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ONCE RELLENOS PARA

EMPANADILLAS QUE NO SON


LOS DE SIEMPRE
Si te has quedado más anticuado con las empanadillas que la
Encarna de Martes y 13, estas recetas te ayudarán a actualizarlas
con rellenos sencillos, rápidos y sabrosos.
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Están buenas de todas las maneras. WIKIMEDIA COMMONS


MÒNICA ESCUDERO 25/03/2019 - 08:01 CET
Al horno o fritas, frías o calientes, como aperitivo o para cenar y con masa casera
o comprada (pero de calidad, por favor). Las empanadillas nos ofrecen
demasiadas posibilidades como para que nos quedemos en el sota, caballo y rey
del atún con tomate. Con muy pocos ingredientes -y en muchos casos, también un
tiempo de preparación mínimo- puedes disfrutar de estas 10 recetas saladas con
un bonus dulce. Si nos hemos dejado alguna que triunfe en tu casa, puedes
contarlo en los comentarios: los empanadilleros del mundo te lo agradeceremos
eternamente (y a lo mejor hasta te cae un táper).

Pera, nueces y gorgonzola


El dulzor de la pera y la potencia -además de la textura mantecosa- del gorgonzola
han nacido para estar juntos (y las nueces picadas le dan una resistencia al
mordisco que le viene perfecta al conjunto). Si ya disfrutaste esta
combinación en forma de postre, no dudes en llevarla al lado salado y usarla
para rellenar unas empanadillas que apetecen tanto para un desayuno tardío como
para una cena de picoteo.
Para unas 12 empanadillas se necesitan dos peras blanquilla o conferencia -o
cualquier variedad carnosa-, un poco de mantequilla, 100 g de gorgonzola, 2
cucharadas de nueces picadas y ¼ de cucharada de hojas de tomillo fresco (la
mitad si es seco). Pelar y cortar la pera en daditos, dorarla con un poco de
mantequilla, añadir el gorgonzola para que se funda, las nueces y el tomillo y
mezclar bien. Cuando se enfríe un poco podrá manipularse perfectamente para
rellenar las empanadillas y prepararlas como se prefiera.

Bacalao, cebolla y pasas


Una combinación clásica de las empanadas gallegas, cuyo secreto reside en que
la cantidad de cebolla sea generosa y esté muy bien dorada, el bacalao tenga el
punto justo de desalado -no le añadiremos más sal- y las pasas se hidraten
ligeramente para que queden más jugosas que secas.

Para unas 12 empanadillas se necesitan 200 gramos de bacalao desalado al punto


-pueden ser migas, ya que irá picado a cuchillo-, 2 cebollas, 3 cucharadas de aceite
de oliva y tres cucharadas de pasas de Corinto. Hidratar las pasas en agua tibia
durante unos 20 minutos. Pelar las cebollas y picarlas. Sofreírlas en el aceite
hasta que estén bien doradas y hayan perdido aproximadamente la mitad de su
volumen. Añadir -ya fuera del fuego- el bacalao picado a cuchillo y las pasas,
mezclar bien y rellenar las empanadillas.

Sardinas en conserva, huevo duro, aceitunas y sofrito de tomate


La típica empanadilla con sofrito, aceitunas sin hueso y huevo duro que se viene
arriba al cambiar el atún o bonito de lata -bastante más soso- por unas sardinas o
sardinillas. Si se usan las primeras es mejor quitarles previamente las escamas,
espinas y tripa. Con sardinas en escabeche también están buenísimas, y si son en
salsa de tomate pueden usarse como atajo y sustituir al sofrito (por una vez).

Para unas 12 empanadillas se necesitan dos latas de sardinas, una cebolla, tres
tomates o 300 g de tomate troceado o triturado, 2 cucharadas de aceitue de oliva,
un huevo duro y dos cucharadas de aceitunas verdes sin hueso picadas, sal y
pimienta. Pelar y picar la cebolla, dorarla con el aceite, añadir los tomate,
salpimentar -cuidado, las sardinas también aportarán su sal- y cocinar unos cinco
minutos hasta que reduzca y el aceite empiece a separarse del tomate. sacar del
fuego y añadir las sardinas escurridas y desmigadas el huevo duro picado y las
aceitunas. Mezclar bien, rectificar de sazón si es necesario y rellenar las
empanadillas.

