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UNIDAD PROBLEMA N° 5
Susana, de licencia por maternidad, terminó sus tareas domésticas habituales y se sentó a
darle de mamar a su bebé de cuatro días. Al mirarlo lo notó algo amarillento y con manchas
de coloración ocre en el pañal. Preocupada, se dirigió al Centro de Salud del barrio. Del
interrogatorio surge que hay antecedentes familiares de anemia por esferocitosis. LLeva a
la consulta el carnet de control obstétrico.
INTRODUCCIÓN AL CASO:
Los eritrocitos maduros del hombre carecen de la información genética y no pueden sintetizar
proteínas. Tienen una vida media en la circulación de aproximadamente 120 días, lapso después
del cual son separados del sistema fagocítico mononuclear y destruidos en el bazo. Los
metabolitos producidos por macrófagos y monocitos pasan a hígado y, posteriormente, a intestino.
Resulta importante el conocimiento de los procesos fisiológicos, las alteraciones y cambio que se
pueden observar por diferentes injurias.
Farmacología
Farmacología del Sistema Nervioso Autónomo: Mecanismos farmacológicos de
intervención y modificación a nivel de ganglios simpáticos y parasimpáticos: síntesis,
almacenamiento, liberación e inactivación de mediadores, interacciones con
receptores pre y post sinápticos y con los mecanismos de recaptación a nivel neuronal e
intracitoplasmáticos. Adrenérgicos y antiadrenérgicos.
Fármacos y embarazo: Generalidades. Categorización de fármacos para su administración en
mujeres embarazadas.
Anatomía Patológica
Acumulaciones intra y extracelulares. Alteraciones del metabolismo pigmentario.
Alteraciones del metabolismo mineral.
Semiología
Etiología, fisiopatología y clínica de ictericia, acolia, coluria. Clasificación de ictericia.
Ictericia del recién nacido. Eritroblastosis fetal. Nociones básicas de anemia: signo
sintomatología de las anemias (palidez, astenia, disnea, etc) Laboratorio para el diagnóstico de
anemias y enfermedades hepáticas.
ICTERICIA NEONATAL
Definición
Ictericia es un concepto clínico que se aplica a la coloración amarillenta de piel y mucosas
ocasionada por el depósito de bilirrubina, habitualmente se correlaciona con niveles séricos de
bilirrubina mayores a 5mg/dL.
Ictericia fisiológica
Es una situación muy frecuente, se observa en el 60% de los recién nacidos de término (RNT) y
presenta las siguientes características fundamentales:
Monosintomática.
Inicio luego de las 24hs de vida.
Fugaz, hasta el 2º o 7º día en el RNT y hasta el 10° día en el recién nacido pretérmino
(RNPT), Leve, bilirrubinemia inferior a 12,9 mg/dL si recibe lactancia artificial o a 15 mg/dL
si recibe lactancia materna.
Aumento diario inferior a 5 mg/dL.
Predominio de bilirrubina indirecta, con bilirrubina directa menor de 2 mg/dL o de 15% de
la bilirrubina total
Hiperbilirrubinemia: se refiere a una concentración bilirrubina plasmática superior a la normal y
esperable para las horas de vida del neonato, obtenida mediante diferentes técnicas de laboratorio.
Hay dos tipos:
Hiperbilirrubinemia precoz: bilirrubina total superior a 7 mg/dL antes de las 24 horas de
vida.
Hiperbilirrubinemia prolongada: es toda aquella que persiste más de 15 días.
Etiología
En todos los casos de hiperbilirrubinemia se encuentran causas fisiológica transitorias en cada
uno de los pasos del metabolismo de la bilirrubina y causas patológicas que requieren un plan de
estudios adecuado.
Fisiopatogenia.
Aumento de la producción:
El recién nacido posee mayor masa eritrocitaria que el adulto.
Menor vida media del eritrocito, aproximadamente 60 días el RNT, y menor en el RNPT.
Deficiencia en la conjugación hepática:
Inmadurez enzimática en los pasos hacia la conjugación hepática.
