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CLAVE DE TEOLOGIA MORAL COMPURSTA POR EL Sr. D. DOMINGO DIEZ, Puro. QUINTA EDICION — DILIGENTEMENTE CORREGIDA Y-ANADIDA EN ‘MUCHOS | PUNTOS, ESPECIALMBNTB CON LA BXPLICACION DE LA BULA € APOSTOLICE SEDIST, DEDNUESTROSSLNTiETWO PADRE PIO IX, Y DEMAS CONSTITUCIONES Y BECRETOS QUE HAN, EMANADO BE LAS SAGRADAS CONGREGACIONRS HASTA EL PRESENTE por of M. Roo. P. Fr. FRANCISCO MANUEL MALO, de 1a Orden de San Francisco, Leotor jubsludo, Examinador y Juez sinodal, ex Rector del Colegio de Misioneros para Tierra Santa y Marruccos de la oludad do Santiago, ex Comisario Provincial de la de Cartagena y Definidor general, etc, CON APROBACION DE LA AUTORIDAD ECLESIASTICA MADRID LIBRERIA CATOLICA DE GREGORIO DEL AMO CALLE DE LA A PAL, NUM. 6 1891 LICENCIA ECLESIASTICA NOS DON CIRIACO MARIA SANCHA Y HERVAS, POR LA GRACIA DE DIOS Y DELA SANTA SEDE APOSTOLICA, OBISPO De MADRID-ALCALA , CABALLERO GRAN CRUZ DE LA REAL Y DISTINGUIDA ORDEN AMERICANA DE ISABEL LA CATOLICA , CONSEJERO DE INSTRUCCION PUBLI- CA, ETC., ETC. Por el presente y por lo que 4 Nos corresponde, damos licencia para que pueda imprimirse y publicarse la:obra titulada CLAVE DE TEOLOGiA MoraL, escrita por el preabi- tero D. Domingo Diez, corregida y aumentada por el reve- , rendo P. Fr. Francisco Manuel Malo, de la Orden de San Francisco, mediante que de nuestra orden ha sido leida y examinada, y, segun la censura, nada contiene que sea contrario al dogma y sana moral. En testimonio de lo cual expedimos el presente, rubricado de nuestra mano, sellado con el mayor de nuestras armas y refrendado por nuestro Secretario de Camara y Gobierno, en Madrid 4 26 de Junio de 1891. Crriaco Maria, Obispo de Madrid-Alcald. (Hay un sello. ) Por mandado‘de S. E. I. el Obispo, mi Sefior: Dr. José Barba Flores. PROLOGO DEL EDITOR A todos es bien conocida la general y justa aceptacién que ha merecido del ilustrado Clero espaiiol la Crave pe TEOLOGiA Moral, que compuso el Sr. D. Domingo Diez, presbitero, La pureza de su doctrina, la precisidn, brevedad y claridad con que se explican en esta obra las materias més dificiles, hacen de ella un libro utilfsimo al Clero en general, y con especiali- dad 4 los jévenes que se preparan para recibir los sagrados Or- denes, 6 4 los ejercicios de concursos generales. Agotadas en pocos afios las cuatro copiosas ediciones , las dos primeras hechas por el autor, antes de publicarse la célebre Constitucién Apostolice Sedis de Nuestro Santisimo Padre Pio 1X, y las no menos célebres definiciones del Concilio Vati- cano, y las dos tiltimas diligentemente corregidas de las muchas faltas de lenguaje y ortografia que se advierte en las dos-prime- ras; aumentadas en muchas materias, principalmente en la ex- plicacién de la célebre Constitucién Apostolice Sedis y las definiciones dogmaticas del Concilio Vaticano con otros varios é importantisimos decretos de las Sagradas Congregaciones, é ilnstradas con algunas aclaraciones y.notas tomadas de los autores modernos de mds reputacién, y otros varios apéndices; se hacfa indispensable una quinta edicidn de la Crave, re- formada en algunos puntos, y en otros aclarada y afadida. Esto es lo que ha procurado Nevar 4 cabo, con el mayor esmero po- sible, en la presente edicién, el M. Rdo. P. Francisco Manuel Mato, comisionado al efecto por el editor de esta obra. iQuiera Dios que el trabajo y fatigas del célebre octogena- rio, adicionador de la Crave, sea de gran utilidad al Clero en general, y facilite el estudio de la Teologia moral! CLAVE DE TEOLOGIA MORAL —— 366% PRIMERA PARTE TRATADO PRIMERO CAPITULO PRIMERO DEFINICION , OBJETO Y NECESIDAD DE LA TEOLOGIA MORAL. Quid est Theologia moralis? Est scientia de moribus agens ed hominem dirigens, ut assequt possit . Deum, ultimumfinemsupernaturalem. ¢Us ciencia la Teologia moral? Sf: porque ciencia es todo cono- cimiento adquirido por demostra- cién y que deduce conclusiones ; tal es la Teologia moral ; luego es una verdadera ciencia. ¢Hs ciencia especulativa 6 prac- tica? : Especulativa y practica. Especulativa, ya porque de prin- cipios ciertos deduce conclusiones verdaderas ; v. gr.: del principio, Quod tibi non vis, alteri ne facias, deduce que no debemos engaiiar al projimo ; ya porque trata de inves- tigar la naturaleza de las virtudes que debemos practicar y de los vi- cios que debemos huir. Yprdctica, porque no descansa en la mera especulacién del objeto, sino que se dirige 4 ensefiar las re- glas 4 que deben ajustarse nuestras operaciones, apoyada en principios practicos, conocidos por la sindére- sis; v. gr.: Bonwm est faciendum: y finalmente, porque tiene un fin practico, que es conducir al hombre por el camino de la virtud al térmi- no de la felicidad eterna. Es ciencia necesaria? & necesaria simpliciter, para los Obispos, parrocos y confesores; y secundum quid, para los demas, ¢Cuales son los principios en‘que se funda esta ciencia? En los de la fe y la razén, conte- nidos en los Jugares teoldgicos ; seis internos, que son la Iglesia, laSa~ grada Escritura, la tradicién, las decisiones dogmaticas de los Conci- lios ecuménicos, las de los Papas hablando ex cathedra, y el undnime consentimiento de los Santos Pa- dres: cuatro externos, 4 saber: la autoridad de los teélogos y canonis- tas, la raz6n natural, la doctrina de los filésofos y juristas, y la his- toria, especialmente laeclesidstica. ¢Cual es el objeto de la Teologia moral? 1 2 Tiene dos objetos: uno material y otro formal. El objeto material de la Teologia moral son los actos 6 acciones hu- manas ; «su objeto formal es dirigir- -las & su ultimo fin por medio de las reglas de fe y costumbres, que nos presentan-y exigen la revelacién, los mandatos de Dios y los de su Santa Iglesia. En el conocimiento del objeto material y en la declara- cién y buena direccién del formal se ocupa toda la Teologia moral ; y los principios generales que para esto se establecen sirven de norma en toda ella». CAPITULO IT DELQS ACTOS HUMANOS. «Antes de pasar al conocimiento de los actos humanos , hase de con- siderar que el hombre es un admi- rable compuesto de alma y cuerpo; dos substancias tan diferentes como intimamente unidas, que la una in- fluye en la otra maravillosamente. Porque de los sentidos de! cuerpo y de las impresioncs en ellos recibidas resultan generalmente ideas, pen- samientos y afecciones en el alma, yde los pensamientos y afecciones de ésta resultan 4 las veces altera- ciones y movimientos en el cuerpo. Se distinguen en el hombre como dos partes, superior 6 racional, & infe- rior 6 animal ; por eso hay actos que - provienen de la parte animal é in- ferior, y se Haman actos animales Y.aun naturales ; y otros que prin- cipalmente provienen de la superior 6 racional, y se llaman actos huma- nos. También 4 las veces se verifi- fican en el hombre ciertos actos que no proceden formaliter de la parte superior, sino de cierta. propiedad caracteristica, como, v. gr., elreir; 6 se hacen sin deliberacién de la voluntad, como los movimientos primo-primos, y se llaman actos de hombre. eit » Ni los actos animales, nilos que llamamos actos de hombre, proce- -TRATADO I. — CAPITULO II. den dela voluntad libre, y por tan- to ni se peca ni se merece por ellos. Sélo se puede faltar 6 merecer por actos que procedan de voluntad li- bre, del todo libre; libre de toda coaccién externa, y libre de toda necesidad 6 coaccién’ interna, con una completa indiferencia para que- rer y poder observar la.divina ley, 6 para no querer observarla. » Quid est actus humanus? Est motus animi ad aliquid volendum vel nolen- dum, agendum vel non agendum , de liberatus, cum scientia et libertate: porque, como dicé Santo Tomas, ill actiones proprie humane dicun- tur , que ex voluntate deliberata pro- cedunt. «Quid est actus hominis? Motus animi indeliberatus. » Quid est voluntas? Facultas appe- tendi bonum et aversandi malum ab intellectu propositum. Esta misma fa- cultad, cuando atin no obra, se sue- le llamar acto primo: en su deter- minacién ya, 6 ejercicio, acto se- gundo. » Divisién. 3Enquésedividen los actos humanos? » En voluntario é involuntario; en voluntario é involuntario simpliciter y secundum quid. Es voluntario sim- |pliciter, cuando es sin repugnancia de la voluntad; voluntario secundum quid, cuando es con alguna condi- cién 6 repugnancia de la voluntad. Ademds, en voluntario necesario y voluntario libre. Este libre es, 6 elé- cito, 6 imperado, uno y otro son vo- luntarios directos 6 in se, 6 volun- tarios indirectos, 6 in causa: ésta puede ser fisica 6 moral, mediata 6 inmediata; préxima 6 remota, per se 6 per aceédens, justa 6 injusta (1). (1) No es lo misnio acto interno que elfci- to , ni acto externo que imperado. Todo acto elicito es interno , poro no viceversa ; y todo acto externo es imperado ; pero no todo impe- rado esexterno. Amar, v. gr., es acto elicit interno ; pero el meditar 6 recordar alguna - cosa, aunque es acto interno, no es elicito, sino imporado; porque regularmente no 56 Ferifeca sin quo lo impero le voluntad, Hi pa- sear es acto externo 6 imperado; pero el me- ditar 6 recordar, aunque os imperado, no es exterao, sino interno, (Nota del autor.)- DE La TEOLOGIA MORAL. | »También el voluntario libre se divide en actual, virtual y habitual : en bueno y malo, meritorio y deme- ritorio; natural y sobrenatural ; expreso y tacito ; interno y exter- no ; valido é invalido. 7 »Es bueno: Qui conformis est ra- tioni et legi Dei. Malo: Qui legi Dei et rationi opponitur. (Del meritorio ensu lugar.) Natural: Quid natura, ut locutio. Sobrenatural: Actus Dei gratia factus. Expreso: Qui verbis vel signis clare manifestatur. Tacito : Qui permissione, omissione, vel negli- gentia operando vel se non opponendo, prodit. Interno: Qui intra anime potentias perficitur, ut meditatio. Ex- terno* Qui per corporis membra exer- cetur. Valido: Qui effectum, ad quem est, revera producit. Iuvalido: Qui effectum, ad quem apponitur, non causat. > ¢Cuales son las potencias que en- tran en la constitucién de los actos humanos? Considerados en su entidad fisica, el entendimiento y la voluntad; para su entidad moral se requiere ademas la libertad. gDe qué modo influye cada una de estas facultades? . Elentendimientoentracomomaes- tro y consejero, ilustrando y propo- niendo 4 la voluntad los motivos y consecuencias de la accidn, clasifi- cando chda uno de los extremos por las cualidades que le caracterizan, para que la voluntad no obre 4 cie- gas en la eleccién del extremo que abrace. La voluntad, ilustrada de este modo, entra como reina abrazando . 6 rechazando el extremo que le pa- rece mas conveniente, sin que nadie pueda violentarla, La libertad entra como condicién esencial de la moralidad; porque si el hombre no gozase 6 no pudiese usar de la libertad, sus acciones carecerian de mérito, 6 no serfan ni buenas ni malas; para cuya in- teligencia servira el ejemplo si- guiente : Le. asalta 4 uno, v. gr., la tenta- 3 cién de hurtar, y al instante el en- tendimiento se dirige 4 la voluntad, y la dice : « Mira que el hurto esta prohibido por derecho natural, di- vino y humano: de consiguiente, no es licito tomar lo ajeno sin ha- cerse reo de pecado, y de cargar con la responsabilidad y conse- cuencias que lleva consigo el hurto; al paso que, si resistes esa tenta- cién, ademas de la satisfaccién que queda, fundada en el testimonio de la buena conciencia, adquiriras un mérito para con Dios, y acaso para con los hombres». Con io cual calla el entendimiento y contesta la vo- luntad: «Advierto todo lo que me dices, y por consiguiente sé que no debo hurtar ; pero como nadie pue- dedisputarme ni impedirme el fuero de mi libertad, quiero perpetrar el hurto>. Video meliora proboque, deteriora sequor, que dice Euripides; 6, como dice el Apéstol (Ad Rom., VIL): Non quod volo bonum hoc ago, sed quod odi malum, illud facio. Voluntario. «gQué es acto voluntario? Quod provenit ab intrinseco seu a voluntate, cum previa cognitione finis intenti et circumstantiarum. Asi, el que mata 4 un hombrécre- yendo invenciblemente que era fie- ra, noes homicida; porque no tuvo fin de matar 4 un hombre, ni en lo que vela descubria esta circunstan- cia; asi esta muerte le fué involun- taria. Por el contrario, el involuntario es: Quod provenit ab extrinseco seu contra inclinationem voluntatis , vel sine cognitione finis vel circumstantia- rum. Involuntario simpliciter : Quod est vel sine cognitione, vel sine ullo con- sensu voluntatis. Involuntario secun- dum quid : Quo quis, non in se’, sed propter aliquam circumstantiam , ali- quid vult. (Charmes. ) Acto voluntario necesarioes: Quod provenit a voluntate, sed sine potesta- te ad oppositum ; v, gr.: el amor & Dios en los bienaventurados. 4 Voluntario libre es: Quod prove- nit @ voluntate cum indifferentia po- testatis ad utrumque; Vv. gr. : elamor con que yo amo 4 Pedro, 4 quien puedo no amar 6 aborrecer. De este voluntario hablamos aqui, y requie- re indispensablemente estas dos con- diciones : . 1,3 Quod sit 4 voluntate libera. 2.* - Quod sit previa cognitione ob- jecti. : Una y otra son simpliciter necesa- Trias para que la accién sea, 6 bue- na, 6 pecaminosa; porque, como dice San Agustin: Usgue adeo pec- catum voluntariumest malum, utnullo modo sit peccatum, si non est volunta- rium. Segun esto, gcudles son los cons- titutivos de los actos humanos? El dicho ‘conocimiento y el consenti- miento de la voluntad. Voluntario directodin se, que otros ‘Taman formal: Est qui procedit se- cundum se absolute circa objectum ip- sum, nude consideratum. Voluntario indirecto 6 in causa es + Qui non in objectum ipsum videtur tendere, sed in ejus causam; V.gr.: el que sabe que jugando blasfema, y sin embargo no desiste de jugar; aunque parezca que no quiere la blasfemia por si misma, quiere su causa, que es el juego; y asi la quiere indirecte. Lo mismo se ha de decir del que se embriaga, sabiendo que por ello jura y blasfema. Estos juramentos son, al menos, volunta- rios in causa, El acto voluntario directo actual : Est actus hic & nunc a voluntate cir- ca objectum ipsum procedens. Se ve- rifica cuando el agente, con refle- xién actual, se propone obrar con acto que llaman signado, diciendo, v. gr., el confesor : Quiero absolver ; 6 bien lo ejecuta sin esta reflexion; pero si con actual atencién, por acto que se llama ezercito, al decir Ego te absolvo. El directo virtual : Est actus @ vo- luntate procedens, vi actus signati precedentis et adhuc influentis. . Se verifica cuando el agente obra TRATADO I. — CAPITULO IL. en virtud del voluntario directo ac- tual precedente, que no ha revoca- do; antes en virtud de 61, ejecuta, aun distraido, lo que antes habia determinado. El directo habitual : Actus aliquan- do habitus, qui non est retractatus, sed in emecutionem non influit, -licet forsam exerceatur. Es cuando no se ejecuta lo inten- tado, ni se retracté de ello; pero ya por olvido, suefio, embriaguez, etc., 6 ya por haber pasado mucho tiem- po, se interrumpié la intencién pri- mera, como si se desistiera de ella; de modo que, si bien permanece cierta voluntad del acto antes in- tentado, ya no influye en su ejecu- cién. Causas inflayentes en los actos. Causa fisica : Est quae physice pro- ducit effectum, ut ignis ustionem. Mo- ral: Que moraliter, id est, suasione, consilio, jussu in effectum influit. In- mediata : Que, nihilo mediante, cau- sat effectum. Mediata : Que alia me- diante, ipsum causat : talis est omnis causa moralis. Proxima: Que conexionem quasi necessariam habet cum effectu. Remo- ta: Que solum aliquam habet conexio- nem cum effectu: talis est causa, que dicitur per accidens. La préxima se puede reducir 4 la causa per se. Causa per se en el voluntario indi- recto es : Que ex natura sua influit in effectum; Vv. gr.; el veneno contra la” salud. Causa per accidens es: Qua non ex natura et intrinsece, sed ab extrin- seco, accidentaliter vel casu influit in effectum; v. gr.: cibus moderatus in luauriam; el dar dinero con buen fin al que abusard de él para el cri- men, Lo voluntario, en cualquiera de estas causas se llama voluntario interpretatico, porque quien quiere la causa se interpreta querer el efec- to. También se lama asi la omisién culpable de que se sigue algun mal efecto; v. gr.: dudas si hoy es dia DE LA TEOLOGIA MORAL. 5 festivo, y por no preguntarlo no oyes Misa; esta falta te es interpre- tative volutaria, porque se siguid de la omisién culpable de preguntar. ¢Cudndo el voluntario indirecto sera pecado? Cuando concurran las circunstan- cias siguientes : 1.3 Cuando la causa que se pone es injusta. Por eso, el que mata 4 su agresor, servato moderamine, inculpate tutelle, no es causa cul- pable de la pobreza, v. gr., dela familia deaquél, nacida desu muer- te, ni es responsable de ella. La mujer hermosa y honesta que por salir de casa es vista y torpemente amada de alguno, no es responsa- ble de este pecado, ni esta obligada &estarse encerrada. ~ 2.8 Cuando se prevé el efecto malo, saltem generaliter, 6 in confu- so, 6 si actualiter no se prevé, deba al menos y pueda ser previsto ; por- quesi no habia obligacién deprever- lo, 6si la habia, no se puede conse- guir, no se imputa 4 pecado. Por eso, sitirascon un fusil, sin prever que puedes matar 4 un hombre, no se te imputa el homicidio; si matas, ignorando invenciblemente que ti- ras & un clérigo, no se te imputa la} circunstancia de sacrilegio.- . 3.* Quando se pueda evitar la causa; porque nadie peca en lo que no puede evitar. Por eso no peca el que sin consentimiento padece po-| . lucién al ver de improviso el rostro de una mujer: Quia non est in po- testate nostra quin visis tangamur, dice San Agustin. 4.2 Cuando haya obligacién de evitar aquella causa, 6al menos no hay utilidad 6 necesidad alguna de ponerla, y no se evita pudiendo y debiendo. . ¢Cudnde se dird que hay obliga- cién de evitar la causa? Si la causa es remota, no hay obligacién de evitarla , 6 puede po- nerse siempre que el operante tenga causa justa y se proponga un fin honesto; porque, en tal caso, el efecto se seguird per accidens et pre- ter intentionem; talis autem effectuis justa causa interveniente , agent, nor imputatur. Si la causa es préxima 6 influyée prozimé en el pecado, habrd obliga- cién de evitarla, 4 no ser que de esto se siga mds importante dafio que el pecado 4 que se coopera. (Véase Cooperacién al pecado.) ~* ¢Se puede poner una causa para conseguir un efecto bueno, previen- do que de ella se puede seguir un efecto malo? Se podra con las condiciones si- guientes : 1.4 Que la causa 6 accién sea buena, 6 al menos indiferente. * “Que el fin del operante sea bueno. 3." Que tenga causa justa que la motive. - 4. Que el efecto bueno se siga tan inmediatamente como el malo. 5.2 Y que el efecto malo se com- pense suficientemente con el bueno; v. gr.: el General, en guerra justa, puede incendiar el castillo, la torre, el navio, etc., donde se refugia el enemigos de donde le ofende, aun- que sepa morirdn algunos inocentes, porque tiene el derecho de defensa.. El juez ex causa justa et necessaria puede exigir juramento al que prevé que jurard en falso, porque asi se salva el orden judicial, 4 lo que tiene derecho y esta obligado el juez; y en ambos casos se verifican las condiciones que hemos dicho deben concurrir en tales actos. ¢Por qué se dice que el involun- tario est quod provenit a principio extrinseco, etc. ? Se dice, para indicar que no pro- cedetotalmentede la libre voluntad. Se dice vel sine cognitione finis, porque, aunque-proceda de ‘la vo- luntad, si no se hace con conoci- miento' de agente moral, no es acto humano voluntario. Y'se dice circumstantiarum , por- que si hayalguna circunstancia des- conocida, sera involuntaria la ac- cidén respecto de ella. De donde se deduce que una accién es involun- 6 taria , cuando se ejecuta sin consen- timiento 6 sin conocimiento; en cuyos casos no merece el hombre ni pre- mio ni castigo, alabanza ni vitupe- rio por lo bueno 6 malo que haga; porque no se considera como agente moral. Se exceptia, sin embargo, cuando el hombre se priva volunta- riamente del conocimiento 6 de la razén, como si se embriaga 4 sa- biendas; que-entonces se hace reo de todo.lo malo que previé ejecuta- ria en aquel estado. ¢Qué es lo que destruye al volun- tario? Lo destruye 6 quita del todo: La ignorancia invencible. La inadvertencia total u. olvido natural, La concupiscencia antecedente total. fi El miedo grave que priva de la Taz6n ; porque todo esto quita el co- nocimiento ,, et nihil volitum quin precognitum. También lo destruye la violencia . absoluta, porque ésta quita el con- sentimiento. . 