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Vilcachagua
INTRODUCCIÓN
De otra parte, este principio guarda relación con el de la forma del ma-
trimonio –contenido también en el párrafo final del citado artículo 4–, y sig-
nifica que el matrimonio que debe promoverse es el celebrado conforme a la
ley civil, estableciéndose esta forma como única y obligatoria para alcanzar
los efectos matrimoniales previstos en la legislación. No obstante, ello no
impide que en la ley se contemple diversas maneras de contraer matrimonio,
por cuanto al final siempre se lo celebrará secundum legem. Así, puede con-
templarse una manera ordinaria de contraerlo frente a una extraordinaria que,
sustentado en determinadas circunstancias excepcionales, justifique prescin-
dir de algunos requisitos formales no esenciales. Tal es el caso del matri-
monio celebrado in extremis, del matrimonio civil comunitario o de aquel
contraído para regularizar una unión de hecho. Inclusive, puede admitirse la
forma prevista por una confesión religiosa reconocida, en los términos acor-
dados con el Estado, como productora de los efectos civiles.
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(1) Como se aprecia del texto constitucional, este principio referido a la causas de separación y disolución del
matrimonio es programático. Una norma constitucional programática consiente un desarrollo legislativo de
acuerdo con el criterio imperante en determinado momento y sustentará cualquier reforma legislativa, por no
sugerir limitación o restricción alguna en cuanto a la extensión del programa, que queda a la apreciación del
legislador. Este tipo de normas admiten su referencia en la interpretación para identificar los alcances de la
disposición legal.
(2) El artículo 50 de la Constitución de 1993 dispone que: “Dentro de un régimen de independencia y autonomía,
el Estado reconoce a la Iglesia católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral
del Perú, y le presta su colaboración. El Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colabo-
ración con ellas”.
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CAPÍTULO i
EL DECAIMIENTO Y LA DISOLUCIÓN
DEL MATRIMONIO
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de moral familiar, más allá de las estrictas exigencias del orden público(3). Es
previsible, pues, que algunas personas estén dispuestas a separarse personal-
mente, pero no acepten inicialmente una petición de divorcio vincular. De
ahí que se conserve la mera separación personal como alternativa posible,
aunque la separación de cuerpos en cuanto impone un celibato a quienes ya
han vivido en matrimonio, pueda convertirse en una situación poco frecuen-
te. Nuestro Código Civil regula la separación de cuerpos y el divorcio en
forma independiente, advirtiendo la conversión de la separación personal.
(3) En ese sentido, el Tribunal Constitucional ha precisado que “uno de [los] ámbitos de libertad en los que no
cabe la injerencia estatal, porque cuentan con la protección constitucional que les dispensa el formar parte del
contenido del derecho al libre desarrollo de la personalidad, ciertamente es el ius connubii. Con su ejercicio, se
realiza el matrimonio como institución constitucionalmente garantizada y, con él [aunque no únicamente], a su
vez, también uno de los institutos naturales y fundamentales de la sociedad, como lo es la familia. Por consi-
guiente, toda persona, en forma autónoma e independiente, puede determinar cuándo y con quién contraer ma-
trimonio”. De otro lado, agrega que “cuando el Estado, a través de uno de sus órganos, sanciona a un servidor
o funcionario por tener determinado tipo de relaciones con homosexuales o, como en el presente caso, con un
transexual, con independencia de la presencia de determinados factores que puedan resultar lesivos a la moral
o al orden público, se está asumiendo que la opción y preferencia sexual de esa persona resulta ilegítima por
antijurídica. Es decir, se está condenando una opción o una preferencia cuya elección solo corresponde adoptar
al individuo como ser libre y racional”; con ello, concluye, “el Estado, de modo subrepticio, está imponiendo
como jurídicamente obligatorio lo que él, autoritariamente, o una mayoría, juzga como moralmente bueno”
(Exp. Nº 2868-2004 AA, 24/11/2004, FJ. 14, 23 y 24) j1 .
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También debe observarse que la regulación del divorcio por mutuo con-
sentimiento no responde a una concepción contractualista del matrimonio, se
trata de una solución al conflicto conyugal que no recibe adecuada respues-
ta a través del régimen del divorcio como sanción, por cuanto no necesa-
riamente debe mediar la comisión de hechos inculpatorios para que surja el
conflicto conyugal.
Los ordenamientos jurídicos que siguen las tesis del divorcio como
sanción, que requiere la existencia de causas legales de inculpación de un
cónyuge frente al otro, regulan las denominadas causas subjetivas o culpa-
bles en forma taxativa de tal forma que la pretensión de divorcio comprende
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Con ese criterio, las leyes enumeran una serie de motivos que consti-
tuyen la base para la pretensión y luego el fundamento para la sentencia.
En ese sentido, se subraya el carácter taxativo de la enumeración legal para
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y que, sin embargo, deben ser considerados suficientes para decretarlo, es-
pecialmente cuando se trate de hechos comprendidos en el amplio rubro
de la injuria grave, ahora desplazada por el de imposibilidad de hacer vida
común.
Nuestro Código Civil de 1984 –puesto de manifiesto más aún, con las
reformas introducidas por las Leyes Nºs 27495, 28384 y 29227– sigue un
sistema mixto y complejo, en el que caben diversas vías para obtener la se-
paración personal y el divorcio vincular. Así: a) admite el mutuo consenti-
miento (separación convencional) únicamente para invocar la separación de
cuerpos, la que puede convertirse después en divorcio vincular; b) contempla
causas de inculpación (incumplimientos graves o reiterados de los deberes
conyugales), que pueden ser alegadas tanto para demandar la separación de
cuerpos como el divorcio vincular, con la consecuencia de un cónyuge legi-
timado activamente y otro pasivamente, sin perjuicio de la posible inculpa-
ción recíproca reconvencional; c) conjuntamente admite causas no inculpa-
torias (separación de hecho y separación convencional), con la consecuencia
de que cualquiera de los cónyuges está legitimado para demandar al otro; y,
d) permite el divorcio ulterior cuando se declara la separación de cuerpos
por cualquier causa. No debe perderse de vista que se trata de una regulación
unitaria aplicable al matrimonio celebrado conforme la ley civil.
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Ello ha permitido afirmar que “todas las causales no son sino variantes
de una sola y fundamental: la injuria grave, que vendría así a ser la causal
única de divorcio que subsume a las demás, las cuales no serían sino casos
particulares de ella”(4); debiéndose agregar que, para el caso peruano, la cau-
sal de imposibilidad de hacer vida común queda reservada para los hechos
violatorios de deberes matrimoniales que no encuadren en alguna de las
demás causales, por lo que se trata ahora de la causal residual –en cuanto
incluye hechos agraviantes no comprendidos en las demás– pero no de una
causal genérica.
Los hechos que pueden dar causa al divorcio tienen los siguientes requi-
sitos comunes:
(4) BELLUSCIO, Augusto César, Manual de Derecho de Familia, tomo I, Buenos Aires, Ediciones Depalma, 1981,
p. 396.
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a) Gravedad, esto es, que los hechos producidos deben crear entre los
cónyuges una situación imposible de ser sobrellevada con dignidad,
atentando contra la convivencia conyugal de modo tal que excedan
el margen de tolerancia humana. Debe ser de tal gravedad que hagan
imposible moral o materialmente la vida en común de los consortes.
De no ser así, no se justificaría una solución de importancia tal como
la separación personal o el divorcio vincular.
b) Imputabilidad, esto es, que los hechos producidos deben ser resul-
tado de una actitud culpable o dolosa del cónyuge al cual se atri-
buyen, lo que supone un comportamiento consciente y responsable.
Por consiguiente, si uno de los cónyuges comete actos que consti-
tuyen causales de divorcio en estado de enajenación mental u otro
estado de conciencia equiparable, el otro no puede invocarlos para
demandar el divorcio. Lo mismo ocurre si fueron ejecutados bajo el
imperio de una coacción irresistible; pero no si la irresponsabilidad
resulta de hechos imputables al acusado, como en caso de embria-
guez alcohólica voluntaria o intoxicación con estupefacientes volun-
taria. Es, pues, necesario tener en cuenta si la conducta culpable está
dentro de la esfera de los actos o hechos voluntarios.
c) Invocabilidad, esto es, que los hechos producidos solo pueden ser
invocados por el cónyuge agraviado, no por el que los cometió. Los
hechos constitutivos de causas de separación personal y de divorcio
vincular solo pueden ser invocados por el cónyuge perjudicado, es
decir, por aquel cuyos derechos hayan sido menoscabados. El cón-
yuge culpable no puede demandar por divorcio: es una consecuencia
del principio general de que nadie puede alegar su propia torpeza;
ello, respecto de las causas inculpatorias.
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CAPÍTULO ii
LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL
Y EL DIVORCIO ULTERIOR
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(5) La jurisprudencia también suele utilizar el término “acuerdo” (Exp. Nº 632-99. 10/05/1999) j2 .
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2.2.1. Competencia
De acuerdo con el artículo 4 del reglamento, son competentes
para realizar el procedimiento no contencioso regulado en la
ley el alcalde distrital o provincial de la municipalidad acredi-
tada, así como el notario de la jurisdicción del último domici-
lio conyugal o del lugar de celebración del matrimonio.
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2.2.4. Procedimiento
“El alcalde o el notario que recibe la solicitud verifica el cum-
plimiento de los requisitos establecidos en el artículo 5 de la
ley dentro del plazo de 5 días de presentada aquella, luego de
lo cual, en el plazo de 15 días fija fecha, convoca y realiza la
audiencia única” (art. 10 del reglamento).
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CAPÍTULO iii
(7) “Si los hechos que han determinado el divorcio comprometen gravemente el legítimo interés personal del
cónyuge inocente, el Juez podrá concederle una suma de dinero por concepto de reparación del daño moral”.
(Cas. Nº 1930-99-LA LIBERTAD, del 04/11/1999) j4 .
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El artículo 333 del Código Civil señala las causales inculpatorias que per-
miten a un cónyuge demandar al otro la separación de cuerpos o el divorcio.
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(9) Por ello, la jurisprudencia ha recalcado que la causa del adulterio no es la inscripción del recién nacido en los
Registros Civiles sino las relaciones extramatrimoniales que el demandado mantenga con otra persona. (Cas.
Nº 979-97-LIMA. 14/05/1998) j6 .
(10) Así lo señala, por ejemplo: Exp. Nº 3532-96. 31/03/1997 j7 .
(11) Cas. Nº 1744-00-SANTA. 19/01/2001 j8 .
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(12) “Si el demandado no acreditó con medio probatorio, que la recurrente tuviera conocimiento de la circunstan-
cia acotada, esto es de la existencia de un hijo extramatrimonial de su cónyuge, no opera el plazo estipulado
en el artículo 339”. (Cas. Nº 2002-2003-PIURA. El Peruano 01/08/05 j9 ). Asimismo: Cas. N° 550-2004-
CHIMBOTE. El Peruano, 30/09/2005 j10 .
(13) Exp. Nº 409-98. 20/04/1998 j11 .
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Nos parece preferible esta segunda posición, ya que aun cuando los
actos preparatorios no sean punibles según el Derecho Penal, nada obsta a
que constituyan injurias graves y, en su caso, sean causal de divorcio.
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No basta, para poder afirmar que existe una conducta injuriosa y vejato-
ria, alguna leve agresión o pequeña violencia que responda a momentáneos
arrebatos surgidos por incidentes vulgares de la vida matrimonial o como
reacción natural de un cónyuge ante la conducta o las ofensas del otro; no es,
pues, suficiente solo apreciar el resultado injurioso o vejatorio del compor-
tamiento para la dignidad del consorte. Se requiere de la nota de gravedad
que se aprecia en el reiterado desprecio, hábito perverso o ultraje hacia el
cónyuge ofendido, lo que, en última instancia, hace insoportable la vida en
común. De esta manera, la “injuria grave por su intensidad y trascendencia
hace imposible al cónyuge ofendido el mantenimiento de la convivencia”.
De allí que en la jurisprudencia se haya señalado que: “La ofensa intencio-
nal, verbal, personal y en público de una persona contra su cónyuge, que
atente contra el honor y la dignidad de este, configura la causal de injuria
grave que hace viable el divorcio”(18).
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(19) Exp. N° 1120-95. 10/11/1995 j18 . Esta decisión fue ratificada por la segunda instancia, que resaltó: “las
expresiones vertidas por la demandada constituyen injuria grave desde que han sido dichas con el ánimo de
agraviar y perjudicar la honorabilidad del actor abonadas por su reiterancia y por haberse difundido profusa-
mente a través de los medios masivos de comunicación televisiva y escrita, a nivel nacional e internacional”
Exp. N° 3375-95. 15/02/1996 j19 .
(20) “A diferencia de lo que sucedía con el Código Civil de 1936, de la redacción del Código Civil vigente no cabe
interpretar que se puede incurrir en la causal de abandono injustificado del hogar cuando se dejan de cumplir
todos o la mayor parte de los deberes conyugales, sino que con esta última norma dicho abandono debe tener
como base insoslayable el alejamiento del cónyuge de la casa conyugal, del recinto fijado para la vida común,
lo que conlleva –desde luego– al incumplimiento de las demás obligaciones conyugales” (Cas. Nº 528-99-
LIMA, publicada el 19/10/1999) j20 .
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Téngase presente que el Código Civil de 1936 sustentó los criterios ju-
risprudenciales –que, lamentablemente, todavía subsisten– según los cuales
corresponde al demandante acreditar las causas del alejamiento por parte del
demandado, lo que, por lo general, importaba el requerir previamente ali-
mentos al abandonante. Ello era así por calificarse la causal como el abando-
no malicioso del hogar conyugal. Como la mala fe no se presume sino debe
acreditarse, corresponde a quien la alega; en estos casos, la carga probato-
ria era del demandante. De otra parte, la malicia era apreciada en cuanto el
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(24) Exp. Nº 532-97. 21/05/1997 j24 . No obstante, recientemente la Corte Suprema ha expresado una interpreta-
ción contraria: Cas. N° 4362-2006-LIMA. El Peruano, 01/04/2008 j25 .
(25) Cas. Nº 2090-01-HUÁNUCO, del 13/12/2001 j26 .
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Pero es además inexcusable, ya que por ser una norma de excepción, invita a
interpretar restrictivamente que el consumo solo está justificado cuando se
le prescribe únicamente para los casos de enfermedad mental o contagiosa
de uno de los cónyuges. Con ello, se descarta el carácter justificado de la
ingestión en otros supuestos como son el uso de medicinas legales para otras
dolencias físicas y psíquicas; el uso recreacional de las drogas de tipo social,
como son el alcohol y el tabaco, y el uso circunstancial o permanente de
inhalantes y drogas folklóricas, asociadas a las tradiciones culturales y cos-
tumbres del Perú.
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(28) Así, es posible que la causal se funde en la condena penal de uno de los cónyuges por delito de omisión a la
asistencia familiar (Cas. Nº 2095-97-LIMA, 02/09/1998) j29 .
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Recuérdese que como toda causal de divorcio culpable –pues así ha sido
regulada por la Ley Nº 27495–, la imposibilidad de hacer vida común impor-
ta gravedad en la intensidad y trascendencia de los hechos producidos que
hace imposible al cónyuge ofendido el mantenimiento de la convivencia y
su imputabilidad al otro consorte, quien, con discernimiento y libertad, frus-
tra el fin del matrimonio. Téngase presente que la imputabilidad no necesa-
riamente significa la concurrencia de un propósito –animus– de provocar la
frustración del fin del matrimonio, basta que los hechos importen errores de
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(29) La Corte Suprema de Justicia de la República ha admitido este criterio, Cas. N° 4895-2007-LIMA, El Peruano,
30/06/2008 j30 .
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(31) Cas. Nº 2263-2004-JUNÍN. El Peruano, 01/03/2006 j32 . Hubo pronunciamientos en contra de esta orienta-
ción, por ejemplo: Cas. N° 1720-2003-JUNÍN. El Peruano, 30/11/2004 j33 .
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(32) Así, por ejemplo: Casación N° 1120-2002-PUNO, publicado en El Peruano del 31 de marzo de 2003 j34 .
(33) Casación N° 2190-2003-SANTA. 01/06/2004 j35 .
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(34) La jurisprudencia ha precisado que para demostrar la separación de hecho de los cónyuges como causal de
separación de cuerpos, no se requiere medio probatorio alguno que revista de formalidad, siendo admitido para
tal fin todo documento público o privado que evidencie la certeza de los hechos (Cas. Nº 2548-2003-LIMA.
El Peruano, 30/11/2004) j36 .
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(35) Cas. Nº 2020-2003-Lambayeque. El Peruano, 30/11/04 j37 . En sentido similar: Cas. N° 3924-2006-LIMA.
El Peruano, 02/01/2008 j38 .
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(37) Según parte de la jurisprudencia, la determinación de la existencia de un cónyuge perjudicado se hará de ofi-
cio, aun no se haya solicitado la indemnización: Cas. Nº 802-2003-CHINCHA. El Peruano 03/05/2004 j40 .
Cas. N° 606-2003-SULLANA. 11/07/2003 j41 . Asimismo, se ha precisado que si bien los jueces deben
pronunciarse necesariamente, aun cuando no haya sido solicitado, respecto del cónyuge que ha resultado más
perjudicado por la separación, a efectos de fijar una indemnización a cargo de la parte menos afectada, el inte-
resado debe acreditar la condición de perjudicado: Cas. N° 2178-2005-LIMA. El Peruano, 02/10/2007 j42 .
(38) Cas. N° 3973-2006-LIMA. El Peruano, 01/02/2007 j43 .
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CAPÍTULO iv
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por los cónyuges, siempre que convenga al interés familiar y sea acorde con
el orden público familiar.
Los efectos del divorcio también pueden ser analizados con relación a
los cónyuges y respecto de sus hijos.
Tratándose de los cónyuges, el divorcio determina la disolución del
vínculo matrimonial, cesa la obligación alimentaria entre ellos, aunque
puede subsistir por acreditarse la imposibilidad para subvenir a sus nece-
sidades(42); determina la pérdida por el cónyuge culpable de los gananciales
que proceden de los bienes del inocente; provoca la extinción de la voca-
ción hereditaria entre ellos(43) y posibilita que el cónyuge inocente exija una
indemnización por el daño moral.
Respecto de los hijos, nos remitimos a lo explicado respecto de la sepa-
ración personal, de conformidad con el artículo 355 del Código Civil.
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CAPÍTULO v
5.1. Competencia
El artículo 24, numeral 2, del Código Procesal Civil no señala que esta
competencia territorial sea improrrogable. En tal virtud, si se demanda ante
juez distinto, este no puede declarar su incompetencia, por cuanto en el ar-
tículo 35 del código adjetivo se establece que la incompetencia se declara de
oficio por razón del territorio cuando esta sea improrrogable. Lo que proce-
de es que el demandado invoque la incompetencia como excepción o como
inhibitoria.
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De otro lado, no existe impedimento legal para que los cónyuges acuer-
den por escrito someterse a la competencia territorial de un juez distinto al
que corresponde, al no declararla improrrogable la ley. Ello se produciría,
por ejemplo, si los cónyuges establecen por escrito su separación de hecho
y en ella fijan su sometimiento a la competencia territorial de un determi-
nado juez para el caso de iniciarse un proceso de separación de cuerpos o
de divorcio por causal. Esa dispensa convencional del deber de cohabitación
no podrá ser considerada como inválida e ineficaz, por cuanto solo si los
cónyuges no acuerdan la convivencia separada en los casos del artículo 289
del Código Civil, procederá la dispensa judicial. En tal virtud, la prórroga
convencional de la competencia sustentará la contradicción de la inhibitoria
o de la excepción, ofreciéndose como medio probatorio el documento que
acredita su existencia.
5.2. Partes
Resulta obvio que las partes, por antonomasia, son los cónyuges. Ellos
tienen capacidad para ser parte material y para comparecer al proceso perso-
nalmente o por apoderado.
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juez debe declarar la conclusión del proceso sin expresión sobre el fondo por
haberse sustraído la pretensión del ámbito jurisdiccional.
De otro lado, queda entendido que el cónyuge menor de edad tiene plena
capacidad para estar en todo tipo de procesos al haber cesado su incapacidad
relativa por razón del matrimonio.
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5.3. Procedimiento
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5.3.4. Reconvención
El demandado por separación de cuerpos o divorcio por cau-
sal puede reconvenir por divorcio o separación de cuerpos por
causales idénticas o diferentes, indistintamente. También pue-
de entablar por esa vía cualquiera de las pretensiones acumu-
lables por la conexidad con la relación jurídica invocada en la
demanda.
5.3.5. Rebeldía
La declaración de rebeldía en el proceso de separación de
cuerpos o divorcio por causal no causa presunción legal rela-
tiva sobre la verdad de los hechos expuestos en la demanda.
Ello en razón a que la pretensión se sustenta en un derecho
indisponible por su carácter de atributo de la persona: el esta-
do de familia. Tal indisponibilidad provoca que los particula-
res carezcan de poder sobre sus cualidades personales como
para modificarlas o disponer de ellas por convenciones según
su voluntad. En tal sentido, la declaración de rebeldía no obsta
a que el demandante acredite los hechos expuestos en su de-
manda ni impide al demandado ofrecer pruebas, si fuere el es-
tado, las que solo pueden versar sobre los hechos alegados por
la parte actora.
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5.4. Acumulación
(44) La jurisprudencia ha resaltado que “Atendiendo a que en el proceso de divorcio no solo se debate la situación
jurídica de los cónyuges, sino también la de sus menores hijos, se debe atender al interés superior de estos,
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debiendo emitirse pronunciamiento sobre el ejercicio de la patria potestad, respecto al régimen de visitas de
quienes no la ejercen” (Cas. N° 3505-2001-PIURA. 30/09/2002) j49 .
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Por ello, el análisis del artículo 483 del Código Procesal Civil, de
cuyo último párrafo se inferiría la calificación legal como “accesoria” de
las pretensiones relativas a los derechos y deberes de los cónyuges o de
estos respecto de sus hijos, resulta contrario a su verdadera naturaleza
jurídica, la cual impone su debida consideración como pretensiones au-
tónomas, dejando de aplicar la inapropiada y equívoca calificación suge-
rida en la ley. Debe recordarse que, en un proceso, pueden haber más de
una pretensión y que la acumulación de pretensiones autónomas no está
prohibida por la ley procesal.
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5.5.1.3. Alimentos
El artículo 485 de Código Procesal Civil establece que co-
rresponde al juez disponer la fijación de los alimentos que
deban prestarse al cónyuge que correspondiera recibirlos.
Para su fijación, se considerarán las tareas hasta ese mo-
mento desarrolladas por uno y otro cónyuge y los aportes
de dinero y en labores domésticas que cada uno ha venido
realizando para mantener el mismo nivel de aportes mien-
tras se sustancia el proceso. Asimismo, deberán tomarse
en cuenta las previsiones dispuestas en el artículo 350 del
Código Civil, si fuere el caso.
5.5.2.2. Embargo
Como otra medida de conservación de los bienes del ma-
trimonio procede el embargo, especialmente práctico para
evitar enajenaciones fraudulentas o disipación de los bie-
nes del matrimonio. Por consiguiente, pueden embargarse
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5.6. Pruebas
Las ordinarias y principales pruebas que pueden ser ofrecidas por las
partes son las siguientes:
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5.6.3. Documentos
Son admisibles en estos procesos toda clase de documentos
como los escritos, públicos o privados, los impresos, fotoco-
pias, planos, cuadros, dibujos, fotografías, radiografías, cintas
cinematográficas y otras reproducciones de audio o vídeo, la
telemática en general y demás objetos que recojan, conten-
gan o representen algún hecho, o una actividad humana o su
resultado.
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5.6.4. Pericia
La prueba pericial de cualquier especie es admisible, resul-
tando necesaria cuando un documento, escrito o no, atribuido
a uno de los cónyuges, no fue reconocido espontáneamente.
Será procedente, por ejemplo, la pericia grafotécnica para de-
mostrar la autenticidad de documentos escritos, la identifica-
ción pericial de la voz basada en la registración mecánica de
las curvas de vibración, amplitud e intensidad de ondas, etc.
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5.7.2.2. Conciliación
Las partes pueden conciliar su conflicto de interés en cual-
quier estado del proceso, siempre que trate sobre derechos
disponibles y el acuerdo se adecue a la naturaleza jurídica
del derecho en litigio. En tal sentido, y toda vez que el es-
tado de familia es indisponible, en los procesos de separa-
ción de cuerpos o de divorcio por causal es improcedente
una conciliación si su contenido representa la consecución
de la finalidad del proceso sin la necesaria sentencia judi-
cial. Ello se comprueba en la realidad del Distrito Judicial
de Lima, cuando el juzgador propone a los cónyuges con-
ciliar, convirtiendo la pretensión de divorcio por causal en
una de separación convencional, definiendo en ese mo-
mento el contenido del convenio respectivo, amparándose
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5.7.2.5. Renuncia
En principio, las acciones de estado de familia son irrenun-
ciables, puesto que lo es el estado en sí mismo. Sin embar-
go, es posible renunciar al derecho de accionar por la sepa-
ración de cuerpos o divorcio cuando ya se han producido
los hechos que facultan a ejercerla, pues nada obsta para
que el cónyuge ofendido perdone al ofensor. En cambio,
no es admisible renunciar a interponer recurso contra las
resoluciones que, pronunciándose sobre el fondo, ponen
fin al proceso, salvo, como se indicó, el perdón del cónyu-
ge ofendido.
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5.9. Casación
(45) Cabe señalar que la naturaleza de la consulta es distinta de la apelación. Ello ya ha sido resaltado por la ju-
risprudencia: “Cuando se consulta la sentencia que declara el divorvio se eleva el expediente para que dicha
sentencia sea aprobada o desaprobada, lo cual es diferente al recurso de apelación, el cual tiene por objeto
que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legimitado la resolución que le
produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o revocada, total o parcialmente” (Cas. Nº 3154-98-LA
LIBERTAD. 25/06/1999) j50 .
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jurisprudencia
vinculada
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J1
EXP. Nº 2868-2004-AA/TC-ÁNCASH
José Antonio Álvarez Rojas
24 de noviembre de 2004
Asunto
Recurso extraordinario interpuesto por José Antonio Álvarez Rojas contra la sentencia de
la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Áncash, de fojas 90, su fecha
24 de mayo de 2004, que declara improcedente la acción de amparo de autos.
Antecedentes
Con fecha 29 de diciembre de 2003, el recurrente interpone acción de amparo contra
el Ministerio del Interior, solicitando su reincorporación al servicio activo de la Policía
Nacional con el reconocimiento de su tiempo de servicios. Manifiesta que cuando pres-
taba servicios en la jefatura del área policial de Pomabamba - Áncash se expidió un parte
administrativo disciplinario por faltas contra el decoro y la obediencia, imponiéndosele la
sanción de 10 días de arresto simple, que posteriormente fue elevada a 18 días por el jefe
de la Subregión de la Policía Nacional de Huari - Áncash. Agrega que, por los mismos
hechos, se lo pasó de la situación de actividad a la de disponibilidad por medida discipli-
naria por Resolución Regional N.° 062-IV RPNP-UP AMDI, de 28 de agosto de 1996 y,
finalmente, por Resolución Directoral N.° 728-2000 DGPNP/DIPER, de fecha 7 de abril
de 2003, se dispuso su pase al retiro, violándose el principio ne bis in idem.
Alega, también, que no se observaron los plazos para expedir los actos cuestionados y que
se le recortó el derecho a la defensa, ya que de manera apresurada se dispuso su pase de
la situación de actividad a la de disponibilidad. De otro lado, señala que por los mismos
hechos fue procesado y absuelto por el Cuarto Juzgado de Instrucción Permanente de la
II Zona Judicial de la Policía Nacional, resolución que fue confirmada en todos sus extre-
mos por la Sala del Consejo Superior de Justicia de la PNP.
El Procurador Público Adjunto del Ministerio del Interior a cargo de los asuntos judiciales
de la Policía Nacional contesta la demanda deduciendo la excepciones de falta de agota-
miento de la vía administrativa, de caducidad y de oscuridad y ambigüedad en el modo
de proponer la demanda.
El Juzgado Mixto de Pomabamba de la Provincia de Áncash, con fecha 16 de febrero de
2004, declara fundadas las alegadas excepciones e improcedente la demanda.
La recurrida confirma la apelada por los mismos fundamentos.
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Fundamentos
1. Petitorio
1. El objeto de la demanda es que se declaren inaplicables la Resolución Regional
N° 062-IV –RPNP –UP. AMDI, de fecha 28 de agosto de 1996, que pasa al accionante
de la situación de actividad a la de disponibilidad por medida disciplinaria; la Resolución
Directoral 728-2000-DGPNP/ DIPER, de fecha 7 de abril del 2000, que dispone su pase
a la situación de retiro; y la Resolución Ministerial 1701-2003-IN/PNP, de 25 de sep-
tiembre de 2003, que declara inadmisible la solicitud de nulidad presentada contra las
resoluciones anteriores; y que, en consecuencia, se ordene su reincorporación al servicio
activo de la PNP.
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el inicio de un nuevo proceso en cada uno de esos órdenes jurídicos (dos procesos
administrativos con el mismo objeto, por ejemplo)” [Fund. Jur. 19].
b. Por otro, una dimensión material, según la cual el enunciado “nadie puede ser casti-
gado dos veces por un mismo hecho”, “expresa la imposibilidad de que recaigan dos
sanciones sobre el mismo sujeto por una misma infracción, puesto que tal proceder
constituiría un exceso del poder sancionador contrario a las garantías propias del
Estado de Derecho. Su aplicación, pues, impide que una persona sea sancionada o
castigada dos (o más) veces por una misma infracción cuando exista identidad de
sujeto, hecho y fundamento”.
Esta última dimensión tiene conexión con los principios de legalidad y proporcionalidad,
ya que si la exigencia de lex praevia y lex certa que impone el artículo 2, inciso 24, literal
d), de la Constitución obedece, entre otros motivos —como lo ha expresado este Tribunal
en la STC 0002-2001-AI/TC, Fund. Jur. 6— a la necesidad de garantizar a los ciudadanos
un conocimiento anticipado del contenido de la reacción punitiva o sancionadora del Es-
tado ante la eventual comisión de un hecho antijurídico, tal cometido garantista devendría
inútil si ese mismo hecho, y por igual fundamento, pudiese ser objeto de una nueva san-
ción, lo que comportaría una punición desproporcionada de la conducta antijurídica.
De ahí que se considerase que “el elemento consistente en la igualdad de fundamento es
la clave que define el sentido del principio: no cabe la doble sanción del mismo sujeto por
un mismo hecho cuando la punición se fundamenta en un mismo contenido injusto, esto
es, en la lesión de un mismo bien jurídico o un mismo interés protegido”.
5. Para que el ejercicio de la potestad sancionatoria de la administración policial pueda
considerarse contraria a dicho derecho fundamental, en su dimensión material [que es la
que el recurrente, en esencia, ha alegado], es preciso que cuando menos dos de las sancio-
nes impuestas a un mismo sujeto, por la comisión de un acto, obedezcan a la infracción
de un mismo bien jurídico, sea este administrativo o de carácter penal.
Por tanto, lo importante para calificar si dos sanciones impuestas violan dicho derecho
fundamental no es tanto que por un mismo acto una persona sea sancionada administrativa
y disciplinariamente y, correlativamente, en un proceso penal [pues, a priori, efectivamen-
te ello puede acontecer desde el momento en que aquel acto puede suponer la infracción
de un bien jurídico administrativo y, simultáneamente, de un bien jurídico penal], sino que
la conducta antijurídica, pese a afectar a un solo bien jurídico, haya merecido el reproche
dos o más veces.
Violación del principio ne bis in idem y del derecho de defensa
6. Bajo ese esquema, corresponde al Tribunal evaluar las siguientes medidas adoptadas
contra el recurrente:
A. Inicialmente, el recurrente fue sancionado a ocho días de arresto simple por haber
cometido falta contra el decoro [debido a que el recurrente era el padre biológico de
un no nato de seis meses de gestación, lo que había sido denunciado ante la Fiscalía,
Municipalidad e Iglesia de la Provincia de Pomabamba] y falta contra la obediencia
[porque el recurrente no habría “cursado la solicitud correspondiente ante la superiori-
dad pidiendo autorización respectiva para contraer matrimonio con la Sra. Keli Rojas
Minchola (...)”]. (f. 8 vuelta).
B. Posteriormente, dicha sanción fue incrementada a 18 días de arresto simple
(f. 11).
C. Por su parte, por Resolución Regional N.° 062-IV-RPNP-UP.UMDI fue pa-
sado de la situación de actividad a la de disponibilidad, por habérsele encontra-
do responsable de la comisión de faltas “contra el decoro” y el “espíritu policial”
(f. 2).
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5. El ius connubii como potestad fundamental que forma parte del ámbito
del derecho al libre desarrollo de la persona
12. Como se ha expuesto en el fundamento 5, A, de esta sentencia, el recurrente fue
sancionado, en total, a 18 días de arresto simple, entre otras razones, por haber cometido
falta contra la obediencia. Dicha falta, de acuerdo con la emplazada, se habría cometido
“por no haberse cursado la solicitud correspondiente ante la Superioridad pidiendo auto-
rización respectiva para contraer matrimonio con la Sra. Keli Micheli Rojas Minchola, el
día 03MAY96”.
Por tanto, la cuestión que ahora corresponde analizar es la siguiente: ¿es admisible cons-
titucionalmente la exigencia de contar con autorización de la institución policial para que
sus efectivos, como el recurrente, puedan contraer matrimonio?
