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Las pancreatitis agudas graves se caracterizan por la existencia de tres fases: una fase
precoz, en la que la respuesta sistémica inflamatoria predominante se acompaña de
insuficiencias orgánicas y donde se forman zonas de necrosis, aunque suelen perma-
necer estériles; una fase intermedia, pasados 15 días del inicio de la enfermedad, que
conlleva un riesgo de infección de las zonas de necrosis; y una fase tardía, varias sema-
nas después del inicio de la enfermedad, donde se pueden desarrollar seudoquistes. En
la fase precoz de la pancreatitis no se suele operar el páncreas, aunque muchas compli-
caciones viscerales pueden requerir una cirugía urgente: necrosis intestinal, hemorragia,
síndrome compartimental abdominal. La segunda fase es la del tratamiento de las zonas
de necrosis infectada. Las necrosectomías deben limitarse a la resección de los fragmentos
necróticos que se desprenden de forma espontánea. Se realizan por accesos y métodos
adaptados al grado de infección y de gravedad del paciente, así como a la localización de
las lesiones. Esta segunda fase puede requerir un tratamiento multidisciplinario radioló-
gico, quirúrgico y, en ocasiones, endoscópico mediante técnicas mínimamente invasivas
si es posible o en ocasiones convencionales, por laparotomía o por un acceso retroperi-
toneal. La tercera fase es la del tratamiento de los seudoquistes sintomáticos y se realiza
por vía endoscópica como primera elección.
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los casos a las consecuencias sistémicas de la infección abdomen. La realización de una ostomía o el posible resta-
de la necrosis pancreática. La dificultad terapéutica de la blecimiento de la continuidad se realizan durante la ciru-
pancreatitis aguda necrosante es muy variable según estas gía de revisión. Cuando la vitalidad del colon es dudosa,
dos fases. Se les puede añadir una tercera fase tardía, varias es sensato efectuar una ileostomía de protección [6] .
semanas después del comienzo de la enfermedad, marcada
esencialmente por el desarrollo de los seudoquistes, cuyo
tratamiento se realiza en un contexto muy distinto.
Síndrome compartimental abdominal
Las pancreatitis agudas graves se caracterizan por la
Cirugía en la fase precoz formación de un voluminoso tercer espacio por infiltra-
ción masiva del retroperitoneo, por la ascitis y por un
de la pancreatitis aguda íleo [7, 8] ; este aumento del volumen del abdomen puede
grave llegar hasta la aparición de un síndrome compartimen-
tal abdominal, debido a la hiperpresión en el abdomen.
Durante esta fase, la necrosis pancreática suele ser Este síndrome se sospecha por la presencia de meteorismo
estéril, está muy adherida al páncreas y su resección es abdominal, oliguria y dificultad respiratoria. Es frecuente
hemorrágica. En este estadio, no hay indicación de necro- en las pancreatitis agudas graves, siempre es mortal si no
sectomía ni de pancreatectomía. Sin embargo, existen se instaura un tratamiento adecuado y provoca una mor-
varias indicaciones quirúrgicas. El acceso de elección para talidad precoz en al menos el 50% de los pacientes que
el tratamiento de estas complicaciones precoces de la lo desarrollan. Por este motivo, es indispensable medir la
pancreatitis aguda es la laparotomía media. En estas inter- presión intravesical en estos pacientes. La presión vesi-
venciones no se debe intentar operar el páncreas: hay que cal normal es inferior a 8 mmHg. Cuando las cifras son
limitarse a colocar drenajes pasivos en contacto con él superiores o iguales a 15 mm, el tratamiento médico es
si se puede acceder con facilidad a la trascavidad de los obligatorio (reanimación hipovolémica, diuréticos). Si el
epiplones. paciente no mejora o si la presión es muy elevada (supe-
rior o igual a 20 mm), se debe realizar una laparostomía
urgente asociada a una laparostomía aspirativa (sistema
Colangitis aguda vacuum pack) [9–11] .