2 Qué es lo que lo disminuye? Laignorancia vencible, no sicado afectada ; porque esta lo aumenta. La concupiscencia antecedente parcial; porque todo esto disminuye el conocimiento, y asi no puede re- sultar ua acto humano perfecto. El miedo grave que no priva la razon, y See La violencia secundum quid; por- que esto hace imperfecto el consen- timiento, y asi tampoco puede re- sultar un acto humano perfecto. CaPiTULO I _ DE LA LIBERTAD, Quid est libertas 2 Facultas operandi (1). (1) Se han dado muchas definiciones ree- pecto de la libertad en general: unos la dof nen facultas eligendi, otros facultas se determi- nandi ad libitum, otros vie elective mediorum in ordine ad finem ; pero sin despreciar tales definiciones, me parece mds propia, por ser més genérica, la de facultas operandi. TRATADO 1. — CAPITULO HI. ¢ En qué se divide la libertad? Principalmente en libertad de ne- cesidad y en libertad de coaccién, Libertad de coaccién est immunitas Q violentia vel coactione extrinseca ; como la que tienen los bienaventu- rados para amar 4 Dios; ésta se halla en el que obra sin ser impul- sado por fuerza exterior. Libertad de necesidad, de indife- rencia, de albedrio 6 de eleccién est immunitas ab omni necessitate, tam intrinseca quam extrinseca, como la que tenemos los viadores para amar 4 Dios, y ésta se halla en el que obra voluntaria y libremente ; esto es, en el que puede obrar y dejar de obrar, 6 ejercer actos contrarios 6 diversos, sive in eo, qui potest agere vel non agere, agere contrarie, vel agere diverse, y ésta hace los actos voluntarios y libres. éEs lo mismo acto libre que vo- luntario? No: y se diferencia en que todo acto libre es voluntario; pero no todo acto voluntarioes libre; v. gr.: el amor con que los viadores ama- mos 4 Dios es libre, y por consi- guiente voluntario; pero el amor con que le aman los bienaventura- dos es voluntario y no libre; pues de tal modo le aman, que no puedea dejar de amarle. Para que un acto sea voluntario , basta que proceda, de la voluntad, con conocimiento del fin ; mas para que sea libre se necesita ademas la libertad de indi- ferencia, de albedrio 6 de eleccién. El voluntario excluye la coaccién, y el libre excluye la coaccién y la necesidad. gEs el hombre libre, y goza de una perfecta libertad? Si, como lo dicta el sentido comin y el sentido intimo de cada uno; pues se experimenta que el hombre se arrepiente y tiene remordimien- “| to de lo malo que hizo, y esto sélo le sucede , cuando estuvo en su po- testad el evitarlo ; v, se arre- piente y tiene remordimiento por haber ejecutado un robo 4 por haber caido en un pecado, porque sabe y 09 DE LA TEOLOGIA MORAL. _7 conoce que pudo evitarlo; pero no se arrepiente por haber nacido po- bre, jiboso, 6 por haber caido en un arroyo : tendrd, si, pena por eso, 6 por no haber asentado bien el vie; pero no tendré remordimiento, por- que sabeque noestuvoensu potestad evitarlo; ademas, cualquiera, por estipido que sea, conoce que cuan- do ejecuta una accién, puede omi- tirla, y que cuando la omite, podia ejecutarla. Consta también esta ver- dad de la Sagrada Escritura, que dice: Beatus vir.... qui potuit tran- sgredi et non est transgresus: facere mala et non fecit. (Ecclesiast., capi- tulo XXXI.) Qué statuit in corde suo firmus, non habens necessitatem po- testatem autem, habens suc voluntatis. (San Pablo, Tad Cor., cap. vir.) Y, por fin, los Santos Padres estén con- formes con San Jerénimo, que dic Nec ad virtutes, nec ad vitia necessi- tate trahimur ; alioquin ubi necessitas nec corona est. éQuién ha dado al hombre esta libertad? =~ El mismo Dios que le crié, como se deduce de la Sagrada Escritura, que dice: Deus ab initio hominem constituit et reliquit eum in manu con- silii sui, y se la concediéd de modo que entra en la constitucién de su naturaleza y en el fin para que fué criado. Que entre en la constitucién de su naturaleza, se deduce; porque si el hombre careciese de libertad, obra- ria necesariamente impulsado de la sangre y espiritus vitales, y asi se confundirfa con los brutos, que no obran por célculo, ni combinan ideas, ni ordenan pensamientos, sino que, mediante una ley unifor- me en todos segun sus especies, son conducidos 4 Ios fines 4 que estan destinados por una serie encadena-, da de instintos y movimientos que no estan en su potestad, porque no son libres, sino naturales y necesa- tios; al paso que el hombre obra por cdlculo, combina sus ideas, or- dena los medios del modo que juzga mas conveniente 4 la consecucién del fin que se propone, variando 4 cada momento y quedafdo siempre en libertad de poder elegir el que quiera. : : i Que entre en el fin para que: fué criado por su Hacedor, se deduce; porqué sin libertad sus acciones no serian ni buenas ni malas, y as{ no merecerian premio ni castigo, como no lo merecen los animales, y, por consiguiente, no mereceria la feli- cidad eterna, que es el fin para que fué criado. gPor-el pecado de Addn, no per- diéd el hombre la libertad y gime bajo la tirania de sus pasiones ? Es cierto que la libertad quedé herida por el pecado dé Addn, y que las pasiones son mas rebeldes ¢ insubordinadas al imperio de la ra- 260 ; pero no por eso quedé el hom- bre despojado de ella, porque por el pecado sdlo perdié Addn los do- nes sobrenaturales de que habia sido adornado ; pero no perdié los natu- rales, 4 cuya esfera pertece la li- bertad. As{ consta del Concilio Tri- dentino, sess. 6, cap.1, can. 6, que dice: Si quis libérum hominis arbi- trium post Ade peccatum amissum vel extinctum esse dixerit , anathema sit. Asi lo persuade el sentido intimo de cada uno, como queda dicho, y asf, por fin, lo dicta la razén ; por- que el pecado de Adan no despojé al hombre del fin para que habia sido criado, que sdlo puede conse-. guirle 4 titulo de mérito, para el que es necesaria la libertad. ¢ Puede alguno despojar al hom- bre de su libertad ? De la libertad a coactione, si; pero nunca de la libertad a necessitate ; porque Ja voluntad en si misma nunea puede ser forzada al consen- timiento 6 disentimiento de una accién ; 6, lo que es lo mismo, no puede padecer violencia en cuanto & sus actos elicitos ni aun en cuanto 4 los imperados en lo que participan de internos; aunque puede pade- cer violencia y ser despojado de su libertad en cuanto 4 jos actos exter- nos, y ser atado, encarcelado, etc. 8 ¢Para el mérito 6 demérito, basta la libertad @e coaccién ? No, pues, se requiere también la libertad de necesidad ; lo contrario est& condenado por. Inocencio X contra Jansenio, que decia : Ad meé- . rendum vel demerendum in statu na- ture lapse, non requiritur in homine libertas 4 necessitate, sed sufficit li- bertas 4 coactione. Asi también to- dos los catélicos, con San Jerénimo, y asi lo dicta la razén. & Qué es lo qtie se opone 4 la li- bertad 6 libre albedrio ? Todo lo, que se ha dicho que se “gpone & lo voluntario. (Cap. 1 al in.) : Qué destruye la libertad ? ‘ambién lo que destruye al vo- luntario, 7 CAPITULO IV DE LAS COSAS QUE SE OPONEN Y DIs- MINUYEN AL VOLUNTARIO Y ALA LIBERTAD. ¢ Cuales son las cosas que se opo- nen 6.disminuyen al voluntario y 4 la libertad ? * La ignorancia, la ira y concupis- cencia, el miedo y la violencia, La ignorancia y la concupiscen- cia se oponen al conocimiento ; el miedo y la violencia se oponen al _consentimiento. g I. De la ignorancia. Quid est ignorantia? . Est carentia scientie in sudjecto apto ad illam habendam. ¢ En qué se divide la ignorancia ? 1.° En ignorantia juris, facti et pene. Datur ignorantia juris, cuando ignoratur lex vel precepium. Igno- rantia facti, cuando ignoratur utrum aliquod factum hic et nunc cadat sub precepto, non ignorato precepto. Et ignorantia pene, cuando ignoratur pena delicto annema; Vv. gr.: si yo TRATADO I, —CAP{TULO IV. ignoro los preceptos del Decdlogo, tengo ignorantia juris; si sé dichos preceptos, pero ignoro si hic et nunc puedo hurtar en la necesidad que. padezco, tendré ignorancia facti; pero si sé que una, cosa est& prohi- bida y sdlo ignoro la pena que le afecta, tendré ignorancia pene. 2.° En invencibley vencible. La invencible es quer, possitis diligentiis debitis, non potest vinci. Y la venci- ble es que, possitis diligentiis debi- tis, potest vinci ; attamen de facto non vincitur. La invencible puede ser | phisice vel moraliter invencible. Phi- sice, cuando de ningin modo pue- de vencerse, y moraliter, cuando no se puede vencer puestas las di- ligencias morales. Y puede ser tam- bién esta ignorancia invencible an- tecedente y concomitante. La ante- cedente es, cuando, si adesset scien- tia, actus non fieret. Laconcomitante es cuando , etiam si adesset scientia, actus fieret ; v. gr.: estando Juan de caza y juzgando invenciblemente que mataba un oso, maté un hom- bre. En este caso no hay pecado, porque la ignorancia antecedié 4 toda advertencia y conocimiento. Pero si, viendo que es su enemigo, se alegra y dice que, conocido, hu- biera disparado igualmente el tiro, en este caso no hay pecadoenmatar al hombre, pero le hay en la ale- gria 6 complacencia de haber mata- do al enemigo. 2 En qué se conoce si la ignoran- cia es vencible 6 invencible ? Se conoceré que es invencible, cuando cirea rem ignoratam nulla se obtulit cogitatio, dubium vel remor- - sus ; tel si se obtulit, fecit deligentias deditas, et non potuit veritatem asse- qui ; porque entonces la ignorancia es totalmente involuntaria: quia quod nullo modo est cognitum, nequit esse volitum aut voluntarium, Para ser. vencible se requiere que ocurra alguna sospecha, duda 6 remordi- miento acerca de la cosa ignorada; é.que el sujeto esté obligado 4 sa- berla por pertenecer 4 su oficio & estado; 6 por ser necesario para DE LA TEOLOGIA MORAL. evitar el pecado, y que verse sobre cosa cuya noticia pudo adquirirse ; porque entonces la ignorancia seré mas 6 menos voluntaria. ¢ En qué se divide la ignorancia vencible ? En crasa, supina y afectada. Ig- norancia crasa es que provenit ex desidia vel negligentia; v. gr.: quiero saber, pero no estudio por ser un holgazan. Supina es, que provenit ex occupatione circa alia negotia, qui- bus impeditur adhibere diligentiam debitam; v. gr. : quiero cumplir con las obligaciones de parroco, pero por emplearme en la caza falto 4 ellas. Y afectada es, que provenit ex malitia vel nolitione directa; V. gr.: D0 quiero saber si hoy es dia de fiesta, por no oir Misa y pecar con mas li- bertad. ¢En qué se distinguen la igno- rancia crasa, supina y afectada? En que la crasa procede de ne- gligencia en inquirir lo que se debe saber: la supina, de demasiada pre- ocupacién en negocios extrafios al asunto, que no dejan lugar para ilustrarse en él; y la afectada pro- cede de no querer investigar lo que se debe saber, y tener un subterfu- gio para eludir la ley y acallar los remordimientos ; de modo que la afectada es voluntaria in se 6 direc- ta, y las otras son voluntarias in causa 6 indirectas. ‘ ¢Se puede dar ignorancia acerca de la ley natural ? En cuanto 4 las verdades intuiti- vas, 6 principios primarios, ut bo- num est faciendum, malum est fugien- dum, etc. , no; porque éstas son ver- dades per se notas , é impresas en la naturaleza racional del hombre ex illo: Signatum est super nos lumen vultus tui Domine. (Salm. Iv.) De los principios secundarios, 6 sea de los preceptos del Decalogo, distingo: Si se consideran quoad substantiam, y¥ no circunstanciados , no admiten ignorancia invencible, 4 no ser en un caso raro y por poco tiempo: y esto puede ser respecto de algunos Preceptos que no sean tan claros y :9 manifiestos ; porque asi considera- . dos, se infieren facilmente de los principios universailes primariosque todos conocemos, 4 saber: bonum est faciendum, malum est fugiendum, quod. tibi non vis alteri ne feceris , etc. Pero si dichos preceptos se conside- ran circunstanciados, admitenigno- rancia invencible; v. gr.: puede uno juzgar con error invencible que es licito el hurtar para socorrer la necesidad grave, y jurar en falso para evitar la muerte ; porque es- tos preceptos, asi considerados , no son tan claros. : ¢ Puede darse ignorancia invenci- dle acerca de la doctrina cristiana y preceptos divinos positivos ? Puede haberla, y la hay en aque- llos & quienes no se-les ha promul- gado suficientemente la fe. Pero en paises catélicos, regularmente no se da esa ignorancia en orden 4 lo que tenemos obligacién 4 saber de los preceptos divinos y demas doc- trina, por la abundancia de maes- tros y predicadores : y el no saber- Ja serA una negligencia, 4 no ser en un caso raro, en personas muy ru- das y por poco tiempo. : gPuede darse ignorancia invenci- ble acerca de las obligaciones del estado & oficio de cada uno? Si; porque de otro modo no habria ignorancia invencible moral. éLa ignorancia de la pena, ex- cusa de incurrir enella? Si la ignorancia es tal, que ex- cusa de toda culpa, v. gr., sise ignora invenciblemente la ley, ex- cusa de la pena; quia omnis pena, si justa est, pena peccati est; aqui no hay pecado, luego no debe haber pena. Si la ignorancia es tal que no ex~ cusa de pecado; v. gr.: sise sabe la ley 6se ignora venciblemente , no excusa de la pena proporcionada, aunque ésta se ignore invencible- mente, porque e] que voluntaria- mente infringe la ley, abraza sus consecuencias, que son la penay el castigo. Se exceptia, si el Superior requiere que para incurrirenla pena 10 7 se obre con dolo, temeridad 6 con- tumacia ; y se interpreta ser asi, cuando la pena es eclesidstica 6 cen- sura, y cuando sea pena despropor- cionada 6 extraordinaria al delito, en cuyos casos no excusa la ignorancia afectada, porque ésta se equipara 4 la ciencia, y es compatible con el dolo, temeridad y contumacia; pero excusa la crasa y supina, por la ra- zon contraria. gla ignorancia de la censura ex- cusa de incurrir en ella? La invencible st; porque la cen- sura es pena medicinal y preserva- tiva ; yasi exige pecado de contu- macia, el que no existe habiendo ignorancia invencible de la censu- ra. Pero ésta no se ha de conceder facilmente en aquellas censuras im- puestas por ley universal de la Igle- sia, como la del Canon, las impues- tas contra duelantes et simoniacos, y semejantes, Si la ignorancia es ven- cible , y la censura esté puesta con las voces: si quis scienter, si quis presumptuose , si quis temere et simi- lia, excusa la crasa 6 supina, por- que el derecho no pone en vano esas palabras, ni las pondria si no excu- sase ninguna ignorancia; luego debe excusar la indirecta al menos; pero no excusa la afectada, porque se equipara 4 la ciencia. Si la censura no viene con esas voces, no excusa ninguna ignorancia vencible, al me- nos la vencible grave , porque ésta, escompatible con la contumacia (1). ¢De qué no excusa 6 qué no suple la ignorancia, aunque sea inven- cible ? No excusa 6 no suple las cosas necesarias, necessitate medii ad sal- vandum : ni Jas que constituyen el valor de un acto, v. gr., materias y formas de Sacramentos; ni los im- pedimentos é inhabilidades del de- recho, porque éstag tienen por ob- \ (1) Cuando, atendida 1a gravedad do la materia, so pone una diligencia demasiado love para inquirir la verdad , Ia ignorancia 8 Hama grave. ¥ cuando se pone alguna dili- gencia, pero no la suficiente que se requiere al efecto, la ignorancia so llama leve. TRATADO I. — CAPITULO IV. jeto incapacitar al sujeto. Y asi, el que por ignorancia invencible bau- tiza con vino, no hace Sacramento; Jo mismo se ha de decir del que se casa con impedimento dirimente del matrimonio; de la inhabilidad del excomulgado 6 irregular para obte-, ner beneficios eclesiasticos, de las reservaciones, de la absolucién, etc. ¢Qué hace la ignorancia contra lo voluntario? Véase cap. I, al fin. Si es invencible cozcomitante, no influye en el acto, y asi le deja en un involuntario negativo 6 no vo- luntario; porque falta’el conoci- miento, y ambas excusan de pecado per eamdem regulam: nihil colitum quin pracognitum. Si la ignorancia es vencible indi- recte, esto es, crasa 6 supina, no quita el voluntario; pero le dismi- nuye notablemente, porque, aun- que sea culpable, disminuye el co- nocimiento, Si es vencible directe 6 afectada, aumenta el voluntario, 6 al menos es signo de una voluntad inclinada Alo malo, y asi resulta mayor pe- cado por parte de la voluntad, ex illo : Noluit intelligere ut bene ageret. (Salm. xxxiv.) Asi se deduce de San Agustin, lib. de nat. et grat., cap. LXVII, que dice: Non tibi im- putatur ad culpam quod invitus igno- ras, sed quod negligis querere quod ignoras. ePuede darse pecado especial de ignorancia? Puede darse, y se da de hecho, en la ignorancia de aquellas cosas que deben saberse propter se vel ratione officii ; Vv. gr.: Siun parroco juzgase que era lo mismo administrar la Ex- tremauncién con dleo de nuecesque con el de olivas, esa ignorancia se- ria ya un pecado; porque el que esta obligado al fin, Jo esta también 4 los medios : e3.as{ que todos esta- mos obligados 4 cumplir los deberes de nuestro ministerio ; luego lo es- tamos también 4 saber lo necesario para cumplirlos. Pero no se da ese pecado en las cosas que sdlo deben DE LA TEOLOGIA MORAL. saberse pro dirigendis actionibus; v. gr.: no seria pecado el ignorar invenciblemente que tal dia obli- gaba el precepto de oir Misa. gContra qué virtud es el pecado por ignorancia? Contra la misma que si se pecase con conocimiento claro y expreso ; V. gr. : si uno no oyese Misa un dia festivo ignorando venciblemente que lo es, pecaria contra la religién. § I. De la ira y concupiscencia provenientes de la facultad apetitiva. Quid est concupiscentia? Motus appetitus sensitivi bonumsen- sibile cupiens, vel. malum sensibile fugiens, Vel est Motus appetitus sen- sitivi circa aliquod objectum concu- piscidile vel inappetibile. ¢En qué se dividen la concupis- cencia y la ira? En antecedente y consiguiente. La antecedente : « Est passio que vel ex qualitate corporis, vel ea apprehensio- ne seu imaginatione sensibilis objecti oritur inappetitu ‘sensitivo , preve- niens omnem rationis usum et volun- tatis determinationem.» Antecedetodo acto del entendimiento y de la volun- tad, como los movimientos torpes provocados pc, la tentacién, los movimientos indeliberados é impe- tuosos de odio, ira, etc. La consi- guiente subsigue al acto dela razény determinacién de la toluntad, en vir- tud de algun acto por el cual se excita mds la pasién; como detenerse en el pensamiento librico, los ésculos, tactos cum femina vel secum, buscar el objeto concupiscible éirascible; y Est passio, quam in eodem appetitu voluntas excitat, ut ipsa promptius et ardentius in objectum delectabile fera- tur», ete. 2En qué se divide la concupiscen- cia antecedente? En total y parcial, segan que del todo obscurece la razén, 6 deja algun destello de ella. éLa concupiscencia, qué causa contra el voluntario libre? “aU La antecedente total lo quita, y por tanto no hay pecado, porque obs- curece del todo la razén, cuyos mo- vimientos se llaman primo primos. La parcial le disminuye mas 6 me- nos, segtin que disminuya la luz de la razén, cuyos movimientos se lla- man secundo primos. La consiguiente lo aumenta mas, porque el mismo sujeto es la causa de ella, y tiende al objeto con mas intensidad y es- pontaneidad ; y sus movimientos se llaman secundo secundos ; V. gY.: Juan ve que Pedro esta maltra- tandole un hijo, y al ver esta injuria se enciende de tal modo su espiritu, que le turba la razén y jura que le ha de matar; este deseo de vengan- za es una ira antecedente total que excusa de pecado ; porque obscure- cida la razén de Juan por la pasién, no es agente moral, en razon 4 que le falta el conocimiento del fin, que es necesario para el voluntario, quia nihil volitum quin precognitum. Juan ve 4 Pedro después de algan tiempo que le hizo una injuria, y al verle es incitado al aborrecimiento: 6 ve una mujer hermosa, y al verla es excitado 4 desearla, pero en nin- guno de los dos casos queda obscu- recida la razon, sino algun tanto turbada ; éstas son: una, ira, otra, concupiscencia antecedente parcial, que no excusan de pecado; porque no obscureciéndose del todo la razén, queda algin conocimiento del fin; pero disminuye su gravedad en pro- porcién de la diminucién de la luz de la raz6n; porquedisminuida ésta, no hay un pleno conocimiento del fin, y asi no es del todo voluntario; quia nihil est volitum, nisi eo modo quo est cognitum. Pedro desea vengarse de Juan, su enemigo, y al efecto pregunta & qué hora sale de casa, y por qué camino pasea, y luego sale al en- cuentro: 6 desea estuprar una don- cella, y para conseguirlo le manda billetes, regalos, citas, etc.: estas son concupiscencias consiguientes que aumentan la gravedad del pe- cado, porque el mismo Pedro se ex- 12 TRATADO I, — CAPITULO IV, cita la pasién, y por consiguiente tiende hacia los objetos con mAs in- tensidad y espontaneidad. Ningin miedo, ni aun el grave in- justo a causa libera ad lextorquendum consensum quita el voluntario ; por- que todo lo que se hace bajo la im- § Ir. presién del miedo puede omitirse, y todo lo que se omite puede ejecu- Del miedo. tarse ; luego es del todo voluntario - (4 no ser que el miedo prive la ra- z6n, que entonces serd involunta- Tio, quia nihil volitum quin preecogni- tum) ; pero lo disminuye, porque el sujeto no obra segtin su omnimoda voluntad, antes bien obra con re- pugnancia y contra su propensién, que participa mas del acto contra- rio, y asi deja el acto de una natu- raleza mixta de voluntario simpli- citer, é involuntario secundum quid. gLas acciones que se hacen t omiten bajo la impresién del miedo, excusan de pecado? Si son malas ab intrinseco, no; porque repugnan 4 la infinita santi- dad de Dios y 4 la naturaleza racio- nal del hombre: si ceden en perjui- cio de la fe, de la religién 6 del bien comun, tampoco, por lo que queda dicho, y porque el bien general es preferible al particular. «Pero excusa de pecado el miedo respectivamente grave, si es de perder la fama, salud, empleo 6 cargo necesario para sostener la vida , etc. : 1.° Cuando por él se quebranta una ley puramente humana, como la del ayuno, oir Misa, etc. 2.° Cuando la ley,” aunque sea la divina , es puramente positiva; vy. gr.: la de la integridad fisica de la confesién, la de confesarse para comulgar teniendo pecado existi- mado mortal (suponiendo que, no pudiendo mds, se excita 4 contri- cién perfeeta) y otras leyes seme- «Quid est metus? Est formidolosa apprehensio mali presentis, vel verosimiliter eventuri. gEn qué se divide? 1.° En grave y leve. El grave est formidolosa apprehensio mali gra- vis presentis vel verosimiliter eventu- ri. El leve est formidolosa appre- hensio mali levis, vel si est grave, ti- metur inverosimiliter.» También es leve el que procede del respeto debi- do Glos superiores, y se llama reve- rencial. 2.° En ab intrinseco 6 ab extrin- Sico, segtn que procede de una causa intrinseca, Vv. gr., de una enferme- dad 6 naturaleza meticulosa del su- jeto, 6 procede de una causa eatrin- seca, ya sea libre, como el hombre, ya necesaria, como una tempestad, peste, etc. 3.° En justo 6 injusto, segtin que Se pone porcausa justa 6 por juez com- petente, 6 le falta alguno de estos re- quisitos. 4.° Ad extorquendum consensum, 6 por otro motivo, segén que se im- ‘pone para arrancar el consentimiento, 6 se impone por otra causa. 5.° Enantecedente6 consiguien- te, segin que precede dla accién y es causa de ella, 6 subsigue a la accién, y de consiguiente no influye en ella. éQué condiciones se requieren para que el miedo se juzgue grave? Que el dafio que amenaza sea gra- ve, como muerte, mutilacién 6 pér- dida de fama, honra 6 hacienda ; y basta que este dafio se tema en si, 6 en algun pariente hasta el cuarto grado ; que se juzgue probablemen- te que el que amenaza ejecutar4 la accién damnificativa, y que el que - padece el miedo no pueda resistir 6 evitar que se le siga el dafio. 2El miedo quita el voluntario? 8.° Cuando, aunque la ley sea de derecho puramente natural, en el acto se le opone otra del mismo derecho y mas atendible; v. gr.: el restituir lo ajeno es de ley natural; pero es superior la de conservar la fama, y no obliga la restitucién con detrimento de ésta. DE LA TEOLOGIA MORAL. 4.° Excusa de incirrir en las censuras eclesidsticas impuestas contra el quebrantamiento de leyes puramente positivas ; porque si ex- cusa del pecado, mas de la pena. Pero no excusa si la ley es natural 6 su violacién cede en deshonra de Dios, de la fe 6 de la religién, como ya se ha dicho. Asi, ningin miedo excusa de incurrir en las penas contra duellantes, procurantes abor- tum, etc. Por eso Benedicto XIV condend la siguiente proposicién: Non incurrit ecclesiasticas penas, ab Ecclesia contra duellantes latas, dux vel officialis militic aceptans duellum ex gravi metu amissionis fame et offci. . 5.° El miedo grave, injusto, ad extorquendum consensum, no irrita los contratos vdlidos jure nature, porque no quita el consentimiento, y se ha de estar d ellos tam pro foro externo quam interno, mientras no sean irritados por el juez competen- te, como puede y debe, segun de- recho. Algunos de éstos estan ya expresamente irritados por las le- yes, si fueron hechos por este mie- do, y no obligan en fuero alguno. Tales son el matrimonio, la promesa de la dote, la profesién religiosa, la promesa de entrega de los bienes de la Iglesia. Lo mismo dicen muchos de los esponsales, renuncia de beneficio eclesidstico, concesién de jurisdiccién, absolucién de censuras, voto simple, eleccién de Prelado, legados, testa- mentos y donacién graciosa. 6.° Los contratos de compra, venta, concesiones, promesas, do- naciones, rescisiones de contratos (que por otra parte no estén ya anu- lados por derecho) si han sido he- chos por miedo grave é injusto, si no se han hecho con juramento, pueden en el fuero de la conciencia ser revocados in integrum por el que los hizo. (Wigant ex 1.4, q. 9.) 7.° El juramento hecho aun por gravisimo miedo, si se puede guar- dar sin pecado 6 dafio del projimo, es valido por el cap. Si vero, de rejurando. Pero se puede pedir ds 13 pensacién 6 absolucién de él. (dem ibid.) 8.° El que con esta clase de mie- do se ordené in sacris, no esta obli- gado ni al rezo ni 4 la continencia, 8i_ después voluntariamente no se obliga.» “Sv. De la necesidad y violencia. 