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PATROLOGÍA

Manuel Bernardo Aguirre Marquez..


Introducción
Primer período: bajo el signo de los apóstoles
Segundo período: los maestros del pensamiento cristiano

LOS PADRES DE LA IGLESIA


Testimonios privilegiados de la Tradición

Capítulo I. Incisos Metodológicos

I. ¿Quiénes son los Padres de la Iglesia?


• A los maestros (didaskaloi) de los s. I-III les fue dado el nombre de “Padres”
• Sólo a partir del s. IV se les nombra así: “Los Padres”.
• En la edad apostólica por “Padres” se entendían los grandes personajes bíblicos, modelos de fe
para los cristianos.
• San Vicente de Lérins en el 434 precisó definitivamente el término:
• “Qui in fide et comunione catholica sancte, sapienter, constanter viventes, docentes et
permanentes vel mori in Christo fideliter vel occidi pro Christo feliciter meruerin”
(Commonitorium 39) “Aquellos que vivieron, enseñaron y permanecieron en la fe y en la
comunión católica santamente, sabiamente y constantemente, y merecieron de morir fieles a
Cristo y de dar la vida por Él.”

II. Notas características o tradicionales para llamar a uno Padre de la Iglesia

• Doctrina con la comunión de la Iglesia (Ortodoxia)


• Santidad de vida (Sanctitas vitae)
• Aprobación de la Iglesia (Approbatio ecclesiae) en un sínodo, concilio.
• La antigüedad (antiquitas).
• Oriente. Último San Juan Damasceno (muerto en el 749)
• Occidente. San Isidoro de Sevilla (muerto en el 636).
Otros se extienden hasta el cisma de 1054 o hasta San Bernardo (muerto en el 1133)

A) Escritores eclesiásticos:
Los escritores eclesiásticos, son aquellos que les falta alguna de las tres primeras notas, se les
llama tradicionalmente escritores eclesiásticos. El término fue introducido por Jerónimo (Vir. illus., Prol.;
Epist. 112, 3).

Por fin en el siglo VI el decreto “De libris recipiendis et non recipiendis”, atribuido al Papa
Gelasio (muerto en el 496), donde estableció una lista de escritores aceptados o rechazados por la
Iglesia.

III. Términos:

Diferencia entre Patrología, Historia de la Iglesia, Patrística:


1. Patrología. Termino introducido por Juan Garhard, luterano, en el 1600. Es un estudio histórico,
biográfico, crítico, literario y exegético de los Padres y de sus obras.
La vida y el contexto histórico: especialmente de los más grandes, que han tenido una importancia singular.
Escritos: se precisará la lista y analizaremos las obras capitales.
Doctrina: Evidenciando sus contribuciones en la transmisión fiel y en el desarrollo de todas las verdades de
la Revelación.
2. Patrística. “Se ocupa del pensamiento teológico de los padres”. Término introducido en el s. XVII.
3. Literatura cristiana antigua. Acercamiento histórico, crítico y filológico adoptado por los patrólogos,
pero sus indagaciones no van más allá del interés “literario”.
4. La historia del dogma. La historia de los momentos fuertes de la historia de la teología.

5. Las grandes etapas de la Patrología:

• La Historia Eclesiástica (HE) de Eusebio.


• En el 393 Jerónimo escribe el De viris illustribus.
• Hacia el 480 Jenadio de Marcilia continuó esta obra, tratando los escritores cristianos del siglo V
(hacia el 491).
• Isidoro de Sevilla, continuando la obra de Jenadio, en el De viris illustribus señaló la descripción de
46 escritores de los siglos: V-VI.
• Ildefonso de Toledo (muerto en el 667) compuso una obra análoga, restringiendo sin embargo su
legado casi sólo a España.
• En oriente la obra de Jerónimo fue utilizada por Esichio de Mileto (505 d. C.) en su Onomatologos,
por Fozio (muerto en el 891) para la compilación del Myriobiblion y de la Biblioteca (que escribió 280
obras paganas y cristianas) y para el diccionario de Suida (1000 ca.) En el área siríaca el Catálogo de los
autores eclesiásticos fue compilado por Eben-Jesus bar Berika hacia el 1317.

IV. Los instrumentos

• Ediciones
MIGNE= Patrologia Latina: 221 volúmenes
MIGNE= Patrología Griega: 161 volúmenes.

Corpus scriptorum ecclesiasticorum latinorum= CSEL, 100 v.


Corpus Christianorum= CCL, 90, 8, 35. BENEDICTINOS
Sources Chrétiennes= SCh, 300. JEAN DANIELOU, CLAUDE MONDESSERT, HENRI DE LUBAC

• Traducciones
Corona Patrum
Ciudad Nueva
BAC

• Diccionarios
Diccionario Patrístico y de la antigüedad cristiana = DPAC

• Manuales
BOSIO G. - DAL COVOLO E. – MARITANO M., Introduzione ai Padri della Chiesa, vols. I-II, SEI,
Torino 1990.
QUASTEN J., Patrología, Vol I, BAC, Madrid.
ALTANER B., Patrologia, Marietti, Torino 1981.
MOLINÉ E., Los Padres de la Iglesia, Palabra, Madrid 1995.
HAMMAN A., Per leggere i Padri della Chiesa, Borla, Roma 1992.

Capítulo II. El estudio de los Padres de la Iglesia en la formación sacerdotal.

• Aspectos de la situación actual.


• Los Padres en los estudios teológicos de hoy.
• Los Padres en las directivas de la Iglesia.

• Por qué estudiar los Padres.


• Testimonios privilegiados de la Tradición.
• Método teológico:
• Recurso a la Sagrada Escritura, sentido de la Tradición.
• Originalidad Cristiana e inculturación.
• Defensa de la fe, progreso dogmático.
• Sentido del misterio, experiencia de lo divino.
• Riqueza cultural, espiritual y apostólica.

• ¿Cómo estudiar a los Padres?


• La naturaleza de los estudios patrísticos y sus objetivos.
• El método.
• Exposición de la materia.

¿Por qué estudiar a los padres?, Cfr. Instrucción cap. 2.

Los Padres de la Iglesia son: Testigos privilegiados de la Tradición: han enseñado a la Iglesia
lo que han aprendido en la Iglesia.

“Ellos están más próximos a la pureza de los orígenes; algunos de ellos fueron testigos de la Tradición
apostólica, fuente de la que la Tradición trae su origen; especialmente a los de los primeros siglos se les
puede considerar como autores y exponentes de una tradición "constitutiva", la cual se tratará de
conservar y explicar continuamente en épocas posteriores. (n.19)

“La Tradición de la que los Padres son testigos, es una Tradición viva, que demuestra la unidad en la
diversidad y la continuidad en el progreso. Esto se ve en la pluralidad de familias litúrgicas, de tradiciones
espirituales, disciplinarias y exegético-teológicas existentes en los primeros siglos (por ejemplo, las
escuelas de Alejandría y de Antioquía); tradiciones diversas, mas unidas y radicadas todas en el firme e
inmutable fundamento de la fe.” (n.21)

“La Tradición, pues, como fue conocida y vivida por los Padres no es un bloque monolítico fijo,
esclerotizado, sino un organismo pluriforme y lleno de vida. Es una praxis de vida y de doctrina que
conoce, por una parte, también dudas, tensiones, incertidumbres y, por otra, decisiones oportunas y
valientes, revelándose de gran originalidad y de importancia decisiva. Seguir la Tradición viva de los
Padres no significa agarrarse al pasado en cuanto tal, sino adherirse con sentido de seguridad y libertad de
impulso en la línea de la fe, manteniendo una orientación constante hacia lo fundamental; lo que es
esencial, lo que permanece y no cambia. Se trata de una fidelidad absoluta, en tantos casos llevada y
probada "usque ad sanguinis effusionem" al dogma y a aquellos principios morales y disciplinares que
demuestran su función insustituible y su fecundidad precisamente en los momentos en que se están
abriendo camino cosas nuevas.” (n.22).

Los padres son testigos de un método teológico luminoso y seguro:

“El delicado proceso de inserción del cristianismo en el mundo de la cultura antigua, y la necesidad de
definir los contenidos del misterio cristiano frente a la cultura pagana y a las herejías, estimularon a los
Padres a profundizar y a explicar racionalmente la fe con la ayuda de las categorías de pensamiento
mejor elaboradas por las filosofías de su tiempo, especialmente por la refinada filosofía helenística. Una
de sus tareas históricas más importantes fue dar vida a la ciencia teológica, y crear para su servicio
algunas coordenadas y normas de procedimiento, que se han revelado valederas y eficaces incluso para
los siglos posteriores, como demostraría en su obra Santo Tomás de Aquino, fidelísimo a la doctrina de
los Padres.

En esta actividad de teólogos se perfilan en los Padres algunas actitudes y momentos particulares que
tienen gran interés y que es preciso tener presentes incluso hoy en los estudios sagrados:

a) el recurso continuo a la Sagrada Escritura y al criterio de la Tradición;


b) la conciencia de la originalidad cristiana, aun reconociendo las verdades contenidas en la cultura
pagana;
c) la defensa de la fe como bien supremo, y la profundización constante del contenido de la Revelación;
d) el sentido del misterio y la experiencia de lo divino.” (n.25)

a) el recurso continuo a la Sagrada Escritura y al criterio de la Tradición;


“La teología nació de la actividad exegética de los Padres, «in medio Ecclesiae», y especialmente en
las asambleas litúrgicas, en contacto con las necesidades espirituales del Pueblo de Dios. Una exégesis
en la que la vida espiritual se funde con la reflexión racional teológica, mira siempre a lo esencial,
aunque en la fidelidad a todo el sagrado depósito de la fe. Se centra enteramente en el misterio de
Cristo, en el cual convergen todas las verdades particulares en una síntesis admirable. Antes que perderse
en numerosas problemáticas marginales, los Padres buscan abarcar la totalidad del misterio cristiano,
siguiendo el movimiento fundamental de la Revelación y de la economía de la salvación, que va de Dios,
a través de Cristo, a la Iglesia, sacramento de la unión con Dios y dispensadora de la gracia divina, para
volver a Dios.” (n.27)

b) “la conciencia de la originalidad cristiana incluso en el reconocimiento de las verdades contenidas


en la cultura pagana”: obra de encuentro entre originalidad cristiana y culturas (inculturación cristiana):
ahondamiento continuo del contenido de la Revelación.
“(…) los Padres, conscientes del valor universal de la revelación, iniciaron la gran obra de la
inculturación cristiana, como se dice hoy día. Han llegado a ser el ejemplo de un encuentro fecundo
entre fe y cultura, entre fe y razón, permaneciendo como guías para la Iglesia de todos los tiempos,
empeñada en anunciar el Evangelio a los hombres de culturas tan diversas y en trabajar en medio de ellos.

Como se ve, gracias a tales actitudes de los Padres, la Iglesia se da a conocer desde sus comienzos «por
naturaleza misionera» también al nivel del pensamiento y de la cultura, y por esto el concilio Vaticano II
prescribe que «tal adaptación de la predicación de la palabra revelada se mantenga como norma de
toda evangelización.» (n.32)

c) “La defensa de la fe como bien supremo y el ahondamiento continuo del contenido de la


revelación”. Defensa de la fe (apología/defensa de los herejes) pero también viraje de la fe en el contexto
cultural griego romano = progreso dogmático.

“Dentro la Iglesia, el encuentro de la razón con la fe ha dado origen a muchas y largas controversias que
han interesado los grandes temas de los dogmas trinitario, cristológico, antropológico, escatológico. En
tales ocasiones los Padres, al defender las verdades que atañen a la esencia misma de la fe, fueron los
protagonistas de un gran avance en el conocimiento de los contenidos dogmáticos, prestando un valioso
servicio al progreso de la teología. (…)” (n.33)

“El desarrollo dogmático, que fue llevado a cabo por los Padres no como proyecto abstracto puramente
intelectual, sino las más de las veces en las homilías, en medio de las actividades litúrgicas y pastorales,
constituye un excelente ejemplo de renovación en la continuidad de la Tradición. (…)” (n.35)

d) el sentido del misterio y la experiencia de lo divino.

• humildad frente al misterio de Dios «inenarrable»; «no solum discens sed patiens divina».
• unión de la dos dimensiones del conocimiento y del amor: intellectum valde ama (Aug., ep.
120,3,13)

“En sus actitudes de teólogos y de pastores se manifestaba en grado altísimo el sentido profundo del
misterio y la experiencia de lo divino, que los protegía de las tentaciones que podían venir sea de un
racionalismo demasiado exagerado, sea de un fideísmo simplista y resignado.” (n.37)

“En su modo de expresarse es a menudo perceptible el sabroso acento de los místicos, que deja traslucir
una gran familiaridad con Dios, una experiencia vivida del misterio de Cristo y de la Iglesia, y un
contacto constante con todas las genuinas fuentes de la vida teologal considerado por ellos como
situación fundamental de la vida cristiana. Se puede decir que, en la línea del agustiniano "intellectum
valde ama", los Padres aprecian, ciertamente, la utilidad de la especulación, pero saben que ella no basta.
En el mismo esfuerzo intelectual para aprender la propia fe, ellos practican el amor, que haciendo amigo
al que conoce con el conocido, llega a ser, por su misma naturaleza fuente de nuevo conocimiento. En
efecto, "ningún bien es perfectamente conocido ni solo es perfectamente amado.” (n 39)

Los padres son testigos de una riqueza:


• Cultural: por la capacidad de hacer encontrar evangelio y cultura.
• Espiritual: por la novedad y la radicalidad de la acogida alegre del evangelio en la vida.

“Muchos Padres eran «convertidos»; el sentido de la novedad de la vida cristiana se unía en ellos a la
certeza de la fe. Por eso brotaba en las comunidades cristianas de su tiempo una «vitalidad explosiva»,
un fervor misionero, un clima de amor que impelía a las almas al heroísmo de la vida diaria personal y
social, especialmente con la práctica de las obras de misericordia, limosnas, cuidado de los enfermos, de
las viudas, de los huérfanos, estima de la mujer y de toda persona humana, respeto y generosidad en el
trato a los esclavos, libertad y responsabilidad frente a los poderes públicos, defensa y sostén de los
pobres y oprimidos, y con todas las formas del testimonio evangélico requeridas por las circunstancias de
lugar y tiempo, llevado, tal vez, hasta el sacrificio supremo del martirio.” (n.44)

• Apostólica: por sus obras que han nacido en relación a los problemas pastorales de su tiempo.

“Otra razón del atractivo y del interés de las obras de los Padres es, que son netamente pastorales; esto es,
compuestas con fines apostólicos. Sus escritos son catequesis y homilías, refutación de herejías,
respuestas a consultas, exhortaciones espirituales o manuales destinados a la instrucción de los fieles. De
esto se deduce que los Padres se sentían comprometidos con los problemas pastorales de su tiempo…”
(n.45)

“Todo en su acción pastoral y en su enseñanza es reconducido a la caridad y la caridad a Cristo, camino


universal de salvación. Ellos todo lo refieren a Cristo, recapitulación de todas las cosas (Ireneo),
deificador de los hombres (Atanasio), fundador y rey de la cuidad de Dios, que es la Iglesia (Agustín). En
su perspectiva histórica, teológica y escatológica, la Iglesia es el Christus totus que «va peregrinando
entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios, desde los tiempos de Abel, el primer justo
muerto por su cruel hermano, hasta la consumación de los siglos».” (n.46)

Algunas reflexiones. Aportaciones:


• Las precisiones de los fundamentos de la “regula fidei” expresada en los cuatro primeros
concilios (Nicea 325, Constantinopla 381, Efeso 431, Calcedonia 451).
• La fijación del canon neotestamentario.
• La liturgia eclesial.
• La estructuración de la Iglesia.
• Las conquistas sobre el plano moral; respecto por el hombre todavía no nacido, por le recién
nacido también por el deformado, los pobres, los enfermos, el respeto por la mujer, el uso de los
bienes, la igualdad de los hombres.

Gran influjo suscitado.


1. John Henry Cardenal Newman (1801-1890): En su vida, sobre todo en su conversión. Los Padres
tienen un rol decisivo. De ellos toma inspiración, alimento y apoyo.
Newman había entendido en el 1839 que el pensamiento de los Padres estaba en neto contraste con el
pensamiento de los protestantes.
Pero ¿es posible sostener el Anglicanismo? “Los principios y los procedimientos de la Iglesia de hoy eran
idénticos a los de la Iglesia de entonces; los principios y procedimientos de los heréticos de entonces eran
los de los protestantes de hoy. Lo descubrí casi con terror; había una semejanza espantosa”.
“Vi claramente que en la historia de la herejía arriana, los arrianos puros eran los protestantes, los semi-
arrianos eran los anglicanos y Roma era siempre la misma, entonces como hoy”.
“Cuando entré en la comunión católica, leía a los Padres con delicia, sintiendo que en ellos yo encontraba
mucho más de todo lo que había perdido”.

• Henri de Lubac: Sources Chrétiennes (1942)


• Jean Daniélou
• Hans Urs von Baltasar
• Yves Congar
• Joseph Ratzinger: “Pueblo y casa de Dios en la enseñanza sobre la Iglesia de San Agustín” (1953)

“De la vida atenta a sus Padres, la Iglesia todavía hoy vive; sobre la estructura puesta por sus primeros
constructores aún hoy la Iglesia viene edificada”

Texto de referencia: Congregación para la educación católica. El estudio de los padres de la Iglesia en la
formación sacerdotal, Instrucción, 10.11.1989, en part. Cap. 2 nn.17-47.
 
Además: 
• "Seminarium" n.s. 30(1990): numero monografico sull'Istruzione con interventi di Di Berardino,
Grossi, De la Potterie e altri.
• B. Studer, Il dialogo patristico con Dio. Per quali motivi si studiano in teologia i Padri della
Chiesa?, in AA.VV., I Padri della Chiesa e la teologia, a cura di A. Orazzo, Cinisello B. San Paolo
1995, pp.17-31.
• AA.VV., Lo studio dei Padri della Chiesa oggi, (Biblioteca di scienze religiose 96) a cura di E.
Dal Covolo e A. Triacca, Roma, LAS 1991.

Recapitulación

Capítulo III: Una clave de lectura.

Introducción: difusión y anuncio del Kerigma

“Les dijo: Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al
tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados,
comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan.” (Lc
24, 46-47)

Cuadro sintético:
• El Sitz im Leben de los primeros siglos, es decir, el entorno histórico, social e intelectual de este
período pre-niceno:
• Gnosis y sectas gnósticas: esfuerzo del pensamiento filosófico por transformar el cristianismo
en una filosofía religiosa. Judaísmo y judeo-cristianismo: primeras herejías. Helenismo
griego: eclecticismo. Roma: sincretismo.
• En este periodo hay una defensa de la identidad del cristianismo, la predicación del kerigma;
de frente a un mundo hostil en contra de esta corrientes anteriores.
• El cristianismo da una nueva visión de Dios Uno y Trino; un mundo creado, no eterno; del
hombre: hijo de Dios.
• El agnosticismo concebía la religión cristiana como una filosofía, lo reduce a una teoría.

I. Movimiento gnóstico: tratados


• En el origen existió una ruptura con el mundo divino.
• La concepción dualística y negativa del mundo material.
• El mito de la creación del mundo: El demiurgo, Dios del Antiguo Testamento.
• El encarcelamiento y la reintegración de las partículas en el mundo divino por medio de una
revelación de un redentor celeste.
Nag Hammandi, fuente encontrada de textos agnósticos en copto.

En cuanto al origen del agnosticismo, algunos dicen que surgió dentro de la misma Iglesia, pero
en realidad fue un movimiento precristiano. Su inicio fue con Simón el mago en el año 40 d. C. Para ellos
dios es absoluto, incognoscible, lejano, un abismo. Sofía ha cometido el primer pecado. Un
intermediario es el Demiurgo, creador del mundo de la materia, lo comparan con Cristo.

Tiene muchos contrastes con nuestra fe. No hay pecado original, sino sólo personal.

II. El judaísmo
A) Grupos: esenios, saduceos, fariseos, zelotas, sicaros.
1. Es un pueblo geocéntrico. Jacob y Esaú.
Fariseos, los que estaban separados, pues según ellos eran los que permanecían fieles. En la destrucción
del templo, para los primeros era una nueva oportunidad y los segundos los saduceos, era apocalíptica.

La “destrucción” del 70 d.C. Durante el asedio de Jerusalén, Johanan ben Zakkaj salió de Jerusalén en un
ataúd y le ofreció a Tito la neutralidad de los fariseos. Yamnia. Las otras facciones desaparecieron.

B) Los judeocristianos. Son todos lo que no provienen del mundo helenístico. Cuatro corrientes:
• Santiago: (primer obispo de Jerusalén) tendencia radical que fueron perseguidos por Pablo y
que en el s. II salieron de la ortodoxia para confluir en el ebionismo.
• Pedro y Marcos: Se alejaron mucho de la corriente judaizante por la fuerte insistencia sobre la
divinidad de Cristo.
• Pablo: abierto a los gentiles.
• Juan: se aleja mucho de la corriente judaizante por su fuerte insistencia sobre la divinidad de
Cristo.

C) Primeras herejías:
Los ebionitas (ebion: pobre) Jesús es el Mesías, pero es un simple hombre. No es preexistente, un sumo
ángel (Cfr. Col. 1, 12-20) Ven según la ley judaica y rechazados por Pablo. Evangelio de Mateo.
Rechazan los sacrificios sanguíneos.

Docetismo: (dokeo, aparecer). Cristo ha poseído aparentemente un cuerpo, no es ni verdadero


hombre, ni verdadero Dios.
La diáspora judía del s. I. entre ellos habían cristianos que extendieron el evangelio por muchos
lugares.
El cristianismo surge en el mundo romano y se expresa en las categorías helénicas.

III. Helenismo griego


Eclecticismos y escuelas filosóficas: Aristotelismo, platonismo, pitagorismo, cinismo, epicureismo,
estoicismo, el eclecticismo contagió todas las escuelas.
La filosofía: ¿Qué me dice sobre Dios, el mundo y el hombre?
Cual es la propuesta de salvación.

IV. Roma
Sincretismo: mezcla de todo, ej. Panteón. Distinguir:
Cultos: la religión del mundo greco-romano era distante de la relación personal con la
divinidad, además por no tener un solo Dios (politeísmo).
Sacra pública: A favor del pueblo, aere público. El Emperador: Augusto y el rito político-
religioso: cuando morían eran venerados como divinidades. El tres de enero el emperador recibía la
contribución de las provincias romanas.
Los cristianos no hacían el culto y no contribuían económicamente a la religión, esta fue una de las
causas de la persecución.
Sacra privada: Religiosidad mistérica: cultos egipcios a Isis, Mitra, etc.; el hermetismo: culto de
Hermes –Teurgia –Magia: varias formas de divinización, astrología, oráculos, sibille –Religión de la
familia

Conclusión: El anuncio cristiano se confrontó desde el principio con las corrientes filosóficas y
culturales del tiempo. El encuentro no fue inmediato, ni fácil: los Padres pusieron restricciones respecto
a una impostación cultural que pretendió subordinar la verdad de la Revelación a la interpretación de
los filósofos.
El grande problema y enemigo, es querer cambiar la revelación por el conocimiento, por una
salvación humana y por palabras e interpretaciones humanas.

Primer período: bajo el signo de los Apóstoles

1. Los Padres Apostólicos

• Los autores que han vivido entre los dos primeros siglos.
• Han tenido una cierta afinidad con los apóstoles.
• Formaban parte del canon neotestamentario para algunas Iglesias, por contener contenidos
teológicos canónicos. Literatura cristiana no inspirada.
• Didajé, san Clemente, San Ignacio, san Policarpo, Pastor de Hermas, Bernabé.

Capítulo IV. La Didaché

1. Historia de la didajé.
• Autor anónimo, desconocido.
• «Doctrina de los doce apóstoles». Compuesto probablemente en Siria en el s. I d.C.
• Fue descubierto en el año 1873 y publicado en el 1883 por Philótheos Bryènnios, obispo griego
de Nicomedia (Constantinopla). Primer texto importante de la época post-apostólica. De
legislación apostólica.

La Didaché (en griego, «doctrina») es un compendio de preceptos morales, instrucciones sobre


la organización de las comunidades cristianas y reglas litúrgicas. Contiene las más antiguas oraciones
eucarísticas y prescripciones sobre el bautismo, sobre el ayuno y sobre la oración. Presenta al hombre
nuevo que vive en un mundo nuevo. «Inspirada» por los protocristianos, citada da Clemente
Alejandrino u por Orígenes; apócrifa por Eusebio de Cesárea, aconsejada por Atanasio.

2. Análisis de la Didache

Opúsculo dividido en 16 capítulos.

• Catequesis moral (1-6) basada sobre las dos caminos.


• Instrucción litúrgica (7-10): bautismo, ayuno, oración y Eucaristía.
• Instrucciones disciplinares (11-15): obligaciones y deberes de caridad.
• Epílogo (16): la Parusía.

A) Doctrina moral

El fundamento es Dios. Se reduce a dos caminos, la vía de la vida y de la muerte.


La vía de la vida corresponde a:
• Deber hacia Dios y el prójimo (I).
• Deberes personales: huir del mal (II-III,6), la virtud (III,7-10).
• Deberes sociales (IV) hacia los representantes de Dios, los pobres (5-8), hijos y los siervos (9-
10).
• Deberes de caridad (XII-XIII)
• Confesar los pecados (14)

B) Doctrina litúrgica

Bautismo: (VII) Materia: agua viva (p. ej. del río), corriente, fría, caliente. Fórmula: trinitaria. Modo:
inmersión e infusión. Condición: ayuno, días para los cristianos. Oración: (VIII) Fórmula del “Padre
Nuestro” más antigua. Orar con esta oración tres veces al Día.

C) Doctrina: Eucaristía.
• Menciones: IX-X, XIV-XV. Debe ser precedida por dos oraciones e invocaciones.
• Sólo para los bautizados en el nombre del Dios.
• Agradecimiento: consiste en otra oración.
• Se concluye con la fórmula litúrgica: Maran Atha.
• Fórmula no fijada por los “profetas”.
• Cada domingo (XIV,1).

Con la didajé el autor intenta catequizar una comunidad, mostrándole las dos vías: la del mal
(camino de perdición) y del bien (camino de salvación). Era previa al bautismo, como catequesis. En
esto se diferencian los cristianos de los paganos, en que han emprendido este último camino y se han
bautizado.

3. Doctrina: disciplina
Según los carismas:
• Apóstoles (más importantes) (XI, 4).
• Profetas (más carismáticos) (XI, 7).
• Doctores (explicaban el evangelio) (XIII ,2; XV, 1-2).
Estos tres tipos eran los misionarios itinerantes.

La jerarquía: Obispos (XV) y diáconos. En esta jerarquía no se hablaba de sacerdote, por que el
sacerdocio se refería propiamente a los sumos sacerdotes judíos.

4. Epílogo: la parusía
El regreso de Cristo que viene a juzgar a los hombres e inaugurar el Reino (XV). Es necesario
vigilar, perseverar y ayudarse para ser perfectos. Se multiplicarán los falsos profetas, entonces se
manifestarán las señales de la verdad.
La esperanza de este regreso es el gran motivo del Didaché. Los primeros cristianos tenían el deseo que
fuese próximo.

• CAPÍTULO
• Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos
caminos.
• El camino de la vida es éste: Amarás en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu
prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo hagas tú a otro.
• Y de estos preceptos la enseñanza es ésta: Bendecid a los que os maldicen y rogad por vuestros
enemigos, y ayunad por los que os persiguen. Porque ¿qué gracia hay en que améis a los que os
aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Vosotros amad a los que os odian, y no tengáis enemigo.
• Apártate de los deseos carnales. Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele la
izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él durante una milla, acompáñale dos. Si
alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues
tampoco puedes.
• A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se dé a todos de sus propios
dones. Bienaventurado el que da conforme a este mandamiento, pues éste es inocente. ¡Ay del que
recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que
dar cuenta de por qué recibió y para qué: puesto en prisión, se le examinará sobre lo que hizo, y no
saldrá hasta que no devuelva el último cuadrante.
• También está dicho acerca de esto: que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quién das.

• CAPÍTULO
• El segundo mandamiento de la Enseñanza es éste.
• No matarás, no adulterarás, no corromperás a los menores, no fornicarás, no robarás, no practicarás la
magia o la hechicería, no matarás el hijo en el seno materno, ni quitarás la vida al recién nacido. No
codiciarás los bienes del prójimo.
• No perjurarás, no darás falso testimonio. No calumniarás ni guardarás rencor.
• No serás doble de mente o de lengua, pues la doblez es lazo de muerte.
• Tu palabra no será mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por las obras.
• No serás avaro, ni rapaz, ni hipócrita, ni malvado, ni soberbio. No serás codicioso, o rapaz, o hipócrita,
o malicioso, o orgulloso, no escucharás consejos maliciosos contra el prójimo.
• No tramarás planes malvados contra tu prójimo. No odiarás a hombre alguno, sino que a unos los
convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma.

• CAPÍTULO
• Hijo mío, aléjate de todo lo que es malo, y de todo lo que se le parezca.
• No te irrites, porque la furia lleva al asesinato. No seas celoso, querelloso, de temperamento rápido,
pues todo esto lleva a matar.
• Hijo mío, no seas carnal, porque la carne lleva a la fornicación, no seas un hablador sucio, no te
vanaglories mucho, porque de todas estas cosas sale el adulterio.
• Hijo mío, no seas un observador de presagios o agüeros, no seas un hechicero, ni astrólogo, ni
purificador, ni desees ver estas cosas, porque de todo esto nace la idolatría.
• Hijo mío, no seas mentiroso, la mentira lleva al robo, no seas codicioso o engreído, de todas estas
cosas surge el robo.
• Hijo mío, no seas un murmurador, ya que lleva a la blasfemia, no seas de mente enferma o voluntad
egoísta, porque de todo esto nacen las blasfemias.
• Mas bien sé manso, porque los mansos heredarán la tierra;
• Se sin embargo generoso, ten compasión, no hagas daño, se pacífico, y bueno, y ten temor siempre de
las palabras que has escuchado.
• No te exaltarás a ti mismo, ni darás demasiada confidencia a tu alma. Tu alma no se debe unir con las
engreídas, sino que debe caminar con las almas justas y humildes.
• Acepta todo lo que te pasa como bueno, sabiendo que sin Dios nada pasa.

• CAPÍTULO
• Hijo mío, te acordarás de día y de noche del que te habla en la palabra de Dios, y le honrarás como
al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del Señor, allí está el Señor.
• Buscarás cada día los rostros de los santos, para hallar descanso en sus palabras.
• No harás cisma, sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción
de personas para reprender las faltas.
• No andarás con alma dudosa de si sucederá o no sucederá.
• No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar.
• Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados.
• No vaciles en dar, ni murmurarás mientras das, pues has de saber quién es el buen recompensador de
tu limosna.
• No rechazarás al necesitado, sino que tendrás todas las cosas en común con tu hermano, sin decir que
nada es tuyo propio; pues si os son comunes los bienes inmortales, cuánto más los mortales.
• Tu mano no se levantará de tu hijo o de tu hija, sino que les enseñarás desde su juventud el temor de
Dios.
• No mandarás con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que
dejen de temer a Dios que está sobre unos y otros... porque El viene no a llamar de acuerdo a las
apariencias, sino a lo que el Espíritu ha preparado.
• Vosotros, los esclavos, someteos a vuestros señores como a imagen de Dios con reverencia y temor...
• Odiarás la hipocresía y todo lo que no es grato a Dios;
• No abandonarás los mandamientos del Señor, sino guardad lo que has recibido, sin agregarle o
quitarle;
• En la Iglesia confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia. Este es el
camino de la vida.

• CAPÍTULO
• El camino de la muerte es éste. Primero de todo, es maligno, y lleno de maldiciones, se encuentran
asesinatos, adulterios, concupiscencia, fornicación, robos, idolatrías, brujerías, orgullo, malicia,
engreimiento, mal hablados, celos, audacia, orgullo, arrogancia.
• Hay aquellos que acosan al bueno, amantes de la mentira, no conocen la recompensa de la rectitud,
no se acercan al juicio bueno y correcto, no miran por lo bueno sino que por lo malo, de quienes la
humildad y paciencia están lejos, amando cosas que son vanas, buscando recompensas, no
teniendo compasión del necesitado, no trabajando por el que está en problemas, no conociendo al
que los hizo, asesinos de niños, corruptores de la imagen de Dios, quienes se alejan de los
necesitados y los oprimen más en sus problemas, jueces injustos de los pobres, errando en todas las
cosas. De todo esto, hijos, sean librados.

• CAPÍTULO
• Ve que nadie te impulse a errar de este camino de la doctrina, porque te aparta de Dios.
• Si tú eres capaz de soportar el yunque del Señor, serás perfecto; pero si no eres capaz, haz lo que seas
capaz.
• Referente a la comida, soporta lo que seas capaz, pero ten cuidado con las cosas ofrecidas como
sacrificios a los ídolos, porque es el servicio de dioses infernales.

• CAPÍTULO 7
• Y referente al bautismo, bautiza de este modo: habiendo recitado estos preceptos, bautiza en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, en agua viva;
• Pero si no tienes agua corriendo, bautiza en otra agua, y si no puedes bautizar en agua fría, hazlo con
agua tibia;
• Pero si no tienes ninguna, echa agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo.
• Y antes del bautismo, el bautizado y el que bautiza debe ayunar previamente, y todos los que
puedan. Tú le ordenarás al que esta bautizando que ayune uno o dos días antes.

• CAPÍTULO
• Pero no hagas que tu ayuno sea con los hipócritas, porque ellos ayunan en el segundo y quinto día de
la semana. Más bien, ayuna en el cuarto y sexto día.
• No ores como los hipócritas, sino como el Señor lo ha ordenado en su evangelio, ora así: Padre
Nuestro que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase Tu
voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras
deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en tentación y
líbranos del mal. Tuya es la gloria y el poder por siempre.
• Tres veces al día reza de esta manera.

• CAPÍTULO
• Referente a la Eucaristía, da gracias de esta manera.
• Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David Tu siervo, la que nos diste a conocer a
nosotros por medio de Jesús, Tu siervo. A Ti la gloria por los siglos.
• Luego sobre el trozo (de pan): Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento, que
nos diste a conocer por medio de Jesús Tu siervo. A Ti la gloria por los siglos.
• Como este fragmento estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida Tu
Iglesia de los confines de la tierra en Tu reino. Porque Tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por
siempre.
• Que nadie coma ni beba de vuestra comida de acción de gracias, sino los bautizados en el
nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No deis lo que es santo a los perros.

• CAPÍTULO
• Después de saciaros, da gracias así:
• Te damos gracias, Padre santo, por Tu santo nombre que hiciste morar en nuestros corazones, y por el
conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de Jesús, Tu Hijo, para
El sea la gloria por siempre.
• Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento
y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Más a nosotros nos hiciste el don de un alimento
y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu Hijo.
• Por sobre todo, Te agradecemos que nos puedas salvar; para El sea la gloria por siempre.
• Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu caridad, y
congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en Tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el
poder y la gloria por los siglos.
• Has que venga la gracia, y deja que pase este mundo. Hosanna al Hijo de David. Si alguien es santo
déjalo venir (a la Eucaristía); si no lo es, déjalo que se arrepienta. Maranatha. Amen.
• A los profetas, dejadles dar gracias cuanto quieran.

• CAPÍTULO
• Quienquiera que, entonces, venga y te enseñe todas las cosas que se han dicho antes, recíbelo;
• Pero si el mismo maestro, extraviado, os enseña otra doctrina para vuestra disgregación, no le
prestéis oído; si, en cambio, os enseña para aumentar vuestra justicia y conocimiento del Señor,
recibidle como al mismo Señor.
• Concerniente a los apóstoles y profetas, actúa de acuerdo a la doctrina del Evangelio.
• Deja que cada apóstol que viene a ti sea recibido como al Señor.
• El se quedará un día, y si es necesario, dos, pero si se queda por tres días, él es un falso profeta.
• Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide
dinero, es un falso profeta.
• Y no atentarás o discutirás con ningún profeta que hable en el Espíritu, porque todos los pecados serán
perdonados, pero este pecado no será perdonado.
• Con todo, no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En
efecto, por el modo de vida se distinguirá el verdadero profeta del falso.
• Y cada profeta que ordene en el Espíritu que se tienda la mesa, no deberá comer de ella él mismo, si lo
hace, es un falso profeta;
• y cada profeta que enseñe la verdad, si no la practica, es un falso profeta;
• y cada profeta, probado como verdadero, y trabajando en el misterio visible de la Iglesia, pero que no
enseña a otros a hacer lo que el hace, no debe ser juzgado por ti, porque tiene su juicio con Dios,
porque así hicieron los profetas del pasado.
• Pero al que dice en espíritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le prestéis oído. En cambio si dice
que se dé a otros necesitados, nadie lo juzgue.

• CAPÍTULO
• Todo el que viniere en nombre del Señor, recibidle. Luego examinándole le conoceréis por su
derecha y por su izquierda, pues tenéis discernimiento, conocimiento de lo bueno y de lo malo.
• Si la persona que viene es un peregrino, asístelo en lo que puedas, pero no se debe quedar contigo por
más de dos o tres días, al menos haya una necesidad.
• Si quiere quedarse entre vosotros, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento.
• Si no tiene oficio, proveed según prudencia, de modo que no viva entre vosotros cristiano alguno
ocioso.
• Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de un traficante de Cristo. De ésos mantente lejos.

• CAPÍTULO
• Todo auténtico profeta que quiera morar de asiento entre vosotros es digno de su sustento.
• Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como el trabajador, su sustento.
• Por tanto, tomarás siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las
ovejas, y las darás como primicias a los profetas, pues ellos son vuestros sumos sacerdotes.
• pero si no hay profetas, dalo a los pobres.
• Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato.
• Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas.
• De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias, según te pareciere, y dalas
conforme al mandato.

• CAPÍTULO
• En el día del Señor reuníos y romped el pan y haced la Eucaristía, después de haber confesado
vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro.
• Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con vosotros hasta que no se hayan
reconciliado, para que no sea profanado vuestro sacrificio.
• Este es el sacrificio del que dijo el Señor: "En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro:
porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones"

• CAPÍTULO
• Elegíos obispos y diáconos dignos del Señor. Hombres mansos, no amantes del dinero, sinceros y
probados; porque también ellos os sirven a vosotros en el ministerio de los profetas y maestros.
• No los despreciéis, ya que tienen entre vosotros el mismo honor que los profetas y maestros.
• Repréndanse unos a otros, no con ira sino pacíficamente, como lo manda el Evangelio; y, no dejes que
nadie hable a nadie que actúe desordenadamente referente al prójimo, ni le dejes escuchar de ti hasta
que se arrepienta.
• Que tus oraciones y alma y todas tus obras hagan como lo manda el Evangelio de nuestro Señor.

• CAPÍTULO
• Vigilad sobre vuestra vida. No se apaguen vuestras linternas, y no dejen de estar ceñidos vuestros
lomos, sino estad preparados, pues no sabéis la hora en que vendrá nuestro Señor.
• Reuníos con frecuencia, buscando lo que conviene a vuestras almas, pues de nada os servirá todo el
tiempo en que habéis creído si no consumáis vuestra perfección en el último momento.
• En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se convertirán en
lobos, y el amor se convertirá en odio.
• En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre si, y se perseguirán y se traicionarán:
entonces aparecerá el extraviador del mundo, como hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la
tierra será entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se han cometido desde siglos.
• Entonces la creación de los hombres entrará en la conflagración de la prueba, y muchos se
escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán salvados por el mismo que había
sido maldecido.
• Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la abertura del cielo, luego el
del sonido de trompeta, en tercer lugar, la resurrección de los muertos,
• -- no de todos los hombres, sino, como está dicho: “Vendrá el Señor y todos los santos con Él” (Zac
14, 5).
• Entonces el mundo verá al Señor viniendo de entre las nubes del cielo ¡¡¡Patriarca!!!

Capítulo V. San Clemente I (? - 97 d.C. aprox.)

• De origen hebreo, hebreo helenista.


• Ordenado por el mismo san Pedro.
• El primero de los padres apostólicos y santo.
• El tercer obispo de Roma (82-97 aprox.), en el tiempo de Domiciano.
• Mártir, condenado a la inmersión.
• Escribió una carta a los corintios (96 aprox.)
• Conciencia del “primado romano” basado sobre la autoridad de los apóstoles.

I. Contexto histórico-geográfico

1. Roma:
Vespasiano-Tito: La construcción del Coliseo. El anfiteatro Flavio de Roma, erigido por
Vespasiano a partir del 75 d.C. en el lugar donde un tiempo estaba el lago de la Domus Aurea de Nerón e
inaugurado por Tito en el 80 con tres meses de juegos y de ceremonias públicas.