Aumento de la circulación enterohepática
Presencia de bilirrubina en el meconio, producto del metabolismo fetal de pequeñas
cantidades de bilirrubina.
Actividad del sistema enzimático betaglucuronidasa intestinal que genera bilirrubina libre.
Disminución del peristaltismo y escaso volumen de alimentación.
Disminución en la eliminación.
Desaparición de la placenta como órgano depurador de la bilirrubina
METABOLISMO DE LA BILIRRUBINA: CIRCUITO ENTEROHEPATICO
Mecanismos patológicos
Aumento de la producción
Hemolisis:
Inmunológica: incompatibilidad del grupo sanguíneo (ABO) o factor Rh. Otras
isoinmunizaciones. Sangre extravasada: petequias, hematomas, hemorragias, sangre
digerida (un ejemplo típico es la asociación con cefalohematoma a menudo y menos
frecuentemente con hemorragia suprarrenal).
Genética: esferocitosis, hemoglobinopatías, galactosemia, inducida por drogas.
Infecciosas.
Policitemia (aumento de la oferta).
Hipoxia fetal crónica, transfusión feto-feto o materno-fetal, transfusión placentaria.
Obstrucción mecánica: atresia, estenosis, estenosis de píloro, enfermedad de Hirschsprung, íleo
meconial, íleo o hipoperistalsis (asociado frecuentemente a sepsis, enterocolitis necrotizante, etc.).
Otras causas
1. Deficiencia en la conjugación hepática.
2. Captación hepática disminuida por bloqueo de los receptores por drogas.
3. Conjugación hepática disminuida de origen genética, como síndrome de Gilbert y síndrome de
crigler-Najjar (Deficiencia congénita de glucoronil transferasa).
4. Inhibición enzimática por galactosemia precoz, hipotiroidismo, hipopituitarismo.
Clínica.
La ictericia se observa en primer lugar en cara y luego progresa de forma caudal hacia el tronco y
las extremidades. La progresión cefalocaudal puede ser útil para la valoración del grado de
ictericia, aunque la valoración es aproximada aún para al observador experimentado. (ESCALA
DE KRAMER)
El tinte ictérico no sólo está presente en la piel y conjuntivas, sino que también puede apreciarse
en el LCR, lágrimas y saliva, especialmente en los casos patológicos.
Es conveniente valorar la presencia de coluria y acolia, ya que son datos de gran valor diagnóstico
en la patología obstructiva.
La presencia de hepatomegalia precoz es sugestiva de infección prenatal o de enfermedad
hemolítica por incompatibilidad Rh; cuando la hepatomegalia es dura y de aparición más tardía,
hará pensar en la posibilidad de afectación hepática primitiva (hepatitis, atresia).
La esplenomegalia hará sospechar que actúa como un foco hematopoyético extramedular o bien
que el RN padece una infección prenatal con manifestaciones clínicas.
Por la frecuencia con que se presenta a partir del tercer día de vida una hiperbilirrubinemia
secundaria a la reabsorción de hematomas, se deberán buscar colecciones de sangre extravasada
(cefalohematoma, hematoma suprarrenal).
Asimismo, buscar microcefalia, onfalitis y demás signos de hipotiroidismo.
Diagnostico:
Considerar siempre:
Evaluación clínica y eventualmente laboratorio cuando corresponda.
Educación de los padres y seguimiento precoz del recién nacido. Se les debe enseñar como
evaluar la progresión de la ictericia y acudir a control si ésta llega a las piernas. Debiera ser
evaluado el RN entre los 7 y 10 días de vida por el personal de salud. Aquellos niños que se van
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ÁREA INJURIA INSTITUTO AULA DE MEDICINA
de alta con cifras cercanas a la indicación de fototerapia deben controlarse a las 24 o 48 horas
después de alta.
Exámenes complementarios
Clasificación sanguínea, grupo clásico y Rh. Bilirrubinemia fraccionada. Bilirrubina capilar.
