las complicaciones in-
Manejo del abdomen abierto 505

fecciosas son menores en los pacientes con nutrición en- para colocarlo encima del tejido de granulación y poste-
teral.35 A veces los pacientes con abdomen abierto pre- riormente ponerle encima un injerto de piel. Se sugiere
sentan dificultades para poder cubrir sus requerimientos dejar pasar al menos seis meses para reintervenir y hacer
por la vía enteral, y no se recomienda colocar accesos una reconstrucción de la pared abdominal, ya que esto
enterales como yeyunostomía cuando el abdomen esté permite una disminución del proceso inflamatorio/ad-
abierto. Los pacientes con abdomen abierto pueden es- herencial y facilita la entrada en el abdomen. La plastia
tar en mayor riesgo de presentar edema intestinal e íleo. de la hernia ventral planeada puede ser realizada con
Suele existir preocupación de que la utilización de nu- múltiples técnicas que incluyen separación de compo-
trición enteral contribuya a la dilatación del intestino, la nentes,38 rotación de colgajos de aponeurosis de rectos
cual puede complicar futuros intentos de cierre de la fas- abdominales, colocación de material protésico intrape-
cia. En el paquete de acciones de los autores, en estos ritoneal y extraperitoneal, etc.
pacientes prefieren iniciar con nutrición parenteral y ha-
cer la transición a nutrición enteral según las condicio-
nes del paciente.36 Sutura/aproximación de la piel

Utilizada principalmente en el manejo del abdomen


TÉCNICAS DE CIERRE TEMPORAL abierto secundario a traumas abdominales severos y
DE LA PARED ABDOMINAL posterior a cirugías abdominales de control de daños,
esta técnica fue la primera que se describió en la primera
mitad del siglo XX (figura 58--4). Utilizando pinzas de
piel y campo o sutura continua, se aproximan sólo los
El objetivo del cierre temporal de la pared abdominal es bordes de la piel para egresar de manera rápida al pa-
asegurar que se tenga el control total de la fuente de ciente a una unidad de cuidados intensivos para restituir
infección, controlar la presión intraabdominal y dismi- la homeostasis.
nuir complicaciones secundarias vistas en el manejo del
abdomen abierto tradicional. Los primeros estudios de
cierre temporal abdominal en los cuales se utilizaron Bolsa de Bogotá
mallas protésicas reportaron rangos variables de cierre
abdominal, con alta prevalencia de fístulas enteroat- La bolsa de Bogotá descrita en 1984 por el Dr. Borráez
mosféricas a pesar del material utilizado. La introduc- en Colombia es tal vez el método que más se ha utilizado
ción de sistemas dinámicos de cierre de la pared abdo- en los últimos 15 años para el cierre temporal de la cavi-
minal, como el parche de WittmannR y la terapia de dad abdominal (figura 58--5). La adecuada observación
cierre asistido por vacío (VACR), han mejorado de del contenido abdominal, su accesibilidad casi univer-
manera importante el rango de cierre de la pared abdo- sal y el bajo costo que implica el uso de este método han
minal con menor mortalidad (cuadro 58--5). impactado de manera decisiva en su popularidad. Sin
En los casos en que el cierre fascial no sea posible por embargo, la fragilidad de la bolsa plástica en los sitios
el edema o por la sepsis abdominal en curso,37 otras de sutura y la frecuente evisceración, la formación de
opciones incluyen: dejar la herida abierta para que gra- adherencias de vísceras abdominales a la pared y el po-
nule y posteriormente colocarle un injerto de piel, inten- bre control que se tiene de la pérdida de líquidos son
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tar aproximar la piel y permitir la formación de una her- desventajas que han estimulado el desarrollo de nuevos
nia ventral planeada, o se puede usar material protésico y más efectivos métodos de cierre temporal abdominal.

Cuadro 58--5. Comparación entre las diferentes técnicas de cierre temporal de la cavidad abdominal
Técnica Control del Propicia Propicia el Remueve de Cuantifican las pér- Promue- Contro- Costos
contenido el cierre cierre de forma activa didas de líquidos a ve gra- la la in-
abdominal de la piel la fascia el exudado tercer espacio nulación fección
Bolsa de Bogotá + -- -- -- -- -- -- --
Parche de Witt- + + + +/-- +/-- +/-- +/-- +
mannR asistido
con aspiración
VACR + + + + + + + +++
506 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

Figura 58--6. Parche de WittmannR que consiste en dos


Figura 58--4. Cierre temporal de la pared abdominal con hojas con VelcroR que se fijan a la fascia abdominal y facili-
pinzas de piel y campo posterior a cirugía de control de tan el cierre temporal de la cavidad abdominal.
daños.

Empaquetamiento con vacío


Parche de WittmannR
Es una modificación de la técnica de Bogotá que permi-
te un rápido cierre de la pared abdominal con la aplica-
En 1990 Aprahamian y col. describieron una técnica de
ción de succión para el manejo adecuado de las secre-
abdomen abierto con una prótesis de VelcroR colocada
ciones de la pared. Consiste en la colocación de una hoja
en el abdomen y suturada hacia ambos lados de la fascia
no adherente fenestrada sobre las vísceras abdominales,
seccionada (figura 58--6). Este dispositivo permite múl-
se colocan compresas sobre dicha hoja, dos drenajes de
tiples y fáciles accesos a la cavidad abdominal para rela-
silicón sobre las compresas y posteriormente se sellan
parotomías, con la posibilidad de ir aproximando dicha
la piel, las compresas y los drenajes con una hoja adhe-
prótesis poco a poco después de cada laparotomía hasta
rente impregnada de yodo. Los drenajes se colocan a
poder suturar la fascia abdominal39,40 (figura 58--7). La
succión a presión de 100 a 150 mmHg. Esta técnica re-
literatura describe que este método tienen un escaso
quiere cambios frecuentes de apósitos y permite reex-
control del líquido de edema que se pierde en el tercer
ploraciones programadas de la pared. La literatura re-
espacio, además de que puede lesionar la fascia al trac-
porta un cierre satisfactorio de la pared abdominal en
cionarla; sin embargo, en la práctica clínica esto no
55.4% de los pacientes sometidos a esta técnica.
sucede, y con algunas adecuaciones a la técnica original
se logra un adecuado control de fluidos intraabdomina-
les y nulo traumatismo de los bordes faciales potencial- Terapia VACR
mente suturables. La terapia VACR es una modificación del empaqueta-
miento asistido con aspiración. La diferencia es que uti-

Figura 58--5. Cierre temporal de la cavidad abdominal con Figura 58--7. Cierre temporal abdominal con parche de Witt-
bolsa de Bogotá. mannR. Nótese la fijación que se hace a la aponeurosis.
Manejo del abdomen abierto 507

Figura 58--8. Dispositivo AbTeraR de VACR para el cierre


temporal de la cavidad abdominal. Figura 58--9. Cierre temporal de la pared abdominal me-
diante dispositivo AbTeraR de VACR.

liza una bomba de succión controlada por computadora


que permite establecer protocolos de aspiración especi- dicho manejo, los autores de este capítulo creen que da-
ficando tiempo de succión/no succión, presión de suc- dos los avances con los que se cuenta actualmente es el
ción desde 40 hasta 150 mmHg, utilizando esponjas y estándar de oro para su manejo. Este protocolo de ma-
materiales de empaquetamiento especiales que permi- nejo se divide en tres fases:
ten la transmisión uniforme de la presión de succión a
todo el lecho de la herida.41 Además, estos materiales 1. En la llamada fase aguda de reanimación los pa-
aceleran la formación de tejido de granulación, estimu- cientes se encuentran entre 24 y 72 h después del
lan la angiogénesis y con esto la rápida regeneración evento quirúrgico que requirió dejar el abdomen
tisular favorece el rápido cierre de la pared abdominal.42 abierto. Estos pacientes requieren manejo en una
Por otro lado, permite un meticuloso control de los unidad de terapia intensiva, evitar hipotermia, rea-
líquidos y fluidos de la cavidad peritoneal y su conte- nimación hidroelectrolítica, corrección de la aci-
nido, ayuda a la disminución del edema tanto de la pared dosis, manejo de la coagulopatía, soporte ventila-
abdominal como del contenido peritoneal, favorecien- torio, monitoreo intensivo de signos vitales
do también de esta forma el cierre temprano. Entre las (incluyendo presión intravesical) y prevención de
desventajas de esta técnica figuran la necesidad de utili- síndrome de hipertensión abdominal. La reexplo-
zar materiales especializados y su alto costo.43 En rela- ración abdominal en los pacientes que desarrollan
ción a la seguridad, algunos trabajos han reportado un síndrome compartimental abdominal o sangrado
ligero aumento en la incidencia de fístulas enteroatmos- activo está considerada en la primera fase de ma-
féricas al utilizar la terapia VACR.44,45 En los últimos nejo del abdomen abierto. La técnica para el cierre
años se han desarrollado nuevos dispositivos para la te- temporal abdominal en esta fase de manejo no está
rapia VACR aplicada al abdomen que prometen mejo- consensada, aunque la mayoría de la literatura ac-
res resultados (AbTheraR), disminuyendo la forma- tual está a favor de utilizar técnicas dinámicas
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ción de fístulas enteroatmosféricas y aumentando el como la VACR, el empaquetamiento con aspira-


porcentaje de cierre temprano de la pared abdominal (fi- ción o el parche de WittmannR.
guras 58--8 y 58--9). 2. La segunda fase se llama fase intermedia de reani-
mación. En esta fase el paciente ha sobrevivido a
la primera agresión fisiológica, el riesgo de desa-
rrollar síndrome compartimental abdominal dis-
FASES CLÍNICAS DEL MANEJO minuye, la coagulopatía se ha controlado, se han
DEL ABDOMEN ABIERTO restituido de forma adecuada líquidos y electróli-
tos, y controlado las fuentes de infección. Esta
fase dura aproximadamente entre las siguientes 72
h y 10 días, y es en la que se debe presentar la ma-
En la actualidad se ha descrito el manejo del abdomen yoría de los cierres primarios de la pared abdomi-
abierto por fases clínicas; aunque no se ha consensado nal.
508 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

3. La fase tardía de reconstrucción está descrita Saco herniario


como el periodo comprendido entre el día 10 y
cualquier día en el que se reconstruya de forma
primaria o secundaria la pared abdominal. Es im-
portante reconocer que en el caso de manejo del
abdomen abierto a causa de sepsis abdominal o Defecto herniario
múltiples fístulas enteroatmosféricas el proceso Rectos abdominales
adherencial severo que el paciente sufre requiere Saco herniario
seccionado
al menos seis meses de no intervención quirúrgica,
con apoyo nutricional, para facilitar la entrada a la
cavidad abdominal y permitir una intervención con
menos riesgos de lesiones enterales inadvertidas.

En la unidad de falla intestinal de los autores se llevan Malla de polipropileno


protocolos de tratamiento estandarizados para el mane-
jo del abdomen abierto. Con base en el manejo por fases
clínicas, definen un paquete de acciones enfocado en la
atención integral multidisciplinaria, que incluye en el
equipo aspectos clave como nutrición, manejo del do-
Saco herniario
lor, movimiento con rehabilitación física y manejo plicado
emocional.
Figura 58--10. Gráfico que muestra de manera ilustrada el
procedimiento de plicatura peritoneo--aponeurótica que se
utiliza para el cierre de las hernias ventrales planeadas.
Nótese cómo el saco herniario plicado hace las veces de
PROTOCOLO DE MANEJO DEL malla protésica biológica al reforzarse con la malla de poli-
ABDOMEN ABIERTO RECOMENDADO propileno (técnica de Alcino Lázaro Da Silva).

En la primera fase (reanimación, 0 a 72 h) el objetivo


es rescatar al paciente del estado crítico. Además del pro-
La estrategia del abdomen abierto (figura 58--10) es in-
cedimiento quirúrgico enfocado en el control de daños
cluida en el manejo integrado de la infección intraabdo-
(control de la fuente de infección), se utiliza la estrategia
minal grave46 (cuadros 58--6 y 58--7).
del abdomen abierto y se coloca el parche de WittmannR
Cada uno de los pacientes con abdomen abierto aten-
como dispositivo de cierre temporal abdominal. Depen-
didos en la unidad de los autores es tratado siguiendo los
diendo de si fue necesaria la colocación de un estoma,
cuatro principios de calidad en la atención médica:
el parche puede ser fijado a la aponeurosis en casos don-
de se considere la opción de un afrontamiento aponeu-
1. Estandarizar los procedimientos.
rótico retardado o a la piel. Se utiliza una gasa para cu-
2. Crear la infraestructura material y humana correc-
brirlo y una sonda de Shirley o dos sondas de Nelaton
ta.
3. Analizar los datos correctos de los resultados.
4. Verificar cada una de las acciones por medio de
una auditoría interna. Cuadro 58--6. Tratamiento operatorio
1º quirúrgico (Eliminación o reparación)
Todo se inicia con la adecuada indicación para dejar el Control del origen de la infección
2º quirúrgico (Evacuación y limpieza)
abdomen abierto. Múltiples son los escenarios y las in-
Evacuar el inóculo bacteriano, pus y ad-
dicaciones para el manejo del abdomen abierto en todos yuvantes (toilet peritoneal)
los pacientes que estén en riesgo de desarrollar hiperten- 3º quirúrgico (Descomprimir)
sión abdominal (trauma abdominal severo, pancreatitis Tratar el síndrome compartimental ab-
severa, sepsis abdominal, isquemia mesentérica, infec- dominal
ción necrosante de la pared abdominal) y en quienes la 4º quirúrgico (Control)
presión intraabdominal aumentada ponga en riesgo la Prevenir o tratar la infección persistente
perfusión tisular de anastomosis primarias. o recurrente
Manejo del abdomen abierto 509

Cuadro 58--7. Manejo de la infección


abdominal. Medidas adyuvantes
1er. principio Combatir la hipovolemia, el estado de cho-
que y mantener adecuada oxigenación
2º principio Tratar las bacterias no eliminadas por la
cirugía con antibióticos
3er. principio Apoyar a los órganos que fallan
4º principio Proveer una óptima nutrición

(una multiperforada para crear vacío y la otra para suc-


ción), todo aislado con una hoja de plástico autoadhe-
rente para crear un vacío efectivo para la succión.
Cabe mencionar que en esta primera fase está el ma-
yor riesgo de desarrollo de síndrome compartimental
abdominal. En la unidad de terapia intensiva se realiza
valoración nutricional, valoración psicológica del pa-
ciente y su entorno, así como la valoración de rehabilita-
ción, para establecer un plan multidisciplinario de ac-
ciones enfocado en la rápida recuperación y el cierre
temprano de la pared abdominal. Figura 58--11. Cierre temporal abdominal con terapia VACR
En la segunda fase (recuperación, 72 h a 10 días) se tradicional.
realiza reexploración planeada de la cavidad abdominal
para valorar el estado de la misma (desempaquetamien-
to en el caso de sangrados, verificar viabilidad de anas- longitudinal de la herida; se diseca el saco herniario sin
tomosis de riesgo, drenar colecciones, etc.). En esta fase cortarlo y se liberan adherencias del saco, y se introduce
se empieza la intervención nutricional, iniciando (como en la cavidad abdominal el contenido del saco. Se sutura
ya se comentó) con nutrición parenteral total y, depen- el mismo hacia el borde aponeurótico contrario con
diendo del caso, se va pasando progresivamente hacia puntos transfasciales del recto anterior de PDS 0 separa-
nutrición enteral, hasta que se cubra 100% de los reque- dos hasta unirlo en su totalidad, posteriormente se pro-
rimientos por esta vía. cede a suturar el saco herniario restante hacia el borde
En la tercera fase (reconstrucción, 10 días hasta el aponeurótico contrario con puntos separados de PDS
cierre definitivo de la pared) se realiza una nueva reex- (técnica de Alcino Lázaro Da Silva). Para reforzar la
ploración de espacios definidos como correderas parie- plicatura se coloca una malla de polipropileno/poligle-
tocólicas, espacios subfrénicos y hueco pélvico. Se ve- caprone por encima de la plicatura del saco (onlay) y se
rifica la ausencia de material contaminante e infección fija con puntos separados (figura 58--13). Se colocan
recurrente y se procede a valorar la viabilidad de la pa- drenajes hacia los bordes de la disección y se sutura la
red para el cierre primario. De no lograrlo por afronta- piel con puntos separados. Siguiendo los principios de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

miento aponeurótico se puede valorar la indicación de efectividad, seguridad y contención del costo, los auto-
incisiones de relajación aponeurótica, rotación de col- res han observado buenos resultados a corto plazo.
gajos de aponeurosis anterior de rectos abdominales. Si Contar con una base de datos que incluya una video-
estas técnicas no son factibles por el estado general que teca completa de cada caso permite analizar de forma
guarde la pared abdominal, entonces deberá optarse por retrospectiva cada uno de los detalles técnicos de los
colgajos de piel y tejido celular subcutáneo y su aproxi- procedimientos específicos hechos a cada paciente.
mación en la línea media (hernia ventral planeada) y va- También les ha permitido a los autores un proceso de
lorar el cierre primario en no menos de cuatro a seis me- mejora continua realizando entrenamiento quirúrgico
ses, para permitir la mejoría tanto de la inflamación hacia adentro y hacia fuera de su equipo de trabajo y
como del proceso adherencial intraabdominal. compartir su experiencia científica.47
En dicha plastia ventral se utiliza actualmente una En una evaluación a 44 cirujanos del país sobre este
técnica de plicatura peritoneo--aponeurótica en la cual tema se pudo observar la falta de estandarización y de
se abre y se divide progresivamente el saco en sentido estructura en el manejo del abdomen abierto (que no se
510 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

Primera intervención quirúrgica

Fase de reanimación
0 a 72 h

Cierre temporal abdominal: parche


Unidad de cuidados intensivos de WittmannR con apósito/succión
Valoración e intervención nutricional
Valoración psicológica
Valoración por rehabilitación física
Reanimación del paciente/
monitoreo de presión
intraabdominal
Laparotomía planeada

Fase de recuperación El paciente está estable, es posible


72 h a 10 días el cierre primario de la pared
abdominal?
Cuidados intermedios/hospitalización
Intervención psicológica
Intervención por rehabilitación física
No

Continúa con el parche de


WittmannR apósito/succión

Cambiar gasas c/48 h


Cierre primario
Es posible el cierre abdominal

Sí No

Cierre primario Continúa con el parche de


WittmannR, intentar aproximación
de bordes
2ª laparotomía planeada

Fase de reconstrucción
10 días. Cierre definitivo Estable para intentar nuevamente
cierre de pared abdominal
Hospitalización/ambulatorio
atención domiciliaria

Sí No

Cierre primario Cierre de piel y tejido


celular subcutáneo,
hernia ventral planeada

Afrontamiento de aponeurosis
Rotación de colgajos aponeuróticos
Incisiones de relajación aponeurótica Plastía ventral tardía
plicatura peritoneo--aponeurótica

Figura 58--12. Gráfico que muestra de manera ilustrada el procedimiento de plicatura peritoneo--aponeurótica que se utiliza para
el cierre de las hernias ventrales planeadas. Nótese cómo el saco herniario plicado hace las veces de malla protésica biológica
al reforzarse con la malla de polipropileno onlay.
Manejo del abdomen abierto 511

A B

C D

Figura 58--13. Secuencia fotográfica en donde se muestran algunos aspectos de la plicatura peritoneo--aponeurótica, técnica que
el equipo de los autores desarrolla en el cierre definitivo de las hernias ventrales planeadas. A. Disección de saco herniario, sec-
ción y liberación de adherencias al mismo. B y C. Plicatura del saco herniario. Nótese cómo se fijan los bordes del saco a la región
más externa de la aponeurosis del músculo recto contralateral, propiciando así la aproximación de ambos rectos abdominales.
D. Colocación de la malla de polipropileno onlay para reforzar la plicatura.

documenta), y sobre todo que no existe una verificación mental un cambio cultural para desarrollar procesos que
a través de la medición de resultados con la estrategia benefician a los pacientes, logrando mejoría de la cali-
que dichos cirujanos mencionaban utilizar. Es funda- dad y seguridad en la práctica clínica.48

A
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

B C

Figura 58--14. Paciente con síndrome compartimental abdominal. A. Fase I: abdomen distendido, con hipertensión intraabdomi-
nal secundaria a enfermedad diverticular crónica con estenosis sigmoidea y oclusión intestinal baja. B. Fase II: paciente ya interve-
nido con dispositivo de cierre temporal de la pared abdominal (parche de WittmannR) que cumple dos funciones fundamentales:
evitar la hipertensión abdominal y vigilar la anastomosis primaria. C. Fase III: paciente reoperado en el que se alcanzó, ocho días
después de la primera intervención, el cierre primario de la pared abdominal.
512 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

A B C

D E

Figura 58--15. Paciente posoperado por sepsis abdominal. Mal diagnóstico inicial de apendicitis aguda. Se observa enfermedad
diverticular complicada con peritonitis fecaloide; se realiza lavado y procedimiento de Hartmann. A. Se deja inicialmente la piel
abierta con puntos de retención, colostomía isquémica/necrótica, drenajes de Penrose y yeyunostomía. El paciente evoluciona
de forma tórpida con datos de sepsis abdominal. B. Se reinterviene; se completó hemicolectomía izquierda por enfermedad diver-
ticular residual. Se realizó anastomosis primaria colorrectal mecánica, se retiró y se cerró la yeyunostomía y se dejó cierre tempo-
ral de la pared abdominal (parche de WittmannR). C. El paciente presenta datos de obstrucción intestinal y fuga intestinal tem-
prana de la rafia yeyunal, la cual se le detecta a tiempo. Se reinterviene realizando cierre intestinal primario y gastrostomía. D.
Se suturan la piel y el tejido celular subcutáneo y se deja la hernia ventral planeada. E. Cicatriz de la línea media.

S Estandarización: cabe hacer notar que ninguno tan evaluar y comparar diferentes alternativas
de los comentarios menciona una estrategia estan- para el manejo del abdomen abierto no habrá cam-
darizada con pasos definidos en el proceso de la bios significativos en los resultados y se seguirá
indicación y el manejo del cierre temporal abdo- practicando dicha estrategia basados en decisio-
minal. Culturalmente se sigue practicando la téc- nes sesgadas e influidas por tendencias de moda.
nica del abdomen abierto por medio de la indivi- Será fundamental la medición primero de la efec-
dualización de cada cirujano, adaptándola tan sólo tividad y después de los costos. Deberá medirse el
a las posibilidades de su entorno. Cualquiera que porcentaje de cierres primarios de la aponeurosis,
sea el dispositivo utilizado para la estrategia para el de hernias ventrales planeadas que quedan como
abdomen abierto, debería seguir un proceso defini- secuelas del abdomen abierto, el número de rein-
do en el mismo hospital por los propios cirujanos.49 tervenciones y de recambios por dispositivo utili-
S Infraestructura: no disponer del dispositivo co- zado, la probabilidad de desarrollo de fístulas
rrecto en el lugar correcto impide que pueda ofre- enteroatmosféricas con el uso de cada dispositivo,
cerse el óptimo manejo a los pacientes que requie- la estancia hospitalaria, la morbilidad y la mortali-
ren esta estrategia. Por lo tanto, utilizar lo que hay dad encontrada en cada una de las alternativas dis-
disponible expone al paciente a presentar eventos ponibles. Sólo así se podrá comparar la efectivi-
adversos graves y costosos. Es fundamental eva- dad con el costo total de la estrategia. Actualmente
luar la efectividad y el costo de las diversas alter- se dispone de un dispositivo para cierre temporal
nativas de que se dispone para el cierre temporal abdominal muy barato aunque poco efectivo (bol-
abdominal. sa de Bogotá). Por otro lado, la terapia VACR
S Datos duros: mientras el cirujano y las autorida- tiene un porcentaje alto reportado para lograr el
des competentes no tengan datos duros que permi- cierre primario retardado de la aponeurosis, pero
Manejo del abdomen abierto 513

una tasa significativa de prevalencia en el desarro- REFLEXIONES FINALES


llo de fístulas enteroatmosféricas. Es factible eva-
luar los resultados finales con estos dos dispositi-
vos, y los autores sugieren una comparación de la
efectividad de ambos con el parche de WittmannR. Es evidente la falta de estandarización en la estrategia
S Verificación: debe pasarse de los mitos, tradicio- del abdomen abierto; este capítulo sugiere los pasos
nes y falta de transparencia en lo que los cirujanos clave que los autores han utilizado en su Unidad de
hacen con la estrategia del abdomen abierto a Práctica Integrada en Falla Intestinal y han comunicado
crear su propia evidencia. No deben confiar en su sus resultados.
experiencia si no la miden adecuadamente. Se Es necesario contar en el momento correcto con el
debe verificar prospectivamente los resultados dispositivo más efectivo, más seguro y de menor costo.
con transparencia, sólo así se podrá contribuir a un Será necesaria una evaluación comparativa para una
cambio cultural en el manejo del abdomen abierto, toma racional de decisiones y, por ende, una mejoría en
y esto conducirá a acciones para mejorar la calidad la calidad y la seguridad en la indicación y el manejo de
y la seguridad de dicha estrategia. la estrategia del abdomen abierto.

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Sección V
Hernias poco comunes

Sección V. Hernias poco comunes


Capítulo 59
Hernia femoral
Alfredo Moreno Egea

HISTORIA E IMPORTANCIA S Es una causa de morbimortalidad evitable.


S Mantiene una gran controversia respecto a su tra-
tamiento, pues no existe todavía un acuerdo en
cuanto al mejor acceso quirúrgico y la opción téc-
Apuntes históricos nica.
S Las recurrencias son muy altas, con 3.1 a 30% en
Para el tratamiento quirúrgico de la hernia femoral (HF) series con un seguimiento de 75% de los pacientes
se han descrito más de 79 operaciones distintas. Este a cinco años.
dato revela en cierto modo el grado de insatisfacción del
cirujano respecto al uso de las técnicas clásicas, las cua-
les generalmente implican una gran dificultad y malos ETIOPATOGENIA APLICADA
resultados. La introducción de las mallas le ha dado un
nuevo giro al esquema terapéutico de la hernia femoral
al posibilitar su corrección de una forma más sencilla y
eficaz. En 1974 Lichtenstein describió la técnica de her- Etiología
nioplastia sin tensión mediante un tapón de polipropile-
no que cerraba el conducto femoral a través del orificio Las causas por las cuales se produce una hernia femoral
de salida, la cual en tan sólo unos años se ha convertido son desconocidas, con una mezcla de factores etiológi-
en una técnica ampliamente utilizada por su gran senci- cos y teorías que aún falta confirmar.
llez, fácil aprendizaje, buenos resultados e incluso se
realiza de forma ambulatoria y con anestesia local. 1. Aumentos de la presión intraabdominal. Es uno
de los factores etiológicos más conocidos. Todas
las causas que conlleven una mayor presión intra-
Importancia actual
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

abdominal pueden predisponer a la herniación fe-


moral, ya que favorecen la protrusión de grasa pre-
La hernia femoral mantiene una gran importancia en ci- peritoneal en el conducto femoral presionando sus
rugía por los siguientes aspectos: estructuras y separándolas (embarazo, enfermeda-
des pulmonares obstructivas, estreñimiento, etc.).
S Representa cerca de 10% de toda la patología qui- 2. Causas iatrogénicas. Entre 15 y 45% de las her-
rúrgica de la pared abdominal. nias femorales son consideradas iatrogénicas, es
S Su diagnóstico preoperatorio puede ser difícil. decir, son la consecuencia de la reparación de una
S Es una causa frecuente de abdomen agudo por hernia inguinal previa (figura 59--1). Se relacio-
obstrucción intestinal, sobre todo en mujeres, obe- nan la mayoría de las veces con hernias inguinales
sos y ancianos. primarias y recurrentes que fueron reparadas con

517
518 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

Patogenia de la hernia femoral

El conducto femoral puede encontrarse cerrado por las


fibras reflejadas del ligamento iliopúbico que rodean la
vena iliaca externa antes de fijarse al ligamento de Coo-
per. El saco herniario se introduce por el anillo femoral,
por fuera de la porción curva del ligamento iliopúbico,
pasando sobre el ligamento de Cooper y por debajo del
ligamento inguinal. Llega a la fosa oval, que es la solu-
ción de continuidad de la fascia lata destinada al paso de
la vena safena interna. La fosa oval está cubierta por la
aponeurosis cribiforme, la prolongación de la fascia
innominada de la pared abdominal. Por lo tanto, cuando
se desarrolla una hernia femoral se separa la vaina fe-
moral de la porción vertical del ligamento lacunar, dan-
Figura 59--1. Paciente operada días antes con técnica de do como punto de constricción e incarceración el orifi-
tracción del ligamento inguinal (Bassini) que desarrolló rápi-
cio de salida. Para poder completar la liberación del
damente una hernia femoral izquierda
saco es preciso seccionar el ligamento lacunar y la por-
ción interna del tracto iliopúbico. En ocasiones la arteria
la aproximación del músculo transverso al liga- aberrante del obturador puede pasar en dirección medial
mento inguinal bajo tensión. La tracción del liga- al saco herniario y hacer peligrosa esta maniobra.
mento inguinal o del tracto iliopúbico cranealmen-
te abre el anillo de entrada al conducto femoral y
favorece la herniación.
CLASIFICACIÓN DE
3. Causas anatómicas que determinen un aumento LA HERNIA FEMORAL
del diámetro del anillo femoral, como una inser-
ción anormal del piso posterior o del tracto iliopú-
bico sobre el ligamento de Cooper. Aunque es una a. En función del trayecto y la situación de la hernia
teoría lógica, se contradice con el hecho de que al es posible determinar las siguientes variedades:
operar por vía posterior se ha comprobado que S HF típica: es la que protruye en sentido lateral
existen anillos femorales grandes sin presencia de a la vena femoral.
hernia asociada. S HF prevascular de Teale: cuando el saco se si-
4. Envejecimiento. Se basa en los datos epidemioló- túa por encima de la vena femoral.
gicos que apuntan a una mayor frecuencia de esta S HF retrovascular de Serafini: cuando el saco se
patología en la edad adulta. La teoría se funda- sitúa por debajo de la vena.
menta en la existencia de músculos gruesos adya- S HF externa o de Hesselbach: es la que se sitúa
centes al conducto femoral. En condiciones nor- superior y lateral a la arteria femoral.
males los músculos iliopsoas y pectíneo rodean S HF de Laugier: es la que protruye por el liga-
los límites del conducto femoral y actúan como mento lacunar.
una barrera para el desarrollo de la hernia. Cuando S HF pectínea de Callisen--Cloquet: es la que per-
existe una atrofia muscular, como en la vejez, el fora la aponeurosis pectínea y se aloja entre ésta
volumen del músculo circundante es menor y per- y su músculo.
mite que la presión intraabdominal favorezca la S HF multidiverticular de Heselbach: es la que
herniación. atraviesa distintos orificios de la fascia cribifor-
Esta teoría explica la mayor incidencia de las me con un saco con varias prolongaciones; la
hernias femorales en los viejos, independiente- más simple es la de Astley Cooper con disposi-
mente del sexo. ción en alforja (una parte bajo la fascia cribifor-
Además, en la mujer, sea cual sea su edad, la me y otra bajo la piel).
masa muscular suele ser menor, lo cual puede ex- b. En función del grado de penetración del saco en el
plicar que ante cualquier condición que aumente conducto femoral (Berliner) se divide en:
la presión intraabdominal se favorezca la apari- S Estadio 1 o precursor: incluye las hernias inter-
ción de hernias (embarazo, obesidad, etc.). nas y asintomáticas (situadas dentro del con-
Hernia femoral 519

ducto femoral). No detectables por exploración S Permite una mayor exposición local.
física. S Permite un mejor control y reducción del conteni-
S Estadio 2: incluye las hernias externas que pro- do del saco herniario.
truyen fuera del conducto y son detectables clí-
nicamente. Desventajas:

Si se acepta dicha clasificación el diagnóstico de una S Precisa una mayor disección local con mayor trau-
hernia tipo 1 sólo se puede realizar si se abre la pared matismo y morbilidad.
posterior y se exponen el ligamento de Cooper y el ani- S Se asocia con mayor incomodidad y dolor posope-
llo femoral. ratorio.
S Puede dejar una reparación a tensión que favorez-
ca la creación de una hernia inguinal o la recidiva.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Opciones técnicas:
DE LA HERNIA FEMORAL
S Técnicas clásicas:
S Operación de Moschowitz (sutura del tracto
iliopúbico al ligamento de Cooper).
Existen tres vías de abordaje para la hernia femoral:
S Operación de Lotheissen--McVay (sutura del
arco muscular del transverso al ligamento de
Acceso femoral Cooper).
S Técnicas protésicas:
S Operación de Lichtenstein inguinal y femoral.
Ventajas:
S Hernioplastia híbrida combinada.
S Precisa una disección mínima. No se aconseja utilizar esta vía para el tratamiento de la
S Puede realizarse de forma rápida mediante aneste- hernia femoral por sus mayores desventajas respecto al
sia local. acceso femoral. Se utiliza únicamente en los casos de
S Se asocia con dolor posoperatorio mínimo. diagnóstico erróneo preoperatorio y confirmación in-
S Es fácil de enseñar y de aprender (tiene una curva traoperatoria tras disección inguinal. En la práctica la
de aprendizaje mínima). reparación más utilizada es la de Lichtenstein con un
parche en la región inguinal y un tapón en el conducto
Desventajas: femoral.
S Su ejecución con suturas puede crear una repara-
ción con tensión sobre estructuras débiles (fascia Acceso preperitoneal o posterior
pectínea) y asociarse con alta tasa de recurrencias.
Ventajas:
Opciones técnicas:
S Permite una mejor y más completa exposición
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S Técnicas clásicas: local.


S Operación de Bassini. S La exploración y la reparación de las hernias bila-
S Operación de Bassini--Kirshner. terales pueden hacerse con una misma incisión.
S Operación de McVay--Anson. S Tiene un menor riesgo de lesión vascular y vesical
S Técnicas protésicas: (al visualizar directamente las estructuras y la po-
S Lichtenstein (tapón cilíndrico). sible existencia de una arteria obturatriz anómala).
S Trabucco (dardo o saeta). S Puede corregir con comodidad otras hernias aso-
S Bendavid (paraguas o sombrilla). ciadas (inguinal u obturatriz), complejas y recu-
rrentes.
Acceso inguinal Desventajas:

Ventajas: S No puede ser realizada con anestesia local.


520 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

S Puede ser difícil la reducción del saco incarcerado.


S La disección es más incomoda y a veces difícil.
S Puede repararse bajo tensión si se utiliza una línea
de sutura entre estructuras distantes.
S Tiene una curva de aprendizaje considerable.

Opciones técnicas:

S Técnicas clásicas:
S Operación de Nyhus (con o sin refuerzo proté-
sico).
S Técnicas protésicas:
S Operación de Trabucco.
S Laparoscópica extraperitoneal (TEP).

De los tres accesos anteriores es posible deducir las si-


guientes conclusiones:
Figura 59--2. Acceso femoral.

1. El inguinal no debe recomendarse nunca.


2. El femoral es el más utilizado por ser el más senci-
llo y el que ofrece los mejores resultados globales DESCRIPCIÓN DE LAS TÉCNICAS
para la mayoría de los cirujanos.
3. El preperitoneal debe ser conocido y aprendido
por todos los cirujanos, porque ofrece una vía de
abordaje muy útil en algunas situaciones concre- Aspectos comunes a todas las técnicas
tas. Cuando está bien indicado puede mejorar la
morbilidad y la tasa de recidivas de la vía femoral. Incisión

De las opciones técnicas anteriores es posible deducir Inguinal baja o supratumoral transversa de 2 a 5 cm. Ex-
las siguientes conclusiones: tensión de la apertura al tejido subcutáneo (figura
59--2).
1. Las intervenciones con sutura con tensión deben
evitarse casi siempre (excepto en niños, en defec- Disección
tos muy pequeños y por cirujanos con un buen co-
nocimiento anatómico regional). Se realiza la disección precisa para llevar a cabo correc-
2. La primera elección debe ser siempre una repara- tamente la reparación. Disección y liberación completa
ción protésica y la técnica no debe ser considerada del saco herniario hasta exponerlo, identificación de las
estándar, sino adaptarse al defecto existente y a las estructuras que conforman el orificio femoral externo y
características de los tejidos que se encuentren liberación de los tejidos adyacentes unos 5 mm para fi-
adyacentes. jar el tapón a la periferia del defecto (figura 59--3).
3. La malla ideal debe ser de baja densidad con poro
grande y alta biocompatibilidad (recuérdese que Tratamiento del saco
se sitúa en contacto con estructuras vasculares). El
autor aconseja una malla extraligera recubierta de No es precisa la apertura sistemática del saco herniario:
titanio.
4. En defectos de pequeño o moderado tamaño se a. Si no existe incarceración el saco simplemente se
pueden sustituir las suturas por cuatro gotas de un invagina.
pegamento de cianoacrilato, lo que causa menos b. Las hernias incarceradas o complicadas precisan
dolor y evita posibles lesiones vasculares. El autor apertura del saco, identificación del contenido y
aconseja un derivado de cadena larga de gran pu- valoración de su viabilidad. Si el anillo no permite
reza, el n--hexyl–cianoacrilato. movilizar el contenido se debe abrir el borde semi-
Hernia femoral 521

Figura 59--3. Disección del saco por acceso femoral, con exposición del ligamento inguinal y lacunar o de Gimbernat.

lunar lateral del ligamento de Gimbernat (figura Hernioplastias con tensión


59--4). Si no existe alteración irreversible del con-
tenido se reintroduce sin maniobras bruscas. Si Suponen la reconstrucción del anillo femoral mediante
existe tejido no viable o hay dudas sobre su viabili- una sutura entre su borde superior o techo (ligamento in-
dad se debe proceder a resecarlo (figura 59--5). guinal) y el borde inferior o suelo, así como en su borde
c. El saco se liga mediante un punto por transfixión, externo (fascia pectínea) o en su borde interno (liga-
se reseca la parte redundante y el muñón se rein- mento de Cooper):
troduce en la cavidad abdominal. 1. Bassini (sutura del ligamento inguinal a la fascia
d. Se diseca el conducto femoral de forma roma has- pectínea) (figura 59--6 A).
ta identificar el ligamento de Cooper. 2. Bassini--Kirshner (sutura del ligamento inguinal
e. Se elige la técnica de reparación adecuada. al ligamento de Cooper) (figura 59--6 B).

Cierre Ambas técnicas tienen en común la reparación median-


te una sutura que moviliza un elemento parcialmente in-
Se cierra el tejido subcutáneo y la piel. No es preciso uti-
lizar drenajes.
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LI

LC

Figura 59--4. Disección adecuada para visualizar el liga- Figura 59--5. Resección del saco femoral para iniciar la re-
mento inguinal (LI) y el ligamento de Cooper (LC). construcción.
522 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

A B

Figura 59--6. Dos tipos de reparación con tensión. A. Bassini (sutura del ligamento inguinal a la fascia pectínea). B. Bassini--Kirsh-
ner (sutura del ligamento inguinal al ligamento de Cooper).

móvil (el ligamento inguinal, fijo en sus extremos) y ral para evitar lesiones en la vena femoral (figura 59--7
otro parcialmente inextensible (la fascia pectínea o el li- B).
gamento de Cooper). Cada uno de ellos tiene su incon-
veniente: la fascia pectínea es más débil y el ligamento Técnica de Ermanno Trabucco
de Cooper es rígido e inelástico, con una dirección y
profundidad que determinan una mayor distancia res- Representa una hernioplastia anterior, similar en su eje-
pecto del ligamento inguinal. La consecuencia final es cución a la técnica anterior, pero el tapón se realiza en
que, a pesar de la adecuada preparación de los tejidos, forma de flecha o dardo, obliterando de forma tridimen-
la reparación del anillo femoral con sutura crea siempre sional el conducto femoral. Para su autor, esta forma fa-
una tensión local. cilita su colocación y posterior sutura.

Reconstrucción con tapón cónico de Rutkow


Hernioplastias protésicas La disección se realiza igual que en la técnica de cigarri-
llo de Lichtenstein, se confecciona y coloca el tapón có-
nico en el orificio femoral para ocluirlo, fijándolo a los
Técnica de Lichtenstein bordes del defecto con sutura monofilamento.

La técnica de hernioplastia sin tensión se basa en la co- Reconstrucción con tapón tipo 1 (T1)
locación de un tapón de malla cilíndrico como repara-
ción suficiente del defecto herniario. S Malla. El T1 se confecciona con un cuadrado de
malla en función del tamaño del defecto. Se da un
S Malla. El tamaño adecuado para la malla suele ser punto a cada uno de los ejes del cuadrado y se sutu-
de 2 x 20 cm, o superior en función del tamaño del ran. Si el defecto es grande se anuda el tapón en
defecto. Se configura al enrollarse la malla recor- forma de dardo a una base redondeada de 4 cm, lo
tada de forma cilíndrica para dar lugar a un tapón cual da lugar al tapón tipo 2 (T2).
sólido y firme (debe ser suficiente para obliterar S Fijación. Varias suturas se sitúan en los márgenes
adecuadamente el conducto femoral y los anillos del defecto y sobre la malla, antes de colocar el ta-
de entrada y de salida). pón, para facilitar su correcta situación. Finalmen-
S Fijación. El borde inferior del tapón se fija a la te, los puntos son anudados tras deslizar el tapón
fascia pectínea, el borde medial se fija al ligamen- a su lugar.
to lacunar y el borde superior se fija al ligamento
inguinal. Técnica de Robert Bendavid

Se utilizan puntos sueltos de un monofilamento irreab- Representa un bloqueo completo del orificio femoral
sorbible y deben evitarse los puntos cerca del borde late- (no del conducto) mediante la inserción de una malla
Hernia femoral 523

A B

Figura 59--7. A. Tapón cilíndrico confeccionado con una malla rectangular de 20 x 2 cm enrollada a manera de cigarrillo utilizada
por Lichtenstein. B. Fijación con suturas a los bordes del defecto.

preperitoneal colocada en forma de paraguas por vía an- hernia femoral (ver el capítulo relacionado con el trata-
terior. miento de la hernia inguinal).

Reparación con malla tipo paraguas


Acceso preperitoneal de Cheatle--Henry
S Malla. La malla es recortada en forma de disco
con un diámetro de 8 cm. Se crea un pie o vástago Aspectos comunes a todas las técnicas
que se anuda en el centro del disco por un punto.
El disco se cierra sobre el pie en forma de paraguas Incisión
plegado y ayudado por unas pinzas de Kelly se in- Incisión abdominal transversa superior, a dos dedos por
troduce a través del defecto femoral. encima del pubis y desde la sínfisis púbica hasta el ani-
S Fijación. Es posterior cuando el disco se fija con llo inguinal interno.
tres puntos con el ligamento de Cooper, es medial
cuando se fija con un punto al ligamento lacunar Disección
y es anterior cuando el disco se sutura al ligamento
inguinal. a. Exposición de la vaina anterior del músculo recto.
Sección transversal de la fascia anterior del recto
en un plano inmediatamente craneal al anillo in-
En sentido lateral el disco debe cubrir la vena femoral
terno.
entre 2 y 4 cm. Después de la fijación del disco el vásta-
b. Sección y separación de las fascias y músculos
go o pie que facilita el manejo de la sombrilla se corta
oblicuo externo, interno y transverso hasta identi-
y se desecha.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ficar correctamente la fascia transversalis.


De las tres técnicas descritas la hernioplastia con ta-
c. Sección de la fascia transversalis y disección del
pón para obliterar el conducto completo es la más senci-
espacio preperitoneal.
lla, segura, eficaz y universal (facilidad para aprenderla
y enseñarla), por lo que en la actualidad esta modalidad
es la primera opción elegida por la mayoría de los ciru- Tratamiento del saco
janos. No es preciso ligar los vasos epigástricos inferiores de
forma rutinaria.

a. El orificio femoral interno y el conducto femoral


Acceso inguinal son explorados. Se identifican y se reducen los li-
pomas y los sacos herniarios.
No se describirán las opciones quirúrgicas por no ser b. Búsqueda meticulosa de otras hernias o áreas dé-
técnicas de primera elección para el tratamiento de la biles.
524 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

c. Los elementos del cordón son separados del peri- S Fijación. Los márgenes del defecto son fijados a
toneo desde las cercanías del anillo inguinal inter- la malla, preferentemente con helicosutura, y a la
no. Posibles sacos herniarios asociados (directos pared inguinofemoral posterior.
o indirectos) y los lipomas deben ser disecados y
aislados. Técnicas o acceso laparoscópico
preperitoneal TEP
Cierre
Antes del cierre de la herida se debe asegurar una co- Fase 1: colocación de los trocares
rrecta hemostasia y lavar adecuadamente el espacio pre- Los tres trocares se sitúan en la línea media.
peritoneal con suero salino. No es necesario aproximar
la fascia transversalis. En ocasiones se debe considerar 1. En el área infraumbilical se sitúa la óptica (10
dejar un drenaje. Se suturan la vaina anterior del recto mm), se incide la vaina anterior del recto y se sepa-
y la aponeurosis lateral, y después el tejido subcutáneo ra el músculo entrando en el espacio retromuscu-
y la piel. lar. Después se introduce el trocar balón de disten-
sión hacia la espina del pubis. Cuando se nota el
Técnica de Lloyd M. Nyhus contacto con el pubis se mantiene fijo y bajo visión
se insufla unas 30 veces. Se deja 2 min para favo-
Representa una hernioplastia preperitoneal donde la recer la hemostasia y se retira para colocar el tro-
malla se utiliza en caso de necesidad sobre una repara- car estructural definitivo. Se conecta el CO2 a una
ción previa con el tracto iliopúbico. presión de 6 a 8 mmHg.
2. Sobre el pubis se sitúa el segundo trocar (5 mm)
y en el punto medio entre ambos se sitúa el tercero,
Reconstrucción
también de 5 mm.
Reparación formal del defecto. Cierre mediante dos o
tres puntos aproximando el tracto iliopúbico al ligamento
de Cooper, desde el borde medial (pubis) hasta el borde Fase 2: disección
lateral (vasos iliacos). Si se considera necesario puede
S Paso 1: identificación de estructuras. Se identifica
realizarse una incisión de relajación en el recto anterior
el pubis, el ligamento de Cooper, los vasos epigás-
del abdomen.
tricos inferiores, el anillo inguinal interno y el cor-
dón espermático. Se valora el tipo de hernia exis-
S Malla. Se utiliza una malla de 10 x 4 cm.
tente.
S Fijación. El borde inferior se fija al ligamento de
S Paso 2: disección medial, lateral e inferior.
Cooper y se extiende sobre la reparación facial,
S La disección medial debe liberar el ligamento
mientras que el borde superior se fija a la pared in-
de Cooper, el triángulo de Hesselbach y el ani-
guinal posterior. Finalmente, el resto de la malla
llo femoral.
es doblado y su extremo se sutura por debajo de la
S La disección lateral se inicia por detrás de los
herida abdominal.
vasos epigástricos y por encima del tracto ilio-
púbico entrando en el espacio de Bogros y al-
Técnica de Ermanno Trabucco canzando en profundidad la espina iliaca ante-
rosuperior.
Supone una hernioplastia preperitoneal en la que la her- S La disección inferior debe visualizar el múscu-
nia femoral se corrige mediante un tapón de malla. Se lo psoas y el iliaco (figura 59--8).
elige en los casos de hernias femorales de gran tamaño
o recidivadas. Fase 3: tratamiento de la hernia
A diferencia de la técnica de Nyhus, precisa menor
disección, es muy eficaz y se puede realizar de forma S Paso 1: reducción.
ambulatoria bajo anestesia local. S Es común reducir tras la creación del espacio
con el balón.
Reconstrucción con tapón tipo 2 (T2) S Si se encuentra incarcerada debe reducirse con
todo cuidado.
S Malla. El T2 se confecciona al suturar un T1 a una S Paso 2: exploración del cordón. Aunque haya her-
base redondeada de 4 cm. nia femoral evidente, explorar siempre los ele-
Hernia femoral 525

comodidad al paciente y puede realizarse en unidades


de CMA sin ingreso y con una menor baja laboral. Por
ello en la actualidad se aconseja que en caso de elegir la
vía preperitoneal se escoja la cirugía laparoscópica
extraperitoneal. Si no se tiene experiencia con la técnica
la reparación anterior con prótesis de tapón debe ser la
de primera elección.

INDICACIONES (ACONSEJADAS
POR EL AUTOR)

A tenor de la experiencia y los resultados del autor de


este capítulo y su grupo de trabajo, se recomienda insis-
Figura 59--8. Orificio femoral izquierdo por vista laparoscó-
pica posterior, inmediatamente arriba del ligamento de Coo- tir en una detallada exploración física de la región ingui-
per. nocrural (incluso apoyada en la ecografía si existen du-
das).

mentos del cordón para descartar una posible her- Cirugía electiva
nia inguinal asociada y colocar con facilidad la
malla. S Diagnóstico de seguridad: hernioplastia con tapón
S Se identifica y se secciona la fascia preperito- vía femoral.
neal que envuelve al cordón. S Diagnóstico dudoso (¿inguinal o femoral?): lapa-
S Se separan los elementos del cordón. roscopia TEP (figura 59--9).
S Hernia femoral bilateral u otra hernia asociada: la-
paroscopia TEP.
Fase 4: reconstrucción con prótesis

S Paso 1: preparación y extensión de la malla. Se in- Cirugía de urgencia


troduce una malla de bajo peso y después se des-
S Sin signos de obstrucción intestinal: hernioplastia
pliega hasta cubrir ampliamente la línea media
con tapón vía femoral.
(pubis), el espacio de Hesselbach completo y el es-
pacio femoral, dejando unos 2 cm por debajo del
ligamento de Cooper.
S Paso 2: fijación. Se pueden aplicar dos tackers al
ligamento de Cooper o al pubis. Sin embargo, se
ha demostrado que no es necesario y puede causar
complicaciones importantes sobre un anillo rígido
(dolor, sangrado y hematomas), por lo que se
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aconseja fijar la malla sólo con cuatro gotas de


n--hexyl--cianoacrilato.

Fase 5: cierre
El neumo se vacía bajo visión para valorar la correcta
situación y extensión de la malla. Se aproxima la piel
con una subcuticular.
La cirugía laparoscópica permite realizar una repara-
ción igual a la de cualquier técnica preperitoneal, pero Figura 59--9. Orificio femoral permeable sin contenido de
además aporta muchas ventajas innegables: evita la ci- grasa preperitoneal. Se muestra también variación anatómi-
catriz, ocasiona menor traumatismo, brinda una mejor ca por múltiples arterias de epigástrica a obturatriz coronas
visión, tiene menor morbilidad, le proporciona mayor mortis.
526 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

S Con signos de obstrucción o inflamación local: ciones realizadas por hernia femoral. Cuando la cirugía
técnica preperitoneal abierta. es programada y el diagnóstico es fiable constituye la
mejor opción quirúrgica. Si el defecto es pequeño puede
usarse un tapón cilíndrico adaptado a dicho defecto. Si
es grande (mayor de 2 cm) se prefiere un tapón en flecha
INCIDENCIAS INTRAOPERATORIAS
(tipo Gilbert o Trabucco) porque se adapta mejor al de-
Y POSOPERATORIAS fecto y se coloca con mayor facilidad. Con este tipo de
tapón se evita la necesidad de dejar un gran cilindro de
malla que podría condicionar seromas, lesiones de la
vena femoral, fístulas y migraciones. En los raros casos
Las posibles complicaciones asociadas con la técnica de
de defectos mayores de 3 cm, para evitar dejar grandes
Lichtenstein para el tratamiento de la hernia femoral
tapones se prefiere usar la prótesis T2 de Trabucco.
son insignificantes si se lleva a cabo una cirugía cuida-
Dado el gran contenido linfático de la región femoral
dosa, y casi siempre consisten en seromas o hematomas
son fundamentales la correcta hemostasia y el cierre por
locales.
planos (fascias de Scarpa y Camper) para evitar la pre-
En ocasiones excepcionales se han descrito la movi-
sencia de seromas y hematomas. Hoy en día se pueden
lización del tapón por una deficiente fijación al conduc-
sustituir todas las suturas por n--hexyl--cianoacrilato
to, la migración al espacio preperitoneal, vejiga o cavi-
para evitar estos problemas.
dad intraabdominal, y la trombosis o lesión iatrógena de
En las situaciones programadas donde el diagnóstico
la vena femoral.
es el de hernia inguinal se prefiere la vía laparoscópica,
Las infecciones de la malla son otras posibles com-
porque facilita un mayor campo de trabajo para todos
plicaciones tardías que se resuelven con el drenaje de la
los defectos de ambos lados (espacio preperitoneal),
zona afectada sin que se precise el retiro de la prótesis.
pero sin la morbilidad y la incomodidad de la cirugía
Las recidivas son menores de 0.2%.
abierta. Si se confirma la presencia de una hernia femo-
ral, el autor de este capítulo siempre coloca un tapón en
flecha fijado al ligamento de Cooper con pegamento,
CONCLUSIONES Y que después cubre con un parche grande. Para facilitar
CONSEJOS DEL AUTOR los movimientos de la malla siempre se refieren los dos
bordes superiores con un punto de ProleneR con un
cabo largo. De forma sistemática se explora el anillo fe-
moral contralateral para no pasar por alto el diagnóstico
La hernioplastia femoral con tapón tipo Lichtenstein su- de una hernia. Esta acción no precisa una disección adi-
pone actualmente cerca de 70% de todas las interven- cional.

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528 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)
Capítulo 60
Hernia de Spiegel
Isaac Zaga Minian

INTRODUCCIÓN ANATOMÍA

Se define como una protrusión espontánea de grasa pre- Son hernias intersticiales donde el saco herniario pene-
peritoneal o saco peritoneal, a través de un defecto en la tra a través de la aponeurosis del músculo transverso del
fascia de Spiegel, y es conocida también como hernia abdomen y el músculo oblicuo interno, pero permanece
ventrolateral de la línea semilunar, hernia intersticial, por detrás de la aponeurosis del músculo oblicuo exter-
hernia interparietal o hernia encubierta.15 La hernia de no.4 Se sitúan laterales a los vasos epigástricos y son de-
Spiegel ocurre a través de la fascia a lo largo de la línea fectos que penetran en la aponeurosis de Spiegel (figura
semilunar, zona de transición comprendida entre el bor- 60--1).
de lateral del músculo recto anterior y las inserciones Estas alteraciones se definen como la protrusión de
aponeuróticas de los músculos anchos, que se extiende grasa preperitoneal o del saco peritoneal con o sin pre-
desde el reborde costal hasta el pubis y en la porción in- sencia de un órgano intraabdominal a través de un de-
ferior de la línea semilunar de Douglas, por lo que la fal- fecto en la línea semilunar inmediatamente por debajo
ta de fascia posterior del recto debajo de la línea de Dou- de la línea arcuata o arco de Douglas.2,5 Pueden ser con-
glas contribuye a la debilidad de la zona. génitas o adquiridas, pero la mayoría de ellas son adqui-
Las hernias de Spiegel constituyen una afección clí- ridas, y las explicaciones acerca de su origen son nume-
nica rara, de difícil diagnóstico debido a su localiza- rosas.6
ción,1 por lo que el diagnóstico es básicamente clínico;2 Se ha enunciado la teoría de la estructura musculoa-
sin embargo, este tipo de hernias pasan inadvertidas poneurótica, que evidencia que por debajo de la cicatriz
muchas veces debido a su infrecuente presentación, sin- umbilical las fibras musculares de los oblicuos interno
tomatología inespecífica y difícil exploración. y transverso corren paralelas, y poseen un número inde-
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finido de hendiduras, que suelen tener coincidencia, lo


cual provoca la producción de la hernia;7 asimismo, to-
Historia dos los probables sitios donde penetran las ramas de los
vasos epigástricos disminuyen la fortaleza de la pared
Adrian van der Spiegel, anatomista belga (1578--1625), y son sitios de probable producción de hernias, aunque
catedrático de cirugía y anatomía de la Universidad de esta situación no está totalmente demostrada.
Padua, fue el primero que reconoció y analizó la línea Hay muchos otros factores que pueden considerarse
semilunar de la pared anterior del abdomen,3 pero fue para la producción de este tipo de hernia, como la obesi-
hasta 1764 cuando Klinklosch describió la hernia como dad, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los
una entidad clínica y la llamó hernia de la línea spiege- embarazos múltiples, el crecimiento prostático y la pér-
liana.1--3 dida ponderal rápida en los pacientes obesos.1 Su pre-

529
530 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 60)

I.

Lámina anterior
del músculo recto
A Músculo recto
Piel
A1
II.

