Francisco Soto Cristología Pbro. Abrahán G.

LA PROFESIÓN DE PEDRO

Este acontecimiento dará lugar en Cesarea de Filipo, pues en ese

momento, Jesús y sus discípulos se dirigen hacia Jerusalén. Es interesante, pues
todo apunta al misterio Pascual de Cristo, sin embargo, le antecede el sucedo
mesiánico manifestado por Pedro.

La pregunta de Jesús hacia los discípulos, ¿quién dice la gente que soy yo?
Un conocimiento externo hacia su persona, Doxa. Naturalmente, los discípulos
responden a su pregunta diciendo que es Elías, o Juan el Bautista, o algún otro
profeta, según la gente; no obstante, Jesús lanza nuevamente la pregunta, pero
espera una respuesta de parte de esto, y dice, y ustedes, ¿Quién dicen que soy
yo? Aquí surge un conocimiento más interno, pero también seda el encuentro.

Si nos quedamos con el conocimiento externo, se dirá que, en la persona

de Elías, una esperanza de restauración, cosa que el pueblo judío esperaba, o
bien, otro de los profetas (Jeremías) en el cual se manifestaba la figura de la
Pación y la caída en la renovación de la Alianza.

Ahora bien, al referirse al conocimiento interno profundo, Pedro responde,

“Tú eres (El Cristo) el Mesías” Mc 8,29; pues ha sido reconocido como el Ungido,
como el Santo de Dios, así pues, Pedro revela esa confesión mesiánica, que
después de ello, le costará una gran responsabilidad, que le antecede un rechazo
de parte de Jesús cuando Pedro lo interpreta como un mesías político, pues Jesús
le dice a Pedro, “ponte de tras de mí, porque piensas como los hombres, mas no
como Dios”.
Francisco Soto Cristología Pbro. Abrahán G.

La pregunta se extiende más allá de la mente humana y, como respuesta,

todo lo sucedido, ¿quién es Jesús? Es el Mesías, Hijo de hombre, que es
condenado a muerte y que solo así entra a la gloria como el resucitado a los tres
días.

A modo de conclusión, diremos que Jesús no tiene cabida en ninguna de

nuestras categorías habituales, pues no es un profeta, es mucho más que ello, “Es
el profeta”. Los dos personajes que básicamente hacen la diferencia en la historia
de Salvación, Moisés y Jesús, llegan a ser parecidos, pero hay algo que los
diferencia, es decir, ambos hablan directamente con Dios, sin embargo, en Jesús
se cumple todo aquello que Moisés y los profetas dijeron.