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El estudio sobre las consecuencias jurídicas del delito necesariamente debe tener como
punto de partida un análisis referente a los fundamentos del poder punitivo del Estado, así
como del nivel de racionalidad con que debe llevarse a cabo el ejercicio de ese poder y
sus límites. De igual modo se impone de inicio identificar los distintos estratos que en el
orden material intervienen en el proceso de realización del derecho penal, poniendo
fundamental atención en la determinación de la pena y la medida de seguridad.
2. ¿Qué es la Pena?
La pena es la consecuencia jurídica de los actos reprobados por el derecho penal y sólo
se aplica a imputables, una vez que se ha determinado su culpabilidad de conformidad
con las normas del Estado de derecho. “Es el medio coactivo más contundente con que
cuenta el Estado” para reaccionar frente a los hechos punibles.
En el ámbito jurídico, el principal instrumento con que cuenta el Estado como medio de
reacción contra el delito es la pena. La pena es la consecuencia jurídica de los actos
reprobados por el derecho penal y sólo se aplica a imputables, una vez que se ha
determinado su culpabilidad de conformidad con las normas del Estado de derecho. “Es el
medio coactivo más contundente con que cuenta el Estado” para reaccionar frente a los
hechos punibles. Desde el punto de vista de quien la sufre, la pena siempre implicará la
privación forzosa de derechos subjetivos, como la vida, la libertad, o el derecho de
propiedad sobre bienes materiales, impuesta a quien es declarado culpable de la
realización de un acto considerado socialmente dañoso y relevante para el derecho Penal.
A través de la pena el Estado persigue fines retributivos o de justicia o fines preventivos o
de utilidad.
4. Hable de la teoría absoluta y la relativa.
a) las teorías absolutas, basadas en la idea de justicia que postulan como principio
legitimante de la pena la retribución justa, o sea, que cada quien pague “lo que sus
hechos valen” y
b) las teorías relativas que legitiman el poder punitivo del Estado en función de la
persecución de un fin preventivo: Prevención general y prevención especial.
El concepto negativo de pena expuesto por Zaffaroni, reza así: la pena es “ (a)una
coerción, (b) que impone una privación de derechos o un dolor, (c) que no repara ni
restituye y (d) ni tampoco detiene las lesiones en curso ni neutraliza los peligros
inminentes”
-En consecuencia, el concepto negativo de pena implica un discurso que incluye “las
torturas, los apremios, las victimizaciones por el poder penal subterráneo, los
fusilamientos o ejecuciones sin proceso, los secuestros, etc., y los agravamientos
ilícitos de penas lícitas, como las violencias, maltratos, riesgos de contagio, de suicidio
o de enfermedad física o mental, de lesiones, mutilaciones, violaciones, etc. Sin duda
que todo este ejercicio del poder punitivo es penal (son penas), aunque se trate de
penas ilícitas. Este concepto importa adoptar una idea amplia de pena, como categoría
que permite al derecho penal distinguir entre penas lícitas e ilícitas, pero que le impide
ignorar la penalidad de las coacciones ilícitas, lo que tiene consecuencias prácticas en
las decisiones pautadoras de casos particulares”.
Además, tal y como lo expresa Righi, “una vez cumplida la medida de seguridad, el
tiempo de la misma es computado para el cumplimiento de la pena, pudiendo el juez
optar entre ordenar que se cumpla el remanente o resolver la remisión condicional,
considerando el pronóstico de conducta en función de la personalidad del sujeto y las
exigencias de defensa social.
INT. La pena privativa de libertad, tal como su nombre lo indica, consiste en privar
de libertad de tránsito al individuo sentenciado. Se diferencia de la «prisión preventiva»
porque la pena privativa es resultado de una sentencia firme y no de una medida
transitoria (medida cautelar) como sucede con aquella. Además, su fin es distinto: la
pena privativa de libertad tiene como fin castigar (penar) al condenado por el delito que
ha cometido, así como la reinserción social del individuo que trasgrede la norma,
mientras que la prisión preventiva tiene la finalidad de evitar una posible fuga del
acusado o la posible destrucción de pruebas.
En la clasificación de las penas que hace el artículo 1 del Código Penal dominicano,
este criterio queda claramente establecido, cuando el legislador denomina penas
aflictivas o infamantes, a aquellas destinadas a castigar el tipo de infracciones que el
referido texto legal denomina crímenes.
Una pena aflictiva solo procura causar sufrimientos o dolor a quien se le impone y la
infamia se refiere básicamente al desprecio, al ultraje, lo que indica que la pena
infamante persigue ultrajar, vilipendiar o deshonrar al condenado, lo que constituye un
criterio totalmente inadmisible en el marco de la corrientes modernas sobre la pena,
que parten de presupuestos humanistas y de respeto a la dignidad de las personas.
16. Cuáles son las penas aflictivas e infamantes de acuerdo a nuestro código
penal.
De acuerdo al artículo 7 del referido Código, las penas aflictivas o infamantes son: 1) la
reclusión mayor. 2) la detención. 3) la reclusión menor. También es considerada
infamante: 1) La degradación cívica (Art. 8 Código Penal);
Art. 9.- Las penas en materia correccional son: 1o., el destierro; 2o., el confinamiento;
3o., la prisión temporal; 4o., la interdicción por determinado tiempo de ciertos derechos
cívicos, civiles o de familia; 5o., la multa.
18. ¿Cuáles son las Penas de Simple Policía según nuestro código penal?
Las penas de simple policía están identificadas en el artículo 464 CP. Son: 1) el
arresto, 2) la multa y 3) el comiso de ciertos bienes embargados.