13. En primer lugar, el Tribunal ha de recordar que del artículo 4 de la Norma Fundamen-
tal no es posible derivar un derecho constitucional al matrimonio. En efecto, cuando dicho
precepto fundamental establece que el “Estado protege a la familia y promueve el matri-
monio”, reconociéndolos como “institutos naturales y fundamentales de la sociedad”,
con ello simplemente se ha limitado a garantizar constitucionalmente ambos institutos [la
familia y el matrimonio] con una protección especial, la derivada de su consagración en
el propio texto constitucional.
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15. Es bien cierto que, como sucede con cualquier otro derecho fundamental, el del libre
desarrollo de la personalidad tampoco es un derecho absoluto. En la medida en que su
reconocimiento se sitúa al interior de un orden constitucional, las potestades o facultades
que en su seno se pudieran cobijar, pueden ser objeto de la imposición de ciertos límites
o restricciones a su ejercicio.
En algunos casos, y por lo que hace a determinados derechos fundamentales, la Consti-
tución sujeta la actividad limitadora de los derechos fundamentales a la necesidad de que
se observe el principio de reserva de ley. Así sucede, por ejemplo, con los derechos a la
inviolabilidad del domicilio, a contratar con fines lícitos, a trabajar libremente, etc.
Sin embargo, ausente una reserva de ley en la disposición que reconoce un derecho fun-
damental, ello no quiere decir que mediante cualquier norma jurídica se pueda restringir
un derecho de por sí considerado limitable. En la STC 1091-2002-HC/TC, este Tribunal
sostuvo que la prohibición de deslegalización de la actividad limitadora de los derechos,
en tales casos, debe materializarse sobre base de los literales a) y b), inciso 24, artículo 2,
de la Constitución, que establece, en ausencia de una reserva legal, la sujeción al principio
de legalidad [fund. jur. 5].
La sujeción de toda actividad limitadora de un derecho fundamental al principio de re-
serva de ley o, en su defecto, al principio de legalidad, constituyen garantías normativas
con los que la Constitución ha dotado a los derechos fundamentales. El propósito que
ellos cumplen es sustraer tales restricciones del poder reglamentario del Ejecutivo o, en
general, de la competencia de cualquier órgano estatal que no represente directamente a
la sociedad y, por tanto, que con criterios de generalidad y abstracción puedan establecer
restricciones a su ejercicio.
Ese es el caso en el que se encuentra el ejercicio del derecho al libre desarrollo de la per-
sonalidad. Por un lado, en la medida en que el mismo derecho no se encuentra sujeto a una
reserva de ley y, por otro, que las facultades protegidas por este tampoco se encuentran
reconocidas de manera especial en la Constitución [como sucede, por el contrario, con las
libertades de tránsito, religión, expresión, etc.], el establecimiento de cualquier clase de lí-
mites sobre aquellas potestades que en su seno se encuentran garantizadas debe efectuarse
con respeto del principio de legalidad.
16. Ciertamente, los niveles de protección que han revestido constitucionalmente los
derechos fundamentales no se agotan con las “garantías normativas” [reserva de ley y
legalidad]. Aunque la Constitución de 1993 no contenga una cláusula semejante a las
existente en la Ley Fundamental de Bonn de 1949 o en la Constitución española de 1978,
en virtud de la cual se establezca que en la limitación de los derechos el legislador deberá
respetar su contenido esencial, lo cierto es que en nuestro ordenamiento tal limitación de
los derechos se deriva de la distinción de planos en los que actúa el Poder Constituyente
y el legislador ordinario.
Como este Tribunal lo ha recordado en la STC 0014-2002-AI/TC, el respeto al contenido
esencial de los derechos constituye un “límite implícito [del Poder Legislativo] derivado
de la naturaleza constituida de la función legislativa, que, desde luego, en modo alguno,
puede equipararse a la que supuso el reconocimiento del derecho, esto es, a la del Poder
Constituyente”. Y es que una cosa es limitar o restringir el ejercicio de un derecho cons-
titucional, y otra, muy distinta, suprimirlo. La limitación de un derecho no comporta su
supresión, sino solo el establecimiento de las condiciones dentro de las cuales deberá rea-
lizarse su ejercicio. “De ahí que el Tribunal Constitucional haya sido enfático en señalar
que no se puede despojar de contenido a un derecho so pretexto de limitarlo o, acaso, su-
primirlo, pues la validez de tales limitaciones depende de que ellas respeten el contenido
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esencial de los derechos sobre los cuales se practica la restricción” [Funds. jurs. 94 y 93,
respectivamente].
17. En ese sentido, encontrándose el legislador de los derechos fundamentales obligado
a respetar su contenido esencial, no basta que se satisfagan las garantías normativas a las
que antes se ha aludido para que se considere, sin más, que una limitación determinada no
constituye afectación de un derecho o, acaso, que la aplicación de una norma legal limi-
tadora, por el simple hecho de haberse establecido respetando tales garantías normativas,
no puede suponer la violación de un derecho constitucional.
Tal afirmación también es de recibo en el tratamiento constitucional al cual está sujeto
el derecho al libre desarrollo de la personalidad. En efecto, la sujeción al principio de
legalidad de la actividad limitativa de este derecho no puede entenderse en el sentido de
que basta que una ley o norma con rango de ley establezca un límite a cualquiera de las
potestades por él protegidas para que estas se consideren válidas en sí mismas, pues este
último juicio solo podrá considerarse constitucionalmente correcto si, a su vez, se respeta
el contenido constitucionalmente declarado del derecho y se satisfacen los principios de
razonabilidad y proporcionalidad.
18. En el caso, se ha acreditado que el recurrente fue sancionado a 18 días de arresto
simple como autor de la falta contra la obediencia, por haberse casado sin contar con la
autorización de la PNP. El Tribunal Constitucional considera que dicha sanción viola el
principio de legalidad y el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
A. En primer lugar, afecta el principio de legalidad, pues, como antes se ha expuesto, el ius
connubis está sujeto a la exigencia del literal a), inciso 24 artículo 2, de la Constitución.
Y, por tanto, no se puede sancionar a un servidor público por no haber solicitado su auto-
rización, como se ha hecho con el recurrente.
No enerva el juicio de haberse infringido el principio de legalidad, el hecho de que la
sanción haya sido impuesta en mérito del Régimen Disciplinario de la PNP, pues como se
expuso en el Fund. Jur. 24 de la STC 2050-2002-AA/TC, en el momento en que se juzga-
ron administrativamente los hechos, tal régimen disciplinario no había sido publicado en
el diario oficial El Peruano, conforme lo ordena el artículo 109 de la Constitución Política
del Estado, por lo que no era obligatoria.
Tampoco ponen en entredicho tal juicio los artículos 50 y 67 del Decreto Legislativo
N.° 745 [el primero de los cuales establece que se pasará al retiro al efectivo que no solici-
te autorización para contraer nupcias con un extranjero, y el segundo que “El personal de
la Policía Nacional en Situación de Actividad o Disponibilidad, para contraer matrimonio
con persona extranjera, requerirá autorización por Resolución del Director General de la
Policía Nacional”, y sobre cuyos alcances este Tribunal no se detendrá]. En efecto, tales
dispositivos legales no fueron de aplicación al caso del recurrente, dado que la persona
con la que se casó no era extranjera, y tampoco se le impuso la sanción de pase al retiro
por medida disciplinaria, porque sencillamente no era una norma aplicable.
B. En segundo lugar, el Tribunal considera que se ha violado el derecho al libre desarrollo de
la personalidad, puesto que así se hubiese satisfecho el principio de legalidad, la exigen-
cia de contarse con una autorización de la PNP para que uno de sus efectivos contraiga
matrimonio constituye una intolerable invasión de un ámbito de libertad consustancial a
la estructuración de la vida privada del recurrente. Este último, como todo ser humano,
es libre de decidir con quién contrae matrimonio y cuándo lo celebra, sin que para ello
requiera el visto bueno de un órgano estatal, por más que se preste servicios en dicha
institución.
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23. Respecto al primer asunto, el Tribunal debe destacar que, de conformidad con el
artículo 1 de la Constitución, la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad
son el fin supremo de la sociedad y del Estado. En ese sentido, el respeto por la persona
se convierte en el leitmotiv que debe informar toda actuación estatal. Para tales efectos, la
Constitución peruana no distingue a las personas por su opción y preferencias sexuales;
tampoco en función del sexo que pudieran tener. Se respeta la dignidad de la persona.
El carácter digno de la persona, en su sentido ontológico, no se pierde por el hecho de que
se haya cometido un delito. Tampoco por ser homosexual o transexual o, en términos gene-
rales, porque se haya decidido por un modo de ser que no sea de aceptación de la mayoría.
Como lo ha sostenido la Corte Suprema Norteamericana, “Estos asuntos, relativos a las
más íntimas y personales decisiones que una persona puede hacer en su vida, decisiones
centrales para la autonomía y dignidad personal, son esenciales para la libertad [...]. En la
esencia de la libertad se encuentra el derecho a definir el propio concepto de la existencia, el
significado del universo y el misterio de la vida humana. La creencia sobre estos asuntos o
la definición de los atributos de la personalidad no pueden ser formados bajo la compulsión
del Estado” [Planned Parenthood of Southeastern v. Casey, 505 US 833 (1992)].
Pero si no pueden ser formados bajo la compulsión del Estado, tampoco pueden conside-
rarse ilícitos desde el punto de vista del derecho, a no ser que con su ejercicio se afecten
bienes jurídicos. Forman parte de aquello que el derecho no puede regular. De ahí que
cuando el Estado, a través de uno de sus órganos, sanciona a un servidor o funcionario por
tener determinado tipo de relaciones con homosexuales o, como en el presente caso, con
un transexual, con independencia de la presencia de determinados factores que puedan re-
sultar lesivos a la moral o al orden público, se está asumiendo que la opción y preferencia
sexual de esa persona resulta ilegítima por antijurídica. Es decir, se está condenando una
opción o una preferencia cuya elección solo corresponde adoptar al individuo como ser
libre y racional.
24. Asimismo, considerando ilegítima la opción y determinada preferencia sexual de una
persona, con la consecuencia de sancionarla administrativamente, si es un servidor públi-
co, simultáneamente el Estado, de modo subrepticio, está imponiendo como jurídicamen-
te obligatorio lo que él, autoritariamente, o una mayoría, juzga como moralmente bueno.
En tales casos, el asunto es, como nuevamente lo ha expresado la Corte Suprema Norte-
americana [Lawrence v. Texas, 539 U.S. 558 (2003)], “si la mayoría puede usar el poder
del Estado para reforzar estos puntos de vista en la sociedad entera a través de operaciones
en la ley [...]”. Es decir, si el Estado puede declarar ilegal la elección de una persona, con-
forme a sus propios criterios, sobre qué es lo bueno o lo moralmente aceptable para él.
Evidentemente, en un Estado Constitucional de Derecho, que se sustenta en una comuni-
dad de hombres libres y racionales, las relaciones entre moral y derecho no se resuelven
en el ámbito de los deberes, sino de las facultades. Como lo afirma Gustavo Radbruch,
“El derecho sirve a la moral no por los deberes jurídicos que ordena, sino por los derechos
que garantiza; está vuelto hacia la moral por el lado de los derechos y no por el lado de los
deberes. Garantiza derechos a los individuos, para que puedan cumplir mejor sus deberes
morales. (...) El orgullo moral, que siempre va unido a lo que el hombre se da a sí mismo,
va ligado en los derechos subjetivos a lo que uno aporta a los demás; el impulso y el inte-
rés, encadenados siempre por la norma, quedan ahora libertados por la misma norma. Mi
derecho es, en el fondo, el derecho a cumplir con mi deber moral. En sus derechos lucha el
hombre por sus deberes, por su personalidad” [Gustavo Radbruch, Filosofía del derecho,
Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid 1952, p. 63].
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Con tales afirmaciones, el Tribunal no alienta que al interior de las instalaciones de la Po-
licía Nacional del Perú, sus miembros puedan efectuar prácticas homosexuales; tampoco,
por cierto, heterosexuales [cf. ordinal “g” del fundamento jurídico 85 de la STC 0023-
2003-AI/TC]. Lo que juzga inconstitucional es que, inmiscuyéndose en una esfera de la
libertad humana, se considere ilegítima la opción y preferencia sexual de una persona y, a
partir de allí, susceptible de sanción la relación que establezca con uno de sus miembros.
Por tanto, este Tribunal considera que es inconstitucional que el recurrente haya sido
sancionado por sus supuestas relaciones “sospechosas” con un transexual.
Exceso de poder administrativo y potestad sancionatoria de la administra-
ción
25. Por último, la invalidez del acto administrativo sancionador también se deriva de
su manifiesta incoherencia lógica. Efectivamente, en un primer momento, allí se afirma
que las relaciones de convivencia con una persona de su mismo sexo fueron conocidas
plenamente por el recurrente, pues pese a la plastía realizada a aquella en sus órganos ge-
nitales, este pudo “percatarse y tener conocimiento” de ello, “en su condición de auxiliar
de enfermería”.
No obstante, inmediatamente después, pretendiéndose corroborar la afirmación anterior,
la emplazada afirma que dicho conocimiento de las anomalías físicas en sus órganos
genitales se acreditó “posteriormente con el reconocimiento médico legal”. Según este,
“Actualmente no se puede definir el sexo inicial del paciente por existir plastía previa en
órganos genitales. D/C: HERMAFRODITISMO (...)”.
Dicho en otros términos, lo que para un médico legista no es perceptible y, por tanto, no
se puede definir [el sexo inicial del paciente], sí pudo y debió conocerlo el recurrente “en
su condición de auxiliar de enfermería”. Se trata, evidentemente, de una afirmación que
contiene una contradictio in abyecto, que, por sí misma, no podía servir de base suficiente
para sancionar administrativamente –si es que, acaso, tal argumento fuera relevante– al
recurrente.
26. No obstante lo dicho, tal vez quepa entender que el argumento para sancionar al re-
currente se haya sustentado, además, en la “sospecha” que debió tener tras la realización
de una plastía en los órganos genitales, pues al fin y al cabo, en su condición de auxiliar
de enfermería, podía distinguir en los órganos genitales de su pareja la realización de una
plastía. Tal argumento, a juicio del Tribunal, es insuficiente y hace que la sanción impues-
ta al recurrente sea desproporcionada. Y es que, como tal, la realización de una plastía
no es evidencia de una alteración del sexo de una persona, pues la plastía también puede
utilizarse con medios meramente estéticos.
Cabe ahora preguntarse si tal sanción afecta al contenido constitucionalmente protegido
de un derecho fundamental. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional considera que
el derecho afectado no es otro que el debido proceso sustantivo en sede administrativa. En
efecto, como en diversas oportunidades lo ha recordado este Colegiado, la dimensión sus-
tantiva del debido proceso administrativo se satisface, no tanto porque la decisión sancio-
natoria se haya expedido con respeto de los derechos constitucionales de orden procesal,
sino, por lo que al caso importa resaltar, cuando la sanción impuesta a una persona no se
encuentra debidamente fundamentada, sea irrazonable o excesiva, de cara a las supuestas
faltas que se hubieran podido cometer, como ha sucedido en el presente caso.
En ese sentido, también se ha acreditado que la emplazada violó el derecho al debido
proceso sustantivo en sede administrativa del recurrente.
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27. De acuerdo con el artículo 1 de la Ley N.° 23506, el objeto de los procesos consti-
tucionales de la libertad es volver las cosas al estado anterior a la violación del derecho
constitucional. Como tal, supone que cuando se haya advertido en un acto la lesión de un
derecho fundamental, este sea objeto de una declaración de nulidad y, consiguientemente,
se repongan las cosas al estado inmediatamente previo a cuando se realizó la violación del
derecho fundamental.
Sin embargo, como sucede con cualquier otro proceso, para que se pueda expedir una
sentencia de mérito, es preciso que se satisfagan determinadas condiciones de la acción,
es decir, aquellos requisitos que el legislador haya establecido, siempre que estos resulten
razonables y no afecten al contenido constitucionalmente protegido del derecho de solici-
tar la tutela jurisdiccional del Estado.
28. En el caso de autos, la recurrida ha desestimado la demanda señalando que esta fue
interpuesta extemporáneamente, en tanto que la Resolución Regional N° 062-IV–RPNP–
UP.AMDI, que dispone su pase de la situación de actividad a la de disponibilidad, se
expidió con fecha 28 de agosto de 1996, mientras que la demanda se interpuso con fecha
29 de diciembre de 2003, esto es, fuera del plazo establecido en el artículo 37 de la Ley
N.° 23506.
Para enervar las razones de la recurrida, en su recurso extraordinario el recurrente ha sos-
tenido que la iniciación y desarrollo del proceso ante la jurisdicción castrense interrumpió
el plazo, por lo que una vez que culminó dicho proceso con una sentencia absolutoria, el
plazo se debería computar a partir del día siguiente en que se denegó su solicitud de nuli-
dad de la Resolución Directoral N.° 728-2000-DGPNP/DIPER, que lo pasó a la situación
de retiro, esto es, a partir del día siguiente en que se le notificó la Resolución Ministerial
N.° 1701-2003-IN/PNP. Tal hecho –indica– finalmente ocurrió el 14 de octubre de 2003,
entre tanto la demanda se interpuso el 29 de diciembre del mismo año, es decir, dentro del
plazo establecido en el artículo 37 de la Ley N.° 23506.
29. El Tribunal Constitucional comparte parcialmente el criterio del recurrente. En efecto,
conforme se aprecia de autos, y se ha narrado en diversas partes de esta sentencia, el re-
currente fue sancionado administrativamente –la última sanción con el pase a la situación
de disponibilidad– por la supuesta comisión de faltas administrativas contra el decoro y el
espíritu policial, contempladas en el no publicado Reglamento del Régimen Disciplinario
de la PNP, mientras que el proceso penal-militar se le siguió por los delitos contra el honor,
decoro y deberes militares y desobediencia.
Esto quiere decir que, sin perjuicio de considerarse que los actos analizados presuntamen-
te constituían la comisión de algunos delitos no sancionados administrativamente [v. gr.
los delitos contra el honor y deberes militares], en el proceso militar –que culminó con
la absolución del recurrente– se volvió a juzgarlo por la supuesta infracción de bienes
jurídicos que ya habían sido objeto de pronunciamiento en sede administrativa [i.e. des-
obediencia y decoro].
En el párrafo 10 del fundamento jurídico 17 de la STC 2050-2002-AA/TC, este Tribunal
sostuvo que cuando una conducta afecta simultáneamente a bienes jurídicos administra-
tivos y penales-militares, la eventual sanción administrativa “solo podrá darse una vez
finalizado el proceso penal, pues si bien en sede judicial no se sancionará por la comisión
de una falta administrativa, sino por la comisión de un ilícito (penal), la autoridad admi-
nistrativa está vinculada por los hechos declarados como probados en sede judicial”.
En mérito de ello, el Tribunal Constitucional considera que el plazo de caducidad contem-
plado en el referido artículo 37 de la Ley N.° 23506, en el caso, debe computarse a partir
105
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Ha resuelto
1. Declarar FUNDADA la demanda.
2. Ordena que la emplazada reincorpore al servicio activo a don José Antonio Álva
rez Rojas, reconociéndole su tiempo de servicios como reales y efectivos.
Publíquese y notifíquese.
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
106
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J2
EXP. Nº 632-99-LIMA
Sala de Familia
10 de mayo de 1999
Vistos
Interviniendo como Vocal ponente el señor Carrión Lugo; con la participación además de los
señores Vocales Ferreyros Paredes y Ramos Lorenzo; en la causa seguida por don Carlos Au-
gusto Catter Siveroni con doña María Teresa Vergara Larrea, sobre separación de cuerpos por
mutuo disenso.
Materia de la consulta
La sentencia de fojas ciento treintinueve su fecha ocho de marzo de mil novecientos no-
ventinueve, que declara la disolución del vínculo matrimonial.
Considerando
Primero.- Que, según el texto de la demanda de fojas seis, de fecha once de enero de mil
novecientos noventa, don Carlos Augusto Catter Siveroni y doña María Teresa Vegara La-
rrea de Catter, solitan la “separación de cuerpos y posteriormente disolución del vínculo
matrimonial”, que contrajeron el veintitrés de diciembre de mil novecientos setentidós.
Segundo.- Que, ambos coaccionantes refieren que en dicha unión conyugal procrearon
dos hijos: Giannid Marietta y Carlo Branko Catter Vergara; y, que adquirieron el inmue-
ble ubicado en la Manzana “H”, Lote 21, de la Urbanización Monterrico Sur, distrito de
Santiago de Surco, así como muebles y menajes propios del hogar.
Tercero.- Que, en la misma demanda acordaron, en cuanto al inmueble mencionado que,
“quedará definitivamente en usufructo tanto de la demandante María Teresa Vergara La-
rrea de Catter como de sus hijos: Giannid Marietta y Carlo Branko Catter Vergara; y, que
en el caso que la coactora adquiera nuevo compromiso, dicho bien quedará en exclusiva
propiedad de los hijos.
Cuarto.- Que tales acuerdos fueron ratificados en el comparendo llevado a cabo el día
veintiocho de junio de mil novecientos noventa, cuya acta corre a fojas nueve; con el agre-
gado que establece que el padre se compromete a solventar directamente todos los gastos
que ocasionen los estudios superiores de sus dos hijos.
Quinto.- Que, no obstante tales acuerdos, y cuando se había vencido en exceso el pla-
zo de treinta días naturales posteriores a la audiencia para poder revocar su consenti-
miento cualquiera de las partes, conforme lo dispone el artículo 344 del Código Civil,
don Carlos Augusto Catter Siveroni, en forma unilateral, mediante escrito de fecha
diecisiete de agosto de mil novecientos noventidós, corriente a fojas quince, argu-
yó después de dos años en el sentido que el citado inmueble constituye un bien pro-
pio, y que lo consignado en la demanda de fojas seis obedece a un error; posición que
no fue puesta en conocimiento formalmente de la codemandante doña María Teresa
107
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Vergara Larrea; y, sin embargo, dicho temperamento fue recogido en la sentencia de se-
paración de cuerpos.
Sexto.- Que, de tal circunstancia se infiere que entre ambos cónyuges colitigantes hay
discrepancia sobre la propiedad del anotado bien inmueble.
Sétimo.- Que, al respecto cabe incidir, que en la separación de cuerpos por mutuo disen-
so, ahora separación convencional y divorcio ulterior, previsto en el invocado inciso 11)
del artículo 333 del Código Civil, se establece como requisito especial para su obtención y
la posterior disolución del vínculo matrimonial, el acuerdo de ambos cónyuges, respecto
a todos los puntos que contiene la demanda.
Octavo.- Que, siendo ello así, resulta evidente que hay un conflicto de intereses entre
ambos cónyuges respecto al nombrado inmueble; pues, por un lado, ambos afirman en la
demanda de separación que se trata de un bien adquirido dentro del matrimonio, lo que
ratificaron en la diligencia del comparendo; y, sin embargo, en el primer otrosí del men-
cionado escrito de fojas quince, presentado posteriormente por don Carlos Augusto Catter
Siveroni, asocia inconsultamente el nombre de su cónyuge, quien no firma tal escrito, y en
él expresa en forma unilateral que el referido inmueble es un bien propio que le transfirió
su señora madre.
Noveno.- Que, asimismo, se advierte de autos que el mencionado escrito del coaccio-
nante está autorizado por el abogado don Luis Castro Roldán, quien también autorizó la
demanda de los coaccionantes; de donde resulta que ahora dicho letrado solo defiende los
intereses del coaccionante, don Carlos Augusto Catter Siveroni, mas no los de su cónyu-
ge, doña María Teresa Vergara Larrea; y, así resulta que se pretende variar la demanda,
sin conocimiento ni el consentimiento de la coaccionante, quien queda indefensa; pues
las notificaciones de los actos procesales producidos están dirigidos solo al domicilio
procesal de dicho letrado, que ya no patrocina a la coaccionante.
Décimo.- Que, en tales circunstancias, la cónyuge no tuvo noticias del desarrollo del
proceso; y, por ende, no pudo interponer los medios impugnatorios que la ley le franquea
contra las resoluciones que le son desfavorables.
Undécimo.- Que, por otro lado, resulta que, tanto el documento de fojas trece, repetido
a fojas setentidós, como la constancia de foja ochentiocho, presentados por don Carlos
Augusto Catter Siveroni, pretendiendo acreditar la propiedad del aludido inmueble, son
contradictorios, pues, el último documento citado, fechado el ocho de diciembre de mil
novecientos ochentiuno, describe que el coaccionante es propietario del inmueble ubica-
do en la Manzana “H”, Lote 21 de la Urbanización Monterrico Sur, distrito de Santiago
de Surco, y bajo el pretexto de detentar la propiedad de dicho terreno, obtiene el préstamo
de una suma de dinero destinada a la construcción de la fábrica sobre el aludido predio, en
cuya constancia se lee: “del cual es titular propietario”; sin considerar que posteriormente
el siete de abril de mil novecientos ochentiséis, después de cuatro años y cuatro meses,
recién aparece que doña Dina Siveroni Romero, le transfiere el citado inmueble, conforme
se advierte de los aludidos documentos privados de fojas trece y setentidós; es decir, que
según dichos instrumentos solicitó el préstamo para construir sobre un lote de terreno aje-
no, cuya voluntad de transferírselo, quien figuraba como su propietario, se expresa años
después.
Duodécimo.- Que, asimismo, lo expresado en el considerando anterior también contra-
dice la minuta de fojas cincuentiuno, su fecha treinta de abril de mil novecientos ochen-
tiséis; pues, en dicho documento aparece que la Cooperativa de Vivienda Monterrico Sur
Limitada les adjudicó el mismo bien a ambos cónyuges.
Décimo Tercero.- Que, igualmente, resulta de autos que tanto la sentencia de vista de
fojas veinticuatro, su fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos noventitrés, como
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LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
109
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J3
CAS. N° 3730-2000-LIMA
Lima, 12 de abril del 2001
Considerando
Primero.- Que, con la demanda de fojas 22 Carlos Augusto Grillo Arciniaga y su cónyu-
ge Blanca Sandra Ponce de León Ceruti peticionaron se declare la separación de cuerpos,
la extinción del régimen patrimonial de sociedad de gananciales y el divorcio ulterior,
manifestando que en su matrimonio no han procreado hijos, que se han separado de hecho
y que quieren separarse de derecho conforme a la propuesta que adjuntan.
Segundo.- Que, mediante la sentencia de fojas 63 el Juez amparó la demanda y declaró
separados a los demandantes, suspendida las obligaciones de lecho y habitación y fene-
cida la sociedad de gananciales; aprobando la propuesta de convenio y disponiendo entre
110
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
otros que el cónyuge acuda con una pensión mensual de S/. 2.000,00 nuevos soles a favor
de su cónyuge Blanca Sandra Ponce de León Ceruti.
Tercero.- Que, habiendo transcurrido el plazo de ley, el juzgado por resolución de fojas 73
declaró fundada la solicitud de los cónyuges para la disolución del vínculo matrimonial,
la que fue apelada a fojas 95 por el señor Grillo quien manifestaba que en la propuesta de
convenio referente a los alimentos se estableció tácitamente la obligación de pasarlos solo
hasta la disolución del vínculo matrimonial.
Cuarto.- Que, finalmente la Sala Superior por la resolución que se vienen impugnando ha
entendido que la pensión de alimentos solo rige hasta que la resolución de disolución del
vínculo quede ejecutoriada.
Quinto.- Que, la recurrente ha alegado incongruencia en la resolución de vista por cuanto
indica se habría ido mas allá del acuerdo de las partes, sin embargo como se ha señala-
do en la ejecutoria suprema casación 2474-99 el término “congruencia” (procesal) debe
reservarse para aludir a la correspondencia que debe existir entre los puntos materia del
petitorio y lo resuelto en la sentencia, no existiendo al respecto vulneración en tanto se
demandó separación convencional y divorcio ulterior y sobre ello han resuelto las senten-
cias.
Sexto.- Que, el Art. 348 del Código Civil dispone que en el caso de separación conven-
cional el Juez fija los alimentos observando, en cuanto sea conveniente, lo que ambos
cónyuges acuerden.
Sétimo.- Que, toda regla de derecho necesita de la interpretación para su aplicación, y aún
el que sostenga lo contrario, por considerar que la idea es clara, está realizando una in-
terpretación gramatical que, por prescindir de las reglas de la hermeneútica, lo conducirá
inevitablemente a un error.
Octavo.- Que, precisamente la casación tiene como uno de sus fines uniformar la inter-
pretación de las normas materiales del derecho, de tal manera que negar la interpretación
es negar los fines de la casación.
Noveno.- Que, como sostiene Andreas Von Tuhr: “Lo decisivo no es la letra, sino el senti-
do de la Ley. La determinación del sentido se llama interpretación. No hay Ley, por muy
bien redactada que esté, que no necesite interpretarse, pues las normas jurídicas se formu-
lan ordinariamente de un modo abstracto, y necesariamente tienen que dar lugar a dudas
muchas veces en su aplicación a los casos concretos” (parte General del Derecho Civil,
Madrid 1927, página 10). Un autor más actual, el profesor Alberto Trabucchi expresa:
“En un sistema cuya base es que la norma imperativa debe aplicarse, exigencia primera
es la de su interpretación. Consideramos a esta preliminar actividad congnositiva, la prin-
cipal obligación del jurista, el que, aunque debe ser un técnico, por encima de todo no
puede olvidar que es un miembro activo de la colectividad, para cuya vida y desarrollo el
derecho es un instrumento esencial. Las normas fundamentales interpretativas, así como
los resultados de una larga tradición doctrinal al punto (hermenéutica jurídica) constitu-
yen elementos esenciales en la vida de derecho…” (Instituciones del Derecho Civil, Tomo
Uno página 45, Madrid 1967).
Décimo.- Que, según lo expresa el Art. 350 del Código Civil con el divorcio cesa la obli-
gación de alimentarse entre cónyuges, por lo que existiendo norma que regula al respecto,
corresponde a las partes en los casos de separación convencional expresar en el convenio
su intención contraria, esto es pactar que la obligación se extenderá más allá de la disolu-
ción del vínculo matrimonial.
Décimo Primero.- Que, en el caso de autos las partes al ofrecer su propuesta no esta-
blecieron acuerdo en contrario sobre lo dispuesto por el Art. 350 del Código material,
111
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
existiendo un motivo legal para que se considere una voluntad tácita de limitación de los
alimentos.
Décimo Segundo.- Que, no habiéndose presentado las causales denunciadas, estando a
las consideraciones a las que se arriba, y a lo prescrito en el Art. 397 del C.P.C. acotado,
se declara INFUNDADO el Recurso de Casación de fojas 140; en consecuencia NO
CASAR la resolución de vista de fojas 121, su fecha 30 de octubre del 2000; CONDE-
NARON a la recurrente al pago de las costas y costos originados en la tramitación del
recurso así como a la multa de 02 URP; ORDENARON publicar la presente resolución
en el diario oficial El Peruano; en los seguidos por Blanca Sandra Ponce de León Ceruti y
Carlos Augusto Grillo Arciniega con el Ministerio Público, sobre Separación Convencio-
nal y Divorcio Ulterior; y los devolvieron.
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LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J4
CAS. Nº 1930-99-LA LIBERTAD
Dictamen Nº 230-99
Lima, 4 de noviembre de1999
113
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Considerando
Primero.- Que, el artículo 351 del Código Civil, dispone que si los hechos que han de-
terminado el divorcio comprometen gravemente el legítimo interés personal del cónyuge
inocente, el Juez podrá concederle una suma de dinero por concepto de reparación del
daño moral.
Segundo.- Que, las sentencias inferiores han establecido que precisamente por los he-
chos que han determinado el divorcio se concede a la demandante una indemnización de
S/. 3.000,00 por el daño moral.
Tercero.- Que, por ello para revertir esta situación tendría que hacerse una nueva valora-
ción de los hechos que han dado lugar al divorcio, lo que no está permitido en la casación,
que solo versa sobre cuestiones de iure o de derecho, porque de acuerdo con el artículo
348 del C.P.C., el Recurso de Casación tiene por fines esenciales la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo.
Cuarto.- Que, en consecuencia, no ha existido una interpretación errónea del artículo 351
del Código Civil, de acuerdo con la calificación de los hechos realizada por las instancias
inferiores.
Quinto.- Que, por las razones expuestas, no presentándose la causal del inciso 1 del
artículo 386 del C.P.C. y aplicando el artículo 398 del Código Adjetivo, con lo expuesto
por el Dictamen Fiscal, declararon: INFUNDADO el Recurso de Casación de fojas 342,
interpuesta por don Carlos César Vértiz Colopú, contra la sentencia de vista de fojas
336, su fecha 9 de julio del presente año; CONDENARON al recurrente al pago de las
costas y costos originados en la tramitación del recurso; así como a la multa de 2 URP;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Sharon Daphne Gutiérrez Cotrina contra Carlos
César Vértiz Colopú, sobre divorcio; y los devolvieron.
SS.
URRELLO A.
ORTIZ B.
SÁNCHEZ PALACIOS O.
ECHEVARRÍA A.
CASTILLO LA ROSA S.
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LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J5
EXP. Nº 018-96-I/TC-LIMA
Nugent : Presidente
Acosta Sánchez : Vicepresidente
Aguirre Roca
Díaz Valverde
Rey Terry
Revoredo Marsano
García Marcelo
Actuando como Secretario Relator (e), el doctor José Luis Echaíz Espinoza, pronuncia la
siguiente sentencia; con el voto discordante del Magistrado José García Marcelo.
Asunto
Demanda de inconstitucionalidad interpuesta por el defensor del Pueblo, don Jorge Vi-
cente Santisteban de Noriega, contra el artículo 337º del Código Civil, promulgado me-
diante el Decreto Legislativo Nº 295.