Hemograma. Morfología de eritrocitos, plaque- tas, reticulocitos, eritroblastos, frotis de sangre
periférica.
Otros análisis específicos según orientación clínica (orina, urocultivo, transaminasas, LDH,
glucemia, glucosuria, cuerpos reductores, TSH y eventualmente Torchs, VIH).
Existen diversos dispositivos de medición transcutánea cuyas determinaciones presentan una
diferencia de 2 a 3 mg/dL con respecto a los niveles séricos cuando la bilirrubina no es mayor los
15 mg/dL; siempre que se sobrepase ese nivel, será necesaria la realización de una determinación
en sangre. Se debe medir colocando el transductor en la zona esternal, para obtener mejor
correlación con el laboratorio.
Criterio de internación.
Deberá internarse todo neonato que presente valores de bilirrubina sérica que requieran
tratamiento.
Tratamiento.
Existen diferentes modalidades de tratamiento para el recién nacido ictérico, aunque solamente
dos de ellas son ampliamente difundidas y utiliza- das, la Luminoterapia o fototerapia y la
exanguinotransfusión, otras se encuentran en proceso de investigación.
LUMINOTERAPIA
Es una herramienta tan indiscutida como ampliamente utilizada, de relativo bajo costo, no es
invasiva y presenta buenos resultados con mínimos riesgos. El principio fundamental de la
fototerapia radica en la conversión de la bilirrubina en foto isómeros de configuración tal que son
hidrosolubles y de esta manera se facilita su excreción sin requerir el paso hepático (conjugación).
Es sumamente efectiva con radiación de rayos con una longitud de onda de 425 a 475 nanómetros,
administrados comúnmente con tubos fluorescente, lámparas halógenas, almohadillas con fibra
óptica o diodos emisores de luz (Leds). La ictericia a predominio de bilirrubina directa es una
contraindicación absoluta para esta modalidad terapéutica.
La mayoría de los equipos modernos tienen tubos fluorescente de luz azul especial y 2 tubos
fluorescente de luz blanca en los bordes.
Los spots de luz halógena son utilizados principal- mente para la Luminoterapia en prematuros, ya
que el haz de luz se concentra en muy poca superficie. La almohadilla de fibra óptica, tiene una
irradiación mayor por unidad de piel, pero su poder terapéutico es menor dada la escasa superficie
expuesta. Debe asociarse a otra fuente de Luminoterapia.
Los equipos basados en Leds presentan gran efectividad ya que administran dosis de irradiación
mayores a las Luminoterapia convencionales, con la ventaja de no emitir calor.
Los efectos indeseados más frecuentemente encontrados son hipertermia, eritema, irritación
conjuntival por la protección ocular, deposiciones desligadas, deshidratación, interferencia en la
relación madre-hijo, así como daños por fotooxidación de proteínas, y lípidos, particularmente en
prematuros se ha descripto aumento de la velocidad del flujo cerebral.
EXANGUINOTRANSFUSION
Es un procedimiento invasivo, más riesgoso que la fototerapia, que tiene indicaciones precisas,
como ser el fracaso de la fototerapia, ritmo de ascenso elevado, riesgo de encefalopatía por
bilirrubina mayor que el riesgo por el procedimiento.
Realiza la remoción directa de la bilirrubina y de anticuerpos circulantes y corrige la anemia. Se
debe realizar un cambio de sangre del RN de a pequeñas cantidades hasta totalizar 2 veces la
volemia del paciente. Durante todo el procedimiento debe monitorearse continuamente los signos
vitales y el medio interno. Se calcula la volemia de un recién nacido de término en 80 mL/kg y en
prematuros hasta 95 mL/kg.
Las complicaciones que presenta son: disturbios electrolíticos, variaciones de la tensión arterial,
arritmias cardíacas, trombocitopenia, trombosis de la vena porta, enfermedad injerto contra
huésped, riesgo aumentado de enterocolitis necrotizante e infección.
