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Profesor Ivarra Guillermo

"Sin docentes de calidad, todo plan educativo fracasa"


Claras definiciones de Sánchez Iniesta
21 de agosto de 2004lanacionar 1
ROSARIO.- "Asignar recursos es muy importante. Pero sin docentes de calidad, cualquier
plan fracasa. El maestro es el factor de calidad más importante en cualquier sistema
educativo."
Convencido de que toda reforma educativa debe girar en torno de los educadores, el
pedagogo y filósofo español Tomás Sánchez Iniesta cautivó a más de 1300 docentes de
todo el país, a quienes se sumaron colegas de Brasil y Uruguay, que plantaron cara al mal
tiempo y llegaron a esta ciudad para participar del IV Congreso Internacional "Aula Hoy".
Con el lema "Prácticas pedagógicas, innovaciones y propuestas", el encuentro reunirá
hasta hoy a maestros y profesores de provincias tan distantes como Tierra del Fuego, Santa
Cruz, Formosa, La Rioja, Mendoza y Buenos Aires, entre otras. Es organizado por la
Editorial Homo Sapiens, que, como parte de su proyecto editorial, además de su catálogo
de libros educativos, realiza cada año este congreso y publica la revista Aula Hoy, en la que
difunde experiencias docentes como una contribución a la capacitación de los maestros.

Lugar para soñar


El pedagogo español llegó al país para presentar su libro "Un lugar para soñar. Reflexiones
para una escuela posible", editado por Homo Sapiens.
Durante su presentación en el Teatro El Círculo, que se encuentra en plena restauración
porque en noviembre será sede del III Congreso Internacional de la Lengua, instó a los
docentes a "estar unidos a la realidad y a las necesidades de nuestros alumnos".
"Pero en el contrato que acordamos con ellos hay una cláusula no escrita: tenemos que
soñar, porque eso es anticipar mundos posibles para preparar a nuestros alumnos a
resolver los problemas de la sociedad del futuro", señaló, ante un auditorio colmado.
Más tarde en un diálogo con LA NACION, Sánchez Iniesta precisó que "es la sociedad la
que nos exige ser profesionales con capacidad de soñar". Y puso de relieve que "no hay
cultura que se pueda reproducir si una sociedad no aprecia a sus docentes. Las sociedades
que no valoran a sus maestros son incapaces de progresar culturalmente".
El pedagogo español, que trabajó en la primera reforma educativa de su país, puntualizó
que el mayor desafío de los maestros hoy es "ser imaginativos, audaces y valientes". Y, con
palabras del escritor José Saramago, señaló que la labor docente exige también sentido
común y esperanza: "Luchar cuando no hay esperanza es la suprema dignidad del ser
humano". Pero dijo más. Por ejemplo que "el docente no es sólo un técnico, sino que
fundamentalmente tiene que ser un individuo culto, informado, una persona de su tiempo
capaz de interpretar la realidad para sus alumnos".
Agregó que los maestros deberían tener acceso libre a todas las expresiones y actos
culturales de su ciudad, porque su saber es un patrimonio colectivo que sirve a los demás.
Deberían tener un día para empaparse de la cultura y participar de los foros donde se crea
opinión.

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"Sin docentes de calidad, todo plan educativo fracasa" - LA NACION
Profesor Ivarra Guillermo

El camino de las reformas


Sánchez Iniesta habló sobre el papel que las reformas juegan en la calidad de un sistema
educativo: "Son sólo posibilidades, pero las transformaciones son reales cuando los
docentes las aplican. El educativo es el único sistema donde las decisiones se toman en el
último eslabón de la cadena, que es el maestro en el aula". Y agregó: "Tenemos que tener
claro lo que sabemos y observar si lo que sabemos es coherente con lo que hacemos en las
aulas".
Consultado sobre la parcelación de los saberes en el aula, en un mundo en el que los
acontecimientos en tiempo real son cada vez más globales, el pedagogo explicó: "Parcelar
los saberes tiene cada vez menos sentido. Hoy todo es más interdisciplinario. Los alumnos
comprenden mejor cuanto más global es el aprendizaje, porque tiene que ver con
conocimientos previos que traen de diversos campos, y con situaciones afectivas, formas
de pensar y sensaciones".
De las oleadas migratorias, que han incorporado un fenómeno nuevo en las aulas, Sánchez
Iniesta dice que "el problema es muy complejo de resolver y afecta a la forma de
convivencia y a todo el entramado social. Una cosa es integrar y otra asimilar".
Su punto de vista es muy atractivo cuando señala que en todo proceso de integración, "que
contempla que tu cultura puede enriquecer la mía, hay renuncias por ambas partes. Se
basa en un proceso de comprensión mutua y de respeto".
Dado el crecimiento inmigratorio, que en España alcanza ya el 4,5% de la población total,
dijo el especialista, se han constituido en ese país "equipos de mediación cultural", que
estudian en la Universidad Complutense de Madrid la lengua materna de ambas partes,
para poder resolver problemas en la escuela. "Hasta los docentes tienen ya diccionarios
con un vocabulario mínimo para entender a sus alumnos, que incluye hasta tres o cuatro
lenguas distintas", concluyó.
Biografia