Peritoneo
Músculo oblicuo interno
Músculo transverso Lámina posterior
abdominal del músculo recto

A2

Zona spiegeliana
Aponeurosis
oblicuo externo
Músculo recto

Músculo oblicuo externo


Músculo oblicuo interno Peritoneo
B1

Figura 60--1. Dibujo de la zona spiegeliana donde puede ocurrir este tipo de hernia. A. Región superior al arco de Douglas. B.
Región inferior al arco de Douglas. A1: ruptura del transverso abdominal. A2: ruptura del transverso abdominal y el oblicuo interno.
B1: ruptura del transverso abdominal y oblicuo interno. Modificada del Dr. John Skandalakis.

sentación ocurre con mayor frecuencia entre los 60 y los por cada estado de la Unión Americana, lo cual mani-
80 años de vida. fiesta su rareza entre la patología herniaria.
El diámetro de este tipo de hernia es muy importante
para su manejo; oscila entre los 0.5 y los 2 cm, pero se
han reportado diámetros de 6 y de hasta 10 cm, lo que CUADRO CLÍNICO
ha tendido a denominarla hernia de Spiegel gigante, que
representa una patología extremadamente rara.1
A diferencia del resto de las hernias, el síntoma cardinal
en las hernias de Spiegel es el dolor con masa palpable
o sin ella;4,8,9 no hay distinción de sexo, y la relación
EPIDEMIOLOGÍA hombre:mujer es de 1.4:1 (figura 60--2).
Al principio el dolor es intermitente de tipo pungiti-
vo, pero se intensifica con las maniobras de Valsalva; su
localización es imprecisa y de larga evolución. Entre 20
De acuerdo con los diferentes reportes en la literatura y 30% de los casos se presentan con incarceración en los
médica, y con conocimiento de que las hernias de Spie- servicios de urgencia, y entre 14 y 21% sufren estrangu-
gel ocurren entre 0.12 y 2% de todas las hernias,1--4 se lamiento.1,3
considera que su presencia es de 1 500 a 25 000 casos Ante la presencia de incarceramiento se ha observa-
cada año, con un promedio de 29 a 481 pacientes al año do en diferentes series que el epiplón es el elemento
Hernia de Spiegel 531

A B

Figura 60--2. A. Paciente con hernia de Spiegel del lado izquierdo. B. Paciente con hernia de Spiegel bilateral. Los defectos hernia-
rios se encuentran muy por encima de los orificios inguinales externos, y difícilmente se pueden confundir con hernias inguinales.
Cortesía del Dr. Mayagoitia.

atrapado con mayor frecuencia, seguido de las asas in- DIAGNÓSTICO


testinales; sin embargo, hay descripciones de contenido
colónico, apéndice cecal, estómago, divertículo de Me-
ckel, ovario,2,3,10 vejiga o algún testículo ectópico. El diagnóstico se sospecha cuando se palpa una tumora-
En fechas recientes se presentó el reporte de un caso ción en la línea de Spiegel durante la exploración; sin
con fascitis necrosante de la pared abdominal que era embargo, puede llegar a ser complicado porque no se
secundaria a enfermedad diverticular sigmoidea com- detecta en casi la mitad de los pacientes debido a un saco
plicada con perforación dentro de una hernia de Spie- pequeño que se oculta bajo la aponeurosis del oblicuo
gel.10 mayor.6,16 Se ha descrito también la presentación de la
hernia de Spiegel como oclusión intestinal.19 En la ma-
yoría de los casos es recomendable la realización de au-
xiliares de gabinete que corroboren el diagnóstico.17,18
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 60--3. TAC que muestra un defecto grande (círculo) Figura 60--4. Visión laparoscópica de una hernia de Spiegel
por hernia de Spiegel derecha. Cortesía del Dr. Vázquez derecha sin contenido en su saco. Cortesía del Dr. Mayagoi-
Mellado Díaz. tia.
532 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 60)

Figura 60--5. Reparación de una hernia de Spiegel donde se aprecia el saco herniario ya disecado del anillo. Se coloca una malla
de polipropileno mediante la técnica de Rives. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

Figura 60--6. Reparación de una hernia de Spiegel con un dispositivo de malla tipo PHS. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
Hernia de Spiegel 533

Figura 60--7. Reparación laparoscópica de una hernia de Spiegel bilateral por medio de la colocación de mallas individuales (Com-
posixR E/X) en cada hernia, fijadas con puntos transcutáneos y grapas. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

Auxiliares de diagnóstico DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

El ultrasonido (US) de la región es de gran ayuda, pues- El diagnóstico diferencial en esta patología debe hacer-
to que el orificio herniario en la línea semilunar se ob- se entre los procesos intraabdominales que se presenten
serva como un defecto de la aponeurosis; cuando se de- en forma aguda y los que involucren la pared abdomi-
tecta el defecto puede observarse un área libre de ecos nal, como los hematomas postraumáticos de los múscu-
que está ocupada por tejido conectivo, y se puede ver un los rectos, lipomas o tumores de pared e incluso con her-
eco fuerte si se encuentra el intestino en contacto con el nias inguinales cuando su localización sea muy baja.3
orificio herniario.
En otras ocasiones se han descrito imágenes de dona3
TRATAMIENTO
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

o seudorriñón.
En caso de presencia de adherencias la aponeurosis
de Spiegel y el tejido adherido tienen casi la misma in-
tensidad ecográfica, lo cual impide una visualización El tratamiento de la hernia de Spiegel siempre es quirúr-
adecuada y podría llegar a confundirse con un defecto. gico, excepto en los casos en los que la cirugía se con-
aponeurótico; también es posible encontrar defectos a traindica por patología concomitante y la hernia no está
nivel de la aponeurosis, aunque sin ninguna implicación ocasionando un peligro de vida inminente.
clínica. Hasta el momento las publicaciones han sido series
La tomografía axial computarizada (TAC) permite de casos de diferentes autores.16,20,21 Esto explica, en
identificar los músculos de la pared abdominal anterior, parte, la falta de sistematización en el manejo de esta pa-
para poder demostrar la hernia entre los músculos recto tología. En general, las técnicas de reparación están su-
anterior y transverso del abdomen, así como el conteni- jetas a los principios de no tensión en la línea de sutura
do del saco herniario (figura 60--3).1,3,4,13 y pueden ser abiertas o laparoscópicas.
534 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 60)

Sin embargo, el orificio herniario en la mayoría de antiadherente (figura 60--7) en caso de utilizar la técnica
los casos es menor de 2 cm (figura 60--4) y puede efec- IPOM o un polipropileno convencional si se prefiere el
tuarse la reparación desde el punto de vista plástico, acceso extraperitoneal
mediante el empleo de los propios tejidos del paciente.
Las técnicas que se usan con mayor frecuencia son la
de Rives, la de cono y parche (mesh plug) y la que em- CONCLUSIONES
plea el ProleneR Hernia System o UltraproR Hernia
System (PHS y UHS), aunque los mejores resultados al
parecer se reportan con las técnicas de Rives y PHS/
UHS (figuras 60--5 y 60--6). La hernia de Spiegel debe considerarse en todo paciente
La reparación laparoscópica tiene la ventaja de con- que refiera dolor en la pared abdominal en la región an-
firmar el diagnóstico en casos dudosos y efectuar una terior infraumbilical. Ante dolor intermitente y masa
reparación correcta con la técnica IPOM convencional palpable en el abdomen inferior debe considerarse la
para hernias ventrales, e incluso se ha propuesto la vía presencia de este tipo de hernia y ejecutar los procedi-
extraperitoneal TEP como otra alternativa. mientos descritos para hacer el diagnóstico diferencial
El tipo de prótesis a utilizar deberá contener una capa y llegar a su resolución.

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Capítulo 61
Hernia obturatriz
Óscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz

INTRODUCCIÓN ducto referido. El contenido herniario suele ser el intes-


tino delgado, pero puede estar presente sólo grasa
preperitoneal, el omento, colon, apéndice cecal, vejiga,
ovario, trompas uterinas y hasta un divertículo de Mec-
Las vísceras abdominales pueden protruir a través de los kel, entre otros. Su frecuencia representa 0.73% de to-
defectos del diafragma pélvico dando origen a las raras das las hernias, con un claro dominio en las poblaciones
hernias del piso pélvico: perineal, ciática y obturatriz japonesa y china.
(figura 61--1). Su sintomatología es muy vaga, por lo que su diagnós-
De ellas las más frecuentes son las que emergen a tra- tico es difícil y tardío, lo que conlleva a una alta inciden-
vés del conducto obturador entre las membranas y los cia en su morbilidad y mortalidad. En 88% de los casos
músculos del mismo nombre, comprimiendo los ele- se presenta como un cuadro de obstrucción intestinal.
mentos vasculares y el nervio que transcurre por el con-

HISTORIA

Este tipo de hernia fue descrito por primera vez por Ar-
naud de Ronsil en 1724 ante la Real Academia de Cien-
cias de París. En 1743 De Garengeot describió a un
paciente al que manualmente le redujo una hernia obtu-
ratriz. En 1851 Henry Obre realizó la primera repara-
ción quirúrgica con éxito en este tipo de hernias.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ETIOLOGÍA

La hernia obturatriz es adquirida; resulta de la laxitud


progresiva del piso pélvico asociada a la edad, la hernio-
sis y el aumento progresivo y crónico de la presión intra-
abdominal. El paciente típico se describe como mujer,
Figura 61--1. Corte sagital de la pelvis en donde se muestra senil, emaciada y multípara. Habitualmente es producto
el conducto obturador y el camino de salida herniario. de los siguientes factores:

535
536 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

a. Pérdida de la grasa protectora del conducto obtu-


rador en los estados de desnutrición. VIE
b. Factores que provocan laxitud de los tejidos por
VII
aumento de la presión intraabdominal, como la
generada por la obesidad, la multiparidad, la se-
nectud y las múltiples patologías que provocan un
estado de hipertensión abdominal. AU
c. Reportes recientes sugieren defectos en el meta-
bolismo de la colágena.

NO
ANATOMÍA VO

Las ramas isquiopúbicas e iliopúbicas delimitan el agu-


jero más grande del cuerpo, que por estar sellado por un Figura 61--3. Vista superior de la cavidad pélvica en la que
complejo musculomembranoso es conocido como agu- se muestra el origen de la arteria obturatriz. Vasos iliacos
jero obturado (figura 61--2). En su parte anterior y supe- externos e internos (VIE y VII), paquete vasculonervioso
que atraviesa el canal obturador (VO y NO) y porción imper-
rior queda un espacio libre a manera de túnel con dimen-
meable de la arteria umbilical (AU).
siones de 0.2 a 0.5 cm en sentido transversal y de 2 a 3
cm en sentido longitudinal, siguiendo un trayecto obli-
cuo de arriba hacia abajo. Este conducto, denominado El nervio obturador se origina de los ramos anteriores
por su localización como obturador, posee un techo for- de las raíces lumbares L2--L4, y desciende medial al
mado por el borde inferior de la rama horizontal del músculo psoas colocándose en la parte más craneal del
pubis, mientras que su piso lo integran las estructuras conducto, donde se divide para emerger de la pelvis con
musculoaponeuróticas que cierran el agujero obturado. los ramos anterior y posterior a través del músculo obtu-
En su contenido se describen en orden descendente el rador externo. El ramo anterior desciende posterior al
nervio, la arteria y las venas obturadoras (NAV) (figuras
61--3 y 61--4), rodeados de una cubierta protectora de
grasa que a su vez oblitera el conducto.

NO
CO AO
VO

MO

MOE AII
VII

Figura 61--4. Vista superior de la cavidad pélvica en la que


Figura 61--2. Vista externa de la membrana obturatriz (MO), se muestra el origen de la arteria obturatriz. Nervio obtura-
el músculo obturador externo disecado (MOE) y el canal dor (NO), arteria obturatriz (AO), vena obturatriz (VO), arte-
obturador (CO). ria iliaca interna (AII) y vena iliaca interna (VII).
Hernia obturatriz 537

VIE Vasos iliacos


comunes
AU
Músculo recto

NO Vasos epigástricos
inferiores
VO
Ramas comuni-
VII cantes arteriales
y venosas

Vasos obturadores

Figura 61--6. Variaciones anatómicas de consideración clí-


nica, zona quirúrgica denominada corona mortis.

hasta en 30% de los casos. El poco cuidado durante las


Figura 61--5. Vista superior del paquete vasculonervioso maniobras quirúrgicas en esta zona y ante la presencia
que atraviesa el canal obturador, nervio obturador (NO), de estos vasos aberrantes puede dar lugar a lesiones vas-
vasos obturadores (VO), vasos iliacos internos y externos
(VII y VIE) y porción impermeable de la arteria umbilical
culares inadvertidas con sangrados considerables que
(AU). pongan en peligro la vida del paciente. Derivado de lo
anterior se acuñó el concepto quirúrgico de corona mor-
tis para esta zona (figura 61--6).
músculo pectíneo entre el aductor largo, el aductor bre-
ve y el músculo grácil, para terminar en la piel de la cara
medial del muslo. El ramo posterior desciende entre el CONCEPTO
aductor breve y el magno, alcanzando la rodilla median-
te el ramo articular (figura 61--5). Todos estos músculos
mediales y aductores del muslo son inervados por estos
ramos, además de recoger la sensibilidad cutánea de La hernia obturatriz se localiza lateral a la sínfisis del
esta cara. pubis en la parte anterior y superior del agujero obtura-
La arteria obturatriz se deriva de la arteria iliaca in- do, teniendo como límite superior la rama superior del
terna descendiendo sobre la pared lateral de la pelvis y pubis e inferior las membranas y músculos obturadores.
penetrando en el conducto obturador en una posición in-
ferior al nervio (figura 61--5). Al salir del conducto del
obturador se divide en las ramas medial y lateral, las VARIEDADES ANATÓMICAS
cuales se deslizan sobre la cara externa de la membrana DE LA HERNIA OBTURATRIZ
obturatriz para formar una red vascular que suministra
ramas musculares y articulares para la cadera. La circu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

lación venosa es homóloga y paralela a las arterias. a. En la primera variedad la hernia emerge a través
del orificio externo del canal obturador acompa-
ñada de la división del nervio obturado. El saco
Variantes anatómicas vasculares yace enfrente del músculo obturador externo, por
debajo del músculo pectíneo, entre el músculo
La arteria obturatriz puede originarse de la arteria epi- pectíneo y el obturador externo (figura 61--7 A).
gástrica inferior en 69% de los casos o en un porcentaje b. En la segunda variedad la hernia protruye entre la
menor de la arteria iliaca externa. Pueden presentarse mitad del fascículo superior del músculo obtura-
vasos comunicantes arteriales o venosos (o de ambos ti- dor externo, junto con la división posterior del ner-
pos) entre las iliacas externas, los epigástricos inferiores vio obturado. El saco es posterior al músculo
y los obturadores, de preferencia una vena que atraviesa aductor breve: entre el fascículo superior y el me-
la rama púbica superior junto a una arteria accesoria dial del obturador externo (figura 61--7 B).
538 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

PATOGENIA

En las mujeres el agujero obturador es de dimensiones


mayores y la pelvis más ancha. La pelvis femenina tiene
una oblicuidad diferente en comparación con el hom-
bre, por lo que la presión intraabdominal actúa directa-
mente sobre el agujero obturador, lo que puede explicar
la mayor frecuencia de hernias obturatrices en mujeres.
El agujero obturador en estos pacientes es de diáme-
tro transverso mayor, con un conducto obturador más
A B C amplio en sentido transversal (0.5 cm) y longitud mayor
Figura 61--7. Formas clínicas más comunes de presenta- (4 cm). El saco herniario puede seguir la división ante-
ción herniaria por el conducto obturatriz. rior o posterior del nervio obturador. Los vasos perma-
necen laterales al saco en la mitad de los pacientes y me-
diales, posteriores o anteriores en el resto.6$
c. En la tercera variedad, la más rara, el saco se en- Las complicaciones como las hernias estranguladas,
cuentra entre las membranas interna y externa de que ameritan resecciones intestinales, son de 75%, con
los músculos obturadores; entre los músculos ob- mortalidad de 12 a 70%.1,5 Lo anterior se debe sobre
turadores interno y externo (figura 61--7 C).6 todo al retraso en el diagnóstico oportuno para poder in-
tervenir al paciente.
El diferimiento de la cirugía en casos complicados
INCIDENCIA puede llegar en promedio a dos días, en comparación
con cinco días de los pacientes que fallecen en el pos-
quirúrgico.6 Debe tomarse en cuenta que estos pacientes
son de edad avanzada, descompensados, con patologías
Las hernias obturatrices son poco comunes. Su frecuen- crónicas que, aunadas al cuadro oclusivo intestinal, in-
cia varía de 0.05 a 1.4% del total de las hernias de la pa- crementan la morbimortalidad. Se informa que el retar-
red abdominal, y causan de 0.2 a 1.6% de las oclusiones do en el diagnóstico incrementa en 47% las posibilidad
intestinales.1--3 de resección intestinal.3,11
Se han publicado aproximadamente 400 casos en la
literatura médica, como se refiere en una revisión bi-
bliográfica que comprendió de 1966 a 2000.4 En los úl- CUADRO CLÍNICO
timos 15 años se han publicado en PubMed aproxima-
damente 264 casos.7 Quizá haya actualmente unos 800
casos publicados a nivel mundial.
Las grandes series han sido de la población oriental. El diagnóstico de hernia obturatriz rara vez se establece
La incidencia en la población asiática es de 1.6%, en previo al acto quirúrgico. Generalmente el paciente se
comparación con el resto del mundo, donde se calcula presenta con un cuadro de obstrucción intestinal agudo
de 1%. en 63 a 90% de los casos, y con antecedente de los mis-
Estas hernias se detectan con mayor frecuencia en mos episodios suboclusivos transitorios en 18% de los
pacientes seniles mayores de 70 años de edad, delgadas, casos.
en una relación de 6--9:1 respecto al sexo masculino. En 4.5% de los casos el hallazgo de hernia obturatriz
Estas hernias pueden coexistir con hernias inguinales fue incidental durante una laparotomía exploradora.18
o femorales (o de ambos tipos), por lo que deberán ser Comúnmente son pacientes femeninas, seniles, delga-
reparadas en el mismo acto quirúrgico. En relación a su das, multíparas, deshidratadas y sin antecedentes qui-
localización, la hernia obturatriz es más frecuente en el rúrgicos.
lado derecho (60%), aduciéndose que el colon sigmoi- El dolor y la presencia de una tumoración palpable en
des evita su formación en el lado izquierdo. La presen- la región femoral, sea o no reductible, es inconstante. En
cia de hernia obturatriz bilateral es rara (6%),7 y en oca- 25 a 60% de los casos presentan una obstrucción intesti-
siones coincide con hernias femorales.11 nal parcial,10,17 hernia de Richter.
Hernia obturatriz 539

Un cuadro de urgencia está presente en 63%, lo cual túa el estudio. Informa del nivel de obstrucción y el gra-
incrementa la morbilidad en 30 a 75% y la mortalidad do de dilatación del asa atrapada con presencia o no de
en 10 a 18%.3,10 El rango de estrangulación en las her- peristaltismo.15
nias obturatrices varía 75% y el de perforación 56.3%.10 La herniografía es otro método que puede indicar el
El signo, no constante, de Howship--Romberg es pa- diagnóstico de una hernia obturatriz, pero hoy en día no
tognomónico, pero sólo se presenta entre 15 y 50%, y es un estudio que se utilice comúnmente en los procedi-
corresponde a una neuralgia del nervio obturador al mientos paraclínicos diagnósticos.16 No es recomenda-
comprimir el saco herniado y que se hace patente en la ble por el riesgo de perforar un asa distendida.
extensión, la aducción y la rotación medial del muslo. Se informa que cuando se efectúa un estudio con me-
Puede orientar al diagnóstico, pero hay que tenerlo en dio de contraste baritado y se despierta un dolor intenso
cuenta para buscarlo con intención. Se indica que este en el muslo por el paso de material con medio de con-
signo es más frecuente cuando la rama anterior del ner- traste, ello sugiere el diagnóstico de una hernia obtura-
vio obturador está situada anterior al saco.3,8,11,13 triz incarcerada.17 Este tipo de estudio no está indicado
La abolición del reflejo aductor del muslo (signo de por el riesgo de distender y perforar asa y la consecuente
Hannington--Kiff), descrito en 1980, se busca golpean- diseminación del bario en la cavidad abdominal.
do con el martillo de reflejos el dedo índice del médico, La tomografía axial computarizada (TAC), simple y
colocado transversalmente sobre los músculos aducto- contrastada, es considerada hoy en día como el estándar
res, alrededor de 5 cm por encima de la rodilla del pa- de oro para el diagnóstico de esta patología, con una cer-
ciente. El reflejo normal se traduce por la contracción teza de 78 a 90% (figuras 61--8 a 61--11). Muestra un asa
de los aductores, visible o perceptible con el dedo. Su intestinal que se presenta como una burbuja con nivel
abolición, que se aprecia por la comparación con el lado hidroaéreo, situada entre los músculos obturador exter-
contralateral, refleja la compresión del nervio obturador no y pectíneo o entre ambos músculos obturadores.17,18
por el saco herniado en el canal obturador. Se argumenta Se ha demostrado que los estudios tomográficos ayudan
que es más específico que el Howship--Romberg, pero a reducir el tiempo para llegar a un diagnóstico de hernia
su presencia es más rara. complicada del conducto obturador y disminuir la posi-
Mediante el tacto vaginal o rectal se puede palpar una bilidad de una resección intestinal de 52 a 25% y la mor-
tumoración dolorosa, a las 2 o 10 h de la carátula del re- talidad de 55 a 30%.19
loj, que corresponde a una hernia obturatriz en 10 a Los estudios de resonancia magnética pueden ser úti-
12.2% de los pacientes.8 La posición ideal para explorar les, pero no superiores a los resultados de la tomografía
al paciente es la supina, con el muslo flexionado, en ab- axial computarizada.20
ducción y con rotación hacia fuera. Efectuar laparoscopia es otro método de diagnóstico
Un hematoma leve o una mancha equimótica en la que puede llevarse a efecto y demostrar visualmente si
punta del triángulo femoral (triángulo de Scarpa o fe- existe una hernia en el área de los orificios obturadores.
moral) justo por debajo de la parte medial del ligamento Si se tiene la destreza y el instrumental adecuados per-
inguinal es secundario a infarto intestinal del asa intesti- mite realizar la cirugía resolutiva.
nal comprometida en el saco herniario. La estrangula-
ción con gangrena intestinal avanzada se acompaña de
una sepsis generalizada.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

MÉTODOS DE IMAGEN

La radiografía simple de abdomen, de pie y en decúbito,


puede demostrar un asa fija en el área del agujero obtu-
rador y datos de oclusión intestinal.
Los estudios de ultrasonografía pueden poner de ma-
nifiesto la hernia. Es económico y rápido de efectuar, Figura 61--8. Tomografía axial computarizada que revela
pero el diagnóstico depende de si se cuenta con el equi- una hernia obturatriz izquierda que contiene un asa intesti-
po para realizarlo y de la destreza del médico que efec- nal (flecha).
540 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

Figura 61--11. TC de paciente con hernia obturatriz de tipo


II. El saco herniario y su contenido (flecha) se encuentran
entre el fascículo superior (s) y el medio (m) del músculo
obturador externo derecho.

sensos bien establecidos sobre cuál es la ideal, debido


Figura 61--9. TC con reconstrucción coronal en la que se a lo raro de esta patología.
observa una hernia obturatriz izquierda (flecha). Como ejemplo está la Clínica Mayo, donde se efec-
tuaron 77% de plastias tensionantes y 23% de plastias
protésicas en 30 pacientes en el transcurso de 58 años.3
Aun así, y habiendo comentado las herramientas Así, existe información en donde se narra el manejo
diagnósticas previas, el diagnóstico de certeza continúa conservador, ya sea por rechazo del paciente y la familia
siendo la exploración física y laparotomía (o laparosco- a la cirugía o como un método propuesto para mejorar
pia) exploradora, sobre todo cuando no se cuente con las condiciones del paciente e intervenir en forma pro-
los estudios paraclínicos en el horario hospitalario en gramada.19,20
que llegue el paciente a buscar ayuda médica. La aplicación de prótesis es lo preferido en las últi-
mas dos décadas. Persistir en el uso de suturas o utilizar
elementos anatómicos vecinos a la hernia para cerrar el
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO anillo obturador puede llevar a recidivas y complicacio-
nes.21,23
Si al realizar el abordaje abdominal se detecta un asa
incarcerada o estrangulada se intentará reducirla, efec-
Se han descrito múltiples técnicas, con prótesis o con
tuando tracción suave para liberar el contenido visceral
elementos anatómicos vecinos, pero sin llegarse a con-
con cuidado, evitando la ruptura del asa, para posterior-
mente efectuar la plastia.
Debe recordarse que los vasos y nervios obturadores
permanecen laterales al saco en la mitad de los pacien-
tes, y mediales, anteriores o posteriores en el resto.
El anillo deberá ser incidido, si es necesario, en el
margen inferior. No tomar en cuenta estos elementos
anatómicos puede llevar a complicaciones, como lesio-
nar el paquete neurovascular, aumentando la morbimor-
talidad (figura 61--11).

Reparación del defecto herniario

a. Sutura directa del defecto herniario: no es reco-


Figura 61--10. TC de paciente con hernia obturatriz de tipo mendable, ya que se tiene una estructura rígida en
I. El saco herniario y su contenido (flecha) se encuentran an- la parte superior, lo que obligaría a tensar dema-
teriores al músculo obturador externo (OE) derecho. siado el tejido musculoaponeurótico, con muy
Hernia obturatriz 541

probable isquemia y necrosis del mismo. Se repor- VEI


tan 30% de recidivas mediante esta técnica.
b. Reparación con mallas permanentes: no es muy HII
recomendable cuando exista un cuadro de perito-
nitis o ante la necesidad de efectuar una resección CIP
de intestino. VIE
c. Cierre del defecto mediante un pliegue de perito-
neo autólogo adyacente derivado de una estructu- HID
ra vecina (como ligamento ancho, fondo uterino,
ovario o vejiga urinaria, etc.): esta forma de repa- HF
PO
ración puede ser la más recomendable ante un pro-
LC
ceso séptico en una hernia complicada. HO
HP

TÉCNICAS QUIRÚRGICAS Figura 61--12. Vista interna del agujero de salida de una her-
nia obturatriz y los demás orificios a su alrededor, cubiertos
por una plastia inguinal total. Los orificios por los que protru-
yen las hernias inguinales directas (HID), hernias femorales
Las intervenciones quirúrgicas pueden dividirse en dos (HF) y hernias obturatrices (HO) se encuentran en el mismo
momentos clínicos: cirugía programada o cirugía de ur- plano vertical; el orificio de protrusión de las hernias inguinales
indirectas (HII) se encuentra superior a este plano. Los vasos
gencia. epigástricos inferiores (VEI) provienen de los vasos iliacos
externos (VIE) inmediatamente antes de salir por el anillo
femoral, relacionado superiormente con la cintilla iliopubiana
(CIP) y el ligamento de Cooper (LC). Hueso del pubis (HP).
CIRUGÍA PROGRAMADA

pared y se dejan los vasos epigástricos apoyados contra


ésta. Se localiza el saco en el orificio del conducto obtu-
Técnica femoral rador por debajo de la rama horizontal del pubis y el ori-
ficio femoral. Se reduce el saco y se diseca el área sobre-
El muslo debe ser flexionado y abducido para efectuar pasando 3 o 4 cm el anillo obturador. Se coloca una
una incisión vertical de 10 cm aproximadamente en la malla (que se puede fijar o no) de 10 x 15 cm, de tal for-
parte media del triángulo femoral, extendiéndola hacia ma que cubra la zona inguinal, femoral y obturatriz (fi-
el muslo a partir del pliegue inguinal, medialmente a los gura 61--12).
vasos femorales y la vena safena mayor. Se aborda entre
el espacio del músculo pectíneo y el aductor medio; en Técnica endoscópica extraperitoneal (TEP)
ocasiones se secciona parcialmente el pectíneo, que re-
cubre el saco. El saco se reseca o se invagina y el anillo Es un abordaje similar a la cirugía tipo TEP para corre-
se cierra con sutura o se cubre con una prótesis. Esta vía gir hernia inguinal. El orificio herniario se identifica de-
es estrecha y no recomendable si no se tiene conoci-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

bajo de la rama horizontal del pubis y del orificio femo-


miento adecuado de la anatomía. ral, medial a la vena femoral. Se diseca el saco similar
a la técnica extraperitoneal, se aplica una malla sobrepa-
Técnica abierta extraperitoneal sando en forma importante el orificio en sentido infero-
medial. Se puede no fijar la malla o utilizar tackers o
Se aplica el principio de la técnica de Stoppa o Wantz adhesivos.19,20
unilateral. Se extiende la disección debajo de la rama
horizontal del pubis. Por medio de una incisión media Técnica transabdominal preperitoneal (TAPP)
o tipo Pfannenstiel se disecan el espacio de Bogros (re-
troinguinal) y el espacio de Retzius (retropúbico) hasta Se procede como en la técnica para hernia inguinal lapa-
el borde inferior de la sínfisis del pubis, para después ex- roscópica. Lo primordial es disecar el área inguinal so-
tender la disección lateralmente hasta el nivel de la brepasando el anillo obturador lo bastante como para
espina iliaca anterosuperior; se separa el peritoneo de la cubrir con una malla el área y evitar recidivas.11
542 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

A B

C D

Figura 61--13. Hernia obturatriz de la ingle derecha. A y B. Grasa preperitoneal que protruye por el orificio obturatriz, localizado
por debajo de la rama horizontal del pubis. C. Orificio obturador liberado. Se aprecian la arteria y la vena obturatrices que penetran
a través del anillo. D. Colocación de malla ligeramente más profunda que lo normal para cubrir toda el área inguinal y la obturatriz.

Cirugía de urgencia el caso de contaminación si así lo considera el cirujano.


Se puede incidir el peritoneo por encima del orificio,
Laparotomía exploradora despegarlo con el saco y suturarlo por encima del ani-
llo.22 Existen publicaciones en donde se cubre el orificio
Proporciona un abordaje rápido y seguro, con una am- con ligamentos redondos, útero, ovario, vejiga y epi-
plia exposición, lo que permite efectuar, ante un cuadro plón mayor.4
clínico de obstrucción intestinal con gangrena y perfo- Estas técnicas tienen el inconveniente de no utilizar
ración, procedimientos mayores como la resección in- prótesis y estar predispuestas en gran medida a una reci-
testinal y anastomosis enterales. Este abordaje facilita diva.23
además la revisión amplia de las vísceras abdominales y Se ha recomendado utilizar prótesis en caso de au-
pélvicas, para detectar y corregir patologías asociadas. sencia de contaminación. Los dispositivos protésicos
El abordaje abdominal por la línea media para locali- pueden ser prefabricados o planos, y se cubren con peri-
zar un asa estrangulada o incarcerada en el anillo obtu- toneo.
rador es la vía de acceso en los casos de urgencia y gene- El procedimiento de disección y colocación de las
ralmente con cuadro abdominal de oclusión intestinal prótesis será siguiendo las reglas básicas para cada ma-
aguda. El intestino se trata como en cualquier oclusión lla en particular, al seleccionarla, situarla y fijarla.
por estrangulación, conservándolo o resecándolo de Existe información donde se coloca la prótesis en pre-
acuerdo con el grado de compromiso vascular del asa. sencia de asa estrangulada que ameritó resección, sin in-
El cierre del orificio se puede realizar con sutura, cu- formarse de complicaciones inherentes a la malla por
briendo con peritoneo a manera de bolsa de tabaco21 en posible contaminación.11
Hernia obturatriz 543

Laparoscopia pechadas en el preoperatorio teniendo en mente el diag-


nóstico ante una paciente femenina, añosa y delgada,
Las destrezas técnicas para efectuar el procedimiento la-
con cuadro de obstrucción intestinal o historia de cua-
paroscópico exigen que se posea la infraestructura nece-
dros suboclusivos intestinales (o ambos) sin tener ciru-
saria y el adiestramiento en la técnica endoscópica por
gías previas o presencia de dolor en la parte superior de
parte del cirujano para efectuar la plastia adecuada en el
la cara medial del muslo.
momento quirúrgico. Cada vez se obtienen más informes
Más de 90% de los pacientes con hernia obturatriz se
sobre las ventajas de la cirugía endoscópica para las her-
presentan con cuadro de obstrucción intestinal que les
nias obturatrices, sobre recuperación rápida, estancia
causa distensión, dolor abdominal, náusea y vómito. El
hospitalaria corta y tiempos quirúrgicos similares a la ci-
diagnóstico preoperatorio por clínica se hace sólo en 10
rugía convencional abierta, aunque existen más compli-
a 30% de los casos.
caciones en cirugía laparoscópica vs. la tradicional abier-
La TAC pélvica, ante la sospecha diagnóstica, puede
ta.23,24 El promedio de recurrencia con las diferentes
demostrar claramente la hernia.
plastias es de aproximadamente 10%,24,25 siendo mayor
La intervención temprana con un tratamiento preo-
cuando no se utiliza prótesis. Se debe contemplar el ries-
peratorio adecuado, una técnica quirúrgica depurada y
go de atrapamiento por la fibrosis periprotésica del ner-
manejo posoperatorio eficiente integran la única espe-
vio obturador en el momento de efectuar la plastia. No
ranza real para la sobrevida del paciente.
obstante, hay reportes de aplicación de conos protésicos
El abordaje laparoscópico para la hernia obturatriz
para reparar estas hernias, sin datos clínicos de compro-
constituye una alternativa efectiva a los métodos con-
miso del nervio obturador, a dos años de seguimiento.26
vencionales.
Diferir el procedimiento quirúrgico porque el pa-
CONCLUSIONES ciente es anciano y se presenta en malas condiciones in-
crementa su morbimortalidad, por lo que no se debe re-
trasar la cirugía y evitar estudios paraclínicos que hagan
Las hernias obturatrices, aunque raras, pueden ser sos- más tardía la intervención quirúrgica.

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Capítulo 62
Hernias lumbares de la pared abdominal
Juan Carlos Mayagoitia González, Emilio Prieto Díaz--Chávez, José Manuel Guillén Contreras

INTRODUCCIÓN pondió a E. Owen efectuar en 1888 la primera plastia


lumbar en forma electiva.3,4

Las hernias lumbares representan menos de 2% del total CLASIFICACIÓN


de las hernias ventrales,1 por lo que esta entidad conti-
núa siendo un evento de relativa baja frecuencia para el
cirujano general; incluso Hafner2 reportó que la mayo-
ría de los cirujanos no dedicados exclusivamente al ma- Las hernias lumbares se clasifican en:
nejo de las hernias sólo atienden a un paciente de este
tipo durante toda su vida profesional activa. Aunque los a. Congénitas. De Grynfeltt cuando aparecen en el
reportes en la literatura médica dan cuenta en la actuali- triángulo superior de la región lumbar y de Petit
dad de 300 casos reportados hasta 2004, se sabe que su cuando surgen en el triángulo inferior. Estas her-
frecuencia puede ser un poco mayor, aunque se tiende nias constituyen 10% de la totalidad de las mis-
a no reportarlos, porque se trata de casos aislados, series mas, y pueden aparecer desde el nacimiento o de-
muy cortas y resultados desfavorables, entre otros fac- sarrollarse en la vida adulta.
tores. b. Traumáticas. Tienen una frecuencia de 25% y se
Los primeros reportes de una hernia lumbar datan del relacionan casi siempre con fracturas costales
siglo XVII (1672), cuando P. Barbette mencionó que múltiples donde puedan lesionarse los nervios in-
podrían desarrollarse hernias en dicha región. En 1731 tercostales 11 y 12, y con el traumatismo asociado
Garengeot fue el primero en descubrirlas casualmente con el uso del cinturón de seguridad durante un ac-
mientras hacía investigaciones en cadáveres. En 1783 cidente automovilístico.
apareció la clásica descripción de Petit, que detalla un c. Incisionales. Representan en la actualidad entre
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

triángulo lumbar inferior como sitio de debilidad anató- 50 y 60% de las hernias; casi siempre se asocian
mica natural (que ahora lleva su nombre) donde pueden con cirugía urológica con lumbotomía y con ciru-
presentarse hernias congénitas o ser adquiridas con el gía ortopédica en las que se toman grandes porcio-
paso de los años. Posteriormente, en 1866, Grynfeltt nes de cresta iliaca para injerto óseo.
describió un triángulo de debilidad localizado en la par- d. Espontáneas. Implican el porcentaje restante. Se
te superior de la región con iguales características al de relacionan con trastornos neurológicos de la re-
Petit (conocido como triángulo o rombo de Grynfeltt-- gión que ocasionan atrofia o denervación muscu-
Lesshaft). El primer intento de reparación de una hernia lar (o ambas) de la región lumbar1--7 (figura 62--1).
lumbar corrió a cargo de H. Ravaton en 1750 debido a
la necesidad de operar a una paciente embarazada con Las hernias espontáneas y las ocasionadas por lesión de
una hernia lumbar estrangulada; sin embargo, le corres- los nervios intercostales 11 y 12 que producen atrofia

545
546 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

Figura 62--1. A. Hernia lumbar postraumática, secundaria a accidente automovilístico, con fractura de toda la parrilla costal iz-
quierda. B. Hernia lumbar incisional. C. Hernia con desarrollo en la edad adulta tipo Grynfeltt. D. Hernia lumbar espontánea por
denervación muscular de origen indeterminado.

muscular son catalogadas como seudohernias, puesto localizada, lo cual no ocurre en las espontáneas, las pos-
que en realidad no tienen anillo herniario real, sino que traumáticas o las posquirúrgicas sin anillo verdadero,
la atrofia o denervación muscular distiende por comple- donde el aumento de volumen o protrusión es difuso,
to la musculatura lateral y, en consecuencia, la región amplio y de crecimiento más rápido. Las hernias con un
lumbar afectada, semejando un gran saco herniario. Sin defecto pequeño son más susceptibles de producir mo-
embargo, en ocasiones se han observado hernias inci- lestia, más que un dolor real en el sitio del saco hernia-
sionales con un anillo herniario verdadero y se ha docu- rio. Asimismo, tienen predilección por la incarceración,
mentado por medio de electromiografía una lesión in- y el paciente notará un aumento de las molestias en el
tercostal que ocasiona atrofia muscular concomitante y sitio de la hernia sólo cuando exista compromiso vascu-
dificulta el manejo de dicha hernia. lar intestinal por estrangulación; en este caso el dolor va
de moderado a intenso, previo a la aparición de signos
de obstrucción o de un franco abdomen agudo.
CUADRO CLÍNICO El riesgo de incarceración de una hernia lumbar es de
25%, con compromiso de algún segmento de colon, in-
testino delgado y epiplón. El riesgo de estrangulamien-
to es de 8 a 18% en las hernias con un verdadero anillo
Como todas las hernias, la mayoría son asintomáticas y herniario.1,6 Los altos porcentajes de incarceración y es-
el paciente sólo notará asimetría y un aumento progresi- trangulamiento se observan sobre todo en las hernias de
vo de volumen pequeño o grande en la región de alguno Grynfelt y Petit, que tienen orificios relativamente
de los flancos. Las hernias congénitas y las incisionales pequeños, y en las hernias incisionales con múltiples
casi siempre inician como una pequeña protrusión bien operaciones y anillos fibróticos poco distensibles.
Hernias lumbares de la pared abdominal 547

MÉTODOS DIAGNÓSTICOS hacen de su diámetro. Asimismo, identifican las carac-


terísticas de la musculatura lateral del abdomen y locali-
zan el material protésico y de fijación que se haya utili-
zado en plastias previas.
A pesar de que las hernias de la pared abdominal se
diagnostican clínicamente entre 97 y 98% de los casos,
es en las hernias lumbares donde estos métodos diag- Electromiografía
nósticos desempeñan un papel preponderante no sólo en
el esclarecimiento del diagnóstico, como en pacientes Su uso debe ser rutinario en los casos de hernias lumba-
muy obesos y con sacos herniarios pequeños, sino que res espontáneas, postraumáticas e incisionales, porque
complementan el estudio integral del paciente herniado, permite verificar si la musculatura lateral se encuentra
establecen estrategias de tratamiento y ayudan a prever denervada y precisar los nervios involucrados. El pro-
la posible evolución de una hernia lumbar en el posope- nóstico de la plastia siempre es malo en presencia de le-
ratorio. sión nerviosa asociada, por lo que el paciente debe saber
Los estudios más utilizados ante la presencia de una que a pesar del manejo con prótesis de la hernia o seudo-
hernia lumbar son el ultrasonido abdominal dinámico hernia la dilatación paulatina posterior de los músculos
(en reposo y con maniobra de Valsalva), la tomografía denervados deformará la región y la hará ver como una
axial computarizada dinámica (TAC), la resonancia recidiva.
magnética nuclear (RMN) (estas dos últimas con sus--
tracción y reconstrucción digital o sin ellas) y la electro-
miografía de la musculatura abdominal. Abordaje terapéutico

El índice de recurrencia después de una hernioplastia


Ultrasonido abdominal lumbar abierta con tensión es de los más altos (de 50 a
65%), debido a las características especiales de la re-
Es de utilidad casi exclusivamente en los casos de duda gión. Sin embargo, los reportes de reparaciones con el
diagnóstica, porque demuestra en manos de radiólogos uso de mallas y técnicas libres de tensión muestran una
expertos la presencia de anillos herniarios y hace paten- aparente e importante disminución de recidivas. Hay al-
te la protrusión de un saco herniario cuando el paciente gunos retos a vencer en la reparación de las hernias lum-
realiza una maniobra de Valsalva. Cuando se utilizan bares para lograr un mejor resultado:
aparatos de alta definición delimita perfectamente cada
1. Límites laterales musculares en lugar de límites
uno de los músculos (oblicuos, transverso y rectos ab-
aponeuróticos francos, lo cual provoca sobre todo
dominales), lo cual permite analizar sus características.
que los puntos de afrontamiento con tensión tien-
En los casos de cirugías previas delimita la localización
dan a desgarrar el tejido muscular.
de la prótesis previa y permite identificar adherencias y
2. Límites superior e inferior con estructuras óseas
la presencia de asas dentro del saco herniario.
(costilla por arriba y cresta iliaca por debajo),1,7
que al afrontar los límites del defecto en forma
vertical ocasionan siempre un defecto triangular
Tomografía axial computarizada
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cercano al segmento óseo por donde recurrirá la


y resonancia magnética nuclear hernia.
3. Rango de movilidad de la región muy amplio en
La TAC la utilizó Baker8 por primera vez en 1987 para sentido vertical (de 0 a 1 cm en flexión del tronco,
observar una hernia lumbar, y desde entonces se han ob- de 7 a 9 cm en reposo y hasta 20 cm en extensión
tenido varias ventajas en comparación con otros méto- máxima) (figuras 62--3 y 62--4), que ocasiona en
dos diagnósticos (figura 62--2). el cierre con suturas una importante tensión con
La resonancia magnética también se ha usado en el tendencia a desgarrar las estructuras musculares;
diagnóstico de esta enfermedad con buenos resultados, del mismo modo, la aplicación de mallas carentes
dado que la grasa preperitoneal herniada se detecta fá- de elasticidad en todos los sentidos, con un índice
cilmente.9 Además de que ambos estudios verifican la de retracción grande o falta de integración a la pa-
presencia de una hernia, pueden mostrar con exactitud red, conduce al fracaso del procedimiento quirúr-
los límites del defecto gracias a las mediciones que se gico.
548 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

Figura 62--2. Paciente con hernia lumbar incisional secundaria a la toma de injerto óseo. La tomografía axial computarizada ofrece
una perspectiva adecuada de los límites del defecto, su tamaño y su contenido.

EVOLUCIÓN DEL PROCESO acuerdo con el Center for Evidence--Based Medicine de


TERAPÉUTICO Oxford, que corresponden a un nivel 4 de evidencia con
un grado de recomendación “C” (favorable pero no con-
cluyente), entre las que destacan los estudios de Wat-
son,10 quien ha contribuido con más de la mitad de los
Es peculiar el fenómeno observado cuando la rareza de casos publicados con propuestas de la frecuencia y la
una patología impide su conocimiento científico formal. presentación diagnósticas más comunes y válidas hasta
Durante años los cirujanos han tratado de entender la di- hoy.
námica, la frecuencia, el índice de complicaciones, los Casi 50 años antes Dowd describió una técnica para
factores de riesgo, la metodología diagnóstica y la mejor la reparación de este defecto basada en el uso de un col-
opción de tratamiento de esta enfermedad, así como la li- gajo de la aponeurosis del glúteo mayor. En 20011 los
mitación del daño funcional en ciertas situaciones. El li- autores de este capítulo publicaron una técnica dirigida
mitado número de casos ha impedido el desarrollo de al abordaje de casos de alta complejidad por IMC arriba
investigaciones serias que muestren recomendaciones de 35 y múltiples cirugías mediante un acceso anterior
reproducibles en todos los ámbitos. A continuación se pararrectal, que facilita el acceso y elude la fibrosis y los
analizan varios trabajos que han intentado contestar las materiales de sutura y protésicos previos que dificultan
preguntas, de acuerdo con su nivel de evidencia. la cirugía a través del sitio del saco herniario.
Recientemente se publicaron varios artículos aisla-
dos que describen entre uno y cuatro casos, algunos de
Reportes de casos ellos con presentaciones inusuales, como la obstrucción
y descripción de técnicas uretero--piélica.11 En 2005 se describió un caso de her-
nia de Petit resuelta exitosamente mediante laparosco-
La base de los conocimientos actuales sobre las hernias pia.12 Carbonell13 reportó una técnica de mínima ten-
lumbares se sustenta en observaciones no analíticas, de sión con material protésico (polipropileno) y anclaje de
Hernias lumbares de la pared abdominal 549

go, no se comparó con ninguna otra técnica y se trató de


un estudio retrospectivo.
En Guinea Ecuatorial se analizaron 11 casos, de los
cuales tres tenían otro tipo de hernias en la pared abdo-
minal, por lo que se propuso un factor endémico que au-
menta la incidencia de estas alteraciones, pero por des-
gracia no se hicieron conjeturas sobre el origen de este
factor o la manera de encontrarlo mediante un diseño
Borde costal inferior confiable y creíble.
Un porcentaje considerable de las hernias lumbares
Zonas de conflicto son traumáticas, y Shuhaiber14 encontró en un análisis
que 30% de ellas se reparan mediante cierre primario,
Área muscular
50% requieren material protésico y sólo 10% se abor-
dan por vía laparoscópica, con un índice de complica-
ciones y recidivas similar; lamentablemente, tampoco
en este caso se usó la estadística inferencial, por lo que
su análisis no llegó a ser tan profundo.

Borde superior de la cresta iliaca


Artículos de revisión
Figura 62--3. Zonas de conflicto o de dificultad técnica en la
reparación de las hernias lumbares. Bordes superior e infe-
rior de estructuras óseas. Bordes laterales musculares en En los tiempos modernos sólo existe una referencia de
lugar de aponeuróticos. este tipo, publicada por Moreno Egea en enero de 2007.4
Técnicamente corresponde a un nivel de evidencia
grado 4 por tratarse de una revisión de los casos reporta-
la malla a nivel de la cresta iliaca, lo cual resultó intere- dos de 1950 a 2004; no obstante, es un artículo proposi-
sante porque la hizo en 10 pacientes de manera estanda- tivo que provee al clínico información valiosa del com-
rizada y sus resultados fueron prometedores; sin embar- portamiento de la enfermedad y expone una
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Extensión
14 a 20 cm
Reposo
7 a 9 cm
Flexión
0 a 1 cm

Figura 62--4. Rangos promedio de movilidad de la distancia del reborde costal a la cresta iliaca, en reposo, flexión forzada y exten-
sión máxima. El amplio grado de variación en esta distancia dificulta los resultados satisfactorios en este tipo de plastias.
550 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

clasificación para sustentar el tipo de tratamiento (lapa- 4. El paciente que rechace el procedimiento laparos-
roscópico o abierto). Esto se basa en su propio análisis, cópico.
y se trata en el siguiente capítulo. Por lo anterior, dicha
publicación está destinada a ser una cita de referencia en El proceso de elección ante la presencia de una hernia
el manejo actual de la hernia lumbar, al menos mientras lumbar con defecto verdadero (sin compromiso nervio-
aparecen trabajos con un grado de evidencia 1. so o parálisis muscular) es la técnica de Rives tradicio-
nal con algunos detalles modificados para un mejor re-
sultado, ya sea por acceso directo sobre el defecto
Ensayos clínicos herniario o por vía anterior. Además, la técnica del
“sándwich” (malla doble) puede ser de utilidad en los
casos con defectos muy grandes. Esta misma técnica
Como se comentó al inicio de este apartado, la produc-
más una plicatura musculoaponeurótica por acceso di-
ción científica con alto grado de recomendación es nula
y hasta el momento no se cumplen los criterios principa- recto sobre el defecto herniario es la que debe elegirse
les, como aleatorización, cegamiento y seguimiento. Al en pacientes con lesiones nerviosas comprobadas y sub-
siguiente parálisis muscular.
margen de lo anterior, existen intentos razonables por
utilizar diseños experimentales con la aplicación de la
estadística inferencial. Un buen ejemplo es el trabajo
publicado por Moreno Egea y col.,15 que consiste en un Técnica de Rives
estudio prospectivo no aleatorizado que compara dos ti-
pos de abordajes quirúrgicos (abierto vs. laparoscópico) Los principios básicos de esta técnica son los mismos
en el tratamiento de la hernia lumbar. Este estudio ado- que se comentan en el capítulo correspondiente, pero
lece de falta de aleatorización y cuenta con una muestra aquí se le agregan algunos cuidados especiales:
pequeña; sin embargo, sienta precedente para otros con
un desarrollo metodológico más completo. S Posición de lumbotomía para acceder sobre el de-
fecto herniario (figura 62--5).
S La distancia de disección del espacio preperito-
neal debe ser de al menos a 8 cm de los límites del
TÉCNICA ABIERTA PARA LA defecto herniario. En general no hay problema
REPARACIÓN DE LA HERNIA LUMBAR para realizarlo en todas las direcciones excepto a
nivel subcostal, donde es laboriosa la disección.
Este excedente compensa por un lado el rango am-
plio de movilidad vertical ya descrito y por otro la
En este capítulo se aborda sólo el manejo por vía abierta contracción pasiva de las mallas.
o anterior de la hernia lumbar. Puede decirse que los si- S En la actualidad la malla de polipropileno ligero
guientes casos son candidatos para la reparación abierta es una buena opción. Este material cuenta con un
(excluyendo el hecho de que no se dominen las técnicas menor porcentaje de contracción pasiva, mayor
laparoscópicas o no se cuente con ese recurso en el área elasticidad que el polipropileno pesado en todos
de trabajo): los sentidos y su reacción inflamatoria es menor.
S La fijación de la malla de preferencia debe ser
1. Pacientes con hernias grandes con defectos de más mixta (suturas transmurales y grapas), porque ello
de 15 cm de diámetro que dificultan la realización facilita el procedimiento en algunos sitios. A nivel
laparoscópica. de las estructuras musculares (oblicuo mayor o
2. Pacientes con recidiva de un intento previo por vía recto abdominal) es sencillo colocar los puntos
laparoscópica. transmurales de material monofilamento. A nivel
3. Pacientes con hernias que involucren parálisis de la cresta iliaca la mejor opción es el empleo de
muscular (sean traumáticas, incisionales por ciru- grapas de cualquier tipo (figura 62--6). Nueva-
gía urológica, espontáneas, neuropáticas, etc.), ya mente el problema surge a nivel subcostal, donde
que estos pacientes necesitan, además de la colo- las costillas podrían impedir la colocación segura
cación de la prótesis con tensión moderada, un de puntos transmurales, con riesgo de aprisionar
procedimiento de plicatura musculoaponeurótica el paquete vascular y nervioso subcostal, por lo
que corrija al mismo tiempo el defecto estético de que el uso de grapas es de mucha utilidad. Otro
los músculos abombados. riesgo es perforar el hemidiafragma cuando los
Hernias lumbares de la pared abdominal 551

Figura 62--5. Posición de lumbotomía para el acceso directo sobre el defecto herniario.

defectos se encuentran al ras de la costilla y la di- o varias clases de mallas en el sitio de la hernia, con el
sección sube mucho. En estos casos los puntos de objetivo de evitar el abordaje directo por el sitio del saco
fijación o grapas se colocan 3 o 4 cm antes del ex- herniario, con la dificultad ocasionada por la presencia
tremo distal de la malla, con la ventaja de que el de las prótesis, el material de sutura, las grapas de ciru-
excedente quedará fijo con la presión intraabdo- gías previas y el tejido cicatricial. Este proceso facilita
minal que se ejerce sobre el peritoneo y la parrilla la resección del cuello del saco peritoneal para su cierre
costal. Es posible que esta ventaja no pueda apli- posterior y para la revisión de las asas intestinales. Debe
carse en la cirugía laparoscópica, puesto que el ex- efectuarse con los mismos lineamientos de límites am-
cedente de malla quedaría libre y podría atrapar un plios de disección más allá del defecto herniario (8 cm),
intestino o adherirse a él. material protésico ligero y suturas de fijación más gra-
pas. Su desventaja radica en la laboriosidad de su reali-
zación, especialmente en los pacientes obesos.
Técnica de Rives por acceso anterior
Técnica del acceso anterior
Este acceso a través de una incisión pararrectal y disec-
ción preperitoneal desde este punto hasta su parte poste- Bajo anestesia general y con el paciente en decúbito su-
rior fue descrito por los autores de este capítulo1 en el pino (puede lateralizarse la mesa de operaciones para
manejo de tres pacientes con varias operaciones con una dejar ligeramente elevada la zona herniada, de acuerdo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B C

Figura 62--6. A. Se aprecia la disección completa del espacio preperitoneal de al menos 8 cm de los bordes del defecto. B. Se
muestra el momento en el que se coloca un punto transmural en la parte anterior de la pared. C. Aspecto final de la malla colocada
en forma preperitoneal con técnica de Rives.
552 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

Incisión

Malla Cavidad
abdominal

Hernia
lumbar
Incisión Peritoneo
pararrectal

Saco
herniario

A B

Figura 62--7. Acceso anterior para la colocación de una malla preperitoneal tipo Rives. A. Incisión paramedia por donde se inicia
la disección (izquierda). B. Se muestra la colocación de la malla en el espacio preperitoneal de igual forma que se hace por el
acceso directo por el defecto herniario.

con la obesidad del paciente) se efectúa una incisión pa- cio disecado sobre la pared abdominal con los márgenes
rarrectal vertical, abarcando el nivel del reborde de la ya señalados.
duodécima costilla y el borde superior de la cresta iliaca Se colocan algunos puntos de fijación transmurales
(figura 62--7). donde exista pared muscular, con sutura monofilamento
Se incide la aponeurosis anterior del recto, se separa 2--0 y grapas de fijación en la cara interna de la cresta
medialmente el borde de éste y se incide la aponeurosis iliaca y detrás de la parrilla costal, en un sitio donde no
posterior donde ésta exista, para llegar al plano preperi- se pueda perforar el diafragma ni tomar costilla, para
toneal. evitar la posibilidad del neumotórax y los síndromes do-
Una vez en este plano la disección es relativamente lorosos, respectivamente, durante el posoperatorio.
fácil hasta llegar al sitio del anillo y del saco herniario, Se libera el peritoneo rechazado con suavidad y se
donde la fibrosis dificulta nuevamente la disección. verifica que se adhiera a la pared abdominal sin defor-
Se procura liberar en su totalidad el saco herniario mar la malla; después se inicia el cierre habitual de la
con disección cortante; es habitual que se presenten herida del acceso abdominal.
aperturas en los sitios más adheridos, lo cual no es moti- Es conveniente dejar un drenaje abierto o cerrado, de
vo de preocupación, puesto que al completar la disec- acuerdo con las preferencias del cirujano, durante uno
ción de todo el defecto el cierre de tales orificios en el o dos días, para evitar la formación de alguna colección
peritoneo se efectúa con facilidad con sutura continúa en el espacio preperitoneal y en la cavidad que dejará el
absorbible 2 o 3--0. sitio donde se localizaba el saco herniario si no fue posi-
La disección del espacio preperitoneal abarca por lo ble cerrar el defecto herniario, ya que en ocasiones po-
menos un margen de 8 cm de los bordes del anillo her- dría confundirse la colección con una recidiva temprana
niario (abarca parte de la parrilla costal y por debajo la (figuras 62--8 y 62--9).
cara interior de la cresta iliaca). En sentido posterior la
disección llega habitualmente hasta los músculos para- Técnica de “sándwich”
vertebrales. Se procurará el cierre del defecto herniario
para lograr mejor efectividad de la plastia y un menor Esta técnica es la realización de la técnica de Rives por
índice de recurrencias. vía anterior sobre el defecto herniario y la adición de
En este momento, rechazando con separadores el pe- otra malla supraaponeurótica (onlay sobre la aponeuro-
ritoneo y su contenido, se coloca una hoja de malla de sis del oblicuo mayor o técnica de Chevrel), que tiene
dimensiones adecuadas que abarque totalmente el espa- el objetivo de reforzar más esta zona de difícil control.
Hernias lumbares de la pared abdominal 553

Figura 62--8. Dos pacientes en el posoperatorio de hernia lumbar operados con un abordaje anterior pararrectal.

