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Santiago, cuatro de enero de dos mil veintitrés.

VISTOS, OÍDOS LOS INTERVIVIENTES Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que, ante esta sala del Sexto Tribunal de


Juicio Oral en lo Penal de Santiago, constituida por los
jueces doña Laura Torrealba Serrano, quien presidió la
audiencia, don Hernán García Mendoza y por don Clemente Winn
Vergara, se llevó a efecto el juicio oral en causa R.I.T N°
312-2022, seguida en contra de EDUARDO MARCELO RODRIGUEZ
ROMERO, cédula de identidad N° 15.349.382-0, comerciante, de
41 años de edad, nacido el 28 de julio de 1982 en Santiago,
soltero, domiciliado en Dos Sur 0614, La Granja.
Sostuvo la acusación el Ministerio Público, que fue
representado por las Fiscales Adjuntas doña Claudia Alvarez
Lister y doña Claudia Castro Monsalve. La querella particular
fue sostenida por la abogada María Elena Santibañez. La
defensa del acusado estuvo a cargo del defensor penal público
don José Mauricio Quiroga Robles; con formas de notificación
registradas en el tribunal.
SEGUNDO: Que, el Ministerio Público dedujo acusación en
contra del acusado, según se lee en el auto de apertura del
juicio oral, fundándola en los siguientes hechos:

“El día 12 de octubre de 2020, alrededor de las 14.30


horas, la víctima LUZ de 21 años de edad, se encontraba
esperando locomoción colectiva en la intersección de calle
Combarbalá esquina Cardenal Raúl Silva Henríquez en la Comuna
de La Granja, momento en que fue abordada por el imputado
EDUARDO MARCELO RODRIGUEZ ROMERO, quien comenzó a hablarle y
de manera imprevista y con mucha fuerza la tomó de la mano,
obligándola de esa forma a sentarse en el lugar, exigiéndole
violentamente la entrega de sus especies, oportunidad en que
la víctima, que se sintió aterrada y con mucho miedo, le
entregó su teléfono celular y sus audífonos entre otras
especies. Posteriormente, el imputado, también por la fuerza
y mediante intimidación obligó a la víctima a trasladarse a
calle Temuco aproximadamente frente al número 7950 en la
misma Comuna, en las cercanías del mencionado paradero, donde
había unos camiones estacionados, donde mediante
intimidación, el imputado procedió a accederla carnalmente
por vía bucal, vaginal y analmente en reiteradas
oportunidades, eyaculando en el lugar, y siempre
manteniéndola intimidada señalándole que la iba a matar.
Inmediatamente concluidos los hechos señalados, el
imputado señalado, manteniendo sus amenazas y fuerza
constantes en el tiempo, obligó a la víctima ya
individualizada a caminar siempre mirando hacia el suelo y a
realizar actos físicos que simularan una relación sentimental
entre ambos, hasta un paradero de la locomoción colectiva del
sector, obligándola mediante esta intimidación a abordar un
bus y de esa forma a trasladarla hasta el Servicentro Pronto
Copec, ubicado en Avenida Trinidad con calle Santa Raquel, en
la Comuna de La Florida. En dicho lugar, el imputado
individualizado donde mediante fuerza e intimidación, obligó
a la víctima a realizar actos que simularan una relación
sentimental entre ambos, y en ese contexto le exigió extraer
dinero desde un cajero automático que existe en el lugar,
apropiándose de esta forma con ánimo de lucro y contra la
voluntad de su dueña, de la suma de $200.000, pudiendo
posteriormente la víctima hacer gestos a personas que
transitaban a su lado, quienes se lanzaron sobre el imputado,
lo que permitió a la víctima zafar y huir. A pesar de esto,
el imputado logró huir del lugar.”
Que, a juicio de la fiscalía los hechos descritos
configuran un delito de robo con violación, previsto y
sancionado en el artículo 443 n°1 del Código Civil; y un
delito de robo con violencia e intimidación, previsto y
sancionado en el artículo 436 inciso 1° del Código Penal:
ambos en grado de desarrollo consumado.
Agrega, que a su entender le cabe al acusado
participación en calidad de autor, en consideración al
artículo 15 N° 1 del Código Penal, al haber tomado parte en
la ejecución de los hechos, de forma inmediata y directa.
Según el Ministerio Público concurre en la especie la
agravante del artículo 12 n° 16 del Código Penal, esto es,
haber sido condenado anteriormente por delito de la misma
especie. Mientras que la querellante agrega la agravante del
agravante del artículo 12 N°14 del Código Penal, a saber,
“cometer el delito mientras cumple una condena o después de
haberla quebrantado y dentro del plazo en que puede ser
castigado por el quebrantamiento”.

La Fiscalía y querellante solicita se condene al acusado


a las siguientes penas:

- Por el delito de ROBO CON VIOLACIÓN una pena de


PRESIDIO PERPETUO CALIFICADO, más las accesorias del artículo
27 del Código Penal, esto es, la inhabilitación absoluta
perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos
por el tiempo de la vida del acusado y la sujeción a la
vigilancia de la autoridad por el maximun que establece la
ley;
- Por el delito de ROBO CON INTIMIDACIÓN una pena de
VEINTE AÑOS (20) de PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO MAXIMO, más
las accesorias del artículo 28 del Código Penal, esto es, la
inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios
públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta
para profesiones titulares mientras dure la condena.
Todo ello CON EXPRESA CONDENACIÓN EN COSTAS, según lo
señala el artículo 47 del Código Procesal Penal
Solicita también la querellante se ordene la
determinación de la huella genética del acusado y su
incorporación en el registro de condenados conforme lo
dispone el artículo 17 inc. 2º de la Ley 19.970, oficiando al
efecto al Servicio Médico legal.

TERCERO: Alegatos del Ministerio Público y querellante.-


Que, en el alegato de apertura la Fiscalía indicó que muchas
mujeres sufren de violencia sexual a manos de hombres
desconocidos. Que esto afecta la libertad e integridad
sexual de las mujeres. Que aquí hay una apropiación bajo
amenaza y luego una violación en un espacio temporal próximo
en el tiempo. Esto, a manos de un hombre, solo tiene la
finalidad de poder controlar la libertad sexual de la mujer.
Que hay que aplicar perspectiva de género al analizarlos
hechos y el comportamiento de víctima y agresor, reconociendo
la existencia de circunstancias asimétricas entre víctima y
victimario.
Acotó que durante el juicio escucharemos a la víctima.
Que se probarán las acciones reprochables contenidas en la
acusación, solicitando que se consideren las características
físicas y psicológicas de la víctima, el lugar en que
ocurrieron los hechos, el comportamiento antes, durante y
luego de los hechos por parte del imputado, y el trauma de
por vida que sufrió la víctima en su cuerpo y mente.
Finalizando al indicar que por estos elementos es que se
solicitan las penas contenidas en la acusación.
En la clausura expuso que de los medios de prueba se ha
logrado acreditar más allá de toda duda razonable los hechos
de la acusación y la participación del imputado. Que por el
modo en que se desarrollaron los hechos es solo la victima
quien puede dar cuenta de estos. Que su relato tendría tres
elementos que lo hacen verosímil: la claridad de este, que no
es fantasioso y que se ha mantenido armónico durante todo el
proceso, siendo el mismo que entregó en carabineros, en PDI,
ante el médico del Servicio Médico Legal, ante la psicóloga y
ante el tribunal. Que sus dichos se ven corroborados por al
menos un dato objetivo, que se encontraron espermatozoides y
fluido seminal en la ropa de la víctima. Que estos solo
podrían haber llegado allí al haber sido penetrada
previamente. Que las cámaras nos permiten tener por
establecida la fecha y hora de los hechos. Si bien aquellas
ubicadas en calle Temuco no permiten apreciar la agresión
sexual, si nos dan un rango de veintiún minutos dentro del
cual esta ocurrió.
En cuanto al segundo hecho, las cámaras de vigilancia y
las declaraciones de tres testigos civiles no relacionados a
la víctima ni al imputado permiten tener por acreditada la
apropiación del dinero.
Agregó que la víctima no conocía al imputado, por lo que
se descarta ganancia secundaria
Continuó recalcando la relevancia de la polera y el
pantalón de la víctima, que estas evidencias logran vincular
al imputado con la víctima. La perito Ximena Godoy indicó
que en los puntos 1, 2 y 3 de la polera se observan cabezas
de espermatozoides, y si bien, el perito Patricio Reyes, que
identifico el ADN del imputado en la polera, indicó que no
podría determinar de qué fluido provenía el material
genético, al cruzar sus conclusiones con las de la perito
anterior es evidente que este proviene de los es permios. En
el pantalón, por otra parte, en el punto 4 se encontraron
cabezas de es permios, permitiendo la vinculación del
imputado con la víctima.
Que el perito Mauricio Silva del Servicio Médico Legal
indicó que la penetración por vía oral no deja huella y que
no toda penetración vaginal rompe el himen, y que estando la
víctima en su periodo, la sangre amortigua el roce de la
penetración pudiendo no quedar marca.
Prosiguió su alegato sosteniendo que el segundo hecho se
produce una vez agotado el primero, que en ese momento se
genera una nueva idea en la cabeza del imputado. Que mediante
intimidación obligó a la víctima a trasladarse hasta un
cajero fingiendo ser su pareja. Que una vez allí, continuando
la simulación, se ponen en la fila del cajero automático
bajándose la mascarilla para pedirle besos a la víctima. Que
en esta situación ella logró hacerle señas a una mujer que se
encontraba ahí, la testigo Evelyn. Que tras lograr la
apropiación de los $200.000, al ir saliendo del cajero dicha
testigo junto a otras personas del lugar le prestaron ayuda a
la víctima. Que las cámaras del cajero y del servicentro
muestran como el imputado es interceptado por personas e
intentan atraparlo, sin lograr el cometido. Que el imputado
es reconocido por testigos que ven su rostro cuando se bajó
la mascarilla, que es reconocido por el tatuaje de su brazo
izquierdo, por sus ropas. Estos testigos lo identifican
luego en sets fotográficos exhibidos por PDI bajo los
protocolos establecidos.
Que la defensa no ha cuestionado la participación, ni
las fotografías de redes sociales en donde se observa al
imputado con su tatuaje ni la veracidad de los hisopados
bucales.
Finalizó concluyendo que se acreditó que el doce de
octubre del dos mil veinte el imputado violó a la víctima a
quien previamente había robado y luego volvió a robar con
intimidación, Por estos hechos reiteró la solicitud de penas
de la acusación.
En su réplica sostuvo que la defensa estaba entregando
medias verdades sobre situaciones que le convienen a él. Que
no solo hubo penetración oral, sino que también vaginal y
anal. Que no es el imputado quien entrega la evidencia, fue
la víctima quien entrego el pantalón y la polera. Que en
cuanto a la apropiación del dinero del cajero, el tribunal
vio las cámaras donde se muestra al imputado y víctima en una
actitud en la que él la controlaba rodeada con sus brazos,
que incluso se le habrían caído $5.000 cuando escapa, además
se encontraron especies de la víctima en la mochila de este.
Que si bien la defensa señala que el relato de la víctima no
es tan claro, hay que tener presente que ella está haciendo
el esfuerzo de hablar superando su estreses post traumático.
Que en su declaración el imputado prácticamente dice que el
hisopado bucal que se le tomó fue ilegitimo, no se puede
decir que está colaborando.
Por su parte, la querellante sostuvo en su alegato de
apertura que es difícil pensar en un caso más grave que este
para una sanción penal. Que estamos ante un delito complejo
que daña bienes jurídicos personalísimos además de la
propiedad. Que este caso refleja en la mayor medida la
violencia de género, en donde la mujer es transformada en un
objeto. Recalcó que el imputado hizo caso omiso de la
desesperación de la víctima, sin conciencia ni compasión,
traslada a la víctima a otro lugar, en donde vuelve a
realizar un delito de robo en su contra. Indicó que la
diferencia con la acusación fiscal es la invocación de la
agravante del artículo 12 n°14 del Código Penal y la
solicitud de registro de la huella genética del imputado.
También resaltó el daño psicológico sufrido por la víctima,
quien es una sobreviviente, que su vida fue quebrada ese día
y las secuelas la acompañaran toda su vida. Que esto se verá
tanto de sus propios dichos, como de testigos familiares y
pareja de ella, así como también de la pericia psicológica
que se presentara.
Remarcó que el registro de cámara del cajero automático
desde donde la victima sacó dinero resultó esencial para la
identificación del imputado. Que hay testigos presenciales
que rescataron a la víctima y reconocen el rostro del
imputado. Que finalmente hay prueba científica que da cuenta
de la presencia de material genético del imputado en la ropa
de la víctima y en una mascarilla. Concluyendo que la prueba
es sólida.
Que, como ya se señaló, este es uno de los delitos más
graves, acompañado además por otro delito contra la
propiedad. Que esto no fue buscado por la víctima de forma
alguna, sin embargo esta vio su vida cambiada definitivamente
con el solo propósito de transfórmala en un objeto para la
satisfacción del placer sexual del imputado.
En su alegato de clausura indicó que primero hablara
sobre cuestiones fácticas y posteriormente sobre calificación
jurídica. Que se han acreditado todos los supuestos facticos
mencionados en alegato de apertura. Que llama la atención de
la calidad del testimonio de la víctima, el que impresiona
por su claridad, precisión y contundencia. Así también, la
magnitud y crueldad de los hechos. Que esto convierte el
testimonio en un medio probatorio de la más alta calidad,
calificado por la persistencia del relato y la corroboración
periférica. En efecto, la víctima habría entregado el mismo
relato tanto a los testigos Maricela Silva, Francisco
Ceballos y Maximiliano Castro, como a la perito Romy Espinoza
y al perito Mauricio Silva del Servicio Médico Legal. Que el
relato se ha mantenido invariado durante estos años en cuanto
a horas, fechas, caminos recorridos, intimidación,
sustracción de los bienes, el hecho de encontrarse con la
regla y vías de acceso en la penetración.
Indicó que la corroboración periférica implica que
existen elementos objetivos en torno a la declaración que
sirven para confirmarla. Que esto se da con la perito Romy
Espinoza quien da cuenta de sintomatología de la víctima
compatible con el relato. Su pareja, la testigo Macarena, da
cuenta del miedo que esta siente respecto de los gorros de
pescador, lo que coincide con el gorro que usaba el imputado
el día de los hechos; videos de cámaras de seguridad que los
sitúan en el lugar de los hechos, se encontró material
genético del imputado en el lugar y en la polera de la
víctima, además de testigos presenciales que reconocen al
sujeto y otros que dan cuenta de la afectación emocional de
la víctima.
Que la prueba biológica es de gran relevancia. Que se
determina que existe material genético del imputado en la
mascarilla con ositos y en la mochila que este dejo en el
lugar del suceso al huir. Así también, la perito Ximena Godoy
encontró espermios y proteína P30 en la polera, la misma
polera que posteriormente se determinó por peritos que tenía
material genético del imputado en al menos tres puntos.
En cuanto a la calificación jurídica. El primer delito
es un delito complejo por decisión del legislador. Que debe
haber una violación “con motivo” o “con ocasión” de un robo.
Que aquí estaríamos en la segunda hipótesis. Cita sentencia
ROL 1885-2015 de la Ilustrisima Corte de Apelaciones de
Santiago en la que se sostiene que esto ocurre cuando “el
injusto patrimonial otorga una oportunidad para realizar la
penetración”. Que Garrido Montt entiende que se necesita
cierta coetaneidad temporal. Collado sostiene que es
necesaria una cercanía temporo-espacial entre ambos hechos.
Que aquí no hay duda de que se presentan estos elementos: el
robo entrega la oportunidad y existe una cercanía temporal y
espacial entre ambos hechos. Que con esto se colma
completamente el tipo penal.
Continua indicando que luego viene el segundo delito que
corresponde al robo en el servicentro. Un contexto temporal y
espacial distinto, que debe ser sancionado de forma diferente
ya que el otro delito ya estaría colmado y satisfecho por
completo con la sustracción y acceso carnal. Para el segundo
delito, el imputado y víctima llegan al servicentro a las
15:43 horas según los fotogramas de las cámaras del recinto,
existiendo una distancia temporal con el primero, además se
trasladan en micro durante quince minutos, incluso existiendo
un cambio de comuna, todo lo que se traduce en una diferencia
espacial. Agregando que tampoco existe una relación especial
entre el segundo robo y el acceso carnal.
Señaló que quedaron acreditados más allá de toda duda
razonable que los hechos ocurrieron y que le cupo
participación culpable al imputado. Que transformó a la
víctima en un objeto para su satisfacción sexual luego de
haberse apropiado de sus especies, para luego hacerla víctima
de otro ataque y sustracción en el cajero automático.
Finalizó diciendo que esto no es un error del imputado,
como el señalo al disculparse, sino que de hechos gravísimos
que permiten resaltar con énfasis la reprochabilidad del
imputado, por lo grave de los hechos y por el ánimo frio y
despiadado que mostro al realizarlos. Hechos que marcaron a
la víctima probablemente para toda la vida.
En su réplica argumentó que el perito Mauricio Silva
dijo que lo común son las lesiones en las violaciones, pero
también indico que aquí hay lubricación natural por la sangre
de la menstruación de la víctima lo que contribuye a
facilitar la penetración. Respecto de la sustracción del
dinero en el segundo delito, que al imputado se le cayó
dinero al huir y que además tenemos el relato contundente de
la víctima respecto de los $200.000. Que el relato del
imputado no es esencial para encontrar los espermios en la
polera de la víctima, que para eso está la prueba científica.