El diagnóstico de colangitis aguda se plantea cuando se
sospecha una enfermedad litiásica, si existe una retención
biliar y si ésta se agrava en las primeras horas. Si se sos- Hemorragia y seudoaneurisma
pecha una colangitis asociada a una pancreatitis aguda,
se instaura un tratamiento antibiótico. Si éste fracasa, se Las hemorragias intraperitoneales o digestivas se produ-
puede realizar un drenaje endoscópico por cateterismo cen en alrededor del 5% de las pancreatitis agudas [12, 13] y
retrógrado y esfinterotomía biliar, sobre todo en los prime- conllevan un empeoramiento notable del pronóstico, que
ros días de evolución de la pancreatitis aguda. Si esto no duplica o triplica la mortalidad [12, 13] . Las hemorragias
fuese posible, la colangitis se trata por drenaje radiológico intraperitoneales se deben sobre todo a lesiones difusas
o, sobre todo, quirúrgico del colédoco. En un contexto en la necrosis pancreática, rupturas esplénicas espontá-
inflamatorio, el acceso clásico del colédoco puede ser difí- neas y rupturas de seudoaneurismas [13] . Sin embargo, los
cil y es posible que el procedimiento deba limitarse a un seudoaneurismas se descubren en la mayoría de los casos
simple drenaje de la vía biliar, bien con un dren trans- de forma fortuita en la tomografía computarizada (TC)
cístico de gran calibre o bien con un tubo de Kehr, sin abdominal. Se deben tratar preferentemente mediante
pretender la desobstrucción completa de la vía biliar. embolización [12, 13] , porque el tratamiento quirúrgico es
difícil y conlleva una mortalidad elevada.
Isquemia intestinal
La isquemia del colon o del intestino delgado se pro- Pancreatitis aguda por obstrucción
duce en el 10% de las pancreatitis agudas necrosantes [3, 4] ,
cifras que son superiores en las series de autopsias [5] . Se
del asa aferente tras gastrectomía
debe sobre todo a trombosis vasculares peripancreáticas seguida de una anastomosis
inflamatorias y a una afectación microvascular (enteritis gastroyeyunal (Billroth II)
necrosante), que puede verse favorecida por un síndrome
compartimental abdominal. La semiología clínica o radio- Esta causa de pancreatitis aguda es muy infrecuente
lógica no es siempre evidente. En la mayoría de los casos, y responde a etiologías diversas: vólvulo, oclusión por
la isquemia digestiva se manifiesta por un deterioro del brida o herniación del asa aferente, recidiva de un tumor
estado del paciente: aumento del dolor abdominal, estado gástrico con oclusión del asa aferente, litiasis biliar [14–17] .
séptico, acidosis, incremento de la proteína C reactiva Debe sospecharse de forma sistemática en cualquier
(CRP) y, más tarde, insuficiencia renal. En estas circuns- paciente hospitalizado por una pancreatitis aguda y en
tancias, la laparotomía media exploradora puede estar quien se haya realizado una gastrectomía, con indepen-
indicada. Las técnicas de resección intestinal en las pan- dencia de la causa. Es un cuadro similar a algunos modelos
creatitis no presentan aspectos específicos. La realización de pancreatitis experimental en animales, consistentes en
de una ostomía es la norma, porque el proceso patogénico ligar el duodeno a nivel proximal y distal a la papila. A
del infarto puede continuar su evolución tras la interven- continuación se produce un reflujo séptico a presión hacia
ción. Los cuadros de insuficiencia hemodinámica o respi- el páncreas, que provoca con rapidez una pancreatitis
ratoria, frecuentes en estos pacientes, suelen ser una con- y una insuficiencia multivisceral gravísima. Es obligato-
traindicación para la laparoscopia exploradora, que ade- rio realizar una intervención urgente para suprimir el
más puede ser difícil e incompleta, debido a la infiltración mecanismo etiológico de la oclusión del asa aferente:
retroperitoneal, a la presencia de un síndrome comparti- degastrogastrectomía en caso de recidiva de un cáncer en
mental abdominal inicial o al íleo presente en esta fase el asa aferente, extracción del cálculo intraduodenal y, en
de la pancreatitis aguda. En caso de isquemia limitada del caso de vólvulo, resección del exceso de asa aferente o
tubo digestivo, se puede proponer una nueva laparotomía fijación distal de la anastomosis gastroyeyunal mediante
de revisión sistemática 24 horas después. Las porciones una anastomosis yeyunoyeyunal de tipo Braun [14] . Se ha
intestinales seccionadas y grapadas se pueden dejar en el descrito un caso de tratamiento endoscópico [18] .
