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Añadió el declarante que a las personas las recuerda porque cuando
tenía el vehículo detenido estuvo a no más de un metro de distancia de ellas, el
bombero estaba casi apoyado en su vehículo y los vio directamente,
reconociendo el testigo a ambos acusados como las personas que
asaltaron al bombero.
No fue contrainterrogado por la defensa de la acusada Salas
Salinas este deponente.
Contrainterrogado por la defensa del acusado Meliqueo
Meliquén, refirió el declarante que el episodio desde que llegaron hasta que
escaparon no duró más de dos minutos, él estaba adentro del auto en todo
momento. Cuando cayó la víctima, en su primera caída fue de rodillas y después
cayó un poco de lado porque ahí lo estaban golpeando ambas personas con golpes
de pies y puño, cuando lo logró identificar el testigo al bombero, quedó de lado en
el piso casi en posición fetal, primero cayó de rodillas evitando que lo golpearan.
El tribunal no formuló preguntas aclaratorias.
3.- Sebastián Sean Peirano Gasman, médico cirujano, interrogado por fiscalía
señaló que viene a declarar como testigo respecto de una constatación de lesiones
de tres personas, el día 26 de noviembre de 2015 a las 02:23 de la mañana, un
señor Melinao, una señora Bárbara, victimarios de la situación, y la víctima de
nombre que no recuerda.
Exhibida por fiscalía al declarante prueba documental n° 1, el
testigo señaló que se le exhibe del dato de atención de urgencia, nombre del
paciente Bárbara Salas Salinas, suscribe este deponente el documento el 26 de
noviembre de 2015 a las 02:39, no constató lesión de esa persona; con el mismo
propósito, exhibida prueba documental n° 2, señaló el declarante que es un
dato de atención de urgencia firmado por el testigo, paciente Luis Ángelo Meliqueo
Meliquén, a quien se le constató una contusión de su rodilla de carácter leve y
exhibida prueba documental n° 3, también señaló el deponente que es un
dato de atención de urgencia de fecha 26 de noviembre a las 02:41 de la mañana,
de Carlos Rubén Denegri Pimentel, quien señala haber sido agredido por terceros
en la vía pública constatando lesiones leves en su codo derecho y rodilla izquierda.
No describe las lesiones el documento, no las recuerda el declarante. Lesiones
leves en la pierna y en el codo, evolucionan en menos de una semana, son
contusiones, erosiones superficiales, erosiones en la piel.
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No fue contrainterrogado este deponente por la defensa de la
acusada Salas Salinas ni por la defensa del acusado Meliqueo Meliquén.
El tribunal no formuló preguntas aclaratorias.
4.- Erick Esteban González Garrido, cabo primero de Carabineros de Chile,
interrogado por fiscalía señaló que el día 26 de noviembre de 2015, se encontraba
de servicio de tercer turno en La Calera junto al cabo segundo Maximiliano
Conejeros en el sector central de esa comuna, cuando recibieron de la Central de
la unidad un comunicado radial, manifestando en que el servicentro Petrobras,
ubicado en calle Caupolicán 803 se había efectuado un robo al bombero de turno.
Concurrieron de inmediato, la Central dijo que un individuo, Mario Vargas, señaló
que los individuos eran un hombre y una mujer que vestían ropas oscuras y que se
daban a la fuga por Balmaceda hacia el río. Iban por calle Teresa, que da a
Balmaceda, y los carabineros divisaron a dos individuos con las mismas
características, intentaron huir, procedieron a fiscalizarlos y llegó el testigo que
sindicó al hombre, Luis Melinao Meliquén y Bárbara Salas Salinas como los dos
autores del robo con violencia a señor Carlos Denegri. Detuvieron a los individuos,
el testigo dijo que andaban con un armamento, efectuaron un rastreo del lugar
desde la Petrobras hasta el lugar de la detención, ubicando el armamento del robo,
el que era una pistola de aire comprimido. Luego fueron al lugar donde estaba la
víctima a tomar las declaraciones de rigor. El testigo contó que se encontraba
cargando combustible con una persona, pasaron dos sujetos, una mujer y un
hombre, lo saludan normal, se devuelven los individuos, se acercan al bombero y
el hombre sustrajo de entre sus vestimentas una pistola, lo apunta y le solicita la
entrega de dinero, se produce un forcejeo entre el bombero con el tipo
apuntándolo a la cabeza, la mujer lo registra en los bolsillos para sacarle el dinero,
comienza un forcejeo más allá con golpes, le pegó en la cabeza, provocando las
lesiones que indicó la víctima. Se entrevistaron con el bombero, Carlos Denegri, y
relató que se encontraba cargando combustible a un cliente, a don Mario Vargas,
instantes en que los individuos que pasaron a su lado lo saludaron y a los
segundos se devuelven, el hombre lo intimida, lo apunta con la pistola, la mujer
comienza a registrarlo, comienza el forcejeo para botarlo y darse a la fuga del
lugar. La víctima presentaba lesiones, le mostró una lesión en la mano, en una de
sus piernas y manifestó que le habían pegado con la empuñadura de la pistola en
la cabeza. Trasladaron a la víctima al hospital.
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Exhibido al testigo el set de fotos ya exhibido por fiscalía, señaló
respecto de ellas lo siguiente: foto 1: es el servicentro Petrobras ubicado en la
calle Caupolicán 803. Tomo esa fotografía este testigo; foto 2: lugar donde
recuperaron el armamento, en calle Balmaceda a un costado del servicentro
Petrobras, a unos 50 metros del servicentro y desde el servicentro hasta el lugar
de la detención hay 100 metros; foto 3: el armamento de aire comprimido; foto
4: es el armamento recuperado.
Añadió el declarante que desde donde estaban en calle Teresa hasta
calle Balmaceda, hay una distancia de 100 metros aproximadamente.
Exhibida evidencia material al testigo por fiscalía, precisando el
señor fiscal que es la correcta y no la anteriormente exhibida, señaló el deponente
que es el arma que recuperó, y exhibida la cadena de custodia señaló el testigo
que él fue quien hizo la cadena de custodia.
No fue contrainterrogado este testigo por la defensa de la acusada
Salas Salinas.
La defensa del acusado Meliqueo Meliquén no interrogó a este
declarante, pero exhibida la evidencia material referida precedentemente a su
representado, éste indicó que esa sí es el arma.
El tribunal no formuló preguntas aclaratorias.
UNDÉCIMO: Que también el Ministerio Público incorporó como prueba
material una pistola de aire comprimido de color negro, exhibida y referida
precedentemente y reconocida por el acusado Meliqueo Meliquén al exhibírsele
evidencia material por segunda vez por fiscalía.
