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La gastronomía venezolana se encuentra integrada por un gran número de recetas,

caracterizadas por sabores marcados acompañados por una armoniosa combinación de


colores. Debido a esto, muchas son las personas que no pueden evitar sentirse atraídas por
la riqueza culinaria del país.

Considerando esto y con motivo del Día Internacional sin Dietas celebrado el 6 de mayo
hacemos un breve homenaje a uno de los platos más representativos del país, los tequeños,
esos bocaditos de queso que todo el mundo adora tanto para prepararlos en casa como para

Aunque no se sabe con absoluta seguridad el origen de los tequeños, existen cuatro teorías
al respecto.

Por un lado, se cree que provendrían de la actual capital del estado de Miranda, Los
Teques, cuando esta ciudad se trataba aún de una pequeña aldea agrícola a las orillas del río
San Pedro. No obstante, puesto que no se conoce una fecha concreta, los cronistas han
hipotetizado que lo lógico sería que la creación de los tequeños surgiese entorno a los años
20, atribuyéndose este acontecimiento a Josefina Hernández de Oviedo, la mayor de las
hermanas Báez, la que, aparentemente, habría traído al mundo la receta bajo el nombre
«enroladitos de queso», que pasaría a denominarse tequeños en la década de los 60.

Dentro de estas teorías asociadas a Los Teques, existen otras especulaciones que dirigen la
patente a la cocinera de una familia caraqueña de clase alta, que veraneaba por esa zona.
Esto guarda congruencia, puesto que, debido a su buen clima, Los Teques siempre fue un
destino vacacional bastante demandado por familias caraqueñas enriquecidas.
Dentro de las cocinas de este tipo de familias era posible costear ingredientes de alto valor,
por lo que sería lógico la realización de esta receta que lleva masa hecha a mano.

Por supuesto, otras teorías apuntan hacia orígenes zulianos, de tal modo que la receta podría
haber sido inventada a comienzos del siglo XX en Villa del Rosario por un italiano. ¿Por
qué es factible esta visión? Por la extensa ganadería de la zona y la costumbre de comer
frito.

Aunque, como última estimación, también se cree posible que todo viniese de los pastelitos
del queso que se consumían en el barrio de Los Teques de Caracas durante el siglo XIX.

Como es posible determinar, todas las teorías son viables y aunque puede que nunca se
llegue a conocer el origen real de la receta, lo que es seguro es que los tequeños son un
trozo de cultura del país, hasta el punto de que es emblema histórico dentro de muchas
ciudades.

Hecho por Venezolanos y la Organización Venezolanos en el Mundo invitan a celebrar


el 21 de octubre como el 'Día Internacional del Tequeño',

La iniciativa tiene como objetivo defender al tequeño como un producto venezolano y a


Los Teques como la ciudad que lo hizo famoso, en virtud de que se ha convertido en un
símbolo más de la gastronomía venezolana, sus tradiciones e idiosincrasia.
Hoy es un abreboca, snack, merienda -o pasapalo- presente en las fiestas, no solamente
venezolanas sino de muchas otras culturas. "Para un venezolano fiesta sin tequeños, no es
fiesta"

Un poco de historia
Su nombre está relacionado con el gentilicio de la ciudad de Los Teques, aunque la historia
señala varias versiones sobre su origen.

"Se habla que los tequeños son de la época de la colonia, donde las cocineras que
trabajaban en familias ricas, con los restos de la masa de los panes que preparaban, la
usaban para envolver trozos de queso, que luego se freían en manteca para ser consumidos
en la merienda. También se dice que fue creado por la familia Báez por los años 1920,
quienes preparaban unos 'pasapalos' de queso envueltos en masa de pan que luego se freían
y eran servidos en las grandes fiestas y cuando los llevaban a Caracas desde la estación de
tren 'El Encanto' a 'Caño Amarillo' la gente emocionada decía: ¡Ya llegaron los Tequeños!",

Existe otra versión que señala a los Canarios del barrio El Teque en Caracas fueron los
primeros en prepararlos y consumirlos en el desayuno y la cena. También se dice que el
tequeño es un 'pasapalo' creado por una cocinera que trabajaba en una Casa Vacacional en
Los Teques donde los servían en las meriendas. Por último, está la versión de que son del
estado Zulia y fueron creados por un italiano a inicios del siglo XX.

