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Cáncer, Sida, Alimentación enteral y parenteral.

NUTRICIÓN

2 Enfermería

Integrantes: Hormazabal, Rojas, Figueroa, Guajardo, Veron, Marfil.


Cáncer, Sida, Alimentación enteral y parenteral.

Sida
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infecta a las células del sistema
inmunitario, alterando o anulando su función. La infección produce un deterioro
progresivo del sistema inmunitario, con la consiguiente "inmunodeficiencia". Se
considera que el sistema inmunitario es deficiente cuando deja de poder cumplir
su función de lucha contra las infecciones y enfermedades. El síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es un término que se aplica a los estadios más
avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las
más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH.

Dieta.

Una persona que está infectada de VIH/SIDA y no muestra síntomas de la


enfermedad, no necesita seguir una dieta específica contra el VIH. No obstante,
quien está infectado debe hacer todo lo posible para seguir unas pautas
nutricionales sanas y equilibradas a fin de cubrir sus mayores necesidades de
proteína y energía y mantener su estado de nutrición.

Una vez que una persona que ha contraído el VIH/SIDA enferma, tendrá
necesidades especiales.

Los enfermos de VIH/SIDA tienen mayores necesidades de nutrientes

Cuando una persona se infecta con el VIH, el sistema de defensas del organismo -
el sistema inmunitario - trabaja más intensamente para luchar contra la infección.
Esto aumenta las necesidades de energía y nutrientes. La subsiguiente infección y
fiebre incrementan también la demanda de alimentos por el organismo. Una vez
infectada con el VIH, una persona tendrá que comer más para satisfacer sus
necesidades suplementarias de energía y nutrientes. Estas necesidades
aumentarán aún más a medida que se presentan los síntomas del VIH/SIDA.

El VIH/SIDA reduce la ingesta de alimentos

Los enfermos de VIH/SIDA a menudo no comen lo suficiente porque:

 la enfermedad y los medicamentos que toman pueden reducir el apetito,


alterar el sabor de los alimentos e impedir que el organismo los absorba;
 síntomas como las inflamaciones de la boca, las náuseas y los vómitos
dificultan tomar alimento;
 el cansancio, el aislamiento y la depresión reducen el apetito y la
disposición para esforzarse en preparar alimentos y comer normalmente;
 no hay suficiente dinero para comprar alimentos.

El VIH/SIDA reduce la absorción de los alimentos

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Los alimentos, una vez ingeridos, se descomponen por efecto de la digestión en


nutrientes. Éstos pasan a través de las paredes del intestino al torrente sanguíneo
y son transportados, según las necesidades del organismo, a los órganos y
tejidos. Una de las consecuencias del VIH y de otras infecciones es que, al quedar
dañadas las paredes del intestino, los alimentos ya no pasan bien a través de él y,
por lo tanto, no son absorbidos.

La diarrea es una manifestación común en los enfermos de VIH/SIDA. Cuando


una persona tiene diarrea, el alimento pasa por el intestino tan rápidamente que
no se digiere adecuadamente, y por consiguiente se absorben menos nutrientes.

La menor ingesta y absorción de alimentos producen adelgazamiento y


malnutrición.

El VIH/SIDA afecta al peso

Cuando una persona no come suficientes alimentos, o cuando los alimentos que
consume son mal absorbidos, el organismo recurre a sus propias reservas de
energía, que provienen de la grasa corporal y de las proteínas contenidas en los
músculos. Por lo tanto, la persona adelgaza porque disminuye su peso corporal y
su musculatura se reduce.

Aumento de la ingesta de vitaminas y minerales

Las vitaminas y los minerales son indispensables para mantenerse sano. Protegen
contra las infecciones oportunistas al asegurar que el revestimiento de la piel,
pulmones e intestino se mantenga sano y que el sistema inmunitario funcione
adecuadamente. Son particularmente importantes las vitaminas A, C, E, algunas
vitaminas del grupo B. Una dieta mixta, debería proporcionar estas vitaminas y
minerales en proporciones suficientes.