A B
C D
E
Figura 6. Paciente de 77 años, hospitalizado en reanimación por un shock séptico con síndrome compartimental abdominal (SCA)
con una presión intravesical de 25 cmH2 O e insuficiencia multivisceral. La TC abdominal aporta pocos datos, salvo una dilatación del
conducto colédoco. Se sospechó una pancreatitis aguda (hiperlipasemia). Se realizó una laparotomía urgente, que confirmó el SCA. Se
trató mediante descompresión abdominal con cierre asistido por vacío (VAC) y dren transcístico. Al tercer día, la tomografía computarizada
(TC) abdominal con contraste confirmó la presencia de una necrosis pancreática con varias zonas necrosadas. Se llevó a cabo una segunda
laparotomía para cambiar el VAC. El 5◦ día, se efectuó una nueva laparotomía. El postoperatorio se caracterizó por la persistencia del
shock séptico asociado a la necrosis pancreática, una hemorragia digestiva por una úlcera gastroduodenal y complicaciones médicas
múltiples (insuficiencia renal aguda, traqueotomía percutánea, infección del catéter de la vía venosa central). Fueron necesarias varias
reintervenciones quirúrgicas. El paciente experimentó una mejoría progresiva y recibió el alta a los 115 días.
A. Reintervención al 5◦ día. Persistencia de la necrosis pancreática.
B. Colocación de una bolsa de Mikulicz, de una mecha y de un pequeño drenaje a nivel inframesocólico.
C. Bolsa para intestino delgado en contacto con las asas intestinales con un orificio central para que pueda pasar la bolsa.
D. Relleno de la cavidad con compresas y colocación de un dren que se conecta al sistema de aspiración.
E. Colocación de un apósito adhesivo y conexión de los dos drenes a la aspiración, creando un «Miku-VAC».
“ Punto importante
Necrosectomía videoasistida percutánea
• Consiste en utilizar el trayecto de un drenaje de
gran calibre colocado previamente en el centro de
la zona infectada, en la mayoría de los casos por
vía percutánea.
• Se realiza por un acceso izquierdo de la cavidad
pancreática.
• La columna de laparoscopia se sitúa a la derecha
del paciente, frente al cirujano, que se sitúa a la
izquierda.
• El trocar del nefroscopio se conecta al sistema
de aspiración y un sistema de irrigación con suero Figura 15. Drenaje externo quirúrgico de un seudoquiste. El
fisiológico se conecta al nefroscopio. punto de entrada del dren en el seudoquiste se cierra de forma
• La necrosectomía se realiza con una pinza de cuidadosa. Se coloca una lámina en contacto con el punto de
prensión y consiste en liberar el trayecto del dre- entrada del dren.
naje de los restos necróticos y purulentos que lo han descrito derivaciones laparoscópicas [54, 56, 57] . A dife-
obstruyen, tras lo que se accede a la necrosis infec- rencia de los seudoquistes de la pancreatitis crónica,
tada, que se extrae de forma progresiva. Cuando en estos casos no está indicado realizar una deriva-
los tejidos tienden a resistirse y a sangrar, no se ción del conducto de Wirsung ni plantear resecciones
debe insistir. pancreáticas.