2. Durante la segunda persecución: Domiciano (96 d.C.).


• Emperador romano (81-96) perteneciente a la dinastía Flavia.
• Segundogénito de Vespasiano, subió al trono a la muerte del hermano Tito.
• Conflicto con la aristocracia senatorial.
• Se proclamó dominus et deus, es decir “señor y dios”.
• Persiguió a los aristócratas: familia Flavia Domitila: Cf. las catacumbas

3. San Juan en la isla de Pátmos. Está en la proximidad de la costa de Turquía, en el mar Egeo. Es una
pequeña isla (tiene una superficie de 34 km 2) en forma de medialuna, de origen volcánico, de territorio
bastante árido; hoy es habitada por unas 2400 personas.

II. Vida:

• “Mas también Pablo atestigua que Clemente –instituido asimismo tercer obispo de la Iglesia de
Roma– fue su colaborador y compañero de lucha”
• “Obispo de Roma por nueve años, del XII año de Domiciano al tercero de Trajano, es decir, del
92 al 100”.
• Tertuliano afirma que Clemente fue ordenado por el mismo san Pedro. Ya Epifanio trató de
conciliar las dos afirmaciones, explicando que Clemente sí fue consagrado por san Pedro, pero
por amor a la paz como primer sucesor de Pedro fue elegido Lino.
• La carta de Clemente y la Carta a los Hebreos tienen un carácter parecido en el pensamiento y
en el estilo.

Su importancia:
Primer padre Apostólico: “Clemente había visto a los mismos apóstoles y se había encontrado
con ellos y tenía aún en sus oídos la resonancia de sus predicaciones y delante de sus ojos su tradición”
(HE III, 16).

III. Obras:

“Carta a los Corintios”:


Síntesis: Habían luchas internas por motivos doctrinales y disciplinares. Se trata de una intervención
acreditada de la Iglesia de Roma en los asuntos interiores de la Iglesia de Corinto, dónde los
presbíteros habían sido depuestos por la rebelión de algunos más jóvenes.

Fecha: Entre el 96-98 (bajo el imperio de Nerva)

Esquema

• Prólogo (1-4) Saludos y cuadro de la Iglesia de Corinto


• I parte: recomendaciones morales para el cristiano (4-38)
• Las virtudes más necesarias: caridad, penitencia, obediencia, compasión, humildad
• Motivos para inducir a la práctica de esas virtudes.
• II parte: Avisos y conceptos prácticos (39-58)
• El orden querido por Dios en la Iglesia.
• Regla de conducta para los Corintios.
• III Parte: La gran oración (59-61)
• Recapitulación (62-65)

“Segunda carta de Clemente”: no es carta ni es de Clemente. La obra presenta un gran interés:


es la más antigua predicación cristiana llegada hasta nosotros. Eusebio declara la falta de referencia a
la tradición. De hecho, la divinidad y la humanidad de Cristo son afirmadas con decisión.

“Dos cartas a las Vírgenes”.

IV. Doctrina:

Empleo de las «cartas»: el ejemplo y la imitación de Pablo quedó normativo en la Iglesia


primitiva, dónde el género literario epistolar resulta ser el preferido. Se piensa en la carta de Clemente, en
las siete cartas de Ignacio, en la carta de Policarpo. ¿Por qué este fenómeno? ¿Cartas? Era el modo de
comunión entre las muchas comunidades. Eran leídas en las liturgias de la comunidad. ¿Por qué a
Pablo? Porque dentro del judeocristianismo, había una fuerte oposición a Pablo, «figura antijudaica».

• Tenemos con esta carta la primera manifestación histórica de la conciencia del «primado
romano» basado sobre la autoridad de los apóstoles. “(…) la Iglesia de Roma –Clemente–,
escribió a los corintios una carta importantísima intentando reconciliarlos en la paz y renovar
su fe y la tradición que tenían recién recibida de los apóstoles”.
• Se afirma de modo explícito y claro la sucesión apostólica (42-44). Constituye el testimonio
más antiguo de la doctrina de la sucesión apostólica: Dios—Jesucristo—Apóstoles—Obispos
y diáconos.
• Argumentos a favor de la resurrección (23-25).
• Acerca de la liturgia: El primero ejemplo de oración universal (59-61).
• Conserva la tradición apostólica porque es leída públicamente durante las reuniones de los fieles.
• Trinidad:
• Dios es pantocrátor: omnipotente. Señor. Creador de todo.
• Cristo es el Kiriós: Cristo doliente (16), Jesús sacerdote y salvador (36). Clemente
recurre a fórmulas trinitarias, pero enseña una concepción cristológica todavía judaizante
en cuanto no le atribuye nunca a Cristo el título de Dios y no da relieve a su
preexistencia.
• Espíritu Santo (2), inspira a los ministros de la gracia (7,1) y habla a través de las
Escrituras (9,23).
• Eclesiología:
• Eclesiología histórico-salvífica: En la base está la idea de la elección, sujeta en la
voluntad de Dios y sobre la común responsabilidad de todos los fieles (59,2).
• Convicción de formar un «pueblo santo».
• Se hace referencia al Antiguo Testamento para articular la comunidad en: sumo sacerdote,
levitas y laicos (40,4).
• Primado de Roma (59).

Contacto con las fuentes

1. Exhortación a la penitencia y al arrepentimiento

VII, 1. “Todo esto, carísimos, os lo escribimos no sólo para amonestaros a vosotros, sino también para
recordándonoslos a nosotros mismos, pues hemos bajado a la misma arena y tenemos delante el mismo
combate.
2. Demos, por tanto, de mano a nuestras vacuas y vanas preocupaciones y volvamos a la gloriosa y
venerada regla de nuestra tradición.
3. Y veamos qué es lo bueno, qué es lo agradable, qué lo acepto de la presencia de nuestro Creador.
4. Fijemos nuestra mirada en la sangre de Cristo, y conozcamos cuán preciosa es a los ojos del Dios y
Padre suyo, pues, derramada por nuestra salvación, alcanzó gracia de penitencia para todo el mundo.
5. Recorramos todas las generaciones y aprendamos cómo el Señor, de generación en generación, dio
lugar a penitencia a los que querían convertirse a Él.
6. Noé predicó la penitencia, y los que escucharon se salvaron.
7. Jonás anunció a los ninivitas la destrucción, mas ellos, arrepentidos de sus pecados, obtuvieron, a
fuerza de súplicas, el perdón de Dios y alcanzaron salvación, no obstante ser ajenos a Dios.”

La promesa divina de perdón al pecador.


VIII, 1. “De la penitencia hablaron los que fueron ministros de la gracia de Dios por el Espíritu Santo.
2. Y el mismo soberano Señor de todas las cosas habló, otrosí, de la penitencia con juramento: Porque
vivo yo –dice el Señor–, que no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta. Y añade una
sentencia buena:
3. Arrepentidos, casa de Israel, de vuestra iniquidad. Dije a los hijos de mi pueblo: “Aun cuando
vuestros pecados alcanzaren de la tierra al cielo y fueren más rojos que la escarlata y más negros que un
manto de piel de cabra y os convirtiereis a mí de toda vuestra alma y me dijereis: “¡Padre!”, yo os
escucharé como a un pueblo santo.”
4. Y en otro lugar dice así: Lavaos y purificaos, quitad las maldades de vuestras almas de delante de mis
ojos; poded término a vuestras maldades; aprended a hacer el bien, buscad el juicio, librad al oprimido,
juzgas al huérfano, haced justicia a la viuda y venid y discutamos, dice el Señor. Y si vuestros pecados
fueren como la púrpura, yo los dejaré blancos como la nieve; y si fueren como escarlata, yo los volveré
blancos como vellón de lana. Y si quisiereis y me escuchareis, comeréis los bienes de la tierra; mas si no
quisiereis ni me escuchareis, la espada os devorará. Porque la boca del Señor es la que ha dicho estas
cosas.
5. Queriendo, pues, el Señor que todos los que Él ama tengan parten en la penitencia, lo confirmó con su
omnipotente voluntad.”

2. La resurrección futura:

XXIV, 1. “Consideremos, carísimos, cómo el Señor nos muestra la resurrección futura, de la que hizo
primicias al Señor Jesucristo, resucitándole de entre los muertos.
2. Miremos, amados, la resurrección que se da en la sucesión del tiempo. 3. El día y la noche nos ponen
un ejemplo patente de la resurrección: Se duerme la noche, se levanta el día; el día se va, la noche viene.
4. Tomemos también el ejemplo de los frutos. ¿Cómo y de qué manera se hace la siembra?.
5. Salió el sembrador y arrojó a la tierra la semilla tras semilla. Caídas éstas en la tierra, secas y
desnudas, empiezan por deshacerse y luego la magnificencia de la providencia del Señor las hace
resucitar de deshechas y de una brotan muchas y llevan fruto.”

La resurrección simbolizada por el ave fénix.


XXV, 1. “Consideremos el maravilloso signo que se da en las tierras de Oriente, es decir, en Arabia.
2. Es el caso que existe un ave que tiene por nombre Fénix; ésta, que es única en su especie, vive
quinientos años y, llegada al punto de su muerte, fabrícase a así misma un ataúd de incienso, mirra y
otras especies aromáticas, en el que se mete al cumplirse el tiempo y allí muere.
3. Según va pudriéndose su carne, nace un gusano, el cual, alimentado de la materia de la putrefacción
del animal muerto, viene a echar alas. Luego, hecho ya fuerte, levanta el ataúd donde están los huesos de
su antecesor y, cargando con todo ello, realiza el viaje de Arabia a Egipto, a la ciudad llamarada
Heliópolis.
4. Y en pleno día, a la vista de todo el mundo, vuelta sobre el altar del Sol y allí deposita los huesos.
Hecho esto, emprende el viaje de vuelta.
5. Ahora bien, los sacerdotes examinan las tablas de los tiempos y comprueban que el ave volvió
cumplidos los quinientos años.”

La resurrección, probada por testimonio de la Escritura.


XXVI, 1. “Luego, ¿vamos a tener por cosa grande y de maravillar que el Artífice del universo haya de
resucitar a cuantos le sirvieron santamente en confianza de fe buena, cuando hasta por medio de un
ave nos manifiesta lo magnifico de su promesa?
2. Dice, efectivamente, en alguna parte: Tú me resucitarás y yo te confesaré. Y: Me dormí y me tomó el
sueño; pero me levanté, por que tú estás conmigo. Y Job igualmente dice: Y resucitarás esta carne mía
que ha sufrido todas estas cosas.”

3. Sucesión apostólica:
XLII, 1. “Los Apóstoles nos predicaron el Evangelio de parte del Señor Jesucristo; Jesucristo fue enviado
de Dios.
2. En resumen, Cristo de parte de Dios, y los Apóstoles de parte de Cristo: una y otra cosa, por ende,
sucedieron ordenadamente por voluntad de Dios.
3. Así, pues, habiendo los Apóstoles recibido de los mandatos y plenamente asegurados por la
resurrección del Señor Jesucristo y confirmados en la fe por la palabra de Dios, salieron, llenos de la
certidumbre que les infundió el Espíritu Santo, a dar la alegre noticia de que el reino de Dios estaba por
llegar.
4. Y así, según pregonaban por lugares y ciudades la buena nueva y bautizaban a los que obedecían el
designio de Dios, iban estableciendo a los que eran primicias de ellos –después de probarlos por el
espíritu– por inspectores y ministros de los que habían de creer.
5. Y esto no era la novedad, pues de mucho tiempo atrás se había ya escrito acerca de tales inspectores y
ministros. La Escritura, en efecto, dice así en algún lugar; Estableceré a los inspectores de ellos en
justicia y a sus ministros en fe.”

El grave pecado de los sediciosos corintios.


XLIV, 1. También nuestros Apóstoles tuvieron conocimiento, por inspiración de nuestro Señor Jesucristo,
que habría contienda sobre este nombre y dignidad del episcopado.
2. Por esta causa, pues, como tuvieran perfecto conocimiento de lo por venir, establecieron a los
susodichos y juntamente impusieron para adelante la norma de que, en muriendo éstos, otros que fueran
varones aprobados les sucedieran en el ministerio.
3. Ahora, pues, a hombres establecidos por los Apóstoles, o posteriormente por otros eximios varones
con consentimiento de la Iglesia entera; hombres que han servido irreprochablemente al rebaño de Cristo
con espíritu de humildad, pacífica y desinteresadamente; atestiguados, otrosí, durante mucho tiempo por
todos; a tales hombres, os decimos, no creemos que se los pueda expulsar justamente de su ministerio.
4. Y es así que cometeremos un pecado nada pequeño si deponemos de su puesto de obispos a quienes
intachable y religiosamente han ofrecido los dones.
5. Felices los ancianos que nos han precedido en el viaje a la eternidad, los cuales tuvieron un fin
fructuoso y cumplido, pues no tienen ya que tener que nadie los eche del lugar que ocupan. 6. Lo cual
decimos porque vemos que vosotros habéis removido de su ministerio a algunos que lo honraron con
conducta santa e irreprochable.

4. El gran ruego universal: súplica de toda la Iglesia


a) Introducción
LIX, 1. “Mas si algunos desobedecieren a las amonestaciones que por nuestro medio os ha dirigido Él
mismo, sepan que se harán reos de no pequeño pecado y se exponen a grave peligro.
2. Mas nosotros seremos inocentes de este pecado y pediremos con ferviente oración y súplica al
Artífice de todas la cosas que guarde íntegro en todo el mundo el número contado de sus escogidos, por
medio de su siervo amado Jesucristo, por el que nos llamó de las tinieblas a la luz, de la ignorancia al
conocimiento de la gloria de su nombre.

b) Oración de alabanza
3. Nos llamaste a esperar en tu nombre, principio de la vida de toda criatura.
Abriste los ojos de nuestro corazón,
para conocerte a Ti,
el solo Altísimo en las alturas,
el Santo que reposa entre los santos.
A Ti, que abates la altivez de los soberbios,
deshaces los pensamientos de las naciones,
levantas a los humildes
y abates a los que se exaltan.
Tú enriqueces y Tú empobreces.
Tú matas y Tú das la vida.
Tú sólo eres bienhechor de los espíritus y
dios de toda carne.
Tú miras a los abismo
y observas las obras de los hombres;
ayudador de los que peligran,
salvador de los que desesperan,
criador y vigilante de todo espíritu.
Tú multiplicas las naciones sobre la tierra,
y de entre todas escogiste a los que te aman,
por Jesucristo, tu siervo amado,
por el que nos enseñaste, santificaste y honraste.

C) Súplica por los necesitados.


4. Te rogamos, Señor, que seas nuestra ayuda y protección.
Salva a los atribulados,
compadécete de los humildes,
levanta a los caídos,
muéstrate a los necesitados,
cura a los enfermos,
vuelve a los extraviados de tu pueblo,
alimenta a los hambrientos,
redime a nuestros cautivos,
da salud a los débiles,
consuela a los pusilánimes;
conozcan todas las naciones
que Tú eres el solo Dios,
y Jesucristo tu siervo,
y nosotros tu pueblo y ovejas de tu rebaño.

d) Nueva alabanza y súplica.


LX. 1. Tú has manifestado la ordenación perpetua del mundo por medio de las fuerzas que obran en él.
Tú, Señor, fundaste la tierra;
Tú, que eres fiel en todas la generaciones,
justos en tus juicios,
admirable en tu fuerza y magnificencia,
sabio en la creación,
y providente en sustentar lo creado,
bueno en tus dones visible
y benigno para los que en Ti confían.
Misericordioso y compasivo,
perdona nuestras iniquidades,
pecados, faltas y negligencias.
2. No tengas en cuenta todo pecado de tus siervos y siervas, sino purifícanos con la purificación de tu
verdad y endereza nuestros pasos en la santidad de corazón,
para caminar y hacer lo acepto y lo agradable delante de Ti y de nuestros príncipes.
3. Sí, oh Señor, muestra tu faz sobre nosotros
para el bien en la paz,
para ser protegidos por tu poderosa mano,
y líbrenos de todo pecado tu brazo excelso,
y de cuantos nos aborrecen sin motivo.
4. Danos concordia y paz con nosotros
y a todos los que habitan sobre la tierra,
como se la diste a nuestros padres
que te invocaron santamente en fe y verdad.

e) Por los gobernantes


Danos ser obedientes a tu omnipotente y santísimo nombre y a nuestros príncipes y gobernantes sobre
la tierra.

LXI. 1. Tú, Señor, les diste la potestad regia,


por tu fuerza magnífica e inefable,
para que, conociendo nosotros
el honor y la gloria que por Ti les fue dada,
nos sometamos a ellos,
sin oponernos en nada a tu voluntad.
Dales, Señor, salud, paz, concordia y constancia,
para que sin tropiezo ejerzan
la potestad que por Ti les fue dada.
2. Porque Tú, Señor, rey celeste de los siglos,
das a los hijos de los hombres
gloria, honor y potestad
sobre las cosas de la tierra.
Endereza Tú, Señor, sus consejos,
conforme a lo bueno y acepto en su presencia,
para que, ejerciendo en paz y mansedumbre y piadosamente
la potestad que por Ti les fue dada,
alcancen de Ti misericordia.
3. A Ti, el solo que puedes hacer esos bienes
y mayores que ésos entre nosotros,
a Ti te confesamos
por el sumo sacerdote y protector de nuestras almas,
Jesucristo, por el cual sea a Ti gloria y magnificencia
ahora y de generación en generación,
y por los siglos de los siglos. Amén.”

Liturgia de las horas:


No se puede destrozar y destruir a la Iglesia con litigas y discordias (46,5-47,4; 48,1-6)
La caridad, alma de la Iglesia. (49, 1-50, 2).

San Ignacio de Antioquia.

• (Antioquia 35 aprox. - Roma 107 d.C.)


• Discípulo de san Juan Evangelista.
• Obispo de Antioquia y mártir.
• Se hacia llamar Teóforo (en griego «portador de Dios»).
• Fue condenado a las bestias bajo el imperio de Trajano.
• Escribe siete cartas.
• Para él la Iglesia era una comunidad de amor reunida en torno al obispo, asistido por un consejo
de presbíteros y diáconos. Fue el primer escritor cristiano en subrayar el nacimiento virginal de
Cristo. La virginidad de María.
• El primero en usar el término «Iglesia católica».

I. Contexto histórico-geográfico:

1. Antioquia fundada en el 301 a. C. por Seleuco I, general y sucesor de Alejandro Magno, capital
seleucide.
• Centro comercial, una de las ciudades famosas de la época.
• Capital oriental del Imperio en el 64 a.C.
• Ahí predicaron los apóstoles y fueron llamados por primera vez «cristianos».
• En el 260 d.C. Antioquia pasó a los persas y por cerca de 1300 años fue dominada por árabes,
bizantinos, cruzados, turcos, croatas y egipcios.
• En los alrededores se encuentra la cueva de San Pedro, lugar de predicación del apóstol, dónde
los cruzados erigieron una Iglesia en el siglo XII-XIII.

• 2. Marco Ulpio Trajano (Itálica, Bética 53 - Cilicia 117 d.C.)
• Emperador romano (98-117 d.C.).
• General prestigioso, guerreó con éxito en los tiempos de Tito, Domiciano y Nerva.
• Victorias en Alemania, en el 88 d.C. Esta empresa le valió la adopción de parte de Nerva y la
designación al título imperial en la sucesión.
• Título de Optimus, calificativo generalmente propio de Júpiter, le fue tributado oficialmente en el
114 d.C.
• En política interna estuvo particularmente atento a las instancias económico-sociales.
• «Columna Trajana»: Guerras contra los Dacios sobre el confín danubiano: las 155 escenas que se
desarrollan en espiral en torno a ella, representan las dos guerras emprendidas contra los Dacios
por el emperador Trajano (101-106 d.C.)

• II. Vida-obras:

• Dos leyendas del «portador de Dios».
• Discípulo de los apóstoles (Pedro y Pablo).
• “(…) Ignacio, el hombre más célebre para muchos hasta el día de hoy, segundo en obtener la
sucesión de Pedro en el episcopado de Antioquia.”
• Es condenado “ad bestias” en el tiempo del Emperador Trajano.
• Durante el viaje a Roma, viene “atado… a diez leopardos”.
• Escribe siete cartas:
• Desde Esmirna escribe cuatro cartas a los obispos: de Efeso (Onésimo), Magnesia
(Damas), Trales (Polibio), Roma.
• Desde Troade escribe tres cartas: a la comunidad de Filadelfia, a la Esmirna y una
personal a Policarpo.
• Argumentos
• Agradecimiento.
• Permanecer unidos en torno al Obispo.
• Mantenerse en guardia en contra de los heréticos.

• En Roma, 107: “Trigo soy de Dios, y por los dientes de las fieras he de ser molido”.
• “En primer lugar los exhortaba a que sobre todo se guardasen de las herejías, que
precisamente por entonces comenzaban a popular, y los excitaba a aferrarse sólidamente a la tradición
de los apóstoles, que, por estar ya él a punto de sufrir el martirio, creía necesario poner por escrito en
gracia de seguridad.”

• III. Doctrina

• Tres temas contra la herejía judeo-gnóstica de docetismo: Los «docetas» sostenían que
Cristo sólo tenía un cuerpo aparente y no real, indigno de Dios. Para ellos la vida humana de Cristo,
sus sufrimientos eran pura apariencia. Por lo tanto, la Eucaristía no es el cuerpo de Cristo, la Iglesia
tampoco…

• 1. La encarnación de Cristo: san Ignacio subraya la humanidad, la carne de Jesús:
“IX, 1.Tapaos, pues, los oídos cuando alguien venga a hablaros fuera de Jesucristo, que desciende del
linaje de David y es hijo de María; que nació verdaderamente perseguido bajo Poncio Pilato, fue
verdaderamente crucificado y murió a la vista de los moradores del cielo, de la tierra y del infierno.
• 2. El cual, además, resucitó verdaderamente de entre los muertos, resucitándole su propio
Padre. Y a semejanza suya, también a nosotros, que creemos en Él, nos resucitará del mismo modo su
Padre; en Jesucristo, digo, fuera del cual no tenemos el verdadero vivir.
• X, 1. Ahora bien, si, como dice algunos, gentes sin Dios, quiero decir, sin fe, sólo la
apariencia sufrió –¡y ellos sí que son pura apariencia!–, ¿a qué estoy yo encadenado? ¿A qué estoy
anhelando luchar con las fieras? Luego de balde voy a morir. Luego falso testimonio doy contra el Señor”

• Cristo es: “Médico de la carne y del espíritu”.

• 2. La figura insustituible del obispo, “tipo-figura del Padre”, signo de la unidad de la
Iglesia y promotor de la santidad de la Iglesia.

• 3. El «mártir» es el verdadero discípulo, verdadero imitador del Señor, ofreciéndose a
sí mismo como «trigo de Dios».

• Contacto con las fuentes

• Liturgia de las horas:
• A los Esmirniotas 1-4.
• A los efesios 2, 2-5, 2.
• A los romanos 4,1-2; 6, 1-8, 3.

• A) Carta a los Esmirniotas
• Firma y saludo.

• Ignacio, por sobrenombre, Portador de Dios:
• A la Iglesia de Dios Padre y del amado Jesucristo; la que alcanzó misericordia en todo
don de la gracia; la que está colmada de fe y de caridad, sin que le falte carisma alguno; la Iglesia
divinísima y portadora de santidad, establecida en Esmirna del Asia: Mi más íntimo saludo en espíritu
irreprochable y en palabra de Dios.

• Loa del destinatario. Profesión de fe (Clavados en el cuerpo y en el alma a la cruz de
Cristo).

• I, 1. Yo glorifico a Jesucristo, Dios, que es quien hasta tal punto os ha hecho sabios; pues
muy bien me doy cuenta de cuán apercibidos estáis de fe inconmovible, bien así como si estuvierais
clavados, en carne y en espíritu, sobre la cruz de Jesucristo, y qué afianzados en la caridad por la sangre
del mismo Cristo. Y es que os vi llenos de certidumbre en lo tocante a nuestro Señor, el cual es, con toda
verdad, del linaje de Dios según la carne, hijo de Dios según la voluntad y poder de Dios, nacido
verdaderamente de una virgen, bautizado por Juan, para que fuera por Él cumplida toda la justicia. 2.
De verdad, finalmente, fue clavado en la cruz bajo Poncio Pilatos y el tetrarca Herodes –de cuyo fruto
somos nosotros, fruto, digo, de sus divina y bienaventurada pasión–, a fin de alzar bandera por los siglos,
por medio de su resurrección, entre sus santos y fieles, ora vengan de los judíos, ora de los gentiles,
aunados en un solo cuerpo de su Iglesia.

• Los docetas, entes aparenciales (El Dios realmente sufrió y realmente resucitó)

• II. Porque todo eso lo que sufrió el Señor por nosotros a fin de que nos salvemos; y lo
sufrió verdaderamente, así como verdaderamente se resucitó a sí mismo, no según dicen algunos
infieles, que sólo sufrió en apariencia, ¡Ellos sí que son la pura apariencia! Y, según como piensan, así
sucederá, que se queden en entes incorpóreos y fantasmales.

• “Tocad, palpad y ved” (La resurrección en la carne)

• III, 1. Yo, por mi parte, sé muy bien sabido, y en ello pongo mi fe, que, después de la
resurrección, permaneció el Señor en su carne.
• 2. Y así, cuando se presentó a Pedro y a sus compañeros, les dijo: Tocadme, palpadme y
ved cómo no soy un espíritu incorpóreo. Y al punto le tocaron y creyeron, quedando compenetrados con
su carne y con su espíritu. Por eso despreciaron la misma muerte o, más bien, se mostraron superiores a la
muerte.
• 3. Es más, después de su resurrección, comió y bebió con ellos, como hombre de carne
que era, si bien espiritualmente estaba hecho una cosa con su Padre.

• Fieras en forma humana. (Soportar todo en Cristo)
• IV, 1. Ahora bien, carísimos, todo eso os lo encarezco, aun a sabiendas de que también
vosotros sentís así. Pero es que yo hago de centinela por vosotros contra esas fieras en forma
humana, a las que es menester que no sólo no las recibáis entre vosotros, sino que, de ser posible, ni aún
toparos debéis con ellas. Lo único que os cumple es que roguéis por ellos, por si hay manera de que se
conviertan, cosa por cierto difícil. Sin embargo, dentro cae eso del poder de Jesucristo, verdadera vida
nuestra.
• 2. Porque si sólo en apariencia fueron hechas todas estas cosas por Nuestro Señor, luego
también yo estoy cargado de cadenas en apariencia. ¿Por qué, entonces, me he entregado yo, muy
entregado, a la muerte, a la espada, a las fieras? Mas la verdad es que estar cerca de la espada es estar
cerca de Dios y encontrarse en medio de las fieras es encontrarse en medio de Dios, lo único que hace
falta es que ello sea en nombre de Jesucristo, como quiera que Él mismo, que se hizo hombre perfecto, es
quien me fortalece.

• Los que niegan son negados. (La pasión de Cristo, nuestra resurrección)

• V, 1. A Él, por desconocerle, le niegan algunos; o, más bien, han sido por Él negados,
como abogados que son antes de la muerte que de la verdad. Gentes a quienes no han logrado convencer
los profetas no la ley de Moisés, no siquiera, hasta el presente, el Evangelio mismo, ni los sufrimientos de
cualquiera de nosotros.
• 2. Y es que sobre nosotros profesan la misma opinión. Porque ¿de qué me aprovecha que
alguien me alabe a mí, si maldice de mi Señor al no confesar que lleva una carne? El que esto no
confiesa, le ha negado absolutamente, y es él entonces quien lleva sobre sí una cadáver.
• 3. Ahora, por lo que hace a sus nombres, como son de gentes infieles, no me pareció bien
consignarlos aquí. Es más: ni aun acordarme quisiera de ellos hasta que se conviertan a aquella pasión
que es nuestra resurrección.

• La caridad piedra de toque
• VI, 1. Que nadie se lleve a engaño: aun las potestades celestes y la gloria de los ángeles y
los príncipes, visibles e invisibles, si no creen en la sangre de Cristo, están también sujetos a juicio. El que
pueda entender que entienda. Que nadie se engría por el lugar que ocupa, pues el todo está la fe y en la
caridad, a las que nada se puede anteponer.
• 2. Por lo demás, respecto a los que profesan doctrinas ajenas a la gracia de Jesucristo,
venido a nosotros, daos cuenta cabal de cuán contrarias son al sentir de Dios. La prueba es que nada se
les da por la caridad; no les importan la viuda y el huérfano, no se les da nada del atribulado, ni se
preocupan de quien esté encadenado o suelto, hambriento o sediento.

• Los herejes huyen de la Eucaristía.
• VII. 1. Se apartan también de la Eucaristía y de la oración, porque no confiesan que la
Eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, la misma que padeció por nuestros pecados, la
misma que, por su bondad, la resucitó el Padre. Así, pues, los que contradicen al don de Dios, mueren y
perecen entre sus disquisiciones. ¡Cuánto mejor les fuera celebrar la Eucaristía, a fin de que resucitaran!
• 2. Conviene, por tanto, apartarse de tales gentes, y ni privada ni públicamente hablar de
ellos, sino prestar toda atención a los profetas, y señaladamente al Evangelio, en el que la pasión se nos
hace patente y vemos cumplida la resurrección. Toda escisión, en cambio, huidla, como principio de
males.

• Todo bajo la dependencia del obispo.
• VIII, 1. Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y al colegio de los ancianos
como a los Apóstoles; en cuanto a los diáconos, reverenciadlos como al mandamiento de Dios. Que
nadie, sin contar con el obispo, haga nada de cuanto atañe a la Iglesia. Sólo aquella Eucaristía ha de
tenerse por válida que se celebre por el obispo o por quien de él tenga autorización.
• 2. Dondequiera apareciere el obispo, allí esté la muchedumbre, al modo que dondequiera
estuviere Jesucristo, allí está la Iglesia universal. Sin contar con el obispo, no es lícito ni bautizar ni
celebrar la Eucaristía; sino, más bien, aquello que él aprobare, eso es también lo agradable a Dios, a fin
de que cuanto hiciereis sea seguro y válido.

• Exhortaciones y gratos recuerdos. Honrar al obispo.
• IX, 1. Razonable cosa es que por fin volvamos sobre nosotros mismos, mientras aun
tenemos tiempo para convertirnos a Dios. Bien está que sepamos de Dios y del obispo. El que honra al
obispo, es honrado de Dios, el que a ocultas del obispo hace algo, rinde culto al diablo.
• 2. Que todo, pues, redunde en gracia para vosotros, pues dignos sois de ello. En todo me
aliviasteis, como a vosotros ruego os alivie Jesucristo. Ausente, lo mismo que presente, me habéis dado
pruebas de vuestro amor. Que Dios sea vuestra paga, a quien alcanzaréis como todo lo soportéis por su
amor.

• Mis cadenas, rescate vuestro.
• X. Bien hicisteis en recibir, como a ministros que son de Cristo Dios, a Filón y Reo
Agatópode, que me van acompañando con la sola mira de Dios.
• Ellos dan también gracias al Señor por vosotros, por haberlos aliviado de todas las
maneras. Nada de eso ha de ser perdido para vosotros.
• 2. Por rescate vuestro ofrezco mi espíritu y mis cadenas, que vosotros no
despreciasteis altivamente ni os avergonzasteis de ellas. Tampoco de vosotros se avergonzará Aquel que
es nuestra cabal esperanza: Jesucristo.

• Un embajador de Dios a Antioquia.
• XI, 1. Vuestra oración ha llegado hasta la Iglesia de Antioquia de Siria, desde donde,
cargado de estas divinísmas cadenas, voy saludando a todos, yo, que no soy digno de contarme entre
ellos, pues soy el último de todos; sin embargo, porque así lo quiso el Señor, y no por méritos de que yo
tenga conciencia sino de pura gracia de Dios -¡y ojalá me sea dada cumplida!-, fui hecho digno, por
vuestra oración, de alcanzar a Dios.
• 2. Ahora bien, para que vuestra obra llegue a su perfección, tanto en la tierra como en el
cielo, es conveniente, para honor de Dios, que vuestra Iglesia elija a un embajador divino que vaya a Siria
y les felicite por gozar de paz y haber recobrado su propia grandeza y se ha restablecido el propio
cuerpecillo de aquella Iglesia.
• 3. Así, pues, me ha parecido cosa digna de Dios enviar a alguno de los vuestros con una
carta, a fin de que celebre juntamente con ella la bonanza divina que les ha sobrevenido y que por vuestra
oración hayan felizmente arribado ya al puerto. Si sois perfectos, tened también pensamientos de
perfección. Porque si vosotros estáis decididos a obrar bien, pronto está Dios también a procuraros lo que
hubiereis menester.

• Saludos y despedida
• XII, 1. Os saluda la caridad de los hermanos de Troas, desde donde también os escribo
por mano de Burro, que enviasteis conmigo juntamente con los efesios, hermanos vuestros, y que en todo
me ha aliviado. ¡Y pluguiera a Dios que todos le imitaran, como dechado que es en el ministerio de Dios!
Que la gracia se lo recompense de todo en todo.
• 2. Saludo a vuestro obispo, digno de Dios; al divino colegio de ancianos, y a los diáconos,
consiervos míos, y a todos los del pueblo en general, en nombre de Jesucristo, en su carne y en su sangre,
en su pasión y resurrección, corporal a par que espiritual, en la unidad de Dios y de vosotros. Que la
gracia sea vosotros; la misericordia, la paz y la paciencia en todo momento.

• Saludos particulares
• XIII, 1. Saludo a las familias de mis hermanos, con sus mujeres e hijos, a las vírgenes que
son las llamadas «viudas». Recibid mi adiós en la virtud del Padre. Os saluda Filón, que está conmigo.
• 2. Mi saludo a la familia de Tavías, a la que ruego se afiance en la fe y en la caridad, tanto
corporal como espiritual.
• Saludo a Alce, nombre para mí querido, y a Dafno, el incomparable, y a Eutecno,
nominalmente a todos. Adiós en la gracia de Dios.

• B. Carta a los romanos

• Firma y saludo

• Ignacio, por sobrenombre Teóforo (Portador de Dios):
• A la Iglesia que alcanzó misericordia en la magnificencia del Padre altísimo y de
Jesucristo su único Hijo; la que es amada y está iluminada por voluntad de Aquel que ha querido que
todas las cosas que existen, según la fe y la caridad de Jesucristo Dios nuestro;
• Iglesia, además, que preside en la capital del territorio de los romanos; digna ellas de
Dios, digna de todo decoro, digna de toda bienaventuranza, digna de alabanza, digna de alcanzar cuanto
desee, digna de toda santidad; y puesta a la cabeza de la caridad, seguidora que es de la ley de Cristo y
adornada con el nombre de Dios:
• mi saludo en el nombre de Jesucristo, Hijo del Padre.
• A los que corporal y espiritualmente están hecho uno con todo mandamiento suyo;
• a los inseparablemente colmados de gracia de Dios y destilados de todo extraño tinte,
• yo les deseo en Jesucristo, Dios nuestro, la mayor alegría sin que reproche gocen.

• Temo vuestra caridad.
• I, 1. Por fin, a fuerza de oraciones a Dios, he alcanzado ver vuestros rostros divinos, y de
suerte lo he alcanzado, que se me concede más de lo que pedía. En efecto, encadenados por Jesucristo,
tengo esperanza de iros a saludar, si fuere voluntad del Señor hacerme la gracia de llegar hasta el fin.
• 2. Porque los comienzos, cierto, bien puestos están, como yo logre gracia para alcanzar
sin impedimento la herencia que me toca y que temo justamente vuestra caridad, no sea ella la que
perjudique. Porque a vosotros, a la verdad, cosa fácil es hacer lo que pretendéis; a mí, en cambio, si
vosotros no tenéis consideración conmigo, me va a ser difícil alcanzar a Dios.

• Mientras está el altar preparado.
• II, 1. Porque no quiero que busquéis el agrado de los hombres, sino, como en efecto lo
buscáis, el agrado de Dios.
• El hecho es que ni yo tendré jamás ocasión semejante de alcanzar a Dios, ni vosotros,
con sólo que calléis, podéis poner vuestra firma en obra más bella. Porque si vosotros calláis con respecto
a mí, yo me convertiré en palabra de Dios; mas si os dejáis llevar del amor a mi carne, seré otra vez una
mera voz humana.

• 2. No me procuréis otra cosa fuera de permitirme inmolar por Dios, mientras hay
todavía un altar preparado, a fin de que, formando un coro por la caridad, cantéis al Padre por medio de
Jesucristo por hacer hecho Dios la gracia al obispo de Siria de llegar hasta Occidente, después de haberle
mandado llamar de Oriente. ¡Bello es que el sol de mi vida, saliendo del mundo, trasonga en Dios, a fin
de que en Él yo amanezca!

• “A otros habéis enseñado”
• III, 1. A nadie jamás tuvisteis envidia; a otros habéis enseñado a no tenerla. Ahora, pues,
lo que yo quiero es que lo que a otros mandáis cuando los instruís como discípulos de Señor, sea también
firme respecto de mí.
• 2. Lo único que para mí habéis de pedir es fuerza, tanto interior como exterior, a fin
de que no sólo hable, sino que esté también decidido; para que no sólo, digo, me llame cristiano, sino que
me muestre como tal. Porque si me muestro cristiano, tendré también derecho a llamármelo y entonces
seré de verdad fiel a Cristo, cuando yo apareciere ya al mundo.
• 3. Nada que aparezca es bueno. Por lo menos, Jesucristo nuestro Dios, ahora que está con
su Padre, es cuando más se manifiesta. Cuando el cristianismo es odiado por el mundo, la hazaña que le
cumple realizar no es mostrar la elocuencia de palabra, sino la grandeza del alma.

• “Trigo soy de Dios”
• IV, 1. Por lo que a mí toca, escribo a todas la Iglesias, y a todas les encarezco que yo
estoy pronto a morir de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Yo os lo
suplico: no mostréis para conmigo una benevolencia inoportuna. Permitidme ser pasto de las fieras, por
las que me es dado alcanzar a Dios. Trigo soy de Dios, y por los dientes de las fieras he de ser
molido, a fin de ser presentado como limpio pan de Cristo.
• 2. Halagad más bien a las fieras, para que se conviertan en sepulcro mío y no dejen rastro
de mi cuerpo, con lo que, después de mi muerte, no seré molesto a nadie.
• Cuando el mundo no vea ya mi cuerpo, entonces seré verdadero discípulo de
Jesucristo. Suplicad a Cristo por mí, para que por esos instrumentos logre ser sacrificio para Dios.
• 3. No os doy yo mandatos como Pedro y Pablo. Ellos fueron Apóstoles; yo no soy mas
que un condenado a muerte; ellos fueron libres; yo, hasta el presente, soy un esclavo. Mas si lograre
sufrir el martirio, quedaré liberto de Jesucristo y resucitaré libre en Él. Y ahora es cuando aprendo,
encadenado como estoy, a no tener deseo alguno.

• Atado a diez leopardos.
• V, 1. Desde Siria a Roma vengo ya luchando con las fieras, por tierra y por mar, de noche
y de día, atado que voy a diez leopardos, es decir, un pelotón de soldados, que, hasta con los beneficios
que se les hacen, se vuelven peores. Ahora que, en sus malos tratos, aprendo yo a ser mejor discípulo del
Señor, aunque no por esto me tengo por justificado.
• 2. ¡Ojalá goce yo de las fieras que están para mí destinadas y que hago votos porque se
muestren veloces conmigo! Yo mismo las azuraré para que me devoren rápidamente, y no como algunos a
quienes, amedrentadas, no osaron tocar. Y si ellas no quieren al que de grado se les ofrece, yo mismo las
forzaré.
• 3. Perdonadme: yo sé lo que me conviene. Ahora empiezo a ser discípulo. Que ninguna
cosa, visible ni invisible, se me oponga, por envidia, a que yo alcance a Jesucristo. Fuego y cruz, y
manadas de fieras, quebrantamientos de mis huesos, descoyuntamientos de miembros, trituraciones de
todo mi cuerpo, tormentos atroces del diablo, vengan sobre mí, a condición sólo de que yo alcance a
Jesucristo.

• “Mi parto está inminente”
• VI, 1. De nada me aprovecharán los confines del mundo ni los reinos todos de este siglo.
Para mí, mejor es morir en Jesucristo que ser rey de los términos de la tierra. A Aquel quiero que murió
por nosotros. A Aquel quiero que por nosotros resucitó. Y mi parto es ya inminente.
• 2. Perdonadme, hermanos: no me impidáis vivir; no os empeñéis en que yo muera; no
entreguéis al mundo a quien no anhela sino ser de Dios; no me tratéis de engañar con lo terreno.
Dejadme contemplar la luz pura. Llegado allí, seré de verdad hombre.
• 3. Permitidme ser imitador de la pasión de mi Dios. Si alguno le tiene dentro de sí, que
comprenda lo que yo quiero y, si sabe lo que a mí me apremia, que haya lástima de mí.