La vitamina A es importante para mantener sano el revestimiento de la piel,


pulmones e intestino. La carencia de vitamina A aumenta la gravedad de las
enfermedades como la diarrea, mientras que las infecciones incrementarán la
carencia de vitamina A en el organismo. Buenas fuentes de vitamina A son las
hortalizas y las frutas verde oscuras, amarillas, naranjas y rojas. Éstas
comprenden las espinacas, el zapallo las hojas de mandioca, los pimientos
verdes, , las zanahorias, los duraznos, la papaya y los mangos. La vitamina A
también está contenida en, el maíz amarillo, las batatas naranjas y amarillas, las
yemas de huevo y el hígado.

La vitamina C ayuda a proteger el organismo de las infecciones y contribuye a la


recuperación. Se encuentra sobre todo en los cítricos como naranjas, toronjas,
limones y mandarinas. Las guayabas, los mangos, los tomates y las patatas son
también una buena fuente de vitamina C.

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La vitamina E protege las células y ayuda a resistir a las infecciones. Los


alimentos que contienen vitamina E son las hortalizas de hojas verdes, los aceites
vegetales, los cacahuetes y la yema de huevo.

Grupo de vitaminas B. Este grupo de vitaminas es necesario para mantener sano


el sistema inmunitario y el sistema nervioso. Sin embargo, el organismo puede
acusar carencias de estas vitaminas si se administran algunos medicamentos para
el tratamiento de la tuberculosis. Entre los alimentos que contienen el grupo de
vitaminas B en abundancia figuran los frijoles blancos, las patatas, la carne, el
pescado, el pollo, la sandía, el maíz, los cereales, los frutos de cáscara, y las
hortalizas de hoja verde.

En el caso de los enfermos de SIDA se recomienda:

 Arroz, pasta, cereales, pan y patatas (cuatro a seis raciones diarias): son
alimentos básicos que el paciente debe consumir a diario, y que le proporcionarán
sobre todo energía.
 Frutas y verduras (cinco porciones diarias): son muy importantes porque aportan
vitaminas, fibra y minerales, y refuerzan el sistema inmunitario, así que su ingesta
es imprescindible para combatir las infecciones que acechan a los enfermos de
SIDA. Es importante consumir una amplia variedad de estos productos, ya que
cada uno aporta diferentes vitaminas y minerales. Así, las hortalizas y frutas de
color amarillo, naranja, rojo, o verde oscuro (zanahorias, calabaza, , melocotones,
mangos, espinacas, pimientos verdes, calabacines...) son una importante fuente
de vitamina A. Hortalizas y frutas como las naranjas, las mandarinas, los limones,
las piñas, los tomates y las coles, entre otros, aportan vitamina C.
 Lácteos (leche, yogur, queso) (de dos a cuatro raciones al día): Son una fuente de
calcio y proteínas.
 Carnes magras, pescados, huevos y legumbres: Aportan proteínas de gran
calidad, y el enfermo debe tomar estos alimentos a menudo, a ser posible a diario.
Ayudan a fortalecer los músculos y el sistema inmunitario. En este grupo se
incluyen todas las carnes, las aves, los pescados, los huevos y las legumbres. Los
alimentos de origen animal, como las carnes y el pescado, contienen también
vitaminas y minerales, que favorecen el buen funcionamiento del sistema
inmunitario.
 Carnes grasas y embutidos: se deben consumir en menor cantidad, eligiendo los
que menos grasa contengan.
 Grasas (margarina, manteca) y azúcares, que aportan sobre todo calorías y hay
que limitar su consumo porque tienen poco valor nutritivo. Sin embargo,
constituyen una buena fuente de energía, y pueden contribuir a que el enfermo
mantenga el peso corporal, y mejorar el sabor de algunos alimentos para que le
resulte más fácil comer. No obstante, el paciente debe consumir estos productos
como complemento, y nunca en sustitución de otros alimentos. Es conveniente
emplear sobre todo el aceite de oliva para cocinar y aliñar las comidas.

