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SEMINARIO MAYOR DE TACÁMBARO

FACULTAD DE TEOLOGÍA

CRISTIAN ABDALLAH ELÍAS DELGADO

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

ESPACIO CELEBRATIVO: EL BAPTISTERIO

PROFESOR
PBRO. LIC. CARLOS ALEJANDRO HERRERA ZARCO

TACÁMBARO, MICH., 10 DE DICIEMBRE DE 2018

1
ESPACIO CELEBRATIVO. INICIACIÓN CRISTIANA

EL BAPTISTERIO

Antes de desarrollar los diferentes criterios que enmarcan tal espacio celebrativo es
conveniente hacer un detenimiento para analizar la etimología del término de tal espacio,
pues el aspecto etimológico de los términos brinda gran información sobre lo que es
indicado con el término específico.

Sobre el baptisterio en el marco etimológico es posible decir:

“La palabra baptisterio procede del latín baptisterium (piscina, lugar de


baño o inmersión) utilizada con ese simple valor y sin ningún significado religioso
por Plinio en el s. I d.C. Pero la palabra había sido tomada del griego
ήριον, con el mismo significado, relacionada con el verbo βατπτίζειν
(sumergirse) y con el adjetivo βάπτης (bañista, especialmente el que se sumerge en
el agua para limpiarse o purificarse), y formada con un sufijo griego τήριον que
indica colectivos y lugares para realizar la acción de la raíz verbal.” 1

El baptisterio de acuerdo a su cuadro etimológico tiene una procedencia


terminológica que evoca un sumergirse con agua para purificarse (esto desde un aspecto no
religioso).

Ahora bien, adentrándose a un encuadre histórico-religioso y posteriormente


pastoral se analizará la figura y algunas particularidades del baptisterio:

1. ASPECTO BÍBLICO

Dentro del Antiguo Testamento es posible encontrar pasajes bíblicos que generen
poner la mirada en el bautismo y propiamente en el espacio específico.2

1
Anders, V., “Baptisterio o baptisterio” en: http://etimologias.dechile.net/?baptisterio, consultada el 1 de
diciembre de 2018.
2
Nota: Es necesario especificar que no me refiero al bautismo sacramental (pues éste es posteriro) en el A.T.,
sino más bien a pasajes que hacen alusión a éste y por supuesto que hacen pensar en los presupuestos bíblicos
del sitio donde se llevará a cabo tal acto.

2
Cabe decir que en el marco del A.T., tomando en cuenta el aspecto de purificación
que el agua da a las personas, se empezaron a considerar como lugares de purificación los
distintos arroyos, ríos y sitios donde había caudal y/o almacenamiento de agua, siempre el
agua a significado purificación, vida. Cabe destacar que en el aspecto religioso tal elemento
vital a lo largo de la historia de salvación ha sido parte importante de algunos
acontecimientos. Como ejemplo se puede tomar el pasaje bíblico de la curación de
Naamán, donde se lleva a cabo una purificación y curación por medio del agua contenida
en el rio Jordán. Ahí Naamán fue curado.3 Esto anterior es un precedente a la práctica
directa del bautismo dada ya en el N.T. y como primer “aplicador de tal acción de bautizar”
está Juan el Bautista. Él se estableció en la región del rio Jordán para proclamar un bautizo
de conversión. El bautismo que Juan proclamaba era una inmersión4 simbólica para el
arrepentimiento de las culpas.

Estos dos pasajes sacados a la luz anteriormente son situaciones de las cuales se
puede identificar que el lugar específico de los hechos es similar y contiene características
específicas que son benéficas para lo que se realizó en cada uno de los pasajes: en el primer
pasaje en el rio se lleva a cabo una purificación, mientras que en el segundo se lleva
propiamente un bautismo de conversión.

Ahora bien, cabe decir que no siempre el bautismo fue por inmersión, hay textos en
el N.T. que dan cabida a pensar que el bautismo no siempre fue en un rio y a través de la
inmersión, podemos constatar esto en Hch 22, 16: “Y ahora, ¿qué esperas? Levántate,
recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”. Tal variedad de textos
conlleva a develar el proceso bíblico del sacramento y sus elementos.

3
Cfr. 2 Reyes 5. Presento un fragmento del versículo 13 y 14 para evidenciar el sentido de sumergirse y sacar
a colación el sitio del suceso, el cual es un rio: “Entonces Naamán bajó al Jordán, se bañó siete veces, como
le había mandado el profeta, y su carne quedó limpia como la de un niño.
4
Cfr. Mt 3, 16: "Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de
Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él." 
Aquí se constata el aspecto de la inmersión, lo cual es un sumergirse completamente para salir renovados
simbólicamente.