Cómo preparar tequeños, receta paso a paso; como


pasapalo o para el desayuno, están buenísimos y son fáciles
de preparar.
IR A LA RECETA

¡Fiesta venezolana que se respete tiene tequeños!


Los tequeños son unos palitos de queso blanco fresco envueltos en masa de harina de trigo. Es
nuestro pasapalo más querido.

No sólo se pueden servir como aperitivo, sino que funcionan perfecto para el desayuno o
merienda, tanto así que podemos encontrarlos en la cantina (cafetería) de las escuelas,
panaderías, en los carritos ambulantes de comida; acompañados de una malta, un jugo de frutas o
un cafecito, nadie se resiste.

Recuerdo que durante los preparativos de mi boda alguien me dijo, "no te olvides de los tequeños
o te irá mal en el matrimonio" jaja, no por mal agüero, sino porque es inconcebible no servirlos en
una fecha tan especial.

Los tradicionales son de queso, pero también se pueden conseguir rellenos de guayaba con queso,
chocolate, plátano maduro con queso, jamón y queso y hasta "tequeños de pan de jamón".

Hacer tequeños es fácil, aunque puede parecer un poco tedioso; eso sí, tiene sus trucos y mañas,
pero nada, todos esos detalles los despepito aquí, así que sigue leyendo.

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Tequeños para fiestas, ¡claro que si!

Hay muchas fórmulas de masa para tequeños; algunas con levadura, otras con polvo de hornear y
otras más ni con uno ni lo otro.

Ésta en particular lleva levadura y tiene una fermentación corta en frío, resultando una masa
suave y elástica.

Luego lo que hacemos es estirar la masa en un rectángulo y cortar tiras; encuentro que es más
fácil si se dobla la masa y luego se corta (como haciendo pasta casera).

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¿Qué hacer para que los tequeños no se abran?

Un par de cositas aquí: la tira debe sobreponerse un poco a la vuelta anterior para cubrir bien el
queso y rodarlos sobre la mesa para sellar bien esas uniones.
¿Qué queso usar para hacer tequeños?

Esta es la gran pregunta que nos hacemos los venezolanos desperdigados por el mundo huérfanos
de queso blanco llanero o palmita.

Cómo hacer tequeños, paso a paso

En este paso a paso fotográfico puedes ver la preparación de la masa, cómo hacer las tiritas y
cómo armar los tequeños.
Cómo Hacer la
masa de tequeños, queda muy suave y elástica
Haciendo los tiras de masa
Forma de enrollar los tequeños

Cómo conservar los tequeños.


Una vez hechos y antes de freír, los tequeños se pueden guardar en la nevera un par de días, más
de eso es mejor congelar. Se deben guardar en un envase con capas de papel encerado o de
hornear; duran semanas.

No he visto una diferencia considerable en cuanto a la textura de la masa si se fríen congelados o


se dejan a temperatura ambiente antes de freír.

¡Apunta la receta!
Tequeños venezolanos. Receta
Cómo hacer tequeños, el pasapalo preferido por los venezolanos para fiestas, el desayuno o la
lonchera de los niños. Aquí la receta definitiva paso a paso.

GUARDAR RECETA

Tiempo de preparación: 40 minutos Tiempo de cocción: 10 minutos Cantidad: 35 unidades aprox.

Ingredientes

 4 tazas (480 gramos) de harina de trigo todo uso


 1 cucharadita (4 gramos) de levadura instantánea
 2 cucharaditas (8 gramos) de azúcar
 1-1/2 cucharaditas (8 gramos) de sal
 1 taza (250 ml) de agua a temperatura ambiente
 7 cucharadas (98 gramos) de mantequilla o margarina, derretida
 500 gramos aprox. de queso blanco fresco

Preparación:

1. En un tazón colocar 2 tazas de harina, la levadura, azúcar, sal y mezclar.


2. Agregar el agua y la mantequilla derretida, mezclar con un tenedor o la mano, seguir
mezclando y amasar a medida que agrega el resto de la harina, en este punto puede pasar
a una superficie limpia para amasar; es posible que no necesites toda la harina.
3. Amasar unos minutos hasta lograr una masa suave y que no se pegue en las manos o la
mesa. Colocar en un tazón espolvoreado con harina, tapar y dejar reposar en la nevera por
30 minutos.
4. Mientras la masa reposa cortar los palitos de queso. Esto dependerá de la presentación
del queso que tengas disponible, puede ser de 6 u 8 centímetros de largo por 1,5
centímetros por los lados.
5. Una vez pasado el tiempo, dividir la masa en 2 partes, mientras trabaja con una, mantener
la otra tapada para que no reseque. Estirar la masa en un rectángulo, de unos 30
centímetros a lo largo aproximadamente, que no quede gruesa.
6. Doblar la masa en 3, como una carta y cortar tiras de 2 centímentros de ancho. Desplegar
las tiras y espolvorear harina para que no se peguen entre sí.
7. Para armar cada tequeño: tomar una tira y cubrir el queso a todo lo largo, de lado a lado,
luego comenzar a entorchar en diagonal superponiendo un poco la tira en la vuelta
anterior, a medida que hacemos esto vamos estirando un poco la masa. Si la tira no te
alcanza para cubrir todo el queso, puedes añadir otro trozo. Asegurar los extremos y rodar
el tequeño por la mesa para sellarlo bien. Colocarlos sobre una bandeja o plato,
espolvoreados con harina.
8. Freír en abundante aceite hasta que estén dorados, servir calientes (puede acompañarlos
con alguna salsa o picante si prefiere). Disfrutar.

El ministro de Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas Poljak, informó que el tequeño ha


sido declarado Patrimonio Cultural de Venezuela y ha sido inscrito en el Registro del
Patrimonio Cultural Venezolano.

“Que lo sepa Raimundo y todo el mundo: el tequeño es una delicia gastronómica de


los Altos Mirandinos que se ha ganado un lugar en el corazón de los venezolanos y
ahora es oficialmente parte de nuestro Patrimonio Cultural”, escribió el ministro a
través de su cuenta en la red social Twitter.

El tequeño es un bocadillo elaborado con masa de harina de trigo y queso blanco,


que se ha convertido en un icono de la gastronomía venezolana y es muy popular en
todo el país.

La inscripción del tequeño en el Registro del Patrimonio Cultural Venezolano es un


reconocimiento a su valor cultural y a su importancia en la identidad gastronómica
de Venezuela.

En un audiovisual adjunto al mensaje, el ministro muestra el instante en que se


procede a la firma. “Voy a tener el placer, el honor de firmar, en estos segundos el
certificado de inscripción del tequeño como bien de interés cultural de la nación
venezolana”, manifestó.

Asimismo, el ministro destacó que esta declaración es un reconocimiento a la


diversidad cultural y gastronómica de Venezuela y una muestra del compromiso del
Gobierno venezolano con la preservación y promoción de su patrimonio cultural.

“Que viva el tequeño, que vivan Los Teques, los altos mirandinos, que viva la
identidad y la diversidad cultural de Venezuela y su hermosa y deliciosa
gastronomía”, expresó Villegas.

El tequeño también migró.