DUODÉCIMO: Que también el Ministerio Público rindió prueba
documental y otros medios de prueba, incorporando con lectura resumida las
siguientes probanzas:
1.- Dato de atención de urgencia n° 650105, de fecha 26 de noviembre de
2015, del Hospital Mario Sánchez Vergara de La Calera. Constata lesiones Bárbara
Fabiola Salas Salinas. Traída a constatar lesiones tras agresión a tercero. Afirma no
tener lesiones. Sin lesiones. Firma Sebastian Peirano Gasman.
2.- Dato de atención de urgencia n° 650104, de fecha 26 de noviembre de
2015, del Hospital Mario Sánchez Vergara de La Calera. Constata lesiones a Luis
Ángelo Meliqueo Meliquén. Es traído a constatar lesiones como victimario en asalto
según refiere. Afirma dolor en rodilla derecha. Examen físico, erosión rodilla
derecha, rodilla derecha estable, sin bostezo ni lachman ni témpano en rodilla
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derecha. Conclusión, contusión rodilla carácter leve. Firma del doctor Sebastian
Peirano Gasman.
3.- Dato de atención de urgencia n° 650101, de fecha 26 de noviembre de
2015, del Hospital Mario Sánchez Vergara de La Calera. Constata lesiones a Carlos
Rubén Denegri Pimentel. Motivo de la consulta, constatar lesiones por asalto.
Atención médica, viene a constatar lesiones tras ser agredido por terceros en la vía
pública. Examen físico, observo lesiones en codo derecho y pierna izquierda,
carácter leve. No describe las lesiones.
4.- Set de cuatro fotografías del sitio del suceso y evidencias levantadas,
exhibido precedentemente.
DECIMOTERCERO: Que, por su parte, las defensas no rindieron
prueba propia.
DECIMOCUARTO: Que este tribunal, ponderando con libertad los elementos
de prueba enunciados en los motivos que preceden, pero sin contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados, ha adquirido la convicción, más allá de toda duda
razonable, de que se han acreditado los siguientes hechos:
“El día 26 de noviembre de 2015, aproximadamente a las 01:40 horas de la
madrugada, mientras Carlos Denegri Pimentel se encontraba trabajando en la
estación de servicios Petrobras de calle Caupolicán n° 803 en la comuna de La
Calera, atendiendo a un cliente, llegaron hasta ese lugar Luis Ángelo Meliqueo
Meliquen y Bárbara Fabiola Salas Salinas, procediendo Meliqueo Meliquen a
apuntar con un arma tipo pistola a Denegri Pimentel señalándole “esto es un
asalto, entrégame todo si no te voy a pegar un balazo”, mientras Salas Salinas se
encontraba junto a Meliqueo Meliquen. Acto seguido, Meliqueo Meliquén golpeó a
la víctima en su cabeza con el arma que portaba y se produjo un forcejeo entre
ambos, cayendo el ofendido al suelo, aprovechando esta circunstancia Meliqueo
Meliquen y Salas Salinas para darle golpes de pies y puño, y al mismo tiempo,
ambos registraron las vestimentas de la víctima, logrando así sustraerle la suma de
$40.000 pesos, luego de lo cual ambos imputados se dieron a la fuga, resultando
el ofendido con lesiones en su codo derecho y pierna izquierda producto de estos
hechos.”
DECIMOQUINTO: Que los hechos descritos en el considerando
precedente se encuentran acreditados con las pruebas antes mencionadas. En
particular:
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La sustracción efectiva de especies, en particular dinero,
mediando actos intimidatorios y malos tratamientos de obra para ello
por parte de los agentes delictivos, así como el día, hora y lugar de dicho
acontecimiento, se acreditaron con las declaraciones de: la víctima Carlos
Denegri Pimentel, quien a través de un relato certero, con seguridad, dando
adecuada razón de sus dichos e impresionando como veraz, se refirió a la
sustracción de dinero de que fue objeto por parte de dos sujetos que se
abalanzaron sobre él, un hombre que lo amenazó con un cuchillo y una mujer que
lo acompañaba, golpeándolo ambos en el suelo, en circunstancias que se
encontraba realizando sus labores como bombero en el servicentro Petrobras
ubicado en calle Caupolicán de La Calera el día 26 de noviembre de 2015,
alrededor de las 01:40 horas de esa fecha. Precisó Denegri Pimentel que ese día y
hora, estaba atendiendo a un cliente que cargaba combustible en un vehículo Kia
Morning de color gris, y de repente sintió que lo tomaron por la espalda un
hombre y una mujer, con intención de asaltarlo, golpeándolo el hombre con una
pistola en la nuca, quien le dijo con insultos y garabatos que era una asalto y que
entregara todo lo que tenía, sintiendo miedo el ofendido, haciéndole una seña el
cliente, dándole a entender que llamaba a Carabineros, tratando el ofendido de
saltar al medio de la “isla” (que no es sino el nombre con que se conoce el lugar
donde se ubican los dispensadores de combustible en un servicentro) para aplicar
un botón de pánico que tenía en su bolsillo y sintió un puntapié, como que le
enredó los pies esta persona y cayó de rodillas, sintiendo un dolor grande, y las
dos personas se le tiraron encima, recibiendo el ofendido combos y patadas,
procediendo la mujer a meterle la mano en el bolsillo, sustrayéndole
aproximadamente $40.000. Agregó Denegri Pimentel que las personas escaparon a
calle Balmaceda y él logró apretar el botón de pánico, la persona que estaba
cargando combustible le dijo que Carabineros ya venía en camino y luego de unos
tres a cinco minutos llegó Carabineros con los asaltantes detenidos. Corroborando
su testimonio y dándole mayor fuerza y consistencia al mismo, Denegri Pimentel
reconoció en las fotografías que le fueron exhibidas por fiscalía, en la
foto 1 el servicentro y la “isla” donde él se encontraba cuando fue asaltado y en
las fotos 2 y 4 la pistola o arma que vio encima; los dichos de Mario Vargas
Zamora, Sebastián Peirano Gasman y Erick González Berríos, los que, en
su carácter de testigo presencial de los hechos el primero, médico que constató las
lesiones al ofendido el segundo y carabinero aprehensor de los agentes delictivos
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el tercero, dieron cuenta, en sintonía con los dichos del ofendido, de lo que
tomaron conocimiento respecto de los hechos materia de la acusación, reforzando
con sus asertos y dando por ello mayor consistencia al relato inculpatorio de la
víctima Denegri Pimentel. Fue así como Mario Vargas Zamora, a través de un
relato abundante en detalles y en sincronía con lo manifestado por Denegri
Pimentel, refirió haberse encontrado cargando combustible el día 26 de noviembre
del 2015 alrededor de la una cuarenta AM, en Petrobras ubicada en Caupolicán
esquina Diego Lillo en La Calera cuando vio pasar a dos personas, un hombre y
