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CANOLLIS

Cindy mayerly Velasquez mendez


Canollis

Se exhiben con orgullo en casi todos los cafés sicilianos, son destacados en el sitio
web oficial de esa isla del Mediterráneo e inmortalizados gracias a películas como
"El Padrino", donde se llega a escuchar la famosa frase "deja el arma, toma el
cannoli".
Pero si alguna vez has visto un cannoli, que significa en español pequeño tubo, y
pensaste que "sí, parece uno", no estás solo.
El amado dulce siciliano se asemeja a un falo, y por una buena razón.
Cuenta la leyenda que en la ciudad siciliana de Caltanissetta, durante el dominio
árabe (alrededor del año 1000 d.C.), un harén de mujeres creó la golosina.
Una capa de repostería con forma tubular frita hecha de harina, azúcar y
mantequilla rellena de queso ricota dulce y cremoso para exaltar la masculinidad
del emir.
El cannolo (significa en italiano 'pequeño tubo'; plural, cannoli) es un dulce típico
de la región italiana de Sicilia, de donde es originario. Consiste en una masa
enrollada en forma de tubo que dentro lleva ingredientes mezclados con queso
ricota. Es tan popular en Sicilia que es muy rara la pastelería donde no se expone
una bandeja de cannoli.
os cannoli, desde la antigüedad, han pertenecido a los dulces carnavalescos
típicos de la cocina italiana. No obstante, es creencia popular de la región que al
igual que la Cassata ambos dulces son herencia de la permanencia de los árabes
en la isla. Hoy en día se comen durante todo el año. Originariamente la pasta se
enrollaba alrededor de un trozo de caña (actualmente se compra la parte exterior
ya hecha, o se enrolla en moldecitos de metal que ya se venden para esto) y se
freía con ella, luego se rellenaba con el requesón azucarado y aromatizado. De
"caña"—en Italiano, canna—es de donde le viene el nombre.
RECETA
Para la masa:
30 g de mantequilla blanda
50 g de azúcar
1 huevo
3 cucharadas de vino blanco seco
extracto de vainilla (una cucharadita)
Una pizca de sal
150 g de harina
1 huevo batido
aceite para freir
azúcar glass, tamizada

Para el relleno:
1/2 kilo de ricotta fresca
cáscaras de naranja y limón confitadas (50 g entre las dos)
50 g de cerezas confitadas
50 g de piña o higos confitados
100 g de azúcar
esencia o extracto de vainilla, una cucharadita
2 cucharadas de agua de azahar
Chocolate, una tableta de 100 g
Instrucciones:

1 – Inicar batiendo la mantequilla con el azúcar hasta lograr una crema a punto de
pomada.
2 – Agregarle el huevo, previamente batido en un recipiente.
3 – Añadir el vino blanco gradualmente, la esencia y la pizca de sal.
4 – Incorporar luego la harina y mezclar hasta unir los ingredientes en un bollo.
5 – Volcar sobre la mesa y amasar manualmente hasta conseguir un bollo liso y
suave.
6 -Tapar la masa con un repasador y dejarla descansar 2 horas en un lugar frío.

Armado y cocción:
Estirar la masa por partes dejándola fina (2 milimetros) y rectangular. Cortar en
tiras de 12 centímetros de ancho.
Dividir luego las tiras en cuadrados. Estirar el resto de la masa hasta conseguir 12
cuadrados (o más dependiendo del número de cannolis).
Apoyar un corcho enharinado (o los tubos comprados) en diagonal sobre un
cuadrado, de modo que las puntas se dirijan a dos vértices opuestos. Distribuir el
huevo batido por las puntas libres del cuadrado, presionando para pegarlas. Con
la misma técnica se montan los restantes.
Poner a calentar abundante aceite en una sartén hast que esté bien claiente, y
echar 4 o 6 cannoli, sin que se toquen entre sí.
Freirlos dándolos vuelta hasta que se doren. Escurrir sobre papel y dejar enfriar.
Con la ayuda de los dedos o un cuchillo desmoldarlos cuidadosamente, pues son
muy frágiles, y se sigue haciendo el mismo procedimiento con el resto de los
cannoli.

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