CUARTO: Alegatos de la defensa.- Que en la apertura


dicha parte indicó que no estamos ante el psicópata de Alto
Hospicio. Que el imputado declarará y colaborará y lo que se
buscará es que se aplique una condena proporcional a los
hechos. Recalca que en nuestro sistema solo hay
responsabilidad por los actos que efectivamente se realizan.
Que esto no está teñido por violencia de género.
En el alegato de cierre recalcó que como se planteó en
la apertura se realizó una defensa colaborativa. Que la
declaración del imputado ha allanado el camino a la fiscalía
y la querellante. Que el imputado reconoció haberse acercado
a la víctima en el paradero, haberle hablado, haberse
apropiado de especies mediante intimidación, además del
acceso carnal mediante intimidación. Que en la acusación no
se dice que el imputado haya eyaculado en la boca de la
víctima, ese es un hecho que agrega el imputado, lo que
demuestra que dice la verdad. Que el imputado no dice haber
penetrado anal ni vaginalmente a la víctima. No obstante la
víctima dice haber sido penetrada analmente con dolor en más
de una ocasión, el perito Mauricio Silva, que examinó a la
víctima el mismo día de los hechos, dice que no encontró
lesiones anales ni cicatrices.
Que al ser esto una violación y no existir
consentimiento de la mujer, no habrá lubricación. ¿Cómo puede
entonces no haber lesiones anales? Sostiene que no hubo
penetración anal. Indicó que tampoco hay prueba concluyente
de que existiera penetración vaginal, que el mismo perito
relató que el himen no presentaba desgarros ni lesiones, Que
si bien especulo que podía ser por la lubricación producida
por la menstruación, esa es solo una teoría.
Continuo indicando que respecto del robo de los $200.000
la declaración del imputado es de suma relevancia ya que no
hay evidencia de aquella sustracción. Las cámaras no muestran
la sustracción, los testigos solo los ven entrar y salir del
cajero y no se presentaron las cartolas bancarias que podrían
haberlo demostrado. Que por estos motivos la declaración
seria de suma relevancia.
Que la presencia de espermatozoides en la polera también
se vincula con la declaración del imputado, ya que este
indicó libremente que se habría limpiado con esta.
En la réplica argullo que el aporte del imputado fue
sustantivo. Que los $5.000 que se le cayeron al escapar
podrían haber sido de los $8.000 que sustrajo del primer
hecho y no necesariamente de los $200.000 del segundo

QUINTO: Convenciones probatorias. Que, conforme se


desprende del auto de apertura de juicio oral los
intervinientes no arribaron a ninguna convención probatoria.

SEXTO: Declaración del Acusado. Que el acusado EDUARDO


MARCELO RODRIGUEZ ROMERO, previa advertencia de su derecho a
guardar silencio y de las consecuencias de la renuncia al
mismo, manifestó que le gustaría esclarecer los hechos. Que
deseaba comenzar pidiendo perdón a las personas que pudo
haber lastimado en su pasado, que nunca fue su intención
causar ese tipo de daño. Que había conocido a Dios, quien lo
corrigió de las cosas malas que había hecho en su pasado. Que
nunca habría matado a nadie, ni privado a nadie de la
posibilidad de seguir viviendo, y como dice Dios, donde hay
vida hay esperanza.
Que el 12 de octubre estaba en la población “La Bergica”
(sic). Que tomó rumbo a Combarbalá en dirección Los Vilos
para buscar a un amigo que no habría encontrado, Que entonces
decidió volver a su casa. En el camino, en la Plaza Los Vilos
con Serena, se encontró con una mujer a quien preguntó si
estaban demorando mucho las micros, a lo que ella habría
respondido que sí, pero que habían pasado hace poco una. Que
era tiempo de pandemia y no había nadie más en el lugar. Que
cree que ella vestía de jeans azules, polera ancha y clara,
quizás blanca. Que nunca antes la había visto. Luego de eso
él se presentó diciendo que se llamaba Matías, tendiéndole
su mano. En ese momento él la agarró con fuerza y dicho que
solo quería su dinero y especies, y que si no la agrediría.
Que la hizo sentarse junto a él, tomando su celular, ocho mil
pesos, una tarjeta de cuenta RUT y unos papeles; que no
recuerda si algo más. Que ahí le preguntó si tenía dinero en
la cuenta RUT, amenazándola si le mentía. Que le preguntó
dónde estaba el cajero más cercano para sacar plata.
Siguió su relato indicando que se levantaron y dado la
vuelta por la calle detrás de Serena, agregando que no sabe
el nombre de esta porque no sabe leer ni escribir, pero que
estaría como a una cuadra del paradero. Que allí había una
escuela a la izquierda. Casas a la derecha y un camión de
carga. Indicó que primero orinó contra el camión y que luego
le pidió que le hiciera sexo oral, que luego le dijo que se
diera vuelta para penetrarla, pero que ella le habría dicho
que estaba con la regla. Por esto, él la habría tocado y se
habría dado cuenta que era cierto. Que tocó su vagina con el
pene, pero no más adentro. Que le volvió a decir que se diera
vuelta y le hiciera sexo oral hasta eyacular en su boca. Que
se limpió en su polera. Que todo esto no habría durado más de
siete minutos.
Continuó su declaración señalando que siguieron
caminando y que le dijo que no hiciera señas a la gente o
ella se vería perjudicada. Que tomaron la locomoción
colectiva hacia Vicuña Mackenna. Que unos cinco minutos
después, al llegar la micro a calle Trinidad con Santa
Raquel, vio una bomba. Que se bajaron ahí y dirigido al
cajero, Que en la bomba habían entre quince y veinte
personas. Que la hizo sacar 200 mil pesos. Que le dijo que
simularan que eran pareja, le tomaba la mano, le daba besos.
Que al ir saliendo del cajero se le abalanzaron como tres
personas por la espalda. Que lo abrían agarrado de la
mochila, logrando sacársela y arrancado por calle Serena. Que
allí se le cayó parte del dinero robado, pero el teléfono lo
habría mantenido. Que no conoce bien los nombres de las
calles. Que bajó por Coronel hacia Los Pensamientos. Que
luego de la Pasarela de Vespucio se fue a “La Berjica” (sic)
donde se quedó como un mes en casa de su amiga Angélica a
quien llama “Pepa”.
Agregó que solo habrían sido palabras, que nunca agredió
a la víctima. Que no le hizo daño de golpes.
Señaló que luego de cómo un mes, sin saber que lo
estaban buscando, su ex pareja le dijo que se juntaran porque
uno de sus cinco hijos quería verlo. Que se juntaron en la
casa de los padres de él hasta como las ocho o nueve de la
noche. Que en la madrugada llegó investigaciones y los
esposaron a todos en la casa, sus hermanas, sus hijos. Que él
dijo que lo andaban buscando a él y que no esposaran a su
familia. Que no le dijeron hasta la comisaria por qué lo
andaban buscando. Que no le dijeron sus derechos y que no
firmó nada porque no sabe leer ni escribir. Que dijo que
quería esperar a su abogado, pero ellos habrían contestado
que no importaba, que lo iban a hacer igual. Que le hicieron
exámenes con palos en la boca. Que lo dejaron desnudo en la
celda porque la ropa era medios de prueba.
Finalizó pidiendo perdón de corazón y diciendo que
conoció a Dios en la cárcel. Que sabe que solo él puede darle
una oportunidad- Que sabe que debe pagar las cosas malas que
hizo. Que solo pide misericordia y piedad con su condena. Que
aún está vivo.
Ante las preguntas de la fiscal agregó que nunca antes
había declarado, que habría intentado declarar cuando lo
detuvieron, pero que no lo habría hecho por temor ya que
estaba junto con otros treinta imputados en la sala, Que
nunca declaró ante fiscalía, ni tampoco ante un juez, y esta
es la primera vez que cuenta esta versión de los hechos.
También indicó que mide 1.75 metros y pesa 77 kilos
aproximadamente, pero que al momento de los hechos pesaba uno
72 kilos. Que tiene tatuado el nombre de su madre en su brazo
izquierdo, una rosa en el hombro y otro en el ombligo. Que el
día de los hechos vestía short floreados de colores negro,
rojo, verde; polera blanca, sombrero verdoso de milico, como
para safari, puntudo por delante y atrás y doblado por los
costados; y mochila y zapatillas plomas
Ante las preguntas de la querellante agregó que la
policía llegó a su casa entre las nueve y diez de la noche.
Que pensó que lo buscaban por no estar cumpliendo con la
firma por “la condicional” que le dieron en Colina 1 por un
delito de violación. Que no ha sido condenado por otro delito
de la misma naturaleza.
A las preguntas de su defensor respondió agregando que
la persona a cargo del proceso de detención era una mujer,
que no habló con ella, pero se habría dado cuenta por la
forma en que la trataban. Que en el lugar de detención lo
sentaron en una silla, tiraron la cabeza hacia atrás y dicho
“vos violador no teni derecho de nada así que abre la boca o
te la abrimos a la fuerza”. Que le pasaron seis u ocho palos
por dentro de la boca. Que no otorgó su autorización para
esos exámenes, pero le habrían dicho que como era un violador
no tenía derecho a nada. Que habría advertido que no sabe
leer ni escribir y que no habría firmado ningún acta o
autorización para estos exámenes, Que solo firmó un documento
cuando salió del cuartel, pero sin leerlo ni saber que decía.
Que en la penitenciaria le tomaron una muestra de sangre. Que
no le tomaron fotos de su cuerpo.
La fiscalía hizo uso de la facultad contenida en el
artículo 329 del Código Procesal Penal, respondiendo el
imputado que quiso hacer estas denuncias en el control de
detención, pero que había treinta imputados y que el defensor
le habría dicho que hablarían después y después no lo vio
más.