• “Mi amor está crucificado”
• VII, 1. El príncipe de este mundo está decidido a arrebatarme y corromper mi
pensamiento y sentir, dirigido todo a Dios. ¡Que nadie, pues, de los ahí presentes le vaya ayudar; poneos
más bien de mi parte, es decir, de parte de Dios. No tengáis a Jesucristo en la boca y luego codiciéis el
mundo.
• 2. Que no more entre vosotros linaje de envidia. Ni aun cuando yo mismo, llegado ahí,
os lo rogara, me habíais de hacer caso; hacedlo más bien a lo que en este momento os escribo. Porque
ahora os escribo vivo con ansias de morir. Mi amor está crucificado y no queda ya en mí fuego que
busque alimentarse de materia; sí, en cambio, un agua viva que murmura dentro de mí y desde lo íntimo
me está diciendo: “Ven al Padre”.
• 3. No siento placer por la comida corruptible ni me atraen los deleites de esta vida. El
plan de Dios quiero, que es la carne de Jesucristo, del linaje de David; su sangre quiero por bebida, que es
amor incorruptible.

• “No quiero vivir según los hombres”
• VII, 1. Yo no quiero vivir más según los hombres, y así será con que vosotros queráis.
Queredlo, para que seáis a vuestra vez queridos.
• 2. En bien pocas líneas cifro mi súplica: “Creedme”. Jesucristo –Él, que es la boca
infalible por la que el Padre nos ha hablado verdaderamente- os hará patente con cuanta sinceridad os
escribo todo esto.
• 3. Rogad por mí para que llegue a la meta. No os he escrito según la carne, sino según la
mente y el sentir de Dios. Si sufriere el martirio, me habéis amado; si fuere rechazado, me habéis
aborrecido.

• Por Pastor a Dios…
• IX, 1. Acordaos en vuestras oraciones de la Iglesia de Siria, que tiene ahora, en lugar de
mí, por pastor a Dios. Sólo Jesucristo y vuestra caridad harán con ella oficio de obispo.
• 2. Yo, por mi parte, me avergüenzo de llamarme uno de sus fieles, pues soy el último de
ellos y un abortivo; sin embargo, misericordiosamente se me concede ser alguien, si logro a Dios.
• 3. Mi espíritu os saluda y juntamente la caridad de las Iglesias, que me han recibido como
a Jesucristo en persona y no como a un pasajero. Y, en efecto, aun las que no había de tocar materialmente
en mi camino, me han venido acompañando de ciudad en ciudad.

• Despedida.
• X, 1. Todo esto os lo escribo desde Esmirna, por medio de los efesios, dignos de ser
tenidos por bienaventurados. También está conmigo, a par de muchos otros, Croco, nombre para mí tan
querido.
• 2. Respecto de los que se me han adelantado desde Siria, camino de Roma, para gloria de
Dios, confío que los habréis reconocido. Dadles también noticia de que yo estoy ya próximo a llegar.
Todos, en efecto, son dignos de Dios y de vosotros. Bien estará, por ende, que por vuestra parte los
aliviéis en todo.
• 3. La fecha de esta carta es a nueve días antes de las calendas de septiembre. Adiós hasta
el fin de la paciencia de Jesucristo.

C) Carta a los Efesios

I, 1. “He acogido en Dios vuestro nombre bienamado, que habéis adquirido por vuestra naturaleza
justa, según la fe y la caridad en Cristo Jesús, nuestro Salvador; imitadores de Dios, reanimados en la
sangre de Dios, vosotros habéis llevado a la perfección la obra que conviene a vuestra naturaleza. 2.
Apenas habéis sabido en efecto que yo venía de Siria encadenado por el Nombre y la esperanza que nos
son comunes, esperando tener la suerte, gracias a vuestras oraciones, de combatir contra las bestias
en Roma, para poder, si tengo esa suerte, ser discípulo; vosotros os apresurasteis en venir a verme. 3.
Es así que a toda vuestra comunidad he recibido, en el nombre de Dios, en Onésimo, varón de una
indecible caridad, vuestro obispo según la carne. Deseo que vosotros lo améis en Jesucristo, y que todos
os asemejéis a él. Bendito sea aquél que os ha hecho la gracia, a vosotros que habéis sido dignos, de tener
tal obispo.

II, 1. Para Burro, mi compañero de servicio, vuestro diácono según Dios, bendito en todas las
cosas, deseo que permanezca a mi lado para haceros honor a vosotros y a vuestro obispo. En cuanto a
Croco, digno de Dios y de vosotros, a quien he recibido como una muestra de vuestra caridad, ha sido
para mí consuelo en todas las cosas: quiera el Padre de Jesucristo consolarlo también a él, junto con
Onésimo, Burro, Euplo y Frontón; en ellos es a todos vosotros a quienes he visto según la caridad. 2.
Pueda yo gozar de vosotros para siempre, si yo fuera digno de ello. Conviene, pues, glorificar en toda
forma a Jesucristo, que os ha glorificado a vosotros, a fin de que, reunidos en una misma obediencia,
sometidos al obispo y al presbiterio, vosotros seáis santificados en todas las cosas.

III, 1. Yo no os doy órdenes como si fuera alguien. Porque si yo estoy encadenado por el Nombre,
no soy aún perfecto en Jesucristo. Ahora, no he hecho más que comenzar a instruirme, y os dirijo la
palabra como a condiscípulos míos. Más bien, soy yo quien tendrá necesidad de ser ungido por vosotros
con fe, exhortaciones, paciencia, longanimidad. 2. Pero ya que la caridad no me permite callar respecto a
vosotros, es por eso que he tomado la delantera para exhortaros a caminar de acuerdo con el pensamiento
de Dios. Porque Jesucristo, nuestra vida inseparable, es el pensamiento del Padre, como también los
obispos, establecidos hasta los confines de la tierra, están en el pensamiento de Jesucristo.

IV, 1. También conviene caminar de acuerdo con el pensamiento de vuestro obispo, lo cual
vosotros ya hacéis. Vuestro presbiterio, justamente reputado, digno de Dios, está conforme con su
obispo como las cuerdas a la cítara. Así en vuestro sinfónico y armonioso amor es Jesucristo quien
canta. 2. Que cada uno de vosotros también, se convierta en coro, a fin de que, en la armonía de vuestra
concordia, toméis el tono de Dios en la unidad, cantéis a una sola voz por Jesucristo al Padre, a fin de que
os escuche y que os reconozca, por vuestras buenas obras, como los miembros de su Hijo. Es, pues,
provechoso para vosotros el ser una inseparable unidad, a fin de participar siempre de Dios.

V, 1. Si en efecto, yo mismo en tan poco tiempo he adquirido con vuestro obispo una tal
familiaridad, que no es humana sino espiritual, cuánto más os voy a felicitar de que le estéis
profundamente unidos, como la Iglesia lo está a Jesucristo, y Jesucristo al Padre, a fin de que todas las
cosas sean acordes en la unidad. 2. Que nadie se extravíe; si alguno no está al interior del santuario, se
priva del «pan de Dios» (1). Pues si la oración de dos tiene tal fuerza, cuánto más la del obispo con la
de toda la Iglesia. 3. Aquél que no viene a la reunión común, ése ya es orgulloso y se juzga a sí mismo,
pues está escrito: “Dios resiste a los orgullosos” (Prov 3,34; Cfr. St 4,6; 1Pe 5, 5.). Pongamos, pues,
esmero en no resistir al obispo, para estar sometidos a Dios.

VI, 1. Y mientras más vea uno al obispo guardar silencio, más se le debe reverenciar; pues aquél
a quien el Señor de la casa envía para administrar su casa, debemos recibirlo como aquél mismo que lo
ha enviado. Entonces está claro que debemos ver al obispo como al Señor mismo. 2. Por otra parte,
Onésimo mismo eleva muy alto vuestra disciplina en Dios, expresando con sus alabanzas que todos
vosotros vivís según la verdad, y que ninguna herejía reside entre vosotros, sino que, por el contrario,
vosotros no escucháis a persona alguna que les hable de otra cosa que no sea de Jesucristo en la verdad.

VII, 1. Porque algunos hombres con perversa astucia tienen el hábito de tomar para todo el
Nombre, pero obrando de otro modo y de manera indigna de Dios; a aquellos, debéis evitarlos como a las
bestias salvajes. Son perros rabiosos, que muerden a escondidas. Debéis estar en guardia, pues sus
mordeduras esconden una enfermedad difícil de curar. 2. No hay más que un solo médico, carnal y
espiritual, engendrado y no engendrado, Dios venido en carne, en la muerte vida verdadera, Hijo de
María e Hijo de Dios, primero pasible y ahora impasible, Jesucristo Nuestro Señor.

VIII, 1. Que nadie, pues, os engañe, como por otra parte, no os dejéis engañar, siendo enteramente
de Dios. Cuando sobre vosotros no se abata ninguna querella que pudiera atormentaros, entonces quiere
decir que verdaderamente vosotros vivís según Dios. Yo soy vuestra víctima expiatoria, y por vuestra
Iglesia yo me ofrezco en sacrificio, efesios, Iglesia que es renombrada por los siglos. 2. Los carnales no
pueden hacer las obras espirituales, ni los espirituales las obras carnales, como tampoco la fe puede hacer
las obras de la infidelidad, ni la infidelidad las de la fe. Pero aquellas mismas obras que vosotros hacéis en
la carne son espirituales, pues es en Jesucristo que vosotros lo hacéis todo.

IX, 1. Yo he sabido que algunos venidos de allá han pasado por vosotros, portadores de una mala
doctrina, pero no les habéis permitido sembrarla entre vosotros, tapasteis vuestros oídos para no recibir lo
que ellos siembran, ya que vosotros sois piedras del templo del Padre, preparados para la construcción de
Dios Padre, elevados hasta lo alto por la palanca de Jesucristo, que es la cruz, sirviendo como soga el
Espíritu Santo; vuestra fe os tira hacia lo alto, y la caridad es el camino que os eleva hacia Dios. 2.
Entonces todos vosotros sois también compañeros de ruta, portadores de Dios y portadores del templo,
portadores de Cristo, portadores de santidad, adornados en todo de los preceptos de Jesucristo. Por mi
parte, con vosotros me alegro porque he sido juzgado digno de mantenerme con vosotros mediante esta
carta y de regocijarme con vosotros que vivís una vida nueva, no amando nada más que a Dios.

X, 1. “Orad sin cesar” (1Tes 5,17) por los otros hombres, porque hay en ellos esperanza de
arrepentirse, para que lleguen a Dios. Permitidles, pues, al menos por vuestras obras, ser vuestros
discípulos. 2. Frente a sus iras, vosotros sed mansos; a sus jactancias, vosotros sed humildes; a sus
blasfemias, vosotros mostrad vuestras oraciones; a sus errores, vosotros sed “firmes en la fe” (Col 1,23); a
su fiereza, vosotros sed apacibles, sin buscar imitarlos. 3. Sed hermanos suyos por la bondad y buscad ser
imitadores del Señor: -¿quién ha sido objeto de mayor injusticia? ¿quién más despojado? ¿quién más
rechazado?- para que ninguna hierba del diablo se encuentre entre vosotros, sino que en toda pureza y
templanza, vosotros permanezcáis en Jesucristo, en la carne y el espíritu.

XI, 1. Estos son los últimos tiempos; en adelante avergoncémonos y temamos que la
longanimidad de Dios no se torne en nuestra condenación. O bien temamos la “ira venidera” (Mt 3,7), o
bien amemos la gracia presente: o lo uno o lo otro. Solamente si somos encontrados en Cristo Jesús
entraremos en la vida verdadera. 2. Fuera de Él que nada tenga valor para vosotros, sino Aquél por quien
yo llevo mis cadenas, perlas espirituales; quisiera resucitar con ellas, gracias a vuestra oración, de la que
quisiera ser siempre partícipe para ser hallado en la herencia de los cristianos de Éfeso, que han estado
siempre unidos a los apóstoles, por la fuerza de Jesucristo.

XII, 1. Yo sé quién soy y a quién escribo: yo soy un condenado; vosotros, habéis obtenido
misericordia; yo estoy en el peligro; vosotros estáis seguros. Vosotros sois el camino por donde pasan
aquellos que son conducidos a la muerte para encontrar a Dios, iniciados en los misterios con Pablo, el
santo, quien ha recibido el martirio y es digno de ser llamado bienaventurado. Pueda yo ser encontrado
sobre sus huellas cuando alcance a Dios; en todas sus cartas os recuerda en Jesucristo.

XIII, 1. Poned, pues, empeño en reuniros más frecuentemente para rendir a Dios acciones de
gracia y alabanza. Porque cuando vosotros os reunís a menudo, las potestades de Satanás son abatidas y
su obra de ruina destruida por la concordia de vuestra fe. 2. Nada es mejor que la paz, por la que se lleva a
término toda guerra, tanto celeste como terrestre.

XIV, 1. Nada de todo eso os está oculto, si vosotros, por Jesucristo, tenéis a la perfección la fe
y la caridad, que son el principio y el fin de la vida: “el principio es la fe, y el fin la caridad” (1Tim
1,5). Las dos reunidas, son Dios, y todo lo demás que conduce a la santidad no hace más que seguirlas. 2.
Nadie, si profesa la fe, peca; nadie, si posee la caridad, aborrece. “Se conoce el árbol por sus frutos” (Mt
12,33): así aquellos que hacen profesión de ser de Cristo se reconocerán por sus obras. Porque ahora la
obra demandada no es la mera profesión de fe, sino el mantenernos hasta el fin en la fuerza de la fe.

XV, 1. Más vale callar y ser que hablar y no ser. Está bien enseñar, si aquél que habla hace. No
hay, pues, más que un solo maestro, aquél que “ha hablado y todo ha sido hecho” (Sal 32,9; 148,5) y las
cosas que ha hecho en el silencio son dignas de su Padre. 2. Aquél que posee en verdad la palabra de
Jesús puede entender también su silencio, a fin de ser perfecto, a fin de obrar por su palabra y hacerse
conocido por su silencio. Nada es oculto al Señor, sino que hasta nuestros mismos secretos están cerca de
Él. 3. Hagamos, pues, todo como aquellos en quienes Él habita, a fin de que seamos sus templos, y que Él
sea en nosotros nuestro Dios, como en efecto lo es, y se manifestará ante nuestro rostro si lo amamos
justamente.

XVI, 1. No os equivoquéis, hermanos míos: aquellos que corrompen una familia “no heredarán el
Reino de Dios” (1 Cor 6,9-10). 2. Así, si los que hacen eso son condenados a muerte, ¡cuánto más aquél
que corrompe por su mala doctrina la fe de Dios, por la que Jesucristo ha sido crucificado! Aquél que así
sea, irá al fuego inextinguible y lo mismo aquél que lo escuchare.

XVII, 1. Si el Señor ha recibido una unción sobre su cabeza, es a fin de exhalar para su Iglesia un
perfume de incorruptibilidad. No os dejéis, pues, ungir del mal olor del príncipe de este mundo, para que
él no os conduzca en cautividad lejos de la vida que os espera. 2. ¿Por qué no nos hacemos todos sabios,
al recibir el conocimiento de Dios, que es Jesucristo? ¿Por qué perecemos tontamente, al desconocer el
don que el Señor nos ha enviado verdaderamente?

XVIII, 1. Mi espíritu es víctima de la cruz, que es escándalo para los incrédulos, pero para
nosotros salvación y vida eterna (Cfr. 1Cor 1,23-25): “¿Dónde está el sabio? ¿dónde el disputador?”
(1Cor 1,20), ¿dónde la vanidad de aquellos que llamamos sabios? 2. Porque nuestro Dios, Jesucristo, ha
sido llevado en el seno de María, según la economía divina, nacido “del linaje de David” (Jn 7,42; Rom
1,3; 2Tim 2,8.) y del Espíritu Santo. Él nació y fue bautizado para purificar el agua por su pasión.

XIX, 1. Al príncipe de este mundo le ha sido ocultada la virginidad de María, y su


alumbramiento, al igual que la muerte del Señor: tres misterios sonoros, que fueron realizados en el
silencio de Dios. 2. ¿Cómo, pues, fueron manifestados a los siglos? Un astro brilló en el cielo más que
todos los demás, y su luz era indecible, y su novedad sorprendente, y todos los otros astros junto con el
sol y la luna se formaron en coro alrededor suyo y él proyectó su luz más que todos los astros. 2. Y ellos
se turbaron preguntándose de dónde venía esta novedad tan distinta de ellos mismos. 3. Entonces fue
destruida toda magia, y toda ligadura de malicia abolida, la ignorancia fue disipada, y el antiguo reino
arruinado, cuando Dios se manifestó hecho hombre, “para una novedad de vida eterna” (Rom 6,4). Y lo
que había sido preparado por Dios se comenzó a realizar. Desde entonces, todo se conmovió porque la
destrucción de la muerte se preparaba.

XX, 1. Si Jesucristo me concede la gracia, por vuestras oraciones, y si es su voluntad, yo os


explicaré en la segunda carta que debo escribiros la economía, de la que he comenzado a tratar en lo
concerniente al hombre nuevo, Jesucristo. Ella consiste en la fe en Él y en el amor a Él, en su Pasión y su
Resurrección. 2. Sobretodo si el Señor me revela que cada uno en particular y todos juntos, en la gracia
que viene de su Nombre, os reunís en una misma fe, y en Jesucristo “del linaje de David según la
carne” (Rom 1,3), hijo del hombre e hijo de Dios, [os reunís] para obedecer al obispo y al presbiterio
en unidad de mente, rompiendo un mismo pan que es medicina de inmortalidad, antídoto para no morir,
y alimento para vivir en Jesucristo por siempre.

XXI, 1. Yo soy vuestro rescate, por vosotros y por aquellos que, para honor de Dios, habéis
enviado a Esmirna, de donde os escribo, dando gracias al Señor, y amando a Policarpo como os amo
también a vosotros. Acordaos de mí así como Jesucristo se acuerda de vosotros. 2. Rogad por la Iglesia
que está en Siria, de donde soy conducido a Roma encadenado, pues soy el último de los fieles de allá, y
yo he sido juzgado digno de servir al honor de Dios. Me despido en Dios Padre y en Jesucristo, nuestra
común esperanza.”

• Veritatis Splendor, 92: “El martirio es, pues, también exaltación de la perfecta
«humanidad» y de la verdadera «vida» de la persona, como atestigua san Ignacio de Antioquía
dirigiéndose a los cristianos de Roma, lugar de su martirio: «Por favor, hermanos, no me privéis de esta
vida, no queráis que muera... dejad que pueda contemplar la luz; entonces seré hombre en pleno sentido.
Permitid que imite la pasión de mi Dios». (Ad Romanos, VI, 2-3: Patres Apostolici, ed. F. X. Funk, I,
260-261).

• San Policarpo
• (69? aprox. - Esmirna 156 aprox.)
• Uno de los padres apostólicos, santo y mártir.
• Nombrado obispo por san Juan Evangelista.
• Elegido obispo de Esmirna, en el 155 representó la Iglesia de Asia Menor en Roma en los
encuentros con el Papa Aniceto, sobre el tema de la Pascua.
• Fue el decimosegundo en recibir el martirio en Esmirna, a la edad de 87 años.

• I. Contexto

• A) Adriano
• Publio Elio Adriano, que subió al trono en el 117 a la muerte de Trajano.

• Adriano abandonó la política de expansión territorial: se distingue en su política interna por sus
obras de reformador.
• Mecenas de la cultura y de las artes, mismo autor de versos, construyó la grandiosa Villa Adriana
(Tivoli) y el mausoleo del Castillo San Angelo, y repara completamente el Pantheon.
B) Papa Aniceto y la Pascua
• La pascua: las cuestiones de la fecha:

• Consistían en dos tradiciones:
1. Difundida en Asia Menor, siguiendo el calendario hebreo y la tradición de San Juan, celebraba la
“Pasión” el 14 de Nisán: el 14º día de la primera luna de primavera. Caía en cualquier día de la
semana.

2. En Roma y en Alejandría se celebraba el “transitus” del Cordero siempre el domingo siguiente al


plenilunio de primavera.
• Divergencia: la fecha, la cuestión del ayuno, del calendario (¿Desde el ocaso hasta el ocaso o de
media noche a media noche?).
• ¿Solución? Nicea: Constantino impuso un día único establecido desde Alajandría. El primer
domingo sucesivo a la luna llena que sigue el equinoccio de primavera (21 marzo). 25 abril, 18
abril...
• Hasta hoy ningún acuerdo ha sido encontrado para realizar el antiguo sueño que todos los
cristianos celebren juntos la fiesta de la Pascua.

II. Vida y obra


• Nace en torno al 69 d. C.
• San Ireneo atestigua: “Policarpo no sólo fue educado por los Apóstoles y trató con muchos de
aquellos que vieron a nuestro Señor, sino también por los Apóstoles en Asia fue constituido
obispo de la Iglesia en Esmirna; a él lo vimos en nuestra edad primera”
• Hacia el 100 es nombrado obispo.
• 107 recibe a Ignacio como huésped en Esmirna.

La carta a los Filipenses:


• Dos temas:
1. Respuesta y entrega de una copia de las cartas de Ignacio.
2. Porque interviniera a corregir el escándalo provocado por el presbítero Valente por su avaricia.
• El contenido es:
• Invitación a imitar Cristo por medio de la práctica de las virtudes cristianas,
particularmente de la caridad.
• Exhortaciones pastorales: novias, viudas, diáconos, jóvenes, vírgenes, presbíteros.
• Afirmaciones sobre la divinidad del Cristo contra los docetas.
• El triste caso de Valente y el peligro de la avaricia.
• Alusión al martirio de Ignacio y a sus cartas.

En el 154 fue a Roma en tiempos del Papa Aniceto: “(…) ni Aniceto podía convencer a Policarpo
de no observar el día –como que siempre lo había observado, con Juan, discípulo de nuestro Señor, y con
los demás apóstoles con quienes convivió–, ni tampoco Policarpo convenció a Aniceto de observarlo,
pues éste decía que debía mantener la costumbre de los presbíteros antecesores suyos.

«Y a pesar de estar así las cosas, mutuamente comunicaban entre sí, y en la iglesia Aniceto cedió
a Policarpo la celebración de la eucaristía, evidentemente por deferencia, y en paz se separaron el uno del
otro; y paz tenía la Iglesia toda, así los que observaban el día como los que no lo observaban»”.

• “Y del mismo Policarpo se dice que una vez se encontró a Marción, y éste le dijo: «¿Me
conoces?» El le respondió: «Te conozco, primogénito de Satanás».”

III. Doctrina:

1. un martirio según el evangelio.


“«El martirio de Policarpo» (informe detallado a todas las Iglesias de la región):

Visión de Policarpo
V, 1. Por lo que se refiere a Policarpo, hombre digno de toda nuestra admiración, en primero lugar, oido
que oyó cómo se lo reclamaba para la muerte, no se turbó, sino que estaba decidido a no salir de la
ciudad; sin embargo, la mayoría de los hermanos le aconsejaron, que se escondiera en las afueras. Se
retiró, pues, a una fianca que no distaba mucho de la ciudad, y allí pasaba el tiempo con unos pocos fieles,
sin otra preocupación, día y noche, que orar por todos, y señaladamente por las Iglesias esparcidas por
toda la tierra. Cosa, por lo demás, que tenía siempre de costumbre.
2. Y fue así, que, orando una vez, tres días antes de ser prendido, tuvo una visión en que se le presentó su
almohada totalmente abrazada por el fuego. Y volviéndose a los que estaban con él, les dijo: “tengo que
ser quemado vivo”.
VI, 1. Como persistieran las pesquisas para dar con él, tuvo que trasladarse a otra finca y momentos
después se presentó la policía. Como no le hayaran, prendieron a dos esclavos y uno de ellos, sometido a
tormento, declaró su paradero.
VII, 2. Se maravillaron éstos, al verle, de su avanzada edad y de sus serenidad, y no se explicaban todo
aquel aparato y afán por prender a un viejo como aquel. Al punto, pues, Policarpo dio ordenes de que se
les sirviera de comer y beber en aquella misma hora cuanto apetecieran, y él les rogó, por su parte, que le
concedieran una hora para orar tranquilamente.
IX, 2. Venido, en fin, en presencia del procónsul, le preguntó éste si era él Policarpo.
Respondiendo el mártir afirmativamente, trataba el procónsul de persuadirle a renegar de la fe diciéndole:
– ten consideración de tu avanzada edad – y otras cosas por el estilo según es costumbre suya decir,
como: “jura por genio del César. Muda de modo de pensar; grita: ¡Mueran los ateos!”
A estas palabras, Policarpo, mirando con grave rostro a toda la chusma de paganos, sin ley que
llenaban el estadio tendiendo hacia ellos la mano, dando un suspiro y alzando sus ojos al cielo, dijo:
– Sí, ¡Mueran los ateos!
3. – Jura y te pongo en libertad. Maldice de Cristo.
Entonces Policarpo dijo:
– Ochenta y seis años que lo sirvo y ningún daño he recibido de Él; ¿Cómo puedo maldecir de mi rey
que me ha salvado?
X. 1. Como nuevamente insistiera el procónsul diciéndole:
– Jura por el genio del César.
Respondió Policarpo: si tienes por punto de honor hacerme jurar por el genio, como tu dices del
César, y finges ignorar quién soy yo, óyelo con toda claridad: Yo soy cristiano. Y si tienes interés en saber
en que consiste el cristianismo, dame un día de tregua y escúchame.
2. Respondió el procónsul:
– Convence al pueblo.
Y Policarpo dijo:
– A ti te considero digno de escuchar mi explicación, pues nosotros profesamos una doctrina que nos
manda tributar el honor debido a los magistrados y autoridades, que están por Dios establecidas, mientras
ello no vaya en detrimento de nuestra conciencia; más a ese populacho no le considero digno de oír mi
defensa.
XI, 1. Dijo el procónsul:
– "Tengo las fieras y a que te voy a arrojar si no cambias de parecer:
Respondió Policarpo:
– Puedes traerlas, pues un cambio de sentir de lo bueno a lo malo, nosotros no podemos admitirlo. Lo
razonable es cambiar de lo malo a lo justo.
Volvió a insistirle:
– Te haré consumir por el fuego ya que menosprecias las fieras, como no mudes de opinión.
Y Policarpo dijo:
– me amenazas con fuego que arde por un momento y al poco rato se apaga. Bien se ve que desconoces el
fuego del juicio venidero y del entero suplicio que está reservado a los impíos. Más, en fin, ¿A qué
tardas? Trae lo que quieras.

XII, 1. Mientras estas y otras muchas cosas decía Policarpo le veían lleno de fortaleza y alegría, y su
semblante irradiaba tal gracia que no sólo se notaba en él decaimiento por las amenazas que se le dirigían,
sino que fue más bien el procónsul quien estaba fuera de sí y vio, por fin, orden a su heraldo, que, puesto
en la mitad del estadio tira por tres veces este pregón:
– ¡Policarpo ha confesado que es cristiano!
2. Apenas dicho esto por el heraldo, toda la turba de gentiles, y con ellos los judíos que habitaban en
Esmirna, con rabia incontenible y a grandes gritos se pusieron a vociferar:
– Ese es el maestro del Asia, el padre de los cristianos, el destructor de nuestros dioses, el que ha inducido
a muchos a no sacrificarles, ni adorarlos.
En medio de este vocerío, gritaban y pedían al asiarca Felipe que soltara un león contra Policarpo.
Mas el asiarca les contestó que no tenía facultad para ello, una vez que habían terminado los combates de
fieras.
3. Entonces dieron todos en gritar unánimemente que Policarpo fuera quemado vivo. Y es que tenía que
cumplirse la visión que se le había manifestado sobre su almohada, cuando la vio, durante su oración,
abrarsarse toda, y dijo proféticamente, vuelto a los fieles que le rodeaban: “Tengo que ser quemado vivo”.

Se prepara la hoguera
XIII, 1. La cosa, pues, se cumplió en menos tiempo que el que cuesta contarlo, pues al punto se lanzó el
populacho a recoger de talleres y baños madera y leña seca, dándose, sobre todo, los judíos manos a la
labor con el singular fervor que en esto tienen de costumbre.
2. Preparada que fue la pira, habiéndose Policarpo quitado todos sus vestidos y se desceñido el cinturón,
trataba también de descalzarse, cosa que no hubiera tenido que hacer antes, cuando todos los fieles
tuvieran empeño en prestarle este servicio, porfiando sobre quién tocaría antes su cuerpo. Porque, aun
antes de su martirio, todo el mundo le veneraba por su santa vida.

2. La oración de Policarpo

XIV, 1. Así, pues, no le clavaron, sino que se contentaron con atarle. Él entonces, con las manos atrás y
atado como un carnero egregio, escogido de entre un gran rebaño preparado para holocausto acepto a
Dios; levantados sus ojos al cielo, dijo:
“Señor Dios omnipotente:
Padre de tu amado y bendecido siervo Jesucristo, por quien hemos recibido el conocimiento de ti, Dios
de los ángeles y de las potestades, de toda la creación y de toda la casta de los justos, que viven en
presencia suya:
2. Yo te bendigo, porque me tuviste por digno de esta hora, a fin de tomar parte, contado entre tus
mártires, en el cáliz de Cristo para resurrección de eterna vida, en alma y cuerpo, en la incorrupción del
Espíritu Santo: ¡Sea yo con ellos recibido hoy en tu presencia, en sacrificio pingüe y aceptable,
conforme de antemano me lo preparaste y me lo revelaste y ahora lo has cumplido, Tú, el infalible y
verdadero Dios.
3. Por lo tanto, yo te alabo por todas la cosas, te bendigo y te glorifico, por mediación del eterno y
celeste Sumo Sacerdote, Jesucristo, tu siervo amado, por el cual sea gloria a Tu con el Espíritu Santo,
ahora y en los siglos por venir. Amén”.

• Ya presentas los tres elementos de la oración:


• Anámnesis (recuerdo-memoria)
• Epíclesis (exhortación-invocación)
• Doxología (rendimiento de alabanza)
• Liturgia y fe: lex orandi-lex credendi: quizá había repetido lo que decía cada día.
• Eucaristía y martirio: cómo Ignacio, vivir “eucarísticamente”, prolongar el sacrificio de Cristo
en la propia vida. Es visto y vivido como la oración perfecta: la Eucaristía.

3. Condena del docetismo (los que niegan la realidad de la humanidad de Cristo y no admiten ni la
pasión ni la resurrección):

VII, 1 “Porque todo el que no confesare que Jesucristo ha venido en carne, es un Anticristo, y el
que no confesare el testimonio de la cruz, procede del diablo, y el que torciere las sentencias del Señor en
interés de sus propias concupiscencias, ese tal es primogénito de Satanás”.

IV. Conclusión:

“Enseñó siempre lo que había aprendido de los Apóstoles, lo mismo que transmite la Iglesia, las únicas
cosas verdaderas.”
“También existe una muy valiosa Carta de Policarpo a los Filipenses, en la cual pueden aprender los
detalles de su fe y el anuncio de la verdad quienes quieran preocuparse de su salvación y saber sobre
ella.”

Hermas (Anónimo, s. II d.C.) `O poimh.n( ;aggeloj th/j metanoi,aj. El ángel


• Escritor cristiano, contado entre los padres apostólicos.
• Vendido como esclavo de pequeño y enviado a Roma.
• Su obra principal: “El pastor” (140) escrito en griego, recoge una serie de revelaciones
transmitidas por dos figuras celestes, una anciana y un ángel que asumían los semblantes de
pastores.
• “El pastor” fue considerado un libro canónico del Biblia hasta el IV siglo.
• Con él se finaliza el período de los padres apostólicos.

I. Importancia
• Un hecho: ve que hay un cristianismo tibio, “los hombres pecan después del bautismo”. Pecar
significaba salir de la Iglesia. Aunque tales pecados pueden conseguir el perdón, aún los más
graves: la apostasía, la fornicación, el homicidio (antes del 222 no había perdón). Solo había
una posibilidad de penitencia, después del bautismo.
• En ninguna otra obra de los primeros tiempos del cristianismo ha sido descrita la vida de la
comunidad. Se encuentran cristianos de todo tipo: buenos y malos. La intención del autor es
mover las conciencias con sus exhortaciones a la penitencia.
• Es una obra de enseñanza moral.
• Fue considerada texto sagrado = inspirado

a) Criterios de discernimiento para considerar un libro canónico:

1. Referencia y mención en los autores anteriores.


2. Estilo y carácter de los escritos de los Apóstoles: “odor Traditionis”.
3. Contenido de acuerdo con la fe.
4. Pública lectura en la liturgia.

b) Testimonios:

• San Ireneo lo consideraba escritura sagrada por estar conforme a la fe: Primer precepto:
“Ante todo cree que hay un solo Dios que ha creado, hizo y llevó a término todas las cosas a
partir de la nada para que existiesen, El contiene todo y nada puede contenerlo”
• Clemente Alejandrino y Orígenes lo consideran libro inspirado, no al igual de los Evangelios o
de las Cartas de Pablo.
• Para Tertuliano es escritura sagrada.
• El “fragmento Muratoriano” prohíbe de hacer lectura pública en la Iglesia, porque no es ni un
profeta ni un apóstol.
• Eusebio lo considera entre los libros espúreos (noza)
• El Decretum Gelasianum (VI), lo separó definitivamente en los libros apócrifos.

II. Autor y obra

A) autor: incierto.
• ¿Clemente (96)? ¿Hermano de Papa Pío I (140-150)? ¿Cristiano mencionado en la carta de Pablo
a los romanos 16, 14?.
• Dos redacciones.
• Esclavo, liberto, desgracias, los hijos han apostatado, angustia de la persecución, el fin del
mundo.

B) Género: Libro de carácter apocalíptico.


• El Apocalipsis como género nació en Israel en el período sucesivo al exilio, es decir, después del
cautiverio babilónico de los judíos (597-538 a.C.). Un “Apocalipsis” (del griego apokálypsis,
«revelación») desvela acontecimientos futuros refiriendo detalladamente sueños o visiones,
valiéndose de imágenes intensamente simbólicas y a veces extravagantes, que vienen a su vez
explicadas e interpretadas.

C) Esquema: tres secciones:


• 5 visiones (concernientes a la penitencia y la doctrina).
• 12 mandamientos (sobre la moral)
• 10 comparaciones-similitudes (sobre los principios de la vida cristiana).
III. Doctrina:

A) La Iglesia: primera de las criaturas (anciana, torre mística)


• «Anciana»: “porque es creada antes de todas las cosas”:
4, 1. “Mientras yo dormía, hermanos, tuve una revelación que me fue hecha por un joven hermosísimo,
diciéndome:
-¿Quién crees tú que es la anciana de quien recibiste aquel librito?
-La sibila – le contesté yo.
-Te equivocas –me dijo-, no lo es.
-¿Quién es, pues? –le dije.
-La Iglesia –me contestó.
-¿Por qué entonces –le replique yo- se me apareció vieja?
-Porque fue creada –me contestó- antes que todas las cosas. Por eso aparece vieja y por causa de ella fue
ordenado el mundo.
2. Después de esto, tuve una visión en mi casa. Se me presentó la vieja y me preguntó si había ya
entregado el cuadernillo a los ancianos. Contesté que no. –Has hecho bien –me dijo-, pues tengo que
añadir aún unas palabras. Cuando hubiere, pues, completado todo lo que tengo que decir, tú se lo
notificarás a todos los elegidos.”
• «Torre»:
4. “Y ella, otra vez, me tomó de la mano, me levantó y me hizo sentar en el banco a su izquierda. Sentase
también ella, a la derecha, y, levantando una vara brillante, me dijo:
-¿Ves una cosa grande?
-Señora –le contesté-, no veo nada.
-¡Cómo! –me replica-; ¿con que no ves delante de ti una torre que se está construyendo sobre las aguas
con brillantes sillares?
5. En un cuadrilátero, en efecto, se estaba construyendo la torre, por mano de aquellos seis jóvenes que
habían venido con ella; y juntamente, otros hombres, por millares y millares, se ocupaban en acarreas
piedras, unos de lo profundo del mar, otros de la tierra, y se las entregaban a los seis jóvenes. Estos las
tomaban y edificaban.
6. Las piedras sacadas de lo profundo del mar las colocaban todas sin más en la construcción, pues
estaban ya labradas y se ajustaban en su juntura con las demás piedras, y tan cabalmente se ajustaban unas
con otras que no parecía juntura alguna y la torre semejaba construida como de un solo bloque.
7. De las piedras traídas de la tierra, unas las tiraban, otras las colocaban en la construcción, otras las
hacían añicos y las arrojaban lejos de la torre.”

3. “Ahora bien, la torre que ves se está edificando, soy yo misma, la Iglesia, la que se te apareció tanto
ahora como de primero. Así, pues, pregunta cuanto gustes acerca de la torre, que yo te lo revelaré, a fin de
que te alegres junto con los santos...”
5. Le pregunté entonces:
-¿Por qué la torre está edificada sobre las aguas, señora?
-Ya te dije antes –me replicó- que eres muy astuto y que inquieres con cuidado; inquiriendo, pues, hallas
la verdad. Ahora bien, escucha porque la torre está edificada sobre las aguas. La razón es porque vuestra
vida se salvó por el agua y por el agua se salvará (bautismo); mas el fundamento sobre que se asienta la
torre es la palabra del Nombre omnipotente y glorioso y se sostiene por la virtud invisible del Dueño.”

B) Penitencia:
3, 1. “–Todavía, señor –le dije-, te quiero hacer otra pregunta.
-Pregunta- me contestó.
Señor –le dije-, he oído de algunos doctores que no hay otra penitencia fuera de aquella que en que
bajamos al agua y recibimos la remisión de nuestros pecados pasados.
2. –Has oído –me contestó- exactamente, pues así es. El que, en efecto, recibió una vez el perdón de los
pecados, no debiera volver a pecar más, sino mantenerse en pureza.
3. Mas, puesto que todo lo quieres saber puntualmente, quiero declararte también esto, sin que con ello
intente dar pretexto de pecar a los que han de creer en lo venidero o poco ha creyeron en el Señor. Porque
quienes poco ha creyeron o en lo venidero han creer, no tienen lugar a penitencia de sus pecados, sino que
se les concede sola remisión, por el bautismo de sus pecados pasados.
4. Ahora bien, para los que fueron llamados antes de estos días, el Señor ha establecido una penitencia.
Porque como sea el Señor conocedor de los corazones y previsor de todas las cosas, conoció la flaqueza
de los hombres y que la múltiple astucia del diablo había de hacer algún daño a los siervos de Dios, y que
su maldad se ensañaría en ellos.
5. Siendo, pues, el Señor misericordioso, tuvo lástima de su propia hechura, y estableció esta penitencia, y
a mí me fue dada la potestad sobre esta penitencia.
6. Sin embargo, yo te aseguro –me dijo-: si después de aquel llamamiento grande y santo, alguno,
tentado por el diablo, pecare, sólo tiene una penitencia; mas si a la continua pecare y quisiere hacer
penitencia, sin provecho es para hombre semejante, pues difícilmente vivirá.
7. Le dije yo:
-La vida me ha dado haberte oído hablar sobre esto tan puntualmente, porque ahora sé cierto que si no
volviere a cometer nuevos pecados, me salvaré.
-Te salvarás tú –me dijo- y lo mismo todos cuantos hicieren estas cosas.”

Doctrina
• Existe una penitencia saludable después del bautismo.
• Esta penitencia tiene un carácter universal: nadie es excluido.
• Penitencia para alcanzar la conversión y la salvación, que consiste: en un cambio interior y en
las obras de expiación (exterior).
• La penitencia pública sacramental después del bautismo es única, “si después, enseguida,
peca y se arrepiente, es inútil para él, difícilmente vivirá.”
• Tiene que ser inmediata, por razones escatológicas, antes que la construcción de la torre se
convirtiera en un hecho consumado.

C) Moral:
12 reglas, preceptos o mandamientos:
1. La fe y el temor de Dios.
2. Sencillez e inocencia. Contra la murmuración. La limosna.
3. Contra la mentira.
4. La castidad. La penitencia.
5. La paciencia
6. Fe y confianza
7. El temor de Dios.
8. Abstenerse del mal, no del bien.
9. Contra la duda.
10. Contra la tristeza.
11. Venerar a los profetas.
12. Combatir las codicias y los malos deseos.

• Él ángel de la justicia y el ángel de la iniquidad:


“2, 1. –Escucha ahora –me dijo- acerca de la fe. Dos ángeles hay en cada hombre: uno de la justicia y
otro de la maldad.
2. -¿Cómo, pues, Señor –le dije- conoceré las operaciones de uno y otro, puesto que ambos habitan
conmigo?
3. –Escucha –me dijo- y entiende. El ángel de la justicia es delicado, y vergonzoso, y manso, y tranquilo.
Así, pues, cuando quiera subiere a tu corazón este ángel, al punto que se pondrá ha hablar contigo sobre la
justicia, la castidad, la santidad, sobre la mortificación y sobre toda obra justa y sobre toda virtud gloriosa.
Cuando todas estas cosas subieren a tu corazón, entiende que el ángel de la justicia está contigo. He ahí,
pues, las obras del ángel de la justicia. Cree, por tanto, a éste y a sus obras.
4. Mira también las obras del ángel de la maldad. Ante todas las cosas, ese ángel es impaciente, amargo e
insensato, y sus obras malas, que arriban a los siervos de Dios. Así, pues, cuando éste subiere a tu
corazón, conócele por sus obras.”