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
Promoción y prevención
Además de aplicar correctamente las medidas de prevención de las ictericias hemolíticas especial-
mente en la isoinmunización Rh, y de iniciar sin demora el tratamiento se debe hacer énfasis en
el control que permita la oportuna acción terapéutica, por tal motivo es de interés tras el alta de la
internación conjunta que la valoración clínica de la ictericia sea llevada a cabo por un pediatra o
neonatólogo experimentado.
Todos los RN dados de alta antes de las 48 horas de vida deben ser controlados por un pediatra
en el plazo máximo de 2 días y aquellos con bilirrubina mayor de 5 mg/dL (y por debajo de
indicación de fototerapia) deben ser citados para control clínico y de laboratorio en el plazo de 24
horas. Serán nuevamente citados a controles posteriores hasta que se compruebe que no existe
una tendencia ascendente en las cifras de bilirrubina. Se debe recomendar, siempre que no exista
hipogalactia (pérdida de peso exagerada), aumentar la frecuencia de las tomas (8-10 en 24 horas).
Monitorear peso e ictericia a diario de ser necesario.
Los RN con edades gestacionales de menores de 37 semanas presentan mayor riesgo de
incrementos importantes de la bilirrubina que los de mayor edad gestacional.
La recomendación de colocar al RN ictérico en un lugar soleado o bien iluminado de la casa no es
una opción científicamente aceptada, y no es aconsejable, como tampoco los suplementos de
agua o suero glucosado.
Para mejor comprensión y cumplimiento por parte de la familia, así como a efectos de tipo legal,
se escribirán en el informe de egreso de la internación conjunta los controles clínicos y de
laboratorio re- comendados, así como las pautas de alarma.
Una tercera parte de los RN sanos alimentados con lactancia materna tendrán una ictericia
persistente al cabo de dos semanas. Si no hay signos clínicos de colestasis y la exploración física
es normal, se recomienda observación. Si persiste más de tres semanas convendría determinar
una bilirrubina sé- rica total y directa, y eventual urocultivo.
KERNICTERUS
Descripto en 1904 como la coloración amarillenta de los núcleos del tronco encefálico y del
cerebelo observada en recién nacidos fallecidos por eritroblastosis grave. La bilirrubina atraviesa
la barrera hematoencefálica cuando se encuentra como bilirrubina libre (no unida a la albúmina) o
no conjugada o cuando hay daño en la barrera hematoencefálica en el contexto clínico de
infección, sepsis, prematurez, hipoxia o acidemia. A nivel neuronal interfiere con la fosforilación,
el metabolismo de la glucosa, la respiración celular y la síntesis proteica, provocando pérdida
neuronal que será reemplaza- da por tejido glial. Afecta la neurotransmisión, en especial del nervio
auditivo que puede presentar afectación aislada sin otra manifestación neurológica. La toxicidad
neurológica depende de la concentración de bilirrubina a nivel del tejido nervioso y del tiempo de
exposición a niveles altos.
Por lo referido, deben realizarse de rutina a todos los pacientes que ingresan a una unidad neonatal
por ictericia para recibir tratamiento, los potencia- les evocados auditivos de tronco (PEAT) que
permiten la detección precoz de la alteración auditiva y del sistema nervioso central del RN.
VIOLENCIA INFANTIL
Los niños, por su natural dependencia de los adultos –y en especial, por supuesto, de los padres–
son las víctimas más fáciles del ejercicio ilegítimo de la fuerza y los que menos posibilidades tienen
de buscar ayuda y protección espontáneamente.
De esta violencia, el maltrato, es el más frecuente. Los efectos destructivos de estos actos pueden
dañar definitivamente una vida que recién está en sus comienzos, o por lo menos, producir ciertos
efectos perniciosos de muy larga duración. La experiencia clínica muestra que los efectos a largo
plazo del abuso son dañinos para la autoestima, la habilidad para relacionarse y para un buen
ajuste en la vida emocional. La extensión del daño tendrá que ver con las posteriores experiencias
del individuo, inclusive si ha tenido o no algún tipo de ayuda terapéutica.