• Al final de la intervención, se introduce un dre-
naje de doble vía por el orificio de drenaje hasta la
celda de necrosectomía, una vez que se retiran el
Procedimientos comunes a las distintas
nefroscopio y el trocar. técnicas quirúrgicas
• La irrigación se realiza con 1-2 l de suero fisioló-
Las vías de acceso pueden ser una laparotomía subcostal
gico al día. o media con el paciente en decúbito supino y los brazos
en abducción a 90◦ , o una laparoscopia con el paciente
en decúbito supino, los brazos a 90◦ , los miembros infe-
riores separados, un trocar óptico a nivel del ombligo y
seudoquistes hemorrágicos por erosión arterial [45] o rup- trocares de 5-10 mm en cada flanco. Un trocar adicio-
tura portal [46] , que tienen una mortalidad del 15% si no nal epigástrico mejora la exposición al permitir traccionar
se pueden embolizar [47] . hacia arriba del estómago o del colon transverso y recha-
Cuando son sintomáticos, el simple drenaje radioló- zar el lóbulo hepático izquierdo. El cirujano se sitúa entre
gico es eficaz en dos tercios de los casos, siempre que los muslos, con el monitor al lado izquierdo de la cabe-
se consiga una comunicación amplia con el sistema de cera del paciente cuando el seudoquiste está a nivel del
conductos, lo que puede evaluarse en la actualidad de cuerpo del páncreas o a la derecha en el caso contrario. Se
forma no invasiva con la pancreatorresonancia magné- coloca una sonda nasogástrica conectada a un sistema de
tica (pancreato-RM) [48, 49] . Si no existe una afectación de aspiración.
los conductos ni una pancreatitis crónica, algunos auto- En todas las intervenciones, el seudoquiste se pun-
res realizan un drenaje externo [50, 51] . Sin embargo, otros ciona antes de abrirlo para tomar una muestra con
autores consideran que el drenaje externo conlleva una vistas a su estudio bacteriológico y enzimático (lipasa
mayor morbilidad que el drenaje quirúrgico [52] . Aunque o amilasa intraquística) y, si es preciso, para realizar
no existen estudios aleatorizados que hayan comparado una quistografía. Una vez abierto el quiste, se extraen
los tratamientos quirúrgico y endoscópico [53] , su efica- todos los restos necróticos y se eliminan los tabiques
cia es idéntica, pero las técnicas endoscópicas requieren internos.
a menudo su repetición [54] . La mayoría de los equipos
proponen en la actualidad el tratamiento endoscópico
(quistogastrostomía o quistoduodenostomía, derivación Drenaje externo
transpapilar) como primera elección siempre que sea posi-
ble y sobre todo cuando existe una comunicación entre El drenaje externo se realiza cuando el contenido del
el seudoquiste y el sistema de conductos. Las deriva- seudoquiste está infectado, o si sus paredes son demasiado
ciones quistodigestivas endoscópicas pueden efectuarse finas para soportar una sutura, después de efectuar hemos-
mediante control ecoendoscópico si el seudoquiste no tasia por laparotomía de una hemorragia intraquística o
produce un abombamiento intraluminal. Se han descrito de tratar una ruptura intraperitoneal de un seudoquiste.
quistogastrostomías realizadas mediante cirugía endoscó- El acceso del seudoquiste depende de su localización.
pica transluminal por orificios naturales (NOTES, natural Hay que procurar cerrar lo mejor posible las paredes del
orifice transluminal endoscopy surgery) [55] . La hipertensión seudoquiste sobre el drenaje mediante puntos de hilo
portal puede contraindicar este procedimiento endoscó- reabsorbible 4/0 y drenar el orificio de entrada del drenaje
pico. en el seudoquiste con láminas complementarias (Fig. 15).