• Distingue entre «reglas» y «consejos»: ayuno, celibato y martirio.

D) Errores cristológicos:

• No habla ni de Cristo ni del Logos. Llama al Espíritu Santo hijo de Dios: “(…) Quiero
mostrarte otra vez todo lo que me mostró el Espíritu Santo, que habló conmigo bajo la figura de
la Iglesia; porque aquel Espíritu es el Hijo de Dios”
• La Trinidad: Dios Padre, una segunda persona divina: el Espíritu Santo, que es
identificado con el Hijo de Dios, y el Salvador elevado a su categoría en recompensa de
sus méritos.

Otros padres apostólicos:

De ellos sólo se conservan fragmentos.

Papías de Hierápolis
• Eusebio de Cesarea: “un hombre de inteligencia sabia y mediocre”
• Escribió exégesis de los discursos del Señor. Son las primeras referencias al evangelio de Marcos.
Fue escrito con exactitud pero con desorden “Marcos no ha cometido errores”. De Mateo reunió
en lengua hebrea las palabras de Jesús y algunas las interpretó como fue capaz. Era milenarista:
creía que después de la resurrección de los muertos habría un reino de mil años, donde se reinaría
con Cristo en la tierra.

Pseudo Bernabe.
• Apócrifo del Nuevo Testamento. Apócrifo no es igual a malo, existen varios tipos.
• Encarnación, pasión y bautismo. Es la primera obra o propiamente homilía, que interpreta
tipológicamente la Biblia, porque antes era interpretada sólo alegóricamente.

En suma los padres apostólicos, han escrito cartas como san Pablo, dirigidas a la comunidad. Inspirados pero no como los apóstoles,
primera generación post-apostólica. Errores que condenan: docetismo y ebionismo. Más que especulación es catequesis. Fe vista. Enseñanza
sencilla. Unión Iglesia, obispo. Policarpo fidelidad, hermas esperanza del perdón.

En una obra de 1689 sólo se incluía tres padres apostólicos: Ignacio, Clemente, Policarpo. Los siete son considerados pero
estrictamente estos tres. También la carta a Diogneto.

Apéndice:
• Antología y textos de profundización:
• Instrucción: 2, 13, 14, 16-23, 25, 28, 31, 33,34, 37,41,43,45,49,57.
• Didajé.
• Carta a los Corintios de San Clemente: 7, 24-25, 42-44,49, 50, 59-61.
• San Ignacio: Carta a los romanos y a carta a los Esmirniotas.
• San Policarpo: 4,6,7,10-12.
• El Pastor de Ermas: visiones 2,3; reglas 4,10; similitud 8.

FECHAS
 

LOS PADRES APOLOGISTAS GRIEGOS. En confrontación con el judaísmo, el paganismo y el


imperio romano.

“Por los judíos se los combate como a extranjeros; por los griegos son perseguidos y, sin embargo, los
mismos que los aborrecen no saben decir el motivo de su odio.”

I. Contexto del siglo II:

A) La situación cultural-religiosa:

• Conviven el culto politeísta (Panteón) y ciertas innovaciones: culto mitraico, mistérico, prácticas
teúrgicas.
• Cultura: Sincretismo doctrinal de raíz medio-platónica: un principio divino único. Debajo de
este “primer Dios” -que contiene en sí como sus pensamientos las ideas platónicas- se coloca uno
segundo principio (déuteros theós), que funge como mediador entre lo divino y la materia, que
recibe la misma forma del “segundo dios” y por quien viene providencialmente vigilada. Este
“según dios” puede asumir la definición de Logos, o bien concretarse en la pronoia, “la
providencia intramundana”, o en el alma del mundo de derivación platónica, o en el dynamis
divina.

B) La novedad del cristianismo:

• Salto misionero: difusión, evangelización, grandes conversiones: cultos convertidos, nobles,...


son vistos cómo un peligro:

"Hombres aborrecidos por sus infamias y convencidos de odio por el género humano" (Anales XV, 44)

II. Contraste y reacciones:

A) El mundo externo:
• Autoridad: persecución.
• Peligro para el Estado: ateos y sacrilegios.
• Infanticidio y antropofagia: Eucaristía.
• Incesto: ósculo de la paz.
• Críticas de los filósofos paganos: Frontón de Cirta: “Oratio”, Luciano de Samosata: “Sobre la
muerte de los peregrinos”, Celso: “Discurso veraz”,...
• Judíos: contraste y odio porque algunos autores cristianos declararon alegórica toda la ley
antigua y el cristianismo, única verdad.

B) Cristianismo:
• Confutar todas las acusaciones.
• hacer aceptable la doctrina cristiana bajo la luz de la razón, evidenciando la inmoralidad de la
religión pagana como la insuficiencia de la filosofía.
• Exponer la doctrina cristiana y ganar prosélitos a la Iglesia.
• Separación del mundo judío.

C) Dos “verdaderos” problemas:


• Fuerte monoteísmo: Dios tiene las mismas características de la tradición filosófica griega:
impasibilidad, inmutabilidad, incognoscibilidad. ¿Cómo entender la inmutabilidad de Dios y la
creación del mundo, la incognoscibilidad y la revelación, la impasibilidad y el anuncio del
kerigma?
• ¿Si Dios es uno y verdadero, y crea el mundo y se revela por medio del Logos, Cur tam sero?
¿Qué pretensión universal puede tener el cristianismo de representar la salvación, si sólo se ha
manifestado en tiempos recientes?.

III. Los Apologistas:

• EI término “apología”: es derivado del vocabulario retórico, e indica el “discurso de defensa”


que en el tribunal venía después (apó) de la acusación.
• Según tal tradición retórica, estos autores escribieron obras que minuciosamente siguen las reglas
del discurso, el diálogo o el tratado.
• “Apologistas griegos”: grupo de escritores-filósofos en lengua griega, que en el siglo II dirigen
discursos, diálogos o tratados a las autoridades políticas y culturales para defender el
cristianismo, haciendo razonables los contenidos de la fe.
• Los apologistas contestan a estas preguntas: la identidad de los cristianos (“quiénes somos”), y
de los contenidos de su fe (“en qué creemos”).
• Padecen un “Subordinasionismo cristológico” La doctrina del Logos contenía una cierta
jerarquización funcional entre Dios Padre y el Hijo-Logos, que en alguna medida venía a ser
equiparado al “segundo dios”.

IV. Cronología:

A) Adriano (117-138):
• Cuadrado, Apología a Adriano entre el 120 y el 130, obra pero perdida.
• Arístides de Atenas, cuya Apología es dirigida a Adriano es la más antigua.

B) Antonino Pío (138-161):


• Aristón de Pella, que por primero se dirige a los Judíos con el Diálogo entre Jasón y Papisco a
propósito de Cristo, perdido, compuesto alrededor del 140.
• San Justino, martirizado en Roma en el 165 (?), de quién nos han llegado las dos Apologías y el
Diálogo con el judío Trifón.

C) Marco Aurelio (161-180):


• Taciano el Siro, alumno de Justino, de quien quedan el Discurso a los griegos y al Diatesarón.
• Milciades, contemporáneo de Taciano, y quizá también alumno de Justino, sin embargo de él se
han perdido todos los escritos.
• Apolinar de Gerápolis, de que se han perdido la apología le dirigida a Marco Aurelio, los
tratados Contra los griegos, Sobre la verdad, Contra los Judíos, Contra los Montanistas.
• Atenágoras de Atenas, que en el 177 redacta para Marco Aurelio la Súplica por los Cristianos,
junto a quién nos ha llegado un tratado Sobre la resurrección de autenticidad discutida.
• Teofilo, sexto obispo de Antioquía, que escribió poco después del 180 los tres libros Ad Autolico.
• Melitón, obispo de Sardes, que compuso una Apología alrededor del 170 dirigiéndola a Marco
Aurelio y a un vasto número de otros tratados, entre los cuales no ha llegado solamente Sobre la
Pascua, datado entre el 160 y el 170.

D) Septimio Severo (192-211):


• A Diogneto, probablemente datada entre el siglo II y III, y de origen quizás alejandrino y el
Escarnio de los filósofos paganos, una sátira sobre el filosofía antigua de un cierto Ermias, de
quién nada se sabe.

. o qaumasiw,tatoj çIousti,noj
(Taciano) Orat. 18,

San Justino mártir (Samaria 100 aprox. - Roma 165 aprox.)


• El mayor representante de la apologética cristiana del siglo II.
• De padres paganos, se dedicó al estudio de la filosofía griega.
• Se convirtió al cristianismo, después de un largo trayecto, fue decapitado durante el reino del
emperador a romano Marco Aurelio.
• Le son atribuidas con certeza las dos Apologías en favor de los cristianos, en las que defiende a
los cristianos de las acusaciones de ateísmo y sedición; y el Diálogo con el hebreo Trifón, en el
que contó la historia de su propia conversión.

I. Vida:

• “(…) Justino, uno de ellos, hijo de Prisco, que lo fue de Bacquio, natural de Flavia Neápolis en la
Siria Palestina (…)”
• Itinerario intelectual: estoico, peripatético, pitagórico, platónico, cristiano:
“2, 1. (…) La filosofía, efectivamente, es en realidad el mayor de los bienes, y el más precioso ante
Dios, al cual ella es la sola que nos conduce y recomienda. Y santos, a la verdad, son aquellos que a la
filosofía consagran su inteligencia. Ahora, qué sea en definitiva la filosofía y por qué les fue enviada a los
hombres, cosa es que se le escapa al vulgo de las gentes; pues en otro caso, siendo como es ella ciencia
una, no habría platónicos, ni estóicos, ni parepatéticos, ni teóricos (según Otto, son los pirrónicos o
escépticos). 3. Yo mismo, en mis comienzos, deseando tratar con alguno de éstos, me puse en manos de
un estóico. Pasé con él bastante tiempo; pero dándome cuenta que nada adelantaba en el conocimiento de
Dios, sobre el que tampoco él sabía nada ni decía ser necesario tal conocimiento, me separé de él y me fui
a otro, un peripatético, hombre agudo, según él creía. Este me soportó bien los primeros días; pero pronto
me indicó que habíamos de señalar honorarios, a fin de que nuestro trato no resultara sin provecho. Yo le
abandoné por esta causa, pues ni filósofo me parecía en absoluto.
6. Estando así perplejo, me decidí, por fin, a tratar también con los platónicos, pues gozaban también
de mucha fama. Justamente, por aquellos días había llegado a nuestra ciudad un hombre inteligente, una
eminencia entre los platónicos, y con éste tenía mis largas conversaciones y adelantaba y cada día hacía
progresos notables. La consideración de lo incorpóreo me exaltaba sobremanera; la contemplación de las
ideas daba alas a mi inteligencia; me imaginaba haberme hecho sabio en un santiamén, y mi necedad me
hacía esperar que de un momento a otro iba yo a contemplar al mismo Dios. Porque tal es el blanco de la
filosofía de Platón.”

• Conversión: hacia el 130 a Efeso.

a) Existe una fuente más alta de la verdad: Cristo la verdadera filosofía:


“7, 1. –Entonces –le dije–, ¿a quién vamos a tomar por maestro i de dónde podemos sacar provecho, si ni
en éstos –en Platón y Pitágoras– se halla la verdad?
–Existieron hace mucho tiempo –me contestó el viejo– unos hombres más antiguos que todos estos
tenidos por filósofos, hombres bienaventurados, justos y amigos de Dios, los cuales hablaron inspirados
del espíritu divino, y divinamente inspirados predijeron lo porvenir, aquello justamente que se está
cumpliendo ahora; son los que se llaman profetas. Estos son los que vieron y anunciaron la verdad a los
hombres, sin temer ni adular a nadie, sin dejarse vencer de la vanagloria, sino llenos del Espíritu Santo,
sólo dijeron lo que vieron y oyeron.
2. (…) no compusieron jamás sus discursos con demostración, como quiera que ellos sean testigos
fidedignos de la verdad por encima de toda demostración; (…).”
8, 1. Esto dicho y muchas otras cosas que no hay porque referir ahora, marchóse el viejo, después de
exhortarme a seguir sus consejos, y yo no le volví a ver más. Mas inmediatamente sentí que se encendía
un fuego en mi alma y se apoderaba de mí el amor a los profetas y a aquellos hombres que son amigos de
Cristo, y reflexionando conmigo mismo sobre los razonamientos del anciano, hallé que ésta sola es la
filosofía segura y provechosa.
2. De este modo, pues, y por estos motivos soy yo filósofo, y quiera que todos los hombres, poniendo el
mismo fervor que yo, siguieran las doctrinas del Salvador.”

b) El testimonio de los mártires:

12, 1. “Y es así que yo mismo, cuando seguía la doctrina de Platón, oía las calumnias contra los
cristianos; pero, al ver cómo iban intrépidamente a la muerte y a todo lo que se tiene por espantoso, me
puse a reflexionar ser imposible que tales hombres vivieran en la maldad y en el amor de los placeres.”
13, 1. “Porque también yo, al darme cuenta de que los malvados demonios habían hechado un velo a las
divinas enseñanzas de Cristo con el fin de apartar de ellas a los otros hombres, desprecié lo mismo a
quienes tales calumnias propalaban que el velo de los demonios y la opinión del vulgo.
2. Yo confieso que mis oraciones y mis esfuerzos todos tienen por blanco mostrarme cristiano (…).”

• En Roma, en el 140, viste la capa de filósofo y funda una escuela. Tuvo grandes discípulos
como Taciano y cercanos adversarios como Crecentes, filósofo cínico.
• En el 165 es denunciado como cristiano y procesado:
“II, 1. Venidos ante el tribunal, el perfecto Rústico dijo a Justino:
En primer lugar, cree en los dioses y obedece a los emperadores.
2. Justino respondió:
-Lo irreprochable, y que no admite condenación, es obedecer a los mandatos de nuestro salvador
Jesucristo.
3. El prefecto Rústico respondió:
-¿Qué doctrina profesas?
Justino respondió:
He procurado tener noticia de todo linaje de doctrinas; pero sólo me he adherido a las doctrinas de los
cristianos, que son las verdaderas, por más que no sean gratas a quienes siguen falsas opiniones.
4. El prefecto Rústico dijo:
-¿Con que semejantes doctrinas te son gratas, miserable?
Justino respondió:
-Sí, puesto que las digo conforme al dogma recto.
5. El prefecto Rústico dijo:
-¿Qué dogma es ese?
Justino respondió:
-El dogma que nos enseña dar culto al Dios de los cristianos, al que tenemos por Dios único, el que desde
el principio es hacedor y artífice de toda la creación, visible e invisible: y al Señor Jesucristo, por hijo de
Dios, el que de antemano predicaron los profetas que había de venir al género humano, como pregonero
de salvación y maestro de bellas enseñanzas.
III, 4. El prefecto rústico dijo:
-Luego, en definitiva, ¿eres cristiano?
Justino respondió:
Sí, soy cristiano.”

• Fue condenado a la decapitación.

II. Obras:
Justino se dirige a todos los que buscan la verdad (cristianos, judíos, paganos) para enseñarles
que la verdad no está en la filosofía pagana sino en la Escritura, y que la interpretación correcta de
la Escritura no es la judía sino la cristiana, porque la verdad anunciada por las Escrituras es Cristo.

1. Primera Apología: (153), 68 cap.

• Introducción:
“Al emperador Tito Elio Adriano Antonino Pío César Augusto, y a Verísimo su hijo, filósofo y de
Pío por adopción, amante del saber, al sagrado Senado y a todo el pueblo romano:
A favor de los hombres de toda raza, injustamente odiados y vejados, yo, Justino, uno de ellos,
hijo de Prisco, que lo fue de Bacquio, natural de Flavio Neápolis en la Siria Palestina, he compuesto este
discurso y esta súplica”.

• Parte apologética: cap. 4-12: defensa de los cristianos de las acusaciones.


• Parte expositiva: cap. 13-67: doctrina y culto cristiano.
• Conclusión.

2. Segunda Apología: (¿apéndice de la I?) (155-160), 15 cap.

Justino contesta a las dos objeciones de los paganos (asesinarse, ser perseguidos), para
demostrar la superioridad de su doctrina, que proviene del Logos, sobre la pagana.

3. Diálogo con Trifón: (160), 142 cap. El cristianismo en conflicto con el hebraísmo.

• Introducción: cap. 1-6: autobiografía: búsqueda de la verdad y conversión.


• Primera Parte: cap. 9-47: Valor tipológico y transitorio del Antiguo Testamento.
• Parte Segunda: cap. 48-108: Cristo, Dios y Mesías, cumplimiento de las profecías del Antiguo
Testamento: preexistencia de Cristo, la encarnación, la redención, pasión, muerte y resurrección.
Todo ha sido preanunciado en las Escrituras.
• Parte Tercera: cap. 109-141: la Iglesia, nuevo Israel y pueblo electo.
• Conclusión: Preferir a Cristo y creer en Él.

III. Doctrina:

1. El plan salvífico de Dios

• La Teología del lo,goj çendia,qetoj & proforiko,j: Dios es uno y verdadero, y crea el mundo y
se revela por medio del Logos. Del “principio ordenador racional del cosmos” de los estoicos y
platónicos al Ordenador-Revelador del cosmos: Cristo Salvador.
• El Cristo LOGOS siempre presente a todos los hombres en todo tiempo y en todo lugar:
46, 2. “Nosotros hemos recibido la enseñanza de que Cristo es el primogénito de Dios, y anteriormente
hemos indicado que Él es el Verbo, de que todo el género humano ha participado.
3. Y así, quienes vivieron conforme al Verbo, son cristianos, aun cuando fueron tenidos por ateos, como
sucedió entre los griegos con Sócrates y Heráclito y otros semejantes, y entre los bárbaros con Abrahán,
Ananías, Azarías y Misael, y otros muchos cuyos hechos y nombres, que sería largo enumerar, omitimos
por ahora.
4. De suerte que los que anteriormente vivieron sin razón, se hicieron inútiles y enemigos de Cristo y
asesinos de quienes viven con razón; mas los que conforme a ésta han vivido y siguen viviendo son los
cristianos y no saben de miedo ni turbación.

• Justino contestaba en la forma más completa a las dos objeciones posibles:


• ¿Cur tam sero? una idea dinámica y progresiva de la revelación.
• ¿Universalidad? también proyectando en el pasado pagano la acción positiva del
Logos.

2. Culto y sacramentos

a) Bautismo: no es un ritual mágico sino está unido a la fe y a la conversión.


• Preparación remota: exposición de la doctrina cristiana.
• Preparación próxima: oración y ayuno del bautizado y de los fieles.
• Administración: agua y fórmula trinitaria.
• Efecto: regeneración espiritual.
“61, 2. Cuantos se convencen y tiene fe de que son verdaderas estas cosas que nosotros enseñamos y
decimos y prometen vivir conforme a ellas, se les instruye ante todo para que oren y pidan, con ayunos,
perdón a Dios de sus pecados, anteriormente cometidos, y nosotros oramos y ayunamos juntamente con
ellos.
3. Luego los conducimos a sitio donde hay agua, y por el mismo modo de regeneración con que nosotros
fuimos regenerados, son regenerados ellos, pues entonces toman en el agua el baño en el nombre de Dios,
Padre y Soberano del universo, y de nuestro Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo.
4. Y es así que Cristo dijo: Si no volvéis a nacer, no entraréis en el reino de los cielos (Jn 3,3)
12. Este baño se llama iluminación, para dar a entender que son iluminados los que aprenden estas cosas.
13. Y el iluminado se lava también en el nombre de Jesucristo, que fue crucificado bajo Poncio Pilato, y
en el nombre del Espíritu Santo, que por los profetas nos anunció de antemano todo lo referente a Jesús.”

b) Eucaristía: unido con la fe y el bautismo, rito, presencia real. Liturgia de la palabra y gran oración
eucarística...

65, 1. “Por nuestra parte, nosotros, después de así lavado el que ha creído y se ha adherido a nosotros, le
llevamos a los que se llaman hermanos, allí donde están reunidos, con el fin de elevar fervorosamente
oraciones en común por nosotros mismos, por el que acaba de ser iluminado y por todos los otros
esparcidos por todo el mundo, suplicando se nos conceda, ya que hemos conocido la verdad, ser hallados
por nuestras obras hombres de buena conducta y guardadores de lo que se nos ha mandado, y consigamos
así la salvación eterna.
2. Terminadas las oraciones, nos damos mutuamente ósculo de paz.
3. Luego, al que preside a los hermanos, se le ofrece pan y un vaso de agua y vino, y tomándolos él
tributa alabanzas y gloria al Padre del universo por el nombre de su Hijo y del Espíritu Santo, y pronuncia
una larga acción de gracias, por habernos concedido esos dones que de Él nos vienen. Y cuando el
presidente ha terminado las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente aclama diciendo:
Amén.
4. «Amén», en hebreo, quiere decir «así sea».
5. Y una vez que el presidente ha dado gracias y aclamado todo el pueblo, los que entre nosotros se
llaman «ministros» o diáconos, dan a cada uno de los asistentes parte del pan y del vino y del agua sobre
que se dijo la acción de gracias y lo llevan a los ausentes.
66, 1. Y este alimento se llama entre nosotros «Eucaristía», de la que a nadie es lícito participar, sino al
que cree ser verdaderas nuestras enseñanzas y se ha lavado en el baño que da la remisión de los pecados y
la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo enseñó.
2. Porque no tomamos estas cosas como pan común ni bebida ordinaria, sino que, a la manera que
Jesucristo, nuestro Salvador, hecho carne por virtud del Verbo de Dios, tuvo carne y sangre por nuestra
salvación; así se nos ha enseñado que por virtud de la oración al Verbo que Dios procede, el alimento
sobre que fue dicha la acción de gracias –alimento de que, por transformación, se nutren nuestra sangre y
nuestras carnes– es la carne y la sangre de Aquel mismo Jesús encarnado.
3. Y es así que los Apóstoles en los Recuerdos, por ellos escritos, que se llaman Evangelios, nos
transmitieron que así les fue a ellos mandado, cuando Jesús, tomando el pan y dando gracias, dijo: Haced
esto en memoria mía, éste es mi cuerpo. E igualmente, tomando el cáliz y dando gracias, dijo: Esta es mi
sangre, y que sólo a ellos les dio parte.
67, 3. El día que se llama del sol se celebra una reunión de todos los que moran en las ciudades o en los
campos, y allí se leen, en cuanto el tiempo lo permite, los Recuerdos de los Apóstoles o los escritos de los
profetas.
4. Luego, el lector termina, el presidente, de la palabra, hace la exhortación e invitación a que imitemos
estos bellos ejemplos.
5. Seguidamente, nos levantamos todos a una y elevemos nuestras preces, y éstas terminadas, como ya
dijimos, se ofrece pan y vino y agua, y el presidente, según sus fuerzas, hace subir igualmente a Dios sus
preces y acciones de gracias y todo el pueblo exclama diciendo «amén». Ahora viene la distribución y
participación, que se hace a cada uno, de los alimentos consagrados por la acción de gracias y su envío
por medio de los diáconos a los ausentes.”

3. Mariología

• Paralelismo Eva-Maria (Adán-Cristo): en confrontación dos momentos de la historia y


evidencia la actitud opuesta de las dos protagonistas: muerte y vida...

100, 4. “(…) y sabemos, por otra parte, que nació de la virgen como hombre, a fin de que por el mismo
camino que tuvo principio la desobediencia de la serpiente, por ése también fuera destruida.
5. Porque Eva, cuando aún era virgen e incorrupta, habiendo concebido la palabra que le dijo la serpiente,
dio luz la desobediencia y la muerte; mas la virgen María concibió fe y alegría cuando el ángel Gabriel le
dio la buena noticia de que el Espíritu del Señor vendría sobre ella y la fuerza del Altísimo la sombrearía,
por lo cual lo nacido de ella, santo, sería Hijo de Dios; a lo que respondió ella: Hágase en mí según tu
palabra (Lc 1,38). Y de la virgen nació Jesús, al que hemos demostrado se refieren tantas Escrituras, por
quien Dios destruye la serpiente y a los ángeles y hombres que a ella se asemejan, y libra de la muerte a
quienes se arrepienten de sus malas obras y creen en Él.”

Conclusión

“Un pionero del encuentro positivo con el pensamiento filosófico, aunque bajo el signo de un cauto
discernimiento, fue san Justino, quien, conservando después de la conversión una gran estima por la
filosofía griega, afirmaba con fuerza y claridad que en el cristianismo había encontrado «la única filosofía
segura y provechosa» (San Justino, Diálogo con Trifón, 8, 1: PG 6, 492)”.
Dei/xo,n moi to.n :anqrwpo,n sou(
kagw, soi dei,xw to.n qeo,n (Ad Autolico I, 2)

Los últimos apologistas del s. II

I. Contexto
A) Marco Aurelio

• Emperador romano (161-180), estoico. En el 161 fue coronado emperador, compartiendo el


imperio con el hermano adoptivo Lucio Auténtico.
• Marco Aurelio fue obligado a enfrentar guerras continuas a lo largo de las fronteras del imperio:
en el 167 afrontó los pueblos germánicas.
• Persiguió a los cristianos, que creyó una amenaza al sistema imperial.
• Murió de peste el 17 de marzo de 180 antes de empezar la invasión, cerca de la Vistula.
• Gran política interna: los derechos a los pobres y los menores, construyendo escuelas, orfanatos y
hospitales; ratificó leyes más benévolas respecto a los esclavos.
• Como filósofo es célebre por las Memorias o Coloquios con sí mismo, un compendio de doce
volúmenes de reglas morales, escrito en lengua griega durante las numerosas campañas militares.

B) Clima social en que los cristianos vivieron:


• Perseguidos por el Estado: pena de muerte (ateos).
• Ridiculizados por los filósofos (ruines, bárbaros,...).
• Acusados por las masas supersticiosas (son los responsables de las calamidades, inmorales)

II. Tres grandes apologistas

A) Taciano el asirio, el discípulo de san Justino.

• Nació en Asiría hacia el 120: “42. (…) yo, Taciano, que profeso la filosofía bárbara, nacido en
tierra de asirios, formado primero en vuestra cultura y luego en las doctrinas que ahora anuncio
como predicador”.
• Cultura literaria y filosófica: estoico, iniciado en los misterios paganos, se convirtió al
cristianismo: “29. Habiendo, pues, visto todo eso, después además que me hube examinado en
los misterios y examinado las regiones de todos los hombres, instuídas por afeminados eunucos
(…) entrando en mí mismo, empecé a preguntarme de qué modo me sería posible encontrar la
verdad. En medio de mis graves reflexiones, vinieron casualmente a mis manos unas escrituras
bárbaras, más antiguas que las doctrinas de los griegos y, si a los errores de éstos se mira,
realmente divinas. Y hube de creerlas por la sencillez de su dicción, por la naturalidad de los que
hablan, por la fácil comprensión de la creación del universo, por la predivisión de lo futuro, por la
excelencia de los preceptos y por la unicidad de mando en el universo. Y enseñada mi alma por
Dios mismo, comprendí que la doctrina helénica me llevaba a la condenación; la bárbara, en
cambio, me libraba de la esclavitud del mundo (…).”
• Después de la conversión, fue discípulo de Justino en Roma.
• Muerto el maestro (165), volvió a Oriente y ejerció su actividad en Siria, Cilicia y Pisidia.
• Cayó en el gnosticismo en año XII de Marco Aurelio (172) y se hizo promotor de los
encratitas: secta herética muy rigorista. Se prohibía el matrimonio, el uso de la carne y el uso del
vino en la celebración eucarística (celebraban solamente con el agua = aquarios). Fueron muy
intransigentes.

• Dos obras:
• Discurso a los griegos: 30 capítulos contra los griegos, (aprox. 170). El objetivo es:
demostrar la superioridad de los cristianos sobre los paganos, cap. 1-4, desde el punto
de vista doctrinal, mas que desde el punto de vista cronológico, ya que Moisés vivió antes
que Homero. Al final documenta la inmoralidad de los artistas romanos.
• Diatésaron: (exposición a cuatro) era una concordancia de los evangelios. Fue usada de
modo oficial en la liturgia de la Iglesia siríaca hasta el V siglo.

B) Atenágoras de Atenas, la más bella apología de la antigüedad.


• No se sabe casi nada de su vida.
• Dos obras: cerca del año 177 la dirigió a los emperadores Marco Aurelio y a Comodo
“germánicos, sarmaticos y sobre todo filósofos”: una Súplica por los cristianos. Algún tiempo
después escribió un tratado: Sobre la resurrección de los muertos.
• Súplica por los cristianos: (compuesta entre 176-180), 37 cap.: Son confutadas las tres
grandes acusaciones:
• Ateísmo (cap. 4-30).
• Inmoralidad (cap. 31-34).
• Antropofagia (35-36).
• Sobre la resurrección de los muertos: tratado de carácter filosófico, se le demuestra con
argumentos de razón que la doctrina de la resurrección de los cuerpos:
• es posible (cap 1-10) porque no repugna a la ciencia y a potencia de Dios.
• es necesaria (cap 11-25): lo prueban
• El destino del hombre, creado para vivir siempre.
• Su naturaleza que resulta de dos elementos asociados.
• El juicio que tiene que hacerse.
• Él último fin, inalcanzable en esta vida.

C) San Teofilo de Antioquia, teólogo del tria,j


• Nació cerca del Tigris alrededor del 120. De familia pagana, tuvo una educación helénica.
• Taciano fue empujado a la conversión por la lectura de las Sagradas Escrituras:
14. “(…) Porque tampoco yo en otro tiempo creía (…) mas ahora, tras haberlo bien considerado, lo creo,
y porque juntamente leí las sagradas Escrituras de los santos profetas, quienes, inspirados por el Espíritu
de Dios, predijeron lo pasado tal como pasó, lo presente tal como sucede y lo por venir tal como se
cumplirá. (…)”.
• Electo Sixto obispo de Antioquía en el 169 hasta el 185.
• Escribió tres libros separados, dirigidos al pagano Autólico para convertirlo al cristianismo. El
último libro fue escrito después del 180.

• A Autólico:
• Libro I: (14 cap.), trata de la esencia de Dios, de su providencia, de la fe en la
resurrección y de la absurdidad de la idolatría.
• Libro II: (38 cap.), se propone demoler la mitología, exaltando la narración de la
creación contenida en el Génesis.
• Libro III: (30 cap.), de naturaleza moral, confuta y ataca las costumbres corrompidas del
mundo pagano.

Tres modos de hacer apología

A) Factores determinantes:
• La realidad personal: Taciano y Atenágoras son filósofos paganos convertidos al cristianismo
y han permanecido laicos. Teofilo ha llegado del paganismo al sacerdocio y al episcopado. Si los
primeros usan la dialéctica para demoler la religión pagana, Teofilo demuestra la verdad de las
doctrinas cristianas, basándose sobre la autoridad de las Escrituras y sobre la prioridad
cronológica de ellas.
• El contenido: San Justino encontró “fragmentos” de Verdad en la filosofía de los griegos y
“hombres cristianos” antes de Cristo. Taciano condena la filosofía y la cultura pagana.
Atenágoras reconoce en los paganos la concepción monoteísta como preparación al
cristianismo. Teofilo es contrario a la cultura pagana, “cuyos escritores robaron sus
enseñanzas de las Sagradas Escrituras.”
• El destinatario: Justino y Atenágoras dirigieron su apología a los emperadores. Taciano, al gran
público de los griegos. Teofilo, por la vez primera, a una persona privada que puede ser un
nombre ficticio.

Por ejemplo:
Taciano: Discurso a los griegos:

1. “No os mostréis tan de todo en todo enemigos de los bárbaros, oh griegos, ni juzguéis
desfavorablemente sus doctrinas. Porque, ¿qué institución entre vosotros no tuvo origen de los bárbaros?
Los más famosos entre los telmisios inventaron la adivinación por los sueños; los carios, la previsión por
los astros; los vuelos de los pájaros los observaron primero los frigios y los más antiguos de entre los
isaurios; los ciprios hallaron el arte de sacrificar; los babilonios, la astronomía; los persas, la magia; la
geometría los egipcios; el conocimiento de las letras los fenicios. Cesad, pues, de llamar invenciones lo
que son puras imitaciones. Porque la poesía y el canto os los enseñó Orfeo, y éste mismo, la iniciación en
los misterios; los etruscos, la plástica; los egipcios, con sus tablas de los tiempos (…).
2. ¿Qué habéis producido que merezca respeto, con vuestra filosofía? ¿Quién de entre los que pasan por
los más notables estuvo exento de arrogancia?”,

Juicio: La apología de Taciano es polémica. El tono impetuoso, áspero. Más que apologética, su
Discurso es un ataque contra toda la cultura grecorromana. El rigorismo extremista y la
intransigencia dominan este escrito. “Taciano no encuentra nada de bueno en los Gentiles: el arte de los
griegos es deshonesto; su literatura es pueril; su filosofía mentirosa. En suma, la de Taciano es una
apología a puños cerrados”.

Doctrina teológica.

1. Taciano
a) Nuestro Dios y el Logos existente en el seno del Padre:
“4. Nuestro Dios no tiene principio en el tiempo, siendo Él solo sin principio y, a par, principio de todo
el universo. Dios es espíritu, pero no el que penetra por la materia, sino el creador de los espíritus
materiales y de las formas de la materia misma; invisible intangible, Él es padre de las cosas sensibles y
visibles. Por la creación le conocemos, y lo invisible de su poder, por sus criaturas lo comprendemos
(Rom 1,20). La obra que por amor mío fue por Él hecha, no la quiero adorar.(…)
5. “Dios era en el principio; mas el Principio nosotros hemos recibido de la tradición que es la potencia
del Verbo (Jn 1,1). Porque el Dueño del universo, que es por sí mismo soporte de todo, en cuanto la
creación no había sido aún hecha, estaba solo; mas en cuanto con Él estaba toda la potencia de lo visible e
invisible, todo lo sustentó Él mismo consigo mismo por la potencia del Verbo. Y por voluntad de su
simplicidad, sale el Verbo; y el Verbo, que no salta en el vacío, resulta la obra primogénita del Padre (Col.
1, 15).
Sabemos que Él es el principio del mundo; pero produjo no por división, sino por participación. Porque lo
que se divide queda separado de lo primero; mas lo que se da por participación, tomando carácter de una
dispensación, no deja falto a aquello de donde se toma. Porque a la manera que de una sola tea se
encienden muchos fuegos, mas no por encenderse muchas teas se disminuye la luz de la primera, así
también el Verbo, procediendo de la potencia del Padre, no dejó sin razón al que había engendrado.”

b) Demonología: El hombre se ha convertido en esclavo de los demonios. Los demonios son imágenes de
la materia y de la iniquidad. No pueden hacer penitencia. Pero los hombres pueden alcanzar la
inmortalidad con la penitencia y la renuncia a todas las cosas terrenales. El hombre no tiene que temer la
muerte.

2. Atenágoras:
a) Unidad de Dios: la más antigua demostración racional del monoteísmo.
“Pues que el Dios Hacedor de todo este universo sea desde el principio uno solo, consideradlo del modo
siguiente, a fin de que tengáis también el razonamiento de nuestra fe. Si hubiera habido desde del
principio dos o más dioses, hubieran ciertamente tenido que estar o los dos en uno solo y mismo lugar o
cada uno aparte en su lugar. Ahora bien, es imposible que estuvieran en uno solo y mismo lugar; porque
no serían por dioses, iguales, sino, increados, desiguales. En efecto, lo creado es semejante a sus modelos;
pero lo increado no es semejante a nada, pues no sido hecho por nadie ni para nadie. (…) Mas si cada uno
de ellos ocupa su propio lugar, estando el que creé el mundo más alto que todas las cosas creadas y por
encima de lo que Él hizo y ordenó, ¿dónde estará el otro o los otros? Porque si el mundo, que tiene figura
esférica perfecta, está limitado por los círculos del cielo, y el Hacedor de ese mismo mundo está más alto
que todo lo creado, conservándolo todo por su providencia, ¿qué lugar que lugar queda para el otro para
los otro dioses? Porque ni está en el mundo, puesto caso que pertenece a otro; ni en torno del mundo, pues
sobre éste está el Dios Hacedor del mundo.”

b) Decidida afirmación de la Divinidad de Cristo y el Espíritu Santo. Evita así el subordinacionismo


de los otros apologistas griegos:
“Así, pues, suficientemente queda demostrado que no somos ateos, pues admitimos a un solo Dios,
increado y eterno e invisible, impasible, incomprensible e inmenso, sólo por la inteligencia a la razón
comprensible, rodeado de luz y belleza y espíritu y potencia inenarrable, por quien todo ha sido hecho por
medio del Verbo que de Él viene, y todo ha sido ordenado y se conserva. Porque reconocemos también un
Hijo de Dios. Y que nadie tenga por ridículo que para mí tenga Dios un Hijo. Porque nosotros no
pensamos sobre Dios y también Padre, y sobre su Hijo, a la manera como fantasean vuestros poetas,
mostrándonos dioses que en nada son mejores que los hombres; sino que el Hijo de Dios es el Verbo del
Padre en idea y operación (…) Y a la verdad, el mismo Espíritu Santo, que obra en los que hablan
proféticamente, decimos que es una emanación de Dios, emanando y volviendo, como rayo del sol.
¿Quién, pues, no se sorprenderá de oír llamar ateos a quienes admiten a un Dios Padre y a un Dios Hijo y
un Espíritu Santo (definición de la Trinidad, claridad del pensamiento), que muestran su potencia en la
unidad y su distinción en el orden? (…)”

c) Moral: Alaba la virginidad como uno de los más bellos frutos de la moral cristiana. La procreación
de los hijos es vista cómo el fin primero y último del matrimonio. Defensa de la vida de los hijos antes
de su nacimiento: el feto es uno ser creado:

"(…) Mas nosotros, que consideramos que ver matar está cerca del matar mismo, nos abstenemos de tales
espectáculos. ¿Como, pues, podemos matar los que no queremos ni ver para no contraer mancha ni
impureza en nosotros? Nosotros afirmamos que las que intentan el aborto cometen un homicidio y
tendrán que dar cuenta a Dios de él; entonces, ¿por qué razón habíamos de matar a nadie? Porque no se
puede pensar a la vez que lo que lleva la mujer en el vientre es un ser viviente y objeto, por ende, de la
providencia de Dios, y matar luego al que ya ha avanzado en la vida; no exponer lo nacido, por creer que
exponer a los hijos equivale a matarlos, y quitar la vida a lo que ya ha sido criado. No, nosotros somos en
todo y siempre iguales y acordes con nosotros mismos, pues servimos a la razón y no la violentamos”

No puede ser caníbal quien cree en el juicio de Dios y en la resurrección de los cuerpos.

3. Teófilo

a) Siguiendo las huellas de Justino, hace la distinción entre el verbo interior, inmanente en Dios y el
Logos exterior o expresado por Dios:
“(…) Teniendo, pues, Dios a su verbo inmanente en sus propias entrañas (Lo,goj endia,qetoj), le engendró
con su propia sabiduría, emitiéndole antes de todas las cosas. A este Verbo tuvo Él por ministro de la
creación y por su medio hizo todas las cosas. Este se llama principio, pues es Príncipe y Señor de todas
las cosas por Él fabricadas. Este, pues, que es espíritu de Dios y Principio y Sabiduría y Fuerza del
Altísimo, descendió sobre los profetas, y por medio de ellos habló lo referente a la creación del mundo y
todo lo demás.”

b) El primero a usar el vocacobo tria,j para designar la unión de las tres personas divinas en Dios:
“Igualmente también los tres días que preceden a la creación de los luminares son símbolo de la Trinidad
(th=V tríadoV), de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría”

c) Cree que la inmortalidad del alma no es una propiedad de su naturaleza sino una recompensa de
Dios: “Lo que afirmamos, pues, es que por naturaleza no fue hecho ni mortal ni inmortal. Porque si desde
el principio le hubiera creado inmortal, le hubiera hecho dios; y, a la vez, si le hubiera creado mortal,
hubiera parecido ser Dios la causa de su muerte. (…) Y así, si el hombre si inclinaba a la inmortalidad,
guardando el mandamiento de Dios, recibiría de Dios como galardón la inmortalidad y llegaría a ser dios
(…)”

«A Diogneto» y el testimonio de los mártires.