Antecedentes
Admitida a trámite con fecha 3 de enero de 1997; se ordenó el traslado legal correspon-
diente al Congreso de la República, que en Sesión de Mesa Directiva, de fecha 30 de
enero de 1997 nombró como apoderado del Congreso al señor Congresista, don Jorge
Muñiz Zichez, ante este Tribunal.
1. La demanda
La demanda de inconstitucionalidad se interpone contra el artículo 337, del Código Civil,
que dispone: “La sevicia, la injuria grave y la conducta deshonrosa son apreciadas por el
Juez teniendo en cuenta la educación, costumbre y conducta de ambos cónyuges”.
Respecto al texto transcrito el accionante expresa, principalmente, lo siguiente:
a) El artículo 337 del Código Civil de 1984, viola el derecho fundamental a la igualdad
ante la ley.
Este derecho está reconocido en el artículo 2, inciso 2), de la Constitución de 1993, así
como también está previsto en el artículo 26 del Pacto Internacional de los Derechos Ci-
viles y Políticos y en el artículo 24 de la Convención de Derechos Humanos.
Aplicando el test de razonabilidad al artículo 337, se concluye que este es discriminatorio,
por las siguientes razones: a) El citado artículo coloca a las personas de escasa educación
o de pocos recursos económicos en una situación de desventaja en relación con aquellas
115
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
personas que sí poseen estudios o una buena posición económica; b) Si bien la finalidad
de preservar el vínculo matrimonial es legítima, la regulación restrictiva del divorcio en
el Código Civil vigente es una muestra de que existen otros medios que pueden conducir
al fin, sin sacrificar el principio constitucional de igualdad; c) El derecho a la vida, a la
integridad física, psíquica y moral así como el derecho al honor y a la buena reputación
son más importantes que la preservación del vínculo matrimonial; d) No se explica por
qué la conducta de ambos cónyuges debe apreciarse solo en las tres causales aludidas
en el artículo 337 y no en las otras, a no ser que se pretenda mantener diferenciaciones
históricamente muy arraigadas, y que han situado a vastos sectores de la población en una
posición desventajosa y abiertamente contraria al principio de igualdad.
b) El artículo 337 del Código Civil de 1984, viola el derecho fundamental a la vida, a la
integridad moral, psíquica y física.
La violencia contra la mujer, en cualquiera de sus formas, constituye una violación de los
derechos humanos, especialmente del derecho a la vida y a la integridad física, psíquica y
moral, recogido en el artículo 2, inciso 1) de la Constitución Política del Perú.
El derecho a la vida se encuentra reconocido también en el artículo 6 del Pacto Interna-
cional de los Derechos Civiles y Políticos, y en el artículo 4 de la Convención Americana
de los Derechos Humanos, norma que reconoce también, en su artículo 5, el derecho a la
integridad personal.
La norma impugnada que señala que la violencia física y psicológica se valora teniendo
en cuenta la educación, costumbres y conducta de los cónyuges, determina que la protec-
ción de los derechos humanos depende del grado de instrucción y del estrato social al que
pertenezca su titular.
c) El artículo 337 del Código Civil de 1984, viola el derecho fundamental al honor y a
la buena reputación.
La jurisprudencia ha definido la injuria grave como toda ofensa inexcusable e inmotivada
al honor y a la dignidad de un cónyuge, producida en forma intencional y reiterada por el
cónyuge ofensor, haciendo insoportable la vida en común.
La doctrina ha definido el honor como el sentimiento de autoestima, la apreciación posi-
tiva que la persona tiene de sí misma y de su actuación. La reputación es la cara opuesta,
porque es la buena idea que los demás se hacen de una persona. El honor y reputación son
derechos complementarios de la persona y esenciales para que pueda convivir en socie-
dad.
No se entiende por qué la valoración de la injuria grave dependa de la condición social de
los cónyuges. Ante idénticos insultos una persona de escasa educación puede sentirse tan
ultrajada como un profesional adinerado. El derecho constitucional al honor y a la buena
reputación debe protegerse al margen de la instrucción de la persona y del estrato social
al que pertenezca.
La Constitución de 1993 reconoce el derecho fundamental al honor y la buena reputación
en su artículo 2, inciso 7). Este derecho se encuentra también reconocido en el artículo 17
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 11 de la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos.
d) El artículo 337 del Código Civil de 1984, viola los derechos fundamentales a la paz,
a la tranquilidad y a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la
vida.
La aplicación del artículo 337 del Código Civil trae como consecuencia que aquellas
personas cuyas demandas de separación de cuerpos o de divorcio sean desestimadas en
atención a su educación y costumbre, continúen soportando hechos de violencia, agravios
116
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
2. Contestación de la demanda
Absolviendo el trámite de contestación de la demanda, el Congreso, a través de su apode-
rado, el señor Congresista Jorge Muñiz Sichez, la niega y contradice en todas sus partes,
principalmente, por los siguientes fundamentos:
a) El artículo 337 del Código Civil no viola el derecho a la igualdad ante la ley.
El primer deber de protección que tiene el Estado recae en la familia, por eso es que en el
artículo 337 del Código Civil le otorga facultad al juez para poder analizar las situacio-
nes en las que se han producido la sevicia, injuria grave o conducta deshonrosa a fin de
determinar si constituyen causal de separación de cuerpos, siempre teniendo en cuenta la
conservación de la familia.
El reconocimiento del matrimonio y la familia como institutos naturales de la sociedad los
coloca como precedentes en un orden de prioridad. Estas instituciones existen antes de la
ley. La ley solo las reconoce, lo que equivale a decir que la sociedad tiene base en ellos
por lo que están investidos de protección y conservación.
El artículo 337 del Código Civil no viola el derecho a la igualdad ante la ley. Basa su
fundamento en lo señalado por el constitucionalista José Coloma Marquina, el cual ma-
nifiesta que el Tribunal Constitucional español ha dividido en dos áreas la protección al
principio de igualdad, desigualdad en la ley y desigualdad en la aplicación de la ley. Con-
tinúa diciendo que, “El Tribunal Constitucional analiza la supuesta desigualdad cuando
esta nace de la Ley, determinando primero, si existe una causa objetiva y razonable que
fundamenta la no igualdad; y segundo, si dicha desigualdad está desprovista de una jus-
tificación también objetiva y razonable, debiendo haber una relación de proporcionalidad
entre medios y fin...”.
Es distinto el caso de la desigualdad en la aplicación de la ley: citando al constituciona-
lista José Coloma, el demandante sostiene que se viola el principio en la aplicación de
la ley, cuando un mismo precepto se aplica a casos iguales con notoria desigualdad por
motivos arbitrarios, desigualdad que es sinónima para el Tribunal Constitucional español,
de conducta arbitraria. A diferencia del test que se aplica en casos de desigualdad en la
ley, donde la razonabilidad se mide en función de la propia norma, en la desigualdad por
aplicación de la ley, esta se mide respecto a la aplicación de la norma al caso concreto;
así serán razonables las subnormas deducidas de la norma aplicable de acuerdo a cómo
fueron utilizadas. En el control de igualdad en este caso, lo fundamental para el órgano de
protección de la igualdad, sino plasman una adecuada tutela judicial.
b) El artículo 337 del Código Civil no viola el derecho a la vida y a la integridad moral,
psíquica y física.
Según los demandados, que citan a José Rubén Taramona, la sevicia puede definirse como
el trato cruel que da uno de los cónyuges al otro, actos vejatorios realizados a fin de pro-
ducir un sufrimiento que logre exceder el respeto entre marido y mujer. La sevicia “Se
expresa por maltratos físicos, siendo apreciada por los daños materiales que produce.
Lo que busca el cónyuge agresor es el sufrimiento del otro cónyuge logrando exceder el
mutuo respeto entre marido y mujer”.
Considera la parte demandada que el artículo 337 no contribuye a la violación de estos de-
rechos, pues el juez debe calificar la voluntad del infractor y la calidad del receptor debido
117
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
a que el grado del agravio depende sustancialmente de la forma en que sean apreciados y
percibidos los hechos por la víctima en ese momento.
Lo que puede ser sevicia para unos, calificada como una causal de separación de cuerpos
puede ser tolerable para otros, por lo que no daría lugar al fundamento de la demanda.
Está condicionado al arbitrio judicial, a la interpretación del juez teniendo en cuenta las
condiciones socioeconómicas y culturales del cónyuge que invoca la acción, evaluando si
las causas del maltrato fueron graves o no, si se trata de un hecho aislado o de un verdade-
ro hábito; si los hechos ocurrieron en público o en privado, o si el uso de la fuerza ocurrió
en defensa de un derecho o arbitrariamente.
c) El artículo 337 del Código Civil no viola el derecho al honor y la buena reputación.
Cada persona tiene un conjunto de características propias que constituyen su identidad,
por lo tanto, si para unas personas las causales previstas en el artículo 337 del Código Ci-
vil pueden ser una grave ofensa, para otros no puede serlo en razón de su comportamiento
habitual, costumbres o educación, u otros factores.
Por otra parte, los demandados señalan que “la injuria grave está relacionada a las
ofensas que se realizan al honor y dignidad del cónyuge, producidas en forma reiterada
e intencional por el agresor haciendo insoportable la vida en común. Esta puede darse
en forma escrita, verbal, actitudes que denotan un ultraje y que representen un vejamen
hacia la personalidad y dignidad”. Como atenuación parcial, sostienen, que hay que
tener en cuenta que los Tribunales aceptan como principio jurídico el aforismo clásico
scienti et consentienti non fit injuria (Al que conoce y consiente, no se le causa injuria
o perjuicio).
d) Respecto a la violación al derecho a la paz, a la tranquilidad y a gozar de un ambiente
equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida.
La conducta deshonrosa consiste en la realización de hechos carentes de honestidad que
atentan contra la estimación y respeto que deben existir entre los cónyuges a fin de lograr
la armonía conyugal. La parte demandada no expone mayores argumentos de contesta-
ción, respecto a este punto.
Finalmente, considera que la norma contenida en el artículo 337 del Código Civil, no es
inconstitucional en tanto que ella solo faculta al juez “a tener en cuenta” ciertos criterios
en función de la naturaleza de las causales invocadas, pues estas se constituyen luego en
juicio valorativo.
Habiendo examinado los argumentos expuestos en la demanda y en la contestación de
la misma, así como los manifestados a la vista de la causa, y los propios de los señores
magistrados; encontrándose los miembros del Tribunal en aptitud de emitir su voto, y
habiéndose efectuado la votación en el Pleno convocado, para tal efecto por el Presidente
del Tribunal;
Fundamentos
Considerando
1. Que se ha planteado la presente acción con el objeto de que el Tribunal Constitucio-
nal declare la inconstitucionalidad del artículo 337 del Código Civil, que establece que
“La sevicia, la injuria grave y la conducta deshonrosa son apreciadas por el juez teniendo
en cuenta la educación, costumbre y conducta de ambos cónyuges”; que la mencionada
disposición se relaciona sistemáticamente con las causales de separación de cuerpos pre-
vistas en los incisos 2, 4 y 6 del artículo 333 del mismo cuerpo legal y con las causales de
divorcio vincular, conforme al artículo 349 del Código Civil.
118
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
119
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
artículo impugnado del Código Civil, es una violencia alegada como fundamento por la
presunta víctima para solicitar la separación de cuerpos o el divorcio, por lo que no cabe
presumir que ha consentido con ella, o que la ha perdonado, sino más bien, que no está
dispuesto a tolerarla ni por costumbre, ni por miedo a la separación o al divorcio, ni por
su grado de educación o cultura; que la existencia de violencia debe ser comprobada por
el juez respecto a su debida existencia de modo objetivo; que, planteada la demanda de
separación de cuerpos o de divorcio por el cónyuge agredido, y comprobada la existencia
de violencia por acto o por conducta del otro cónyuge queda configurada y tipificada la
circunstancia a que se refieren los artículos 333 y 349 del Código Civil como causal de
separación de cuerpos y de divorcio vincular, pues la violencia no deja de ser tal por el
hecho de que quien la realiza o el que la sufre, o ambos, tengan determinado nivel de edu-
cación o cultura, o vivan en un ambiente donde se acostumbre aceptarla, pues en todos los
casos vulnera la integridad física y psíquica de la víctima, así como su dignidad y derecho
a vivir en paz; que, en consecuencia, siempre que hayan indicios de violencia física o
psicológica por uno de los cónyuges debe bastar la exigencia de la presunta víctima a la
separación de cuerpos o al divorcio para que sea admitida como presunta causal y pueda
iniciarse el proceso; que, dentro del proceso, una vez comprobada fácticamente la vio-
lencia, queda probada también la vulneración a los principios constitucionales precitados,
y no cabe, por ende, supeditar su carácter de causal, a la educación o conductas de los
cónyuges.
Que, en cuanto a la costumbre, si bien es cierto que en algunos lugares del territorio
peruano, o entre algunas parejas, socialmente se acepta la violencia del marido sobre la
mujer, ello no justifica que el Estado recoja esa costumbre por el simple hecho de ser tal,
y la plasme legislativamente, porque es deber del Estado y de este Tribunal orientar a la
sociedad peruana hacia un status cada vez mas civilizado y justo. Costumbres que vulne-
ran derechos fundamentales como el de la integridad física y psicológica, el de la igualdad
de los seres humanos, el de la dignidad personal y el derecho a gozar de una vida en paz,
deben ser erradicadas de la sociedad por el Estado. La violencia entre marido y mujer,
sin importar dónde ocurra, o qué arraigada esté, es siempre violatoria de tales derechos
constitucionales que protegen a los seres humanos, todos ellos con dignidad, tengan o no
cultura, tengan o no educación, tengan o no el peso de una costumbre primitiva y degra-
dante.
Que, respecto a la injuria grave, como causal de separación de cuerpos y de divorcio, la
“gravedad” es condición para que la injuria constituya causal; que la gravedad de la inju-
ria depende del sentimiento subjetivo, particular e interno que ocasiona en la víctima, y
que la intensidad de ese sentimiento depende a su vez, del sentido de honor que ella tenga
de sí misma.
Que el honor interno de cada persona, es decir la apreciación que de sus propios valores
y virtudes tiene, debe diferenciarse del honor externo, que es la percepción que tienen
los demás respecto a los valores y virtudes de esa persona. La injuria, a diferencia de la
calumnia y la difamación, incide solo sobre el honor interno, que es muy subjetivo, pues
depende de la escala de valores particular del individuo y de la comparación que sobre
su propia conducta y su escala de valores, el mismo individuo realiza, sin que interese, a
estos efectos, la apreciación externa de terceros.
Que, con estas premisas el Tribunal opina que la gravedad de la injuria para convertir a
esta en causal de separación de cuerpos o de divorcio, sí debe ser apreciada por el juez en
cada caso concreto pues, a diferencia de la violencia o sevicia, todo hecho supuestamente
injurioso puede no serlo, o serlo con distintos grados de intensidad, según la educación,
costumbres o conductas de la persona y de la pareja. El juez deberá investigar si el he-
cho presuntamente injurioso hirió gravemente el honor interno del demandante y que, en
120
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
121
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Fundamentos
Que si bien es cierto que la “injuria grave” como causal de divorcio se encuentra directa-
mente relacionada con la hipótesis de transgresión al derecho al honor, principalmente en
su dimensión o esfera interna antes que en su dimensión o esfera externa, ello no supone
en modo alguno que los hechos reputados como gravemente injuriosos incidan exclusiva
y excluyentemente respecto del sentimiento subjetivo de la persona afectada pues todo
insulto calificado, resulta tan reprochable como nocivo para la relación conyugal o de
pareja, que no es por principio un asunto solo individual sino también social, tal y como
se desprende del artículo 1 de la Constitución que reconoce como el fin supremo de la
122
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
123
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J6
CAS. N° 979-97-Lima
Lima, 14 de mayo de 1998
La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, en la causa vista en audiencia pública
el 13 de mayo del presente año, emite la siguiente sentencia:
124
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Sétimo.- Que, por su parte la impugnada considera que dichas partidas de nacimiento no
enervan sus considerandos, pues han sido objeto de la resolución de fojas 65 que rechaza
la ampliación de la demanda.
Octavo.- Que, la demanda se sustenta en las relaciones extramatrimoniales que el deman-
dado mantiene con doña Liz Iris Granda Martínez, madre de los menores Pamela García
Granda y Néstor Jesús García Granda.
Noveno.- Que, la recurrente ha presentado las partidas de los menores Néstor Jesús García
Granda y Viviana del Milagro García Parodi en 2 oportunidades: con el escrito de amplia-
ción de la demanda y al absolver el traslado de la excepción deducida por el demandado;
en la primera oportunidad, las referidas partidas de nacimiento fueron aceptadas como
pruebas nuevas por la resolución de fojas 65, la cual además de rechazar la ampliación de
la demanda dispone que aquellas se agreguen a los autos; y en la segunda oportunidad,
las referidas partidas de nacimiento fueron admitidas por la resolución de fojas 207 y
actuadas en la Audiencia de Saneamiento de fojas 208.
Décimo.- Que, la impugnada para declarar fundada la excepción de caducidad solo se
basa en la partida de nacimiento de la menor Pamela García Granda, sin considerar los
demás medios probatorios ofrecidos por la demandante.
Sentencia
Estando a las conclusiones precedentes y a lo dispuesto en el artículo 396 del C.P.C., de
conformidad en parte con el dictamen fiscal; declararon FUNDADO el Recurso de Casa-
ción por la causal prevista en el inciso 3 del artículo 386 del Código Adjetivo, interpuesto
por doña María Esther De la Torre Montoya de García, en consecuencia, CASARON la
resolución de vista de fojas 242, su fecha 26 de marzo de 1997; e INSUBSISTENTE la
apelada de fojas 210, su fecha 5 de diciembre de 1996; MANDARON que el Juez de la
causa expida nuevo pronunciamiento con arreglo a ley; DISPUSIERON la publicación
de esta resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
con don Néstor Ulises García García sobre divorcio; y los devolvieron.
SS.
PANTOJA
IBERICO
ORTIZ
SÁNCHEZ-PALACIOS
CASTILLO L.R.S.
125
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J7
EXP. N° 3532-96
Sala Nº 6
Lima, 31 de marzo de 1997
Vistos
Interviniendo como Vocal ponente el señor Ferreyros Paredes; con los acompañados que se
devolverán; por sus fundamentos; y,
Considerando
Primero.- Que las causales de adulterio y de conducta deshonrosa son diferentes y deben
sustentarse en hechos autónomos, pues los mismos hechos no pueden calificar ambas
causales.
Segundo.- Que la conducta deshonrosa se produce por la realización de hechos carentes
de honestidad y actitudes impropias o escandalosas, que atentan contra el respeto entre
marido y mujer, alterando la integridad y la dignidad de la familia, dentro de una práctica
habitual, generando una afrenta permanente por parte de uno de los cónyuges, que hace
intolerable continuar la vida en común.
Tercero.- Que de consiguiente, para que se configure esta causal es necesario que los
cónyuges coaccionantes vivan juntos.
Cuarto.- Que la causal de adulterio consiste en el trato sexual de uno de los cónyuges con
tercera persona, violándose el deber de fidelidad que nace del matrimonio bastándole al
cónyuge ofendido acreditar esta causal con presunciones que revistan gravedad, precisión
y que se refieran a hechos concretos, toda vez que el ayuntamiento carnal se realiza gene-
ralmente en forma oculta y motiva que este hecho se establezca por los indicios, como en
el caso de autos son la constatación policial de fojas catorce efectuada el siete de junio del
mil novecientos noventicuatro, que evidenció que doña María Enory Fernández Vidaurre
de De la Puente estaba vestida con un polo del emplazado que anteriormente se la había
comprado la accionante y aquella se encontraba en el dormitorio de los coaccionantes.
Quinto.- Que asimismo las declaraciones de los hijos mayores de edad de los colitigantes
quienes domicilian conjuntamente con el demandado, revelan a fojas ciento veintidós, en
la manifestación policial de don Ronald Humberto Paz Fontana a raíz del parte policial
número cuatrocientos noventidós guión SIC guión DPSB, sobre la denuncia presentada
por doña María Enory Fernández Vidaurre de De la Puente por delito contra la libertad,
en la audiencia de pruebas de fojas ciento cuarentisiete vuelta y fojas ciento sesentiséis a
ciento sesentiocho.
Sexto.- Que, igualmente incidiendo en lo expresado por los referidos hijos de los coac-
cionantes, el propio demandado en la continuación de la audiencia de pruebas de fojas
doscientos dieciséis, admite que la ama de llaves era su amiga, coincidiendo con la mani-
festación de la aludida ama de llaves, rendida a fojas ciento veinticinco del mencionado
parte policial, quien dijo que se conocen ella y el demandado Humberto Luis Paz Soto
desde jóvenes: CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas doscientos ochenta, su
126
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventiséis, que declara fundada la deman-
da de divorcio de fojas veintitrés en el extremo referido a la causal de adulterio, y, en con-
secuencia disuelto el vínculo matrimonial contraído por don Humberto Luis Paz Soto con
doña Alicia María Fontana Balaguer, el quince de marzo de mil novecientos sesentiséis,
ante la Municipalidad de San Isidro, provincia de Lima; con lo demás que contiene y es
materia del grado; y, los devolvieron.
S.S.
FERREYROS PAREDES
AGUADO SOTOMAYOR
ÁLVAREZ OLAZABAL
127
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J8
CAS. Nº 1744-00-SANTA
Dictamen Nº 108-2000
Lima, 9 de enero de 2001
Considerando:
Primero.- Que, de los actos postulatorios del proceso, esto es, demanda y excepción de
caducidad (defensa de forma), se advierte que el accionante solicita la disolución del
vínculo matrimonial que tiene con la emplazada por haber incurrido esta en causal de
128
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
adulterio, lo que se demuestra con el nacimiento de la menor hija de esta con fecha sie-
te de noviembre de mil novecientos ochentisiete; por su lado, dicha demandada deduce
la excepción de caducidad señalando que el derecho y la acción están extinguidos por
cuanto han transcurrido diez años, que es un periodo de tiempo, que supera los plazos de
caducidad previstos en el artículo trescientos treintinueve del Código Civil;
Segundo.- Que, en la etapa de saneamiento del proceso en el cuaderno respectivo, se
declara infundada la excepción deducida, señalándose que el actor recién ha tomado co-
nocimiento del hecho en que funda el adulterio el diecinueve de enero de mil novecientos
noventiocho, fecha en la cual fue expedida la partida de nacimiento de la citada hija
adulterina; esta resolución fue cuestionada con una nulidad formulada por la demandada,
la misma que fue declarada improcedente mediante resolución de fojas sesentinueve del
citado cuaderno, la que a su vez, quedó consentida por las partes;
Tercero.- Que, el Juez de la causa al momento de sentenciar, en lugar de emitir un pro-
nunciamiento sobre el fondo del conflicto de intereses, emite un fallo inhibitorio decla-
rando improcedente la demanda, considerando que ha operado la caducidad por cuanto el
nacimiento de la menor producto del adulterio tuvo su nacimiento el siete de noviembre
de mil novecientos ochentisiete, y que la presente demanda fue interpuesta el diecisiete
de febrero de mil novecientos noventiocho, es decir a los diez años de producida la causa,
habiendo transcurrido un plazo mayor al previsto en el artículo trescientos treintinueve
del Código material; este fallo es apelado, cuyo grado es absuelto por la recurrida, confir-
mando la caducidad de la acción;
Cuarto.- Que, si bien el Juez declaró infundada la caducidad al momento de resolver la
excepción y luego al sentenciar, contrariamente, declara improcedente la demanda por
haber operado la caducidad, debe señalarse que tal criterio ha sido asumido siguiendo lo
dispuesto por el artículo ciento veintiuno del Código Procesal Civil que faculta al Juz-
gador a pronunciarse en la sentencia excepcionalmente sobre la validez de la relación
procesal, norma que ha sido invocada por el Juzgador en forma expresa para justificar su
decisión;
Quinto.- Que, por consiguiente, la Sala de revisión no incurre en ningún error procesal
por cuanto, siendo el objeto de la apelación que el superior examine la resolución que
según el impugnante le causa agravio, ha obrado conforme a sus facultades previstas por
el artículo trescientos sesenticuatro del Código Adjetivo;
Sexto.- Que, la relación procesal no puede constituirse válidamente si se ha operado la
figura de la caducidad, la misma que de acuerdo al artículo dos mil tres del Código mate-
rial, extingue el derecho (la pretensión material o sustantiva) y la acción correspondiente;
pues la pretensión reclamada no debe haberse extinguido por el transcurso del tiempo,
toda vez que la ley prevé y sanciona en forma expresa con la desaparición del derecho
subjetivo de su titular, a quien dentro del plazo previsto para su ejercicio no hace valer u
oponer dicho derecho;
Sétimo.- Que, siendo así, es deber del Juzgador (operador jurisdiccional personal o co-
legiado) velar que el proceso que conoce tenga por objeto una pretensión que no haya
sufrido los efectos de la caducidad, pues de lo contrario la relación estará viciada y la
sentencia que recaiga será fraudulenta, mientras esta no haya alcanzado la autoridad de
cosa juzgada material, pues mientras exista el proceso, dicho operador no puede sustraer-
se de su facultad nulificante, entendida como la manifestación de su rol de director del
proceso en custodia de un proceso en condiciones mínimas para expedir una sentencia
válida sobre el fondo, potestad que deriva de los artículos tercero del Título Preliminar y
cuatrocientos veintisiete inciso tercero del Código adjetivo;
129
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
130
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J9
CAS. Nº 2002-2003-PIURA
El Peruano 01/08/05
Lima, 22 de setiembre de 2004
Considerando:
Primero: Que, es preciso establecer que el recurso de casación interpuesto por la deman-
dada María del Carmen Mendoza Arteaga se refiere solo al extremo que declaró impro-
cedente la reconvención que interpuso para que se declare el divorcio por la causal de
adulterio, siendo así esta Sala Suprema al no ser una tercera instancia, ciñe en estricto su
pronunciamiento al contenido de lo que es materia de denuncia;
Segundo: Que, analizando el error sustantivo denunciado es del caso señalar que la cau-
sal de aplicación indebida de una norma de derecho material exige que la recurrente
demuestre la impertinencia de la norma con relación a la cuestión fáctica establecida
131
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Sentencia
Por estas consideraciones; con lo expuesto en la Vista Fiscal; y de conformidad con lo
previsto en el primer numeral del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal
Civil; declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por María del Carmen
Mendoza Arteaga, a fojas ciento setenticinco; y actuando en sede de instancia: se declara
NULA la resolución recurrida en el extremo que declara improcedente la reconvención
para que se declare el divorcio por la causal de adulterio; REVOCARON la apelada
en esta parte; reformándola declararon FUNDADA la reconvención; en consecuencia se
declara el divorcio también por la causal de adulterio invocada en la reconvención; en la
causa seguida por Percy Salomón Palomino Seminario contra María del Carmen Mendo-
za Arteaga, sobre divorcio por causal; MANDARON se publique la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.-
SS.
ROMÁN SANTISTEBAN
ECHEVARRÍA ADRIANZÉN
TICONA POSTIGO
LAZARTE HUACO
RODRÍGUEZ ESQUECHE
132
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J10
CAS. Nº 550-2004-CHIMBOTE
El Peruano 30/09/05
Lima, 1 de julio de 2005
Vista la causa número quinientos cincuenta - dos mil cuatro, con los acompañados, en
Audiencia Pública de la fecha, producida la votación de acuerdo a ley; emite la siguiente
sentencia.
Considerando
Primero: Que, el artículo trescientos treintinueve del Código Civil, regula el plazo de
caducidad para las causales de separación de cuerpos, estableciendo que la acción basada
en el artículo trescientos treintitrés incisos primero, tercero, noveno, décimo, caduca a los
seis meses de conocida la causa por el ofendido, y en todo caso, a los cinco años de produ-
cida; la que se funda en los incisos segundo y cuarto, caduca a los seis meses de producida
133
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
la causa; en los demás casos, la acción está expedita mientras subsistan los hechos que
lo motivan;
Segundo: Que, conforme al artículo trescientos cincuenticinco dei Código Civil, son apli-
cables al divorcio las reglas contenidas en los artículos trescientos treinticuatro a trescien-
tos cuarentinueve del citado Código, en cuanto sean pertinentes, lo que incluye el artículo
trescientos treintinueve referido al plazo de caducidad;
Tercero: Que, el divorcio por la causal de adulterio a que se refiere el artículo trescientos
treintitrés inciso primero del Código Civil, modificado por la Ley número veintisiete mil
cuatrocientos noventicinco, procede cuando uno de los cónyuges tiene relaciones sexua-
les con un tercero, requiriéndose que se acredite la existencia de cópula sexual; siendo que
conforme a lo dispuesto en el artículo trescientos treintiséis del Código Civil, no puede
interponerse la acción basada en la causal de adulterio si el ofendido lo provocó, consintió
o perdonó, precisando la norma acotada que la cohabitación posterior al conocimiento del
adulterio impide iniciar o proseguir la acción;
Cuarto: Que, conforme ha quedado establecido como conclusión fáctica en el caso sub
materia, la misma demandada ha reconocido en su declaración de parte que hubo recon-
ciliación con su cónyuge viviendo juntos hasta el año de mil novecientos noventinueve,
según lo ha apreciado el Juez de la causa en la sentencia apelada; sin embargo no ha acre-
ditado que su cónyuge hubiera consentido o perdonado las relaciones extramatrimoniales
habidas con posterioridad, no habiendo acreditado que hubiera conocido el nacimiento de
su hijo extramatrimonial acaecido con fecha veintidós de febrero del dos mil, para que
resulte de aplicación el plazo de seis meses a que se refiere el artículo trescientos treinti-
nueve del Código Civil, por lo que en ese sentido resulta de aplicación el plazo de cinco
años de producida la causa a que se refiere la norma acotada, plazo que no aparece que
hubiera transcurrido si se tiene en cuenta que el menor producto de la relación extrama-
trimonial nació el veintidós de febrero dei dos mil y la demanda fue interpuesta con fecha
veintitrés de julio del dos mil dos;
Quinto: Que, la demandada tenía la carga de prueba de acreditar que su cónyuge accio-
nante había conocido con anterioridad la relación extramatrimonial y el nacimiento de su
menor hijo, a fin de que resulte de aplicación el plazo de caducidad de seis meses a que
se refiere el artículo trescientos treintinueve del Código Civil, ello en concordancia con
el artículo ciento noventiséis del Código Procesal Civil, en cuanto establece que salvo
disposición legal diferente, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que
configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos;
Sexto: Que, en consecuencia, al haberse considerado en el presente caso que no ha opera-
do el plazo de caducidad para la interposición de la demanda de divorcio por la causal de
adulterio, no se ha incurrido en la causal de interpretación errónea de la norma contenida
en el artículo trescientos treintinueve del Código Civil, por lo que el recurso de casación
deviene en infundado a tenor de lo previsto en el artículo trescientos noventisiete del Có-
digo Procesal Civil, tanto más cuando lo que se pretende cuestionar son las conclusiones
fácticas establecidas por las instancias de mérito lo que no corresponde en vía de casa-
ción, por cuanto el citado recurso versa sobre cuestiones de derecho conforme a sus fines
descritos en el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal citado;
Sétimo: Que, finalmente, debe exonerarse a la recurrente de los gastos del recurso al
gozar de auxilio judicial, sin perjuicio del pago de la multa respectiva a que se refiere
el artículo cuatrocientos veinte del Código Procesal Civil, que establece que la multa
constituye un ingreso propio del Poder Judicial y en ningún caso procede su exonera-
ción; Por tales razones; declararon: INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto
134
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
135
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J11
EXP. Nº 409-98
Sala Nº 6
Lima, 20 de abril de 1998
Vistos
Interviniendo como Vocal ponente la doctora Córdova Rivera; con los acompañados sobre
faltas contra la persona, que se devolverán; por los propios fundamentos de la apelada; y,
Considerando
Además:
Primero.- Que en nuestro ordenamiento jurídico está establecido que si no se apela de la
Sentencia que declara el divorcio, dicha resolución será consultada, conforme lo establece
el artículo trescientos cincuentinueve del Código Civil.
Segundo.- Que la accionante demanda en fojas treintidós a cuarentiuno el divorcio al
emplazar a su cónyuge, invocando las causales de Violencia Física e Injuria Grave, funda-
mentando la pretensión en los incisos dos y cuatro del artículo trescientos treintitrés del
Código Civil.
Tercero.- Que, de fojas setentisiete a ochenta el demandado se apersona a la Instancia,
contesta la demanda negándola y contradiciéndola, la cual no se da por admitida por re-
solución de fojas ochentiuno, su fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventisiete;
que por resolución de fojas ochenticuatro, su fecha diecinueve de mayo del año pasado,
se da por contestada la demanda en rebeldía del demandado.
Cuarto.- Que, la violencia física supone crueldad en el trato y se manifiesta mediante
maltratos físicos, es decir, produce daño material y visible y conlleva la intención del
cónyuge agresor de hacer sufrir físicamente, al otro cónyuge, infringiéndole golpes o he-
ridas que producen sufrimiento; que esta causal está acreditada con las copias certificadas
de fojas cinco a veintiocho, y el Expediente Número cincuentitrés de mil novecientos
noventicinco seguido por la demandante contra el demandado por faltas contra la persona
lesiones, por ante el Segundo Juzgado de Paz Letrado de Surco y San Borja, Secretario
Olmedo G. Quintanilla H., en que se aprecia los Certificados médicos legales respectivos,
y la sentencia de fojas ciento cuarentiuno y ciento cuarentidós, su fecha treinta de enero
de mil novecientos noventiséis, que declaró la reserva del fallo condenatorio respecto
al demandado por faltas contra la persona en agravio de la demandante, señalándose un
plazo de tres meses bajo específicas reglas de conducta y fijándose como reparación civil
a favor de la demandante la suma de trescientos nuevos soles; cuyos actuados respectivos
se acompañan a este proceso.
