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Francisco Soto Hermenéutica de Textos Lic.

Alberto Jacinto Figueroa

3° MEDITACIÓN

En las dos primeras meditaciones, Descartes adopta la regla de la duda metódica, ya


explicada en el Discurso del método, para hacer tabla rasa de todos los conceptos, como
preliminar para una reconstrucción sobre la base intuitiva del dato inmediato de la
conciencia: cogito, ergo sum (pienso, luego existo). El hombre es una sustancia pensante,
inmaterial, y este conocimiento es una idea clara y distinta inalterable, independiente de lo
sensible; de hecho, los cuerpos mismos no son en realidad conocidos con los sentidos ni
con la imaginación, sino sólo con el pensamiento, la inteligencia.

Es por eso que intenta volver a reconstruir todos los conocimientos adquiridos en su
vida, pero con nuevos patrones que presenten solidez. Es decir, encontrar la verdad
absoluta, esa misma que utiliza para llegar al conocimiento, sin embargo, cabe decir que
esa verdad absoluta no es Dios.

Del mismo modo deduce que la justificación de la idea de Dios tiene cabida en
relación a la naturaleza espiritual, incluso, sobre idea, puesto que es una idea superior que
el mismo entendimiento no llega a Él. Entonces, da con esto la justificación de la idea de
Dios.

En la tercera meditación considera preciso indagar sobre la existencia de Dios, es


decir, pregunta que si hay un Dios y que si éste es realmente veraz. Para ello, argumenta
mediante la premisa necesaria a la investigación que es la perfección objetiva de las ideas y
ésta debe tener su causa en una realidad de no menor perfección formal.

Por último, utiliza su argumentación poniendo en mesa la idea que poseemos del
Ser perfectísimo y asegura que debemos asignar una causa de igual perfección, esto es,
Dios (argumento ideológico); la existencia del hombre no puede depender sino de la misma
causa perfectísima que ha puesto en su pensamiento la idea de Dios y de las infinitas
perfecciones que le faltan (argumento cosmológico). La idea de Dios es innata; y no
podríamos tenerla si Dios no existiese verdaderamente.

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