4Qué es necesidad? Cierta inclinacién 6 impulso que nos impide 6 impele d obrar sin liber- tad intrinseca y eatrinseca, Es nece- sidad intrinseca cierta inclinacién 6 propensién hacia un objeto 4 que no puede resistir la voluntad, como la que tienen los Bienaventurados para amar 4 Dios, 6 la que tenemos Jos viadores para amar el orden 6 el bien en general. Es necesidad extrinseca la violencia 6 coaccién. Quid est violentia vel coactio? Vis ab extrinseco illata, eam resi- stente qui vim patitur. gEn qué se divide la violencia? En absoluta y secundum quid, se- gin que hay una nolicign y resistencia positiva con todas las potencias, 6 acompaiia algin consentimiento sin resistir con todas las fuerzas, tanto internas como externas. éQué hace la violencia en el vo- luntario? La absoluta lo quita del todo, por- que supuesto que haya una nolicién y resistencia positiva, queda la accién involuntaria; la secundum quid no quita el voluntario, Supues- to que hay algun consentimiento, no habiendo una resistencia positi- 'va con todas las fuerzas internas y externas ; pero lo disminuye, por- que el sujeto no obra segun su omni- moda voluntad, sino con repugnan- cia y contra su propensién, que par- ticipa mas del acto contrario ; y asi deja el acto de una naturaleza mix- ta de voluntario simpliciter, 6 invo- luntario secundum quid. ¢Puede el hombre padecer violen- cia en cuanto 4 sus actos? : 14 . En cuanto 4 los elicitos é inter- nos, no; porque éstos proceden y se consuman en‘la voluntad que aut voluntas non est, aut libera est; en cuanto 4 los externos, que se con- suman por las potencias exteriores, puede padecer violencia, como lo dicta la experiencia y la razén. TRATADO II Do la moralidad do los actos humanos, CAPITULO PRIMERO DE LOS PRINCIPIOS , ESPECIES Y REGLAS DE LA MORALIDAD, « Quid est moralitas actuum huma- norum? Est dirigibilitas, quam actus hu- manus habet per respectum ad regu- lag morum.» éQué hay que considerar en la moralidad de los actos humanos? Sus principios, sus especies y sus reglas, para conocer su bondad, malicia 6 indiferencia. .. ¢Qué se entiende por principios de moralidad? Todo aquello de que el acto hu- mano puede adquirir bondad 6 ma- licia, 6 indiferente. «4De qué principios la adquie- ren? De tres : del objeto, del fin y de Jas circunstancias. » Del objeto toman los actos. huma- nos su moralidad principal, porque por el objeto se especifica, clasifica y determina el acto humano, y de él toma su entidad moral y princi- pal denominacién; 6 su bondad, 6 malicia substancial, que se dice su fin intrinseco. Del fin, porque el fin es el que in- fluye en la voluntad del operante, y por el cual éste se determina 4 obrar. Adem4s, porque por el fin del acto pasa éste 4 las veces de in- diferente 4 bueno 6 malo, y de bue- , ho 6 malo 4 mejor 6 peor ; luego es un principio de moralidad. TRATADO I. — CAPITULO I. De las circunstancias, porque por las circunstancias del agente, tiem- po, lugar, etc., en que se verifica el acto humano, se modifica éste, 6 adquiere una distinta bondad 6 ma- licia ; pues acerca de los entes mo- rales podemos discurrir como de los entes fisicos y naturales; y asi como en éstos no se toma la ultima perfeccién absoluta y exclusiva- mente de la forma que constituye al ente en su especie, 6 le da su de- nominacién, sino que se toma tam- bién de algunas otras cosas acce- sorias 4 la forma esencial, como de la mejor combinacién de sus piezas, colores, etc. , del mismo modo suce- de en los actos humanos. ¢ En qué se diferencia la morali- dad del objeto de la del fin y de las circunstancias ? En que la moralidad del objeto es esencial é intrinseca 4 laobra, como obra, y puede existir aislada de las otras ; pero la moralidad del fin y de las circunstancias es extrinseca y variable , y no sélo no puede exis- tir sin relacién al objeto, sino que, segtin los diversos fines que elagen- te se proponga en la accién, y las diferentes circunstancias en que ésta se verifique, adquirira el acto todas las modificaciones que éstas Je comuniquen. Es decir, que pue- de uno, al ejecutar una accién bue- na 6 mala, proponerse, ya un fin, ya otro, 6 ser diférentes lascircuns- tancias en que la verifique; pero cualquiera que sea el fin del ope- rante y las circunstancias que mo- difican la accién, necesariamente han de tener relacién con el mis- mo; Vv. gr.: puede uno ayunar un dia con el fin de satisfacer por sus pecados 6 de poder dar una limos- na ; pues en tal caso, nila satisfac- cién ni la limosna, que son el fin, se conciben sin relacién al ayuno, que es el objeto. Puede uno ser lujurioso sin ser adiltero; pero no se concibe que haya adulterio , que es la cir- cunstancia, sin el pecado de luju- ria, que es el objeto. Asimismo pue- de uno ser incestuoso sin ser adtl- DE LA MORALIDAD DE tero; pero no puede ser ni uno ni otro sin Jastimar la virtud de la cas- tidad. En cuyos ejemplos se ve la diferencia de moralidad que lleva el objeto comparativamente con el fin y circunstancias. Ee SL Del objeto. 2Qué es el objeto en las acciones humanas? «Es lo substancial de la obra en si, 6 segin la concibe el operan- te ; v. gr.: la misericordia en la li- mosna, 6 la injusticia en el hw to. El objeto, por tanto, puede ser bueno, malo 6 indiferente, y puede serlo intrinsecé 6 extrinsecé ; lo pri- mero, ex natura sua; lo segundo, ex lege positiva, por la que se manda 6 se prohibe.» ¢Lo malo ab intrinseco cémo pue- de ser? Malo ab.intrinseco absolute ; malo ab intrinseco ratione conditionis, y malo ab intrinseco ratione periculi. . El primero es el que en ningin evento se puede cohonestar, por la intrinseca repugnancia con el recto orden, como el perjurio y todo lo que va contra los preceptos natu- rales 6 divinos negativos. El segundo es el que sélo es malo por estar prohibido, y en algun evento se puede cohonestar; v. gr.: tomar lo ajeno en extrema nece- sidad. ¥ el tercero es el que es malo por razén del peligro, como leer libros prohibidos 6 mirar objetos torpes. gEl desear una cosa mala con condicién de que fuese buena, es li- cito ? Si objectum est malum tantum quia prohibitum, como querer, V. gr. , co- mer carne en dia de vigilia, si fuese licito, esta condicién quita la mali- cia al objeto & obra, y esa intencién seria 4 lo mds pecado venial ; por- que el afecto se dirige 4 una cosa mala, non absolute et ex natura sua, Sino mala tantum ratione prohibitio- LOS ACTOS HUMANOS. 16 nis , y supuesta la condicién de que- rerla en el caso de no estar prohi- bida, no es pecaminoso el afecto. Sed si objectum est prohibitum quia malum , como querer, V. gY., forni- car si fuese licito, la condicién no, quita la malicia al objeto, y esa in- tencién serfa siempre pecado mor- tal, porque el efecto se dirige 4 una cosa mala absolute et ex natura sua, 4 que la condicién no puede quitar la malicia. gil. Del fin. eDebe el hombre proponerse al- gun fin en sus obras? Si: porque el hombre, como ente racional, siempre que obra debe hacerlo en virtud de una razén su- ficiente que le impulse 4 obrar, y esta razén suficiente es lo que cons- tituye el fin de sus obras; de aqui el axioma : Omne agens propter finem agit. x cual es el fin que se propone el hombre en sus obras? La felicidad (real 6 aparente) 4 que naturalmente aspira; porque el hombre, siempre que obra, busca algun bien, que juzga que pro tunc le es mas conveniente; de lo contra- rio, no obraria como ente racional, y resultaria falso el axioma omne agens.... gDebe el hombre referir sus ac- ciones 4 Dios como 4 ultimo fin? Si se trata de una relacién natu- ral, 6 como Autor del orden natu- ral, s{; maxime en la opinién de los que no admiten actos indiferentes in individuo; pero todavez que nues- tras acciones no envuelvan un mal fin, como estamos obligados, so pena de pecado, Se supone que im- plicite quedan referidas 4 Dios como principio de todo orden y rectitud, Si se habla de una relacién sobre- natural, es cuestién bastante agita- da entre los tedlogos ; pero la opi- nién mas probable y comun es que debemos referirlas saltem virtuali- 16 ter, implicite, vel in habitu, esto es, en virtud de otra relacién actual que debemos hacer de ellas en tiem- po anterior, v. gr. : por la mafiana, al mediodia, ete. ; porque en todo debemos amar 4 Dios como 4 ulti- mo fin. Asi se deduce de las pala- bras : Sive manducatis, sive bibitis, vel aliud quid facitis, omnia in glo- riam Dei facite. (San Pablo, I ad Cor., x; y asi San Agustin, Santo Tomas, etc.) Y obrando de este modo, las acciones indiferentes in specie, Vienen A ser meritorias in individuo ; y mucho mejor si esa re- . ferencia se renueva frecuentemen- te. Pero es de advertir que, segun algunos, dichas palabras de San Pablo contienen dos preceptos , uno negativo, que prohibe toda accién pecaminosa y obrar con mal fin, y éste obliga semper et pro semper ; ¥ otro positivo, que manda que todo Jo que hagamos sea en honra y glo- ria de Dios ; cuyo precepto no obli- ga singulis momentis, porque eso se- ria imposible. Quid est finis ? Id cujus gratia aliquid fit. Y este puede ser intrinseco y extrinseco. Fin intrinseco sed operis es aquel & que por su naturaleza se ordena la obra operacién ; v. gr. : el fin in- trinseco de la Jimosna es socorrer la necesidad : el del ayuno la mace- racién, y este fin apenas se distin- gue del objeto. Fin extrinseco seu operantis , que es el verdadero fin, es aquel 4 que se dirige la accion del operante ; v. gr. : satisfacer por sus pecados con la limosna y el ayuno. Donde se ve que una obra puede tener simul dos 6 mas fines buenos 6 malos, 6 uno bueno y otro malo. ¢ En qué se divide el fin extrinse- CO seu operantis ? 1.° En primario y secundario : es primario cuando es causa total y adecuada de la accién; es secunda- rio cuando-sélo es causa parcial ¢ im- pulsiva de ella. 2.° En intermedio y ultimo : es intermedio el que sirve de escalén TRATADO I. — CAPITULO I. para conseguir otro: ultimo, aquel en que descansa la voluntad de) ope- rante (1). Qué moralidad resulta 4 las acciones humanas del fin del ope- rante, combinado con la accién de los medios , 6 sea de las obras para el fin? Para que una accién sea buena es necesario que lo sea, no sélo por el fin, sino también por si misma, 6 al menos indiferente: quia bonum est ex integra causa et malum ex quo- cumque defectu. Para aclarar esta doctrina se establecen los principios siguientes : 1.° Una obra buena, hecha para un fin bueno diferente, v. gr., ayu- nar para poder dar limosna, tiene dos bondades, si el operante las in- tenta ; una del medio u obra, y otra del fin. 2.° Una obra mala para un fin malo, v. gr., hurtar para embria- garse 6 darse 4 vicios, tienen dos malicias : una del medio y otra del in. 3.° Una obra mala para un fin bueno, v. gr., Mentir para salvar - al inocente, tiene una malicia; porque el fin no justifica los medids, 6 porque no puede ser bueno lo que procede y es efecto del pecado, 4,.° Un medio bueno para un fin malo, v. gr., ir & Misa por ver si puederobar un bolsillo, un reloj, ete., tiene una malicia, que es Ja del fin, porque no puede ser bueno lo que impera un acto malo 6 engendra un pecado. fi 6.° Una obra indiferente se re- viste de la moralidad del fin. 6.° Una obra buena hecha con fin que no es bueno, ni es meritoria ni buena, v. gr., ayunar por aho- rrar. Uno hace una cosa buena por un fin malo: g seré meritoria la accién? Siel fines malo grave, también (1) Aunque propiamente hablando sélohay un fin iltimo, que es Dios, 6 la bionaventa: ranza sobrenatural , sin embargo, puede pro- ponerse el hombre come ultimo fin el deleite, Ja riqueza, ete. DE LA MORALIDAD DE lo es toda la accién. Si el fin es malo levemente y es causa total y ade- cuada de la accién, también vicia del todo su bondad ; si este fin malo leve sélo es causa parcial 6 impul- siva , serd buena la accién ; V. gr.: asiste uno 4 una funcién religiosa tinicamente por ver el objeto de su pasion, 6 hace una gran limosna 4 una doncella pobre por seducirla ad libidinem, en estos dos casos el fin corrompe y vicia del todo su accién, y la hace culpable. Hace uno una limosna, no por socorrer la necesi- dad, sino porque le tengan por ca- ritativo: tampoco serd meritoria, sino mala, la accién por el mal fin. Pero si al dar la limosna intenta primero socorrer la necesidad, y quiere también que le vean hacerla por Ja vanagloria de que le tengan por caritativo, en ese caso es buena su accién, porque el fin sdlo es cau- sa impulsiva y secundaria de ella. § I. De las cireunstancias. Quid est circumstantia? Accidens quoddam moraliter aff- ciens actum humanum jam in suo esse morali constitutum. Se dice accidens, porque la cir- cunstancia no es mas que un acci- dente 6 una cosa extrinseca que mo- difica el acto. Se dice moraliter afficiens , porque la circunstancia da también al acto una distinta relacién de conformi- dad 6 de disconformidad con las re- glas de la moralidad. Y se dice jam in suo esse morali constitutum, porque la circunstan- cia siempre presupone el objeto 4 que se refiere, de la cual le resulta alguna moralidad que no es la pri- mera, ¢De cuantas maneras pueden ser Jas circunstanciasdelos actos malos? Son generales y especiales: aque- llas son comunes 4 todo pecado, como la ingratitud, desobediencia, desprecio material 6 formal; éstas 7 son peculiares de algunos pecados por razén de.la persona, del lugar en que se ejecuta, etc. (1). Son también mutantes speciem, ag- gravantes ¥ minuentes ; prout mutant speciem, augent, vel minuunt malitiam actus. 7 Quid est circumstantia mutans spe- ciem? Accidens actus humani, oppositum distincte virtuti, vel eidem virtuti di- verso modo, vel diversis officiis virtu- tis, vel preceptis moraliter diversis. ¢En qué se conoceré que una cir- cunstancia es notabiliter aggravante? En los pecados, que consisten in numero, pondere et mensura, cuan- do la circunstancia por si sola seria suficiente para pecado mortal, por razén del exceso de materia grave. En los demas pecados, cuando se cometen de un modo extraordina- rio; y se conocera que hay circuns- tancia minuente cuando el acto sea imperfecto por alguna falta de co- nocimiento, advertencia, consenti- miento 6 libertad. éCudles son las circunstancias es- peciales que mudan de especie 6 agravan la culpa? Las comprendidas en las pala- bras siguientes : Quis, quid, ubi, cur, guibus auxi- liis , quomodo, quando. Estas, prescindiendo del objeto que se’ presenta primero, pueden revestir el acto de una distinta en- tidad moral por razon del sujeto que la ejecuta, y resulta la circuns- tancia quis ; por razén de la persona con quien se peca, 6 cosa en que termina el pecado, yresulta elquid; por razén del lugar, udi, etc., como 4 continuacién se explica. Quis, indica el estado de la per- sona que peca, por el que muda de especie, como fornicar, el que LOS ACTOS HUMANOS. (1) Alganos clasifican las circunstancias on formales y objetivas. Formales, son las que resultan del modo de ejecutar el acto, y van inherentes 4 61, como la intensidn, dura cién, facilidad, difcultad, complacencia 6 disgisto que acompaiia 4 la accion. Y objeti- vas son las quo se toman del objeto , que pue- don ser generales 6 especiales ut eupra. 2 18 tiene hecho voto de castidad; que son dos pecados, el de substancia contra castidad, y el de cércunstan- cia contra religion. Quin, denota el estado de la per- sona con quien se peca, 6 la cuali- dad de la cosa en que termina el pecado, como fornicar con casada, parienta, etc., la substancia contra castidad, y la circunstancia contra fidelidad, piedad, etc. Quid, que muda en la cosa, como hurtar cosa sagrada; la substancia contra justi- cia, y la circunstancia contra reli- gién. Quid, que agrava, como el hurto de gran cantidad. Usi denota el lugar dondesepecd. Ubi, que muda de especie, como hurtar en la iglesia; la substancia contra justicia, y la circunstancia contra religién. Ubi, que agrava, como murmurar en Ja iglesia. Cur denota el fin extrinseco del operante, 6 el motivo por que pecd. Cur que muda, como hurtar para solicitar ad venerea; la substancia contra justicia y la circunstancia contra castidad. Cur que agrava, como hartar para regalarse 6 para jugar. UIBUS AUXILUS indica los me- dios de que se valié para pecar. Quibus ausiliis que muda, como va- Jerse de cuatro personas ad forni- candum cum femina, 6 solicitarla con engafio, 6 con palabra fingida de casamiento. Quibus ausiliis que agrava, como valerse de billetes y regalos para el mismo fin, 6 de ins- trumento que haria mas cruel la muerte. : Quoxmono significa de qué modo pecd. Quomodo que muda, como hurtar por rapifia. Quomodo que agrava, cuando sea el acto con mas intensién 6 duracién, por malicia, ignorancia, ete. Quanpo denota el tiempo en que pecd, Quando que muda, como pe- car estando comulgando. Quando que agrava, como pecar en el dia de fiesta 6 Semana Santa: cuyas circunstancias se pueden duplicar, triplicar, etc. TRATADO I. — CAPITULO I. 2. Qué mds hay que saber acerca de las circunstancias del pecado ? Que para que sean imputables, eg necesario conocerlas al tiempo de pecar; porque Ja voluntadsdloabra- 28 ©] objeto bajo la forma que el en- tendimiento se le propone, de don- de resulta que la moralidad de un acto no se toma del objeto secun- dum se considerado ; sed secundum nostrum concipiendi modum quia ni- hil volitum quin precognitum. giv. De las especies de moralidad. «g Cudles son las especies de mo- validad ? Bondad, malicia 6 indiferencia, segan es la conformidad, discon- formidad 6 indiferencia respecto de las reglas del bien obrar. Quid est bonitas actuum humano- rum? Est integritas seu aggregatio eorum omnium que actui humano secundum rectam rationem convenire debent. 2 Qué es la malicia moral? Est defectus omnium, vel. alicujus que actui humano secundum rectam ratio- nem convenire debent. Porque, se- gun San Dionisio : Bonum ea integra causa, malum ex quoqumque defectu. gDe dénde se toma la bondad de las acciones humanas? Del objeto bueno conocido y que- rido ; Del fin recto del operante ; De los medios obras buenas con- ducentes al fin, y i De las circunstancias conformes con la rectitud moral : si falta una de estas cosas, no sera buena la ac- cidn, : gDe donde, pues, la malicia de dichas acciones? De cualquier defecto en los di- chos objetos, fin, medios y circuns- tancias. > 2¥ sedan actos indiferentes, 6 que no son buenos ni malos? In specie st; porque por acto hu- mano indiferente se entiende aquel DE LA MORALIDAD DE que no envuelve relacién de con- formidad ni disconformidad con las reglas de la moralidad : porque no estan mandados ni prohibidos, y de éstos hay muchos, considerados in specie. Como pasear, cantar, etc.; luego se dan estos actos. In individuo, Santo Tomas dice que n0; porque siendo el hombre una imagen y semejanza de Dios, debe imitar 4 su Criador, y siendo| eriatura racional, debe obrar con- forme 4 razén 6 proponerse algin fin en sus obras, porque si no, no serian actos humanos ; luego éstos deben revestirse de la moralidad del fin; porque si se dicra algun acto indiferente, seria aquel que se ejecuta sin necesidad ni utilidad; Vv. gr. : comer, beber, usar del ma- trimonio por puro deleite, 6 hablar palabras ociosas ; es asi que el co- mer, beber, y usar del matrimonio del modo dicho envuelve culpa, como consta de las proposiciones8.* y 9. condenadas por Inocencio XII, y que de las palabras ociosas hay que dar cuenta 4 Dios: ergo, ete. (L). Escoto dice que se dan actos indi- ferentes in individuo, porque acto indiferente es el que no esté man- dado ni prohibido por la ley ; el pa- sear, V. gr., no est& mandado ni prohibido por la ley ; luego es acto indiferente: por cuya opinién milita el dicho de Sau Jerénimo (Ep. 89), que dice: Bonum est continentia, ma- lum est lucuria ; inter wtrwmque indi- ferens est ambulare, Y¥ & lo que dicen con respecto 41a moralidad del fin, contesta que el hombre puede pro- ponerse por fin ultimo negativo, no la delectacién sensual, porque esto es propio de los brutos, sino la de- Jectacién racional, que siempre deja al acto en la esfera de indiferente. «Que se dan actos indiferentes in specie, esto es, obras que en si mis- (1) Este ejemplo del aator nada prueba; Porque gquién le ha dicho que al comer, ete., pordeleite, es un acto indiferenteen ese modo, cuando es un verdadero pecado? anf lo dicho en el capitulo de la morali- LOS ACTOS HUMANOS. 19 mas ni Son moralmente buenas ni malas, en esto todos los tedlogos convienen. Pero utrun se den estos actos indiferentes in individuo, 6 considerados en el operante, esto es, utrum cada uno esté obligado 4 ha- cer cada una de sus obras, aun las indiferentes in specie, de modo que todas sean moralmente buenas, sa- cAndolas de su indiferencia, hacién-, dolas tales por expresa 6 virtual in- tencién de alguna bondad, natural al menos y honesta, y no haciéndolo asi, la indiferencia in specie pase 4 ser malicia moral en el individuo, 6 sea en el operante, esté en opinio- nes. Nuestro Serdfico Doctor ynues- tro venerable y Sutil Doctor Escoto defienden que si; Santo Tomas, que no. Pero que se dan actosindiferentes in individuo, pruébase del incove- niente inadmisible que de lo contra- Tio se sigue ; porque se sigue nece- sariamente que cada una de nues- tras obras hechas con deliberacién, 6 son pecados, 6 son actos devirtud; como que en ellas 6 se cumple 6 se omite wn deber, segun la opinién contraria. En el pasear, v. gr., en el oler una rosa que me dan, haré una mala 6 buena obra ; lo uno 6 lo otro indefectiblemente : gy es creible que Dios quiera obligar nuestra fla- queza 4 que todas nuestras obras, aun las mds indiferentes (que ni las manda ni las prohibe), las hagamos realmente virtuosas? Mas; segan los principios del mismo Santo To- mAs, para que la ley obligue, hase de promulgarsuficientemente. 3 Y cudn- do se ha promulgado al Cristianismo esa ley de que todas nuestras obras, no sélo no han de ser malas, sino que han de ser moraliter buenas? éA quién, sino 4 los tedlogos ha le- gado algo de esta noticia? También nos deben decir si esta ley obliga sub gravi 6 sub levi. Si dicen que basta un fin virtwal, como éste su- pone que ha precedido el actual, es necesario nos digan cudndo se de- ben proponer esos fines actuales. Dice e] P. Billuart : el hombre, 20 obrando deliberadamente, debe obrar como racional ; el obrar como racional es obrar con un fin honesto; luego siempre.... R. Distingo la mayor ; debe obrar como racional, esto es, obrar Io bueno como bueno, evitar lo malo como malo; pero con indiferencia (si quiere) lo indiferen- te, concedo. Obrar lo indiferente con un fin que lo saque de la in- diferencia en que Dios lo puso, nie- go tal supuesto deber. El hombre, obrando como racional, obra con conocimiento y libertad; por eso debe obrar el bien y evitar el mal, y puede, ademds del fin bueno in- trinseco de la obra , proponerse otros fines buenos : puede, digo, no siempre debe: cuando la obra es in- diferente, también puede sacarla de su indiferencia, proponiéndose en ella un fin diferente y bueno ; pero se niega que haya ese deber en la obra por su naturaleza indiferente. Se alega lo de San Pablo : Sive manducatis, sive bibitis, etc. Pero considérese que San Pablo habla aqui de un precepto, pues lo tene- mos de comer y beber, y quiere el Santo que lo hagamos, no por sa- tisfacer la gula, sino por cumplir el precepto. Se objeta también que dice el Se- itor que de toda palabra ociosa da- remos cuenta en el juicio; pero este argumento non venit ad rem, pues las palabras ociosas que gastan in- utilmente el tiempo y hacen 4 los demas malgastarlo, con peligro siempre de hablar mal, no es cosa indiferente, sino mala por su natu- raleza; no indiferente, luego quid inde? > ¢EI acto externo afiade bondad 6 malicia al interno? Segun varios autores, no afiade malicia 6 bondad substancial ; por- que la bondad 6 malicia esencial se salva en el acto interno, 6 en la vo- luntad. Asi vemos que Dios bendijo 4 Abraham por la resolucién de sa- crificar 4 su hijo Isaac ; y se prueba ademas ex illo (Mat., Vv, 28): Qui viderit mulierem ad concupiscendum TRATADO If. — CAPITULO I. eam, jam mechatus est in corde suo. Pero afiade malicia accidental, por- que al acto externo afecta la censu- ra, la obligacién de restituir, el es- candalo, etc. ; luego, al menos por las circunstancias, el acto externo afiade bondad 6 malicia al interno. De donde se deduce que el que desea eficazmente el martirio, merece substancialmente la gracia santifi- cante, lomismo que el que efecti- vamente fuese martirizado; pero éste merece mds accidentalmente, pues logra la aureola de martir, que no consigue el que sdlo le desea. Pero los Doctores Serafico y Sutil prueban evidentemente que el acto externo afiade malicia substancial al interno; porque el acto exterior unido al interior tiene su propia y especial consonancia 6 disonancia con la recta razon, y se veda con especial prohibicién, como el deseo del adulterio y el adulterio mismo, prohibidos por dos distintos precep- tos del Decdlogo. Y si sdlo afiade malicia accidental, ¢4 qué dos pre- ceptos distintos y graves? Por lo cual dice San Agustin: Afala voluntate vel sola quilibet miser efficitur ; sed miserior potestate, qua desiderium male voluntatis impletur. ¥ la glosa: Qui opus adjicit voluntati, inigui- tatem addit iniquitati. «Ademés, por trescausas, diceSan .. Buenaventura, puede un pecado ser Mayor que otro: 6 por el mayor desprecio de Dios, 6 por la mayor delectacién en él, 6 por el mayor dafio. Por razén de lo primero, la obra no afiade malicia 4 la inten- cién ; pero si por Ja mayor delecta- cién, maxime in peccato carnis ; ¥ también por razon del dafio en algu- nos pecados contra el préjimo. En fin, si el acto externo sélo afia- diese al interno una malicia tan te- nue 6 accidental como algunos quie- ren, no habria necesidad de acusar- se del acto externo ; bastaria que el adultero, v. gr., dijese : He deseado un adulterio, puesto que el ejecutar- lo no se tiene por mayor malded; DE LA MORALIDAD DE mas en la confesién no basta confe- sar sélo el deseo , como enseitaba la proposicién 25.