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 Agua: Es necesario que el paciente beba alrededor de 8 vasos de agua diarios, o


más si tiene diarrea, vómitos, o fiebre, para mantener el cuerpo hidratado. Además
de agua, el líquido puede proceder de alimentos como zumos, sopas, fruta... El
enfermo debe evitar consumir café o té con las comidas, porque estos productos
reducen la capacidad de asimilar hierro del organismo.
Cáncer:
El cáncer es el nombre común que recibe un conjunto de enfermedades
relacionadas en las que se observa un proceso descontrolado en la división de
las células del cuerpo. Puede comenzar de manera localizada y diseminarse a
otros tejidos circundantes. En general conduce a la muerte del paciente si este no
recibe tratamiento adecuado. Se conocen más de 200 tipos diferentes de cáncer.
Los más comunes son: de piel, pulmón, mama y colorrectal.
La malignidad del cáncer es variable, según la agresividad de sus células y demás
características biológicas de cada tipo tumoral. En general, el comportamiento de
las células cancerosas se caracteriza por carecer del control reproductivo que
requiere su función original, perdiendo sus características primitivas y adquiriendo
otras que no les corresponden, como la capacidad de invadir de forma progresiva
y por distintas vías a órganos próximos (metástasis), con crecimiento y división
más allá de los límites normales del órgano, diseminándose por el organismo
fundamentalmente a través del sistema linfático o el sistema circulatorio, y
ocasionando el crecimiento de nuevos tumores en otras partes del cuerpo alejadas
de la localización original.
Los efectos secundarios del cáncer y el tratamiento que influyen en la
alimentación son los siguientes:

 Anorexia (pérdida del apetito).


 Llagas en la boca.
 Boca seca.
 Dificultad para tragar.
 Náuseas.
 Vómitos.
 Diarrea.
 Estreñimiento.
 Dolor.
 Depresión.
 Ansiedad.

Factores dietéticos y ejercicio


Ciertos factores dietéticos, la inactividad física y la obesidad están relacionados
con hasta 30-35% de las muertes por cáncer. Se cree que la inactividad puede

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contribuir al riesgo de desarrollar cáncer, no solo a través de su efecto sobre el


peso corporal, sino también por los efectos negativos sobre el sistema endocrino y
el sistema inmunológico. Algunos alimentos concretos están vinculados a tipos
específicos de cáncer.
Dieta en pacientes con cáncer
Se recomienda que la dieta sea variada, con la suficiente cantidad de nutrientes y
rica en fruta fresca, verduras y productos confeccionados con harina integral,
como pan integral.
 Fibra. El escaso consumo de fibras vegetales favorece la aparición
de cáncer de colon, por ello es recomendable una dieta que
contenga fibras naturales comestibles, como la celulosa presente en
la fruta fresca y la celulosa presente en los panes y harinas
integrales, o en el arroz integral.
 Micotoxinas. Resultan nocivos los alimentos contaminados por
micotoxinas (por ejemplo aflatoxinas), por favorecer la aparición de
cáncer de hígado. (setas, mohos y levaduras)
 Se desaconseja el consumo asiduo de bebidas alcohólicas, pues
incrementa el riesgo de aparición de distintos tipos de cáncer,
incluyendo cáncer de laringe, cáncer de esófago y cáncer de mama.
Alimentación en situaciones de cáncer:
La alimentación en los casos de cáncer deber ser individualizada en función de
cada persona, intentando respetar al máximo sus costumbres y preferencias.
Siempre se recomendaran suplementos naturales que acompañen las pautas
dietéticas, ya que en estos casos los requerimientos de nutrientes se encuentran
aumentados y solamente con la alimentación es muy difícil llegar a cubrirlos. Entre
lo más destacado se encuentran:
 Ácidos grasos cardiosaludables, como el omega-3, que tienen un efecto
antiinflamatorio natural y procuran un buen funcionamiento del sistema nervioso
central.
 Nutrientes potenciadores de la inmunidad, como las proteínas, minerales como
el Zinc y el Selenio, y vitaminas como la A, la C y la E.

