HOMILIARIO
: oO
COLECCION DE HOMILIAS , 6 SERMONES DE LOS
MAS EXCELENTES SANTOS PADRES Y DOCTORES
DE LA IGLESIA,
SOBRE
LOS EVANGELIOS, QUE SE CANTAN EN LAS
* PRINCIPALES FESTIVIDADES, Y TIEMPOS DEL ARNO,
RECOPILADAS
POR EL DOCTOR ALCUINO, MAESTRO DEL
EMPERADOR CARLO MAGNO:
TRADUCIDAS AL CASTELLANO
POR EL BACHILLER FUAN DE MOLINA
TOMO PRIMERO.
CON SUPERIOR PERMISO.
EN LA OFICINA DE DON BENITO CANO
ANO DE 1795.
Se hallar£ en lx Libreria de Castillo Srente de
San Felipe el Real.PROLOGO DEL EDITOR.
Eabiendo prometido Jesu-Christo 4 su Igle-
sia una perpetua duracion, y firmeza hasta la con-
sumacion de los siglos, y la pureza de su doctri-
na contra todos los esfuerzos del infierno, vemos
cumplida esta promesa hasta un grado de eviden-
cia tal , que podemos oponer contra Ia incredulidad
en prueba de nuestra fé la sola existencia del nom-
bre christiano , quanto mas Ja permanente inmuta-
bilidad de esta Iglesia 4 pesar de tantas, y tan re-
cias tempestades , como la estan combatiendo des-
de su principio hasta ahora. Digan esos soberbios
Fildsofos del tiempo que pretenden sujetar 4 su de-
cantada sabiduria, y capacidad los mas ocultas
misterios de Ja divinidad , digan de buena fé, si su
capacidad , y sabiduria puede hallar en 1a razon,
y posibilidad humana , que esta Iglesia haya podi-
do existir, y exista realmente sobre la tierra sin
el auxilio de un poder superior 4 todos los pode-
res del mundo , y del infierno , constantemente em-
pefiados en acabarla, y en turbar Ja pureza de su
doctrina. El fuego , y el cuchillo con todo género
de violencias empleado en acabar con las vidas de
Jos christianos , acabé efectivamente con las de mu-
chos millones de ellos ; pero en lugar de acabar con
la Iglesia, multiplicé sus miembros, como quien
esparciendo la semilla multiplica la especie, La ca-
lumnia, el sofisma , las astucias empleadas en des-
acreditar 4 la Iglesia , ya en sus mas dignos miem-
bros , ya en sus dogmas, gqué han hecho mas que
pro-VI
probar, y confirmar fa santidad, y verdad de unos
y otros? gEran_ ni son medios estos para que esta
iglesia exista diez y ocho siglos ha? %No lo son
para acabar y destruir toda firmeza humana, aun-
que sea de diamante? Luego es preciso confesar, que
si ha crecido , y existe en los vasos fragiles de los,
hombres, ha sido , y ser4 por una causa superior 4
todas las causas humanas, y por aquella promesa
cuyo cumplimiento estamos viendo y tocando.
Si esta verdad es tan innegable gqué peso, y.
autoridad no tendrdn los escritos de aquellos pri-
meros Pastores y Maestros, 4 quienes envid Dios
en seguida de los Apéstoles, para ensefiar lo que
estos ensefidron , para confirmar 4 los que estos ins-
truyéron, y para persuadir 4 la practica de las vir.
- tudes christianas 4 todos los que despues viniéron?
Qué hombres criaria Dios para esto , qué luces les.
daria , qué eficacia , qué virtudes, para que su pro-.
mesa quedase bien desempefada en unos tiempos de
tanta necesidad como aquellos , en que el judaismo,
el gentilismo, y los errores de los apostatas com~
batian por todos medios 4 esta Iglesia naciente, y
tan amada suya? Empéfiada su palabra, no hay,
duda , que no conviniendo enviar 4 los hombres
Maestros de otra superior naturaleza , dotd 4 los
que envid de todas Jas virtudes , y ciencia necesa-
ria como si fueran por naturaleza Angeles. Tales.
los debemos considerar, porque si tales hubiera sido
conveniente , y necesario enviar , tales Jos hubiera
enviado el Sefior de la vifia. Envid hombres, pero
con las funciones de Angeles , y para executarias,
no les habia de escasear los medios quien los tiene
todos en su mano,
Les