*, condenada por Ale- jandro VII; luego el acto exterior aiiade malicia, grande malicia, al interior; no accidental, porque, 4 ser accidental, bastaria confesar el deseo 6 Ja intencién. > gv. De las buenas obras. Nuestros actos i obras, para ser buenas, han de ser conformes 4 la voluntad de Dios. Para esto las he- mos de rectificar de modo que no se aparten de ella. La voluntad de Dios, 6 es absoluta y preceptiva, 6! es condicional, 6 es voluntad for- mal; es decir, por algin especial fin; y asi la conformidad con ella es de tres modos : 1° In genere cause efficientis et executivo; esto es, queriendo 6 ha- ciendo lo que Dios con voluntad ab- soluta 6 preceptiva nos manda. Esta conformidad es de precepto, segan aquello de Santo Tomas : Et si non semper teneatur homo velle quod Deus vult; semper tamen tenetur velle, quod Deus, vult eum velle. 2.° Puede ser la conformidad con la divina voluntad en lo mate- 21 to, sino en el motivo de ella, 6, como dicen, in volito formali, esto es, queriendo la cosa por el motivo mismo por elcual la quiere Dios, que es por el mismo Dios : Quia universa |propter semetipsum operatus est Do- minus. Es cierto que algunas veces debemos tener esta conformidad, especialmente cuando debemos ha- cer actos de amor de Dios; pero se duda si tenemos obligacién de con- formarnos siempre de este modo, obrando siempre ex motivo charita- tis ; pero al menos conviene mucho procurarla siempre. Esto notado, recuérdese que la bondad 6 malicia de los actos hu- manos viene de su objeto , fin y cir- cunstancias. Seran, pues, buenos cuando lo sean esas tres otras causas. - Nuestras obras pueden ser buenas naturalmente 6 sobrenaturalmente, se- gun se hagan, 6 por sdlo un impul- so de la naturaleza, 6 por mocién de la gracia. ¢De cudntas maneras pueden ser las obras buenas que ejecuta el hombre ? Pueden ser vivas, muertas, mor- tificadas, y casi muertas. Obras vivas son las que hace el justo en estado de gracia, que es la vida del alma: y se Ilaman asi, LOS ACTOS HUMANOS. tial de una cosa, 6 in volito materia- 4; queriendo aquello mismo que Dios quiere; v. gr.: el padecer cier- to dolor. Esta conformidad, generalmente no cae debajo de precepto, porque, como dice San Agustin: Aliquando bona voluntate homo vult aliquid, quod Deus non vult.... tamquam si bonus filius, patrem velit vivere, quem Deus bona voluntate vult, mori, Entiéndese esto de su voluntad ineficaz, y cuando no nos es mani- fiesta; porque si lo fuese, seria ho- rrible temeridad no querer nosotros eficazmente lo que nos consta quie- re Dios con voluntad eficaz. 3.° Puede ser la conformidad, no precisamente en la obra u obje- porque mientras dura la gracia esta anexo 4 ellas el derecho que obtu- vieron 4 Ja gloria. Mortificadas son Jas obras buenas hechas antes del pecado mortal, porque se hallan mortificadas en cuanto al derecho que tenian al pre- mio de gloria, por la culpa siguien- te, las cuales reviven cuando el su- jeto recupera la gracia. Muertas son las obras buenas que hace el que est4 en pecado mortal, que es la muerte del alma, las cua- les no reviven en orden al premio de gloria que nunca tuvieron, asi como nunca fueron vivas ; pero sir- ven para aleanzar de Dios gracias de conversién, y aun para satisfa- cer por laspenastemporales debidas por los pecados ya perdonados en 22 cuanto 4 la culpa. Todo se contiene en estos versos : «fla reviviscunt quae mortificata fuere, Vivere non possunt que mortua nata fuere cunt mortali unt dant bona terra ‘or faciunt bunile , minuurt tormenta gebence.» Y casi muertas son las penitencias cumplidas en pecado mortal, las cuales, segtin algunos, reviven y causan su efecto cuando el sujeto recobra la gracia. Pero esta opinién carece de fundamento. ¢ Qué efectos tienen las buenas obras? Meritorio, satisfactorio, propicia- torio é impetratorio. Es meritorio en cuanto por ellas, estando en gracia, se merece un au- mento de gracia y de gloria. Y este es propio del operante, sin que pueda cederle 4 nadie. - Es satisfactorioen cuanto por ellas se puede satisfacer por las penas temporales debidas por los pecados ya perdonados, Y éste se puede ce- der 6 aplicar 4 otros; pero para que les aproveche es necesario que es- tén en gracia. Esimpetratorio en cuanto por ellas se pueden alcanzar de Dios bienes espirituales y temporales, condu- centes 4 la vida eterna. Y propiciatorioen cuanto por ellas se puede aplacar la justicia divina y ganar 4 Dios su voluntad 4 finde que nos dé sus auxilios y no nos castigue como merecen nuestros pe- cados: y estos dos frutos también se pueden ceder y aplicar 4 otro, y Je serdn de provecho, aunque, por su desgracia, se encuentre en peca- do mortal. Pero si el que hace la obra buena estuviese en pecado mortal, sélo puede impetrar para si, exceptuando las obras hechas por ministros publicos de la Iglesia, en cuanto tales, como son el oficio di- vino, el sacrificio de la Misa , Sa- cramentos, etc., que, por ser he- chas en nombre de Jesucristo, no ’ pierden su mérito por la indignidad del ministro. Quid es meritum? Opus bonum positum in obsequium TRATADO MI. — CAPITULO I. Dei, premio et mercede dignum, gEn qué se divide el mérito? En mérito de condigno y de con- gruo. Mérito de condigno es al que se debe el premio de justicia. Mérito de congruo es cuando el premio no se debe ex justitia sino ex decentia 6 liberalidad; v. gr.: al criado que sirve con exactitud al amo le debe éste ex justitia el sala- rio convenido 6 pactado; pero el que, movido de compasién, va & extinguir el incendio de la casa del vecino, 6 le presta algun otro ser- vicio importante, aunque nada se le debe ex justitia, pero ex decentiadli- beralidad adquiere derecho al pre- mio de su servicio. ¢ Qué condiciones se requieren para merecer de condigno? De parte del operante se requiere que sea viador ex illo: Dum tem- pus habemus operemur bonum (Ad Galat., VL), et quia Venit nox (la muerte) quando nemo potest operart (S. Joan., cap. 1x); y se requiere también que esté en gracia ea illo: Sicut palmes non potest ferre fructum a semetipso, nisi manserit in vite, sie nee vos, nisi in me manseritis. Y por- que al pecador, mientras es enemi- go de Dios, no se ledebe premio, sino castigo. De parte de la obra se requiere que sea buena, porque las malas sdlo son dignas de castigo, y 4 las indiferentes, si no se hacen en ob- sequio de Dios, no se les debe re- tribucién. * Que sea libre de toda necesidad; decir lo contrario esté condenado contra Jansenio. Que sea sobrenatural 6 proceda del auxilio de la gracia, sin la cual nada puede hacerse en orden 4 la vida eterna ex illo: Sine me, nihil potestis facere (Joan., 1, 14); y por- que el mérito es disposicién para un bien sobrenatural, la gracia y la gloria, y la disposicién y la forma, deben ser del mismo orden. De parte de Dios se requiere que haya promesa, porque de otro modo no puede sernos deudor. DE LA MORALIDAD DE LOS AacTOS HUMANOS, éQué merece el hombre de con- digno en toda obra buena? El justo merece un aumento de gracia santificante, y aumento de gloriaen la vida eterna; pero no puede merecer la gracia actual efi- caz, ni la perseverancia final, por- que esto no lo ha prometido Dios 4 obra alguna, para que el hombre viva con un saludable temor y tem- bior acerca de su salvacién, segan aquello: Cum timore et tremore sa- lutem vestram operamini. éQué puede merecer el- hombre de congruo? El justo puede merecer para si las gracias eficaces y la perseve- rancia final: Supliciter emereri po- test (San Agustin); para otros la primera gracia habitual y otras gracias ulteriores. El pecador pue- de merecer el auxilio de la gracia para evitar el pecado y justificarse por la contricién. Quid est satisfactio? Recompensatio injuria Deo illata. ¢Como puede ser la satisfaccién? 1.° Puede ser de condigno y de congruo, segin que satisface ad equalitatem rei ad rem, vel ad equa- litatem possibilem. 2.° Propia é impropia. La pro- pia es la que exige una honra igual 4 la culpa, y la impropia 6 satispha- sto es la que exige el padecimiento 6 tolerancia igual 4 la pena debida, Qué condiciones se requieren para satisfacer de condigno? De parte del sujeto y de la obra, Jas mismas que para merecer de condigno. Para ‘satisfacer de congruo, que no tenga afecto al pecado. De parte de Dios, que acepte la obra en satisfaccién de la pena, la cual, en el justo, siempre la acepta, gPuede el hombre satisfacer 4 Dios por sus pecados ya perdonados quoad culpam? No sélo puede, sino que debe in hoc s@culo, vel in futuro (in purgato- Tio) ex illo: Nisi pwnitentiam egeritis, omnes similiter peribitis. 23 ¢En qué se distingue el mérito de la satisfaccién? En que por el mérito de condigno se adquiere cierto derecho como de justicia 4 que Dios retribuya el pre- mio ex illo : Reposita est mihi corona |justitia , quam reddet mihi justus ju- dex. (S. Paul. , II ad Timot., rv.) ¥ por la satisfaccién se extingue el derecho que Dios tenfa al castigo. La obra, en cuanto meritoria, sdlo aprovecha al que la hace; pero en © cuanto satisfactoria, puede aprove- char 4 quienes se aplique, siendo capaces de ella. éPor quién se puede aplicar el fruto de las buenas obras? El meritorio sdlo para el operan- te, porque, &excepcidn de Jesucrise to, que tiene gracia capital, nadie puede merecer para otros. El satis- factorio se puede aplicar para si y para otros que estén en gracia, sin lo cual tampoco puede aprovechar- les: quia non remittitur pena, nisi dimissa culpa. it El impetratorio y propiciatorio sélo puede aplicarse para si, si el ope- rante esta en pecado, y para si y para otros, si esta en gracia; y les podran aprovechar aunque estén en pecado mortal. Y se ha de notar que el que aplica sus obras buenas en obsequio propio, merece menos, porque ejerce menos virtudes; pero satisface més, porque se aprovecha del mérito satisfactorio. Mas el que las aplica en obsequio de otro me- rece mas, porque ejerce la caridad en un grado mas perfecto ; pero sa- tisface por si menos, toda vez que por ello se priva del fruto satisfac- torio. § VI. De las reglas de 1a moralidad en los actos bumanos. ¢Cudles, pues, son las reglas de la moralidad de nuestras operacio- nes? Son dos: una préxima interna, que es la conciencia, y otra remota externa, que es la ley. 24 ¢ En qué concepto se llama 4 la conciencia regla préxima é inter- na, y 4la ley regla remota y ex- terna? En cuanto la obligacién de obrar 6 de abstenerse, es consecuencia préxima 6 inmediata de la concien- cia precipiente 6 prohibente; y esta es consecuencia préxima é inme- diata de la ley, que manda 6 pro- hibe el acto. Es decir, que Ja con- ciencia presupone y se funda siem- pre.en una ley, y la obligacién pre- supone y se funda siempre en la conciencia precipiente 6 prohiben- te, porque la ley manda 6 prohibe. Se llama la conciencia regla inter- na, porque procede del juicio que formamos en nuestro interior de que tal cosa es buena 6 mala, 6 de que esté mandada, prohibida 6 tolera- da; al paso que la ley procede de una causa externa 4 nosotros mis- mos, que es la voluntad del legis- lador. : TRATADO III De la conciencia. CAPITULO PRIMERO DE LA CONCIENCIA Y SUS DIVISIONES, Quid est conscientia ? Est judicium practicum intellectus, dictans et preescribens quid agendum vel omittendum sit. ¢Cémo se divide ? Ratione subjecti en especulativa y practica, y una y otra en recta, cierta, dubia, errénea, probable, perpleja, escrupulosa, laxa. Ratione objecti en verdadera y falsa. Quid conscientia speculativa ? Judicium practicum intellectus , di- ctans in genere quid a nobis agendum vel omittendum sit. Quid conscientia practica ? Est judicium practicum intellectus, prescribens, quid hic et nunc agen- dum vel omittendum sit, attentis omni- bus circumstantiis. i TRATADO Ill. — CAPITULO 1. Ratione vinculi se divide en pre- ceptiva, consiliativa y permisiva, segin que manda, prohibe, aconse- ja 6 permite. Ratione temporis, en antecedente, concomitante y consiguiente, se- gun que el juicio antecede, acom- paiia 6 sigue 4 la accién. También ratione modi tendendi in objectum, en cierta 6 recta, dudosa, perpleja, laxa, escrupulosa, pro- bable speculative y probable pra- cticé. «La conciencia especulativa se parece 4 Ja sindéresis, pero se dis- tingue en que ésta dicta los princi- pios universalisimos y per se notos ; Ja conciencia especulativa, ya mas determinados, pero atin bastante universales; maslaconciencia prac- tica mira precisamente alcasoprac- tico que en el acto omnibus attentis se ha de resolver. “Todo se ve en este silogismo : Dice la sindéresis: (Proposicién mayor.) Lo que siempre es pecado se ha de evitar siempre. (La conciencia especulativa, 6 la ley :) La mentira siempre es pecado. (Proposicién me- nor.) La conciencia practica (conclu- sién) : Luego yo ahora debo evitar la mentira. De modo que la sindéresis dicta, como dicho es, los principios uni- versalisimos de la moral; v. gr bonum faciendum, malum vitandum ; la conciencia especulativa ya se concreta 4 una ley determinada; v. gr.: facienda est eleemosyna, non furandum ; y la conciencia practica, formando de ambas sus dos premi- sas, infiere la conclusién de lo que en un caso dado se debe obrar, con- siderando, ya en la proposicién mayor, ya en la menor, alguna cir- cunstancia, que concurreenelacto; v. gr. : dice la Sindéresis: Non est faciendum malum. Conciencia especulativa: Furare est malum. Conelusién especulativa : Ergo non est furandum, DE LA CONCIENCIA. La practica descubre en la menor una circunstancia que la especu- lativa no expresa, y dice distin- guiendo: Furari est malum generaliter, con- cedo; furari est malum in extrema necessitate , nego; y concluye prdcti- camente: Luego en este caso puede Pedro hurtar, v. gr., un pan, ha- ldndose en peligro de morir de hambre si no Jo toma. Por eso de las tres, Ja conciencia practica es laregla ultima 6 proxi- ma inmediata de nuestras acciones morales, con la que nos debemos conformar siempre.» gEn qué se distingue la concien- cia de la ley? En que ésta dicta en comin, wt quod precipiens vel prohibens ; y la conciencia dicta en particular, ut quo intimatur lex. ¢Hs lo mismo conciencia verda- dera que cierta? Aunque se suelen tomar por lo mismo, rigtrosamente hablando no son Lo mismo; quia certitude est for- ma quam intellectus apprehendit de re, 6 el juicio mas 6 menos fundado que formamos del objeto ; sed veritas est adequatio intellectus cum re, 6 1a con- formidad del juicio con el objeto; de modo que la certeza, si es sdlo subjetiva, afecta al sujeto, mas la verdad siempre al objeto; v. gr.: si un juez condena al que realmente es inocente, pero que resulta culpa- ble juata allegata et probata, obra con conciencia recta y cierta, pero no verdadera, al paso que la con- ciencia con que castigase al que jucta alegata et probata resultase inocente , pero que en realidad era criminal, seria conciencia verdade- ra, pero no cierta ni recta, supues- to que no tenia motives para formar juicio de que era criminal. De don- de se deduce que para obrar, debe- mos guiarnos por la conciencia cierta practica, porque ésta puede ser recta saltem secundum quid, aun- que en si no sea verdadera, como sucede con la errénea invencible. Tal fué la conciencia con que Jacob 25 se llegé & Lia juzgando invencible- mente que era su esposa Raquel. Pero si la conciencia es simpliciter vel phisice cierta 6 recta, esto es, si enuncia el objeto como realmente es, entonces sera también verdade- dera, v. gr., dice uno : este es mi padre ; luego debo honrarle con amor filial. Si realmente era su pa- dre, como él juzgé , seria una con- ciencia recta, cierta y verdadera, porque reunia los caracteres de rec- titud, certeza y verdad ; pero sino era su padre, sdlo seria conciencia recta y cierta subjectivé. gCudles son los oficios de la con- ciencia? En rigor sélo son dos, que son: obligar y testificar, ora testifique acusando, ora defendiendo; pero ge- neralmente suelen sefialarlecuatro, que son : obligar, testificar, acusar y defender. Cuando dicta lo que podemos y debemos hacer 4 omitir, obliga y ata : cuando dicta lo que hicimos 6 dejamos de hacer en tiempo pasado, testifica ; cuando dicta el bien omi- tido 6 el mal ejecutado, acusa y re- muerde; y cuando dicta el bien eje- cutado 6 el mal omitido, defiende, tranquiliza y excusa. CAPITULO II DE LA CONCIENCIA CIERTA ¥ ERRONEA. Quid est certitudo? Judicium certum, quod intellectus aprehendit de re. gEn qué se divide la certeza? En metafisica, fisica y mora). Certeza metafisica es judicium de re, cujus contrarium nullo modo po- tes fieri ; v. gr.: que el circulo es redondo, el todo mayor que la par- te. Certeza fisica es judicium de re, cujus contrarium non potest fieri jua- ta leges ordinarias, licet possit fieri per miraculum ; como el estallar la podlvora al contacto del fuego, se- guir el agua el curso descendente, que el sol salga mafiana; y certeza 26 morales judicium de re, cujus contra- rium licet potest fieri sine miraculo, excludit timorem rationabilem de op- posito ;comolafundadaenel testimo- nio de muchos testigos de probidad, conformes en sus deposiciones; esta certeza moral se divide en estricta y lata. La estricta 6 perfecta es la que se halla en proposiciones que, si fal- taran, repugnaria al sentido comun; Vv. gr.: que existe Roma; lata 6 im- perfecta es la que se funda en pro- posiciones que, aunque aliquando falten, excluyen el temor de errar, como la certeza que tenemos de la validez de nuestro Bautismo, fun- dada en la fe del pdrroco (1), Quid est conscientia recta? Est judicium practicum intellectus dictans bonum ut bonum et malum ut malum, sive rem ut est. iH gEstamos obligados 4 seguir la conciencia cierta preceptiva? Si, y peca el que omite lo que manda, 6 ejecuta lo que prohibe; porque estamos obligados 4 confor- marnos con la regla de nuestras operaciones, 6 4 seguir la ley eter- na: la conciencia cierta subjetiva es la regla inmediata de nuestras operaciones, 6 el érgano por donde Dios nos intima la ley eterna; luego debe seguirse ; y el que la despre- cia, desprecia 4 Dios como legisla- dor. Asi se deduce de las palabras de San Pablo, que dice : Omne quod non est ex fide (id est, secundum con- scientiam), peccatum est. Sobre cuyas palabras dice Santo Tomas : Vult Apostolus, ut nihil dicant, faciant wa cogitent, nisi secundum conscien- tiam. Contra.” Es icito obrar con con- ciencia errénea invencible, que dic- ta lo bueno como malo, 6 lo malo como bueno, y también con concien- cia probable, que dicta con temor, qa) ee unos ser aque- Na que, fundada en la autoridad histérica 6 en el testimonio comin de los hombres, no deja duda 6 temor ; v. gr.: existe Roma: 6 imperfecta la que, aunque se apoya enrazones, a admitir alguna duda 6 temor, saltem in- fundado. TRATADO Il. — CAPITULO II. y ni una ni otra son ciertas; luego no hay obligacién de obrar siempre conforme 4 conciencia cierta. 1.° La conciencia errénea no es cierta 6 recta speculative vel mate- rialiter, concedo; pero lo es practicé vel formaliter ; pues aunque la ma- teria sobre que versa no sea objecti- ve cual se juzga, pero subjective es recta, por ser conforme al dictamen de la razon, que dicta ser licito 6 ilicito el acto. 2.° La conciencia practicé pro- bable no es recta formaliter , porque lleva el temor, concedo ; pero lo es radicaliter vel fundamentaliter ; por- que, apoyada en una razon 6 fun- damento sdlido, forma expresse 6 implicite este juicio recto : El que sigue opinién que no repugna é la rec- ta razén, obra rectamente y sin temor: es ast que la opinién probable no re- |pugna é la recta razén, porque esa es una de sus condiciones ; luego el que la sigue obra rectamente y sin temor; pero se supone que hay necesidad de obrar; que se han practicado las debidas diligencias para encontrar la verdad, y nose ha conseguido, y no hay otra opiniéa contraria mas probable. ¢Para obrar bien, es necesario formar juicio cierto de que se obra bien? S{; porque para obrar bien es ne- cesario formar conciencia, que no es otra cosa que, juicio cierto ; pero basta tener la certeza moral imper- © fecta; esto es, basta que nos fun- demos en motivos que excluyan el temor de errar; porque con dicha Conciencia se obra ex fide, y porque in moralibus es dificil encontrar siempre la certeza estricta 6 per- fecta. ¢De qué medios nos valdremos para adquirirla? ~ De dos : 6 por un juicio directo, investigando la naturaleza de la Proposicién que se controvierte, 6 por un juicio reflejo, formado de un principio extrinseco, del que dedu- cimos ser licito lo que no aparece ili- cito. DE LA CONCIENCIA. La certeza, cuando se funda en principios generales, aplicados por el raciocinio 4 casos particulares, se dice certeza refleja, y sus princi- pios se llaman reflejos; de los cuales algunos se ponen en el capitulo si- guiente. ¢ Qué es conciencia errénea? Que dictat aliquid licitum. vel illi- citum, quod revera tale non est ; vel aliter quam est ; 6 sea, la que dicta que una cosa mandada esta prohi- bida, 6 viceversa, 6de otro modo que es. gPodemos obrar conforme 4 lo que oo Ja conciencia errénea invenci- ble? . Si es permisiva 6 consiliativa, claro es que si. Si es preceptiva, es- tamos obligados, porque es verda- dera al parecer del operante; y asi peca el que no la sigue, quia habet voluntatem legem Dei non observandi. Contra. El que obra conforme 4 conciencia errénea invencible, obra contra la regla de nuestras opera- ciones, que es la conciencia recta ; luego no es licito obrar conforme 4 conciencia errénea invencible. R. Concedoel antecedente y nie- go la consecuencia ; porque aunque Ja materia sobre que versa no sea objective sive in rei veritate cual se juzga, sino mala; pero subjectivé vel secundum nostrumconcipiendi mo- dum es conciencia recta, por ser conforme al ditamen de la razén, como se dijo. Y si hay error, es ob- jective, no subjective, pues entonces es conforme al ditamen de la razén, que dicta ser licito el acto; por lo cual dice San Agustin : Non tibi im- putatur ad culpam, etc.; Vv. gr.: Juan cree que Dios le impone la obliga- cién de mentir por salvar un mal mayor ; luego si nolo hace, despre- cia 4 Dios como legislador. gPodremos obrar contra lo que dicta laconcienciaerrénea vencible? Nunca. Y peca el que ejecuta una cosa mandada, si juzga que esté prohibida, 4 omite una cosa prohi- bida creyendo que esté mandada, Porque el error vencible no ex- 27 cusadepecado, yasi, el que se halla con dicha conciencia, queda obli- gado dsalirdel error antes de obrar, preguntando, estudiando, etc. ¢En caso de no salir del error, & qué estamos obligados? A seguirla, porque es precepto existimado; y 4 no seguirla, porque el error vencible no excusa de pe- cado. eLuego esté en necesidad de pe- car el que se encuentra en esa con- ciencia? Lo est&, sino hace las debidas di- ligencias para salir del error. Si las hace y no puede salir de él, suspenda el acto ; si no puede sus- penderlo, obre como mejor le pa- Trezca ; porque en este caso la con- ciencia es perpleja. ¢Cudl sera mayor pecado; seguir- la 6 no seguirla? Subjective, no seguirla, porque obra con més libertad y desprecio ; objective, segun sea la virtud 4 que se oponga 6 la ley que infrinja. gPor qué derecho estamos obliga- dos 4 seguir la conciencia errénea invencible? Jure nature : porque éste exige que hagamos lo que Dios nus man- da; secundum nostrum concipiendi modum et conscientiam. Supuesto que la conciencia cierta y errénea invencible, siendo preci- pientes, ligan al hombre, le obligan del mismo modo? No: porque la conciencia cierta obliga ex parte objecti et subjecti ; y Ja errénea invencible obliga tantum ex parte subjecti. La primera obliga et in omni eventu et per se, como ori- ginada de la ley primaria de Dios; la segunda sélo obliga ‘mientras el operante la juzga verdadera 6 rec- ta, y entonces sélo obliga per ac- cidens , como originada de la ley secundaria 6 consiguiente, que es aquella en virtud de la que Dios nos manda 6 permite upa cosa, supues- ta la ignorancia de la ley primaria. En qué se conoceré si el peni- tente esté en conciencia errénea vencible? 