SÉPTIMO: Prueba rendida. Que, para acreditar los hechos


de la acusación, compareció en estrado a prestar su
declaración la víctima de identidad reservada a quien se
nombrara únicamente como Luz, quien indicó como el día 12 de
octubre del 2020, entre las 14 y 15 horas salió de su
domicilio para dirigirse donde su pareja, que en el paradero
ubicado en Av. La Serena con calle Combarbalá se encontraba
un individuo de sexo masculino que habría llegado unos
minutos antes que ella. Que se trataría de un hombre delgado,
moreno, de unos 1.70 a 1.75 metros, de pelo oscuro, sin
muchos músculos, cara muy delgada, barba y un tatuaje de
letras negras en su brazo izquierdo, quien vestía una polera
de manga corta con un estampado que no recuerda, shorts, un
gorro y mochila. Que este sujeto le preguntó si es que sabía
cuánto se iba a demorar una micro, que tras decirle que no él
habría estirado su mano, que creía que era para saludarla,
pero que cuando la tomo él la agarró con fuerza y la hizo
sentarse en el banco del paradero que estaba entre ellos. En
ese momento él la amenazó diciendo que tenía un arma en la
mochila y que le hiciera caso en todo lo que le digiera. Que
abrió su mochila y la ha hizo meter en ella su chaqueta y
cargador de celular, que tomó su celular y audífonos, Que no
recuerda si llevaba consigo dinero en efectivo.
Continuó indicando que luego de esto él la tomó de la
mano y diciéndole que fingiera ser su pareja la habría
llevado por Combarbalá a la calle Temuco, que sería la calle
detrás de donde se encontraban. Que allí habían casas por la
izquierda y unos camiones. Que al llegar al primero de estos
la hizo bajarse los pantalones y los de él. Que la hizo
arrodillar y le dijo “que se la chupara”. Que con esto ella
vomitó. Que luego la hizo darse la vuelta, momento en que
ella mencionó que estaba con su periodo, esperando que le
diera asco y la dejara ir. Que en ese momento él la penetró
por el ano. Que ella le dijo que le dolía, pero no recuerda
si él le respondió algo. Que él le preguntó si ya había
tenido relaciones sexuales, si tenía pareja. Que luego la
penetró por la vagina. Que volvió a hacerla practicar sexo
oral. Que luego la volvió a penetrar vaginalmente. Que la
habría penetrado en más de una ocasión por vía anal y por vía
vaginal. Que finalmente le volvió a exigir que le practicara
sexo oral hasta eyacular dentro de su boca. Que ella escupió
el semen. Que él se habría limpiado con la polera de ella y
ella también. Aclaró que la agresión sexual debe haber durado
unos cuarenta y cinco minutos.
Continuó indicando que tras la agresión sexual el sujeto
se puso a revisar sus documentos y tarjetas, preguntándole si
tenía dinero en su cuenta, diciéndole que si le mentía la iba
a agredir. Que debido al miedo ella confeso que tenía
$235.000 en su cuenta, su sueldo de guardia de seguridad. Que
le preguntó dónde había un cajero y ella habría respondido
que no sabía. Que la llevó hasta el paradero ubicado en
Quilpué con Linares, diciéndole durante el trayecto que él ya
había estado ocho años preso, que era de la población Yungay
y que no le asustaba que lo fuera a denunciar. Que allí
tomaron una micro hasta que encontraron una bomba de bencina
en la comuna de La Florida, en la esquina de Santa Raquel con
otra calle que no recuerda el nombre. Que estuvieron de
quince a veinte minutos en la micro. Que al subir a esta el
micrero les hizo ponerse la mascarilla. Que en la bomba se
pusieron en la fila para el cajero automático, Que ella
habría logrado hacerle señas con los ojos a una mujer que se
encontraba en un furgón blanco a unos dos metros y medio de
ella. Que la miraba y luego al imputado y hacia un gesto de
negativa con la mano que tenía libre. Que el imputado la
tenía abrazada y le hacía darle besos como si fueran pareja.
Que la mujer le habría gesticulado con la boca preguntándole
si el hombre venía con ella, pero solo podía responder con
gestos de ojos y su mano. Que entraron al cajero del
servicentro y el la hizo sacar el máximo de dinero, $200.000.
Que él se mantenía detrás de ella en el cajero, apoyado en
este. Que el hizo que le entregara el dinero y luego la tomo
de la mano y la hizo salir del cajero. Que ella pensó que
algo podría pasar porque alguien había entendido sus señas,
por lo que se habría echado hacia atrás todo lo que daba el
brazo. Que en ese momento unas personas se abalanzaron sobre
el imputado. Que no sabría cuántas, quizás cuatro o cinco.
Que ella aprovechó ese momento para correr hacia donde se
lavan los autos. Que una de las niñas del furgón le dijo que
se subiera, que cree que fue la que estaba atrás. Que les
dijo que le robaron y abusaron, Que la llevaron hasta la
comisaria. Que ahí llamó a su hermano quien habría llegado
luego. Que después fue al Servicio Médico Legal a que le
tomaran muestras biológicas.
Indicó que unos días después fue contactada para hacer
peritajes y para hacer el recorrido de ese día. Que realizó
un retrato hablado y un reconocimiento facial. Que le
mostraron unas veinte fotografías y lo habría logrado
reconocer.
Señaló que luego de estos hechos se sintió bastante mal.
Que dejó sus estudios, y que hasta la fecha no habría podido
reanudarlos. Que no podía salir de su casa sola, ni siquiera
al frente a comprar el pan. Que tenía miedo que volviera a
ocurrir. Que tenía que estar siempre acompañada. Que tenía
miedo incluso en su casa. Que tuvo que cambiarse de casa
porque tenía miedo de encontrarse con él. Que se demoró casi
un año en volver a poder salir sola de la casa. Que tenía
crisis de pánico. Que habría tenido pensamientos suicidas.
Que hasta el día de hoy continua con apoyo psicológico.
Esta declaración es la misma que la víctima ha entregado
desde el día mismo de los hechos. Es la misma declaración que
indicó en la comisaria cuando hizo su denuncia y la que dio
ante policía de investigaciones, como se observa de lo
declarado por el testigo Mauricio Esteban Escudero Contreras,
oficial mayor de Carabineros, jubilado este año tras treinta
y un años de servicios, oficial que se encontraba de guardia
en la 36° Comisaria de La Florida cuando a las 16:20 horas
del día 12 de octubre del 2020 llegó una niña llamada Luz
acompañada de tres personas manifestando que había sido
violada. Que ella estaba muy mal. Que la hizo ingresar a su
oficina para tomar su denuncia mientras otros colegas tomaban
las declaraciones de los acompañantes. Que ella le relató
cómo ese día se encontraba en un paradero en la comuna de La
Granja, en calle Combarbalá, cuando se le acercó un sujeto
preguntándole cuando pasaba una micro. Que ahí la habría
agarrado de la mano y llevado a un lugar donde habían unos
camiones. Que la sentó en la pisadera de un camión, le bajó
sus pantalones y calzones, para luego violarla. Que a
continuación le pidió dinero, pero como ella solo tenía
tarjeta se la habría llevado en micro a una estación de
servicio donde la hizo retirar del cajero $200.000. Que la
víctima habría hecho señas a personas que estaban allí en la
bomba de bencina, quienes la rescataron y llevaron a la
comisaría. Aclarando que la víctima también mencionó la
sustracción de un teléfono celular.
Indicó que se tomó contacto con la fiscalía quienes
dispusieron que se trasladara a la víctima al Servicio Médico
Legal para los procedimientos de rigor, lo que se realizó esa
misma tarde.
Idéntico relato entregó la víctima al perito Mauricio
Andrés Silva Molina, médico del Servicio Médico Legal, quien
señaló en la anamnesis de su peritaje realizado el doce de
octubre del dos mil veinte a las 20:55 horas que LUZ refirió
que ese mismo día, a las 15:00 hora aproximadamente, fue
abordada por un tercero desconocido, amenazada de forma
verbal, para luego ser traslada a una calle colindante
solitaria donde la penetra oralmente, luego vaginalmente y
luego analmente, para finalmente eyacular en su boca.
Este perito informó no haber encontrado lesiones en
genitales ni en la zona anal de la víctima. Que se encontraba
con su periodo menstrual. Que muestra de fluido vaginal, anal
y bucal dio negativo para presencia de líquido seminal y
para espermatozoides. Que la menstruación actúa como
lubricante, por lo que es altamente probable que no se
encuentren lesiones a nivel vaginal. Que puede que no hayan
lesiones a nivel anal porque el pene pudo no estar
completamente erecto o por haberse encontrado lubricado con
sangre. Que durante el periodo menstrual aumenta la
elasticidad de la zona del piso pélvico. Que si la regla es
abundante arrastra los espermios y fluido seminal. Que la
presencia de espermios y fluido en zona rectal depende del
hábito rectal, que por arrastre se elimina casi todo fluido
corporal. Que nunca ha encontrado espermatozoides o liquido
seminal en la boca de un paciente. Que si toma agua o enjuaga
la boca la probabilidad de encontrar algo es menor al diez
por ciento, casi nada.
Así también, entregó el mismo relato de los hechos al
testigo Francisco Ceballos Espinoza, psicólogo, subprefecto
de Policía de Investigaciones, quien trabaja en Apoyo de
Salud Mental de la institución. Este testigo indicó que en
octubre del 2020 era subjefe de unidad en la Brigada de
Delitos Sexuales Metropolitana, que en dicha función habría
tomado declaración a LUZ con fecha trece de octubre, que ella
indicó que el día anterior salió de su casa, que en un
paradero cercano a esta, en La Serena con Combarbalá, un
sujeto se le acercó y preguntado si se demoraba mucho la
micro en pasar. Que era un hombre de 1,70 a 1,75 metros de
altura, moreno, de barba, con polera blanca con un diseño que
no recordaría, con shorts con diseño que no recordaría y
zapatillas. Que él la habría tomado con fuerza y hecho
sentar. Que le habría pedido que entregara sus especies y
guardado estas en su mochila. Que luego la trasladó hasta
calle Temuco fingiendo ser su pololo. Que allí había un
camión. Que la hizo sentarse y obligado a practicar sexo
oral. Que esto ocurrió en unas cuatro ocasiones ya que el
sujeto tenía problemas para lograr una erección. Que la
habría agredido sexualmente de forma oral, vaginal y anal,
exigiéndole que practicara sexo oral después de cada
penetración; todo bajo amenazas de que tendría un arma y que
él ya habría estado detenido. Que habría mantenido un dialogo
violento durante toda la agresión, preguntándole si es que
era virgen y si tenía pareja. Que la obligó a decir que le
gustaba y que estaba mojada. Que habría vomitado con el sexo
oral ya que la obligo a realizarlo después del sexo anal y
porque él lo hacía muy fuerte. Que, luego de terminar, él se
habría limpiado con su polera. Que luego de la agresión
sexual él le preguntó si tenía dinero en el cajero
automático, a lo que, ante las amenazas, ella habría
respondido que sí. Que la llevó hasta el paradero de Quilpué
con Linares a tomar una micro. Que entraron por la puerta de
en medio y el conductor les habría pedido que se pusieran la
mascarilla. Que la mascarilla de él tenía unos ositos. Que
descendieron en Santa Raquel con Trinidad donde había una
COPEC. Que se habrían dirigido hasta el pronto COPEC y puesto
en la fila del cajero automático simulando ser pareja. Que
una vez adentro, el imputado la obligó a retirar $200.000
quedando un saldo de $30.000 en la cuenta, por lo que le
habría hecho intentar retirar lo que quedaba sin tener éxito.
Que al llegar al lugar vio una camioneta blanca con
tripulantes hombres y mujeres, a quienes intentó hacer señas,
pero no se habría podido asegurar de que ellos lo notaran.
Que al salir del cajero el acompañante hombre de la camioneta
se abalanzó sobre el imputado y ella corrió. Que no sabría
que pasó en ese momento, pero el sujeto huyó. Que las
personas dela camioneta la auxiliaron y trasladaron a la
comisaría.
Así también, es el mismo relato que entregó a la perito
Romy Espinoza Natalia Martínez, psicóloga, quien realizó con
fecha dieciséis de febrero del 2021 el informe de daño psico-
emocional de LUZ. Que aquella le indicó que estaba allí por
haber sufrido una violación. Que se encontraba en un paradero
cuando un hombre se le acercó y preguntó a qué hora pasaba
una micro. Que la agarró con fuerza de la mano e hizo sentar.
Que ella habría pensado que se trataba de un asalto. Que le
quitó el celular, su chaqueta y audífonos. Que la habría
tomado y llevado a la calle Temuco donde había poco tránsito
y unos camiones. Que durante el camino en la abrazaba y
actuaba como si fueran pololos. Que la habría amenazado
diciéndole que tenía un arma y que si hacía algo le pasaría