El problema del abuso en niños no está limitado a determinados estratos sociales o económicos,
a niveles intelectuales, razas o religiones. Hay aumento en la incidencia en malos tratos en niños
menores de tres años, con gran porcentaje por debajo de los seis meses.
Examen físico:
la reacción de un niño normal es el llanto; una actitud pasiva, sin quejarse, sin pedir ni
buscar la mirada de los progenitores, son datos sospechosos.
descuido o falta de higiene.
grado de desnutrición valorado por las tablas pertinentes.
retraso neurológico madurativo para la edad.
alteraciones del comportamiento y conducta.
lesiones a nivel cutáneo.
traumatismos intraabdominales.
lesiones oculares.
hematomas subdurales
si hubo abuso sexual, es imprescindible realizar
examen genital.
Exámenes complementarios:
chequeos hemáticos y urinarios.
radiología: es uno de los exámenes complementarios más importantes que coadyuvan al
diagnóstico.
Enfoque médico legal:
1) dar intervención policial, en estos casos no se debe mantener el secreto médico.
2) comunicar a sus superiores jerárquicos.
Tratamiento ante la sospecha:
Hospitalización del niño. El objeto es proteger al niño hasta que se haya dilucidado la
cuestión de la seguridad en su domicilio.
Tratamiento de las lesiones y de la desnutrición.
Ofrecer la ayuda necesaria a los padres
tendencia a desplazarse dentro del yeso una vez reducida la fractura. Es el caso de las fracturas
transversales y poco oblicuas.
Las fracturas Inestables, pueden ocasionar una perforación de la piel por una punta ósea,
transformando una fractura cerrada en expuesta, complicando la lesión (infección).
Las fracturas Diafisarias según el trazo fracturario pueden ser:
SEGÚN LA EXTENSIÓN:
• Completas
• Incompletas
Las completas se producen cuando el hueso afectado en todo su diámetro queda dividido en 2 o
más fragmentos.
Entre las fracturas incompletas encontramos las Fracturas en tallo verde de los niños (deben su
nombre a que su estuche perióstico no se rompe); el periostio no se ve en la RX. En estos casos,
puede existir una fisura muy leve o un arrugamiento de la cortical ósea.
ICTERICIA:
Ictericia se denomina a la pigmentación amarilla que toma la piel, conjuntivas y membranas
mucosas como consecuencia de la elevación en la concentración de bilirrubina en plasma.
La bilirrubina es producida principalmente por la degradación de los glóbulos rojos
senescentes al agotar su vida media de 120 días. La hiperbilirrubinemia leve puede ser
clínicamente indetectable haciéndose evidente cuando la concentración plasmática alcanza los 3
– 4 mg/dl, su reconocimiento depende de la coloración de la piel del individuo y la calidad de la luz
con la que se examina.
Fisiopatología
La bilirrubina es el producto final del metabolismo del hem, que se encuentra formando parte de
la hemoglobina, mioglobina y otras hemoproteínas. La producción de bilirrubina se realiza a través
de una cascada de procesos enzimáticos. En el primero, el anillo de porfirina del hem se abre
produciendo la liberación de hierro dando lugar a la formación de biliverdina (pigmento
tetrapirrólico hidrosoluble). A través de una enzima, la biliverdin reductasa, la biliverdina se
convierte en bilirrubina. Su mayor sitio de producción es el bazo seguido de otros órganos en los
que está distribuido el sistema retículo endotelial. Recientemente se ha demostrado que ciertas
enzimas que intervienen en la síntesis de la bilirrubina son además potentes agentes antioxidantes
e importantes reguladores vasoactivos ubicados en todo el organismo. En individuos normales su
producción alcanza los 4 mg por Kg de peso por día. El 80-85% proviene de la hemoglobina de
eritrocitos maduros que son destruidos por el bazo.
