Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El sistema de doble vía no se orientó entonces por una distinción que tuviera en
bien los límites de la intervención coactiva estatal que rigen para una pena asentada
libertad como tal, la medida de seguridad privativa de libertad podría asumir esta
tiempo de la pena cuando ésta, como ocurre por lo general, es ejecutada antes que
disminuida.
duración; y
2) que las objeciones son mayores aún, cuando se admiten medidas que no se
Es por ello que debería considerarse una consecuencia lógica del sistema
concreto.
el hecho cometido. Pese a que ese punto de vista ha sido consagrado en reglas de
superar la culpabilidad por el hecho, con lo que toda medida adicional que se le
responsable, no es legítimo pretender que el Estado reaccione más allá que lo que
considerar hasta qué punto son de aplicación a las medidas de seguridad, las
el ius puniendi, cualquiera sea la denominación técnica del instrumento legal que
principio de legalidad, lo que se concreta en que sólo puede imponerse una medida
peligroso.
2) La medida de seguridad debe ser aplicada por los órganos jurisdiccionales, previa
medida.
remedios estatales diversos, que van desde una simple cuarentena sanitaria hasta
una reacción tan importante como una reclusión por tiempo indeterminado. Es por
ello que resulte más apropiado en vez de proponer un concepto, enunciar algunas
evidente la dificultad que existe para distinguirlas de las penas, por cuanto: 1) se
Desde la adopción del sistema de doble vía, las razones de utilidad social que
teorías preventivas, que han puesto de manifiesto una evidente imposibilidad para
Estado le es permitido actuar de esa manera”. Al igual que respecto de la pena, con
modo alguno justificar la intervención en contra del individuo, ya que tales razones
admisibilidad ética es lo que puede establecer una limitación ante los excesos
propios de un poder estatal totalitario. Fue por ello que se propuso en relación a las
medidas de seguridad, que debía servir de base el principio ético social general, de
que sólo puede participar en forma íntegra de la vida en comunidad el que se deja
dirigir por sus normas, por lo que quien como el enfermo mental no es capaz de
libertad social.
Pero no ha sido ése el punto de vista seguido por la doctrina dominante, pues
se adjudica a las medidas “un carácter puramente preventivo especial”, “cuya única
su vida anterior”, siendo por ello que su “cometido primario es en todo caso
evitar futuros actos delictivos del afectado por ella”. La evolución ulterior que se
imponen “en lugar de la pena”, permite: 1) en primer lugar reconocer como pauta de
legitimación para las medidas, su vinculación con la estabilización de las normas; y
2) poner de manifiesto que la distinción con las penas sólo es posible respecto de
C) queda así expresado por qué no debe considerarse legítimo que el sistema de
naturaleza, pues como tal resulta lesiva al principio de culpabilidad por el hecho.
con la regla contenida en el párr. 3º del art. 2º de la ley 22.278 que establece el
para sujetos que han realizado un injusto típico porque son incapaces.
para imponer una medida. En otras palabras: debe considerarse que el Estado
como a menores infractores, en los casos en que concurre una circunstancia que