I. “A Dioneto”: “La perla de la antigüedad cristiana”

A) La obra:
• El cristianismo era visto como una secta judía o una superstición que venía del oriente o “religión
de gente inculta”. Plinio el viejo, consideraba esta religión como prava et inmodicant: nefasta,
negativa, malvada e impropia.
• En 1436 es descubierto un manuscrito en una pescadería entre material de embalaje, en
Constantinopla...
• “A DIOGNETO”se remonta al siglo II° d.C., (entre 160-200).
• El autor como el destinatario son absolutamente inciertos.
• Autor: ¿Justino? No, tiene un estilo diverso, utiliza otros argumentos, el habla de los
dioses como de los demonios ¿Cuadrado? Puede ser ¿Arístides? ¿Hipólito de Roma?
¿Clemente de Alejandría? En realidad es muy discutida.
• Destinatario: ¿A Marco Aurelio? ¿A Diógenes, filósofo estoico y tutor de Marco Aurelio?
O bien puede ser desconocido.
• “Carta” o “discurso”, procede según los cánones de la retórica más fina. Lo cierto es que es
una apología.
• Contenido apologético-doctrinal: crítica de la idolatría pagana y el ritualismo judío.

B) Estructura:
• Son 10 capítulos. De otra mano son 11-12.
• El autor contesta a tres preguntas dirigidas a Diogneto:
• 1. ¿Cuál Dios adoran a los cristianos y por qué rechazan al culto de los Gentiles y de
los judíos?
• 2. ¿Cómo viven entre ellos?
• 3. ¿Por qué el cristianismo ha aparecido tan tarde?

Introducción
I. “Pues veo, Excelentísimo Diogneto, tu extraordinario interés por conocer la religión de los cristianos y
que muy puntual y cuidadosamente has preguntado sobre ella: primero, qué Dios es ése en que confían y
qué genero de culto le tributan para que así desdeñen todos ellos el mundo y desprecien la muerte, sin
que, por una parte, crean en los dioses que los griegos tienen por tales y, por otra, no observen tampoco la
superstición de los judíos; y luego, qué amor es ese que se tienen unos a otros; y por qué, finalmente,
apareció justamente ahora y no antes esta nueva raza, o nuevo género de vida; no puedo menos de
alabarte por este empeño tuyo, a par que suplico a Dios, que es quien nos concede lo mismo el hablar que
el oír, que a mí me conceda hablar de manera que mi discurso redunde en provecho tuyo, y a ti el oír de
modo que no tenga por qué entristecerse el que te dirigió su palabra.”
C) doctrina: (Respuestas a las primeras preguntas)
1. Los cristianos no practican la religión pagana, porque los ídolos paganos no son dioses; no siguen el
culto judío, aunque es rendido al verdadero Dios, es demasiado material y supersticioso (cap. 2-4)
II. “1. (…) mira no sólo con los ojos, sino también con tu inteligencia, de qué sustancia o de que forma
son los que vosotros decís dioses y por tales tenéis.
3. ¿No está todo eso (ídolos) fabricado de materia corruptible? ¿No se labra todo a poder de hierro y
fuego? ¿No fue el escultor quien modeló a unos, el herrero y el platero a otros y el alfarero a los demás?
¿No es cierto que antes de ser modelados por estos artífices en la forma que ahora tienen, cada uno de
ellos era, lo mismo que ahora, transformable en otro? Y los utensilios de la misma materia que ahora
vemos, ¿no pudieran convertirse en dioses como ésos, si los trabajaran los mismos artífices?
4. Y al revés, esos que vosotros adoráis ahora, ¿no pudieran pasar, pon mano de hombres, a ser cacharros
semejantes a los demás? ¿Es que todo eso no son cosas sordas, cosas todas ciegas, todas inanimadas,
todas insensibles, inmóviles todas? ¿No se pudren todas¿ ¿No se destruyen todas?
5. Y a esas cosas dais nombre de dioses, a esas cosas servís, a esas cosas adoráis y a ellas termináis por
haceros semejantes.
6. Y luego aborrecéis a los cristianos porque no creen en semejantes dioses.
III, 1. Después de esto, creo que tienes particular deseo de saber por qué los cristianos no practican la
misma forma de culto a Dios que los judíos.
2. Ahora bien, los judíos, en cuanto se apartan de la sobredicha idolatría y dan culto a un solo Dios y
soberano Dueño del universo, tienen absolutamente la razón; mas en el hecho de tributarle a Dios ese
culto de modo semejante a los antedichos, se equivocan de medio a medio.
3. Porque si los griegos dan pruebas de insensatez al ofrecer sus sacrificios a ídolos insensible y sordos,
éstos, que piensan ofrecérselos a Dios como si tuviera necesidad de ellos, más bien hay que decir que
practican una necedad que una religión o culto a Dios.
5. Ahora bien, los judíos, que creen ofrecerle sacrificios de sangre y grasa y holocaustos y que con esto
honores le enaltecen, me parece a mí que en nada se diferencian de los que tributan esas mismas honras a
ídolos sordos. Los unos se los tributan a quienes ninguna parte pueden tener en tales honores; los otros se
imaginan dar algo a quien de nada tiene necesidad.

2. Los cristianos son un instrumento de bendición por toda la humanidad. Son el alma del mundo. La
vida cristiana mana de la revelación hecha a los hombres por Jesucristo. El autor no describe
fórmulas cultuales exteriores como hace San Justino; va al alma del culto, al misterio cristiano. La acción
de los cristianos en el mundo es cósmica: comprende la sociedad, la humanidad, la tierra. (cap. 5-6).

(2 Cor 6, 8-10) Al parecer se inspiró de este texto.


V, 1. “Los cristianos, en efecto, no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra ni por su habla ni
por sus costumbres.
2. porque ni habitan ciudades exclusivas suyas, ni hablan una lengua extraña, ni llevan un género de vida
aparte de los demás.
3. A la verdad, esta doctrina no ha sido por ellos inventada gracias al talento y especulación de hombres
curiosos, ni profesan como otros hacen, una enseñanza humana;
4, sino que, habitando ciudades griegas o bárbaras, según la suerte que a cada uno le cupo, y adaptándose
en vestido, comida y demás género de vida a los usos y costumbres de cada país, dan muestras de un
tenor de peculiar conducta, admirable, y, por confesión de todos, sorprendente.
5. habitan sus propias patrias, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos y todo lo
soportan como extranjeros; toda tierra extraña es para ellos patria, y toda patria, tierra extraña.
6. Se casan como todos; como todos engendran hijos, pero no exponen los que les nacen.
7. Ponen mesa común, pero no lecho.
8. Están en la carne, pero no viven según la carne.
9. Pasan el tiempo en la tierra, pero tiene su ciudadanía en el cielo.
10. Obedecen a las leyes establecidas; pero con su vida sobrepasan las leyes.
11. A todos aman y por todos son perseguidos.
12. Se los desconoce y se los condena. Se los mata y en ello se les da la vida.
13. Son pobres y enriquecen a muchos. Carecen de todo y abundan en todo.
14. son deshonrados y en las mismas deshonras son glorificados. Se los maldice y se los declara justos.
15. Los vituperan y ellos bendicen. Se los injuria y ellos dan honra.
16. Hacen bien y se los castiga como malhechores; castigados de muerte, se alegran como si se les diera
la vida.
17. Por los judíos se los combate como a extranjeros; por los griegos son perseguidos y, sin embargo, los
mismos que los aborrecen no saben decir el motivo de su odio.

VI, 1. Mas, para decirlo brevemente, lo que es el alma en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo.
2. El alma está esparcida por todos los miembros del cuerpo, y cristianos hay por todas las ciudades del
mundo.
3. Habita el alma en el cuerpo, pero no procede del cuerpo: así los cristianos habitan en el mundo,
pero no son del mundo.
4. El alma invisible está encerrada en la cárcel del cuerpo visible; así los cristianos son conocidos como
quienes viven en el mundo, pero su religión sigue siendo invisible.
5. La carne combate y aborrece el alma, sin haber recibido agravio alguno de ella, porque no le deja gozar
de los placeres; a los cristianos los aborrece el mundo, sin haber recibido agravio de ellos, porque
renuncian a los placeres.
6. El alma ama a la carne y a los miembros que la aborrecen, y los cristianos aman también a los que los
odian.
7. El alma está encerrada en el cuerpo, pero ella es la que mantiene unido al cuerpo; así los cristianos
están detenidos en el mundo, como en una cárcel, pero ellos son los que mantienen la trabazón del
mundo.
8. El alma inmortal habita en una tienda mortal; así los cristianos viven de paso en moradas corruptible,
mientras esperan la incorrupción en los cielos.
9. El alma, maltratada en comidas y bebidas, se mejora; lo mismo los cristianos, castigados de muerte
cada día, se multiplican más y más.
10. Tal el puesto que Dios les señaló y no les es lícito desertar de él.”

Método contrastante: presenta la realidad de los paganos y luego de los cristianos. Lo terreno y lo divino.

(Rom 3, 23-26) Probablemente se inspiró de aquí, por el paralelismo entre ellos.

3. Dios ha mandado (tam sero) “en retardo” su Redentor para demostrarles a los hombres en pecado de
ser incapaces de justificarse solos y por lo tanto hacerles comprender la necesidad de la
intervención gratuita de Dios, que los liberó. (cap. 8-9).
VIII, 7. “Y, en efecto, aquel Dios, que es Dueño soberano y Artífice del universo, el que creó todas las
cosas y las distinguió según su orden, no sólo se mostró benigno con el hombre, sino también longánime.
A la verdad, Él siempre fue tal y lo sigue siendo y lo será, a saber: clemente y bueno y manso y
veraz; es mas: sólo Él es bueno.
8. Y habiendo concebido un grande e inefable designio, lo comunicó sólo con su Hijo.
9. Ahora bien, en tanto mantenía en secreto y se guardaba su sabio consejo, paracía que no se cuidaba y
que nada se le importaba de nosotros (…)”
IX, 1. “Así, pues, cuando Dios lo tuvo todo dispuesto en sí mismo juntamente con su Hijo, hasta el
tiempo próximamente pasado, nos permitió, a nuestro talante, que nos dejáramos llevar de nuestros
desordenados impulsos, arrastrados por placeres y concupiscencias. Y no es en absoluto que Él se
complaciera en nuestros pecados, sino que los soportaba. Ni es que tampoco Dios aprobara aquel tiempo
de iniquidad, sino que estaba preparando el tiempo actual de justicia, a fin que, convictos en aquel tiempo
por nuestras propias obras de ser indignos de la vida, fuéramos ahora hechos dignos de ella por la
clemencia de Dios; y habiendo hecho patente que por nuestras propias fuerzas era imposible que
entráramos en el reino de Dios.
2. Y cuando nuestra maldad llegó a su colmo y se puso totalmente de manifiesto que la sola paga de ella
que podíamos esperar de ella era el castigo y muerte, venido que fue el momento que Dios tenía
predeterminado para mostrarnos en adelante su clemencia y su poder (¡oh, benignidad y amor excesivo de
Dios!), no nos aborreció, no nos arrojó de sí, no nos guardó resentimiento alguno; antes bien se nos
mostró longánime, nos soportó; Él mismo, por pura misericordia, cargó sobre sí nuestros pecados; Él
mismo entregó a su propio Hijo como rescate por nosotros; al Santo por los pecadores, al Inocente por los
malvados, al Justo por los injustos, al Incorruptible por los corruptibles, al Inmortal por los mortales.
3. Porque ¿qué otra coda podría cubrir nuestros pecados sino la justicia suya?
4. ¿En quién otro podíamos ser justificados nosotros, inicuos e impíos, sino en el solo Hijo de Dios?
5. ¡Oh dulce trueque, oh obra insondable, oh beneficios inesperados! ¡Que la iniquidad de muchos
quedara oculta en un solo Justo y la justicia de uno solo justificara a muchos inicuos!
6. Así, pues, habiéndonos Dios convencido en el tiempo pasado de la imposibilidad, por parte de nuestra
naturaleza, para alcanzar la vida, y habiéndonos mostrado ahora al Salvador que puede salvar aun lo
imposible, por ambos lados quiso que tuviéramos fe en su bondad y le miráramos como a nuestro
sustentador, padre, maestro, consejero, médico, inteligencia, luz, honor, gloria, fuerza, vida, y no andemos
preocupados por el vestido y la comida.”

4. Los cristianos, émulos de Dios, viven la caridad hacia Dios y hacia el prójimo (cap. 10)
X, 2. “Porque Dios amó a los hombres, por los cuales hizo el mundo (…).
3. Ahora, conocido que hayas a Dios Padre, ¿de qué alegría piensas que serás colmado? ¿O cómo amarás
a quien hasta el extremo te amó antes a ti?
4. Y en amándole que le ames, te convertirás en imitador de su bondad. Y no te maravilles de que el
hombre pueda venir a ser imitador de Dios. Queriéndolo Dios, el hombre puede.
5. Porque no está la felicidad en dominar tiránicamente sobre nuestro prójimo, ni en querer estar por
encima de los más débiles, ni en enriquecerse y violentar a los necesitados. No es ahí donde puede nadie
imitar a Dios, sino que todo eso es ajeno a su magnificencia.
6. El que toma sobre sí la carga de su prójimo; el que está pronto a hacer el bien a su inferior en aquello
justamente en aquello que él es superior; el que, suministrando a los necesitados lo mismo que él recibió
de Dios, se convierte en Dios de los que reciben de su mano, ése es el verdadero imitador de Dios.
7. Entonces, aun morando en la tierra, contemplarás a Dios cómo tiene su imperio en el cielo; entonces
empezarás a hablar los misterios de Dios; entonces amarás y admirarás a los que son castigados de muerte
por no querer negar a Dios; entonces condenarás el engaño y extravío del mundo, cuando conozcas la
verdadera vida del cielo, cuando desprecies ésta que aquí parece muerte, cuando temas la que es de
verdad muerte, que está reservada para los condenados al fuego eterno, fuego que ha de atormentar hasta
el fin a los que fueren arrojados a él.
8. Cuando este fuego conozcas, admirarás y tendrás por bienhadados a los que, por amor de la justicia,
soportan estotro fuego por un momento.

Conclusión
Según la apología a Diogneto, los cristianos son el alma del mundo. El nacimiento y la difusión
del cristianismo, de esta nueva religión del amor, es querida desde la eternidad en el misterio de Dios y
las persecuciones de los paganos, lejos de destruirla, multiplica paradójicamente en ella el número de los
seguidores.

La religión cristiana ofrece una nueva vida al hombre nuevo.

Bajo la señal de las persecuciones

A) ¿Por qué perseguidos?

• La actitud religiosa de los romanos, que había sido siempre marcada por una sustancial tolerancia
de los cultos de las poblaciones sumisas, se entumeció notablemente respecto a la religión hebrea
y de la cristiana.
• No tanto por motivos teológicos, cuánto por las implicaciones morales, sociales y políticas
conexas a las profesiones de fe de estos cultos, en particular del cristianismo.
• El mensaje cristiano, en efecto, turbaba los valores morales del mos maiorum, proponiendo
modelos sociales pobres y pacíficos que poco tenían que hacer con las tradicionales virtudes del
ciudadano romano.
• Además, la religiosidad cristiana monoteísta minó lo que se había vuelto ya un relevante
fenómeno ideológico-político: la divinización de los emperadores difuntos, el culto de los que,
conexo con aquel de la eternidad misma de Roma, se volvió de hecho un acto de legalismo
respecto al instituto imperial.
• Y no menos peligrosas debieron aparecer a los ojos del poder central las formas asociativas que
las primeras células de la Iglesia cristiana estaban constituyendo, vistas como posibles
momentos de agregación sediciosa.
• En realidad, ya que las acusaciones contra los cristianos tenían que asumir relevancia y validez
jurídica, los paganos buscaron todo pretexto en los ritos y en las costumbres de vida de los
mismos cristianos, acusándolos de canibalismo e infanticidio (torciendo así el sentido
sacramental de la eucaristía) o de incesto (malentendiendo su modo de vivir en comunidad), o
bien construyeron acusaciones que llevaban a atribuirles la responsabilidad de pequeños o
grandes actos criminosos: del incendio de Roma en los tiempos de Nerón, a genéricas formas
de aversión respecto a la vida militar, política o religiosa tradicional.
• Fueron muchos, en los tres siglos primeros del imperio, los cristianos sometidos al martirio.

B) El monumento lapidario de Abercio


“La reina de todas las inscripciones”
• Epitafio.
• 22 versos (1 dístico y 20 hexámetros).
• Autor: el Obispo de Gerápolis, Abercio.
• Gran importancia teológica: eucaristía, la Iglesia, bautismo, Maria.
• Estilo místico y simbólico.

Ciudadano de una electa ciudad distinguida, erigió éste


Todavía vivo, para tenerles un día un sitio para mi cuerpo.
De nombre Abercio, es discípulo de un venerable pastor,
que hace apacentar sus rebaños de ovejas sobre las montañas y en los llanos,
y qué hace llegar dondequiera su mirada potente.
Este me enseñó... las escrituras fieles.
Me mandó a Roma a contemplar la majestad soberana,
y a ver una reina de los vestidos de oro, de los zapatos de oro.
También vi un pueblo que tenía a uno espléndido sello.
Vi la meseta de Siria y todas las ciudades, en Nisibi,
más allá del Eufrates. Y dondequiera, encontré cofrade.
Tanía por compañero a Pablo, la fe me conducía por todas partes.
Dondequiera ella me proporcionó como alimento un pez de agua de manantial,
muy grande, puro, pescado por una virgen inmaculada.
Ella lo daba incesantemente a comer a los amigos;
ella posee un vino delicioso que da con el pan.
Yo, Abercio, hice escribir en mi casa estas cosas
A la edad de setenta y dos años.
El cofrade que lo comprende ruega por Abercio.
No se tiene que poner otra tumba por encima de la mía,
bajo pena de multa: dos mil monedas de oro por la hacienda romana,
mil por mi querida patria Gerópolis.

El testimonio de los mártires

La espiritualidad de la Iglesia primitiva pasa por el martirio. No olvidemos que los primeros
sacerdotes y los primeros obispos y Padres de la Iglesia son todos mártires.

1. Importancia para la espiritualidad de la Iglesia antigua.:


• Fue el clima en que la Iglesia vivió, la razón de su fuerza, la medida de su grandeza.
• Esta influencia decisiva es determinada por tres factores:

a) Un recuerdo: la muerte de Cristo en cruz, recuerdo vivo, cercano porque la cruz permanece en el
centro de la catequesis de los Apóstoles, las que pagaron con la vida.
b) Una realidad: la realidad de las persecuciones que acompañaban a la Iglesia de los primeros siglos.
¿Intensidad? ¿Extensión? No faltaron nunca.
c) Una disposición: la actitud por quien cada uno se convertía al Cristianismo sabía y apetecía
convertirse en un candidato al martirio. Necesitaban ser preparados interiormente.

2. En las fuentes se distinguen tres grupos:

a) Los “Hechos de los mártires”: son escritos con objetivo edificante que constituyen un verdadero y
propio subgénero hagiográfico de la literatura cristiana de los primeros siglos. Son los hechos oficiales
del proceso que contienen sólo las preguntas, las respuestas y la sentencia de condena.

Ejemplo: “Martirio de los santos escilitanos”, testimonio de las persecuciones cristianas en el Norte
África, en el siglo III.

1. Siendo cónsules Presente, por segunda vez, y Claudiano, dieciséis días de las calendas de agosto, en
Cartago, llevados al despacho oficial del procónsul Esperado, Nartzalo y Citino, Donata, Segunda y
Vestia, el procónsul Saturnino les dijo:
-Podéis alcanzar el perdón de nuestro señor, el emperador, con solo que volváis a buen discurso.
2. Esperado dijo:
-Jamás hemos hecho mal a nadie; jamás hemos cometido una iniquidad, jamás hablamos mal de nadie,
sino que hemos dado gracias del mal recibido; por lo cual obedecemos a nuestro Emperador.
3. El procónsul Saturnino dijo:
-También nosotros somos religiosos y nuestra religión es sencilla. Juramos por el genio de nuestro señor,
el emperador, y hacemos oración por su salud, cosa que también debéis hacer vosotros.
4. Esperado dijo:
-Si quisieras prestarme tranquilamente oído, yo te explicaría el misterio de la sencillez.
5. Saturnino dijo:
-En esa iniciación que consiste en vilipendiar nuestra religión, yo no te puedo prestar oídos; más bien,
jurad por el genio de nuestro señor, el emperador.
6. Esperato dijo:
-Yo no reconozco el Imperio de este mundo, sino que sirvo a aquel Dios a quien ningún hombre vio ni
puede ver con estos ojos de la carne. Por lo demás, yo no he hurtado jamás; si algún comercio ejercito,
pago puntualmente los impuestos, pues conozco a mi Señor, Rey de reyes y Emperador de todas las
naciones.
7. El procónsul Saturnino dijo a los demás;
-Dejaos de semejante persuasión.
Esperado dijo:
-Mala persuasión es la de cometer un homicidio y la de levantar un falso testimonio.
8. El procónsul Saturnino dijo:
-No queráis tener parte en esta locura.
Citino dijo;
-Nosotros no tenemos a quien temer, sino a nuestro Señor que está en los cielos.
9. Donata dijo:
-Nosotros tributamos honor al César como a César; mas temer, sólo tememos a Dios.
Vestia dijo:
-Soy cristiana.
Segunda dijo:
-Lo que soy, eso quiero ser.
10. Saturnino procónsul dijo a Esperado:
-¿Sigues siendo cristiano?
Esperado dijo:
-Soy cristiano.
Y todos lo repitieron a una con él.
11. El procónsul Saturnino dijo:
-¿No queréis un plazo para deliberar?
Esperado dijo:
En cosa tan justa, huelga toda deliberación.
12. El procónsul Saturnino dijo:
¿Qué lleváis en esa caja?
Esperado dijo:
-Unos libros y las cartas de Pablo, varón justo.
13. El procónsul Saturnino dijo:
-Os concedo un plazo de treinta días, para que reflexionéis.
Esperado dijo de nuevo:
-Soy cristiano.
Y todos asintieron con él.
14. El procónsul Saturnino levó de la tablilla la sentencia:
-Esperato, Nartzalo, Citino, Donata, Vestia, Segunda y los demás que han declarado vivir conforme a la
religión cristiana, puesto que habiéndoseles ofrecido facilidad de volver a la costumbre romana se han
negado obstinadamente, sentencio que sean pasados a espada.
15. Esperado dijo:
-Damos gracias a Dios.
Nartzalo dijo:
-Hoy estaremos como mártires en el cielo. ¡Gracias a Dios!
16. EL procónsul Saturnino dio orden al heraldo que pregonara:
-Esperato, Nartzalo, Citino, Veturio, Félix, Aquilino, Letancia, Jenaro, Generosa, VEstiam Donata,
Segunda, están condenados al último suplicio.
17. Todos, a una voz, dijeron:
-¡Gracias a Dios!
Y en seguida fueron degollados por el nombre de Cristo.”

“Con el más exquisito cuidado, la Iglesia ha recogido los recuerdos de quienes llegaron al final para dar
testimonio de su fe. Son las actas de los Mártires, que constituyen los archivos de la Verdad escritos con
letras de sangre”

b) “Pasiones”: las relaciones de testimonios oculares o contemporáneos sobre la muerte de los mártires
de carácter más literario. Fueron transmitidos de una Iglesia a otra.

P. Ej. La “Pasión de las santas Perpetua y Felicidad”, es quizás el documento más conmovedor.
Perpetua nos ha dejado una narración de las tentativas emprendidas por su padre para salvarla:

“V. De allí a unos días, se corrió el rumor de que íbamos a ser interrogados. Vino también de la ciudad mi
padre, si es que merezco ser llamado por ti con el nombre de padre. Si con estas manos te he llevado hasta
esa flor de tu edad, si te he preferido a todos tus hermanos; mira a tu madre y a tu tía materna; mira a tu
hijito, que no ha de poder sobrevivirte. Depón tus ánimos, no nos aniquiles a todos, pues ninguno de
nosotros podrá hablar libremente, si a ti te pasa algo.
Así hablaba como padre, llevado de su piedad a par que besaba las manos y se arrojaba a mis pies y me
llamaba entre lágrimas, no ya su hija sino su señora. Y yo estaba transida de dolor por el caso de mi padre
pues era el único de toda mi familia que no había de alegrarse de mi martirio. Y traté de animarle
diciéndole:
-Allá en el estrado sucederá lo que Dios quisiere; pues has de saber que no estamos puestos en nuestro
poder sino en el de Dios.
Y se retiró de mi lado sumido en tristeza.
VI. Otro día, mientras estábamos comiendo, se nos arrebató súbitamente para ser interrogados, y llegamos
al foro o plaza pública. Inmediatamente se corrió la voz por los alrededores de la plaza, y se congregó una
muchedumbre inmensa. Subimos al estrado. Interrogados todos los demás, confesaron su fe. Por fin me
llegó a mí también el turno. Y de pronto apareció mi padre con mi hijito en los brazos, y me arrancó del
estrado, suplicándome:
-compadécete del niño chiquito.
Y el procurador Hilariano, que había recibido a la sazón el uis gladii o poder de la vida y muerte, en lugar
del difunto procónsul Minucio Timiniano:
-Ten consideración –dijo- a las canas de tu padre; ten consideración a la tierna edad del niño. Sacrifica por
la salud de los emperadores.
Y yo respondí:
-No sacrifico.
Hilariano:
-Luego ¿eres cristiana? –dijo.
Y yo respondí:
-Sí, soy cristiana.
Y como mi padre se mantenía firme en su intento de derribarme, Hilariano dio orden de que se el echara
de ahí, y aun le dieran de palos. Yo sentí los golpes de mi padre como si a mí misma me hubieran
apaleado. Así me dolí también por su infortunada vejez.
Entonces Hilariano pronuncia sentencia contra todos nosotros, condenándonos a las fieras. Y bajamos
jubilosos a la cárcel.”

c) “Las leyendas”: son cuentos y narraciones posteriores de dudosa autenticidad.

3. La teología del martirio.a

Los “perseguidos” vivían el martirio como la respuesta más alta, más verdadera y sincera que
el cristiano pueda darle a Dios.
• El martirio es un don de Dios.
• El martirio como imitación de la Pasión de Cristo: “Dejen que yo imite la pasión de mi
Dios.”(san Ignacio a Romanos). El martirio como única forma (¿directa?)de salvación. “Los
mártires pasan directamente de la tierra al cielo, los otros pasan por un período de purificación”.
• El martirio como segundo bautismo, que repone todos los pecados y asegura la entrada en el
Reino de los cielos: nueva vida, nuevo hombre: “Dejen que yo alcance la luz pura; llegado allá,
seré realmente hombre.”
• El martirio entendido como testimonio de una fe inquebrantable en la Resurrección futura:
“Tengan compasión de mí, hermanos: no me impidan vivir, no quieran que yo muera....”.
• El martirio y la Eucaristía: la Eucaristía es el manantial del cual le viene al cristiano la
disponibilidad y la fuerza de sustentar el martirio.
• El martirio es la gloria de la Iglesia y de su difusión.

Conclusión
“El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe; designa un testimonio que llega hasta la
muerte. El mártir da testimonio de Cristo, muerto y resucitado, al cual está unido por la caridad. Da
testimonio de la verdad de la fe y de la doctrina cristiana. Soporta la muerte mediante un acto de fortaleza.
«Dejadme ser pasto de las fieras. Por ellas me será dado llegar a Dios» (S. Ignacio de Antioquía, Rom
4,1).”

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN

¿1. cosa son los "padres apologistas" y cuáles fueron sus objetivos?
¿2. con cuál empiezo a los apologistas explican la inmutabilidad de Dios y la creación del mundo, el inconoscibilità y la revelación, el impassibi -
lità y el anuncio del kerigma?
3. distinguir los rasgos esenciales de estos grandes apologistas del II siglo: San Justino, Taciano, Atenágoras, San Teofilo
¿4. cosa es "A. Diogento"?. A. cuáles preguntas contesta?
5. distinción entre "Passiones" y "Actos" de los mártires
6. aspectos esenciales de la Teología del martirio.
7. identificar el contexto, el autor y la doctrina de esta pieza: "... Este baño es dicho "iluminación" en cuánto ilumina la mente de los que han
aprendido a conocerlo. Tal la luz de lo iluminado que es lavado en el nombre de Jesús Cristo, crucifijo bajo Ponzio Pilatos, y en el nombre del
Espíritu Santo, que predijo todos los acontecimientos relativos a Jesús" a través de los profetas.

Nexo:
- Los apologistas tuvieron que enfrentar el paganismo y el judaismo.
- La disponibilidad al martirio fue la respuesta cristiana a la violencia de los paganos
- La búsqueda de la sabiduría que es Cristo, es la respuesta de los cristianos a la sabiduría pagana.

¿Quién soy? ¿De dónde vengo?


¿Cuál es el origen del mundo?
¿Cuál es el origen del mal, del pecado?
¿Cómo salvarme?

SEGUNDO PERÍODO
LOS MAESTROS DEL PENSAMIENTO CRISTIANO
“HEREJIA Y ORTODOXIA”
 
“GLORIA DEI VIVENS HOMO” (AH, IV 20,7)

I. Los gnósticos dentro de la Iglesia.

“… arrastrados hasta los extremos últimos del error del atractivo de la novedad, se han hecho los heraldos
y los introductores de una ciencia mentirosa y que, como lobos rapaces, han saqueado cruelmente el
rebaño de Cristo” (HE I, 1)

No es posible dar una síntesis de su doctrina a causa de la multiplicidad de las escuelas y la


diversidad de la enseñanza. Se puede decir que tenían en común tres aspectos:

1. El objetivo: era la solución del problema del mal y la guía de los hombres a la salvación.
2. El método: la exclusión de la fe simple, y por lo tanto de la Escritura y de la Tradición y el empleo
preponderante de la filosofía platónica.
3. El contenido: fue una mezcla de Cristianismo y filosofía, con superioridad de esta sobre aquélla.

A) Definición: Movimiento religioso esotérico desarrollado sobre todo en los siglos II y III en el ámbito
del cristianismo, de quién constituyó la mayor tendencia heterodoxa.
B) El término: derivado por la palabra griego gnósis («conocimiento»), designa el conocimiento oculto
de lo divino que los seguidores del movimiento afirmaban poseer.
C) Origen: El pensamiento gnóstico manifiesta la combinación de elementos culturales procedentes de
ámbitos diferentes: la especulación mística difundida en los ambientes hebreos en el siglo I d.C., las
concepciones dualísticas presentes en el zoroastrismo persa, la influencia de la metafísica del platonismo
y el neoplatonicismo.

D) La doctrina
“Basílides, para parecer que había hallado cosas más verdaderas y profundas, extendió su doctrina al
infinito. Según él, el Padre ingénito habría engendrado en primer lugar la Mente (Noûs), después de la
Mente al Verbo, en seguida, del Verbo engendró la Prudencia (Phrónesis), de la Prudencia [676] a la
Sabiduría y la Potencia, de la Sabiduría y la Potencia las Potestades, los Principados y los Angeles a los
cuales llama «los primeros», y éstos han hecho el primer cielo. Luego otros han emanados de éstos, los
cuales han hecho otro cielo semejante al primero. De modo semejante, del tercer cielo ha nacido el cuarto,
y así sucesivamente: de igual manera se originaron otros Principados y otros Angeles, hasta completar
trescientos sesenta y cinco cielos. Y por eso el año tiene tantos días cuantos son los cielos.”

1. Dios es único, absolutamente separado de los seres materiales, incognoscibles, dual (el gran
Silencio y el abismo).
2. La esfera superior es compuesta por 30 Eones: seres intermediarios entre Dios y la materia, eterna,
emanan de Dios por parejas. La serie total se llama pleróma: nous-alezeia; logos-zoe; anthropos-eclesia...
3. El Demiurgo: uno de los eones que infringió y fue excluido del pleróma divino. Entrado en el mundo
intermedio, este eón lo puebla de una serie de eones malvados e inferiores. Finalmente crea al mundo
material y el hombre.
4. Un eón superior, Sophía («Sabiduría»), después de 30 generaciones, por su afán de conocer el Dios
incognoscible atrae sobre sí el castigo del demiurgo, responsable de la creación del universo y los seres
humanos (= El Dios del Antiguo Testamento). Justo para redimir la humanidad el verdadero Dios ha
colocado en la materia una chispa, un perfume del pleróma superior. El demiurgo aspira a mantener la
humanidad en la esclavitud de la materia y la ignorancia, ahogando cada tentativa de alcanzar el
conocimiento, como probarían episodios cuál la expulsión de Adán y Eva del Paraíso y el diluvio.
5. Con base en la presencia o a la ausencia de esta chispa los hombres se dividen en orden a la
salvación en tres categorías:

• Los «neumáticos» o gnósticos: en los que prevalece el elemento del espíritu, son perfectos y
alcanzan ciertamente la salvación.
• Los materiales o «ílicos»: prevalece el elemento de la materia, son destinados al incendio
final y por lo tanto a la perdición.
• Los «psíquicos» o cristianos, en los que hay proporción entre espíritu y materia, los que
pueden alcanzar o no la salvación con base en el autónomo ejercicio del libre albedrío y a la
gnosi.

6. La Redención: liberar el elemento divino encarcelado en la materia. Uno de los primeros eones se
une accidentalmente a un hombre: JESÚS, DEL BAUTISMO A LA PASIÓN. No toma más de la
humanidad que la simple apariencia (= docetismo).
7. La restauración universal ocurrirá cuando la redención del elemento divino sea cumplida y el orden
establecida con el sometimiento del demiurgo. El mundo material será destruido y con ello los hombres
«ilici» y «psíquicos» que no se hayan despertado del sueño. No hay alguna resurrección de los cuerpos y
la escatología resulta individual: es decir, un renacimiento que ocurre mediante ritos mágicos que llevan a
través de los planetas.
8. Las Escrituras: propusieron solamente una interpretación accesible a pocos, con base en el principio
que Jesús sólo se reveló a algunos, con la obligación de transmitirlo secretamente a otros. Esta “tradición
secreta” les permitió discernir la verdad superior bajo el velo del lenguaje figurativo de los textos
sagrados. Dos interpretaciones, dos categorías de fieles.
9. El culto: algunas secta gnósticas rechazaban los sacramentos, mientras que otras aceptaban como
instrumentos de conocimiento el bautismo y la Eucaristía, junto a otros ritos que, por medio de himnos y
fórmulas mágicas, tenían que propiciar la ascensión al reino espiritual del principio divino del alma
humana, exorcizando los demonios listos, a la muerte del fiel, encarcelando de nuevo su alma en un
cuerpo mortal.
10. Bien y mal sólo categorías correspondientes al «conocimiento» o «a la ignorancia». El
gnosticismo osciló entre el rigorismo ético y el laxismo.
e) Representantes:

• Simón el Mago, Menandro, Cerinto, Carpocrate, Epífanes, Basílides, Isidro, Valentín, Marco,
Teodoto, Heracleón, Ptolomeo.

• Marción: (Ponto 85 aprox. - Roma 160 aprox.) en el 140 vino a Roma dónde fue discípulo del
gnóstico siríaco Cerdo. Su doctrina, expresa en el comentario a la Sagrada Escritura
“Anthitesis”, de la que sólo poseemos pocos fragmentos, contrapone el Dios del Antiguo
Testamento, al Dios del Nuevo. En el 144 se separó de la Iglesia de Roma constituyendo una
propia comunidad sólidamente organizada con obispos y presbíteros.
• Una preciosa biblioteca gnóstica, con más de 50 escritos en lengua copta contenidos en trece
códices, descubiertos en 1945 en Nag Hammadi, en Egipto, por fin ha permitido un acceso a las
fuentes originales.
• Caracteres gnósticos son evidentes en la doctrina de los mandei, una comunidad religiosa todavía
activa en Irak e Irán.
• Elementos gnósticos, además, confluyeron en las religiones dualísticas como el maniqueísmo,
perdurando hasta la edad media en los ritos y doctrinas de las comunidades de los bogomiles y los
cataros.
• Retomando un modelo gnóstico, reivindicaron la posesión de una doctrina oculta los adeptos de
prácticas como la cábala hebrea, la alquimia renacentista y la teosofía del siglo XIX.
• El énfasis puesto sobre la realidad interior del individuo como medio de defensa a la enajenación
provocada por el mundo externo ha llevado a ver un retorno de las mismas posturas del
gnosticismo en algunas corrientes del pensamiento moderno y en particular en el
existencialismo, en el nihilismo y en las teorías de Carl G. Jung.

II. Literatura apócrifa


a) Acciones de la anti-Iglesia:
Los enemigos de la Iglesia entendieron que el golpe mortal contra la Iglesia no debía ser dado
sobre los cuerpos de los mártires, sino sobre la fe de sus conciencias. El más encarnizado adversario del
cristianismo no es Roma, ni los judíos, ni el Imperio. Está dentro de la Iglesia. Los herejes
constituyeron la anti-Iglesia dentro de la Iglesia. ¿Cómo actuaron?
• Abriéndose nuevas vías las unas después de las otras, según un proceso continuo de nacimiento y
muerte.
• Reconstruyendo las mismas genealogías: De Simón-Menandro-Saturnino-Basílides...
• El peligro del “disimulo”, de modo solapado, desde el interior: “brujos disfrazados para tratar
de calumniar el gran misterio de la religión con la acusación de magia.”
• Se hacen pasar por profetas, dicen de tener mártires.
• Escribiendo libros apócrifos.

b) “apócrifos”:
Tradicionalmente se llaman apócrifos (del griego: «apókryphos»): libros ocultos, escondidos,
que fueron considerados como inspirados.

¿Cuál texto de la Biblia tenían los Padres del siglo II? El “canon” del Antiguo Testamento le fue cerrado
en Yamnia con texto masorético. El cristiano leían la LXX. Pero para el Nuevo Testamento no era claro,
ni cerrado...
En este contexto nacen “los apócrifos”. Según su objetivo se distinguen en dos grupos:
a) Aspiran a la edificación, son los libros que quieren completar lo que el texto sagrado no dice.
Imitan el género literario de los Evangelios, las Cartas y el Apocalipsis con el objetivo de satisfacer la
curiosidad devocional. Se leían privadamente.
b) Aquellos producidos por los gnósticos, destinados a difundir ideas contrarias, alterando los
textos, produciendo libros bajo el nombre de los apóstoles, componiendo nuevas escrituras, alterando
e interpretando de modo alterado y abusivo los existentes.
Marción redactó un propio canon de libros sagrados, rechazando el Antiguo Testamento y
aceptando del Nuevo sólo el Evangelio de Lucas y diez cartas de Paolo, censurando los pasajes creídos
demasiado judaizantes.
• Evangelios de los Judíos, de Bernabé, de Judas Iscariota, de Felipe, de Tomás,...
• Hechos de Pedro, de Pablo, de Felipe, de Juan, de Tadeo,...
• Cartas de Pablo a los cristianos de Laodicea,...
• Apocalipsis de Pedro, de Pablo, de Tomás, de Esteban,...
• Algunos de estos textos fueron reconocidos como “canónicos” en determinadas zonas
geográficas.
• Los criterios de discernimiento adoptados por la Iglesia son:
• Apostolicidad (origen, doctrina, sucesión).
• Empleo y lectura litúrgica (en las Iglesias).
• Lectura pública universal: aceptación en las principales sedes: Roma, Alejandría,
Jerusalén, Antioquía...
• No se contradiga con la “regula fidei”, con las verdades de la fe.

III. San Ireneo de Lyon:


A) Vida
• Nació en Esmirna (135-140 aprox.)
• Discípulo de Policarpo (discípulo de san Juan): “(…) a él lo vimos en nuestra edad primera,
mucho tiempo vivió, y ya muy viejo, sufriendo el martirio de modo muy noble y glorioso, salió
de esta vida.”
• Condiscípulo de Florino, que después fue sacerdote en Roma y que terminó en la herejía de
Montano.
• Se trasladó a la Gallia hacia el 177.
• Llevó a Roma una carta en favor de los montanistas.
• Padeció la persecución de Marco Aurelio.
• A su regreso a Lyon, fue elegido obispo.
• Luchó contra los Gnósticos.
• Trató de solucionar la cuestión de la Pascua con Papa Víctor.
• Murió mártir (según San Gregorio de Tours) hacia el 202.

B) Obras
Escribió numerosas obras, entre los que se conservan dos:
1. Adversus Haéreses: Desenmascaramiento y refutación de la falsa gnosi, Cinco libros. “(…) concede
a todos los que leyeren este escrito conocer que tú eres el único Dios, que en ti están seguros, y
defiéndelos de toda doctrina herética, sin fe y sin Dios!”
• Como repuesta a un amigo que deseaba conocer el gnosticismo de Valentín: “Te suplico que no
me pidas que te escriba con un arte que no he aprendido, porque vivo entre los Celtas y de
ordinario tengo que expresarme en una lengua bárbara; ni tengo la facilidad de un escritor, pues
no me he ejercitado; ni sé hablar con discursos elegantes o persuasivos; sino que te suplico
recibas con amor lo que he escrito con amor, de manera sencilla, sin más adornos que la
verdad y la sinceridad. Tú desarrollarás por tu cuenta estos escritos, pues eres más capaz que yo
de hacerlo. Como quien dice, tú recibes de mí el impulso y la semilla, para que la hagas dar fruto
abundante, extendiendo con tu espíritu lo que te expongo en breves palabras, y explicarás con
fuerza a los que te rodean aquello que yo redacto para ti de manera tan débil.”