Como otras moléculas insolubles, la bilirrubina formada circula en el plasma unida fuertemente a
la albúmina; siendo un producto potencialmente tóxico, al ser liposoluble y no polar, el hígado se
encarga de hidrosolubilizarla para luego eliminarla a través del tracto digestivo. Este proceso se
realiza en cuatro pasos relacionados entre sí: captación por el hepatocito, unión a proteínas
intracelulares específicas, conjugación con ácido glucurónico y excreción canalicular
Captación: el epitelio fenestrado de los sinusoides hepáticos provee al complejo bilirrubina-
albúmina un rápido acceso al espacio de Disse (extrasinusoidal). En este espacio se encuentran
en contacto con las microvellosidades de la superficie sinusoidal de la célula. Aquí la bilirrubina se
disocia de la albúmina y es transportada dentro del hepatocito. Este transporte es saturable e
inhibido por competencia con otros aniones orgánicos, siendo un proceso mediado por proteínas
aun no identificadas (proteínas transportadoras), dando lugar a un mecanismo de transporte
llamado de difusión facilitada.
Unión intracelular: dentro del hepatocito, la bilirrubina se liga a diferentes proteínas de las cuales
las más conocidas forman parte de la superfamilia glutatione-S-transferasa, antes llamadas
ligandinas. Se cree que tienen un papel importante en la presentación a los microsomas para su
posterior conjugación.
Hiperbilirrubinemia e ictericia
La bilirrubina al conjugarse con el ácido glucurónido da directa la reacción de Van der Berg que es
la técnica más utilizada para su estudio en el laboratorio clínico, siendo clasificada en no conjugada
o indirecta y conjugada o directa. En la práctica la hiperbilirrubinemia conjugada pura es rara ya
que en la mayoría de los casos se elevan las dos fracciones resultando en un aumento mixto de
la bilirrubina. La normalidad de los test de función hepática distingue a las hiperbilirrubinemias
familiares de la mayoría de las adquiridas. Sin embargo, en algunas enfermedades, tales como
anemias hemolíticas o en las cirrosis inactivas, pueden registrarse elevaciones de la bilirrubina sin
otras anormalidades en el laboratorio.
Clasificación fisiopatológica de las ictericias
La ictericia es un signo clínico causado por una alteración en el proceso de formación, captación,
conjugación o excreción de la bilirrubina, lo cual obliga a diferenciar aquellas ictericias con
predominio de la bilirrubina no conjugada (prehepáticas) de aquellas en las que la
hiperbilirrubinemia es predominantemente de tipo conjugada (ictericias post-hepáticas). A su
vez, se llaman ictericias hepáticas aquellas en las que se encuentran elevadas ambas fracciones,
en estos casos la causa se relaciona con daño hepatocelular.
1. Ictericias a predominio de la bilirrubina no conjugada o indirecta.
En estos casos la causa que origina la ictericia puede reconocer diferentes orígenes:
1.1 Producción aumentada de bilirrubina. Este cuadro se observa principalmente en las
hemólisis de cualquier origen, así como también en la eritropoyesis ineficaz. Adquiere especial
significación la ictericia por eritroblastosis fetal, ya que en estos casos la hemólisis masiva, la
hipoalbuminemia del recién nacido (déficit en el transporte) y la incapacidad del hígado de conjugar
la bilirrubina se suman para que la bilirrubina no conjugada se eleve a cifras muy altas, pudiendo
pasar la barrera hematoencefálica y producir lesión cerebral (kernícterus).
La sintomatología está en relación a la magnitud de la anemia, así como también a la causa que
la produce. En las ictericias hemolíticas la semiología palpatoria del hígado es normal, salvo que
por la hemólisis excesiva exista hemosiderosis hepática. En estos casos el hígado se palpa
aumentado de tamaño y de mayor consistencia. El laboratorio muestra la función hepática normal.