Quinto.- Que, la injuria grave está orientada a causar un perjuicio de orden moral, consis-
tente en un menosprecio profundo un ultraje humillante; pues es toda ofensa inexcusable
e inmotivada al honor y a la dignidad del cónyuge ofendido que se producen en forma
intencional, por el cónyuge ofensor, haciendo insoportable la vida en común, habiéndose
acreditado dicha causal, por el hecho que ante la Delegación Policial de Santiago de Surco
el emplazado manifestó en su declaración de fojas nueve y en su instructiva ante el Juzga-
do de Paz Letrado de Surco y San Borja, de fojas quince a diecisiete, entre otros puntos,
136
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
137
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J12
EXP. Nº 2538-98
Sala de Familia
Lima, 15 de diciembre de 1998
Vistos
Interviniendo como Vocal Ponente la señora Tello Gilardi; por sus fundamentos; y,
Considerando
Además:
Primero.- Que, al no ser apelada la sentencia que declara la disolución del vínculo del
matrimonio, esta es elevada en consulta conforme a lo establecido en el artículo 359 del
Código Civil; asimismo, es elevada en consulta por cuanto el demandado en el presente
proceso ha estado representado por curador procesal, tal como lo dispone el inciso segun-
do del artículo 408 del Código Procesal Civil;
Segundo.- Que, las causales demandadas de conducta deshonrosa que haga importable la
vida en común, injuria grave y violencia física y/o psicológica;
Tercero.- Que, tales causales han quedado demostradas tanto con la documentación pre-
sentada de fojas tres a setenta, así como de la declaración de parte obrante en el acta de la
audiencia, obrante de ciento veinte a ciento veinticuatro; debiendo resaltarse el Informe
Médico corriente a fojas treintiséis, del cual se aprecia que la actora padece de “transtorno
de stress postraumático con reacción mixta (ansiedad y depresión)”, como producto de
los maltratos físicos, verbales y amenazas por parte de su esposo, concluyendo que, “los
acontecimientos sumamente traumáticos, ocurridos, han provocado una serie de síntomas
que corresponden al diagnóstico antedicho, por lo cual se requiere de tratamiento psiquiá-
trico por un tiempo indefinido”;
Cuarto.- Que, revisados los autos se evidencia el cumplimiento de las normas del debi-
do proceso; fundamentos por los que: APROBARON, la sentencia elevada en consulta
obrante de fojas ciento treintidós a ciento treintisiete, su fecha treintiuno de agosto de mil
novecientos noventiocho que declara disuelto el vínculo matrimonial contraído por doña
Pamela Del Rosario Pérez Carrión y don Enrique Bermudez Abunader, el veintitrés de
agosto de mil novecientos noventiséis, ante la Municipalidad Provincial de Piura, Depar-
tamento de Piura, por las causales de conducta deshonrosa que haga insoportable la vida
en común, violencia física y/o psicológica e injuria grave atribuibles al cónyuge; con lo
demás que contiene; y, los devolvieron.-
SS.
SAEZ PALOMINO
CÓRDOVA RIVERA
TELLO GILARDI
138
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
139
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J13
CAS. Nº 207-T-97-LAMBAYEQUE
Lima, 11 de noviembre de 1997
Considerando
Primero.- Que, concedido el Recurso de Casación a fojas 161, fue declarado procedente
por resolución del 16 de julio de 1997 por la causal prevista en el inciso 2 del Art. 86 del
Código Adjetivo referida a la inaplicación de los Arts. 337 y 339 del Código Civil.
Segundo.- Que, si bien el Art. 337 del Código Civil, es inaplicable en el presente caso
por decisión del Tribunal Constitucional; empero resulta evidente que de acuerdo con el
inciso 2 del Art. 333 del acotado, el juzgado no puede dejar de apreciar las circunstancias
en las que se produjeron los hechos y la calidad personal de los protagonistas.
Tercero.- Que, se entiende la violencia física y psicológica como el trato reiterado y cruel
de uno de los cónyuges hacia el otro, quien dejándose arrastrar por brutales inclinaciones,
ultraja de hecho o psicológicamente a su consorte, salvando los límites del recíproco res-
peto que supone la vida en común.
Cuarto.- Que, tal presupuesto no ha quedado plenamente establecido por medios idó-
neos, como, por ejemplo, certificados médicos que pudieran demostrar la causal que ha
sido amparada,
Quinto.- Que, por los fundamentos glosados es inoficioso pronunciarse sobre la inaplica-
ción del Art. 339 del Código Sustantivo.
Sexto.- Que, es de observancia lo que preceptúa el inciso 1 del Art. 396 del Código Adje-
tivo.
140
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Declararon
FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por Esther Aguilar de Corrales, median-
te escrito de fojas 157; CASARON la resolución de vista de fojas 146, su fecha 17 de
diciembre de 1996; y actuando en sede de instancia, REVOCARON la apelada de fojas
101, su fecha 29 de agosto del mismo año, que declara fundada en parte la demanda de
fojas 9, y disuelve el vínculo matrimonial que une a los esposos Corrales - Aguilar, por la
causal de violencia física y psicológica; extremo en el que también declararon infundada
dicha demanda; ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Ofi-
cial El Peruano; en los seguidos por don Aníbal Corrales Chuque con doña Esther Aguilar
de Corrales, sobre Divorcio por Sevicia y otras causales; los devolvieron.
SS.
URRELLO A.
BUENDÍA G.
ORTIZ B.
SÁNCHEZ-PALACIOS P.
ECHEVARRÍA A.
141
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J14
EXP. Nº 224-97
Sala Nº 6
Lima, 1 de setiembre de 1997
Vistos
Interviniendo como Vocal ponente la Doctora Cabello Matamala; teniendo a la vista los
acompañados; y
Considerando
Primero.- Que la causal de sevicia, invocada por la pretensora en su demanda se encuen-
tra suficientemente acreditada por el certificado número quinientos noventicinco expedi-
do por el Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión y la Constancia de atención expedida
por el Hospital de Apoyo San José, obrante a fojas cuatro y cinco respectivamente, que
evidencian el daño físico inflingido a la actora, lo que dio lugar a la instauración de un
proceso penal en contra del cónyuge emplazado.
Segundo.- Que, la causal de atentado contra la vida del cónyuge supone la realización de
un acto lo suficientemente grave que esté dirigido a poner en peligro la vida del consorte;
que en el caso de autos si bien los hechos revelan un alto grado de agresividad contra la
cónyuge, estos se dirigen a afectar su integridad física y no a violentar su vida, por lo que
no resulta amparable esta causal.
Tercero.- Que la causal de abandono injustificado de la casa conyugal, supone para su
configuración la concurrencia de tres elementos: el primero de carácter material consti-
tuido por el apartamiento físico del cónyuge abandonante del domicilio común; el segun-
do, la intención deliberada de poner fin a la comunidad de vida matrimonial, por lo que
corresponderá al cónyuge emplazado acreditar los motivos que justifiquen su apartamien-
to y un tercer elemento de carácter temporal, dado por el transcurso de dos años continuos
de abandono o sumados los periodos de abandono estos excedan dicho plazo.
Cuarto.- Que la única prueba aportada al respecto es la denuncia policial obrante a fojas
uno, en la que el propio cónyuge deja constancia que se aparta de la casa común con
fecha diez de mayo de mil novecientos noventiuno, por incompatibilidad de caracteres
con su cónyuge, que si bien esta permite considerar que se ha acreditado el hecho del
abandono y que no tiene justificación legal, no permite verificar el cumplimiento del plazo
legal requerido por el artículo 333 inciso 5 del Código Civil, máxime si de los actuados
se advierte que se sucedieron posteriores agresiones, consignándose en la acción legal
respectivamente, como domicilio del demandado el de la cónyuge, como se aprecia del
expediente acompañado sobre faltas contra la persona, seguido en el Tercer Juzgado de
Paz Letrado del Callao, de lo que se advierte no se han verificado los requisitos consti-
tutivos de esta causal; APROBARON la sentencia elevada en consulta de fojas ciento
siete a fojas ciento diez, su fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventiséis,
que declara el Divorcio por la causal de sevicia, imputable al cónyuge, en consecuencia
142
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
disuelto el vínculo matrimonial contraído por doña Lidia Luz Obregón Rondán y don
Olivo Eduardo Aniceto Baldeón, celebrado el día veintiocho de abril de mil novecientos
setentiocho, ante el Concejo Distrital de La Perla, Provincia Constitucional del Callao y
Departamento de Lima; con lo demás que contiene; y, la DESAPROBARON en extremo
que asimismo declara el Divorcio por la causal de atentado contra la vida del cónyuge y
abandono injustificado del hogar conyugal; y, los devolvieron.
143
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J15
CAS. Nº 2239-2001-LIMA
El Peruano 31/01/03
Lima, 11 de octubre de 2002
Considerandos
Primero.- El impugnante en casación sostiene que en la resolución expedida por la Sala
Civil Superior se ha interpretado erróneamente el artículo 337 del Código Civil, seña-
lando que la correcta interpretación de esta norma sería que los actos constitutivos de la
causal de injuria grave no necesariamente deben trascender a terceros, como se señala en
la resolución materia de impugnación.
Segundo.- El divorcio consiste en la disolución definitiva del vínculo matrimonial de-
clarada judicialmente al haberse incurrido en alguna de las causales previstas por la ley,
poniéndose fin a los deberes conyugales y a la sociedad de gananciales, si es que los cón-
yuges optaron por dicho régimen patrimonial. El divorcio solo puede ser solicitado por
uno de los cónyuges, quien atribuye al otro el haber incurrido en alguna de las causales.
En el caso de autos, el divorcio se sustenta en la causal de injuria grave.
144
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Tercero.- La gravedad es condición sine qua non para que la injuria constituya causal de
separación de cuerpos y de divorcio. La gravedad de la injuria depende del sentimiento
subjetivo, particular e interno que ocasiona en la víctima, afectando su honor interno, es
decir, sus propios valores y virtudes, siendo intrascendente para estos efectos la aprecia-
ción externa de terceros, lo que debe ser apreciado por el Juez en cada caso concreto,
según la educación, costumbres o conductas de la persona y de la pareja e investigar si
el hecho presuntamente injurioso hirió gravemente el honor del denunciante; asimismo,
no se requiere reiterancia porque para afectar gravemente el honor de una persona no es
necesario que existan ofensas sucesivas, porque el Código Civil no lo exige; sin embar-
go se debe tener en cuenta la gravedad de las ofensas que dificultan o imposibilitan la
reconciliación de los cónyuges si se hallan separados, como ya ha sido resuelto por este
Supremo Tribunal.
Cuarto.- La injuria grave tiene dos elementos, uno objetivo que se manifiesta por la
exteriorización de la ofensa y otro subjetivo que se tipifica por la intención deliberada
de ofender al otro cónyuge. De acuerdo a la Doctrina Moderna el animus injuriandi
exige conciencia de que el acto es ultrajante para el honor del cónyuge agraviado. La
injuria en materia de divorcio no supone necesariamente la intención de dañar, pues
la imputabilidad puede derivar del dolo o de la culpa; no es necesario que el acto se
ejecute a sabiendas y con intención de dañar, sino, basta que lo sea voluntariamente,
es decir, con discernimiento y libertad, lo que es suficiente para responsabilizar de las
consecuencias de los actos ilícitos a su autor como sostiene Acuña Anzorena en “El
Divorcio en la Ley 2393”.
Quinto.- Las injurias graves por su intensidad y trascendencia hacen imposible al cónyu-
ge ofendido el mantenimiento de la convivencia, la pluralidad de la ofensa no es requisito
esencial, un solo hecho de particular gravedad puede ser suficiente para motivar el divor-
cio. A la inversa, la reiteración puede tornar graves las ofensas que aisladamente serían le-
ves, cuando tal reiteración hace intolerable la vida en común de los esposos como sostiene
Spota en su Tratado, Tomo II, Volumen 2, Número 229, páginas seiscientos sesentiuno y
seiscientos sesentidós.
Sexto.- Es legítima la finalidad del artículo 337 del Código Civil para la conservación
del vínculo matrimonial, como la protección a la familia, considerando que ambos son
institutos fundamentales de la sociedad, consagrados en los artículos 2 inciso 2) y 4 de la
Constitución, respectivamente. También es legítimo y constitucional el derecho a la paz,
a la tranquilidad, a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida
plasmado en el artículo 2 inciso 22) de la Constitución y, asimismo, es legítimo y constitu-
cional de acuerdo al artículo 2 inciso 24.h) que nadie debe ser víctima de violencia moral,
psíquica o física, ni sometido a tratos inhumanos o humillantes, derechos todos aplicables
a todo ser humano. La finalidad de conservar el matrimonio que contiene el artículo 337
del Código Civil no conlleva que para su preservación uno de los cónyuges deba sufrir la
violación de sus derechos fundamentales, derechos que son inherentes a su calidad de ser
humano.
Sétimo.- El matrimonio y la familia que protegen la Constitución y el Código Civil es
el de una pareja, que con todas las dificultades propias de la convivencia, mantiene su
esencia en el amor; la atracción sexual, la comprensión y el entendimiento; el afecto y el
respeto entre un hombre y una mujer, que en doctrina se denomina “matrimonio sano”
que permite “las relaciones de familia basados en la amistad y el afecto recíproco de
sus miembros”. Sin embargo, la Doctrina Moderna también agrega la concepción de la
ruptura irreparable entre los cónyuges, de modo que hace imposible toda reconcilia-
ción concebida dentro del “divorcio sanción” doctrina que sigue nuestro Código Civil.
145
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
El jurista alemán Kahl propuso como pauta para apreciar la procedencia o improce-
dencia del divorcio el determinar si la perturbación de la relación matrimonial es tan
profunda “que ya no puede esperarse que la vida en común continúe de acuerdo con la
esencia del matrimonio”.
Octavo.- Para determinar el plazo de caducidad lo que debe establecerse es cuáles son, a
juicio del demandante –no del juzgador– los hechos que injuriaron gravemente su honor
y su dignidad, pues se trata de una calificación eminentemente subjetiva y de orden mo-
ral que –a diferencia de la sevicia– no deja huella objetiva y que solo puede ser calificada
por el cónyuge agraviado. Según la demanda de fojas veintiocho las conductas injuriosas
se iniciaron a principios del año de mil novecientos noventiséis, en su contra y en contra
de sus menores hijos, se agravaron progresivamente y tuvo su corolario en marzo de mil
novecientos noventisiete, inclusive con agresión física en contra de su menor hijo Víctor
Bruno y del actor a quien además agredió físicamente suscitándose un escándalo que de-
terminó su dejación del domicilio conyugal. Que al intentar conversar con la demandada
recibió nuevos insultos e improperios que afectó su salud siendo atendido por Alerta
Médica; que desde entonces han vivido separados y que el demandante mantiene la te-
nencia y custodia de sus hijos por mandato judicial. Que no obstante la separación, a la
fecha de su demanda, la emplazada persiste en su actitud ofensiva, constantemente hace
llamadas telefónicas al domicilio de su señora madre y a su centro de labores profiriendo
insultos y amenazas, que incluso ha concurrido a sus empresas para protagonizar escán-
dalos; sistemáticamente le hace llamadas telefónicas nocturnas no solo para desvelarlo
sino que recibe amenazas contra su vida y en otras ocasiones solo prolongados silencios,
lo que ha originado un estado de perturbación en sus actividades habituales. Las injurias
recibidas son de tal magnitud que han imposibilitado de modo total reanudar la relación
matrimonial.
Noveno.- Las instancias judiciales están en el deber, por mandato expreso de los artículos
197 y 198 del Código Procesal Civil, no de valorar un hecho en forma aislada, y para este
caso concreto, se debieron valorar los hechos de acuerdo a la secuencia temporalmente
ocurridos, dentro del hogar conyugal y también después de hallarse separados los cón-
yuges; considerando la audiencia de pruebas de fojas doscientos sesentiuno y los infor-
mes emitidos por Telefónica del Perú Sociedad Anónima de fojas doscientos veintiuno
y siguientes, respecto de las llamadas telefónicas atribuidas a la demandada, que por ser
personales y directas solo pueden ser calificadas en su magnitud ofensiva por el agravia-
do, sin que sea preciso transcripción ulterior o intervención de terceros, omisiones que
determinan que las instancias inferiores no hayan subsumido adecuadamente los hechos
al espíritu del artículo 337 del Código Civil.
Décimo.- Estas razones conducen a establecer que en la recurrida se ha interpretado erró-
neamente el artículo 337 del Código Civil vigente.
Decisión
Estando a las consideraciones expuestas y en observancia del inciso 1 del artículo 396 del
Código Procesal Civil: a) Declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas cuatro-
cientos doce, interpuesto por don Bruno Darío Vittorio De Ferrari Ferrari; en consecuencia,
CASARON la sentencia de vista de fojas trescientos noventidós, su fecha veintiocho de
mayo del dos mil uno, expedida por la Sala de Familia de la Corte Superior de Justicia de
Lima. b) Actuando como órgano instancia: REVOCARON la sentencia apelada de fojas
trescientos veintiséis, su fecha catorce de diciembre del dos mil, en cuanto declara infunda-
da la demanda y REFORMÁNDOLA, declararon FUNDADA la demanda de fojas vein-
tiocho; en consecuencia, disuelto por la causal de injuria grave el matrimonio celebrado el
146
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
treinta de setiembre de mil novecientos ochenticuatro ante el Concejo Distrital de San Isi-
dro por don Bruno Darío Vittorio De Ferrari Ferrari con doña Mariella Vilma Dongo-Soria
Seagle, oficiándose. c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos con Vilma Dongo-Soria
Seagle sobre divorcio y, los devolvieron.
SS.
SILVA VALLEJO
VÁSQUEZ VEJARANO
TORRES CARRASCO
CARRILLO HERNÁNDEZ
Considerando
Primero: Que, don Bruno Darío Vittorio de Ferrari Ferrari interpuso demanda de divorcio
por la causal de injuria grave basada en las frecuentes peleas iniciadas a principio de mil
novecientos noventiséis, alegando que la demandada doña Mariella Vilma Dongo Soria
Seagle asumió una actitud conflictiva con él, llegando a agresiones verbales delante del
personal de servicio y sus menores hijos, profiriéndose palabras soeces y amenazas escu-
chadas por los vecinos, calificándolo de maricón y homosexual, situación que afirma se
agravó en marzo del año mil novecientos noventisiete, al suscitarse un escándalo mayús-
culo por cuanto la demandada llegó a prohibirle a su hijo Víctor Bruno visitar a su abuela
paterna, lo que produjo una discusión que concluyó con agresiones físicas de parte de la
emplazada y del retiro del hogar conyugal del demandante; posteriormente, el actor sos-
tiene haber recibido llamadas telefónicas al domicilio de su madre, así como a su centro
laboral, profiriéndose insultos y amenazas, habiendo incluso la emplazada haber concu-
rrido a sus empresas a protagonizar escándalos que ocasionan su desprestigio; asimismo,
esta lo ha denunciado injuriosamente en julio de mil novecientos noventiséis.
Segundo: Que, mediante sentencia de fojas trescientos veintiséis, el Juez de la causa ha
declarado infundada la demanda, sustentándose en los siguientes argumentos: a) que des-
de los hechos de violencia que se refieren, suscitados desde mil novecientos noventisiete
a la interposición de la demanda, han transcurrido más de seis meses; b) que los hechos
injuriosos referidos a las llamadas no se han podido probar, ya que el informe de fojas
ciento setenticinco a doscientos cuatro no prueba la injuria de manera alguna; por lo que
es de acotar que al ser la llamada telefónica una comunicación personal de naturaleza pri-
vada no puede constituir injuria grave, por cuanto no se puede atribuir a ello un profundo
malestar que impida continuar hacer vida en común; c) que el demandante no ha aportado
prueba que sustente la injuria en cuanto a los incidentes producidos en su centro laboral;
y d) que el actor no ha cumplido con acreditar los hechos que sustentan su pretensión
conforme establece el artículo 196 del Código Procesal Civil.
Tercero.- Que, la Sala Superior al expedir la resolución de vista que obra a fojas trescien-
tos noventidós, confirma la apelada, reproduciendo sus fundamentos de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, agregando lo siguiente: a) que respecto a los insultos y amenazas que alega el
actor han ocurrido en su centro de labores, los mismos no han sido probados, pues las
declaraciones juradas de don Francisco Abril Paredes y doña Kelly Aguilar Tobies no
tienen mayor relevancia, toda vez que solo dejan constancia que la emplazada acudió
constantemente a las instalaciones de la empresa y que en alguna oportunidad se han sus-
citado incidentes incómodos entre ambos cónyuges; b) que el informe de fojas doscientos
veintiuno, expedido por la Telefónica del Perú Sociedad Anónima, resulta insuficiente
147
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
148
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
servirle ahora de sustento; que respecto al escándalo ocurrido en marzo del año mil
novecientos noventisiete, ya existió un pronunciamiento en el proceso de divorcio por
causal de violencia que fue desfavorable al actor; y en cuanto a las llamadas ofensivas,
no existe evidencia que las mismas hayan sido realizadas por la demandada y menos
aún que en ellas se hayan proferido ofensas al actor, ni tampoco están probados los
insultos proferidos en su centro laboral.
Por tales consideraciones: MI VOTO es porque se declare INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto a fojas cuatrocientos doce por don Bruno Darío Vittorio de Ferrari
Ferrari y, en consecuencia, NO CASAR la resolución de vista de fojas trescientos no-
ventidós, su fecha veintiocho de mayo del dos mil uno, expedida por la Sala de Familia
de la Corte Superior de Justicia de Lima; en los seguidos con Vilma Dongo-Soria Sea-
gle sobre divorcio.
S.
QUINTANILLA QUISPE
149
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J16
EXP. Nº 3179-97
Sala Nº 6
Lima, 16 de marzo de 1998
Vistos
Interviniendo como Vocal Ponente la doctora Capuñay Chávez; por sus fundamentos per-
tinentes, oído el informe oral; y,
Considerando
Primero.- Que, don Kurt Woll Muller, demanda a su esposa doña Cecilia de la Peña Ra-
bineau Divorcio Absoluto por la causal de Injuria Grave y solicita la tenencia y cuidado
de su menor hija XXX, la suspensión de la patria potestad de la demandada respecto a la
indicada menor y la continuación del ejercicio de la patria potestad que ejerce sobre su
hijo XXX.
Segundo.- Que sustenta su acción manifestando que la demandada en forma reiterada
propala versiones que dañan su honorabilidad e imagen de persona pública lesionando su
dignidad, violando los deberes y derechos que nacen del matrimonio situación que hace
imposible la vida en común, encontrándose a la fecha separados de hecho;
Tercero.- Que considera como actos de Injuria Grave: las publicaciones contenidas en
el periódico “El Mundo” de fojas seis y siete, el tabloide matutino “El Chino” de fojas
cuatro y una nota periodística del diario “El Mundo” de fojas cinco, lo que constituye
una violación de las obligaciones que nacen del matrimonio, como son la protección y el
respeto recíproco. Asimismo le imputa el haber raptado a su hijo Kurt, lo que también ha
difundido por medio de la prensa.
Cuarto.- Que asimismo señala que, desde hace tres años, en círculos sociales de amigos,
frente a los trabajadores del hogar o ante sus colegas políticos hace comentarios tratándo-
lo de inmoral y otros epítetos implicantes de un menosprecio y ultraje humillante hacia
su persona; Indica además que la demandada no obstante su condición de casada hace
reuniones sociales dos o cuatro veces a la semana, e igualmente sale fuera [sic] de la casa
y regresa embriagada.
Quinto.- Que, la demandada a fojas ciento treintitrés señala que no ha proporcionado
información alguna a los medios de prensa, tan es así que la persona que aparece en la foto
abrazando a su esposo es doña Sara Esther Ballón Alvarez actual conviviente del accio-
nante, hecho que también es rectificado en la nota periodística de fojas siete y es ratificado
por el demandante al prestar su confesión que corre a fojas quinientos veintinueve indi-
cando que se retira del hogar conyugal a fines del año mil novecientos noventidós y que
entabló relación con doña Sara Ballón Álvarez viviendo con esta última desde el segundo
semestre del año mil novecientos noventitrés y de estas relaciones extramatrimoniales
tienen un hijo llamado XXX nacido en los Estados Unidos como se advierte de fojas
doscientos cuarentinueve; Igualmente la demandada señala que al no pasarle alimentos se
vio en la necesidad de alquilar la casa para una fiesta de la universidad.
150
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Sexto.- Que el actor ofreció la declaración testimonial del personal encargado de las labo-
res domésticas en casa de su esposa, a quienes sus padres les abonaban su sueldo; lo que
hace suponer una situación de dependencia, que no obstante ello de sus declaraciones no
se advierte ningún acto injuriante de la demandante.
Sétimo.- Que, la causal de Injuria Grave importa una ofensa inexcusable e inmotivada
al honor y a la dignidad del cónyuge, y esta ha de ser consciente, voluntaria y revestir
gravedad que haga imposible la vida conyugal.
Octavo.- Que de las pruebas actuadas no se ha acreditado la causal de injuria grave a que
hace referencia en la demanda.
Noveno.- Que, la pretensión de alimentos cuando se encuentra debidamente acreditado
el entroncamiento familiar, como en el presente caso, tienen una vía procedimental de-
terminada que es la del Proceso Sumarísimo según el artículo quinientos cuarentisiete
del Código Procesal Civil, por lo que no debió ser admitida en vía de reconvención en el
presente proceso, el que por su naturaleza, se tramita en vía de conocimiento, a tenor de lo
dispuesto por el artículo cuatrocientos cuarenticinco del Código Procesal Civil; Además
de afectarse la vía procedimental original, se ha afectado también la competencia deter-
minada en la Ley para los Juzgados de Paz.
Por tales fundamentos; REVOCARON: la sentencia apelada de fojas seiscientos ochen-
ticinco a seiscientos noventicuatro, su fecha veinte de octubre de mil novecientos noven-
tisiete, que declara fundada la demanda de fojas once a diecinueve y disuelto el vínculo
matrimonial contraído por don Kurt Woll Muller con doña Cecilia Huguette de la Peña
Rabineau, y la resolución de fojas seiscientos noventiséis que declara fundada la recon-
vención de alimentos planteada por la demanda mediante escrito de fojas ciento treintidós
a ciento cuarentinueve su fecha veintitrés de octubre de mil novecientos noventisiete;
REFORMÁNDOLA declararon FUNDADA dicha demanda, en consecuencia, subsis-
tente el vínculo matrimonial contraído por los cónyuges; e IMPROCEDENTE la recon-
vención; y los devolvieron.
SS.
CAPUÑAY CHÁVEZ
SAEZ PALOMINO
TELLO GILARDI
151
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J17
EXP. Nº 3179-97
Sala de Familia
Lima, 22 de noviembre de 1999
Vistos
Con el acompañado; interviniendo como vocal ponente el Señor Carrión Lugo; con la
participación además de los señores Ferreyros Paredes y Cabello Matamala; en la causa
seguida por doña Ivonne Susana Díaz Díaz y Percy Nicanor Arévalo Carmona sobre di-
vorcio por causal.
Considerandos
Por sus fundamentos pertinentes y por las siguientes razones:
Primero.- Es materia de consulta la sentencia obrante a fojas doscientos ochentiuno, su
fecha ocho de setiembre de mil novecientos noventinueve, pues no ha sido objeto de ape-
lación. Concretamente dicha sentencia es materia de consulta en el extremo que declara
fundada la demanda de fojas veintisiete sobre divorcio, por la causal de injuria grave, cuya
motivación se describe en el considerando noveno de la aludida sentencia.
Segundo.- Reiterada jurisprudencia ha establecido que la ofensa intencional, verbal, per-
sonal y en público de una persona contra su cónyuge, que atente contra el honor y la
dignidad de este, configura la causal de injuria grave que hace viable el divorcio.
Tercero.- La única prueba idónea aportada al presente proceso, para acreditar la causal de
injuria grave, es el contenido del vídeo grabado del programa televisivo “Utilísima”, en
el que se aprecia que al ingresar la llamada telefónica efectuada por el emplazado al set
de televisión del Canal 4, cuando se difundía el mencionado programa la demandante se
encontraba presente, porque era homenajeada con ocasión de su onomástico.
Cuarto.- Dicho medio probatorio evidenció que el demandado procedió con la intención
manifiesta de herir en su dignidad a la accionante, sin motivo ni provocación aparente;
hecho que se agravó con la resonancia producida por la difusión del mencionado progra-
ma, en cuyo contexto se advierte la forma y circunstancia en que el demandado formuló
una serie de expresiones injuriantes contra la actora, cuando la animadora del referido
programa le preguntó al demandado por qué no había venido al canal en un día especial
para Susy, pronunciando el demandado las siguientes frases “para ella sera”, agregando
otros comentarios refiriéndose a la actora como los que se anotan a continuación: “es una
persona que no tiene dignidad”, “es una persona que no tiene corazón” “a su pobre madre
la ha botado de su casa”, “a su padre lo tiene en un asentamiento humano”.
Quinto.- Tales expresiones, ciertamente, han dañado el honor y la dignidad de la actora
tanto en su condición de persona humana como en su calidad de cónyuge del demandado;
teniéndose en cuenta, además que la injuria se ha producido en público (en un programa
152
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Decisión
APROBARON la sentencia de fojas doscientos ochentiuno, su fecha ocho de setiembre
de mil novecientos noventinueve, en el extremo que amparando en parte la demanda de
fojas veintisiete, subsanada a fojas treintinueve, declara fundada la demanda de divorcio
por la causal de injuria grave prevista en el inciso cuarto del artículo trescientos treintitrés
del Código Civil y, en consecuencia, disuelto el vínculo del matrimonio contraído por
doña Ivonne Susana Díaz Díaz con don Percy Nicanor Arévalo Carmona el día seis de
enero de mil novecientos noventicuatro, por ante la oficina de Registro del Estado Civil
de Barranco; con lo demás que contiene y es materia de la consulta.
DISPUSIERON la devolución de los autos al Juzgado de origen para los fines consi-
guientes.
SS.
FERREYROS PAREDES
CARRIÓN LUGO
CABELLO MATAMALA
153
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J18
CAS. Nº 1120-2002-PUNO
El Peruano 31/03/03
Lima, 10 de enero de 2003
Considerando
Primero.- Que, la Ley número veintisiete mil cuatrocientos noventicinco –vigente desde
el día ocho de julio del año dos mil uno– incorpora el inciso duodécimo al artículo tres-
cientos treintitrés del Código Civil, el mismo que prevé la separación de hecho como una
nueva causal de separación de cuerpos y subsecuente divorcio;
Segundo.- Que, el plazo previsto para la separación de hecho es de un periodo inin-
terrumpido de dos años, plazo que será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos
menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el artículo trescien-
tos treinticinco del Código Civil;
154
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas ciento dieciséis, en consecuencia
NULA la resolución de vista de fojas ciento diez, su fecha trece de marzo del dos mil
dos; y, actuando en sede de instancia APROBARON la sentencia elevada en consulta;
DISPUSIERON se publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano; en los
seguidos por doña Roxana Benito López con don Wilfredo Molina Bustinza sobre divor-
cio por causal de separación de hecho; y los devolvieron.
SS.
ECHEVARRÍA ADRIANZÉN
MENDOZA RAMÍREZ
AGUAYO DEL ROSARIO
LAZARTE HUACO
PACHAS ÁVALOS
155
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J19
EXP. Nº 3375-95
Lima, 15 de febrero de 1996
Vistos
Interviniendo como vocal ponente el señor Ferreyros Paredes, con los informes orales,
por sus fundamentos; y,
Considerando
Además:
Primero: que, toda persona tiene derecho a requerir tutela jurisdiccional efectiva, pidien-
do la solución a un conflicto de intereses intersubjetivos o a una incertidumbre jurídica,
constituyendo esta facultad su derecho de acción.
Segundo: que, este derecho de acción se ejercita con la demanda, acto de iniciación
procesal, por el cual el actor solicita la protección, la declaración o la constitución de una
situación jurídica integrando en la misma, la pretensión objeto del proceso.
Tercero: que, las pretensiones que se demandan, para prosperar deben estar sustentadas
y amparadas por norma sustancial o según sus fundamentos de hecho.
Cuarto: que, en el caso de autos el actor pretende la disolución del vínculo matrimo-
nial contraído con la demandada invocando como causal la de injuria grave, solicitando
acumulativamente, la tenencia y custodia de sus menores hijos, así como alimentos para
los cuatro hijos habidos en el matrimonio, el fenecimiento de la sociedad de gananciales
conforme al arreglo de separación patrimonial obrante en la minuta que sobre el particular
suscrita por la emplazada el catorce de diciembre de mil novecientos noventitrés y, por
último pide se autorice la suspensión de los deberes de convivencia.
Quinto: que, admitida positivamente la demanda, el Juez confirió traslado a la demanda-
da, quien según escrito corriente a fojas sesenticinco a sesentiocho, contestando formuló
allanamiento, precisando que este no significaba la admisión de la veracidad de los he-
chos expuestos ni de su fundamentación jurídica, sino que era a tres de las pretensiones, e
indicó indubitablemente que no se trataba de un allanamiento parcial de una sola preten-
sión sino de algunas de las pretensiones demandadas.
Sexto: que, detallando su manifestación, expresó que su allanamiento respecto a los pe-
titorios de la demanda, eran: la disolución del vínculo matrimonial contraído con el de-
mandante, el fenecimiento de los deberes de convivencia, agregando que esta situación
de hecho existe desde setiembre de mil novecientos noventicuatro, legalizando a fojas
sesentinueve su firma ante el Secretario cursor, como manifestación de voluntad.