3
2. ASPECTO HISTÓRICO

El bautismo en el tiempo de las primeras comunidades cristianas era muy habitual,


pues hubo por parte de los apóstoles muchas conversiones al cristianismo y todo esto por
mandato de Cristo.5

En el texto antiguo datado en el rango 50 – 70 d.C. llamado Didaché se mencionan


algunas particularidades de ese tiempo sobre el bautismo dignas de mencionar para ir
analizando el progreso de la estructura de los baptisterios a través de la historia:

“Acerca del bautismo, bautizad de esta manera: Dichas con anterioridad todas
estas cosas, bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo en agua viva
[corriente]. Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua; si no puedes hacerlo con agua
fría, hazlo con caliente. Si no tuvieres una ni otra, derrama agua en la cabeza tres veces
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Antes del bautismo, ayunen el
bautizante y el bautizando y algunos otros que puedan. Al bautizando, empero, le
mandarás ayunar uno o dos días antes.”6

A través de este texto sobre las enseñanzas de los apóstoles se hace mención sobre
la cabida de la infusión en la práctica del bautismo en los primeros siglos del cristianismo.
Dando a entender que el bautismo ya no se hacía propiamente en rio a través de inmersión.

Ahora bien, desde el siglo IV se construían estructuras especiales, al principio muy


en conexión con el aula litúrgica, y luego, en Occidente, aisladas de ellas, mas no
totalmente independientes.

En cuanto a la forma, las estructuras eran muy diversas; y ni siquiera es posible


caracterizarlas por épocas. En los baptisterios autónomos se observan plantas rectangulares,
cuadradas, hexagonales, pero, sobre todo, rotondas, octogonales y circulares. Las rotondas,
generalizadas a partir de la segunda mitad del siglo IV, eran especialmente aptas para el rito
de inmersión: los bautizados bajaban por una estrecha escalera de tres o más gradas y
ascendían por otras tres gradas del lado opuesto.

5
Cfr. Mateo 28,19: “Haced discípulos a todas las gentes, bautizándolos en mi nombre”
6
Didaché 7,1-4

4
Los bautismos a mediados del siglo VII eran muy particulares, pues ya gozaban de
una estructura más formal, se tenían siete escrutinios en el templo, donde después de estos
se procedía con la Eucaristía. Cabe decir que para este tiempo ya se les daba a los
baptisterios una belleza más relevante y una estructura interesante, esto es posible deducirlo
analizando el modo del rito del bautismo del siglo VII, así lo dice el Pbro. Alfonso Ma.
Gubianas:

“El Pontífice entraba en el baptisterio acompañado de su corte, a la que


precedían dos grandes cirios. Todos cantaban juntamente las letanías. Cuando habían ya
llegado, el Pontífice se detenía cerca de la piscina, saludaba a los asistentes y les invitaba
a la plegaria colectiva, seguida generalmente de una oración de carácter eucarístico.
En el momento en que el Pontífice pronunciaba las palabras: “Descendat in
hanc plenitudinem fontis virtus Spiritu sancti”, los dos dignatarios que llevan los ciriales
sumergidos en la piscina. La inmersión bautismal, no debe entenderse de tal suerte que
la persona bautizada fuese sumergida totalmente en el agua. El que debía ser bautizado
entraba en la piscina, en la que la altura del agua no era a la verdad suficiente para cubrir
todo su cuerpo.7

A través de este texto es evidente ver la diversidad de baptisterios, pues si antes era
realizado el bautismo en un rio o en casa (como se piensa que San Pablo fue bautizado)
ahora en este periodo ya se puede pensar que los baptisterios están más elaborados pues ya
son piscinas, las cuales con escalinatas dentro de éstas hacen descender a la persona pero no
completamente pues éstas no cubrían totalmente a la persona.

El bautismo de infantes va a promover un áspero debate sobre la preparación que ha


de darse en el receptor de un sacramento. Los contrarios a él se resguardan en la falta de
disposición de un niño para recibir un sacramento y en el inexistente mandato en tal sentido
en las Escrituras. Ahora bien, San Agustín, por el contrario, sostiene que es necesario para
la salvación de los niños, y el Papa Inocencio III argumenta que de la misma manera que
una persona incurre en el pecado original sin su consentimiento, puede ser librado de él sin
su consentimiento. Tomando en cuenta esto, cuando en el siglo VIII se generalizó el
bautismo de infantes, se fue renunciando a una instalación que había perdido utilidad: los