28 Preguntandole lo siguiente : Si advirtié alguna inhonestidad en la accién, : Si sospechaba que podria haber pecado 6 peligro de pecar. Si responde afirmativamente 4 cualquiera de estas preguntas, se deduce que est4 en conciencia erré- nea vencible. CAPITULO II DE LA CONCIENCIA DUDOSA PERPLEJA Y LAaxa. Quid est conscientia dubia ? Est suspensio intellectus circa boni- tatem vel malitiam actus. La duda se divide en negativa y Positiva, segtin que resulta de la ca- rencia de motivos ; 6dela compara- cién de iguales motivos que versan por ambas partes. La positiva se subdivide en pure especulativa, practico-especulativa y practico- practica. La pure especulativa, 6 fisica , es suspensio judicii circa ve- vitatem vel falsitatem objecti: prac- tico-especulativa es suspensio judi- cit circa bonitatem vel malitiam ope- vationis in communi, et quasi in abstracto ; y 1a practico préctica es, suspensio judicii circa bonitatem vel malitiam operationis in particulayi, hic et nunc et omnibus attentis, exer- cende; v. gr.: dudo si en la luna existen vivientes; esta duda sera pure speculatica, Dudo si es licito escribir en dia festivo: ésta serd practico-especulativa. Dudo, estando comiendo un dia de vigilia, si el plato que ya estd en la mesa es de carne 6 pescado; esta duda serd practico-practica. gEn qué mas se divide la duda? En duda juris y en duda facti. Duda juris es quando dubitatur de lege aut de obligatione; v. gr.: dudo si obliga la abstinencia @ carnibus en los sAbados; y duda facti es cuando dubitatur an aliquid sit fa- ctum velomissum ; v.gr.: dudosi con- senti en la tentacién, 6 si recé el Oficio divino. TRATADO 1. — CAPITULO UI. éEs licito obrar con conciencia dudosa? Acerca de esta cuestién se pue- den establecer dos principios : 1.° Jamas es Iicito obrar con duda rigorose practica, 4 no seguir el extremo seguro; porque el que asi obra se expone voluntariamente & peligro de pecar, y virtualmente desprecia la ley divina, pues dice virtualmente: Sea esto bueno 6 malo, esté mandado 6 prohibido, pegue 6 no peque, quiero ejecutarlo; y porque in dubiis (practicis) tutior pars est eligenda. 2.° Es licito obrar con concien- cia 6 con duda especulativa, siem- pre que haya necesidad de obrar y ocurra una causa 6 razén poderosa para deponer la duda 6 mudarla de especulativa en practica; de modo que por principios directos 6 por un juicio, reflejo se juzgue prudente- mente que hic et nunc se obra bien. Porque si David y los judios (1) de un juicio cierto speculative de la ili- citud de la accién formaron juicio |prdctico de su licitud: el primero de comer los panes de la proposicién, y los segundos de dar la batalla en sdbado, mejor se podra formar de una duda. Donde se ve que se pue- de tener duda especulativa 6 in communi, y no tenerla practica 6 in particulayi; v. gr.: dada un militar si la guerra en que se encuentra es justa, y juzga que lo es, porque sus jefes son catélicos y justos. En las dudas, el pecado sera se- gun la calidad del objeto de la duda. Si se duda si es mortal, se pecard mortalmente; si se duda si es hurto, se contraer4 malicia de hurto, et sic de ceteris. Si dudas practice y deliberada- mente si admitirds 6 no la sugestién del pecado, ya pecaste; v. gr.: si, tentado de la venganza, lasci- via, etc., dudas practice y te estas pensando en si te vengards, etc., ya (1) Vido lib. 1, Regum, cap, xx1; ot lib. 1 Machab., cap. ty vere: a , DE LA‘ CONCIENCIA. pecaste; porque no has de dudar, sino rechazar la tentacién. gCudales son los principales prin- cipios reflejos que sirven para de- poner las dudas? Para las de derecho los siguien- tes: In dubiis , melior est conditio possi- dentis. Lex dubia non est vera lex, vel non obligat. Lex incerta non potest certam induce- re obligationem. Lex non sufficienter promulgata non obligat. . Para las de hecho los siguientes: In dubiis tutior pars est eligenda. In dubiis standum est pro valore ac- tus post factum. In dubio presumitur recte factum, quod de jure faciendum erat. In dubio factum non presumitur, nisi probetur. Quod non est licitum, in lege, necessi- tas facit licitum. Para las de delito y pena: In dubiis favendum est reo, potius quam actori. In dubio delictum non presumitur, quin probetur. Sine culpa, nisi subsistat causa, non est aliquis puniendus. In penis benignior est interpretatio facienda, ¢Qué ha de hacer el que se halla en duda si, hechas las diligencias, no puede deponerla? Si es duda prdctica vel facti, 6 versa acerca de materias y formas de Sacramentos, de las cosas nece- sarias necessitate medii ad salutem, 6|¥ peligra el valor de un acto, 6 se si- gue dafio 4 si mismo, 6 4 tercero, debe guiarse por el axioma : In du- biis , tutior pars est eligenda. Si es duda especulativa vel juris , 6 sélo versa acerca de la ilicitud 6 licitud de la accion, puede guiarse por la regla del derecho: In dubiis, melior est conditio partis possidentis, ¢Qué parte es la que posee? Aquella por quien esta la presun- cién, y contra la cual la contraria tiene la obligacién de probar, 6 la 29 que es anterior y contraria & la duda suscitada (1). «Para mejor inteligencia, se ha de advertir que hay dubium facti fundantis obligationem , y dubium facti ab obligatione, excusantis. Hay la primeradudacuando, v. gr., dudo si hice 6 no tal voto ; dudo sise me impuso tal precepto. Hay la segun- da, cuando la ley se supone cierta, y s6lo se duda si sucedié 6 no el he- cho que me libra de su obligacién ; esto supuesto, y que se habla de la duda invencible (nota bené) se ha de resolver : 1.° Cuando las dudas son juris, se pueden resolver en favor de la libertad y contra la ley, por esta regla posesoria, pues opino con San Alfonso, Potesta, Bussembaum, etc., que la libertad posee mientras que la ley 6 precepto que ha de obligar- la no se le presente y promulgue ciertamente. También posee la li- bertad cuando la opinion que le fa- vorece es tan probable como la que esta por la ley. Aun cuando la ley existe, pero se duda con fundamento que se extienda 4 tal caso , no obli- gala ley para aquel caso, segin dicho Santo, el cual pone este ejem- plo: la ley prohibe la usura; pero si la licitud de un- contrato es tan probable como su ‘licitud quoad usu- ram, la ley que prohibe la usura (1) Para conocer por qué parte esté la po- sesién, ge ha de observar qué es lo que se duda; pies toda dada moral es como una contro: i io entre Ia loy quo quiere obligar que quiere excusarse 6 sacudir el yugo de Ja obligacién. Si In dada rocae so~ bro Ia ley, dudando, v. gr. , i existe, la pose- sion esta de parte de la libertad y quedard li- bre cuando subsiste 1a duda después do hacer Jas diligoncias debidas para inquirit la loy, 6 enando le sea imposible moraliter practicar tales diligencias. Si la ley es cierta y Ia duda e¢ acerca do si se cumplié 6 n0, 6 acerca de si dojé do oxistir, Ia posesién ostd de parte do ley, quo coarta la libertad oblige & 0 eum plimiento, mientras no se Ie pruebe baberla cumplido 6 haber dejado do existir. Do modo que la posesién nunca esta por la parte sobre que so duda, sino por Ja contraria; porque como no debe darse pososién cierta al que no tiene derecho cierto, ni despojar 4 nadie de su posesién por la duda sobrevenida 6 por de- recho incierto, resulta que Ia posssion 10 puode estar por la parte de que se duda. 30 queda dudosa para este caso, y asi no obliga enél. a 2.° Esto es ain mas cierto en materia de justicia conmutativa ; porque el que posee la cosa pacifi- camente no debe ser despojado de ella, si no consta claramente de su injusta posesién. 3.° En materia de otras virtudes posee la ley, cuando no se duda de ella, sino contra ella. Por lo cual, en materia de obediencia, debe obede- cer el stbdito, aunque dude dela rectitud del precepto, 4 no ser mas seguro lo contrario, como limita Henno : en materia de abstinencia, el que dada si se acabé el viernes, debe abstenerse; en materia de fide- lidad, el cényuge que duda del va- lor de su matrimonio, no puede pe- dir el débito, y si lo puede licita- meute pagar, por el cap. Inquisitio- ni (44 de sent. excom.), porque la obligacién de pagar es de justicia, y se infiere de la regla 3.4: Jn du- bio omne pactum prosumitur, etc. Y segin San Alfonso y Bussembaum, ante inquisitionem veritatis qui dubi- tat de valore sui matrimonii, non po- test petere debitum ; si vero post debi- tam inquisitionem remanent dubium potest et pefere. 4.° Cuando se duda dubio facti ab obligatione excusantis, se ha de resolver en favor de la ley, porque en este caso est& en posesién de obligar, de la que no debe ser des- pojada por la superveniente duda. Y asi, el que duda si rezé él Oficio divino, lo debe rezar; el que duda si cumplié un voto que hizo, lo de- be cumplir; el que duda si pagé una deuda, debe pagarla (aunque en la duda del pago de la deuda no debe pagarse todo, sino 4 proporcién de la duda, segin Ferraris, Laiman y otros) ; al que duda si cesé la ley, 6 si es suficiente la causa que aparece excusar su observancia, le obliga Ja ley ; porque ella es cierta, y el motivo de su inobservancia es du- doso ; en duda de si es cierta la ju- risdiccién del Prelado, se le debe obedecer si est& en pacifica pose- TRATADO Ill, — CAPITULO III. sién de ella ; también en duda de si excede su potestad, 4 no ser con grave dafio del sibdito, 6 de un tercero, 6 de muy diffcil ejecucién, (San Alfonso de Ligorio.) 5.° Cuando hay dubium facti fun- dantis obligationem (que viene 4 ser dubium juris), se resolvera por la libertad, por aquella regla: Fac- tum non presumitur, nisi probetur. Asi, el que duda si hizo-un voto, no esté obligado 4 cumplirlo; el que duda con fundamento si se ha puesto tal ley, no est& obligado 4 ella; el que duda si cumplié los veintiun aiios, no estd obligado al ayuno, porque el que duda si prin- cipié 6 se promalgé la ley, no est& obligado 4 ella; el que duda si co- mié ya después de media noche, puede comulgar, segin San Alfon- so, Diana, etc. In dudio an que preponitur ut lex sit tantum consilium; an obliget sub gravi vel levi; pro benignioribus stan- dum, ex regula 59.*, juris : in dubiis benigniora sunt preferenda. (San Li- gorio. )» ¢Cémo se debe entender la pala- bra tutior? Si se halla entre dos extremos buenos, comparative, pro re tutiori. Si la comparacién se encuentra en- tre un extremo bueno y otro malo, [positive seu adversative, pro re tuta. éEl tutiors pars.... es precepto 6 consejo? Tomado comparative, consejo, por- que no estamos obligados 4 lo me- jor. Tomado adversative, es pre- cepto natural, porque obrar con duda és intrinsece malo; y es pre- cepto divino, porque el que ama el peligro perecerd en él, dice el Es- piritu Santo. éQué otro axioma se origina del In dubiis tutior pars est eligenda? In dubiis favendum est reo, potius quam actori : porque mejor es dejar impune un delito que exponerse 4 castigar al inocente. El que duda del valor del matri- monio, gpodraguiarse porel axioma melior est conditio possidentis? DE LA CONCIENCIA. No, porque la posesién en el ma- trimonio no da certeza moral deque no haya impedimento dirimente. eComo peca el que, proponiéndo- sele una cosa mala en comun, pasa a ejecutarla? Si se le propone saltem in confuso, como mal grave, mortalmente; si como mal leve, venialmente; 4 no ser que haya peligro de cometer pecado mortal. Pero si el sujeto se halla decidido 4 ejecutarla, sea gra- ve 6 leve, pecaré mortalmente, ex- ceptuando el caso en que sea tan virtuoso que tenga una disposicién habitual 4 nohacer cosa de que dude 6 sospeche que sea pecado mortal. Quid est conscientia perplexa? Que dictat peccatum, quecumque pars eligatur; V. gr.: uno juzga que debe mentir para salvar la vida del préjimo, y que no‘debe hacerlo por no ir contra Ja virtud de la veraci- dad; 6 el asistente de un enfermo que juzga que peca por asistirle , si no oye Misa un dia festivo, y que también peca si le abandona para oir Misa. ¢Qué debe hacer el que se en- cuentra en esa perplejidad? Diligencias para salir de ella, preguntando, si tiene 4 quién; y si no, abrazar el extremo que le pa- rezca menos malo. Pero silos ex- tremos le parecen igualmente ma- los, podra elegir el que quiera, por- que entonces le falta la libertad moral, y, de consiguiente, no peca. Si cree que uno es mds obligatorio que otro, ese debe seguir. Quid est conscientialaxa? Que dictat licitum quod est illici- tum ; vel leviter malum, quod est gra- viter. Tiene varios nombres. Se llama simpliciter lawa, cuando tiende 4 ex- tender la libertad mas alla de lo justo; cauterizada, cuando por la costumbre de pecar admite cual- quier pecado, aun gravisimo; fari- sdica, cuando se tienen en poco los pecados graves, como hacian los fariseos, y se aparenta tener en mucho los leves. 31 ¢Cudles son las causas de caer en conciencia laxa? El desprecio 6 descuido de la ora- cién, la demasiada solicitud de lo temporal, la costumbre de pecar, el trato con los viciosos, y la luju- ria. gCudles son los remedios de la conciencia laxa? Los principales son la oracién, la meditacion de las verdades terri- bles, v. gr., deljuicio, infierno, etc., el retiro, el examen cuotidiano de conciencia, la lectura de libros pia- dosos, la frecuencia de Sacramen- tos , la huida de los malos y la con- versacién con los buenos. CAPITULO IV DE LA CONCIENCLA ESCRUPULOSA. Quid est conscientia scrupulosa? Que ex leribus fundamentis, cum ansietate animi, formidat de peccato ubi non est. Escripulo no es otra - cosa que una sospecha fundada en razones débiles y vanas, por la que se cree haber pecado donde no le hay, 6 que es pecado mortal el que sélo es venial. ¢Cual es el objeto, 6 sobre qué versan generalmente los escripu- los? * Principalmente versan acerca de lasconfesiones pasadas, delasaccio- nes diarias y acerca de malos pen- samientos; v. gr.: contra la fe,con- tra la castidad y caridad, etc. ¢ Cudles son las causas de los es- erupulos ? . Pueden ser intrinsecas y extrin- secas. Las intrinsecas son : la igno- rancia para discernir entre lo bue- no y lo malo, y para juzgar y des- embarazarse de los motivos débi- les y vanos en que se fundan sus dudas. La pertinacia 6 nimia adhe- sién 4 su propio juicio, que es una especie de soberbia oculta, por la que cree el escrupuloso que no ha- bra persona que pueda sacarle de sus dudas. El temperamento del su- jeto propenso 4 engendrar dudas, 32 sospechas y temores, como sucede en los melancélicos ; y la debilidad de cabeza, abstinencia y vigilia, por las que facilmente se trastorna el animo del sujeto. Las extrinsecas son: Dios, que los permite en los justos para puri- ficarlos; en los tibios para hacerlos mas fervoroses, y en los penitentes en castigo y satisfaccién de los pe- cados pasados. El diablo, que, por permisién de Dios, puede mover los humores melancélicos del sujeto, y predisponer la imaginacién 4 temo- res, ansiedades y errores. El trato con personas escrupulosas, la lec- tura de libros rigidos, la ociosidad y el aislamiento 6 soledad. ¢Cudles son los remedios de los escripulos? Deben ser contrarios 4 las causas de donde nacen : y asi el ignorante debe procurarinstruirse; el pertinaz y soberbio sujetarse al juicio de otro; evitar el trato con personas escrupulosas, la lectura de libros rigidos, la ociosidad y aislamiento. Pero el mejor medio de todos, des- pués de la oracién, es la eleccién de un buen confesor 6 director, y sujetarse A é] en todo ; porque esta escrito: Vir obediens loguetur victo- riam (Prov.,XXI), pues no obedece 4 un hombre, sino al mismo Dios, que dice : Qui vos audit, me audit. (San Lucas, x.) Esta es la doctrina de todos los tedlogos y maestros de la vida espiritual, fundada en la de San Bernardo, San Antonino, San Francisco de Sales y otros muchos Santos (S. Lig., n. 12, lid, x, n. 95, Praxis conf.), haciendo ver 4 log escrupulosos que in rebus moralibus non est ubique certitudo querenda. ¢Es licito obrar contra los escri- los conocidos por tales? A veces es obligatorio, porque perjudican la salud, impiden los actos de virtud, exponen 4 perder la paz del alma, la devocién, y pue- den conducir 4 la desesperacién y 4 la demencia. Los quedicen que debe deponerse el escripulo antes de obrar, 6 ha- TRATADO Il. — CAPITULO IV. blan en caso que el escripulo pase & duda, 6 4 conciencia errénea ; 6 confunden con éstas al escripulo; y entonces no seria tal, ni conciencia escrupulosa, sino dudosa y errénea, y como tal deberia deponerla antes de obrar, - gCuales son los signos 6 caracte- res de los escrupulosos? é Moverse y mudar su juicio por ra- zones leves; temor de pecado en todas sus acciones; pertinacia de juicio ; obrar con turbacién y como alucinados : obstinacién en repetir los mismos pecados : no aquietarse con lo que les dice su confesor, con- sultar con otros; ser prolijo en sus narraciones ; buscar en todo la cer- teza: hablar consigo mismos, di- ciendo, v. gr.: «no consiento,» 6 hacer otros gestos. gCudles son los padecimientos de los escrupulosos? Los contenidos en los siguientes versos: ° «Pace carel, mentem excruciat, fi i Errat, non credit, timet, exeutit, Fterno exosas,, pecans, spe mudus et amens, Ridiculis gests signis, similimus ili est, Lambere, qui turpes probibet sua prandia muscas.» ¢Cudles son los privilegios de los escrupulosos? 1.° No deben juzgar haber pe- cado mortalmente, sin que estén ciertos de ello. 2.° No estan obligados 4 un exa- men tan diligente como los demas, ni 4 reiterar conesiones, ni 4 con- fesar pecados pasados, si no es que puedan asegurar no estar bien con- fesados. 3.° Y que mientras los escripu- los persiguen y no tienen de quién aconsejarse, pueden obrar como quieran, no estando ciertos de que pecan. ¢Cémo se ha de portar el confe- sor con los escrupulosos? Silos escrapulos versan acerca de las confesiones pasadas ; v. gr.: do no haber tenido dolor, 6 explica- do el numero y circunstancias de los pecados, é hicieron después con- fesién general, 6 han frecuentado DE LA CONUIENCIA. diligenter et pie la confesién por tiempo notable, éhan repetido otras veces las cosas de la vida pasada, “ge les debe prohibir que hablen ni piensen jamds en ellas;°4no ser que puedan jurar que sen pecados mortales y estén ciertos de que no Jos confesaron jamas. : Silos escripulos versan acerca de las acciones cuotidianas, se les debe decir que obreh con libertad y salten por cima de los escripulos, porque Dios no anda poniendo lazos para cazar 4 las almas, antes bien desbarata los que maquina el demo- nio, y saca de los apuros 4 los que recurren 4 El: Y aunque pudiera suceder que alguna vez pecasen ma- terialiter , obrando de ese modo, pe- ro no pecan formaliter, por razon de la obediencia 4 su confesor que les manda, y 4 quien obedecen en lugar de Dios. Si los escripulos versan acerca de los malos pensamientos , debe decir- les que los pensamientos‘no son pe- cados, sino hubo consentimiento, y éste es dificil en personas de timo- rata conciencia ; pues, como dice el P, Alvarez, no puede ‘ser que entre el pecado en el alma que le tiene horro®, sin que ella lo conoz- ca claramente. Fuera de estas re- glas, la de la paciencia y la pruden- cia, debe dar al escrupuloso reglas generales, mds bien que particula- res, y respuestas breves, cortadas ydecisivas, raciocinando pocosobre ellas, por no meterle en nuevos es- cripulos. Tampoco le impondréa re- medias por precepto, ni otra obliga- cidn que la penitencia, advirtién- dole que todo lo demds es de'conse- Jo, el que.si no practica, aunque no peca, no lograré el alivio de su tra- bajo. Y por fin, debe tener presente el confesor que si los escrupulosos son de mal género, esto es, que por un lado confiesan muchos escripy- los, y por otro muchos pecados mor- tales, deberé actuarse bien de si los que parecen escripulos son pecados graves, y conducirse con ellos se- gun le dictare su prudencia, procu- 33 rando inspirarles un grande temor de Dios y un grande aborrecimiento al pecado, CAPITULO V DE LA CONCIENCIA PROBABLE. Quid est conscientia probabilis? Que cum gravi fundamento dictat aliquid agendum vel omittendum, sed cum formidine partis opposite. ¢En qué se distingue la concien- cia probable de la dudosa? - En que la probable ya afirma y asiente 4 una parte, aunque con te- mor de la otra; pero la dudosa 4 nada se inclina, ni sabe 4 qué parte puede adherirse. 7 gCual es el fundamento de la con- ciencia probable? ie La opinién; y ésta se define judi- ciumintellectus inclinansin unam par- tem, sed cum: formidine alterius. La opinién puede considerarse en si, y comparada con otra. -@En qué se dividen los funda- mentos de la opinién en si conside- Tada? 7 En intrinsecos y extrinsecos, se- gin que se apoya en la razén.é en la autoridad de los Doctores que la de- fienden, y asi se divide: Fee 1.° En intrincese y eaxtrincesé pro- bable. De modo que la probabilidad ‘intrinseca se toma de las razones sa- cadas de la naturaleza, propieda- des, causas y efectos de la cosa, y de Jos inconvenientes de la parte contraria: y la extrinseca se toma de la autoridad de los Doctores que siguen 6 siguieron tal opinion; pero esta autoridad no mueve sino en cuanto se presume que si ellos la siguieron , fué por hallarla apoyada en razones graves. .2.° En pure especulativa,.prac- tico especulativa y prdctico-practi- ca: prout versatur circa veritatem aut falsitatent objecti: circa bonitatem | vel malitiam operationis in commu- ni: vel circa bonitatem aut malitiam operationis in particulari. Exem- plum, ut in dubio hic et nunc. - : 3 34 8.° En sélida, cierta, dudosa y tenuemente probable, segin que sé apoya en un fundamento sédlido, 6 en un fundamento cierto, 6 en un fundamento dudoso, 6 en un funda- mento de tenue probabilidad. ¢En qué se divide la opinién com- parada conotra?, - 1.° En més y menos probable, segin que tiene 4 su favor mayor 6 menor peso de Tazones, 6 nu- mero de autoridades que la con- traria. 2.° En mas y menos segura, se- gun que nos aparta mas 6 menos de pecar que la contraria. Las mds se- guras, favorecen legi; las mas pro- bables, favorecen libertati. 3.