Con restos de bonito también haces un platazo. AINHOA GOMÀ


Tofu firme, miso o salsa de soja, brócoli y cebolleta china
Una versión vegana que se aprovecha de la untuosidad del tofu triturado para
conseguir un relleno cremoso casi sin grasa (ni demasiado lío). Para que quede
rico solo hay que asegurarse de que la hortaliza queda en un punto en el que
todavía mantiene la textura crujiente y el sabor fresco, algo que potenciarán las
cebolletas chinas en dos texturas (también puede usarse cebolleta normal).

Para unas 12 empanadillas necesitaremos 200 g de tofu firme, 200 g de brócoli, 3


cucharadas de aceite no demasiado fuerte, 6 cebolletas chinas o una cebolleta
normal, pimienta de Sichuan -o normal- y un poco de miso o salsa de soja al gusto.
Picar el brócoli a mano y dorarlo junto a la parte blanca de la cebolleta en rodajas
finitas en el aceite durante tres o cuatro minutos. Triturar el tofu con un poco de
salsa de soja o miso y una cucharada o dos de agua, hasta que tenga una
consistencia cremosa pero con mucho cuerpo. Mezclar el tofu con las verduras
rehogadas y la parte verde de la cebolleta picada fina en crudo, añadir pimienta de
Sichuan y rectificar con soja o miso si fuera necesario: ya se pueden rellenar las
empanadillas.

Empanadillas “pascualinas”
El relleno de la clásica torta italiana de Semana Santa también puede servir para
unas ricas empanadillas. Para conservar su crujiente original característico
pueden hacerse con hojaldre, o utilizar la misma pasta filo para hacer unos
triangulitos que posteriormente podemos hornear o freír.

Para unas 30 empanadillas -hacer menos no vale la pena, y se pueden congelar-


necesitaremos 200 g de espinacas, 200 g de hojas de acelgas (podemos usar las
pencas para otro plato), 1 cebolla, 100 g de requesón o ricotta, 100 de parmesano
rallado, 3 huevos duros, nuez moscada, orégano, pimienta, nuez moscada y aceite
de oliva. Pelar y picar la cebolla y rehogarla en una sartén con un fondo de aceite
de oliva. Cuando esté dorada añadir las acelgas y las espinacas picadas -no
demasiado finas- y rehogarlo todo hasta que las hojas queden blandas. Fuera del
fuego, añadir los quesos y sazonar con las hierbas y especias al gusto. Añadir los
huevos duros picados y rellenar las empanadillas.

Lacón, manzana y queso de tetilla


Una combinación de inspiración gallega que funciona tanto en un bocadillo como
en una quiche, una coca u hojaldre como en unas empanadillas. Si no las vas a
comer en el momento recuerda darles un golpe de calor antes: tomarlas con el
queso un poco fundido mejora muchísimo la experiencia.

Para unas 12 empanadillas necesitaremos 125 g de lacón, 125 g de queso de


tetilla, 1 manzana Granny Smith, Royal Gala o reineta y un poco de mantequilla.
Pelar la manzana, cortarla en daditos y dorarla en una sartén con un poco de
mantequilla. Fuera del fuego, añadir el lacón en daditos y el queso rallado o picado
y rellenar las empanadillas.

Bechamel, cebolla caramelizada y ternera picante


Las croquetas y las empanadillas son primas hermanas, y no solo en que
tradicionalmente se usan como receta de aprovechamiento. Si rellenamos las
segundas con una farsa que incluya bechamel, serán tan cremosas como las
primeras.

Para unas 30 empanadillas -hacer menos no renta, se pueden congelar-


necesitaremos 400 g de bechamel (hecha con una roux de 50 g de mantequilla y
50 de harina por 500 ml de leche), 300 g de carne picada de ternera -por ejemplo,
culata o babilla-, tres cebollas, un poco de aceite de oliva, sal y chile al gusto.
Pelar y picar las cebollas y caramelizarlas durante un buen rato a fuego lento (se
puede acelerar el proceso con una punta de bicarbonato). Cuando estén listas
sumarles la carne picada y cocinarla unos cinco minutos, mezclando y removiendo
de vez en cuando. Añadir la bechamel, poner a punto de sal, sazonar con chile al
gusto, atemperar y rellenar las empanadillas.
Queso con rajas
Un platillo mexicano clásico que sirve perfectamente como relleno de una masa
crujiente. Aunque para gustos, los colores, yo no freiría estas empanadillas, el
relleno ya tiene un punto graso que con el de la fritura puede ser excesivo.