7
Ma., Gubiana, “Nociones elementeles de liturgia. Librero editor 30, 508.

5
grandes baptisterios con piscina fueron remplazados por grandes pilas, puestas sobre un
basamento en un anexo o capilla de la iglesia.8

Ahora más actualmente, tomando en cuenta la época de la vigencia total del


Concilio de Trento: El ritual tridentino ordenaba que la pila estuviera en un lugar
“decorosamente ordenado, cercado de verjas y provisto de cerradura y llave”. Lo que
importa es que se exprese su carácter sagrado. Como el altar, el baptisterio tiene también su
santuario, prohibido al profano. Sólo entran en él, para la ceremonia sacramental, el
sacerdote, el catecúmeno, los padrinos y, según el nuevo rito, también los padres. La
piscina estrictamente tal, y su santuario, debe estar rodeada de un amplio espacio que
ofrezca lugar a que puedan participar los fieles asistentes.9

Esto anterior da a entender que a lo largo que el tiempo transcurría el sacramento


del bautismo empezaba a adoptar una mejor estructura, un rito más elaborado y por
supuesto un valor especial de inserción al cristianismo que fomentaba una ortodoxia en el
rito acompañado de una belleza en el sitio especifico del sacramento, el baptisterio.

Algo que hay que tener presente es el cambio de las formas de los baptisterios, pues
según el diccionario teológico del Abate Bergier comenta el gran cambio de estos:

“El baptisterio, estaba construido comúnmente de una forma rotunda, con una
hondonada, donde se bajaba por algunas sendas para entrar en el agua, en forma de un
verdadero baño. Después se redujo a gran cuba de mármol o pórfido, como los baños
particulares domésticos; y por último, a una pila, como son hoy las fuentes bautismales.
El baptisterio estaba adornado de pinturas alusivas a este sacramento, y surtidos de
diferentes vasos de oro y plata para guardar los óleos y echar el agua. Estos vasos tenían
de ordinario la figura de un cordero o de un ciervo, para representar el cordero cuya
sangre nos purifica, y expresar el deseo de las almas que buscan a Dios”.10

En esta cita literal anterior se puede notar una gran caracterización de la evolución
del espacio celebrativo del sacramento del bautismo en el marco histórico.

8
Cfr. Bautismo de infantes en: https://www.religionenlibertad.com/blog/32774/-desde-cuando-se-administra-
el-bautismo-a-los-ninos.html, consultada el 2 de diciembre de 2018.
9
Cfr. http://www.mercaba.org/Rialp/B/baptisterio_i.htm, consultada el 2 de diciembre de 2018.
10
BERGIER, A., Diccionario de teología, I, Madrid 1847, 36

6
3. ASPECTO TEOLÓGICO

a) El baptisterio es el sitio donde se renace de lo alto.

Para entrar en el reino de Dios: “Te aseguro que el que no nace de lo alto no puede
11
ver el reino de Dios". El aspecto esencial es la de un nuevo "nacimiento", que deriva su
fuerza sólo del poder y la magnificencia de Dios. No tiene nada en común con el
nacimiento natural mas solo por analogía, sino que produce también, en cierto sentido, una
nueva vida, de los que han "acogido" en la fe al Hijo de Dios hecho carne. Por tanto el
baptisterio es el sitio donde se pasa a lo alto.

b) El bautismo nos hace hijos de Dios.

El bautismo, no separado nunca de la fe, al insertarnos en Cristo, nos hace a todos


hijos de Dios, que deben, sin embargo, intentar reproducir en sí su fisonomía; "Todos
sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; pues los que habéis sido bautizados en
Cristo os habéis revestido de Cristo. No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no
hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús". 12 Por tanto el
baptisterio pasa a ser por medio de esto a un sitio donde se da una filiación especial con
nuestro Dios, una filiación que nos hace ser hijos de Dios y hermanos los bautizados.

c) El bautismo, lugar en donde se lleva a cabo la nueva circuncisión.

En la carta a los Colosenses, después de haber dicho que los cristianos son como
llenados de Cristo por la fe, continúa:

"En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha no por la mano
del hombre, sino con la circuncisión de Cristo, que consiste en despojaros de vuestros
apetitos carnales. En el bautismo fuisteis sepultados con Cristo, habéis resucitado
también con él por la fe en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos "13

11
Jn 3, 3
12
Cfr. http://www.mercaba.org/DicTB/B/bautismo.htm, consultada el 7 de diciembre de 2018.
13
Col 2,11-14

7
Ahora bien, es evidente la vinculación que establece el apóstol entre la circuncisión
y el bautismo en este lugar, no ya para reproducir esa circuncisión con un rito distinto, sino
para aplicar su simbolismo a la realidad nueva introducida por Cristo, hay algo que debe ser
cortado y echado de nosotros, es decir, nuestras culpas; se produce en nosotros una especie
de muerte, se realiza una vida nueva resucitando con Cristo.14

d) El bautismo como lavatorio.