El material debe ser de polipropileno ligero. La des- piel. El empleo de dos hojas de material protésico pro-
ventaja de este procedimiento consiste en los inconve- duce una mayor restricción al movimiento que cuando
nientes del uso de una prótesis de polipropileno en con- se usa una sola.
tacto amplio con el tejido celular subcutáneo, que puede
ocasionar un aumento del índice de infecciones, sero-
mas, seromas quísticos y erosiones de la malla hacia la Técnica intraperitoneal abierta IPOM

Las indicaciones para este acceso son las mismas que


las mencionadas en el capítulo de técnica intraperito-
neal abierta para hernias ventrales e incisionales. Los
autores de este capítulo la eligen para los pacientes con
varias operaciones y sospecha de adherencias intestina-
les severas al material protésico previo con posibilidad
de resección intestinal, ya que el acceso abierto por lí-
Parrilla nea media facilita las resecciones y las anastomosis in-
costal testinales en caso de requerirlas.
El abordaje por laparoscopia debe estar sujeto a la ex-
Defecto periencia del cirujano.
herniario

Malla
Técnica quirúrgica en seudohernias
o hernias con defecto verdadero más
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

compromiso nervioso

Si no existe un consenso y experiencia acerca del trata-


miento de las hernias lumbares, el problema aumenta
cuando se enfrentan seudohernias (traumáticas, neuro-
lógicas o espontáneas) que involucran parálisis o pare-
Figura 62--9. Ya sea por acceso directo o por acceso ante- sia de uno o los tres músculos de la pared (figura 62--10).
rior, se muestra la colocación final de la malla, debiendo Puede enfrentarse otro escenario, donde el paciente tie-
traslapar al menos 8 cm de los bordes del defecto, incluida ne un defecto herniario real y también parálisis muscu-
la cara interna de la cresta iliaca y la parrilla costal, donde
además se dificulta la fijación adecuada de la malla con pun-
lar. Esto se debe a dos situaciones: la mayoría de las ve-
tos firmes. Hacia la parte posterior se sugiere llegar hasta ces los pacientes fueron sometidos a una cirugía
el músculo cuadrado lumbar y en la anterior hasta la vaina urológica donde se lesionaron los nervios intercostales
del recto. XI y XII, y también presentan hernia sobre la línea de
554 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

Figura 62--10. Paciente con seudohernia espontánea cuyo origen no se pudo determinar, y no existe orificio o defecto herniario,
como lo muestra la tomografía. La electromiografía demostró denervación muscular. La cirugía deberá incluir plicatura muscular
para que los resultados estéticos y a largo plazo sean mejores.

sutura (lo que ocasiona el anillo verdadero); la otra cau- timulación de los músculos afectados con dos sesiones
sa de que coexistan es cuando se opera sin conocimiento ambulatorias al día, logrando mejorar el tono de los
la seudohernia (confundiéndola con una hernia verda- músculos y la reinervación paulatina comprobada con
dera) y aparece una hernia incisional en la línea de sutu- electromiografías de control. Esto mejora la evolución
ra (recidiva) más la parálisis muscular ya existente. a largo plazo.
Cuando se operan estos pacientes con técnicas conven-
cionales (técnicas con tensión) los resultados a corto
plazo son malos, pues los músculos continúan aumen- RESULTADOS
tando su flacidez y en unos meses o años el paciente no-
tará un nuevo aumento en el volumen del costado, el
cual referirá como una recidiva, aunque técnicamente
no lo sea porque no existe un nuevo anillo herniario. En los últimos 12 años los autores han detectado un total
En estos casos se requiere una técnica abierta sobre de 17 casos catalogados como hernias lumbares y han
el defecto herniario, la colocación de una malla preperi- perdido el seguimiento sólo en uno de los casos. La ex-
toneal (tipo Rives), la realización de una plicatura mus- periencia indica que es necesario realizar electromio-
culoaponeurótica en sentido horizontal, para acortar la grafía de manera rutinaria en todos los pacientes, pues
convexidad muscular (como la que realizan los ciruja- uno de los casos catalogados como incisional puro evo-
nos plásticos en las abdominoplastias en sentido verti- lucionó con flacidez muscular posterior, con la conse-
cal), y la adición de una hoja de malla supraaponeuró- cuente apariencia de una recidiva, la cual debió haberse
tica (onlay o técnica de Chevrel), para lograr una plastia detectado antes de la operación.
tipo “sándwich” que brindará un mejor aspecto estético Un paciente presentó flacidez de la región en forma
inicial y endurecerá la región lumbar por el uso de las moderada que no permitió un nuevo manejo quirúrgico,
dos hojas de material protésico. y sólo se han tenido dos recidivas (11%) hasta el mo-
Aun así, los resultados a largo plazo no han sido muy mento (figura 62--11).
alentadores, pues la denervación muscular persiste y
paulatinamente vuelve a protruir la región. Esto obliga
a comentar con el paciente y sus familiares todos los as- CONCLUSIONES
pectos relacionados con la técnica antes de tomar la de-
cisión de operar para evitar decepciones del efecto cos-
mético o demandas legales ante lo que el paciente
considera que es una recidiva. Las hernias lumbares se presentan con baja frecuencia,
De algunos años a la fecha el grupo de los autores ha pero el estudio preoperatorio con tomografía y electro-
utilizado en el posoperatorio de estos casos la electroes- miografía puede orientar hacia la mejor técnica operato-
Hernias lumbares de la pared abdominal 555

Figura 62--11. Paciente con una hernia lumbar derecha operada en forma abierta y que recidivó en la región del triángulo superior
(dentro del círculo) a los cinco años de seguimiento.

ria y proporcionar argumentos para anticipar su pronós- constituye la elección cuando existe compromiso de la
tico. Al efectuar el procedimiento quirúrgico es necesa- inervación muscular y se tiene que agregar al procedi-
rio un conocimiento de la anatomía de la región y de la miento una plicatura muscular, la cual es imposible de
técnica elegida. realizar por laparoscopia.
La vía de acceso laparoscópico poco a poco le gana Al mismo tiempo, cuando no se dominan las técnicas
terreno a la reparación de las hernias lumbares, debido endoscópicas o no se cuenta con los recursos, la cirugía
a que tiene algunas ventajas de las que se hablará en el abierta sigue siendo una buena opción para resolver el
siguiente capítulo; sin embargo, la vía de acceso abierta problema.

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Capítulo 63
Tratamiento laparoscópico de las hernias
lumbares. Presente y perspectivas a futuro
Alfredo Moreno Egea

INTRODUCCIÓN literatura tienen un carácter epidemiológico unifacto-


rial y no una orientación terapéutica definida:
1. Según la localización:
La hernia lumbar (HL) es un defecto de la pared abdo- S Lumbar superior (Grynfeltt--Lesshaft, lumbo-
minal posterior relativamente raro que incluye en la lite- costal o costoiliaca de Larrey).
ratura médica cerca de 300 casos. Es tan poco frecuente S Lumbar inferior (Petit, suprailiaca de Huguier
que Hafner afirmaba que un cirujano general podría te- o lumboiliaca).
ner la oportunidad de reparar un solo caso de este tipo S Difusa (posoperatoria, incisional costal o trau-
de hernias durante toda su vida.1 La implantación de mática).
unidades funcionales en algunos hospitales ha cambia- 2. Según el contenido:
do esta falta de experiencia, porque le ofrece a estos pa- S Extraperitoneales (sin saco peritoneal).
cientes y a los médicos o cirujanos la posibilidad de un S Paraperitoneales (con peritoneo deslizado y
tratamiento integral y de un seguimiento mejor contro- adherido a las vísceras).
lado. Además, en la última década la cirugía de pared S Intraperitoneales (con un completo saco perito-
abdominal se ha modificado drásticamente con la intro- neal alrededor del contenido visceral).
ducción de nuevas técnicas diagnósticas, el uso de ma- 3. Según su etiología: congénitas o adquiridas, que
teriales protésicos y el desarrollo del abordaje laparos- a su vez se dividen en traumáticas, infecciosas y
cópico. quirúrgicas.
Por todo ello, el manejo actual de las hernias lumba- Con base en la experiencia de los últimos años, se pro-
res debe reflejar los cambios sociosanitarios y llevarse pone una clasificación con una finalidad terapéutica que
a cabo en centros experimentados con profesionales de- distingue cuatro tipos de hernias de complejidad anato-
dicados, para poder ofrecerle al paciente un tratamiento moclínica creciente (A, B, C o D) basada en seis crite-
individualizado y obtener para el hospital un producto
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rios: tamaño, localización, contenido, origen, existen-


de máxima calidad global. cia de atrofia muscular y recidiva previa (cuadro 63--1).
La presencia de dos criterios es suficiente para definir
el tipo de hernia,y la vía de abordaje quirúrgico puede
CLASIFICACIÓN ser modificada de acuerdo con el tipo definido (figuras
63--1 a 63--3).

Hernias lumbares difusas


El intento por clasificar las hernias lumbares no es una
tarea sencilla dada su rareza, variable localización y En ocasiones los defectos alcanzan tamaños considera-
difícil diagnóstico. Las clasificaciones propuestas en la bles y no se encuentran delimitados por los espacios

557
558 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)

Cuadro 63--1. Clasificación de las hernias lumbares en cuatro tipos de acuerdo con
cinco criterios. La presencia de al menos dos criterios es necesaria para definir un tipo
A B C D seudohernia
Tamaño < 5 cm 5 a 15 cm > 15 cm --
Localización Superior Inferior Difusas --
Contenido Grasa extraperitoneal Víscera hueca Víscera maciza --
Etiología Espontáneas Incisionales Traumáticas
Atrofia muscular No -- leve Moderada Severa Severa
Recidiva No Sí (abierta) Sí (laparoscopia) --
Tipo de cirugía Vía abierta EP, laparoscopia TEP Laparoscopia IP Vía abierta (doble malla) Vía abierta (doble malla)
TEP: totalmente extraperitoneal; IP: transabdominal.

descritos anteriormente. Suelen ser el resultado de inci- contenido de la hernia. No hay que olvidar que en oca-
siones quirúrgicas o traumatismos violentos, en espe- siones no causan síntomas y que no existe ninguno que
cial accidentes de tránsito. sea patognomónico de ellas:
En estos casos los espacios lumbares suelen ser in-
corporados al defecto cicatricial parietal y exceden los S Tumoración posterolateral. La forma clínica
límites del espacio anatómico lumbar, invadiendo el más frecuente de presentación es la de una masa
borde del músculo recto anterior.13 palpable que aumenta con la tos y los esfuerzos,
Son hernias difíciles de reparar por la pérdida de teji- que casi siempre puede reducirse y tiende a desa-
dos asociada, por lo que el autor de este capítulo no parecer en decúbito supino. En ocasiones puede
aconseja el abordaje laparoscópico. alcanzar un gran tamaño y alterar la simetría del
torso del paciente.14
S Dolor de espalda o lumbago. El paciente puede
referir molestias abdominales inespecíficas, fati-
DIAGNÓSTICO ga o dolor de espalda referido a lo largo de la zona
de distribución del nervio ciático. Para Light es un
diagnóstico a considerar entre las mujeres jóvenes
y deportistas con dolor de espalda.15
Las hernias lumbares pueden presentarse de forma agu- S Obstrucción intestinal. Se manifiesta con náu-
da o crónica, y su semiología dependerá del tamaño y el seas, vómitos, distensión abdominal y palpación

A B C

D E F

Figura 63--1. Hernia lumbar tipo A. Hernia superior izquierda. Defecto de 3 a 5 cm sin contenido visceral (contenido renal preperito-
neal) en paciente sin cirugía previa. A. Imagen tomográfica. B. Reconstrucción tomográfica. C. Reconstrucción muscular posterior.
D. Técnica laparoscópica extraperitoneal. Reducción del lipoma graso. E. Campo extraperitoneal tras la reducción de la hernia.
Defecto aponeurótico, bordes musculares y elementos nerviosos. F. Reconstrucción con malla bilaminar en el espacio preperitoneal.
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 559

B D

A C E

Figura 63--2. Hernia lumbar tipo B. Hernia lumbar derecha. Defecto incisional de 8 cm en el espacio superior con contenido visce-
ral. A. Imagen tomográfica de un defecto derecho con contenido intestinal. B, C. D, E. Estudio tomográfico de un defecto lumbar
inferior postraumático cuyo contenido es ciego y colon derecho (obsérvese el hematoma calcificado).

de una masa no reductible. La radiología puede poder completar un adecuado estudio preoperatorio. No
demostrar la presencia de niveles hidroaéreos. La hay que olvidar hacer el diagnóstico diferencial con
estrangulación es rara pero puede darse por cons- otros procesos mucho más frecuentes, como son los li-
tricción del cuello del saco o por la volvulación de pomas (tumores blandos, móviles y no fijos a los planos
su contenido.16--18 musculares), los fibromas (fijos a la fascia o músculo,
S Obstrucción urinaria. El contenido renal puede firmes, no reducibles ni dolorosos, que se mueven con
presentarse con síntomas urinarios como hematu- la contracción del grupo muscular), los hematomas (se
ria, oliguria y dolor cólico.19,20 sospechan por la presencia de un antecedente traumá-
S Otras formas raras de presentación publicadas son tico, equimosis local, no son reducibles y son frecuentes
la masa pélvica y el absceso retroperitoneal y glú- en atletas o en tratamientos con anticoagulantes), los
teo.21--23 abscesos (asocian dolor, edema, celulitis, fiebre y leu-
cocitosis), los tumores renales (no son reducibles, su
En cuanto a la forma de presentación, cerca de 90% lo percusión es mate y no son dolorosos), la hernia muscu-
hacen de forma no urgente y 10% de forma aguda, como lar (son muy raras y desaparecen al relajarse el múscu-
obstrucción intestinal. Por lo tanto, en la mayoría de los lo), la paniculitis (es una afección más extensa que se
casos no debe existir ningún impedimento clínico para asocia con manifestaciones reumáticas y en ocasiones
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A B C

Figura 63--3. Hernia lumbar tipo C. Hernia lumbar difusa de gran tamaño. Defecto superior a 20 cm con contenido visceral.
Paciente con recidiva tras cirugía con malla intraabdominal. A, B. Imagen tomográfica del defecto con contenido intestinal. Se
aprecia la sutura metálica sobre el oblicuo interno y el cuadrado lumbar. C. Reconstrucción tomográfica para valorar toda la fijación
de la cirugía previa y localizar correctamente el nivel de la recidiva.
560 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)

historia de episodios repetidos de múltiples nódulos Diagnóstico por imagen


subcutáneos pequeños no supurativos) y la hernia pani-
cular lumbosacroiliaca (herniación de grasa subfascial Desde que en 1987 Baker demostró la utilidad de la
que puede causar dolor lumbar y desaparecer mediante tomografía en el diagnóstico de la hernia lumbar, otras
la infiltración regional de anestésicos locales). Hay que 12 publicaciones específicas han apoyado su uso por
recordar que ninguno de estos procesos puede causar cuanto valora fielmente las relaciones anatómicas del
síntomas de obstrucción intestinal.1,12 área lumbar, diferencia la atrofia muscular de la verda-
dera hernia, identifica su contenido y descarta la posibi-
lidad de un tumor, lo cual facilita una decisión terapéuti-
Atrofia muscular o seudohernia (tipo D) ca más racional.26--30
Aunque el diagnóstico debe ser clínico con base en
la historia, los síntomas y los signos físicos del paciente,
La atrofia muscular de la pared abdominal posterolate-
hoy en día, excepto en los casos de presentación urgente
ral es una situación especial que puede plantear muchas
o en centros sin dotación radiológica adecuada o con
dudas para el cirujano.
problemas económicos, la realización de una tomogra-
Los pacientes con este problema acuden con un adel-
fía debe constituir una exploración rutinaria en la eva-
gazamiento parietal que puede conllevar una deformi-
luación preoperatoria de los pacientes con hernia lumbar.
dad indistinguible de una verdadera hernia, con la pal-
pación de un tumor reductible con la sensación de
contenido intestinal y además con molestias locales que
aumentan durante la deambulación y la práctica de ejer- TRATAMIENTO
cicio físico.
En este sentido, la atrofia muscular se comporta fi-
siológicamente como una hernia, y sólo el adecuado es-
tudio de imagen (tomografía) ayuda a confirmar el diag- Indicación de cirugía
nóstico.
Algunos autores han publicado intervenciones de La evolución natural de las hernias lumbares se dirige
hernias lumbares que en realidad eran atrofia muscular al crecimiento progresivo de su tamaño, que las hace
y no hernias.24,25 cada vez más sintomáticas, llegando a deformar al pa-
Es importante tener un diagnóstico lo más completo ciente e impedir una correcta deambulación; por ello la
posible, establecer una buena relación médico--pacien- mayoría de los autores consideran que deben ser repara-
te, con una adecuada información sobre la enfermedad, das, excepto en los pacientes de alto riesgo. Dado que
y obtener un adecuado consentimiento antes de decidir la corrección quirúrgica siempre es más difícil en los ca-
un abordaje quirúrgico por vía endoscópica (hay que re- sos evolucionados, la cirugía y el abordaje laparoscópico
cordar que por esta vía no se realiza una reconstrucción deben indicarse lo antes posible. Bolkier llegó a justifi-
musculoaponeurótica y poco puede aportar a la conten- car una posible indicación cosmética por la deformidad
ción de grandes defectos con músculos muy adelgaza- local en los casos de atrofia muscular mediante cirugía
dos y debilitados) (figura 63--4). abierta anterior.25 Actualmente no existen datos fiables

A B C

Figura 63--4. Hernia lumbar tipo D. Seudohernia o atrofia muscular importante en un paciente con gran debilidad del área lumbar.
A. Imagen tomográfica de una atrofia muscular lumbar con tumoración manifiesta. B. Reconstrucción tomográfica de una seudo-
hernia; se aprecia una clara deformidad y desplazamiento del contenido intestinal. C. Reconstrucción espacial de una seudohernia
lumbar.
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 561

en la literatura que justifiquen o descarten dicha opción. En 1999 Woodward publicó el primer caso de una
En este caso, se piensa que debe ser una decisión con- hernia lumbar tratada por vía endoscópica extraperito-
junta en función del cirujano (experiencia), el paciente neal mediante el uso de un balón disector, con malla de
(edad, actividad laboral, enfermedades asociadas, ciru- polipropileno y fijación con grapas y suturas.35 Una téc-
gías previas, riesgo anestésico, etc.) y el tipo de hernia. nica de abordaje endoscópico igual, pero con fijación
Cuando existan síntomas de incarceración o de estran- mecánica, fue publicada por Postema y Habib (cuadro
gulación la indicación quirúrgica debe ser urgente y la 63--2).36,37 En la actualidad existen unas 15 referencias
vía laparoscópica no debe ser considerada como una po- sobre el abordaje laparoscópico de la hernia lumbar y
sibilidad. una serie de siete casos publicada por Arca.38--40 En 2002
el autor de este capítulo y su grupo publicaron la prime-
ra hernia lumbar operada por vía endoscópica como ci-
Apuntes históricos rugía sin ingreso hospitalario (en régimen ambulato-
rio),41 y en 2004 dieron a conocer el único estudio
Los dos pilares que han posibilitado el desarrollo de la publicado que compara los resultados de la cirugía clá-
cirugía laparoscópica en la hernia lumbar consisten en sica con el abordaje laparoscópico, que demuestra que
la introducción de mallas para uso intraabdominal y el esta última vía es una opción con menor morbilidad,
desarrollo de la tecnología endoscópica aplicada al es- menor estancia hospitalaria, menor consumo de analgé-
pacio preperitoneal. El uso de una malla como elemento sicos y un retorno precoz a la actividad laboral sin au-
de reparación de una hernia lumbar fue propuesto ini- mento de los costos del proceso (p < 0.05).42 Asimismo,
cialmente por Thorek en 1950 (tantalio) y Hafher en en 2006 publicaron una serie personal de 15 casos re-
1963 (MarlexR).1,31 Desde entonces, largo ha sido el sueltos con abordaje endoscópico,43 y en 2007 propu-
camino recorrido para disponer en los quirófanos de sieron una clasificación terapéutica de las hernias lum-
mallas que gocen de una gran seguridad y fiabilidad. En bares, con el fin de facilitar la indicación del abordaje
1996 Burick publicó la primera reparación laparoscópi- laparoscópico con base en seis criterios.44
ca transabdominal retroperitoneal en un paciente con
una hernia lumbar superior,32 y unos meses más tarde
Bickel realizó el mismo abordaje para una hernia lum- TÉCNICA QUIRÚRGICA DEL AUTOR
bar de localización inferior.33 Ambos autores utilizaron
en la reconstrucción parietal una prótesis de polipropi-
leno con un solapamiento menor de 4 cm y fijación con
grapas. El paciente, bajo anestesia general, es colocado en decú-
Un año después Heniford describió el abordaje trans- bito lateral con el riñón contralateral elevado mediante
abdominal intraperitoneal con una malla de politetra- el pile de la mesa. Para crear el neumoperitoneo se usa
fluoroetileno, un solapamiento de 4 cm y fijación me- una aguja de Veress a nivel subcostal en la línea medio-
diante suturas totales transabdominales.34 clavicular y se colocan tres trocares de 10 mm a lo largo

Cuadro 63--2. Historia del tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares


Año Autor Técnica Malla Solapamiento Fijación EH
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

1996 Burick TAPP PPL < 4 cm Grapas 2.0


1997 Bickel TAPP PPL < 4 cm Grapas 3.0
1997 Heniford Transabdominal PTFE 4 cm Suturas 2.0
1998 Arca Primera serie con 7 casos PTFE 4 cm Suturas 1.7
1999 Woodward TEP PPL -- -- -- Combinada 2.0
2001 Shekarriz TAPP PPL < 4 cm Grapas 1.7
2002 Moreno Egea Transabdominal combinada Bilaminar > 5 cm Grapas CMA
2002 Postema TEP PPL Grapas
2003 Meinke TEP PTFE 4 cm Combinada 5.0
2003 Habib TEP PPL > 5 cm Grapas 2.0
2004 Moreno Egea Primer estudio comparativo Bilaminar > 5 cm Grapas 1.3
2006 Moreno Egea Serie personal de 15 casos Bilaminar > 5 cm Grapas 2.0
2007 Moreno Egea 17 casos con un seguimiento > 8 años Bilaminar > 5 cm Grapas 1.2
TEP: extraperitoneal; EH: estancia hospitalaria en días; PPL: polipropileno; PTFE: politetrafluoroetileno; CMA: cirugía mayor ambulatoria.
562 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)

de la línea clavicular media, modificables según el ta- Cuadro 63--3. Morbilidad intraoperatoria
maño y la localización del defecto. La técnica es combi- y posoperatoria de los pacientes operados
nada, puesto que la entrada es transabdominal intraperi- de hernia lumbar
toneal, pero la necesidad de movilizar el colon para Tiempo quirúrgico medio DS (minutos) 70 13.5
conseguir un margen de pared abdominal posteroinfe- Morbilidad intraoperatoria 2 (12)
rior adecuado y un solapamiento máximo la convierten Hemorragia epiploica 1
en parcialmente retroperitoneal (técnica combinada). S Hemorragia parietal 1
Una vez movilizado el colon y deslizada la grasa prepe- S Morbilidad posoperatoria 7 (41)
ritoneal se visualizan el plano muscular posterior (psoas S Hematoma en el trocar 1
S Hematoma parietal 2
y cuadrado lumbar) y su fascia. Se localizan los nervios
S Seroma 2
abdominogenitales y el uréter si es preciso, para no le- S Neuralgia transitoria 2
sionarlos durante la fijación de la malla. El tamaño del S Dolor crónico 0
defecto se valora mediante agujas intramusculares y se Cirugía ambulatoria 9 (53
dibuja en la piel, añadiendo un margen de 6 cm en todo Estancia hospitalaria media DS (días) 2.5 1.3
su perímetro. En ocasiones es necesario descolgar par- Reingreso hospitalario 1 (6)
cialmente el hígado para continuar el plano preperito- Tiempo de consumo de analgésicos DS 7 6.5
neal y superponer la malla ampliamente en las hernias (días)
Tiempo de retorno habitual DS (días) 14 6.3
lumbares superiores. En la reparación se aconseja una
Perímetro abdominal medio a los 6 meses 92 7.8
malla de bajo peso y poro grande, que es referenciada
DS (cm)
con dos puntos de orientación en los vértices mediales Recidiva 1 (6)
(que se situarán cerca de los trocares, a nivel del plano Seudohernia sin recidiva (TC) 4 (24)
muscular lateral). Una vez en la cavidad, ésta se ex- DS: desviación estándar (porcentaje); *p: 0.028.
tiende y se extraen las dos referencias transabdominales
mediante una aguja atrapasuturas y se cogen con una
pinza de Péan. La malla se fija mediante algunas suturas rio (53%) y sólo uno precisó ingreso por dolor y hema-
helicoidales o con n--hexil--cianoacrilato. No se realiza toma de gran tamaño sin que se necesitara acto quirúrgi-
ningún tipo de cierre del peritoneo sobre la malla recu- co alguno (hernia difusa con un defecto de 176.63 cm2).
bierta, ya que la superficie antiadherente impide la for- Este paciente fue diagnosticado de recidiva a los seis
mación de adherencias y evita lesiones de las asas intes- meses y operado al año mediante abordaje anterior. Un
tinales. Los trocares se retiran siempre bajo visión paciente requirió punción y drenaje en tres ocasiones
directa, se cortan los hilos de referencia sin anudar y se por un seroma recurrente. Mediante la valoración estéti-
vacía el neumoperitoneo, dando por finalizada la inter- ca se consiguió una disminución significativa del perí-
vención. metro abdominal en 18% (20 cm de reducción media)
(p < 0.05) de los casos, pero no se evitó la progresiva de-
bilidad y tumoración (sin recurrencia, con tomografía
normal con atrofia muscular) en 24% de los pacientes.
RESULTADOS DEL AUTOR

ELECCIÓN RAZONADA
El cuadro 63--3 muestra los resultados de morbilidad de
una serie de 17 casos intervenidos mediante laparosco-
pia por hernia lumbar. De todos los casos, 88% constitu- Para elegir una técnica hay que contar con un diagnós-
yeron hernias secundarias a cirugía y en dos casos se tico completo (conocer el tamaño del defecto, su locali-
presentaron hernias traumáticas debidas a accidentes de zación y su contenido), por lo que se aconseja contar con
tránsito. Se observó un claro predominio de hernias de una tomografía para planear adecuadamente la cirugía.
localización derecha (70%) e inferior (53%), y el colon De acuerdo con las aportaciones de cada técnica, el au-
como el contenido más frecuente del saco herniario tor y su grupo de trabajo piensan que su clasificación es
(65%). Se tuvo dos casos de hemorragia intraabdomi- útil en la decisión de elegir un abordaje abierto clásico
nal: uno por lesión del epiplón y otro de la arteria epigás- o laparoscópico, que permitirá poder comparar futuros
trica inferior durante la aplicación de la sutura mecánica. estudios. El abordaje anterior es muy traumático y re-
Nueve pacientes fueron tratados sin ingreso hospitala- quiere una gran disección para definir los planos daña-
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 563

Figura 63--5. Técnica laparoscópica en la hernia lumbar. 1. Paciente con hernia lumbar, visión anterior. 2. Visión posterolateral
del defecto. 3 y 4. Posición en la mesa de quirófano. Decúbito lateral con pile forzado. 5. Posición de los trocares a nivel abdominal.
6. Visión laparoscópica de un defecto con el ciego como contenido visceral. 7 y 8. Apertura de la fascia de Toldt para entrar en
el espacio preperitoneal y reducir el colon y la grasa extraperitoneal. 9. Visión de los límites del defecto lumbar inferior. Sobre el
músculo psoas se advierten los nervios iliohipogástricos, que deben ser respetados. 10. Preparación de la malla bilaminar. 11.
Colocación correcta de la malla con los puntos de referencia. 12, 13 y 14. Fijación de la malla mediante sutura mecánica (grapas).
15. Visión de las referencias y de un cuarto trocar más medial para poder extender aún más la malla y asegurar su correcta fijación
muscular medial. 16. Resultado estético de la reparación laparoscópica seis meses después.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dos y localizar el defecto, pero tiene la ventaja de que se piensa que es necesaria una reparación bajo cierta
permite realizar una completa reconstrucción parietal. tensión, que garantice un resultado estético y funcional
El abordaje laparoscópico tiene las ventajas de la ciru- adecuado, lo cual se puede lograr con una técnica de do-
gía de mínima invasión (menor dolor, estancia hospita- ble reparación —malla preperitoneal más malla supraa-
laria y complicaciones de la herida), evita amplias di- poneurótica (tipo D).45 En los casos de hernias de pe-
secciones, permite una localización exacta de la lesión queño tamaño y sin antecedentes quirúrgicos (hernias
y ofrece una excelente visión, para evitar posibles lesio- congénitas o traumáticas) puede ser factible35--37,40 el ac-
nes de estructuras vecinas (uréter, colon, nervios, etc.), ceso extraperitoneal, pero las hernias lumbares casi
pero no permite la reconstrucción parietal ni consigue siempre son grandes o tienen cirugía previa (secunda-
una plastia bajo una tensión controlada.32--40 En los ca- rias incisionales), por lo que la vía intraperitoneal puede
sos de atrofia muscular asociada o de gran deformidad ser más la más aconsejable y segura.34,38 La técnica
564 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)

transabdominal consiste en un abordaje combinado por plastia anterior con doble malla (tipo C) en los casos de
la necesidad de movilizar el colon y abrir el peritoneo recidivas o de hernias difusas mayores de 15 cm. Ac-
del margen posteroinferior, lo cual obliga a trabajar tualmente no se aconsejan las autoplastias ni el uso de
también en el espacio preperitoneal. La técnica transab- mallas en forma de tapones, porque la calidad de los teji-
dominal retroperitoneal precisa la disección de los bor- dos afectados no puede ser valorada de forma fiable du-
des superior y lateral del peritoneo para poder situar la rante la cirugía. Siempre hay que realizar una plastia
malla totalmente extraperitoneal; esta maniobra au- con malla extendida, buscar un solapamiento que sea
menta la agresión quirúrgica y limita el solapamiento. máximo en todo su perímetro (> 6 cm) y asegurar una
El trabajo desde la cavidad intraabdominal ha permitido adecuada fijación de la malla.
una relativa comodidad, desarrollar la técnica de una Finalmente, los resultados del tratamiento de la her-
forma regulada, conseguir un solapamiento adecuado nia lumbar siguen siendo difíciles de analizar en fun-
—siempre mayor de 5 cm—, fijar la malla con grapas ción de la escasa experiencia de cada cirujano. Hancock
sin necesidad de suturas adicionales y al utilizar una publicó el primer caso de recidiva en 1920.31 Posterior-
malla recubierta de antiadherente evita la necesidad de mente se reportaron recidivas con todos los abordajes
cerrar el peritoneo. El manejo de una malla de 30 cm posibles, tanto abiertos como laparoscópicos. Estos he-
dentro de la cavidad puede ser muy complicado y el so- chos deben servir de reflexión sobre la importancia de
lapamiento limitado, por lo que actualmente no se acon- realizar una correcta evaluación de cada paciente, una
seja la vía laparoscópica en hernias mayores de 15 cm adecuada elección de la técnica quirúrgica y sobre todo
y en las recidivas tras laparoscopia, donde aún se realiza de la necesidad de concentrar esta patología en centros
el abordaje anterior. Problemas frecuentes tras la ciru- con experiencia que ofrezcan los mejores resultados po-
gía de pared abdominal posterolateral son la debilidad sibles.
muscular, la atrofia y la deformidad del abdomen. No
existen en la literatura datos sobre la evolución cosmé-
tica de los pacientes intervenidos por laparoscopia. La CONSEJOS DEL AUTOR
experiencia del autor demuestra la continencia y la soli-
dez de la pared abdominal tras la hernioplastia laparos-
cópica mediante una disminución significativa del perí-
metro abdominal cercana a 10%, pero la debilidad no es 1. El empleo de una clasificación completa es impor-
evitable en más de 20% de los pacientes, sobre todo en tante para poder evaluar adecuadamente a los pa-
los casos mayores de 15 cm (cuadro 63--3). cientes y mejorar los conocimientos del especia-
En el tratamiento laparoscópico de la hernia lumbar lista en un futuro.
es especialmente importante obtener un adecuado con- 2. La tomografía debe incluirse en el protocolo preo-
sentimiento del paciente y asegurarse de las expectati- peratorio del paciente con hernia lumbar.
vas que se tengan con respecto a la intervención. El au- 3. La vía laparoscópica en manos experimentadas es
tor aconseja una hernioplastia vía anterior o una la mejor opción para los defectos pequeños o mo-
laparoscopia extraperitoneal en los pequeños defectos derados.
con contenido extraperitoneal (tipo A), la vía laparoscó- 4. La cirugía abierta debe ser de elección en los gran-
pica transabdominal en los defectos moderados con her- des defectos (traumáticos o difusos) y constituir el
nias paraperitoneales o intraperitoneales (tipo B), y una rescate de los fracasos del abordaje laparoscópico.

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566 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)
Capítulo 64
Hernia incisional suprapúbica
José Miguel Goderich Lalán

CONCEPTO FRECUENCIA

La hernia incisional suprapúbica se localiza en la parte Este tipo de hernia no es frecuente, y representa entre 2
anterior, media e inferior de la pared abdominal, en la y 4% de todas las hernias incisionales. En el centro hos-
cual una parte del anillo está formada por el reborde pitalario de trabajo del autor ocupa tan sólo 2% de los
óseo o fibroso de los huesos íleon y pubis. pacientes que se operan de hernioplastia, lo cual corres-
ponde a 39 casos de 3 871 plastias realizadas de 1966 a
1998; estos datos coinciden con los de otros autores,
como Duce y Noguerales.6,9
ETIOLOGÍA Debido a las características propias de las mujeres, la
frecuencia de esta hernia es mayor en ellas en una pro-
porción de 4 a 1.
Siempre se asocia con daño quirúrgico en la región, se-
cundario a operaciones como:
ANATOMÍA PATOLÓGICA
S Cesáreas con incisión de Pfannenstiel.
S Hernias inguinofemorales primarias y recurrentes.
S Incisiones que rompen la anatomía normal de la La sínfisis del pubis es un área compleja desde el punto
región, como las que seccionan o disecan los mús- de vista anatómico, por el marcado entrecruzamiento de
culos rectos abdominales en operaciones radicales fibras aponeuróticas y tendinosas, entre las que desta-
de los genitales internos femeninos. can:
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S Operaciones de la próstata y el tracto urinario bajo.


S Hernias incisionales recidivantes. S El ligamento interóseo.
S Los ligamentos anterior, superior e inferior del pu-
De acuerdo con la experiencia del autor de este capítulo bis.
y su grupo de trabajo, la principal causa de hernia inci- S El ligamento arcuato del pubis, que se encuentra
sional suprapúbica es la operación cesárea (85% de los en las caras posterior e inferior del pubis.
casos) en las mujeres y la prostatectomía en los hom- S El entrecruzamiento de las fibras aponeuróticas en
bres. En 36% de los casos se encontraron antecedentes la línea media.
de más de tres operaciones, con una marcada destruc-
ción de la región, lo cual ofrece cifras similares a las de Los cambios histológicos son marcados en esta región,
los autores europeos.10 puesto que presenta una gran concentración de tejido

567
568 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 64)

Figura 64--1. Paciente con hernia incisional suprapúbica.

conectivo denso, bajo nivel de irrigación y poca elastici- midad, imposibilidad de ponerse trajes de baño y ropas
dad, lo cual le confiere complejidad a la reparación her- de moda. Todo esto tiene una repercusión importante en
niaria. la vida social y laboral.
Es necesario que durante la reducción o después de
ella se determine la localización del borde inferior del
CUADRO CLÍNICO anillo, donde se demostrará el arco óseo inferior y fibro-
so en la circunferencia restante (figura 64--1).

Los síntomas y signos principales son el dolor y el abul- VALORACIÓN PREOPERATORIA


tamiento de reducción parcial o total, donde siempre
aparece el antecedente de operaciones anteriores en la
región. Son frecuentes los síntomas urinarios bajos y los
trastornos psicosomáticos en relación con la hernia, ta- Siempre que el paciente padezca de sobrepeso se proce-
les como frigidez o impotencia sexual, rechazo a la inti- derá a la reducción de peso. En todos los pacientes se
utilizará antibioticoterapia profiláctica, y durante el
transoperatorio se colocará un catéter vesical.
Músculos rectos
abdominales

Pubis
Defecto

Conducto Malla
deferente
Vejiga

Ligamento de Cooper Ligamento


arcuato del
Figura 64--2. Vista posterior esquemática de la región y el pubis
defecto herniario. Modificado del Dr. Bendavid; Ontario, Figura 64--3. Estado final de la operación y posición de la
Canadá. malla. Modificada del Dr. Bendavid; Ontario, Canadá.
Hernia incisional suprapúbica 569

A B

Figura 64--4. A. Disección convencional del espacio preperitoneal para hernia incisional. B. Extensión de la disección hacia el
espacio retropúbico y la vejiga. Se aprecia el borde del pubis, de aspecto nacarado, en el campo quirúrgico.

TÉCNICA QUIRÚRGICA S Utilización de drenaje subcutáneo.

En la mayoría de los casos se intenta una convalecencia


hospitalaria de corta estancia.
En estos enfermos es necesario el implante de una próte-
sis, que puede ser de polipropileno o de poliéster. El pro-
COMPLICACIONES
cedimiento se basa en una combinación de los pasos de
la técnica de implante preperitoneal descrita por Jean TRANSOPERATORIAS
Rives y la publicada por Robert Bendavid (figuras 64--2
y 64--3).1 Los pasos técnicos incluyen:
La principal complicación en el transoperatorio se rela-
S Disección y aislamiento del saco herniario, funda- ciona con la vejiga urinaria, la cual se encuentra desliza-
mentalmente de todo el borde fibroso del anillo. da a través del anillo herniario, en especial cuando éste
S El saco herniario debe ser abierto, liberado de sus tiene más de 10 cm de diámetro. La vejiga debe disecar-
adherencias viscerales y cerrado. se con todo cuidado si es necesario, pero de ocurrir le-
S Disección del espacio preperitoneal. sión deberá realizarse una sutura en dos planos y mante-
S Disección del espacio retropúbico hasta la com- ner el catéter vesical durante al menos 12 o 14 días.
pleta visualización de ambos ligamentos de Coo-
per (figura 64--4).
RESULTADOS
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La malla se coloca en los espacios preperitoneal y retro-


púbico, y se fija con suturas de polipropileno a las si-
guientes estructuras: El autor no observó complicaciones transoperatorias en
sus pacientes. Las complicaciones posoperatorias in-
S Ligamento arcuato. mediatas incluyeron una infección superficial de la
S Cara posterior del pubis. herida quirúrgica y un seroma pequeño (5.1%), las cua-
S Ambos ligamentos de Cooper. les pudieron ser resueltas con tratamiento médico, sin
S Los músculos rectos lateralmente y sus aponeuro- repercusión ulterior.
sis con puntos en “U” sobre ellas, sin tensión en la Ningún paciente ha mostrado complicaciones de la
línea de sutura. prótesis, y la mortalidad fue nula (figura 64--5).
S En caso de que exista tensión en el cierre de la apo- Sólo se observaron dos recurrencias (5.1%) en pa-
neurosis, ésta se dejará abierta y la malla se cubrirá cientes con un diámetro del anillo de 20 cm y más de dos
con tejido fascial preaponeurótico. operaciones abdominales previas.
570 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 64)

Figura 64--5. Posoperatorio de hernia suprapúbica con la técnica descrita.

CONCLUSIONES do basado que esté basado en detallados conocimientos


anatómicos y funcionales del área, con dominio de la téc-
nica quirúrgica y además con el uso obligatorio de pró-
Este tipo particular de hernia incisional, la hernia inci- tesis, con la finalidad de obtener bajos índices de recu-
sional suprabúbica, requiere un tratamiento especializa- rrencia.

REFERENCIAS
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Capítulo 65
Hernia subcostal
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García, Pilar Hernández Juara,
Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe, Beatriz González Meli

INTRODUCCIÓN ra desplazable puede estar situada en la eventración,


pero son más frecuentes el epiplón mayor, el intestino
delgado y el ángulo hepático del colon, que general-
mente presentan adherencias entre sí y con el saco, ca-
La herniación subcostal se produce, al igual que el resto paces de condicionar cuadros suboclusivos u oclusivos.
de las hernias incisionales, por un defecto de la pared
abdominal anormalmente adelgazada por diversos fac-
tores (como el trauma y el abordaje quirúrgico) que per- ETIOPATOGENIA
mite la protrusión de las vísceras subyacentes. General-
mente aparece en el lado derecho (80%), y casi siempre
es secundaria a cirugía hepatobiliar (figura 65--1).1,2
Cualquier factor que impida, retarde o perturbe el pro-
ceso normal de cicatrización constituye un potencial
ANATOMÍA PATOLÓGICA factor de herniación. Entre ellos figuran:

1. Alteraciones generales: obesidad, malnutrición,


enfermedad pulmonar, herniosis, etc.
La pared anterolateral del abdomen está compuesta por 2. Alteraciones intraoperatorias, tipo de incisión y
los siguientes planos anatómicos: piel, tejido celular anestesia deficiente.
subcutáneo, plano musculoaponeurótico (músculos 3. Alteraciones posoperatorias, como seroma, he-
rectos abdominales, piramidales, oblicuo externo, obli- matoma, infección, evisceración contenida, etc.
cuo interno y transverso del abdomen), fascia transver-
salis, grasa preperitoneal y peritoneo. De todos ellos el factor que se asocia con más frecuencia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En la eventración se distinguen cubiertas externas, el con la aparición de eventración es la infección.4


saco herniario con su contenido y un orificio herniario.3
Muchas veces el reborde condrocostal forma el lími-
te craneal del orificio herniario y el resto se encuentra FISIOPATOLOGÍA
formado por una condensación del tejido fibroso cica-
tricial y restos de la antigua cicatriz. Los elementos
musculoaponeuróticos y grasos de la pared aparecen
fundidos y fibrosados, siendo la capa peritoneal la me- El desarrollo de una gran eventración provoca la apari-
jor individualizada, continuando con el saco herniario. ción de numerosos trastornos como consecuencia de la
La cubierta externa la componen la piel y el tejido celu- ruptura del equilibrio normal entre las presiones toráci-
lar subcutáneo. En cuanto al contenido, cualquier vísce- cas y las abdominales.5

571
572 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 65)

Figura 65--1. Hernia incisional subcostal posterior a una cirugía de las vías biliares. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

Trastornos locales El diagnóstico de una eventración subcostal se logra


mediante una adecuada inspección clínica en decúbito
Se produce una pérdida de continuidad parietal que da supino, decúbito lateral y bipedestación, para verificar
lugar a la retracción y la atrofia de las fibras musculares. la presencia de una prominencia subcostal, sus dimen-
La piel se reduce a una dermis mal vascularizada, des- siones y la posibilidad de que pueda reducirse. Los estu-
provista de su tejido subcutáneo de sostén, que a veces dios de gabinete, como la tomografía axial computari-
ocasiona úlceras tróficas en la región cutánea que recu- zada, siempre serán de ayuda para delimitar los límites
bre el saco. del defecto y las características de los músculos de la re-
gión (figura 65--3).

Trastornos generales
TRATAMIENTO
La pared abdominal participa en la mecánica ventilato-
ria y, junto con el diafragma, desempeña un papel im-
portante en la circulación de retorno y en la estática tora-
La cirugía no sólo persigue el cierre del orificio hernia-
coabdominal. La pérdida de continuidad parietal y la
rio, sino también el restablecimiento de las funciones de
protrusión de las vísceras provocan una disminución de
la pared abdominal, es decir, devolverle a la musculatu-
la presión intraabdominal, un descenso del diafragma y
ra su punto de apoyo anterior mediante la recuperación
después su atonía progresiva, dando lugar a desórdenes
de la presión intraabdominal y el logro de una pared só-
respiratorios importantes.6
lida lo más estética posible.8

DIAGNÓSTICO Sutura plano por plano

Se realiza a nivel de los músculos anchos, tras la resec-


ción del contorno fibroso del orificio. Si el orificio es
Una proporción considerable de las eventraciones sub- demasiado grande la sutura puede quedar a tensión, lo
costales son asintomáticas, por lo que el paciente acude cual requiere una o varias contraincisiones de descarga
a atención médica por la aparición de una tumoración a sobre la aponeurosis del músculo oblicuo externo a ni-
nivel de una antigua cicatriz subcostal. Cuando se pre- vel de su inserción en la cresta iliaca o en el ligamento
senta el síntoma principal es el dolor, cuya intensidad no inguinal.
guarda relación con el tamaño, sino más bien con el des- La sutura se debe realizar con puntos sueltos de mate-
garro de los tejidos y con la frecuente epiploítis acompa- rial no absorbible. La frecuencia de recidiva es alta con
ñante7 (figura 65--2). esta técnica.
Hernia subcostal 573

Figura 65--2. Paciente con hernia incisional posterior a cirugía de vías biliares en el extremo lateral, con un gran saco herniario
que se extiende hacia el flanco derecho, operada en una ocasión previa con malla onlay supraaponeurótica y presentación inme-
diata de recidiva. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

Sutura y prótesis en “sándwich” Prótesis retromuscular prefascial


y prótesis premusculoaponeurótica
Se indica cuando la pared muscular es débil y no se pue- (Rives)
den identificar los tres planos musculares. Siempre es
posible encontrar al menos dos planos musculares, entre
los cuales se coloca una prótesis de material no absorbi- Su empleo se indica cuando el borde superior del orifi-
ble que sobrepase los orificios de la eventración al menos cio corresponde al reborde costal.
4 o 5 cm. La prótesis se sutura al plano profundo, y el pla- En las eventraciones de mayor tamaño con gran pér-
no superficial se sutura a continuación delante de la dida de sustancia y atrofia es preciso colocar una próte-
misma. Esta técnica no se puede realizar si el borde cra- sis de sustitución amplia que pueda estar en contacto
neal del orificio corresponde al reborde costal inferior. con el contenido abdominal.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 65--3. Tomografía que muestra una hernia subcostal derecha con un defecto pequeño, pero con un gran saco herniario
con contenido de asas de intestino delgado que rebasa los límites de la placa. Se aprecia que los músculos laterales (oblicuos
y transverso) están retraídos y prácticamente no hay estructura del músculo recto abdominal derecho. La cirugía inicial fue de
las vías biliares. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
574 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 65)

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Capítulo 66
Hernias paraestomales
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García, Pilar Hernández Juara,
Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe, Beatriz González Meli

INTRODUCCIÓN bargo, en ocasiones provoca graves molestias, así como


dificultad para la adecuada colocación de bolsas, con las
consiguientes pérdidas de gas, heces, orina, problemas
estéticos y una considerable disminución en la calidad
La hernia paraestomal es una hernia incisional que apa- de vida, además del riesgo de incarceración, estrangula-
rece en la vecindad de una ostomía (ureterostomía, miento u obstrucción intestinal, como en cualquier otra
ileostomía o colostomía), y es más frecuente la que sur- hernia.
ge en posición pericolostómica. La avocación de un asa La incidencia de esta hernia es de casi 10%,1 aunque
intestinal a la piel supone la creación de una zona de de- existen grandes variaciones en la literatura médica (ran-
bilidad en la pared abdominal. Los músculos abdomina- gos hasta de 50%) debidas quizá a las consideraciones
les crean un anillo alrededor del estoma, pero cuando di- de algunos autores que sólo incluyen en sus series las
chos músculos se separan del borde estomal se produce hernias que presentan síntomas o las que finalmente re-
el defecto de la pared (figura 66--1). Es una complica- quieren tratamiento quirúrgico.
ción muy frecuente que rara vez produce dolor. Sin em- De todos los pacientes con diagnóstico de hernia pa-
raestomal 20% requieren reparación quirúrgica.1 La
formación de la hernia es un fenómeno gradual con un
debilitamiento progresivo de la zona muscular adyacen-
te al estoma que ocurre con más frecuencia en los dos
primeros años de creada la ostomía y tiene un considera-
ble incremento del riesgo de complicaciones con el paso
del tiempo (figura 66--2).
La sintomatología propia de esta hernia incisional es
muy variada, aunque la mayoría no producen síntomas.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En general surge en la zona adyacente al mesenterio del


estoma y puede alcanzar proporciones tan grandes que la
harán estéticamente inaceptable. Puede desaparecer con
la posición de decúbito y volver a aparecer durante la bi-
pedestación, con las consiguientes dificultades para
adaptar las bolsas y la producción de dermatitis periesto-
mal, en especial si se producen pérdidas de orina en los
conductos ileales o en las ileostomías. La intensidad del
Figura 66--1. Gran hernia paracolostómica en una paciente dolor varía según los casos, y es el síntoma más frecuen-
intervenida por diverticulitis aguda, a la que se le realizó una te; incluso puede llegar a ser muy intenso en caso de pro-
colostomía tipo Hartmann. ducirse una obstrucción por incarceración de la hernia.

575
576 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 66)

vención y que durante la consulta se elija el lugar de


colocación del estoma, de preferencia en bipedestación
y en posición sedente, lejos de prominencias óseas
(como la cresta iliaca o el reborde costal), y teniendo en
cuenta las zonas de sujeción de la ropa del paciente. La
colocación del estoma en sentido lateral al músculo recto
del abdomen es un factor que contribuye a la formación
de hernias debido a la creación de una zona de debilidad
en la pared abdominal adyacente a la línea semilunar,
por lo que su colocación es más recomendable a través
del músculo recto anterior del abdomen.

INDICACIONES DE TRATAMIENTO
QUIRÚRGICO

Goligher asegura que un cierto grado de herniación al-


rededor de los estomas es una complicación práctica-
mente inevitable.2 La mayoría de las hernias no son
detectadas debido a su pequeño tamaño o no requieren
tratamiento, puesto que no producen síntomas. Las indi-
caciones fundamentales para someter a un paciente a
tratamiento quirúrgico incluyen las dificultades con el
cuidado y el manejo del estoma, el tamaño de la hernia
y los episodios de subobstrucción intestinal. La incarce-
ración es una indicación absoluta de reparación quirúr-
gica. Antes de tomar una decisión quirúrgica es preciso
evaluar con detenimiento el estado del paciente e incluir
Figura 66--2. Hernia paraestomal con un gran saco hernia-
rio debido al rápido crecimiento de la misma. La tomografía una valoración de la función cardiaca y pulmonar, y por
muestra el contenido de asas de intestino delgado y el colon. supuesto si no hay datos de recidiva de la enfermedad
Cortesía del Dr. Mayagoitia. inicial que motivó la realización del estoma.

TÉCNICAS QUIRÚRGICAS
ETIOPATOGENIA

Existen varias opciones posibles de tratamiento:

Las causas que favorecen la aparición de hernias paraes- S Cierre fascial manteniendo el estoma en su posi-
tomales son múltiples, e incluyen factores preoperato- ción original (reparación local).
rios clásicos, como la edad, el sexo, la radiación previa, S Reubicación del estoma en otro lugar de la pared
el estado nutricional, la diabetes, la presencia de enfer- abdominal y cierre del defecto.
medad maligna, la obesidad, los tratamientos con corti- S Restitución del tránsito intestinal y cierre del de-
costeroides, etc., así como factores posoperatorios de fecto.
importancia en el desarrollo de este tipo de hernias, S Reparación laparoscópica con malla intraperito-
como las infecciones de la herida, las sepsis posoperato- neal.
rias y todo lo que contribuya a un aumento de la presión
intraabdominal. Una apropiada técnica quirúrgica en la Reparación local
elección, la preparación y la colocación del estoma es
fundamental en la prevención de la futura hernia. Lo Existen dos opciones para la reparación: con puntos o
ideal es que el paciente sea evaluado antes de la inter- con material protésico. En la primera opción la repara-
Hernias paraestomales 577

su colocación sea lo más profunda posible, con cobertu-


ra del plano aponeurótico, y que quede lo suficiente-
mente fija para evitar movimientos y extrusiones.7

Reubicación del estoma y cierre


del defecto aponeurótico

La reubicación del estoma es la técnica que ofrece mejo-


res resultados a largo plazo y la más indicada en los pa-
cientes en quienes el estoma inicial estaba colocado en
un lugar inadecuado o cuya hernia tiene un gran tamaño.
La vía de abordaje suele ser a través de la incisión de
laparotomía previa, que se realiza tras la desinserción
del intestino, un cierre del estoma primitivo y una repa-
Figura 66--3. Incisión periostomal para reparación de her-
nias paraestomales. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
ración del defecto aponeurótico.
Esta reparación puede realizarse con puntos de mate-
rial no absorbible o con la colocación de una malla de
ción de la hernia se realiza mediante una incisión gene- material sintético que refuerce la pared abdominal. Esta
ralmente periostomal (figura 66--3), identificación y re- malla debe colocarse en el espacio preperitoneal.
ducción del saco herniario, y cierre del defecto de la El nuevo estoma se exterioriza a través de una zona
pared abdominal mediante sutura con puntos simples de sana de la pared abdominal, y de preferencia se refuerza
material no absorbible alrededor del estoma. Aunque con la colocación de una malla de polipropileno prepe-
esta técnica es quizá la más simple y la menos agresiva ritoneal en forma profiláctica, con cuidado de que no
para el paciente, no siempre es la más conveniente, quede en contacto con el estoma.
puesto que la tasa de recurrencias demostrada en la lite- La frecuencia de hernia en la nueva ostomía es de
ratura es muy elevada: de hasta 50% según algunos au- aproximadamente 40%, por lo que no debe olvidarse
tores.3 este refuerzo profiláctico (figura 66--4).
Además, muchas veces se requiere una extensa di- Existe otra técnica sin laparotomía, donde se reubica
sección para liberar los bordes aponeuróticos con la el estoma a través de una incisión paraestomal.8,9
consiguiente formación de seromas periestomales y el
riesgo de infección que ello conlleva.
Esta técnica debería considerarse sólo en los pacien- Restitución del tránsito
tes con múltiples laparotomías, donde puede ser difícil intestinal y cierre del defecto
encontrar un sitio adecuado en la pared abdominal para
reubicar el estoma. En los pacientes seleccionados en los que se resolvió sa-
Existe otra variante de la reparación local en la que tisfactoriamente la enfermedad inicial o en los pacientes
se realiza una corrección del defecto mediante la colo- neoplásicos sin indicios de recidiva se puede indicar la
cación subfascial o preaponeurótica de una prótesis que reparación de la hernia acompañando a una restitución
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

se coloca envolviendo el intestino por completo o de del tránsito intestinal. Ello implica una laparotomía me-
manera parcial.4,5 dia y un mayor riesgo de morbilidad, pero en general
Esta técnica ofrece las ventajas de una reparación lo- conlleva un efecto muy benéfico, tanto físico como psí-
cal porque emplea menos tiempo quirúrgico, no requie- quico.
re la ejecución de nuevas laparotomías y la recuperación
del enfermo es más rápida, además de las ventajas que
ofrece la utilización de mallas en cuanto a una menor CONCLUSIONES
tasa de recidivas a largo plazo.6
En cualquier caso, hay que recordar que la hernia pa-
raestomal es una hernia incisional, por lo que cuando se
utilice una malla se debe tener en cuenta que no debe es- En resumen, debe utilizarse la técnica menos agresiva
tar en contacto con el intestino, que sobrepase al menos para el paciente, pero con la premisa de que sea la que
5 cm la zona de debilidad y se ancle en tejido sano, que le ofrezca un mejor resultado y calidad de vida. Se debe
578 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 66)

Figura 66--4. Paciente con hernia paraostomal izquierda. Se reubicó la ostomía en el lado derecho sin reforzamiento preventivo
de malla. El defecto herniario se reparó con malla de polipropileno mediante la técnica de Rives. Un año después desarrolló hernia
en la nueva ostomía, situación que ocurre en 40% de las reubicaciones de ostomías.. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

tener en cuenta que todas las técnicas conllevan una En todos los casos de hernias recurrentes se indica la
morbilidad significativa. reparación con malla.

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Capítulo 67
Manejo laparoscópico
de la hernia paraestomal
Alfredo Moreno Egea

INTRODUCCIÓN TIPOS DE HERNIA PARAESTOMAL

Se diferencian tres tipos de hernias que pueden desarro-


La hernia paraestomal representa uno de los mayores llarse alrededor de la formación de un estoma:
retos a los que puede enfrentarse un cirujano general.
Habitualmente estas hernias pueden ser manejadas sin 1. Hernia verdadera. Es el defecto más común; en
cirugía, usando un corsé, un adecuado control del peso, ella existe un saco peritoneal que sale de la pared
observación y educación del paciente. La cirugía puede muscular a través del orificio del estoma, ensan-
ser necesaria, entre 15 y 70%, en los casos de dolor, in- chándose ampliamente sobre el plano subcutáneo.
carceración, obstrucción o problemas en el manejo del El anillo de salida, o cuello herniario, suele ser pe-
estoma. En función de la elevada frecuencia con que se queño, aunque su contenido intestinal suele ser
presenta este problema parece que se operan muy pocos bastante grande.
pacientes, y posiblemente muchos podrían beneficiar- 2. Hernia intraestomal. Es aquella en la que el con-
se, cuando todavía sus hernias no fueran muy grandes, tenido intraperitoneal se desliza por la serosa del
con una reparación eficaz y poco agresiva. Las hernias asa intestinal y queda alojada dentro del pliegue de
muy crónicas, de gran tamaño o con pérdida de domi- maduración. El defecto de la fascia se ensancha y
nio, auguran siempre un mal resultado. Para evitar lle- el saco herniario queda formado por el mismo pe-
gar a estos extremos la colaboración entre especialistas ritoneo visceral del asa que forma el estoma. Es
(coloproctólogos, urólogos y cirujanos expertos en her- una variedad poco frecuente.
nias en unidades de pared abdominal) parece indispen- Los dos tipos de hernias descritos pueden ser
sable para mejorar los actuales resultados y ofrecer una tratados de forma habitual con técnicas orientadas
mayor calidad de vida a los pacientes portadores de una al defecto.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

hernia paraestomal. 3. Seudohernia. En este tipo no existe defecto apo-


Las modalidades de tratamiento quirúrgico contem- neurótico (es decir, no hay cuello ni saco hernia-
plan la reubicación del estoma, la reparación directa del rio), pero sí una debilidad con abombamiento de
defecto usando sutura directa y el cierre del defecto me- la pared abdominal lateral alrededor del estoma.
diante refuerzo con malla. Actualmente se acepta que la Su comportamiento clínico es el mismo que el de
mejor posibilidad de tratamiento es el refuerzo con una una hernia verdadera. Es importante diferenciar
malla sobre un plano posterior, y que el abordaje lapa- esta variedad para adaptar la técnica de tratamien-
roscópico podría ser, en teoría, la mejor alternativa (la to. Este último tipo de hernia no puede ser tratado
menos traumática para el paciente) si se demostraran mediante una técnica orientada al defecto; precisa
ventajas concluyentes respecto al abordaje clásico de un planteamiento distinto que considere el pro-
abierto. blema desde un punto de vista global: es preciso

579
580 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 67)

Figura 67--1. Estudio de imagen preoperatorio. El manejo laparoscópico precisa de un detallado examen físico y de una adecuada
tomografía para valorar el tamaño real del defecto aponeurótico, del saco (contenido) y la posible existencia de atrofia muscular.

tratar toda la hemipared abdominal lateral para ga- cientes con estomas de larga evolución. Con estas con-
rantizar un adecuado resultado clínico y estético sideraciones, y si se acepta que el abordaje laparoscópi-
para el paciente. co podría ofrecer un buen resultado con una mínima
morbilidad, posiblemente deberían los médicos intentar
ser más permisivos a la hora de indicar la cirugía en la
hernia paraestomal, de una forma lo más precoz posible,
INDICACIÓN DE CIRUGÍA
con base en las condiciones del paciente, después de un
EN LA HERNIA PARAESTOMAL adecuado estudio de imagen que les indique el tamaño
del defecto parietal y del saco, y el estado de los múscu-
los laterales del abdomen (si se asocia con atrofia mus-
cular o no) (figura 67--1).
No se considera necesaria la cirugía cuando la hernia es
asintomática, ya que el riesgo de incarceración u obs-
trucción intestinal asociado a esta variedad de hernias OPCIONES TÉCNICAS
laterales es muy bajo. En la literatura médica se describe
POR LAPAROSCOPIA
un porcentaje de complicaciones de entre 10 y 20% de
los casos. Más frecuentes son los problemas derivados
del manejo de los dispositivos colectores sobre la piel
periestomal abombada, lo que disminuye la calidad de La técnica de reparación debe elegirse con base en las
vida de estos pacientes. La evolución natural de estas condiciones generales del paciente, el estado del esto-
hernias es siempre a un progresivo crecimiento, lo que ma, la situación de la cavidad abdominal, la experiencia
determina que todas terminen por afectar psicológica- y la preferencia del cirujano. El desarrollo de la cirugía
mente al paciente y se reclame una solución quirúrgica laparoscópica en la hernia incisional ha demostrado que
que pueda mejorar el estado físico y psíquico de los pa- esta vía de abordaje, bien empleada, puede aportar todas
Manejo laparoscópico de la hernia paraestomal 581

las ventajas de una cirugía mínimamente invasiva: me-


nor agresión, mejor visión, menor dolor, alta y recupe-
ración precoz, etc. En la actualidad la mayoría de los au-
tores la aceptan como la técnica de elección en los
defectos de línea media de tamaño moderado (< 10 cm).
Era cuestión de tiempo el plantear el uso de esta técnica
en la hernia paraestomal, máxime cuando se puede tra-
tar el defecto desde lejos, evitando el riesgo de contami-
nación de la herida y de la malla por la manipulación del
estoma, y por la posibilidad de reparar hernias concomi-
tantes en el mismo tiempo quirúrgico.
La primera referencia fue publicada por Porcheron y
col. en 1998. Los trabajos de revisión de McLemore y
Pastor han concluido que el abordaje laparoscópico pre-
senta mejores resultados a corto y medio plazos que la Figura 67--2. Visión laparoscópica de la técnica de Keyhole.
vía abierta convencional por laparotomía. Es cierto que
los resultados iniciales con la opción de Keyhole fueron
buenos, pero los trabajos más recientes parecen haber rando una buena fibrosis e incorporación tisular (figura
demostrado una mayor tasa de recidivas con esta técnica 67--2). Sus fracasos pueden explicarse por tres motivos:
y el uso de malla de politetrafluoroetileno (PTFEe), por 1. El agujero preformado no puede adecuarse al ta-
lo que algunos autores han aconsejado abandonar esta maño de la ostomía, es imposible en una malla la-
opción de tratamiento en beneficio de la técnica de Su- minar rígida. La gran variación individual en el
garbaker. Actualmente se dispone ya de algunos metaa- grosor del estoma desaconseja el uso de una malla
nálisis que de forma general concluyen: con agujero estándar.
2. El uso de mallas con elevada retracción favorece
1. La opción de Keyhole debe plantearse con una el progresivo aumento del agujero central. Durante
malla que contenga polipropileno, no una malla el proceso de cicatrización la malla va encogién-
laminar (no PTFEe). dose y disminuye su tamaño original al incorpo-
2. La opción de Sugarbaker parece asegurar mejores rarse a la pared del huésped, en ocasiones incluso
resultados. Sin embargo, los datos de que se dispo- más de 30 a 40% de su tamaño original. Este fenó-
ne deben ser interpretados con grandes reservas meno de retracción es muy elevado en las mallas
por múltiples motivos: poca experiencia de los au- de PTFEe y menor en las compuestas de polipro-
tores, publicaciones aisladas de casos, preferencia pileno de baja densidad.
de cada autor por alguna técnica concreta, diferen- 3. La fenestración crea un área débil en sí misma.
tes mallas y su preparación por cada autor, fijación Una malla cortada tiene una pequeña zona de pa-
también diferente para cada autor, seguimientos red donde las dos hojas de malla seccionada no
pequeños, ausencia de referencias al tamaño del contactan y no existe refuerzo de esa zona de la pa-
cuello y del saco, etc. El papel de la laparoscopia, red abdominal contenida entre ellas, zona ausente
por lo tanto, está en pleno desarrollo y continúa de fibrosis en la pared abdominal posterior y que
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

siendo un tema de gran controversia. predispondría a la herniación.