algo malo. Que allí la hizo practicarle sexo oral, que la
penetró anal y vaginalmente. Que posteriormente le habría
insistido preguntando si tenía más dinero, a lo que respondió
que sí, pero en su tarjeta. Que la llevó a tomar la micro
204. Que intentó pedir ayuda a la gente de la micro, pero no
le entendían. Que se bajaron en la calle Santa Raquel, donde
habría una COPEC, para sacar dinero. Que intentó pedir ayuda
a unas personas en una camioneta y que una mujer habría
entendido que se encontraba en situación de riesgo. Que en el
cajero habrían sacado $200.000. Que salieron fingiendo ser
pareja, cuando unas personas la ayudaron a zafarse del
imputado, quien habría huido. Que luego esas personas la
llevaron a la comisaría.
La perito agrego que no existe ningún tipo de ganancia
secundaria por la víctima, que existía un correlato entre lo
que la víctima decía y el lenguaje no verbal del cuerpo de
esta, y que el relato tendría coherencia y consistencia,
siendo muy similar al entregado el día de los hechos.
En cuanto al resultado de su peritaje, informó que la
peritada vio afectada su vida en diversas formas, que dejo
sus estudios, que sentía que nada tenía valor o importancia
en su vida, que comenzó con actitudes evitativas de contacto
social, que tenía miedo de salir de su casa. Que a la
aplicación del Inventario de Depresión de Beck, se obtuvo que
la víctima sufre de un cuadro depresivo grave. Mientras que
del test de Estrés Post Traumático, se determinó que padece
de estrés post traumático crónico. Que el pronóstico es
complejo, que puede estar bien un tiempo, pero cualquier
evento podría reactivar la sintomatología.
Como puede observarse de las diversas declaraciones
transcritas, el relato de los hechos que ha contado Luz se ha
mantenido constante e inalterado desde el día de los hechos
hasta la fecha de su declaración en este juicio. Ella indicó
la misma progresión de acontecimientos, los mismos actos
intimidatorios de mencionar que tenía un arma, que no hiciera
nada, que ya había estado en la cárcel, que venía de la
población Yungay. Acotó los mismos detalles sobre la agresión
sexual señalando siempre las mismas vías de penetración, la
reiteración del sexo oral, la calle y alrededores del lugar;
el traslado en transporte público hasta la gasolinera siempre
simulando ser su pareja, el pedir ayuda a una mujer en un
auto, el extraer $200.000 y finalmente el ser auxiliada al
retirarse del cajero. El relato de LUZ es detallado y
congruente, además de haberse mantenido prácticamente
invariado durante los dos años que han transcurrido desde el
día de los hechos. Todas estas características le otorgan
verosimilitud y colaboran a otorgarle considerable poder de
convencimiento.
Por otro lado, el testimonio de la víctima también goza
de antecedentes objetivos que ayudan a confirmarlo, lo que se
conoce como corroboración periférica. En efecto, este se ve
respaldado por las imágenes obtenidas de cámaras de seguridad
que se encontraban en los lugares de ocurrencia de los
hechos. La testigo Marcela Silva Alarcón, comisario de la
Brigada Investigadora de Delitos Sexuales Metropolitana y
funcionaria a cargo del grupo investigativo a cargo del caso
en conocimiento, indicó que el equipo investigador verificó
que en el inmueble ubicado en callé Temuco 7970 existían
cámaras de seguridad en su exterior. Que al acceder a dichas
cámaras se observó en Cámara n°1 que el doce de oct dos mil
veinte a las 15:04 horas se aprecia como en calle Temuco
vereda poniente hacia el norte camina una mujer de jeans
azules y polera burdeo con un hombre que viste un short,
polera blanca, un gorro y mochila negra, que se observa
cuando van caminando hasta una rampa con cabina destruida y
luego se pierden de foco. Que en otra cámara que apunta en
sentido contrario se distingue que a las 15:04:32 horas estas
personas llegan hasta un camión blanco y permanecen ahí
veintiún minutos. Que esta cámara no lograría apreciar lo que
sucede entre ellos, pero si la existencia de movimiento. Que
se retiran caminando por la misma calle Temuco hacia el norte
y que él lleva abrazada por el cuello a la mujer. Que también
habrían observado que en esa calle estaba el portón de acceso
al estación amiento de profesores de la Escuela Poeta Oscar
Castro, donde también existía una cámara de seguridad. Que en
ellas se vería que a las 15:05 horas llegan hasta el camión
blanco 2 personas que permanecen en el lugar alrededor de
veintiún minutos. Esta cámara tampoco logra apreciar lo que
sucede entre ellos, pero si se ve como al retirarse se
retiran por la misma vereda poniente y se ve transitar a la
víctima acompañada de un sujeto que era desconocido para los
investigadores.
Indicó que lograron también acceder a cámaras de
seguridad de servicentro COPEC y de Punto COPEC, observando
que el doce de octubre del dos mil veinte victima e imputado
llegan alrededor de las 15:50 horas al servicentro, que se
observa como se posicionan en la fila del cajero automático,
que luego ingresan al Punto COPEC donde habría quedado
grabado cuando sacan dinero y cuando se retiran del Punto
COPEC, él llevándola de la mano y ella detrás. Que en las
imágenes del servicentro se ve cuando individuos se abalanzan
sobre el sujeto y como este finalmente huye con rumbo
desconocido.
Agregó que conforme a las cámaras el recorrido habría
durado una hora desde que el sujeto aborda a victima hasta
que esta logra liberarse.
Aclaró también, al serle exhibido el set de fotografías
identificado como otros medios de prueba n°1 en el auto de
apertura, en particular la fotografía n°3; que en la Av. La
Serena ahora se llama Av Cardenal Raúl silva Enrique, pero
que todos la conocerían aun como La Serena.
Posteriormente, el testigo Nicolás Riquelme Álvarez,
subinspector de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales
Metropolitana de la Policía de Investigaciones, quien señaló
haber estado a cargo de realizar el recorrido de cámaras de
seguridad y la confección de sets de fotografías respectivo;
tras referirse a las mismas cámaras de seguridad agregó que
en las cámaras del colegio Poeta Oscar Castro se ve como el
imputado y víctima se retiran de calle Temuco a las 15:25
horas, veintiún minutos después de su llegada.
Por su parte, al interrogar al testigo Maximiliano
Castro Herrera, comisario de la Brigada Investigadora de
Delitos Sexuales Metropolitana de la Policía de
Investigaciones de Chile; se le exhibió el set fotográfico
identificado como “otros medios de prueba n°3” en el auto de
apertura. Que el testigo aclaró que las imágenes son
fotogramas de las cámaras de seguridad que se levantaron. Que
en las fotografías 1, 2, 3 y 4 se observa la calle Temuco de
diferentes ángulos, pudiendo verse un camión blanco, lugar en
que, señala el testigo, habría ocurrido la violación de la
víctima. Que la fotografía n°6 muestra la bomba COPEC de la
intersección de las calles Santa Raquel con Trinidad en la
comuna de La Florida. Que en la fotografía n°7 se observa el
estacionamiento del Punto COPEC donde se ve un furgón blanco
donde habrían tres testigos, dos mujeres y un hombre. En la
fotografía n°8 se puede ver al imputado y la víctima haciendo
la fila para entrar al cajero del Punto COPEC, que están muy
juntos, abrazados, que el hombre viste polera blanca, gorro
como de pescador verde militar, mochila negra, bermudas o
shorts, y mascarilla. En la fotografía n°9 describe ver al
imputado y la víctima sacando dinero del cajero automático,
que el imputado se encuentra detrás de ella, envolviéndola
con sus brazos. En la fotografían n°10 se ve también a ambos
sacando dinero, el imputado al parecer indicando algo y se le
ve un tatuaje en el brazo izquierdo. En la fotografía n°11 se
muestra un acercamiento al tatuaje, el cual diría algo como
“Deneris” o “Berenis”. Que en la fotografía n°12 y n°13 se
observa a ambos saliendo del cajero. Él iría por delante
llevándola de la mano. En la fotografía n°14 describe ver
tres hombres y una mujer que intentan reducir al imputado,
agregando el testigo que según el fotograma serían las
15:49:02. En la fotografía n°15 se muestra al sujeto
escapando sin gorro ni mochila.
Que la fiscalía exhibió a la testigo Maricela Silva
Alarcón la evidencia rotulada como otros medios de prueba
n°14, n°15 y n°16 que corresponden a la NUE NUM000, y que
contienen un jeans azul, una polera burdeo de algodón y una
mascarilla negra, todas de la víctima.
Que estas prendas fueron analizadas por diferentes
peritos científicos. La perito Loreto Arias Calderón,
bioquímica del Laboratorio de Criminalística de la Policía de
Investigaciones de Chile, informó que la polera burdeo
presentaba una mancha pardorojiza en su zona inferior la que
se levantó como MPR Polera. Que el jeans azul presentaba una
mancha pardorojiza en zona frontal superior la que se levantó
como MPR pantalón, y se levantó también una mancha
amarillenta en entrepierna y pierna derecha cercana a la
entrepierna. Señaló también que la mascarilla con diseño de
osos contenida en NUE NUM001 se le realizó barrido por cara
interno y externo. Así también se realiza barrido en cierre
de mochila negra marca Xtreme contenida en NUE NUM002.
Que las manchas pardorojizas correspondían a sangre
humana. Que tanto las muestras MPR pantalón, MPR polera y
manchas amarillentas de pantalón tiene contribución de más de
un individuo de sexo diverso. Que barrido interno de
mascarilla osos y de los cierres de la mochila tienen
contribución de al menos dos individuos, descartándose a la
víctima como uno de ellos.
Que en un segundo paso se comparó estos resultados con
una muestra indubitada de hisopado bucal del imputado, dando
como resultado que es de altísima probabilidad que él sea
contribuyente de mascarilla osos y de cierres de mochila.
La fiscalía le exhibió set de fotos identificado como
“otros medios de prueba n°11”, donde la perito describió
reconocer la polera, pantalón y mascarilla negra que perició,
indicando los cortes que se habrían obtenido de las prendas y
la posición de las manchas observadas en ellas.
Luego, la perito Ximena Gema Godoy Ávila, químico
farmacéutico del Servicio Médico Legal, quien informó que al
revisar las prendas con luz forense azul, se encontró en la
cara frontal interna de la polera una mancha de la que se
tomaron tres puntos, en el contorno frontal del jeans azul se
encontraron cuatro puntos. En estos se realizó “tinción de
árbol de navidad” para buscar espermatozoides, encontrando
presencia en los tres puntos de la polera y solo en uno del
pantalón. Que envió estas muestras a genética forense para su
revisión.
Se le exhibió también el set fotográfico rotulado como
“otros medios de prueba n°11”, ya exhibido, explicando en las
fotografías n° 17, 18, 19 y 20 que se observan cabezas de
espermatozoides, que aparecen rojas por la tinción de árbol
de navidad. Que estas fotos corresponden a los puntos 1, 2 y
3 de la polera y al punto 4 del pantalón, respectivamente.
Finalmente, el perito Patricio Reyes Rifo, bioquímico y
químico farmacéutico del área de genética forense del
Servicio Médico Legal, quien indico ser perito revisor del
informe respectivo y no el ejecutor, quien estaría de
vacaciones en aquel momento. Este perito indicó que le tocó
revisar los informes según los protocolos de genética
forense. Que se realizaron dos informes. En el primero se
recibió una muestra de sangre del imputado y un trozo de tela
del calzón de la víctima con una mancha de semen. Que las
células epiteliales encontradas en esta muestra corresponden
a un genotipo femenino, probablemente de la víctima. Que la
parte masculina de la muestra tiene una coincidencia de
veintidós de veintitrés aplotipos con el imputado, pero al
ser una mezcla de material genético no fue concluyente la
identificación. Que se realizó una segunda extracción de
material genético masculino, descartando la presencia de
material del imputado en dicha extracción. Continuó señalando
que en el segundo informe se realizó el mismo proceso pero
con muestras de la polera y jeans de la víctima. Que en el
caso de la polera se estableció con una altísima probabilidad
la presencia de material genético del imputado en las manchas
enviadas a análisis. En el caso del pantalón se excluyó al
imputado como contribuyente. En el caso del barrido interno
de la mascarilla osos y cierres de mochila negra, existe
también una altísima probabilidad de que la mezcla de
material encontrada sea del imputado con alguien más.