Estructura:
• Libro I: Desvela las diversas teorías gnósticas de modo histórico (sobre todo de los
valentinianos).
• Libro II: Confutación sobre argumentos de dialéctica y de razón (pruebas de cómo se
equivocan los gnósticos).
• Libro III: Argumentos de la tradición: regla de fe apostólica.
• Libro IV: Argumentos de las palabras del Señor y de los pasajes del Antiguo Testamento.
• Libro V: El fin último, la resurrección de la carne y milenarismo. Expone su antropología.

2. Epídeixis (Demonstratio apostolicae praedicationis, 100 breves capítulos) El primer catecismo. Un


compendio catequético dirigido a un amigo, Marcial.
Estructura:
• I Parte: introducción (1-3); el contenido de la fe cristiana (4-42): Trinidad, creación, caída del
hombre, encarnación del Verbo, redención.
• II Parte: (43-97): se demuestra la verdad de la Revelación, recogiendo las profecías del Antiguo
Testamento, en las que el Redentor es presentado como el Hijo de David y el Mesías. Exhortación
final (98-100) a vivir la fe, poniéndolos en guardia contra la herejía.

C) Doctrina
• Frente al secreto de las especulaciones gnósticas, Ireneo elabora una teología de la tradición
eclesial, garantizada por la sucesión apostólica.
• Contra el dualismo gnóstico, en su teología resplandece la unidad: un solo Dios Padre, creador
a través de su Hijo y de su Espíritu de todas las cosas materiales y espirituales, visibles e
invisibles. Un solo plan de Dios, un único fin. Unidad de la Revelación en los dos Testamentos.
Unidad de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Unidad del ser humano. “La palabra
concisa, Verbum abreviatum”.
• Contra las mitologías gnósticas, la salvación para Ireneo se realiza dentro de nuestro espacio y
de nuestro tiempo, cumpliéndose en etapas sucesivas y progresivas.
• Contra el docetismo, Ireneo ve la encarnación como vía de salvación, ya que Cristo recapitula
en sí mismo la realidad humana integral, excepto el pecado. Valoriza así el papel de la humanidad
de Cristo en la salvación. Adán es plasmado por Dios (hecho con sus manos), es la cabeza del
género humano, por desobediencia peca, sin embargo la recapitulación significa que la nueva
humanidad encuentre de nuevo la cabeza, el nuevo Adán, hecho o plasmado igualmente de la
carne, de la nueva Eva (San Justino). La nueva y definitiva unión del cuerpo (de toda la creación)
con su cabeza.
• Contra el contenido doctrinal de los gnósticos, Ireneo desarrolla cuatro principios:
• Regula fidei-veritatis.
• La apostolicidad de la tradición.
• La continuidad de la Revelación Antiguo Testamento-Nuevo Testamento.
• La comunión eclesial.
1. “Regula fidei-veritatis”
La fe recibida por la Iglesia y profesada en el bautismo: “Por nuestra parte conservemos la
Regla de la Verdad, que se resume en lo siguiente: Hay un solo Dios Soberano universal que creó
todas las cosas por medio de su Verbo, que ha organizado y hecho de la nada todas las cosas para
que existan (2 Mac 7,28; Sab 1,14), como dice la Escritura: «Por la Palabra del Señor se afirmaron los
cielos, y sus estrellas con el Espíritu de su boca» (Sal 33[32],6); y también: «Todo fue hecho por él, y
sin él nada ha sido hecho» (Jn 1,3).”
La regla de la verdad también se convierte en principio hermenéutico para interpretar
correctamente las Escrituras: “
“(…) Y si alguien quiere hacer la prueba, preguntándoles por separado aun a los mejores de entre
ellos, acerca de alguna de estas cosas, se dará cuenta de que uno responderá que se han dicho acerca del
Padre Primordial, o sea el Abismo; otro dirá que del Principio de todas las cosas, o sea el Unigénito; otro
contestará que del Padre Universal, es decir el Verbo; otro hablará de alguno de los Eones que habitan en
el Pléroma; uno más del Cristo, otro del Salvador. Si alguno de ellos tiene más experiencia, después de
guardar silencio por largo rato dirá que lo revelado se refiere al Límite; alguien más afirmará que se ha
querido significar la Sabiduría que mora en el Pléroma; otro, que se ha anunciado a la Madre que existe
fuera del Pléroma; y finalmente alguno habrá que pretenda referirlo todo al Dios Demiurgo.
(…) ¡Tantas son las diversas interpretaciones que dan acerca de un mismo texto de la Escritura, de
donde brotan sus diversas doctrinas!
(…) Por nuestra parte seguimos como Maestro al único Dios verdadero, mantenemos la regla de la
verdad para entender sus palabras, y todos afirmamos las mismas doctrinas. Pues sabemos que hay
un solo Dios, Creador de todas las cosas, que envió a los profetas, sacó a su pueblo de Egipto, manifestó a
su Hijo en los últimos tiempos, para confundir a los incrédulos y exigir el fruto de la justicia.”
El “regula fidei” es fundamento y base de la conducta del cristiano: “Nosotros tenemos que
mantener inalterada la regla de la fe y cumplir los mandamientos de Dios creyéndole a Él, temiendo a él
como Dios a querer a él como Padre. Tal comportamiento, entonces, es una conquista de la fe, ya que,
dice Isaías: Si no creéis, no comprenderéis. La fe es dada por la verdad, ya que la fe se basa en la
verdad (…) La fe nos invita con insistencia a recordar que hemos recibido el bautismo para la remisión
de los pecados en el nombre de Dios Padre y en el nombre de Jesús Cristo, Hijo de Dios encarnado,
muerto y resucitado, y en el Espíritu Santo de Dios; que el bautismo es el sello de la vida eterna, el
nuevo nacimiento en Dios” (Epídeixis 3).
La regla de la fe es criterio de ortodoxia donde se enfrentan las posiciones doctrinales. Las
desviaciones de los herejes inician justo de erradas comprensiones de los artículos de la fe: “Ésta es la
predicación de la verdad y la imagen de nuestra salvación, tal el camino de la vida que los profetas han
anunciado, el Cristo confirmado, los apóstoles transmitidos sobre toda la tierra y la iglesia les ofrece a
sus hijos. Tiene que ser custodiada con cada cura y con voluntad decidida para gustarle a Dios con las
buenas obras y con un modo de pensar sano” (Epídeixis 98).
2. La apostolicidad de la tradición como criterio principal de verdad.

Ireneo vuelve a llamar continuamente la tradición, es decir, cuanto ha sido transmitida por los
apóstoles. La enseñanza cristiana parte de la tradición apostólica y de la Escritura. Estas dos fuentes
son el criterio fundamental para un juicio que separa la ortodoxia de la herejía: “Siendo, pues, tantos los
testimonios, ya no es preciso buscar en otros la verdad que tan fácil es recibir de la Iglesia, ya que los
Apóstoles depositaron en ella, como en un rico almacén, todo lo referente a la verdad (…) Entonces, si se
halla alguna divergencia aun en alguna cosa mínima, ¿no sería conveniente volver los ojos a las Iglesias
más antiguas, en las cuales los Apóstoles vivieron, a fin de tomar de ellas la doctrina para resolver la
cuestión, lo que es más claro y seguro? Incluso si los Apóstoles no nos hubiesen dejado sus escritos,
¿no hubiera sido necesario seguir el orden de la Tradición que ellos legaron a aquellos a quienes
confiaron las Iglesias?”
El valor de la tradición es dúplice: tiene una función de fuente de la revelación y medio
hermenéutico de la misma Escritura: “Nosotros no hemos conocido la Economía de nuestra
salvación, sino por aquellos a través de los cuales el Evangelio ha llegado hasta nosotros: ellos primero
lo proclamaron, después por voluntad de Dios nos lo transmitieron por escrito para que fuese
«columna y fundamento» (1 Tim 3,15) de nuestra fe.”

Los herejes son innovadores, no tienen una tradición a la cual dirigirse, ni un grupo, ni una
enseñanza: “El hecho es que, entre ellos (los herejes) no se encuentra ni iglesia ni doctrina instituida.
(…)Porque antes de Valentín no hubo valentinianos (…). Todos éstos se levantaron en su apostasía contra
la Iglesia, mucho tiempo después haber sido constituida. Así pues, la Tradición apostólica está viva en la
Iglesia y dura entre nosotros. Ahora volvamos los ojos a las Escrituras, para sacar de ella la prueba de
todas aquellas cosas que los Apóstoles dejaron por escrito en los Evangelios.”
Otro criterio de valoración que Ireneo coloca entre si y los adversarios sería la doctrina
transmitida por los apóstoles a través de la sucesión episcopal. La verdadera enseñanza es lo que es
impartido por los pastores actuales, que pueden probar de haberlo recibido, por medio de una tradición
ininterrumpida, de los Apóstoles: “Por este motivo es preciso obedecer a los presbíteros de la Iglesia.
Ellos tienen la sucesión de los Apóstoles, como ya hemos demostrado, y han recibido, según el
beneplácito del Padre, el carisma de la verdad junto con la sucesión episcopal. En cambio a los otros, que
se apartan de la sucesión original y se reúnen en cualquier parte, habrá que tenerlos por sospechosos,
como herejes que tienen ideas perversas, o como cismáticos llenos de orgullo y autocomplacencia, o
como hipócritas que no buscan en su actuar sino el interés y la vanagloria.”
Hay un criterio de verdad: la enseñanza de la Iglesia de Roma, máxima y antiquísima, cha
tiene mayor apostolicidad, porque tiene origen en Pedro y Pablo: ”Pero como sería demasiado largo
enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más
antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos
gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conserva la Tradición y «la fe
anunciada» (Rom 1,8) a los hombres por los sucesores de los Apóstoles que llegan hasta nosotros. [849]
Así confundimos a todos aquellos que de un modo o de otro, o por agradarse a sí mismos o por
vanagloria o por ceguera o por una falsa opinión, acumulan falsos conocimientos. Es necesario que
cualquier Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, cuya fundación es la más garantizada -me refiero a
todos los fieles de cualquier lugar-, porque en ella todos los que se encuentran en todas partes han
conservado la Tradición apostólica.”

3. La continuidad de la Revelación Antiguo Testamento-Nuevo Testamento.

“(…) es imposible probar lo que la Escritura enseña si no es con los textos de la misma Escritura.”
Para Ireneo los principios de ortodoxia son:
“La verdadera gnosis es la doctrina de los Apóstoles, la antigua estructura de la Iglesia en todo el
mundo, y lo típico del Cuerpo de Cristo, formado por la sucesión de los obispos, a los cuales (los
Apóstoles) encomendaron las Iglesias de cada lugar. Así nos llega sin ficción la custodia de las
Escrituras, en su totalidad, sin que se le quite o se le añada alguna cosa, su lectura sin fraude, la
exposición legítima y llena de afecto (por la Palabra) según las mismas Escrituras, sin peligro y sin
blasfemia. (“Custoditio sine fictione Scripturarum, plenissima tractatio neque addimentum neque
ablationem recipiens et lectio sine falsatione et secundum Scripturas expositio legitima et diligens
consonans et sine periculo et blasphemia.”) Y sobre todo el don del amor, más valioso que la gnosis, más
glorioso que la profecía y superior a todos los demás carismas.”
La distinción gnóstica de un Dios del Antiguo Testamento y un Dios del Nuevo Testamento,
defendida sobretodo por Marción, Ireneo ha estimulado a tomar el aspecto dinámico de la
Revelación. La manifestación progresiva de la Revelación muestra la continuidad de la Revelación
misma y la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento: “Allá fueron mandados por Dios, por
el Espíritu Santo, los profetas, que reprocharon el pueblo y lo recondujeron al Dios omnipotente de los
padres, sidos heraldos de la revelación de Nuestro Dios Jesús Cristo, Hijo de Dios, anunciando que de
la descendencia de David habría florecido su cuerpo, para que fosos, según la carne paro de
David - que fue hijo de Abraham -, en fuerza de una larga cadena de generaciones, y según el espíritu,
hijo de Dios, preexistente con el Padre, engendrado antes de la construcción del mundo, y
aparecido al mundo entero al final de esta época como hombre, él Verbo de Dios" (Epideixis, 30).
Contra los herejes, Ireneo no protesta el recurso a las Escrituras sino sus interpretaciones
esotéricas. Por lo tanto no era en primer lugar el problema del origen de la Escritura sino el de su
exégesis, de cómo debe que ser leída. Los Valentinianos en particular, retomando sus raíces ortodoxas,
querían hacerse pasar para intérpretes auténticos de la tradición eclesiástica. Ireneo considera la
Sagrada Escritura como orgánica, un “corpus sui generis”, en el que toda afirmación es rica en
significado, si se coloca en el todo: “Los profetas, en efecto, junto con muchas otras profecías también
anunciaron este hecho: que aquellos sobre los cuales reposara el Espíritu de Dios, obedecieran a la
Palabra del Padre y lo sirvieran según sus fuerzas, habrían de sufrir la persecución, serían lapidados y
asesinados. Y los profetas mismos se convirtieron en una figura de todo esto, por el amor a Dios y por
su Palabra.

Siendo también miembros de Cristo, cada uno de ellos ejercía en cuanto miembro particular su
oficio de profeta, y sin embargo todos ellos, siendo muchos, han prefigurado y anunciado las obras de
uno solo. Pues, así como en nuestros miembros se manifiesta la actividad de todo el cuerpo, pero la figura
de todo el cuerpo humano no se expresa mediante un solo miembro sino mediante el conjunto, así
también todos los profetas prefiguraron a uno solo. Mas cada uno de ellos en cuanto era un miembro
cumplía en parte la Economía y profetizaba en cuanto lo propio de ese miembro la obra de Cristo.”

4. La comunión con la Iglesia

“(…) Este es el don confiado a la Iglesia, como el soplo de Dios a su criatura, que le inspiró para
que tuviesen vida todos los miembros que lo recibiesen. En éste se halla el don de Cristo, es decir el
Espíritu Santo, prenda de incorrupción, confirmación de nuestra fe, y escalera para subir a Dios. En
efecto, «en la Iglesia Dios puso apóstoles, profetas, doctores» (1 Cor 12,28), y todos los otros efectos
del Espíritu. De éste no participan quienes no se unen a la Iglesia, sino que se privan a sí mismos de la
vida por su mala doctrina y pésima conducta. Pues donde está la Iglesia ahí se encuentra el Espíritu
de Dios, y donde está el Espíritu de Dios ahí está la Iglesia y toda la gracia, ya que el Espíritu es la
verdad.”
El rechazo de la Iglesia, la falta de unidad, de comunión con ella lleva a la herejía: “También
juzgará a los que provocan divisiones, vacíos del amor de Dios, los cuales más buscan su provecho
que la unidad de la Iglesia. Estos, alegando cualquier motivo sin peso, dividen y fragmentan el grande
y glorioso Cuerpo de Cristo, y en cuanto está de su parte de nuevo lo matan. Hablan de paz mientras
hacen la guerra (…)”

D) Conceptos clave
• Circumincessio: la unidad de Dios no excluye la Trinidad. “«Por el Hijo que está en el Padre y
tiene en sí al Padre» (Jn 14,10-11) se ha manifestado Dios aquel que es, al dar testimonio, como
Padre, del Hijo (Mt 16,17; Jn 5,37), mientras el Hijo anuncia al Padre (Mt 11,27; Jn 11,41-42).”
• “(…) el Verbo de Dios hecho carne haya sido colgado del madero -“Ipsum Verbum Dei
incarnatum suspensum est super lignum”- (Cfr. Hech 5,30)” tiene un tríplice oficio: Revelador del
4º testamento (Adán, Abraham, Moisés) Redentor; Glorificador.
• María es la "Advocata Evae": paralelismo entre “Eva-Maria” porque la obra de la
redención sigue las etapas de la caída del hombre. Maria es la “causa salutis”.
• Cristo: dos naturalezas, dos revelaciones, una por escrito y otra por tradición oral.
• Cuerpo, alma, espíritu (Antropología): “Todo hombre, quienquiera sea, confesará que nosotros
somos un cuerpo elaborado de la tierra y un alma que recibe de Dios su espíritu” (AH, III
22,1).
• Imago Dei, similitudo: el hombre es por naturaleza “imago Dei”. En cambio, la «similitudo»,
perdida con Adán, es fruto del Pneuma divino. Con el bautismo, el hombre renace a Dios.
• Recapitulación anakefalai, wsij: “Mas si el Señor se hubiese hecho carne en otra Economía, y
hubiese asumido la carne de otra substancia, no habría recapitulado en sí mismo al hombre, ni se
podría decir que se hizo carne; porque es verdaderamente carne la transmisión de la primera
plasmación hecha del barro. Pero si debiese tener la substancia de otra hypóstasis, el Padre desde
el inicio habría realizado su masa de otra substancia. Pero ahora, lo que era aquel hombre que
pereció, esto mismo se hizo el Verbo Salvador, para realizar por sí mismo nuestra comunión con
él, y la obtención de nuestra salud. Lo que pereció tenía carne y sangre; Dios había tomado el
barro de la tierra para plasmar al hombre (Gén 2,7), y a través de esto tuvo lugar toda la
Economía de la venida del Señor. También tuvo él carne y sangre, para recapitular no otras
distintas de las de aquel antiguo plasma del Padre, buscando lo perdido (Lc 19,10).”

No solamente la persona de Adán, sino la entera raza humana fue restaurada:


“Pero cuando se hizo hombre recapituló en sí mismo toda la historia de los seres humanos y
asumiéndonos en sí nos concede la salvación; de manera que, cuanto habíamos perdido en
Adán (es decir el haber sido hechos «a imagen y semejanza de Dios» [Gén 1,26]), lo
volviésemos a recibir en Jesucristo.”
• Milenarista (Chiliasta): “(…) los justos serán los primeros en recibir la herencia que Dios
prometió a los padres, despertando en una condición renovada de su ser, y con él reinarán; el
juicio universal vendrá en seguida.” Prorrogación de la visión beatífica hasta al juicio universal
y un reino terrenal de Cristo con los suyos justos por mil años.
• Eucaristía: presencia real del Cuerpo y la Sangre de Jesús. Carácter sacrifical: es el nuevo
sacrificio predicho por Malaquías. Resucita el cuerpo humano porque se ha alimentado del
Cuerpo y Sangre de Cristo.

Conclusión
En el contraste entre herejía y ortodoxia, brotan las siguientes conclusiones:
Los gnósticos llevan a:
• Un dualismo equidistante entre el bien y el mal.
• El problema del pecado ocurre en dios, no en el hombre.
• El hombre es partícula de la divinidad pero no criatura de Dios.
• El mundo, la materia es mala. Nada de “cielos nuevos y tierra nueva”. Todo será destruido.
• El vocabulario, siendo “cristiano”, confunde.
• Pesimismo: caída, abajamiento, reclusión, miedo, error,...
• Cristo no nos ha redimido, nos ha instruido e iluminado.
• Supera la Iglesia, la Revelación, los sacramentos,...

El peligro de los gnósticos fue - y es - realmente mortal porque no se trata sólo de un sistema
filosófico. La reacción de la Iglesia fue eficaz porque subrayó el aspecto eclesial de la sabiduría
cristiana. La sabiduría es Cristo, pero Cristo vive en la Iglesia, en la comunión de las Iglesias y en su
tradición.
“(…) Porque la gloria de Dios es el hombre viviente: y la vida del hombre es la visión de Dios. Si la
manifestación de Dios por la creación da vida en la tierra a todos los vivientes, mucho más la
manifestación por el Verbo del Padre da vida a aquellos que contemplan a Dios.”
Roma y san Hipólito
I. Contexto histórico-teológico
A) Los emperadores
Severos:
Lucio Septimio Severo (emperador 193-211 d.C.) De origen africano. Después del asesinato del
emperador Publio Elvio Pertinaz (193), fue aclamado emperador por sus legiones.
En el 194 derrotó al gobernador romano de Siria y se adueñó de la ciudad de Bizancio. Después
de un brillante éxito contra los partos en Persia (198), que habían invadido la Mesopotamia, se fue a
Bretaña para sofocar una revuelta (208): se acercó al Norte de la isla para combatir los caledonios,
restableciendo el Vallo de Adriano como confín septentrional de la Bretaña romana. Los sucede su hijo,
Caracalla.
Caracalla 211-217. Sobrenombre de Bassiano Marco Aurelio Severo Antonino, así apodado por el
nombre de la túnica que originariamente era llevado por los galos, cuyo empleo él difundió en Roma.
Sucede a su padre en el 211 junto a su hermano, Geta, que mandó asesinar en el 212. En el 214
se dirigió a Oriente para combatir, sin suerte, contra los pardos; mientras se disponían los preparativos
para una nueva campaña, fue muerto por Macrino, prefecto del pretorio.
Marco Macrino: emperador (217-218). Fue aclamado emperador en Edessa después de la muerte
violenta de Caracalla. Continuó tímidamente la guerra de su predecesor contra los pardos. Fue luego en
Antioquía, sin nunca ir a Roma. Cayó víctima de la conjuración -inspirada por Julia Mesa- que llevó al
poder Eliogabalo.

Eliogabalo 218-222: Sobrenombre de Marco Aurelio Antonino, emperador (218-222 d.C.). Se


convierte en Sacerdote de “El Gabal”, divinidad solar local y de quien también él asumió el nombre (del
griego élios, "sol"). Fue proclamado emperador, a sólo catorce años, del ejército siríaco rebelándose a
Macrino. Llega a Roma en el 219, se afanó para introducir en la capital los cultos solares de tradición
oriental y confió a personajes siríacos una serie de cargos, alejándose así las simpatías del senado. Fue
muerto, junto a la madre, por una conjuración de los pretorianos.
Alejandro Severo 222-235: emperador (222-235) con el nombre de Marco Aurelio Severo Alejandro.
Nombrado césar ya por Eliogabalo. Gobernó bajo el influjo de la madre a Julia Mamea y se rodeó de
valiosos consejeros. Mientras Alejandro Severo regresaba de un expedición militar en Mesopotamia,
intentó hacer pactos con los rebeldes, que sin embargo preferían al general Trace Maximino. Fue
asesinado junto con la madre en el 235.
Anarquía militar
Maximino el Trace: emperador romano (235-238). Nacido de una humilde familia de la
Tracia, asumió el mando del ejército romano bajo el emperador Alejandro Severo cuando éste fue
asesinado y fue proclamado emperador por las tropas. Derrotó los alamanos y combatió contra los
dacios y los sarmatas. Obstaculizado por senado y por los ciudadanos, fue declarado enemigo público;
entonces Maximino marchó contra Italia, pero fue muerto durante el asedio a Aquileia.

B) Errores teológicos:
• Modalismo: Dios es una sola y misma Persona, llamada Padre, Hijo o Espíritu Santo según
las manifestaciones de sus atributos. Yerran al considerar las operaciones de la Trinidad ad
extra.
• Monarquianismo: Doctrina herética cristiana que en el siglo II y III se opuso al concepto de
Trinidad, sustentando la necesidad de una definición más rigurosa del monoteísmo.
• Adopcionismo: según Jesús, a pesar de la concepción virginal, había permanecido hombre hasta
el día de su bautismo, cuando el Espíritu Santo habría hecho de él el Hijo de Dios por adopción,
• Monarquianismo modalístico: las tres personas de la Trinidad son sencillamente
manifestaciones de un ser divino único.
• “Patripasiano”, en cuanto sustentaban que para padecer sobre la cruz, la “pasión”,
habría sido el Padre bajo la apariencia del Hijo.
• Esta última doctrina fue propugnada en el siglo III por el sacerdote Sabelio, de donde
surge el nombre de sabelianismo, con el cual se designa esta corriente.

Los primeros en propagarlas fueron Prasea y Noeto. Fueron confutados por Tertuliano con su
“Adversus Praxeam” y de Hipólito: “Contra Noetum.”
II. El fragmento muratoriano
• El primero catálogo de los libros auténticos del Nuevo Testamento.
• Fechado hacia el 170-180.
• Fragmento en latín descubierto hacia finales del 1700 por Ludovico Antonio Muratori.
• El latino se convierte en la lengua oficial de la Iglesia romana.
• Después de una laguna inicial, pone entre los libros por acoger: Lc, Jn, Hch, 13 cartas de
Pablo, Jd, 1-2 Jn, Ap de Juan, el libro de la Sabiduría; de la lista falta Hbr, Stgo, 3 Jn.
Menciona como libros discutidos al Apocalipsis de Pedro y el Pastor de Hermas:
“Nuperrime, en estos nuestros días, Hermas, en la ciudad de Roma, el Pastor ha escrito, mientras
se sentaba sobre la cátedra de Roma el obispo Pío, su hermano. Por tanto se debe leer, pero en la
Iglesia no se puede dejar oír al pueblo ni entre los profetas -cuyo número es ya completo- ni entre
los apóstoles, [que escribieron] sobre el escorzo de los tiempos.”
• Rechaza categóricamente la carta a los Laodicenses, a los Alejandrinos, los escritos de
Arsinoe, los escritos de Basílides, el Nuevo libro de los Salmos escrito por Marción y los
textos gnósticos.
• Es de notar que, junto al Pastor de Hermas, también a veces la Didaché era considerada texto
inspirado. El Diatésaron de Taciano revistió una posición particular.
• El fragmento muratoriano divide los textos en sagrados, discutidos y apócrifos.

III. San Hipólito de Roma


A) Vida
• El Pontificado de Papa Ceferino (199-217) es caracterizado por “polémicas, luchas y
secesiones”
• Sube a la cátedra Calixto: Papa (217 aprox. - 222 aprox.) Fue el primero en encontrar la
oposición de un antipapa. Probablemente nació esclavo y fue bautizado por su dueño
Carpoforo. Según la tradición, Calixto había provocado desórdenes en una sinagoga y había sido
condenado a los trabajos forzados en las minas sardas (186-189). De regreso en Roma y
liberado en el 192, fue ordenado diácono y nombrado primer consejero de papa Cefirino; electo
archidiácono, administró el cementerio sobre la vía Apia (sucesivamente nombradas “catacumbas
de Calixto”, dónde son enterrados, excepto él, todos los papas del siglo III. Convertido en Papa,
defiende la TRINIDAD contra Sabelio y la unidad contra Hipólito, que lo acusaba de
monarquianismo (doctrina que no distinguía a las tres personas de la Trinidad). Calixto fue
acusado también de laxismo porque admitía en la comunión a los adúlteros arrepentidos. Murió
mártir.
• Roma 170 aprox. -Cerdeña 235 aprox.
• Hipólito era un sacerdote romano, gran predicador, que acusó al papa Calixto de haber
atenuado la disciplina para los penitentes.
• En el 217 se propuso como antipapa.
• En el 235, durante la persecución de los cristianos por obra del emperador romano Massimino,
Hipólito fue mandado en destierro en las minas de Cerdeña, “la isla de la muerte”, dónde se
reconcilió con el verdadero Papa Ponciano (230-235).
• Murió mártir: “Ya viejo, con los pies atados a los vehementes caballos y la cabea volcada hacia el
suelo, arrastrado a gran trote por los campos” (Prudencio).

B) Obras
• Escribió mucho, se conserva poco, (escritos en griego de un “antipapa herético”).
• “El anticristo” (200).
• El “Comentario a Daniel”, el más antiguo comentario bíblico cristiano llegado nosotros
íntegramente.
• “Homilías”: sobre los Salmos, sobre la Pascua.
• “Crónica”.
• Su obra más importante es la “Confutación de todas las herejías” o Filosofou,mena:
“Demostraremos que los herejes son ateos, en sus opiniones, en su modo y en sus actos.
Enseñaremos cuál es el origen de sus iniciativas, y como han tratado de fijar sus opiniones sin
sacar nada de las Sagradas Escrituras...” (Prefacio). Posterior al 222.
• “La tradición apostólica”: una obra que describe la tradición conservada hasta ahora, para
corregir a cuantos han corrompido la enseñanza de los apóstoles.
• La más rica fuente de la liturgia cristiana (celebración de la eucaristía, administración
del bautismo) y de la vida de la Iglesia (reglas, jerarquía). Se remonta al 215.
• Estructura:
• I. Parte: El clero: el obispo, oraciones para la ordenación del obispo, eucaristía,
bendiciones del óleo, del queso y de las aceitunas, los sacerdotes, de diáconos,
los confesores,...
• II. Parte: Los laicos: los convertidos, profesiones prohibidas, catecúmenos, el
bautismo.
• III. Parte: Las observancias de la Iglesia: Oración, sepultura, ayunos.

C) Contacto con las fuentes


1. El más antiguo canon eucarístico:
La consagración de un obispo se tiene en domingo. El candidato ha sido antes escogido por
todo el pueblo. Deben Tienen asistir los obispos de los alrededores. El Presbyterium está presente, junto
con la comunidad entera. Los Obispos imponen las manos al que ha sido elegido. Los sacerdotes
asisten de pie en silencio. Después de la oración en que se pone el acento sobre la sucesión apostólica
y sobre el poder de perdonar los pecados, la liturgia continua.... Es el más antiguo Canon u Oración
eucarística:
“- El Señor esté con ustedes.
Todos contesten: - Y con tu espíritu.
-¡En lo alto los corazones!
- Los tenemos dirigido al Señor.
- Agradezcamos al Señor.
- Es cosa digna y justa.
Y continuos: Tú agradecemos, oh Dios, por medio de tu querido hijo Jesucristo, que en la plenitud de
los tiempos, nos has mandado como salvador, redentor y mensajero de tu voluntad, que es tu Verbo
inseparable, a través del que has creado todas las cosas, en el que has repuesto su complacencia, que has
mandado del cielo en el seno de un Virgen y ha sido concebido, se ha encarnado y se ha manifestado
como paro tuyo, nacido del Espíritu Santo y de la Virgen.
Para cumplir tu voluntad y para conquistarte un pueblo santo, Él ha desdoblado las manos en la pasión
para liberar del sufrimiento los que tienen confianza en ti. Y, aceptando voluntariamente el sufrimiento
para destruir la muerte, partir las cadenas del demonio, pisar el infierno, iluminar los justos, confirmar
el testamento y manifestar la resurrección, tomando el pan te devolvió gracias y dijo: Tomáis, te comes
de ello, éste es mi cuerpo que será partido por vosotros. El mismo hizo con la copa diciendo: Ésta es mi
sangre que será esparcido por vosotros. Cuándo hacéis este, te lo haces en memoria de mí.
Recordando pues su muerte y su resurrección, nos te ofrecemos el pan y la copa y te agradecemos nos
haber juzgado dignos de estar a tu presencia y de servirte. Además te rogamos mandar tu Espíritu Santo
sobre la oferta de la santa Iglesia, de dar unidad a todos los que os participan y de concederles de ser
llenados Espíritu Santo y fortificados en la fe de la verdad, a fin que te alabemos y te glorifiquemos
para Jesús Cristo tu hijo, por el que tú, Padre e Hijo con el Espíritu Santo en la santa Iglesia, tienen
honor y gloria en los siglos de los siglos. Amén” (cap. 4)
• Es una oración breve, cristológica. Formula más determinada.
• Elementos: epíclesis, anámnesis, epíclesis, doxología.

2. Administración de dos sacramentos:


A) El sacramento del bautismo.
“Al canto del gallo, se ruegas en primer lugar sobre el agua. Sea agua que corra en un manantial o que
fluya de lo alto.... Bautizáis por primera los niños. Todos los que estoy capaz de contestar de si,
contesten; por los que no son capaz de, los padres o alguien de la familia contesten... A. la hora
enclavada por el bautismo el obispo devuelva gracias sobre el aceite y luego lo ponga en una maceta: es
el aceite del rendimiento de gracias. Luego tome otro aceite y pronuncias sobre de ello un exorcismo: es
el aceite del exorcismo.
Un diácono tome el aceite del exorcismo y de ponga a la izquierda del sacerdote, un otro tome el
aceite de rendimiento de gracias y se ponga a la derecha.
El sacerdote, tomando aparte a uno por uno los que tienen que recibir el bautismo, los órdenes
de abjurar diciendo: - Te renuncio a, Satanás, a todas tus bombas y a todas tus obras. Después de que ha
abjurado, lo unte con el aceite del exorcismo diciéndole: - Cada espíritu se aleja de ti.
Así confíalo al obispo o al sacerdote que está cerca del agua, porque lo bautizas.
Un diácono descienda en el agua junto con él que tiene que ser bautizado. Cuando éste desciende
en el agua, el que bautiza le imponga la mano sobre el jefe preguntándoles: ¿- Credos en Dios Padre
omnipotente? El que es bautizado conteste: - Creo. Bautízalo entonces una primera vez teniéndole la
mano sobre el jefe. Luego pregunte: ¿- Credos en Cristo Jesús, hijo de Dios, que ha nacido a través del
Espíritu Santo de la virgen Maria, ha sido crucificado bajo Poncio Pilatos, ha muerto y ha resurgido el
tercer día, vivo de los muertos, es subido en los cielos, se sienta a la derecha del Padre y vendrá a juzgar
los vivos y los muertos? Cuando el que es bautizado habrá contestado: - Creo, lo bautizas una segunda
vez; en fin todavía pregunte: ¿- Credos en el Espíritu Santo y en la santa Iglesia y en la resurrección de
la carne? El bautizado conteste: - Creo. Así sea bautizado por la tercera vez.
El sacerdote lo unte, cuando remonta, con el aceite que ha sido consagrado diciendo: - Te unto
con el aceite santo en el nombre de Jesús Cristo.
Y así, uno por uno, se seque, se revistan y entren a iglesia” (cap. 21)
• Contiene el primer Símbolo romano.
• Falta la fórmula que el bautizante pronuncia.
• La costumbre de administrar el bautismo a adultos y niños con un único ritual ha durado
mucho. El niño era considerado un “adulto” y a él eran dirigidas las preguntas que contestaban
los padrinos.

B) El sacramento de la confirmación
“El obispo les imponga la mano e invocas diciendo: - Señor Dios, que ellos has hecho dignos de
merecer la mención de los pecados a través del baño de regeneración del Espíritu Santo, les infundes en
ellos tu gracia, para que te sirvan según tu voluntad, ya que a ti es la gloria, al Padre, y al Hijo con el
Espíritu Santo en la Iglesia, ahora y en los siglos seis siglos. Amén.
Luego vertiéndole sobre el jefe el aceite santificado e imponiéndole la mano, diga: - Te unto con el
aceite santo en el Señor Padre omnipotente y en Jesús Cristo y en el Espíritu Santo. Señálalo sobre la
frente, lo besas y diga: - El Dios sea contigo. El que ha sido señalado conteste: - Y con tu espíritu.
Así el obispo haga a todo, uno por uno.”
• La confirmación es dada con un acto distinguido del bautismo.

3. La oración
“... A la tercera hora, si estás en casa, ruega y Dios alaba; si eres en otro lugar, Dios ruega en tu
corazón. A tal ahora, en efecto, Cristo fue clavado sobre la cruz. Por este en el antiguo Testamento la ley
ordenó que siempre se ofreciera, a tal ahora, el pan de la proposición como figura del cuerpo y la sangre
de Cristo, y que se inmolara el cordero inocente, símbolo del cordero perfecto. En efecto el Cristo es el
pastor y también es el pan que desciende del cielo.
Igualmente ruega a la sexta hora, porque, cuando el Cristo fue clavado a la madera de la cruz, el
día fue interrumpido y se tuvo una gran oscuridad. Pues, a aquella hora se haga un vigoroso ruego,
imitando la voz de El que rogó y revistió de tinieblas la entera creación para los Judíos incrédulos.
A la novena hora se ruega y laudos a largo Dios, imitando el modo en que el alma de los justos
alaba Dios que es verdad y que se ha acordado sus san y ha mandado su Verbo a iluminarlos. A aquella
hora el Cristo fue golpeado en el costado y brotó agua y sangre, y alumbró por la tarde el resto del día
hasta. Así, cuando empezó a dormir empezando otro día, dio una imagen de la resurrección. También
ruega antes de acostarse.” (cap. 41)

Q. S. F. Tertuliano. “Caro salutis est cardo”


I. Contexto
1. El área geográfica
Cartago: fue destruida al final de la tercera guerra púnica (146 a.C.), y su reconstrucción tuvo inicio
solamente después de un siglo, por voluntad de Julio César.
• En el 122 a.C. fue fundada una nueva ciudad, con el nombre de Colonia Junonia, que sin embargo
duró solamente treinta años.
• En el 46 a.C. Julio César visitó el lugar y proclamó que allí se debía construir una ciudad: su
voluntad fue atendida por Augusto que les fundó Colonia Julia en el 29 a.C. La nueva ciudad
alcanzó una prosperidad y una importancia administrativa que la convirtieron en la segunda
después de Roma.
• Cartago además se volvió un centro del cristianismo y tenía su propio obispo a partir del fin del
II siglo.
• Con Cartago están unidos Tertuliano, y san Cipriano que fue obispo de la ciudad en el 248 y
san Agustín, que fue obispo de la vecina ciudad de Hipona al inicio del siglo V.
2. El cristianismo de África
• Los Hechos o Pasiones de los mártires escilitanos del 180 son el documento primordial de la
literatura cristiana de África.
• La cristiandad latina de África era numéricamente floreciente: En el primero concilio de Cartago
(225) estuvieron 70 obispos de la Proconsular y de Numidia.
• La vida de la comunidad estuvo marcada por la renovación periódica de los episodios de
persecución, de hechos cismáticos, por la difusión de grandes herejías. La reacción produjo a
uno cada vez más madura línea apologética respecto a la sociedad, de la cultura, de la autoridad
pagana; un constante viraje de la disciplina eclesial; un intensificado empeño de ahondamiento
del depósito de verdad, expresado del tradición y de la Escritura.

II. Tertuliano: 160-193


• Quinto Septimio Fiorente Tertuliano (160 aprox.-225?) es el más importante de los escritores
eclesiásticos latinos anteriores a Agustín.
• Nació de padres paganos en Cartago. Su padre era centurión. Tertuliano vivió como pagano:
gladiadores, espectáculos, iniciación en los misterios de Mitra.
• Formación literaria, filosófica, retórica y jurídica: ejerció como abogado.
• Personalidad original de fuerte temperamento.
• Se conservan 31 escritos.
• Obras:
• Apologistas
• Libros teológicos anti-heréticos
• Escrito morales, catequéticos y parenéticos

Primer período: (del 193 hasta el 206): pertenencia a la Iglesia


• Alrededor del 193, estando ya casado se convirtió al cristianismo. El testimonio de los mártires
le fascinó.
• Hacia el 200 fue ordenado sacerdote.

a) Obras apologéticas:
• El Apologeticum: (197) es dirigido a los gobernadores de los provincias. Es la obra maestra de
Tertuliano, por la lógica, el rigor jurídico y la apasionada vehemencia. Estructura:
• Después de la introducción (cap. 1-6).
• Parte I: Tertuliano refuta (pars denstruens) las usuales acusaciones de los crímenes
ocultos de los cristianos: reuniones en secreto, infanticidio, incesto (7-9).
• Parte II: defensa de la acusación de delitos públicos y políticos (10-28): El Dios de los
cristianos:
• ¡O testimonium animae naturaliter christianae! (17)
• delitos ocultos contra el Emperador (29-45):
• odium imperatoris (28-36)
• odium humani generis (37-45): la «facción» cristiana.
• Conclusión: oratio-peroratio (46-50):
• Plures efficimur, quotiens metimur a vobis: semen est sanguis Christianorum (50)
• De testimonio animae: (198-200): opúsculo en 6 capítulos, dónde Tertuliano profundiza el
argumento de la predisposición natural del alma al cristianismo.

b) Libros teológicos antiheréticos:


• De praescriptione hereticorum: (198-200): Tertuliano se proponía truncar a una cuestión para
siempre la controversia entre los católicos y todos los herejes, valiéndose del argumento de la
“praescriptio” (Negar el argumento del otro). Estructura:
• I parte (cap. 1-14), pone en guardia contra las herejías, que nacen de la filosofía. La regla
de la fe tiene que bastarle al cristiano.
• II parte (cap. 15-57) profundiza el argumento de la prescripción. Tertuliano retoma el
argumento de san Ireneo sobre la regula fidei, interpretada mediante la tradición de
origen apostólico.
• Conclusión (cap. 38-44): denuncia las doctrinas erróneas de los herejes y sus modos de
vida no conformes a la disciplina eclesial. La Iglesia no ha tolerado nunca una alteración
de las Escrituras. Sus enemigos, en cambio, la han corregido y mutilado.

c) Escritos morales, catequéticos y parenéticos:


• De oratione: (200-206) es dirigido a los catecúmenos. Para Tertuliano el Nuevo Testamento ha
introducido una forma de oración sin precedentes por el tono y el espíritu, superior por la
intimidad, la fe y la brevedad. Todas características del Padre Nuestro, que resume en si todo el
Evangelio.
El tratado (29 capítulos) presenta el más antiguo comentario al Pater Noster (cap. 2-9)
añadiendo los consejos prácticos.
• De baptismo: (200-206): el primer tratado preniceno sobre el Bautismo de importancia capital
para la historia de la liturgia y los sacramentos. Presenta el culto, los ritos, las celebraciones, la
liturgia bautismal y la doctrina sacramental.
Objetivo: ¿Cómo puede un baño corporal en el agua obrar la purificación del alma y
preservarla de la muerte eterna? Tertuliano contesta con 20 capítulos a una cierta Quintila, de
la secta de los cainitas, que negó la necesidad del bautismo y “desvió a muchos fieles con su
doctrina.”
Estructura:
I. De necessitate et efficacia baptismi:
I-III. Excellentia aquae Baptismi: “Felix sacramentum aquae nostrae qua abluti delictis pristinae
caecitatis, in vitam aeternam liberamur”.
IV. Materia Baptismi et virtus: “Ideoque nulla distinctio est, mari quis an stagno, flumine an fonte,
lacu an alveo diluatur, nec quidquam refert inter eos quos Joannes in Jordane, et quos Petrus in
Tiberi tinxit. Nisi et ille spado, quem Philippus inter vias fortuita aqua tinxit, plus salutis aut
minus retulit. Igitur omnes aquae de pristina originis praerogativa sacramentum sanctificationis
consequuntur, invocato Deo”
V-VI Effectus Baptismi.
VII Unctio post Baptismum adhiberi consueta.
VIII Impositio manuum post Baptismum ejusque significatio.
IX Baptismi figurae.
X Baptismus Joannis an coelestis, an terrenus
XI Necessitas Baptismi ad salutem.