Cuando fracasan los tratamientos radiológicos o endos- Este drenaje se deja durante varias semanas, hasta que
cópicos y salvo casos de urgencia (hemorragia por erosión el líquido recogido sea limpio. Si se recoge una cantidad
vascular o esplénica) está indicada la cirugía, lo que es abundante de líquido fistuloso (lo que se confirma por
infrecuente. Ningún ensayo aleatorizado ha comparado la determinación de la amilasa en el líquido de drenaje),
los tratamientos quirúrgicos entre sí. Los procedimien- se puede administrar un tratamiento con un análogo de
tos quirúrgicos son derivaciones internas quistogástricas, la somatostatina asociado a una alimentación parenteral
quistoduodenales o quistoyeyunales. Algunos autores exclusiva [58] .
Derivaciones quistoduodenales
Quistoduodenostomía transduodenal
Esta técnica es el equivalente duodenal de la derivación
quistogástrica transgástrica. Está indicada en los seudo-
quistes cefálicos que abomban la luz duodenal y estenosan
el duodeno. La exposición duodenal requiere un descenso
del ángulo cólico derecho y una maniobra de Kocher, así
como la colocación de varias compresas por detrás de la
cabeza del páncreas para rechazar hacia delante el duo-
Figura 17. Quistogastrostomía transgástrica por laparotomía.
deno, que se abre en longitudinal a lo largo de varios
Después de la abertura de la cara posterior del estómago con el
centímetros frente al seudoquiste. El quiste se localiza por
bisturí eléctrico, se realiza hemostasia adicional y se fija la pared
punción y su pared se incide a lo largo de 2 cm con el
del seudoquiste al estómago con hilo reabsorbible.
bisturí eléctrico a nivel de la aguja de punción. Tras la
evacuación del contenido del seudoquiste, la pared duo-
denal se fija a la del seudoquiste con puntos separados
Derivaciones quistodigestivas 4/0, a la vez que se realiza hemostasia (Fig. 18). Se debe
por laparotomía localizar la papila para no lesionarla, tanto durante la aber-
tura de la pared interna del duodeno como durante la
Derivación quistogástrica transgástrica sutura de la duodenostomía interna. La intervención fina-
(intervención de Juraz) liza con la colocación de la sonda nasogástrica en contacto
Está indicada cuando el seudoquiste abomba la cara con la duodenotomía y con el cierre de ésta mediante
posterior del estómago. Esta derivación evita la disec- hilo reabsorbible 4/0, si es posible, de forma transver-
ción de los tejidos demasiado inflamatorios al pasar por sal si no es demasiado larga o en longitudinal en caso
una gastrostomía anterior y después por una gastrosto- contrario.
mía posterior centradas en el quiste, tras verificar que Quistoduodenostomía laterolateral
el seudoquiste esté bien adherido a la cara posterior del Esta derivación sólo puede realizarse si la anastomosis
estómago. La hemostasia de las paredes gástricas debe ser quistoduodenal se puede efectuar sin tensión, lo que es
especialmente cuidadosa si existe una hipertensión por- muy infrecuente. La anastomosis se lleva a cabo entre la
tal asociada. Las paredes se abren con el bisturí eléctrico pared anterior del duodeno y la pared anterior del seudo-
y se aplican puntos de hilo reabsorbible 5/0 para mejorar quiste, tras descender el ángulo cólico derecho.