una mujer, caminando por calle Caupolicán hacia al sur, vestidos de negro,
momentos en que el bombero estaba todavía al costado del vehículo, en contra de
quien se abalanzaron ambas personas, diciéndole improperios, garabatos y el
hombre sacó un arma, una pistola negra, procediendo a reducir al bombero,
increpándolo y diciéndole que le entregara el dinero, cayendo el bombero al piso,
donde la mujer comenzó a agredirlo también con golpes de puño, de pies y
patadas, mientras el bombero solo trataba de protegerse. Ante esto, agregó
Vargas Zamora, encendió el auto, cruzó en calle Caupolicán y comenzó a tocar la
bocina esperando que la gente que pasara acudiese en defensa del bombero
mientras las personas seguían golpeándolo en el piso, dando el deponente una
vuelta a la manzana para volver al lado del bombero que se reincorporaba,
procediendo a llamar a Carabineros y el bombero accionó la alarma, siguiendo el
testigo por el lugar donde se fueron las personas, yéndose por calle Diego Lillo,
donde vio pasar a la patrulla de Carabineros por calle Teresa hacia Balmaceda,
doblando el testigo por calle Josefina a mano izquierda, encontrando Carabineros
de frente a los dos asaltantes y el deponente apareció por la otra cuadra y les
indicó a los funcionarios policiales que ellos habían asaltado la bencinera minutos
antes, con los cuales comenzaron a buscar el arma de fuego que él les indicó que
había visto en el asalto, la que encontraron entre medio del pasto a la orilla de la
línea del tren, reconociendo el testigo en las fotografías exhibidas por fiscalía, al
igual que el ofendido, en la foto 1 la “isla” del servicentro donde se encontraba
cuando las personas aparecieron por la espalda del bombero, huyendo después en
dirección a calle Balmaceda, y en las fotos 2, 3 y 4 el arma que se utilizó en el
asalto, una pistola negra encontrada en las cercanías de la línea del tren. Por su
parte, corroborando el testimonio de la víctima en aquella parte en que el ofendido
señaló haber sido objeto de maltrato físico por parte de sus asaltantes, cayendo al
suelo y sintiendo dolor en su rodilla, se contó con el testimonio del médico
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Sebastián Peirano Gasman, médico cirujano, quien refirió haber constatado
lesiones a tres personas, el día 26 de noviembre de 2015 alrededor de las 02:23
de la mañana, dos victimarios y una víctima, quedando en evidencia al
exhibírsele por fiscalía tres datos de atención de urgencia números
650105, 650104 y 6501001, todos del hospital Mario Sánchez Vergara de
La Calera, que los examinados ese día fueron los victimarios Bárbara Salas
Salinas y Luis Meliqueo Meliquén y la víctima Carlos Denegri Pimentel, quien le
manifestó haber sido agredido por terceros en la vía pública constatando lesiones
leves en su codo derecho y rodilla izquierda, las que, según dicho médico
correspondían a contusiones, erosiones superficiales, erosiones en la piel en la
pierna y en el codo, las que, en concepto de estos juzgadores resultan compatibles
con el resultado del acometimiento físico que dijo haber sufrido Denegri Pimentel
por parte de sus asaltante, al señalar que cayó al suelo y ambos agentes lo
golpearon con golpes de pie y puño y que experimentó un dolor en una de sus
rodillas, lo que aparece también corroborado por el testigo Mario Vargas
Zamora en aquella parte que señaló haber visto caer de rodillas a este bombero y
quedar en posición fetal evitando que lo golpearan. A su vez, en similares términos
y en sincronía con lo expuesto por Denegri Pimentel, en lo sustancial, el cabo
primero Erick González Garrido dio cuenta del procedimiento en que participó
el día 26 de noviembre de 2015 cuando estando de servicio de tercer turno en La
Calera recibió un comunicado de la Central que indicó que en el servicentro
Petrobras, ubicado en calle Caupolicán 803, se había efectuado un robo al
bombero de turno y que un individuo, Mario Vargas (que no es sino el ya aludido
testigo presencial) manifestó que los asaltantes eran un hombre y una mujer que
vestían ropas oscuras y que se daban a la fuga por Balmaceda hacia el río,
divisando los carabineros por calle Balmaceda a dos individuos con las mismas
características, a los que al fiscalizarlos fueron sindicados por el testigo Mario
Vargas como los autores del robo con violencia al señor Carlos Denegri, los que
fueron identificados como Luis Melinao Meliquén y Bárbara Salas Salinas,
agregando Mario Vargas que los asaltantes andaban con un armamento, el que
resultó ser una pistola de aire comprimido que fue encontrada en las cercanías.
Dio cuenta también el cabo González Garrido de los relatos que le manifestaron
tanto don Carlos Denegri como Mario Vargas, coincidentes en lo esencial con lo
señalados por éstos en audiencia, en el sentido que Carlos Denegri, mientras
cargaba combustible a Mario Vargas, se le acercaron un hombre y una mujer,
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procediendo el hombre a apuntarlo con una pistola con la cual le pegó en la
cabeza, solicitándole la entrega de dinero, se produce un forcejeo, lo botan al
suelo y mujer registra en los bolsillos al bombero para sacarle dinero y luego
darse a la fuga. También el carabinero González Garrido, al igual que Denegri
Pimentel y Vargas Zamora, reconoció en las fotografías exhibidas por fiscalía,
en la foto 1 el servicentro Petrobras ubicado en la calle Caupolicán 803 y en las
fotos 2, 3 y 4 el armamento de aire comprimido y el lugar donde lo recuperaron
en calle Balmaceda a un costado del servicentro Petrobras, a unos 50 metros del
servicentro, mismo armamento que reconoció en la evidencia material que le
fue exhibida por fiscalía. Por último, los acusados Salas Salinas y
Meliqueo Meliquén, al declarar en estrados como medio de defensa, en lo
esencial de sus dichos, admitieron que el día 26 de noviembre de 2015 acudieron
al servicentro Petrobras de calle Caupolicán en La Calera, lugar en el cual el
segundo apuntó y amenazó con una pistola a un bombero de dicho servicentro
que estaba cargando combustible a un cliente (arma de aire comprimido que
reconoció Meliqueo Meliquén al serle exhibida como evidencia material por fiscalía)
propinándole un golpe con dicha arma (específicamente en la cabeza y diciéndole
que le entregara todo el dinero o si no le iba a pegar un balazo, según precisó
Meliqueo Meliquén) y que el ofendido cayó al suelo donde ambos registraron sus
bolsillos, para posteriormente huir con dinero sustraído y luego ser detenidos por
Carabineros en las cercanías.