Así podemos ver como todos estos elementos objetivos


vienen a ratificar los dichos de la víctima. Primero las
cámaras de vigilancia de la calle Temuco muestran como llega
al lugar abrazada por el imputado, el que, tal como ella
había relatado, la llevo hasta tras de un camión en donde
permanecieron por veinte un minutos. Si bien estas cámaras no
muestran la agresión sexual, la testigo Maricela Silva
Alarcón indicó que si es posible ver movimiento entre la
víctima e imputado durante ese lapso de tiempo. Luego, las
cámaras del servicentro COPEC y del Punto COPEC que captan
toda la secuencia allí vivida y referida por la víctima de
forma invariable durante estos años. Adicionalmente, las
pruebas científicas que establecieron la presencia de
espermatozoides tanto en la polera como en el pantalón de la
víctima, e identificando más allá de cualquier duda razonable
la presencia de material genético del imputado en las manchas
de la polera, ratificando así lo que relató Luz.
Finalmente, el testimonio entregado por la víctima ante
el estrado se ve apoyado no solo por elementos objetivos,
sino que también por evidencia de carácter subjetivo, a
saber, la declaración de tres testigos que presenciaron el
segundo hecho y de testimonios de personas cercanas a LUZ.
La testigo Macarena, de identidad reservada, quien
indicó ser la pareja de LUZ. Que el doce de octubre el dos
mil veinte habrían quedado de juntarse, pero LUZ nunca habría
llegado. Que en la noche la víctima la había llamado y dicho
que tenían que hablar, pero en persona. Que unos días después
la testigo fue a la casa de su pareja y esta le entregó unos
papeles de la PDI y se puso a llorar. Que no le dijo nada.
Que de los papeles habría entendido que se trataba de un robo
con violación. Que la víctima habría quedado destrozada: que
bajó 10kg en una semana. Que toda su vida habría cambiado,
que ya no saldría, que habría tenido miedo de salir incluso a
comprar frente a su casa. Que no quería que la abrazaran ni
que nadie se le acercara, que tenía desconfianza a todo el
mundo. Que dejó de trabajar y de estudiar, porque sentía que
su vida se había acabado y porque tenía miedo de salir de su
casa. Que al pasar los meses la víctima se fue a vivir con
la testigo a DIRECCION000, tenía miedo de seguir viviendo en
DIRECCION001. Que se intentó suicidar dos o tres veces, que
solo pensaba en ella misma y lo que le pasó, que habría
sentido que no podía más. Que tenía crisis de pánico todos
los días. Que volvió a trabajar hace cuatro meses, pero que
todavía no volvía a estudiar, Que cuando ve un tipo de gorro
se desesperaría, un gorro contra el sol que tapa todo
alrededor de la cabeza.
Señaló que de LUZ solo habría escuchado que al principio
el sujeto se le acercó y le robo y que luego la habrían
ayudado en la bomba. Que hasta este día no conoce los
detalles de lo que le hicieron.
De similar forma, el testigo Claudio, de identidad
reservada, quien dijo ser hermano de la víctima, señaló que
hasta el día de hoy su hermana continua insegura. Mejor que
antes, pero igual insegura. Que cambió su forma de ser, antes
era muy alegre, cariñosa, motivada, le gustaba hacer cosas;
pero después de los hechos dejó de estudiar, trabajar, no
habría hecho nada durante mucho tiempo, solo habría estado
encerrada en la casa. Que habría tenido que irse de la casa y
necesitado apoyo de psicólogos.
Por otro lado, el testigo Gonzalo, de identidad
reservada, de veintiocho años de edad, indicó que el trece de
octubre del 2020 llegó en su vehículo furgón Chevrolet blanco
hasta la COPEC de Santa Raquel con Trinidad, que se puso en
la fila para el cajero automático, que habían dos personas
antes que él. Que se encuentra nervioso y no recordaría bien
la fecha. Que estaba con su pareja Janette y la ex cuñada de
esta, Ana. Que se estacionó como a cuatro metros de la
entrada del Punto COPEC. Que estando allí se pusieron detrás
de él un sujeto y una niña, que le habría llamado la atención
la diferencia de edad entre ellos, pero como él le pedía
besos a ella, pensó que eran pareja. Que él era de unos 1,70
metros, moreno, llevaba una mascarilla con monitos, un gorro
de pescador y tenía un tatuaje desde la muñeca hasta el
hombro. Que estaban entre medio metro o un metro tras de él.
Señaló que cuando volvió a su vehículo tras haber sacado
dinero, su pareja le dijo que la niña que estaba detrás de él
en la fila le estaba haciendo señas con los ojos y las manos,
que le habría estado pidiendo ayuda. Que Su polola se bajó
del furgón y acercó a un bombero para solicitar su ayuda,
pero este no habría ayudado. Que después fueron él con su
polola a pedir ayuda a los muchachos que estaban en la fila.
Que en eso salió la niña con el hombre del cajero y se
lanzaron sobre él para intentar agarrarlo. Que este habría
escapado, pero dejó su mochila y se le cayeron $5.000. Que
luego auxiliaron a la niña. La subieron al auto donde ella
les habría dicho que la habían violado, que habían abusado de
ella, que la tenían secuestrada desde la mañana y que le
habían robado su plata. Que la llevaron a la comisaría donde
les tomaron sus declaraciones.
El Ministerio Público exhibió el set fotográfico
“otros medios de prueba n°3”, en donde el testigo señaló ver
en la fotografía n°7 su furgón estacionado en el Punto COPEC.
En la fotografía n°8 al sujeto con el gorro de pescador y
polera blanca retirando dinero junto a la niña, reconociendo
el tatuaje del brazo del sujeto sin poder entender que es lo
que dice. Que en la fotografía n°11 ve el acercamiento al
tatuaje.
Que como dos semanas más tarde lo llamaron desde la
Policía de investigaciones señalando que la declaración que
hicieron ante Carabineros estaba mal hecha, que le faltaba
información. Que él y sus acompañantes fueron hasta la PDI en
San Miguel y volvieron a dar sus declaraciones. Que además
reconoció al imputado en unos sets fotográficos.
Que la testigo Ana, de identidad reservada, testificó
que el doce de octubre del dos mil veinte, entre las 15:30 y
16:00 horas, llegó acompañada de Gonzalo y Janette a la COPEC
de Trinidad con Santa Raquel. Que ella iba sentada atrás,
Janette iba de copiloto y Gonzalo conducía su furgón. Que
Gonzalo se bajó a sacar dinero del cajero y Janette le dijo a
ella que había una niña con un tipo que le estaba haciendo
señas con manos y ojos. Que el sujeto era moreno, delgado,
cara de “pato malo”, desaseado, de polera blanca, shorts con
palmeras, gorro de pescador color verde carabinero, lentes y
mascarilla. Que cuando volvió Gonzalo, Janette, le comento
que la niña estaba pidiendo ayuda. Que esta se bajó a hablar
con unas personas de la fila y contarles la situación. Que en
eso salió la víctima con el tipo del cajero, momento en que
los hombres de la fila se tiraron sobre el sujeto e
intentaron agarrarlo del cuello. Que ella y Janette llevaron
a la niña al furgón quien les habría contado que le habrían
robado, que el tipo la habría interceptado en la mañana en un
cajero, que habría dicho que tenía un arma y si no hacía caso
algo malo le iba a pasar, que la habría llevado a un peladero
junto a un camión y que la habría violado, que luego la
habría llevado en micro hasta el servicentro donde le habría
sacado $200.000 desde un cajero. Que también le habrían
robado su celular.
Continuó relatando que llevaron a la víctima hasta la
comisaría donde contaron esto mismo. Que unos siete u ocho
días más tarde la contactaron de PDI para tomar una
declaración más detallada. Que la hicieron reconocer al
sujeto en unas fotografías. Que se veía más delgado en las
fotos. Que Gonzalo y Janette hicieron lo mismo. Pero en
oficinas separadas.
Del mismo modo, la testigo Janette, de identidad
reservada, indicó que el doce de octubre del dos mil veinte
llegó junto a su pareja, Gonzalo, y su amiga, Ana, alrededor
de las 15:30 a la COPEC. Que Gonzalo bajó a sacar plata y
habría visto a LUZ con el sujeto. Que él la tenía bien
tomada, de la mano o de la cintura, como pololos. Que se
bajaba la mascarilla y le estiraba la boca para pedirle
besos. Que entonces habría visto bien su rostro. Que el
andaba con una mascarilla de monitos, gorro como de pescador,
polera blanca y shorts, pinta de “pato malo”; alto, delgado y
con tatuaje en su antebrazo izquierdo. Que estaban como a
tres o cinco metros de ellos. Que la víctima le hizo un gesto
con los ojos cuando cruzaron miradas, como que apuntaba al
sujeto con los ojos y luego hacia un gesto con la mano. Que
habría entendido que estaba en peligro. Que intentó pedir
ayuda a un bombero del lugar, pero que se habría hecho el
tonto y se habría ido. Que cuando volvió Gonzalo le contó la
situación y que no podían dejar las cosas así. Que cuando LUZ
y el sujeto entraron al servicentro ella se bajó del furgón y
se acercó a dos hombres que estaban en la fila para pedirles
ayuda. Que en eso salieron la víctima y el imputado, y que
entre tres intentaron agarrarlo, pero este se habría liberado
de la mochila por donde lo tomaron y habría corrido en
dirección a Avenida Uno. Que subieron a LUZ al furgón y les
habría dicho que la habrían violado y robado $200.000, que la
habría agarrado en un paradero y amenazado. Que la testigo
cree que la amenaza fue con un cuchillo.
Prosiguió diciendo que llevaron a LUZ a la 36°
Comisaría, en calle Sótero. Que allí tomaron sus
declaraciones y prestó su celular para que LUZ llamara a su
hermano quien llego un tiempo después.
Agregó que como una semana después fue contactada por
PDI, que necesitaban otra declaración. Que también tuvo que
reconocer al imputado en unos libros con fotos.