la hemostasia. Si el quiste no abomba lo suficiente la cara
posterior del estómago, es mejor intentar localizarlo por
punción y quistografía o mediante ecografía intraoperato- Quistoyeyunostomía
ria (Fig. 16). La abertura de la cara posterior del estómago La ventaja de esta técnica es que se adapta a todas las
debe ser limitada. Una vez que se ha evacuado el conte- localizaciones quísticas y, en especial, a los seudoquistes
nido del quiste, se realiza una sutura continua con fines de la transcavidad de los epiplones que no se adhieren a la
hemostáticos entre la pared del estómago y la del seudo- cara posterior del estómago y a los seudoquistes cefálicos
quiste para mantener la abertura y mejorar la hemostasia. que no tienen un contacto estrecho con el duodeno. La
La gastrostomía anterior se cierra con una sutura continua anastomosis es laterolateral y se realiza con dos hemisutu-
de hilo reabsorbible de 4/0 (Fig. 17). La sonda nasogástrica ras continuas de hilo reabsorbible 4/0 tras la abertura del
de deja colocada conectada a un sistema de aspiración seudoquiste y la evacuación de su contenido. La anasto-
durante varios días. mosis se puede realizar en un asa en «omega» o en un asa
Conclusión
La fase precoz de la pancreatitis aguda puede asociarse a
numerosas complicaciones, en ocasiones graves, aunque
son infrecuentes. El cirujano debe estar alerta para poder
diagnosticar estas complicaciones y tratarlas a tiempo. A
partir de la tercera semana de evolución de la pancreatitis
aguda, las zonas de necrosis se pueden infectar y requerir
en la mayoría de las ocasiones un tratamiento quirúr-
gico. Cuando el estado séptico del paciente lo permite,
es mejor drenar las zonas infectadas por vía percutánea y
después, bajo una cobertura con antibióticos y lavados
por los drenajes radiológicos, esperar a que la necro-
sis se desprenda de los tejidos viables para realizar una
necrosectomía completa en un único procedimiento. Esta
necrosectomía debe efectuarse preferentemente mediante
una técnica mínimamente invasiva. Cuando el estado sép-
tico del paciente no permite esperar a que la necrosis
Figura 23. Derivación quistoyeyunal laparoscópica mecánica. se ablande, hay que realizar sin demora una interven-
Los puntos de entrada de la grapadora lineal se cierran con hilo ción convencional, dejando un sistema de drenaje que
reabsorbible 4/0. permita las necrosectomías reiteradas, bien con un sis-
tema de laparostomía o bien utilizando el trayecto de un
endoscópica, se realizan tres bolsas de tabaco en la cara drenaje para realizar una necrosectomía percutánea míni-
anterior del estómago y en el centro de ellas se introdu- mamente invasiva. Más adelante, la pancreatitis puede
cen trocares adicionales, tras lo que el tubo de insuflación evolucionar a la formación de seudoquistes sintomáti-
de CO2 de la laparoscopia se transfiere a un trocar gás- cos que requieren como primera elección un tratamiento
trico. La óptica se cambia de lugar y se coloca a nivel endoscópico. Si esto fracasa, se efectúa un tratamiento
intragástrico, al igual que los instrumentos para realizar quirúrgico, si es posible mínimamente invasivo, con
la etapa posterior de la derivación quistogástrica: abertura realización de una derivación quistodigestiva transgás-
a lo largo de varios centímetros y fijación del estómago a trica o sobre un asa en «omega». El drenaje quirúrgico
la pared del seudoquiste con una sutura, si se han sepa- complementa el tratamiento quirúrgico de los seudoquis-
rado ambas estructuras [57] . Los restos necróticos se dejan tes complicados.
en el estómago o se evacuan en una bolsa, dependiendo
del tamaño de los trocares utilizados. Una vez finalizada
la etapa endogástrica, la óptica se vuelve a situar en posi- Bibliografía
ción umbilical; el estómago se exufla, dejando colocada
una sonda nasogástrica. Los puntos de entrada de los tro- [1] Raraty MG, Halloran CM, Dodd S, Ghaneh P, Con-
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J. Abba.
C. Létoublon (CLetoublon@chu-grenoble.fr).
Clinique universitaire de chirurgie digestive et d’urgence, Hôpital Michalon, Centre hospitalier de Grenoble, BP 38043, Grenoble cedex
9, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Risse O, Arvieux C, Abba J, Létoublon C. Cirugía de las complica-
ciones de las pancreatitis agudas. EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 2013;29(1):1-15 [Artículo E – 40-885].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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