II. De baptismo ad disciplinam:


XII An Apostoli baptizati.
XIII Quo tempore lex Baptismi obligare coeperit.
XIV S. Paulus an baptizaverit.
XV Unitas Baptismi: hay un solo bautismo.
XVI Baptismus sanguinis: un segundo bautismo.
XVII Baptismi minister; an mulieribus baptizare liceat: “Dandi quidem habet jus summus sacerdos,
qui est episcopus. Dehinc presbyteri et diaconi, non tamen sine episcopi auctoritate propter
Ecclesiae honorem...Baptismus aeque Dei census ab omnibus exerceri potest”.
XVIII Baptismus in qua vitae aetate conferendus: Quid festinat innocens aetas ad remissionem
peccatorum?”.
XIX Baptismi conferendi tempus: “Diem Baptismo solemniorem Pascha praestat..“Exinde
Pentecoste ordinandis lavacris latissimum spatium est... Caeterum omnis dies Domini est,
omnis hora, omne tempus habile Baptismo: si de solemnitate interest, de gratia nihil refert”
XX Dispositiones ad Baptismum.
• De poenitentia: (200-206): es un sermón parenético (de exhortación) dirigido a los catecúmenos,
dividido en 12 capítulos. Estructura:
• I parte (cap. 1-6): la penitencia prebautismal: el catecúmeno tiene que arrepentirse de
los pecados, interiores y exteriores. La enmienda es indicio de la sinceridad de la
conversión.
• II parte (cap. 7-12): segunda penitencia (postbautismal) “que Dios, en su misericordia,
ha colocado en el portón para que abra a los que llaman, pero una sola vez, ya que es la
segunda vez.”
• Esta penitencia es un institución eclesiástica y se concluye con la absolución
oficial.

Según período: (del 206 hasta el 213): bajo el influjo del Montanismo
En la Iglesia vive el espíritu del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; ella es congregada por el
Señor, el número de los elegidos es derecho y decisión de Dios mismo, no, como cada otro poder, del
ministerio sacerdotal; el Iglesia-Espíritu perdona los pecados: “Según la persona de Pietro este poder
pertenecerá a los espirituales, al apóstol o al profeta, ya que la Iglesia misma es específicamente y
esencialmente el mismo Espíritu en el que es la Trinidad de una única Divinidad, trinitas unius divini-
tatis, el Padre, el Hijo y el Espíritu santo. Él reúne aquella Iglesia que el Dios ha puesto sobre tres. Y
por lo tanto también todo el número de aquéllos que participan de esta fe es del Fundador y
Consacratore considerato Iglesia. Y por esta nota la Iglesia repondrá los pecados; pero el Iglesia-
espíritu, a través de un hombre espiritual, no la Iglesia numero obispos. El poder soberano en efecto es
Dios, no del ministro; es del propio Dios, no del sacerdote.”
• De carne Christi: (208-211): contra el ataque del doceta Marción, de Apeles y de Valentín,
Tertuliano defiende la realidad de la carne de Cristo, su origen terrenal, su naturaleza
humana, la necesidad del nacimiento de Maria Virgen. Este tratado quiere ser una prueba
irrefutable de la resurrección del cuerpo.
• De Resurrectione mortuorum (208-211): tratado dividido en 62 capítulos. Estructura:
• Introducción: demuestra el inconsistencia de todos los que niegan la resurrección de la
carne (paganos, saduceos, heréticos) (1-4)
• I parte: argumentas a favor:
• La dignidad de la carne (4-10)
• La omnipotencia de Dios (11-13)
• Motivo racional (14-17)
• II parte: Las Sagradas Escrituras (17-51)
• La exégesis de los herejes y el tiempo de la resurrección (18-25)
• La promesa en el S. Escritura: profetas, Evangelios, Hechos (26-39)
• Corrección de erradas interpretaciones sobre Pablo (40-51)
• III parte: Doctrina de la resurrección (52-62)
• Identidad de los cuerpos renacidos con el cuerpo terrestre (52-56)
• Integridad de los cuerpos renacidos (57-59).
• Función de los miembros (60-62)
• Conclusión: “Resurget igitur caro, et quidem omnis, et quidem ipsa, et quidem integra” (63) Resucitaremos con nuestra
carne, no con otra realidad. Toda la carne, en mi integridad. Pero sí en otro modo, aunque la misma persona. Por ello
tiene la visión de la Iglesia como cuerpo de la trinidad, un cuerpo espiritualizado.

Tercer período: (del 213 hasta la muerte 225?): “tertulianista”


• Rompió definitivamente con la Iglesia en el 213, fundando la propia secta.
• Sus últimos adeptos fueron reconducidos a la Iglesia por San Agustín.
• Adversus Praxeam: (213-217): Tertuliano acusa a Praxea no sólo de opiniones heréticas en
torno a la Trinidad, sino también de oponerse a la nueva profecía. Lo declara responsable de la
condena de Montano y de sus seguidores. Praxea era modalista (patripasiano). Cuando su
doctrina se difundió a Cartago, Tertuliano la confutó con este tratado, que constituye la más
importante contribución a la doctrina de la Trinidad del período preniceno.
• Tertuliano afrontó ante todo el problema de la distinción de las personas y de la íntima
relación que las une inseparablemente: “Tres unius substantia fide..., quia unus Deus ex qua
gradus isti et formae et species en nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti deputantur”
• Gradus, formae, species expresan las personas indivisibles que por ella proceden unidas y
distintas según su relación de origen con aspectos y propiedades diferentes.

III. Síntesis doctrinal


• Tertuliano veía en el platonismo la matriz de las herejías. Pero también la dialéctica de
Aristóteles (Miserum Aristotelem), no le parecía suficiente garantía de verdad: “¡Pobre
Aristóteles! Les ha enseñado la dialéctica, trama en construir y en destruir, versipelle en las
afirmaciones, forzada en las hipótesis, incomprensible en las argumentaciones, productora de
contiendas, molesta también a él mismo, lista a reexaminar todo por miedo de haber descuidado
completamente algún punto” (La prescripción de los herejes 7,6.)
• Dios es espíritu perfecto, sumo Bien, invisible, eterno. Señor del universo, inmutable, libre,
impasiblemente feliz, justo y clemente en el juicio. El cristianismo es la religión del único Dios,
cuya existencia el hombre alcanza a intuir y a afirmar con la misma razón, descubriéndola
de la existencia misma del mundo (prueba cosmológica) y de la manifestación interior del
alma, común a todo el género humano (prueba psicológica): “Quod colimus Deus unus est”. Se
ve además en el tratado específico “El testimonio del alma”. En la línea de los apologistas él
afirmó la distinción entre el conocimiento natural de Dios y el conocimiento de fe. “Nos
definimus deum primo natura cognoscendum, dehinc doctrina recognoscendum, natura ex
operibus, doctrina ex praedicationibus”
• Trinidad: Exigido por la predicación que Praxea había difundido en Cartago y que insistía sobre
el único Dios y sobre su manifestación histórica en Cristo hasta la “compassio Patris”, Tertuliano
se empeñó a fondo en una reinterpretación filosófica de la fórmula del “traditio fidei”.
• Cristología: Afirmando que el Verbo es distinto del Padre, pero es de la misma sustancia y
naturaleza del Padre, Tertuliano truncaba con el modalismo patripasionista e impedía que la
distinción del Verbo pudiera ser interpretada sólo como un “modo” asumido por el Padre para
manifestarse históricamente: “Una substantia in tribus cohaerentibus”. Su cristología, sin
embargo es subordinacionista: “Pater tota substantia est, filius vero derivatio totius et portio”
(El Padre posee la plenitud de la sustancia, el Hijo ni deriva, ni participa), ha insistido menos
sobre la unidad de la persona de Cristo y más sobre la distinción de la naturaleza.
• Eclesiología: más importante es su concepción trinitaria de la Iglesia. Tiene su altísima fuente en
la sustancia misma de la Trinidad (corpus trium). Así afirma ya en el “De Bautismo” 6,2: “Ubi
tres, id est Pater et Filius et Spiritus Sanctus, ibi ecclesia, quae trium corpus est.”

Conclusión
Tertuliano es el más importante de los escritores eclesiásticos latinos anteriores a Agustín.
Tiene el mérito de ser el “creador” del latín cristiano y el lenguaje teológico: 982 neologismos,
509 sustantivos, 161 verbos, 284 adjetivos, 28 adverbios (según H. Hoppe).
• Contra la gnosi de Marción y de los Valentinianos defendió la realidad de la encarnación y su
valor sotérico.
• Contra la doctrina de Hermogenes defendió la creación divina.
• Contra el monarquianismo patripasionista de Praxea defendió el dogma trinitario, subrayando el
hecho que el Hijo es “persona”; con su propia voluntad de aceptación y obediencia a la
voluntad del Padre que le pide de morir.
• Contra el docetismo de Marción le distingue en Cristo las dos sustancias o naturalezas divina y
humana.
Tertuliano ha contribuido a la formación en Occidente de una sensibilidad contraria al
monofisismo. La encarnación del Verbo tiene un real eficacia salvífica por su extensión entera, aunque
ella alcance el ápice en el momento de la pasión, muerte, resurrección y ascensión del Señor. A la
naturaleza divina pertenece la potencia que obra los milagros y la inmortalidad; a la naturaleza
humana la debilidad, el sufrimiento y la mortalidad.
“¡Ninguna alma puede en ningún modo conseguir la salvación, si no ha acogido la fe en el
tiempo que la ve unida a la carne: a tal punto la carne es el enlace de la salvación!”(De Res. Mor.
8.2.).

San Cipriano de Cartago. “Habere non potest Deum patrem qui Ecclesiam non habet matrem”
• Tascio Cecilio San Cipriano
• Cartago 205 aprox. - 258
• De nobles orígenes, fue maestro de retórica hasta el 245, año en cuyo se convirtió al cristianismo:

Conversión al cristianismo: A la edad de 35 años se convirtió. Poncio, su biógrafo, llama esta


conversión “segundo nacimiento” y dice que “fue como un emerger de las tinieblas del mundo a la luz de
la sabiduría espiritual”. Cipriano confiesa su extravío y su renacimiento:
“Los vicios nos adhirieron a mi vida y a seguí a favoreciéndolos. No pensé más de poder alcanzar
los bienes mejores; por éste favorecí lo que me dañó como si fuera algo que me perteneciera ya y fuera
crecido conmigo. Pero sobrevino la ayuda del agua que reengendra. La corrupción de la vida anterior
fue borrada y de lo alto se difundido una luz en mi ánimo purificado y mundo. Recibí del cielo el Espíritu
y por un segundo nacimiento me convertí en hombre nuevo. Después de este acontecimiento lo que fue
colpito de la duda se volvió, en un modo que no sabría describir, de repente una certeza; lo que fue
impenetrable y lleno de tiniebla me apareció accesible y luminoso. Pude alcanzar aquél que primera me
pareció difícil y pude hacer aquél que primera me pareció una absurdidad. Tuve así la posibilidad de
entender que pertenecía a la tierra aquélla que nació por la carne y que vivió sujeto al pecado. Comprendí
que empezó a pertenecerle a Dios lo que el Espíritu santo ya animó” (A. Donato 4).

• Gran admirador de Tertuliano:

Tertuliano (Admiración y gran influjo): Tertuliano, que lo había precedido hace poco, ejerció sobre
de él un profundo atractivo y un influjo determinante. Después de la conversión se dedicó con un empeño
que pudiera decirse ascético a la lectura del Biblia y la obra de Tertuliano y llegó prontamente a una
admirable posesión de la una y de la otra. Los escritos de Cipriano, de carácter predominantemente
pastoral, dejan traslucidar su alma iluminada por una fe apasionada y sostenida juntamente -a diferencia
de la agresividad de Tertuliano- de una calma, afectiva, sabia firmeza. Más allá de la circunstancia
determinante que Tertuliano le fuera tan cercano, Cipriano tuvo que sentirse con él en profunda sintonía:
ya obispo, no se separó de sus escritos. Según la nota declaratoria de su secretario, no se abstenía ni un
solo día de la lectura de Tertuliano y solicitaba la obra diciendo: “Ad magistrum!”.
Por cuanto que nunca Cipriano lo nombre -pena o pudor o cautela o condena que este silencio
quiera significar por el maestro intensamente querido y estimado, que al final había abandonando a la
Iglesia-, todos sus escritos prueban “ad abundantiam” cuanto Cipriano se haya inspirado en él y cuánto lo
había asimilado. En particular algunos sus tratados: “La oración del Señor”, “La virtud de la paciencia”
siguen de cerca los correspondientes tratados tertulianos. Cipriano no tuvo en efecto la originalidad de
Tertuliano; más bien ateniéndose estrictamente al Credo tradicional, evitó y corrigió los excesos. Así de
tácito alumno del maestro largamente estudiado, hizo a su vez de continuador, tan más eficaz cuanto
más lo convierte en acreditado el Episcopado y después el martirio serenamente afrontado, que Tertuliano
tenía tan enérgicamente exaltado, pero sin padecerlo.

• Fue elegido Obispo de Cartago:


“Fue elegido al oficio sacerdotal y a la dignidad de obispo todavía neófito”. La consagración
sacerdotal no es datable, pero la episcopal es del 249. A la muerte del obispo Donato, el pueblo lo quiso
como sucesor. Cipriano intentó desfalcarse escondiéndose, pero el pueblo lo descubrió en su refugio y lo
llevó a la Iglesia. El “joven convertido” convertido en obispo provocó disgustos, envidias y oposición
entre la facción de Félix y de los sacerdotes Novato y Fortunato.

• En el 250, padeció las persecuciones de Decio y el destierro voluntario:


• Los paganos pidieron repetidamente que Cipriano fuera arrojado a los leones. (Poncio
7, 2) Dejó Cartago al principio del 250 por un lugar oculto: “El primero título de
victoria es el proclamar la fe delante del tribunal de los paganos, el segundo grado para
acceder a la gloria de los vencedores es aquel de quien se mantiene fiel a Dios
apartándose con una cauta fuga” (De lapsis 3). De su destierro, durado 15 meses,
Cipriano gobierna su Iglesia con una correspondencia abundantísima. (Cartas 5-43).
• La «cauta fuga» fue instrumentalizada por sus enemigos que acusaron al obispo de
traición. (Novato).
• El 20 enero del 250, Fabián, obispo de Roma, padeció el martirio, dejando la cátedra
vacante por más que trece meses. La Iglesia fue gobernada por un grupo de
presbíteros presidido por el rígido y ambicioso Novaciano. Los Novacianos exigieron
una Iglesia de puros (cataros), por lo que negaban la reconciliación a los apóstatas en
la persecución y generalmente a los pecadores arrepentidos. Rebautizaban a cuantos
pasaban a su iglesia. Entre sus ideales, quisieron una iglesia de elegidos, listos al martirio
en oposición a este mundo.

• Afrontó la cuestión de los “Lapsi”:


Con la persecución de Decio, muchos cristianos confesaron su fe (sometiéndose a la cárcel, a la
pérdida del trabajo y también de la vida), y otros, por el miedo de afrontar el martirio, abjuraron,
provocando una gran deserción.
• Los primeros fueron los mártires:
• Estantes (Mantenerse de pie): No sacrificaron y estuvieron firmes.
• Confesores: Encarcelados, confesaron la fe.
• Los que cedieron son los «lapsi». Se clasifican en:
• Libellaticos: (Libellum = certificado): consiguieron un certificado, sin hecho sacrificar a
los dioses.
• Thurificates o sacrificados: (Thus = incienso): ofrecieron el grano de incienso pedido
por las autoridades.
• Traditores: (Tradere = entregar): los que entregaron los libros sagrados.

• En Cartago, Fortunato y Novato, aprovechando la ausencia del obispo, proponían a los “lapsi” la
readmisión en la iglesia sin alguna penitencia, pretendiendo fuera suficiente un “libelos pacis”:
certificado de recomendaciones de los confesores. Cipriano contestó con la excomunión. La
facción excomulgada mandó a Roma a Novato.

• En Roma, el 5 de marzo de 251 (antes que Cipriano regresara a Cartago), Cornelio fue elegido
obispo. Novaciano, apoyado también por Novato, no reconoció su elección, y se le contrapuso
como obispo legítimo (= antipapa).
• Novaciano era rigorista. Sustentó que la apostasía es un pecado que la Iglesia no podía
perdonar, y que, probablemente, no tendría ni siquiera el perdón de Dios. Fortunato y Novato,
contrariamente, eran laxistas. ¿Cuáles intereses unieron estas dos tendencias?
• Cuando la persecución tuvo fin, Cipriano leyó en el Concilio del 251 dos de sus escritos.

El Concilio del 251:


Una vez pasada la tempestad, se reunió un concilio (abril-mayo de 251), donde fue en primer lugar
leída la carta que anunciaba la elección de Cornelio como obispo de Roma. Las decisiones relativas a los
“lapsi” fueron:
• Los “libellaticos” podían ser admitidos a la penitencia y a la reconciliación.
• Los “sacrificados” o “thurificates” tenían que hacer penitencia por un tiempo indeterminado.
En el lecho de muerte eran reconciliados.
• Los que rechazaban hacer penitencia por su apostasía, no podían ser reconciliados ni en el lecho
de muerte.
• Los miembros del clero, debían ser reducidos al estado laical y hacer la penitencia establecida
para los laicos.
“Por fin, muy mayor fe y más sabio temor enseñan a los que, aunque no agravados por culpa de apostasía
cometida con el sacrificar o con el solicitar el certificado de cumplido paganismo, a fin que a estos actos
adhirieron solamente con el pensamiento, hacen lleno de ello confesión con sincero arrepentimiento
cerca de los sacerdotes de Dios, quivi deponen el gravamen de su el alma y preguntan el remedio
saludable por sus heridas, aunque pequeñas y de poco. Ellos saben en efecto que está escrito: Dios no
sufre escarnio. Dios no puede ser ilusionado, ni lleva en engaño, ni defraudado por alguna falaz astucia
Quien sólo ha adherido con el pensamiento podrá más fácilmente conseguir el perdón de su error, pero no
se crea pero inmune de pecado. No dejas de hacer penitencia y de suplicar perdón, para que no le sea
imputado, por falta de penitencia, el grado de responsabilidad no alcanzado por la calidad de su error. Os
ruego, o hermanos, cada uno de vosotros confiesa su pecado, mientras el pecador todavía está en este
siglo, mientras su confesión (confesión), puede ser todavía asamblea, mientras la satisfacción y la
absolución (satisfacción y remisión) le concedida a través de los sacerdotes, es hacha al Dios.
Convirtámonos al Dios con todo el alma y, demostrando con verdadero dolor (dolor, contrición)
contrición, el arrepentimiento de nuestros errores, suplica la misericordia de Dios. A Dios se postra
nuestro alma, a Él dé satisfacción (satisfactorio) nuestro llanto, en Él sea repuesta nuestra esperanza...”
(De lapsis, 28-29)
• Clara distinción de las partes de la confesión.

Obras:
“De Lapsis”: (Los apóstatas)
• Entorno a Fortunato se recogió un fragmento que exigía la inmediata readmisión y la
reintegración de los apóstatas en los oficios anteriormente tenidos en la comunidad; esto en
abierta oposición a Cipriano que, a la cabeza del episcopado africano entero, sostenía en cambio
la necesidad de la penitencia pública. Cipriano entonces escribió “De Lapsis” “Los apóstatas”.
• Este famoso opúsculo es un modelo de elocuencia pastoral: el afecto de un padre, la prudencia, la
sabiduría y santidad de un obispo, y el tacto de un gran hombre de gobierno se entrelazan en una
forma armoniosa y cálida, llena de pasión y al mismo tiempo de equilibrio.
• Estructura:
• La introducción tiene la andadura de un himno triunfal: ¡la victoria, la paz ha sido
devuelta a la Iglesia! Desfila la gloriosa columna de los soldados de Cristo (Cap. 1-3).
• Proposición del argumento (Cap. 4-5): un solista hecho nos entristece: ¡el espectáculo de
los apóstatas!
• Parte I, (Cap 6-14): Las causas y las gravedades del desastre: la vida tibia de muchos
cristianos. Vileza de los apóstatas, que fueron una multitud. El apego a las riquezas
arrastró a la ruina a muchos.
• Parte II (Cap 15-34): Una nueva desgracia: una peligrosa condescendencia hacia los
apóstatas.
• Conclusión (Cap 35-36): Es necesario recurrir a Dios con confianza y hacer penitencia.
De los caídos Dios todavía puede hacer soldados valerosos y mártires.

“De catholica ecclesiae unitate.”

Inmediatamente después escribió el primero tratado de eclesiología: “De unitate Ecclesiae” (La
unidad de la Iglesia Católica), en el intento totalmente pastoral de precaver a los fieles del riesgo del
cisma.

• La realidad de la Iglesia le parece cual “sacramentum unitatis” y la unidad de la Iglesia debe


también manifestarse en la cohesión institucional. Ya Tertuliano habló de la Iglesia una,
actuando en la historia de la misma Trinidad divina, obra del Espíritu que congrega los pueblos.
Cipriano desarrolla las afirmaciones, refiriéndose constantemente a Ef. 4,4-6:
“Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a la que habéis sido llamados.
Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo y un solo Dios, padre de todos, que está sobre todos,
por todos y en todos. Un sólo cuerpo, un sólo espíritu, como un sola es la esperanza a la que habéis sido
llamados, aquel de vuestra vocación; un solista Dios, una sola fe, un sólo bautismo. Un sólo Dios Padre
de todo, que está por encima de todo, actúa a través de todo y está presente en todo.”

• La unidad de la Iglesia hunde sus raíces en la unidad misma y en la estabilidad de Dios; su


primera fuente es la única Trinidad divina. De ella desciende y toma forma en la historia del
hombre para realizar el misterio de su salvación:
“(…) así es única la Iglesia, que se extiende sobre muchos por el crecimiento de su fecundidad.
Muchos son los rayos del sol, pero una sola es la luz; muchas son las ramas del árbol, pero uno solo es el
tronco clavado en la tierra con fuerte raíz; y cuando de un solo manantial fluyen muchos arroyos,
aunque aparezcan muchas corrientes desparramadas por la abundancia de las aguas, con todo una sola es
la fuente en su origen. Si separas un rayo de la masa del sol, no subsiste la luz a causa de la separación; si
cortas la rama del árbol, no podrá germinar la rama cortada; si atajas el arroyo aislándolo de la fuente, se
secará. Del mismo modo la Iglesia del Señor esparce sus rayos, difundiendo la luz por todo el mundo; y
esa luz que se esparce por todas partes es, sin embargo, una, y no se divide la unidad de su masa. Extiende
sus ramos frondosamente por toda la tierra, y sus arroyos fluyen con abundancia en todas direcciones.
Con todo, uno solo es el principio y la fuente, y una sola la madre exuberante de fecundidad. De su seno
nacemos, con su leche nos alimentamos, de su espíritu vivimos.

La Esposa de Cristo no puede ser adúltera, pues es incorruptible y pura. Sólo una casa conoce, guarda
la inviolabilidad de un solo tálamo con pudor casto. Ella nos conserva para Dios y destina para el reino a
los hijos que ha engendrado. Todo el que se separa de la Iglesia se une a una adúltera, se aleja de sus
promesas y no conseguirá las recompensas de Cristo. El que abandona la Iglesia de Cristo es un extraño,
un profano, un enemigo. No puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia como Madre.

Si alguien pudo salvarse fuera del arca de Noé, entonces lo podrá también quien estuviere fuera de la
Iglesia. Nos lo advierte el Señor cuando dice: el que no está conmigo, está contra mi; y el que no recoge
conmigo, desparrama (Jn 10, 30). Quien rompe la paz y la concordia de Cristo está contra Cristo. Quien
recoge en otra parte, fuera de la Iglesia, disipa la Iglesia de Cristo. Dice el Señor: Yo y el Padre somos una
sola cosa (Jn 10, 30); y también está escrito del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: estos tres son una
sola cosa (I Jn 5, 8). ¿Y piensa alguno que esta unidad que procede del poder de Dios, que se halla
firmemente asegurada por los misterios celestiales, puede romperse en la Iglesia y escindirse por la
discusión y el choque de voluntades? Quien no mantiene esta unidad, no cumple la ley de Dios, no guarda
la fe en el Padre y en el Hijo, no obtiene la vida y la salvación.”

• La unidad de la Iglesia es manifestada por numerosos símbolos bíblicos: la Iglesia es la única


esposa del Cántico conducida en la única casa a ser lo única madre de los hijos que ella le
engendra a solo Dios (Cf. Ct 6,8; La unidad de la Iglesia Católica 6). Y el nueva arca de Noé,
fuera de la cual no hay salvación: Nulla salus extra ecclesiam (I Pd 3,20-21); La unidad de la
Iglesia Católica 6; Epístola 74,11); es la túnica inconsútil de Cristo no rescindida ni siquiera por
los cruxifictores (Cf Jn 19,23-24; La unidad de la Iglesia Católica 7; la figura fue retomada justo
en sentido eclesial por san Agustín en el Comentario a Juan 118, 4).
• Pero la señal visible de la unidad originaria de la Iglesia que desciende del único Dios y del
único Cristo, del único bautismo, de la única fe y de la única vocación cristiana como ha afirmado
Pablo, es Pedro, sólo él sobre quien Cristo ha edificado la Iglesia (Cf Mt 16,18-19).
• En el capítulo 4 del tratado sobre La unidad de la Iglesia Católica, bien conocido por los
problemas producidos a los filólogos de su dúplice redacción (PT = Primatus; TR = Receptus),
¿se discute el problema teológico de la unidad con Pedro o con la Iglesia? A todos los apóstoles
ha sido dato igual poder, pero en Pedro se manifiesta la unidad del origen de la autoridad
episcopal.
En el posterior escrito sobre “La oración del Señor (Dominical)”, Cipriano ratifica que el Señor
no acepta el sacrificio de quien vive en la discordia y le manda de alejarse del altar y de reconciliarse con
el hermano, porque: “Sacrifìcium Deus maius est pax nostra et fraterna concordia et de unitate Patris et
Filii et Spiritus Sancti plebs adunata” (El mayor sacrificio para Dios en nuestra paz, nuestra fraterna
concordia, un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”(La oración
del Señor (Dominical) 23). La definición ha sido acogida en el documento conciliar Lumen Gentium 4.

El choque con el Papa Esteban


• El 15 mayo del 252, buscando una línea equilibrada, Cipriano abrió uno nuevo Concilio en
Cartago. En la previsión de una nueva persecución decidió conceder el perdón indistintamente a
todo los “lapsis” que “del día de su caída no dejaban de hacer penitencia, de llorar y de pedir
perdón a Dios” (Carta sinodal dirigida a Cornelio de Roma, Ep. 57,1.) durante este Concilio,
Fortunato fue consagrado obispo por 5 obispos contestatarios y Fortunato marchó a Roma,
llevando calumnias contra Cipriano.
• La solución al problema de los lapsi se encaminó hacia la indulgencia.
• En el mismo año (252), una grave pestilencia dio ocasión a los opúsculos: “De mortalitate”, “De
opere et eleemosynis”.
• Cipriano, en el caso de los lapsi, se inclinó a la clemencia. En cambio, en el caso de la
readmisión de los herejes, se mostró inflexible, sustentando la necesidad de repetir el
bautismo. Sobre tal cuestión, la tradición eclesiástica representada por Esteban I (Papa 254-
257), fue contraria a la de Cipriano: “La «ceguera y la obstinación del hermano Esteban»
aparecen pues deplorables e inaceptables. Novaciano no puede considerarse obispo; ha
despreciado la tradición del evangelio y los apóstoles; no es sucedido a nadie: ha surgido por sí.
No puede tener por tanto o tener en ningún modo la Iglesia, quién no ha sido ordenado en la
Iglesia” (Epístola 69,3).

¿Por qué este contraste, esta situación que rozó el cisma?

1. La profunda persuasión de Cipriano que los sacramentos sean dados dignamente y sean solamente
eficaces cuando son dados por la Iglesia, tuvo que conducirlo a la crisis más grave de su episcopado: al
choque con el papa Esteban.

• El bautismo de los herejes se opone y atenta a la unidad misma del Padre, del Hijo y del
Espíritu santo: “Si alguien ha podido recibir el bautismo de los herejes, ciertamente ha podido
también conseguir el perdón de los pecados. Si ha conseguido el perdón de los pecados, también
ha sido santificado. Si ha sido santificado se ha convertido en templo de Dios. Pero me pregunto:
¿de cuál Dios? ¿De Dios creador? No es posible, porque quién ha recibido el bautismo de los
herejes no le ha creído en Él. ¿De Cristo? No puede convertirse en templo de Dios, quién Cristo
Dios niega. ¿Del Espíritu santo? Si los tres es una cosa sola, como el Espíritu santo puede aceptar
quién es hostil del Hijo, o del Padre?” (Epístola 73,12).
• El bautismo sólo dentro de la Iglesia es eficaz. Por tanto los herejes y los cismáticos no
pueden impartirlo; más bien ellos lo profanan y degeneran el sacramento: “Non abluuntur illic
homines, sed potius sordidantur, nec purgantur delicta, sed immo cumulantur. Non Deo nativitas
illa, sed diabolo filius generati” (cap. 11).
• Tampoco el martirio del hereje tiene la fuerza de readmitirlo plenamente en la Iglesia porque es
atestación de una fe menor.

2. En aquella circunstancia dos reglas tradicionales (dos convicciones teológicas) se encontraron:

a) romana: qué acogió a los herejes sin exigir que recibiesen de nuevo el bautismo de la Iglesia.
b) cartaginense: qué imponía en cambio rebautizarlos. Fue esta por lo demás la tradición y la regla
africana. Ya Tertuliano la había defendido en su tratado sobre el bautismo (cap. 15) interpretando Ef
4,5 como reservado exclusivamente a los miembros a la Iglesia: “no hay mas que un Dios, un bautismo,
una Iglesia en cielo”. Del mismo modo se había pronunciado el sínodo convocado por Agripino en el
220 y el mismo concilio de Cartago. Todos los obispos africanos fueron agrupados con Cipriano.

Moviendo por estas premisas opuestas del sacramentum unitatis de la Iglesia, que no admite
participación o condivisión alguna con herejes y cismáticos, la “apertura” del Papa Esteban les parecía
como una forma deplorable de inadmisible laxismo. El choque fue frontal. La misma concepción
ciprianea del episcopado era puesta así bien en dura prueba. De las graves crisis son del documento las
Epístolas 67-75.

Para Cipriano más grave es el pecado de los herejes y los cismáticos en comparación con el de los
lapsi. Éstos pueden haber cedido por constricción y buscan y suplican la Iglesia y se dañan solamente a
mismos. Aquellos que se oponen a la Iglesia, persisten por su voluntad en el pecado, arrastran
consigo a muchos otros, provocan la laceración e impiden la acción sacramental (Epístola 69,8).

La presunta ruptura entre el obispo de Roma y el de Cartago fue impedida por desencadenarse
(principios del 257) una nueva persecución. La cuestión bautismal pasó así a según plano. El Papa
Esteban murió el 2 de agosto de 257.

Después del choque con Papa Esteban sobre la cuestión del bautismo de los herejes, en el
curso de una nueva persecución bajo Valeriano, (258) Cipriano fue procesado y padeció el
martirio.
“A la mañana del 14 de septiembre mucha muchedumbre se juntó a Sexto según cuanto ordenó el
procónsul Galerio Massimo. Y así el mismo procónsul ordenó que Cipriano le fuera conducido a la
audiencia que tuvo en el mismo día. Cuando le fue anterior, el procónsul Galerio Massimo le dijo al
obispo Cipriano:
¿Tascio Cipriano es tú?

El Obispo contestó:
Sí, soy yo.

El Procónsul dijo:
¿Eres tú que te has presentado como jefe de una secta sacrílega?

El Obispo contestó:
- Soy yo.

Galerio Massimo dijo:


- Los santos emperadores te mandan sacrificar.

El Obispo Cipriano dijo:


- No lo hago.

El Procónsul dijo:
- Reflexiona bien.
El Obispo dijo:
- Haz lo que te ha sido ordenado. En una cosa tan justa no hay que reflexionar.

Galerio Massimo, después de haber otorgado con el colegio de los magistrados, apenas y a malincuore
pronunció esta sentencia: "Tú eres vivencia a largo irreverentemente y te has incorporado muchísimo de
tu secta criminal, y te has constituido hostil de los dèi romanos y de sus rituales. Los pii y santos
emperadores Valeriano y Gallieno Augustos y Valeriano noble Cesare no lograron reconducirte a la
observancia de sus ceremonias religiosas. Y por tanto, ya que has resultado autor e instigador de los
peores crímenes, serás tú destejo de ejemplo a los que has asociado con tus perversas acciones. Con tu
sangre será sancionado el respeto de las leyes". Y estas palabras, hervidas a alta voz de una tableta el
decreto: "Ordeno que Tascio Cipriano sea castigado con la decapitación". El Obispo Cipriano dijo: "Deo
gratias!"

Después de esta sentencia la muchedumbre de los hermanos dijo: "También nosotros queremos
ser decapitados junto a él". Por este una gran agitación surgió entre los hermanos y mucha muchedumbre
lo siguió. Y así Cipriano fue conducido en el campo de Sexto y aquí se desvistió de la capa y del
capuccio, se arrodilló a tierra y se postró en oración al Dios. Se sacó luego la dálmata y el cosegnò a los
diáconos, quedando con el solo vestido de lino, y así quedó en espera del verdugo. Cuando luego éste
llegó, el Obispo dio orden a los suyos de darle veinticinco monedas de oro. Mientras tanto los hermanos
tendieron delante de él pañales y pañuelos. Cipriano con sus mismas manos se vendó los ojos, pero como
no logró atarse las muescas del pañuelo, intervinieron a ayudarlo el presbitero Juliano y el subdiácono
Juliano.

Así el Obispo Cipriano padeció el martirio y su cuerpo, a causa de la curiosidad de los paganos, fue
depuesto en un lugar cercano dónde pudiera ser sustraído a la mirada indiscreta de los paganos. De allá,
luego, durante la noche, fue llevado fuera con antorchas y antorchas encendidas a acompañado hasta el
cementerio del procurador Macrobio Candidiano que está en la calle de las Chozas cerca de las piscinas.
Después de pocos días el procónsul Galerio Massimo murió.

El santo Obispo Cipriano padeció el martirio el 14 de septiembre bajo los emperadores


Valeriano y Gallieno, pero reinando nuestro Señor Jesucristo, a quien es honor y gloria por los siglos de
los siglos. Amén" (Actos Proconsulares 3-6).
Su pensamiento teológico tiene un carácter pastoral:
1. Vuelto a llamar así por la exigencia eclesiológica, Cipriano reafirma el dogma de la Trinidad
divina, sin sin embargo arriesgarse de ir más allá de los textos sagrados, en particular aquellos relativos
al bautismo, Mt 28,19, para buscar una comprensión de la realidad divina que ilustras la fe del Credo
bautismal.
2. Igualmente tiene que decirse su cristología. La Iglesia se basa en el único Dios, Ef 4, y el centralità
de Cristo es afirmado con fuerza y entusiasmo. De la generación del Padre, y en el agilizarse tem po
hasta la instauración de su reino, a él hace jefe y a él desdobla toda la historia del pueblo de Dios.
Preconizado por el antiguo Testamento en las figuras de Abel, de Isacco, de Giuseppe vendido como de
los hermanos y del agnello pascual a la verdadera víctima del único sacrifìcio, según un ya larga y
consolidada tradición exegética difusa a través de la catequesis y la liturgia, en él se cumplen todas las
promesas divinas y la vocación de los creyentes.
Él es la Sabiduría y el Verbo de Dios, el iluminador y el Salvador de todos los hombres, el
Mediador que será por fin Juez y Rè, nuestro continuo Mediador (advocatus) cerca del Padre.. Con su
sangre—ejemplo insuperable de paciencia y bondad - también donó la vida a aquellos mismos que
crucificando se lo vertió. Él inabita en nosotros. En nuestro Padre de voz a nuestra relación filial y al
Padre riconosce en las nuestras las palabras de su Hijo, La oración del Dios 3. Resurgiendo, nos
devuelve partecipi de su resurrección, Ibidem 13; Epístola 73,5; 76,2.
3. La persona del Espíritu santo queda más en sombra en el pensamiento de Cipriano, que se atiene
siempre a los solos datos bíblicos y a la fe del la Iglesia. El Espíritu santo ha inspirado a los profetas,
está presente en la vida de Cristo, habla a través de los apóstoles. Él es el único Espíritu del único
cuerpo que es la Iglesia, mueve los fieles del íntimo con sus regalos, los santifica en los sacramentos. El
cristiano vive del Espíritu y por el Espíritu de Dios recibe la vida, la fuerza, la energía espiritual. El
Espíritu santo le toma en ello vive y casi se expande con natural espontaneidad. Ya al amigo Donato
escribió: Somos empujados a querer de más aquellos que seremos, mientras nos es concedido de saber y
de condenar aquél que eravamo. No necesitamos por este de dinero, de embelecos y por fuerza como si
se tratara de proporcionarnos una grande dignidad y potencia humana con una puesta en escena
imponente. Y un regalo de Dios gratuito es fácil. Como el sol dona espontáneamente sus rayos, el día
illumina, el manantial dona el agua, la lluvia rocía, así el espíritu celeste se difunde. Después de que el
alma se ha dirigido hacia el cielo y ha conocido a su creador, ella se eleva por encima del sol y de cada
potencia terrenal y empieza a ser lo que sabe por fe de ser", A. Donato 14.
El regalo del Espíritu es el Espíritu santo mismo, que inabita en el hombre devuelto hijo y
templo de Dios. La Iglesia en el que el Espíritu así ope ra y engendra a la vida de gracia y a despensa sus
regalos, le aparece el lugar de la salvación y la santificación. Por tanto ser hijo de Dios e hijo de la
Iglesia es por él todo uno, según su célebre dicho: Habere no potest Deum patrem aquí Ecclesiam no
habet matrem. , La unidad de la Iglesia Católica 6; también Epístola 74,7.
4. Eucaristía: El sentido de la Iglesia como misterio de la unidad se completa, en la visión de Cipriano,
en la consideración del Eucarestia - continua zione del sacrificio de Cristo y real presencia de Cristo -
cuál nutrimento en cuyo Cristo se consagra a todos los fieles para hacer crecer y cementar la unión
eclesial. Cumpliendo en si la figura del maná fecha en el desierto en la igual medida a cada Judío sin
distinción de edad y sexo, él se hace por nosotros nutro que todo egual mente aúna:
"El Espíritu santo no es dado con medida, pero a quien cree vie ne infuso en su plenitud. Si el día nace
por todo igual y si el sol difunde sobre cada uno la misma luz, cuanto más Cristo, verdadero sol y día en
su Iglesia distribuisce la luz de la vida eterna con igual medida. En el libro del éxodo se lee que se ha
cumplido el misterio de esta igualdad, cuando cayó el maná del cielo. Prefigurando los bienes futuros
ella representó el pan del cielo y la comida de Cristo, que debió venir. En aquella ocasión, sin distinción
de edad y sexo, cada uno raccoglieva un gomor de maná a cabeza. Este episodio prefiguró claramente
que la bondad de Cristo y la gracia celeste, que sería seguida sucesivamente de ello, habría sido
distribuida a todo en eguai mide y que sin distinción de persona, el regalo del gra zia espiritual habría
sido difundido sobre todo el pueblo de Dios"., Epístola 69,14,
• El Eucarestia de la fuerza espiritual, precave de la apostasía, hace los mártires. Cuando
preguntamos "" nuestro pan cotidiano, Cipriano remacha retomando y Tertulliano ampliando, La
oración del Dios, 6, nosotros preguntamos, en sentido espiritual, el pan de la vida, la comida de la
salvación, por no separarci del Cuerpo de Cristo y no nos alejes de su santificación.
• En la visión de la Iglesia, sacramentum unitatis, Cipriano tan también intuye la realidad de la
igualdad de todos los fieles en Cristo, instaura ta a través del Eucarestia, aequalitatis
sacramentum.