Así, no solo podemos ver que la víctima volvió a relatar


la misma serie de hechos a los testigos, sino que también
observamos del relato de estos una confirmación del
testimonio de LUZ. Tanto Macarena como Claudio dan cuenta de
la afectación de esta y de los cambios en su vida, lo que es
congruente con lo informado por la perito Romy Espinoza
Martínez, quien concluyó que la periciada sufre de un cuadro
de depresión grave y de estrés post traumático crónico; lo
que es coherente con el relato recibido de la víctima. Los
tres testigos presenciales indican que habrían estado en un
furgón blanco, tanto Gonzalo como Janette observaron como el
imputado pedía besos a la víctima y aparentaba ser su pareja,
Janette vio con claridad como LUZ realizaba gestos con sus
ojos y manos intentando pedir auxilio sin que el imputado lo
notara, y finalmente fue la misma testigo Janette quien dio a
conocer la situación en que se encontraba la víctima y
movilizó a las otras personas que estaban en la fila para
lograr su intervención y la liberación de LUZ del control de
RODRIGUEZ ROMERO; todos elementos que se encuentran en el
relato de la víctima que ya ha tomado tintes de veracidad por
su corroboración periférica y por su homogeneidad y
persistencia en el tiempo.
A mayor abundamiento, el testimonio del mismísimo
EDUARDO RODRIGUEZ ROMERO confirma lo señalado por la víctima
y los testigos y peritos. Su testimonio es particularmente
relevante respecto del segundo hecho, ya que admitió
libremente la apropiación de los $200.000 que la víctima
habría retirado en el cajero bajo amenaza. Sobre este punto
no existe otro elemento que sirva para acreditarlo
directamente, toda vez que los testigos e imágenes aportadas
solamente demuestran la presencia del imputado y victima en
el cajero automático del servicentro COPEC ubicado en la
intersección de Santa Raquel con Trinidad, pero no el retiro
del dinero ni la apropiación de este por RODRIGUEZ ROMERO.
Si bien, respecto del primer hecho, el imputado se
limita a reconocer la penetración por vía oral –configurando
ya así una violación- y no dice haber penetrado a LUZ por vía
anal y vaginal, y el perito Mauricio Andrés Silva Molina
informó no haber encontrado lesiones en el ano o vagina de
LUZ, ni presencia de líquido seminal ni espermatozoides en
las cavidades analizadas; estos sentenciadores consideran
que el testimonio de la víctima posee tal nivel de detalles,
que se ha mantenido incólume por más de dos años y que ha
sido ratificado por pruebas científicas que demuestran más
allá de toda duda razonable la presencia de espermios en la
ropa que ella vestía el día de los hechos y de material
genético del imputado en las mismas manchas; que es capaz de
generar convicción en su totalidad en estos jueces, que no
encuentran motivo alguno que pudiera explicar una exageración
o falta a la verdad en dicho punto en el testimonio de LUZ
cuando todo el resto de su declaración parece estar libre de
aquellos, habiendo sido confirmado y ratificado por los
elementos objetivos y subjetivos ya reseñados. Por lo demás,
el mismo perito Silva Molina adelanto- teorías que pueden
explicar la falta de lesiones en el cuerpo de LUZ y no pudo
descartar la posibilidad de haber existido una penetración.

OCTAVO: Participación. Que, para acreditar la


participación del imputado en los hechos tenemos la
declaración ya analizada de la víctima, quien vio claramente
al imputado, estuvo en su compañía por alrededor de una hora
y luego lo reconoce en los sets de fotografías que le fueron
exhibidos por la Policía de Investigaciones. Del mismo modo,
los testigos presenciales, Gonzalo, Janette y Ana; lo
identificaron en similar diligencia ante la PDI.
Adicionalmente, todos los testigos realizaron descripciones
del imputado, de sus características físicas y vestimentas.
Si esto no fuera suficiente, existe la descripción de un
tatuaje de letras góticas negras en el antebrazo izquierdo
del imputado por parte de los testigos, Mismo tatuaje que se
ve en las fotografías n°8 y 11 del set identificado como
“otros medios de prueba n°3. Este mismo tatuaje fue
encontrado en la fotografía n°9 de “otros medios de prueba
n°8”, exhibido al testigo Maximiliano Castro Herrera,
obtenida del Facebook de uno de los hijos del imputado en
donde se observa a este con el tatuaje en su brazo izquierdo
junto a su hijo. Dicho testigo agregó que si bien en las
fotografías no se puede descifrar del todo la palabra
tatuada, esta pareciera ser “Deneris” o “Beneris”, lo que es
muy cercano al nombre de la madre fallecida del imputado,
quien se llamaría “Berenice”, según el certificado de
nacimiento de EDUARDO MARCELO RODRIGUEZ ROMERO.
Así también, existe la prueba científica reseñada que
encontró material genético del imputado en tres puntos de una
mancha con espermatozoides obtenida de la polera que utilizó
LUZ el día de los hechos.
Todo esto entre otras evidencias como son diversas
imágenes de las ropas del imputado obtenidas de cámaras de
vigilancia y del short que vestía el día de su detención, las
que coinciden con las descritas por la víctima y testigos.
Finalmente, el mismo RODRIGUEZ ROMERO reconoce su
participación en los hechos y esta no fue cuestionada de
forma alguna por su defensa.
Todos estos elementos sirven para convencer más allá de
toda duda razonable a este tribunal de que a EDUARDO MARCELO
RODRIGUEZ ROMERO le ha cabido una participación de autor en
los términos del artículo 15.|1 del Código Penal en los
hechos objeto de este juicio.

NOVENO: Hechos acreditados. Que, conforme a la


valoración de la prueba que presentó el Ministerio Público,
realizada libremente, sin contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados, el Tribunal considera que los
persecutores han logrado acreditar, más allá de toda duda
razonable, el siguiente hecho:

Que el día 12 de octubre de 2020, alrededor de las 14.30


horas, la joven LUZ de 21 años de edad, se encontraba
esperando locomoción colectiva en la intersección de calle
Combarbalá esquina Cardenal Raúl Silva Henríquez en la Comuna
de La Granja, momento en que fue abordada por EDUARDO MARCELO
RODRIGUEZ ROMERO, quien comenzó a hablarle y de manera
imprevista y con fuerza la tomó de la mano, obligándola de
esa forma a sentarse en el lugar, exigiéndole violentamente
la entrega de sus especies, oportunidad en que LUZ, que se
sintió aterrada y con mucho miedo, le entregó su teléfono
celular y sus audífonos entre otras especies. A continuación,
EDUARDO MARCELO RODRIGUEZ ROMERO, siempre por la fuerza y con
amenazas obligó a LUZ a trasladarse a calle Temuco
aproximadamente frente al número 7950 en la misma Comuna, en
las cercanías del mencionado paradero, donde había unos
camiones estacionados, donde sin dejar de amenazarla,
procedió a accederla carnalmente por vía bucal, vaginal y
analmente en reiteradas oportunidades, eyaculando en el
lugar.

Concluidos los hechos señalados, EDUARDO MARCELO


RODRIGUEZ ROMERO, ejerciendo nuevas amenazas y fuerza
constantes en el tiempo, obligó a LUZ a caminar simulando una
relación sentimental entre ambos, hasta un paradero de la
locomoción colectiva del sector, haciéndola abordar un bus y
de esa forma a trasladarla hasta el Servicentro Pronto Copec,
ubicado en Avenida Trinidad con calle Santa Raquel, en la
Comuna de La Florida. En dicho lugar, EDUARDO MARCELO
RODRIGUEZ ROMERO, con fuerza y amenazas la obligó a realizar
actos que simularan una relación sentimental entre ambos, y
le exigió extraer dinero desde un cajero automático que
existe en el lugar, apropiándose de esta forma de la suma de
$200.000, pudiendo LUZ hacer gestos a personas que
transitaban a su lado, quienes se lanzaron sobre el imputado,
permitiéndole zafar y huir. A pesar de esto, el imputado
logró huir del lugar.”

DECIMO: Calificación Jurídica. Que los hechos descritos


en el considerando precedente de esta sentencia, como se
resolvió en la deliberación, son constitutivos de un delito
de robo con violación y de un robo con intimidación, de los
artículos 443 n°1 en relación al 361 N° 1, 432 y 439; y 436
inciso primero del Código Penal, respectivamente.
En efecto, durante el juicio se acredito la sustracción
por parte del imputado del teléfono celular de la víctima en
el paradero donde fue abordada, junto con su chaqueta y
cargador de celular. Especies que poseen un indudable valor
comercial, dando lugar así al ánimo de lucro de RODRIGUEZ
ROMERO. Todo esto bajo amenazas de que tenía un arma y que si
la víctima no obedecía le pasaría algo malo.
Se acreditó también, que inmediatamente después de esto,
es decir, en una relación temporo-espacial próxima, el
imputado accede por vía oral, anal y vaginal a la víctima,
valiéndose la intimidación para lograr su objetivo.
En consecuencia, de los antecedentes probatorios aparece
que hubo un atentado contra la propiedad y contra la libertad
sexual, como lo requiere el artículo 433 N °1 del Código
Punitivo. Así, la actividad delictiva del ejecutor constituyó
actos en que concurrieron el dolo de apropiación y la
intención de atentar sexualmente contra la afectada,
existiendo proximidad entre ambas actuaciones, utilizando el
hechor permanentemente la intimidación en la víctima, tanto
para la sustracción de especies como para el acceso carnal de
la mujer. Así podemos verificar que la violación ocurre “con
ocasión” del robo, existiendo una relación entre ambas
acciones, ya que existe una cercanía de tiempo y espacio, y
los actos intimidatorios estaban encaminados tanto al robo
como a la violación.
En cuanto al segundo delito, se acreditó en juicio que
el imputado, manteniendo siempre los actos intimidatorios de
palabra, trasladó a la víctima en locomoción colectiva a otra
comuna, en donde la forzó a retirar $200.000 del cajero
automático de un servicentro para luego hacerse de estos,
habiendo así una nueva apropiación de bien mueble ajeno, con
ánimo de lucro y mediante el uso de la intimidación.
Es relevante recalcar que este segundo hecho se trata de
un delito diferente del primero y no su continuación. Esto,
toda vez que tras la apropiación de las especies en el
paradero y el acceso carnal a la víctima se ha agotado el
tipo penal de robo con violación. Aún más, entre estos hechos
y los ocurridos en la bomba COPEC, existe una distancia
física de consideración, habiendo sido la víctima trasladada
por alrededor de quince minutos en locomoción colectiva,
verificándose además, una distancia temporal que impide crear
una unidad entre las conductas desplegadas en ambos sitios.
Por estos motivos es que nos encontramos ante un concurso
real de delitos, el que deberá resolverse conforme al
artículo 74 del Código Penal.