A continuación se analizarán algunos aspectos de las Para evitar este tercer problema LeBlanc ha descrito el
tres posibles opciones quirúrgicas: Keyhole, Sugarba- uso de dos mallas de PTFEe variando la orientación de
ker y doble malla o sándwich. la fenestración, pero no puede evitar la principal zona
débil, el agujero central donde ambas mallas se super-
ponen. El error que le lleva a complicar y encarecer la
Técnica de Keyhole cirugía es el de usar siempre un mismo tipo de malla y
no buscar una prótesis que tenga una solapa sobre una
Supone la reparación del defecto mediante una prótesis de las hojas que se superponga a la inferior y evite una
preformada con una fenestración y un agujero para de- zona parietal sin fibrosis. Las mallas de polipropileno
jar pasar el estoma. Su principal ventaja es que toda la revestido de titanio vienen con una solapa y evitan este
malla contacta con la pared abdominal posterior asegu- problema. Además, este material permite ser rotado le-
582 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 67)

1. Fenestración 2. Anillo estomal

Figura 67--4. Técnica de Sugarbaker en una cirugía conver-


tida por bloqueo adherencial masivo.

Figura 67--3. Problemas y soluciones de la técnica de Key- nal del estoma a modo de puente tunelizando una por-
hole en función de la malla. ción de la misma.
Esta opción evita los problemas de la técnica de Key-
hole, pero deja una porción de pared abdominal poste-
vemente y adaptar el agujero central al tamaño del esto- rior sin refuerzo por la malla (la zona que salta sobre el
ma, con lo que también evitan el primer problema. Esta asa) y tiene el riesgo de obstruir la ostomía si crea una
malla tiene una retracción o encogimiento de entre 5 y válvula demasiado estrecha a su alrededor.
8%, por lo que también disminuye al mínimo el segundo Es considerada como una intervención más sencilla,
problema descrito (figura 67--3). menos demandante y que puede realizarse en menor
En la literatura médica sorprende que mientras que tiempo quirúrgico.
unos autores abandonan esta opción otros la defienden La bibliografía actual demuestra que tiene menor
y reportan buenos resultados. En las hernias donde el ta- tasa de recurrencias ante igual tipo de hernia y siempre
maño del defecto (no del saco) es grande hay que calcu- con la misma malla (PTFEe). Las recurrencias o fallos
lar que parte de la malla no contacta con una zona de se han justificado por una fijación insuficiente (figura
pared donde fibrosarse y mucha de ella es perdida en 67--4).
una zona ineficaz (cuello del defecto). En estos casos la
malla debería tener un tamaño muy grande para poder
ser eficaz, excepto si se realiza un cierre o aproximación Técnica de doble malla
del defecto antes de la colocación de la malla. El autor
aconseja, en las hernias paraestomales de pequeño ta- Berger y Bientzle han descrito una tercera opción con
maño, utilizar esta opción con una malla compuesta de dos mallas a modo de sándwich que representa la com-
polipropileno fenestrada pero con solapa completa de la binación de las dos opciones anteriores (Keyhole + Su-
hoja superior, lo que consigue: garbaker), en un intento por sumar los posibles benefi-
cios de cada técnica individual y mejorar los resultados
1. Anular la zona débil de la fenestración, ya que finales. Esta opción, sin embargo, supone un aumento
toda la malla contacta con la pared abdominal pos- considerable del material implantado a nivel intraabdo-
terior alrededor del estoma. minal, con un mayor tiempo quirúrgico, mayor dolor
2. Disminuir el tamaño del agujero adaptándolo al (más fijación, rigidez y fibrosis), mayor riesgo de lesio-
estoma, a la manera como se ajusta una falda a la nes viscerales (erosión y fístulas) y costo global del pro-
cintura, girando la solapa superior en el sentido de ceso.
las manecillas del reloj. No parece razonable utilizar dos mallas con los posi-
bles riesgos que esto conlleva, sino buscar la forma de
reunir dichas ventajas, los principios de las dos primeras
Técnica de Sugarbaker opciones técnicas (refuerzo de toda la pared abdominal
posterior y una válvula con un segmento de asa tuneli-
Consiste en el refuerzo de la pared posterior con una zada) en una única técnica que emplee una malla gigan-
malla plana sin sección, que cabalga sobre el asa intesti- te y con solapa.
Manejo laparoscópico de la hernia paraestomal 583

TÉCNICA QUIRÚRGICA DEL AUTOR borde medial, justo por debajo del borde inferior del es-
toma, 10 cm hasta la marca longitudinal. Se crean así
dos hojas; primero se extiende la inferior y se fija total-
mente al peritoneo posterior, y una vez fijada toda la mi-
Conociendo las ventajas y problemas de las opciones ya tad inferior de la malla la hoja superior se extiende
descritas, el autor propone una nueva operación basada cubriendo el asa del estoma y se fija solapándola sobre
en el concepto de reparar toda la hemipared abdominal la hoja inferior.
lateral. Se crea así un canal o trayecto tunelizado sobre dos
Esta opción puede ser planteada para corregir cual- hojas de una única pieza de malla, con un orificio ex-
quier tipo de hernia o seudohernia paraestomal. La téc- terno de salida y otro orificio interno de entrada del asa
nica puede describirse de la siguiente manera: estomal, a diferente nivel en la hemipared abdominal
Se realiza con anestesia general y el paciente en de- posterior. Este efecto se consigue gracias a que la hemi-
cúbito supino. El neumoperitoneo se realiza con aguja pared abdominal tiene una forma cóncava muy marca-
de Veress en el espacio subcostal, línea axilar anterior. da, con lo que la malla se adapta a la pared y hace que
Cuando la presión alcanza unos 10 a 12 mmHg se co- la hoja superior sea redundante, pudiendo sobrepasar la
loca un trocar de 10 mm para la óptica, a nivel medio en- fenestración y cabalgar sobre la inferior. Para que esto
tre el borde costal y la cresta iliaca, y después bajo vi- sea posible es necesario que la fijación se realice si-
sión directa se colocan los dos puertos de trabajo, de 5 guiendo el orden indicado por el autor.
mm, equidistantes entre sí y con los bordes óseos. Se No se cortan ojales ni cilindros para adecuar el grosor
explora la cavidad abdominal y se realiza una completa del asa, sino que ésta emerge a manera de sándwich so-
adhesiólisis que permita un trabajo controlado de todas bre la pared abdominal posterior lumbar. Una vez adap-
las vísceras. Se revisan las incisiones de la pared abdo- tada y ajustada la hoja superior se completa la fijación
minal para advertir la posible existencia de una hernia del resto medial de la malla (fascia de Spiegel). Como
incisional asociada. Una vez conseguida una cavidad la malla es de gran tamaño la fijación se completa con
abdominal libre para poder trabajar con seguridad se un adhesivo tisular sintético, cianoacrilato, evitando au-
valora el contenido de la hernia paraestomal, se identi- mentar el gasto en grapas y reduciendo la posibilidad de
fica el asa del estoma y se reduce el contenido herniado mayor dolor en el posoperatorio inmediato. Antes de
mediante maniobras de tracción con pinzas atraumáti- iniciar la exploración final se debe volver a verificar la
cas. El saco peritoneal es abandonado, nunca se reseca correcta posición del asa sobre la nueva válvula, para
para evitar sangrado o lesionar la piel debilitada. El de- evitar giros o angulaciones bruscas. Si existe una hernia
fecto de pared posterior no es aproximado para evitar incisional asociada, éste es el momento de repararla con
tensiones y deformaciones de la pared muscular. otra malla puenteando el defecto. Si no es el caso, pue-
Se referencian los límites superior e inferior del he- den retirarse los trocares bajo visión y dar por finalizada
miabdomen lateral con una leve abrasión del peritoneo, la intervención (figuras 67--5 y 67--6).
a nivel superior sobre el borde costal y a nivel inferior
en la cresta iliaca. Se prepara entonces una malla de po-
lipropileno de baja densidad, 35 g/m2, recubierta de tita- ELECCIÓN RACIONAL DE LA MALLA
nio, de 30 x 20 cm, y se marca el eje longitudinal con un
rotulador dermográfico en su mitad (10 cm de anchura
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a cada lado). Se introduce por el trocar de 10 mm y se


desplaza hasta situarse por debajo del estoma, donde se La elección de la malla es uno de los factores más im-
extiende en su eje longitudinal. Se empieza a desplegar portantes a considerar en la reparación laparoscópica de
en su borde superior sobre el peritoneo costal lesionado la hernia paraestomal. Hasta hace unos años la malla de
y se inicia su fijación con clips reabsorbibles, orientan- PTFEe había sido la más utilizada, pero recientemente
do siempre el eje central marcado alineado con el orifi- algunos autores han sugerido la conveniencia de cam-
cio de la ostomía. Una vez fijado el borde superior costal biar a una malla compuesta que contenga polipropileno,
se sigue todo el lado lumbar y se llega al borde inferior, para evitar las recurrencias derivadas de una menor in-
donde se fija la mitad posterior del borde inferior sobre tegración. Recuérdese que el PTFEe es una malla lami-
la cresta iliaca (del eje marcado y alineado con el estoma nar que se incorpora mediante encapsulación y presenta
a la espina iliaca y el ligamento de Cooper). Cuando la una gran retracción. El diferente comportamiento histo-
malla está bien posicionada y fijada parcialmente sobre patológico de ambos implantes ha sido bien documen-
los límites del espacio hemilateral es cortada desde su tado por Bellon y col. A nivel clínico la malla de PTFEe
584 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 67)

Línea semilunaris
Margen costal

Cresta iliaca
Fascia lumbar y paraespinal
A B C

Figura 67--5. Técnica del autor. A. Extensión de la malla posterior al estoma sobre su eje longitudinal. B. Tras seccionar la malla
se extiende la hoja inferior y se fija con grapas. C. Posición de la hoja superior que solapa la inferior y tuneliza el asa de colostomía,
creando un nuevo orificio de entrada a la cavidad abdominal (válvula).

se asocia con una alta tasa de infección (entre 3.6 y MANEJO RACIONAL DE
11%), mientras que una malla compuesta de polipropi- LA HERNIA PARAESTOMAL
leno tiene menor probabilidad de esta complicación;
además, es de destacar que, aunque exista el miedo a
una posible erosión o fístula por el contacto de la malla
con el estoma, esta complicación no ha sido publicada No parece lógico que todas las hernias paraestomales
en la literatura. Berger y Sfoungaristos han documenta- sean manejadas con la misma técnica. Esto es un error
do su experiencia con una malla compuesta de polipro- que se ha perpetuado en la bibliografía, por la mayoría
pileno y polivinilideno fluoride (PVDF--PP). Jani y Ri- de los autores que han publicado sobre el tema. Con la
petti han utilizado la malla de ParietexR y Hiranyakas experiencia acumulada en el tratamiento de otros defec-
ha utilizado la de ProceedR. tos laterales (hernias de Spiegel, iliacas o subcostales),
Queda claro que la malla ideal para reparar la hernia se sabe que los resultados dependen fundamentalmente
paraestomal todavía no existe. Los resultados del autor del tamaño de las hernias, y que cada tipo de hernia debe
con una malla intraperitoneal de polipropileno revesti- individualizarse para ser manejado con la mejor opción
da de titanio, acumulados durante más de 10 años, son posible. Así, los defectos de tamaño pequeño pueden ser
los que lo han llevado a usar este mismo material en la bien tratados mediante una técnica de Keyhole con una
hernia paraestomal con resultados muy prometedores malla compuesta de polipropileno, de un tamaño que
(características: baja densidad 35 g/m2; retracción 5% sobrepase holgadamente el defecto y contacte lo sufi-
y porosidad textil 68). ciente con la pared abdominal posterior, y que el agujero

Límite óseo superior


A. Límites margen costal B. Principios 2. Tunelización y válvula estomal

1. Integración total
de la malla
Límite fascial medial:

Límite fascial posterior:


área de Spiegel

fascia paraespinal

3. Reparación integral del


hemiabdomen lateral
C. Fijación combinada: grapas en los bordes
más cianoacrilato en superficie central

Figura 67--6. Esquema del tamaño de la reparación integral de toda la hemipared abdominal afectada por la creación de un
estoma. Se indican los límites de fijación eficaces de la técnica.
Manejo laparoscópico de la hernia paraestomal 585

Hernia paraestomal

Según defecto Según localización HP compleja


Lateral HI grande

Tamaño < 4 cm Tamaño 4--6 cm Tamaño 6--8 cm + Tamaño > 8 cm


1 Integración total 2 Túnel y válvula atrofia muscular SC--Carbonell
a la PAP estomal 3 Reparación integral
de hemipared
Keyhole Sugarbaker Moreno Egea Carbonell--Tatay

Figura 67--7. Principios técnicos para la reparación de una hernia paraestomal. Opciones quirúrgicas según el tamaño de la hernia
y la existencia o no de atrofia muscular asociada.

central sea del menor diámetro posible (entre 2 y 3 cm, tal cuando la pared abdominal lateral debería ser repa-
no de 3 a 4 cm). Las hernias de un tamaño moderado ten- rada como un todo, desde sus límites óseos, para evitar
drán un mejor resultado con una técnica de Sugarbaker su atenuación en el tiempo y las recurrencias a largo pla-
si se evitan las recidivas laterales mediante una malla zo. Es más, la mayoría de los autores, para intentar me-
grande y se emplea una fijación cuidadosa alrededor del jorar sus resultados, buscan asociar un mayor número
asa. En las hernias estomales en las que se asocie otra de suturas, pero no se plantean alcanzar los límites óseos
hernia o atrofia muscular la mejor opción posible es una de la hemipared abdominal dañada cuando en estas her-
reparación global de toda la pared abdominal lateral con nias laterales no se dispone de una buena relación fas-
fijación ósea (límites sobre el eje vertical) y facial (lími- cia/músculo que garantice que dichas suturas sean sufi-
tes sobre el eje transversal), mediante una malla gigante cientes. Por ello el autor propone una cuarta opción que
de 30 cm, según la técnica descrita por el autor (figura asegure la reparación de toda la hemipared abdominal
67--7). lateral, con una única malla gigante, con el mayor sola-
La base de esta reparación viene de los trabajos de pamiento posible y una fijación ósea que estabilice el
Leong y col., que demostraron que los pacientes porta- defecto y evite en lo posible el progresivo abultamiento
dores de una hernia paraestomal tienen una mayor pro- y debilidad.
babilidad de tener otras hernias de la pared abdominal,
lo que sugiere que el estoma creaba una debilidad de
toda la pared abdominal. Este hecho puede explicar el
fracaso de todas las reparaciones que se limitan a tratar CONCLUSIONES
el defecto sin un adecuado solapamiento, sin considerar
que este tipo de hernia altera la dinámica de toda la pa-
red abdominal lateral. La hernia paraestomal no es sino
un tipo más de hernia lateral que comparte característi- Parece razonable difundir la idea de que se debe intentar
cas comunes con todas ellas (debilidad progresiva y au- adecuar la técnica al tipo de hernia paraestomal, indivi-
mento de tamaño, lesión muscular y posible atrofia por dualizar en lo posible el tratamiento y no manejarlas to-
denervación, ausencia de fascias densas, lesión de teji- das con la misma opción quirúrgica. Se pueden obtener
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dos blandos y presencia de límites óseos), y precisa con- buenos resultados en función de un protocolo de manejo
templar unos principios de tratamiento parecidos. Nin- donde la indicación esté basada en el tamaño del defec-
guna de las tres opciones descritas en la literatura to, similar a como se hace en el tratamiento laparoscó-
considera este hecho, y todas utilizan una fijación parie- pico de la hernia incisional.

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Capítulo 68
Hernias de puertos laparoscópicos
Juan Carlos Arenas Reyes

INTRODUCCIÓN incidencia varia de 0.5 a 5.2% debido a la falta de homo-


geneidad en los grupos de estudio y los diferentes proce-
dimientos quirúrgicos que actualmente se realizan, y se
relaciona más con el número de punciones que con el
La adopción de los procedimientos por vía laparoscó- número de pacientes, pues se estima que surge una her-
pica ha representado uno de los mayores avances en el nia por cada 32 punciones de trocares de 12 mm.
campo de la cirugía en los últimos 20 años y, sin duda,
ha repercutido en una mejor evolución de los pacientes,
una recuperación posquirúrgica más rápida y una pronta DEFINICIÓN
reincorporación a las actividades laborales. En la última
década se incrementó notablemente el empleo de este
tipo de procedimientos a partir de la primera colecistec-
tomía por laparoscopia reportada por Mouret. Se definen como el desarrollo de una hernia en la zona
Hoy en día el uso de la laparoscopia se ha populariza- de inserción del trocar, de ahí el término de “hernias en
do y ampliado en una gran cantidad de disciplinas qui- los orificios de trocares” o “hernias de puerto laparoscó-
rúrgicas y es aceptado para la realización de muchos pico”, que es la terminología más difundida para esta
procedimientos electivos, de urgencia y de segundas patología emergente.
vistas o second look, como en la isquemia intestinal, por
lo que los cirujanos están cada vez más atentos a las
complicaciones relacionadas con este tipo de procedi- CLASIFICACIÓN
mientos. Sin embargo, a pesar de las innegables ventajas
de las técnicas de mínimo acceso, han aparecido nuevas
patologías inherentes a los procedimientos laparoscópi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cos, entre las cuales se incluye la aparición de hernias Se clasifican en tres tipos según el tiempo de desarrollo
en los orificios de colocación de los trocares utilizados y las estructuras anatómicas involucradas (cuadro
durante los procedimientos, que pueden ocasionar se- 68--1):
rias complicaciones, y la mayoría de las veces se requie-
re una nueva intervención quirúrgica para la resolución S Aparición temprana. En periodos cortos des-
de dichas hernias. pués de la cirugía; usualmente se presenta con
El primer reporte de la aparición de hernias en los cuadros de obstrucción intestinal.
puertos laparoscópicos fue realizado por Fear,1 quien en S Aparición tardía. Indica la dehiscencia del plano
los procedimientos de laparoscopia diagnóstica en gine- aponeurótico anterior y posterior, con la presencia
cología reconoció un gran espectro de posibilidades en de un saco herniario constituido por peritoneo. Se
la presentación clínica de las mismas. Se estima que su desarrolla varios meses después de la cirugía.

587
588 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 68)

Cuadro 68--1. Clasificación de las hernias de puerto laparoscópico


Tipo de hernia Intervalo de Manifestación clínica Relación con la
presentación principal hernia de Richter
Aparición temprana Días Obstrucción intestinal Frecuente
Aparición tardía Meses o años Defecto herniario sin evidencia de obstrucción intestinal Rara
Especiales Días Protrusión de asa intestinal o epiplón No se relaciona

S Especiales. Implican la dehiscencia de toda la pa- realización del procedimiento o que hayan requerido la
red abdominal y la protrusión de asas intestinales ampliación del abordaje para la extracción de los espe-
u otra estructura del contenido intraabdominal címenes.
(como el epiplón) a través del sitio donde se reali-
zó la inserción de los trocares. No está presente un
saco herniario. Tipo de trocar

En los pacientes con comorbilidad asociada, como la El sistema de trocares se compone casi siempre de una
obesidad, siempre debe tenerse en cuenta la posibilidad cánula externa o puerto y un obturador interno, que es
de hernias de Richter, debido al engrosamiento que el que comúnmente se menciona como trocar con pun-
existe en el peritoneo y el espacio preperitoneal a pesar tas romas o cortantes. Existen de diversos tipos, pero en-
del adecuado cierre aponeurótico. tre los más comunes se incluyen los de diseño piramidal
de tres lados, los de tipo cónico y los de punta híbrida,
lo cual resulta en variaciones del tamaño y la lesión pro-
ducida sobre la aponeurosis y los grupos musculares. En
PATOGENIA
este contexto se ha observado que los sistemas cónicos
y atraumáticos producen una menor área de lesión (de
10 a 12 mm2) que los de tipo piramidal y cortante (de 18
a 27 mm2), y aparentemente los de tipo cortante se han
Pueden dividirse en dos grupos: las relacionadas con los
asociado con un mayor porcentaje de hernias de puerto
factores técnicos y las relacionadas con el paciente.
laparoscópico en comparación con trocares de punta ro-
ma (1.8 vs. 0.2%). Esto se basa en que los trocares de
punta roma al entrar separan el músculo, al contrario de
Factores técnicos los de punta cortante, por lo que al retirarlos el músculo
regresa a su posición original de manera espontánea
S Tamaño del trocar. protegiendo el sitio de punción.
S Tipo de trocar.
S Cierre del abordaje.
S Técnica de neumoperitoneo. Técnica del neumoperitoneo
S Ampliación del abordaje.
S Efectos del neumoperitoneo. En relación a la forma de establecimiento del neumope-
S Localización de los trocares. ritoneo mediante aguja de Veress (técnica cerrada) o con
la inserción del trocar tipo Hasson (técnica abierta), se
ha probado en algunos estudios un mayor número de
Tamaño del trocar hernias de puerto laparoscópico con la técnica con aguja
de Veress, debido a que en la técnica abierta por lo gene-
Se acepta que los trocares mayores de 5 mm (10 y 12 ral se facilita al final de la cirugía el cierre de la aponeu-
mm) se relacionan directamente con el riesgo de apari- rosis posterior, al ser más grande la herida.
ción de hernias en 96% de los casos de hernias de puerto
y sólo 4% corresponden a trocares de menor tamaño. No
debe descartarse que los primeros conlleven la presen- Cierre aponeurótico
cia de hernias, sobre todo de Richter, en pacientes pediá-
tricos o en procedimientos de larga duración donde se Está ampliamente recomendado el cierre de los puertos
haya utilizado un trocar de estas características para la mayores de 5 mm, sin excluir por completo a los de
Hernias de puertos laparoscópicos 589

Figura 68--1. Técnica de Stringer para cierre de puertos laparoscópicos. Modificada de Stringer et al.: New closure technique for
lateral operative laparoscopic trocar sites. Surg Endosc 1995;9:838--840.

menor tamaño. El cierre debe ser completo, en todo el Ampliación de los abordajes
espesor de las capas de la pared abdominal, ya que los
cierres incompletos favorecen la aparición de hernias Esto se hace normalmente para la extracción de la pieza
tipo Richter, especialmente en los trocares colocados en quirúrgica, sobre todo si es de gran tamaño, lo cual re-
las partes laterales del abdomen. Para este efecto se han sulta en una elongación de los planos aponeuróticos y
desarrollado varios métodos, como el descrito por musculares.
Stringer (figura 68--1), y dispositivos para el cierre de
los orificios —como EndocloseR y aguja de Des-
Efectos del neumoperitoneo
champs, entre otros. El cierre de puertos disminuye en
gran medida la aparición de hernias hasta 0.6% inde- Al término del evento quirúrgico y de la extracción de
pendientemente del material con el cual se realice la su- los trocares el CO2 se evacúa descontroladamente y fa-
tura, en comparación con la incidencia de 1.5% cuando vorece la protrusión de elementos de la cavidad abdo-
no se realiza el cierre de puertos. minal hacia la pared, los cuales pueden quedar atrapa-
dos debido al efecto de succión y a la contracción
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

muscular.
Localización de los trocares

Los sitios más comunes de aparición de hernias de puer- Factores del paciente
to incluyen la línea media y el ombligo en 82% y en
S Obesidad.
otras zonas de 18%, para lo que se han formulado dos
S Nutrición.
hipótesis: primera, a diferencia de la línea media, las
S Infección del sitio de la herida quirúrgica.
zonas laterales cuentan con diversos planos musculares,
y las asas de intestino delgado están en menor contacto
con esta zona de la pared, lo cual en teoría disminuye el Obesidad
riesgo de aparición de hernias en esta zona; segunda,
existe una mayor tendencia a utilizar trocares de mayor Los pacientes con obesidad mórbida están en mayor
tamaño en esta ubicación que en las zonas laterales. riesgo de desarrollar hernias, sobre todo de tipo preperi-
590 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 68)

Figura 68--2. Diferentes pacientes con hernias de puerto (en azul las incisiones de puertos sin hernia y en rojo las incisiones con
hernia).

toneal, debido a un sustancial incremento en este espa- dimientos laparoscópicos los rangos de hernias de puer-
cio, a la elevada presión intraabdominal y a que existe tos varían de 0 a 3.9% (figuras 68--2 y 68--3).
una mayor tendencia a un cierre inadecuado de los puer-
tos de acceso.
DIAGNÓSTICO

Nutrición
El diagnóstico debe contar con un alto índice de sospe-
Igual que ocurre en diversas entidades, este factor se re- cha, sobre todo en el periodo posquirúrgico inmediato.
laciona con la cicatrización de las heridas, aunque no Hay que tomar en cuenta que la falta de aumento de vo-
existen reportes que lo analicen estrechamente en cuan- lumen en la zona del puerto no excluye la presencia del
to al desarrollo de las hernias. defecto herniario, sobre todo si éste es preperitoneal,
con el fin de evitar complicaciones tan graves como las
hernias estranguladas y el desarrollo de fascitis necro-
sante, que pueden poner en riesgo la vida del paciente.
Infección del sitio de la herida quirúrgica
Igual que ocurre en el resto de las hernias, la mayoría
se diagnostican clínicamente y sólo un porcentaje pe-
La zona más frecuente de aparición es la umbilical y se queño (de 1 a 3%) requieren estudios complementarios,
considera un factor de riesgo para el desarrollo de her- como tomografía axial computarizada (figura 68--4), ul-
nias debido a la lesión tisular que se produce. trasonido o resonancia magnética nuclear, para diag-
nosticarlas o ver sus características.

Incidencia por procedimiento


TRATAMIENTO
En colecistectomía se estima una incidencia de 0.2 a
5.2% independientemente de la técnica empleada para
el procedimiento, ya sea la americana o la europea. En El tratamiento quirúrgico es la única opción para la re-
el bypass su incidencia va de 0.2 a 1.3%. En otros proce- solución de las hernias de la pared abdominal. Uno de
Hernias de puertos laparoscópicos 591

A B

Figura 68--3. Pacientes con hernias de puertos laparoscópicos. A. Paciente femenina que desarrolló una hernia de puerto un año
después de una plastia incisional laparoscópica. B. Paciente masculino con hernia de puerto laparoscópico en la línea media pos-
terior a la funduplicatura laparoscópica en el puerto de la cámara.

los datos más importantes para la decisión del trata- peritoneal o un dispositivo ProleneR Hernia System
miento urgente de esta patología es la aparición del cua- (PHS) o UltraproR Hernia System (UHS) (figura 68--5)
dro obstructivo, el cual se ha observado de manera más si el orificio es de pequeño a moderado, o bien utilizar
temprana en presencia de hernias (ocho días) que de un cono o plug, aunque esta última opción es la menos
adherencias (25 días). Esto sugiere que ante la presencia recomendable debido a los problemas relacionados con
temprana de cuadros obstructivos posterior a una ciru- el cono en una zona diferente a la región inguinal.
gía laparoscópica debe sospecharse siempre la apari-
ción de algún tipo de hernia de puerto laparoscópico.
La técnica quirúrgica para reparar estas hernias o PREVENCIÓN
eventraciones es similar a la de cualquier hernia incisio-
nal. Debe utilizarse material protésico, puesto que la
aparición de una hernia de estas características indica la
presencia de problemas asociados o deficiencias de co- Entre las medidas de prevención que se recomiendan
lágena que harán que un cierre simple aumente la posi- para evitar la formación de hernias de puerto laparoscó-
bilidad de recidivas. Se sugiere colocar una malla pre- pico se incluyen las siguientes:
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Figura 68--4. TAC que muestra una hernia de puerto laparoscópico posterior a la colecistectomía laparoscópica, con orificio
pequeño y un gran saco herniario incarcerado y estrangulado.
592 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 68)

A B

C D

Figura 68--5. Paciente con hernia por puerto laparoscópico, subcostal izquierda, posterior a una funduplicatura laparoscópica.
A. El saco herniario y el anillo aún son pequeños. B y C. Se repara con la colocación de un ProleneR Hernia System. D. Paciente
con hernia de puerto reparado con un UltraproR Hernia System.

1. Cierre de todos los abordajes mayores de 5 mm, Además de estas recomendaciones, en los pacientes con
independientemente de su localización, en todo el alto riesgo de que se produzca una hernia de puerto se
espesor de la pared, incluyendo el peritoneo. ha sugerido que se coloque en forma profiláctica una
2. Se debe prestar especial atención al cierre del malla; ya existen dos o tres dispositivos que se introdu-
puerto umbilical, ya que éste es el principal sitio cen a través del trocar laparoscópico antes de ser retira-
de hernias de puerto. En ocasiones se dejan pasar do, lo cual en teoría evitará que el índice de estas hernias
inadvertidas hernias umbilicales primarias. siga aumentando.
3. En el paciente pediátrico debe intentarse el cierre Existe una forma adicional de prevención de hernias
de cualquier abordaje, independientemente de la que al modificar la técnica de realización del neumope-
localización y del tamaño del trocar. ritoneo, en especial en la técnica abierta, incluiría:
4. Extracción lenta de todo el CO2 contenido en la
cavidad, antes de la extracción de los trocares, con 1. Colocar el trocar a través de una incisión semilu-
el fin de evitar la protrusión de elementos de la ca- nar periumbilical.
vidad abdominal hacia los orificios de los trocares. 2. Abrir la aponeurosis anterior.
5. Realizar la extracción de los trocares bajo visión 3. Retraer el músculo recto.
directa. 4. Abrir la aponeurosis posterior y el peritoneo. Al
6. Aunque la emergencia anestésica no sea un factor término del procedimiento el músculo regresará a
intrínseco al evento quirúrgico propiamente dicho su posición original al retirar el trocar, lo que ofre-
y no dependa del cirujano, se espera que sea con- cerá una adecuada protección al cierre de ambas
trolada y lo menos abrupta posible. capas de aponeurosis (anterior y posterior).
Hernias de puertos laparoscópicos 593

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594 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 68)
Capítulo 69
Gastrosquisis y onfalocele
Alejandro González Padilla

INTRODUCCIÓN de la cavidad abdominal, permitiendo así el regreso de


asas y órganos a la cavidad. En la actualidad se han des-
crito técnicas no invasivas con la colocación de silos
con NovadermR y NeodermR.
El término gastrosquisis proviene del griego y significa Gracias a los avances en terapia intensiva neonatal,
“hendidura abdominal”. Consiste en un defecto de la profilaxis antibiótica, asistencia ventilatoria y nutricio-
pared abdominal, lateral derecho, de la implantación del nal se ha logrado la sobrevivencia en un porcentaje muy
cordón umbilical, generalmente menor de 4 cm de diá- elevado de estos pacientes.
metro; no contiene saco amniótico y tiene expuestas
asas de intestino medio, las cuales flotan en el líquido
amniótico causando irritación y engrosamiento del pe-
EMBRIOLOGÍA
ritoneo visceral del intestino.
El onfalocele es un defecto de la pared, en el centro
del anillo umbilical, por lo general mayor de 4 cm de
diámetro; siempre tiene saco de peritoneo y amniótico Aunque existe controversia, en general se cree que la
que cubre el contenido, que además de intestinos puede gastrosquisis se debe a una alteración vascular durante
tener hígado, bazo, etc. La inserción del cordón umbili- la embriogénesis. Se ha postulado que la oclusión de la
cal está en la parte superior del saco. arteria onfalomesentérica derecha interrumpe el anillo
umbilical y favorece la herniación del intestino. Esta
teoría habla de que el mecanismo descrito favorece la
HISTORIA herniación intestinal del lado derecho y la atresia intes-
tinal.
El desarrollo de las regiones primordiales del tubo
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digestivo (intestino anterior, medio y posterior) se rela-


Ambrosio Paré fue el primero en describir a un recién ciona con los pliegues embrionarios de la pared abdo-
nacido con onfalocele en el siglo XVII. Posteriormente minal. El desarrollo normal de la pared abdominal y del
se publicaron casos aislados de ambas patologías. En tubo digestivo depende del crecimiento y de la fusión de
1948 Gross cerró el defecto con piel y posteriormente los pliegues cefálico caudal y lateral. La causa más
reparó la hernia ventral. Schuster describió un avance aceptada del onfalocele es una falla en la migración y la
técnico importante que consistía en crear una cubierta fusión de estos pliegues embrionarios, que se producen
extraabdominal del defecto con dos capas.2 Posterior- en una etapa temprana de la embriogénesis. Es común
mente Allen y Wren modificaron la técnica utilizando que el onfalocele se relacione con otros defectos de la
una capa simple de SilasticR para crear un silo que con- línea media que afectan desde el esternón, el diafragma
tuviera el defecto e ir propiciando el cierre progresivo y el corazón, así como con extrofia vesical y cloaca.

595
596 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 69)

Cuadro 69--1.
Característica Gastrosquisis Onfalocele
Sitio del defecto A la derecha del cordón En el ombligo
Implantación del cordón Normal Encima del saco herniario
Tamaño del defecto Entre 2 y 4 cm Mayor de 4 cm
Saco herniario Ausente Presente
Contenido Estómago e intestino Hígado, bazo, intestinos
Prematurez Muy frecuente Ocasionalmente
Alteraciones intestinales Edema severo, malrotación Malrotación
Anomalías asociadas Rara vez Muy frecuentes
Anomalías intelectuales No Sí

EPIDEMIOLOGÍA 2. Ultrasonido fetal (US). Es posible diferenciar en-


tre gastrosquisis y onfalocele. Sólo cuando el saco
del onfalocele está roto es más difícil diferenciar-
lo. Cuando se trata de onfalocele está indicada la
La gastrosquisis tiene epidemiología y factores exter- amniocentesis para determinar alteraciones en el
nos diferentes que el onfalocele. La gastrosquisis tiene cariotipo y así establecer el pronóstico y la con-
en promedio una frecuencia de 1 en cada 15 000 naci- ducta subsecuente (figura 69--1).
mientos. Se acompaña de factores como corta edad ma-
terna y factores socioculturales deficientes, así como En la gastrosquisis el ultrasonido ayuda a determinar el
del consumo de algunos medicamente y drogas, como grado de engrosamiento de la pared intestinal y el grado
ibuprofeno, AspirinaR, seudoefedrina, alcohol, tabaco de maduración pulmonar para determinar el momento
y otros. Rara vez se asocia con alteraciones cromosómi- óptimo del nacimiento y así facilitar el cierre directo del
cas a menos que coexista con atresia de intestino. Los defecto.
pacientes suelen ser pequeños para la edad gestacional Es importante el manejo multidisciplinario de estas
o prematuros. El onfalocele se presenta en uno de cada pacientes embarazadas y sus productos, para determi-
5 000 nacidos vivos. En estos pacientes son muy fre- nar con exactitud el diagnóstico, establecer el pronósti-
cuentes (30%) las alteraciones cromosómicas, pues se co y orientar el mejor manejo, ya sea la interrupción del
asocian a trisomías 13, 18 y menos frecuente con la 21. embarazo o el mejor momento del nacimiento, que sue-
En más de la mitad de los pacientes se acompañan de le hacerse por cesárea. La mayoría están de acuerdo en
otras malformaciones, ya sea mayores o menores, car- que es más conveniente por cesárea que por vía vaginal.
diacas, musculosqueléticas, gastrointestinales y genitou-
rinarias; se asocia con el síndrome de Beckwith--Wiede-
mann (onfalocele, macroglosia e hiperinsulinismo).
En ambos casos no existe predominio racial ni geo-
gráfico, y aunque el onfalocele es más frecuente, se ha
detectado un incremento importante en la incidencia de
la gastrosquisis (cuadro 69--1).

DETECCIÓN PRENATAL

La detección prenatal se efectúa en el segundo trimestre


por dos métodos:

1. Detección en la sangre materna de alfafetoproteí-


na (AFP), con niveles más elevados en la gastros- Figura 69--1. Ultrasonido donde se muestra el defecto de
quisis. pared. Cortesía del Dr. Ricardo Ordorica Flores.
Gastrosquisis y onfalocele 597

En las gastrosquisis se determina el momento óptimo de


acuerdo a la maduración pulmonar y la viabilidad del
feto en relación al grado de engrosamiento de las asas
intestinales expuestas al líquido amniótico, ya que estos
pacientes sufren mayor morbimortalidad a mayor en-
grosamiento.

MANEJO

Gastrosquisis

Una vez hecho el diagnóstico se debe referir a la madre


a un centro donde se disponga de personal calificado y
de terapia intensiva neonatal, para atender de inmediato
al paciente y poder mejorar su pronóstico. En general se
acepta que estos pacientes deben nacer por cesárea en
cuanto tengan maduración pulmonar y sean viables,
para evitar el engrosamiento de asas intestinales y mejo-
rar su pronóstico, acortando notablemente su evolución Figura 69--2. Gastrosquisis. Cortesía del Dr. Ricardo Ordo-
posoperatoria. rica Flores.
Una vez que el paciente haya nacido es muy impor-
tante cuidar varios aspectos del manejo. Si el paciente
tiene gastrosquisis se debe mantener la temperatura mera intención sin dejar hernias residuales. Aquí se
adecuada, cubrir las asas de intestino con compresas y debe vigilar que la presión abdominal no aumente más
vendaje estéril, e hidratar correctamente al paciente. Se de 18 a 20 mmHg, pues esto llevaría a problemas de bajo
realizará una exploración completa y exhaustiva que gasto cardiaco, disminución de las funciones pulmonar
incluya radiografía de tórax, y una vez estabilizado he- y renal y, por consiguiente, al fallecimiento del pacien-
modinámicamente se le puede operar para la corrección te. La presión intraabdominal se debe monitorear por
quirúrgica, ya que rara vez se acompaña de otras altera- medio de un catéter vesical intragástrico o en la arteria
ciones congénitas salvo atresia intestinal (figuras 69--2 umbilical.
y 69--3).
Se puede efectuar la corrección de la gastrosquisis
durante la cesárea sin interrumpir la circulación fetopla-
centaria; una vez realizado el cierre se secciona el cor-
dón umbilical y se termina la cesárea, pasando al pa-
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ciente a la unidad de terapia intensiva para vigilar su


recuperación posquirúrgica, vigilando los aspectos he-
modinámico, respiratorio y nutricional requeridos.
El objetivo del tratamiento es regresar el intestino a
la cavidad con cierre definitivo de ésta, lo cual es muy
difícil debido a que no se desarrolló y es muy pequeña
para contener las asas intestinales.
Si es posible se procede al cierre directo, vigilando
que la presión intraabdominal no exceda de 18 a 20
mmHg.
Si el paciente no presenta edema y acartonamiento de
las asas intestinales éstas se descomprimen y en un por- Figura 69--3. Pentalogía de Cantrel. Cortesía del Dr. Ricar-
centaje importante de pacientes se pueden cerrar de pri- do Ordorica Flores.
598 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 69)

Figura 69--4. Malla de Schuster. Cortesía del Dr. Ricardo Ordorica Flores.

Si no es posible el cierre directo se debe fabricar un vidad abdominal. Posteriormente se pliega el silo cada
silo con material sintético (SilasticR) (figuras 69--4 y tercer día vigilando la presión intraabdominal y por lo
69--5); se separa la piel de la pared abdominal amplian- general entre 6 y 10 días después se puede cerrar final-
do el defecto de la pared, se sutura el silo de SilasticR mente la cavidad abdominal con puntos separados en la
a la aponeurosis y se cierra en su parte distal. Dicho silo capa aponeurótica, suturando el celular subcutáneo y la
contiene las asas intestinales en un ambiente estéril; se piel por separado. Algunos pacientes requieren intuba-
cubren éstas con una gasa y esparadrapo con Isodine ción y asistencia ventilatoria (figura 69--6).
y se coloca una venda que se cuelga del techo de la ter- El paciente suele presentar un retardo importante en
mocuna o incubadora para facilitar que crezca la cavi- iniciar la peristalsis, por lo que requiere nutrición paren-
dad y que no ocasione compresión por peso sobre la ca- teral durante todo el tiempo hasta que tolere la vía oral.

Figura 69--5. Colocación de silo de SilasticR, elaborado con una bolsa de suero. Cortesía del Dr. Ricardo Ordorica Flores.
Gastrosquisis y onfalocele 599

Figura 69--6. Técnica de cierre después de retirar la malla. Cortesía del Dr. Ricardo Ordorica Flores.

En caso de que se presente con atresia intestinal o


malrotación intestinal se podrá corregir de primera in-
tención si las asas de intestino no están muy edematosas
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Figura 69--7. Paciente en el posoperatorio inmediato por Figura 69--8. Onfalocele. Cortesía del Dr. Ricardo Ordorica
cierre directo. Cortesía del Dr. Ricardo Ordorica Flores. Flores.
600 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 69)

y acartonadas. En caso contrario se deja una enterosto- térmica y hemodinámica. En estos pacientes es impor-
mía en el momento del cierre con apertura tardía y cuan- tante descartar malformaciones congénitas asociadas,
do el paciente esté en condiciones se repara el defecto cardiopatías, síndrome de Beckwith--Wiedemann, y al-
(figura 69--7). teraciones cromosómicas (figura 69--8).
Las complicaciones de estos pacientes se deben a los En los casos en que el defecto es pequeño o mediano
múltiples abordajes que sufren, a la cirugía misma, a in- es posible el cierre directo de la pared, con un pronóstico
tubaciones, asistencia ventilatoria, catéter y nutrición excelente. En los casos con defecto grande se han usado
parenteral; a catéteres en vejiga, estómago, venas y arte- diferentes técnicas, como facilitar la epitelización del
rias, por lo que pueden sufrir de sepsis, neumotórax, co- saco, lo cual deja un defecto herniario gigante y sólo re-
langitis, problemas metabólicos, etc., lo que hace que trasa el tratamiento definitivo para etapas posteriores de
deban ser atendidos en centros de tercer nivel para me- la vida y consume mucho tiempo. Se recomienda la fa-
jorar su pronóstico. Actualmente en los centros especia- bricación de silos con material de SilasticR y el cierre
lizados se tiene una excelente sobrevida (90%) y una por etapas (como se describió en la gastrosquisis) hasta
morbilidad aceptable. ampliar la cavidad abdominal y permitir el cierre direc-
to. En estos pacientes el inicio de la vía oral es más tem-
Onfalocele prano que en la gastrosquisis.
Se pueden presentar las mismas complicaciones que
Por lo general el manejo de estos pacientes es muy simi- se mencionaron para la gastrosquisis más las inherentes
lar al de los pacientes con gastrosquisis, sólo que en el a las anomalías congénitas asociadas. El pronóstico
onfalocele se tiene la ventaja de que la cubierta de am- también es muy bueno si se cuenta con los recursos hu-
nios protege los intestinos y esto mejora la estabilidad manos y tecnológicos de un centro de tercer nivel.

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Sección VI
Misceláneos

Sección VI. Misceláneos


Capítulo 70
Hernioplastia en el paciente anciano
Rigoberto Álvarez Quintero

INTRODUCCIÓN encuadrar bajo la denominación de anciano. Hay pa-


cientes de 80 años de edad sin una sola comorbilidad,
que se ejercitan diariamente, cuidan su alimentación,
visitan regularmente al médico y además nunca han sido
Los cambios y los avances en ciencia y tecnología han operados. Por otra parte, algunos pacientes de 45 años
llevado a prolongar la expectativa de vida del ser huma- de edad, fumadores, obesos, dislipidémicos, diabéticos
no en relación al número de años que vive, pero por des- e hipertensos son verdaderos ancianos prematuros, que
gracia esta misma situación ha pasado una factura muy los médicos ven cada vez con mayor frecuencia en su
alta en lo que respecta a la calidad de vida, ya que “vivi- consulta. Otro aspecto por considerar es el caso de aban-
mos más pero a la vez nos enfermamos más”. La conta- dono o negligencia familiar hacia el anciano, para lo
minación del aire y el agua, así como la ingesta masiva cual los médicos deben desarrollar esa habilidad per-
de conservadores en los alimentos, la comida rápida y ceptiva cuando ven a un paciente en mal estado de higie-
la gran epidemia de obesidad que aqueja al mundo ac- ne, desnutrición importante, con huellas de maltrato, o
tual, llevan a contemplar la posibilidad de que cada vez si presencian este franco maltrato durante la consulta
los médicos atenderán a pacientes más ancianos pero a por parte de algún familiar.
la vez más comórbidos. Esta situación especial del pa- Es importante contar en el consultorio con la infraes-
ciente anciano demanda una especificación de concep- tructura adecuada cuando se atiende a este grupo de pa-
tos para el diagnóstico y el tratamiento de toda patología cientes; lo primero es tratar de evitar las escaleras, ya
que lo aqueje; así, las hernias en el paciente anciano no que la mayoría de ellos son portadores de artropatías de-
serán la excepción. generativas u obesidad, lo cual complica su desplaza-
miento en las instalaciones médicas. Si el consultorio se
encuentra en una planta alta se recomienda tratar de
GENERALIDADES acondicionar un cubículo en la planta baja para esos ca-
sos en particular. Si el paciente anciano se puede despla-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

zar por sí mismo esto no implicaría que se le deje utilizar


las escaleras por sí solo o se confíe en su acompañante
Al hablar de ancianos, adultos mayores o de la tercera (que suele ser su cónyuge, por lo que se estaría hablando
edad se hace referencia al grupo de personas mayores o de otro anciano). Es importante acompañarlos hasta que
en la etapa de la vejez. El inicio de esta etapa de la vida se encuentren en un nivel de desplazamiento seguro
fluctúa entre los 65 y los 70 años de edad. Por lo tanto, para ellos.
la edad cronológica sería de 65 años, y de acuerdo con Tal vez lo segundo en importancia para el paciente
el buen estado físico y de salud podría extenderse hasta anciano sean los sanitarios. Es imperativo contar con es-
los 70. Se entiende que el criterio cronológico es un pa- tos servicios cercanos a la sala de espera y que al pacien-
rámetro nada confiable para determinar a qué paciente te se le informe dónde están. Recuérdese que la mayoría

603
604 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 70)

de los pacientes varones sufren de prostatismo y las pa- Cuadro 70--1. Principales comorbilidades en
cientes mujeres de incontinencia urinaria. el paciente anciano con defectos de la pared
En lo que respecta al manejo de la agenda de consulta abdominal
del especialista, es necesario considerar darles priori- Principales comorbilidades
dad a estos pacientes para que sean valorados lo antes
Sobrepeso IMC > 30 66%
posible, ya que institucionalmente puede haber agendas
Hipertensión arterial 33%
recargadas por semanas a meses para su valoración en Dislipidemia 15%
la consulta y esto es inadmisible en estos pacientes, por Diabetes mellitus 12%
su mayor incidencia de complicaciones. En lo que res- Cáncer 4%
pecta a la agenda de programación, debe recalcarse la Cardiopatía isquémica 2%
importancia de programar electivamente y lo antes po- Insuficiencia renal crónica 2%
sible a este grupo de pacientes, ya que la incarceración
tiene una inaceptable morbilidad total de hasta 41.5%,
una morbilidad grave de 9.6% y una mortalidad global De igual manera, la presentación de las hernias con
de 3.4%.7 respecto a su manifestación única o múltiple sigue un
patrón muy peculiar en el paciente anciano (figura
70--1): la hernia única se ha presentado en 182 (51%) ca-
sos, la hernia inguinal bilateral en 44 (12%) y la combi-
EPIDEMIOLOGÍA nación de dos hernias o más en el mismo paciente en 132
(37%).
Es importante hacer notar que la detección de hernias
múltiples y bilaterales suma 49% de los casos atendi-
La manifestación y la localización de los diferentes de- dos, lo cual responde a una exploración física minuciosa
fectos de la pared abdominal varían en forma importan- que incluía la revisión de todas las áreas probables de
te con respecto a la población general cuando se analiza desarrollar defectos herniarios, independientemente de
su ubicación, así como su presentación, en lo que res- que el paciente hubiera referido molestias o no en estos
pecta a número de defectos y tamaño de éstos. sitios potenciales de presentación.
Los resultados de cuatro años continuos en la aten- Es importante, dada la incidencia, pensar en la multi-
ción de pacientes mayores de 65 años de edad le permi- plicidad de hernias en el paciente anciano, sobre todo
ten al autor de este capítulo valorar y analizar su com- ante la presencia de hernias umbilicales concomitantes,
portamiento y sus resultados cuando se manejan en un multiplicidad de defectos en las hernias incisionales o
centro especializado y son atendidos exclusivamente recidivantes y, sobre todo, con bilateralidad en las her-
por cirujanos de hernia. Se han realizado 443 procedi- nias inguinales (figura 70--2).
mientos con una distribución de 150 hernias ventrales
(34%), 158 casos de inguinales (35%), ocho casos de
hernias femorales y 127 de umbilicales (29%). Es im-
portante puntualizar que en varios casos se presentaron Inguinal
bilateral
diferentes combinaciones de defectos herniarios en el 10%
mismo paciente.
Las comorbilidades con que se presentan los pacien- Ventral
34% Inguinal
tes en el momento de la consulta tienen una gran diversi- 24%
dad. El autor y su grupo de estudio han encontrado 47
diagnósticos diferentes, desde las comorbilidades más
comunes (como el sobrepeso y la hipertensión arterial) Umbilical
hasta aquellas poco frecuentes o raras (como miastenia 29%
Femoral
gravis y espondilitis anquilosante). En lo que respecta 2%
Inguinal
a las enfermedades acompañantes más frecuentes, el so- recidivante
brepeso y la obesidad se presentan en 66% de los casos, 1%
la hipertensión arterial en 33%, la dislipidemia en 15%, Figura 70--1. Presentación de hernias en el paciente ancia-
la diabetes mellitus en 12%, el cáncer en 4%, la cardio- no de acuerdo con su ubicación y su tipo. Se observan her-
patía isquémica en 2% y la insuficiencia renal crónica nias ventrales y umbilicales en 63% e inguinofemorales en
en 2% (cuadro 70--1). 37% de ellos.
Hernioplastia en el paciente anciano 605

Inguinales
bilaterales
12%
Hernias
únicas Hernias
51% múltiples
37%

Figura 70--2. Hernia en el paciente anciano de acuerdo con


su presentación única o múltiple: se obtiene una gran inci-
dencia de multiplicidad en su presentación; 49% represen-
tan los casos portadores de dos hernias o más.
Figura 70--3. Tubo drenovac retirado 10 años después de
su colocación en un paciente anciano que no regresó a con-
sulta posoperatoria de hernia ventral en una institución
DIAGNÓSTICO pública, debido a su propio olvido y al mal seguimiento del
médico institucional.