Con estas declaraciones efectuadas por la propia víctima Denegri
Pimentel, por un testigo presencial como lo fue Vargas Zamora y por testigos de
oídas como lo fueron Peirano Gasman y el carabinero González Garrido, todos los
que desde sus perspectivas, dadas sus respectivas intervenciones y sus ubicaciones
espacio temporales, narraron en lo sustancial unos mismos eventos, por la
multiplicidad de puntos comunes que de sus asertos se puede establecer en lo que
dice relación con el lugar y momento donde se habría cometido el ilícito, las
conductas desplegadas por los agentes delictivos, las especies sustraídas, los actos
intimidatorios y los maltratos de obra realizados para obtenerlas, esto es, la
exhibición de una pistola de aire comprimido con que se apuntó y golpeó al ofendido
en su cabeza exigiendo la entrega del dinero y el forcejeo por el cual fue botado al
suelo donde fue objeto de golpes de pie y puño por ambos agentes, mediando
también lenguaje soez, y las vías por donde ingresaron y huyeron los agentes al y
desde el servicentro aludido y formas cómo lo hicieron, es posible situar el hecho de
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la sustracción de las especies de la manera señalada pertenecientes a Carlos Denegri
Pimentel, particularmente dinero por la suma de $40.000, el día 26 de noviembre de
2015, alrededor de las 01:40 horas, en el servicentro Petrobras ubicado en calle
Caupolicán n° 803, La Calera.
En otro orden de ideas, el ánimo de señor y dueño de los sujetos
activos se acreditó al comprobarse que las especies de que los agentes delictivos
se apropiaron, esto es, dinero por la suma de $40.000, las sustrajeron desde uno
de los bolsillos en que Denegri Pimentel las tenía y que ambos antisociales
registraron cuando el ofendido estaba en el suelo, con el objeto de comportarse
como propietarios de las mismas, de ejercer facultades propias del dueño, desde el
momento que con ellas materialmente en su poder los agentes huyeron del sitio
del suceso sin haberlas recuperado la víctima, según dimana de los relatos de
la víctima Denegri Pimentel y de los testigos Vargas Zamora y González
Garrido, según se expuso precedentemente. Asimismo, como se adelantó,
los acusados Salas Salinas y Meliqueo Meliquén, al declarar en estrados,
admitieron haber huido desde el servicentro en que se encontraba el bombero que
asaltaron con dinero que pertenecía a aquél, luego de haber registrado sus
bolsillos cuando estaba en el suelo producto de su accionar, reconociendo así la
sustracción de tales especies.
A su vez, la naturaleza mueble del botín emana de la sola individualización de
los objetos sustraídos, esto es, dinero por la suma de $40.000, fácilmente
transportable de un lugar a otro al grado de haber salido huyendo los agentes con
ese dinero en su poder desde el sitio del suceso. Esta individualización de las
especies sustraídas, fue realizada en términos similares por la víctima Denegri
Pimentel y por los testigos Vargas Zamora y González Garrido refiriéndose
todos ellos a dinero como lo exigido al ofendido por los antisociales que lo asaltaron,
precisando Denegri Pimentel que le sustrajeron dinero por la suma de $40.000. Estas
mismas declaraciones sirven también para acreditar la ajenidad de las especies
sustraídas respecto de los agentes delictivos. Por lo demás, ni los acusados ni
tercero alguno han alegado ser dueño de dichas especies y, por el contrario, ambos
acusados reconocieron haberle sustraído dinero al ofendido una vez que registraron
sus bolsillos, con el cual en su poder huyeron del sitio del suceso.
Respecto de la falta de voluntad del dueño de las cosas sustraídas se
comprobó también con las propias declaraciones de la víctima Carlos Denegri
Pimentel quien, como ya indicamos, manifestó que sintió que el hombre y la mujer
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lo tomaron por la espalda, con intención de asaltarlo, golpeándolo el hombre con
una pistola en la nuca mientras le señalaba con insultos y garabatos que era un
asalto y que entregara todo lo que tenía, sintiendo miedo el ofendido y tratando de
saltar al medio de una “isla” del servicentro para aplicar un botón de pánico que
tenía en su bolsillo y sintió un puntapié, como que le enredó los pies esta persona,
cayendo de rodillas, sintiendo un dolor grande, y las dos personas se le tiraron
encima, recibiendo el ofendido combos y patadas, procediendo la mujer a meterle
la mano en el bolsillo, sustrayéndole aproximadamente $40.000, todo ello
entendido en el contexto de que la voluntad de Denegri Pimentel se encontraba
vulnerada por los actos intimidatorios y los maltratos de obra realizados por los
agentes y que lo ponían en riesgo. Estas interacciones del ofendido con los
antisociales que lo intimidaron y acometieron físicamente fueron reproducidas en lo
sustancial y en similares términos por los testigos Mario Vargas Zamora y Erick
González Garrido, el primero como testigo presencial de los sucesos de marras y el
segundo como testigo de oídas al referir lo manifestado a él por el ofendido el día de
los hechos, según también se expuso precedentemente.
En lo tocante al ánimo de lucro, éste dimana de las propias
características de los objetos sustraídos, esto es el dinero cuya entrega se le exigió al
ofendido mientras era apuntado con una pistola con que fue golpeado en la cabeza y
que los agentes obtuvieron luego de golpearlo en el suelo y registrarle sus bolsillos,
de lo que dieron cuenta la víctima Denegri Pimentel y los testigos Vargas
Zamora y González Garrido, precisando el ofendido que le sustrajeron $40.000,
los cuales tienen valor patrimonial, ya que el dinero es un medio de pago para la
adquisición de bienes y servicios, infiriéndose también por ello el interés de los
agentes delictivos en obtener un provecho económico de dichas especies, mismas
que no fueron recuperadas por su dueño.