Sétimo: que, de otro lado, respecto a las peticiones de tenencia y custodia de sus dos
menores hijos y de alimentos, solicita al Juzgado, que el primero de determine de mutuo
acuerdo con los menores, y el segundo, teniendo en consideración los ingresos económi-
cos de ambas partes.
Octavo: que, en cuanto al allanamiento, el a quo, por resolución corriente a fojas setenta
a setentiuno, su fecha veintiséis de julio de mil novecientos noventicinco, declaró sin
156
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
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ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
158
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J20
CAS. Nº 528-99-LIMA
Lima, 14 de julio de 1999
Considerando
Primero.- Que, el objeto del recurso subexamen es determinar el concepto y alcances de
la causal de abandono de la casa común o del hogar como causal de separación de cuerpos
o de divorcio absoluto, porque el que trae el recurso propone que esa causal se da incluso
sin la salida del cónyuge del hogar, cuando deja de cumplir todos o la mayor parte de sus
deberes conyugales, especialmente, para con el otro cónyuge;
159
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Segundo.- Que, al respecto se observa que nuestro Código Civil anterior de mil novecien-
tos treintiséis tenía un texto parcialmente diferente, utilizaba los términos de “abandono
malicioso del hogar”, frente a los términos de nuestro Código vigente que puntualiza
“abandono injustificado de la casa conyugal”; lo que se infiere que, de acuerdo con el
texto del Código anterior, podía interpretarse la causal solo como abandono de las obli-
gaciones hogareñas entre las que está desde luego las conyugales, pues el término hogar
tiene un sentido no solo físico de la casa sino deben concurrir factores voluntarios y
subjetivos de constituir una unión y coparticipación con el carácter de comunidad natural
y espiritual; en cambio, de acuerdo con la normatividad actual, el abandono debe tener
como base insoslayable, el alejamiento de la casa conyugal, del recinto fijado para la vida
común, lo que conlleva desde luego, incumplimiento de todas las demás obligaciones
conyugales determinadas en los Artículos doscientos ochentisiete, doscientos ochentio-
cho, doscientos noventa que se resume, en alimentos para los hijos, asistencia y fidelidad
mutuas, apoyo, compañía, participar en el gobierno del hogar; además de acuerdo con
nuestro Código actual ese alejamiento debe ser injustificado –empleando este término
más propio en lugar de malicioso del anterior– lo que propiamente significa, que debe
ser intencional y voluntario, sin que exista causal real y moral para ello, razonablemente
entendido ese carácter de injustificado podía desaparecer y desaparece si ambos cónyuges
acuerdan vivir separados o viviendo en la misma casa convienen variar el cumplimiento
de sus obligaciones conyugales; por lo que el que invoca esa causal, no solo debe acredi-
tar la naturaleza indicada del abandono sino que sea de carácter injustificado;
Tercero.- Que, estando a esta interpretación legal, la posición de la Sala de mérito es
correcta al exigir que se haya producido el abandono físico, el alejamiento de la casa
común, luego debe convenirse que no hay una interpretación errónea de la norma; por
estos fundamentos no presentándose la causal prevista en el inciso primero del Artículo
trescientos ochentiséis del Código Adjetivo, y aplicando el Artículo trescientos noventio-
cho del mismo, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República
FALLA: declarando INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por don Emilio
Miguel Vivar Quintana a fojas ciento trece; contra la sentencia de vista expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas ciento tres, que confirmando la
de primera instancia, declara infundada la demanda de fojas cincuentitrés; CONDENA-
RON al recurrente al pago de la multa equivalente a dos Unidades de Referencia Procesal
y a las costas y costos originados en la tramitación del recurso; DISPUSIERON la publi-
cación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por don Emilio Miguel Vivar Quintana con doña Aurelia Rimaycuna Villegas
sobre separación de cuerpos por causal; y los devolvieron.
SS.
URRELIO A.
ORTIZ B.
SÁNCHEZ-PALACIOS P.
ECHEVARRÍA A.
CASTILLO LA ROSA S.
160
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
trascendencia para casos iguales o similares, por lo que la decisión sobre casación, satis-
face no solo un interés particular, sino social que es uno de los fines –tal vez más trascen-
dente– del instituto de la casación plasmar la seguridad jurídica, trato legal igualitario de
los justiciables y predicibilidad de los fallos, todo lo que lo distingue del recurso impug-
natorio normal y ordinario; por lo que MI VOTO es por que se declare: INFUNDADO
el Recurso de Casación interpuesto por don Emilio Miguel Vivar Quintana a fojas ciento
trece; contra la sentencia de vista de fojas ciento tres; en los seguidos por don Emilio Mi-
guel Vivar Quintana con doña Aurelia Rimaycuna Villegas sobre separación de cuerpos
por causal; y los devolvieron.
S.R.
CASTILLO LA ROSA S.
161
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J21
CAS. Nº 3006-2001-LIMA
Lima, 6 de febrero de 2002
Considerando
Primero.- Que, por el matrimonio, el hombre y la mujer asociados, en una perdurable
unidad de vida sancionada por la ley, se complementan recíprocamente y cumpliendo los
fines de la especie la perpetúan al traer a la vida la inmediata descendencia; concepto re-
cogido del tratadista Valverde enunciado por Héctor Cornejo Chávez en su libro “Derecho
Familiar”.
Segundo.- Que, el estado matrimonial genera obligaciones recíprocas de los cónyuges,
como es el deber de fidelidad, de cohabitación, de asistencia, y de alimentación.
162
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
163
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J22
CAS. Nº 424-2002-HUAURA
Divorcio
Lima, 26 de noviembre de 2002
164
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
solo tiene diez años de casados; no puede resolverse un proceso civil remitiéndose única-
mente al dicho de la parte demandante; y
Considerando
Primero.- Que, el Recurso de Casación tiene como fines esenciales la correcta aplicación
e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de la
Corte Suprema de Justicia.
Segundo.- Que, la parte final del Artículo ciento veintiuno del Código Procesal Civil, es-
tablece que mediante la sentencia, el Juez pone fin a la instancia o al proceso en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida
declarando el derecho de las partes o excepcionalmente sobre la validez de la relación
procesal;
Tercero.- Que, asimismo el inciso cuarto del Artículo ciento veintidós del Código acota-
do dispone que la resolución debe contener la expresión clara y precisa de lo que se decide
u ordena, respecto de todos los puntos controvertidos;
Cuarto.- Que, por otro lado, todo magistrado debe tener presente que de acuerdo con
lo dispuesto por la segunda parte dei numeral sétimo del Título Preliminar del Código
adjetivo, según el cual, el juez no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en
hechos diversos de los que son alegados por las partes;
Quinto.- Que, en el caso de autos, la Sala, para sustentar tácticamente su decisión revo-
catoria, a afirmado que el actor y la recurrente habían fijado como domicilio conyugal el
domicilio de la madre del actor, del cual, la recurrente, habría hecho abandono de hogar;
Sexto.- Que, en su recurso de casación, la recurrente afirma que se ha contravenido lo
dispuesto por el inciso tercero artículo ciento treintinueve de la Constitución, en concor-
dancia con lo previsto en los artículos primero del Título Preliminar del Código Procesal
Civil y siete de la Ley Orgánica del Poder Judicial, debido a que no se ha valorado, en for-
ma conjunta y razonada, todos los medios probatorios, debido a que la recurrente, nunca
ha afirmado, como lo ha hecho la Sala, que haya fijado su domicilio conyugal en la casa
de la madre del actor; además, indica que este solo argumento, para sustentar la sentencia
revocatoria, contraviene su derecho al debido proceso.
Sétimo.- Que, el agravio descrito por la recurrente tiene asidero real, toda vez que del
análisis de la sentencia de vista, no se desprende cuáles han sido los elementos que han
llevado a la Sala a concluir que el domicilio conyugal de las partes, se ubicaba en la casa
de la madre del actor, de donde la recurrente hizo abandono de hogar, si es que la propia
recurrente, en su contestación a la demanda ha afirmado que el domicilio de la madre del
actor no era su domicilio conyugal.
Octavo.- Que, asimismo, la sentencia de vista, analizada objetivamente, se basa única y
exclusivamente, en el argumento del domicilio conyugal para considerar que se ha confi-
gurado la causal invocada, esto es, el abandono injustificado del hogar conyugal, ante el
alejamiento físico de la demandada; sin embargo, este Supremo Tribunal considera que
para la configuración de la causal de abandono injustificado del hogar conyugal se requie-
re la conjunción de los siguientes elementos: a) el alejamiento físico del hogar conyugal;
b) el elemento temporal, constituido por el tiempo establecido por la ley; c) la voluntad
de sustraerse de sus obligaciones conyugales, el cual constituye un factor de atribución
subjetivo.
Noveno.- Que, ante ello, se configura la causal casatoria denunciada debido a que la
Sala, al expedir su sentencia, ha contravenido las normas antes glosadas, puesto que se ha
basado en un hecho distinto al afirmado por la recurrente, quien ha señalado que la casa
165
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
166
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J23
CAS. Nº 577-98-LIMA
Lima, 16 de octubre de 1998
Considerando
Primero.- Que la doctrina es unánime en señalar que el abandono consiste en la dejación
del hogar conyugal con el propósito evidente de sustraerse al cumplimiento de las obliga-
ciones conyugales o deberes matrimoniales.
Segundo.- Que asimismo, se ha admitido que el abandono debe reunir tres elementos,
los que son: el objetivo, el subjetivo y el temporal; por el primero, se entiende la dejación
material o física del hogar conyugal; por el segundo, que el cónyuge ofensor se sustraiga
intencionalmente al cumplimiento de sus deberes conyugales, es decir en forma volunta-
ria, intencional y libre; y por el tercero, que transcurra un determinado período de tiempo,
que en sede nacional es dos años continuos o que la duración sumada de los períodos
excedan a dicho plazo.
Tercero.- Que en efecto, el simple hecho material del alejamiento, ausencia o separación
no basta para constituir abandono como causal de divorcio, se requiere además un factor de
167
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
atribución subjetivo, consistente en que el ofensor sin causa que lo justifique se sustraiga a
los deberes que la ley impone a los cónyuges para asegurar los fines del matrimonio.
Cuarto.- Que tal es así, que no habrá abandono, como ejemplifica Héctor Cornejo Chávez,
“cuando haya acuerdo entre las partes, o cuando pese a la separación material puede de-
ducirse de indicios inequívocos (intercambio de cartas, envío de pensiones, comunicacio-
nes, etc.) que el presunto culpable no tuvo intención de romper el vínculo matrimonial, o
que el cónyuge sea coaccionado a dejar el hogar o cuando este se deja por causa extraña
a la voluntad del agente” (Derecho Familiar peruano, página trescientos veintinueve), o
cualquiera sea la casuística por la cual el cónyuge se sustraiga de sus deberes justificada-
mente.
Quinto.- Que sobre la base de los hechos probados, se ha concluido que las pruebas apor-
tadas por la demandante no acreditan que el abandono en que ha incurrido el demandado
haya sido injustificado y con la intención de evadir los deberes del matrimonio, por cuan-
to, la misma accionante menciona que el demandado salió rumbo a la ciudad de Arequipa
en busca de trabajo.
Sexto.- Que siendo así, resulta que la posición jurídica de la instancia de mérito, respecto
a que no se ha acreditado el elemento subjetivo del abandono, no constituye ninguna
infracción sobre la interpretación judicial de la norma jurídica sub examine.
Séptimo.- Que es distinta la situación por la cual la recurrente estima que la sola dejación
del hogar conyugal por más de diez años de su cónyuge constituye manifiesta voluntad
de sustraerse injustificadamente de los mencionados deberes matrimoniales; sin embargo,
este aspecto nos enfrenta con el reexamen de la prueba y de los sucedáneos de prueba que
han sido admitidos en el proceso con el objeto de concluir a favor de la tesis sostenida por
la impugnante, actividad procesal que no corresponde hacerse en esta sede por no ser su
finalidad.
Octavo.- Que por otro lado, también constituye materia probatoria, la alegación referida
a que no existe contradicción sobre la certeza del domicilio conyugal fijado por la impug-
nante y aquél indicado por el Registro Electoral con respecto al domicilio del demandado,
por lo que dicha afirmación, es también ajena a la actividad casatoria.
Sentencia
Que estando a las conclusiones que preceden, declararon INFUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto por doña María Eugenia Mogrovejo Valera; en consecuencia, NO
CASAR la resolución de vista de fojas ciento noventiuno, su fecha cinco de enero de mil
novecientos noventiocho; CONDENARON a la recurrente al pago de una multa de dos
Unidades de Referencia Procesal, así como de las costas y costos originados en la trami-
tación del recurso; DISPUSIERON la publicación de esta resolución en el diario oficial
El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos con don Víctor Manuel Acosta Zamora
sobre divorcio; y los devolvieron.
SS.
IBERICO
ORTIZ
SÁNCHEZ-PALACIOS
CASTILLO L.R.S.
CELIS
168
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J24
CAS. Nº 532-97
Sala Nº 6
Lima, 21 de mayo de 1997
Vistos
Interviniendo como Vocal ponente la doctora Álvarez Olazábal; y,
Considerando
Primero.- Que en el presente caso, el hecho de vivir separados los cónyuges tal como
ambos han manifestado no imposibilita en manera alguna que el cónyuge que se con-
sidere ofendido en caso de acreditarse los hechos que configuran la causal de conducta
deshonrosa que haga insoportable la vida en común, pueda accionar por la disolución del
vínculo, pues debe comprenderse la vida en común de manera extensiva, es decir que sea
imposible reanudarla;
Segundo.- Que la demandada, no obstante estar casada, se registró como divorciada en el
Hotel “Libertador” de la Ciudad del Cusco, tal como se detalla en el acta de inspección
judicial de fojas diecinueve a fojas veintitrés, el día veinticinco de agosto de mil novecien-
tos noventicuatro, pernoctando en la misma habitación con persona diferente a su esposo
no resultando lógico lo declarado por la hermana de la demandada, doña Elizabeth Coll
de Pinedo, en el sentido que ella se quedó igualmente en la habitación esa misma noche
y durmió con la hermana en la misma cama, si la testigo residía en la ciudad del Cusco
y tenía casa propia teniendo en cuenta además que en las fichas de registro numeradas
correlativamente (fojas diecisiete y dieciocho) solo aparecen hospedados en la habitación
número trescientos diecisiete la demandada y el ciudadano italiano con quien se registró,
y luego con una ficha diferente que no guarda la numeración correlativa detallada, se
registra a Elizabeth Coll como si estuviera ella sola en la misma habitación;
Tercero.- Que ni la testigo ni la demandada, han explicado a sufiencia los motivos por los
que manifiestan permanecieron juntas en la misma habitación del hotel, con una persona
que no es familiar directo de ellas, si había otras habitaciones libres en el hotel;
Cuarto.- Que conforme a los artículos trescientos cuarenta y trescientos cincuenticinco
del Código Civil, los hijos se confían al cónyuge que obtuvo la separación por causa
específica, siendo que en el presente caso el accionante no ha solicitado ejercer en forma
exclusiva la patria potestad, por lo que los hijos permanecerán con la madre con la que
actualmente viven, integrándose la sentencia en dicho extremo, y al no haber solicita-
do alimentos la demandada para los hijos menores, se dejará a salvo su derecho siendo
aplicable a la cónyuge el primer parágrafo del artículo trescientos cincuenta del Código
Civil; fundamentos por los que; CONFIRMARON la sentencia obrante de fojas dos-
cientos ochentiséis a doscientos noventinueve, su fecha veintinueve de octubre de mil
novecientos noventiséis que declara fundada la demanda corriente de fojas setentiuno a
fojas ochenticuatro respecto al divorcio por causal de conducta deshonrosa que hace in-
soportable la vida en común, imputable a la cónyuge; en consecuencia disuelto el vínculo
matrimonial contraído por don Sergio Remy Del Alamo Yábar y doña Carmen Elena Coll
169
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
170
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J25
CAS. Nº 4362-2006-LIMA
Divorcio por causal
Lima, 10 de julio de 2007
Considerando
Primero.- Que, respecto de la causal de interpretación errónea corresponde señalar que de
acuerdo al artículo trescientos treintitrés inciso seis del Código Civil, concordado con el
171
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
artículo trescientos cuarentinueve del mismo Código, es causal de divorcio: “La conducta
deshonrosa que haga insoportable la vida en común”; apreciándose entonces que para la
configuración de esta causal se requiere la presencia de dos elementos: a) la existencia de
una conducta deshonrosa por parte de uno de los cónyuges; y, b) que dicha conducta sea
de tal magnitud que ha insoportable la vida en común.
Segundo.- Que, para efectos del presente proceso, esta Sala de Casación estima que debe
detenerse en el segundo de los requisitos; que, en efecto, este último significa que la con-
ducta de la que uno de los cónyuges está siendo víctima por parte del otro ha llegado a un
punto en la que no puede ser soportada por la víctima, convirtiendo la vida en común en
insostenible; lo que significa que el resultado final de la conducta deshonrosa es el que-
brantamiento de la vida en común que es propia, lógicamente, del matrimonio, de confor-
midad con el artículo doscientos treinticuatro del Código Civil; empero, si entre cónyuges
ya no existe vida en común, es decir, si no se realiza uno de los fines del matrimonio, sino
que por el contrario, están separados de hecho, resulta evidente que no puede configurarse
la causal en análisis; vale decir, un hecho no puede convertir en insoportable una vida en
común que ya no existía.
Tercero.- Que, en el presente caso, las instancias de mérito han amparado la demanda
de Divorcio formulada por Rogelio Hurtado Chávez contra Geivoy Ana María Flores
Delgado de Hurtado, por la causal de Conducta Deshonrosa que haga insoportable la vida
en común, en virtud a presuntas conductas de la demandada descubiertas con motivo de
la querella entablada en su contra por el actor en mayo del dos mil uno; sin embargo, los
juzgadores, a su vez, han declarado fundada la reconvención de Divorcio por Causal de
Separación de Hecho formulada por la demandada al advertir que los referidos cónyuges
pese a haber contraído matrimonio el treinta de junio de mil novecientos ochentitrés “...se
encuentran separadas de hecho desde el dieciocho de junio de mil novecientos noven-
ta...”. (Resaltado de esta Suprema Sala).
Cuarto.- Que, de lo anterior fluye que los juzgadores en una clara interpretación errónea
del artículo trescientos treintitrés inciso seis del Código Civil, han estimado la configu-
ración de la causal de conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común, en
función a hechos acaecidos cuando entre los cónyuges del proceso ya no existía vida en
común hacia varios artos atrás; por consiguiente, se incurre en la causal denunciada, lo
que faculta a esta Sala de Casación a actuar en sede de instancia de conformidad con el
articulo trescientos noventishis inciso primero del Código Procesal Civil; sin embargo,
corresponde antes emitir pronunciamiento sobre la segunda causal invocada.
Quinto.- Que, en cuanto a la causal de inaplicación del articulo trescientos cuarenticinco -
A del Código Civil, debe indicarse que, conforme lo ha establecido esta Sala de Casación
en reiterada y uniforme jurisprudencia, por lo general todo decaimiento del vínculo ma-
trimonial implica perjuicio para ambos cónyuges que no lograron consolidar una familia
estable; de modo tal que, en procesos como el de autos los juzgadores deben pronunciarse
necesariamente, aun cuando no se haya solicitado, sobre la existencia o no de un cónyuge
que resulte más pérjudicado de acuerdo a su apreciación de los medios probatorios en los
casos concretos, al que de existir le fijará una indemnización a cargo de la parte menos
afectada, salvo que existan bienes que estime puedan adjudicársele de modo que compen-
se su mayor perjuicio; debiendo precisarse que en caso de que no se pueda determinar
el cónyuge perjudicado, no existe obligación en el juzgador de fijar indemnizaci6n
alguna o adjudicación preferente.
Sexto.- Que, en el presente caso, la demandada si ha formulado expresamente, vía re-
convención, el otorgamiento de una indemnización ascendente a cuarenta mil dólares
americanos en función a estimarse victima de las causales de divorcio de abandono injus-
tificado, Violencia Física y Psicológica; sin embargo, tanto el a quo como el ad quem, a la
172
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
luz de los medios probatorios han estimado que no se ha acreditado la causal de abandono
injustificado y respecto de la Violencia Física y Psicológica esta ha caducado; y que por
ende al no ser la cónyuge perjudicada, no corresponde indemnizarla
Sétimo.- Que, lo anterior significa que la demandada recurrente no ha persuadido a los
juzgadores ser la cónyuge perjudicada y de ello tampoco convence a esta Sala de Casa-
ción, máxime si, por un lado, ambas partes ya se encontraban separadas hacia más de once
anos cuando se interpuso la presente demanda; y, por otro lado, no es materia del recurso
de casación la valoración distinta de los medios probatorios, dado los fines asignados a
este recurso de casación por el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal
Civil.
Octavo.- Que, en consecuencia, solo se configura la causal de interpretación errónea,
lo que, conforme ya se ha indicado, autoriza a esta Sala de Casación a actuar en sede
de instancia; y, en ese sentido, procede, luego de anularse la sentencia de vista, revocar
la apelada solo en el extremo que declara fundada en parte la demanda de divorcio in-
terpuesta por Rogelio Hurtado Chávez, debiendo confirmarse la misma en lo demás que
contiene; estando a las consideraciones que preceden; declararon: FUNDADO en parte
el recurso de casación, interpuesto a fojas cuatrocientos ochenticuatro por Geivoy Ana
Maria Flores Delgado; en consecuencia, NULA en parte la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos setentitrés, su fecha seis de setiembre del dos mil seis; sobre el extremo que
Confirma la sentencia que declara Fundada la demanda de divorcio por la causal de con-
ducta deshonrosa; y, actuando en sede de instancia: REVOCARON en parte la apelada
de fojas trescientos noventisiete, fechada el dos de noviembre en el extremo que declara
Fundada la demanda de divorcio por la causal de conducta deshonrosa; Reformándola
en dicho extremo, declararon: INFUNDADA la citada demanda por esta causal; CON-
FIRMARON la apelada en lo demás que contiene; en los seguidos por Rogelio Hurtado
Chávez con Geivoy Ana María Flores Delgado de Hurtado sobre Divorcio por Causal; y,
los devolvieron; Vocal Ponente señor Palomino García.
SS.
TICONA POSTIGO
SOLÍS ESPINOZA
PALOMINO GARCÍA
CASTANEDA SERRANO
MIRANDA MOLINA
173
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J26
CAS. Nº 2090-01-HUÁNUCO
Lima, 13 de diciembre de 2001
Considerando
Primero.- Que, corresponde en primer lugar analizar la causal contemplada en el inc. 3
del Art. 386 del Código Adjetivo, porque de declararse fundada ya no cabe pronuncia-
miento sobre la otra causal.
Segundo.- Que, el inc. 6 del Art. 50 del Código acotado impone al Juez la obligación de
fundamentar los autos y sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando el principio de
congruencia.
Tercero.- Que, en virtud de dicho principio, las resoluciones judiciales deben expedirse
de acuerdo con el sentido y alcance de las peticiones formuladas por las partes, es decir,
debe existir identidad entre la pretensión procesal y lo decidido en la sentencia, ya que si
se excediera la instancia de mérito, generaría una alteración a la relación procesal.
Cuarto.- Que, por su parte, el Art. 113 del Código Procesal acotado dispone que el Mi-
nisterio Público interviene en el proceso como parte, como tercero con interés, cuando
la ley dispone que se le cite, y como dictaminador, en consecuencia, únicamente cuando
174
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
la ley establezca que la intervención del Ministerio Público sea como dictaminador, sus
representantes se encontrarán en la obligación de emitir dictámenes debidamente funda-
mentados, los mismos que podrán ser acogidos por las Salas Superiores o Salas Supremas
como parte de su fundamentación, si faltan de conformidad o con lo expuesto en el mis-
mo, estando a lo dispuesto en el Art. 142 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Quinto.- Que, en el caso que nos ocupa, la materia controvertida versa sobre divorcio
por causal, pretensión que se tramita en la vía de proceso de conocimiento y en la cual el
Ministerio Público interviene como parte, y como tal no emite dictamen; de acuerdo con
el artículo 481 de la Ley Adjetiva; consecuentemente, no se configura el agravio denun-
ciado, esto es, la existencia de contradicción entre los fundamentos de la recurrida y su
parte resolutiva.
Sexto.- Que, habiendo sido desestimada la causal in procedendo, corresponde ahora el
análisis de la denuncia por vicios in iudicando.
Sétimo.- Que, por conducta deshonrosa debe entenderse el proceder incorrecto de una
persona, que se encuentra en oposición al orden público, la moral y el respeto de la fa-
milia, condiciones en las cuales resulta insoportable la vida en común; pudiendo mani-
festarse en una gama de hechos y situaciones, como pueden ser la vagancia u ociosidad,
la ebriedad habitual, la reiterada intimidación amorosa con persona distinta del cónyuge,
salidas injustificadas, entre otras, ya que la ley no establece un númerus clausus al respec-
to sino un númerus apertus.
Octavo.- Que, distinta es la causal de adulterio, pues la misma se funda en la violación
de fidelidad que origina la desarmonía conyugal cuyo elemento objetivo, se encuentra
constituido por la consumación del acto sexual de un cónyuge con persona distinta de su
consorte, de ahí que la simple tentativa resulte insuficiente para que produzca la disolu-
ción del vínculo matrimonial.
Noveno.- Que, consecuentemente, al haber quedado establecido en el tercer considerando
de la recurrida la declaración de la demandada de haber intimidad sexual con un tercero,
resulta evidente que dicha conducta deshonesta que se haga insoportable la vida en común
pues con dicha declaración se trastoca el honor de su cónyuge, de ahí que la interpretación
del Art. 333 Inc. 6 del Código Civil que se ha dado en la recurrida, sea la adecuada.
Décimo.- Que, la recurrente goza del beneficio de auxilio judicial, por estas razones y de
conformidad con lo dispuesto en el Art. 397 del C.P.C; declararon INFUNDADO el Re-
curso de Casación interpuesto por doña Gertrudis Domínguez Miraval; en consecuencia:
NO CASARON la sentencia de vista de fojas 116, su fecha 6 de junio del presente año,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco - Pasco; CON-
DENARON al recurrente al pago de la multa de 02 URP; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano; en los seguidos por don Avelino
Sebastián Cano, contra doña Gertrudis Domínguez Miraval, sobre Divorcio por causal; y
los devolvieron.
SS.
ECHEVARRÍA
LAZARTE
BIAGGI
QUINTANILLA
175
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J27
CAS. Nº 1431-98-TACNA
Lima, 29 de abril de 1999
Considerando
Primero.- Que, la denuncia formulada tiene los extremos claramente diferenciados, sien-
do el primero de ellos que los hechos perdonados no figuran conducta deshonrosa.
Segundo.- Que, más que la interpretación errónea del inciso 6 del Artículo 333 del Có-
digo Civil lo que se pretende el la aplicación analógica del Artículo 336 del Código Civil
para el caso de la causal de conducta deshonrosa.
Tercero.- Que, a efecto de determinar la existencia de la conducta deshonrosa se requiere
que la persona que la cometa proceda de forma tal que habitualmente deje de observar las
reglas de la moral o las reglas sociales, es por ello que la causal no se configura por un
hecho determinado, sino por un constante proceder.
Cuarto.- Que, desde ese punto de vista no puede aplicarse analógicamente la norma del
Artículo 336 del Código Civil, pues dicha norma se refiere a un acto determinado, el adul-
terio cometido por uno de los cónyuges mientras que en el caso de la conducta deshonrosa
176
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Sentencia
Por las consideraciones anteriores, con lo expuesto por el Dictamen Fiscal, y de confor-
midad con lo dispuesto en el Artículo 397 in fine del C.P.C; declararon INFUNDADO
el Recurso de Casación interpuesto por doña Pabla Ticona Mamani, y en consecuencia
NO CASARON la sentencia de vistas de fojas 161, su fecha 30 de enero de 1998; CON-
DENARON a la recurrente al pago de la multa de 2 Unidades de Referencia Procesal
así como al pago de las costas y costos originados en la tramitación del recurso; en los
seguidos con don Isidoro Mendoza Nina, sobre divorcio absoluto; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano; bajo responsabilidad;
y los devolvieron.
SS.
PANTOJA
IBERICO
RONCALLA
OVIEDO DE A.
CELIS
177
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J28
EXP. Nº 144-98
Sala Nº 6
Lima, 8 de abril de 1998
Vistos
Interviniendo como Vocal ponente la doctora Córdova Rivera, oído el informe oral de la
abogada de la parte demandante; por los propios fundamentos de la recurrida; y
Considerando
Además:
Primero.- Que este proceso viene por recurso de apelación interpuesto por el demandado
al proceso que interpuso en su contra doña Rocío Veramendi Cabrera, por causal del uso
habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan generar toxi-
comanía.
Segundo.- Que, sus caracteres son los que justifican por sí solos la existencia de dicha
causal, debido al grave peligro que significa que uno de los cónyuges ingiera sustancias
psicoactivas, en forma habitual, lo que sí puede influir, induciendo a su uso, tanto al cón-
yuge sano como al resto de la familia, siendo requerimiento en esta causal que dicho uso
sea habitual;
Tercero.- Que, como establece el artículo trescientos treintinueve del Código Civil, la
acción por esta causal está expedita mientras subsistan los hechos que la motivan.
Cuarto.- Que, de los documentos de fojas cinco, seis, siete, diez, cincuentitrés, ochenti-
trés a ochenticuatro, ciento setenticuatro a ciento ochenta, la Historia Clínica del deman-
dado remitida por el Hospital Víctor Larco Herrera, que en copia corre de fojas ciento
noventisiete a doscientos siete de estos actuados, documentos de fojas doscientos nueve,
doscientos cuarentidós constituyen prueba instrumental idónea y suficiente que produce
convicción sobre la configuración de esta causal.
Quinto.- Que, el demandado estuvo representado por dos curadores procesales suce-
sivamente, y en fojas doscientos sesentitrés comparece a la Instancia, teniéndosele por
apersonado por resolución de fojas doscientos sesentiséis, su fecha diez de junio de mil
novecientos noventisiete.
Sexto.- Que, con relación al extremo de la suspensión de la patria potestad respecto al
padre y en cuanto a la pensión alimenticia ascendente a la suma de cuatrocientos nuevos
soles que debe abonar en forma mensual y adelantada, en cuanto a sus dos menores hijas
XXX y XXX son procedentes; por estas consideraciones CONFIRMARON en todos
sus extremos la sentencia apelada que obra de fojas trescientos cuatro a trescientos siete,
su fecha treintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, que declara fundada la
demanda de divorcio por la causal de uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas
o de sustancias que puedan originar toxicomanía, interpuesta a fojas trece y siguientes;
en consecuencia, disuelto el vínculo matrimonial contraído por doña Rocío Veramen-
di Cabrera y don Juan Alberto Herrera Portocarrero, el día siete de noviembre de mil
178
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
179
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J29
CAS. Nº 2095-97-LIMA
Lima, 2 de setiembre de 1998
Considerando
Primero.- Que el artículo trescientos cuarentinueve del Código Civil concordado con
el inciso décimo del artículo trescientos treintitrés del acotado, establece como causal
de divorcio la condena por delito doloso a pena privativa de libertad mayor de dos años,
impuesta después de la celebración del matrimonio.
Segundo.- Que del expediente penal acompañado se aprecia que el demandado fue con-
denado como autor del delito de omisión de asistencia familiar, tipificado en el Artículo
ciento cuarentinueve del Código Penal, en agravio de la demandante y otros, a tres años
de Pena Privativa de Libertad suspendida condicionalmente y al pago de dos mil nuevos
soles por concepto de reparación civil, sentencia que al no ser impugnada pasó a la cali-
dad de cosa juzgada.
Tercero.- Que el artículo ciento cuarentinueve del Código Penal tipifica específicamente
el delito de omisión del cumplimiento de la prestación de alimentos, que es una forma
de delito de omisión de asistencia familiar, constituyendo una figura de omisión propia,
es decir que el comportamiento omisivo se menciona expresamente en el tipo penal; para
su configuración a nivel del tipo subjetivo se requiere necesariamente el dolo, es decir la
180
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
conciencia y voluntad del sujeto activo de realizar el tipo objetivo de un delito, es decir se
trata de un delito doloso por omisión.
Cuarto.- Que el matrimonio civil existente entre la accionante y el emplazado fue cele-
brado el veintinueve de octubre de mil novecientos ochenta y la sentencia condenatoria
impuesta al emplazado tiene fecha veintiuno de marzo de mil novecientos noventiséis.
Quinto.- Que de lo expuesto se aprecia que la causal aludida en el primer considerando
se ha configurado plenamente en el caso de autos, resultando procedente se disponga la
disolución del vínculo matrimonial objeto del proceso, por la causal materia de pronun-
ciamiento.
Sentencia
Estando a las conclusiones que anteceden, y en aplicación de lo establecido en el inciso
primero del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil, declararon FUN-
DADO el recurso de casación interpuesto por doña María Catalina del Carmen Luque
Arroyo de Goicochea, y en consecuencia NULA la sentencia de fojas noventicuatro, su
fecha cinco de setiembre de mil novecientos noventisiete; y actuando como instancia
de mérito APROBARON la sentencia apelada de fojas ochentitrés, su fecha veintitrés
de junio de mil novecientos noventisiete, en el extremo que declara fundada en parte la
demanda y en consecuencia declara disuelto el vínculo matrimonial; con lo demás que
contiene y es objeto de consulta; en los seguidos con don Aymundo Gonzalo Goicochea
Cabrera, sobre divorcio por causal; MANDARON publicar la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad y los devolvieron.