DECIMO PRIMERO: Debate sobre determinación de pena. Que,


en esta instancia el Ministerio Público volvió a solicitar
las penas de la acusación, arguyendo que el imputado no tiene
irreprochable conducta anterior y que estos hechos consisten
en un acto violento en contra de una mujer, carentes de
empatía, que muestran una patente resistencia al cambio y
nulo respeto por la autoridad.
Que la conducta refractaria del mismo queda plasmada en
el extracto de filiación y antecedentes que pasó a incorporar
mediante su lectura. En este se señala que el imputado fue
condenado a la pena única de diez años y un día de presidio
mayor en su grado medio el 25 de enero del 2002 por robo con
intimidación y robo en dependencias de lugar habitado, en
causa n° 42.910-2002 del 27° Juzgado del Crimen de Santiago.
Pena cumplida el 19 de diciembre del 2019. El 5 de octubre
del 2020 existe una anotación que indica haber sido
beneficiado con libertad condicional por el amparo 2610-2018
de 12 dic 2018. Con la misma fecha de 5 de octubre del 2020
existe otra anotación que indica la revocación del beneficio
mediante resolución n°4190-2019 de fecha 10 sept 2019 de la
Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago.
Una segunda condena se señala en causa 3270-2011 del 9°
Juzgado de Garantía de Santiago, condenado a cuarenta y un
días de prisión en su grado máximo por porte de elemento
conocidamente destinado para el robo.
Con fecha 18 de noviembre del 2011 fue condenado en
causa 5762-1011 del 9° Juzgado de Garantía de Santiago, a
noventa y siete días de presidio menor en su grado mínimo por
el delito de amenazas simples. Esta pena se tuvo por cumplida
con el tiempo que estuvo privado de libertad, desde el 1 de
agosto del 2011.
En causa rit 24-2013 del 2° Tribunal de Juicio Oral de
Santiago, se condenó al imputado, con fecha 20 de abril del
2013, a ocho años de presidio mayor en su grado mínimo por el
delito de violación propia. Con fecha 31 de julio del 2020
existe una anotación que indica, que por resolución de fecha
29 de julio del 2020, del 9° Juzgado de Garantía de Santiago,
se informa revocación de libertad condicional resuelta el 10
de septiembre del 2019 por la Ilustrísima Corte de
Apelaciones de Santiago.
Finalmente, con fecha 25 de mayo del 2022, fue condenado
a cuatro años de presidio menor en su grado máximo y a
sesenta y un días de presidio menor en su grado mínimo y
multa de 1 UTM, por los delitos de robo en lugar habitado y
receptación, respectivamente; en causa 568-2020 del Juzgado
de Garantía de La Ligua. La fiscal aclaró que este delito es
posterior a los hechos de este juicio.
Con estos antecedentes, la fiscalía invocó la agravante
de responsabilidad de reincidencia especifica contenida en el
artículo 12 n°16 del Código Penal, particularmente, con la
condena por violación de la causa 24-2013. Argumentó en que
hay una conducta refractaria de RODRIGUEZ ROMERO, ya que se
le beneficio con libertad condicional y aun así insiste en
delinquir.
Agregó que no se configura la atenuante del artículo 11
n°9 del Código Penal, ya que no existió una confesión
espontanea al ser detenido, ni posteriormente durante la
investigación ante el fiscal de la causa ni ante el tribunal.
Que tampoco fue sustancial su colaboración en el juicio, que
no sirvió para reducir prueba ni para establecer su
participación.
Finalmente, solicitó que se considere la extensión del
mal causado, que se expuso a LUZ a un trauma con pocas
posibilidades de reparación, que tuvo ideas recurrentes de
suicidio y se afectó su sexualidad.
En la réplica, corrigió la información entregada,
incorporando un certificado del 5° Tribunal Oral en lo Penal
de Santiago que da cuenta de que la causa 24-2013 por la
violación es de dicho tribunal y no del 2° Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de Santiago, encontrándose firme la
sentencia.
La querellante, por su parte, reitero su solicitud de
penas y argumentó que no procede atenuante de colaboración
sustancial, ya que no prestó antecedentes durante la
investigación y que se llegó a un veredicto condenatorio con
la evidencia presentada por los persecutores, sin necesitar
su confesión. Citó la resolución rol 1086-2016 de la
Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, en donde se
indica que si ya hay antecedentes suficientes sobre la
participación del imputado en los hechos, no procede la
atenuante del 11 n°9 del código.
Señaló que concurren dos agravantes, la del artículo 12
n°16 –reincidencia especifica- y del 12 n°14 –cometer delito
mientras se cumple con una condena- del Código Penal. Que con
fecha 12 de diciembre del 2018 se le concedió la libertad
condicional en causa de violación. Que con fecha 10 de
septiembre del 2019 se revoca la libertad condicional,
regresando a cumplir el día 5 de noviembre del 2020. Que
habría cometido este delito mientras cumplía con su condena
por violación, ya que la libertad condicional es una forma de
cumplimiento.
Agregó que, incluso si se concede una atenuante, esta se
debería compensar con la agravante que se invoca y es posible
aplicar las penas solicitadas en la acusación.
Finalmente, que hay que considerar la extensión del mal
causado. Que se han afectado los bienes jurídicos de libertad
en la determinación sexual, la libertad ambulatoria, el
patrimonio y la integridad física y psíquica. Que estos
hechos motivaron diversos intentos de suicidio por parte de
la víctima y una serie de temas profundos re inseguridad y
miedo, que han imposibilitado que continúe su vida con
normalidad.
En la réplica arguyó que si hay reincidencia
específica, que el imputado también ha sido condenado por
delitos en contra de la propiedad. Además, la parte principal
del delito es la que atenta contra la libertad sexual.
Agregó que la libertad condicional no es una suspensión
de la pena, sino que una forma de cumplirla.
La defensa indicó que no se debe juzgar al imputado por
sus características de personalidad, sino que por los actos
que efectivamente realizó.
Que no existe ningún motivo para denegar la atenuante de
colaboración sustancial. Que prestó declaración ante el
estrado, ubicándose en el sitio de los hechos y reconociendo
en lo esencial la conducta contra la víctima. Que sería
sustancial ya que entrego una versión concordante con la
acusación antes de que se escuchara cualquier evidencia. Que
de nada importa que no haya declarado durante la
investigación ya que la sentencia es el acto en donde se
fijan los hechos.
Solicitó que se rechace la agravante de reincidencia, ya
que el bien jurídico es lo que determina si un delito es o no
de la misma especie, y el delito en cuestión es uno complejo
que afecta diversos bienes jurídicos, mientras que la
violación afecta solamente el aspecto sexual. Respecto de la
asegunda agravante invocada, tampoco se dan los requisitos,
ya que solamente se acompañó el extracto de filiación y no
las sentencias que den cuenta de que el imputado
efectivamente se encontraba en la hipótesis invocada. Además,
se había revocado la libertad condicional al momento de los
hechos. El imputado no se encontraba cumpliendo condena de
ninguna naturaleza.
Insistió que concurriría una atenuante y ninguna
agravante, por lo 6que solicita quince años y un día por el
robo con violación y cinco años y un día por el robo con
intimidación. Que el presidio perpetuo calificado debe
reservarse para los delitos de la más alta gravedad contra la
vida. Agregando que no se condene en costas por la naturaleza
pública de la defensa.
En su réplica insistió en que la libertad condicional
estaba revocada al momento de los hechos. Que el 29 de julio
del 2020 se habría citado a una audiencia para discutir sobre
el tema, pero el imputado no habría comparecido.

DECIMO SEGUNDO: Determinación de pena. Que, en cuanto a


las modificatorias de responsabilidad invocadas. Para
resolver si procede la agravante de reincidencia especifica
comprendida en el artículo 12 n°16 del código del ramo es
esencial conocer la fecha de ocurrencia de los hechos por los
que el imputado fue condenado en el pasado. Esto es así toda
vez que existe la posibilidad de que estas condenas se
encuentren prescritas. Sin embargo, las persecutoras que
invocan la agravante solamente acompañaron el extracto de
filiación y antecedentes, en donde consta las fechas de
condena, pero no las fechas de los hechos. Para dicho
propósito habría sido necesario que acompañaran copias de las
respectivas sentencias, lo cual no se hizo. Así las cosas, no
es posible tener por acreditados los presupuestos necesarios
para la concurrencia de la agravante en comento.
En cuanto a la agravante de haber cometido un delito
durante el cumplimiento de una condena, se presentan diversos
problemas para su configuración en el caso sub lite. Al
respecto, no se acompañaron las resoluciones que conceden y
revocan la libertad condicional, creando situaciones de
incertidumbre respecto de las fechas y alcances del
beneficio. Nuevamente se limitaron a incorporar el extracto
de filiación y antecedentes, en donde aparecen notas respecto
a este beneficio. Sin embargo, se indicó en el juicio que
este beneficio se concedió respecto del delito de violación,
pero en la información relativa a la causa 24-2013 solo
aparece una nota del 5 de octubre del 2020 relativa a la
revocación del beneficio, pero nada sobre su otorgamiento, La
única nota relativa al otorgamiento de un beneficio de esta
especie aparece dentro de las notas de la causa 42.910-2002
del 27° Juzgado del Crimen de Santiago. Una causa a toda luz
diversa y muy anterior a los hechos en conocimiento. Si bien
esto puede ser un error, la verdad es que no lo sabemos y no
queda claro debido a la falta de información, quedando dudas
más que razonables respecto de este punto.
Por estos motivos tampoco se reconocerá la agravante del
artículo 12 n°14 del Código Penal.
En cuanto a la atenuante invocada por la defensa, el
tribunal, por mayoría. consideró que la declaración prestada
por RODRIGUEZ RAMOS si tuvo un efecto de colaboración
sustancial en el esclarecimiento de los hechos.
Particularmente porque solamente de sus propios labios
tenemos antecedentes que nos permiten tener por acreditado
más allá de toda duda razonable la apropiación de los
$200.000 que la víctima extrajo del cajero automático del
servicentro. Los persecutores fácilmente podrían haber
acompañado el video que muestre la extracción del dinero o la
cartola de cuenta RUT de LUZ que confirme el giro por el
monto indicado en la fecha y hora de los hechos, pero no lo
hicieron. De aquí que lo confesado por el imputado en juicio
haya sido sustancial para poder determinar los hechos.
Respecto del primer delito, el imputado se sitúa en el lugar
de los hechos en día y hora, además reconoce el contenido
sustancial de las imputaciones realizadas, todos elementos
que vienen a coadyuvar al convencimiento del tribunal. Por
estos motivos es que se reconocerá por mayoría la atenuante
del artículo 11 n°9 del Código Penal.
Pues bien, el imputado ha sido encontrado culpable de un
delito de robo con violación del artículo 433 n°1 del Código
Penal y de un delito de robo con intimidación del artículo
436 inciso 1° del mismo código, los que tienen aparejado,
respectivamente, las penas de presidio mayor en su grado
máximo a presidio perpetuo calificado, y de presidio mayor en
cualquiera de sus grados. Al concurrir una atenuante y
ninguna agravante, y conforme a lo establecido en el artículo
68 inciso 2°, se deberá excluir el grado máximo en ambos
casos.
De particular relevancia parece a estos sentenciadores
la extensión del mal causado por el delito de robo con
violación. Si bien la violación se configura bastando el
acceso carnal por sólo una vía, en este caso se ha acreditado
que RODRIGUEZ ROMERO penetro a LUZ por vía oral, anal y
vaginal, no solo una, sino múltiples veces; conforme al
relato de la víctima. Esto aumenta el trauma y la afectación
a la libertad sexual e integridad psíquica y física. Dichas
consecuencias las podemos ver no sólo de sus propios dichos,
donde nos habló de cómo durante largo tiempo vivió en
constante miedo, no pudiendo salir de su casa sola y
sintiendo que su vida no tenía sentido; sino que también del
peritaje de Romy Natalia Espinoza Martínez, quien informó al
tribunal que la peritada presenta un cuadro depresivo grave y
estrés post traumático crónico coherente con el relato que
recibió de la víctima, y como estos hechos han afectado todas
las dimensiones de la vida de aquella y como las
consecuencias de estos la perseguirán toda la vida. En una
línea similar se encuentra lo declarado por la testigo
Macarena, pareja de la víctima, quien declaró que LUZ
presenta ataques de pánico recurrentes, que se ha intentado
suicidar en dos ocasiones y que hasta el día de hoy no ha
podido retomar sus estudios.
Esto revela la gran extensión del daño sufrido por LUZ,
cuya vida se vio remecida hasta lo más profundo, perdiendo
cualquier semblante de sentido que pudiera haber tenido y
llevándola al extremo de querer terminar con todo. Si bien el
imputado insistió en sus declaraciones que no había acabado
con la vida de nadie y que donde hay vida hay esperanza, la
verdad es que estuvo muy cerca. Con las vulneraciones
sufridas, la pérdida del sentido y del autoestima, las
acciones del imputado llevaron a LUZ al borde de la muerte.
Teniendo esto en consideración, así como el efecto de la
atenuante reconocida, es que el tribunal decidió condenar a
EDUARDO RODRIGUEZ ROMERO a la pena de presidio perpetuo
simple por su autoría en el delito de robo con violación.
En lo que se refiere al robo con intimidación,
considerando que conforme a los hechos que se han acreditado,
el actuar del imputado no se limitó a afectar los bienes
jurídicos propios protegidos por este tipo penal, sino que
también afectó de forma relevante la libertad de
desplazamiento de la víctima al tenerla bajo su poder durante
alrededor de una hora, obligándola primero a ir a calle
Temuco donde la retuvo por veintiún minutos, para luego
trasladarla hasta un paradero y tomar una micro hasta la
gasolinera COPEC de Santa Raquel con Trinidad, trayecto que
demoró alrededor de quince minutos y finalmente obligarla a
entrar a el cajero del servicentro. Esta limitación
ilegitima, y bajo amenaza, de la libertad de desplazamiento
excede el marco básico de un robo con intimidación habitual y
hace a estos jueces pensar que el rango inferior de la pena
no es el adecuado a la extensión del daño causado, y es por
este motivo que el tribunal ha decidido condenarlo a una pena
de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio
por su autoría en el delito de robo con intimidación.
Por otra parte, y cumpliéndose con los supuestos legales
establecidos en el artículo 17 de la ley 19.970, se ordenara
también el registro de la huella genética del imputado en el
registro regulado en dicho cuerpo legal.