Conclusión:
Cipriano: Rétor, Pastor y hombre de acción, sus escritos tienen otro corte de aquel especulativo pero su
reflexión sobre la Iglesia va debidamente estimada.
Su constante preocupación pastoral y la realidad sobre las que más fue llamado su atención fue la
Iglesia. La unidad de la Iglesia en parti colare se volvió la idea central y caratterizzante de su
pensamiento.
Cipriano, en el caso de los lapsi, Cipriano, acusado de haber huido frente al peligro, fue propensa a la
clemencia. Les concierno a los herejes, en cambio, se mostró inflexible, sustentando la necesidad de
repetir el bautismo.
“Hinc unitas sacerdotii exoritur hinc uno fides mundo refulget.”
Todas la obras de los padres son pastorales, responden a los problemas y necesidades de su tiempo. “Fuera de la Iglesia no hay
salvación” se refiere a los herejes y a los que no quieren la salvación, no se refiere a los que aún no han conocido a Cristo.

La escuela alejandrina. “No hay cuerpo sin alma ni letra sin espíritu”
I. Alejandría
a) La biblioteca
En el II siglo fue una de las ciudades más grandes y ricas del imperio. Poco después de su
fundación (331) de Alessandro magno, los primeros Ptolomei establecieron 2 grandes bibliotecas, cerca
de los que fueron conservadas las más vastas colecciones de libros del mundo antiguo. El antes,
fundada por Ptolomeo LOS Sotere, soberano de Egipto, en la ciudad de Alejandría, fue ampliada A.C.
por el hijo a Ptolomeo II Filadelfo a los principios del III siglo lo cura de la biblioteca les fue confiada a
importantes literados, entre los que Zenodoto de Efeso, que fue de ello el primer director; el poeta
Callimaco, que produjo el primer catálogo general; Aristófanes de Bisanzio, 257-180 ca. A.C., y
Aristarco de Samotracia, 217-145 ca. A.C., filólogos y grammatici griegos. Bajo Ptolomeo II, la
biblioteca de Alejandría contuvo presumiblemente 500.000 volúmenes o pergaminos, mientras que el
Serapeion hospedó de ello acerca de 43.000: la más vasta colección al mundo de obras de la antigüedad,
de los que fueron sacadas copias que vinieron en fin difusas en las bibliotecas de todo el mundo
antiguo.
La biblioteca de Alejandría vino parcialmente o completamente destruida más veces: en el 47
A.C., durante la guerra civil entre Cesare y Pompeyo, un incendio devoró la flota egipcia y también se
extendidas a algunos depósitos de la biblioteca, destruyendo unos 40.000 volúmenes. Según la leyenda,
la biblioteca padeció otros tres incendios que la devastaron definitivamente: en el 272 d.C. por orden
del emperador Aureliano, en el 391 del emperador Teodosio y en el 640 de los musulmánes conducidos
por el califa Omar LOS
Alejandría fue pues el punto de encuentro entre los muchas culturas: egipcia, oriental y el
mundo griego. La colonia judaica constituyó una buena parte del popolazzione. Recordamos ch y fù a
Alessandia dónde se hizo la versión de los LXX, primera traducción griega del Biblia hebreo. , Además
del griego penetró en el pensamiento judío el elenismo de Filón, 25 adelante-41 después de C.
El Faro de Alejandría, alto unos 134 m, se irguió imponente cerca del puerto de la célebre
ciudad helenística fundado A.C. por Alessandro Magno en el 332 fue considerado, en época romana,
una de las siete maravillas del mundo.
b) La escuela de Panteno
• Hacia el 180 encontramos a un maestro cristiano, Panteno, siciliano, que insignia, como Justino
hizo primero a Roma. Nada sabemos a sus escritos pero Clemente, su alumno habla con
veneración.
• En el 215, a solicitud de Demetrio, Origene se dedicará a la instrucción catechetica de los
catecúmenos. Posteriormente dejó este le deletreo en las manos de Eraclas, su amigo, y él dedico
a la exposición sistemática del saber filosófico: será la escuela teológica.
• Entonces entendemos como "escuela de Alejandría" el modo de pensar y de hacer teología de
estos grandes autores, que continuará en sus succesori.

Algunas notas distintivas son:


• Interés por la investigación filosófica del contenido de la fe.
• Preferencia por la filosofía de Platón. En el fedón: navegaciones: superficial,
opinión; más profunda: alegórica.
• El método alegórico en la interpretación de las Escrituras.
II. Clemente alejandrino
a) Vida:
• Probablemente nacido en Atenas hacia la mitad del siglo II, fue un pagano que peregrinó a la
búsqueda de la verdad, hasta que encuentro Panteno, el «ape siciliana" que enseñó a Alejandría.
• Sucedió al maestro en la enseñanza hasta el 203, cuando por la persecución de - Settimio Severo
huyó a Cesárea de Capadocia, dónde se metió al servicio de la Iglesia local.
• Murió hacia el 215.
• Llave de lectura: Quiere hacer entender a la gente que el cristianismo es la verdadera gnosis. El
cristianismo es el coronamiento de las diversas doctrinas.

b) Obras:
• Una trilogía:
• El Protréptico: escrito para los paganos. A los que están en camino para convertirse al
cristianismo.
• El Pedagogo: los que conocen la fe y están siendo catequizados.
• I libro: la obra educadora del Logos, establece los principios generales de la
moral.
• II y III: analiza situaciones ordinarias de la vida en Alejandría: consejos para
vivir como cristianos en el mundo. Es dirigido a los cristianos simples.
• Stromata: escritos para los cristianos espirituales, o gnósticos.
• El LOGOS primero exhorta, luego educa, y por fin insignia” a propósito del Didascalos que no
escribió. El Logos es el revelador.
• Además se acuerdan de él la homilía Quis dives salvetur.
• Excerpta ex Theodoto, los Ipotiposi.

C) Importancia:
• Clemente alejandrino es considerado fundador de aquél que se puede definir como el “gnosi
cristiano”, en el que se hizo defensor de la unidad de los dos Testamentos, en los que un sólo Dios
se revela a través del Verbo, que es el Pedagogo de la humanidad. Usted su formación cultural es
demostrada por la abundancia de las citas clásicas, que por al menos un tercero ocupan sus
escritos.
• Él quiso poner el cristianismo al mismo nivel de los grandes pensadores clásicos, poetas y
literados, por luego hacer ver la superioridad del Evangelio.
• Para Clemente también los paganos pueden conocer Dios atravieso el simbolismo cósmico y el
simbolismo moral, de que sus poetas y sus filósofos también hablaron por un simbolismo que
animó a la búsqueda de la verdad. La diferencia entre el simbolismo pagano y la tipología bíblica
cristiana está en la revelación histórica, el símbolo que está incluso presente en la Escritura no
anula la verdad histórica de aquél que es escrito. Emerge un cuadro muy unitario entre razón,
conciencia y revelación, unidad que también será mantenida en la reflexión posterior. Toda la
realidad se convierte en parábola que le conduce a Dios y habla de Él y conduce al misterio de la
Iglesia.
• Este simbolismo cósmico-filosófico vino a componer el cuarto círculo a cumplimiento de los tres
que Ireneo elaboró por la interpretación de la Escritura. El simbolismo también continúa después
de la llegada de Cristo nell' avpoka,luyij del musth,rion, conocido por el verdadero gnosi.
• Clemente vacía del interior las pretensiones de verdad del gnosticismo declarando que en realidad
verdaderos gnósticos son los buenos cristianos. Haciendo así pero da lugar a la convicción según
la que hay un tipo de jerarquía entre los cristianos: existen es decir los simpliciores y los
avanzados, idea que le pasará en Origene que divide los cristianos en tres categorías: incipientes,
progredientes, perfecti.
• Clemente integra los simbolismos griego, judío y cristiano:
• Protrettico----------paganos, (apoyados sobre los mitos),
• Pedagogo----------sobre las figuras bíblicas
• Stromatti------------sobre la apocalíptica paulino

Conclusión:
Fides et Ratio, 38
“De modo parecido, Clemente de Alejandría llamaba al Evangelio «la verdadera filosofía»
(Stromata I, 18, 90, 1: SC 30, 115), e interpretaba la filosofía en analogía con la ley mosaica como una
instrucción propedéutica a la fe cristiana (Stromata I, 16, 80, 5: SC 30, 108) y una preparación para el
Evangelio (Stromata I, 5, 28, 1: SC 30, 65.). Puesto que «esta es la sabiduría que desea la filosofía; la
rectitud del alma, la de la razón y la pureza de la vida. La filosofía está en una actitud de amor ardoroso
a la sabiduría y no perdona esfuerzo por obtenerla. Entre nosotros se llaman filósofos los que aman la
sabiduría del Creador y Maestro universal, es decir, el conocimiento del Hijo de Dios» (Stromata VI, 7,
55, 1-2: PG 9, 277). La filosofía griega, para este autor, no tiene como primer objetivo completar o
reforzar la verdad cristiana; su cometido es, más bien, la defensa de la fe: «La enseñanza del Salvador
es perfecta y nada le falta, porque es fuerza y sabiduría de Dios; en cambio, la filosofía griega con su
tributo no hace más sólida la verdad; pero haciendo impotente el ataque de la sofística e impidiendo las
emboscadas fraudulentas de la verdad, se dice que es con propiedad empalizada y muro de la viña»
(Stromata I, 20, 100, 1: SC 30, 124)”.
Gnosis cristiana: depuración de la gnosis pagana, el cristianismo es el verdadero conocimiento.
III. Orígenes
A) Vida
Orígenes es, junto a san Cipriano, el autor preniceno del que posee el mayor número de datos
biográficos: escasos en sus obras, abundantes en cambio en el OS me balanceo Historia Eclesiástica de
Eusebio. A éste tenemos que añadir las noticias provistas de Jerónimo y de Focio procedentes de obras
perdidas de Eusebio.
Apodado Adamanzio: "el hombre de acero", o de diamante, nació verosímilmente en Alejandría
de una familia cristiana. Ricevette del padre Leonide una educación particularmente profundizada
cenefa y bíblica. Pero cuando, en el 202, Leonide padeció el martirio durante la persecución de Settimio
Severo, los bienes de la familia fueron confiscados. Algún mes después, Orígenes una escuela de
gramática abrió (literatura) para poder mantener a la madre y los seis hermanos menores.
El obispo Demetrio le confió la formación de los catecúmenos, mientras que la persecución
continuó. Él asumió luego por cierto período este doble enseñanza, cuando probablemente la familia no
necesitó más su ayuda, paró de enseñar la cultura profana para dedicarse completamente a la catequesis.
Para profundizar, sigue los cursos de Amonio Bolso, "padre del Neoplatonicismo. Habiendo
conseguido un gran éxito en la enseñanza, le confía a Eracla la catequesis específicamente reservándose
a los alumnos más deseosos de progresar y los contactos con herejes y paganos.
Superada el unos treinta, inicia a escribir, espoleado a eso de Ambrosio, un adinerado personaje
de Alejandría el que de la herejía valentiniana fue sido por él reconducido a la ortodoxia. Ambrosio fue
atraído por el Gnosi en cuanto no encontró en la Gran Iglesia cuyo nutrimento intelectual aspiró.
Durante este primer período, teniendo morada habitual a Alejandría, Orígenes cumple muchos viajes: a
Roma, dónde parece haya escuchado una predicación de Hipólito; a Cesárea de Palestina dónde el
obispo Teoctisto como Alessandro de Jerusalén, le dan el encargo de predicar, aunque laico,
provocando una protesta de Demetrio; en la Arabia romana (Jordania), llamado por el gobernador;
por fin a Antioquía, partidaria, con escolta militar, de Giulia Mamey, madre del emperador Alessandro
Severo, ella que quiso informarse sobre el cristianismo.
Hacia el 231, Orígenes es invitado por los obispos del Acaia (Grecia) a Atenas para discutir
con grupos de herejes. Durante el viaje, pasa por Cesárea de Palestina, dónde Teoctisto y Alessandro
lo ordenan sacerdote. Vuelto a Alejandría, Demetrio, irritado por este pedido ocurrido sin la solicitud
de su consentimiento rinnisce un concilio de obispos y curas que lo destierra fuera de Egipto; luego
Demetrio, sustentado por algunos obispos, lo declara decaído por el sacerdocio.
Orígenes se aparta a Cesárea dónde y bien acogido por los amigos palestinos y donde vuelve a
hablar, fundando una escuela. Su actividad literaria queda considerable, ya que Ambrosio lo ha
alcanzado a Cesárea con taquígrafos y copistas. A menudo viaja: a Atenas, dónde el Comentario inicia a
la Cantiga; en Arabia (Jordania), dónde, durante un sínodo, reconduce a la ortodoxia al obispo Berillo
de Bostra y dónde discute con un grupo de cristianos que afirmaron que el alma muere con el cuerpo y
resucita con él; a Nicomedia, dónde dice la carta a Giulio africano; en Cappadocia, llamado por el
obispo Firmiliano.
La persecución de Decio, en el 250 , pone bruscamente fin a esta actividad multiforme.
Encarcelado y torturado, Orígenes proclama atrevidamente la misma fe. No se quiere su muerte sino
su apostasía, cuyo efecto sería notable, puesto que él es, entre los cristianos de su época, las figuras
más relevantes. El muerto delI'imperatore lo reconduce en libertad cosa de algún mes, pero con la salud
a trozos. Muere después de poco, a sesenta y nueve años cumplidos, probablemente en el 254. Su
tumba todavía fue visible a Tiro, en el XIII sec., en la iglesia San Sepulcro.
Su doctrina es condenada a Constantinopla en el 543 , y después en el V Concilio ecuménico
del 553. Parece que Papa Vigilio (540-555) confirmó la condena.
Cánones contra Orígenes, del liber adversus Orígenes del emperador Justiniano:
1. Si alguien dice o piensa que las almas humanas preexisten como inteligencias y potencias santas,
que se han apartado luego de la divina contemplación para dirigir a los entes inferiores, así que se
constiparon en el amor de Dios y por castigo han sido encarceladas en los cuerpos, y de aquí deriva el
nombre griego de almas; quien piensa o dice este sea anatema.
8. si alguien dice o piensa que la potencia de Dios es limitada y que en la creación él ha hecho
solamente lo que fue capaz de comprender y pensar, o que las criaturas son coeterne a Dios sea a
anatema.
9. si alguien dice o piensa que el castigo de los demonios o los hombres impíos es temporal y que un día
tendrá fin, o que llegará el “apocatastis” por los demonios y los hombres impíos sea anatema.
B) Obras
Orígenes probablemente es el autor más fecundo de la antigüedad sea pagana sea cristiana: La
lista de sus obras transmitido por Jerónimo en la carta 33 a Paola, incompleto, es sorprendente.
1. Obras sobre la Escritura:
• En su Esapla reconduce todo el texto del Antiguo Testamento sobre seis columnas: El hebreo en
caracteres hebreos y en caracteres griegos; las cuatro versiones: cenefas de Áquila, Simmaco, las
Setenta y Teodozione; por algunos libros contó con versiones suplementarias, llamáis Bastidor,
Sexta, Séptima. Con algunas señales gráficas, imitadas por los grammatici alejandrinos,
representó los agginnte y las lagunas de cada texto. Gran parte de la Biblia, además, fue de él
comentado con diferentes métodos.
• De sus comentarios eruditos quedan, en griego, nueve libros sobre Juan y ocho sobre Mateo; en la
versión latina de Rufino, diez libros sobre la Carta a los romanos y a cuatro sobre la Cantiga de
las Cantigas.
• Son conservadas numerosas homilías, cerca de trescientas: en lengua griega sobre Jeremías y
sobre Saúl cerca de la nigromante; en la versión latina de Rufino, sobre el Génesis, el Éxodo, el
Levítico, los Números, Josué, los Jueces, el nacimiento de Samuel, los Salmos 36, 37 y 38; en la
versión latina de Jerónimo, sobre Isaías, Jeremías, Ezequiel, la Cantiga de las Cantigas, Lucas, y
además homilías sobre muchos Salmos, que hasta a hoy le han sido atribuidas al mismo
Jerónimo, pero de que en cambio Jerónimo no estuvo sino el traductor.
• Escribió muchos Scholia: breves notas exegéticas de pasos de los escritura; tales Scholia a
menudo fueron reunidos en colecciones. Soy difícilmente individuabili, hoy, en la masa de los
numerosos fragmentos breves o largos, procedentes de comentarios o de homilías perdidas: allí
tales fragmentos han llegado en tres modos. Poseemos dos colecciones de pasajes escogidos:
I'Apologia por Orígenes, en seis libros, de que queda solamente lo primero en una traducción
latina de Rufino, compuesta por el mártir Yate de Cesárea con la ayuda del histórico Eusebio,
I'opera defiende Orígenes de las acusaciones de que fue objeto en los años entre el III y el IV sec.
• El Filocalia de Orígenes, nos llegado en griego: piezas recogidas de Gregorio de Nazianzo y de
Basilio de Cesáreas por un motivo veladamente apologético.

2. Obras Exegéticas:
• El “De principiis” o Peri Archon fuente de póstumas acusaciones contra el alejandrino, es el
primer ensayo de reflexión teológica que posea la religión cristiana, y que toma los movimientos
de la regla de fe apoyándose sobre la Escritura y sobre la razón: y empalme a nosotros entero
solamente en la traducción latina de Rufino.
• I Libro: Estudia las tres Personas divinas y los espíritus creados.
• II Libro: Lleva del mundo material y del hombre.
• III Libro: Habla de los fundamentos de la moral.
• IV Libro: Afirma la inspiración de la Escritura y enseña los tres sentidos.
• Las otras obras nos han llegado en griego: el De oratione (Peri Euches), con un comentario al
Padre Nuestro.
• El exhortatio ad martyrium dirigido a Ambrosio en peligro de ser parado durante la persecución
de Massimino el Trace.
• La Disputa con Eraclide, hallada a Tapa
• El Contra Celsum, confutación en ocho libros de los ataques del filósofo Celso.

C) Doctrina
1. Exegeta
Orígenes es, junto a Jerónimo, el mayor exegeta crítico, el Esapla y el mayor exegeta literal de
la antigüedad. Por él, como por todos los Padres que precedettero Girolamo, el texto griego prevalece
sobre aquel hebreo, porque es lo que los apóstoles dieron a la Iglesia.
• La filosofía que inspira su teología y el Platonismo Mediano: un platonismo ecléctico mezclado
con mucho estoicismo y con un po' de aristotelismo.
• En el “De Principiis” IV, 2, 4 los sentidos corresponden a las divisiones de su antropología
tricotomica: El hombre y al mismo tiempo espíritu, alma y cuerpo: el neuma es el regalo que Dios
hace a cada hombre para conducirlo en el conocimiento, en el ruego y en la virtud. Pero el alma
es doble, su parte superior, I'intelligenza, nous o corazón, son educados por el neuma, y es el
facoltè del alma que acoge la gracia; la parte inferior, "carne" o "pensamiento del carne” (Rom
8,6-7) corresponde en alguna medida a la concupiscencia que atrae al hombre hacia el cuerpo. El
alma, además, es solicitada de los ángeles y de los demonios que están tras Cristo y Satanás.
Antropología Sentido Categoría Valor
Cuerpo Literal Iniciales Preparatorio
Alma Moral Crecientes Práctico
Espíritu Espiritual Perfectos Verdadero: místico
Todas sus obras son antignósticas
Ejemplo de exégesis:
Lo escribe para rebatir este comentario, antignóstico. Lee el comentario de Heraclion.
Del comentario al Evangelio de Juan:
XIII.1 Tal vez tú, religioso y piísimo Ambrosio, habría preferido que no se hiciera alguna interrupción
en el comentario del episodio de la Samaritana, poniendo de ello una parte en el libro XII y el resto en
lo XIII. Yo en cambio, devolviendo me cuento que el libro XII ya tuvo una amplitud suficiente, he
creído oportuno acabarlo con la explicación de las palabras de la Samaritana relativas al pozo, que
Giacobbe dio y bebió de ello él con sus hijos y sus rebaños. Y así empezaré el libro XIII de la respuesta
que nuestro Dios le da.
Y Jesús contestó y le dijo: “Quienquiera bebe de este agua tendrá de nueva sed; pero quién bebe
del agua que yo le daré, se volverá, en él un manantial de agua fluyente en la vida eterna."
Ésta es la segunda respuesta de Jesús a la Samaritana. En precedencia le dijo: Si conociera el
regalo de Dios y quién es el que te dice. Dame que beber!, tú mismo gliw los habrías preguntado de ello
y te habría dado agua viva. Ahora en cambio le contesta las palabras que nos están adelante, casi
invitándola a preguntarle el agua viva. A las primeras palabras la Samaritana no contestó, revelando
bastante su extravío delante de la comparación entre las aguas; ahora en cambio, después de la segunda
respuesta del Dios, acogiendo cuánto le es dicho, exclama: Dame de este agua! (sentido literal) (Ta já)
es aquí quizás contenida una doctrina (gnosis) según cuyo nadie puede tener un don de Dios si no lo
pide. Y en realidad, el Salvador mismo es exhortado por el Padre en el Salmo a preguntar porque le sea
dado, según cuánto el Hijo mismo nos enseña con aquellas palabras: El Dios me ha dicho: Tú eres mi
hijo.... me lo Preguntas, te daré los pueblos en herencia, los stremità de la tierra en tu posesión. También
el Salvador pregunta: Preguntáis y os será dado y todavía: porque quienquiera pregunta recibe. La
Samaritana, en realidad, se deja inducir a preguntar agua a Jesús, mientras en cambio, como se dijo en
precedencia, cuando escucha la comparación entre las dos aguas, ella es imagen de la mentalidad de
los heterodoxos que se ocupan de la Escritura (gnóstico) . Y observa, reflejando sobre cuánto le
ocurrió, como ella no haya sido calmada ni liberada por la sed bebiendo de lo que creyó un pozo
profundo (Antiguo Testamento). Vemos, pues, qué significas la expresión: Quienquiera bebe de este
agua tendrá de nueva sed. El verbo tener sed, como por lo demás tener hambre, entendidos en el
sentido corpóreo, katà tó somatikón, pueden tener dos sentidos: según el uno, significan que nosotros
necesitamos comida, porque estamos vacíos...; hay luego otro sentido, según cuyo a menudo los que
son pobres o tienen penuria de algo indispensable dicen de tener hambre o sed, aunque hartos...
El gnóstico cree haberse saciado del Antiguo Testamento,
El pozo es profundo. Antiguo Testamento.

Orígenes defiende el Antiguo Testamento, sacia.

Llave de lectura:

• El Comentario a Giovanni, escrito a Cesárea contra Eracleone, es el más buen libro para conocer Orígenes.
• Como todas sus obras, de carácter antignostico.
• Ambrosio: un rico gnóstico de Alejandría que Orígenes convirtió a la fe católica, el que provino de la herejía
valentiniana. Ambrosio fue atraído por el Gnosi en cuanto no encontró en la Gran Iglesia cuyo nutrimento
intelectual aspiró. Puestas a disposición de Orígenes 5 taquígrafos y 2 caligrafi.
• El libro XII alcanzó el "perímetro" (perigrafén). Acaba cuando acaba el rollo. Una obra de cualidad se escribió
sobre papiro. El pergamino es vulgar.
• Dos niveles de interpretación: espiritual sin apartarse del sentido literal.
• ¿Cómo se hace el paso? Con las palabras griegas: Ta Kà...
• ¿Cómo profundiza? Cita muchos pasos que tienen en común el concepto de "regalo": Salmo 2, 7-8;
Matteo 7,7ss.; es decir: interpreta la Escritura con la Escritura.
• Sentido antignostico: Quien quiere el regalo, tiene que preguntarlo. En cambio al gnóstico le es dado de
repentino.
• La samaritana es el símbolo del gnóstico : "ella es imagen de la mentalidad de los heterodoxos que se ocupan
de la Escritura."
• El pozo es símbolo del antiguo Testamento. El gnóstico cree de encontrar descanso en la Escritura, pero no lo
encuentra: (anepaúeto): "como ella no haya sido calmada ni liberada por la sed bebiendo de lo que creyó un pozo
profundo". Por Eracleone el pozo es profundo y el agua difícil de sacar. Así el agua se convierte en efimera y no
puede dissetare. El pozo es una economía insuficiente para saciar al hombre espiritual, porque queda solamente a
nivel psíquico. Orígenes deberá diffendere el AT.
• Dúplice sentido de "Tener hambre, tener sed": justo y metafórico. Con la alegoría Orígenes entra en el juego de
los gnósticos.
• También aquí el sentido antignostico: para los gnósticos hay personas con hambre y sed continua. En cambio por
Orígenes el hambre y la sed son intermitenti, como entiende en un cuerpo sano. No pueden haber nosotros
personas "por naturaleza" con hambre y sed incesante.

2. Defensor de la fe:

Orígenes queda fiel a la regla de fe de su tiempo, que expone en el prefacio del De Principiis y partiendo de
este, con la ayuda de la Escritura, de la razón y de la misma experiencia espiritual y pastoral, conduce su búsqueda. Ella
se desarrolla como reacción a las herejías de su tiempo.

• Contra los marcioniti, Orígenes afirma la bondad del Creador y su identidad con el Padre de Jesús, como incluso
la concordancia de los dos Testamentos y el valor de lo antiguo.
• En las comparaciones de los valentiniani, el libre albedrío, la responsabilidad personal y el rechazo de una
predestinación visa cómo ley de naturalezas.
• En contralto con el docetismo, I'umanità autentica asumida por Cristo como condición de la redención.
• Concierno a los modalisti proclama el peronalità propio de cada Persona.
• En las comparaciones de los adozionisti la generación eterna del Verbo.
• Contra los corrientes antropomorfiche, millenaristiche y letteraliste presentes en la Iglesia, profesa la
incorporeidad de Dios, del alma y de la beatitud final.

3. Teólogo:

• Por cuánto atañe la Trinidad, Orígenes trata de expresar en un modo más dinámico que ontológico la unidad de
las Personas y la personalidad propia de cada.
• El Padre es la fuente de la divinidad que él le comunica al Hijo en su generación eterna y continua y al
Espíritu, de modo tal que el Hijo es y le queda como en el Padre al Padre en el Hijo.
• El Hijo también le queda en el Padre cuando, en la encarnación, está sobre la tierra con su alma
humana. Le encontramos en Orígenes, por la primera vez, a propósito de la eternidad de la generación
del Hijo, la fórmula: "no allí y estado un momento en que, el Hijo, no fuera", Peri Archon I, 2,9, Usted
generación no implica una división de sustancia.
• EI Padre es lo primero en cuanto principio y porque es él que manda en misión el Hijo y el Espíritu:
aquí está la esencia del «subordicionismo» de Orígenes.
• Los EPINOIAI (denominaciones del Hijo, los títulos): como Sabiduría, Él es el Mundo inteligible que
contiene los principios y los gérmenes de los seres y toda la ciencia de los misterios. Cómo Logos Él
los revela y y el que obra la creación.
• Según la doctrina de la preexistencia de las almas , la unión del Verbo con la naturaleza humana es
anterior a la encarnación, ya que el alma humana del Verbo fue creada junto a las otras almas en la
preexistencia: a través de su unión con el Verbo ella estuvo "bajo la forma de Dios", impecable. Cristo,
en su humanidad, es por lo tanto el novio de la iglesia que, en la preexistencia, fue formada por el
conjunto de las otras almas. Para rescatar a su novia decaída, Él se ha encarnado en el seno de Maria. Él
les revela a los hombres la divinidad traduciéndola en una persona humana. En la pasión este alma se es
entregada en rescate a Satanás, desciende en el Ade donde libera las almas de los justos difuntos
conduciéndolas con si en su ascensión. Orígenes enseña, a su modo, I'unione hipostático y por la
primera vez la "comunicación" de los idiomas.
• El Espíritu santo viene del Padre a través del Hijo que le comunica sus denominaciones: es el
Santificador y constituye la "materia" o la "naturaleza" de los carismas que corresponden a las gracias
actuales de la teología escolar.
• Ángeles y demonios: son guardas de los individuos o los pueblos, o bien antepuestos a los diferentes reinos de la
naturaleza. El hombre ha sido creado, como el ángel, según la imagen de Dios, el Verbo: participa en la
existencia y a la divinidad del Padre, a la filiación y a la racionalidad del Verbo, entendiendo todos este términos
en un sentido más sobrenatural que natural. Pero el pecado cubre la imagen de Dios, en el hombre, con imágenes
diabólicas o bestiales que sólo el Redentor puede suprimir.
• Los cuerpos resucitados tendrán identidad y alteridad con el cuerpo terrenal, según la imagen paulino de la
semilla y la planta, 1 Cor 15, 35-44.
• Por Orígenes Maria no es eximida completamente por el pecado, pero es lo primero a afirmar con claridad la
virginidad perpetua. Le ve en ella uno de los grandes "tipos" del hombre espiritual.
• Preexistencia de las almas: Dios, al principio, ha creado las "inteligencias" todo iguales, vestís de cuerpo etéreo
e inmerso en la contemplación divina. El aflojamiento del fervor ha constituido la culpa primitiva que las ha
dividido en ángeles, hombres y demonios. En aquel entonces las "inteligencias" se han constipado en almas,
puesto que PSIXÉ, alma, es unido a PSIXÓS, frío. Esta doctrina, heredada por Platón, le proveyó a Orígenes
una respuesta a los ataques marcioniti contra el Dios creador, ya que permitió de reconducir el disuguagliaza de
los hombres al momento del nacimiento a una consecuencia del libre albedrío: ella también le permitió de evitar
las dificultades de las dos otras contestadas al problema del origen del alma, el traducianismo y el creazionismo.
En referencia a su época, no puede ser definida a hereje, ya que la Iglesia no tuvo a ninguna doctrina alrededor
del origen de las almas, si no su creación de parte de Dios.
• Cuánto al apocatastasi: la restauración del fin de los tiempos , ella deriva de 1Cor 15, 23-26. No tiene carácter
panteístico, y si algunos textos semejan afirmar la salvación final del demonio y los condenados, otros van en
sentido contrario y la Carta a los amigos de Alejandría la niega expresamente. Orígenes no tiene una clara visión
de este problema: en realidad se trata de uno su gran esperanza y el hacer de ello una teoría rigurosa e
incompatible con el fuerte acento que él pone sobre el libre albedrío.

D) Contacto con las fuentes

Homilía 8º sobre el Génesis:

Isaac representa Cristo

6. después eso, Abraham tomaron la leña por el holocausto, os puso sobre Isacco su hijo y tomas en sus manos el fuego
y la espada, y se encaminaron insieme(Gen 22, 6. Por el hecho que Isacco se es capacitado él mismo la leña para el
holocausto, es figura del Cristo que se llevó él mismo la cruz, Gv 19, 17,; y sin embargo ser capacitado la leña para el
holocausto es tarea del sacerdote; se vuelve tan junto víctima y sacerdote. Pero también la añadidura: Y ambos se
encaminaron junto, se refiere a eso: en efecto, mientras Abraham, que se estuvo a punto de sacrificar, llevó el fuego y el
cuchillo, Isacco no va detrás de él, pero con él, para que paree que él, con él, igualmente suple de sacerdote. ¿Qué éste
después ocurre? Isacco dijo a Abraham a su padre: Padre, Gen 22, 7. En este momento la voz que proviene del hijo es
una tentación. ¿En efecto como piensas que el hijo, que debió ser inmolado, haya sacudido las entrañas paternales con
esta voz? Y aunque Abraham fuera tan inflexible en gracia de la fe, sin embargo también él correspondió una palabra de
cariño y dijo: ¿Qué hay, hijo? Y él: He aquí el fuego y la leña, pero dónde está la oveja por el holocausto?, Gen 22, 7.
Abraham contestó: El propio Dios él provvederà la oveja por el holocausto, hijo, Gen 22, 8. me conmueve la respuesta
de Abraham, así atenta y cauta; no sé aquellos que vio en espíritu, porque no acerca de al presente, pero al futuro dice:
El propio Dios él provvederà la oveja: al hijo que le pregunta del presente, contesta las cosas futuras. En efecto el Dios
mismo él provvederà la oveja en el Cristo, ya que también la sabiduría misma se ha edificado una casa, Pv 9, 1, y él le
ha humillado mismo hasta la muerte, Fil 2, 8,; y encontrarás que todo lo que lees Cristo, ha sido hecho de necesidad no,
pero libremente.

No perdonó al propio hijo

8. dice: Y Abraham tendieron su mano, para tomar la espada, y degollar a su hijo. Y el ángel del Dios lo llamó del cielo,
y dijo: Abraham, Abraham. Y él dijo: Eccomi. Y dijo: No pongas tu mano sobre el niño, y no le hagas nada [de mal].
Ahora en efecto sé que tú temes Dios, Gen 22, 10-12. Acerca de a este discurso nos se objeta generalmente que Dios
dice qué hora sabe que Abraham teme Dios, como si primera lo hubiera ignorado. Dios lo supo, y no le fue escondido,
en cuánto es el que conoce todas las cosas primero que sean, Dn 13, 42, pero por ti han sido escritas, ya que también tú,
cierto, has creído en Dios, pero si no ejecutaras las obras de la fe, cf 2 Ts 1, 11, si no fueras obediente en todos los
mandamientos, también los más difíciles, si no ofrecieras el sacrificio y no enseñarás que no les prefieres a Dios ni al
padre ni la madre ni los hijos, cf Mt 10, 37, no se reconocerá que temes Dios, y no se ti dirá de: Ya que ahora sé que tú
temes Dio(Gen 22, 12. Tenemos que considerar luego que se refiere que un ángel dice estas cosas a Abraham, y que en
la continuación este ángel aparece claramente como el Dios. Por cuyo creo que, como entre nosotros hombres les fue
encontrado en el semblante como hombre, Fil 2, 7, tan también entre los ángeles haya sido encontrado en el semblante
como ángel. Y, siguiendo su ejemplo, los ángeles en el cielo sólo se alegran por un a pecador que haga penitencia, Lc
15, 10, y se engreirse progresos de los hombres. Ellos tienen como el encargo de nuestras almas, y a ellos, mientras
todavía somos pequeños, les somos confiados como a tutores y a administradores hasta el tiempo establecido por el
padre, cf Gal 4, 3-2. Pues, ellos mismos, ahora, acerca de al progreso de cada uno de nosotros dicen: Ahora sé que tú
temes Dios. Por ejemplo, si tengo el propósito del martirio, no por este el ángel podrá decirme: Ahora sé que tú temes
Dios; ya que el propósito del alma sólo es conocido a Dios. Pero si accediera a los combates, proferiré la bonita
confesión, 1 Tms 6, 12, sustentaré sin vacilar todas las pruebas que me serán infligidas, entonces el ángel, como para
confirmarme y darme fuerza, podrá decir: Ahora sé que tú temes Dios.

Pero en verdad estas cosas han sido a Abraham, y ha sido proclamado que él teme Dios. ¿Por qué? Porque no ha
perdonado a su hijo. Y nosotros ahora relatamos este a las palabras del apóstol, donde dice de Dios: Él que no perdonó
al propio Hijo, pero lo entregó por todo nosotros, Rm 8, 32. Ves que Dios lucha con los hombres con magnífica
liberalidad: Abraham le ofreces a Dios a un hijo mortal, que no habría muerto; Dios, para los hombres, entregó a la
muerte al Hijo inmortal.

¿Qué diremos nosotros frente a estas cosas? Qué le devolveremos al Dios, por todo lo que él nos ha donado, cf Sal 116,
12? Dios Padre, por nosotros, no perdonó al propio Hijo. Según tú, quién de vosotros udrà una buena vez la voz del
ángel que dice: ¿Ahora sé que tú temes Dios, ya que no has perdonado a tu hijo, tu hija o tu mujer, o no has ahorrado el
dinero o los honores del siglo y las ambiciones del mundo, pero has despreciado todo, y todo has estimado como
estiércol, para ganar Cristo, Fil 3, 8, has vendido todo, y lo has dado a los pobres y has seguido la palabra de Dios, cf Mt
19, 21? Secondo tú, quién de vosotros udrà del ángel palabras de tal género? Mientras tanto, Abraham oye esta voz y le
es dicho: Ya que no has perdonado a tu hijo querido por mí.

Cristo padece en la carne

9. y volviéndose atrás a mirar, Abraham vio con sus ojos, y he aquí un aries fue enredado por los cuernos en un zarzal,
Gen 22, 13. hemos dicho, me parece, en precedencia, que Isacco fue figura del Cristo, pero aquí también el aries parece
igualmente representa Cristo; merece la pena de conocer como uno y otro les convengan al Cristo sea a Isacco, que no
ha sido degollado, sea el aries, que ha sido degollado. El Cristo es el Verbo de Dios, pero el Verbo se ha hecho carne, Ap
19, 13; Gv 1, 14,: por un aspecto, pues, el Cristo es de lo alto, por un otro es asumido de la humana naturaleza y del
útero virginal. En efecto el Cristo padece, pero en la carne; y ha soportado la muerte, pero en la carne, de que es figura
el aries; como Giovanni también dijo: He aquí el cordero de Dios, he aquí el que toma el pecado del mundo, Gv 1, 29.
Cuánto al Verbo, quedó en el incorruzione, cf 1 Cor 15, 42, y éste es el Cristo según el Espíritu, de que es imagen
Isacco: por tanto él destejo es víctima y sacerdote. En efecto según el Espíritu la víctima le ofrece al Padre, según la
carne él destejo es ofrecido sobre el altar de la cruz, ya que, como él ha sido dicho de: He aquí el cordero de Dios, he
aquí el que toma el pecado del mundo, Gv 1, 29, así él ha sido dicho de: Tú eres para siempre sacerdote según el orden
de Melchisedec, Sal 110, 4. Pues el aries es enredado por los cuernos en una mata, Gen 22, 13,...

E) Conclusión:

Los errores regañados a menudo son por textos griegos seguros y nacen de una incomprensión de sus
acusadores o de una siguiente especialización del diccionario: no se ha entendido que el mundo creado por toda la
eternidad de Dios y el Mundo inteligible de las "ideas" latoniche o de las "razones" estoicas, mundo contenido en el
Verbo, creado pues por toda la eternidad a obra del Padre en la generación del Hijo; no se ha entendido que la
afirmación que el Hijo no ve al Padre y directa contra los antropomorfismos y que "ver" está aquí usado en su
sentido sensible: porque, en realtè, Orígenes especuló frecuentemente sobre el conocimiento del Padre de parte del Hijo;
qué las acusaciones de Metodio, a propósito de los cuerpos resucitados nacen de una tergiversación, en cuánto la palabra
eidos es tomado en su sentido común de apariencia exterior, mientras en Orígenes indica un principio metafísico; qué
ORÍGENES no le pudiera haber afirmado en el De Principiis de creer en la metempsicosis, que él juzga absurdo en los
comentarios en griego nos quedado, juzgándola incompatible con la enseñanza de la iglesia; ni de creer en renovarse, en
cielo, del sacrificio de Cristo, puesto que en el libro I del Com. Jo, contemporáneo al De Principiis afirma claramente de
ello la unicidad; no se ha entendido que aplicarle a Cristo el término GENETÓS, no distinguido por GENETÓS, no
tiene precisamente el sentido de criatura, no hace Verbo a una criatura; qué su "subordinazionismo" motivado por su
concepción de origen y "economía" queda ortodoxo, a pesar de algunas expresiones torpes; no se ha entendido
por fin que atribuyéndole la teoría absurda de los cuerpos gloriosos esféricos, Justiniano ha interpretado como
referido al renacido lo que Orígenes dijo astros en el De Oratione XXXI, 3; y qué la doctrina de los "mundos
siguientes" no está sino una hipótesis pasajera que conciliar con la doctrina del apocatastasi.

03 de noviembre de 2005
Memoria de San Martín de Porres

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