Hay que tomar en cuenta que los pacientes ancianos in- nia de la pared abdominal no difiere de la realizada en
tervenidos por hernia inguinal programada tienen una el resto de los adultos; sin embargo, deberá tenerse en
similar calidad de vida a largo plazo que la población cuenta que las hernias poco frecuentes se presentan
general sana de la misma edad.2 El paciente anciano de- principalmente en este grupo de pacientes, así que siem-
manda una valoración integral en el sentido de que con pre se hará hincapié en buscar hernias femorales, epi-
frecuencia su principal riesgo operatorio no será la her- gástricas, de Spiegel y lumbares, pero sobre todo una re-
nia por tratar, sino la comorbilidad que la acompañe. visión exhaustiva de cicatrices quirúrgicas en busca de
Los exámenes preoperatorios de rutina no bastan, se re- hernias incisionales, sin importar el tiempo transcurrido
quiere una historia clínica completa, teniendo cuidado desde la operación hasta el momento en que el médico
de nunca atender a un paciente sin que esté acompañado realice su evaluación.
de la persona más cercana a él, ya que estos pacientes a
menudo son portadores de alguna enfermedad cerebro-
degenerativa que les impide recordar eventos de impor-
tancia (figura 70--3) y son de relevancia en el interroga-
torio. Además, en no pocas ocasiones algunos de estos
pacientes tienden a minimizar u ocultar voluntariamen-
te información en el momento de ser entrevistados. De
igual manera, el paciente no recordará o no entenderá
las indicaciones que el médico pretende que sean segui-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

das en el perioperatorio. Una vez determinadas todas y


cada una de sus comorbilidades deberá solicitarse en
forma multidisciplinaria la valoración de las situaciones
relevantes que impliquen un incremento en las posibili-
dades de evolución tórpida transoperatoria o posopera-
toria. Tal es el caso de insuficiencia renal, isquemia
miocárdica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
trastornos demenciales y desnutrición importante, así
como abandono (figura 70--4).
Figura 70--4. Paciente senil con francas manifestaciones de
Una vez cubiertos estos aspectos, y sólo entonces, abandono, desnutrición severa y hernia femoral de más de
podrá enviarse a los pacientes a su valoración preopera- cuatro años de evolución, que la hacían tener una marcha
toria rutinaria por cardiología o medicina interna. La ex- claudicante. No la acompañaban familiares en su habitación
ploración física en el paciente anciano portador de her- en el posoperatorio inmediato.
606 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 70)

El diagnóstico de hernias de la pared abdominal bargo, en el paciente anciano postergar su reparación


siempre se sustentará clínicamente, ya que nada sustitu- puede llevar a consecuencias catastróficas.
ye a un buen interrogatorio ni a la exploración física La mortalidad más alta se presentó en los pacientes
completa y orientada. Su importancia radica en que la ancianos operados de urgencia, principalmente en mu-
comorbilidad parece ser la regla en estos pacientes, jeres portadoras de hernias femorales.4 Es por esto que
teniendo en cuenta que la cirugía electiva se puede reali- el paciente anciano con hernia deberá considerarse
zar en forma segura aun en presencia de serias patolo- como una urgencia no absoluta pero sí relativa, de tal
gías6 siempre y cuando sean diagnosticadas y estabili- forma que sería adecuado, de ser posible, recorrer la
zadas en el manejo perioperatorio, teniendo siempre en programación de cirugía e intervenir lo antes posible al
cuenta que la intervención de urgencia en el paciente an- paciente anciano. Los pacientes con hernias sintomáti-
ciano implica un mayor número de complicaciones in- cas deberán ser atendidos en forma prioritaria y electi-
cluso en ausencia de padecimientos coexistentes.8 va. Los manejos no quirúrgicos son inadecuados en la
Es necesaria una valoración integral apoyándose en gran mayoría de los casos, y los médicos generales o fa-
auxiliares diagnósticos, en especial en los pacientes miliares deberán estar conscientes de la gran morbilidad
portadores de hernias ventrales, pérdida de dominio o asociada con las intervenciones urgentes de hernias en
hernias inguinales voluminosas, donde la tomografía el anciano, para con esto evitar postergar su referencia
axial computarizada (TAC) y el ultrasonido (USG) tie- al cirujano especialista.10
nen un papel importante para que el médico pueda llegar
al quirófano con una idea lo más clara posible acerca del
escenario que encontrará y así evite las sorpresas. Ade- CONSIDERACIONES ANESTÉSICAS
más, en el paciente anciano estos estudios impactan aún
más en el beneficio otorgado, debido a que con frecuen-
cia se encontrarán patologías existentes que en ese mo-
mento estaban asintomáticas, como lesiones hepáticas Es importante tener en cuenta que, dada la importante
o renales, litiasis vesicular, linfadenopatías o tumora- comorbilidad en este grupo de pacientes, el paciente an-
ciones pélvicas, por mencionar sólo algunas. ciano en general tolera excelentemente bien la anestesia
La TAC ha formado parte integral de la evaluación local,5,8 aún mejor que los pacientes jóvenes. La aneste-
del paciente con hernias en la medida en que ofrece una sia general, sin embargo, deberá dejarse como última
herramienta altamente sensible para evaluar todas las opción por la gran cantidad de comorbilidades respira-
estructuras musculares que integran la pared abdomi- torias de estos pacientes, que en la población mexicana
nal, así como los defectos de ésta. La digitalización de no sólo va ligada al tabaquismo sino también a la utiliza-
estos estudios permite el uso de herramientas que ofre- ción de carbón, leña e incluso petróleo como fuente de
cen la posibilidad de medir los defectos en sus diferen- calor para cocinar.
tes ejes, determinar su ubicación, evaluar no tanto el de-
fecto sino las estructuras que lo circunscriben, ya que
son éstas las que darán el soporte a las prótesis por colo- TÉCNICAS QUIRÚRGICAS
carse, así como evaluar la posibilidad de integrar ma-
niobras como separación de componentes, infiltración
de toxina botulínica en la planeación y preparación ópti-
ma del paciente para el evento quirúrgico. El ultrasoni- El autor considera que la decisión de realizar plastias
do, aunque con mayores limitaciones que la TAC, tiene electivas en esta población deberá estar basada más en
una utilidad innegable en la región inguinal en el mo- su estado general que en su edad cronológica.3 No debe
mento de diferenciar una hernia femoral de un ganglio olvidarse que si se valora en forma adecuada y se realiza
a este nivel, así como para la evaluación testicular para una buena selección de pacientes y tipo de defecto her-
la documentación de atrofia, neoplasias y varicoceles. niario la cirugía laparoscópica tiene prácticamente los
Por alguna razón, para la reparación de los defectos mismos riesgos que cuando se práctica en la población
de la pared abdominal hubo la tendencia de no operar general.3 Por lo tanto, las técnicas quirúrgicas por apli-
sino hasta la presentación de síntomas o molestias, en car no tienen ninguna diferencia con las que se realizan
especial en el anciano,1 y sobre todo en los casos comór- en la población general. Sólo podría considerarse la uti-
bidos por el supuesto “alto riesgo”. Existe evidencia su- lización de materiales protésicos pesados en pacientes
ficiente para respaldar el hecho de que las hernias son desnutridos o con enfermedad pulmonar obstructiva
quirúrgicas en el momento de su diagnóstico; sin em- crónica al contemplar la deficiente fibroplasia de estos
Hernioplastia en el paciente anciano 607

pacientes por falta de proteínas, específicamente colá- Hematomas 6 Dolor inguinal posoperatorio 5

geno, o la mayor degradación de ésta en el paciente fu- Infección de heridas 9 0% Recidivas 2


Muertes en quirófano 0 Muertes hospitalarias 0
mador. 0%
4%
Muerte perioperatoria 1
9%
26%

RESULTADOS
39%
22%

Las complicaciones que el autor y su grupo han tenido


en sus series de pacientes ancianos sometidos a hernio-
plastias de todo tipo han sido de leves a moderadas y Figura 70--5. Complicaciones encontradas en el grupo de
sólo representaron 4.1% en general. De estas complica- pacientes ancianos tratados quirúrgicamente de hernias en
sus diferentes presentaciones. En general se presentaron
ciones la infección de la herida representa 41%, los he- complicaciones de leves a moderadas en 4.1% de los ca-
matomas que requerirán drenaje 27%, mientras que el sos, con una sola muerte perioperatoria por infarto del mio-
dolor posoperatorio crónico se aprecia en 23% de los ca- cardio a los 11 días de la cirugía.
sos. En lo que respecta a las recidivas, se ven en prome-
dio en 9%. A pesar de la edad y la comorbilidad del gru-
po de pacientes, no se presentó ninguna complicación la medida en que estos pacientes a menudo han sido in-
grave ni muerte operatoria o intrahospitalaria, sólo una tervenidos por alguna otra patología, lo que aumenta la
muerte perioperatoria a los 11 días posoperatorios por incidencia de hernias ventrales en relación a las inguina-
infarto miocárdico en un paciente portador de dos infar- les cuando se compara con la población general.
tos previos con cateterismo y angioplastia coronaria con La cirugía laparoscópica en el paciente anciano ha
múltiples stents, que había sido operado de urgencia por mostrado prácticamente la misma morbilidad que en la
hernia incarcerada (figura 70--5). población general cuando se atienden las comorbilida-
des y, sobre todo, cuando se hace una selección adecua-
da del paciente idóneo para este tipo de abordaje.
CONCLUSIONES La programación temprana de estos pacientes impac-
ta importantemente cuando se busca minimizar las
complicaciones. Es notoria la buena tolerancia al mane-
jo con anestesia local, lo que hace que esta técnica y el
Puede concluirse que en general el paciente anciano manejo ambulatorio sean la modalidad de elección,
presenta hernias de más tiempo de evolución y más buscando reintegrar al paciente al ambiente hogareño
complejas que la población general, agregado a la labili- del cual es altamente dependiente.
dad de este grupo etario que demanda una atención El paciente anciano con defecto herniario es una
pronta y por cirujanos con mayor experiencia en el ma- fuente incalculable de conocimientos para el cirujano
nejo de los defectos herniarios. No atender estas premi- que dedica especial esfuerzo y paciencia a su manejo.
sas llevará a un aumento en las cirugías de urgencias y Sobre todo no se encontrará a un paciente más agradeci-
sus complicaciones inherentes. El estudio previo del pa- do y más noble que estos enfermos, ya que como “viejos
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ciente y una exploración adecuada durante el procedi- sabios” aun en su enfermedad, no dejan de enseñar cada
miento quirúrgico ofrecerán hallazgos frecuentes de pa- instante que se comparte con ellos en la consulta o en el
tologías no sospechadas. La distribución es peculiar en quirófano.

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Capítulo 71
Hernias en el paciente obeso
Gerardo Gil Galindo

INTRODUCCIÓN 2. La obesidad como factor de riesgo para recidiva


herniaria.

Actualmente la obesidad se ha convertido en una enfer- LA OBESIDAD COMO CAUSAL


medad tan común que llega a alcanzar incidencia y pre- DE HERNIA INGUINAL PRIMARIA
valencia altas; por ello debe considerarse esta situación
en el momento de intervenir a un paciente, ya que gran
parte de los que presentan una hernia son obesos por
definición (cuadro 71--1). Algunos autores han identificado la obesidad como un
De acuerdo con la definición de obesidad, durante el factor de riesgo para la formación de hernias umbilica-
año 2012 en el sector privado 45% de los pacientes in- les e inguinales; sin embargo, esto no ha sido aceptado
tervenidos por el autor tuvieron un índice de masa cor- en forma absoluta.
poral (IMC) mayor de 30 y 20% de ellos uno mayor de Es de todos bien conocido que el principal factor de
35 (con un rango de 20 a 46), mientras que en el sector la hernia inguinal en los varones es la falta de oblitera-
público 75% tuvieron un IMC mayor de 30, lo que im- ción del conducto peritoneo vaginal en el adulto joven,
plica un déficit en la calidad de la alimentación impor- y en el adulto mayor puede ser multifactorial, incluyen-
tante. do factores precipitantes, como prostatismo y enferme-
Cuando se habla de la relación entre hernias y obesi- dad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), etc.
dad hay que separar los temas para un mejor discerni- Esto va contra lo que pudiera pensarse con respecto
miento: a la obesidad como factor para el desarrollo de una her-
nia.
1. La obesidad como factor de riesgo para hernia pri- Se ha demostrado que la obesidad no es un factor de
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maria. riesgo importante para la aparición de hernias inguina-


les primarias.
Diversos estudios en hombres y mujeres así lo con-
cluyen, donde incluso la edad y los antecedentes fami-
Cuadro 71--1. Grados de obesidad liares son factores más determinantes. Se considera que
IMC Grado
el riesgo de que padezcan una hernia inguinal los pa-
cientes varones con sobrepeso después de un segui-
25 a 29.9 Sobrepeso miento de casi 20 años es de 0.79 y con obesidad es de
30 a 34.9 I
0.51, mientras que en las mujeres la obesidad se consi-
35 a 39.9 II dera un factor de protección cuando ellas tienen un IMC
Mayor de 40 III extrema mayor de 30.1--3

609
610 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 71)

LA OBESIDAD COMO CAUSAL a consulta porque no han cumplido la condición de bajar


DE UNA HERNIA INCISIONAL de peso y la hernia sigue empeorando. Es de llamar la
atención que no se ha determinado cuál debe ser el peso
“ideal” para operar a un paciente. No existe evidencia
concluyente de que la obesidad sea un factor pronóstico
Si bien la obesidad no es causal de hernias inguinales para la recidiva de la hernia. Pueden encontrarse en la
primarias, como ya se comentó, es diferente respecto a literatura reportes que concluyen que la obesidad sí es
las hernias incisionales. Desde hace mucho tiempo se un factor pronóstico; como ejemplo Sauerland y col.,
considera la obesidad como un factor de riesgo para el que encontraron en la obesidad el único factor de riesgo
desarrollo de una hernia incisional después de un abor- independiente.8 Esto haría pensar que una pérdida de
daje abdominal. Una idea muy arraigada entre la pobla- peso considerable mejoraría el pronóstico de la hernia
ción y entre los cirujanos es que estas hernias pueden te- y disminuiría las dificultades técnicas. Raftopoulos y
ner un riesgo más alto de aparición cuando el IMC es col. concluyen, en una revisión de casos con IMC mayor
mayor de 35,4 aunque no se ha podido demostrar de ma- de 35, que la intervención laparoscópica es segura aun-
nera absoluta. Otros autores, como Adell--Carceller5 y que con mayor incidencia de fracaso, con una recidiva
Flancbaum,6 consideran que la obesidad per se no es un de 18.5% (figura 71--1).
factor de riesgo para una hernia incisional, sobre todo No operar a un paciente con sobrepeso u obesidad lo
cuando el IMC es menor de 35. Obviamente, en el pa- único que logra es que la cirugía se retrase por varios
ciente obeso existen múltiples condiciones que pueden años y al final habrá que operar, probablemente de ur-
llevar a una hernia incisional; por lo tanto, hay que ser gencia y con el mismo excedente de peso o mayor. Es
más acuciosos en la búsqueda de factores de riesgo. Los evidente que, cuanto más grande es el saco y más obeso
trabajos de otros autores, como Chan, no pueden con- el paciente, las posibilidades de complicación de la her-
cluir que la obesidad sea un factor de riesgo para recidi- nia (incarceración o estrangulación) son mayores. Este
va después de haber intervenido a 188 pacientes (algu- riesgo aumenta cuando el IMC es superior a 40 o bien
nos incluso con sutura primaria debido a un defecto si el paciente tiene más de 50 años de edad. Existen re-
pequeño) y atribuyen la recidiva a múltiples factores.7 portes de hasta 35.7% de morbilidad durante la espera
El paciente obeso tiene muchas comorbilidades; al- para bajar de peso. En experiencia del autor, dos pacien-
gunas de ellas pueden poner en peligro su vida y deben tes con grandes sacos que no fueron atendidas en otra
considerarse en el momento de establecer prioridades instancia debido a la obesidad llegaron a la unidad mé-
de atención, ya que una hernia complicada puede llevar dica con estrangulamiento de un gran segmento de in-
al paciente a la muerte, ya que las comorbilidades ten- testino delgado y estadio avanzado de sepsis. Las dos
drán un efecto negativo en su expectativa de vida y por pacientes fallecieron por choque séptico irreversible.
lo tanto deberán ser resueltas Considerando esta situación, el paciente obeso se debe

PACIENTE OBESO CON HERNIA


INCISIONAL O VENTRAL

Cuando llega un paciente con obesidad y con una hernia


ventral o incisional en busca de atención, en muchos
centros quirúrgicos la primera opción es no intervenirlo
mientras no haya logrado una disminución de peso con-
siderable. Se somete a los pacientes a un régimen dieté-
tico estricto, lo cual por lo general no logra el éxito espe-
rado. Se argumenta que si son intervenidos estando
obesos la recidiva será inevitable, y lo que sucede es que
al cabo de unos meses los pacientes pesan prácticamen-
te lo mismo, pero el volumen del saco es mayor y el diá- Figura 71--1. Paciente obesa con hernia incisional con múl-
metro del defecto también. Los pacientes ya no acuden tiples recidivas.
Hernias en el paciente obeso 611

y se puede operar de su hernia sin ningún problema des- SELECCIÓN DE LA TÉCNICA


de el punto de vista de la pared abdominal; claro está, DE PLASTIA VENTRAL EN
deben tomarse en cuenta todos los riesgos anestésicos EL PACIENTE OBESO
que implica la obesidad. Ahora bien, el abordaje lapa-
roscópico es factible, pero para ello se debe tener la ex-
periencia suficiente, ya que el cirujano se enfrentará a
mayores dificultades técnicas y mayor tiempo operato- Los criterios de cuál técnica utilizar no varían entre el
rio. La gran ventaja que tiene el acceso laparoscópico es paciente obeso y el no obeso. Lo único que debe cam-
el bajo riesgo de infección de la herida quirúrgica, que biar es el material protésico que se vaya a utilizar.
tiene implicaciones importantes en las recidivas.10
Para conseguir buenos resultados por acceso laparos- S Hernias epigástricas, umbilicales, de Spiegel:
cópico se deben seguir los mismos principios que para se realiza una técnica de Rives, pero siempre utili-
un paciente no obeso (como cerrar el defecto de la her- zando polipropileno pesado cuando el IMC sea
nia), por lo que se recomienda este acceso cuando el mayor de 35. Cuando este índice sea menor pue-
mismo no mida más de 10 cm, y utilizar una malla sepa- den utilizarse mallas ligeras siempre que el defec-
radora de tejidos, pero con base de polipropileno están- to herniario se pueda cerrar por arriba de ella y les
dar y con un amplio solapamiento de la malla sobre los dé soporte.
bordes del defecto. S Hernias ventrales: en caso de hernia incisional o
En la práctica del autor el peso no es contraindicación recidivante debe evaluarse con una tomografía
para intervenir a pacientes con hernias de cualquier tipo, para delimitar el borde del defecto. Si existe malla
pero cuando el IMC es mayor de 40 se propone un pro- previa lo mejor es utilizar una técnica intraperito-
cedimiento bariátrico simultáneo, en el entendido de neal IPOM, pero con una malla separadora de teji-
que un sobrepeso de esa magnitud pone en riesgo tam- dos con una base de polipropileno pesado estándar
bién la vida del paciente. Si por alguna razón no es posi- y fijada con monofilamento de absorción lenta.
ble llevar a cabo este procedimiento el autor y su grupo
optan por realizar la reparación de la hernia, siendo muy
cuidadosos en el material seleccionado tanto en la malla PACIENTE OBESO
como en el material de fijación; incluso algunos casos de CON HERNIA INGUINAL
hernia umbilical o de hernias epigástricas pequeñas se
han realizado bajo anestesia local y un régimen ambula-
torio (figura 71--2). En Chile, después de haber interve-
nido a más de 500 pacientes con distintos tipos de her- Ante este tipo de situaciones parece ser que hubiera un
nia, Acevedo concluye que la práctica de estas plastias mayor consenso y se opera a prácticamente todos los pa-
bajo anestesia local y ambulatoria es factible y segura.11 cientes en cuanto se hace el diagnóstico sin esperar a una
reducción de peso, porque los cirujanos están más cons-
cientes de que es más factible que se complique una her-
nia inguinal.
Si se opera a un paciente con sobrepeso hay que hacer
algunas consideraciones técnicas en cuanto a la técnica
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

seleccionada. En particular, en estos casos se debe utili-


zar una malla de polipropileno pesado, fijada con mate-
rial no absorbible. La técnica anestésica dependerá de
la experiencia del anestesiólogo. El que sea ambulatorio
dependerá de las condiciones del paciente, según se des-
cribe en el capítulo correspondiente. Si se tiene expe-
riencia en el abordaje laparoscópico puede realizarse
sin problemas, pero cuidando los aspectos anestésicos
debidos (figura 71--3).
Si se trata de un paciente con una hernia inguinal reci-
divante es mejor utilizar una técnica de Gilbert con un
dispositivo triple, asegurándose de encontrar el anillo
Figura 71--2. Paciente con hernia umbilical e IMC de 36.9. herniario profundo y de verificar que la hoja profunda
612 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 71)

Cuadro 71--2. Factores de recidiva


No controlables Controlables
Ubicación Material protésico
Diámetro Técnica
Recidivas Cuidado de los tejidos
Herniosis Hemostasia
Obesidad Manejo posoperatorio

Un aspecto importante es el criterio cada vez más


aceptado de usar mallas en forma profiláctica en el cie-
rre de laparotomías en pacientes de alto riesgo. Estos
factores de riesgo incluyen desnutrición, inmunodefi-
ciencias, multicirugías por la misma vía, criterios de
herniosis y, por supuesto, presencia de obesidad. En Es-
paña Hidalgo trabajó con 72 pacientes con patología
colónica (45 de ellos con IMC mayor de 30, algunos in-
cluso con EPOC), colocándoles una malla de polipropi-
Figura 71--3. Paciente con hernia inguinal primaria e IMC de
leno de bajo peso en forma profiláctica. Ninguno de sus
40.4. pacientes desarrolló hernia incisional después de un se-
guimiento de entre tres y cinco años.15

del dispositivo sea colocada en realidad en situación


preperitoneal,
CONCLUSIONES
Reid y col. reportan una práctica segura con el uso de
anestesia local en pacientes obesos con hernia ingui-
nal.12 En sus plastias inguinales Mayagoitia y col. no
consideran la obesidad como factor de riesgo de recu- No se debe esperar a que un paciente obeso baje de peso
rrencia.13 para intervenir su hernia. Pocas veces la disminución de
peso es considerable y en ese lapso pueden ocurrir com-
plicaciones que pongan en riesgo la vida del paciente.
PREVENCIÓN DE HERNIA INCISIONAL Si se trata de un obeso mórbido debe proponerse un pro-
EN EL PACIENTE OBESO cedimiento bariátrico simultáneo a la plastia, y aunque
éste no sea factible debe realizarse la plastia. Puede
abordarse por vía convencional o laparoscópica bajo las
mismas consideraciones que para un paciente no obeso,
El paciente con IMC mayor de 35 tiene muchos factores pero siempre debe hacerse énfasis en los factores con-
de riesgo para desarrollar una hernia incisional. Algu- trolables. Es preferible operar a un paciente con sobre-
nos de estos factores son controlables por el cirujano peso con un defecto pequeño que a un paciente adelga-
(cuadro 71--2), por lo que debe prestarse mayor atención zado con un defecto grande. La recidiva no depende
a los detalles quirúrgicos, que muchas veces se descui- sólo de la obesidad, aunque es el factor al cual culpa más
dan por la rutina. el cirujano.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
614 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 71)
Capítulo 72
Manejo de la infección
en hernioplastias con malla
Juan Carlos Mayagoitia González, Gerardo Gil Galindo

INTRODUCCIÓN MALLAS E INFECCIÓN

La infección del sitio quirúrgico que involucra a la pró- El grupo de Jezupovs reportó, en un estudio de 423 ma-
tesis utilizada para la reparación de una hernia inguinal llas implantadas, un riesgo de infección superficial de
o incisional representa un evento indeseable en la ade- 1.65% y de infección profunda de 0.94% con un even-
cuada evolución del procedimiento y, por ende, para el tual compromiso del material protésico, a diferencia de
paciente, tal como sucede en cualquier procedimiento las infecciones superficiales.15
quirúrgico, independientemente de su grado de comple- La presencia de una prótesis de cualquier tipo utili-
jidad o de la región que se comprometa. La importancia zada en la reparación herniaria no favorece por sí misma
de que se presente infección en una región operada de la aparición de infección;3 sin embargo, una vez estable-
hernia de la pared abdominal con o sin malla será la de cida la infección el tipo de malla (su estructura micropo-
aumentar las posibilidades de una recidiva temprana o rosa o macroporosa) sí tiene un papel preponderante en
tardía a pesar de que esta infección se controle adecua- la facilidad o dificultad para el control o la persistencia
damente.1 de la misma.
De acuerdo con la literatura mundial, y tomando en Las mallas monofilamento macroporo con tejido am-
cuenta tanto cirugías electivas como urgentes, las infec- plio (polipropileno pesado o ligero con poros mayores
ciones de herida quirúrgica poshernioplastia represen- de 75 micras y tejido de más de 2.5 mm) y poliéster mo-
tan un promedio de 3 a 4% para las hernias inguinales nofilamento tienen menor tendencia a la infección, por
y de 8 a 14% para las hernias incisionales, con rangos permitir el paso de macrófagos (10 micras) y una ade-
muy amplios2 que dependen, entre otras cosas, del am- cuada fibroplasia y angiogénesis. Cuando se infecta el
biente hospitalario donde se trabaje. tejido circundante tienen una resistencia adecuada a la
A pesar de estos promedios aparentemente elevados, colonización aunque en sus fibras pueden quedar adhe-
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las estadísticas de varias publicaciones muestran por- ridas algunas bacterias formadoras de biofilms (de los
centajes menores en cirujanos que se dedican primor- que se tratará más adelante).4,5
dialmente al manejo de las hernias, con cifras de 1 a 2% Le siguen en resistencia las mallas multifilamento,
para inguinales y de 3 a 5% para incisionales abier- como las de la nueva generación de poliéster bidimen-
tas.13,14 sional o tridimensional, así como las mallas de polipro-
En cirugía laparoscópica, si bien casi se han elimina- pileno denso y tejido cerrado (menor de 2.5 mm), pues
do las infecciones superficiales de las incisiones de se sabe que las áreas de multifilamento o tejido muy es-
puertos, se siguen presentando infecciones profundas trecho impiden la penetración de macrófagos que con-
que involucran al material protésico, aunque sus cifras trolen adecuadamente la presencia bacteriana en esos
y porcentajes no han sido difundidos ampliamente. sitios.4,5

615
616 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

Las prótesis microporo, como el politetrafluoroetile- Mal manejo de tiempos quirúrgicos


no expandido (PTFEe) o el micro--macroporo de poliés-
ter tradicional, definitivamente toleran menos la conta- Además del deficiente lavado de manos (con jabones no
minación o la infección circundante, y su tendencia es quirúrgicos, figura 72--3) y del área quirúrgica del pa-
a colonizarse en casi 100% de los casos.4,5 ciente, en cirugía herniaria se hace un inadecuado ma-
El origen de estas infecciones es multifactorial y no nejo de los materiales protésicos con una exposición por
difiere de las infecciones del resto de los procedimien- tiempo prolongado de la malla al aire ambiente antes de
tos quirúrgicos en general. Estos factores podrían resu- su aplicación. La malla debe ser abierta y sacada de su
mirse en los siguientes focos de contaminación: empaque justo en el momento en que todo esté listo para
implantarla.

Aire ambiente S Colocación de la malla sobre compresas secas:


el efecto velcro de las mallas hará que se adhieran
El aire ambiente contiene aproximadamente 1 000 co- a ellas pequeños filamentos del material textil de la
lonias/mm3.6 Cirugías con tiempo quirúrgico o de expo- compresa, que es un material no inerte, microporo,
sición de la herida a estas bacterias menor a 2 h son ade- multifilamento y con tendencia a la infección.
cuadamente toleradas por el organismo. Conforme se S Contacto directo de la malla con la piel del pa-
aumenta el tiempo a partir de estas 2 h los porcentajes ciente: se contamina la malla con las bacterias resi-
de infección de herida irán en aumento. Al hacer culti- dentes de la piel, en especial cuando la cirugía tiene
vos de heridas consideradas como “limpias” durante la ya varias horas de haberse iniciado (figura 72--4).
cirugía, Hubble6 encontró crecimiento bacteriano en
23% de las mismas. Estos pacientes tienen 10 veces más
posibilidades de presentar una infección de herida. Áreas quirúrgicas contaminadas

La apertura accidental de alguna cavidad visceral en el


Nariz y boca del personal quirúrgico transoperatorio (intestino, vejiga, etc.), dependiendo de
las características del paciente, podrá contaminar el área
Hablar en forma continua durante la cirugía aumenta operatoria. En pacientes con antecedentes de infeccio-
hasta en 27 veces la cuenta de colonias cultivadas en el nes previas de herida una fuente de contaminación po-
aire ambiente7 (figura 72--1). A esto debe agregársele la drá ser la presencia de suturas permanentes previas co-
mala costumbre actual de usar el cubrebocas sin cubrir lonizadas o la presencia de granulomas infectados.
la nariz, en especial los integrantes del equipo quirúrgi- En este último punto es importante señalar el estudio
co (figura 72--2). de Houck, quien encontró que la frecuencia de infección
de herida en pacientes con hernia incisional sin antece-
dente de infección en las cirugías previas de esa área es
la reportada en la literatura mundial (12%). Sin embar-
go, si el paciente tiene el antecedente de infección en su
primera cirugía o en alguna de las plastias previas, esta
frecuencia se eleva hasta 41% cuando no reciben profi-
laxis antibiótica en su nueva cirugía. Si se aplica esta
profilaxis los porcentajes caen nuevamente hasta cifras
promedio de 12 a 15%.3

Biofilms

El concepto de biofilm es el de una comunidad estructu-


rada de microorganismos dentro de una cápsula de ma-
triz polimérica adhesiva autoformada que tiene la capa-
Figura 72--1. El exceso de “público” durante una cirugía in- cidad de adherirse a cualquier superficie, ya sea ésta
crementa la cuenta bacteriana del aire ambiente de la sala viva o inerte, como en el caso de las mallas. Tienen afi-
quirúrgica. nidad a adherirse a superficies de materiales poliméri-
Manejo de la infección en hernioplastias con malla 617

Figura 72--2. Costumbre actual de usar el cubreboca sin tapar la nariz en la mayoría de los quirófanos.

cos de los cuales están formadas casi todas las mallas. siendo controversial, y se ha comprobado con base en
Esta cápsula o matriz polimérica le confiere una resis- metaanálisis8 que su uso rutinario en pacientes que se-
tencia a la acción de los antibióticos de uso común, y rán sometidos a hernioplastia inguinal abierta (con o sin
precisamente las bacterias que más se cultivan en los malla) o laparoscópica no incide en una disminución de
exudados de heridas quirúrgicas infectadas poshernio- la frecuencia de infección del sitio quirúrgico. Las reco-
plastias (Staphylococcus aureus, Enterococcus, Pro- mendaciones indican que sólo deben aplicarse en los
teus mirabilis, Pseudomonas aeruginosa y Candida) pacientes con factores de riesgo bien conocidos (inmu-
son las que forman estos biofilms (figura 72--5). En de- nocomprometidos, diabéticos, ancianos, desnutridos,
terminado momento, de acuerdo con las condiciones obesos y aquellos que tengan una recidiva producto de
del paciente y del medio local, rompen su cápsula y se una infección previa), que se operen en un hospital que
reproducen, existiendo la posibilidad de causar una in- maneje cirugías contaminadas en forma rutinaria o ten-
fección o la formación de más biofilms que perpetúen el ga altos índices de infecciones de sitio quirúrgico.
mismo ciclo. Esto explica la aparición de infecciones Por otro lado, los metaanálisis dan resultados susten-
tardías que con frecuencia se observan en pacientes ope- tables a favor de su beneficio en hernias ventrales e inci-
rados con plastias de pared donde se utilizó una malla.1 sionales, y se sugiere que por el momento se haga el uso
profiláctico de antibióticos en forma rutinaria en todos
los pacientes con este tipo de hernia e incluso se le siga
PROFILAXIS ANTIBIÓTICA durante su periodo de hospitalización, en caso de facto-
res de riesgo como los mencionados en la hernia ingui-
nal, y se continúe por un lapso de entre 7 y 10 días.1
Aunque los infectólogos sustentan que todas las pro-
La utilización de antibioticoterapia profiláctica sigue filaxis deben efectuarse con cefalosporinas o quinolo-
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Figura 72--3. En muchos quirófanos el personal se lava las manos antes de la cirugía con material no autorizado, como jabones
comunes, con la excusa de que las sustancias antisépticas “les irritan las manos”.
618 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

Figura 72--4. Un error frecuente es abrir el material protésico mucho tiempo antes de que vaya a ser utilizado, lo que aumenta
el tiempo de exposición al aire del medio ambiente, y colocarlo sobre compresas antes de usarlo o en el momento de estar realizan-
do la plastia.

nas de primera generación, la recomendación de los ex- Infecciones agudas


pertos en cirugía herniaria se orienta a que se utilicen
cefalosporinas o quinolonas de tercera generación al En su mayoría las infecciones de herida quirúrgica son
menos una hora antes de iniciar el procedimiento, en do- superficiales sin involucrar a la malla cuando ésta fue
sis habituales. Si la cirugía se prolonga por más de 2 h colocada adecuadamente detrás de estructuras aponeu-
lo recomendable es aplicar una segunda dosis del anti- róticas. En menor porcentaje son profundas, involu-
biótico.9 El uso de antibióticos locales en la solución de crando a todos los planos trabajados durante la cirugía
irrigación durante el procedimiento quirúrgico es de uso y obviamente a la prótesis.
común por algunos cirujanos (solución fisiológica adi-
cionada con gentamicina), aunque sin bases científicas Infección superficial de herida
bien fundamentadas ni estudios controlados que garan-
ticen su efectividad. Su diagnóstico es puramente clínico, no requiriéndose
ayuda de laboratorio ni de estudios de imagen. Si no se
ha formado aún una colección purulenta se manejará
inicialmente con observación sin recomendar el uso de
MANEJO DE HERIDAS INFECTADAS antibióticos, lo cual será suficiente si el proceso tiende
Y MALLAS CONTAMINADAS a la resolución, a menos que los protocolos del hospital
donde se labore indiquen que se debe iniciar terapia an-
timicrobiana. Si, por el contrario, la evolución es hacia
la formación de un absceso, éste se tendrá que desbridar
El manejo difiere si se está en presencia de una infec- con toma de cultivo, verificar que no haya compromiso
ción aguda o de una crónica. de estructuras profundas o de la malla y manejar la heri-

Figura 72--5. Imágenes microscópicas de colonias de biofilms de diferentes cepas.


Manejo de la infección en hernioplastias con malla 619

da abierta con los cuidados generales correspondientes, mente en forma empírica, y se valora su cambio al
usualmente sin antibióticos a menos que el paciente pre- tener el resultado del cultivo y del antibiograma.
sente alguno de los factores de riesgo ya mencionados Si el proceso se resuelve por granulación o cierre
o evolucione con datos de infección profunda o sepsis, diferido se requiere observación a largo plazo de
para lo cual servirá el cultivo tomado en el momento de la integridad de la plastia. En caso de que no se re-
la desbridación, esperando hasta su resolución comple- suelva completamente y persista infección cróni-
ta por granulación o cierre diferido. ca con fistulizaciones se pensará en el retiro de la
La tendencia actual con las heridas infectadas, más malla.
que a curarlas con soluciones antisépticas que causan b. Con datos sistémicos de sepsis. Desbridación,
irritación y perpetúan la infección (especialmente con retiro de la malla, antibióticos, cuidados generales
la yodopovidona), es a lavarlas con simples irrigaciones de la herida y cuidados generales del paciente con
de solución salina dos o tres veces al día hasta su resolu- sepsis que en ocasiones incluyen el paso por UCI
ción. Una modalidad de irrigación con sustancias ioni- (figura 72--7).
zadas o superoxigenadas (MicrocynR o AquasepticR)
que no irritan los tejidos se puede utilizar con mejores Es importante comentar algunos aspectos controversia-
resultados que la solución simple. les en el manejo de las heridas infectadas (en especial
En ambos casos, tanto si no se formó absceso como cuando hay una malla implantada) que son de uso fre-
si hubo que desbridar uno, deberá realizarse un segui- cuente, aunque algunos sin base científica:
miento a largo plazo para verificar la integridad de la
plastia y la presencia de infecciones o recidivas tardías. S Adición de antibiótico a las soluciones para la-
var la herida: no se ha demostrado su beneficio,
y parece que sólo actúa como placebo y da una
Infección profunda de herida sensación de tranquilidad al cirujano y al paciente.
S Uso de sustancias hipertónicas locales (miel, sa-
Significa que el proceso infeccioso o el material puru- carosa, microesferas hidrofílicas o Psyllium
lento se encuentran en todos los planos que se trabajaron plantago): si bien han probado su efectividad sólo
durante la cirugía, incluyendo aponeurosis, músculo y en la fase exudativa de la infección, reduciendo el
peritoneo, involucrando al material protésico. El diag- tiempo de esta fase cuando son bien aplicadas y
nóstico inicial siempre será con una evaluación clínica con recambios frecuentes (cuatro a cinco veces al
y en algunos casos con tomografía axial computarizada día), únicamente actúan como cuerpo extraño y
o ultrasonido, para ver la magnitud y la extensión del retardan la cicatrización cuando su uso se extiende
proceso. La conducta es desbridación inmediata y toma en la fase no exudativa o de granulación.
de cultivo (figura 72--6). S Sistema VAC: su utilidad está comprobada aun-
que es un manejo excesivo para las infecciones su-
a. Sin datos sistémicos de sepsis. Desbridación y perficiales. En infecciones profundas sólo debe
cuidados locales de la herida. Durante el proceso verificarse que no exista exposición de asas intes-
se valora si la malla puede ser salvada o removida. tinales, pues se ha documentado entre 22 y 30% de
Antibióticos sólo si hay factores de riesgo, inicial- aparición de fístulas intestinales o dehiscencias y
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Figura 72--6. Drenaje del absceso y posteriormente desbridación a demanda del área afectada donde se comprueba que la malla
esté involucrada en el proceso infeccioso.
620 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

Figura 72--7. Pacientes con infección del sitio de hernioplastia, presencia de necrosis de segmentos de piel y fascias con datos
de sepsis severa que ameritan manejo en la UCI.

fugas de anastomosis cuando fueron efectuadas facilidad. Se han evitado estas reinfecciones agre-
durante la hernioplastia si no se protegen dichas gando al lecho de la zona granulada implantes de
asas intestinales con alguna estructura anatómi- colágena más gentamicina (GaracollR)5 (figura
ca.1 De igual forma, debe evitarse aplicar el siste- 72--8).
ma de vacío en heridas donde la malla se encuentre
en contacto con los intestinos, pues dicho vacío Si se decide no hacer cierre diferido y dejar que granule
tiende a succionar las asas intestinales a través de completamente habrá que alertar al paciente que esto to-
los espacios del tejido de la malla, aumentando la mará más tiempo de lo habitual (rangos de 6 a 24 meses)
posibilidad de que se perfore una de ellas. por el mismo proceso de granulación anormal mencio-
S Cuando se controla el proceso infeccioso y se ini- nado anteriormente, más la presencia de la malla como
cia la granulación, pero ha existido exposición de cuerpo extraño. Tratando de evitar estos periodos largos
la malla, es recomendable esperar hasta que ésta de granulación, Gil ha modificado el manejo de las in-
esté bien cubierta con tejido de granulación antes fecciones iniciales superficiales o profundas con forma-
de intentar un cierre de la herida por segunda in- ción de absceso pero sin presencia de datos de sepsis,
tención, ya que por un mecanismo no muy bien en- haciendo sólo un drenaje mínimo del material purulen-
tendido que pudiera estar relacionado con la gra- to, retirando uno o dos puntos, colocando tubos de irri-
nulación alterada en sitios donde se implanta gación y succión, y haciendo estas irrigaciones/succio-
(formación de granuloma a cuerpo extraño peri- nes en forma ambulatoria dos o tres veces al día; con ello
protésico) estas heridas tienden a reinfectarse con ha logrado la resolución del cuadro infeccioso sin los in-

Figura 72--8. Herida y lecho con malla de polipropileno ya sin datos de infección. Se coloca un implante de colágena más gentami-
cina para hacer un cierre secundario sin riesgo de reinfección.
Manejo de la infección en hernioplastias con malla 621

Figura 72--9. Paciente que presentó absceso profundo. En la etapa inicial se drena a través de una pequeña incisión dejando un
tubo para irrigación y succión, con lo que se logra una recuperación menos prolongada.

convenientes del periodo de granulación abierta (figura cuando no se actúa en forma rápida, el siguiente estadio
72--9). Su inconveniente radica en el hecho de no poder será el de una peritonitis. Definitivamente, la vía de
valorar la zona afectada ni su evolución, con la posibili- abordaje para revisión y drenaje del absceso debe ser la
dad de que se agrave la situación si no se tiene una vigi- laparoscópica, con lavado del área operada y de la cavi-
lancia estrecha del paciente. dad si ya hubo contaminación, desbridación del tejido
necrótico, retiro de malla y material de fijación si se
considera conveniente, y finalmente drenaje de cavi-
Infección aguda posplastia laparoscópica dad. Se evaluará la necesidad de relaparoscopias de re-
visión y lavado de acuerdo con la evolución del paciente
Los aspectos básicos son los mismos, pero vale la pena hasta la resolución del cuadro infeccioso.
hacer algunas consideraciones respecto a los problemas
cuando los pacientes son operados por vía laparoscópi-
ca. Como ya se dijo, las infecciones de las heridas de RETIRO DE LA MALLA,
puertos laparoscópicos son raras y no afectan a la próte- EN INFECCIÓN AGUDA
sis por encontrarse muy distantes del sitio del defecto
herniario donde fue implantada la malla. Casi en su tota-
lidad son infecciones profundas que involucran el área
disecada del defecto herniario y la malla implantada, si- En apariencia podría pensarse que el estándar de oro en
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tios en donde se formará el material purulento. el manejo de un paciente operado de hernioplastia con
La presentación clínica varía, ya que habitualmente una infección de herida que involucra a la malla debería
no hay muchos signos locales de infección y sólo rara ser el retiro de dicho material, pues favorece que se alar-
vez el material purulento drena a la piel abriendo un tra- gue el periodo exudativo, con lo que se hace difícil que
yecto espontáneo por vía anterior. Su cuadro clínico es dicha herida sane. Sin embargo, esto no es así en la prác-
más bien el de un paciente con más dolor que el habitual tica. Por las publicaciones al respecto existe evidencia
en la región operada con hipertermia, datos incipientes de que el manejo conservador de las heridas quirúrgicas
de sepsis e íleo paralítico reflejo prolongado. En ocasio- infectadas con la presencia de una malla evolucionan
nes se ha observado a pacientes con síntomas insidiosos hacia el éxito en un porcentaje de 50 a 70% de los casos
que finalmente presentan estado de choque con mal pro- sin necesidad de retirar el material protésico.1 Más que
nóstico, antes de que se piense en un cuadro de infec- la presencia del material extraño (que en este caso se tra-
ción. Ya que la tendencia natural es a drenar el material ta de una malla), la composición física o el tipo de mate-
purulento en forma espontánea a la cavidad peritoneal rial protésico son la variable más significativa para pre-
622 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

Figura 72--10. A pesar de la infección franca en una malla macroporo y multifilamento, el manejo conservador con lavados fre-
cuentes llega a salvar la malla y se produce integración y granulación.

decir la evolución de la infección; es decir, hay su sitio a menos que estén francamente desprendidas de
materiales que definitivamente toleran mejor un proce- sus puntos de fijación.16
so infeccioso que otros, como los materiales macropo- Retirar una malla por un proceso infeccioso en el pe-
rosos y de monofilamento (figura 72--10), y por otro la- riodo posoperatorio inmediato llevará al paciente a una
do existen los que no toleran la presencia de un proceso recidiva en 100% de los casos; sin embargo, no se consi-
infeccioso, como los microporosos y los multifilamen- dera prudente intentar durante esta etapa exudativa una
tosos, que aunque llegaran a salvar la etapa aguda que- plastia con puntos de sutura, puesto que el proceso in-
darían colonizados por bacterias o biofilms, por lo que feccioso hará fracasar esta plastia por la colagenólisis
la erradicación del foco séptico sería prácticamente im- intensa de los tejidos en esta área. Si aún así se decide
posible. efectuarla, la sutura siempre deberá ser realizada con
Si la malla implantada es microporo (PTFEe) o mi- material monofilamento y no absorbible, para lograr el
cro--macroporo (poliéster tradicional) la mejor conduc- mínimo riesgo de colonización.
ta es retirarlo, pues rara vez se logrará salvarla (figura Siempre existe en estos casos la tentación de realizar
72--11). Todas las mallas macroporo deberán dejarse en una plastia con material protésico biológico (submuco-

Figura 72--11. Paciente con seis meses de operada e infección crónica de la malla de PTFEe; en el momento de realizar la explora-
ción quirúrgica se aprecia material purulento en su lecho. Este tipo de mallas microporosas nunca pueden salvarse en los procesos
infecciosos, siendo necesario retirarlas.
Manejo de la infección en hernioplastias con malla 623

sa intestinal o dermis porcina) debido a que estas mallas INFECCIONES CRÓNICAS


se promocionan como resistentes a los campos contami-
nados. Si bien resisten la contaminación en un porcenta-
je que no se ha determinado de manera adecuada, defi-
nitivamente no toleran la infección, y si son colocadas Las infecciones crónicas por lo general son el resultado
en esta etapa en ambientes francamente purulentos se de una colonización bacteriana de la malla que se mani-
estará condenando a que la malla biológica se infecte sin fiesta como granulomas en la piel con trayecto fistuloso,
remedio, desperdiciando así un recurso sumamente cos- extrusión de la malla parcialmente por la herida, fístulas
toso. intestinales cuando la malla quedó en contacto con asas
Un punto interesante y que habitualmente no se trata intestinales y finalmente mallas que erosionaron la piel
es el manejo que se debe dar a la herida desbridada por y después se encuentran expuestas con colonización.
una infección aguda en la que se retira el material proté- Su presentación suele ser insidiosa con la aparición
sico y se produce una exposición de las asas intestinales espontánea de la fístula o el granuloma recidivante con
a través del defecto herniario. drenaje continuo de material purulento, y en ocasiones
Es un problema poco usual tratándose de hernias in- posterior a una infección aguda posoperatoria inicial
guinales, a menos que éstas hayan tenido un anillo her- que no se resolvió adecuadamente. En otras son poste-
niario muy grande. En estos casos se tratará de reducir- riores a infecciones tardías. En las reparaciones laparos-
las y de aproximar tejido musculoaponeurótico con cópicas, al contrario de las infecciones agudas que tien-
puntos de material monofilamento no absorbible sólo den a drenar a la cavidad, las infecciones crónicas tienen
para lograr su contención en lo que inicia el proceso de tendencia a fistulizar la piel anterior de la pared abdomi-
granulación. Se tendrá cuidado con la aparición de datos nal.
de infección intraperitoneal. El problema real es en las El abordaje diagnóstico es básicamente clínico ante
hernias ventrales y las incisionales con defectos am- la presencia de un granuloma o trayecto fistuloso sobre
plios. Si no logra salvarse el peritoneo y las asas se ex- la herida quirúrgica de una hernioplastia o en su perife-
ponen es obligado el manejo como abdomen abierto ria (figura 72--12). Se hará con mayor facilidad si por al-
contenido, tal y como sucede en caso de sepsis abdomi- guno de estos orificios se visualiza un segmento de la
nal por cualquier otro tipo de etiología. malla utilizada. Las fistulografías podrían orientar
Si después de la resolución del proceso infeccioso cuando estos trayectos se encuentran distantes de la zo-
con cicatrización completa de la piel el paciente presen- na operada o cuando existe fístula intestinal, para deter-
ta una recidiva de su hernia se planeará una nueva plas- minar el nivel del intestino afectado. En algunos casos
tia con los lineamientos que se recomiendan más ade- el uso de la ultrasonografía o de la tomografía axial po-
lante. drá mostrar la extensión del proceso inflamatorio, la
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Figura 72--12. Paciente femenina operada de hernia incisional en hipogastrio reparada con una malla compuesta (polipropileno
pesado más PTFEe). Cuatro meses después presentó un granuloma agudo, el cual al desbridarlo presentó un trayecto fistuloso
que va hacia la malla
624 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

Figura 72--13. A. Ultrasonido que muestra proceso inflamatorio


A con formación
B de líquido y una malla parcialmente desprendida.
B. TAC de paciente con una malla de PTFEe supraaponeurótica que forma un malloma (meshoma), y proceso inflamatorio por
infección y trayecto fistuloso a piel.

presencia de colecciones, la posición de la malla o la sión anterior cuando fue realizada por vía abierta. Al lle-
presencia de meshomas que orientarán sobre el escena- gar al sitio de la malla implantada se tendrá cuidado de
rio que habrá que manejar (figura 72--13). retirar todos los segmentos de malla desprendidos o no
La única solución en estos casos crónicos es erradicar integrados, el material de fijación si aún existe, inclu-
el foco de contaminación, que es la malla, independien- yendo los dispositivos preperitoneales si fuera el caso
temente del tipo de que se trate. Ante la cronicidad todas (conos, hoja interna del PHS o UHS, o parches preperi-
las mallas, incluyendo las macroporo, deben ser retira- toneales), teniendo precaución en la disección de estos
das. Si además existiera alguna fístula intestinal se pro- segmentos de malla con elementos importantes como
cederá a las resecciones intestinales necesarias con sus arteria o vena iliaca, vejiga o conducto deferente, para
respectivas anastomosis (figura 72--14). evitar lesionarlos (figura 72--15). Se hará una desbrida-
Durante la intervención para el retiro del material ción de todo el tejido de granulación circundante. Siem-
protésico se aborda habitualmente por la misma inci- pre existen segmentos de malla que se encuentran bien

Figura 72--14. Retiro de malla por proceso infeccioso crónico y fístula intestinal que además requirió resecciones intestinales múl-
tiples.
Manejo de la infección en hernioplastias con malla 625

Figura 72--15. Infección crónica por plastia inguinal con técnica de cono y parche fabricado manualmente. Se aprecian los dos
trayectos fistulosos por los cuales drena material purulento. Momento de la cirugía en el que se retira el parche libre en forma de
malloma y el cono infectados.

integrados y sin evidencia de infección o colonización. cuando este anillo no está muy dilatado (figura 72--16).
En estos casos queda a criterio del cirujano dejarlos in Si se decide hacerlo por vía laparoscópica la ventaja es
situ si son de material monofilamento macroporo, pues que se tendrá una visualización completa del área opera-
la disección extensa podría causar un daño mayor, aun- da y la resección de la malla se hará siempre bajo visión
que siempre teniendo en mente que pudiera representar directa, aunque con los inconvenientes mencionados de
un foco de reaparición de la infección. Si el material es contaminación de la cavidad peritoneal, menor fuerza
microporo recomienda retirar la totalidad de la malla, de las tijeras para seccionar segmentos de malla y fibro-
incluyendo los segmentos que parezcan bien integra- sis intensa, y finalmente dificultad en el momento de la
dos, pues el riesgo de recidiva de la infección es grande. extracción de segmentos grandes o endurecidos de pró-
Si la hernioplastia inicial fue realizada por vía lapa- tesis por los trocares.
roscópica existe la controversia de abordar al paciente
por la misma vía laparoscópica o por vía anterior abierta
para el retiro de la prótesis. Hacerlo por vía abierta redu- CONDUCTA ANTE EL RETIRO DE
ce la posibilidad de contaminación de la cavidad perito- MALLA EN INFECCIONES CRÓNICAS
neal con material purulento y evita la situación de no po-
der extraer un segmento de malla endurecido o
meshoma a través de un trocar, lo que en ocasiones es
imposible. Facilita también la resección de la malla en Retiro de malla y plastia diferida
los sitios donde esté bien integrada. Sin embargo, si la
región afectada es la inguinal, esta maniobra de retiro de Son inconsistentes los reportes en relación al porcentaje
malla se tendrá que hacer a través del orificio inguinal de recidivas posterior al retiro de la malla en etapa tardía
interno, lo que en ocasiones es casi a ciegas, sobre todo de la cirugía por una colonización de la malla. Durante
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Figura 72--16. Paciente operado de plastia inguinal laparoscópica tipo TAPP dos años antes. Presenta infección tardía y aparición
de dos trayectos fistulosos. Se retira la malla de polipropileno por vía anterior a través del anillo inguinal profundo.
626 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

algún tiempo se pensó que al retirar una malla la reac- Retiro de malla y plastia
ción fibrosa creada por el tiempo de permanencia de es- con malla sintética
ta malla ocluiría el defecto herniario y haría poco facti-
ble una recidiva herniaria. En la actualidad se sabe que Parecería aventurado efectuar un retiro de malla por in-
esta posibilidad es mínima y sólo podría darse en defec- fección crónica y en el mismo instante realizar una nue-
tos herniarios iniciales mínimos y en pacientes sin alte- va plastia con material sintético. Evidentemente, esto
raciones de la colágena o herniosis. De lo contrario, este sólo se hará cuando el proceso infeccioso haya sido me-
tejido fibroso volverá a distenderse y habrá protrusión nor y se haya retirado en su totalidad la malla previa y
herniaria tarde o temprano casi en 100% de las ocasio- el tejido desvitalizado con un buen lavado de la región.
nes. Siempre se usará una malla monofilamento, macroporo
Si fue mucha la contaminación o la cantidad de mate- y de preferencia ligera de polipropileno. Las suturas re-
rial purulento encontrada deberá manejarse como una comendadas serán de monofilamento, de preferencia de
herida abierta con cierre por granulación o diferido. absorción lenta, o grapas absorbibles, cuando la vía de
acceso sea laparoscópica. No hay muchos casos de esta
conducta ni se han publicado, por lo que todos, inclu-
Retiro de malla y plastia yendo los del autor y su grupo, de momento son tan sólo
a tensión con suturas anecdóticos.
Tratando de disminuir la posibilidad de reinfección,
Cuando no existe mucha contaminación, granuloma o ellos han agregado en algunos de sus casos placas de co-
tejido desvitalizado, parecería que el efectuar una plas- lágena más gentamicina (GaracollR) (figura 72--17) a
tia inmediata con sutura sería lo menos agresivo y de al- manera de malla sobre la malla de polipropileno, tam-
ta efectividad. bién sin reinfecciones hasta el momento.
Si se elige esta modalidad hay algunos cuidados es- Otra modalidad de esta conducta es la realizada por
peciales, como no haber encontrado mucha contamina- Gil en la que efectúa una resección en bloque que inclu-
ción y utilizar sólo material de sutura monofilamento y ye cicatriz de piel, malla y tejido desvitalizado circun-
no absorbible. Los resultados de este tipo de conducta dante con técnica aislada que al final deje un campo qui-
son igualmente controversiales,10 pues en hernias ingui- rúrgico limpio, sin malla y sin contaminación para la
nales existe el reporte de Muschaweck en Alemania11 colocación de una malla ligera de polipropileno, con las
con recidivas inguinales de sólo 5%; sin embargo, la ex- mismas maniobras mencionadas anteriormente para su
periencia del autor es que 75% de estos casos inguinales fijación (figura 72--18). Para esta modalidad de resec-
recidivarán. En las hernias incisionales el porcentaje de ción en bloque es necesario tener una tomografía preo-
recidiva es comprensiblemente mayor y por lo tanto po- peratoria que muestre la extensión del proceso inflama-
co recomendable (80 a 100%). El autor no tiene reportes torio y delimitar el área de resección para lograr el retiro
del porcentaje de reinfecciones con esta modalidad de de la malla a ciegas.
manejo.

TIEMPO DE ESPERA PARA


Retiro de malla y plastia LA PLASTIA DIFERIDA
con malla biológica

Ésta pudiera ser una de las pocas indicaciones reales de Parece increíble, pero no hay ninguna base científica
las mallas biológicas, pues al tolerar áreas contamina- que diga cuál es el tiempo adecuado para reoperar a un
das (no infectadas) puede servir para la realización de paciente al que se le haya retirado la malla por un proce-
una plastia inmediata. Sin embargo, deberá tenerse en so infeccioso agudo o crónico y que haya recidivado,
mente que estas mallas no tienen una permanencia cons- para asegurar que no tiene riesgo de reinfectarse. Se ha
tante, y en el término de 18 a 36 meses las mallas habrán tomado como base generalizada un periodo de espera de
desaparecido quedando sólo tejido nativo del paciente, seis meses, pero esta conducta no deja de tener aspectos
que de presentar herniosis estará condenado a una pro- empíricos.12
bable recidiva. Al realizar esta plastia habrá que recordar que, inde-
El cirujano deberá valorar el riesgo--beneficio de este pendientemente de si es inguinal o ventral, deberá efec-
tipo de malla. tuarse profilaxis antibiótica (por un mayor porcentaje
Manejo de la infección en hernioplastias con malla 627

Figura 72--17. Retiro de tapón y parche con infección crónica en los cuales se aprecia mínima presencia de material seropurulen-
to. Se decide efectuar en el mismo acto una plastia con técnica de Gilbert (PHS) y adición de un parche de colágena gentamicina
de protección.

de infecciones con el antecedente de infección previa), encuentra algún sitio con tejido de granuloma con o sin
usar mallas sintéticas no absorbibles, monofilamento, infección aparente quedará a criterio del cirujano seguir
macroporo, y fijación con suturas monofilamento de difiriendo el procedimiento o utilizar cualquiera de las
absorción lenta o grapas absorbibles. Si al reoperar se opciones ya mencionadas en el manejo del paciente.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 72--18. Resección en bloque y plastia inmediata. Hernioplastia subcostal infectada con malla de polipropileno. Se realiza
TAC y se valora el bloque por resecar cuidando de minimizar la posibilidad de contaminación para realizar una plastia inmediata
con nueva malla.
628 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 72)

Figura 72--19. En la parte superior, una erosión de malla de origen no infeccioso a tres años de operado. Se resecó el segmento
de malla, con lo que epitelizó rápidamente. Se perdió el seguimiento del paciente y se ignora si existió recidiva. En la parte inferior,
malla infectada y colonizada a los seis meses de la operación. Se retira el segmento de malla y tres meses después el defecto
herniario crece, ayudado por la contracción de la malla que agranda el orificio.

Figura 72--20. Maniobra para evitar resecar el área de malla expuesta, efectuando una apertura en la malla que permita la desbri-
dación. Se cierra al final de cada curación, y esto permite la adecuada reepitelización.
Manejo de la infección en hernioplastias con malla 629

MALLAS EXPUESTAS POR EROSIÓN Una maniobra ingeniosa descrita por Gil ha resuelto
DE PIEL DE ORIGEN INFECCIOSO este problema. En lugar de resecar el segmento de malla
O NO INFECCIOSO expuesta se efectúa un corte sobre la malla con bisturí
o tijera lo suficientemente grande para desbridar y le-
grar el lecho no cicatrizado y remover material fibrino-
purulento si lo hubiera. Al final de este procedimiento
se aproximan los bordes de la malla con puntos separa-
Como último tópico se describirá un problema que se dos de cualquier sutura monofilamento. De acuerdo con
presenta con relativa frecuencia después de desbridar su evolución, cada vez que sea necesario se retiran las
un absceso o cuando la cubierta de piel es delgada y sin suturas y se realiza una nueva curación, hasta que el le-
tejido celular subcutáneo en contacto directo con la ma- cho se encuentre limpio o se haya iniciado de nuevo su
lla, lo que genera erosión de la piel sin infección inicial, proceso de granulación, cubriendo la malla paulatina-
aunque con colonización posterior que impide su reepi- mente. Cuando se aprecie que ya no será necesario hacer
telización. estas maniobras de curación se cerrará definitivamente
Inicialmente el manejo de estas situaciones era rese- la apertura de la malla con sutura de polipropileno en
car el segmento de malla expuesto para poder desbridar surjete para que no exista la posibilidad de separación
el tejido infectado por debajo de ésta en los casos de in- de estos bordes. Si se detiene el proceso de granulación
fecciones, o en los casos de erosión espontánea por de- o de reepitelización se puede volver a efectuar este pro-
sesperación del cirujano y del paciente después de uno cedimiento (figura 72--20).
o dos años de estar esperando que se cubriera la malla
con tejido de granulación sin conseguirlo. En el caso de
resecar la malla en periodos tempranos de la plastia por
infecciones agudas era de esperarse la recidiva; sin em- CONCLUSIONES
bargo, se pensaba que en los casos que tenían más tiem-
po y no habían sido originados por infección recortar un
segmento pequeño tendría como protección el tejido fi-
brótico producido por la malla. Por un lado, el autor ya Paulatinamente se gana experiencia en el manejo de las
explicó que este material fibrótico no protege contra las infecciones de herida que involucran a las mallas utili-
recidivas y, por el otro, se dio cuenta de que una vez que zadas para el manejo de una hernioplastia. Muchos de
se retiraba un segmento, por pequeño que fuera, paulati- los procedimientos realizados hasta el momento no
namente iba creciendo debido a la contracción pasiva de cuentan del todo con bases científicas, pero la experien-
las mallas (20 a 40% en el transcurso de los primeros cia diaria, el ingenio y en ocasiones romper paradigmas
cinco años), lo que hace que en el término de 6 a 12 me- de manejo tradicional han llevado al autor y a su grupo
ses aparezca una recidiva y el defecto vaya creciendo a resolver el problema infeccioso y a salvar más mallas
poco a poco (figura 72--19). que eviten recidivas y reoperaciones.

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Capítulo 73
Tumores de la pared abdominal
Gerardo Gil Galindo

INTRODUCCIÓN milar al tendón”. Es una neoplasia que se origina de los


tejidos musculoaponeuróticos, ya sea de la pared abdo-
minal o de cualquier otra región. Aunque clínicamente
es una lesión histológicamente benigna, puede tener un
La pared abdominal en todas sus capas está compuesta comportamiento más agresivo y con margen mal defi-
de varios tipos de tejidos; todos ellos son capaces de de- nido, sin cápsula, infiltra los planos musculares y fas-
sarrollar neoplasias como en cualquier parte de los teji- cias vecinas, tiene pobre celularidad y vascularización.
dos blandos de la economía, algunas primarias y otras A pesar de esto rara vez se encuentra degeneración o ne-
secundarias a otros eventos, como traumatismos. crosis y por fortuna no tiene potencial de metástasis.
Deben tomarse en cuenta estas tumoraciones que se
desarrollan en la pared abdominal, pues para muchos ci-
rujanos cualquier aumento de volumen en la pared ab- Etiología
dominal es igual a hernia. Sin embargo, el conocimiento
de la patología no herniaria de la pared, aunado a una La etiología no se ha definido claramente; se considera
buena semiología de dicho aumento de volumen, per- que existe algo de influencia de los estrógenos, ya que
mitirá hacer un adecuado abordaje diagnóstico y tera- se ve con mayor frecuencia en mujeres jóvenes, aunque
péutico de las mismas. no es exclusiva de este grupo. Existen casos en pacien-
Se hará una descripción de las lesiones que mayores tes varones y de la quinta década de la vida. También se
consideraciones merecen debido a su comportamiento ve con mayor frecuencia en pacientes con cicatrices de
clínico, ya que unas se comportan de forma benigna y incisiones quirúrgicas de cesáreas. Su presentación de
otras son de comportamiento incierto. tumor con alto contenido de tejido fibroso y bien dife-
renciado hace pensar que hubo un momento en la fase
proliferativa de la cicatrización en que la migración de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fibroblastos fue desordenada.