El signo sacramental del bautismo, el cual ha realizado verdaderamente con el


simbolismo del rito la regeneración del cristiano; se trata de un lavatorio, que debe purificar
y limpiar, pero también de una especie de germen de vida que nos regenera, separándonos
de nuestra vida anterior, y nos renueva dándonos el don del Espíritu, que es Espíritu de
novedad y de vida.15

e) El bautismo como anticipo del diluvio.

Aquí se toma la figura del diluvio, como impulso simbólico, no sólo el recuerdo del
agua, sino también su capacidad de salvación para las personas encerradas en el arca que se
salvaron, pero no su fuerza de destrucción. Además, se explica también así con mayor
claridad en qué consiste esa salvación, no se trata de una purificación de las inmundicias
del cuerpo, sino de la creación de una "conciencia buena" para con Dios, que se
manifestaba en el interrogatorio inicial con que se introducían en el bautismo los
catecúmenos, precisamente para responsabilizarles de lo que hacían. Era una "nueva
creación" lo que entonces empezaba para el recién bautizado, un tipo de antidiluvio: la
salvación, en lugar de la destrucción.16

14
Cfr. http://www.mercaba.org/DicTB/B/bautismo.htm, consultada el 7 de diciembre de 2018.
15
Cfr. Ibídem.
16
Cfr. Ibidem

8
4. ASPECTO PASTORAL

Dentro del marco pastoral se presentan aspectos prácticos específicamente tomados


de la investigación de José de Jesús Ibarra17:

a. Se considera un honor especial al baptisterio, tanto en las Iglesias, catedrales como


en las parroquias. Es de desear que se disponga de tal modo la pila bautismal que se pueda
bautizar sobre ella. Si fácilmente puede ser, nada impida al baptisterio sea amplio y se
disponga de modo de aula para poder instruir a los fieles.

b. Se alude también a una amplitud dimensional que denota el deseo de una


concurrencia comunitaria a su administración.

c. El ideal litúrgico consiste en dar al baptisterio la importancia que corresponde a la


dignidad del sacramento que abre las puertas a la gracia, disponiéndolo en un lugar
exprofeso separado de la Iglesia y en contacto con ella, sea en contacto con un edificio
autónomo o de paredes comunes, y provisto de dos puertas: una que, comunicando con el
exterior, acoja la entrada del catecúmeno y otra que del interior pase a la iglesia para
introducir en ella al recién cristiano.18

d. Su emplazamiento estará junto a la fachada, y precisamente a la izquierda de la


entrada. En todo caso el baptisterio estará cerrado por verjas.

e. La disposición moderna de la fuente bautismal es muy simple, pues se reduce a una


pila que contiene el agua bendita y a una piscina que recoge el agua usada. Generalmente
ambos requisitos se satisfacen con una sola pila dividida en dos compartimentos; uno que
mantiene el agua no usada y otra destinada a recoger el agua que se derrama en el momento
del bautismo, provista de un caño que la conduce a una piscina que existe en el pavimento
debajo de la pila.19

17
Cfr. Garcia, J., Aprendamos liturgia,
18
Cfr. JUNYENT, E., La Iglesia construcción, decoración y restauración, Balmes, Barcelona 40, 180.
19
Ibidem.

9
f. Basta cualquier materia sólida para la fuente bautismal; pero teniendo en cuenta que
debe mantener el agua que contiene sal y materias oleosas y resinosas, es siempre preferible
la piedra que no sea porosa. Su forma puede ser circular, oval y poligonal, en tanto que de
una cavidad interior formando recipiente que podrá ser mazciso o mantenido sobre un pilar
o columnas.20

Es muy interesante conocer tanto los orígenes como el desarrollo del baptisterio,
pues ayuda en primera instancia a valorar el espacio celebrativo del bautismo, además de
esto a conocer la historia que da forma a lo que hoy en día es el baptisterio.

Dentro de los acontecimientos de la historia del bautismo se han implementado


distintos espacios para que se llevara a cabo tal sacramento, todos los aspectos de dicha
construcción han dado paso a los baptisterios actuales.

Cabe destacar que es muy importante tener en cuenta los distintos detalles que en
los diferentes siglos fueron surgiendo para el baptisterio, pues cada detalle está revestido de
una significatividad y de un simbolismo que enriquecen tal espacio celebrativo.

20
Ibidem.

10

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