Para unas 20 empanadillas -como en los casos anteriores, no tiene mucho sentido
hacer menos- necesitaremos unos 60 g de rajas de jalapeño en escabeche (o más,
al gusto), 2 cebollas, mantequilla, 200 g de queso fundente al gusto, 150 ml de
crema de leche para cocinar, sal, pimienta y pico de gallo para acompañar. Pelar
la cebolla, cortarla en tiras y dorarla con la mantequilla y un poco de sal. Cuando
esté lista, añadir las rajas escurridas, el queso picado y la crema de leche. Dar
vueltas hasta que esté todo integrado, rectificar de sal y pimienta, esperar a que se
temple y rellenar las empanadillas, que serviremos con un cuenco de salsa pico de
gallo.

¿Qué pasará, qué relleno habrá, puede ser mi gran cena?. MIKEL LÓPEZ
ITURRIAGA

Verduras, sésamo y algas


Unas empanadillas veganas -siempre que la masa no tenga huevo- que podemos
versionar y adaptar al contenido de nuestra nevera y alacena, ya que admite
diferentes tipos de algas y casi cualquier resto de verdura que tengas orbitando
por la nevera.

Para unas 12 empanadillas necesitaremos 1 pimiento, 1 cebolla, 2 zanahorias, 2


láminas de alga nori o 1 cucharada de alga nori picada, 1 cucharada rasa de
sésamo tostado, aceite de oliva, sal. Pelar la cebolla, picarla y dorarla con un poco
de aceite. Cuando tenga color añadir el resto de verduras, también picadas.
Cuando estén sofritas, añadir las algas y el sésamo, probar y ajustar de sal si fuera
necesario: ya está el relleno listo para las empanadillas.
Pollo al curry
Si no quieres hacer este estofado aposta para las empanadillas y quieres dar
salida a unos restos que ya tienes por casa, pasa el curry por un colador ancho
para poder reducir directamente la salsa y que no te queden mojadas. Por
supuesto, también funciona con otros tipos de curry (aunque las gambas pueden
quedar un poco securrias).

Para unas 30 empanadillas -son bastante elaboradas y hacer menos no vale la


pena, se pueden congelar o hacer menos, usar el relleno para otros platos o
comerlo con fideos o arroz- necesitaremos 6 contramuslos de pollo, 1 cebolla, 2
zanahorias, 1 rama de lemongrass o tomillo limón, 2 dientes de ajo, 1 trocito de
jengibre de 2 cm de largo, 400 ml de leche de coco, salsa de pescado o sal y pasta
de curry tailandesa al gusto (empezar con una cucharada y si se quiere añadir más
hacerlo durante la cocción). En una olla baja, poner la pasta de curry a fuego
medio sin parar de remover, para potenciar su aroma. Añadir la leche de coco, las
verduras picadas no muy finas, el lemongrass cortado a lo largo o el tomillo limón,
el jengibre en 4 trozos a lo largo y los contramuslos, ajustando de sazón con salsa
de pescado o sal. Cocinar todo a fuego bajo durante una media hora, hasta que la
carne esté muy tierna. Atemperar, sacar el jengibre y el lemongrass o tomillo y
desecharlos. Picar el pollo a cuchillo, y si la salsa está muy líquida reducirla unos
minutos hasta que espese. Devolver el pollo a la cazuela y cocinar todo un par de
minutos para que se integre con la salsa. Cuando esté templado, ya se pueden
rellenar las empanadillas.

Manzana con canela, chocolate y ricotta


Un desayuno, postre o merienda sencillo y no demasiado empapuzante ni dulzón.
El punto definitivo lo pone el chocolate: si usas uno blanco será mucho más dulce
que con uno que tenga un 70% de cacao.

Para unas 12 empanadillas necesitaremos 2 manzanas golden, 150 g de ricotta -o


200 de requesón desmigado y puesto un buen rato sobre un colador fino para que
pierda agua, u otro queso cremoso a elección-, canela o vainilla al gusto,
mantequilla y 75 g de chocolate al gusto (yo usaría uno con 70% de cacao). Pelar
las manzanas, cortarlas en daditos y dorarlas en una sartén con un poco de
mantequilla. Sacar del fuego y, cuando estén a temperatura ambiente añadir el
queso, la canela o vainilla y el chocolate picado a cuchillo. Ya se pueden rellenar
las empanadillas.

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