TUMOR DESMOIDE

Incidencia

Generalidades Los tumores desmoides en general representan 3% de


los tumores de partes blandas, y de ellos 50% son de lo-
La lesión primaria que merece mayor atención es el tu- calización abdominal. Se diagnostican tres nuevos ca-
mor desmoide, también llamado fibromatosis musculo- sos por cada millón de habitantes.1 En una revisión re-
aponeurótica o fibromatosis agresiva. El término trospectiva de 28 años Plascencia encontró que 66% de
desmoide proviene del griego desmos, que significa “si- ellos correspondían a la pared abdominal.2

631
632 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 73)

En cuanto a la edad, puede presentarse desde los 10 poliposis familiar múltiple, ya que con frecuencia se
hasta los 40 años, presentándose con igual frecuencia en asocian e incluso pudiera conformarse el síndrome de
hombres y en mujeres menores de 15 años. Sin em- Gardner.
bargo, se ha descrito que en la mujer en la tercera década
de la vida es la presentación más frecuente, y se describe
de preferencia (94%) en mujeres que han tenido un hijo Diagnóstico
o más.3
La frecuencia de tumores desmoides en pacientes Una ecografía simple de pared abdominal ofrece poca
con poliposis familiar múltiple (PFM) es más alta y pue- información útil. El ultrasonido tendrá que ser en modo
de llegar hasta 10 a 20% vs. la población general. Una Doppler para que dé información respecto a la vascula-
persona con PFM tiene un riesgo de desarrollar tumor ridad de la tumoración y así permita descartar otras pa-
desmoide 852 veces mayor; incluso los tumores des- tologías, como endometriomas o hematomas. El endo-
moides son la segunda causa de muerte en pacientes con metrioma es rico en vasos, mientras que el desmoide
PFM, ya que aparecen también en forma intraabdomi- tiene una irrigación muy pobre y el hematoma es avas-
nal, de tal modo que comprometen estructuras y órga- cular.
nos vitales.4 Otro estudio indicado es una tomografía axial con-
trastada que permita ver dimensiones y planos involu-
crados para planear una cirugía reconstructiva en el
Cuadro clínico mismo tiempo quirúrgico. Si no se puede diferenciar de
hematomas o endometriomas a pesar de los estudios de
El paciente típico es una mujer en la tercera década de imagen se deberá practicar una biopsia con aguja fina o
la vida que tuvo un parto o cesárea reciente. Cuando se de tru--cut. La punción debe efectuarse en el sitio donde
trata de varones existe el antecedente de cirugía. se practicará la incisión quirúrgica, para que el sitio de
La manifestación principal es una tumoración más o punción sea incluido en la pieza. La TAC confirma que
menos definida, no reductible, de crecimiento lento y el tumor no sobrepasa la línea media (figura 73--2).
por lo general no es dolorosa. Cuando llega a doler es
porque existe compromiso nervioso. Suele verse más en Tratamiento
la región infraumbilical, y rara vez sobrepasa la línea
media; cuando se hace el diagnóstico generalmente el El objetivo del tratamiento quirúrgico consiste en reali-
tamaño es de 5 a 10 cm (figura 73--1). zar una resección amplia con márgenes libres de tumor
Cuando se está ante un desmoide clínicamente hay microscópico, y el cirujano siempre debe estar cons-
que ser acuciosos en la historia clínica y buscar datos de ciente de que este tipo de tumor es engañoso, pues se
puede caer en la tentación de hacer una resección más
limitada pero pagar el precio de la recidiva. Los márge-

Figura 73--1. Paciente masculino de 60 años de edad con Figura 73--2. Tomografía de paciente masculino de 60 años
tumor desmoide. En la figura 73--2 se muestra la tomografía de edad con tumor desmoide. Se aprecia que la línea media
de este paciente. no está rebasada.
Tumores de la pared abdominal 633

Cuadro 73--1. Opciones de tratamiento


de los tumores desmoides
Resección amplia con bordes Cirugía
libres
Bordes cercanos Cirugía más radioterapia
Imposible operar por probable Radioterapia
secuela grave

mejor control de la enfermedad locorregional después


de recidivas, aunque no hablan específicamente de loca-
lización en la pared abdominal.8--10 De acuerdo a las
condiciones anatómicas y de resultados quirúrgicos se
presentan diversas opciones de tratamiento (cuadro
73--1).
Figura 73--3. Resección de un tumor desmoide de 3.5 cm
donde se incluye el peritoneo parietal y las adherencias de Pronóstico
epiplón.
Se describen recidivas tan altas como de 30 a 50% en los
casos asociados a una resección limitada después de una
nes recomendados deben ser de cuando menos 2 cm e recidiva; una nueva cirugía generalmente será más mu-
incluir el peritoneo (figura 73--3).5 tilante y menos efectiva. Por ello la primera cirugía debe
Se debe enviar la pieza a estudio histopatológico ser muy amplia y se conseguirán resultados muy satis-
transoperatorio para asegurarse de que los bordes están factorios, como lo reporta Avisse.11
libres, y en el mismo tiempo quirúrgico efectuar una re- El autor de este capítulo ha tratado a tres pacientes,
construcción de la pared abdominal utilizando material logrando en todos ellos una resección completa; ningu-
protésico conforme al sitio de la lesión y las dimensio- no ha recidivado, y a todos se les ha dado seguimiento
nes del defecto. Mientras sea factible anatómicamente, durante más de tres años.
debe preferirse una reconstrucción con técnica de Ri-
ves--Stoppa utilizando polipropileno ligero de tejido
amplio, y el defecto resultante se puede cerrar. Si no es ENDOMETRIOMA
así se debe recurrir a opciones como separación de com-
ponentes, o bien colocar una malla de polipropileno pe-
sado, dejar el defecto abierto y efectuar una sutura coro-
Los implantes endometriales son una entidad bien co-
nal entre el borde del defecto y la malla. Si no existe
nocida por los ginecólogos; se han descrito en muchas
lecho peritoneal se debe emplear una malla separadora
partes del cuerpo, principalmente en órganos pélvicos,
de tejido. La amplia disponibilidad de materiales proté-
pero también fuera de la pelvis, siendo la pared abdomi-
sicos permite efectuar resecciones amplias con la segu-
nal un sitio frecuente. Cuando este tejido endometrial
ridad de que se conseguirá una buena reconstrucción de
llega a otro sitio sin existir previamente algún tipo de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la pared sin necesidad de realizar grandes colgajos mio-


intervención médico--quirúrgica se denomina endome-
fasciales.6
triosis. A diferencia de las endometriosis de hueco pél-
Bertani y col. reportaron en 2009 una serie de 14 pa-
vico, en la pared abdominal es más frecuente el implan-
cientes con 55 meses de seguimiento sin recurrencia
te iatrógeno ocasionado por una “siembra” de tejido
después de una resección con bordes libres mayor de 1
endometrial durante una operación cesárea; es decir,
cm.7
ésta es una tumoración secundaria. Con raras excepcio-
La oncología médica propone el uso de radioterapia
nes puede encontrarse endometriosis en el ombligo.12
adyuvante para el tratamiento de lesiones recurrentes o
cuya resección no alcance los bordes oncológicos de-
seados. Sin embargo, en la pared abdominal esta moda- Incidencia
lidad no es tan recomendable debido a los efectos secun-
darios que la radioterapia puede ocasionar en los La endometriosis de piel y tejidos blandos no es común;
órganos intraabdominales. Algunos autores reportan un se reporta una incidencia de 3.5% donde por razones de
634 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 73)

vecindad la pared abdominal es la más común. Que una trada y col. describen una tríada de dolor (asociado a
pared abdominal intacta sea asiento de una endometrio- menstruaciones, antecedente de cesárea y tumoración
sis es aún más raro. en la cicatriz) como altamente sugestiva de endometrio-
Se describen cifras de hasta 20%, lo cual se considera ma.15 Cuando la lesión es umbilical puede presentarse
alto. En el hospital del autor y su grupo esta frecuencia un leve sangrado transumbilical en cada ciclo mens-
es de sólo 5%. trual.
Loabat Geranpaye y col. reportan tres casos de endo-
metriosis primaria de la pared. La incidencia de endo-
metriosis de ombligo es de 0.05 a 1% de las endometrio- Diagnóstico
sis.13,14 La posibilidad de desarrollar un endometrioma
después de una cesárea es de 0.03 a 0.4%. Un cirujano habituado a ver patología de la pared abdo-
minal generalmente puede llegar al diagnóstico con los
datos clínicos sin problema; sin embargo, en caso de
Cuadro clínico duda pueden utilizarse las opciones de imagen.

El tejido endometrial generalmente se implanta en la S Ultrasonido. Es un buen método para el diagnós-


aponeurosis o en el TCS, lo que permite identificar una tico. Puede dar información respecto a las dimen-
tumoración firme mal delimitada de superficie micro- siones. Se encuentra una tumoración hipoecoica
nodular, no reductible y no móvil, en una paciente gene- con bordes mal definidos pero este borde es hiper-
ralmente joven que tiene el antecedente de una cesárea. ecoico. Da también la ubicación supraaponeuróti-
Este antecedente lleva a muchos cirujanos a pensar que ca o infraaponeurótica. Lo más recomendable es
están frente a una hernia incisional incarcerada. Su pre- utilizar el modo Doppler, que permita diferenciar-
sentación habitual es menor de 4 o 5 cm, ya que el dolor la de un desmoide debido a su alto flujo sanguíneo,
obliga a la paciente a buscar ayuda antes de que adquie- e incluso en ocasiones se puede identificar un pe-
ra un mayor tamaño. dículo (figuras 73--5 y 73--6).16,17
Como se trata de tejido endometrial, podría pensarse S Tomografía. Pudiera pensarse que es el estudio
que el dolor es cíclico y coincidente con los periodos ideal para el diagnóstico; sin embargo, da infor-
menstruales; sin embargo, el dolor cíclico sólo se ve en mación similar a la que puede dar la ecografía y
30% de las pacientes, y en el resto de los casos refieren habitualmente no se solicita por ser más cara y re-
un dolor continuo (figura 73--4). querir material de contraste intravenoso (figura
En ocasiones el dolor es tan intenso que se han pro- 73--7). La tumoración da la misma densidad que el
gramado las pacientes como urgentes pensando que se músculo. Esta diferencia puede delimitarse mejor
trata de una hernia incisional incarcerada. Esquivel Es- con una RMN, aunque es poco práctico hacerlo.18

Figura 73--4. Paciente con tumoración bajo una cicatriz de Figura 73--5. Ecografía de un endometrioma. Se identifica
cesárea. la lesión hipoecoica por arriba de aponeurosis.
Tumores de la pared abdominal 635

Habitualmente no es necesario ofrecer terapia hor-


monal para complementar el tratamiento. Recuérdese
que estas lesiones son implantes durante una cirugía gi-
necológica, casi siempre cesárea, y no tienen las mani-
festaciones de una endometriosis abdominal.
Carrafiello reportó en el año 2009 un caso de abla-
ción mediante radiofrecuencia percutánea guiada por
ecografía, con buen resultado.19

Pronóstico

El diagnóstico preoperatorio es fundamental en el pro-


nóstico de esta entidad, como lo demuestran Carvajal y
col. en una revisión de 14 años, donde la mayor recidiva
Figura 73--6. Ecografía Doppler de un endometrioma donde la encontraron en los casos en que el diagnóstico preo-
se aprecia la vascularidad de la lesión. peratorio había sido erróneo.20

Experiencia del autor


Tratamiento
En los últimos cuatro años se ha tratado a 22 pacientes
La conducta más ampliamente aceptada es la resección con diagnóstico de endometrioma. La certeza diagnós-
quirúrgica. Requiere márgenes amplios para evitar la tica preoperatoria fue de 64% entre cirujanos no dedica-
recurrencia, pero no de magnitud oncológica. El endo- dos a la pared y de 88% entre cirujanos que ya habían
metrioma tiene la particularidad de que no es una entidad tenido entrenamiento en la unidad de hernias. Sólo una
cuyo diagnóstico preoperatorio se haga con regulari- de ellas recibió tratamiento hormonal adyuvante (figura
dad. Se reportan cifras de 40 a 60% de certeza diagnós- 73--8).
tica preoperatoria, lo que da lugar a que no se tomen los
márgenes suficientes y aparezcan recurrencias. Cuando METÁSTASIS A LA PARED ABDOMINAL
la tumoración está incluida en los tejidos aponeuróticos
de la pared se deben incluir éstos en la resección y prose-
guir con una reconstrucción de la pared, siempre con los
mismos principios con que se debe reparar una hernia Las metástasis de neoplasias de otros sitios a la pared
incisional en cuanto a técnica y a la selección del mate- son raras. Con el advenimiento de la cirugía laparoscó-
rial protésico.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 73--7. Tomografía donde se aprecia una lesión de Figura 73--8. Corte de un endometrioma. Se puede apreciar
bordes mal definidos y densidad similar al músculo. el aspecto glandular y algo de hemorragia en la periferia.
636 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 73)

pica se han visto implantes de cáncer de vesícula en el A veces la primera manifestación de los tumores de
sitio de los trocares, lo que ha disminuido con el uso de origen intraabdominal es una metástasis al ombligo, co-
bolsas de extracción. nocida como nódulo de la hermana María José. Se ve
En ocasiones un gran tumor de colon puede invadir como una lesión oscura en el ombligo, no dolorosa y pé-
estructuras de la pared; en estos casos debe intentarse la trea. Generalmente proviene del tubo digestivo en el
extirpación de la lesión primaria y la afección de la pa- varón y del ovario en la mujer. El tratamiento de estas
red, aunque el pronóstico es malo. lesiones será dictado por la lesión primaria.

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Capítulo 74
Manejo estético--funcional de la pared
abdominal en eventroplastias
Claudio Darío Brandi

INTRODUCCIÓN casos de escasa adiposidad, hasta las Ap circunferencia-


les en pacientes superobesos.

Se entiende por dermolipectomía (DL) o abdomino- DERMOLIPECTOMÍA


plastia (Ap) la resección quirúrgica de un segmento de
piel y tejido celular subcutáneo (TCS) redundante o ex-
cesivo.1,3,14,15 La asociación de reparar defectos hernia-
rios de la pared abdominal con la DL es una práctica an- Las DL pueden ser indicadas por necesidad, por estética
tigua. Comenzó debido a la necesidad de resecar la piel o por ambos factores.3 El simple exceso de piel y TCS
y TCS redundante en las grandes hernias umbilicales. es suficiente para indicar esta cirugía, pero en casos aso-
La descripción original corresponde a Kelly, en 1899, ciados a eventraciones (Ev) muchas veces se vuelve una
quien realizaba una gran incisión horizontal centroab- necesidad a fin de evitar los espacios muertos, los colga-
dominal. En 1916 Babcock introdujo las DL medianas jos redundantes y la necrosis de los extremos dermocu-
verticales. Posteriormente Thorek propuso en 1924 la táneos. En otros casos, si bien el objetivo principal es re-
incisión horizontal baja que marcó el inicio de las DL solver la Ev, se agrega la intención de resolver ésta y el
estéticas modernas.1,3,5,8,12,14 Finalmente, en 1967 las exceso dermocutáneo con un agradable resultado esté-
DL ganaron una gran aceptación con los refinamientos tico (figura 74--1). Las DL pueden ser verticales, hori-
estéticos y la transposición umbilical difundidos por Pi- zontales, combinadas (verticales más horizontales, en
tanguy.13,14 Desde entonces se ha ido agregando una flor de lis o ancla) o circunferenciales, dependiendo del
gran variedad de incisiones, detalles y modificaciones exceso adiposo y de la localización de la Ev.
personales, aunque los fundamentos siguen siendo los Las incisiones verticales son las que peor resultado
mismos.3,14,15 estético ofrecen y estarían reservadas para los pacientes
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Actualmente se puede observar cómo las incisiones que requieren una incisión mediana para resolver su
se han ido adaptando a la moda de los trajes de baño y eventración o porque presentan una cicatriz mediana
a la ropa interior femenina; esta última es la que marca previa. No logran resecciones dermocutáneas tan gran-
la tendencia y la necesidad.13--15 En tanto que las incisio- des como las horizontales y no se pueden disimular bajo
nes fueron cambiando, permanecen invariables los otros la ropa interior femenina.
pasos de la DL, que incluyen la disección con despega- Las incisiones combinadas (en ancla o flor de lis) es-
miento del colgajo dermocutáneo superior, la transposi- tarían indicadas cuando existe gran exceso adiposo o
ción umbilical y la plicatura de los rectos. varias cicatrices. Éstas permiten compensar las “orejas
Hoy en día se usa más el término abdominoplastia. de perro” y otros pliegues cutáneos en pacientes obesos
Comprende una amplia variedad de técnicas, desde la que no se logran corregir con una incisión horizontal
simple resección elíptica horizontal suprapúbica, para única (figura 74--2).

637
638 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 74)

A B C

D E

Figura 74--1. A. Dermolipectomía por necesidad en una paciente superobesa. El colgajo dermocutáneo es colgado por medio
de ganchos de carnicería de un arco balcánico ortopédico. B, C. Incisión horizontal sin fines estéticos. D, E. Plastia de eventracio-
nes con malla de polipropileno intraperitoneal sobre epiplón. (Dr. Alejandro Copello, 1985.)

En general, a la gran mayoría de los pacientes se les dermograso superior hasta el reborde costal con desin-
puede ofrecer una incisión horizontal baja entre ambas serción del ombligo. Este tipo de abordaje permite repa-
espinas iliacas y realizar despegamiento del colgajo rar con facilidad tanto las Ev laterales como las media-
les desde el pubis al xifoides con cualquier tipo de
técnica de hernioplastia.3
La decisión del tipo de incisión depende de la obesi-
dad del paciente, las cicatrices previas, la ubicación del
defecto y fundamentalmente de la experiencia del ciru-
jano.3

REDUCCIÓN DE PESO

Está indicado antes de la cirugía, tanto por la plastia de


eventración como por la dermolipectomía. Facilita la
A B realización de la plastia de Ev y disminuye las compli-
Figura 74--2. A. Marcación en “flor de lis”. B. Marcación en caciones posoperatorias (PO), como el distrés respirato-
ancla. rio, el seroma y la infección de la herida.
Manejo estético--funcional de la pared abdominal en eventroplastias 639

Cuadro 74--1. Valores del índice S Heparina de bajo peso molecular (ClexaneR 40
de masa corporal (IMC) mg SC) 12 h antes de la cirugía y cada 12 h luego
IMC Grado
de la cirugía hasta iniciar la deambulación.
S Durante la cirugía, medias elásticas o bombas de
≤ 18.5 Por debajo del peso teórico elastocompresión.
18.5 a 24.9 Saludable, adecuado
S Profilaxis antibiótica: cefalosporina, 1 g endove-
25 a 29.5 Con sobrepeso
noso durante la inducción anestésica; se repite
30 a 39.5 Obeso
cada tres o cuatro horas mientras dura la cirugía.
≥ 40 Obesidad mórbida, extrema o de alto riesgo
Se suspende en el PO inmediato.

Los pacientes obesos mórbidos deben alcanzar su MARCACIÓN


peso teórico saludable antes de la cirugía; esto facilita
la marcación de la DL y fundamentalmente aumenta la
extensión del colgajo dermocutáneo resecable. Si el pa- El paciente debe ser marcado con lápiz dermográfico,
ciente no alcanzó ni estabilizó su peso teórico es reco- de pie y acostado, antes de la cirugía. Primero se marca
mendable postergar la cirugía. La pérdida de peso sub- en decúbito dorsal el diámetro del anillo y su ubicación;
secuente a la dermolipectomía puede causar la a continuación y de pie se marcan todos los rebordes
formación de nuevos pliegues cutáneos, con la altera- óseos que sirvan como guía para la DL. Se traza la línea
ción del resultado estético logrado. Los pacientes que media desde la horquilla esternal pasando por el xifoi-
han descendido de peso en forma importante suelen go- des y terminando en la sínfisis pubiana. Se marcan am-
zar de un mejor resultado estético y menos complicacio- bas líneas axilares anteriores, el reborde costal y las es-
nes PO. pinas iliacas anterosuperiores. Se delimita el perímetro
Si bien, como se mencionó anteriormente, un leve del ombligo.
exceso de peso con la formación de pliegues dermocutá- La incisión horizontal inferior baja se marca tratando
neos desagradables es indicación suficiente para esta de que coincida con el límite superior del triángulo del
cirugía, con el advenimiento de la cirugía bariátrica hoy vello púbico. La marca se extiende lateralmente hasta el
se tiene en cuenta el índice de masa corporal (IMC) para pliegue inguinal y luego se eleva hacia las espinas ilia-
planificar el tipo de DL. cas controlando la simetría (figura 74--3).
El IMC permite estimar el exceso de peso y su riesgo Con palpación bimanual se estima la cantidad de te-
médico y quirúrgico. Se calcula dividiendo el peso del jido por resecar. La mano derecha se coloca a nivel de
paciente en kilogramos entre su altura en metros al cua- la región suprapúbica y la izquierda a nivel del ombligo,
drado:1 IMC = peso en kg/altura en m2. Por ejemplo: 75 con la intención de que los dedos de ambas manos se
kg/1.80 m2 = 23 IMC (cuadro 74--1). alcancen para tener noción de la cantidad de tejido cutá-
Las DL circunferenciales estarían indicadas en pa- neo por resecar. Esta maniobra determina la ubicación
cientes con IMC mayor de 40 y que luego de la cirugía de la línea horizontal superior, la cual indica el límite de
bariátrica o por descenso de peso con tratamiento médi- resección. Esto se repite con el paciente de pie y en de-
co hubieran quedado con pliegues dermocutáneos muy cúbito dorsal, para tener una aproximación de resección
importantes que no pueden corregirse con una DL ante- durante la cirugía (figura 74--4).
rior en un solo acto quirúrgico.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En el quirófano es importante contar con una mesa de


cirugía que permita 30_ de flexión a nivel de la pelvis,
para aliviar la tensión durante el cierre cutáneo. La anti-
INDICACIONES PREOPERATORIAS sepsia y los campos quirúrgicos deben ser bien amplios,
para permitir una eventual extensión de la incisión du-
rante la corrección de las “orejas de perro”. Con este ob-
jetivo se deben colocar compresas estériles debajo del
S Lavado de todo el cuerpo con yodopovidona des- dorso y el abdomen del paciente.1,5,8,12
de tres días antes de la cirugía.
S Vacunación antitetánica 15 días antes de la ciru- Dermolipectomía circunferencial
gía.
S Suspender AspirinaR siete días antes de la ciru- Dermolipectomía circunferencial significa realizar una
gía. dermolipectomía anterior y otra posterior en el mismo
640 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 74)

Figura 74--3. Tres vistas del defecto abdominal (eventración infraumbilical) con marcación de la dermolipectomía.

acto. Es frecuente indicarla en grandes obesos que ha- zan así el límite superior y el inferior de la resección.
yan perdido muchos kilogramos por cirugía bariátrica, Esta maniobra permite estimar la tensión de ambos bor-
pues suelen presentar grandes pliegues cutáneos que no des en el momento del cierre1 (figura 74--5).
podrían ser resueltos satisfactoriamente con un aborda-
je anterior.1
La marcación anterior no difiere de lo detallado ante- TÉCNICA QUIRÚRGICA
riormente. La marcación posterior y lateral se hará con
el paciente de pie, se marcará la columna vertebral y la
línea axilar posterior. Se pedirá al paciente que se incli-
ne hacia adelante para medir la extensión del segmento Es conveniente colocar en el xifoides un punto de sutura
cutáneo a resecar. Al inclinarse hacia adelante la piel del que llegue hasta el ombligo y otro suprapúbico que, al
dorso se tensa; en esta posición se debe tomar con ambas igual que el anterior, llegue al ombligo. Ambos serán
manos el pliegue cutáneo posterior y así, con el dedo usados a modo de compás para conservar las distancias
pulgar por un lado y el índice por el otro a modo de pin- del ombligo al xifoides, al borde suprapúbico y a ambas
zas digitales, se estima el alcance de la resección. Se tra- crestas iliacas (figura 74--6).

A B C

Figura 74--4. A. Marcación dermolipectomía, línea media, incisión horizontal suprapúbica, ombligo, reborde costal, xifoides. B,
C. Palpación bimanual y pinza digital que sirve para determinar la incisión horizontal superior supraumbilical y la extensión dermo-
cutánea resecable.
Manejo estético--funcional de la pared abdominal en eventroplastias 641

Figura 74--5. Marcación dermolipectomía circunferencial en paciente con gran descenso de peso luego de cirugía bariátrica. Se
puede ver marcación del anillo eventrógeno por trocar umbilical de laparoscopia.

La cirugía comienza por la incisión horizontal de una cidir la extensión de la resección existen pinzas marca-
espina iliaca hasta la otra, llegando en profundidad has- doras (de Pitanguy o de Lockwood). Si no se cuenta con
ta la aponeurosis superficial. Se asciende luego por este estas pinzas puede recurrirse a las resecciones escalona-
plano teniendo especial cuidado con la hemostasia de das a fin de emparejar la longitud de ambos colgajos
los vasos perforantes. Al llegar al ombligo éste se libera, (figura 74--7).
se corta la piel umbilical y se prepara para su posterior Se trata de compensar las “orejas de perro” traccio-
reimplante. Es importante conservar la grasa periumbi- nando los colgajos hacia la línea media; si hay demasiado
lical, pues contiene los vasos perforantes que nutren el exceso de piel se puede agregar una incisión vertical
pedículo y la piel umbilical; esta maniobra evita que se mediana infraumbilical y resecar el excedente cutáneo.
necrose el ombligo. Superado el ombligo, la disección Si aún persistieran se extiende la incisión horizontal la-
continúa hasta llegar al xifoides y a ambos rebordes cos- teralmente hasta hacerlas desaparecer.
tales. A continuación se repara la Ev según la técnica Luego de colocados los puntos directrices principa-
establecida. El uso de mallas no contraindica la DL. les de la incisión se procede a reimplantar el ombligo.
Terminada la plastia de la Ev se flexiona al paciente Su localización se determina usando la sutura anterior-
para completar la resección dermograsa e iniciar el cie- mente colocada en el xifoides y suprapúbicas para tal fin
rre cutáneo. La dificultad mayor reside en decidir la ex- (figura 74--6 B).
tensión de la resección y la forma de compensar las Si no se cuenta con estos puntos es práctico recordar
“orejas de perro” de los extremos de la incisión. Para de- que normalmente el ombligo se ubica en el centro de la
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B C

Figura 74--6. A. Marcación de la dermolipectomía, hernia umbilical y diastasis de rectos. B. Plástica hernia umbilical con malla
intraperitoneal de polipropileno. C. Resección dermolipectomía completada; nótese el punto de marcación en el xifoides para cal-
cular la ubicación del ombligo (onfaloplastia).
642 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 74)

Figura 74--7. Marcación de la dermolipectomía y resección


del colgajo. Las figuras 74--2 y 74--3 muestran la resección
escalonada del colgajo superior.

línea horizontal extendida entre el borde superior de


ambas crestas iliacas.
Existen diversas técnicas de onfaloplastia: circular,
semicircular, elíptica, lineal vertical u horizontal. El au-
B
tor y su grupo prefieren hacer el reimplante umbilical
por medio de una incisión en “U” invertida, por la cual
Figura 74--8. A. Colgajos de dermolipectomía desecados.
se extrae el ombligo y se sutura a la piel. Se colocan dos Colocación de drenajes siliconados por contraabertura so-
drenajes por contraabertura siliconados al vacío para la bre la plastia de eventración con malla. B. Cobertura de la
DL. Si la plastia de la Ev se realizó con malla sintética malla de polipropileno intraperitoneal con restos del saco y
se colocan de igual manera otros drenajes siliconados aponeurosis.
(figura 74--8). El cierre se efectúa suturando en dos pla-
nos el TCS con material reabsorbible 2/0 y la piel con
sutura intradérmica 3/01,3,5,12,14,15 (figura 74--9). Existe una gran variedad de materiales, composicio-
nes, tamaños y marcas de mallas, pero en general las
más empleadas siguen siendo las de polipropileno mo-
nofilamento con poros grandes.7
REPARACIÓN DE LA EVENTRACIÓN Otro tema controvertido es en qué plano colocar la
malla. Básicamente se puede colocar:

a. Superficial, sobre la aponeurosis superficial al ce-


Las Ev o hernias incisionales pueden repararse con ma- rrar el anillo y en contacto con el TCS.
lla o sin ella; esto depende del tamaño del anillo, la ubi- b. Retromuscular, detrás del músculo recto abdomi-
cación del defecto, cicatrices abdominales previas, la nal y por delante de la vaina posterior del mismo.
calidad de los tejidos vecinos y el número de recidivas c. Preperitoneal.
herniarias. La tendencia actual es reparar estos defectos d. Intraperitoneal, sobre el epiplón mayor.
con el uso de mallas. La mayoría de los autores aceptan
que cuando el diámetro del anillo herniario supera los La primera opción, si bien tiene muchos adeptos, produ-
3 cm es conveniente reparar con malla.2,10,11 ciría más seromas, infecciones y recidivas que las otras
Manejo estético--funcional de la pared abdominal en eventroplastias 643

A B C

Figura 74--9. Plastia de eventración con malla, paciente de la figura 74--3. A. Anillo (señalado con las pinzas), epiplón y colgajos
dermocutáneos. B. Malla de ProceedR intraperitoneal con los puntos transparietales colocados. C. Cobertura de la malla con el
saco.

ubicaciones. Se piensa que sería debido a que la malla INDICACIONES POSOPERATORIAS


está en contacto con el TCS y no se fija tan firmemente
como en planos profundos.
La colocación retromuscular es la ideal, pero no
siempre puede lograrse. Estarán determinadas principalmente por la plastia de la
Cuando son defectos muy grandes con gran pérdida Ev más que por la dermolipectomía. Lo habitual es que
de sustancia es difícil encontrar indemne este plano y los pacientes tengan una estancia hospitalaria de 48 o 72
poder colocar la malla.7,10,11 h, dependiendo del tamaño de la Ev, el tipo de repara-
La ubicación intraperitoneal es la que ofrece menos ción realizada (con malla o sin ella, descargas, etc.), dre-
posibilidades de seroma, infección de malla y recidiva. najes, dolor PO, movilización del intestino y recupera-
En la actualidad, con el advenimiento de la plastia de ción del tránsito intestinal.
eventración laparoscópica, es la más utilizada,6,9 aun- Se prescriben analgésicos comunes, tipo antiinfla-
que es también la más controvertida por la posibilidad matorios no esteroides, dosificados según la intensidad
de crear adherencias y fístulas enterocutáneas. del dolor, no más de tres comprimidos al día. Los mis-
No obstante, la preferencia del autor es la reparación mos se deben reducir en la medida en que el dolor ceda.
de las eventraciones con mallas de polipropileno (Prole- Se seguirá una dieta general blanda los primeros días.
neR) intraperitoneal.3,16 El paciente se puede duchar al llegar a su domicilio.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 74--10. Tres vistas del resultado estético final. Misma paciente de las figuras 74--3 y 74--9.
644 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 74)

Puede deambular, ya que no está indicado un estricto re-


poso en cama. Se tendrá control diario de la temperatura
y consulta anticipada si el paciente presenta fiebre, he-
matomas o dolor excesivo.
El uso de faja quirúrgica no es obligatorio. Algunos
pacientes no la toleran y otros se sienten más cómodos
y contenidos al usarla. En el caso de la DL estaría indi-
cada para favorecer el pegamiento del colgajo dermocu-
táneo y evitar la formación de seromas. La primera con-
sulta PO será a los siete días con la eventual extracción
de puntos y drenajes.

Figura 74--11. Gran hematoma del TCS drenado y lavado


COMPLICACIONES DE a las 48 h del PO.
LA DERMOLIPECTOMÍA
xis antitrombótica con heparina de bajo peso molecular,
lo cual incrementa el riesgo de esta complicación. Por
lo tanto, este riesgo debe ser claramente informado en
La DL puede presentar complicaciones serias, por lo
el preoperatorio.
tanto nunca se debe minimizar la información que al
La infección de herida suele ser consecuencia de se-
respecto se le brinde al paciente antes de la cirugía.
romas y hematomas, pero puede surgir espontáneamen-
Debido a que ésta es una cirugía básicamente estética y
te. Se suele atribuir a contaminaciones durante la ciru-
opcional, las potenciales complicaciones deben ser
gía, ya sea debido a una deficiente antisepsia o a los
mencionadas y aclaradas durante la consulta. No existe
desplazamientos de los campos quirúrgicos por la mo-
nada más estresante para un cirujano que enfrentarse a
vilización del paciente durante la cirugía. El factor más
complicaciones graves e incluso al fallecimiento del pa-
importante y con frecuencia subestimado es la necrosis
ciente sometido a una cirugía estética.
de pequeñas zonas del TCS desvitalizadas y pasadas por
La complicación más frecuente son los seromas. És-
alto durante la disección. Los gérmenes más frecuentes
tos se tratan según su magnitud, con elastocompresión
son el estreptococo y el estafilococo. El tratamiento
y control expectante en los leves, con punciones perió-
consiste en la apertura temprana de la herida bajo anes-
dicas en los moderados y con drenaje quirúrgico en los
tesia general, lavado, resección de tejidos desvitaliza-
casos más voluminosos. Debido a la frecuencia de esta
dos, cultivo, antibiograma y posterior antibioticotera-
complicación, el autor y su equipo suelen colocar cuatro
pia.
drenajes siliconados por contraabertura y los dejan du-
En los casos menos floridos y con detección tempra-
rante una semana.
na de la infección se puede recurrir a un nuevo cierre de
El hematoma es la complicación que sigue en fre-
la herida con un adecuado resultado estético final. Si la
cuencia y muchas veces aún sigue presente luego de una
infección se acompaña de gran supuración y tejidos des-
estricta hemostasia. Al igual que con los seromas, se
vitalizados se recomienda dejar abierta y bien drenada
puede tener una conducta expectante con los hemato-
la herida, para programar un cierre más adecuado cuan-
mas leves, pero en los casos de gran magnitud la reco-
do las condiciones locales y generales del paciente así
mendación es abrir la incisión bajo anestesia general,
lo indiquen (figura 74--12).
evacuar el coágulo, lavar bien el lecho y localizar el
vaso sangrante. Es frecuente que éste no se encuentre ya
a pesar de una exploración minuciosa (figura 74--11). Necrosis de los bordes de la herida
Postergar esta medida sólo contribuye a favorecer la
infección y alterar el resultado estético. La exploración Esta complicación se observa localizada en el centro de
temprana (en un lapso de 48 h) no modifica el resultado la incisión, a nivel del pubis y sobre el colgajo superior;
estético final del procedimiento. suele deberse a exceso de tensión en la sutura o por des-
Es importante recordar que por sus antecedentes (va- vitalización del colgajo dermograso superior, producto
rices, obesidad, cirugía abdominal, duración de la inter- de una extensa disección. El tratamiento consiste en es-
vención, etc.) muchos pacientes tienen indicada profila- perar que se delimite el área de necrosis durante tres o
Manejo estético--funcional de la pared abdominal en eventroplastias 645

A B C D

Figura 74--12. A. Paciente con necrosis e infección de herida. Se realizó toilette quirúrgica y resección de bordes. Se espera unos
días para practicar el cierre definitivo. B, C, D. Cierre definitivo del frente y de ambos perfiles con buen resultado final de la misma
paciente.

cuatro días, luego proceder a la resección de las mismas practicado Microcirugía Reconstructiva desde hace 30
y eventualmente intentar un nuevo cierre. En estos ca- años en un Servicio de Cirugía General, la respuesta a
sos, dependiendo de la extensión de la necrosis, no es esta pregunta es sin dudas que NO.
esperable un resultado estético tan satisfactorio como el Como se comentó al principio del capítulo, hay que
planificado originalmente. recordar que la dermolipectomía es una técnica quirúr-
gica originalmente creada y utilizada por los cirujanos
generales para solucionar defectos asociados a hernias
y eventraciones. Con el tiempo fue evolucionando y los
DERMOLIPECTOMÍAS ASOCIADAS cirujanos plásticos le agregaron detalles y refinamien-
A EVENTRACIONES. EXPERIENCIA tos estéticos.
DEL AUTOR Hoy en día, con el advenimiento de la cirugía bariá-
trica es muy frecuente que nuevamente los cirujanos ge-
nerales reciban a estos pacientes para solucionarles los
defectos parietales ocasionados por trocares o laparoto-
De las 914 Ev electivas que repararon el autor y su grupo mías.
entre enero de 1992 y diciembre de 2012, en 49 oportu-
nidades (5.3%) asociaron una dermolipectomía y de és-
tas en 46 utilizaron malla de polipropileno intraperito-
neal sobre el epiplón. CONCLUSIONES
Las figuras 74--3, 74--9 y 74--10 muestran la marca-
ción de la dermolipectomía, la colocación de la malla
intraperitoneal y el resultado estético final en la misma
paciente. Si bien la DL es una técnica quirúrgica altamente espe-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cializada y que presenta muchos detalles cosméticos, en


la actualidad no existe ningún motivo para que esta ciru-
gía, con el debido conocimiento técnico, no pueda ser
¿ES NECESARIO QUE LA realizada por cirujanos generales que presenten un par-
DERMOLIPECTOMÍA LA REALICE ticular interés por mejorar la estética de sus pacientes.
UN CIRUJANO PLÁSTICO? La DL es una cirugía relativamente compleja, pero
no lo es más que la reparación de la eventración. Por lo
tanto, siguiendo adecuadamente los detalles de marca-
ción, los cuidados intraoperatorios y los posoperatorios,
En opinión del autor, luego de haber realizado la resi- el cirujano general está tan bien capacitado como el
dencia en Cirugía General, completado otra durante tres cirujano plástico para practicar con total idoneidad esta
años en Cirugía Plástica y Reconstructiva y habiendo cirugía.
646 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 74)

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Capítulo 75
Manejo estético--funcional
de la hernia umbilical
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN La cicatriz umbilical es la única con valor estético


que el ser humano tiene, por lo menos en la civilización
occidental actual (figura 75--2). Por esta razón, la defor-
midad que una hernia umbilical causa es la principal ra-
El ónfalo (del griego antiguo onphalós) era un antiguo zón por la que el paciente busca atención quirúrgica. Esto
artefacto pétreo de uso religioso originario del oráculo es un hecho y es realmente importante; a la mayoría de
de Delfos, en la antigua Grecia. Según la mitología, se- los pacientes con hernia umbilical no les preocupa el
ría la piedra dejada por Zeus en el centro (ombligo) del riesgo de estrangulación ni el dolor (porque rara vez
mundo. En latín, umbos designaba el botón ornamental duele), sino el aspecto desagradable de la hernia y la in-
del centro de los escudos, de donde deriva el término terferencia que tiene en su vida social (figura 75--3).
umbilical (figura 75--1). El problema ha sido abordado históricamente por
tres especialidades: cirugía pediátrica, cirugía general y
cirugía plástica. Las dos primeras se han enfocado bási-
camente en el aspecto estructural de la pared aponeuró-
tica, mientras que la tercera ha centrado su atención en

A B
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 75--1. A. Ónfalo (Museo del Oráculo de Delfos). B. Figura 75--2. El ombligo es la única cicatriz con valor esté-
Umbo. C. Escudo con umbo. tico.

647
648 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 75)

Figura 75--4. Isquemia y necrosis de colgajo cutáneo de


una incisión “en sonrisa”.

Por esta y por otras razones, el cirujano de hoy, que es


quien más trata esta enfermedad, debe entender ambos
Figura 75--3. El principal motivo de consulta es el aspecto
desagradable de la hernia y su interferencia en la vida enfoques y ofrecer una alternativa de reconstrucción in-
social. tegral anatómica, funcional y estética. Hacer menos que
esto equivale a sólo ofrecer amputación supracondílea
para todos los problemas del pie diabético o sólo cirugía
el aspecto cosmético.1 Definitivamente, el cirujano abierta para los padecimientos intraabdominales.
siempre “le ha sacado la vuelta al ombligo”. Habida cuenta de la alta tasa de recidiva y el pésimo
En los procedimientos clásicos las laparotomías me- resultado cosmético en plastia umbilical, hay que fami-
dias generalmente evitan o rodean esta estructura, y en liarizarse con el uso de materiales protésicos en esta
los laparoscópicos muchos cirujanos abordan el primer zona, con el abordaje transumbilical y con la recons-
puerto a través de una incisión supraumbilical. No es de trucción de la cicatriz umbilical en los casos en que deba
extrañar, por lo tanto, que la incisión de elección para la extirparse, para la creación de un neoombligo.
plastia umbilical sea la famosa “incisión en sonrisa”,
que de sonrisa sólo tiene la curvatura, porque no hay un
paciente que sonría por tenerla, además de que es la que LA CONTROVERSIA
más probabilidades tiene de presentar isquemia (figura ESTRUCTURA--FUNCIÓN--ESTÉTICA
75--4). Lo que llama la atención es que aun los cirujanos
que usan el ombligo como sitio de abordaje para el pri-
mer puerto laparoscópico recurran a esta incisión cuan-
do operan una hernia umbilical. El cirujano general debería ver hacia otras especialida-
Esto evidencia lo poco familiarizado que el cirujano des y aprender. Los ginecólogos, por ejemplo, han re-
está con ella. Pareciera que en realidad fuese un estorbo suelto el problema estético de la incisión media in-
que hubiera que evitar a toda costa. Si eso hace en su es- fraumbilical usada en la cesárea mediante la incisión de
tado normal, ¿qué puede esperarse que haga en estado Pfannenstiel, que brinda una cicatriz de mucho mejor
patológico? La respuesta es que se debe hacer algo radi- aspecto.
calmente diferente, pues las expectativas actuales del No es raro escuchar a algún cirujano responder a la
paciente no son las mismas que las de antaño: busca que queja de la paciente respecto al aspecto de su cicatriz
la cirugía restablezca el aspecto original de la cicatriz, “en sonrisa” (suele tratarse de mujeres, pero cada vez
espera por lo menos no tener una cicatriz con un aspecto más hombres lo expresan): “Mire, yo ya le operé la her-
peor que el de la hernia y, por supuesto, no acepta fácil- nia. Si quería que le quedara bonita me lo hubiera dicho
mente su extirpación, aunque se esgrima el argumento y la habría enviado con un cirujano plástico.”
de que “es mejor no tener ombligo que dejarle el que tie- Esto, que parece una respuesta defensiva o inapro-
ne”. piada, en el fondo refleja una realidad que afecta a la es-
Manejo estético--funcional de la hernia umbilical 649

el campo de la cirugía plástica.1 Sin embargo, se deja de


lado la reparación estructural completa y segura que la
pared abdominal requiere, según el enfoque tradicional
de la cirugía general. El problema es que el cirujano
general no es cirujano plástico y el cirujano plástico no
es cirujano general. Esta situación se parece mucho a lo
que ocurre entre ingenieros y arquitectos respecto a los
conceptos de estructura, función y estética visual.

¿CÓMO RESOLVER ESTE PROBLEMA?

Lo ideal sería que, en todos los casos que requirieran una


Figura 75--5. Por desgracia, el cirujano no ha sido entre-
reconstrucción anatomofuncional y estética de la pared
nado para pensar con fundamentos estéticos.
abdominal, participaran ambos especialistas, pero ob-
viamente esto es algo difícil de conseguir. Por lo tanto,
pecialidad y que no se puede seguir ignorando; desafor- para el cirujano general únicamente hay dos opciones:
tunadamente, los especialistas no han sido entrenados hacer sólo lo estructural y dejar lo estético de lado o bien
para pensar con fundamentos estéticos. aprender los principios básicos del manejo estético a fin
En cirugía siempre se ha dicho que “primero es la de cumplir razonablemente con esta expectativa.
vida, después la función y al final la estética”. Esto es una De las dos, la segunda opción parece ser la más acep-
verdad incontrovertible, pero pareciera que los cirujanos table, siempre y cuando el cirujano pretenda comple-
han entendido la frase así: “Lo importante es la vida y mentar el procedimiento para brindar un resultado me-
después la función. La estética no importa, no es cosa jor. No se trata de que el cirujano vea lo estético como
nuestra, nosotros somos cirujanos generales, no plásti- la prioridad en el tratamiento de la hernia umbilical, epi-
cos” (figura 75--5). De hecho, es muy raro ver a un ciruja- gástrica o de cualquier tipo, sino que tenga en cuenta
no suturando la piel, por lo menos en el medio institucio- este aspecto y que adquiera los conocimientos básicos
nal, aunque a menudo tampoco en el privado. A simple para manejar el problema de manera integral, de modo
vista es una minucia, pero para el paciente es realmente que siempre planee su estrategia quirúrgica con este en-
importante y para el cirujano también, cuando el pacien- foque. El objetivo es que en el futuro cercano las incisio-
te es él mismo o un familiar muy cercano. nes “tradicionales” sean sólo parte de la historia.
Aquí hay una incongruencia entre lo que el cirujano Hay que tomar en cuenta que, una vez operada una
dice y lo que hace: no es raro oírle decir que la cicatriz hernia umbilical o epigástrica a través de una incisión
es “la firma del cirujano” cuando no quiere dejar al resi- antiestética, es muy poco lo que puede hacerse aun en
dente o al interno de pregrado el cierre de piel, pero eso el campo de la cirugía plástica para restablecerle su as-
sólo lo hace con algunos pacientes “muy especiales”. La pecto normal al abdomen, y es el cirujano general quien
pregunta obligada es: ¿Cuándo va a tener una buena tiene en sus manos la solución, ya que es quien trata en
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“firma” si sólo de vez en cuando sutura con la intención forma primaria a la mayoría de estos pacientes.
de “que le quede bonita” la cicatriz cutánea?
Por otra parte, ese mismo cirujano expresa con fre-
cuencia la trillada frase “la cirugía es un arte”. Al pare- TÉCNICA QUIRÚRGICA
cer, ignora que el fundamento principal del arte es la be-
lleza y una cicatriz como las que acostumbra dejar dista
mucho de cumplir con ese principio.
Se han desarrollado muchas técnicas quirúrgicas Hernia umbilical
para corregir la deformidad o la ausencia del ombligo de
cualquier origen. Algunas son simples y otras compli- En la hernia umbilical la anestesia de elección es la local
cadas, pero todas ingeniosas y con el objetivo de devol- y la locorregional por bloqueo de nervios periféricos
ver, en la medida de lo posible, la normalidad estética (BNP),2 y la modalidad de manejo es la ambulatoria,
al abdomen, ya que casi todas ellas han sido creadas en considerando sus múltiples ventajas.3
650 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 75)

A B C

D E F

G H I

Figura 75--6. Secuencia de plastia umbilical. A. Incisión en líneas de la cicatriz umbilical original. B. Elevación y referencia de
colgajos cutáneos. C. Disección y reducción del saco e identificación del anillo herniario. D. Plastia (con o sin material protésico).
E. Cierre cutáneo con material monofilamento absorbible sintético. F. Aproximación de los colgajos. G. Anclaje de los colgajos
a plano aponeurótico. H. Aspecto en posoperatorio inmediato. I. Escisión cutánea para evitar “orejas de perro”.

Las técnicas quirúrgicas para plastia umbilical con técnicas y con buenos resultados.4 Otros autores, casi
orientación estética que el cirujano general debe cono- todos cirujanos plásticos,5--7 han abordado el problema,
cer pueden dividirse en dos categorías: frecuentemente asociado a abdominoplastias, desde la
década de 1970.
1. Las que se usan para remodelar la cicatriz umbili- Las segundas técnicas tienen en común la necesidad
cal deformada (o para no alterar una cicatriz que de retirar la cicatriz umbilical, ya que sus condiciones
no se haya deformado). impiden conservarla por riesgo de isquemia de la piel o
2. Las que se usan para reconstruir la cicatriz cuando bien porque el aspecto final de la cicatriz sea inacepta-
se planea extirparla (neoombligo). ble.8
El abordaje transumbilical puede hacerse mediante
Las primeras técnicas tienen en común el abordaje, que una incisión media o transversa, pero la ideal es la que
es transumbilical y dista mucho de ser una novedad. No utiliza las líneas de la cicatriz umbilical original.9,10 Esta
existe ninguna incisión fuera del ombligo que ofrezca misma vía se utiliza en los casos de hernia de puerto
ventaja estética alguna sobre esta vía. En 1969 Corres laparoscópico umbilical, problema que se ve cada vez
reportó una técnica para la reparación de la hernia umbi- con mayor frecuencia.11 Cada vez más cirujanos utili-
lical con incisión media transumbilical sin dificultades zan este abordaje, reportando resultados excelentes no
Manejo estético--funcional de la hernia umbilical 651

A B C

D E F

G H

Figura 75--7. A. Hernia umbilical que requiere escisión umbilical y neoombligo. B. Incisión en doble huso. C. Escisión de piel. D.
Plastia. E. Formación del neoombligo. F. Cierre cutáneo subdérmico. G. Retiro de apósito al séptimo día posoperatorio. H. Aspecto
al retirar el apósito.

sólo en el aspecto estético, sino también con un mínimo 2. Escisión.


índice de recidivas.9,12 El procedimiento consta de cinco 3. Plastia.
fases (figura 75--6): 4. Formación del neoombligo.
5. Cierre cutáneo subdérmico.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

1. Incisión, elevación y referencia de colgajos cutá-


neos. El objetivo de elevar colgajos (“desmantelamiento” del
2. Disección, reducción del saco e identificación del ombligo) es contar con una ventana que permita explo-
anillo herniario. rar adecuadamente el área y efectuar la plastia sin pro-
3. Plastia con o sin material protésico. blemas, con o sin material protésico. Es importante
4. Cierre subdérmico. señalar la importancia de conocer la anatomía del om-
5. Remodelación (escisión de las antiestéticas “ore- bligo. Esto permite entender la necesidad de virtual-
jas de perro” en caso necesario). mente “desarmar” esta estructura para facilitar el proce-
dimiento.13 Referir los colgajos cutáneos tiene por
En caso de requerirse escisión de la cicatriz umbilical objeto mantener abierta la incisión y facilitar la coloca-
con reconstrucción (neoombligo) (figura 75--7): ción de los puntos que los anclarán al plano aponeuró-
tico. Aunque hay infinidad de técnicas ingeniosas para
1. Incisión en doble huso. afrontar esta patología tan común,14--18 al cirujano gene-
652 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 75)

ral debe bastarle esta técnica, relativamente sencilla y 3. Insatisfecho.


reproducible, para cambiar de manera radical sus resul-
tados. La evaluación se efectuó a las cuatro semanas de la in-
Finalmente, es importante el apósito. Éste no es la tí- tervención, una vez desaparecido el edema del posope-
pica “bolita” de gasa que se usa tradicionalmente para ratorio inmediato y habiendo obtenido un aspecto muy
taponar el ombligo. En su lugar se emplea un empaque- cercano al definitivo.
tamiento de gasa que va llenando progresivamente el Una de las razones de no incluir a pacientes menores
hueco y que termina en una especie de hongo, que se cu- de edad en este estudio fue la objetividad al responder.
bre con una cinta microporosa que se deja en su sitio sin De los pacientes, 87 (94.5%) calificaron el resultado
cambiar por una semana a 10 días. Esto proporciona una como superior a lo esperado, 4 (4.3%) como de acuerdo
compresión uniforme desde el fondo y hacia los lados, a lo esperado y sólo 1 (1.08%) declaró no estar satisfe-
minimizando el riesgo de formación de seromas. Todo cho con el aspecto final de la cicatriz. Es importante se-
esto es contenido mediante un vendaje o una faja que ñalar que los cuatro pacientes a quienes se les efectuó
puede cambiarse y ajustarse para la comodidad del pa- reconstrucción umbilical (neoombligo) estuvieron en la
ciente. primera categoría.

RESULTADOS CONCLUSIONES

Actualmente más de 95% de los casos de hernia umbili- La cicatriz umbilical tiene un especial valor estético. La
cal del autor y su grupo son tratados a través de este hernia umbilical afecta más psicológica que físicamente
abordaje o utilizando alguna de las técnicas de recons- a los pacientes. Éste es el motivo principal de la bús-
trucción umbilical cuando ha sido necesaria su extirpa- queda de atención quirúrgica. El cirujano general atien-
ción. de este problema más que el cirujano plástico, pero ha
Para los fines de este capítulo se analizaron los pa- sido entrenado para enfocar su atención en lo estructu-
cientes operados durante el transcurso del año 2012, ral, no en el aspecto cosmético.
incluidos 92 pacientes adultos de hernia umbilical tanto El paciente de hoy solicita algo más que el cierre del
primaria como recidivante. La serie incluye las hernias defecto: quiere verse bien y el cirujano general debe res-
umbilicales asociadas a otras hernias, especialmente in- ponder adecuadamente a esas expectativas. Para ello,
guinales. De éstas, 86 fueron efectuadas a través del debe cambiar su percepción del problema y reorientar
abordaje transumbilical descrito, dos mediante incisión su estrategia quirúrgica.
transversa infraumbilical y cuatro requirieron escisión La recomendación más importante es empezar a
de la cicatriz umbilical con reconstrucción umbilical cambiar la técnica quirúrgica con todos los pacientes, en
(neoombligo). Se evaluó el resultado considerando ex- especial con los que no pidan ese resultado. Esto brinda
clusivamente el nivel de satisfacción del paciente como: un beneficio inesperado a estos pacientes y un entrena-
miento constante al cirujano, que le permite perfeccio-
1. Superó mis expectativas. nar los detalles de la técnica a fin de ofrecerla a quienes
2. De acuerdo a lo esperado. buscan específicamente ese nivel de satisfacción.

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654 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 75)
Sección VII
Centros especializados en hernias

Sección VII. Centros especializados en hernias


Capítulo 76
Concepto de centro especializado
en el tratamiento de hernias
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN tor). El Centro Especializado en el Tratamiento de Her-


nias, en León, Gto., el HerniaQx, Centro Especializado
en Hernias en Ciudad Victoria, Tam., PROBEN Hernias
en Guadalajara, Jal., y Hernias Cirugía Especializada en
El concepto de centros especializados en el tratamiento Monterrey, N. L., son algunos ejemplos del sector pri-
de hernias tiene su origen en Canadá, en 1945, y se debió vado mexicano.
a la escasez de cirujanos en la posguerra, ante la gran de-
manda de atención quirúrgica de esta patología tan co-
mún. Edward Earle Shouldice tenía una gran cantidad CONCEPTO
de pacientes civiles con hernia, escasas camas de hospi-
tal disponibles (en ese tiempo la estancia posoperatoria
era de tres semanas) y a la cirugía programada de hernia El nombre centro especializado en hernias o clínica de
no se le daba la debida importancia. Para atender a todos hernias es un concepto y no una instalación, es decir, en
los pacientes, el Dr. Shouldice instaló en una casa del contra de lo que comúnmente se piensa, lo que determi-
centro de Toronto (figura 76--1) lo que se considera el na su carácter no es la infraestructura, sino el enfoque
primer centro dedicado exclusivamente al tratamiento de dicha patología. Es una forma de enfocar, estudiar y
de pacientes con hernia.1 En los años siguientes apare- tratar esta enfermedad, acumular un número elevado de
cieron instalaciones con este propósito en varias partes
del mundo, especialmente en EUA.
Irving L. Lichtenstein, creador del concepto tension--
free, o “libre de tensión”, y fundador del Lichtenstein
Hernia Institute, de Los Ángeles, fue otro de los pione-
ros en el campo de la cirugía ambulatoria de las hernias
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y el mayor promotor del retorno a la vida cotidiana sin


restricciones.2
A partir de la década de 1980 se crearon cada vez más
centros de este tipo. En México, si bien en menor escala,
ha ocurrido algo similar, aunque más a nivel institucio-
nal que privado. Así, el interés en este problema ha mo-
tivado la organización de programas dentro de los servi-
cios de cirugía general de algunos hospitales, a los que
se ha llamado clínica de hernias de la pared abdominal
(CLIHPA, en el caso concreto del servicio especializa- Figura 76--1. ClÍnica Shouldice en su fundación en el año de
do en hernias del hospital federal en el que labora el au- 1945.