Se puede afirmar que el tequeño viajó con cada uno de los 5 millones de migrantes
venezolanos que están repartidos por el mundo. Basta con revisar las propuestas
gastronómicas en otros países para encontrar que en el lugar menos esperado los
ofrecen.
9. El tequeño para los migrantes no es un simple pasapalo: es un vuelo directo, y sin
escala, hacia Venezuela.
10. Se trata de una suave masa que, además de envolver un trozo de queso blando,
protege en nuestra memoria gustativa las experiencias positivas que vivimos en
Venezuela.
11. Para los migrantes degustar un tequeño es revivir un pedazo de la vida que
abandonaron. Comerlos significa sentirse en su hogar, aunque estén a cientos de
kilómetros de distancia.
12. El tequeño también ha fungido como salvavidas económico para quienes no han
podido conseguir un trabajo estable en las ciudades que los reciben. La fácil
producción de la masa y el uso de algún queso, que se acerque al sabor del llanero,
es una opción rápida para los que necesitan tener ingresos en el corto plazo mientras
consiguen un empleo formal.
13. Así, la producción de tequeños también se ha convertido en el modelo de negocio
con el que viven algunos venezolanos, gracias a que su sabor cautiva cualquier
paladar.
14. Desde 2016, cuando la salida de venezolanos comenzó a ser más evidente, este
entremés caló paulatinamente en la cultura de muchos de los países receptores.
15. En Argentina y Uruguay los tequeños ya conquistaron el mercado
gastronómico. A pesar de la pandemia del coronavirus, en 2020 se consolidaron en
suelo austral los dos primeros centros de producción masiva de tequeños:
Tequepops y Tequeños La Rambla.
16. Tequepops, sabor maracucho
17. Néstor Briceño es un ingeniero industrial maracucho que llegó a Argentina el 5 de
febrero de 2016. Se mudó para buscar mejores condiciones de vida, pese a que
trabajaba en la Faja del Orinoco en uno de los proyectos de la empresa más
importante de su país: Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
18. Su experiencia profesional siempre estuvo orientada al área de la ingeniería. Eso le
valió conseguir trabajo rápidamente en una empresa industrial en Argentina, al poco
tiempo de haber migrado.
19. Un año después, en 2017, su estabilidad laboral se resquebrajó. La empresa en la
que estaba trabajando empezó a tener problemas financieros, por lo que tuvo
dificultades para cobrar su salario.
20. “Cuando vi que solo me estaban pagando por semana, le dije a mi esposa: tengo que
buscar otra forma de hacer dinero. En mi casa en Zulia, mi mamá tenía un negocio
de comida, eso era de ella. Nunca cociné, solo ayudé ocasionalmente. Así que se me
ocurrió que podía salir a vender algo de comida de fácil preparación como los
tequeños. Nunca los había hecho y busqué recetas por Internet.”, comenta.
21. Los primeros clientes de Néstor los consiguió en su trabajo y haciendo
publicaciones en los grupos de venezolanos en Facebook. Inicialmente su idea era
hacer tequeños hasta que se solucionara la situación de la empresa donde trabajaba
o consiguiera otro empleo, pero ese escenario no ocurrió.
22. “Un punto de inflexión fue cuando tuve que decidir si invertía los mil pesos que me
estaban pagando semanalmente en comprar la materia prima para hacer tequeños o
usar ese dinero para comprar la comida de la casa. Me arriesgué. Para 2017 esos mil
pesos eran aproximadamente 60 dólares. Comencé con 60 dólares”, confiesa.
23. Con ese primer riesgo de Néstor vino un descubrimiento. Al revisar sus ventas
se dio cuenta de que sus tequeños eran rentables. Tenía nuevos clientes
constantemente y necesitaba invertir más tiempo en la producción de sus productos.

24. Producción de
tequeños de Tequepops.
25. Él confió en su experiencia numérica. Las proyecciones que hizo avalaron su
decisión. Desistió trabajar como ingeniero y se planteó que la producción de
tequeños sería su nueva fuente de ingresos.
26. “La primera vez que me lancé a vender tequeños en la calle no fue una buena
experiencia. Tienes que lidiar con que la gente te vea feo, te saquen o te digan que
esa no es tu zona, porque los vendedores ambulantes tienen sus zonas. Ahí me dije
que esa no era la forma. Seguí mi instinto y continué vendiendo tequeños por las
redes sociales. El boca a boca me ayudó mucho.”
27. Atender la demanda a través de los grupos de Facebook le valió una invitación a
una feria de gastronomía venezolana. Esa sería la llave para terminar de
consolidar su emprendimiento.
28. El maracucho explica que su marca de tequeños se creó formalmente en octubre de
2017 porque en la feria gastronómica le pidieron un nombre.
29. “Tequepops nace porque mis amigos me dicen Popu por El Popular. Quería jugar
con la palabra tequeños y algo de mi nombre y quedó Tequepops, que al decirlo es
hasta pegajoso”, menciona entre risas.
30. Nés
tor Briceño, fundador de Tequepops.
31. Tres años han pasado desde que Néstor participó con Tequepops en su primera feria
gastronómica y ahora es el máximo referente de tequeños en Buenos Aires y
algunas provincias en Argentina. Es el primer fabricante de tequeños de forma
masiva en Argentina.
32. Actualmente su emprendimiento tiene dos líneas de negocios: la producción de
tequeños snacks congelados al mayor y la venta de tequeños a domicilio a
través de las principales aplicaciones de delivery.
33. Su negocio ha evolucionado en los últimos tres años.
34. Pasó de ser un productor de tequeños casero a tener un centro de producción masivo
donde trabajan alrededor de 30 personas para atender la demanda.
35.