Sobre la apropiación de las especies sustraídas mediante actos
intimidatorios y malos tratos de obra por parte de los agentes delictivos
cabe tener presente que los mismos estuvieron constituidos en el caso de marras por
el hecho de haber ingresado los agentes al servicentro en que el ofendido
desempeñaba sus labores como bombero, en horas de la madrugada, abordándolo
por la espalda, apuntándolo el hombre con una pistola de aire comprimido
exigiéndole con lenguaje soez la entrega de dinero, misma con la cual lo golpeó en la
cabeza, mientras la mujer, según el mismo ofendido Denegri Pimentel señaló,
estaba a no más de un metro de distancia, dándose vueltas por detrás sin saber él si
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ella podía sacar o no un cuchillo, cayendo la víctima al suelo producto del forcejeo
con el hombre y estando en el suelo tanto el hombre como la mujer le propinaron
combos y patadas, procediendo ambos agentes a revisar sus bolsillos, sustrayéndole
la suma de $40.000 con los cuales huyeron. La realización de esos actos
intimidatorios y acometimientos físicos fue corroborada por el testigo presencial
Vargas Zamora, reconociendo también los acusados Salas Salinas y Meliqueo
Meliquén, en lo sustancial y más allá de algunas diferencias y omisiones menores, la
señalada interacción que tuvieron con el ofendido, la que evidentemente le produjo
un miedo a la víctima de un riesgo o daño mayor al de la mera sustracción de
especies al ser objeto de esos actos intimidatorios y maltrato de obra por parte de
sus asaltantes. Dicho acometimiento físico fue realizado por ambos agentes como
indicó la víctima, sin perjuicio que, en todo caso el designio criminal y, por cierto, la
manera de concretarlo, esto es, intimidando también a la víctima, fue querido y
asumido por ambos enjuiciados, al decidir asaltar al bombero cuando pasaban por el
servicentro en que él se desempeñaba, más allá que solo el acusado Meliqueo
Meliquén fuera el que apuntó con la pistola al ofendido y le exigió bajo amenaza la
entrega del dinero. Tales actos intimidatorios y maltrato de obra, vencieron, en
definitiva, la resistencia u oposición que en un principio manifestó el afectado a que
se le quitaran especies de su propiedad como definitivamente ocurrió, de forma que
la intimidación y maltrato de obra así efectuados, cumplieron uno de los fines a que
alude el artículo 439 del Código Penal para la punibilidad del tipo penal materia del
juicio.
DECIMOSEXTO: Que los hechos descritos anteriormente configuran el
delito de robo con intimidación, en grado de consumado, previsto y sancionado
en el artículo 436 inciso primero en relación con los artículos 432 y 439, todos del
Código Penal, ya que hubo apropiación, pues los agentes sustrajeron especies de
propiedad de Carlos Denegri Pimentel, dinero por la suma de $40.000, sacando
dichas especies de la esfera de resguardo de su propietario, quien las mantenía en
uno de sus bolsillos de su ropa y desde allí fueron sustraídas con ánimo de señor y
dueño (animus rem sibi habendi) para ejercer sobre dichas especies facultades
propias del dueño al haberse apropiado materialmente de ellas y salido huyendo con
las mismas los agentes; existió ánimo de lucro, consustancial a la incorporación al
patrimonio del agente de bienes ajenos, es decir, los agentes tuvieron el deseo de
obtener una utilidad de las especies, pues, como se dijo, el objeto de la sustracción
fueron cosas corporales muebles con valor económico; estas cosas son
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ajenas, desde que éstas pertenecían a la víctima Denegri Pimentel, y la referida
acción se concretó sin mediar voluntad de su propietario, al probarse que los
agentes delictivos se apropiaron de ellas sin el consentimiento de su dueño al
apoderarse materialmente de ellas, mediando previamente la realización de los
actos intimidatorios y los malos tratos de obra, ya señalados, los que
vencieron la oposición o resistencia de la víctima y permitieron a los acusados
apropiarse definitivamente de las especies del ofendido.
En cuanto al tipo subjetivo, conviene precisar que el dolo de los
agentes respecto del apoderamiento de las especies muebles ajenas con el ánimo de
hacerse dueño de ellas, mediando el uso de la intimidación y malos tratos de obra
para ello resultó acreditado con las probanzas rendidas, en especial con los dichos
de la víctima Carlos Denegri Pimentel, el testigo presencial Mario Vargas
Zamora y los testigos de oídas Sebastián Peirano Gasman y el carabinero
Erick González Garrido, señalados y ponderados precedentemente, los que se dan
por reproducidos por razones de economía procesal. Dichos testimonios, en particular
el de la víctima Carlos Denegri Pimentel, dan cuenta de una secuencia de actos y
su realización en un tiempo relativamente breve (alrededor dos minutos desde que
llegaron los agentes al servicentro y salieron huyendo con el botín, según refirió
Vargas Zamora) desde el momento en que los agentes ingresaron al servicentro en
que el ofendido desempeñaba sus labores como bombero, lo abordaron por la
espalda, el hombre lo apuntó con una pistola de aire comprimido exigiéndole con
lenguaje soez la entrega de dinero, con esa arma lo golpeó en la cabeza, mientras la
mujer, según el mismo ofendido señaló, estaba a no más de un metro de distancia,
dándose vueltas por detrás sin saber él si ella podía sacar o no un cuchillo, cayendo
la víctima al suelo producto del forcejeo con el hombre y estando en el suelo tanto el
hombre como la mujer le propinaron combos y patadas, procediendo ambos agentes
a revisar sus bolsillos, sustrayéndole la suma de $40.000 con los cuales huyeron.
Como se dijo, la realización de esos actos intimidatorios y acometimientos físicos fue
confirmada por el testigo presencial Vargas Zamora, reconociendo también los
acusados Salas Salinas y Meliqueo Meliquén, en lo sustancial y más allá de algunas
diferencias y omisiones menores, la señalada interacción que tuvieron con el
ofendido. De dicha secuencia cabe inferir que los actos intimidatorios y los maltratos
de obra realizados por los agentes delictivos a la víctima, estuvieron destinados a
vencer la resistencia u oposición que en un principio manifestó el afectado a que se
le quitaran especies de su propiedad como definitivamente ocurrió sobre todo por el
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temor que señaló haber sentido, naturalmente, al ser amenazado con una pistola y
ser objeto del aludido acometimiento físico, para concretar de esta manera los
acusados su designio criminal al decidir asaltarlo cuando pasaban por el servicentro.
Existió entonces una vinculación subjetiva entre la intimidación y maltrato de obra y
la posterior apropiación definitiva. Al respecto los profesores Politoff, Matus y Ramírez
señalan en su obra “Lecciones de Derecho Penal Chileno”, Parte Especial, Editorial
Jurídica, año 2006, página 357: “La apropiación en el robo consiste, entonces,
en una vinculación subjetiva del autor con el medio violento o
intimidatorio empleado para obtener precisamente la entrega o
manifestación de la cosa apropiada”.
Sobre el iter criminis, se estima por el tribunal que el delito de robo
con violencia e intimidación, previsto y sancionado en el artículo 436 inciso
primero, en relación con los artículos 432 y 439, ambos del Código Penal, que se dio
por acreditado, lo fue en grado de consumado. En efecto, se dieron todos los
elementos del respectivo tipo penal desde el momento que los agentes se
apoderaron materialmente del dinero de la víctima, realizando para ello en forma
previa los actos intimidatorios y malos tratos de obra ya aludidos, los que estuvieron
destinados a vencer la resistencia u oposición del ofendido, los que en definitiva
permitieron a los acusados apropiarse definitivamente de ese dinero, con el cual en
su poder huyeron del lugar de los hechos, sin que pudiera ser recuperado por la
víctima.