657
658 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 76)

casos y, en consecuencia, adquirir mayor experiencia en do y ayudando a operar a los cirujanos adscritos y poste-
este campo y mejorar significativamente el manejo de riormente operando bajo su supervisión, ya que las
esta patología. potenciales complicaciones pueden ser catastróficas.
Esta tendencia obedece a un problema fundamental, En la cirugía de hernias, por el contrario, las complica-
pues a pesar de que la hernioplastia es la primera o se- ciones más comunes son la recidiva y el dolor crónico,9
gunda intervención en el campo del cirujano general, pasando por la infección de la herida quirúrgica y las co-
los resultados siempre han sido poco satisfactorios e in- lecciones (seromas y hematomas). Por desgracia, todas
consistentes, a pesar de las múltiples técnicas quirúrgi- ellas son consideradas, indebidamente, como complica-
cas creadas para resolverla. La recidiva en hernia ingui- ciones “menores”.
nal, por ejemplo, constituye en algunas hasta 30% en los Las consecuencias son evidentes, aunque parece que
países del mundo desarrollado, y el dolor posoperatorio no son tomadas en cuenta, debido a que tanto la recidiva
crónico se ha convertido en una causa frecuente de que- como el dolor crónico son vistos como “normales” o al
ja.4 Esto ha llevado a que algunos cirujanos, desde hace menos poco importantes, sobre todo porque para ambos
muchos años, se hayan enfocado en este campo, movi- problemas el paciente recurre con frecuencia a otros ci-
dos por el interés por mejorar los resultados. rujanos, con lo que el seguimiento se pierde y las esta-
El origen del problema radica, en gran medida, en la dísticas se vuelven poco confiables.
etiología de la enfermedad, puesto que para la mayoría Esta problemática y el reconocimiento de dichas de-
de los cirujanos se trata sólo de defectos de la pared que ficiencias han llevado a algunos cirujanos interesados
tienen que cerrarse, cuando debería verse como una en- en el estudio serio y el tratamiento adecuado de las her-
fermedad sistémica del tejido conectivo con manifesta- nias a crear centros especializados, los cuales constitu-
ciones locales.5,6 Además, hay un notable desconoci- yen una respuesta a este problema y no un hecho for-
miento de la anatomía de la pared abdominal,7 la cual es tuito.
considerada en muchas ocasiones sólo como una estruc-
tura o barrera que hay que cortar para llegar al “verdade-
ro” objetivo de la intervención y cerrar de alguna mane- EL CENTRO Y LA CLÍNICA DE HERNIAS
ra una vez que “lo importante” terminó, labor muchas EN LA ACTUALIDAD
veces realizada por el menos experimentado del equipo.
¿Quién no ha escuchado o dicho la famosa frase:
“Bueno, ya terminamos, ahí cierran...”? Y en cuanto a
la hernioplastia como procedimiento quirúrgico: ¿cuán Este concepto es sólo parte del cambio que se ha tenido
familiar es aquello de: “Es una hernita, déjasela al R1”? en el mundo en este campo de la medicina. También se
Siempre ha habido cirujanos interesados en este tema han fundado asociaciones que agrupan a los interesados
pero, con más frecuencia de lo que quisiera aceptarse, en el tema y ofrecen foros de discusión para mejorar el
la enseñanza en cuanto a la pared abdominal ha pasado ejercicio de la cirugía herniaria y para profundizar en el
de residente a residente. conocimiento de esta patología. Algunos ejemplos son
Sin embargo, independientemente de la orientación la American Hernia Society, la European Hernia Socie-
del cirujano, lo importante es la especialización del cen- ty, la Asociación Mexicana de Hernia, A. C., la Socie-
tro, que permite concentrar casos y sistematizar su aten- dad Brasileña de Hernia, la Sociedad Argentina de Her-
ción de una manera que difícilmente se conseguiría en nia y la Sociedad Hispanoamericana de Hernia.
un hospital convencional.8 Se ha cuestionado el hecho Igual que ha ocurrido en otros campos, como la ciru-
de que estos sitios disminuyen la frecuencia con la que gía de mano, los trasplantes, el pie diabético y otros, que
el cirujano general se enfrenta a estos casos, por lo que no constituyen especialidades en sí, la patología hernia-
su competencia en el campo será cada vez menor. En ria ha alcanzado tal grado de complejidad y sofistica-
realidad, la deficiencia viene desde el entrenamiento, ya ción tecnológica (prótesis convencionales, mixtas y
que la cirugía de hernias se ha considerado siempre biológicas, abordaje laparoscópico, medios de fijación
poco importante,7 a tal grado que lo más común en los mecánicos y adhesivos, etc.) que ya no es posible seguir
programas de formación quirúrgica es que el residente viendo este campo como cirugía “de rutina” y mucho
de primer año aprenda a operarlas del residente inme- menos como cirugía “para el R1”.
diato superior (quien aprendió de la misma forma el año Derivado de estos hechos, el concepto ha evolucio-
anterior). No ocurre así con la cirugía de otras áreas, nado de ser un sitio donde se operaba hernias a conver-
como la biliar, la tiroidea, la gastrointestinal, la vascu- tirse en un centro de tratamiento quirúrgico, investiga-
lar, etc., cuyas técnicas habitualmente se aprenden vien- ción y enseñanza de este tipo de problemas. Esto, si bien
Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias 659

no se cumple en su totalidad en la mayoría de los esta- dad quirúrgica a este campo. En América Latina la ma-
blecimientos, representa la tendencia actual en el mane- yoría de los especialistas dedicados a atender dichos
jo de las hernias de la pared abdominal.10 centros son cirujanos generales con una especial orien-
Esto, en lo que se refiere al progreso en el campo en tación a esta patología. Esto, que pudiera parecer una
cuestión, representa una ventaja importante, ya que el desventaja, mantiene al cirujano en contacto con la ciru-
adiestramiento de los cirujanos puede mejorar si se hace gía en su totalidad y conserva su visión de conjunto, lo
en estos centros. Una modalidad similar es la clínica de cual constituye una herramienta invaluable en los casos
hernias de la pared abdominal, que puede ser fundada muy complejos, donde se requiere competencia en al-
en todo hospital que cuente con el suficiente número de gunas áreas, como el tubo digestivo, la sepsis abdomi-
hernias como para justificar su creación.11 Sólo hay que nal, los estomas, la cirugía plástica y reconstructiva, la
revisar los resultados obtenidos por los cirujanos de es- cirugía de tórax, etc. Lo primordial es que cada uno de
tos centros en cuanto a la reducción del índice de recidi- los cirujanos se preocupe por ser un buen cirujano de
vas y otras complicaciones para constatar los beneficios hernias, como lo es de la patología biliar, de la digestiva,
de la sistematización en el manejo de esta patología.4 de la tiroidea, etc.
Estas clínicas o centros funcionan, igual que otros
programas o unidades de cirugía ambulatoria, al tenor
de cuatro modalidades (figura 76--1): EL PROGRAMA
1. Integrados al hospital.
2. Autónomos, pero controlados por hospital.
3. Como satélites del hospital. En el caso particular del autor y su grupo se cuenta con
4. Independientes. dos sedes, una institucional (CLIHPA) y una privada
(HerniaQx).
Todos funcionan en la modalidad de cirugía programa-
da y el horario de operaciones es de 8:00 a 20:00 h, lo
cual permite optimizar recursos y agilizar el manejo de Clínica de Hernias de la Pared Abdominal
los pacientes. Los casos complejos y las urgencias se
manejan en los hospitales, puesto que la mayoría de las CLIHPA es una unidad integrada al hospital del ISSSTE
veces requieren internamiento durante varios días (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los
(como cuando se realiza el neumoperitoneo preoperato- Trabajadores del Estado) en Ciudad Victoria, Tam., que
rio) y en ocasiones necesitan el apoyo de unidades de depende del servicio de cirugía general, utiliza las mis-
cuidados intermedios o intensivos (p. ej., las hernias mas instalaciones del hospital, dispone de dos días de
complejas o las de pacientes con patología general aso- consulta externa, dos días quirúrgicos y es atendida por
ciada). un solo cirujano (figura 76--2). Asimismo, funciona
como servicio especializado para el entrenamiento en
pared abdominal de residentes de cirugía general de
otras ciudades.
EL CIRUJANO
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

HerniaQx

Los centros y las clínicas de hernia son un elemento de Es una unidad independiente y privada que consta de un
mejora en el tratamiento integral de este problema, aun- consultorio, una sala de operaciones y un cuarto de pre-
que el cirujano interesado en hernias sigue siendo un paración preoperatoria y recuperación, aunque no cuen-
cirujano general. Este cirujano debe tener una especial ta con área de hospitalización. Funciona seis días a la
afinidad y una verdadera pasión por la cirugía de la pa- semana y es atendida por un solo cirujano (figura 76--3).
red abdominal;7 por ello se le ha catalogado coloquial- Ambas funcionan como centros de atención primaria,
mente como “herniófilo”, para diferenciarlo del hernió- es decir, los pacientes obtienen consulta al solicitar una
logo, que es aquel que se dedica exclusivamente a las cita, sin el requisito habitual de ser referidos por otro
hernias. Es importante hacer notar que los cirujanos de médico. En este sentido funciona como el departamento
algunos de los más importantes hernia centers son ver- de medicina preventiva de cualquier institución. Su ob-
daderos herniólogos, dado que han restringido su activi- jetivo es proporcionar atención de calidad al paciente de
660 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 76)

Figura 76--2. A. Proben Hernias, Guadalajara, Jal. B. Hernias Cirugía Especializada, Monterrey, N. L.

hernia para prevenir complicaciones y reintegrarlo a su paciente debe estar enterado de lo que el cirujano se pro-
vida normal en el menor tiempo posible. pone hacer, las expectativas y los riesgos. El trato ama-
ble y la atención a los detalles son tan fundamentales
como la agilidad en el proceso. La adecuada selección
de los pacientes es muy importante, por lo que en caso
PROCEDIMIENTOS
de no hacerla se corre el riesgo de incluir a pacientes ina-
decuados para el programa, con las consecuentes com-
plicaciones potenciales.
La cirugía ambulatoria implica interactividad, es de-
Entrevista inicial cir, el paciente es parte importante de este concepto,
pues de él y su familia dependen el ayuno no supervisa-
Cada paciente es diferente, lo cual significa que cada do, la colaboración en el transoperatorio y el cuidado
uno tiene una hernia o más y requiere un trato adecuado posoperatorio en casa.
a su problema y a su situación (ocupacional, edad, esta- Hoy el paciente y sus familiares buscan seguridad, de
do físico, etc.). modo que los resultados deben ser predecibles. Las ins-
talaciones deben ser adecuadas, limpias, confortables y
dotadas de los elementos reglamentarios para la ejecu-
Consentimiento informado ción de los procedimientos que se ofrecen. La improvi-
sación es una invitación al desastre. El personal que in-
La información es la base de la confianza, por lo que el tegra el equipo quirúrgico debe estar adecuadamente

A B C

Figura 76--3. A. Hospital ISSSTE, Cd. Victoria, Tam. B. Consultorio CLIHPA. C. Consultorio CLIHPA. Sala de espera.
Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias 661

calificado para las funciones que va a desempeñar en local. La anestesia es una elección generalmente com-
cada área, a fin de asegurar que el centro funcione den- partida entre el cirujano y el anestesiólogo de acuerdo
tro de las normas oficiales. La actitud cordial, amable y con las condiciones particulares del paciente y la her-
profesional le brinda tranquilidad al paciente y confian- nia.12
za a la familia. La operación es la que el cirujano acostumbre hacer
Los costos deben ser razonables y sensiblemente me- en cada caso, considerando una adecuación al formato
nores a los que se pagan en los hospitales tradicionales. ambulatorio propio de este concepto. La información se
El registro de todo lo que se hace garantiza la seriedad proporciona al inicio de la operación, durante ella y al
de la labor médica y permite generar las bases de datos final. Esto es importante, porque mientras para el equi-
confiables para comunicar los resultados con fines aca- po y el paciente “todo va bien”, para los familiares sin
démicos, para modificar las estrategias de salud en el fu- información la tensión aumenta mientras el tiempo
turo. pasa. El informe transoperatorio a través de un miembro
del equipo o del personal administrativo es el mejor
tranquilizante.13
Admisión Al salir del quirófano, de ser posible, el paciente debe
hacerlo caminando con ayuda, lo cual genera confianza
en él y en su familia, puesto que tanto psicológica como
Debe hacerse de preferencia por un área diferente a la
físicamente mejora la percepción acerca del procedi-
de los pacientes de otro tipo (esto es especialmente im-
miento.14
portante en las CLIHPA integradas a hospital), para no
generar tensión adicional en el paciente. La preparación
preoperatoria es mínima y se hace en el área destinada Egreso
a este fin (entrevista preanestésica, venoclisis, tricoto-
mía, etc.).
El egreso ocurre casi siempre 2 h después, pero en las
hernioplastias “promedio” sucede en los primeros 30
min.15 Se recomienda (en el centro privado es de rutina)
Quirófano una llamada telefónica en el curso de las siguientes 24
h a fin de verificar la buena evolución. Esto le da tran-
El ambiente en la sala de operaciones debe ser relajado, quilidad al cirujano y es un detalle que el paciente y la
con música ambiental y temperatura agradable, consi- familia agradecen, porque representa seguridad.16,17
derando que la mayoría de los pacientes están conscien- La revisión en consulta se hace a la semana, al mes
tes durante casi toda la intervención (figura 76--4). La y al año. Después, el seguimiento puede ser telefónico
premedicación incluye la analgesia preventiva, la seda- o en citas, pero el paciente debe saber que tiene cita
ción y la inducción anestésica en el caso de anestesia abierta en cualquier época, porque aunque aún no hay
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A B

Figura 76--4. A. HerniaQx, Centro Especializado en Hernias. B. Consultorio HerniaQx.


662 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 76)

S La cirugía de hernias, en honor a la verdad, debería


ser enseñada a los residentes por los cirujanos más
experimentados del equipo.
S Los pacientes buscan seguridad, atención amable,
métodos más adecuados a sus necesidades actua-
les, respeto e información.
S Los cirujanos de hoy son responsables de lo que
suceda con la especialidad en el futuro.
S Los centros y las clínicas de hernias son el resul-
tado de la visión de los pioneros en este campo,
seguida de las acciones entusiastas de cirujanos de
todo el mundo dispuestos a cambiar el orden esta-
blecido, para brindarles a los pacientes una mejor
calidad de vida.
S Los principios básicos expresados por Irving
Figura 76--5. Quirófano de HerniaQx.
Lichtenstein2 hace casi cuatro décadas (controver-
siales y rechazados entonces) son la base de la ci-
rugía ambulatoria de hernias en la actualidad:
técnica a prueba de recidivas, el cirujano sigue siendo
1. La reparación de la hernia se puede efectuar con
el responsable de los resultados de la intervención a lar-
seguridad y rapidez como procedimiento de pa-
go plazo.
ciente externo.
2. Debe realizarla un cirujano experimentado y no
se puede relegar a la categoría de una operación
CONCLUSIONES menor.
3. Además de las notables ventajas económicas, la
anestesia local evita las complicaciones ordina-
rias de las anestesias raquídea y general.
S El concepto de centro especializado en el trata- 4. El malestar posoperatorio es mínimo y se ani-
miento de hernias y el de clínica de hernias es apli- ma al retorno a la actividad no restringida con
cable a cualquier servicio de cirugía general de prontitud y a la readopción rápida de los traba-
cualquier hospital o puede ser independiente. jos manuales.
S Las hernias de la pared abdominal constituyen una
patología muy común y con frecuencia mal tra- Pero, ¿qué debe hacerse? El autor opina que lo mejor es
tada, por lo que debe ser sujeta a estudio y manejo continuar construyendo sobre los cimientos que legaron
concienzudos. los predecesores. Aún hay mucho por hacer en este
S Es una mejor manera de tratar esta patología y campo y muchos más centros y clínicas de hernias por
debe considerarse como una respuesta a un pro- crear.
blema de salud pública. Ésta es la razón de existir Se requiere que el entrenamiento en cirugía de her-
de las clínicas y los centros de hernia. nias de las nuevas generaciones de cirujanos sea riguro-
S La hernioplastia puede llevarse a cabo bajo anes- so y responsable, y que se base en estos principios,18
tesia local y plan ambulatorio, sin que llegue a pero sobre todo en el respeto al ser humano y a la hono-
considerarse como una “cirugía menor” para “el rable tradición quirúrgica de la que todos somos herede-
R1”. ros.

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Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias 663

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664 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 76)
Capítulo 77
Concepto de cirugía ambulatoria integral
en cirugía de hernias
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN Un factor de suma importancia es la información,


que llega cada vez más rápida y precisa al público en ge-
neral, proporcionando elementos de juicio acerca de las
opciones con las que se cuenta en materia de salud.
El cirujano actual no es diferente, en lo esencial, de sus Por otra parte, cada vez se pone más atención al valor
predecesores más antiguos, puesto que continúa siendo agregado que representan algunos aspectos, como la co-
el mismo apasionado por la cirugía, aun cuando el sis- modidad y la estética. Todas estas razones deben ser to-
tema de medicina institucional haya hecho todo lo posi- madas en cuenta en el momento de elegir el método por
ble por convertirlo en un burócrata. A pesar de que esto utilizar para el tratamiento del problema quirúrgico en
afecta a casi todos, la cirugía sigue siendo una maravi- cuestión.
llosa actividad que fascina a propios y extraños.
Cada día hay nuevos avances científicos en esta y
otras disciplinas, por lo que la cirugía de hoy debe, de CIRUGÍA AMBULATORIA INTEGRAL
acuerdo con lo que se comenta, basarse en evidencias.
Sin embargo, estando tan llena de matices históricos, ro-
mánticos y anecdóticos, su práctica obedece muchas ve-
ces a la tradición, la cual dicta que las cosas deben ha- El concepto de cirugía ambulatoria integral es extraño
cerse de la misma manera en que se aprendieron. Hoy, para algunos, dado que por cirugía ambulatoria se en-
como ayer, la resistencia al cambio persiste. tiende que el paciente no se hospitaliza y por integral
La cirugía ambulatoria, más que un programa, es una que es total y, por lo tanto, completa. Estos dos concep-
filosofía, una forma de pensar que contradice parte de tos para muchos cirujanos no son fácilmente compati-
las tradiciones quirúrgicas con las que los cirujanos fue- bles, pues lo ambulatorio a menudo se relaciona con la
ron educados. Sin embargo, cada vez son más los que cirugía menor, informal y, por lo tanto, difícilmente es
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cultivan esta modalidad de manejo que, para los fines integral.


prácticos de esta exposición, se considera como un pro- Sin embargo, durante muchos años en muchas partes
grama que puede y debe implementarse en todo servicio del mundo desarrollado y en vías de desarrollo los ciruja-
quirúrgico. Las razones son múltiples. La más impor- nos interesados en esta forma de tratamiento de la hernia
tante es la necesidad de ofrecer atención quirúrgica efi- han podido desarrollar técnicas y estrategias sistemati-
caz y segura a costos razonables a nivel institucional y zadas que han permitido integrar estos dos conceptos
privado (el concepto costo--beneficio). Pero hay otros, para brindar atención quirúrgica de calidad a pacientes
como la escasez de camas en los hospitales, los riesgos de todos los niveles socioeconómicos, en el entorno ins-
y las incomodidades de una hospitalización y el escaso titucional y también en el privado, minimizando los
tiempo disponible por la persona común para la aten- riesgos, abatiendo los costos y proporcionando resulta-
ción de su salud. dos iguales y muchas veces superiores a los obtenidos

665
666 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 77)

con el abordaje tradicional, tanto en términos quirúrgi- El método anestésico empleado no tiene nada que ver
cos como de satisfacción del paciente y del cirujano y con la definición.
su equipo.1,2 Los términos cirugía ambulatoria, cirugía mayor am-
De hecho, es en el medio privado donde ha sido me- bulatoria, cirugía de día y cirugía sin ingreso son sinóni-
jor aceptada esta modalidad quirúrgica, ya que los pa- mos, e implican no pasar la noche en el hospital.
cientes de este tipo con frecuencia dependen de su trabajo Cirugía ambulatoria no es cirugía de corta estancia,
diario para generar ingresos y, por lo tanto, aprecian la ya que esta última requiere la admisión del paciente, que
menor interferencia en sus actividades (en el institucio- pasará la noche hospitalizado.
nal normalmente ocurre lo contrario). Ambos conceptos responden a una misma filosofía,
Lo relevante de todo esto es que, aunque no se ha re- pero el primero representa un modelo más avanzado de
inventado la cirugía, se está volviendo en cierta forma atención.
a los orígenes, ya que el hombre aprendió a operar a sus En resumen, es una de las innovaciones más impor-
semejantes antes que a escribir y, por supuesto, antes de tantes del proceso de asistencia quirúrgica y una tenden-
que existieran los hospitales. La cirugía ambulatoria es, cia irreversible de alcance mundial.
entonces, la forma más antigua de cirugía que se cono- Es evidente que estas consideraciones obligan a re-
ce.3 Así, aunque muchas veces se califique de novedo- plantear la validez de la tradicional clasificación de la
sos a estos métodos, en realidad sólo se trata de adaptar cirugía en mayor y menor, pero este tema está fuera del
el conocimiento y la tecnología actuales a procedimien- ámbito que ahora nos ocupa.5
tos milenarios que ayudaron a la humanidad a sobrevi- ¿A qué se le llama manejo integral del paciente en
vir. Y si fueron eficaces entonces y en aquellas condi- cirugía ambulatoria de hernia? Esta frase pretende en-
ciones, lo son sin duda en estos tiempos, altamente globar en un solo concepto el tratamiento de esta patolo-
tecnificados y con amplia disponibilidad de asistencia gía tan común, pero incluyendo todo lo que lo rodea y
quirúrgica. no sólo la intervención quirúrgica. Esto representa con-
De lo que se trata en realidad es de cambiar el enfo- siderar el preoperatorio y el posoperatorio como las
que que se tiene de la cirugía en general y de las hernias condiciones especiales en las que se desarrolla la cirugía
en particular, ya que se ha demostrado en repetidas oca- ambulatoria, teniendo en cuenta que el acto quirúrgico
siones que su manejo ambulatorio es tanto o más seguro en sí es sólo una parte (si bien la más importante) del
y ofrece los mismos o mejores resultados que el manejo proceso.
hospitalario tradicional.4 Sin embargo, cuando se habla de manejo integral se
Por otra parte, es importante señalar que la termino- incluye lo que se hace con el paciente y por él desde el
logía utilizada en relación con este tema es más bien momento en que se le conoce hasta que se decide que
confusa, pues por cirugía ambulatoria tiende a enten- puede ser dado de alta de la consulta posoperatoria por-
derse que se trata de una cirugía menor, en especial que ya no requerirá la atención médica, la cual incluye
cuando se utiliza anestesia local.5 Sin embargo, una la percepción que el paciente tiene de los médicos, de las
buena parte de las cirugías ambulatorias que se ejecutan instalaciones, de la confianza que ello le inspira, del tra-
hoy en día son mayores y se llevan a cabo con este méto- to recibido durante todo el proceso, de las molestias que
do, con la vigilancia y el apoyo permanentes del aneste- experimentó (si las hubo), del grado de aceptación al
siólogo, de manera que puede denominarse cirugía ma- procedimiento y del tipo, la dosis y la posología de los
yor ambulatoria bajo anestesia local simple o asistida. medicamentos recibidos, así como de sus efectos secun-
Obviamente, también se denomina cirugía ambula- darios.
toria a la cirugía mayor bajo anestesia general o regional En la cirugía de hernias de la pared abdominal la
con egreso el mismo día, y a toda cirugía menor bajo atención integral se refiere al trato de los pacientes y no
cualquier modalidad anestésica. Es así como puede ha- sólo a las hernias. Esto significa que, además de reparar
blarse de cirugía mayor y menor ambulatorias operadas la hernia, se evalúa la pared abdominal desde los puntos
bajo diversas técnicas anestésicas. de vista anatómico y funcional, lo cual constituye una
Por todo esto es importante definir qué es y qué no es parte del paciente, por lo que debe tomarse en cuenta su
cirugía ambulatoria. estilo de vida y otros factores (incluidos los estéticos)
Cirugía ambulatoria es la práctica de procedimientos para diseñar la estrategia quirúrgica idónea. Se llama
quirúrgicos terapéuticos o diagnósticos, o de ambos ti- manejo integral al hecho de ver al paciente como un ser
pos, en pacientes que el mismo día de la intervención humano, no como un caso o como una carga de trabajo.
vienen de su domicilio y vuelven a él, después de un pe- De hecho, siempre se debe procurar el uso del término
riodo de observación y control. “paciente”.
Concepto de cirugía ambulatoria integral en cirugía de hernias 667

Pero esto no es todo. El paciente es un ser biopsicoso- Habría que recordar que, se haga lo que se haga, el
cial, lo cual implica que, si se va a hablar de atención in- cambio está aquí, y quienes sí lo han abrazado con entu-
tegral, hay que enfocarse en el hecho de que el paciente siasmo son los pacientes, que cada vez están mejor in-
con hernia acude al cirujano porque necesita resolver un formados. Eso significa que será más difícil hacer que
problema que le preocupa porque interfiere en sus acti- la gente acepte sin cuestionar los métodos diagnósticos
vidades cotidianas, lo atemoriza por lo que sabe de las o terapéuticos si sabe que existen mejores alternativas
potenciales complicaciones o simplemente porque le para la investigación y el tratamiento de su padecimiento.
molesta su aspecto, como ocurre entre los adolescentes En realidad se trata de una actitud, de una filosofía
o jóvenes con hernia umbilical (mujeres y hombres), que tiene mucho que ver con una manera diferente de
que la mayoría de las veces no produce síntomas. Los ver la cirugía contemporánea, que cambia la imagen
pacientes solicitan atención y saben que será quirúrgica, atemorizante con la que se le ha identificado y de la que
pero desean que la interferencia en su vida habitual sea es responsable el cirujano en buena parte, por no prestar
mínima, sobre todo en el medio privado. Asimismo, atención a los pequeños detalles que hacen la gran dife-
buscan el menor riesgo e insisten en el aspecto estético. rencia y que ya habían sido señalados hace siglos por los
Es cierto que quien repara una hernia no es un ciru- grandes maestros de la cirugía, como el manejo delica-
jano plástico, pero es necesario que se tomen en cuenta do de los tejidos, la hemostasia cuidadosa, las suturas
todas estas variables que en la actualidad inciden en la sin tensión, etc.
práctica diaria. Esto, lejos de incomodar al médico, Si a esto se le agrega el concepto de analgesia preven-
debe representar una oportunidad para la mejoría de la tiva, la infiltración local preoperatoria e indolora de
atención quirúrgica. anestésicos de larga duración y el favorable efecto psi-
En este punto se encuentra la cirugía actual de her- cológico de la no hospitalización, con egreso y deambu-
nias. Ya no se trata sólo de evitar la recidiva (la cual lación prácticamente inmediatos, se conseguirá una
preocupa porque se sigue presentando a pesar de la evolución radicalmente diferente a la que se está acos-
depuración de las técnicas), sino de llevar los resultados tumbrado a ver en el posoperatorio habitual.6 Y es que
a un nivel superior: el del confort, que se define como en la actualidad todo esto es posible, ya que se cuenta,
comodidad o bienestar.6 Para ello es necesario darse como nunca antes, con analgésicos de última genera-
cuenta de que seguir haciendo las cosas a la usanza tra- ción, prótesis, mallas para evitar la dolorosa tensión,
dicional no constituye una contribución al desarrollo de anestésicos locales de mayor duración y seguridad, así
la especialidad. La misión debe ser conservar todo lo como con dispositivos para analgesia continua domici-
bueno y mejorar lo aprendido, integrando la profesión liaria y una experiencia compartida cada vez mayor, que
al mundo actual, rápidamente cambiante, no pretender avala el uso de estos métodos a gran escala.9
que éste se adapte a la cirugía que se sabe hacer. Todos los especialistas quirúrgicos que abordan el
Si el concepto de cirugía ambulatoria se convierte en abdomen por cualquiera de sus caras e incluso el tórax
el de elección hay que considerar no cuándo usarlo, sino son capaces de producir hernias incisionales, pero repa-
cuándo no hacerlo, ya que una vez acostumbrados a esta rarlas es algo que se encuentra dentro del campo exclu-
modalidad de manejo y apreciadas sus enormes venta- sivo del cirujano general. La realidad es que hasta el cie-
jas es difícil volver a operar de la manera tradicional sin rre primario de las incisiones es efectuado en muchos
sentir que no se le está proporcionando al paciente lo casos con técnicas que, a la luz de los conceptos actua-
mejor. les, son obsoletas. Pero los cirujanos generales son los
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Hay cosas que por la fuerza de la costumbre escapan únicos especialistas a cargo de la pared abdominal y, por
a la atención y, en consecuencia, a la reflexión: hace lo tanto, los responsables de adecuar lo aprendido de sus
poco más de un siglo la gente daba por sentado que la predecesores al entorno actual en todo el mundo.
cirugía era un tormento que había que soportar si se de- Cabría esperar que los conocimientos acerca de esta
seaba la curación. La famosa frase de “grandes incisio- compleja estructura fueran completos y actualizados,
nes, grandes cirujanos” dominó el pensamiento quirúr- pero no es así. El cierre primario y la cirugía de hernias
gico durante mucho tiempo, hasta que surgió la cirugía continúan aprendiéndose, en la mayoría de los hospita-
laparoscópica. Como estos, hay conceptos que fueron les, de residente a residente o, en el mejor de los casos,
válidos en su momento y en el contexto histórico en que observando operar a cirujanos experimentados. Rara
se usaban, pero que hoy han perdido parcial o totalmen- vez se le da atención formal al tema, como ocurre con
te su vigencia. La razón es que, como todo, la cirugía la cirugía biliar o tiroidea, por ejemplo, y si bien las
evoluciona. El problema radica en que los cirujanos no complicaciones en hernioplastia no representan la ca-
siempre están dispuestos a cambiar al mismo ritmo. tástrofe de la lesión de la vía biliar, su impacto en la cali-
668 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 77)

dad de vida y en el aspecto socioeconómico de un país así como el riesgo de complicaciones por la espera. En
es lo suficientemente importante como para considerar relación con esto, la obligación del cirujano es tener una
las hernias un problema de salud pública.10 vez más el buen juicio y el valor de oponerse a tales es-
Su manejo adecuado contribuye a disminuir este im- trategias, que son más comerciales que médicas.
pacto, pero el incorrecto se suma al problema. Por eso Ni qué decir del uso de dispositivos de contención,
no se justifica seguir haciendo lo mismo con el argu- como bragueros y fajas, que aunque mantienen más o
mento de que “yo siempre lo he hecho así y me ha ido menos en su sitio el contenido de la hernia retardan el
bien”, porque esto, aunque es cómodo, es una forma de manejo definitivo, y cuando se usan durante muchos
autoengaño y retarda el progreso de esta disciplina y de años producen daños locales por compresión, que difi-
cualquier otra. cultan el procedimiento quirúrgico. El argumento de
La cirugía de hernias es una cirugía reconstructiva, que están indicados en pacientes de alto riesgo es fácil-
pues a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de las mente rebatible si se hace notar que en estos casos el uso
intervenciones que realiza el cirujano general, por lo ge- de anestesia local resuelve el problema con una nula o
neral resectivas, pretende restablecer la normalidad mínima repercusión hemodinámica.12
anatómica y funcional de la región afectada. Por otra parte, si se enfatiza la importancia de la ense-
Aunque esta subespecialidad originalmente se valió ñanza sistemática de la cirugía herniaria y se lograra es-
de los propios tejidos del paciente para lograr su objeti- tablecerla como programa prioritario en los cursos de
vo usando ingeniosas técnicas de colgajos, incisiones de especialización de cirugía general, los resultados mejo-
relajación e injertos autólogos, en la actualidad se em- rarían. Éste es uno de los objetivos principales de las
plean cada vez con más frecuencia los materiales proté- asociaciones que en todo el mundo se han creado a raíz
sicos para el mismo fin. de los malos resultados globales en el manejo de esta pa-
Desde este punto de vista, un cirujano general es real- tología (American Hernia Society, European Hernia
mente un cirujano reconstructivo de la pared abdominal Society y Asociación Mexicana de Hernia, A. C., y otras
y la cirugía reconstructiva debe ser efectuada a tiempo, que se han fundado recientemente por la misma razón
no como una urgencia. y con los mismos propósitos).
La cirugía de hernias se incluye en el nivel II de aten- Los elementos ya están ahí, los conocimientos bási-
ción del esquema de Leavell y Clark (es decir, en el nivel cos, el entrenamiento, los fundamentos y la experiencia
de diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y limi- quirúrgica; lo que hace falta es redefinir lo que se hace,
tación del daño), por lo que debería considerarse como a fin de que se le dé un nuevo sentido al quehacer quirúr-
cirugía preventiva, dado que cuando se hace oportuna- gico, ya que es perfectible y su mejoramiento depende
mente se evita la morbilidad asociada con complicacio- definitivamente de los cirujanos.
nes y se mejora la calidad de vida. Ahora bien, hablar de un manejo integral equivale a
Esto ha sido motivo de controversia en algunos foros hablar de interactividad; es decir, el paciente asume
internacionales, donde se ha propuesto el manejo con- también una responsabilidad en su tratamiento, pues, si
servador debido a que las complicaciones son relativa- bien es cierto que un gran porcentaje de la cirugía actual
mente poco frecuentes, a que la cirugía no está exenta puede tratarse mediante esta modalidad, también lo es
de riesgos y los resultados no son 100% satisfactorios.11 que requiere cierto grado de cooperación para que se
Es cierto que muchas de las hernias son asintomáti- puedan predecir buenos resultados.
cas y los cirujanos deben tener el buen criterio de dejar- A fin de cuentas ¿qué es lo que busca el paciente
las en paz y observarlas en circunstancias muy especia- cuando solicita atención quirúrgica para resolver su
les. Sin embargo, lo que parece estar detrás de este problema de hernia?
enfoque es que en EUA las compañías aseguradoras han
visto que sus costos operativos en este rubro pueden dis- S Que su operación sea definitiva.
minuir significativamente si logran influir en los pa- S Que el procedimiento sea efectuado con el míni-
cientes y en los cirujanos para que adopten una conducta mo de molestias.
expectante y sólo se operen los casos sintomáticos se- S Que interfiera lo menos posible con su vida habi-
leccionados. tual.
El problema de adoptar esta conducta es que la hernia S Que de preferencia se realice en plan ambulatorio,
tiene una tendencia natural a dañar progresivamente la ya que casi todos manifiestan cierto rechazo a la
pared abdominal y la reconstrucción se vuelve cada vez hospitalización.
más laboriosa por esto y por las adherencias al saco her- S Que la anestesia sea la menos riesgosa y molesta
niario, a la vez que la frecuencia de recidivas aumenta, que pueda administrársele.
Concepto de cirugía ambulatoria integral en cirugía de hernias 669

S Que se le proporcione una razonable confianza algo más: al bienestar del paciente, al grado de que
acerca de que podrá continuar con una vida nor- se convierta en un promotor del concepto.
mal, sin las restricciones que tradicionalmente se S Reconocer que las hernias de la pared abdominal
recomiendan a los operados de hernia. son una patología seria que requiere estudio y tra-
S Idealmente, que se cumplan los principios ele- tamiento serios, y que no son intervenciones para
mentales de la cirugía estética, ya que muchas ve- dejárselas al residente de primer año, sino que de-
ces el motivo para decidirse a la intervención no ben ser ejecutadas y enseñadas a los residentes por
es el dolor ni el temor a las complicaciones, sino los cirujanos más experimentados del equipo.
el aspecto desagradable de la hernia, sobre todo de S Tomar como un reto el hecho de que aún hay reci-
las umbilicales presentes en niñas, mujeres jóve- divas y resultados subóptimos, para buscar día a
nes y cada vez más en hombres. día la mejoría del quehacer médico mediante el es-
S Por último, que se le proporcione información tudio y la práctica constantes.
acerca de lo que puede esperar en cuanto a evolu- S Darse cuenta de que, sin importar lo que se diga,
ción y posibles molestias, y la seguridad de que se la cirugía de las hernias de la pared abdominal es
le atenderá en el futuro en caso de que las tuviera. un campo en constante expansión, donde la creati-
vidad y el interés de cada cirujano son bienveni-
¿Qué es lo que el cirujano debería buscar o tratar de con- dos.
seguir en el proceso de atención del paciente con hernia
de la pared abdominal? Es posible que todo esto sea difícil de llevar a la prác-
En opinión del autor de este capítulo, proporcionar tica, que incluso pueda parecer una utopía, sobre todo
un servicio que exceda las expectativas del paciente, en los atestados servicios de cirugía en el medio institu-
para lo cual se recomienda: cional, pero hoy por hoy, si el cirujano no desempeña el
papel que se supone que debe tener en la sociedad dando
S Ver a cada paciente como un ser humano con te- todo esto como valor agregado, será responsable de
mores derivados de la mala información, de anéc- contribuir a la decadencia de la profesión.
dotas y opiniones de familiares y amigos, mitos, Los cirujanos están obligados a mejorar en el conoci-
dudas, etc., que busca información y ayuda. miento de la pared abdominal. Nadie más lo hará, en
S Aprovechar cada caso como fuente de aprendiza- ninguna otra especialidad. No existe el interés ni la for-
je, con el respeto que cada persona merece. mación para esto.
S Mantenerse actualizado para poder proporcionar Lo extraño es que en la mayor parte de los programas
la mejor atención. de especialización en cirugía general el tema sigue sien-
S Entender que la frase “hay enfermos, no enferme- do relegado a un plano secundario, cuando en la reali-
dades” es válida también en la cirugía de hernias, dad cotidiana del cirujano las hernias ocupan el primer
pues cada paciente tiene su hernia y la solución lugar, o cuando mucho el segundo, de los procedimien-
debe individualizarse cuando se requiera; es decir, tos quirúrgicos que realizará durante toda su vida profe-
hay técnicas probadas que funcionan para la ma- sional, y la pared abdominal la estructura que manejará
yoría de los casos, pero no para todos. con mayor frecuencia.13
S Aceptar que, sin importar la habilidad y la prepa- Hoy están abiertas líneas de investigación en muchos
ración del cirujano, la recidiva es algo que en al- campos, especialmente en lo que a manipulación gené-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

gún momento se presentará, pues todavía no hay tica se refiere.


una serie honesta que reporte cero recidivas a lar- Tal vez en el futuro el concepto de herniosis14 pueda
go plazo. ser mejor comprendido y tratado con estrategias no qui-
S Al respecto, una buena disciplina consiste en con- rúrgicas, lo cual formará parte del manejo integral del
siderar, sólo para fines de reflexión, que cada reci- paciente con hernia. Entonces, en un sentido hipotético,
diva es falla del cirujano, aun cuando se sabe que el cirujano tendrá que preocuparse por ser desplazado,
hay pacientes con factores que predisponen a este al menos parcialmente, de esta fascinante área de la ci-
resultado indeseable. Así se mantendrá una acti- rugía.
tud autocrítica, expectante y cuidadosa en cada Por lo pronto, y quizá por muchos años más, el ciruja-
acto quirúrgico, lo cual redundará en una mejoría no general seguirá valiéndose de los elementos mencio-
permanente de los resultados. nados para continuar con su labor.
S Tener presente que en la actualidad la pretensión La cirugía ambulatoria integral no nace de una dispo-
de cero recidivas no basta. Es necesario aspirar a sición o decreto oficial. Es un concepto que sólo puede
670 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 77)

llevarse a la práctica por convicción, mediante un cam- se logra aumentar los índices de seguridad y la satisfac-
bio en la forma de pensar del cirujano en primer lugar, ción del paciente, agilizar la atención, reducir los costos
lo que en consecuencia influirá en su equipo y en el resto directos e indirectos para todos, abatiendo el impacto
del personal del servicio quirúrgico.23 socioeconómico y, como cereza del pastel, incrementar
Finalmente, la cirugía ambulatoria integral implica la comodidad, el reconocimiento y los ingresos del ciru-
no sólo efectuar el procedimiento quirúrgico con efica- jano y su equipo. Éste es, definitivamente, un concepto
cia y buenos resultados, sino conseguir esto a la vez que de ganar--ganar.

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Capítulo 78
Criterios para el manejo ambulatorio
en hernioplastias
Miguel Magdaleno García

INTRODUCCIÓN janos generales que muestran interés por la patología


herniaria. El manejo integral del paciente ambulatorio
debe dar iguales o mejores resultados que el manejo tra-
dicional con hospitalización, ya que el tratamiento debe
Es importante saber que el manejo ambulatorio de las ser multifocal: resolución de la patología herniaria, ma-
hernioplastias no es algo nuevo, desde hace varios años yor confort para el paciente, satisfacción, pronta recu-
está descrito el concepto de la cirugía mayor ambulato- peración y mínimo riesgo anestésico. La cirugía ambu-
ria (CMA), en el cual se incluye la cirugía de las hernias latoria permite realizar los mismos procedimientos
de la pared abdominal. Se ha intentado estandarizar los quirúrgicos sin necesidad de hospitalización, en lo posi-
criterios para realizar la cirugía ambulatoria, pero aun ble con menor dolor posoperatorio, menor índice de
entre los cirujanos ha tenido una baja aceptación, algu- complicaciones tempranas y tardías y, en general, con
nas veces por temor o por desconocimiento del proceso mejores resultados. Esto se logra con una estandariza-
y de sus resultados. Se debe reconocer que las hernio- ción de los procesos y un adecuado conocimiento del ci-
plastias son una de las dos primeras causas de cirugía rujano en esta área. Esta modalidad debe estar al alcance
electiva y que existe un diferimiento de estos procedi- de cualquier cirujano en cualquier hospital, indepen-
mientos por la tradición de las instituciones y los ciruja- dientemente del nivel de atención del mismo. Es una
nos de realizarla como cirugía hospitalaria, sin tomar en forma de pensar llevada a la acción diaria. Deben consi-
cuenta los beneficios de la cirugía ambulatoria. derarse ante todo las características generales para ser
Es importante señalar que los pacientes en medio pri- candidato a una cirugía ambulatoria, como edad, sexo,
vado e institucional consideran la aceptación del proce- índice de masa corporal, comorbilidades, riesgo quirúr-
dimiento, más aún, solicitan esta modalidad de cirugía, gico con base en la clasificación de la American Society
ya que no es necesaria la hospitalización y su control of Anesthesiology (ASA) y ser una cirugía electiva, que
puede ser como externo. Esto es factible en las institu- son los requisitos comunes o básicos para toda cirugía
ciones de salud donde ya existan unidades médicas ambulatoria. Entre las características propias de la pato-
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específicas para la atención ambulatoria, como las uni- logía herniaria debe considerarse los siguientes aspectos:
dades médicas de atención ambulatoria (UMAA), en
donde se demuestra que se involucra menor cantidad de S Clasificación de Davis. Todos los procedimien-
personal, menores recursos y más eficiencia en el pro- tos electivos en la patología herniaria son de tipo
ceso de la atención ambulatoria. II, que son intervenciones que pueden realizarse
Shouldice, desde la década de 1950, y Lichtenstein con anestesia local, locorregional, regional, gene-
en la de 1970, dieron auge a la cirugía ambulatoria en ral o con sedación, y que requieren cuidados poso-
sus centros hospitalarios para el tratamiento de la pato- peratorios específicos pero no intensivos ni pro-
logía herniaria inguinal; así, el manejo de la hernias de longados, y la analgesia posoperatoria es de tipo
la pared abdominal ha ido en aumento gracias a los ciru- oral.

671
672 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 78)

S Tipo de cirugía. Todos los procedimientos son de


tipo electivo. No se consideran los procedimientos
de urgencias como una opción para el manejo am-
bulatorio, ya que en caso de compromiso del con-
tenido herniario se deberá valorar la evolución
desde unas horas hasta un día, catalogándose en-
tonces como cirugía de corta estancia u hospitali-
zación tradicional. La viabilidad de los tejidos li-
mita el manejo ambulatorio de los pacientes, por
lo que en caso de estrangulación con sufrimiento
de asa o de datos de isquemia, por mínima que sea,
no deberán ser considerados para el manejo ambu-
latorio, ya que ameritarían vigilancia estrecha,
máxime si se realizó una resección intestinal.
S Localización en la pared abdominal. Se pueden
considerar todas las localizaciones de las hernias Figura 78--2. Plastia inguinal pediátrica con anestesia loco-
rregional con sedación.
como susceptibles de cirugía ambulatoria.
S Tipo de abordaje. Los procedimientos pueden
ser con técnica tanto abierta como endoscópica. S Por índice de masa corporal. Todos los pacientes
S Tipo de anestesia. Se puede realizar con anestesia podrían ser considerados para una intervención en
local, locorregional (bloqueo inguinal o intercos- forma ambulatoria; sin embargo, el criterio acep-
tal), regional (bloqueo peridural o subaracnoideo), tado es hasta un índice de masa corporal (IMC) de
con o sin sedación, general y mixtos (figura 78--1). 35. Cada vez son mejor aceptados los mayores de
S Tipo de plastia. Se consideran ambos tipos, con este IMC, pero los de más de 40 son aún motivo
tensión y sin tensión. de controversia. La decisión respecto a este grupo
S Por edad. Se consideran los procedimientos a de pacientes debe hacerse de común acuerdo con
cualquier edad, teniendo un cuidado especial en los el anestesiólogo.
menores de tres años, ya que podrían tener inma-
durez hepática y un control deficiente de la tempe- A continuación se presentan algunas consideraciones
ratura corporal que ameritarían más cuidados (fi- de acuerdo con la localización de la hernia.
gura 78--2).
S Por clasificación de la ASA. Se consideran todos
los pacientes ASA 1 y 2, y los ASA 3 controlados. HERNIAS INGUINALES

Se pueden considerar para su manejo ambulatorio las


hernias primarias y las recurrentes. Por su localización
y origen, cualquiera de los tres tipos de defectos de la re-
gión inguinal: indirecto, directo y femoral. Recidivas
con o sin malla previa. Igualmente, si se considera único
o múltiple, defecto unilateral o bilateral. Por el tamaño,
todas las dimensiones, a excepción de las monstruosas
o con pérdida de dominio.

HERNIAS VENTRALES

Figura 78--1. Paciente en cirugía de plastia inguinal con Pueden ser manejadas como ambulatorias las hernias
anestesia locorregional con sedación. primarias y las recurrentes. Por su localización y origen,
Criterios para el manejo ambulatorio en herniplastias 673

ser de preferencia cerrado, por vacío, y el paciente no


necesariamente deberá estar hospitalizado. Se tendrá
que capacitar al adulto responsable del paciente infor-
mándole de los cuidados y del mecanismo para cuantifi-
cación del gasto si fuera necesario, con seguimiento co-
mo externo en consulta.

Manejo del dolor

Esta situación deberá tratarse como un apartado inde-


pendiente, ya que el mayor número de fracasos de ciru-
gía ambulatoria, retraso en el egreso e incluso reingreso
Figura 78--3. Hernia ventral compleja, con varios defectos
del paciente al servicio y envío a hospitalización se de-
y contenido incarcerado. El paciente no es candidato a ciru- ben a la falta de control del dolor. Hay que considerar
gía ambulatoria. el manejo multimodal del dolor desde el analgésico pre-
operatorio, la anestesia local, la disección fina de tejidos
y la minimización del trauma; limitar la intensidad de la
en todas sus localizaciones (umbilical, epigástrica, inci- potencia del cauterio y evitar involucrar estructuras ner-
sional, de Spiegel, lumbares, etc.). Por tamaño del anillo viosas. Para el manejo como externo, que el paciente
herniario, todas las dimensiones de anillo herniario has- quede con analgesia locorregional, ya sea por efecto re-
ta 6 cm, y de 6 a 10 cm de acuerdo con el criterio del ciru- sidual de su bloqueo local, por analgesia con catéter in-
jano; se deberá considerar como candidatos a hernias con vasivo ambulatorio o dosis única. La medicación oral
sacos pequeños y medianos. Los grandes sacos se consi- con narcótico ambulatorio asociado deberá ser ocasio-
derarán con base en el contenido, y como no ambulato- nal.
rias las hernias monstruosas o con pérdida de dominio.
No debe haber limitación para realizar un procedi-
miento ambulatorio cuando existan defectos múltiples, PROCESO DE CIRUGÍA MAYOR
como umbilicales con epigástrica o con incisional, e in- AMBULATORIA EN HERNIAS
cluso asociadas a hernias inguinales.
Todos los pacientes con hernias simples son candida-
tos. En las hernias complejas puede ser relativo según
Es importante que para la reproductibilidad del procedi-
lo que represente la complejidad: la hernia propiamen-
miento de cirugía mayor ambulatoria en hernias se rea-
te, el contenido o una patología asociada. Las hernias en
lice una protocolización y estandarización adecuada del
escenarios catastróficos no son candidatas a manejo
proceso de cada patología por tratar. Se deberá contar
ambulatorio (figura 78--3). Deben considerarse los si-
con la formación adecuada en la patología herniaria, así
guientes factores como situaciones que pudieran hacer
como también con conocimientos del manejo en CMA
cambiar el plan original de manejo ambulatorio por un
(figura 78--4).
manejo con hospitalización:
El proceso se inicia desde el envío del paciente por
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parte de su médico general o de urgencias al servicio de


S Incidentes transoperatorios.
CMA, ya con los criterios de selección mencionados.
S Vigilancia de sangrado.
De esta forma, al llegar a la unidad de manejo ambulato-
S Contaminación de campo quirúrgico.
rio en hernias de la pared abdominal los pacientes ya ha-
S Continuación de antibiótico terapia IV.
brán pasado por una preselección y en su mayoría serán
S Control o monitoreo de la enfermedad asociada.
candidatos a ser enviados con el protocolo completo. Se
S Control del dolor.
le explicarán entonces al paciente los riesgos y benefi-
S Cuidados especiales con el drenaje
cios del procedimiento por realizar, la utilización de
prótesis, el probable tipo de anestesia y su modificación
en caso de requerirse, y finalmente los riesgos tempra-
Uso de drenaje nos y tardíos. Se firmará el consentimiento informado.
Posteriormente se fijará la fecha de programación de la
En caso de que el paciente requiera drenaje, éste deberá cirugía (figura 78--5).
674 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 78)

Figura 78--4. Procedimiento quirúrgico y enseñanza en una Figura 78--6. Paciente en la unidad de recuperación posa-
clínica de hernias con tutoría. nestésica.

tros: recuperación del estado de conciencia, signos vita-


les, presión arterial y frecuencia cardiaca en límites nor-
Criterios de egreso de la unidad
males, nivel de actividad, recuperación del efecto
de recuperación posanestésica anestésico, sin sangrado, tolerancia de la vía oral, uresis
presente y adecuada, estabilidad respiratoria, satura-
Para el egreso de los pacientes deben considerarse los ción de oxígeno con aire ambiente mayor de 90%, eva-
criterios de egreso ya establecidos para las unidades de luación del dolor en el posoperatorio, controlado con
recuperación posanestésica, que valoran varios paráme- medicación vía oral, y evaluación de presencia de náu-

¿Atención Consulta de Consulta externa


primaria? centro de hospital
especialidades

Consulta de CMA
(1ª sección)
No cumple
criterios
Consulta de anestesia
(2ª selección)

Revisión
Admisión unidad de CMA
Cirugía con Preparación
ingreso Intervención Evolución
Despertar positiva
Readaptación al medio

Necesidad de Alta domicilio


prolongación
de cuidados
Seguimiento

Ingreso
hospitalario Complicaciones

Figura 78--5. Flujograma del proceso de cirugía mayor ambulatoria (CMA).


Criterios para el manejo ambulatorio en herniplastias 675

Cuadro 78--1. Escala de recuperación posanestésica modificada (Aldrete modificado)


Parámetro Puntos
Actividad 2
Capacidad para mover las cuatro extremidades voluntariamente o a requerimiento
Capacidad para mover las dos extremidades voluntariamente o a requerimiento 1
Incapacidad para mover las extremidades voluntariamente o a requerimiento 0
Respiración
Capacidad para inspirar aire profundamente y para toser libremente 2
Disnea, respiración limitada o taquipnea 1
Apnea o necesidad de ventilación mecánica 0
Circulación
Presión arterial 20% del nivel preanestésico 2
Presión arterial 20 a 49% del nivel preanestésico 1
Presión arterial 50% del nivel preanestésico 0
Nivel de conciencia
Plenamente consciente 2
Despierta a la llamada 1
Sin respuesta 0
Saturación de oxígeno
Mantenimiento saturación de O2 > 92% con aire ambiente 2
Necesidad de administrar O2 para mantener la saturación > 90% 1
Saturación de O2 < 90% incluso con O2 suplementario 0
Apósito quirúrgico
Seco y limpio 2
Un poco manchado de sangre pero no aumenta 1
La mancha de sangre va aumentando 0
Dolor
Sin dolor 2
Dolor leve controlado con medicación oral 1
Dolor intenso con necesidad de medicación parenteral 0
Deambulación
Capacidad para ponerse en pie y caminar erguido 2
Sensación de vértigo en la bipedestación 1
Mareos en decúbito supino 0
Ayuno o alimentación
Capacidad para beber líquidos 2
Náuseas 1
Náuseas y vómitos 0
Micción
El paciente ha realizado la micción 2
Incapacidad para realizar la micción, pero cómodo 1
Incapacidad de realizar la micción, pero incómodo 0
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Alta domiciliaria cuando al menos alcance una puntuación de 18 puntos sobre 20.

seas o vómito. La forma de valorar el estado del paciente plicará el riesgo de reingreso por complicaciones, re-
con las escala de evaluación de egreso ambulatorio será quiriendo una hospitalización, lo cual genera un costo
teniendo un puntaje mínimo, siendo el anestesiólogo a la institución o al paciente. Las causas más frecuentes
quien otorga el alta y el cirujano quien la respalda, dan- de readmisión de los pacientes son el deficiente control
do las indicaciones para su manejo en su hogar (figura del dolor, de la náusea y la falta de tolerancia de la vía
78--6). oral (cuadros 78--1 a 78--4).
Se tiene que hacer una evaluación adecuada con base Las anteriores escalas de egreso para cirugía ambula-
en la clasificación que se prefiera usar. Las más utiliza- toria son importantes y habrá que conocerlas, pero es
das son la de Aldrete modificada y la de White--Song, suficiente establecer una que se adapte a la unidad qui-
ambas con una buena evaluación para el egreso de los rúrgica propia y que se realice en una forma estandariza-
pacientes operados. Un egreso erróneo al domicilio im- da, para que los resultados estén dentro de los paráme-
676 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 78)

Cuadro 78--2. Escala de recuperación de White--Song


Parámetro Puntos
Nivel de conciencia 2
Consciente y orientado
Despierta con una estimulación mínima 1
Sólo responde a estimulación táctil 0
Actividad física
Capacidad para mover las cuatro extremidades a requerimiento 2
Cierta debilidad en el movimiento de las extremidades 1
Incapacidad para mover voluntariamente las extremidades 0
Estabilidad hemodinámica
Presión arterial < 15% de la PAM inicial 2
Presión arterial de 15 a 30% de la PAM inicial 1
Presión arterial < 30% de la PAM inicial 0
Estabilidad respiratoria
Capacidad para inspirar aire profundamente 2
Taquipnea, con tos adecuada 1
Disnea con tos débil 0
Saturación de oxígeno*
Mantenimiento de saturación de O2 > 90% con aire ambiente 2
Necesidad de administrar oxígeno suplementario (cánulas nasales) 1
Saturación de O2 < 90% con O2 suplementario 0
Evaluación del dolor durante el posoperatorio
Molestias leves o inexistentes 2
Dolor moderado o intenso controlado con analgésicos endovenosos 1
Dolor intenso persistente 0
Síntomas médicos en el posoperatorio
Náuseas leves o inexistentes, sin vómitos activos 2
Vómitos o náuseas transitorios 1
Náuseas y vómitos moderados o intensos, de manera persistente 0
Es necesaria una puntuación mínima de 12 y que ninguna puntuación sea inferior a 1.

tros aceptables de ambulatorización en un centro espe- nor de 3 en la escala visual análoga, y que pueda ser con-
cializado en el manejo ambulatorio, o sea, por arriba de trolado con analgésicos de prescripción oral; que tolere
95%. adecuadamente la vía oral en el área de recuperación;
presencia de uresis espontánea, tener signos vitales es-
tables y normales en los últimos 30 min, no haber tenido
Consideraciones de alta náuseas o vómitos (o ambos) en los últimos 15 min, no
de parte del cirujano haber recibido opiáceos en los últimos 30 min, satura-
ción de oxígeno a 95% con aire ambiente por los últimos
Para el egreso en forma estandarizada se deberá consi- 15 min. Cuando se haya requerido anestesia general de-
derar alguna de las clasificaciones de alta de cirugía am- berá haber recuperación de la conciencia y estar el pa-
bulatoria ya mencionadas, para que el paciente tenga un ciente orientado en tiempo y espacio, así como con re-
egreso seguro, con un mínimo índice de reingreso a ad- cuperación de la fuerza muscular y movilidad de los
misión o urgencias, y para que su evolución sea satisfac- miembros inferiores si se usó anestesia regional.
toria en el domicilio. Es importante para la tranquilidad del paciente y los
Además, por parte del cirujano se debe considerar familiares la información en forma verbal y por escrito
como simples criterios quirúrgicos generales que el pa- de los cuidados y recomendaciones al paciente y su fa-
ciente haya presentado movilización, deambulación miliar (adulto responsable), su cita y cuál sería su segui-
asistida y sin ella; que sea capaz de poder cambiarse de miento en la unidad, y a dónde acudir en caso de even-
ropa por sí solo o con la mínima ayuda; no presencia tualidades; hay que ofrecer un teléfono de contacto para
de complicaciones quirúrgicas agudas de la cirugía, co- dudas y aclaraciones. En caso de presencia de drenajes
mo sangrado o hematoma; el dolor debe ser leve o me- hay que tener un gasto menor de 30 mL y dar indicacio-
Criterios para el manejo ambulatorio en herniplastias 677

Cuadro 78--3. Criterios de alta tras bloqueo nervioso periféricos


Parámetro Puntos
Estabilidad hemodinámica 2
Constantes vitales estables y congruentes con la edad y los valores preoperatorios
Constantes vitales (PA y FC) de 20 a 40% del valor preoperatorio 1
Constantes vitales (PA y FC) desviadas más de 40% del valor preoperatorio 0
Sangrado quirúrgico*
Apósito seco. Sangrado por drenaje escaso, congruente con lo esperado 2
Apósito manchado de sangre que no aumenta. Sangrado por el drenaje inferior a 250 mL 1
La sangre que va aumentando en los apósitos. Sangrado por drenaje superior a 250 mL y mayor de lo esperado para 0
dicho procedimiento
Deambulación**
Ninguna limitación para caminar derivada de la cirugía o anestesia 2
Limitaciones para deambular como consecuencia de la cirugía o BNP (no de la sedación), pero es capaz de ca- 1
minar con el apoyo de muletas
Incapacidad para caminar como consecuencia de la anestesia 0
Información y educación
Dar información precisa (oral y escrita) sobre los síntomas relacionados con el bloqueo, su duración y necesida- 2
des de cuidados hasta la restauración de la sensibilidad del miembro y asegurarse de la comprensión correcta
de esta información
Información oral precisa por parte del anestesiólogo y la enfermera, aceptable comprensión por parte del pacien- 1
te, pero información escrita deficiente
Ausencia de información y educación sobre BNP 0
Estado de alerta. Grado de sedación
Ausencia de alteraciones de la conciencia 2
Mínimas alteraciones de la conciencia, sin alteración de la realización de actividades 1
Incapacidad para realizar las actividades demandadas 0
Complicaciones durante la realización de la técnica anestésica y quirúrgica
Ninguna complicación en la realización de la técnica anestésica/procedimiento quirúrgico 2
Complicación aceptable, sin previsión de secuelas. Puede retrasar el alta domiciliaria 1
Complicación anestésica o quirúrgica que comprometa el periodo posoperatorio 0
* No sólo es necesario valorar apósitos, sino también los drenajes. Los pacientes con drenajes quirúrgicos son incluidos en programas de cirugía ambulato-
ria. ** No es obligada la deambulación del paciente cuando se interviene de una extremidad inferior, pero sí que tenga capacidad de caminar ayudado de
muletas; los pacientes con una puntuación ≥ 11 se consideran idóneos para el alta a su domicilio tras la realización de un bloqueo nervioso periférico en
cirugía ambulatoria.

nes de cómo serán su manejo y su cuantificación como nuloma o fibrosis posoperatoria. De igual manera se tra-
externo y cuál su seguimiento para retiro. tarán las reintervenciones para efectuar triples neurec-
tomías, o selectivas en caso de inguinodinias crónicas
(figura 78--8).
MANEJO AMBULATORIO
DE LAS COMPLICACIONES
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

DE LA HERNIOPLASTIA
CONCLUSIONES

Es posible tratar en consulta externa complicaciones de


la cirugía herniaria como drenaje de seromas, hemato- Es importante una valoración preoperatoria adecuada
mas, infiltración por puntos dolorosos o inguinodinia, para seleccionar a los pacientes que puedan ser someti-
y manejar estos procedimientos como procedimientos dos a una cirugía ambulatoria de hernia de pared abdo-
ambulatorios (figura 78--7). Se manejarán en el quirófa- minal. La técnica quirúrgica correcta para el paciente,
no de cirugía mayor ambulatoria complicaciones como así como el procedimiento anestésico individualizado,
drenaje de abscesos, seromas y hematomas, presencia harán que se minimice la cantidad de pacientes con con-
de fistulizaciones de la malla a piel, reacción a material traindicaciones para su egreso temprano. Los resultados
de sutura, así como las inguinodinias por meshoma, gra- son reproducibles cuando se estandarizan adecuadamen-
678 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 78)

Cuadro 78--4. Escala de egreso (PADSS)


Constantes vitales Puntos
Constantes vitales 2
Presión arterial y frecuencia del pulso en 20% del valor preoperatorio
Presión arterial y frecuencia del pulso de 20 a 40% del valor preoperatorio 1
Presión arterial y frecuencia del pulso > 40% del valor preoperatorio 0
Nivel de actividad
Marcha constante sin mareos 2
Requiere ayuda 1
Incapacidad para caminar 0
Náuseas y vómitos
Mínimas, tratamiento adecuado con la medicación oral 2
Moderadas, tratamiento adecuado con la medicación intramuscular 1
Intensas, sin respuesta al tratamiento repetido 0
Hemorragia quirúrgica
Mínima 2
Moderada 1
Intensa 0
Dolor
Mínimo 2
Moderado 1
Severo o intenso 0
Los pacientes con una puntuación de 9 se consideran idóneos para el alta a domicilio.

te los procesos de selección de pacientes y las técnicas zado con las unidades de cirugía mayor ambulatoria pa-
anestésico--quirúrgicas; sin embargo, el cirujano gene- ra obtener el máximo beneficio para el paciente y la uni-
ral debe tener una capacitación formal y estar familiari- dad médica en la que trabaje.