A parte de la suplementación es importante hacer una dieta rica en proteínas y


calcio. Por esta razón los lácteos o las bebidas vegetales, como la de soja
enriquecida en calcio, son opciones muy buenas para el consumo diario.
Cuanto mejor alimentada esté la persona más probabilidades tendrá superar la
enfermedad satisfactoriamente.
Alimentación y Quimioterapia
El principal problema de la quimioterapia son los efectos secundarios. Los más
habituales que interfieren en la alimentación de una manera directa son: molestias
ante los olores, cambio en el sabor de los alimentos, inapetencia, diarrea,
estreñimiento, náuseas y vómitos.

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El ginseng, tanto en infusiones como para cocinar, ayuda a menguar las náuseas.
Pero no se debe tomar si se padece gastritis, que es muy común en las personas
con cáncer.
Alimentos recomendados durante el tratamiento con quimioterapia
 Pescado blanco y marisco: merluza, langostino, etc.
 Jamón serrano: quitando muy bien toda la grasa visible.
 Clara de huevo: evitar la yema y cocinar muy bien la clara.
 Papa cocida, arroz, pasta, pan tostado y cereales de desayuno.
 Aceite de oliva: comprar el de baja acidez (0,2º).
 Frutas dulces al horno o en compota: pera, manzana, membrillo.
 Verduras suaves: zanahoria, zapallo.
 Licuados de hortalizas y fruta: zanahoria, manzana.
 Lácteos desnatados: sobretodo yogur desnatado y quesitos desnatados.
 Infusiones: tilo.

Alimentos a evitar durante el tratamiento con quimioterapia


 Carnes rojas: ternera, cerdo, cordero, embutidos y patés.
 Pescado azul: atún, salmón, etc.
 Legumbres: garbanzos, lentejas.
 Grasas: mantequilla, margarina, nata, lácteos enteros.
 Frutas ácidas y cítricos: naranja, mandarina, kiwi, limón, fresón.
 Col, coliflor, brócoli, alcachofa, tomate.
 Infusiones: té, menta, camomila.
 Café y alcohol.
Las preparaciones y cocciones de los alimentos también son muy importantes. Se
recomienda: vapor, microondas, hervidos y horno. Hay que evitar: fritos, alimentos
crudos o cocidos parcialmente y planchas. El soporte de los otros miembros del
hogar es muy importante, ya que deben ser los que cocinen. Para menguar el olor
de los alimentos se recomienda no servirlos muy calientes, mejor tibios o fríos.
Alimentación y Radioterapia
Los efectos de la radioterapia sobre el organismo son muy diversos en función de
la zona irradiada. Si la zona está situada en el tracto gastrointestinal o cerca de él
es frecuente que haya más consecuencias negativas que impidan una correcta
nutrición de la persona.
La sequedad de la boca o de las mucosas internas y la inflamación puede mejorar
tomando:
 Alimentos fríos i helados.
 Texturas blandas y trituradas.
 Alimentos ricos en carotenos: zanahoria, calabaza, mango.
 Aceite de oliva crudo.
 Suplementos alimentarios: bacterias lácteas, levadura de cerveza, aceite de
onagra y omega – 3.