DECIMOSÉPTIMO: Que con los mismos elementos de cargo señalados
anteriormente se ha podido establecer que a los acusados Bárbara Fabiola Salas
Salinas y Luis Ángelo Meliqueo Meliquén les cabe una participación en calidad de
autores del delito de robo con violencia e intimidación descrito precedentemente.
En particular, el tribunal ha considerado para establecer la participación de los
acusados las declaraciones de la víctima Carlos Denegri Pimentel y de los
testigos Mario Vargas Zamora y Erick González Garrido. En efecto, luego de
referir el ofendido Denegri Pimentel que el día 26 de noviembre de 2015 a las
01:40 horas un hombre y una mujer ingresaron al servicentro en que se
desempeñaba como bombero, abordándolo por la espalda, apuntándolo el hombre
con una pistola de aire comprimido exigiéndole con lenguaje soez la entrega de
dinero, misma con la cual lo golpeó en la cabeza, mientras la mujer estaba a no más
de un metro de distancia, dándose vueltas por detrás sin saber él si ella podía sacar o
no un cuchillo, cayendo la víctima al suelo producto del forcejeo con el hombre y
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estando en el suelo tanto el hombre como la mujer le propinaron combos y patadas,
procediendo ambos agentes a revisar sus bolsillos, sustrayéndole la suma de $40.000
con los cuales huyeron, reconoció el ofendido sin titubeos y con seguridad
en audiencia a los acusados Salas Salinas y Meliqueo Meliquén como las
personas que lo asaltaron en la forma señalada. En el mismo sentido,
corroborando el reconocimiento efectuado en el juicio por Denegri Pimentel el
testigo presencial Mario Vargas Zamora y el carabinero Erick González
Garrido, además de señalar en términos similares a los expuestos por la víctima,
en lo sustancial, respecto de la intimidación y maltrato físico de que fue objeto el
ofendido, reconocieron en audiencia, también sin titubeos y con certeza, a
los señalados acusados como las personas que asaltaron a Denegri
Pimentel. Cabe consignar a este respecto que Vargas Zamora no fue sino el
cliente que estaba cargando combustible en el servicentro Petrobras cuando el
ofendido Denegri Pimentel fue objeto de la amenaza con una pistola por parte de
Meliqueo Meliquén exigiendo éste la entrega del dinero, estando acompañado de
Salas Salinas, procediendo ambos a darle golpes de pies y puños a la víctima para
salir huyendo del lugar, precisando dicho testigo que vio a los agentes a no más de
un metro de distancia, que se fijó por donde huyeron, dando cuenta a Carabineros
de los hechos y sindicándolos ante ellos como los autores del robo en el
servicentro cuando los acusados fueron detenidos por la policía, con la cual realizó
la búsqueda del armamento utilizado en el robo y que fue encontrado en las
cercanías del sitio del suceso por dicho testigo junto a Carabineros, al lado de la
línea férrea, sindicación y hallazgo de ese armamento a que en términos similares
aludió el carabinero González Gallardo. Por último, y a mayor abundamiento,
como ya también se adelantó por estos jueces, los acusados Salas Salinas y
Meliqueo Meliquén, admitieron en estrados que el día 26 de noviembre de 2015
acudieron al servicentro Petrobras de calle Caupolicán en La Calera, lugar en el
cual el segundo apuntó y amenazó con una pistola a un bombero de dicho
servicentro que estaba cargando combustible a un cliente (arma de aire
comprimido que reconoció Meliqueo Meliquén al serle exhibida como evidencia
material por fiscalía) propinándole un golpe con dicha arma (específicamente en la
cabeza y diciéndole que le entregara todo el dinero o si no le iba a pegar un
balazo, según precisó Meliqueo Meliquén) y que el ofendido cayó al suelo donde
ambos registraron sus bolsillos, para posteriormente huir con el dinero sustraído y
luego ser detenidos por Carabineros en las cercanías.
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Así entonces los actos que realizaron los acusados Salas Salinas y Meliqueo
Meliquén son parte de la ejecución de los hechos, revelando que tomaron parte en
los mismos en forma inmediata y directa, por lo cual la participación de los
encartados es la de autores, en los términos del artículo 15 nº 1 en el delito de robo
con violencia e intimidación, previsto y sancionado en el artículo 436 inciso primero
en relación con los artículo 432 y 439, todas las normas del Código Penal.
DECIMOCTAVO: Que de este modo se alcanzó el estándar de
convicción exigido por el artículo 340 del Código Procesal Penal, acerca de la
ocurrencia del delito de robo con violencia e intimidación materia del juicio y de la
participación que en tal ilícito le cabe a los acusados Salas Salinas y Meliqueo
Meliquén, sin que las defensas de los enjuiciados cuestionaran la ocurrencia de los
sucesos que lo configuran, ni su calificación jurídica, ni la participación de sus
representados en ellos, limitándose a efectuar alegaciones que dicen relación con
circunstancias modificatorias de responsabilidad penal de las que se hará cargo el
tribunal más adelante.
DECIMONOVENO: Que celebrada la correspondiente audiencia del
artículo 343 del Código Procesal Penal, fiscalía incorporó con lectura resumida:
1.- Extractos de filiación y antecedentes de los acusados Salas Salinas y
Meliqueo Meliquén. En el caso de Salas Salinas registra una condena en la
causa rit 1319/2015 del Juzgado de Garantía de Villa Alemana de fecha 16 de junio
de 2015 como autora de hurto falta, previsto y sancionado en el artículo 494 bis
del Código Penal a una multa de 1 UTM, declarándose prescrita en su momento.
Por su parte, Meliqueo Meliquén registra una condena en la causa rol 19.795/2002
del 29 Juzgado del Crimen de Santiago, de fecha 27 de octubre de 2003 a la pena
de 541 días de presidio menor en su grado mínimo (sic) pena remitida, como autor
de lesiones. Luego registra una condena en la causa rol 1200 del 29 Juzgado del
Crimen de Santiago, de fecha 21 de diciembre de 2004, a la pena de multa de
media UTM como autor de la falta contemplada en el artículo 41 de la Ley 19.366,
sustituido por un día de privación de libertad. Luego fue condenado en la causa rit
11.720/2011 del 14 Juzgado de Garantía de Santiago, de fecha 28 de septiembre
de 2011, a la pena de un quinto de UTM como autor de falta frustrada a la pena
de un quinto de UTM, la que se dio por cumplida.
Fiscalía agregó que, habiendo una agravante y entendiendo que el
tribunal en su veredicto valoró como antecedente la declaración de ambos
imputados, debiera concedérseles la minorante del artículo 11 n° 9, pudiendo
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recorrerse la pena en toda su extensión y considerando la extensión del mal
causado, solicita que sean condenados a la pena de seis años de presidio mayor
en su grado mínimo, más las accesorias legales, sin costas.
