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EL VALOR DE EDUCAR

Prologo y Capitulo 1

ANDREA GUADALUPE LUNA MARTINEZ


INSTITUTO “LA PAZ”
Filosofía de la educación
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

Ensayo de “El valor de educar”


Por: Andrea Guadalupe Luna Martinez

Introducción

“Ser humano consiste en la vocación de compartir lo que ya sabemos entre todos,


enseñando a los recién llegados al grupo cuanto deben conocer para hacerse
socialmente válidos. Enseñar es siempre enseñar al que no sabe y quien no
indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro” (Fernando
Savater. (1997). El Valor De Educar)

No hay mayor tesoro a los ojos de los padres que el niño, y no hay similitud alguna
entre el amor que un infante de profesa a sus padres, esos brazos llenos de amor,
candidez y cuidado que les genera seguridad incomparable durante los primeros
años de vida, con cualquier otro ser vivo en este mundo, y mucho menos de los
profesores encargados de su educación y formación de valores académicos a lo
largo de su vida.

Pero, ¿para qué?, ¿Quién es esa figura autoritaria que exige, de manera firme,
respeto y disciplina?, ¿tiene voz y voto?, probablemente no, solo esta hay para
repetir e inculcar los paradigmas dichos sin cesar una y otra vez desde hace miles
de años, no está ahí para innovar, solo es alguien más que se ocupara de los
niños mientras los padres salen al trabajo. Este ensayo tratara sobre las cuerdas y
ataduras invisibles que cargan sobre los adoloridos hombros de los profesores y
que los padres toman ya como un hecho irrefutable de que la educación impartida
de esa forma nunca va a cambiar.

Las relaciones entre padres e hijos son sagradas, ambas partes son necesarias
para seguir desarrollando y descubriendo ámbitos de su vida diaria, así como un
niño aprende algo nuevo con los ojos llenos de maravilla, el adulto jamás dejara
de aprender de él, no importa cuánto tiempo haya pasado en sus vidas, el
progreso cognitivo es continuo e infinito, ¿Cuántas veces no hemos escuchado
decir la frase “conozco a mi/mis hijo/padres a la perfección”, y que ocurra algún
desafortunado fallo en la elección de su regalo para el cumpleañero. Las
sorpresas nunca terminan, y nunca nos dejaremos de educar sobre ellas… por el
simple hecho a que estamos tratando con seres humanos, seres capaces de
pensar, de innovar… y por supuesto de cambiar.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

Los seres humanos somos complicados, hacemos y no hacemos, destruimos y


creamos… educamos, pero deformamos en la práctica, no se procura un valido
sistema para poder llevar, de manera compacta y eficaz, el conocimiento a todas
las cabecitas y “cabezotas” que son el capital humano, como el diamante más
valioso de la época para nuestro país, o ¿Quién sabe?, ¿Quién asegura?, ¿Quién
nos da una idea?, de que una pequeña mente, que provenga de la familia más
disfuncional, más apartada y más improbable según el porcentaje de la media, sea
el mayor diamante en bruto internacionalmente hablando.

Savater desarrolla durante el prólogo y el primer capítulo de su libro “el valor de


educar”, la importancia de desarrollar la humanidad en los niños, contrario a lo que
se creía sobre que cada persona lo tenía arraigado desde su nacimiento como un
axioma. Da argumentos sólidos para profundizar en el interesante argumento de la
“Neotenia”, mientras que a su vez, charla amenamente con nosotros acerca del
concepto de educación visto desde el punto humanista, tirando un poco a lo
revolucionario, y por ultimo pero no menos importante, la lucha que los profesores
llevan a cabo con esa invisibilidad e insensibilidad hacia su persona, considerar
que ellos son, por igual, seres humanos que pueden equivocarse, cansarse, etc.

Este es un ensayo para reflexionar, para leer en tus ratos libres, para educar al
corazón y a la mente sobre la importancia y la belleza de ser un profesor, de un
ser capaz de dar y dar mucho, educar, inculcar el libre albedrio. Con
responsabilidad, de ser... humildemente, pero a la vez con mucha satisfacción, un
artesano de la vida.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

Desarrollo

Muchas cosas se pueden decir de las escuelas, que si son malas, que son
buenas, que no “forman” si no “deforman” el pensamiento y los valores de sus
estudiantes, unas están más lejos y otras más cerca de este veredicto sin
posibilidad de juicio por parte de la sociedad Mexicana que lo tiene arraigado en
su ideología desde hace mucho tiempo, sin dudarlo siquiera un segundo condenan
a una institución de forma irreversible de estar dañando a sus hijos, pero
¿Quiénes son, supuestamente, algunos responsables sobre estos actos?. Me
refiero a los perseguidos e incomprendidos profesores y profesoras que
arduamente intentan cumplir con su labor de manera eficaz y entusiasta (por
supuesto me refiero a aquellos que toman su trabajo con vocación y seriedad,
para los otros hablaremos más adelante).