° En probable quoad se 6 abso- lute, y quoad nos 6 relative, segin que’ es en si 6 segun se -presenta 4 + nuestro entendimiento. gCémo mas pueden ser estas opi- niones? Pueden ser m4s y menos proba- bles y seguras phisice et moraliter, speculative et practice; v. gr. : mas probable phisicé es la opinién que dice que cada petado exige un acto de dolor-; y mas probable moraliter es la que dice que uno basta para todos. Mas probable speculative es “la opinién que dice que las pala- bras a peccatis tuis dela absolucién no son de necessitate Sacramenti; y mas probable practice es la con- traria. £Qué condiciones ha de tener una opinidn para que sea verdadera- mente probable? : 1.* Que se apoye en-una razén 6 fundamento sélido, 2.* Que de ella no -se siga nin- gin absurdo. iH 7 8." Que ho ge oponga 4 la Sagra- da Escritura, tradicién, Santos Pa- dres, definicién de la Iglesia , ni 4 la recta razon. Pero es de advertir que .para po- derse seguir una opinién no basta que sea probable tantum speculative, sino que debe serlo practice; porque las razones especulativas, aunque sean fuertes, no son suficientes para TRATADO. Il, — CAPITULO V. obrar hic et nunc ; porque el juicio pure especulativo no dirige las ope- Taciones, sino que sistit in contem- platione vel speculatione objecti aut veritatis ; y asi no puede ser regia de los actos humanos. 2Qué sistemas tenemos en orden & la probabilidad ? 1.°_ El tuciorismo 6 rigorismo, se- gin el cual siémpre se ha de seguir Ia opinién que favorece 4 la ley, y no es licito seguir ni aun la opinion probabilisima que favorece & la li- pertad. (Decir esto ultimo esté condenado por Alejandro prop Vu, 8.3) 9.° El probabilismo laxo, segin el cual, siendo probables las opi- niones, se puede seguir cualquiera sin atender 41a de mayor probabi- - lidad. Con respecto 4 esta ultima, debe saberse que Inocencio XI tiene condenadas las proposiciones 2.° y 4.8, que dicen respectivamente que el juez, in civilibus, puede senten- ciar segin opinién menos probable, y que el infiel que se queda en su |secta guiado de opiniéa menos pro- bable, no comete pecado de infide- lidad. Y también se rozan con é! las proposiciones 26 y 27 condenadas por Alejandro VII. 3.° El lawismo, que ensefia que se puede seguir opinién de tenue probabilidad ; y decir esto ésté ab- solutamente condenado por Inocen- cio XI. (Proposicion 8.°) 4.8 "El probabiliorismo 6 antipro- babilismo, que dice se debe seguir siempre la opinién mas probable , Y siendo aque probables, la que favo- rece 4 la ley. Este sistema nada tie- ne condenado. 7 2 5.° El equiprobabilismo 6 proba- bilismo moderado, que dice que en concurse de dos opiniones aque pro- bables, una & favor de la libertad y otra 4 favor de la ley, se puede se- guir la primera, con tal que sea verdadera y sdlidamente probable Este sistema tiene condenado el de- cir que en materias y formas de Sacramentos se puede seguir OPl- nién probable, dejando la, segu- «DE LA CONCIENCIA.. 35 ra. (Inocencio XI, prop. 1.4) (1).) se expone 4 peligro de que exista . gEs licito seguir opinién proba-|la ley, y, por consiguiente, 4 infrin- bilfsima 4 favor de la libertad en * concurso de otra probable 4 favor de la ley? Si: y decir lo contrario esta con- denado, como se ha dicho, por Ale- jandro VIII, prop. 3.*; y el sistema contrario es el tuciorismo 6 rigo- rismo. Es licito seguir opinién mas pro- bable 4 favor de la libertad, en girla. 2.° En que el que se encuentra entre dos opiniones aque probables, una 4 favor de la ley y otra 4 favor de la libertad, se encuentra en una verdadera duda; y sientan porprin- cipio que in dubiis tutior pars est eli- genda... 8.° En que de lo contratio se obra ilicita é imprudentemente, y concurso de otra menos probable 4|se favorece 4 la relajacion de las favor de la ley ? Si: y este sistema es el probabi- liorismo , que admiten todos. En concurso de dos opiniones, una mas probable 4 favor de la ley, “y otra menos probable 4 favor de Ja libertad, gcudl debe seguirse ? costumbres. Pero en el dia es mas corriente la doctrina de los: probabilistas, 6 el sistema del probabilismo mode- rado, que dice se puede seguir la que favorece 4 la libertad ; no considera- da bajo el aspecto de sola probabi- ‘La de la ley: porque el hombre, |lidad, quia sola probabilitas non suf- para obrar, debe inquirir la verdad |ficit ad bene operandum, sed requi- y abrazarla si la encuentra; y si no, seguir el extremio que mas se le aproxime : éste es el dela ley, lue- go éste debe seguirse. . EN CONCURSO DE DOS OPINIONES eeque probabiles, UNA A FAVOR DELA LEY ¥ oTRA. A FAVOR DE LA LIBER- TAD, ¢ CUAL SE DEBE SEGUIR? Si las opiniones versan acerca de materias y formas de Sacramentos, 6 de las cosas necesarias necessitate ritur efficere judicium de honestate’ actionis, lo que no puede hacerse con sola la probabilidad que Meva consigo el temor, sino considerada como indicio de que la ley es dudo: sa, supuesto que en contra dé ella milita opinién tan probable; por- que entonces (supuestas lag debidas diligencias practicadas para inqui- rir la ley, y queddndose en duda de" su existencia) ‘se puede formar el medii ad salvandum, 6 si amenaza 6 juicio reflejo, 6 raciocinar del modo 80 sigue dafio 4 si mismo 6 4 terce-| siguiente : . To, 6 invalidez de un acto, se debe Lea non sufficienter promulgata, seguir la opinién segura que favo-|non obligat; lea dubia, non est suffi- recealaley. - . cienter promulgata, sed promulgatur Por consejo se puede seguir la|dubium, ergo non obligat, si non odli- mas segura. Respecto de precepté,| gat sum solutus ab ed et sum in mea los antiprodabilistas dicen que se debe | libertate. O lo que es lo mismo: una seguir la que favorece dla ley, fun-|ley dudosa 6 una suposicién, acaso déndose para ello: falsa, no puede despojar de un de- 1.° En que de lo contrario se ex-| recho real y verdadero, que es la li- pone 4 peligro de pecar, y, por|bertad : guia lex incerta non potest: consiguiente, que peca, ea illo: Qui| certam inducere obligationem. amat periculum, in illo peribit ; pues| Ademas, no es crefble qué-Dios, autor de la ley, .quiera ligar al hom- : fi bre’en caso de ignorancia invenci- ia earns oxposicion de la doctrins de los} ble, que es aquella circa cujus erro- gistomar #0 re palpablemente FE eeS8| rem nullum occurrit dubjum ; vel st de Alejandro VIII jel probabilismo laxo en la| occurrit, morali diligentia vinci non 2 es Tnoconcio XI, y ai s0 quiere on la! nozest, como aqui’ sucede ; porque Alejandro VII, y el laxismo en la prop. 8.* de Inocencio Xi.” "Tse busca la ley Y nose encuentra, 36 y se deduce que no existe; 6 si existe, que se ignora invencible- mente. Retrocedamos al principio del mundo, ef in actu primo creationis concebimos al hombre primero que la ley, porque no habiendo subdi- tos, es inutil sancionar leyes, 6 porque Dios no cria ninguna cosa hasta que existe el fin para que la cria ; es as{ que el fin de Ja ley era ligar al hombre: luego hasta la existencia de éste, no debié existir aquélla. Asi parece desprendersede la Escritura, que dice : Deus ab ini- tio constituit hominem et reliquit illum in manu consilii sui. Adjecit mandata et precepta sua. (Eccl., cap. Xv, vers. 15): de donde se deduce que la libertad del hombre es anterior 4 la ley ,.6 que el hombre nacié libre, aunque dependiente y sujeto 4 Dios y sus preceptos; pero éstos no le li- gan hasta que Dios in actu secundo se lo promulgite, y con la promul- gacién le despoje do ja libertad; porque, como dice Santo Tomas: Nullus ligatur per preceptum alicuod nisi mediante scientia illius precepti. (Opus de ver., q. 17, art. 3.) Y asi se deduce de San Pablo, que dice: Peccatum non cognovi, nisi per le- gem. ~ : Luego si la libertad del honibre es anterior 4 la ley, debe el hombre estar en su pactfica y tranquila po- sesién hasta que una ley cierta le despoje, de ella. Y si objetasen que la ley eterna precedié al hombre y que le despojé de la libertad antes de venir al mundo, se dira que-la ley eterna es anterior al hombre in actu primo , sive priovitate temporis ; pero no in actu secundo, sive priori- tati ordinis , finis vel obligationis ; porque primero es y se concibe te- ner stibditos que sancionarles leyes, 6 mas bien porque no se conciben éstas sin aquéllos. Y no se diga por eso que somos probabilistas, pues nonos fundamos en el principio qui probabiliter agit, prudenter agit, sino en el de lex du- bja non est lew. Nise diga tampoco TRATADO II. — CAPITULO V. que la opinién probable deja de ser talen competencia de otra seme; jante y segura; porque asicomo una balanza no se inclina 4 un lado, por mucho peso que alli tenga, si tiene otro tanto al otro, del mismo modo sucede con la opinién. Lo cierto es que del sistema antiprobabilista se- deduce la inconsecuencia de que una obligacién dudosa 6 incierta es ‘una obligacién cierta, y que el hombre, cuando duda 6 no esté cierto de si esté obligado, esta cier- tamente obligado. Se deduce tam- bién que, si se adoptase ese siste- ma, se haria mds pesado el yugo del Sefior ; porque todas las opinio- nes probables en favor de la liber- tad vendrian 4 ser otras tantas le- yes contra ella, lo que repugna 4 la recta razén y al espiritu de la Sa- grada Escritura, que dice : Non ad- detis ad verbum quod vobis loquor, nec auferetis ab eo. ¥ el tal sistema en la practica esta sujeto 4 mil difi- cultades, particularmente para los confesores, como puede verse en los autores clasicos (1). Argumentos en contra, 1.° El que se expone 4 peligro de pecar & obra con temor, peca: el que sigue opinién probable y deja, la segura, se expone 4 peligro de que exista la ley, y por consiguien- te 4 infringirla; luego peca, ° * El que se expone 4 peligro volun- tario 4 obra con temor prActico, concedo; el que se expone 4 peligro involuntario 1 obra con temor es- peculativo, niego. El que sigue opi- nién probable se expone 4 peligro de cometer pecado material 6 no imputable, concedo; pero niego que (1) Hay muchos autores que dicen ser lici- to seguir también la opinion ain menos pro- bable que favorece Als libertad, dejando la inds probable 4 favor de la ley. Transeat si ol exceso es tan poco ut pro nihilo reputetur. * 8. Lig., Hom. Apost, nim. 77, dice se puede seguir la opinién, no sdlo aque probable, sino también 1a fere aque probable, aunque menos segura ; y establece que es opinidn fere aque probable siempre que la opuesta no sea certe, evidenter, multum vel notabiliter probabilior. DE LA CONCIENCIA. se exponga 4 cometer pecado for- mal 6 imputable supuestas las dili- gencias para buscar la ley y que- déndose en duda de su existencia; porque no puede haber pecado for- mal cuando se ignora la ley, 6 cuan- do, apoyado en una razén 6 funda- mento sélido, forma el juicio reflejd de que no existe, de que es dudosa 6 no esta sufficienter. promulgada. Ademas de que este argumento pue- de retorcerse del modo siguiente: El que se expone 4 peligro de pecar, peca; es asi que el, que sigue opi- nién mas probable, dejando la segu- Ta, se expone 4 peligro de infringir una ley que probablemente existe; luego tampoco es licito seguir opi- nién mas probable, dejando la se- gura, 2.° El que se encuentra entre dos opiniones wque probables , una 4 favor de la ley y otra 4 favor de Ja libertad, se encuentra en una verdadera duda: es asi que en las dudas tutior pars eligenda ; luego no se puede seguir la opimidn que .fa- vorece 4 la libertad. : El que se encuentra entré dos opiniones.... se encuentra en una verdadera duda especulativa, con- cedo; practica niego; porque ésta se depone por el juicio reflejo fun- dado en estos principios: Lea in ceria, non potest certam inducere obligationem. Lex dubia, vel non suf- ficienter promulgata, non obligat. In dubio, melior est conditio possidentis. + Ignorantia invincibilis, excusat @ pec- cato. Qui agit cum dictamine pruden- te practico de honestate actionis, ho- neste agit. Y otros. Es asi que en las dudas tutior pars ‘est eligenda; dis- tingo ; en las dudas practicas, 6 en la suposicién de no hacer diligen- cias para salir dela duda, concedo; - en las dudas especulativas, 6 cuan- do hechas las diligencias morales para salir de la duda, permanece en ella, niego; porque entonces, apoyade en una razén 6 fundamen- to sélido, puede formar el juicio re- flejo de que no existe la ley, de que ésta es dudosa, 6 po est& suficien- 37 temente promulgada, toda vez que en contra de ella milita opinién pro- bable. 3.° El que sigue opinién igual- mente probable, dejando la segura, obra ilicita 6 imprudentemente. Se niega el supuesto. Porque el que obra con prudencia obra licita y honestamente; es asi que el que sigue opinién probable obra’ con prudencia, porque lo hace fundado en razones 6 motivos graves y sé- lidos; luego obra licita y honesta- mente. O lo que es lo mismo : el que sigue opinién que no se opone.a la recta razén, obra recta, licita y prudentemente; es ast que la opi- nién probable no se opone 4 la rec- taraz6n, toda vez que se apoya en fundamentos, motivos 6 razones graves, que son los guias de la pru- dencia; luego obra licita y pruden- tementé. Y para obrar con pruden- cia no es necesario certificarse de las cosas contingentes, tal cual son a parterei, porque eso muchas veces es imposible 4 1a capacidad huma- na, sino que basta que hic et nuc, y atendidas las reglas de moralidad, se apoye en una ra2zén 6 fundamen- to sdlido que le persuada la licitud y honestidad del acto. Deotro modo, en muchisimos casos seria imposi- ble formar dictamen de prudencia, porque no es posible al entendi- miento humano encontrar siempre la verdad; pues & excepcién de la fe y de-las consecuencias que se de- ducen de sus articulos y principios evidentes, lo demas no sale de la esfera de la probabilidad. Suelenalegar también losantipro- babilistas en favor de su doctrina algan texto de la Sagrada Escritu- ra, del Derecho canénico, de Santos Padres y de los Romanos Pontifices, principalmente el de Inocencio II, que dice: In dubiis tutior pars est eligenda; y.el de Clemente III: In dubiis semitam debemus eligere tutio- rem ; 4lo que se responde: que de la Sagrada Escritura y del Derecho canénico se deduce lo’ contrario, porque dice San Pablo: Non cognovi 38 - peccatum nisi per legem, y se lee en el Derecho candnico, C. cum jure de off. et pros. jud. deleg.: Nisi de mandato certus extiteris, exequi non cogeris. quod mandatur. Lo que con- ma el Derecho civil por estas pa- labras: In dubio nullus presumitur obligatus. (Auth. qusb. modis, § de natura.) : Con respecto 4 los Santos Padres, debe advertirse que tanto en ellos como en los escoldsticos antiguos, se toma muchas veces la opinién en la acepcién de una leve creduli- dad 6 aparente persuasién de una cosa. Yen cuanto 4 los textos de los Romanos Pontifices, se satisface| diciendo que tales textos no son del caso, prque sé refieren & circuns- tancias en que no hay lugar 4 la opinién, por cuanto unos suponen ley cierta y clara, 6 duda practica 6 ignorancia vencible,. 6 hablan aconsejando lo mejor, pero no obli- gando. He Si‘dicen que el probabilismo mo- -derado favorece 4 la relajacién de las costumbres, diremos que esa es una suposicién falsa , & no ser que sea por una mala inteligencia del sistema, 6 por el abuso de exten- derle més alld de lo que 61 dicta y permite; porque si adoleciese de ese vicio, le hubiera condenado la Igle- sia, como debe y suele hacerlo con todo lo que se opone 4 la pureza de las costumbres, y en 61 hubiera condenado también la Teologia mo- ral de San Alfonso de Ligorio, fun- dada en el sistema del probabilis- mo, y lejos de ser as{, tiene dicha Teologia en su favor: * 7 1.° La autoridad de la Sagrada Congregacién, que habiendo exa- minado las doctrinas de San Alfon- so de Ligorio, declaré el afio de 1808, niihil in eis censura dignum re- pertum fuisse: y ampliando més esta declaracién el afio 1831 ,. dijo quela Teologia moral de dicho Santo sequi tuto potest, y que no debe ser in- quietado el confesor que sigue sus opiniones en la practica del sagra- “TRATADO Il. — CAPITULO ¥. atender 4 las razones contrarias, 2.° El grande aprecio que todos los Papas posteriores al Santo han hecho de su doctrina. 8.° El voto undnime del Episco- pado espafiol, mandando que se ex- plique la Teologia moral por un compendio de la del Santo: y 4° La grande autoridad que va tomando esta doctrina en el orbe literario, inclusa la misma" Roma, donde se explica publicamente, Si objetasen que el probabilismo fué condenado por Clemente XIII en las proposiciones condenadas que puéden verse al fin, que principian: Nuestro probabilismo consiste en estos tres puntos: —Licito es seguir la mds probable por la libertad, dejando la ‘menos probable por la ley.—Licito e seguir la igualmente probable, que fa- vorece d la libertad, dejando la igual- mente probable, que favorece d la ley. —Licito es seguir la menos probable, que favorece 4 la libertad, dejando ia mds probable , que favorece é la ley, etc., diremos que, segiin juicio de doctos y graves autores, tales proposiciones fueron condenadas en confuso ef in-globo, pero no en par- ticular, aut divisim; lo que cra, ne- cesario para que todas ellas fuesen condenadas, como lo hicieron otros Papas. Cierto que Clemente XII condené un papel que comprend{a jas proposiciones dichas, entre las que se encuentran los tres puntos referidos. Algunas de ellas éran res- pectivamente falsas, temerarias y ofensiyas 4 los ofdos piadosos ;" por éstas, ¥ no por aqui las, fué.con- denado el papel, como se deduce de la contestacién' que dié 4 San Li-” gorio el Emmo. cardenal Galli, pe- ~ nitenciario mayor de Su Santidad, en los términos siguientes : : «Puedo asegurar 4 V.S. I. que en la condenaciédn del folleto 4 que 8e refiere no se ha pretendido conde- nar’ ninguna de las proposiciones controvertidas en la Iglesiacatélica ydefendidas catélicamente por mu- chos; pero ha habido necesidad de do tribunal de la Penitencia, sin prohibirdichofolleto, porque contie- DE LA CONCIENCIA. ne ciertas proposiciones que V. 5. I. conoce muy bien ser dignas de cen- sura. > (Véase sobre esto 4 San Lig., li- bro 1, n. 85-y 86, al fin de cuyo na- mero se encuentra esta repuesta :) gs verdadero el principio que dice : qui probabiliter agit, pruden- ter agit? Como principio primario que ten- ga fuerza por si, es falso é ilicito : quia sola probdbilitas non sufficit ad bene operandum., ut dictum est. Como consecuencia de algtin otro princi- pio ; v. gr. : se busca la ley y no se encuentra; luegd no existe, 6 se ignora invenciblemente, es verda- dero y licito. En concurso de dos opiniones igualmente probables las dos, 4 fa- vor de la ley;.v. gr. : la que dice que se debe manifestar al cémplice para \a integridad de la confesién, y la que dice que no debe manifes- tarse, por no informarle, gcudl debe seguirse? Suponiendo que sean igualmente probables, se deberd seguir la mds fuerte, la m4s grave, la mAs urgen- . te 6 la menos peligrosa, respectiva- mente 4 las leyes 4 que se refieran; » porque asi parece que ‘lo dicta.la razon y la prudencia. ¢Debemos obrar con opinidn se- gura? Siempre no: porque ya hemos probado que sepuedeseguir opinién probabilisima y mas probable. ¢Cudndo debemos obrar con opi- nién segura? 1.° En materias y formas de Sa- cramentos; porque en lo que depen- de de la voluntad de Dios, no sufra- ga. el argumento de probabilidad, sino el de realidad ; y decir lo con- trario esté condenado por Inocen- cio XI, prop.1.*% - 2.° En las cosas necesarias ne- cessitate medii ad salvadum; porque debemos asegurar nuestra felicidad antes que exponerla al argumento de probabilidad. 8.° Cuando se sigue dafio 4 sf mismo 6 4 tercero ; porque la opi- 39° nién de los hombres no quita 4 la accién que sea damnificativa, si realmente lo es. gPara obrar bien basta que la opinién sea probable 4 juicio de otros, 6 debe serlo 4 juicio del que obra? Z Si el operante es capaz de discu- rrir sobre la probabilidad de opi- niones, debe serlo 4 su juicio pro- pio; 4 no ser que, movido de la autoridad, deponga su opinién y abrace la de otros. Si es rudo, basta que lo sea 4 juicio de otros y se con- forme con ella. gBasta cualquier autor para hacer una opinién probable? Para hacerla absolufe probable, no; decir lo contrario, esté conde-" nado, Para hacerla probable relati- ve, basta un autor ; V. gr.: un pd- rroco confesor 6 superior, etc., res- pecto de sus feligreses,- penitentes 6 stbditos. Y éstos, por razén de obediencia al superior, podran se- guir opinién menos probable y con- traria 4 la suya, formando el juicio recto de que al inferior le es licito. conformarse con la opinién del su- perior, no constandole que lo que le manda es contra la ley de Dios, Dos casados que por un impedi- mento de impotencia dudan del va- lor del matrimonio; gpodran hacer diligencias para consumarle hasta el ultimo instante de los tres afios? Si; porque aunque spectlative sea mas probable que elmatrimonio sea nulo ; pero practice obran bien por este principio; licito es los casados que se hallan en tal caso usar de los privilegios que les concede la Igle- sia para consumar el matrimonio, que son tres afios. 