Figura 78--7. Drenaje de seroma en consulta externa en la Figura 78--8. Sinus crónico infectado, malla con extrusión
clínica de hernias. e hidrocele.

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The impact of surgeon specialization on patient mortality:
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
680 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 78)
Capítulo 79
Aspectos económicos y sociales
en los procedimientos de reparación
de los defectos de la pared abdominal
Rigoberto Álvarez Quintero

INTRODUCCIÓN de calidad total en servicios de atención médica, en este


caso aquellos que guardan relación directa con los pade-
cimientos que involucran los defectos de la pared abdo-
minal.
Los procedimientos quirúrgicos realizados con más fre-
cuencia en el mundo involucran a las hernias de la pared
abdominal como uno de los protagonistas principales en
Costo
este rubro. Tan sólo en EUA se calcula un número ma-
Los parámetros de evaluación del costo están ligados
yor de 700 000 procedimientos por año.
directamente con la rentabilidad y su repercusión en lo
El impacto social de la hernia involucra las áreas la-
social (costo--beneficio), así como con la implementa-
borales, familiares, estéticas y varias veces psicológicas
ción y su impacto en lo individual (costo--efectividad).
del paciente, las cuales llevan implícita una importante
repercusión con el buen actuar e interactuar del indivi-
duo y su entorno. Calidad
Los defectos de la pared abdominal afectan en su ma-
yoría a la población económicamente activa, por lo que Las encuestas de evaluación pueden ser tan grandes y
hoy se contempla como un problema de salud pública ambiguas como la imaginación lo permita; sin embargo,
que tiene un papel relevante en las variables de alto im- en asuntos de salud los índices de satisfacción, dada la
pacto socioeconómico al referirse a los sistemas de sa- variabilidad de expectativas y sobre todo el escaso con-
lud tanto en los países del primer mundo como en los trol de variables, obligan a valorar los índices de satis-
que están en vías de desarrollo. facción con un sí o un no como únicas opciones que
cuestionar, dejando un espacio en el cuestionario abier-
to donde se explique por qué se quedó satisfecho o no.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Esto permitirá conocer las verdaderas expectativas del


VARIABLES SOCIOECONÓMICAS
servicio esperadas por el usuario, y si fueron satisfechas
DE IMPACTO o no.

Disponibilidad
Hay que entender como variables de impacto todas las
circunstancias que tienen relevancia en el contexto so- Esta área constituye la piedra angular del servicio. De
cial (costo--beneficio) y particular (costo--efectividad) nada sirve que el servicio sea de excelente calidad y gra-
y su correcta valoración para implementar o eliminar tuito si no se cuenta con él “cuando, donde y como se
procesos de administración de salud, siguiendo criterios necesite” (figura 79--1).

681
682 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 79)

Costo Manufactura

La premanufactura de los modelos protésicos para el


soporte y la reparación de los defectos de la pared abdo-
minal, y el costo monetario implícito en estas confec-
ciones, aumentan aún más la carga en los montos que
hay que pagar al final del proceso.
Ahora, igual que ocurre en la industria de la moda, el
mismo implemento costará 10 o 100 veces más por el
solo hecho de haber sido confeccionado por el diseña-
dor “X”.
Esto hace que, aunque los índices y las variables de
impacto, como costo, recidiva y satisfacción del cliente
Calidad Disponibilidad
(paciente), sean prácticamente los mismos con las prin-
Figura 79--1. Tríada de “calidad total en servicios de aten- cipales técnicas libres de tensión utilizadas en la actuali-
ción médica”. Parámetros para la valoración de los servicios
dad, lo que al final determinará esta parte del proceso
de salud.
será el gusto y la afinidad o compromisos de un cirujano
con el implemento protésico o la casa fabricante.
Materiales
Material y equipos
Con el advenimiento de las técnicas libres de tensión y
El advenimiento de los procedimientos laparoscópicos
el empleo implícito de materiales protésicos en estos
y de invasión mínima en general abrió un nuevo y tenta-
procedimientos se agrega un concepto más en el mo-
dor umbral de abordajes a los mismos problemas, con
mento de la facturación hospitalaria.
prácticamente los mismos principios técnicos y de re-
Este concepto también se diversifica cuando se toma sultados.
en cuenta el tipo de materiales. Aunque el polipropileno Cuentan con una variabilidad mínima en morbimor-
sigue siendo el de mayor utilización, entre los de menor talidad y un impacto económico mucho mayor, lo cual
costo se encuentran el PTFEe, el poliéster y la poliglac- es principalmente secundario a la gran parafernalia que
tina, así como derivados orgánicos y una serie de combi-
rodea a estos procedimientos que llevaron del uso de
naciones de ellos, que atienden al paralelismo “cuanto
pinzas, bisturí y tijeras a la necesidad de monitores, in-
más raros, más costosos”.
sufladores, cámaras, puertos de trabajo y una enorme
Aunado a esto, la sofisticación en la premanufactura variedad de instrumentos hasta para las maniobras más
de nuevos tipos de mallas —con cono, sin cono, con cú- sencillas y básicas del proceso técnico del cirujano,
pula, con anillos autoexpandibles— y las combinacio- como lo es realizar un simple nudo. Son innegables los
nes de polipropileno y una serie de antiadhesivos perito- beneficios que se han obtenido en ciertos procedimien-
neales —como PTFEe y coloides diversos para los
tos, pero su generalización indiscriminada es irrespon-
implantes intraperitoneales— han llevado a que la elec-
sable
ción del tipo de material protésico trascienda en el im-
La tecnología no sólo debe enfocar su atención en el
pacto monetario al final del proceso. costo--beneficio. La búsqueda de la satisfacción indivi-
Otros aspectos de impacto son el uso de materiales dual del paciente puede poner en riesgo la seguridad
sofisticados de fijación que pretenden sustituir a la sutu- social de él o de grandes poblaciones, donde el gasto por
ra clásica, como los tackers, las grapas y la fibrina, los procedimiento se ha elevado tanto que la repercusión en
cuales presentan resultados de costo--efectividad que
primas ha elevado el costo de este beneficio para los que
pudieran ser cuestionables.
pueden pagarlo y lo ha hecho inaccesible para la mayo-
Esto deberá establecer que la selección del material
ría de la población.
por utilizar se oriente y se establezca sobre la base de
una justificación analítica y juiciosa con fundamentos
estadísticos y alejar de esta decisión hábitos, modas o Hospitales
presunciones vanguardistas en el momento de solicitar
la prótesis que se va a colocar y los materiales de fija- En la actualidad el costo por hospitalización deja de ser
ción. una simple recopilación de gastos que sólo incluía el
Aspectos económicos y sociales en los procedimientos de reparación de los defectos de la pared abdominal 683

material, los medicamentos y los derechos de sala de preparación aprendió que las hernias son quizá la pato-
operaciones y habitación. logía quirúrgica de resolución más simple, capaz de ser
En EUA los tiempos de quirófano se cuentan por mi- resuelta por los residentes del primer año. Sin embargo,
nuto y con cronómetros de pared que cuantifican al se- no existe mayor desconocimiento en anatomía abdomi-
gundo los tiempos operatorios, anestésicos y quirúrgi- nal del cirujano practicante que la región inguinal.
cos con un cargo por cada uno de ellos, mientras que los Los centros de alta especialidad en otras áreas, como
medicamentos se proporcionan con cápsulas o compri- la oftalmología, ya han trascendido a la cirugía general,
midos en la cantidad exacta que requiere el paciente, y y en ninguna área han impactado más que en el ámbito
no por cajas o frascos de presentación por decenas o do- de la hernia. Es por esto que en EUA y Canadá son reco-
cenas, como en México. nocidos desde hace varias décadas algunos centros,
Aunque esto no ha llegado a ser un hecho en México, como la Clínica Shouldice, The Freehold Hernia Cen-
es probable que aquí se enfrente otro fenómeno aún peor ter, en New Jersey, y The Lichtenstein Hernia Clinic, en
que el mencionado. California, por nombrar sólo algunos.
Los hospitales dejan de ser centros nosocomiales, El florecimiento y la expansión de estos centros espe-
pues su objetivo y fundamento primordial de dar aten- cializados, así como la alta capacitación del cirujano en
ción a los enfermos cambió por el de un concepto de la reparación de las hernias de la pared abdominal, mar-
“hoteles”, donde las habitaciones son verdaderas suites carán las pautas y los estándares sobre las siguientes
con sus propias salas de recepción y decoraciones sun- preguntas, aún pendientes de contestar:
tuosas, que hacen que algunas situaciones como la ma-
ternidad dejen de ser un suceso médico para convertirse S ¿Cuál es el perfil del cirujano de hernias?
en todo un evento social. S ¿Cuánto debe costar la reparación?
En lugar de un asistente médico se cuenta con una S ¿Hasta cuántos procedimientos pueden recidivar?
recepcionista que ofrece un tour por los diferentes tipos S ¿Cuál debe ser el tiempo quirúrgico promedio?
de habitaciones a través de pasillos de mármol y elegan- S ¿En cuánto tiempo debe el paciente reintegrarse a
tes fuentes, con decoraciones que invocan un lobby de sus actividades?
hotel gran turismo. S ¿Cuáles son los materiales protésicos que se deben
Con todo esto se puede establecer una analogía con usar?
los países altamente desarrollados, donde los pacientes S ¿Cuáles son las técnicas que deben contemplarse
muchas veces comparten las habitaciones con otros en- en la práctica?
fermos. S ¿Qué técnica es apropiada para qué tipo de hernia?
En México sería inconcebible plantearle al usuario S ¿Cuándo se puede recurrir a la vía laparoscópica
de una póliza de gastos médicos la sola idea de la posibi- y cuándo a la abierta?
lidad de pasarlo a un cuarto que tendría que compartir S ¿Qué clasificación hay que uniformar para su uso
con uno o más pacientes. cotidiano?
A partir de la premisa de que los procedimientos de
reparación de los defectos de la pared abdominal repre- Los parámetros en los cuales deberán basarse las com-
sentan un problema de gran impacto en la salud pública, pañías suscriptoras de riesgo y el mismo sector salud en
será preponderante buscar siempre la posibilidad de el momento de analizar en forma prospectiva la hernia
realizarlos de manera ambulatoria, con el consiguiente como patología y la plastia como su solución son crite-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

impacto positivo tanto en costo--beneficio como en cos- rios y variables que buscan la satisfacción del individuo,
to--efectividad. Sin embargo, debe hacerse patente el pero sobre todo el bien común.
hecho de que se requiere experiencia y capacitación Lo anterior sólo podrá lograrse con la participación
para poder proporcionar este tipo de manejo. de cirujanos conscientes de la gran necesidad de optimi-
zar al máximo los recursos, con un uso juicioso de mate-
riales en un tiempo lo más corto posible, y de que el ciru-
Cirujano jano participe en la atención de los pacientes con hernia,
involucrándose no sólo en los aspectos técnico--quirúr-
El protagonista principal después del paciente en la pro- gicos, sino también en los costos implícitos y el impacto
blemática de la hernia es el cirujano, en cuya etapa de final de ellos en el entorno social.
684 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 79)
Capítulo 80
Aspectos éticos en cirugía herniaria
José Miguel Goderich Lalán, Laides Luna Vázquez, Elvis Prado Olivares

INTRODUCCIÓN utilitarismo de Stuart Mill1--7 mucho se ha escrito y dis-


cutido sobre el tema. No sólo es importante el enfoque
filosófico del término y sus problemas o consecuencias,
sino también el práctico, que consiste en reflexionar éti-
Partiendo de una cuestión nominal y epistemológica, el camente desde la cotidianeidad; en este sentido, el me-
presente capítulo cuenta la realidad, la objetividad y la jor comportamiento ético podría devenir de las palabras
subjetividad respecto de las hernias, abarcando algunos de Confucio: “No hagas a otro lo que para ti no quieras”.
de los lineamientos que determinan tan amplio tema de Este sabio principio moral (del latín mos, que significa
convocatoria y que se refieren a la conducta de los profe- costumbre, norma) tiene su versión positiva en el Evan-
sionales y las instituciones relacionados con este campo gelio, que cita: “Amar al prójimo como a ti mismo.”
de la salud. Dichos lineamientos se han descrito en forma
lineal con el objetivo de redefinir los principios básicos
de la ética aplicada como método y estrategia de trabajo, Ética médica
y conducta moral médica. Por ello este tema con varia- No es otra cosa que preguntarse (como médico) frente
bles de análisis pone en consideración la ética como co- a un enfermo: “¿Estoy haciendo con él lo que me gusta-
lumna vertebral de los hechos humanos y sociales como ría que hicieran conmigo en caso de que yo fuera el pa-
ser pedagógico de solidaridad, beneficencia y buena pra- ciente?” La respuesta a esta interrogante puede distin-
xis. Todos estos subtemas están enmarcados dentro de lo guir al médico--robot del médico--persona, tomando
que, como base fundamental, son la ética y la bioética “persona” en su etimología grecolatina: “lo que vibra
mismas, intentando que las ejemplificaciones propues- detrás de la máscara”, el personare, la mutua vibración
tas, determinadas como desafíos actuales y para el mile- que es el encuentro personal, esto es, la persona--enferma
nio, se caractericen por su didaxia (arte de enseñar). con la persona--médico, o como fue definida la medicina:
“una confianza que se entrega a una conciencia”.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Ninguna rama de la medicina escapa hoy de los gran-


CONTENIDO Y DESARROLLO des adelantos tecnológicos y nadie puede negar sus re-
sultados. Ahora bien, esto no puede ser separado de un
número importante de problemas que determinan la ca-
Antes de entrar en detalles es provechoso fijar ciertos lidad y la satisfacción en el sujeto objeto de la atención
términos o definiciones. quirúrgica, y la cirugía herniaria no escapa a ello.6--9

Deontología
Ética
Esta palabra proviene del griego deontos, que significa
Desde la ética de la virtud del siglo de Pericles hasta el el deber, y --logía, estudio). Es la ciencia o tratado de los

685
686 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 80)

deberes. Por el contrario, tiene una concepción práctica Factores del paciente
vinculada con la legalidad y se viola en determinadas si-
tuaciones.10--16 No es difícil comprender que los pacientes bien infor-
mados demanden resultados más razonables. Un aspec-
to muy extendido de forma negativa es que a muchos
enfermos de hernias no se les trata como a verdaderos
TENDENCIAS ACTUALES POSITIVAS
pacientes que van a ser sometidos a un acto operatorio,
EN EL MANEJO DE LAS HERNIAS
y son despersonalizados y tratados como “uno más”.

Factores tecnológicos
Factores profesionales
La cirugía herniaria puede dividirse en dos partes: antes
Las recidivas asociadas con las reparaciones clásicas y después del desarrollo de los biomateriales modernos,
eran mucho más altas que las reportadas en la literatura. lo cual ha creado dilemas éticos y legales por el indiscri-
La morbilidad, al igual que la incidencia del dolor agu- minado uso de los mismos, sobre todo cuando no prima
do y crónico posoperatorio, era más alta de lo que gene- el aspecto médico quirúrgico científico como premisa
ralmente se apreciaba. fundamental.
A esto hay que añadirle que la cirugía herniaria ya no Con la amplia aceptación del concepto “libre de ten-
se considera barata y fácil. sión” (tension--free), es oportuno señalar lo lamentable
Un punto definitorio fue la creación de sociedades del incumplimiento de este concepto, y que utilizando
especializadas. El mérito histórico le corresponde en nombres de autores que marcaron la historia de esta ci-
primer lugar a Francia, donde un eminente grupo de rugía se llevan a la práctica innovaciones y nacionaliza-
profesores de anatomía y cirugía con gran visión clínica ciones de las técnicas, fuera de todo contexto ético, ana-
y quirúrgica fundaron la GREPA (que significa Grupo tómico y funcional.
de Estudio e Investigaciones de la Pared Abdominal), La revitalización de la anestesia local es un aspecto
donde destacaron René Stoppa y Jean Rives. Esta aso- de importancia trascendental en los momentos actuales,
ciación posteriormente se convirtió en la Sociedad Eu- al igual que la correcta aplicación de los principios de
ropea de Hernias. la cirugía ambulatoria y de corta estadía; sin embargo,
Más adelante, en EUA se fundó la Sociedad Ameri- si se afirma que no es ético ni deontológico operar a pa-
cana de Hernias, que junto con la GREPA realiza con- cientes de cualquier tipo de hernias sin todos los recur-
gresos con resultados científicos, éticos y sociales muy sos básicos de la anestesiología y la reanimación mo-
importantes en la actualidad para esta importante rama derna, se ratificaría que la mejor opción y la de mayor
de la cirugía general. aceptación es la anestesia local y la sedación con cober-
Muchas sociedades y asociaciones de cirugía en di- tura anestesiológica especializada. Se valora el uso de
versos países crearon sus secciones o sociedades de her- los antibióticos modernos, pero no siempre es totalmen-
nias, lo cual constituyó un avance tanto en América La- te ético utilizar como profilaxis en la cirugía herniaria
tina como en Europa, y desde la década de 1980 se dio bioprotésica un determinado grupo de los más moder-
la creación de clínicas y consultas especializadas de nos antibióticos cuando se puede resolver la situación
atención y seguimiento.10--12 con otros de características determinadas.
El 21 de noviembre de 2007 se constituyó durante el Los adelantos en los conocimientos de la reparación
congreso de la Federación Latinoamericana de Ciruja- hística, en especial la biología de los colágenos, han per-
nos (FELAC), en Santiago de Chile, la Sección de Her- mitido tener una visión más científica de los implantes,
nias y Pared Abdominal, de la Federación Latinoameri- pero no siempre los cirujanos dedican algún tiempo de
cana de Cirugía, lo cual representa un aspecto positivo su estudio a estos aspectos, y son ellos quienes realizan
para los países de la región. los implantes.
Se ha trabajado intensamente en la creación de mó- La extensión a la cirugía videoendoscópica de las re-
dulos teóricos y prácticos de formación en el posgrado, paraciones herniarias constituye un importante paso en
dedicados a estas entidades, en los programas de resi- el desarrollo, pero es oportuno señalar que no siempre
dencias y en los cursos de posgrado para la formación se tienen todos los conocimientos en este sentido y, lo
y el entrenamiento de cirujanos dedicados a este tipo de que es peor, el necesario e imprescindible instrumental
cirugía. especializado.
Aspectos éticos en cirugía herniaria 687

Factores institucionales Consentimiento informado


y administrativos La aplicación práctica del principio bioético de la auto-
nomía lo constituye el consentimiento informado. Aho-
Al realizar un análisis en la mayoría de los países de ra lo más importante es la comunicación que debe esta-
América Latina con cirujanos que trabajan en el área de blecerse entre el cirujano y el paciente afectado (en este
la hernias, todos coincidieron en que ahora es el mo- caso de una hernia) para explicarle sus riesgos y benefi-
mento clave para lograr una cirugía de excelencia, lo cios y obtener el consentimiento para el implante de una
cual requiere el apoyo de los directivos en las institucio- prótesis que podría darle resultados muy satisfactorios,
nes estatales de salud y en el plano de la especialidad, aunque no está exento de complicaciones.
y la creación de centros especializados dedicados a este
tipo de cirugía. Detalles técnicos
Alguien afirmó alguna vez que “las mallas hacen bue-
nos a los malos cirujanos”; aunque no se comparte este
FACTORES NEGATIVOS criterio, se considera que las prótesis son un elemento
EN LA CIRUGÍA HERNIARIA muy importante de la cirugía herniaria moderna; sin
embargo, jamás hay que pasar por alto la adecuada elec-
ción de la técnica por utilizar, la incisión correcta, la
adecuada exposición del anillo inguinal superficial o de
Dependientes del cirujano la interfase en las incisionales, la disección y la hemos-
tasia suficientes, la preservación del nervio ilioinguinal,
la movilización del cordón, la apertura del cremáster y
Incluyen la minimización del valor de la cirugía hernia-
la adecuada exposición del anillo interno. Asimismo, es
ria y el hecho de considerarla una cirugía menor, barata
importante iniciar la operación con la hernia sin reduc-
y sin importancia.
ción.
En muchos centros aún se presentan programaciones
inadecuadas (los casos de hernias se dejan al último o se Relacionados con el uso de prótesis
programan maratones de hernias), no existe la forma-
ción de un grupo de trabajo de hernia y pared abdomi- El inadecuado uso de mallas por desconocimiento de los
nal, y no se cuenta con los conocimientos anatomofisio- materiales de prótesis o de las técnicas de implante se
lógicos precisos de la pared abdominal, puesto que se le convierte en un dilema bioético, pues está en el límite
da mucho más valor a lo realizado dentro de la cavidad de lo deontológico pensar que el mero hecho de implan-
que a la “envoltura” o pared, que es un elemento anato- tar una prótesis resolverá la insuficiencia del médico.
mofisiológico propio. En otras ocasiones se llega a los “inventos” no validados
Por otra parte, no existe una jerarquización en esta por la práctica médica y a los métodos de ensayos cientí-
actividad quirúrgica por parte del personal especializa- ficos, clínicos y quirúrgicos de aplicación, además de
do en otras ramas de la cirugía o de la misma cirugía en que en ocasiones se elige “lo nuevo, pero no probado”
general. que ofrece la industria de las mallas.
Se manifiesta apatía por la cirugía herniaria y recha-
zo de los casos complejos, y no existe una adecuada co- Dependientes del paciente
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rrección de los factores de riesgo del paciente.


No se operan hernias, sino que se opera a enfermos que
No existe una utilización correcta de las modernas
pueden tener patologías asociadas. Los pacientes solici-
clasificaciones en cirugía herniaria y se cometen pla-
tan el tratamiento quirúrgico en diversos grados de la
gios de técnicas.
enfermedad, a veces muy avanzados, y en ocasiones
Otro error ético es la supervaloración, pues no se soli-
desconocen su propia patología, por lo que también la
cita ayuda en situaciones transoperatorias difíciles, no
menosprecian.
se discuten en grupo los casos complejos por tratar y no
se examina al paciente antes de la operación. Un error
deontológico consiste en operar el lado contralateral u RECOMENDACIONES
operar a pacientes de urgencia sin complicaciones agu-
das.
El triste caso de la alteración de cifras de recidivas De todo lo anterior surge la necesidad de proponer algu-
merece una mención especial. nos tópicos que puedan ser de gran valor ético y deonto-
688 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 80)

lógico en el quehacer diario por el bien de los enfermos ducción a través de los temas y subtemas respecto a la
afectados de una hernia, la cual puede limitar su calidad óptica de la ética médica, y los ejemplos prácticos en re-
de vida. lación con la cirugía herniaria que la determinan, como
son los de la bioética, respecto de la necesidad de reva-
S Cumplimiento de los planes de estudios en la resi- lorizar estos principios, cómo y dónde ponerlos como
dencia. método y estrategia de trabajo humano y social.
S Desarrollo de cursos de posgrado, entrenamiento Partiendo de la epistemología no cientificista de es-
en las técnicas herniarias avanzadas y diplomados tos temas se ha tratado de transitar por la senda que pro-
en las distintas instancias. mueva la participación de los profesionales, con estos
S Creación de grupos de trabajo dedicados a la ciru- objetivos como desafíos y metas que concretar didácti-
gía herniaria. camente, con valor social en atención a los enfermos
S Desarrollo de la cirugía ambulatoria, de corta es- con hernias o con recurrencias.
tancia, y utilización de la anestesia local con seda- Transitar por una senda difícil no es imposible, y los
ción y cobertura anestesiológica. cirujanos dedicados a la herniología (que aún no ha aca-
bado de convencer a otros cirujanos) deben conocerse
a sí mismos y conocer sus mecanismos íntimos y las he-
CONCLUSIÓN rramientas potenciales con que se cuenta en las condi-
ciones actuales, para que convide a concretarse como tal
y a actuar en el desafío ineludible, el cual implica cam-
Se han concretado los objetivos propuestos en la intro- bios.

REFERENCIAS
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8. Dausset J: Bioética y responsabilidad científica. Rev Med
Soc 1997.
Índice alfabético

A aneurisma B
aórtico, 67
abdominal, 68 betametasona, 318
abdomen agudo, 376, 517, 546 botulismo, 464
absceso, 559, 629 disecante de la aorta,
287 broncopatía, 475
intraabdominal, 503 bupivacaína, 166, 169, 177, 233,
residual, 503 angina, 335
apendicitis, 24, 255 344, 394, 395, 486
subcutáneo, 340
acetaminofén, 198 aguda, 17, 512
ácido arritmia cardiaca, 335 C
ascórbico, 68 artritis, 306
clavulánico, 482 idiopática, 65 cáncer, 97, 604
glicólico, 108 artropatía degenerativa, 603 de vesícula, 636
hialurónico, 91, 127, 422 artrosis intrafacetaria, 306 Candida, 617
láctico, 108 ascitis, 68, 122, 328, 365, 375, carcinogénesis, 97
paraacético, 102 387, 428, 437, 500, 501 cardiopatía, 243, 398, 600
poliglicólico, 92, 108 por cirrosis hepática, 160 crónica, 475
poliláctico, 109, 113 asfixia fetal, 298 isquémica, 604
tereftálico, 108 AspirinaR, 269, 335, 418, 596, cefalosporina, 639
acidosis, 500, 502, 507 639 celulitis, 436, 559
adenopatía, 119, 233, 306 atelectasia, 502 ciprofloxacino, 482
crural, 149 atresia cirrosis, 122, 365, 375, 387
inguinal, 324 de intestino, 596 cistocele, 103
adherencia, 487 intestinal, 595, 597, 599 claudicación intermitente del
atrofia cuadríceps, 307
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

intestinal, 79, 91, 125, 127,


128 dérmica, 365 cloroformo, 352
visceral, 79, 125 isquémica de testículo, 206 Clostridium botulinum, 464
adhesión visceral, 268 muscular, 465, 518, 545, 557, coagulopatía, 209, 221, 500, 507
adrenalina, 265, 269, 394 558, 560, 563, 580, 585 por hipotermia, 502
alcohol, 596 testicular, 119, 174, 181, 189, colagenólisis, 288
alergia, 83, 268 190, 198, 201, 204, 216, colagenosis, 160
amikacina, 410 266, 267, 271, 292, 295, congénita, 288
amilasemia, 236 303, 327, 340, 354 colangitis, 600
amoxicilina, 482 atropina, 215, 224 colecistitis, 24
anemia, 68, 288, 387 azoospermia, 267 acalculosa, 380

689
690 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

colelitiasis, 24, 365 de la pared abdominal, 637 abdominal, 365


colestasis, 365 gigante, 600 ligamentaria, 306
cólico intestinal, 236 incisional, 286, 288 muscular, 306
colonización bacteriana, 89, 418, inguinal, 327 tendinosa, 306
623 recurrente, 174 distonía, 464
condritis, 396 ventral, 286 cervical, 464
congestión vascular, 500 herniario, 193, 194, 197, 221, distrés respiratorio, 638
constipación intestinal, 160 224 diverticulitis, 477
contaminación inguinal, 13, 257, 258 aguda, 575
bacteriana, 90, 405, 418 umbilical, 367 dolor
inguinal, 238 ventral, 258 abdominal, 493, 543
crecimiento deficiencia agudo, 214
bacteriano, 452, 616 de colágena, 365 cólico, 559
micótico, 452 de vitamina C, 66, 68 crónico, 37, 95, 109, 113, 214,
prostático, 529 enzimática, 160 216, 217, 249, 255, 314,
criptorquidia, 28, 325 nutricional, 68 315, 341, 347, 562, 658
cumarina, 269 depresión cardiaca, 169 posoperatorio, 341, 415
choque séptico irreversible, 610 dermatitis periestomal, 575 de espalda, 558
desequilibrio hidroelectrolítico, en la pared abdominal, 534
502, 503 incapacitante, 313
D desgarro muscular, 309 inguinal, 119, 204, 306, 307,
deshidratación, 236 308, 340
daño desnutrición, 157, 288, 387, 410, crónico, 225, 279, 305, 306,
nervioso, 266 502, 605, 612 309, 313, 314
neurológico, 307 proteica, 504 posoperatorio, 313, 341
térmico, 278 dexketoprofeno, 399 crónico, 318
tisular, 439 dextrobupivacaína, 169 preoperatorio, 272
debilidad muscular, 465 dextropropoxifeno, 198 lumbar, 560
defecto diabetes, 211, 243, 405, 410, 456, neurítico, 204, 205
abdominal, 463 475, 493, 576 neuropático, 306, 307
aponeurótico, 577 mellitus, 68, 175, 288, 306, crónico, 205
de la pared abdominal, 99, 461, 604 posoperatorio, 200
173, 193, 487, 681 diástasis, 384 nociceptivo, 307
de pared, 99, 104 de rectos, 383, 384, 385 por atrapamiento nervioso, 55
del anillo inguinal, 13 diazepam, 335 posoperatorio, 80, 109, 111,
del piso inguinal, 152, 153 diclofenaco, 347 165, 169, 170, 173, 177,
diverticular del piso, 153 dificultad respiratoria, 465 179, 181, 183, 185, 198,
femoral, 523 dipirona, 347 205, 206, 211, 224, 250,
herniario, 13, 14, 35, 37, 73, diplopía, 465 255, 267, 315, 318, 347,
74, 75, 76, 77, 78, 79, 81, disartria, 464 353, 354, 356, 405, 431,
82, 108, 115, 119, 121, 127, disestesia, 303 436, 441, 487, 658, 671
143, 151, 152, 160, 185, diseyaculación, 271, 340 crónico, 285, 316, 607
190, 200, 203, 212, 215, disfagia, 464, 465 en la ingle, 313
231, 239, 251, 257, 258, disfunción posoperatorio, 258
259, 261, 285, 290, 292, multiorgánica, 504 posquirúrgico, 249, 272
293, 302, 303, 311, 317, orgánica, 500 somático, 313
323, 355, 360, 361, 363, respiratoria, 504 droperidol, 344
369, 372, 380, 382, 384, dislipidemia, 604
388, 409, 423, 432, 435, dismorfismo pélvico, 161 E
439, 447, 451, 494, 522, disnea, 464
531, 540, 590, 604, 607, disrupción peritoneal, 222 edema, 201, 235, 465, 494, 559,
621, 623, 626, 628 distensión 597
Índice alfabético 691

de asas intestinales, 236 epinefrina, 167, 169, 177, 211, flebitis, 268
de cordón espermático, 206 394, 395 fractura costal, 123, 545
de pared intestinal, 243 epiploítis, 572 fuga intestinal, 239, 240
inflamatorio, 270 equimosis, 135, 268, 294, 418, por perforación, 244
intestinal, 500, 505 465, 559 furúnculo, 340
linfático, 463 erosión
testicular, 205 cutánea, 418
embarazo ectópico tubario, 298 intestinal, 371 G
embolia esclerosis amiotrófica lateral, 465
gangrena, 22, 147, 235, 542
aérea, 461 escorbuto, 66, 68
escrotal, 243
pulmonar, 268 espasticidad muscular, 464
intestinal, 242, 298, 539
embolismo arterial, 272 espondilitis anquilosante, 604
gargolismo, 66
endometrioma, 632, 633, 634, espondilolistesis, 306
gastrosquisis, 20, 595, 596, 597,
635 estado de choque, 509, 621
600
endometriosis, 633, 634 estallamiento visceral, 460
gentamicina, 410, 618, 620, 627
abdominal, 635 estrabismo, 464
granuloma, 81, 85, 86, 97, 129,
de ombligo, 634 estrangulación, 446, 493, 559,
317, 620, 623, 626
enfermedad 672
infectado, 244, 616
aneurismática de los grandes estrangulamiento, 297, 298, 381,
crónico, 291
vasos, 66 384, 530
inflamatorio, 109
de Crohn, 65 de hígado, 380
peritoneal cicatricial, 461
de Ehlers--Danlos, 323 herniario, 239, 245
granulomatosis, 128
de Hodgkin, 147 estreñimiento, 152, 464, 517
de la matriz extracelular, 66, eventración, 359, 387, 475, 493
68 recurrente, 483 H
del tejido conectivo, 66, 190, eyaculación dolorosa, 313
323 hematoma, 42, 77, 78, 79, 80, 84,
diverticular, 365, 512 89, 95, 96, 99, 135, 174, 175,
crónica, 511 F 181, 197, 201, 204, 205, 217,
sigmoidea, 531 234, 242, 268, 294, 303, 313,
hepática, 428 falla orgánica múltiple, 500, 502, 340, 347, 354, 356, 389, 399,
herniaria, 115, 160 504 413, 415, 417, 418, 436, 441,
maligna, 576 fascitis necrosante, 531, 590 465, 476, 485, 487, 490, 525,
neuropática periférica, 465 fentanilo, 166, 211, 344 526, 539, 559, 562, 571, 607,
poliquística renal, 287, 387 fibroma, 559 632, 644, 658, 676, 677
por reflujo gastroesofágico, fibromatosis escrotal, 242, 260
262 agresiva, 631 gigante, 269
prostática, 152 musculoaponeurótica, 631 posoperatorio, 168, 202
pulmonar, 152, 571 fibrosis, 81, 174 posquirúrgico, 187
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

obstructiva, 517 quística, 328 postraumático, 533


crónica, 288, 387, 529, del páncreas, 322 hematuria, 216, 268, 559
605, 606, 609 fístula, 88, 103, 127, 216, 487, hemorragia, 203, 235, 266
venérea, 147 502, 526, 582 epiploica, 562
vesical, 152 abdominal, 503 intraabdominal, 562
enfisema, 260 crónica, 268 intraventricular, 323
metastásico, 160 entérica, 255 parietal, 562
subcutáneo, 460 enteroatmosférica, 503, 505, por lesión vascular, 55
enterocele, 19 507, 508, 512 hemosalpinge, 298
Enterococcus, 617 enterocutánea, 55, 643 heparina, 65, 272
enterocolitis necrosante, 322 intestinal, 81, 619, 623 de bajo peso molecular, 482
entesitis, 309 urinaria, 267 hepatopatía, 475, 500, 501
epididimitis, 216 vesicocutánea, 103 herida abdominal, 107
692 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

hernia, 19, 62, 66, 306 382, 395, 396, 398, 493, por deslizamiento, 268
abdominal, 4, 20, 21, 22, 24, 605, 611, 649, 673 recurrente, 189
28, 125, 491 incarcerada, 381 inguinal, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10,
bilateral, 205, 221 escrotal, 3, 190, 242 13, 14, 20, 21, 22, 23, 24,
ciática, 535 estrangulada, 147, 149, 221, 25, 26, 27, 28, 29, 34, 61,
con pérdida de dominio, 447, 225, 228, 235, 237, 241, 68, 111, 115, 116, 121, 142,
461, 463, 673 242, 255, 261, 270, 272, 143, 148, 149, 151, 152,
congénita, 363, 545, 546, 563 375, 538, 590 153, 159, 160, 161, 162,
crural, 23, 149, 151 femoral, 9, 14, 20, 21, 22, 23, 173, 177, 183, 185, 186,
de Amyand, 243, 254 24, 25, 26, 28, 29, 119, 121, 190, 197, 198, 199, 206,
de Cloquet, 154 143, 151, 152, 153, 154, 224, 227, 228, 232, 234,
de Hesselbach, 154 159, 174, 177, 179, 180, 239, 242, 244, 250, 257,
de la cavidad abdominal, 24 183, 185, 188, 193, 194, 260, 261, 262, 265, 267,
de la pared abdominal, 3, 4, 198, 204, 225, 228, 232, 277, 281, 282, 286, 287,
19, 21, 23, 24, 25, 26, 27, 234, 236, 242, 244, 250, 288, 290, 297, 298, 299,
29, 33, 35, 36, 68, 115, 119, 286, 290, 292, 297, 298, 301, 302, 303, 305, 306,
193, 321, 359, 363, 394, 299, 301, 303, 308, 309, 307, 308, 309, 310, 321,
419, 445, 464, 538, 547, 310, 311, 323, 336, 337, 322, 323, 325, 328, 335,
585, 590, 605, 606, 615, 346, 355, 370, 517, 518, 343, 346, 348, 351, 354,
659, 662, 666, 669, 671, 519, 524, 525, 538, 604, 355, 359, 368, 387, 393,
673, 681, 683 605, 606, 672 409, 427, 447, 450, 459,
no inguinal, 395 estrangulada, 238 475, 517, 519, 526, 531,
de la región inguinal, 177, 258 no reductible, 253 533, 538, 541, 604, 605,
de Laugier, 154 oculta, 221 607, 609, 612, 615, 623,
de pared, 31, 103, 409 recurrente, 327 626, 652, 658, 672, 673
de Partridge, 154 gigante, 222, 260, 446, 447 bilateral, 174, 178, 181,
de Petit, 548 hiatal, 259, 262 249, 250, 251
de puerto laparoscópico, 587, iliaca, 360 directa, 153, 201, 339
588, 591 incarcerada, 147, 149, 225, estrangulada, 3, 5, 235, 239,
umbilical, 650 228, 229, 234, 235, 255, 250, 253
de Richter, 147, 237, 243, 280, 270, 272, 294, 520 femoral, 201
282, 588 incisional, 17, 18, 20, 23, 34, gigante, 250, 251, 253
de Serafín, 154 61, 66, 68, 69, 117, 123, incarcerada, 241, 242, 250
de Spiegel, 20, 117, 179, 359, 127, 173, 176, 185, 197, indirecta, 153, 201
398, 450, 529, 530, 531, 244, 259, 285, 287, 288, irreductible, 178
533, 534, 584, 605, 673 335, 359, 360, 368, 371, mixta, 201
gigante, 530 372, 373, 375, 387, 388, no reductible, 255
de Velpeau, 154 389, 393, 395, 396, 398, pediátrica, 321
del deportista, 305, 317 403, 404, 405, 406, 409, primaria, 66, 157, 193
del núcleo pulposo, 306 410, 413, 418, 419, 427, adquirida, 157
del piso pélvico, 535 428, 429, 431, 437, 450, congénita, 157
del útero grávido, 298 453, 461, 463, 487, 493, recidivante, 17, 249
deslizante, 229, 271 546, 553, 570, 571, 575, recurrente, 8, 193, 250, 252,
diafragmática, 22, 24, 26, 29 577, 580, 583, 591, 605, 253, 285
congénita, 103 610, 612, 615, 617, 623, unilateral, 175
difusa, 564 626, 635, 642, 667, 673 inguinocrural, 147, 245
directa, 152, 159, 174, 179, incarcerada, 634 inguinoescrotal, 147, 153, 187,
183, 195, 197, 204 recidivante, 567 201, 228, 229, 231, 234,
en pantalón, 153, 194, 195 subcostal, 572 255, 259, 271
encubierta, 529 suprapúbica, 494, 567 gigante, 244, 251
epigástrica, 20, 359, 363, 368, indirecta, 152, 159, 183, 187, inguinofemoral, 245, 297, 305,
371, 377, 378, 379, 380, 194, 195, 197, 204, 223 310, 567
Índice alfabético 693

en el embarazo, 297 transversa, 360 hipertensión, 243, 335


interparietal, 529 traumática, 562, 563 abdominal, 500, 501, 504,
intersticial, 179, 198, 202, umbilical, 3, 14, 20, 21, 22, 508, 536
290, 292, 311, 371, 529 23, 24, 25, 26, 29, 117, 121, arterial, 604
intraabdominal, 10 122, 197, 234, 287, 298, intraabdominal, 499, 500
intraestomal, 579 359, 363, 368, 371, 373, portal, 427
intraparietal, 179 375, 383, 384, 385, 387, hipertermia, 621
intraperitoneal, 564 393, 397, 398, 428, 450, maligna, 335
irreductible, 147, 344 493, 592, 604, 609, 611, hipertrofia prostática, 122
lateral, 152 637, 647, 648, 649, 652, hipoalbuminemia, 502
lipomatosa, 310 667, 673 hipoestesia, 316
lumbar, 117, 359, 360, 411, adquirida, 21, 363, 365 hipoproteinemia, 288, 387, 502
456, 545, 547, 549, 550, congénita, 21, 363, 365 hipotensión, 502
553, 554, 557, 558, 560, estrangulada, 363, 375 hipotermia, 500, 502, 504, 507
561, 563, 605, 673 incarcerada, 375 hipovolemia, 509
congénita, 545 recurrente, 372, 480 hipoxia tisular crónica, 387
difusa, 557 unilateral, 221 histerocele gravídico, 298
espontánea, 545 ventral, 17, 18, 19, 20, 22, 24, heparina de bajo peso molecular,
estrangulada, 545 25, 26, 29, 34, 110, 117, 639, 644
incisional, 545, 546 119, 127, 197, 298, 359, hernia, 41, 52, 54, 88
postraumática, 546 360, 368, 373, 379, 389, bilateral, 210
traumática, 545 393, 410, 418, 419, 427, de pared, 73, 74, 79
monstruosa, 673 428, 429, 437, 447, 459, de Spiegel, 48, 52, 73
muscular, 559 487, 493, 503, 505, 508, directa, 211
obturatriz, 236, 242, 254, 310, 509, 534, 545, 553, 595, epigástrica, 73, 97
535, 537, 538, 539, 543 604, 605, 606, 607, 610, estrangulada, 209
panicular lumbosacroiliaca, 617, 623, 672 femoral, 56, 211, 212, 217
560 vesical, 254, 255 oculta, 209
paracolostómica, 575 xifopúbica, 360 incarcerada, 209
paraestomal, 575, 577, 579, yuxtaumbilical, 360 incisional, 73, 75, 77, 79, 80,
580, 581, 582, 583, 584, herniación 82, 91, 94, 95, 96, 216, 439
585 del intestino, 595 recidivante, 74
paraostomal, 117, 375, 477, femoral, 517 suprapúbica, 96
478 intestinal, 595 indirecta, 211
paraperitoneal, 564 subcostal, 571 inguinal, 73, 74, 77, 78, 80,
paraumbilical, 363 herniosis, 104, 190, 199, 262, 93, 95, 96, 97, 216, 217
perineal, 117, 535 302, 323, 354, 356, 365, 405, incarcerada, 217
por deslizamiento, 7 535, 571, 612, 626, 669 recidivante, 74
recidivante, 119, 152, 303 hidrocele, 27, 147, 190, 205, 268, unilateral, 209
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recurrente, 9, 69, 152, 153, 269, 340, 354 inguinocrural, 47, 55


183, 189, 201, 204, 205, comunicante, 322 lumbar, 73
206, 221, 223, 226, 252, no comunicante, 325 recidivante, 73, 218
266, 267, 271, 290, 373, posoperatorio, 179 recurrente, 77, 78, 216
428, 578 hígado graso, 122 subprotésica, 78
reductible, 147 hiperamilasemia, 236 umbilical, 73, 94, 95
sacular, 310 hiperestesia, 316 ventral, 93, 94, 439
subcostal, 360, 456, 571 hiperinsulinismo, 596
subprotésica, 201 hiperlordosis, 480 I
subumbilical, 360 hiperplasia
suprapúbica, 493, 495 benigna de próstata, 205 ibuprofeno, 596
supraumbilical, 360 prostática, 29 ictericia, 68, 288, 387
supravesical, 142 hipersensibilidad, 83 íleo
694 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

paralítico, 499, 621 isoestesia, 316 funicular, 223


posoperatorio, 79 isquemia, 125, 235, 388, 452, herniario, 159, 236, 243, 244
posquirúrgico, 500 481, 672 preherniario, 233, 345
impotencia sexual, 568 intestinal, 587 litiasis vesicular, 119, 606
incarceración, 297, 298, 384, irreversible, 494, 495 lumbago, 558
446, 493, 530, 576, 579, 604 mesentérica, 508 lumbalgia, 452
visceral, 337 miocárdica, 605 luxación congénita de cadera,
incarceramiento, 245, 261, 262, 323
328
incontinencia urinaria, 604 K
inestabilidad hemodinámica, 344 M
ketorolaco, 189, 215, 224, 399,
infarto
436 macroglosia, 596
del miocardio, 335, 607
malnutrición, 493, 571
intestinal, 539
malrotación intestinal, 599
masivo del miocardio, 272 L meperidina, 335
infección, 77, 81, 84, 125, 181,
meralgia parestésica, 307
197, 354, 356, 571 latirismo, 66
meshoma, 313, 315, 316, 317,
abdominal, 509 lesión
374, 415, 624, 625
de herida, 79, 487 abdominal, 499
metástasis, 147
quirúrgica, 615 de la pared abdominal, 380
metoclopramida, 458
de la piel, 80 de víscera abdominal, 253
miastenia gravis, 465, 469, 604
de oído, 340 del conducto deferente, 267
micosis, 452
intraabdominal, 209, 221 del cordón espermático, 267
midazolam, 166, 344, 399
intraperitoneal, 623 en la vejiga, 267
mielomeningocele, 323
necrosante de la pared abdo- enteral, 508
mucopolisacaridosis, 66, 323
minal, 508 hepática, 119, 606
nosocomial, 340 intercostal, 546
peritoneal, 461 intestinal, 79, 136, 216, 253, N
por hongos, 481 268, 427, 430, 436, 437,
protésica, 270 441, 490 necrosis, 235, 388, 452
sistémica, 503 intraabdominal, 245, 404, 502 de la piel, 487
urinaria, 216, 268, 340 intraperitoneal, 228 intestinal, 253, 254, 255
infertilidad, 327 muscular, 585 isquémica, 348
inflamación granulomatosa, 128 nerviosa, 145, 173, 175, 201, testicular, 266, 267
inguinodinia, 116, 173, 174, 190, 224, 225, 266, 278, 547 tisular, 404
225, 259, 262, 279, 295, 305, renal, 119, 606 nefropatía, 243
313, 315, 318, 341, 677 térmica, 496 neoplasia, 119, 631
crónica, 199 vascular, 93, 135, 145, 216, nerviosa, 93
neuropática, 295 277, 355, 356, 519, 537 neumonía, 502
posoperatoria, 15, 197, 204 por energía, 135 posoperatoria, 502
inmunodeficiencia, 410, 461, 612 vesical, 216, 253, 268, 277, neumopatía, 243, 398
inmunosupresión, 456 278, 355, 356, 519 neumotórax, 395, 600
insuficiencia visceral, 175, 216, 459, 582 neuralgia, 15, 217, 303, 311, 441
cardiaca, 251, 335 intraabdominal, 250 crónica, 181
renal, 365, 375, 398, 461, 605 leucocitosis, 236, 559 genitofemoral, 190
aguda, 502 levobupivacaína, 169 ilioinguinal, 190
crónica, 161, 288, 387, 428, levofloxacino, 482 posoperatoria, 145
604 lidocaína, 167, 168, 169, 177, transitoria, 562
respiratoria, 251, 436 211, 318, 394, 395, 457 neuritis, 306, 308
intertrigo, 452 linfadenopatía, 119, 606 neuroendometrioma, 314, 315,
intoxicación alimentaria, 464 lipoma, 73, 346, 380, 523, 533, 319
irritación peritoneal, 243 559 neurofibroma, 314
Índice alfabético 695

neuroma, 267, 295, 306 cirrótico, 365 con inguinodinia, 259, 314,
doloroso, 295 con abdomen abierto, 503, 504 316
novocaína, 335 con aneurisma con inmunodeficiencia adqui-
aórtico abdominal, 67 rida, 406
de la aorta, 387 con insuficiencia renal, 400
O con cardiomiopatía, 427 con lesión nerviosa, 550
con cardiopatía, 400 con neoplasia, 96
obesidad, 68, 152, 157, 160, 211, con cirrosis, 29, 365, 375 con neumopatía, 400
243, 288, 334, 365, 366, 379, con defecto herniario de la con obesidad, 610
387, 398, 410, 456, 461, 481, pared abdominal, 120 mórbida, 366, 589
493, 518, 529, 536, 571, 576, con dolor inguinal, 305, 310 con poliposis familiar múlti-
588, 589, 603, 604, 609, 610, crónico, 317 ple, 632
612, 644 con enfermedad con sepsis, 502, 619
mórbida, 205, 428, 480, 500, herniaria inguinal, 159 con síndrome compartimental
501 pulmonar, 427 abdominal, 511
obeso, 475 con estoma, 580 con sobrepeso, 611, 612
obstrucción con fibrosis quística del pán- con traumatismo, 501
arterial, 452 creas, 322 de alto riesgo, 228
intestinal, 147, 217, 243, 251, con gastrosquisis, 600 desnutrido, 375, 606
254, 279, 384, 436, 493, con hernia, 9, 63, 66, 75, 119, fumador, 387
495, 496, 512, 517, 525, 159, 160, 162, 291, 294, herniado, 547
535, 538, 542, 543, 558, 379, 451, 606, 611, 657, obeso, 212, 228, 229, 233,
559, 560, 587, 588 667, 669, 683 234, 236, 307, 379, 380,
por adherencia a la malla, bilateral, 209 417, 428, 482, 529, 551,
228 con pérdida de dominio, 609, 610, 612, 637
posoperatoria, 271 455, 461 mórbido, 388, 639
urinaria, 559 de la pared abdominal, 286, pediátrico, 321, 588, 592
oclusión 669 senil, 605
intestinal, 126, 147, 236, 243, de puerto laparoscópico, traumatizado, 502
511, 531, 538, 539, 542 591 pancreatitis, 404, 501, 508
vascular mesentérica, 453 de Spiegel, 531 paniculitis, 559
oftalmoplejía, 464 epigástrica, 379, 383 paracetamol, 204
oligospermia, 119, 267 estrangulada, 209 parálisis
oliguria, 236, 559 incisional, 76, 99, 416, 573, cerebral infantil, 27
onfalocele, 20, 595, 596, 600 616 muscular flácida, 464
orquialgia, 317 recidivante, 74 respiratoria, 464
orquitis, 266, 295 suprapúbica, 568 paresia, 145
isquémica, 15, 74, 189, 190, inguinal, 66, 81, 170, 199, parestesia, 145, 266
203, 204, 216, 270, 356 262, 282, 326 inguinal, 216, 217
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atrófica, 295 bilateral, 176, 258 perforación, 235


posoperatoria, 295 recidivante, 74, 76 cecal, 244
osteítis de pubis, 217 inguinoescrotal, 251 intestinal, 496
osteofito, 306 lumbar, 560, 563, 564 periostitis, 270, 272, 306
osteogénesis imperfecta, 68, 160 obturatriz, 540 peritonitis, 209, 221, 236, 239,
paraostomal, 578 244, 254, 404, 541, 621
recidivante, 295 fecaloide, 512
P recurrente, 68, 209 por fuga intestinal, 244
umbilical, 365, 373, 647 posoperatoria, 268
con diabetes, 64 unilateral, 209, 217 pie diabético, 658
paciente con herniosis, 202 poliposis familiar múltiple, 632
anciano, 603, 604, 605, 606, con hidrocele, 270, 326 posoperatorio, 37
607 con hipoalbuminemia, 68 peritonitis, 278
696 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

procaína, 335 de incarceración, 546, 575, periestomal, 577


propofol, 166, 178, 344, 399 580 posoperatorio, 202, 435
prostatismo, 160, 243, 379, 604, de infección, 175, 238, 269, posquirúrgico, 187, 251
609 437, 455, 577, 620 quístico, 95, 270, 418, 553
Proteus mirabilis, 617 de malla, 254 seudoefedrina, 596
Pseudomonas aeruginosa, 617 de isquemia de la piel, 650 seudohernia, 122, 547, 562, 579
ptosis de lesión espontánea, 554
palpebral, 465 intestinal, 79 paraestomal, 583
testicular, 345 nerviosa, 216, 260 SIDA, 288
pubalgia, 317 vascular, 79, 260 síndrome
pubitis, 197, 259, 306 vesical, 15 ciático, 307
visceral, 16 compartimental, 388, 463
de neumotórax, 395 abdominal, 452, 499, 500,
Q de obstrucción intestinal, 215, 501, 504, 507, 509
575, 580 posoperatorio, 361
quemadura, 133, 500 de orquitis isquémica, 179 de Beckwith--Wiedemann,
dérmica, 132, 133 de perforación intestinal, 428 596, 600
quiste, 73 de quemadura, 132 de dolor inguinal crónico, 305,
aéreo, 461 de recidiva, 303 306
de inclusión, 81 de retención urinaria, 215 de Ehlers--Danlos, 66, 68, 160
de piel, 380 de sangrado, 133, 504 de fosa profunda y amplia,
epidérmico de inclusión, 81 posoperatorio, 135 310
hepático, 122 de síndrome de respuesta de Gardner, 632
ovárico, 122 inflamatoria sistémica, 504 de hiperpresión abdominal
renal, 122 de toxicidad cardiovascular, posoperatorio, 484
169 de hipertensión abdominal,
de tromboembolismo, 229 507
R
quirúrgico, 671 de Hunter, 66, 323
radiculopatía, 308 ropivacaína, 166, 168, 211, 394 de Hürler, 66, 323
reacción alérgica, 169 ruptura inguinal, 310 de Lambert--Eaton, 465
recidiva herniaria, 96, 389, 609, de los aductores, 309
626 de Marfan, 66, 160
rectocele, 103 S de meralgia parestésica, 145
recurrencia herniaria, 215, 223, de respuesta inflamatoria sisté-
236 sangrado del epiplón, 253 mica, 500
reflujo gastroesofágico, 460 sarcoma, 86, 97 doloroso lumbar, 452
respuesta inflamatoria, 125 sepsis, 322, 375, 500, 539, 600, oclusivo intestinal, 236
retención urinaria, 175, 177, 216, 610, 619, 620, 621 sobrepeso, 335, 343, 383, 481,
268, 272, 344, 464 abdominal, 453, 500, 503, 568, 604
riesgo 505, 508, 512, 623, 659 Staphylococcus aureus, 99, 617
anestésico, 221, 671 posoperatoria, 576 suboclusión intestinal, 126
de carcinogénesis, 327 sistémica, 236 succinilcolina, 468
de colonización, 622 serohematoma, 240, 251 sulfinpirazona, 335
de contaminación seroma, 17, 18, 77, 78, 79, 84,
de la herida, 581 88, 89, 95, 96, 99, 135, 175, T
de la malla, 262 181, 197, 201, 204, 205, 213,
de estrangulación, 647 217, 233, 234, 236, 242, 244, tabaco, 596
de estrangulamiento, 235, 546, 260, 268, 269, 303, 347, 354, tabaquismo, 66, 68, 160, 288,
575 373, 374, 389, 399, 413, 415, 343, 410, 493, 606
de fistulización, 429 416, 418, 441, 476, 485, 487, taquicardia, 236
de herniación, 193, 431 490, 526, 562, 569, 571, 638, tendinitis, 272
de íleo posoperatorio, 16 642, 644, 652, 658, 677 testículo retráctil, 325
Índice alfabético 697

timpanismo, 236 tromboembolia pulmonar, 272 gástrica perforada por estran-


toxina botulínica, 119, 121, 410, tromboembolismo, 272, 482 gulación, 380
433, 461, 463, 464, 469, 475, tromboflebitis, 272 isquémica, 483
479, 606 trombosis trófica, 452, 572
tramadol, 347, 399 de la vena femoral, 272, 355 urinoma, 267
trasplante, 658 venosa, 135, 270
de órganos, 475 tumefacción testicular, 271
renal, 478 tumor, 122, 306, 533 V
trastorno abdominal, 501
congénito de fragilidad ósea, benigno de la piel, 61, 73 varices, 365, 644
68 de colon, 636 de la vena safena, 149
digestivo, 379 de la pared abdominal, 631 varicocele, 119, 606
electrolítico, 236 desmoide, 631, 632
en el tejido conectivo, 66 intraabdominal, 500
W
venoarterial, 235 renal, 559
trauma, 81, 125 tumoración pélvica, 119, 606 warfarina, 335
abdominal, 453, 500, 501,
505, 508
quirúrgico, 198, 314 U Y
traumatismo, 387, 631
quirúrgico, 125 úlcera yodopovidona, 619
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698 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

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