Por su parte, la defensa de la acusada Salas Salinas, al igual
como lo señaló fiscalía, estima concurrente la atenuante del artículo 11 n° 9 por la
declaración prestada por su representada reconociendo el ilícito. Estima también
concurrente esta defensa la atenuante de irreprochable conducta anterior del
artículo 11 n° 6, toda vez que no ha sido condenada anteriormente por crimen o
simple delito. Compensando la agravante con una de las atenuantes, concurre en
favor de su defendida una minorante que posibilita imponer la pena en su
mínimum, solicitando al efecto la pena de cinco años y un día de presidio mayor en
su grado mínimo, rango de pena que no la habilita para hacer solicitudes de penas
sustitutivas, agregando que su representada se encuentra afecta a la medida de
prisión preventiva desde el día 26 de noviembre de 2015 ininterrumpidamente
hasta la fecha.
A su turno, la defensa del acusado Meliqueo Meliquén manifestó
que concurre en favor de su defendido la atenuante del artículo 11 n° 9 porque a
su declaración ya en el veredicto se le ha dado el carácter de sustancial,
solicitando su reconocimiento, y habiendose acogido una gravante, la pena más
justa, de acuerdo a la extensión del mal causado, es la de cinco años y un día de
presidio mayor en su grado mínimo, haciendo presente que si bien su defendido
no tiene irreprochable conducta anterior, en su extracto de antecedentes data una
condena por lesiones y una multa, es la primera vez ésta en que se le va a
condenar por este tipo de ilícitos y, en ese sentido es más propcional imponer la
pena en el mínimo. En cuanto a la extensión del mal causado, si bien estos delitos
tienen un fuerte impacto en las víctimas, lo que no se puede desconocer, no se
vislumbra mayor extensión del mal causado debido a que las lesiones causadas
fueron leves y siguió trabajando donde mismo. Solicita se exima del pago de las
costas de la presente causa, y en cuanto a abonos, efectivamente su representado
ha estado ininterrumpidamente desde noviembre en prisión preventiva por estos
hechos, solicitando se le reconozca para la condena.
VIGÉSIMO: Que en cuanto a las circunstancias modificatorias de
responsabilidad penal, el tribunal estima que concurre a favor de la acusada
Salas Salinas la atenuante de irreprochable conducta anterior del
artículo 11 n° 6 del Código Penal, pues si bien registra una condena en su
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extracto, lo es por una falta cuya pena se encuentra encuentra prescrita,
minorante que no concurre respecto del acusado Meliqueo Meliquén toda vez que,
atendido el contenido del extracto de filiación y antecedentes de este encartado, él
sí registra condenas anteriores por sentencias ejecutoriadas por hechos cometidos
con anterioridad a los que lo han traído al presente juicio.
Por otra parte, el tribunal estima que concurre a favor de
ambos acusados la atenuante del artículo 11 n° 9 del Código Penal, esto
es, la de haber colaborado sustancialmente al esclarecimiento de los
hechos. Esta atenuante de orden político criminal supone el suministro del
imputado a la autoridad de antecedentes que provean al esclarecimiento de los
hechos y de su participación en el mismo. Como lo señala el profesor Mario Garrido
Montt en su obra Derecho Penal, Tomo I, Parte General, Editorial Jurídica de Chile,
año 2005, página 200, “el legislador requiere una colaboración “sustancial”,
lo que involucra –para que la atenuante se conforme- realizar un aporte
de real y efectiva significación, de importancia y trascendencia en la
clarificación del hecho”. En el caso de marras resulta que los dos acusados
renunciaron ante este tribunal a su derecho a guardar silencio, inculpándose en su
declaración ante estrados y ubicándose en el lugar y tiempo de ocurrencia de los
hechos, reconociendo en lo sustancial los asertos de la víctima y testigos del
Ministerio Público, en el sentido que efectivamente el día 26 de noviembre de 2015
acudieron al servicentro Petrobras de calle Caupolicán en La Calera, lugar en el
cual Meliqueo Meliquén apuntó y amenazó con una pistola a un bombero de dicho
servicentro que estaba cargando combustible a un cliente (reconociendo dicha
arma de aire comprimido Meliqueo Meliquén al serle exhibida como evidencia
material por fiscalía) propinándole un golpe con dicha arma (especificando
Meliqueo Meliquén que propinó el golpe en la cabeza a la víctima y que le dijo que
le entregara todo el dinero o si no le iba a pegar un balazo) y que el ofendido cayó
al suelo donde ambos registraron sus bolsillos, para posteriormente huir con el
dinero sustraído y luego ser detenidos por Carabineros en las cercanías. El
reconocimiento en la forma señalada por parte de los dos acusados de los hechos
en el juicio oral, instancia en la cual en definitiva deben esclarecerse los hechos de
la acusación para los efectos de acceder a las pretensiones persecutorias de
fiscalía, vino a colaborar, que es lo que requiere la ley, con sustancialidad para
formar, junto a los demás antecedentes, convicción en el tribunal sobre la forma
en que tales hechos ocurrieron y, en definitiva, los dos acusados confesaron el
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delito materia de la acusación en la audiencia del juicio oral, señalaron las
circunstancias de su comisión, coincidentes en lo sustancial con aquéllas señaladas
por fiscalía en su acusación, reconociendo su participación en los hechos, todo lo
cual el tribunal tiene presente para acoger la mentada atenuante.
Sin embargo, perjudica a los acusados la agravante de
pluralidad de malhechores del artículo 456 bis n° 3 del Código Penal, no
sólo por la plural intervención de los dos acusados que han sido traídos a juicio,
sino que, además, porque las acciones realizadas por más de un agente delictivo
conllevan, por una parte, la posibilidad de una mayor disminución de las defensas
de la víctima (que son aquellas que pueda oponer personalmente ésta y también
las de carácter material destinadas a resguardar las cosas) y por otra parte
favorecen la comisión del ilícito o la impunidad de los sujetos. En concepto de
estos sentenciadores, a diferencia de lo que sostienen las defensas, las acciones
realizadas por los acusados sí produjeron una efectiva disminución de la capacidad
de defensa de la víctima, quien debió preocuparse no solo del accionar del varón
que lo apuntó con la pistola exigiendo la entrega de lo que tenía el ofendido, sino
que también de la mujer que lo acompañaba a menos de un metro del varón, y
que, según la vícitima, estaba detrás del hombre dando vueltas sin saber si ella
podía sacar o no un cuchillo, cayendo la víctima al suelo producto del forcejeo con el
hombre, agregando el ofendido que estando en el suelo tanto el hombre como la
mujer le propinaron combos y patadas y ambos registraron sus bolsillos, siendo así
evidente que esa plural intervención así realizada fue la que permitió a los agentes
vencer la inicial oposición del ofendido y concretar la sustracción pretendida, al grado
de obtener el botín luego de que ambos efectuaron el registro de los bolsillos del
bombero afectado.