7 «Cuando al tiempo de obrar se presentan dos opiniones, una mds probable que favorece’é la ley, y otra menos probable, que favorece 4 la libertad, ges licito seguir la que favorece 4 la libertad, dejando la mas probable, que favorece 4 la ley?" - : No ; porque el que en este caso sigue la opinién menos probable, 40 obra imprudentemente. Pues aunque TRATADO Il. — CaPfTULO Y. da probabilitas ; ergo licet sequi hanc la opinién sea probable en si, opo-| probabilitatem, sive opinionem vere niéndosele otra mas probable, que-|probabilem, relicta tutivre etiam pro- da su probabilidad muy disminuida, y'asi puede llamarse, y es en reali- dad en este caso, tenwe su probabi- lidad ; es asi que esté condenada por Inocencio XI la proposicién que dice que obramos prudentemente cuando obramosapoyados en proba- bilidad quamtumvis tenui ; luego el queobra con opinién probable, Ape- sar deotramasprobable, obraimpru- dentemente; mas noes licito obrar imprudentemente ; luego cuando al tiempo de obrar.... no es licito se- guir la opinién menos probable.... Dirds :da opinién proBable, por s{sola, basta para formar prudente dictamen; luego también bastard.en concurso de la mas probable. Res- pondo. Prescindiendo del anteceden- te (el.cual no se puede admitir sino cuando se presenta sola la opinién probable, y no cuando se le opone otra que lo es mas), niego la conse- cuencia ; porque en este caso, los motivos de 1a mas probable retraen el juicio, al modo que el mayorpeso, puesto en la balanza contrayia, se lleva al menor ; ysi no lo retrae, es porque la yoluntad apasionada lo obscurece y le hace fuerza, lo cual no puede ser prudente. San Agustin est4 muy explicito en esta materia. Decian los académicos: Cum agit quisque quod ei probabile videtur, nec peccat, nec errat. Y 4 este principio Nama el Santo nefarium, formidolo- sum et optimo cuique metuendum. (Contra Acad., cap. XVI.) Esta es también la opinién de San Ligorio, porque dice : Ubi veritas claré inve- niri nequit, {enemur amplecti saltem opinionem illam, que propius ad ve- ritatem accedit, qualis est opinio pro- dabilior. (Lib. 1, tract.1, de Con- scientia prob., cap. HI.) + Objetards con el P. Gury : Nulla est obligatio nisi de ea certo, constet ; atgui non constat, certé, ubi contra eam est vera probabilitas j sive non constat de obligatione servande le- gis, contra quam militat vera et soli- babiliore. Respondo : Dejando lo de la mds segura, que no debe corifun- dirse con la mds probable, niego la mayor; porque, segin el mismo P. Gury, no se puede seguir una opinion tenuiter probable, dejada la mas segura ; 6 debemos seguir ésta, dejando la contraria tenuiter proba- ble; es asi que habiendo una opinién tenuiter probable contra la mas se- gura, ya no consta ciertamente de la verdad de ésta; luego, segun-el mismo, en este caso no habré obli- gacién de seguir la mds segura, lo cual es falso, segtin el mismo y to- dos ; luego no es exacto que, Nulla est obligatio, nisi de ea certd constet. Ademds, no podemos seguir la opinién tenuiter probable en con- curso de la verdaderamente proba- ble, y, por tanto, menos en concur- so de la mds segura; mas la opinién que tiene contra si otra, aunque tenuiter probable, no puede sercier- ta; luego, seginel P. Gury, en este caso no estaremosobligados aseguir la mas probable ni la mAs segura, porque su obligacién non constat certd : esto es falso; luego se da obli- gacién, aunque de ea non certé con- stet. Ahora pruébase mi proposiénme- nor. Donde consta ciertamente de la- obligacién, desaparece toda proba- bilidad en contra ; de lo contrario, dejaria de ser cierta; luego cuando contra la ‘mas probable 6 segura bay una opinién probable, dejan aquéllas de ser ciertas; y habiendo una opinion tenwiter probable con- tra la mas segura, ya no constacter- - tamente de la verdad de ésta, y, por tanto, ni de su obligacién; Juego no deberiamos seguirla.» ¢Es licito seguir opinién morali- te* certa en cuanto al ‘valor de los Sacramentos, dejando la segura? En la administracién de todo Sacramento se debe seguir la mas segura, si es posible, fuera del caso © de urgencia 6 extrema necesidad de DE LA LEY. seguir la menos segura 6 menos probable. » ¢Puede-y debe absolver el confe- sor al penitente que no se conforma con su opinién? : Si la opinién toca al valor de los Sacramentos, 6 es de tenue proba- bilidad, no; porque no va dispues- to. Fuera de estos casos, si la opi- nién es cert? probable y es sujeto capaz de comparar entre probabi- lidad de opiniones, u obra con con- sejo de hombres doctos, puede ab- solverle ; porque no debe suponer que él lo gabe todo, 6 porque el confesor no es juez de opiniones, sino de la disposicién del peniten- te, y en tales circunstancias puede juzgar que éste viene bien dis- puesto. ate gLos médicos y cirujanos, qué opiniones deben seguir en el ejerci- cio de sus facultades? * Las mas seguras; ¥ 4 falta de és- tas, las mds probables. Pero nunca le es licito aplicar una medicina cuyas virtudes ignoran ; porque en * ese caso, es mejor abandonar al en- fermo 4 la naturaleza y 4 su Cria- dor. Ni tampoco les es licito expe- rimentar la medicina en un pobre para aplicarla después al rico ; por- que el mismo derecho tiene 4 la vida el uno que el otro, é Qué opiniones deben seguir los jueces? . In criminalibus favendum est reo, nisi de crimine constet (Reg. jur., ca- non. 11, in 6): porque mejor es de- Jar impune un delito, que exponer- se 4 castigar 4 un inocente Jn civi- libus, distingo: In dubio de sola proprietate, standum est pro certo Possesore; guia in pari delicto vel cau- 8a, melior est conditio partis possi- dentis. (Reg. jur., San Ligorio, nu- mero 210.) Jn dubio de proprietate si- mul ac de possesione, deben juzgar 6 seguir la opinién mas probable : y decir lo contrario esté condenado por el derecho natural y por Ino- cencio XI, prop. 2.*; porque el juez no ha de ser Arbitro ni aceptador de personas, sino que debe pesar AL Jas razones en Ja balanza de la, ra- z6n y de la justicia. éQué debe hacer el juez enel caso de que las razones sean igualmente probables por ambas partes, 6 en el caso de que éstas prueben igual derecho? Si la cosa & objeto de la cuestién es divisible, debe, vel rem dividere, vel sortibus litem dirimere, vel aliter partes componere, 6 hacer mas prue- bas, y entonces sera dificil que prue- ben igual derecho. Pero. aun en ese caso, no podra exigir interés algu- no por el puro arbitrio, porque eso seria vender la justicia y exigir in- terés por hacer lo que esta obliga- do. Decir lo contrario esté conde- nado por Alejandro VII, prop. 26.. ¢Los abogados, qué opiniones deben seguir en el patrocinio de sus causas ? In criminalibus , possunt favere reo, aunque conste su delito, por- que 4 nadie injurian. In civilibus, monita parte, pueden defender aun la menos probable, siendo comun et certo probable, porque representan una parte litigante 4 quien es licito defenderse, 6 porque no proceden definiendo, sino defendiendo un de- recho dudoso; y también es licito investigar 6 aclarar la verdad. Pero jamds pueden defender una causa injusta, so pena de restitucién,- ni valerse de mentiras, dolos, fraudes 6 sofismas para desempefiar su mi- nisterio. | TRATADO IV. De Ia ley. CAPITULO PRIMERO. DE LA ESENCIA DE LA LEY Y SUS DIVISIONES. Quid est lex? : Quedam rationis ordinatio ad bo- num commune @ Superiore legitimo imposita et promulgata. GEn qué se divide la ley? 42 Difieren los autores en el moda, de ‘dividirla; pero, considerando que la ley es regla por donde se di- rige el hombre, y que éste tiene dos fines, uno robrenatural y otro na- tural, 6 que tiene que vivir en rela- cién con Dios y con los hombres, decimos, que se divide la ley endi- Vina y humana, prout @ Deo, vel ab hominibus inmediate pro cedit. La divina se divide en eterna, natural y positiva. La eterna. es ratio vel voluntas Dei ordinem naturalem conservari jubens et perturbari vetans. La natural es ipsamet lex «eterna impresa in corde hominis per suam rationem, proecipiens ea quo per se “sunt bona, et prohibens ea quae per se sunt mala. — La positiva divina es que ex be- neplacito. Dei provenit ut ab homini- bus observetur. La humana puede ser eclesidstica y civil, prowt provenit a superiore ecclesiastico, vel d superiore Laico. gEn qué mds se divide la ley? 1.°. En afirmativa y negativa, -prout precipit, vel prohibet, aliquid agendum. ‘ 7 2.° En favorable y odiova, segin que versa acerca de materia conre- niente U onerosa para aquel 4 quien se impone, 6 segun que se amplia 6 restringe la libertad. 3.° En pure preceptiva, pure pe: nal, y mixta de pénal y preceptiva, prout pra&cipit, vel prohibet, aliquid agendum sub preecepto, sub pena. vel sub utroque simul; v. gr.: la que manda oir misa los dias festivos, es ley pure preceptiva; la que prohibe pescar en tal rio 6 cazar en tal mon- te, bajo la pena de veinte reales, es ley penal; y. la que manda la Co- munién pascual, bajo pena de ex- Comunién, es mixta de preceptiva y penal, porque abraza los dos ex- tremos. La mixta puede ser copula- tiva y disyuntiva, segan que abra- za los dos extremos, 6 uno de ellos solamente, Las leyes copulativas obligan en conciencia 4 las dos co- sas; las ‘disyuntivas determinada- TRATADO IV. — CAPITULO II. mente no obligan 4 nada; pero in- determinadamente obligan 4 uno de los dos extremos. 4.° En pure irritante, pure pro- hibente y mixta; prouf statuit quod actum fiat nullum, sed non peccami- nosum; vel peccaminosum, sed non nullum; vel nullum et peccaminosum simul; v. gr.: la ley que dispone que el testamento sea nulo si no est& adornado de tales requisitos, es ley irritante; la que establece que no se celebre el matrimonio sin leer las proclamas, 6 con impedimento impediente, es ley prohibente; y la que establece que no se celebre ma- trimonio entre primos carnales, 6 con impedimento dirimente, es ley mixta de irritante y prohibente. 5.° En escrita'y de costumbre. 6.° En derecho de gentes. 7.° En municipal. CaPiTULO I. CUESTIONES RELATIVAS 4 LAS CONDICIONES DE LA LEY. ¢ Qué condiciones ha de tener Ia ley para que sea verdadera 6 in- duzea obligacién? Que sea dada por legitimo supe- rior, honesta, justa, cierta, util, po- sible, perpetua y promulgada. Ha de ser dada por legitimo supe- rior, porque dar leyes es acto de ju- risdiccién que sdlo la tienen tes su- periores sobre los subditos. Ha de ser honesta y justa : esto es, conforme con. la- religién y con la moralidad ; porque si no, no proce-" deria de la ley natural, que es el fundamento de toda ley, y porque el fin de la ley es hacer bueno 4 los hombres ; lo que no puede conse- guirse con leyes deshonestas .é in- justas. Ha de ser cierta, quia lex dubia, : vel incerta, non potest certam induce- re obligationem. : Ha de ser titil ¢ la comunidad, por- que el fin esencial de {a ley debe ser procurar-el bien de los sibditos. - Hade ser posible su cumplimiento, DE LA LEY, atendidas las circunstancias del 43 puede ser de dos maneras, facti et_ tiempo, lugar y personas, porque|juris. ad impossibile, sive phisyce, sive mo- raliter nemo tenetur. : Ha de ser perpetua; esto es, que dure mientras permanezcan las cir- cunstancias en que se dié, 4 no ser que se abrogue 6 se haga perjudi- cial 6 inutil. Yha de ser promulgada, porque, - como dice Santo Tomas, la ley es la regla por’ donde se dirige la co- munidad, y ésta no puede dirigirse mientras no se le manifieste 6'se le aplique la regla 6’se le haga cono- cer ; porque nadie esta obligado & Jo que ignora 6 no le consta que es obligacién ; por eso esté admitido como axioma: Leges instituwntur cum promulgantur. (Derecho deGra- ciano.) 7 g Obligan las leyes de los legisla- dores tiranos ? : Si el legislador es sélo tirano quia tyranice gubernat, vel administrat, si: porque es legitimo superior, y porque dice San Pedro (Ep. 1.%, ca- pitulo x1): Subditi stote dominis, non tantum bonis, sed etiam discolis: 4 no ser que las leyes sean injustas, como se diré después. Si es tirano, quia tyranice. possidet, y ya posee en paz el reino usurpado, también hay obligacién de obedecer sus le- yes justas, por evitar los males que se seguirian 4 la sociedad. Si aun no posee en. paz el reino, no obli- gan sus leyes, porque ain no es le- gitimo superior. ¢ Obligan las leyes injustas ? Si son injustas ex parte materie, esto es, si van contra el derecho natural 6 divino, no obligan ; quia oportet obedire Deo magis quam ho- minibus. (Act. Apost., XXIX.) Si son injustas ex parte finis, tampoco obli- gan; porque el finde la ley debe ser honesto, justo y util al bien comin. gObliga en conciencia la aplica- cién de la ley, 61a sentencia que se funda en alguna presuncién? Entendemos por presuncién, juz- gar por algunos indictos que una Presumptio facti , vel presupposi- tionia, es aquella por la que el legis- lador 6 juez presupone que hubo un hecho culpable que debe castigarse. Presumptio juris, vel periculi, es aquella por la que el legislador juz- ga que hay peligro de mal 6 culpa, 6 que se obra con fraude 6 dolo que quiere precaver, yaqui el legislador no atiende al hecho, sino 4 preca- ver el peligro, dolo, fraude, etc., y decimos : 1.° Sila ley 6 sentencia se fun- da in presumptione facti, no obliga nisi factum ewistat : porque siendo el hecho falso, falta el fundamento de la obligacién, segun el axioma: Presumptio cedit veritati, V. gr. : saliendo e] guarda 4 celar el campo, encuentra ‘un daiio, y al ver 4 Pe- dro que estaba trabajando al lado, |juzgé, aunque falsamente, que é1 6 un caballo suyo le habian causado, por lo que le delata al juez, y éste le condena 4 pagarla multa y resarcir los dafios. Pues bien: aunque Pedro, ratione scandali vitandi, estaria obli- gado 4 ello, podria compensarse oculte después de la sentencia del juez ; porque siendo falsa’ la impu- tacién, falta el fundamento de la obligacién. Y lo mismo se diré si el juez condenase 4 Pedro 4 solventar una deuda que ya tenia satisfecha, pero que no lo podria probar por falta de documentos. 7 2.° Silaley 6 sentencia se funda . [en presuncién de derecho, de un peligro general, de culpa, fraude, dolo t otro inconveniente que inten- ta-evitar, obliga en conciencia, aunque resulte falsa la presuncién en algun caso particular; porque la ley atiende 4 lo que sucede comun- mente, y nolo que pueda suceder en un caso partieular, y,porque asi lo exige el bien comin para hacer cautos 4 los hombres y evitar efi- cazmente el peligro y los daiios, que es el fin de la ley; v. gr.: si una ley prohibiese bajo alguna peta Cosa es cierta; y esta, presuncién!leer un libro pernicioso 6 vender 44 veneno, por el peligro queesto lleva consigo, tanto la ley como Ja solu- cidn de la pena, supuesta su infrac- cién, obligarian.en conciencia; y esto aunque creyese el infractor * que respecto de é} no habla peligro en leer el libro, 6 que el que Heva- ba el veneno no abusaria de él. Y lo mismo se dird si se prohibiese vender tales géneros sin ser reco- nocidos, usar medidas sin el sello de fidelidad, salir de casa de noche sin faro}, llevar armas, etc., aun- que el sujeto, fundado en que obra legalmente, juzgase que no le com- prendia la ley ; porque en e] hecho de no obedecerla se presupone que obra con frande 6 dolo, Bee ¢Obliga la ley dudosa cuando hay dubium juris? Ya hemos dejado sentado, quod lex dubia non obligat: sive lex incer- ta non potest certam inducere obdliga- tionem ; porque mientras la ley es dudosa, noestésuficientemente pro- mulgada, que es unacondicién para que obligue. Se prueba también por lo que dice San Pablo (ad Rom., ca- pitulo vir, versiculos 7 y 8): Non cognovi peccatum nisi per legem : nam concupiscentiam nesciebam, nisi lex diceret « Non concupisces. Sine lege enim peccatum mortuum erat. Donde se ve que para que haya pecado exige conocimiento de la ley y éste no le hay cuando la ley es dudosa, y porque dice el Derecho: Nisi de mandato certus extiteris, exegui non cogeris quod mandatur. ¥ se prueba, por fin, por el dicho de Santo To- mas : Nullus ligatur per preceptum aliguod nisi mediante scientia Yilius precepti. Entendiendo esto en la gu- posicion de que, adhidita diligentia, nose encuentre la ley, et secluso scandalo, vel. notabili inconvenienti. CAPITULO III DE LA PROMULGACION ¥ ACEPTACION DE LA LEY. , Quid est promulgatio legis ? Solemnis publicatio legis, facta a TRATADO Iy, — CAPITULO III. legitimo superiore vel ministro, qua subditi regulariter loquendo, possunt venire in ejus cognitionem. 2.La promulgacién es de esencia de la ley? In actu primo, 6 para ser verda- dera ley, no: in acto secundo, 6 para que obligue la ley, es de esenciade ella ; porque, camo dice Santo To- mas (1), la ley es la regla por don- de se dirige la comunidad, y ésta no puede dirigirse mientras no se le manifieste, 6 se le aplique la regla, 6 se le haga conocer; porque nadie esté obligado 4lo que ignora; de aqui el axioma: Leges instituuntur cum promulgantur. : ¢ Obliga la ley cuando se duda si esté promulgada ? No : porque mientras no esta su- ficientemente promulgada es ley dudosa, et lex dubia non obligat. (S. Lig.,n.27.) 2 > ¢Cémo se ha promulgado la ley para que obligue.? Solemnemente, segun las forma- lidades de derecho; porque si no, no sabriamos si el legislador nos hablaba como tal, 6 como persona particular. enseesraie ¢Dénde se ha de promulgar la ley para que obligue? Se requiere y basta que se pro- mulgue 6 publique en el punto 6 lu- gar donde los sibditos puedan tener noticia de que esté promulgada, atendiendo en este punto 4 la cos- tumbre recibida y 4 los estatutos de la comunidad. Teniendo presente que en Espafia, hecha oficial 6 so- lemnemente 1a promulgacién de la ley, obliga ésta desde luego en la capital de la provincia, y cuatro dias después en los demas pueblos de ella. Quid est aceptatio legis ? Ad boc ut lex yirtutem obligandi oportet quod applicetar hominibus, azdum enim regulari debont, talis ‘applicatio fit per hoc quod in goram notitiam deducitur ex ipsa promulgations ; ‘unde promulgatio ipsa necessaria ext ad hoo ut lex habeat suam virtutem. (Santo Tomas, |. 2 4. 9, a. 4, in corp.) DE LA LEY. Submissio qua. subditi formaliter vel virtualiter legem aceptant. ¢Para que obligue la ley es nece- sario que el pueblo la acepte ? Per se, no: porque eso equival- dria 4 decir que se podia resistir 4 la potestad, 6 que eran mayores las facultades del pueblo que las del legislador, y habria el inconvenien- te de que sdélo se aceptarian las le- yes favorables. De consiguiente, peca el pueblo que sin causa no acepta la ley justa del legitimo su- perior : decir lo contrario est&é con- denado por Alejanéro VII, prop, 28. Per accidens, puéde no obligar la ley que no est aceptada, ratione con- sensus superioris , ratione privilegii, vel .consuetudinis tolerate. : 4 Obliga la ley que no est& acep- tada por Ja mayor y mas sana par- te de la comunidad ? Si el legislador insta por su cum- plimiento, si; por lo que queda di- cho de que el legistador es indepen- diente del pueblo, etc.: si el legis- lador no insta por su observancia, no obliga. Y aunque los primeros pecaron en no aceptar la ley, los demas se excusan de pecado por ra- z6n del consentimiento presunto del superior. (S, Lig., n. 137 y 139.) 4 Obliga la ley, en duda de si esta aceptada? | Si, porque se presume aceptada mientras no conste lo contrario; quia presumitur factum, quod de jure faciendum erat. : «Si el pueblo 6 corporacién, pro- mulgada la ley, tienen razones que exponer al legislador para que se derogue, y en efecto, lo piden, en- tretanto no obliga la ley. Lo mismo si es puesta por el inferior y se ape- la al superior. ie Las Bulas de los Papas se publi- ean y fijan ad valvas Sancti Petri, y obligan desde aquel dia y se tienen como promulgadas en tode el orbe catélico ; asi, el que’ lo sabe, aun por carta particular, las debe ob- servar..Scavini dice que fuera de Roma, si otra cosa no expresan , no obligan las leyes pontificias hasta 45 dos meses después de su promulga- cién en aquélla, Lo que si parece cierto es que, si la ley irrita un contrato hasta en- tonces licito, 6 priva de una juris- diccién, se debe interpretar ‘benig- namente, y no deberd tenersu efec- to hasta que no esté bien promul- gada en aquel lugar, » (Sudrez.) ¢Cémo peca el que desprecia la ley con desprecio formal ? Puede versar el desprecio circa legem, circa legislatorem , et circa rem | preceptam. Segin que se desprecia la ley 6 al legislador como tales, 6 respetando todo esto, sdlo se des-- precia la cosa mandada, 6 prohibi- da, obrando en contrario 6 pecan- do, v. gr., por fragilidad, por ne+ gligencia, 6 por afeccién al objeto. Y supuesto esto, decimos : : Si el desprecio es acerca de la ley 6 del Jegislador, es pecado mortal, y no admite parvidad de materia; porque esto es despreciar la recti- tud de la ley 6 autoridad de donde procede, que es el mismo Dios, ex illo ad superiores: Qui vos spernit, me spernit. (Luc., X.) Y¥ esto es lo que se llama desprecio formal. Pero e\ desprecio material de sélo la cosa mandada 6 prohibida, seri peca- do mortal 6 venial justa materiam; Vv. gre: si respetando uno la ley de la justicia, hurtase materia leve,- sdlo pecaria venialmente, porque slo despreciaba la cosa prohibida, mas no la ley ni al legislador, «Nétese: 1.° Que la ley no obliga 4 cul- pa, si ésta es la intencidn del legis- lador. 2.° Que si la ley civil se opone 4 la divina 6 4 la canénica en ma- terias canénicas 6 morales, no obli- ga, porque se desvia de la rectitud que debe tener. 3.° Que si, promulgada, gene- ralmente no se observa, y el legis- lJador, sabiéndolo y pudiendo, no insta por su observancia, no se peca, siguiendo la practica general. 4.° Si la materia de la ley es leve, no puede obligar 4 culpa gra- 46 ve. Pero también se ha de atender al fin del superior 4 otra-causa, porque por el fin del superior u otra circunstancia podré ser grave, y en- tonces obligaré sub gravi. - : La ley no se extiende 4 los actos anteriores 4 ella. Si prohibe un contrato, no anula los verificados ya, si por otra parte no son nulos; porque las leyes no tienen efecto re- troactivo.>» - CAPITULO IV DEL LEGISLADOR, 6 SEA DELA POTESTAD LEGISLATIVA. gAdemas de Dios, que es el Le- gislador supremo, del que depen- den los demés, quién puedé esta- blecer leyes? : Leyes eclesidsticas, el Papa y los Concilios generales en toda la Igle- sia; porque sdlo al Papa le dijo Je- sucristo en la persona de San Pe- dro: Quodcumque ligaveris super te- rram, erit ligatum et in celis: et quodcumque solveris super terram, erit solutum et in colis. (Mat., XvI.) Pasce oves meas. (Joan. , XxI.) Y los Arzobispos, Obispos y Legados del Papa pueden establecerlas en sus didcesis, provincias 6 reinos de sus legaciones. : «Los concilios sinodales 6 de cada didcesis 4 que concurren el Obispo y presbiteros que deben- por dere- cho, tienen también potestad para dar leyes en los respéctivos territo- rios de su jurisdicctién’; mas se lia de notar que en el concilio 6 sinodo diocesano sélo el Obispo tiene juris- diccién legislativa ; y asi de él sdlo recibe toda Ja autoridad. Y aun é] por si solo (audito tamen.consilio ca- pituli) puede dar leyes, segin aque] axioma de los canonistas : Quod po- test Pontifex in tota Ecclesia, id potest Episcopus in sua diwcesi. Pero esto se entiende con limitacién ; porque no pueden legislar en las materias que se han reservado los Papas, ni contra los privilegios por éstos con- cedidos, ni contra el derecho co- TRATADO Iv. —CAPITULO IV. min, ni contra las Cohstituciones pontificias. No pueden mudar log ayunos de la Iglesia, ni las tiestas, ni el oficio divino, ni canonizar log Santos, ni unir ni dividir obispados, ni poner tributos al clero,-ni impe- dimentos al matrimonio. Las leyes que se dan en Ios sino- dos ‘son perpetuas ; las que pone el Obispo por si solo 6 fuera del sino- do, sino son dirigidas al pueblo y clero en general, y declaran expre- samente que han de ser leyes per- petuas, se entiende que son precep- tos temporales.» 7 Leyes civiles pueden establecer- las los Reyes y principes indepen- dientes en todos sus dominios ; por- que 4 ellos les dirigié Dios estas pa- labras: Per me Reges regnant, et legum conditores justa decernunt. Per me principes imperant et potentes de- cernunt justitiam. (Parab. Salom., vul.) Ya las establezcan con acuer- do de sus Parlamentos, ya sin él, segin la forma de gobierno que rija; y los delegados de los dichos podran poner leyes en los distritos de sus delegaciones, segin las fa- cultadés de que se hallen ador- nados. ¢De qué derecho legislativa? © . En los principes supremos, como el Papa y los Reyes, de derecho di- vino; como consta, respecto del primero, de las palabras Quodeum- que ligaveris.... Pasce oves meas..i. 5 y respecto de los segundos, de las otras: Auditi, Reges.... quoniam data est 2 Domino potestas vobis. (Sap., VI.) Per me Reges regnant.... Per me prin- cipes imperant.... Dejando aparte ls cuestién de si esta potestad la reci- ben éstos @ Deo immediate, vel me- diante populo. : Se disputa acerca del origen de la potestad legislativa de los Obispos: unos dicen que es de derecho divi- no ex illo: Attendite vobis et universo gregi, in quo vos Spiritus Sanctus po- suit Episcopos regere Ecclesiam Det. (Act. Apost., xx.) Otros dicen que no es de derecho divino, y por con- es la potestad DE LA LEY. siguiente interpretan de otro modo el texto citado. Pero de cualquiera derecho que sea, deben estar su- bordinados al Papa, como Cabeza que es de toda la Igiesia, y jefe de todos los Obispos. gTiene la Iglesia potestad para establecer leyes? ~ . Si; porque siendo una perfecta comunidad, debe estar adornada de todo lo necesario para su buena di- reccién y gobierno. Consta ademas de las palabras dichas, y de éstas: Qui vos audit, me audit ; qui vos sper- nit , me spernit, dirigidas 4 los su- periores. CAPITULO V DEL SUJETO DE LA LEY. eQuién es ej sujeto de la ley? De la natural y divina, todo hom- bre que tenga uso de razén ; de la eclesidstica, todo hombre que tenga uso de razén y esté bautizado; y de la civil, todo hombre que tenga uso de razén y sea subdito del que la pone. Pero es de advertir que el que indujese 4 infringir la ley natural al que no tiene uso de razén, se ha- ria reo de un pecado formal, por ser causa de un pecado material, y en este sentido puede decirse que tam- bién es sujeto de la ley natural el que no tiene uso de razén. El legislador esté obligado 4 sus leyes? eee Si es legislador inferior, est obli- gado 4 ellas, tam quoad wim directi- vam vel sub culpa, quam quoad vim coactivam vel sub pena, porque por ser superior no deja de ser subdito, supuesto que obra en mombre de autoridadd superior 4 la suya, Si el legislador, supremo, pero dependiente, v. gr.: el presidente de los gobiernos representativos 6 republicanos, también esta obliga- do de los dos modos, porque no es propiamente legislador, toda vez que la facultad de establecer leyes reside’ en las Cortes. Si es legislador supremo y-abso- 47 luto, y las leyes son comunes 4 é1 con sus sibditos, como las que de- terminan el precio de las cosas .6 monedas, esta obligado quoad vim directivam, quia regis ad exemplum totus componitur orbis; pero no lo esta quoad vim coactivam, quia nemo infligitur a se ipso, 6 porque no tiene superior que le aplique la pena; pero si las leyes no son comunes 4 él con sus subditos, no esta obliga- do de ningun modo, porque se su- pone que no es su voluntad obli- garse 4 tales leyes, 6 que se dis- Pensa de ellas. gLos clérigos estén obligados 4 las leyes civiles? A las que pugnan con la inmuni- dad eclesidstica, con la dignidad de su estado, 6 con los sagrados cAnones, no estan obligados; pero 4 las demas leyes que afectan al bien comun, est4n- obligados como todos los demas sibditos, porque son parte de la comunidad. ¢Los vagos, estan obligados 4 las leyes del territorio por donde pasan 6 donde se encuentran? S{; porque no teniendo domicilio fijo en ninguna parte, le adquieren donde se encuentran, ex illo: Ubi po- nunt pedes ,.ibi acquirunt domicilium, De lo contrario vivirfan sin ley, y porque el que esté al beneficio debe, estar al perjuicio 6 incomodidad; y pues gozan de los privilegios de di- chs territorios, deben estar sujetos 4 sus leyes (1). 