SS.
PANTOJA
IBERICO
SÁNCHEZ-PALACIOS
VILLACORTA
CELIS
181
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J30
CAS. Nº 4895-2007-LIMA
Lima, 25 de marzo de 2008
182
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Considerando
Primero: El principio constitucional del debido proceso se integra por la suma de todos
aquellos principios que informan el proceso y que deben operar para asegurar un pronun-
ciamiento jurisdiccional pleno, en el sentido que el Juez ha tenido conocimiento cabal
del problema jurídico sometido a su decisión. Se presenta la contravención de las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso cuando en el desarrollo del mismo, no se
han respetado los derechos procesales de las partes, se han obviado o alterado actos de
procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva, el órgano jurisdiccional deja de
motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en clara trasgresión de la normati-
vidad vigente y de los principios procesales.
Segundo: La Sala ha establecido como juicio de hecho, en base al análisis de los medios
probatorios aportados al proceso, que las denuncias policiales, en las que la demandante
fundamenta fifí [sic] pretensión, resultan insuficientes para acreditar que se encuentra
configurada la causal invocada, máxime si los mismos medios fueron argumentados como
presupuestos fácticos para las otras tres causales que se invocaran y respecto de las cuales
fue declarada infundada la demanda.
Tercero: La denuncia contenida en el literal a) del punto 2 de esta resolución carece de
base real, ya que conforme se advierte de la misma recurrida, se ha valorado y analizado,
los medios probatorios aportados, empero, ellos no le resultan suficientes para acreditar
la causal de divorcio por imposibilidad de hacer vida en común, lo que no supone que no
los haya examinado en su conjunto, por lo demás, de conformidad con lo prescrito en el
artículo 197 del Código Procesal Civil, el Juez en su resolución solo expresará las valora-
ciones esenciales y determinantes que sustenten su decisión.
Cuarto: Respecto al punto b), del quinto, sexto y séptimo considerando de la sentencia de
vista se aprecia que la recurrida ha valorado tanto las denuncias policiales, declaraciones
asimiladas y proceso judicial acompañado, por lo que igualmente carece de base real el
referido cargo.
Quinto: Las denuncias previstas en los literales c) y d), igualmente carecen de sustento,
pues la recurrente no especifica cuál es la contravención al debido proceso que se habría
producido, tratándose más bien de cuestiones de hecho, que pretenden la modificación del
juicio de hecho al que ha arribado la Sala de mérito, lo cual no puede ser actuado en sede
casatoria.
Sexto: Por último, debe tenerse presente que los hechos con los que se pretende acreditar
la causal de imposibilidad de hacer vida en común introducida por la Ley 27495, solo
pueden ser invocados por el cónyuge agraviado, y no por el que los cometió. Asimismo, a
pesar que la ratio legis de la norma fue la de identificar y encasillar esta nueva causal con
la incompatibilidad de caracteres o de personalidades, se comprueba que ella no puede
ser invocada de esa manera, por cuanto los factores que determinan la incompatibilidad
no son exclusivamente de uno de los cónyuges sino de la pareja, por lo que, no puede
pretenderse la incompatibilidad de caracteres, pues se estaría vulnerando el artículo 335
del Código Civil.
Séptimo: En ese sentido, se advierte de las declaraciones testimoniales y de las denuncias
policiales, que las agresiones han sido de ambas partes; y que en junio del dos mil uno,
183
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Decisión
Por las consideraciones anotadas y estando a lo establecido por el artículo 397 del Código
Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación de fojas cuatrocientos
cuarenta y tres interpuesto por doña Solange Margot. Paredes Cáceres, en consecuencia
NO CASARON la sentencia de vista de fojas cuatrocientos treinta y cuatro su fecha
veintisiete de julio del dos mil siete. CONDENARON a la parte recurrente al pago de
la multa de una Unidad de Referencia Procesal, así como al pago de las costas y costos
originados en la tramitación del recurso; en los seguidos con don Tito Condori Ascarza
sobre divorcio por causal. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; interviniendo como Vocal Ponente el
Señor Sánchez-Palacios Paiva; y los devolvieron.
SS.
SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA
CAROAJULCA BUSTAMANTE
MANSILLA NOVELLA
MIRANDA CANALES
VALERIANO BAQUEDANO
184
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J31
CAS. Nº 220-2004-LIMA
El Peruano 01/06/06
Divorcio por causal
Considerando
Primero.- Que, el inciso doce del artículo trescientos treintitrés del Código Civil, adi-
cionado por la modificatoria establecida por la Ley veintisiete mil cuatrocientos noventi-
cinco, publicada en el diario oficial El Peruano, con fecha siete de julio de dos mil uno,
contempla la separación de hecho, como causal de separación de cuerpos, estableciendo
que dicha causal se configura por la separación de hecho de los cónyuges durante un pe-
riodo ininterrumpido de dos años, precisando que dicho plazo será de cuatro años si los
cónyuges tuviesen hijos menores de edad; y que en estos casos no será de aplicación lo
dispuesto en el artículo trescientos treinticinco del Código Civil.
Segundo.- Que, la causal de separación de hecho puede ser también invocada como cau-
sal de divorcio, conforme a lo dispuesto en el artículo trescientos cuarentinueve del Códi-
go Civil, modificado por la Ley veintisiete mil cuatrocientos noventicinco.
Tercero.- Que, el inciso doce del artículo trescientos treintitrés del Código Civil, estable-
ce que en el caso de la causal de separación de hecho, no resulta de aplicación lo previsto
en el artículo trescientos treinticinco del citado Código, en cuanto establece que ninguno
de los cónyuges puede fundar la demanda en hecho propio.
185
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
186
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J32
CAS. Nº 2263-2004-LIMA
El Peruano 01/03/06
Considerandos
Primero.- Que al haberse declarado la procedencia del recurso por un vicio in iudican-
do y otro in procedendo corresponde pronunciarse en primer término sobre la denuncia
relativa a la contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso
187
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
188
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Decisión
Estando a las consideraciones expuestas y de conformidad en parte con lo dictaminado
por el Fiscal Supremo en lo Civil y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código
Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas setecientos cator-
ce; interpuesto por doña Ruth Nelly Manrique Gutiérrez, únicamente en lo relacionado
con la tenencia del menor y ejercicio de patria potestad; en consecuencia, CASARON la
189
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
sentencia de vista de fojas setecientos dos, su fecha dieciocho de junio de dos mil cuatro,
en el extremo antes citado. Actuando en sede de instancia: REVOCARON la sentencia
apelada de fojas quinientos setenta y nueve; su fecha treinta y uno de octubre del dos mil
tres, en cuanto declara infundada la reconvención interpuesta por doña Ruth Nelly Man-
rique Gutiérrez respecto a la tenencia y a la patria potestad del menor Brando Michael
Tapia Manrique y; REFORMÁNDOLA en dicho extremo, la declararon FUNDADA; en
consecuencia, ORDENARON que la tenencia de dicho menor y su patria potestad, será
ejercida por la nombrada demandada, manteniéndose inalterables los demás extremos
de la sentencia de vista recurrida, DISPUSIERON la publicación de esta resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por don Hildebrando
Tapia Samaniego, sobre divorcio por causal de separación de hecho y otros conceptos; y
los devolvieron.
SS.
SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA
PACHAS ÁVALOS
EGÚSQUIZA ROCA
QUINTANILLA CHACÓN
MANSILLA NOVELLA
Los fundamentos del voto en adición del señor vocal pachas ávalos,
es como sigue
Primero.- Que si bien en oportunidad anterior, y especialmente al formar parte de la Sala
Civil Transitoria de la Corte Suprema, el suscrito ha votado y resuelto alguna causa en
casación aplicando el control difuso para considerar que la Ley 27495 es de aplicación a
partir de su vigencia y no a los hechos acaecidos con anterioridad, empero el decurso de
mi función jurisdiccional a posteriori con examen y análisis de otras numerosas causas
relacionadas con acciones de divorcio por causal de separación de hecho, ha incidido en
mi decisión de variar de criterio lo que, en efecto; lo expreso en la precedente resolución
para lo cual explico los motivos de conformidad con lo que dispone el artículo 22 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial.
Segundo.- Que el suscrito considera que cuando la Primera Disposición Transitoria de
la citada Ley 27495, dispone que esta se aplica inclusive a las separaciones de hecho
existentes , al momento de su entrada en vigencia, se ha adherido a la teoría de los he-
chos cumplidos según la cual las normas deben ser aplicadas inmediatamente, y si bien
ninguna ley tiene efecto retroactivo, el artículo III del Título Preliminar del Código Civil
al regular esta materia establece que las normas se aplican a las consecuencias de las re-
laciones y situaciones jurídicas existentes, asumiendo así la referida teoría de los hechos
cumplidos.
Tercero.- Que siendo así, considero que la “ratio legis” de la norma en examen trasunta la
finalidad de dar solución a un problema social inocultable y objetivo como es la existencia
fáctica de matrimonios que en la práctica no cumplen con la finalidad prevista en el artí-
culo 234 del Código Civil y que, antes bien, la desvirtúan al generar conflictos de orden
moral y patrimonial en perjuicio de los diversos núcleos familiares, concluyendo de todo
ello que en el caso de autos la sentencia de vista al considerar la aplicación de la citada
ley a la separación de hecho existente al tiempo de su vigencia, se encuentra arreglada a
ley en dicho extremo.
SS.
PACHAS ÁVALOS
190
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J33
CAS. Nº 1720-2003-JUNÍN
El Peruano 30/11/04
Lima, 25 de noviembre de 2003
Considerando
Primero.- Que, fluye del recurso sub examen y de la Resolución de Vista recurrida
que la controversia se centra en determinar si la Primera Disposición Complementaria
191
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
192
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
193
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J34
EXP. N° 1120-95
Lima, 10 de noviembre de 1995
Vistos
Resulta de autos que, por escrito de fojas treintiséis a cuarentiuno don Alberto Fujimori
Fujimori interpuso demanda de divorcio por la causal de injuria grave contra doña Susana
Higuchi Miyagawa, para que se declare disuelto el vínculo matrimonial contraído con la
demandada; acumula asimismo las pretensiones de tenencia y custodia de los hijos me-
nores de edad habidos en el matrimonio, alimentos, liquidación de gananciales y solicita
se le autorice la suspensión de convivencia; funda su acción en el hecho que contrajo
matrimonio civil con la demandada el diecisiete de julio de mil novecientos setenticuatro
ante el Consejo Distrital de Santiago de Surco, provincia y departamento de Lima; Que,
durante su matrimonio procrearon cuatro hijo de nombres Keiko Sofía, Hiro Alberto,
Sachi Mariela y Kenji Gerardo Fujimori Higuchi de veinte, dieciocho, dieciséis y quince
años de edad respectivamente; Que, es de público conocimiento que desde el mes de
agosto de mil novecientos noventicuatro se quebró la armonía familiar dando lugar a
una separación de hecho que a la fecha continúa; Que, la actitud crítica de su cónyuge
sobre asuntos de gobierno fue sin embargo seguida de imaginarias y gratuitas acusacio-
nes de corrupción, cuidando especialmente en personificar en el actor tan graves como
desaprensivas manifestaciones como está abundantemente demostrado con las pruebas
que se ofrecen; Que, durante los últimos meses, como también está probado, la demanda
le ha continuado injuriando, la última de cuyas declaraciones públicas se ha producido el
veintiuno de abril último que, al igual que las otras, constituye injuria grave, en adición a
su carácter calumnioso y difamatorio; Que, la conducta, de su cónyuge constituye por sí
misma injuria grave que invoca, pues pretende deshonrar, envilecer, afrentar y desacredi-
tar su conducta como cónyuge y padre de familia; Que, la actitud injuriosa de su cónyuge
consiste también en la falsa atribución de inconductas funcionales y conyugales, asimis-
mo como en que tales falsas imputaciones se han hecho de manera de lograr difusión de
la especie, utilizando principalmente la prensa hablada y escrita, nacional e internacional;
ampara su pretensión en lo dispuesto por el inciso cuarto del artículo trescientos treintitrés
y artículo trescientos treinticuatro, trescientos cuarentiocho del Código Civil; recauda su
solicitud con la partida de matrimonio de fojas uno, partidas de nacimiento de fojas dos,
tres, cuatro y cinco, copia de minuta de cambio de régimen patrimonial de fojas seis a
ocho, copia de libreta electoral de fojas nueve, copia de ocurrencia policial de fojas diez
y once, videocinta anexada a fojas doce, transcripción literal de la videocinta de fojas
trece a diecinueve, copia de artículos periodísticos aparecidos en diversos diarios de esta
capital de fojas veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticuatro; veinticinco, veintiséis
y treinticuatro, y de diarios extranjeros de fojas veintisiete con traducción de fojas veintio-
cho de treintiuno, y de fojas treintidós y treintitrés, arancel judicial de fojas treinticuatro;
Que, dando trámite a la causa conforme a su naturaleza corresponde, se corrió traslado
de la demanda en la vía de conocimiento por el término de ley al Ministerio Público y a
la demandada; Que, por escrito de fojas cincuentisiete a cincuentiocho la señora repre-
sentante del Ministerio Público contestó la demanda señalando que si bien interviene en
el proceso para defender a la familia actuando como parte imparcial, igualmente vela por
194
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Considerando
Primero: Que, el decaimiento del vínculo matrimonial tiene lugar cuando se resquebraja
la armonía conyugal volviendo insoportable la convivencia común y por tanto la conti-
nuación del matrimonio.
Segundo: Que, es materia de la pretensión principal, el divorcio de los cónyuges por la
causal de injuria grave y por consiguiente la disolución del vínculo matrimonial contraído
el diecisiete de julio de mil novecientos setenticuatro ante el Concejo Distrital de Santiago
de Surco de esta Capital, así como la disolución de la sociedad legal nacida por imperio
de ley;
Tercero: Que, las pretensiones acumuladas en la demanda respecto a los regímenes de
liquidación de gananciales y alimentos a favor de los hijos fueron objetos de conciliación
entre las partes como es de verse de fojas ciento cuatro, ciento cinco a ciento seis y ciento
siete a ciento ocho, acto en el cual además, la demanda renunció a la pensión alimenticia
que pudiera corresponderle;
Cuarto: Que, asimismo ambas partes convinieron que sea el Juez quien decida la tenen-
cia y custodia de los hijos menores de edad oyendo a éstos, concediéndose un régimen
de visitas amplio a favor del cónyuge que no detente la tenencia de los hijos y respecto a
residir separados.
195
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Quinto: Que, en la audiencia especial convocada de conformidad con los artículos ochen-
titrés y ochenticuatro del Código de los Niños y Adolescentes cuya acta obra a fojas
ciento dieciocho se oyó a los menores adolescentes Sachie Marcela Fujimori Higuchi de
dieciséis años de edad, y Kenyi Gerardo Fujimori Higuchi de quince años de edad quienes
expresaron ante el señor Juez y la señora Fiscal Provincial su deseo respecto a la tenencia
custodia por parte de sus señores padres con respecto a ello;
Sexto: Que, en consecuencia el señor Juez deberá decidir respecto a estos extremos te-
niendo en consideraciones lo convenido por las partes y lo declarado por los hijos durante
la indicada audiencia especial;
Sétimo: Que, por tanto en cuanto al fondo de la pretensión solo queda dilucidar respecto
al divorcio por la causal de injuria grave cometida por uno de los cónyuges y que consti-
tuya motivo suficiente para disolver el vínculo matrimonial;
Octavo: Que, Planiol, en el Tratado Teórico Práctico de Derecho Civil Francés, La Haba-
na, Editorial Cultural, año mil novecientos treintinueve, Tomo segundo, señala “que la pu-
blicidad es un elemento constitutivo cuando se trata de un ultraje verbal o escrito”; asimis-
mo señala en este aspecto además que, “la injuria es una noción de contornos inciertos”;
asimismo el tratadista Guillermo Cabanellas en su Diccionario de Derecho Usual, entre
otros conceptos define a la injuria como “la alusión a la infidelidad debiendo entenderse
cuando ésta es infundada”; de otro lado refiriéndose a la misma causal la Enciclopedia
Jurídica Omeba, en cuanto a la Ley francesa señala que son “los ultrajes dirigidos por un
esposo al otro por medio de la palabra o la pluma”; y citando a la jurisprudencia francesa
señala que “la Ley no admite como injurias graves más que aquellas que son un senti-
miento malo, meditado, permanente, que hace insoportable la vida en común del esposo
ofendido”; igualmente al citar a la jurisprudencia alemana indica que “se ha considerando
en tal situación a la mujer que había dado noticias que comprometían a su marido frente a
terceros, si bien no eran verdaderas”, y citando a la doctrina argentina refiere que “deben
producir una impresión intensa desagradable e irritante para la persona del cónyuge a
quien se hace objeto de ellas, ya que se refieren a su dignidad, honor, decoro de su perso-
na, familia, etc.”;
Noveno: Que, el artículo trescientos treintisiete del Código Civil peruano señala que la
causal de injuria grave será apreciada por el Juez teniendo en cuenta la educación, cos-
tumbre y conducta de ambos cónyuges; es decir deja a la doctrina, a la jurisprudencia y al
criterio del Juez la calificación de la causal y la apreciación de ella como disolvente del
vínculo matrimonial;
Décimo: Que, la jurisprudencia peruana en diversos fallos emitidos por la Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia de la República como los pronunciados el dieciocho de enero
de mil novecientos ochentitrés, nueve de setiembre del mismo año, siete de agosto de mil
novecientos noventidós, cuatro de febrero de mil novecientos noventitrés, ha señalado
que la injuria grave está constituida por hechos, actitudes, gestos o palabras, reiterada,
consciente, e intencionalmente que lesionen u ofendan inexcusable, inmotivada y profun-
damente la dignidad y el decoro del cónyuge, demostrando un desprecio profundo hacia
él, un ultraje humillante, un vejamen que imposibilite la vida en común; asimismo que
estos hechos o palabras, actitudes o gestos deben ser en forma consciente y voluntaria
pues la intención del ofensor debe ser la de maltratar moralmente a su consorte, reflejando
un profundo desprecio que sienta hacia aquel;
Undécimo: Que, asimismo nuestra novísima legislación procesal civil en el artículo dos-
cientos treinticuatro del Código Procesal Civil señala que son documentos entre otros
los escritos públicos o privados y los impresos que tengan la misma finalidad, las cintas
cinematográficas y otras reproducciones de audio y vídeo que recojan, contengan o repre-
senten algún hecho o una actividad humana o su resultado;
196
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
197
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Décimo sétimo: Que, además de no haber sido demostradas tales declaraciones en forma
alguna, éstas fueron desmentidas por su propia hija quien públicamente declaró que no
era manipulada, que sus hijos han manifestado su propia voluntad al Juzgado, sin coac-
ción alguna contrario a lo informado por la demandada; asimismo las declaraciones en
comento fueron realizados durante un determinado lapso de tiempo en forma simultánea
y reiterativa;
Décimo octavo: Que, tanto en la demanda como en la audiencia conciliatoria el cónyuge
actor no solamente se ratificó en la acción sino que además indicó que las declaraciones
de la emplazada le han producido agravio en su honor;
Décimo noveno: Que, estando al grado cultural de ambas partes y los cargos que de-
tentan se tiene que las expresiones de la demandada no solo constituyen expresiones sin
fundamento, sino que por el ámbito de recepción de ellas han sido insultantes, infamantes,
vejatorias y con ánimo de desacreditación y ofensa, actos negativos de desprestigio tanto
a nivel nacional como internacional desacreditando al actor como persona, como padre de
familia y como esposo, que hacen insoportable mantener el vínculo matrimonial contraí-
do con la demandada, lo cual constituye causal para disolverlo, debiendo tenerse en con-
sideración la conciliación parcial de los cónyuges respecto a las pretensiones accesorias;
Vigésimo: Que, respecto al régimen alimenticio de los hijos Keiko Sofía Fujimori Higuchi
e Hiro Alberto Fujimori Higuchi, debe considerarse que aquellos son mayores de edad y
por tanto excluidos de la esfera de la patria potestad de sus padres, por tanto no procede
señalarse régimen alguno a favor de ellos, a quienes se les deja expedito su derecho para
que lo hagan valer con arreglo a ley; por estas consideraciones y de conformidad con el
inciso cuarto del artículo trescientos treintitrés del Código Civil, y artículos cuatrocientos
ochenta y siguientes del Código Procesal Civil; y Administrando Justicia a nombre de la
Nación.
Fallo
Declarando fundada la demanda de fojas treintiséis a cuarentiuno; en consecuencia decla-
ro disuelto el vínculo matrimonial contraído por don Alberto Fujimori con doña Susana
Higuchi Miyagawa el diecisiete de julio de mil novecientos setenticuatro ante el Concejo
Distrital de Santiago de Surco, por la causal de injuria grave atribuible a la cónyuge
demandada; en consecuencia se pone fin a los deberes conyugales relativos al lecho y
habitación, disuelta la sociedad legal nacida por imperio de la ley cuya liquidación debe
estarse a lo señalado en la audiencia conciliatoria; asimismo, que los menores [sic] Sa-
chie Marcela Fujimori Higuchi quedará en poder de la madre, y el menor Kenji Gerardo
Fujimori Higuchi quedará en poder del padre concediéndoles a cada uno de los padres un
régimen amplio de vistas a favor del hijo cuya tenencia no se le ha asignado, pudiendo
visitarlos cuando lo estimen pertinente siempre y cuando no interfiera en las horas de
descanso y estudios de sus hijos, asignándoles a dichos menores la pensión de alimentos
a que se refiere la audiencia conciliatoria; sin costos ni costas; hágase saber y elévase en
consulta la presente sentencia en caso de no ser apelada, a la Sala de Familia de la Corte
Superior de Lima, cursándose oportunamente los partes al Registro Personal y al Registro
de la Propiedad Inmueble, de los Registros Públicos, así como oficio a la Municipalidad
Distrital de Santiago de Surco de esta Capital para la respectiva anotación marginal en
la partida matrimonial de las partes.- Dr. Germán Aguirre Salinas, Juez. Víctor Ramón
Beraún, Secretario.
Lo que notifico a Usted conforme a Ley.
Lima, trece de noviembre de 1995.
198
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J35
CAS. Nº 2190-2003-SANTA
Sala Civil Transitoria
Divorcio por causal
Lima, 1 de junio de 2004
199
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Considerando
Primero: Que, este supremo colegiado se encuentra limitado a expedir un pronuncia-
miento de fondo con arreglo a las normas invocadas en el recurso y de las cuales se ha
declarado procedente, de tal manera que cualquier otro aspecto que no sean los agravios
acusados permanecen intangibles para ella.
Segundo: Que, analizando los errores sustantivos denunciados es del caso señalar que la
causal de interpretación errónea de una norma de derecho material se presenta cuando a la
norma aplicable al caso el juzgador le da un sentido tal que no corresponde a su naturaleza
originaria o a las interpretaciones generales que se realizan; que, en el presente caso la
norma, que se dice ha sido mal interpretada, radica en el artículo trescientos cuarenticinco
guión a del Código Civil, y está relacionada a que si el juez tiene facultades para dejar
insubsistente la pensión alimenticia.
Tercero: Que, la inclusión en la normatividad. sustantiva de la causal de divorcio por la
separación de hecho e imposibilidad de hacer vida en común, por su naturaleza resuelven
un conflicto y no sancionan al culpable de este; en este sentido, debe tenerse presente que
la separación de hecho no implica necesariamente que haya habido abandono voluntario,
malicioso (o injustificado) de parte de uno de los cónyuges; por el contrario, se trata
de una situación fáctica que tanto puede resultar el abandono unilateral como de mutuo
acuerdo de los esposos para vivir separados.
Cuarto: Que, en ese sentido, los alimentos a que se refiere la norma bajo comentario
deben entenderse como aquellos a los cuales los cónyuges están obligados de manera
natural durante su relación, como si la separación no se hubiera producido; pues no es
necesario que la mujer carezca absolutamente de recursos, sino que basta que los que
posee no sean suficientes, situación que se comprende por lo especial y drástico de la
causal que solventa el divorcio, que se basa únicamente en un supuesto fáctico que como
tal debe tener sus limitaciones, las que se dan en los extremos que se refiere a alimentos
y a la indemnización en caso de que uno de los cónyuges resulte más perjudicado por la
disolución del vínculo.
Quinto: Que, en consecuencia, siendo los alimentos un derecho humano fundamental de
atención prioritaria, que se encuentra estrechamente ligado a la subsistencia y desarrollo
de la persona, por lo que goza de protección; existiendo una pensión fijada por el órgano
jurisdiccional en proceso específico que ventila los alimentos, esto es, en uno en que
se vea las necesidades del alimentista y las posibilidades de obligado, debe mantenerse
hasta su modificación en otro proceso en que varíen las condiciones por las que se fijó la
pensión.
Sexto: Que, en cuanto a la aplicación indebida del artículo trescientos cincuenta del Có-
digo Civil; la remisión del artículo trescientos cuarentidós del código sustantivo resulta
concordante con lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo trescientos cuarenticinco
guión a del mismo cuerpo legal, reiterándose de este modo la obligación del juez, que
decrete la separación de cuerpos, de fijar una pensión alimenticia a favor del cónyuge que
resulta más perjudicado como consecuencia de la separación; bajo este razonamiento, el
beneficio de la norma resultaría aplicable en perjuicio del abandonado, como consecuen-
cia de la separación; séptimo: en consecuencia, al haberse configurado las causales acu-
sadas por la recurrente resulta de aplicación lo dispuesto en el inciso primero del artículo
trescientos noventiséis del Código Procesal Civil.
Sentencia
Por estas consideraciones; declararon: fundado el recurso de casación interpuesto por
Cira Maria Mamani Lector, a fojas ciento catorce; en consecuencia nula la resolución de
200
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
vista de fojas ciento siete, su fecha diecinueve de mayo del dos mil tres, integrada a fojas
ciento trece, su fecha diez de julio del dos mil tres, en el extremo que declara fundada la
exoneración de alimentos, la dejaron subsistente en lo demás que contiene; y actuando en
sede de instancia revocaron la apelada de fojas ochentinueve, su fecha cuatro de noviem-
bre del dos mil dos, en cuanto declara fundada la exoneración de alimentos; reformándola
en dicho extremo la declararon improcedente; en consecuencia, subsistente la pensión
alimenticia a favor de Cira María Mamani Lector, dejando a salvo el derecho del actor
para hacer valer este extremo de su pedido en la vía pertinente; en la causa seguida por
Jorge Reynerio Angulo Saldaña contra Cira Maria Mamani Lector, sobre divorcio por
causal de separación de hecho y otro; mandaron se publique la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
201
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J36
CAS. Nº 2548-2003-LIMA
Lima, 10 de agosto de 2004
Considerando
Primero.- Que, ha sido admitido el recurso de casación por los siguientes fundamentos:
a) La recurrente refiere, que se ha inaplicado el artículo trescientos cuarenticinco - A del
Código Civil, según el cual el juez velará por la estabilidad económica del cónyuge que
resulte perjudicado por la separación de hecho, norma que, además, dispone que deberá
señalarse una indemnización por daños, incluyendo el daño personal, toda vez que en este
caso, se omitió señalar que le corresponde como cónyuge perjudicada en la presente con-
tienda, lo que pone en riesgo su subsistencia; b) Que, asimismo, acusa la contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, sosteniendo que las instancias
de mérito para amparar la demanda, se sustentaron en presupuestos que el demandante
atribuye a la recurrente como conducta incompatible de una convivencia, sin que se haya
demostrado concretamente la causal de separación de hecho durante los dos años consecu-
tivos anteriores a la interposición de la demanda, e igualmente se tomó en cuenta para am-
parar la demanda, las acciones sobre alimentos iniciadas por su parte en que tuvo que llegar
a convenios amistosos para el otorgamiento de la pensión, lo que constituye el ejercicio
regular de un derecho y no puede servir de sustento para amparar la demanda incoada;
Segundo.- Que, al haberse declarado procedente el Recurso de Casación, por las causales
previstas en los incisos segundo y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código
202
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Procesal Civil, es necesario analizar previamente el vicio in procedendo, toda vez que si
se estima fundado esta causal, la consecuencia directa es la nulidad de la recurrida, resul-
tando innecesario todo pronunciamiento respecto a los vicios in iudicando;
Tercero.- Que, el requisito esencial para invocar el inciso décimo segundo del artícu-
lo trescientos treintitrés del Código Civil, como causal de separación de cuerpos, es la
demostración de la separación de hecho de los cónyuges, no estableciéndose para ello
un medio probatorio determinado encerrado dentro de una formalidad establecida, sien-
do susceptible de ser valorado y admitido como medio de prueba de lo solicitado, todo
documento público o privado que evidencie la certeza de los hechos; y se desprende de
los medios probatorios aportados por el accionante a fojas cuatro y cinco, referente a la
solicitud de garantías personales y demanda de alimentos solicitados por la demandada
Hilda Capellin Salinas, que esta manifiesta expresamente que su separación data del mes
de octubre de mil novecientos noventitrés; asimismo, del señalamiento de los domicilios
reales de las partes, se advierte que estos son distintos, por lo cual existe evidencia de la
fecha real de la separación de cuerpos de los cónyuges, que data de octubre de mil nove-
cientos noventitrés; esto quiere decir, de casi ocho años, cumpliendo así el requisito de
procedencia de la demanda; por lo que carece de fundamento la causal denunciada;
Cuarto.- Que, en cuanto a la causal de inaplicación del artículo trescientos cuarenticinco
-A, este artículo del Código Civil, establece el pago de indemnización para el cónyuge
que resulte perjudicado; en primer lugar no aparece en autos que la demandada haya
reconvenido sobre este punto; en segundo lugar no se ha probado de manera alguna que
sufra algún daño personal con la declaración de la separación de cuerpos; por el contrario
se evidencia que el demandante concurre económicamente a la demandada, con una pen-
sión alimenticia desde el año de mil novecientos noventicuatro, el cual es directamente
descontado de su pensión de jubilado y esposo, ya que no cuenta con carga familiar; y,
además la tenencia de bienes patrimoniales de la sociedad conyugal, por parte de la recu-
rrente, según documento de fojas treintiséis, sobre separación de bienes;
Quinto.- Que, el daño personal es el daño no patrimonial, inferidos en los derechos de la
personalidad, en valores que pertenecen más al campo de la subjetividad que a la realidad,
infiriendo directamente en las emociones, sufrimiento, dolor, pena, angustia y el proyecto
de vida misma de la persona directamente afectada y quienes dependan de esta. Para con-
figurar entonces el daño moral o personal, debe probarse el desmedro que se ha sufrido,
cómo ha influido negativamente en la vida subjetiva del afectado, daño que puede llegar a
ser cuantificable económicamente o patrimonialmente por el Juez;
Sexto.- Que, el acotado artículo, no contiene el mandato imperativo de fijar una indemni-
zación, pues esta se encuentra supeditada en primer lugar, a la determinación del cónyuge
perjudicado, y, en segundo lugar, a la determinación de la inestabilidad económica de
este, en el caso que se declare fundada la demanda, por lo consiguiente de acuerdo a lo
expuesto, no resulta amparable la pretensión del recurso de casación en este extremo; Que,
estando a los considerandos anteriores, y de conformidad con lo previsto por el artículo
trescientos noventisiete del Código Procesal Civil, declararon INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto a fojas cuatrocientos noventitrés, en consecuencia NO CASARON
la resolución de vista de fojas cuatrocientos ochentiocho su fecha catorce de julio de dos
mil tres; CONDENARON a la recurrente al pago de las costas y costos originados en la
tramitación del recurso, así como a la multa de dos Unidades de Referencia Procesal; DIS-
PUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jaime Leonardo Prieto Arrieta en contra de Hilda
Capellin Salinas sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron.
