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Francisco Soto Trinidad P. Abrahán G.

LA FE EN EL MUNDO DE HOY

La situación del hombre ante el mundo de hoy, es un problema cuando se


trata de creer, cuando la fe tiene que retomar su camino y conducir hacia la
trascendencia, dicho de otro modo, cuando el hombre de hoy intente hablar sobre
la fe cristiana al otro, inmediatamente se encontrará con un muro que resistirá
desde la primera impresión, pues es algo que se ha entendido como obsoleto,
como caduco, en la Época Contemporánea.

Para esta tarea tan compleja y para este mundo tan pluralista de
pensamiento, es necesario que el teólogo de hoy, esté preparado de tal manera
que haga peso al enfrentamiento sobre la fe en relación a la razón, pues ambas
son las dos alas que eleva el espíritu humano hacia la contemplación de la verdad,
no obstante, se tiene que dar a conocer desde otro ángulo, y entonces, se evitará
un problema que hoy en día, es común.

En la actualidad, ya no se tiene que hacer mención sobre la fe en relación a


algo concreto como un dogma o alguna revelación, más bien, sobre todo lo que
conlleva la palabra creer, es decir, un todo, ese todo que corresponde la fe a la
razón y que, en sentido literal, es el fundamento de la reflexión teológica y de las
preguntas existenciales sobre el sentido de la vida del ser humano.

Cabe destacar que, la medula de la reflexión teológica sobre la introducción


al cristianismo, es el credo, síntesis del contenido esencial de la fe católica, por
ende, ya el credo es introducción al cristianismo, pues contiene el punto central de
la cristiandad. “Yo creo”, pero el creer significa aceptar en, sin embargo, se dice,
yo creo en ti, en ese Jesús que viene para salvarnos, y, por lo tanto, se vuelve en
el fundamento esencial de nuestra vida.

Hoy en día, las cosas han cambiado, la tradición es algo superado, algo que
ha pasado de moda, ahora sólo importa el cambio, el progreso, el desarrollo del
Francisco Soto Trinidad P. Abrahán G.

hombre con miras al poder y al materialismo, y entonces, la vivencia de la fe se


convierte en algo secundario, incluso, sin sentido.

Es por ello que el teólogo tiene una tarea fundamental hoy, es necesario
hablar sobre la fe en Dios, pero de ese Dios en la historia del hombre, cuando se
anonadó a la especie humana, incluso a aceptar una muerte en cruz, pues sobre
eso se debe hablar en la vida del hombre de hoy.

La pregunta sería, ¿podemos todavía creer? Pareciera que ni el cristiano de


hoy, cree, incluso el teólogo corre peligro de quedarse en la mera reflexión sin
manifestar una experiencia de fe en su vida ordinaria. Entonces, siendo esta la
situación, será imposible llegar al otro hacia la comprensión y la importancia de la
fe como herramienta esencial para la relación con Dios.

Durante toda la historia, el hombre siempre estaba orientado hacia lo


eterno, claro, estaba más puntualizado en la antigüedad y en el medioevo, sin
embargo, al acercarse al renacimiento, éste empezó subrayar el sentido de la
historia del hombre desde el método de la facticidad, entonces, el hacer se
convierte en la orientación del futuro, pues considera que él mismo lo puede crear.

A modo de conclusión deduzco, tomándome del texto, que la fe no es sólo


un creer en algo, sino creer porque afirmo un estar sujeto a Dios, pues se describe
como un agarrarse firmemente de Él. Por eso la fe es una actitud intelectual que
existe como propia y autónoma junto al saber factible.

Por lo tanto, ¿cuál es la tarea del cristiano, hoy? Moverse, estar en otro
ángulo para introducirse en el pensamiento de junto y venderle la forma de fe, del
verdadero sentido que ésta tiene en la vida del hombre como sustento, y
entonces, cambiar la perspectiva de que la fe y la razón van siempre de la mano y
que, habrá dudas que la razón nunca podrá dar respuesta pero que la fe siempre
tendrá algo que decir al respecto.

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