Parte del equipo de trabajo de Tequepops.


36. “En nuestra línea de tequeños snack, que son los que vendemos al mayor y están
congelados, estamos produciendo entre 250 y 300 cajas, que serían unos 65 mil
tequeños al mes. Tenemos 250 puntos de venta exclusivos en Argentina de tequeños
snacks. Estamos en las provincias de Neuquén, Chubut, Mendoza, Tucumán Jujuy y
Buenos Aires”.
37. La próxima meta de Néstor es inaugurar su nuevo centro de producción y
distribución masivo. Se trata de una fábrica que contará con una cámara de
refrigerado, una sala de fraccionamiento de queso y un área con freidoras
industriales para aumentar el tiempo y las cantidades en la producción de tequeños.
38. “Empecé con 60 dólares y ahora, tres años después, estoy construyendo mi fábrica
de tequeños. Lo que hice fue usar mis conocimientos de ingeniero industrial y
organizar los procesos. Cuando migré, lo que menos imaginé fue que terminaría
trabajando haciendo tequeños”, reflexiona.
39. Tequeños La Rambla, degustando recuerdos
40. Tequeños La Rambla nació de una estafa, es lo primero que dicen Oroyelix Lozada
y Juliedy Guillen cuando hablan de su emprendimiento en Uruguay.
41. Ellas residen en Montevideo. Son comunicadoras sociales, especializadas en
marketing y periodismo. Migraron porque en Venezuela no podían cumplir con sus
metas personales y profesionales. Cuando llegaron en 2016 estaban preparadas para
construir su nueva vida, con los altibajos que eso incluía.
42. Oroyelix Lozada y Juliedy
Guillén frente al primer sitio de producción masiva de tequeños en Uruguay, su
emprendimiento.
43. Buscar trabajo fue el primer obstáculo que debieron sortear. Oroyelix no pudo
conseguir, mientras que su esposa sí.
44. “Si bien iba a N cantidad de entrevistas no se concretaba nada, además la selección
aquí es súper lenta. Mi primer empleo no tenía que ver con mi carrera, me dedicaba
a cuidar una niña con necesidades especiales”, comenta.
45. Antes de cumplir el año en Montevideo, una conocida de Juliedy le preguntó si
conocía a alguien que hiciera tequeños. La idea era conseguir un proveedor para
venderlos en el hotel donde trabajaba.
46. Parte
de los difernetes sabores que ofrece la carta de Tequeños La Rambla.
47. “Yo misma soy”, esa fue la respuesta de Juliedy. Aunque Oroyelix no tenía
experiencia haciendo tequeños, ella sí. Su tío es conocido como “El Artesano del
Pan” en Venezuela, por lo que recurrió a él para que le compartiera la receta.
48. “Nos encargó 200 tequeños. Se hicieron. Se le enviaron por encomienda hasta
Colonia, pero nunca nos pagó. Esa persona desapareció, así como el dinero que se
invirtió. A partir de ahí ¿qué pasa? Ya había hecho un trabajo de marketing; había
hecho un logo; había construido lo que era la marca. Juli ya tenía trabajo y digamos
que los tequeños quedaron en mis manos porque yo no tenía trabajo. De a poquito
se fue haciendo todo”, relata Oroyelix.
49. El nombre de Tequeños La Rambla surge de la necesidad de combinar la
cultura uruguaya con la venezolana. Las caraqueñas sabían que para la mayoría
de las personas en Montevideo no sería fácil recordar la palabra “tequeño” por lo
que buscaron algo para posicionar en las mentes de sus potenciales clientes el
nombre de su marca.
50. Tequeños La Rambla
en Montevideo.
51. Con tan solo tres meses en un nuevo país se aventuraron a participar en La Feria de
las Migraciones con la marca que habían creado. Hicieron una pequeña inversión,
compraron una freidora para vender tequeños recién hechos.
52. Los resultados del primer día las dejaron anonadadas.
53. En un día vendieron las 200 unidades que llevaron. A última hora prepararon más
tequeños para satisfacer la demanda que sabían que tendrían al día siguiente.
54. Esa experiencia les hizo entender que tenían un excelente producto y una
oportunidad de negocio rentable.
55. “Ese año, en 2016, nos dedicamos a explicarle al uruguayo qué es un tequeño.
Después de la participación de la feria, que te expones, nos dimos cuenta de que
había potencial en el emprendimiento, empezamos a creérnoslo más, o al menos yo
que no tenía trabajo. Seguí haciendo el manejo en redes sociales, seguí haciendo
tequeños en casa. Me compré un freezer pequeño con ayuda de mi papá, porque la
ventaja es que es un producto congelado y así me dedicaba a hacerle promoción al
producto y eso fue lo que seguimos haciendo”, asevera.
56. El tiempo les demostró a las caraqueñas que sus tequeños habían calado en el
mercado gastronómico uruguayo. Los restaurantes y otro tipo de locales empezaron
a hacerles pedidos. Sus clientes ya no eran solamente los comensales
tradicionales.
57. La demanda de tequeños aumentó de a poco y Oroyelix fue quien tomó la batuta.
Luego, las solicitudes aumentaron exponencialmente.
58. Juliedy decidió abandonar su trabajo en marketing digital para acompañar a su
esposa en el emprendimiento de su hogar. Las dos se abocaron a producir
tequeños en su casa.
59. Este año cambió la dinámica de ambas. En septiembre de 2020 inauguraron su
fábrica, convirtiéndose en las primeras productoras masivas de tequeños en
Uruguay.
60. Ellas empezaron haciendo 200 tequeños a una persona que las estafó y, ahora, con
su centro de producción hacen 17 mil tequeños por mes.