Por supuesto, cuando la sociedad se encarga de buscar culpables es bastante


objetiva, ¿Quién si no es más responsable de que un niño no sepa multiplicar que
directamente el profesor con el que pasan más de seis horas diarias en un
pequeño salón de clases con otros 50 alumnos por atender?, lamentablemente y
aun en estas condiciones reales al maestro se le considera, y cito “incapaz de
mayores designios, gente inepta para realizar una carrera universitaria completa y
cuya posición económica ha de ser necesariamente ínfima” (Fernando Savater.
(1997). El Valor De Educar.), si usáramos la lógica y por mera cuestión hipotética
podríamos decir que un profesor es un fracasado, entonces toda nuestra sociedad
es, valga la redundancia, fracasada también, entonces ¿de quién es la culpa de
que ninguna educación sea la suficiente para el futuro capital humano que corre y
juega como poseso en los pasillo de la escuela? Es aquí donde pasamos al
ámbito de la educación en nivel básico que este mismo autor asegura que no se le
da la suficiente importancia en nuestro país.

La educación en México está pasando por grandes cambios en este momento. Se


asegura que la reforma educativa, intentando darle alguna explicación metafísica
entre el dilema de “ser y no “ser” o en este caso “existir” y al segundo siguiente ya
no “existir” (vaya magia hacemos en este país), está en tela de duda si quedara
vigente después de que el actual presidente de nuestro país, Enrique Peña Nieto,
ceda el poder político a Andrés Manuel López Obrador, pero vayamos por partes.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

Savater nos dice que “el habito de señalar la escuela como correctora necesaria
de todos los vicios e insuficiencias culturales…” (Fernando Savater. (1997). El
Valor De Educar.) Que hace alusión a la despreocupación de los padres y la idea
general del sistema a la errónea creencia de que la institución tiene la irrefutable
obligación y deber además de irremediables consecuencias sobre los alumnos
que están dentro de la misma. En parte es cierto, pero cabe señalar también que,
según mi experiencia personal dentro de las escuelas públicas en las que eh
estado a lo largo de mi vida estudiantil, a veces los salones cuentan con más de
60 alumnos en su haber, ¿sería posible imaginar que un profesor pueda educar y
a más de 60 mentes inquietas a la vez y de forma satisfactoria?

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),


México no tiene una buena calificación en cuanto al nivel de aprendizaje
demostrado por los estudiantes. Es más, México, tiene el peor desempeño en el
aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.

A pesar de una fuerte inversión en el sector de la educación pública, que ha


significado que en los últimos cuatro años el gobierno ha gastado más de 47 mil
millones de pesos para mejorar los edificios de sus escuelas, los resultados no
han sido los esperados, ya que México sigue en el último lugar en la evaluación
educativa de la OCDE. Según la organización Mexicanos Primero, el 59% de las
escuelas del país operan en malas condiciones, principalmente de infraestructura,
y no se refiere solamente a las escuelas públicas están tachadas con este
estigma, las privadas no son ajena a esta problemática. Pero como diría el gran
personaje Cantinflas en su célebre película de 1971 “El Profesor”, y cito “chirrin
chirrin, ni modo hay que estudiar”

El autor nos asegura que la educación no ha sabido estar bien dirigida a su


destino, “no proviene de la deficiente forma en que la educación cumple con los
objetivos sociales que tiene asignados, sino que, más grave aún, no sabemos que
finalidades debe cumplir y hacia donde efectivamente orientar sus acciones”.
(Fernando Savater. (1997). El Valor De Educar.) Si no se tiene claro hacia dónde
queremos llegar exactamente y no se tienen metas o visión sobre la educación en
México, no podemos exigir a los alumnos que las tengan por medio de una
epifanía falsa y vacía que se inculca en todo el mundo, “Estudia para que ganes
mucho y trabajes poco”. Lo que nos lleva a ahondar más en el desarrollo del
aprendizaje humano.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

En cuanto a preguntas importantes, el libro nos hace poner en una balanza y


reflexionar, ¿Qué es más importante?, ¿educar a un niño por medio de
paradigmas sociales?, o criar a uno que, y cito, “¿reproducirá el orden existente o
instruirá a los rebeldes que pueden revocarlo?”. (Fernando Savater. (1997). El
Valor De Educar.). Es importante hacernos esta pregunta porque ambas conllevan
un gran peso y responsabilidad de por medio.