DECIMO TERCERO: Modo de cumplimiento de la pena. Que, en


consideración de la magnitud de las penas que se impondrán al
imputado, y no teniendo derecho a una pena sustitutiva, el
cumplimiento de estas sanciones será de carácter efectivo.
DECIMO CUARTO: Prueba no reseñada. Que la prueba que no
ha sido expresamente mencionada, ha sido sin embargo
considerada y sopesada para alcanzar a la convicción a la que
el tribunal ha llegado.
En efecto, la prueba documental n°1 busca acreditar la
propiedad de un vehículo, lo cual no es relevante para el
caso en estudio. La documental n°3 es tan solo un oficio
remisor. La documental n°4 informa sobre las fechas de
ingreso y salida del imputado de recintos penitenciarios, no
habiendo duda de que el imputado se en centraba en libertad
el día de los hechos. La prueba rotulada como otros medios de
prueba n°2 corresponde a un mapa que ilustra el recorrido de
la víctima, lo que quedo suficientemente claro con su
declaración e imágenes acompañadas. El n°4 muestra la fuga
del imputado, lo que no es relevante para configurar el tipo
penal, el n°6 es otro mapa que muestra el recorrido de la
víctima, ahora desde su casa, lo cual tampoco fue necesario;,
y el n°8 corresponde a set de fotos de shorts del imputado,
que no fue necesario ya que existía suficiente información
para acreditar su participación.

DECIMO QUINTO: Costas.- Que, al haber sido defendido el


encartado por la Defensoría Penal Pública, encontrándose
además, privado de libertad, no será condenado al pago de las
costas del procedimiento, atendida la facultad que confiere
al Tribunal el inciso final del artículo 47 del Código
Procesal Penal.

POR ESTAS CONSIDERACIONES y lo dispuesto en los


artículos 1, 7, 11 n°9, 14 N° 1, 15 N° 1, 18, 21, 24, 25, 50,
361 N°1, 432, 433 N°1 y 436 del Código Penal; 1, 45, 46, 47,
52, 275, 281, 295, 296, 297, 306, 307, 309, 323, 325, 328,
329, 333, 334, 338, 339, 340, 341, 342, 343, 344, 346, 348 y
351 del Código Procesal Penal; se declara:
I.- Que se CONDENA, al acusado EDUARDO MARCELO RODRIGUEZ
ROMERO, ya individualizado, a la pena de PRESIDIO PERPETUO
SIMPLE, como autor de un delito de robo con violación, en
grado consumado, perpetrado el 12 de octubre de 2020 en la
comuna de La Granja; y a la pena de DIEZ AÑOS Y UN DIA de
PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO MEDIO, como autor de un delito de
robo con intimidación consumado, perpetuado el mismo día 12
de octubre del 2020 en la comuna de La Florida.
El sentenciado cumplirá las penas en orden sucesivo,
principiando por la más grave, esto es, la de presidio
perpetuo simple, debiendo satisfacer a continuación la de
diez años y un día de presidio mayor en su grado medio.
Que el modo de cumplimiento de estas penas será de
carácter efectivo.
Conforme al certificado suscrito por el jefe de Unidad
de Administración de Causas de este tribunal, se le reconocen
al imputado 383 días de abono por el tiempo que permaneció
privado de libertad en prisión preventiva por esta causa,
desde el 11 de mayo del 2021 al 30 mayo del 2022, fecha en la
que comenzó a cumplir condena en calidad de rematado en causa
RIT 568-2020 del Juzgado de Garantía de La Ligua. Que deberá
iniciar el cumplimiento de las condenas impuestas en esta
sentencia al momento de recuperar su libertad en dicha causa,
sin solución de continuidad.
II.- Que se condena al imputado ya individualizado a las
penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para
cargos u oficios públicos, y derechos políticos por la vida
del penado, así como la de sujeción a la vigilancia de la
autoridad por el máximo legal, esto es, cinco años; por el
delito de robo con violación. Por el delito de robo con
intimidación, se le condena a las penas accesorias de
inhabilitación absoluta perpetua para cargos públicos y
derechos políticos, y a la inhabilitación absoluta para
profesiones titulares mientras dure la condena.
III.- Que se condena al imputado ya individualizado al
registro de su huella genética en conformidad al artículo 17
de la ley 19.970.
IV.- Que no se condena al sentenciado al pago de las
costas del procedimiento, según lo explicitado en el motivo
décimo quinto de este fallo.
Ejecutoriada que sea la presente sentencia, ofíciese al
Juzgado de Garantía correspondiente, a fin de dar
cumplimiento a lo previsto en el artículo 468 de Código
Procesal Penal, en lo pertinente.
En su oportunidad, devuélvase la prueba documental,
material y las fotografías aportadas por el Ministerio
Público.
La magistrado Laura Torrealba Serrano estuvo por no
reconocer como concurrente, respecto de ninguno de los dos
delitos, la atenuante Novena del artículo 11 del Código
Penal, por cuanto del análisis que efectuó de la declaración
de Eduardo Marcelo Rodríguez Romero, no advirtió en ella
colaboración alguna al esclarecimiento de los hechos. Mal
podría entonces haberla calificado de sustancial, como lo
exige la norma antes señalada. Si bien ella fue extensa y él
respondió todas las preguntas formuladas por los
intervinientes, con ello no hizo más que relatar -
aceptándolos- algunos de los hechos que, a la luz de la
prueba rendida, resultaban ser innegables. Sin embargo negó
haber penetrado a la víctima por vía vaginal y anal, en
circunstancias que la prueba rendida -en especial los dichos
de la víctima, por su credibilidad- lo estableció más allá de
toda duda razonable. Por otro lado, disiente del criterio de
la mayoría en cuanto a que solamente fueron los dichos del
acusado los que informaron acerca de la sustracción de los
doscientos mil pesos desde la cuenta bancaria de la ofendida.
En su criterio, los dichos de esta última resultaron
suficientes -atendida la credibilidad que le mereció el total
de su declaración- para lograr convicción respecto de la
efectividad de tal hecho, al igual que respecto de todos sus
dichos, sin distinción. A mayor abundamiento, refrendando ese
punto, se contó con las imágenes de las cámaras de seguridad
del cajero automático que muestran la acción por ella
relatada, en términos tales que no podría atribuírsele otra
explicación sino la de que efectivamente estaba, intimidada
por el acusado, sustrayendo aquella suma que él le exigió, la
que según es de público conocimiento, es el máximo que se
puede girar en esos cajeros. Exigir una cartola bancaria que
refleje dicha operación, en la opinión de quien sustenta este
voto, sería acercarse al antiguo procedimiento probatorio que
hacía necesaria una acreditación de preexistencia y dominio,
lo que hoy está reñido con las normas de libertad de prueba
que nos rigen y que entrega la responsabilidad de convicción
a los sentenciadores, en base a los criterios del artículo
297 del Código Procesal Penal. De tal manera, estima que la
declaración del acusado fue acomodaticia, orientada a
disminuir su responsabilidad penal. En el criterio de quien
disiente, él tuvo la libertad de orientar así sus dichos y no
está en el ánimo de este voto hacerle un reproche. Sin
embargo, la minorante solicitada por la Defensa no tiene
sustento alguno. De tal modo, estuvo por condenarlo
precisamente a las penas que en cada caso pidieron los
acusadores, haciendo uso de la facultad de recorrer toda la
extensión de las contempladas por la ley, pues en su
convicción, no concurre ninguna atenuante y ninguna agravante
en tales delitos y porque estima que conforme a la
proporcionalidad de las penas, no merece unas menores. Para
ello ha tenido en cuenta desde luego, la extensión del mal
causado, que resultó de toda evidencia. La repugnancia que a
la víctima le produjo el sexo oral a que la obligó el
acusado, el dolor de la penetración anal, la indignidad de
ser accedida por su vagina mientras menstruaba, son
acontecimientos que la perturbarán por toda su vida y
alterarán la relación que mantiene actualmente con una
persona de su mismo sexo y cualquier otra que eventualmente
pueda sostener. Situación esta última que da cuenta de su
preferencia sexual, que extiende con mucho el mal causado
pues desde esa perspectiva, las acciones a las que fue
sometida por una persona de sexo masculino, necesariamente
debieron resultar más injustas, ofensivas y gravosas. Las
terapias psicológicas y psiquiátricas a que pueda tener
acceso quizá podrán morigerar su aflicción, pero esta
permanecerá. No es posible olvidar que funcionarios
policiales experimentados, sostuvieron haberse impactado por
la forma de comisión del delito. Así también resulta evidente
que en el robo con intimidación, existe una extensión del mal
causado, que excede el injusto propio del tipo, pues fue
sometida a un pánico tan extremo, que a cualquier persona le
deja un registro dolorosamente imborrable.

Regístrese y Comuníquese.

Redactada por el magistrado (s) Clemente Winn Vergara. El


voto fue redactado por su autora.

RUC N° 2001041723-7
RIT N° 312 -2022

Sentencia dictada por esta sala del Sexto Tribunal de


Juicio Oral en lo Penal de Santiago, integrada por Laura
Torrealba Serrano, como juez presidenta; Hernán García
Mendoza, como juez integrante; y Clemente Winn Vergara, como
juez (s) redactor.

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