7 (1) Vagos 6 vagabundos gon los que andan de lugar en lugar sin tomar asiento ni habita- cin permanente en ninguno. Y éstos adquie- ron domicilio transeunte en los pueblos por donde pasan, on virtud del cual"quedan obli- ads sus leyes; de lo contrario serian ex ges ¥ no estarian sujetos 4 potestad alguna, logue repugns al derecho natural y do gontes, eregrino es el que tiene demicilio propio y esté fuera de él por algin asanto: como los vigjeros, negociantes, militares, estudiantes, criados de servicio, otc.; ¥ éstos son poregri 408 rospocto de los iugarér por donde pasan, y aun del en que se encuentran, 4 no ser qué an él hayan adquirido domécilio $ cwasi domi cilio, on euyo caso sertan domiciliarios y sujo- tos do sus leyos y privilegios. Se adquiare do- micilio, czando se toma asiento en ‘un lugar con intencién de vivir en él toda 6 la mayor parte do la vida; y cuars domicilio, cuando 6 48 Los peregrinos, gestan obligados 4 las leyes del-territorio de su do- micilio? Si no salieron de su domicilio en fraude de las leyes, no estan obli- . gados 4 ellas, porque la ley no afecta 4 sus sibditos nisi mediante territorio: si salieron en fraude de -la ley, dicen algunos que estan obli- gados 4 ella;.quia fraus et dolus ne- mini patrocinari debent; pero es mas probable que tampoco estan obliga- .dos, porque al salir de la férula de la ley, jure suo utuntur. (S. Lig., n. 156.) Et nemo videtur dolo facere qui jure suo utitur. (R. 15, jur.) Dichos peregrinos , gestan obliga- dos 4 las leyes de los pueblos en donde se hallan 6 por donde pasan? Sien ellos tienen domicilio 6 cuasi domicilio, si; porque por él se ha- cen subditos: fuera de estos vincu- los de obligacién, estan también li- gados 6 sujetos : 1.° Alas leyes comunes, aunque en sus pafses 6 pueblos estén exen- tos de ellas por costumbre 6 privi- legio ; v. gr.: el espafiol que viaja por Francia esta obligado 4 la abs- tinencia cuadragesimal, aunque en su pueblo esté exento por el privi- legio de la Bula; y el francés resi- dente en Espaiia debe oir Misa el dia de la Epifania; porque dichas leyes son comunes 6 generales, que obligan 4 todo cristiano, en cual- quiera parte que se encuentre, se- cluso privilegio, vel consuetudine; y como el privilegio es local, no pue- de usar de 6] fuera del lugar. 2.° A las leyes que tienen por ob- jeto el bien comén, 6 cuya infraccién puede perjudicar 4 la localidad 6 comunidad; v. gr.: 4 las leyes que prohiben la exportacién de tales géneros, 6 la importacién de otros perjudiciales 6 prohibidos; 4las que prescriben la solvencién de ciertos derechos, contribuciones, 6 tasa de hace eso con intencién de habitar en 61 toda é la mayor parte del alo , 6 aunque sea menos, si astablecen oficinas, tiendas, comercio, etc., {itt le adauioren desde ol primer dta que be itan con tal intencion t objeto. TRATADO IV. — CAPITULO V. de mercado, ete.; porque la equi- dad natural dicta que el que goza de los privilegios de un lugar, debe sujetarse 4 las cargas y leyes que afectan al bien comin del pais, y porque Dios autoriza 4 la sociedad para todo aquello que juzgue con- veniente 6 necesario para su con- servacién, tranquilidad é indem- nidad. . 3.° A las leyes especiales que afec- tan a contratos ; porque este es otro titulo por donde se adquiere fuero 6 queda uno subordinado 4 la potes- tad de otro, (Ex cap. ultimo de Foro Competent. ) 4.° Yd las leyes.cuya infraccién [pueda producir escdndalo ; porque éste siempre se debe evitar. A las demas leyes locales hay tres opi- niones. La primera, mds probable, dice que no estan obligados ; porque la ley no obliga sino 4 los stbditos, que slo pueden hacerse tales segin el capitulo citado de Foro Compet., ratione delicti, contractus, seu domici- lii, ynada de eso milita en este caso. (S. Lig. , 156.) La segunda dice que éstdn obli- gados: quia gui sentit commodum privilegii, etiam debet sentire onus legis. Y la tercera dice que estan obli- gados siendo término de su jornada; pero que no siendo término desu peregrinacién, sdélo estan obligados Alas leyes negativas. Nullam sen- tentiam damnamus ; sed illud consu- limus. «Si fueris Roma, Romano vivite more ; Si fueris alibi, vivito sicut ii. «Est4n obligados 4 las leyes de sus pueblos en algunos casos-; por- que fictione juris, como dicen’, se. consideran presentes. Si, v. gf; venden una casa, sita en su patria; si poseen un beneficio, etc., estan sujetos 4 las leyes del pais don- de se venden 6 poseen ; porque eD estos y semejanteés casos, las leyes més afectan 4 las cosas que 4 las personas. DE LA LEY. Los que se van 4 otro pueblo con Animo de residir en él por tiempo indeterminado, desde el momento estan obligados 4 las leyes de este pueblo. (Ferraris.) Los peregrinos y pasajeros que salen por la mafiana de un pueblo donde no se ayuna, pueden aqui co- mer de carne, aunque luego pasen & su pueblo, donde se guarde ayuno riguroso, porque en aquél no hay obligacién de ayuno. Es comin. (CIdem.) Vueltos 4 su casa no estan obli- gados al ayuno, en cuanto 4]a uni- ca comida ; pero si 4 no comer car- ne, porque estas dos cosas son divi- sibles. EI que por la mafiana sale de un pueblo donde no es fiesta 4 otro donde lo es, gestara obligado 4 oir Misa en este ultimo si permanece en él hasta mediodia? Parece mas probable que no; mas Reinfestuel, con otros, dice que si. Si por la mafiana sales de tu pue- blo, en que se guarda fiesta, y vas & otro donde no se guarda, si sdélo hay una Misa en el dicho, te obliga en el acto, y deberds oirla antes, si se celebra 4 tiempo.» (Carmes.) ‘ CAPITULO VI DEL OBJETO Y OFICIOS DE LA LEY. gCual es el objeto de la ley? En general, mandar y premiar los actos buenos, prohibir y casti- gar los malos, y permitir y tolerar los indiferentes, 4 lo que llaman al- gunos actos de la ley. éCual es el objeto de la leyen par- ticular? El de la ley divina natural es mandar todo lo que sea confor- me con la naturaleza racional, y prohibir todo lo que sea discon- forme. 7 ’ EI de la ley divina positiva es mandar todo lo que conduce al hom- bre 4 su eterna felicidad, y prohi- bir todo lo que se derive de ella: y El objeto de la ley humana civil 49 es mandar todo aquello que pueda influir en beneficio del bien comin, y prohibir lo que influya en su per- juicio. ¢Los actos heroicos pueden ser objetos 6 mandados por la ley hu- mana? Generalmente, no; porque, mo- ralmente hablando, exceden las fuerzas de la naturaleza humana, y dicha ley no puede dar los auxi- lios necesarios al efecto ; pero po- dra mandarlos cuando asf lo exija el bien comin ; v. gr. : puede man- dar al centinela que no abandone el puesto, aunque peligre su vida, si asi se necesita para defender la republica. La ley humana, gpuede mandar los actos internos? La ley civil, ni puede mandarlos ni le son necesarios; porque sin ellos consigue su fin 6 logra su ob- jeto. La ley eclesidstica tampoco puede mandar los actos internos simpliciter considerados ; pero pue- de mandarlos considerados secun- dum quid, esto es, como unidos 4 los externos ; porque entonces cons- tituyen juntos un solo acto moral indiviso, y por lo mismo puede man- dar Tos actos mixtos de externos é internos; v. gr.: puede mandar la confesién, que es acto externo; lue- go el dolor de los pecados , que es interno. é ¢Cudles son los oficios de la ley ? Dirigir 4.los subditos al bienestar y obligarlos 4 que abracen el bien y huyan del mal, considerados como tales por la ley. CAPITULO VIL "DE LOS EFECTOS DE LA LEY. Cudles son los efectos de la ley? a obligacién que induce, cuando sea necesario, su cumplimiento. Y con respecto 4 esto, se pueden esta- blecer los principios siguientes : 1.° Cualquiera ley induce obli- gacién 4 culpa 6 4 pena; porque si no, le faltaria su sancién, que es 4 50 TRATADO IV. — CAPiTULOS VI Y¥ VII. parte esencial de la ley; y no seria]é hacienda, como consta también tal, sino un mero consejo. ‘del derecho natural, practica de la 2.° Las leyes naturales y divi-|Iglesia y undnime consentimiento, nas obligan sub culpa 6 en concien-} ¢Cdmo obliga la ley? cia; porque de otro modo les falta-} Obliga sub gravid sub levi, juata ria la sancién, que, como queda di-| materiam et intentionen legislatoris, cho, es parte esencial de Ja ley. gEn qué se conoceré que una ley 3,° Es de fe que las leyes ecle-| obliga sub gravi? sidsticas obligan en conciencia,| Paraque una leyobligue sub grapi como consta del Concilio Tridentino|se requieren dos condiciones : (sess. VII, cén. vi de Bap.), que] 1.* Que la materia de la ley seg Gice : Si quis diwerit baptizatos libe-| grave, ora lo sea in se, yalo sea re 708 esse ab omnibus Sanctee Ecclesie,| lative; porque e] legislador no pue- preceptis.... ita ut ea observare non| de establecer leyes inicuas, ni debe teneantur.... anathema sit. Consta}abusar de su potestad en perjuicio también de proposiciones condena-| de sus siibditos; todo lo cual suce das, y de las palabras: Qui vos au-|deria si obligase sub gravé en una dit me audit, qui vos spernit me sper-| materia leve, omnibus modis conii- nit. ¥ es larazén , porque no tenien-|derata, 6 porque la culpa debe es- do la Iglesia otra fuerza coercitiva| tar en armonia con el vinculo de lp que la conciencia, resultarian ilu-|obligacién; y siendo éste leve, so sorias sus leyes si no obligasen sub|deduce que no debe obligar sb culpa, gravi. 4.° Cualquiera ley civil puede] 2.* Que la intencién del legisla. obligar, y per se obligan en con-| dor sea de obligar sub gravi; quis Ciencia coram Deo. Tal es el sentir} lew én esse et obligare pendet a volun- de Santo Tomas, que dice: Leges| tate legislatoris. humanee si justee sint, habent vim obli-| 4 Qué reglas tenemos para cone gandi in foro conscientia : porque;cer que Ia materia de la ley sea os Superioresestin constituidos por] grave? Dios con potestad de mandar; lue-| Se tendrd por materiagravecuan- 80 los sibditos tienen obligacién de{ do Io que manda 6 prohibe la ley obedecer porque aquel derecho es|de grande entidad, 6 importa mu correlativo de esta obligacién. As{|cho al bien comin ; pero ya queds se deduce de las palabras de San| dicho que la gravedad de la mate- Pablo (ad Rom., xm), que dice:|ria no sélo ha de deducirse del obje- Omnis aMina potestatibus sublimiori-| to de la ley corisiderado in se 6 abso- bus subdita sit, Non est enim potestas, \lute, sino que debe considerarse nisi d Deo.... Ttagque qui resistit potes-| también relative al fin intentado por tati, Dei ordinationi resistit. Qui au-| el legislador y 4 las demds circuné tem vesistunt, ipsi sibi damnationem| tancias ; porque, como se diré end acquirunt.... Ideo necessitate subditi| tratado del pecado, en materia que stote, non solum proper iram, sed| secundum ge es leve, se puede pecat etiam propter conscientiam. - |mortalmente, por razén de las cit 5." La ley divina positiva y la|cunstancias que pueden agravat Is humana no obligan, generalmente| infraccién de la ley, en consider hablando, cum incommodo valde gra-| cién al fin que se propone el infra vi, vel cum gravi detrimento; como] tor, al escdndalo que se ocasics, consta del derecho natural, de la|al dafioque se sigue 6amenaza, ett practica de la Igiesia y del undni- 2De qué reglas nos valdrem™y me consentimiento de los tedlogos. | para deducir que el legislador qué 6.° La ley eclesidstica no obliga| re obligar sub gravi ? con peligro de la vida, nicon de-| De la cantidad-de la materia: trimento grave de la fama, honra | objeto, fin y circunstancias de la ley I DE LA LEY, 61 delas palabras de la misma ley, 6 de) semper in operis omissione, vel singu- su predmbulo: de la gravedad dela pena que fulmina, y dela interpreta- cién conseetudinaria y doctrinal. ¢ Puede el legislador obligar sub levi in materia gravi, vel sub gravi in materia levi? Es mas probable que puede obli- gar:tantum sub levi in materia gravi, porque la obligacién de la ley de- pende de la voluntad del legisla- dor, como la misma ley. (San Ligo- rio, n. 143.) Con respecto 4 si puede obligar sub gravi in materia levi, distingo : sila materia es leve, omnibus mo- dis considerata, no puede obligar sub gravi : porque entonces faltaria la proporcién entre la penay la ma- teria del precepto ; pero podra obli- gar en este sentido; si la materia, leve en si, pasa 4 ser grave ratio- ne circumstantiarum, como sucede, v. gr., respecto de mezclar las go- tas de agua en el céliz : ita commu- niter. éEn concurso de dos leyes 6 pre- ceptos contradictorios 6 incompati- bles, cual debe ser preferido ? El mayor, esto es, cl mais grave 6 mas urgente. Y el otro cesa 6 se suspende por aquel entonces. De consiguiente, si instasen & la vez dos 6 mas preceptos incompatibles, debera preferirse el precepto natu- ral al positivo, el divino al huma- no, y el eclesiastico al civil; por- que ese es el orden de mayoria 6 de gravedad. Si 4 un sacerdote le ins- tasen 4 la vez el precepto de absol- ver 4 un moribundo y el de confe- sarse 6] mismo por hallarse indis- puesto al efecto, debia diferir su confesién, y auxiliar al que esta in articulo mortis : porque urge mas el precepto de absolver al moribundo que-el de confesarse el sano. ¢ Cuando obliga la ley? La afirmativa obliga semper, sed non pro semper: id est, semper in animi preparatione : sed non semper in operis eaecutione. La negativa obliga semper et pro semper : id est, semper in animi preparatione, et lis momentis , que dicen otros. También puede obligar la ley di- recte, vel indirecte. Obliga directe, cuando hic et nunc podemos y esta- mos obligados 4 cumplirla; v. gr.: la ley 6 precepto de confesar obliga directe semel in anno. Y obliga indi- recte cuando instare otra ley que no pudiéramos satisfacer sin cumplir con ella ; 6 cuando el cumplimiento de ella es una condicién sine qua non para cumplir con otra; v. gr. : con- fesé uno pecados mortales el primer dia de Cuaresma, con lo que satis- fizo al precepto de la confesién anual; pero antes de Pascua cayé otra vez en pecado mortal; pues quiere decir que en este caso el pre- cepto de confesarse le obliga otra vez indirecte, porque le insta el precepto de la Comunién pascual, que no puede cumplir sin confe- sarse otra vez, 6 porque esta con- fesién es una condicién, sin la que no puede cumplir con’el precepto de la Comunién. Pero es de adver- tir que la omisién de una ley que s6lo obliga indirecte no se imputa 4 pecado por si sola; pero si cuando su cumplimiento es indispensable paraelcumplimientoexactode otra, ¢Cesa la obligacién de una ley, si no se satisface al tiempo sefialado ? Sila obligacién es ad diem finien- dam, cesa pasado el ‘tiempo, y no hay obligacién de cumplirla des- pués; v. gr.: el que no ayuna la vi- gilia de la Natividad de Jesucristo, por cualquiera causa que lo deje, y aunque peque, no esta obligado 4 ayunar después; porque tal obliga- cién esta ligada al dia. Pero sila obligacién no es ad diem finiendam, sino ad diem non differendam, no cesa la obligacién, y debe cumplir- se aun después de pasado el tiem- po; V. gr.: el que no cumplié con el precepto de la Comunién tempore Paschali por cualquiera causa que le omitiera, esté obligado 4 cum- plirla después , porque ese precepto - es ad diem vel. ad obligationem non differendam. 62 gEn qué se conoceré si la obliga- cién es ad diem finiendam, vel ad diem non differendam? Seré ad diem finiendam, cuando afecta primario al tiempo 6 tiene conexidn con 61; y seré ad diem non differendam, cuando primario mira 4 la obligacién, y ésta no tiene co- nexién esencial con el tiempo. Val- gan los ejemplos de la pregunta an- terior. CAPITULO VIII DEL FIN DE LA LEY, Y MODO DE CUMPLIRLA. Quid est finis legis? Utilitas sive bonum quod per eam intentat legislator. gDe cudntos modos puede ser el fin de la ley? Intrinseco y extrinseco. Fin intrinseco es el ejercicio de aquella virtud sobre que versa el cumplimiento de la ley, 6 por cuyo motivo se manda la cosa, y éste cae bajo de precepto; pero se cum- ple con la posicién 4 omisién del acto que manda el legislador. Fin extrinsico es e] que se propo- ne el legislador en el ejercicio de la virtud 6 cosa que manda; y res- pecto 4 éste rige el axioma: Finis (extrinsecus) legis non cadit sub lege, nisi exprese precipiatur a legistatore; pero si la ley impera expresamente este fin, no se cumple con la simple posicién u omisién del acto, sinoque se requiere encaminarle al fin que “seproponeel legislador ;v.gr.:man- da el Papa que se hagan rogativas publicas para implorar el triunfo sobre los enemigos de la Iglesia ; pues el fin intrinseco de esta ley serfan los actos de religidn y se cumpiiria con hacer las rogativas ; pero como también manda expresa- mente el fin extrinseco, no basta que se hagan las rogativas, sino que se requiere también pedir en ellas la victoria contra persecutores Eeclesice. éDe qué modo, 6 cémo se ha de} cumplir con la ley? TRATADO IV. — CAPITULO VIII. Con respecto 4 esto se pueden sentar los principios siguientes : 1.° Noes necesario cumplirla en estado de gracia, 4 no ser que la culpa sea un obstaculo, 6 afecte la substancia de la ley, 6 4 menos que Ja gracia sea el fin de la ley, 6 haya de ir unida 4 su cumplimiento, como para recibir la Eucaristia. 2.° No es necesario cumplirla por motivo de caridad, y decir lo contrario est4 condenado por Pio V, prop. 16. Se exceptia si la ley im- pera la caridad; v. gr. : la de amar 4 Dios y al préjimo, etc. 3.° Tampoco es necesario cum- plirla por motivo de obediencia for- mal, 6 por el fin que se propone el legislador, 4 no ser que éste lo exi- ja: quia finis precepti non cadit sub precepto, nisi exprese precipiatur d legislatore. «Cuando el legislador no lo man- da, no es necesario intentar su fin extrinseco, porque sin él consigue el efecto de la ley.» . Luego diremos que se requiere y basta, generalmente hablando, la posicién formal del acto, si la ley es afirmativa, 6 la omisién de 61, sies negativa : porque la ley sélo obliga ad rem preceptam. EE gSatisface 4 la ley el que pecaen el acto de cumplirla? Si: 4 no ser que el pecado afecte ala substancia de la ley, 6 el fin de ésta sea la gracia; porque el pre- cepto impera la substancia, pero no el modo. Asi, satisfaria al precepto de oir Misa el que en el acto consintiese en matar 4 uno: no asi el que consin- tiese,en eso en el acto de confesar 6 comulgar, 6 lo hiciere sacrilega- mente; porque el pecado afecta 4 la substancia de la ley, 6 el fin de ésta es la gracia. : ¢Para cumplir con el precepto se requiere intencién 6 voluntad de hacer lo mandado? Si: porque dandose las leyes 4 los hombres, que son agentes mora- les, deben cumplirias con 1a posi- cién de un acto formal 6 humano, DE LA LEY. acompatiado de libertad y voluntad. De consiguiente, el que oyé la Misa estando dormido, ebrio, 6 de cualquiera otro modo que no se con- sidere agente moral,no satisfizo con el precepto, porque eso no era po- ner en el cumplimiento de la ley un acto formal 6 humano: como tam- poco el que oyese la Misa 6 ayunase prorsus violenter coactus, porque tampoco era acto humano, defectu - voluntarii. Se dice prorsus violenter, porque si lo hizo por miedo 4 su se- flor, maestro, etc., sin lo cual tam- poco lo hubiera hecho, aunque pecd por la mala voluntad, cumplié con el precepto; porque el miedo no quita el voluntario. Tampoco cum- ple con el precepto el que recita el Oficio divino sdlo por leer, estu- diar, etc., niel que va 4 Misa por recrear la vista 6 el oido, por ha- blar, esperar al amigo, etc.; porque los que asi obran, se interpreta no tienen voluntad de hacer lo manda- do. (San Ligorio, 165.) Para cumplir con el: precepto, gse requiere intencién de cumplir con él? Requiritur intentio faciendi quod preceptum est; pero no sc requiere intencién de satisfacer con el pre- cepto, porque la ley sélo impera la ejecucién libre del acto ; v. gr.: la audicién de la Misa, 6 como dicen otros, la ley no obliga ad obedien- tiam formalem, 6 sea & que se haga aquello porque se manda; sed tan- tum obligat ad obedientiam materia- lem, 6 sea 4 que se haga lo que se manda. De consiguiente, el que, olvidandose del precepto, hizo, sin embargo, la cosa mandada; v. gr.: el que ignorando que era dia festivo oyé libremente la Misa, satisfizo la obligacién, porque ya cumplié la substancia del acto mandado. (San Ligorio, 163), y basta la intencién interpretativa. éSatisface al precepto el que hace la cosa mandada, pero con inten- cién de no satisfacer con el precep- to por entonces? Si: porque los preceptos sdélo 63 obligan ad substantiam operis injun- . cti, Luego, puesta la obra, no esta en la potestad del agente el no sa- tisfacerlos, pero debe mudar de in- tencién después del acto, 6 basta la interpretativa. De consiguiente, el sacerdote que rezé el Oficio, pero que por no haberlo hecho con aque- lla devocién que é1 quisiera se pro- puso repetirle para satisfacer con el precepto, cumple con éste, aun- que después no le repita. El que en dia festivo oye la Misa‘que sabe es la ultima (6 no siendo la ultima la oye con intencién de no oir otra), aunque intente no satisfacer al pre- cepto, cumple, sin embargo, con éste, si bien peca contra el precep+ to de obedecer al legislador. Y no obsta el decir que el que esta obli- gado por voto 4 rezar el Rosario, v. gr., no satisface si le reza con intencién de no satisfacer; porque semejantes obligaciones dependen de la voluntad del sujeto, y asi como éste se impuso libremente la obligacién, puede también perma- necer libremente en ella; pero la obligacién de obedecer 4 la ley pro- cede de la voluntad del legislador, por lo que no se extiende ultra ejus intentionem, id est, ultra substantiam operis precepti. (San Ligorio , 164.) Con la posicién de un solo acto, ¢se pueden cumplir muchos 6 di- versos preceptos 4 la vez? Si los preceptos versan sobre una misma materia y un mismo fin 6 motivo, si; 4 no ser que se presuma ser otra la mente del legislador. Asi consta de la practica cuotidia- na, pues el que esta obligado 4 re- citar el Oficio divino ratione Benefi- cii et ratione Ordinis , satisface con una recitacién. Si un dia obligase el precepto de oir Misa por ser domin- go, y coincidir el mismo dia la fies- ta de San Pedro, v. gr., se satisfa- ria también con la audicién de una sola Misa. Y lo mismo dirlamos del que estuviese obligado 4 restituir una cantidad por haberla hurtado, por haber hecho voto de restituirla y porque el confesor Je impuso en

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