1.2 Déficit de transporte. Se ve con mayor frecuencia en el recién nacido, en el que se hace más
notorio por la baja producción de albúmina sérica. Algunos medicamentos (rifampicina,
novobiocina y agentes de contraste) pueden interferir en el transporte de la bilirrubina ya que
compiten por la albúmina. En estos casos la semiología abdominal, así como el laboratorio
hepático, están dentro de la normalidad.
1.3 Alteraciones en la captación de bilirrubina. Existen casos de shunt portosistémicos
espontáneos en los que la sangre no pasa por los hepatocitos, siendo derivada hacia las venas
portales o a través de los sinusoides capilarizados como frecuentemente ocurre en la cirrosis
hepática.
El retraso en la expresión de la UGT1A1 en neonatos es responsable de la ictericia fisiológica del
recién nacido. Los desórdenes familiares de la conjugación de la bilirrubina (Síndrome de Crigler
Najjar (CN) y Síndrome de Gilbert) son causados por la mutación del gen que codifica la
UGT1A1. El Síndrome de Gilbert es una hiperbilirrubinemia frecuentemente de origen familiar,
siendo su historia natural absolutamente benigna. Predomina en los varones y puede verse en el
5% de la población general. Es difícil el diagnostico diferencial entre el Síndrome de Gilbert y
Síndrome de Crigler Najjar tipo II, ya que el laboratorio de función hepática es normal en ambos.
Dada la benignidad de ambas entidades su diferenciación no tiene implicancias en la clínica.
En la infección por HBV o HCV las formas sintomáticas son la expresión de un buen
sistemainmune que es el factor determinante de la cura. Las formas asintomáticas que son la
mayoría en la infección HCV y la de los inmunodeprimidos en la HBV frecuentemente evolucionan
a la cronicidad. En estos pacientes existe un déficit de inmunidad adquirida con menos respuesta
en CD4 y CD8. Estas deficientes respuestas sumadas a la gran capacidad mutante del virus
favorecen el pasaje a la cronicidad del paciente infectado.
Aquellos con estrategias más rudimentarias como el HAV y el HEV son rápidamente reconocidos
por el sistema de defensa condicionando su respuesta la magnitud de la manifestación clínica. Los
virus HBV, HCV y HDV han logrado desarrollar tácticas para evadir el sistema inmune, en especial
el HCV que consigue su objetivo en el 80% de los pacientes infectados. Además este virus al tener
capacidad mutante logra evadir la formación de anticuerpos que le impiden el ingreso a otras
células hasta entonces no infectadas.
La perpetuación de la replicación viral y el intento frustro de eliminar el virus por parte del sistema
inmunológico favorece el daño hepatocelular y la producción de fibrosis que marca la evolución a
la hepatitis crónica y luego a la cirrosis.
2.2 Daño hepático producido por drogas
Las drogas pueden producir daño hepático por tres mecanismos:
a) La toxicidad directa es un daño dosis dependiente siendo en la actualidad poco frecuente
salvo que el fármaco se utilice por error o en forma premeditada. El ejemplo más típico es la acción
del paracetamol ingerido con fines suicidas. En estos casos la dosis es muy superior (20 veces) a
aquella utilizada con fines terapéuticos.
b) Idiosincrasia: En estos casos el paciente tiene mecanismos de metabolización de la droga
diferentes al común de la población. En alguno de los pasos acumula un metabolito intermedio en
dosis elevadas que produce injuria celular. Un ejemplo típico es la lesión por isoniacida, en la que
la rápida acetilación que presenta el metabolismo celular de algunos individuos, condiciona la
acumulación de un producto intermedio que causa el daño celular. Este fenómeno puede ser
favorecido cuando se administra una droga que interactúa con otra o bien que presenta una acción
de inducción enzimática. Este es el caso de la rifampicina que potencia el daño por isoniacida al
inducir su acetilación.
c) Inmunidad: El mecanismo inmunológico se produce cuando la droga administrada se une a
una proteína estructural. Esta unión constituye un hapten (neo antígeno) que no es reconocido por
el sistema inmune que lo ataca como si fuese una proteína extraña.