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Nutrición enteral
La nutrición enteral es una técnica especial de alimentación, que junto con
la nutrición parenteral también se denomina nutrición artificial. Consiste en
administrar los diferentes elementos nutritivos a través de una sonda, colocada de
tal forma que un extremo queda en el exterior y el otro en distintos tramos del tubo
digestivo como el estómago, duodeno o yeyuno, suprimiendo las etapas bucal y
esofágica de la digestión. Este tipo de soporte nutricional está indicado cuando no
es posible una adecuada alimentación oral voluntaria, siempre que la capacidad
del aparato digestivo permita absorber los nutrientes. Por tanto, el requisito
imprescindible para que el paciente reciba dicha alimentación, es que éste tenga
un aparato digestivo con una mínima capacidad motora y funcional. Dentro de un
concepto más amplio, la nutrición enteral también incluye la vía oral si se emplean
suplementos alimenticios o fórmulas químicamente definidas.
Por vía enteral se administran:

 Formula completa: es aquella que contiene todos los nutrientes necesarios,


esenciales o no, que pueden sustituir totalmente la ingesta diaria de
nutrientes asegurando una nutrición adecuada del paciente.
 Suplementos: ayuda a ajustar la dieta oral para conseguir una ingesta
adecuada que ayude a mantener un estado nutricional óptimo. Pueden ser
complementos o no dependiendo si aportan todos los nutrientes.
Pacientes que requieren nutrición enteral:

 En aquellos pacientes en los que la alimentación oral no es posible


 Pacientes con desnutrición crónica moderada con inanición prolongada.
 Pacientes con cáncer
 En pacientes en estado crítico en los cuales se puede tratar de administrar
en forma adicional a la vía parenteral un soporte enteral que contenga los
nutrientes parcialmente hidrolizados para facilitar su absorción.
Nutrición parenteral
La nutrición parenteral aporta al paciente por vía
intravenosa los nutrientes básicos que necesita. Las sustancias suministradas
deben proporcionar la energía requerida y la totalidad de los nutrientes esenciales
(azúcares, sales, aminoácidos, vitaminas, etc), y deben ser inocuas y aptas para
su metabolismo. Se preparan en el servicio de farmacia, en el que existen
instalaciones apropiadas, en las que incluye la campana de flujo laminar donde se
realizan las manipulaciones con técnicas de asepsia rigurosa, para que estos
preparados sean estériles. Este tipo de nutrición puede ser parcial o total según
acompañe o no a la alimentación enteral. Se suele usar en algunos casos
específicos con bebés prematuros, pacientes operados del tracto digestivo o
personas con el síndrome de intestino corto. Cuando una persona es incapaz de

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alimentarse por sí sola debe recurrir a métodos alternativos que le permitan recibir
los nutrientes necesarios para poder vivir.
La nutrición parenteral debe iniciarse de acuerdo a los requerimientos del paciente
y el estado metabólico por lo que se debe tener previamente un perfil bioquímico,
electrolitos plasmáticos y balance hídrico. En primer lugar debe calcularse el
volumen que se puede aportar (en general 3.5-4.0 ml/kg/dia) y luego distribuir los
nutrientes de acuerdo a los requerimientos y capacidad de metabolización.
Los requerimientos de proteínas y calorías deben calcularse de acuerdo al peso
ideal del paciente.
Tipos de nutrición parenteral:

 Nutrición parenteral total: terapia por la cual todos los nutrientes son
administrados por la ruta endovenosa. Debe contener protenias (en forma
de aminoácidos), carbohidratos, lípidos, vitaminas, electrolitos, minerales y
agua en cantidad, calidad y proporción similar a los dados por va
gastrointestinal.
 Nutrición parenteral parcial: terapia en la cual algunos nutrientes son
administrados por la vía endovenosa.
Pacientes que requieren nutrición parenteral:

 Pacientes incapaces de absorber nutrientes a través del tracto


gastrointestinal.
 Pacientes sometidos a quimioterapia en altas dosis, terapia de radiación o
trasplante de medula ósea.
 Pacientes con pancreatitis aguda grave
 Pacientes severamente catabólicos con o sin malnutrición cuyo intestino no
podrá ser utilizado por al menos cinco días.

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