SS. ROMÁN SANTISTEBAN
TICONA POSTIGO
LAZARTE HUACO
RODRÍGUEZ ESQUECHE
EGÚSQUIZA ROCA
203
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J37
CAS. Nº 2020-2003-LAMBAYEQUE
El Peruano 30/11/04
Lima, 11 de mayo de 2004
204
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
que la Sala Superior ilegalmente reconoce al inmueble sub materia como bien ganancial
considerando que los descuentos de fojas ciento cuarentiuno y ciento cuarentidós, han
sido expedidos cuando se encontraron casados, olvidando que ya estaban separados de
hecho, máxime si la acotada disposición de la Ley precisa que la sociedad de gananciales
fenece a partir de la entrada en vigor de esta Ley en virtud de la cual debe entenderse que
el bien fue adquirido antes del matrimonio y regularizada su inscripción cuando estaban
separados de hecho y estaba en vigencia la acotada ley, es decir, cuando la sociedad de ga-
nanciales ya había fenecido; asimismo, se indica que debe aplicarse el artículo trescientos
dos inciso primero del Código Civil;
Considerando
Primero.- Que, conforme se advierte del escrito de demanda de fecha veintitrés de agosto
del dos mil uno, que corre a fojas diez, subsanado a fojas dieciocho, la causa pretendi del
demandante Segundo Osias Acuña Horna versa sobre divorcio por causal de separación
de hecho por más de dos años ininterrumpidos, causal prevista en el inciso doce del
artículo trescientos treintitrés del Código Civil, concordado con el artículo trescientos
cuarenticinco -A de dicho cuerpo legal. Alegando, entre otros fundamentos, que contrajo
matrimonio civil con la cónyuge demandada el dieciocho de agosto de mil novecientos
sesentinueve ante la Municipalidad Distrital de Picsi; empero, en el año mil novecientos
ochentisiete, ambas partes, decidieron separarse y vivir en casas diferentes, asimismo,
que durante su soltería adquirió el lote de terreno sito en Calle Haití número ciento ca-
torce del Pueblo Joven Luján del Distrito de José Leonardo Ortiz, en donde construyó,
durante la época conyugal, una casa de material noble de dos pisos;
Segundo: Que, por su parte, la cónyuge demandada Bertilda Gonzáles Asenjo al contes-
tar la demanda en su escrito que corre a fojas cincuenta, sostiene, que la real intención
del accionante es negarse a cumplir con sus obligaciones alimentarias y prueba de ello
está en que conjuntamente con su hija Liliana Acuña González, con fecha veintiséis de
noviembre del dos mil uno, han interpuesto una demanda de alimentos contra el deman-
dante; asimismo, que es falso que el mencionado lote de terreno sea un bien propio del
actor, pues lo cierto es que dicho bien le pertenece en calidad de bien propio al haberlo
adquirido antes de su matrimonio y es donde actualmente domicilia;
Tercero: Que, conforme se advierte del acta de la audiencia de conciliación y fijación de
puntos controvertidos que corre a fojas ciento cinco, obra como puntos controvertidos: a)
determinar si el demandante y la demandada se encuentran separados de hecho por más
de dos años; b) si el actor viene cumpliendo su obligación alimentaria con la demandada;
y c) la existencia de bienes obtenidos durante la vigencia de la sociedad conyugal que
sean objeto de repartición;
Cuarto.- Que, la sentencia de primera instancia, confirmada por la recurrida, declaró fun-
dada la demanda de divorcio, en consecuencia, disuelto el vínculo matrimonial entre las
partes y por fenecido el régimen de sociedad de gananciales; además que la demandada
seguirá percibiendo la pensión de alimentos del treinta por ciento de los ingresos del de-
mandado, señalado en el proceso de alimentos respectivo; asimismo, que se le adjudique
el cincuenta por ciento de las acciones y derechos que le corresponde al demandante
respecto al inmueble de la Calle Haití número ciento catorce del Pueblo Joven Luján del
Distrito de José Leonardo Ortiz, Chiclayo; y finalmente, fijó la suma de dos mil nuevos
soles por concepto de la reparación del daño causado a la demandada; importe que luego
fue elevado por el Superior Jerárquico a tres mil nuevos soles;
205
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Quinto.- Que, bajo dicho contexto, cabe señalar que el artículo trescientos cuarenti-
cinco -A del Código Civil, incorporado por la Ley veintisiete mil cuatrocientos noven-
ticinco, establece que para invocar el supuesto del inciso doce del artículo trescientos
treintitrés, referido a la separación de hecho de los cónyuges durante un período inin-
terrumpido de dos años, el demandante deberá acreditar que se encuentra al día en el
pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges
de mutuo acuerdo; siendo ello así, es evidente que la norma acotada establece requisitos
de procedibilidad para la interposición de la presente demanda de divorcio por la causal
de separación de hecho, situación que fue alegada en el punto sétimo del escrito de
contestación de demanda, en donde la demandada expresó: “... asimismo, el accionante
a través de su demanda, no está acreditando el estar cumpliendo en el pago de sus obli-
gaciones alimentarias”;
Sexto.- Que, la sentencia es el resultado de un proceso dialéctico sujeto a la observancia
de las normas establecidas en la ley y exterioriza una decisión jurisdiccional, por tanto, el
Juez debe proceder a la reconstrucción de los hechos, analizar las declaraciones, examinar
los documentos, apreciar las pericias, establecer presunciones, utilizar los estándares jurí-
dicos, aplicando para ello su apreciación razonada o, como también se le llama, las reglas
de la sana critica, a fin de comprobar la existencia o inexistencia de los hechos alegados
por la parte actora y la demandada;
Sétimo: Que, para dicha labor, el Juez está sujeto a restricciones, ya que solo puede tomar
en cuenta los hechos alegados por las partes, y además solo puede referirse a los medios
probatorios admitidos y actuados; ello en base a principio de congruencia que debe con-
tener toda decisión judicial;
Octavo.- Que, el inciso quinto del artículo ciento treintinueve de la Constitución Política
del Estado, en concordancia con el tercer párrafo del artículo ciento veintiuno, así como el
inciso cuarto del artículo ciento veintidós del Código Procesal Civil, impone al juzgador
la obligación de emitir sentencia pronunciándose en decisión expresamente, precisa y
motivada sobre todos los puntos controvertidos y así declarar el derecho de las partes;
Noveno: Que, en el caso sub examen, el petitorio de la demanda versa exclusivamente so-
bre divorcio por causal de separación de hecho por más de dos años; resulta claro que los
Juzgadores no se han pronunciado sobre el cumplimiento de los requisitos de procedibili-
dad de dicha demanda de divorcio referida a que al momento de interposición de la misma
el demandante deberá acreditar estar al día en el pago de sus obligaciones alimenticias,
pues solo se han limitado a establecer que carece de objeto pronunciarse con respecto a la
pensión alimenticia ya que entre las mismas partes se viene tramitando un proceso de ali-
mentos, sin dilucidar o analizar el requisito antes señalado; y muy por el contrario, se han
pronunciado sobre hechos que no fueron materia del petitorio de la demanda, respecto a
la adjudicación del inmueble ubicado en Calle Haití número ciento catorce, Urbanización
Lujan del Distrito de José Leonardo Ortiz;
Décimo.- Que, por tanto, resulta evidente que se ha infringido el principio de congruencia
procesal, lo cual configura una infracción procesal que conlleva afectación al derecho de
la recurrente a un debido proceso, con nulidad insubsanable;
Undécimo: Que, si bien es cierto, las causales casatorias denunciadas están referidas a
vicios in iudicando, también es cierto, que las mismas conllevan a concluir la indefen-
sión sufridas por las partes; por lo que en base al principio constitucional de doble ins-
tancia y tutela jurisdiccional efectiva, el juez de primera instancia debe emitir nuevo fa-
llo con arreglo a ley; Por las consideraciones que anteceden y con lo expuesto por el señor
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LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
207
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J38
CAS. Nº 3924-2006-JUNÍN
Divorcio por causal
Separación de hecho
Lima, 6 de junio de 2007
Considerando
Primero.- Que, mediante sentencia de vista de fojas trescientos diez, la Sala de Familia
de la Corte Superior de Justicia de Lima declaró la nulidad de la sentencia emitida por el
a quo a fojas doscientos tres, en razón a que el mismo, en uso de la facultad discrecional
208
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
que le confiere el artículo ciento noventa y cuatro del Código Procesal Civil, debió
premunirse de los medios probatorios que acreditarán que efectivamente el demandante
se encontraba al día en el pago de sus obligaciones alimentarias. más aún si se trataba de
un hecho que venía siendo cuestionado por la demandada.
Segundo.- Que, en virtud a este mandato, el Juez de la causa dispuso la remisión de ofi-
cios al Décimo Sexto y Cuarto Juzgados de Familia de Lima, en los que las partes siguen
procesos de alimentos y de exoneración de alimentos, respectivamente, para efectos de
que informen el estado de los mismos. siendo que el Juez del Décimo Sexto Juzgado de
Familia de Lima cumple con remitir las copias certificadas pertinentes al proceso de ali-
mentos, que obran de fojas trescientos veintinueve a trescientos sesenta y seis, en los que
se advierte que el diez de marzo del dos mil se emitió el informe pericial de liquidación
de devengados por un monto total ascendente a noventa y tres mil novecientos setenta y
tres punto setenta y nueve nuevos soles, el mismo que fue observado por José Bertello
Masperi por escrito del veintiuno de marzo del mismo año, sin que el Juez cumpliera con
emitir oportunamente la resolución respectiva resolviendo el pago de devengados, pues
recién el ocho de septiembre del dos mil tres –y ante los reiterados pedidos de la alimen-
tista– dispuso que la demandante Karin Ruth Bruning Helbig presente nueva propuesta
de liquidación de pensiones devengadas, teniendo en cuenta la nueva pensión fijada por la
Corte Superior.
Tercero.- Que, las copias certificadas remitidas por el Juzgado a cargo del proceso de
alimentos, si bien constituyen pruebas que fueron incorporadas con posterioridad a la
interposición de la presente demanda de divorcio por causal de separación de hecho, las
mismas se refieren a hechos anteriores al inicio de este proceso, toda vez que la demanda
de divorcio fue ingresada el seis de septiembre del dos mil dos, mientras que la primera
liquidación del adeudo alimentario data del año dos mil, y si bien el pago de devengados
no fue resuelto oportunamente se debe a un hecho atribuible al Juez de esa causa y no a la
alimentista.
Cuarto.- Que, por lo demás, el recurrente José Bertello Masperi no niega encontrarse
adeudando pensiones devengadas por concepto de alimentos, limitándose a señalar que
no puede “presumirse” la existencia de los mismos sino que estos deben ser aprobados
previamente mediante resolución judicial para ser exigibles, sin embargo, ello constituye
una circunstancia que no puede limitar la actividad valorativa del Juez, quien procede a
establecer conclusiones apreciando las pruebas razonadamente.
Quinto.- Que, en consecuencia, si bien es cierto que con los actuados obrantes de fojas
catorce a veintinueve el demandante José Bertello Masperi pretendió acreditar encontrar-
se al día en el pago de sus obligaciones alimentarias al momento de interponer la demanda
de divorcio, sin embargo, con las pruebas incorporadas de oficio al proceso se ha llegado
a determinar de manera incontrovertible que tal afirmación no correspondía a la realidad,
pues en efecto quedan pendientes de liquidarse las pensiones devengadas en el proceso de
alimentos, cuyo pago viene solicitando la alimentista desde antes de la interposición de la
presente demanda.
Sexto.- Que, siendo así, los argumentos en que se sustenta la causal de contravención al
debido proceso deben ser desestimados, debiendo procederse conforme a lo normado en
los artículos trescientos noventa y siete, trescientos noventa y ocho y trescientos noventa
y nueve del Código Procesal Civil; por cuyas razones, en mayoría, Declararon: INFUN-
DADO el recurso de casación interpuesto por José Bertello Masperi mediante escrito de
fojas cuatrocientos once: en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos seis, su fecha tres de agosto del dos mil seis; CONDENARON a la parte
209
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
recurrente al pago de las costas y costos originados por el trámite del presente recurso, así
como al pago de una multa ascendente a dos unidades de referencia procesal; ORDENA-
RON se publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano; en los seguidos
por José Bertello Masperi contra Karin Ruth Bruning Helbig sobre divorcio por la causal
de separación de hecho; interviniendo como Vocal Ponente el Señor Ticona Postigo, y los
devolvieron.
SS.
TICONA POSTIGO
MIRANDA CANALES
CASTANEDA SERRANO
MIRANDA MOLINA
210
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
la notificación, el hecho que el actor no está al día en sus obligaciones alimentarias, según
los procesos seguidos contra el actor en el cuarto y décimo sexto Juzgado de Familia; es
así que la Sala Superior mediante Resolución sin número (fojas trescientos diez) declara
Nula la sentencia apelada indicando que el a quo, en base a su facultad prevista en el artí-
culo ciento noventicuatro del Código Procesal Civil, debe ordenar, previa a la expedición
de su sentencia, que el décimo sexto y el cuarto Juzgado de Familia le informen sobre el
estado de los procesos de las mismas partes sobre alimentos y determinar si el actor está
al día en el pago de sus obligaciones alimentarías; por esto el a quo, mediante Resolución
número quince (fojas trescientos trece) recibe el expediente y ordena se oficie al cuarto y
décimo sexto Juzgado de Familia para que informen sobre los casos; por oficio de fojas
trescientos veintiséis el cuarto Juzgado de Familia de Lima (exoneración de alimentos)
informa que se ha declarado Fundada en parte la demanda (veinticinco de octubre del dos
mil cuatro) y en consecuencia exonera al actor de pasar alimentos a la demandada, estan-
do en ejecución de sentencia; de igual forma por oficio de fojas trescientos sesentisiete
el décimo sexto Juzgado de Familia de Lima (aumento de alimentos) remite copias del
proceso (fojas trescientos veintinueve - trescientos sesentiséis).
Sexto.- Que. el suscrito, considera que no se puede plantear esta acción dado que el cuarto
Juzgado de Familia informa que mediante sentencia de fecha doce de julio del dos mil
cuatro, se ha declarado fundada la demanda sobre exoneración de obligación alimenta-
ría fijada a favor de la cónyuge, resolución que ha sido declarada consentida; y porque
también, (fojas trescientos veintinueve) corren las copias remitidas por el décimo sexto
Juzgado de Familia, donde se está siguiendo el proceso sobre aumento de alimentos, que
evidencia que al momento de plantearse la presente acción, esto es, al seis de setiembre
del dos mil dos, existen adeudos por concepto de alimentos; indicando que en dicho
proceso, se ha efectuado liquidación de pensiones devengadas, las mismas que si bien
fueron observadas por el actor –fojas trescientos cuarenta–, también lo es que este en
dicho escrito, solo aduce que la liquidación se debe efectuar desde el mes de octubre y no
de mayo de mil novecientos noventiuno, con lo cual se colige la existencia de un adeudo
por concepto de obligación alimentaria.
Sétimo.- Que, este Supremo Tribunal, como ya lo tiene dicho, considera que la Sala de
Familia está interpretando indebida e injustificadamente la norma en mención, estable-
ciéndole una restricción rígida, cuando de su texto claro y preciso, no se desprende ello,
ya que el legislador ha sido bastante explícito cuando ha señalado que podrá iniciar esta
acción quien esté al día, al momento de la interposición de la demanda, en sus obligacio-
nes alimentarias, siendo por demás, irrelevante, para los efectos del análisis de la causal
de divorcio por separación de hecho, si existe una liquidación pendiente y consecuente
deuda previa, en su determinación, al momento de la interposición de la demanda, puesto
que dicha acreencia alimentaría subsistirá, independientemente de lo que resuelta res-
pecto del divorcio por separación de hecho, por lo que la exigencia descrita por la Sala
Revisora carece de sustento alguno, para la resolución de este conflicto
Octavo.- Que, consecuentemente, se ha contravenido el artículo ciento ochentiocho del
Código Procesal Civil, puesto que los Magistrados de mérito no han reparado en los
medios probatorios ofrecidos por las partes, en la conducta procesal de estas, ni en lo
actuado en el proceso, pretendiendo sostener una interpretación alejada de la motivación
legislativa que sustenta la causal de separación de hecho, por lo que deviene en nula di-
chas resoluciones.
Noveno.- Que, configurándose la causal prevista en el artículo tercero del artículo tres-
cientos ochentiséis del Código acotado y estando a lo dispuesto en el apartado dos punto
211
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
tres del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil; MI
VOTO es porque se Declare: FUNDADO el recurso de casación, interpuesto a fojas cua-
trocientos once, por José Bertello Masperi; en consecuencia: NULA la resolución de vista
de fojas cuatrocientos seis, su fecha tres de agosto del dos mil seis; INSUBSISTENTE
la apelada de fojas trescientos setentiséis, su fecha nueve de noviembre del dos mil cinco;
ORDENÁNDOSE que el a quo renueve el acto procesal y emita una nueva sentencia, la
misma que debe sujetarse al mérito de lo actuado en el proceso y a la ley; DISPÓNGASE
la publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano; en los seguidos por José
Bertello Masperi con Karín Ruth Brúning Helbig sobre Divorcio por Causal de Separa-
ción de Hecho; y, los devolvieron.
SS.
PALOMINO GARCÍA
212
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J39
CAS. Nº 2414-2006-CALLAO
Divorcio por causal
Lima, 2 de abril de 2007
Considerando
Primero.- Que, mediante escrito de fojas veintitrés, subsanado a fojas treinta y uno, An-
tonio Villanueva Fernández interpuso demanda de divorcio por la causal de separación de
hecho prevista en el artículo trescientos treinta y tres inciso décimo segundo del Código
Civil, para efectos de que se declare la disolución del vínculo matrimonial que contrajo
con Aida Moreno Salazar el cinco de julio de mil novecientos sesenta, par ante la Mu-
nicipalidad Metropolitana de Lima. Entre otros fundamentos, el actor ha referido que
la demandada es asistida económicamente por sus hijos y goza de solvencia que le ha
213
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
214
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
que reclama, optará por aplicar el principio in dubio pro pretensor o in favor processum
(a favor del proceso), admitiendo a trámite la demanda, siempre que cumpla con los de-
más requisitos de forma
Sétimo.- Que, conforme aparece de la lectura de la demanda y de los anexos que la
acompañan, así como la solicitud de auxilio judicial tramitado en forma paralela, el actor
cumplió con precisar respecto del requisito especial de procedibilidad previsto en el pri-
mer párrafo del artículo trescientos cuarenta y cinco - A del Código Civil, que se tenga
en cuenta que entre las partes nunca se reclamaron alimentos desde su separación, que, a
diferencia de su cónyuge, el demandante no cuenta con solvencia económica y que, pese
a su mayoría de edad, no recibe ningún ingreso del Estado y solo obtiene lo necesario
para vivir con trabajos eventuales de carpintería; en consecuencia, se trata de aspectos
que no podían ser merituados en la calificación de la demanda, pues la determinación del
cumplimiento la obligación alimentaria, a la luz de las circunstancias expuestas en el caso
concreto, tendría que ser determinado –finalmente– a través de la valoración conjunta de
las pruebas aportadas, y de los hechos que resultaren del contradictorio, actividad que re-
sultaba prematura en la calificación, dado el estado de postulación del proceso, por lo que
este Supremo Tribunal considera acertada y equitativa la decisión del Juez de la causa de
admitir a trámite la demanda, pues resultaba inconsistente declarar su rechazo liminar;
Octavo.- Que, existe interpretación errónea de una norma de derecho material cuando
concurren los siguientes supuestos: a) el Juez establece determinados hechos, a través
de una valoración conjunta y razonada de las pruebas aportadas al proceso; b) que estos
hechos, así establecidos, guardan relación de identidad con los supuestos fácticos de una
norma jurídica determinada; c) que elegida esta norma como pertinente (solo ella o en
concurrencia con otras) para resolver el caso concreto, la interpreta (y aplica); d) que en
la actividad hermenéutica, el juzgador, utilizando los métodos de interpretación, yerra al
establecer el alcance y sentido de aquella norma, es decir, incurre en error al establecer la
verdadera voluntad objetiva de la norma, con lo cual resuelve el conflicto de intereses de
manera contraria a los valores y fines del derecho y, particularmente, vulnerando el valor
superior del ordenamiento jurídico, como es el de la justicia.
Noveno.- Que, reconoce preponderantemente dos modelos de interpretación jurídica: i) el
modelo de interpretación estática, según la cual la interpretación jurídica persigue indagar
lo realmente querido por el legislador, esto es, determinar la voluntad del legislador; y ii)
el modelo de interpretación dinámica, según la cual el objetivo de la interpretación no es
la voluntad del legislador sino la voluntad de la ley. En un Estado Democrático y Social
de Derecho, aún la actividad hermenéutica de las normas debe sujetarse al principio de
separación de poderes; en consecuencia, el Juez no puede sujetarse a la voluntad del legis-
lador, es decir, el Juez no puede actuar como la boca que pronuncia las palabras de la ley,
como antiguamente se postulaba; por el contrario, está llamado a interpretar y aplicar la
norma jurídica en un contexto social determinado, en tiempo y lugar en donde operan los
factores sociales, económicos, políticos, culturales, entre otros, pues el derecho vigente
regula las relaciones jurídicas emergentes en dicho contexto; por ello, consideramos que
los magistrados, en su actividad interpretativa, deben seguir principalmente el modelo
dinámico y, en forma secundaria, el modelo estático, para efectos de conducir eficazmente
no solo a determinar la voluntad objetiva de la norma sino, además, concretar los valores,
fines y principios vigentes en un sistema jurídico determinado, principalmente el sistema
material de valores que reconoce y consagra la Constitución Política del Estado y la con-
creción del valor justicia en el caso sub júdice.
Décimo.- Que, el primer párrafo del artículo trescientos cuarenta v cinco - A del Código
Civil establece que, para invocar el supuesto del inciso doce del artículo trescientos treinta
y tres, el demandante deberá acreditar que se encuentra al día en el pago de sus obliga-
ciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de mutuo acuerdo.
215
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
216
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J40
CAS. Nº 802-2003-CHINCHA
El Peruano 03/05/04
Lima, 15 de julio de 2003
217
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Considerando
Primero: Que, fluye de autos que por escrito de fojas veinte Pedro Miguel Villaverde
acude al órgano Jurisdiccional solicitando la separación de hecho y consecuentemente
la disolución del matrimonio civil que el accionante celebró con doña Hermelinda Elías
Fajardo, esgrimiendo como argumentos de su pretensión entre otros, el hecho de estar
separado de su cónyuge por más de treinta años, precisando que el único bien adquirido
por ambos cónyuges durante su matrimonio y que forma parte la sociedad de gananciales
le sea adjudicado a favor de la emplazada y que sus derechos y acciones pasen a propiedad
de sus hijos;
Segundo: Que, admitida a trámite la demanda absuelto el traslado de la misma, y su-
peradas las audiencias respectivas, las instancias de mérito amparan la pretensión del
actor, considerando que de acuerdo a lo actuado en el proceso, la causal de divorcio por
separación de hecho invocada en la demanda ha sido debidamente acreditada con los
medios probatorios admitidos y actuados no habiendo la demandada logrado desvirtuar
con pruebas idóneas las aseveraciones del accionante, debiendo precisarse lo resuelto por
el ad quem en la sentencia de vista, que recoge los fundamentos de la apelada conforme
a lo estipulado en el artículo doce de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el sentido
que resulta innecesario fijar un monto por indemnización, tal como lo dispone el artículo
trescientos cuarenticinco-A del C.C., toda vez que el actor en su demanda ha solicitado
que el único bien social pase a ser propiedad de la demandada;
Tercero: Que, interpretado el texto del artículo trescientos cuarenticinco A debe preci-
sarse que todo decaimiento del vínculo matrimonial implica perjuicio para ambos cón-
yuges que no lograron consolidar una familia estable de modo tal que en procesos como
el de autos los juzgadores deben pronunciarse necesariamente, aun cuando no se haya
solicitado sobre si uno de los cónyuges ha resultado más perjudicado por la separación
de acuerdo a su apreciación de los medios probatorios en los casos concretos, al que de
existir le fijará una indemnización a cargo de la parte menos afectada, salvo que existan
bienes que puedan adjudicársele de modo que compense su mayor perjuicio; de otro lado
la misma norma señala también que el monto de la indemnización correspondiente es
independiente a la pensión alimenticia que le pudiera corresponder al cónyuge que resulte
más perjudicado con el decaimiento del vínculo matrimonial para lo cual el ad quem ha
debido tener en consideración lo expuesto en la parte final del segundo párrafo e in fine
del dictamen fiscal de fojas ciento cinco que obligaba a un pronunciamiento expreso
sobre las materias de alimentos, indemnización y gananciales, toda vez que el actor en
su demanda ambiguamente expresa ceder en propiedad el inmueble adquirido durante
el matrimonio pero agrega que sus derechos y acciones pasarán en propiedad a sus hijas
habidas con la demandada;
Cuarto: Que, la impugnante ha denunciado la inaplicación del artículo trescientos cua-
renticinco-A del Código Civil, sustentada en la omisión por parte de los jueces de mérito
de fijar en sus resoluciones la continuación de su derecho alimentario, pues según la recu-
rrente se debió establecer una pensión alimenticia apropiada para ella, a lo que es de anotar
que de la revisión de las sentencias se tiene que no existe pronunciamiento al respecto, sin
embargo, para que se dilucide tal circunstancia es necesaria la revaloración de la prueba lo
que no puede efectuarse en sede de casación por lo que deben reenviarse los autos a fin de
que las instancias emitan pronunciamiento sobre tal situación de conformidad con los in-
cisos tercero y cuarto del artículo ciento veintidós del Código Procesal Civil, considerando
asimismo el artículo trescientos cincuenta del acotado en lo pertinente;
218
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
219
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J41
CAS. Nº 606-2003-SULLANA
Lima, 11 de julio de 2003
Considerando
Primero.- Que, por la institución del divorcio uno o ambos cónyuges de acuerdo a ley –en
este último caso luego de realizada la separación convencional– pueden acudir al órgano
jurisdiccional a fin de que se declare la disolución del vínculo matrimonial civil existente
entre ellos conforme es de entenderse del artículo trescientos ochenticuatro del Código
Civil, concordado con los artículos trescientos cuarentinueve, trescientos treintitrés y tres-
cientos cincuenticuatro de ese mismo texto normativo;
Segundo.- Que en ese marco (descartados los casos en que se solicita el divorcio luego
de decretada la separación de cuerpos) debe precisarse que pueden presentarse las si-
guientes posibilidades: I) Que accione el cónyuge perjudicado alegando que su consorte
ha incurrido en causales de inconducta, que se enmarcan dentro de la teoría denominada
del “divorcio-sanción”, que se hallan contempladas en los acápites primero al sétimo y
décimo del artículo trescientos treintitrés del Código Civil; II) Que accione el cónyuge
220
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
ya no “perjudicado”, sino aquel que busca solucionar una situación conflictiva siempre y
cuando no se base en hecho propio, supuestos regulados en los incisos ocho, nueve y once
del artículo trescientos treintitrés citado, que se hayan justificados por la teoría conocida
como “divorcio-remedio”; y, III) Que accione cualquiera de los cónyuges, en busca de
solucionar al igual que en el caso anterior, una situación conflictiva, caso que contempla
el inciso doce del multicitado artículo trescientos treintitrés y que también pertenece a la
teoría del divorcio remedio, en el que se busca no un culpable sino enfrentar una situación
en que se incumplen los deberes conyugales;
Tercero.- Que, este último caso, en el que cualquiera de los cónyuges puede ser quien
active el aparato jurisdiccional, es el de la separación de hecho, introducida en nuestro
sistema Civil mediante la ley veintisiete mil novecientos cuarenticinco, modificatoria del
artículo trescientos treintitrés del Código Civil; causal que busca dar respuesta a un pro-
blema social que corresponde a nuestra realidad ante la existencia de matrimonios fraca-
sados que en la práctica no cumplen con su finalidad de acuerdo al artículo doscientos
treinticuatro del Código Civil;
Cuarto.- Que, sin embargo en busca de la protección de la familia las normas que la
regulan establecen determinados requisitos para que pueda entablarse y en su caso ampa-
rarse, como es el plazo de dos años si no existen hijos y de cuatro si los hay, la exigencia
del cumplimiento de las obligaciones alimentarias; y la fijación de una indemnización al
cónyuge perjudicado o la adjudicación preferente a su parte de los bienes de la sociedad
conyugal independientemente a la pensión de alimentos que pudiera corresponder;
Quinto.- Que, en efecto el artículo trescientos cuarenticinco-A del Código Civil dispone
textualmente: “Para invocar el supuesto del inciso doce del artículo trescientos treintitrés
el demandante deberá acreditar que se encuentra al día en el pago de sus obligaciones
alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de mutuo acuerdo. El juez
velará por la estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado por la separa-
ción de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños,
incluyendo el daño personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad
conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder.
Son aplicables al cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de hecho las
disposiciones contenidas en los artículos trescientos veintitrés, trescientos veinticuatro,
trescientos cuarentidós, trescientos cuarentitrés, trescientos cincuentiuno y trescientos
cincuentidós en cuanto sean pertinentes”;
Sexto.- Que interpretando dicho texto debe precisarse que por lo general todo decaimien-
to del vínculo matrimonial implica perjuicio para ambos cónyuges que no lograron con-
solidar una familia estable; de modo tal que, en procesos como el de autos los juzgadores
deben pronunciarse necesariamente, aun cuando no se haya solicitado, sobre la existencia
o no de un cónyuge que resulte más perjudicado de acuerdo con su apreciación de los
medios probatorios en los casos concretos, al que de existir le fijará una indemnización a
cargo de la parte menos afectada, salvo que existan bienes que estime puedan adjudicár-
sele de modo que compense su mayor perjuicio;
Sétimo.- Que la impugnante ha denunciado la inaplicación del artículo trescientos cua-
renticinco-A del Código Civil, sustentada en que los juzgadores no han fijado la indem-
nización correspondiente, ni ordenado la adjudicación preferente de los bienes sociales
a su favor no obstante ser la perjudicada, a lo que es de anotar que de la revisión de las
sentencias se tiene que no existe un pronunciamiento sobre tales aspectos señalados por
el artículo trescientos cuarentiuno-A; sin embargo, para que se diluciden tales puntos es
necesaria la revaloración de la prueba, lo que no puede efectuarse en sede de casación,
por lo que deben remitirse los autos a fin de que las instancias se pronuncien sobre dichos
puntos de conformidad con el artículo ciento veintidós incisos tercero y cuarto del Código
221
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
222
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J42
CAS. Nº 2178-2005-LIMA
Divorcio por causal de separación de hecho
Lima, 13 de marzo de 2007
223
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
que debió ser declarada improcedente; aun cuando la Sala Superior se ha pronunciado por
este vicio, indica que el ad quem olvida el numeral VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil; refiere que sino se ha declarado improcedente la demanda, cuando menos
debió anularse el proceso hasta el auto Admisorio, a fin de que se subsane la omisión,
afectándose las normas denunciadas y lo derechos de sus menores hijos; y, c) la contra-
vención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, señalando que se
ha contravenido los artículos ciento setentidós y ciento setentiséis del Código Adjetivo,
puesto que el hecho que la demanda no contenga las demás pretensiones acumulables
debidas, no es convalidable, ya que la demanda deviene en improcedente;
Considerando
Primero: De primera intención, es necesario examinar la causal referida al inciso tercero
del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, de modo que, de declararse
fundado el recurso por contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, carecería de objeto pronunciase por la otra causal
Segundo: Que, el presente proceso versa sobre divorcio por causal de separación de he-
cho, conforme a lo dispuesto en el inciso duodécimo del artículo trescientos treintitrés
del Código Civil; que conforme a los términos de la demanda de fojas cuarentiocho, el
demandante refiere haber contraído matrimonio con la demandada, de cuya unión han
procreado dos hijos menores de edad; que el doce de setiembre de mil novecientos noven-
tisiete, la demandada tomó la decisión de retirarse del hogar conyugal conforme consta
del libro de ocurrencia de calle común de la Comisaría de Jesús María, dos meses des-
pués, las partes suscribieron un acuerdo de sustitución de Régimen Patrimonial de Socie-
dad de Gananciales al de Separación de Patrimonios; asimismo, el doce de noviembre de
mil novecientos noventisiete las partes suscribieron también un acuerdo en donde dejaron
constancia que ponían fin a su vinculo matrimonial; por Resolución de fecha treintiuno de
mayo de mil novecientos noventinueve ante el Juzgado de Familia, se acordó la pensión
de alimentos con la que el recurrente acudiría a sus hijos, siendo esta de ochocientos
nuevos soles (cuatrocientos cada uno), pensión que viene pagando mensualmente, tal
como lo acredita; indica que ambos padres ejercerán la patria potestad; por otro lado, la
tenencia durante todo este tiempo ha estado a cargo de la demandada, situación que puede
permanecer así; sostiene que la separación planteada no causará perjuicio alguno a las
partes, por lo que no hay que indemnizar nada, mas aun, si es que fue la demandada quien
abandonó el hogar conyugal;
Tercero: Que, admitida a tramite la demanda y absuelta que fuera la misma por la deman-
dada en los términos que allí expone y llevadas a cabo las audiencias correspondientes, se
expide sentencia en primera instancia declarando fundada la demanda, en consecuencia,
disuelto el vinculo matrimonial, celebrado por las partes, por fenecida la sociedad conyu-
gal, efectuándose la partición de los bienes muebles e inmuebles en la etapa correspon-
diente; que apelada la sentencia, la Sala de Mérito ha confirmado la sentencia recurrida;
Cuarto: Que, en cuanto a las causales de contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso o la infracción de las formas esenciales para la eficacia y
validez de los actos procesales, este vicio reposa en el numeral cuatrocientos ochentitrés
del Código Procesal Civil que prescribe en su primer apartado que, salvo que hubiera
decisión judicial firme, deberá acumularse a la pretensión principal de separación o de
divorcio, las pretensiones de alimentos, tenencia y cuidado de los hijos, suspensión o pri-
vación de la patria potestad, separación de bienes gananciales y las demás relativas a de-
rechos u obligaciones de los cónyuges o de estos con sus hijos o de la sociedad conyugal,
que directamente deban resultar afectadas como consecuencia de la pretensión principal
224
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Quinto: Que, examinados los autos, se tiene que el vicio denunciado por la recurrente
en el considerando precedente deviene en desestimable, dado que, a lo largo del proceso
la impugnante no ha Interpuesto medio impugnatorio alguno dentro de la etapa procesal
correspondiente, esto es, en la postulación del proceso; a ello se agrega que si bien el
numeral Séptimo del Titulo Preliminar del Código Adjetivo, el Juez puede aplicar las nor-
mas correspondiente al caso, aunque esta no haya sido invocada por las partes, también
lo es que, no puede fundar su decisión en hechos no peticionados o no rebatidos en la
contestación de la demanda
Sexto: Que, de otro lado, si bien existe la obligación de acumular determinadas preten-
siones con la pretensión principal de separación o de divorcio, también, se debe reparar
que en el presente caso, la demanda de alimentos cuenta con una resolución emitida por
un Juzgado de Familia, en donde se determinó el monto que el deudor alimentario, en este
caso, el actor, debía de cumplir; asimismo, en la propia demanda declaró que la tenencia
estaba a cargo de la emplazada habiendo decidido voluntariamente que dicha situación
se mantuviera, a lo que la parte demandada no opuso reparo alguno; asimismo, tampoco
existe pretensión de suspensión o privación de la patria potestad, del actor para con la
demandada ni de ésta para con el actor, por lo que su inclusión dentro de la demanda de
divorcio por causal de separación de hecho, si bien está legalmente prevista en la norma
acotada, no se desprende que se haya afectado derecho procesal alguno; por consiguiente,
los cargos señalados en la causal in procedendo devienen en infundadas
Séptimo: Respecto a la causal in iudicando, se advierte que la inclusión en la normati-
vidad sustantiva de la causal de divorcio por la separación de hecho e imposibilidad de
hacer vida en común, por su naturaleza resuelven un conflicto y no sancionan al culpable
de este; en este sentido, debe tenerse presente que la separación de hecho no implica ne-
cesariamente que haya habido abandono voluntario, malicioso (o injustificado) de parte
de uno de los cónyuges; por el contrario, se trata de una situación fáctica que tanto puede
resultar del abandono unilateral como de mutuo acuerdo de los esposos para vivir sepa-
rados, aspecto último que se verifica en el presente caso, dado que de la apreciación de
los medios probatorios en el caso concreto y específicamente de la declaración jurada con
firmas legalizadas de fecha doce de noviembre de mil novecientos noventisiete, los cón-
yuges se comprometieron a poner fin a su vinculo matrimonial, mediante la separación de
cuerpos por mutuo discenso y ulterior divorcio, según las reglas del Código Civil, lo que
evidencia que no puede existir cónyuge culpable, a fin de provocar un pronunciamiento
por indemnización a favor del cónyuge perjudicado, cuando precisamente las partes hoy
en conflicto se pusieron de acuerdo sobre su futura situación conyugal, asimismo, la de-
mandada a lo largo del proceso tampoco logró acreditar ser la cónyuge perjudicada a fin
de verse favorecida con una indemnización;
Octavo: Que, por último, conforme se razona del articulo trescientos cuarenticinco-A del
Código Civil, si bien los Jueces deben pronunciarse necesariamente, aun cuando no haya
sido solicitado, respecto del cónyuge que ha resultado más perjudicado por la separación,
a efectos de fijar una indemnización a cargo de la parte menos afectada, salvo que exis-
tan bienes que puedan adjudicársele de modo que compense su mayor perjuicio, y en el
entendido que si bien es función inalienable del Estado el velar por la familia dentro de
un contexto de empoderamiento integral, esto es, propender a una vida digna, con igua-
les oportunidades y derechos para las partes, en especial de la mujer, al ser quien por lo
general, resulta ser la parte mas perjudicada con la ruptura del vínculo matrimonial; sin
embargo, en este caso en particular, de la contestación de la demanda como del caudal
probatorio anexado y analizado en autos por las instancias de mérito, se advierte, por un
lado, que la demandada no acredita la condición de cónyuge perjudicada, además que su
conducta procesal no era precisamente hacer notar esa condición a efectos de verse be-
neficiada con alguna indemnización o que en, todo caso se le adjudique algún bien; tanto
225
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
226
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J43
CAS. Nº 3973-2006-LIMA
El Peruano 01/02/07
Lima, 13 de diciembre de 2006
Considerando
Primero.- La sentencia es el acto en cuya virtud el juez, en un proceso de cognición,
declara la conformidad o disconformidad de una pretensión con el Derecho objetivo, para
proceder en su caso a su actuación. La sentencia no contiene otra voluntad que la de la
ley, traducida en forma concreta por obra del juez. Esto requiere la definición en forma
previa del juicio de hecho, y luego la determinación del Derecho aplicable, lo que debe ser
expresado en forma clara. Por tanto el juicio lógico es elemento esencial y característico
de la sentencia.