No hay otras circunstancias modificatorias de responsabilidad
penal que considerar.
VIGESIMOPRIMERO: Que la pena asignada al delito de robo con
violencia e intimidación del artículo 436 inciso primero del Código Penal es la de
presidio mayor en sus grados mínimo a máximo. A ambos acusados les beneficia la
atenuante de colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos del artículo
11 n° 9 del Código Penal y les perjudica la agravante especial de pluralidad de
malhechores del artículo 456 bis n° 3 del mismo cuerpo legal, y, además, a la
acusada Salas Salinas le beneficia la minorante de irreprochable conducta anterior
del artículo 11 n° 6 del código citado.
28
En el caso de Salas Salinas, la atenuante de irreprochable conducta
anterior que le favorece será compensada racionalmente con la agravante de
pluralidad de malhechores que le perjudica, en los términos del artículo 68 inciso
final en relación al artículo 67 inciso final, ambos del Código Punitivo, quedando a
favor de esta encartada la atenuante de colaboración sustancial al esclarecimiento
de los hechos. Teniendo presente ello y lo dispuesto por el artículo 68 inciso
segundo y 69 del código punitivo en relación a la extensión del mal causado por el
delito, el que en la especie aparece configurado por la pérdida del dinero
sustraído, el que no fue recuperado y la sensación de miedo que experimentó el
ofendido como consecuencia de los hechos de marras, lo que ya se consideró para
los efectos de la configuración del tipo penal materia del juicio, y por aparecer más
condigna con los hechos, el tribunal fijará en cinco años y un día de presidio mayor
en su grado mínimo la pena privativa de libertad a imponer a la acusada Salas
Salinas.
En el caso de Meliqueo Meliquén, la atenuante de colaboración
sustancial que le favorece será compensada racionalmente con la agravante de
pluralidad de malhechores que le perjudica, en los términos del artículo 68 inciso
final en relación al artículo 67 inciso final, ambos del Código Punitivo. Teniendo
presente ello y lo dispuesto por el artículo 68 inciso primero y 69 del código
punitivo en relación a la extensión del mal causado por el delito, el que en la
especie, como se dijo, aparece configurado por la pérdida del dinero sustraído, el
que no fue recuperado y la sensación de miedo que experimentó el ofendido como
consecuencia de los hechos de marras, lo que ya se consideró para los efectos de
la configuración del tipo penal materia del juicio, por aparecer más condigna con
los hechos y para aplicar el mismo quantum de pena a ambos enjuiciados, el
tribunal también fijará en cinco años y un día de presidio mayor en su grado
mínimo la pena privativa de libertad a imponer al acusado Meliqueo Meliquén.
VIGESIMOSEGUNDO: Que, de conformidad con el artículo 31 del
Código Penal, se decretará el comiso de la pistola de aire comprimido utilizada en
la comisión del delito materia del juicio.
VIGESIMOTERCERO: Que, por último, en atención a la cuantía total de
la pena privativa de libertad a imponer a los sentenciados, habrán de purgarla
efectivamente en la forma que se determina en la parte resolutiva de esta
sentencia.
Por estas consideraciones, normas citadas y visto además lo dispuesto
29
en los artículos 1, 3, 5, 7, 11 números 6 y 9, 14 nº 1, 15 nº 1, 18, 25, 28, 50, 67,
68, 69, 432, 436 , 456 bis N° 3 y 439 del Código Penal; artículos 1, 45, 47, 52, 53,
295, 297, 325 y siguientes, 339, 340, 341, 342, 348 y 468 del Código Procesal
Penal, y Ley 18.216, SE DECLARA:
I.- Que se CONDENA a los acusados BÁRBARA FABIOLA SALAS
SALINAS, cédula nacional de identidad n° 15.048.933-4 y LUIS ÁNGELO
MELIQUEO MELIQUEN, cédula nacional de identidad n° 14.348.016-K, ya
individualizados, en calidad de AUTORES del delito de ROBO CON VIOLENCIA E
INTIMIDACIÓN en grado de CONSUMADO, previsto y sancionado en el artículo
436 inciso primero en relación con los artículos 432 y 439, todos del Código Penal,
perpetrado el día 26 de noviembre de 2015 en la comuna de La Calera, a sufrir cada
uno la pena de CINCO AÑOS Y UN DÍA DE PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO
MÍNIMO y a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios
públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares
mientras dure la condena.
II.- Que considerando la cuantía total de la pena privativa de libertad
impuesta a los sentenciados Salas Salinas y Meliqueo Meliquén, no tienen
derecho a pena sustitutiva alguna de la Ley 18.216, de manera tal que
deberán cumplirla efectivamente, sirviéndoles de abono el tiempo que han estado
ininterrumpidamente privados de libertad con motivo de esta causa, esto es,
ambos desde el 26 de noviembre de 2015 en adelante, según el certificado
agregado a la carpeta judicial y emanado de la Jefe de Unidad de Administración
de Causas y Sala de este Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Quillota, de fecha
01 de junio de 2016.
III.- Que se decreta el COMISO de la pistola de aire comprimido incautada en
la presente causa.
IV.- Que, ejecutoriada que quede esta sentencia, el Juzgado de
Garantía de La Calera ordenará que se le tome una huella genética a los
sentenciados BÁRBARA FABIOLA SALAS SALINAS, cédula nacional de
identidad n° 15.048.933-4 y LUIS ÁNGELO MELIQUEO MELIQUÉN, cédula
nacional de identidad n° 14.348.016-K, por encontrarse condenados por un delito
de robo con violencia e intimidación, comprendido en una de las hipótesis del
literal A) del artículo 17 de la Ley 19.970, la que deberá incorporarse al registro de
condenados.
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V.- Que no se condena a los sentenciados al pago de las costas de la
causa por su colaboración al esclarecimiento de los hechos, encontrarse privados
de libertad, porque habrán de cumplir efectivamente la pena que se le ha impuesto
y haber sido representados por la Defensoría Penal Pública.
Ejecutoriado que quede este fallo, dese cumplimiento con lo dispuesto
por el artículo 468 del Código Procesal Penal y remítanse copias autorizadas al
Juzgado de Garantía de La Calera para los fines pertinentes.
Devuélvase a fiscalía las probanzas incorporadas al juicio.
Sentencia redactada por el magistrado Williams Vilches Flores.
Regístrese, dese copia y archívese, en su oportunidad.
RUC 1501133393-9
RIT 73-2016
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