XX Desde el punto de vista del bien jurídico afectado, las penas en el ordenamiento
jurídico vigente actualmente en la RD pueden clasificarse en: 1) las penas privativas de
libertad: reclusión mayor, reclusión menor, prisión correccional y arresto. 2) Las penas
privativas de derechos: la interdicción por determinado tiempo de ciertos derechos
cívicos, civiles y de familia; degradación cívica y 3) la pena pecuniaria: la multa.
Pena de 20 años de trabajos públicos (reclusión mayor). Esta es una pena fija que a
partir de la ley 224 de 1984 sobre régimen penitenciario, con la supresión de los
trabajos públicos quedó transformada en reclusión mayor. Es la segunda pena más
grave dentro del ordenamiento, y se aplica en caso de crímenes considerados graves.
22. Mencione una infracción que lleve acompañada una pena Flexible.
-El homicidio intencional sin agravantes es una infracción sometida al régimen punitivo
de la reclusión mayor de 3 a 20 años, así lo establece el párrafo II, del artículo 304: “En
cualquier otro caso, el culpable de homicidio será castigado con la pena de trabajos
públicos”.
-Se impondrá la pena de tres a diez años de trabajos públicos, al que hiciera un
pasaporte falso, al que falsificare un pasaporte primitivamente verdadero, y al que
hiciere uso de un pasaporte falso o falsificado.
24. Hable de la pena según la ley 50-88? Ley 50 de 1988 sobre drogas
narcóticas.
En su estructura punitiva esta ley denomina todas las penas restrictivas de libertad
como “prisión”, abandonando la clasificación tradicional de las penas en función de su
gravedad que las divide en reclusión mayor, reclusión menor, prisión y arresto. Sin
embargo, se mantiene más o menos fiel a la tradición con respecto a las escalas en las
penas flexibles y en las penas únicas. Es por ello que constituye una constante en esta
ley la prisión de 6 meses a dos años, de 2 a 5, de 3 a 10, de 5 a 20 y la pena única de
30 años.
25. ¿Hable de la pena según la ley 24-97? la 24 del 1997 sobre violencia
intrafamiliar
Este instrumento normativo se puso en vigencia con la finalidad de que sirviera de
respuesta a la escalada de violencias físicas y psicológicas que en los últimos
tiempos se producen en el marco de las relaciones intrafamiliares. Al considerarse
que en los conflictos de este tipo la mujer constituye el sector más victimizado, este
texto legislativo desarrolló el concepto normativo de “violencia contra la mujer”,
definiéndola como “toda acción o conducta pública o privada, en razón de su
género, que causa daño o sufrimiento físico, sexual o psicológica a la mujer,
mediante el empleo de fuerza física o violencia psicológica, verbal, intimidación o
persecución”, (art. 309- 1). De ese mismo modo en el artículo 309-2, la ley define el
concepto de violencia doméstica o intrafamiliar como “todo patrón de conducta
mediante el empleo de fuerza física, o violencia sicológica, verbal, intimidación o
persecución, contra uno o varios miembros de la familia o contra cualquier persona
que mantenga una relación de convivencia, contra el cónyuge, ex cónyuge,
conviviente o ex conviviente o pareja consensual, o contra la persona con quien
haya procreado un hijo o una hija...”.
La pena de restitución. El artículo 309-4 introduce la pena de restitución como
condenación accesoria a los que sean declarados culpables de violencias en los
términos y condiciones establecidas en el artículo 309-3. En este caso, si el autor de
violencia produjo la destrucción, ocultación o daño en bienes al momento de ejercer
violencia doméstica o intrafamiliar, podrá ser condenado a su restitución.
Tentativa. En los casos de tentativa de incesto (332-1 y 332-2), ésta se castigará
siempre como si la acción se hubiera realizado (art. 332-2).
Prohibición expresa de las circunstancias atenuantes. De conformidad con lo
dispuesto en los artículos 309-4 y 332-2, los culpables de violencia e incesto
respectivamente, no podrán ser beneficiados con reducción de penas en virtud de
circunstancias atenuantes.
Este principio postula que en la determinación de la pena debe existir una proporción
razonable entre la gravedad del delito y la pena a imponer. En consecuencia, las penas
más graves deben aplicarse exclusivamente a los delitos graves. De igual modo, en el
proceso de individualización en concreto de la pena por parte del juez el monto de la
pena debe guardar relación con la intensidad del daño objetivo causado en
combinación con un examen racional de la intensidad de la culpabilidad y demás
condiciones subjetivas particulares al autor. El principio de proporcionalidad debe ser
respetado y aplicado en las dos esferas en que opera la determinación de la pena. Es
decir, el legislador, al momento de establecer en abstracto la pena que conlleva
determinado delito, debe intentar ser justo y equilibrado, de tal forma que en la relación
delito- pena prime la equidad, el buen juicio y el sentido común.
El artículo 341 CPP otorga a los jueces la facultad de imponer una pena y al mismo
tiempo suspender su ejecución parcial o totalmente. El poder para decretar la
suspensión de la ejecución de la pena no es absoluto, sino más bien relativo, en el
sentido de que la propia normativa establece una serie de condiciones que limitan las
posibilidades de aplicación de este beneficio a favor de los imputados. El primer límite
para acceder a la suspensión condicional de la pena es que “la condena conlleve una
pena privativa de libertad igual o inferior a 5 años” y “el imputado no haya sido
condenado penalmente con anterioridad”. Tal y como lo expresa el propio artículo 341,
la suspensión de la pena tiene un carácter condicional, y está sujeta a condiciones, por
lo que esta puede ser revocada si el imputado no cumple con el conjunto de
obligaciones impuestas.