2.3 Lesión hepática de causa inmunológica
Este tipo de lesión está ocasionado por una alteración del sistema inmune que deja de reconocer
proteínas propias produciendo una injuria mediada por las mismas células del sistema de defensa.
Se admite que en un individuo con predisposición genética, una noxa dispara la injuria, el sistema
inmune al no reconocer proteínas propias produce el daño en el órgano blanco. Se ha visto que
en estos pacientes existe en déficit del linfocito T supresor (TS). Este es el que limita a la injuria
una vez que la noxa que la desencadenó es eliminada. Este proceso de perpetrarse en el tiempo
lleva a una enfermedad autoinmune. Cuando es el hepatocito la célula blanco, la enfermedad que
se produce es la Hepatitis Autoinmune. Cuando es la célula del epitelio biliar se produce otra
enfermedad llamada Cirrosis Biliar Primaria.
2.4 Isquemia
Teniendo en cuenta que el hígado es un órgano que recibe doble aflujo (arteria hepática y vena
porta) la isquemia no es frecuente ya que supone un importante déficit del mismo. Usualmente la
célula hepática soporta muy bien la hipoxia aguda, razón por la cual otros órganos de la economía
son mucho más sensibles a la isquemia (cerebro, riñón, pulmón). Sin embargo, cuando a una falla
anterógrada (déficit de flujo) se le suma una falla retrógrada (éxtasis venoso) la isquemia se hace
manifiesta. Este es el caso de un hígado congestivo (insuficiencia cardíaca) al que se le suma un
hipoflujo (hemorragia digestiva).
Estos cuadros son reversibles si la condición hemodinámica es rápidamente corregida, en caso
contrario la sintomatología clínica se hace evidente.
Usualmente la hepatitis isquémica cursa en forma anictérica siendo sus síntomas relacionados
con la causa que motivó el desequilibrio hemodinámico. Las formas muy sintomáticas acompañan
a los cuadros severos y de mal pronóstico.
El laboratorio muestra un ascenso de la ASAT que supera los niveles de la ALAT, con un marcado
incremento de la LDH. La reversión de la isquemia se traduce en un descenso de la ALAT/ASAT
predominando en este caso la ALAT (inversión de la relación), acompaña a las mismas un
descenso de la LDH.
La elevación de la bilirrubina se ve en las formas más graves. La alteración de la tasa de
protrombina es un excelente marcador de injuria, su normalización es un índice de buen
pronóstico.
La regeneración hepática prevalece en la mayoría de los casos y restituye al hígado su capital
celular preservando su arquitectura. Las formas graves (necrosis masiva) pueden llevar al óbito
del paciente.
3. Ictericia por hepatopatía crónica.
Las más frecuentes son las hepatitis crónicas por HBV y HCV. Como mencionamos antes, el
alcohol es una causa importante de hepatopatía crónica, así como el hígado graso no alcohólico
que se produce con mayor frecuencia en pacientes hipertensos, obesos y diabéticos. La cirrosis
hepática, de cualquier etiología, puede descompensarse y producir ictericia, generalmente de
pronóstico reservado. En las hepatopatías crónicas la ictericia es a menudo la expresión final de
la claudicación del órgano.
4. Ictericias con elevación de la bilirrubina conjugada o directa.
En las ictericias de este tipo la causa habitual es obstructiva. La obstrucción mecánica al flujo de
la bilis da origen a un cuadro ictérico con determinadas características clínicas, de laboratorio e
histológicas, denominado colestasis. Por su localización la colestasis se divide en intra y
extrahepática. La diferenciación entre ambas es importante por la implicancia terapéutica, siendo
la primera de tratamiento médico y la segunda esencialmente quirúrgica. Las enzimas de
colestasis utilizadas para el diagnóstico son la fosfatasa alcalina, la gamaglutamil y la 5’
nucleotidasa. Sin embargo, no hacen el diagnóstico diferencial de colestasis intra o extra hepática.
Las diferencias clínicas entre ambas a veces no son claras siendo necesarios para el diagnóstico