Freud decía que hay tres tareas imposibles: educar, gobernar y psicoanalizar, y no
estaba tan equivocado, los profesores son el reflejo de la educación que había en
sus tiempos, talvez quitando y poniendo una que otra técnica y añadiendo otras a
su expediente mientras que nosotros mismos, obviamente, somos resultado
totalmente de nuestro entorno y contexto social, y si bien las diferencias
individuales son un tema rechazado por el conductismo que dicta que cada
persona dista mucho de ser consciente de sí mismo, los niños si son el vivo reflejo
d sus padres, tutores y del mundo a su alrededor, son el estereotipo de lo que
rodea su entorno.. Ellos son su contexto. “hay que nacer para humano pero, solo
llegamos plenamente a serlo cuando los demás nos contagian su humanidad a
propósito… y con nuestra complicidad” (Fernando Savater. (1997). El Valor De
Educar.)

Mientras que algunos niños son bondadosos, amables y cariñosos, hay unos
cuantos que pueden gritarte las palabras que escuchan a su alrededor y se tachan
de rebeldes sin causa aparente, estos son, el verdadero gran reto de la educación.
A esto Savater se refiere con el termino de Neotenia, que es lo que los
antropólogos nombran como el tardío desarrollo con el que nace el ser humano,
demasiado indefenso para defenderse en la vida sin el arropo de su madre y, unos
años más tarde, demasiado arraigado a la sociedad humana para poder vivir sin
ella. Existe una similitud, un paralelismo en esto, los padres nos educan mientras
que a ellos mismos los educo ya la sociedad muchos años atrás.

Pero un ser humano jamás dejara de aprender de las personas a su alrededor, o


de las cosas, o de sí mismo, es difícil limitarlo puesto que para una cabeza así,
nada es imposible.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

La cita colocada al principio de este ensayo es la más viva prueba de los


argumentos que Savater nos presenta durante el prólogo y el primer capítulo, que
incluso la educación informal es de gran peso en cualquier institución. Se les
enseña a los niños lo que es moralmente correcto en una sociedad, como
comportarse, hablar, sentarse y los conocimientos que deben adquirir para ser
socialmente aceptado, porque no hay en el ningún conocimiento previo a la
enseñanza, es como una computadora en blanco esperando a ser llenada con las
experiencias y emociones (no todas buenas o malas) que le esperan en su vida.

Pero si tomamos en cuenta que somos los modelos, los programadores y los
artesanos que les darán forma a la complicada mente de un niño… ¿podríamos
confiar plenamente en que nuestro sistema educativo es el correcto?, ¿el entorno
es pleno para el desarrollo?, ¿somos el espejo perfecto para ser tomado como
ejemplo?... ¿somos capaces de ser ese profesor que para cada problema tiene
una ingeniosa solución sacada de su vivo entusiasmo para guiar a las mentes
jóvenes de un nuevo reto.

Yo creo que si existen mentes capaces… y son las mentes que nunca han dejado
de hacerse preguntas, porque en ellas, encuentran una nueva motivación para
seguir aprendiendo, educando… y por supuesto, transmitiéndoselo a otros.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

Conclusión

“puede aprenderse mucho de lo que nos rodea sin que nadie nos lo enseñe ni
directa ni indirectamente, pero en cambio la llave para entrar en el jardín simbólico
de los significados siempre tenemos que pedírsela a nuestros semejantes.”
(Fernando Savater. (1997). El Valor De Educar.)

Quiero hacer referencia a esta última frase de Fernando Savater para hacer una
reflexión común que de hecho se hace en el libro. El niño es una esponja que
absorbe todo, y necesita hacerlo, de otra forma no lograría adaptarse a un sistema
que cada día les demanda más y más a sus ciudadanos, y aunque es la última
especie en ser independiente, también es la última en envejecer y dejar de
aprender. Siempre está pensando, analizando, valorando y tomando decisiones.

Por lo tanto, si queremos forjar una educación sólida y eficaz tenemos que lograr
un ambiente y contexto favorables para que el niño quiera aprender, que
desarrolle un gusto por la sabiduría y que su imaginación no se vea limitada. Si se
comienza desde abajo, desde lo más básico y fundamental como son los alumnos,
si a ellos se les comienza a dar visibilidad, entonces la situación en nuestro país
podría ir cambiando en pequeños, pero seguros pasos hacia el futuro.
Ensayo “El Valor de Educar”
Por: Andrea Guadalupe Luna Martínez

Referencias bibliográficas

. Fernando Savater. (1997). El Valor De Educar. Barcelona, España: Ariel.


. Mexicanos Primero. (2014). los invisibles. CDMX, México: Mexicanos Primero.
.

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