61.
62. “Formalmente somos Juli y yo trabajando. Pero tenemos a otras 4 personas, todas
mujeres, que nos ayudan en la preparación de los tequeños. Estamos estas semanas
asesorándonos con un contador uruguayo para formalizarlas porque ahora tenemos
más exposición porque tenemos un local que atiende público”, comparte Oroyelix.
63. Presentación de un tequeño
64. —¿Y esos son como dedos de mozzarella?
65. —No, son diferentes.
66. —¿Bastones de queso empanados?
67. —Tampoco, el queso está envuelto en masa y no están empanados.
68. —Ahhmmm entonces, ¿son como la masa de empanadas, rellenos?
69. —Menos… simplemente son tequeños.
70. «¿Qué es un tequeño?». Esa es la típica pregunta que se hacen los argentinos y los
uruguayos cuando un venezolano les habla de ellos. Desde que comenzó lo que se
ha conocido como la diáspora venezolana es inevitable que el acervo gastronómico
se vaya conociendo de a poco.
71. La arepa ya no es la única referente de la comida venezolana.
72. El maracucho Néstor Briceño siente como “una patada en el hígado” cuando le
dicen que los tequeños son como los dedos de mozzarella, por lo que se da a la tarea
de explica qué son para invitarlos a comer:
73. —Relativamente son dedos de mozzarella. Se trata de un queso venezolanos que no
tiene la contextura de un queso mozzarella y que es un dedito envuelto en masa.
74. Mientras que para Juliedy y Oroyelix su respuesta se basa en comparar platos que
ya conocen los uruguayos para hacerles entender qué es un tequeño:
75. —Es un palito de queso envuelto en una masa de harina de trigo que se come frito o
al horno. La masa es parecida a la de la torta frita.
76. Uno de los retos a los que se enfrentaron los dos emprendimientos en cada uno de
sus países fue el de un producto esencial: el queso. El tequeño se caracteriza por
estar relleno de un queso blanco, típico de la región llanera de Venezuela. Por
fortuna, para ambos, han conseguido productores de queso semiduro en Argentina y
en Uruguay que emula el sabor del queso llanero tradicional.
77. Los fundadores de ambas marcas coinciden en que más allá del sabor tradicional,
los tequeños son recuerdos de la Venezuela que abandonaron. Para los tres, comer
tequeños es evocar constantemente las memorias y los momentos felices que
vivieron con sus familias y amigos.
78. Tequepops y Tequeños La Rambla son dos emprendimientos que nacieron de
una necesidad temporal. Las caraqueñas y el maracucho no habían previsto, en sus
planes migratorios, transformar sus vidas para convertirse en emprendedores
gastronómicos, pero las circunstancias los empujó a transitar por ese camino para
adaptarse.
79. Allí es donde está el mensaje en el que coinciden los tres: por mucho que las
personas se preparen para migrar, es crucial tener la disposición para adaptarse.

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