Segundo.- La recurrente al contestar la demanda, solicitó se le señale una indemnización
ascendente a la suma de trescientos mil dólares americanos, en atención al daño físico y
psicológico causado, pues el demandante durante el tiempo de su convivencia le impidió
desarrollarse laboralmente, debido a su actitud machista y celos excesivos, por lo que no
pudo generar ingresos propios además de perder la oportunidad de generarlos, siendo que
227
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
228
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Decisión
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por doña Frida Fabiola Sa-
linas Janssen, en consecuencia NO CASAR la resolución de vista de fojas mil doscientos
veinticinco, su fecha diez de agosto del dos mil seis, expedida por la Sala Especializada de
Familia de la Corte Superior de Lima. CONDENARON a la parte recurrente al pago de
la multa de una Unidad de Referencia Procesal, así como de las costas y costos originados
en la tramitación del recurso. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano; bajo responsabilidad; interviniendo como vocal ponente el
señor Sánchez-Palacios Paiva; y los devolvieron.
SS.
SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA
CAROAJULCA BUSTAMANTE
SANTOS PEÑA
MANSILLA NOVELLA
MIRANDA CANALES
229
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J44
CAS. Nº 458-2004-SULLANA
El Peruano 31/05/05
Divorcio por separación de hecho
Lima, 14 de diciembre de 2004
230
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Considerando
Primero.- Que, conforme se advierte del escrito que corre a fojas ochentitrés, subsanado
a fojas ciento cinco, el objeto principal de la demanda es que se declare el divorcio abso-
luto por la causal de separación de hecho, contenida en el inciso doce del artículo trescien-
tos treintitrés del Código Civil, del matrimonio contraído por don Carlos Armando Robles
Portocarrero y doña Gladys Pérez García, con fecha seis de noviembre de mil novecientos
setentinueve ante la Municipalidad Distrital de Mariano Dámaso Beraún “Las Palmas”,
Provincia de Leoncio Prado, Departamento de Huánuco;
Segundo.- Que, por su parte, la impugnante manifiesta en su escrito de contestación de
demanda, que corre a fojas ciento cincuentitrés, que también es su decisión de divorciarse
del demandante, asimismo, invocando el artículo trescientos cuarenticinco guión A del
Código Civil, solicita que el demandante le pague la suma no menor de treinta mil dólares
americanos por concepto indemnizatorio por haber sufrido grave daño moral y psicológi-
co, importe que equivaldría al valor del bien inmueble ubicado en la avenida De la Rosa
Toro número un mil ciento cincuenta, Urbanización Jacarandá, San Luis, bien que se le
adjudicaría por la mencionada indemnización;
Tercero.- Que, es materia del recurso casatorio la determinación de la indemnización
solicitada por la demandada, con motivo del divorcio del presente proceso, acerca de lo
cual debe emitirse el pronunciamiento de fondo;
Cuarto.- Que, el artículo trescientos cuarenticinco guión A del Código Civil, en su segun-
da parte, dispone que el juez velará por la estabilidad económica del cónyuge que resulte
perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una in-
demnización por daños, incluyendo el daño personal u ordenar la adjudicación preferente
de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que le
pudiera corresponder. En este sentido, la segunda parte de la norma legal acotada estable-
ce dos supuestos: a) el deber del juez de velar por la estabilidad económica del cónyuge
que resulte perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus hijos; y, b) el deber
del juez de: 1) Señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño personal; o, 2)
Ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal independientemen-
te de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder;
Quinto.- Que, según se advierte, tal disposición legal está orientada a preservar tanto la
estabilidad económica como la reparación del daño del cónyuge perjudicado, incluyendo
el personal, que pudiera resultar como consecuencia de la separación de hecho, no por lo
que se hubiera producido durante la vida matrimonial, como lo sostiene y alega la recu-
rrente, supuesto que no es aplicable al presente caso;
Sexto.- Que, resulta pertinente agregar que la Sala de mérito, analizando la transacción
que corre a fojas doscientos treintiséis, ha establecido que con posterioridad al pedido
indemnizatorio antes aludido, ambas partes arribaron a un acuerdo sobre la separación de
bienes de la sociedad de gananciales, en el cual justamente se convino que el inmueble
ubicado en la avenida De la Rosa Toro número mil ciento cincuenta, Urbanización Jaca-
randá, San Luis, quedaría a favor de la emplazada, además se pactaron aspectos referidos
al cumplimiento de obligaciones alimentarias así como la disposición de los bienes para
cubrir las deudas sociales, con lo que se atiende a la estabilidad económica que precisa el
artículo trescientos cuarenticinco guión A antes citado;
Sétimo.- Que, siendo ello así, no se advierte que la Sala Civil Superior haya incurrido
en la causal de inaplicación de la norma de derecho material, invocada en el extremo
reclamado y contenida en el inciso segundo del artículo trescientos ochentiséis del Có-
digo Procesal Civil; por lo tanto debe procederse conforme a la facultad conferida por el
artículo trescientos noventisiete del Código acotado; por las consideraciones expuestas
231
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
232
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J45
CAS. Nº 2821-2003-HUAURA
El Peruano 28/02/05
Lima, 22 de noviembre de 2004
Considerandos
Primero.- Que el presente proceso es uno de divorcio por la causal de separación de he-
cho establecida en el artículo 333 del Código Civil concordante con el artículo 349 de ese
mismo cuerpo normativo.
Segundo.- Que es evidente que el divorcio por dicha causal tiene por finalidad solucionar
un problema real que, a diferencia del resto de las causales que pueden conllevar a la
ruptura del vínculo matrimonial –salvo la del inciso 11 del artículo 333 del citado código
sustantivo– no se orienta a determinar la culpa de uno de los cónyuges para que se declare
el divorcio.
Tercero.- Que sin embargo la incorporación de la causal en mención, en virtud de la Ley
27495, que facilita la disolución del vínculo matrimonial, aun para aquel cónyuge culpa-
ble en el decaimiento de la unión, debilitando la institución del matrimonio, trae consigo
innovaciones en lo que atañe a la generalidad de las consecuencias del divorcio; así, el
artículo 345-A del Código Civil dispone “El Juez velará por la estabilidad económica del
cónyuge que resulte perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus hijos.
233
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño personal u ordenar la
adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la pen-
sión de alimentos que le pudiera corresponder”.
Cuarto.- Que es por tal situación que en el divorcio por separación de hecho, de confor-
midad con el citado artículo 345-A, no es aplicable la regla general de que con el divorcio
cesa la obligación alimentaria contenida en el primer párrafo del artículo 350 del Código
Civil, pues con ello se compensa la facilidad del acceso a la disolución del vínculo, evitan-
do que la causal sea una forma de evasión de las obligaciones que corresponderían al actor
y se convierta en una fórmula perjudicial para la contraparte que resulta en desventaja en
la relación matrimonial; menos aun, en casos como el de autos en que la pensión a favor
de la accionada fue determinada en un proceso anterior que estableció la existencia de sus
necesidades y las posibilidades del demandado, y que luego fue reducida al acogerse la
demanda incoada por el obligado, como ha sido señalado claramente en el considerando
quinto de la apelada.
Quinto.- Que siendo así, se colige que la resolución de vista ha aplicado indebidamente
el primer párrafo del artículo 350 del Código Civil, no sucediendo lo mismo respecto a
la causal de inaplicación pues el segundo párrafo de la citada norma sustantiva, que está
referida a los alimentos en procesos de divorcio basados en causales de culpa, que como
ya se ha indicado no es el caso de autos que tiene por objeto regularizar una situación de
hecho que basta para que se decrete el divorcio.
Decisión
Por tales consideraciones, de conformidad con el artículo 396, inciso 19, del Código
Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por doña Pilar
Chávez Mallqui a fojas ciento noventicinco; en consecuencia CASARON la sentencia de
vista de fojas ciento setentinueve, su fecha veinticinco de agosto del dos mil tres, emitida
por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura. Actuando en sede de instan-
cia: CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento veintitrés, su fecha veintiuno
de abril del dos mil tres, que declara FUNDADA la demanda de divorcio por la causal
de separación de hecho; con lo demás que contiene. DISPUSIERON se publique esta
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por don
Silas Augusto Villanueva Samanamud, sobre divorcio por causal; y los devolvieron.-
SS.
ALFARO ÁLVAREZ
SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA
CARRIÓN LUGO
PACHAS ÁVALOS
ESCARZA ESCARZA
234
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J46
CAS. Nº 3710-2006-LIMA
Divorcio por causal de separación de hecho
Lima, 5 de junio de 2007
235
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Considerando
Primero.- Que, el recurso de casación, tiene como fines esenciales la correcta aplicación
e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de la
Corte Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo trescientos ochenticuatro del
Código Procesal Civil;
Segundo.- Que, el actor interpone demanda de divorcio por causal de separación de
hecho, alegando estar físicamente distanciado de la emplazada desde hace más de seis
años;
Tercero.- Que, la demanda es admitida por el a quo y contestada por el Ministerio Público
y por la cónyuge del actor; esta última a su vez, reconviene el divorcio por causal de adul-
terio, conducta deshonrosa que hace insoportable la vida en común y abandono injustifi-
cado del hogar conyugal, asimismo como la pérdida de los gananciales y la continuación
de la pensión alimenticia, así como un resarcimiento, por daño moral, ascendente a veinte
mil nuevos soles;
Cuarto.- Que, es así que, el a quo, en a audiencia respectiva fijó como puntos controver-
tidos: i) La separación de hecho por más de dos años entre los cónyuges que son parte
de este proceso, desde el año mil novecientos noventiséis a la fecha; ii) La existencia
de adulterio por parte del demandante; iii) La conducta deshonrosa del demandante que
hizo insoportable la vida en común la separación; iv) El abandono injustificado de la casa
conyugal por más de dos años por parte del demandante; v) La existencia de alguna cau-
sal de perdida de su derecho a los bienes gananciales por parte de la demandante; vi) La
existencia de una incapacidad física parcial de la demandada, que permita la continuación
de su derecho a recibir alimentos por parte del demandante; vii) La existencia de daños
morales o personales en agravio de la demandada, imputables al demandante, por un
monto de veinte mil nuevos soles; es así que, luego de esto, el a quo resuelve la contro-
versia declarando Fundada la demanda de divorcio por la causal de separación de hecho;
sin costos ni costas y en consecuencia Disuelto el vinculo matrimonial; sin Objeto de
pronunciarse sobre el extremo de separación de bienes gananciales, Fenecida la sociedad
de gananciales; Caduca la reconvención por divorcio por causal de adulterio; Infundada
la reconvención por las causales de conducta deshonrosa que hace imposible la vida en
común y por abandono malicioso del hogar y sin Objeto pronunciarse sobre el extremo de
pérdida de gananciales, en consecuencia adjudíquese a la esposa el inmueble adquirido
por ambos; Fundada la reconvención respecto de la obligación alimentaria a favor de la
236
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
cónyuge inocente, por lo que el actor debe seguir cumpliendo su obligación alimentaria
hacia la cónyuge; Sin Lugar la indemnización por daño moral, se remitan las partes a la
Municipalidad así como a los registros para su inscripción;
Quinto.- Que, apelada la resolución, solo por la parte demandada, la Sala Superior Con-
firmando en parte la apelada en el extremo que declara Fundada, sin costas ni costos la de-
manda de divorcio por causal de separación de hecho, Disuelto el vínculo matrimonial y
con lo demás que contiene; Revocaron en el extremo que adjudica el inmueble adquirido
por ambos cónyuges solo a la demandada y Reformándola declara Fenecida la Sociedad
de Gananciales y en consecuencia, corresponde la separación de la sociedad de ganancia-
les; Infundada la reconvención respecto de la continuación de la obligación alimentaria a
favor de la cónyuge, por lo tanto, Extinguida dicha obligación;
Sexto.- Que, sobre el punto a.i), el vicio denunciado por la recurrente carece de asidero
real, puesto que no se ha contravenido el inciso quinto del artículo ciento treintinueve de
la Constitución ni el inciso cuatro del artículo ciento veintidós del Código Procesal Civil,
en concordancia con el artículo cuatrocientos setentiuno del Código Adjetivo, toda vez
que la Sala Superior ha emitido un pronunciamiento sujetándose al mérito de lo actuado;
además, de acuerdo con la demanda, es pretensión del actor, como consecuencia lógica
del amparo de su pretensión de divorcio, la liquidación de los bienes sociales, ante el fe-
necimiento de la sociedad conyugal, siendo que la Sala Revisora ha valorado el comporta-
miento de las partes durante el desarrollo del proceso, señalando esta que, en la audiencia
de conciliación, el actor, ofreció renunciar a los gananciales que le correspondían, sobre
el único bien social que poseen las partes, y que lo ocupa la emplazada; es más, incluso
ofreció que se le redujera (no eliminará) la pensión de alimentos a favor de la emplazada;
a lo que la recurrente se negó; por ello, la Sala de mérito entiende que la separación de
las partes se debe a cuestiones ajenas a estos, que el actor ha procurado salvaguardar la
estabilidad económica de la recurrente y es esta la que rechazo dicho ofrecimiento, por lo
que se hace evidente, según la Sala Superior, que la emplazada no tiene necesidad econó-
mica alguna y al no incurrir en culpa el actor, es lógico concluir que los bienes sociales,
constituido por la casa habitación, debe ser liquidada en partes iguales, por ello, el tema
patrimonial de las partes es una consecuencia necesaria e ineludible del fenecimiento de
la sociedad conyugal, por lo que no se ha afectado el debido proceso de la recurrente;
Sétimo.- Que, con relación al punto a.ii), la congruencia procesal, según Jaime Guasp se
define como “(...) la conformidad que debe existir entre la sentencia y la pretensión o pre-
tensiones que constituyen el objeto del proceso, más la oposición u oposiciones en cuanto
delimitan ese objeto (...)”; asimismo, Ramos Méndez señala que “(...) la congruencia es
la adecuación entre las peticiones de las partes deducidas oportunamente en el pleito y la
parte dispositiva de la resolución judicial (...)” (citados por José Luis Castillo Alva y otros;
Razonamiento Judicial: Interpretación, Argumentación y Motivación de Resoluciones Ju-
diciales; Ara Editores: Segunda Edición; Lima - Perú; dos mil seis; página cuatrocientos
ochenticuatro - cuatrocientos ochenticinco); por su parte la congruencia en sede procesal,
es el “(...) principio normativo que delimta el contenido de las resoluciones judiciales que
deben proferirse de acuerdo con el sentido y alcance de las peticiones formuladas por las
partes (...) para que exista identidad Jurídica entre lo resuelto y las pretensiones(...)” (Her-
nando Devis Echandia, Teoría General del Proceso, Tomo dos página quinientos treinta y
tres); de donde los jueces tienen el deber de motivar sus resoluciones, como garantía de
un debido proceso: no están obligados a darle la razón a la parte pretendiente, pero si a
indicar las razones de su sinrazón y a respetar todos los puntos de la controversia fijados
por las partes, respetando así como el principio de congruencia;
Octavo.- Que, por lo demás, en el caso de autos, no hay incongruencia alguna, ni se ha
emitido una sentencia extra petita, esto es, más de lo pedido, puesto que los alimentos
237
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
entre los cónyuges son un deber derivado del vínculo matrimonial; por ello, el legislador
ha entendido, aplicando lo dispuesto por el primer párrafo del artículo trescientos cin-
cuenta del Código Civil, que si se declara el divorcio, cesa la obligación alimentaria entre
marido y mujer; no siendo aplicable, a este caso, el Segundo párrafo de dicha norma,
puesto que en este tipo de procesos, de divorcio por separación de hecho, no hay cónyuge
culpable; por lo demás, si bien as cierto que el artículo trescientos cuarenticinco -A del
Código Civil hace referencia a una pensión de alimentos, esta se encuentra en función
a los presupuestos legales para su mantenimiento, como son: a) capacidad del acreedor
alimentario; b) incapacidad del deudor alimentario: tal es así que el legislador es condi-
cionante, respeto de este elemento, al señalar que el divorcio se declarará, independiente-
mente de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder, por lo que este vicio debe
rechazarse;
Noveno.- Que, con relación al punto a.ii), tampoco se configura el vicio denunciado, por-
que el argumento de la recurrente carece de asidero real, toda vez que si existe un pronun-
ciamiento específico por la Sala Revisora sobre el pedido de continuación de alimentos,
declarándose infundada dicha reconvención, y que está contenida y desarrollada en el
considerando sexto de la resolución de vista, en donde se analiza la capacidad de la recu-
rrente de proveerse sus propios alimentos, siendo este un elemento ajeno a la existencia o
no de un hijo extramatrimonial, puesto que los alimentos responden a criterios objetivos
de determinación, los cuales difieren de la indemnización por perjuicio económico o de
la adjudicación del bien social, en caso que exista “cónyuge perjudicado”; es más, en el
caso de autos, se han valorado los medios probatorios, dentro de los alcances previstos
en el artículo ciento noventisiete del Código Procesal Civil, esto es, en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada, sin embargo, en la resolución solo serán expresadas
las valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su decisión;
Décimo.- Que, respecto al punto a.iv), los vicios procesales se regulan por el principio
de trascendencia, consagrado en el artículo ciento setenticuatro del Código Procesal Civil
y para que se configure este, se requiere el cumplimiento de tres condiciones, según lo
expone el procesalista Luis Alberto Maurino, en su obra Nulidades Procesales Editorial
Astrea, tercera reimpresión, Buenos Aires, mil novecientos noventidós, páginas cuarenti-
cinco a cincuentiuno: a) Alegación del perjuicio sufrido; b) Acreditación del perjuicio y
c) Interés jurídico que se intenta subsanar; en cuanto a la alegación del perjuicio sufrido,
la parte perjudicada en la fundamentación de la nulidad debe precisar con claridad cuál
es el vicio o incumplimiento de la formalidad que le causa agravio; que, en el caso de
autos la demandada, deduce la nulidad de la sentencia de vista, al no haberse acumulado
el proceso de reducción de alimentos, seguidos entre las partes; sin embargo, respeto de
dicho proceso, no existe la mayor trascendencia para la resolución de este conflicto, toda
vez que el fallo, por el que se disuelve el vinculo matrimonial, ya da por resuelto el tema
referido a los alimentos, deviniendo en irrelevante la discusión sobre la reducción de los
alimentos; en todo caso, la recurrente no puede argumentar como defensa, aquel expe-
diente en el que haya tenido la posibilidad real y legal de poder subsanar;
Décimo Primero.- Que, con relación al punto b), en principio, la Ley número veintisiete
mil cuatrocientos noventicinco - vigente desde el día ocho de julio del año dos mil uno -
incorpora el inciso décimo segundo al artículo trescientos treintitrés del Código Civil, el
mismo que prevé la separación de hecho como una nueva causal de separación de cuerpos
y subsecuente divorcio;
Décimo Segundo.- Que, el plazo previsto para la separación de hecho es de un periodo
ininterrumpido de dos años, plazo que será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos
menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el artículo trescien-
tos treinticinco del Código Civil;
238
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
239
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J47
CAS. Nº 1673-96-LIMA
Lima, 30 de abril de 1998
Considerando
Primero.- que uno de los efectos del divorcio radica en la incidencia que tiene en la
relación alimentaria que el matrimonio hizo surgir entre los cónyuges; en tal sentido el
Código Civil establece como regla general explícita que el divorcio pone fin a la relación
alimentaria, tal como regula el primer párrafo del Artículo trescientos cincuenta del aco-
tado texto civil.
Segundo.- que sin embargo, dicha regla contiene excepciones en las cuales la relación
alimentaria puede subsistir, y precisamente el segundo párrafo de la norma antes citada
constituye una excepción, cuya aplicación indebida se denuncia en la recurrida; la misma
que preceptúa que si se declara el divorcio por culpa de uno de los cónyuges y el otro
careciere de bienes propios o de gananciales suficientes o estuviere imposibilitado para
trabajar o de subvenir a sus necesidades por otro medio, se le asignará una pensión ali-
menticia que no exceda de la tercera parte de la renta del obligado.
240
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
Sentencia
Estando a los considerandos que preceden, declararon INFUNDADO el Recurso de Ca-
sación interpuesto por Blanca Dibós Cauvi; en consecuencia NO CASAR la sentencia de
vista de fojas trescientos ochentiuno, su fecha dieciséis de agosto de mil novecientos no-
ventiséis, en los seguidos por don Manuel Del Solar Ayllón, sobre exoneración de pensión
alimenticia; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial
El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
SS.
PANTOJA
IBERICO
ORTIZ
SÁNCHEZ-PALACIOS
CASTILLO L.R.S.
241
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
J48
CAS. Nº 1406-05-LIMA
Petición de herencia
Lima, 20 de marzo de 2007
242
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
cónyuge abandonado, de otro lado señala, que lar sobrina no tiene un testamento válido,
que las declaraciones de herederos hechas por un hermano de su esposo, ahora fallecido,
son anulables, pues existía un testamento universal, y además la recurrente es cónyuge
supérstite;
Considerando
Primero.- Que, el recurso de casación tiene por fines esenciales la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia;
Segundo.- Que, la casual denunciada se encuentra prevista en el inciso primero del artícu-
lo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil y se configura cuando los magistrados
de mérito han empleado, para resolver el conflicto intersubjetivo de intereses, una norma
jurídica manifiestamente impertinente a la litis;
Tercero.- Que, la impertinencia puede motivarse en que la norma empleada no se ajusta
a los hechos debatidos, o se ha aplicado retroactivamente o por el uso, determinante para
la resolución del conflicto, de una norma derogada, extranjera o inexistente;
Cuarto.- Que, el Doctor Sánchez Palacios se configura esta causal cuando “(...) se actúa
una norma impertinente a la relación fáctica establecida en la propia sentencia. El Juez
ha errado en la elección de la norma, ha errado en el proceso de establecerla relación
de semejanza o de diferencia que existe entre el caso particular concreto, jurídicamente
calificado y la hipótesis de la norma. La norma elegida no corresponde. También se llama
“falsa aplicación de la ley”, y es un error de subsunción del caso particular con una norma
Impropia; con la que no tiene relación de causalidad. Los efectos jurídicos establecidos
en abstracto por una norma, en la hipótesis de que se verifique un cierto hecho específico,
son atribuidos por el Juez a un caso particular concreto diverso del previsto por la norma
(...)”(El Recurso de Casación Civil; Ediciones Legales y editorial San Marcos; Tercera
Edición; Lima - Perú; dos mil seis; página noventicuatro; por su parte el Doctor Velasco
Gallo señala que esta causal se configura cuando “(...) entendida rectamente la norma de
derecho en su alcance y significado, se la aplica un caso que no es el que ella contempla
(...)” (La Casación Civil; en: Revista Derecho número cuarentiocho; Pontifica Universi-
dad Católica del Perú; Lima-Perú; diciembre de mil novecientos noventicuatro; página
cincuentitrés);
Quinto.- Que, el artículo trescientos cuarentitrés del Código Civil prescribe que el cónyu-
ge separado por culpa suya pierde los derechos hereditarios que le corresponden;
Sexto.- Que, en este caso, a fin de determinar si se configura o no la causal invocada, se
debe analizar si la norma antes aludida, se ajusta a la controversia debatida por las partes,
la misma que la haga pertinente;
Sétimo.- Que, analizando el texto normativo, se puede concluir que dicha disposición
contiene un mandato imperativo, cuya constitución (configuración) requiere de estar per-
fectamente establecida, en el caso al cual se le aplica, a fin de cautelar los derechos de las
partes, dado que constituye una sanción establecida por el legislador para aquel cónyuge
que ha incumplido los deberes propios del matrimonio;
Octavo.- Que, previamente a la determinación de la pertinencia o no de la aludida norma,
se debe aclarar que ella exige, expresamente, como elementos constitutivos de la sanción,
la cual es la pérdida de los derechos hereditarios, los siguientes: a) la separación de uno
de los cónyuges; b) que esta separación haya sido por su culpa, esto es, el legislador le
establece dos elementos, uno objetivo, el alejamiento de los cónyuges y uno subjetivo, la
culpa, los mismo que deben de concurrir copulativamente, por así establecerlo la norma;
Noveno.- Que, con relación al punto a), esto es, la separación de uno de los cónyuges,
es preciso esclarecer que este requisito –separación– debe entenderse como el distancia-
miento físico y permanente, que efectúa uno de las partes, respecto de la relación matri-
monial, esto es, no configura este elemento, el simple distanciamiento o alejamiento de
243
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
SS.
FERREIRA VILDÓZOLA
PALOMINO GARCÍA
HERNÁNDEZ PÉREZ
MIRANDA MOLINA
244
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J49
CAS. Nº 3505-2001-PIURA
Lima, 30 de setiembre de 2002
Considerandos
Primero: Conforme lo establece el artículo 483 del Código Procesal Civil, al proceso de
divorcio se debieron acumular una serie de pretensiones, en ese sentido, el a quo al mo-
mento de calificar la demanda a fojas veintiséis declaró la inadmisibilidad de la misma;
sin embargo, al momento de subsanarse esta a fojas cuarentiocho, el demandante no dio
cabal cumplimiento a lo ordenado por el Juzgador, a pesar de ello, la demanda fue admi-
tida a fojas cincuenta.
Segundo: Al no haberse dado cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 483 del Código
formal, ello ha dado origen a que se omitiera todo tipo de pronunciamiento respecto a la
patria potestad y al régimen de visitas de los menores cuyos padres se encuentran en un
proceso de divorcio; tal omisión se refleja en el contenido de la resolución admisoria de
fojas cincuenta, en la audiencia en la que se fijaron los puntos controvertidos a fojas cien-
to ochentinueve e indudablemente en la sentencia apelada de fojas doscientos setentisiete,
así como en la de vista de fojas trescientos veinticinco.
Tercero: Por lo tanto, se ha contravenido el artículo 340 del Código Civil, al no haber
pronunciamiento sobre el ejercicio de la patria potestad, lo cual concuerda con el artículo
88 del Código de los Niños y Adolescentes, respecto al régimen de visitas de quienes no
245
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
ejercen la patria potestad, supuestos que debieron ser objeto de pronunciamiento, aten-
diendo a que en debate no solo está la situación jurídica de los cónyuges, sino también la
de sus menores hijos, frente a lo cual se debe atender a su interés superior, conforme al
artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, por lo que el
a quo debe proceder a calificar nuevamente la demanda, atendiendo al indicado interés
superior y conforme al principio de economía procesal.
Decisión
Estando a las conclusiones precedentes y de conformidad con el artículo 396 inciso 2
acápite 2.7 del Código Procesal Civil: declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por doña Victoria del Rosario Estrada Pacherres, mediante escrito de fojas
trescientos cincuenta; en consecuencia NULA la resolución de vista de fojas trescientos
veinticinco, su fecha veintidós de agosto del dos mil uno; ORDENARON que la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, expida nueva resolución teniendo en
cuenta las omisiones anotadas en la parte considerativa de la presente resolución; en los
seguidos por don José Lachira Coveñas, sobre divorcio por causal; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
y los devolvieron.-
SS.
CARRIÓN LUGO
TORRES CARRASCO
CARRILLO HERNÁNDEZ
SANTOS PEÑA
QUINTANILLA QUISPE
246
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
J50
CAS. Nº 3154-98-LA LIBERTAD
Lima, 25 de junio de 1999
247
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
Sétimo.- Que, por las razones expuestas y de conformidad con el acápite 2.1 del inciso 2
del Art. 396 del Código Adjetivo, declararon: FUNDADO el Recurso de Casación de fo-
jas 143 interpuesto por don Antonio Alvarado Trujillo; y en consecuencia, declara NULA
la sentencia de vista de fojas 130, su fecha 14 de octubre de 1998; ORDENARON que
el órgano jurisdiccional inferior emita nuevo fallo con arreglo a Ley; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano; bajo responsabili-
dad, en los seguidos por don Antonio Román Alvarado Trujillo con Luz Emérida García
Otiniano sobre divorcio por causal; y los devolvieron.
SS.
ORTIZ B.
SÁNCHEZ-PALACIOS P.
ECHEVARRÍA A.
CASTILLO LA ROSA S.
ZUBIATE R.
248
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
ÍNDICE GENERAL
Introducción.................................................................................................................... 7
CAPÍTULO I
El decaimiento y la disolución del matrimonio.................................................................. 13
1.4. El concepto de causa y los caracteres de los hechos que pueden dar lugar a la
CAPÍTULO Ii
La separación convencional y el divorcio ulterior............................................................. 23
2.2.1. Competencia......................................................................................................... 26
2.2.4 Procedimiento....................................................................................................... 28
CAPÍTULO IiI
249
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
CAPÍTULO IV
Los efectos de la separación personal y del divorcio vincular.......................................... 59
CAPÍTULO V
Aspectos procesales de la separación de cuerpos y del divorcio por causal.................... 63
5.1 Competencia............................................................................................................ 63
5.2 Partes....................................................................................................................... 64
5.3 Procedimiento........................................................................................................... 66
5.3.4. Reconvención....................................................................................................... 68
5.3.5. Rebeldía................................................................................................................ 68
5.4. Acumulación............................................................................................................. 69
5.5.1.3. Alimentos........................................................................................................ 74
250
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
5.5.2.1. Inventario........................................................................................................ 74
5.5.2.2. Embargo......................................................................................................... 74
5.6. Pruebas.................................................................................................................... 77
5.6.3. Documentos.......................................................................................................... 79
5.6.4. Pericia................................................................................................................... 80
justiciable........................................................................................................ 83
5.7.2.2. Conciliación.................................................................................................... 86
5.7.2.5. Renuncia........................................................................................................ 88
251
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
5.9. Casación................................................................................................................... 89
JURISPRUDENCIA VINCULADA
de 2004....................................................................................................................... 93
de 1999....................................................................................................................... 113
252
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
2004............................................................................................................................ 204
J39 CAS. Nº 2414-2006-CALLAO. Divorcio por causal. Lima, 2 de abril de 2007............ 213
J40 CAS. Nº 802-2003-CHINCHA. El Peruano 03/05/04. Lima, 15 de julio de 2003........ 217
J41 CAS. Nº 606-2003-SULLANA. Lima, 11 de julio de 2003........................................... 220
zo de 2007................................................................................................................... 223
253
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
254
LAS CAUSALES DE DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA JURISPRUDENCIA CIVIL
255
ALEX F. PLÁCIDO VILCACHAHUA
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