Tomás Sánchez Iniesta: licenciado en filosofía y letras,


maestro y director de distintas instituciones educativas
españolas, además de miembro del Forum Europero de
Administración de la educación.

Tomás Sánchez Iniesta: "Educar hoy es mucho más que seguir un currículo de
contenidos informativos"
El pedagogo español asegura que el reto es formar jóvenes críticos y comprometidos

Marcela Isaías / La Capital2

Tomás Sánchez Iniesta es licenciado en filosofía y letras, maestro y director de distintas


instituciones educativas españolas, además de miembro del Forum Europeo de
Administración de la Educación. Pero es, sobre todo, un pedagogo convencido de que
hoy la escuela tiene un desafío ineludible: formar jóvenes críticos, comprometidos con los
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La Capital ::: on line
Profesor Ivarra Guillermo

problemas actuales con una mentalidad global.

Y para su afirmación encuentra sólidos argumentos: dice que es imposible no promover la


reflexión cuando, por ejemplo, se desarrolla una doble moral que se escandaliza de las
opiniones de un famoso por los medios y es insensible al hecho de que mueran treinta mil
niños cada día en el mundo a causa de la desnutrición.

Sánchez Iniesta pondrá en debate estos desafíos en sus conferencias "El reto de educar
personas hoy" y "Coherencia y competencia: aliados necesarios en educación", que
dictará en el Congreso Nacional e Internacional Aula Hoy (ver aparte) que se desarrollará
en Rosario, entre el 11 y 13 de agosto próximos.

El pedagogo español también es autor de diversos libros y publicaciones, entre ellos "El
enfoque globalizador", "La construcción del aprendizaje en el aula" y "Un lugar para
soñar", este último editado el año pasado por Homo Sapiens Ediciones.

-De acuerdo con su libro ¿sigue siendo la escuela "un lugar para soñar"?

-Cuando elegí el título del libro pretendía resumir mediante una frase el mensaje del
contenido que se expresa en sus distintos capítulos. Puede ser que esta manera de
definir lo que ocurre en las aulas parezca desmesurado. Cabe pensar, ¿cómo vamos a
concebir las instituciones educativas como lugares en los que los docentes y su alumnado
se dediquen a soñar cuando lo que se debería hacer es prepararlos para la vida y, por lo
tanto, estar muy pegados a la realidad en la que se desenvuelven? Es cierto. Estoy de
acuerdo con esta intención, pero en mi opinión no es posible preparar para la vida de
manera eficaz si no somos capaces de anticipar cómo será esa vida futura en la que se
va a desenvolver nuestro alumnado. Por eso necesitamos anticiparnos imaginando otro
mundo posible, con el fin de hacerlo mejor, para superar los graves problemas que
tenemos en el planeta en este momento. Para ello tenemos que soñar, porque soñar es
anticiparnos con nuestras ideas, sentimientos y deseos, para conseguir esa sociedad más
justa, más humana. Y si la escuela no prepara para esto, y lo que hace es reproducir
simplemente lo que ya tenemos, sin pretender transformar la realidad, entonces no nos
espera precisamente un futuro muy esperanzador.
-Si se revisa la historia de la educación, la tarea de educar siempre significó un reto
diferente para cada momento ¿Cuál es el que le toca hoy a la escuela?

-En este momento, en el que los adelantos técnicos y científicos avanzan a un ritmo
mayor que nuestras capacidades para asimilarlos; en el que las desigualdades sociales y
las tensiones en el mundo son enormes; cuando estamos hipotecando la salud de nuestro
planeta y cuando desarrollamos una doble moral escandalizándonos por la opinión de un
personaje famoso a través de la televisión mientras nos hemos insensibilizado al hecho
de que mueran treinta mil niños cada día en el mundo a causa de la desnutrición, a la
escuela no le queda más remedio que preparar a nuestros alumnos y alumnas para ser
ciudadanos que participen, que influyan con su opinión para intentar invertir estas
tendencias. Ya no es posible, por mucho tiempo, la salvaguarda del Estado de bienestar
para unos cuantos en los países desarrollados: o todos tenemos acceso a un futuro
digno, o con el tiempo la situación llegará a ser insostenible. Y el reto hoy es preparar a
ciudadanas y ciudadanos críticos, responsables, solidarios y comprometidos para
enfrentar los problemas actuales con una mentalidad global.
Profesor Ivarra Guillermo

Tarea ineludible
-Los cambios se producen de manera acelerada, las demandas sociales son enormes y
los problemas crecen en las aulas en niveles, a veces, desproporcionados. ¿Es fácil para
un docente advertir qué requieren sus alumnos y la comunidad en cada ocasión?

-Los docentes tenemos que desarrollar una doble faceta en nuestro trabajo profesional.
Por un lado, debemos responder a las demandas que nos hace la comunidad a la que
servimos, ya que somos los encargados de preparar a los hijos y las hijas de los demás
siguiendo los contenidos culturales que la propia comunidad, a través de sus
representantes legales, establece como necesarios para el mantenimiento de nuestra
cultura. Pero, además, los docentes tenemos que elevar nuestra voz crítica para señalar
las decisiones y propuestas que la sociedad nos hace y que nos parecen inadecuadas
para educar integralmente a nuestros alumnos. No podemos seguir explicando en las
aulas contenidos instrumentales, que sin duda son necesarios, sin abordar a la vez otros
que hoy son imprescindibles: educar en la formación del juicio crítico para favorecer la
participación a través del respeto, el diálogo, la responsabilidad; educar para cuidar el
medio ambiente, para la resolución de problemas reales, para tener opinión sobre lo que
en este momento acontece en el planeta, etcétera.
-Por lo tanto, ¿qué cosa no puede dejar de hacer un educador?

-Los docentes podemos desarrollar estas enseñanzas que mencionaba antes o no


hacerlo, dependerá en muchas ocasiones de las circunstancias que rodean nuestro
trabajo (directrices emanadas de los responsables educativos, de las direcciones de los
centros docentes, etcétera), pero lo que no podemos hacer nunca es ignorar los
verdaderos objetivos que deberían guiar nuestra labor docente. Al menos, nosotros sí
debemos saber hacia dónde deberíamos dirigir la educación de nuestros alumnos y
alumnas, y decir en voz alta, para que se nos pueda escuchar con nitidez, que la
educación hoy es mucho más que seguir un currículo repleto de contenidos informativos y
destrezas instrumentales.

-De su recorrido por distintas ciudades, en encuentros con docentes y educadores que
trabajan en distintas realidades ¿qué puntos de preocupación encuentra en común?

-En primer lugar, me gustaría decir que no conozco ninguna profesión en la que quienes
la ejercen dediquen parte de su tiempo libre a realizar actividades de formación para
aprender más, que además en muchos países son ellos mismos quienes sufragan los
propios gastos de estas actividades con su salario; y que en estos encuentros de
formación y estudio, si son eficaces, lo que ocurrirá es que cuestionarán su forma de
trabajar, con lo que tendrán que realizar un esfuerzo posterior para cambiar determinados
aspectos de su forma de actuar en las aulas. Por todo ello, para mí los docentes
constituyen un colectivo que se merece el mayor respeto y consideración social. Por eso
mismo tenemos derecho a pedir, y así lo he podido comprobar en todos los lugares que
he visitado, que la comunidad nos haga demandas claras, serias. No pueden -por
ejemplo- decirnos que dediquemos la mayor parte del tiempo al estudio de la lengua, las
matemáticas, para después manifestar que la escuela no se dedica al desarrollo de
valores. Tenemos derecho a pedir que la comunidad se responsabilice con nosotros de la
educación de sus hijos y sea copartícipe de los programas que se diseñen desde las
escuelas; tenemos derecho a pedir que se nos tenga la consideración social que
corresponde a unos profesionales que, en este momento de cambios rápidos y
desconcertantes en muchos casos, estamos educando con un enorme esfuerzo personal
Profesor Ivarra Guillermo

a los ciudadanos y ciudadanas que van a ser responsables de construir el futuro de


nuestra sociedad dentro de muy pocos años.

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